Boletín Nº 6 - Audiovisuales del Perú

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Boletín 6
Escuela de acompañamiento - EDA
Audiovisuales del Perú - Adep
KUSKALLA
MIRAR MÁS ALLÁ....
Acompañamiento en centros
de estudio
2013
CONTENIDO
1. Presentación
Mirar más allá
2. Testimonios y experiencias
Rebeca Roncal Berrocal
Rosario Chiroque
3. Tema desarrollado
Mirar más allá, por Martina Urquiaga
4. Recurso Metodológico
Baile con lapiceros
5. Página Ecológica
Viaje a Matucana, catarata de Atankallo
Presentación
“MIRAR MÁS ALLÁ” ACOMPAÑAMIENTO
EN CENTROS DE ESTUDIO
R
etomamos la publicación
de nuestro Boletín de
Acompañamiento, que tuvo
una acogida favorable el año
pasado, en los cinco números
que pusimos a su disposición.
Las “verdaderas necesidades”
de los y las estudiantes no se
reconocen por el currículo de
estudios, ni por una excelente
metodología
pedagógica
sino por saber acompañar a
personas únicas y diferentes,
El
“acompañamiento
en en cada momento de su vida
centros de estudio” es una en el centro de estudios.
tarea sumamente importante,
ya que los y las jóvenes pasan Las experiencias compartidas en
muchas horas de su día en los este boletín, vívidas y asumidas,
espacios del aula. Como dice necesitan ser leídas con atención
una profesora en su testimonio: y detenimiento para poder sacar
“Es
importante
transmitir conclusiones aplicables al propio
información, pero mucho más acompañamiento que cada
trascendente, poder estar prestos uno/a viene haciendo. Resalta
a observar con detenimiento la a primera vista la atención que
verdadera necesidad que tienen.” prestan las profesoras a las
expresiones emocionales de sus
alumnas/alumnos. No dejan
pasar el momento oportuno de
acercarse a situaciones complejas
y complicadas, dando confianza
y empatía a quien lo necesita.
Un
paciente
seguimiento
es otro elemento clave en el
acompañamiento en el centro
de estudios. Y, definitivamente,
las
profesoras-acompañantes
están dispuestas a ir más allá
de sus tareas obligadas, de
arriesgar sus conocimientos
y posibilidades y disponer de
tiempo fuera de horas de clase.
Con este boletín, también,
iniciamos una nueva sección que
consideramos de importancia:
ecología. En los tiempos
actuales, es necesario desarrollar
el sentido ecológico de nuestras
vidas y del acompañamiento,
si es que queremos participar
en la construcción de un país
con dignidad y democracia.
Escucharemos
voces
de
jóvenes
participantes
en
nuestros
programas
formativos,
acompañadas
por unas líneas iluminadoras.
Que disfruten la lectura y
Acompañamiento en centros sigan acompañándonos con
de estudio requiere lo que su mirada y propuesta crítica.
dice el título, propuesto por
una de las autoras del boletín:
mirar más allá… más allá de
los aprendizajes intelectuales..
más allá de lo visible en cada
persona… más allá de lo que se
estudió para ser profesor/a…
Siguiendo a este “más allá” se
puede encontrar gratificaciones
no esperadas: personas más
libres y autónomas, crecimiento
individual
y
comunitario,
y quién sabe qué más.
Testimonios y experiencias
ACOMPAÑAMIENTO EN EL DÍA A DÍA
Rebeca Jessica
Roncal Berrocal
Lic. Educación Primaria y
Religión
IEP. “Carmelitas de los Olivos”
E
stamos los docentes
llamados a mejorar el
desempeño y asegurar el
aprendizaje de los niños
y niñas. En el día a día
compartimos con ellos varias horas académicas, las
cuales nos facilitan tener
un gran contacto con cada
uno de ellos.
Es importante transmitir
información, pero mucho
más trascendente, poder
estar prestos a observar
con
detenimiento
la
verdadera
necesidad
que tienen. Tengo gratas
experiencias con el grupo
que hasta hoy acompaño,
basta ver una sonrisa
cómplice que te da un niño
como agradecimiento.
