La producción y la salud animal y sus interrelaciones con la

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Rev. sci. tech. Off. int. Epiz., 1991, 10 (4), 1087-1100
La producción y la salud animal
y sus interrelaciones
con la salud pública veterinaria
en América Latina y el Caribe
R. CASAS OLASCOAGA, F.J. ROSENBERG y V.M. ASTUDILLO *
Resumen:
Se analizan
las interrelaciones
programáticas,
sectoriales
e
institucionales entre la salud y la producción animal y la salud pública veterinaria,
y entre éstas y la salud pública. El área de interrelación más importante
lo
constituye la seguridad alimentaria. La subnutrición, que afecta a cerca de 60
millones de personas en América Latina y el Caribe, aún representa el mayor
perjuicio a la salud humana en esa región. Aún cuando sus
determinantes
principales se encuentran en el bajo producto interno bruto (PIB) y la desigual
distribución de la renta, el aumento de la producción y productividad
animal
constituye un elemento imprescindible para revertir este problema. En un sentido
amplio, el concepto de salud animal implica la optimización de la capacidad
productiva de una población animal en una región y momento dados. Por su
parte, el área de salud pública veterinaria contiene metas y actividades
cuya
importancia para la seguridad alimentaria también es máxima: la protección
e higiene de los alimentos y el control del uso de agentes nocivos para la salud
humana en la producción animal (metales pesados, hormonas, insecticidas, etc.).
Dentro del área de las enfermedades transmisibles, se hace referencia a la lucha
contra las infecciones zoonóticas en el hombre y los animales. Además del sujeto
específico de interrelación que constituyen las zoonosis, no puede dejar de
destacarse la labor común desempeñada por la investigación,
desarrollo y
ejecución de actividades laboratoriales de diagnóstico y de producción y control
de calidad de antígenos e inmunógenos.
La producción
de animales de
laboratorio constituye otra área común de operación e investigación,
cuya
pertenencia específica a cualquiera de las tres áreas de conocimiento
tratadas
es difícil de establecer. Además, los campos de la salud, salud animal y salud
pública
veterinaria
comparten
métodos
y estrategias
cuya
mutua
retroalimentación
es tal vez más importante aún que los sujetos
programáticos
antes mencionados.
Se incluyen en este análisis la estructuración de Servicios
oficiales y su nexo máximo en el proceso de descentralización
administrativa,
particularmente
en el nivel local.
P A L A B R A S CLAVE: Producción animal - Salud animal - Salud pública
veterinaria.
* Centro Panamericano de Fiebre Aftosa (PANAFTOSA/HPV/OPS-OMS), Caixa Postal 589,
CEP 20001, Rio de Janeiro, Brasil.
1088
INTRODUCCIÓN
La sectorización de las actividades sociales ha estado siempre sujeta, en mayor
o menor grado, a controversias de índole conceptual, institucional y programática.
Éstas proceden de la necesidad de sistematizar el conocimiento y la acción que de
él puede derivar, mientras que la realidad concreta y la experiencia cognoscitiva del
hombre constituyen un todo integrado.
En el pasado, la filosofía, la física y la biología constituían áreas del conocimiento
integradas a una misma escuela de pensamiento y sintetizadas en las figuras de los
«grandes pensadores». Hasta el arte era producto y reflejo del conocimiento de la
humanidad.
El volumen y ritmo de generación de conocimientos y la creciente complejidad
de las sociedades modernas, fue poco a poco diferenciando las «profesiones», las
disciplinas científicas, los sectores institucionales, las especializaciones, en un proceso
de particularización y compartimiento creciente, cuyo único límite parece estar dado
por la propia capacidad intelectual de la humanidad.
Sin embargo, cuanto mayor grado de identidad poseen los objetivos y las acciones
desarrolladas por el hombre, la solución de un problema particular dentro del contexto
de la integralidad concreta se torna más difícil. Éste es el caso del complejo producción
animal-nutrición-salud, cuyos exactos límites de «jurisdicción» no son simples de
establecer.
No obstante, la trascendencia de las acciones veterinarias en el desarrollo de la
salud y el bienestar del hombre no debiera estar limitada por la disputa profesional,
por la atención específica de estos asuntos ni por la competencia sectorial en el
momento de la asignación de recursos. Al menos en América Latina, donde la crisis
financiera y económica afecta de manera particular el desarrollo social de la población,
la organización de los Servicios veterinarios puede y debe resolver en la práctica los
problemas de omisión o duplicación de acciones derivadas de la particularización
conceptual de las áreas del conocimiento vinculadas a este complejo.
