Las opiniones expresadas, así como la información cuantitativa

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Alianza Boliviana de la Sociedad Civil
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Prudencio B.J. 2009. Agricultura y Pobreza en Bolivia.
Los Impactos del Programa de Ajuste Estructural en el Sector
Agrícola Boliviano. Alianza Boliviana de Sociedad Civil para
el Desarrollo Sostenible ABDES. Octubre 2009. Ed. Staff.
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Las opiniones expresadas, así como la información cuantitativa utilizada en el presente documento son
de total, absoluta y exclusiva responsabilidad del autor y no comprometen la línea institucional de ABDES.
Los impactos del Programa de Ajuste Estructural
en el sector agrícola boliviano
JULIO PRUDENCIO BÖHRT
La Paz, octubre del 2009
INDICE
Presentación
7
Prólogo
9
Introducción
17
I.
ANTECEDENTES
25
II.
LA CONTRIBUCIÓN DEL SECTOR AGRÍCOLA
AL PRODUCTO INTERNO BRUTO
25
2.1.El Producto Interno Bruto Agrícola y el Producto Interno Bruto Nacional
25
2.2.El Producto Interno Bruto Regional
29
2.3. PIB y Población Económicamente Activa
30
2.4.Producto Interno Bruto y Pobreza
33
2.5.EL PIB y la desnutrición
35
2.6.EL PIB Agrícola y la inversión pública
38
III.
LA TIERRA
41
3.1. El acceso a la tierra
41
3.2. El proceso de saneamiento
45
IV. LA PRODUCCIÓN AGRÍCOLA
47
4.1. La productividad agropecuaria
48
4.2. La productividad en la industria de alimentos
54
4.3. La oferta general de alimentos y su procedencia
56
4.4. La disponibilidad de Nutrientes
60
4.5. El consumo real de alimentos
61
V.
EL COMERCIO EXTERIOR
65
5.1. Las exportaciones
65
5.2. Las importaciones
80
5.3. Las donaciones de alimentos
88
VI.
OTRAS VARIABLES
93
6.1. Los créditos
93
6.2. La capacitación y asistencia técnica
96
VII. LOS INGRESOS ECONÓMICOS
99
7.1. La distribución de los ingresos económicos.
99
7.2. Los ingresos económicos en el sector agrícola campesino
101
VIII. CONCLUSIONES Y PROPUESTA
103
8.1. Conclusiones
103
8.2. La Propuesta
108
ANEXOS
117
INDICE DE CUADROS
139
INDICE DE CUADROS DEL ANEXO
140
INDICE DE GRÁFICOS
141
BIBLIOGRAFÍA
143
Presentación
L a Alianza Boliviana de la Sociedad Civil para
el Desarrollo Sostenible (ABDES) compuesta por
la Asociación de Instituciones de Promoción y
Educación (AIPE), Liga de Defensa del Medio
Ambiente (LIDEMA), Unión Nacional de Instituciones
para el Trabajo de Acción Social (UNITAS), Fundación
TIERRA y el Centro de Información y Desarrollo
de la Mujer (CIDEM) financió entre el 2008 y el
2009 el presente estudio con recursos del Fondo
Concursable ABDES para la Investigación.
Los programas de ajuste estructural comenzaron
en América Latina en la década de 1980 y se
extendieron hasta finales del siglo pasado, estas
políticas se derivaron de acuerdos con organismos
financieros internacionales que posteriormente se
denominaría “Consenso de Washington”, siendo sus
alumnos más aplicados Argentina, Bolivia y Perú,
que rápidamente incorporaron a la administración del
Estado la economía neoliberal de mercado y con ésta
la reducción del tamaño y las funciones de éste, la
desregulación de la economía que sucedió al modelo
regulador keynesiano, el recorte del gasto social y
empleos públicos, la privatización o la capitalización
de las empresas estatales y de los servicios públicos,
el estímulo a la competitividad y la apertura al
comercio mundial y al capital extranjero.
7
Ciertamente, la pobreza moderada y la extrema
fueron las compañeras inseparables de Bolivia
y éstas se reprodujeron cíclicamente desde
la Conquista del Perú (1532 – 1533) hasta
nuestros días. En la década de los 90’, el 44%
de la población boliviana vivía en condición de
extrema pobreza y el 85% se encontraba viviendo
por debajo de la línea de pobreza moderada;
significando, que sólo uno de cada cuatro
bolivianos podía considerase no pobre.
modelo en ejecución. Las razones por las que tantas
personas no pueden satisfacer sus necesidades son
esencialmente de naturaleza política, económica,
estructural y social, y se refuerzan por la ausencia
de voluntad política y por la inadecuación de las
medidas que toman los poderes públicos. Las causas
principales son las desigualdades en el reparto de
los recursos, de los servicios y del poder.
Por ello, la caracterización del Programa de
Ajuste Estructural que incrementó la pobreza
extrema y moderada en Bolivia es clave para
fortalecer la participación de la sociedad civil, a
fin de potenciar los compromisos de desarrollo
sostenible relacionados con la reducción de la
pobreza, sostenibilidad de los recursos naturales,
el equilibrio ambiental y la gobernabilidad.
En el 2005, hasta los más acérrimos defensores del
Programa de Ajuste Estructural, reconocían que
el modelo había agravado la pobreza en Bolivia,
debido, entre otros temas, a los recortes en los
empleos, la apertura de los mercados nacionales
a productos agropecuarios subvencionados y los
recortes en el gasto social.
Ciertamente, la información generada en el
presente documento permitirá a ABDES abordar
desde diferentes perspectivas la problemática de
la pobreza, la inequidad y la exclusión social
en Bolivia, delineando con mayor precisión el
trabajo de incidencia política de cara a lograr un
país sin exclusiones.
Para ABDES, la pobreza debe ser vista como
el resultado de un modelo económico y social,
ejercido y aplicado en un territorio y tiempo
determinado, por los diversos agentes económicos
y políticos, que producen en la sociedad sectores
excluidos de los beneficios totales o parciales del
Dirección Nacional
ABDES
8
Prólogo
En el curso de los veinte últimos años a los cuales
se refiere el análisis llevado a cabo en esta obra,
las políticas agrícolas y alimentarias aplicadas en
Bolivia fueron mayoritariamente de inspiración
neoliberal. Ellas estuvieron en la encrucijada de
dos conjuntos de fuerzas sociales. Un primer
conjunto es el de los protagonistas económicos,
sociales y políticos nacionales - pequeños y
grandes - de sus estrategias, de sus interacciones
y de sus conflictos. Un segundo conjunto está
constituido por las organizaciones internacionales,
el FMI, Banco Mundial, el GATT luego OMC
principalmente, por los Estados extranjeros así
como por los bancos y empresas industriales y
comerciales internacionales. Estos dos conjuntos
de actores, nacionales y extranjeros, estaban y aún
están lejos de ser iguales. Los segundos ejercieron
una influencia preponderante sobre los primeros, y
a la vez convencieron a algunos actores nacionales
sobre la pertinencia de las doctrinas económicas
y sociales dominantes, imponiendo al conjunto
del país un esquema completo de instrumentos,
comprendiendo como tal a la ayuda económica, a
los programas de ajuste estructural, a la negociación
de la deuda y a los acuerdos comerciales y
financieros bilaterales y multilaterales.
9
Esta influencia se tradujo en Bolivia a través de la
adopción de la Nueva Política Económica (NPE)
por el Gobierno del MNR (Movimiento Nacionalista
Revolucionario) en 1985. Esta nueva política no
llegó a hacer creer que era una política nacional
planteada y decidida de manera independiente y
soberana. Era el producto puro del dogma neoliberal
entonces dominante, elaborado en la Inglaterra de
la Sra. Thatcher y en los Estados Unidos de la
América de Ronald Reagan. El dogma neoliberal
es una doctrina de naturaleza ideológica fruto de
la encrucijada de las herencias de los teóricos
de la economía neoclásica y del pensamiento
político liberal. En el curso de los años setenta y
más aún de los años ochenta, los “think tanks”1
alimentaron y elaboraron los fundamentos y los
medios de diseminación de este dogma, conocido
bajo la palabra de “Consenso de Washington” convergencia de las ideas de la Administración
pública y de las universidades americanas, y de
los grupos del FMI y Banco Mundial esencialmente.
Predica una simple pero rigurosa aplicación de
los principios del “laissez faire” (dejar hacer) en
todos los ámbitos, y el camino para llegar. En
los hechos, aplicó, por todas partes del mundo
y en distintos grados, un retiro ordenado pero
sistemático del Estado en su papel regulador y
consciente en la economía y la sociedad para
dejar su lugar únicamente al mercado, cuyo papel
ciego afirma ser autorregulador. El consenso
de Washington sigue siendo dominante a pesar
de las violentas críticas que le fueron dirigidas,
provocando algunas adaptaciones e inflexiones de
2
los programas que el mismo consenso inspira . En
1
Bolivia como en toda América Latina, este retiro
del Estado se tradujo en el abandono de las
políticas económicas voluntaristas de desarrollo
que habían tomado la forma de la planificación y
de las estrategias de industrialización sustitutivas
de las importaciones. Ella todavía se traduce en el
desmantelamiento de los sistemas de protección
que regulan las relaciones de las economías
nacionales al mercado mundial.
La evidencia de la quiebra del Estado y de la
economía boliviana a principios de los años 80
implicaba entonces un remodelaje drástico de la
política económica del país. Pero en ese tiempo,
la vía impuesta por el consenso de Washington se
presentaba como lo único posible. Al igual que para
los otros países de América Latina, se implementó
una política de corte drástico, para reconstruir las
capacidades nacionales y cancelar las deudas ante
los acreedores internacionales. Esas orientaciones
privilegiaron el crecimiento económico a corto
plazo sin ninguna consideración por la suerte de
las poblaciones y de su bienestar social, sino por
una pirueta - las del “trickle down” o efecto de
perforación que consistía en hacer creer que éste
se mejoraría automáticamente con el crecimiento.
El argumento utilizado a tal efecto para legitimar
el reembolso de la deuda en detrimento del nivel
de vida de la población, era que ningún país
puede permanentemente vivir por encima de sus
medios - es decir, endeudarse para consumir-. Este
reproche fue más vergonzoso todavía puesto que
los países en desarrollo no tenían las deudas más
grandes, sino que precisamente la reducción de
sus deudas tenía por objeto reducir las tensiones
Los tanques de pensamiento o los grupos de reflexión
eds. 2008. The Washington Consensus Reconsidered:
2 Rodrik, Dani. 2006. “Goodbye Washington Consensus, Hello
Towards a New Global Governance. New York Oxford
Washington Confusion?” Journal of Economic Literature,
University Press.
XLIV: December 2006, pp. 969-83. Stiglitz, J and N Serra
10
y la inestabilidad de los mercados mundiales
monetarios y financieros, perjudiciales para los
acreedores y las empresas multinacionales. Y era
más falso aún el argumento de que los empréstitos
o créditos servían para la inversión en los sectores
productivos y que el crecimiento económico sería
impulsado por el consumo doméstico.
la debilidad de los precios y en consecuencia de los
ingresos mantenidos por debajo del salario mínimo
vital, implicando migraciones no controladas hacia
las zonas urbanas. En general, la pobreza extrema
y la desnutrición de una extensa proporción de
la población se profundizaron. Las desigualdades
sociales en términos de los ingresos, del acceso
a las tierras, a la educación, a la salud y a los
servicios, a la alimentación sin hablar de los
cultivos y de la protección social, se incrementaron
a niveles peligrosos para el equilibrio social.
Si los programas de ajuste estructural tuvieron
algunos efectos positivos sobre el crecimiento
económico, a través del aumento de sus tasas,
estos efectos sólo tuvieron lugar a corto plazo y
comprometieron el futuro. Nunca será suficiente
resaltar que a largo plazo su carácter fue
estructuralmente calamitoso, tanto sobre el plano
económico como social y político. Estos efectos
desastrosos fueron más dañinos en Bolivia por el
bajo nivel de desarrollo y de vida.
A nivel político, la extrema profundización de
las desigualdades sociales recortó y reforzó las
desigualdades económicas y sociales regionales
profundizándolas y haciéndolas más duraderas.
Estas desigualdades minaron las solidaridades de
la minoría de las poblaciones y de las regiones
ricas hacia los otros estratos sociales y las regiones
menos dotadas que ellas 3. Las desigualdades eran
tales que dieron un vigor inusual a las tendencias
territoriales secesionistas; el Gobierno tuvo la
experiencia que se vuelve cada vez más difícil y
arriesgada oponerse políticamente. Por ello, la
existencia misma de la sociedad boliviana ha sido
puesta en peligro por políticas económicas drásticas
y a corto plazo que son las principales responsables
de la profundización de las desigualdades sociales.
La sociedad boliviana debe hoy afrontar un
A nivel económico, estos programas destruyeron
toda posibilidad de desarrollo a largo plazo basado
en la diversificación del aparato productivo nacional.
Obstruyeron las tendencias a la industrialización
que ya era poca vigorosa, y confinaron al país a una
especialización primaria, demasiado dependiente de
los mercados exteriores, de los precios mundiales
y de los tipos de cambio. Contribuyeron a reforzar
la dualidad del sector agroalimentario inscrita en el
contraste extremadamente señalado que alimentaba
una fuerte oposición entre las zonas ricas de
las tierras bajas, donde domina una agricultura
exportadora semi- latifundista, semi-capitalista, y
las zonas pobres de las tierras altas y valles donde
domina una economía campesina.
3 James Galbraith destaca que en los EE.UU después de Reagan
el fuerte crecimiento de las desigualdades sociales alimentó
una verdadera secesión social de los ricos a través de sus
solicitudes de reducción de los impuestos y de abandono de
los programas sociales que se compadecen financiar. Estas
posiciones alimentaron la violencia social y la delincuencia.
A nivel social, estos programas reforzaron la
pobreza destruyendo empleos públicos y privados
en los sectores secundarios y terciarios. En los
sectores primarios, agrícolas y mineros, causaron
(Galbraith, James K. 2000. Created Unequal. Chicago: The
University of Chicago Press). Es exactamente lo que pasa en
Bolivia donde la oposición entre ricos y pobres está catalizada
por las oposiciones regionales.
11
formidable desafío: el de volver a entablar los
hilos entre desarrollo económico y desarrollo social
reduciendo las desigualdades sociales y la pobreza
extrema. La integridad del país y la pacificación de
la sociedad dependen de ello.
pesar de la voluntad de la OMC de desmontarlos,
pero el problema esencial no está allí; es que la
competencia internacional reside en las fuertes
divergencias de productividad agrícola entre
países – todo vinculado con los diferenciales de
las condiciones naturales y con las diferencias de
tecnologías que solamente la protección puede
en parte encauzar. De hecho, la competencia de
las agriculturas extranjeras y la ayuda alimentaria
masiva – que implican una perpetuación de
la pobreza rural – como la apertura de las
fronteras, han reducido los mercados y bajado
los precios de los productos agrícolas bolivianos.
Las bellas demostraciones destinadas a justificar
la liberalización de los intercambios mundiales
propuestas, en particular por el Banco Mundial y
por el IFPRI, según los cuales, la liberalización total
de los mercados agrícolas y alimentarios mundiales
tendrían el efecto del incremento y de la estabilidad
de los precios pagados al campesino, hicieron
4
“aguas” . Sólo las agriculturas ricas se beneficiaron
y siguen beneficiándose de las reducciones de
las protecciones arancelarias y de un acceso
facilitado al mercado mundial. La agricultura
boliviana, particularmente campesina, se encontró
atrapada por estas estrategias agroalimentarias
(geopolíticas mundiales).
De manera más precisa, la obra se concentra en
las consecuencias de la Nueva Política Económica
(NPE) sobre los sectores agrícolas y alimentarios.
La ayuda alimentaria en primer lugar, luego la
liberalización del comercio agroalimentario siempre
han sometido a la agricultura campesina boliviana
a la competencia más injusta de los colosos
agrícolas mundiales que son los países vecinos
del Cono Sud y Estados Unidos de América. Por
consiguiente, la agricultura campesina boliviana
del Altiplano y los Valles donde viven la mayoría
de las poblaciones se enfrentó a dos dificultades
drásticas que bloquearon su desarrollo. La primera
dificultad es interna y de naturaleza tecnológica.
En efecto, en esas zonas, entre otras desventajas
(como el transporte y la comercialización de los
productos) los campesinos tienen que enfrentar
condiciones de producción extremadamente
desfavorables con tierras poco abundantes y
poco fértiles, falta de agua crónica, carencia de
tecnologías modernas adaptadas a situaciones
ecológicas y climáticas extremas y a las capacidades
de inversión campesinas. La segunda dificultad es
externa y de origen económico. Más halla de la
desventaja tecnológica, es la falta de mercados y
los precios bajos que explican el estancamiento o
incluso la regresión del sector agrícola campesino.
La responsabilidad principal vuelve de nuevo a la
inexistencia de un sistema nacional de sostén/apoyo
de los precios agrícolas o de un apoyo directo a los
ingresos, y a su corolario de protección aduanera
(arancelaria o no). Ciertamente, estas políticas de
apoyo están vigentes en los países desarrollados a
La lucha contra la pobreza extrema y contra el
hambre es el primero de los Objetivos del Desarrollo
del Milenio. Este primer objetivo dista mucho de ser
alcanzado en Bolivia. La población rural permanece
4 Ver por ejemplo: Valdés A. y Zietz J. 1980. Agriculture
protectión in OECD countries. Its lost to less developed
countries. Washington D.C: Research Report 21, IFPRI.
Krueger A. 1988. Some preliminary findings from the World
Bank’ s project on the political economy of agricultural
pricing. Communication to the Twentieth IAAE Conference,
Buenos Aires.
12
en una pobreza extrema que se transmite a las
ciudades por el éxodo rural. Esta situación corre el
riesgo de perdurar porque simplemente el modelo
de política neoliberal se opone. Hoy día se ve
claramente que la sola voluntad del actual Gobierno
boliviano de promover otro modelo económico
no basta para eliminar los efectos perversos de la
mundialización sobre la economía y la sociedad
boliviana, y, en particular, sobre la pobreza masiva,
los graves problemas alimenticios, las desigualdades
sociales escandalosas conduciendo por una parte al
desarrollo de las actividades ilegales, y a las fuertes
tensiones en el ámbito político interno.
al contrario por la observación de los perjuicios
de una situación de desnutrición aguda y crónica
sobre las capacidades para estudiar y trabajar de
la población6. Ella fue establecida positivamente
por la demostración de una fuerte relación positiva
entre consumo y productividad laboral. Esta última
demostración es una de las contribuciones cruciales
de Mirrlees7 quién, hace más de treinta años, ya
impugnaba la afirmación unívoca que solamente
el ahorro - por medio de su doble: la inversión es fuente de crecimiento de la productividad del
trabajo. Es decir que mejorar el consumo de los más
pobres por una mejor distribución de los ingresos
puede contribuir al crecimiento económico, con tal
que los pobres tengan la oportunidad de trabajar.
Esta relación positiva entre consumo y crecimiento
económico se volvió a poner al día recientemente
por las teorías del “crecimiento endógeno”, que
afirman que “la inversión en el capital humano”,
es decir, en la calidad del trabajo (salud, educación
principalmente) contribuye al crecimiento tanto o
más como la inversión en los equipamientos 8.
El segundo determinante está incluido en el
papel de la agricultura en el desarrollo. La tesis
Pero la profundización de las desigualdades
económicas y sociales tiene otra consecuencia tan
molesta como destaca el análisis. Esta consecuencia
es la de comprometer el desarrollo a largo plazo
del país. La historia y la teoría económica nos han
enseñado el efecto de las desigualdades sociales,
pero esta enseñanza es ignorada completamente
por los análisis y políticas contemporáneas.
Sin embargo, podría ser especialmente útil en
Bolivia, como en otra parte, para ayudar a salir
de la rutina de la pobreza y del no desarrollo.
Esta relación entre distribución de los ingresos
y crecimiento económico 5 reposa sobre una
multitud de determinantes que sería demasiado
largo de mencionar en esta corta introducción.
Contentémonos en señalar dos de ellos, muy
importantes y que entran en el perímetro del
análisis de esta obra.
6 Blanc, J. 1975. Malnutrition et sous développement.
Grenoble: PUF
7 Mirrlees J.A. 1975. “A pure theory of underdeveloped
economies”, in Reynolds L.G. Agriculture in development
theory. New Haven and London: Yale University Press
8 Aghion, Philippe; Howitt, Peter. 1998. Endogenous Growth
Theory. Cambridge: MTI Press. Para una crítica profunda
El primer determinante está incluido en esta relación
olvidada entre la pobreza y la baja calidad del factor
trabajo. Esta relación se estableció por una parte
de esta teoría que se presenta como nueva, aunque sus
fundamentos microeconómicos sean neoclásicos; ver
Mounier, Alain. 2002. “Capital humain et croissance:
Développement des connaissances ou appauvrissement de
la pensée?” en Ordres et desórdres dans l´économie-monde.
5 Relación especialmente estudiada por los economistas
Pierre Dockès Ed. París: PUF, pp. 359-86.
keynesianos (Kaldor, Joan Robinson, Sraffa entre otros).
13
según la cual el desarrollo de la agricultura es
fundamental en el desarrollo económico, tesis
discutida e ilustrada en el pasado, ha sin embargo
desaparecido desde hace tiempo en los manuales
y estudios económicos. Esta desaparición refleja
aquella de la economía de la producción que cedió
enteramente el lugar a la economía comercial,
monetaria, y financiera, como si el desarrollo no
tomara más en consideración el crecimiento de
la producción de bienes y servicios, y se redujera
únicamente a la cuestión de los flujos mundiales
de mercancías y activos financieros. Se recordará
muy sucintamente aquí estas tesis largamente
planteadas y puestas al debate sobre el papel de
la agricultura en el desarrollo. Este recordatorio
tiene por objeto incitar a volverlos a poner en el
centro de los análisis y políticas económicas de
los países en desarrollo, ya que tienen un lugar
preponderante que ocupar en la elaboración de
las políticas agrícolas y alimentarias nacionales e
internacionales, en una lucha dinámica contra la
pobreza, y en la construcción y la extensión de un
sistema productivo nacional sólido.
de la determinación de los salarios reales y del
costo laboral en los sectores asalariados y, así, de
la determinación de la distribución de los ingresos
y de la división del ingreso nacional entre beneficios
e ingresos del trabajo. De esta forma y en lo que
se llamó las tijeras de los precios (relación entre
precio de los outputs y los inputs o entradas y
salidas de los insumos), lo que la agricultura no
consumía y no invertía en su actividad propia pudo
movilizarse en la financiación de las actividades no
agrícolas: el excedente agrícola fue una condición
fundamental del crecimiento en las primeras
etapas del desarrollo. Aún hoy en los países
desarrollados, el sector agrícola ha conservado su
papel fundamental en la distribución de los ingresos
y en la división entre renta del trabajo y beneficios.
La contribución del sector agrícola al desarrollo
fue también proporcionar las materias primas a
amplios sectores del sistema industrial, ya sea en la
alimentación humana y animal, en la industria textil,
en la química y la farmacia, o incluso hoy - después
de un largo paréntesis - en el sector energético.
Al volverse exportador, la agricultura permitió
convertir la producción doméstica de bienes de
consumo (alimentos) en bienes de equipamiento
importados por la producción de divisas necesarias
para su compra en el mercado mundial. Por fin,
el sector agrícola proporcionó salidas importantes
a una gran variedad de industrias: alimentaria,
textil, de la madera, metal-mecánica, automóvil,
energética, plásticos, química y farmacia por
no citar más que algunas. Cuando quedó como
una agricultura dominantemente campesina,
desempeñó el papel de amortiguador principal de
las crisis económicas capitalistas 9.
Resumamos muy sucintamente los roles que
la agricultura ha asumido históricamente en las
experiencias del desarrollo. La contribución del
sector agropecuario (agrícola y pecuario) fue en
primer lugar proporcionar empleos e ingresos
para la mayoría de la población. Con el desarrollo
de los empleos no agrícolas, la agricultura debió
proporcionar brazos a los nuevos sectores,
produciendo al mismo tiempo y en proporción
creciente, la alimentación de los trabajadores no
agrícolas de la industria y los servicios. Estos dos
papeles no podían ser compatibles sino con un
formidable aumento de la productividad de las
tierras y del trabajo agrícola. Progresivamente, el
sector agrícola se convirtió en el factor principal
9 Este rol fundamental ha sido destacado por Bernard Rosier,
en su obra de 1987. Les théories des crises économiques.
París: La Découverte.
14
Estos distintos roles de la agricultura incitaron
estrategias de saqueo de los recursos del sector
agrícola con el riesgo de matar a la gallina de los
huevos de oro - como fue el caso del desarrollo
de la agricultura capitalista en la Inglaterra de
los enclosures 10, del desarrollo de las grandes
explotaciones agrarias latifundistas y capitalistas
de la América Latina colonial, o también de las
exacciones forzadas sobre los campesinos en la
agricultura socialista de la Unión Soviética. Una
exacción demasiado importante del excedente
agrícola – signo de un “ángulo urbano” 11 - puede
dejar al sector agrícola incruento y prohibirle
contribuir al crecimiento a largo plazo 12.
de la situación agrícola y alimentaria del país,
la presente obra lanza un grito de alarma que
es uno de los pilares de la sociedad boliviana.
La obra describe los canales por los cuales la
existencia misma de la economía campesina esta
en peligro.
Hace el indispensable inventario de los efectos
económicos y sociales desastrosos de las políticas
neoliberales. Mide la amplitud de estas catástrofes
económicas y sociales ante las cuales ningún actor
responsable puede seguir siendo indiferente.
Indica algunas pistas de reflexiones y acciones de
envergadura para intentar evitar que el barco de la
economía campesina no se hunda. Se convoca – no
con medidas a medias - a una refundación de la
política agrícola y alimentaria nacional. El mérito
de este análisis claro y sin concesión viene de nuevo
de Julio Prudencio, un gran especialista de estas
cuestiones en Bolivia. Puede él ser escuchado como
uno de los protagonistas económicos y sociales
implicados en las decisiones que comprometerán
el futuro del país.
Eso es lo que paso en Bolivia en el curso de
estos siglos y más recientemente con las políticas
neoliberales. A través de un diagnóstico detallado
10 Se refiere al movimiento de personas en Inglaterra entre los
siglos XVII y XVIII salidos de los campesinos expulsados de
sus tierras, insertos en una pobreza extrema y sin medios
materiales para su vida, con una desafiliación social destruida
y sin posibilidades de reemplazar las antiguas estructuras
familiares y comunitarias de solidaridad y socialización.
11 Expresión empleada por Lipton en su controversia con Byres.
Alain Mounier*
París, julio de 2009
Ver Lipton, Michael. 1983. ¿Why Poor People Stay Poor?
Urban Bias in World Development. London: Temple Smith.
12 Para un panorama profundo de los análisis históricos y
teóricos del rol de la agricultura en el desarrollo ver Mounier,
(*) Centre for Education and Labour Studies/
Thailand and Institute de Recherche et
Développement/IRD-France
Alain. 1992. Les théories économiques de la croissance
agricole. París: Económica.
15
Introducción
En el año 1985, se planteó en el país el Programa
de Ajuste Estructural (PAE) implementando
una serie de medidas económicas como la libre
determinación de los precios por el juego de la
oferta y demanda; la supresión de los subsidios;
la relocalización (despido) de trabajadores; la
liberalización del mercado de cambios, la libre
comercialización; la libre contratación de mano de
obra y el congelamiento de los salarios; aumento
de los precios de los servicios y privatización de la
economía (venta de empresas del Estado al sector
privado) así como también el levantamiento de la
reserva fiscal en áreas mineras y el otorgamiento de
las concesiones petroleras a empresas extranjeras,
La apertura al exterior operaba mediante la libre
importación y exportación, la venta libre de
divisas y la eliminación de las restricciones al
movimiento internacional de capitales. La política
de importaciones incluyó, además, la rebaja y
uniformización de los aranceles. En ese sentido,
se realizaron una serie de Acuerdos Comerciales y
de Integración con otros países.
Se postulaba que un Programa de esa naturaleza
iba a generar un impacto socioeconómico positivo
en la mayoría de la población, sobre todo en la
distribución de los beneficios directos, generar
empleos permanentes y disminuyendo la pobreza.
17
Esa política neoliberal se ha implementado durante
más de 20 años (1985-2005) en el país y no se
ha reflexionado en profundidad sobre los impactos
y consecuencias que tuvo en el sector agrícola.
Los pocos estudios e intentos de reflexión sobre
el tema13 muestran por un lado, evaluaciones muy
prematuras con análisis de periodos de tiempo
muy reducido (1985-1988), arguyendo que la
liberalización de los mercados para los productos
agrícolas es la medida con mayores beneficios
planteados – aunque no hay un análisis detallado
del comercio exterior agropecuario - y que habrá
una mayor producción agrícola y mayores ingresos
para los agricultores, particularmente campesinos
(Morales J.A. 1990). Otros análisis o estudios
sobre la temática14 hacen referencia a la situación
de los agricultores en términos de la disponibilidad
y acceso a los alimentos, pero solamente referida a
la situación del año 2005, y no así a la evolución
y a las transformaciones realizadas en la economía
campesina, a partir de la implantación del PAE,
como hubiera sido lo acertado.
pasados no es adecuada para el desarrollo del
país y que hay que sustituirla por otras políticas
y planteamientos, enfatizando en el cambio de la
matriz productiva y la Soberanía Alimentaria. Sin
embargo, hasta el momento, no se ha realizado
lo anterior ni planteado una estrategia de lucha
contra la pobreza o una estrategia de seguridad
y soberanía alimentaria. Se han planteado
medidas aisladas, coyunturales, e inclusive
en algunos aspectos hasta contradictorias, sin
continuidad ni inversiones que fortalezcan el
aparato productivo agropecuario.
El autor está convencido de que el sector
agrícola puede constituir un factor fundamental
en el desarrollo económico del país y en la
disminución de la pobreza, generar empleo
asalariado, facilitar el logro de la seguridad
alimentaria nacional con soberanía y contribuir
al mejoramiento de las condiciones de vida
de la población nacional. Pero para el logro
de todo eso, resulta necesario reflexionar
retrospectivamente sobre el sector y en base a
eso, plantear el nuevo rol que debe desempeñar
el sector agrícola en el desarrollo nacional.
Por lo anterior, el análisis sobre el impacto de la NPE
en el sector agrícola está lejos de ser plenamente
analizado, asimilado como tema específico de la
estructura, capaz de influenciar en el crecimiento
económico y en el cambio social.
Por eso, se intenta apoyar la reflexión sobre lo
que fue o significó el PAE en el sector agrícola
y plantear nuevas propuestas para discutir y
elaborar una política para el sector agrícola.
Por otro lado, el nuevo gobierno nacional
instaurado a inicios del año 2006 plantea que
la Política Neoliberal vigente en los 20 años
En el primer caso –en el de la reflexión sobre el
PAE - se analiza al sector agrícola y sus múltiples
relaciones dialécticas en el orden regional, nacional
e internacional con el resto de la economía. Para
el efecto, se intentó indagar sobre los aspectos
que respondan a diversas interrogantes, entre
las que sobresalen: ¿Que generó el apoyo a
las exportaciones y la política de apertura del
13 “El impacto de la NPE en el sector agropecuario” del
ILDIS,MACA/COTESU. La Paz, 1990 que publica unos
ensayos de JA Morales y de UDAPE sobre el tema.
14 “Efectos de la liberalización comercial en la seguridad
alimentaria de los pequeños productores de Bolivia” (M.
Perez). CIOEC/AIS/,AIPE y Secretariado Rural. La Paz 2008
18
comercio exterior, base principal del PAE? ¿En
que estuvo basada esa política? ¿Cuales sus
consecuencias? Ese modelo de desarrollo, ¿que
significó en términos de pobreza y de los ingresos
económicos? ¿Se cumplió el planteamiento de
que la apertura de la economía y el fomento a las
exportaciones mejoraría las condiciones de vida
(NBI, desnutrición), de ingresos y de empleo de
la población, y que disminuiría la pobreza? ¿El
fomento al comercio exterior, generó un cambio
tecnológico en la agricultura, una explotación
sostenible y un impulso a la producción interna
de alimentos?
un análisis lo más objetivo posible, sin ninguna
intencionalidad de interpretación o enfoque
político, con una metodología de análisis de
estadísticas oficiales generales -en pequeños
casos tratando de ejemplificar mejor ciertos
temas o aspectos con estudios de caso- sin
incursionar en otras técnicas como por ejemplo
modelos econométricos.
El trabajo contó con el apoyo y asesoramiento del
Dr. Alain Mounier del Centre for Education and
Labour Studies/Thailand, quién ofreció valiosas
sugerencias y comentarios no sólo al esquema
inicial del análisis sino también a los resultados
finales, sugiriendo una serie de variables a estudiar
y plantear. A él nuestro mayor agradecimiento.
En base a lo anterior, se plantean aspectos para
discutir y elaborar una política sobre el sector
agrícola, y se determina el problema fundamental
existente en el país cual es el de la pobreza y la
redistribución de los ingresos. A partir de eso,
¿cuales las líneas de acción que debe seguir
una estrategia de lucha contra la pobreza?
¿Qué tipo de políticas se deben plantear para
el sector agrícola, sobre todo campesino?
¿Qué aspectos se deben plantear para una
política de comercio exterior (exportaciones,
importaciones, donaciones de alimentos)? ¿Que
tipo de producción agrícola se debe fomentar?
Qué plantear respecto a los recursos productivos
como la tierra, agua y semillas? Cual el rol del
Estado en el sector agrícola?
El Dr André Franqueville (IRD/Briançon-Francia)
también participó con una serie de sugerencias
y recomendaciones, y apoyó la elaboración del
capítulo referido al comercio exterior.
El permanente interés de estos dos amigos por
la evolución de la situación socioeconómica del
país – a pesar de la distancia – y su profundo
conocimiento de la temática agraria, me obligaron
a ampliar el análisis en diversas variables – más allá
de lo planteado inicialmente -y a responder con la
mayor eficiencia y dedicación a sus comentarios
y sugerencias.
Por la extensión del trabajo y la serie de
implicaciones que tiene el modelo económico en
otros sectores de la economía, se ha delimitado
el estudio a la parte agrícola nacional, y no así a
la pecuaria. Asimismo, se ha pretendido realizar
Se agradece también los comentarios de diversos
profesionales que leyeron los borradores y nos
hicieron llegar sus críticas, entre los que se
destacan los valiosos aportes de colegas de la
Fundacion TIERRA.
19
1
Antecedentes
Hacia inicios de la década de los años 80,
Bolivia ingresa a una profunda crisis económica
caracterizada por una elevada deuda externa
(entre 1978 -1984 la deuda externa aumentó
de 3.102 millones de dólares a 4.693 Millones
de dólares), el decrecimiento del Producto
Interno Bruto (en 1982 tuvo un descenso de
-9.14% y en 1983 del -12.47%); contracción
de las exportaciones (tanto en volumen como
en valor) así como una fuerte restricción de los
créditos externos.
A lo anterior se añade el creciente y permanente
déficit fiscal que fue cubierto a través de la emisión
monetaria inorgánica (en el año 1984 se emitió un
2.300% más respecto a 1983 y más de 31.600%
respecto a 1980) lo que originó un proceso
inflacionario agudo – el más alto del mundo – que
en el primer semestre de 1984 llegó al 2.177%
(Prudencio J. 1987).
Paralelo a este panorama, hubo una notable
expansión del sector subterráneo de la economía
(narcotráfico, contrabando de importaciones
y exportaciones, especulación financiera y
cambiaria, y otras actividades no sujetas a
disposiciones legales) que profundizó la crisis.
El caso más ilustrativo fue la acentuada escasez
de los alimentos así como la especulación
en los precios de los mercados y el masivo
contrabando de productos hacia y desde los
países limítrofes.
21
Bajo este panorama económico, hacia finales del
mes de agosto del año 1985 el nuevo gobierno
nacional promulgó una serie de medidas económicas
contempladas en el Decreto Supremo 21060, y que
se las conoce como la Nueva Política Económica
(NPE) o Programa de Ajuste Estructural (PAE)
P o s t e r i o r m e n t e , e s t a s m e d i d a s f u e ro n
complementadas por una reforma tributaria;
la concentración de las inversiones en ciertos
sectores (hidrocarburos) y la disminución de las
inversiones en el sector social; eliminación del
Banco Agrícola de Bolivia y del Instituto Boliviano
de Tecnología Agropecuaria desatendiendo el
crédito al sector rural y reducción del apoyo a la
investigación tecnológica agropecuaria.
La NPE buscaba redimensionar el Estado, liberalizar
la economía y privatizar las actividades productivas
para lo cual se implementó una serie de medidas
económicas como la libre determinación de los
precios por el juego de la oferta y demanda; la
supresión de los subsidios a varios alimentos; la
relocalización (despido) de los trabajadores; la
liberalización del mercado de cambios a través
de un bolsín, la libre comercialización; la libre
contratación de mano de obra y el congelamiento
(y libre negociación) de los salarios; aumento de
los precios de los servicios y privatización de la
economía (venta de empresas del Estado al sector
privado) así como también el levantamiento de la
reserva fiscal en áreas mineras (reducción de las
reservas de la Corporación Minera de BoliviaCOMIBOL-) y el otorgamiento de las concesiones
petroleras a empresas extranjeras (en áreas de
Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos-YPFB).
Estas medidas del Programa de Estabilización o
Ajuste Estructural – implementado a sugerencia
del Fondo Monetario Internacional – buscaban la
alteración del tipo de cambio; es decir se pretendía
que la devaluación fortalezca la balanza de pagos
al encarecer los bienes y servicios importados
– reducción de la demanda de estos bienes – y
que se promueva la oferta de bienes exportables
como resultado de aumentar su rentabilidad y de
la reducción de su consumo interno.
Además de las medidas macroeconómicas
mencionadas, algunos años después se introdujeron
otra serie de medidas de reforma institucional.
En 1987, el gobierno creó la Superintendencia
de Bancos como organismo autónomo para
supervisar al sector bancario y en 1990 estableció
la Ley SAFCO (Ley de Administración Financiera y
Control) y el Programa del Servicio Civil (crear un
cuerpo de empleados públicos competentes). En
ese año también se promulgó la Ley No.1182 de
Inversiones destinada a estimular y garantizar la
inversión extranjera y nacional 15. En 1994 la Ley
de Participación Popular (asigna a los gobiernos
La apertura al exterior operaba mediante la libre
importación y exportación, la venta libre de
divisas y la eliminación de las restricciones al
movimiento internacional de capitales. La política
de importaciones incluyó, además, la rebaja y
uniformización de los aranceles. En ese sentido,
se realizaron una serie de Acuerdos Comerciales
y de Integración con otros países, como el de
la Comunidad Andina de Naciones (ex Pacto
Andino) (1997); el Acuerdo de Complementación
Económica entre Bolivia y Chile (1993), y el
Acuerdo con el MERCOSUR (1997) entre otros.
15 Ley complementada con otros instrumentos adicionales
como la Ley 1489 de 1993 que creaba los mecanismos para
la exportación y los regímenes aduaneros de importación e
internación temporal.
22
municipales la responsabilidad de las decisiones
acerca de los recursos y las inversiones públicas
y establece mecanismos para el control de los
gastos) y en 1995 la Ley de Descentralización
Administrativa; como también la Reforma Judicial
y la Ley de Capitalización y Privatización de las
Empresas Públicas 16 que transfirió al sector
privado varias empresas públicas de sectores
estratégicos como los hidrocarburos (YPFB),
telecomunicaciones (ENTEL), electricidad
(ENDE), ferrocarriles (ENFE) y Aerolíneas (LAB)
(Banco Mundial 2000).
Forman parte de estas medidas la reforma agraria
asistida por el mercado, impulsada por el Banco
Mundial en varios países en proceso de desarrollo.
Los Programas de Ajuste Estructural buscaban
facilitar las exportaciones agrícolas con el propósito
de que mejorara la situación del intercambio, se
incrementen los ingresos y por efecto del rebalse
de éstos, se beneficie a las poblaciones pobres. Al
mismo tiempo, la liberalización de las economías
permitiría aumentar las importaciones de alimentos
para abastecer a los países con alimentos básicos.
