BAREA 2 ok-4 - Clm.economía

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CLM.ECONOMÍA, Nº 5, Segundo Semestre de 2004.
Págs. 315-343
Los hidalgos de la provincia
de Ciudad Real de la
época de Cervantes en las
“Relaciones Topográficas”
de Felipe II.
F. Javier Campos y Fernández de Sevilla
Centro de Estudios Superiores del Escorial
Resumen
Las “Relaciones Topográficas” es un plan proyectado en el reinado de Felipe II para
conocer la realidad pasada y la situación presente de los pueblos de la Corona de Castilla
como paso previo para elaborar una historia basada en datos. La información contenida en
esa fuente documental es ingente en volumen, variada en temas y abundante en datos.
Hemos rastreado lo que se dice sobre los hidalgos, ya que se redactaron en la misma época
que Cervantes escribía el Quijote, cuyo protagonista es un ingenioso hidalgo del Campo de
Montiel, Ciudad Real.
Palabras clave: “Relaciones Topográficas”, Felipe II, Don Quijote, Cervantes, hidalgos.
Clasificación JEL: B1, B3
Abstract
The “Relaciones Topograficas” is a plan projected in Philip II kingdom to know the past
and the current situations in the Castilian kingdom as a previous stage to elaborate a history
based on facts. The report included in that source is very huge in volume, diverse in issues
and abundant in data. We have analyze the information on “hidalgos”, because they were
redacted at the same period that Cervantes wrote Don Quixote, being the main figure a
clever noble from Campo de Montiel, Ciudad Real.
Key words: “Relaciones Topograficas”, Philip II, Don Quixote, Cervantes, nobles.
JEL Classification: B1, B3
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LOS HIDALGOS DE LA PROVINCIA DE CIUDAD REAL DE LA ÉPOCA DE CERVANTES EN LAS “RELACIONES TOPOGRÁFICAS” DE FELIPE II
1.- Introducción.
La provincia de Ciudad Real ocupa un lugar preeminente en
Don Quijote de la Mancha. Ya desde el comienzo, Cervantes nos
dice que el ingenioso hidalgo “comenzó a caminar por el antiguo y
conocido Campo de Montiel”, ratificando a renglón seguido que
“y era la verdad que por él caminaba” 1; es una tierra situada en la
Mancha, perteneciente al antiguo reino de Toledo, en la corona de
Castilla. Y una gran parte de las aventuras de nuestro Caballero
andante transcurren en ámbitos de pueblos de la provincia de
Ciudad Real, algunos de ellos citados expresamente 2, y otros
identificados tradicionalmente en numerosos estudios por
prestigioso cervantistas 3.
Y el protagonista de la historia antes de convertirse en héroe de
leyenda y de que sus raras y extrañas aventuras, unas veces,
inauditos sucesos y admirables cosas, otras, y siempre discretos
ejemplos quedasen sepultados con él en los archivos del alma de la
Mancha, era Don Alonso Quijano
“un hidalgo de los de lanza en astillero, adarga antigua, rocín
flaco y galgo corredor. Una olla de algo más vaca que carnero,
salpicón las más noches, duelos y quebrantos los sábados,
lentejas los viernes, algún palomino de añadidura los
domingos, consumían las tres partes de su hacienda. El resto
de ella concluían sayo de velarte, calzas de velludo para las
fiestas, con sus pantuflos de lo mesmo, y los días de entre
semana se honraba con un vellorí de lo más fino. Tenía en su
casa una ama que pasaba de los cuarenta, y una sobrina que
no llegaba a los veinte, y un mozo de campo y plaza, que así
ensillaba el rocín como tomaba la podadera. Frisaba la edad de
nuestro hidalgo con los cincuenta años; era de complexión
recia, seco de carnes, enjuto de rostro, gran madrugador y
amigo de la caza (...) Este sobredicho hidalgo, los ratos que
estaba ocioso (que era los más del año), se daba en leer libros
de caballerías, con tanta afición y gusto, que olvidó casi de
1) Don Quijote, I, 2.
2) Como Almodóvar del Campo, Caracuel de Calatrava, Miguelturra, Tirteafuera y Viso del Marqués, en
Campos (2005).
3) F. Caballero, A. Blázquez, C. Fernández-Duro, R. Sánchez, R. Beltrán y Rózpide, M. de Foronda, J. García
Morales, etc. Vid. García Soriano y García Morales (1968).
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todo punto el ejercicio de la caza, y aun la administración de su
hacienda; y llegó a tanto su curiosidad y desatino en esto, que
vendió muchas hanegas de tierra de sembradura para comprar
libros de caballerías en que leer, y así, llevó a su casa todos
cuantos pudo haber dellos” 4.
Desde el punto de vista cronológico -y así tenemos las
coordenadas espaciotemportales que, junto a nuestro personaje,
son los tres elementos básicos de nuestro estudio- hay que poner la
fecha fundamental de redacción en 1602 aunque ya nadie duda de
que el Quijote nace unos años antes en una cárcel, y el mismo
Cervantes lo asegura en el prólogo:
“¿Qué podría engendrar el estéril y mal cultivado ingenio mío,
sino la historia de un hijo seco, avellanado, antojadizo y lleno de
pensamientos varios y nunca imaginados de otro alguno, bien
como quien se engendró en una cárcel donde toda
incomodidad tiene su asiento y donde todo triste ruido hace su
habitación?” 5.
Todo esto, al margen de que ahora estemos conmemorando el
V Centenario de la publicación -enero de 1605- en los talleres del
modesto impresor segoviano Iuan de la Cuesta, recién instalado en
Madrid, en la calle de Atocha, y de que la obra fuese impresa en
circunstancias modestas, con tipos bastante gastados, y saliese con
un buen número de erratas y errores que le reconcilian a uno con
los mismos fallos producidos en los modernos sistemas digitales de
impresión 6.
2.- La hidalguía y los hidalgos.
Alfonso X afirma que hidalguía “es nobleza que viene a los
omes por linaje. E por ende deuen mucho guardar los que han
derecho en ella, que non la dañen, ni la menguen. Ca pues que
el linaje faze que la ayan los omes así como herencia, non deue
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4) Don Quijote, I, pág.1.
5) Don Quijote, I Parte.
6) Portada de la ed. príncipe: “EL INGENIOSO / HIDALGO DON QVI- / XOTE DE LA MANCHA, / Compuesto por
Miguel de Ceruantes / Saavedra. / DIRIGIDO AL DVQVE DE BEIAR, / Marques de Gibraleon, Conde de
Benalcaçar, y Baña- / res, Vizconde de la Puebla de Alcozer, Señor de / las villas de Capilla, Curiel, y /
Burguillos / [escudo tipográfico] / Año, 1605. / CON PRIVILEGIO, / EN MADRID Por Iuan de la Cuesta. /
Vendese en casa de Francisco de Robles, librero del Rey nro. Señor”.
LOS HIDALGOS DE LA PROVINCIA DE CIUDAD REAL DE LA ÉPOCA DE CERVANTES EN LAS “RELACIONES TOPOGRÁFICAS” DE FELIPE II
querer el fidalgo, que la aya de ser de tan mala ventura, que lo
que en los otros se començo, e heredaron, mengue, o se acabe
en el” 7.
La hidalguía se adquiere y transmite por línea de varón, de tal
forma, que el hijo de padre villano y madre noble, no era hidalgo,
sino villano, ya que la mujer sigue la condición jurídica y social del
marido, y el hijo, la del padre. La mujer hidalga casada con un varón
villano perdía su cualidad hidalga, pero a la muerte podía
recuperarla si iba a pedirla por tres veces a la tumba del marido
difunto, diciendo: “Villano, toma tu villanía, da a mi mi fidalguía” 8. La
hija de padre hidalgo es hidalga aunque ella no pueda transmitir esa
condición a sus hijos; el hijo de padre noble y madre villana era
hidalgo, pero no noble 9. En Castilla, al trasmitirse la hidalguía por
sólo la procreación natural del varón hidalgo, ésta alcanzaba a todos
los hijos varones habidos, aun fuera del matrimonio legítimo,
siempre que el padre lo reconociera y le diera 500 sueldos 10.
El concepto de nobleza es más amplio pues cuando el rey
Sabio habla de los criterios por los que deben ser elegidos los
caballeros, dice que:
“Sobre todas las cosas cataron que fuesen omes de buen linaje,
porque se guardasen de fazer cosa porque podiessen caer en
vergüença. E porque estos fueron escogidos de buenos
logares, e con algo, que quiere tanto decir en lenguaje de
España como bien, por esso los llamaron Fijosdalgo, que
muestra tanto como fijos de bien. E en algunos otros logares
los llamron Gentiles (...) E esta gentileza auian en tres maneras:
La vna por linaje, la otra por saber, la tercera por bondad de
costumbres e de maneras. E como quier que estos que lo
ganan por sabiduría e por su bondad, son por derecho
llamados nobles e gentiles, mayormente lo son aquellos que lo
han por linaje antiguamente e fazen buena vida, porque les
viene de lueñe como heredad. E por ende son mas encargados
de fazer bien. e de guardarse del yerro, e de mal estança. Ca tan
solamente quando lo fazen, reciben daño e verguença ellos
7) Partidas, II, 21, 3.