Siempre al iniciar las clases comienzo con una
oración, agradeciendo por
cada uno de ellos y ellas.
Cierta ocasión un niño me
dijo:
“¿CÓMO LE PUEDO AGRADECER A DIOS, SI MIS
PADRES SE PELEAN EN TODO MOMENTO, ELLOS
GRITAN Y NO ME ESCUCHAN?”
Todos los niños se quedaron asombrados mirándolo. Le
dije;
“HOY NO SOLO AGRADECEREMOS, TAMBIÉN PEDIREMOS ¿HAS PEDIDO PARA QUE ESTA SITUACIÓN CAMBIE?- PEDIREMOS HOY POR TI Y POR TU
FAMILIA. CUANDO TÚ TE DECIDAS HACERLO TE
ASEGURO QUE TE ESCUCHARÁ DIOS, Y LAS COSAS CAMBIARÁN”.
No pasaron muchas horas, se dio el recorrido de las estaciones por Semana Santa que se realiza en el colegio.
Cuando se pidió que en forma voluntaria salga algún
niño a hacer una petición en medio del patio central, él
salió de su fila, se puso delante de todos, cogió el micrófono e hizo su petición ante todos. La mamá que estaba
entre los asistentes se quedó muy sorprendida. Desde
aquel instante en que él se atrevió a expresar lo que
sentía, les aseguro, empezó a surgir ese gran cambio
que él tanto esperaba.
La relación en esta familia con
constante acompañamiento
ha mejorado, el rostro de este
niño es otro, verlo sonreír es
algo indescriptible. Recuerdo en una oportunidad, un
alumno el cual se mostraba
muy inseguro ante las evaluaciones escritas, entregó
su examen vacío. Cuando le
pregunté, “¿qué sucedía?”,
él, entre lágrimas, me decía
que sí había estudiado, y que
no entendía lo que le ocurría.
Le tomé las mismas preguntas
en forma oral y, curiosamente, me respondió todas, incluso ahondando con muchos
detalles. Terminada la evaluación lo felicité, le expliqué lo
importante que es tener confianza en sí mismo y en lo que
él sabe. Me abrazó y me dijo:
“PROFESORA, USTED SÍ
ME QUIERE Y CONFÍA EN
MÍ. PARA MIS PADRES YO
NO PUEDO HACER NADA
BIEN. SI HOY IBA CON MALA
NOTA ME VOLVERÍAN A
GOLPEAR COMO SIEMPRE
Y YO NO DESEO ESO, SIENTO MIEDO A FALLARLES”.
Gracias a ese simple gesto pude ayudar a que este
niño deje de ser agredido
por sus padres, y a su familia para que se replanteen
muchas actitudes. Hoy, la situación con este
niño es diferente, y se muestra más seguro.
Tener contacto con cada niña/niño es estar en
contacto con diferentes realidades, y acompañar su día a día, simplemente con escuchar
lo que tienen que decirte, es hacer mucho por
ellos. Debemos estar atentas/os a sus necesidades. Detrás de un niño silencioso, bullicioso,
ese que discute por todo, o aquella que busca
ser aceptada por todos, hay mucho deseo de ser
escuchado y orientado, pues no les es sencillo
encontrar respuestas en sí mismos. Considero
un factor importante la confianza que se le brinda. Si no sienten que pueden confiar en ti, nada
de lo que intentes hacer por ellos será sencillo.
Testimonios y experiencias
HISTORIA DE UNA EXPERIENCIA DE UN ACOMPAÑAMIENTO A
UNA ADOLESCENTE
R o s a r i o
C h i r o q u e
B o n i f a c i o
Profesora I.E.P. Presentación de María
L
a joven protagonista, a
quien llamaremos Yaneth, es una hija de padres
separados, y ella vivía con
su mamá. Su mamá se
vuelve a comprometer con
otro Señor, y de esta nueva relación llega a tener
un hermanito. Es allí donde se inicia el problema
con su mamá. El padrastro
ganaba poco, apenas le
alcanzaba para mantener
a su familia. Ella estaba en
quinto año de secundaria
y necesitaba mucho apoyo económico para cubrir
los costos de su estudio
secundario. Es así que la
mamá para ayudarse con
los gastos que requería en
el colegio, decide buscar
un trabajo a su hija. Como
ella estudiaba en turno
mañana, de 8:00 a 1:00
a.m., le buscó un trabajo
para cuidar en las noches
a una anciana, solo los fines de semana. El trabajo
era los viernes en la noche
y salía los lunes por la ma-
ñana para ir al colegio. Esta era su rutina de cada fin
de semana.
