The Billionaire wins the Game

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Índice
Sinopsis ............................................................... 4
Prólogo ............................................................... 5
Capítulo 1 ........................................................... 7
Capítulo 2 .........................................................18
Capítulo 3 .........................................................24
Capítulo 4 .........................................................34
Capítulo 5 .........................................................46
Capítulo 6 .........................................................57
Capítulo 7 .........................................................74
Capítulo 8 .........................................................83
Capítulo 9 .........................................................94
Capítulo 12 .................................................... 123
Página
Capítulo 11 .................................................... 117
2
Capítulo 10 .................................................... 103
Capítulo 13 .................................................... 129
Capitulo 14 .................................................... 138
Capítulo 15 .................................................... 146
Capítulo 16 .................................................... 158
Capítulo 17 .................................................... 171
Capitulo 18 .................................................... 182
Epílogo .......................................................... 195
Próximo libro................................................... 199
Sobre el autor: .................................................. 201
Página
3
Créditos.......................................................... 202
Sinopsis
J
oseph Anderson ha decidido que es el momento en que sus tres
hijos exitosos encuentren novias. Joseph quiere nietos para
llenar su enorme mansión, y él los quiere de inmediato.
Su hijo mayor, Lucas, tiene éxito en todas las áreas de su vida, excepto el
amor. Él no tiene ningún deseo de tener a la mujer que entre en esa vida,
causando el caos, o utilizando el nombre de su familia.
Amy Harper se crió en circunstancias trágicas y no le gustan los hombres,
ricos mimados que se han transmitido todo con una cuchara de plata.
Pasó años en terminar su educación y la suerte de conseguir un trabajo
con la famosa Corporación Anderson.
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4
Amy y Lucas lucharán su atracción el uno al otro, pero descubren que no
pueden resistir las chispas que vuelan. Toman un viaje juntos para
aprender a desafiar, la confianza y, en definitiva... el amor.
—
Prólogo
Traducido por B!!
Corregido por Alyshia Cheryl
¡Esto no está bien, Katherine! —Joseph golpeó su puño
contra la mesa, haciendo temblar la vajilla—. Estos chicos
simplemente no nos escuchan, ninguno de ellos. ¿No
pueden darse cuenta de que no estamos haciéndonos más jóvenes?
Debería haber tenido nietos dando brincos en mis rodillas hace años.
Katherine sonrió mientras escuchaba a su esposo quejarse de sus hijos
desobedientes. Sabía que lo que decía no era nada más que palabras
vacías. Él adoraba a sus hijos tanto como ella lo hacía.
Ella tenía que estar de acuerdo con él, además, el hecho de tener a unas
hermosas mujeres embarazadas sería un excelente complemento a la casa.
Siempre había soñado con mecer a sus nietos bebés en medio de una
mesa rodeada por la gente que amaba.
—Ahora Joseph, sabes que si te entrometes de nuevo, los muchachos van
a desconocerte —advirtió Katherine a su marido.
—Si ellos no hacen algo acerca de esta situación de darnos nietos, voy a
desheredarlos —gruñó él, aunque sin convicción.
—Desde que te retiraste el año pasado, has tenido demasiado tiempo libre,
Joseph Anderson. Los chicos ya han asumido muchas responsabilidades.
¿Estás seguro de que quieres poner más en sus manos? —finalizó,
sabiendo ya la respuesta.
Katherine suprimió un suspiro, sabiendo que no había nada que pudiera
decir para cambiar la mente de su caprichoso esposo. ¿De dónde cree él
que sus hijos adquirieron ese rasgo particular? A pesar de sus defectos,
Página
La decisión había sido tomada. Tendría por lo menos un nieto en su casa
vacía antes de Navidad.
5
—Los muchachos están listos para el amor y el matrimonio. Sólo necesitan
un pequeño empujón para avanzar.
ella no podría amar a cualquiera de ellos, incluyendo a su esposo, más de
lo que ya lo hacía.
—Lucas será el primero —dijo Joseph con su voz estruendosa, sacando
inesperadamente a Katherine de su ensueño—. Ya le he encontrado la
novia perfecta.
Joseph se reclinó hacia atrás en su silla con una expresión de satisfacción
en su rostro. Finalmente, tenía un proyecto para mantenerse ocupado, con
el premio de sus nietos como recompensa. Lucas tendría que prepararse
para algunas aventuras salvajes cuando llegara la mañana del lunes.
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6
Katherine observó la expresión de satisfacción en la cara de Joseph, y
pensó en advertirles a sus hijos acerca de lo que estaba por venir. Pero
decidió no hacerlo, ya que si bien no estaba de acuerdo con la intromisión
de Joseph, ella realmente deseaba esos bebés…
Capítulo 1
Traducido por liiaa!! & Alyshia Cheryl
P
Corregido por Xhessii
uedes hacer esto. Entrar por allí con total confianza. ¿A quién le
importa si esta familia es más valiosa que Bill Gates y Donald
Trump juntos? Fuiste contratada para este puesto, y necesitas
este trabajo.
Ellos obviamente vieron algo en ti, así que mantén la frente en alto.
Amy Harper continuó dándose una conferencia a sí misma en el ascensor
durante el largo paseo hasta el vigésimo-quinto piso de la Compañía
Anderson. Sintió que se formaban nudos en su estomago a medida que se
adentraba cada vez más en el mundo corporativo.
Se cepilló el mechón de pelo dorado que escapó de su rostro, más por
nerviosismo que por necesidad. Se consideraba de apariencia promedio, y
trataba de restar importancia a los rasgos atractivos que le habían sido
dados. Ella quería ser respetada… no codiciada, al igual que su madre.
Tenía el pelo largo y aún no encontraba la voluntad suficiente para
cortarlo, aunque al fin y al cabo, siempre lo colocaba en un moño poco
favorecedor.
Ella siempre ocultó sus curvas al mundo. Había sido bien dotada, en lo
que un ex-novio había llamado en “todos los lugares correctos”. Sus ojos
verdes mostraban todas las emociones que estaba sintiendo, y por mucho
que lo intentara, no conseguía eliminar lo que ella consideraba un defecto
fatal.
Página
Su empresa tenía muchas divisiones diferentes, que requerían mucho
personal. Trataban de todo, desde la construcción y la agricultura de alta
gama a las adquisiciones corporativas. Aunque su sede era en los Estados
7
Todavía no podía creer que hubiera sido contratada como secretaria
ejecutiva de Lucas Anderson. Todos los que vivían dentro de un radio de
mil millas alrededor de Seattle, Washington, sabían quiénes eran los
Anderson.
Unidos, hacían negocios en todo el mundo, y estaba emocionada por ser
parte de todo eso.
Su empleo era en la oficina principal, trabajando para el reciente
presidente, Lucas Anderson.
Lo único que ella realmente sabía era que se había hecho cargo de la
posición de su padre hace un año.
Aunque ella se había graduado con honores, recién acababa de salir de la
universidad y se sentía un poco abrumada por la perspectiva de trabajar
para un hombre tan poderoso. Ella aún no conocía a Lucas, sin embargo,
conocía a su padre.
Originalmente había conocido a Joseph en una feria universitaria hacia el
final de su último año de la Universidad. Él le había dado su tarjeta y le
dijo que le llamara después de su graduación. Lo había hecho, y la puso
en una entrevista más rápido de lo que esperaba.
Mientras continuaba el largo viaje en el ascensor, su mente retrocedió a la
semana anterior, cuando había sido entrevistada para el puesto de trabajo.
Amy respiró profundamente mientras salía del taxi, alzando la vista hacia la
enorme casa que estaba frente a ella. Antes de que pudiera parpadear, el
auto amarillo se alejó, dejándola congelada en los primeros peldaños de la
extensa escalera de cemento. No había vuelta atrás, ahora.
Ella subió lentamente los escalones y se acercó a la puerta, que era lo
suficientemente grande como para que pasara un camión a través de ella.
Parecía que al Señor Anderson le gustaba hacer las cosas a una escala
mucho mayor que una persona promedio.
Tocó el timbre, aunque él debía saber que ella ya estaba allí ya que había
abiertos las rejas de la entrada para la entrada del vehículo.
En cuestión de segundos, la puerta fue abierta por un señor mayor, quien
por suerte, estaba sonriendo.
Página
—Buenos días, Señorita Harper. Es un placer conocerla. Por favor, sígame
hasta la sala de estar, donde el Señor Anderson se le unirá en breve —
ofreció el hombre.
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—Hola, soy Amy Harper. Tengo una cita con el Señor Anderson.
Amy asintió, y siguió sus pasos rápidos mientras la conducía a través de la
asombrosa casa. Ella no podía dejar de mirar a su alrededor mientras sus
pasos resonaban en las paredes.
La casa estaba llena de lujos, desde los maravillosos pisos de mármol hasta
las invaluables obras de arte que adornaban las paredes. Cuanto más
caminaba, más fuera de lugar se sentía. No podía entender cómo alguna vez
siquiera pensó que podría hacerse cargo de un empleo tan prestigioso como
trabajar para una corporación multi-millonaria. Pasaron a través de un
conjunto de puertas dobles de gran tamaño, y Amy miró alrededor de la
tibia habitación mientras sus hombros se relajaban. Había una chimenea
tan grande que literalmente podría caminar dentro de ella, estaba ardiendo
y olía a cedro, dándole a la habitación una calidad reconfortante. Aunque la
habitación estaba bien iluminada, las lámparas eran de una tonalidad
suave, por lo que la habitación era increíblemente acogedora.
—¿Quiere algo para tomar mientras espera?
Amy negó con la cabeza y le dio una pequeña sonrisa al hombre. No quería
parecer grosera.
—Adelante, póngase cómoda en la sala de estar. Le informaré al Señor
Anderson que usted ha llegado.
Antes de que Amy pudiera responder, él se fue, dejándola cerca de la
entrada. Finalmente logró que sus pies respondieran a su cerebro, y se
acercó al cómodo sofá. Se dejó caer en el cuero suave y se echó hacia atrás.
No tuvo que esperar demasiado tiempo, ya que una voz retumbante la hizo
sentarse recta, asustándola. Ella estaba agradecida de no haber aceptado
la bebida o la hubiera derramado toda sobre sí misma.
—Buenos días, señorita. Harper. Lamento haberla hecho esperar. A veces,
es difícil colgar el teléfono —dijo Joseph.
Página
—El placer es todo mío. Ahora, dejemos las formalidades de lado. Llámame
Joseph, por favor —dijo él, mientras le ofrecía su mano.
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—No he estado esperando demasiado tiempo, Señor Anderson. Gracias
hacerme una entrevista tan pronto. Realmente lo aprecio. —Amy se levantó
del sofá, y se adelantó para estrechar su mano.
Amy sintió como si estuviera atrapada antes de que un tren se aproximara.
No sabía cómo reaccionar. No podía ser grosera, pero se sentía incómoda
llamándolo por su nombre de pila. Ella tomó su mano.
—Gracias. Puede llamarme Amy —respondió finalmente ella, decidiendo
simplemente no llamarlo por ningún nombre.
—Ahora que dejamos las formalidades de lado, vamos a sentarnos y charlar
¿Te han ofrecido algo de beber?
—Sí, pero no necesito nada. —Ella no creía que fuera capaz de tragarse
nada con el nudo de nervios dentro de su garganta.
Joseph la invitó a sentarse nuevamente en el sofá, lo que hizo rápidamente,
así podría descansar sus temblorosas piernas. Él se sentó en una silla
frente a ella, y luego posó sus ojos azules en ella. El hombre era bastante
intimidante, más de seis pies de altura, con los hombros más amplios que
recordaba haber visto.
Tenía el pelo de color blanco nieve, un bigote bien recortado y una blanca
barba. De hecho, era bastante guapo para un hombre que debía tener unos
cincuenta años, al menos.
—Me quedé impresionado con tu hoja de vida durante la feria de trabajo en
la Universidad. Si mal no recuerdo, has tenido trabajos regulares desde que
tenías catorce años, entonces trabajaste a tiempo completo durante toda tu
escolaridad, ¿correcto? ¿Cómo te las arreglas para regular el tiempo y
mantener estos niveles impresionantes?
—No he tenido mucho tiempo para pensar acerca de dónde quiero estar en
diez años, pero mi objetivo siempre ha sido conseguir un empleo en una
gran corporación, como la suya, y trabajar para conseguir mis planes. Sé
que no es una tarea fácil, pero aprendo muy rápido, y no tengo miedo de
Página
—Muy impresionante, Amy. Tu hoja de vida dice que te graduaste con un
título en finanzas empresariales con especialización en relaciones públicas.
¿Cuáles son tus planes para el futuro?
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—Siempre he creído en el trabajo duro. Me aseguré de no sobrecargarme con
tareas y tomé mis clases un poco más tarde en la mañana, para poder coger
el ritmo de los turnos en mis trabajos. No quería graduarme con una gran
deuda —dijo Amy, feliz al saber que había hecho exactamente eso, y que
estaba más o menos libre de la deuda.
trabajar duro o durante extensos horarios. Voy a hacer lo que sea necesario
para aprender todo lo que necesito para ser un gran complemento a su
empresa.
—¿Qué pasa con el matrimonio y los bebés? —preguntó él, sin apartar la
mirada de sus ojos.
Amy sintió que sus mejillas se enrojecieron debido a la pregunta. Ella sabía
que la mayoría de las grandes empresas tenían miedo de contratar a
mujeres jóvenes debido al hecho de que a veces se casaban, y luego
necesitaban tiempo libre para tener hijos y cosas así. Ella no quería mentir,
pero sabía que por su respuesta podía perder el trabajo.
—No estoy con nadie en este momento, pero estaría mintiendo si dijera que
no quiero que eso suceda. Finalmente, si me interesa tener hijos, tanto si lo
hago de la manera tradicional o a través de la adopción. Siempre he querido
ser madre, pero puedo garantizarle que no dejaría que nada afecte mi
rendimiento en el trabajo. Sé cual es el precio de tener un empleo seguro, y
no puedo ser una gran madre sin tener un hogar sólido para mi hijo —
respondió ella. Sabía que él no la conocía, pero podía obtener cartas de
recomendación. Ni una sola vez había tomado un día libre por enfermedad
en el trabajo y sus tareas de la escuela siempre habían sido entregadas a
tiempo, si no antes del tiempo establecido.
Joseph continuó observándola durante mucho tiempo, tanto así, que a ella le
dieron ganas de moverse inquietamente en su asiento. Con mucha voluntad,
se quedó quieta mientras esperaba su respuesta.
—¿Tienes familia o amigos cercanos dispuestos para ayudarte?
Joseph comenzó a hacer algunas preguntas más relacionadas con el trabajo
y ella se relajó, segura en su conocimiento del mundo de los negocios. Había
estudiado mucho, y ocupaba el poco tiempo libre que tenia para investigar a
Página
—Tengo algunos amigos, pero no tengo familia aquí —respondió finalmente,
sintiéndose segura y satisfecha con la elección de sus palabras. La realidad
era que no tenía familia, y punto.
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Amy se sorprendió por sus preguntas. Nunca antes había tenido una
entrevista con tantas preguntas personales. Estaba perdiendo el control de
la situación. Tenía todas las respuestas para las preguntas de una
entrevista típica, pero no para las cosas que le estaba preguntando. Ella no
quería que nadie supiera las verdaderas circunstancias de su vida personal.
las grandes corporaciones, sabiendo que quería un trabajo de salario alto
cuando se graduara.
Sus objetivos reales incluían un trabajo sin parar durante varios años, en
los cuales ahorraría cada centavo extra que pudiera, así podría formar una
familia. Había estado sola desde que era una niña, y no quería morir de esa
manera.
Lo que Amy no sabía era que Joseph ya había verificado exhaustivamente
todos sus antecedentes, sabía que era huérfana, y tenía ideas mucho más
grandes en mente que sólo un puesto de asistente ejecutiva. Él estaba
buscando una potencial nuera.
—Amy, ha sido un verdadero placer hablar contigo hoy. Eres mi última
entrevista, así que con seguridad puedo decirte que el empleo es tuyo si te
gusta.
Amy miró de vuelta a Joseph en completo estado de shock. Ella no había
esperado oír nada sobre el empleo durante al menos una semana, por lo que
se encontró sin palabras. Él sonrió mientras esperaba a que ella recobrara
la compostura.
—Uhm... gracias, señor Anderson. Yo... Por supuesto, me quedo con el
trabajo —tartamudeó ella, olvidándose por completo de su solicitud de
llamarlo por su nombre de pila.
—Eso es grandioso. Bienvenida a la Corporación de la familia Anderson...
Amy regresó de nuevo a la realidad cuando el ascensor sonó anunciando
su llegada.
No estropees este trabajo, Amy.
Si todo sale bien, podrías tener ese hijo. Podrías estar completamente
segura dentro de un año.
Página
Cuando llegó al piso veinticinco, estuvo paralizada momentáneamente por
el miedo. Era la oficina más hermosa que jamás había visto. Las puertas
daban paso a un vestíbulo enorme, con una mesa redonda de madera de
cerezo. Detrás del escritorio había una rubia impresionante, quien parecía
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Con sus últimas palabras de ánimo a sí misma, ella respiró hondo y
esperó a que se abrieran las puertas.
ser mucho más eficiente de lo que Amy esperaba ser. Columnas de mármol
blanco flanqueaban la puerta de entrada, la que llevaba a las oficinas.
Exquisitas pinturas colgaban de las paredes, añadiendo una profundidad
de colores cálidos. En la esquina había un área con muebles de cuero y
una mesa de café. Una lámpara araña que actuaba como pieza central se
elevaba por el techo. Se sentía cada vez más anticuada e inadecuada
mientras avanzaba por la habitación.
—¿Puedo ayudarle? —le preguntó la mujer a Amy.
Amy salió de su parálisis temporal y caminó hacia ella.
—Sí, soy Amy Harper. Soy la nueva secretaria ejecutiva para el señor
Anderson. Empiezo hoy —concluyó ella con la máxima confianza que pudo
reunir.
La mujer la miró fijamente durante un momento antes de tomar el
teléfono.
—Señor Anderson, tengo a Amy Harper aquí, dice que es su nueva
secretaria ejecutiva. —Hizo una pausa por unos momentos—. Está bien…
Sí, señor.
Colgó el teléfono y se volvió hacia Amy.
—El señor Anderson dice que ya cuenta con una secretaria ejecutiva y que
no ha contratado a nadie nuevo. También dijo que si usted es una
reportera tratando de averiguar acerca de alguna historia sobre su familia,
todas sus respuestas son “sin comentarios”. —Miró con desdén a Amy y
luego dijo—: Que tenga un buen día, señora Harper.
Página
—Um, perdón. —Amy miró la placa de identificación de la secretaria—,
Shelly, fui entrevistada la semana pasada por el señor Anderson. Me dijo
que viniera a la oficina a las ocho en punto, así que es posible que desee
que pase, si sólo puedes volver a intentarlo —dijo ella un poco más
potente. Shelly alzó la mirada, como si le impactara mucho que la mujer
inquietante todavía siguiera allí.
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Ella no le dio a Amy otra mirada. Ella se volvió hacia su ordenador y se
comportó como si Amy no estuviera en la habitación. En lo que a ella
concernía, Amy fue despedida.
En ese momento, sonó el ascensor y entró una mujer mayor sonriendo a
través de sus ojos azules.
—Tú debes ser Amy. Lo siento, llegué tarde. Me quedé atrapada detrás de
un accidente de autos —dijo la mujer mientras se acercaba—. Mi nombre
es Esther, y voy a estar trabajando contigo esta semana… una vez que
estés capacitada, estarás por tu cuenta. Joseph me llamó y me hizo saber
que encontró mi reemplazo perfecto —dijo con humor en su voz.
Amy respiró hondo, y sintió alivio al saber que el trabajo no estaba sólo en
su imaginación.
—Es muy bueno conocerte, Esther. Estaba un poco nerviosa cuando
Shelly dijo que no tenía trabajo —concluyó ella, sin siquiera mirar a la
secretaria.
Esther miró a la mujer en cuestión con desaprobación.
—Ella contesta los teléfonos aquí temporalmente y no sabía que me estoy
retirando. Lo siento por la falta de comunicación —dijo Esther. Era obvio
que no había amor entre ellas dos.
—Camina conmigo, y te voy a mostrar tu nueva oficina mientras te hablo
un poco acerca de la historia de esta maravillosa compañía. El edificio
original fue creado hace poco más de cien años atrás, pero la ciudad ha
crecido y muchas instalaciones han sido añadidas desde entonces. El
abuelo de Joseph, Benjamín, comenzó la Corporación Anderson con poco
más que una oración y unos pocos dólares. Como estoy segura que tú
sabes, su trabajo duro valió la pena. Ahora somos una empresa a nivel
mundial, con oficinas en todos los Estados y en todo el mundo.
—Oh, se necesita un equipo completo, cariño, créeme. No te pongas
nerviosa por nada. La forma de mantener la cordura en este lugar caótico
Página
—Tengo que ser honesta, todo esto es un poco abrumador. Quiero decir, la
historia de esta familia rica, la cantidad de negocios que tienen, incluso el
edificio en sí. No sé cómo un hombre hace un seguimiento de todo —dijo
Amy con asombro.
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Joseph fue el próximo Director Ejecutivo electo después de la muerte de
Benjamín, pero su hijo, Lucas, se hizo cargo del puesto el año pasado, y
sin duda seguirá sus pasos. Él es un hombre brillante, y estoy segura de
que te encantará trabajar para él.
es simplemente hacer una tarea a la vez. Mira la imagen más pequeña, y
antes de que te des cuenta, el día terminara y habrás logrado mucho más
de lo que imaginabas —le aseguró Esther.
Caminaron por el pasillo y a través de una puerta de roble grande hacia
una oficina masiva. ¿Era todo en el edificio hecho a una escala mucho más
grande que una casa normal? Había ventanas del-piso-al-techo contra la
pared del fondo, dejando entrar el brillo de luz de la mañana. Ella
agradeció la luz natural.
En el centro de la habitación había una enorme mesa de tres lados. En la
superficie había una computadora de último modelo. Había cajas en el
suelo. Dos sillas fueron puestas delante de la mesa, y un sillón grande
detrás de éstas.
Una biblioteca ocupaba la mayor parte de la pared, los estantes alineados
de arriba a abajo con un montón de títulos.
Amy esperaba que no le hicieran leerse todos los libros en un período corto
de tiempo. Esperaba que sólo estuvieran allí, ya sea por decoración o para
cuando se necesitara una respuesta específica. Aunque, gracias a la
internet, podría buscar todo lo que necesitara mucho mas rápido.
La luz natural inundó la habitación desde el suelo hasta las ventanas del
techo alineadas en la pared del fondo, detrás del escritorio. Amy estaba
agradecida por las ventanas descubiertas, si se estresaba demasiado,
podría tomar un minuto para admirar a la increíble ciudad de Seattle, así
su estrés disminuiría. Realmente era una oficina ideal.
—Entra. Entra. Toma asiento. Te voy a mostrar lo que necesitas para
empezar y, antes de que te des cuenta, serás excelente por tu cuenta, y no
necesitarás mi ayuda —dijo Esther amablemente.
Página
—Gracias, Amy. ¿Te importa si te llamo por tu nombre de pila? Nunca he
sido buena con las formalidades. Siento que un entorno de oficina debe ser
agradable, y que realmente debemos saber con quiénes trabajamos, eso
hace una gran diferencia. Joseph se convirtió en un querido amigo mío, al
igual que su bella esposa, Katherine. He visto crecer a sus hijos en
apuestos jóvenes, y he sido tratada como parte de su familia. Es algo muy
bueno, también, porque hay semanas en que verás mucho más esta
15
—Tengo mis dudas acerca de esto, pero me alegro de que sea usted la que
me entrene. Es muy agradable.
oficina que tu propio hogar. Necesitarás una relación de trabajo saludable
con tu jefe.
—Me encantaría mantener un clima informal. Joseph me dijo lo mismo
durante la entrevista, y no sabía cómo responder, pero estoy empezando a
ver que este lugar no es lo que yo pensaba que sería. Me esperaba una
plantilla rígida y trabajo sin fin —dijo Amy. Hasta se dio cuenta de lo que
dijo, y rápidamente trató de corregirlo.
—Yo no estaba tratando de decir que el trabajo duro es malo, o ser
profesional es algo negativo. Yo sólo…
—No es necesario dar explicaciones, Amy —interrumpió Esther—.
Entiendo exactamente lo que estás diciendo. Antes de que yo tuviera la
suerte de conseguir un trabajo con Joseph, trabajé para una gran
inmobiliaria en el otro lado de la ciudad. El jefe era grosero conmigo y con
sus clientes, nunca sonreía a nadie, y no se preocupaba por las personas
que trabajaban para él. Él sólo se preocupaba por sus ganancias. Hay una
gran cantidad de empresas como esa, pero esta no es una de ellas. Ellos
esperan mucho de ti, pero también están dispuestos a compensar el
trabajo. Ellos tratan a su personal, desde las posiciones más bajas a las
más altas, con respeto. Los beneficios son casi alucinantes, pero pronto te
darás cuenta. Ellos ahorran mucho dinero al tener un índice de rotación
de trabajadores muy bajo, y casi nunca sufren en las finanzas, ya que
tienen una oferta de negocios para el cliente muy valorada en todas las
áreas de la compañía. Incluso en tiempos económicos difíciles, no sólo
sobreviven, sino prosperan.
Página
Las dos mujeres trabajaron juntas el resto de la mañana. Amy se sentía un
poco abrumada, pero disfrutaba de la compañía de Esther y estaba
cogiendo el ritmo de algunas de las tareas que estaba haciendo. Además,
ella realmente disfrutaba de la compañía de Esther. Ellas trabajaron muy
bien juntas, y a Amy le hubiera gustado tener más de una semana de
entrenamiento con ella. Amy no tenía madre y tendía a disfrutar de la
compañía de las mujeres mayores, especialmente cuando eran amables y
solidarias.
16
Amy se relajó mientras escuchaba a Esther. La mujer debería ser una
reclutadora para la corporación, aunque no necesitaran una. Antes de ese
momento, Amy no se había dado cuenta de lo afortunada que era al haber
conseguido ese puesto de trabajo. No importaba, sin embargo. Ella iba a
trabajar duro, no importa cuanto, no había otra manera.
Esther dejó que Amy trabajara en un proyecto mientras ella limpiaba el
correo electrónico. Amy se alegró al descubrir que era capaz de hacer la
tarea asignada sin pedir ayuda. Se sentaron en un silencio cómodo, y
trabajaron durante un par de horas antes de ser interrumpidas.
—Esther, necesito esos informes, por favor, y, ¿puedes cancelar mis citas
para el resto del día? Tengo que ir a casa de mi padre. —Amy alzó la vista
mientras el hombre más impresionante que jamás había visto entró por la
puerta. Él estaba mirando un papel que tenía en la mano, lo que le dio
tiempo para observarlo secretamente desde la cabeza hasta los pies.
Lo primero que notó fue su estatura. Tenía que ser por lo menos de un
metro noventa, con amplios hombros. Los músculos ágiles que se podían
ver perfectamente, incluso a través de su traje de negocios oscuro,
obviamente hecho a la medida, lo que claramente acentuaba su bronceado
dorado. El conjunto se completaba con una corbata floja, que lo hacia lucir
como si acabara de salir de la portada de la revista GQ.
Tenía el pelo castaño oscuro y parecía como si hubiera estado corriéndole
la mano toda la mañana. Luego de unos segundos, él por fin levantó la
mirada, y sus profundos ojos azules observaron a unos asustados ojos
verdes.
—Lo siento, Esther. No me di cuenta de que había un cliente aquí. Hola.
Soy Lucas Anderson —terminó él y le tendió la mano a ella.
Amy descubrió que no podía hablar, y lo vio levantar las cejas
inquisitivamente. Su rostro se volvió una sombra agradable de color rojo, y
entonces finalmente rompió el contacto visual.
Ella salió de su trance, dándose cuenta de que la estaba esperando para
presentarse, por lo que se levantó para darle la mano.
—Hola, soy Amy Harper.
Página
17
Amy se quedó completamente paralizada en el lugar donde estaba cuando
sus dedos se cerraron alrededor de los de él, quedándose sin aliento.
Capítulo 2
Traducido por liiaa!! & Alyshia Cheryl
Corregido por Xhessii
C
uando sus manos se tocaron, Lucas sintió una oleada de
adrenalina a través de su cuerpo, dirigiéndose directamente a su
ingle. Él le apretó la mano, tirándola un poco, no lo suficiente
como para botarla, pero lo suficiente para que ella lo sintiera. No le
gustaba esta repentina atracción instantánea, ni un poquito.
Era hermosa, sí, pero también lo fueron muchas otras mujeres que
estuvieron con él, aunque ninguna tenía el poder de electrificarlo con un
simple toque.
Lo que acaba de ocurrir con Amy era una novedad para él.
Una mirada llena de emociones cruzó el rostro de Amy, Lucas se vio
fascinado por sus expresiones.
Él era conocido por su habilidad para leer a una persona. Era la forma en
que tuvo tanto éxito en el mundo corporativo. La mujer parecía estar
pasando por una gran variedad de emociones, desde nerviosismo al deseo
y todo lo que ella hacía era mirarlo. Él quiso acercarse más, apretarla
contra él, y besar esos deliciosos labios rosados, pero de alguna manera se
las arregló para alejar esos pensamientos.
Había trabajo que hacer, un trabajo importante. Desde luego, no tenía
tiempo para jugar con aquella mujer, obviamente inocente.
—¿No has hablado con tu padre, Lucas? —preguntó Esther, deteniéndolo.
—¿Hablar sobre qué?
Página
—Cuando tu invitada se vaya, pasa a mi oficina y agarra el papeleo en mi
escritorio. Tengo varias cartas que necesito que envíes hoy, y unas cuantas
otras tareas que quiero que estén listas antes de las cinco.
18
Lentamente, Lucas se volvió hacia Esther, liberando la mano de Amy al
mismo tiempo.
—Les he enviado mi renuncia el mes pasado, y tu padre dijo que quería
contratar a una asistente nueva —indicó.
—Te dije en ese entonces que yo necesitaba que te quedaras por más
tiempo. Supuse que el asunto estaba resuelto —dijo con demasiada
dureza.
—Lucas, no te atrevas a usar ese tono de voz conmigo. No lo olvides, te he
visto correr con nada más que un pañal. Sabías que cuando tu padre se
jubiló estaría dejándote tan pronto como pudiera, y que me quedé para
asegurarme de que tuviéramos una transición sin problemas, pero ahora
es mi turno para jubilarme. Me encanta esta empresa, pero, al igual que tu
padre, creo que a veces lo mejor es seguir adelante con las cosas y traer
una nueva generación.
—Lo siento por el malentendido. ¿Puedes trabajar un mes más para que
pueda encontrar un reemplazo adecuado para que tome tu posición? Voy a
doblar tu salario, sabiendo que es un inconveniente —declaró él, tratando
de olvidar que Amy estaba en la habitación.
—Tu padre ya realizó las entrevistas, y Amy es tu nueva ayudante. La he
estado entrenando toda la mañana, y está haciendo un trabajo
extraordinario —finalizó Esther y le dio unas palmaditas en la mano de
Amy.
Su mirada se volvió de inmediato a la mujer en cuestión, la única que lo
había encendido con nada más que el toque de sus dedos. No había forma
posible de que pudiera trabajar para él, ni siquiera una oportunidad.
Ella trató de enderezar sus hombros y poner una expresión de
indiferencia, pero estaba segura de que no lo estaba consiguiendo.
Página
De repente, Amy era el objeto de su mirada intensa. En el momento en que
él puso de nuevo sus helados ojos azules en ella, sintió que su estómago se
derretía. El hombre tenía el suficiente calor, un calor que llenaba sus ojos,
para que fueran considerados como un incendio peligroso. Ella nunca
había reaccionado tan fuertemente a nadie antes y no estaba contenta con
los sentimientos desconocidos que la inundaban.
19
****
—Voy a hablar con mi padre acerca de esto, pero debería haber sido
informado de las entrevistas. No se sienta demasiado cómoda en su nueva
posición, señorita Harper —habló con la máxima autoridad, a
continuación, pasó por la puerta, cerrándola un poco más fuerte de lo
necesario.
—Pensé que sabía que me habían contratado. Él ni siquiera sabía que te
estás yendo —dijo Amy con aprehensión en su voz. Ella podría estar
perdiendo su trabajo soñado antes de incluso de empezar.
—Ahora, no te preocupes por nada, Amy. Todo va a estar bien.
—Sé que has trabajado aquí durante mucho tiempo, Esther, pero la
expresión en su rostro no era la de un hombre feliz. Yo no me adelantaría
tan pronto a una jubilación si fuera tú —dijo Amy, tratando de hacer una
broma, aunque sonó seria.
—Te darás cuentas de que Lucas no es tan desagradable como parece.
Está irritado en este momento, pero se le pasara pronto. Vamos a terminar
nuestro trabajo para el día de hoy. Para mañana este asunto se aclarará y
será olvidado —prometió Esther.
Amy tenía sus dudas, pero no tenía sentido preocuparse por ello. Daría lo
mejor de sí misma, y así tal vez su posición estaría a salvo.
Ellas se absorbieron en su trabajo, y el incidente fue puesto en un
segundo plano… aunque seguía ahí, pero lo dejarían pasar por el
momento.
****
Página
—Bueno, hijo. Cuando me fui, te dije que Esther se retiraría una vez que te
hubieras establecido. También dije que me encargaría de su reemplazo. No
es mi culpa que lo olvidaras. Y no es culpa de Esther que no tomaras en
serio su renuncia.
20
—Papá, ¿cómo esperas que dirija esta empresa cuando tú estás
interviniendo y haciendo cosas sin avisarme? —Lucas se paseaba delante
de su padre, de un lado para otro a través de la sala de estar de la casa de
sus padres.
—Me tomo todo en serio. Por lo menos, podrías haberme dicho de las
entrevistas, así hubiera participado en ellas. Tendrías que haberme dejado
encargarme de esto.
—Sé que tú estás más que capacitado para hacer tu trabajo. Sin embargo,
cuando te hiciste cargo, prometí dejar todo resuelto antes de mi partida.
Éste fue el último punto que tuve que resolver —dijo Joseph, dejando a
Lucas sin argumento alguno.
—Papá, sé que estás tramando algo. Aún no puedo averiguar lo qué es esta
vez, pero soy capaz de contratar a mi propio personal —dijo él con
frustración. Era mucho más difícil discutir con el hombre cuando él estaba
siendo razonable—. No se ve exactamente bien cuando el presidente de la
compañía no sabe lo que está pasando en sus propias oficinas —concluyó
él.
—Hijo, entrevisté a una treintena de personas, y la señorita Harper era,
por lejos, la candidata más calificada. Créeme, no tendrás ningún
problema con ella. La he verificado exhaustivamente antes de enviarla a ti.
—Su hijo no tenia la menor idea de que en realidad él estaba verificándola
como su futura nuera y lo que menos le importaba eran sus capacidades
como asistente ejecutiva, a pesar de que ella lo había hecho muy bien en la
universidad y lo más probable es que hiciera un trabajo extraordinario en
la oficina. Joseph sintió que Amy era la candidata perfecta para Lucas.
Ella era inteligente, fuerte, y había pasado por mucho en su corta vida.