Se buscaba aumentar las oportunidades de ingresos
económicos de aquellos países con “ventajas
comparativas” y que los sectores exportadores
se incorporen y posicionen bien en los mercados
internacionales, en el marco de la globalización.
Otra serie de empresas del rubro de alimentos que
fueron creadas e incentivadas durante muchos años
por la Corporación Boliviana de Fomento (CBF)
también fueron transferidas al sector privado17,
a precios muy reducidos que no correspondían
a su valor 18.
Esas políticas de liberalización también suponían
que la reducción de la participación del rol del Estado
sería compensada por el empuje y dinamismo del
sector privado y que las inversiones que realizaría
éste, sustituiría las inversiones públicas en áreas
importantes del desarrollo rural, tales como la
extensión agrícola, la investigación, los servicios
financieros, infraestructura y otros.
16 En realidad la venta de las empresas estatales empezó con la
Ley de Privatizaciones de 1992.
17 Sólo entre 1992 y 1993, de 24 empresas privatizadas, 11
estaban relacionadas al rubro de alimentos (fabricas de aceites,
criadero de truchas, centros productivos, centros de acopio
de alimentos) por un valor de 16.205.000 $us. (78% del
total del valor de las empresas privatizadas). Entre 1995 y
1997, de 54 empresas privatizadas, 18 correspondían al
Estas políticas neoliberales – iniciadas bajo la
presidencia de Victor Paz Estensoro – fueron
aplicadas durante 20 años por los gobiernos
sucesivos de Jaime Paz Zamora (1989-1993);
Gonzalo Sánchez de Lozada (1993-1997); Hugo
Banzer (1997-2001); Sánchez de Lozada (20022003) y Carlos Mesa (X/2003- VI/2005) hasta que
la serie de alzamientos populares obligaron a la
convocatoria de nuevas elecciones generales.
sector de alimentos (plantas industrializadoras de quinua, de
alimentos balanceados, de producción de harinas compuestas,
plantas industrializadoras de leche, de quesos, castaña, maíz,
procesadoras de te, cabañas de porcinos y otras) por un valor
de 17.040390 $us (17,61% del total) (Fuente INE y Banco
Central de Bolivia, citado en Grossman 2007).
18 Sobresale la “liquidación” de las plantas industrializadoras
de leche que el Programa Mundial de Alimentos (PMA/
Bolivia) estuvo apoyando y financiando (en ganado, en las
plantas procesadoras, en infraestructura y otros) en varios
departamentos del país durante años, para incentivar la
Se invirtieron varios millones de dólares que con el proceso
producción interna, disminuir la desnutrición e incentivar el
de privatización fueron a parar a manos de empresas privadas
bajo consumo de leche en la población infantil. transnacionales como la PIL (Carnation –PIL Perú).
23
En enero del 2006 Evo Morales asume la presidencia
de Bolivia y empieza a implementar una serie de
medidas económicas y sociales con el propósito de
cambiar el modelo neoliberal e implementar otro
modelo de desarrollo económico y social. Para el
efecto, en mayo del 2006 se establece el “Plan
Nacional de Desarrollo: Bolivia digna, soberana,
19
productiva y democrática para vivir bien” con
“una estrategia específica que se iniciará con el
desmontaje del colonialismo del Estado en procura
de construir una Bolivia multinacional y comunitaria
donde el Estado sea el promotor principal”.
y reactivación de ciertos sectores mineros (Vinto,
Huanuni, Corocoro); la nacionalización de las
telecomunicaciones (ENTEL); el establecimiento e
incremento paulatino del salario mínimo nacional
y determinadas medidas para redistribuir los
ingresos (Bono Juancito Pinto y Renta Dignidad-ex
Bonosol). En el orden social también hay una serie
de medidas como la Campaña de Alfabetización, el
Programa de Desnutrición Cero, la Ley de Fomento
a la Lactancia Materna y otras.
En el tema agrícola se establecen una serie de
medidas como el saneamiento y titulación de
tierras (dotación de tierras fiscales); la creación
de la Empresa de Apoyo a la Producción de
alimentos (EMAPA), la creación del Banco de
Desarrollo Productivo (créditos individuales
y grupales); el Programa crediticio para la
mecanización; apoyo y fomento a los Programas
de desayuno escolar municipal para ampliar el
mercado interno y otros.
Las principales medidas económicas implementadas
por el nuevo gobierno fueron la nacionalización de
los hidrocarburos (DS 28701); la nacionalización
19 Con 4 componentes: Desarrollo con inclusión social;
Descentralización y poder social comunitario; Transformación
de la matriz productiva, de industrialización y exportación; y
Cambios en el enfoque de las relaciones internacionales.
24
2
La Contribución
del Sector Agricola
al Producto
Interno Bruto
2.1. El Producto Interno Bruto Agrícola y
el Producto Interno Bruto Nacional
En los años previos a la aplicación del PAE, por la
hiperinflación que vivía el país, el PIB tuvo una tasa
de crecimiento negativa (- 1.68%) ya que disminuye
de 14.078 miles de millones de bolivianos en 1984
a 13.842 miles de millones de bolivianos en 1985
(ver Cuadro No. 1 del anexo).
Luego de algunos años de aplicación del PAE,
el PIB volvió a recuperar sus niveles previos de
crecimiento (1989), para luego tener un aumento
sostenido hasta nuestros días pero con índices de
crecimiento diferentes. En cambio el crecimiento
del Producto Interno Bruto Agropecuario (PIBA)
presenta una evolución diferente.
Mientras en el periodo hiperinflacionario (19831985) el PIB disminuye en su tasa de crecimiento,
el PIBA aumentó casi un 7% (lo que indicaría que
en periodos de crisis, el sector agropecuario se
fortalece). Luego de la aplicación del PAE y de parar
la inflación, el crecimiento fue muy lento (1.32%).
Contrariamente a la evolución del PIB, el PIBA ha
tenido periodos en los que ha decrecido (19911993 y sobre todo 1997-99), pero también en
los que ha crecido más (1989-91; 2001-03 y
sobre todo en 1995-1997). Esto muestra una
inestabilidad en el PIBA muy fuerte, con periodos de
estancamiento, periodos de crecimiento e inclusive
periodos de disminución (Gráfico No. 1).
25
Gráfico No. 1
Evolución PIB/PIB Agropecuario
La tasa de crecimiento promedio anual del PIBA
ha sido y es en todo el periodo de estudio (19852005) cercana al 6%; superior a la que determina
el Banco Mundial para los países caracterizados
como país agrícola 20. Esa tasa de crecimiento
no ha permitido que la contribución del sector
agrícola al PIB se incremente, contribución que
fluctúa desde hace años, alrededor del 14.5%,
con ligera tendencia a la disminución.
(de 2.360,41 Bs. a 2.271,16 Bs. /pers) y
luego una paulatina recuperación con ciertos
altibajos en algunos años. A pesar de esas
variaciones, este indicador muestra que el
PIB/per capita fluctúa entre los 2.271 Bs. y
los 2.767 Bs. (es decir, entre 1985 y 2005
creció en un 121,82%).
Diferente es la evolución del PIBA per capita
agrícola. En la mayoría de los años estudiados,
la evolución del PIBA per capita sigue la misma
tendencia que el PIB per capita general (en
términos de alzas y disminuciones) a excepción
de los años 1984-85; 1997-99 y 2001-03 que
presentan tendencias contrapuestas (sobre todo en
1984/85 y 1997/99).
A pesar de esa tendencia, el aporte del PIBA al
PIB Nacional es muy superior al de otros países
de América Latina. En el año 1997 el aporte del
PIBA al PIB era del 15,16%, es decir casi 3 veces
el aporte del PIBA del Brasil y Argentina a su PIB
Nacional y 2.3 veces más que el aporte del sector
agrícola del Perú y Uruguay (IICA 2003).
Otra diferencia es que las variaciones entre un
año y otro que presenta el PIBA per capita rural
son más pronunciadas que las variaciones que
presenta el PIB per capita general (ya sea cuando
aumenta o cuando decrece).
Otro aspecto a considerar es el PIB per
capita que tuvo una caída entre 1984/85
20 El estudio del Banco Mundial: Informe sobre el desarrollo
mundial 2008. Agricultura para el desarrollo. (Washington
USA, 2008) clasifica como países agrícolas a los que tienen
un PIBA con un crecimiento anual del 4%; a países en
proceso de transformación a los que tienen un crecimiento
del 2.9% y a países urbanizados a los que tienen un PIBA
con un crecimiento del 2.2% anual.
En síntesis, mientras el PIB per capita aumentó un
122% en los años considerados, el PIBA/per capite
de la población rural aumento un 155%.
26
Por otro lado, hasta antes de la aplicación del PAE,
el valor de lo que producía la población rural era
3 veces menor que el valor de lo que producía el
resto de la población nacional, diferencia que va
paulatinamente disminuyendo entre los años 90
(2.7 veces menos) y los años de la década del
2000 (2.4 veces menos).
¿Y cuales las repercusiones de un crecimiento
o decrecimiento del PIB y del PIBA en las
exportaciones e importaciones?
Del análisis del Cuadro No. 1 del anexo se concluye
que cuando más crece el PIB – no necesariamente
21
es cuando más crece el PIBA - más influye en el
Gráfico No. 2
PIB/per capita nacional y PIBA/per capita rural
Otra relación a resaltar es la del PIB Nacional y
el PIBA con las exportaciones e importaciones.
Según el Cuadro No. 1 del anexo, las exportaciones
agropecuarias tienen un escaso aporte al PIB antes de
la aplicación del PAE, pero luego logran incrementar
ese aporte hasta lograr niveles más importantes
(11% en los últimos años del periodo de estudio). En
cambio el aporte al PIBA es más importante (sobre
todo luego de la aplicación del PAE) con índices
que presentan un continuo crecimiento (del 28%
en 1989 al 78% en el 2005).
crecimiento de las exportaciones agrícolas, lo que
reafirmaría la hipótesis de que a mayor aceleración de
las actividades económicas, hay una mayor expansión
del comercio (de exportaciones sobre todo).
Contrariamente, cuando el PIB decrece (periodo
de la hiperinflación) es cuando más crece el
22
PIBA y también cuando más se incrementa el
comercio exterior (tanto las exportaciones como las
23
importaciones de alimentos y productos agrícolas) .
21Lo que demuestra que el PIBA incide poco en la conformación
del PIB y que son otros sectores de la economía nacional
Respecto a las importaciones (de productos
alimenticios y agropecuarios), éstas tienen una
menor representatividad que las exportaciones en
el PIB, aunque con tendencia al aumento. Respecto a la
contribución de las importaciones al PIBA, la tendencia
al aumento es parecida que en el caso del PIB.
-como minería e hidrocarburos- los que contribuyen más al PIB.
22 Aunque también entre 2001/2003 el PIB decreció un 5.52%
y el PIBA aumentó sólo el 0.54%.
23 Por la escasez y especulación de alimentos que se dio
en esos años.
27
Respecto al comportamiento del PIBA, las
repercusiones son diversas. Un mayor crecimiento
del PIBA no parece influir en el PIB ya que éste
sigue creciendo a la misma tasa promedio de todos
los años (o inclusive a tasas negativas). Tampoco
parece influir en las exportaciones agropecuarias
(que sigue presentando iguales tasas de crecimiento
anual), las cuales sí se ven afectadas cuando hay
un estancamiento en el PIBA.
Otro aspecto a considerar es la evolución de
la relación del Producto Interno Bruto tanto
nacional como agropecuario, con la Población
Económicamente Activa (PEA) nacional y la
Población Económicamente Activa ubicada en el
sector agrícola (PEAA), es decir la conformación
del Producto Interno Bruto por trabajador,
tanto nacional como agropecuario. (Para la
conformación de la PEA y PEAA ver el Cuadro
No. 2 del Anexo).
Respecto a las exportaciones, éstas aumentan
cuando mayor crecimiento presenta el PIB, pero no
necesariamente cuando crece el PIBA; y al contrario,
decrecen las exportaciones cuando disminuye el
PIBA o cuando el PIB crece en niveles inferiores a
Entre 1984 -85, la contribución de la PEA a la
conformación del PIB nacional era del 2.27%,
índice que se incrementa sustancialmente después
de la aplicación del PAE, hasta triplicar sus niveles
Cuadro No. 1
Relación entre PIB/PEA y PIBA/PEAA
1984
1985
1989
1995
1999
2001
2005
PIB Nacional /PEA Nacional
2.27
2.17
6.66
5.13
5.73
5.54
5.78
PIBA/PEA Agropecuaria
1.21
1.12
1.96
1.73
2.09
0.80
0.83
Fuente: Cuadro construido en base a datos del Cuadro No. 1 y 2 del Anexo.
su promedio anual. En cambio las importaciones
agropecuarias crecen más cuando hay un fuerte
crecimiento del PIBA y también cuando hay un
crecimiento de las exportaciones de productos
agropecuarios y productos alimenticios.
(6.66% en 1989). Luego hay un descenso hasta
1995 para posteriormente presentar una ligera
tendencia ascendente, pero sin recuperar los
niveles de 1989.
En cambio la contribución de la PEAA a la
conformación del PIBA es distinta. En primer
lugar, los niveles de contribución son menores
respecto a la contribución de la PEA nacional; y
el ritmo de crecimiento, luego de la aplicación
del PAE, es menor. Sobresale también que entre
1989 y 1995 hay un periodo de baja para
luego presentar un alza (1999), seguida de
descenso. Esto significa que la PEA que trabaja
en la agricultura aporta cada vez menos en la
conformación del PIBA.
A diferencia de otros sectores de la economía nacional
(como hidrocarburos y minería) el sector agrícola no
es un sector fundamental en la generación del PIB
nacional, y a pesar de mostrar un estancamiento en
su crecimiento, es un sector importante porque una
parte significativa de la población nacional todavía se
ubica en el sector rural, y porque genera alimentos
para la población como también empleo, aspectos
que inciden para que Bolivia sea catalogada como
un país con potencialidades agrícolas.
28
Gráfico No. 3
Evolución de la relación PIB/PEA y PIBA/PEAA
También se profundiza la diferencia entre el
aporte de la PEA al PIB; y de la PEAA al PIBA ya
que pasa de una relación de 1.8 antes del PAE a
una diferencia 2.9 en los años 90 y de 6.9 en la
década del 2000.
Contrariamente, la agricultura en los departamentos
de La Paz, y sobre todo en Oruro y Potosí, ha
disminuido su aporte a la conformación del PIBA; de
19,60% en 1984 a 12,13% en el 2005 en el caso
de La Paz; de 2,42% a 1,90% en el caso de Oruro
y del 5,96% al 4,57% en el caso de Potosí.
2.2. El Producto Interno
Bruto Regional
Los departamentos que se encuentran en un nivel de
estancamiento son Chuquisaca y Tarija, resaltando
también el escaso aporte de otros departamentos
del trópico boliviano como Beni y Pando, donde
la incomunicación y el aislamiento hacen que la
actividad agropecuaria sea secundaria a pesar de
las favorables condiciones geofísicas. Desde el
24
punto de vista regional , la evolución se expresa
en el siguiente cuadro:
Respecto a la estructura del PIB Agropecuario, está
conformado básicamente por los sectores agrícolas
de los departamentos del eje nacional: La Paz, Santa
Cruz y Cochabamba, que juntos contribuyen con el
70% del total del PIBA nacional (ver Cuadro No. 3
del Anexo), lo que muestra grandes disparidades
entre departamentos.
Si bien en 1984 y 1985, Cochabamba era el
departamento que más contribuía al PIBA (30%),
en 1995 es Santa Cruz la región más importante
(aporta con el 39%, es decir 19% más que en
1984), situación que se amplía más aún hacia el
2005, donde sólo el departamento de Santa Cruz
aporta con el 46% del total del PIBA (el PIBA del
departamento de Santa Cruz aumentó casi un
12% anual en los 20 años considerados).
En 1984, antes de la implantación del PAE, la
región del altiplano era la que más aportaba a
la estructura productiva nacional, seguida por la
región de los valles y luego el oriente.
24 Para efectos del análisis, se cataloga como región del oriente
a los departamentos del Beni, Pando y Santa Cruz; como
región de los valles a los departamentos de Chuquisaca,
Tarija y Cochabamba; y como región del altiplano a los
departamentos de Potosí, Oruro y La Paz.
29
Cuadro No. 2
Evolución de la estructura del PIB y del PIBA según regiones (en %)
Región
1984
1993
1999
2001
2005
PIB
PIBA
PIB
PIBA
PIB
PIBA
PIB
PIBA
PIB
PIBA
Oriente
26,30
27,72
31,78
45,63
34,76
51,74
36,22
53,97
34,25
55,75
Valles
30,13
44,26
28,65
33,11
29,36
27,25
28,99
26,07
31,95
25,38
Altiplano
43,57
28,01
39,57
21,25
35,87
21,00
34,78
19,95
33,79
18,86
100
100
100
100
100
100
100
100
100
100
Total
Fuente: Cuadro No. 3 del Anexo.
En términos del PIBA, los valles eran los que más
aportaban (44,26%), seguida de lejos por los aportes
regionales del altiplano y oriente (casi similares).
presenta de la siguiente manera. En 1985, la mayor
productividad al PIB regional (PIB/PEA) se alcanza
en Santa Cruz (4.17) seguida por Cochabamba
(3.8) y Tarija (3.50); y donde menor productividad
se alcanza es en Potosí (2.02) y La Paz (2.61). En
términos regionales, la productividad en el oriente
y en los valles es muy similar (3.3) mientras que
en el altiplano es menor (2.53).
Luego de la implantación del PAE (y a inicios de
los años 90), la región del altiplano sigue siendo
la que más aporta al PIB, aunque su aporte se ve
disminuido al igual que el de la región de los valles,
mientras que el aporte de la región del oriente
aumenta lo suficiente como para constituirse en la
segunda región de mayor aporte al PIB.
En términos de la productividad agrícola (PIBA/
PEAA), es el trabajador de Pando el que más
contribuye a la conformación del PIBA, seguido por
la productividad del trabajador de Cochabamba,
contrariamente a los trabajadores de Potosí (0.42),
Oruro (0.44) y La Paz (0.74).
Desde el punto de vista de la configuración del
PIBA, la región del trópico pasa a constituir la de
mayor aporte, mientras las otras dos disminuyen.
Hacia finales de los años 90 esas tendencias se
han profundizado y aunque la región del altiplano
continúa siendo la principal región que aporta
al PIB; la región del oriente ya se especializa
como región agrícola; aspecto que se anota más
claramente hacia el 2005 pues llega a aportar el
56% del total del PIBA, constituyendo también la
región con el mayor aporte al PIB.
Regionalmente, la productividad alcanzada en
el oriente del país es de 2.53, mientras que
en los valles y el altiplano es sólo de 1,54 y
0,53 respectivamente.
2.3. PIB y Población
Económicamente Activa
Diez años después de la implantación del PAE
(1995), los trabajadores que mayor productividad
alcanzan son los de Santa Cruz (7.75) y Pando
(7.05), sobre todo porque hay una disminución
de la población activa como se analizará
posteriormente.
Respecto a las contribuciones de las productividades
del trabajo al PIB y al PIBA regionales, la situación se
Tampoco hay variaciones significativas en los
departamentos de menor productividad ya que a pesar
30
de que la productividad en Potosí se incrementa, ésta
continúa siendo la más baja del país.
el departamento de Potosí, a pesar de haberse
incrementado en 143% respecto a 1995.
En cambio en la productividad agrícola hay
cambios sustanciales ya que la mayor productividad
lograda es en Santa Cruz (6.70) y Beni (6.11),
que representan 1.8 y 2.5 veces más que las
productividades logradas en Pando y Cochabamba
(desplazadas ahora a un 3er. y 5to. lugar en la
escala nacional).
Respecto a la productividad agrícola, los
trabajadores del departamento de Santa
Cruz continúan siendo los que más aportan
a nivel nacional, habiendo incrementado su
productividad 1.66 veces más que en 1995. La
productividad laboral de Pando es también la de
mayor aumento, mientras que las productividades
laborales de Potosí y La Paz -a pesar de los
incrementos que tuvieron- continúan siendo los
más bajos de todo el país.
Este incremento en la productividad laboral de los
trabajadores de esos departamentos significa a su
vez que la productividad laboral agrícola lograda
en el oriente del país es de 5.74 (promedio), 2.2
veces más que el promedio del año 1985; 3.8
veces más que la productividad lograda en los
valles y 8 veces más que la lograda en la región
del altiplano.
Regionalmente, la situación se inclina con más
fuerza hacia los departamentos ubicados en el
oriente del país: la productividad lograda en
el oriente alcanzó a 9.21, es decir que tuvo
un aumento de 1.6 veces más que en 1995,
mientras que las productividades logradas en los
valles y el altiplano apenas aumentaron 0.9% y
0.37% respectivamente. Es decir, en el oriente la
productividad laboral agrícola es 5.6 veces más
que en los valles y 9.5 veces más en las regiones
del altiplano.
Hacia el año 2005 también hay cambios en la
productividad aparente. La mayor productividad
general se logra en Tarija que desplazó a Santa
Cruz (la más elevada desde 1985). Contrariamente,
la menor productividad sigue encontrándose en
Cuadro No. 3
Productividades del trabajo según regiones
Región
1984
PIB/PEA
1985
PIBA/PEAA
PIB/PEA
1995
PIBA/PEAA
PIB/PEA
2005
PIBA/PEAA
PIB/PEA
PIBA/PEAA
Santa Cruz
4,47
1,83
4,17
1,71
7,75
6,70
10,76
11,15
La Paz
2,64
0,74
2,61
0,78
4,62
0,77
5,62
1,05
Cochabamba
3,65
2,42
6,51
2,42
4,77
1,47
6,03
1,38
Oruro
2,45
0,44
2,97
0,52
7,02
0,77
8,72
1,17
Tarija
3,86
1,45
3,50
1,47
4,96
1,96
13,78
2,33
Potosí
1,32
0,42
2,02
0,44
2,83
0,56
4,06
0,68
Chuquisaca
3,21
0,77
3,01
0,83
3,59
1,01
4,36
1,17
Beni
1,82
2,10
3,11
2,12
5,06
6,11
6,14
8,02
Pando
1,35
3,67
2,79
4,09
7,05
4,42
11,25
8,47
Fuente: Cuadros No 2 y 3 del Anexo.
31
Por otro lado, a nivel nacional, la población
económicamente activa que ha estado empleada
en el sector agrícola ha disminuido entre los
años estudiados ya que del 54.8% de la PEA
que se empleaba en el sector pasó al 44.09%
en 1995 y al 29.98 en el año 2005 (ver Cuadro
No. 4), es decir que hubo una disminución del
23.42% en los 20 años de aplicación del Ajuste
aunque en cifras relativas esa disminución se
efectuaría sólo en el departamento de Santa Cruz.
El resto de los departamentos presenta situaciones
variables según los años: algunos departamentos
disminuyen en cifras absolutas pero aumentan en
cifras relativas (La Paz); o diminuyen en cantidad
en los primeros años y luego tienen un aumento
en cifras relativas.
Cuadro No. 4
Evolución de la PEAA respecto al total de la PEA (Nacional y por departamentos) (en %)
Nacional
PEAA/PEA – 1984
PEAA/PEA - 1995
PEAA/PEA - 2005
54,8
44,09
29,98
Santa Cruz
32,29
24,10
21,07
Cochabamba
36,69
47,85
48,98
La Paz
38,19
41,81
39,85
Oruro
39,79
42,01
41,03
Potosí
59,59
67,38
77,98
Tarija
51,80
43,04
41,89
Chuquisaca
71,19
71,00
79,38
Beni
45,29
30,67
28,48
Pando
18,37
34,89
38,95
Fuente: Cuadro construido en base a datos del Cuadro No. 2 del Anexo.
Estructural (disminuyó 1.17% cada año). Esto
significa que menos de un tercio de la PEA está
inserta en el sector primario, tendencia parecida
a la que se da en otros continentes y países
“en desarrollo” como Perú, Ecuador (28%); y
algunos países árabes-musulmanes; pero por
debajo de la situación de los países de Centro
América que presentan el 46% de su PEA inserta
en la agricultura (Robert C. 2002).
Sobresale también el elevado porcentaje de
la PEA empleada en el sector agrícola en
departamentos como Potosí y Chuquisaca
donde, en el año 2005, la PEAA alcanza hasta
el 79% del total - 3.7 veces más elevada que
la PEAA de Santa Cruz y casi el doble de la
25
PEAA del resto de los departamentos - lo
que, según estudios de la Unión Europea,
serían las tasas más altas del Continente
(Comisión Europea 2007).
Desde el punto de vista regional, la tendencia
general a la disminución en cifras absolutas se refleja
también en la mayoría de los departamentos como
Santa Cruz, Oruro, La Paz, Potosí y Chuquisaca;
25 En el año 1985, la PEAA ubicada en Potosí era sólo 2,2
veces más que la PEAA de Santa Cruz; en 1995 esa relación
aumentó a 3 veces más y en el 2005, a 3,7 veces más.
32
2.4. Producto Interno
Bruto y Pobreza
de la extrema pobreza fue de 0,24; 0,04 y 0,09
respectivamente.
L a p o b re z a e n B o l i v i a 2 6 , e s t á u b i c a d a
principalmente en el sector rural y en menor
proporción en el sector urbano. Esta situación se
repite para la pobreza extrema 27 la cual se ubica
mayoritariamente en el sector rural.
Esa situación lleva a la conclusión de que la tasa de
crecimiento del PIBA es insuficiente para mejorar
la situación de extrema pobreza rural. Justamente
porque la tasa de crecimiento es insuficiente, la
población pobre debe recurrir a otras estrategias
productivas o a estrategias de sobrevivencia
(migraciones, donaciones de alimentos, etc.).
El Cuadro No. 5 muestra que en 1985, la mayoría
de la pobreza extrema (75%) se ubicaba en el sector
rural, y luego de la ejecución del PAE, más de 2/3
de esa población continúa ubicándose en ese sector,
porcentaje prácticamente estancado hasta el 2005.
¿Y como se explica esta situación desde el punto
de vista regional? ¿Que departamentos aumentaron
su PIBA y cuales aumentaron más su población en
términos de pobreza?
Otro aspecto que es necesario resaltar en los
20 años estudiados, es que no hay una relación
entre el PIBA y la pobreza extrema rural. La
hipótesis comúnmente planteada es que a mayor
crecimiento del PIBA, disminuirá la pobreza rural
(o a menor crecimiento, mayor incremento de la
pobreza), sin embargo esa relación no se aplica
en el país. Mientras en el periodo 1985-1992 la
tasa de crecimiento del PIBA fue de 0,13%, la tasa
de crecimiento de la población rural en extrema
pobreza fue de (-) 0,22%. En los años posteriores,
la tasa de crecimiento del PIBA fue de 0,15
(1992-99); 0,06 (1999-2001) y de 0,12 entre
el año 2001-2005, mientras que el crecimiento
Si estamos de acuerdo en que la principal fuente
productiva de reducción de la pobreza es el aumento
o incremento de la productividad, se puede explicar
en parte el comportamiento relativo de la pobreza
en la mayoría de las regiones o departamentos
del país.
La falta de información sobre la Línea de Pobreza
impide realizar un análisis más detallado desde la
implementación del PAE (1985) hasta el año 2005.
Sin embargo, se puede considerar el indicador de las
Necesidades Básicas Insatisfechas (NBI)28 en base a
información de los Censos Nacionales de Población
y Vivienda (ver Cuadro No. 4 del Anexo).
26 Medida por el método de la Línea de Pobreza, que
representa el valor de una canasta de bienes y servicios que
28 Que concibe a la pobreza como una necesidad, analiza
tienen la capacidad de satisfacer las necesidades básicas de
las carencias de los bienes y servicios que permiten a un
la población. La canasta básica de alimentos se elabora a
hogar satisfacer sus necesidades esenciales. Identifica a
partir de la Encuesta de Presupuesto familiar de 1990, y
la pobreza de tipo estructural ya que las variables que la
está definida por una lista de alimentos para el consumo
conforman varían lentamente en el tiempo. No captura
dentro y fuera del hogar que cubren la ingesta nutricional
situaciones de pobreza reciente o coyuntural ya que no
que recomiendan las organizaciones especializadas.
incorpora variables como el ingreso o el empleo. Su
27Es el valor de la canasta básica de alimentos solamente.
unidad de análisis es el hogar.
33
Cuadro No. 5
Relación de crecimiento del PIBA con la población rural pobre
PIB Agropecuario(millones
Bs. de 1990)
1985
1992
1999
2001
2005
2007
2.236.435
2.597.906
3.071.385
3.288.118
3.778.852
3.919.884
0,13
0,15
0,06
0,12
0,035
Tasa de crecimiento PIBA
Población Rural
3.079.181
2.725.946
3.158.827
3.170.686
3.366.442
3.367.558
Población Rural en extrema
Pobreza (% respecto al total
población rural)
2.309.386
(75,0%)
1.883.901
(69.11%)
2.208.652
(69.90)
2.029.556
(64.01%)
2.265.615
67.30%)
2.094.621
(62.2%)
(-) 0,22
0,14
(-) 0,088
0,10
(-) 0,08
3.015.490
3.694.956
4.978.286
5.077.768
6.041.564
6.259.520
s.d.
964.753
(26.11%)
1.269.463
(25.50%)
1.330.375
(26.20%)
1.468.100
(24.30%)
1.464.728
(23.4%)
s. d.
0,24
0,045
0,09
(-) 0, 022
Tasa de crecimiento
de la Población Rural
en extrema Pobreza
Población urbana
Población urbana en extrema
pobreza(% respecto al total
población urbana)
Tasa de crecimiento población
urbana en extrema pobreza
Fuente: FIDA (1985) e INE (Diversos informes anuales)
Gráfico No. 4
Evolución del crecimiento del PIBA y la población rural con pobreza extrema
Considerando ese indicador y también el de la
productividad laboral agrícola (cuadro No. 3)
notamos la incidencia que tiene uno sobre el otro:
un aumento de la productividad laboral incide
en la disminución de la población con NBI y un
insuficiente aumento productivo laboral aparente,
no influye en el alivio o mejoramiento de las NBI.
En Santa Cruz por ejemplo, entre 1995 y 2005, la
productividad laboral agrícola aumentó de 6.70%
34
a 11.15% mientras que la población con NBI
disminuyó del 92.5% (1992) al 81.0% (2001).
En cambio en las regiones de Potosí en 1995 la
productividad laboral era de 0.56 y en el 2005 de
0.68 (aumentó el 21%) mientras que la población
con NBI alcanzaba al 95.1% en el año 1992 y al
95.4% en el 2001. Por lo tanto, el incremento de
la productividad fue completamente insuficiente
para aliviar la pobreza.
En los departamentos del Beni, La Paz y Tarija se
mantuvo la relación desigual de crecimiento, es
decir que prácticamente no hubieron cambios en
la situación.
Sólo en Pando, Potosí, Santa Cruz y Chuquisaca
creció más el PIBA que la población rural con NBI.
Los datos anteriores muestran que el crecimiento
del PIBA de cada región en los 9 años considerados
es totalmente insuficiente para disminuir la pobreza
29
en sus regiones ya que ésta ha seguido creciendo ,
inclusive a un ritmo superior al crecimiento del
PIBA como es el caso de ciertas regiones.
Otra manera de considerar la incidencia de la
producción es analizando el Producto Interno Bruto
Agrícola con las Necesidades Básicas Insatisfechas
de la población.
2.5. EL PIB y la desnutrición
Según el Cuadro No. 4 del Anexo, entre 1984
y 1992 el PIBA tuvo un aumento del 122,38%
mientras que la población rural con NBI en 1992
alcanzaba al 95.03% del total. En los siguientes
años (1992-2001), el PIBA aumentó en 161,47%
pero la población rural con NBI alcanzó a más
de 2.8 millones de personas (90.08% del total
de la población rural), habiéndose incrementado
en cifras absolutas en más de 266.000 personas
(aunque en términos relativos disminuyó en
cerca del 5%).
Otro indicador importante a considerar es la
incidencia que el PIB y el PIBA puedan tener en
los niveles de desnutrición de la población. ¿Ha
influido en el país el aumento o disminución del
PIBA y el PIBA/trabajador rural, en los niveles de
desnutrición de la población rural?
El nivel de desnutrición a nivel nacional en 1985
alcanzaba al 22,3% de la población (ver Cuadro No.
5 del Anexo), índice que se modificó recién hacia
30
1989, disminuyendo al 15% . Posteriormente, a
Desde el punto de vista de las regiones o
departamentos, la tendencia es parecida. Si se
relaciona el índice de crecimiento del PIBA con
el índice de crecimiento de la población rural
con NBI en los dos periodos mencionados (ver
Cuadro No. 6), la situación entre 1992-2001 es
la siguiente.
29 Querer basar las estrategias de reducción de la pobreza
solamente en el sector agrícola, resultaría imposible en las
condiciones presentadas; ya que para acabar con la pobreza
de la población se necesitaría aumentar 12 veces más por año
el valor del PIBA, durante otros 9 años más (sin considerar el
índice de crecimiento vegetativo anual de la población).
30 Según datos de la FAO, entre 1990-1992 en el país el número
En los departamentos de Oruro y Cochabamba crece
más rápido la población con NBI que el PIBA (el índice
de crecimiento del PIBA es menor que el índice de
crecimiento de la población rural con NBI)
de subnutridos aumentó de 1.7 millones de personas a 1.9
millones, aunque en términos relativos significó una disminución
del 26% al 23% (el índice de 1992 solo era superado por los
países más pobres de Centro América como Guatemala y Haití).
35
Cuadro No. 6
Incremento del PIBA en relación a las NBI por regiones (1992-2001) (%)
Departamento
Incremento de las NBI
de población
rural entre 1992- 2001
Incremento PIBA
entre 1992 y 2001
Relación PIBA/NBI
Nacional
161
110
1,46
Pando
176
107
1,64
Potosí
160
110
1.45
Santa Cruz
156
111
1.40
Oruro
128
132
0.96
Beni
126
119
1.05
Chuquisaca
120
(-) 0.4
1.20
La Paz
118
111
1.06
Tarija
110
101
1.08
(-) 12.06
103
0.85
131.32
110,34
1.19
Cochabamba
Promedio (en los 9 años)
Fuente: Construido en base al Cuadro No. 4 del Anexo.
mediados de los años 90, ese índice era del 11%
con descenso paulatino hasta el 7-8% en el 2003.
sólo desde antes de la aplicación del PAE (1985)
sino también después (2003).
El cuadro 5 del anexo también muestra que la
mayor tasa de desnutrición se ubica en el sector
rural, que presenta índices más elevados que el
promedio nacional.
Por otro lado, la evolución de los indicadores
muestra que las variaciones que puedan tener tanto
el PIBA nacional como el PIBA per capita rural no
tienen una incidencia o relación directa sobre los
niveles de la desnutrición rural.
A nivel de la desnutrición por departamentos, la
tendencia nacional se repite, ya que es mayor
la desnutrición rural que urbana, siendo los
departamentos (Potosí, La Paz, Cochabamba) que
presentan los niveles más altos de desnutrición, no
Si en algunos periodos de incremento del PIBA
(1985-1996; 1999-2001) hay una disminución del
nivel de desnutrición rural, llegaríamos a pensar que
a mayor incremento en los ingresos agropecuarios,
corresponde un menor nivel de desnutrición; pero
no siempre es así ya que hay periodos de aumento
del PIBA (1996-97 y 2001-2003) pero también
hay fuertes incrementos del nivel de la desnutrición
rural, que no sólo aumenta en cifras absolutas sino
también en cifras relativas (ver Cuadro No. 7).
Para el periodo 2001-2003 la situación nacional empeora
ya que el número de subnutridos aumenta a 2 millones
de personas (en términos relativos, el índice del 23%
permanece igual), mientras que los países anteriormente
mencionados tuvieron una disminución porcentual entre el
2% y 3% (respectivamente).
36
Cuadro No. 7
Incidencia del PIBA en los niveles de desnutrición de la población rural
1985
PIBA (Millones Bs.
de 1990)
PIBA per capita
rural (Bs)
Número de
desnutridos rurales
(% sobre el total
de la población rural)
1989
1996
1997
1999
2001
2003
2.236
2.266
2.972
3.135
3.071
3.288
3.590
723
364
962
1011
972
1037
1043
674.341
(21.9%)
566.131
(19.9%)
323.948
(10.9%)
343.712
(11.09%
320.937
(10.16%
271.094
(8.55%)
423.522
(12.3%)
Fuente: Cuadro construido en base a datos del Cuadro No. 1 y 5 del Anexo.
Se podría afirmar también que el indicador del
PIBA es muy general o global y que su incidencia
en otros indicadores se diluye por su amplitud.
En ese caso, quizás es más conveniente utilizar el
indicador del PIBA per cápita rural.
(condición suficiente para reducir la pobreza y
mejorar las NBI).
En efecto, si la distribución de los ingresos es
inequitativa (y eso es lo que pasa en el país), los
ingresos de la población pobre no mejoran por más
que se incremente la producción.
Lamentablemente, la tendencia del análisis anterior
se vuelve a repetir con este indicador. No hay
influencia entre el incremento o la disminución
del PIBA per capita con los niveles de desnutrición.
Por más que aumente el PIBA per capita, el nivel
de la desnutrición disminuye (periodos 19891996 y 1999-2001) o indistintamente aumenta
(2001-2003). Y al contrario, cuando el PIBA per
capita disminuye, se reduce el nivel de desnutrición
(1985-1989 y 1997-1999).
Esto explica pues que a pesar de haberse
incrementado el PIBA per capita rural entre
1996-1997 en un 105.09%, el número de
desnutridos en el sector rural, en el mismo
periodo, se incrementa más aún: en 106.10%.
Pero acá se puede argumentar que la desnutrición
no sólo está en función de los ingresos de la
producción sino también en función de otros
factores como los aspectos culturales y los
patrones alimenticios.
La explicación para esta aparente contradicción
está en que la relación entre producción e ingresos
no siempre es directa pues está intermediada por
el factor de la distribución de los ingresos: si la
producción mejora (condición necesaria pero no
suficiente para reducir la pobreza, la desnutrición
y las NBI), eso no implica automáticamente
un mejoramiento de los ingresos económicos
Si se consideran otros indicadores como las NBI
o la población rural en extrema pobreza por
ejemplo, resalta mejor el factor de la desigual
distribución de los ingresos. Así tenemos que
a pesar de haberse incrementado el PIBA en
un 126,56% entre 1992 y 2001, la población
37
Gráfico No. 5
Relación entre el crecimiento del PIBA, el PIBA per capita,
las NBI y la población rural en extrema pobreza
rural con NBI se incrementa en un 110,25%
y la población rural en extrema pobreza en un
107.73% (ver Gráfico No. 5)
y presenta, porcentualmente, una tendencia
permanente a la disminución.
Según el Cuadro No. 8, antes de la aplicación del
PAE el gasto público en el sector agropecuario
representaba el 12.2% del total de los gastos en
los sectores económicos, nivel que no se ha vuelto
a recuperar desde entonces, ya que en la década de
los años 90 la inversión fue del 7% promedio, con
descensos pronunciados en algunos años (1995) o
recuperaciones relativas (1999), hasta porcentajes
que se mantienen entre el 2000 y el 2006.
Todo esto no hace más que demostrar lo que
representan las políticas del PAE: un fuerte
crecimiento de las desigualdades económicas y
sociales en la población.
2.6. EL PIB Agrícola
y la inversión pública
La inversión pública es la asignación de
recursos públicos para los proyectos de
inversión mediante la aplicación de criterios
de eficiencia y responsabilidad para la función
pública. Los procesos de Participación Popular y
Descentralización Administrativa definieron una
serie de normas y procesos de programación,
incluyendo funciones, responsabilidades y recursos
para que las entidades del sector público realicen
proyectos de inversión en los diversos sectores de
la economía nacional.
