Descargar el archivo PDF

Anuncio
Órbita Científica. No.90 Vol.22 Mayo-Junio de 2016. ISSN: 1027-4472
El protagonismo de los invisibles en la novelística de
Marta Rojas: Santa Lujuria o Papeles de Blanco
The role of the invisible in the novels of Marta Rojas: Holy Lust
or White Papers
Autora: Dr. C Isabel León Martínez. Profesora Titular. Facultad de Humanidades.
Universidad de Ciencias Pedagógicas Enrique José Varona. La Habana. Cuba.
Correo electrónico: [email protected]
Recibido: enero 2016
Aprobado: mayo 2016
Resumen
El artículo analiza la pertenencia de la novela de Marta Rojas “Santa Lujuria o papeles de blanco” a la
novela histórica actual en Cuba; para ello se apoya en algunos de los nuevos paradigmas de esa tendencia
y de sofisticados mecanismos narratológicos empleados por su autora; resalta además, su valor en la
defensa de la identidad y la autoctonía desde los personajes subalternos de la historia, especialmente las
mujeres.
Puede apreciarse a través del análisis que las diversas historias de los personajes se entrecruzan y forman
un entramado que metaforiza el complejo proceso de formación de la nacionalidad cubana.
Palabras claves: Polifonía, perspectiva intrahistórica, personajes subalternos, identidad problematizadora.
Abstract
The article analyzes the belonging of the novel of red pine marten “Santa Lujuria or papers of white” to the
historical current novel in Cuba; for it bases one's opinion on one of the new paradigms of that tendency and
of sophisticated employees narratologics mechanisms for your author; bounces moreover, your value in the
defense of the identity and the autochthony from the subordinate characters of the history, specially the
women.
It can be appreciated through the analysis that the diverse histories of the characters intercross and form a
wood en frame work that expresses in metaphor the complex process of formation of the Cuban nationality.
Key words: Polyphony, perspective intrahistory, subordinate characters, problematized, identity.
Introducción
Marta Rojas (Santiago de Cuba, 1931), muy conocida como periodista por sus reportajes sobre el asalto al
Cuartel Moncada dirigido por Fidel Castro, es también una de las mejores narradoras cubanas desde la
segunda mitad del XX.
Una de sus obras narrativas paradigmáticas es Santa Lujuria que ubica su trama en las décadas finales del
siglo XVIII y las primeras del XIX, y recrea la impronta de la Revolución Francesa en el Oriente cubano; esto
la incluye en la vertiente histórica actual de la novelística cubana. De Santa Lujuria ha escrito la
investigadora norteamericana Miriam Da Costa Willis "es un texto subversivo e iconoclasta que sirve de
1
contradiscurso a la historia oficial escrita por los fundadores del linaje criollo" .
1
Da Costa Willis, M. “Santa Lujuria, novela de Marta Rojas, y la transformación de la historia cubana en
una ficción mística”. En ECURED.
- 150 -
Órbita Científica. No.90 Vol.22 Mayo-Junio de 2016. ISSN: 1027-4472
La novela descubre para los lectores de hoy la sociedad colonial cubana, revela la discriminación, los
privilegios de los ricos y la nobleza, el erotismo y el sexo disimulado con la hipocresía y la corrupción, pero
también las ilusiones, anhelos y frustraciones de los hombres y mujeres de ese tiempo fundacional. En
Santa Lujuria, verdad, ficción y verosimilitud se mezclan con acierto para, desde el imaginario, convertirla en
una muestra del género.
Es debido a la significación de esta obra en el conjunto de su narrativa, que nos proponemos explicar su
inclusión en la novela histórica actual a través del análisis de algunos paradigmas que la rigen; se hará
énfasis en el tratamiento que da a los personajes subalternos, mediante un complejo sistema conceptual y
sofisticados mecanismos narratológicos como la polifonía
Desarrollo
Santa Lujuria o Papeles de Blanco, externamente está estructurada en 20 capítulos divididos en cuatro
partes: la primera, contiene 5; la segunda, 4; la tercera, 5 y la última, 6 capítulos. Al interior de su estructura
2
3
narrativa aparecen analepsis y prolepsis que aclaran el origen de algunos personajes, así como los
conflictos y sentimientos que los mueven. Las diversas historias de los personajes se entrecruzan y forman
un entramado que metaforiza el complejo proceso de formación de la nacionalidad cubana.