Es propósito de este trabajo sistematizar las áreas de conocimiento y acción de
la salud y producción animal, la salud pública veterinaria y la salud pública en sus
interfases respectivas, con el fin de contribuir a la solución de los problemas de salud
pública que derivan o están relacionados a la cría y explotación de los animales.
INTERFASE SALUD Y AGRICULTURA
Alimentación y nutrición
Se entiende por seguridad alimentaria la posibilidad material y económica
permanente y de toda la población de acceder a los alimentos básicos que necesita (1).
De acuerdo con los datos del Informe del Subcomité de Nutrición de las Naciones
Unidas (11, 12), alrededor de 37 millones de personas padecen de subnutrición grave
en América Latina y el Caribe, lo que equivale al 9,4% de la población total de esa
región. Según otras fuentes, la subnutrición en América Latina y el Caribe afecta
a más de 60 millones de niños (9).
1089
La subnutrición es responsable p o r la m a y o r p a r t e de la mortalidad infantil que
alcanzaba, a mediados de la década de 1980, a más del 5% de los nacidos vivos (cerca
de 300.000 muertes infantiles por año en la región citada) (7). El d a ñ o social p a r a
los que sobreviven la subnutrición, en la mayoría de los casos, es irreparable, puesto
que quedan marginados de la educación, la cultura y el aparato productivo. La deuda
de la sociedad p a r a con los subnutridos, y el impacto negativo de ellos sobre la
economía, configuran el escenario principal del subdesarrollo.
La interacción, en estas condiciones, de la salud y producción animal, la salud
pública veterinaria y la salud pública, no debería reducirse a la mera complementación
de capacidades tecnológicas sectoriales específicas, sino constituirse, en forma
conjunta, en u n verdadero p r o g r a m a nacional de seguridad alimentaria, dentro del
cual sus atribuciones particulares, independientemente de su ubicación institucional,
serían, en forma resumida, la producción, higiene y protección de alimentos y la
nutrición.
Producción
de
alimentos
Las proyecciones demográficas, de desarrollo tecnológico y de comercio
internacional de productos agropecuarios, p a r a los próximos años hacen presumir
que la poca disponibilidad de alimentos, para las poblaciones más pobres de los países
del T e r c e r - M u n d o , tenderá a agravarse (5).
El enfoque de la producción animal en el contexto de la seguridad alimentaria
debe orientarse, p o r lo t a n t o , hacia el logro de la autosuficiencia en la satisfacción
de la d e m a n d a de alimentos de origen animal, con prescindencia de la existencia o
no de excedentes exportables. En este sentido, sus metas se diferencian claramente
del cálculo estratégico-económico del papel de la ganadería en el comercio
internacional, al incorporar un componente ético destinado a disminuir la deuda social.
C o n esta finalidad, las políticas de producción animal deben considerar
diferencialmente los tipos de productores a los cuales están dirigidas (formas de
producción pecuaria), los sectores sociales demandantes de alimentos y los mecanismos
existentes p a r a acopiar, almacenar y distribuir los alimentos (1).
En este contexto, la salud animal es definida c o m o u n a situación de la población
animal, en un m o m e n t o y espacio concretos, en la que los procesos bioproductivos
de importancia económica tienden a acercarse a su máximo potencial relativo como
respuesta a la p r o m o c i ó n de condiciones ambientales y de manejo favorables p a r a
su desarrollo (3).
Los avances tecnológicos disponibles, referidos al control de enfermedades, al
mejoramiento genético, a la planificación forrajera y al m a n e j o ambiental pueden
ser aplicados en función del papel determinante que ejerce cada una de las formas
de producción ganadera sobre los indicadores bioproductivos y sobre la viabilidad
e impacto social y económico de dichas tecnologías.
El desarrollo de un- sistema de vigilancia sanitaria animal, que considera el
monitoreo de los indicadores bioproductivos en función de las formas de producción
ganadera predominantes, p o d r á constituirse en u n o de los sustentos metodológicos
más importantes de que dispongan los Servicios nacionales de salud animal p a r a
insertarse eficientemente en un p r o g r a m a nacional de seguridad alimentaria.