Comparando con otros sectores de la economía, la
inversión pública en el sector agropecuario siempre
ha sido una de las más bajas (a excepción del sector
de la minería). Mientras en el año 1987 la inversión
en agricultura era la misma que en el sector de
energía (7.7%), en 1992 significó la mitad de la
inversión. Asimismo, en el año 1996, la inversión
en el sector agropecuario fue 12 veces menor que
en el sector de transporte y 5.5 veces menor en el
2004 (www.vipfe.gov.bo/dgip/index.html)
La inversión pública en el sector agropecuario
ha sido (y es) muy baja en los años del estudio,
¿Y que significó la inversión pública en el sector
agropecuario respecto al Producto Interno Bruto
38
Cuadro No. 8
Inversión Pública efectuada en el sector agropecuario
1984-2006 (Sin municipios) (miles de $us)
1984
1. Inversión
pública total en
sectores
2. Inversión
pública
en Sector
Agropecuario
3. Porcentaje
invertido en el
sector respecto
al total de los
sectores de la
economía
4. PIBA
5. Relación 2/4
1987
1989
1992
1995
1999
2001
2005
2006
779.683
305.348
339.980
531.580
401.606
426.581
541.090
629.183
879.469
95.529
23.690
25.202
36.058
16.107
36.906
53.396
54.164
69.607
12,25%
7,75%
7,41%
6,78%
4,01%
8,65%
9,86%
8,6%
7,91%
623.639
708.124 722.719
773.186
998.648 1.100.062 1.080.847 1.128.991 1.166.632
(100%) (113.54%) (115.88%) (123,97%) (160.13%) (176.39%) (173.31%) (181.03%) (187.06)
15,3
3,34
3,48
4,66
1,61
3,35
4,94
4,79
5,96
Fuente: Cuadro construido en base a datos del Cuadro No. 1, VIPFE y UDAPE.
Agropecuario, en el transcurso de los años
analizados? ¿Fue suficiente la inversión pública
realizada en el sector?
inversión del año 198431, índice que se ha incrementado
ligeramente hasta 1992 para luego disminuir
bruscamente en 1995. En 1999 se recuperan los
niveles de inversión de hace 12 años, para continuar
con un paulatino incremento hasta el 2006.
La relación entre lo invertido y lo generado
por el sector muestra una desproporción muy
grande en todos los años. En 1984, antes de
la aplicación del PAE, la inversión pública en el
sector agropecuario representaba el 15.3% del
total producido por el sector.
Para concluir el acápite, se puede resumir
enfatizando que el aporte del PIBA al PIB nacional
se ha mantenido en un 15% promedio anual, con
un PIB per capita agrícola que presenta una serie
de variaciones en los años estudiados, pero siempre
con un crecimiento menor que el crecimiento del
Después de la aplicación del PAE, esa inversión
disminuyó fuertemente. En el año 1987, la inversión
pública había disminuido al 3,34% respecto a la
31 La diferencia de las inversiones públicas así como el PIBA
entre el año 1984 y 1987 es muy grande, lo cual suscita
dudas respecto a la veracidad de esa información estadística,
que por otro lado puede ser explicada por la elevada tasa
de inflación existente entre 1984-1985; o por las diferentes
tasas de convertibilidad de la moneda extranjera. De todas
maneras, la inversión pública en el sector agropecuario del
año 1984 está en relación a la inversión pública total.
39
PIB per capita general.
La productividad del trabajador agrícola
también presenta cambios importantes en
esos años: en el oriente del país se logra
productividades laborales mayores que en el
altiplano y los valles.
Las regiones del oriente del país (Santa Cruz
sobre todo) tiene un aumento sustancial en la
conformación del PIBA, al contrario de lo que
aportan otras regiones del país.
40
3
La Tierra
Finalmente, hay que resaltar que las tasas de
crecimiento del PIBA son insuficientes para mejorar
la situación de pobreza rural, el nivel de desnutrición,
las Necesidades Básicas Insatisfechas; reflejo también
de la escasa inversión pública en el sector agrícola.
3.1. El acceso a la tierra
Como parte de la serie de medidas del Programa
del Ajuste Estructural, a mediados de la década de
los 90’s se abordó el tema de las tierras a través de
la Ley INRA (1996) planteando que el proceso de
reforma agraria debía ser asistida por el mercado.
Como consecuencia, se impulsó la modificación
del Servicio Nacional de Reforma Agraria (Ley
1715) que pretendía acelerar la titulación y
32
saneamiento de tierras, otorgar concesiones de
tierras, el registro y la creación de un catastro de
las propiedades para “garantizar la seguridad de
la tenencia de la tierra y atraer inversiones” en un
plazo de 10 años.
En realidad, el proceso de distribución de tierras en
Bolivia puede caracterizarse por fases diferentes:
32 Bajo el concepto de que ésta debe cumplir la Función
Económica Social (FES), es decir, justificar el uso productivo
y social que se hace de las tierras. También se redujo a la
mitad el impuesto a la tierra creado en la reforma impositiva
de 1986 y eximió de la reversión a todos los propietarios que
pagan impuestos. De esta forma, el pago puntual de tributos
se convirtió en una prueba del no abandono de la tierra y en
un mecanismo para asegurar el derecho propietario.
41
el de la Reforma Agraria (1953) hasta el año
1992 cuando se interviene el Servicio Nacional
de Reforma Agraria (SNRA) para implementar otro
tipo de desarrollo rural. Una segunda fase a partir
del año 1996 cuando se promulga la Ley INRA,
y finalmente la tercera fase a partir del nuevo
gobierno Nacional que promulga la Ley 3545
(Noviembre 2006) denominada de Reconducción
Comunitaria de la Reforma Agraria que modifica
la Ley del SNRA.
total de las tierras, mientras que el 1.65% de
las Unidades Productivas con 5.000 Has y más
poseían el 65.2% del total de las tierras lo que
significa que en promedio cada Unidad Productiva
poseía 15.142 Has.
En el año 1984, último año en el que se realizó
33
un Censo Agropecuario en el país , los datos
recogidos señalan lo siguiente:
• Que se distribuyó mayor cantidad de tierras a
las Unidades Productivas de menor dimensión
(entre 0-19 Has) llegando a representar
éstas el 3.70% del total de las tierras (casi
4 veces más que en 1950), pero también
La Reforma Agraria se implementó sobre todo en
el occidente del país y en menor medida en el
oriente. Antes de la Reforma Agraria, el 77,3% de
las Unidades Productivas con extensiones menores
Cuadro No. 9
Unidades Agropecuarias según tamaño de tierras (1950-1984)
Tamaño de
las Unidades
Productivas
(Has)
1950
1984
Número de
Unidades
Productivas
Extensión
(Has)
Promedio
(UP/Has)
Número de
Unidades
Productivas
Extensión
(Has)
Promedio
(UP/Has)
0 - 19
65.869
(77.30%)
209.923
(0.64%)
3,18
330.634
(88.6%)
839.659
(3.70%)
2,53
20 – 99
7.608
(8.93%)
325.592
(0.99%)
42,79
30.125
(8.07%)
1.213.019
(5.35%)
40,26
100 - 999
6.271
(7.43%)
2.101.519
(6.41%)
335,11
8.176
(0.02%)
2.458.038
(10.84%)
300,6
1000- 4999
4.000
(4.69%)
8.724.776
(26.64%)
2.181
3.298
(0.88%)
7.111.627
(31.37%)
2.156
5000 y +
1.412
(1.65%)
21.380.288
(65.29%)
15.142
686
(0.18%)
11.047.809
(48.73%)
16.105
TOTAL
100 %
100 %
100 %
100 %
Fuente: INE 1984.
33Que abarcó a todas las regiones del país a excepción del
Chapare (Cochabamba) y las provincias F. Tamayo e Iturralde
a las 20 hectáreas poseían tan sólo el 0.64% del
del departamento de La Paz.
42
aumentó el número de Unidades Productivas
que se inscriben en esas extensiones ya que
representan el 88.6% del total de las Unidades,
lo que significa que se profundizó el minifundio
(en 1950 cada Unidad Productiva tenía 3,18
Has en promedio, en cambio en 1984 cada
Unidad tiene 2,53 Has/promedio; es decir
0.65 Has menos que 34 años antes).
que tenían 15.142 Has.
Esa concentración de tierras que se percibe en
1984 se concentra sobre todo en las regiones
del oriente del país, con diferencias pronunciadas
respecto al occidente del país.
En las regiones del altiplano y valles resalta que el
75.54% del total de las unidades de producción
tienen menos de 5Has de extensión (7.08% del
total del área de esa región); es decir que en
promedio cada unidad tendría 1.48 Has mostrando
una fuerte fragmentación de las tierras.
• Contrariamente, en el extremo de las mayores
concentraciones de tierras, sólo el 1.08% de las
Unidades Productivas de 100 Has y más poseen
el 90.94% del total de la superficie censada
(Cuadro No. 9), empezando a generarse la
profundización del latifundio. En promedio, cada
Unidad Productiva de 5.000 Has y más llega a
poseer 16.105 has, es decir 963 Has más que el
promedio de las Unidades Productivas de 1950
En estas mismas regiones, sólo el 1.53% de las
unidades agropecuarias disponía del 71,96% de
la superficie (744,6 Has cada unidad en promedio)
mostrando también una cierta concentración de
tierras en estas zonas.
Cuadro No. 10
Unidades agropecuarias según regiones (1984)
Tamaño de las unidades
productivas(HAS)
Número de unidades agropecuarias
No. de unidades
%
Área Total
Hectáreas
%
Valles y altiplano(1)
0 a 4,99
193.427
75,54
287.385,76
7,08
5 a 19.99
47.170
18,42
411.216,27
10,13
20 a 99.99
11.522
4,50
439.973,72
10,84
100 y más
3.924
1,53
2.921.945,30
71,96
Sub total
100
100
Oriente y amazonía(2)
0 a 19,99
31.711
54,15
141.059,77
0,76
20 a 99,99
18.608
31,78
773.043,52
4,15
100 a 999,99
4.927
8,41
1.533.311,21
8,24
1000 y más
3.311
5,65
16.162.216,45
86,85
Sub total
100
(1) Comprende Chuquisaca, Tarija, Potosí, Oruro y valles de Cochabamba
(2) Comprende Santa Cruz, Beni, Pando y Norte de La Paz
Fuente: II Censo Nacional Agropecuario 1984 INE (Citado en Ibarnegaray R.1997).
43
100
en el Oriente del País, en Santa Cruz y en menor
medida en Beni y Pando); aunque en el periodo
de J. Paz Zamora también se entregaron
significativas extensiones en procesos de
dotación irregulares. 34
En el oriente del país, la situación es más
extrema que en el altiplano y valles. Las unidades
productivas que tienen más de 1.000 Has de
extensión sólo representan el 5.65% del total,
pero disponen del 86,85% del área.
En cifras absolutas eso significa que más de 16 millones
de hectáreas eran apropiadas por 3.311 unidades
agropecuarias, lo que en promedio representa una
concentración de 4.881,3 Has por unidad.
Estadísticas e información oficial mas reciente dan
cuenta que lo que muestran los datos del censo de
1984 en términos de desigualdades, se profundiza
en los años posteriores.
Cuadro No. 11
Distribución de tierras según gobiernos
Años
Gobiernos
Superficie dotada (Has)
(%)
1953-1964
1964-1971
1971-1978
1978-1981
1982-1985
1985-1989
1989-1993
Inicio Reforma Agraria (MNR)
Militares (Barrientos, Ovando..)
Militar (Hugo Banzer S.)
Militares
Periodo Democrático (UDP)
Periodo Democrático (MNR)
Periodo Democrático (MIR Paz Zamora))
5. 113.152
6. 535.835
17. 947.495
6. 511.562
1. 779.943
5.812.013
13. 600.000
8.92
11.40
31,32
11,39
3,10
10,14
23,73
1953-1993
Total
57. 300.000
100
Fuente: Construido en base a MDS 2002 e INRA 2008
En el oriente también se ubican unidades de
producción menores de 20 Has (54.15% del total
de las unidades) que poseen tan sólo el 0.76% del
total del área, lo que en promedio significa 4.55
Has/unidad/promedio.
Esta situación de la distribución y concentración
de tierras en el año 1984, se ha visto agravada
por la distribución de tierras que realizaron los
diferentes gobiernos nacionales – resaltando
que es en el periodo de Banzer Suárez cuando
se distribuye mayor cantidad de tierras a sus
familiares y amigos de partido (principalmente
La elevada concentración de las tierras se efectúa
sobre todo en el oriente del país, en los departamentos
35
de Santa Cruz, Beni y Pando . Según el INRA (INRA
34 Como por ejemplo la auto dotación de más de
100.000 Has del entonces Ministro de Educación,
Edím Céspedes.
35 El 37% de las propiedades agrarias están ubicadas en la
región del altiplano (La Paz, Oruro y Potosí) cubriendo el 6%
de la tierra cultivada; el 46% de las propiedades agrarias en
la región de los valles (Cochabamba, Chuquisaca y Tarija)
abarcando al 17% de la tierra cultivada y el 17% de las
propiedades agrarias en la región de los llanos (Santa Cruz,
Beni y Pando) abarcando el 77% de la tierra cultivada.
(Ministerio de Asuntos Campesinos y Agropecuarios de
Bolivia, Citado en Weisbrot y Sandoval 2008).
44
Cuadro No. 12
La Concentración de Tierras
Superficie
Número Número demandada Superficie
Departamento
de
de
y/o dotada
medida
familias predios por el INRA
(Has)
(Has)
Superficie Superficie en
Superficie
no
proceso de Superficie saneada
saneada saneamiento recortada
y/o
(%)
(%)
reconocida
Pando
10
78
820.361
820.361
-
-
788.821
31.540
Beni
10
131
534.796
353.599
s. d.
s. d.
s. d.
43.169
Santa Cruz
15
49
512.085
219.845
57
28
143.347
76.498
(15%)
Fuente: INRA 2008.
2008), hasta el primer semestre del 2008 eran
10 familias en el departamento de Pando que se
apropiaron irregularmente de más de 800.000
36
hectáreas; y en Santa Cruz son 15 familias las
que disponen de más de medio millón de hectáreas
como se aprecia en el cuadro siguiente.
Esta alta concentración de tierras hace que Bolivia
sea catalogada como el país de las más elevadas
diferencias en las dimensiones de propiedad de
la tierra. Ya en la década de los 90, la FAO ubicó
a Bolivia como el país que tiene el coeficiente de
Gini 37 más elevado de toda América Latina y el
Caribe, con un nivel de desigualdad muy superior
a otros países como Barbados, las Bahamas, Perú
y la Argentina.(FAO 1990). Estudios más recientes
reafirman lo anterior mostrando que la situación
no varió hasta mediados de los 2000. “...la
concentración de tierras en Bolivia entre un grupo
muy pequeño de propietarios parece ser casi la peor
en el mundo entero con la excepción de Chile...
El 66.4% de los suelos cultivables distribuidos
solamente entre el 0.63 de los propietarios (en
Bolivia) se presenta como la peor en el hemisferio”
(Weisbroth y Sandoval 2008).
Las desigualdades en el acceso a las tierras y la alta
concentración de superficies de tierras en pocas
manos (latifundios) es un problema fundamental
al cual hay que añadir el factor de la calidad de
las tierras cultivables: las tierras más erosionadas y
pobres en su fertilidad están ubicadas generalmente
en el altiplano y valle, en manos de los agricultores
campesinos, en cambio las tierras más fértiles
y las mejores ubicadas no sólo en términos de
altitud, humedad, protección, agua, sino también
en términos de acceso a los mercados (carreteras
y vías férreas para el transporte), están en el
oriente del país, principalmente en manos de las
agroempresas.
Estas desigualdades en el acceso a la extensión de
las tierras como a la calidad de las mismas, junto
a las desigualdades de los ingresos económicos
constituyen uno de los principales factores para la
permanencia y profundización de la pobreza.
36 Según noticias de la Prensa nacional, en Bolivia hay familias
que poseen más de 290.000 hectáreas (Periódico La Prensa
3.2. El proceso de saneamiento
12/12/2007).
Otro aspecto importante a considerar es el
37 Índice del nivel de desigualdad.
45
relativo al proceso de saneamiento de las tierras
comprendido como el procedimiento técnicojurídico que permite determinar el derecho de
propiedad agraria, el cual se efectúa desde la
implementación de la Ley INRA.
Según el INRA, desde 1996 hasta el 2005 sólo
se sanearon 9,2 millones de hectáreas con una
inversión de 87 millones de dólares, dejando
pendientes de trabajo la extensión de 97.5 millones
de hectáreas (91% del total de la superficie objeto
46
4
La Producción
Agrícola
de saneamiento)38.
En ese periodo de tiempo, el lento proceso de
saneamiento es atribuido a la falta de voluntad
política por los diversos gobiernos de política
neoliberal por implementar esa ley, trabajo que
estuvo caracterizado por una serie de obstáculos
(elevado precio en el saneamiento, documentos
duplicados o viciados de nulidad, documentos
falsos,expedientes agrarios de propiedades
inexistentes y distorsiones en la normativa
agraria entre otras).
Según el Cuadro No. 6 del Anexo, inmediatamente
después de la implementación del PAE hay una
disminución en la producción total de los productos
agrícolas (7%) debido sobre todo a la disminución
de la producción de productos básicos como los
tubérculos (papa) y cereales (arroz, maíz, trigo).
Posteriormente hay una paulatina recuperación del
total producido, principalmente por el incremento
en la producción de los productos industriales.
Lo más significativo en el periodo analizado
es la tendencia a la caída en la producción de
los productos básicos de consumo como los
tubérculos, cereales (entre 1987 y 1992) y
hortalizas; y el vertiginoso incremento en la
38 Siempre según el INRA, el nuevo gobierno saneó en el
2006, 3,3 millones de hectáreas, en el 2007 alcanzó a 7.1
millones y hasta junio del 2008 había titulado 4,3 millones
de hectáreas. De ese total (14.7 millones Has), 9 millones
corresponden a propiedades colectivas comunitarias;
577.000 Has a pequeños propietarios y 888.000 Has a
medianos y grandes empresas.
47
producción de los productos industriales, sobre
todo la soya que aumenta su producción 7 veces
más entre 1992 y 1997; y 15 veces más en los
13 años posteriores (1992-2005).
pronunciados en su superficie cosechada, sobre
todo a partir de 1992.
Las hortalizas presentan una disminución hasta
1995 y luego una lenta recuperación en 1997,
y más pronunciada hasta el 2005; en cambio los
estimulantes presentan un estancamiento hasta
1992 y luego una caída, sin lograr recuperar los
niveles de 1987.
Respecto a la superficie cosechada (ver Cuadro
No. 7 del Anexo), ésta al igual que la producción
total, disminuye al inicio de la aplicación de la
PAE para luego aumentar hasta el año 1997,
disminuir hasta el 2001 y continuar con aumentos
considerables hasta el 2005.
En términos de los rendimientos productivos (ver
Cuadro No. 8 del Anexo), los únicos productos
que presentan un incremento permanente son
el arroz, tomate y el trigo, productos básicos
en la canasta de consumo de la población. Al
contrario de esa situación, hay otros productos
de consumo básico que presentan una tendencia
a la disminución, como la papa principalmente
y la quinua (a pesar de ser también un producto
de exportación)
En la superficie cosechada de los tubérculos se
anota la constante disminución de la superficie
cosechada de la papa, que no recupera los niveles
de 1985. También sobresale el caso de la oca
que presenta un estancamiento en su superficie
cosechada, alrededor de las 15.000 hectáreas.
En los productos industriales, el algodón presenta
una tendencia muy irregular, con disminuciones
hasta las 8.000 Has e incrementos hasta las
52.000Has. En cambio la soya presenta incrementos
De igual manera, hay otra serie de productos que
Cuadro No. 13
Productividad Nacional Agropecuaria (1985-2005)
Tierra cultivada
Por Trabajador
(Total Ha/PEAA)
Rendimiento
promedio de
la Tierra (TM/Ha)
Productividad
aparente del
Sector agrícola
Superficie
cultivada por
trabajador
Rendimientos de
la tierra
t (=Ta/La)
r (=Ya/Ta)
el (=t+r+r*t)
V (t/el)
R (=r/el)
1985
1,27
4,42
5,746134
0,22
0,77
1987
1,18
4,36
5,591448
0,21
0,78
1992
0,98
4,43
5,453414
0,18
0,81
1995
1,13
4,25
5,428025
0,21
0,78
1997
1,38
4,36
5,800168
0,24
0,75
2001
1,69
4,69
6,459261
0,26
0,73
2005
1,96
4,66
6,711336
0,29
0,69
Años
Fuente: Cuadro construido en base al Cuadro No. 2 y los Cuadros No. 6 y 7 de los Anexos.
48
presentan -al inicio del periodo- un incremento en
su rendimiento productivo y luego un descenso,
tal el caso de el algodón, el girasol y la soya, por
lo general productos de exportación y producidos
en el oriente del país.
trabajador), debido sobre todo a que la superficie
cultivada por trabajador (V) disminuye. Recién a
partir del año 1997 – 12 años después del inicio de
la aplicación del PAE – la superficie cultivada por
trabajador aumenta, lo que incide en el incremento
de la productividad y también en los rendimientos
de la tierra en todo el periodo.
Finalmente, los productos que al inicio del periodo
de estudio presentan un estancamiento en sus
rendimientos productivos, con tendencia a la
disminución, son la caña de azúcar y la cebolla,
ambos productos esenciales en el consumo de la
población y en las exportaciones.
Esta situación de estancamiento podría explicarse
por el retrazo tecnológico que va a suponer
que en el factor del “acceso a las tierras” de la
productividad del trabajo (por lo tanto, de los
ingresos económicos) sea el factor de mayor
retrazo y suponga conflictos por la tierra.
4.1. La productividad agropecuaria
El análisis de la productividad laboral agrícola es
muy importante no sólo para analizar la evolución
del sector en los años pasados sino también para
delinear políticas agrícolas para el futuro. En
ese sentido y definiendo la productividad 39, se
tiene el cuadro No. 13 que muestra la evolución
de la superficie cultivada por trabajador, la
productividad aparente como también los
rendimientos de la tierra.
Por lo tanto, si los rendimientos aumentaran
más rápido, la tensión por la tierra disminuiría;
por lo que una adecuada política debe plantear
urgentemente un cambio tecnológico en las
unidades productivas campesinas.
¿Y como se explica esa situación de la productividad
al interior de las regiones del país?
En 1985, la productividad del trabajador agrícola
a nivel de los diversos departamentos era muy
diversa: en las regiones del Altiplano (La PazOruro-Potosí) la productividad era de 0.87 TM
por persona/año, en cambio en Santa Cruz y Pando
la productividad alcanzaba a 9,50 TM/persona y
8.59 TM/persona respectivamente (ver cuadro No.
9 del Anexo).
De dicho cuadro se desprende que la productividad
aparente de la mano de obra agrícola tuvo una
disminución pronunciada hasta 1995 (5.42 TM/
39 Para determinar la productividad se consideran las siguientes
relaciones, donde:
Ya = producción total agropecuaria
La = Población que trabaja en el sector agropecuario (PEAA)
Hacia 1995 la productividad había aumentado
levemente para la región del altiplano (sobre
todo por la disminución de la PEA dedicada a la
agricultura) pero aumentaron las diferencias con
los departamentos de Santa Cruz y en menor
medida con Pando y Tarija (los cuales aumentaron
la productividad por el incremento en la producción
Ta = Total de superficie cultivada
Luego:
Ya/La = E (Productividad aparente del trabajador)
Ta/La = V (Tierra cultivada por trabajador)
Ya/Ta = R (Rendimiento promedio de la tierra)
Luego:
E= V+R
49
Gráfico 6 A
Gráfico 6 B
Fuentes de la productividad del trabajo
agrícola 1985
Fuentes de la productividad del trabajo agrícola 2005
y disminución en la PEAA)
tierra cultivada por trabajador, entre 116%
(Potosí) y 171 % (Tarija) existiendo situaciones
extremas como Pando (sólo aumentó 108%) y
Santa Cruz (593%).
En términos generales, la diferencia entre unos
departamentos (La Paz, Oruro, Potosí) y los otros
como Santa Cruz se profundiza más aún: si en 1985 la
productividad de la PEA en los últimos departamentos
era 11,17 veces más que la productividad lograda en
La Paz-Oruro-Potosí; hacia 1995 esa productividad
se amplió a 13,74 veces más.
Hacia el año 2005, la tendencia al incremento
continúa en todas las regiones, algunas con una
alza ligera respecto a 1995, como Tarija y Potosí,
y otras con un alza más elevada como Santa Cruz
que prácticamente dobló la relación de la superficie
cultivada por trabajador y el Beni que más que
triplicó la relación.
Hacia el año 2005 la situación no presenta grandes
variaciones ya que las diferencias en la productividad
aparente del trabajador continúan ampliándose. Hay
un lento crecimiento en la productividad laboral
agrícola de los departamentos del altiplano y valles,
y un incremento en la productividad de algunos
departamentos del Oriente del país como Santa Cruz
y sobre todo Beni (Ver Gráficos 6a y 6b).
En términos de la tierra cultivada por trabajador
según departamentos, la diferencia no es tan
pronunciada entre unos y otros como en el caso
de la productividad laboral.
En síntesis, en los 20 años de implementación
del PAE, en la mayoría de los departamentos del
país, la tierra cultivada por trabajador tuvo un
incremento muy bajo (entre 1 y 2 veces más), en
cambio en los departamentos como Beni y sobre
todo Santa Cruz, el aumento fue muy superior (5,6
y 12 veces más).
En términos del rendimiento productivo de la
tierra, los cambios entre 1985-1995 y 2005
son heterogéneos según las regiones: La Paz,
Cochabamba, Potosí y Pando tienen un incremento
en los 20 años considerados; en cambio los
departamentos que tienen una permanente caída
Entre 1985 y 1995, todos los departamentos
-a excepción de Cochabamba que tuvo una
disminución en la relación de superficie cosechada
por trabajador- aumentaron en la relación de
50
51
CULTIVOS
91,37
9,38
1,56
4,99
3.521
2,03
Caña de azúcar
Soya
Café
Frejol y Poroto
Cacao
Quinua
6
1,85
3,59
5.403
4,61
2,25
1,63
4,49
7,19
3
2,9
5,14
Tierra cultivada
por trabajador
(Has/PEAA)
1985
1,56
0,84
1,38
0,65
0,44
40,6
4,7
1,58
0,74
1,31
1,3
1,53
Rendimiento
Promedio del
Cultivo (TM/Ha)
Fuente: Cuadro construido en base a los Cuadros No. 8 y 9 del Anexo.
7,7
7,14
5,33
3,93
3,79
7,89
Productividad
Aparente del
Trabajo (TM/
PEAA)
EXPORTACION
ALIMENTICIOS Papa
Maíz
Trigo
Habas
Arveja
Arroz
Cuadro No. 14
12,41
1,6
3,53
1,20
2,36
96,74
8,37
8,6
7,03
4,32
3,79
10,45
Productividad
Aparente del
Trabajo (TM/
PEAA)
5,99
1,85
3,6
1,65
4,61
2,24
1,63
4,5
7,2
3,11
2,9
5,14
Tierra cultivada
por trabajador
(Has/PEAA)
1995
2,06
0,86
0,98
0,67
0,51
42,99
5,11
1,91
0,97
1,38
1,3
2,03
Rendimiento
Promedio del
Cultivo (TM/Ha)
10,73
1,82
5,37
1,32
2,65
110,52
9,91
11,29
7,93
5,58
4,77
12,28
Productividad
Aparente del
Trabajo (TM/
PEAA)
Productividad de los principales cultivos alimenticios y de exportación (1985-2005)
6,22
1,88
3,60
1,79
4,65
2,28
1,63
4,52
7,22
3,18
2,28
5,26
Tierra cultivada
por trabajador
(Has/PEAA)
2005
1,78
0,97
1,49
0,73
0,57
47,19
6,04
2,5
1,09
1,78
1,65
2,37
Rendimiento
Promedio del
Cultivo (TM/Ha)
son Chuquisaca, Beni, Santa Cruz (con una fuerte
expansión de la superficie cultivada) y Tarija.
Los trabajadores agrícolas que producen alimentos
básicos de consumo y que tuvieron un aumento en
su productividad laboral entre 1985 y 1995 son los
productores de arroz (aumentó el 134%) y el trigo
(132%), mientras que los trabajadores de la arveja
mostraron un estancamiento productivo y los de
frejol/poroto una disminución del 29%. La papa
mostró un ligero aumento en la productividad ya
que pasó de 7.70 a.m./Trabajador/año a producir
8.37 a.m./trabajador/año.
En términos de la tasa de cambio, todos los
departamentos presentan una relación acorde
entre la productividad del trabajador y la
cantidad de tierra cultivada por trabajador; y el
rendimiento productivo de la tierra, a excepción del
departamento de Santa Cruz (donde en el año 1995
la productividad laboral es 3 veces más la relación
de tierra cultivada por trabajador y los rendimientos
productivos de la tierra), lo que mostraría que la
productividad laboral en ese departamento no se
logró por aumento en los rendimientos productivos
o ampliación de la superficie cosechada por
trabajador, sino más bien por otros factores como
por ejemplo la mecanización tecnológica que
prescindió de trabajadores rurales.
En el otro extremo, hay departamentos como Oruro
donde la productividad laboral agrícola es muy
baja, mostrando mayor aumento en los factores del
rendimiento productivo de la tierra y ampliación de
la superficie por trabajador, que en la productividad
del trabajador agrícola.
Estos incrementos laborales son muy parecidos a los
logrados en los productos de exportación que fluctuaron
entre el 106% (caña de azúcar) y 132% (soya).
En síntesis, se percibe que los trabajadores
que tuvieron mayor rendimiento productivo
laboral entre 1985 y 1995 son los del oriente
(Santa Cruz) que se dedicaron a la producción
de arroz, la soya y trigo (ambos productos
vinculados en el ciclo agrícola). Con menor
rendimiento productivo laboral se ubican los
trabajadores de la quinua (que también se
exporta), papa y arveja, situados en regiones
del altiplano, sobre todo.En el periodo 19952005 se incrementa la productividad de los
trabajadores de todos los productos, tanto
los destinados a la exportación como los
destinados al consumo, a excepción de la soya
que tiene una productividad negativa.
Finalmente, para completar el análisis resulta
oportuno realizar el mismo ejercicio de la
productividad laboral y la tierra cultivada por
trabajador, pero considerando a los principales
40
productos agrícolas según su destino . productos
principalmente para exportación y productos para
el consumo de la población.
Los productos que más aumentan su productividad
son el frejol, maíz y porotos, y los que menos
aumentan son el cacao, trigo y quinua.
40 Lo que en cierto sentido refleja también la producción según
regiones. Por ejemplo, la mayoría de la producción total de
la caña de azúcar, arroz, frejol y porotos provienen de Santa
Cruz, al igual que la soya y girasol; mientras que la mayoría
Referente a la evolución de la cantidad de tierra
cultivada por trabajador, el Cuadro No. 14 muestra
un estancamiento en todos los productos. Esto
del cacao y café de la región sub tropical de La Paz. El resto de
los productos considerados en los cuadros del Anexo, reflejan
la producción mayoritaria de regiones del Altiplano y Valles.
52
quiere decir que un trabajador agrícola ha seguido
atendiendo a la misma proporción de tierras entre
1985 – 1995, tanto en el altiplano y valles como
en el oriente, sin diferenciar si eran productos
básicos de consumo o de exportación.
una tendencia totalmente contraria a la del periodo
anterior), maíz (131%) y haba (129%); y entre los
productos de exportación resaltan el café (113%) y
la quinua (112%), aunque con ligeras diferencias
entre el cacao y la caña de azúcar.
Esa tendencia es muy similar a la que se da entre
los años 1995 y 2005, pues la cantidad de tierras
cultivada por trabajador se mantiene igual o con
incrementos muy leves como es el caso de algunos
cultivos de exportación (soya, cacao, quinua y
también el arroz).
A pesar de esos aumentos en los rendimientos
productivos, éstos todavía se mantienen bajos
respecto a los rendimientos logrados en otros
países, tanto en el caso de los productos básicos
de consumo como en los de exportación.
En los productos de consumo alimentario como
el arroz, los rendimientos entre 1985-2005
alcanzaron a 2.03 TM/Ha mientras que en Centro
América se lograron 3.64 TM/Ha/promedio y 4.7
TM/Ha en México. Las diferencias son más grandes
aún en el caso del trigo, ya que en México por
ejemplo, se logran 3.7 TM/Ha, mientras en el país
solo 0.97 TM/Ha.
Finalmente, en los aspectos del rendimiento
productivo por producto, en el Cuadro No.
14 se aprecia que entre 1985-1995 casi la
totalidad de los productos aumentaron sus
rendimientos productivos, a excepción de la
arveja que tuvo un estancamiento y del frejol/
poroto que disminuyó.
Los productos que más incrementaron su
rendimiento productivo son el arroz y la soya
(producto de exportación), ambos ubicados en la
región oriental del país, mientras que los productos
producidos en los valles (café, cacao) tuvieron
rendimientos menores, pero superiores a los
producidos en el altiplano (papa, habas).
El caso de la papa es el más preocupante aún por
el retroceso que se está dando en este cultivo,
a pesar de ser un producto originario del área
andina del país, básico en la economía campesina
y fundamental en el consumo de toda la población
rural y urbana.
Mientras en el año 2000 el rendimiento promedio a
41
nivel nacional era de 6.9 TM/Ha – 4 veces menos
que el rendimiento logrado en Argentina; 2.3 veces
menos que en Chile y 1.6 veces menos que en el
Perú – en el año 2005 se producen 5.7 TM/Ha.
Esto significa un decrecimiento del (-) 18.2% en el
rendimiento productivo en esos años (mientras que los
países mencionados incrementaron su rendimiento
en 4.0%; 21.7% y 8.4% respectivamente www.
Entre 1995 y 2005 se dan rendimientos
productivos más significativos que en la década
pasada, sin embargo resalta el hecho de que el
único producto que presenta una disminución en
su rendimiento es la soya (14% menos), y también
el que más expandió su superficie cultivada, como
se apreció anteriormente.
Entre los productos alimenticios que mayor
incremento tuvieron figuran el frejol/poroto (con
41Es decir, 4.7 TM/Ha menos que el promedio logrado en la zona
Andina. Para el 2005, esa diferencia aumentó a 6.5 TM/Ha
53
4.2. La productividad en la
industria de alimentos
fao.org/statisticsyearbook).
En los productos de exportación, el caso de la
soya es alarmante ya que es un producto que fue
incentivado fuertemente con una serie de medidas
por los diversos gobiernos que implementaron el
PAE. Mientras en el país se logran rendimientos
que alcanzan a las 2.0 TM/Ha en 1997/98, en
Brasil se logran 2.59 TM/Ha; 2.51 TM/Ha en el
Paraguay y 2.60 TM/Ha en la Argentina. En los
años 2002/2003 los rendimientos nacionales
caen a 1.78 TM/Ha, mientras en los países
mencionados se incrementan a 2.85 TM/Ha; 2.90
TM/Ha y 2.82 TM/Ha respectivamente (www.fao.
org/statisticsyearbook).
Dado que la producción agrícola tiene una relación
directa con la industria manufacturera de alimentos
y bebidas, resulta conveniente analizar brevemente
la situación de ésta y su evolución.
En el Cuadro No. 15 sobre la industria de alimentos,
42
e aprecian datos desde el año 1983 , y de forma
más continuada desde 1989 hasta el 2001, último
43
año del que se disponen datos oficiales .
La contribución de la industria de alimentos y
bebidas a la conformación del PIB nacional era,
en 1983, del 8,51%, porcentaje que ha tenido
una tendencia general a disminuir aunque con
ligeras variaciones en 1991 y 1995. Contraria a
esa tendencia, la industria de alimentos y bebidas
cada vez contribuye con mayor porcentaje a la
conformación del PIB del sector manufacturero,
mostrando también que la industria manufacturera
44
nacional es incipiente en su desarrollo , y no
se basa en la producción de bienes de capital,
materiales, tecnología y productos con mayor
valor agregado.
En el caso del café, las diferencias de productividad
no son tan pronunciadas ya que en el país se logra
0.86 TM/Ha mientras en Centro América se logra
0.85 TM/Ha en promedio.
El único producto nacional que logra rendimientos
productivos más elevados que en otros países, y
que tiene un incremento paulatino, es el cacao:
en 1985 se producía 0.65 TM/Ha; en 1995 se
alcanzó a 0.67 TM/Ha y a 0.73 TM/Ha en el
2005; mientras que en México y Centro América
(promedio de los países centroamericanos) se logró
0.70 TM/Ha; 0.50 TM/Ha, 0.59 TM/Ha y 0.40 Tm/
Ha, 0.30 TM/Ha y 0.54 TM/Ha respectivamente,
en los años mencionados (www.cepalstat).
42Aunque no son considerados en el análisis los datos del año
1983 porque los valores de la industria, por efecto de la
elevada inflación que vivía esos años el país, son muy elevados
y nominales y no permiten realizar un análisis comparativo.
43Actualmente, el INE está emprendiendo un levantamiento
de datos por muestreo de la industria de alimentos, con
resultados a obtener en el año 2009.
44Ya que los otros componentes del sector manufacturero
como el de textiles y cueros, maderas y otros productos
maderables, refinación de petróleo, los no metales y otros,
contribuyen cada vez con porcentajes más bajos a la
conformación del PIB manufacturero.
54
Cuadro No. 15
La productividad en la industria manufacturera de productos alimenticios (1983-2001)
Participación de la industria
de alimentos (y bebidas) en la
conformación del PIB nacional (%)
Participación de la industria de
alimentos y bebidas en
PIB del sector manufacturero (%)
1983
1989
1991
1995
1999
2001
8,51
7,26
7,64
5,86
6,46
6,39
s.d.
42,73
43,09
45,24
47,53
47,30
15.906
17.340
Datos Industrias alimenticias(1)
1. Número de personas ocupadas
12.733
12.018
12.614
2. Valor Agregado
73.503.644
304.897
561.816
3. Valor Bruto de la Producción
4. Valor de las Ventas
5. Valor de las materias primas
consumidas de origen nacional
6. Valor de las materias primas
consumidas de origen importado
2.374.710
142.359.512
1.525.356 2.501.210 4.895.126 6.869.118
7.970.585
139.334.394
1.391.340 2.198.068 4.759.398 6.705.063
8.103.104
57.498.411
754.589
1.248.304
2.239491
2.850.748
3.588.919
657.875 1.103.981
495.554 797.686 863.182 2.729.045 3.648.434
4.392.101
Total Valor Ms. Ps. consumidas
7. Productividad (2/1)
16.738
1.579.232 2.132.645
1.412.464 2.352.285
5.772,69
25,37
44,54
99,29
122,99
141,88
Notas: Para 1983, en miles de pesos bolivianos, y para 1989-1991 en miles de bolivianos.
(1) Comprende producción y procesamiento de carnes, pescados, frutas, legumbres y hortalizas, elaboración de aceites, productos lácteos, molinería, alimentos
preparados, productos de panadería, azúcar, cacao y confitería, fideos y pastas, otros productos, bebidas alcohólicas y productos de tabaco.
Fuente: Bolivia en Cifras 1985 (INE); Encuesta Nacional de la Industria Manufacturera 1995-2001 (INE) y estadísticas de
industria manufacturera (INE)
Respecto al desarrollo y evolución de la industria de
alimentos, se aprecia que entre 1983 y 1991 hay un
estancamiento en el número de personas ocupadas
en la industria de alimentos, y luego un lento
crecimiento hasta 1999, para disminuir en el 2001
(lo que muestra mejores resultados económicos
pero en perjuicio del empleo). En cambio el valor
agregado presenta un permanente aumento en todos
los años considerados al igual que el Valor Bruto
45
de la Producción y el valor de las ventas (que se
incrementó en 582% entre el 2001 y 1989).
entre 1989-1991 era extremadamente elevada
(47% del total), con incrementos superiores al
168% entre esos dos años, 3% más elevada que
el incremento del valor de la materia prima de
origen nacional. Hacia 1995, ese valor descendió
al 18% para permanecer hasta el año 2001 (último
año del que se disponen estadísticas oficiales) en
alrededor del 20% promedio.
El valor de las materias primas importadas es muy
elevado considerando que Bolivia es un país con
gran potencialidad agrícola y pecuaria, y dado
también que es una industria básica de alimentos
Sobresale también la evolución del valor de la
materia prima utilizada por la industria de alimentos
y bebidas. El valor de la materia prima importada
45Que aumentó 164% entre 1989/1991 y 196% entre
1991/995 para luego descender a 116% en 1999/2001.
55
que no produce alimentos sofisticados ni de
complejo procesamiento.
que la industria manufacturera de alimentos
tiene rendimientos mucho más elevados que los
rendimientos del sector agrícola.