La polifonía en el discurso ficcional
Estamos ante una novela polifónica, pues se establecen relaciones dialógicas entre sus elementos
estructurales, complejos nexos entre diferentes conciencias, perspectivas y posiciones ideológicas que se
expresan en variadas líneas de desarrollo, integradas en diversas acciones, puntos de vista y ritmos vitales
de sus personajes.
Desde su inicio in media res, la polifonía se combina con otros paradigmas de esta tendencia narrativa, por
ejemplo, el discurso histórico aparece enriquecido y subordinado al ficcional. Echado en un catre de lona
que tenía en su despacho, situación muy informal, el ilustre Marqués leía un documento histórico (arancel
Gracias al sacar) que le permitiría cumplir un deseo personal alejado de la oficialidad como abogado de
Audiencias Reales de Santo Domingo y México: comprar los papeles de blanco y el apelativo de Don a su
hijo “bastardo”, Francisco Filomeno, para que estudiara, ejerciera una profesión digna y más tarde obtuviera
el marquesado.
La reflexión del personaje acerca de las normas legales (sociales y económicas) para valorar el
cumplimiento de su objetivo legitima su irreverencia: por la dispensación de la calidad de cuarterón de su
hijo, debería pagar 1000 reales de vellón, esto resultaba más barato que poner cadenas en las puertas de
las casas particulares, lo que costaría 10 000, y que el privilegio de hidalguía, por el que debía pagarse 107
000. Esa, aparente, sencilla reflexión ofrece una visión cuestionadora y burlesca de la lógica y el poder del
rey que se sintetiza en la expresión “¡Al diablo!
En el propio capítulo se alude a otra disposición real: el derecho de bragueta establecido por Isabel la
Católica, esta vez usada para amenazar a la esclava Caridad en su deseo de lactar de sus pechos y luego
poseerla en el cuarto de su difunta esposa Merceditas. Una situación trágica para la dignidad de la mujer en
su ínfima condición de esclava, pero matizada por la caricatura, el sarcasmo y la intensa lujuria, aspectos
inherentes a la personalidad del marqués y que guían su actuación a lo largo de la novela hasta su muerte
ocurrida en circunstancias similares.
2
Recurso narrativo que interrumpe las líneas temporales y cronológicas. La narración retrocede para
informar lo que ocurrió tiempo atrás.
3
Otro recurso narrativo para el tratamiento novedoso del tiempo. Adelanta algún suceso que va a
ocurrir en otro momento del desarrollo de la historia.
- 151 -
Órbita Científica. No.90 Vol.22 Mayo-Junio de 2016. ISSN: 1027-4472
En el segundo capítulo, se evidencia la polifonía en el tratamiento del tiempo, pues se desdoblan las
acciones en subintrigas. Comienza con una retrospectiva al nacimiento de Francisco Filomeno, analepsis
que adentra al lector en el conocimiento de rencores, identidades truncas, tradiciones étnicas y falsa moral.
Es un capítulo de un tempo acelerado por las acciones que narra y el largo período que abarca, transcurren
varios años en que Lucila Méndes no sabe nada de su hijo, piensa que murió aunque no se le presentaba
como difunto en los tambores. Deseó por tanto cambiar de vida y en 1783, con la ayuda de Don Antonio,
llegó a Santiago de Cuba para establecerse por algunos años. Mantuvo un romance con el pardo libre
Miguel Villavicencio y se marchó a Las Floridas para ser aya de su propio hijo a petición del marqués. Al
final del capítulo se produce una prolepsis:
“Desde entonces a ahora, cuando el marqués habría de emprender un viaje definitorio a Las Floridas en el
bergantín Saeta, habían transcurrido más de seis años de la partida de la isla de Lucila Méndes –también
4
rumbo a Las Floridas–, en el papel de Isabel de Flandes, aya de Filomeno”
El interés del marqués, se torna obsesión en el joven Filomeno quien se empeña en blanquear no solo sus
papeles, sino su piel y su alma; lo que ejemplifica otro de los paradigmas de esta tendencia novelística: el
importante papel de la identidad presentada desde una perspectiva plural, renovadora y sobre todo
problematizadora; esto se combina con la presencia de tradiciones y costumbres de la sociedad cubana en
esa época. Veamos algunos ejemplos:
Aborboleta, la abuela materna de Filomeno, le hace el resguardo de zurrón y lo identifica con una mariposa
al dorso de su mano a pesar de la vigilancia del amanuense, el presbítero y el propio marqués que entró al
cuarto y “cargó con la criatura para la casa cuna del Patriarca San José”, costumbre de la época que
posibilitaba el cambio de raza en los hijos de blancos con negras o pardas. Ya siendo un joven considera
esta mariposa como una vergüenza y prefiere quemarse la mano para borrarla.