1090
Higiene y protección
de los
alimentos
Además de la prevención de enfermedades h u m a n a s transmitidas por alimentos
de origen animal, los programas de higiene de los alimentos poseen un papel destacado
en el contexto de la seguridad alimentaria. L a salud pública veterinaria puede
contribuir al incremento de la disponibilidad de alimentos saludables a través de las
siguientes acciones (10):
- divulgación y educación de la población sobre requerimientos nutricionales
en función de hábitos locales de c o n s u m o , incluyendo la producción de alimentos
p a r a a u t o c o n s u m o , el a b a n d o n o de hábitos antihigiénicos en relación al consumo
de agua, lácteos y carnes crudas, el procesamiento casero de alimentos y la protección
de los alimentos contra el deterioro por almacenamiento;
- control ante y p o s t m o r t e m de animales de faena e inspección de carnes en
frigoríficos de exportación y mataderos p a r a consumo nacional y local;
- control de la producción, procesamiento, almacenamiento, transporte y
distribución de los alimentos desde el p u n t o de vista de su higiene, y asesoría a la
industria sobre métodos que optimicen la calidad y la cantidad de los productos
industriales;
- colaboración con autoridades locales p a r a el establecimiento de nuevas
industrias alimenticias, incluyendo el procesamiento de subproductos de origen animal.
L a aplicación de tecnologías específicas p a r a el control higiénico de los alimentos
también debe estar orientada a cada una de las formas particulares de producción
ganadera, a las condiciones locales de desarrollo económico, social y cultural y a la
población consumidora a la cual están destinados dichos alimentos.
En este sentido, se insiste en la necesidad de que las acciones vinculadas a la
producción y a la higiene y protección de los alimentos deban estar profundamente
interligadas a través de un p r o g r a m a de seguridad alimentaria.
Nutrición
Independientemente de las políticas destinadas a crear bases materiales justas que
permitan el acceso de la totalidad de la población a los alimentos, la intervención
del sector de salud en las cuestiones de nutrición suele estar aislada de los programas
de producción animal y, con cierta frecuencia, aun de los de protección de los
alimentos.
En general, los programas del sector salud se fundamentan en la vigilancia
alimentaria y nutricional y en la educación p a r a la nutrición, omitiéndose el análisis
de la capacidad real y potencial de producción de alimentos para grupos determinados,
así como las condiciones concretas y particulares de acopio, almacenamiento y
distribución de los mismos (8).
P o r su parte, los p r o g r a m a s destinados a fomentar la producción n o disponen
de la información referente a las d e m a n d a s nutricionales en esos mismos grupos
poblacionales, mientras que las actividades de control y protección de los alimentos
suelen aplicar manuales de procedimientos de uso general, sin considerar los recursos
existentes ni las necesidades alimentarias particulares.
1091
E n f e r m e d a d e s t r a n s m i s i b l e s y de la p r o d u c c i ó n
La prevención, el control y la eventual eliminación de las enfermedades de los
animales constituyen la actividad eje de los Servicios veterinarios en el terreno. La
selección de prioridades en este ámbito se fundamenta en la clasificación de estas
enfermedades según sus consecuencias:
a) enfermedades que ocasionan pérdidas en la producción y, por ende, en la
rentabilidad y/o en la disponibilidad de alimentos;
b) zoonosis;
c) enfermedades que implican restricciones al comercio internacional de animales,
productos y/o subproductos de origen animal.
Las primeras poseen un impacto inmediato sobre los programas de seguridad
alimentaria; el control de las zoonosis constituye una de las actividades principales
de los programas de salud pública veterinaria; las últimas están relacionadas con las
políticas globales del sector agropecuario en el contexto de las políticas de desarrollo
económico.
A pesar de responder a programas diseñados y ejecutados en sectores y/o
instituciones diferentes, la aplicación de las acciones de control de las enfermedades
transmisibles o de la producción sobre la población animal, cualquiera sea su agente
etiológico o su tipo de impacto, debe integrarse en el eslabón final, a los Servicios
veterinarios locales. Las bases decisorias para la programación racional de los Servicios
en este nivel deben provenir de las metas macroeconómicas, en particular del sector
agricultura y ganadería, así como de los objetivos de la seguridad alimentaria y de
los programas de salud pública veterinaria.
En este sentido, se debe estar alerta sobre la frecuente separación de la atención
veterinaria de campo, según que el problema esté relacionado con la producción o
con la transmisión de la enfermedad al hombre.
Una separación similar existe en el control de los productos de origen animal
(alimentos, biológicos y fármacos) en mataderos, industrias y comercios distribuidores,
en la producción de inmunógenos y biológicos de diagnóstico y en la investigación.
Tal vez una de las mayores dificultades resida en la propia validez del concepto
de zoonosis como conjunto diferenciable del conjunto «salud para la producción»,
del conjunto «protección e higiene de los alimentos», y del conjunto «enfermedades
transmisibles del hombre».
Al igual que en el caso de la seguridad nutricional y alimentaria, la sistematización
se debería dar por las prioridades sanitarias de cada forma particular de producción
ganadera y de los procedimientos de comercialización, faena, industrialización y
distribución de los alimentos que le son propios. Quedarían claramente caracterizados,
de esta forma, los problemas particulares de salud y producción de cada núcleo
poblacional, incluidos los de índole urbana.