8) Fuero Viejo de Castilla, I, 5, 17.
9) Partidas, II, 21, 3.
10) Fuero Viejo de Castilla, V, 6, 1.
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mismos, mas aquellos onde ellos vienen. E por ende, Fijosdalgo
deuen ser escogidos que vengan de derecho de linaje, de
padre e de abuelo, fasta el quarto grado a que llama
bisabuelos...” 11.
El caballero no precisa tener hidalguía ya que la cualidad se
la otorga quien la tenga (armar caballero) y originariamente
estaba unida a la milicia (ir a la guerra) y a la posición económica
(sostener un caballo). Ya hemos visto que la hidalguía surge del
linaje; si además tiene fortuna, puede ser caballero. Por eso
el hidalgo era noble y el caballero, no, aunque la hidalguía no
lleva aneja la titulación nobiliaria cuya concesión es prerrogativa
del monarca que la ejerce de forma exclusiva como titular de
la corona.
Inicialmente las pruebas de hidalguía se basaron en el
testimonio de la dignidad del candidato dada por cinco testigos,
tres hidalgos y dos labradores, o al revés 12. Cuando los hidalgos
fueron acumulando privilegios políticos, exenciones fiscales y fuero
jurídico, los Concejos opusieron resistencia a reconocer esta
cualidad de algunos de sus vecinos -lo que suponía dejar en
suspenso la aplicación de los citados privilegios- y pleitear
interminablemente en las Reales Chanchillerías, creándose el
“Tribunal de los Hidalgos” y ampliándose los requisitos para la
concesión de esta categoría social y jurídica 13.
Entre los principales privilegios genéricos de los miembros de
este grupo social, que era el primer escalón del estamento
nobiliario, estaban: 1) no poder ser hechos presos por deudas civiles,
ni embargarles la casa en la que moraban, el caballo ni las ramas;
2) no ser expuestos a tormento, ni condenados a muerte afrentosa;
3) estaban exentos de pagar pechos y ser vicios concejiles;
4) también estaban eximidos del servicio de las armas y reemplazo en
las filas del ejército como soldados; 5) podían traer armas en cualquier
parte y a cualquier hora; 6) disfrutaban en general de los mismos
derechos que el resto de miembros del estamento nobiliario 14.
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11) Partidas, II, 21, 2.
12) Fuero Viejo de Castilla, I, 5, 18.
13) Novísima Recopilación, XI, 27: “De los juicios de Hidalguía y sus probanzas, y del modo de calificar la
nobleza y limpieza”.
14) Partidas, VII, 31, 8; Ordenamiento de Alcalá, II, 56 y 57; Novísima Recopilación, XI, 27, 2; VI, 2 (título casi
completo), y VI, 6, 14.
LOS HIDALGOS DE LA PROVINCIA DE CIUDAD REAL DE LA ÉPOCA DE CERVANTES EN LAS “RELACIONES TOPOGRÁFICAS” DE FELIPE II
A fines del siglo XVI, hidalgo es el que tiene solar y linaje conocido,
está exento de los gravosos pechos y tiene acceso a los cargos
municipales por el cupo de la “mitad de oficios”, consistente en
repartirse por la mitad el números de miembros del Concejo entre
los hidalgos y los villanos o plebeyos, otorgando esta situación a los
miembros de este pequeño grupo social una situación de privilegio
político y económico, evidente en las villas y ciudades pequeñas 15.
Teniendo en cuenta las dos vías principales de acceso a este grupo
como era el linaje (hidalgo de ejecutoria y/o de privilegio por concesión
real), o la fortuna (hidalguía de privilegio por compra), los hidalgos no
constituyen un grupo homogéneo, siendo muy abundante el número
de ellos en las provincias del norte -los originarios del Señorío de Vizcaya
son nobles por Fueros...- y descendiendo notablemente el número
hacia las tierras del sur, aunque desde el punto de vista económico se
invierta la situación (Gorges, 1989).
También con el paso del tiempo se fue ampliando la forma
de acceder a esta categoría, y así tenemos las siguientes clases de
hidalguía, que unas pueden implicar otras:
- De sangre: Es la originaria, la que se consigue por generación
natural de padre hidalgo.
- De ejecutoria: El que por dudas o dejación de su situación ha
litigado -y probado- su hidalguía de sangre.
- De privilegio: A quien la concede el rey, por merced, o la
adquiere el aspirante por dinero.
- De cuatro costados: Porque lo son o eran hidalgos los cuatro
abuelos.
- De solar conocido: Cuando se posee casa solariega y desciende
de una familia que la tiene o se puede probar que la ha tenido.
- De bragueta: Se concede al varón, padre de siete hijos
varones habidos en legítimo matrimonio.
- De pobre cuna: El que teniendo probada su condición
jurídica de hidalgo carece de fortuna que acompañe a esta
condición social.
- De gotera: El que goza de los privilegios de hidalgo sólo en el lugar
donde vive, perdiéndolos cuando traslada su residencia a otro lugar.
15) En la Relación de Argamasilla de Alba nos muestran algo este panorama: “Y las exenciones que en esta villa
gozan en lo de los oficios de la justicia tiene ejecutoria que habiendo número [de] hasta cinco [hidalgos] les den
un alcalde; y hasta ocho, un alcalde y un regidor; y si llegaren a número bastante, la mitad de los oficios”, nº 40.
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- Por devengo de 500 sueldos: El noble que por el Fuero
Antiguo de Castilla tenía derecho a cobrar 500 sueldos por
sentencia judicial en satisfacción de las injusticias hechas por
otro noble.
3.- Visión de los
hidalgos en el Quijote.
La hidalguía y los hidalgos aparecen en el Quijote unas cuantas
veces; el propio héroe de la obra es un miembro de este grupo
social y en el título de la misma se hace alusión a su condición con
un adjetivo que lo ensalza como persona individual y lo califica con
una cualidad que se adecua a su naturaleza jurídica. El ingenio es
propio de una mente culta; es facultad intelectiva que implica
prontitud de reflejos y agilidad en el discurso realizado, con
intuición, con maña, con agudeza. Normalmente el hidalgo tenía
tiempo y posibilidades para adquirir formación intelectual y cultivar
la mente, mientras que el villano tenía que emplear sus cualidades
naturales en mejorar sus condiciones naturales de vida y algunos
llegaron a obtener suficientes bienes de fortuna que le permitieron
conseguir una hidalguía de privilegio.
Frente a la clave irónica que tiene la novela y los personajes -la
misma locura del protagonista-, Cervantes trata el concepto de
hidalguía y el mundo de los hidalgos de manera auténtica. Desde
este punto de vista nos encontramos en las páginas del Quijote una
descripción exacta de este tipo de personas y de las características
fundamentales de su condición; no es una obra donde se estudie la
hidalguía pero sí están apuntados de manera rápida y verdadera los
trazos que abocetan el retrato de este grupo humano tan popular
en la historia y en la cultura española de la Edad Moderna.
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De forma muy rápida vamos a ir recogiendo las alusiones más
importantes que Cervantes hace sobre el tema y que no son otras
que trasladar a las páginas del relato de ficción la realidad social de
su época. No es casualidad ni mera descripción literaria lo que dice
el narrador o pone en boca de sus personajes el autor; está escrito
intencionalmente en el sentido de que en cada situación se
apuntan muchos matices que hacen del relato un retrato.
LOS HIDALGOS DE LA PROVINCIA DE CIUDAD REAL DE LA ÉPOCA DE CERVANTES EN LAS “RELACIONES TOPOGRÁFICAS” DE FELIPE II
Después de la aventura con los yangüeses, se nos presenta a
Maritormes como mujer hidalga, trabajadora por cuenta ajena, y
amiga de hacer favores a los clientes de la venta, que es casi un
antitipo del modelo femenino de los miembros de este grupo:
“Confusa estaban la ventera y su hija y la buena de Maritormes
oyendo las razones del andante caballero que así las entendían
como si hablara en griego, aunque bien alcanzaron que todas
se encaminaban a ofrecimiento y requiebros; y, como no
usadas a semejante lenguaje, mirábanle y admirábanse, y
parecíales otro hombre de los que se usaban; y agradeciéndole
con venteriles razones sus ofrecimientos, le dejaron, y la
asturiana Maritormes curó a Sancho, que no menos lo había
menester que su amo (...) presumía muy de hidalga, y no tenía
por afrenta estar en aquel ejercicio de servir en la venta, porque
decía ella que desgracias y malos sucesos la habían traído a
aquel estado” 16.