Dicho valor elevado podría explicarse por la
concentración de las importaciones en dos tipos
de materias primas, que varían según las épocas.
En la década de los años 80 y 90’s, la mayoría de
la materia prima importada era el trigo y la harina
46
de trigo utilizada por las industrias molineras –
por un valor del 55% del total del valor importado
–coincidiendo con la época de mayor cantidad de
alimentos donados.
En cambio en el año 2001 la mayoría de la materia
prima utilizada por la industria de alimentos (en
este caso la industria de aceites) son los llamados
productos para elaborar aceites y grasas vegetales
- llegando a representar el 48,5% del valor total
47
importado ese año - y coincidiendo con los años
en que mayor producción y exportación de soya
y aceite nacional hay en el país. También coincide
48
con las denuncias de que soya brasilera estaba
siendo re-exportada por los agro empresarios
de la soya del oriente del país -como si fuera
soya boliviana- para aprovechar las preferencias
arancelarias que tenía Bolivia ante los países de
la Comunidad Andina de Naciones (CAN).
Finalmente hay que resaltar que la industria de
alimentos ha sufrido un proceso de transformación
en los años considerados. En 1995 se concentra
principalmente en La Paz y Santa Cruz (juntas
concentran el 68% del total), y en menor medida
en Cochabamba y Oruro. En el departamento
de La Paz, la industria más representativa es la
molinería, la de bebidas alcohólicas (cervecería),
no alcohólicas y “otros” productos. En Santa Cruz
la situación es la misma con la diferencia de
que ya existe una industria de aceites y grasas.
En el resto de los departamentos, el desarrollo
de la industria de alimentos es más incipiente,
concentrada sobre todo en la de bebidas no
alcohólicas (Beni, Tarija); procesamiento de
carnes (Chuquisaca), molinería (Oruro, Potosí)
y cerveza (Cochabamba)
Hacia el año 2001, hay mayor concentración
de la industria de alimentos en Santa Cruz
que desplaza del primer lugar a la industria de
alimentos de La Paz (ambas concentran el 86%
del total en términos de valor). En Santa Cruz
sobresale la industria de aceites y oleaginosas, y
luego la de molinería y bebidas no alcohólicas;
en cambio en La Paz sobresale la industria de
bebidas alcohólicas, molinería y productos
lácteos. En el resto de los departamentos las
industrias se reducen y concentran en una o dos
especialidades que ya se anotaban en 1995,
Por otro lado, hay que señalar que estas variables
y tendencias se reflejan en el indicador de la
productividad que tuvo incrementos sustanciales
entre unos años y otros, pero sobre todo entre
1991 y 1995 (se incrementó 223%), demostrando
46 Para productos de molinería, panadería y fideos – pastas.
47En 1995, el valor de esa materia prima era de 21.571 miles
de Bs. (sólo 4,3% del total importado).
48Al respecto ver los documentos y publicaciones realizadas
por el CIOEC en diversos medios de comunicación.
56
57
15.660
s.d.
203.000
Estimulantes
y cacao
Productos
lácteos
Lácteos
21.792
215.574
31.049
4.114
12.125
1.042
52
342
13.615
15.477
1.902
1.204
940
s.d.
s.d.
s.d.
s.d.
s.d.
9.172
s.d.
s.d.
38.269
s.d.
s.d.
20.000
33.917
216.615
31.101
4.456
13.615
179.115
14.557
347.688
296.934
1.107.196
69.773
155.972
916.489
182.216
Oferta
Total
27.117
245.166
27.373
4.776
s.d.
323.165
13.180
372.812
337.240
1.043.302
s.d.
98.104
1.096.576
124.831
Produc
ción
7.415
357
332
1.902
s.d.
36
2.502
127
3.188
23
81.693
106.301
195.357
188.315
s.d.
s.d.
s.d.
s.d.
11.390
s.d.
s.d.
15.091
s. d.
s.d.
s.d.
s.d.
Importa Stock
ciones inicial
1995
Produc
ción
Fuente: FIDA (1985) y MDRAyMA (Hojas de balance de alimentos 2006).
Importa
ciones
215.424
646.181
34.532
245.523
27.705
6.678
s.d.
334.591
15.682
372.939
355.519
25.073
260.544
30.869
4.599
s.d.
994.188
13.524
461.918
364.845
1.043.325 1.297.570
81.693
204.406
10.787
1.170
632
2.018
772
1.108
1.210
1.720
11.142
1.607
96.818
125.527
s.d. s.d.
s.d.
s.d.
s.d.
5.500
s.d.
s.d.
140.000
s.d.
s.d.
s.d.
s.d.
s.d.
Stock
inicial
1999
1.291.933 1.163.261 202.205
313.146 140.594 197.535
Oferta
Total
Notas: (1) Sólo se considera la producción interna y no los stocks e importaciones por carencia de estadísticas.
411.800
s.d.
Frutas,
conservas
y derivados
152.000
s.d.
12.655
346.484
119.800
8.240
Leguminosas
Oleaginosa y
derivados
Margarina
vegetal
25.520
Legumbres
y Hortalizas
257.725
185.600
Azúcares
y otros
95
69.773
s.d.
707.600 1.107.101
74.001
61.971
Tubérculos,
raíces y
derivados
s.d.
788.149
54.480
614.800
359.600
Cereales
Trigo
30.400
30.400
Importa Stock
ciones inicial
Produc
ción
Produc
ción
PRODUC.
97.940
97.336
1990
1980(1)
Derivados de
cereales
Harina de
trigo
Cuadro No. 16
Produc
ción
259.911
843.627
34.743
543.170
484.560
35.861
261.714
31.501
6.617
772
40.682
642.149
33.192
6.361
s.d.
1.000.796 1.442.385
14.734
463.638
515.987
1.299.177 1.285.230
312.242
771.708
1.365.466 1.815.324
338.129
86.179
Oferta
Total
Procedencia de los productos que conforman la oferta total de alimentos (1980-2005) En TM
10.762
353
s.d.
1.105
356
69.980
2.442
3.370
11.382
89
130.131
183.358
301.198
283.074
Importa
ciones
(-) 5 s.d.
s.d.
s.d.
s.d.
s.d.
s.d.
s.d.
100.000
s.d.
s.d.
s.d.
61.229
32.410
Stock
inicial
2005
51.439
642.502
33.192
7.466
356
1.512.365
37.185
546.540
595.942
1.285.319
390.042
1.026.985
2.177.751
401.663
Oferta
Total
resaltando también la casi nula industria de
alimentos en Beni y Pando.
año/persona a 0.77TM/persona/año.
La producción interna de alimentos aumentó en la
misma relación que la oferta total de alimentos,
en cambio las importaciones han tenido un
incremento del 60% entre 1995 y 1990 (pasaron
de 209.780 TM a 337.093 TM); sólo un 18%
entre 1999 y 1995 y más del 91% entre el 2005
y 1999 (de 396.703 TM a 759.589 TM).
4.3. La oferta general de
alimentos y su procedencia
Según los datos de las Hojas de Balance de
49
Alimentos del MDRAyMA, la oferta nacional
de alimentos - considerando solamente la
producción interna más los stocks acumulados
y las importaciones, y no así las pérdidas, las
exportaciones y el consumo intermedio (semillas,
forrajes, materias primas para la industria y el
procesamiento de algunos alimentos) - ha tenido
un incremento entre el 23% y el 29% entre 1980
y 1999; y de 34% entre 1999 y 2005.
Del total de las importaciones de alimentos,
un significativo porcentaje corresponde a las
importaciones de trigo, harina de trigo y derivados
(galletas, fideos): el 80% en todo el periodo de
los años 90 y el 57% en el año 2005 debido al
incremento de las importaciones de otros productos
que componen la oferta de alimentos, como
la cebada malta, aceites (de girasol y soya que
fueron reexportados a otros países como se analiza
anteriormente) y en menor medida la leche.
Según esos datos, la oferta total de alimentos en el
año 1995 alcanzó a 3.687.310 TM y en el 2005 a
7.274.178 TM/año, lo que significa que la oferta
(o disponibilidad) de alimentos pasó de 0.49 TM/
Cuadro No. 17
Principales productos agrícolas según tipo de productor (TM)
Productor/Productos
1984
1998-1999
2004/2005
1. PRODUCCION CAMPESINA Altiplano y Valles Papa
663.000 (100%)
7070250 (90%)
703.328 (92%)
Yuca
168.000 (60%)
189206 (47%)
s. d.
Quinua
21.000 (100%)
22027(100%)
s. d.
Maíz
184.100 (70%)
323081(53%)
198.755 (63,33%)
Habas
21.000 (100%)
58116(100%)
58.505 (99,43%)
Trigo
87.000 (85%)
55590(39.5%)
s. d.
Tomate
220.000 (100%)
13460(16.5%)
15.974 (9,60%)
Avena
3.000 (100%)
s. d.
s. d.
Camote
8.000 (100%)
s. d.
s. d.
Cebolla
s. d.
46790(95.16%)
47.135 (25,03%)
las exportaciones no coinciden con las estadísticas oficiales
Yuca
112.000 (40%)
210800(53%)
s. d.
2251(1.6%)
s. d.
49Cuyos
datos (1)
de importaciones de alimentos así como de
Área Tropical
de importaciones y exportaciones que presenta el INE,
Trigo
expresados en otros cuadros del estudio.
58
Maíz
52.600 (20%)
124734(20%)
s. d.
Papa
76073(10%)
s. d.
22.000 (15%)
70730(84%)
s. d.
Arroz
174.000 (90%)
163332(86%)
111.052 (21,59%)
Soya
29.000 (50%)
s. d.
s. d.
Castaña
16.000 (80%)
s. d.
s. d.
s. d.
s. d.
373 (0,01%)
s. d.
15860(8.5%)
403.100 (78,40%)
Tomate
Arveja
2. PRODUCTORES MEDIANOS (2)
Área Tropical
Arroz
Trigo
s. d.
20.400(14.5%)
s. d.
26.300 (10%)
49.314(8%)
62.842 (20,02%)
1.022.000 (40%)
s. d.
s. d.
Maíz duro
Caña de azúcar
Algodón
2.000 (10%)
s. d.
s. d.
Papa
s. d.
s. d.
61.309 (8,0%)
Tomate
s. d.
s. d.
149.897 (90,16%)
Cebolla
s. d.
2375(4.53%)
2.463 (4,96%)
Habas
s. d.
s. d.
337 (0,57%)
3. PRODUCTORES GRANDES (3)
Área Tropical
Arroz
19.000 (10%)
10.196(5.5%)
Trigo
s. d.
62.053(44%)
s. d.
Maíz
s. d.
16.032(19%)
52.200 (16,63%)
Soya
29.000 (50%)
762.200(100%)
s. d.
s. d.
95.410(100%)
s. d.
Girasol
Algodón
Caña de azúcar
s. d.
18.000 (90%)
14.332(100%)
s. d.
1.533.000 (60%)
4.159.869(100%)
s. d.
4.000 (20%)
s. d.
s. d.
Castaña
Notas: (1) Propiedades de colonos entre 0-50 Has.
(2) Propiedades comprendidas entre 50-200 Has.
(3) Propiedades comprendidas entre 200 y más Has.
Fuente: Cuadro construido en base a FIDA (1985); MAGDR 2000; CAO (1999) y MDRyMA (2008).
¿Y de donde proceden los alimentos producidos
internamente? ¿Que tipo de productores producen
qué productos? ¿Donde se ubican?
Has; medianas entre 50 a 200 Has y grandes entre
200 y más hectáreas) y su ubicación geográfica
(altiplano/valles, donde por lo general se ubican
los agricultores campesinos; y el área tropical
donde se ubican los agricultores colonizadores, los
empresarios medianos y los empresarios grandes).
El Cuadro No. 17 muestra a los productores según el
tamaño de sus propiedades (pequeñas entre 0 y 50
59
La tendencia general que se percibe en el transcurso
de los años estudiados es que los agricultores
campesinos ubicados principalmente en el altiplano y
valles son los que aportan la mayoría de los alimentos
básicos de consumo para el mercado interno,
mientras que los grandes productores producen
principalmente productos de exportación.
Se profundiza también la diversificación de la
producción de los alimentos básicos de consumo
en la región del Oriente del país, ya que cada vez
es más significativa la producción por parte de los
medianos productores que ahora producen el 8%
del total de la papa, el 20% del maíz, la mayoría
del arroz y del tomate; incursionando también en la
provisión al mercado de otros productos que antes
no producían o lo hacían sólo para el consumo
familiar (cebollas, habas).
Antes de la vigencia de la PAE, los pequeños
agricultores del altiplano y valles producían
productos básicos de consumo como la papa,
habas, tomate, quinua y otros, complementados por
la escasa producción de los pequeños agricultores
ubicados en el área tropical. Los agricultores
medianos producían algo de caña de azúcar y en
menor medida algodón y maíz; mientras que los
grandes productores producían principalmente
caña de azúcar y algodón para la exportación.
Hacia 1998 hay cambios en la procedencia de
los productos internos. Aunque los agricultores
campesinos siguen produciendo la mayoría de los
alimentos básicos, incursionan en las exportaciones
(quinua, cacao). También se percibe una mayor
diversificación productiva en los campesinos
ubicados en el área tropical, con una naciente
producción en ciertos productos (arroz, tomates)
mientras que los grandes productores diversifican
sus productos de exportación e incursionan en otros
productos como el trigo (vinculado a la producción
de soya) y el maíz en menor proporción.
En los años 2004/5, la tendencia es la misma
que años anteriores ya que la mayor parte de
los alimentos básicos de consumo proviene de la
pequeña producción campesina y de la mediana
producción; y la mayoría de los productos
destinados a la agroindustria y a la exportación
provienen de los grandes productores ubicados en
el Oriente del país principalmente.
4.4. La disponibilidad de Nutrientes
La disponibilidad de los nutrientes para el consumo
aparente de la población, expresada en calorías y
proteínas por grupo de productos, presenta una
serie de variaciones desde el año 1980 (único año
del que se disponen datos antes de la aplicación
del PAE) hasta la actualidad.
En 1980 se disponía de 2.082 calorías/persona/
día, índice que tuvo una disminución paulatina en
1988 y más pronunciada en 1990, año en el que
se dispone de sólo 1.734 c/p/día (17% menos que
en 1984). A partir de 1995 hay una recuperación
a los niveles iniciales e inclusive ligeramente
superiores en 1999 y 2005.
Respecto a la disponibilidad de proteínas, la
tendencia es la misma que en el caso de calorías
ya que hay un descenso más pronunciado hasta
1990, y luego una recuperación en 1999.
Posteriormente, esa disponibilidad llega a niveles
inclusive más bajos que los de 1980(al respecto
ver Cuadro No. 10 del Anexo).
La mayor disponibilidad de calorías se da por el
grupo de cereales que se incrementa entre 1980
60
Gráfico No. 7
Evolución de la disponibilidad de calorías y proteínas
Calorías
Proteínas
(42% del total) y 1995 (45%) y luego disminuye
en 2005 (38%). El segundo grupo de productos
que aporta más en la disponibilidad de calorías
son los azúcares que tienen un incremento
en el 2005. Llama la atención que grupos de
productos de consumo y producción tradicional
como los tubérculos y derivados tengan una
permanente disminución en la disponibilidad,
entre 1980 y 2005.
La mayoría del aporte de las calorías se concentra
en 3-4 grupos de productos: cereales y derivados,
azúcares, tubérculos y aceites que concentran
entre el 69% (1980) y el 78% (2005) del total
de la disponibilidad de calorías.
En el grupo de proteínas, al igual que de las
calorías, la mayor disponibilidad en todo el periodo
61
analizado se da por los cereales y derivados
(representan 44%).
que consideren esos aspectos, sin embargo, por
la importancia del tema, se rescatan los datos de
50
algunos estudios de caso sobre el consumo de
alimentos en poblaciones de escasos ingresos,
como un indicador de esa situación.
El segundo grupo de productos que más
disponibilidad ofrece es el de las carnes, aunque ha
tenido un descenso significativo entre 1980 (24%) y
1999 (15%), estancándose esa cantidad hasta años
más recientes. Luego está el grupo de los tubérculos
que presenta una disminución permanente desde el
inicio de los años analizados.
En el cuadro señalado (No. 18) se clasifica a los
productos alimenticios (procesados o de consumo
directo), el origen de la materia prima, el aporte
calórico importado y su significado respecto al
aporte calórico total de la canasta.
Finalmente, la disponibilidad general de alimentos
expresada en calorías y proteínas en el año
En el cuadro anterior resalta que el nivel de
consumo de la población de escasos ingresos en el
año 1985 alcanzaba a las 1.977 calorías,y que eran
9 los productos que concentraban el 93,5% de las
calorías promedio. Cuatro productos procesados
aportan el 83.38% del total de las calorías diarias
promedio consumidas por cada miembro o persona
familiar. El resto de las calorías consumidas
(10.16%) es aportado por los productos de
consumo directo provenientes de la agricultura,
y de ese porcentaje, el 6.88% de la papa, arroz y
habas.Resalta pues que la base de la alimentación
– en términos de las calorías - está constituida por
4 productos procesados y 5 productos agrícolas de
consumo directo Del total de productos del grupo
procesado, el trigo y derivados fue importado en
un 99% ese año y de los aceites se importó el 6%
del total consumido.
Esta concentración del consumo en pocos
1980 se ubicaba en los márgenes de un nivel
de consumo recomendado por los organismos
especializados (Ver gráfico No.7), al igual que los
márgenes presentados para los años 1995 y 2005,
resaltando la situación presentada en 1988 cuando hay
una caída en la disponibilidad de calorías, pues llega a
situarse en un nivel mínimo de las necesidades (no así
en proteínas que continúa en el nivel recomendado).
4.5. El consumo real de alimentos
La estructura del consumo de alimentos de la
población varía en función de los niveles de los
ingresos económicos de la población, de las
regiones, de los sectores rural y urbano y de las
costumbres/cultura alimentaria que pueda tener
la población.
Lamentablemente en el país no hay datos oficiales
50 En el año 1984/1985 se realizó en la ciudad de El Alto de
La Paz un estudio sobre estrategias de sobrevivencia de
poblaciones de bajos ingresos, (Prudencio y M. Velasco Edic.
CERES 1987). En 1995 se realizó otro estudio en la misma
región sobre huertos comunitarios en Villa Tejada de la
ciudad de El Alto (Prudencio 2005). Finalmente, para el año
2004 se consideran proyecciones de consumo realizadas por
el INE/MECOVI.
62
63
SUB TOTAL
Leche
evaporada,
condensada
y en polvo
6,07 (2)
Soya
Caña de
Azúcar
MATERIA
PRIMA
BASICA
(1 y 2) En 1984 se importó el 99% del trigo y el 6% del aceite.
1.977
(100%)
1.647,35
(83,38)
67,2
23,8
45,3
14,6
50,6
s. d.
s. d.
s. d.
s. d.
s. d.
128,15
329,65
(16,62%)
Soya
Caña de
Azúcar
76,47
101,28
1.469,60 Trigo/Harina
TOTAL
CALORIAS
CONSUMIDAS
1995
615,59
(38.48%)
0,802
0,7
s. d.
0,09
0,012
s. d.
s. d.
s. d.
s. d.
s. d.
s. d.
s. d.
614,79
Fuente: Prudencio y Velasco 1987; Prudencio J. 1987; INE (MECOVI).
0,05
0,14
614,6 (3)
APORTE
CALORICO
IMPORTADO
(3) En 1995 se importó el 60% de la harina. (4) En 2004 se importó el 71% de harina y 23% de la leche.
Notas: 1.461,08
(73.9%)
0,013
0,013
s. d.
s. d.
s. d.
s. d.
s. d.
s. d.
s. d.
s. d.
s. d.
1.461,07
1.455 (1)
Papa y derivados
Habas
Arroz
Huevos
Carne
Lechuga
Zanahoria
Tomate
Pimentón
Apio
Otros
Total calorías
consumidas por
persona por día
1984
APORTE
CALORICO
IMPORTADO
Trigo
MATERIA
PRIMA
BASICA
2. DE CONSUMO DIRECTO
SUB TOTAL
Leche y derivados
Azúcares
1. PROCESADOS
Pan, fideos,
harinas
Aceites
ALIMENTOS
Cuadro No. 18
MATERIA
PRIMA
BASICA
1.785
(100%)
1.226,96
(68,73)
233,98
s. d.
113,75
63,46
s. d.
36
12,83
21,33
2,06
4
14,71
502,32
(28,14%)
Leche
Soya
Caña de
Azúcar
180,6
24,2
1.022,16 Trigo/Harina
TOTAL
CALORIAS
CONSUMIDAS
Evolución del consumo de alimentos en familias de bajos ingresos (1984-2004) (Calorías)
2004
665,24
(36.55%)
0,344
s. d.
s. d.
0,31
0,004
0,03
s. d.
s. d.
s. d.
s. d.
s. d.
s. d.
664,9
25,0 (5)
0,65
(3,63)
635,62 (4)
APORTE
CALORICO
IMPORTADO
1.819,60
(100%)
454,9
123,73
3,63
54,58
16,37
36,39
s. d.
s. d.
s. d.
s. d.
38,02
182,14
1.364,70
(75%)
109,17
178,32
181,96
895,24
TOTAL
CALORIAS
CONSUMIDAS
productos y sobre todo en el trigo y harina de trigo
está mostrando la crítica situación que atravesaba
el país en ese momento con la hiperinflación, como
también la extrema dependencia a las importaciones
de esos productos que eran fáciles de importar e
introducir en el país en esa crisis.
de la población de escasos ingresos es de 1.785
calorías/persona/día, más baja aún que la del año
1984, concentrándose en 3 grupos de productos
procesados promedio (que significaban el 69% del
total consumido) y en 8 productos de consumo
directo (13.43%) que juntos hacen el 82.16% del
consumo total de calorías.
En el año 1995, el nivel de consumo promedio
En ese año, es evidente la disminución de la
dependencia respecto a la materia prima importada
en el consumo de la población pues representa
el 50% de los productos procesados consumidos
64
5
El Comercio
Exterior
(correspondiendo la mayoría al trigo y harina, y
escasamente al aceite y azúcar) y el 0.15% del
total de los alimentos de consumo directo. Es
evidente también la mayor diversificación en el
consumo de los alimentos agrícolas.
En el año 2004 el consumo de alimentos expresado
en calorías aumentó a 1819,60 calorías promedio/
persona/día, es decir 24.5% más respecto a 1984
y 1.93% más respecto a 1995.
El aporte de los productos procesados en el
total de calorías consumidas representa el 75%,
concentrado principalmente en el trigo, en el
grupo de aceites, azúcares y en leche y derivados,
que es el nuevo grupo de alimentos que aparece
en la estructura del consumo de familias de bajos
ingresos económicos. En cambio el aporte de los
productos de consumo directo representa el 25%
del total, 3% menos que en 1995
Del total de la materia prima necesaria para
elaborar los productos procesados, el 48% es
importado (de ese total, el 71% corresponde a las
importaciones de harina/trigo, el 23% a leche y
51
derivados y el 0.65% a los azúcares ). En cambio
en los productos de consumo directo, un porcentaje
muy bajo procede de las importaciones.
En síntesis, del total consumido en el año 2004
por ese sector de la población, el 36,55% proviene
51 El caso de la soya es distinto ya que la producción
interna satisface toda la demanda nacional e inclusive se
exporta, sin embargo por las preferencias arancelarias
que disponía Bolivia en los Tratados de Comercio con los
países de la Comunidad Andina de Naciones, se introdujo
(importó) soya del Brasil que luego fue reexportada a
los países de la CAN como soya boliviana.
65
de las importaciones, sobre todo expresado en
materia prima (trigo y harina de trigo).
a 878,5 millones $us en el 2005.
Sobresale también la discrepancia entre los ritmos
de crecimiento de las exportaciones totales y
las agrícolas. Durante el lapso de los últimos
Gráfico No. 8
Valor relativo de las exportaciones agropecuarias respecto a las
exportaciones totales
10 años, las exportaciones totales tuvieron un
crecimiento en valor muy alto (multiplicado por
4,3), mientras que el valor de las exportaciones
agrícolas tuvo un crecimiento medio menos
rápido (multiplicado por 2,2).
5.1. Las exportaciones
De igual manera, mientras el valor promedio de
las exportaciones agrícolas durante todo el periodo
de estudio representa el 32.66% del valor total
exportado, la evolución del valor relativo de las
exportaciones –como se aprecia en el gráfico
siguiente - presenta dos tendencias claras. Una
tendencia ascendente hasta la implantación del
PAE y luego un descenso fuerte, para situarse en el
transcurso de la mayoría de los años estudiados, en
un estancamiento y descenso a partir del 2003,
¿Y cual es la razón de esa disminución
tan importante en el valor (relativo) de las
exportaciones agroalimentarias? ¿Los volúmenes
de las exportaciones disminuyeron efectivamente o
Las exportaciones agrícolas
Con la implantación del PAE, las exportaciones
agrícolas han tenido un impulso significativo ya
que de representar tan sólo entre el 4% (1984) y
5% (1985) del total de las exportaciones, llegan al
50,88% en 1997, aunque a partir de ese año hay
una disminución permanente hasta representar el
29.80% en el año 2005 y el 23% en el 2007(ver
cuadro No. 11 del Anexo).
En valores absolutos se pasa de 34.2 millones de
dólares en 1985 a 474.5 millones $us en 1995 y
66
Gráfico No. 9
Evolución del índice general de las exportaciones en términos de valor, volumen y precios
de las exportaciones totales y las exportaciones agropecuarias
Exportaciones totales
Exportaciones agropecuarias
Nota. 1990=100
fue solamente su valor el que disminuyó? ¿O más
bien las otras exportaciones crecieron en forma
espectacular - en valor o en cantidades - mientras
que el de las agroalimentarias se estancó?
totales del país, comprendiendo como tal a las
exportaciones mineras, a los hidrocarburos y a las
exportaciones tradicionales (que en su mayoría son
exportaciones agropecuarias) muestra que entre
1985 y 2005 hay un incremento permanente
del volumen total exportado (ver cuadro No.
12 del Anexo); un aumento paulatino del valor
total (aumento que luego es más pronunciado)
y una caída también permanente en los precios
internacionales hasta el 2001,que es cuando se
recuperan los precios.
La explicación a estas interrogantes está en la
variación de los precios internacionales que
sufrieron una disminución permanente en los
diversos años, no solamente para los productos
agropecuarios sino para el conjunto de las
exportaciones bolivianas.
La evolución del índice general de las exportaciones
Una situación parecida se presenta en el índice de las
exportaciones agropecuarias: a pesar del aumento
del volumen exportado, el valor presenta variaciones
que en realidad responden a la variabilidad de los
precios internacionales, los cuales recién en el año
2005 logran alcanzar un índice parecido al del año
1990 (ver gráfico No. 9).
La estructura de las
exportaciones agrícolas
67
y sobre todo la soya en grano, tortas y harinas
de soya, tortas y harinas de girasol, aceites de
soya y de girasol, castaña, ganado, frejoles y
porotos entre otros) aunque también empiezan
a incursionar en el mercado internacional los
productores medianos y chicos (arroz).
En términos generales, se puede afirmar
que antes de la aplicación del PAE, el país
exportaba pocos productos agrícolas en
variedad y cantidad (caña de azúcar, soya,
ganado, castaña) que provenían en cantidades
y valores no significativos, de una naciente
agroindustria y ganadería ubicada básicamente
52
en el oriente del país . Los productos agrícolas
que se exportaban y que provenían del resto
del país (altiplano y valles), de producción
campesina, se concentraban básicamente en el
53
café . Todos esos alimentos, que en conjunto
representaban 23.4 millones de dólares (o
sea el 68% del total de las exportaciones
agropecuarias o de los llamados productos no
tradicionales), a su vez representaban sólo el
3.6% del total de las exportaciones.
La producción agrícola exportable proveniente
del altiplano y valles y preferentemente de la
economía campesina, se diversifica también
pero en poca variedad (quinua, cacao, algo de
54
frutas, tabaco, maíz) , con el problema de que
inclusive algunos productos que se exportaban
anteriormente, por las variaciones del precio
internacional, llegan a exportarse en menor
cantidad (caso del café por ejemplo).
Hacia el periodo de los años 2003 y 2005, la
situación presenta una disminución en el valor
exportado de ciertos productos de la agroindustria
(soya en grano) y de la producción campesina
(café, castaña, tabaco). El resto de los productos
presentan un fuerte incremento en el valor
exportado, tanto de los productos producidos por
la agroindustria del oriente (tortas y harinas de soya
y girasol, aceites de soya, aceites y comestibles
de girasol, y nueces) como los producidos por
la agricultura campesina (quinua y cacao, y en
menor medida el maíz). Sobresalen también las
exportaciones de leche procesada y derivados que
entre los años 2001 al 2007 alcanzan un promedio
anual de 7.7 millones de dólares (29.000TM/año)
a pesar del bajo consumo interno de este producto
Hacia mediados de los años 90’s la situación
cambió bastante pues las exportaciones de
solamente los productos alimenticios (sin
considerar a otros productos como maderas,
cueros, goma, y otras manufacturas) llegan a
representar más de 190.5 millones de dólares (y
un incremento de 13 veces la cantidad) con una
amplia diversificación de productos (más de 24
productos). La mayoría de ellos son producidos
en el oriente del país, preferentemente por agro
empresarios (caña de azúcar, palmitos, nueces
52 Por ejemplo entre 1984 y 1985 se exportó en promedio
anual unas 12.500 TM de caña de azúcar por un valor anual
de 4.5 millones $us/promedio; 22.000Tm/año de soya (3
millones $us/año); 5.800 TM de castaña/año (1.8 millones
54A pesar de esa diversificación en las exportaciones de
$us/año) y 4.100Tm/año de ganado en pie (1.3 millones
productos del oriente del país como del altiplano y valles, el
$us/año); considerando la situación de hiperinflación que
valor de éstas en el comercio mundial continúa siendo ínfimo
vivía el país esos años.
ya que representan el 0.10% del total del comercio mundial
53En una media de 5.000 TM/año entre 1984 -1985, por un
en los años 1999/2001 (www.fao.statisticsyearboor/)
valor aproximado de 10 millones $us/año.
68
Cuadro No. 19
Principales productos agrícolas exportados según regiones (en % del valor total)
Productos exportados según región
Tropicales
Soya (Grano, harina, torta)
Aceite de soya
Girasol (Tortas, harinas)
Aceite comestible girasol
Azúcar
Castaña
Nueces
1985
1987
1989
1995
2001
2005
6,08
4,95
24,52
0,69
0,10
15,09
12,03
1,06
33,29
2,88
20,90
9,89
0,13
45,89
10,46
0,38
0,41
8,79
8,63
1,18
48,10
19,11
2,28
5,16
3,36
9,79
7,13
49,88
23,03
1,27
3,78
2,46
0,02
14,51
Sub total
29,33
53,49
67,09
75,74
94,93
94,95
Valles
Café
Cacao
47,51
4,13
40,69
2,12
13,75
1,81
8,84
0,32
1,49
0,23
2,27
0,29
Sub Total
51,64
42,81
15,56
9,16
1,72
2,56
Altiplano
Quinua
-
0,007
0,25
0,84
0,81
1,12
Sub Total
-
0,007
0,25
0,84
0,81
1,12
100,00
100,00
100,00
100,00
100,00
100,00
18,30
TOTAL
Fuente: INE.
como se analizará posteriormente.
agrícolas (51,6%) provenían de los valles,
principalmente del café. Asimismo, menos de
un tercio de las exportaciones provienen del
trópico (donde no hay gran diversificación y
la soya apenas representa el 18% del total) y
A manera de síntesis – y desde el punto de vista
regional – se percibe que antes de la implantación
del PAE, más de la mitad de las exportaciones
Gráfico No. 10
Exportaciones de proteaginosas y derivados(TM)
no figuran las exportaciones del altiplano (o al
menos no eran significativas en el valor total de
69
las exportaciones).
girasol y la castaña, lo que muestra una mayor
diversificación en los productos de exportación, pero
sobre todo el incremento en su valor.
A los pocos años de la aplicación del PAE, la
situación cambia. Los productos provenientes
del trópico llegan a representar el 53% (sobre
todo por que se incrementa sustancialmente la
castaña y la caña de azúcar, y en menor medida
la soya). De igual manera, los productos agrícolas
de los valles disminuyen su participación al 43%
y aparecen los productos agrícolas exportables
provenientes del altiplano, (como muestra el
cuadro No 19).
Paralelamente, la participación de las exportaciones
agrícolas provenientes de los valles tienen una
fuerte y pronunciada disminución, mientras que
entre los productos provenientes del altiplano hay
también un incremento paulatino de la quinua,
pero representando un porcentaje bajo respecto al
valor total de las exportaciones.
La situación de los principales productos
agrícolas de las regiones.
La participación de los productos agrícolas de
exportación provenientes del oriente del país aumenta
paulatinamente, llegando a representar más de ¾
del total a mediados de los años 90 y el 95% en la
Para un mejor y más amplio análisis de la
situación de las exportaciones agrícolas, se
Gráfico No. 11
Evolución del valor de las exportaciones
Total
Torta y Harina de Soya
Soya en grano
década de los años 2000. Esta situación se origina
principalmente por el incremento de las exportaciones
de soya, aceite de soya y en menor medida por el
Torta y Harina de Girasol
considera analizar la situación de los productos
más representativos de las regiones del país. Para
el efecto, se consideran los estudios de caso de los
productos llamados proteaginosos 55. en la región
del trópico; y el café, cacao y la quinua para los
55Se denomina a leguminosas ricas en proteínas: soya, girasol
y también lentejas, habas, etc.
70
Gráfico No. 12 A
Gráfico No. 12 B
Exportaciones aceite soya (TM)
Valor de las exportaciones de aceite de soya
valles y altiplano.
Los productos proteaginosos llegaron a representar
en el año 1987, el 80 % del valor total de las
exportaciones agrícolas, pero luego bajaron
progresivamente hasta el 49 % en 2007 (ver
Cuadro No.13 del Anexo).
estos productos, excepto la caída del año 1999.
Sin embargo, paralelamente a este crecimiento
continuo, se observa un cambio en el origen del
valor exportado (ver gráfico No. 11): el producto
mayormente exportado fue inicialmente la soya
en grano hasta el año 1997, y después fue
remplazado principalmente por tortas y harina
Gráfico No. 13
Exportaciones de café (TM y $us)
En el Gráfico No. 10 se aprecia que la cantidad
exportada de estos productos no disminuyó
durante los años considerados (ver Cuadro No.
14 del Anexo), más bien aumentó, con un cierto
estancamiento en los últimos años (2005-2007).
Tampoco bajó el valor total de las exportaciones de
71
de soya (y, en proporción mucho menor por el
girasol) que representan ahora la mayor parte de
56
esta clase de exportaciones .
En conclusión, durante el lapso 1987-2007, la
disminución en valor relativo de estos productos no
se debe a una baja de las cantidades exportadas ni
de su valor, ya que ambas crecieron. Sin embargo,
continua tanto de las cantidades exportadas como
de su valor. Pero, a diferencia de los productos
anteriores, su valor exportado (multiplicado por
476 en 10 años) crece más rápidamente que
las cantidades exportadas (Ver cuadro No. 14
del anexo) multiplicadas por 171 y, a pesar de
un estancamiento hacia el año 2005, el valor
Gráfico No. 14
Exportaciones de quinua (TM y $us)
se nota que la cantidad de proteaginosos exportados
fue multiplicada por 32, mientras que su valor lo
fue solo por 25,4. Dicha evolución se debe explicar
por la disminución del valor de los productos
exportados en el mercado internacional, frente a
una competencia creciente en esos productos, que
determina una baja de los precios internacionales.
exportado siguió creciendo.
Esto significa que el aceite de soya aprovecha
cursos elevados en el mercado internacional, a tal
punto que no se nota el efecto de una disminución
de las cantidades exportadas.
¿Y cual es la situación de los productos exportados de
las regiones de los valles y altiplano, generalmente de
origen campesino, sector parcialmente exportador?
Como estudio de caso se consideran los tres productos
más importantes de las exportaciones campesinas,
como son el café, el cacao y la quinua.
Es interesante estudiar también lo que pasa con el
aceite comestible de soya que resulta un producto
agroalimentario de exportación muy importante en
el país, ya que representó en 2007 el 26,3% del
valor exportado en el rubro alimentario.
El Gráfico 12 (A y B) muestra una progresión
En el caso del café y a diferencia de los productos
anteriores, existen variaciones considerables tanto en las cantidades de café exportadas
como en su valor- en el transcurso de los años
estudiados (Gráfico No. 13). Aunque durante los
56 Este cambio en las exportaciones no significa que Bolivia
mejore su posición en el comercio mundial ya que igual
continúa representando el 0.06% del valor total de las
exportaciones de soya en el año 2004.
72
últimos 12 años hubo un crecimiento lento de las
cantidades (multiplicadas por 1,5) 57 y un poco
58
mayor de los valores (multiplicados por 2,0),
este crecimiento no tiene nada que ver con el
ritmo de las oleaginosas.
En cuanto al cacao, las cantidades exportadas así
como sus valores son mucho menores que los del
café. En los últimos 10 años, hubo un crecimiento
lento, un poco más en términos del valor (multiplicado
por 2) que en las cantidades (multiplicadas por 1,5),
lo que indica que los precios resultan levemente más
elevados al final del periodo.
igual manera, sobresale que en los últimos años, las
cantidades exportadas crecen a un ritmo inferior a
sus valores monetarios.
En el caso de la quinua, ambas curvas del
valor exportado y de las cantidades exportadas
muestran un crecimiento muy rápido a pesar del
leve estancamiento entre los años 2001-2003.
Se trata de una exportación que tuvo una tasa
de crecimiento más que espectacular ya que de
tan sólo 49 TM que se exportaba en el año 1987
aumentó hasta las 1.510 TM en 1995 (ver Cuadro
No. 15 del Anexo), incrementándose más aún
ese ritmo de crecimiento a partir del año 1997
(2.477 TM), hasta alcanzar las 4.489 TM en
el año 2005, aprovechando la existencia de un
mercado internacional en expansión, con precios
Sin embargo, como en el caso del café, las variaciones
del precio internacional son considerables, con una
baja continua entre 1989 y 1999 que desalentó la
exportación y, sin duda, también la producción. De
Cuadro No. 20
Principales exportaciones agroalimentarias según sector social (millones $us)
1987
1989
1995
2001
2005
Total exportaciones Tradicionales
106
201
474,5
582,7
878,5
Total exportaciones Alimentarias (1)
41,9
92,4
190,5
328,6
496,3
Principales exportaciones origen campesino(2)
17,0 (41%)
14,6 (16%)
19,0 (10%)
9,9(3%)
18,2(8%)
Principales exportaciones de
origen agro empresarial (3)
16,67(40%)
52,7 (57%)
125,6
(66%)
285,5
(87%)
401
(81%)
Otros alimentos
8.15
25.1
45.9
33.1
77.1
Resto exportaciones tradicionales (4)
64,1
108,6
284
253,4
382,2
(1) Comprende soya y girasol en diferentes formas, castaña, café, azúcar, palmitos, ganado, bebidas, quinua, frutas, frejoles y porotos,
nueces, cacao, tabaco, maíz, arroz, harinas, leche y derivados.
(2) Quinua, café, cacao.
(3) Soya y girasol en diferentes formas, aceites y caña de azúcar.
(4) Según clasificación de UDAPE, comprende maderas, cueros, goma, productos de joyería y otros alimentos no especificados.
57
En elConstruido
año 2000/2001,
café representan
Fuente:
en baselasa exportaciones
datos del INE de
(diversos
informes).el
0.11% del total de las cantidades exportadas a nivel mundial
y el 0.10% en el año 2004/2005 (www.sica.gov.ec)
58 Esas variaciones reflejan la gran inestabilidad de los precios
internacionales del café que, sin lugar a duda, incide
drásticamente en el nivel de recursos de los campesinos
productores.
73
también en permanente alza.
se pueda tener sobre ellos.
A manera de conclusión general, se puede afirmar
que - en todos los años analizados desde la vigencia
del PAE – hay una fuerte y directa dependencia del
curso de los precios del mercado internacional en
todos los productos, precios que no son controlados
por factores internos siendo nula la incidencia que
Los beneficios de las exportaciones
Por lo analizado hasta ahora, resulta claro que el
impulso del PAE para aumentar las exportaciones
agrícolas y ampliar la participación en el comercio
internacional y el mercado mundial dio sus resultados.