Protección ambiental
El animal de explotación agrícola puede ser caracterizado como un objeto (una
«máquina») de transformación de insumos, poco utilizables en forma directa por
el hombre, en productos de elevado valor social y económico. En este sentido, el
1092
concepto de enfermedad no se aplica exclusivamente a aquellas limitantes que afectan
negativamente dicha conversión, sino también a las eventuales consecuencias negativas
que ese proceso de transformación puede tener sobre el usuario final de sus productos.
En esta última connotación se incluyen aquellos insumos o procedimientos que pueden
afectar el medio ambiente o la salud del consumidor.
Entre otros, se destaca el efecto de los insecticidas, plaguicidas y fertilizantes
químicos sobre el contenido de residuos tóxicos en la carne y leche; el uso de hormonas,
antibióticos y otros promotores del crecimiento y el destino de efluentes de la
producción primaria y de la industria con su potencial impacto sobre la contaminación
ambiental.
Además de estos procesos, cuyo control directo cabe a los Servicios de protección
y control de los alimentos y, dentro de su ámbito, al control higiénico de mataderos
y otras industrias alimenticias, debería agregarse un aspecto, hasta hoy escasamente
tratado por los sectores de salud y producción animal: la protección de los recursos
naturales en el proceso de producción ganadera.
El desarrollo histórico de este proceso ha sido con frecuencia expoliador de las
riquezas del suelo en la mayoría de las áreas de América Latina. Basta recordar que
el avance de las fronteras ganaderas se ha dado, salvo raras excepciones, o bien a
partir de vastas extensiones agotadas por cultivos agrícolas extractivos (caña de azúcar,
café, soja, banano, etc.) o bien por la ocupación de espacios abiertos en florestas
subtropicales y tropicales. Este último mecanismo es el que aún opera en la devastación
de áreas amazónicas y pre-amazónicas.
La adecuada planificación del desarrollo de la ganadería, que implique una
tendencia hacia la optimización de la productividad y reproducción animal,
preservando la productividad y diversidad de la biomasa, debería encontrar en el sector
de salud animal el puente o la interfase entre la ecología, la agricultura y la producción
de alimentos de origen animal.
Situaciones de desastre
La preparación de los recursos de la defensa civil frente a situaciones de desastres,
naturales o provocados, que colocan en riesgo a grandes poblaciones humanas,
constituye una preocupación creciente de los organismos nacionales e internacionales
de salud.
En este contexto, cabe un papel muy especial a los Servicios de salud pública
veterinaria encargados de proteger alimentos sometidos a riesgos extraordinarios de
contaminación. Las medidas de protección comprenden: la destrucción de cadáveres
de animales; el control de perros vagabundos y otras especies vectoras, silvestres y
ponzoñosas; la prevención y control de zoonosis; el almacenamiento, manejo y
distribución de vacunas y medicamentos; la limpieza y la desinfección de
establecimientos afectados; el control de alimentos donados; la inspección de cocinas
populares, industrias de alimentos, etc.
Pero no es menos trascendente el papel que les incumbe a los Servicios de salud
animal en lo referente a la preservación de la fauna, a la planificación productiva
y a la prevención y control de epidemias consecuentes de situaciones de sequía extrema,
incendios, inundaciones, terremotos u otros desastres naturales o provocados que
afectan las movilizaciones y concentraciones del ganado.
1093
Los desastres biológicos, por otra parte, consecuentes de la potencial introducción
de agentes exóticos, deben encontrar en esos mismos Servicios la primera barrera
organizada de contención.
De esta forma, la organización de sistemas nacionales de prevención y preparación
ante eventuales situaciones de desastre constituye otro ejemplo de la transversalidad
programática que engloba acciones de los tres sectores analizados en este documento,
vinculados a la interfase salud-agricultura.
Atención primaria de salud
La atención primaria de salud (APS) constituye una de las estrategias
fundamentales para proveer servicios básicos de salud a toda la población.
Adecuadamente instituida es uno de los principales instrumentos de equidad social,
particularmente en los países del Tercer Mundo.
En la estructuración de la APS, le cabe a los Servicios de salud pública veterinaria
un papel trascendente. De acuerdo con los principios orientativos de la Organización
Mundial de la Salud/Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la
Alimentación (OMS/FAO), las siguientes áreas de la APS son de su responsabilidad (10):
a) vigilancia, prevención y control de zoonosis;
b) contribución al aumento de la disponibilidad de alimentos sanos, combatiendo
enfermedades, hambre y malnutrición;
c) prevención de polución ambiental de fuentes animales;
d) preparación ante desastres y operaciones de rescate.