La autora emplea recursos intertextuales y metalingüísticos para crear el ambiente de ficción histórica,
presentándolos como un relato testimonial mediante un “libro” redactado por Francisco Filomeno a los
dieciocho años, “Relación Sobre la Cena por el Día de Reyes y el Concierto en casa de Doña Isabel de
Flandes, y Otros Hechos de Interés, Ocurridos Durante la más Larga Estancia de mi padre don Antonio
Ponce de León y Morato, marqués de Aguas Claras, en sus Posesiones de San Agustín de Las Floridas,
que Yo Vi o Me Contaron”, el título y los comentarios sobre el estilo ampuloso concuerdan con la
personalidad del joven.
También se evidencia la transtemporalidad al decir que es consultado por clientes de Internet. Este texto es
confrontado durante toda la novela con el discurso del narrador y de otros personajes, y de la diferencia de
criterios se infiere el rechazo de Filomeno a su origen. Los siguientes ejemplos explican esta afirmación:
•
Filomeno se pregunta si a la sangre impura que corre por sus venas debe su suspicacia y el no ser
tan apuesto como su padre, ni tan robusto y alto como José el esclavo de su aya que no es otro que
su tío.
•
Aunque dice no avergonzarse de Lucila, considera más conveniente que sea aya y no madre. No
sabe si se le abrirán los salones imperiales de la corte sin limpieza de sangre.
•
En su armario no faltan las unturas para blanquear su piel; ha verificado su efecto hasta puesto de
cúbito supino. Lamenta no haberlas usado desde su nacimiento para ser igual de blanco que el
marqués.
•
La religión de José, quien le proporciona las hierbas para las unturas, no puede ser la de él pues la
considera inferior.
•
En el capítulo IX, refiere que su medio hermana Paloma estaba registrada como hija de madre y
padre blancos y sin embargo, él todavía no poseía los papeles que lo autentificarían como tal por
las desavenencias entre su padre y el capitán Albor.
•
Al transcribir los rezos extraños del Salve María en la ceremonia del Día de Reyes en San Agustín,
se evidencia por una parte la transculturación presente en la identidad cubana, y por otra, el
rechazo de Filomeno hacia su origen al considerar ese lenguaje de tan mal gusto.
4
Rojas, M. Santa Lujuria. Letras Cubanas. pp. 31.
- 152 -
Órbita Científica. No.90 Vol.22 Mayo-Junio de 2016. ISSN: 1027-4472
“Makio María (Salve María), Okún fun are (llena eres de gracia), Olugba enbe pelure(el Señor es contigo),
Alabakún nifún igbo (bendita eres), Ni un agbón obiri (entre todas las mujeres) …
Sin embargo, este mismo Filomeno no solo sabía interpretar las alegorías de la religión de sus ancestros
que en definitiva era la suya sino que cuando lo creía necesario la practicaba. Su tío José contó a Lucila que
en el juicio por actividades contra el dominio español, Filomeno, como asesor del Capitán General, no podía
ni mantenerse en pie viendo que le había quitado su resguardo de zurrón, parecía que se le iba la vida, y
años más tarde hizo un viaje a San Agustín solo para, con la ayuda de los suyos, despojarse de malas
influencias y heredar el marquesado con el favor de la reina.
