PARLAMENTO EUROPEO

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1999
2004
Documento de sesión
FINAL
A5-0323/2000
7 de noviembre de 2000
INFORME
sobre la Comunicación de la Comisión al Consejo y al Parlamento Europeo
"Desarrollo de las relaciones entre Indonesia y la Unión Europea"
(COM(2000) 50 – C5-0288/2000 – 2000/2152(COS))
Comisión de Asuntos Exteriores, Derechos Humanos, Seguridad Común y
Política de Defensa
Ponente: Hanja Maij-Weggen
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ÍNDICE
Página
PÁGINA REGLAMENTARIA..................................................................................................4
PROPUESTA DE RESOLUCIÓN.............................................................................................5
EXPOSICIÓN DE MOTIVOS .................................................................................................12
OPINIÓN DE LA COMISIÓN DE INDUSTRIA, COMERCIO EXTERIOR,
INVESTIGACIÓN Y ENERGÍA ............................................................................................ 20
OPINIÓN DE LA COMISIÓN DE DESARROLLO Y COOPERACIÓN ............................. 26
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PÁGINA REGLAMENTARIA
Mediante carta de 3 de febrero de 2000, la Comisión transmitió al Parlamento su
Comunicación al Consejo y al Parlamento Europeo "Desarrollo de las Relaciones entre
Indonesia y la Unión Europea" (COM(2000) 50 – 2000/2152(COS)).
En la sesión del 16 de junio de 2000, la Presidenta del Parlamento anunció que había remitido
esta comunicación, para examen del fondo, a la Comisión de Asuntos Exteriores, Derechos
Humanos, Seguridad Común y Política de Defensa y, para opinión, a la Comisión de
Presupuestos, a la Comisión de Industria, Comercio Exterior, Investigación y Energía y a la
Comisión de Desarrollo y Cooperación (C5-0288/2000).
En la reunión del 6 de junio de 2000, la Comisión de Asuntos Exteriores, Derechos Humanos,
Seguridad Común y Política de Defensa había designado ponente a Hanja Maij-Weggen.
En las reuniones de los días 11 de octubre y 7 de noviembre de 2000, la comisión examinó la
comunicación de la Comisión y el proyecto de informe.
En la última de estas reuniones, aprobó la propuesta de resolución por unanimidad,
registrándose 1 abstención.
Estuvieron presentes en la votación los diputados : Baroness Nicholson of Winterbourne
(presidenta en funciones), William Francis Newton Dunn (vicepresidente), Hanja MaijWeggen (ponente), Danielle Auroi (suplente de Daniel Marc Cohn-Bendit), Alexandros
Baltas, Bastiaan Belder, Andre Brie, Michael Gahler, Alfred Gomolka, Willi Görlach
(suplente de Klaus Hänsch), Bertel Haarder, Magdalene Hoff, Glenys E. Kinnock (suplente de
Hannes Swoboda), Jan Joost Lagendijk, Pedro Marset Campos, Linda McAvan, Emilio
Menéndez del Valle, Philippe Morillon, Pasqualina Napoletano, Raimon Obiols i Germà,
Doris Pack (suplente de Arie M. Oostlander), Jacques F. Poos, Jannis Sakellariou, Jürgen
Schröder, Elisabeth Schroedter, Ioannis Souladakis, Francesco Enrico Speroni, Freddy
Thielemans, Gary Titley, Johan Van Hecke, Paavo Väyrynen, Jan Marinus Wiersma y
Christos Zacharakis.
Las opiniones de la Comisión de Industria, Comercio Exterior, Investigación y Energía y de la
Comisión de Desarrollo y Cooperación se adjuntan al presente informe; el 19 de julio de
2000, la Comisión de Presupuestos decidió no emitir opinión.
El informe se presentó el 7 de noviembre de 2000.
El plazo de presentación de enmiendas a este informe figurará en el proyecto de orden del día
del período parcial de sesiones en que se examine.
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PROPUESTA DE RESOLUCIÓN
Resolución del Parlamento Europeo sobre la Comunicación de la Comisión al Consejo y
al Parlamento Europeo "Desarrollo de las relaciones entre Indonesia y la Unión
Europea" (COM(2000) 50 – C5-0288/2000 – 2000/2152(COS))
El Parlamento Europeo,
–
Vista la Comunicación de la Comisión (COM(2000) 50 – C5-0288/20001),
–
Vistas las declaraciones y conclusiones del Consejo sobre Indonesia, en particular las
conclusiones del Consejo de Asuntos Generales de 20 de marzo de 2000,
–
Vista la declaración conjunta UE-Indonesia de 14 de junio de 2000 en Luxemburgo,
–
Vistas sus resoluciones anteriores sobre Indonesia,
–
Visto el apartado 1 del artículo 47 de su Reglamento,
–
Vistos el informe de la Comisión de Asuntos Exteriores, Derechos Humanos, Seguridad
Común y Política de Defensa y las opiniones de la Comisión de Industria, Comercio
Exterior, Investigación y Energía y de la Comisión de Desarrollo y Cooperación (A50323/2000),
A.
Considerando que, desde que la Comisión presentó su Comunicación sobre las
relaciones entre la Unión Europea e Indonesia, la situación en este país ha mejorado en
ciertos aspectos, pero sigue habiendo muchos problemas aún sin resolver; que el
Parlamento Europeo reconoce la soberanía de Indonesia y la integridad de sus fronteras,
B.
Considerando que Indonesia es un país importante en el seno de la ASEAN y de la
ASEM y que conviene mejorar las relaciones entre la Unión Europea e Indonesia,
después del prolongado conflicto sobre Timor; que, en este contexto, apoya la propuesta
de la Comisión de crear una nueva asociación entre la Unión Europea e Indonesia y
subraya la función positiva que los Parlamentos de ambas partes y las ONG pueden
desempeñar en dicha asociación,
C.
Considerando que la Unión Europea es desde 1967 el mayor inversionista en el país,
según datos de la Agencia indonesia para la coordinación de las inversiones, por lo que
los Estados miembros tienen hoy una especial responsabilidad a la hora de contribuir a
la paz, la seguridad y el desarrollo económico y social de la región,
D.
Considerando que la situación en las Molucas y en los campos de refugiados de Timor
Occidental sigue siendo muy grave, que las tensiones aumentan en Irian Jaya/Papua y
que en la región de Aceh aún se ha de consolidar la situación de paz provisional,
1
Pendiente de publicación en el DO C.
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E.
Considerando que los problemas de la región ya han causado unos 10.000 muertos y
heridos y que actualmente en la propia Indonesia hay más de 1 millón de refugiados,
unos 300.000 de ellos en las Molucas y unos 120.000 en Timor Occidental (situación en
septiembre de 2000),
F.
Considerando que el nuevo Gobierno indonesio formado en agosto anunció su intención
de transformar Indonesia en una democracia estable basada en el Estado de derecho,
pero que las fuerzas hostiles aún son muy poderosas e intentan desestabilizar el país,
G.
Considerando que dichas fuerzas hostiles se encuentran principalmente entre elementos
desleales del ejército, grupos paramilitares, organizaciones islámicas extremistas y
miembros de los estamentos militar, político y empresarial que se han beneficiado del
régimen corrupto de Suharto; que dichas fuerzas representan una grave amenaza para el
desarrollo de una democracia estable basada en el Estado de derecho, para la paz y la
estabilidad y la seguridad nacional de Indonesia y sus regiones,
H.
Considerando que, en agosto, la Asamblea Consultiva Popular anual tomó decisiones
importantes que han desembocado en la creación de un nuevo Gobierno, pero también
dos decisiones que han sembrado dudas importantes en la comunidad internacional, a
saber, el mantenimiento de la representación militar en el seno de la Asamblea hasta
2009 (en lugar de hasta 2004), y la adopción de una enmienda a la Constitución según la
cual no podrán sancionarse delitos para los cuales no existía ley alguna en el momento
en que se cometieron,
I.
Considerando que en el seno del ejército hay fuerzas desleales y antidemocráticas, que
ayudan a las milicias de Timor Occidental y a los combatientes del Jihad de las
Molucas, y que se acomete con excesiva lentitud la tarea de poner fin al poder político,
económico y social del ejército,
J.
Considerando que el Gobierno ha iniciado una política destinada a corregir las antiguas
prácticas que consistían en explotar las regiones periféricas como feudos del régimen
central de Yakarta y que se está elaborando legislación sobre la autonomía regional al
mismo tiempo que se revisa el reparto de los ingresos procedentes del petróleo y otras
materias primas en favor de las regiones periféricas,
K.
Considerando, no obstante, que la situación en las Molucas ha degenerado de modo
traumático, y ello sin lugar a dudas desde la llegada de los combatientes del Jihad, y que
será preciso prestar ayuda para la estabilización y la vuelta a la normalidad durante
muchos años aún; que los problemas de los refugiados en Timor Occidental son muy
graves, debido, en parte, a la violencia practicada por las milicias en los campos de
refugiados; que la tranquilidad aún no se ha restablecido en su totalidad en la región de
Aceh y que aumentan las tensiones en Irian Jaya/Papua,
L.
Considerando que a principios de este año fueron asesinados dos soldados de las fuerzas
de las Naciones Unidas para el mantenimiento de la paz y que el 6 de septiembre de
2000, milicias del Timor Occidental asesinaron a tres miembros del personal de la
ACNUR y que no se ha permitido a una delegación del Consejo de Seguridad de las
Naciones Unidas investigar esas muertes,
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M.
