Kali, con más de 30 años de carrera artística destila un estilo original que se adapta a los cambios de su Martinica natal, una propuesta volcada al mundo exterior, pero que conserva su autenticidad. Kali, ha demostrado un deseo permanente de renovar su trabajo, de enriquecerlo con sus experiencias de vida. Difícil de definir, su propuesta musical ha tenido desde siempre un hilo conductor que permite a todos quienes la escuchan, bien sean antillanos o japoneses y de cualquier edad, el reconocerse e identificarse: ¡este hilo conductor no más que la personalidad de Kali!... Kali contribuyó y fue pionero en visibilizar en la escena pública el movimiento “rastafarie” en Martinica, con su musicalidad e integrado gracias a sus convicciones un sonido antillano, fue capaz de crear su especificidad, la razón para la cual se mantiene alejado de cualquier otro modelo, una suerte de "trovador" caribeño, como le describe su compañero Rémy B. El 21 de febrero de 1956, en Fort-de-France, nace el futuro KALI alias de Jean-Marc Monnerville, en una familia burguesa, en cuyo seno ya existían diversas ramificaciones artísticas: Max Ransay, su tío materno era cantante, su padre Yvon Monnerville tocaba en el African Band de París, mientras que su madre Liliane Ransay escribió diversas canciones. En los años 60, en Fort-de France, el joven Jean-Marc Monnerville comparte su tiempo entre las reuniones familiares y los juegos de niños. Pero su atracción hacia la escena lo incita a participar con apenas 6 años de edad en concurso de canto en L’Elysée de Saint-Pierre donde obtiene el 3er Premio. En su escuela de Martinica, se acostumbraba tener un apodo y Jean-Marc Monnerville, inspirado en Kaliméro, el personaje de un dibujo animado que adoraba adoptó este nombre, que vendría a transformarse con el pasar del tiempo en KALI. Con la música siempre en su cabeza, KALI saca provecho de sus estancias puntuales en Francia, donde descubrió los sonidos europeos, y se inició en la guitarra. También visitaba regularmente Londres, donde compraba discos que luego revendía en París. Para entonces, y para su mayor felicidad, la música de moda no era otra sino el reggae, un estilo que le inspiró profundamente. En el 75, cuando regresa a Martinica, encontró una isla donde prácticamente se habían enterrado los sonidos tradicionales locales y los bailes. Sólo la música haitiana tenía un espacio en esa época. Las orquestas haitianas revolucionan la escena musical en Martinica; las radios difundían entre otras cosas, la música negra americana, de Stevie Wonder a Diana Ross, y de nuevo KALI añade con entusiasmo estas nuevas influencias a su caldo musical. El joven artista desbordado de ideas, vitalidad y actividades, se presenta en la escena local con su grupo Gaoulé, su estilo musical comienza a tomar forma, con mucha percusión y tambor, que da cuenta de su identidad antillana. Pero a pesar de las innovaciones, con la presencia de dos coristas femeninas, una original puesta en escena y la musicalidad de tambores, el álbum fue mal difundido y no logra dar a conocerse, teniendo poco éxito en ventas. Fue entonces cuando la música reggae en pleno apogeo y propulsada por Bob Marley, llega a Las Antillas, KALI se monta en esta ola, a tal punto que asumió como estilo de vida la filosofía rastafarie. Su agrupación Gaoulé se transforma en Marphata, pero igualmente no logra aún el éxito esperado. KALI participa en diversas presentaciones musicales, con el grupo Difé, luego en colaboración con Hilaire Hartock, fue cuando se cruza con Remy B. del grupo la Guerrilla que ostentaba gran fama. Les dos hombres apasionados por la música conversan toda una noche, y decide fundar el grupo que iba a sacudir la isla: 6ème Continent KALI y los miembros del grupo se apropian el reggae en la escena local, lo que dio origen al llamado "gaeka": una mezcla de percusión tradicional teñida de influencias reggae y funk. Algunos de los miembros del grupo tenían sus cabelleras