Marta Rojas rescata a este personaje, sucintamente recogido por la historiografía, con una perspectiva
popular e intrahistórica, una mirada desacralizada a partir no solo de la investigación histórica, sino del
conocimiento de la praxis vital de los hombres de su condición, y de su experiencia de vida; la autora recrea
una historia olvidada y nos la muestra con los ojos y desde la perspectiva del Otro, por eso su novela
cumple un papel informativo ante el silencio de la historiografía y la prensa; produce un conocimiento
histórico sobre una arista de la historia cubana a partir de fórmulas narrativas que dan credibilidad a su obra.
La polifonía en el tratamiento de los invisibles
La concepción de personajes en Santa Lujuria hace que la perspectiva del conflicto parta de personajes
subalternos convertidos en antihéroes o por lo menos en seres fragmentarios, en conflicto con su realidad,
son personajes periféricos, dan cuenta de los hechos en los que son protagonistas ofreciendo una visión
democratizadora y popular con un marcado carácter reflexivo a partir de las encrucijadas en que están
inmersos, a saber, los avatares políticos de Albor, Salvador, Filomeno y Buen Ángel Cortés de Navia. Todo
ello mezclado con peripecias que rozan lo cómico en algunas aventuras eróticas y una perspectiva
contemporánea, sin perder la historicidad.
María Elena Bermúdez señala que Marta Rojas “presenta la realidad desde otra perspectiva y nos lleva a la
5
historia no por la puerta principal —como puntualiza la historia oficial— sino por la puerta de atrás” , para
ello selecciona personajes singulares, que no ocupan lugares visibles en la historia.
El primer ejemplo lo hemos analizado con la actitud de Francisco Filomeno, sin embargo, se hace más
evidente en el tratamiento dado a las mujeres, personajes doblemente marginados.
Tal es el caso de Lucila Méndes devenida Isabel de Flandes por deseo expreso del marqués de Aguas
Claras. En la familia, es quien lleva el peso en la solución de los conflictos, sus acciones la convierten en un
personaje imprescindible de la trama. Desde la intimidad de su casa influye en el destino de los hombres
que la rodean y de su hija Paloma. Acopia posibilidades históricas y lógicas concretadas en la sincronía del
vestir, el hablar, las creencias y sus intereses.
Su descripción física a pesar de reflejar cuidado, belleza y armonía no es lo que le da importancia; aunque
tradicionalmente la literatura aborda las relaciones entre los amos blancos y las negras o mestizas, desde el
deseo carnal, en esta novela Marta Rojas va más allá.
Los diversos mecanismos que facilitan su caracterización y la comprensión de su conducta servirán para
explicar este aspecto, pues en la novela la voz del narrador no es hegemónica. Su diseño nos llega de
manera polifónica, el narrador muestra a Lucila Méndes, armoniosa de conjunto, con una exacta
correspondencia entre lo externo y lo interno de su ser, pero con un envés: establecía distancia incluso con
los de su misma condición, lo que desconcertaba a sus íntimos; también caracterizaba su lenguaje como
enigmático y sentencioso.
Su madre, Aborboleta, le atribuía justeza, generosidad, buen juicio y ordenada inteligencia al comentar:
“…sabía mejor que nadie lo que se debía hacer para conocer el camino de la verdad…lo más conveniente”.
Esta sentencia se corrobora a lo largo de la novela.
5
Bermúdez, María Elena. Tesis de doctorado Marta Rojas y la literatura femenina de combate:
discurso antiesclavista, mestizo y poscolonial en la (re)construcción de la historia y la cubanidad.
Georgia State University, 2007.
- 153 -
Órbita Científica. No.90 Vol.22 Mayo-Junio de 2016. ISSN: 1027-4472
Otro recurso empleado para caracterizar es el pensamiento de la propia Lucila, quien comunica que su
aposento en la tierra estaba iluminado. Su voz, a través de los diálogos, trasmite la frustración de su
maternidad, la tristeza por no saber del hijo, su filosofía identitaria y su conducta posterior; el siguiente
ejemplo es ilustrativo:
–Cumplirá diez años, yo tendré pronto veintiséis; me da vuelta su presencia. Si estuviera muerto tendría
que salir en algún rezo, pero no lo hace. ¿Usted tampoco lo ha visto, madre? ¿Mi hijito no se le ha
aparecido?