Considerando que puede ser necesario que la comunidad internacional desempeñe un
papel más activo, dentro del respeto de la soberanía de Indonesia, si el propio Gobierno
indonesio no está en condiciones de restablecer la ley y el orden en la región, en
particular en las Molucas y en Papua,
N.
Considerando que ECHO realiza ya unos esfuerzos considerables en Indonesia entre los
refugiados y las personas sin hogar y que dichos esfuerzos seguirán siendo necesarios
durante mucho tiempo aún,
O.
Considerando que el Gobierno indonesio intenta activamente separar los cometidos que
incumben a la policía de los que incumben al ejército, mejorar la legislación en el
ámbito de los derechos humanos y crear unos tribunales especiales competentes para
juzgar las violaciones de los derechos humanos; que ya se ha comenzado a dictar
condenas en el contexto del conflicto de la región de Aceh y que se han incoado los
primeros 19 procedimientos por violación de los derechos humanos en Timor, lo que
constituye un primer paso positivo,
P.
Considerando que la nueva cláusula de la Constitución indonesia es causa de
preocupación en cuanto a la adopción de medidas eficaces contra una serie de
violaciones de los derechos humanos, concretamente en la región de Aceh, en Timor, en
las Molucas y en Irian Jaya/Papua,
Q.
Considerando que en el contexto de la ASEAN y la ASEM, la Unión Europea debe
destacar explícitamente la necesidad del respeto de la democracia y los derechos
humanos, dirigiéndose igualmente al régimen militar de Myanmar, puesto que Myanmar
ha copiado en cierta medida el modo en que estaba organizado el poder militar bajo el
régimen de Suharto,
R.
Considerando que, si bien se ha iniciado la lucha contra la corrupción, ello no impide
que se hayan pronunciado de momento pocas condenas, y que en el caso de Suharto ya
se ha concluido un previo acuerdo, lo que no es buena señal,
S.
Considerando que el programa de buena gestión de los asuntos públicos comenzado con
buen pie, habiendo realizado la UE una contribución sustancial,
T.
Considerando que se ha logrado un cierto progreso en la economía de Indonesia, pero
que los problemas sociales y el abismo entre ricos y pobres siguen siendo considerables,
U.
Considerando que la Unión Europea ha dado muestras de buena voluntad facilitando en
mayor medida los intercambios entre Indonesia y la Unión Europea para continuar
apoyando la economía indonesia,
V.
Considerando que la ayuda al desarrollo de la Unión Europea y de sus Estados
miembros actualmente ya es superior a la del Japón y los Estados Unidos, pero que, a
causa de la falta de coordinación, dicha ayuda está dispersa, lo que hace que no sea muy
visible en Indonesia,
1.
Considera que Indonesia, bajo el Gobierno dirigido por el Presidente Wahid y la
Vicepresidenta Megawati Sukarnoputri, va camino del Estado de derecho democrático,
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pero que aún quedan considerables problemas por resolver;
2.
Observa que la deslealtad de ciertos elementos del ejército, la acción de las fuerzas
paramilitares en Timor, los combatientes de Laskar Jihad en las Molucas y las fuerzas
del antiguo régimen de Suharto ejercen una influencia negativa en el proceso de
creación de un Estado de derecho democrático; que es menester prestar ayuda
internacional al nuevo Gobierno para ayudarle en el proceso de supresión paulatina de
los privilegios políticos y civiles del ejército;
3.
Considera que la situación en las Molucas, donde se han registrado más de 5.000
muertos y existen unos 300.000 refugiados, es tan grave que no sólo es necesaria la
ayuda internacional sino que tampoco puede excluirse que la comunidad internacional
intervenga de forma más activa si el Gobierno no dispone de los recursos necesarios
para restablecer la ley y el orden;
4.
Constata que en los campos de refugiados de Timor Occidental la situación se ha
degradado de tal manera por la acción de las fuerzas paramilitares que resulta
urgentemente necesario encontrar una solución apropiada para dichos refugiados; pide
al Gobierno indonesio que desmantele dichas fuerzas y garantice a los organismos de
las Naciones Unidas y las organizaciones no gubernamentales, tanto locales como
internacionales, el libre acceso a los campos de refugiados;
5.
Apoya los esfuerzos por promover una paz más duradera en Aceh, e insiste en que no
sólo han de llevarse ante los tribunales las violaciones de los derechos humanos en esta
región, sino que se ha de castigar a todos los culpables;
6.
Destaca que los disturbios crecientes en Irian Jaya/Papua son causa de grave
preocupación; pide por este motivo que la UE aplique medidas de prevención de
conflictos;
7.
Constata que, a causa de los conflictos regionales, en Indonesia hay casi un millón de
refugiados, y pide que se intensifiquen aún más los esfuerzos de ECHO en las regiones
en que sea necesario y que se garantice la seguridad absoluta de los cooperantes y los
refugiados, en caso necesario bajo la supervisión de observadores internacionales;
8.
Apoya la intención del Gobierno indonesio de conceder la autonomía a diversas
regiones periféricas y de destinar una parte sustancial de los ingresos procedentes de las
materias primas a las regiones que producen dichas materias;
9.
Apoya la voluntad del Gobierno indonesio de mejorar la situación de los derechos
humanos mejorando la legislación, reforzando la Comisión Nacional de Derechos
Humanos ("KomNasHAM") y creando tribunales especiales competentes en materia de
derechos humanos; pide al Gobierno indonesio que autorice a observadores
internacionales a que asistan a los trabajos de dichos tribunales y que precise cuanto
antes el alcance de la enmienda sobre la cláusula del efecto retroactivo a la
Constitución;
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10.
Señala que la estabilidad política y el respeto de los derechos humanos y los principios
de un Estado de Derecho de base constitucional son condiciones básicas para que
Indonesia se recupere de las consecuencias de la crisis financiera asiática y constituyen
asimismo una condición ineludible para una cooperación más estrecha entre la UE e
Indonesia;
11.
Expresa, no obstante, su preocupación por el alto grado de corrupción y nepotismo que
se registra en la economía del país, fenómeno en el que siguen estando involucrados
numerosos miembros de anteriores familias dirigentes y que constituye un obstáculo
muy importante para la recuperación económica y la estabilidad social; pide, por este
motivo, al Gobierno indonesio que luche con mayor firmeza contra la corrupción y
espera que los autores sean juzgados y condenados; considera incorrecto que se
concluyan acuerdos de antemano, por ejemplo en el caso del ex presidente Suharto,
puesto que ello dificulta el enjuiciamiento de otros casos;
12.
Pone de relieve que la entrada de capital de inversión de los países industrializados tiene
una importancia fundamental para el proceso de reformas económicas en Indonesia,
pero opina que ninguna empresa de la UE debería participar en la corrupción y pide a la
Comisión que desarrolle una prohibición legal, con sanciones conexas, en caso de
fomento de la corrupción por parte de empresas de la UE, tanto dentro como fuera de la
Unión Europea;
13.
Celebra la contribución realizada por la UE para compensar los efectos de la crisis
financiera mediante la ayuda económica que brinda a los países de Asia; considera que
la ayuda de la UE debería centrarse en mitigar la pobreza, ayudar a los grupos sociales
que sufren en mayor medida las consecuencias de la crisis asiática y apoyar la gestión
sostenible de los recursos naturales y los principios de una buena administración pública
a nivel central y regional;
14.
Pide al Gobierno indonesio que modifique radicalmente su política de extensión de las
plantaciones de palmeras de aceite en detrimento de las superficies forestales, y que
aplique de modo consecuente la prohibición dictada en 1995 de utilizar el fuego para
roturar tierras de cultivo;
15.
Constata que la economía de Indonesia está mejorando y pide a la Unión que desarrolle
iniciativas destinadas a favorecer la economía de Indonesia mediante mejores acuerdos
comerciales, entre otros motivos, porque ello constituye una ayuda importante para el
proceso democrático;
16.
Se felicita por la recuperación económica registrada en Indonesia durante el primer
semestre del año 2000, favorecida, en particular, por el aumento de las exportaciones
tras la importante devaluación de la rupia y el considerable incremento del precio del
petróleo, fenómenos que han permitido compensar en gran medida las pérdidas de
ingresos de los años 1998 y 1999;
17.
Subraya la importancia que reviste la reestructuración del sector de bancos privados
para la recuperación económica en Indonesia, proceso en el cual la Agencia de
reestructuración del sector bancario de Indonesia (IBRA) no ha podido restablecer
todavía una capacidad de préstamo suficiente de los bancos comerciales, y pide a la
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IBRA que privatice las empresas que haya adquirido en el proceso de recapitalización
del sector bancario, estimulando la inversión exterior directa en Indonesia;
18.
Entiende que la recapitalización de la economía indonesia brinda una oportunidad para
conceder mayor importancia a los intereses medioambientales en la producción y
explotación de los recursos naturales;
19.
Insta a Indonesia a que haga esfuerzos adicionales para aplicar las normas de la OIMT
en relación con la gestión sostenible de los bosques tropicales;
20.
Pide a la Comisión que examine la posibilidad de celebrar un acuerdo bilateral de
comercio y cooperación con Indonesia;
21.
