P3A\Historia del Siglo XX_Jesús Carrasco

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JESÚS CARRASCO VÁZQUEZ
HISTORIA DEL SIGLO XX
AYUNTAMIENTO DE GUADARRAMA
HISTORIA DEL SIGLO XX
JESÚS CARRASCO VÁZQUEZ
DOCTOR EN HISTORIA
AYUNTAMIENTO DE GUADARRAMA
CURSO DE HISTORIA CONTEMPORÁNEA: HISTORIA DEL SIGLO XX
- ÍNDICE DE LOS TEMAS TRATADOS -
1. LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL (1914-1918)
1
2. LA REVOLUCIÓN RUSA: DESDE LA CAÍDA DE LOS ROMANOV HASTA LA FORMACIÓN DE LA URSS
29
3. LA PAZ DE PARÍS (1919) Y EL REAJUSTE TERRITORIAL: HACIA UNA SOCIEDAD INTERNACIONAL
49
4. LOS AÑOS VEINTE: RECONSTRUCCIÓN Y PROSPERIDAD
63
5. LA CULTURA EN LA PRIMERA MITAD DEL SIGLO XX
77
6. COMUNICACIÓN Y PROPAGANDA POLÍTICA
99
7. LAS DEMOCRACIAS EUROPEAS EN EL PERÍODO DE ENTREGUERRAS: GRAN BRETAÑA
115
8. LAS DEMOCRACIAS EUROPEAS EN EL PERÍODO DE ENTREGUERRAS: FRANCIA
131
9. LAS DEMOCRACIAS EUROPEAS EN EL PERÍODO DE ENTREGUERRAS: ALEMANIA
147
10. LAS DEMOCRACIAS EUROPEAS EN EL PERÍODO DE ENTREGUERRAS: ITALIA
201
11. LOS REGÍMENES TOTALITARIOS: COMUNISMO, FASCISMO, NAZISMO
221
11.1.
COMUNISMO
222
11.2.
FASCISMO
233
11.3.
NAZISMO
249
12. LOS ESTADOS UNIDOS DE NORTEAMÉRICA EN EL PERÍODO DE ENTREGUERRAS
299
13. ASIA Y ÁFRICA ENTREGUERRAS
329
14. IBEROAMÉRICA EN LA PRIMERA MITAD DEL SIGLO XX
349
15. LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL (1939-1945)
369
16. LA RECONSTRUCCIÓN DE EUROPA. DESARROLLO E INTEGRACIÓN EUROPEA
391
17. LOS ESTADOS UNIDOS EN LA SEGUNDA MITAD DEL SIGLO XX
425
18. LA URSS Y EL BLOQUE SOVIÉTICO EN LA SEGUNDA MITAD DEL SIGLO XX
451
19. IBEROAMÉRICA EN LA SEGUNDA MITAD DEL SIGLO XX
475
DR. JESÚS CARRASCO VÁZQUEZ (CURSO ACADÉMICO 2012-2013)
TEMA Nº 1: LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL (1914-1918)
1. A MODO DE INTRODUCCIÓN: EL TRASFONDO POLÍTICO INTERNACIONAL COMO BASE DEL CONFLICTO
Entre 1894 y 1914 se produjo un notable cambio en las condiciones materiales y en las mentalidades que se puede
resumir de la siguiente manera:

CONDICIONES MATERIALES TALES COMO:
o
o
o
o
o
Aparición de nuevas industrias.
Desarrollo más rápido de los intercambios internacionales.
Mayor apetencia de alimentos, materias primas y nuevos mercados por parte de las potencias industriales.
Las escasas zonas aún libres de influencia fueron objeto de fuertes rivalidades.
Intensa inversión de capital en países con potencial de desarrollo.
Tampoco podemos obviar el desigual desarrollo de los Estados europeos, económicamente los más atrasados eran
Italia y los Imperios de Rusia y de Austria-Hungría. Esa debilidad les hacía depender de los más avanzados. El intento ruso por recuperar esa desventaja se tradujo en una fuerte inversión de capitales extranjeros, particularmente francés1.
El lado opuesto lo representaba el Imperio Alemán, el II Reich2, con una potente y exitosa industria que se colocó
en cabeza de la Europa contemporánea y que la obligaba a buscar mercados potenciales donde situar su producción industrial. Un éxito que se topaba con la cruda realidad: El Imperio Alemán carecía de un significativo dominio
colonial, lo que le obligaba a acudir al exterior para adquirir alimentos con los que nutrir su creciente población.
Otro factor que no se puede obviar fue la aparición de actores extraeuropeos: Estados Unidos3 y Japón4, que se
auparon al grupo de países líderes gracias a su desarrollo demográfico y económico y a la construcción de una
poderosa flota de guerra.

MENTALIDADES:
Las cuestiones de política exterior no eran ajenas a la opinión pública cuyo parecer sostenía una prensa popular
de corte sensacionalista y grosero. El nacionalismo progresó notablemente y las consideraciones en materia de seguridad se convirtieron en una búsqueda de prestigio y poder dentro de un clima moral dominado por el irracionalismo y un vitalismo que prestigiaba la fuerza como elemento de debate.
En Alemania la llegada al trono de Guillermo II (1859-1941, emperador entre 1888-1918)5 significó la caída
de Bismarck6, la personalidad más relevante en los últimos treinta años de la política alemana de su tiempo y el
abandono de su complejo sistema de pactos, dando paso a un nuevo concepto, la Weltpolitik («política mundial»);
Ver mi Historia del Siglo XIX, Ayuntamiento de Guadarrama, 2012, pp 406-408, el crédito francés sirvió para financiar la deuda pública y levantar la industria pesada rusa.
2 Ibídem, pg. 358 y sgtes., para conocer el origen y desarrollo del Imperio Alemán.
3 Ibídem, pg. 307 y sgtes., donde se detalle el nacimiento del imperialismo norteamericano.
4 Ibídem, pp. 451-452.
5 Tercer emperador de Alemania (1888-1918) y noveno rey de Prusia, nacido en Berlín, hijo del príncipe Federico de Prusia y la
princesa Victoria de Inglaterra, y fallecido en Doorn. Exaltado al trono en 1888 por la muerte de su padre, Federico III, hizo gala
de una energía exuberante en el manejo de los asuntos de gobierno, tanto interiores como exteriores, y en la dirección de la
Armada y el Ejército. Deseando gobernar personalmente, hizo dimitir (1890) a Bismarck la cancillería, que fue en adelante instrumento dócil de sus deseos imperiales. Ardiente defensor de la teoría del derecho divino de los reyes y autócrata furibundo por
tradición y temperamento, estremeció a Europa con sus discursos que revelaban una exaltada noción de su superioridad imperial y
pregonaban su decisión de mantener las altas tradiciones monárquicas de los Hohenzollern. Deseoso de acrecer el poderío germano y de conseguir para su país un alto puesto en la esfera de la Weltpolitik, no perdió ocasión de llevar a efecto una audaz
política de expansión colonial. Cultivando la amistad con Turquía, fomentó al mismo tiempo los intereses comerciales y financieros
de Alemania con el Próximo Oriente. Su íntima relación con el Ejército y su creación de una poderosa Armada le proporcionaron
los medios de defender sus intereses. En el orden interior surgió un factor insoslayable: el auge de la social-democracia, que, a pesar del sentido de autocracia imperial de que estaba imbuido el emperador, obligó en varias ocasiones a tolerar el abandono o
la derrota, por reaccionarios o imposibles, de diversos proyectos. La I Guerra Mundial ensombreció los últimos años de su reinado.
Entre los grandes acontecimientos destacan las relaciones del emperador, durante el desarrollo de la contienda, con el Partido Radical Socialista y la controversia con Estados Unidos sobre la marina mercante armada, que llevó a la entrada de este país en la
guerra. La derrota alemana en el otoño de 1918 y la expansión de la propaganda revolucionaria hicieron insostenible la situación
del emperador, que abdicó el 9 de noviembre de 1918 y se refugió en la neutral Holanda, donde más tarde compró una finca en
Doorn. Aquí murió el 11 de abril de 1921 la emperatriz. El 5 de noviembre de 1922 volvió a casar el exemperador con Hermine
de Schoenaich-Carolath, princesa de Reuss (1887-1947). De su primer matrimonio tuvo Guillermo seis hijos y una hija.
6 Ver mi Historia del Siglo XIX, ob. cit., pg. 368 y sgtes.
DR. JESÚS CARRASCO VÁZQUEZ - CURSO DE HISTORIA UNIVERSAL DEL SIGLO XX (2012-2013)
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TEMA Nº 1: LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL (1914-1918)
al frente de la cancillería el emperador situó a Bernhard von Bülow (1849-1929)7 con una personalidad menos resolutiva que la del «canciller de hierro».
La idea del Káiser era que Alemania siguiera siendo dominante en Europa y como objetivo se impuso debilitar la
alianza franco-rusa (1891-1901)8 firmada por ambos países para soslayar la hegemonía alemana.
Las ideas básicas de la Weltpolitik se pueden sintetizar así:
o
o
o
Control del África central.
Adquisición de nuevas zonas de influencia germana.
Participación activa en cualquier cuestión susceptible de modificar el estado de cosas (statu quo) existente
y torcerlas en beneficio de Alemania.
Este pangermanismo hizo que se multiplicasen los temores de las potencias coloniales que habían accedido antes al
pastel colonial y lo disfrutaban en su beneficio. La deriva del proyecto de la política exterior dirigida por el
Káiser, llevó a los alemanes a concluir que:
1º. Los acuerdos a alcanzar eran cada vez más difíciles de lograr.
2º. Los adversarios empezaban a ser numerosos.
3º. Había un riesgo evidente de quedar cercados por la suma de adversarios.
En Francia se supo consolidar el proyecto político surgido tras Sedán9 en 1871 y la III República se afianzó como
una realidad incontestada por las monarquías europeas que se acostumbraron a esa situación y aprendieron a
convivir con ella sin temor al peligro potencial que representaba una República para una Monarquía10. Cada vez
en mayor número, diferentes soberanos cursaban visitas a París donde eran recibidos de manera solemne y calurosa. Nada que ver con la actitud antimonárquica que los franceses habían abanderado desde 1789. En aquella
Francia, la idea revanchista fue debilitándose aunque nunca se llegó a pensar en un acercamiento al «rival histórico» y a cejar en reivindicar Alsacia y Lorena.
En el Imperio Otomano las nacionalidades minoritarias consiguieron consolidar un hueco propio y estuvieron presentes en casi todas partes, en particular en los Balcanes, donde los cristianos continuaron su pugna por dislocar al
imperio turco y beneficiarse con su reparto11 .
En el Imperio Austro-húngaro la deriva de los acontecimientos en los Balcanes se veía con temor porque podía
debilitar su posición, tan arduamente lograda12 y, lo que aún era peor, podía socavar la existencia del mismo Imperio, por ello se buscó el apoyo de Alemania, el único país que podía garantizar los intereses de Viena.
Conde y Príncipe von Bülow; Klein-Flottbeck, 1849 - Roma, 1929) Político alemán. Como ministro de asuntos exteriores del II
Reich y, posteriormente, como canciller, von Büllow fue en gran medida responsable del aumento de la tensión bélica entre Alemania y las potencias aliadas que condujo al estallido de la Primera Guerra Mundial en 1914. Perteneciente a una familia de la nobleza prusiana, estudió en las universidades de Leipzig, Berlín y Lausana. Durante la Guerra Franco-prusiana (1870-1871) sirvió
en el ejército alemán. En 1872 entró a trabajar en la administración civil del Reich y, dos años después, pasó al servicio diplomático. Aupado por su padre, que por entonces era ministro de exteriores del canciller Bismarck, consiguió ascender rápidamente.
Estuvo destinado en Roma, San Petersburgo, Viena, París y nuevamente San Petersburgo. En 1886 contrajo matrimonio con la hija
del estadista italiano Minghetti. Dos años después fue designado ministro para Rumanía y, en 1894, embajador en Italia, cargo
que ocupó durante tres años. Posteriormente fue nombrado ministro de asuntos exteriores por el canciller Hohenlohe. Su primera
actuación internacional como ministro consistió en la negociación de un acuerdo de alianza anglo-alemán, propuesto por el secretario británico del Foreign Office, Joseph Chamberlain. Las reticencias de von Büllow a aceptar la alianza con Gran Bretaña, con
la que pronto iniciaría Alemania una peligrosa carrera naval, produjeron el fracaso de las conversaciones. Éste fue el primero de
una serie de errores diplomáticos que, a largo plazo, tendrían consecuencias nefastas para Europa. Rechazada por Alemania,
Gran Bretaña se acercó a Rusia y Francia, fraguando un nuevo esquema de alianzas que habría de desembocar en la Primera
Guerra Mundial. La política exterior de von Büllow resultó, no obstante, más acertada fuera del ámbito europeo. En 1898 ordenó
a un escuadrón del ejército prusiano atacar Kiachow, en China, pretextando el asesinato de dos misioneros alemanes. El verdadero objetivo de esta agresión era forzar al gobierno imperial chino a abrir sus mercados al comercio occidental. En la Convención
que siguió a estos acontecimientos, China tuvo que ceder Kiachow a los alemanes y permitir el establecimiento de las sociedades
mercantiles occidentales. Al año siguiente, el canciller obtuvo de España la cesión de las Islas Carolinas. Como recompensa a sus
servicios, el káiser Guillermo II le concedió el título de conde. El 17 de octubre de 1900 tomó el relevo de Hohenlohe en la cancillería del Reich y en la presidencia del consejo de ministros de Prusia. Sus relaciones con el emperador fueron, desde el primer
momento, excelentes. Von Büllow estaba decidido a imprimir un giro notable a la política exterior alemana, abandonando las premisas bismarckianas, que consideraba excesivamente restrictivas para la expansión alemana. Su objetivo consistía en ampliar y
consolidar la presencia germana en el ámbito colonial. Estos planes coincidían plenamente con los designios del Káiser y del almirante von Tirpitz, quienes abogaban por una agresiva política de desarrollo naval.
8 Ver mi Historia del Siglo XIX, ob. cit., pg. 354 y sgtes.
9 Ibídem, pp. 217-218.
10 Ibídem, pg. 342 y sgtes.
11 Ibídem, pg. 426 y sgtes.
DR. JESÚS CARRASCO VÁZQUEZ - CURSO DE HISTORIA UNIVERSAL DEL SIGLO XX (2012-2013)
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TEMA Nº 1: LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL (1914-1918)

LAS MEJORAS MILITARES:
El desarrollo industrial también se dejó sentir en el armamento y revolucionó las técnicas militares.
o
o
o
o
o
La industria química produjo nuevos explosivos más potentes, reduciendo la carga necesaria para impulsar
balas y obuses, lo que se tradujo en una mayor eficacia de fusiles y cañones.
La metalurgia del acero permitió la producción masiva de armamento, lo que comportó la mejora de la
ametralladora. El progreso se dejó sentir también en la artillería.
Los navíos de guerra pasaron a ser fortalezas flotantes blindadas con chapas en los costados e impulsados por motores alimentados por petróleo. Alemania estaba dispuesta a ser tenida en cuenta y dispuso
la construcción de una potente escuadra naval. Gran Bretaña dio la réplica y se lanzó a construir unidades
que le permitieran seguir gozando de la primacía naval. Este desarrollo también se dejó sentir en otros
países y pronto, el mar se llenó de colosos de acero intimidatorios en todos los océanos.
El submarino fue mejorado y así lanzaba torpedos como colocaba minas que se inventaron por ese tiempo.
Las nuevas estrategias militares también se aplicaron a los ejércitos de tierra. El hecho de contar con contingentes de reservistas, lo que impedía la rápida derrota de un Estado industrial junto con el desarrollo
del ferrocarril, permitió diseñar planes de movilización para disponer grandes unidades, algo que los alemanes pondrán en práctica al inicio de la Primera Guerra Mundial ante la amenaza de quedar aprisionados por las tropas de la alianza franco-rusa, conocedores de la lenta movilización rusa: primero se lanzarían contra Francia para derrotarla y, tras ello, desplazarían sus unidades al frente del este.
El esfuerzo militar de los países dispuestos a entrar en guerra y las crecientes demandas de los respectivos Estados Mayores, dejaron su secuela en las finanzas públicas.

EL PACIFISMO:
La escalada que va descrita fue vista por los contemporáneos como una verdadera amenaza para la paz y diferentes personas, juristas, políticos e incluso, algunos filántropos hombres de negocio, como Andrew Carnegie13 o
Alfred Nobel14, en distintos países (Gran Bretaña, Francia, Estados Unidos y Escandinavia), crearon asociaciones
Ibídem, pg. 414 y sgtes.
Empresario estadounidense (Dunfermline, Escocia, 1835 - Lennox, Massachusetts, 1919). Procedía de una familia pobre que emigró a Estados Unidos en 1848. Tuvo una educación autodidacta, al tiempo que se ganaba la vida en oficios duros e iba ahorrando para adquirir participaciones en pequeños negocios de su ciudad, Pittsburgh. En 1865-1870 hizo una primera fortuna negociando con bonos de compañías ferroviarias y con productos siderúrgicos. Luego se concentró en la fabricación de acero, invirtiendo a pesar de la «gran depresión» de 1873, hasta dominar el sector hacia 1880. Carnegie representa, pues, el prototipo del
«hombre hecho a sí mismo», ideal humano típicamente norteamericano que sólo era posible en aquel contexto histórico de mercado libre, prácticamente sin impuestos ni regulaciones. Las empresas de Carnegie siguieron creciendo en los años ochenta de la mano de su socio H. C. Frick, quien le hizo comprender la necesidad de la integración vertical: además de la mayor parte de la siderurgia de Pennsylvania, adquirió minas de hierro, navieras y ferrocarriles, adaptándose así a las nuevas tendencias monopolistas
que se impusieron en la economía de finales del siglo XIX. No obstante, rehusó llegar a acuerdos de reparto de mercado entre las
grandes compañías, en defensa del viejo ideal del capitalismo competitivo. Esta postura le enzarzó en una desafortunada «guerra» con el poderoso grupo de J. P. Morgan, que le llevó a extender sus actividades hacia el oeste del país y a nuevos sectores,
formando la U. S. Steel Corporation (1901). Derrotado, vio cómo el grupo era adquirido por sus adversarios; pero ello le permitió
dedicarse por completo a sus actividades filantrópicas y de mecenazgo, iniciadas años atrás: equipó bibliotecas públicas e instituciones educativas, financió expediciones arqueológicas, creó museos, salas de conciertos y centros de investigación, así como una
organización para luchar por la desaparición de las guerras.
14 Químico sueco que inventó la dinamita y fundó los premios que llevan su nombre (Estocolmo, 1833 - San Remo, Italia, 1896).
Pasó gran parte de su juventud en San Petersburgo (Rusia), donde su padre -que era ingeniero- instaló una fábrica de armamento
que quebró en 1859. Regresó a Suecia en 1863, completando allí las investigaciones que había iniciado en el campo de los explosivos: en 1863 consiguió controlar mediante un detonador las explosiones de la nitroglicerina, inventada por el italiano Ascanio
Sobrero; en 1865 perfeccionó el sistema con un detonador de mercurio; y en 1867 consiguió la dinamita, un explosivo plástico resultante de absorber la nitroglicerina en un material sólido poroso, con lo que se reducían los riesgos de accidente (las explosiones
accidentales de la nitroglicerina, en una de las cuales había muerto su propio hermano Emil, habían despertado fuertes críticas
contra Nobel y sus fábricas). Aún produjo otras invenciones en el terreno de los explosivos, como la gelignita (1875) o la balistita
(1887). Nobel patentó todos sus inventos y fundó compañías para fabricarlos y comercializarlos desde 1865 (primero en
Estocolmo y Hamburgo, luego también en Nueva York y San Francisco). Sus productos fueron de enorme importancia para la
construcción, la minería y la ingeniería, pero también para la industria militar (para la cual habían sido expresamente diseñados
algunos de ellos, como la balistita o pólvora sin humo); con ellos puso los cimientos de una fortuna, que acrecentó con la inversión
en pozos de petróleo en el Cáucaso. Por todo ello, Nobel acumuló una enorme riqueza, pero también un cierto complejo de culpa
por el mal y la destrucción que sus inventos pudieran haber causado a la Humanidad en los campos de batalla. La combinación de
ambas razones le llevó a legar su fortuna a una fundación -la Fundación Nobel, creada en 1900- con el encargo de otorgar una
serie de premios anuales a las personas que más hubieran hecho en beneficio de la Humanidad en los terrenos de la Física, la
Química, la Medicina, la Literatura y la Paz. Tales premios eran reflejo de la preocupación de Nobel por la paz mundial y de sus
ideas progresistas y contrarias a la violencia; él mismo fue un cosmopolita, viajero incansable, que cambió de país de residencia
DR. JESÚS CARRASCO VÁZQUEZ - CURSO DE HISTORIA UNIVERSAL DEL SIGLO XX (2012-2013)
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TEMA Nº 1: LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL (1914-1918)
pacifistas inspiradas en sentimientos humanitarios que invocaban argumentos económicos. Su objetivo fue limitar la
carrera de armamentos y organizar un tribunal internacional de arbitraje que resolviera los litigios internacionales.
La ciudad holandesa de La Haya fue sede de dos conferencias de paz:
o
o
La primera en 1899 siguiendo la iniciativa del zar, que quería reducir la presión que ejercía la carrera
armamentística sobre el presupuesto ruso.
La segunda en 1907, por iniciativa del presidente estadounidense Theodore Roosevelt flamante Premio
Noble de la Paz, galardón que le fue concedido en 1906 por su mediación en la guerra ruso-japonesa y
artífice de la política que denominó «la diplomacia del dólar»15 que supuso la ruptura del secular aislacionismo norteamericano16.
Ambas conferencias regularon o prohibieron ciertos métodos de guerra pero fueron un fracaso en su intento por
organizar la paz. Es cierto que se creó un tribunal permanente de arbitraje pero los Estados Unidos no limitaron su
soberanía al mismo. Tampoco se consiguió frenar la carrera armamentística.

EL PANORAMA INTERNACIONAL EN TORNO A 1900:
o
La cuestión de Oriente: mientras las potencias europeas se vigilaban recelosas porque tenían apetencias
territoriales en el desmantelamiento del Imperio Otomano, fue precisamente esta paradoja la que le permitió llegar como ente político hasta el siglo XX bajo la férrea dirección del sultán Abulhamid II17; llegado
al trono en 1876, tras un golpe de estado, con la promesa de hacer una reforma política otorgando una
Constitución, que sólo aplicó en 1909, a regañadientes y por poco tiempo. Como decía, el recelo europeo
propició que el sultán llevase una política ambigua de alianzas en el exterior y de represión y mano dura
en el interior. A su favor jugó el que el Imperio Austro-húngaro consideró satisfactoriamente resuelta la
cuestión de Bulgaria18 y que el Imperio Ruso concentrase sus energías en asegurarse una salida a las cálidas aguas del Pacífico absorbiendo Manchuria en 189719.
La brutal represión turca contra el levantamiento armenio (1894-1896)20 azuzó más si cabe el larvado
enfrentamiento anglo-ruso. Gran Bretaña fustigó a la opinión pública internacional echándola encima de
los turcos por la represión y consideró seriamente repartirse el moribundo Imperio Otomano. Frente a esa
pretensión se alzó Rusia que temía que una independencia de los armenios turcos arrastrase tras ella a los
armenios rusos. El resultado de la inacción europea posibilitó que continuase la feroz represión.
En los Balcanes, las tensiones se concentraron en Macedonia, una provincia otomana poblada por serbios,
búlgaros, griegos, turcos, judíos y rumanos, un abigarrado cóctel de etnias y religiones que propició las
apetencias de los estados balcánicos que habían ido surgiendo a medida que se debilitaba el Imperio
Otomano. Los turcos respondieron con su contrastada dureza para frenar la agitación nacionalista pero,
finalmente, en 1903, un nuevo acuerdo austro-ruso evitó la crisis inmediata -que paralizó la situaciónmientras las iniciativas adoptadas envenenaban la situación.
o
Situación derivada del Imperialismo21 se puede resumir diciendo que los estados coloniales forzaron choques y conflictos para mejorar sus posiciones de partida en perjuicio de terceros. De acuerdo con el reparto colonial, los conflictos los podemos resumir por continentes:

ÁFRICA:
 Oriental: Gran Bretaña y Alemania aceptaban las respectivas posiciones, algo que se vio
ayudado por la derrota de Italia frente a Etiopía22, lo que eliminaba cualquier apetencia
transalpina en la zona.
varias veces (después de Rusia y Suecia, pasó a vivir en Alemania y en Francia, de donde hubo de emigrar a Italia por la
impopularidad que le causó la adopción de la balistita por el ejército italiano para su munición). Los Premios Nobel, que gozan de
un alto prestigio internacional, se han venido otorgando anualmente desde 1901, con la excepción de los dos periodos de guerra
mundial (1914-1918 y 1939-1945). La atribución de los cinco premios instituidos se dejó en manos de varias academias científicas
suecas y del Comité Nobel de Noruega (que otorga el premio de la Paz). En 1968 el Banco de Suecia decidió añadir bajo el
nombre de Nobel un sexto premio de Economía, que se ha venido otorgando anualmente desde 1969.
15 Programa político norteamericano para influir en la política de terceros países a través de su capacidad financiera.
16 Ver mi Historia del siglo XIX, ob. cit., pg. 310 y sgtes.
17 Ibídem, pg. 429.
18 Ibídem, pg. 432 y sgtes.
19 Ibídem, pg. 400.
20 Ibídem, pg. 433.
21 Ibídem, pg. 438 y sgtes.
22 Ibídem, pp. 386-388.
DR. JESÚS CARRASCO VÁZQUEZ - CURSO DE HISTORIA UNIVERSAL DEL SIGLO XX (2012-2013)
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TEMA Nº 1: LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL (1914-1918)




EL CARIBE: pasó a ser un monólogo norteamericano tras desplazar a los europeos mediante la reinterpretación que hiciera el presidente Cleveland de la doctrina Monroe26, lo que usó para que
los EE. UU. se autoarrogaran el privilegio de intervención en cualquier conflicto entre un país americano y otro europeo; así sucedió en:
 1895: conflicto anglo-venezolano a propósito de los límites a la Guayana británica.
 1898: guerra contra España expulsando a ésta de su último bastión colonial al perder
Cuba y Puerto Rico.
 1901: sustitución de Gran Bretaña en la zona vital del canal del Panamá.

ASIA:






o
Occidental: Gran Bretaña, Alemania y Francia tomaron posiciones holgadas en la zona
evitando conflictos, salvo en Nigeria por el antagonismo anglo-francés a ese respecto.
Septentrional: en particular en el Alto Egipto, lugar apetecido por ingleses y franceses,
éstos habían enviado una arriesgada expedición en 1898 que alcanzó Fachoda23, territorio considerado por los británicos como eje estratégico en su ambicionado proyecto de
trazar una línea férrea que, cruzando el continente negro, comunicase El Cairo con El Cabo, amén de que un asentamiento francés tan próximo al Índico era considerado por
Gran Bretaña como una amenaza para su ruta hacia la India a través del canal de Suez.
También Marruecos fue un foco de inestabilidad o si se prefiere, ambicionado por parte
de todas las potencias que se aprestaban a su reparto24.
Meridional: el sur de África fue tierra apetecida por Inglaterra desde que desplazara de
las rutas oceánicas a los holandeses y pusiera un pie en Ciudad del Cabo25. Durante las
guerras contra los Boers, los descendientes de los holandeses, Alemania sintió la tentación
de apoyarles para socavar la posición británica.
Gran Bretaña mantuvo su conflicto con Francia en Siam (actual Tailandia) y con Rusia en
Persia, Pamir y el Tíbet.
China fue el lugar donde todas las potencias se enfrentaron y desde 1894, a la ocupación del país se sumó el control económico.
En 1895, los europeos frenaron el avance japonés sobre territorio chino, lo que no impidió
que los occidentales recelaran de ellos mismos.
En 1900 todos los países con presencia en China se aliaron para derrotar a los bóxers27.
1904-1905, Rusia y Japón se enfrentaron en una guerra desastrosa para la primera28 .
EL IMPERIO OTOMANO: Europa se lanzó al control de la economía y de la industria turca, fuertes inversiones en minería y el sector ferroviario se llevaron a cabo en un país del que ya controlaban
las finanzas públicas29. En 1899, el llamado «negocio del siglo», la vía férrea que comunicaría
Constantinopla con Bagdad, iniciativa otomana para desplazar tropas a las provincias lejanas, se
adjudicó a Alemania. La inversión requerida era de tal magnitud que económicamente había negocio para todos. El problema de los desencuentros fue político, debido a que:
 Gran Bretaña no podía quedar impasible con la presencia alemana en el Golfo Pérsico.
 Rusia no iba a favorecer acción alguna que fuese en beneficio de los turcos.
 Francia temía por la pérdida de influencia financiera que podía pasar a los alemanes.
INICIATIVAS ALEMANAS (1895-1902): las rivalidades imperialistas y las cuestiones orientales debilitaron las
alianzas europeas tejidas hasta entonces. Se favoreció la fluidez en el asunto internacional que el káiser
Ibídem, pg. 354 y sgtes.
Ibídem, pg. 312.
25 Ibídem, pg. 291, para conocer que Ciudad del Cabo, bajo control holandés, había sido ocupada por los británicos en 1795 para proteger la ruta marítima hacia la India. A su vez, los holandeses se habían situado en la citada ciudad en 1652, lo que provocó la primera guerra anglo-holandesa (1652-1654), dando origen a la pugna entre Inglaterra y Holanda por el control de las
rutas marítimas, ver mi Historia de la Edad Moderna, Ayuntamiento de Guadarrama, 2014, pg. 370.
26 Ver mi Historia del Siglo XIX, pp. 24-26 y pp. 297-299, donde se indica la génesis y evolución del concepto de raza en la política exterior norteamericana. Sobre la adaptación de la idea por parte del presidente Cleveland, ver Silvia L. Hilton, “La «nueva»
Doctrina Monroe de 1895 y sus implicaciones para el Caribe español: algunas interpretaciones coetáneas españolas”, Anuario de
Estudios Americanos, vol. 55, nº 1 (1998), pp. 125-151.
27 Ver mi Historia del Siglo XIX, ob. cit., pg. 447.
28 Ibídem, pg. 408 y sgtes., y pp. 451-452.
29 Ibídem, pg. 434, en 1881 el sultán dictó un decreto que reorganiaba la hacienda cediendo nuevas rentas a sus acreedores europeos. La comisión de seguimiento se transformó, en la práctica, en un consejo de administración donde estaban representados los
poseedores de obligaciones. En realidad, fue una “colonización” económica del Imperio Otomano.
DR. JESÚS CARRASCO VÁZQUEZ - CURSO DE HISTORIA UNIVERSAL DEL SIGLO XX (2012-2013)
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TEMA Nº 1: LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL (1914-1918)
Guillermo II y sus ministros Holstein y Bülow, quisieron aprovechar intentando que todo girase en torno a
Alemania, como en la etapa bismarckiana30. Los pasos fueron dos:

1895-1899: intento de alianza europea antibritánica atrayendo a su órbita a Rusia y a Francia.
Los hechos se concretaron en dos puntos: presión conjunta sobre Japón, apoyo a los armenios contra los turcos y a los Boers sudafricanos contra los británicos. En 1898, con motivo de la crisis de
Fachoda 31 y la belicosa actitud inglesa como respuesta al mismo, dio motivo para brindar su
alianza a los franceses. Otro intento de aproximación a Francia se llevó a cabo cuando Alemania
recibió la concesión de la construcción del ferrocarril Constantinopla-Bagdad y ofreció al capital
francés participar en la misma. La respuesta francesa fue de tibieza sin comprometerse en firme.

1899-1902: un intento de alianza germano-británica aprovechando la sensación de inseguridad
que vivían los ingleses hacia fines de siglo. La política tradicional británica de «manos libres» se
sustituyó en favor de la búsqueda de alianzas que sirvieran para apoyar los intereses británicos
en Asia y el temor de una alianza franco-rusa, no se olvide que en 1898 los rusos se habían instalado en Port Arthur, en China, y que los franceses enarbolaron su bandera en Fachoda. Alemanes
y británicos decidieron ir de la mano en el reparto de las colonias portuguesas en África, situadas
al sur del Ecuador, si Lisboa se declaraba en bancarrota. En un gesto hacia la distensión, Alemania
dejó de apoyar la lucha de los bóers. Fue en 1901 cuando lord Chamberlain, ministro de Colonias
de Gran Bretaña, exploró una alianza anglo-germana.
Finalmente, los alemanes no pudieron concretar ninguno de los intentos por la contradicción que implicaba cada uno de ellos: Francia no podía olvidar su reclamación sobre Alsacia y Lorena; la propia
evidencia de que Gran Bretaña podía ella sola frenar a los rusos. La realidad fue que las contradicciones hicieron que, en 1902, ingleses y japoneses alcanzasen una alianza que fortalecía a los nipones en perjuicio de los rusos, como pronto se vería. Francia, por otro lado, pudo desarrollar una política exterior que consiguió aislar a Alemania que, mientras, siguió fortaleciendo su fuerza naval.
o
INICIATIVAS FRANCESAS (1898-1905)32: fue obra de Théophile Delcassé, ministro de Asuntos Exteriores durante siete años tras el «incidente de Fachoda». En síntesis los pasos que dio fueron:
 Reforzamiento de la alianza franco-rusa: como respuesta al acercamiento anglo-germano, lo
que convertía a Francia en garante del equilibrio alcanzado en los Balcanes y a una posible intervención militar contra los británicos.
 Aproximación franco-italiana: tras caída gobierno Francesco Crispi33 se produjo la distensión. Los
italianos buscaron el apoyo del capital francés y la garantía gala para sus ambiciones en la Tripolitana34; los pasos dados fueron:
 1898: firma de un acuerdo comercial.
 1900: garantías recíprocas sobre las ambiciones de cada parte en el norte de África:
Francia en Marruecos e Italia en Tripolitana.
 1902: acuerdo secreto en el que Italia garantizaba su neutralidad si Francia atacaba a
Alemania como respuesta a una «provocación directa». De esta manera, uno de los países
firmantes de la Triple Alianza35, Italia, quedaba desvinculada de lo comprometido.
Llegados a este punto, los franceses se vieron con la suficiente fuerza como para:
a) No aceptar la propuesta alemana de participación en el ferrocarril Constantinopla-Bagdad.
b) Tentar a los británicos para que les apoyaran en sus ambiciones sobre Marruecos, lo que lograron
ante el fracaso de la aproximación anglo-germana y el temor británico a la pujanza naval alemana, sin olvidar la sensación de inseguridad finisecular inglesa comentada más atrás.
En 1904 los ingleses y los franceses se pusieron de acuerdo y los segundos se vieron libres para actuar sobre Marruecos en tanto que los primeros lo hacían con Egipto.
Ibídem, pg. 368.
Ibídem, pg 355, donde se analiza la política internacional de Francia en esa etapa en la que se produjo el «incidente de Fachoda», cuando una expedición francesa hizo acto de presencia en el alto Nilo, una enorme proeza llevada a cabo por los franceses que cruzaron África desde Brazzaville, en el Congo, hasta su objetivo: Fachoda.
32 Ibídem nota anterior para tener una idea más general de la política exterior francesa.
33 Ibídem, pg. 388.
34 Región occidental de la actual Libia cuya capital es Trípoli.
35 Ver mi Historia del Siglo XIX, ob. cit., pg. 386, se trata del pacto firmado en 1882 por Alemania, Italia y Austria dentro de la
etapa denominado “Segundo sistema bismarckiano”.
DR. JESÚS CARRASCO VÁZQUEZ - CURSO DE HISTORIA UNIVERSAL DEL SIGLO XX (2012-2013)
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TEMA Nº 1: LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL (1914-1918)
Había un asunto nada baladí y que afectaba a España: ésta no podía aceptar que los ingleses controlaran el estrecho de Gibraltar, la llave del Mediterráneo, si fijaban algún nexo con el Marruecos francés.
Garantizado que se crearía una zona de influencia controlada por España, los recelos desaparecieron.
En síntesis, la aproximación franco-británica se conoció como la Entente Cordial.
o
LOS FUTUROS CONTENDIENTES PRUEBAN SUS FUERZAS (1904-1913):

La crisis de Tánger (1904-1906) y la formación de la Triple Entente: El acuerdo entre británicos y
franceses y la salida de Italia de la Triple Alianza, se vio en Alemania con preocupación porque
quedaba aislaba. Su canciller, Bulow, quiso probar la solidez de los nuevos amigos. Su objetivo
estaba claro: destruir lo logrado por sus rivales poniendo a prueba sus alianzas y de resentirse,
como esperaba, volver a tejer nuevos pactos con Alemania como centro de gravedad.
La táctica alemana pasaba por tensar las relaciones París-Londres teniendo como motivo a Rusia,
con quien los franceses habían alcanzado acuerdos de mutua ayuda. Si presionaban en ese punto
y Gran Bretaña no acudía en ayuda de Francia, el pacto se rompería. La situación internacional
rusa ayudó a los alemanes por:
a) la guerra ruso-japonesa de 1905, el estallido de la revolución en San Petersburgo; y
b) la debilidad internacional rusa subsecuente a los dos acontecimientos citados36.
Gran Bretaña, ávida de aislar a Alemania, firmó con Rusia un acuerdo de entendimiento y reparto
de influencias como el alcanzado con Francia, que se firmó en 1907 donde ambos países decidieron dejar de rivalizar en Asia para lo cual se repartieron Afganistán, Tíbet y Persia en zonas
de influencia, lo que dejaba a los rusos libertad para reorientar sus esfuerzos en los Balcanes.
La Entente Cordial constituida por Francia y Gran Bretaña se convertía ahora en una Triple Entente
al entrar Rusia, un grupo con el que mantendrían compromisos Japón, Italia y España37.

LAS CRISIS DE BOSNIA (1908-1909): En el reino de Serbia38 su rey Pedro I (1844-1921)39 , que accedió al trono en 1903, dejó de lado la política filoaustriaca seguida por su antecesor, Milano I,
Ibídem, pg. 408 y sgtes.
La adhesión de España a este acuerdo se formalizó en París el 3 de octubre de 1904 y llevó por título Declaración y Convenio
hispano-franceses relativos a Marruecos, siendo presidente del gobierno español el conservador Antonio Maura; ver Estela LópezHermoso Vallejo, “De la Declaración y Convenio hispano-franceses relativos a Marruecos (1904) al Acuerdo hispano-francés sobre
Marruecos (1912)”, Ab Initio nº 1 (2010), pp. 123-148, para comprender los mecanismos de subordinación diplomática de España
hacia Francia dentro del juego de alianzas de aquel tiempo. Javier Cervera Gil, “La restauración post-canovista: intentos de renovación del sistema (1902-1916), en Javier Paredes (dir.) Historia de España Contemporánea, Sello Editorial, Barcelona, 2009, pp.
600-601, para las consecuencias que la impopular guerra en Marruecos produjo en la sociedad y política española.
38 A modo de muy breve síntesis del devenir del reino de Serbia ver, por ejemplo, el trabajo de José Girón Garrote, “Los Balcanes: del Congreso de Berlín al nacimiento de Yugoslavia (1878-1918)”, Investigaciones históricas: Época moderna y contemporánea, nº 22, (2002), pp. 238-239, donde el autor analiza los distintos pueblos que habitan los Balcanes y de los serbios dice que
se establecieron al sur del río Danubio a finales del siglo VIII convirtiéndose al cristianismo ortodoxo hacia el año 875, una de sus
señas de identidad nacional desde entonces, sirviéndoles de unión al mundo bizantino. Independientes desde 927, fueron ocupados repetidas veces por búlgaros y bizantinos. El primer reino estable se fundó en 1077 y alcanzó su apogeo con Esteban IX
Dusan (1331-1355) que formó un imperio comprendiendo Serbia, Montenegro, Albania, Macedonia, Épiro y Tesalia. En 1389 fueron derrotados en la batalla de Kosovo Polje por los turcos quienes terminaron de conquistar toda Serbia en 1459. En 1804 los
campesinos serbios iniciaron un levantamiento, el primero de una larga serie, contra el ocupante otomano que terminó, como los
siguientes, con matanzas y destrucción de aldeas. Durante esta época dos familias se distinguieron en la lucha nacional, los
Obrenovic y los Karadjordjes, disputándose y alternándose en el poder a lo largo de un siglo. El apoyo del zar ruso facilitó que
los otomanos les dieran una autonomía administrativa a partir del tratado de Adrianópolis de 1829, con Milos Obrenovic co-mo
príncipe hereditario. Aleksandar Karadjordjes logró aumentar sus territorios en 1844, y Serbia se convirtió en un principado con
amplia autonomía bajo la protección de las potencias occidentales, desde el tratado de París (1856), si bien continuó siendo vasallo tributario del Imperio Otomano. Con los Obrenovic en el poder, se logró que las tropas turcas abandonasen definiti-vamente
las cuatro últimas fortalezas que aún mantenían en Serbia en 1867. Por lo que respecta a la situación en los Balcanes en el XIX,
remito a los alumnos a mi Historia del Siglo XIX, ob. cit., pg. 432 y sgtes.
39 (Pedro I Karageorgevich o Karagjorgjevic; Belgrado, 1844 - Topcider, 1921) Rey de Serbia. Fue el último rey de Serbia y el
primero del reino serbio-croata-esloveno, que más tarde daría lugar a Yugoslavia. Fue el tercer hijo de Alejandro Karageorgewitch y de su esposa Persida. Se convirtió en heredero al trono serbio tras la muerte de su hermano Svetozar (1847). Después
de que su padre fuese obligado a abdicar (1858), Pedro vivió en el exilio durante los siguientes 45 años, en los que reinó en Serbia la casa de Obrenovich. En 1862 entró en la escuela militar de Saint-Cyr (París). Ingresó voluntario en el ejército francés durante la guerra franco-prusiana (1870-1871), sirviendo como lugarteniente y siendo condecorado con la Legión de Honor por su heroísmo. En 1875 Pedro organizó un ejército de voluntarios, sufragado con su propia fortuna, para luchar de parte de los serbios
de Herzegovina levantados contra Turquía; cuando Serbia declaró la guerra a Turquía en 1876, Pedro ofreció su ayuda al prínciDR. JESÚS CARRASCO VÁZQUEZ - CURSO DE HISTORIA UNIVERSAL DEL SIGLO XX (2012-2013)
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TEMA Nº 1: LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL (1914-1918)
cambiándola por otra de corte filorusa permitiendo que gobernaran los adversarios de AustriaHungría, visto por Viena como un acto hostil que amenazaba su posición en la zona en beneficio
de Serbia, que incrementaba su influencia sobre Montenegro, Bosnia, Croacia y Eslovenia.
La reacción de Viena vino liderada por algunos dirigentes más arriesgados que quisieron modificar la política conservadora del viejo emperador, Francisco José, apoyados por el heredero, el
archiduque Francisco-Fernando y el Estado Mayor. La estrategia la diseñó el ministro austriaco de
Exteriores, Alexis von Aehrenthal, barón de Aehrenthal40 y consistió en aprovecharse de la debilidad rusa para modificar el status quo balcánico, dejar de ser los hermanos menores de Alemania
y aproximarse a los turcos que les dieron autorización para construir ferrocarriles en la región.
Los planes austriacos se torcieron por la rebelión de los Jóvenes Turcos41 y el apoyo del ejército
de Salónica42, que impuso al Sultán la aplicación de la Constitución de 187643 y un proyecto para
volver a tomar el control de las provincias, eso alarmó a los afectados y los acontecimientos se
precipitaron: Bulgaria dejó de ser autónoma y proclamó su independencia mientras que BosniaHerzegovina fue anexionada por Austria-Hungría que la administraba desde 187844. La reacción
no se hizo esperar por aquellos países que se consideraban damnificados: Turquía perdía de facto
un territorio que nominalmente le pertenecía. Serbia y Montenegro veían con malos ojos el acto de
fuerza vienés que perjudicaba sus aspiraciones hegemónicas por lo que movilizaron a sus ejércitos.
Rusia poco podía hacer excepto solicitar la convocatoria de una conferencia internacional, asunto
rechazado por los austro-húngaros que se sentían apoyados por una Alemania que, de esta
manera, ponía a prueba la Triple Entente; fue una apuesta le dio buen resultado porque Gran
Bretaña dudó en intervenir, Francia, que en 1909, había firmado un acuerdo con Alemania a propósito de Marruecos, no quiso ser intransigente con los germanos. Alemania se vio con las manos libres y enardecida, el 23 de marzo de 1909, envió un ultimátum a Rusia sin que Francia se considerase obligada. El resultado fue que Rusia cedió y vio como su prestigio quedó muy disminuido
ante los eslavos del sur.
pe Milano, que la rechazó. En 1883 fue nombrado senador honorífico de Montenegro y ese mismo año se casó con Zorka, primogénita del príncipe Nicolás de Montenegro. En 1903 Pedro fue elegido rey de Serbia (10 de junio), tras el asesinato del epígono
de la dinastía Obrenovich, el rey Alejandro. Su reputación como liberal (tradujo el ensayo de John Stuart Mill, On Liberty en 1885)
y su vocación constitucional le ayudaron a tomar el control de la situación política en Serbia y a ganar reconocimiento en el exterior. Desde que subió al poder, Pedro desarrolló una política exterior tendente a romper los fuertes lazos con Austria, establecidos
por Milano I (que reinó desde 1868 hasta 1889, primero como príncipe y después como rey de Serbia) y a consolidar las relaciones con Rusia. En política interior modificó la constitución, el ejército y el sistema educativo y potenció la puesta en práctica de nuevas técnicas agrícolas. La principal figura política de su reinado fue Nikola Pai, que dirigió las campañas durante las guerras balcánicas de 1912 y 1913 y consiguió importantes victorias sobre Turquía y Bulgaria; el aprovechamiento político de dichas victorias
por Pedro le dió gran autoridad y respeto en su país, del que habían carecido sus inmediatos antecesores. En junio de 1914,
debido a su avanzada edad y precario estado de salud, nombró regente a su heredero, el príncipe Alejandro Karageorgevic
(tras la renuncia de su hermano Jorge), delegando en él la mayoría de sus funciones. Pero tras el estallido de la Primera Guerra
Mundial y la invasión de Serbia por parte de los Imperios Centrales (Alemania y Austria), volvió a la política activa y siguió de
cerca las vicisitudes de su ejército, participando en 1915 en la retirada de las tropas del Adriático (llevado en una litera). Tras la
derrota del ejército serbio abandonó Serbia y se refugió en Salónica, donde se dedicó a reorganizar las tropas, que en septiembre de 1918 tomaron parte en la ofensiva del frente oriental. Al final de la guerra volvió a Belgrado, donde el 1 de diciembre
era nombrado rey de los Serbios, Croatas y Eslovenos, con un territorio engrandecido y siguiendo su sucesor como regente.
40 (Alexis von Aehrental, conde de Lexa; Hruba Skala, 1854-Viena, 1912) Político y diplomático austrohúngaro. Embajador en
Rusia (1899-1906) y ministro de Asuntos Exteriores (1906-1912). Impulsó una política agresiva en los Balcanes para frenar el
nacionalismo pan-serbio y en 1908 anexionó Bosnia-Herzegovina.
41 En la década de 1860 surgieron grupos políticos críticos con la autocracia del Sultán y querían un Estado liberal de corte occidental. Dentro de esos grupos se hallaban los Jóvenes Turcos, cuyo núcleo dirigente residía en el extranjero, lo que no impedía que
sus escritos fueran difundidos entre los círculos intelectuales aunque capitalizaran el descontento generalizado por la mala situación de la Hacienda Pública, lo que facilitó el golpe de Estado de 1876; ver mi Historia del Siglo XIX, ob. cit., pp. 429-434.
42 Ibídem, pp. 434-435, en 1907, en Salónica, se produjo una asonada gestada por el Comité para la Unión y el Progreso, un grupo dirigido por Ali Kemal Bey (1867-1922) e Ismail Enver Paşa (1881-1922), en el que participaron muchos militares con el objetivo de derrocar al sultán. El golpe de Estado de 1908 le obligó a promulgar nuevamente la Constitución de 1876 y convocar
elecciones de las que salió un gobierno presidido por Kâmil Paşa (1833-1913), que tenía como meta la creación de un estado federal que permitiera la existencia del Imperio. El sultán Abdulhamit aceptó los cambios de mala gana y aprovechando el problema de los nacionalismos, suspendió la Constitución el 31 de marzo de 1909 gobernando de nuevo de forma autoritaria.
43 Ibídem, pg. 431, era un texto que contenía formas equiparables con las de Occidente, con disposiciones sobre los derechos humanos e instituciones básicas desarrolladas en el medio siglo inmediato anterior, durante la etapa del Tanzimat. Un Parlamento de
estilo occidental se creó para asistir al Consejo de Estado en la tarea legislativa y servir de contrapeso al poder del Sultán quien
nunca la aplicó aprovechando la crisis surgida en los Balcanes a partir de 1875.
44 Ibídem, ob. cit., pp. 370-371, los acuerdos adoptados en el Congreso de Berlín de julio de 1878, modificaron rotundamente el
Tratado de San Estéfano, de marzo de ese año, impuesto por Rusia a los turcos.
DR. JESÚS CARRASCO VÁZQUEZ - CURSO DE HISTORIA UNIVERSAL DEL SIGLO XX (2012-2013)
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TEMA Nº 1: LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL (1914-1918)

LA CRISIS DE AGADIR (1911): la conferencia de Algeciras45, celebrada en 1906, dejó insatisfecha a
Alemania que provocó varios incidentes en Marruecos con la excusa de que Francia había sobrepasado los límites que le correspondían. En 1909 se llegó a un acuerdo entre ambos países: Alemania dio a Francia ventajas político-militares a cambio de recibir garantías económicas tanto en
Marruecos como en el Congo. Fue una cooperación efímera: desapareció cuando Francia envió
tropas para apoyar al Sultán Muley Abdelhafid (1876-1937)46, el hombre que convirtió Marruecos en un protectorado francés, ante la revuelta de las tribus que sitiaban Fez.
De nuevo Alemania quiso probar las alianzas y en un intento por separar a Rusia de Francia, recurrió a la intimidación haciendo una demostración de fuerza; en julio de 1911 envió una cañonera
al puerto de Agadir, una forma de manifestar sus reclamaciones, un momento crítico en el que España, para hacer valer sus derechos, desembarcó tropas en Larache y Arcila47. Como sucediera
en los Balcanes, los otros dos firmantes de la Triple Entente no consideraron conveniente intervenir,
Rusia por no estimarlo vital para sus intereses y Gran Bretaña que aconsejaba la negociación. De
nuevo Alemania salía reforzada y pedía el Congo como compensación. El pacto se logró el 4 de
noviembre y Francia, a cambio de tener las manos libres en Marruecos, cedía a Alemania una
parte del Congo. La damnificada era España que veía rebajada su zona de protectorado para
Reunión internacional en la que las potencias del momento más los Estados Unidos de Norteamericana y España, acordaron la
independencia de Marruecos mediante la creación de un protectorado tutelado por Francia y por España, ver mi Historia del Siglo
XIX, ob. cit., pp. 310-312 y pp. 353-354.
46 (Abd al-Azwz ibn al-Hasan; Marrakech, 1881 - Tánger, 1943) Sultán de Marruecos (1894-1908). Hijo favorito del sultán Muley
Hasán y de una esclava de origen circasiano llamada Lalla Regia, en el año 1894 fue designado sucesor al trono marroquí una
vez que su padre desheredó al primogénito Muley Muhammad. Tras la muerte de su padre, Abdelaziz fue coronado en circunstancias muy difíciles por la grave crisis política y social que atravesaba el reino. Proclamado sultán en Rabat, fue aceptado como
soberano por los notables y por las tribus de Marruecos, dada su contrastada inteligencia y la esmerada educación que había recibido como príncipe. Precisamente por esta educación europea, Abdelaziz se mostró especialmente inclinado a introducir en el
país costumbres del viejo continente, tanto en el ámbito político como en el social. Aunque en un primer momento estuvo sometido a
la tutela del chambelán Sidi Amed ibn Mouza y del gran visir Hadj al-Mokhtar, el joven sultán gobernó por sí solo y se empeñó en
introducir reformas políticas, hecho que no tardó en enfrentarlo con la clase política más ortodoxa y conservadora del país, la cual
acusaba al sultán de ser demasiado amante del progreso y de la cultura europea corrompida. A medida que el sultán se dejaba
influir por ciertos elementos europeos que inundaban la corte, el descontento de la nación iba en aumento, sobre todo al ver cómo
el sultán abandonada las prácticas religiosas musulmanas y se volcaba en el disfrute de ciertos deportes europeos ajenos a la cultura islámica. La gota que colmó el vaso de la paciencia de los marroquíes vino precedida por una serie de reformas políticas que
Muley Abdelaziz impuso por decreto, que chocaban de plano con las costumbres legendarias y el espíritu del pueblo. La cada vez
más acusada impopularidad del sultán fue aprovechada por la clase política marroquí, disgustada por la dirección que había tomado el gobierno del sultán, para formar un partido político en apoyo del defenestrado Muley Muhammad, quien en el año 1894
se había retirado por voluntad propia de la vida pública. La primera insurrección seria contra Abdelaziz surgió en la ciudad de
Taza, liderada por el santón y hombre de prestigio Bu-Hamara, que tomó como pretexto la violación de las leyes musulmanas cometida por el sultán al profanar el lugar sagrado en el que se había refugiado un musulmán acusado de asesinar al súbdito británico Mr. Bowles. Bu-Hamara declaró la guerra santa al sultán y reclamó los derechos al trono de Muley Muhammad, quien a la sazón había sido encarcelado por su hermano. Derrotado por las tropas de Bu-Humara en el año 1903, Abdelaziz endureció sobremanera la represión de las sublevaciones surgidas contra su política reformista hasta llegar a la celebración de la Conferencia de
Algeciras, en el año 1906, donde Francia y España lograron hacerse con el derecho a mantener el orden aprovechando la extrema debilidad del país, que estaba atravesando una guerra civil entre los partidarios de los dos hermanos. Con apoyos tan frágiles, la posición de Abdelaziz se tornó extremadamente delicada, ya que estaba sometido a una constante crítica y le faltaba el
respeto de su pueblo. El asesinato, en el año 1907, del médico francés Manchamp por parte de las tropas del sultán proporcionó
a Francia la excusa perfecta para intervenir militarmente en Marruecos. En abril del mismo año, un destacamento francés ocupó la
ciudad de Oujda, al nordeste del país, sin encontrar oposición alguna por parte de las tropas del sultán. Esta circunstancia provocó
el paulatino abandono de la causa del sultán por parte de las tribus de la región de Fez, donde el sultán siempre había encontrado su mejor apoyo; éstas fueron engrosando las filas de los partidarios del nuevo pretendiente al trono, Muley al-Háfiz, su hermano menor, quien, el 5 de enero del año 1908, fue proclamado sultán en una maniobra en la que participó Francia. Aunque Abdelaziz intentó sostener sus derechos al trono con las armas, en agosto del mismo año fue derrotado definitivamente por las fuerzas de su hermano y renunció públicamente al trono. Después de pasar algún tiempo en Casablanca, Abdelaziz se trasladó a Europa y vivió en varios países, siempre sostenido por el gobierno francés. Abdelaziz volvió a Marruecos y se instaló definitivamente
en Tánger, alejado de toda actividad política y dedicado a labores de beneficencia, con las que se ganó, ahora sí, el respeto y el
cariño de todo el pueblo marroquí. Tras su muerte, su cadáver fue trasladado a Fez y se le rindieron honores de jefe de Estado
47 Un acto que los franceses vieron con sospecha pues parecía concertarse con la acción militar alemana y que el presidente del
gobierno español, el liberal Canalejas, quiso dejar claro que sólo obedecía a la defensa de los intereses españoles en línea con la
política trazada por el conservador Maura, ver Cristóbal Robles Muñoz, La política exterior de España, tomo II, CSIC, Madrid,
2006, pg. 353 y sgtes., para conocer el proceso negociador llevado a cabo por España durante la crisis.
DR. JESÚS CARRASCO VÁZQUEZ - CURSO DE HISTORIA UNIVERSAL DEL SIGLO XX (2012-2013)
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TEMA Nº 1: LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL (1914-1918)
compensar a Francia la pérdida territorial congoleña48, un acuerdo ya en la antesala de la Primera Guerra Mundial.