Pero ocurre que le tocaba ir de retiro un fin de semana
en el mes de Mayo, programado por la pastoral del colegio. Ella estaba muy preocupada porque su mamá no
le diera el permiso para que vaya al retiro.
LA NEGATIVA DE SU MAMÁ ERA: “TÚ SABES
QUE NO PUEDES FALTAR AL TRABAJO Y NECESITAMOS EL DINERO PARA COMPRAR TUS
ZAPATILLAS Y OTRAS COSAS MÁS. Y, ADEMÁS NO PUEDO PAGAR EL COSTO DE RETIRO”.
Pero ella quería ir al retiro. Y decide buscar ayuda, y
pregunta a sus compañeras con quién puede hablar
personalmente acerca del retiro. Y es así que ella acude a mí para exponerme su caso, y me pide que, por
favor, le escriba una nota en la agenda para su mamá
diciéndole que, el retiro era obligatorio y de suma importancia para el curso de religión.
Yo le dije;“¿ sabes lo
que me estás pidiendo?”, ella contesto;
“sí”. Le contesté; “me
estás pidiendo que
mienta a tu mamá, el
retiro no es obligatorio”. “Sí, pero yo quiero ir al retiro. Si le escribe usted, mi mamá
me va dejar ir al retiro,
ayúdeme, por favor”,
y se puso a llorar, “le
prometo que me portaré bien”.
¿Tienes algún otro problema?, le pregunté. Ella
contestó, “no, pero sí
con mi mamá, ella discute a menudo con su pareja, por el dinero”.
Pero había algo extraño, yo percibía que había
otras cosas más, pero ella
no quería contarlas. Respeté su decisión y le dije,
“ven mañana y te daré
una respuesta”, porque
aparte de la nota también
era el factor económico.
Pero ella me dijo; “no se
preocupe, he hablado
con la señora donde trabajo, y ella lo va pagar,
ella es buena”. Pensé
mucho en sus expresiones
y angustias, y con mucho temor, al siguiente día, decidí
ayudarla, y le dije que le iba a enviar la nota a su mamá,
pero que su mamá debía firmar para asegurar su aprobación y saber cuál era su reacción frente a la nota recibida.
Al día siguiente me buscó para mostrarme su permiso y dijo; “mi mamá me firmó la agenda, me dio el
permiso señorita. Muchas gracias”. Yo volví a reafirmar a ella lo que hice; “porque quiero confiar en ti
y quiero ayudarte porque eres una persona que te
esfuerzas mucho por tus estudios y quieres salir adelante. Pues aprovecha al máximo tu retiro que te va a ayudar mucho en tu vida personal”.
Llegó el día del retiro y su mamá la despidió. Al igual
que todas sus compañeras, estaba muy contenta por las
experiencias personales que iba a compartir en el retiro.
Los temas eran muy profundos durante el primer y segundo día, y yo la observaba a ella muy discretamente,
estaba muy reflexiva y cuestionada.
El sábado por la noche salió de la sala llorando y fui
detrás de ella y la vi sentarse en el suelo del patio, y
lloraba desconsoladamente.