En los batanes aprovecha don Quijote para explicar una
cualidad de su clase social, respecto a la indignidad que sería para
un caballero el trabajo manual:
“-Sosiéguese vuestra merced, que por Dios que me burlo.
-Pues porque os burláis, no me burlo yo -respondió don
Quijote-. Venid acá, señor alegre: ¿paréceos a vos que si como
estos fueron mazos de batán fueran otra peligrosa aventura, no
había yo mostrado el ánimo que convenía para empremdella y
acaballa? ¿Estoy yo obligado a dicha, siendo como soy
caballero, a conocer y destinguir los sones y saber cuáles son
de batán o no?” 17.
Cuando la aventura del yelmo de Mambrino, don Quijote
expone a Sancho la posibilidad de casarse con una princesa, y
reconoce su situación jurídica:
“Bien es verdad que yo soy hijodalgo de solar conocido, de
posesión y propiedad y de devengar quinientos sueldos, y
podría ser que el sabio que escribiese mi historia deslindase de
tal manera mi parentela y descendencia, que me hallase quinto
o sexto nieto de rey. Porque te hago saber, Sancho, que hay dos
16) Don Quijote, I, pág. 16.
17) Don Quijote, I, pág. 20.
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maneras de linajes en el mundo; unos son que traen y derivan
su descendencia de príncipes y monarcas, a quien poco a poco
el tiempo ha deshecho...; otros tuvieron principio de gente baja
y van subiendo de grado en grado, hasta llegar a ser grandes
señores (...) –Sea por Dios –dijo Sancho, que yo cristiano viejo
soy, y para ser conde esto me basta. –Y aun te sobra –dijo don
Quijote-, y cuando no lo fueras, no hacía nada al caso, porque,
siendo yo el rey, bien te puedo dar nobleza, sin que la compres
ni me sirvas con nada” 18.
Dorotea relata su ocupación como hija de una familia villana
rica en las que tiene tiempo para llevar la administración de la
hacienda, sin olvidar las ocupaciones propia de su sexo y dedicar
algún tiempo al cultivo del espíritu; en ella se retrata la situación
socioeconómica de algunas familias de labradores de Andalucía,
que aún viviendo en tierras de señorío laico o de solariego, habían
adquirido una saneada posición, punto de arranque de adquirir una
hidalguía de privilegio por la que acceder al peldaño más bajo de la
nobleza y dejar que sus herederos hiciesen fortuna social ya que
contaban con la económica:
“En esta Andalucía hay un lugar de quien toma título un duque,
que le hace uno de los que llaman “grandes” en España... Deste
señor son vasallos mis padres, humildes de linaje, pero tan ricos,
que si los bienes de su naturaleza igualaran a los de su fortuna,
ni ellos tuvieran más qué desear ni yo temiera verme en la
desdicha en que me veo, porque quizá nace mi poca ventura de
la que no tuvieron ellos en no haber nacido ilustres... Ellos, en fin,
son labradores, gente llana, sin mezcla de alguna raza
malsonante y, como suele decirse, cristianos viejos rancios, pero
tan ricos, que su riqueza y magnífico trato les va poco a poco
adquiriendo nombre de hidalgos, y aun de caballeros... Y del
mismo modo que yo era señora de sus ánimos, ansí lo era de su
hacienda: por mi se recebían y despachaban los criados; la razón
y cuenta de lo que se sembraba y cogía pasaba por mi mano,
los molinos de aceite, los lagares del vino, el número del ganado
mayor y menor, el de las colmenas... Los ratos que del día me
quedaban después de haber dado lo que convenía a los
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18) Don Quijote, I, pág. 21.
LOS HIDALGOS DE LA PROVINCIA DE CIUDAD REAL DE LA ÉPOCA DE CERVANTES EN LAS “RELACIONES TOPOGRÁFICAS” DE FELIPE II
mayorales, a capataces y a otros jornaleros, los entretenía en
ejercicios que son a las doncellas tan lícitos como necesarios,
como son los que ofrece la aguja y la almohadilla, y la rueca
muchas veces; y si alguna, por recrear el ánimo, estos ejercicios
dejaba, me acogía al entretenimiento de leer algún libro devoto,
o a tocar una harpa... Esta, pues, era la vida que yo tenía en casa
de mis padres...” 19.
Aunque los hidalgos estaban exentos del pago de algunos
impuestos, el tributo de la muerte es algo anejo a la condición
humana -en el dogma cristiano lo explica como consecuencia
del pecado de Adán y Eva- y así lo recoge Cervantes en la novela del
Curioso impertinente cuando dice Lotario a Anselmo:
“No quieras entrar de nuevo en el profundo piélago de
nuevos inconvenientes, ni quieras hacer experiencia con otro
piloto de la bondad y fortaleza del navío que el cielo te dio en
suerte para que en él pasases la mar de este mundo, sino haz
cuenta que estás ya en seguro puerto y aférrate con las
áncoras de la buena consideración, y déjate estar hasta que te
vengan a pedir la deuda que no hay hidalguía humana que
de pagarla se excuse” 20.
Dorotea expone a Fernando la situación jurídica de su baja
condición social que contrasta con su gran honradez, y reconoce
que la excelencia de la persona está en el ejercicio de la virtud y en
la hondura de la conciencia con la que se vive; insiste en las altas
miras que entonces se tenía puesto a las virtudes sociales de la
honra y el honor, recordando que el mestizaje de grupos y clases ha
sido una realidad:
“No permitas, con dejarme y desampararme, que hagan y junten
corrillos en mi deshonra; no des tan mala vejez a mis padres,
pues no lo merecen en los leales servicio que, como buenos
vasallos, a los tuyos siempre han hecho. Y si te parece que has de
aniquilar tu sangre por mezclarla con la mía, considera que
pocas o ninguna nobleza hay en este mundo que no haya
corrido por este camino, y que la que se toma de las mujeres no
19) Don Quijote, I, pág. 28. Poco más adelante, pág. 32, justificará el cura la existencia de libros de caballería
-como en otros lugares los juegos de ajedrez, pelota y trucos-, “para entretener a algunos que ni tienen,
ni deben, ni pueden trabajar”.
20) Don Quijote, I, pág. 34.
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es la que hace al caso en las ilustres decendencias, cuanto más
que la verdadera nobleza consiste en la virtud, y si esta te falta
negándome lo que tan justamente me debes, yo quedaré con
más ventaja de noble que la que tu tienes” 21.
La condición del hidalgo hace que su comportamiento externo
tuviese que ser adecuado a lo que su condición noble se supone
que poseían, según los privilegios que les eran anejos a su categoría;
la literatura del Siglo de Oro mostrará los apuros económicos por los
que pasaban algunos miembros de esta clase y cómo debían fingir
lo que no tenían, salvo el linaje, porque el orgullo de casta no les
permitía mostrarse tal y cómo eran. Además se muestra la secular
rencilla existente entre caballeros e hidalgos por las prerrogativas
de cada grupo; en este ambiente hablan don Quijote a Sancho
cuando éste ha discutido con el ama y la sobrina del hidalgo y la
justificación que hace de su situación:
“-Pues lo primero que digo -dijo- es que el vulgo tiene a vuestra
merced por grandísimo loco, y a mí por no menos mentecato.
Los hidalgos dicen que, conteniéndose vuestra merced en los
de la hidalguía, se ha puesto don y se ha arremetido a caballero
con cuatro cepas y dos yugas de tierras, y con un trapo atrás y
otro delante. Dicen los caballeros que no querrían que los
hidalgos se opusiesen a ellos, especialmente aquellos hidalgos
escuderiles que dan humo a los zapatos y toman los puntos de
las medias negras con seda verde.
-Eso -dijo don Quijote- no tiene que ver conmigo, pues ando
siempre bien vestido, y jamás remendado: roto, bien podría ser,
y el roto, más de las armas que del tiempo” 22.
En la plática de la duquesa y sus doncellas con Sancho critica
éste a la dueña por el mal gesto que puso al decirle que cuidase del
rucio, sacando a colación el supuesto comportamiento de un
hidalgo de su pueblo que allí estaría mal con el tratamiento dado, a
lo que doña Rodríguez le responde sobre la actitud de los hidalgos
con las damas, diciéndole: “Si él fuera hidalgo, y bien nacido, él las
pusiera sobre el cuerno de la luna” 23.
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21) Don Quijote, I, pág. 36.