LAS GUERRAS EN LOS BALCANES (1912-1913): El nacionalismo centralista que impulsó la política de
los Jóvenes Turcos y sus consecuencias, con el intento de imposición de la lengua turca a todas las
partes del Imperio Otomano, irritó a muchos de los pueblos bajo control otomano, fueran cristianos
o musulmanes, actuando como factor de disgregación añadido a la crisis que vivía el Imperio.
Por otro lado, Italia que había observado con interés el desarrollo de la crisis de Agadir, en 1911
se animó a ocupar Tripolitania y Cirenaica que, en el sentido estricto del derecho internacional,
eran territorios que formaban parte del Imperio Otomano, aunque solo de manera nominal; el desembarco en las costas africanas fue seguido de operaciones militares simultáneas en el Egeo contra los turcos, a los que venció con facilidad evidenciando su debilidad militar, e imponiendo el
protectorado sobre las tierras ocupadas49. El ejemplo italiano espoleó los ánimos de los pequeños
países balcánicos que vieron la oportunidad de sacar ventaja por lo que en 1912 Serbia, Bulgaria, Montenegro y Grecia50, bajo patrocinio de Rusia, crearon la Liga Balcánica, una alianza ofensiva que pretendía llevar a los búlgaros hasta Constantinopla y a los serbios hasta el Adriático.
Macedonia sería repartida siguiendo los intereses de Rusia. Un proyecto que, si nos fijamos bien,
recordaba mucho al Tratado de San Estéfano de marzo de 1878, asunto ya citado51.
La guerra balcánica se desarrolló entre 1912-1913 y los aliados derrotaron a los turcos, pero las
grandes potencias impidieron que los acuerdos alcanzados entre ellos se materializasen: no les interesaba debilitar a los turcos. Por la Conferencia de Londres de 1913, se dejó a los otomanos el
control de la mayor parte de su territorio balcánico con el objetivo, se dijo, de que siguiesen guardando los Estrechos, la gran ambición secular rusa. A su vez, Austria-Hungría e Italia, preocupadas
por las ambiciones serbias, tras las cuales se hallaba Rusia, forzaron la independencia de Albania
creando un estado-tapón para evitar la llegada serbia al Adriático. El resto del territorio en litigio, que no era mucho, se dejó a los vencedores para que se lo repartieran según mejor les fuese
Búlgaros y serbios fueron los grandes perjudicados por el acuerdo de Londres, sus expectativas,
por las que habían ido a la guerra contra los turcos, no se vieron satisfechas y para resarcirse,
exigieron la mayor parte de Macedonia sin esperar al arbitraje ruso. Bulgaria, que técnicamente
seguía en guerra con los turcos, declaró también la guerra a serbios y griegos. Esta belicosa actitud búlgara preocupó a Rumanía porque recelaba de los búlgaros. Se estaba dando una situación propicia para Austria-Hungría, que quería aprovechar la oportunidad para castigar a los
serbios, antes en su órbita y ahora en la rusa, aunque Alemania e Italia la frenaron. Esta segunda
guerra acabó con la derrota de Bulgaria y el Tratado de Bucarest, de agosto de 1913, sancionaba que la parte de Macedonia y Tracia que reclamaban los búlgaros, se entregara a Serbia y
Grecia, y que el sur de Dobrudja52 fuera para Rumanía. Tanto reparto de tierra balcánica otrora
en manos turcas, dejó al Imperio Otomano con poco más de 26.000 Km2 en suelo europeo, un pálido reflejo de lo que había llegado a controlar53.
Estela López-Hermoso Vallejo, ob. cit., pg. 124.
El tratado franco-italiano de 1902 a propósito de Marruecos, garantizaba a los transalpinos la neutralidad francesa, ver mi
Historia del Siglo XIX, ob. cit., pg. 386 y pp. 354-356, las aspiraciones italianas sobre el norte de África se fijaron primero en Túnez, donde vivía un importante contingente de italianos, pero los franceses se les adelantaron, partiendo desde Argelia, donde hacía tiempo se habían establecido, llegaron en 1881a Túnez que convirtieron en un protectorado. La acción fue sentida como un desaire por Italia, por lo que ingresó en 1882 en la Triple Alianza junto con Alemania y Austria.
50 Ibídem, pp. 396-397, los griegos participaron en la guerra, una más, porque estaban construyendo la llamada Gran Grecia, un
proyecto en el que querían volver a reunir las tierras que otrora habían formado parte de la Grecia clásica, para lo cual desarrollaron una política belicosa contra los turcos saldada positivamente, de tal forma que en 1913 ya controlaban 116.000 Km2 frente
a los 50.000 kms2 con los que contaban cuando en 1830 consiguieron la independencia del Imperio Otomano.
51 Ibídem, pg. 370 y sgtes., con este tratado, además de las zonas turco-asiáticas, que se anexionaba Rusia, se creaba la Gran
Bulgaria que llegaba desde el Danubio al Egeo más una zona de la Rumelia y gran parte de Macedonia, mientras que a Serbia
se le prometía una salida al Adriático. Todo ello se modificó mediante la conferencia de Berlín de junio-julio de 1878.
52 Región situada a orillas del mar Negro y fronteriza entre Bulgaria y Rumanía.
53 Para tener una idea cabal del significado, los interesados pueden consultar mi Historia de la Edad Moderna, ob. cit., pp. 125127, para conocer hasta dónde llegaron los turcos en el siglo XVI, siglo que conoció la mayor expansión del imperio. Ibídem, pp.
354-355, en 1683 los turcos fracasaron en su tercer intento de tomar Viena por lo que empezaron a batirse en retirada, daba
comienzo el largo epílogo del poder otomano en los Balcanes.
DR. JESÚS CARRASCO VÁZQUEZ - CURSO DE HISTORIA UNIVERSAL DEL SIGLO XX (2012-2013)
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49
TEMA Nº 1: LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL (1914-1918)
2. LAS CAUSAS DE LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL
2.1. EL ENDURECIMIENTO DE LOS BLOQUES
Por el lado diplomático, desapareció la posibilidad de un acercamiento ruso-germano mientras que por vía
armamentística los alemanes seguían construyendo una flota naval parangonable a la británica a la vez que
aumentaban la competencia en el terreno económico, lo que iba encrespando la rivalidad anglo-germana. La
construcción de los acorazados alemanes sólo podía ser emulada por el gobierno liberal británico a costa de
sacrificar su política de reformas sociales emprendida, esa fue la razón por la que decidiera negociar, pretensión fallida pues los alemanes solo estaban dispuestos a modificar su actitud si conseguían sustanciales
compensaciones o la promesa de la neutralidad británica, aspectos ambos que Londres no quiso aceptar, razón por la cual, ya en 1913, se aceleró el programa armamentístico.
Alemania era consciente de la deriva que llevaba su política de gestos forzados y que le podía llevar a una
guerra en dos frentes: el occidental, contra Francia y Gran Bretaña, y el oriental: contra Rusia; por esa razón
el gobierno alemán pidió en el Reichstag el aumento del presupuesto de guerra. Los otros rivales dieron pasos hacia la confrontación: Francia alargó el servicio militar, los británicos revisaron sus planes navales al alza
y Rusia planificó un escalonado esfuerzo militar para evitar quedarse rezagada. En suma, los dos bloques antagónicos reforzaron sus posturas hacia la confrontación.
2.2. ¿SE PUDO EVITAR LA GUERRA?
A comienzos de 1914 la paz era cada vez más precaria, la carrera armamentística resultaba muy costosa y
estaba afectando a los sectores desfavorecidos de la sociedad, aquéllos más perjudicados por la industrialización y que pedían ayudas sociales, que veían disminuir en la misma proporción en que los gobiernos aumentaban su argumentación en favor de la prioridad armamentística invocando el temor a los enemigos.
En política exterior cada bloque consideró que una demostración de firmeza paralizaría al rival, que «pruebas de fuerza» como las desarrolladas en momentos de tensión recientes darían buenos resultados al atemorizar al otro. Por esa razón, cada país consideró trascendental apoyar a sus respectivos aliados:
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Alemania: temía la debilidad del Imperio Austro-Húngaro, un aliado del que se consideraba fundamental
impedir que cayese. Otro temor alemán era la capacidad de movilización del ejército ruso.
Austria-Hungría: era incapaz de articular un programa en los Balcanes que diera satisfacción a los eslavos del sur quienes, por el contrario, veían en Serbia un referente en torno al que aglutinarse, una amenaza que podía acabar con la monarquía austro-húngara que era contestada por liberales y socialistas54.
Rusia: las necesarias reformas no querían ser abordadas sin antes contar con un ejército fuerte y una red
ferroviaria que cubriera todo el Imperio. Tenía claro que no repetiría el fracaso de 1909, otro retroceso
en los Balcanes acabaría con el prestigio que aún ejercía sobre los eslavos del sur, lo que le cerraría el
paso por los Estrechos, verdadera ambición estratégica rusa desde la época de Catalina la Grande55.
Francia: condicionada por lo sucedido en Agadir, no estaba dispuesta a más concesiones a los germanos,
sin tener convicción de una guerra de revancha sí era consciente de que se hacía inevitable un choque armado con Alemania. Su hipótesis se basaba en que Rusia la apoyaría, no haría como en 1911 desentendiéndose de los compromisos firmados. Para animar más a los rusos en su apoyo a Francia, se reforzó el
compromiso galo a favor de los intereses de Rusia en los Balcanes.
2.3. EL INSUFICIENTE SISTEMA DE CONTRAPESOS
La senda hacia la guerra parecía firmemente trazada, todos los contendientes se aprestaban para el enfrentamiento armado. Se requería un sistema de contrapesos que fuera eficaz si se quería frenar la escalada
guerrera pero, por desgracia para tantos millones de europeos, no funcionó. Las causas fueron diversas:
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Distinto desarrollo industrial de las diferentes potencias, lo que alteró el viejo equilibrio decimonónico.
Creciente inseguridad de las élites dirigentes ante la irrupción política de las masas.
Ver mi Historia del Siglo XIX, ob. cit., pg. 420 y sgtes., entre 1900-1907 el emperador gobernó por decreto y de espaldas al
Parlamento, las dificultades políticas le llevaron a hacer concesiones aprobando el sufragio universal en 1907 e intentanto actuar
de árbitro para favorecer la estabilidad ministerial. Vano propósito porque no logró involucrar en la acción de gobierno a ningún
partido de ámbito transnacional capaz de ahormar un gabinete ministerial con mayoría parlamentaria. El plurinacionalismo fue el
verdadero problema del Imperio Austro-Húngaro.
55 Ibídem, pg. 442, los rusos ambicionaban una salida al mar, la lograda por Pedro I en el golfo de Finlandia, no les garantizaba
una ruta marítima abierta todo el año debido a las circunstancias meteorológicas de la zona, por eso la política exterior rusa de
esa etapa buscaba un puerto que se pudiera usar todo el año, lo que lograron en el mar Negro cuando, en 1784, conquistaron a
los turcos el antiguo kanato tártaro de Crimea y fundaron Sebastopol y Odesa, dando comienzo a una dilatada presencia rusa en
la zona solo interrumpida tras la caída de la Unión Soviética y la constitución de Ucrania como estado independiente.
DR. JESÚS CARRASCO VÁZQUEZ - CURSO DE HISTORIA UNIVERSAL DEL SIGLO XX (2012-2013)
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TEMA Nº 1: LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL (1914-1918)
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Arrumbamiento de la diplomacia del «concierto» por una política de alianzas cada vez más brutales.
La política del «reparto de negocios» en Oriente Próximo se demostró ineficaz y pronto superada
por las ambiciones de cada país con intereses en la zona.
Aunque los hombres de negocio alemanes y británicos se oponían a la confrontación, no tuvieron el
peso suficiente para parar la guerra, en concreto, los intereses comerciales y financieros británicos jugaron en favor de la paz, pero no fueron suficiente acicate.
Gran Bretaña fue incapaz de ejercer liderazgo alguno frente a Francia, a quien no quiso dar demasiadas seguridades en su camino hacia la guerra pues, de esa manera, esperaba actuar de árbitro.
También fracasaron los socialistas, quienes eran contrarios a la guerra basados en la idea de que los
intereses de clase unían a los trabajadores por encima de los «Estados burgueses», pero no supieron
articular un programa político que obviara el conflicto.
2.4. LA CRISIS DEL VERANO DE 1914: EL DETONANTE DE LA GUERRA
Dibujo que representa el momento del asesinato56
ABC publica el magnicidio en su edición del 29 de junio de 1914
El día 28 de junio de 1914 el heredero al trono austro-húngaro, el archiduque Francisco Fernando57, fue asesinado
en Sarajevo, la capital de Bosnia, por el estudiante serbio-bosnio, Gavrilo Princip, miembro de la organización secreta del ejército serbio Unidad o Muerte, más conocida como Mano Negra, alentada y promovida por Belgrado.
El magnicidio, además del enfatizar más el encono entre austro-húngaros y serbios, vino a poner en bandeja al
gobierno de Viena una oportunidad para intervenir contra el creciente envalentonamiento serbio arropado por
Rusia. Los días 5 y 6 de julio, representantes de los gobiernos austriaco y alemán se reunieron en Potsdam y consideraron la eventualidad de una guerra general aunque esperaban que solo se limitase al escenario de los Balcanes. En esa idea, el día 23 de julio Austria-Hungría dirigió un ultimátum a Serbia solicitando medidas contra los
activistas antiaustriacos, todas fueron aceptadas el día 25 excepto el control austriaco sobre su policía. El día 28
de julio Austria-Hungría, que se consideraba insatisfecha con la respuesta, atacó a Serbia. Desde ese momento los
acontecimientos se precipitaron:
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23 de julio: Francia da seguridades a Rusia de que apoyará cualquier acción que emprenda.
25 de julio: Rusia declara que, por honor, prestigio e intereses, no puede consentir que Serbia sea derrotada y por ello, se pondría de su lado.
27 de julio: Alemania rechaza la propuesta británica de convocatoria de una conferencia internacional a
cuatro partes: Gran Bretaña, Alemania, Francia e Italia.
http://commons.wikimedia.org/wiki/File:Gavrilo_Princip_assassinates_Franz_Ferdinand.jpg?uselang=es
(Graz, 1863 - Sarajevo, 1914). Sobrino del emperador Francisco José I se convirtió en heredero del Trono en 1896, tras una
sucesión de muertes en la familia Habsburgo. Desde entonces obtuvo una gran influencia en el Imperio, llegando a dominar prácticamente el ejército. El principal problema político que tenía planteado el Estado austro-húngaro eran las tensiones nacionalistas,
en especial de las minorías eslavas; Francisco Fernando era partidario de una apertura en ese sentido, transformando la monarquía dual vigente desde 1867 en una monarquía federal tripartita en la que los eslavos vieran reconocida su autonomía. En particular, se había mostrado cercano a las reclamaciones de los eslavos del sur (croatas, bosnios y eslovenos); pero al hacerlo contrarió los planes de Serbia, que enarbolaba la defensa de dichos pueblos frente a la dominación austro-húngara, con la ambición
última de someterlos a su propio poder. En 1914, cuando el archiduque se encontraba en Sarajevo (capital de la provincia austriaca de Bosnia) para presidir unas maniobras militares, fue asesinado por un estudiante serbobosnio llamado Gavrilo Princip.
Puesto que el asesino era militante de la organización nacionalista serbia Unidad o Muerte, más conocida como Mano Negra, el
gobierno austriaco culpó a Serbia; mediante un ultimátum exigió al gobierno serbio la represión de las acciones antiaustriacas lanzadas desde su territorio, la autorización para que policías austriacos participaran en la investigación del atentado en Serbia y el
castigo de los responsables. La negativa serbia a ese ultimátum, alegando que violaba su soberanía nacional, fue el detonante
para el estallido de la Primera Guerra Mundial (1914-1918), pues el juego de las alianzas arrastró a Alemania en apoyo de
Austria-Hungría, y a Rusia, Francia y Gran Bretaña en apoyo de Serbia.
DR. JESÚS CARRASCO VÁZQUEZ - CURSO DE HISTORIA UNIVERSAL DEL SIGLO XX (2012-2013)
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TEMA Nº 1: LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL (1914-1918)
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29 de julio: Rusia moviliza parcialmente a su ejército como medida de presión hacia Austria-Hungría.
31 de julio: Rusia es consciente de la lentitud de sus comunicaciones y desconfiando de la actitud alemana, decide la movilización general.
1 de agosto: Alemania envía un ultimátum a Rusia y le declara la guerra.
1 de agosto: Francia, temerosa de una victoria alemana sobre los rusos y considerando que no puede
consentirlo, decide la movilización general.
3 de agosto: Alemania declara la guerra a Francia y de forma inmediata, según planes trazados previamente, invade Luxemburgo y Bélgica (plan Schlieffen).
4 de agosto: Gran Bretaña, invocando el Tratado de Londres de 183958 por el que garantizaba la neutralidad belga, declara la guerra a Alemania.
La Gran Guerra europea había dado comienzo. De un lado se alineaban Alemania y Austria-Hungría, que
conformarán las llamadas Potencias Centrales y frente a ellos, los Aliados, grupo integrado por Francia, Gran
Bretaña, Rusia y Serbia. Durante el conflicto se incorporaron nuevos países a la lucha, fue el caso de Bulgaria
y Turquía que lo hicieron a favor de los Imperios Centrales, integración que no puede sorprendernos en el caso turco si tenemos en cuenta que los que se hallaban enfrente apetecían el territorio otomano situado en Europa y hacerse con el control de los Estrechos, en particular Rusia. Esta escasa capacidad de convocatoria por
parte de los Imperios Centrales vendrá a contrastar con la facilidad con la que los aliados vieron incrementar
sus filas, Italia pasó a participar en mayo de 191559, Rumanía, en agosto de 1916, ambas con apetencias
sobre tierras, la primera en la costa adriática de los Balcanes territorio que formaba parte de la Italia
irredenta60, un concepto diseñado por el nacionalismo italiano parangonable con la idea de la Gran Grecia
ideada por los griegos. En el caso de Rumanía estaba en juego sus intereses sobre la región de Dobrudja ya
comentada en páginas precedentes. El caso de los Estados Unidos es singular, lo es por el poderío del país
que decidió participar en el conflicto y lo es, igualmente, por la fórmula que eligió: potencia asociada. Un mecanismo que le permitía abandonar la coalición a su voluntad.
En suma, hacia 1918 sobrepasaban la treintena los países que estaban en lucha, solo España, Noruega, Suecia, Dinamarca, Suiza y Holanda permanecieron neutrales. Es fácil comprender que las consecuencias de un
conflicto tan amplio cambiaron radicalmente el mundo.
3. LA POLÉMICA DE LAS CAUSAS
Difícil tesitura para un historiador encontrar las causas que desencadenaron tan terrible conflicto, hasta ese momento el de mayor envergadura abordado por la sin razón humana. La pregunta más inmediata es ¿por qué
1914? ¿No hubo casus belli previos de similares características al vivido en 1914, excepción hecha del magnicidio?
¿Se podría haber evitado? ¿Había voluntad de hacerlo? En el punto 2 hemos relatado el devenir de los hechos y,
salvo el asesinato, que como se ha dicho no fue el detonante y más bien fue la excusa, se habían dado diversos
hechos que parecían abocados a la confrontación, pero ésta no llegó. Se logró un pacto, un consenso que dejó a
los ejércitos en los cuarteles. Por tanto vuelvo a la pregunta ¿Por qué en 1914? Los especialistas hablan de una
compleja causalidad que rebasa con creces el conflicto armado convencional. De todos los elementos, sobresalen
algunos que vamos a analizar antes de entrar en el desarrollo de los hechos bélicos.
3.1. RIVALIDADES ECONÓMICAS
La economía fue determinante tanto en el estallido, desarrollo y desenlace del conflicto donde las potencias financieras e industriales se enfrentaron entre sí. Aquéllas que fueran capaces de alimentarse y equipar mejor a sus
hombres, ganarían la guerra.
Desde el desarrollo del gran capitalismo, tanto industrial como financiero, los países hegemónicos europeos dominan el mundo. Algunas cifras:
58 Ver mi Historia del Siglo XIX, ob. cit., pp. 185-186, desde 1831 y tras la revolución belga contra los holandeses, los británicos
habían colocado en el trono belga al príncipe Leopoldo Sajonia-Coburgo-Gota, alemán de nacimiento, naturalizado inglés en
1816 y viudo de la heredera al trono inglés, Carlota Augusta de Gales; para dar mayor énfasis a su apuesta, los británicos, respaldaron al nuevo reino con la firma del Tratado de Londres de 1839.
59 Italia estaba dividida entre los partidarios de apoyar a Austria frente a los que consideraban la opción contraria, sin olvidar a
quienes abogaban por la neutralidad, finalmente, una serie de pactos secretos, condujo a la firma del Tratado de Londres de 1915
por el que Italia entraba en guerra apoyando a los aliados. Lo ofrecido a los italianos no se llegó a materializar y eso provocó un
profundo malestar, llegándose a acuñar el término de «vittoria mutilata»; todo ello se explica convenientemente en el tema nº 10
donde se estudia la situación de Italia, pg. 203 y sgtes.
60 Ver mi Historia del Siglo XIX, ob. cit., pg. 387, para el diseño y desarrollo del concepto. Eran territorios anhelados por Italia en
el Adriático que pertenecieron a la República de Venecia: Trieste, Istria y Dalmacia, controladas por el Imperio Austro-Húngaro.
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TEMA Nº 1: LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL (1914-1918)
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Europa controla el 43% de la producción mundial frente al 26% de los EE.UU. o el 20% de Asia. Iberoamérica queda a una distancia sideral de las citadas cifras con un 7% de la producción.
Por países europeos, Alemania iba en cabeza con un 16% del total frente a un 14% de Gran Bretaña61.
Precisamente, la riqueza nacional de cada uno de los beligerantes convertía en un peligro potencial cualquier conflicto bélico generalizado, no tanto por lo que destinaban de presupuesto al ejercito, no más del 4% del PIB, si no
porque eran los que poseían la potencia industrial y la versatilidad de una pujante industria de transformación.
Ese era el potencial peligro: la rápida capacidad de transformación de una industria de paz a otra de guerra.
Poco esfuerzo se necesitaba para modificar el acero de un menaje de hogar en cañones.
Pero es una riqueza equívoca. Es una riqueza que se logra porque se vende lo producido fuera, se exportan servicios y productos en unas economías con relativos bajos costos de explotación porque tanto alimentos como materias primas se consiguen en países menos desarrollados y, por consiguiente, con menores costos en la venta de los
mismos. Y ese binomio: exportación de productos e importación a bajo coste, serán fundamentales para los países
beligerantes de economía desarrollada. Un ejemplo: Alemania compra el 40% de sus materias primas industriales
fuera. Europa Occidental en su conjunto, adquiere en otros lugares (Rusia, países del Danubio, América) más del
25% de los cereales que consume. Es fácil colegir el papel fundamental que en la guerra adquirirán las materias
primas, primero para el desarrollo del conflicto y, a la postre, porque decantará el final a favor de quien mantiene abierto su acceso al mercado mundial y no será Alemania.
Hay otros factores económicos presentes y tienen como base el recelo de aquellos países europeos que vieron como Alemania adquiría rango de potencia económica y entraba en la disputa de los mercados con su imparable
ascensión financiera, industrial y comercial. Una situación vista con temor por Londres y París hasta entonces capitales financieras incontestables. Un dato: en 1913 los productos alemanes vendidos en Francia igualan a los que se
compran en Inglaterra. En Holanda y Bélgica, ya suponen el primer puesto. En Rusia los productos alemanes superan con creces a los británicos, están presentes en todos los órdenes de la vida rusa, desde el material escolar hasta el piano, desde la olla de la cocina hasta los juguetes y las muñecas.
3.2. DIFERENCIAS POLÍTICAS Y TERRITORIALES
La guerra es una lucha sin cuartel por la hegemonía mundial y los territorios donde se dejan sentir las viejas tensiones acumuladas tras lustros de pugna. El historiador francés contemporáneo al conflicto, Pierre Renouvin, hizo una
desapasionada lectura de las causas, lo explica con sencillez: las claves de la marcha hacia la guerra son fácilmente apreciables con mucha antelación al estallido del conflicto; el problema estriba en que se las quiera ver.
Uno de los factores clave fue la retirada en 1890 de Bismarck del plano político al perder la confianza del káiser.
Desde ese momento Alemania presenta su firme candidatura lograr una parte de la tarta del reparto colonial, al
que había llegado tarde en parte por la actitud prudente del canciller de hierro62. No es preciso entrar en más
detalles al respecto para entender este apartado por ser tratado en los puntos precedentes, a los que remito.
3.3. LOS FACTORES PSICOLÓGICOS
Nuevamente hay que apelar a Renouvin para intentar indagar en el complejo universo de las mentalidades colectivas. El historiador francés enumera tres aspectos con evidentes conexiones e interferencias: el nacionalismo, el
militarismo y la psicosis de guerra. Su reflexión le lleva a enlazar el nacionalismo emergente del siglo XIX, donde
los particularismos nacionalistas rompen el equilibrio del mapa continental labrado tras el Congreso de Viena de
1815, un nacionalismo que se halla en relación estrecha con el auge del militarismo, en una doble vertiente, la material, mediante la carrera de armamentos y la más sutil, pero no menos peligrosa, la de los sentimientos esbozados a través del amor a la patria y la idealización de la guerra (psicosis de guerra) mediante campañas orquestadas por distintos gobiernos europeos en la fase prebélica.
En esa dinámica irracional los países deseosos de dirimir sus diferencias en el campo de batalla, se lanzan a una
carrera de armamentos, que tildan de defensiva pero que solo sirve para enervar a los contrincantes. Se teje un
círculo vicioso: se pretende evitar la guerra y para ello se arman hasta los dientes.
Ibídem, pg. 283, en la década de los noventa del XIX Gran Bretaña vió como su liderazgo en el comercio exterior era superado por Alemania y los Estados Unidos. Lejos quedaba aquel siglo XVIII cuando Inglaterra lideró la revolución industrial aventajando a los demás países y convirtiéndose en el taller del mundo, ver mi Historia de la Edad Moderna, ob. cit., pp. 467-479.
62 Ver mi Historia del Siglo XIX, ob. cit., pg. 468 y sgtes., la política exterior de Bismarck dio a Alemania el control de la escena
internacional y la convirtió en juez de las querellas entre otros países.
DR. JESÚS CARRASCO VÁZQUEZ - CURSO DE HISTORIA UNIVERSAL DEL SIGLO XX (2012-2013)
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TEMA Nº 1: LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL (1914-1918)
4. LA GUERRA
Tanto Alemania como Francia tenían
claro que, a la postre, se enfrentarían,
no era cuestión de por qué, era simplemente de cuándo63. Los respectivos Estados Mayores habían diseñado planes de guerra, los alemanes, ya en
1902, metódico y frío, el llamado plan
Schlieffen en honor del general que lo
diseñó: prioridad de esfuerzos en el
frente occidental para lo cual había
que invadir Bélgica vulnerando su declarada neutralidad a la vez que se
desarrollaba un movimiento envolvente
por Alsacia para cercar al ejército
francés. Los franceses elaboraron el suyo más tarde, en 1911, cuando se sintieron lo suficientemente fuertes como
para enfrentarse con su rival. Su idea
era sencilla: atacar, siempre atacar. Su ideólogo fue el general Foch.
4.1. FUERZAS ENFRENTADAS
Las hostilidades comenzaron el día 4 de agosto de 1914 estando la superioridad demográfica del lado aliado en
una relación de 2 a 1 (238 millones de almas frente a los 120 de los enemigos). Rusia erá el factor determinante
cuantitativamente, también lo será cualitativamente porque el ejército ruso no podía ofrecer una oposición equivalente a la disciplina, tecnología y equipamiento militar alemán. Las distintas colonias también se vieron involucradas en la guerra y su aporte fue decisivo a favor de sus respectivas metrópolis.
Si los valores cuantitativos favorecían a los aliados, la ventaja se disipaba por dos razones de enorme calado: una
lo encarnaba Rusia, ya dicho. La otra era Gran Bretaña con su secular olvido del liberalismo británico hacia su
ejército de tierra64. Por otro lado, los alemanes compensaron las ventajas de la moderna artillería ligera francesa
con su superioridad en artillería pesada y armas automáticas. La superioridad en recursos terrestres y navales que
presentaron los aliados se equilibró cuando Alemania decidió lanzarse a la guerra submarina.
4.2. DESARROLLO BÉLICO
4.2.1. GUERRA DE MOVIMIENTOS (1914)
Desde el primer momento se libró en dos frentes. Los alemanes tenían claro que había que derrotar a los aliados en el frente occidental antes de que los rusos se presentaran en la batalla por el oriental. Las operaciones
alemanas eran responsabilidad de von Moltke y sumaban 78 divisiones, enfrente presentaban batalla 82, de
ellas 6 belgas y 5 británicas. La ejecución del plan Schlieffen llevó a la invasión de la Bélgica neutral que fue
derrotada sin paliativos –no podía ser de otra forma dada la desproporción de fuerzas y medios enfrentados- y el día 20 de agosto los alemanes tomaban Bruselas, el 23 cruzaban la frontera francesa y llegaban
hasta las proximidades de París. Hay dos factores que fueron vitales en ese momento: uno fue la retirada de
algunas divisiones alemanas hacia el sur, contraviniendo el plan Schlieffen, para impedir que los aliados entraran en Alemania, debilitando la ofensiva del ejército alemán. Lo otro fue que los alemanes no tenían previsto
tomar la capital francesa. En parte el desarrollo se parecía bastante a la guerra franco-prusiana de 1870.
63 Ibídem, pg. 341 y sgtes., para entender el sentimiento antialemán desatado en Francia tras la derrota en Sedán (1870) y las
duras condiciones impuestas por Alemania entre las cuales, se hallaba la entrega de las regiones de Alsacia y Lorena.
64 La armada británica era la base de un Imperio que tenía mucho de talasocracia y que ni en tiempos de las guerras napoleónicas, los británicos pusieron en línea de batalla un ejército que pudiera equipararse a los de Francia. Esa menor contribución en
hombres por parte de Inglaterra era compensada con el mayor aporte de contingentes que ofrecían los demás países, ejemplo de
ello es que en nuestra Guerra de la Independencia, la Guerra Peninsular en la historiografía inglesia, el ejército británico mandado por el Duque de Wellington, era una fuerza expedicionaria bien entrenada a la que se sumaron los contingentes lusos y españoles que hicieron la campaña bajo la dirección militar británica, ver mi Historia del Siglo XIX, ob. cit., pg. 113 y sgtes.
DR. JESÚS CARRASCO VÁZQUEZ - CURSO DE HISTORIA UNIVERSAL DEL SIGLO XX (2012-2013)
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TEMA Nº 1: LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL (1914-1918)
Batalla del Marne, posiciones al comienzo de la lucha65
El plan Schlieffen
Hay otra circunstancia que tuvo lugar en este momento y que no se produjo en la anterior conflagración: la
exitosa ofensiva aliada en el Marne en septiembre de 1914. También el relevo en el mando alemán jugó a
favor del cambio de planes: Moltke fue sustituido por Falkenhayn, y no solo fue un relevo de hombres, lo fue
de táctica porque si el primero era firme defensor de la guerra relámpago, el segundo consumió lo que quedaba de año en acciones zigzagueantes para evitar el desembarco británico en la costa, es la etapa conocida como “carrera hacia el mar”. Desde ese momento el frente se estabilizó en una longitud de 800 kms., desde las costas del mar del Norte hasta Suiza.
En el frente oriental los rusos intentaron romper por la zona de Prusia pero Hindenburg los derrotó sucesivamente en Tannenberg (25-29 de agosto) y los lagos Masurianos (5-12 de septiembre). Desde ese momento
el frente oriental también se estabilizó de tal manera que 1914 finalizaba con los combatientes anclados en
las posiciones que habían ocupado en el verano. La Navidad no la pasarían los soldados en casa como cantaban las alegres canciones que entonaban al partir hacia el frente.
4.2.2. GUERRA DE POSICIONES (1915-1916), GUERRA EN EL MAR Y EN LAS COLONIAS
Los primeros movimientos militares mostraron las ventajas de las nuevas tecnologías pues facilitaron un rápido
despliegue y permitieron una comunicación permanente, por tanto, parecía lógico que la guerra se fuera a
desarrollar en un escenario temporal de corto recorrido. Lo paradójico es que esas facilidades condujeron al
estancamiento porque a una acción del enemigo, respondía el contrario con una reacción de similar rapidez,
por lo que la ventaja adquirida por quien primero hubiera desarrollado el movimiento, era compensada por
la celeridad en la respuesta del contrincante. Así se llegó a la guerra de trincheras.
El conflicto se estancó en las trincheras ante la incapacidad de los beligerantes para resolverlo militarmente.
Se impuso una estrategia de acoso a las vías de abastecimiento del contrario, una táctica que maquinaron los
aliados y que llevó la guerra a otros horizontes, desde ese momento los frentes de batalla se trasladaron al
mar y a las colonias, una acción que Alemania empezó a sentir de forma asfixiante. La respuesta alemana se
centró en tres ejes: reconversión industrial, movilización de la mano de obra femenina y guerra submarina, esta
última para entorpecer la línea de abastecimiento de los contrarios y minar la moral del enemigo.
Tomado de http://www.hellenicaworld.com/History/ChurchillMillerReynolds/en/TheStoryOfTheGreatWarII.html
DR. JESÚS CARRASCO VÁZQUEZ - CURSO DE HISTORIA UNIVERSAL DEL SIGLO XX (2012-2013)
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TEMA Nº 1: LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL (1914-1918)
Los submarinos alemanes se mostraron implacables y torpedearon sin aviso previo a todo barco, bélico o mercante, que se pusiera a su alcance, aunque el hundimiento del vapor Lusitania, en mayo de 1915, donde viajaban ciudadanos de los Estados Unidos, país neutral todavía, hizo que éstos amenazaran a los alemanes con
intervenir si seguían esos hundimientos. Esta situación llevó a Alemania a ordenar a sus submarinos que cesaran los ataques indiscriminados y al uso de la flota de superficie aún sin utilizar. La batalla naval de Jutlandia, en mayo de 1916, entre las flotas alemana y británica, acabada en tablas, supuso la retirada del mar
de los buques alemanes lo que, a la postre, transformó el resultado de la batalla en un triunfo aliado.
En mayo de 1915, Italia firmaba con los aliados un tratado secreto, el Tratado de Londres, lo que abrió un
nuevo frente en el flanco sur de los Imperios Centrales al atacar a Austria-Hungría en los Alpes66; éstos, a su
vez, equilibraron la balanza por la incorporación de Bulgaria a las hostilidades, en otoño del mismo año, lo
que hizo que la guerra se extendiera hacia el Este y que su primera víctima fuera Serbia, pronto derrotada.
En el frente oriental los Imperios Centrales tomaban la iniciativa durante 1915 llevando las operaciones por la
zona de Galitzia, Polonia y buena parte de Lituania, con casi 500 kms. de penetración logrados en pocos
meses que parecían anunciar el fin de la guerra en la zona. Una reacción de Rusia al mando del general
Brusílov, a quien ayudaron con material militar los aliados, permitió recuperar toda Galitzia en el verano de
1916 y amenazar Hungría. En agosto de ese año Rumanía se incorporaba al conflicto en el bando aliado, lo
que llevó a proyectar el frente hasta el mar Negro. Los alemanes se recuperan pronto de esta decisión y en
una hábil maniobra atacaron al ejército rumano desarticulándolo totalmente.
En el frente occidental Alemania quiso romper la parálisis en que se hallaba y lanzó un ataque a principios de
1916, ante el temor al creciente número de fuerzas aliadas desplegadas en su flanco oeste. La ofensiva
produjó dos hitos señeros: Verdún y el Somme.
Imagen aérea de Fort Douaumont, frente
de Verdún (1916)
Foto de la villa de Pozeries, durante la batalla del Somme
Verdún fue una plaza fundamental en todos los conflictos producidos en la zona desde tiempos inmemoriales67,
estaba defendida por Pétain que logró resistir el asedio alemán a pesar de su manifiesta inferioridad de
condiciones. Fue una victoria que se presentó a los franceses como un triunfo moral. La otra referencia es la
batalla del Somme, una larga y cruel campaña llevada a cabo entre julio y noviembre del mismo año, donde
se produjo un amplio despliegue de artillería pesada y conoció el estreno de los carros de combate, un invento
británico para romper las líneas enemigas protegiendo el avance de la infantería que antes lo hacía sin protección alguna frente a las armas automáticas de un enemigo parapetado en sus trincheras que batían a los
atacantes produciendo en ellos tremendas carnicerías y dejando las imágenes desgarradoras que definen este
cruento conflicto. La batalla no concluyó nada a favor de ningún bando, una idea de la futilidad de la misma
nos la da el saber que ninguno de los sectores afectados se vio modificado más allá de 10 kms. Tras la finalización del combate el balance era aterrador: cientos de miles de muertos en ambos ejércitos.
Ver infra tema nº 10, pg. 204.
Verdún, junto a Metz y Toul, eran obispados que fueron incorporados por la Francia de Enrique IV, a principios del XVII,
anexión reconocida internacionalmente tras la conclusión de la Guerra de los Treinta Años, ver mi Historia de la Edad Moderna, ob.
cit., pg. 266 y sgtes. Para comprender el papel clave jugado en tiempos más recientes, solo hay que recordar el temor con que los
revolucionarios franceses vieron avanzar al ejército prusiano hacia París en septiembre de 1792, cuando solo dos plazas fuertes,
consideradas inexpugnables, se levantaban ante los invasores: Longwy, rendida el 22 de agosto y Verdún, sometida el 2 de
septiembre, lo que abrió el camino hacia Paris, ver mi Historia del Siglo XIX, ob. cit., pp. 66-67.
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TEMA Nº 1: LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL (1914-1918)
4.2.3. GUERRA DE DESGASTE (1917)
La guerra submarina llevada a cabo por los alemanes
fue un intento desesperado de romper el bloqueo que
atenazaba a los Imperios Centrales pero tuvo nefastas
consecuencias: Estados Unidos rompió su neutralidad armada y en abril de 1917, declaraba la guerra a Alemania, poniendo fin al pacifismo del presidente Wilson68.
Esta situación coincidió en el tiempo con el hartazgo que
vivía la población alemana condenada a duras penalidades merced al bloqueo aliado, produciéndose algunas
huelgas promovidas por el recién creado USPD (Partido
Socialdemócrata Independiente Alemán), liderado por
Karl Leibknecht y Rosa Luxemburgo, una situación que condujo a que en julio el káiser prestara su consentimiento a una resolución de paz del Reichstag, promovida por el líder del partido católico Zentrum, Matthias
Erzberger, apoyada por el SPD (Partido Socialdemocrata Alemán) y el DFP (Partido Alemán del Progreso),
con la oposición de la derecha más radical, en la que los alemanes proponían una paz honesta que no fructificó por la maniobra de los generales Hindenburg y Ludendorff69.
La entrada en el conflicto de los EE. UU., implicó su decidida intención de tomar parte en los asuntos europeos,
algo que satisfizó a los aliados pues les aportó ventajas militares, económicas y políticas. En la participación
norteamericana en la guerra se entrecruzaron diversas situaciones que no podemos abordar en un tema tan
amplio pero que sí queremos esbozar: a) telegrama de Zimmerman, b) intereses económicos de los industriales
estadounidenses que tenían sus géneros varados en los muelles por temor a los submarinos y que vendían a los
aliados, c) una fuerte presión sobre el presidente Wilson por los medios norteamericanos con intereses en la
participación, frente a un desinterés o apatía, cuando no manifiesta hostilidad, por los habitantes del centro y
del oeste donde la propaganda irlandesa –recuérdese que Irlanda estaba sometida a Inglaterra- jugó a favor del sentimiento antibritánico, por lo que fue necesario «convencer a la opinión pública»70.
Pero si la entrada de los Estados Unidos fue fundamental para los aliados del flanco occidental, la Revolución
rusa lo será en mayor medida para el destino del frente oriental porque el triunfo de la revolución liquidó el
frente de guerra y trajo el fin de las hostilidades. El Tratado de Brest-Litovsk de marzo de 191871, firmado
entre las nuevas autoridades rusas y Alemania, significó una severa merma territorial, en particular en el Báltico donde llegó a perder casi todo. Lenin, el nuevo hombre fuerte ruso, tuvo claro que la guerra había sido el
mejor regalo del zar a la revolución y la paz era imprescindible para consolidarla y poder desarrollar el socialismo o con sus palabras: «la premisa para hacer la revolución interior es la paz exterior».
En el frente meridional las armas de los Imperios Centrales también conocían la victoria en Isonzo72 y en las
llanuras del Véneto, y sus envites se lograron parar a las puertas de Venecia y porque los aliados, dueños del
mar, consiguieron hacer llegar refuerzos. En octubre-noviembre de 1917 aún habría de suceder otro terrible
descalabro para las armas italianas: «el desastre de Caporetto», la última de las doce batallas libradas en el
Isonzo. Se trató de una ofensiva en la que se cambió de táctica pues en lugar que el movimiento afectase a un
frente amplio, normalmente en derredor de treinta kilómetros, ahora se buscó el golpe brusco, rotundo, pero
en un frente estrecho, en torno a los dos kilómetros. Para lograr ese objetivo se produjó una fuerte concentración de fuego, incluida aviación y roto el frente, se lanzaron unidades de combate que desboron las
defensas y amenazaron la retaguardia del despliegue enemigo que tuvo que retroceder si no quería verse
desbordada. En Caporetto los italianos sufrieron una derrota que les supuso la pérdida de medio millón de
Ver infra tema nº 12, pg. 308 y sgtes., donde explica con todo detalle el proceso seguido para pasar de la neutralidad a la
conflagración y el postrer intento del presidente norteamericano de alcanzar una Paz sin victoria, dscurso pronunciado en el Senado de los EE. UU. en febrero de 1917 obteniendo como respuesta alemana la guerra submarina sin limitaciones.
69 Ibídem, tema nº 9, pp. 154-155.
70 Ibidem, tema nº 12 § 2.2.2. pp. 310-311.
71 Esta paz fue sentida como un tratado humillante por los rusos y sus intelectuales así lo manifestaron, en particular es preciso reseñar la obra del poeta ruso Alexander Alexandrovich Blok (1880-1921), quien lo resumió en su oda Los escitas, escrita ese mismo
año: “Sí, somos escitas, Sí, somos asiáticos”; un poema que es un canto de orgullo frente a una Europa vieja y caduca, que había
impuesto a la joven Unión Soviética la humillante paz de Brest-Litovsk, ver mi Historia del Siglo XIX, ob. cit., pg. 401. Sobre los pasos que llevaron a los bolcheviques a la firma de la paz, ver infra tema nº 2, pg. 43.
72 Isonzo, es un río alpino que nace en la actual Eslovenia y desemboca en el Adriático por el golfo de Trieste. El río ha creado un
valle homónimo de valor estratégico secular por lo que ha sido testigo de conflictos sin fin, para el caso que nos ocupa, la Primera
Guerra Mundial, en la zona se libraron doce batallas entre 1915 y 1917, en las que perdieron la vida más de 300.000 combatientes de ambos bandos. La última de las batallas de Isonzo, la ocurrida entre el 24 de octubre y el 7 de noviembre de 1917, es
conocida también como «el desastre de Caporeto», ver infra tema nº 10 § 1, pg. 204.
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TEMA Nº 1: LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL (1914-1918)
efectivos, entre muertos y heridos, y la pérdida de medios materiales. Fue un golpe contundente que la opinión
pública no supo digerir pues no veían más que inconvenientes en la participación italiana en la guerra.
4.2.4. OFENSIVA FINAL (1918)
Comenzó en 1918 con un frente oriental liquidado y el meridional estabilizado en torno a Venecia. Todos
tenían claro que el desenlace a tan cruento y largo conflicto, tenía que producirse en el frente occidental y que
se habría de lograr mediante una devastadora y rápida ofensiva, lo que hizo que regresara la guerra de
movimientos. Los alemanes se lanzaron a la pelea, de nuevo es el Somme, el lugar elegido. El general alemán
Ludendorff dirigió la ofensiva y sus tropas llegaron hasta las puertas de Amiens, un nudo vital de comunicaciones. Mediante una serie de combates de distracción, se llegó a Yprés, al rio Aisne, donde sucumbían siete
divisiones francesas y al río Marne. El 30 de mayo lo atravesaban y se situaban a sesenta kilómetros de París,
logrando bombardearla con unos potentes cañones, los famosos «Berthas», lo que motiva que la ciudad fuera
evacuada. Un momento clave que coincidió con el desembarco incesante de unidades norteamericanas73.
Las cosas cambiaron para los alemanes a partir de julio con la ofensiva del general Foch, produciéndose la
segunda batalla del Marne. Desde mediados de julio las condiciones de la guerra empezaron a girar a favor
de los aliados y ya de forma inmutable. Un momento clave para los Imperios centrales, mientras Alemania
estaba programando su retirada de forma paulatina y escalonada, la defección en su bando ya era imparable: Bulgaria se rindió a finales de septiembre, Turquía lo hacía el 31 de octubre (Armisticio de Mudros) y
Austria-Hungría a principios de noviembre (Armisticio de Villa Giusti). Fueron momentos difíciles que dejaron
sola a Alemania que finalmente veía como abdicaba el káiser que huía a Holanda, proclamándose la República de Weimar74. El nuevo gobierno provisional solicitó el cese de las hostilidades y el 11 de noviembre se firmaba el Armisticio de Rethondes. La guerra había concluido.
4.3. LA GUERRA EN LA RETAGUARDIA
Cuando comenzó la guerra los contendientes pensaban en una campaña corta. La realidad, al irse imponiendo,
obligó a improvisar sobre la marcha el aprovisionamiento a gran escala para garantizar el abastecimiento a las
tropas y la atención básica a la población. Los cálculos previos de los contendientes se muestran pronto inferiores a
la realidad, una idea del desfase entre estimación y desenlace final la tenemos en el caso francés. Cuando se inicia el conflicto el gobierno estimaba que necesitaría un delante de 2.500 millones de francos para concluir la campaña. Cuando finalizó la guerra, los anticipos del Banco de Francia al Estado alcanzaban los 75.000 millones, lo
que representaba un 30% de la riqueza nacional. Los historiadores económicos estiman que, sumando costes
directos e indirectos, podemos hablar de un costo total de 260.000 millones de dólares, mientras que los más
pesimistas elevan la cifra hasta los 338.00075.
Los sectores productivos y la paralización de la vida económica propiciaron la intervención del Estado en el sistema económico, será diferente según las circunstancias de cada país pero en todos se produjo una injerencia en la
vida económica que dio al traste con toda la política liberal que se había desarrollado tras el triunfo de las revoluciones burguesas decimonónicas. El control pasaba ahora a manos de los militares y erá el Estado Mayor el que
ocupaba la cabeza rectora de cada país con una finalidad prioritaria: la movilización de todas las fuerzas productivas. Las herramientas que utilizaron fueron: el racionamiento, el mercado de trabajo, los créditos y los precios.
En este comportamiento no se atisba ideología, fue una reacción puramente pragmática, pero sí produjo unas nuevas relaciones entre el capital y los poderes públicos. Todos los países actuaron de igual manera aunque el primero que cortocircuitó la libre actuación individual fue el Imperio Alemán mediante la asunción, en agosto de 1914,
del plan Walther Rathenau76 que se endureció según pasaron los meses.
En total, a Francia llegaron dos millones de soldados de ellos, un millón cuatrocientos mil entraron en combate, ver infra tema nº
12 § 2.2.4., pp. 314-315.
74 Ibídem, tema nº 9, pg. 155 y sgtes., para conocer los detalles que llevaron a la proclamación de la Repúbica de Weimar.
75 Una cifra equivalente a multiplicar por 6 u 8 el total de la deuda pública acumulada en todo el mundo desde principios del siglo XIX, ver Xavier Tafunell, “La economía internacional en los años de entreguerras (1914-1915)”, en Francisco Comín, Mauro
Hernández y Enrique Llopis (eds.), Historia Económica Mundial, Crítica, Barcelona, 2010, pg. 290.
76 (Berlín, 1867-1922) Industrial y político alemán. Hijo del presidente de la Sociedad General de Electricidad, AEG, que dirigió
tras la muerte de su padre. Destacó en política como director de la Oficina de Materias Primas y Racionamiento durante la Primera Guerra Mundial. Desde 1921 fue ministro de la Reconstrucción y, un año después, de Asuntos Exteriores. Su hito más importante
fue la firma, en 1922, del Tratado de Rapallo con la Unión Soviética, hecho por el que fue asesinado. Al poco tiempo de estallar la
Primera Guerra Mundial, el estado imperial le encomendó la tarea de dirigir el Departamento de Materias Primas en el Ministerio
Alemán de la Guerra. En este puesto se encargó de organizar la economía interior de Alemania durante el conflicto bélico, especialmente del racionamiento de los víveres para la población germana. El modelo que implantó durante la guerra inspiró directamente los métodos económicos que Lenin aplicó en la Unión Soviética, concretamente los planes económicos.
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TEMA Nº 1: LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL (1914-1918)
Los sufrimientos y restricciones que se impuso a la sociedad en cada uno de los países en conflicto, tuvo mucho que
ver con el control ejercido por el Estado, no ya solo de los medios de producción, sino de la propia sociedad en su
conjunto. Para lograr ese dominio hegemónico fue preciso controlar la sociedad y ésta se hizo apelando al sentimiento de unidad basada en el patriotismo por eso, no fue casual que nada más estallar la guerra todos los países apelasen emotivamente a la solidaridad, a la «Unión Sagrada» y a pedir a todas las fuerzas sociales y políticas que aparcasen cualquier diferencia y trabajasen junto al gobierno en pos de la victoria. La prensa y demás
medios de comunicación participaron en esta institucionalizada campaña de exaltación nacional y complicidad
compartida, con el fin de alcanzar altas dosis de patriotismo y estricta censura, de esta manera se logró que se
acatara de forma conformista las penalidades que sufría la población civil.
No todos estuvieron dispuestos a mantener una corriente de pensamiento acorde con la línea oficial. Se escucharon
voces discordantes que incidieron en el horror que se estaba viviendo, a modo de ejemplo, las protestas socialistas
lanzadas en las reuniones de la II Internacional 77 : conferencias de Zimmerwald, en septiembre de 1915, de
Kienthal, en abril de 1916 y de Estocolmo, en septiembre de 1917. Tampoco obtuvieron mejores resultados otras
opciones de carácter pacifista. A destacar la llamada «paz blanca», sin vencedores ni vencidos, auspiciada por el
presidente norteamericano Wilson o las gestiones del papa Benedicto XV, quien entregó una nota a los beligerantes, fechada en agosto de 1917, donde calificaba la guerra como «una matanza inútil».
4.4. EL DEBATE HISTORIOGRÁFICO SOBRE LAS RESPONSABILIDADES
«Los gobiernos aliados y asociados declaran y Alemania reconoce, que Alemania y sus aliados son responsables,
por haberlos causado, de todas las pérdidas y todos los daños sufridos por los gobiernos aliados y sus naciones
como consecuencia de la guerra, que les ha sido impuesta por la agresión de Alemania y sus aliados»78.
Tratado de Versalles, artículo 231
El texto es inapelable, expeditivo, reiterativo; carece de calidad literaria, es cierto, pero eso no importa, importa
el enunciado y es contundente: Alemania y sus aliados culpables. Los vencedores en nada se sienten culpables, moralmente se sienten exculpados a la par que agraviados y eso daba pie para legitimar sus reivindicaciones, que
serán muchas. Por parte alemana en un memorándum se rechazan las acusaciones y se niega la exclusividad de la
culpa. En Alemania se crea una comisión de encuesta con disparidad de pareceres, desde la proclamación de la
inocencia frente a las ambiciones alsacianas de Francia, caso de Günter Sass y Hans von Delbrück, hasta el reconocimiento de graves errores cometidos por Alemania, teoría en la que se alinean el socialista Kautsky, el conde
Montgelas o el jurista Walter Schücking. Desde 1919 este asunto suscita una viva polémica ideológica e
historiográfica, ambas bien sintetizadas por el francés Jacques Droz en uno de sus trabajos más conocidos79.
Otro autor francés, Pierre Renouvin, ya citado en estas páginas, director de la Biblioteca-Museo de la Guerra en
Vincennes y con acceso directo a documentos transcendentales para los bandos en lucha, será el primero que puntualice la categórica afirmación de Versalles y hable de la «responsabilidad mitigada», sosteniendo que los Imperios Centrales no deseaban la guerra general, buscaban una afirmación nacional y de prestigio frente a los vecinos occidentales y a los pueblos eslavos, además del determinante papel jugado por las estrategias y planes militares80. Durante la postguerra, Renouvin y un grupo de colegas desarrollarán los argumentos de sus tesis en una
publicación monográfica: Révue d’histoire de la Guerre Mondiale. También hubo autores norteamericanos que se
ocuparon del asunto en la misma línea argumental de exonerar a Alemania, como Harry Elmer Barnes81 o S. B.
Fay82, o mitigan la culpa, caso de Barnardotte E. Schmitt83. La crítica a estos trabajos norteamericanos es que carecen de rigor en la mayoría de sus manifestaciones. Desde otros planteamientos ideológicos, Lenin84 culpa al sistema capitalista, argumenta que el capitalismo internacional es inherente a las políticas imperialistas, será una idea
que sirva de sustento a toda la historiografía marxista posterior.
En los años cincuenta del siglo XX se celebraron en Mayence unos encuentros francogermanos de historiadores que
presidieron Renouvin y Gerhard Ritter85, concluyendo que «los documentos no permiten atribuir en 1914 a ningún
Ver mi Historia del Siglo XIX, ob. cit., pg. 252 y sgtes.
Pierre Renouvin, Historia de las Relaciones Internacionales (siglos XIX y XX), Akal, Madrid, 1998 [1982], pg. 778.
79 Les causes de la première guerre mondiale. Essai d’historiographie, Editorial du Seuil, París, 1973.
80 Les origines immédiates de la guerre (28 juin-4 août 1914), A. Costes, París, 1925.
81 The Genesis of the World War: An introduction to the problem of the war guilt, Knopf, Nueva York, 1929, 2 vols.
82 The Origins of the World War, Free Press, Nueva York, 1928, 2 vols.
83 The Origins of the first World War, Historical Association, Londres, 1958.
84 El Imperialismo, estadio supremo del capitalismo, Zúrich.
85 Historiador alemán de ideas conservadoras especializado en historia y cultura militar. De religión luterana, en 1925 publicó una
biografía sobre Lutero, participó en la guerra como soldado de infantería y durante el nazismo se ca-racterizó por su oposición al
régimen de Hitler militando en un grupo de conocido como “Iglesia Confesante”, llegando a participar en el complot para asesinar
al mandatario nazi; por su formación y pensamiento, fue uno de los historiadores germanos que refu-tarían los argumentos
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TEMA Nº 1: LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL (1914-1918)
gobierno ni a ningún pueblo, una voluntad premeditada de guerra europea. Ante el riesgo de un conflicto, cada
gobierno no veía más seguridad que el sistema de alianzas y desarrollo armamentístico». El consenso lo rompió en
1961 el alemán Fritz Fischer86 culpando al imperialismo germano de premeditación, prepotencia e interés hegemónico. Se trata de una obra que rompió el consenso que se había alcanzado, sobre todo por la historiografía
germana, y fue muy contestado en la propia Alemania, obligando al autor a publicar otra obra87 en la que justifica sus argumentaciones analizando los intereses políticos, económicos y terapéuticos que se escondían tras la actitud del gobierno alemán, a juicio del autor. Es una obra que peca de erudición con resultados poco convincentes.
El mérito de Fischer es que con su polémica renovó los estudios sobre la Primera Guerra Mundial.
El estado de la cuestión al día de hoy es que la mayor parte de los especialistas siguen la línea trazada por
Droz, Renouvin y otros, sobre la responsabilidad compartida, la acumulación de tensiones y errores que
desembocaron en acciones que nadie supo frenar: «todas las medidas adoptadas fueron consideradas como
defensivas, pero siguiente una estrategia que consideraba el atacar como el mejor medio de defenderse».
5. LAS REPERCUSIONES
5.1. PÉRDIDAS HUMANAS Y SU INCIDENCIA DEMOGRÁFICA
Si hubiera que utilizar solo una palabra para resumir este apartado, ésta sería: escalofriante. Escalofriante por la
enorme mortalidad que la guerra produjo en un segmento de población europea que se hallaba en plena edad
reproductora, no se olvide que los combatientes eran hombres en plena juventud. Esa mortandad entre el grupo
más fértil de la población se dejó sentir en el devenir de cada uno de los países enfrentados. Las cifras que
siguen, a modo de imagen, ayudan a comprender mejor el resultado de una guerra que, hasta aquel entonces, no
había tenido parangón alguno con las precedentes, de ahí que los contemporáneos la llamaran Gran Guerra.
En términos absolutos se movilizaron cerca de setenta millones de hombres de los cuales fallecieron cerca de diez,
aunque la cifra comprenda también bajas civiles. De ese total 7,5 millones murieron en suelo europeo aunque no
todos lo fueran porque, no se olvide, muchos soldados participantes por ambos bandos procedían de las respectivas colonias. Aún así, el impacto en el desarrollo reproductivo fue brutal. En cifras absolutas, Rusia destaca con
tres millones de vidas seguida por Alemania con dos millones de bajas, lo que representa el 15% de la población
activa masculina. Le siguen Austria-Hungría y Francia, con millón y medio cada una, el 17% y el 10,5% respectivamente. Pero si lo comentado alude a los caídos, qué decir de los heridos y mutilados, la cifra es, igualmente,
escalofriante: 20 millones de personas. Para el caso francés, Michel Huber88 ha investigado el dato y estima que
su país sufrió una tasa de inválidos calculada en el 4,3% del total de movilizados. Una consecuencia directa de las
muertes de combatientes fue el número de viudas y huérfanos que quedaron. La cifra estimada ronda los 4
millones en el caso de las primeras y de 8 millones en el de los segundos.
Como conclusión se pueden expresar algunas cifras que dan idea cabal del descalabro demográfico que supuso
la guerra y para ello, nada mejor que tomar como referencia la tasa de natalidad y compararla entre 1913, a la
que asignamos un índice 100, y el comprobado para los años de desarrollo del conflicto:
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Francia, 1916: 50
Alemania, 1916: 50,5
Italia, 1916: 57
Gran Bretaña, 1918: 73,5
Los cálculos disponibles son un tanto arbitrarios pero el ejemplo alemán puede servir de referencia. Los demógrafos consideran que Alemania tuvo un déficit de natalidad que cifran en 3,7 millones de nacimientos con relación a
1913, de hecho, nunca recuperará la tasa bruta alcanzada en el año citado. En general, se producen en todos los
países unos dientes de sierra en las pirámides de población, «generaciones huecas» les llaman los demógrafos,
que se convierten en un importante obstáculo para llevar a cabo la reconstrucción interna. Otros factores añadidos
son el envejecimiento y la feminización de las sociedades, las alteraciones en la composición y reparto de los flujos
migratorios, sin dejar de señalar cambios en la estructura profesional y en la distribución de la población activa.
inculpatorios hacia Alemania que postulara Fritz Fischer. El argumento central de Ritter es culpar a los milita-res y exonerar a los
políticos; de entre todos los trabajos que publicó quizá de los más significativos podemos citar: Staatskunst und Kriegshandwerk: das
Problem des "Militarismus" in Deutschland, Verlag R. Odenburg, Múnich, 1954-1968, 4 volumes, traducido al inglés como Sword and
Scepter. The problem the militarism in Germany, Coral Glabes FL., Universidad de Miami, 1969-1973, 3 vols. y Der Schlieffenplan:
Kritik eines Mythos, 1956, traducido al inglés como The Schilieffen plan. Critique of a Myth, Oswald Wolff, Londres, 1958.
86 Griff nach der Weltmacht. Die Kriegszielpolitik des kaiserlichen Deutschland 1914/18, Droste Verlag; Edición: Nachdr. d. Sonderausgabe, 1961, traducido al español como Los objetivos de guerra de la Alemania imperial.
87 Krieg der Illusionen: Die deutsche Politik von 1911 bis 1914, Düsseldorf, 1969, traducido como La guerra de las ilusiones.
88 La population de la France pendant la guerre, Presses Universitaires de France, París, 1931.
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TEMA Nº 1: LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL (1914-1918)
5.2. COSTES ECONÓMICOS Y SOCIALES
Después de hablar de los millones de víctimas humanas, hablar de costes económicos y sociales es, cuando menos,
sonrojante pero aún así, es necesario. Es preciso recordar que en el conflicto participaron cerca de cuarenta países
de los cuales ocho, resultaron invadidos. La guerra también se cobró su tributo en el mar y, amén de las victimas
que perecieron, se ha de contabilizar un total de doce millones de toneladas en buques hundidos.
Ninguno de los gobiernos en guerra, ni siquiera imponiendo fuertes impuestos, podía recaudar la enorme suma de
dinero que destinaba a la misma, por lo que se acudió a diversas fórmulas: emisión de ingente cantidad de papelmoneda, acudiendo a la emisión de grandes cantidades de bonos o forzando a los bancos a que les prestasen dinero. El resultado fue una rápida e intensa inflación y, a pesar de que se regularon por ley precios y salarios,
siempre superaron los registrados en 1914 con lo que se damnificaban a todos los colectivos que percibían rentas
que no podían acompasar el incremento de los precios: asalariados, rentistas, profesionales, funcionarios de la administración, etc. Las grandes deudas nacionales sólo podían augurar un futuro de sacrificio y la deuda se hacía
más seria si los compromisos crediticios se habían adquirido con países extranjeros. Durante la guerra los países
aliados en liza tomaban prestado dinero en Inglaterra y ésta, para poder atender la creciente demanda y las
exigencias propias del desarrollo de las operaciones militares, lo pedía a los bancos de los Estados Unidos89.
La guerra trajo graves secuelas monetarias y financieras además de la desarticulación general de los sectores
productivos, una reducción sustancial del potencial agrícola e industrial y una profunda alteración de la estructura
socioprofesional.
Otra de las consecuencias fue la ruptura de la red comercial europea, un vacío que se aprestaron a cubrir otros
países:
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Japón90 pasó a vender en China, India y América del Sur los tejidos de algodón y otros artículos civiles.
Brasil y Argentina91, al verse privados del suministro europeo en locomotoras y maquinaria minera que
compraban en Inglaterra, empezaron a fabricarlas.
En la India92, la familia Tata93, un grupo de ricos parsis94 que controlaban 250 millones de dólares de
capital hindú, empezaron a desarrollar numerosas empresas manufactureras, una de las cuales se convirtió
en la mayor fábrica de hierro y acero del Imperio Británico.
Los Estados Unidos, país hizo buenos negocios con la contienda logrando enriquecerse y duplicar tanto el
PIB (Producto Interior Bruto)95 como su RN (Renta Nacional)96, hasta el punto de que pasó de ser un deudor
Xavier Tafunell, ob. cit., pg. 290, describe los pasos seguidos por los países para conseguir dinero, en particular argumenta que
el hecho de endeudarse masivamente no les preocupaba en exceso pues pensaban resarcirse con las indemnizaciones que pedirían al vencido cuando le derrotaran. Ver infra tema nº 4 § 2.2., pg. 67 y sgtes., donde se detalla todo el proceso.
90 Ver mi Historia del Siglo XIX, ob. cit., pp. 451-452, donde explico como Japón logró en pocos años ser un país moderno.
91 Ibídem, tema nº 14, Iberoamérica en la primera mitad del siglo XX, pg. 347 y sgtes.
92 Anupriya Singhal & Aoneha Tagore, “Big Industry Before Independence: 1860-1950”, Central for Civil Society, Working Paper,
nº 25 (2002), pg. 61, estos autores sostienen que la repatriación de capital británico afectó de dos manera diferentes a la India,
por un lado incentivó a los empresarios hindúes a desarrollar actividades que hasta entonces eran propias de los británicos y en
sentido negativo la repatriación del capital inglés actuó como un agente adverso en el comercio y la industria, sobre todo porque
durante la etapa 1900-1914 las inversiones británicas fueron amplias y generosas. Añaden que la India había sabido desarrollar
mejor que otros países de la órbita colonial británica, caso de Egipto, Kenia, Nigeria, Indonesia, entre otros, su organización industrial creciendo a ritmos del 4% al 5% entre 1880-1913. Peter Robb, A History of India, Palgrave Macmillan, Londres, 2011
[2002], pg. 264, alude a J. N. Tata quien a principios de 1900 consiguió garantías del gobierno de Londres para montar una
acería que ocupaba a más de ciento cincuenta mil personas en Calcuta.
93 Ibídem, pg. 65, para conocer el desarrollo de los negocios de esta familia, así nos dicen que J. N. Tata se dedicó a la manufactura de algodón y comerciaba con el Extremo Oriente, China y Japón, en particular, montando negocios de importaciónexportación. R. D. Tata & Sons, otro rama familiar, comerciaba con Osaka, Shanghai, Rangún, Liverpool y Nueva York, dedicándose a negocios de algodón, arroz, metales azúcar. Hacia 1914 los intereses de la familia Tata abarcaban actividades comerciales, hoteles, manufacturas de algodón, fábricas de hierro y acero, empresas hidroeléctricas. Tras la Primera Guerra Mundial, sus
actividades se extendían por la industria, los seguros, la construcción y cementeras. En los treinta crearon Tata Airlines, la precursora de Air India. La Segunda Guerra Mundial vio como el grupo Tata era un gigante empresarial que invertía en la industria química (Tata Chemicals, 1940), Tata Tube, Investa Machine Tools y Tata Locomotive (TELCO).
94 Es una comunidad étnico-religiosa de procedencia irania y religión zoroastriana, que se ubicó en la India hacia el siglo X de
nuestra era, huyendo de la presión musulmana tras la conquista de Persia, que ha sabido mantener sus señas de identidad, ver
Peter Robb, ob. cit., pg. 75.
95 Es la suma del valor de todos los bienes y servicios finales producidos en un país durante un año, el hecho de denominarse Bruto
es porque no se deducen las amortizaciones de capital, ver Ramón Tamames y Santiago Gallego, Diccionario de Economía y Finanzas, Alianza y Banco Central Hispano, Madrid, 1994, pg. 432.
96 Ibídem, pg. 458, es el conjunto de los ingresos percibidos por todos los factores que intervienen en la producción descontado el
costo de bienes y servicios necesarios para generarlos, o dicho de otra manera, es la retribución de los factores que integran el
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TEMA Nº 1: LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL (1914-1918)
neto de los países europeos hacia 1914, con una deuda calculada en 4.000 millones de dólares, a convertirse en el acreedor más importante del mundo y al que los europeos le debían en 1919, en torno a los
10.000 millones de dólares. Durante los cuatro años de guerra, los Estados Unidos pasaron de exportar
2.000 a 6.000 millones de dólares.
Exactamente, lo contrario a lo descrito es lo que hacen los países europeos, de todos ellos fue Francia el país más
afectado donde su Renta Nacional disminuyó un 17,68% pasando de los 328.000 millones de francos, en 1913, a
los 270.000 al concluir la guerra y con un total de 3 millones de Ha destrozadas por el conflicto y la mayor parte
de su infraestructura inutilizada. Un ejemplo de tamaño descalabro lo tenemos en la cantidad de dinero que le
asignará la Comisión interaliada de las compensaciones que pagarán los vencidos, el 52% fue para Francia mientras que Gran Bretaña solo recibió un 22%. Muy lejos quedaban Italia, con el 10% y Bélgica, país ocupado, al
que solo se le asignó un 8%. Europa dejó de ser la guía económica del mundo, ni Londres volvió a ser la plaza
financiera y monetaria mundial, ni Berlín logró recuperar la supremacía comercial e industrial que otrora ostentó.
El sentimiento en las postrimerías de la guerra era de total desilusión, Oswald Spengler, filósofo alemán, publicaba en 1917, una obra que llevaba la desilusión implícita en el propio título: La Decadencia de Occidente97. Es la
expresión del sentimiento de la llamada «generación del frente», es la plasmación del pesimismo de una sociedad
inmersa en una profunda crisis de valores. Otra de las tragedias de la guerra es que no creó un mundo fraternal
tras el desenlace del conflicto, por el contrario en la sociedad que emergió se dio una compleja adaptación a la
paz, donde se sobrevivía en un mundo dominado por el deterioro del nivel del vida y esa insalvable frontera que
ocasionada por la guerra, afectando tanto a la vida material cotidiana como a las propias costumbres. El alza de
los precios y la pérdida de poder adquisitivo de los salarios condujeron al empobrecimiento. En una castigada
Europa nadie parecía saborear el triunfo, todos hablaron de «generación perdida».
5.3. CONSECUENCIAS POLÍTICO-TERRITORIALES98
Lo que conocemos como Sistema de Versalles en un complejo entramado que alude a dos cuestiones básicas definidas por la Conferencia de Paz de París posterior a la guerra (1919):