con “locks” nacientes, cosa que los hizo toparse con intolerancia y escepticismo en algunos escenarios, pero no los detuvo. El espectáculo preparado para el 22 de mayo de 1980, día aniversario de la abolición, logró una gran proyección del grupo en la escena antillana y luego continental. Las presentaciones en Guadalupe, Guayana, Francia, y en festivales de renombre, les abren muchas puertas. La críticas no cesó de elogiar la propuesta musical. Las giras se suceden las unas a las otras, pero los desacuerdos también y en 1985, KALI deja la banda 6ème Continent y se muda a París con su banjo. Decide presentarse en escenarios parisinos como La chapelle des Lombards, le Baiser, infatigable y con su música, KALI crea un nuevo grupo Survival con mucha percusión y presencia del banjo. Un nuevo repertorio donde arregla los temas de Bob Marley en todos los ritmos, el reencuentro y trabajo con su compañero Charly Labinsky y el grupo Pakatak , contituyeron para KALI una excelente oportunidad para pulirse en su instrumento, mantener el contacto con su herencia musical antillana y el roce de las presentaciones en vivo. Como en los años 70, vuelve su energía a la música tradicional, pero esta vez adaptada al banjo. En 1989 produce "Raíces", uno de los álbumes fundamentales en su discografía. En 1990 saca el segundo volumen, también brillante "Raíces vol. 2". Las giras y los conciertos internacionales no tardan en volver a organizarse, se presenta en Europa y Asia. Los intercambios con otros artistas y pueblos, conducen a un mayor reconocimiento de KALI que lo lleva a ganar el primer lugar en el concurso Francovisions. En 1991, su espectáculo es trasmitido en vivo en Live, New Morning. En 1992 es seleccionado para representar a Francia en el concurso de Eurovisión, donde canta Monté la Riviè, una pieza cuya letra fue traducida a varias lenguas y que lo hace merecedor del 8vo lugar en el concurso. KALI se encuentra entonces en la cumbre de su popularidad Graba el single "île à vendre”, pero es la preparación de su próximo álbum la que lo moviliza realmente, una producción que se concreta en 1993: "Lésé la té tounen". KALI enamorado de la libertad, se niega a encerrarse en un estilo único, con este álbum el artista reúne sus trabajos más personales. Luego, en 1995, produce el álbum "Débranché" con el que visita de nuevo a Europa y llega a África. En 1996 decide volver encontrar sus raíces con el álbum "Raíces vol 3", dedicado a la celebración de la Navidad en Martinica. Luego produce el single “l’histoire du zouk”, y en 1997 "la biguine des enfants du bon dieu" con el que obtiene el premio SACEM de Martinica, el cual se otorga a la canción más bella del año. KALI funda su propio estudio y asume el rol de ingeniero del sonido, graba así el famoso “Francofaune” en el 98, y algunos álbumes de música tradicional Martiniqueña. Su incesante experimentación lo lleva a promover un nuevo concepto donde mezcla la música martiniqueña “Bèlè” con el Rap americano, reuniendo tres generaciones de artistas alrededor del mismo proyecto titulado "Bèlè Boum Bap". Una producción que sale en 2001 y cuyo éxito lo devuelve a la escena internacional. Graba sus presentaciones en vivo y produce dos álbumes que salen de esta gira: "Live en España", en 2003 y luego "Raíces vol.4”, en 2004. Más recientemente reúne bajo el concepto de “Akoustik Kréyol Project” a cantautores caribeños (de Haití, Guadalupe, Guayana y Martinica), alrededor de la música acústica. No conforme con parecer nostálgico por una época pasada, KALI reúne alrededor de si a toda una generación entre 15 y 30 años, hablándoles de ellos mismos, de sus antepasados y de su futuro. De esta manera un amplio público se siente próximo a su propuesta, llena de opiniones, miedos y esperanzas para su isla. KALI representa actualmente un verdadero puente entre el pasado y el futuro, es considerado un artista inter-generación, que contribuye a la reconciliación de tradición y modernidad.