Señala las ventajas de una más estrecha cooperación económica regional entre los
Estados miembros de la ASEAN, que podrían beneficiarse, en particular, de la creación
de una zona regional de libre cambio;
22.
Registra con satisfacción el interés de la Comisión por una cooperación más estrecha
con Indonesia en asuntos de interés común en el seno de la OMC y apoya el deseo del
Gobierno indonesio de que, en el futuro, las negociaciones comerciales no beneficien
exclusivamente a los países industrializados sino también a los países en desarrollo;
23.
Pide a la Comisión que intervenga junto con Indonesia en el seno de la OMC para
promover la pronta apertura de una nueva ronda global de negociaciones comerciales;
pide a Indonesia que haga un esfuerzo por respetar las obligaciones a las que se
comprometió en el acuerdo final de la Ronda Uruguay sobre los derechos de propiedad
intelectual en el ámbito del comercio y que adopte y aplique, por consiguiente, la
legislación pertinente en este ámbito;
24.
Acoge con satisfacción el último acuerdo del FMI para prestar ayuda a Indonesia, ya
que permitirá a este país proseguir con su proceso de reformas y aligerar la carga del
servicio de la deuda exterior;
25.
Respalda al Gobierno indonesio en su política para destinar los beneficios de la
economía al conjunto de la población y pide más medidas para luchar contra la pobreza;
considera que la UE debe alentar al Gobierno indonesio a que estimule el gasto social y
que en este contexto, se ha de detectar la riqueza obtenida mediante la corrupción,
recuperar dichos fondos y emplearlos en beneficio de la población indonesia, en
particular de su segmento más pobre;
26.
Pide a la Comisión que tenga en cuenta la caída de ingresos que ha sufrido Indonesia en
los últimos dos años y examine la posibilidad de volver a incluir a este país en el grupo
de países beneficiarios del sistema de preferencias generalizadas (SPG) de la UE;
27.
Se declara partidario de continuar concediendo ayudas a Indonesia, a condición de que
continúe el proceso de democratización, la ayuda beneficie prioritariamente a la
población más pobre de Indonesia, se mejore el enfoque para solucionar los problemas
de las Molucas, Timor, Aceh e Irian Jaya/Papua, se mejore sustancialmente la situación
de los derechos humanos y se detecten los fondos procedentes de la corrupción para que
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beneficien al conjunto de la población;
28.
Desea, de conformidad con los acuerdos recientes de la reunión informal del Consejo en
Evian, que la ayuda de la UE y de sus Estados miembros en favor de Indonesia se utilice
de una manera más coordinada y más orientada a la demanda y que se amplíe la
plantilla de la Delegación de la UE en Yakarta para que ésta pueda gestionar el proceso
de coordinación;
29.
Registra con satisfacción los esfuerzos de la Comisión por ahondar el diálogo con
Indonesia, a través, sobre todo, de las reuniones regulares entre altos funcionarios
(SOM), y destaca más concretamente la cooperación en el sector cultural y el fomento
del intercambio entre universidades;
30.
Encarga a su Presidenta que transmita la presente resolución a la Comisión, al Consejo,
a los Parlamentos nacionales de la UE, al Gobierno y al Parlamento indonesios, a las
Naciones Unidas y al Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados,
así como a la Secretarías de la ASEAN y la ASEM.
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EXPOSICIÓN DE MOTIVOS
Explicación de la resolución
Desde que la Comisión Europea publicó su comunicación sobre la relación entre
Indonesia y la Unión Europea, la situación en Indonesia ha mejorado algo, pero sigue
habiendo diversos problemas graves que no se han solucionado en absoluto. Sin duda, la
voluntad de convertir Indonesia en un Estado de derecho democrático que respete los
derechos humanos y tenga un buen gobierno, que destierre la corrupción y organice una
economía que también beneficie a la parte pobre de la población, está mucho más presente
en el actual gobierno que en el régimen de Suharto. Al mismo tiempo, las fuerzas
contrarias al proceso democrático han boicoteado las acciones positivas, y los problemas
en las islas Molucas son mucho más graves que antes, mientras que Timor Occidental
sigue albergando a muchos refugiados que no pueden regresar a casa. Tampoco en Aceh e
Irian ha regresado aún la calma. El número de refugiados dentro de Indonesia se acerca a
un millón de personas.
En el Congreso del Pueblo celebrado, como todos los años, en el mes de agosto, los
grupos políticos del Parlamento indonesio y los representantes de las regiones expresaron
duras críticas hacia el Gobierno del Sr. Wahid. Pidieron más competencias para la
Vicepresidenta, Sra. Megawati Sukarnoputri, y exigieron el cese de los ministros que no
hubieran cumplido las expectativas. A finales de agosto asumió las funciones un nuevo
gobierno.
El nuevo Gobierno no sólo tiene menos ministros y Ministerios, lo cual le permite
funcionar de forma más eficiente y efectiva, sino que además, en su mayoría, los nuevos
ministros son considerados personas altamente cualificadas en su especialidad. Al mismo
tiempo, el vínculo con los partidos políticos en el Parlamento es escaso. Ello supone un
peligro debido a la falta de apoyo del Parlamento a este segundo Gobierno Wahid. El
papel de la Vicepresidenta, Sra. Megawati Sukarnoputri, se ha reforzado ahora que ha
asumido la dirección cotidiana del gabinete.
En círculos del Parlamento indonesio se rumorea que el nuevo Gobierno dispone de tres
meses para demostrar de lo que es capaz. Algunos elementos de control importantes para
el Parlamento son: el contenido de la política económica y el presupuesto para el año
2001, la presentación de la legislación en el ámbito de los derechos humanos, el refuerzo
de la comisión nacional para los derechos humanos, la instauración de tribunales
específicos para los derechos humanos, la lucha contra la corrupción, la presentación de la
legislación en materia de autonomía regional y el final de la violencia en las islas
Molucas, aunque también en Aceh, Irian Jaya/Papua Nueva Guinea y en los campos de
refugiados de Timor Occidental. Además, en el Parlamento se ha abierto una
investigación sobre la supuesta corrupción en el entorno directo del presidente Wahid.
En su sesión anual de agosto, el Congreso del Pueblo tomó 2 decisiones que han sido muy
criticadas en amplios sectores. Se trata de una enmienda a la Constitución en la que se
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Exposición de motivos
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dice que no se puede castigar un delito si en el momento de cometerlo no existía una
legislación aplicable, y la decisión de reservar escaños para militares en el Congreso del
Pueblo hasta el año 2009 y no hasta 2004 como se había acordado anteriormente.
Durante el régimen de Suharto, el ejército indonesio adquirió una posición muy fuerte. No
sólo se trata del poder militar, sino de que además el ejército estaba encargado de la fuerza
policial para garantizar la seguridad nacional. Además, el ejército desempeñaba un papel
importante en la administración nacional y regional y en la economía, y gozaba de
numerosos privilegios. Asimismo, el ejército disponía de escaños fijos en el Parlamento
indonesio y en el Congreso del Pueblo. Al asumir el poder, el Gobierno del Sr. Wahid se
propuso poner fin al poderío político, económico y social del ejército y separar las tareas
militares de las policiales dentro del ejército. La operación se desarrolla con mayor
lentitud de la deseada y las fuerzas que se oponen aún son importantes.
Lo que sí se ha conseguido es reducir la representación del ejército en las
administraciones regionales, en la administración nacional y en el Parlamento. No
obstante, en el nuevo Gobierno hay cuatro ministros procedentes del ejército, entre ellos
un ministro coordinador (asuntos políticos, seguridad y asuntos sociales), un ministro de
Interior y autonomía regional, un ministro de Transportes y telecomunicaciones y un
ministro de Comercio e industria. En general se reconoce que se trata de (ex) militares
partidarios de la reforma. El ministro de Defensa no es un militar, sino que fue catedrático
en la Universidad Islámica en Yogkajarta. Sin embargo, el hecho de que el ejército siga
desempeñando un papel en la administración pública hasta el año 2009 no es una buena
señal, sobre todo porque ello puede repercutir negativamente en las elecciones de 2004.
A menudo se indica que la mayoría del ejército está dispuesta a apoyar a la democracia,
pero que en el seno del ejército aún hay muchas fuerzas (se habla del 25 al 30%) que no
son leales y que desean preservar sus posiciones de poder. Esto supone un gran problema
en relación con la disciplina dentro del ejército. La dirección política y la dirección militar
parecen no poder controlar a estas fuerzas, que tienen un efecto devastador y causan
muchas desgracias, sobre todo en las islas Molucas, aunque también en Timor, Aceh y
cada vez más en Irian Jaya/Papua.
A ello hay que añadir que determinadas fuerzas políticas parecen apoyar a las fuerzas
negativas que hay en el ejército. También es evidente que existe una conexión con
determinados grupos fundamentalistas islámicos. El hecho de que miles de miembros de
Laskar Jihad pudieran partir hacia las islas Molucas para atizar la lucha entre los
diferentes grupos de la población y el hecho de que el ejército no interviniera como es
debido y en algunos lugares incluso tomara partido y por tanto agravara la lucha, no sólo
incrementó de forma dramática el número de muertos, heridos y refugiados, sino que
también provocó la inestabilidad política y un peligro para la seguridad a escala regional y
nacional. También el aumento de las milicias en los campos en Timor Occidental parece
deberse en parte al refuerzo por parte de miembros desleales del ejército. Es muy
importante que el Gobierno del Sr. Wahid y el alto mando expulsen del ejército a los
elementos desleales y castiguen los delitos perpetrados por militares.