Tuvo la certeza de que no viviría mucho tiempo en Santiago de Cuba, ciudad en la que había nacido por
accidente: Que así nacemos todos los hijos de esclavas, en un lugar o en cualquier otro
El mismo marqués, durante la travesía en El Saeta, en la analepsis que rememora sus encuentros en el
convento, la calificaría de tolerante y delicada, pero añadirá:
“Adivine Dios si ella también se deleitaba con esa práctica”, y en el capítulo VII sonrió pensando que “mulata
más suspicaz e indescifrable no he conocido otra en mi vida”, por lo que inferimos que Isabel de Flandes es
enigmática, algo misteriosa.
La preocupación del marqués por la virilidad de su hijo Filomeno no era compartida por Isabel de Flandes,
sin embargo ella quería que ese momento llegara para el joven el día de la fiesta de los negros por
considerar que si Filomeno se iniciaba sexualmente el día de los suyos sería mejor, ella no encontraba
ningún parecido en su hijo con los de su raza; y reflexionaba acerca de que quizá el llamado de la otra
sangre obrara el milagro de modificar en un aspecto siquiera su proceder en la vida. A solas con su muerto
expresaba su preocupación por el desarraigo de Filomeno y afirmaba:
“Lo que hago por él es cuchillo para nuestra garganta, ¡si lo sabré yo!”
Otro aspecto que concreta la dimensión de este personaje femenino se revela en el párrafo inicial del
capítulo VIII a través del narrador.
Ahora, como nunca antes, Lucila Méndes sería la reina de las cofradías amalgamadas en la casona de la
calle San Carlos,… Su universo podía suponerse un cabildo sui generis de congos reales, aunque no sería
el único semejante en América hispánica, integrado por gente de color, con blancos como invitados al baile.
Presidiría el concierto que siguió a la cena criolla,… una blanca autentificada por cédula, cuño y sellos
6
reales .
En el propio capítulo, pero desde otra voz, en la Relación… de Filomeno se lee:
De nuevo ocupó el primer plano la reina Lucila, mi aya…
7
“… Griego entró en el salón de mi aya, y le dijo algo en secreto; ella asintió con un gesto, pues siempre los
dos se entendían, y con la anuencia de mi aya Griego se llevó al marqués hacia afuera,…”
La habilidad para maniobrar en favor de sus intereses para proteger a los suyos, conocido el carácter de su
hijo y sin traicionar su identidad, –a pesar de haber comprado también los papeles de blanca–, la influencia
que ejercía sobre otros, incluso sobre el marqués, el lugar que ocupaba en su pequeño reino, todo ello nos
habla de su dimensión espiritual.
Aspecto interesante en la concepción de Lucila Méndes, se manifiesta en el amor por el capitán Albor, dado
a través del juego con el tiempo, estructurado en analepsis y prolepsis. Por ejemplo,
“La unión había comenzado hacía poco más de seis años, durante el viaje de los tres a San Agustín de La
Florida…
A partir de ahí se cuenta la manera tierna y juguetona en que surge ese sentimiento como un
encantamiento mutuo nos dice el narrador. Una relación que sería duradera, pero que no restablecería el
equilibrio perdido. Empezó como un juego en el que renacerían las ilusiones de Lucila y despertaría
delicadezas y responsabilidades en Albor. Desde dos perspectivas, por el narrador y por la Relación… de
Filomeno, conocen los lectores de los pormenores de la situación.
6
7
Rojas, M. Santa Lujuria. Letras Cubanas. pp. 100
Ibídem. pp.102
- 154 -
Órbita Científica. No.90 Vol.22 Mayo-Junio de 2016. ISSN: 1027-4472
La relación con Albor trajo felicidad y estabilidad a Lucila, una de ellas su hija Paloma quien no le fue
arrebatada como su primogénito, la otra fue la recuperación de su nombre, pero con otra raza, por lo que su
identidad se torna problematizada. Sin embargo, el nuevo interés de Albor al asumir las ideas del Directorio
y contagiarse con los arrestos de los caballeros racionales de la Logia Lautaro, traerían la ruptura. Esta
situación tal vez inesperada para Lucila muestra a una mujer romántica y decepcionada, pero sin la
teatralidad de algunas heroínas. En el encuentro amoroso que marca el final de la larga unión se lee:
“… Él la poseía con un sentimiento tan trágico como pudiera tenerlo el soldado que presiente un patético
adiós. Lucila, por su parte, estaba dispuesta a prolongar indefinidamente aquel acto, por solo el gusto de
hacer el amor con él.”