Ella necesitaba una familia, y Joseph necesitaba una nuera. Eran la
pareja perfecta. Lucas no tardaría en darse cuenta de eso.
Página
—Por supuesto, Lucas —accedió rápidamente su papá, queriendo cambiar
de tema—. Ahora, sigamos con otro negocio —Joseph sabía que no podía
darle demasiado tiempo a Lucas para pensar en el asunto de la familia.
Era un chico inteligente, y Joseph no quería que él averiguara lo que
estaba haciendo. Si Lucas tenía idea de cuánto Joseph quería que sus
hijos se casaran, Lucas saldría corriendo por las colinas antes de que
tuviera la oportunidad de enamorarse de Amy. Y eso no estaría bien para
los planes de Joseph. Él quería esos nietos, y cuanto antes, mejor.
21
—Me has dejado con pocas opciones. No creo que haya forma de hacer
cambiar de opinión a Esther, ahora que ya ha tomado una decisión. Está
bien. Veré cómo ella funciona, pero si no trabaja sólidamente conmigo,
entonces la despediré y la siguiente persona será alguien que yo
encuentre, no tú —dijo él.
Los dos pasaron el resto de la tarde repasando el nuevo paquete de
beneficios que Joseph había modificado. Joseph se había retirado de los
negocios, pero a él le gustaba seguir participando. Iba a volverse loco si
dejaba la empresa por completo. Le había prometido a su esposa Katherine
que no trabajaría setenta horas a la semana nunca más, pero él nunca
accedió a olvidarse de la corporación que su abuelo había comenzado. Ella
lo entendió y apoyó su decisión de ser un miembro activo en el
departamento de recursos humanos. Después de todo, ella tenía un
corazón enorme. Fue por eso que la quería mucho, incluso después de
treinta y cinco años de matrimonio.
****
Cuando Lucas dejó la casa de su padre, su frustración había disminuido
considerablemente. Cuando Lucas volvió a la oficina, todo el mundo se
había ido. Mientras se dirigía a su oficina, podía oler un persistente olor a
vainilla en el aire, apenas una indirecta, pero suficiente para recordarle a
su nueva empleada. Él no creía que su nueva contratación se
desempeñaría bien. Tenía el presentimiento de que su nueva empleada iba
a ser nada más que un problema para él. Lo mejor para ambos sería
simplemente despedirla. Sabía que su padre se enfadaría, pero tendría que
apoyarlo.
Mientras estaba de pie en el umbral de las puertas que conectaban sus
oficinas, luchó consigo mismo al recordar su expresión inocente, tan
abierta y legible.
Página
Con esa determinante resolución, se acercó a su escritorio y cogió un
archivo. Tenía mucho trabajo para terminar esa noche. Él se recostó en su
sillón y comenzó a leer un archivo, quedándose dormido antes de que se
diera cuenta. Eso no era inusual. Él dormía en la oficina tanto como lo
hacía en su propia casa.
22
Con una firme resolución, él se irguió y dio la espalda a la habitación,
cerrando la puerta silenciosamente detrás de él. Estaba en control de sus
emociones, y no había forma de que una extraña se metiera bajo su piel.
Las mujeres iban y venían en su vida, sirviendo a un propósito esencial, y
saliendo sin hacer ruido. Su nueva empleada no iba a conseguir la ventaja
y el control de cualquier parte de él, ciertamente no de sus emociones.
Lucas pasaba a menudo las noches en la oficina después de quemarse las
pestañas. Siempre había puesto al trabajo por delante de cualquier placer.
Él había sabido desde muy joven que iba a hacerse cargo de la empresa
familiar. Estaba en su sangre.
Página
23
El último pensamiento de Lucas, antes de sucumbir al sueño, fue el de
unos vivos ojos verdes llenos de hambre.
—
Capítulo 3
Traducido por Kachii Andree & Alyshia Cheryl
Corregido por Alicadi
Creo que estás lista para pasar unos pocos días por tu
cuenta. Solo lláma por teléfono por si me necesitas. Pero
creo que te voy a ayudar en las playas al sur de California
—dijo Esther mientras recogía su chaqueta y su bolso.
Era la segunda semana de Amy y lo estaba haciendo mucho mejor, pero el
pánico la consumía ante la idea de que Esther la dejaría sola. Bueno, no
exactamente sola por su cuenta, Lucas no era más que un pedazo de
madera a la distancia.
No podía decir que era grosero, pero tampoco era amable. Sus azules ojos
la mantenían cautiva mientras ella y Esther se sentaron delante de él en
su escritorio, con su tono de mando, pero siempre profesional. Ella todavía
lo veía sonriéndole.
—Voy a estar bien Esther pero te voy a extrañar —Amy finalmente le
aseguró.
—Te voy a extrañar demasiado querida, pero no te preocupes por nada.
Voy a estar de vuelta el lunes para comenzar con tu horario de
entrenamiento final. Estás entendiendo todo esto de forma mucho más
rápida de lo que yo hice, y no era tan técnico cuando estaba empezando.
Creo que eres una gran adición para el equipo.
Página
—No pasará mucho tiempo antes de que estés volando por todo el mundo.
Parte de tu trabajo es viajar a las diferentes divisiones de la corporación
con Lucas. Algunos de esos lugares son increíbles. Es muy difícil trabajar
en una suite cuando puedes ver el sol brillando sobre una hermosa playa
blanca. Joseph siempre fue bueno en asegurarse de que tuviera un poco
de diversión. Sin embargo, estoy segura de que Lucas lo hará de la misma
manera —le aseguró Esther.
24
—Eres demasiado buena para mí. Asegúrate de llenarme una botella con
arena, así al menos puedo fingir que de vez en cuando voy a una playa
cálida —dijo Amy con una sonrisa.
Amy tenía serias dudas al respecto, Lucas no parecía estar familiarizado
con cualquier cosa que tuviera que ver con diversión. La idea de verlo en
un traje de baño, inmediatamente envió mariposas a su estómago.
—Sí, probablemente tengas razón —respondió Amy por fin, dándose
cuenta de que Esther la miraba de manera extraña. No ayudaba que su
respuesta fuera un poco sin aliento.
Deja de soñar despierta acerca de tu Jefe. El hombre que te odia tal como
eres. Tú de ninguna manera, necesitas cambiar esta situación que empeora
por desearlo a él —se reprendió Amy.
—Muy bien entonces, ahora me voy. Que tengas un gran día —dijo Esther
antes de salir de la oficina.
Amy se sentó en su escritorio, un poco perdida. Ella tenía sus
asignaciones, pero su primer día sola...
Después de un par de minutos ella se fue. No era como si pudiera
estropearlo todo.
Un par de horas más tarde, se sorprendió cuando su intercomunicador
zumbó.
—Amy, te necesito en mi oficina.
Lucas fue breve y al grano, nunca agregó más palabras de las que
necesitaba. Era un poco desconcertante. Ella tomó su libreta y
rápidamente se dirigió a la puerta. Antes de girar el pomo, tomó un aliento
fortificante y luego entró.
—Buenas tardes, Sr. Anderson.
—Sí señor —respondió ella mientras se sentaba frente a él.
Página
Ella se movió sobre sus pies sintiendo como si acabase de recibir un
regaño por ser nueva. Ella sabía que no debía decir nada a cambio, pero se
sentía como pidiendo disculpas, sin saber por qué.
25
—Necesito que tomes unos memos para mí, luego escribes las cartas. Los
necesito de vuelta en una hora. Me han llamado para una emergencia y no
sé cuánto tiempo estaré fuera. Normalmente, vendrías conmigo, pero como
estás en formación todavía, quedas fuera del asunto —dijo él con tono
cortante.
Lucas tuvo que mirar su computadora mientras él maldijo su reacción
hacia Amy, de cómo su esencia se apoderaba de él. Si no ganaba cierto
control sobre la reacción de su cuerpo hacía ella, él nunca lograría
conseguirlo a través de las próximas semanas, y mucho menos siendo un
empleo de largo plazo. Decidió en ese momento que si un nuevo asistente
era contratado por él, debería ser hombre o una mujer mucho mayor.
Sabía que había estado trabajando por muchas horas, pero obviamente,
era hora de que llamara a una de sus amigas. Necesitaba encontrar alivio
antes de que él terminara haciendo algo estúpido como lanzando a su
nueva asistente sobre su escritorio.
No era que él fuera un adolescente lleno de hormonas. No podía entender
por qué diablos estaba reaccionando tan fuertemente por ella. Sí, ella era
atractiva, pero había visto mejores mujeres, que eran mucho más pulidas,
y aun más, que conocían las puntuaciones.
Él tenía cero dudas de que su ayudante no era el tipo de mujer de una sola
noche... Y ese era el único tipo de mujeres con las que él salía. No tenía
tiempo ni deseo para una relación seria.
Lucas se recompuso, entonces dictaba las notas que quería a máquina. Si,
esto era lo que hacía bien... Los negocios. La mayoría de las personas
dejan que sus trabajos los gobiernen, causándoles estrés, pero eso no le
pasaba a Lucas. Él prosperaba en el mundo de las altas finanzas.
Finalmente alzó la vista. Se le cerró la garganta por un momento mientras
la miraba con furia, al tiempo que ella escribía para mantenerse al
corriente con él. El mismo pedazo de pelo obstinado que siempre estaba
escapando de su moño, estaba ahora acariciando su mejilla, al final
haciendo cosquillas en la comisura de su boca, prácticamente enmarcando
sus deliciosos labios rosados.
Página
Cuando ella alzó la mirada, sus ojos se abrieron, las emociones
intermitentes a través de su cara expresiva. El hecho de que no podía
ocultar nada no le servía de mucho. Él sabía que su empleada estaba tan
atraída por él como él de ella.
26
Su entrepierna estaba apretada mientras pensaba en esos labios
deslizándose por su piel, sacando su lengua y enfriando su cuerpo
acalorado.
Su entrepierna palpitaba mientras sus miradas se encontraron, ninguno
de ellos parecía capaz de alejarse.
Sus hermanos tendrían un momento divertido si vieran lo que su diminuta
asistente estaba haciendo con él. Siempre les gustaba burlarse de él por
ser siempre de acero, por ser siempre el que está en control, incluso desde
que eran adolescentes.
Conseguiría una verdadera patada por su falta de control debido a una
pequeña mujer.
—Eso es todo —dijo finalmente, sabiendo que su voz era dura, pero no era
capaz de detenerlo. Vio como ella saltó de su silla y luego como sus
mejillas se ruborizaron con una sombra roja tentadora que le hacía querer
decir “al diablo con todo” y solo tirar de su regazo.
—Uhm… está bien. Yo… uhm… voy a tener esto a tiempo —tartamudeó
con voz temblorosa antes de colocarse de pie.
Vio como poco a poco se abrió paso de su oficina con inestabilidad en sus
pies. El suave balanceo de sus caderas no ayudaba en la situación, no en
todo.
Finalmente, él se colocó de pie necesitando salir de su oficina. Tomó su
maletín de deporte y salió por su entrada privada. Se sintió aliviado por
dejar la oficina a tiempo. Para cuando regresara, él sabía que tendría sus
hormonas bajo control.
—Buenos días Amy, he escuchado cosas maravillosas acerca de ti ¿Cómo
te va? —Esto vino de Joseph segundos después de que se acercara y
pasara un brazo por sus hombros.
Página
—Amy, ven y toma un poco de torta —escuchó a Esther llamarla—. Es mi
fiesta de despedida. —Amy alzó la vista para encontrarse con cientos de
empleados que llenaban la sala de conferencias. Todo el mundo estaba
charlando, comiendo y parecían tener un buen momento.
27
Amy salió del ascensor con un rebote adicional en su paso. ¿Qué diferencia
hay? Es sólo un mes —pensó ella con una sonrisa sincera. A parte de la
tensión superior que tenía con Lucas, ella realmente no pasaba mucho
tiempo con él, por lo que sus días eran soportables. Le encantaba su
trabajo y se sentía segura en el desempeño de sus asignaciones, incluso
sin Esther a su lado. Se sentía bien, muy bien.
—Es muy bueno Sr. Anderson, gracias por darme esta oportunidad —dijo
ella tímidamente. El hombre todavía era intimidante, pero con su sonrisa
amable y sus ojos amistosos, no era difícil relajarse en su presencia.
Estaba creciendo su cariño por el gigante gentil.
—Tonterías, hija mía, ganaste esta posición por estudiar mucho y tener
una ética de trabajo excelente. Esther dijo que te estás ajustando muy
bien y haciendo un trabajo fantástico. —Se rió con ganas—. Ven conmigo.
Quiero que conozcas a algunos de los otros empleados. —Envolvió su
brazo en el suyo y la arrastró por la habitación durante varios minutos,
por lo que estuvo en decenas de presentaciones, antes de detenerse frente
a un hombre bien vestido—. Mike, quiero que conozcas a Amy. Ella es la
nueva asistente ejecutiva de Lucas —dijo Joseph en voz excesivamente
alta, provocando que varios jefes dieran vuelta en su dirección. Amy podía
sentir su cara colocándose más caliente, no le gustaba la sensación de ser
observada.
—Encantado de conocerte, Amy —dijo Mike mientras sus labios se
curvaron.
Él extendió la mano y tomó la de ella, sus pulgares acariciando su
muñeca. Ella no tenía muchas citas, así que no estaba al tanto de las
señales sutiles que estaba enviando él. Ella sintió el calor de su rostro un
poco más.
—Mike trabaja en las oficinas de una planta más abajo como asistente.
Pensé en presentarlos por lo que si tienes alguna pregunta, él puede
responderlas. Voy a dejarlos para que charlen —dijo Joseph con una
sonrisa antes de marcharse.
—Conozco un pequeño restaurante justo bajando la calle. ¿Te gustaría
cenar el viernes?
Página
Mike era el tipo de hombre que normalmente le interesaba a Amy. Era de
aspecto medio, no alguien a quien pondrías un calendario, pero que
definitivamente le daría una segunda mirada. Era ingenioso y su sonrisa
era atractiva. Aun así, él no revolvió su estómago, o hizo que sus mejillas
se colocaran de color. Él estaba a salvo.
28
Después de un momento incómodo, Amy se encontró disfrutando de la
compañía de Mike. Era un buen tipo con un sentido del humor y una gran
cantidad de conocimientos.
Amy miró al apuesto hombre y deseo sentir aunque sea la más mínima
chispa de interés en él, pero no lo hizo. Pero ella realmente no quería salir
con nadie en este momento. Estaba concentrada en su trabajo y tenía
metas en mente. No tenía tiempo para citas, pero no quería herir sus
sentimientos. Estaba entre la espada y la pared.
****
Al otro lado de la habitación, Lucas fulminó con la mirada a su nueva
empleada. Ella nunca sonreía de esa manera cuando él hablaba con ella.
Por supuesto, estaba normalmente dándole órdenes. Aun así, no le
gustaba la atención que estaba dándole a otro hombre. Realmente no le
gustaba el interés que vio en los ojos de Mike.
A medida que Lucas la miró pausadamente de arriba hacia abajo, pudo
comprender ese interés.
¿Qué creyó su padre que hacía, presentándosela a Mike? Todo el mundo
sabía que él cambiaba de mujer mucho más rápido que cuando se
cambiaba de ropa. Muchas mujeres habían sido engañadas por sus
demostraciones de afecto, pero Lucas sabía que el chico sólo tenía un
objetivo en mente, y Lucas estaba seguro de que Amy no estaba preparada
para las consecuencias de un romance fallido de oficina.
Lucas estaba aun más irritado por preocuparse de eso. Se consoló
pensando que estaba preocupado sólo porque si ella era dejada por Mike,
su rendimiento en el trabajo se vería afectado, por lo tendría que
despedirla. Luego tendría que tomarse un tiempo de su apretada agenda
para contratar a una nueva empleada.
Él estaba a punto de ir hacia allá, agarrarla el brazo y arrastrarla lejos,
cuando su padre se le acercó.
Estaba pensando en que la fiesta de la oficina había ido demasiado lejos.
Era el momento de alejar a su empleada de Mike, y volver al trabajo.
****
Página
—Bien, padre. ¿Y tú? —respondió automáticamente, sin apartar los ojos de
Amy.
29
—¿Cómo estás, hombre? —preguntó con demasiada astucia.
Joseph estaba pensando que su plan estaba funcionando a la perfección
mientras veía a su hijo lanzando dardos por los ojos a una Amy que reía
con Mike.
Lucas se estaba enamorándose de Amy rápidamente, y él ni siquiera se
daba cuenta. Joseph también pudo llevar todo de forma mucho más
rápida… agilizando las cosas. En el juego del amor, nadie podía perder.
Joseph casi podía sentir el peso de su primer nieto descansando en sus
brazos. No podía imaginar un regalo de Navidad más perfecto para
Katherine y él.
—¿No crees que Amy y Mike se ven bien juntos? Ella parecía algo sola la
semana pasada. He estado preocupado por ella, teniendo en cuenta que no
tiene familia. Ella se ha mantenido en silencio acerca de sus
circunstancias, pero creo que le vendría muy bien un amigo —dijo tan
sinceramente como fue capaz. No había nada como un poco de celos para
hacer que un hombre reaccionara.
—Mike es un canalla. Voy a poner fin a esto. Necesitas dejar de
entrometerse en la vida de las personas, padre —dijo Lucas con enojo.
—Lo siento, hijo. No sabía que estabas interesado en ella. Sabes que un
jefe no debería involucrarse en un romance con su empleada —agregó.
Conocía bien a su hijo. No había nada que le gustara más que un desafío,
y decirle que no podía tener a Amy, lo haría quererla aun más.
—No estoy interesado en ella —dijo Lucas, sin engañar a su padre en lo
más mínimo—. Sólo sé qué tipo de hombre es Mike. Él va a romperle el
corazón, y entonces su trabajo se verá afectado. Estoy sólo pensando en el
ambiente de trabajo.
Página
—El trabajo ha estado bien, papá. Es que no me gusta que vengas aquí,
causes un caos con mi empleada, y luego actúes como si todo estuviera
bien. Todavía no estoy muy feliz por lo que hiciste a mis espaldas y la
contratación de Amy, pero ella está haciendo su trabajo realmente bien, y
no tengo tiempo para encontrar un reemplazo en este momento. Tengo
cosas mucho más importantes en las cuales preocuparme. Ahora, si me
disculpas, tengo trabajo que hacer. —Con esas palabras de despedida, él
empezó a caminar en dirección a ella.
30
—¿El trabajo ha sido estresante, Lucas? Pareces algo cansado.
Joseph rió para sus adentros, sintiéndose francamente eufórico. Oh sí, su
hijo estaba cayendo con fuerza. Él había escogido a la esposa perfecta para
él.
Se acercó a Esther y le dio un codazo en el brazo para que pudieran
apreciar el espectáculo.
—Sabes, Joseph Anderson, uno de estos días, cualquiera de tus hijos
averiguara todas las acrobacias que haces para manejar sus vidas y no
podrás seguir haciéndolo —dijo Esther con una sonrisa.
—Ah, Esther, ¿cómo me subestimas de esa forma? Soy demasiado astuto
como para ser atrapado.
—Puedes pensar que tienes a todo el mundo engañado, pero no eres tan
listo como crees —respondió ella, aunque sus ojos estaban pegados a
Lucas mientras éste caminaba a través de la habitación…
—Tendremos que esperar y ver…
****
—Amy, tenemos trabajo que hacer —dijo Lucas mientras se acercaba a ella
y Mike. Amy notó que él ni siquiera reconoció la presencia de Mike, y este
hecho aparentemente no pasó desapercibido para el otro hombre,
tampoco. Mike, quien obviamente no quería hacer enojar al jefe, se fue a
escondidas sin palabra alguna.
Amy perdió un poco de respeto hacia él y suspiró para sus adentros.
Luego, se volvió hacia Lucas.
—No me gustan los romances de oficina. Causan nada más que
problemas, no es bien visto —le informó él en su tono de voz más
Página
Lucas la siguió hacia la oficina y luego se metió dentro de ésta mientras
ella se sentaba, sabiendo que él aún no había dicho todo.
31
—Sí, señor Anderson. Lo siento, pero todo el mundo estaba aquí y no
estaba segura de lo que se suponía que debía hacer. Me pondré a trabajar
ahora mismo —respondió Amy con su cabeza erguida, y se dirigió hacia su
oficina. Ella no entendía por qué él sonaba tan irritado. Todos estaban en
la fiesta. No era como si la fiesta hubiera sido su idea.
imponente, lo que causó que el vello en la parte trasera del cuello de ella
se erizara.
Ella tuvo que contar en silencio hasta diez antes de responder.
—En primer lugar, señor Anderson —dijo ella con los dientes apretados—.
Yo simplemente estaba socializando con otro empleado. Y, en segundo
lugar, que elija tener un romance con alguien no es de su incumbencia. —
Amy se sorprendió por el ácido tono en su propia voz. Era la primera vez
que ella le había hablado así.
De repente, él estaba a sólo unos centímetros de su cara.
—Cuando usted trabaja para mí, va a escuchar lo que digo. Mike es un
mujeriego, y no quiero hacerme cargo de las repercusiones cuando él la
deseche como pan añejo, y créame, lo hará.
Amy inclinó la cabeza hacia atrás alejándola de la suya, su ritmo cardíaco
acelerado. Ella estaba segura de que su corazón latía tanto que era visible
para él, incluso a través de su camisa. Se olvidó por completo de su ira
contra el hombre mientras la necesidad de extender la mano y acariciarlo
la abrumó. Quería a Lucas. Todo en él gritaba a sexo, y si él se apoyaba un
par de pulgadas más cerca y reclamaba su boca, ella le correspondería.
Sabía que era irracional, y debía pensarlo mejor, pero había estado
tratando de esquivar esas oleadas de calor que sentía cada vez que estaba
cerca de él hace semanas y se preguntó si su imaginación hacía justicia a
lo que se sentiría besarlo.
¿Qué tan malo podría ser un beso? Por lo menos, se daría cuenta si todo
era parte de su imaginación o no: las chispas, el deseo y la química.
Al darse cuenta de lo cerca que él estaba de ella, y también el deseo
intenso que tuvo de besarla sorprendió a Lucas, quien se irguió y se retiró
de su oficina. Antes de que pudiera pensar en ello, él cerró la puerta,
Página
****
32
Durante lo que pareció una eternidad, donde no pudo romper el contacto
visual con él. Sintió calor líquido cerniéndose dentro de ella. Mira hacia
otro lado, desvía la mirada, mira hacia otro lado, se gritó a sí misma hasta
que por fin encontró la fuerza de voluntad para desviar la cabeza,
preguntándose cuánto tiempo habían estado de pie allí cara a cara.
haciendo que las imágenes en la pared se tambalearan. Su cuerpo estaba
duro como una roca y una ligera capa de sudor cubría su frente.
Lucas se apoyó contra la puerta y deseó que su cuerpo volviera a la
normalidad. No había sentido tanto deseo por una mujer desde su época
universitaria. Incluso en ese entonces, sabía que había poseído un mayor
control. Si ella no hubiera roto el contacto visual, él podría haber
terminado tomándola allí mismo, sobre su escritorio, sólo a unos pocos
metros de distancia de cientos de empleados que podrían haber entrado en
cualquier momento. No pudo alejar la imagen mental de ella retorciéndose
debajo de él en la mesa de madera, con su cabello libre del horrible moño.
Era sin duda tiempo de ir al gimnasio y gastar algo de su energía
reprimida.
Tomó su bolso y salió de la oficina, montando en su ascensor privado para
no tener que hablar con nadie. No estaba de humor, y no quería descargar
su frustración en alguien inocente.
Después de un intenso trabajo de dos horas, Lucas todavía se encontraba
duro, había disminuido su frustración, pero no por completo. Cuando
volvió a la oficina, buscó la lista de teléfonos en su computadora. Se quedó
mirando los nombres durante diez minutos, antes de hacer clic en la X y
cerrar la pestaña. Sabía que lo mejor que podía hacer, era llamar a
algunas de las mujeres con las que se encontraba a veces, pero no pudo
hacerlo.
Página
33
Con un suspiro de disgusto consigo mismo, obligó a su mente a
concentrarse. Tenía trabajo que hacer y no iba a permitir que su cuerpo lo
controlara. Se volvió hacia su ordenador y se puso a trabajar. Evito a Amy
el resto del día, eligiendo comunicarse con ella solamente a través de
correo electrónico. Parecía ser mucho más seguro para ambos.
Capítulo 4
Traducido por Auroo_J & BUTY_MADDOX
Corregido por Alyshia Cheryl
E
l tiempo pasó volando rápidamente para Amy cuando aprendió
su nuevo trabajo. Después del intenso momento con Lucas el
día de la fiesta, ella había estado asustada por la conservación
de su trabajo como asistente ejecutiva. Afortunadamente, él había sido
bastante profesional respecto a ese punto, en vez de despedirla
inmediatamente.
Lucas estaba fuera la mayor parte del tiempo, y la comunicación se
realizaba a través de correo electrónico.
Lo que no podía entender era por qué eso la molestaba. Ella debería estar
aliviada por tenerlo lejos, sin estar en lo más mínimo molesta cuando él no
estaba cerca.
Ella apenas conocía al hombre y él provocaba todo tipo de emociones
diferentes en su interior. La lujuria estaba sin duda en la parte superior de
la lista. Siempre había sido de las chicas buenas, saltándose ciertas cosas
para estudiar, postergando las relaciones por el trabajo, y guardándose
para el hombre adecuado. Bueno, tenía veinticuatro años y todavía no
había conocido al indicado, o eso se decía a sí misma.
Página
De pronto se encontró fantaseando con su apuesto jefe, preguntándose
cómo se vería si se aflojaba la corbata un poco, si se desabrochaba el
primer botón de sus pantalones ajustados. Se preguntaba muchas cosas
inapropiadas, y tuvo que detenerse. Tener una aventura con su jefe no era
parte de sus planes para futuro.
34
Todavía recordaba cuando escuchaba a las chicas riendo en la biblioteca
de la escuela mientras hablaban de sus citas de la noche anterior. Amy
había sentido una punzada de celos al ver que ellas tenían tiempo para
divertirse, además de estudiar, pero nunca había sentido que se estaba
privando de algo. Un mes en cuartos reducidos con Lucas Anderson, y
todo estaba cambiando.
—Perdona la interrupción, Amy, pero Joseph Anderson está aquí y quiere
verte —dijo Tom a través del intercomunicador, asustándola.
—Iré inmediatamente —dijo ella tras una breve pausa.
—No te preocupes, él ya se dirige hacia tu oficina, cariño.
Lucas había despedido a la recepcionista rubia, emocionando a Amy, ya
que la mujer le había disparado dagas cada vez que entraba y salía de la
oficina. Amy quería gritarle que no estaba interesada en el jefe y que podía
tenerlo, pero de alguna manera se las había arreglado para mantener la
compostura.
El nuevo recepcionista era un gran tipo, y con el jefe fuera, cuando tenía
tiempo libre, ella se sentaba con él, y charlaban de todo. Sólo había estado
trabajando con él durante un par de semanas, y estaba convirtiéndose en
su mejor amigo.
—Gracias por el aviso —dijo ella, luego se enderezó rápidamente antes de
que Joseph llenara la habitación con su presencia.
—Buenos días, Amy. Yo estaba aquí y pensé en pasar y ver cómo estabas.
—Eso es muy amable de su parte, Sr. Anderson, pero estoy bien.
—Creo que voy a tener que visitarte todos los días hasta que te sientas lo
suficientemente cómoda para llamarme Joseph —dijo con una sonrisa
mientras se sentaba, dando la impresión de que se quedaría un rato.
—Está bien, está bien, iré en contra de todo lo que me enseñaron y te
llamaré por tu nombre. Sólo quiero que sepas que eso parece una falta de
respeto para mí —dijo ella, sonriendo. Era difícil discutir con Joseph.
—Eso es cierto. Hemos estado casados por más de treinta años, y le doy
gracias a Dios todos los días por tenerla a mi lado Yo sólo quiero lo mismo
para nuestros hijos —dijo, mirándola directamente a los ojos.
Página
—Su esposa parece una mujer increíble y elegante.
35
—Puedo ser duro cuando tengo que serlo, pero me he dado cuenta que la
mayoría de las personas responden mucho mejor a un trato amistoso.
Cuando era joven, al igual que mis hijos, tendía a ser un hijo de puta, la
arrogancia irradiaba de mí en oleadas. Mi bella esposa, Katherine, me curó
de eso. Ella nunca me permitió perder el control.
Amy sintió pánico en su interior, como si él estuviera enviándole algún tipo
de mensaje. Ella finalmente se echó a reír, haciendo poco caso a su
comentario. Sólo estaba siendo él mismo, un tipo simpático. Es por eso
que ella disfrutaba tanto de su compañía.
—Estoy segura de que cada uno conoce a alguien en el momento indicado.
Cuando estaba terminando la universidad, en ese entonces en busca de
trabajo, supe que las relaciones eran la última cosa en mi mente. Sus hijos
probablemente sienten lo mismo, especialmente con Lucas haciéndose
cargo de su antiguo trabajo, y sus otros dos hijos haciendo lo que sea que
ellos hagan —terminó ella sin convicción, dándose cuenta de que no tenía
idea de lo que sus otros hijos, Alex y Mark, hacían.
—Oh, esos chicos tienen un montón de tiempo libre. Creo que
simplemente se niegan a casarse porque están demasiado ocupados
jugando. No me preocupa, sin embargo. Se casaran algún día —dijo, como
si estuviera compartiendo un secreto con ella.
—Esa es una actitud positiva.
Página
Su voz era hipnotizante mientras hablaba de su familia. Siempre usaba
una voz más grave y fuerte que la de una persona promedio, pero mientras
hablaba de sus hijos, cambió de tono, obviamente mostrando el gran amor
por su esposa e hijos. Amy tuvo que luchar contra la melancolía repentina
de querer recibir parte de ese amor. Una de las cosas que más quería era
una familia. Era algo que le había sido negado, y sabía que cuando
36
—He descubierto que la vida es demasiado corta para ser otra cosa que
positiva. Cuando algo no va como lo deseas, entonces tienes que buscar
en otra dirección y hacer un cambio —dijo—. Mira a mi hijo menor, Mark.
Él me echo una mano cuando lo necesite, pero él nunca tuvo la intención
de ser parte de este mundo empresarial. Siguió los pasos de su abuelo y se
convirtió en un hacendado. Sin embargo, no podía ocultar ese gen
Anderson que tenemos para el éxito. Ha hecho que el rancho de la familia
prospere durante su estadía en él. A Alex le gusta viajar por el mundo, y se
ocupa de la mayor parte de nuestro negocio internacional, y es realmente
bueno en eso, también, constantemente trayendo más negocio. Luego, por
supuesto, está Lucas. Él siguió los pasos de su bisabuelo, y los míos
también. Cada uno de nosotros tiene la necesidad de trabajar para ser el
número uno. La única cosa que mis hijos tienen en común, sin embargo,
es que tienen corazones de oro. Cuando se enamoran, será para toda la
vida. Es por eso que han estado esperando mucho tiempo, en mi opinión.
tuviera a sus hijos propios, los amaría tanto como Joseph amaba a sus
hijos. Como le gustaría tener un padre como él, ahí para ella.
Ella sacudió la cabeza, alejando esos pensamientos. Había aprendido hace
mucho tiempo que no debía pensar en lo que no tenía. Era mucho mejor
centrarse en las cosas que podía cambiar, y las que había logrado. No
tenía sentido regodearse en la autocompasión.
Antes de que Amy se diera cuenta, había pasado una hora y se encontró
riendo de otra de las historias de Joseph. Sintió una punzada de
culpabilidad al darse cuenta de la cantidad de tiempo que había pasado
con él en lugar de trabajar. No debía sentirse mal, ya que ella fue
sorprendida al máximo, pero aun así...
—Yo podría sentarme aquí y hablar contigo durante todo el día, querida,
pero será mejor que te permita volver a tu trabajo. Gracias por complacer a
un anciano durante un tiempo —dijo Joseph mientras se levantaba.
—El placer ha sido mío, Joseph. Gracias por tomarte un tiempo de tu
apretada agenda para charlar. Podría olvidar todo lo demás mientras estás
hablando —dijo ella con sinceridad.
—Eres una verdadera dulzura, Amy. Estoy muy contento de haber tenido
la suerte de encontrarte —dijo, y entonces, para su sorpresa, en lugar de
estrecharle la mano, extendió los brazos y la abrazó. Amy tuvo que luchar
contra las lágrimas repentinas que querían brotar mientras sus manos
suaves llegaron a su alrededor y el olor reconfortante de menta invadió sus
sentidos.
Gracias a Dios que no esperaba que ella dijera algo más. Él la soltó y salió
de la habitación. Se dejó caer en su silla, sin saber cuánto tiempo se quedó
mirando la puerta vacía antes de que el timbre sonara de nuevo.
Amy sabía que probablemente debería quedarse en la oficina durante el
almuerzo para ponerse al día, teniendo en cuenta que había pasado
demasiado tiempo con Joseph, pero necesitaba salir y dar un paseo.
Página
—Estoy en camino. Dame cinco minutos para terminar este mensaje para
el Sr. Anderson, y entonces, yo soy toda tuya.
37
—Amy, cariño. Es hora de almuerzo. Tengo que salir de este lugar antes de
que me vuelva loco. Saldremos a comer pizza extra grasosa y refrescos de
soda. —La voz energética de Tom se oyó a través de su altavoz.
Joseph había despertado muchas emociones en su interior, y estar
rodeada de un muy enérgico Tom, le ayudaría a volver a Tierra.
Amy salió de su oficina, sonriendo, y Tom tiró su brazo alrededor de su
cintura mientras se dirigían a los ascensores. La puerta se abrió justo
cuando estaba inclinado hacia ella en lo que parecería ser un momento
íntimo para un observador. Los dos estaban en esa posición, y para suerte
de ella, justo cuando Lucas entró por las puertas abiertas.
—¿Qué está pasando aquí, Amy? —gritó casi él—. ¿Has olvidado que este
es un lugar de trabajo? Me he ido un par de semanas, ¿y piensas que
puede desfilar a tus novios y salir de aquí? ¿Y si hubiera sido un cliente?
—Amy estaba demasiado aturdida por su ira como para ser capaz de
pronunciar alguna palabra. ¿Qué estaba pasando con él?
Amy captó la leve sonrisa en la cara de Tom, volviéndose, así su nuevo jefe
no podía verlo. Amy frunció el ceño. Ella se preguntó para sus adentros si
debería cancelar el almuerzo y volver a trabajar.
—Hola, Sr. Anderson. La señorita Harper y yo estábamos saliendo en
nuestro almuerzo. Ya hemos establecido los teléfonos y estaremos de
regreso en una hora. —Con eso, él tiró de ella en el ascensor, y se fueron
antes de que ella tuviera la oportunidad de cambiar de opinión. Oh, sabía
que iba a tener problemas por eso. Lucas no era exactamente el tipo de
hombre al que le gustaba ser contra-decido. Estaba un poco asustada por
la reacción de su jefe cuando ella regresara al trabajo. Ya era demasiado
tarde para hacer algo al respecto en ese momento.
****
Página
Estuvo a punto de seguirlos para poder arrastrarla de nuevo a las oficinas.
