caravaca. - Ayuntamiento de Murcia

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CARAVACA.
ESEÑA HISTÓRICA DE ESTA VILLA
Y DE LA APAR IC IO N GLORIOSA
DE LA
UNTA VSRA-CIIÜZ,
QUE SE VENERA
en el-Real Alcázar de
V A LLA D O LID , -
|
1857.
Imprenta de D. Juan de la Cuesta.
^
„■ ■ A ’ i
PR IM E R A P a r t e .
A •«s?'
-í ■ '■ '
in te s de dar principio á la narración
Jel milagroso aparecimiento de la .Santa
rera-Croz, que se venera en Carüvaea,
DOS ha parecido oportuno hacer une
breve reseña de la historia de esta Villa
privilegiada , que ha alcanzado la hononica distinción de poseer tan inestima­
ble alhaja. De este m o d o , los innume­
rables devotos, que desde las mas re­
motas regiones rinden culto y vene­
ración á las reliquias y joyas tocadas a
aquel sagrado Leño, tendrán á un tiem ­
po noticia de la antigüedad y blasones
de la villa de Carayaca, y del hecho
portentoso en ella acaecido , por medio
ídel cual ha con segid o, no solo que su
nombre se perpetúe, sinó que sea co­
nocido en los reinos mas distantes,
i Hállase situada Carayaca en una agraíáable y pintoresca vega de 9,000 varas
de longitud y 3 ,500 de latitu d, a la
falda de una colina, sobre la que se eleva
4
un antiquísimo castillo, dentro del cual
acaeció el hecho portentoso, de que se
dá noticia mas adelante. Varios son los
pareceres respecto á la fundación de
esta V illa, no faltando autores que ha­
cen remontar su origen á la venida de
Tubai á España en el año del muudo
116; afirmando que Sabacio Saga, hijo
de aq uel, para perpetuar la memo­
ria de Can , hijo de N o é , y con el fia
de inmortalizar su nom bre, fundó en­
tre otros varios pueblos á Cara v aca, eo
el mismo sitio en que hoy existe el
castillo de la Santa Vera-Cruz. Dicen
que después tomó el nombre de Ma­
drona^ y que le conservó hasta el tiempo
de Octaviano A ugusto, en que destruí- jp
d a , unos nobles portugueses avecindados en Lacedemon y A ssota, volvieron
á edificarla, dándola el nombre de Ch&ra m ea , el que retuvo hasta el año 7lS,
en que tomó el de Thesdemir ^ volvien­
do nuevamente á recobrar su antiguo
nombre de Carayaca en 1252. Sin dar
entero crédito á esta opinion , aunque
de autores respetables, lo que no ad-
5
ite duda es la existencia de esta polacion en tiempo de la dominación R o­
ana , pues asi lo atestiguan los muchos
onumentos de aquella é p o c a , que á
da paso se encuentran entre sus ruiSj como losas de bello mármol con
ractéres desconocidos, sepulcros de
edra tosca
forrados algunos con
jneliasde plom o, esqueletos colosales,
latuas del dios Priapo, espadas, lan! de cobre, monedas y medallas, con
ros varios fragmentos que demuestran
le este suelo fue desde muy remotos
mpos habitado por naciones estrañas,
raídas sin duda por la fertilidad del
rreno y su benigno clima.
A podepdos los Árabes de esta Villa
poco tiempo de la conquista de Esna, la pusieron el nombre de CarieM -Tadm ir, ó sea fortaleza de Theuliro, porque perteneció efectivamena los Estados de este Príncipe , y
JO formó parte del Reino que aqueJ erigieron, viniendo al fin á la dePaenoia de los Emires de Murcia , y
1 llegando á ser algún tiempo por su
1
6
fuerte posición Capital del Reino. Apo j
derado de ella el santo Rey D. Fer­
nando III por renuncia hecha por Ceií
Aben-Ceid, que también confirmó Hudiíl
que se la habia usurpado , hizo dona­
ción de ella á los Caballeros Templark'
en 1 2 4 1 , la que poseyeron éstos hastj
su estincion en 1313. Vuelta á unirsí
á la corona, foé de nuevo entregaáJ
por D. Alonso XI en 1344 al MaeslR
de Santiago D. Fádrique Mendez, agr«'
gándole al propio tiempo la Encomien
da de la m ism a, con sus anexas las i
Cehegin , Bulla y Singla, sus térmiD«
y jurisdicciones; cesando aquí el eí
cumbramiento de Carayaca, aunque p«'
largos años ha tenido bajó su jurisdíí'
cion diez y seis pueblos, que venin!