Estas cuatro áreas programáticas fueron analizadas previamente. Además de ellas,
el papel de los Servicios veterinarios en la interfase salud-agricultura de la APS puede
ser de enorme importancia por la cobertura que esos Servicios tienen en el ámbito
rural. En este sentido, no solo interesa la atención de estos Servicios sobre los animales
o los alimentos y su potencial riesgo sobre la salud humana, sino su propia presencia
continua en el campo puede tornarse en un elemento importante de apoyo para la
distribución de biológicos y fármacos, la vigilancia epidemiológica de patologías
médicas y hasta de provisión de primeros auxilios en circunstancias de emergencia.
La adecuada integración interinstitucional y multidisciplinaria de los Servicios de
salud pública veterinaria y de salud y producción animal con la estructura local de
salud puede, de esta manera, fortalecer significativamente los objetivos y resultados
de la APS.
ORGANIZACIÓN DE LOS SERVICIOS
VETERINARIOS
La organización de los Servicios veterinarios en América Latina cobró un impulso
trascendente a partir de la década de 1960 en torno al desarrollo de planes para la
prevención y el control de la fiebre aftosa. La intensa coordinación intraregional y
el consecuente trabajo conjunto de los países con la Organización Panamericana de
la Salud a través del Centro Panamericano de Fiebre Aftosa (PANAFTOSA/
HPV/OPS) lograron que, a partir del análisis del problema específico de esa
1094
enfermedad, se desarrollara una metodología para el tratamiento de las cuestiones
de salud animal cuyas consecuencias trascendieron ampliamente el marco inicial.
El poderoso instrumental metodológico desarrollado, que culminó en el «Plan
Hemisférico de Erradicación de la Fiebre Aftosa» (13) fue propuesto como modelo
para la caracterización regional de los perfiles de salud animal (biológico-productivos)
como sustento para el desarrollo ganadero en función de la reactivación económica (4).
Los Servicios veterinarios han asumido gradualmente, como categoría principal
de análisis y solución de los problemas sanitarios, la caracterización de las formas
particulares de producción ganadera y su efecto determinante sobre ecosistemas de
enfermedades transmisibles así como sobre los resultados productivos de la actividad
económica considerada (14). La aplicación de esta metodología solo es posible
mediante la descentralización operativa y el consiguiente refuerzo de las estructuras
locales (generalmente municipales) en las cuales la participación activa de la comunidad
se torna en un elemento decisorio fundamental (3).
La utilización, por una parte, de la forma de producción ganadera como categoría
principal de evaluación de la efectividad productiva en función de sus limitantes
sanitarias y, por otra, la definición de la unidad local como espacio de análisis y
propuesta de solución de los problemas existentes constituyen por sí mismas elementos
de integración de todos los sectores e instituciones vinculados a la atención de
cuestiones de salud en la jurisdicción de la unidad local.
Toda vez que la demanda de servicios proviene de un usuario único y definido
y que la discusión y solución de esa demanda contienen la participación de la propia
comunidad involucrada, la respuesta, en forma de servicios, tendrá que encontrar
los mecanismos que obvien las restricciones burocrático-institucionales que ora
duplican, ora omiten la ejecución de las acciones requeridas.
SERVICIOS D E APOYO
Existe una serie de acciones y servicios cuya jurisdicción institucional es difícil
de establecer puesto que tanto la capacidad técnico-científica como sus usuarios son
compartidos por diversos organismos y sectores.
S e r v i c i o s de l a b o r a t o r i o
Si bien algunas de las acciones laboratoriales son específicas para Servicios
sectoriales determinados, la escasez de recursos humanos, materiales y financieros
disponibles en los países de América Latina y el Caribe debe promover la mayor
integración y racionalidad posible, particularmente en lo que respecta a la fase de
investigación y desarrollo. La coordinación entre organismos internacionales
vinculados a diferentes sectores nacionales para la promoción, coordinación y apoyo
mutuo de redes de laboratorios en el ámbito interno y entre los países, constituye
un instrumento importante para la cooperación técnica horizontal. Las siguientes
actividades laboratoriales pueden ser compartidas y/o integradas entre los organismos
y sectores que se relacionan con la salud pública, la salud pública veterinaria, la salud
y producción animal, la educación y la investigación.
1095
Diagnóstico
Comprende el desarrollo metodológico e instrumental de técnicas de diagnóstico
de enfermedades transmisibles (bacterianas, virales, parasitarias, fúngicas, etc.),
particularmente en lo que se refiere a los procedimientos modernos como ser: la técnica
de ELISA, adaptable a un sinnúmero de agentes; los anticuerpos monoclonales; el
fraccionamiento polipeptídico mono y bi-dimensional; las sondas genéticas. Es común
que una o más de estas técnicas hayan sido desarrolladas en organismos nacionales
pero su uso y aplicación no suelen ser transferidos a las diversas instituciones usuarias.