la regulación de los Tratados de paz.
la creación de la Sociedad de Naciones.
Tras Versalles, Europa sufrió una reorganización territorial como no se había visto desde el Congreso de Viena de
181599. Entre enero y junio de 1919 los vencedores se dieron cita en París con una participación final de treinta y
dos Estados y cerca de mil delegados presentes. La sesión inaugural se producía el día 18 de enero. La actividad
de la Conferencia se movió en dos momentos temporales distintos:

enero-marzo: se creó un órgano supremo, el llamado Consejo de los Diez, integrado por los jefes de gobierno y los ministros de Asuntos Exteriores de las grandes potencias vencedoras integrado por los Estados
Unidos, Francia, Gran Bretaña, Italia y Japón, quienes recibieron el encargo de discutir las bases de la
paz y la coordinación de la actividad de las múltiples comisiones especializadas.
Producto Nacional Neto (Producto Nacional Bruto menos el capital consumido o amortizado, representados por los salarios, seguridad social de los trabajadores, beneficio empresarial, amortización de capital, etc.).
97 El título original es Der Untergang des Abendlandes, 2 vols. 1918 y 1923, gozó pronto de amplia difusión traduciéndose a todos
los idiomas cultos de la época, en inglés se tituló de The Decline of the West; en España se tradujo, muy pronto, en 1923 y esa primera edición fue prologada por Ortega y Gasset. La tesis de Spengler, que en realidad es una visión filosófica de la Historia, es
sencilla, básica, simple: la Historia no es lineal, es cíclica, es preciso abandonar, sostiene, la idea de que la Historia es un proceso
construido desde el mundo antiguo sucedido por el medieval y que llega hasta nuestros días sin solución de continuidad, esta
percepción es el fruto de una visión europeocentrista y obedece al ego occidental, concluye. Frente a esa visión simplista y
secuencial, Spengler propone una lectura de los hechos a través de ciclos definidos, observables y en lo básico, independientes.
Por eso en su obra analiza las culturas antecedentes como si se trataran de un cuerpo vivo dotado de un ciclo vital con cuatro
etapas perfectamente diferenciadas: Juventud, Crecimiento, Florecimiento y Decadencia. Al igual que los seres vivos, las culturas
tienen idéntico desarrollo. Es obvio que un planteamiento de estas características, rupturista, provocador, suscitó fuertes críticas por
parte de los historiadores que rechazaron los argumentos del filósofo y criticaron su falta de rigor científico puesto que las ideas
expresadas carecían de apoyo bibliográfico. Quizá el éxito de La decadencia de Occidente estuviera en que fue publicada en un
momento en el que el mundo horrorizado pedía argumentos que explicasen lo que se había vivido. Spengler no tuvo seguidores de
interés aunque sí es de destacar que el británico Arnold Toynbee se hiciera eco de los postulados esgrimidos por el autor alemán,
su obra más emblemática es A Study of History, publicada en doce tomos entre 1934 y 1961. La diferencia entre Spengler y
Toynbee es que el segundo sí era historiador y su trabajo está dotado de una brillante erudición bibliográfica, la crítica que se le
hacía al primero, se extiende al segundo al plantear ambos una visión global de la Humanidad. Como sucediera con la obra de
Spengler, la de Toynbee hoy tampoco goza de predicamento.
98 José Luis Neila Hernández, “La articulación del Sistema Internacional de Versalles. La Sociedad de Naciones. (1919-1923)”, en
Juan Carlos Pereira Castañares (ed.), Historia de las relaciones internacionales contemporáneas, Ariel, Madrid, 2001, pp. 281-305.
99 Para conocer la organización de Europa tras la derrota de Napoleón, ver mi Historia del Siglo XIX, ob. cit., pg. 170 y sgtes.
DR. JESÚS CARRASCO VÁZQUEZ - CURSO DE HISTORIA UNIVERSAL DEL SIGLO XX (2012-2013)
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TEMA Nº 1: LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL (1914-1918)

marzo-junio: etapa que giró en torno al llamado Consejo de los Cuatro integrado por los anteriores
países menos Japón, con el fin de plantear la exclusiva elaboración del Tratado de Paz con Alemania.
La Conferencia puso de manifiesto las dificultades para armonizar el diseño de un nuevo sistema basado en el respeto de los principios liberales y democráticos y el derecho de autodeterminación de los pueblos, así como la vertebración de los asuntos mundiales a partir de una organización internacional, con los objetivos e intereses nacionales de las potencias vencedoras, por esa razón y con objeto de progresar en pos de un resultado final, hubo
múltiples sesiones a puerta cerrada amén de tensiones y frustraciones sin fin. La postura de la marginada delegación alemana que representaba a una joven república surgida tras la abdicación del káiser y la derogación del
Imperio Alemán, fue desmarcarse de la política que éste llevara a la vez que rechazaba cualquier acuerdo denigrante para Alemania. Los representantes alemanes estaban convencidos de que los vencedores se mostrarían generosos con los vencidos y, en aplicación de los Catorce puntos de Wilson100 publicados por éste en 1918, se les
daría un trato magnánimo.
Las esperanzas pronto se truncaron y se les enfrentó a la cruda realidad que tienen que aceptar los vencidos, por
esa razón ninguno de los partidos políticos que integraban el gobierno en Alemania quiso asumir el costo político
de firmar un tratado considerado como vejatorio. Finalmente, los alemanes y ante la amenaza de reanudación de
la guerra, no tuvieron más remedio que aceptar lo que se les imponía y el día 28 de junio de 1919, la República
de Alemania, a través de una misión de bajo perfil diplomático, suscribía el Tratado de Versalles compuesto por
440 artículos que describen con detalle minucioso una serie de cláusulas de tipo territorial, militar, económico y penal, algo que provocará enorme resentimiento en los vencidos aunque a modo de resumen, permítaseme invocar a
Tito Livio y la expresión «Vae victis»101, no debe considerarse una transgresión histórica, es una realidad que siempre persigue al perdedor; por eso creo que es la mejor manera de resumir lo que los aliados negociaron en París
e impusieron a Alemania:

Territoriales: perdida del imperio colonial en beneficio de terceros y a través de la Sociedad de
Naciones que las repartió entre los vencedores de la guerra; a saber:
o Europa:
 Alsacia y Lorena se reintegraban a Francia102.
 Renania era ocupada por las tropas aliadas, francesas y belgas, fundamentalmente,
durante un plazo de quince años, retirándose de la misma cualquier unidad alemana. Se
trataba de una ocupación que buscaba la garantía de que los alemanes cumplieran lo
firmado en el Tratado de Versalles103.
 Prusia Occidental, la Alta Silesia y Posen se integraban en la recién reconstituida Polonia
y Danzig pasaba a convertirse en una «ciudad libre» bajo supervisión de la Sociedad de
Naciones. Se había creado un corredor polaco que separaba la Prusia Oriental del resto
de Alemania104.
o África:
 las colonias pasaron a manos de Gran Bretaña y Francia, excepto la zona del África
suroccidental, que se integró dentro de la Unión Sudafricana105.
 El Congo Belga ganó el territorio perdido por Alemania.
Los detalles en infra tema nº 3 § 1., pp. 48-49.
“¡Ay de los vencidos!”, expresión que Tito Livio pone en boca del jefe galo Breno, conquistador de la ciudad de Roma en el
390 a.C., pronunciada arrojando su espada a la balanza que pesaba el rescate en oro que los romanos pactaron con los galos
para que se retirasen, y oír las muestras de protesta romanas por la manipulación de la balanza, ver su Historia de Roma, libro V.
102 La recuperación de estas dos regiones fronterizas, perdidas durante la guerra franco-prusiana de 1870, había sido motivo de
casus belli en más de una ocasión, ver mi Historia del Siglo XIX, ob. cit., pg. 342 y sgtes.
103 Marie-Thérèse Bitsch, Histoire de la Belgique. De l’Antiquité à nos jours, Editions Complexe, Bruselas, 2004, pg. 155, ocupación
llevada a cabo bajo el acuerdo militar defensivo de carácter secreto, firmado entre Francia y Bélgica, que fue interpretado de
desigual manera por los firmantes, mientras Francia lo veía como una verdadera alianza, los belgas lo entendían como un acuerdo
con vigencia solo hasta el fin de la ocupación de Renania.
104 Mary Fulbrokk, Historia de Alemania, Akal, Madrid, 2009, pp.185-186.
105 Ver mi Historia del Siglo XIX, ob. cit., pg. 287 y sgtes., tras derrotar a los bóers o afrikáners, los británicos crearon un estado
potente en el sur de África, para ello, en 1910, fusionaron diversos territorios surgiendo la Unión Sudafricana resultado de la suma
de las colonias de Ciudad del Cabo, Natal, Transvaal y Rio Orange, el antiguo estado Libre de Orange. En 1915 y dentro del
contexto de la Primera Guerra Mundial, fue anexionado el territorio alemán del África del Sudoeste, la actual Namibia. El resultado fue un estado único bajo administración británica pero en la que los bóers o afrikáners tendrían cierta autonomía política, una
muestra del talento político británico que concedía a los antiguos y derrotados enemigos, cierto manejo en la gestión del poder. La
Unión Sudafricana llegó hasta 1964, siendo sustituida por la República de Sudáfrica. Los bóers eran los descendientes de los colonos holandeses afincados en el Cabo de Buena Esperanza, ver mi Historia de la Edad Moderna, ob. cit., pg. 370 y sgtes.
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101
TEMA Nº 1: LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL (1914-1918)
o
o
Pacífico: Japón se quedó con las islas situadas al norte de la línea ecuatorial mientras que
Australia recibía el «mandato» sobre Nueva Guinea y las Salomón, y Nueva Zelanda, sobre
Samoa.
China: Japón recibió la mitad de los derechos de las concesiones alemanas en suelo chino, algo
que disgustó a los nipones que pedían la totalidad.

Militar: los aliados se apropiaron de la armada alemana pero su tripulación la hundió en Scapa Flow
(Escocia) antes de rendirla. El ejército alemán quedaba reducido a 100.000 hombres y se prohibía el
reclutamiento, lo que implicaba dos cosas: a) incapacidad para preparar militarmente reemplazos y, por
ello, b) convertir en profesional un ejército antes de leva. También se prohibió a Alemania que tuviera
artillería pesada, aviación y submarinos. Igualmente y dado que se iba a desmembrar el Imperio AustroHúngaro, se prohibía expresamente la unión entre Alemania y Austria. Podemos afirmar que el deseo del
presidente Wilson de llevar a cabo un plan de desarme mundial se cumplió, es cierto: solo con Alemania.

Económico: en primer lugar, los franceses exigían enormes compensaciones que reparasen las calamidades sufridas, no se olvide que la guerra en el frente occidental se había librado, casi, enteramente en
suelo galo. A la petición francesa se sumó la británica, ambos países pedían que Alemania se hiciera cargo de los costos derivados del conflicto, incluidas las pensiones de guerra. Wilson se quedó estupefacto
por lo que se solicitaba, quizá un ejemplo ayude a comprenderlo: Bélgica pedía una suma superior a la riqueza total del país. Todos querían que Alemania pagase aunque no supiesen cómo. Se pensó que la solución era que pagase a través de las exportaciones que realizara, pronto se dieron cuenta que una solución así era mala para los aliados porque significaba primar las exportaciones germanas en perjuicio de
las suyas. Alemania, para parar el golpe, propuso hacerse cargo de las reparaciones físicas de los daños
ocasionados en Bélgica y en Francia. La respuesta fue rechazada porque significaba que la mano de obra
alemana desmovilizada tendría trabajo en perjuicio de la nacional. Finalmente, el Tratado de Versalles no
determinó la cuantía de la indemnización conviniendo que la misma se fijaría más adelante a través de
una comisión específica, por lo que Alemania se veía obligada a firmar en Versalles un cheque en blanco106 determinando, eso sí, la forma en que tendría que proceder a hacer los pagos:
o
o
o
Transferencia inmediata de oro, barcos y valores extranjeros.
Cesión de la propiedad de los territorios sometidos por el Armisticio, donde se encontraban las
minas del Sarre cedidas a Francia durante quince años, un territorio que quedaba bajo responsabilidad de la Sociedad de Naciones y al concluir el plazo (1935), se celebraría un plebiscito para
determinar el futuro.
Pago anual, repartido en varios años, en metálico y en especies tales como carbón, potasa y
tintes.
Las condiciones impuestas por los aliados a Alemania fueron denunciadas como desproporcionadas no solo
por los perdedores, sino por un miembro de la delegación británica, el norteamericano John Keynes107
quien vaticinó además las posibles consecuencias de la imposición de pacto tan leonino.
Firmado el Tratado de Versalles, en el mismo «salón de los Espejos» donde había tenido lugar la constitución del Imperio Alemán, en enero de 1871, simbolismos donde los haya108, el día 28 de junio de 1919
Alemania signó el acuerdo, momento en el cual la flota británica levantó el bloqueo del Mar del Norte
permitiendo que llegasen mercancías y alimentos a Alemania, esenciales para mantener la producción y
alimentar a la población109.
Pronto, en 1921, la Comisión de Reparaciones, así denominada y en cumplimiento de lo acordado en
Versalles, concluyó que la cifra con la que Alemania debería indemnizar a los vencedores era de 269.000
Eric D. Weitz, La Alemania de Weimar. Presagio y tragedia, Turner, Madrid, 2009, pg. 50.
Las consecuencias económicas de la paz, Crítica, Barcelona, 1987, capítulo IV “El Tratado”, pg. 40 y sgtes., Keynes se retiró de
la delegación a disgusto con lo que estaba sucediendo; en su obra criticaba el comportamiento revanchista contra los alemanes
que, en el caso francés, señalaba, no les animaba tanto el interés económico sino la posibilidad de debilitar y destruir a Alemania
por todos los medios para evitar que de futuro, pudiera volver a desarrollar una vasta actividad comercial.
108 Ver mi Historia del Siglo XIX, ob. cit., pg. 218, había nacido en el mismo sitio que ahora se firmaba la rendición alemana, un lugar emblemático toda vez que era el recinto utilizado por Luis XIV para recibir los respetuosos cumplimientos de los príncipes alemanes en reconocimiento de la superioridad francesa. Sobre el significado que adquiere Versalles en la proyección de la imagen
del poder de Luis XIV, ver mi Historia de la Edad Moderna, ob. cit., pp. 323-324.
109 John Keynes, ob. cit., pg. 53.
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TEMA Nº 1: LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL (1914-1918)
millones de marcos-oro que rebajó, ante la protesta de los alemanes, a 132.000 millones (33.000 millones
de dólares), a liquidar con un 6% de interés anual110.
El resto de los países vencidos fueron firmando sus respectivos Tratados, acuerdos todos que llevan nombres de
barrios periféricos de París: Tratado de Saint-Germain, de 10 de septiembre de 1919, con Austria, donde también
desaparecía el Imperio; Tratado de Trianon, de 4 de junio de 1920, con la Hungría, ya desgajada de cualquier
vínculo con Austria; Tratado de Neuilly, de 27 de noviembre de 1919, con Bulgaria y Tratado de Sèvres, de 11 de
agosto de 1920, con Turquía de donde también desaparecía el Imperio Otomano111.
El otro de los aspectos destacables de la Conferencia de París fue la creación de la Sociedad de Naciones, una
apuesta personal del presidente de los EE. UU. Wilson, cuya génesis tenía que ser previa a la firma de los tratados, por expreso deseo del político norteamericano, por esa razón la fecha fundacional es el 10 de enero de
1920, el mismo día en que empezaban a regir los acuerdos del Tratado de Versalles. La nueva organización surgida tras la guerra pretendía encontrar una fórmula de organización internacional que viniera a sustituir al peligroso sistema de bloques creándose así una comunidad de naciones, con la meta de preservar la paz y la in-dependencia de los Estados. Una de las responsabilidades que se delegó en la Sociedad de Naciones fue el con-trol
de territorios, de esa manera se soslayaba la adquisición directa de tierras por parte de países apelando al principio del internacionalismo, creándose así los llamados «mandatos», de esta manera tan eufemística, la Socie-dad
de Naciones se arrogaba el derecho de concesión de la administración de esos territorios sujetos a la misma mediante la concesión de los «mandatos». Así se repartió el imperio colonial de los vencidos.
Los signatarios del acta fundacional fueron los países vencedores más trece neutrales. Hubo tres sonadas ausencias, la de Alemania, aislada internacionalmente hasta 1926 (Acuerdos de Locarno), la de la Unión Soviética, país
al que se veía como un enemigo del mundo liberal occidental y los Estados Unidos pues aunque su presidente fue
el mentor principal, el Senado norteamericano se negó ratificar el acuerdo. La Sociedad de Naciones estuvo vigente hasta 1946 en que se disolvió para dar paso a las Naciones Unidas.
La rémora que traerá el fin de la guerra no sólo afectó a todo lo que llevamos visto, en particular lo tratado en
los puntos 5.1. y 5.2. Terminada la contienda la desestabilización será la nota dominante en todos los territorios
que habiendo pertenecido al bando de los vencidos, aprovecharon la disolución de las estructuras políticas derrotadas y sobre el solar de los otrora Imperios, surgieron una pléyade de nuevos estados amparados en el principio,
defendido con tanto ardor como ignorancia, por el presidente Wilson. El nuevo mapa europeo en la zona oriental vio emerger siete nuevos estados independientes:
Mapa político de Europa, a la izquierda en 1914, a la derecha en1919 tras la Paz de París
Finlandia, Estonia, Letonia, Lituania, Checoslovaquia, Polonia, todos ellos con el objetivo de actuar de colchón
sanitario ante la amenaza soviética, en particular el caso de Polonia es de especial relevancia porque la constitución de la república polaca se forjó en noviembre de 1918 y hasta 1921 en que se aseguraron las fronteras, hubo de resolver la situación mediante una serie de guerras locales. Mención aparte merece el caso de la concesión
de un estado para los eslavos del sur, la vieja ambición fue por fin satisfecha y nacida con el nombre de Reino
de Serbios, Croatas y Eslovenos, definitorio en su propio enunciado de los grupos integradores que solo tenían en
110 Hagen Schulze, Breve historia de Alemania, Alianza Editorial, Madrid, 2001, pg. 170. José Fernando Pertierra de las Rojas, Las
relaciones internacionales durante el período de entreguerras, Madrid, Akal, 1990, pg. 25. Xavier Tafunell, ob. cit., pg. 299, se hace
eco de la cifra y, además, da la equivalencia en dólares.
111 Ver mi Historia del Siglo XIX, ob. cit., pp. 434-435.
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TEMA Nº 1: LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL (1914-1918)
común un origen común, el de los eslavos pero de eso ya había pasado demasiado tiempo, tanto como para haber
trazado desarrollos culturales y religiosos diferenciadores. El nombre de reino de Yugoslavia no fue oficial si no
a partir de 1929. La concesión de un estado para los eslavos del sur pretendía colmar sus aspiraciones.
También hubo reparto de tierras para Italia entregándosele Trieste y algunas islas Dálmatas en cumplimiento
del Tratado secreto de Londres de 1915, algo que irritará a los yugoeslavos. Rumania vio ampliado su territorio
al integrar zonas húngaras y rusas. Grecia creció a costa de Turquía que, a su vez, emerge como república a la
que se le amputa gran parte del territorio del Imperio Otomano quedando reducida a Constantinopla y el Asia
Menor. También sacaron beneficio Francia y Gran Bretaña, bajo la estrenada fórmula de «mandatos» de la
Sociedad de Naciones, la primera pasó a “administrar” Siria y Líbano y la segunda Palestina e Irak.
Definitivamente, el diseño político de la Europa que fue a la guerra había sido alterado profundamente tras la
misma. En algunos casos se habían resuelto sentimientos nacionalistas al dotar de estado a esos grupos nacionales
que no se sentían cómodos dentro de los trajes imperiales diseñados por el Congreso de Viena de 1815. En otros,
empezaban a cimentarse las bases de la Segunda Guerra Mundial, recuérdese el trato dado a Alemania, y, para
el caso de los eslavos del sur, el sentimiento pan-eslavo al que se quiso dar satisfacción con la creación de Yugoslavia que, a la larga, se mostró un proyecto de corto vuelo. Está en la memoria de todos cómo concluyó en los noventa del pasado siglo tras las guerras que, por enésima vez, volvieron a asolar los Balcanes conformando un nuevo mapa de la región. Pero esto es motivo de análisis en otro tema112.
Ver infra tema nº 18 § 3.5., pp. 466-468.
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TEMA Nº 9: LAS DEMOCRACIAS EUROPEAS EN EL PERÍODO DE ENTREGUERRAS: ALEMANIA
1. A MODO DE INTRODUCCIÓN: EL SUSTRATO DEL NAZISMO EN LA SOCIEDAD ALEMANA437
Los alemanes, que habían acudido a la guerra confiados en sus posibilidades de triunfo -sólo tenían que apelar a
la historia más reciente para sostener su confianza en la victoria ante los franceses438- transmutaron su seguridad
en una amarga decepción ante la suerte que el final de la contienda les había deparado. En 1914 nadie en Alemania podía presagiar que el resultado de la guerra fuera a ser la derrota; al contrario, la sociedad alemana se
congratulaba porque sus dirigentes habían elegido el camino de la contienda armada para imponerse sobre Francia, el enemigo secular, el país que tanto había pugnado en el pasado para evitar una Alemania unida y fuerte.
Según el punto de vista de los nacionalistas alemanes, tanto si estaban integrados en la liga Panalemana como si
no, Alemania se hallaba en una trágica tesitura y negras eran sus perspectivas de futuro. Se hacía preciso actuar,
intervenir ante los enemigos que la rodeaban, si en el exterior, un conjunto de pueblos que iban desde los eslavos
a los latinos; si en el interior, judíos, jesuitas, socialistas, agitadores y conspiradores. Todos confabulaban para hundir a la raza alemana, por ello se imponía cerrar filas en torno a la unidad racial: «alemanidad» frente a «eslavitud», «anglosajonidad» o «judeidad». Desde su punto de vista, las otras etnias estaban asfixiando a los alemanes
y amenazaban con inundarlos. Especial hincapié ponían en los franceses a quienes consideraban inmersos en un
proceso decadente y corruptor.
En 1912, año en que los socialdemócratas ganaron las elecciones al Reichstag, el líder de la liga Panalemana, el
abogado Heinrich Class publicó, bajo pseudónimo un manifiesto que tituló: Wenn ich der Kaiser wär: Politische
Wahrheiten und Notwendigkeiten, conocido en español con el título de Si yo fuese el káiser, donde detallaba un programa de actuaciones que consideraba imprescindible acometer para el bien de Alemania y que visto en perspectiva, expone muchas de las actuaciones que llevaron a cabo los nazis cuando tomaron el poder. En síntesis, se pueden resumir así:







Ideológicamente: lo expresado era un cruce ecléctico de las ideas de Nietzsche, Julius Langbehn, Darwin,
Heinrich von Treitschke y otros autores, vulgarizando sus ideas, sacándolas de contexto y simplificándolas
hasta el punto de hacerlas irreconocibles.
Sobre los judíos: había que privarles de sus derechos y considerarlos extranjeros porque ellos eran los
culpables de que los socialdemócratas hubieran ganado las elecciones, sin olvidarse de que estaban minando la nación, subvirtiendo el arte, la creatividad alemana y corrompiendo al pueblo.
Sobre los socialdemócratas: había que declarar ilegal al Partido Socialdemócrata y expulsar de Alemania a sus diputados, a los directores de sus publicaciones y a los secretarios de sus sindicatos.
Sobre las elecciones al Reichstag: se tenía que modificar el reglamento para que sólo pudieran ocupar
escaño los más capacitados, lo más ilustrados y pudientes. Se imponía volver al sufragio censitario.
Sobre la exaltación nacional: las concentraciones nacionales y las fiestas patrióticas vincularían a las masas populares a la causa nacional.
Sobre la pacificación interna: se hacía imprescindible eliminar las culturas minoritarias, como era el caso
de los polacos asentados en la Prusia oriental. Había que expulsarles de sus propiedades agrícolas, prohibírseles su idioma y si fuera necesario, aplicar la fuerza contra ellos pues en tanto que eslavos, eran considerados pueblos inferiores y sin civilizar.
Sobre la guerra: Alemania tenía que acelerar la producción a gran escala de armamento, mayor aún que
la protagonizada por la Ley de la Marina de 1898 que había posibilitado disponer de una potente armada. Con esa superioridad, los alemanes debían conquistar Europa anexionándose todas las zonas de habla alemana como Suiza, Holanda, Bélgica, Luxemburgo y Austria. En el caso de Rumanía, país no germano, sería anexionado al Reich por razones estratégicas. Por lo que respecta a las posesiones ultramarinas
holandesas y belgas, en particular, el Congo, serían la base de un nuevo imperio colonial que rivalizaría
con el británico.
Este manifiesto no pasó desapercibido y hubo otras personalidades que quisieron sumarse a estos postulados y
aportar su propio esfuerzo intelectual para ayudar a resolver lo que, a su juicio, era preciso enderezar: el rumbo
perdido de la germanidad alemana. Ese fue el caso del general retirado Konstantin von Gebsattel, este hombre
se sintió en la obligación de dirigir al káiser un memorándum donde apelaba a la lucha contra «las maquinaciones
judías y la demagogia de los dirigentes socialdemócratas». En síntesis, sus ideas eran claras y rotundas proponiendo que había que tratar a los judíos como si fueran extranjeros y excluirles de profesiones vinculadas con el Estado: funcionariado, abogacía, profesorado y ejército. El general añadía una idea que no era nada novedosa en la
Richard J. Evans, La llegada del Tercer Reich, Península, Barcelona, 2003, autor al que sigo mientras no se cite en contrario.
En 1814, 1815 y 1870, los ejércitos prusianos, en coalición o por sí mismos, habían acampado a las puertas de París, ver mi
Historia del Siglo XIX, ob. cit., pp. 120-122 y pp. 217-219.
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TEMA Nº 9: LAS DEMOCRACIAS EUROPEAS EN EL PERÍODO DE ENTREGUERRAS: ALEMANIA
historia: aunque un judío se bautizase seguía siendo judío439. Es más, no contento con esa aseveración aún estigmatizó más la condición de hebreo llegando a afirmar que todo aquel que tuviera una cuarta parte de sangre judía,
lo seguía siendo, algo que alargaba la condición de hebreo, siempre según el criterio de Gebstatell, hasta los nietos. Naturalmente, estos argumentos eran razonados por su autor ante la grave contaminación que vivía Alemania,
dominada por el espíritu judío que definía como: superficial, negativo y materialista. Frente a esa cualidad se alzaba el espíritu alemán: profundo, positivo e idealista. Descrita la base del problema, se tenía que aplicar la acción correctora necesaria y ésta solo podía llegar mediante la asunción del poder a través de un golpe de estado
dado desde arriba, la declaración de sitio militar y la imposición de la ley marcial. De nuevo llamo la atención al
alumno sobre los aspectos aquí defendidos mucho antes de que los nazis llegaran al poder.
Desde luego esta presión se dejó sentir en la cúspide del poder, si
bien los postulados expresados no fueron asumidos por el gobierno,
no cabe duda de que los firmantes representaban a una parte notoria
de la sociedad alemana y algunos de esos argumentos terminaron por
reflejarse en la política gubernamental, a cuyo frente se hallaba el
canciller Bethmann Hollweg440, quien llegó a admitir que la «cuestión
judía» era un asunto que había de ser tomada en serio por los peligros que entrañaba para el futuro de Alemania. Pero no sólo la
«cuestión judía», también en la política internacional seguida por Alemania recién iniciada la guerra, se hallan ecos de los argumentos esgrimidos por la Liga Panalemana. Un memorándum que llevó por título «Notas provisionales sobre la dirección de nuestra política relativa
a la celebración de la paz» fechado el 9 de septiembre de 1914,
prácticamente cuando la guerra sólo llevaba un mes de lucha, refleja
algunos de los “consejos dados al káiser”; se trata de un documento
que dio a conocer el historiador alemán Fritz Fischer, en 1961, en un
trabajo donde denunciaba el imperialismo alemán al que culpaba de
Fijación de las normas de ocupación dictadas premeditación e interés expansionista como motor de la guerra441. Los
por Alemania en Lieja
planes alemanes se sustanciaban en siete puntos y afectaban tanto a
territorios que se anexionaría el Imperio Alemán como a medidas económicas aplicables, contemplando distintas
disposiciones pero todas con el denominador común de conseguir la seguridad del Reich.
Por su interés para comprender mejor el sentimiento de decepción que sumió a los alemanes al cese de las hostilidades, en 1918, me detendré en explicar las medidas previstas que comprendían los siguientes apartados442:

FRANCIA: imposición de severas sanciones divididas en varios capítulos:
o Cesiones territoriales:
 Los Vosgos occidentales.
 La franja costera comprendida entre Dunquerque y Boulogne (ver lo previsto para Bélgica).
o Económicas:
 Imposición de una fuerte indemnización de guerra que impidiera su capacidad de rearme durante un
lapso de tiempo estimado entre 15 y 20 años.
439 Argumentos que recuerdan mucho al Estatuto Sentencia de Pero Sarmiento de 1451 y a los Estatutos de Limpieza de Sangre,
aprobados en la España moderna a mediados del XVI dados para excluir de los cargos y prebendas a los cristianos nuevos de judío, los judeoconversos. No puedo detenerme en explicar lo citado pero no podía dejar de hacerlo para que el alumno pueda
comprender la analogía.
440 Theobald von Bethamn-Hollweg. Político alemán (Hohenfinow, Brandenburgo, 1856-1921). Procedente de una carrera burocrática en la Administración prusiana, en 1909 fue nombrado canciller del Reich alemán (primer ministro). Aunque de ideas conservadoras, comprendía la necesidad de modernizar el sistema político creado por Bismarck, dando más poder al Parlamento; pero fracasó en ese objetivo ante la incomprensión del emperador Guillermo II y el inmovilismo de los militares. Tampoco consiguió
romper el aislamiento internacional de Alemania con un acercamiento a Inglaterra, por las reticencias de ésta ante el crecimiento
de la flota alemana, impuesto a Bethmann por Tirpitz y los militares. En el conflicto austro-serbio de 1914 intentó evitar que Alemania declarara la guerra, a la que se vio empujado por el emperador; comenzada la Primera Guerra Mundial, en cambio, avaló la invasión alemana de Bélgica, ignorando el tratado que garantizaba su neutralidad. A medida que se prolongaba la guerra
y que se veía más difícil la victoria de Alemania, creció la oposición contra su gobierno en el interior del país, especialmente contra
la estrategia de guerra submarina; finalmente el emperador cesó a Bethmann en 1917, a petición de Hindenburg y Ludendorff,
que controlarían el poder de hecho en la dictadura militar que siguió hasta el fin de la guerra (1918).
441 Griff nach der Weltmacht. Die Kriegszielpolitik des kaiserlichen Deutschland 1914/18, autor y obra ya citados en el curso, ver
supra tema nº 1 § 4.4., pp. 20-21.
442 Cito por la edición electrónica editada en inglés con el título de «Bethmann Hollweg’s September Memorandum about war
aims»: http://historytothemax.wikispaces.com/file/view/2.1.2+German+Bethmann+Hollweg%27s+September+Memorandum.pdf
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TEMA Nº 9: LAS DEMOCRACIAS EUROPEAS EN EL PERÍODO DE ENTREGUERRAS: ALEMANIA
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Firma de un tratado comercial que garantizase el mercado francés a las exportaciones alemanas en
perjuicio de las británicas.
 Ese mismo acuerdo comercial tenía que garantizar la libertad de acción financiera e industrial para
las entidades alemanas que deberían recibir idéntico tratamiento que las francesas.
BÉLGICA:
o Territoriales:
 La provincia belga de Luxemburgo se integraría en el ducado de Luxemburgo.
 Lieja y Verviers serían unidas a Prusia.
 Amberes: el memorándum planteaba la duda de si Amberes, con un corredor hacia Lieja, se debería
mantener fuera o anexionarse igualmente.
 Sobre Bélgica en su conjunto, también el informe expresaba dudas sobre si debía continuar existiendo
como estado independiente o no. Lo que sí estaba claro es que de optarse por lo segundo debería
permitir la ocupación militar de los puertos más notorios.
o Económicas: Se convertiría a Bélgica en una provincia alemana.
o Políticas: La Francia flamenca, con Dunquerque, Calais y Boulogne, donde la población mayoritaria es
flamenca, deberían ser anexionados a esa Bélgica rediseñada por Alemania.
LUXEMBURGO:
o Territoriales:
 Se convertiría en un estado federal de Alemania y recibiría la provincia belga de Luxemburgo.
 Lowgwy, territorio integrado en Francia desde los acuerdos de la paz de Nimega (1678) 443 , se
consideraría su posible incorporación a Luxemburgo.
HOLANDA: en síntesis se la forzaría a integrarse más estrechamente con Alemania aunque se respetaría su
condición de estado. No obstante, se la vincularía al mundo alemán lo que implicaría un tratado de asociación,
unos acuerdos militares de colaboración para la defensa de las respectivas colonias. Con respecto a la ciudad
de Amberes se consideraría la posibilidad de cedérsela a Holanda a cambio de que permitiera el
establecimiento de guarniciones militares alemanas en la ciudad y en la desembocadura del Escalda.
CENTROEUROPA: creación de una asociación mediante la firma de tratados comerciales. Estos acuerdos
comprenderían a Francia, Bélgica, Holanda, Dinamarca, el Imperio Austro-Húngaro, Polonia444 y quizá, Italia,
más Suecia y Noruega. Todos los signatarios tendrían la condición de miembros en igualdad de condiciones sin
que fuera preciso crear ningún tipo de autoridad supraestatal, aunque todos estarían bajo el liderazgo y dominio económico de Alemania.
COLONIALISMO: el objetivo central sería la creación de un imperio colonial en el África central dotado de continuidad territorial. Más adelante, el memorándum dejaba abierta la posibilidad de llevarlo a cabo con Rusia
en condiciones de igualdad.
Como podemos apreciar, se trataba de unos planes cuya puesta en ejecución implicaba la victoria total, no cabía
otra opción, tampoco la consideraban los ideólogos alemanes que lo fundamentaban en un sentimiento de irrefrenable optimismo. Una excitación que embriagaba también a la sociedad alemana. La guerra, pues, entendida como una aventura nacional, regeneradora y purificadora. Se sentía como una aventura, como un paréntesis en la
co-tidianeidad, no era tenida como el fin de la vida habitual. Había júbilo nacional en el ambiente que inundaba
a toda la sociedad, la nación se unía frente a la agresión extranjera y se desterraban los conflictos domésticos, los
sacrificios que exigía la guerra eran tenidos como actos de purificación, un medio para lograr la redención. Un
sentimiento que arrastraba a todos, a los remisos también, algunos de ellos, cautelosos al principio, se sintieron empujados por un torrente de optimismo en la victoria.
Las élites germanas, en particular el profesorado y el clero, aclamaban el heroísmo de quienes partían hacia una
guerra que consideraban defensiva. Los intelectuales alemanes también fueron aprestados al combate, lo hicieron
como mejor podían servir a su causa: tomando la pluma. Y lo tuvieron que hacer en un momento muy delicado para la imagen exterior de su país porque la sociedad internacional estaba indignada con Alemania y su brutal comportamiento hacia los belgas, actuaciones que habían dado comienzo con la violación de su neutralidad y continuaron con el asesinato y pillaje de la población civil acusada de acciones de resistencia contra los invasores, que
alcanzaron su culmen con el incendio intencionado de la biblioteca de la Universidad de Lovaina, llevado a cabo
Ver mi Historia de la Ead Moderna, ob. cit., pg. 344.
Es curiosa esta referencia en el memorándum a un país, Polonia, que en la práctica política no existía, ¿se debe deducir de la
cita que los alemanes tenían intención de permitir la existencia de una Polonia satélite vinculada a Alemania, como consideraban
hacer con Bélgica y Holanda? Pura reflexión intelectual que no he querido dejar de manifestar porque la alusión a los polacos es,
cuando menos, chocante.
DR. JESÚS CARRASCO VÁZQUEZ - CURSO DE HISTORIA UNIVERSAL DEL SIGLO XX (2012-2013)
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TEMA Nº 9: LAS DEMOCRACIAS EUROPEAS EN EL PERÍODO DE ENTREGUERRAS: ALEMANIA
el 25 de agosto, donde se atesoraban más de 230.000 volúmenes, entre ellos 750 manuscritos medievales445; era
la puesta en práctica de un táctica que pretendía aterrorizar a la población civil y someterla por el miedo, conocida con el nombre de Schrecklichkeit (“terror” o “aterrorizar”). La imagen de Alemania quedó muy comprometida
ante la opinión pública internacional por estos actos y otros similares, por esa razón, se redactó un Manifiesto con
el título de An die Kulturwelt! Ein Aufruf446, que se podría traducir «Para el mundo civilizado. Una llamada», conocido también como el Manifiesto de los noventa y tres, por el número de intelectuales alemanes que lo firmaron en
octubre de 1914 y entre cuyos signatarios se encontraban los más destacados científicos alemanes del momento:
Max Planck447, Fritz Haber448, Richard Willstätter449 y Paul Ehrlich450 entre otros. El efecto conseguido fue contrario
al buscado porque se convirtió en una prenda moral en poder del enemigo451.
445 Álvaro Lozano Cutanda, Breve historia de la Primera Guerra Mundial, Nowtilus, Madrid, 2011, pg. 95. Marie-Thérèse Bitsch,
Histoire de la Belgique, Editions Complexe, Bruselas, 2004, pp. 147-148.
446 Juan Goberna, “Conceptos en el frente. La querella de la kultur y la civilisation durante la I guerra mundial”, Historia Contemporánea, nº 28 (2004), pg. 428, los intelectuales alemanes dirigieron el escrito a las universidades de los países neutrales proclamando su inocencia: «No es verdad que Alemania haya provocado esta guerra (...). No es verdad que nosotros hayamos violado criminalmente la neutralidad de Bélgica (...). No es verdad que nuestras tropas hayan destruido brutalmente Lovaina (...). No es verdad
que nosotros hagamos la guerra con desprecio de los derechos de las gentes». El documento concluía vinculando el destino de la Kultur y la fuerza de su ejército: «No es verdad que la lucha [extranjera] contra lo que se llama nuestro militarismo no esté dirigido contra nuestra Kultur. Sin nuestro militarismo, nuestra Kultur habría sido aniquilada hace ya mucho tiempo. Es para protegerla por lo que
este militarismo ha nacido en nuestro país, expuesto como ningún otro a unas invasiones que se han renovado de siglo en siglo».
447 (Ernst Karl Ludwig Planck; Kiel, actual Alemania, 1858-Gotinga, Alemania, 1947) Físico alemán. Dotado de una extraordinaria
capacidad para disciplinas tan dispares como las artes, las ciencias y las letras, se decantó finalmente por las ciencias puras, y
siguió estudios de física en las universidades de Múnich y Berlín; en ésta tuvo como profesores a Helmholtz y Kirchhoff. Tras doctorarse por la Universidad de Munich con una tesis acerca del segundo principio de la termodinámica (1879), fue sucesivamente
profesor en las universidades de Munich, Kiel (1885) y Berlín (1889), en la última de las cuales sucedió a su antiguo profesor,
Kirchhoff. Enunció la ley de Wien (1896) y aplicó el segundo principio de la termodinámica, formulando a su vez la ley de la radiación que lleva su nombre (ley de Planck, 1900). Durante 1900 logró deducir dicha ley de los principios fundamentales de la
termodinámica, para lo cual partió de dos suposiciones: por un lado, la teoría de Ludwig Boltzmann, según la cual el segundo principio de la termodinámica tiene carácter estadístico, y por otro, que el cuerpo negro absorbe la energía electromagnética en cantidades indivisibles elementales, a las que dio el nombre de quanta (cuantos). El valor de dichos cuantos debía ser igual a la frecuencia de las ondas multiplicada por una constante universal, la llamada constante de Planck. Este descubrimiento le permitió, además, deducir los valores de constantes como la de Boltzmann y el número de Avogadro. Ocupado en el estudio de la radiación del
cuerpo negro, trató de describir todas sus características termodinámicas, e hizo intervenir, además de la energía, la entropía
[magnitud termodinámica que mide la energía no utilizable, pero que se haya contenida en un sistema]. Conforme a la opinión de
Boltzmann de que no lograría obtener una solución satisfactoria para el equilibrio entre la materia y la radiación si no suponía una
discontinuidad en los procesos de absorción y emisión, logró proponer la «fórmula de Planck», que representa con exactitud la
distribución espectral de la energía para la radiación del llamado cuerpo negro. Para llegar a este resultado tuvo que admitir
que los electrones no podían describir movimientos arbitrarios, sino tan sólo determinados movimientos privilegiados y, en
consecuencia, que sus energías radiantes se emitían y se absorbían en cantidades finitas iguales, es decir, que estaban cuantificadas. La hipótesis cuántica de Planck supuso una revolución en la física del siglo XX, e influyó tanto en Albert Einstein (efecto fotoeléctrico) como en Niels Bohr (modelo de átomo de Bohr). El primero concluyó, en 1905, que la única explicación válida para el
llamado efecto fotoeléctrico consiste en suponer que en una radiación de frecuencia determinada la energía se concentra en corpúsculos (cuantos de luz, conocidos en la actualidad como fotones) cuyo valor es igual al producto de la constante de Planck por
dicha frecuencia. A pesar de ello, tanto Planck como el propio Einstein fueron reacios a aceptar la interpretación probabilística de
la mecánica cuántica (escuela de Copenhague). Sus trabajos fueron reconocidos en 1918 con la concesión del Premio Nobel de Física por la formulación de la hipótesis de los cuantos y de la ley de la radiación.
448 (Breslau, 1868 - Basilea, 1934) Químico alemán conocido por su desarrollo de un método económico de síntesis del amoníaco
que permitió la fabricación a gran escala de abonos y fertilizantes nitrogenados. Su descubrimiento le valió el Premio Nobel de
Química en 1918. Fue discípulo de Liebermann y profesor en Karlsruhe y Berlín. Investigó sobre la combustión y la electroquímica.
Desde 1906 investigó acerca de la síntesis industrial del amoníaco, llevado a cabo por vía catalítica y a fuerte presión. En 1909,
en colaboración con C. Bosch, descubrió un sistema de fijación del nitrógeno atmosférico en gran escala que permite obtener fácilmente amoníaco a partir de nitrógeno e hidrógeno con empleo de catalizadores (fundamentalmente hierro), método actualmente
conocido como el proceso de Haber-Bosch. A partir de 1913 el amoníaco adquirió importancia en el proceso de fabricación a
nivel mundial de abonos nitrogenados. Hacia 1911 ocupó el cargo del recientemente fundado Instituto Kaiser Wilhelm de Química
y Física, en Berlín-Dahlen. Durante la Primera Guerra Mundial participó en el proceso de fabricación de explosivos en Alemania y
en el control científico de la guerra química germana, diseñando máscaras de gas y otros medios de defensa contra las armas bélicas de los aliados. En 1933 dimitió del puesto que ocupaba y emigró en protesta contra el antisemitismo. Trabajó en Cambridge
y murió mientras viajaba a Israel, donde le esperaba una plaza de investigación.
449 (Karlsruhe, 1872 - Muralto, 1942) Químico alemán. Estudió en Munich, donde fue alumno de Bayer, y se doctoró en 1894 con
una tesis sobre los alcaloides. En 1905 trabajó como profesor de química en el Politécnico de Zurich. En 1912 fue catedrático en el
instituto Kaiser Wilhelm de Berlín. En 1916 ejerció como catedrático en la universidad de la ciudad de Munich. En 1925 dimitió de
su puesto en señal de protesta contra el creciente antisemitismo del que estaba dando muestras el centro, ya que se había negado
a aceptar en la plantilla al geoquímico Goldschmidt, por ser judío. Willstätter perdió todo, se quedó sin vivienda y sin pensión. Su
esposa y su hija menor habían fallecido y su hija mayor se había casado y vivía en los Estados Unidos. Rechazó ofertas de otros
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TEMA Nº 9: LAS DEMOCRACIAS EUROPEAS EN EL PERÍODO DE ENTREGUERRAS: ALEMANIA
El manifiesto halló eco dentro de Alemania, otros intelectuales no firmantes del mismo como ErnsT Troeltsch452 y
Thomas Mann453, también sintieron la necesidad de adherirse a los postulados que defendían la acción alemana,
insistiendo en que su país había escogido su propio camino hacia la libertad, distinto y superior a la libertad occidental que se hallaba corrompida, decían, por los mecanismos formales y los valores materiales. El caso de Mann
es paradigmático. En noviembre de 1914 escribía un artículo, Gedanken im Kriege (“Pensamientos en guerra”),
donde defiendía sus puntos de vista presentando de manera antitética la distinta forma de ver y entender los valores de la sociedad. El trabajo era una confrontación ideológica entre el concepto de la Kultur454 (Cultura) alemana frente a la Civilization, idea defendida por los franceses455; como se puede deducir, ambas palabras tienen
países, porque quería permanecer en su tierra. Realizó algunos viajes. En 1938 se dio cuenta del peligro que corría en su país y
decidió emigrar. Tras pasar algunas dificultades y gracias a la ayuda de un antiguo alumno, Stoll, en 1939, consiguió cruzar la
frontera. Trabajó en el terreno de los pigmentos vegetales, las quinonas y la química de la clorofila. Haciendo uso de la técnica
cromatográfica desarrollada por Tswett, extrajo las estructuras de las formas a y b de la clorofila. Demostró que ésta tiene un
único átomo de magnesio en su molécula, al igual que la hemoglobina, dotada de un único átomo de hierro. Por sus investigaciones
acerca de los colorantes de origen vegetal, en especial de la clorofila, logró el premio Nobel de Química, en 1915.
450 (Lagow, 1854 - Burgberg, 1915) Serólogo y farmacólogo alemán. Su padre era un excéntrico judío y su madre una mujer con
gran talento. Su primo Carl Weigert, patólogo, fomentó en él su interés por las ciencias. Estudió en las universidades de Breslau,
Estrasburgo, Friburgo y Leipzig. Doctorado en medicina en 1878, consiguió una plaza en el hospital de la Universidad de Berlín.
Se dedicó al estudio de la hematología y, posteriormente, se especializó en el estudio de la inmunidad. Descubrió un método para
colorear y clasificar las células blancas de la sangre. También descubrió los mastocitos, tan importantes en los procesos alérgicos,
como posteriormente se demostró. Junto a Behring y Kitasato, Ehrlich consiguió inmunizar al cuerpo contra ciertas sustancias vegetales gracias a la formación de antitoxinas. En sus investigaciones sobre los anticuerpos se fundó la moderna inmunología. Ehrlich
trató de encontrar un producto químico sintético, que una vez ligado a ciertos parásitos, los aniquilara, intentando buscar una cura
para la malaria y la sífilis. Como apoyo de su teoría contaba con el hecho de que el Rojo Tripán era muy efectivo contra los tripanosomas, agentes patógenos causantes de la tripanosomiasis, en los ratones. También observó que otros agentes generaban un
mecanismo de resistencia contra la droga. Desde 1905, comenzaron una serie de ensayos con compuestos similares a las tinturas,
aunque contenían en la composición arsénico, tratando de encontrar un remedio para destruir las células de los agentes patógenos
invasores. Su compuesto, el arsenobenzol, resultó ser efectivo contra el Treponema pallidum, responsable de la sífilis, aunque fracasó contra los tripanosomas; este producto se comercializó con el nombre de Salvarsán. Todos estos principios sirvieron de base
para el comienzo de un nuevo método, la quimioterapia, para abordar el tratamiento de las enfermedades. Se trataba de encontrar un método que eliminara los organismos patógenos, causando el menor daño posible al paciente. En 1908 obtuvo el premio
Nobel de Fisiología y Medicina, compartido con E. Mechnokoff, en reconocimiento por sus trabajos sobre inmunidad.
451 Fritz Stern, El mundo alemán de Einstein, Paidós, Barcelona, 2003, pg. 57.
452 (Hauenstetten, 1865 - Berlín, 1923) Filósofo e historiador alemán. Simples y de escaso relieve son los detalles de su biografía,
absolutamente centrada en los trabajos de investigación y estudio. Frecuentó las Universidades de Erlangen, Berlín y Gotinga.
Obtenida en esta última (1891) la habilitación para la enseñanza libre, fue profesor extraordinario de Teología en Bonn en 1893,
y en Heidelberg en 1894; luego, este mismo año, e igualmente en Heidelberg, llegó a catedrático de Teología sistemática. En
1915 empezó a desempeñar la cátedra de Filosofía de la religión en la Universidad de Berlín. Fue subsecretario y, después, secretario de Estado (1922) en el Ministerio prusiano de Cultos. Se formó en la Facultad evangélica de Teología. donde estableció
contacto con los grandes problemas histórico-filosófico-religiosos que la cultura de la época, influida por el predominio del
positivismo, ignoraba o disimulaba. Se ha considerado a Ernst Troeltsch como el último representante del protestantismo liberal. Se
planteó la antigua cuestión, ya promovida por Schleiermacher, de las relaciones entre la fe y la ciencia. Únicamente el amplio desarrollo que la historia del cristianismo y de las religiones había tenido en el curso del siglo XIX, contribuyó a atenuar en él, como
en todo el protestantismo contemporáneo, el sentimiento de la autosuficiencia del elemento fideísta, junto al cual aparece situada,
como integración necesaria, la ciencia, bajo las formas de la filosofía de la religión y de la historia. Ello, que por una parte inclinaba a Troeltsch a los problemas del historicismo, le vinculó, por otro lado, a un dualismo por él considerado, finalmente, elemento
esencial de la realidad histórica. Nuestro autor experimentó considerablemente la influencia de Dilthey en un primer tiempo, y luego la del neokantismo; más tarde se inclinó a una visión tipológica de la historia, bajo el influjo de Max Weber. Muy extensa fue
su producción, y enorme el material utilizado en ella. En sus obras más importantes estudió la posición de San Agustín respecto del
cristianismo medieval, las doctrinas sociales de las iglesias y grupos cristianos y la religión de Kant. Los textos principales de
Troeltsch son El carácter absoluto del cristianismo e historia de las religiones (1902). Las teorías sociales de la Iglesia y de los grupos
cristianos (1911), El historicismo y sus problemas (1922) y El problema lógico de la filosofía de la historia (Das logische Problem der
Geschichtsphilosophie, 1922).
453 Autor crítico con la sociedad que le había educado y que englobaba una nómina más amplia, ver supra tema nº 5, pp. 77-81.
454 Según el diccionario Pons de la lengua alemana, esta palabra y para el caso que nos ocupa, tiene dos traducciones al español:
“Cultura” y “Civilización”. En nuestra lengua, “Cultura” es el “conjunto de modos de vida y costumbres, conocimientos y grado de
desarrollo artístico, científico, industrial, en una época, grupo social, etc.” y “Civilización” es el estadio cultural propio de las sociedades humanas más avanzadas por el nivel de su ciencia, artes, ideas y costumbres. Por tanto, Cultura y Civilización se pueden entender como sinónimos.
455 Juan Goberna, ob. cit., pp. 431-432, este enfrentamiento entre ambas visiones tendría recorrido muchos después de que callasen las armas y se prolongaría en décadas posteriores. Quizá el sociólogo Nobert Elias fuera quien mejor definiera las visiones enfrentadas de ambos conceptos. Elias opina que Civilización atenúa hasta cierto punto las diferencias nacionales entre los pueblos y
acentúa lo que es común a todos los seres humanos o debiera de serlo desde el punto de vista de quienes hacen uso del concepto.
En él se expresa la conciencia de sí mismos que tienen pueblos cuyas fronteras y peculiaridades nacionales hace siglos que están
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significado similar por lo que matizar las diferencias se hacía necesario para posicionar a cada grupo nacional
frente al otro, es lo que Mann explicitó en su trabajo donde sostenía que la guerra librada por Alemania era la
de la Kultur frente a la Civilization, y explicaba la diferente utilización de esos términos siendo ambos contrarios y
representando diversas manifestaciones de la eterna contrariedad cósmica, de la oposición entre Espíritu y Naturaleza. La primera, sostenía Mann, es estilo, forma, actitud, gusto; una manera de organización del mundo donde
podía incluirse oráculos, magia, pederastia, sacrificios humanos, cultos orgiásticos, inquisición, autos de fe, danzas
rituales, brujería y todo tipo de crueldad456. La Civilization, es razón, luces, dulzura, decencia, escepticismo, esparcimiento.
Sintomático de este sentir son las palabras del novelista Hermann Hesse457 en un texto de diciembre de 1914, que
se puede interpretar en clave regeneracionista, vivificadora, siguiendo en parte los postulados defendidos en el
manifiesto nacionalista ya aludido:
«Me parece que, en general, el impacto moral de la guerra ha resultado muy positivo. Para mucha gente ha sido bueno
que los alteraran hasta sacarlos de su estúpida paz capitalista, y también para Alemania. Creo que los verdaderos
artistas valorarán más a una nación si sus hombres se han enfrentado a la muerte y han sufrido la vida en los campos de
prisioneros de guerra»458.
****
Pero el año de 1917 trajo importantes novedades. En política exterior los alemanes ahora se tenían que enfrentar,
además, con los Estados Unidos de Norteamérica, que desde abril entraban en liza al lado de los aliados459, lo
que venía a significar una amenaza de enorme consideración dado el potencial militar y económico del nuevo confuera de discusión porque están consolidadas, de pueblos que hace mucho tiempo que han desbordado sus fronteras y que han realizado una labor colonizadora más allá de ellas. Por el contrario, el concepto alemán de cultura destaca especialmente las diferencias nacionales y las peculiaridades de los grupos. Y gracias a esta unción ha conseguido una gran significación, por ejemplo,
en el campo de la etnología y de la antropología, muy por encima del ámbito germano-hablante y de su situación de origen.
456 Podría sorprender la lectura de esta descripción si no tuviéramos en cuenta el significado y alcance que el autor quiere dar a
su razonamiento. El discurso ideológico expresado está enraízado con la tradición y el acervo de los pueblos nórdicos y centroeuropeos; tiene relación con el fuego como elemento purificador y se entremezclan la magia y la brujería, creando un rico imaginario colectivo que se materializa y concreta en diferentes obras, siendo una de sus concreciones más elaboradas la que se conoce
como La noche de Walpurgis, a través de la cual distintos artistas de diferentes disciplinas, han plasmado su particular visión de
esa mágica y desenfrenada manifestación del mundo de los sentidos irrefrenados, desde literatos como Goethe, quien en su Fausto, hace que Mefistófeles, el demonio, le obligue a presenciar una Noche de Walpurgis. Basándose en esta obra, el compositor
Mendelssohn nos ha legado su cantata para solistas, coro y orquesta, titulada Die erste Walpurgisnacht («La primera noche de
Walpurgis»). El propio Mann se hace eco de esta tradición y la plasma en su novela La montaña mágica (1924). El alumno puede
encontrar infinidad de referencias a esta idea expresada en esta entrada para comprender mejor la raigambre cultural que encierra y como la iglesia cristiana se «apropió» de esta celebración y la transformó en la santa Walburga.
457 (Calw, 1877 - Montagnola, 1962) Novelista alemán que en ocasiones utilizó el seudónimo de Emil Sinclair; obtuvo el premio
Nobel en 1946. Vástago de una familia de misioneros pietistas, fue destinado al estudio de la teología y enviado en 1891 al seminario de Maulbronn. De allí se fugó en 1894 e hizo el aprendizaje de relojero en Calw. En 1895 fue aprendiz de librero en Tubinga y trabajó como tal en Basilea a partir de 1899. Después del éxito de Peter Camenzind (1904) se instaló a orillas del lago
de Constanza dedicado a la literatura. En 1911 viajó a la India, más tarde se fue a vivir a Berna y finalmente a Montagnola, cerca de Lugano. Peter Camenzind (1904) puede ser considerada un arquetipo del género conocido como "novela de formación", de
escritura reflexiva y melancólica, sobre un joven que llega del campo a la ciudad para acabar huyendo de la cultura urbana y regresar a la naturaleza y la vida sencilla. En esa misma línea, Bajo la rueda (1906) expresa la rebelión contra la autoridad. Pero el
título que marca el paso del ecuador dentro de la obra de Hesse es sin duda Demian (1919), cuyas primeras ediciones se publicaron bajo el seudónimo Emil Sinclair y con el significativo subtítulo "Una historia de juventud": escrita en medio de una profunda
depresión, la novela es sin embargo un canto a la amistad, al arte y a la vida. Siddharta (1922), diametralmente distinta, recoge
la experiencia del autor en la India y se convertiría, una generación más tarde, en el libro de cabecera de los primeros "hippies",
difusores en Occidente de la cultura budista. El lobo estepario (1927) es acaso el más célebre de los títulos de Hesse e inicia sin duda la etapa de madurez de su obra: está construido a partir de las notas póstumas del artista Harry Haller, introducidas por los
comentarios de un editor, y es un lúcido análisis sobre la locura de una época en la que muere lo viejo sin que haya nacido algo
nuevo. Narciso y Goldmundo (1930), situada en una imprecisa alba del Renacimiento, presenta la contraposición de Narciso, el
monje ascético, y Goldmundo, el artista, en una escuela monástica, donde traban amistad. Es la confrontación entre el mundo paterno, encarnado en el logos y la ciencia, y el arte maternal, que no representa una certeza sino una búsqueda de por vida. El juego de los abalorios (1943), cierra lo que puede entenderse como una trilogía de culminación de la obra de Hesse, a través de un
nuevo intento de reunión (los abalorios) del mundo de las artes y de las ciencias: un auténtico resumen de los esfuerzos anteriores
del autor por reflejar la inquietante dualidad entre el pensamiento y el espíritu. Siguieron luego colecciones de cuentos, relatos y
meditaciones, y en 1951 la antología literaria de este educador humano, que une la interioridad de la lucha sostenida para la
existencia del espíritu, consciente de su propia responsabilidad, con la advertencia dirigida a su misma época en peligro y al pueblo alemán. La edición completa de las obras de Hermann Hesse, en seis tomos, apareció en 1952.
458 Citado por Fritz Stern, El mundo alemán de Einstein, ob. cit., pg. 215.
459 Ver infra tema nº 12 § 2.2.1, pg. 308.
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tendiente, un adversario que llegó a poner más de un millón de hombres en los campos de batalla. En política interior Alemania empezó a debilitarse y esa argamasa sólida que se lograra con el estallido de la guerra comenzó
a resquebrajarse cuando creció entre la población el hartazgo por las duras condiciones que se vivían, con restricciones muy severas debidas al bloqueo aliado, lo que se traducía en penalidades para la población civil que,
además, soportaba las condiciones de un crudo invierno. Ese año los partidos políticos comenzaron a desperezarse
de un letargo en el que estaban sumidos desde el inicio de las hostilidades; el movimiento se dejó sentir en todo el
espectro político -salvo la derecha más radical- aunque cada lado del mismo tenía su propio programa político:
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la derecha moderada y el centro pedían la supresión del voto por clases aún vigente en Prusia460.
Los socialistas del SPD (Sozialdemokratische Partei Deutschlands, “Partido Socialdemócrata Alemán”) eran
la fuerza hegemónica dentro de la izquierda del arco parlamentario pero vivían en una contradicción interna porque su ala más radical era contraria a la guerra, lo que hizo que a medida que ésta avanzaba
las posiciones se marcaran aún más. El primer aviso de ruptura vino en diciembre de 1916 protagonizado
por Karl Liebknecht461 y Rosa Luxemburgo que crearon la Liga Espartaquista, nombre evocador inspirado
en Espartaco el esclavo que se levantó contra el poder de Roma en el siglo I a.C., en una clara alusión a la
rebelión emancipadora según la más nítida ideología marxista. En la primavera de 1917 la ruptura ya
fue total y los más radicales del SPD se escindieron para crear el USPD462 (Unabhängige Sozialdemokratische Partei Deutschlands, “Partido Socialdemócrata Independiente Alemán”) al que enseguida se unieron
los Espartaquistas que pasaron a jugar un papel destacado en las huelgas que se promovieron ese año.
Estos movimientos obligaron al káiser a acompasar su acción de gobierno con proceso que se estaba viviendo en
la sociedad alemana. El punto más notorio se produjo en julio cuando el káiser prestó su consentimiento a la resolución de paz del Reichstag promovida por Matthias Erzberger, líder del partido católico Zentrum463, a la que se sumaron el SPD y el DFP («Deutsche Fortschrittspartei», “Partido Alemán del Progreso”); se trató de una propuesta
en la que los alemanes ponían encima de la mesa su voluntad de paz honesta «sin anexiones ni indemnizaciones»;
en opinión de Claus Klein era un síntoma de que la burguesía liberal cambiaba de bando464, algo que quedó conjurado cuando el Estado Mayor, dirigido por los generales Hindenburg y Ludendorff presionaron al káiser y logra-
Ver mi Historia del Siglo XIX, ob. cit., pp. 212-215, en particular, pg. 215 donde se analiza la constitución prusiana de 1850,
un modelo de contrato social que descansaba en un sistema bicameral que dividía políticamente a la sociedad en función de su
aportación fiscal en tres grupos: ricos, menos ricos y el resto. Los primeros aportaban 1/3 de los impuestos y por ello, elegían a
1/3 de los miembros de los colegios electorales quienes, a su vez, elegían a los diputados de la Cámara Baja estimándose que un
gran propietario prusiano tenía una capacidad real de voto equivalente a un centenar de obreros. El monarca prusiano, en unión
de la Cámara Alta o de los senadores, se reservaba importantes privilegios que impedían cualquier cortapisa por parte de la Cámara Baja. Para aquella fecha, el modelo constitucional prusiano fue razonablemente progresista. Es obvio que para 1917 se había quedado ampliamente desfasado.
461 Cofundador del Partido Comunista Alemán (Leipzig, 1871 - Berlín, 1919). Era hijo de Wilhelm Liebknecht (1826-1900), revolucionario socialista amigo de Marx, que había implantado en Alemania la primera Internacional y había fundado con Bebel el Partido Obrero Socialdemócrata de Alemania, que en 1875 se unificó con el grupo de Lasalle para crear el moderno Partido Socialdemócrata Alemán (SPD). Karl militó en el ala izquierda del SPD y, desde 1912, fue diputado en el Reichstag. Al estallar la Primera Guerra Mundial (1914-18) adoptó una postura pacifista, coherente con los ideales internacionalistas que el socialismo había
venido sosteniendo. Fue detenido en 1916 durante una manifestación contra la guerra en Berlín; y permaneció en la cárcel hasta
que le liberó la revolución de 1918 que derrocó al emperador Guillermo II. Karl Liebknecht se negó a entrar en el gobierno que
formó la mayoría socialdemócrata bajo la presidencia de Ebert y, junto con Rosa Luxemburgo, se escindió formando la Liga de los
Espartaquistas (desde 1919 transformada en Partido Comunista Alemán o KPD). Dicho grupo, inspirado por el modelo revolucionario desarrollado por Lenin en Rusia, lanzó su propia revolución en 1919 contra el gobierno republicano de Ebert; la represión
del movimiento corrió a cargo del ejército alemán, reforzado con voluntarios monárquicos, y en ella murió asesinado Liebknecht.
462 Partido de vida efímera pero intensa (1917-1922) que participó activamente en la etapa revolucionaria actuando como un
partido de masas revolucionario, alcanzando en su momento más álgido la cifra de 900.000 afiliados y concitando el interés de 5
millones de votantes.
463 John Pollard, Benedict XV: The Unknown Pope and the Pursuit of Peace, The Continuum International Pusiblingh Gruop, 1999, passim, autor que defiende el pontificado de Benedicto XV y argumenta en contra de aquellos que sostenían que era demasiado
dependiente de los católicos alemanes: de los cardenales austriacos que le habían apoyado y de la financiación de los alemanes,
quienes entendían que la situación financiera heredada de Pío X era de bancarrota, al menos así parece constatarse en los archivos de Erzberger, el hombre que postuló a favor de que Italia reconociera un estatus jurídico al Vaticano y sus lugares próximos.
Por todo lo expuesto, vemos que Erzberger tenía conexiones con el Vaticano que no podemos soslayar y, por ello sostengo que no
pudo ser casual que el líder del centro derecha alemán promoviera en el Reichstag la resolución de paz, algo que estaba en línea
con los pasos dados por el Pontífice desde 1915 y que, en 1917, se concretaron en su «Nota sobre la Paz». Es en este contexto
cuando la Virgen María se apareció a tres pastorcillos en Fátima (Portugal), siendo la primera vez el día 13 de mayo de 1917.
464 De los espartaquistas al nazismo: la República de Weimar, SARPE, Madrid, 1985, pg. 28.
DR. JESÚS CARRASCO VÁZQUEZ - CURSO DE HISTORIA UNIVERSAL DEL SIGLO XX (2012-2013)
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TEMA Nº 9: LAS DEMOCRACIAS EUROPEAS EN EL PERÍODO DE ENTREGUERRAS: ALEMANIA
ron que sustituyera al canciller Bethmann-Hollweg por Georg Michaelis465 más manejable por el Ejército. Se trató
de un hombre que ocupó la cancillería poco tiempo pues fue sustituido el 1 de noviembre, por el conde Georg von
Hertling que ostentó su cargo casi hasta el final de la guerra. Con estos nombramientos los militares se hicieron con
el control político del poder: daba comienzo lo que algunos historiadores llaman la «dictadura silenciosa».
A pesar de mostrarse fisuras en la estructura política de Alemania no podemos suponer que éstas hicieran resentir
su peso militar, por el contrario los ejércitos alemanes luchaban contra dos frentes y conseguían mantener sus posiciones con holgura, una situación de ventaja que se vio favorecida en el este con la salida de la guerra de Rusia
tras operarse en ella la revolución bolchevique. Por esa razón, todavía en 1918 los alemanes se sintieron con la
fuerza suficiente como para imponer unas duras condiciones de paz a los soviéticos y liberar fuerzas que destinaron al oeste, donde lanzaron una fuerte ofensiva de primavera que a punto estuvo de llevarles hasta París, ciudad
de la que se quedaron a sesenta kilómetros. Si hacemos balance de la situación bélica en la primera mitad de
1918, veremos que a los alemanes no se les podía acusar de padecer un optimismo delirante al considerar que se
alzarían con el triunfo, sólo tenían que contemplar dónde se encontraba la línea de los distintos frentes para darse
cuena de que la fuerza de las armas estaba de su parte:


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En el frente occidental, la ciudad de París estaba amenazada y trece departamentos galos eran controlados por los alemanes, sin hablar de Bélgica que estaba ocupada desde el principio.
En el frente oriental, San Petersburgo era una presa al alcance alemán.
En el meridional, los italianos sostenían el Véneto a duras penas y con grandes pérdidas humanas, tratando de impedir que cayera la ciudad de Venecia, que estaba seriamente amenazada466.
En definitiva, todavía a principios de 1918, tras la salida de la guerra de la Rusia bolchevique, Alemania podía
pensar que la victoria era posible. La fracasada ofensiva de primavera, frenada solo a sesenta kilómetros de París en un momento en que se estaba produciendo la masiva participación de los Estados Unidos en el conflicto467 y
el bloqueo que para esa fase final de la guerra ya era agónico, forzó la mano del pulso bélico en beneficio de
los enemigos de Alemania y la capitulación fue la única salida que le dejaron.
La fuerza de los hechos se impuso finalmente y los mandos alemanes se dispusieron a encajar lo peor. En un postrer y vano intento por salvar lo que ya no tenía remedio, el káiser Guillermo II, el 4 de octubre, apartó del poder
a los generales Hindenburg468 y Luddendorff469 y se lo entregó al príncipe Max von Baden470, un político de perfil
(1857-1936), estudio Derecho. Era funcionario al servicio del gobierno prusiano. En 1909 ocupó el cargo de ministro de
Hacienda. Durante la guerra dirigió el servicio de abastecimiento de grano (1915) y a principios de 1917 se le encargó el
suministro de alimentos. Fue nombrado canciller del Reich cargo que ocupó entre julio y octubre de 1917.
466 Ver infra tema nº 10, pg. 204.
467 Ver infra tema nº 12, pg. 225.
468 Paul von Hindenburg: Militar y político alemán, último presidente de la República de Weimar (Poznan, 1847 - Neudeck, Prusia
Oriental, 1934). Procedente de la casta aristocrática dominante de los Junker prusianos, siguió la carrera militar y combatió en la
Guerra Franco-Prusiana, que condujo a la unificación de Alemania en 1871. Desde 1911 era un general retirado; pero el
estallido de la Primera Guerra Mundial (1914-18) le puso al mando de un ejército en el frente oriental; los éxitos que logró allí
contra los rusos (batalla de Tannenberg, 1914) le llevaron a ser nombrado jefe del Estado Mayor en 1916. Con la colaboración
de Ludendorff, no sólo imprimió un curso más enérgico a la guerra, sino que asumió parcelas crecientes del poder político,
estableciendo virtualmente una dictadura militar sobre Alemania. El estancamiento del frente occidental y los reveses sufridos en
aquel escenario militar a lo largo de 1918 le llevaron a reconocer la derrota, pedir el armisticio y recomendar al emperador
Guillermo II que abdicara y dejara el país por el momento. Aún dirigió la repatriación del ejército alemán antes de retirarse de
nuevo tras la firma del Tratado de Versalles (1919). Convertido en un símbolo de la vieja Alemania monárquica, aceptó pasar a
la política en 1925 encabezando con éxito la candidatura del bloque de derechas para la presidencia de la República. Si bien
defraudó a sus partidarios más reaccionarios al aceptar la política de reconciliación de Stresemann (lo cual permitió su reelección
frente a Hitler en 1932, apoyado por un bloque de centro-izquierda), pronto se mostró como el ultraconservador que era,
frenando el proyecto de reforma agraria de su gobierno, negándose a ilegalizar la violencia nazi y, finalmente, nombrando a
Hitler canciller (1933). Viejo y enfermo, asistió impotente al establecimiento de la dictadura nazi, que se completó tras su muerte.
469 Erich Ludendorff: Militar y político alemán (Kruszewnia, Posnania, Prusia, 1865 - Múnich, 1937). Sus brillantes cualidades
militares le hicieron destacar desde el comienzo de la Primera Guerra Mundial (1914-18), cuando tomó la ciudad belga de Lieja
mediante un audaz golpe de mano. Hindenburg le nombró entonces jefe de Estado Mayor (1914) y juntos formaron un equipo
inseparable hasta el final de la contienda. Primero dirigieron las operaciones alemanas en el frente del este, donde obtuvieron la
victoria de Tannenberg sobre el ejército ruso. Y, desde que los partidarios de concentrar el ataque en el frente occidental
quedaron desautorizados por el fracaso de Verdún (1916), Hindenburg y Ludendorf quedaron dueños del poder militar en
Alemania; de hecho, ese poder se extendió al terreno político en una especie de dictadura de los dos generales: para tener las
manos libres hicieron revocar a Bethman-Hollweg y sustituirlo por cancilleres de menor personalidad; hicieron caso omiso de las
resoluciones del Parlamento pidiendo la paz; lanzaron la guerra submarina, que acabó provocando la intervención de los Estados
Unidos contra Alemania (1917); y movilizaron las fuerzas de la nación para una verdadera «guerra total». Cuando, derrotada
Alemania, el gobierno de Max de Baden decidió pedir la paz, Ludendorff se quedó solo defendiendo la continuación de la
resistencia. Su destitución por el emperador en el mes de octubre dio paso al estallido de la revolución de noviembre, que en gran
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TEMA Nº 9: LAS DEMOCRACIAS EUROPEAS EN EL PERÍODO DE ENTREGUERRAS: ALEMANIA
liberal que dio cabida en su gobierno a los socialdemócratas, y con el que se pretendía un último intento por encauzar unas negociaciones de paz honrosas en la línea de lo expresado por el presidente Wilson, asunto ya tratado en temas anteriores, quien contestaba el 23 de octubre comunicando las condiciones para la firma del armisticio y que iban en la línea de impedir un nuevo rearme alemán. Todo esto no eran sino acciones que llegaban tarde y Alemania empezaba a descomponerse en el frente interior, no así en el frente militar. El día 29 de octubre el
secretario de Estado, Philipp Scheidemann471 asumía como inevitable la petición aliada de renuncia al trono por
parte del emperador solicitada el presidente Wilson y así lo recomendaba en carta dirigida al canciller, príncipe
Max von Baden, algo necesario, señalaba, si se quería alcanzar una paz y unas condiciones de armisticio soportables, algo que no sucedería si el káiser seguía en el trono.
Ese mismo día los marineros de la flota anclada en Kiel se
amotinaban y se negaban a aprestar sus barcos para salir al
mar y enfrentarse en una batalla heroica y desesperada contra la flota británica, una acción promovida por sus oficiales
con la que querían salvar su honor. El 4 de noviembre ya era
toda la ciudad la que estaba bajo control de los Consejos de
Soldados y Trabajadores y se convertía en el modelo a seguir473. El ejemplo pronto se extendió y fue secundado tanto
por cuarteles del ejército como por los trabajadores de las
Kiel, noviembre de 1918, manifestación de apoyo a ciudades: la revolución empezaba a conformarse y amenalos marinero y soldados amotinados472
zaba con seguir el modelo acontecido en Rusia solo un año antes474. En un intento por frenar la situación en Kiel, el gobierno envió una delegación del SPD, encabezada por
Gustav Noske475, para intentar frenar la revolución en un momento en que el USPD ya había decidido apoyar la
parte fue una reacción de la izquierda contra la dictadura reaccionaria del tándem Hindenburg-Ludendorff. Este último huyó
disfrazado a Suecia, regresando a Baviera en 1919. Durante la República de Weimar (1919-33), participó en diversos
movimientos ultraderechistas contra el régimen democrático: participó en el fracasado putsch de Hitler en Múnich (1922); fue
derrotado como candidato nacionalsocialista a la Presidencia de la República (1925); y, tras dirigir el Partido Nacional Alemán
de la Libertad, fundó con su esposa una secta nacionalista llamada Liga de Tannenberg (1926).
470 (Karlsruhe, 1867-Salem, 1929) Político alemán. Canciller del Reich (octubre-noviembre 1918). Inició las negociaciones para el
armisticio y trató de salvar el Imperio conciliando los dos partidos rivales, pero la revolución progresó tras la sublevación de Kiel y
los socialdemócratas no se conformaron ni con la abdicación de Guillermo II, por lo que cedió el poder al socialdemócrata Ebert.
Apuntes de Historia Universal del Siglo XX, tema nº 3, La Paz de París (1919) y el reajuste internacional: hacia una sociedad
internacional, § 3. “La conferencia de paz y el reajuste internacional”, donde se alude al intento del káiser por presentar un rostro
de cariz más aceptable para negociar las condiciones del armisticio con los aliados.
471 (Kassel, 1865-Copenhague, 1939) Político alemán. De orientación socialdemócrata, en 1918 fue nombrado secretario de
Estado en el Gabinete del príncipe Maximiliano de Baden; exigió la abdicación de Guillermo II y, tras dimitir, el 9 de noviembre
de 1918 proclamó, junto con Elbert, la República alemana. Miembro del Consejo de los Delegados del Pueblo, y en 1919 de la
Asamblea Nacional de Weimar, así como primer ministro del Reich, dimitió de su cargo en protesta por el Tratado de Versalles.
472 Tomado de http://commons.wikimedia.org/wiki/File:Bundesarchiv_Bild_183R72520,_Kiel,_Novemberrevolution,_Matrosenaufstand.jpg
473 Este movimiento tenía su antecedente más inmediato en la huelga masiva llevada a cabo a finales de enero y primeros de febrero de 1918, secundada masivamente, estimándose en 300.000 trabajadores en Berlín y cerda de 500.000 en la cuenca del
Rhur. Se trató de una huelga que no apoyó el SPD pero sí secundó el USPD (Partido Socialdemócrata Independiente Alemán), que
desde el comienzo de la guerra mantuvo una actitud hostil a la misma y había promovido huelgas como señal de protesta, ver
Horts Möller, La república de Weimar. Una democracia inacabada, Antonio Machado Libros, Madrid, 2012, pg. 24.
474 Ver supra tema nº 2 § 4.2. “Todo el poder para los «soviets»”, pg. 40 y sgtes.
475 (Brandeburgo, 1868 - Hannover, 1946) Político alemán. Miembro destacado del Partido Socialdemócrata Alemán (SPD), lideró
el ala más conservadora de esta formación. Su figura fue muy polémica a causa su actitud dictatorial en la represión de los movimientos revolucionarios que se produjeron en la etapa de entreguerras. En 1914 se afilió al Partido Socialdemócrata Alemán, en
el que pronto coincidió con su ala más conservadora, aquella que dio su apoyo expreso a la participación de Alemania en la Primera Guerra Mundial, en contra de la opinión de la mayoría de sus compañeros de partido. El talante conservador y reaccionario
de Noske ya se había dejado ver durante los últimos años del siglo XIX y los primeros del XX, ya que en algunos de los escritos de
esa época había dado su apoyo expreso al militarismo imperial y a las atávicas ideas colonialistas. Su ideario, cercano a los partidos reaccionarios, fue una de las causas por las que, en octubre de 1918, cuando los marinos atracados en la base militar de
Kiel se amotinaron, el gobierno imperial le encargó la difícil tarea de acabar con la revuelta. Noske era la persona ideal para
llevar a cabo este trabajo sucio, puesto que tenía un amplio conocimiento de la estrategia y el funcionamiento militar. Si bien sofocó la revuelta del ejército del mar, ese fue el preludio de la derrota de Alemania en la Primera Guerra Mundial. En diciembre de
1918 cayó el gobierno imperial y se constituyó la República de Weimar. Inicialmente se formó un gobierno eventual (del que
Noske fue uno de los consejeros ejecutivos), que debía regir los destinos del país hasta que se formase la Asamblea Nacional de
Weimar, en febrero de 1919. Ese fue un periodo muy convulso en la realidad política y social de Alemania y Noske participó activamente en la misma. Entre finales de 1918 y principios de 1919 se produjeron, en toda la República, varias revueltas populares
de trabajadores de ideario comunista a las que tuvo que enfrentarse Noske a causa de su experiencia demostrada en Kiel. El 23
de diciembre de 1918 tropas militares revolucionarias y trabajadores armados del partido extremista Liga Espartaquista se
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TEMA Nº 9: LAS DEMOCRACIAS EUROPEAS EN EL PERÍODO DE ENTREGUERRAS: ALEMANIA
revolución en toda Alemania476, una revolución que tomó como epicentro Kiel y se propagó por tren hacia el resto
del país. Su expansión se puede seguir con los horarios del ferrocarril en la mano477, la razón es sencilla: los marineros abandonaban la base naval para dar noticia de su amotinamiento desplazándose a ciudades como Bremen,
Hamburgo, Bochum, Essen, Braunschweig, Berlín e incluso más al sur alcanzando Múnich y Baviera. Esos marineros se
convirtieron en los heraldos de la revolución y a ella se sumaron rápidamente los trabajadores que se concentraron en las fábricas pidiendo lo mismo y llamando a la huelga general. Daba comienzo un movimiento revolucionario al que se sumaron los soldados destinados en suelo alemán que empezaron a abandonar los cuarteles.
Como vemos, los acontecimientos empezaron a tener su propia dinámica que se estaba contagiando a Viena y Budapest de donde llegaban noticias de sediciones y amotinamientos. Mientras esto sucedía en el interior, en el exterior las cosas no iban mejor, en el frente oriental los polacos se sublevaron y proclamaron la República. En el occidental, tropas norteamericanas entraban en Sedán, en la frontera franco-belga. La descomposición del Imperio
Alemán se asemejaba mucho a la de un vestido que se rompe por sus costuras, el Reich se estaba diluyendo, el 7
de noviembre comenzó en Múnich una revolución encabezada por el socialista de izquierdas Kurt Eisner478, que
unieron y detuvieron al canciller Ebert en la ciudad de Berlín. Hindenburg trató, sin éxito, de persuadirles de que debían deponer
su actitud y liberar a Ebert. Los enfrentamientos en las calles de la ciudad se multiplicaron e incluso fue ocupado el Reichstag. Las
masas de trabajadores fueron creciendo al grito de "abajo el gobierno". El gabinete provisional se reunió en los Cuarteles Generales del Ejército para tomar una decisión al respecto, mientras que las masas enfervorizadas se manifestaban en la Puerta de
Brandeburgo, en el Tiegarten y frente a los propios cuarteles. Tras ser elegido el 6 de enero como Comisario de Defensa, Noske
se reunió con los mandos de los cuerpos especiales del ejército, conocidos como Freikorps, para planificar la reconquista del Reichstag. La decisión fue tomada de inmediato y todo se preparó para que los sanguinarios Freikorps ('Cuerpos Libres') se trasladaran
a Berlín con el fin de restaurar la paz. Estos grupos de asalto eran formaciones semifascistas que se habían creado en diciembre
de 1918 y estaban lideradas por altos oficiales del ejército alemán de ideas reaccionarias. Los Freikorps atrajeron a los mercenarios que habían comenzado su carrera militar luchando contra los bolcheviques en los países bálticos a finales de la Primera Guerra Mundial. Muchos de ellos pertenecían a la División de Hierro del general Ruediger von der Goltz y portaban la esvástica, emblema de los Freikorps del Báltico, en sus cascos de hierro. Noske no dudó en ponerse en sus manos en su intento de devolver al
país la ley y el orden. Así fue como, en enero de 1919, los Freikorps entraron a sangre y fuego en Berlín para devolverle su control al gobierno. Tras preparar minuciosamente la sangrienta confrontación con los trabajadores berlineses, el ataque fue iniciado
el 10 de enero por los Freikorps de Potsdam. Noske estuvo en todo momento al frente de la actuación de las tropas y el día 11 se
unió a uno de los contingentes avanzados liderado por generales imperiales. Decidió que debía recuperarse el edificio del Reichstag por la fuerza si era necesario, de ahí que no se escatimó la actuación de la artillería pesada en dicha acción. El balance de
muertos y heridos fue desolador en las filas de trabajadores. La situación de éstos se hizo desesperada y los trescientos que aún
resistían en el parlamento decidieron abandonarlo. A pesar de que el Consejo de Trabajadores y Soldados desconvocó la huelga,
esto no aplacó a Noske y a los Freikorps, que siguieron con su labor de represión y eliminación. Este fue el comienzo de lo que se
llamó Terror Blanco, tras el cual las autoridades oficiales dieron una cifra de 156 muertos y varias centenas de heridos. Fuentes
extraoficiales apuntaron que la cifra de trabajadores y revolucionarios asesinados giró en torno a los 2.000 o 3.000, mientras
que la de heridos ascendió a unos 10.000. A pesar de lo sangriento del resultado y de que se conocía, desde 1919, quién había
dado las órdenes de disparar contra las masas de ciudadanos, ni Noske ni ningún miembro del gabinete fueron juzgados por estos
crímenes. De la misma manera, Noske se valió de la situación para ajustar cuentas con algunos compañeros de partido con los que
tenía una enemistad evidente. Los archivos históricos demuestran que fue el propio Noske quien dio las órdenes concretas para
asesinar a Rosa Luxemburgo y a Karl Liebknecht, fundadores de la Liga Espartaquista y del Partido Comunista Alemán, antiguos
compañeros suyos en el SPD. Al terminar la revuelta, Noske aseguró que si los revolucionarios hubiesen tenido líderes más decididos, se hubieran hecho con Berlín de forma definitiva. Cuando a los pocos meses, en febrero de 1919, fue elegido ministro de Defensa no tuvo rubor en declarar que alguien tenía que ser el perro de presa del gobierno y que él no tenía miedo de asumir esa
responsabilidad. La represión y los asesinatos provocaron nuevos altercados en toda Baviera. En Nuremberg se convocaron sucesivas huelgas generales y grupos de trabajadores armados tomaron las calles. El SPD intentó solucionar el conflicto formando un
gobierno dirigido por Johannes Hoffmann. Aun así, a las pocas semanas el gabinete se vio ante la tesitura de abandonar Múnich y
demandar la ayuda de los Freikorps de Noske. En marzo de 1920 tuvo que abandonar su cargo dentro del gobierno ante la creciente opinión crítica dentro del Partido Socialdemócrata por sus actuaciones. Sus compañeros de partido sospechaban que tramaba, junto al ala conservadora del parlamento, derrocar al gobierno establecido. Tras abandonar sus funciones ejecutivas, pasó
a ser gobernador de la provincia de Hannover. Desempeñó este cargo intermitentemente hasta el año 1933, cuando llegó al poder el Partido Nacionalsocialista de Hitler. Noske fue apresado por las tropas nazis, pero puesto en libertad, por lo que decidió
retirarse de la vida política. Aun así, en el año 1944 participó en el fallido golpe de estado contra Adolf Hitler. A pesar de que
era inminente la derrota alemana en la Segunda Guerra Mundial, pudo comprobar que los alemanes aún creían en la fuerza de
Hitler. Apenas dos años después falleció en la ciudad alemana de Hannover.
476 Horts Möller, ob. cit., pg. 25.
477 Eric D. Weitz, ob. cit., pg. 31.
478 (Berlín, 1867 - Múnich, 1919) Político y escritor alemán. Hijo de un industrial judío, estudió en la Universidad de Marburgo. Colaboró con varios periódicos socialistas, sobre todo en el Vorwärts (Adelante). Comenzó su carrera política mostrándose partidario
del movimiento nacional-social y más tarde fue miembro del partido socialdemócrata. En 1914 figuró entre los socialistas adversarios de la guerra y de la política anexionista de los pangermanistas. En el año 1917 se adhirió al partido socialdemócrata. Un
año más tarde, 1918, participó activamente en la huelga de las fábricas de municiones en Múnich; fue arrestado acusado de promover el paro. Puesto en libertad en octubre del mismo año, se puso al frente de la revolución que acabó con la monarquía báDR. JESÚS CARRASCO VÁZQUEZ - CURSO DE HISTORIA UNIVERSAL DEL SIGLO XX (2012-2013)
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TEMA Nº 9: LAS DEMOCRACIAS EUROPEAS EN EL PERÍODO DE ENTREGUERRAS: ALEMANIA
deponía al rey Luis III de Baviera y proclamaba la República; el 8 otro tanto le acaecía a Ernesto Augusto de
Braunschweig, III duque de Braunschweig, que firmaba la renuncia al trono para él y sus descendientes. La oleada
de defecciones y abdicaciones forzosas que se estaban produciendo y recorrían el territorio como un reguero de
pólvora, llegó a afectar al propio káiser que vio como su posición era cada vez más inestable; si el día 1 de
noviembre y a propósito de su posible abdicación, como pedían los norteamericanos, le decía a su Ministro de Estado: «pues bien, se lo aclararé inmediatamente: no voy a abdicar», y el 6 eran los militares quienes le seguían
apoyando con el argumento de que era el comandante supremo y no se podía privar a las fuerzas armadas de su
«soporte autoritario» ahora que había que librar la última batalla, a medida que pasaban las horas, no ya los
días, su posición era cada vez más débil: el 7 los socialdemócratas presentaban un ultimátum, el 8 el líder del partido de Zentrum479, Fehrenbach, señalaba que la abdicación del káiser debía producirse antes de la tarde de ese
mismo día. Simultáneamente, en las grandes ciudades se habían constituido comités de trabajadores y soldados
que no querían saber nada del antiguo régimen político. La situación se habían vuelto insostenible y el día 9 los
militares cambiaban de parecer recomendando la inmediata abdicación de Guillermo II.
Ese mismo día, a las 14 horas, la cancillería del Reich hacía una declaración solemne: «para evitar un derramamiento de sangre, su majestad está dispuesto a abdicar como káiser alemán, pero no como rey de Prusia»480. Una
abdicación que llegaba en un momento crítico cuando las ciudades alemanas hervían de revolucionarios y en la
propia Berlín decenas de miles de ciudadanos intentaban llegar al centro de la ciudad. Existía un serio riesgo de
que se produjera un vacío de poder y para evitarlo el príncipe Max von Baden, el último canciller de la Alemania
imperial, cedía la responsabilidad de gobierno al líder socialdemócrata Friedrich Ebert481 quien asumió la presidencia en nombre del «Consejo Revolucionario de Delegados del Pueblo»482, organismo surgido de una asamblea
de los consejos de obreros y soldados de Berlín, llevada a cabo el mismo día 10, con el compromiso de gobernar
hasta la convocatoria de una Asamblea Nacional, un Consejo al que se le añadió un Comité Ejecutivo depositario de
la soberanía y encargado de controlar a los Comisarios aunque este Comité pronto se diluyó y dejó de tener autoridad efectiva. De inmediato, el socialdemócrata Scheidemann, desde el balcón del Reichstag, proclamaba la
República mientras que, a doscientos metros, desde los balcones del Palacio Real, Karl Liebknecht, del USPD, anunciaba la república socialista, mientras Rosa Luxemburgo creaba el partido de difusión de las ideas espartaquistas,
Die Rote Fahne (La Bandera Roja).
vara y proclamó la república de Baviera. El propio Kurt Eisner fue nombrado en noviembre de 1918 presidente del Gobierno Revolucionario de Múnich, que agrupaba a los socialistas mayoritarios y a los independentistas. Hizo publicar documentos oficiales en
los que culpaba a Alemania del desencadenamiento de la Primera Guerra Mundial, y organizó el 7 de noviembre de 1918 una
gran concentración en Múnich en su contra. En las elecciones de enero de 1919 no obtuvo los votos necesarios para mantenerse en
el poder. El 21 de febrero de 1919, al dirigirse a la primera sesión de la Asamblea bávara para presentar su dimisión, fue asesinado por el conde Anton de Arcon-Valley, contrarrevolucionario monárquico y miembro del ejército. Su muerte fue seguida de una
sangrienta represión militar contra los participantes en el gobierno socialista. Entre sus obras hay que destacar Fester der Festlosen
(1906) y Die Götferprüung (1920).
479 Ver mi Historia del Siglo XIX, ob. cit., pp. 365-366, este partido nació en 1871y tenía orientación católica.
480 Horst Möller, ob. cit., pg. 28.
481 Dirigente obrero y primer presidente de la República Alemana (Heidelberg, 1871 - Berlín, 1925). Tras aprender el oficio de
guarnicionero, se unió a los socialistas a los 18 años. Establecido en Bremen desde 1891, pronto ocupó puestos de responsabilidad
local en el Partido Socialdemócrata Alemán (SPD). Ya en el siglo XX dio el salto a la política nacional, al ingresar en el Comité del
Partido (1905) y ser elegido diputado (1912). Su habilidad como mediador entre las alas derecha e izquierda del SPD le
llevaron a formar parte de la Ejecutiva desde 1913 y a ejercer como portavoz parlamentario desde 1916. Desde dichos puestos
defendió la postura pacifista del SPD contra la Primera Guerra Mundial (1914-1918) y contra las posibles anexiones territoriales
alemanas. Al ser derrotada Alemania y hundirse el Imperio en 1918, Ebert encabezó un gobierno provisional que fue el que firmó
el Tratado de paz de Versalles; posteriormente la derecha alemana le culparía de haber aceptado aquel tratado, que contenía
cláusulas humillantes para el país. Mientras preparaba las elecciones para reunir unas Cortes constituyentes, hubo de hacer frente
a las amenazas armadas procedentes tanto de la extrema izquierda como de la extrema derecha, para lo cual llegó a un acuerdo con el Ejército (el «pacto Ebert-Groener») que le permitió reprimir la revolución de 1918-1919. La Asamblea Nacional reunida
en Weimar le eligió como presidente de la República, cargo en el que fue confirmado tras aprobarse la primera Constitución republicana (1919). Ejerció el cargo hasta su muerte, tratando de consolidar el régimen democrático mediante alianzas con las fuerzas moderadas del Parlamento. Quizá por eso mismo fue blanco de los ataques de la prensa reaccionaria, llegando a ser
acusado de alta traición ante los tribunales (1924).
482 Que estaba integrado por Ebert, Scheidemann y Otto Landsberg, por el SPD y por Haase, Dittmann y Barth en representación
del USPD, ver Claude Klein, ob. cit., pp. 34-35. Con respecto al nombre del Consejo es preciso señalar al alumno que puede encontrar diversas denominaciones para el mismo, el que puede leer en este manual está tomado de Richard J. Evans, ob. cit., pg.
113, es la que adopto. En otros autores se puede leer «Consejo de los Comisarios del Pueblo», caso de J. A. Lacomba et al., ob. cit.,
pg. 79; igual denominación en Claude Klein, ob. cit., pg. 34, «Consejo de Representantes del Pueblo» es el término utilizado por
María Fulbrook, Historia de Alemania, Akal, Madrid, 2009, pg. 181. Todos aluden a la misma figura político-jurídica.
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TEMA Nº 9: LAS DEMOCRACIAS EUROPEAS EN EL PERÍODO DE ENTREGUERRAS: ALEMANIA
Friedrich Ebert
Scheidemann (destacado dentro del círculo) proclamando la
república desde el balcón del Reichstag
2. LA REPÚBLICA DE WEIMAR
2.1. LA «REVOLUCIÓN DE NOVIEMBRE» QUE OCURRIÓ EN ENERO
Soldados revolucionarios ondeando la bandera roja ante la
puerta de Brandeburgo (Berlín), 9 de noviembre de 1918483
Berlín, 9 de noviembre de 1918, manifestantes durante
huelga general revolucionaria484
En un ambiente absolutamente revolucionario y convulso, nacía en Alemania una nueva forma de gobierno: la República, y, también por primera vez, se podía decir que el nuevo marco político era una verdadera democracia.
Pero no había tiempo que perder porque los acontecimientos amenazaban con desbordar al neonato gobierno
quien, conocedor de que sin la colaboración de los militares no podría controlar el poder, el mismo día 9 pactaba
con el Ejército para conseguir su apoyo, es el conocido como «pacto Ebert-Groener» por los nombres de los dos
compromisarios del mismo, el socialdemócrata Ebert y el general Groener485. El día 10 de noviembre se creaba el
«Consejo Revolucionario de Delegados del Pueblo» compuesto por tres miembros del SPD y otros tantos del USPD
483
http://commons.wikimedia.org/wiki/File:Bundesarchiv_Bild_183-B0527-0001-810,_Berlin,_Brandenburger_Tor,_Novemberrevolution.jpg
http://commons.wikimedia.org/wiki/File:Bundesarchiv_Bild_183-18594-0045,_Berlin,_Novemberrevolution.jpg
Wilhelm Groener (1867-1939), general del ejército alemán que ayudó a sofocar el principio de revolución comunista en Alemania a finales de la Primera Guerra Mundial. Groener entró en el ejército en 1881, en 1912 estaba en el Cuartes General alemán desarrollando el cargo de máximo responsable del departamento de ferrocarriles. Al estallar la guerra fue el responsable
del rápido despliegue del ejército alemán y de mantener abiertas y operativas las líneas de suministro por tren atendiendo a los
frentes oriental y occidental, del despliegue alemán. Más tarde llegó a ser el jefe de diferentes departamentos de la Oficina de la
Guerra estando entre sus funciones la del suministro y producción de reservas en una economía de guerra. En octubre de 1918 sustituyó al general Ludendorff. Junto con Hindenburg, fue el encargado de informar al káiser Guillermo II de que había perdido la
confianza del Ejército y que, por ello, debía de abdicar. Firmado el armisticio, Groener fue el responsable de la repatriación de
las fuerzas armadas que aún estaban desplegadas. Cooperó con el socialdemócrata Ebert para conjurar la revolución comunista
autorizando la formación de un ejército de voluntarios de inspiración anticomunista. Dejó el Ejército en 1919 y durante la República de Weimar ocupó los cargos de Ministro de Comunicaciones (1920-1923), de Defensa (1928-1932) y Ministro del Interior
(1931-1932). Fue una de las escasas personalidades de la alta cúpula militar que se opuso a la infiltración de los nazis en el Ejército y en 1932 tomó medidas contra los paramilitares nazis de la SA, lo que precipitó su salida del gobierno en 1932. Después de
retirarse se dedicó a escribir diversas historias militares; traducido de la Enciclopedia Británica cuyo original se puede consultar en
http://www.britannica.com/EBchecked/topic/246486/Wilhelm-Groener
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TEMA Nº 9: LAS DEMOCRACIAS EUROPEAS EN EL PERÍODO DE ENTREGUERRAS: ALEMANIA
que se vio respaldado y, en cierto sentido, legitimado por el apoyo de los delegados del Consejo de Berlín486. Al
día siguiente se formaba un gobierno que se preparaba para controlar los resortes del poder. Lo primero que había que hacer era crear un marco generoso y amplio de libertades y derechos, un acto con el que se pretendía
demostrar que los nuevos dirigentes tenían un concepto democrático del ejercicio del poder, por esa razón empezaron a promulgar decretos inherentes a los derechos individuales: libertad de expresión, de religión, de prensa,
sufragio universal, que se extendía a las mujeres y, por supuesto, excarcelamiento de todos los presos políticos.
También y para conseguir el apoyo de los trabajadores alemanes, el día 12 de noviembre se aprobaba la jornada laboral de ocho horas y el día15, los sindicatos controlados por el SPD firmaban un acuerdo con la patronal
conocido como Stinnes487-Legien, por el nombre de los dos firmantes del pacto, el primero actuaba en nombre de
los empresarios. Es cierto que lo promulgado estaba en sintonía con el sentir de los nuevos dirigentes pero no es
menos cierto que daba satisfacción a las demandas que tantos alemanes estaban pidiendo en calles y fábricas.
Estos avances en materia de derechos laborales se verían ampliados el 23 de diciembre al introducir en el derecho alemán los convenios colectivos.
En materia de política exterior la caída del káiser y la retirada a un segundo plano político de los militares, que
en todo momento eligieron mantenerse al margen, dejaban solos a las nuevas autoridades para negociar un
acuerdo con los aliados. El nuevo gobierno quería zanjar la guerra y alcanzar la paz, era un tema urgente porque
si la situación interior era de incertidumbre, en el exterior había fuertes contingentes militares alemanes ocupando
zonas de Francia, Bélgica y Turquía, que estaban a la espera del cierre de las negociaciones de paz, unas negociaciones -que se desarrollaban con los norteamericanos como interlocutores- que no iban por el camino deseado
por los alemanes, quienes no tenían más remedio que aceptar las condiciones que les dictaban si querían poner fin
definitivo a las hostilidades; a saber:

Abandono de los territorios ocupados en el plazo máximo de
dos semanas.

Entrega de ingentes cantidades del material militar pesado a
las tropas aliadas.

Entrega de la orilla izquierda del Rin que pasaría a ser controlado por los aliados.

El tratado de Brest-Litovsk firmado con los soviéticos489, sería
de inmediato revocado para garantizar así el control aliado
de una vasta parte del territorio de la Rusia europea.
Tropas norteamericanas cruzan el Rin (1918)488
Los norteamericanos no ofrecieron ninguna garantía de cara a las negociaciones de paz que se abrirían, tampoco
presionaron a los británicos para que levantasen el bloqueo marítimo que mantenían en el mar del Norte. Como se
ve, no había más que exigencias lo que hizo que oficiales alemanes, y también parte de la población civil, pidiesen una leva masiva para lanzarse contra el enemigo.
En esencia, lo descrito conforma la situación, dramática por otro lado, con la que los nuevos gobernantes habrían
de enfrentarse. Se puede resumir la situación diciendo que tenían fuertes y poderosos enemigos, tanto en el exterior como en el interior. En este estado de cosas, el 11 de noviembre de 1918, una delegación alemana encabezada por Matthias Erzberger490, del partido católico Zentrum, se desplazó a Compiègne, en el norte de Francia,
con lo que cesaban las hostilidades: la Primera Guerra Mundial había concluido y se daba paso a las negociacio-
Mary Fulbrook, ob. cit., pg. 181.
Hugo Stiennes, (Mülheim an der Ruhr, 1870-Berlín, 1924) Industrial alemán. Poseedor de minas y acerías en el Ruhr, su actividad especuladora durante la I Guerra Mundial le permitió llegar a controlar diversas empresas belgas. Contribuyó a la recuperación de la industria alemana durante la posguerra y aprovechó la inflación para obtener grandes beneficios que invirtió en oro.
Fue miembro del Reichstag (1920-1924) y apoyó el Gabinete de Cuno tras lograr la caída de Wirth. A su muerte, se hundió su
imperio financiero e industrial.
488 Tomado de http://www.historyplace.com/worldhistory/firstworldwar/us-enters-germany.htm
489 Ver supra tema nº 2 § 5, pg. 47, para ver todo el territorio que los rusos habían cedido a los alemanes y sobre el que los aliados en la Paz de París, diseñaron un amplio cordón sanitario para salvaguardar al resto de Europa de la revolución bolchevique.
490 (Buttenhausen, 1875 - Griesbach, 1921) Político alemán. Tras finalizar sus estudios de economía política, entró a formar parte
del Reichstang, donde destacó por su elocuencia. Acusó a los ministros de esconder la verdadera situación de Alemania, intentando
así que se manifestaran los deseos de paz del país. Desempeñó la cartera de Hacienda y el cargo de Vicepresidente del Gobierno en 1919. Dimitió un año después y en 1921 fue asesinado.
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TEMA Nº 9: LAS DEMOCRACIAS EUROPEAS EN EL PERÍODO DE ENTREGUERRAS: ALEMANIA
nes de paz que se formalizaron con la firma del Tratado de Versalles491, un acto humillante para los nacionalistas
alemanes que, solo tres años después, le costó la vida al signatario católico492.
La firma del armisticio por el nuevo gobierno fue muy mal aceptada por los militares que desde el primer momento empezaron a extender la idea de que Alemania había sido traicionada y que los nuevos gobernantes eran
traidores a su patria por consentir las condiciones; de inmediato se señaló como tales a socialdemócratas, judíos y
católicos. Desde ese mismo momento se empezó a propalar la leyenda de la «puñalada por la espalda»
(“Dolchstoss legende”), que tanto juego daría a Adolf Hitler y a los nazis, asunto que se trata más adelante.
Las fuerzas alemanas pudieron regresar a su patria encuadradas dentro de sus unidades militares naturales y dirigidas por sus mandos, se les permitió mantener sus armas «porque habían luchado bien», dijo el mariscal Foch, el
comandante supremo de las fuerzas aliadas493. Lo que no dice Churchill es que el armamento pesado lo tuvieron
que entregar a los aliados. El político británico también cuenta que Foch pretendía imponer a los alemanes unas
duras condiciones, con las que los ingleses estaban en desacuerdo, que se pueden agrupar en dos apartados principales:


Militares: la frontera francesa se debía situar sobre la orilla izquierda del Rin; además Alemania tenía
que ser desarmada, su sistema militar fragmentado y sus fortalezas desmanteladas.
Económicas: Alemania debía ser cargada con inmensurables indemnizaciones que la empobrecieran.
El mariscal Foch pretendía crear unas condiciones en el interior de Alemania que la mantuvieran en un plano de
debilidad y pergeñar una barrera natural con el Rin494; con todo ello se pretendía que las medidas defensivas
actuasen de freno y contención contra el resurgir del poderío militar alemán. El tiempo demostró que el mariscal
conocía bien a sus vecinos y era muy consciente de que en un plazo de diez a veinte años Alemania, liderada por
Prusia, volvería a ser una amenaza. De hecho, cuando se produjo la firma del Tratado de Versalles pronunció una
frase profética: «Esto no es Paz. Es un Armisticio para veinte años»495.
Soldados alemanes camino del frente al inicio de la guerra
Los soldados que volvían a la patria contemplaban
una situación muy diferente a la que vivieron al
partir. Es cierto que fueron recibidos calurosamente, no es menos cierto que había pancartas desplegadas reconociendo su sacrificio 496 , pero también
es verdad que muchos de ellos se vieron sorprendidos por la revolución; las unidades que volvían
del frente a veces eran desarmadas y detenidas,
por los consejos de obreros y soldados de las poblaciones por las que pasaban. Esos mismos revolucionarios insultaban a los soldados y les obligaban a arrancarse las charreteras y a repudiar la
bandera imperial bajo cuyos colores habían luchado y muchos compañeros, perdido la vida.
Ahora percibían que todo era contradictorio, confuso, nebuloso, empezando por el futuro más inmediato, el que tenía que ver con su incardinación en la vida laboral de la que habían sido desgajados al ser movilizados, ahora los
puestos de trabajo que abandonaron estaban ocupados, muchos de ellos por mujeres497. No obstante, los gestos
de los políticos hacia los soldados se multiplicaban, había que hacerles sentir que ellos habían hecho un inmenso
sacrificio, el propio canciller Ebert les recibió en la estación de Berlín, el 10 de diciembre, y les dijo: «¡Ningún enemigo os ha vencido!», una frase que no haría sino dar mayores argumentos a los militares y nacionalistas que emAsunto ya tratado, ver supra tema nº 1 § 5.3., pp. 23-24 y tema nº 3, pg. 49 y sgtes.
Los detalles en infra pg. 178.
493 Winston Churchill, The Second World War, Pimlico, Londres, 2002, pg. 5.
494 No pensemos que era una idea original, el curso fluvial ha sido a lo largo de la historia una barrera contra los germanos del
este, una constante desde los tiempos de Roma que sólo fue franqueable cuando se helaron sus aguas el 31 de diciembre del 406,
hecho acaecido en plena crisis del Imperio, ver mi “La España medieval”, tema nº 2 § 5., pg. 58. En tiempos más recientes, Luis XIV
desarrolló una política imperial que le garantizase a Francia unas fronteras naturales, ver mi Historia de la Edad Moderna, ob. cit.,
pg. 336 y sgtes. Napoleón mantuvo la misma tónica, ver mi Historia del Siglo XIX, ob. cit., pg. 113 y sgtes.
495 Winston Churchill, ob. cit., pg. 5.
496 Recuérdese el texto de aquélla pancarta que daba la bienvenida diciendo: «Bienvenidos, nuestros valientes soldados, ustedes
hicieron su trabajo; Dios y Wilson lo continuarán», ver supra tema nº 3 § 1., pg. 49.
497 Eric D. Weitz, ob. cit., pg. 34, la mujer había demostrado su capacidad para sustituir al hombre mientras duró la contienda,
ella sostuvo una parte del esfuerzo bélico produciendo en las fábricas. Por otro lado, los empresarios no querían desprenderse de
esa fuerza laboral que cobraba menos pero que era eficaz y amenazaban con cerrar las fábricas si se les obligaba a hacerlo; a
pesar de las amenazas se impusieron las directrices del gobierno y la mujer volvió al seno del hogar.
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TEMA Nº 9: LAS DEMOCRACIAS EUROPEAS EN EL PERÍODO DE ENTREGUERRAS: ALEMANIA
pezaron a propalar la idea de la traición. El argumento empezó a cobrar adeptos en amplios sectores del centro
y la derecha, un mito que fue instigado y respaldada por los altos mandos del Ejército y en el que muchas
personas vieron un paralelismo con el drama musical de Wagner El crepúsculo de los dioses498. Del mismo se hicieron eco los británico, un general inglés afirmó: «El Ejército alemán fue apuñalado por la espalda»499, el káiser se
tambien lo recogió en sus memorias escritas en la década de 1920: «Durante treinta años, el Ejército fue mi orgullo
[...] durante cuatro años y medio [...] con victorias sin precedentes, fue forzado a rendirse por la puñalada que le
asestó por la espalda la daga del revolucionario, precisamente cuando la paz ya estaba al alcance de la mano».
Las tropas que regresaban veían que la camaradería que había
reinado durante la contienda había desaparecido y eso creó un
sentimiento muy vívido en la llamada «generación del frente»:
soldados unidos entre sí con un espíritu de camaradería y abnegación luchando por una causa heroica que estaba por encima
de las diferencias ideológicas, regionales, sociales y religiosas.
Hubo escritores que se hicieron eco de esta situación, es el caso
de Ernst Jünger en su libro Tempestades de acero («In Stahlgewittern», en alemán), se convirtió en un autor de éxito, donde alababa la experiencia compartida y produjo una pronta nostalgia
del tiempo de unión; se trata de las memorias de un oficial alemán que participó en la guerra en la que llegó a ostentar el grado de oficial, empleó al que escaló desde el de simple soldado501. Otro autor de notable éxito fue Erich Marie Remarque, con
Imagen tomada de Eric D. Wietz500
su obra Sin novedad en el frente (Im Westen nichts Neues), edita
da en 1929, en la que el autor ponía en boca de Paul Bäumer, el protagonista, el siguiente comentario:
«Si hubiéramos regresado a casa en 1916, nuestros sufrimientos y la terrible experiencia nos habrían llevado a desencadenar una tormenta. Ahora, si regresamos lo haremos agotados, destrozados, quemados, desarraigados, desesperanzados:
ya no sabremos qué hacer con nuestras vidas. Y nuestros compatriotas no nos comprenderán, porque la generación anterior a
la nuestra, aunque haya estado a nuestro lado durante estos años, tiene una familia, una profesión. Todos ellos volverán a
sus antiguas ocupaciones y se olvidarán de esta guerra. Por otra parte, la generación que nos sigue nos parecerá ajena y nos
dará de lado. Nos convertiremos en seres inútiles, incluso para nosotros mismos [...] y, al final, en ruinas humanas.»502.
En este ambiente de profunda crisis el canciller Ebert gobernaba amparado en la coalición del SPD con el USPD y
tenía que enfrentarse a problemas sin fin, derivados no sólo del final de la guerra -siendo ello de extraordinaria
importancia- sino al final de un modelo político iniciado en 1871 con la proclamación del Imperio Alemán, obra de
Bismarck y que descansaba en una articulación política de base monárquica, feudal y militarista503. Frente a ese
modelo periclitado había que levantar otro y ahí es donde surgió la confrontación y la disensión en el seno del
Consejo Revolucionario de Delegados del Pueblo presidido por Ebert quien, en el más puro estilo liberal, era partidario de convocar elecciones para la formación de una Asamblea Constituyente que sería la encargada de redactar un nuevo marco constitucional, pues sin ese nuevo contrato social, sostenía Ebert, no se podía acometer ni las
reformas socioeconómicas ni la del Ejército; en su apoyo indicaba que no tenía sentido «nacionalizar la bancarrota»504 y que las buenas relaciones con los militares eran esenciales si se quería avanzar para llevar a cabo la
reconstrucción y la desmovilización ordenada. Los radicales del USPD eran muy críticos con el gobierno y le
acusaban de «dilación» lo que fue acentuando las discrepancias que estallaron con toda virulencia en el Congreso
En el tercer acto de El Ocaso de los Dioses (Götterdämmerung, en alemán), la cuarta y última de las óperas que componen el
drama El anillo del nibelungo, Hagen (en la mitología nórdica se le identifica con un guerrero burgundio, es el antagonista de Sigfrido) le atrae con el engaño y lo traspasa con un puñal a traición, en un momento en que Sigfrido mira dos cuervos que alzan el
vuelo. Así muere Sigfrido. Después, una música fúnebre acompaña el traslado de su cuerpo hacia el castillo de Gunter (en la mitología nórdica, rey del mítico reino de Borgoña en Worms, a orillas del Rin, un personaje basado en la figura de Gundahario (385436), rey de Burgundia).
499 Richard J. Evans, ob. cit., pg. 93.
500 Ob. cit., pg. 65.
501 Se trata de una obra que vio la luz en 1929, la primera edición publicada de manera privada se dio a conocer en 1920. Los
nazis vieron en este libro una excelente obra de propaganda por exaltar los valores del combatiente.
502 Eric D. Weitz, ob. cit., pp. 36-37, de donde he tomado la cita, algo larga si se quiere, pero ilustrativa del sentir de aquellos
combatientes que se encontraron en “tierra de nadie”. La novela de Remarque es un canto antibelicista, fue llevada al cine en
1930 y la tercera exhibición de la misma fue boicoteada por los nazis con el futuro ministro de propaganda Goebbles al frente
de la campaña.
503 Tener presente esta idea de fundamental porque si no será difícil que comprendamos qué finalizó con la Primera Guerra Mundial, por eso es de interés leer a Richard J. Evans, ob. cit., capítulo I, “La herencia del pasado”; J. A. Lacomba et al., ob. cit., pg.
79, más resumido expone la misma opinión. También ver mi Historia del Siglo XIX, ob. cit., El Imperio Alemán, pp. 358-372.
504 Mary Fulbrook, ob. cit., pg. 182.
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TEMA Nº 9: LAS DEMOCRACIAS EUROPEAS EN EL PERÍODO DE ENTREGUERRAS: ALEMANIA
Nacional de los Consejos de Obreros y Soldados de Alemania, del que formaban parte los Espartaquistas, celebrado en Berlín entre el 16 y el 21 de diciembre de 1918, el primer día del encuentro se intentó eliminar el Comité Ejecutivo lo que, sin que se sepa muy bien cómo, indirectamente condujo a un tiroteo que acabó con dieciséis
espartaquistas muertos. En ese congreso no pudieron estar presentes los dos líderes espartaquistas, Karl Liebknecht y
Rosa Luxemburgo, que fueron admitidos; en realidad los espartaquistas perdieron su batalla por lograr estar representados no logrando más que 10 delegados de un total de 489505. Las cifras son lo suficientemente explícitas
y hablan por sí solas: la revolución había perdido su oportunidad, ahora ya sólo quedaba iniciar el camino hacia
un proyecto constitucional, por esa razón el Congreso aprobó la convocatoria de elecciones para formar una
Asamblea Constituyente a realizarse en enero de 1919. Era un claro mensaje de que la etapa revolucionaria había concluido. Desde ese momento, la única opción que les quedó a los espartaquistas fue la revolución y el primer
paso en esa dirección lo dieron cuando se separaron formalmente del USPD en diciembre de 1918 y constituyeron
el KPD («Kommunistische Partei Deutschlands» “Partido Comunista Alemán”) que se integraba en la Internacional
Comunista, de esa forma los espartaquistas se convertían formalmente en comunistas adhiriéndose como tales en la
III Internacional o Internacional Comunista fundada por Lenin.
Ese mes de diciembre fue verdaderamente crucial, más de tres mil marineros de aquellos insurrectos de Kiel,
llegaron a Berlín para ponerse al servicio de la revolución. Tomaron el Palacio Real y lo convirtieron en fortaleza,
era una clara amenaza para Ebert y la única opción que quedó fue reducirles por las armas. De esa tarea se
encargó el ejército y el 24 de diciembre los insurrectos tenían sesenta y cuatro muertos aunque mantenían el
control del Palacio. El 29 de diciembre los comisarios del USPD, que formaban parte del Consejo Revolucionario
de Delegados del Pueblo, lo abandonan porque desaprobaban la línea contrarrevolucionaria adoptada.
Imágenes los marineros rebeldes, Berlín, diciembre 1918506
Las cosas ya apuntaban en la única dirección posible que les quedaba a quienes querían imponer la revolución del
proletariado; como preludio a la misma, el día 6 de enero de 1919, se declaraba una huelga general y Liebknecht y Rosa Luxemburgo creyeron llegado el momento de lanzarse a luchar por el poder para constituir una República revolucionaria marxista, comunista y soviética. El levantamiento tuvo lugar entre el 9 y el 13 de enero siendo sofocado por el ejército con la ayuda de unidades paramilitares afines a la ideología nacionalista y burguesa,
los llamados «freikorps507» (cuerpos libres). Los dos líderes espartaquistas fueron asesinados el día 15 de enero
cuando estaban arrestados. Simultáneamente, en Bremen se había constituido la República Soviética de Bremen, de
efímera vida pues se mantuvo como tal entre el 10 de enero y el 4 de febrero, cuando fue sometida por los
militares.
Comparación de la revolución alemana de «noviembre» con la rusa de octubre:
Como se habrá podido observar, el levantamiento espartaquista tiene mucho paralelismo con lo que había sucedido en Rusia solo un año atrás que llevó a los bolcheviques al poder: la Revolución Rusa. Esa semejanza ha sido motivo de análisis por parte de diferentes historiadores y la síntesis de la comparación la podemos seguir en Claude
Klein508. Este autor indica que la revolución rusa de octubre de 1917 llegó a obsesionar a los «hombres de noviembre», como refiere a los alemanes revolucionarios, hasta el punto de que creyeron ver una suerte de guía, de
mapa referencial en los hechos de los que estaban siendo protagonistas. Así, los alemanes creyeron que lo acae-
Claude Klein, ob. cit., pg. 34, es tajante a este respecto diciendo que si bien los espartaquistas estuvieron presentes en todos los
Consejos de Obreros y Soldados que se formaron a primeros de noviembre, perdieron peso y representación a medida que los
Consejos se institucionalizaron controlados mayoritariamente por el SPD.
506 http://gottmituns.net/2012/12/22/british-steel-mk-iv-tank-in-berlin-germany-1919/
507 Mary Fulbrook, ob. cit., pg. 182, era grupos financiados por la burguesía y organizados por el Ejército.
508 Ob. cit., pp. 36-38.
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TEMA Nº 9: LAS DEMOCRACIAS EUROPEAS EN EL PERÍODO DE ENTREGUERRAS: ALEMANIA
cido en noviembre de 1918 en Alemania era equivalente a los sucesos vividos en Rusia en febrero de 1917509. Si
esa relación se cumplía -según la visión y el mapa mental que tenían los revolucionarios alemanes en la cabezaquedaba por producirse el octubre ruso de 1917 y es lo que intentaron en enero de 1919. No pensemos que fueron los únicos, Lenin siguió con extraordinaria atención lo que sucedía en Alemania.
Imágenes de la lucha en las calles de Berlín: a la izquierda rebeldes espartaquistas, a la derecha tropas de los freikorps
Pero las analogías no van más allá de comparar hechos que tuvieron marcado paralelismo, eso es innegable, aunque los modelos no eran homologables, y no lo eran porque:
1. En Alemania, en noviembre, se permitió que subsistiese un doble aparato estatal, de tal forma que el tradicional, el guillermino de la época del káiser, en ningún momento fue marginado, lo que posibilitó que se
mantuviera en pie el edificio tradicional del estado y que coexistiera con el que pretendieron levantar los
Consejos de Obreros y Soldados.
2. El campesinado alemán era de marcado carácter conservador, lo que contrastaba con el sustrato ideológico del campesinado ruso, más permeable al fermento revolucionario.
3. La burguesía alemana era fuerte, estaba organizada y era un temible adversario, lo contrario a lo que
representaba la rusa del período revolucionario.
4. El proletariado alemán se encontraba en una fase parcial de integración dentro de la sociedad burguesa,
por esa razón no pudo ser la fuerza de choque de la revolución. Todo lo contrario a lo que había sucedido en Rusia.
Otro foco de tensión al que se tuvieron que enfrentar las autoridades en Berlín, fue el separatismo:
En otras partes de Alemania la secesión parecía estar tomando cuerpo,
era como si el espectro de la atomización en que había vivido el mundo
germano desde la Alta Edad Media
tomara cuerpo otra vez. Desde luego
la amenaza no era baladí. En Renania, al oeste de Alemania, en la orilla
izquierda del Rin ocupada en ese momento por el ejército francés, se abogaba por crear un estado separado
de Alemania; argumentos a favor del
mismo eran formulados por aquéllos
renanos que entendían que la integración en el Imperio Alemán les había
ABC, 28-01-1923, haciéndose eco de la situación que se vivía en Alemania
subordinado con respecto a Prusia510.
Era un planteamiento hacia el que los militares franceses mostraban gran interés, en particular el mariscal Foch y el
general responsable de la ocupación militar, Charles Mangin511, sostenedor y animador de los separatistas renaVer supra tema nº 2 § 3., pg. 34 y sgtes.
Argumento del mayor interés que demuestra cómo evolucionan estos “negocios” porque en 1871 los burgueses capitalistas, financieros y comerciantes, de la zona oeste alemana, Renania y Westfalia, en particular, anhelaban la creación de un territorio
donde se diera una concentración económica a gran escala, por lo que fueron los promotores de la creación de un Estado unido y
centralizado, ver mi Historia del Siglo XIX, ob. cit., pg. 358.
511 No pensaba así el gobierno francés, Clemençeau no creía que en Renania se viviera un sentimiento separatista a pesar del dinero y el apoyo francés al doctor Dorten, ver Jean Paul Brunet y Michel Launay, De una guerra a otra guerra, 1914-1945, Akal,
Madrid, 1991, pg. 52.
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TEMA Nº 9: LAS DEMOCRACIAS EUROPEAS EN EL PERÍODO DE ENTREGUERRAS: ALEMANIA
nos cuyo líder, el doctor Dorten, terminó por proclamar la República de Renania el día 1 de junio de 1919. De vida
efímera, rebrotó con mayor amplitud en 1923, que es la noticia de la que se hacía eco el diario ABC.
En Baviera estalló un conflicto de mucho alcance, sabemos, porque se dijo en páginas precedentes, que los primeros días del proceso revolucionario forzaron la abdicación del rey Luis III, derrocándose la monarquía y proclamándose la República, produciéndose en esta región una agitación contrarrevolucionaria donde se mezclaban la
lucha contra la revolución y el separatismo, ambos perfectamente imbricados. Desde el primer momento, el nuevo
régimen bávaro estuvo en conflicto con las autoridades de Berlín representantes del gobierno central. El intento de
desarme de los particulares, promovido por el gobierno del Reich en cumplimiento de los acuerdos firmados con
los aliados, se topó con la negativa bávara a cumplirlo. Fue una crisis larga, estalló en agosto de 1920 y se prolongó hasta 1921, reproduciéndose tras el asesinato de Erzberger (26-agosto-1922); la desobediciencia bávara
era un órdago lanzado al poder central y para situaciones como éstas el artículo 48 de la Constitución facultaba
al Presidente de la República para intervenir directamente, pudo hacerlo pero no lo hizo, se optó por un pacto entre el Reich y una Baviera nada sospechosa de veleidades izquierdistas. El significado de esta acción da idea del
peso, importancia y significado que tenía el lander en el conjunto de Alemania, un criterio que no se utilizó con
otras regiones (Sajonia y Turingia) cuando quedaron bajo contol de la extrema izquierda (octubre de 1923).
Otros territorios que estaban sujetos a litigio de acuerdo con el Tratado de Versalles, sometieron a plebiscito su
futuro dentro del Reich:




Schleswig, llevado a cabo entre febrero y marzo de 1920. El resultado fue dispar, el norte decidió unirse a
Dinamarca, de la que había sido segregada por la fuerza de las armas en 1864, en la guerra desatada
contra Dinamarca por Prusia y Austria512, y el sur se decantó por Alemania.
La región de Eupen-Malmedi decidió incorporarse a Bélgica.
Allenstein, en la Prusia oriental, decidió en referéndum de julio de 1920 seguir dentro de Alemania.
Alta Silesia, donde se celebró un plebiscito el 21 de marzo de 1921, que arrojó un saldo favorable a su
permanencia en Alemania, fue discutida por la recién creada República de Polonia. Los resultados de la
consulta fueron rechazados por los polacos, lo que originó enfrentamientos armados. Finalmente el laudo arbitral forzoso corrió a cargo de la Sociedad de Naciones que decidió dividir el territorio repartiéndolo entre cada uno de los litigantes.
Perdidas territoriales de Alemania en 1919 y 1945513
2.2. LA ASAMBLEA NACIONAL CONSTITUYENTE Y LA REPÚBLICA DE WEIMAR
En la situación de conflicto que se vivía en Alemania y tras aplastar los intentos revolucionarios, el 19 de enero de
1920, se llevó a cabo la votación para elegir la Asamblea Constituyente de acuerdo con los nuevos derechos proclamados en los recientes acontecimientos vividos en noviembre, entre ellos el reconocido derecho al sufragio universal extendido a las mujeres. La participación llegó al 83% del censo y el escrutinio arrojó el siguiente resultado:
Ver mi Historia del Siglo XIX, ob. cit., pg. 215.
Tomado de http://commons.wikimedia.org/wiki/File:Germanborders.png
DR. JESÚS CARRASCO VÁZQUEZ - CURSO DE HISTORIA UNIVERSAL DEL SIGLO XX (2012-2013)
512
513
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TEMA Nº 9: LAS DEMOCRACIAS EUROPEAS EN EL PERÍODO DE ENTREGUERRAS: ALEMANIA
PARTIDOS
DNVP514 (Deutschnationale
Volkspartei – “Partido
Nacional-Popular Alemán”)
DVP515 (Deutsche Volkspartei
– “Partido Popular Alemán”)
ZENTRUM516
DDP517 (Deutsche
Demokratische Partei –
“Partido Democrático
Alemán”)
SPD
USPD
OTROS
ESCAÑOS
44
180
165
160
140
19
120
91
100
91
75
80
75
60
44
40
165
22
7
423
22
20
19
7
0
SPD
ZENTRUM
DDP
DNVP
USPD
DVP
Otros
TOTAL ESCAÑOS
Fuente: elaboración propia a partir de los datos de Fuad Aleskerov, Manfred J. Holler y Rita Kamalova 518
La victoria, como se puede apreciar, fue para la izquierda que por sí sola lograba el 45% del total de los votos,
aunque el SPD pensaba lograr la mayoría absoluta, por lo que quedó decepcionado con los resultados. Dado que
su vinculación con el USPD se había roto desde finales de diciembre, la única opción de gobierno que les quedaba
a los socialdemócratas fue buscar una alianza con la derecha y lo que hicieron fue volver a repetir la asociación
que formalizaron en julio de 1917 cuando se promovió en el Reichstag la propuesta de paz, por lo que nuevamente se asociaron con el Zentrum y la burguesía liberal representada en el renombrado DDP antiguo DPF.
Portada de la Constitución
de Weimar519
Una vez conformada la Asamblea Constituyente se procedió a reunirla para que elaborase la nueva Constitución. Dado el inestable clima político que se vivía en Berlín, la
nueva Asamblea se reunió en la ciudad de Weimar, fácilmente defendible y con un
espacioso teatro para albergar a los diputados, quienes se reunieron el día 6 de febrero, la ciudad a la postre daría nombre a la constitución y a la República. El día 11
Ebert era elegido presidente del Reich por 277 votos a favor. Al no haber constitución
se trataba de un nombramiento provisional hasta que se convocasen elecciones presidenciales según se dictase la Constitución que empezaba a discutirse. El día 13, Ebert
nombró canciller del Reich a su correligionario Scheidemann que formó un gobierno de
coalición con participación del Zentrum, representado por Erzberger y los demócratas
liderados por Hugo Preuss, un hombre que contaba con el apoyo y el reconocimiento
de Ebert por lo que le había nombrado Secretario de Estado el día 14 de noviembre
encargándole la confección de un borrador de texto constitucional que se presentaría
a una futura Asamblea que la sometería a discusión520.
Los debates de la Constituyente cubrieron los meses de febrero a julio y el texto fue votado el 31 de julio, una votación en la que participaron 338 diputados de un total de 423; de ellos, 262 diputados del SPD, Zentrum y DDP
votaron a favor; 75 diputados del DNVP, DVP, Asociación Bávara de Agricultores y un diputado bávaro del Zentrum -todas organizaciones de la derecha- y el USPD, los socialistas independientes, votaron en contra. Hubo una
abstención que fue la opción elegida por otro diputado bávaro del Zentrum. Significativa fue la ausencia de 82
Representaba a los conservadores y monárquicos.
Aglutinaba a la gran burguesía comercial muy próxima a los medios industriales y al mundo financiero, su líder era Gustav
Stresemann.
516 Este partido representaba al centro-derecha y centraba el interés político de los católicos, como se ha comentado a lo largo
del tema; para más información ver mi Historia del Siglo XIX, El Imperio Alemán, ob. cit., pp. 365-366.
517 Antes de las elecciones de 1919 se llamaba DPF (Deutsche Fortschrittspartei – “Partido Alemán del Progreso”), y representaba
a la burguesía democrática liberal.
518 Tomado de http://www2.lse.ac.uk/CPNSS/projects/VPP/VPPpdf/VPPpdf_Symposium2011/Aleskerov.pdf, “Power Distribution in the Weimar Reichstag in 1919-1933”; es preciso señalar que la obra de J. A. Lacomba et al., ob. cit., arroja siete escaños
menos que se corresponden con los logrados por diversos partidos y que se recogen bajo el epígrafe que he denominado “Otros”,
razón por la cual ha sido consultada pero no tenida en consideración.
519 http://commons.wikimedia.org/wiki/File:Weimar_Constitution.jpg
520 Claude Klein, ob. cit., pg. 45, Preuss era un profesor de ideas liberales democráticas que militaba en el PPD (Deutsche Demokratische Partei – “Partido Democrático Alemán”) por lo que, según Klein, la elección pone de manifiesto que Ebert tenía claro que
el nuevo marco político resultante de la caída del káiser tenía que ser un modelo que no asustara ni a la burguesía ni al ejército.
DR. JESÚS CARRASCO VÁZQUEZ - CURSO DE HISTORIA UNIVERSAL DEL SIGLO XX (2012-2013)
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515
TEMA Nº 9: LAS DEMOCRACIAS EUROPEAS EN EL PERÍODO DE ENTREGUERRAS: ALEMANIA
diputados de los cuales 65 eran militantes de los partidos de la Coalición de Weimar521. La Constitución se promulgó el día 11 de agosto de 1919.
La Constitución de Weimar se componía de 181 artículos divididos en dos partes522:
1. ORGANIZACIÓN Y ATRIBUCIONES DEL IMPERIO (artículos 1-109)
Sección I:
El Imperio y los núcleos políticos (Países) constitutivos
Sección II:
El Reichstag
Sección III:
El Presidente y el gobierno del Imperio
Sección IV:
El Reichsrat [cámara territorial]
Sección V:
La legislación en el Imperio
Sección VI:
La administración en el Imperio
Sección VII:
La administración de Justicia
2. DERECHOS Y DEBERES DE LOS ALEMANES (artículos 109-165)
Sección I:
La persona individual
Sección II
La vida social
Sección III:
Religión y confesiones religiosas
Sección IV:
Educación y enseñanza
Sección V:
La vida económica
La Constitución523 se articulaba a través de un texto que constaba de un preámbulo y dos partes principales, todo
recogido en 165 artículos, más disposiciones transitorias y finales comprendidas en los artículos 166 al 181. La primera parte regulaba la construcción y los deberes del Reich (artículos 1 al 108); la segunda estaba dedicada a
determinar los derechos y deberes fundamentales de los alemanes (artículos 109 al 165), precisamente estos fueron los primeros que centraron el interés de los nazis cuando llegaron al poder y empezaron a desmontar la constitución de Weimar. Ese fue el primer paso para la supresión de la democracia en Alemania524.
La nueva Constitución ya no definía a Alemania como una asociación de Principados y Estados como sí lo hacía la
de 1871525; al contrario, en el Preámbulo ya sentaba las bases de la unidad de todos los alemanes bajo dos premisas fundamentales: Unitarismo y Federalismo, bajo la siguiente redacción: «El Pueblo Alemán, unido en su estirpe y
animado por su firme deseo de renovar y afianzar su Reich en la libertad y en la Justicia, de alcanzar la paz interior y
exterior y de fomentar el progreso social, se otorga a sí mismo la siguiente Constitución». Como se puede apreciar,
no se construía un nuevo Estado, se guardaba la definición de Reich, lo que se estaba haciendo era articular una
nueva constitución estatal bajo los postulados normativos de libertad, justicia social, y paz interior y exterior.
Sin pretender realizar un estudio jurídico del texto constitucional, pues escapa al sentido general del tema que
analizamos, sí es del mayor interés recoger algunos de los artículos más señalados porque nos aclara el uso que se
hicieron de los mismos, tanto desde el mismo momento de la entrada en vigor de la Constitución, como en el futuro.
Analicemos brevemente los puntos más notorios del nuevo contrato social:


El artículo 1 definía que el nuevo ente jurídico adoptaba la forma de República. No se volvía a mencionar. Es
más, por curioso que pueda resultar, durante todo el texto constitucional sólo se utiliza una palabra para
aludirlo: Reich (Imperio): «El Imperio Alemán es una República. El Poder procede del pueblo».
El artículo 2 recogía implícitamente el marco territorial cuando declaraba que «El territorio del Imperio se compone de los territorios de los Países526 alemanes. Otros territorios pueden ser incorporados mediante una Ley de
Imperio al territorio del Imperio cuando su población lo reclame, en virtud de su derecho de autodeterminación».
Un artículo que ya precavía la posibilidad de incorporar otros territorios a Alemania.
Todos los datos y su análisis en Horst Möller, ob. cit., pp. 178-179.
Cito por la edición electrónica preparada por la Facultad de Derecho de la Universidad de Valladolid que se puede consultar
en http://portu.der.uva.es/constitucional/verdugo/Constitucion_Weimar.pdf
523 Los interesados pueden consultar el trabajo de Horst Möller, ob. cit., capítulo 6, pp. 232-276, autor que analiza las aportaciones de la Constitución y a quien he seguido en este punto.
524 Ibídem, pp. 232-233.
525 Los interesados pueden consultar mi Historia del Siglo XIX, ob. cit., pp. 359-360.
526 La expresión en alemán para país es Lander pero nosotros estamos más familiarizados con la fórmula «Estado».
DR. JESÚS CARRASCO VÁZQUEZ - CURSO DE HISTORIA UNIVERSAL DEL SIGLO XX (2012-2013)
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522
TEMA Nº 9: LAS DEMOCRACIAS EUROPEAS EN EL PERÍODO DE ENTREGUERRAS: ALEMANIA
Mapas comparados de Alemania: a la izquierda, tras el Tratado de Versalles; a la derecha durante el II Reich (1871-1918)

El artículo 3 explicaba los colores de la nueva bandera, optándose por los que se utilizaron por primera vez
en 1848, obviándose los del Imperio salvo para la enseña de la Armada: «La bandera del Imperio es negra,
roja y oro. El Pabellón naval ostentará los colores negro, blanco y rojo más los colores del Imperio en el ángulo
superior interno». El asunto de la bandera fue motivo de polémica durante la existencia de la república.
Banderas y escudo constitucionales
 Los artículos 25 y 48 se redactaron para que todo el poder lo tuviera el Presidente del Reich; estaban diseñados para conferirle una enorme capacidad coercitiva y punitiva si alguno de los Lander o alguna situación de
política interna amenazaba la existencia del orden constitucional. La combinación de ambos dotaba al Presidente
de un poder total; veamos su redacción:
 Artículos 25: «El Presidente del Imperio puede disolver el Reichstag, pero solamente una vez por el mismo motivo. Las nuevas elecciones se verificarán dentro de los sesenta días siguientes a la disolución». No debe engañarnos la redacción de este artículo, en la práctica dio al Presidente tal capacidad de maniobra que lo usó
sin límite de acción527.
o Artículo 48: sin duda el más polémico y el más arbitrario, siendo con mucho el que más se usó: «Si un
Lander no cumple los deberes que le impone la Constitución o las leyes del Imperio, el Presidente de éste podrá
obligarle a ello, con ayuda de la fuerza armada. Cuando se hayan alterado gravemente o estén en peligro la
seguridad y el orden públicos en el Imperio, el Presidente puede adoptar las medidas indispensables para el
restablecimiento de los mismos, incluso en caso necesario con ayuda de la fuerza armada. Con este fin puede
suspender temporalmente en todo o en parte los derechos fundamentales fijados en los artículos 114, 115,
117, 118, 123, 124 Y 153.
El Presidente del Imperio habrá de dar conocimiento inmediatamente al Reichstag de todas las medidas que
adopte con arreglo a los párrafos 1º y 2° de este artículo. A requerimiento de éste dichas medidas quedarán
sin efecto.
El Gobierno de un Lander podrá aplicar provisionalmente en su territorio medidas de las expresadas en el párrafo 2° de este artículo cuando implique peligro el retraso en adoptarlas.
Tales medidas quedarán sin efecto si lo reclaman el Presidente del Imperio o el Reichstag.
Una ley del Imperio regulará los detalles».
No podemos dejar engañarnos por las aparentes garantías que contemplaba el artículo 48 porque, como recogía
el 25, el Presidente podía disolver el Reichstag.
Para concluir este breve análisis del texto constitucional aprobado en Weimar y siguiendo Richard J. Evans528, señalaré que la Constitución era una versión modificada de la aprobada en 1871529 , que estuvo vigente hasta
Claude Klein, ob. cit., pp. 46-47.
Ob. cit. pg. 115.
529 Los detalles en mi Historia del Siglo XIX, ob. cit., pp. 359-360.
DR. JESÚS CARRASCO VÁZQUEZ - CURSO DE HISTORIA UNIVERSAL DEL SIGLO XX (2012-2013)
527
528
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TEMA Nº 9: LAS DEMOCRACIAS EUROPEAS EN EL PERÍODO DE ENTREGUERRAS: ALEMANIA
1918. En lugar del káiser figuraba un Presidente del Reich que sería elegido por votación popular, como el de los
Estados Unidos, lo que le confería independencia con respecto al poder legislativo y le favorecía con el uso de
amplios poderes excepcionales amparados en el artículo 48, que en situaciones críticas le permitía gobernar por
decreto y recurrir al Ejército para restaurar la ley y el orden en cualquier estado federal si así lo consideraba
oportuno. Se trató de un mecanismo que no tuvo contrapesos530 y que fue utilizado con profusión por Ebert, es más,
el artículo 25 de la norma constitucional facultaba al Presidente a disolver el Reichstag si éste rechazaba un
decreto presidencial. Tampoco se preveía disposición alguna que obligase a la cámara a ratificar los decretos del
Presi-dente. Esa capacidad de maniobra que la Constitución permitió a la Presidencia del Reichstag fue tan
categórica que en la guerra civil de 1920 en la cuenca del Rhur, Ebert uso y abusó del artículo 48 de tal manera
que llegó a ejercer el privilegio en más de 136 ocasiones. Entre las medidas adoptadas estuvieron las de deponer
gobiernos legítimamente elegidos en Sajonia o Turinga bajo la excusa de que amenazaban con fomentar el
desorden. Más peligroso aún fue el uso arbitrario que hizo de su capacidad, de tal manera que lo utilizó para
legalizar a poste-riori las ejecuciones sumarias llevadas a cabo por el Ejército y los Freikorps contra miembros del
llamado Ejército Rojo. Es de señalar que esa capacidad discrecional se utilizó contra la izquierda mientras que
apenas se aplicó a los desmanes de la derecha que, en opinión de muchos, era más peligrosa. Por último señalar
que el Reichsrat o Cámara Federal, dentro de la cual los poderes de Prusia quedaban muy limitados, nacía con
una capacidad nor-mativa muy restringida por lo que jugó un papel de segundo orden.
2.3. LOS PARTIDOS POLÍTICOS531
2.3.1. LA «COALICIÓN DE WEIMAR»
La República de Weimar surgió de la combinación de los movimientos de masas y de la voluntad de tres fuerzas políticas, los socialistas del SPD, el centro derecha católico del Zentrum y los liberales progresistas del
DDP. Los tres formaron lo que se dio en llamar la «Coalición de Weimar». Otros partidos participaron en el
juego político pero los fundamentales fueron los citados. No obstante y con intención de que el alumno tenga
una idea cabal del entramado político weimeriano y de las fuerzas e intereses contrapuestos que se dieron cita en este marco histórico de la Alemania de entreguerras, a continuación se hace una breve síntesis de cada
uno de ellos:

SPD: originalmente fue el partido de los trabajadores del metal, de los obreros del acero y del carbón.
Ese punto de partida, vinculado a un sector socio-económico determinado y su
discurso ideológico basado en la lucha de clases, limitó su crecimiento; con
esos fundamentos nunca podría concitar el interés de la mayoría social alemana. Además alimentaba un discurso algo equívoco porque si bien defendía que la nueva sociedad a la que aspiraba saldría de los escombros de
la sociedad de clases (lo que ahuyentaba a burgueses capitalistas, militares y
clero), por otro lado abogaba por aplazar el socialismo para más adelante,
lo que le distanciaba de los trabajadores de ideas radicales ubicados en la
periferia del sistema político que aspiraban a la sociedad sin clases.
“¡Mujeres: iguales derechos,
iguales responsabilidades!
Votad a la socialdemocracia!”
Tampoco supo posicionarse a favor de la corriente emancipadora de la mujer
porque siempre defendió que los intereses de clase primarían sobre los de
género. El tono rojo de los símbolos del partido tampoco ayudaba, nacido en
otro momento histórico cuando se asociaba a ilustración, inteligencia y vida, a
muchos alemanes les evocaba el marxismo y el comunismo, de tal manera que
entendían que socialdemócratas y comunistas eran lo mismo, sin entretenerse
en conocer las profundas diferencias que les separaban.
Ibídem, pp. 20-21, donde se detalla el modelo de gobierno norteamericano basado en un sistema de frenos y contrapesos
(checks and balances) para evitar el despotismo impidiendo la preponderancia de un poder sobre los demás.
531 En este apartado sigo a Eric D. Weitz, ob. cit., pg. 105 y sgtes., mientras no se cite en contrario.
DR. JESÚS CARRASCO VÁZQUEZ - CURSO DE HISTORIA UNIVERSAL DEL SIGLO XX (2012-2013)
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TEMA Nº 9: LAS DEMOCRACIAS EUROPEAS EN EL PERÍODO DE ENTREGUERRAS: ALEMANIA

DDP: Partido de orientación liberal progresista que contaba entre sus simpatizantes a muchos profesionales de clase media y el apoyo de la comunidad judía que si bien no era muy amplia, si estaba bien
situada.
Abogaba por el justo medio tratando de alcanzar un equilibrio entre
política y sociedad. Su posición centrista le alejaba de los extremos y
defendía el debate y la negociación como fórmula para lograr las
metas. Por ideología era contrario a los monopolios y a la estatalización, apoyando la iniciativa individual y defendiendo políticas de
bienestar social como modo de corregir desigualdades. No era partidario del Ejército de modelo prusiano y sí de una sociedad concienciada con su propia defensa a través de las milicias. En línea con
otros partidos, sostenía que había que defender a los alemanes que
“¡Mujeres y madres alemanas! ¡Pensad vivían fuera del país así como a las minorías, polacos y judíos en
particular.
en el futuro de vuestros hijos! Votad al
Partido Democrático Alemán”.
Con respecto a la mujer tomó una posición más avanzada que otras
formaciones y logró que muchas profesionales se identificaran con su ideario político, de tal manera que la
mayoría de las más destacadas parlamentarias de la República militaron en el DDP. A pesar de su moderado
discurso, no supo conectar con la sociedad y progresivamente inició un lento declive político de tal forma que
hay historiadores que lo han calificado como «el centro agonizante».

ZENTRUM: si los anteriores estaban dirigidos a las clases sociales, este otro partido estaba más centrado
en la religión que formaba todo el discurso ideológico.
El clero jugaba un papel preponderante que se dejaba sentir
tanto en el orden interno como en un programa que se regía
por la doctrina católica. Pero también supo integrar a católicos
laicos, mujeres y jóvenes que a través del partido, participaron
en la vida política.
A pesar del relevante papel que llegó a jugar, aportando cuatro cancilleres y muchos altos funcionarios, este partido empezó
su singladura política dentro de la República con la pesada losa
de sentirse desplazado por su condición de católico en una Alemania donde la gran mayoría de su población pensaba que si
tenían patria, se lo debían a los protestantes. Por otro lado, mu“¡Por el sacrificio y el trabajo hacia la
chos católicos recordaban todavía la etapa de la «Kulturlibertad! Vote al Partido del Centro”
kampf532». El Zentrum defendía que la Iglesia pudiera impartir enseñanza religiosa en las escuelas públicas: «la religión y la patria han de ser el eje de toda enseñanza, de
toda educación», sostenía el partido.
El Zentrum estaba por encima de la lucha de clases, de ahí que en sus filas tuvieran acogida diferentes grupos
sociales, desde capitalistas hasta obreros pasando por profesionales y comerciantes. Esa imagen de unidad
impuesta por el clero católico chocaba con las luchas internas entre liberal-sociales reformistas y el ala más
conservadora del partido.
Se denomina así a la política cultural llevada a cabo en el Imperio Alemán por iniciativa de Bismarck en respuesta al antiliberalismo del papa Pío IX, un pontífice que publicó en 1864 el Syllabus de Errores, donde condenaba todos los «errores» del mundo
moderno que incluía la proscripción del liberalismo, el racionalismo y el cientifismo; tampoco ayudó la proclamación de la infalibilidad del Papa que hiciera el Concilio Vaticano I (1860-1870). Este comportamiento crítico del máximo mandatario de la Iglesia Católica llevó a Bismarck a tomar medidas para delimitar el terreno civil y religioso, afirmando la plena y absoluta soberanía
del Estado, esta acción de gobierno recibió el título de Kulturkampf (“lucha por la cultura”, obviamente, alemana), ver mi Historia
del Siglo XIX, ob. cit., pg. 366.
DR. JESÚS CARRASCO VÁZQUEZ - CURSO DE HISTORIA UNIVERSAL DEL SIGLO XX (2012-2013)
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TEMA Nº 9: LAS DEMOCRACIAS EUROPEAS EN EL PERÍODO DE ENTREGUERRAS: ALEMANIA
2.3.2. LAS OTRAS FORMACIONES POLÍTICAS
2.3.2.1. KPD («Kommunistische Partei Deutschlands», “Partido Comunista Alemán): durante los pri-
meros años los comités de obreros y soldados marcaron
el rumbo del partido, esos comités actuarían de fieles
agentes de la democracia que pretendían extender a
toda la sociedad, incluidos los centros de trabajo. Su
discurso descansaba en dos ejes principales:
a) suprimir el beneficio como objetivo: la prosperidad
de la riqueza sería compartida por todos.
b) las mujeres tendrían libertad e igualad de derechos
porque se incorporarían como mano de obra a la producción y por ello, cobrarían un salario.
Elecciones 1920, cartel electoral, leyenda:
“Votantes decidid: Dictadura de los empresarios533
o dictadura del Proletariado?”
Durante la República los comunistas alemanes fueron un
partido prácticamente mimetizado del soviético.
En la primera fase de la misma, el KPD se levantó en
armas contra la República en tres ocasiones: enero de
1919, marzo de 1921 y octubre de 1923, como se verá más adelante. Se puede afirmar sin lugar a la
menor duda, que los comunistas alemanes nunca quisieron entrar en el juego político de la etapa de
Weimar y la República siempre encontró en ellos a un duro rival que, si bien contó con un importante
apoyo social, ja-más logró imponerse como fuerza hegemónica. La mayoría de los alemanes veían con
terror a los comunis-tas porque les recordaba el caos, la inestabilidad y la amenaza rusa.
2.3.2.2.
PARTIDOS DE DERECHA:
Desde luego todos los autores consultados coinciden en que la verdadera amenaza para la República vino
siempre desde la derecha, quizá, dice Eric D. Wietz, fuera debido a que ideológicamente la mayoría de
los alemanes estaban más identificados con ella, sin descartar que seguía controlando el poder, estaba
bien relacionada y contaba con representantes en las principales instituciones del Estado y de la sociedad: el mundo de los negocios, la burocracia, el Ejército, las universidades, en las confesiones religiosas.
Disponía de agitadores callejeros y pendencieros a los que tenía asalariados.
No estamos hablando de un bloque homogéneo, la derecha alemana estaba muy dividida. Sólo se unió
cuando hubo de apoyar a Hitler, en ese momento, no tuvo ningún reparo, aunó sus fuerzas y dio el triunfo
a los nazis, como se verá oportunamente. Los principales partidos fueron:
 DVP («Deutsch Volkspartei» – “Partido Popular Alemán”): aunque nunca creyó en Weimar ni en el
modelo de democracia que representaba la República, es cierto que en ocasiones llegó a colaborar con
“Fuera con las ataduras” 534 “Vote Partido Popular”
[la imagen representa al águila imperial alemana atada
las garras por una cinta con los colores de Francia]
“¡Nos atenemos a la palabra de Dios! Vote por el
Partido Popular”
533 Es preciso aclarar la traducción que está tomada de otra inglesa donde figura este cartel. Stinnes, se refiere a Hugo Stinnes
(1870-1924), un rico hombre de negocios, propietario de compañías mineras, siderúrgicas, inmobiliarias y navieras, entre otras;
fue uno de los fundadores del DVP. El cartel propagandístico le toma como el modelo a combatir. Naturalmente, la traducción
correcta hubiera sido “la dictadura de Stinnes” pero no se hubiera comprendido, de ahí la licencia que me he permitido.
534 Agradezco a la alumna Cristina Mayer su colaboración en la traducción de la frase.
DR. JESÚS CARRASCO VÁZQUEZ - CURSO DE HISTORIA UNIVERSAL DEL SIGLO XX (2012-2013)
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TEMA Nº 9: LAS DEMOCRACIAS EUROPEAS EN EL PERÍODO DE ENTREGUERRAS: ALEMANIA
los partidos de la Coalición. Su compromiso no pasó de lograr que sus puntos de vista se reflejaran en la
acción política del gobierno de turno. En materia económica, sus ideas fundamentales estaban basadas en
una política económica favorable a la empresa privada, la afirmación de los derechos de los accionistas y
la limitación de los derechos laborales. Se pronunciaba a favor de la cooperación entre trabajadores, empleados y empresarios para lograr el bienestar de la clase trabajadora pero defendía que la dirección y
el control de las empresas sólo podía descansar en los directivos.
En materia moral apostaba por defender los valores espirituales y morales que constituían la esencia y los
rasgos diferenciales de los alemanes ante los demás países. Estos principios fundamentales se fijaron nítidamente en 1919: «El DVP lucha con todas sus fuerzas contra todos los elementos negativos que tratan de
destruir la veneración por la nación y el pueblo alemanes en aras de un pretendido cosmopolitismo ... Sólo conseguiremos la reconstrucción moral y económica de nuestro pueblo si volvemos a los antiguos principios fundamentales de lealtad, honor, imparcialidad y honestidad en la función pública, en los negocios y en el comercio». El DVP no se declaraba antisemita de manera abierta pero fue el encargado de organizar el antijudaísmo latente en Alemania. Todo el mundo entendía que «cosmopolitismo» era un eufemismo para referirse a los judíos: «la invasión de Alemania por gentes de origen extranjero» era su manera críptica de señalar a los judíos.
 DNVP («Deutschnationale Volkspartei» – “Partido Nacional-Popular Alemán”):
Fue con mucho, el más furibundo enemigo que tuvo la República,
se trataba de un partido con fuerte implantación entre la vieja
nobleza de terratenientes prusianos, los «junkers», algunos sectores del mundo empresarial, los oficiales del Ejército, funcionarios de alto rango, unidos por un desprecio a la democracia
como forma de gobierno. Los miembros del DNVP se declaraban abiertamente monárquicos y partidarios de los Hohenzollern aunque no dudaron en abandonar a Guillermo II cuando
vieron que ese modelo ya no tenía recorrido. Como partido se
mantuvo expectante ante el intento del golpe de estado del general Wolfgang Kapp de marzo de 1920, como se verá, pero
muchos de sus militantes lo apoyaron.
“Salvad el Este, vote Partido Popular Nacional
Alemán” (imagen: un caballero teutón suje
tado por un ruso y amenazado por un polaco)
Su ideario defendía una Alemania fuerte, de amplias fronteras
en una sociedad jerarquizada y dirigida por personas de elevada cuna, así como el bienestar social para los dirigentes de
la misma. También defendía la existencia de corporaciones industriales apoyadas por el Gobierno y los subsidios agrícolas.
Entre las ideas más desafiantes y revanchistas expuestas en su declaración fundacional de1920, podemos
citar:
 Liberar al pueblo alemán de las presiones foráneas.
 Construir un nuevo Reich más fuerte, dentro de una patria libre, al que se añadirían los territorios
que se les había arrebatado.
 En el servicio exterior alemán sólo debían trabajar quienes «tuvieran ideas genuinamente alemanas».
 El servicio militar se consideraba aspiración natural de todo hombre y los alemanes no podían olvidar la gran deuda de gratitud contraída con el Ejército y sus mandos por infundir valores dignos
de confianza y contribuir a la grandeza de Alemania.
Para el DNVP el estado lamentable que estaba viviendo Alemania se debía a la traición perpetrada por
los judíos y los socialistas en 1914. Tampoco se olvidaban de los africanos que combatieron al servicio de
sus enemigos. Los judíos recibían una atención especial.
DR. JESÚS CARRASCO VÁZQUEZ - CURSO DE HISTORIA UNIVERSAL DEL SIGLO XX (2012-2013)
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TEMA Nº 9: LAS DEMOCRACIAS EUROPEAS EN EL PERÍODO DE ENTREGUERRAS: ALEMANIA
1ª línea: “Nuestros gobernantes”, 2ª línea: “Quien quiere
deshacerse de ellos”, 3ª línea: “vote Nacional Alemán
[Partido Popular Nacional Alemán]”
“¿Locarno? “vote Nacional Alemán
[Partido Popular Nacional Alemán]”
Durante la primera fase de vida de la República, el DNVP afirmó que ésta no servía para nada, cualquier
plataforma servía para lanzar su diatriba antirrepublicana, fuera la prensa afín, el Reichstag, los parlamentos regionales, etc. Su voz era la del radicalismo. Por toda Alemania y en particular en Baviera, surgieron grupos de extrema derecha amalgamados en diferentes entidades: “freikorps”, unas milicias constituidas en el invierno de 1918, dirigidas por oficiales con permiso de sus superiores, recibidas con
agradecimiento en los primeros compases de la revolución de noviembre por el gobierno socialdemócrata.
Eran matones cuyo comportamiento era violento, actuaban contra las organizaciones obreras y fuerzas paramilitares de izquierda, actuando en mítines, huelgas, etc. Solían tomarse la justicia por su mano y a quienes capturaban los fusilaban. Otra de sus actividades preferidas era organizar pogroms contra los judíos.
En sus panfletos sus ideólogos lanzaban diatribas contra las mujeres y los judíos. Exaltaban el amor al fúsil
y la ametralladora. Siempre fueron reacios a las formas democráticas y practicaron una ética fascista.
En resumen y siguiendo a Eric D. Weitz535, Adolf Hitler no inventó la ideología de la extrema derecha, sus
grandes aportaciones se reconocen en materia organizativa y retórica, como la afirmación de que el antibolchevismo era tan importante como el antisemitismo. Los intelectuales conservadores como Oswald
Spengler, que acuñó el término «socialismo a la prusiana» o Ernst Jünger536, autor del concepto «socialismo
Ob. cit., pg. 120.
(Heidelberg, Alemania, 1895-Wiflingen, id., 1998) Novelista y ensayista alemán. Hijo de un farmacéutico, en 1913 huyó de su
casa para alistarse en la Legión extranjera, y al año siguiente se presentó como voluntario de guerra en Hannover, siendo admitido en un regimiento de fusileros. Al término de la contienda, en la que resultó herido siete veces, recibió la orden "Pour le mérite"
y continuó trabajando en el ejército hasta 1923, año en que inició estudios de filosofía y ciencias naturales -especialidad de zoología- en Leipzig. De aquel período datan sus primeros trabajos literarios: Tempestades de acero (1920), diario escrito en el frente
francés que constituye un documento de estremecedora lucidez sobre la gran conflagración europea, La lucha como vivencia interior (1922), fervorosa glorificación de la guerra, y El bosquecillo 125 (1925), crónica del combate en las trincheras centrada en un
solo mes de 1918. Tras la aparición de El corazón aventurero (1929), colección de viñetas en prosa que recogen impresiones y reflexiones diversas, publicó en 1932 su polémico libro El trabajador. Dominio y figura, estudio programático en el que presenta la
figura del trabajador como una nueva magnitud social surgida de la Gran guerra y determinada por los medios de producción de
la era técnica. En 1933 rechazó la admisión en la Academia Prusiana de las Artes que le ofrecía el nuevo régimen nacionalsocialista, frente al cual mantuvo una prudente y no siempre bien interpretada distancia que no le impidió, sin embargo, ocupar un
puesto de oficial del ejército alemán en París, donde pasó casi toda la Segunda Guerra Mundial. Su controvertida postura de
"anarca aristocratizante" unida a cierto dandismo esteticista y visceralmente antiliberal y antidemocrático le convirtieron, sobre todo después de 1945, en blanco permanente de ataques y críticas que alcanzaron particular relevancia al serle concedido, en
1982, el premio Goethe de la ciudad de Frankfurt. De los títulos que publicó entre 1933 y 1945 conviene destacar Juegos africanos (1936), recreación de su fugaz experiencia adolescente en la legión, la novela Los acantilados de mármol (Auf den MarmorKlippen, 1939), sin duda su obra más difundida, tras cuya textura simbólico-alegórica se advierten claras alusiones al régimen de
terror imperante en Alemania, y Jardines y calles (1942), primera parte de sus voluminosos diarios de guerra y ocupación, escritos
entre 1939-1948, que fueron reunidos bajo el título general de Radiaciones (Strahlungen, 1949). Desde su instalación en la mansión forestal de Wilflingen, que le fue cedida por un amigo en 1950, la actividad creativa de Ernst Jünger siguió desarrollándose
en tres vertientes principales: la obra narrativa, la prosa ensayística y los diarios y escritos autobiográficos. A la primera pertenecen tres importantes novelas utópicas: Heliópolis (Heliopolis. Rückblick auf eine Stadt, 1949) considerada por algunos como su obra
maestra dentro del género, Las abejas de cristal (1957) y Eumeswil, de 1977, a las que habría que añadir Visita a Godenholm
(1952), El tirachinas (1973), El problema de Aladino (1983) y Un encuentro peligroso (1985). Entre su prolífica producción ensayística sobresalen Más allá de la línea (1950), dedicado a Martin Heidegger, La emboscadura (1951), en que resume algunas ideas
centrales de su concepción del mundo, El libro del reloj de arena (1954), Junto al muro del tiempo (1959), Ad hoc (1970) y Aproximaciones (1970). Sobre su vida y actividades entre 1965 y 1980 dan testimonio los dos tomos del diario Los setenta se desvanecen,
publicados en 1980 y 1981, respectivamente. Sus últimas publicaciones fueron Zwei Mal Halley (El cometa Halley por segunda vez),
DR. JESÚS CARRASCO VÁZQUEZ - CURSO DE HISTORIA UNIVERSAL DEL SIGLO XX (2012-2013)
-172535
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TEMA Nº 9: LAS DEMOCRACIAS EUROPEAS EN EL PERÍODO DE ENTREGUERRAS: ALEMANIA
del Frente», fueron superados por Hitler que acuñó el término «Nacionalsocialismo»: una forma de encauzar los deslices colectivistas mediante el recurso a la raza y a la nación, apartándose así del socialismo
igualitario y del internacionalismo.

LA EXTREMA DERECHA537:

Liga Racial Alemana de Defensa y Desafío: con sede en Hamburgo, contaba con doscientos mil
afiliados por toda Alemania, muchos eran antiguos militantes o simpatizantes del Partido de la Patria y agrupaba a antiguos soldados, estudiantes nacionalistas, maestros, administrativos y empleados. Contaba con un excelente aparato de propaganda y repartía millones de panfletos y
organizaba actos públicos a los que acudían miles de personas.

Völkische Werkgemeinschaft – “Comunidad de Trabajo Nacional”: una organización antisemita
afincada en Augsburg y dirigida por Otto Dickel de quien se decía que tenía unas dotes de orador comparables a las de Hitler.

DSP («Deutschsozialistische Partei» - «Partido Socialista Alemán»: dirigido por el ingeniero Alfred
Brunner, con delegaciones por varias ciudades alemanas y del cual era miembro fundador, Julius
Streicher, un ex soldado también condecorado con la Cruz de Hierro como Hitler y que en octubre
de 1922, ingresó en el Partido Nazi de Hitler, aportando tantos seguidores que prácticamente
duplicó sus efectivos.

DAP («Deutsche Arbeiterpartei» - Partido Obrero Alemán: fundado el 5 de enero de 1919 por
el cerrajero Anton Drexler, antiguo militante del Partido de la Patria, un
hombre que se oponía al capital no ganado, a la especulación y a la explotación. El suyo era un socialismo con giro nacionalista. A este partido se
asoció Adolf Hitler a quien se le entregó un carnet con el número de afiliado 555538. Drexler consideraba que las tribulaciones que sufría Alemania eran fruto de las maquinaciones de los judíos autores, asimismo, de la
perniciosa ideología bolchevique. A corto plazo, su objetivo no eran los
trabajadores de la industria: eran los «estamentos productivos», todos
aquellos que vivían de un trabajo honrado. A largo plazo, su idea era
apartar a la clase obrera del marxismo y ponerla al servicio de la causa
panalemana, en una línea argumental que recordaba mucho al movimien
to socialcristiano de Adolf Stöcker539 de la década de 1880. El orador más brillante y galvanizador con que contaba esta formación era Adolf Hitler.

NSDP («National Sozialistische Deutsche Arbeiterpartei»: fue la evolución natural del Partido
Obrero Alemán y, como consecuencia de ello, cambió su nombre en febrero de 1920, tomando el de «Partido NacionalSocialista Obrero
Alemán», quizá, dice Evans, para resaltar el tono anticapitalista y alinearse con grupos similares de Austria y Checoslovaquia. Comentaris-tas
contrarios enseguida pasaron a denominarlo con la palabra «nazi», de
la misma manera que los enemigos de los socialdemócratas antes habían abreviado el de su partido, llamándolo «sozi». Dada la trascendencia tanto para la historia alemana como para la europea que tuvo
este partido, más adelante se le dedica el espacio oportuno.
Se presentaba como una síntesis de la derecha y la izquierda, de ahí que la bandera oficial del
partido, diseñada personalmente por Hitler a mediados de 1920, fuese: el campo era de un rojo
brillante, el color del socialismo, con la cruz gamada, el emblema del nacionalismo racista, per-
de 1987, y La tijera (Die Schere, 1995). En los últimos años de su centenaria existencia, Ernst Jünger se dedicó con afán a la entomología, su gran afición.
537 En este punto sigo a Richard J. Evans, ob. cit., pp. 206 y sgtes., mientras no se cite en contrario.
538 Richard J. Evans, ob. cit., pg. 207, asegura este número y desmiente la afirmación del propio Hitler que afirmaba que, tras muchas cavilaciones, decidió afiliarse al partido siéndole asignado el número 7, ver Adolf Hitler, Mi lucha, Editors, Barcelona, 1984,
pg. 115.
539 Fue un predicador luterano de la corte imperial luterano de notoria influencia por sus sermones. En 1878 fundó el Partido Social Cristiano de los Trabajadores, renombrado en 1881 como Partido Social Cristiano, en un intento de utilizarse como un instrumento frente al Partido Socialdemócrata Alemán. Durante la primera etapa de su existencia, Stoecker aplicó un estimo demagógico incrementando la proyección que le daba el partido para promover ideas antiliberales y antisemitas; ver mi Historia del Siglo
XIX, ob. cit. pp. 366-368.
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TEMA Nº 9: LAS DEMOCRACIAS EUROPEAS EN EL PERÍODO DE ENTREGUERRAS: ALEMANIA
filada en negro en medio de un círculo blanco en el centro de la bandera. Todo el conjunto era
una combinación de negro, blanco y rojo: los colores del la bandera oficial del Imperio Alemán
construido por Bismarck. La incorporación de la cruz gamada, el símbolo de los distintos grupos
racistas de extrema derecha y también de las unidades de los Cuerpos Libres, era una proclamación de los nazis de que no se volvería al antiguo estado guillermino: se construiría un estado racial panalemán.
2.4. LA REPÚBLICA ASALTADA: LOS AÑOS CONVULSOS (1919-1923)
Se puede afirmar que el nacimiento de la República fue convulso, como ya se
vio, pero la agitación se convirtió en una de las señas de identidad de su efímera vida. Surgida como consecuencia de la derrota y las intransigentes condiciones impuestas que dinamitaron el sistema político diseñado por Bismarck,
fue rechazada por los alemanes que sintieron humillante el trato que les depararon los vencedores, materializado en el Tratado de Versalles, conocido
en Alemania con un término que expresaba inequívocamente como lo veían y
que no necesita traducción: Diktat. Un Dictado que fue aceptado por los partidos que crearon el modelo republicano de Weimar.
La salida precipitada del poder del káiser Guillermo II y la retirada de los
militares a un -siempre vigilante- segundo plano, creó un vacío de poder que
La ejecución de Alemania en Versa- hubo de ser cubierto por socialdemócratas, centristas y liberales. Estas fuerlles, según el seminario satírico Simpli- zas políticas sostuvieron Weimar, sobre todo en sus balbuceantes primeros
pasos, y fueron el blanco de los ataques de las organizaciones nacionalistas
ssimus el 3-junio 1919
que siempre las vieron como una parte del problema, podríamos decir que de su problema en base a su concepción mental de las cosas, nunca como la solución. En particular, la derecha como se ha venido diciendo hasta aquí.
En el período comprendido entre 1919 y 1922, la República sufrió continuos sobresaltos organizados tanto por la
izquierda como por la derecha. Dentro de esta franja temporal hay autores, como Horst Möller, que la subdividen
a su vez en dos etapas diferentes y que conviene reflejar para que se tome debida conciencia de la ines-table
situación que se vivió:
a) 1918-1919: los años revolucionarios de la transición
b) 1920-1923: los años de crisis
Uno de los principales problemas que se presentaba en la fase a) fue la desmovilización del Ejército, nada menos
que cerca de diez millones de soldados alistados que había que reincorporar a la sociedad civil, un proceso extraordinariamente difícil teniendo en cuenta la etapa que se vivía en Alemania inmersa en una situación de crisis general que no podía ofrecer puestos de trabajo para tanto soldado desmovilizado y muchos encontraron empleo en
los Freikorps. No podemos olvidar que al finalizar la guerra la producción industrial alemana se había reducido al
57% con respecto a las cifras de 1913. La agrícola sufría de similares circunstancias. En suma, el conjunto de la actividad económica de este momento apenas podía aportar los suficientes ingresos fiscales para financiar el presupuesto público540 y según datos de 1924, el primer año tras la estabilización monetaria (Plan Dawes), la renta por
habitante en Alemania equivalía al 89% de la constatada antes de la guerra y que las exportaciones sólo suponían el 51%541.
En este clima tan desesperanzador dio comienzo la singladura de la República de Weimar y lo hizo con prisa, sin
pausa, los tiempos eran recios y la necesidad de arbitrar soluciones imponía un plan de trabajo dinámico, podríamos decir que frenético. La señal de partida la dio el Presidente del Reich, el socialdemócrata Ebert, cuando el 13
de febrero de 1919 nombró canciller a su correligionario Scheidemann que formó un gobierno de concentración
con miembros de los otros dos partidos que formaban la Coalición de Weimar. No había tiempo que perder, era
preciso acometer la construcción del nuevo edificio político que permitiera la gobernación de la nueva Alemania,
esperaban retos de incalculable complejidad tanto en política exterior, como en interior. En materia exterior estaba pendiente de firmarse el tratado de paz con los aliados, unos vencedores reunidos en París para acordar las
condiciones que se impondrían a los alemanes a quienes, por otro lado, no se les había invitado a la negociación y
a quienes se informaba mediante notas diplomáticas. Las noticias que llegaban eran desalentadoras a la par que
amenazantes. Esa amenaza terminó por cobrar forma y se concretó en un duro articulado que conocemos como el
Tratado de Versalles542.
Ver supra tema nº 3 § 2.1., pp 51-52 y tema nº 4 § 2., pp. 64-66.
Vera Zamagni, Historia económica de la Europa Contemporánea, Crítica, Barcelona, 2011 [2001], pg. 158.
542 Ver supra tema nº 1 § 5.3., pp. 23-25 y tema nº 3 § 3.1., pg. 56.
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540
541
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TEMA Nº 9: LAS DEMOCRACIAS EUROPEAS EN EL PERÍODO DE ENTREGUERRAS: ALEMANIA
Pero no era menos preocupante el frente interior, como ya se dijo los partidos exógenos a la Coalición, tanto de
derecha como de izquierda, repudiaban la república y su objetivo era derrocarla para encumbrarse sobre sus ruinas. Se había desatado la carrera para ver qué grupo alcanzaba la meta. Mientras esto sucedía, el gobierno ponía manos a la obra e intentaba crear un edificio económico que pudiera sostener el enorme esfuerzo que se avecinaba, de ahí que el ministro de finanzas, el centrista Erzberger se dirigiera a la Asamblea Constituyente el 8 de
junio -recuérdese que simultáneamente se estaba discutiendo el borrador de Constitución que terminaría por aprobarse en agosto- proponiendo una reforma financiera: «la prioridad básica para la reconstrucción de la vida de Estado son unas finanzas ordenadas»543. ¿Por qué decía esto Erzberger? Porque las necesidades de Alemania eran
ingentes y se precisaba recaudar más para afrontar los gastos que se avecinaban pues tenía que atender: la devolución y el pago de los intereses del empréstito de guerra, el pago de las indemnizaciones que exigieran los
aliados, el pago de la renta a las víctimas de la guerra, la reconstrucción y las numerosas y nuevas obligaciones
heredadas por la República. En suma, Erzberger dijo a los diputados que el Reich debía pasar de recaudar de
2.000 millones de marcos, que ingresaba antes de la guerra, a los 17.000 millones y que los Lander (Estados) y
municipios, tenían que pasar de ingresar 3.000 a 6.000 millones de marcos. ¿Cómo se podían alcanzar esas cifras? Sólo había una solución: incrementar la presión fiscal y eso se logró por dos vías: a) reformar los impuestos
sobre la renta y la herencia, escalándolos de forma progresiva en un arco comprendido entre el 10% y el 60% y
b) crear una nuevo figura fiscal que consistió en un impuesto que gravaba los bienes muebles e inmuebles. La reforma de Erzberger con todo el aparato legislativo de acompañamiento, fue uno de los trabajos de legislación
más importantes llevados a cabo por la República de Weimar544.
Los asaltos al poder:
Entre 1920 y 1923, Alemania vivió una etapa de extraordinaria inestabilidad provocada por diversos episodios
que sintetizaré a continuación:


La crisis del separatismo y los plebiscitos: asunto ya comentado en las páginas 17-18 y que solo refiero a
efectos de contextualizar estos episodios dentro del marco cronológico de este apartado.
El fracasado golpe de estado, el «putsch545 Kapp», y el triunfo electoral de la derecha anti-Weimar:
El putsch Kapp, marzo de 1920
En realidad, se puede afirmar que el putsch Kapp, como es conocido el intento de golpe de estado, se inició unos meses antes. El 18 de noviembre de 1919 el general Hindenburg compareció ante la comisión de investigación de Reich creada
para conocer las causas de la derrota militar. En esa sesión, el
vencedor en 1914 de los rusos en las batallas de Tannenberg
y los lagos Masurianos546 , reconocido como héroe por los alemanes, co-director de las operaciones militares junto a Ludendorff, proclamó la teoría de la «puñalada por la espalda»
(“Dolchstoss legende”) ya comentada en este trabajo: el Ejército habría vencido si no le hubieran traicionado el pueblo y los
partidos políticos.
“Mentía descaradamente”, afirma Claude Klein547, pero tuvo un éxito fulgurante y consiguió cambiar el foco
de atención y de inquina sentida hacia los militares, para dirigirla hacia los partidos de la Coalición de Weimar, en particular, hacia los socialdemócratas y hacia el líder del partido Zentrum, Matthias Erzerberg, éste en
cuanto artífice de la resolución de paz de 1917, ya referida en páginas precedentes. La campaña de propaganda puesta en marcha por los nacionalistas pretendió criminalizar a los políticos del nuevo régimen a quienes se les empezó a llamar «criminales de noviembre», reservando el vocablo de «marxistas» para los socialdemócratas y el de «bolcheviques» para los comunistas.
El siguiente paso se dio en diciembre de 1919 y se debió a Karl Helfferich548, antiguo ministro de Finanzas,
desató una campaña de extraordinaria violencia dialéctica contra Erzberger, de quien ponía en duda su integridad y su capacidad política. El conflicto concluyó en un juicio por difamación (enero-mazo, 1920) que fue
Referido por Horst Möller, ob. cit., pg. 190.
Ibídem, pg. 192.
545 Putsch: “golpe de estado”.
546 Ver supra tema nº 1, ob. cit., § 4.2.1., pp. 15-16.
547 Ob. cit., pg. 52.
548 (Neustadt, 1872 - Bellinzona, 1924) Político y economista alemán. Se formó en las universidades de Munich, Berlín y Estrasburgo y pronto llegó a ser una de las voces más influyentes en las cuestiones económicas de su país. Ministro de finanzas entre 1915 y
1917, trató de financiar la guerra con emprésitos en lugar de impuestos. Sus obras comprenden principalmente estudios económicos y políticos.
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-175543
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TEMA Nº 9: LAS DEMOCRACIAS EUROPEAS EN EL PERÍODO DE ENTREGUERRAS: ALEMANIA
seguido apasionadamente por la opinión pública, tanto que el 26 de enero el líder centrista sufrió un intento
de asesinato llevado a cabo un joven nacionalista. Finalmente, la sentencia reconocía fundamentada las acusaciones contra Erzberger y fue presentado como una victoria política por los partidarios del Imperio frente a los
de la República.
La sentencia se pronunció el 12 de marzo de 1920 y al día siguiente se
produjo el levantamiento militar, demasiada coincidencia como para pensar
que fue un hecho casual, dice Klein. Siguiendo a este autor, sabemos que el
proyecto se fraguó a lo largo de 1919 en el seno de un Ejército teóricamente renovado y descontento por los acuerdos firmados en Versalles que reducían drásticamente los efectivos y las capacidades operativas de las nuevas
fuerzas armadas alemanas, además de exigir la entrega de ciertos criminales de guerra. La situación empezaba a ser consideraba intolerable por parte de los más afectados, en particular los cuerpos especiales del Ejército, sobre todo los asentados en el mar Báltico, que se estaban convirtiendo en foco de tensión y conjura. Los aliados exigían la disolución de dos brigadas de
carácter marcadamente nacionalista: las brigadas Erhardt, estacionadas en
Silesia y que lucían la cruz gamada como emblema.
“Brigada Ehrhardt ¡marchar!”549
En estas circunstancias, aprovechándose del profundo malestar que vivía el
Ejército, los militares Ludendorff, Walther von Lüttwitz y Wolffang Kapp550
se pusieron al frente de algunas unidades militares y entraron en Berlín sin
que de nada sirvieron las peticiones de las autoridades políticas para sofocar el levantamiento que contó con
la benevolenia de otros militares que no habían tomado parte activa en la asonada, el general von Seeckt
anunció que el Ejército no disparaba contra el Ejército. Ante esta situación el resultado no podía ser otro que la
toma del poder por parte de los militares, la proclamación de Kapp como canciller y la huida del gobierno
hacia Dresde y más tarde a Stuttgart. Con lo que los golpistas no contaron fue con la reacción del pueblo berlinés que lejos de secundar la rebelión, declaró la huelga general dejando la ciudad totalmente paralizada.
Cuatro días más tarde el golpe de estado fracasaba y la situación volvía a ser controlada por las fuerzas políticas. En total la sublevación dejó cerca de 300 muertos en toda Alemania. Visto así, parece que el triunfo correspondió al gobierno de la República pero la realidad fue muy distinta porque rápidamente se votó una
amnistía general junto con la negativa a una reestructuración general del Ejército que logró así reforzar su autonomía con respecto al poder civil. En palabras de Klein estas decisiones ponen de manifiesto que los vencedores fueron las fuerzas armadas y que los pactos alcanzados evidenciaron las debilidades y divisiones de los
partidos políticos.
Dentro de este contexto de levantamiento fracasado y de respeto o, si se quiere decirlo de otra manera, temor a la reacción del Ejército, se llevaron a cabo elecciones generales el día 6 de junio de 1920 cuyas consecuencias fueron más graves para la historia de la República que el fallido putsch Kapp, en palabras de Host
Möller551. Los tres partidos de la Coalición de Weimar perdieron 126 escaños, de tal forma que dejaron de
tener mayoría en la Asamblea Nacional o Reichstag, donde pasaron de controlar 76,2% de los escaños a solo
manejar el 43,5%. Fue una derrota sin paliativos para los tres partidos que habían construido Weimar, estos
resultados fueron todo un síntoma, una señal inequívoca de cómo sería la vida política de la República.
Referencia, Bundesarchiv, Plak_002-007-184.
Político ultraderechista alemán (Nueva York, 1858 - Leipzig, 1922). Su carrera en la Administración de la Alemania imperial le
llevó hasta el cargo de gobernador provincial en Prusia Oriental (1906), al tiempo que se desarrollaban sus convicciones políticas
ultranacionalistas. Durante la Primera Guerra Mundial (1914-18) se opuso públicamente a que Alemania aceptara una paz de
compromiso y, más concretamente, a la resolución parlamentaria de 1917 por la que Alemania renunciaba a realizar anexiones
territoriales; para ello fundó, junto con el almirante Tirpitz, el Partido Patriótico Alemán. Las duras condiciones impuestas a Alemania tras la derrota por el Tratado de Versalles exacerbaron la reacción nacionalista de Kapp y le dieron cierta popularidad. En
1920 protagonizó un intento de golpe de Estado contra el gobierno democrático de la República de Weimar, conocido como «el
putsch de Kapp»: apoyado por tropas de la Marina bajo el mando del general Lüttwitz, ocupó Berlín y se hizo proclamar canciller.
Pero el éxito de la huelga general convocada por los sindicatos le obligó a abandonar a los cuatro días, refugiándose en Suecia.
551 Ob. cit., pg. 200.
DR. JESÚS CARRASCO VÁZQUEZ - CURSO DE HISTORIA UNIVERSAL DEL SIGLO XX (2012-2013)
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TEMA Nº 9: LAS DEMOCRACIAS EUROPEAS EN EL PERÍODO DE ENTREGUERRAS: ALEMANIA
Comparativa
EAC - EAL
Elecciones Asamblea
Legislativa (6-6-1920)
Partidos
Escaños
SPD
102
Partidos
SPD
120
Dif.
Escaños
-63
ZENTRUM
64
ZENTRUM
-27
DDP
DNVP
USPD
39
71
84
DDP
-36
DVP
BVP552 (Bayerische
65
Volkspartei – “Partido
Popular de Baviera”)
21
KPD553
DNVP
27
USPD
62
DVP
46
BVP
14
KPD
4
102
100
84
80
71
64
65
60
40
39
21
20
4
10
0
Otros
10
EAC: Elecciones Asamblea
Constituyente.
Otros
10 EAL: Elecciones Asamblea
Total escaños
460 Legislativa.
Fuente: elaboración propia a partir de los datos de Fuad Aleskerov, Manfred J. Holler y Rita Kamalova 554
(Kommunistische Partei
Deutschlands - “Partido
Comunista Alemán)
4
El triunfo fue para aquellos partidos que habían votado en contra de la Constitución y del Tratado de Versalles: DNVP, DVP y USPD, los dos primeros consiguieron un incremento de 73 diputados y los socialistas independientes de la USPD, 62. Es preciso tener en cuenta los resultados de estas elecciones para comprender los
alcanzados en la elección a la presidencia de Reichstag de 1925, dice Horst Möller555.
Si comparamos la pérdida del SPD, 63 escaños, con la ganancia del USPD, 62, es fácil entender que el electorado socialista había preferido dar su voto a los independientes en perjuicio de los socialdemócratas, por tanto, quien más perdió fue el SPD que tuvo que abandonar el gobierno que pasó a estar regido por una coalición de partidos que representaban los intereses de la burguesía556 dirigido por Fehrenbach, del partido Zentrum. Esta situación vino a propiciar el hecho de que la derecha nacionalista se viera respaldada por su mayoría en el Reichstag y diera alas a los extremismos. Dos hechos que se enmarcan dentro de este clima de violencia y envalentonamiento fueron los asesinatos de:

Matthias Erzberger, el 26 de agosto de 1921 a manos de miembros de la O.C. «Organización Cónsul»557, tras sufrir una nueva campaña de descrédito organizada contra él, en particular por su furibundo enemigo, Helfferich. La noticia de su asesinato fue comentada en términos de justicia necesaria
desde los medios de comunicación afines al DNVP, con el comentario de «nada más fácil que condenar
a los asesinos», aludía al magnicidio el Kreuzzeitung. Otro medio afín, el Oletzkoer Zeitung, era más
explícito:
«Erzberger [...] ha sufrido el destino que la inmensa mayoría de los patriotas alemanes le deseaban. Erzberger, el único responsable del humillante armisticio; Erzberger, responsable del “Tratado de la Vergüenza” de Versalles; Erzberger, ese hombre cuyo espíritu, por desgracia, aún planea sobre muchos de los
departamentos gubernamentales y de nuestras leyes, ha tenido por fin, el castigo reservado a los traidores
[...] Si bien es cierto que hemos de aprender a odiar a nuestros enemigos foráneos, no lo es menos que hemos de castigar con nuestro desprecio y nuestro odio a los enemigos internos de Alemania. Es imposible alcanzar un compromiso con ellos. Sólo el extremismo conseguirá que Alemania vuelva a ser lo que fue antes
de la guerra.558»
Este partido logró sólo 4 escaños en las elecciones a la Constituyente de 1919, sus datos figuran dentro del apartado “Otros”
de la tabla donde se recogen los resultados por lo escasamente significativos de los escaños alcanzados.
553 Los comunistas no se presentaron a las elecciones de 1919.
554 Ob. cit., pg. 15.
555 Ob. cit., pg. 201.
556 Claude Klein, ob. cit. pg. 55.
557 También puede encontrarse como O.K. Organización Konsul, una escisión de la brigada Erhard, así aparece en el trabajo de
Norbert Elias, “Civilización y violencia”, conferencia pronunciada por el autor en el Congreso Alemán de Sociología celebrado en
Bremen en 1980; se puede consultar en Reis (Revista Española de Investigaciones Sociológicas), nº 65 (1994), pg. 146.
558 Los comentarios aparecidos en la prensa afín al DNVP en Eric D. Weitz, ob. cit., pg. 121. Bernhard Fulda, Press and Politics in
the Weimar Republic, Oxford University Press, 2009, pg. 61, más conciso pero en la misma línea, señalando que era un periódico
de la Prusia Oriental.
DR. JESÚS CARRASCO VÁZQUEZ - CURSO DE HISTORIA UNIVERSAL DEL SIGLO XX (2012-2013)
-177552
TEMA Nº 9: LAS DEMOCRACIAS EUROPEAS EN EL PERÍODO DE ENTREGUERRAS: ALEMANIA

Walther Rathenau559, Ministro de Asuntos Exteriores, ocurrido el 24 de junio de 1922, dos meses después de la firma del acuerdo de Rapallo560 con la URSS.
Fue precisamente tras el asesinato de Rathenau cuando se aprobó la Ley para la Protección de la República
(«Republikschultzgesetz»), donde se establecía la censura previa sobre la prensa cuando las noticias tuvieran que ver con miembros del gabinete aunque, en la práctica, fue incapaz de controlar la violencia dialéctica vertida desde la prensa561 porque la República nunca controló la judicatura562.