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Exposición de motivos
Traducción externa
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Situación actual en determinadas regiones
Las reformas previstas en Indonesia se ven dificultadas aún más por la problemática
relación del centro gubernamental en Yakarta con diversas regiones. La situación en las
islas Molucas es en estos momentos la más preocupante. Los actos de violencia, que ya
empezaron a principios de 1999 y que entonces fueron eclipsados por los acontecimientos
de Timor, han vuelto a encenderse y hasta el momento han costado oficialmente más de
4.000 vidas humanas y han causado más de 300.000 desplazados y refugiados. Fuentes no
oficiales hablan sin embargo de 5.000 a 10.000 muertos. Las causas de la violencia son
complejas. Durante el régimen de Suharto se siguió una política migratoria consciente
para descongestionar la superpoblada Java a costa de las regiones, entre ellas las islas
Molucas, que tienen tradicionalmente una gran comunidad cristiana. De este modo se
rompieron las relaciones tradicionales entre los grupos de la población, como las
relaciones económicas y religiosas.
Demasiado a menudo, el ejército y la policía han tomado partido en las escaramuzas entre
los grupos cristianos y musulmanes, lo cual ha hecho aumentar la agitación. Este verano,
con la llegada de miles de combatientes paramilitares del Laskar Jihad a las islas Molucas
para apoyar a los musulmanes, y dada la actitud tolerante de partes del ejército y la policía
frente a estos combatientes del Jihad, la situación se ha agravado aún más. El número de
muertos, heridos y refugiados ha aumentado mucho y los destrozos en Ambon y otras
islas son enormes. De hecho, la vida en esta región está gravemente perturbada.
Actualmente, la situación en las islas Molucas es más grave que en Timor en 1999. Para la
población regional es incomprensible e inaceptable que la comunidad internacional haya
intervenido en Timor, pero haga tan poco en el caso de las islas Molucas. La gran
comunidad moluca en los Países Bajos (se trata de cerca de 50.000 ciudadanos
neerlandeses, es decir, europeos), está profundamente frustrada por la falta de acción.
Las autoridades en Yakarta son conscientes de la desoladora situación que reina en las
islas Molucas. Intentan activamente aislar a los Jihad y hacerles volver, así como
restablecer la disciplina en el ejército y la policía. Los voluntarios vuelven a tener acceso a
los refugiados, que permanecen en parte en campamentos, y se intenta seriamente
garantizar la seguridad de los refugiados y de los voluntarios. Algunos líderes
constructivos tratan de organizar reuniones de reconciliación en esta región, donde la
población islámica y cristiana ha convivido durante años en paz. La cuestión es si se
pueden reparar los enormes daños psíquicos y físicos causados. Es muy necesario que el
Gobierno actúe con mano dura contra la agitación política del Jihad y contra la deslealtad
dentro del ejército. Sin embargo, la comunidad internacional puede hacer algo si no se
restablece la paz y la calma en las Molucas, respetando por supuesto la soberanía
indonesia.
Timor Oriental es administrado actualmente por la ‘United Nations Transitional
Administration in East Timor’ (UNTAET). Bajo la experta dirección del Sr. De Mello,
UNTAET intenta normalizar la situación, establecer una administración a escala nacional
y regional, formar una fuerza policial y de defensa, y para el otoño del año 2001 preparar
elecciones a una asamblea constituyente que redacte una Constitución de forma que
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después pueda alcanzarse cuanto antes la independencia con una administración propia.
Además se está trabajando con ahínco en la restauración de las viviendas, las escuelas y
los hospitales, así como en la infraestructura.
Un gran problema lo constituyen los cerca de 120.000 refugiados que hay en Timor
Occidental y que en agosto residían mayoritariamente en unos 200 campamentos, a
menudo cerca de la frontera. En parte se trata de personas que en el referéndum han
optado por la ciudadanía indonesia. Sin embargo, la mayoría de los refugiados querrían
regresar, pero no lo hacen porque sus pueblos y viviendas todavía no están
suficientemente restaurados, o porque temen por su seguridad. Entre los refugiados
también hay ciudadanos que antes estaban al servicio del Estado indonesio y que al
regresar a Timor Oriental perderían todos sus derechos, entre otros el derecho a una
pensión.
Un fenómeno adicional grave es la presencia y el aumento de las milicias paramilitares en
los campamentos de Timor Occidental, que divulgan noticias negativas sobre Timor
Oriental y aterrorizan a los refugiados para obligarles a quedarse en Timor Occidental.
Estos grupos han desencadenado también acciones violentas contra los voluntarios. En el
seno del ejército y la policía de Timor Occidental hay fuerzas desleales que los apoyan,
ofreciéndoles adiestramiento y armas. Algunos miembros de estas milicias ya se han
organizado en la zona fronteriza de Timor Oriental, donde han tenido lugar los primeros
actos de violencia. En septiembre resultaron muertos varios colaboradores del ACNUR en
un enfrentamiento. A raíz de este suceso, muchos voluntarios se han ido, por lo cual la ya
penosa situación en los campos ha empeorado aún más.
El Gobierno indonesio ha comunicado que es preciso desmantelar los campamentos de
Timor Occidental y que los refugiados deben decidirse por permanecer definitivamente en
Timor Occidental o en Timor Oriental. El administrador de la ONU en Timor Oriental ha
hecho saber que esto es posible, siempre y cuando se realice gradualmente y bajo una
buena protección y dirección. El Sr. De Mello no apoya la idea de establecer campos de
transición en Timor Oriental, pues ello podría trasladar los problemas con las milicias a la
zona fronteriza de Timor Oriental.
El 2 de septiembre, el Procurador General en Yakarta anunció que 19 personas, entre ellas
3 generales, serían juzgadas por crímenes cometidos durante el periodo del referéndum.
Las reacciones que provocó este anuncio fueron diversas. El Sr. De Mello habló de un
buen comienzo. Sin embargo, muchos consideran que habría que juzgar a más personas y
que el ex general Wiranto es corresponsable de los actos de violencia cometidos en 1998.
Una tercera zona donde reina la agitación es Irian Jaya/Papua Nueva Guinea. Papua
Nueva Guinea también se vio afectada por la política migratoria del anterior Gobierno. La
relación entre la pequeña población papua, en su mayoría cristiana, y los emigrantes
provoca muchas tensiones, sobre todo porque los emigrantes tienen a menudo más
formación, mejores empleos, mejores circunstancias sociales y más influencia. Los
refugiados de las islas Molucas apenas son aceptados en Irian Jaya/Papua Nueva Guinea y
a veces son rechazados. La administración regional de Irian Jaya/Papua Nueva Guinea
teme la llegada de infiltrados de la milicia Jihad, que podrían agravar la tensa situación
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reinante en Irian Jaya/Papua Nueva Guinea. Además, en Irian Jaya/Papua Nueva Guinea
una parte de la población autóctona está convencida de que el modo en que este territorio
fue anexionado definitivamente a Indonesia en 1969 no fue correcto. Según ellos, la
llamada ‘Act of Free Choice’, el referéndum sobre la adhesión, no siguió el principio de
‘un hombre, un voto’. Cuando el pasado 4 de junio, en un congreso papua se afirmó que
Irian Jaya/Papua Nueva Guinea es independiente desde 1961, muchos manifestaron su
apoyo, tanto en los Países Bajos como en la UE, a la integridad territorial de Indonesia, y
ello a petición del Gobierno indonesio. Sin embargo, por parte neerlandesa se está
llevando a cabo una investigación en torno a los sucesos de 1961 a 1969.
En agosto, las tensiones en Irian Jaya/Papua Nueva Guinea volvieron a agravarse debido a
la actuación de las tropas de seguridad cuando se izó la bandera de Irian Jaya/Papua
Nueva Guinea en Sorong, incidente en el que hubo 3 muertos y 12 heridos. La llegada de
más de 3.000 militares adicionales a Irian Jaya/Papua Nueva Guinea para apaciguar la
situación parece haber tenido un efecto contrario al pretendido debido a la actuación poco
táctica y violenta de partes del ejército.
Una zona en la que reina la agitación desde hace tiempo es la parte norte de Sumatra:
Aceh. Durante el periodo en que el ejército ejercía la autoridad murieron muchos cientos
de ciudadanos. El movimiento independentista G.A.M. en Aceh se ha reforzado sobre
todo por la manera violenta en que el ejército indonesio actuó durante años en esta zona.
Recientemente han sido juzgados varios militares que habían violado los derechos
humanos, aunque hay que señalar que uno de los principales culpables desapareció poco
después de ser juzgado.
El Gobierno del Sr. Wahid firmó en la primavera de 2000 un acuerdo con el G.A.M., el
'Joint Understanding on Humanitairian Pause for Atjeh', que ha servido para restaurar en
parte la calma en la zona. Sin embargo, este verano volvieron a caer muchos muertos en
un enfrentamiento entre militares y la población regional. El acuerdo tendría que haberse
prorrogado, pero a principios de septiembre seguían las negociaciones al respecto. El
Gobierno quiere aprobar a finales de este año una legislación para la autonomía regional,
entre otros en Aceh y en Irian Jaya/Papua Nueva Guinea, que permitiría que una gran
parte de los rendimientos de estas regiones (el 20% del petróleo y el 80% de las demás
materias primas) redundaran en beneficio de estas zonas.