á e lla , com o su Capital, á demánáí'
justicia.
Por no alargar demasiado esta i
ñ a , pasaremos por alto la descripcin''
de los edificios, tem plos, plazas y p*;
seos que embellecen á Caravaca;
no podemos menos de describir, aonq''*
ligeram ente, el jGastillo é Iglesia con
7
ligua, donde se rinde culto á la Santa
Vera-Cruz, que constituye la mejor y
mas estimable joya de la Villa."
Hállase situado el Castillo sobre uno
áe los cuatro cerro s, no el mas eleíado de la población, siendo sus obras
áe fortificación de épocas diferentes , y
por lo mismo muy diversas. La m ura­
lla , que parte desde la torre del reloj
basta el ángulo saliente de la Iglesia, y el
restante desde la torre Chacona hasta
la del reloj , son de construcción árabe;
la torre del reloj pertenecen ai tiempo de
los Templarios; varios trozos ruinosos de
lina ancha muralla de horm igón, que se
descubre en la calle de la Puentecilla,
1 se dilata por lo interior de algunas
nasas de la V illa, son de época anteflor á la dominación árabe; no asi los
dos baluartes y foso que, según una
inscripción, fueron construidos en 1814,
dorante la guerra de la Independencia.
La esplanada interior de esta forta­
leza es de bastante esten slon, y conlieoe dos cisternas muy capaces y bien
fabricadas. Cbntiguo al castillo por la
8
parle N . E . se halla la Iglesia de la Santí­
sima Cruz, formando con las habita­
ciones inmediatas un paralelógramo rec­
tángulo. Principió la obra de este tem­
plo en 1 6 1 7 , siendo Gobernador Ecle­
siástico de esta Villa el Lic. D. Luis
de Torres Campos, y Vicario el Doctor
D. Alonso Pizarro y Navarro; se eon,cluyó en el reinado de D. Felipe V,
siendo Gobernador el Lic. D. Diego Al­
fonso de Zárate; y el dia 3 de Mayo
de 1 7 0 3 , se trasladó la Santísima Cruz
a su Capilla m ayor, donde en la actua­
lidad se venera. La portada del templo
es m agnifica, y se compone de
cuerpos,- el p rim ero, de 2 l pies d
altura hasta los capiteles, de VI
orden
C4CÍU coiH
\jKJLU
puesto , y el segundo, incluso el cornisa­
mento del primero consta de 20 pies, yes
del mismo órden, á escepcion que las
cañas de las columnas son salomónicas.
La entrada de la puerta forma un arco
abocinado, con bajos r e lie v e s, sobra
el cual hay un medallón de jaspe negro
y encarnado con las armas de España,
periectamente trabajadas. La lo n g itu d
pjesvriB^ontarla
c jilJ a mayor que tiene âS^ T ^ K ig t ilua 6 3 , formando hasta el crw cáo tres
naves divididas por grandes pH as^V d i
oiden dorico, que contienen tres capiJ la s laterales, y sobre ellas unas gran­
des y hermosas tribunas con sus corres­
pondientes bóvedas. El crucero está oufa al nnnT
media-uaraoja , siendo
Jd ailuia de sus columnas hasta el arranque
naves laterales al crucero la forman dos
reos abocinados de caracol, de uo mérito
n extrao.rdinario, que llaman siempre
la atención de los inteligentes. La ca­
pilla m ayor, donde se halla colocado el
l^abernaculo. y Sagrario , „ e ene.erra
1 SanlisiDio L eño, es d e sumo g u s to ,
formando la bóveda iulerior de la ca­
pilla una gran chapina d e piedra de si«eria, muy bien trabajada y dorado,
bn el centro se baila colocada una granlosa mesa de altar cuadrada , para que
puedan celebrarse cuatro misas á la vezelevándose sobre esta basa un raagnífieo trono dorado de un ímprobo traba-
40
jo por su ensamblaje y espesos grupos
tallados al estilo y gusto de su antigua
época. Sobre esta capilla se eleva otro
arco abocinado hasta la media-naran­
ja , el cual da entrada á otro casi igual
en su con struecion, que fué donde se
apareció la santa R eliquia, diferencián­
dose en que su bóveda es una media
naranja, ricamente pintada y dorada
Esta nueva capilla tiene una gran tri
huna , que da vista á todo el templo
y sobre el lado opuesto de su arco abo
cinado está embutida la claraboya _ci
cular de piedra que contiene la ins
cripcion arabiga que manifiesta que por
ella entraron los espíritus divinos con
la Santa Vera-Cruz. Las inscripciones
que al edificar esta capilla fueron des
graciadamente b orrad as, y que mien
tras existieron fueron traducidas de!