En varios casos el mismo procedimiento diagnóstico para el mismo agente o agentes
similares es aplicable a problemas de salud animal, salud pública veterinaria y salud
pública. En estos casos, el propio Servicio de diagnóstico y, particularmente,
determinados equipos, podrían ser compartidos.
Consideraciones similares a las anteriores son aplicables al diagnóstico de
problemas no-infecciosos (vinculados a la patología clínica). En estos casos la única
diferencia significativa está referida a los padrones normales de las variables sanguíneas
o metabólicas.
Inmunógenos y antígenos
La propia racionalidad previamente mencionada es comúnmente aplicada por la
mayoría de los laboratorios industriales privados, productores de vacunas y «kits»
diagnósticos cuya capacidad industrial suele incluir productos de uso humano y
animal. En escasos países de la región en que estos procedimientos son compartidos
por sectores ministeriales diversos, el resultado, no obstante, ha sido generalmente
el opuesto. En lugar de impulsar su desarrollo y uso, problemas de jurisdicción política
y distribución presupuestaria suelen paralizar su capacidad potencial.
Control de calidad
La mayoría de los países de América Latina aún no disponen de sistemas modernos
y eficientes de control de calidad de biológicos y fármacos que protejan la salud y
garanticen los intereses de los consumidores, tanto para productos de uso animal como
humano. Diversos aspectos tanto metodológicos como técnicos y de servicios podrían
ser compartidos.
Tanto en este caso como en el del diagnóstico suelen ocurrir problemas de
jurisdicción (y por lo tanto de omisión o de duplicidad), aun dentro del mismo sector.
Un ejemplo de lo antedicho se observa en relación a los agentes o productos zoonóticos
cuyo servicio de apoyo laboratorial a veces está separado dentro de un mismo sector
de salud; otras veces constituye un departamente propio en los Servicios de salud
animal y, frecuentemente, dispone de servicios diferentes según que el mismo agente
provenga de una especie animal, del hombre o de un alimento.
A n i m a l e s de l a b o r a t o r i o
Son pocos los países de América Latina que disponen de la capacidad de bioterio
necesaria para cubrir la demanda de la investigación, la producción, el diagnóstico
y la investigación, tanto en las áreas médica como farmacéutica y veterinaria.
Es bien probable que una adecuada integración interinstitucional logre reunir los
recursos humanos y materiales necesarios para cubrir esta deficiencia, cuyo beneficio
también sería multisectorial.
1096
Sistemas de información y vigilancia epidemiológica
El desarrollo de los sistemas de información, a partir de la vigilancia epidemiológica
de las enfermedades vesiculares, constituye un ejemplo concreto de aprovechamiento
metodológico y operacional de un instrumento con fines de racionalización e
integración operativa de los sectores de salud y producción animal, salud pública
veterinaria y salud pública.
A mediados de la década de 1970, con la cooperación técnica de
PANAFTOSA/HPV/OPS, se fue implantando gradualmente un sistema continental
de vigilancia epidemiológica basado en el registro de las enfermedades vesiculares
en cuadrantes geográficos homogéneos (2). El uso de este sistema dio lugar a la
caracterización de las formas de producción pecuaria en el continente y a la definición
de los ecosistemas de fiebre aftosa.
Basándose en esta metodología, varios países desarrollaron sistemas de prevención
de la introducción de enfermedades exóticas. Con la cooperación del Centro
Panamericano de Zoonosis (CEPANZO) y del Instituto Interamericano de
Cooperación para la Agricultura (IICA), el sistema fue extendido para cubrir las
encefalitis equinas y las enfermedades rojas del cerdo.
Finalmente, ciertos países han iniciado la adaptación del sistema al monitoreo
de indicadores bioproductivos de la ganadería, a la comercialización y distribución
de biológicos, al control higiénico de alimentos, particularmente en mataderos y a
la vigilancia de enfermedades transmisibles en el hombre.
Como fue mencionado en diversas oportunidades previas, el refuerzo de la
organización local encontrará en este instrumento un medio para racionalizar e integrar
los Servicios de atención a las poblaciones animales y humanas.
CONCLUSIONES
En el capítulo introductorio se ha hecho referencia a la integralidad de la realidad
concreta y a la necesidad metodológica de sectorializar y sistematizar el estudio y
la solución de los diversos problemas que aquejan a las sociedades.