Sólo años de control bien gestionado le hicieron quedarse donde estaba. Lo
que realmente quería hacer era echar a Tom por una ventana y arrastrar a
Amy en sus brazos. La había evitado tanto como fue posible con la
esperanza de que superaría su obsesión, pero la forma en que lo miraba no
ayudó. Él podía ver que era una atracción mutua, y ambos luchaban
contra los sentimientos que tenían el uno al otro.
38
Antes de que Lucas tuviera tiempo de reaccionar, las puertas se cerraron,
dejándolo aturdido y más que un poco enojado.
Él hizo un par de llamadas, imaginándose que el hombre con el que Amy
estaba era Tom. Lucas había pensando que estaría bien para su padre
encontrarle una nueva recepcionista. No era tan difícil encontrar a una
persona para contestar los teléfonos. Pero en lugar de una bonita mujer de
sesenta años, su padre contrató a un joven atractivo, quien obviamente
tenía los atributos suficientes como para atraer a la asistente de Lucas.
Él sabía que no debía preocuparse, ni en lo más mínimo, que no debería
importarle en absoluto, pero en el fondo, le importaba, le importaba
mucho más de lo que debería.
Se quedó en su despacho durante toda la hora que se fueron, no
consiguiendo hacer nada. Sólo se paseaba de un lado de la habitación a la
otra, esperando con impaciencia su regreso.
****
—Sabes que le permitiste pensar que estábamos escabulléndonos por
alguna aventura ilícita durante nuestra hora de almuerzo. Voy a estar en
el infierno por eso. —Amy trató de decirlo tan severamente como era
posible mientras ella y Tom se sentaban en su restaurante favorito sólo a
una cuadra de las oficinas.
—No pude resistirlo. Tenía una expresión de amargura en su rostro al
verte encerrada en los brazos de mi hermoso ser. —Se rió entre dientes.
Amy había estado luchando contra su atracción por Lucas desde el
momento en que lo conoció. Ella sabía que él la quería, pero también sabía
que era una mala idea involucrarse con su jefe. Ella no era una de esas
mujeres que dormían con sus jefes para alcanzar la cima. Ni siquiera
estaba cerca de ser una de esos tiburones corporativos. Ella estaba
trabajando duro para que un día pudiese proporcionar un hogar estable
para la familia que siempre había querido.
Página
—Él no está caliente por mi cuerpo —dijo—. Simplemente le gusta estar en
control de todo, incluyendo a sus empleados. Sólo espera... Él va a estar
diciéndote con quién puedes salir, también —dijo ella, comenzando a ver el
humor en la situación. Ella sabía que ambos terminarían superando la
atracción pronto, y de ninguna manera, quería que Tom supiera que ella
39
—Estabas ocultándomelo, sabes. No tenía idea de que el jefe estaba
caliente por tu cuerpo —prosiguió Tom.
pensaba que su nuevo jefe era impresionante y que le hacía perder el
aliento cada vez que entraba en la habitación.
—Cariño, ya puedo decir que no soy su tipo, por desgracia. —Suspiró,
siendo demasiado dramático—. Me gustaría cambiarlo, pero hay algunos
hombres que sólo tienen ojos para el reloj de arena. Pobre de mí, que estoy
destinado a la angustia, al ver ese pedazo de hombre a diario y nunca
tener una oportunidad.
Tom la había sacado exitosamente de su melancolía. Sabía que iba a tener
que soportar el mal humor de Lucas cuando regresaran, pero por el
momento, ella y Tom estaban teniendo un gran almuerzo.
Se reían y hablaban entre bocado y bocado de comida y, antes de que
ninguno estuviera listo, caminaban de regreso a la oficina, asegurándose
de no tener ningún contacto físico. Amy no sentía ninguna necesidad de
presionar su suerte más allá ese día. Ella no quería perder su trabajo
porque el jefe pensaba que era la fulana de la oficina.
Antes de que pudiera sentarse, ella estaba siendo telefoneada desde la
oficina de Lucas.
—Srta. Harper, ¿puede venir por favor? Tenemos mucho que repasar esta
tarde y, debido a su prolongado almuerzo, estamos retrasados —espetó su
voz por el intercomunicador.
Lucas supo al segundo en que entró. Ella no hizo ningún ruido, pero su
perfume le envolvió. A continuación, sintió el cambio en el aire, mientras
ella se sentó en voz baja en la silla frente a él, siendo el único sonido
Página
Lucas no levantó la vista cuando entró en la habitación. En silencio cruzo
el suelo y se sentó en el lado opuesto de la mesa. Se sentaron por unos
minutos en un silencio incómodo. Ella comenzó a retroceder, lo que la
hacía notar aun más. Cómo se atrevía a hacerla sentir como una niña de
escuela que se sienta en la oficina del director, ya que había sido
capturada besuqueándose en el campus.
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Amy suspiró, sabiendo que su día de paz estaba oficialmente terminado.
Recogió su laptop y se dirigió a la puerta que comunicaba sus oficinas.
Ella refunfuño un poco para sí misma, sin embargo, como ella se había
asegurado de no tener un almuerzo extendido y había, de hecho, regresado
de nuevo unos diez minutos antes de lo que tenía que ser.
apenas audible el cruzar de sus piernas, el ligero ruido mientras sus
medias de nylon se rozaban.
Sus ojos estaban fijos en la pantalla del ordenador mientras él ciegamente
golpeaba botones en el teclado, sin tener ni idea de lo que estaba haciendo.
Por lo que sabía, podría haber regalado millones de dólares en apenas un
segundo. Lo que más le asustaba, sin embargo, era el hecho de que ni
siquiera le importaba si lo hacía.
Él sabía que tenía que hacer una observación más pronto o más tarde,
pero aún estaba demasiado cerca de agarrarla de la silla y hacerle olvidar
a cualquier otro hombre, excepto él. Se imaginaba echándola sobre la
mesa y poniéndole fin a la tortura para ambos. Podía marcarla como suya,
y ella no tendría pensamientos hacia otro hombre. La idea de ella gritando
su nombre era casi su perdición.
—¿Terminaste el informe de Nielson que envié por correo? —Él habló por
fin y se mostró satisfecho de ver su salto al oír el sonido de su voz. Por
alguna extraña razón, su reacción lo relajaba. A él le gustaba la forma en
que la ponía nerviosa. Se preguntaba qué más podría hacerla saltar.
Lucas se puso de pie, caminó alrededor de su escritorio y se sentó en el
borde de la misma, sus piernas a sólo unos centímetros de distancia. Se
dio cuenta de que ella se sentó más recta incluso, si eso era posible. Sus
piernas estaban cerradas tan herméticamente juntas que le sorprendió
que no gritara de repente por un calambre muscular.
Después de lo que parecieron horas, pero en realidad fueron sólo
segundos, Amy le entregó el expediente sin palabras, ya había anticipado
que él estaría pidiéndolo. Tomó la carpeta, asegurándose de que sus dedos
se rozaran. Notó la piel de gallina aparecer en su brazo.
Él sabía que ella era demasiado fuerte para admitir que la hacía sentir
algo, y no había manera de que fuera a llorar de misericordia. Había
aprendido mucho de ella desde el primer día que se conocieron. Si hubiese
lucido molesta de alguna manera, entonces él habría encontrado la fuerza
Página
—Muy bien. —Ella saltó una vez más, como si hubiera olvidado que
estaban sentados juntos en la habitación.
41
Él comenzó a sentirse mucho mejor, sabiendo que estaba de nuevo al
mando. Fingió leer el archivo, tomándose su tiempo, disfrutando de la
cercanía.
de voluntad para apartarse, pero podía ver la pasión brillando en sus ojos,
a pesar de que tratara de ocultarlo. Su respiración estaba acelerada,
haciendo que sus pechos subieran y bajaran por debajo de su blusa, y
pudo ver la huella de sus pezones endurecidos presionando contra la tela.
Quería agacharse y sentir el pulso de sus pechos bajo sus labios. Su
excitación era un afrodisíaco.
Lucas cambió su peso, haciendo que su pierna se presionara contra la de
ella. Se sentó congelada. Era evidente que quería moverse, pero no sabía
cómo hacerlo sin previo aviso.
Era un juego de voluntades, y él realmente no sabía cuál de ellos cedería
primero. Él estaba probando su resistencia hacia la atracción que sentía
por ella, eso era seguro. Sabía que lo más inteligente sería dar marcha
atrás y sacarla de su oficina, pero no podía hacerlo. Si ella le pedía
retirarse, él la dejaría ir, pero esperaba que no lo hiciera. Le gustaba su
juego. Sabía que estaban llegando a su límite. Se estaba poniendo
demasiado caliente sentado tan cerca de ella, por lo que les dio a ambos
un descanso y empezó a caminar por la habitación para crear distancia.
—Muy buen trabajo —dijo finalmente, con respecto al archivo. Se metieron
en una cómoda rutina después de eso, y trabajaron bien el resto de la
tarde.
El aire estaba lleno de tensión, pero hicieron un buen equipo cuando
ambos se concentraron.
El tiempo pasó rápidamente, como solía ser cuando estaba junto a ella.
La idea de que ella dejara las oficinas dejó una sensación desagradable en
él. Pensó en lo que iba a hacer, nunca lanzaba sus jugadas antes de crear
un plan, y mucho menos cuando su mente se encontraba tan
desorientada.
Página
Ya era hora de que pusiera fin a la tortura. Solo una noche juntos, eso es
todo lo que necesitaban. Trató de razonar consigo mismo que esta
situación no heriría a nadie. Si era incómodo entre ellos después de que
estuvieran satisfechos, entonces él la trasladaría hacia otra división de la
empresa, por lo que no pasaría nada.
42
Él no quería dejarla ir. Disfrutaba de la embriaguez de su olor. Se
complacía en la forma en que sus ojos se lanzaban hacia él y luego miraba
hacia otro lado. Sus curvas seductoras hacían que su cuerpo se apretara.
****
Amy luchó contra sus propias emociones mientras pasaba el día con
Lucas. Un minuto él estaba dándole órdenes, y al otro, la seguía como una
pantera, cada vez un poco más cerca con cada paso que daba. No entendía
su atracción hacia Lucas. Sí, él era guapo, pero que nunca le había
importado antes. A muchas mujeres les gustan los hombres fuertes, alfa,
que piensan que el mundo debe inclinarse ante ellos. A ella no.
A ella siempre le habían gustado los tipos de hombres que había
encontrado durante la escuela. Así que tenía que decirse continuamente
que no podía soportar a los de su tipo. Ella no necesitaba, ni quería, un
hombre para hacerla sentirse completa. Le gustaba su vida mucho y no
quería que nadie interviniera y le dijera cómo vivir. No era más que otro
hombre, al igual que tantos otros hombres que habían existido.
Si ella rompía sus reglas y se involucraba con alguien, nunca iría por un
rico egocéntrico millonario como su jefe. Sería un hombre cálido,
cuidadoso, alguien que quisiera una docena de niños y le trajera flores por
lo menos una vez a la semana. Sexo que durara sólo unos minutos, una
relación que durara toda la vida. Podía vivir con mal sexo, pero no podría
vivir con un imbécil de marido.
Mentirosa. Tú quieres emoción. Has estado trabajando en vez de distraerte
desde que apenas comenzaste a caminar, con miedo a desobedecer, con
miedo a decir alguna insolencia o impertinencia, con miedo a pedir algo.
Ahora, ves a este hombre, este dominante y magnífico hombre, y quieres que
él tome el control. Quieres que te obligue a salir de tu caparazón. Lo quieres
a... él. Y algo mucho más importante que eso, quieres que él te desee, para
que tome la decisión por ti.
—Entre —habló Lucas.
Tom se asomó a la habitación.
Página
A las cinco de la tarde, alguien llamó a la puerta.
43
Amy se sentó paralizada mientras luchaba una batalla interna consigo
misma. Su mente cuidadosamente controlada para acallar a su corazón.
Ella iba a ganar la pelea, lo que no sabía era que quedaría en mil pedazos
cuando todo estuviera terminado.
—Hola, Sr. Anderson —dijo antes de volverse hacia Amy—. ¿Estás lista
para salir? Tengo los teléfonos alterados, y me muero por un Bloody Mary
y unas alitas picantes.
Amy empezó a levantarse de su asiento cuando Lucas habló:
—Tenemos demasiado trabajo para terminar esta noche, Tom. Amy tendrá
que perderse la hora feliz —dijo, un poco grosero, en su opinión.
—Está bien, Tom, voy a coger el autobús a casa esta noche. De todas
formas, agradezco el paseo en la mañana. Nos vemos el lunes. —Ella le
dio una sonrisa de disculpa antes de volver a trabajar en su portátil.
—Está bien, dulzura. Nos vemos el lunes. —Le guiñó un ojo—. Que tenga
un buen fin de semana, Sr. Anderson. —Tom salió rápidamente y, una vez
más, Amy estaba sola con Lucas. Ella se quedó mirando a Tom por unos
minutos con anhelo. Le encantaría simplemente sentarse y tomar una
copa con su mejor amigo. Sus nervios habían estado en el borde de toda la
tarde.
El estado de ánimo de Lucas pareció deteriorarse después de que Tom se
fue.
—¿Por qué no trajiste tu propio auto para venir a trabajar hoy? —le
preguntó por fin, poniendo fin a veinte minutos de incómodo silencio.
—Yo no tengo un auto. Normalmente sólo viajo en autobús al trabajo, pero
Tom no vive muy lejos de mí, así que el último par de días hemos estado
compartiendo el automóvil. No tengo ningún problema con el autobús, sin
embargo. —Le molestaba el tener que explicarle las cosas.
—Te voy a dar un paseo a casa esta noche ya que te estoy manteniendo
hasta tarde —dijo, como si el asunto se resolviera al instante. No esperaba
nada, sólo su cumplimiento.
Página
—No necesito un paseo a casa. Ya le dije que estoy acostumbrada a viajar
en el autobús. Voy a estar bien —dijo ella con los dientes apretados. Sabía
que no sería el final de la discusión, pero ella no lo dejaría caminar sobre
ella, jefe o no.
44
Se sentó por un momento antes de responder.
Página
45
Estaba cansada de luchar consigo misma y él. Tenía miedo de que si no se
alejaba pronto de él, terminaría por levantarse, golpearlo, o peor todavía,
rasgar de su camisa hasta sacársela, de preferencia con los dientes.
Capítulo 5
Traducido por Auro_J, BUTY MADDOX & Alyshia Cheryl
Corregido por Samylinda
S
u respuesta lo enfurecía. ¡¿Cómo se atrevía a decirle que no,
cuando le estaba ofreciendo un paseo?! Por primera vez, ya que
no pudo recordar a alguien que le hubiera dicho que no antes, y
se encontró con que no le gustó, en absoluto. ¿Cómo podía preferir viajar
en el autobús a aceptar un viaje con él? ¿Era su compañía tan repulsiva
que no podía soportar estar en su presencia, aunque sea sólo por un
momento?
Estaba confundido ya lo suficiente acerca de cómo se sentía. No queriendo
decir algo de lo que se arrepentiría, decidió no decir nada más. Si
realmente creía que iba a permitirle viajar en el autobús, entonces no era
tan inteligente como él creía que era.
Podía ser terca, pero ciertamente podía superarla y llevarla a su
apartamento. Estaba acostumbrado a que la gente hiciera lo imposible por
él. Fue un poco sorprendente, pero no era tan desagradable, encontrar a
alguien que estaba dispuesto a discutir. Descubrió que le gustaba Amy un
poco más cada vez que lo desafiaba, pero no había manera de que la
diminuta zorra fuera a salirse con la suya esa noche, no cuando se trataba
de su propia seguridad.
—Sr. Anderson, no quiero quejarme, pero son las once. ¿Puedo venir
mañana si esto realmente tiene que hacerse? —preguntó proyectando
Página
Después de que su enojo inicial disminuyera, se involucró en sus propias
tareas, quedándose hasta medianoche cuando terminó el proyecto. Perdió
la noción del tiempo.
46
Podía ver que estaba cansada, pero siguió acumulando el trabajo sobre
ella. Por un lado, él todavía estaba enojado de que se negara a viajar con
él, y en segundo lugar, sólo quería estar con su compañía.
fatiga. Se sentía un poco culpable de que hubiera dejado a su
temperamento anular, perdiendo su buen juicio. Él normalmente nunca
hubiera permitido que se quedara tan tarde.
—No me di cuenta de la hora, lo siento. Podemos terminar esto el lunes —
dijo—. Vamos a salir de aquí. —Puso su trabajo de fin de semana en su
maletín y se dirigió con ella a su oficina. Se puso de pie junto a la puerta
mientras Amy ordenaba su trabajo y recogía su bolso y abrigo. Levantó la
vista, y podía decir que estaba sorprendida de ver que todavía estaba allí.
—Está bien, Sr. Anderson. Nos vemos el lunes. —Trató de hacer una salida
rápida y se dirigió directamente hacia los ascensores.
Él sonrió para sí mismo, disfrutando del canto de su voz. Le resultaba
cómico que pensara que podía ser fácilmente dejada en paz. Por lo general,
las mujeres lo perseguían por todo el lugar. Le gustaba el juego del gato y
el ratón con su nueva ayudante.
Esperaba muchísimo su captura.
Amy apretó el botón del ascensor, y los dos dieron un paso dentro para el
largo camino hacia abajo. Ninguno de los dos habló. Estaba sonriendo
para sí, y sabía que ella estaba luchando contra la irritación.
Cuando llegaron al vestíbulo, él la siguió mientras se dirigía hacia las
puertas.
—Hola, Amy. Estás trabajando hasta tarde. No hay ningún autobús. ¿Le
gustaría que llamara a un taxi? —preguntó el guardia de noche.
—Eso sería genial, Paul. —Le dio su mejor sonrisa—. ¿Cómo está
haciéndolo esa hermosa niña tuya? ¿Entró al equipo de baloncesto?
Página
—Paul, la señorita Harper no necesitará que llame un taxi. Voy a darle un
paseo a casa ésta noche —dijo Lucas con la confianza de saber que su
palabra se tomaría sin preguntas. Paul miró a la cara rígida y con una
expresión inflexible de su jefe, y decidió que no estaría en el medio de todo
lo que estaba pasando.
47
—Sí, entró al equipo universitario y ha dado volteretas alrededor de la casa
desde hace dos días. Te voy a mostrar las imágenes tan pronto como mi
esposa las revele —continuó—. Buenas noches, Sr. Anderson. Tenga un
viaje seguro a casa —le dijo a Lucas, como si acabara de darse cuenta de
que estaba allí con ellos dos.
—Está bien, entonces. Disfrute de su fin de semana. —Se volvió y regresó
a su escritorio.
Lucas sacó a Amy a través de las puertas delanteras, tomando su brazo.
Ella no quería causar una escena delante de Paul, así que se fue sin
protestar, pero se iba dar una idea de Lucas en su mente una vez que
estuvieran afuera. Había estado conteniéndose un mes y la tensión que se
había estado acumulando, estaba por encima de su tope.
Tan pronto como estuvieron fuera, se volvió hacia él, dispuesta a dar
rienda suelta a toda la ira que había tenido a en las últimas horas.
Maldita sea, se veía increíble cuando estaba furiosa y con ira. Él quería
arrancarle el moño y hundir sus dedos sobre su sedoso cabello.
—Mira... —le espetó, pero él no le dio tiempo para terminar la frase. No
podía aguantar más, así que se acercó y la tomó en sus brazos, aplastando
sus labios contra los suyos.
Se quedó tan estupefacta y rígida en sus brazos durante unos tres
segundos, mientras sus labios acariciaban los de ella. Él supo el momento
de su rendición, cuando toda la ira, la frustración y toda la atracción
crecieron entre ellos. Sus brazos alcanzaron su cuello y sus labios se
abrieron en una invitación, permitiéndole el acceso total de su boca.
Una vez que tuvo su rendición, sus labios se suavizaron, comenzando a
persuadir en vez de exigir. Sus brazos se movían arriba y abajo de su
espalda, moldeando su cuerpo al de él. Se sentía como si no pudiera
acercarse lo suficiente. Necesitaba más, mucho, mucho más.
Lucas estaba listo para tomarla allí en la acera. Empezó a levantar la parte
inferior de su camisa, olvidando que estaban de pie a la vista de quien
quisiera caminar.
Página
No podía respirar, pero no tenía ninguna necesidad de oxígeno. Su único
deseo era que su cuerpo fuera presionado contra el de ella y sus labios,
para seguir trabajando su magia. En su estómago había un millón
mariposas revoloteando alrededor, y chispas de electricidad atravesándola.
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No había pensamientos de protesta o ira. Nunca había sido noqueada en
sus pies antes, pero había una primera vez para todo. Su cuerpo estaba en
llamas, y no quería que parara ese sentimiento.
Amy fue la primera que se topó abruptamente con la realidad. ¿Qué estaba
haciendo? Estaba a punto de que su jefe la tomara en la pared exterior del
edificio. Inclinó la cabeza hacia atrás y lo empujó. Antes de que ella
supiera lo que hacía, su mano se acercó y le dio una fuerte bofetada en la
mejilla. Acabando con toda la lujuria dentro de él.
Se quedó allí, jadeando, sus ojos redondeados con el doble de su tamaño
normal. Había casi hecho el amor con su jefe en una pared, en público, y
luego le dio una bofetada en la cara. No podría hacer otra cosa que mirarlo
con horror.
Lucas no podía decir si estaba aturdido por los besos, por la bofetada, o
por ambos.
Ella también parecía ruborizada y despeinada. Él dio un paso hacia atrás
para que no lo golpeara de nuevo. Él ganaría el control de sí mismo,
porque sabía más allá de toda sombra de duda que sería suya. Sabía que
no sería capaz de romper el hechizo que ejercía sobre él hasta que ambos
derrumbaran los sentimientos corriendo a través de ellos.
—Dejaré pasar esto, pero debe estar preparada para enfrentar las
consecuencias si me abofetea de nuevo —dijo, mientras se frotaba la
mandíbula. Ella había puesto realmente su peso en el golpe. No era una
mujer indefensa que no podía sostener su posición ante él.
—¿Cómo se atreve? —escupió—. No puede ir por ahí besando a quien se le
apetezca. Puede ser rico y de gran apariencia, pero no le pertenezco. Yo soy
su empleada y nada más.
Con éstas palabras se dio la vuelta y empezó a alejarse.
Tomó cerca de cinco pasos antes de que Lucas la cogiera del brazo y la
hiciera girar.
—Lamento eso —apenas salió, obviamente teniendo dificultades para
disculparse—. He perdido la cabeza por un momento, pero si cree que
Página
Su cuerpo todavía estaba en llamas, y caliente o fría, estaba haciendo
estragos en él. Él quería echarla abajo en la acera y tomarla en un
movimiento rápido. Su inagotable deseo por ella escandalizó el infierno
fuera de él.
49
—Yo no sé qué especie de juego estás jugando, Amy, pero le da igual que la
tome de nuevo allí —le espetó.
tomé esta posición porque podría dormir con mi jefe, entonces tiene otra
cosa en mente. Olvide que ésta noche pasó. Yo lo haré. Nos vemos el lunes,
Sr. Anderson.
Luchó para liberarse de su mano de hierro.
Sus palabras fueron aumentando su temperamento. Era como si hubiera
tirado un vaso de agua helada en su cara. ¿Se olvidaría de lo que había
pasado? Como el infierno que lo haría. Él estaba cerca de recordarle una
vez más su composición química. Sólo un montón de años de ser un
experto en el autocontrol le impidió hacer precisamente eso.
Él no se olvidaría de ella pronto, y se dio cuenta de que no quería que ella
se olvidara de él tampoco. Estuvo tentado a tomarla de nuevo entre sus
brazos, pero sabía que no tenía la fuerza de voluntad para ser dejado dos
veces en unos pocos minutos. La próxima vez que empezaría algo sería en
algún lugar en donde podría ser también terminado, y se aseguraría de
que fuera una participante activa y que no jugara a la víctima.
En lugar de besarla, dio la vuelta y tiró de ella. Luchó contra él cada paso
del camino, pero supuso que sabía que sus palabras no servirían de nada
porque se quedó en silencio. Él llegó a su auto y lo abrió. No tardó en
meterla al asiento delantero, y luego caminó alrededor del auto para
meterse en el asiento del conductor.
Dio la vuelta al coche y se retiró de la zona de aparcamiento.
—¿Dónde vives, Amy?
****
Estaba tan enojada que tenía que contar en silencio hasta diez antes de
que pudiera hablar de nuevo.
Una vez más, tenía que contar en su cabeza. Se sentía atrapada entre una
roca y un lugar duro. Lo último que quería era que su jefe extravagante
Página
—Bueno, si querías el viaje o no, lo conseguiste, por lo que sería de gran
ayuda si acabaras de decirme en dóndes vives. Es decir, a menos que
quieras venir a mí casa y terminar lo que empezamos de nuevo allí en la
calle. Yo estaría de acuerdo con eso, también —ofreció.
50
— ¡Le dije a que no quería ir con usted! —finalmente escupió.
supiera donde vivía. Pensaba en renunciar en cuanto ahorrara el dinero
suficiente. Pensó por un momento, y entonces le dio la dirección de un
complejo de apartamentos cercanos.
Sabía que si él realmente quería encontrar su casa, era perfectamente
capaz, pero por el contrario, no vio nunca una razón para que fuera a
buscarla.
Se detuvieron en el edificio, y vio que el auto y las luces de reversa se
apagaron. Sabía que tendría que actuar con rapidez, o él la acompañaría
hasta la puerta. Se detuvo para esperar que el auto parara. Saltó antes de
que él pudiera detenerla y corrió por el costado del edificio.
No le dijo nada, ni siquiera miró hacia atrás para ver su expresión. Asumió
que estaba furioso con ella por tomar ventaja. De vez en cuando el hombre
tendría que perder una batalla, incluso si estaba segura de que él siempre
ganaría la guerra.
Amy no quería correr ningún riesgo y, tan pronto como estuvo fuera de su
vista, corrió tan rápido y se escondió detrás de unos arbustos. Se quedó
allí por mucho más tiempo de lo que era probablemente necesario.
Finalmente, cuando pensó que se había ido, se arrastró hacia fuera y se
coló en la parte delantera del edificio, mirando alrededor en busca del
auto.
La costa estaba vacía. Suspiró para sus adentros. Tenía alrededor de una
caminata de tres kilómetros para volver a su hogar, y los zapatos que
llevaba no estaban hechos para ello. Ah bien, pensó, creo que será bueno
comenzar.
Tuvo que quedarse por mucho tiempo para terminar su universidad.
Trabajó a tiempo completo mientras asistía a la escuela, apenas tenía lo
suficiente para cubrir la matrícula, y mucho menos para cubrir sus
gastos.
Página
Pasó una hora antes de que Amy llegara a su casa. Suspiró con disgusto.
La casa centenaria estaba muy degradada porque no había sido
mantenida. Había limpiado su espacio de arriba abajo durante dos días
antes de dormir allí.
51
Dijo una oración en silencio para que no la asaltaran en el camino. El
barrio no era exactamente lo que se llama "Familia Feliz", y por lo general
no salía tan tarde sola.
Siempre había estado dispuesta a hacer lo que fuera para hacer su futuro
mejor. No le tenía miedo al trabajo duro y se lo había demostrado a sí
misma y a los otros a lo largo de los años.
Su madre soltera había sido el peor padre imaginable y la había llevado de
una casa vieja a otra. Amy siempre tenía hambre, estaba sucia y tuvo que
rechazar a muchos amigos de su mamá diariamente.
Estaba agradecida por haber descubierto las bibliotecas locales como sus
santuarios y se enamoró de la lectura. Había pasado horas revisando todos
los libros inimaginables, desde el inicio hasta el final.
La biblioteca había sido cálida, y fue allí donde supo que iría a la
universidad y que nunca viviría de esa manera otra vez.
La madre de Amy murió cuando ella tenía sólo catorce años, y había sido
una de las pocas afortunadas que había sido llevada a una buena casa de
acogida. Fue allí donde había recibido su primera verdadera ruptura en la
vida. Amy había llorado a su madre, aunque no merecía que estuviera de
luto. Al mismo tiempo, supo que era una de las afortunadas que habían
conseguido salir de tan mala situación.
Había pasado de un apartamento infestado de drogas a un barrio familiar
con una gran escuela, e incluso había ganado algunas becas. Ya sabía
cómo sobrevivir en la nada y, una vez que se graduó y obtuvo el gran
trabajo en la Corporación Anderson, sus sueños finalmente, eran casi una
realidad. En un mes más, por fin tendría un verdadero hogar.
Amy volvió de nuevo a la realidad, la cual seguía en su alquiler compartido
y miró a su alrededor a su habitación en ruinas. Levantó la cabeza en alto
porque pronto iba a estar fuera de aquel lugar horrible, y nunca miraría
hacia atrás una vez más.
No podía pasar una hora sin dejar de pensar en su nombre. Hasta sus
sueños estaban llenos de su jefe. ¿Por qué tenía que ser tan
impresionante? ¿Por qué tenía que atraerle tanto? Si fuera la única que
Página
Lucas.
52
Se metió en su cama, acostándose en la oscuridad mientras pensaba de
nuevo en el último mes. Muchas cosas habían cambiado en su vida. Se
había graduado, consiguió el trabajo de sus sueños, y desarrolló una gran
amistad con un chico genial.
sintiera la atracción, no sería tan malo, pero, obviamente, después de ésta
noche, ni siquiera podía fingir que él no sentía el mismo deseo.
Deseaba que él no quisiera. Sería mucho más fácil para ella mantener su
distancia. Con una nueva resolución, se comprometió a mantener un aire
profesional, no importaba lo mucho que su cuerpo ardiera cuando estaba
cerca de él. Tenía que mantener su trabajo, no podía vivir en barrios de
crack nunca más. Quería salir de ahí.
Después de dar vueltas durante horas, Amy finalmente se quedó dormida
en el momento que apareció el sol en el cielo. Estaba agradecida que era
fin de semana.
****
Sábado por la mañana, Tom estaba a punto de salir por la puerta y tomar
su auto para ir a la casa de Amy cuando el teléfono sonó.
—Diga —dijo con su habitual voz alegre.
—Estoy buscando a Tom, por favor —respondió muy formal Lucas
Anderson.
—Éste es Tom. ¿En qué puedo ayudarle, señor Anderson? —¿Por qué el
jefe estaba llamando un Sábado?
—Tom, estoy buscando la dirección de Amy. La que está en su expediente
personal parece estar mal. Dejó su bolso en el auto la noche anterior, y
tengo que devolvérselo. Ya que ustedes siempre viajan juntos, usted debe
saber la dirección.
Página
—Voy a ver a Amy éste fin de semana, Sr. Anderson. Yo podría tomar el
bolso. Se encontrará conmigo en el bar esta noche —dijo. Tom pensó que
esto haría más fácil todo. Obviamente, él había calculado mal, sin
embargo.
53
Tom casi le dio la información sin pensar. La forma en que su jefe habló,
salió mucho más parecido a una orden de un sargento. Se sentía como si
debiera estar saludando y gritando, "¡Sí, señor!" Él se detuvo en el último
momento, recordando que Amy tenía una dirección incorrecta por una
razón.
—Tom, no entrego las pertenencias de un empleado a otro empleado. Me
encargaré de que Amy consiga su bolso de mi parte. Si usted fuera tan
amable de darme esa dirección ahora, entonces yo podría darle el bolso.
Su voz había sido formal antes. Ahora era fría como el hielo.
Wow, Tom estaba pensando, éste tipo lo ha malinterpretado todo. Si quiero
mantener mi trabajo, será mejor que le haga saber que no estoy interesado.
—Um, ¿Sr. Anderson? Amy y yo sólo somos amigos. Ella realmente,
realmente, no es mi tipo, si sabe lo que quiero decir. Por lo tanto, usted no
tiene que preocuparse acerca de las citas entre oficinas o cualquier cosa
con nosotros.
Lucas pensó que era un tipo inteligente y podría sumar dos y dos.
Hubo una breve pausa en el extremo de la línea, y luego con un sonido
más agradable Lucas habló de nuevo—: Todavía necesito la dirección.
****
Lucas no estaba contento de tener que volverlo a hacer. Todavía estaba
molesto de que Amy corriera de su vehículo la noche anterior. No le
gustaba ser ignorado, y nunca nadie lo había rechazado por su presencia
hasta sentir la necesidad de huir de él. Ahora tenía dos empleados que no
le quisieron dar lo que necesitaba. Él estaba tratando de no estrangular a
los dos.
Le dijeron que no era actualmente un residente, pero, a principios de la
semana, se había puesto en solicitud uno de sus apartamentos. Tenían
una unidad que estaba disponible en tres semanas, y lo había reservado.
Al ser nueva en la mano de obra, había sido rechazada, pero habían
Página
Lucas apenas pudo mantener su temperamento bajo control. Había
descubierto que ella había mentido acerca de dónde vivía. Había sido
bastante fácil. Él simplemente había llamado a la sociedad de gestión de
los apartamentos y les pregunto si vivía allí.
54
—Mire, entiendo lo que está pidiendo, y por qué lo está haciendo, pero
Amy es mi amiga, y le prometí que no daría a conocer su dirección. Si
traiciono su confianza, nuestra relación se vería afectada. Realmente me
encantaría ayudarle, y sé que usted puede despedirme, pero no puedo
darle algo que no es mío.
hablado con su padre a principios de la semana y, como la solicitud venía
desde Joseph, ellos estuvieron encantados de tenerla como una inquilina.
—Lo siento, Sr. Anderson, realmente me tengo que ir. Sé que ella está en
un lugar realmente horrible en éste momento, pero yo le voy a ofrecer un
lugar para alojarse por un par de semanas hasta que consiga un nuevo
apartamento. Me dijo que acaba de terminar la universidad y que la
contrataron para su empresa y estaba emocionada de tener un buen lugar
en primer lugar.
Tom habló rápidamente antes de que Lucas pudiera ser capaz de cortarlo.
Lucas fue sorprendido por el silencio una vez más. Con Tom despidiéndolo
tan fácilmente como Amy lo había hecho la noche anterior. Estaba
empezando a sentir que estaba perdiendo su toque.
—Hablaré con la Srta. Harper personalmente. —Colgó el teléfono sin
molestarse en decir adiós.
Tom fue olvidado en el segundo que el teléfono tocó su base. Todo en lo
que Lucas podría pensar era en el siguiente paso para encontrar a Amy.
Después de una hora de hablar con varias personas, Lucas tuvo la
información que quería. Había crecido con el dinero, pero le habían
enseñado desde temprana edad no usarlo en contra de las personas. Sin
embargo, hubo momentos en los que tener dinero le hizo la vida más
simple, y ésta era una de esas situaciones.
Él había estado haciendo trabajo voluntario desde que era un muchacho,
al igual que sus hermanos. Cuanto más ocupado tenía su día a día, más
fácil era que se olvidara de la gente necesitada, pero consideró lo de la
Página
¿Qué estaba haciendo ella allí? ¿Cómo pudo por casualidad poner en
riesgo su propia seguridad? No le deseó ni a su peor enemigo la casa, o el
barrio en el que residía. Cuando vio lugares como la casa en la que ella se
estaba hospedando, fue una experiencia humillante para él, y sabía que
tenía que tener más tiempo para su trabajo voluntario porque había tanta
gente que necesitaba ayuda.
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Se sintió incómodo mientras se acercó a su casa. El barrio no estaba para
pasar el rato cómodamente durante el día ni mucho menos por la noche.