árabe al español por el sábio orientalista Miguel de Luna en 1603 , á con­
tinuación se copian.
íí
1.*
Año de mil doscientos trece , Ceií
A b u -C e it, Rey potentísim o, y treinta
hombres se convirtieron en esta habi­
tación á la verdadera ley de salvación
(y esto por la gracia de Dios) m edian­
te una cruz doble que trajeron los An­
geles de Dios, y otros muchos que les
acompañaron y ayudaron á la cele­
bración , en cuya memoria se fijaron
estas letras.
2.a
En memoria de mi co n version , y á
gloria de D ios, elegí esta Real vestidu­
ra , para vestirla en el dia de la Santa
Cruz, por la solemnidad de la fiesta.
3 .“
Con este caballo ensalcé la ley de Dios,
y vencí á sus enemigos en la guerra mu­
chas veces.
En uno de los sitares del crucero,
al lado del frente, hay un cajón cerra­
do que contiene las vestiduras saccr-
42
dótales con que celebró m isa, al tiem­
po de la aparición , Don Ginés Perez
Chirinos. La casulla , estola, manípulo
7 demas son de seda y estambres de
colores muy bien trabajado; el alba y
y amito de red de hilo ó especie de encage de esquisito gusto ; conservándose
todo tan perfectamente como si acabára de traerse, á pesar de su antigüedad.
El pulpito es una obra perfecta y mag­
nifica , pues todo é l , inclusa la escale­
ra, es de jaspe de colores , ricamente tra­
bajado y k ’uñido , con bajos relieves.
Entre las varias alhajas de oro y plata
que posee esta Iglesia, donadas por Prín­
cipes y Grandes S e ñ o r e s, merecen
mencionarse la custodia donde se colo­
ca la cruz para las procesiones, y la
caja para darla á adorar, que costeó el
primer Marqués de los Velez D. Pedro
Fajardo; hay también otros varios or­
namentos y el pedestal de plata sobre­
dorada en que se pone la Santa Cruz
para el baño de vino y agua, debido á
la liberalidad de D. Luis Fajardo; pero
sobre todas las alhajas es la mas esti-
13
mable por todos conc6ptos''1ir^antísima Cruz, que tiene cuatro brazos., y
será toda ella de un palíBo poco menos
de estension. La cubráun .precioso en­
gaste de oro , formqbdo iraa caja de la
misma figura que la Cruz, y tiene otra
sobre caja del mismo m etal, adornada
con rubíes, chispas, y tres grandes diam antés, encerrándose ambas dentro ¿c
otra caja alargada de plata, y todo
un cüfiecito del mismo metal.
Inmediato á la Iglesia , y en el paíaeio que fué de los E m ires, se halla
construido un edificio de tres cuerpos,
con largos corredores, y muchas habi­
taciones cómodas y capaces, donde re­
side el Capellán mayor. En la parte
mas elevada se encuentra una capilla,
donde se coloca la santa Reliquia des­
de 1.° de Abril hasta el primer Domin­
go de Octubre; y al rededor de la media
naranja hay una especie de oratorio en
que se espone la santa Cruz sobre un
altarcito portátil para conjurar las tor­
mentas.