Refugiados
Los problemas regionales en Indonesia no provocan únicamente tensiones políticas e
inestabilidad, también provocan grandes oleadas de refugiados e inmensos problemas
humanitarios. Según datos recientes (agosto de 2000), Indonesia tiene casi 1 millón de
exiliados y refugiados, de los cuales más de 300.000 se encuentran en las islas Molucas
del norte y del sur, y unos 200.000 en Sulawesi. Otros 130.000 refugiados se encuentran
en Timor Occidental, cerca de 40.000 en Aceh y Medan y otros 65.000 en el resto de
Sumatra. Tanto en Java como en Kalimantan hay cerca de 50.000 refugiados. En Bak y
Lombok hay unos 8.000 y en Irian Jaya/Papua Nueva Guinea unos 4.000.
Dado que el Estado insular de Indonesia tiene una superficie mayor que la de Europa y
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cuenta con muchísimas islas muy pequeñas, es posible que el número de refugiados no
registrados sea mayor que lo que reflejan las cifras oficiales. Indonesia tiene pocas
posibilidades de acoger a los refugiados y ofrecerles ayuda elemental como alimentos,
ropa, asistencia médica y cobijo. Por ello se ha hecho un llamamiento a la comunidad
internacional y a organizaciones humanitarias para pedirles ayuda. Esta ayuda se ofrece
también a través de ECHO. La falta de seguridad para los voluntarios constituye sin
embargo un grave problema. Las organizaciones humanitarias ya se han retirado varias
veces de los campamentos de refugiados en las islas Molucas y en Timor Occidental,
porque los actos de violencia aumentaban mucho. Tanto los combatientes del Jihad (islas
Molucas) como las milicias paramilitares (Timor Occidental) se han infiltrado en algunos
campamentos provocando una atmósfera de terror. Esto, unido a una vigilancia y
protección por parte de la policía y del ejército que no son del todo objetivos, hace que la
situación sea más difícil y a veces insostenible. Cabe afirmar que la situación de los
refugiados en Indonesia es muy grave.
Derechos humanos
Tanto el actual como el anterior Gobierno del Sr. Wahid intentan sinceramente mejorar la
situación de los derechos humanos. La KomNasHAM, la comisión nacional para los
derechos humanos, ha sido reforzada, pero aún necesita más capacidad para investigar
todos los casos presentados. Se ha liberado a prisioneros políticos, y una comisión de
investigación nacional ha redactado un informe muy crítico sobre la violación de los
derechos humanos en Timor Oriental. A principios de septiembre se dictó auto de
procesamiento contra 19 implicados en Timor Oriental. Diversos militares que violaron
los derechos humanos en Aceh también fueron juzgados. Se ha restaurado la libertad de
prensa en Indonesia y los medios de comunicación no escatiman críticas.
El nuevo Gobierno del Sr. Wahid ha integrado el Ministerio de Derechos humanos creado
por el anterior Gobierno en el Ministerio de Justicia. El ministro competente ha
comunicado que presentará con carácter urgente una legislación nacional mejorada en el
ámbito de los derechos humanos y que creará cuanto antes tribunales (también a escala
regional) en materia de derechos humanos. El ministro comunicó asimismo que la
enmienda del Congreso del Pueblo a la Constitución no significa en absoluto que no se
vayan a juzgar las violaciones de los derechos humanos en Aceh, Timor, las islas Molucas
e Irian Jaya/Papua Nueva Guinea. Una declaración al respecto por parte del Gobierno y el
Parlamento serviría de aclaración.
Aunque se han realizado progresos, la situación en relación con los derechos humanos ha
de considerarse muy preocupante. La situación de numerosos refugiados aún es muy
problemática, por lo cual no puede hablarse de una recuperación del respeto de los
derechos humanos en sentido amplio. La comunidad internacional ha de seguir
atentamente la situación y no ha de dudar a la hora de presionar si ello es necesario y
deseable.
Buen gobierno
Lo mismo cabe decir de la transición a un buen Gobierno. El Gobierno del Sr. Wahid
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intenta realmente corregir la situación. Se trata entre otras cosas de la división entre la
administración civil y el ejército. También se trata de mejorar la calidad del aparato
estatal. Además se trata de luchar contra la corrupción. Según ‘Transparency
International’, en tiempos del régimen de Suharto, Indonesia era el tercer país más
corrupto del mundo. El Gobierno del Sr. Wahid emprendió muchas acciones para reducir
la corrupción, como en el Banco Bali, en la empresa de distribución de arroz Bulog y en la
empresa de electricidad estatal P.L.N.. Asimismo se han abierto investigaciones sobre las
prácticas del ex presidente Suharto, y concretamente sus presuntas organizaciones
benéficas han sido objeto de un examen muy crítico y sus expedientes han sido remitidos
a la autoridad judicial. El proceso contra Suharto ya ha empezado. Por desgracia, el
presidente Wahid ya ha indicado que si Suharto devuelve la mayor parte del dinero
obtenido por medio de la corrupción, se le concederá el indulto, lo cual no es una buena
señal.
En este sentido, el programa de ‘Buen Gobierno’ lanzado por diversos donantes en
cooperación con el Gobierno constituye una iniciativa excelente. En él trabajan entre otros
la UE, el PNUD y el Asean Development Bank, junto con la administración indonesia
nacional y regional. El fondo especial para este programa comprende cerca de 320
millones de ecus y financia proyectos que refuerzan el Parlamento, la Justicia, los medios
de comunicación y la sociedad civil, también a escala regional. El programa incluye
asimismo proyectos contra la corrupción. Los proyectos son seleccionados por una junta
compuesta por diversos ministros, embajadores y especialistas. El PNUD ejerce la
dirección práctica del programa. En amplios círculos se aprecia mucho este programa de
Buen Gobierno, que tiene a la UE entre sus principales donantes.
Situación económica y social
Debido a la inestabilidad política y a la falta de un dinamismo real en el primer Gobierno
del Sr. Wahid, la situación económica aún no ha mejorado estructuralmente. Sin embargo,
las cifras económicas de la primera mitad del año 2000 no son malas. El crecimiento
económico será del 4 al 5%. Las exportaciones han crecido más del 25%, alcanzando los
24 millardos de dólares. La inflación es del 2,5% y los tipos de interés han bajado al 12%.
La inflación en 1998/99 era aún del 60 al 70%. El déficit presupuestario es del 4% del
PNB. Aun así hay que señalar que estas cifras positivas no tienen todavía un carácter
estructural y se deben sobre todo a factores aleatorios como el aumento de los precios del
petróleo y del gas. Es de lamentar que las inversiones vayan rezagadas. Muchos
inversores políticos dudan y esperan una mayor estabilidad política, acciones concretas
del nuevo Gobierno y el final de la corrupción. La Unión Europea, durante la visita del
Comisario Lamy, se comprometió a mejorar las relaciones comerciales con Indonesia.
Esta promesa merece ser apoyada. Una mejora de la economía sólo puede reforzar la
confianza de la población en las nuevas estructuras democráticas.
En lo que respecta a la situación social, sigue existiendo un gran abismo entre ricos y
pobres. Cerca de 20 millones de los 210 millones de habitantes pertenecen a la clase alta y
media. Los demás 190 millones de ciudadanos indonesios son pobres o muy pobres.
Según la OIT, la parte de la población que vive por debajo del umbral de pobreza ha
aumentado incluso un 20% durante los últimos dos años. Esta pobreza constituye una
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fuente de agitación social, también en las regiones con grandes problemas como las islas
Molucas, Irian Jaya/Papua Nueva Guinea, Timor Occidental y Sumatra del Norte.
Conclusión
En definitiva, cabe constatar que la situación política en Indonesia sigue siendo muy
preocupante. El nuevo Gobierno del Sr. Wahid parece más fuerte que su anterior
Gobierno, pero apenas tiene apoyo en el Parlamento. El Gobierno tendrá que actuar
rápidamente en el ámbito financiero y económico, en el de los derechos humanos, del
buen gobierno, en el ámbito judicial y en la dimensión regional. También habrá que
reducir el papel del ejército a su función básica: la defensa del país. La situación en
diversas regiones, como las islas Molucas, Timor, Irian Jaya/Papua Nueva Guinea y Aceh,
sigue siendo problemática y a veces grave. El número de refugiados es de cerca de un
millón. La ayuda humanitaria es esencial. La situación de los derechos humanos sigue en
la cuerda floja, y las milicias paramilitares y el Lasker Jihad desempeñan un papel
desastroso. Al mismo tiempo, el Gobierno hace lo posible por mejorar la legislación en
materia de derechos humanos, crear tribunales especiales para los derechos humanos y
llevar ante los tribunales a los violadores de los derechos humanos. La reforma a favor del
buen gobierno ya se ha iniciado, pero es lenta. Lo mismo cabe decir de la reforma del
poder judicial. La lucha contra la corrupción ha empezado, pero el Gobierno se enfrenta a
muchas fuerzas contrarias y muchos obstáculos. La economía de Indonesia está mejor que
hace 2 años. Sin embargo, las mejoras aún no son duraderas. Sólo dentro de 1 ó 2 años
podrá juzgarse en qué medida se han emprendido mejoras estructurales. La pobreza en
Indonesia sigue siendo muy grande, a pesar de que la clase alta y media supone cerca del
20% de la población, por lo cual el país necesita aún mucha ayuda. Lo que sobre todo
necesita es un apoyo positivo y constructivo para quienes desean realmente convertir
Indonesia en un Estado de derecho democrático y libre de corrupción. Tanto dentro como
fuera de los círculos gubernamentales hay muchas personas que quieren esforzarse por
lograrlo, y la UE tiene que echarles una mano.