En el momento en que vio el lugar en el que ella estaba viviendo, estuvo
horrorizado.
casa una excusa pobre, hizo un voto de que apartaría el tiempo, pase lo
que pase.
Lucas cuidadosamente subió los escalones, temiendo que fuera a caer a
través del porche podrido en cualquier momento. La puerta no parecía
mejor, y estaría agradecido de tener algo de desinfectante para después de
poner sus manos en cualquier cosa que tocara. De mala gana, levantó el
puño y golpeó con fuerza, entonces podría ser oído por encima de los
chillidos de los animales, que parecían venir de todas las partes.
El olor característico de la orina, que esperaba que pertenecieran a
animales que vagaban a través de los carriles del porche podrido. Cuanto
más tiempo permanecía allí, más enojado se ponía.
Amy había estado con su compañía durante un mes, demasiado tiempo
para que siguiera residiendo en los barrios pobres. Trajo a casa una
computadora de trabajo con información confidencial sobre la empresa. Si
caían en las manos equivocadas, podría causar enormes horas de trabajo.
Página
56
Debería haber pedido un adelanto, hecho algo para salir de éste lugar. Aun
el necio orgullo tenía sus límites.
Capítulo 6
Traducido por Alyshia Cheryl
Corregido por Samylinda
D
espués de unos cinco minutos, la puerta fue abierta por fin por
un hombre que apestaba a alcohol, quien llevaba nada más que
un par de calzoncillos sucios. A Lucas le resultó difícil
conservar para sí su expresión de asco mientras miraba el rostro del sucio
hombre, quien parecía no saber lo que es un cepillo y para qué servía.
—Hey caballero, no pareces el chico de la pizza. ¿He ganado algo? —
balbuceó el hombre.
—Estoy buscando a Amy Harper. —Lucas no iba a hablar con el hombre.
Iba a recoger a Amy y sacarlos a los dos lejos de aquí.
—Era de esperarse que la primera persona que visitara a esa snob vistiera
de traje —murmuró el toxico hombre. Miró a Lucas de arriba a abajo y
luego murmuró—: Yo debería haber cobrado mucho más alquiler. A ella
obviamente le está yendo mucho mejor que a mí si tiene a alguien como
usted. ¿Qué es? ¿Una prostituta de tarifas muy caras? Apuesto a que
alguien como usted le gusta la ilusión de la inocencia, y ella tiene eso con
creces. Yo sabía que no era nada más que una actuación. Supongo que
simplemente no tengo suficiente dinero para pagar por sus servicios.
El hombre continuó entre dientes, provocando que Lucas sintiera ganas de
golpearlo contra la pared. Tenía que encontrarse con Amy antes de que
hiciera algo precipitado de lo que luego se arrepentiría, sin embargo.
Página
Lucas escuchó un crujido de una puerta abriéndose, y, a continuación,
Amy estaba de pie delante de él. No existen otras palabras para describir la
mirada de horror que le dio. Lucia como un ciervo atrapado por la flecha
de una ballesta y sabía que preferiría hundirse en el piso de la inmunda
casa que hablar con él.
57
—Amy, hay un tipo grandote que quiere verte —gritó antes de salir por la
puerta. Lucas esperaba que fuera la última vez que viera al hombre. El
tipo estaba loco, y Lucas tenía que llevársela lejos. No podía entender cómo
se sentía segura en cualquier lugar cerca de ese tipo.
A Lucas le hubiera parecido divertida la expresión de Amy en cualquier
otro momento, pero al verla en la casa de un sucio hombre, cualquier
rastro de humor acerca de la situación se esfumó. Él estuvo cerca de
tomarla de un hombro y alejarla de ese lugar.
—¿No vas a invitarme a entrar? —preguntó Lucas con los dientes
apretados.
—Sr. Anderson, ¿cómo encontró éste lugar? Estoy aquí sólo
temporalmente, lo juro. Voy a mudarme a uno de esos apartamentos en un
par de semanas.
Sonaba ansiosa.
—Hice un par de llamadas. Tenías tanta prisa por alejarte de mí anoche,
que dejaste tu bolso en mi auto —respondió.
Ella bajó la mirada y notó lo que estaba sosteniendo.
Amy se acercó a tomar el bolso, pero él la detuvo antes de que entrara por
la puerta. Ella se apartó de él, evitando el contacto físico.
—Sr. Anderson, no hay necesidad alguna de entrar. Le agradezco por traer
mi bolso, pero estaba a punto de salir.
No hacía contacto visual con él, y apenas pudo evitar las ganas de agarrar
su barbilla y enderezar su cabeza para que lo mirara a los ojos.
—Vamos a buscar tu abrigo. Necesitamos hablar. —Fue todo lo que dijo él
en respuesta. Esas palabras finalmente la hicieron alzar la mirada, su cara
lavada recupero algo de color. Bueno, él pensó, preferiría verla enojada que
avergonzada y derrotada.
—Puede ser mi jefe, de lunes a viernes, Sr. Anderson, pero los fines de
semana son míos y puedo hacer lo que quiera —dijo con vehemencia—.
Usted puede irse.
Página
Obviamente, estaba equivocada si pensaba que él se iría. Su actitud
arrogante estaba alterándolo. Él la siguió en silencio y cerró la puerta de
su habitación detrás de ellos. Se dio la vuelta ante el sonido de la puerta al
cerrarse. Cuando le devolvió la mirada, él vio fuego ardiendo en ellos.
58
Se volvió hacia su habitación, al parecer esperando ser obedecida.
—No escuchó, ¿cierto? —espetó ella—. Se lo dije, tengo cosas que hacer
hoy. Estoy más que dispuesta a dejar que usted sea el jefe durante la
semana, pero mi tiempo personal es mío, y yo no le debo ninguna
explicación. —Tenía las manos en las caderas, los labios apretados, y
estaba dando golpecitos con el pie al piso sucio.
Era verdaderamente un espectáculo digno de contemplar.
Finalmente, logró esquivar su mirada para centrarse en observar a su
alrededor, a un espacio pequeño. Su habitación era casi... hogareña. Él no
creía que hubiera una sola mota de polvo a la vista. Era pequeño, muy
pequeño. Su armario era más grande que la habitación, pero estaba
impresionado con la forma en que todo estaba limpio y ordenado.
Tenía un alambre colgando a través de la pared del fondo para la ropa,
algunas de las cuales le darían un par de noches de insomnio. También
tenía una especie de cubo en la esquina con jabón para lavar a su lado.
En la otra pared había un pequeño aparador con una especie de mininevera y una pequeña cocinilla.
En el centro de la sala, a sólo un par de pies delante de él, estaba la cama.
Hecha con un tejido muy elegante en la parte superior. La cama parecía
estar asentada en una especie de bloque.
Podía ver que había hecho un esfuerzo real en su pequeño hogar, pero por
desgracia, colocar una taza de porcelana en el alcantarillado no hacia al
alcantarillado mejor. No verías a la hermosa taza. Todo lo que verías sería
la porquería que lo cubre.
Página
Lucas dio un paso hacia Amy. Estaba perdiendo la voluntad y no sabía si
podría resistirse a ella por algún minuto más. Su paciencia estaba
comenzando a agotarse y juró no comenzar algo hasta que pudiera
finalizarlo, y aunque la casa fuera tan repugnante como lo era, había una
cama limpia delante de él, que funcionaría bien. Repentinamente la puerta
fue abierta de un empuje y de ella salió el compañero borracho de
apartamento de Amy, mayormente desnudo. Lucas iba a golpear al tipo,
algo que no había hecho desde sus días de universitario.
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Lucas por fin pareció darse cuenta de que estaban de pie a solas en un
espacio reducido, y una cama invitándolo frente a él. Su mirada se centró
en Amy, quien estaba totalmente enojada y su ira disminuyó de repente,
necesitaba tomarla en ese lugar.
—Bueno, Amy, ya que parece que me has mentido —dijo arrastrando las
palabras—. Tu renta se triplicará y la quiero ahora o puedes sacar tu culo
adinerado de mi casa. Obviamente, tienes una clientela adinerada, por lo
que no deberías tener problemas con dinero en efectivo.
—Yo no tengo ese tipo de dinero... —comenzó ella.
Él rápidamente la interrumpió.
—Tú siempre estás caminando por aquí como si fueras mejor que el resto
de nosotros. Siempre hablas de cosas que no entiendo y tienes esa mirada
de desprecio en tu cara. Al ver a uno de tus novios, supe que tienes un
montón de dinero. Ese auto que él está manejando vale más que tres de
estas casas. ¡Quiero mi dinero, ahora! —gritó y dio un paso amenazador
hacia ella.
Lucas rápidamente intervino en su camino, y la mirada en sus ojos paró al
hombre, quien no se acercó más. Normalmente, Lucas habría parado al
tipo por hablarle de esa forma, pero las cosas estaban saliendo mucho
mejor de lo que esperaba. Él había planeado exigirle que dejara el lugar,
pero ahora él no sería quien luciría como el malo. El inútil pedazo de
basura se estaba convirtiendo en un héroe para Lucas. Él conseguiría
sacarla de la casa y el haragán borracho sería el responsable
—Eres un bastardo borracho, nunca te he soportado, ni a éste pedazo de
mierda de lugar, casi destruido. Siempre te he pagado a tiempo cada mes
sólo para puedas tomar mi dinero y te drogues. Me he alojado aquí sólo
porque no he tenido otra opción, y para tu información, me voy de aquí en
un par de semanas, de todos modos. ¡Estoy harta de tu pestilencia! —
terminó con lágrimas en los ojos.
—¡Sal ahora puta snob ...! —gritó antes de ser interrumpido por Lucas.
—Amy, no es necesario de que te lleves algo de aquí. Voy a reemplazar
todo. Nos iremos.
Página
El hombre dio un paso atrás e hizo una rápida retirada. Incluso él sabía
que no debía desobedecer a Lucas.
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—Ya es suficiente. Ella se irá, pero hasta que lo haga, sal de su habitación.
Si le hablas de esa manera otra vez, te las vas a ver conmigo —dijo Lucas.
Lucas estaba tratando de ser amable, una actitud nueva de parte de él
hacia ella, pero sonó como si no creyera que sus pertenencias valieran la
pena de conservarse.
—Usted puede hacer más dinero en un día de lo que he hecho en toda mi
vida, pero todavía me siento orgullosa de mis posesiones —dijo
bruscamente.
—Amy, yo no intentaba insultarte, o a tus pertenencias. Es sólo que tu
compañero de apartamento es muy inestable, y quiero sacarte de aquí lo
antes posible.
Ella finalmente rompió en llanto.
—¡No recibo limosnas!
Lucas se acercó y la tomó en sus brazos. Trató de empujarlo, pero era
como mover a una roca de dos toneladas. Dejó de luchar contra él y luego
sollozó en su hombro durante unos pocos minutos. Rápidamente llamó a
su hermano en busca de ayuda, mientras seguía abrazándola.
Por último, cuando se podía decir que se había calmado lo suficiente como
para comenzar a empacar, la ayudó a recoger sus pertenencias. Para
cuando terminó, su hermano Alex, estaba allí con su camión.
—Oye, Lucas, ¿estoy interrumpiendo?
Amy alzó la vista cuando Alex entró en la habitación.
—¿Es una regla en su familia que todos los chicos nacen más guapos que
los dioses griegos?
****
—Tú debes ser la famosa señorita Harper, la causa de las noches de
insomnio de mi hermano —habló Alex, se acercó y la levantó de inmediato
Página
Lucas de repente sonrió, una sonrisa por primera vez en mucho tiempo. Le
gustaba que Amy lo comparara con un dios. Realmente le gustaba que
pensara que él era sexy. Ciertamente no era tan inmune a él como estaba
tratando hacerle creer.
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Podía ver que había hablado antes de pensar en ello. Lucas vio cómo la
cara de Amy se puso roja en cuanto las palabras salieron de su boca.
en un enorme abrazo de oso. Amy estaba demasiado aturdida como para
decir algo.
Después de que Alex por fin la soltó y gentilmente la puso en el suelo, lo
miró sorprendida y un poco consternada, al descubrir que no sentía la
más mínima agitación de deseo por él. Era tan guapo como su hermano,
con un cuerpo bien formado, y sin embargo no hubo fuegos artificiales al
estar en contacto con él.
El hecho no fue del agrado de Amy. Si se sentía atraída por él, entonces
podría explicar su atracción por Lucas, también. Él era caliente por lo que
cualquier mujer podría sentirse atraída. Mientras miraba más de lo que
debería a Alex, se dio cuenta de que era inútil. Parecía que el único
Anderson con el cual su cuerpo traidor respondía era el que estaba
frunciendo el ceño hacia ella.
—Alex, si pudieras dejar de maltratarla, para presentarte. Amy, éste es mi
desagradable hermano menor, Alex. Él era el único disponible que tuviera
un camión grande, así que no podía dejar pasar su ayuda —se quejó
Lucas.
—Gracias —murmuró Amy, sin saber realmente qué más decir.
—Un placer, Amy. Siempre estoy disponible para ayudar a una dama en
apuros —dijo él con un guiño, causando que sus mejillas se calentaran.
—Sí, Alex, lo entendimos, te gusta coquetear. Si pudieras poner tus
hormonas bajo control durante cinco minutos, podríamos conseguir sacar
las cosas de ésta habitación y salir de una vez por todas de aquí. No sé
cuánto tiempo pasará hasta que el loco vuelva y yo realmente no tengo
ganas de recibir un disparo hoy —murmuró Lucas.
Página
Antes de que Amy supiera lo que estaba pasando, tenían su habitación
completamente vacía y sus cosas cargadas en el camión de Alex. Estaba de
pie en la acera mirando hacia la casa a la que se vio obligada a vivir
durante años. Mirando a través de los ojos de Lucas, era pequeña. Estaba
un poco horrorizada por haber logrado vivir en un agujero por tanto
tiempo.
62
—Sí, señor —dijo Alex con un saludo burlón, antes de reírse. Lucas lo miró
ferozmente antes de que los dos hombres comenzaran a moverse.
Amy fue sacada de sus reflexiones, cuando las palabras de Alex la
sorprendieron.
—No puedo esperar para robarte de mi hermano mayor, Amy. Eres
impresionante y demasiado buena para él. No rompas mi corazón. —Él
terminó de hablar, y le dio un beso rápido en los labios, luego se volvió y
trotó hacia su camioneta.
Se quedó clavada en el cemento durante unos segundos, levantó la mano
hacia sus labios. Nunca había estado tan cerca de hombres seguros de sí
mismos y le resultaba difícil de entender cómo se suponía que debía
actuar. Los chicos normalmente no la besarían en la mejilla, por no hablar
de los labios.
Finalmente, cedió a su buen humor natural y comenzó a reír. ¿Cómo no
disfrutar de la compañía de un hombre tan divertido? Descubrió que le
gustaba ése tipo de coqueteo inofensivo. La hacía sentir mucho mejor
acerca de su día.
Lucas, por su parte, no parecía tan divertido.
—Tienes que hacer caso omiso de mi hermano. Ha dejado que las
hormonas controlen toda su vida, y le gustan las mujeres bonitas, pero es
inofensivo.
Le tomó la mano y la condujo hacia su coche.
Vio que Lucas estaba irritado, pero no furioso. Y se dio cuenta de cómo los
hermanos se preocupaban por los demás. También parecía que les
gustaba irritar al otro y viceversa si podían. No quería meterse en medio de
eso. No era lo suficientemente fuerte para eso.
Se obligó a calmarse porque sabía que Alex estaba tratando de fastidiarlo.
Había funcionado.
Página
Lucas no le admitiría a ella cómo él había querido destruir la cara de su
hermano por atreverse a besar a su mujer. También, él no admitiría lo
celoso que estaba en ése momento porque ella no había golpeado a su
hermano por haberla besado.
63
****
Cuando llegaron a las puertas del auto, Amy de repente dudó.
—Espera un minuto.
—¿A dónde llevaran todas mis cosas? Yo no sé a dónde ir, todavía. Esto
ocurrió tan rápido que no he tenido tiempo de pensar en lo que pasará
después.
Lucas podía ver que estaba empezando a entrar en pánico.
—Amy, cálmate. Voy a llevarte a casa de mis padres, por ahora. Mi
hermano le dijo a mi padre lo que pasaba, y mi padre quería hablar
contigo. —Empezó a sacudir la cabeza cuando él la miró a los ojos—. Amy,
no es prudente decirle a mi padre que no.
Amy no dijo nada más. Sólo subió en el vehículo y se abrochó su cinturón
de seguridad. Lucas rió mientras caminaba alrededor del auto. Él sabía
cómo se sentía. Cuando su padre hacia una seña, tú ibas. Tú no ibas
porque él estaba a la cabeza de la familia. Ibas porque el hombre se había
ganado tu respeto. Ibas porque era el tipo de hombre por el cual podrías
inclinarte en una reverencia.
Había sido un padre excepcional, nunca colocó el trabajo por delante de su
familia, y siempre fue el primero que estaba cuando cualquiera de los
chicos tenía un problema o una buena noticia, si era el caso. Era
consciente de la situación de Amy porque la familia siempre le dijo todo.
Lucas y Amy no hablaron durante el viaje a la mansión de la familia. Él
sabía que ella necesitaba tiempo para recuperarse. Había pasado por
muchas cosas en las últimas horas y estaba feliz de saber que no era el
chico malo de la situación actual.
Página
Su padre siempre decía que el nacimiento de su esposa era un gran motivo
de celebración. Era la luz de su vida y que su mundo hubiera estado vacío
sin ella. Sentía que su cumpleaños debía ser un día de fiesta nacional.
Amy interrumpió sus pensamientos cuando por fin habló mientras se
acercaban a la casa.
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Amy necesitaba tiempo para sí misma porque estaba a punto de ser
arrojada en el caos de su familia. Todo el mundo estaba en la casa este fin
de semana por el cumpleaños de su madre. Cualquier día de fiesta era
motivo para que la familia celebrara junta, pero el cumpleaños de su
madre era algo más grande.
—Sr. Anderson, perece que tiene visita en su casa. Probablemente no es el
mejor momento para que me quede aquí. Por favor, ¿me dejaría usar su
teléfono para poder llamar a un taxi y dejar de ser un problema para
usted? —habló casi en un susurro.
—De ninguna manera. —Fue su única respuesta.
Amy se miró a sí misma y luego de vuelta hacia él.
—Estoy usando unos viejos pantalones vaqueros —suplicó—. Por favor no
me haga entrar ahí con este aspecto.
Él sólo se rió al ver la expresión de pánico en su rostro y su voz
horrorizada. Su familia había sido bendecida con más que la mayoría, pero
no eran lo que pensaba que eran. Nunca habían tratado mal a alguien por
la forma en que estaban vestidos, o porque no tenía mucho dinero.
—Actúas como si fuéramos un grupo de snobs. Somos gente normal, como
cualquier otra persona. ¿Y qué si nos gustan las cosas bonitas? Tú eres
una snob en estos momentos, al juzgar a mi familia por lo que tenemos —
dijo en tono acusador.
Sus palabras funcionaron muy bien. Sus ojos se abrieron mientras
pensaba en lo que había dicho, entonces vio el fuego que tanto le gustaba
en sus ojos. Bueno. Le gustaban sus defensas, su confianza. No quería un
ratón de mujer sentada a su lado. Quería una mujer fuerte, terca, alguien
que lo desafíe y haga arder su sangre. Además, había algo que Amy tenía
que aprender de él, que siempre conseguía lo que quería, y en ese
momento él la quería con él.
Lucas la condujo a través del vestíbulo hacia la parte trasera donde la risa
se oyó venir por los pasillos. Mientras caminaba hacia adelante con ella a
su lado, Lucas sintió cómo se iba la tensión. Le gustaba estar a su lado,
Página
Había ido a la mansión por su entrevista de trabajo hace un tiempo, por lo
menos no tenía por qué sentirse tan intimidada ahora. A pesar de que
había estado allí antes, él se dio cuenta de cómo perdió el aliento al ver
toda la belleza del lugar. Era el hogar de su infancia, pero él sabía cómo se
vería para un extraño. Era impresionante.
65
Lucas dio la vuelta alrededor del auto y la ayudó a salir. Él puso su brazo
en el suyo y la arrastró por el camino.
aunque sabía que no debía. No importaba, sin embargo, estaba en casa y
Amy estaba a salvo. Se sentía muy bien.
—Finalmente, llegaste. ¿Qué has hecho, tomar la ruta del turista? He
estado aquí durante media hora ya, y yo no era el que conducía el auto de
carreras. —Alex se acercó y le dio un codazo a su hermano en las
costillas—. Estás perdonado, sin embargo, ya que trajiste a mi futura
esposa hermosa. ¿Cómo estás, preciosa? Hemos estado separados por
mucho tiempo ya. ¿Quieres huir conmigo a Las Vegas y casarnos? —
bromeó. Puso su brazo alrededor de ella y la arrastró por la habitación
para tomar una copa.
Lucas sacudió la cabeza mientras rodaba los ojos. Sabía que a su hermano
le daba aun más miedo el matrimonio que a él. Iba a mantener un ojo en
ella, sin embargo, porque si alguien podía cambiar a su hermano de
playboy a un hombre felizmente casado, sería Amy.
Se había asegurado de hacerles saber que era suya, por lo que sus dos
hermanos sabían que Amy no estaba en el mercado. Se sorprendió al ver
los celos corriendo a través de él. Nunca había sentido lo mismo por
cualquier otra mujer con la que había salido. Si alguna hubiera tenido
ganas de correr al lado de sus hermanos, con mucho gusto les hubiera
dicho adiós.
No es que hubiera sido un problema, ya que ninguno de sus hermanos se
interesaba por la mujer del otro. Tenían un código entre ellos y nunca lo
romperían. Tú no ibas y robabas a la chica de tu hermano. Por otra parte,
que se sintieran celosos el uno del otro era un asunto completamente
diferente, y a los chicos les encantaba fastidiarse entre sí.
Empezó a caminar para recuperar a su mujer... uhm, empleada... de
nuevo, cuando Esther le salvó de hacer eso.
y
la
estás
—Estoy muy bien. Realmente estoy tratando de entender ese programa del
computador, y no creo que tenga que llamarte el lunes. Hoy es sólo otro
imprevisto de último momento. Nada de qué preocuparse —dijo Amy a
Esther con valentía.
Lucas se dio cuenta de que Amy no estaba acostumbrada a que la gente se
preocupara por ella, ni que la quisiera, si era el caso. Tendría que
66
descaradamente
Página
—Alex, déjala. Estás coqueteando
avergonzando. ¿Cómo estás, Amy?
acostumbrarse a ambos. Los
considerados parte de la familia.
empleados
de
los
Anderson
eran
Se preocupaban de ellos. Sus días de soportar el peso del mundo sobre
sus hombros habían terminado.
****
—Sé que estás haciendo un excelente trabajo. Quiero decir, ¿qué estás
haciendo con tu vida? Me enteré de lo de tu hogar —dijo con simpatía.
Antes de que Amy supiera lo que estaba pasando, ella se vio envuelta en
un abrazo. Se formó un nudo en su garganta mientras Esther la abrazó.
—Ahora, no tengas miedo de pedir ayuda de vez en cuando. Vamos a llegar
a conocernos muy bien porque esta familia se preocupa de las personas
que aman —dijo.
—Gracias, Esther. Es muy bueno tener excelentes patrones —Amy
finalmente logró decir.
—Sí, fue difícil al principio retirarme. Me encantó trabajar tanto en las
oficinas de Joseph todos estos años. Vi a sus hijos crecer mientras corrían
por los pasillos en el trabajo. Entonces, me hice muy amiga de Katherine.
La mejor parte de la jubilación, sin embargo, es que son mi familia ahora,
así no los perdí, acabo de conseguir más días para dormir.
—Estoy un poco abrumada por todo esto. No estoy acostumbrada a que
las personas se preocupen por mí. Se siente un poco surrealista, como si
fuera a despertar en cualquier momento. Realmente espero que no sea el
caso —admitió Amy.
—Hoy es el cumpleaños de mi increíble esposa, y todos nos reunimos para
celebrar la llegada de esta hermosa mujer al mundo. Vamos, vamos, quiero
que la conozcas, junto con algunas otras personas. Le he hablado acerca
de nuestra reciente empleada —concluyó.
Página
—Amy, estoy tan contento de que estés aquí. Tenemos mucho de qué
hablar, pero eso vendrá más adelante. Estoy seguro de que te has dado
cuenta de que hay mucha gente alrededor. —Joseph se coló entre ellas y
su entusiasmo causó que Amy saltara un poco. Él siguió hablando antes
de que tuviera oportunidad de responder:
67
—Puedes relajarte, Amy. Estás en buenas manos —prometió Esther.
Él puso su brazo en el suyo, y tuvo que correr un poco para mantener su
ritmo. Puede que se retirara de ser presidente, pero él había dirigido la
compañía durante muchos años y todavía estaba muy activo.
—Katherine, me gustaría que conocieras a Amy, la nueva asistente
ejecutiva de Lucas. Está haciendo grandes cosas por allá. Yo no creo que
sea posible reemplazar a Esther, pero tenemos mucha suerte al tener a
Amy —dijo Joseph mientras se dirigía a una mujer hermosa, quien no
parecía tener más de cincuenta años.
Su pelo de longitud media estaba perfectamente estilizado sobre sus
delgados hombros. Era casi de la misma altura que Amy, a pesar de sus
tacones de cuatro o cinco centímetros. Sus brillantes ojos castaños tenían
pequeñas líneas alrededor de ellos, obviamente, demostrando que sonreía
mucho.
—Es maravilloso conocerte, Amy. He oído hablar mucho de ti. Lamento
tanto tu situación, querida. No dejes que ésta gente te abrume demasiado.
Sé que hay mucha testosterona en ésta sala, pero todos estos chicos sólo
hablan mucho. Cuando llegas a conocerlos, son nada más que gentiles
gigantes —dijo Katherine mientras se inclinaba hacia adelante.
Antes de que Amy pudiera hablar, Katherine tiró de ella en un abrazo. Se
estaba acostumbrando a lo cariñosos que eran los Anderson. No tenían
ningún problema con abrazos o besos. Realmente tuvo que luchar contra
las lágrimas mientras Katherine la abrazó por un momento, el dulce aroma
de la canela flotando a su alrededor.
La madre de Amy nunca la había abrazado. ¿Cómo podía cuando había
estado tan ocupada consiguiendo su próxima dosis?
—Gracias por invitarme a su fiesta —logró decir Amy cuando Katherine la
soltó.
Página
La mayoría de las veces pensaba que estaba bien con no tener familia,
pero viendo a los numerosos y afectuosos Anderson, todos juntos en una
habitación, se daba cuenta de que no estaba tan bien con eso. Quería ese
vínculo familiar.
68
Hacerse cargo de su familia era un compromiso que se había hecho cada
día cuando tuviera sus propios hijos. Se encontró queriendo aferrarse a
Katherine por unos minutos más.
—El placer es todo mío, querida. Me encanta mi cumpleaños porque
siempre es maravilloso tener a mi familia y amigos cercanos. Vamos a
vernos muy seguido ahora que trabajas para nosotros. Es por eso que
Joseph siempre ha sido tan exigente con quien contrata en esas
posiciones, porque sabe que no es sólo un empleado, sino una parte de
nuestra familia, también.
Amy no sabía qué decir. Le había dicho que los Anderson trataban a sus
empleados muy bien, pero no podía entender porque los invitaban a su
casa, tratándolos como iguales. No es extraño que su tasa de rotación de
personal fuera tan baja. Estaba agradecida de nuevo por la suerte de
haber conseguido ese trabajo.
Con aun más determinación, supo que tenía que luchar contra
atracción hacia Lucas, porque de ninguna manera quería perder
posición en la Corporación Anderson. No tanto por su cheque, sino que
necesitaba desesperadamente, le gustaba la idea de ser parte de
familia.
su
su
los
su
—Te llevaré a conocer a más gente, Amy. Hay una gran cantidad de
ejecutivos de las oficinas que probablemente conocerás, pero sé que
siempre me toma un tiempo aprender sus nombres. Este es un buen lugar
para hacerlo. Algunas de las personas que están aquí se han retirado ya
hace un tiempo, pero en general se los ve en las oficinas ayudando a la
nueva generación. Una vez que seas parte del acelerado mundo de los
negocios, es difícil desprenderse de él, incluso si sabes que es hora de
retirarse —dijo Joseph con una sonrisa
Durante los siguientes veinte minutos, Joseph la arrastró por toda la
enorme habitación para hacer tantas presentaciones que sabía que nunca
los recordaría a todos.
Página
Mientras hacían sus rondas finales, se produjo un gran revuelo en la sala.
Levantó la vista para ver lo que causó la conmoción, cuando de pronto otro
dios griego estaba de pie delante de ella.
69
A pesar de que la gente estaba vestida de manera informal, todavía se
sentía incómoda de pie entre ellos usando sus viejos pantalones vaqueros
y una sudadera. Nadie la miraba con disgusto, al menos no lo había
notado pero todavía estaba acomplejada por su aspecto.
En serio, ¿crecían en los árboles? Vio el parecido de familia y sabía que
éste debía ser el último hermano. Santo cielo, era tan sexy como el pecado
con su piel firme, sus desgastado jeans Wrangler y un sombrero negro de
vaquero que había visto días mejores. La sonrisa que se extendía por su
cara remataba su aspecto devastador.
A pesar de que su ropa estaba casi tan desgastada como la de ella, él con
ella o sin ella lograría verse increíblemente bien.
—Oye chico, ¿qué te tomó tanto tiempo? Sabes que tu madre ha estado
preguntándose dónde estaba su hijo menor. Pensó que habías olvidado por
completo su cumpleaños —dijo Joseph, antes de inclinarse y darle a su
hijo un abrazo.
—Ah, papá… Isabelle estaba dando a luz, y tenía que asegurarme de que
iba a estar bien. Chad está con ella ahora, así que me apresuré para llegar
hasta acá —dijo tímidamente a su padre.
—Sólo porque has llegado antes de que se cortara el pastel —dijo Joseph,
perdonando la llegada tardía de su hijo.
—¿Dónde está Lucas? Tengo que hablar con él —preguntó Mark, antes de
que sus ojos se encontraran con ella. Vaya, se parecía a su hermano
mayor, pero era un poco más robusto. Los tres juntos harían que
cualquier mujer se derritiera a sus pies.
—Tu hermano está al otro lado de la habitación, y si no me equivoco, te
está lanzando el mal de ojo —le dijo Joseph con un guiño a Mark, el cual
Amy no comprendió.
—Ahora dime, ¿quién es ésta hermosa mujer que llevas del brazo? ¿Mamá
finalmente recobró sus sentidos y te mando a pasear? —Se dio la vuelta,
dándole a Amy toda su atención.
Página
Amy no tenía forma de saber que la mirada que Lucas le estaba dando a
su hermano, claramente diciéndole que no era solamente su asistente,
Lucas le estaba dejando en claro a todos los hombres en la sala que
aquella mujer era solamente suya.
70
Mark miró a Lucas, y una enorme sonrisa se formó en su rostro, luego se
volvió hacia ella. Pensó que sus propias rodillas temblarían. El tipo tenía el
atractivo sexual escrito sobre él, y tuvo que admitir que no le dolían los
ojos al mirarlo.
Sintió un rubor cubriendo sus mejillas, luego bajó la mirada, no quería
que se diera cuenta de que estaba avergonzada.
—Mark, deja de avergonzar a nuestra invitada. Ésta es Amy Harper. Es la
nueva secretaria ejecutiva de tu cobarde hermano de allá, que por cierto,
está dándote una mirada muy fea —le incitó Joseph.
—Bueno, señorita Amy es un verdadero placer conocerla. Tengo una gran
oferta de trabajo, si es que usted se cansa de trabajar para un aburrido y
pedante hermano mío —dijo, mientras le dio un guiño coqueto.
Antes de que Amy pudiera parpadear, tiró de su brazo, consiguiendo un
casto beso en frente de una sala llena de extraños. Rápidamente se giró
con la espalda recta y le echó el brazo por los hombros.
—La oferta de trabajo sigue en pie si quieres. Eres simplemente
impresionante y una besadora espectacular —dijo él con un guiño.
Amy temía que su rostro permaneciera ruborizado durante todo el tiempo
que estaba en torno a los hombres Anderson. Con su belleza y confianza,
tenía la sensación de que cada uno tenía una visión diferente del mundo.
Debió sentirse ofendida por haber sido besada por los tres hermanos, pero
no tenía ganas de quejarse. Ni Alex ni Mark, habían tratado de profundizar
sus besos. Tenía la sensación de que serían buenos amigos, a pesar de que
podría haber aprovechado la oportunidad de hacerles saber que nada
estaba pasando entre ella y Lucas.
—Está bien, Mark, puedes quitar tus manos de Amy. Me la llevaré para
conseguir algo de comida. Por cierto, no está disponible —dijo Lucas
mientras sacaba el brazo de Mark de sus hombros. No se había dado
Página
Sabía que los dos hermanos de Lucas estaban coqueteando
inofensivamente, pero por lo general cuando una mujer era besada por
hombres tan afables y francamente guapos como Mark y Alex, ella no
podría controlar las respuestas naturales de su cuerpo. Estaba pensando
en lo que debía hacer cuando Lucas se acercó a ellos.
71
Mientras Amy pensaba en los tres besos por separado, se quedó
consternada al darse cuenta que sólo el beso de Lucas había causado un
deseo ardiente dentro de ella. Sabía que Lucas no era el único hombre
elegible en esta sala, pero se sentía atraída hacia él. No estaba contenta de
darse cuenta de eso.
cuenta de que su brazo aún estaba alrededor de ella hasta que Lucas lo
dijo.
Con esto, se cambió de un hermano a otro. Estaba empezando a sentirse
como un juguete nuevo y brillante. Definitivamente, recordaría corregirlo
cuando le dijera a la gente que no estaba disponible. No quería salir con
nadie en este momento, pero no era el lugar adecuado para hacer ese
anuncio. No era de su incumbencia, y ciertamente no tenía derecho a
decirle a nadie acerca de su vida amorosa, o mejor dicho, la falta de una.
A medida que su mano se posó en su hombro, sus dedos la tocaron,
acariciando su clavícula, Amy sintió el tirón familiar de calor deslizándose
a través de ella. Su pulgar rozó su cuello y la piel de gallina al instante
estalló. ¿Por qué él? ¿Por qué tenía que ser Lucas el que despertara su
libido dormido?
—Lo siento por mi hermano, por cierto, mis dos hermanos. Sólo están
tratando de fastidiarme, pero deben involucrarte a ti para hacerlo —se
quejó Lucas mientras la conducía hacia el área de alimentos, donde los
platos eran ilimitados para los huéspedes.
—Creo que lo positivo de la situación es que ahora puedo decirles a todos
que he besado tres de los mejores hermanos que he visto nunca. Hará que
me vea más mundana de lo que soy —dijo con una sonrisa.
Amy se imaginó que tenía dos opciones en la materia. Bien podría irritarse
o podría encontrar lo divertido de la situación. No todos los días una chica
era besada por tres hombres increíblemente calientes, así que decidió que
tomaría la opción número dos y reiría.
—¿Le gusta jugar con diferentes hombres? —preguntó con voz tranquila.
—Sus hermanos son inofensivos —dijo finalmente. Lucas miró hacia abajo
y ella no entendía por qué estaba tan molesto.