En 1612 hizo donadon el Rey D, Fe-
i4
lipe III, de 7,000 ducados para que se
pusiesen en renta sobre el marquesado
de Espinardo, con objeto de que con
sus réditos se edificase el tem plo, se
pagaran las rentas á los Capellanes, y
se comprasen alhajas para el culto.
En el siguiente año se concedió por el
mismo Monarca el privilegio, con aplica­
ción á la fábrica de dicha Real Capilla,
del producto de todas las asaduras y ca­
bezas de las reses que se mataran en
Caravaca, cuyo privilegio se prorogò y
confirmó por el Rey D. Gárlos I I , el
que además concedió que se pudiera
pedir limosna por todos sus Reinos y
Señoríos para celebrar la función del
día 3 de Mayo. Igual gracia se concedio por su sucesor D. Felipe V ; mas
cía el dia solo se pide dicha limosna en
el partido judicial de Caravaca,
Descripto ya el templo que encierra
la inestimable Reliquia, objeto de venera­
ción del orbe , vamos á narrar el su­
ceso de su maravillosa aparición, lo
que formará el principal asunto de la
segunda parte.
15
SEGUNDA DARTE.
El portentoso suceso de la aparición
dé la Santa Vera-Cruz de Caravnca,
es un hecho comprobado por la tradi­
ción constante de mas de 6 0 0 años,
por la fé que se merecen los varios
escritores que le han relatado, y sobre
todo por el irrecusable testim on io, que
el mismo Rey m oro que el milagro
prescDciára , dejó consignado en caractè­
res arábigos sobre las paredes de la es­
tancia en que aquel aconteciera, y cuya
traducción hemos estampado en la pri­
mera parte. Es cierto que en el dia
ya no existen estas pruebas incontes­
tables , porque una mal entendida devo­
ción las borró al edificarla nueva capi­
lla, en que se venera la santa Reliquia;
pero han permanecido intactas por mas de
cinco siglos, y antes de desaparecer, fueron
por fortuna copiadas y traducidas por el
sabio orientalista Miguel de Luna. Existe
aun, sin em bargo, la inscripción escul­
16
pida sobre la ventana ovalada por la cual
entraron con la santa Cruz los mensageros Celestes, la cual, cortada á cincel,
ha sido colocada en la nueva Capilla.
Todos los escritores que cuentan el
milagro van contestes con la tradición,
refiriendo el hecho en lo sustancial del
mismo m o d o , y únicamente discrepan
en el año que aquel aconteciera, y en
alguna que otra circunstancia que en
nada perjudica á la verdad del suceso.
Sin detenernos á rebatir estas pequeñas
y poco importantes inexactitudes, y to­
mando de cada cual lo mas veridico,
con arreglo á la historia, únicamente
direm os, que respecto al año no puede
quedar duda, después de las terminan­
tes palabras con que empieza la Inscrip­
ción núm. 1.® antes copiada, y que di­
cen aconteció en el año de 1213. Antes
de contar el milagroso su c e so , espon­
dremos brevemente quién fué Aben-Ceid,
y cómo por esta época habia llegado á
ser Señor de Caravaca.
Después de la memorable batalla de
las Navas de T olosa, año de 1 2 1 2 , en
i7
que el ejército Cristiano derrotó completamente al M ulsuman, obligando á su
caudillo o Blirainaraolin Mahomad el
buscar un refugio en las costas
de África; disuelto ql ejército mulsuraan,
Aben-Ceid, hermano de Mahomad, que
se quedo en España , reunió los restos
dispersos, y coníiuuócon ellos haciendo
a guerra, tratando de apoderarse de
algunas fortalezas que defendían ios
Cristianos. Poco feliz en sus empresas,
dirigir sus armas
contra sus enemigos los Almorávides,
que conservaban todavía los estados dé
Valencia, Murcia y Caravaca. Hizoles,
p ues, la guerra, hasta conseguir por
fln bacerlos tributarios, como Señor que
era de la Morisma de España por ausen­
cia de su hermano Mahomad, y se coroño como tal en Murcia y Caravaca.