22) Don Quijote, II, pág. 2. Aunque aquí se pone la situación económica de don Quijote bastante mal,
hay que recordar que al comienzo, cuando se presenta al hidalgo, Cervantes dice que “vendió muchas
hanegadas de tierra de sembradura para comprar libros de caballería para leer”. (Don Quijote, I, pág. 1).
23) Don Quijote, II, pág. 33.
LOS HIDALGOS DE LA PROVINCIA DE CIUDAD REAL DE LA ÉPOCA DE CERVANTES EN LAS “RELACIONES TOPOGRÁFICAS” DE FELIPE II
Cuando don Quijote le dio por segunda vez consejos a Sancho,
antes de ir a gobernar la ínsula Barataria, le dijo, entre otras cosas:
“No comas ajos ni cebollas, porque no saquen por el olor tu
villanería”, recordando cómo el estatuto de la nobleza exigía un
determinado comportamiento que de todos era conocido, tanto en
la forma de vida y ocupaciones, como el vestir y en el comer 24.
Estando don Quijote en el castillo, siendo Sancho gobernador,
sufrió el incidente de la rotura de una media y el apuro en que le
ponía esto, porque era una humillación mostrarse en público de
esta forma ya que podía dar a entender que estaba en una mala
situación económica, lo que para un hidalgo era una afrenta:
“y diera él por tener allí un adarme de seda verde una onza de
plata (digo seda verde porque las medias eran verdes)... Pero
consolóse con ver que Sancho le había dejado unas botas de
camino, que pensó ponerse otro día. Finalmente, él se recostó
pensativo y pesaroso, así de la falta que Sancho le hacía como
de la inreparable desgracia de sus medias, a quien tomara los
puntos aunque fuera con seda de otra color, que es una de las
mayores señales de miseria que un hidalgo puede dar en el
discurso de su prolija estrecheza” 25.
En el mismo castillo, por salir en defensa de la dueña doña
Rodríguez y su hija, don Quijote se rebaja y renuncia a su condición
de hidalgo para poder desafiar al rústico que las ofendió, gesto
noble, pero no bien visto, porque desde la Edad Media era un
precepto básico que el caballero sólo con los de su categoría medía
sus fuerzas y dirimía las cuestiones de honor, existiendo en las
Audiencias el llamado Tribunal de los Hidalgos:
“Desde aquí digo que por esta vez renuncio mi hidalguía y me
allano y ajusto con la llaneza del dañador y me hago igual con
él, habilitándole para poder combatir conmigo; y así, aunque
ausente, le desafío y repto, en razón de que hizo mal en
defraudar a esta pobre que fue doncella y ya por su culpa no lo
es, y que le ha de cumplir la palabra que le dio de ser su
legítimo esposo o morir en la demanda” 26.
24) Don Quijote, II, pág. 43.
25) Don Quijote, II, pág. 44.
26) Don Quijote, II, pág. 52.
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4.- Las relaciones topográficas,
fuente documental contemporánea
al Quijote 27.
Se conoce con el nombre de Relaciones Topográficas a un
vasto plan de recogida de información de los pueblos de España
proyectado por la administración de la Corona de Castilla en el
reinado de Felipe II para conocer la realidad pasada y la situación
presente, como paso previo para poder elaborar una historia segura
basada en datos; auténtico trabajo de campo que convierte a esta
obra en un proyecto pionero en su género entre los Estados
nacionales de la Europa moderna siglos antes de que se haga otro
semejante (Campos, 1986).
La información contenida en las Relaciones Topográficas es
ingente en volumen, variada en temas, rica en aspectos,
sorprendente en matices, abundante en datos... Se trata de una obra
de VIII volúmenes y IV + 4.321 folios en los que se recogen las
respuestas de 721 pueblos -de muy pocos hay dos versiones, una
amplia y otra muy breve- de la corona de Castilla: reino de Toledo
(buena parte), reino de Murcia (parte), reino de Jaén (parte) y
provincia de Extremadura (parte) 28.
Aún sin analizar el contenido, estas cifras globales nos sugieren
la importancia específica y la categoría auténtica de estas fuentes.
Pensando en la proximidad de la redacción de los dos cuestionarios
-tres años- y el área geográfica uniforme a la que se refieren los
datos, tenemos que añadir, además, el del valor intrínseco, por la
riqueza de información homogénea que contienen.
En la obra de Felipe II encontramos datos sobre demografía,
producción, comunicaciones, diezmos, hospitales...; se hacen
pormenorizadas descripciones sobre el sitio y calidad de la tierra, del
subsuelo, del clima, de la flora y la fauna, de los enclaves naturales y
militares, de edificios notables, números de casas y materiales de
construcción... Informan abundantemente de las instituciones, de la
jurisdicción, de las autoridades, del derecho, de los fueros y de las
328
27) Este apartado también figura en Campos (2005).
28) Biblioteca Real del Monasterio del Escorial, Mss. J.I.12 al 18 y L.II.14 y Campos (1988, pág. 533).
LOS HIDALGOS DE LA PROVINCIA DE CIUDAD REAL DE LA ÉPOCA DE CERVANTES EN LAS “RELACIONES TOPOGRÁFICAS” DE FELIPE II
costumbres, de las justicias civiles y religiosas; indican las divisiones
administrativas, civiles y eclesiásticas; citan lo que producen, lo que les
sobra, lo que necesitan; conocemos la ubicación del pueblos y su
entorno; hablan de los moradores, su situación socioeconómica.
Relatan los sucesos llamativos y las cosas dignas de memoria;
recuerdan las catástrofes naturales y las desgracias; conocemos a las
personas señaladas en letras, armas o religión que han tenido;
enumeran las fiestas, los votos y las tradiciones del pueblo, con las
circunstancias y motivos de su creación, así como las manifestaciones
públicas del culto religioso. La vida del pueblo, vista, vivida y contada
por la misma gente del pueblo (Campos, 1988a y 1988b) 29.
Partiendo de la experiencia acumulada en los trabajos
homónimos que se estaban realizando en las Indias (1530...) y de
que en el suelo peninsular se había hecho una pequeña experiencia
con algunos pueblos del obispado de Coria, consistente en un
batería de 24 preguntas entre diciembre de 1574 y febrero de 1575,
en otoño de ese mismo año una carta del rey es enviada a los
gobernadores, corregidores y autoridades principales para que ellos
las envíen a los concejos y justicias de los lugares de su jurisdicción
pidiendo la colaboración de todos:
“Por haber entendido que hasta ahora no se ha hecho ni hay
descripción particular de los pueblos de estos reinos, cual
conviene a la autoridad y grandeza de ellos, habemos
acordado que se haga la dicha descripción y una historia de las
particularidades y cosas notables de los dichos pueblos...” 30.
Le seguía una Instrucción donde se daban normas concretas
relativas a la forma de responder al cuestionario, y una interrogatorio
o Memoria con 57 preguntas impresas más dos manuscritas con
letra de Gracián.
Inicialmente estaba previsto que las autoridades territoriales
harían cumplir la voluntad de Felipe II y los pueblos de las
respectivas jurisdicciones responderían en un período de tiempo
prudencial, máxime cuando el mismo rey había mostrado tanto
interés en este proyecto: “haber la brevedad con que holgaríamos
29) Otros resúmenes de contenido, en Caballero, F., Discursos, o.c., págs. 30-45; Campos (1986, págs. 5-13)
y López Gómez, (1989, págs. 42-47).
30) AGS, Estado. Leg. 157-103. En blanco la fecha, pero se sabe que está firmada en el Pardo, el 27 de octubre
de 1575.
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que esto se hiciese... se podrá hacer muy cumplidamente y sin
dilación... y con la mayor brevedad que ser pueda... para que no se
pierda tiempo en este negocio...” 31. Incluso los gobernadores
instaron a los alcaldes y regidores a que en cada una de sus
localidades cumpliesen con diligencia la orden recibida, y ellos a su
vez urgieron a las personas nombradas para realizar esta misión, con
amenazas de sanción para los que demorasen la orden, según
leemos en el preámbulo de las respuestas: en Santa Cruz de Mudela
les multarán con 50.000 mrs. y en Tirteafuera con 20.000, etc.
A pesar de todas estas amonestaciones hubo lugares donde no
respondieron y por eso se hizo un segundo envío con otra
instrucción y memoria muy similar a la primera, firmada en San
Lorenzo del Escorial, 7 de agosto de 1578. En algunos pueblos del
Campo de Calatrava su alcalde mayor volvió a insistir en la urgente
necesidad de responder a la nueva instrucción extrañados por la
tardanza que han tenido en hacerlo anteriormente, con medidas
conminatorias similares que aducen en los preámbulos:
En Bolaños de Calatrava recuerdan que la primera vez se
entregó el interrogatorio impreso a uno de los clérigos del pueblo y
lo requieren para que lo entregue; notificada la demanda respondió
que “la buscará y dará escrita dentro de segundo día como la tiene
escrita”, preámbulo; en algunas de las respuestas -la del nº de
habitantes, por ejemplo- deja testimonio de cómo ha habido
diferencia de la primera a la segunda vez.