Página
Amy se detuvo en seco por ése comentario. No, no había estado riendo
cuando él la había besado, pero luego, su cuerpo había estado en fuego
todo el tiempo, haciéndola olvidar dónde estaba. Lucas le daba miedo, le
hacía olvidar que no quería una relación. No podía darle un beso, era
demasiado peligroso.
72
—No estabas riendo cuando me besaste.
—¿No dijiste algo acerca de la comida? —preguntó, tratando de cambiar de
tema, esperando que él lo hiciera.
Él la miró intensamente durante unos momentos antes de que siguiera
caminando. Exhaló un suspiro de alivio al dejar que el asunto pasara. Un
incómodo silencio los rodeaba mientras cada uno cogió un plato.
Amy perdió todo el apetito mientras permanecía de pie junto a Lucas,
preguntándose exactamente cómo iba a continuar trabajando para él. Si él
la dejaba, estaba segura de poder superar su enamoramiento, pero con él
tocándola, no estaba segura de durar más de un mes antes de que
estuviera rogándole para que terminara lo que había iniciado en la calle
oscura.
Trató de alejarlo de su mente mientras Lucas la condujo a una mesa y se
sentaron. No pasó mucho tiempo para que otros se unieran. Pronto, fueron
rodeados y Amy se sorprendió al descubrir que estaba disfrutando de la
noche, la fiesta continuó hasta bien entrada la noche.
Página
73
Amy soltó sus problemas e incluso olvidó que estaba técnicamente sin
hogar por el momento. Se relajó y se tomó el tiempo para conocer a otras
personas de la oficina, incluso programando almuerzos durante el mes.
Todo saldría bien. Así sería, porque estaba empezando a sentirse segura,
por primera vez en su vida.
Capítulo 7
Traducido por Alyshia Cheryl
Corregido por Alicadi
A
my no tenía ni idea de lo tarde que era hasta que estuvo
sentada cómodamente en una silla, balanceándose en la
terraza de atrás y viendo cómo la fiesta comenzaba a
acabarse.
Los problemas vinieron a su mente. Ella no tenía mucho dinero guardado.
Tenía sus primeros dos cheques de pago, que eran impresionantes, pero
ese dinero se suponía que era para el pago inicial de su nuevo
apartamento. Si ella gastaba el dinero para alojarse en un hotel, le tomaría
mucho más tiempo instalarse en un lugar fijo.
Oh, bueno, pensó. No tenía más remedio que hacerlo. Simplemente
retrasaría sus planes por un mes o dos. Eso no era un problema que no
pudiera resolver. Estaba tan cerca de sus metas que nada iba a detenerla.
En el gran esquema de cosas, esto era sólo un contratiempo menor.
—Ahí estás, Amy. Me sentaré en este columpio para darme un rato a mí
mismo —dijo Joseph, sacándola de su concentración—. La fiesta
finalmente terminó, así que vamos a entrar en mi oficina y nos
preocuparemos por los negocios —continuó.
—Ahora que hemos solucionado el problema de los nombres, ven conmigo
—dijo él con una sonrisa. Ella no pudo evitar sonreír ante su buen humor.
Página
Ella sólo estaba nerviosa y su primera reacción fue de pánico ante la idea
de hablar sobre los negocios. Le preocupaba no estar lo suficientemente
calificada para el trabajo y que él la despidiera cualquiera de estos días.
Ella sabía que no la invitaría a la fiesta sólo para despedirla después, pero
el vivir como siempre lo había hecho, causaba un instinto natural de
temor.
74
—Sí señor —respondió ella sin pensarlo hasta que él levanto una de sus
cejas—. Lo siento, Joseph —dijo con una pequeña sonrisa, cada vez más
acostumbrada a llamarlo por su nombre de pila.
Amy se levantó y rápidamente siguió a Joseph a través de un laberinto de
pasillos, preguntándose cómo él no se perdía en el inmenso palacio de su
casa. Debió haberle tomado años a Katherine el decorar toda la casa. Amy
miró a su alrededor pensando que la decoración realmente le gustaba.
Había considerado la posibilidad de estudiar diseño de interiores en la
universidad, pero sabía que los empleos eran difíciles de conseguir en el
mercado, así que ella había sido inteligente y había elegido a los negocios
en su lugar. A pesar de que le hubiera gustado tener el lujo de poder elegir
un trabajo que realmente le gustara, no lo hizo. Su primera prioridad era
asegurar su futuro. Ella nunca viviría en un entorno inseguro otra vez.
Quería una familia y no podía tenerla hasta que asegurara su vida. Tuvo
que recordarse que aún era joven y tenía mucho tiempo.
A medida que se acercaban a su oficina, ella se detuvo en seco cuando se
encontró con un cuadro en particular. Era una obra de su artista favorito,
Thomas Kinkaid. Se veía como un original.
Era uno de sus favoritos, con una hermosa casa de campo al lado de un
arroyo. La pintura era impresionante como todas sus demás obras. La
forma en la que estaba pintada hacía parecer como si el agua estuviera
realmente en movimiento, y las luces de la casa encendidas, haciéndole
señas para que entrara. Ella podía imaginarse a sí misma sentada en el
porche rústico mientras sus preocupaciones desaparecían por la corriente.
Sonrió ante la idea tentadora, feliz al ver la bella imagen en el momento de
su vida en que más lo necesitaba.
****
Página
Se enorgullecía de su habilidad para leer a una persona en un corto
período de tiempo. Así era como él había tenido tanto éxito todos los años
que había sido el Director Ejecutivo. Y él había leído a Amy muy
75
Ella no se dio cuenta de la sonrisa de Joseph al verla extasiada viendo la
pintura. Cuanto más tiempo pasaba alrededor de Amy, más sabía que
había tomado la decisión correcta. Ella no estaba impresionada por las
estatuas de millones de dólares o autos de lujo. Estaba impresionada con
las verdaderas obras de arte. Realmente sería una gran adición a su
familia.
rápidamente. Estaba sola, necesitaba una familia, y tenía miedo para
confiar en la gente. También tenía un corazón de oro.
La había observado la mayor parte de la noche, cómo interactuaba con la
gente en la sala. Siempre estaba haciendo lo que podía para hacerlos
sentir más cómodos, a pesar de que tenía que preocuparse de su vida en
ese momento. No podía imaginar lo que se sentía no tener un hogar
seguro.
Sería una maravillosa esposa para su hijo. Los dos estaban buscando algo
más en su vida, lo que pasaba era que ninguno de los dos se daba cuenta,
o estaban dispuestos a aceptar el hecho.
Joseph pudo darse cuenta de que Lucas no podía apartar los ojos de Amy.
Era obvio que ella estaba desarrollando fuertes sentimientos por Lucas,
también. Joseph esperaba una boda para la primavera. Así podría
conseguir un nieto antes de Navidad. Y no habría mejor noticia que esa.
****
Amy salió de su ensueño, murmuró una disculpa, y siguió a Joseph dentro
de su oficina en la casa. Como todo lo demás en la vida de Joseph, su
oficina era enorme, pero sorprendentemente acogedora. Una enorme
chimenea dominaba la mitad de una pared, ardiendo en su interior, el
crujido de la madera, enviando el olor a pino dulce al aire. Había varios
sillones cerca del fuego, y una biblioteca que recorría toda la pared. Se
acercó a la biblioteca, y encontró algunos de sus títulos favoritos en los
estantes.
Se contuvo, justo a tiempo, antes de agarrar una de las copias de la
estantería. Ella podía imaginarse acurrucada en el sofá, junto al fuego,
leyendo hasta que se durmiera. Eso sonaba casi perfecto en ese momento.
Página
Se olvidó de que Joseph estaba cómodamente en una de las sillas de la
habitación que estaban cerca del fuego, viendo en silencio el intercambio
entre ellos dos. El calor se extendió a través de ella al verlo, a pesar de que
había estado con él hace una hora antes.
76
Lucas entró en la habitación, sus ojos lo tragaron antes de que ella
pudiera detenerse.
Algo en el ambiente íntimo de la oficina hizo que sus pensamientos fueran
sobre sexo.
Esquivó su mirada y miró hacia la alfombra suave que estaba delante de la
chimenea. Podía verse a sí misma atrapada en sus brazos mientras él
tomaba uno de sus pezones y lo lamía.
¡Alto! ¿Qué estás haciendo? Se preguntó a sí misma. No vas a enamorarte
de tu jefe. Ella repitió eso unas diez veces.
Finalmente consiguió la fuerza de voluntad para mirar hacia otro lado, y se
centró en Joseph.
Después de un silencio incómodo, Joseph le ofreció una sonrisa
reconfortante. Parecía como si pudiera leer su pensamiento, y eso la
asustó. Ella se sentiría horrorizada si él sabía el tipo de pensamientos que
estaba teniendo sobre su hijo.
—Amy ven y siéntate para que podamos hablar.
Amy inmediatamente se adelantó y se sentó en el sofá frente a él. Trató de
relajarse, pero sus manos estaban un poco inestables, por lo que las
agarró firmemente en su regazo y se sentó erguida mientras esperaba a
que continuara.
—Amy, nos gusta cuidar de nuestros empleados. Nuestra filosofía es que,
si tratas bien a tus empleados, ellos seguirán siendo felices en su trabajo
y, por lo tanto, más felices en sus vidas. Todo se resume al punto de
partida. Un empleado feliz es igual a clientes felices —comenzó Joseph.
Amy tomó un profundo suspiro de alivio.
Página
—Estás haciendo un trabajo increíble, querida. No tengo ninguna queja
acerca del rendimiento de tu trabajo, estás lista. Esther y Lucas han dicho
que eres una verdadera adición para el equipo. Esta conversación no se
trata de ningún problema de trabajo —consoló él.
77
—Estoy muy feliz en mi trabajo, señor. Sé que estoy luchando un poco con
el sistema informático, pero si me da un poco de tiempo, voy a manejarlo.
Estoy más que dispuesta a trabajar los fines de semana y quedarme hasta
tarde, así no estoy usando su tiempo mientras aprendo el sistema —dijo
Amy cuando encontró su voz. Ella haría lo que fuera necesario para
mantener su trabajo.
—Te he traído hasta aquí para hacerle saber acerca de sus beneficios,
mientras trabaje para la empresa. Has pasado tu período de prueba por lo
que el trabajo es tuyo permanentemente —dijo él.
Amy estaba preocupada ante la posibilidad de perder su trabajo, pero él
sólo quería hablar de sus beneficios. Ella estaba tan emocionada que tuvo
dificultades para mantenerse en su lugar. Quería saltar y bailar. El alivio
se deslizaba a través de su cuerpo.
—Sr. Anderson, muchas gracias por la confianza en mí. Realmente
significa mucho. Prometo no defraudarlo, y seguiré ocupando todo mi
tiempo libre para asegurarme de estar dando mi cien por ciento. Éste es el
mejor trabajo que pude haber conseguido alguna vez, sobre todo después
de salir de la universidad —dijo con verdadera gratitud.
Joseph sonrió ante el entusiasmo en su voz.
—Amy, eres un soplo de aire fresco, pero ¿no le gustaría escuchar acerca
de sus beneficios antes de darme tanto las gracias? —preguntó.
—Sí, por supuesto, señor —dijo.
Pensó que obtendría un paquete médico y jubilación, pero no sabía que las
corporaciones ofrecían más beneficios.
Página
Amy esperó a oír lo que estaba diciendo.
78
—Sabes que yo estoy oficialmente retirado, y mi hijo está a cargo de la
empresa. Está haciendo un trabajo condenadamente bien, pero él me
preguntó, desde el principio, si yo todavía me encargaría de todas las
cuestiones del personal. Él tiene muchas responsabilidades ya, y esto es
algo que realmente disfruto, como él sabe bien. Nuestra empresa se
enorgullece de ofrecer más beneficios que otras compañías en promedio.
No revelamos esto a los nuevos empleados porque, en primer lugar, quiero
que tomen la posición en la que quieren trabajar aquí, y en segundo lugar,
si el empleado no funciona, entonces no hay daño causado —continuó—.
Nosotros nos encargamos de todos los empleados, desde la parte superior
de la cadena de mando, todo el camino en medio, hasta el fondo. Cada
cargo ejecutivo obtiene un bono, sin embargo, según el trabajo que hace.
Trabajas para el presidente de la empresa, y por lo tanto, queremos
asegurarnos de que seas aun más premiada —dijo Joseph antes de
detenerse.
—En primer lugar, recibirás un automóvil de la empresa. Lucas te llevará
a la concesionaria para que lo compren mañana. El favorito de Esther
siempre fue la LX Mercedes, pero puedes elegir lo que te acomode mejor.
Vas a estar manejando un montón para nosotros, y queremos que
disfrutes el paseo. Tenemos siempre en cuenta la seguridad como factor
número uno. —Sonrió él.
Amy sabía que muchas empresas ofrecían vehículos para el trabajo pero ni
siquiera había pensado que podía ser un beneficio suyo. Esther le había
advertido que estaría haciendo un montón de corridas después de que el
entrenamiento hubiera finalizado, pero no se había preocupado de cómo
iba a hacerlo. Estaba casi mareada de tanta emoción. ¿Podría llevárselo a
casa con ella? Quería preguntar, pero tenía miedo que sonara mal.
—El vehículo también será para tu uso personal y puedes mantenerlo —
dijo, como si le leyera la mente—. Si no hay problemas de rendimiento con
el auto, lo cambiaremos cada dos años. La seguridad es una gran
preocupación nuestra, y nosotros no queremos que colisiones en alguna
parte de la carretera —agregó.
—Eso es muy generoso, gracias —masculló
asombrada que no pudo decir mucho.
ella,
sintiéndose
tan
—Mi querida esposa colgó un par de llamados de mi empresa en el lago
cuando nosotros estábamos de vacaciones. Ella siempre me dijo que había
un tiempo para trabajar y un tiempo para relajarse.
Página
Amy no tenía problemas con el trabajo duro. Habría estado dispuesta a
hacerlo de todos modos sin los beneficios añadidos, pero con ellos, no
había cosa alguna que no hiciera por la empresa. Si tenía que trabajar
veinte horas diarias, lo haría con una sonrisa.
79
—No hemos terminado aún, también te daremos un celular nuevo —dijo,
entregándoselo junto a un trozo de papel—. Tu número está en el papel.
Tiene minutos ilimitados, por lo que también puedes usarlo como celular
personal y puedes desocupar tu celular viejo. La comunicación es clave
para un buen negocio, y tenemos que ser capaces de comunicarnos entre
sí en todo momento… bueno, excepto en la noche, cuando el trabajo
debería ser la última cosa en la mente de alguien —agregó con una
sonrisa—. Desafortunadamente, en el mundo empresarial, el tiempo se
olvida, y habrá algunas noches de desvelo y fines de semana largos.
Después de conocer a Katherine, Amy podría imaginársela haciendo eso.
El pensamiento la hizo sonreír.
—Por supuesto, tendrás el mejor seguro médico, que comienza el lunes, y
todas las demás políticas de la empresa, que he enumerado aquí. Puedes
leerlas más tarde. Te ayudarán a conciliar el sueño. Ahora, el mayor
beneficio, que me parece bastante justo, teniendo en cuenta tu situación
actual que Lucas me ha informado —agregó sin ninguna condena en su
voz—. A todos nuestros ejecutivos se les ofrece vivienda. Tenemos un
edificio de apartamentos fabuloso, reservado para nuestro personal de las
empresas y empresarios que nos visitan junto a sus esposas. Hacemos un
montón de negocios con personas en el extranjero y han descubierto que
ahora prefieren estos apartamentos que un hotel. La renta es muy barata,
y todos los servicios están incluidos. Varios de los miembros de nuestra
junta permanecen en el complejo durante años, mientras ahorran para la
compra de sus viviendas propias. No hay límite de tiempo en la duración
de su estadía. Es tuyo mientras sigas trabajando. Si estás con licencia por
enfermedad, el apartamento es todavía tuyo. Quiero que te sientas como
en casa y segura en tu nuevo lugar.
Amy tenía la sensación de que él sabía un poco acerca de su pasado. Por
supuesto, él sabía de su pasado. Se imaginó que él hizo extensas
comprobaciones de antecedentes de las personas que habían trabajado
para su compañía, sobre todo en un cargo tan alto.
—Tu nuevo apartamento estará listo para el lunes, y podrás instalarte allí.
Tuvimos que pintarlo y hacer un poco de limpieza, ya que es donde Esther
estaba viviendo desde hace bastante tiempo —agregó—. Creo que lo
encontrarás muy cómodo. Ya está amueblado, pero Lucas te llevara para
comprar, y puedes escoger tus propias decoraciones. Tus cosas ya han
sido trasladadas, a excepción de unas pocas ropas que están junto a la
puerta para que las ocupes en el futuro.
Amy se quedó atónita. Ella no sabía qué decir. Tenía su propio
apartamento. ¡Su propio apartamento! Incluso estaba amueblado. Se
Página
—Perfecto, entonces podrás ir por la mañana. Luego te encargas de los
asuntos de negocios que tienes. ¿Alguna pregunta?
80
—Me encantaría aceptar el apartamento. El edificio que me aprobó para
un par de semanas queda muy lejos del trabajo. Los complejos más
cercanos estaban fuera de mi alcance —dijo Amy con vergüenza.
ahorraría unos cuantos billetes. Estaba tan emocionada que se olvidó de
todo por un momento y se levantó de un salto, lanzando sus brazos
alrededor de Joseph.
—Muchas gracias —dijo ella al verse al borde del llanto.
Amy se dio cuenta de lo que había hecho y lo poco profesional que había
sido de parte de ella, y retrocedió.
—Lo siento mucho, Sr. Anderson. Eso fue completamente poco profesional.
Es que... nunca me imaginé que algo así podría ser parte de mi trabajo…
—De repente ella se ahogó en su propias palabras, y no pudo hablar.
Joseph se levantó del sofá, y la abrazó.
—Está bien, querida. Nunca rechazaría un abrazo. Eres una buena
persona y muy inteligente. Te has ganado todo lo que has recibido. No lo
olvides, jovencita. —Él acarició su espalda, antes de soltarla—. En cuanto
a este fin de semana, entiendo que no tienes un lugar donde quedarte, así
que me gustaría ofrecerte la casa de huéspedes de mi propiedad. Ahora, no
rechaces la oferta. Nos gusta que la gente se quede allí. Es por eso que se
llama casa de huéspedes. No hay necesidad de que te quedes en un hotel
—dijo, sonando como su hijo, sin dejar espacio para la discusión.
—Te ves como si estuvieras a punto de caerte, así que Lucas tendrá que
llevarte hasta allá. Me di cuenta de que estabas mirando algunos libros.
¿Te gustaría llevarte alguno para leer esta noche? —ofreció.
Amy sabía que no tenía sentido discutir con el hombre. Ella perdería de
todos modos.
—Eso sería genial.
Página
Su familia se merecía todo lo que tenía ya que ellos lo devolvían diez veces.
No podía creer la suerte que había tenido al trabajar en la empresa. Ella
definitivamente controlaría la atracción por Lucas porque no valía la pena
perder todo lo que tenía por eso.
81
Amy no podía hablar en ese momento, o estallaría en llanto. Nadie había
hecho tanto por ella antes. Nunca había tenido a alguien que tuviera tanta
fe en ella, o le demostrara tanto cariño. Era increíble lo maravilloso que era
Joseph. Y comprendió por qué ellos tenían tanto.
Sí, tenía la sensación de que sería caliente, pero una noche en la cama con
él le llevaría años de arrepentimiento.
No había forma de encontrar otro trabajo tan bueno como el que tenía, y lo
perdería si se acostaban.
Sabía que no había forma de que pudieran ser una pareja. Él estaba fuera
de su alcance por lo que tendría que mantener distancias. Sabía que él la
deseaba, era obvio. Lo más probable es que él diera esa misma mirada a
todas las mujeres entre veintiuno y cincuenta, sin embargo. No era más
que un hombre increíblemente sensual. Ella estaba más preocupada por
comprender sus miradas que sobre lo que estaba pasando actualmente
ahí.
Su mente repetía el beso explosivo de hace un tiempo atrás.
Incluso podía justificar eso. Habían estado hasta tarde trabajando y
comenzaron a discutir. La ira tenía una tendencia a convertirse en deseo,
eso era todo.
Amy se dio cuenta de que estaba allí de pie, así que se obligó a moverse, se
dirigió directamente a la estantería y cogió el enorme libro que había
estado mirando antes. No podía esperar para perderse dentro de la
historia. Ella ya se estaba imaginando a sí misma en el mundo de fantasía.
—Gracias de nuevo, Sr. Anderson. De verdad ha sido muy bueno conmigo.
Espero no defraudarlo.
—Ya sabes, vas a tener que comenzar a llamarme Joseph sin que tenga
que recordártelo —bromeó él—. Tengo fe en ti, Amy. Tengo la sensación de
que nosotros vamos a trabajar juntos durante muchos años. Voy a dejar
que Lucas te lleve a la habitación de huéspedes. Necesito encontrar a
Katherine y despedir a los últimos invitados. Disfruta tu noche, querida.
Página
Finalmente se dio cuenta que él no había dicho ninguna palabra durante
la conversación. Ella realmente quería saber qué estaba pensando.
82
Con estas palabras, Joseph dio media vuelta y salió de la habitación. De
repente, la habitación gigante, parecía más pequeña que un armario, con
ella y Lucas dentro de ella.
Capítulo 8
Traducido SOS por BUTY_MADDOX
Corregido por Catleo
L
ucas observó todo el convenio entre Amy y su padre. Había
esperado ver la misma mirada de codicia entrar en sus ojos como
generalmente les ocurre a las mujeres cuando están alrededor de
su familia. Sorprendentemente, lo que avistó en su rostro era solo
sobresalto, mezclado con gratitud.
¿Podía realmente no importarle la cantidad de dinero que tenía? Iba a
averiguarlo. Lucas sabía que era cínico cuando se trataba de mujeres, pero
todavía no había encontrado a nadie que no demostrase que estaba en lo
correcto. Es por eso que no tenía citas, y por supuesto no llegaba a
empezar relaciones.
Solo salía con mujeres para satisfacer sus necesidades y, como las trataba
bien, no se sentía culpable por ello. Conseguían lo que querían de él: joyas
caras, viajes ocasionales y la asistencia a las más altas funciones de
publicidad de la ciudad.
Era capaz de satisfacer sus necesidades y ellas de conseguir cinco minutos
de fama y regalos caros. Eso le funcionaba o, al menos, había estado
funcionando hasta que conoció a su ayudante.
Página
Dejando a un lado la ridícula dirección que su pensamiento había tomado,
se obligó a concentrarse. Cuanto más pronto estuviera resuelto el asunto
con ella, más rápido podría salirse de esto antes de que hiciera algo
estúpido, como besarla de nuevo.
83
Parecía inocente, pero sabía que si se acostaban juntos, ella —al igual que
todas las mujeres— cambiaría. No podía entender su fascinación hacia
ella. Al principio sí, era nueva, aparentemente intocable, fue como una
bandera roja para un toro. Quiso conquistarla y reclamar su derecho sobre
ella. Sin embargo, esos sentimientos deberían haber acabado ya, en lugar
de fortalecerse. Se puso serio ante la idea de ser la única mujer capaz de
someterlo y derrotarlo.
—Ven conmigo, Amy. Te voy a mostrar el lugar donde dormirás las
próximas noches —dijo mientras tomaba su brazo.
Cuando salieron de la oficina y comenzaron a caminar por el largo pasillo
hacia la parte trasera de la casa, Lucas sintió como si sus dedos se
quemasen. Sólo su determinación persistente por superar el deseo le hizo
seguir agarrando su brazo. No dejaría que la lujuria lo controlara.
Cuando salieron y se vieron afectados por el frío de la noche, tomó una
bocanada grande de aire esperando que el viento frío de alguna manera lo
enfriara. No funcionó.
En el momento en que llegaron a la casa de huéspedes, estaba agradecido
porque no pudiera leer su mente, porque en ese momento estaba
desvistiéndola lentamente, pieza por pieza, tirando de su pelo suelto de la
cola de caballo, y esparciéndolo por la almohada, sujetando los hilos de
seda entre sus dedos, tirando de su cabeza cerca de...
—Oh, esto es hermoso —exclamó Amy, sacándole de sus pensamientos.
Miró a la pequeña casa de campo rodeada de árboles y flores. Un camino
de piedra conducía a un pequeño porche cubierto que tenía un par de
mecedoras cerca de la pared.
Recordaba haber pasado horas entrando y saliendo de la casa con sus
hermanos. Una semana eran Robin Hood y sus alegres muchachos, la
siguiente vez G.I. Joe1 luchando por la salvación de América. La cabaña
era el territorio enemigo o un refugio, dependiendo del juego. Se habían
metido en problemas más de una vez por asustar a los invitados al salir de
los arbustos tendiendo una emboscada.
1
G. I. Joe: (Government Issue, Joe): En referencia a la representación del gobierno
estadounidense en sus soldados, apodados durante la 2da Guerra Mundial "JOE") es el
nombre de una línea de figuras de acción concebida por Stanley Weston, quien tuvo la
idea de crear unos muñecos militares enfocados a los niños, que pretendían emular el
éxito de Barbie entre las niñas.
Página
Amy suspiró, sacándole de su visita al pasado. La miró con curiosidad,
pero ella se negó a mirarlo a los ojos.
84
Lucas casi sonrió ante el recuerdo. Sus hermanos y él no habían querido
atacar realmente a los invitados, sólo fingieron que iban a capturarlos.
Algunas de las personas no vieron divertido que unos niños enmascarados
los persiguieran.
—Entra, Amy. Te mostraré dónde está todo. Mis padres han abastecido la
cocina por lo que tendrás un montón de comida. Hay sábanas en la cama
y toallas limpias en el baño. Es un lugar pequeño, así que no creo que te
pierdas. Por favor, utiliza lo que necesites de la casa. Es para los clientes,
después de todo —dijo, aunque no creía que ella lo escuchara.
Estaba demasiado ocupada dando vueltas.
Trató de ver a través de sus ojos, dándose cuenta de las flores cortadas
frescas que estaban puestas en la mesa de la cocina pequeña, de la
variedad de jabones y lociones alineados en el mostrador del baño, y de la
bañera de gran tamaño en el jardín donde podía imaginarla metiéndose.
Con ese último pensamiento, Lucas sabía que era hora de irse. De ninguna
manera necesitaba una foto de ella cubierta de burbujas que quedase en
su cabeza.
—Me voy para que puedas relajarte —dijo él antes de escaparse
rápidamente por la puerta principal. Se detuvo en el porche delantero y
respiró hondo. Si no hubiera salido en ese segundo, habría cedido y la
hubiera tirado en la cama, haciéndole el amor hasta que ambos fueran
incapaces de caminar.
Mientras estaba de pie en el silencioso porche, decidió que tal vez era
mejor si se acostaba con ella. Quizá podía funcionar, razonó. Simplemente
le diría que desde el principio fue evidente que se sentían muy atraídos el
uno por el otro, y eso era lo más inteligente. Ella parecía razonable, lo
entendería.
Página
Lentamente volvió a la casa grande para hablar con su padre. Se tomó su
tiempo para entrar, no queriendo que su padre lo viese hasta que su
cuerpo estuviera bajo control. Le tomó mucho más tiempo de lo que era
aceptable para que se enfriara.
85
Era la única forma que se le ocurría para poder sacarla de su sistema. Una
vez que tuvieran relaciones sexuales su salud mental volvería a la
normalidad. Si ella hubiera dejado de mirarle intensamente con miradas
ardientes, entonces él podría haber sido capaz de mantener el control un
poco más. Que el rostro de ella fuera como un libro abierto, pensó, no
ayudaba mucho. Sabiendo lo mucho que ella lo deseaba alimentaba más
su propio deseo.
Finalmente entró, encontrando a su padre sentado en el estudio con un
vaso de whisky en la mano. Eso parecía una idea excelente.
—¿Hiciste que Amy se sintiera como en casa? —le preguntó Joseph.
—Sí, papá. A ella le encanta el lugar —respondió mientras caminaba hacia
el mini-bar. Se sirvió un trago triple de whisky y se lo bebió de un sorbo.
Sintió que sus nervios se empezaban a calmar a la vez que el fuego
quemaba su garganta y sus ojos se volvían acuosos. El dolor de la bebida
vale la pena, pensó, si podía calmar sus nervios a flor de piel.
Inclinó de nuevo la botella y vertió una pequeña cantidad en el vaso antes
de darse la vuelta y caminar a la zona de estar. Después de sentarse se
obligó a tomar un sorbo de la bebida en lugar de tragarlo. No necesitaba
un zumbido en su cabeza.
Lucas no vio la sonrisa de complicidad en el rostro de Joseph. Tal vez si lo
hubiera hecho estaría más preparado para la próxima conversación. No
tenía ni la menor idea de lo lejos que su padre iría a fin de tener nietos y
asegurarse de que sus hijos no estuvieran solos el resto de sus vidas.
—¿Dónde encontraste a la Srta. Harper, papá?
—Tuvimos una feria de trabajo en su universidad hace unos meses, y me
dieron su currículum entonces. Hice un poco de investigación sobre ella y
supe que era perfecta para el trabajo. Ya sabes, se necesita alguien
especial para trabajar para el presidente de nuestra compañía —respondió
Joseph.
—Sí, lo hace mucho mejor de lo que pensé que lo haría. Es un poco
parlanchina, pero estoy seguro de que se acomodará el tiempo que esté
con nosotros.
—Crecí, muchacho, y tú deberías hacer lo mismo. No te estás haciendo
más joven, ¿sabes?
Página
—He oído hablar a mamá acerca de algunas de las cosas que le has dicho
tú mismo, viejo —dijo Lucas, la sonrisa en su rostro restándole cualquier
mérito a sus palabras.
86
—¿Un poco parlanchina? ¿De verdad acabas de decir eso? —preguntó
Joseph sorprendiendo de Lucas. Miró a su padre ante las preguntas. Poco
a poco, se dio cuenta de lo que había dicho. Sus labios se curvaron en una
sonrisa. Bueno, sólo la estaba llamando como él la veía.
—Solo tengo treinta. No es como si tuviera un pie en la tumba —dijo
Lucas con exasperación.
—Cuando tenía treinta años tenía ya dos hijos, y otro a la vuelta de la
esquina —respondió Joseph.
—¿Me estás tomando el pelo? ¿Crees que debería casarme? —dijo Lucas
nombrando la palabra "matrimonio" como si fuera una palabrota.
—Tú eres el mayor, Lucas, el que debería ser un ejemplo a seguir para sus
hermanos más jóvenes. ¿Sabes? Tu madre y yo no nos estamos volviendo
más jóvenes. Quizá solo nos queden unos años... —La voz de Joseph se
fue apagando, desplomándose un poco en su asiento.
—Oh, por favor, papá. Eres uno de los hombres más fuertes que he
conocido. Ni se te ocurra pensar en actuar frágil para que me haga sentir
culpable por no estar siguiendo a las mujeres arriba, izquierda y derecha
para que pueda tener nietos. Además, tú no tienes un pie en la tumba,
tampoco. Tú y mamá todavía hacen caída libre —dijo Lucas mientras
levantaba las manos en señal de frustración.
—Uno nunca sabe lo que puede pasar mañana. Tengo una gran chica creo
que deberías conocerla. Es la hija de un amigo mío y creo que se llevaran
bien.
—Para justo ahí, papá. No necesito que me arregles citas. Al contrario de lo
que puedas creer, no tengo ningún problema en encontrar mis propias
mujeres. Si realmente quieres hacer algo de emparejamiento deberías
centrarte en Mark. De todos nosotros, es el más probable en sentar la
cabeza y darte una generación de nietos —dijo Lucas mientras miraba a su
padre.
Página
—Voy a dejarlo por ahora, pero hay que empezar a pensar en tu futuro —
dijo Joseph, como si le estuviera haciendo un favor. Lucas pensó que sería
mejor si lo dejaba pasar.
87
Su padre había comenzado a quejarse acerca de nietos hace un par de
años atrás, pero Lucas no se preocupó, mas si Joseph trataba de
establecerle citas a ciegas entraría en modo de pánico. No tenía ningún
deseo en caminar hacia el altar, nunca.
Los dos charlaron un rato más sobre el negocio y Lucas comenzó a
relajarse. Su día había sido largo y estaba listo para ir la cama, a pesar de
que odiaba acortar su poco tiempo con su padre.
—Tengo que ir a casa, papá. Te veré por la mañana, ¿de acuerdo?
—Eso está bien, estoy un poco cansado —dijo Joseph mientras se giraba—
. Espera, Lucas, Amy se olvidó de tomar sus papeles. ¿Puedes ir a dárselos
antes de salir?
El estómago de Lucas se encogió ante la idea de volver a verla esa noche,
pero no tenía ninguna excusa buena que darle a su padre del porqué no
podía hacerlo. Tal vez la suerte estaría de su lado y ella estaría dormida y
así podría dejárselo en la puerta principal.
—Claro, papá. Dile a mamá que la quiero, y que mañana voy a verla.
Le dio a su padre un rápido abrazo antes de caminar desde la habitación.
Rápidamente se dirigió a la cabaña, viendo sólo una tenue luz brillante a
través de la ventana de la parte delantera. Llamó a la puerta, pero no hubo
respuesta así que comprobó el pomo. No estaba cerrado todavía. Iba a
tener que hablar con ella sobre eso. Entró y estuvo a punto de gritar su
nombre cuando ella dobló la esquina.
Lucas se obligó a sí mismo a dar la vuelta y salir por la puerta principal.
Sabía que era lo que tenía que hacer, pero de alguna manera comenzó a
moverse. De pronto, estaba de pie delante de ella con los brazos alrededor
de su cintura.
Página
Su olor se arrastró hasta él, llenando su nariz con algún tipo de especias,
como canela. Fuera lo que fuese, le dio ganas de tomar unos cuantos
bocados de ella. Una pulgada más de movimiento en cualquier dirección y
sería capaz de ver todos sus secretos.
88
Se quedó congelado en su lugar mientras sus ojos la consumían. Ella
estaba de pie delante de él sin nada más que una toalla pequeña que
apenas estaba cubriendo su cuerpo. Podía ver todo el camino desde los
pies hasta la parte superior de sus muslos blancos cremosos. La parte
superior de la toalla estaba tan abajo que podía ver la elevación de sus
pechos abundantes. Como si su cuerpo apenas vestido no fuera suficiente
para empujarlo hacia el borde, todo su cuerpo estaba todavía brillante de
su baño.
Empujó su cuerpo húmedo, casi desnudo contra el suyo, y después estaba
devorando sus labios. La sintió endurecerse durante un milímetro de
segundo, antes de que lo estuviera agarrando hambrienta.
Nunca había deseado tanto a una mujer, hasta el punto de sentir que
moriría si no la tomaba.
Durante medio segundo su cerebro trató de recuperar el control, pero
cuando oyó un suave gemido escapar de sus labios, perdió su compostura
completamente. Si ella le hubiera empujado lejos, o le hubiera rechazado,
de alguna manera hubiera sido capaz de liberarla, pero ella se esforzaba
en estar más cerca de él, gimiendo mientras enredaba su lengua con la de
ella. Ella se retorció entre sus brazos, ninguno pareciendo conseguir
suficiente del otro.