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6 de noviembre de 2000
OPINIÓN DE LA COMISIÓN DE INDUSTRIA, COMERCIO EXTERIOR,
INVESTIGACIÓN Y ENERGÍA
para la Comisión de Asuntos Exteriores, Derechos Humanos, Seguridad Común y Política de
Defensa
sobre la Comunicación de la Comisión al Consejo y al Parlamento Europeo relativa al
desarrollo de las relaciones entre Indonesia y la Unión Europea
(COM(2000) 50 – C5-0288/00 – 2000/2152(COS))
Ponente de opinión: Elly Plooij-van Gorsel
PROCEDIMIENTO
En la reunión del 22 de junio de 2000, la Comisión de Industria, Comercio Exterior,
Investigación y Energía designó ponente de opinión a Elly Plooij-van Gorsel.
En la reunión del 6 de noviembre de 2000, la comisión examinó el proyecto de opinión.
En esta última reunión, la comisión aprobó las enmiendas por 27 votos a favor, 1 voto en
contra y 1 abstención.
Estuvieron presentes en la votación los diputados: Carlos Westendorp y Cabeza (presidente),
Peter Michael Mombaur (vicepresidente), Gordon J. Adam (suplente de Glyn Ford), Maria
del Pilar Ayuso González (suplente de Concepció Ferrer), Giles Bryan Chichester, Nicholas
Clegg, Dorette Corbey (suplente de Claude J.-M.J. Desama), Francesco Fiori (suplente de
Renato Brunetta), Christos Folias, Jacqueline Foster (suplente de Malcolm Harbour), Lisbeth
Grönfeldt Bergman (suplente de Anders Wijkman), Michel Hansenne, Philippe A.R. Herzog,
Wolfgang Kreissl-Dörfler (suplente de François Zimeray, de conformidad con el apartado 2
del artículo 153 del Reglamento), Werner Langen, Rolf Linkohr, Caroline Lucas, Marjo
Tuulevi Matikainen-Kallström, Eryl Margaret McNally, Elizabeth Montfort, Reino Kalervo
Paasilinna, Samuli Pohjamo (suplente de Willy C.E.H. De Clercq), Paul Rübig, Astrid Thors,
Antonios Trakatellis (suplente de Umberto Scapagnini), Jaime Valdivielso de Cué, W.G. van
Velzen, Alejo Vidal-Quadras Roca y Myrsini Zorba.
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BREVE JUSTIFICACIÓN
1.
En las últimas décadas, las relaciones entre la UE e Indonesia se han visto
ensombrecidas por el conflicto de Timor Oriental. Habida cuenta de que Indonesia
renunció el año pasado a sus reivindicaciones territoriales sobre este país y se retiró de
la zona, aunque sea cierto que lo hizo en circunstancias marcadas por disturbios
populares, parece haber llegado el momento de reconsiderar y de fortalecer las
relaciones políticas y económicas con este país, de suma importancia estratégica para la
estabilidad en el Sudeste asiático. El final del régimen autocrático del antiguo
Presidente Suharto en mayo de 1998, la celebración el año pasado de elecciones
presidenciales y parlamentarias libres y correctas, y las recientes mejoras en lo relativo
al respeto de los derechos humanos y los principios básicos fundamentales han creado
un clima favorable para el desarrollo de relaciones más estrechas con Indonesia, que
podrán desembocar en unas sólidas relaciones entre ambos socios.
2.
Indonesia es el cuarto país del mundo en población con unos 210 millones de
habitantes. Es uno de los miembros fundadores de la ASEAN y participó en el diálogo
UE-ASEAN desde el inicio de su andadura a principios de 1978. Es asimismo uno de
los países signatarios del acuerdo de cooperación CE-ASEAN de 1980 y desempeña un
importante papel en el proceso ASEM y en el foro regional de Asia. Durante los años
ochenta y a principios de la década de los noventa, la economía indonesia creció a razón
de un 6 ó 7% anual, y la renta per cápita alcanzó en 1997 los 2.700 dólares. Indonesia
ha sido, sin embargo, uno de los países más castigados por la crisis financiera de Asia.
El sistema bancario privado colapsó en un momento en que dejó de amortizarse el 80%
de los préstamos concedidos. El producto nacional bruto del país cayó un 14% en 1998
y se estancó a este nivel en 1999. Durante los seis primeros meses de este año la
economía se ha recuperado ligeramente, con un índice de crecimiento del 4%, que no ha
permitido que se alcanzaran los niveles de producción y de ingresos de antes de la
crisis. La recuperación viene impulsada principalmente por el auge de las exportaciones,
y se ve propiciada por una devaluación significativa de la divisa nacional, la rupia, que
perdió entre marzo y julio de 2000 una cuarta parte, aproximadamente, de su valor
frente al dólar de los EE.UU., y como consecuencia asimismo de la subida de los
precios del petróleo en los mercados mundiales. Durante la primera mitad de este año
las exportaciones de petróleo y gas desde Indonesia aumentaron un 72%, frente a un
incremento general de exportaciones del 27%, aproximadamente. Las importaciones
aumentaron tan sólo en un 10%, e Indonesia registró un superávit comercial de 14.000
millones de dólares de los EE.UU.
3.
Con el fin de sanear el sector de los bancos privados, el Gobierno indonesio ha creado la
Agencia Indonesia para la Reestructuración del Sector Bancario (Indonesian Banking
Restructuring Agency, IBRA). Los bancos estatales, que ocupaban una situación
dominante, fueron recapitalizados y la agencia cerró, recapitalizó o reorganizó la
mayoría de los bancos privados. Para la financiación de estas operaciones se emitieron
bonos del Estado, por un valor cercano al 50% del PNB. Las cargas para el erario
público son considerables, debido a que los esfuerzos de la Agencia por privatizar
bancos reestructurados han tenido hasta ahora un éxito sólo parcial. La proporción del
servicio de la deuda equivaldrá en los próximos años a una cantidad cercana al 40% de
los ingresos del presupuesto del Estado. El margen para los gastos tales como los
dedicados a infraestructura, salud y educación será, pues, muy limitado. Puede ocurrir,
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además, que deban reducirse las subvenciones para alimentos y gasolina, lo que puede
provocar disturbios sociales como los de 1998 tras el anuncio por el Gobierno de la
subida de los precios de los carburantes. En relación con la recapitalización del sector
de los bancos privados, la Agencia (IBRA) adquirió incluso numerosas acciones de
empresas privadas no pertenecientes al sector bancario. En algunos casos, esta
participación ha alcanzado hasta el 100% del capital. La agencia sigue siendo un poco
renuente en relación con estas operaciones. La reprivatización de estas compañías
constituiría un importante avance en el proceso de reestructuración de la economía
indonesia. Brindaría asimismo nuevas oportunidades de inversión para inversores
exteriores.
4.
Indonesia recibe apoyo del FMI y del Banco Mundial para superar sus problemas
financieros. Tras la firma en mayo y julio de este año de un intercambio de cartas con
nuevas declaraciones de intenciones, el Fondo aprobó el desembolso de 372 millones de
dólares de los Estados Unidos con cargo al instrumento del fondo de ampliación.
Indonesia tuvo que aceptar estrictos plazos para una serie de medidas de estabilización
macroeconómica destinadas por ejemplo a que el índice de deuda pública baje del 100%
del PNB en 1999 al 80% a finales de este año, una descentralización fiscal para finales
del 2002, la recapitalización y el inicio de la privatización de bancos controlados por la
Agencia antes de finales del año 2002, la mejora de la competencia y de las condiciones
para inversores extranjeros en el sector de telecomunicaciones, así como una reforma de
la política agrícola en los sectores del arroz y del azúcar.
5.
Aunque se registren los primeros síntomas de recuperación económica, la situación de
Indonesia sigue siendo poco estable, debido sobre todo a los problemas de política
interior. En el Gobierno se sigue apreciando una cierta falta de liderazgo, pese a la
reciente remodelación del Gabinete, a raíz de la cual el Sr. Ramli asumió la función de
ministro coordinador de Asuntos Económicos. Los conflictos institucionales con el
Parlamento y los disturbios de orden público en varias regiones de Indonesia
contribuyen asimismo a debilitar la posición del Presidente Wahid. Estos conflictos
regionales, que se concentran en Timor Occidental, donde las milicias han sido
desarmadas tras el conflicto en Timor Oriental, y en las Molucas, donde aumentan las
tensiones religiosas y étnicas, en Irian Java y en Aceh, con una tradición de
movimientos de independencia que ponen en peligro la integridad territorial de
Indonesia. Se trata de fenómenos que pueden desalentar significativamente la
reinversión de capital exterior. Las autoridades indonesias deberán atajar también la
corrupción y el nepotismo, muy extendidos en el sector económico, si quieren mejorar
el clima en el sector económico.