Al insistir con el segundo mandamiento -diciembre de 1578en Valenzuela de Calatrava comprueban que algo tenían hecho y se
conservaba desde la convocatoria anterior, aunque se termina con
más de tres años de demora:
- “La cual estaba empezada a hacer en poder de mi el dicho
Juan Gómez, y por haberse muerto el dicho Juan de Palacios y
recibido en el primer nombramiento para la acabar y formar,
nombraron a Fabián Palomo, escribano en esta dicha villa, que
juntamente con el dicho Juan Gómez acabamos y firmamos de
nuestros nombres, a diez días del mes de febrero de mil y
quinientos y setenta y nueve años”, epílogo.
330
31) AGS, Estado. Leg. 157-103.
LOS HIDALGOS DE LA PROVINCIA DE CIUDAD REAL DE LA ÉPOCA DE CERVANTES EN LAS “RELACIONES TOPOGRÁFICAS” DE FELIPE II
En Villarrubia de los Ojos aseguran que ya habían respondido
y debían conservar un ejemplar porque lo cotejaron; eso puede
explicar que la Relación de este pueblo tenga dos manos en su
texto original:
- El 22-X-1578... “la cual dicha declaración según otro mandato
antes de éste en esta villa se había mandado hacer la dicha
declaración de los mismos capítulos que ahora se declaran se
hiciesen, y habiéndolo fecho... la han ido mirando por los
capítulos e instrucción de la dicha descripción, los cuales están
respondidos y declarados y no hallan ninguna cosa que mirar ni
acrecentar y así la dicha declaración está bien hecha”, preámbulo.
El alcalde mayor del partido de Almagro requiere a las
autoridades de Miguelturra para que respondan al memorial de
1578, “por no lo haber hecho las justicias [locales] pasadas a quien
fue enviada la dicha instrucción... el cual dijo que por nueva cédula
y mandato expreso de Su majestad, le estaba cometido y mandado
que apremiase a los concejos de su partido que hiciesen la dicha
descripción con ciertas penas y apercibimientos”, preámbulo.
Respecto a los redactores nos encontramos con que son gente
mayor, prudente, experta y con buen conocimiento de las cosas del
pueblo; inicialmente todos aceptan encantados de servir a Su
Majestad según se repite en todos los preámbulos de las Relaciones.
Sin embrago, en Argamasilla de Alba se les conmina a los
designados que lo hagan con pena de prisión para los que no
aceptaran la orden; esta medida tan rigurosas hace que uno de los
testigos elegidos deba poner la renuncia por ser “hombre enfermo
de una enfermedad secreta por lo cual no puede estar sentado
cuarto de media hora, ante lo cual pide y suplica a sus mercedes
nombren otra persona que el dicho cumpla pues lo hay en esta villa
y de lo hacer ansí, pues le consta, harán justicia”.
En Argamasilla de Calatrava escogieron a personas cualificadas
pero no cumplieron el encargo: “Cometió la declaración de ello a
fray Juan de Quintanilla, prior de esta villa, y al bachiller Andrés
Prieto, clérigo, y al bachiller Guillermo Huelga y García, abogado de
esta villa, los cuales ha muchos días que lo tienen a cargo, y no han
hecho cosa ninguna en cumplimiento de lo que les fue encargado
por el cabildo, y de ello no se ha servido Su Majestad. Por tanto, para
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lo remediar y cumplir lo que Su Majestad manda con brevedad y lo
enviar a su Real Consejo, nombraron a Juan de Almodóvar y a Diego
Barrera de Puertollano, vecinos de la dicha villa, que son personas
ancianas y honradas”, preámbulo.
En Navas de Estena los criterios para elegir a los testigos fue
que “eran hombres antiguos y solariegos y que no eran de casta de
moros ni de judíos ni de los nuevamente convertidos, porque todo
el pueblo y vecinos de él los conocían a ellos y que los tenían por
cristianos viejos y de solar conocido”, preámbulo.
Aunque tarde, en Miguelturra consta que hicieron las cosas a
conciencia -tal como se había previsto y ordenado-, seguro que
como en otros pueblos: “Respondido a cada uno de ellos de verbo
al verbum, letra por letra, y tornado a leer para ver y entender si en
los dichos capítulos de la dicha instrucción y alguno de ellos si se les
quedaba por satisfacer alguna cosa de ellos”, preámbulo.
Y de forma similar hicieron en el Molinillo: “Fuéronles leídos
cada capítulo, dos y tres veces, por ver si se acordaban de alguna
cosa que enmendar en los dichos capítulos , los cuales fueron leídos
por mi, el escribano presente”, epílogo.
Sin embargo, en Piedrabuena, se reunieron de forma
inmediata: “Se juntaron en su ayuntamiento según lo tienen de uso
y de costumbre... y dijeron que hoy, dicho día, les fue entregada una
carta misiva formada del ilustre señor licenciado Jaramillo,
gobernador de la villa de Almodóvar y su partido”, preámbulo.
332
Desde antiguo las reuniones del concejo eran en las casas de
ayuntamiento y se convocaba a los vecinos “a campana tañida”; así lo
hicieron los alcaldes para comunicar la llegada de la carta, instrucción y
memorial del rey para hacer la descripción del pueblo y formalmente lo
recuerdan algunos escribanos al comienzo de la Relación, por ejemplo
en: Alcolea de Calatrava, Los Pozuelos de Calatrava, Puebla del Príncipe,
Puebla de Don Rodrigo, Saceruela, Torrenueva, Villahermosa y
Villamanrique; en Tirteafuera muestran una novedad respecto al lugar
de la reunión: “Estando juntos y congregados en la plaza pública del
dicho lugar como lo han de costumbre a campana tañida los muy
magníficos señores”, preámbulo. Muy excepcionalmente, como sucede
en Castellar de Santiago, “se juntaron en las casas de morada de Pedro
de Lillo”, que era uno de los testigos, preámbulo.
LOS HIDALGOS DE LA PROVINCIA DE CIUDAD REAL DE LA ÉPOCA DE CERVANTES EN LAS “RELACIONES TOPOGRÁFICAS” DE FELIPE II
Fieles a las instrucciones recibidas, las respuestas son breves y
concisas, salvo alguna rara excepción; incluso en algún caso
responderán que de un determinado asunto no hablan por que no
hay de qué hacerlo, y encontramos pueblos donde dejan
constancia de que si quieren saber más cosas están dispuestos a
informa más ampliamente: “Y si otra cosa más al servicio de Su
Majestad convenga saber o inquirir, dando Su Majestad término
para ello lo inquirirán y sabrán y dirán por más extenso, porque esto
que dicho tienen ha sido repentinamente y con grande brevedad”
(Terrinches, epílogo).
5.- Los hidalgos
de la provincia de Ciudad Real
en las “Relaciones Topográficas”
de Felipe II.
Aunque el interrogatorio preguntaba sobre la existencia de
hidalgos, número, exenciones y privilegios de los que gozan, en la
mayoría de las Relaciones responden bastante escuetamente
indicando si o no; desde el punto de vista numérico es fácil
constatar -según estas fuentes- la irregularidad de la presencia de
hidalgos así como el desigual reparto en los pueblos de Ciudad
Real 32. Encontramos pequeñas villas como Picón con treinta vecinos,
Caracuel de Calatrava con cincuenta y Cañada de Calatrava con
noventa, que tienen cuatro o cinco, tres y siete casas de hidalgos
respectivamente; villas de tipo medio como Argamasilla de
Calatrava, Malagón y Santa Cruz de Mudela, con seiscientos vecinos
cada una, tienen veinticinco, doce y dos casas de hidalgos
respectivamente; pueblos grandes de mil vecinos como Campo de
Criptana, Membrilla y Puertollano, tienen veinte, diecisiete y siete u
ocho casas de hidalgos respectivamente, y los mayores como
Villanueva de los Infantes, con mil trescientos vecinos, tiene
32) Pregunta 40 del cuestionario de 1575: “Si los vecinos son todos labradores, o parte de ellos hidalgos, y
el número de los hijosdalgo que hay, y de qué privilegios y exenciones gozan”; pregunta nº 34 del
cuestionario de 1578: “Y si en los pueblos hubiese algunas casas o solares de antiguos linajes, hacer ha
memoria particular de ellos en la dicha relación”. Texto de los interrogatorios, en Campos (1988a, pág. 459
y 1988b, pág. 467).