Con un rápido movimiento le arrancó la toalla, dejando que sus manos
corrieran libremente de arriba a abajo por su cuerpo. Acarició sus curvas,
disfrutando de la sensación de la suavidad de su piel mientras su mano
flotaba sobre la curva de su cadera, luego hacia arriba a un lado de su
pecho. Sin romper el beso, él la levantó y caminó la corta distancia hasta
el dormitorio. Suavemente la recostó en la cama, se desnudó y tiró su ropa
fuera, sintiendo un vacío en los pocos segundos que estuvo lejos de ella.
Su mirada fue atraída por la belleza de su cuerpo, haciendo que su
erección se hinchara aun más, la sangre corriendo a través de él,
centrándose en una sola área, urgiéndole a tomarla.
Mientras exploraba su exquisito cuerpo olvidó todas las dudas restantes y
simplemente disfruto del intenso placer que tocarla le traía. Ella comenzó
Página
Se unió a ella en la cama, cubriendo su cuerpo. Ella se inclinó hacia él,
buscando su boca. Con gusto la complació y mordió su labio inferior antes
de chupar su boca, los sonidos provenientes de su garganta instándole.
Finalmente, se separó para mover los labios hacia abajo. Lamió un camino
por su cuello, mordisqueando un poco antes de la piel sensible, haciendo
que otro gemido escapara de sus labios.
89
Lucas vio los ojos de Amy ir de la excitación a la timidez mientras miraba
su cuerpo desnudo. De repente sintió miedo de que ella cambiara de
opinión si le daba mucho tiempo para pensar en lo que estaban haciendo.
Estaba seguro de que él explosionaría. A pesar de que desnudarse no
tomó más de medio minuto, ya estaba dolorido de nuevo por tocarla.
a moverse debajo de él, abriendo las piernas a modo de invitación para que
empujara dentro de ella.
Lucas sabía que Amy estaba rogando por la finalización, pero se negó a
hacerla suya hasta que supiera que estuviera lista. A pesar de que no iba a
durar mucho más, sobre todo con su roce contra él; lo lamentaría si
terminaba demasiado rápido. Necesitaba que ella sintiera tanto placer y
satisfacción como él.
Cuando sus manos se deslizaron sobre sus pechos redondeados,
pellizcando los pezones con sus pulgares, su espalda se arqueó hacia
arriba, su cuerpo temblando. Ella envolvió las manos alrededor de su
cuello, tirando de él hacia ella. El mirar hacia sus ojos desenfocados de
deseo la consumió.
Él la agarró del cabello y aplastó sus labios contra los de ella, hundiendo
la lengua profundamente dentro de su boca. No se cansaba de ella: su
sabor, su olor, su sonido. Todo en ella lo excitaba. Cuanto más su lengua
acariciaba el contorno de su boca, más se retorcía de deseo.
Terminó el beso para explorar el resto de su cuerpo, lo que la hizo gritar de
frustración. Su propio cuerpo le estaba pidiendo poner fin a la tortura de
ambos. Iba a hundirse profundamente dentro de ella y hacerla suya,
¡únicamente suya!
Ella estaba un poco débil en sus brazos cuando él empezó a besar el
camino hasta su estómago. Sentía como si pudiera adorar su cuerpo el
Página
Su boca finalmente la probó, sintiendo su sabor, haciendo que sus caderas
se arquearan de la cama mientras gritaba de placer. Sus gemidos le dio la
fuerza para seguir adelante. Probó su dulzura, sintiéndola temblar debajo
suya. De repente se puso tensa, y luego todo su cuerpo se sacudió y gritó
liberándose. Estaba temblando bajo su hábil boca así que movió su lengua
una última vez contra su húmedo calor húmedo antes de que poco a poco
hiciera su camino de regreso a arriba de su cuerpo.
90
Probó la suave seda de su estómago, sintiendo que temblaba debajo de su
boca. Mientras movía la cabeza hacia abajo y pasaba la lengua por el
interior de los muslos, todo su cuerpo tembló. Nunca había estado con
una mujer tan receptiva antes, y le resultaba imposible mantener siquiera
un aspecto de control.
resto de la noche. Arrastró la lengua por sus pechos hinchados y
suavemente tomó una de sus pezones apretados en su boca.
Ella comenzó a temblar mientras su cuerpo se agitaba de nuevo a la vida.
Se tomó su tiempo pasando de un pezón sensible al otro hasta que ella
gritó por él. El grito profundo de placer rompió el último pedazo de control
que le quedaba. Rápidamente trasladó su cuerpo sobre el de ella,
presionando la punta de su erección sólida contra su apertura.
Su boca tomó la de ella otra vez mientras su mano se deslizaba hacia
abajo para asegurarse de que estaba lista. Movió los dedos sobre su sexo
hinchado, y luego entró. Todo su cuerpo se arqueó de la cama,
presionando contra él mientras gemía de placer.
—Por favor —rogó.
Ella estaba más que lista.
—Abre los ojos. Quiero verlos cuando te haga mía —susurró.
Poco a poco, como si un peso estuviera manteniéndolos cerrados, sus ojos
se alzaron medio abiertos.
En un empuje, se enterró profundamente en ella. Casi explotó con el
primer contacto de su apretado color agarrándolo. Sintió su cuerpo rígido,
y un sonido de dolor escapó de sus labios mientras se ajustaba a él. Sus
ojos muy abiertos, mientras su boca formaba una expresión de sobresalto.
Todo el cuerpo de Lucas se puso rígido cuando se dio cuenta de que ella
era virgen. ¿Cómo una mujer, especialmente una tan atractiva y
sexualmente seductora como ella, llegaba a la edad de veinticuatro años
siendo virgen?
Sabía que tenía que hacer las cosas bien y parar, pero cuando sus caderas
se movían hacia arriba, agarrándolo con más fuerza, dejó de luchar contra
ello. Empezó a moverse con un ritmo constante, pero a medida que su
respiración se hizo más pesada, y sintió el cuerpo de ella estremecerse, no
Página
Empezó a retirarse de ella cuando su rostro se relajó y suspiró en éxtasis
mientras su cuerpo se ajustaba al de él.
91
La sorpresa le trajo de vuelta un poco de su control perdido. Tenía que
parar. No dormía con mujeres que no sabían la partitura. Él no era el tipo
de chico de "felices para siempre", lo que significaba que las vírgenes
estaban estrictamente fuera de los límites.
pudo aguantar más y empezó a empujar rápidamente. Sus caderas
empujaron hasta él, y lo apretó de placer. Cuando ella gritó y su cuerpo
empezó a temblar a su alrededor, se corrió derramando su semilla
profundamente dentro de ella, sacudiéndose con el poder de su liberación.
Se puso encima de ella, sin moverse durante varios minutos mientras su
respiración volvía a la normalidad.
Dándose cuenta de que era más probable aplastarla, se volvió, llevándola
con él. No sabía qué decir, así que no dijo nada. Solo se quedó quieto
frotando su espalda hasta que oyó su respiración constante, lo que
indicaba que se había quedado dormida.
Se quedó donde estaba durante una hora, mirándola dormir plácidamente
en sus brazos. En el sueño, ella no pudo acercarse lo suficiente a él. Su
pierna estaba envuelta alrededor de su parte inferior del cuerpo, y su
cabeza descansaba sobre su pecho. Ella era la mujer más increíble que
jamás había visto, y ahora era suya. De repente, la cabeza de Lucas se
agotó rápidamente. Había estado a punto de quedarse dormido cuando la
constatación de que no había usado protección lo golpeó. ¿Qué había
estado pensando? Él nunca había tenido relaciones sexuales con una
mujer sin usar condón. No era tan estúpido como para quedar atrapado en
la trampa de un bebé. Sus pensamientos corrían en un millón de
direcciones diferentes. Sabía que no había manera de que ella hubiera
planeado tener sexo sin protección. ¿Cómo podía haber sabido que iba a
volver a la casa esa noche?
Miró a Amy, sintiéndose de repente atrapado. Había estado decidido a
eliminarla de su sistema, pero podría terminar costándole todo. Era la
primera mujer que había logrado atraparlo con la guardia baja.
A medida que se deslizaba de la cama y se vestía, sus ojos volvieron a ella,
Página
Estaba enfadado consigo mismo, pero volvió la ira hacia ella. De ninguna
manera se vería obligado a contraer matrimonio, pero si su noche de
pasión los conducía hasta a un niño, no iba a marcharse. La familia era
todo para él, y un niño no es un error, nunca.
92
Tampoco era posible que fingiera su intensa reacción hacia él. Él había
estado con mujeres que sólo habían fingido, pretendiendo que les gustaba
el sexo. Lo hubiera sabido rápidamente y se hubiera ido. Quería una mujer
que estuviera caliente y dispuesta en su cama, no actuando como si
estuvieran realizando una tarea.
pareciendo tan inocente mientras dormía, con una pequeña sonrisa en sus
labios. Se movió, estirando el brazo y moviendo su cuerpo hacia el centro
de la cama. La manta se deslizó, dejando al descubierto uno de sus
hermosos pechos, y su cuerpo reaccionó al instante.
Página
93
Con enojo consigo mismo por todavía desearla, salió como un vendaval de
la casa de campo, corriendo escaleras abajo. Lo que quería hacer era
volver a entrar y subir a la cama junto a ella. Tenía que salir de allí y
refrescarse, averiguar lo que iba a hacer a continuación. Porque no tenía
ni idea.
Capítulo 9
Traducido por Auroo_J y Deby92
Corregido por Curitiba
A
my se despertó en mitad de la noche y se estiró. ¡Ouch! Estaba
dolorida. Le tomó un minuto para despertar completamente, y
cuando ella llegó a ser más consciente, sólo tardó unos
segundos para que se enderezara en la cama. ¿Qué había hecho? Se había
acostado con su jefe.
¡Se había acostado con su jefe!
¿Qué tan estúpida había podido ser? ¿Tenía ahora que estar a su entera
disposición en cualquier momento que él se sintiera necesitado de
satisfacer sus necesidades? Él probablemente pensaba que sólo podía
pasar por allí, tener sexo con ella, y luego escabullirse en medio de la
noche.
No había manera en el infierno que él fuera a usarla y tirarla. ¿Cómo iba a
manejarlo? Tenía un par de opciones. Podría hacer una gran escena,
gritarle, y renunciar a su trabajo, a pesar de que no sonaba atractivo. Su
otra opción era fingir como si no hubiera pasado nada. Le gustaba esa
opción mucho más. Acababa de asegurarse de que no se colocaría en
cualquier posición más comprometedora.
Ella no lo tendría en su casa a solas, nunca.
Página
Ella inventaría un novio. Eso le impediría pensar que podía tomar ventaja
de ella. Le diría que estaba en una relación a largo plazo, y que había
cometido un error. Sintió un poco de pena, sabiendo que no llegaría a
repetir esa experiencia.
94
Sabía que un simple toque de él le haría olvidar toda su cuidadosa
planificación y cualquier idea de resistencia. No podía permitirse estar en
posiciones donde estaría tocándola.
Para su primera vez haciendo el amor, había sido increíble. No tenía idea
de que una persona podría sentir tanto. Su cuerpo estaba dolorido, pero
había valido-tanto-la-pena. Había leído que el sexo por primera vez no era
una buena experiencia. Esa gente no debió haber estado haciendo el amor
con alguien como Lucas Anderson.
Ella tuvo que sonreír ante la ironía. El hombre parecía un dios griego,
tenía más dinero del que nadie necesitaba, y hacia el amor como la
fantasía de cada chica convertida en realidad. Nada de eso importaba, sin
embargo. Fue un error, y no iba a repetirlo. Un error no iba a cambiar sus
planes de vida.
Amy fue al baño y se limpió. Estaba tendida hacia abajo cuando por fin se
dio cuenta de que no habían usado protección. Se incorporó rápidamente
en la cama de nuevo. Estaba consternada al pensar en la estupidez de
tener relaciones sexuales sin protección. No estaba preparada para ser
madre todavía. Siempre había soñado con tener su propio hijo, pero no de
esta forma. No iba a dar en adopción al niño si quedaba embarazada, pero
¿cómo iba a ser capaz de manejar todo esto?
Tendría que meditarlo y resolver todo más tarde. Ella no sabía nada.
Estaba muy probablemente exagerando. Sólo habían tenido sexo una sola
vez. No había muchas probabilidades de que ella tuviera un bebé la
primera y única vez que tuvo sexo.
Amy se despertó aterrorizada. El sueño parecía tan real. Se sorprendió al
ver las lágrimas reales cayendo por sus mejillas. Se consideraba una mujer
fuerte, pero había una cosa que la podía poner de rodillas. Ella no podría
Página
Empezaron a hablar la jerga legal, y de repente bajó la mirada y ella ya no
estaba cargando al bebé. Lucas la tenía. Entonces entró una alta y rubia
mujer despampanante, y le entregó el bebé a ella. "Aquí tienes, cariño. Te
dije que conseguiría un bebé para ti. Todo lo que quieras es tuyo", dijo
mientras salían juntos, dejando a Amy llorando por su bebé en la fría
habitación de hospital.
95
Amy durmió a ratos el resto de la noche. Soñó que acababa de dar a luz a
la niña más hermosa. Ella estaba sosteniéndola cerca de su pecho, la
unión con su hija recién nacida. La criatura era perfecta en todos los
sentidos. De pronto, Lucas entró en la habitación con tres hombres, todos
con trajes de diseñador.
sobrevivir si alguien fuera a llevarse a la familia que tan desesperadamente
quería.
Se rindió tratando de dormir y se levantó de la cama para prepararse el
desayuno. Trató de leer un rato, pero no podía concentrarse. Decidió que
tomaría un paseo por los jardines y disfrutaría del hermoso y limpio aire
de la mañana. Era exactamente lo que necesitaba para despejar su mente.
Vagó durante un par de horas, cuando Joseph se acercó a ella y casi la
hizo saltar de su propia piel.
—¿Cómo estás, señorita? Espero que hayas dormido bien. —Se
preguntaba cómo un hombre tan enorme podría fácilmente acercarse
sigilosamente a ella.
—Dormí muy bien —respondió ella automáticamente. Los círculos bajo sus
ojos delataban su mentira, pero era demasiado caballero para señalárselo.
—Pareces un poco nerviosa por algo. Si hay algo en que pueda ayudar,
todo lo que tienes que hacer es preguntar.
—Todo está bien, señor Anderson. Sólo estoy pensando en la mudanza y el
trabajo. Ha sido ya muy amable, y no quiero aprovecharme. Me siento un
poco culpable por quedarme en la cabaña anoche —respondió ella.
—Ahora, Amy, no hieras mis sentimientos. Me pareció que la cabaña era
muy confortable. He dormido allí yo mismo un par de veces cuando mi
esposa se enfermaba de mi actitud. —Se rió entre dientes.
Se estaban riendo mientras tomaban el desayuno cuando Lucas entró.
Amy podía ver que estaba instantáneamente en alerta.
Página
—Katherine todavía está durmiendo. Ella debe conseguir su descanso de
belleza. —Se rió entre dientes—. Por favor, ven y únete a mí en la terraza
para el desayuno. Me encanta tener a una mujer joven y hermosa como
compañía para comer. Esto hace que la comida sepa mucho mejor. —
Luego extendió el brazo hacia ella que lo tomó. Caminaron cogidos del
brazo a la casa principal.
96
—Oh, no, señor Anderson, me encanta la cabaña. Es simplemente muy
difícil para mí aceptar ayuda. Aprecio tener un lugar para quedarme, y
tengo que decir, ya me he enamorado de la cabaña. Es perfecta en todos
los sentidos posibles —respondió rápidamente, sin querer ofenderlo.
—Buenos días, papá —dijo mientras se sentaba—. Srta. Harper, espero
que los alojamientos fueran de su agrado —agregó formalmente.
Amy lo miró por un momento, tratando de entenderlo. Tardó unos diez
segundos. El hombre ya había conseguido lo que quería, y ahora estaba
haciéndole saber que era tiempo de volver al trabajo y nada más. Ella ya
sabía que así era cómo tenía que ser, así que ¿por qué le dolía tanto su
actitud?
Bueno, pensó, dos podían jugar el juego de "frío como el hielo".
—Dormí perfectamente, señor Anderson. Al comienzo de la noche tuve
estas náuseas y un dolor de cabeza horrible, pero luego se fue, y el resto
de la noche fue perfecta —dijo ella con voz aún más fría que la suya.
Sus ojos se convirtieron en rendijas y si ellos pudiesen matar, pensó que
sería una pila de cenizas. Decidió tentar su suerte un poco más y le sonrió
antes de alejarse e ignorarlo por completo.
****
Joseph miró su pequeña representación, ambos pensando que estaban
siendo tan astutos. Se preguntó lo que había pasado la noche anterior. Se
veía para él como que los niños podrían haberse acercado y ambos corrían
asustados, ahora. Bueno, él no iba a dejar que se evitaran el uno al otro,
no cuando parecía que las cosas habían empezado finalmente a calentarse.
—Come, Lucas. Tienes un día ocupado. Necesitas llevar a Amy a conseguir
su auto y ayudarla a comprar para su apartamento. Es mejor empezar
temprano, por lo que estará listo para que ella viva allí. —Entonces miró a
Amy—. Creo que serás feliz allí.
—Sr. Anderson... —empezó a decir, pero él la detuvo.
Página
—Um, bueno, señor... digo, Joseph. Creo que el Sr. Anderson. —Ella
asintió hacia Lucas—, está muy ocupado, y no me importa hacer esto por
mi cuenta. Si se trata de una cuestión de una firma, podrían enviar por fax
el papeleo. Yo simplemente puedo tomar un taxi hasta el lote de autos.
Realmente, realmente no me importa —declaró ella hacia él.
97
—Ahora, Amy, eres una invitada en mi casa. ¿No crees que es hora de que
empieces a llamarme Joseph?
Joseph miró el vapor prácticamente saliendo de los oídos de su hijo ante
su declaración. Parecía que Lucas podría repartir actitud, pero no le
gustaba recuperarlo. Él disfrutaba bastante ver a su hijo retorcerse.
Se había quedado impresionado con Amy desde el momento en que la
había conocido, pero al poner a su hijo en su lugar, le gustaba aun más.
Ella era buena para Lucas. Necesitaba una mujer que no le permitiera
pisotearla. Ella le recordaba mucho a su Katherine.
Joseph había sido un tonto cuando había conocido a su esposa por
primera vez, pero por suerte lo había perdonado. No podía imaginar lo que
habría hecho si no ella. Él la amaba más cada día que pasaban juntos.
No le importaba presionar los botones de su hijo un poco, sobre todo si lo
apresuraba.
—Si Lucas está ocupado esta tarde, siempre podría llamar a Mark y
preguntarle si no le importaría escoltarte alrededor. No creo que eso sea
un problema. Él es mi único hijo que realmente disfruta ir de compras —
dijo Joseph, viendo a Lucas por el rabillo del ojo.
Pensó que el chico podría realmente encender la mesa tan brillante como
el fuego que ardía en sus ojos.
Bueno. Tenía que ser presionado.
****
Lucas rápidamente se puso de pie y se dirigió a su padre.
Página
Además, no había manera de que él se fuera a sentar ahí mientras su
hermano llevaba a Amy por la ciudad. Podía ver fácilmente a Mark
enamorándose de ella. Su hermanito tenía un corazón de oro. Se negaba
vehementemente quererse casar algún día, pero Lucas podía ver el anhelo
en los ojos de Mark cuando se quedaban viendo alguna tonta película de
amor, o una pareja romántica se encontraba cerca. Tal vez Mark decía que
no quería casarse, pero Lucas sabía muy bien que era sólo parloteo.
98
Lucas no quería pasar el día con ella, pero que tratara de zafarse
simplemente lo fastidiaba. ¿Cómo se atrevía a no querer estar con él?
Tenían una plática pendiente, y ella iba a malditamente pasar el día con él.
—Claro que no estoy muy ocupado para llevar a salir a la Srta. Harper —
dijo, su voz chorreando veneno. Por fin la miró a la cara con una sonrisa
afectuosa.
—¿Por qué no te adelantas y te alistas para que podamos irnos de
inmediato? —dijo, mirándola de arriba abajo. Él ya sabía que estaba
vestida para la ocasión, pero sólo quería ser un imbécil.
Sonrió al ver como el fuego surgía en los ojos de ella. Prácticamente podía
escucharla gritándole en su cabeza. Sin importar lo mucho que quería
evitar reaccionar ante ella, instantáneamente tuvo una erección; todo en él
quería levantarla sobre su hombro y llevarla a la cama más cercana.
Había pensado que en una noche la sacaría de su sistema. Había estado
muy equivocado. Sentía que un mes completo no sería suficiente.
****
Él estaba un poco nervioso como para mirarla por completo. Amy estaba
luchando por mantener sus emociones bajo control. Se veía sólo bien, no
estaba tratando de impresionarlo, de ninguna manera. Iría con él, sólo
para mostrarle que podía estar en su compañía sin ser afectada por eso.
La única cosa que la mantenía de decirle lo que realmente pensaba sobre
él, era el hecho de que estaba sentada en la mesa de su padre, y ella
respetaba a Joseph. Tan lejos como fue Lucas, más le valía ser cuidadoso,
porque podría resbalar y atropellarlo cuando estuviera probando su nuevo
carro.
—Bueno, ustedes chicos parecen estarse llevando muy bien —dijo Joseph
con completa sinceridad. Ella no pudo saber si lo decía enserio o no.
Parecía que sí. Tal vez los dos no habían sido tan obvios como ella había
Página
Sus ojos se estrecharon aun más antes de que se levantara de la mesa y
entrara a la casa sin decir otra palabra. En silencio Amy se rió entre
dientes, disfrutando de la victoria de ganar su pequeña guerra. Se sentía
bien el tirar al todo poderoso Lucas de un solo golpe.
99
—Estoy lista, Sr. Anderson —dijo con voz melosa, chorreando vinagre—
. Aunque tal vez quiera alistarse usted, y limpiar la mermelada de su cara
—añadió con satisfacción.
pensado. Se imaginó que se podía haber rebanado la tensión entre ambos
con un cuchillo, pero era bueno que Joseph no lo hubiera notado.
—Es un gran jefe. —Fue todo lo que dijo antes de bajar la mirada y
comenzar a picar su desayuno. No vio la sonrisa divertida en la cara de
Joseph.
—Me alegra escuchar eso, ya que ustedes dos estarán pasando mucho
tiempo juntos. Amaba mis viajes de negocios. Esther era invaluable al
tener todo en orden cuando estábamos de viaje. No pude haber hecho mi
trabajo tan bien sin ella. Katherine nos acompañaba con frecuencia,
especialmente cuando íbamos a lugares tropicales. Así fue como las dos se
convirtieron en grandes amigas.
Amy sintió un momento de puro pánico mientras Joseph hablaba sobre
ella viajando con Lucas. ¿Cómo le podría ser posible mantenerse calmada
si estuvieran encerrados solos en su jet, o en una suite de hotel? Ni
siquiera escuchó el resto de lo que estaba diciendo Joseph. Algo sobre
Katherine y Esther. No importaba, lo que si importaba era que tal vez
terminaría en alguna isla tropical con un jefe al que al parecer ella no le
podía quitar las manos de encima.
Trató de relajarse, pensando de nuevo en la conversación que habían
tenido. Él no estaba interesado en tener sexo con ella, ya no. Ya había
obtenido lo que él quería. Ella podía lidiar con su sarcasmo, incluso con
sus groserías; pero no podía lidiar con su contacto, al menos no sin
derretirse.
****
—Tenemos que hacer muchas cosas hoy padre, sólo quiero que ya nos
vayamos porque tengo planes con Vienna está noche —añadió, mintiendo
al decir que tenía una cita.
Página
—Ahora, Lucas, deja de estar tan impaciente. No es educado apresurar a
una señorita —regañó su padre.
100
Lucas regresó y se quedó de pie a su lado, esperando impacientemente,
mientras Amy tomaba unos cuantos bocados más de su comida,
masticando tan despacio como le era posible. Miró intencionalmente a su
reloj, tratando de hacer que apresurara su paso.
Notó que Amy se tensó en su asiento. Excelente, pensó. No estaba tan
despreocupada como le quiso hacer creer a él. Estaba sorprendido de cuán
bien lo hizo sentir ese pensamiento. Él no reaccionaba bien a los rechazos,
incluso si no quería a la mujer. Sin embargo, ese no era el caso para
nada. Él todavía la quería, incluso ahora más que nunca.
Se puso de pie y tomó su bolso del respaldo de la silla.
—No quisiera hacer esperar a tu cita —dijo con una voz perfectamente
calmada—. Muchas gracias por el desayuno, Joseph. Estuvo delicioso. Su
compañía fue la manera perfecta de comenzar mi día —dijo y luego caminó
tranquilamente por la puerta, dejando a Lucas para que la alcanzara.
Parecía que había estado persiguiendo en muchas ocasiones desde que la
conoció.
Él sonrió para sí mismo mientras miraba el meneo de sus caderas, y los
pantalones ajustados que le moldeaban su exquisito trasero. Tenía que
admitir que no le molestaba esa vista por detrás. Perseguirla no estaba
mal, para nada mal.
—Que se diviertan, chicos. —Lucas escuchó a su padre gritar, pero no se
preocupó en responderle.
Estaba muy ocupado manteniendo la vista en su increíble sensual y
frustrante asistente.
****
—¿Joseph Anderson, que estás tramando?
—Para cuando se dé cuenta, estará muy enamorado de su esposa y me lo
agradecerá. —Joseph lo dijo con la misma actitud muy seguro de sí mismo
que Lucas había heredado. Joseph, esperó que indudablemente así fuera
Página
—Los dos sabemos que eso es mentira. Estas de Cupido, y por cómo se
ven las cosas entre estos dos, te está yendo muy bien. —Lo dijo con un
tono de desapruebo—. Cuando el chico se entere de lo que estás tramando,
te dejara de hablar. Sólo que ya te lo advertí.
101
—Buenos días, hermosa. Sólo estaba tomando el desayuno con una
hermosa señorita y tu hijo gruñón. —Joseph levantó la mirada en lo que
Katherine entró por la puerta. Incluso con el ceño fruncido, era
absolutamente exquisita.
el caso. Porque, de otra manera su esposa estaría en lo correcto, y su hijo
no estaría nada feliz con él. Era un riesgo que estaba dispuesto a tomar.
—Vamos a dar un paseo —dijo al levantarse de la mesa y jaló a Katherine
a sus brazos, se inclinó y le dio un beso de buenos días.
Su intención era que fuera un beso corto, pero para cuando se alejó, se
había quedado sin aliento. Sonrió al ver como Katherine se sonrojaba y
sus ojos se ponían vidriosos.
¿Estaba tan mal el querer que sus hijos tuvieran un amor como el que él
tenía con Katherine? No creyó que hubiera nada de mal con eso.
Decidió que ese día iba a ser un gran día. Ya había empezado
maravillosamente con Lucas y Amy rumbo a una apasionada relación. Y
terminaría aun mejor con Katherine a su lado.
—Joseph Anderson, sólo estás tratando de sacar mi lado bueno al
distraerme —dijo casi sin aliento.
—¿Y está funcionando?
El rostro de Katherine se suavizó cuando miró en sus ojos. No podía estar
molesta con él por mucho tiempo, lo cual era algo muy bueno,
considerando que él hacía muchas cosas estúpidas.
—No debería dejarte salirte con la tuya y tus misterios, pero de repente ya
no me importa. Vamos a ese paseo —dijo, su rostro suavizándose en lo que
alzaba su mano y le acariciaba la mejilla.
—Nada me haría más feliz —le dijo Joseph antes de inclinarse y besarla de
nuevo.
Página
102
No, definitivamente no había nada malo en querer que sus chicos tuvieran
lo mismo que él. Le agradecerían su intromisión cuando tuvieran a una
buena mujer a su lado.
Capítulo 10
Traducido por Alyshia Cheryl
Corregido por KatieGee
A
my subió al auto con Lucas, inmediatamente absorbida por
su olor. ¿Por qué tenía que oler tan bien? Podía sentir una
agitación en su estómago mientras permanecía inmóvil junto
a él. ¿Cómo iba a querer estar con él después de lo que le había dicho y
hecho? Ella estaba tratando de no ver lo bueno en él, porque era mucho
más difícil mantener las distancias cuando ella bajaba la guardia.
Anduvieron en el auto en silencio durante varios minutos, hasta que él
aparcó en un estacionamiento. Éste no era el concesionario de autos. ¿Qué
estaba haciendo? Tal vez él iba a dejarla en algún lugar con la esperanza
de que fuera secuestrada.
—Vamos de compras primero. De esta forma los artículos pueden ser
entregados y llevados a tu apartamento —explicó. No esperó a que ella
respondiera. Salió del vehículo y se acercó a la puerta para abrirla.
Cuando él hacía esas cosas pequeñas, como tratarla como una dama, le
hacía ver su lado más humano. Ella deseaba no ver ese lado, era mucho
más difícil resistirse a él. Prefería que actuara como un arrogante bastardo
para poder justificar su propia distancia.
Ella se bajó del auto y caminó junto a él hacia la gran tienda.
Pronto descubrió que era mucho más fácil ir con él que discutir. La llevó a
través de cada departamento, preguntándole por sus preferencias en
colores y estilos. Su estado de ánimo parecía mejorar a medida que
avanzaban a través de la tienda. Nunca lo habría imaginado, pero parecía
que Lucas disfrutaba de las compras mucho más que ella.
Página
—Vamos a hacer esto —dijo con una voz que decía “Acéptalo, vamos a
hacerlo”.
103
—Realmente no necesito ningún tipo de decoración. Estoy segura de que el
apartamento está bien como está —Trató de decírselo. Se sentía incómoda
con toda esta situación, por todo lo que los Anderson habían hecho por
ella. Se sentía mucho más que una ayuda.
Nunca había tenido el dinero para gastar frívolamente, por lo que la
compra siempre había sido algo tedioso, nunca algo divertido.
Cuando terminaron las compras en la tienda, Lucas hizo los arreglos para
que los artículos se entregaran a su apartamento inmediatamente.
—Terminamos antes de lo previsto, Amy. Creo ya podrás mudarte esta
noche —dijo mientras salía de la tienda—. Tengo hambre. Vamos a
almorzar antes de ir a la concesionaria de autos.
Él no preguntó si tenía hambre. No preguntó si quería compartir una
comida con él. Él simplemente dijo que iban a almorzar, y por eso en su
mente, eso es exactamente lo que estaban haciendo. Si ella no hubiera
estado tan hambrienta, se habría negado a comer sólo para demostrar un
punto, pero ella sabía que él no se daría cuenta, y entonces ella sería la
que sufriría por el resto del día.
Él se detuvo en un pequeño restaurante y de nuevo se acercó para abrirle
la puerta del auto. A medida que comenzaron a caminar en el interior, él
colocó la mano en la parte baja de su espalda, enviando escalofríos por
todo su cuerpo hacia los pies.
Una vez adentro, el camarero les dejó patatas fritas y salsa, y rápidamente
regresó y tomó su orden. Mientras esperaban la comida, Amy pensó que
éste sería uno de sus momentos más incómodos.
—Tú y mi padre parecen llevarse muy bien —dijo Lucas, con un tono que
sonaba más como una acusación.
—Me agrada Joseph. Él siempre ha sido muy amable conmigo. Pasa de vez
en cuando a las oficinas mientras que te has ido, y honestamente siento
como si yo pudiera hablar con él durante horas y horas —respondió ella.
—Usted puede pensar que todo el mundo está tratando de hacerle daño, y
que todo el mundo quiere algo de su familia, y que incluso puede ser el
Página
Amy movió la cabeza con brusquedad y miró a Lucas con incredulidad.
¿De verdad la estaba acusando de utilizar a su padre? Así sonaba para ella
aquella frase. Quería golpearlo tan fuerte que sus manos estaban
prácticamente temblando, pero en su lugar, tomó una respiración honda
antes de abrir la boca.
104
—Tiene un gran corazón. Yo no quiero que nadie se aproveche de ese
hecho.
caso de una gran cantidad de gente que conoce. Como sea, usted no me
conoce lo suficiente como para hacer una acusación asquerosa como esa.
No siento nada más que profundo respeto por su padre, e incluso, nunca
podría imaginarme a mí misma haciendo algo para causarle daño. Sólo
porque usted está cansado y amargado con el mundo, por alguna razón
desconocida, no le da el derecho de hablarme así. Tiene dos opciones: o
bien pedir disculpas ahora mismo, o me voy caminando de este
restaurante. Me encanta mi trabajo, pero no me hablará de esta manera.
Es inaceptable.
Ella lo miró a los ojos, la furia hirviendo en su interior. Vio la sorpresa en
su rostro mientras hablaba. No tenía ni idea de cómo no estaba llorando.
Sabía que él podía despedirla en ese momento, y probablemente se
arrepentiría de sus palabras en el momento en que se encontrara
durmiendo en una habitación de hotel esa misma noche, pero por el
momento, estaba demasiado exaltada como para preocuparse.
Después de varios minutos de silencio, Lucas sonrió. Las comisuras de sus
labios se levantaron y aparecieron pequeñas líneas alrededor de sus ojos.
La sonrisa luego se convirtió en una risa. Amy lo miró con sorpresa. ¡Ahora
se estaba riendo de ella!
Ella empujó su silla hacia atrás y se levantó. Una persona no podía
aguantar tanto.
—Amy... para —dijo entre risas mientras ella rápidamente se abrió camino
a través del restaurante. De ninguna manera volvería. Sabía que tenía
menos de treinta segundos antes de que su ira se desvaneciera y
comenzara a llorar. Ella quería estar lejos de él antes de que sucediera.
Salió y comenzó a correr, logrando llegar al callejón de al lado del edificio.
Él se acercó lentamente, como si estuviese tratando con un animal salvaje,
lo cual no estaba demasiado lejos de la realidad.
Se sentía muy impredecible en ese momento.
Página
Oyó unos rápidos pasos y quiso gritar. Lucas vio la primera lágrima que
caía por su mejilla.
105
Ella dio unos pasos en el interior, luego se apoyó contra la pared, con las
piernas temblorosas mientras la realidad comenzaba a atormentarla.
—No me estaba riendo de ti, ¿de acuerdo? Lo siento. Sé que no estás
usando a mi padre. No sé por qué hable del tema. Yo sólo... sólo eres... ¡No
sé!
Dio un paso atrás, pasándose los dedos por el cabello mientras caminaba
delante de ella. Unas cuantas lágrimas más resbalaron mientras lo
observaba.
La agitación era evidente en sus movimientos, pero ella aún estaba
enojada, no sentía simpatía por su frustración.
—Mira, me estás volviendo loco. No sé qué diablos está mal conmigo ahora
mismo, pero no ayudas a la situación cuando me miras con los ojos llenos
de lujuria. No estás ocultando exactamente tus emociones —espetó
cuando se volvió y se puso justo delante de ella.
Las lágrimas de Amy se secaron mientras se alzaba sobre ella, sus cuerpos
a un sólo pie de distancia. Aun queriendo estrangularlo, todavía la
excitaba. Él había abierto las compuertas dentro de ella y una oleada de
deseo se había propagado por su cuerpo. Ahora tenía sexo en el cerebro
constantemente. Ella lo quería, aunque no le agradara mucho.