6.
La UE es el principal socio comercial de Indonesia. A la UE se destina la mayor parte
de las exportaciones indonesias, si exceptuamos el petróleo y el gas, mientras que el
Japón es el país que más petróleo y gas compra de Indonesia y del que provienen la
mayoría de los productos de importación. Durante los últimos quince años, la Unión se
ha visto beneficiada por el sostenido auge de la economía indonesia, que ha favorecido
sobre todo las exportación de bienes de equipo, es decir, maquinaria y medios de
transporte, mientras que las importaciones de la UE fueron sobre todo materias primas,
maderas tropicales y productos agrarios y textiles. Desde 1980, el comercio bilateral se
multiplicó por ocho, un resultado más o menos equilibrado hasta 1997. Debido al fuerte
declive de las importaciones indonesias en 1998 y 1999 a raíz de la crisis financiera
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asiática, la UE tuvo que afrontar un déficit comercial con Indonesia de más de 5.000
millones de dólares anuales. Como la importación de bienes de equipo a Indonesia sigue
manteniéndose este año a niveles bajos, es de esperar que el año 2000 arroje un nuevo
déficit comercial para la UE. Este déficit puede interpretarse como una contribución de
la UE al proceso de recuperación económica en Indonesia, de conformidad con las
garantías comerciales dadas por la UE durante la última cumbre ASEM en abril de
1998. Hay todavía un gran potencial de expansión para el comercio bilateral en bienes y
servicios, que podrá ser aprovechado cuando se liberalicen más los mercados. En lo que
se refiere al comercio de maderas tropicales, la liberalización comercial debería ir
acompañada de nuevos esfuerzos de las autoridades indonesias por aplicar los principios
de una política forestal sostenible que ha establecido la Organización Internacional de
Maderas Tropicales (ITTO).
7.
Hasta 1998, Indonesia fue el máximo beneficiario del sistema de preferencias
generalizadas de la UE (SPG). En 1997, en torno al 55% de las exportaciones del país a
la UE se pudo acoger a este sistema. Como consecuencia de la aplicación del
mecanismo gradual conforme al cual las preferencias comerciales se conceden
prioritariamente a los países más pobres, Indonesia perdió en 1998 los beneficios del
SPG en tres importantes grupos de productos, a saber, la madera, el calzado y las grasas
y aceites de origen animal. Dicha decisión estaba basada en los datos económicos de
1992 y 1993 y no tuvo en cuenta las repercusiones que estaba teniendo la crisis
financiera asiática sobre la economía del país. Durante esta crisis, el acceso de
Indonesia a los mercados de la UE empeoró considerablemente. Con el fin de prestar
mayor apoyo al proceso de recuperación, la UE debería revisar su mecanismo de SPG
tomando como base datos más recientes. En estas condiciones, la práctica totalidad de
los productos de exportación importantes de Indonesia volverían a beneficiarse del
SPG.
8.
Las relaciones contractuales entre la UE e Indonesia están basadas en el acuerdo de
cooperación UE-ASEAN concluido en 1980. Este acuerdo, llamado de segunda
generación, prevé un amplio espectro de cooperación económica entre ambas partes
dentro del respectivo ámbito de competencias. Al establecerse que el respeto de los
derechos humanos y de los principios democráticos son las bases de la cooperación, el
acuerdo ya no incluye ninguna cláusula de derechos humanos. Desde la segunda mitad
de los años ochenta, cláusulas de este tipo figuran ya sólo en los acuerdos llamados de
tercera generación celebrados con terceros países. Pese a que la creación de una zona de
libre cambio entre los miembros de la ASEAN haya estado en el candelero durante
varios años, este grupo de países no ha hecho ya más progresos significativos hacia una
integración económica. Las competencias de la ASEAN en el ámbito de la política
económica son, de esta forma, comparadas con las de la UE, muy limitadas. De esta
situación se derivan limitaciones adicionales para la cooperación bilateral entre la UE e
Indonesia. La conclusión de un acuerdo de cooperación bilateral de tercera generación
entre la UE e Indonesia, como los que celebró la UE recientemente con otros países de
la ASEAN tales como Camboya y Viet Nam, sería otra fórmula posible para subsanar
estas deficiencias.
9.
Con el fin de intensificar las relaciones comerciales y de inversión con Indonesia y
contribuir así a la recuperación económica, la Comisión propone en su comunicación
organizar un amplio diálogo político. El Gobierno del país y las autoridades regionales
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deberían recibir asistencia para mejorar sus prácticas de buena administración. La
cooperación al desarrollo debería estar centrada en la lucha contra la pobreza, en el
fortalecimiento de la sociedad civil y en una gestión sostenible de los recursos naturales.
Con todo ello se podrá contribuir a mejorar el perfil de la UE en Indonesia. Ambas
partes deberían cooperar asimismo en el ámbito de la política comercial en foros
internacionales tales como la ASEAN, ASEM y la OMC, con el fin de propiciar el
lanzamiento de una nueva ronda de negociaciones comerciales de amplio alcance. La
UE debería asistir a Indonesia en el cumplimiento de las obligaciones que le incumben
en virtud de los principios de la OMC en el ámbito de los derechos de propiedad
intelectual y debería realizar asimismo nuevos esfuerzos por mejorar el acceso de
productos agrarios y textiles indonesios. A la luz de los escasos recursos previstos para
la cooperación al desarrollo, inferiores a 98 millones de ecus entre 1995 y 1999, la
propuesta de la Comisión relativa a una mayor concentración de la asistencia prestada
por la UE parece razonable y adecuada.
CONCLUSIONES
La Comisión de Industria, Comercio Exterior, Investigación y Energía pide a la Comisión de
Asuntos Exteriores, Derechos Humanos, Seguridad Común y Política de Defensa, competente
para el fondo, que incorpore en su informe las siguientes enmiendas:
A.
Considerando la Declaración Conjunta UE-Indonesia de 14 de junio de 2000 sobre el
apoyo a la integridad territorial de Indonesia y el establecimiento de un diálogo político,
1.
Expresa su profunda preocupación por la situación en las Molucas; pide a las partes que
utilicen exclusivamente medios democráticos para resolver el conflicto, con la
concesión, mutuamente beneficiosa, de un estatuto de autonomía para determinadas
regiones de Indonesia;
2.
Se muestra asimismo preocupado por las masacres en Irian Jaya y en la zona de Timor
Occidental, donde los refugiados de Timor Oriental se encuentran amenazados
permanentemente por las milicias;
3.
Señala que la garantía de la estabilidad política y el respeto de los derechos humanos y
de los principios de un Estado constitucional basado en el Estado de Derecho son
condiciones básicas para que Indonesia se recupere de la crisis financiera asiática y , al
mismo tiempo, para una cooperación más estrecha entre la UE e Indonesia;
4.
Se felicita de la recuperación económica registrada en Indonesia durante el primer
semestre del año 2000, favorecida, en particular, por el aumento de las exportaciones
tras la importante devaluación de la rupia y el considerable incremento del precio del
petróleo, que han permitido compensar en gran medida las pérdidas de ingresos de los
años 1998 y 1999;
5.
Expresa, no obstante, su preocupación por el alto grado de corrupción y nepotismo que
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se registra en la economía del país, fenómeno en el que siguen estando involucrados
numerosos miembros de anteriores familias dirigentes, lo que constituye un obstáculo
muy importante para la recuperación económica y la estabilidad social;
6.
Celebra la contribución realizada por la UE para compensar los efectos de la crisis
financiera en el marco de la ayuda económica que brinda a los países de Asia; considera
que la ayuda de la UE debería centrarse en mitigar la pobreza, ayudar a los grupos
sociales que sufren en mayor medida las consecuencias de la crisis asiática y apoyar la
gestión sostenible de los recursos naturales y los principios de buena administración
pública a nivel central y regional;
7.
Pide a la Comisión que examine la posibilidad de volver a incluir a Indonesia en el
sistema de preferencias generalizadas de la UE (SPG), teniendo en cuenta la caída de
ingresos registrada en Indonesia en los últimos dos años;
8.
Señala que la afluencia de capital de inversión de los países industrializados reviste gran
importancia para el proceso de reformas económicas en Indonesia;
9.
Subraya la importancia que reviste la reestructuración del sector de bancos privados
para la recuperación económica en Indonesia, teniendo en cuenta que la Agencia de
reestructuración del sector bancario en Indonesia (IBRA) no ha logrado restablecer
todavía la suficiente capacidad de préstamo de los bancos comerciales; pide a la IBRA
que, en caso de que durante el proceso de recapitalización se convierta en propietario
del sistema bancario, privatice las empresas, fomentando la inversión exterior directa;
10.
Considera que la recapitalización de la economía indonesia brinda la oportunidad de
hacer mayor justicia a las cuestiones medioambientales en la producción y explotación
de los recursos naturales;
11.
Pide a Indonesia que haga un mayor esfuerzo para aplicar las normas de la OIMT en
relación con la gestión sostenible de los bosques tropicales;
12.
Pide a la Comisión que examine la posibilidad de celebrar un acuerdo bilateral sobre
comercio y cooperación con Indonesia;
13.
Señala las ventajas de una cooperación económica regional reforzada entre los Estados
miembros de la ASEAN, que podrían beneficiarse, en particular, de la creación de una
zona regional de libre cambio;
14.