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cuarenta casas de hidalgos, y Daimiel, con mil novecientos noventa
y siete, tiene sesenta y tres casas de hidalgos. La mayor densidad
está en Arenas de San Juan que, con ciento ochenta vecinos, tiene
treinta hidalgos, y la menor es La Solana que, con setecientos
vecinos, tiene sólo cuatro casas de hidalgos.
Según vemos en las respuestas no existe uniformidad a la hora
de contestar al cuestionario en los diferentes pueblos que nos
permitiese hacer un cómputo exacto de miembros pertenecientes
a este grupo social; en la mayoría de los casos es fácil comprobar
que han seguido el mismo criterio que a la hora de hablar de la
población, respondiendo por casas y unificando con vecinos y no
hablan de habitantes, y prueba de ello es que la mayoría hablan de
casas de hidalgos; incluso en Herencia, se dice “casas pobladas”. En
cambio, en algunas villas como Terrinches, Villarrubia de los Ojos o
Viso del Marqués, hablan de personas hidalgas; en unos pocos
pueblos han sido enormemente cuidadosos hasta enumerar los
apellidos de las familias hidalgas que hay en la villa, pero en algún
caso se complica al hablar de menores y huérfanos.
334
A la hora de responder sobre los privilegios que tienen,
también de forma genérica afirman que gozan de las libertades,
preeminencias y fueros conforme a las leyes y pragmáticas que en
Castilla tienen los hijosdalgo, insistiendo en los aspectos más
notorios de la condición, que era gozar de no pagar servicios, ni
moneda forera, ni bagaje, ni tener que prestar hospedaje y aposento
a soldados y oficiales públicos en su casas; también hay pueblos
donde los relatores del cuestionario distinguen entre los hidalgos
que hay en el pueblo de ejecutoria y los que la tienen litigada en la
Chancillería de Granada, o pleitea el Concejo con los presuntos
hidalgos sobre la legitimidad de la misma hidalguía. Por eso hubo
pueblos donde mientras tuviesen la hidalguía litigada por cualquier
motivo y no fallase la Audiencia estaban inscritos en el padrón de
hombres buenos, labradores y pecheros, y generalmente sujetos a
todos los gravámenes de las personas de esta condición, como en
Alcolea de Calatrava, Argamasilla de Alba, en Santa Cruz de Mudela,
Terrinches y Villamayor de Calatrava. En cambio, en otros pueblos,
durante el trámite de la reclamación, etc., presumiendo quizá su
condición de hidalgo, ya les aplicaban los privilegios de tales, como
en Picón y Villahermosa.
LOS HIDALGOS DE LA PROVINCIA DE CIUDAD REAL DE LA ÉPOCA DE CERVANTES EN LAS “RELACIONES TOPOGRÁFICAS” DE FELIPE II
Vamos a ir viendo cada uno de los pueblos de la provincia que
respondieron y se conserva su Relación, siguiendo las ediciones
modernas de los manuscritos originales, indicando a continuación
el número del cuestionario donde se encuentra la información 33.
Albaladejo: No hay, nº 40.
Alcoba: No hay, nº 40.
Alcolea de Calatrava: Tiene cuarenta casas de hidalgos;
veintitrés por ejecutoria, seis por posesión antigua y el resto la
pleitean, nº 40.
Alcubillas: Tiene tres casas de hidalgos y cita a los hijos y
herederos de los titulares, que son Hernán Pérez Cabellos,
Rodrigo de Canunta y Juan de Valsalobre; la tienen por
ejecutoria, nº 40.
Alhambra: Tiene hidalgos, ocho de los cuales tienen las
ejecutorias litigadas: Alonso Arias, Pedro Antón de Salazar,
Pedro Hidalgo y su hermana Juana Hernández; María Arias, hija
de Arias Gonzalo, Francisco del Bado, Marcos López, Luis
Balnad de Alazán; hay otros que tienen pleito pendiente sobre
su filiación, como es el yerno de Gonzalo de Quintana, nº 40.
Almadén: No hay, nº 40.
Almedina: Tiene doce casas de hidalgos por ejecutorias, nº 40.
Almodóvar del Campo: Tiene trece o catorce casas de hidalgos,
la mayor parte por ejecutoria, y los que no, la litigan, nº 40.
Arenas de San Juan: Tiene treinta vecinos hidalgos, aunque de
algunos no han visto las ejecutorias ni saben si las tienen, nº 40.
Argamasilla de Alba: Tiene diecisiete vecinos hidalgos:
Cristóbal de Mercadillo, dos herederos de los Valsalobres,
Gonzalo Patiño, Diego de Vitoria y Don Rodrigo Pacheco y otros
tres sobrinos suyos, hijos de su hermano mosén Juan Pacheco,
dos hijos mancebos de Pedro Prieto de Bárcena con ejecutoria
litigada, y en la misma circunstancias los tres hermanos
Valdovías, Cepeda, Rubián y Juan de Salamanca, nº 40.
33) Viñas y Paz (1971) donde se omiten algunos pueblos de Ciudad Real y se incluyen otros que no
pertenecen a la provincia. Villalobos (1990, págs. 325-344) y Campos (2005).
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Argamasilla de Calatrava: Tiene veinticinco casas de hidalgos;
dieciséis con ejecutoria y los demás por herencia; no hay
ninguno de privilegio, nº 40.
Arroba de los Montes: No responden.
Ballesteros de Calatrava: Tiene un hidalgo de ejecutoria, 40.
Bolaños de Calatrava: No hay, nº 40.
Cabezarados: Tiene un hidalgo, nº 40.
Cadocos, Los: No responden.
Calzada de Calatrava: Tiene quince casas de hidalgos, nº 40.
Campo de Criptana: Tiene veinte casas de hidalgos, nº 40.
Cañada de Calatrava: Tiene siete vecinos hidalgos, nº 40.
Caracuel de Calatrava: Tiene tres casas de hidalgos, nº 40.
Carrión de Calatrava: Tiene doce vecinos hidalgos, nº 40.
Castellar de Santiago: Tiene treinta casas de hidalgos, seis de
ellos por ejecutoria y los demás en posesión, nº 40.
Castilseras: No responden.
Chillón: No responden.
Corral de Calatrava: Tiene ocho casas de hidalgos, y la mayoría
han litigado la hidalguía en Granada y la tienen en posesión y
propiedad, nº 40.
Cozar: Tiene quince casas de hidalgos, nº 40.
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Daimiel: Tiene sesenta y tres casas de hidalgos, sin contar cada una
de estas casas tienen hijos y familia que no se indica; unos de ellos
tienen la hidalguía en posesión y propiedad por carta de ejecutoria,
otros en posesión solamente, y hay quienes la pleitean en la
Chancillería. Del linaje de los Valdelomares, seis casas; del linaje de
los Oviedos, seis casas; del linaje de los Fontechas, cinco casas y tres
menores huérfanos; del linaje de los Calvillos, cuatro casas y dos
huérfanos hijos de Alonso Calvillo; del linaje de los Valbuenas, tres
casas; del linaje de los Heredias, dos casas y en una de ella con dos
huérfanos; en la casas de Bernardino de Oviedo hay tres hijos
huérfanos; del linaje de los Carrillos, dos casas y un huérfano.
También están las casas de Roque Ramírez, el Lic. Peñalosa, Diego
Galiana, Diego de Mora, Diego López de Tapia, Gabriel Juárez, Juan
de Mendieta, Capitán Francisco Vélez de Cepeda, Pedor Ordóñez y
LOS HIDALGOS DE LA PROVINCIA DE CIUDAD REAL DE LA ÉPOCA DE CERVANTES EN LAS “RELACIONES TOPOGRÁFICAS” DE FELIPE II
un huérfano de Juan Rosales, Francisco Machuca y otro huérfano
Ordóñez; del linaje de los Mendozas, dos casas. Y las casas de Pedro
Sánhez de Belmonte, Amador Vázquez, Blas Salcedo, Francisco
de Rozas, Francisco Mejía, Martín de Ureña, Soler, Juanes de
Gurgumandia, Diego de Cisneros, Diego de Fúnez, López
de Velázquez, Diego de Céspedes, Francisco Sedeño Porras,
Martín Ruiz Ibarra, Antonio García Yeseros, nº 40 34.
Fernancaballero: Tiene dos vecinos hidalgos, nº 40.
Fontanarejo: No hay, nº 40.
Fuencaliente: No hay, nº 40.
Fuenllana: Tiene seis casas de hidalgos, cuatro de ellas son de:
Juan Pérez Cañuto, Lope de Enales, dos hijos menores de Juan
Ortiz y el hijo de Bernardino Pérez. La hidalguía de Juan Pérez
Cañuto es de privilegio (comprada) 35 y las demás son de sangre
o herencia y de solar conocido. Las otras dos casas tienen pleito
en Granada y son los de Payazo y Alonso Hernández, nº 40.