. Hallándose ya en esta población , y
siendo tan irreconciliable enemigo de los
Cristianos, no perdonaba medio alguno
de vengar su despechado furor en los in lelices cautivos. Un dia tuvo el capricíioso placer de reunir en su palacio á
18
los cautivos, y de ordenar á cada cual
que trabajára en su oficio lo que supie­
se. Entre éstos se encontraba un Sa­
cerdote de Cuenca llamado D. Ginés
Perez Chirinos, el que llevado de su ar­
diente celo p<ir la propagación de la fé,
habia ido á Caravaca á predicar el Evan­
gelio’; lo que le ocasionó al fio el cauti­
verio en que se encontraba. Al observar
Aben-Ceid, que mientras los demas cau­
tivos trabajaban, éste permanecía quie­
to y silencioso , le preguntó por qué
no imitaba á sus com pañeros, traba­
jando en el oficio que supiese; á lo que
Chirinos le contestó: que no podia com­
placerle, porque no tenia allí cuanto
necesitaba para hacer lo que sabia ; pues
su oficio no era otro que el de celebrar
el santo Sacrificio de la Misa. Chocóle
al Moro esta respuesta, y entró en deseos
de ver lo que el cautivo d e c ia , y ai
efecto le facultó para que hiciese traer
de Cuenca todo lo que necesitase para
celebrar la misa. Trájose inmediatamen­
te de aquella ciudad lo que necesitaba,
y después de vestirse las sagradas ves-
19
tìduras se dirigió Chirinos al aitar pre­
parado para celebrar el santo Sacrificio.
Mas cuado iba á dar principio, notó que
fallaba para el acto lo mas esencial,
cual era la Cruz del Redentor, y de re­
pente se quedó parado. Eotónces AbenCeid le dijo, que ¿por qué no coraenzazaba? mas el Sacerdote le respondió:
que echaba de menos el objeto mas ne­
cesario para la celebración de la Misa.
Al acabar de decir estas palabras, apa­
recieron milagrosamente por una de
las ventanas dos ángeles, que cooducian
una Cruz de dos brazos; lo que visto
por A ben-C eid, esclam ó: ¿es eso lo
que necesitabas?.... El Sacerdote, al
o ir le , alzando los o jo s , y viendo aquel
sagrado Leño conducido por dos espípíritus Celestes , se adelantó á recibirle
con veneración de sus divinas manos,
y colocándole en el altar, celebró gozo­
so la Misa. Tan palpable y milagroso
hecho no pudo menos de conmover á
Aben-Ceid y á cuantos le acompañaban;
y convencidos de que semejante prodi­
gio solo podia obrarle el verdadero Dios,
20
renunciaron á su falsa creencia, y abra­
zaron la Religión cristiana. Para per­
petuar la memoria de este maravilloso
suceso, hizo después Aben-Ceid escul­
pir en las paredes de aquella estancia
las inscripciones que hemos copiado,
y que atestiguan de un modo terminan­
te la verdad de la aparición y el año en
que ésta acaeciera.
A pesar de estas pruebas tan relevan­
tes, y de la constante tradición conser­
vada por tanto años en Caravaca, hubo
sin embargo, en el siglo pasado algunos
semi-sábios ó eruditos á la v io leta , que
trataron de poner en ridiculo, no el he­
cho de la aparición, sinó el culto pú­
blico que al sagrado Leño se tributa en
Caravaca. Tan osada pretensión no pu­
do menos de despertar el celo del Clero
de la V illa, el q u e, para quitar todo
motivo de duda, acudió á su Santidad
para que se sirviera resolver sobre el par­
ticular, Jo que creyera mas conveniente.