Entre la atención de los problemas de animales de interés agrícola y la salud de
la población humana, existe un vasto campo del conocimiento científico-técnico y
de organización de servicios, dentro del cual las interfases sectoriales y programáticas
entre la salud y la producción animal, la salud pública veterinaria y la salud pública
son numerosas (6).
La seguridad alimentaria y nutricional, por la complejidad de sus implicancias,
determinaciones y soluciones, constituye un ejemplo que trasciende inclusive el marco
de la salud y la agricultura. Limitándonos sin embargo a este contexto, es posible
considerar algunas acciones que permitan beneficiar de las evidentes interrelaciones
antes señaladas.
En este sentido se considera de máxima prioridad el establecimiento de programas
multidisciplinarios e interinstitucionales que integren los esfuerzos del fomento a la
producción, de la promoción de la salud animal, de la protección e higiene de los
alimentos y del acceso de la población a los nutrientes requeridos para asegurar su
adecuado estado de salud.
1097
En los tres sectores analizados, existen la capacidad técnica y el desarrollo
metodológico suficientes como para multiplicar los resultados obtenibles en cada uno
de ellos por separado. Como ejemplo concreto, la integración programática de los
sistemas de vigilancia, operando en cada uno de dichos sectores en la mayoría de
los países de América Latina, permitiría optimizar el diseño, funcionamiento y
utilización del caudal de información disponible.
La distribución institucional de las acciones correspondientes a las interfases
producción animal-nutrición-salud no contiene mayor relevancia en sí misma. Lo que
importa, en última instancia, es evitar la duplicación de metas y actividades y, lo
que es peor y más frecuente, la omisión de su ejecución o la ineficiencia de sus
resultados, particularmente en momentos en que la crisis por la que atraviesan los
países de América Latina obliga a un esfuerzo máximo de racionalización y efectividad
de los Servicios públicos.
Como efecto de esta misma crisis, en la mayoría de los países de la región se registra
un agravamiento de los problemas sociales y de salud. En este contexto, el
fortalecimiento del «puente agricultura-salud» constituye una medida de ajuste
necesaria e impostergable.
La tradicional inercia sectorialista de tipo institucional y programática, responsable
en mayor grado de la separación que bloquea dicho puente, debe ser contrarrestada
por una vigorosa participación social en el ámbito municipal, que logre la integración
de los sectores de salud y agricultura, así como los de educación, protección ambiental,
vivienda, etc., en función de las demandas económicas y sociales reales de sus
poblaciones.
Las tendencias hoy en vigencia, tanto en el sector de la salud como en el de la
agricultura, de fortalecer las estructuras y acciones en el nivel local, crean un medio
social, económico, administrativo y político altamente favorable para llevar a la
práctica la interrelación agricultura-salud, a partir de la participación plena de la
comunidad en esos ámbitos.
La descentralización administrativo-económica como mecanismo predominante
en América Latina para racionalizar los aparatos de Estado, otorga un marco
macroinstitucional conveniente para ese fin. Lo que se debe evitar, con el máximo
de esfuerzo posible, es que la tendencia a la municipalización reproduzca, en los niveles
locales, la misma concepción segmentada de los niveles centrales.
El impacto del necesario enfoque integrador ejercido en el nivel local habrá de
hacerse notar también en las acciones de cooperación internacional, particularmente
en el pleno aprovechamiento de la cooperación técnica entre países, donde la labor
asesora no quedará restringida a la institución o programa patrocinante, así como
en la formación de recursos humanos multidisciplinarios en función de la atención
integral de las necesidades de la comunidad.
Los niveles centrales, por su parte, deberán realizar esfuerzos normativos de
integración sectorial e institucional por medio del desarrollo de programas que tengan
como base los resultados esperados (metas-objetivo) y no la mera justificación del
presupuesto sectorial. En este sentido es que se propone la elaboración de programas
integrados de seguridad alimentaria. Similarmente, el control de enfermedades
transmisibles en los animales (de impacto productivo, zoonótico o comercial), la
prevención de desastres, la atención primaria de salud y la protección ambiental,
1098
deberían responder a normativas programáticas que permitieran u n a
i n t e g r a d a e n l o s niveles l o c a l e s .
ejecución
L a u b i c a c i ó n f o r m a l d e e s t o s p r o g r a m a s en u n o u o t r o s e c t o r , e n u n a u otra
i n s t i t u c i ó n sería, b a j o esta c o n c e p c i ó n , u n p r o b l e m a s e c u n d a r i o d e s o l u c i ó n
r e l a t i v a m e n t e s i m p l e . L o m á s i m p o r t a n t e sería recuperar p a r a la realidad c o n c r e t a ,
la certeza d e q u e el h o m b r e , en su i n t e l i g e n c i a , es c a p a z de interpretar y resolver sus
d e m a n d a s i n d e p e n d i e n t e m e n t e d e la sistemática parcelada de su d e s e m p e ñ o c o t i d i a n o .