Herencia: Tiene doce casas pobladas de hidalgos, habiéndose
visto los privilegios de algunos y de otros no, nº 40.
Horcajo de los Montes: No hay, nº 40.
Luciana: No hay, nº 40.
Malagón: Tiene doce casas de hidalgos, todos de ejecutoria, nº 40.
Manzanares: Tiene doce casas de hidalgos, nº 40.
Membrilla: Tiene diecisiete casas de hidalgos; nueve de ellas son de
ejecutoria Juan Carrillo Dávila, Pedro de Cuartas, Antonio de Cuartas,
Bartolomé de Ahumada, Juan Gallego, Diego Vázquez de Saavedra,
Diego de Hontiveros y sus hijos, Diego de Almansa y sus hijas María y
Cecilia, y Alonso González; hay cuatro casas de los Camito -Pedro, Juan,
Alonso y Andrés- que son de privilegio, porque su padre compró la
hidalguía sirviendo al rey con 5000 ducs. Otros son: Francisco Pérez,
Sebastián Orduña Vidaurre, Gregorio de Saavedra y Francisco de
Monroy, casados en la villa y recientemente establecidos en ella, nº 40.
34) En el nº 41 de la Relación describen los escudos de armas de los principales linajes, que eran los
siguientes: Diego Girón Peñalosa, los Valbuena, los Cepeda, los Oviedo, Francisco Machuca, Juan de
Mendieta, Francisco de Rozas, Francisco, Juan y Pedro Castillo, Pedro González de Mendoza el viejo y el
mozo, Roque Ramírez, los Heredia, Diego de Mora, los Calvillo, los hijos de Bernardino de Oviedo, Antón
García Yesero, Juanes de Gurgumandia, los Tapias.
35) Posiblemente fuese una de las fortunas más grandes de toda la provincia, al menos lo es de las citadas en las
Relaciones: “es mayorazgo, y se tiene entendido que valdrá su mayorazgo más de sesenta mil ducados”, nº 25.
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Miguelturra: Tiene nueve casas de hidalgos, algunos de solar
conocido, nº 38 y 40.
Molinillo, El: No hay, nº 40.
Montiel: Tiene quince casas de hidalgos que gozan por
ejecutorias de Su Majestad, nº 40.
Navalpino: No hay, nº 40.
Navas de Estena: No hay, nº 40.
Picón: Tiene cuatro o cinco vecinos hidalgos que lo pretenden, s. n.
Piedrabuena: Tiene dos o tres vecinos hidalgos, nº 40.
Pozuelos de Calatrava, Los: Tiene dos vecinos hidalgos,
aunque no han visto los privilegios, nº 40.
Puebla de Don Rodrigo: No hay, nº 40.
Puebla del Príncipe: Tiene cuatro casas de hidalgos, nº 23.
Puertollano: Tiene siete u ocho vecinos hidalgos, nº 40.
Retuerta del Bullaque: No hay, nº 40.
Rostro, El: No responden.
Saceruela: Tiene dos vecinos hidalgos; uno de ejecutoria, pero
de pobre cuna, que es Alonso Rodríguez Hidalgo que tiene
que trabajar para poder comer, y otro que la pleitea, nº 40.
Santa Cruz de Mudela: Tiene dos vecinos hidalgos de
ejecutoria: Diego de Peñuela y Juan de Arévalo, su hijo, nº 40.
Socuéllamos: Tiene treinta o treinta y una casas de hidalgos;
veinticinco de ejecutorias litigadas con la villa, y otras cinco o
seis litigiosas, nº 40.
Solana, La: Tiene cuatro casas de hidalgos, aunque no han
visto las ejecutorias, nº 40.
Terrinches: Tiene cuarenta vecinos hidalgos, algunos de ellos
recién sacada sus ejecutorias, y otros la pleitean; gozan de la
mitad de los oficios de la villa, nº 40. Por ejemplo, los hermanos
Solís, tienen ejecutoria pero son personas con necesidad 36.
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36) A continuación describen los escudos de armas de los hidalgos que tienen probadas sus ejecutorias,
que son: Alonso González Argüello y sus hijos, Jorge Mendoza y sus hijos, los hermanos Martín Juan y
Bartolomé Sánchez de Nova, Pedro Sánchez de Guadalajara, los hermanos Rodrigo y Gonzalo de Carvajal,
los Solís, Bartolomé de Solís y Juan Hernández de Solís, los hermanos Alonso y Pedro Rodríguez de
Saavedra, Cristóbal Rodríguez de Gonzalo Rodríguez y sus hijos.
LOS HIDALGOS DE LA PROVINCIA DE CIUDAD REAL DE LA ÉPOCA DE CERVANTES EN LAS “RELACIONES TOPOGRÁFICAS” DE FELIPE II
Tirteafuera: No hay, nº 40.
Tomelloso: No saben, nº 34.
Torralba de Calatrava: No hay, nº 40.
Torre de Juan Abad: Tiene once casas de hidalgos, la mayor
parte son labradores, tienen ejecutoria y gozan de la mitad de
oficios reales, nº 40.
Torrenueva: Tiene cinco vecinos hidalgos contando las viudas
de hidalgos, nº 40.
Valenzuela de Calatrava: No hay, nº 40.
Villahermosa: Tiene doce casas de hidalgos y hay otros vecinos
que pleitean; gozan de la mitad de oficios del Concejo, nº 40 37.
El padre del arzobispo de Valencia don Martín de Ayala era
noble e hidalgo pero tenía pocos bienes, nº 38.
Villamanrique: Tiene veinte casas de hidalgos, nº 40.
Villamayor de Calatrava: Tiene diez y nueve casas de hidalgos,
la mayor parte con las ejecutorias litigadas, nº 40.
Villanueva de los Infantes: Tiene cuarenta casas de hidalgos,
treinta y nueve de sangre y una de privilegio, uno de los más
notorios es de los Medinillas, nº 40.
Villarrubia de los Ojos: Tiene veinte y nueve vecinos hidalgos, nº 40.
Villarta de San Juan: Tiene tres o cuatro vecinos hidalgos, nº 40.
Viso del Marqués: Tiene cuatro mancebos hidalgos, hijos de
Jorge del Caño, con ejecutoria, nº 40.
6.- Resumen.
Mostramos a continuación los datos globales de los hidalgos,
presentándolos junto a los de la población de las villas, tomándolos
de la misma fuente de las Relaciones, y los presentamos con las cifras
de los mismos conceptos del famoso “Censo de Castilla” (vecindario
completo), ordenado hacer por Felipe II en 1591, fecha que nos
introduce directamente con los días de redacción del Quijote 38.
37) En el nº 40 de la Relación afirman que los linajes más antiguos que hay en la villa son los de los fundadores: Los
Muñoz, los Merchante, los Ruiz, los Martínez, los Gallego, los Moya, los Rodríguez, los Catalán y los Castellano.
38) Archivo General de Simancas, Dirección General del Tesoro, Inventario 24, leg. 1301; ed. facsímil, Madrid
1984. Otro ejemplar incompleto, en la Biblioteca Real del Monasterio del Escorial, Ms. L.I.14, ff. 158-565.
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Pueblo
Alcolea de Calatrava
Alcubillas
Alhambra
Almedina
Almodóvar del Campo
Arenas de San Juan
Argamasilla de Alba
Argamasilla de Calatrava
Ballesteros de Calatrava
Cabezarados
Calzada de Calatrava
Campo de Criptana
Cañada de Calatrava
Caracuel de Calatrava
Carrión de Calatrava
Castellar de Santiago
Corral de Calatrava
Cózar
Daimiel
Fernancaballero
Fuenllana
Herencia
Malagón
Manzanares
Membrilla
Miguelturra
Montiel
Picón
Piedrabuena
Pozuelos de Calatrava
Puebla del Príncipe
Puertollano
Saceruela
Santa Cruz de Mudela
Socuéllamos
Solana
Terrinches
Torre de Juan Abad
Torrenueva
Villahermosa
Villamanrique
Villamayor de Calatrava
Villanueva de los Infantes
Villarrubia de los Ojos
Villarta de San Juan
Viso del Marqués
TOTAL: 46
340
Nº Casas y/o Nº Vecinos en
Hidalgos, Rel. Las Relaciones
40 cas.
3 cas.
9 vec.
12 cas.
13 ó 14 cas.
30 vec.
17 vec.
25 cas.
1 vec.
1 vec.
15 cas.
20 cas.
7 vec.
3 cas.
12 vec.
30 cas.
8 cas.
15 cas.
63 cas.
2 vec.
6 cas.
12 cas.
12 cas.
12 cas.
17 cas.
9 cas.
15 cas.
4 ó 5 vec.
2 ó 3 vec.
2 vec.
4 cas.
7 u 8 vec.
2 vec.
2 vec.
30 ó 31 vec.