El Santo P adre, después de oir el dictámen del maestro de Ceremonias Pon­
tificias, y de consultar á la sagrada Con-
21
gregacion de R itos, á quien el asunto
pertenecía, se sirvió aprobar en 23 de
Agosto de 1794 la continuación del culto
que siempre se habia ofrecido y tribu­
tado á la santa Cruz de Caravaca; el
cual, como dice la ilustre Congregación,
ademas de la inmemorial práctica, tiene
esta preciosa Reliquia el haber sido y
ser respetada cual una porción de la
misma,, en que el hijo de D io s, Cristo,
murió por los hombres, pero con tal que
se observe siempre la distinción que en sí
m ismo lleva el culto de L atría, cual es
de que cuando se tributa á su santa VeraCruz, es relativo ó con relación al Pro­
totipo Jesucristo, al cual de hecho y de
justicia se le d e b e , y se le presta abso­
lutamente.
Obtenido este satisfactorio triunfo, que
confirma la tradición gloriosa, que ha
llegado hasta nosotros, sigue celebrán­
dose todos los años el dia 3 de Mayo la
función religiosa de la santa Vera-Cruz,
para lo cual la víspera por la tarde se
baja aquella en procesión del castillo
hasta la Iglesia Parroquial, con acom ­
22
pañamiento de todo el C lero , el Ayunta­
miento , A utoridades, personas de dis­
tin ció n , y un concurso num eroso, que
por convite ó devoción asiste á la fiesta.
Encabeza la procesión una compañía de
arcabuceros, que desde tiempo inmemo­
rial se forma por los vecinos, la cual
va haciendo salvas por toda la carrera,
siguiendo después varias comparsas de
moros á caballo y á pie , otras vestidas á
la antigua esp añola, y algunos niños
vestidos de ángeles. Por la noche hay
fuegos artificiales é iluminación , repi­
que de campanas, y música en las casas
Consistoriales. Al dia siguiente por la
mañana, colocada la Santa Cruz en un
majestuoso carro, vuelve á salir la pro­
cesión con el m ismo acompañamiento
que la víspera , y recorre las calles prin­
cipales, dirigieadose al paseo de la Cor­
redera^, donde se halla el bello temple­
te destinado al baño y bendición de
aguas, y hecha esta cerem onia, acudená
servirse de aquellas los enfermos de to­
das clases, que buscan en ellas un ali­
vio á sus dolencias. Vuelve en seguida
25
la procesión á la P arroqu ia, donde se
celebra Misa con S erm ón ; y por la tarde
se conduce la Santa Reliquia á la Iglesia
del Castillo, en que queda colocada. El
dia i 6 de Julio y el 14 de Setiembre se
celebra otra fiesta con función de Igle­
sia en el Castillo por el triunfo de la
Exaltacionde la Santa Cruz.
Terminaremos esta reseña con el su­
mario de las Indulgencias concedidas á los
devotos de la Santísima Vera-Cruz de
Caravaca, que son las sig u ien tes;
Cualquier persona que visitáre la Santísima
Vera-Cruz de Caravaca, en su Real Capilla de
la fortaleza de dicha villa, y devotamen­
te rogase por la exaltación de nuestra Santa
Fé y necesidades de la Santa Iglesia Católica,
ganará 5,600 dias de indulgencia.
Asim ism o, si rezase un Padre nuestro ó un
C redo, ó hiciese algún acto de fé delante de
esta Santísima Cruz, ó de otra que esté toca­
da á ella , y colocada en capilla, oratorio ó en
su casa en parte fija y d ecente, gana los mis­
mos 5 ,6 0 0 dias por cada uno de estos actos.
24
También gana las mismas indulgencias la
persona que devotamente traiga consigo una
Cruz, tocada á la Santísima original de Ca­
rayaca.
Igualmente ganan las mismas indulgencias
todas las personas que anduviesen la Via-Sacra
extramuros de la indicada villa de Caravaca|
u otra cualquiera, llevando con sigo, ó ha­
biendo en ella alguna Santa Cruz que hubie­
se sido tocada á la Santísima original de Ca­
rayaca. Cuyas indulgencias fueron concedi­
das por los Eminentísimos é Ilustrísimos Car­
denales, Arzobispos y Obispos de España y
las Américas, que á continuación se expresan.