*
* *
RELATIONSHIPS BETWEEN A N I M A L P R O D U C T I O N , A N I M A L H E A L T H A N D
VETERINARY P U B L I C H E A L T H I N LATIN A M E R I C A A N D T H E C A R I B B E A N . R. Casas Olascoaga, F.J. Rosenberg and V . M . Astudillo.
Summary:
The authors analyse the relationships
which exist, in terms of
programmes, sectors and institutions, between animal health, animal production
and veterinary public health on the one hand, and between each of these three
sectors and public health in general on the other. The most important
common
factor is food safety. Undernutrition, which affects some 60 million
inhabitants
of Latin America and the Caribbean, is still the most important public health
problem in this part of the world. While it is known that the major cause of
undernutrition is the low gross domestic product and uneven distribution
of
wealth, increased animal production and productivity
would provide the key
to an improvement in the situation. The concept of animal health, in its broadest
sense, implies optimum animal production
in a given region and during a
specified period of time. Veterinary public health has functions and objectives
which are crucial for food safety: protection and hygiene of foods, and control
of the use in animal production of substances toxic to human beings (such as
heavy metals, hormones and insecticides).
Within the area of
transmissible
diseases, the authors discuss control measures for zoonoses. Besides the specific
subject of interdisciplinary relationships in regard to zoonoses, the authors stress
the importance of joint work conducted in the research, development
and
implementation of laboratory diagnostic activities and the production and quality
control of antigens and vaccines. The production
of laboratory animals is
another sphere of common activity and research, and it cannot be said that
such work is specific to any one of the three disciplines. Moreover, the fields
of health, animal health and veterinary public health share the same methods
and strategies, and reciprocal benefits could be more significant than the
objectives of individual programmes. Reference is made to the organisation of
state services and their adaptation to administrative decentralisation,
particularly
at the local level.
KEYWORDS: Animal health - Animal production - Veterinary public health.
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RELATIONS E N T R E P R O D U C T I O N A N I M A L E , S A N T É A N I M A L E E T S A N T É
PUBLIQUE VÉTÉRINAIRE EN A M É R I Q U E L A T I N E ET A U X C A R A Ï B E S . - R. Casas
Olascoaga, F.J. Rosenberg et V . M . Astudillo.
Résumé: Les auteurs analysent les relations, qui existent au niveau des
programmes,
des secteurs et des institutions, entre, d'une part, santé animale,
production animale et santé publique vétérinaire et, d'autre part, ces trois secteurs
et la santé publique en général. Le principal domaine d'interdépendance est celui
qui a trait à la sécurité alimentaire. La sous-alimentation,
qui concerne près
de 60 millions de personnes en Amérique Latine et aux Caraïbes, reste le
problème le plus important pour la santé humaine dans cette partie du globe.
S'il est certain que la cause déterminante de la sous-alimentation
réside dans
le taux très faible du produit intérieur brut (PIB) et dans la répartition
inégale
des richesses, il n'est pas moins vrai qu'une augmentation
des productions
animales constitue un élément indispensable pour modifier cette situation. Le
concept de santé animale, pris dans un sens large, implique une rentabilité
optimale de la production animale dans une région et en une période
données.
De son côté, le domaine de la santé publique vétérinaire comprend des actions
et des objectifs extrêmement
importants
du point de vue de la sécurité
alimentaire : la protection et l'hygiène des aliments, et le contrôle de l'utilisation
en production animale, d'agents nocifs pour la santé humaine (tels que métaux
lourds,
hormones,
insecticides,
etc.). Dans le domaine
des
maladies
transmissibles, les auteurs abordent la question de la lutte contre les zoonoses.
Les auteurs mettent également l'accent sur les travaux communs aux domaines
ci-dessus, qui intéressent la recherche, le diagnostic, la production et le contrôle
des antigènes et des vaccins. La production d'animaux de laboratoire
constitue
une autre sphère commune d'activités et de recherche, dont il est difficile de
dire qu'elle est spécifique de l'une des trois disciplines considérées. De surcroît,
les domaines de la santé, de la santé animale et de la santé publique
vétérinaire
partagent méthodes et stratégies ; les avantages réciproques qu'ils en retirent
sont peut-être plus importants que les objectifs des programmes qui leur sont
propres. Les auteurs incluent dans leur analyse l'organisation
des Services
officiels et leur meilleure adaptation
aux processus
de
décentralisation
administrative,
particulièrement
au niveau local.
MOTS-CLÉS : Production animale - Santé animale - Santé publique vétérinaire.
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Centr.
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