4 cas.
40 vec.
11 cas.
5 vec.
12 + otros v. 43
20 cas.
19 cas.
40 cas.
29 vec.
3 ó 4 vec.
4 vec.
649 ó 654
184
130
200
400
800
180
700
600
180
70
700
1.000
90
50
440
370
334
350
1.997
200
160
500
600
700
1.000
400
300
30
500
35
80 ó 90
1.000 41
200
600
700
700
150
300
507
500
400
180
1.300
800 44
80
500
21.237
Nº Hidalgos en el
Vecindario 1591
35
4
7
12
11
27
13
31
1
1
22
29
8
5
17
36
16
85
1
4
20
8
11
14
15
46
2
4
1
1
5
2
34
7
17
4
3
14
20
16
45
21
9
5
689
Nº Vecinos en el
Vecindario 1591
177
117
189
356
1.176 39
152
732
580
192
82
517
1.416
97
44
425
311
259
308
1.841
165
162
751
547 40
977
829
423
194
68
429
50
102
825
239 42
609
1.038
771
159
286
415
481
333
202
1.501
925
123
555
22.130
39) Con las aldeas, exceptuando Tirteafuera; en las Relaciones afirman que Almodóvar con sus aldeas tiene
1.300 vecinos, ignorando si incluye en ese cómputo a Tirteafuera, que en su propia Relación dice tener 170
vec., cfr. nº 39.
40) Se incluye la población de la villa de Fuente el Fresno, su aldea.
41) Se incluye la población de su anejo Cabezarrubias y otros caseríos de su término.
42) Se incluye la población de su aldea Valdelaranco.
43) Más otros que pleitean la hidalguía.
44) Es una villa que ha crecido enormemente en veinticuatro años que hace que Felipe II la segregó de la
jurisdicción de la Orden de Calatrava y la vendió a don Diego Sarmiento, conde de Salinas, pasando de 500
a 800 vecinos, nº 39. Sin embargo debe de haber un error porque a continuación dicen que “por el dicho
padrón donde están asentados los vecinos de esta villa parece haber dicho ciento y cuarenta y siete vecinos
pecheros y veinte y nueve hidalgos y diez clérigos”, nº 40.
LOS HIDALGOS DE LA PROVINCIA DE CIUDAD REAL DE LA ÉPOCA DE CERVANTES EN LAS “RELACIONES TOPOGRÁFICAS” DE FELIPE II
Según las cifras de las Relaciones tenemos una media de
461,67 vecinos/pueblo, y 14,1 ó 14,2 hidalgo/pueblo; la población
hidalga representa un 3,06 ó 3,08 % del total en los pueblos
estudiados. Con relación al Censo de Castilla, tenemos que la media
de vecinos/pueblo es de 481,08, y la de hidalgo/pueblo es de 14,9;
la población hidalga representa en este cómputo un 3,11 %,
acercándose bastante a la otra fuente.
Con relación a las cantidades expresadas en el resumen
tenemos que indicar algunas observaciones sobre los datos que
figuran en las fuentes citadas. En general son cantidades muy
aproximadas, teniendo en cuenta que las cifras de las Relaciones
son aproximativas -en algunos pueblos dirán los testigos que son
contados por los padrones- y con ese concepto de ajustarse a la
verdad de la información, que tenían y cumplían, que no es
exactitud cuantitativa; el Censo está hecho en 1591, lo que significa
que de la recogida de datos sólo distaría de la fecha de redacción de
las Relaciones unos quince años como máximo, espacio de tiempo
insuficiente como para que las cantidades varíen significativamente,
teniendo en cuenta que no hay un suceso que lo justificase;
además, el Censo está hecho por motivos fiscales -es el
repartimiento o servicio de los “Millones”- lo que es de suponer que
la administración real lo hizo con bastante exactitud 45.
Según esas circunstancias nos encontramos con algunas cifras
que comparativamente llaman la atención y para las que no
poseemos respuesta verosímil, salvo el error en origen que no es
fácil detectar. Por ejemplo, tenemos que las Relaciones de Castellar
de Santiago dicen que hay treinta casas de hidalgos y en el Censo
no señalen ninguna; que las Relaciones de Corral de Calatrava
señalen ocho casas y el Censo diga que son treinta y seis; que las
Relaciones de Daimiel señalen sesenta y tres casa con nombres y el
Censo diga que son ochenta y cinco; que las Relaciones de Montiel
45) Fue votado en las Cortes de Madrid de 1588 para enjugar los gastos y las consecuencia de la Armada
Invencible; se fijó en ocho millones de ducados -de ahí el sobrenombre, cuento = millón-, debiéndose
recaudar en los seis años siguientes a partir de 1590. Era un servicio obligatorio para los miembros de todos
los grupos y categorías sociales, excepto los religiosos de San Francisco que estaban exentos por tener el
voto de pobreza radical y no poseer en propiedad ningún bien. Al principio fue un impuesto que gravaba
el consumo de productos básicos como la carne, el vino, el vinagre, el aceite, el jabón, el azúcar y las velas
de sebo. Este servicio que inicialmente fue extraordinario se fue prorrogando sucesivamente y se terminó
incorporando de forma ordinaria a las rentas de la Hacienda Real, permaneciendo vigente hasta la reforma
tributaria de Mon, en 1845. Ha sido el impuesto indirecto más impopular, por gravoso, según reflejan
infinidad de fuentes.
341
C
L
M
.
E
C O
N
O
M
Í
A
señalen quince casas y el Censo diga cuarenta y seis; que las
Relaciones de Terrinches señalen cuarenta vecinos y el Censo diga
diecisiete; que las Relaciones de Torre de Juan Abad señale once
casas y el Censo diga cuatro, siendo estos dos últimos pueblos con
casos de diferencia llamativa donde las cifras apuntadas resultan ser
menores en el Censo que en las Relaciones.
Hemos visto la realidad de los hidalgos manchegos en los
pueblos de la provincia de Ciudad Real en el último cuarto del siglo
XVI, dentro de la cual se encuentra el Campo de Montiel, por donde
la madrugada de un día caluroso de julio, como casi todos allí, salió
a recorrer aquella ancha y espaciosa tierra el ingenioso hidalgo don
Quijote de la Mancha, “el más valiente caballero que de muchos
años a esta parte se vio en aquellos contornos” 46.
342
46) Don Quijote, Prólogo I Parte.
LOS HIDALGOS DE LA PROVINCIA DE CIUDAD REAL DE LA ÉPOCA DE CERVANTES EN LAS “RELACIONES TOPOGRÁFICAS” DE FELIPE II
Bibliografía:
CAMPOS, F. J. (1986): La mentalidad en Castilla la Nueva en el siglo XVI. Religión, Economía y Sociedad,
según las ‘Relaciones Topográficas’ de Felipe II, San Lorenzo del Escorial, págs. 1-40.
CAMPOS, F.-J. (1988a): "Las Relaciones Topográficas de Felipe II: Claves para un estudio de la
mentalidad Castellano-Manchega a fines del siglo XVI", en Actas del I Congreso de Historia de CastillaLa Mancha, Ciudad Real, t. I., págs. 219-216.
CAMPOS, F. J. (1988b): “Las Relaciones Topográficas de Felipe II: Estructura y análisis de estas fuentes”
en Actas del I Congreso de Historia de Castilla-La Mancha, Ciudad Real, t. I., págs. 217-224.
CAMPOS, F. J. (2005): “Visión de los pueblos de la Mancha en el Quijote y en las Relaciones Topográficas”,
en Boletín de la Real Sociedad Geográfica, vol. monográfico dedicado a Cervantes y el Quijote.
GARCÍA SORIANO, J., y GARCÍA MORALES, J. (1968): “Guía del lector del Quijote: Ruta de don Quijote por
la geografía de España”, págs. 51-58; “Bibliografía: Geografía del Quijote”, pág. 154, “La Mancha y el Quijote”,
págs. 161-162, y Patria de don Quijote”, pág. 165, en Don Quijote de la Mancha, Aguilar, Madrid, 12ª ed.
GORGES, J. G. (1989): Hidalgos e hidalguía dans l’Espagne des XVIe-XVII siècles, París.
LÓPEZ GÓMEZ, J. A. (1989): "Fermín Caballero y las 'Relaciones Topográficas de Felipe II'. Un estudio
pionero", en Arbor, nº 256 págs. 42-47.
VIÑAS, C. y PAZ, R. (1971): Relaciones de los pueblos de España ordenadas por Felipe II. Ciudad Real,
Madrid.
VILLALOBOS, I. (1990): “Relaciones de los pueblos de España ordenadas por Felipe II. Villamayor del
Campo de Calatrava, el Viso del Puerto Muladar”, en Cuaderno de Estudios Manchegos, 19, págs. 325-344.
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