Insta a la Comisión a que promueva en la OMC, conjuntamente con Indonesia, la pronta
celebración de una nueva ronda de negociaciones comerciales de amplio alcance; pide a
Indonesia que haga un esfuerzo por cumplir los compromisos que adquirió en el marco
del acuerdo de la Ronda Uruguay sobre los derechos de propiedad intelectual
relacionados con el comercio mediante la adopción y la aplicación de la legislación
adecuada en este ámbito;
15.
Acoge con satisfacción el último acuerdo de asistencia que han celebrado Indonesia y el
FMI, que permitirá a Indonesia avanzar en su proceso de reformas y reducir la carga
que supone el reembolso de la deuda exterior.
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19 de octubre de 2000
OPINIÓN DE LA COMISIÓN DE DESARROLLO Y COOPERACIÓN
para la Comisión de Asuntos Exteriores, Derechos Humanos, Seguridad Común y Política de
Defensa
sobre la Comunicación de la Comisión al Consejo y al Parlamento Europeo «Desarrollo de las
relaciones entre Indonesia y la Unión Europea»
(COM(2000)50 - C5-0288/2000 - 2000/2152(COS))
Ponente de opinión: Joaquim Miranda
PROCEDIMIENTO
En la reunión del 13 de julio de 2000, la Comisión de Desarrollo y Cooperación designó
ponente de opinión a Joaquim Miranda.
En la reunión del 17 de octubre de 2000, la comisión examinó el proyecto de opinión y
aprobó las siguientes conclusiones por unanimidad.
Estuvieron presentes en la votación los diputados: Joaquim Miranda (presidente y ponente de
opinión), Lone Dybkjær (vicepresidenta), Generoso Andria, Bob van den Bos, Marie-Arlette
Carlotti, John Corrie, Niranjan Deva, Michael Gahler (suplente de Pier Ferdinando Casini),
Vitaliano Gemelli, Richard Howitt, Miguel Ángel Martínez Martínez , Hans Modrow, Ulla
Margrethe Sandbæk, Francisca Sauquillo Pérez del Arco.
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ANÁLISIS
Indonesia ha hecho en los últimos años del siglo XX progresos considerables en el terreno
económico y la riqueza del país en su conjunto ha aumentado de manera sustancial, del
mismo modo que el nivel de vida de sus habitantes. No obstante, los beneficios de este
crecimiento económico no se han distribuido de manera equitativa, de forma que la división
entre una "clase media" acomodada -pequeña pero en aumento- y el conjunto de la población
-mucho más pobre- se ha hecho aún mayor. La crisis económica asiática puso abruptamente
fin a este desarrollo.
La falta de igualdad económica y social coincidía con la existencia de un régimen no
democrático. La evolución política no estuvo a la par del desarrollo económico, el nepotismo
estaba al orden del día y el poder del ejército, ya de por sí importante, se vio reforzado por su
papel cada vez más importante en la represión de los movimientos separatistas regionales
(exacerbados en parte por dicha represión).
La política de la Unión Europea durante el régimen de Suharto fue comedida por lo que se
refiere a la ayuda al desarrollo. Se otorgó cierta ayuda humanitaria y los proyectos de
desarrollo se concibieron para que fueran "apolíticos" en la medida de lo posible. Con las
elecciones a principios de 2000 se produjo un resurgimiento de la democracia y esta
evolución merece un respaldo sustancial por parte de la Unión Europea.
No obstante, siguen existiendo problemas de importancia. El poder político directo del
ejército ha disminuido, habiéndose visto desacreditado en parte por su participación en la
corrupción del régimen de Suharto, así como por las revelaciones de violaciones de los
derechos humanos. En el Parlamento, 38 escaños (eran 75 antes de las últimas elecciones)
seguirán estando reservados al ejército en los próximos años, después de que el Parlamento
votara en agosto a favor de mantenerlos hasta el 2009, a pesar de los llamamientos para que se
suprimieran antes de las próximas elecciones.
El ejército está fuertemente involucrado, a menudo de manera ilegal, en asuntos regionales
que siguen sin resolverse. La brutal represión en Aceh ha aminorado hasta cierto punto y es
posible que se otorgue un grado de autonomía importante a dicha región; sin embargo,
persisten los enfrentamientos y la violencia. La situación en Papua Occidental sigue siendo
agitada, aunque no se habla abiertamente de conflicto; se está permitiendo por otra parte un
cierto grado de autonomía. Pero las Molucas están sufriendo los estragos de una guerra civil,
que se ha cobrado ya miles de vidas humanas y ha provocado el desplazamiento de un total de
300 000 personas. Las medidas gubernamentales no han surtido efecto y se ha apreciado una
participación considerable de elementos del ejército en los ataques por parte de musulmanes a
las barriadas cristianas.
La situación en el Timor Oriental, independiente ahora, sigue siendo precaria, pues desde el
Timor Occidental se infiltran milicianos que siguen contando con el apoyo del ejército
indonesio. En el Timor Occidental, los campos de refugiados, en los que viven entre 100 000
y 130 000 personas que huyeron de la parte oriental de la isla, siguen bajo el control de las
milicias. Los "esfuerzos" del Gobierno indonesio por poner remedio a la situación, que
deberían prever la separación de la población inocente del Timor Oriental de los miembros de
las milicias y un retorno seguro de los primeros bajo escolta al Timor Oriental, se han visto
viciados por la reticencia o la incapacidad del Gobierno para controlar a los militares y para
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establecer procedimientos, probablemente con participación internacional, aunque
eventualmente sin ella, para procesar a los que, perteneciendo o no a las fuerzas armadas, sean
culpables de crímenes de guerra o de otras violaciones de los derechos humanos. La negativa
por parte de Indonesia a permitir que un equipo del Consejo de Seguridad de las Naciones
Unidas investigue los asesinatos de los trabajadores del ACNUR a principios de septiembre
de 2000, así como el nombramiento a finales de ese mes de un ministro de Defensa que
atribuyó los actos de violencia perpetrados en Timor Oriental a la actuación de "espías
extranjeros" no son un buen presagio.
Es evidente que el progreso político de Indonesia se ve entorpecido por la incapacidad del
Gobierno para someter al ejército a un control civil, evitar las violaciones de los derechos
humanos y pedir cuentas a los autores de las mismas. Surge la duda, pues, de si la Unión
Europea debe seguir cooperando en cualquier caso con el régimen.
En la comunicación de la Comisión, de principios de 2000, se expresaba el deseo de la Unión
Europea de ampliar y profundizar sus relaciones con Indonesia. Desde la publicación del
documento, la cooperación ha continuado. Los proyectos de desarrollo que planea la
Comisión o que están ya en marcha tienen ciertamente un impacto considerable en el buen
funcionamiento de la administración del Estado. Incluyen asistencia al Fiscal General en el
rastreo de activos y en la formación de personal y, a escala más amplia, en asociación con el
PNUD y el Gobierno indonesio, el trabajo por una administración mejor, con el
establecimiento de un fondo fiduciario para financiar diversos programas a pequeña escala.
Los proyectos medioambientales anteriores deberían ampliarse y completarse con otros
relacionados, por ejemplo, con la lucha contra la cultura de corrupción, la tala ilegal de
bosques y la gestión de los recursos hidrológicos. Se ha establecido un diálogo político
periódico que deberá incluir el respeto de los derechos humanos, la promoción del Estado de
Derecho y la gobernanza, así como la cooperación con Indonesia para fomentar la estabilidad
regional. La ayuda humanitaria continúa y ha sido potenciada hace poco con una inyección
adicional de 2 millones de euros, destinados en particular a ayudar a las personas desplazadas.
Sería difícil sostener que toda esta cooperación debe cesar como consecuencia de las graves
deficiencias del Gobierno indonesio a la hora de atajar los enfrentamientos regionales, o
incluso el terror, y de su reticencia o impotencia para frenar a los militares. No obstante, los
abusos más recientes, sobre todo los ocurridos en el Timor Oriental y en las Molucas -al igual
que su actitud negativa en relación con el Timor Oriental- ponen seriamente en entredicho la
planificación de nuevos proyectos de desarrollo con un Gobierno que tolera tales abusos.
CONCLUSIONES
La Comisión de Desarrollo y Cooperación pide a la Comisión de Asuntos Exteriores,
Derechos Humanos, Seguridad Común y Política de Defensa, competente para el fondo, que
incorpore en su informe las siguientes enmiendas:
1.
Espera que el Consejo y la Comisión condicionen la futura ampliación de la ayuda al
desarrollo a los progresos alcanzados por el Gobierno indonesio en la resolución de los
problemas regionales internos, a su cooperación en favor de la mejora de la situación en el
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Timor Oriental, al fin de las violaciones de los derechos humanos y a su capacidad para
pedir cuentas a los responsables de los crímenes.
2.
Pide al Consejo que considere cuidadosamente la posibilidad de que la Unión Europea
imponga a Indonesia un embargo de armas, a la luz de la violación generalizada de los
derechos humanos perpetrada por elementos de las fuerzas armadas indonesias.
3.
Aprueba el énfasis que los proyectos de desarrollo apoyados por la UE ponen
actualmente en la lucha contra la corrupción y, en general, en una buena gestión
administrativa, así como en la protección y mejora del medio ambiente y en el apoyo
humanitario a refugiados y personas desplazadas.
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