Los levantamientos de la izquierda: tras el sometimiento militar de la «revolución de noviembre» ya visto, llevó a una crisis dentro del PKD (Partido Comunista Alemán) pero los acontecimientos cambiaron sustancialmente
a finales de 1920 cuando el USPD sufrió una crisis de tal calado que terminó por hacer desaparecer el partido, justo unos meses después de alcanzar sus excelentes resultados electorales. Las disensiones que vivía la organización hicieron que un colectivo de militantes se uniera al PKD. El resto del partido sobrevivió como tal
hasta 1922, cuando sus militantes ingresaron en el SPD.
Cómo se decía en líneas precedentes, la izquierda revolucionaria no renunció a la posibilidad de hacerse
con el poder mediante la revolución del proletariado y
en 1920 lo intentó en la cuenca del Rhur, mediante la
creación de unidades militares que recibieron el nombre de «Ejército Rojo», que ocuparon diversas ciudades de la citada cuenca.
La cuenca del Rhur dentro del mapa del Estado de
Renania del Norte-Westfalia563
También en 1921, en Sajonia y en Turingia hubo levantamientos, el cabecilla de esta acción fue Max Hölz
quien llegó a organizar una fuerza armada que tuvo
aterrorizadas varias regiones, dice Claude Klein564. El
levantamiento fue sofocado y la represión fue terrible
aunque Hölz consiguió escapar. Fue en la Alemania
central donde se desarrollaron los combates de mayor
calado, en la ciudad de Mansfeld, en las fábricas Leuna, donde los combates duraron varios días. Hölz fue
detenido y condenado y con ello, se produjo el hundimiento del PKD.
Según Claude Klein, el fracaso del levantamiento comunista evidencia dos cosas y ambas antitéticas aunque la
conclusión sea la misma: o el proletariado alemán aún no estaba maduro para llevar a cabo la revolución o
ya no lo estaba. Sea como fuere, los levantamientos comunistas dieron juego a la propaganda de la derecha
que empezó a gozar de un papel cada vez más relevante durante la vida de la República atemorizada por
una revolución comunista, lo que tuvo una importancia considerable en el acceso legal de Hitler al poder565.

El terrible 1923: la ocupación del Rhur, la inflación, las agitaciones de la derecha y el putsch de Hitler:
En el contexto del pago de las duras exigencias impuestas por el Tratado de Versalles es como debemos comprender los hechos que se narrarán. En enero de 1922 todavía era jefe de gobierno francés Aristide Briand,
Durante la guerra fue la persona encargada de planificar la administración de los recursos del Reich, conocido como Plan
Walther Rathenau, ver supra tema nº 1 § 4.3., pg 19.
560 Ibídem, tema nº 3 § 4. 1., pp. 60-61, con este nombre se identifica el acuerdo firmado por Alemania y la URSS mediante el
cual restablecían relaciones diplomáticas y regulaban los mecanismos para la promoción del comercio bilateral.
561 Bernhard Fulda, ob. cit., pg. 62.
562 Roberto Pérez Gallego, “Constitución, derecho y poder judicial en la República de Weimar (Alemania, 1919-1933), Jueces
para la Democracia, nº 37 (2000), pp. 56-67, en particular el punto 5.1. “El sabotaje a la Ley de Protección de la República”, pg.
64 y sgtes., un trabajo del mayor interés para comprender el comportamiento de la judicatura alemana.
563 Se trata de una conurbación formada por once ciudades y una treintena de municipios del Lander o Estado de Renania del
Norte-Westfalia, la imagen está tomada de http://commons.wikimedia.org/wiki/File:Lage_des_Ruhrgebiets.png
564 Figura discutida, los autores filomarxistas le tildan de ser más aventurero que comunista, es el caso de Claude Klein, ob. cit., pg.
56; de «impulsivo y primitivo» al que una buena dirección le hubiera sabido sacar mejor partido, se le califica hoy en el seno de
las organizaciones revolucionarias, ver el trabajo que le dedica la International Communist League IV Internacional, el artículo trata
el levantamiento en la Alemania de Weimar, http://www.icl-fi.org/espanol/spe/31/alemania1923.html. De miembro de la extrema izquierda le califica Richard J. Evans, ob. cit., pg. 108. Max Holz editó una autobiografía con el título From White cross to
red flag, en su edición en inglés, que publicó en 1930.
565 Claude Klein, ob. cit., pg. 57.
DR. JESÚS CARRASCO VÁZQUEZ - CURSO DE HISTORIA UNIVERSAL DEL SIGLO XX (2012-2013)
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TEMA Nº 9: LAS DEMOCRACIAS EUROPEAS EN EL PERÍODO DE ENTREGUERRAS: ALEMANIA
un hombre proclive al entendimiento con Alemania, aunque por poco tiempo566. En ese mes se inaugura en
Cannes una conferencia donde Alemania empieza a sentar las bases de su política exterior y que condujeron
a los acuerdos de Locarno (1925); parecía que se podía crear un clima de entendimiento que superase los enconos postbélicos. Las cosas pronto se torcieron porque el 15 de enero de 1922 Poincaré sucedió a Briand y su
actitud era de mayor beligerancia hacia los alemanes, pidiendo el estricto cumplimiento de lo acordado en
Versalles. En abril de ese mismo año se celebró en Génova una conferencia en la que participó por primera
vez la URSS, no se produjeron los acuerdos buscados pero, entre bambalinas, alemanes y soviéticos compusieron su tratado que se firmó el 16 de abril y que conocemos como el acuerdo de Rapallo, ya citado. Una de sus
consecuencias fue el acuerdo de colaboración militar entre los ejércitos alemán y soviético que se prolongó durante bastantes años.
El asesinato de Rathenau ya comentado, la inseguridad que se vivía en Alemania con una economía que no
podía absorber la fuerza de trabajo y unas necesidades financieras que obligaban al gobierno a “fabricar”
dinero para atender los enormes gastos a los que tenía que hacer frente, produjeron una terrible inflación que
estallaría con toda crudeza en el otoño de 1923. Si esta situación ya era de por sí preocupante, en nada
ayudó la decisión de Francia, que tenía sus propios problemas financieros567, de ocupar militarmente el Rhur,
una invasión que no fue apoyada ni por ingleses ni norteamericanos pero a la que los franceses le quisieron
sacar réditos políticos también, de ahí su apoyo al movimiento separatista de Renania, encabezado por el Dr.
Dorten568.
Sabemos, porque lo hemos comentado en otros temas previos, que Alemania no estaba en condiciones militares
de enfrentarse a los invasores franceses, su única opción fue apoyar la huelga que se declaró en el Rhur y eso
le produjo enormes gastos añadidos. No me reiteraré en lo ya visto por lo que remito al tema nº 4. El
endurecimiento de la ocupación llevó al enfrentamiento militar entre trabajadores y fuerzas de ocupación que
terminaron con la muerte de tres obreros en una manifestación llevada a cabo el 31 de marzo. A finales de
mayo, Leo Schlageter, agitador alemán, fue juzgado por una corte marcial y fusilado.
La ocupación militar del Rhur le deparó a la República consecuencias indeseadas, una de ellas fue que la comisión alemana de vigilancia del desarme suspendió sus actividades. El general von Seeckt utilizó esta circunstancia para sortear las prohibiciones impuestas por Versalles y crear la llamada Reischwehr negra («Reischwehr» «Fuerzas Armadas del Reich»), un contingente compuesto por antiguos cuerpos especiales casi oficializados, que se convirtió en un peligro para la República. El 1 de octubre de 1923 el comandante de esta fuerza
en Küstrin, el mayor Buchrucker, miembro del partido nazi, intentó un putsch dirigiéndose hacia Berlín pero fracasó y la Reichswehr negra fue disuelta.
Hitler durante el fallido putsch de Múnich (8-11-1923)569
En Baviera los acontecimientos fueron mucho más graves
y los protagonizó Adolf Hitler. Los hechos habían comen
zado unos días antes, cuando el ministro de Asuntos Exteriores, Stresemann dio por finalizada la resistencia
pasiva en la cuenca del Rhur, lo que produjo enormes
contradicciones en toda Alemania. Baviera se quiso
aprovechar de ello e intentó un golpe de estado interno: la idea era conseguir el triunfo de la asonada en
Múnich y que ésta se extendiera por todo el país. Los
pasos fueron la declaración del estado de excepción en
toda Baviera, algo inconstitucional, y revestir de poderes dictatoriales al primer ministro del gobierno bávaro,
Gustav von Kahr.
Siguiendo el relato de los hechos que hace Richard J. Evans570, los acontecimientos no fueron marcados por el
propio Hitler si no por Ernst Röhm, un personaje del que se hablará más adelante, que era el dirigente de las
unidades paramilitares del partido Nacionalsocialista, denominadas Secciones de Asalto («Sturmabteilung»), conocidas también por su acrónimo SA y como «camisas pardas» por el color de esa prenda. Este personaje consiguió unir a todas las organizaciones paramilitares de Baviera en una Comunidad de la Acción de Ligas Combatientes Patrióticas, algunas de ellas contaban con más efectivos que las SA nazis. Esta Comunidad entregó sus
Ver supra tema nº 8 § 2.2., en particular "La política de las reparaciones", pp. 135-137.
Ibídem, tema nº 4 § 2.2., pp. 68-70.
568 Proclamada la República de Renania en 1919, recobró nuevo brío con la ocupación francesa, asunto ya tratado, ver § 2.1.,
punto “Otro foco de tensión al que se tuvieron que enfrentar las autoridades en Berlín, fue el separatismo”.
569 Tomado de http://www.gcsehistory.org.uk/modernworld/germany/munichputsch.htm
570 Ob. cit., pg. 227 y sgtes.
DR. JESÚS CARRASCO VÁZQUEZ - CURSO DE HISTORIA UNIVERSAL DEL SIGLO XX (2012-2013)
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567
TEMA Nº 9: LAS DEMOCRACIAS EUROPEAS EN EL PERÍODO DE ENTREGUERRAS: ALEMANIA
armas al general von Lossow que estaba preparando unidades militares para la marcha sobre Berlín y para
dirigirse al Rhur a enfrentarse con los franceses y tenía necesidad de incrementar sus efectivos con refuerzos
paramilitares. A esta combinación de intereses se terminó por sumar el general Ludendorff convirtiéndose así
en seña de identidad de la conjura. Hitler, que quiso abanderar el pronunciamiento, se hubo de contentar con
el cargo de jefe político de los paramilitares.
Las cosas se torcieron cuando el general von Steck se negó a secundar la intentona 571 de Ludendorf, von
Lossow y Kahr. Tampoco en Múnich los interesados consiguieron logar un acuerdo por discrepancias entre el
ejército bávaro, las fuerzas de policía y las unidades paramilitares. Hitler, consciente de que se jugaba su crédito ante los paramilitares y apoyado solo por Ludendorff, planeó un golpe por su cuenta que consistía en detener al gobierno bávaro y forzar al resto de los conjurados a unirse en una marcha hacia Berlín, una imitación
de la que un año atrás llevara a cabo Benito Mussolini sobre Roma572, el fascista italiano que tan presente estará en los primeros años de Hitler. Dado el poco margen de maniobra que tenía el líder nazi, el día 8 de no-
La Bürgerbraükeller en una imagen de 1923
Paramilitares nazis esperando para entrar en acción
viembre de 1923 se presentó en la Bürgerbraükeller, una cervecería de la capital muniquesa con gran capacidad de aforo, donde Kahr celebraba un mitin y tomó posesión armada del local. A continuación proclamó de
forma solemne, que el gobierno de Baviera había quedado depuesto. A continuación Hitler se llevó a una habitación a Kahr, a Lossow y a Seisser, el jefe de la policía, y les indicó que iniciaría la marcha sobre Berlín,
que tomaría el poder y que el general Ludendorff se haría cargo del Ejército. A los citados les prometió importantes cargos si le respaldaban. A continuación volvió a la sala, tomó la palabra y se dirigió al público
congregado pidiendo que respaldara su acción que iba dirigida contra «los criminales de noviembre», como
llamó al gobierno de la República, en ese discurso ya le acompañaban quienes minutos antes había recibido la
oferta de Hitler.
El golpe de estado de Adolf Hitler fracasó porque no estuvo bien concebido. Mientras que Hitler tomaba rehenes a los dirigentes bávaros, su lugarteniente Röhm había tomado el cuartel general del ejército en Múnich y
unidades nazis ocuparon el cuartel general de la policía. Nada más. No se preocuparon de controlar los cuarteles del ejército así como otros edificios gubernamentales. Eso hizo que cuando Hitler se ausentó de la cervecería para organizar el resto de cosas, Ludendorff dejó libres a las autoridades bávaras que dieron marcha
atrás en su forzado apoyo a la conjura, convocaron al Ejército y a la policía para neutralizar a los paramilitares y aprestaron a los medios de comunicación para condenar la acción de Hitler. La marcha del día siguiente hacia el centro de la ciudad para hacerse con el control del Ministerio de la Guerra protagonizada por Hitler al frente de dos mil partidarios, fue frenada por fuerzas de policía tras una breve pero intensa batalla en
la que perdieron la vida algunos partidarios nazis. De entre los más destacados figuró Scheubner-Richter, un
diplomático amigo de Hitler, la persona que le puso en contacto con lo más selecto de la sociedad bávara de
la que recibía financiación para el partido. Entre los heridos figuraron Göring, que lo fue en una pierna cuya
consecuencia más perdurable fue que se hizo morfinómano de resultas del analgésico que tomó para combatir
Stechk tenía sus propios planes para cambiar la dirección y rumbo del gobierno y participó en todo tipo de planes para derrocar al gabinete de Stresemann dibujando distintas combinaciones políticas para lograr su propósito, bien dando entrada en el gabinete a los socialdemócratas -recordemos, perdedores de los comicios de 1920- o incluso, organizando un programa gubernamental que implicaba graves cambios constitucionales, por esa razón, no quería apoyar los planes llegados desde Baviera porque
su intención era transformar al Reichswehr en un apoyo fundamental del Reich y no de un gobierno, así se lo reconocía en carta de
fecha 2 de noviembre de 1923 al dirigente bávaro, Gustav von Karh, ver Horst Möller, ob. cit., pg. 219.
572 En la que participaron treinta mil milicianos fascistas siendo mitificada después por la propaganda del régimen mussoliniano,
ver Álvaro Lozano, Mussolini y el fascismo italiano, Marcial Pons, Madrid, 2012, pg. 129 y sgtes. Todos los detalles se explican
pormenorizadamente, ver infra tem nº 11 § 3.1., pg. 234.
DR. JESÚS CARRASCO VÁZQUEZ - CURSO DE HISTORIA UNIVERSAL DEL SIGLO XX (2012-2013)
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TEMA Nº 9: LAS DEMOCRACIAS EUROPEAS EN EL PERÍODO DE ENTREGUERRAS: ALEMANIA
el dolor. El propio Hitler también resultó lesionado al dislocarse un hombro, siendo detenido mientras que el
Partido Obrero Nacional Socialista Alemán fue disuelto y prohibido en toda Alemania.
De la manera descrita acabó el golpe de estado de Hitler que aprendería de su error y, desde ese momento,
comprendió que la única forma de tomar el poder tenía que ser a través de los mecanismos legales. De ahí su
empeño en consolidar su partido, hacerlo crecer, darlo a conocer en toda Alemania para lograr ganar las
elecciones y convertirse en canciller del Reich. Después, lograda la meta, el objetivo sería la realización del
programa político nazi que se aborda más adelante.
Adolf Hitler fue juzgado algunas semanas más tarde de su fracasado intento
pero, a diferencia de las duras sentencias que recibían los militantes de izquierda, tras un proceso en el que logró
gran publicidad a nivel nacional, el día
1 de abril de 1924 fue sentenciado a
prisión por un plazo de cinco años de
los que sólo cumplió varios meses en la
fortaleza de Landsberg574. Para Navidad de 1924 ya estaba en casa575. Esta sentencia y el cumplimiento de la pena, nos ponen de nuevo ante la evidencia de las simpatías nacionalistas por
parte de la judicatura alemana.
Foto de los enjuiciados por el putsch de Múnich- En el centro Ludendorff y a
su izquierda, Hitler; detrás Röhn573
2.5. LA PSEUDOESTABILIDAD (1924-1929)
La caída de Gustav Stresemann como canciller del Reich obligó a una recomposición del gobierno que pasó a estar presidido por Wilhelm Marx576 del partido Zentrum, que estructuró un gabinete en minoría con los apoyos de
su partido más los del DVP y BVP, tomando posesión del cargo el 30 de noviembre y pasando Stresemann a ocupar la cartera de Asuntos Exteriores (ver § 2.5.3.) desde la que rendiría excelentes resultados a Alemania consiguiendo una aproximación a Francia, que desembocó en los acuerdos de Locarno (1925) y la incorporación como
miembro de pleno derecho a la Sociedad de Naciones (1926)577. El otro frente que hubiera podido engullir a la
República, el levantamiento de Múnich, estaba conjugado pudiendose anunciar el 18 de febrero que el conflicto
entre el Reich y Baviera había concluido.
Parecía que la estabilización se iba imponiendo y que la vida alemana volvería a recobrar la mesura necesaria
para avanzar. Fue un espejismo porque tanto los partidas de la extrema derecha como los opuestos, eran abiertamente hostiles al régimen republicano y ansiaban encontrar el modo de acabar con él. Así las cosas, el 4 de
mayo hubo elecciones al Reichstag que resultaron estar influidas por los acontecimientos recientes y por la agitación contra el plan Dawes578, aprobado en Londres a principios de abril de 1924 y aceptado por Alemania con
fecha 17 de ese mismo mes.
Tomado de http://commons.wikimedia.org/wiki/File:Bundesarchiv_Bild_102-00344A,_M%C3%BCnchen,_nach_HitlerLudendorff_Prozess.jpg
574 Estando en prisión Hitler escribió su famoso libro Mi lucha, que, según decía en la Introducción, no estaba escrito «para los extraños sino para los adherentes al movimiento que pertenecen a él de corazón y desean ilustrarse a su respecto», cito por la edición de Editors, Barcelona, 1984.
575 Mary Fulbrook, ob. cit., pg. 189.
576 (1863-1946), Fue canciller del Reich por el partido Zentrum entre 1923-1925 y de nuevo de 1926 a 1928. En 1925 su partido le presentó como candidato al puesto de Presidente de la República pero fue derrotado por el general von Hindunburg.
577 Horts Möller, ob. cit., pg. 220, dice que todos los partidos desde el SPD hasta el DVP tenían claro que no se podía prescindir
de un hombre de la talla de Stresemann.
578 Ver supra tema nº 4 § 2.2., pp. 68-70.
DR. JESÚS CARRASCO VÁZQUEZ - CURSO DE HISTORIA UNIVERSAL DEL SIGLO XX (2012-2013)
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TEMA Nº 9: LAS DEMOCRACIAS EUROPEAS EN EL PERÍODO DE ENTREGUERRAS: ALEMANIA
Elecciones Legislativas, 4-5-1924
Partidos
120
Escaños
100
SPD
ZENTRUM
65
DDP
28
DNVP
DVFP (Deutschvölkische
Freiheitspartei
y NSDAP (nazis)
DVP
95
BVP
16
KPD
62
Otros
29
100
100
95
80
65
62
60
32
40
45
20
0
45
32
28
29
16
SPD
ZENTRUM
DDP
DNVP
DVFP y
NSDAP
DVP
BVP
KPD
Otros
Total escaños
472
Fuente: elaboración propia a partir de los datos de Fuad Aleskerov, Manfred J. Holler y Rita Kamalova 579
Nuevamente se puede comprobar como los partidos antisistema (nacionalistas y comunistas) ganaban posiciones y
que los verdaderamente derrotados fueron los partidos de centro y los moderados de ambas tendencias, aunque
la situación se restauraría en parte en la nueva convocatoria de elecciones que hubo de realizarse a propósito de
un conflicto acerca del plan Dawes. Esa nueva convocatoria tuvo lugar el 7 de diciembre de 1924 y los resultados
obtenidos fueron los siguientes:
Elecciones Legislativas,
7-12-1924
Partidos
Escaños
Diferencia
Dcbre/Mayo
1924
Escaños
140
120
131
31
ZENTRUM
69
4
100
DDP
32
4
80
DNVP
103
8
60
NSDAP
14
-18
40
DVP
51
6
BVP
19
3
KPD 45
-17
SPD
131
103
69
51
SPD
ZENTRUM
DDP
DNVP
NSDAP
29
19
14
20
0
45
32
DVP
BVP
KPD
Otros
0
Otros 29
Total escaños
493 Fuente: elaboración propia a partir de los datos de Fuad Aleskerov, Manfred J. Holler y Rita Kamalova 580
Se puede apreciar por las cifras la recuperación experimentada sobre todo por el SPD que ganó 31 escaños. En
el lado opuesto es preciso destacar la derrota del NSDAP, el partido de Hitler, que perdió 18 diputados en parte
absorbidos por los nacional-alemanes del DNVP, que entraron en el gobierno. Los comunistas fueron la otra fuerza
derrotada y perdieron más de un millón de votos que favorecieron al SPD. En enero de 1925 Alemania estrenaba
nuevo gobierno bajo la dirección del canciller Luther que formó un gobierno de coalición burguesa y nacional en
un espectro que iba desde los nacional-alemanes, ya citados, hasta los demócratas581. También el año de 1925
daría a los alemanes un nuevo Presidente del Reich.
Ob. cit. pg. 17.
Ibídem, pp. 17-18.
581 Reflexión tomada de Claude Klein, ob. cit., pp. 69-70.
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TEMA Nº 9: LAS DEMOCRACIAS EUROPEAS EN EL PERÍODO DE ENTREGUERRAS: ALEMANIA
2.5.1. LA ELECCIÓN DEL PRESIDENTE DEL REICH
Sin poder acabar el septenio de su mandato presidencial, el 28 de febrero de 1925, fallecía
Freidrich Ebert, víctima de una septicemia derivada de una apendicectomía. El hombre que había
sabido sortear el clima revolucionario de 1918 y
poner en marcha la construcción de la República
no conoció tregua en momento alguno de su singladura política, el año antes de morir tampoco.
En 1914 estalló el asunto conocido como el «caso
Barmat», un feo asunto en el que el judío ruso, Julius Barmat, aparecía implicado en negocios turbios en connivencia con las autoridades socialdemócratas582.
La Vanguardia: se hace eco de la muerte de Ebert
Las elecciones para la presidencia de la República era a dos vueltas; la primera se llevó a cabo el 29 de marzo, una convocatoria en la que
las más importantes fuerzas políticas presentaron
candidato y en la que se impuso el representante
del DVP, Karl Jarres, con un 38% de los votos; el
socialdemócrata Otto Braun quedó en segundo lugar, con el 29% de los sufragios; el representante
del partido de Zentrum y ex canciller Wilhelm
Marx, logró el 14% de votos.
El comunista Thaelmann sumó un 7% de los sufragios. El resto de los votos se lo repartieron el candidato del
DDP, con un 5%, el que representaba los intereses de los bávaros a través del BVP, que logró un 3,7% y, por
último, el inasequible Ludendorff que sólo logró el 1% de los sufragios.
Con estos resultados, era evidente que una coalición de SPD y Zentrum podría lograr la victoria para el candidato que consensuaran presentar, de ahí que pactaron que conformarían una alianza, denominada «Bloque
Popular» que apoyaría al centrista Wilhelm Marx como candidato a Presidente. Esta opción alarmó a los nacionalistas que comprendieron que su pretendiente había tocado techo y no esperaban que lograse mejorar
los resultados de la primera vuelta, esa fue la razón por la que volvieron sus ojos hacia el mariscal Paul von
Hindenburg, el héroe nacional alemán, que aceptó el reto y a sus 77 años cumplidos, logró alzarse con la victoria al lograr el 48,5% de los sufragios, seguido por el candidato del «Bloque», Marx, que se quedó en el
45,2%. Los comunistas, que mantuvieron su apuesta individual por Thaelmann, solo lograron el 6,3%583. En suma, señala Klein, «la elección de Hindenburg fue indudablemente un fracaso del régimen democrático y parlamentario, cuyos efectos tenían que notarse unos años después»584.
582 Richard J. Evans, ob. cit., pg. 152, dice que Barmat había hecho negocios con destacados socialdemócratas en la inmediata
postguerra con la importación de alimentos para, de inmediato, recibir créditos concedidos por el banco de Prusia e invertirlos en
operaciones financieras de carácter especulativo durante la trágica etapa de la gran inflación. Su negocio se hundió hacia fines
de 1924 dejando deudas por valor de 10 millones de reichsmarks, una situación que fue aprovechada por la extrema derecha
que desató una calumniosa campaña de prensa en la que acusaba a importantes socialdemócratas de aceptar sobornos, entre los
acusados se encontraban personalidades como el antiguo canciller Gustav Bauer. Dice Evans que Barmat fue utilizado como chivo
expiatorio por un empresariado perteneciente a la gran empresa que se mostraba muy contrariado con la República y con la pérdida de influencia política en esa etapa, muy lejos de la preeminencia de la que gozó en los tiempos prebélicos e incluso, durante
la contienda. Para continuar afirmando que los escándalos financieros los aprovechaba mejor la extrema derecha para respaldar
sus afirmaciones de cómo la corrupción judía ejercía influencias indeseables en el régimen de Weimar. Por su parte Claude Klein,
ob. cit., pg. 70, se limita a nombrar el episodio sin dar referencia de qué significa.
583 Ibídem, pp. 70-71, se muestra benévolo con la decisión tomada por los comunistas y dice que para comprender su elección hay
que tener en cuenta el contexto y la época. La misma línea argumental, más razonada, en Ferrán Gallego, de Múnich a Auschwitz.
Una historia del nazismo, 1919-1945, DeBolsillo, Barcelona, 2006 [2001], pp. 141-142, que añade que el candidato comunista
mantuvo su cuota y que de no haberse presentado los electores comunistas no hubieran acudido a votar; concluye afirmando que
hubo más culpables: señalando a los católicos, que prefirieron apoyar al protestante y prusiano Hindenburg y a los liberales, que
vieron en el militar la figura autoritaria que creían necesitaba Alemania. Visto este episodio con la perspectiva que da el tiempo,
no hay duda alguna de que fue un gran error.
584 Claude Klein, ob. cit., pg. 71.
DR. JESÚS CARRASCO VÁZQUEZ - CURSO DE HISTORIA UNIVERSAL DEL SIGLO XX (2012-2013)
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TEMA Nº 9: LAS DEMOCRACIAS EUROPEAS EN EL PERÍODO DE ENTREGUERRAS: ALEMANIA
2.5.2. CULTURA, SOCIEDAD Y POLÍTICA585
Jeanne Mammen, “Sie
repraesentiert [“Ella representa”
(1927) [acuarela y carboncillo]
La Primera Guerra Mundial actuó de catalizador de la cultura de los años
veinte, como vimos en el tema nº 5 al que remito. Se reconocía y reivindicaba
una liberación estética pero estaba condicionada por el desarrollo político y
social aunque no lo tenemos que entender como un simple desarrollo, al contrario hemos de verlo como respuesta, como reacción de la cultura en general, no importa el vehículo de expresión utilizado. Todo este movimiento quedó reflejado en las diversas representaciones de la guerra o de la gran ciudad tanto en la literatura como en el cine en este último con la magistral película de Fritz Lang, «Metrópolis» (1926) o su obra de cine negro «M –Una
ciudad busca a un asesino» - “M- Eine Stadt sucht einen Mörder”), de 1931.
LA PINTURA:
Se hace eco de la representación de la ciudad creando un estilo típico de la época. La gran urbe concita el interés del artista que la
eleva a categoría de género clásico. La gran ciudad es fruto del interés de la Modernidad y sus técnicas de color y composición, permitían dar respuesta al objetivo de representar la urbe. Se mostraba
una ciudad dominada por la técnica, la industria, el intento de reflejar la simultaneidad de los hechos que sucedían a la vez, la masificación y la soledad de sus habitantes, sin olvidar los ambientes sórdidos. Un estilo ya iniciado en la etapa bélica con los cuadros de
George Grosz «Die Großtad» - “La Gran Ciudad”), de 1916-1917.
George Grosz “Die Großtad»586
[óleo sobre tabla-Museo Thyseen, Madrid]
También la pintura se hizo eco de las distintas clases sociales, su vida
y su ajetreo que era visto por Grosz como una vida amarga y desilusionadora, punto de vista que era participado por otros artistas
como Rudolf Schlichter en su obra «Hausvogteiplatz» (1926)
Otros autores de significada relevancia en este momento fueron Max Beckmann, Ludwig Kirchner y Otto Dix,
entre otros.
Rudolf Schlichter, “Hausvogteiplatz”
(1926) - [acuarela]
Ludwig Kirchner, “Desnudo en
naranja y amarillo” (1929-1930)
[óleo – Museo de Davos (Suiza)]
Otto Dix, “Retrato de la periodista Sylvia
von Harden” (1926) [óleo] – Museo Georges Pompidou (París)
En este punto sigo a Horst Möller, ob. cit. pg. 296 y sgtes. Asimismo remito a los alumnos al tema nº 5 La Cultura en la primera
mitad del Siglo XX para comprender el marco general europeo en el que se desarrolla el punto que ahora abordamos.
586 El cuadro tiene un marcado tinte rojo que es fruto de la violencia que se vivía en los campos de batalla, existiendo una relación
directa entre la prolongación de la guerra y el tono radical, agresivo que iba adoptando Grosz, transformando la ciudad en una
batalla campal donde la vida se hundía al final en el caos y la anarquía”, Dominik Bartmann, “Das Großstadt Berlins in der Weltsicht des Expresionismus”, citado por Horst Möller, ob. cit. pg. 297.
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TEMA Nº 9: LAS DEMOCRACIAS EUROPEAS EN EL PERÍODO DE ENTREGUERRAS: ALEMANIA
LA RADIO:
Estamos en un tiempo histórico que ya conoce una serie de técnicas que permiten reproducir las obras de arte
de manera ilimitada, lo que promueve la cultura de masas facilitando el acceso de un amplio sector de la población al arte y la literatura; por esa razón cambia la percepción que la sociedad tiene del arte destruyendo
el áurea de originalidad que había tenido. Las reflexiones de tipo sociológico además de extenderse al arte
y a las nuevas técnicas -como el fotomontaje- tuvo también consecuencias en la reproducción y la representación pública de la política. Las democracias exponen directamente al político ante su público: el Parlamento.
Las mejoras continuas en los medios de reproducción permiten mostrar ilimitadamente al orador en una conferencia, al hombre público en plena exposición de sus ideas y programas. La radio y el cine transforman la función del actor profesional, pero también la de todo aquél que encuentra en los nuevos medios de comunicación
vehículos de expresión a través de los cuales exhibirse y proyectarse en la sociedad. Los políticos pronto se
darán cuenta de ello y utilizarán con profusión las enormes posibilidades que les brindan.
La radio crea nuevos géneros, como la pieza radiofónica, además de nuevas formas de comunicación y posibilidades inéditas para el disfrute del arte transmitiendo conciertos y óperas. Un ejemplo paradigmático lo tenemos en la experiencia llevada a cabo por la radio y la editorial Reclam: la primera retransmitía en directo representaciones teatrales u operísticas y la segunda editaba los libretos a un precio popular. Basada en este
modelo, en octubre de 1930, se llevó a cabo en diecisiete ciudades alemanas distintas representaciones de
obras que iban desde Racine hasta Schiller, desde Rheingold hasta Rigoleto. Otro exponente de esta proyección de la cultura a través de las ondas fueron las retransmisiones de tertulias literarias.
Pero la radio fue pronto descubierta por los políticos como una potente herramienta de propaganda. No pensemos que todo el mundo tenía claro lo que hoy es un axioma. Los demócratas de Weimar eran reacios al uso
de las ondas, no comprendieron su enorme capacidad de influencia, un ejemplo lo tenemos cuando el ministro
del Interior de Prusia, el socialdemócrata Albert Grzesinski, reclamó inversiones para promover proyectos radiofónicos para informar sobre la democracia de Weimar, sus colegas no le supieron comprender. El caso contrario fue el de los nacionalsocialistas que pronto entendieron el enorme potencial del medio. Fue tan clara su
comprensión de la radio que nada más llegar al poder, en 1933, Goebbles, ministro de Propaganda del
Reich, pidió a los fabricantes que pusieran en el mercado un aparato de radio a precio popular.
Era tan importante el papel que la radio podía jugar en la política que se convirtió en un motivo de debate
político y mediático. La República de Weimar aprobó sus decretos sobre la radiodifusión en 1926 y 1932. Sin
duda, la radio transformó la estructura pública de la época.
EL CINE587:
Quizá sea una de las manifestaciones de la etapa de Weimar que mejor sea conocida por el gran público.
Fue el expresionismo, en tanto que movimiento artístico, el que caracterizó la producción de esta época y dio
sus primeros pasos en la etapa de inestabilidad de la república, entre 1919-1923. La primera película
importante fue El gabinete del doctor Caligari de Robert Wiene (1919), en la que el director sumerge al
espec-tador en un cine que linda con el horror confluyendo con ello con la antigua tradición de las leyendas
alemanas. El horror va a caracterizar una tendencia y tendrá su reflejo también en el cine de Murnau:
Nosferatu (1922) y El doctor Mabuse (1922), ambas de Fritz Lang. Es un cine que parece expresar la confusión que vivía la sociedad alemana del momento, sobre todo en 1923, cuando parecía desmoronarse.
Paralelamente se desarrolló la técnica del manejo de masas, muy en consonancia con la época, una práctica
que tuvo su paralelismo con el maquinismo. De nuevo Fritz Lang ofrece una muestra indiscutible de ello en su
famosa película Metropolis (1926). La introducción del sonoro vino a alterar la maestría de esta escuela, hacia
1930 se asistió al principio de un fin que llegó con el advenimiento de Hitler, no obstante a este epílogo de
etapa corresponden títulos míticos como El ángel azul de Joseph V. Sternberg (1930), inspirada en la novela
de Heinrich Mann, Profesor Unrat. También Fritz Lang nos legó otra obra maestra El Señor Maldito (1931),
trasladando a la pantalla el clima de terror, angustia y suspicacias que se vivía en Alemania desde el principio de la crisis. En esa misma línea hay que citar la obra de Leontine Sagan, Mädchen in Uniform (Muchachas
en uniforme) (1931), obra inspirada en la novela Das Mädchen Manuela (La niña Manuela) de la autora Christa
Winsloe, militante de SPD y abierta lesbiana, asunto relatado en la novela que Sagan llevó al cine.
Apartado basado en Claude Kleine, ob. cit., pp. 87-88. También ver supra tema nº 6 § 4., pp. 110-114.
DR. JESÚS CARRASCO VÁZQUEZ - CURSO DE HISTORIA UNIVERSAL DEL SIGLO XX (2012-2013)
587
-185-
TEMA Nº 9: LAS DEMOCRACIAS EUROPEAS EN EL PERÍODO DE ENTREGUERRAS: ALEMANIA
Marlene Dietrich en El ángel azul
Muchachas en uniforme, film de Leontine Sagan
EL MUNDO EDITORIAL:
Weimar contó con una variada panoplia de medios de comunicación que comprendían desde periódicos ligados a los partidos, panfletos de lucha y diarios especializados de alto nivel caso del Berliner Tageblatt, el
Vossische Zeitung o el Krankfurter Zeitung. Otra notable característica del momento fue la notoria expansión
del mundo editorial y de las librerías.
Editoriales importantes de este momento resultaron ser Cotta, en Stugartt, Reclam, en Leipzig, S. Fischer, en
Frankfurt am Main, Ullstein y Ernst Rowohlt en Berlín, etc. Todas estaban dirigidas por importantes personajes
del mundo de las editoriales que ponían en el mercado productos de gran calidad; también promovían innovaciones que exigían nuevos requisitos sociales y favorecían la aparición de un nuevo tipo de clientescompradores. El mundo editorial ya tenía tradición en la edición de obras de cultura popular dirigida a amplios sectores; en 1867 se había puesto en marcha una iniciativa editorial conocida como «Reclams Universalbibliotheck»588 que sirvió de modelo a S. Fischer que puso en el mercado ediciones a precios asequibles y en
ese concepto de obras al alcance del gran público, editó la novela de Thomas Mann, «Buddenbrppks» («Los
Buddenbrook»), por la que obtuvo el Nobel en 1929, fue puesta en el mercado por Fisher al precio de 2,85
reichmark con una tirada de 450.000 ejemplares que se agotaron. Por su parte, Ullstein editó una colección
que denominó «Die gelben Ullstein Bücher» («Los libros amarillos de Ullstein»); unos años antes, en 1916, la
Editorial Internacional Trabajadora había comenzado a publicar una serie que llamó «Rote-Eine-MarkRomane» («Novelas rojas de un marco»).
A finales de la República de Weimar ya eran numerosas las actividades que tenían al libro como objeto de interés y los actos que se llevaban a cabo eran de carácter multitudinario, una idea nos la puede dar el hecho
de que había numerosas asociaciones de amigos del libro de todas las orientaciones religiosas, políticas o sociales con un considerable número de socios, estimándose en 600.000 personas. Esto puede hacernos comprender el extendido interés por el mundo del libro.
Lynda J. King, “Reclam's Universal-Bibliothek: A German Success Story”, Die Unterrichtspraxis / Teaching German Vol. 28, nº. 1,
(spring, 1995), pp. 1-6, donde se puede encontrar información de este proyecto editorial iniciado en noviembre de 1867, conocido popularmente como UB, siendo fruto de una iniciativa de Anton Philipp Reclam, un decidido luchador contra el absolutismo, y
su hijo Hans Heinrich. El proyecto salió al mercado con el título de «Universal-Bibliothek, eine Sammlung von Einzelausgaben
allgemein beliebter Werke» («Biblioteca universal, una colección de obras individuales universalmente populares»), incardinado dentro
de las ideas de los liberales que querían poner al alcance de todos los alemanes las obras más representativas de sus autores clásicos. No fueron los únicos que lideraron proyectos de estas características, Otto Hendel puso en marcha una iniciativa parecida conocida como «Bibliothek der Gesamt-Literature des In-und Auslands» («Biblioteca general de la literatura nacional y extranjera») y
Herman Julius Meyer creó la «Volksbibliothek» («Biblioteca Pública») ofreciendo sus libros a mitad de precio que los de Reclam,
pero ninguno alcanzó el éxito de la UB.
DR. JESÚS CARRASCO VÁZQUEZ - CURSO DE HISTORIA UNIVERSAL DEL SIGLO XX (2012-2013)
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TEMA Nº 9: LAS DEMOCRACIAS EUROPEAS EN EL PERÍODO DE ENTREGUERRAS: ALEMANIA
Línea superior: “Cultura Judía”
Línea inferior: “De lo natural a lo
anti- natural”589.
Mención aparte requiere el negocio editorial montado en torno a un tipo
de prensa que fue duramente atacado por los medios conservadores,
por los maestros y por curas y pastores, siendo calificada por estos sectores como «Schmutz und Schund» («Inmundicia y Basura»), denominación
que recogía un género de literatura barata y popular y, además, escrita por autores extranjeros, judíos sobre todo. Leyendo esos panfletos se
negaba al joven alemán el conocimiento de las grandes obras de la literatura germana y las profundas verdades que transmitían, señalaban
los enemigos de esa literatura. El asunto fue llevado al Reichstag que, el
3 de diciembre de 1926, aprobó una ley, que si bien tuvo una excelente acogida en los medios conservadores, fue muy criticada porque, so
pretexto de proteger a la juventud contra escritos inmundos y soeces,
fue vista como un flagrante ejercicio de censura. Entre otros críticos se
encontraba Thomas Mann590.
LA ARQUITECTURA
La Modernidad se hizo patente en todos los sectores pero en la arquitectura tuvo su reflejo de manera peculiar, obligándola a dar respuesta a tres desafíos planteados: el urbanismo, con la tarea de fabricar viviendas
para una creciente población urbana; la erección de fábricas donde se aunara lo práctico y lo estético y, por
último, el desarrollo de la incipiente revolución vial. Las construcciones industriales y de viviendas de Peter
Behrens, Bruno Taur, las urbanizaciones de la Borstei de Múnich, entre 1924 y1929, o la «Gartenstad Atlantic»
de Ruydolf Fränkel, son ilustrativas de las respuestas que estos arquitectos supieron dar a los retos que se les
planteaban.
Pero si hay un movimiento que define este momento es la «Bauhaus», fundado en Weimar, en 1919 entre
otros por Walter Gropius, trasladado a Dessau en 1925 y a Berlín en 1932. Con la Bauhaus se pretendió crear la «obra de arte integral» donde participaran arquitectos, escultores y pintores. Se buscaba que cada uno
volviera a su oficio. En consecuencia, la Bauhaus fomentó todos los géneros artísticos, comenzando por el de artesano y se oponía a la arrogante separación de clases, como declaraba en su manifiesto fundacional de
1919. Además de Gropius, destacaron también Mies van der Rohe, Hannes Meyer, Lyonnel Feininger, Paul
Klee u Oskar Schlemmer.
Mies van der Rohe diseño de silla
Mies van der Rohe, “casa Tugendhat” (1929-1930)
Oskar Schlemmer,
“escaleras de la Bauhaus”
Otto Lindig, cerámica
El líder nazi de Núremberg, Julius Streicher, editó «Der Stürmer», literalmente «El delantero» pero que debemos entenderlo
mejor en el sentido de «El atacante»; se trataba de un panfleto antisemita donde daba rienda suelta al desprecio que sentía hacia los hebreos. La imagen representa dos escenas, intencionadamente contrapuestas, en las que aparecen un hombre y una mujer.
A la izquierda, la que considera que se atiene a los valores “naturales”, representa a dos jóvenes que contemplan la naturaleza; a
la derecha se muestra a un hombre ya maduro que está en el cine con su joven acompañante para visionar una película pornográfica cuyo título es «Die süsse sünde» («El pecado dulce»), tomado de http://weimar.facinghistory.org/print/111
590 Eric D. Weitz, ob. cit., pp. 129-130.
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TEMA Nº 9: LAS DEMOCRACIAS EUROPEAS EN EL PERÍODO DE ENTREGUERRAS: ALEMANIA
La Bauhaus y otros estilos de la arquitectura moderna, la industrial y la pintura de la época justificaban el
apelativo de la cultura de Weimar como la cultura de la «Nueva Objetividad», un término acuñado por Gustav F. Hartlaub, y programáticamente se dirigía contra el expresionismo en tanto que movimiento desarrollado
durante la etapa anterior a la guerra e incluso, durante la misma, teniendo su puesta en escena, como movimiento y visión de conjunto, en 1925 en Mannheim. La «Nueva Objetividad» buscaba la acentuación de lo figurativo, la contención del efecto de luces y sombras en el espacio y la evitación de accesorios de adorno.
Tanto en el arte como en la literatura entre los protagonistas de la «Nueva Objetividad» se dieron cita algunos que antes militaron en el expresionismo, lo que denota la complejidad y la dinámica de este nuevo desarrollo artístico pero, a modo de conclusión, se puede afirmar que lo diverso, la contradicción y el movimiento
constantes, cualidades características de la cultura de Weimar, no fueron fruto solo de un estilo general.
2.5.3. LA POLÍTICA EXTERIOR: EL TIEMPO DE GUSTAV STRESSEMANN591
Coincidiendo con el período de estabilidad aparece la figura de Stresemann, el que fuera canciller del Reich
que ahora se hacía cargo de la cartera de Asuntos Exteriores, artífice de que Alemania fuese aceptada como
interlocutora en los foros internacionales, logrando que volviera a tener presencia en la escena diplomática
aunque no fuese comparable al protagonismo que tuvo en tiempos prebélicos.
2.5.3.1.
DEL PLAN DAWES A LOCARNO (1924-1926)
En abril de 1924 se aprobaba en Londres el llamado Plan Dawes, asunto sobradamente tratado durante
el curso por lo que excuso dar más detalles, mientras en Francia Poincaré se hacía cargo de los asuntos
exteriores e inauguraba una etapa de exigencia de la aplicación estricta del Tratado de Versalles, una
posición no compartida ni por norteamericanos ni por británicos. La situación cambió porque las elecciones
de 1924 dieron el triunfo a la coalición de izquierdas y Poincaré abandonó el gobierno sin que volviera
al mismo hasta 1926, fue la necesidad la que llevó al político citado al gobierno formándose un gabinete
de coalición nacional asignándose la cartera de Asuntos Exteriores a Aristide Briand592, el hombre que era
conocido en Francia como «el apóstol de la paz», artífice de una política exterior proclive a la conciliación. Gran Bretaña también era partidaria de iniciar una senda que rebajase las tensiones y parte significativa de ello fue el papel que jugó el embajador británico en Berlín, D’Avernon, hombre al que se le
acusaba de germanófilo.
Tras la conferencia de Londres que aprobara el Plan Dawes (1924), la armonía pareció presidir los actos
de los países enfrentados, en particular Francia, que había ocupado la cuenca del Rhur para asegurare el
pago de las indemnizaciones, y la respuesta de resistencia pasiva llevada a cabo por Alemania. Sabemos
bien por haberse tratado en otros temas a qué condujo y el bálsamo que supuso el citado Plan Dawes. Por
parte alemana, fue el ministro de Exteriores, Stresemann, quien impulsó las conversaciones para lograr
que los franceses evacuasen de manera inmediata la ciudad de Dortmund y se retiraran del Rhur en el
plazo de un año, lo que se llevó a efecto en agosto de 1925. El siguiente paso fue el memorándum
remitido por Alemania a los aliados proponiéndoles el reconocimiento de las fronteras fijadas en Versalles
Político alemán del periodo de entreguerras (Berlín, 1878-1929). Perteneciente a una familia de empresarios cerveceros, había estudiado Economía y llegó a presidir la federación de industriales de Sajonia (1902). Luego se lanzó a la política, en las filas
del Partido Nacional-Liberal (más tarde llamado Partido Popular –DVP-), un grupo de derechas, nacionalista y expansionista, que
tardó bastante tiempo en aceptar el régimen republicano y democrático implantado por la Constitución de Weimar (1919) y el
tratado de paz de Versalles (1919) del que aquél había nacido. Gradualmente fue moderando sus posturas y llevando al partido -que lideraba desde 1917- a aceptar las cláusulas del Tratado más lesivas para Alemania, como forma de recuperar el entendimiento con las potencias occidentales y relanzar así su influencia económica y política en el exterior. En 1923 Stresemann fue
llamado a presidir como canciller la gran coalición de gobierno que pretendía resolver la crítica situación económica y política del
país (agravada por la ocupación de la cuenca minera del Rhur por Francia como garantía del cobro de sus indemnizaciones de
guerra, que la maltrecha economía alemana no podía pagar). Stresemann tuvo el valor de suspender la política de resistencia
pasiva decretada por sus antecesores y muy popular entre la población, a fin de buscar una salida negociada; consiguió estabilizar el marco; y desbarató el intento de golpe de Estado ultranacionalista protagonizado por Hitler (1923). Aunque cayó del
poder en aquel mismo año, siguió siendo ministro de Asuntos Exteriores en todos los gobiernos hasta su muerte en 1929. Con su política de diálogo y de consenso consiguió fortalecer la posición internacional de Alemania e, indirectamente, su estabilidad interior:
mejoró las relaciones con Francia y Gran Bretaña aceptando el Plan Dawes para el pago de las reparaciones de guerra (1924),
los pactos de fronteras y seguridad de la Conferencia de Locarno (1925) y el Pacto Briand-Kellog de renuncia a la guerra en las
relaciones internacionales (1928); consiguió la evacuación del Rhur (1925), el ingreso de Alemania en la Sociedad de Naciones
con un puesto permanente en el Consejo (1926) y la retirada del control militar de los aliados (1927). Recibió el Premio Nobel de
la Paz en 1926, compartido con Aristide Briand. Murió de un ataque de apoplejía cuando acababa de anunciar públicamente su
apoyo al plan de integración política europea propuesto por Briand (ver supra tema nº 8 § 2.4.)
592 Ver supra tema nº 8 § 2.2., pp.132-140 y § 2.4., pp. 143-146.
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TEMA Nº 9: LAS DEMOCRACIAS EUROPEAS EN EL PERÍODO DE ENTREGUERRAS: ALEMANIA
entre Francia y Alemania y que las desavenencias se resolvieran en un marco de pacífica cooperación. Era
un texto que se inspiraba en el protocolo de la Sociedad de Naciones aprobado en Ginebra.
En ese clima de progresivo entendimiento y cooperación internacional, se llevó a cabo una conferencia en
la ciudad italiana de Locarno donde se dieron cita Alemania, que consideraba injusto el reparto territorial,
Gran Bretaña, Italia, Francia, Bélgica, Polonia y Checoslovaquia, y el resultado fue la firma de un acuerdo general el día 16 de octubre de 1925 que conocemos como «el espíritu de Locarno». Simultáneamente,
se firmó con la URSS un acuerdo comercial que proyectaba el buen entendimiento logrado en «el acuerdo
de Rapallo» de 1922 que se completó con la firma de un tratado con la URSS el 24 de abril de 1926.
En opinión de Claude Klein593 ambos pasos, el entendimiento hacia Occidente, en Locarno, y con la URSS,
ponían de manifiesto la coherencia de la política Weimar aunque fuese obvio que a partir de ese momento, Alemania iniciaría un claro viraje hacia el oeste.
2.5.3.2.
DE LA ENTRADA EN LA SOCIEDAD DE NACIONES AL PLAN YOUNG (1926-1930)
Lo acordado en Locarno hay que entenderlo como una etapa necesaria para que Alemania fuese admitida en el seno de las potencias europeas y lavase el estigma de la guerra. A partir de 1926 se daba
un paso de significativa importancia para lograr la meta de conseguir sentarse en los foros importantes,
ese año Alemania fue admitida como miembro de la Sociedad de Naciones. Hubo que “purgar” un tiempo
de espera porque los alemanes pretendían un asiento en el Consejo Permanente en consonancia con su importancia como país, pero su petición encontró réplicas similares por parte de otros estados que se consideraban con igual derecho, caso de Brasil. Superada la pequeña crisis que la situación descrita abrió,
Alemania fue aceptada como miembro permanente en septiembre de 1926.
El siguiente objetivo de Stresemann era aprovechar el clima de buen entendimiento logrado con Francia y
valerse de la difícil situación financiera que atravesaba, por esa razón Alemania proponía un plan de
ayuda financiera a Francia a cambio de que ésta se retirase definitivamente de los territorios alemanes
ocupados. Una clara demostración de como habían mejorado las finanzas alemanas. A ese efecto, Stresemann y Aristide Briand se reunieron el 17 de septiembre de 1926 en la localidad de Thoiry, cerca de
Ginebra alcanzando un preacuerdo que resultó ser un fracaso y pronto se argumentó que lo pactado había sido fruto de un mal entendido porque Aristide Briand, se dijo, había actuado por su cuenta 594 .
Stresemann se sintió burlado y vio como el objetivo que se había marcado de suprimir el artículo 231 del
Tratado de Versalles, el que culpaba a Alemania de la guerra, se desvanecía.
No obstante, ambos artífices del progresivo acercamiento, Briand y Stresemann, fueron recompensados
ese mismo año de 1926 con el Premio Nobel de la Paz.
Otro hito significativo de la diplomacia de Stresemann fue lograr que en 1928 Alemania participase en el
llamado pacto «Briand-Kellog», un acuerdo donde se proclamaba la renuncia general a la guerra como
método para resolver las diferencias. En ese clima de “normalización” Alemania dio un paso más y solicitó
que fueran evacuados los últimos territorios ocupados y la revisión del Plan Dawes. Una comisión de expertos reunida en París, en 1929, procedió a considerar la petición alemana apoyada por los norteamericanos y tras agrias discusiones, concluyeron que se debían establecer 52 anualidades y que los ingresos
se realizarían en un banco de liquidaciones internacionales que se constituiría con ese fin. El plan se firmó
el día 7 de junio de 1929 y se completó con una serie de acuerdos firmados en La Haya. Francia se comprometía a evacuar rápidamente los territorios, lo que hizo el día 30 de junio. Solo se mantuvo la obligación de dejar desmilitarizada la cuenca del Rhur. Estos compromisos son conocidos como el Plan Young,
asunto también explicado595; no hay duda de que el citado plan representó un gran éxito para la política
de Stresemann y logró que la posición alemana quedase notablemente reforzada. No lo vio así la extrema derecha que lo combatió con firmeza y pidió someterlo a referéndum.
Stresemann murió el 3 de octubre de 1929. Se abría una nueva era presidida por el crack de Wall
Street. Se iniciaba la cuenta atrás para que Adolfo Hitler llegase a la cancillería del Reich.
2.6. LA AGONÍA DE LA REPÚBLICA (1928-1930)
El 20 de mayo de 1928 se llevaron a cabo elecciones al Reich y los resultados pusieron de manifiesto que cuando
las necesidades económicas se habían encarrilado, los electores prefirieron dar su confianza a los partidos de la
Ob. cit., pg. 76.
Tras lograr pactar con sus acreedores, Gran Bretaña y los Estados Unidos, el modo de devolver las deudas de guerra, la economía francesa conoció una etapa de notable crecimiento que le llevó a duplicar sus reservas de oro entre 1926 y 1928, ver
supra tema nº 8 § 2.1., en particular pp. 135-137.
595 Ibídem, § 2.4. , pp. 143-146.
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Coalición de Weimar, en realidad quien fue el beneficiario directo del cambio de parecer de los electores resultó
ser el SPD, que obtuvo una ganancia neta de 22 escaños. La situación contraria fue experimentada por los partidos de derecha que vieron como menguaba el respaldo de los votantes a sus opciones; el más perjudicado resultó ser el DNVP que perdió 30 escaños, lo que tendría consecuencias en la formación y en su radicalización, como
se dirá más adelante. Los nacionalsocialistas seguían la senda descendente que comenzaran en diciembre de
1924. Estos resultados posibilitaron que el socialista Hermann Müller fuese elegido canciller y encabezara un gobierno de coalición.
Elecciones Legislativas,
1928
Dif. 1928 Dcbre. 1924
180
160
Partidos
SPD
Escaños
Escaños
140
153
22
ZENTRUM
62
-7
DDP
25
-7
100
DNVP
73
-30
80
NSDAP
12
-2
60
DVP
45
-6
40
BVP
16
-3
KPD
54
9
Otros
153
120
73
62
20
54
45
51
25
12
16
0
SPD
ZENTRUM
DDP
DNVP
NSDAP
DVP
BVP
KPD
Otros
51
22
491
Total escaños
Fuente: elaboración propia a partir de los datos de Fuad Aleskerov, Manfred J. Holler y Rita Kamalova 596
La explicación de lo sucedido es fácil de dar: el crecimiento económico experimentado por la República de Weimar desde que entrase en vigor el Plan Dawes y llegase dinero norteamericano a la economía alemana. Esa situación provocó que se entrara en una etapa de desarrollo y se asistiese al fenómeno de los “felices veinte” en versión alemana. Siguiendo a Klein597 la felicidad duró poco tiempo, en realidad, este autor lo ciñe a 1927 porque
en 1928, dice, ya se asiste a los primeros síntomas de recesión cuando la deuda pública comenzó a tomar proporciones considerables. Los déficits presupuestarios eran salvados acudiendo a la emisión de deuda pública, por
tanto eran los países compradores, en particular los Estados Unidos, quienes con sus préstamos permitían cuadrar
las cuentas. Hay un hecho de singular importancia que ayuda a tomar conciencia del rápido deterioro de la economía alemana: su cifra de parados. Si en julio de 1927, cuando se aprobó una nueva ley para atender a los desempleados, el número de beneficiarios no superaba los 800.000, en abril de 1929, seis meses antes del estallido
del crack, la cifra de parados llegaba ya a los 2,3 millones de personas.
Durante la legislatura del canciller Müller se asistió a una progresiva radicalización de la vida política
protagonizada por los dos extremos del arco parlamentario:
La izquierda cuya bandera enarbolaban los comunistas que pasaron a adoptar una posición de ultraizquierda
siguiendo las consignas emanadas desde Moscú distribuidas por el Komitern o Internacional Comunista; unas
disposiciones que dictaban la prohibición de cualquier pacto con los partidos socialdemócratas a quienes se veía,
según Moscú, como «el escondrijo más seguro del fascismo». El episodio acaecido el día 1 de mayo de 1929 pone
de manifiesto el enfrentamiento al que estaban dispuestos a llegar los comunistas con el gobierno. A pesar de la
prohibición de manifestación, se llevó a efecto la misma con el resultado fueron 25 personas muertas. Esa misma
táctica se seguía en Francia aunque, visto el fracaso cosechado en Alemania, se rectificó.
La derecha también se radicalizó:

El DNVP fue el gran derrotado en las elecciones de 1928. Eligió un nuevo jefe en la persona de Alfred Hugenberg598, gran empresario del cine y de la prensa. Un personaje de ideas monárquicas y
conservadoras muy acentuadas; en su política de radicalización no dudó en firmar un acuerdo táctico
con Hitler para llevar a cabo una gran campaña nacional, incluida la petición de un plebiscito, contra
el Plan Young. Esa alianza nos muestra de qué forma la vieja derecha, que había visto en Hitler a un
Ob. cit. pp. 19.
Ob. cit., pg. 94 y sgtes.
598 (Hannover, 1865-Kükenbruch, 1951) Industrial alemán. Fue presidente de la Krupp (1909-1918) y del partido conservador
Deutschnationale Volkpartei (DNVP) (1928-1933). Llegó a controlar la opinión pública con sus numerosos periódicos y la UFA (cinematografía), apoyando el ascenso de Hitler al poder.
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TEMA Nº 9: LAS DEMOCRACIAS EUROPEAS EN EL PERÍODO DE ENTREGUERRAS: ALEMANIA
demagogo y un plebeyo, cambiaba de parecer y se daba cuenta de la fuerza que había conseguido
el nazi. El sufragio resultó ser un fracaso pero enturbió el clima político de forma considerable.