Cuadro No. 21
Situación de algunos municipios productores de soya y quinua de exportación
Municipio Pailón (Soya)
Población Total
Población pobre
Población extrema pobreza
Necesidades Básicas Satisfechas (NBS)
Tasa desnutrición moderada (0-5 años)
Nivel de vulnerabilidad a la Inseguridad alimentaria
Cuatro Cañadas (Soya)
1992
12.955
8.101
2.790
2,.96
2001
28.520
18.234
1.461
1,.93
Población total
29.210
17.574
Población pobre
Población extrema pobreza
Necesidades Básicas Satisfechas (NBS)
Tasa desnutrición moderada (0-5 años)
Nivel de vulnerabilidad a la Inseguridad alimentaria
Salinas de Garci Mendoza (Quinua)
Población Total
29.064
23.001
0,.98
10.751
1.578
3,.51
Población pobre
Población extrema pobreza
Necesidades Básicas Satisfechas (NBS)
Tasa desnutrición moderada (0-5 años)
Nivel de vulnerabilidad a la Inseguridad alimentaria
5.761
8.723
5.140
3.627
0,.39
8.349
5.208
0,.34
2003
2005
2,00%
3,00%
3,00%
2,00%
3,00%
3,00%
7,00%
4,00%
4,00%
Nota: Los niveles de vulnerabilidad a la inseguridad alimentaria son: 1= nivel muy bajo; 2= nivel bajo; 3= nivel medio de vulnerabilidad; 4 = nivel alto de vulnerabilidad; 5= nivel muy alto.
Fuente: Cuadro construido en base a INE/PNUD (2005) y Ministerio de Planificación/UDAPE/PMA (2008).
Sin embargo, al incrementarse los ingresos de ese
rubro, surgen una serie de preguntas ¿Quienes
74
se beneficiaron más de estas exportaciones?
¿Que sectores sociales?¿El aumento del ingreso
por las exportaciones, supuso una mejora en las
condiciones de vida y de la alimentación de los
habitantes de las zonas productoras?¿Que significa
el incremento de los productos exportados, respecto
al medio ambiente? Del total de las exportaciones
59
agropecuarias , las exportaciones de productos
alimenticios solamente, representan en promedio un
poco más del 51% en los años considerados.
muy superior a las ganancias generadas por los
productos de origen campesino. Mientras en 1989
los agroempresarios exportadores ganaban 3,6
veces más que los exportadores de productos
campesinos, en el año 2001 ganan 29 veces más.
¿Y cual es el destino de ese aumento masivo de
dinero generada por esas exportaciones? Se han
mejorado las condiciones de vida de las zonas
productoras de esos productos exportados? ¿La
población de esas zonas ha visto mejorada su
salud y el nivel de desnutrición de sus niños o
más bien se han incrementado las importaciones
Los productos exportados provienen básicamente
de dos sectores: el sector agro empresarial ubicado
Cuadro No. 22
Relación de las exportaciones con las importaciones
1989
Total exportaciones Agropecuarias (Millones $us)
1995
201
Valor exportaciones soya y derivados (Millones $us)
2001
2003
2005
474,5
582.7
715,3
878,5
30,7
87,4
187,0
241,2
247,5
307,4
273,3
861,9
818,0
652,1
Importaciones Trigo y derivados (Miles TM)
272
239,9
255,4
361,4
344,4
Importaciones Soya y derivados (Miles TM)
-
9,5
283,1
262,4
150,9
Total Importaciones alimentos (Miles TM)
Fuente: Cuadro construido en base a datos del Cuadro No. 1 y No. 13 del Anexo.
en el oriente del país, cuyos principales productos
son la soya y derivados, girasol y azúcar de caña;
y los productos de origen campesino ubicados en
los valles y altiplano, cuyos principales productos
son el café, cacao y quinua.
de agroquímicos, artículos y vehículos de lujo,
construcción de viviendas suntuosas y mayor
60
fuga de capital ?
Una forma de averiguar lo anterior es analizando
la situación de las regiones productoras de esos
productos. Para el caso de la soya se considera a
los municipios de Pailón y Cuatro Cañadas, que son
bastante representativas de las zonas productoras de
Como se aprecia en el Cuadro No.20, de los dos
sectores sociales, el agro empresarial es el que más
exporta, con una creciente participación en el valor
total (desde 1989), y con un ritmo de crecimiento
60Lamentablemente no hay información estadística disponible
59Las estadísticas oficiales consideran a las exportaciones
desagregada por regiones -sobre las compras de artículos
agropecuarias como Productos No Tradicionales, en
de lujo, vehículos suntuosos, fuga de capitales y otros, que
los que incluyen los productos alimenticios y otra
respalden la anterior afirmación, sin embargo está a la vista de
serie de productos como maderas, cueros, goma y
todos los bolivianos ese tipo de inversiones que en parte son
productos de joyería.
realizadas con dinero proveniente de esas exportaciones.
75
61
soya en el departamento de Santa Cruz , y también
62
al municipio de Salinas de Garci Mendoza ubicada
en el departamento de Oruro.
Del cuadro anterior se concluye que las zonas
productoras no se benefician de las exportaciones
ya que son muy elevados los niveles de pobreza
y extrema pobreza de la población; es muy
reducida la población que tiene las necesidades
básicas satisfechas y los niveles de vulnerabilidad
a la inseguridad alimentaria 63 son también
elevados. No hubo variación de esos indicadores
a pesar de que en el transcurso de los años se
incrementó la explotación de la soya y la quinua,
aumentaron las exportaciones y se generaron
mayores ingresos económicos.
¿se podría plantear que los ingresos generados por
las exportaciones son fundamentales para asegurar
las importaciones de productos alimenticios básicos
para la población? ¿Hay una incidencia con ese
aspecto, de manera que a mayores ingresos por
las exportaciones, hay más importaciones de
alimentos básicos?
Relacionando el valor de las exportaciones
agropecuarias con la cantidad de alimentos
importados desde 1989 hasta el 2005
(cuadro No. 22) se aprecia que no hay una
relación directa ya que mientras el valor de
las exportaciones aumenta permanentemente,
la cantidad total de alimentos importados es
muy irregular y no sigue una tendencia como
la de las exportaciones, incluyendo al trigo y
derivados que es el producto que más importa
64
el país desde hace varios años .
Las exportaciones y la alimentación
Si no hay beneficio para las poblaciones productoras,
Cuadro No. 23
Disponibilidad de calorías y proteínas provenientes de la quinua
Producción
(™)
Exportaciones
(™)
Disponibilidad de
alimentos (™)
Disponibilidad
Kilocalorías/Pers/día
Disponibilidad
Proteínas/pers/día(gr.)
1991
24.439
658
19.922
31
0.96
1995
18.814
1.510
14.322
20
0.63
2005
25.648
4.890
13.062
14
0.45
61 En Santa
producedesoya
en la llamada
zona integrada (que
Fuente:
HojasCruz
de se
balance
alimentos.
MDRAyMA.
abarca a varias regiones/municipios como Chané-Piraí; Okinawa,
Donde sí parece haber una relación entre las
exportaciones y las importaciones es en el caso
de la soya y derivados. Mientras más aumenta el
valor de las exportaciones de soya, más aumenta
la cantidad de soya y derivados importados, lo
cual llama la atención ya que como se analizó
anteriormente, Bolivia es un país autosuficiente
San Pedro; Yapacaní; Santa Cruz Central; Santa Cruz Sur) y la
zona de expansión (Pailón Norte; Cañada Larga-El Túnes; Pailón
Central; Cuatro Cañadas; Pozo del Tigre entre otras).
62La región más importante entre Oruro y Potosí donde se
produce quinua.
63 Considera las variables de pobreza, acceso al agua potable,
saneamiento básico, educación y salud junto a indicadores
de riesgo a desastres naturales (sequía e inundaciones), de
fertilidad del suelo y de accesibilidad caminera entre otros
64 Aspecto en el cual también inciden las donaciones de trigo y
(Ministerio Planificación/UDAPE/PMA 2008).
harina de trigo como se analiza posteriormente.
76
65
en ese producto e inclusive exportador de grandes
cantidades de soya y derivados. Entonces,
¿como explicar que a mayor cantidad de soya
producida y exportada, haya mayor cantidad de
El caso de la quinua es lo más representativo de
66
esta situación , ya que como muestra el cuadro
siguiente, la disponibilidad de kilo calorías por
persona/día a nivel nacional está disminuyendo
Cuadro No. 24
Evolución de la superficie cultivada de Soya y otros productos-Santa Cruz (Has)
Santa Cruz
1985
1989
1995
2001
2005
Arroz
37.000 (14%)
(100)
67.000 (16,5%)
(181)
87.650 (9%)
(237)
85.000 (6.5%)
(230)
144.200 (8%)
(390)
Maíz (grano)
45.000 (17%)
(100)
65.000 (16%)
(144)
98.700 (10%)
(219)
114.500 (9%)
(254)
153.500 (9%)
(341)
Trigo
13.000 (5%)
(100)
17.266 (4%)
(133)
57.000 (6%)
(438)
57.570 (4%)
(443)
44.000 (2.5%)
(338)
Papa
4.000 (1,5%)
(100)
4.690 (1%)
(117)
5.500 (6%)
(137,5)
6.483 (0.4%)
(162)
7.790 (0.4%)
(195)
Soya
62.800 (24%)
(100)
136.351 (34%)
(217)
454.000 (47%)
(723)
647.100 (50%)
(1.030)
940.000 (55%)
(1.497)
Total
262.741 (100%)
405.164 (100%)
972.860 (100%)
1.303.459 (100%)
1.715.103 (100%)
Fuente: Cuadro No. 7 del Anexo.
importaciones de soya?
drásticamente (de 31 Kcl/pers/día en 1991 a 14
Kcal./pers/día en el 2005) a la par que aumenta la
67
cantidad de quinua producida y exportada .
Los datos de procedencia de las importaciones
del INE muestran que la soya importada proviene
del Brasil, la cual fue reexportada a los países
de la CAN aprovechando las facilidades que
se otorgaban a Bolivia (rebaja de impuestos y
otros aranceles), ventaja aprovechada por los
comerciantes privados.
La priorización que se da a los cultivos de
exportación también está suponiendo el
desplazamiento y/o disminución de superficies
cultivadas con productos básicos para el consumo
65Cultivo tradicional andino, anterior a la colonia, uno de los
más ricos en términos de proteínas y aminoácidos. También
Otro aspecto a resaltar referido a los alimentos
es la prioridad que se da a las exportaciones
de ciertos alimentos (ricos en nutrientes) antes
que al consumo interno e incidiendo en una
inseguridad alimentaria, productos que podrían
aliviar el problema de la desnutrición en el país.
contiene calcio, hierro, vitamina E y varias de las vitaminas B.
66Aspecto que también se puede relacionar a la carne vacuna,
la leche y otros productos que se exportan en detrimento del
consumo interno de la población, sobre todo la población rural.
67Esta situación se agrava en el caso de municipios productores
de este cereal -como el Municipio Garci de Mendoza- donde
la tasa de desnutrición infantil es tan elevada como muestra
el cuadro No. 20.
77
Cuadro No. 25
Evolución de la superficie cultivada de Quinua y otros productos-Oruro (Has)
Oruro
1985
1989
1995
2001
2002
2005
s.d.
119 (0.2%)
(100)
80 (0,1%)
(67)
45 (0.08%)
(38)
40 (0,06%)
(34)
41 (0.05%)
(34)
Trigo
1.744 (3%)
(100)
900 (2%)
(52)
1.090 (2%)
(62,5)
355 (0.6%)
(20)
350 (0,53)
(20)
326 (0.46%)
(19)
Papa
13.851(28%)
(100)
9.500 (18%)
(69)
8.150 (16%)
(59)
8.710 (16%)
(63)
8.600 (13%)
(62)
8.590 (12%)
(62)
Quinua
9.136 (18%)
(100%)
10.200(19%)
(112)
9.950 (20%)
(109%)
9.450 (17%)
(103)
21.200
(32%)
(232)
25.709
(36%)
(281)
50.195
52.528
49.668
54.236
65.760
70.510
Maíz (Grano)
Total
Fuente: Cuadro No. 7 del Anexo.
alimentario de la población.
cultivos de exportación se vio facilitada también por
68
el subsidio que se otorga a los hidrocarburos,
sobre todo al diesel que es utilizado por la
maquinaria agrícola de los agroempresarios. Del
total de la comercialización del diesel, entre el
50% y 70% es comercializado en Santa Cruz,
siendo en los periodos de la siembra y la cosecha
de la soya (campañas de invierno y verano) cuando
más se comercializa.
Según datos del Ministerio de Hidrocarburos, las
subvenciones pasaron de 27,02 millones Bs. en el
año 2003 a 73,61 millones Bs. en el 2004 y a 800,27
millones Bs. en el 2005 (entre 200 y 250 millones
de dólares americanos). En 1999 se comercializaron
854 millones de litros de diesel y en el 2005 más
de 1.000 millones de litros. (Superintendencia de
Hidrocarburos. Informe Estadístico XII 2007, citado
por Medeiros G. 2008).
En el caso de la soya por ejemplo, mientras en
1985 ocupaba el 24% de la superficie cultivada
de todo el departamento de Santa Cruz, en 1995
ocupa el 47% y en el año 2005 llega a ocupar el
55% del total, mientras que cultivos como el arroz
y maíz han visto disminuida (porcentualmente)
sus superficies cultivadas como se aprecia en el
cuadro No. 24.
En términos absolutos, mientras la soya expandió su
superficie cultivada casi 15 veces más, en los 20 años
de vigencia del PAE, el arroz, maíz y trigo expandieron
su superficie, sólo un poco más de 3 veces.
Esta expansión de la superficie cultivada por los
68 Desde el año 2003 (DS 26917 y DS 26972) se crea la
subvención al diesel importado, que alcanza a un poco
más del 30% del total demandado (el cual es importado de
Venezuela, Argentina y ocasionalmente de Chile). Los montos
de la subvención varían según los precios internacionales.
78
En el caso de la quinua en Oruro 69, la tendencia
es la misma que en el caso de la soya: a
mayor superficie cultivada del cultivo de
exportación, mayor el riesgo de disminuir la
superficie cultivada de otros cultivos. Mientras
que en 1985 la quinua representaba el 18%
del total de la superficie cultivada de todo el
departamento; en 1995 representa el 20 % y
en el año 2005, el 36%.
el hato ganadero de llamas y ovejas como se
analiza posteriormente.Esta forma de explotación
extractivista de los productos de exportación –
tanto los de origen campesino en el altiplano
como los de la agroindustria en el oriente del
país – tienen también una serie de repercusiones
en el medio ambiente y en la sostenibilidad de
los recursos naturales.
En el caso de la quinua, diversos estudios 71
especializados demuestran que la fiebre por
exportar quinua genera una serie de consecuencias,
entre las que sobresalen:
- Un incremento de la tasa de erosión eólica y
la pérdida de materia orgánica del suelo en las
zonas nuevamente cultivadas, redujo la fertilidad
Contrariamente, la papa -alimento básico de la
población- ocupaba el 28% del total en 1985;
diez años después ocupa el 16% y tan sólo el
12% en el 2005 (ver cuadro No. 25). Peor
situación presentan los otros cultivos básicos
como el trigo y el maíz que disminuyeron más
Gráfico No. 15
Expansión del cultivo de la quinua (1972 - 2006)
en una comunidad quinuera entre Oruro y Potosí
Fuente: Proyecto Equeco, en Revista Hábitat-LIDEMA No. 75 Agosto, 2008 La Paz.
aún su superficie cultivada 70 , y sobre todo
de la tierra y disminuyó la resistencia a mayor
erosión, ocasionando el abandono de la tierra y
la utilización de nuevos terrenos (expansión de
la frontera agrícola).
69 A nivel nacional, la superficie cultivada de quinua en 1961 era
de 22.000 has y en el 2006 de 40.184 Has (FAO 2007).
70 En el caso de esos cultivos, es muy aventurero señalar que
71 Entre los cuales sobresalen los recientes estudios publicados
solo la expansión del cultivo de la quinua es la causa de esa
por la revista Hábitat de LIDEMA (El cultivo de la quinua
disminución ya que influyen también otros factores como las
en Bolivia: Oportunidades y amenazas), No. 75 de Agosto
sequías y los bajos precios al productor, entre otros.
2008. (Disponible en www.LIDEMA.org).
79
Gráfico No. 16
Expansión de la superficie cultivada con soya en una zona de productores
Menonitas (Chaco Santa Cruz) (2000-2008)
Fuente: CIPCA Montero.
(ver Gráfico No. 15) está modificando el
sistema de producción que durante siglos fue
complementario entre la producción de quinua
y la crianza de ganado (llamas y ovejas). La
pérdida del forraje y de mano de obra para
el manejo del ganado han ocasionado una
reducción de la población ganadera, lo que
supone poco abono para recuperar la fertilidad
de los suelos e incidiendo en los bajos
rendimientos productivos de la quinua.
- Para aumentar la superficie cosechada con
quinua, se reducen los tiempos de descanso
del suelo e introducen el uso del tractor
que disminuyen las horas de mano de obra
necesarias para cultivar la quinua provocando
una migración de la población campesina a
72.
centros más poblados
- La expansión del cultivo de la quinua 73
- Hay un incremento de las plagas por el uso
excesivo de maquinaria agrícola, por el
monocultivo y la utilización indiscriminada
de insecticidas químicos.
72 Aunque esta hipótesis es rebatida ya que si se aumenta
la superficie cultivada, haciendo que disminuya el tiempo
de reposo de la tierra (lo que no es un problema si los
fertilizantes son utilizados racionalmente), se necesita
más mano de obra, y la maquinaria (los tractores) puede
permitir enfrentar esa necesidad sin expulsar mano de
- La quinua no compite con la producción de
obra (Mounier 1992).
73 Aquí habría que añadir que se debe sobre todo a que
de Challapata y de donde inclusive sacan el producto de
los productores campesinos tienen una gran demanda
forma clandestina hacia el Perú) sino también a través
del producto, y venden no sólo a los comerciantes
de sus propias organizaciones y a empresas privadas que
intermediarios (que también se establecen en las ferias
recolectan el producto para luego exportar.
80
otros productos alimenticios (a excepción del
cultivo básico de la papa) pero sí con la crianza
de camélidos y ovinos a los cuales desplaza de
los terrenos, disminuyendo el hato y generando
a su vez conflictos por el uso del territorio entre
familias y comunidades.
aplicación de abonos orgánicos, abonos verdes y/o
coberturas vegetales para mejorar la fertilidad.
El fomento a una mayor participación en el mercado
internacional a través de la exportaciones de
productos como la soya –ha generado entre los años
1985-2005 un incremento en la tasa anua del uso
del suelo, creciendo de menos de 5.000 Has hasta
más de 56.500Has en la última década (Ministerio
de Desarrollo Sostenible. 2005). Esto ha supuesto
también un ritmo de deforestación extremadamente
elevado como muestra el Gráfico No. 16.
- Finalmente, se mencionan consecuencias
como la uniformidad de la producción (pérdida
diversificación productiva), profundización de
las desigualdades sociales y marginalización
de sistemas tradicionales de manejo colectivo
de tierras; emergencia de lógicas sectoriales e
incluso individuales, todo lo cual cuestiona las
bases sociales y económicas de la sostenibilidad
del sistema.
Entre 1975 y 1985, la deforestación a nivel
nacional presenta un ritmo con ligero incremento
o casi estacionario; sin embargo a partir de 1985 el
ritmo de deforestación tiene un incremento elevado,
sobre todo por los productos agroindustriales
que superan el ritmo de deforestación de otros
sectores (ganaderos, colonizadores) hasta superar
las 50.000Has/año, siendo el boom de la soya uno
de los principales factores de deforestación. (PNUD
2008 Pg. 25).
En el caso de la soya, diversos estudios (Ministerio
de Desarrollo Sostenible 2005; PNUD 2008 entre
otros) señalan que el sistema de producción de los
agroindustriales es un sistema con grandes unidades
explotación y cultivos extensivos74, mecanizado
de baja a moderada tecnología, extractivista (sin
devolver al suelo los sales minerales que extraen los
cultivos), sin control de fertilidad de los suelos ni
Finalmente y a manera de conclusión, se puede
Gráfico No. 17
Importaciones totales e importaciones agropecuarias
74Sin embargo, también hay que diferenciar a la producción
según las zonas, con maquinaria propia o alquilada, labranza
convencional o directa, etc.
81
Cuadro No. 26
Principales productos alimenticios importados (1985-2005) (Miles $us)
Grupo de Productos
Carnes y despojos comestibles
Leche y productos lácteos
Legumbres, plantas, tubérculos
Frutos comestibles
Café, té, especies
Cereales
Productos molinería
Semillas, oleaginosas
Grasas y aceites
Preparados de carne
Azúcares, art confitería
Cacao y preparados
Preparados a base cereales
Preparados de legumbres, hortalizas
Preparados alimentos diversos
Tabaco
1985
671
9.754
754
328
408
48.745
39.412
2.71
14.101
3.074
615
58
916
1989
258
11.775
290
1.363
887
26.558
33.701
1.19
7.961
2.91
2.134
744
890
1995
290
13.619
1.623
1.824
412
46.441
18.646
2.368
1.932
930
7.721
3.07
7.744
1999
1.716
17.053
2.217
3.627
775
45.709
22600
29.493
3.594
2.049
11.936
6.273
11.083
2003
93
12.563
1.974
3.873
1.404
43.463
27.222
51.301
2370
3.663
8.934
7.257
23.701
2005
259
18.312
2.426
6.436
1.445
39.433
39.018
32.685
2.796
2.794
12.401
7.109
19.777
181
493
3.056
3.975
3.873
4.637
2.939
702
7.295
3.375
16.643
4.07
24.717
2.972
20.187
1.53
30.867
4.785
Fuente: INE.
afirmar que la forma en la que se realizan las
exportaciones (de los productos estudiados, que
son los mas representativos del conjunto de las
exportaciones agrícolas) suponen un aumento
muy rápido y sobre todo descontrolado, a costa de
generar una mayor concentración de los ingresos
económicos y de disminuir el auto abastecimiento
de los alimentos básicos del país, factores que a su
vez inciden en la permanencia de la pobreza.
luego disminuir continuamente hasta 1997 cuando
llegan a representar el 9.48% del total. Luego de ese
año, se presenta un continuo ascenso como se aprecia
en el cuadro No. 16 del anexo.
Relacionando las importaciones con las
exportaciones, también hay una serie de cambios
que se producen. En 1985, las importaciones
agropecuarias eran 2,7 veces más que las
exportaciones, aspecto que cambia notoriamente
con la implantación del PAE hacia un saldo
positivo, resaltando que se mantiene favorable en
el transcurso de los 20 años considerados (en una
relación promedio del doble de las exportaciones),
debido básicamente a un mayor incremento en el
valor de las exportaciones que de las importaciones,
5.2. Las importaciones
Del total de las importaciones que realiza el país
entre 1985-2005, las importaciones agropecuarias
han tenido un comportamiento tendiente al alza
en cifras absolutas ya que de 92,4 millones de
dólares que se importaban en 1985, aumentan a
141,3 millones $us en 1995 y a 450 millones $us en
el 2005. En términos relativos, la tendencia es muy
heterogénea ya que de representar el 13,37% del total
en 1985, ascienden hasta el 16,66 % en 1987 para
82
Gráfico No. 18
Efecto de las importaciones sobre la producción
nacional: El caso del trigo
tal como muestra el Cuadro No. 11 del Anexo.
Aun considerando solamente las importaciones de
alimentos (excluyendo a los bienes de consumo
duradero y diversos) y las exportaciones de
alimentos (excluyendo los productos como la
madera, cueros, gomas, joyas y otros) la situación
es favorable en la balanza comercial, pero recién
a partir del año 1989 (hasta 1987 se importan
alimentos por un valor superior a las exportaciones
de alimentos, como se aprecia en el Cuadro No.
19 y el cuadro No.16 del Anexo).
que su participación es cada vez mayor (en 1985
representaban el 50% del total de las importaciones
agropecuarias, en 1991 el 67% y en el 2005 el
66%). En 1985 se importaron alimentos por un
valor 46.6 millones $us; en 1995 se había casi
triplicado esa cifra y en 2005 alcanzó a los 297,2
millones de dólares.
Los bienes de capital (maquinaria, tractores
y otros) para la agricultura es el segundo
rubro más importante en las importaciones
agropecuarias – pero sólo hasta el año 1991
debido sobre todo a la caída significativa en el
valor importado. Es decir, se invierte menos en
bienes de capital a partir de 1995, situación que
Al interior de las importaciones agropecuarias,
las principales corresponden a los productos
alimenticios (bienes de consumo no duradero) ya
Cuadro No. 27
Relación entre la producción interna, las importaciones y la
disponibilidad de trigo y harina de trigo (Miles TM)
Producción Nacional trigo
Importaciones trigo
Importaciones Harina de Trigo
Disponibilidad trigo persona/año/Kg.
Disponibilidad harina trigo pers/año/k.o.
1985
74,3
60,0
20,6
1,2
12,0
1990
84,6
97,3
69,7
2,0
19,0
1991
103,2
176,8
56,1
2,0
26,0
1995
124,8
188,3
81,6
3,0
27,0
1997
143,2
174,1
103,3
2,0
27,0
1999
140,5
197,5
96,8
2,0
27,0
2004
116,0
281,2
113,3
2,3
29,6
2005
86,1
283,0
130,1
2,2
29,3
Fuente: Cuadro elaborado en base a datos de Hojas de balance de alimentos (MDRAyMA) y Prudencio/ Franqueville 1995.
83
dura hasta el 2003 cuando empieza a recuperar
sus niveles de años anteriores.
ya no es tan importante pero continúa el de leche,
que hacia mediados de los años 90 es desplazado
por el grupo de preparados de alimentos. Distinta es
la situación hacia finales de los 90 y todos los años
de la década del 2000 pues el grupo de semillas/
frutas y oleaginosas (soya) irrumpe con bastante
representatividad (ver cuadro No. 26).
Los aspectos que resaltan en la composición de
las importaciones de alimentos es que durante
los 20 años estudiados, el grupo de los cereales
(fundamentalmente el trigo) y los productos de
molinería (que incluye harina de trigo) son los
que más se importan, en valores y porcentajes.
Siempre han representado más de la mitad del
total, situación que no ha variado antes, durante
ni después de la implementación del PAE.
Un análisis más detallado de las importaciones de
alimentos muestra que durante la implementación
del PAE se trató de asegurar el alimento básico de
la población como es el pan (y fideos, pastas) a
través del trigo (y/o harina de trigo según los precios
internacionales), para mantener bajo el costo de la
canasta básica de alimentos y los salarios, y así
evitar los conflictos sociales.Lo anterior ha supuesto
invertir grandes cantidades de dinero para importar
esos productos, cantidades que fluctuaron entre los
60 y 88 millones de dólares/año (75.6 millones
El segundo lugar en las importaciones ha sido
ocupado por distintos grupos de productos según
las épocas o años. Así tenemos por ejemplo, que
antes de la implementación del PAE, se importaban
grasas y aceites seguido luego por el grupo de leche
y derivados. Cuatro años después el grupo de grasa
Gráfico No. 19
Importaciones de alimentos preparados ($us)
$us en promedio anual en los 20 años), montos
más elevados que la inversión pública efectuada
en el sector agropecuario en los años considerados
(como se apreció en el Cuadro No. 8).
Tampoco supuso empezar a invertir en el fomento a la
producción interna del trigo en los valles y altiplano, a
excepción del apoyo que se dio en la región de Santa
Cruz (como cultivo de invierno, alternando con el
84
cultivo de la soya), no con la perspectiva de aumentar
la seguridad alimentaria nacional y disminuir la
dependencia del trigo sino con la perspectiva de
generar mayores ganancias a los agroindustriales al
75
explotar intensivamente la tierra .
aumentan las importaciones, lo que hace que la
disponibilidad de harina de trigo por persona año
se incremente de 27 a 29 Kgs/pers/año (cuadro
No. 27) Al contrario, la disponibilidad de otros
productos producidos internamente disminuyen
apresuradamente como la papa por ejemplo,
producto tradicional consumido por toda la
población rural y urbana del país, que tiene una
continua disminución en su disponibilidad: de 34
Kgs/pers/año en 1990 paso a 32 Kgs/pers/año en
1995; 21 Kgs/pers/año en 1998 y tan sólo 19.9
Kgs/persona/año en el año 2005. La disponibilidad
del maíz en 1990 era de 22 Kgs/pers/año; de 20
Kgs/pers/año en 1995 y de 11 Kgs/pers/año en el
2005. En el caso de la yuca, la disponibilidad era
de de 22 Kgs/pers/año en 1990, luego pasó a 13
Esa política de asegurar este alimento básico
mediante las importaciones comerciales (y las
donaciones de alimentos extranjeros, como se
analiza más adelante) ha tenido un impacto negativo
desalentando la producción interna e incentivando
cada vez más el consumo del trigo y sobre todo de la
harina de trigo, pero en base a las importaciones.
Así, mientras entre 1985 y 1995 la producción
nacional se multiplicó por 0.6 veces, las
importaciones de trigo lo hicieron por 3 y las de
Cuadro No. 28
Importaciones de abonos, plaguicidas y maquinaria agropecuaria (TM-Miles $us)
Cantidad Importada (TM)
1992
Abonos
11251
Plaguicidas
Maquinaria agropec y
forestal
1994
1996
1998
2000
2002
2003
2004
2005
5971
18757
16214
22603
27835
27345
43318
57222
2073
3553
4122
5711
8694
9654
13517
18027
20110
6844
5105
5868
5057
3428
5023
8476
13881
9677
Abonos
4749
2183
9333
9143
7211
7908
8241
13428
20482
Plaguicidas
5728
10471
18134
27283
36447
36676
50737
72673
80222
15209
13643
15137
14967
10396
14587
25430
50947
38437
Importaciones (miles $us)
Maquinaria agropec y
forestal
Total importaciones
(miles $us)
25.686 26.297 42.604 51.393 54.054 59.171 84.408 137.048 139.141
Fuente: INE. Anuario estadístico de importación 2006.
harina de trigo por 4. En la década de los 2000, la
producción nacional empieza a disminuir mientras
75 En esos años, el precio interno del trigo fue atractivo pero
luego descendió, por lo que al cabo de unos años se abandonó
en gran parte de las plantaciones de soya, la alternabilidad
con el trigo, siendo sustituido por otros.
85
Gráfico No. 20
Importaciones de insumos y maquinaria para el
Sector agropecuario (miles $us)
Kgs en 1995 y a 12,6 Kgs/pers/año en el 2005
como señalan los datos de las Hojas de Balance de
Alimentos del MDRyMA.
fragilidad o carencia de medidas que protegen el
aparato productivo nacional.
Sobresalen también las importantes cantidades de
77
alimentos preparados que se importan en el país,
alcanzando a más de 57.8 millones $us en el año
2005, mientras que en el año 1985 representaban
tan sólo 6. 9 millones $us y 15.6 millones $us
en 1995. Su valor se multiplicó por 3.7 en 10
años y por 8,2 en 20 años (Gráfico No. 19). Este
crecimiento demostraría lo incipiente que es la
industria manufacturera nacional de alimentos, y
correspondería a la generalización progresiva de
un modo de vida y de consumo urbano donde, sea
por falta de tiempo u otra cosa, los alimentos se
compran listos para consumir. También se sabe que
estos tipos de platos se encuentran principalmente
en los supermercados cuya expansión reciente está
contribuyendo en gran medida a la difusión de este
Finalmente, hay que resaltar que esta inclinación a
las importaciones de trigo y harina de trigo asegura
un patrón de consumo, sobre todo urbano, en el que
el trigo y derivados ocupan un papel muy importante
en el conjunto de los alimentos consumidos, ya que
el sector rural produce su propio trigo y elabora
su propia harina como demuestran una serie
de estudios sobre la estructura del consumo de
alimentos (Prudencio 2005; Prudencio y Velasco
1987; AIPE-CIPRODEC: CEPROMU-AIPE 2001
entre otros).
Otras importaciones que llaman la atención es la
referida a productos alimenticios que se producen
internamente (e inclusive en algunos casos se
exportan) como es el caso del café, té, azúcares,
cacao, arroz y otros, aunque varían en cantidades
76
y valores según los años , lo que demuestra la
77 Se registran 4 tipos de preparados: Preparados de carnes,
pescado o crustáceos, moluscos o demás invertebrados
acuáticos; preparados a base de cereales, harina, almidón,
76 Sujeto sobre todo a los precios internacionales más que a
féculas o leche y productos de pastelería; preparados de
otros factores como la disminución de la producción interna
hortalizas, frutas u otras frutas o demás partes de plantas; y
por factores climáticos (sequía, inundaciones y otros).
preparaciones alimenticias diversas.
86
modo de consumo.
de 1992.
Referente a las importaciones de las materias
primas y productos intermedios (ver Cuadro No.
16 del Anexo), ésta partida tiene un incremento
importante a partir de inicios de los años 90
hasta la actualidad. En 1989, el valor de esas
importaciones era de 9,7 millones $us y en 1991
de 21,9 millones $us.
Respecto a los plaguicidas, éstos presentan un
ritmo de importación mucho más elevado. Hacia
el año 2000 ya se importó más de 4 veces la
cantidad importada del año 1992 (2.073 TM) y
casi 10 veces más hacia el año 2005, alcanzando
la cifra de 20.110 TM de plaguicidas.
En cambio la evolución de las importaciones de la
maquinaria agropecuaria presenta un ritmo distinto
a las otras variables pues entre 1992 y el año 2002
79
disminuye la cantidad importada .
En términos del valor de las importaciones de
maquinaria agrícola, en 1992 representaban el
1,34% y el 1.6% en el 2005; es decir que en 13
años no hubo mayor variación en ese porcentaje. En
cambio en los abonos, la inversión fue menor pues en
1992 representa el 0.42% del total importado; aunque
luego aumenta el doble hacia el 2005 (0.87%).
Otra partida del conjunto global de las importaciones
es el de Bienes de Capital para la agricultura, que
muestra un incremento en los primeros años de
implantación del PAE, tanto en cifras absolutas
como en cifras relativas, sin embargo a partir del
año 1989 hay una disminución - tanto en el valor
importado como también en el valor relativo –
pues representa tan sólo el 4% del total de las
importaciones agropecuarias del año 2001. Recién
a partir del año 2003 aumenta el valor de esas
importaciones, aunque en términos porcentuales no
se llegan a recuperar los niveles de años anteriores,
ni siquiera los establecidos antes del PAE.
Muy distinta es la situación de los plaguicidas
que tienen un incremento permanente en las
importaciones, tanto en términos absolutos como
relativos. Si en 1992 sólo representaban el 0.50%
del total del valor importado, en el 2000 representan
el 1,80%, en el 2003 casi el 3% y en el 2005
el 3,42%. En términos de valor, aumentaron de
5.7 millones de dólares en 1992 a 36,4 millones
$us en el 2000 y a más de 80 millones $us en el
2005; es decir, aumentaron 6 veces más entre el
año 1992 y el 2000, 8.8 veces más hasta el 2003
y 14 veces más hasta el 2005.
Analizando con mayor detalle las importaciones
para el sector agropecuario (partidas de las
importaciones de abonos, plaguicidas y maquinaria
78
agropecuaria) se anotan una serie de aspectos que
en términos generales no se perciben.
En términos de los abonos, mientras en el año
1992 se importaron más de 11.000 TM, hacia
1994 disminuyó esa cantidad, pero luego volvió
a aumentar en los años siguientes, sobre todo
en los años 2004 y 2005 cuando las cantidades
importadas representan 5 veces más la cantidad
79 El aumento de las importaciones de maquinaria en los
años 2003/2004 se debe sobre todo a las importaciones
de tractores que se realizaron por una serie de acciones y
presiones políticas de parte del dirigente campesino Felipe
78 Lamentablemente la información disponible en el INE sólo
Quispe para dotar de maquinaria a una parte del sector
hace referencia desde el año 1992.
campesino del altiplano.
87
84
y a 6.000 en el 2003 . Eso significa que entre
1985 y 1995 se dispuso tan sólo de un tractor
cada 803 Has nuevas cultivadas por año, y entre
1995 y 2003 de un tractor cada 583 hectáreas
nuevas cultivadas.
No existen estudios actualizados sobre el impacto
del uso de los agroquímicos a nivel nacional, sin
embargo algunos estudios internacionales (Rosas
M. 1999) señalan el uso intensivo que se da a
gran variedad de plaguicidas, tanto en la región
80
del altiplano como en el oriente del país . En el
81
altiplano, hay mayor uso del insecticida mientras
en el oriente del país se usa más herbicidas,
funguicidas 82 y también insecticidas; varios de
ellos extremada y altamente tóxicos para la salud
humana y de los animales, generando una serie de
consecuencias negativas sobre el ambiente como
83
detallan varios estudios.
Esas mismas estadísticas también resaltan que
el uso de maquinarias en Bolivia en el año 1990
era de 4.51 maquinarias por cada mil hectáreas
cultivadas, 3.59 maquinarias/mil Has en 1994;
2,83 maquinarias/mil Has cultivadas en 1999 y
2.60 maquinarias por cada mil Has cultivadas en
el 2003.(www.faostat).
Lo anterior – tanto en lo que se refiere a la cantidad
como al valor de la maquinaria agrícola y los insumos
– no hace más que reflejar el grado de vinculación
de las importaciones al desarrollo de las tecnologías.
Lamentablemente no se dispone de información sobre
la distribución y uso de esa tecnología a nivel regional
o por productos, sin embargo no sería aventurado
sostener – por la serie de otros datos ya expuestos
- que la mayoría de esa tecnología (maquinaria,
abonos y agroquímicos) se encuentra en las regiones
donde se producen productos de exportación y muy
escasamente en las regiones campesinas y/o ligadas
a la producción de alimentos básicos.
Como conclusión, se puede afirmar que, el valor
general de las importaciones de bienes de capital
(maquinaria e insumos) en el conjunto de los
años analizados demuestra que no se fomentó el
desarrollo del sector agropecuario ni se tuvo la
intención de realizar la transformación tecnológica
del sector, pero los aumentos de las importaciones
de insumos entre los cuales sobresalen los
Respecto a las importaciones de maquinaría
agropecuaria considerada como bienes de capital,
corresponde a tractores, cosechadoras, trilladoras,
ordeñadoras y otras necesarias para las labores
agrícolas y pecuarias. La carencia de información
estadística como de estudios al respecto impiden
realizar un análisis sobre la evolución de este aspecto,
sin embargo algunas estadísticas de la FAO muestran
la situación de este sector a nivel nacional.
En 1985, en Bolivia se disponía de 4.750 tractores,
número que se vio incrementado a 5.200 en 1994
80 Se reporta que la agroindustria en el oriente del país
tiene el más alto consumo de plaguicidas – 80% de los
importados legalmente.
81 Del tipo aldrin, endrin, folidol, dimetoato, diazinon.
82 Del tipo parathion, paraquat, glifosato, tamaron, nuvacron,
monocron, metasistox y otros.
83 Sobre las consecuencias de la contaminación ver los estudios de
84Comparando con otros países, el número de tractores a nivel
Smolders A y Guerrero MA 2001 (en Secretariado Rural 2002);
nacional es muy reducido. El Perú por ejemplo -que no es el país
y los diversos estudios de la institución Productividad Biosfera y
más mecanizado de Sud América- dispone de 2.4 veces más el
Medio Ambiente- PROBIOMA www.probioma.org.bo
número de tractores que Bolivia (www.fao.org/statisticsyearbook).
88
fertilizantes químicos, muestra que el aumento de
la producción y los rendimientos productivos se
basó en el uso indiscriminado de esos químicos con
una serie de impactos a nivel del medio ambiente
85
de la salud humana .
Dependiendo principalmente de los precios, de la
época, del tipo de productos y de las regiones
fronterizas (con Brasil, Chile, Argentina, Perú,
Paraguay), ése contrabando se realiza de forma
casi permanente, generalmente internando (y en
determinadas circunstancias, sacando) productos
en grandes cantidades como también en cantidades
reducidas (hormigueo).
El contrabando
Un último aspecto a analizar -complementario al
de las importaciones comerciales- es el referido
a las importaciones ilegales (contrabando de
y hacia los países extranjeros de productos
agrícolas y alimenticios) no registradas en las
estadísticas oficiales, lo cual no significa que no
sea importante.