Esperé a que se tranquilice
y me acerqué a ella. Le dije;
“llora todo lo que puedas,
no sientas vergüenza, eso
te va a ayudar a desahogar todo lo que sientes en
tu corazón”. Se paró y me
abrazó fuerte, y me dijo; “usted no sabe cuánto sufro
y lo que llevo dentro de mi
El sábado, Yaneth se acercó para pedirme que
si le podía escuchar unos minutos:
corazón. Solamente yo lo
sé, y con nadie lo he com-
“SABE, TENGO QUE REVELARLE MI SE-
partido, ya que tengo mu-
CRETO, LO HE PENSADO MUCHO Y NO
cho miedo que sepan lo
QUIERO SEGUIR CON ESTE SUFRIMIENTO,
que me ha pasado, y sobre
PERO LO QUE LE VOY A DECIR PROMÉTA-
todo mi mamá, y me insulte
ME QUE NO LE VA A DECIR A MI MAMÁ”.
y desconfié de mí, y cause
problemas con su pareja,
Se lo prometí y comenzó a relatarme su caso,
yo quiero evitarlo. No ten-
me quedé sorprendida de cómo una adolescente
go otra salida”.
a su temprana edad tenía tanto dolor y sufrimiento. Y sobre todo estaba desprotegida. Fue valiente al revelar lo que le había pasado, había sido
víctima de violación en la casa donde trabajaba
cuidando a la anciana, el hijo fue quien la violó.
Ella le decía a su mamá, “no quiero ir a trabajar en la casa de la anciana”, y su mamá la reprendía; “tú sabes que tienes que ir a trabajar, y no
hay más que decir”. Ella me dijo que si su mamá se enteraba la iba a insultar y, también, podría acusarla que ella también estaba con su esposo.
Para evitar este impase, ella prefirió guardar el secreto, ya que, pensaba, así no se iban
a empeorar las cosas. Era un caso muy delicado, con el cual yo me quedé muy cuestionada
y, a la vez, pensaba en la promesa que le había hecho a ella. Yo tenía que hacer algo, pero
sin dañarla a ella y, por supuesto, con su consentimiento. No podía faltar a mi promesa.
Al retornar a casa, el día domingo,
su mamá vino a recogerla. Ella se la
acercó, la abrazó y le dio un beso, y
le dijo; “te quiero”. Se fueron juntas.
Ella me dijo, “en la semana la busco
para conversar”. Yo le dije, “ya, con
mucho gusto”. La esperé una semana, no vino. A la segunda semana fui
a buscarla al salón de clase y le dije;
”¿qué día podíamos dialogar?”.
Ella contestó; “tiene que ser a la
hora de recreo, y media hora a la
salida. Y fue así que conversamos.
Yo le pregunté si había ido a trabajar el fin de semana, y me confirmó que le
había hablado con firmeza al hombre, que no le iba a permitir que la siga tocando porque había otra persona que sabía el secreto, y esa persona es
una persona mayor. Yo le dije; “¿quieres seguir trabajando a pesar de ello?”.
ELLA CONTESTÓ; “NO”.
ENTONCES, “¿QUÉ SUGIERES?”. ME CONTESTÓ; “NO TENGO IDEA,
AYÚDEME A PENSAR.” LE
DIJE; “LO PRIMERO QUE
TENEMOS QUE HACER
ES QUE SALGAS DE ESA
CASA Y NUNCA MÁS REGRESES”.
Usted es una persona joven, comprendo que tiene un niño que cuidar, pero su hija también necesi-
Me dijo, “sí, pero cómo”.
ta cuidado. El problema económico puede ser tan
“No te preocupes, vamos
grande, pero hay que buscar los medios para so-
a llamar a tu mamá y le voy
lucionarlo. Primero es el cuidado y el bienestar de
a decir que en el retiro las
su hija, y como madre es su deber. El colegio está
alumnas han manifesta-
dispuesto a apoyar a su hija en los materiales que
do a qué dedican su tiem-
le falten, pero que la alumna no vaya a trabajar en
po, y que tú manifestaste
las noches. Es un trabajo muy pesado”.
que trabajas, y es por eso
que la he citado, para pe-
Argumenté otras cosas más para convencer a la
dirle que deje el trabajo o
mamá, y no se diera cuenta de lo que había su-
cambie a otro, porque para
cedido con Yaneth. Porque si se enteraba le iba a
ti es mucho, cuidar a una
pegar y su vida iba ser un infierno. Fue difícil, pero
anciana, ese trabajo es
logré convencerla. La mamá dijo que iba a ser todo
para una persona adulta.