Sus ojos se clavaron en los de él y vio cómo sus profundidades azules se
dilataron. Su respiración se hizo más pesada, mientras el oxigeno se
convirtió en una sesión de ejercicio.
—Al diablo —murmuró Lucas antes de que sus manos se establecieran
contra la pared a cada lado de ella, rápidamente encerrándola. Antes de
que tuviera tiempo de parpadear, sus labios estaban sobre los de ella.
Necesidad, ira, frustración y deseo. Todo estaba en su beso. Su boca
aplastando la de ella mientras empujaba su lengua dentro, obligándola a
rendirse.
El beso continuó mientras sus caderas empujaban contra ella,
presionando su erección en su calor. Aprisionándola aun más contra la
Página
No podía luchar contra lo que tanto deseaba. Trató de permanecer rígida
contra la pared de ladrillos, pero cuando la mano de él se levantó,
deslizándose a la parte delantera de su blusa, se dio por vencida. Ella le
devolvió el beso mientras la palma de él tocaba su pecho, masajeando la
carne suave, presionando su pezón endurecido.
106
Ella no tenía otra opción.
pared. Sabía que estaba mal, sabía que no debería hacerlo, pero a ella no
le importó.
Una bocina sonó cerca, sorprendiendo a Amy. Lucas se retiró, sus ojos
nebulosos de deseo. De repente, una sirena sonó, y ambos se dieron la
vuelta, viendo como un auto de la policía entraba dentro del callejón.
Lucas dio un paso atrás y juró mientras Amy estaba de pie contra la
pared, preguntándose qué diablos acababa de hacer.
—Esto no debería haber ocurrido. Parece que una vez más tendré que
disculparme. Se está convirtiendo en una mala costumbre, que no me
gusta. Olvidémonos de mi comentario anterior, olvídate de este beso, y
terminemos el almuerzo, y luego seguiremos adelante con el día.
Lucas la miró, sus ojos desafiantes mientras hacía la oferta. Podía aceptar
sus disculpas e irse, o ella podría alejarse de todo: su trabajo, la
seguridad, y nuevos amigos.
Era una decisión fácil.
Sin decir una palabra, se apartó de la pared y se dirigió hacia el
restaurante. Se negaba a pensar en las cosas que había imaginado que
hubieran hecho. Ella sabía que su pelo estaba desordenado, y sus labios
tenían que estar inflamados. Era evidente que acababa de ser besada a
menos de un metro de distancia.
Con la gracia que más pudo, volvió a su asiento y cogió una fritura de
maíz2, comiendo un bocado. El sabor era como el aserrín, pero se obligó a
masticar y tragar, y luego repitió el proceso.
Fritura de maíz: Corn Chip. Es un aperitivo elaborado a partir de harina de maíz frita
en aceite o al horno, generalmente en forma de pasta o a una cucharada pequeña. Las
frituras de maíz son gruesas, rígidas y muy crujientes. Tienen un fuerte aroma y sabor de
maíz tostado, y son a menudo muy espolvoreados con sal.
2
Página
La presión del día comenzaba a asentarse sobre sus hombros, y ella sólo
quería terminar con esto. Cuanto más pronto estuviera sola, mejor estaría.
Entonces ella tendría tiempo para pensar.
107
El resto de la comida fue en un incómodo silencio hasta que,
afortunadamente, él recibió una llamada telefónica que lo mantuvo
ocupado hasta que terminaron de comer.
En silencio se dirigieron al estacionamiento después del almuerzo. Ella
nunca había tenido un auto antes, ni siquiera uno rentado. Sabía que iba
a tener uno después de la universidad, pero no había tenido el dinero
todavía. Había tomado un curso de manejo en la universidad, así que
sabía cómo manejar, pero todavía no estaba muy cómoda al volante.
No quería que Lucas supiera sobre su inseguridad, así que decidió,
aguantar y enfrentar la situación.
—¿Quieres uno manual o automático? —Fue la primera pregunta.
—Yo preferiría un automático
—Si quieres mi opinión, creo que deberías comprarte el Mercedes ML450
Hybrid SUV. Tenemos alrededor de diez opciones para ti, pero he hecho la
investigación en este caso, y es muy valorado en seguridad. Ocupa el
combustible de muy buena manera y se recomienda en los informes de los
consumidores —ofreció, sonando como un vendedor de autos.
—Realmente no sé nada de autos, Lucas. No sabría por dónde empezar —
respondió ella.
****
Su cabeza se giró para mirarla, pero ella estaba mirando al lote de autos
como un niño perdido, por lo que no se dio cuenta de su desliz. Era la
primera vez que había usado su nombre de pila. Descubrió que le gustaba
el sonido de su nombre en sus labios.
Página
Se detuvo, apenas. No estaba dispuesto a abrir su corazón a cualquiera.
Tenía que mantener el control de sí mismo, y así sería capaz de olvidarse
de lo que había hecho la noche anterior y antes de la tarde. Ninguno de los
dos necesitaba entrar en una aventura que terminaría con la pérdida de
un trabajo y el arrepentimiento de él. Tendría que resolver las cosas
cuando él tuviera más tiempo para pensar.
108
Sabía que ella no se había dado cuenta de lo que había dicho. En su
nerviosismo por estar en una situación incómoda, temporalmente había
bajado la guardia. Le gustaba ese lado de ella. La Amy sin la armadura
parecía mucho más dulce y más inocente, y él quiso envolverla en sus
brazos, protegerla. Deseaba tanto llevarla de vuelta a sus brazos, sus
dedos se movieron involuntariamente en los costados.
—Si no sabes mucho sobre autos, entonces, espero que tomes mi consejo,
pero la elección es tuya. Tú serás la que conduzca el vehículo.
Lucas la encaminó dentro del edificio y pasó por el lado de los vendedores,
dirigiéndose directamente a la oficina del gerente.
—Lucas, es bueno verte de nuevo. Llegas temprano, pero ya he sacado el
auto que pediste —dijo el hombre detrás del escritorio, el cual tenía una
sonrisa sincera y se levantó para estrechar la mano de los dos.
—Gracias, Frank. Te lo agradezco. —Lucas ya estaba volviéndose para
llevar a Amy a través de la sala de exposición y las puertas laterales.
Mientras caminaban hacia el exterior, vieron un hermoso y pulido vehículo
carmesí estacionado en la acera.
Lucas la llevó al auto y abrió la puerta del conductor. Ella lo miró con
sorpresa y alegría en sus ojos.
Lucas no podía apartar los ojos de su cara mientras ella luchaba por
contener las lágrimas mientras miraba el coche delante de ella. De repente
se dio cuenta de que eso debió haber sido un logro para ella. Sabía que ella
nunca había tenido un verdadero hogar, al pasar de una casa casi en
ruinas a una verdadera casa.
Seguramente, no estaba acostumbrada a recibir regalos con demasiada
frecuencia. El vehículo debe parecer un juguete nuevo y brillante. Miró a
través de sus ojos, y se sintió humillado.
De repente, su rostro estalló en una enorme sonrisa mientras subía en el
asiento y comenzó a buscar el arranque de encendido.
Pulsó el botón y las luces se encendieron, pero no había sonido. Ella lo
miró de nuevo por la confusión.
Página
—Una de las nuevas características de los autos híbridos es que funcionan
con electricidad cuando viajan a velocidades más lentas. El gas se iniciará
cuando sea necesario.
109
—¿Dónde está la llave? Ni siquiera veo un lugar en dónde ponerla —
preguntó ella, mirándolo con una confusa, pero eufórica expresión. Lucas
se echó a reír y le explicó que era un botón de arranque.
—¿Cómo sabes que encendió si no hay ningún ruido? —preguntó,
genuinamente desconcertada.
Lucas no pudo evitarlo. Se echó a reír a carcajadas, realmente se estaba
divirtiendo. Ella era tan diferente a las mujeres con las que normalmente
salía, no es que ellos estuvieran saliendo, se recordó.
Su sofocada risa borró la sonrisa de su cara. Él sabía lo suficiente sobre
ella como para saber que no le gustaba que se burlaran de ella, y
probablemente parecía que eso era lo que él estaba haciendo.
—No me estoy riendo de ti. Acabo de encontrarte siendo un soplo de aire
fresco3 —continuó, riendo entre dientes—. Pon el auto en marcha. Confía
en mí. Conducirá por ti —dijo.
—¿Qué es esto, un auto espacial? —murmuró ella en voz baja. Él se las
arregló para no reír y fingió no haber oído el comentario. Tenía la
sensación de que podía reír a menudo con ella en su vida. Trató de
endurecer su determinación, sabiendo que no quería llegar a sentirse
demasiado cómodo a su alrededor. Era un camino muy peligroso
****
Amy recorrió las carreteras secundarias de Seattle por alrededor de una
hora. Lucas la llevó a las afueras de la ciudad, no quería que su primer
viaje fuera estresante, y ella estaba agradecida por eso. Le encantaba el
vehículo. Conducirlo era como si estuviera al interior de un cristal. Incluso
una vez que el motor se encendió, no era más que un ronroneo el que se
oía. Era maravilloso, y ella no quería detenerse. Casi se olvidó de que
Lucas estaba aún con ella, lo cual era una hazaña bastante sorprendente
para sí misma.
3
Soplo de aire fresco: Llega a ser algo o alguien que renueva o da alivio.
Página
Estaba un poco decepcionada por terminar el viaje, pero ella asintió con la
cabeza y volvieron hacia la concesionaria. A regañadientes salió del auto
cuando llegaron, sus ojos se volvieron hacia éste, casi con miedo de que se
alejara, de que se lo quitaran.
110
—Amy, parece que te encanta este auto. ¿Por qué no nos dirigimos de
nuevo a la concesionaria y firmamos los papeles para que puedas llevártelo
a casa?
—Es todo tuyo, no tienes que preocuparte —dijo Lucas mientras ella
estaba todavía de pie en el lugar.
—Lo siento —murmuró Amy, mientras sintió calor subiendo por su rostro.
Se dio la vuelta y lo siguió adentro. Se obligó a no dar la vuelta de nuevo.
La documentación sólo tardaría unos veinte minutos, ya que Lucas era un
cliente preferente, y tenían todo preparado para él. Tendrían que hacerle
una limpieza final, así que les dijeron que sería entregado a su casa esa
noche. Ella estaba extremadamente decepcionada al no poder llevárselo
consigo de inmediato, pero no discutió con ellos.
Lucas la llevó hasta su auto, y ella se dejó caer en el asiento después de
que se retiró de la tienda. Sabía que era ridículo, pero no había tenido una
infancia como la mayoría de los niños, conseguir un montón de regalos en
las fiestas, y ropa nueva cada vez que quería.
La primera vez que había recibido un regalo de Navidad fue cuando estaba
en cuidado de crianza, y a pesar de que eran buenas personas, no tenían
mucho dinero, así que cada niño tenía sólo un pequeño artículo.
Todavía tenía los regalos, y apreciaba a cada uno de ellos. El auto, sin
embargo, el auto estaba muy bien. Era algo que nunca había esperado
tener. Aunque en realidad no era suyo, lo podría usar durante el tiempo
que trabajara para ellos. Eso era muy emocionante.
—Hemos terminado todo lo que necesitamos hoy, y tu apartamento está
listo. ¿Quiere ver tu nuevo hogar? —preguntó Lucas.
Página
A medida que se acercaban al edificio grande, ella se sorprendía aun más.
Se veía más como un hotel de lujo que un complejo de apartamentos. Una
fuente de agua enorme con luces de colores estaba en el centro de una
calzada circular, rodeada de flores coloridas y exuberantes. El lugar estaba
pavimentado con piedras de varios colores, con aspecto de un camino de
salida de un libro de cuento de hadas. Miró hacia las puertas delanteras,
que fueron adornadas con un borde dorado y adornos de latón. Un portero
111
—Sí, definitivamente —respondió ella, sintiendo como su estado de ánimo
aumentó. Tendría que permanecer impacientemente sentada por mucho
rato mientras se abrían camino a través de la ajetreada ciudad. Pasaron
por la Corporación Anderson, y luego manejaron un kilometro antes de
dejar la carretera.
con esmoquin estaba justo en el interior y saludó mientras el auto de
Lucas pasaba.
Ella se asomó por la ventana y miró hacia el techo, donde tres lámparas
arañas colgaban, alumbrando con un arcoíris de color mientras conducían
bajo el dosel. Era abrumador pensar que ella estaría viviendo en un lugar
tan sofisticado.
Se detuvieron en el interior de un túnel de un estacionamiento
subterráneo, donde él utilizó una tarjeta para entrar, antes de que
estacionaran frente a un signo reservado.
—Aparcarás aquí —dijo, mientras señalaba otro espacio reservado cerca
del ascensor. Él caminó alrededor del auto antes de que ella desabrochara
su cinturón, y luego abrió la puerta, algo a lo que se estaba acostumbrado.
No podía admitir lo mucho que le gustaba. Ella se quedó en silencio
mientras entraban en el ascensor de lujo y apretó el único botón
disponible.
—Este ascensor sólo llega hasta el vestíbulo. Es otra medida de seguridad
que tenemos en este lugar. Nos tomamos la seguridad de nuestros
inquilinos muy en serio.
Cuando se abrieron las puertas a un enorme vestíbulo, el cual podía
competir con los mejores hoteles en Nueva York, Amy no podía dejar de
jadear sorprendida. Había un escritorio grande asentado contra la pared
del fondo con un guardia de seguridad mirando los monitores delante de
él.
—Buenas noches, Sr. Anderson. Vino temprano esta noche —dijo antes de
sonreír a Amy.
—Hola, Fred. ¿Cómo estás?
—Es muy bueno conocerla, señorita Harper. Espero que usted disfrute su
estancia aquí. Es un gran lugar. Yo trabajo por las noches de martes a
sábado, pero vivo aquí, en el apartamento 2-A, si alguna vez me necesita.
Ya he puesto una lista de números del lugar, así que no dude en llamarme
en cualquier momento.
Página
—Fred, esta es nuestra nueva inquilina, la Srta. Harper. Ella va a estar
viviendo en el 19-A.
112
—Bien. Bien. No me puedo quejar.
A Amy le agradó Fred al instante. Parecía tener unos cincuenta años y
tenía una de esas sonrisas que te hacían sentir bienvenida. Con las
nuevas medidas de seguridad se sentía segura, así el resto del mundo no
podía llegar a ella, si no lo permitía. Vivir en Seattle, y siempre en las
partes más pobres, la había hecho muy consciente de las cuestiones de
seguridad. Había estado demasiado asustada para dormir, en más de una
noche, durante toda su vida.
—Ven conmigo, y te voy a dar un gran tour antes de mostrarte tu
apartamento —dijo Lucas.
La condujo por un pasillo a la izquierda. La primera puerta por la que
entraron los llevó a un gimnasio de última generación, y caminaron a
través del lugar rápidamente. Quería hacer una pausa y observar el
equipo, pero él parecía tener prisa, así que rápidamente siguió su ritmo. La
siguiente habitación albergaba una piscina de tamaño olímpico. Su boca
se abrió en sorpresa. ¿Podría ser real? Ella no sólo tenía un hogar, al que a
ella ni siquiera le importaría si fuera del tamaño de una caja de zapatos,
sino que también una piscina, gimnasio y mucho más.
La cabeza le daba vueltas mientras él le mostraba una bañera de
hidromasaje y sauna, y varios otros lugares, como una sala de juegos. Amy
sintió que Lucas la miraba mientras recorrían las instalaciones, y ella hizo
un intento de controlar su expresión. No podía ocultar el placer corriendo
por su rostro, sin embargo.
Le mostró el jardín privado con varios bancos escondidos en diferentes
lugares.
Al pasar por una de las zonas cubiertas de arbustos, ella vio a una pareja
joven muy ocupada besándose como para notar a Lucas y Amy,
Página
—¿Qué te parece hasta ahora? —preguntó él. Amy intentó mantener una
expresión fría, trató de actuar como si estuviera acostumbrada a vivir en
lugares similares. No era como si él no supiera nada de su casa anterior,
sin embargo. Finalmente renunció a fingir y dio una vuelta mientras se
113
Su pulso empezó a correr al ver a la pareja, que obviamente al estar
enamorados no podían mantener sus manos fuera del otro. Ella no notó si
Lucas lo vio o no, pero quería volver a entrar antes de que tuviera alguna
idea más erótica con su jefe.
reía en voz alta. Ella casi le agarró en medio de su euforia, pero en el
último momento, se apartó.
—No puedo creer que viviré aquí. Sé que debería actuar toda fría y serena,
pero me da igual. Me encanta este lugar, y creo que nunca querré
mudarme —dijo ella, con una enorme sonrisa en su cara.
—Bueno, es posible que desees reservar tu opinión hasta que veas tu
apartamento actual —dijo, mientras se dirigía al vestíbulo.
Lucas apretó el botón del ascensor y entró cuando las puertas se abrieron.
Subieron al piso diecinueve en silencio. A medida que bajaban y miraba a
su alrededor en los pasillos extra anchos con hermosas pinturas colocadas
estratégicamente, Amy finalmente se dio cuenta del enorme tamaño del
complejo.
Cuando le dijeron que era un edificio de apartamentos corporativos, ella
había asumido que sólo tenía un par de pisos, con unidades mínimas.
Pero, por lo que estaba viendo, debía haber cientos de apartamentos.
Mientras caminaban por el pasillo, se dio cuenta de que casi no había
puertas. Llegaron casi al fondo, cuando Lucas se detuvo y puso una llave
en la puerta a su izquierda.
—No hay muchas puertas aquí. ¿Cuántos apartamentos hay en cada piso?
—preguntó, casi con miedo a ver lo grande que era el suyo.
—Este piso sólo tiene dos apartamentos. Tenemos cuatro pisos que
disponen de tres dormitorios cada uno, seis pisos con dos dormitorios, y el
resto son todos los apartamentos de un dormitorio. Los primeros dos pisos
son departamentos temporales, donde los socios se quedan cuando vienen
por viaje de negocios. Todos los demás pisos son residencias permanentes
—respondió—. Este piso también se utiliza para conferencias y dispone de
varias salas disponibles para reuniones. Llevamos a cabo negocios aquí, a
menudo.
Página
Entraron, y el aliento de Amy salió corriendo. El apartamento era enorme.
Tenía una gran entrada, baldosas en tonos tierra, dando lugar a una
hermosa sala de estar. El mobiliario parecía nuevo, y la habitación estaba
equipada incluso con una gran pantalla de televisión y cientos de DVD’s en
114
—Oh —dijo Amy, sin saber qué más decir.
un estante junto a él. Ella rápidamente examinó los títulos y vio varias
comedias románticas.
¿No había algo en lo que ellos no pensaran?
—Esther te trajo unas cuantas películas que creía que disfrutarías como
un regalo de bienvenida a casa —dijo Lucas mientras miraba en el estante.
Ella se conmovió al ver que Esther hizo algo tan agradable para ella.
Tendría que asegurarse de enviarle tarjeta de agradecimiento, y luego
llevarla a almorzar. Lucas dio un paso atrás y dejó que ella deambulara
por el apartamento. Había una habitación de buen tamaño para un
invitado, si traía alguno. El baño principal estaba decorado con nuevas
fundas de baño y unos toques adicionales al inodoro y al lavado.
Ella abrió la puerta al final del pasillo y se sorprendió al ver el dormitorio
principal. Había una enorme cama con dosel en el medio de ella, cubierta
con el edredón púrpura que había elegido. Era el tipo de cama que siempre
había soñado con tener. Se acercó, saltó en medio de ella, y soltó una
risita.
—No sé qué decir. Nunca he conocido a una empresa tan generosa. Me
hacen sentir culpable con todo lo que me han dado cuando tantas
personas no tienen ni siquiera un tercio de esto. ¿Qué pasa si la empresa
me odia en seis meses más? ¿Qué pasa si soy un fracaso total y no puedo
hacer el trabajo, después de todo? Es tanta la presión.
—Amy, no habríamos hecho esto por alguien a la que no le tuviéramos la
suficiente confianza. Has estado haciéndolo muy bien, y odio repetirlo,
pero ofrecemos esto a todos los funcionarios ejecutivos.
Página
Amy volvió a la sala de estar. Lucas estaba de pie con la espalda contra la
pared, mirándola. Aquí va, pensó ella. Él no lucia como si fuera a irse
pronto, y ella sólo quería eliminar el estrés y disfrutar de su nuevo lugar.
Si las cosas fueran diferentes, sería capaz de imaginar a los dos
acurrucados en el sofá, viendo una de sus comedias románticas, pero eso
nunca iba a suceder. Tenía que dejar sacar toda la emoción acumulada,
115
Amy sonrió mientras Lucas salió de la habitación. Ella no estaba
recibiendo ningún tratamiento especial, lo que hizo que se sintiera mejor.
Ella no quería destacar. No quería sentirse culpable por lo que le habían
dado. Quería simplemente disfrutar de lo que tenía y por ahora, al menos,
era todo suyo.
sonreír enormemente, y bailar alrededor de su nueva sala de estar. No
podía hacer eso hasta que él se fuera.
—Gracias por tomarse el tiempo de su apretada agenda para hacer todo lo
que hizo hoy. Este lugar es increíble. Es mejor de lo que podía haber
imaginado o esperado, aunque yo realmente no necesito todo el espacio. Si
quiere puedo mudarme a un apartamento más pequeño y guardar este
para un empleado con una familia, estoy bien con eso. —Ella hablaba
rápidamente, por lo que no podía interrumpirla—. No estoy diciendo que
no me encanta la vivienda, porque si me encanta. Es en serio más
increíble que cualquier otro lugar que he visto, si menciono en dónde he
vivido antes, pero sólo parece ser un desperdicio de espacio para mí —
continuó ella, casi sin respirar.
Amy pensó que si ella hablaba primero, él no haría la demanda que ella
pensaba que estaba a punto de hacer. No iba dormirse en los laureles en
su camino a la cima, no importa lo que él pensara de ella después de la
forma en que se había comportado la noche anterior. No estaba tan
hambrienta de éxito.
Bueno, ella tenía hambre, sólo que era un hambre muy diferente. Lo
superaría en cuanto tuviera algo de tiempo a solas para pensar realmente.
Ella seguía diciéndose a sí misma eso, pero tenía serias dudas acerca de
su propio razonamiento.
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116
Un incómodo silencio flotaba en la sala cuando se detuvo. Parecía que no
se iría hasta que ella se lo pidiera.
Capítulo 11
Traducido SOS Alyshiacheryl
Corregido PaolaGP
L
ucas sabía que Amy estaba balbuceando por lo que no le daría
tiempo para hablar. Él pensó en dejarla hablar y luego darle su
opinión
Cuando por fin dejó de hablar y lo miró, sus miradas se encontraron. La
vio subir ligeramente la barbilla, y sus hombros estaban visiblemente
firmes. De repente, parecía enfadada y no podía entender por qué.
—Creo que debería irse ahora, señor Anderson. Tengo mucho que hacer
esta noche, y me gustaría acomodarme —dijo ella firmemente. Se puso de
pie al otro lado de la habitación, lejos de él, con los brazos cruzados,
luciendo como si quisiera decir muchas cosas más.
Lucas finalmente se apartó de la pared y comenzó a caminar hacia ella. Él
estaba tomando su tiempo, sin prisa para la conversación que estaban a
punto de tener. Ella dio un paso atrás mientras él se acercaba.
—Sr. Anderson —Ella enfatizó su nombre—, lo de anoche fue un error. No
debió haber sucedido, y no habrá una segunda vez. Lo siento si usted
pensó que tenia el derecho o que yo iba a entregarme a usted en
agradecimiento por la generosidad de su familia, pero yo no soy una puta
barata —finalizó.
Página
Lucas estaba más enfadado de lo que él recordaba haber estado antes.
Tuvo que quedarse donde estaba porque temía que pudiera estrangularla
si se acercaban demasiado. ¿Cómo se atreve a pensar que él esperaba que
ella pagara la generosidad de su empresa con su cuerpo? ¡Ella fue quien
estuvo persiguiendo el premio gordo! Ella no había sido inocente cuando
gritaba su nombre en medio del placer. Lo había querido tanto como él la
había deseado.
117
Él sabía por la mirada en sus ojos que estaba aterrorizada, además ella
retrocedió un paso, lo que hizo que su temperamento empeorara aun más.
Nunca antes había golpeado a una mujer, y nunca lo haría, aunque si
alguien lo presionara a hacerlo, nunca seria ella.
Se quedó mirándola durante un par de minutos antes de que finalmente se
calmara lo suficiente como para hablar.
—Te dije antes que teníamos que hablar un par de cosas, que aún
tenemos que hablar. Pero ahora mismo, vamos a arreglar esos comentarios
que acabas de hacer. Nunca he pagado por sexo, en cualquier forma, en
mi vida. Cualquier mujer que he tomado en mi cama ha llegado de buena
gana, y cuando ella se va, sigue pidiendo más. Anoche estabas tan
dispuesta a saltar en la cama conmigo, como yo quería estarlo contigo.
Había dos de nosotros entrelazados entre las sabanas, y me niego a tomar
toda la culpa.
Vio la fuga de miedo en sus ojos mientras la ira tomaba su lugar. A medida
que sus palabras siguieron apuñalándola, ella extendió la mano para
abofetearlo, pero él le agarró la mano antes de que lo hiciera.
—Te lo advertí, yo sólo te dejaría salirte con la tuya una vez —dijo él con
una sonrisa.
Luego la tiró a sus brazos y aplastó sus labios contra los de ella. Estaba
tan enojado que el beso fue casi agresivo en su intensidad. Él no fue gentil
mientras hacia que ella se rindiera ante él. La agarró del pelo y tiró de su
cabeza hacia atrás por lo que tuvo mucho mejor acceso, su cuerpo
palpitante de deseo desatado.
Ella luchó contra él por unos segundos, pero luego le devolvió el beso con
la misma pasión.
Cuando él supo que tenía su entrega total, la rechazó, a pesar de que tuvo
que usar cada onza de control que tenía, para hacerlo. Ella tenía los ojos
vidriosos de pasión, y su ira se había vuelto a reavivar.
Se quedaron en un punto muerto, jadeando, cada uno luchando contra
sus intensas emociones.
Mientras recuperaba la compostura, Amy se reprendió a sí misma. Ella se
dijo que no iba a hacer nada con él y luego, con un solo toque de sus
labios, todo pensamiento racional se fue, y no podía hacer otra cosa que
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****
118
—Siéntate, Amy —dijo él finalmente, un poco más calmado mientras se
acercaba al sofá. Ella no quería enfrentarse a su ira si seguía desafiándolo.
acercarlo más. Estaba empezando a darse cuenta de que había una
delgada línea entre el amor y el odio. No era tan hostil hacia Lucas como
quería serlo.
Cuanto más estaba a su alrededor, más notaba las cosas atractivas de él,
no sólo su gran aspecto. Lo que era aun más atractivo que su aspecto, sin
embargo, era la forma en que hablaba con los demás empleados y la forma
en que estaba dispuesto a echarles una mano. Tal vez ella lo había juzgado
antes de tiempo y eso era lo que les había hecho ser tan hostiles el uno
con el otro. Sabía que ella había estado emitiendo una actitud negativa
desde el primer día que empezó. Estaba dispuesta a hacer un cambio. No
quería involucrarse con él en una relación, pero podía respetarlo como un
jefe.
Finalmente, se imaginó que ella podría terminar bien con este asunto, así
que se sentó en la silla frente a él.
—Estoy físicamente atraída por ti. No significa nada, sin embargo; eso fue
lo que quise decirte antes. Lo de anoche no debió haber ocurridó. Fue un
momento de debilidad para mí. No quiero perder mi trabajo, y no quiero
tener una aventura con mi jefe. Tenemos que seguir siendo profesionales a
partir de ahora —afirmó en lo que esperaba que fuera un tono profesional.
Él la miró como si hubiera perdido el juicio.
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Amy estaba tan sorprendida por las palabras de Lucas, ella no respondió
durante varios segundos. Ella no había pensando que él consideraría esa
opción. Ella hubiera asumido en el caso de un embarazo no planeado, que
él le pediría un aborto. Ella nunca lo haría, pero sabía que muchos
hombres no querrían la responsabilidad. Cuanto más pensaba en ello, sin
embargo, el sentido le hizo ver que él lo haría porque lo consideraría
correcto, para cuidar de su hijo. Venía de una familia amorosa, que nunca
negaría a uno de los suyos.
119
—Estoy de acuerdo contigo, Srta. Harper —dijo él, volviendo a nombrarla
por su apellido—. Lo de anoche no debió haber ocurrido. Pero tenemos que
lidiar con las consecuencias de la noche. Me olvidé de utilizar protección,
es la primera vez que me sucede. Sé que eras virgen y probablemente no
estás en control de la natalidad —dijo finalmente—. Yo no me desligo de
mis responsabilidades, así que si estás embarazada, necesito saberlo en
cuanto lo sepas. No tendré un hijo que se críe sin mí. Nos casaríamos
inmediatamente. ¿Entiendes?
Amy tomó unas cuantas respiraciones profundas antes de hablar con
Lucas. Ella repitió a sí misma que no podía permitirse el lujo de perder su
trabajo, y si estaba embarazada no podía darse el lujo de que supiera al
respecto. Él podría fácilmente demostrar que podía cuidar mejor al niño.
No necesitaba ni quería un hombre en su vida. Tenía que concentrarse en
sí misma. Había visto a su madre con más hombres de lo que nadie podría
contar. También había visto cómo esos hombres abusaban de su madre
diariamente. Era sólo su voluntad de supervivencia que le había salvado
del mismo abuso. Había aprendido a una edad joven a ocultarse cuando
los amigos de su madre se acercaban. Ella no había conocido todavía a un
hombre en el que pudiera confiar.
—¿Vas a estar ahí mirándome, o te vas a comportar como una adulta y
hablar? —le espetó él.
—En primer lugar, sólo porque soy una empleada suya no le da el derecho
a hablarme de esa forma. En segundo lugar, nunca me casaría con usted,
por cualquier motivo, especialmente, no para atormentar a cualquiera de
mis hijos —dijo ella con frialdad.
—Si hay un niño, maldita sea, bueno... — Lucas comenzó a exigir de ella
otra vez, pero ella lo interrumpió.
—Si hay un niño, será mío y sólo mío. No se trata de los viejos tiempos en
que una mujer tiene que hacer la voluntad de un hombre. Así que un niño
no es algo de lo que tiene que preocuparse. Ya he comprobado mi
calendario, y no hay nada que temer. Lo de anoche fue un error. He estado
saliendo con un hombre durante un año y había estado reacia a dar ese
último paso. Dado que con usted no fue demasiado incómodo, ahora
puedo consolidar nuestra relación —mintió ella.
Página
Sin decir nada, Lucas se inclinó y tiró de su cabeza hacia atrás, moviendo
su cara con una precisión a un centímetro de la de ella. Se quedó
congelado en su lugar hasta que ella empezó a temblar de necesidad.
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Había una mirada sigilosa en la cara de Lucas, mientras caminaba
lentamente hacia ella. Se quedó de pie firmemente, no retrocediendo de
nuevo. Ella tenía que mostrarse firme, a pesar de que estaba temblando
sin control en el interior.
—Así que lo de anoche fue sólo una prueba para tu novio y para ti —dijo
con una voz tan tranquila que era mucho más aterradora que si hubiera
estado gritando. Podía sentir la energía acumulándose en sus brazos.
No tenía miedo de que él la golpeara. Tenía mucho más miedo de que la
besara de nuevo. Su resistencia se encontraba en su punto más bajo, y si
él tomaba sus labios otra vez, ella acabaría rogándole para que no se
detuviera. El calor mantuvo a su cuerpo a la espera de lo que estaba a
punto de pasar.
—No me gusta ser utilizado, Srta. Harper. Para nada. Realmente no me
gusta que me mientan. Puede que lo pasó anoche no fue nada para ti, pero
mientras yo estaba duro y profundamente dentro de tu cuerpo, no había
otro hombre en tu mente. Estabas estremeciéndote por mí y sólo por mí.
Cuando te acuestes con tu novio, será mi cara la que verás. No te hará
temblar de la forma en que yo lo hice. No te hará gritar de placer. Desde
luego, no te dejará satisfecha, tu cuerpo sólo quedara agotado. —Se detuvo
un momento mientras su corazón bombeaba y sus piernas temblaban,
tratando de aliviar el dolor insoportable que estaba causando con nada
más que sus palabras—. Puedes pensar en eso.
Él la empujó y salió del apartamento.
Ella permaneció en el mismo lugar por más tiempo del que debería,
llorando y sintiendo lástima de sí misma. Al final, se levantó. No iba a
dejar que esto la afectara más. Iría a trabajar con su escudo de armadura.
Era la cosa más inteligente que podía hacer,
Página
¿Por qué había permitido que esto sucediera? Si ella hubiera tomado un
baño después y no hubiera estado sólo una toalla... Si tan sólo hubiera
sido capaz de decir que no, entonces tal vez —sólo tal vez— hubieran sido
capaces de estar en la misma habitación sin atacarse el uno con el otro, o
tratando de quitarse las ropas. Incluso, podrían haber mantenido una
actitud profesional. Incluso mientras lo pensaba, sabía que era una
fantasía. La atracción salvaje era demasiado fuerte, aun desde el primer
día.
121
Amy esperó hasta que oyó cómo la puerta se cerró antes de perder la
compostura. Una vez que ella oyó el chasquido de la chapa de la puerta, se
dejó caer contra la pared, con las rodillas temblando mientras se deslizaba
hacia abajo. Luego, lloró un buen rato.
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122
Ella había sido inteligente por los primeros veinticuatro años de su vida.
Tendría que perdonarse este error de juicio. A todo el mundo se le permitía
cometer un error de vez en cuando.
Capítulo 12
Traducido por Alyshia Cheryl
Corregido Alyshia Cheryl
A
my tenía sentimientos encontrados cuando fue a trabajar el
lunes. Estaba flotando en las nubes, porque su nuevo auto
había sido entregado la noche anterior, y le encantó
conducirlo. Era una sensación excitante el conducir la hermosa maquina y
saber que nunca tendría que luchar con la multitud en el transporte
público de nuevo. Definitivamente había estado un par de veces
aterrorizada en el autobús cuando había estado en contacto con algunas
personas poco respetuosas. Estaba aterrorizada, por otra parte, del
ambiente de trabajo al entrar por esas puertas dobles. ¿Lucas iba hacerle
una escena? ¿Iba a enviarla a empacar? ¿Podía despedirla? No podía
hacerlo simplemente por su relación física.
Lucas podría, sin embargo, despedirla por no ser lo suficientemente buena
en su trabajo. Ella ya estaba nerviosa por lo bien que hacia su trabajo.
Aparcó el auto y se dirigió hacia el interior. Acababa de ver cómo podría ir
su día. No había nada que pudiera hacer al respecto, por lo que tendría
que hacer lo que pudiera e ir allá.
Las puertas del ascensor sonaron, y la puerta se abrió junto a la cara
sonriente de Tom.
—Me preguntaba cuando ibas a llegar. He estado rebotando en mi asiento
durante media hora —dijo, sin tiempo para saludos.
—Está bien, Amy, es hora de hablar. ¿Qué ha pasado? Me abandonaste
totalmente este fin de semana. La forma en que el jefe estaba actuando la
noche del viernes, yo ni siquiera sabía si iba a estar aquí esta mañana —se
quejó él.