Y más tarde ante la desesperación de Albor por haber recibido malas noticias de Cataluña, Lucila baja y
pregunta:
– ¿Qué nombre le pondremos a mi linda perrita?
Que Lucila es inteligente y comprende muy bien su época, lo muestra su actitud ante la despedida de Albor
que quería participar en los cambios del nuevo siglo pensando que el centro era Europa y ella le responde:
– Entonces, si eso es lo que quieres quédate de este lado del mundo, donde todo está por hacer.
El quedarse de este lado supone un compromiso no solo válido para el siglo XVIII en que se desarrolla la
novela, esto hace pensar al lector moderno acerca de la actitud asumida ante su sociedad, sobre todo
porque una de las características de la actual novela histórica es la actualización del conflicto, lo que se
propicia una reflexión crítica en lo colectivo y en lo individual.
La polifonía en la manera de caracterizar el temperamento de Lucila asume otra variante y es la voz del
narrador en la mente de su hija: “Paloma podía comprender lo que significó para Lucila el desprendimiento
de Albor; sin embargo, confió siempre en el temple de ella y no se engañaría.” No se equivocaba, Lucila
pensó mucho en él, lo esperó siempre y al final lo perdonó.
En la nueva y efímera relación con el joven teniente Arcángel del Puerto, ella llevó la voz cantante, fue
siempre la maestra, doña Isabel, la reina, la dueña, que le cambió la vida.
Al inicio el narrador señalaba un envés en el carácter de Lucila, la distancia que establecía con todos, pero
esto no fue nunca aplicable a su hijo. Al final, después de todo lo acontecido en su vida y cuando solo
esperaba una carta, Filomeno la visitó, no pudo contenerse y la emoción afloró. Incluso en los capítulos
finales aparecen reacciones nuevas en este personaje.
Otro elemento distintivo del tratamiento dado a este personaje lo encontramos en su muerte; en este
momento se produce un salto en el tiempo, este hecho se presenta en forma de analepsis y es referido por
dos de sus hombres amados Arcángel y Albor.
Con otros personajes pudiera explicarse también la subalternidad: Caridad, Cortés de Navia, Albor con su
afán de actos heroicos, sin embargo, es Lucila la que enrumba los destinos del resto de los personajes, de
ahí su importancia.
Los personajes protagónicos son excepcionales en cuanto a personalidad y comportamiento, son héroes de
las historias cotidianas.
Conclusiones
La autora se centra en personajes históricamente preteridos y los muestra en su accionar y rebeldía. Los
presenta no tanto como víctimas, sino como participantes activos en los procesos políticos, económicos y
sociales que daría identidad al continente.
Otros elementos sustentan la pertenencia de esta novela a la tendencia histórica actual, la
interdiscursividad, mezclada con anacronismos deliberados o la hibridez genérica, pero el tratamiento
polifónico y transtemporal dado a los personajes subalternos y especialmente a la mujer, la coloca junto a
los actuales debates de género y al mestizaje como esencia de la nacionalidad cubana. Esto la acerca a
uno de los paradigmas más importantes de la novela histórica actual: la necesidad de un lector participativo,
pero añadiría, no solo en la comprensión de la historia que narra, sino en su accionar como ciudadano.
- 155 -
Órbita Científica. No.90 Vol.22 Mayo-Junio de 2016. ISSN: 1027-4472
Bibliografía
Belic, O. Introducción a la teoría literaria. Arte y literatura. La Habana. Cuba; 1983
Bermúdez, María Elena. Tesis de doctorado Marta Rojas y la literatura femenina de combate: discurso
antiesclavista, mestizo y poscolonial en la (re)construcción de la historia y la cubanidad. Georgia State
University, 2007.
Rojas, M. Santa Lujuria. Letras Cubanas. la Habana. 1998
Tornés, E. Conferencias del curso de posgrado Poéticas y proyecciones de la novela histórica en Cuba:
1991-2014
_______ Conferencias del curso de posgrado Narratología Aplicada. 2010
- 156 -
Descargar