lo posible para que dejara ese trabajo. Al tercer día
fui a preguntarle que le había dicho su mamá al re-
“Su hija no debe traba-
tornar a su casa. La recriminó porque había dicho
jar en las noches en casa
que trabajaba, y ahora tenía que dejar el trabajo.
donde hay solo hijos varo-
Es así que ella deja el trabajo. Ella estaba contenta
nes, y cuidar a una ancia-
de no ir a trabajar, pero que su mamá siempre le
na no es trabajo apropia-
reclamaba. En cuanto a lo otro, ella no quería de-
do para una adolescente.
nunciar la violación, por su mamá y el padrastro.
“NO QUIERO QUE NADIE SE ENTERE, LO PREFIERO ASÍ, AL MENOS ESTOY
MÁS TRANQUILA, SOLO ESPERO TERMINAR MI QUINTO AÑO PARA BUSCAR
TRABAJO, PARA ESTUDIAR Y PODER VIVIR SOLA. SIN QUE NADIE ME RECRIMINE, ME MALTRATE, NI DESCONFIÉ DE MÍ. ESTOY SEGURA QUE LO VOY A
LOGRAR.”
Luego le sugerí que visitara a una Psicóloga, para que la ayude a superar todo lo
que había vivido. Aceptó la sugerencia. Cada vez que la encontraba en el patio la
saludaba muy cariñosamente, y me decía; “estoy bien ahora, converso con mi
mamá. Ha mejorado el dialogo”. Al finalizar el año se fue, y le sugerí que viniera a visitarme. Este caso fue para mí un reto, y muy peligroso, sobre todo con la
mamá, quien no debía darse cuenta que su hija nos había pedido ayuda, el sacarla
de ese lugar. Y, por otro lado, no debía sospechar que su hija había sido violada. Ella
lo tomaría como un riesgo para su nueva pareja. Tuve mucha pena con la actitud de
la madre, porque era más mujer que madre, y por el desinterés de cuidar a su hija.
Traté de protegerla y respetar su decisión, con mucho cuidado, y ella se sintió segura
y protegida. Sabía que contaba con una amiga que cumplía con su palabra. Y eso fue
Reflexión: Mirar más allá...
MARTINA URQUIAGA
CHARÚN
PROFESORA
E
n una clase cualquiera, ocurren muchas
cosas. A algunas les prestamos mucha atención y a
otras no. Una de ellas es la
forma en la que nuestros estudiantes reaccionan frente
a las participaciones erradas
de sus compañeros.
Recuerdo que en una ocasión en la que habían pasado unas dos semanas
de
haber comenzado las clases
de 6° grado, ocurrió algo en
una sesión de lectura en voz
alta, que terminó abriéndome
los ojos y permitiéndome ver
más allá de las habilidades
para la lectura de mis estudiantes.
ción. Hice mis acostumbrados comentarios pidiendo
silencio e indicándoles que era sólo yo, como maestra a cargo, quien haría las correcciones.
AL DÍA SIGUIENTE, ROSA FALTÓ. APROVECHÉ
LA OCASIÓN PARA DECIRLES A SUS COMPAÑEROS Y COMPAÑERAS QUE ME PREOCUPABA LA
FORMA EN LA QUE LA HABÍAN TRATADO DURANTE LA LECTURA ORAL. LES DIJE QUE ME
PARECIÓ QUE MÁS QUE AYUDARLA A LEER MEJOR, HABÍAN BUSCADO HACERLA SENTIR MAL.
Les contaré el caso de una
niña a quien le cambiaré el
nombre. Le
“corregirla” y de paso hacerle sentir su desaproba-
pondré Rosa.
Algunos de sus compañeros
y compañeras aprovecharon
sus errores en la lectura para
Mis palabras desencadenaron una ola de comentarios negativos respecto de la niña: “Es una pesada.”