El NSDAP de Hitler fue, sobre todo, el que empezó a ocupar el espacio político de la derecha, su
fuerza social iba en aumento y la progresión fue constante. En 1925, dos años después del fracasado
golpe de estado de Múnich, ya contaba con 25.000 afiliados que alcanzaban los 70.000 dos años
más tarde (incluyendo las S.A. «Sturmabteilung» o Secciones de Asalto, de Ernst Röhm, una formidable
fuerza de choque de 30.000 miembros. La cifra de afiliados al partido no dejó de crecer y en 1928
sumaban los 108.000 para alcanzar los 178.000 solo un año después. El partido nazi se había convertido en un partido de masas que había calado en los corazones alemanes con un discurso radical.
El ascenso del partido fue continuado. En 1939 en las elecciones del land de Turingia, alcanzaron el
11,5% de los votos y lograron un puesto en el gobierno. Desde ese momento fueron la fuerza a tener
en cuenta. Entre octubre de 1929, fecha del tan comentado crack financiero, y mayo de 1930, fecha
de las elecciones al Reichstag, la agitación nazi fue en aumento y las urnas les dieron los resultados
que buscaban.
2.7. LA MUERTE DE LA REPÚBLICA DE WEIMAR (1930-1933):
El gobierno de coalición del socialista Müller había agotado su recorrido a finales de 1929 y la formación del
mismo no se correspondía con la realidad política de la calle. Estaba gastado. Los sectores industriales alemanes,
el Presidente del Reich, Hindenburg, y el propio Ejército (Reichwehr), empezaron a buscar al hombre que había de
reemplazar a Müller y al SPD que lo sostenía, porque la crisis que se vivía no posibilitaba que le mantuvieran la
confianza. Dieron comienzo unas negociaciones que se llevaron en secreto y que, a la postre, resultaron ser fatales
porque el verdadero beneficiado resultó ser Hitler. El hombre clave en todo el entramado resultó ser el general
Kurt von Schleicher599, persona de confianza del ministro de Defensa, Karl Groener, y el nexo entre el gobierno y
el Ejército; ambos personajes jugaron un papel de vital importancia en las negociaciones que llevaron a la constitución, el 30 de mayo de 1930, del gabinete del centrista Heinrich Brüning600. Fue un gabinete que pocos cambios
599 (Brandemburgo, 1882-Neubabelsberg, 1934) Militar y político alemán. Ocupó cargos ministeriales y en el Estado Mayor a
partir de la I Guerra Mundial. Secretario general del ministerio de la Guerra (1929), alcanzó una gran influencia política y participó de manera decisiva en los cambios de Gobierno de 1930 y 1932. No muy escrupuloso en sus métodos, se opuso a Hitler en
su política interior. Intentó una escisión del NSDAP y la cooperación con su ala izquierda. En 1932 fue ministro de la Reichswehr y a
partir de diciembre del mismo año también canciller del Reich. Fue asesinado en el golpe de estado de Röhm.
600 (Münster, 1885 - Norwich, 1970) Político alemán, canciller de Alemania desde los años 1930 a 1932, durante la fase final de
la denominada República de Weimar, presidida por Paul Hindenburg. De claro signo conservador y católico practicante, Brüning
también desempeñó el cargo de ministro de Asuntos Exteriores desde octubre del año 1932, poco antes de que Adolf Hitler asumiera el poder en Alemania. Como especialista en asuntos financieros, su mayor logro fue el de reducir a cantidades mínimas las
reparaciones de guerra exigidas a Alemania por parte de los aliados tras la firma del Tratado de Versalles, en el año 1919. Incapaz de solucionar los graves problemas económicos del país, se vio impulsado a practicar una política de claro signo derechista
que le permitió gobernar con procedimientos más o menos dictatoriales, pasando por alto al propio Reichstag, lo que no le impidió
ser un convencido demócrata. Cursó estudios de Filosofía, Historia y Ciencias Políticas en tres universidades diferentes. Después de
haber realizado una serie de viajes de estudios por Francia e Inglaterra, en 1915 se doctoró con un significativo estudio sobre la
economía de su país. Después de acabar la Primera Guerra Mundial, en la que pasó tres largos años en el frente como simple soldado, Brüning ingresó como miembro del grupo Católico de Centro (Zeutrumspartei), en el que realizó una gran labor en su sindicato y en la junta de gobierno. Fue elegido diputado del Reichstag por la misma formación en el año 1924. En 1929 fue elegido líder del grupo católico en el Reichstag, ante la sorpresa de propios y extraños debido a su juventud; se mantuvo en el puesto hasta su salida del país, en el año 1934. El 30 de marzo de 1930 Paul Hindenburg encargó a Brüning la formación del gobierno como canciller. Brüning agrupó a una coalición de todos los grupos de derechas democráticas del país, pero que no pudo contar con la mayoría necesaria en el Reichstag. Debido a su concepción política, basada en la idea de la necesidad de un gobierno
fuerte y cohesionado como única vía para superar la grave crisis por la que atravesaba Alemania tras la finalización de la Gran
Guerra, nunca confió demasiado en una coalición con el Partido Socialdemócrata (liderado por Hermann Müller), y mucho menos
del emergente Partido Nacionalsocialista de Adolf Hitler. Por todo ello, debido a sus pocas simpatías hacia los socialdemócratas,
los cuales tenían un peso todavía importante en la Cámara, en septiembre del mismo año la disolvió para convocar nuevas elecciones, con la esperanza de conseguir la mayoría centrista absoluta que le permitiera gobernar por encima del Reichstag mediante decretos ley. Sin embargo, los resultados no pudieron ser más nefastos para los intereses de Brüning, ya que se produjo un
auge de las fuerzas comunistas y nazis. El partido nazi consiguió la nada despreciable cifra de 107 escaños, merced a la magnífica utilización por parte de su líder, Adolf Hitler, del descontento de la mayoría de la población alemana respecto a la política
económica adoptada por Brüning, consistente en bajar los salarios para frenar la inflación galopante del país. Brüning no tuvo más
remedio desde ese momento que apoyarse en el Partido Socialdemócrata, al que anteriormente había pretendido perjudicar para poder frenar el auge del nazismo. A comienzos de 1932 expiró el plazo presidencial de Paul Hindenburg, quien, por su elevada reputación política y gran carisma dentro de las filas del ejército alemán, parecía ser la única persona capaz de derrotar a Hitler en las elecciones presidenciales. Brüning, como líder del centro-derecha, y el Partido Socialdemócrata apoyaron sin reservas al
viejo mariscal, que acabó ganando las elecciones. A pesar de ello, el 30 de mayo del mismo año Hindenburg le retiró su apoyo
como canciller a raíz de la disolución decretada por Brüning de las organizaciones paramilitares nazis. Brüning, incapaz de sosDR. JESÚS CARRASCO VÁZQUEZ - CURSO DE HISTORIA UNIVERSAL DEL SIGLO XX (2012-2013)
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TEMA Nº 9: LAS DEMOCRACIAS EUROPEAS EN EL PERÍODO DE ENTREGUERRAS: ALEMANIA
introdujo, de hecho, en el exterior, apenas percibieron el relevo de canciller. En el interior los cambios afectaron
sólo al SPD, el resto siguió en sus puestos.
El canciller Brüning era muy consciente del peligro que representaban los nazis, por un lado, y los comunistas por
otro. Ambas formaciones no eran relevantes en el Reichstag, los primeros sólo tenían 12 diputados y los segundos,
54. Pero ambos grupos controlaban la calle y la agitación, de ahí que el canciller pidiera disolver el Reichstag y
llamar a consulta a los alemanes. Pero el canciller no estaba respaldado por una mayoría parlamentaria es más,
su objetivo era evitar que una mayoría pudiera deponerle. Su meta era legislar mediante órdenes presidenciales
amparadas en el artículo 48 de la Constitución (ver § 2.2.), si recordamos el sentido del artículo éste sólo era aplicable en caso de peligro para la seguridad pública. En realidad, eso poco pareció importar dadas las circunstancias. Esas ordenanzas dictadas por el canciller y emanadas por el Presidente Hindenburg dieron comienzo a una
etapa conocida como «Präsidialregierung» o «Gobierno presidencial» que, en el concepto jurídico de la época, era
el que se apoyaba en los poderes del presidente por no contar con el apoyo del Reichstag. No dejaba de ser un
juego peligroso porque la Cámara podía anularlas -recuérdese el sentido contractual del artículo 48- por tanto,
ese modelo de gobierno únicamente podía funcionar si el parlamento se mostraba neutral. Las cosas se torcieron
en julio, cuando el Reichstag incapaz de votar resolución alguna decidió anular las ordenanzas financieras, lo que
llevó al canciller a solicitar su disolución y la convocatoria de elecciones.
La idea de Brüninh era pasar a tener una mayoría holgada de escaños sostenidos por partidos que creyeran en la
democracia y en la República y que le dieran esa mayoría necesaria para poder implementar los planes que quería llevar a cabo para acometer la difícil situación. Las elecciones tuvieron lugar el 19 de septiembre de 1930 y el
resultado fue la defunción de la República pues los nazis pasaron a ocupar 107 escaños, incrementando su número
en 95 parlamentarios, siendo la fuerza que más creció. Los comunistas también lograron mejorar sus anteriores resultados, pasando de 54 a 77. Si bien las cifras logradas por ambas formaciones extremas no son comparables, sí
son indicativas de la progresiva polarización por los extremos porque ambas fueron las únicas que mostraron crecimientos significativos que, para una mejor visualización, destaco con fondo negro en el siguiente cuadro.
Elecciones Legislativas,
19-9-1930
Dif. 19301928
160
143
140
Partidos
SPD
ZENTRUM
DDP
DNVP
NSDAP
DVP
BVP
KPD
Otros
Escaños
Escaños
120
107
143
-10
100
68
6
77
20
-5
72
80
68
41
-32
60
107
95
41
30
40
30
-15
20
19
19
3
20
77
23
0
72
21
SPD ZENTRUM DDP
DNVP
NSDAP
DVP
BVP
KPD
Otros
577
Total escaños
Fuente: elaboración propia a partir de los datos de Fuad Aleskerov, Manfred J. Holler y Rita Kamalova 601
A pesar de que el intento del canciller Brüning fue un sonoro fracaso por no ser lo que buscaba, consiguió formar
gobierno con el apoyo de los partidos de centro y de derecha moderada que no quisieron deshacerse tan pronto
de aquél a quien pusieran al frente del gobierno solo seis meses antes. Ahora bien si el Reichstag encontró algo de
calma tras las elecciones no se puede decir lo mismo de la calle, donde la agitación no dejaba de aumentar y a
ello ayudaba el crecimiento del desempleo cuyas cifras no dejaban de subir, si en abril de 1929 era de 2,3 millones de personas, en diciembre de 1930 ya se contabilizaban 4,4 millones. Todo se complicó aún más con la critenerse como canciller, acabó dimitiendo ese mismo día, y fue relevado por von Papen el 1 de junio, quien a su vez también fue
destituido el 3 de diciembre del mismo año. El 28 de enero de 1933 Hindenburg nombró a Hitler canciller de Alemania, ya que la
formación nazi se había convertido en la principal fuerza parlamentaria en las elecciones del año 1932. Con Hitler en el poder,
Brüning abandonó Alemania a finales del año 1933 y se dirigió a Inglaterra, donde permaneció hasta 1939. Fue profesor en la
Universidad de Oxford. Al estallar la Segunda Guerra Mundial, Brüning se trasladó a los Estados Unidos de América, e impartió
clases en las universidades de Baltimore y Harvard como profesor de Administración Pública. En 1950 regresó a Alemania para
hacerse cargo de la Cátedra de Derecho Político de la Universidad de Colonia, aparte de dar una serie de conferencias por todo
el país. Gracias a su periplo norteamericano, Brüning fue uno de los inspiradores de la reconciliación entre los Estados Unidos de
América y la Alemania de postguerra. Finalmente, en el año 1955 regresó a Estados Unidos, y fijó su residencia definitiva en
Norwich-Vermont, ciudad en la que se dedicó por entero a la redacción de sus memorias hasta su muerte.
601 Ob. cit. pp. 20.
DR. JESÚS CARRASCO VÁZQUEZ - CURSO DE HISTORIA UNIVERSAL DEL SIGLO XX (2012-2013)
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TEMA Nº 9: LAS DEMOCRACIAS EUROPEAS EN EL PERÍODO DE ENTREGUERRAS: ALEMANIA
sis financiera tras la quiebra del Kreditanstalt de Viena, en mayo de 1931 y en julio, ya afectaba a uno de los
bancos más importantes de Alemania, el Danat-Bank. Se estaba intentando encontrar soluciones que pusieran remedio a la crisis financiera, se intentó una unión aduanera entre Alemania y Austria que los aliados rechazaron
(recuérdese que el Tratado de Versalles negaba cualquier unión entre ambos países) y que condenó el Tribunal de
La Haya (septiembre de 1931). Norteamérica -el principal acreedor del mundo occidental- quiso echar una mano
a través de la iniciativa de junio de 1931 promovida por el presidente Hoover de declarar una moratoria de un
año en el pago de los plazos de la deuda602. Un bálsamo que se tradujo en la primera recuperación bursátil en
dos años.
La situación interna de Alemania aún conocería otro episodio de inestabilidad, cualquier acontecimiento ya se veía
con zozobra. En esta ocasión fue el vencimiento del septenio del mandato constitucional del Presidente Hindenburg.
Una solución hubiera sido que el Reichstag hubiese consensuado prorrogar su mandato pero las ambiciones personales podían más que los intereses generales y las de Adolf Hitler no tenían mesura. El 13 de marzo de 1932 se
procedió a un escrutinio que mostró que además del líder nazi, había dos candidatos más: Theodor Duesterberg,
líder de la formación «Stahlhelm» (literalmente «Casco de Acero»), una formación paramilitar que concurriría a las
elecciones en coalición con el DNVP; y el comunista Thaelmann. El otro candidato fue el anciano Hindenburg que se
presentó por los partidos republicanos.
Los comicios se hubieron de celebrar a dos vueltas porque en la primera el viejo mariscal se quedó a 0,4% de lograr la mayoría absoluta, consiguiendo el 49,6% de los votos, seguido por Hitler, que logró un 30,1% de los sufragios. El candidato comunista logró el 13,2%. El derrotado resultó ser Duesterberg que alcanzó un 6,8% de
votos. En la segunda vuelta Duesterberg ya no concurrió y el resultado dio la victoria a Hindenburg que logró concitar el apoyo del 53%, seguido de Adolf Hitler que alcanzó el 36,8%. Thaelmann, el comunista, sólo fue capaz
de conseguir el 10,2%. Aunque las cifras absolutas muestran la victoria de Hindenburg, la realidad fue que los
vencedores resultaron ser los nazis que pasaron a convertirse en la primera fuerza política del país frente a las
opciones que representaban los partidos de la Coalición, nunca unidos entre sí. La primera medida adoptada por
el reelegido presidente fue la prohibición de las fuerzas paramilitares del partido nazi, las SA y las SS, el 13 de
abril de 1932. Vano intento, el ascenso nazi era tan imparable que nada les podía contener, nada que emanase
ya de una República que agonizaba.
3. HITLER GANA LAS ELECCIONES: LOS NAZIS EN EL PODER
3.1. LOS PASOS PREVIOS (JUNIO 1932-ENERO 1933)603
El tiempo político del canciller Brüning se había agotado, de nuevo el militar que abogara por él a primeros de
1930 se le volvió en contra y propuso a Hindenburg que eligiera a Franz von Papen604, un personaje que nunca
había participado en política. Se trataba de un hombre del ejército que había sido oficial de caballería. El nuevo
gobierno se formalizó el día 2 de junio y estaba integrado por barones, de hombres de mundo. Era un gobierno
que no contaba con apoyos en el Reichstag, apenas 70 diputados de un total de 577. Esta noticia que impediría
el libre ejercicio de cualquier gobierno democrático que no contase con un amplio respaldo de la Cámara, en este
punto de la vida de la República de Weimar ya era intranscendente. El 4 de junio el Reichstag fue disuelto y se
convocaron elecciones; una decisión estratégica porque le daba al gabinete dos meses para legislar sin contar con
la cámara. El 16 de ese mes las SA nazis, prohibidas desde que Hindenburg ganara su reelección, volvieron a ser
legales. Parecía que se caminaba hacia un «Nuevo Estado» tan demandado por la extrema derecha.
En este clima la acción de gobierno de Papen fue de continuo sobresalto, sólo tuvo un momento cumbre en su corta
etapa como canciller, la firma el 9 de julio, en Lausana, de los acuerdos que en la práctica ponían fin a las indemnizaciones. Por lo demás, la campaña electoral fue de una extrema violencia azuzada por los nazis. Un ejemplo lo
tenemos en el enfrentamiento producido entre nazis y comunistas en Hamburgo el 17 de julio, ese día los primeros
organizaron un desfile en el feudo comunista que fue sentido por aquéllos como una provocación. El choque se saldó con 17 personas muertas salidas de las filas de ambos bandos. Mientras, von Papen iba dando pasos hacia el
estado autoritario que buscaba, por esa razón, el 20 de julio, valiéndose del Ejército, procedió a un golpe de estado en Prusia, destituyendo al gobierno socialdemócrata y nombrando un comisario del Reich para llevar las riendas de la gobernación. Ese comisario no fue otro que el propio Papen.
Ver supra tema nº 8, pp. 138-139.
Richard. J. Evans, El Tercer Reich en el poder, Península, Barcelona, 2012, pg. 23 y sgtes. Claude Klein, ob. cit., pg. 103 y sgtes;
autores a los que sigo en este punto mientras no se cite en contrario.
604 (Werl, 1879-Obersasbach, 1969) Político alemán. Diputado por el Centro alemán (1921-1932), presidió un Gobierno de concentración (junio-noviembre de 1932). Facilitó la ascensión al poder de Hitler, con quien fue vicecanciller (1933-1934). Embajador
en Austria (1934), preparó la absorción de este país por Alemania (1938). Durante la II Guerra Mundial fue embajador en Turquía (1939-1944). Absuelto en el proceso de Nuremberg, fue condenado por un tribunal alemán a trabajos forzados, pena que
cumplió hasta 1949.
DR. JESÚS CARRASCO VÁZQUEZ - CURSO DE HISTORIA UNIVERSAL DEL SIGLO XX (2012-2013)
-193602
603
TEMA Nº 9: LAS DEMOCRACIAS EUROPEAS EN EL PERÍODO DE ENTREGUERRAS: ALEMANIA
En este clima de extrema violencia y de inestabilidad política, el día 30 de julio se llevaron a cabo los comicios
para el Reichstag y los resultados no sorprendieron a nadie: ganaron los nazis que pasaron de 107 a 230 diputados con 13,8 millones de votos. El gran perjudicado resultó ser el DVP que casi desapareció. El DNVP perdió
cuatro escaños, el Zentrum ganó 10, el SPD se mantuvo con una ligera pérdida de 10 diputados. La otra fuerza
que ganó posiciones fue el KPD, los comunistas pasaron de 77 a 89 escaños.
Elecciones Legislativas, Dif. 193231-7-1932
1930
Partidos
Escaños Escaños
SPD
133
-10
ZENTRUM
75
7
DDP
4
-16
DNVP
37
-4
250
NSDAP
DVP
BVP
KPD
230
7
22
89
100
Otros
Total escaños
11
608
123
-23
3
230
200
150
133
89
75
37
50
12
-61
0
SPD
ZENTRUM
DDP
22
7
4
DNVP
NSDAP
DVP
11
BVP
KPD
Otros
Fuente: elaboración propia a partir de los datos de Fuad Aleskerov, Manfred J. Holler y Rita Kamalova 605
El intento de Papen de acercarse a los nazis y lograr su apoyo para gobernar, fracasó porque a Hitler sólo le
valía una cosa: tomar el poder y el primer paso para lograrlo era que se le nombrase canciller, el puesto que ocupaba Papen, una reivindicación que hiciera al propio Hindenburg que la rechazó. La situación era tan ingobernable que el Reichstag sólo se reunió el 30 de agosto para elegir a sus órganos de gobierno, recayendo el cargo de
presidente en la figura de Hermann Göring. De nuevo se reunió el 12 de septiembre. Después de estas dos reuniones, fue disuelto y se convocaron nuevas elecciones para el día 6 de noviembre.
Elecciones Legislativas,
06-11-1932
Partidos
SPD
ZENTRUM
DDP
DNVP
NSDAP
DVP
BVP
KPD
Escaños
121
70
2
52
196
11
20
100
Dif. Nov.
1932- Jul.
1932
Escaños
-12
-5
-2
15
-34
250
4
-2
0
196
200
150
100
121
100
70
52
50
2
11
20
12
11
Otros
12
1
Total escaños
584
Fuente: elaboración propia a partir de los datos de Fuad Aleskerov, Manfred J. Holler y Rita Kamalova 606
En la nueva convocatoria la sorpresa la dieron los nazis del NSDAP que perdieron nada menos que tres millones
de votos y 34 diputados, algunos de los cuales fueron ganados por el DNVP que sumó 52 escaños. Los comunistas,
por el contrario, siguieron su progresiva ascensión y alcanzaron el máximo techo que jamás tuvo el KPD en una
convocatoria electoral, ganando 11 diputados. En una situación como la descrita el Ejército se impacientaba y el
general Kurt von Schleicher, el hombre que los militares mantenían entre las bambalinas del poder, terminó por
arrumbar a von Papen postulándose el mismo como canciller. El general-canciller, consciente del peligro que representaban los nazis, aprovechando la crisis interna que se abrió en ese partido por la pérdida de votos, intentó
romper la unidad del NSDAP y postularse ante la sociedad como un general con espíritu social, un acto con el que
pretendía ganarse el apoyo de los obreros, para lo cual comenzó una ronda de negociaciones con Gregor Stras-
Ob. cit. pp. 21.
Ibídem nota anterior.
DR. JESÚS CARRASCO VÁZQUEZ - CURSO DE HISTORIA UNIVERSAL DEL SIGLO XX (2012-2013)
605
606
-194-
TEMA Nº 9: LAS DEMOCRACIAS EUROPEAS EN EL PERÍODO DE ENTREGUERRAS: ALEMANIA
ser607, jefe de organización y número dos del partido nazi, una persona que estaba muy disgustada con Hitler al
que reprochaba que no aproximase posturas cuando aún estaba en el poder von Papen; Strasser fue tentado para participar en el gobierno del general-canciller, invitación que finalmente declinó, abandonó el partido el 8 de
diciembre, que a punto estuvo de romperse, abriendo una profunda crisis que le costó enorme esfuerzo a Hitler cerrar y que llevó a cabo destituyendo a estrechos colaboradores del dimitido Strasser a la vez que le difamaba
dentro del partido diciendo que era un traidor, una copia del modelo seguido por Stalin contrata Trostsky, aproximadamente, por esas mismas fechas, en la Unión Soviética608. La salida de Strasser dejaba al líder nazi como único hombre fuerte del partido.
Un hecho favoreció a Hitler: la intriga de von Papen contra el general-canciller Schleicher. En su intento por recuperar el poder, Papen apoyó a Hitler lo que puso a éste en contacto con los círculos de la gran industria. Ahora
tocaba convencer al Presidente Hindenburg de que el hombre que debía dirigir la cancillería sólo podía ser Adolf
Hitler, una postura que avalaban distintos allegados al Presidente, entre otros von Papen y el hijo de Hindenburg,
Oskar von Hindenburg. Para facilitar la decisión del mariscal, Papen se postuló como vicecanciller. Frente a esta
intriga, Schleicher maniobró en colaboración con el general Kurt von Hammerstein, en un intento de preparar un
contragolpe para instaurar un régimen corporativo de carácter autoritario, eliminar el Reichstag mediante un decreto presidencial, pasar a controlar el Ejército y eliminar a los nazis y a los comunistas. Papen lo sabía bien y así
se lo comunicó a Hindenburg el día 30 de enero: «si no se ha formado un nuevo gobierno a las once en punto, el
Ejército se pondrá en marcha. Se está fraguando una dictadura militar con Schleicher y Hammerstein»609. La maniobra
de Schleicher iba contra Papen porque creía que si éste volviera a ser canciller se desataría una guerra civil, con
respecto a Hitler no albergaba temor alguno porque le consideraba un instrumento útil para instaurar una dictadura donde el Ejército fuese «la dictadura dentro de la dictadura»610. El problema de Schleicher es que no contaba con el apoyo de Hindenburg quien, finalmente, a las 11,30 h del día 30 de enero de 1933, nombraba canciller del Reich a Adolf Hitler que se ponía al frente de un gabinete dominado numéricamente por von Papen y sus
colegas conservadores. Los nazis sólo tuvieron dos carteras ministeriales pero eran vitales para el control del poder y esa había sido la condición impuesta para aceptar el nombramiento de canciller: Interior, que dirigió Wilhelm Frick y la cancillería del Reich, responsabilidad personal de Hitler. Hermann Göring fue nombrado ministro sin
cartera del Reich y ministro del Interior en funciones del lander de Prusia. Los nazis pasaban a controlar el ámbito
de la ley y el orden en beneficio propio. El optimista von Papen, que creía que había ganado su pulso contra
Schleicher, estaba convencido de que los conservadores que él encabezaba habían sabido valerse de Hitler para
controlar el poder, añadiendo: «Dentro de dos meses habremos arrinconado tanto a Hitler que chillará»611. La convocatoria de elecciones promovida por el líder nazi se llevó a cabo el día 5 de marzo de 1933 pero ya no sería
igual que las anteriores, desde el control de la cancillería y el orden público, los «camisas pardas» de las SA desencadenaron una nueva fase de violencia callejera contra sus adversarios. La república de Weimar había muerto.
607 (Geisenfeld, 1892-Berlín, 1934) Político alemán. Miembro del NSDAP desde 1921, participó en el golpe de estado de Hitler
(1923). Organizó el partido en el N de Alemania y durante mucho tiempo fue uno de sus hombres prominentes. Entró en conflicto
con Hitler a causa de su programa anticapitalista. Murió fusilado durante la purga ordenada por Hitler en junio de 1934 para
librarse de Röhm y otros dirigentes molestos para el régimen nazi.
608 Richard J. Evans, La llegada del Tercer Reich, ob. cit., pg. 343.
609 Referido por Richard J. Evans, ob. cit., pg. 346.
610 Ibídem, pg. 347.
611 Ibídem, pg. 348.
DR. JESÚS CARRASCO VÁZQUEZ - CURSO DE HISTORIA UNIVERSAL DEL SIGLO XX (2012-2013)
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TEMA Nº 9: LAS DEMOCRACIAS EUROPEAS EN EL PERÍODO DE ENTREGUERRAS: ALEMANIA
Análisis de los resultados electorales habidos en la República de Weimar entre 1919-1932:
Escaños en cada una de las consultas
Media
Partidos
1919 1920 1924 (mayo) 1924 (dcbre) 1928 1930 1932 (jul) 1932 (nvbre) Diputados
SPD
165 102
100
131 153 143
133
121
131
ZENTRUM
91
64
65
69
62
68
75
70
71
DDP
75
39
28
32
25
20
4
2
28
DNVP
44
71
95
103
73
41
37
52
65
612
NSDAP
32
14
12 107
230
196
99
DVP
19
65
45
51
45
30
7
11
34
USPD613
22
84
53
BVP
21
16
19
16
19
22
20
19
KPD
4
62
45
54
77
89
100
62
Otros
7
10
29
29
51
72
11
12
28
Total escaños 423 460
472
493 491 577
608
584
Fuente: Elaboración propia a partir de los cuadros precedentes
Analizando las cifras que se muestran en el cuadro precedente podemos sacar conclusiones muy interesantes:
1º.
2º.
SPD: se mantuvo como fuerza mayoritaria durante casi toda la vida de la República, únicamente fue superado por los nazis a partir de la crisis de 1929, cuando se produjo la debacle bursátil. Desde luego nunca
pasó de su techo, los 165 diputados logrados en la convocatoria constitucional de 1919, sólo en 1928, en
plena etapa de crecimiento tras la aplicación del Plan Dawes, y la incardinación de Weimar en la política
internacional, logró acercarse. Desde esa convocatoria la pérdida de diputados fue constante.
KPD: Se ve que tenía un colectivo de votantes que le era fiel. Su ascenso fue progresivo desde que se presentará a los comicios. La bajada observada en la consulta de diciembre de 1924 hay que ponerla en relación con la subida del SPD, porcentualmente se aproximan mucho las cifras, si los socialistas subieron un
31% con respecto a mayo de 1924, los comunistas perdieron un 27,42% en relación con igual fecha. El
siguiente cuadro permite apreciar que era una fuerza en alza que crecía a costa del SPD.
180
160
140
120
100
80
60
40
20
0
SPD
KPD
1919
3º.
4º.
1920
1924 1924 1928
(mayo) (dcbre)
1930
1932 1932
(jul) (nvbre)
ZENTRUM: Tenía su colectivo que le eran afín. Nunca superó el techo de la consulta constitucional de 1919
y el hecho de que participase en tantas coaliciones gubernamentales no le pasó factura. Sus fieles siempre
se mantuvieron identificados con los postulados ideológicos del partido.
BVP: el partido que representaba a los católicos bávaros y que concurría a los comicios con sus propias siglas, las cifras nos muestran que tenía una base electoral que le era fiel y que votaba a sus siglas. Sin que
se pueda afirmar con rotundidad, si es plausible considerar que algunos votantes del BVP pudieran, en según qué ocasiones, optar por dar su voto a Zentrum, aunque la comparación de los resultados obtenidos
por cada uno de ellos no permita más que intuirlo:
1919
ZENTRUM
BVP
91
-
1924
1924
1928
(mayo) (dcbre)
64
65
69
62
21
16
19
16
1920
1930
68
19
1932
(jul)
75
22
1932
(nvbre)
70
20
En la consulta de mayo de 1924 el partido de Hitler acudió en coalición con DFVP, por tanto las cifras de esta consulta son
compartidas por ambas formaciones. Después el NSDAP participó en todas las demás por sí mismo.
613 El partido de los socialistas radicales sólo concurrió a las dos consultas expuestas. Después se deshizo.
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TEMA Nº 9: LAS DEMOCRACIAS EUROPEAS EN EL PERÍODO DE ENTREGUERRAS: ALEMANIA
5º.
6º.
7º.
8º.
DDP: los liberales fueron las víctimas que los acontecimientos desarbolaron y arrollaron. Su base electoral
les abandonó, ese colectivo de burgueses y profesionales de clase media, a medida que se radicalizó la
sociedad alemana y la debacle económica se abatía sobre Alemania, prefirieron apostar por propuestas
más radicales que tenían como sustrato, además, el nacionalismo.
DNVP: el enemigo furibundo de la República, representante de los intereses de los terratenientes prusianos, conoció su techo en las consultas de 1924, a partir de ese momento experimentaría una sangría continuada de votos. La convocatoria de 1930, donde perdió prácticamente la mitad (un 43,84%) de los
diputados, provocó su radicalización y aproximación a los nazis.
DVP: no fue capaz de concitar el interés de los alemanes a pesar de su discurso populista y antisemita, si
bien solapado. La consulta de julio de 1932 les produjo una pérdida del 76,67% de diputados. Una
debacle en toda regla. Está claro que para esa fecha había un partido que les había superado con creces
en su discurso excluyente: el NSDAP de Hitler.
NSDAP: Dejo para el final el análisis del partido nazi. Sin duda fue la agrupación que se valió de métodos violentos, con formaciones paramilitares integradas por miles de afiliados. Consiguió que su discurso
excluyente sintonizase con los sentimientos de la mayoría de alemanes que se consideraban vejados por el
Tratado de Versalles. Si los partidos de la Coalición de Weimar también pensaban de igual forma y lucharon primero por suavizar y después por intentar anular, lo impuesto en Versalles, los nazis supieron concitar el interés de muchos alemanes que vieron en ellos la solución a sus problemas. Es verdad que en sus
primeros años el capital no los tuvo en cuenta. Es cierto, igualmente, que los militares no sentían simpatías
por ellos pero a medida que la República de Weimar no dio satisfacción a las necesidades de la mayoría
de la población, los alemanes tendieron a polarizarse en dos bloques antagónicos: de un lado, los comunistas. Frente a ellos: los nazis. El nombramiento de Hitler como canciller no fue más que el principio de un
largo y desgraciado periplo que había empezado el Versalles, en 1919 y que tendría su epílogo en la
Segunda Guerra Mundial, asunto que se desarrolla en el tema nº 15.
230
250
196
200
150
107
100
50
32
14
12
1924
(dcbre)
1928
0
1924
(mayo)
1930
1932 (jul)
1932
(nvbre)
Resultados electorales y tendencia observada por el partido nazi (1924-1932)
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TEMA Nº 9: LAS DEMOCRACIAS EUROPEAS EN EL PERÍODO DE ENTREGUERRAS: ALEMANIA
3.2. LOS NAZIS EN EL PODER: COMIENZA EL TERROR
El nombramiento de Hitler como canciller del Reich no fue un simple cambio
de gobierno, para que quedase claro
Joseph Goebbels organizó un desfile a
la luz de las antorchas de «camisas
pardas», «cascos de acero» y miembros de las SS en Berlín. La parada
dio comienzo a las 19 horas del 30 de
enero de 1933 y se prolongó hasta
pasada la medianoche. Como sucede
en estos actos, las cifras del total de
participantes están sujetas a controversia. Un periódico al que le fascinaban los desfiles, que los calificaba
de «experiencia fantástica» informó
de que habían participado 18.000
hombres entre «camisas pardas» y
miembros de las SS, 3.000 «cascos de
acero» y 40.000 civiles no uniforBerlín, 30-enero-1933: “Desfile de las antorchas”614
mados. Un informe hostil a los nazis re
bajó el número de participantes a 20.000. ¿Qué hay de verdad en este baile de cifras? Al parecer un joven testigo presencial, Hans-Joachim Heldenbrand, pudo darse cuenta de que los participantes eran los mismos que daban vueltas a circuito615. Sea como fuere, de lo que no hay duda alguna es de que la manifestación fue sentida
como una masiva participación de entusiastas y decididos partidarios del nuevo canciller: el tiempo histórico había
girado y la veleta se ponía en línea con el nuevo viento que, primero como brisa, luego como vendaval y finalmente como un huracán, recorrería Alemania y toda Europa en un crescendo de horror que sólo se detuvo cuando
los nazis fueron derrotados. Pero eso forma parte del tema nº 15 que se analiza más adelante.
Con el control nazi de los ministerios más significativos y con los desfiles y marchas triunfales que organizaba Goebbels, una cosa estaba asegurada: el control de la calle. La violencia fue en aumento durante toda la campaña
electoral y Góring, como Ministro del Interior del Reich y de Prusia, ordenó a la policía prusiana que los días 15 y
17 de febrero dejase de vigilar a los nazis y formaciones afines y colaborase con ellas en la medida de sus posibilidades. El día 23 fue un paso más allá y decidió organizar una fuerza auxiliar de policía integrando en ella a
los miembros de las SA («camisas pardas»), SS y «Cascos de Acero». Ahora los paramilitares de extrema derecha
habían sido conferidos de autoridad para llevar a cabo sus saqueos y desmanes sin que la policía atendiese estos
actos, unas fuerzas de la ley que habían sido purgadas de socialdemócratas tras el golpe de von Papen, perseguía a los comunistas y disolvía sus manifestaciones. La nueva fuerza auxiliar de policía irrumpía en las oficinas del
partido y de los sindicatos, destruía todo lo que encontraba y expulsaba de las sedes a sus ocupantes. El grueso
de la violencia lo sufrió el Partido comunista que, además, estaba muy infiltrado por los agentes policiales. Se
puede afirmar que había espías en todos los niveles del KPD al que se consideraba como un enemigo, no hay que
olvidar que los comunistas tenían una fuerza paramilitar, la llamada Liga de Combatientes del Frente Rojo, que se
enfrentaba a veces con la policía y dejaba secuelas de heridos y muertos en ambos bandos. En suma, la policía
consideraba al Partido Comunista como enemigo y estaba extraordinariamente bien informada sobre las actividades del mismo. Desde el día 30 de enero puso sus informes a disposición del nuevo gobierno del canciller Adolfo
Hitler. La suerte para los comunistas estaba echada.
No sólo los comunistas fueron víctimas, los socialdemócratas del SPD y los sindicatos fueron objetivo de los nazis a
partir de la segunda mitad de febrero. El problema con éstos es que los alemanes medios no percibían que representaran el mismo peligro que veían en el KPD, de quien temían que estuviera dando los mismos pasos acontecidos
en las URSS cuando la revolución bolchevique, de ahí que tanto temieran el «terror rojo». Con los socialdemócratas
la cosa era diferente, no en vano el SPD había sido la fuerza política que había sostenido la República de
Weimar desde sus inicios y, además, contaba con 121 diputados en el Reichstag y un millón de afiliados. No, definitivamente, el SPD no era sentido como un peligro. Por otro lado, el partido también contaba con una unidad
paramilitar, la Reichsbanner, pero en nada comparable con la de comunistas y nazis. Los socialdemócratas empezaron a sentir la presión que los nazis, ahora desde el gobierno, les quisieron aplicar de manera gradual: al principio acosándoles legalmente en los tribunales contra sus medios de difusión, una táctica, por cierto, que no resultó
Tomado de http://all-that-is-interesting.com/berlin-in-the-1930s
Referido por Richard J. Evans, ob. cit., pg. 351.
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eficaz; para progresivamente, empezar a actuar con violencia según pasaba el mes de febrero, un trabajo que
dejaron a los «camisas pardas» que se dedicaban a reventar violentamente los mítines y las reuniones del SPD. La
respuesta de los dirigentes socialdemócratas fue reducir el número de actos públicos entre otras razones, porque
las autoridades, es decir, el Ministro del Interior, el nazi Wilhelm Frick, había decidido eliminar la protección policial a partir del 30 de enero.
En este clima de intimidante y progresiva violencia Hitler desarrollaba su campaña electoral en la que iba preparando el camino para su futuro gobierno porque, pasara lo que pasara con las elecciones, no pensaba dimitir como canciller del Reich, ya lo había dicho en octubre de 1932, en vísperas de las anteriores elecciones cuando aludía a mantener el poder si lo alcanzaba porque «no les permitiremos que vuelvan a quitárnoslo». Una aserción que
remachaba en otro mitín en febrero de 1932, siendo ya canciller, señaló: «No nos detendrá que el pueblo alemán
nos abandone en esa hora. Recurriremos a lo que sea preciso para impedir la degeneración de Alemania»616. Nadie
podía darse por engañado, Hitler se consideraba a sí mismo como un mesías liberador, depositario de las esencias
germanas que había llegado para redimir al pueblo alemán sojuzgado por aquellos que habían consentido el sometimiento impuesto en Versalles:
«Durante catorce años los partidos de la desintegración, de la Revolución de noviembre, han seducido al pueblo alemán y han
abusado de él. Durante catorce años se entregaron a la destrucción, la infiltración y la disolución. Considerando esto, no es
presuntuoso por mi parte presentarme ante la nación hoy y pedir: pueblo alemán, danos cuatro años de tiempo y júzganos
después. Pueblo alemán, danos cuatro años y yo te juro que, lo mismo que hemos, lo mismo que he asumido este cargo, así lo
dejaré. No lo he hecho ni por un sueldo ni por enriquecerme; ¡lo he hecho por ti! [...] Porque no puedo desprenderme de mi fe
en mi pueblo, no puedo disociarme del convencimiento de que esta nación volverá a levantarse un día, no puedo divorciarme
de mi amor por él, por mi pueblo, y albergo la firme convicción de que llegará al fin la hora en que los millones que nos desprecian hoy estarán a nuestro lado y aclamarán con nosotros el nuevo Reich alemán duramente ganado y dolorosamente adquirido que habremos creado juntos, el nuevo reino alemán de la grandeza, el poder, la gloria y la justicia. Amén617»
En este ambiente tan enfervorizado dentro de una atmósfera de creciente violencia, sucedió un hecho que vino a
favorecer los intereses de los nazis; el día 28 de febrero, Marinus van der Lubbe, prendió fuego al Reichstag en
protesta contra el desempleo. Fue el argumento que necesitaron Hitler y Göring para convencer al gabinete donde -recuérdese- no tenían mayoría pero que era proclive a la prohibición del Partido Comunista, de que había
que actuar contra el peligro que representaban los comunistas.
Incendio del Reichstag, 28-02-1933
Marinus van der Lubbe618, detenido por la policía
(3 de marzo de 1933)
De inmediato se detuvieron a cuatro mil comunistas, incluida la totalidad de la cúpula dirigente, que fueron
sometidos a torturas, palizas y, finalmente, enviados a campos de concentración de reciente creación aunque se
decidió no ilegalizar al KPD para evitar que el voto comunista fuese a parar al SPD, de ahí que concurrieran a las
elecciones que, una vez celebradas, la persecución ya no conocería tregua. Se abría la caza del comunista de tal
manera que a finales de marzo la policía informaba de que el número de comunistas detenidos ascendía a
Ibídem, pg. 364.
Ibídem, pg. 365.
618 Era un anarcosindicalista holandés que actuó de forma independiente y que tomó la decisión quemar el Reichstag en protesta
contra el paro, así lo define Richard J. Evans, El Tercer Reich en el poder, ob. cit., pg. 24. En otras fuentes se le alude como comunista de izquierdas opuesto a los dictados bolcheviques y al leninismo. En Alemania militaban a la izquierda del KPD en un partido
denominado KAPD «Kommunistische Arbeiter-Partei Deutschlands» - «Partido Comunista de los Trabajadores de Alemania»; por tanto,
a mi parecer, sería más un comunista que un anarquista.
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20.000. En el verano la cifra de presos alcanzaba los 100.000 pero ya no sólo eran comunistas, también socialdemócratas, sindicalistas y otros grupos a quienes se les veía como ene-migos. Pero no adelantemos acontecimientos. Veamos el resultado de las elecciones:
350
Elecciones Legislativas, 05-03-1933
288
300
Partidos/Coaliciones Partidosconcurrentes
base
Escaños
SPD
ZENTRUM
DDP
KFSWR
SPD
ZENTRUM
DDP
DNVP
120
74
5
52
NSDAP
DVP-CZVD-DBPDHP
NSDAP
288
DVP
2
BVP
BVP
KPD
18
81
Otros
7
KPD
Otros
250
200
150
100
50
120
81
74
52
5
2
18
7
0
Total escaños
647
Fuente: elaboración propia a partir de los datos de Fuad Aleskerov, Manfred J. Holler y Rita Kamalova 619
En estos comicios los nazis y los conservadores, no alcanzaron los 2/3 necesarios para modificar la Constitución, no
hay que dejar de ver que socialistas y comunistas, aún lograron buenos registros. Zentrum, por su parte y el BVP,
por la suya, mantenían su techo electoral. En este estado de cosas y sin tener la mayoría necesaria para modificar
la Carta Magna, los nazis, el 23 de marzo de 1933, se las apañaron para llevar a cabo la reforma bajo amenaza de una guerra civil si sus intenciones eran frustradas, convenciendo a los diputados del Zentrum de que les apoyaran a cambio de formalizar un concordato con el Vaticano que garantizase los derechos de los católicos. La conocida como Ley de Habilitación aprobada por el Reichstag el mismo día, permitió al gabinete del canciller Adolf
Hitler gobernar por decreto con independencia del Parlamento y del Presidente de la República. Junto con el decreto que le autorizó a detener a los comunistas tras el incendio del Reichstag, la Ley de Habilitación era el pretexto legal para establecer la dictadura. Los únicos diputados que se opusieron fueron los miembros del SPD620.
En este punto cesa el relato de los hechos porque este tema tenía por objeto explicar el devenir de los acontecimientos historicos que llevaron a Alemania a participar en la Primera Guerra Mundial, su derrota, el ignominioso
tratado que se le impuso en Versalles, las desastrosas consecuencias de aquella imposición, la emergencia de la
República de Weimar y su final a manos de Adolf Hitler. Lo que aconteció después se narra en el tema nº 11, dedicado a los regímenes totalitarios, en concreto en el punto 4 y sgtes., a los que remito.
Ob. cit. pg. 21.
Richard J. Evans, El Tercer Reich en el poder, ob. cit., pg. 25.
DR. JESÚS CARRASCO VÁZQUEZ - CURSO DE HISTORIA UNIVERSAL DEL SIGLO XX (2012-2013)
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