Algunos estudios de la Cámara de Exportadores y de
la Cámara de Industrias señalan que el contrabando
(sobre todo de exportación) se realiza desde hace
varios años y se origina principalmente por los
tipos de cambio diferentes, alcanzando cifras que
Gráfico No. 21
Evolución y procedencia de las donaciones alimentarias
superan los 830 millones $us en 1995; los 1.200
millones de dólares en 1997 y los 686 millones
de dólares en el 2006. Esos estudios también
señalan que del total del contrabando que ingresa
al país procedente de la Argentina y Chile, el 17%
correspondería a productos alimenticios y bebidas;
mientras que sólo el 7% del Brasil y el 13% del
Perú (www.bancotematico.org).
85 Sobre los impactos en los seres humanos, son frecuentes
las denuncias a través de la prensa nacional sobre las
enfermedades ocasionadas como inclusive las muertes
de niños y familiares de los agricultores. También son
muy ilustrativos los estudios profusamente respaldados
del DR. D. Gianfelici (“El impacto del monocultivo de
soya y los agroquímicos sobre la salud”.) que demuestra
las consecuencias del uso de plaguicidas y otros
agroquímicos: muertes prenatales, embarazos que no
llegan a terminar, cáncer y otros. (www.biodiversidadla.
Análisis específicos que ofrezcan mayor información
org/content/view/full/40226)
89
Cuadro No. 29
Participación del trigo y harina de trigo en el total de las donaciones(Tm)
1985
1990
1994
1998
2000
2002
2005
Total
%
PMA
Trigo
3932
4319
13456
23663
7067
12800
5084
70321
56,23%
Harina de Trigo.
2331
3342
2700
6519
3923
5235
1550
25600
20,47%
Otros Alimentos
3118
2710
879
519
1760
3232
5177
29125
23,29%
PL-480
Trigo
148369 162175
100000
31336
42410
47474
nd
531.764 64,41%
Harina de Trigo
11030
25961
34913
41920
34520
39670
11693
199.707 24,19%
Otros Alimentos
20506
22965
15320
-72737 -75170 -83912 1225
94082
11,39%
Fuente: Cuadro No. 17 del Anexo.
y datos sobre el contrabando de alimentos son
escasos y de reciente data, provenientes de
instituciones privadas y no gubernamentales.
Estudios sobre el arroz señalan que entre 70.000
y 80.000 TM de arroz de contrabando ingresaban
86
al país anualmente (Ortiz A. 2007) , a pesar de
que el país exportó arroz en varios años, con el
consecuente perjuicio para la producción nacional
(desalentando la producción interna por los bajos
precios de venta).
Otro estudio (Prudencio J. y Ton G. 2004) sobre
la procedencia de diversos productos alimenticios
comercializados en los principales mercados del
país, de origen extranjero, muestra que el impacto
del contrabando en el nivel de precios que se paga
al productor es mucho mayor que el impacto en el
precio al consumidor.
Gráfico No. 22
Evolución comparativa de las donaciones de alimentos y las
Importaciones: el caso del trigo y la harina de trigo (en %)
86 El mismo estudio señala que en el año 2005 por ejemplo,
el consumo del arroz extranjero en el país fue de 81.280
Fuente: Cuadro construido en base a datos de los cuadros No. 26 y 28.
TM, de las cuales 76.642 TM (es decir 94%) provenían
del contrabando.
90
El régimen simplificado para todo el sector de
intermediación constituye también otro problema ya
que los productos alimenticios de origen extranjero
pagan montos irrisorios mediante este régimen
(que por otro lado presenta una falta absoluta de
control para depurar el registro y trasladar a los
mayoristas al Régimen General).
Los precios en el nivel de acopio de la cadena
de intermediación son casi iguales entre los
87
productos de procedencia nacional y extranjera .
El problema principal radica en que en el marco de
la liberalización de las importaciones y los tratados
de libre comercio, no hubo la voluntad política para
enfrentar el problema del contrabando, reflejándose
en una carencia de los recursos materiales para el
control de las fronteras y la lucha al contrabando.
Los contrabandistas dejan de pagar el gravamen
arancelario y el Impuesto sobre el valor Agregado
(entre otros gastos más pequeños); y venden sin
factura a intermediarios generalmente inscritos
en el régimen Simplificado (que no facturan), por
lo que desaparece el IVA en toda la cadena de
88
intermediación .
5.3. Las donaciones de alimentos
Las donaciones de alimentos en Bolivia es otro de los
aspectos complementarios del comercio exterior,
cuya composición, procedencia y evolución se
detallan en el Cuadro No. 17 del Anexo.
En el año 1985, el total de donaciones
alimentarias que llegaron al país alcanzó a la
cifra de más de 203.000TM, incrementándose
Gráfico No. 23
Relación de las donaciones de procedencia extranjera y nacional
87 Sin embargo, las diferencias de precios antes del acopiador
son elevadas. Una relación pormenorizada y por producto
de los precios de contrabando-según diversos puntos
hasta el año 1992 (casi 260.000 TM) para luego
empezar a descender permanentemente (excepto
el año 2002) hasta nuestros días (25.141 TM
en 2005), reflejando evidentemente una política
fronterizos- se detallan en el estudio mencionado.
88 Paradójicamente, esos productos extranjeros logran la
devolución del IVA en sus países de procedencia debido a la
norma internacional de que no se exportan impuestos.
91
concertada de disminución, fruto de la prioridad
en el destino de las donaciones que otorgó USA y
en menor medida los organismos de cooperación
internacional, hacia otros continentes como
Europa del Este y sobre todo África.
En realidad, las variaciones que presenta la
evolución de las importaciones dependen
principalmente de los cambios ocurridos en las
cantidades recibidas de la PL-480, ya que éstas
representan la mayoría de las donaciones.
92
6
Otras Variables
Por otro lado, al examinar las cantidades recibidas
89
de los dos principales donantes , se ve que las
donaciones del PMA, aunque son mucho más
reducidas que las de la PL-480, presentan
mayor regularidad en el transcurso del tiempo,
e incluso llegaron a superar éstas en el año
2003 (sin embargo, las cantidades recibidas
no han dejado de disminuir hasta su punto más
bajo, en ambos casos).
Otro aspecto a considerar es la composición
de las donaciones de alimentos que, a pesar de
que ambas fuentes presentan una variedad de
productos donados (ver Cuadro No. 17 del Anexo)
los principales alimentos donados son el trigo y
la harina de trigo en el transcurso de todos los
años considerados.
Así, tenemos que del total de los alimentos donados
por el PMA en los 20 años desde la aplicación del
PAE hasta el 2005, casi el 77% corresponde al
trigo y harina de trigo, mientras que del total de las
donaciones alimentarias de la PL-480, casi el 89%
del total corresponde al trigo y harina de trigo.
89 Los otros donantes como la UE cesaron las donaciones de
alimentos hacia mediados de los años 90 e implementaron
un programa de apoyo a la seguridad alimentaria basada en
recursos financieros. También se reciben ocasionalmente,
pequeñas donaciones de alimentos de algunos gobiernos
extranjeros (España, Italia y otros) cuando hay desastres
naturales en el país.
93
Cuadro No. 30
Créditos otorgados al sector agropecuario
Años
1984
Total Créditos
Créditos sector agrícola
835,5 (1)
En Porcentaje
317,9
38,0 %
Como % del PIBA
-
1985
264.310.134 (2)
37.835.165
14,3 %
-
1987
1.352.116.915 (2)
366.423.684
27,1 %
21,90 (3)
1989
874.794 (2)
272.061
31,1 %
37,21
1991
1.346.430 (2)
266.055
19,7 %
31,72
1993
2.964.014 (2)
415.414
14,0 %
49,85
1995
2.786.203 (2)
361.848
12,9 %
39,44
1998
5.097,8 (3)
474,1
9,3 %
s. d.
1999
4.872,1 (3)
472,6
9,7 %
51,86
2001
3.873,1 (3)
360,2
9,3 %
36,80
2003
3.162,7 (3)
297,3
9,4 %
27,82
2004
3.058,6 (3)
281,4
9,2 %
23,14
2005
2.318,30(3)
229.20
9.8%
n.d.
Notas: (1) Millones $b de 1970; (2) Valores en Bs.; (3) en millones de dólares.
Fuente: SIBEF, Birbuet G.1997 y UDAPE 2005.
Estas grandes cantidades de trigo y harina de trigo
donadas-al igual que las importaciones de trigo y
harina de trigo- lógicamente tienen un impacto a
nivel de la producción nacional de trigo como ya
se afirmó anteriormente, pero también presentan
un fuerte paralelismo con las importaciones: a
menores donaciones de trigo y harina de trigo
desde inicios de los años 2000 corresponde
mayores cantidades de importaciones, poniendo
en evidencia una vez más la tesis de que las
donaciones son utilizadas para abrir mercado con
los productos excedentarios.
aumentan (década de los años 90) e inversamente
aumentan cuando las donaciones disminuyen,
reiterando lo que es o representa la política neoliberal:
ayuda alimentaria para el comercio.
90
La discusión y debates sobre las donaciones
alimenticias y su impacto en Bolivia ya es un
tema que data de hace varios años en el país.
Diferentes estudios y análisis (Prudencio y Velasco
1987; PMA 1987; Prudencio y Franqueville
1995; Prudencio 1993 entre otros) realizados
en diversas oportunidades, demostraron las
diferentes consecuencias negativas de las
donaciones. Ante la serie de críticas, las
instituciones donantes implementaron programas
de compra de alimentos de procedencia
nacional (para ser distribuidas en sus diferentes
El gráfico siguiente es muy elocuente al respecto. Las
importaciones disminuyen cuando las donaciones
90 Por ejemplo en los Debates Agrarios que el ILDIS auspiciaba
permanentemente (al respecto ver los Debates Agrarios No.
6, 12) o los seminarios organizados por el CERES, el CIDEM
y la Cooperación Técnica Holandesa.
94
programas) con el postulado de que se fomentaba
e impulsaba la producción agrícola nacional
que consideraban era insuficiente, la cual iría
sustituyendo paulatinamente a las donaciones de
productos extranjeros.
vez menos respecto a los productos externos: si
en 1992 los productos donados de procedencia
norteamericana representaban 38 veces más la
cantidad de productos de procedencia nacional,
hacia el 2003 esa relación se amplió a 54
veces más y a 47 veces en el 2005. Así, lo
que podía haber sido una fuente de impulso
Como lo demostraron los años, esto no fue
Cuadro No. 31
Distribución del Crédito Agropecuario Según Departamentos (en %)
Departamento
Chuquisaca
1984
1996
2005
2007
7,72
0,06
8,00
6,00
La Paz
15,50
4,72
15,00
32,00
Cochabamba
21,38
8,62
18,00
13,00
Oruro
4,50
0,02
4,00
5,00
Potosí
6,47
0,02
9,00
7,00
Tarija
11,88
1,31
12,00
8,00
Santa Cruz
22,96
85,17
32,00
25,00
Beni
9,42
0,05
1,00
3,00
Pando
0,17
0,00
2,00
2,00
TOTAL
100 %
100 %
100 %
100
Fuente: FIDA (1985); SIBEF (1997); Birbuet G. 1997; FINRURAL.
más que un simple planteamiento para seguir
introduciendo en el país, productos externos
ya que las cantidades adquiridas de productos
nacionales han sido insignificantes.
a la producción nacional y de ampliación del
mercado interno, no fue tal.
En el caso del PMA, en el transcurso de los
últimos diez años, las cantidades donadas de
procedencia nacional se han mantenido entre las
1.000 y 3.000 TM/año. En cambio, los productos
nacionales comprados por la PL-480 (para ser
distribuidas en el país) nunca superan el 2% del
total donado (Gráfico No. 23).
Los créditos hacia el sector agropecuario en el año
previo al PAE se otorgaban a través del Banco
Agrícola de Bolivia (BAB), representando en 1984
el 38.05% del total de los créditos otorgados a
91
los diversos sectores de la economía , porcentaje
que tiene una permanente disminución en relación
a los créditos a otros sectores.
6.1. Los créditos
91 No se considera la situación del año 1985 que fue bastante
irregular, no sólo por la elevada hiperinflación que sufría el
país sino también porque fue el año del cambio de gobierno
como también de políticas y paralización/disminución de las
Es más, han tenido una tendencia a ser cada
actividades y su programación.
95
Cuadro No. 32
Relación de productores que no recibieron créditos
según producto y departamento en % (1997)
COCHA
BAMBA
ORURO
POTOSI
96,67
96,53
99,58
97,87
-
100
100,0
99,19
97,00
99,08
100
100
100
99,19
95,95
97,00
99,08
-
100,00
95,67
93,33
93,83
87,50
-
SANTA
CRUZ
88,24
87,27
96,58
96,55
84,51
93,75
90,58
96,88
86,67
-
-
-
-
-
76,.67
97,8
97,62
99,04
97,80
92,86
91,40
PRODUCTO
CHUQUISACA
Ají
Arveja
Cebada/grano
Frejol
Haba
Maíz
Maní
Papa
Trigo
Arroz
Naranja
Tomate
Papaliza
Oca
Quinua
100
100
99,19
95,00
100
97,65
97,01
97,65
98,76
-
99,43
99,79
98,18
97,83
94,12
-
98,36
Caña de azúcar
Soya
Yuca
Mandarina
Sorgo
Plátano
PROMEDIO
LA PAZ
TARIJA
BENI
PANDO
100
100
100
-
98,96
98,10
-
88,78
100
-
64,18
100
92,86
72,73
88,54
100
100
100
97,33
98,15
98,13
Fuente: INE Encuesta Nacional Agropecuaria 1997.
debe correr más riesgos directos, es decir, no debe
otorgar crédito directo al sector privado sino a través
de intermediarios financieros” (Birbuet G. 1997).
En el año 1989 se crea el Fondo de Desarrollo
Campesino con el propósito de dar una solución a
la creciente demanda de créditos, por lo que en esos
años hay un cierto repunte en el total de créditos
92
otorgados al sector , sin embargo en 1991 se cierra
el BAB (al igual que el Banco Minero y el Banco del
Estado), por dificultades en la recuperación de los
créditos pero sobre todo como parte de las medidas
del PAE que sostenían que “el Estado boliviano no
92 Pero en 1991 se determina que el FDC sólo puede realizar
operaciones de segundo piso a través de entidades de
créditos fiscalizado por la Superintendencia de Bancos y
Entidades Financieras.
96
Ante esa situación, surgen una serie de
Instituciones de Promoción y Desarrollo Social
(IPDS) especializadas en créditos como alternativa
para llegar a los pequeños agricultores con otras
modalidades que la banca comercial y mecanismos
93
financieros más adecuados (UDAPE. 2006:31).
Entre 1989 y 1995, el crédito total se incrementa
en 308% mientras el crédito concedido al
sector agropecuario aumenta solamente el
133%. También se percibe que al inicio de los
años 90, los créditos al sector agropecuario
representaban el 20% del total de los créditos
concedidos, pero luego presentan una paulatina
disminución hasta representar tan sólo un poco
más del 9% promedio en los años comprendidos
entre 2001 - 2004
94.
La distribución del crédito agropecuario ha
variado significativamente en el transcurso de
los años analizados. En 1984 se distribuyó
principalmente en las regiones de Santa Cruz
(22%), Cochabamba (21%) y La Paz que en su
conjunto representaban el 58% del total; siendo
sólo la región de Pando en la que prácticamente
no se otorgó ningún crédito.
Para el año 1996, el 85,17% del total de créditos se
otorgó en la región de Santa Cruz, y un porcentaje
muy bajo en las regiones de Cochabamba y La
Paz. En departamentos como Pando, Beni, Potosí,
Oruro y Chuquisaca prácticamente no se otorgaron
93 A pesar de esa modalidad, la mayoría del crédito entre
94 Para el año 2005, según datos de FINRURAL, en el 2005
se otorgaron créditos por valor de 436.398.320 Bs. , y de
1998 y el 2004 es canalizado por la banca comercial (91%
ese total el 57,66% fue destinado al área rural. Del total de
promedio anual); el 0.1% por las Mutuales de Ahorro y
beneficiarios (116.665), el 28,86% corresponden a clientes
Préstamo; el 2 % por las cooperativas; el 5.7%% por las
en el sector rural. Lamentablemente la información no da
IPDS y el 1.2% por los Fondos Financiero Privados (FFP)
cuenta del tipo de clientes (campesinos, empresarios, etc.)
(UDAPE 2006).
del área rural.
97
98,30
96,70
92,50
97,90
96,40
91,00
93,50
97,90
s. d.
s. d.
s. d.
s. d.
s. d.
s. d.
s. d.
s. d.
s. d.
s. d.
s. d.
s. d.
s. d.
s. d.
s. d.
Cebada/
grano)
Frejol
Haba
Maíz (duro)
Maní
Papa
Trigo
Oca
Café
Plátano
Quinua
Papaliza
Arroz
Naranja
Avena
(grano)
Yuca
Cebolla
Tomate
Alfalfa
Caña Azúcar
Soya
Sorgo
s. d.
s. d.
s. d.
s. d.
s. d.
s. d.
s. d.
s. d.
s. d.
s. d.
s. d.
s. d.
s. d.
s. d.
s. d.
95,40
91,50
92,50
94,80
97,90
97,50
95,10
100
100
s. d.
s. d.
s. d.
s. d.
s. d.
94,10
90,00
96,80
96,80
97,80
96,30
100
100
100
93,50
97,30
100
97,50
s. d.
95,80
98,90
s. d.
98,30
97,40
s. d.
s. d.
s. d.
s. d.
s. d.
100
s. d.
s. d.
s. d.
97,00
s. d.
s. d.
93,60
100
s. d.
s. d.
96,30
98,30
90,10
s. d.
98,60
100
100
98,40
98,10
s. d.
s. d.
s. d.
100
s. d.
s. d.
s. d.
97,00
s. d.
s. d.
95,70
100
s. d.
s. d.
96,30
98,30
90,10
s. d.
98,60
100
100
96,90
96,30
s. d.
C. Agrop.
COCHABAMBA
Asistencia
Técnica
s. d.
s. d.
s. d.
100
100
96,80
100,00
100
94,50
98,20
99
98,80
91,90
97,30
98,40
95,80
s. d.
97,20
98
s. d.
96,50
96,10
s. d.
C. Agrop.
LA PAZ
Asistencia
Técnica
Fuente: Construido en base a datos del INE (1997).
95,70
Arbeja
Capacit.
Agropec
CHUQUISACA
Asistencia
Técnica
Ají
CULTIVOS
Cuadro No. 33
s. d.
s. d.
s. d.
100
s. d.
s. d.
s. d.
s. d.
s. d.
s. d.
s. d.
94,40
s. d.
s. d.
s. d.
100
97,00
s. d.
s. d.
95
s. d.
100
s. d.
s. d.
Asistencia
Técnica
s. d.
s. d.
s. d.
97,00
s. d.
s. d.
s. d.
s. d.
s. d.
s. d.
s. d.
90,00
s. d.
s. d.
s. d.
96,30
95,30
s. d.
s. d.
95
s. d.
98,40
s. d.
s. d.
C.
Agrop.
ORURO
s. d.
s. d.
s. d.
s. d.
s. d.
s. d.
s. d.
s. d.
s. d.
s. d.
100
80,70
s. d.
s. d.
100
98,10
94,00
s. d.
93,90
95,90
s. d.
98,10
s. d.
s. d.
Asistencia
Técnica
POTOSI
s. d.
s. d.
s. d.
s. d.
s. d.
s. d.
s. d.
s. d.
s. d.
s. d.
97,10
84,60
s. d.
s. d.
93,30
97,20
92,30
s. d.
93,90
95,90
s. d.
97,50
s. d.
s. d.
C.
Agrop.
s. d.
100
90
s. d.
s. d.
s. d.
s. d.
s. d.
s. d.
s. d.
s. d.
s. d.
s. d.
s. d.
s. d.
90,00
93,80
100
96,00
s. d.
s. d.
s. d.
96,80
s. d.
Asistencia
Técnica
s. d.
85,70
100
s. d.
s. d.
s. d.
s. d.
s. d.
s. d.
s. d.
s. d.
s. d.
s. d.
s. d.
s. d.
85,00
93,80
95,50
95,60
s. d.
s. d.
s. d.
93,70
s. d.
C.
Agrop.
TARIJA
81,80
71,60
88,70
s. d.
86,60
s. d.
99,20
s. d.
96,80
87,40
s. d.
s. d.
s. d.
s. d.
s. d.
81,20
83,10
89,60
92,30
s. d.
83,60
s. d.
s. d.
s. d.
Asistencia
Técnica
90,90
82,00
91,80
S. D.
86,60
S. D.
100
S. D.
90,60
95,00
S. D.
S. D.
S. D.
S. D.
S. D.
75,00
83,10
96,50
95,20
S. D.
87,20
S. D.
94,10
S. D.
C.
Agrop.
SANTA CRUZ
S. D.
S. D.
100
S. D.
S. D.
S. D.
100
S. D.
S. D.
97,00
S. D.
S. D.
100
S. D.
S. D.
S. D.
S. D.
S. D.
96,50
S. D.
100
S. D.
S. D.
S. D.
A.
Técnica
S. D.
S. D.
95,80
S. D.
S. D.
S. D.
98,40
S. D.
S. D.
94,10
S. D.
S. D.
97,90
S. D.
S. D.
S. D.
S. D.
S. D.
94,80
S. D.
94,70
S. D.
S. D.
S. D.
C.
Agrop.
BENI
S. D.
S. D.
S. D.
S. D.
S. D.
S. D.
100
S. D.
S. D.
100
S. D.
S. D.
100
S. D.
S. D.
S. D.
S. D.
S. D.
100
S. D.
100
S. D.
S. D.
S. D.
A.
Técnica
S. D.
S. D.
S. D.
S. D.
S. D.
S. D.
100
S. D.
S. D.
100
S. D.
S. D.
100
S. D.
S. D.
S. D.
S. D.
S. D.
100
S. D.
100
S. D.
S. D.
S. D.
C. Agrop.
PANDO
Relación de productores que no recibieron asistencia técnica y capacitación agropecuaria según cultivos y departamentos en % (1997)
7
Los Ingresos
Económicos
créditos. Hacia el 2005 ya se anota una distribución
más equitativa del crédito agropecuario a nivel
regional, aunque santa Cruz continúa siendo la
egión que captó más créditos.
Respecto al tipo de beneficiario de los créditos,
en 1984 se destina el 44,64% del total del
crédito agrícola a 5.143 empresarios (20.028
Bs. a cada uno en promedio) y el 55,36% a
13.167 productores campesinos (9.702 Bs. a
c/u promedio), relación que se mantiene hacia el
año 1986 cuando el 47% del total del crédito se
destina a 4.486 empresarios otorgándoles a un
promedio de 6.392 Bs., el doble de lo otorgado a
un beneficiario campesino (10.059 beneficiarios
que recibieron el 53.04% del total del crédito).
Para 1996 no hay datos sobre la distribución del
crédito por tipo de beneficiario, sin embargo no
resulta difícil deducir que se financiaron los cultivos
de exportación y los llamados industriales (soya,
sorgo y otros) ya que también hubo un expansión
de la superficie cultivada (soya, algodón, caña
de azúcar, sorgo, girasol) como se analizó en el
capítulo de la producción.
Según la Encuesta Nacional Agropecuaria del año
1997 realizada a nivel nacional por el Instituto
Nacional de Estadística (INE), prácticamente la
totalidad de los pequeños productores agrícolas
y de alimentos básicos para el consumo nacional
99
Grafico No. 24
Evolución del coeficiente de desigualdad de ingresos (Coeficiente de Gini), 1968-2002
Fuente: UDAPE (www.udape.gov.bo/analisiseconomico/UO6analisis.htm)
como la papa, trigo, arveja, quinua, habas, maíz,
frejol y otros, no habían recibido ningún crédito.
En promedio, el 98% de los agricultores en cada
región/departamento no recibió crédito, siendo
peor la situación en los departamentos de Beni
donde ningún productor recibió créditos. Sólo en
el departamento de Santa Cruz hubo un 11% de los
agricultores que sí recibió créditos, especialmente
los agricultores que producían soya (para la venta
a las empresas agroindustriales que producen
aceite o que exportan) o los beneficiarios de algún
proyecto internacional que alentó la producción de
papa y algunas hortalizas (por ejemplo el proyecto
de la FAO en la región de Samaipata).
6.2. La capacitación y
asistencia técnica
Otro aspecto que es importante de considerar
y que está estrechamente vinculado al apoyo
al sector agrícola, es el relacionado con la
capacitación y asistencia técnica que se haya
brindado a los agricultores.
Hasta la implantación del PAE, en el país existían
instituciones especializadas para la asistencia técnica y
capacitación de los productores (El Instituto Boliviano
de Tecnología Agropecuaria-IBTA), sin embargo ésta
desapareció a mediados de los años 90 como una medida
del PAE, haciendo que los servicios de capacitación y
asistencia técnica sean otorgados de forma privada95,
dejando un vacío muy grande en esa materia.
La Encuesta Nacional Agropecuaria del año 1997
-la única fuente de información al respecto- ofrece
95 A mediados de los años 90 hubieron algunos intentos
por implementar la modalidad de capacitar y/o tecnificar
Cuadro No. 34
algunos agricultores para que luego éstos vendan sus
Distribución de los ingresos segúna sectores
rural y urbano
Quintil del ingreso de los
hogares per cápita
1 (+ pobre)
2
3
4
5 (+ ricos)
Total
Ingreso promedio
servicios al resto de los agricultores. Un ejemplo de eso fue el
Población urbana
(Bs/mes)
93,09 (3.56%)
192,25 (7.36%)
298,05 (11,42%)
483,95 (18,54%)
1.542,50 (59,10%)
2.609,94 (100%)
Población rural
Total
“proyecto
Post Cosecha de la FAO” implementado
(Bs/mes)
(Bs/mes) en algunas
regiones de
Santa
Cruz, sin mayor repercusión/ampliación
6,50
(0.91%)
25,45 (1.34%) de
(4.41%) ni sostenibilidad financiera/técnica.
108,02 (5.70%) La
sus áreas31,47
de influencia
77,44 (10.86%)
202,57 (10.69%)
otra modalidad
de apoyo a la capacitación
de los
agricultores
148,61 (20.85%)
353,92
(18.68%)
448,69
(62.95%)
1.203,87y (63,56%)
-la única
vigente
hasta hace pocos meses
que el nuevo
(100%)
gobierno712,71
intenta
complementar con un1.893,83
programa(100%)
específico
521,72
142,41
378,19
de capacitaciónfue a través del trabajo realizado
por las
diversas ONGs en sus temáticas y áreas de acción.
Fuente: UDAPE.
100
una visión de la situación en la materia.
A nivel de cada región (ver cuadro No. 32), el
porcentaje de familias de agricultores que no
recibieron capacitación agropecuaria y asistencia
técnica es muy elevada, siendo el caso de la región
de Pando el más álgido ya que no se registra ni
un solo agricultor que haya recibido asistencia
técnica/capacitación.
Solo en el departamento de Santa Cruz se registran
porcentajes un poco más elevados de asistencia
y capacitación, sobre todo para los agricultores
que producen productos para la agroindustria y la
exportación (soya, sorgo, caña de azúcar, frejol, y
el trigo por su vinculación a la producción de soya
en la época de invierno) y excepcionalmente a la
papa (por el vínculo a los proyectos de cooperación
internacional en la región de Samaipata como se
mencionó anteriormente).
En el resto de los departamentos, la casi totalidad
de los agricultores que producen alimentos
básicos para el consumo de la población no
recibieron el apoyo técnico ni la capacitación
como señala el Cuadro No. 33 Apenas el 2% de
los agricultores de trigo –alimento tan importante
y del cual el país es altamente dependiente de
las importaciones y donaciones extranjeras recibieron asistencia técnica. De igual manera,
sólo entre el 3% y 6% de los agricultores de
papa- alimento básico en la dieta de la población
rural de los departamentos de la región andina
como Potosí, La Paz, Oruro, Chuquisacarecibieron asistencia técnica.
En esa situación, constituyen una pequeña excepción
los agricultores de quinua del departamento de
Potosí ya que un 19% de ellos declaró haber
recibido asistencia técnica y un 15% capacitación
agrícola; situación explicable por ser un producto de
exportación alentado por las propias organizaciones
de productores (en su mayoría).
Un aspecto que es importante a considerar -como
consecuencia de las acciones implementadas
durante los 20 años analizados en el tema de la
distribución de las tierras, la inversión pública,
las exportaciones-importaciones y el acceso a los
servicios de créditos y asistencia técnica entre
otros- es el relativo a la situación de la distribución
de los ingresos económicos de la población que
tiene como actividad principal a la agricultura.
7.1. La distribución de
los ingresos económicos.
Como evolucionó la distribución de los ingresos
económicos en Bolivia durante los años de
implementación del PAE?
Es adecuado resaltar que Bolivia se caracteriza por
ser uno de los países que tiene los más altos niveles
de desigualdad de ingresos en toda América Latina,
con indicadores que se incrementaron durante los
años de vigencia del PAE.
Uno de los indicadores frecuentemente utilizados
96
para medir esa inequidad es el coeficiente de Gini .
96 Indicador que mide la desviación de la distribución de los ingresos
(o activos). A más alto valor, mas desigual es la distribución.
101
Según estudios de UDAPE (www.udape.gov.bo/
análisiseconomico/u06analisis.html) La evolución
de ese indicador no tuvo variaciones entre 1985
y 1989 (0.52), sobre todo por la lucha contra la
hiperinflación, sin embargo en la década de los años
90, hubo un fuerte incremento de la desigualdad,
sobre todo a partir de 1995.
Si se considera la distribución de los ingresos
según deciles de la población boliviana, se puede
tener una visión que ayude a aproximarnos a esa
situación. Lamentablemente no existen estudios
ni estadísticas oficiales que detallen esa situación
en la década de los años 80 y 90. Recién hacia
fines de los años 90, algunos estudios destacan
que entre 1999-2001; el 10% más rico de la
población es 28.5 veces (promedio) mas rico
que el 40% mas pobre. El quintil más rico de
la población es 52 veces más rico que el quintil
más pobre de la población (UDAPE).Esta elevada
desigualdad en la distribución del ingreso no
radica solamente en la diferencia de ingresos
entre los más ricos y el resto de la población
sino también en la baja participación de los más
pobres en el ingreso total.
Así tenemos que del total de los ingresos
contabilizados a nivel urbano, el quintil de los más
ricos percibe el 59.10% en cambio los más pobres
tan sólo el 3.56%, es decir 16,5 veces menos.
A nivel rural las diferencias son más pronunciadas
aún: los más ricos participan del 62.9% del total
de los ingresos rurales; en cambio los más pobres
participan tan sólo del 0.91%, es decir que sus ingresos
representan 69 veces menos que el mayor estrato.
De igual manera, los más pobres del sector rural
perciben 14,3 veces menos que los más pobres
del sector urbano, mientras que los más ricos del
sector urbano perciben 3,4 veces más que los más
ricos del sector rural.
Estas diferencias de ingresos son más profundas
aún cuando se analiza otro tipo de datos -no
tan globales ya que por lo general encubren
estadísticamente realidades más dramáticassino más específicas a sectores y a situaciones
concretas, y que explican el origen de esos recursos
así como el acaparamiento de ciertos sectores
Cuadro No. 35
Participación de las familias rurales según niveles de ingreso (%)
Niveles
Ingreso
mensual
(Bs)
0 - 400
1992
1998
La Paz
Chuquisaca
CBB
Potosí
Carabuco
Zudañez
Mizque
Chayanta
Tomave
2003
2005
Potosí
Oruro
Chaqui
Betanzos
Cotagaita
El Choro
Carangas
92,30
72,5
44.4
83,09
100
74
79
91
-
100
401 - 800
6,30
23,7
16.7
12,67
-
9
3
2
100
-
801- 1200
1,40
2,5
15,3
4,24
-
5
15
2
-
-
-
1,3
23,6
-
-
2
3
5
-
-
107Bs
(30$us)
182 Bs
(33 $us)
644 Bs
(117$us)
132 Bs
(23,9$us)
82 Bs
(10.6$us)
156 Bs
20.3$us)
159 Bs
20.7$us)
131 Bs
(17.0$us)
450 bs
(56,2 $us)
350 Bs
(43.7$us)
1201 y +
Promedio mes/
Hogar (Bs)
Umbral de
pobreza
s.d.
304 Bs (55.17 $us)
533 Bs (69.48 $us)
Fuente: UDAPE, Prudencio/Franqueville (1995); Prudencio/Cossio (1998); Alemán et. al. (2003) y FP/BOL/81(2005).
102
533Bs (69.48$us)
8
Conclusiones y
Propuesta
sociales y políticos que originan las diferencias en
la distribución de los ingresos económicos.
Tenemos así por ejemplo que mientras los ejecutivos
de algunos Programas dependientes del Gobierno
de turno ganaban 7.000 $us/mes (57.633 Bs.),
los obreros de la misma empresa ganaban 58.3
97
$us (480 Bs), es decir 120 veces menos . De
igual manera, en el Fondo de Desarrollo Regional
(FNDR), una dependencia del Directorio Único de
Fondos (DUF), los ejecutivos se pagaban más de
2.000 $us por semana de consultoría o 9.000 $us
/mes (CARITAS 2004).
Asimismo, entre los años 2001 y 2003, tres
bancos privados nacionales captaron 1.7 millones
de dólares de los recursos destinados al alivio
98
de la pobreza (HIPC I y II) , solamente por las
“Comisiones” que cobraron por la entrega de los
recursos del Estado a los municipios.
Contraria a esta situación, los ingresos percibidos
por los trabajadores por cuenta propia por ejemplo
– en los mismos años considerados (2003-2004)
– muestran un panorama totalmente distinto.
En Cochabamba por ejemplo, los trabajadores
de la manufactura percibían al mes un ingreso
de 1.382,21 Bs (191,97 $us); los del comercio
1.116,17 Bs (155 $us); los trabajadores de
97 Denuncia que efectuó la Comisión Especial de la Pastoral
Social-Caritas – respecto a los sueldos que percibían los
ejecutivos de los Programas PLANE y PROPAÍS, ambos
programas de lucha contra la pobreza vigentes en el último
año de los gobiernos neoliberales (2004).
98 En 1998, Bolivia fue incluida en la Iniciativa para los Países
Pobres Altamente Endeudados (HIPC en inglés) por un alivio
de 788 millones de dólares de su deuda externa. En el año
2001 se aprobó el HIPC II por 631,5 millones de dólares
103
alimentos 993,08 Bs (137.92 $us) y los del Servicio
de hogar privados 952,50 Bs (132,29 $us), es
decir un promedio de 1.104,50 Bs (153,40 $us).
Si a esas cifras se suman los ingresos generados
por sus esposas se tiene un ingreso promedio
familia de 1.747,76 Bs (242,74 $us), para familias
de 5.25 miembros por hogar, lo que resulta que
el ingreso per cápita alcanza sólo a 1.54 $us;
es decir menos de los 2 dólares diarios mínimos
establecidos internacionalmente como el límite de
las situaciones de pobreza (IFFI 2003).
Estas diferencias en los niveles de ingreso
económico, en la participación de los ingresos
totales y en las necesidades insatisfechas (como
se apreció anteriormente) no sólo se expresa en
términos de género sino también en términos
étnicos y regionales, siendo las poblaciones rurales
– indígenas y campesinas ubicadas principalmente
en el altiplano y los valles – los que se encuentran
en peores condiciones.
Esto se reafirma al analizar los ingresos en los
sectores poblaciones del occidente del país, quienes
tienen como principal ocupación a la agricultura.
7.2. Los ingresos económicos en el sector agrícola campesino
Los ingresos económicos en el sector rural varían
mucho dependiendo de una serie de factores como
por ejemplo el grado de especialidad productiva de
las unidades económicas, del tipo de sistema
productivo y la orientación de su economía
(de subsistencia o integrada al mercado) entre
otros.
A pesar de esos aspectos, los ingresos en
general han sido y son menores que en el
sector urbano, y desde hace varios años no han
tenido significativas variaciones lo que hace que
la mayoría de ellos se ubiquen por debajo del
Umbral de la Línea de Pobreza.
Según estudios de caso realizados en diferentes
años y regiones del país (ver cuadro 35), en el año
1992, el 92.3% de las familias de regiones del
altiplano (La Paz) se ubicaban entre las familias que
percibían los niveles de ingreso más bajo.
En 1998, la mayoría de las familias consideradas
en los estudios de caso (72,5% del municipio de
Zudañez; el 44.4% de Mizque y el 83,09% de
Chayanta) tenían ingresos mensuales entre 0 y
400 Bs; es decir muy próximos o por debajo del
umbral de pobreza determinado para ese año. Esa
situación no varía para el 2003 y el 2005 ya que
la mayoría de las familias consideradas se ubican
entre los estratos más bajos de ingresos.
En términos de dinero, lo anterior significa que en
1992 la mayoría de las familias tenían un ingreso
de 107 Bs (30 $us); en 1998 sus ingresos fluctúan
entre 24 $us/mes/familia en las regiones
pobres y los 117 $us/mes/Flia en las regiones
más favorecidas (Cochabamba). En los años
posteriores no hay grandes cambios ya que la
tendencia es la misma.
En términos generales, estos estudios de caso
solo reafirman lo que las estadísticas generales
muestran: que la mayoría de la población rural
que se dedica a la agricultura y se ubica en las
regiones del altiplano y valles preferentemente,
están entre los pobladores con más bajos niveles
de ingreso del país siendo consecuencia de un
desigual acceso a los recursos productivos (tierra)
104
y a servicios de créditos, capacitación, asistencia
técnica, tecnología, etc.
8.1.
Conclusiones
1.El análisis realizado permite determinar que con
la serie de medidas y políticas que contempló
el Programa de Ajuste Estructural (PAE) en el
país, prácticamente se desmanteló el incipiente
apoyo y protección que el Estado brindaba a la
estructura agrícola y alimentaria nacional, es
decir a los productores campesinos (a quienes se
le privó de créditos, asistencia técnica, tecnología
y capacitación entre otros) y a la industria de
transformación/ procesamiento de alimentos de
las empresas dependientes del Estado (CBF Corporación Boliviana de Fomento). En ambos
casos, se redujo su mercado interno (inundado por
las importaciones de alimentos y las donaciones)
Contrariamente, se incentivó una agricultura
exportadora de materias primas para los
mercados externos en base al acaparamiento
y concentración de tierras (latifundios), la
disponibilidad de capital (créditos), tecnología
e insumos subvencionados (carburantes).
2.En los 20 años analizados, el PIB ha tenido
una tasa de crecimiento promedio del
8.80%, con periodos de crecimiento muy
heterogéneos. En cambio el PIBA ha tenido
una tasa de crecimiento promedio del 6.89%
(con altibajos en los años iniciales).
Esa tasa de crecimiento del PIBA – que es
remarcable – se debe sobre todo al crecimiento
de las materias primas y productos agrícolas
de exportación producidos principalmente en
el oriente del país (con tasa de crecimiento
por encima del 2%) y en detrimento del
sector agropecuario campesino ubicado en el
Altiplano y Valles (zonas más pobres con tasas
de crecimiento del 0.2% promedio), que es el
sector que más gente emplea.
Si bien esa tasa de crecimiento del PIBA en el
periodo estudiado es remarcable, también es
muy frágil por estar basada exclusivamente en las
exportaciones de materias primas y dependiente
de los precios internacionales. De igual manera,
hay que resaltar que este crecimiento desigual
que tuvo éxito en el campo económico para
ciertas regiones y sectores sociales ha significado
un fracaso en el campo social para el resto de
las regiones y sectores, ya que los niveles de
pobreza no disminuyeron ni se acortaron las
diferencias y desigualdades en la distribución
de los ingresos económicos de la población.
3.Dada la situación analizada y descrita se puede
105
afirmar que gran parte de la población rural
de varias regiones del país (Pando, Oruro y
otros) está excluida económicamente; está
prácticamente marginalizada del sistema
productivo nacional, lo cual se manifiesta en
una baja productividad y bajo aporte al PIB
agropecuario per capita.
producción campesina y baja tecnología.
e.Acceso difícil a los mercados internos y
externos, por carencia de carreteras y
caminos adecuados; dificultades de acceso a
mercados de exportación (elevados precios
del transporte hasta los puertos, normas
de calidad e higiene, entregas en plazos
previstos, etc.); y elevada intermediación de
comerciantes entre otros.