“Todo el tiempo nos fastidia.” “Se hace la víctima
y se queja con los profesores y todos le creen a
ella.”
Mi pregunta fue: ¿Entonces durante la
rompecabezas de la historia de Rosa. Su
lectura se estaban vengando de ella?
madre había muerto antes que ella cum-
Y algunas de las respuestas fue-
pliera un año, su padre había desapareci-
ron: “No, no es eso. Es sólo que…
do y ella vivía con sus abuelos maternos.
“Bueno, sí provoca tratarla así.”
De repente un niño dijo: “Lo que
pasa es que ella viene de un colegio en el que le hacían bullying.
Hace dos años cuando vino a
este colegio me contó eso.”
Una niña dijo: Sí, pero cuando vino, yo me acerqué a ella,
pero
nunca
me
trató
bien.
Entonces les pregunté: ¿Por qué
creen que reacciona así? Inmediatamente otra lluvia de respuestas: “Es engreída.” “Quiere llamar la atención.” “Como murió
su mamá, cuando era bebé.”
Fue sorpresivo escuchar una gran
cantidad de información que los
estudiantes manejaban sobre la
historia de su compañera. Cada
uno tenía una porción de información y su propia interpretación al
respecto. Mientras cada uno contaba la parte de la información
que conocía, se fue armando el
COMO SUELE PASARNOS, TUVE QUE
PENSAR MUY RÁPIDAMENTE EN QUÉ
RESPONDER, QUÉ
DECIR. SOBRE
TODO PORQUE EN ESE MOMENTO, AL
ESCUCHAR TODA ESA INFORMACIÓN,
PENSABA: “PERO POBRE ROSA; Y ESTOS OTROS NIÑOS, QUÉ POCO EMPÁTICOS.” ME SENTÍA MOLESTA. PERO
RÁPIDAMENTE TAMBIÉN PENSÉ QUE
YO DEBÍA SER EMPÁTICA CON TODOS
LOS NIÑOS A QUIENES ENSEÑABA.
Entonces, empecé a hablar y me esforcé
porque quedara claro que desaprobaba las
malas respuestas injustificadas, y los malos
tratos de Rosa. Quería que ellos supieran
que entendía cómo se sentían, que estaba
con ellos. Pero también quería ayudarlos a
ser empáticos con su compañera.
Así que les pregunté, quiénes de ellos
tenían cosas que mejorar. Nadie levantó
la mano. Entonces, yo levanté mi mano
y les dije que yo tenía muchas cosas por
mejorar y que no siempre me era fácil hacerlo. Que hay hábitos que tenemos hace
mucho tiempo y que son
difíciles de dejar. Y puse
algunos ejemplos personales y de ellos, referidos
a su orden, a sus formas
de escribir, o las formas de
bromear, etc.
También les comenté sobre lo difícil que era muchas
veces lidiar con situaciones
familiares como la separación de los padres. Entonces, muchos de ellos comentaron sus experiencias.
que se sentía Rosa y de repente, me sorprendió
Algunos decían que aunque
la empatía que los chicos y chicas desarrollaron
sus padres estaban separa-
en ese momento. Algunos de sus comentarios
dos, podían verlos a ambos
fueron. “Debe ser muy difícil saber que nunca
casi todos los días, otros co-
puedes ver a tus papás.” “Debe ser que por
mentaron que ya sólo veían
el bullying que vivió, vino a la defensiva.”
al padre con el que vivían y
que al otro no lo veían casi
nunca, y en algunos casos
nunca. Algunos decían que
ya se habían acostumbrado
a la situación y que la veían
como normal y otros que to-
“Debe ser que está triste y molesta y por
eso reacciona así.”
Entonces les pregunté, y cómo creen que
podemos ayudarla.
“No hay que criticarla.” “Hay que disculparla.” “Hay que jugar con ella.”
davía les daba pena.
Entonces les pregunté: Pero, ¿deben
De pronto, me di cuenta
que los seños fruncidos,
empezaban a relajarse.Luego les pregunté cómo creían
aceptar que los trate mal? ¿Así la ayudaremos?
Y los chicos y chicas no sabían que decir.