Por los Eminentísimos y Excelentísi­
mos Señores Cardenales de Córdoba,
de Solís , de la Cerda y San Cárlos
Patriarca, y Valenti Gonzaga, Nun­
cio de España
Por los Ilustrísimos y Reverendísimos
Señores Arzobispos de Tebas, Pharsalia; Santiago, Granada, Burgos,
Tarragona , Zaragoza, Santa Fé,
Hedesa y de Selimbria............................ 800
Y por los Ilustrísimos Señores Obispos
de Cartagena, Córdoba, Cuenca,
Sigüenza, Jaén, Segovia, Osma,
.
400
2o
Valladolid , G ü é m O r d e n de San­
tiago. , Málaga , Cádiz, Canarias,
Ceuta, Salamanca , Tuy , Avila,
Coria, Plasencia , Astorga , Zamo­
ra , Orense , Badajoz , Mondoñedo,
Lugo, Ciudad-Rodrigo, León, Ovie­
do , Guadix, Almería , Pamplona,
Calahorra , Palencia, Santander,
Gerona, Lérida, Tortosa, V ich, Urgel: Solsona, Huesca, Barbastro, Jaca,
Tarazona, Albarracin, Teruel, Segorve, Orihuela, Mallorca, Puerto-Rico,
Nicaragua , Buenos-Aires, Cartagena
de Indias, Jaristo, Tagaste, Araden
de Tañes, Laren, Adramita y de Bora. 2400
3600
26
Sacrosanto madero divino
que Cristo eligiera para nuestro bien ,
por librarnos del vil cautiverio
en que nos tenia presos lu cifer;
porque es de saber
que perdiendo en tus brazos la vida ,
nos ganó la gloria
que esperamos ver.
Si en la Cruz está nuestro remedio
amparo y defensa, todo nuestro b ie n ,
de ella seamos amantes devotos,
que es escudo fuerte contra lucifer;
pues es de creer
que el mortal que la traiga con sigo,
ni penas ni males
podrá padecer.
Qué dichosa que s o is , Caravaca ,
mereciendo el divino favor
que la Cruz que del cielo bajára
en vuestro Sagrario fué y se colocó;
y allí con primor
maravillas, milagros obrando ,
de toda dolencia
sana al pecador
Por consejo que el padre Fray Diego
diera á una doncella , la Cruz tanto a m ó,
que queriendo un malvado robarla,
27
eDtraodo en su coarto, ía Cruz le lib r ó ;
y fué la ocasión
que la Cruz en la estancia aparece
entre resplandores,
y el traidor huyó.
¡ Qué cristiano ha de haber que no tenga
al santo Madero grande devoción ,
y que no le dé culto, pensando
que obró por é l , Cristo nuestra Redención;
y que padeció,
hasta dar en sus brazos la vida
con muchos martirios,
porque nos a m ó !
Un devoto la Santa Reliquia
llevaba consigo con santo fervor,
y al quererle robar un vandido
le dio un trabucazo, mas nada sintió,
i Oh qué admiración I
en la Cruz que en el pecho llevaba
se hallaron las balas
y la munición.
Una pobre que estaba de parto
ya de cinco dias sin poder parir,
con la Cruz .santiguaron el vientre
y dió á luz un niño , que pudo vivir ,
siendo de advertir
28
que la Cruz la llevó una parienta ,
y con fé la dijo
no te has de morir.
Trabajando en el campo tres hom bres,
se armó una torm enta, y un rayo cayó ;
de los tres á los dos abrasára,
y el que en medio estaba quedó sin lesión ;
y el vivir debió
á una Crdz que traía en el p ech o,
la cual estampada
en él se quedó.
Si es la insignia y señal del cristiano
la Cruz, y de amarla hay obligación,
pues nos libra de todo adversario ,
del mal enemigo y tribulación;
tengamos amor
á este sacro y divino m adero,
de que nos dió ejemplo
nuestro Redentor.
Y Felipe de Cambria suplica
pidan á Dios Padre le dé acierto y lu z ,
porque pueda cantar las grandezas,
y excelencias grandes de la Santa Cruz;
que en su ineptitud
nada encuentra con quien compararlas,
sinó con el dulce
Nombre de Jesús.
.¡.'■■.Ni' ."■■ í^íí" ’'^'í‘ , . i--^:
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