4.Este crecimiento desigual e inequitativo
significa para el sector agrícola campesino
la existencia de una serie de factores que
bloquean y obstaculizan el desarrollo de la
agricultura de base campesina, la cual está
estancada y no logra vincularse a un proceso
de desarrollo de mejora de su producción y
de vinculación a mercados más amplios. Entre
esos factores u obstáculos sobresalen:
f. Reducida inversión en el sector agrícola
en general, de parte de los gobiernos
departamentales, municipales y nacional
como también del sector privado.
g.Las importaciones subsidiadas de alimentos
y materias primas que compiten con la
producción agrícola como también con la
industria manufacturera de alimentos. Forman
parte de esto, las donaciones de alimentos
(trigo y harina de trigo) como también el
contrabando de alimentos (que ingresan al
país por varias zonas y/o regiones)
a.Una desigual distribución de los ingresos en
las familias de economía agrícola campesina
ubicadas principalmente en el altiplano y
valles – que perciben ingresos por debajo
del umbral de pobreza y en montos por
debajo del mínimo diario establecido por los
organismo internacionales.
h.La carencia de acceso al capital/crédito; a la
capacitación y asistencia técnica; a la educación
alimentaria/nutricional; a la tecnología e
insumos adecuados entre otros.
b.Bajos precios por los productos agrícolas,
los cuales no logran cubrir los costos de
producción ni generar ingresos adecuados.
c.Carencia de tierras adecuadas (en cantidad y
en calidad), lo cual es impedido por la una
fuerte concentración de tierras (latifundios)
en el oriente del país.
d.La baja productividad de la fuerza de trabajo
laboral en varios departamentos/regiones del
país que se origina por la escasez de tierras
buenas (fértiles), salidas poco dinámicas a la
5.A pesar de esa serie de obstáculos, el
sector agrícola campesino ha contribuido
significativamente al crecimiento del PIB,
sin embargo su mayor importancia se da
principalmente por su aporte de alimentos a la
seguridad alimentaria; la generación de empleo;
generación de divisas; cobija a una gran parte
de la población y porque ofrece mano de obra
a otros sectores de la economía.
106
6.La consigna 99 de que la apertura de la
economía y sobre todo el fomento a las
exportaciones llevaría a un mejoramiento de
las condiciones de ingresos y empleo, y que
reduciría la pobreza, no se ha logrado; más
bien el PAE ha tenido efectos negativos ya que
la pobreza en cifras absolutas prácticamente
se ha mantenido.
7.Por lo anterior, ya no se puede plantear lograr
superar la pobreza sólo a través de un apoyo
al sector rural y agrícola en general. Hay
que enfocar el problema de la distribución
de ingresos a nivel de cada sector, de cada
región y cada departamento. Por lo anterior y
para disminuir la pobreza rural, es necesario
el replanteamiento de una serie de medidas
que apoyen al sector y específicamente al
sector agrícola campesino (créditos, asistencia
técnica y capacitación; educación alimentaria
nutricional entre otros); un re direccionamiento
a la política de comercio exterior (que proteja
a los productores campesinos de la desleal
competencia internacional subvencionada,
y del contrabando); una redistribución
de tierras; mayor inversión pública en la
99 Los diferentes gobiernos entre 1985 y 2005 plantearon
diversas consignas como las de “exportar o morir”. Por
ejemplo, los mensajes del Ex Presidente Jorge Quiroga el 7/
agosto/2001 “Debemos practicar la globalización…creemos
en el comercio libre, en el comercio tri-libre, triplemente
libre: libre de aranceles, libre de subsidios y libre de medidas
para-arancelarias”; o “las exportaciones generan un impacto
socioeconómico en la mayoría de la población, sobre todo
en términos de la distribución de los beneficios directos; de
la disminución de las pérdidas de los agricultores; de una
mayor generación de empleos permanentes en el sector rural
y urbano; de un mayor desarrollo educativo para producir
mejor, para preparar mejor los alimentos y para que el pueblo
se trate mejor” (JUNAC 1993:103-104). Para un análisis
más detallado de las exportaciones y sus consecuencias ver
Prudencio J. (1994).
infraestructura productiva; y mayor apoyo a la
comercialización de productos disminuyendo
la intermediación comercial.
Asimismo, es importante plantear políticas
interrelacionadas entre la producción agrícola que en varios productos no encuentra mercado
- y la industria manufacturera de alimentos
(que cada vez utiliza menos materias primas de
origen nacional); entre el sector rural y urbano;
entre lo económico y lo social; entre lo técnico
productivo y la educación en alimentación/
nutrición para así “superar ese patrón de
desarrollo excluyente y desigual del modelo
neoliberal” (C. Kay 2007:92).
8.El modelo agroexportador que se desarrolló
en el país en los últimos años es un modelo
extractivista que nos empuja hacia la explotación
indiscriminada de nuestros recursos naturales
y los monocultivos, sin ninguna sostenibilidad
económica ni medio ambiental, deteriorando
los sistemas agrarios, los sistemas sociales; y
transformando los hábitos alimentarios de la
población, entre otros.
9.Si bien es evidente que las exportaciones
agrícolas han ayudado a aumentar la producción
de ciertos productos en el oriente del país y han
incrementado la productividad del trabajador; por
su escaso valor incorporado, no han supuesto
la importación de insumos y tecnología para
la transformación de los productos con mayor
valor agregado.
10.Las exportaciones que se están efectuando –
tomando el caso de la soya producida por la
agroindustria en el oriente del país y la quinua
producida por campesinos en el altiplano – se
realizan a costa de: a) una disminución de los
107
rendimientos productivos lo que supone un
aumento de la producción por la ampliación
irracional de la frontera agrícola con
consecuencias negativas en la deforestación y
el medio ambiente (erosión); b) un agotamiento
de la tierra por ser monocultivos (que
intensifican su ciclo productivo e impiden la
reposición de la tierra); c) una transformación
de sistemas productivos tradicionales donde
se vinculaba la producción agrícola con la
ganadería (quinua-llamas/ovejas como en
el caso de la quinua). Por esto, es urgente
realizar un cambio en las actuales modalidades
y técnicas de explotación de esos monocultivos
(quinua, soya), considerando principios de
agroecología; de sostenibilidad de los recursos
y del equilibrio de las condiciones naturales
entre otros.
11.Los beneficios que se esperaban de las
exportaciones – generación de empleo,
incremento de ingresos, mejoramiento de
las condiciones de vida entre otras - no se
alcanzaron ya que por ejemplo, en las regiones
donde se realiza la explotación de esos recursos,
los indicadores de las Necesidades Básicas
Insatisfechas de la población y los niveles de
desnutrición continúan igual o peor.
12.Al analizar los datos de las importaciones
se destaca que la dependencia alimentaria
de Bolivia no disminuyó durante el periodo
observado. Se continúa con la dependencia de
las importaciones de cereales (trigo y harina
de trigo) a pesar de la producción de este
grano en el Oriente del país durante la época
de los años 90. Además apareció, desde hace
una decena de años, una nueva dependencia
alimentaria, la generada por la importación
creciente de alimentos preparados de
varias clases. Si dicha situación se entiende
cuando se trata de preparados de cereales
que el país no produce suficientemente, se
puede pensar que la creación de industrias
de transformación permitiría limitarla en
cuento a los preparados en base a la carne,
legumbres, frutas, etc. que se producen
en cantidades significativas en el mercado
nacional. De igual manera, aunque los datos
no permiten concluir con certeza, el desarrollo
de la industria de cervecería parece también
generar otro tipo de dependencia, la de su
abastecimiento en materias primas básicas
para su funcionamiento.
13.Se ha demostrado que se importan productos
agrícolas que el país puede producir en grandes
cantidades con lo cual se perjudica no sólo a
la producción interna de esos productos con
una competencia desleal (pues en su mayoría
son productos subvencionados en sus lugares
de origen); sino que desplaza el consumo de
otros productos típicos nacionales en la dieta
de la población.
108
Otros productos (como frutas y cebollas
entre otros) que se importan en épocas
de no producción nacional (importaciones
complementarias) inducen a recomendar que
se deben hacer esfuerzos por producir en
esas épocas también, con técnicas adecuadas
para el efecto. Ese incentivo nacional para
la producción local debe ir acompañada de
una política de protección interna mediante
el establecimiento de una serie de aranceles e
impuestos a las importaciones, junto con un
mayor control al contrabando.
14.Respecto a las importaciones de insumos y
bienes de capital (maquinaria) - que implicaría
la posibilidad de generar un cambio tecnológico
en la agricultura agro empresarial como en
la campesina – ésta conlleva una serie de
contradicciones a resolver:
Por un lado, la utilización de maquinaria
y tecnología moderna es muy reducida
en el país 100 , lo cual incide en los
costos de producción como también
en los rendimientos productivos; pero
contrariamente, es muy elevada e
indiscriminada la importación y utilización
de agroquímicos (herbicidas, funguicidas,
insecticidas), lo que muestra que los
agricultores bolivianos están empeñados
en aumentar la producción en base a los
agroquímicos y la expansión de la frontera
agrícola antes que en el incremento de la
productividad laboral, y en la producción
ecológica sin medir las consecuencias
en el daño al medio ambiente, en la
deforestación y en la desestructuración
de sistemas productivos y sociales.
al sistema internacional. No se puede seguir
importando productos que el país produce
(o que tiene posibilidades de producir) a
precios subvencionados -lo que es una
práctica comercial injusta- pues disminuye
la autosuficiencia alimentaria, dificulta
la soberanía alimentaria y disminuye los
ingresos económicos de los productores.
Tampoco se puede seguir exportando productos
con una agricultura extensiva que tiene
consecuencias adversas como la exportación
de nutrientes del suelo y agua, con una grave
degradación del medio ambiente. Tienen que
plantearse límites a ese tipo de explotación y
reencausar las prácticas para una adecuada y
sostenible explotación.
16.En síntesis, el estudio demostró que el PAE
ha significado:
15.E l t e m a d e l c o m e rc i o i n t e r n a c i o n a l
(exportaciones e importaciones incluyendo las
donaciones de alimentos y el contrabando),
es muy importante ya que la problemática
de la pobreza del país no solo depende de
factores internos sino también hace relación
100Lo cual no se efectúa a costa de la recuperación de una
tecnología tradicional que se esté impulsando.
109
a.Reproducir las condiciones para que la
pobreza continúe en el país; para profundizar
las diferencias de desarrollo entre una región
y otra y para que ciertos sectores sociales
incursionen más en el comercio internacional
sin que éste beneficie al conjunto de sus
regiones/pobladores.
b.Demostrar que la liberalización del comercio
y de las relaciones financieras no son la vía
para superar la pobreza.
c.Demostrar que dejar el desarrollo nacional
sólo en manos del mercado y del sector
privado no soluciona los problemas de
pobreza ni apoyo al desarrollo nacional.
Las líneas de acción.
Las líneas de acción se deben precisar en dos
aspectos: en los precios y mercados, y en la
producción y productividad.
8.2. La Propuesta
a. Los Precios y mercados
Una real estrategia de lucha contra la pobreza
debe considerar fundamentalmente el factor de la
redistribución de los ingresos económicos a nivel
de la población nacional, regional y local. Para eso,
se debe elaborar una Política Estatal para:
• Priorizar a la agricultura campesina en las
regiones más pobres del país 101, lo que supone
un rediseño o regionalización de las urgencias
económicas y sociales del país
• Que la agricultura exportadora contribuya
con las divisas necesarias para un mayor
desarrollo tecnológico 102
• Realizar acciones específicas en las zonas/
regiones campesinas especializadas
productivamente, con el propósito de alcanzar
la seguridad y soberanía alimentaria de esos
productos a nivel nacional (satisfacer la
demanda interna) y luego incursionar en las
exportaciones para desarrollar y ampliar los
mercados externos, generando ingresos para
los pobladores rurales.
No habrá desarrollo agrícola sin mercados y sin precios
adecuados que cubran los costos de producción, que
generen ingresos económicos y que determinen los
ingresos campesinos, pero también que orienten
la producción agrícola. Este debe ser un aspecto
prioritario en el desarrollo agrícola del país.
Considerando lo anterior, las principales acciones
o políticas deben enfatizar en:
• Los circuitos comerciales para que cada producto
agrícola pueda llegar al conjunto del país sin
costos elevados de transporte, lo cual implica
que los caminos y los medios de transporte y
comercialización (sistemas de refrigeración,
envases, etc) deben ser desarrollados y
mejorados con prioridad en las zonas rurales
pobres y aisladas; al igual que los sistemas de
información de mercados (precios, productos
demandados, etc.), los silos y depósitos.
• Las instituciones de comercialización también
deben ser apoyadas y desarrolladas, tales
101Sin dejar de apoyar otras actividades según las potencialidades
(como el turismo por ejemplo)
102Lo cual implica también que los sectores extractivos como
los hidrocarburos (petróleo y gas) y la minería deben
contribuir con divisas a este propósito (del IDH y del
impuesto complementario a la minería, por ejemplo)
110
como las asociaciones de comercialización,
las organizaciones económicas campesinas
(OECAS/CIOEC) u otras organizaciones/
instituciones las cuales ya están desarrollándose
en diversos productos y regiones del país, como
nacientes iniciativas de base, incursionando en
la comercialización como en el procesamiento
de los productos agrícolas 103 . Es a estas
organizaciones de base que el Estado debe
apoyar, estimular y ayudarlas para que mejoren,
pero sin sustituirlas.
• El crecimiento del sector debe perseguir
ampliar el mercado interno con la producción
nacional. Los Programas de Desayuno/Merienda
Escolar son una buena opción104 al igual que
los Programas de Alimentos Donados (pero con
productos de procedencia nacional). Ambos
opciones constituyen la “recaptura” del mercado
interno, el cual ha mostrado – en los 20 años
analizados – ser muy reducido para la producción
agrícola nacional y presentar una serie de
deficiencias. Sin embargo, el hecho de que casi
todos los municipios del país implementen los
programas del desayuno/merienda escolar para
sus poblaciones infantiles significa la compra y
elaboración de una buena cantidad y diversidad
103La experiencia del CIOEC debe ser apoyada y profundizada
en sus objetivos y metas ya que demostró en los últimos
años, capacitar y fortalecer a las diversas organizaciones
de productores campesinos a nivel nacional, no sólo en los
de alimentos. Para que esa sea una opción de
ampliar el mercado, los productos componentes
de las raciones deben ser productos producidos
localmente y/o regionalmente, y sí posible,
también productos procesados. De esa manera
se apoyará a la producción local con un mercado
seguro y opciones de diversificación.
• Por los monopolios en la producción de ciertos
productos (aceite, manteca, pollos) así como
en las fijaciones arbitrarias de precios y las
dificultades de transporte y distribución de
productos, el mercado nacional y regional
no siempre funciona adecuadamente y está
sujeto a manipulaciones 105. En esos casos, se
requiere la intervención del Estado no sólo
invirtiendo y suministrando bienes públicos
esenciales (silos, carreteras, sistemas de
información) sino también con políticas para
regular la oferta y demanda; para fijar cupos
de las exportaciones para no desabastecer
el mercado interno de alimentos básicos,
para intervenir en la fijación (y control) de
precios máximos y mínimos; en la compra de
alimentos básicos cuando escaseen así como
en su distribución en casos de conflictos
político/sociales y de emergencias por los
desastres naturales.
Para apoyar mejor los diversos aspectos que
atañen a la comercialización, el Estado debería
implementar un sistema de contribuciones bajo
aspectos de producción y transformación de productos,
sino también en aspectos de gestión/administración y sobre
todo comercialización (compitiendo en licitaciones públicas
105Los acontecimientos
del PMA por ejemplo, en las Alcaldías municipales y otras).
en materia de ocultamiento de
productos alimenticios como también en la especulación y
alza de precios indiscriminada que vivió el país entre los
104Pero no la única ya que debería ampliarse a otras opciones
meses de marzo y junio del 2008 es un buen ejemplo. Esas
como por ejemplo la alimentación en los hospitales y centros
acciones de manipulación del mercado fueron utilizadas por
de salud; en los cuarteles; en los centros de capacitación e
la oposición política como una “arma política” al gobierno
internados; las Normales Rurales de profesores, etc.
para crear un descontento social
111
forma de subvención o créditos a tasas de interés
nulo, para desarrollar nuevas Líneas de Producción,
de transformación y de Comercialización.
Finalmente, se debe implementar un sistema de
apoyo directo a los ingresos económicos campesinos
(redistribución de los ingresos) que esté asociado a
la calidad de la producción y a la productividad, lo
que permitirá que el mercado juegue un rol pero
que los ingresos campesinos sean el resultado del
esfuerzo productivo. Esta es una condición para
que una política de fomento a la producción y de
productividad sea exitosa.
b. Producción y productividad
En los nuevos planteamientos de política agraria
a construir hay que considerar la diversidad de
los territorios y de los actores; una noción de
integración territorial/departamental; pero una
dimensión territorial considerando a los pequeños,
medianos y grandes productores; asegurando una
diversificación productiva agrícola y agroindustrial,
con sostenibilidad medioambiental, fundamental
para lograr la seguridad y la soberanía alimentaria.
• Diversificar la producción agrícola y
agroindustrial, mediante:
La transformación industrial es muy necesaria para
la ampliación de los mercados de los productos
agrícolas campesinos. Existe una naciente pero
precaria transformación de productos agrícolas
(mermeladas, frutas deshidratadas, chocolates,
carne de llama deshidratada, quinocoa y
otros cereales, hojuelas, propóleo de la miel,
harinas, fideos) impulsada por organizaciones de
productores campesinos como la Coordinadora
Interinstitucional de Organizaciones Económicas
Campesinas (CIOEC); iniciativas que deben ser
apoyadas, extendidas nacionalmente y ampliadas
a otra serie de productos como los aceites (de
cusi, de copaibo. de castaña, de sésamo), los
vinagres (de manzana, de frambuesa) embutidos
de carnes (de llama por ejemplo), variedad de
quesos, aguardientes de frutas y otros. El apoyo
para desarrollar las plantas de transformación local
de productos agrícolas destinados al mercado
interno es fundamental.
La diversificación productiva también es fundamental
y hay que aprovechar la gran riqueza y diversidad
112
de ecoregiones 106 que tiene el país, donde se
puede producir y procesar una gran variedad
de nuevos productos todavía no explotados. El
Informe sobre el Desarrollo Humano de Naciones
Unidas (2008) detalla las nuevas potencialidades
a desarrollar como las riquezas forestales no
maderables (castaña, manteca de cacao silvestre,
cayu, cupulate, manteca de cupuazú, extracto
de urucú, uña de gato deshidratada) en el norte
amazónico;los cueros de lagarto y el cacao
silvestre en los bosques amazónicos del Este; los
palmares Cusi, la riqueza forestal del copaibo(a),
el café orgánico y el sésamo (o ajonjolí) en los
bosques del sureste; o el majo (palma aceitera) la
cebolla orgánica, las fibras de camélidos (vicuñas)
y los productos orgánicos (la maca) en la región
occidental, sin considerar los beneficios hidrológicos
de los bosques nublados, entre varios otros.
La producción ecológica debe ser incentivada
fuertemente a nivel nacional, sobre todo ahora
que a nivel internacional hay una gran demanda
por los productos naturales. Se debe apoyar y
ampliar el manejo ecológico de las unidades
productivas agrícolas, prescindiendo del uso
de los pesticidas y fertilizantes químicos, con
un manejo racional y sostenible de los recursos
naturales y el medio ambiente para la obtención
de productos agrícolas y forestales. Esto
significa ampliar la capacitación en la producción
ecológica, en el manejo ecológico de los suelos;
el manejo ecológico de plagas, asesorar en el
manejo ecológico de los sistemas agropastoriles
y un seguimiento permanente y minucioso a la
producción, para el cumplimiento de las normas
de producción y calidad.
En el país existe ya una experiencia al respecto, la
implementada por la Asociación de Organizaciones
de Productores Ecológicos de Bolivia (AOPEB),
que apoya la producción de diversos productos
(lechugas orgánicas, achiote, algodón, anís,
cacao, café,castaña, quinua, cacao y otros);
la cual debe ser fortalecida y apoyada para su
correspondiente ampliación, y replicada a nivel
de otras regiones.
• Proteger el aparato productivo
agrícola campesino
Hay que proteger el aparato productivo
agrícola campesino de la competencia externa,
principalmente en función de las tasas de cambio
de la moneda nacional cuando está sobrevaluada
mediante tarifas o mediante protecciones no
tarifarias. De igual manera, hay que proteger el
aparato productivo estableciendo prohibiciones
o cuotas máximas (temporales y/o indefinidas)
para los productos alimenticios importados que
producimos; barreras arancelarias equivalentes a
106Según el Informe del PNUD (2008), en Bolivia hay 800
especies de hongos, 1.200 especies de plantas y helechos
adaptados al medio ambiente, 2.000 especies de plantas
vasculares,160 especies de moluscos, 600 especies de
peces, 200 especies de anfibios, 267 especies de reptiles,
1.398 especies registradas de aves, 356 especies de
mamíferos entre otros
113
cualquier subsidio incorporado en los productos
importados; y barreras no arancelarias (Normas
Técnicas, requerimientos fitosanitarios) entre
otros, como lo hace la mayoría de los países de Sud
América y sobre todo los países industrializados
que protegen su producción interna.
Establecer mecanismos de control de calidad de
todos los productos alimenticios (certificando
normas sanitarias, medioambientales y sociales)
En casos de incidencia y manipulación del mercado
por parte de empresas y/o capitales monopólicos,
el Estado debe implementar mecanismos de
estabilización de precios (franjas de precios) u
otras medidas de asistencia a la alimentación
(importaciones directas, distribución directa de
alimentos, restricciones a las exportaciones de
los alimentos básicos sino se abastece primero
el mercado interno) para reducir los riesgos de
escasez, de incrementos injustificados de precios
y de productividad. También debe desarrollar
nuevas políticas para evitar el monopolio de la
producción y distribución de productos o de
insumos agrícolas (para prevenir el uso de un
poder desproporcionado en el mercado y sus
prácticas anticompetitivas contra los pequeños y
medianos productores)
a)El aumento de los rendimientos a través del
cambio tecnológico, lo que a su vez supondrá:
Crear sistemas locales y regionales de reservas de
alimentos (silos depósitos refrigerados, sistema
de información, etc), que permitan enfrentar
adecuadamente los desastres naturales (sequías
e inundaciones) así como las alzas especulativas
de precios y el desabastecimiento de alimentos.
La creación de este sistema debe ser con la
participación de las organizaciones de productores,
el gobierno regional, municipal, como también la
empresa privada.
• Incrementar la productividad
del trabajo, mediante:
• Apoyar el acceso al agua para riego a pequeños
y medianos agricultores ya sea captando
agua (mediante la construcción de represas,
atajados, estanques de barro que pueden ser
familiares y/o comunales) o trasladando agua
desde las regiones con cuencas hidrográficas.
La experiencia exitosa en la construcción
de atajados de algunas ONGs 107 junto a la
mancomunidad de Municipios Héroes de la
Independencia en Tarija es un buen ejemplo
a fortalecer y replicar a nivel nacional 108.
107Como el Instituto de Investigaciones y Capacitación Campesina
(IICCA) y Diógenes Vides en Tarija
108La construcción de atajados de tierra con sus respectivas
obras
complementarias
(construcción
de
vertederos,
desarenadores, canales colectores, tubos de desague, canales
de distribución, etc) también nivela y protege los terrenos
(y permite la diversificación con la crianza de alevines y
patos). La forma del espejo del atajado puede ser circular,
rectangular, media luna e irregular, lo que a su vez determina
la capacidad de almacenamiento, el aprovechamiento del
terreno y la alteración del paisaje natural. La modalidad de
pago es que parte del costo sea cubierto (horas maquina
del trabajo+ otras inversiones como el desfogue, posteado,
alambrado, transporte de materiales y otros) por un subsidio
y la otra parte por el beneficiario (Inclusive el saldo puede ser
otorgado en forma de crédito, con pagos paulatinos según la
obtención de la cosecha agrícola). Parte de este esquema es
la capacitación en el manejo del agua (manejo de tuberías,
optimización del agua; mantenimiento de canales; limpieza de
114
• La dotación de agua para riego debe
ser complementada con una intensiva
capacitación – no sólo en el manejo y
administración del agua – sino también
implementar nuevas técnicas culturales, lo
cual supone una reorganización de los centros
de investigación agrícola y de los servicios de
extensión agrícola y zootecnia.
técnicas de comunicación, tanto para hombres
como para mujeres109. La investigación debe
enfatizar en la producción bio intensiva; manejo
y conservación de suelos y praderas; preparado
de fertilizantes; enseñanza y control ecológico;
tratamiento de plagas y enfermedades (caldos
minerales con preparados caseros que estén
109Hay que enfatizar en capacitar a las mujeres en los temas de los
La capacitación (teórica y práctica); la
observación directa e intercambio de
experiencias; combinando con parcelas
demostrativas por región y complementado con
derechos de la mujer; en liderazgo; en consumo/nutrición y en
conocimientos agronómicos (compost; asociación de cultivos;
doble excavación; fortalecimiento de las plantas; cuidado y
mantenimiento de los huertos; adopción de nuevos cultivos y
otros) para que pongan en práctica en sus parcelas familiares; en
la comercialización y para que logren una mayor participación
atajados) como las técnicas de riego (aspersión, goteo, etc).
en las organizaciones de base de las comunidades.
115
ANEXOS
118
Actividad económica
agrícolas(millones $us)
Total exportaciones
Caza y Pesca) ($us)
PIBA (Agricultura, Silvicultura,
precios corrientes)($us)
Producto Interno Bruto (a
cápita total PIBA per cápita rural/PIB per
Población rural) PIBA per cápita rural(PIBA/
total) PIB per cápita (PIB/Población
29
1.819.493
7.996.435
3,53
684,64
2417,23
34,2
991.587
4.822.031
3,20
723,15
2320,92
51,84
52,54
Población Total 3.079.181
3.092.449
Población Rural % de población rural/
6.094.671
16,15
6.30
2.236
(-) 1.70
13.842
1985
5.964.223
14,88
2.095
14.078
1984
Población Total
PIBA/PIB año anterior)
Tasa de crecimiento (respecto
Agropecuario Producto Interno Bruto
(respecto año anterior)
Tasa de crecimiento (%)
(millones Bs. 1990) Producto Interno Bruto
201
722.719
4.336.044
6,51 364,01 2370,76 45,69 2.844.879 6.225.119 15,35 1.32
2.266 6.20 14.758
1989
Cuadro No. 1
253,6
832.146
4.869.539
2,70 946,56 2557,98 43,29 2.751.960 6.355.567
16,01 12.98
2.604 9.21 16.256 1991
14,88 9.58 2.810 8.73 18.877
1995
15,16 10.36 3.135 8.70 20.676
1997
14,08 (-) 2.08
3.071 5.19 21.809 1999
10,04 6.59 3.288 4.06 22.732
2001
300,7
840.996
5.150.293
2,84 857,37 2438,64 42,88 474,5
998.648
5.914.894
2,78 913,22 2546,47 41,50 647,3
1.183.621
6.865.290
2,63 1011,61 2662,03 39,90 570,1
1.100.062
7.282.334
2,75 972,45 2680,22 38,82 582,7
1.080.847
7.103.657
2,65 1037,22 2756,06 38,44 3.029.562 3.077.482 3.099.296 3.158.827 3.170.686 7.065.211 7.413.834 7.767.659 8.137.113 8.248.404 15,07 (-)0.26 2.597 5.64
17.229
1993
Evolución del PIB y PIBA
14,51 4.97 3.778 8.05 26.030 2005(p)
715,3
1.086.662
7.048.007
2,49 1042,69 2603,78 37,49 878,5
1.128.991
7.852.203
2,46 1122,40 2766,79 35,78 3.443.272 3.366.442 9.192.103 9.408.006 14,99 8.41 3.590 5.02 23.934 2003
1.118,90
1.322.935
10.273.310
2,54 1163,94 2962,91 34,98 3.367.551 9.627.078
13,73 3.59
3.919 8.74 28.524 2007(p)
119
4,03
1,59
0,91
0,36
73,4
Fuente: Cuadro construido con datos de UDAPE.
(p) = Provisional
(Millones $us) (2)
Importaciones Agropec/PIBA
(Millones $us) (2)
Exportaciones Agrop/PIBA
(millones $us) (2)
Importaciones Agrop/PIB
(Millones $us) (2)
Exportaciones Agropec/PIB
(Millones $us)
Total importaciones agrícolas
9,31
3,44
1,91
0,7
92,4
12,97
27,81
2,16
4,63
93,8
17,13
30,47
2,92
5,2
142,6
16,8
35,75
2,74
5,83
141,3
18,29
47,51
3,08
8,02
182,7
20,76
54,68
3,58
9,42
245,8
25,84
51,82
3,9
7,82
284,3
33,41
53,91
5,08
8,2
361,1
29,54
65,82
4,55
10,14
321
39,86
77,81
5,73
11,18
450
46,53
84,57
5,99
10,89
615,6
Cuadro No. 2
La población económicamente activa por departamentos
1984
1985
1995
2001
2005
No. Habitantes nacional
5.964.223
6.094.671
7.413.834
7.767.659
8.248.404
9.408.006
No habitantes nivel urbano
2.871.773
3.015.490
4.336.352
4.668.363
5.077.768
6.041.564
No. habitantes nivel rural
3.092.449
3.079.181
3.077.482
3.099.296
3.170.686
3.366.442
PEA Nacional
1.992.046
2.099.861
3.675.720
3.569.741
4.099.151
4.502.353
PEA en sector agropecuario
1.063.752
1.151.897
1.620.746
1.519.367
1.247.781
1.349.805
PEA SCZ
716.499
809.267
680,025
630,302
708.962
732.112
PEA en sector agropecuario SCZ
229.280
261.393
163,923
125,159
157.737
154.258
PEA CBB
697.144
741.660
714,266
711,868
719.359
723.669
PEA en sector agropecuario CBB
255.782
272.189
341,826
339,402
349.957
354.510
1.504.525
1.468.940
1.139.011
1.092.136
1.111.946
1.087.931
PEA en sector agropecuario LP
549.912
561.135
476,221
422,362
454.514
433.563
PEA Oruro
408.354
293.588
162,531
180,938
155.716
149.242
PEA en sector agropecuario ORU
114.511
116.848
68,283
77,221
64.994
61.235
PEA Potosí
869.584
499.909
351,898
386,873
336.434
325.496
PEA en sector agropecuario PTS
291.986
297.945
237,128
273,229
245.635
253.837
PEA Tarija
179.997
183.671
179470
161,545
185.748
190.179
93.239
95.142
77,257
68,527
79.078
79.685
PEA Chuquisaca
307.568
313.845
291,036
261,371
287.700
287.700
PEA en sector agropecuario CHQ
218.987
223.457
206,659
169,211
216.714
228.384
PEA Beni
236.985
150.347
136,905
123,683
143.328
148.398
66.745
68.107
42,269
35400
42.269
42.269
PEA La Paz
PEA en sector agropecuario TRJ
PEA en sector agropecuario BEN
alcance de los productores) y aplicación
de28.206
45.868
PEA alPando
PEA abonos
en sectororgánicos.
agropecuario PND
5.068
5.183
1997
uso20,578
(escaso) del21,025
agua; rotación
de cultivos
para
21.134
21.412
proteger
7.180 y revitalizar
8,856 los suelos,
7.787entre otros.
8.340
Fuente: INE.
También se debe incentivar y ayudar al
desarrollo de tecnologías agrícolas apropiadas
a la realidad agrícola campesina, por ejemplo
el uso de motocultores en vez de tractores
pesados en zonas montañosas; no maquinaria
agrícola que desplace mano de obra; uso de
abonos naturales en vez de agroquímicos
importados; riego por goteo para optimizar el
120
El tercer componente – imprescindible de los
dos anteriores - es el relativo a la dotación
de capital y/o créditos necesarios para los
productores. Se debe instaurar un programa
de créditos de fomento a la producción
agroecológica, de manera individual/
familiar y créditos grupales, a asociaciones
de productores, en condiciones adecuadas
121
3.209.787
a) PIB SCZ
620.875
140.603
b) PIB Agropecuario
21.246
78.899
144.921
467.860
186.742
946.793
133.515
1.013.235
140.672
643.653
61.726
872.047
659.525
2.605.066
439.459
3.834.239
448.629
3.380.219
2.236.435
13.842.011
1985
s. d.
106.829
s. d.
619.949
s. d.
1.023.186
s. d.
878.318
s. d.
743.151
s. d.
803.372
s. d.
2.652.732
s. d.
4.059.675
s. d.
3.871.730
2.266.548
14.758.943
1989
s. d.
119.275
s. d.
645.897
s. d.
1.066.240
s. d.
977.973
s. d.
859.794
s. d.
906.306
s. d.
2.805.674
s. d.
4.454.032
s. d.
4,421,263
2.604.863
16.256.453
1991
32,013
124.480
253,695
654,741
207,465
1,069,892
139,333
1,044,104
151,031
867,218
52,646
978,017
501,911
2,998,356
360,082
4,796,133
899,730
4,696,638
2,597,906
17.229.578
1993
31.080
145,128
257,941
693,446
209,416
1,047,095
135,328
998,628
151,757
891,671
53,292
1,141,119
502,307
3,410,512
368,391
5,273,419
1,100,636
5,276,379
2,810,149
18,877,396
1995
39,084
162,309
272,481
764,377
228,621
1,098,433
147,394
1,052,988
158.490
1,088,407
63,109
1,315,112
513,782
3,749,685
403,44
5,404,823
1,308,725
6,040,583
3.135.126
20.676.718
1997
INE. Cuentas departamentales de Bolivia (1989-2007).
1999
43,606
195,244
296,404
848.790
235,784
1,228,986
158,503
1,11,507
156,784
1,185,827
64,306
1,397,789
444,484
3,988,283
422,267
5,315,652
1,249,247
6,537,250
3,071,385
21,809,328
Fuente: Ministerio de Planeamiento y Coordinación/INE. Cuentas regionales de Bolivia por actividad económica (1984-1985)
18.649
432.195
a) PIB Beni
61.943
169.730
b) PIB Agropecuario
b) PIB Agropecuario
988.276
a) PIB Chuquisaca
a) PIB Pando
125.306
b) PIB Agropecuario
1.150.174
135.783
a) PIB Potosí
b) PIB Agropecuario
51.128
695.545
a) PIB Tarija
b) PIB Agropecuario
1.003.762
b) PIB Agropecuario
a) PIB Oruro
410.704
2.549.528
a) PIB Cochabamba
3.981.262
b) PIB Agropecuario
a) PIB La Paz
421.809
2,.095.428
b) PIB Agropecuario
14.078.013
b) PIB Agropecuario
1984
a) PIB Nacional
Cuadro No. 3
2001
56.310
222,36
319,351
888,195
249,781
1,201,858
161,649
1,165,752
166,106
1,325,695
67,708
1,409,327
441,334
4,090,903
426,674
5,332,172
1,399,205
7,124,624
3,288,118
22,732,700
El Producto Interno Bruto por Regiones (millones de Bs de 1990)
57,536
218,795
338,108
881,924
260,237
1,196,038
167,816
1,202,320
178,537
1,731,051
70,629
1,308,999
463,325
4,133,412
442,442
5,742,946
1,611,967
7,518,744
3,590,597
23,934,229
2003
70,719
241,047
339,323
912,266
268.850
1,256,243
172,762
1,323,892
186,421
2,622,350
71,882
1,301,490
489,356
4,368,231
458,403
6,124,302
1,721,137
7,880,419
3,778,852
26,030,240
2005
78.370
283.619
391.369
1,015,924
278.780
1,352,752
181,351
1,556,415
196,104
3,031,026
74,871
1,413,962
520,014
4,728,634
483,336
6,669,426
1,715,689
8,472,251
3,919.884
28.524.027
2007
Cuadro No. 4
Relación del PIBA con las Necesidades Básicas Insatisfechas
(Millones Bs de 1990)
PIB
PIBA
1984
1992
2001
14.078.013
17.229.578
22.732.700
INDICE CRECIMIENTO
1984 - 1992
s. d.
1992 - 2001
s. d.
2.095.428(100%)
2.597.906 (122,38%)
3.288.118(161,47%)
s. d.
s. d.
PIBA La Paz
439.459 (100%)
360.082 (81,93%)
426.674 (97,09%)
(-)18,06%
118,49%
PIBA Cochabamba
659.525 (100%)
501.911 (76,10%)
441.334 (66,91%)
(-)23,89%
(-)12,06%
PIBA Santa Cruz
448.629 (100%)
899.730 (200,55%)
1.399.205
(311,88%)
200,55%
155,51%
PIBA Oruro
61.726 (100%)
52.646 (85,28 %)
67.708 (109,69%)
(-)14,71%
128,60%
PIBA Potosí
133.515 (100%)
139.333 (104,35%)
161.649 (121,07%)
104,35%
160,01%
PIBA Chuquisaca
186.742 (100%)
207.465 (111,09%)
249.781 (133,75%)
111,09%
120,39%
PIBA Tarija
140.672 (100%)
151.031 (107,36%)
166.106 (118,08%)
107,36%
109,98%
PIBA Beni
144.921 (100%)
253.695 (175,05%)
319.351 (200,36%)
175,05%
125,87%
21.246 (100%)
32.013 (150,67%)
56.310 (265,03%)
150,67%
175,89%
Población Rural
con NBI
s. d.
2.590.466(95,03%)
2.856.154 (90,08%)
s. d.
110.25%
Población Rural
con NBI La Paz
s. d.
685.049 (96,9%)
761.841 (95,5%)
s. d.
111,20%
Población Rural
con NBI Cochabamba
s. d.
499.799 (94,3%)
513.602 (85,7%)
s. d.
102,76%
Población Rural
con NBI Santa Cruz
s. d.
353.343 (92,5%)
391.897 (81,0%)
s. d.
110,91%
Población Rural
con NBI Oruro
s. d.
111.483 (94,4%)
147.429 (94,3%)
s. d.
132,24%
Población Rural
con NBI Potosí
s. d.
408.030 (95,1%)
448.313 (95,4%)
s. d.
109,87%
Población Rural con
NBI Chuquisaca
s. d.
298.083 (97,3%)
296.786 (94,7%)
s. d.
(-) 0,4%
Población Rural con
NBI Tarija
s. d.
123.523 (93,6%)
124.262 (86,6%)
s. d.
100,59%
Población Rural con
NBI Beni
s. d.
91.464 (97,9%)
108.948 (96,1%)
s. d.
119,11%
Población Rural con
NBI Pando
s. d.
27.060 (96,4%)
29.010 (91,5%)
s. d.
107,20%
PIBA Pando
Fuente: INE.
122
123
12,39
15,18
% desnutridos Santa Cruz
% desnutridos rurales
28,2
32,5
% desnutridos Potosí
% desnutridos rurales
14
22,6
7,53
8,5
16,1
15,67
% desnutridos Beni
% desnutridos rurales
% desnutridos Pando
% desnutridos rurales
% desnutridos Tarija
% desnutridos rurales
s.d.
16
8,5
7,2
16
12,5
24,8
14,9
32,5
20,5
s.d.
s.d.
27,4
25,8
25,1
22,1
s.d.
s.d.
s.d.
s.d.
s.d.
1986
15,67
15,5
7,9
7,53
22,6
14
28,9
17,11
29,2
28,2
25,31
16,68
27,8
20,62
23,91
22
15,18
12,39
s.d.
s.d.
22,31
1987
s.d.
17,4
s.d.
6,2
s.d.
6,2
s.d.
17,4
s.d.
16,8
s.d.
16,8
s.d.
16,8
s.d.
17,4
s.d.
6,2
19,9
9,5
14,8
1989
Fuente: SVEN (Boletín III/87); SVEN VI/89; ENDS 1989; ENDSA 2003.
24,8
% desnutridos rurales
17,11
25,31
% desnutridos rurales
% desnutridos Chuquisaca
27,4
16,68
% desnutridos Oruro
25,8
% desnutridos La Paz
% desnutridos rurales
25,21
% desnutridos rurales
22,1
21,9
% desnutridos a nivel rural
% desnutridos Cochabamba
s.d.