Alguien
dijo:
Bueno
si
ella
no
nos
trata
mal…
Y yo insistí: ¿Pero si ella les trata mal? ¿Qué pueden hacer?
Silencio,
caras
de
desconcierto…
Entonces me di cuenta que realmente tenían muchas dudas y no sabían cómo mantener la empatía y a la vez no permitir que los maltraten.
Entonces, les dije que, si bien tenía-
Caras de sorpresa y desconcierto.
mos que comprender como se sentía
Entonces les pregunté si estaban dis-
Rosa, no podíamos permitir que nos
puestos a ayudar a Rosa, sólo tratán-
trate mal, porque eso no era bueno, ni
dola bien de entrada, olvidando lo de
para ella ni para ellos.
antes, y sólo “cuadrándola” cuando
ella los tratara mal a ellos primero.
Les pedí que no trataran a Rosa a la
Pero dándole siempre la oportunidad
defensiva, que la trataran bien y que si
de volver si se disculpaba. Y si hacía
ella empezaba a tratarlos mal, era en-
algo muy fuerte tenían que avisarnos a
tonces que debían decirle claramente
los profesores, pues si requería recibir
que no les gustaba que los trate así y
una sanción, también era importante
que si la situación lo ameritaba, podían
que la recibiera.
decirle que no podía seguir en el juego
o en la conversación por ese día.
DOS
Un niño preguntó: ¿Y si no cambia?
DÍAS
DESPUÉS
VOLVIÓ
ROSA. PARA MI SORPRESA, LA
NIÑA QUE MÁS SE HABÍA QUEJA-
Entonces tuve que decirles una ver-
DO DE ELLA, FUE LA PRIMERA QUE
dad difícil de recordar: Las personas
SE LE ACERCÓ A PREGUNTARLE
no cambiamos de un día para otro.
CÓMO ESTABA Y POR QUÉ HABÍA
Que es difícil, que piensen en cuántas
FALTADO. LA CARA DE SORPRESA
cosas les dicen sus mamás que mejo-
DE ROSA FUE MUY EVIDENTE. Y YO
ren y si había bastado con que se los
POR DENTRO ROGABA QUE ELLA
diga. No es así. No basta que te lo di-
RESPONDIERA BIEN. SIN CAMBIAR
gan una vez, o muchas veces. Les dije
SU CARA DE SORPRESA LE CON-
que los profesores también conversa-
TÓ A SU COMPAÑERA LA CAUSA
ríamos con Rosa y que haríamos otras
DE SUS FALTAS. ESE DÍA FUE EL
cosas para ayudarla, pero que toma-
COMIENZO DEL CAMBIO.
ría mucho tiempo, tal vez años.
A lo largo de ese año hubo altas y bajas. Hubo conflictos con Rosa en los cuales tuve
que intervenir, situaciones en las que ella tuvo que pasar parte del recreo sentada a
mi lado viendo como los demás jugaban bien sin empujarse ni gritarse. Largas conversaciones en las que hubo que ayudar a Rosa a ponerse en el lugar de los demás.
Pero también hubo cumpleaños a los que Rosa fue invitada, salidas entre amigos y
amigas en las que participó. Más sonrisas y mayor sensación de aceptación, mayor
empatía.En realidad, siempre me he preguntado qué hubiera pasado, si Rosa no
hubiera faltado al día siguiente y si me hubiera sentido satisfecha con que sus compañeros dejaran de “corregirla durante la lectura”.
Ese año, todos aprendimos mucho. Pero yo aprendí algo que me ha acompañado
desde entonces y que siempre me sorprende, por todo lo que permite lograr en nuestra formación humana y en nuestra labor como docentes orientadores: Siempre hay
que mirar más allá. Preguntar, escuchar, entender… desarrollar empatía. Sólo mirando más allá de la conducta y conociendo sus causas y los sentimientos que están
detrás de ella, podemos hacer algo que realmente ayude a nuestros estudiantes a
mejorar sus relaciones con los demás, su mirada sobre sí mismos y sobre su vida.
