1011-c.qxd 26/07/06 08:48 p.m. Page 2 Interés General La Plata, jueves 27 de julio de 2006 11 Para tener en cuenta El lugar del hallazgo REPUBLICA ORIENTAL DEL URUGUAY COLONIA BUENOS AIRES MONTEVIDEO PUNTA DEL ESTE Stegomastodon Waringi LA PLATA Comparativa de tamaño del Stegomastodon Reconstrucción paleogeográfica de la costa REPUBLICA ARGENTINA 100kms La pieza fue hallada a 100 kilómetros de la costa bonaerense, dentro de la plataforma submarina argentina y a más de 45 metros de profundidad. Mamíferos llegados durante el Plioceno (era anterior al Pleistoceno) Longitud: 20 cm. El molar (en vista coronaria, es decir de la superficie masticatoria) del Stegomastodon hallado en el fondo marino. profesor de la unidad académica, “rastros de la mandíbula indican que estuvo expuesta a la intemperie y que luego fue sepultada por el nivel creciente del mar”. Las conclusiones se terminaron hace un mes y fueron publicadas en una prestigiosa revista científica El fragmento fósil incluye los dos molares que poseían estos animales El dato Stegomastodon en el oceáno Atlántico Los restos de mastodontes hallados en América del Sur pertenecen a dos tipos diferentes, que los paleontólogos incluyen en los géneros Cuvieronius y Stegomastodon, mastodonte con defensas. Hasta ahora, el género Stegomastodon era conocido en la Argentina por una única especie: Stegomastodon platensis . La otra especie, que se había hallado en Brasil, Venezuela, Ecuador, Perú y, posiblemente, Colombia, es Stegomastodon waringi. A esta última especie pertenece la rama mandibular hallada en el lecho oceánico “de casualidad” como ocurren “casi todos los descubrimiento de restos paleontológicos”, recuerda el especialista Eduardo Tonni. en cada rama mandibular, el mayor de los cuales mide 20,5 centímetros de largo y 8,6 centímetros de ancho. La pieza en su conjunto es de unos 43 centímetros. ¿ Junto al hombre? Si bien no se pudo datar este resto paleontológico por el método del carbono 14 debido a que no contenía colágeno (la proteína que se extrae de los huesos fosilizados para su fechado), para Cione y Tonni tendría entre 8 mil años, cuando se produjo la extinción de los grandes mamíferos del Pleitoceno, y 18 mil, coincidente con la última glaciación. Por lo tanto, Tonni no descarta que este mastodonte haya convivido con los primeros hombres que pisaron estas tierras, los paleoamericanos. El investigador superior del Conicet y doctor en antropología del Museo de Ciencias Naturales de La Plata, Héctor Pucciarelli, abona la teoría de que al hombre paleoamericano, que antecedió al amerindio, pariente directo de nuestros aborígenes, es el primero que ingresó por el Estrecho de Bering y pobló de norte a sur América. Esto fue hace 12 mil años, según sus estudios. Por lo tanto, tranquilamente puede haber desandado su camino junto a este familiar del elefante actual, el mastodonte, cuyos restos aparecieron en el fondo del mar. Hace unos 3 millones de años se unió América del Norte con América del Sur a través del istmo de Panamá, culminando así un largo período de aislamiento entre ambas masas continentales. Entonces se originó el “gran intercambio faunístico americano”. De esta manera, mastodontes, caballos, tigres dientes de sable, osos, ciervos, tapires, guanacos, pecaríes, zorros y otros mamíferos arribaron a Sudamérica provenientes del hemisferio Norte. La costa continental hace 18 mil años, cuando se registraba el máximo de la última glaciación y el mar estaba unos 120 metros por debajo de los niveles actuales La costa bonaerense en la actualidad Fuente: Eduardo Pedro Tonni, director División Paleontología de Vertebrados del Museo de Ciencias Naturales de La Plata, y elaboración propia con el hombre y con una jirafa actual Los mamíferos y el clima bonaerense Los estudios realizados indican que, en la actual provincia de Buenos Aires, el clima fue modificándose. Su oscilación varió entre condiciones muy frías y secas, como las de la actual Patagonia, imperante hace unos 200 siglos, hasta húmedo y cálido, como en el nordeste de la Argentina, Paraguay y sur del Brasil. La información paleontológica que sirvió para la interpretación de los climas del pasado se basa en la modificación de la distribución geográfica de especies vivientes y en datos geológicos, explican mediante un trabajo los especialistas Eduardo Tonni y Alberto Cione, este último investigador del Conicet y también integrante de la División Paleontología de Vertebrados del Museo de Ciencias Naturales de La Plata. “El hielo se depositó sobre áreas continentales y restó agua a los océanos, lo que provocó un descenso del mar” Describen: “Desde hace unos 20.000 años y hasta hace unos 7.000 años, el actual territorio de la provincia de Buenos Aires estaba habitado por el cuis chico patagónico, acompañado por el guanaco, el ñandú petiso y varias otras especies de ambientes áridos y semiáridos, tales como el zorro colorado, el hurón patagónico, el pichi -un armadillo-, y el lestodelfo -la comadrejita patagónica-. La distribución de todas estas especies estaba desplazada hacia el norte y el este respecto de su distribución actual. Hace unos 20.000 años, todo el clima del planeta era influido por el máximo del último ciclo glacial. En esa época, extensas áreas, principalmente en el Hemisferio Norte, fueron cubiertas por espesos mantos de hielo. El actual territorio de la provincia de Buenos Aires no fue afectado directamente por el hielo, pero sí fue influido por la cubierta de hielo perenne -calota gIacialdesarrollada sobre la cordillera de los Andes y su pie. El paisaje bonaerense era similar al que actualmente se desarrolla en el norte de la región patagónica, frío y árido, con extensos mantos de arena transportados por el viento y vegetación esteparia. La disminución de las temperaturas globales medias, unos cinco grados menores que las actuales, provocó que gran parte del agua del planeta se transformara en hielo. Este hielo se depositó sobre áreas continentales y restó agua a los océanos, lo que provocó un descenso del nivel del mar de, aproximadamente, 120 metros. La costa bonaerense se desplazó hasta unos 300 kilómetros al este durante el máximo glacial. Estas investigaciones demostraron que las condiciones de aridez y bajas temperaturas continuaron en el área pampeana hasta hace unos 10.000 años, aunque alternaron con lapsos más cálidos y húmedos, cuya brevedad se evidencia por las escasas modificaciones en las distribuciones de la fauna, que continuó con un sello esencialmente árido”.