22,31
% desnutridos a nivel urbano
1985
Porcentaje de desnutridos a
nivel nacional
Cuadro No. 5
s.d.
8,01
s.d.
6,34
s.d.
9,65
s.d.
12,32
s.d.
14,08
s.d.
10,52
s.d.
11,4
s.d.
12,68
s.d.
8,48
s.d.
s.d.
11,08
1990
s.d.
9,93
s.d.
8,15
s.d.
9,86
s.d.
14,71
s.d.
15,27
s.d.
11,75
s.d.
11,79
s.d.
13,27
s.d.
8,08
s.d.
s.d.
11,79
1992
s.d.
8,23
s.d.
6,71
s.d.
9,19
s.d.
14,33
s.d.
15,72
s.d.
8,34
s.d.
9,64
s.d.
11,82
s.d.
8
s.d.
s.d.
11,66
1993
s.d.
8,39
s.d.
6,51
s.d.
9,39
s.d.
13,07
s.d.
13,98
s.d.
7,58
s.d.
8,93
s.d.
11,06
s.d.
8.83 (*)
s.d.
s.d.
10,66
1994
s.d.
7,24
s.d.
7,05
s.d.
8,43
s.d.
10,84
s.d.
13,11
s.d.
s.d.
s.d.
7,93
s.d.
10,46
s.d.
s.d.
10,9
6,87
9,49
1996
Niveles de Desnutrición Nacional y por Regiones (1985-2003)
(Porcentaje de población desnutrida)
s.d.
6,67
s.d.
6,73
s.d.
8,29
s.d.
11,76
s.d.
14,1
s.d.
s.d.
s.d.
8,12
s.d.
11,61
s.d.
s.d.
11,09
7,13
9,75
1997
s.d.
5,57
s.d.
6,31
s.d.
8,13
s.d.
10,82
s.d.
13,48
s.d.
s.d.
s.d.
7,53
s.d.
10,21
s.d.
s.d.
10,16
7,28
8,86
1999
s.d.
3,86
s.d.
5,25
s.d.
6,92
s.d.
9,67
s.d.
11,11
s.d.
s.d.
s.d.
5,96
s.d.
7,71
s.d.
s.d.
8,55
5,14
7,35
2001
8
s.d.
5,5
s.d.
9,8
s.d.
9,8
s.d.
12,5
s.d.
15
s.d.
8,1
s.d.
8,4
s.d.
9,4
s.d.
2,4
12,3
4,7
2003
Cuadro No. 6
La Producción Agrícola (TM)
1985
1987
1992
1995
1997
2001
2005(p)
CEREALES
957.740
844.698
815.313
1.091.431
1.248.480
1.351.349
1.840.571
Arroz
173.151
164.227
195.531
263.284
253.133
287.134
514.151
Cebada Grano
75.460
74.850
46.332
59.418
69.381
64.272
56.626
Maíz Grano (1)
553.938
480.694
429.564
521.033
677.998
677.829
837.098
Quinua
21.144
23.897
16.898
18.814
28.488
21.739
25.648
Sorgo Grano (1)
59.714
24.375
42.405
104.051
76.250
104.597
220.150
Trigo (1)
74.333
76.655
84.583
124.831
143.230
116.778
103.528
Otros cereales
ESTIMULANTES
Cacao
Café Grano
Te
n.d.
n.d.
n.d.
n.d.
n.d.
79.000
83.370
28.270
30.303
27.040
27.169
30.570
32.652
30.691
3.521
3.423
3.545
3.850
4.000
4.335
4.340
23.361
25.200
20.925
20.309
23.420
24.667
24.692
1.388
1.680
2.570
3.010
3.150
3.650
1.659
FORRAJES
361.866
395.000
294.075
274.160
318.760
446.831
409.711
Alfalfa
219.223
207.500
154.550
123.000
156.690
170.082
164.187
Cebada Berza
142.643
187.500
139.525
151.160
162.070
198.499
163.374
n.d.
n.d.
n.d.
n.d.
n.d.
78.250
82.150
FRUTAS
Otros Forrajes
487.122
613.200
675.388
637.134
823.934
1.174.495
1.110.769
Banano y Plátano
366.514
450.000
488.863
422.993
565.950
687.829
630.389
Durazno
20.747
27.360
30.420
35.400
37.200
39.020
38.671
Mandarina
36.866
40.800
40.280
47.802
52.600
62.200
58.194
Naranja
38.275
69.000
83.590
92.435
99.960
110.110
105.533
Piña
6.785
7.540
13.440
18.480
45.300
58.000
58.355
Uva
17.935
18.500
18.795
20.024
22.924
28.971
30.887
Otras Frutas
n.d.
n.d.
n.d.
n.d.
n.d.
188.365
188.740
HORTALIZAS
230.880
246.585
248.737
253.428
328.473
542.655
575.560
Ajo
1.552
3.635
4.740
6.228
7.390
8.010
8.437
Arveja Verde
19.998
19.600
17.911
16.450
24.900
30.307
23.812
Cebolla
35.368
34.800
41.765
46.085
49.240
49.350
49.598
Frejol y Poroto
12.858
8.750
11.505
12.880
15.330
13.350
34.388
Haba Verde
50.559
56.000
42.451
36.428
56.583
65.846
58.841
Maíz Choclo
49.704
55.400
52.960
59.350
61.990
60.000
55.423
Tomate
28.553
36.900
49.195
43.007
80.240
137.818
166.244
Zanahoria
32.288
31.500
28.210
33.000
32.800
36.100
36.052
n.d.
n.d.
n.d.
n.d.
n.d.
141.874
142.765
Otras Hortalizas
124
INDUSTRIALES
Algodón Fibra
Caña de Azúcar
Girasol(1)
Maní
Soya (1)
Otros(Sésamo,
Ricino)
TUBERCULOS
3.269.434
2.537.608
3.583.778
4.600.573
5.182.823
4.860.395
7.108.668
4.698
2.202
6.229
16.715
19.329
2.268
3.765
3.158.516
2.413.846
3.242.670
3.697.285
4.125.696
3.859.309
5.332.833
n.d.
n.d.
n.d.
n.d.
n.d.
149.350
79.200
n.d.
n.d.
n.d.
n.d.
n.d.
14.012
14.140
106.220
121.560
334.879
886.573
1.037.798
834.486
1.652.222
n.d.
n.d.
n.d.
n.d.
n.d.
970
26.508
1.182.265
1.284.130
1.065.053
986.842
1.244.938
1.541.107
1.278.838
Oca
37.842
45.000
45.160
48.760
54.250
56.200
55.895
Papa
768.225
814.882
649.413
642.382
842.688
902.097
764.636
Yuca
376.198
424.248
370.480
295.700
348.000
516.730
392.307
(1) Se incluye información de la campaña de invierno anterior.
Fuente: Ministerio de Desarrollo Rural, Agropecuario y Medio Ambiente. DGDR. UIEPDRS y SISPAM.
125
Cuadro No. 7
Superficie cosechada de principales productos agrícolas (1985-2005) (Ha)
DETALLE
1985
1987
1992
1995
1997
2001
2005(p)
CEREALES
728.055
645.655
632.417
692.163
760.835
739.079
851.146
Arroz
112.792
93.450
112.682
129.569
124.906
149.253
216.568
Cebada Grano
94.307
93.150
75.366
83.729
91.099
90.584
85.528
Maíz Grano (1)
348.928
302.100
283.032
272.567
309.600
306.118
333.855
Quinua
47.939
47.330
38.765
36.790
40.035
33.928
44.877
Sorgo Grano (1)
17.095
8.125
15.150
35.045
30.500
42.715
70.000
100.242
94.680
101.847
127.836
157.845
110.474
94.201
Trigo (1)
Otros cereales
6.752
6.820
5.575
6.627
6.850
6.007
6.117
33.322
33.530
33.383
29.607
30.180
31.429
31.675
5.403
5.300
5.550
5.705
5.800
5.860
5.873
27.730
28.000
27.503
23.522
24.000
25.144
25.352
189
230
330
380
380
425
450
106.895
114.760
104.070
100.806
104.565
108.712
113.329
Alfalfa
27.735
27.680
24.120
19.900
22.200
22.787
27.005
Cebada Berza
67.435
75.000
70.140
71.090
72.165
75.550
76.029
Otros Forrajes
11.725
12.080
9.810
9.816
10.200
10.375
10.295
FRUTAS
87.230
92.533
100.955
99.436
109.400
117.605
122.050
Banano y Plátano
ESTIMULANTES
Cacao
Café Grano
Te
FORRAJES
46.205
50.000
54.899
50.227
54.585
61.081
64.048
Durazno
5.622
5.700
5.890
6.210
6.370
6.520
7.018
Mandarina
3.597
3.720
4.105
4.483
5.080
5.420
5.535
Naranja
11.360
11.500
12.510
13.220
13.910
14.310
14.474
Piña
811
840
1.220
1.555
4.695
4.850
4.735
Uva
3.652
3.700
3.642
3.730
3.950
4.132
4.952
Otras Frutas
15.983
17.073
18.689
20.011
20.810
21.292
21.288
HORTALIZAS
115.386
116.023
101.751
106.090
117.202
122.076
130.717
336
600
1.080
1.449
1.597
1.675
1.740
15.314
14.200
12.203
12.572
14.825
15.085
14.416
Cebolla
5.678
5.800
5.865
6.240
6.500
6.545
6.970
Frejol y Poroto
9.261
6.600
9.670
13.105
12.230
13.250
23.021
Haba Verde
38.592
40.000
28.408
26.251
32.190
33.646
32.875
Maíz Choclo
22.921
23.300
19.475
20.080
20.520
20.100
19.217
Tomate
4.263
4.050
4.640
4.434
6.580
8.526
9.913
Zanahoria
3.591
3.500
3.275
3.335
3.550
3.720
3.728
15.430
17.973
17.135
18.624
19.210
19.529
18.837
Ajo
Arveja Verde
Otras Hortalizas
126
INDUSTRIALES
171.250
150.270
360.096
614.559
774.160
799.846
1.201.208
Algodón Fibra
10.213
7.900
26.250
28.985
52.370
9.345
9.678
Caña de Azúcar
77.778
65.600
79.466
85.988
93.270
86.222
108.558
Girasol(1)
135.000
99.400
Maní
11.851
12.253
Soya (1)
67.938
60.500
217.600
428.326
527.450
555.866
924.785
Sésamo
500
40.000
Ricino o tártago
0
6.000
15.321
16.270
36.780
71.260
101.070
1.062
534
Otros Industriales (1)
TUBERCULOS
229.824
211.755
180.228
190.556
205.570
201.240
196.048
Oca
14.523
15.000
14.720
15.335
15.500
15.260
15.220
Papa
163.108
142.000
114.531
125.481
138.800
128.539
126.389
Yuca
41.150
41.000
38.052
35.610
35.820
41.907
38.939
Otros Tubérculos
11.043
13.755
12.925
14.130
15.450
15.534
15.500
1.471.962
1.364.526
1.512.900
1.833.217 2.101.912
2.119.987
2.646.173
TOTAL
(p): Preliminar
(e): Estimado
(1) Se incluye información de la campaña de invierno anterior.
( n.d. ) No disponible.
Fuente: Ministerio de Desarrollo Rural, Agropecuario y Medio Ambiente. DGDR. UIEPDRS y SISPAM.
127
Cuadro No. 8
La Producción Agrícola, Superficie Cultivada y
Rendimientos Según Departamentos (1985-2005) (TM y Has)
1985
1987
1992
1995
1997
2001
2005
Producción
362.848
408.977
545.451
626.738
607.017
823.211
809.700
Superficie cultivada
133.336
152.273
165.313
159.635
162.929
179.554
168.860
2,72
2,68
3,29
3,92
3,72
4,58
4,79
Producción
96.837
91.387
101.265
104.029
88.477
136.010
127.760
Superficie cultivada
50.195
46.454
53.212
49.668
50.527
54.236
70.510
1,92
1,96
1,9
2,09
1,75
2,5
1,81
Producción
261.849
257.651
240.817
245.869
180.684
283.800
263.142
Superficie cultivada
130.011
129.335
125.644
119.359
119.872
122.037
118.412
2,01
1,99
1,91
2,05
1,5
2,32
2,22
628.547
637.581
765.101
790.183
749.875
755.978
765.582
66.756
73.313
87.808
93.471
94.509
86.771
86.999
9,41
8,69
8,71
8,45
7,93
8,71
8,79
2.484.072 2.018.697
4.462.493
5.623.544
5.945.007
6.798.496
8.021.212
Cochabamba Rendimiento
Oruro
Rendimiento
Potosí
Rendimiento
Tarija
Producción
Superficie cultivada
Rendimiento
Santa Cruz
Producción
Superficie cultivada
262.741
274.097
709.781
972.860
1.224.983
1.245.309
1.715.103
9,45
7,36
6,28
5,78
4,85
5,45
4,67
133.304
149.131
177.301
190.040
199.963
221.208
266.210
22.700
23.384
33.491
33.911
34.640
36.796
68.776
5,87
6,37
5,29
5,6
5,77
6,01
3,87
Producción
44.550
57.367
72.176
69.809
71.544
76.565
80.303
Superficie cultivada
10.703
13.489
15.192
16.048
16.370
15.900
16.179
4,16
4,25
4,75
4,35
4,37
4,81
4,96
Producción
298.234
299.984
323.369
365.276
322.921
411.976
414.862
Superficie cultivada
141.793
142.520
165.008
167.341
174.889
177.016
176.284
2,1
2,1
1,95
2,18
1,84
2,32
2,35
Producción
483.408
452.649
667.725
670.798
643.920
767.555
759.879
Superficie cultivada
198.339
192.408
227.744
222.176
226.981
231.316
227.667
2,43
2,35
2,93
3,01
2,83
3,31
3,33
Rendimiento
Beni
Producción
Superficie cultivada
Rendimiento
Pando
Rendimiento
Chuquisaca
Rendimiento
La Paz
Rendimiento
Fuente: Unidad de Información, estudios y Políticas de Desarrollo Rural Sostenible. DGDR-VMDR-MDRAyMA.
128
Cuadro No. 9
Productividad Regional Agropecuaria (1985-2005)
Años
Productividad aparente
del trabajo
(Total Producción/PEAA)
Tierra cultivada por
trabajador
(Total Superficie/PEAA)
Rendimiento promedio
de la tierra
(TM/Ha)
1985
La Paz
0,86
0,35
2,43
Cochabamba
1,38
0,48
2,72
Santa Cruz
9.50
1,00
9,45
Oruro
0,82
0,42
1,92
Potosí
0,87
0,43
2,01
Chuquisaca
1,33
0,63
4,47
Tarija
6,80
0,70
9,41
Beni
1,95
0,33
5,87
Pando
8,59
2,06
4,16
La Paz
1,40
0,46
3,01
Cochabamba
1,83
0,46
3,92
54,30
5,93
5,78
Oruro
1,52
0,72
2,09
Potosí
1,03
0,50
2,05
Chuquisaca
1,76
0,80
2,18
Tarija
10,22
1,20
8,45
Beni
4,49
0,80
5,6
Pando
9,72
2,23
4,35
1,82
0,54
3,33
1995
Santa Cruz
2005
La Paz
Cochabamba
2,71
0,56
4,79
56,10
11,99
4,67
Oruro
2,14
1,18
1,81
Potosí
1,27
0,57
2,22
Chuquisaca
2,30
0,97
2,35
11,37
1,29
8,79
7,24
1,87
3,87
12,90
2,60
4,96
Santa Cruz
Tarija
Beni
Pando
Fuente: Cuadro construido en base a los Cuadros No. 1 y 7 del Anexo.
129
130
26
Oleaginosas
Bebidas
54,6
1,00
2,00
0,70
12,90
2,40
1,20
0,2 (3)
1,80
2
6,4
23,60
1977,5
76,47
14,65
50,69
90,4
101,28 (3)
61,73
76,47
67,28
1392,65 (1)
45,68
58,88
19,91
1,09
8,52
1,21
0,05 (3)
4,23
1,17
19,68 (1)
3,02
Proteínas
1984
Calorías
1909,72
2,01
71,98
71,98
71,98
90,14
159,34
82,17
33,06
29,31
218,51
376,71
846,49
2.174
74
2
80
43
11
15
106
255
13
148
122
18
15
39
258
0
46
264
578
343
1.844
55,62
0,72
0,30
5,32
2,63
0,66
1,36
8,10
18,07
0,51
1,69
0,07
1,07
0,97
2,18
0,00
0,00
0,44
5,42
15,73
8,45
36,53
Proteínas
1991
Calorías
2061,00
74,85
3,40
95,00
44,91
12,85
16,85
104,62
274,77
14,00
105,82
152,00
13,43
13,47
30,25
255,85
0,00
34,77
153,69
643,36
292,11
1708,24
53,43
0,67
0,56
7,10
2,67
0,76
1,49
7,98
20,00
0,52
1,21
0,10
0,85
0,90
1,43
0,01
0,00
0,33
3,09
16,23
7,53
32,20
Proteínas
1995
Calorías
Fuente: Preparado en base a información del Departamento de Estadísticas del MAGDR; FIDA 1985 y Prudencio, Velasco La Defensa del Consumo.
48,51
0,37
4,6
4,6
4,6
11,21
1,54
0,05
1,73
2,38
0,00
5,29
21,33
Proteínas
1988
Calorías
(2) Comprende (Conservas de ganado, derivados pecuarios carne y conservas de aves, mieles).
(1) Corresponde a trigo y derivados.
2.082
Pescados y derivados
Total General
54
Otros productos(2)
48
Leche
Productos lácteos
13
172
Huevos
Carnes frescas
133
Otros (1)
Ganado y Productos
Pecuarios
105
Frutas
271 (3)
26
Derivados de oleaginosas
40
Azúcar y otros
Leguminosas
318
Caña de azúcar
Legumbres y hortalizas
242
Tubérculos y raíces
Derivados de tubérculos
877
Proteínas
1980
Calorías
Derivados de cereales
Cereales
Productos agrícolas
Productos consumidos
según grupos
Cuadro No. 10
Disponibilidad de Nutrientes
2.157
86
4
118
41
15
21
109
304
20
132
170
22
6
34
350
0
35
187
544
264
1.764
56,03
0,60
0,57
8,75
2,44
0,88
1,84
8,32
22,23
0,81
1,50
0,11
1,48
0,40
1,79
0,01
0,00
0,33
3,83
15,33
7,01
32,63
Proteínas
1999
Calorías
2.137
93
2
81
36
31
24
97
269
15
126
113
13
7
34
512
2
25
122
644
160
1.773
49,69
0,48
0,37
6,36
2,01
1,81
2,15
7,46
19,79
0,63
1,44
0,08
0,68
0,46
1,73
0,01
0,02
0,25
2,20
17,36
4,19
29,05
Proteínas
2005
Calorías
131
Fuente: UDAPE
12,1
165,7
Gas Natural
Otros
165,4
Hidrocarburos
65,0
101,4
Tradicionales
Minerales
73,0
Índice general
Descripción
18.03%
106.00
587.80
1987
23.58%
201.00
852.40
1989
28.33%
253.60
895.30
1991
40.17%
474.50
1181.20
1995
Cuadro No. 12
37.17%
300.70
808.90
1993
50.88%
647.30
1272.10
1997
40.57%
570.10
1405.30
1999
43.08%
582.70
1352.60
2001
42.67%
715.30
1676.50
2003
1985
19,9
110,1
109,6
46,9
68,5
55,3
58,9
149,6
151,3
138,4
146,1
130,8
Precio
100,0
100,0
100,0
100,0
100,0
100,0
Valor
100,0
100,0
100,0
100,0
100,0
100,0
Volumen
1990
100,0
100,0
100,0
100,0
100,0
100,0
Precio
2.850,1
24,6
42,6
106,7
83,8
118,4
Valor
3.660,5
74,6
129,7
135,8
133,2
156,9
Volumen
1998
77,9
33,0
32,9
78,6
62,9
75,5
Precio
4.439,1
106,2
133,9
83,4
101,4
131,1
Valor
3.515,2
183,4
234,4
123,3
164,1
187,3
Volumen
2001
126,3
57,9
57,1
67,6
61,8
70,0
Precio
24.656,2
482,3
636,6
133,8
313,5
306,1
Valor
Evolución del volumen, valor y precios de las exportaciones bolivianas (en %) (1990=100)
5.06%
34.20
675.30
1985
Volumen
3.69%
%
Valor
29.00
Exp. Agropec
Fuente: UDAPE
784.00
1984
Exp. Totales
Años
Cuadro No. 11
Exportaciones Totales y Agropecuarias. (Millones $us)
8.119,7
589,2
641,1
121,3
304,7
282,1
Volumen
2005
29.80%
878.50
2948.10
2005
303,1
81,2
98,5
110,2
102,2
108,0
Precio
23.02%
1118.90
4860.30
2007
Cuadro No. 13
Valor de las Exportaciones de Proteaginosos y Derivados
(Soya en grano, tortas y harina de soya, tortas y harina de girasol)
Miles de $us
1987
1989
1991
1993
1995
1997
1999
2001
2003
2005
2007
Total
10321
30773
62313
68774
88167
192462
169270
195990
245127
253941
263169
Miles de $us
1987
1989
1991
1993
1995
1997
1999
2001
2003
2005
2007
20453
24998
18182
46716
61951
39800
25460
33390
17255
1989
1991
1993
1995
1997
1999
2001
2003
2005
2007
10320
37266
50292
40721
125855
123984
185474
215888
214221
227650
1989
1991
1993
1995
1997
1999
2001
2003
2005
2007
Soya en grano
Miles de $us
Torta y Harina
de Soya
Miles de $us
4152
1987
6127
1987
Torta y Harina
de Girasol
42
49
300
730
4656
5486
1615
8901
3779
6330
18264
Cuadro No. 14
Cantidades Exportadas de Proteaginosos y Derivados
(soya en grano, tortas y harina de soya, tortas y harina de girasol)
Toneladas
1987
1989
Soya en grano
18008
78963
Toneladas
1987
1989
Torta y Harina
de Soya
21122
36293
Toneladas
1987
1989
Torta y H de
Girasol
Toneladas
200
1991
114091
1993
71284
1995
1997
1999
208832
226862
179288
2001
8840
2003
2005
2007
115246
146499
146078
1991
1993
1995
1997
1999
2001
2003
2005
2007
152669
203486
318137
480930
625267
846538
1087657
1087783
1023628
1991
1993
1995
1997
1999
2001
2003
2005
2007
24623
54807
58037
275
1922
4946
18554
34645
93360
1987
1989
1991
1993
1995
1997
1999
2001
2003
2005
2007
Total
39330
115256
267035
276692
531915
732415
859362
913415
1221457
1268927
1263066
Aceite
comestible
de soya
1987
1989
1991
1993
1995
1997
1999
2001
2003
2005
2007
35904
83175
129059
182328
217887
194839
200791
1995
1997
1999
2001
2003
2005
2007
19943
55100
82135
74351
113881
114343
138490
Toneladas
1170
Aceite
comestible
de soya
1987
Miles de $us
291
2826
1989
2662
13250
1991
6969
8201
1993
5658
132
Cuadro No. 15
Exportaciones de Café, Cacao y Quinua
En Sus:
1984
1985
1987
1989
1991
1993
1995
1997
1999
6750
13780
17051
12708
7058
3878
16854
28602
15059
5824
Cacao
889
1681
1038
1134
616
808
787
Quinua
37
237
642
710
1613
3103
4052
Café
2001 2003
2005
2007
6339
11274
13743
917
1197
1453
1816
3188
3085
5572
13107
2001 2003
2005
En TM:
Café
1984
1985
1987
1989
1991
1993
1995
1997
1999
3276
6615
2007
7304
6588
4653
2814
3908
7341
8164
4260
4490
5094
5067
Cacao
352
933
487
349
213
274
237
301
384
476
540
Quinua
49
303
678
538
1510
2477
3013
2842
2883
4489
10585
Cuadro No. 16
Importaciones Totales y Agropecuarias (Millones $us)
DETALLE
1984
1985
1987
1989
1991
1995
1997
Bienes de Consumo
96,0
134,8
188,8
137,8
210,2
282,4
389,0
412,5
409,5
359,2
524,2
(1) Bienes de
consumo no duradero
42,4
46,6
91,7
70,1
95,9
137,9
184,4
224,2
286,7
226,5
297,2
(2) Bienes de
consumo duradero
53,6
88,2
97,2
67,7
114,3
144,4
204,6
188,3
122,8
132,6
227,0
Materias Primas y
Productos Intermedios
231,5
304,8
335,7
81,8
89,1
604,0
737,6
742,7
870,0
862,2
1.281,4
(3) Materias primas y
productos intermedios
para la agricultura
17,5
18,4
11,4
9,7
21,9
27,4
45,1
42,9
60,0
69,1
113,7
Bienes de Capital
155,5
25,2
235,3
96,9
65,9
535,0
754,9
918,8
418,4
457,6
611,3
(4) Bienes de capital
para la agricultura
13,5
27,4
24,6
14,0
24,8
17,4
16,3
17,2
14,4
25,4
39,0
DIVERSOS (*)
5,4
26,1
6,5
3,5
28,6
12,2
44,2
24,0
10,3
13,1
23,2
TOTAL (Valor
oficial CIF)
488,5
690,9
766,3
619,9
993,7
1.433,6
1.925,7
2.098,1
1.708,3
1.692,1
2.440,1
Total importaciones
agropecuarias
(1+3+4)
73,4
92,4
127,7
93,8
142,6
141,3
182,7
284,3
361,1
321,0
450,0
% respecto al total
importado
15,02
13,37
16,66
15,13
14,35
9,85
9,48
13,55
21,13
18,97
18,44
(*) Incluye efectos personales.
Fuente: Cuadro elaborado en base a datos del INE.
133
1999
2001
2003
2005
134
269
54,5
Pasas
Azúcar
Arveja
Frejol
Arroz
CSB
Lenteja
380,6
Carne de pollo
Pastas
47
Carne enlatada
234,3
Pescado enlatado
199,3
Aceite de mantequilla
3932
380,3
Aceite vegetal
Trigo
107,5
1059,3
Leche
Avena
8994,8
Alimentos procedencia
extranjera
2331
9380,8
Total donaciones PMA (1)
Harina de trigo
203714
Cantidad total donaciones
1985
107,7
4318,9
537,5
3342,6
2064,2
10370,9
12435,9
240573
1990
219
15299
150
1579,9
689
17936,9
19227,9
259907
1992
Cuadro No. 17
93
360
225
13456
120
2700
81
17035
17035
167268
1994
299,43
23663
6519
219,79
30701,2
31712
120054
1998
1200
359,04
7067
200,93
3922,96
12749,9
14885
102225
2000
68,8
1279,3
8,7
508,2
12800
5235
19899
21267
116981
2002
Las Donaciones de Alimentos (TM)
297,5
5500
5797,5
8156,16
22363
2004
1618,1
1250
200
635,1
5084,5
1550,2
10337,9
11811,3
25141
2005
1130,9
2055,7
3186,6
6320,16
19238
2006
24,95
278,35
1156,2
1459,5
2865,87
13196,6
2007
135
Quinua
Arroz
Harina de maíz
Chicolac
Aceite vegetal
Api (morado y amarillo)
Leche
Fideos
Quinocoa
Manteca
148369
2587
Aceite vegetal
Trigo
6065
Bulgur
11030
3887
Leche
Harina de trigo
Frejol
179905
Azúcar
Alimentos procedencia
extranjera
215
Frejol
179905
141
Maíz
Total donaciones PL-480
(2)
30
386
Sal
Alimentos procedencia
nacional
162175
2044
8332
25961
208357
208357
600,7
621
102
217
88
180
257
2065
153850
543
5262
31458
1
664
203834
209230
287
502,5
80
296
54
72
1291
100000
4887
34913
150,23
150,23
n.d.
n.d.
n.d.
313,362
6550
41920
88,342
88,342
135
91,83
188,06
490
105,88
1010,77
42410
3340
34520
87,340
87,340
314,33
172,5
251,11
288,09
985,55
123,52
2135,1
47474
390
39670
95,714
95,714
5,5
123,7
441,2
157,2
402,5
91,9
144,6
1366,6
12800
13914,44
14206,46
124,85
506,43
1288
132,98
306,4
2358,66
12001
13049,6
13329,7
218,3
284,08
622,55
150
198,48
1473,41
11693
12710
12918,2
373,6
645,04
1826
66
222,92
3133,56
9308
10116,7
10330,7
275,4
380,53
457,04
293,4
1406,37
136
Sal yodada
7249
790
199
995
Harina de trigo
Aceite vegetal
Aceite de mantequilla
Coars grains
996
10229
Alimentos procedencia
extranjera
Leche
10229
Total donaciones CEE
Aceite
Cumanda
Arroz
Alimentos procedencia
nacional
Frejol
CSB
Arveja
Azúcar
Blended Foods
Avena
Harina de maíz
2366
Harina de maíz
Lentejas
5611
Arroz
200
495,9
9373,4
998,9
13268,6
13268,6
859
1885
2744
2886
6959
996,1
10931
997,8
15648,6
15648,6
15
476
1827
1074
2004
5396
1184
39
1800
9033
2020
8413
2110
1740
2120
2540
380
2850
3660
180
1260
2240
1610
3070
62
230,02
292,02
n.d
n.d
n.d
124
156,02
280,02
n.d
n.d
n.d
80
128
208
n.d
n.d
n.d
100
114
214
n.d
n.d
n.d
137
Fuente: Diversos informes PMA, USAID, y Prudencio J. y Franqueville A. (1995).
(2) Comprende alimentos distribuidos por ADRA, CARE, FHI, Save The Children.
30
15500
270
15800
15800
1826,2
897,5
(1) Comprende alimentos distribuidos en las Actividades 1 y 2 del Programa País (2003-2007).
3767
3767
3767
1775,8
424,6
Notas:
4000
Trigo
Lentejas
199
4199
Alimentos procedencia
extranjera
Leche
4199
Lenteja
Otras Fuentes
Frejol
138
INDICE DE CUADROS
Cuadro No. 1
Relación entre PIB/PEA y PIBA/PEAA
28
Cuadro No. 2
Evolución de la estructura del PIB y del PIBA según regiones (en %)
30
Cuadro No. 3
Productividades del trabajo según regiones
31
Cuadro No. 4
Evolución de la PEAA respecto al total de la PEA (Nacional y por departamentos) (en %)
32
Cuadro No. 5
Relación de crecimiento del PIBA con la población rural pobre
34
Cuadro No. 6
Incremento del PIBA en relación a las NBI por regiones (1992-2001) (%)
36
Cuadro No. 7
Incidencia del PIBA en los niveles de desnutrición de la población rural
37
Cuadro No. 8
Inversión Pública efectuada en el sector agropecuario 1984-2006 (Sin municipios) (en miles de $us)
39
Cuadro No. 9
Unidades Agropecuarias según tamaño de tierras (1950-1984)
42
Cuadro No. 10
Unidades agropecuarias según regiones (1984)
43
Cuadro No. 11
Distribución de tierras según gobiernos
44
Cuadro No. 12
La concentración de tierras
45
Cuadro No. 13
Productividad Nacional Agropecuaria (1985-2005)
48
Cuadro No. 14
Productividad de los principales cultivos alimenticios y de exportación (1985-2005)
51
Cuadro No. 15
La productividad en la industria manufacturera de productos alimenticios (1983-2001)
55
Cuadro No. 16
Procedencia de los productos que conforman la oferta total de alimentos (1980-2005) En TM
57
Cuadro No. 17
Principales productos agrícolas según tipo de productor (TM)
58
Cuadro No. 18
Evolución del consumo de alimentos en familias de bajos ingresos (1984-2004) (Calorías)
63
Cuadro No. 19
Principales productos agrícolas exportados según regiones (en % del valor total)
69
Cuadro No. 20
Principales exportaciones agroalimentarias según sector social (millones $us)
73
Cuadro No. 21
Situación de algunos municipios productores de soya y quinua de exportación
139
74
Cuadro No. 22
Relación de las exportaciones con las importaciones
75
Cuadro No. 23
Disponibilidad de calorías y proteínas provenientes de la quinua
76
Cuadro No. 24
Evolución de la superficie cultivada de Soya y otros productos-Santa Cruz (Has)
77
Cuadro No. 25
Evolución de la superficie cultivada de Quinua y otros productos-Oruro (Has)
78
Cuadro No. 26
Principales productos alimenticios importados (1985-2005) (Miles $us)
82
Cuadro No. 27
Relación entre la producción interna, las importaciones y la disponibilidad de trigo y harina de trigo (Miles TM)
83
Cuadro No. 28
Importaciones de abonos, plaguicidas y maquinaria agropecuaria (TM-Miles $us)
85
Cuadro No. 29
Participación del trigo y harina de trigo en el total de las donaciones(TM)
90
Cuadro No. 30
Créditos otorgados al sector agropecuario
94
Cuadro No. 31
Distribución del Crédito Agropecuario Según Departamentos (en %)
95
Cuadro No. 32
Relación de productores que no recibieron créditos según producto y departamento (1997)
96
Cuadro No. 33
Relación de productores que no recibieron asistencia técnica y
capacitación agropecuaria según cultivos y departamentos -1997
98
Cuadro No. 34
Distribución de los ingresos según sectores rural y urbano
100
Cuadro No. 35
Participación de las familias rurales según niveles de ingreso (%)
102
INDICE DE CUADROS DEL ANEXO
Cuadro No. 1
Evolución del PIB y PIBA
118
Cuadro No. 2
La población económicamente activa por departamentos
120
Cuadro No. 3
El Producto Interno Bruto por Regiones (millones de Bs de 1990)
121
Cuadro No. 4
Relación del PIBA con las Necesidades Básicas Insatisfechas (Millones Bs. de 1990)
122
Cuadro No. 5
Niveles de Desnutrición Nacional y por Regiones (1985-2003) (Porcentaje de población desnutrida)
123
Cuadro No. 6
La Producción Agrícola (
™)
124
140
Cuadro No. 7
Superficie cosechada de principales productos agrícolas (1985-2005) (Ha)
126
Cuadro No. 8
La Producción Agrícola, Superficie Cultivada y Rendimientos Según Departamentos (1985-2005) (TM Y Has)
128
Cuadro No. 9
Productividad Regional Agropecuaria (1985-2005)
129
Cuadro No. 10
Disponibilidad de Nutrientes
130
Cuadro No. 11
Exportaciones Totales y Agropecuarias. (Millones $us)
131
Cuadro No. 12
Evolución del volumen, valor y precios de las exportaciones bolivianas (en %) (1990=100)
131
Cuadro No. 13
Valor de las Exportaciones de Proteaginosos y Derivados
(Soya en grano, tortas y harina de soya, tortas y harina de girasol)
132
Cuadro No. 14
Cantidades Exportadas de Proteaginosos y Derivados
(soya en grano, tortas y harina de soya, tortas y harina de girasol)
132
Cuadro No. 15
Exportaciones de Café, Cacao y Quinua
133
Cuadro No. 16
Importaciones Totales y Agropecuarias (Millones $us)
133
Cuadro No. 17
Las Donaciones de Alimentos (TM)
134
INDICE DE GRÁFICOS
Gráfico No. 1
Evolución PIB/PIB Agropecuario
26
Gráfico No. 2
PIB/per capita nacional y PIBA/per capita rural
27
Gráfico No. 3
Evolución de la relación PIB/PEA y PIBA/PEAA
29
Gráfico No. 4
Evolución del crecimiento del PIBA y la población rural con pobreza extrema
34
Gráfico No. 5
Relación entre el crecimiento del PIBA, el PIBA per capita, las NBI y la población rural en extrema pobreza
38
Gráfico No. 6 A
Fuentes de la productividad del trabajo agrícola 1985
50
Gráfico No. 6 B
Fuentes de la productividad del trabajo agrícola 2005
50
Gráfico No. 7
Evolución de la disponibilidad de calorías y proteínas
61
141
Gráfico No. 8
Valor relativo de las exportaciones agropecuarias respecto a las exportaciones totales
66
Gráfico No. 9
Evolución del índice general de las exportaciones en términos de valor, volumen
y precios de las exportaciones totales y las exportaciones agropecuarias
67
Gráfico No. 10
Exportaciones de proteaginosas y derivados(TM)
69
Gráfico No. 11
Evolución del valor de las exportaciones
70
Gráfico No. 12 A
Exportaciones aceite soya (TM)
71
Gráfico No. 12 B
Valor de las exportaciones de aceite de soya
71
Gráfico No. 13
Exportaciones de café (TM y $us)
71
Gráfico No. 14
Exportaciones de quinua (TM y $us)
72
Gráfico No. 15
Expansión del cultivo de la quinua (1972 - 2006) en una comunidad quinuera entre Oruro y Potosí
79
Gráfico No. 16
Expansión de la superficie cultivada con soya en una zona de productores Menonitas (Chaco Santa Cruz) (2000-2008)
80
Gráfico No. 17
Importaciones totales e importaciones agropecuarias
81
Gráfico No. 18
Efecto de las importaciones sobre la producción nacional: El caso del trigo
83
Gráfico No. 19
Importaciones de alimentos preparados ($us)
84
Gráfico No. 20
Importaciones de insumos y maquinaria para el Sector agropecuario (miles $us)
86
Gráfico No. 21
Evolución y procedencia de las donaciones alimentarias
89
Gráfico No. 22
Evolución comparativa de las donaciones de alimentos y las Importaciones: el caso del trigo y la harina de trigo (en %)
90
Gráfico No. 23
Relación de las donaciones de procedencia extranjera y nacional
91
Grafico No. 24
Evolución del coeficiente de desigualdad de ingresos
(Coeficiente de Gini), 1968-2002
100
142
BIBLIOGRAFÍA
Alianza Boliviana de la Sociedad Civil para el Desarrollo Sostenible (ABDES). “Conclusiones preliminares del ciclo de talleres sobre
modelos de desarrollo y políticas públicas”. La Paz, (mimeo) 2008
Alemán H.; Velásquez R. e Ibarra Juan José. “Establecimiento de la carga laboral y efectos de relación socioculturales,
económicos de los miembros de una familia en 5 comunidades en 4 municipios de acción del PASAP” Proyecto de Investigación,
Potosí (Mimeo) 2003
AIPE-CIPRODEC-CDR. “Memorias del diagnóstico de la problemática de seguridad alimentaria en los municipios de Pazña y
Antequera”. La Paz (Mimeo) 2000
Banco Mundial “Bolivia. Del padrinazgo al Estado profesional” 2000
Birbuet Gustavo “El crédito agrícola en Bolivia”, en Cuestión Agraria Boliviana: Presente y Futuro. Academia Nacional de Ciencias
de Bolivia. Secretaría Ejecutiva PL-480 Título III, La Paz. 2008
Centro de Promoción de la Mujer (CEPROMU)- AIPE “Diagnóstico alimentario nutricional del municipio de Cairoma”. La Paz
(Mimeo) 2001
Campero M. José “¿A quién beneficia el desarrollo agropecuario en Bolivia?” ABDES, La Paz (mimeo) 2008
CARITAS. Comisión Episcopal de Pastoral Social. Programa de Promoción de la Participación y de Control Social – PROPACS.
“Control Social: Una visión a 3 años del HIPC” II Ciclo No. 6 La paz, octubre 2004
Comisión Europea. “Bolivia Documento de Estrategia País 2007-2013”. E/2007/1405.(Mimeo) La Paz. 2007
Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO) “Números de nuestra tierra”. Santa Cruz. 1999
COTESU/MACA/ILDIS “El impacto de la NPE en el sector agropecuario”. ILDIS, La Paz.1990
Chapuis Robert “Agriculture et Développement en Amerique Latine » . Ellipses. 2002
FAO “Censo Agropecuario Mundial 1990”. Roma.1990
FAO “El Estado de la inseguridad alimentaria: la población se ve obligada a convivir con el
hambre y teme morir de inanición” Roma 2002
FAO “El Estado de la inseguridad alimentaria: La erradicación del hambre en el mundo: evaluación de la situación diez años
después de la Cumbre Mundial de la Alimentación” Roma 2006
FAO “Crop Production” FAOSTAT http://faostat.fao.org/site/567/DesktopDefault.aspx
FP/BOL/61 « Promotion des filieres productives et commerciales de l´ail et des camelides sur l´Altiplano Bolivien »
Proyecto de la Cooperación Belga. La Paz (Mimeo) 2005
143
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