Metodología
Baile con lapiceros
OBJETIVO:
Revisar las relaciones en el grupo / pareja.
DESARROLLO:
TAMAÑO DEL GRUPO:
Pequeños o Medianos.
TIEMPO: 5 minutos.
MATERIAL:
- Lapiceros.
- Música.
IDEAS CLAVES:
+ Las relaciones en el grupo pue-
Se forman parejas. Se les pide que bailen toda
la música sosteniendo dos lapiceros, solo con las
yemas de sus dedos índices. Cada compañero/a
sostiene un extremo de cada uno de los lapiceros.
PREGUNTAS PARA LA REFLEXIÓN:
- ¿Cómo se sintieron al bailar con los lapice ros?
- ¿Qué tuvieron que hacer para sostener los lapiceros?
- ¿Este baile a qué asocian respecto a las
den ser de amistad, compañerismo,
pero también puede ser de antipatía.
relaciones en el grupo?
- ¿Qué representan los lapiceros en el
Lo importante es mantener el respeto con todos/as considerando que lo
contexto del grupo?
-¿Qué hacer para mejorar nuestras
que une en un grupo es el objetivo
relaciones?
común.
OBSERVACIONES - SUGERENCIAS:
Animarles para que hagan coreografías. Una variante es que bailen en grupos.
También se les puede cambiar de parejas para ver cómo sintonizaron, o no.
Página Ecológica
Catarata de Atankallo, Matucana
INVITAMOS A NUESTRAS Y NUESTROS LECTORES, QUE ENCUENTREN SU
PROPIA RESPUESTA A LA PREGUNTA FORMULADA ANTES DE RECURRIR A
LOS DICCIONARIOS Y TEXTOS CIENTÍFICOS. MAS BIEN SUGERIMOS UNAS
PALABRAS DEL CARDENAL PETER TURKSON, PRESIDENTE DEL PONTIFICIO
CONSEJO PARA LA JUSTICIA Y LA PAZ, PARA PROFUNDIZAR SU REFLEXIÓN:
“TANTO LA ECOLOGÍA NATURAL COMO LA ECOLOGÍA HUMANA ESTÁN
RELACIONADAS. NO PODEMOS PREOCUPARNOS POR LA TIERRA SIN
MOSTRAR PREOCUPACIÓN POR LA VIDA HUMANA. TAMPOCO PODEMOS PREOCUPARNOS POR LA VIDA HUMANA SIN PREOCUPARNOS POR EL
MEDIO AMBIENTE O LA TIERRA. LAS DOS TIENEN QUE IR DE LA MANO.”
“Es el medio ambiente que nos rodea que debemos respetar y cuidar
porque forma parte de nosotros.”
ENITH CHÁVEZ QUISPE
”Todo lo que nos rodea del
medio ambiente, y que nos
proporciona una mejor calidad de vida, permitiendo
el desarrollo sostenible de
los recursos que la comunidad posee.”
JUANA VERONICA H.G.
”Es una naturaleza en relación con
nosotros es aprender a respetar a
nuestra madre naturaleza para que
nos siga acogiendo como la hace.”
FERNANDA FLORES LOZANO
“Es el medio ambiente la
diversidad de las plantas
en un sitio, el cuidado y
la protección que se da
en algunos lugares sin
malograr las plantas.”
MARISOL VILCA SILVA
”El Ecosistema es la ciencia que
estudia la naturaleza es lo que engloba lo existente en la naturaleza
(plantas, hierbas, etc.) interactuando con su medio y el modo de
aprender y valorar lo que la naturaleza te brinda.”
PAMELA BARRANTES ALVAREZ
“Interacción de la vida misma con las diversas
vidas “naturalísticas”
CARMEN JUÁREZ
“Ecología es la ciencia que estudia
el medio ambiente y la relación que
existe entre los seres bióticos y
abióticos para su conservación.”
YOSELIN VALENTIN ENCALADA
“Es la naturaleza que está a
nuestro alrededor y que de
alguna u otra manera influye en nuestras vidas.”
MIGUEL BORJA LUNA
ADEP
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