Página
—Hola, Tom. Si has estado saltando en tu asiento por media ahora,
entonces, has estado aquí por mas de una hora porque llegué media hora
antes —respondió ella. Él pasó un brazo alrededor de sus hombros y la
llevó a su escritorio.
123
Amy suspiró.
—Todo está bien, Tom. El jefe y yo sólo teníamos un pequeño
malentendido. Te prometo que voy contarte todo más tarde, pero tengo que
empezar a trabajar en mi trabajo antes de que la persona antes
mencionada entre y tenga una razón para despedirme por ser una vaga —
dijo ella mientras se dirigía a su oficina.
Tom caminó junto a ella.
—Llegaste temprano. No puedes meterte en problemas por hablar conmigo
en tu tiempo libre.
—No creo que sea nuestro tiempo libre cuando estamos en estas oficinas.
Por favor, sólo déjame ir a trabajar, y vamos a salir esta noche, te lo
prometo —dijo, mientras lo empujaba y sacaba de su oficina.
Amy estaba ocupada en su escritorio cuando Lucas llegó dos horas más
tarde. Debe ser bueno ser el jefe y aparecer cuando te apetezca, pensó ella
hostilmente, y luego se arrepintió inmediatamente.
Ella no era una especie de exnovia de la secundaria que iba a tener
pensamientos mezquinos. Lo que él hacia con su tiempo libre, era su
asunto, sin duda no el de ella.
—Srta. Harper, necesito que vengas aquí, por favor —dijo por el
intercomunicador, haciendo que su frente sudara. Se secó la frente y
agarró su cuaderno, apretó sus rodillas para no temblar.
Con la mayor calma que podía fingir, dio un paso a través de sus puertas
comunicadas y se acercó a su mesa. Él estaba en el teléfono, de espaldas a
ella, mientras miraba por la ventana con una vista espectacular de la
ciudad.
—Toma asiento. Tengo que dictarte algunos archivos para que los escribas
—dijo en su tono más profesional.
Página
Finalmente, él colgó el teléfono y se volvió hacia ella, su cara
completamente inexpresiva. Ella parpadeó mientras sus miradas se
juntaron. Ella creyó detectar una oleada de fuego en sus ojos, pero él
parpadeó y ese fuego desapareció, haciéndola pensar que no era nada más
que su imaginación.
124
Esperó cinco minutos, demasiado nerviosa para sentarse, pero muy
inestable sobre sus pies, ya que su cuerpo temblaba.
Ella se sentó temblorosamente mientras se dispuso a tomar notas. Él
comenzó a hablar, y pronto se vio envuelta en el trabajo, sin tiempo para
preocuparse por nada que no sea conseguir una redacción correcta.
—Gracias, eso es todo. Estaré fuera de la oficina el resto del día, así que
me los envías a través de correo electrónico antes de esta noche.
Lucas se volvió hacia su ordenador y empezó a escribir algo, despidiéndose
de ella. Estuvo sentada un momento más, y finalmente consiguió
marcharse y se dirigió a su oficina.
Se dejó caer en su silla y dejó escapar un suspiro de alivio. Parecía que
realmente iba a actuar como si nada hubiera pasado. Ella estaba aliviada,
e irracionalmente dolida a la vez.
De inmediato empezó a escribir sus cartas, y el día transcurrió
rápidamente. Él se fue antes del almuerzo, dándole a ella finalmente la
oportunidad de respirar. No era fácil hacerlo cuando sólo tenía una puerta
delgada entre ellos.
El resto del día transcurrió sin incidentes. Lucas se comunicaba con ella
estrictamente por correo electrónico, y a las cinco de las tarde su humor se
había disipado considerablemente.
—Mi ordenador está apagado, los teléfonos fueron desconectados, y si no
haces lo mismo, voy a tener que sacarte a la fuerza de este lugar —dijo
Tom mientras se dirigía a su oficina y se sentaba en el escritorio.
—¿Cómo pudiste conseguir un trabajo cuando estás más interesado en
salir corriendo por la puerta que trabajar? —bromeó ella.
Tom saltó del escritorio y tomó su abrigo antes de que ella pudiera. Se lo
ofreció, y ella sonrió mientras se lo ponía. Era un gran tipo. Realmente era
tan malo que fuera gay. A ella le encantaría tener a un hombre como él en
su vida.
Página
—Eres justo lo que recetó el doctor, Tom. Necesito música a todo volumen,
comida chatarra, y un montón de soda —dijo Amy mientras apagaba su
computador.
125
—Cariño, estoy en mi puesto actual por mi personalidad burbujeante.
Todo el mundo quiere que le conteste sus teléfonos —respondió con un
guiño sugerente.
Bueno, si ella estuviera saliendo con alguien, eso era.
—Gracias, Tom. Eres un bombón.
—Que se lo digan a mi ex. Me dijo que estaba coqueteando demasiado. Le
dije que había una gran diferencia entre el coqueteo y ser amable. Algunas
personas son muy celosas. ¿Quién tiene tiempo para todo ese drama?
—Amen. Ahora, vamos a irnos antes de que Sr, Anderson aparezca con un
proyecto que me mantenga ocupada toda la noche —dijo con una sonrisa,
pero ella no estaba lejos de la verdad. El hombre lucía como si pudiera
trabajar día y noche, sin siquiera detenerse para comer o dormir.
—Cariño, el único proyecto en que Lucas trabajaría toda la noche no me
involucra, por desgracia. Tú, en cambio, probablemente podría quemar su
aceite a la medianoche, o en cualquier momento —se burló Tom.
Amy golpeó su brazo antes de colocar el suyo a su alrededor, y lo siguió
hasta el ascensor. Éste abrió rápidamente y caminaron fuera del edificio.
Llegaron a su lugar favorito, con tiempo suficiente para encontrar todavía
un asiento. Después de ordenar, Tom la miró expectante.
—¿Qué?
—No te hagas la tonta conmigo. He estado esperando todo el fin de semana
largo. Tú convenientemente comiste en la oficina hoy, así que ahora quiero
que todos los detalles interesantes. No te atrevas a dejar una cosa fuera —
exigió Tom.
Amy finalmente dijo todo, desde las candentes escenas entre ellos, a partir
del primer día, el sexo excepcional, y finalmente la escena en su
apartamento. Los ojos de Tom estaban muy abiertos mientras la miraba
con deleite conmocionado.
Página
—Está bien, pero te advierto que es una larga historia... —dijo ella. Él sólo
levantó las cejas y esperó mientras descansaba la barbilla entre sus manos
entrelazadas, haciéndole saber que tenía toda la noche.
126
Amy contempló la posibilidad de mentirle, pero como ella no podía
mentirle por cosas que valían nada, sabía que perdería el aliento. Además,
ella realmente necesitaba alguien con quién hablar, y ella sabía que sus
secretos estarían a salvo con él.
—Di algo —exigió ella cuando él continuó allí sentado con la boca abierta.
—Oh mi, mi, el ambiente de Capitol Hill4 estaba caliente. Mataría por
haber sido uno de esas moscas en la pared cuando todas las chispas
explotaron. ¿Cómo diablos hiciste para mantener tu virginidad a la
madura edad de veinticuatro años y no hacerlo en el asiento trasero del
coche de un musculoso adolescente?
—De todo lo que acabo de decir, ¿esa es la pregunta que tienes para mí?
—Bueno, sí. No puedo creer que eras virgen. ¿Te dolió?
Para Amy esta conversación hubiera sido extraña si hubiera sido con
cualquier otra persona, pero ella ya conocía la actitud sin límites en el bar
de Tom. No ocultes nada nunca.
—Sí, durante unos dos segundos, pero luego era sólo... ni siquiera
bueno… era increíble —suspiró ella.
—Oh —respondió Tom, recogiendo el menú de bebidas para avivar su
rostro. Ella no pudo evitarlo y se rió, se rió realmente, por primera vez en
semanas. Ella debería haber llamado Tom el domingo y él habría ido. Ella
se habría sentido mucho mejor para venir a trabajar al día siguiente.
—Gracias, Tom. Tenía que sacar todo esto de mi pecho, y realmente
necesitaba reír —dijo mientras sus ojos ardían de emoción.
—Te amo, Amy, y voy a estar allí para ti en cualquier momento, de día o de
noche. Ahora, tienes que estar ahí para cuando aparezca en tu puerta a
las 3 de la mañana con el corazón roto.
—Mi puerta siempre estará abierta para ti —prometió ella.
—Si que te gusta aplastar a mis sueños, ¿no? —dijo mientras se dejó caer
en su asiento.
4
Capitol Hill: zona residencial de Washington.
Página
—No tienen ni siquiera un centenar de dólares, por lo que está fuera de tu
alcance.
127
—Al parecer, eres una puta —dijo con una sonrisa mientras bromeaba con
ella—. Yo habría dado un millón de dólares si Lucas me hubiera
presionado contra la pared.
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128
La comida llegó y continuaron con las bromas. En el momento en que se
fueron, se estaba haciendo tarde, y Amy llegó a su casa en un estado de
ánimo mucho mejor que cuando había salido esa mañana. Ella comenzó a
sentirse optimista ya que su mundo comenzaba a relajarse. Se quedó
dormida con una sonrisa aún en su rostro.
Capítulo 13
Traducido SOS por Alyshia Cheryl
Corregido por Curitiba
A
my entró en el ascensor, con algo de miedo y una emoción
indefinida comprimiendo su pecho. Ella necesitaba hablar con
Tom. No podía decírselo por teléfono, así que había estado
esperando nerviosamente desde la noche anterior, y se le había hecho
imposible dormir.
Ella estaba en su quinto mes como asistente de Lucas, y le encantaba su
trabajo, bueno al menos una parte de él. Ella sabía lo que estaba
haciendo, y ahora estaba segura de sus habilidades. Esther se había
detenido en varias ocasiones para elogiar su trabajo, diciendo que era
como si Amy hubiera estado en la compañía durante diez años en lugar de
unos pocos meses. Las dos habían estado muy cerca, y Amy nunca la
rechazó cuando la invitaba a comer o a ver una película.
Ella tenía dos grandes amigos ahora. Tres, si contaba a Joseph, quien la
iba a ver por lo menos una vez a la semana para saber cómo estaba.
Insistió en llevarla a comer, diciéndole que estaba demasiado delgada y
que necesitaba un poco de carne en sus huesos antes de que fuera
arrastrada por un fuerte viento. Era un hombre sabio, y no era algo malo
decirle a una mujer que estaba flaca. Obviamente había estado felizmente
casado durante muchos años, y no sólo eso, sino que sabia escuchar a su
esposa.
Página
A menudo se encontraba mirándolo mientras él dejaba la habitación, más
a menudo de lo que debería, y estaba en camino a enamorarse de él, pero
hacia un muy buen trabajo ocultándolo. Él había sido más que
profesional, que era lo que quería, por lo menos lo que debería querer.
129
Lucas era estrictamente profesional con ella. Le había dado sus
asignaciones de trabajo a Amy, con muy poca conversación entre ellos, y
luego la dejó sola. Nunca se detenía y era siempre cortés.
Se decepcionaba cada vez que Lucas salía de la habitación, se sentía muy
vacía. Incluso había intentado ir a una cita con un chico de contabilidad,
pero había sido un desastre. La había aburrido hasta las lágrimas, y
cuando él la había besado al final de la noche, no había sentido la más
mínima pizca de pasión.
Casi todas las noches se despertaba en las primeras horas de la mañana
con el nombre de Lucas en sus labios, su cuerpo mojado y dispuesto a él.
Ella estaba agradecida de que él estuviera manteniendo las distancias,
porque ella nunca tendría la fuerza de voluntad para alejarlo si hacía un
movimiento.
Sus hormonas estaban por todo el lugar, al menos sabía por qué ahora.
No tenía otro hombre para comparar a Lucas, como también no podía
imaginar un sexo mejor que el que había tenido con él. Parecía estar en un
constante estado de excitación, su cuerpo deseaba lo que su mente no
necesitaba. ¿Por qué no podía ser simplemente fácil? ¿Por qué Lucas?
Si ella iba a comenzar una relación, superar su miedo a los hombres,
entonces ¿por qué no podía ser de un tipo como Bob de contabilidad?
Claro, era aburrido, pero con él estaría a salvo, segura y sería fácil. No
haría que su presión arterial subiera. Él sería fácil, suave, ¿por qué no él?
Sabía por qué no. Ella podía creer que no quería pasión, pero sólo un
sabor haría cambiar su opinión. Un sabor que era como una droga, que le
hacía querer más. Algunos días eran más fáciles que otros, y sabía que
hoy iba a ser uno de esos días difíciles.
Página
Las puertas del ascensor se abrieron y ella salió, caminando directamente
hacia el escritorio de Tom. Estaba en el teléfono, por lo que zapateó con
impaciencia a la espera de él. Llevó un dedo a sus labios en una disculpa.
Obviamente, podía ver que ella realmente necesitaba hablar con él.
130
Amy había pospuesto tomar una prueba de embarazo por mucho tiempo
porque ya sabía la respuesta. Había estado lidiando con las náuseas
matutinas durante dos meses, y hubo cambios sutiles en su cuerpo. Ella
era naturalmente pequeña, así que la mayoría no se dio cuenta de la
pequeña protuberancia en la parte inferior de su estómago, pero lo hizo.
Finalmente colapsó y tomó la prueba, luego la tiró a la basura. Ya sabía
que la respuesta era afirmativa.
—Me alegro de que hayas llegado temprano, Srta. Harper. ¿Puede venir a
mi oficina? —preguntó Lucas mientras se acercaba al escritorio.
Amy le envió a Tom una mirada de pánico, pero él estaba ocupado en el
teléfono. No había nada que pudiera hacer para salvarla de todos modos.
No era como si Lucas supiera algo. Ella no sabía lo que iba a hacer, pero
no podía decirle, a pesar de que sabía que estaba mal.
—Sí, por supuesto, Sr. Anderson —respondió finalmente, al mismo tiempo
que Tom colgó el teléfono. Articuló traidor a él mientras caminaba detrás
de Lucas.
Tom le envió una mirada inquisitiva, pero ahora tendría que esperar aun
más tiempo para hablar con él. De ninguna manera se arriesgaría a que
Lucas oyera su conversación.
—Déjeme ir a mi oficina y sacar mi bloc de notas —dijo Amy cuando
llegaron a sus puertas.
—No lo necesitas. Adelántate, deja tu bolso y tu abrigo y luego entra —dijo
Lucas mientras pasaba a través de su propia puerta.
Amy tomó su tiempo para dejar sus cosas. Sabía que Lucas no era
paciente, pero ella apenas había dormido, y su corazón estaba corriendo a
toda velocidad. Necesitaba hablar con su amigo, conseguir un poco de
perspectiva, no estar sentada frente a Lucas, absorbiendo su esencia,
viendo a sus ojos azules brillantes, y luchando contra el impulso de saltar
sobre su regazo.
—Tengo un viaje de negocios la semana que viene y necesito que vengas
conmigo —dijo, todavía sin volverse.
Página
Se sorprendió al encontrarlo de pie junto a la ventana. Estaba con la
mirada fija hacia la ventana, con las manos detrás de la espalda mientras
miraba hacia abajo en la niebla de la mañana de Seattle. Ella se puso de
pie cerca de la mesa, sin saber si debía decir algo o no.
131
Caminó lentamente hacia la oficina de Lucas, esperando que la
conversación no durara demasiado tiempo. No estaba preparada para
enfrentarse a él, y muchos menos, después de haberse hecho la prueba.
Ella no debería haberla hecho durante la semana. ¿En qué estaba
pensando?
El corazón de Amy comenzó a latir con fuerza. Ella no había ido a ningún
viaje con él, sin embargo, había salido mucho en los últimos meses. Se
preguntó qué era todo esto, y por qué la necesitaba allí repentinamente.
—¿A dónde? —preguntó finalmente ella, sin que importara realmente.
Todo lo que realmente importaba era el hecho de que ella estaría con él,
completamente solos.
—Australia. Contamos con un viñedo allí, y hemos estado teniendo
problemas. Parece que alguien está deliberadamente tratando de sabotear
nuestros cultivos. Nos ha tomado muchos años desarrollar nuestra gran
reputación por nuestros excepcionales productos, pero un envío malo
puede destruir todo eso —dijo Lucas mientras finalmente se volvía hacia
ella. Amy podía ver la frustración que sentía, pero todavía no entendía por
qué tenía que ir con él.
—Esto podría tomar un par de semanas y necesito una asistente. Esther
ha estado yendo a los viajes conmigo, pero finalmente puso sus pies en el
suelo y se niega a viajar más, así que necesito que vayas —dijo,
obviamente pensando que ella estaba confundida.
Ante sus palabras, sintió ira al rojo vivo hervir en su interior. Él le había
dado la espalda y no le había permitido hacer su trabajo. Había pensado
que lo estaba haciendo tan bien, cuando todo el tiempo, él no había
confiado en ella. Se sentía traicionada, la cual era una extraña emoción
respecto a su trabajo.
Ella todavía no había dicho ni una palabra cuando él volvió a hablar.
—Mira, Amy, nada de esto ha tenido que ver con tu desempeño laboral.
Vamos a dejar las cosas así —dijo mientras se pasaba los dedos por el
pelo.
—No, estoy bien —respondió ella, pensando que era hora de irse. Estaba
obviamente enfadada con él.
Página
—Eres tan increíblemente ingenua. Puedo ver que estás enojada y herida
por no pedirte que vinieras conmigo. ¿De verdad quieres que te lo
explique? —Prácticamente gritó.
132
—Ya veo —respondí con frialdad, aunque ella no lo hacía para nada.
—Yo no te lleve, porque sabía que el momento en que el jet se pusiera en el
aire, acabaríamos en mi muy grande y cómoda cama... y no dormiríamos
en ella —dijo, mirando directamente a sus asombrados ojos.
Amy quedó sin aliento ante su audacia. No había nada más claro que eso,
pensó ella.
—Bueno, yo... uh... ya veo —tartamudeó ella mientras daba un paso atrás.
—Tengo una reunión a donde ir. Vamos a terminar esta conversación más
tarde —dijo, despidiéndose. La forma en que sus palabras fueron
pronunciadas, como una amenaza. Ella no tenía ninguna duda de que se
estaban acercando a una confrontación.
No podía saber si estaba más asustada o excitada por la perspectiva.
Rápidamente se retiró a su oficina, donde pasó el resto del día en su
computadora. No tuvo un momento a solas con Tom ya que Lucas le
enviaba más y más trabajo. Se sobresaltó cuando Tom entró y saltó sobre
su escritorio.
—Amy, es tarde, y estoy más que listo para la hora feliz. Vamos, chica. Te
llevaré lejos de aquí.
—Lo siento, Tom. No me di cuenta de la hora. Ha sido un día
inusualmente estresante. He estado tratando de hablar contigo desde esta
mañana, pero luego me he hundido en trabajo —dijo, mientras la tensión
de la noche anterior se desplomaba de nuevo sobre ella.
—Bueno, no te preocupes, el día ha terminado, y te voy a sacar a pasear
por la ciudad —dijo él, prácticamente saltando en su asiento.
Página
—Si intimidad es lo que quieres, entonces eso es lo que obtendrás. Sé de
un club increíble al que no te he llevado antes. Vamos a ir allí, tomar unas
copas y luego los dos podemos buscar chicos calientes. Justamente hay
unos saliendo de la oficina, y se ven bien en su traje de negocios —dijo con
un silbido.
133
—En primer lugar, Tom, es un día de semana, y no todos podemos
quedarnos hasta las tres de la mañana y luego funcionar al día siguiente.
Más importante, sin embargo, es que realmente necesito hablar contigo en
algún lugar más tranquilo que el lugar al que acostumbramos a pasar el
rato —dijo ella, tratando de mantener la voz baja.
Amy no pudo evitarlo y se echó a reír. Era imposible estar preocupada
cuando estaba en presencia de Tom. Él estaba tan lleno de vida, y tenía
una manera de hacerle ver fácil el lado positivo de las cosas.
—Estoy dentro. No podría evitar el encuentro con mi futuro príncipe
encantador —bromeó ella, no sabiendo que significaba eso en lo más
mínimo. Sus pensamientos se desviaron a Lucas, sentado solo en su
oficina, pero ella se negó a seguir pensando en él.
Tenía que desahogarse con Tom, y la realidad era que no iba a poder salir
por un tiempo muy largo, si es que salía alguna vez, porque en unos seis
meses, tendría un bebé recién nacido.
****
Lucas estaba en su oficina, con las puertas conectadas entreabiertas, y
oyó el intercambio entre Amy y Tom. Se sorprendió por los celos que
corrían a través de él. No le gustaba cómo se reía fácilmente con Tom, y
estaba seguro como el infierno que no le gustaba la idea de que ella ligara
con otros hombres.
Nunca había sentido celos antes de conocer a Amy, y estaba sorprendido
por el tirón en sus entrañas. Ya se había convencido a sí mismo de que no
había forma de que pudieran ser una pareja, así que por qué le importaba
con quién salía. No debería sentir nada hacia ella, pero incluso después de
meses, no podía dejar de pensar en ella, sin parar, al parecer.
Incluso la idea de que ella fuera a trasladarse a otra parte del edificio hizo
que sus músculos se tensaran.
Página
Había considerado la idea de despedirla, pero había descartado la idea de
inmediato. No podía dejarla ir, no todavía. Tal vez sería capaz de hacerlo
eventualmente. Superaría la extraña crisis que su cuerpo estaba pasando,
y después sería capaz de trabajar con ella muy bien. Si no lo hacía pronto,
no tendría más remedio que trasladarla a otra división de la empresa.
134
Se sentó un poco más erguido en su silla. Estaba completamente fuera de
sí, lo cual divertiría a sus hermanos sin fin. Puso su cabeza entre las
manos y esperó a que ella se fuera. No tenía la menor queja respecto a su
labor. Había aprendido más cada día y estaba haciendo un trabajo
excelente.
Lucas se levantó y decidió salir a tomar algo. Encontraría una distracción
agradable para pasar la noche. Cualquier mujer estaría feliz de ir a casa
con él. Era Lucas Anderson, después de todo. Había varios mensajes para
él ya. Sólo que no tenía ningún deseo de llamar a cualquiera de las
mujeres que normalmente hacía cuando su cuerpo le estaba alertando que
había dejado de lado al placer por demasiado tiempo.
A pesar de que la idea de una mujer diferente a Amy ni siquiera era un
poco atractiva, tendría que esforzarse en eso. Sabía que una vez que
saliera, él comenzaría a sentirse mejor, y estaba seguro de que algo
atraería bastante su atención, al menos lo suficiente por una noche.
Lucas fue a un club en el cual no había estado hace mucho tiempo y se
sentó. Él pidió una bebida y no habían pasado más de cinco minutos,
cuando una pelirroja excepcionalmente atractiva se sentó junto a él. Ella le
dio la mirada que decía: Cómprame una bebida, y puedes llevarme a casa.
Él echó hacia atrás la bebida antes de darle toda su atención.
—¿Puedo comprarte algo? —Puso todo el encanto a su disposición en su
voz.
Ella acarició con el dedo su mano.
—Quiero un Martini sucio, con azúcar.
Él le compró varias bebidas y la escuchó mientras ella trataba de seducirlo
durante más de una hora que parecía no tener fin.
Él sabía que todo lo que tenía que hacer era tronar un dedo y ella estaría
en su auto, iría casa con él. Estaba tratando de obligarse para hacer
justamente eso, pero sabía que no iba a suceder.
—En caso de que no lo hayas notado las señales, nene, estoy ofreciéndote
ir contigo. Confía en mí, no te arrepentirás de una noche o más, conmigo
—ronroneó ella.
Página
—Gracias por tu compañía esta noche —dijo mientras lanzaba varios
billetes sobre la mesa—. Buenas noches.
135
Lucas no sintió deseo alguno por las curvas de la mujer que se
encontraban en exhibición a cualquiera que quisiera una visión clara.
Lucas la miró por un momento, y luego se volvió y se alejó. No había
sentido nada. Normalmente, él la habría llevado a su casa y aceptaría lo
que le estaba ofreciendo. Una noche sin ataduras y sólo con buen sexo.
Él hubiera querido hacer eso, excepto por el hecho de que durante todo el
tiempo que había estado sentado allí, en la única mujer que había sido
capaz de pensar era Amy. Ella era suave y femenina, no era promiscua y
temeraria. También fue la mayor experiencia sexual que jamás había
tenido. Él no estaba sobre ella.
Salió del club y estuvo de pie al lado del auto, respirando el aire casi
helado. Cuando su cuerpo seguía ardiendo varios minutos más tarde, él
sabía que nada iba a saciarlo, nada más que una rubia curvilínea, que de
alguna manera había vuelto su mundo al revés desde que la conoció.
Rápidamente se alejó del club y llegó a casa en tiempo récord. Aparcó y se
percató inmediatamente del auto de Amy. Se sorprendió por la sensación
de alivio corriendo a través de él al saber que ella estaba en casa. Por
supuesto, eso no duró mucho cuando empezó a pensar que podría estar
un hombre con ella. Ella había ido a buscar a alguien.
De repente, tenía que saber si estaba con alguien, o sólo ella. Sabía que si
estaba con ella una noche más, él saldría de su extraña atracción por ella.
Tenía que tomarla otra vez, y entonces tal vez se daría cuenta de que no
era tan grande como lo recordaba.
Lucas tenía prisa para llegar a su apartamento. Ella todavía no había
descubierto que la otra unidad en su piso era de él. Había sido muy
cuidadoso cuando él iba y venía. Él no quería que ella supiera que estaba
tan cerca.
Las puertas se abrieron, y Fred levantó la vista del papel.
—Hola, Sr. Anderson. ¿Cómo fue su día, señor?
La señorita Harper se encuentra actualmente en la piscina, señor.
—Gracias, Fred. Que tenga
rápidamente de dirección.
una
buena
noche.
—Lucas
cambió
Página
136
—Ha sido fantástico, Fred. ¿Sabe si la señora Harper está en su
apartamento?
Si ya estaba nadando, ella debe de haber estado fuera durante sólo media
hora. Esta fue una noche rápida. Tal vez los ligues habían sido escasos por
ser un día de semana.
Era eso, o tal vez ella tenía la intención salir cuando la vida nocturna
realmente comenzara. Bueno, podría poner esos pensamientos en espera,
porque había decidido que ella iba a pasar la noche con él.
Se metió en el vestuario de los hombres y se cambió.
Lucas salió de los vestuarios y se quedó desapercibido durante varios
minutos mientras Amy nadaba sola en la piscina. Se veía espectacular en
su traje de baño. Mostraba sus curvas a la perfección. Él quería poseerla,
pero la anticipación era parte de la diversión. Mientras ella estaba
nadando lejos de él, se zambulló en la piscina sin esfuerzo.
Hizo el menor ruido, y Amy no notó su entrada. Se dio la vuelta y estaba
haciendo su camino de regreso a él. Se metió en el agua, asegurándose de
que estaba en su línea directa. Esperó el impacto.
Ella no reaccionó cuando su cuerpo golpeó contra el suyo. Bajó por un
segundo, y rápidamente llegó el agua de pulverización.
—Oh, perdón —dijo ella mientras empezaba a mirar hacia arriba. Cuando
lo reconoció, se congeló—. ¿Qué estás haciendo aquí?
Página
137
—Yo pensé que era un buen momento para darme un baño —contestó y se
fue a un ritmo más rápido a través de la piscina, con el cuerpo energizado.
Él se sentía mejor en ese momento que en meses. Sonrió durante todo el
camino hasta el otro lado de la piscina, esperando que ella aceptara su
desafío. Vería si ella se escaparía, quedaría o discutiría.
Capitulo 14
Traducido por Alyshiacheril y PaolaGP
Corregido por PaolaGP
A
my se quedo en el sitio, sosteniéndose de la orilla de la piscina,
tratando de decidir si terminaba de dar su vuelta o se iba. Ella
estaba sobre la salida de la piscina cuando decidió que no
dejaría que él la persiguiera de esa forma. Comenzó su última vuelta.
Cuando Amy salió, Lucas seguía nadando.
Ella se dirigió a las duchas calientes, que formaba parte de su rutina. Ella
se sentó y dejó al agua caliente recorrerla.
Amy supo el momento en el que Lucas se le unió, su cabeza estaba de
espalda y con los ojos cerrados, pero ella podía sentirlo. No dijo nada.
Pretendió que no existía. Si él buscaba hacerla sentir incomoda estaba
haciendo un gran trabajo, pero ella no lo iba a mostrarlo.
Ella pensó que estaba haciendo un buen trabajo no mostrándolo. Su
cuerpo podría no mostrar nada en traje de baño, por lo menos. Si ella
hubiera sabido que estaba viendo sus pezones en ese momento, se hubiera
fundido en el agua.
—¿Qué tal la piscina? —preguntó Fred.
—Como recetó el doctor —respondió—, estoy cansada, sin embargo. Nos
vemos mañana. —Mantuvo pulsado el botón del ascensor. No importaba
qué tanto Lucas la irritara, ella nunca se desquitaría con Fred.
Página
Después de tomarse su tiempo cambiándose, ella finalmente salió del
vestuario. Cuando vio a Lucas sentado encima del escritorio, ella le envió
una mirada feroz antes de irse pisando fuerte al ascensor. No le importó si
se veía como una niña haciendo un berrinche. Ciertamente no podría
superar su enamoramiento con él si lo veía tanto en el trabajo como en la
casa
138
Estuvo en la ducha por un poco más de minutos y decidió que era
suficiente. Trepó fuera rápidamente y se enrolló en la toalla que tenía
cerca. No dijo nada, sólo se dirigió al vestuario para cambiarse.
En el momento en que las puertas se abrieron, ella entro rápido y hundió
el botón de su piso. Cuando las puertas comenzaron a cerrarse, exhaló un
suspiro de alivio, hasta que Lucas saltó dentro en el último segundo.
—¿Hay algo que necesites decirme? —Ella le lanzó la pregunta—. ¿O sólo
sigues a todos tus empleados a sus casas y actúas como acosador?
—¿Acosador? —él se cuestionó—. Sucede que vivo aquí también, Amy, o
no te informaron de espacio en el estacionamiento.
—¿Vives aquí? —preguntó, asombrada. ¿Por qué, en todo el mundo, él
tenía que vivir en esos apartamentos, cuando podía vivir en cualquier
lugar que quisiera? Ella lo miró sin saber qué contestar a esa reciente
información.
Ella no lo había visto alrededor del edificio, y había asumido que el puesto
del estacionamiento era porque tenía mucho trabajo allí.
—Sí. —Le tomó un momento procesar la respuesta a su pregunta.
—¿Por qué vives en un apartamento cuando puedes vivir en una casa? —
Se dejó llevar por la curiosidad, anulando su necesidad de no hablar con
él.
—Prefiero los apartamentos porque soy un hombre ocupado, y aquí no
tengo que preocuparme por nada, como la limpieza de una casa —
respondió.
Ahora se le haría todavía más difícil dormir, sabiendo que tan cerca y lejos
estaba al mismo tiempo.
Página
La puerta se abrió en su piso y él salió con ella. Fue en ese momento que
ella se imaginó quién era el que vivía en el otro apartamento de ese piso.
¿Cómo ella no imaginó en los meses que llevaba viviendo ahí? Ellos en el
trabajo y en el mismo lugar, y hasta ahora sabía que lo tenía a pocos
pasos de su apartamento.
139
Ella resopló. Como si él tuviera que mantener limpio algo, de todas formas.
Sus subalternos hacían su trabajo sucio. Él no era el tipo de persona que
tomaba su maquina de césped y cortaba toda una yarda. Se encogió de
hombros y volvió a ignorarlo.
Ella recuperó el paso y casi corrió hasta la puerta. Estaba teniendo
dificultades con la cerradura cuando él dio un paso adelante y tomó la
llave. Su cuerpo rozó el suyo y ella casi saltó fuera de su piel.
Él se sintió tan bien contra ella, aunque fuera sólo por un momento. Le
quitó la llave y la metió en la cerradura, frotándose contra ella todo el
tiempo. Su aroma la rodeaba, haciéndole extrañar su toque.
La puerta finalmente se abrió y ella se deslizó en el interior, girando, con
su mano la llave. Él la miró por un momento y se metió adentro, cerrando
la puerta detrás de él. ¿Cuánto más se suponía que tendría que soportar?
Su paciencia comenzaba a agotarse.
—¿Puedo usar el baño? Luego, tenemos que hablar. —Él no esperó una
respuesta. Sólo se dirigió a su cuarto de baño. Ella se apoyó contra la
puerta y trató de mantener la compostura. Ella podía manejar esto. Ella
manejaría el estrés de estar en la misma habitación que él, tan bien como
en el trabajo. Su apartamento no era diferente, ella trató de convencerse a
sí misma. Realmente quería un trago en ese momento.
Sabía que no podía, pero podía desearlo.
****
Lucas respiró hondo mientras caminaba hacia el baño. Podía ser
civilizado. Tal vez incluso podría iniciar algún tipo de relación. Él no era
bueno con los compromisos, pero estaba dispuesto a darle una
oportunidad. No podía dejar de pensar en ella, así que tenía que haber algo
allí que valiera la pena.
Lucas se sentía satisfecho con su decisión, mientras caminaba hacia el
baño. Terminó y luego se lavó las manos. Se dio la vuelta para irse, y fue
entonces cuando su mundo de repente se detuvo.
Casi no lo vio.
Página
Los dos tendrían una agradable, razonable, y adulta conversación, y
entonces podría llevarla a la cama sin sentirse culpable por ello.
140
Es posible que haya sacado conclusiones apresuradas acerca de ella, de
todos modos. Ella no era ni parecida a como él había pensando
originalmente. Él sonrió tímidamente. No solía admitir que se equivocaba
en algo, ni siquiera a sí mismo.
En el bote de basura había una caja de test de embarazo. ¿Qué demonios?
Nunca había sentido tanto miedo como el que tuvo para llegar a esa caja.
Él miró en su interior y encontró el cartucho. Había dos líneas en ella.
¿Qué significaba eso?
Rápidamente, leyó la parte de atrás de la caja. Todo su mundo cambió en
un instante. Ella estaba embarazada.
¡Mierda, estaba embarazada! ¿Había planeado el embarazo? ¿Cómo pudo
hacerlo? Él ni siquiera podía pensar mientras se ponía de pie mirando
fijamente a la prueba de embarazo. Algunas de sus ex novias habían
intentado retenerlo a través matrimonio quedando embarazadas, y él las
evitó hábilmente. De alguna manera, sin embargo, su asistente se había
quedado embarazada la primera y única vez que habían tenido relaciones
sexuales. Estaba enojado consigo mismo y con ella. Sabía que no estaba
siendo racional, pero no podía ser racional en ese momento.
Muchas mujeres habían tratado de atraparlo para que les diera su
nombre, y todo el dinero que el él tenía, pero ninguna había tenido éxito
hasta ahora.
Bueno, será mejor enfrentar a la futura señora Anderson, pensó con
amargura. Lucas se tomó un poco de tiempo para componer su rostro
antes de volver a donde estaba ella.
Amy estaba sentada en el sofá cuando él entró en la sala de estar. Ella no
lo miró, y estaba agradecido porque estaba haciendo un gran esfuerzo por
componer su expresión.
—Volveré en un momento. Hay un par de llamadas de teléfono que
necesitó hacer. —Eso fue todo lo que dijo mientras pasaba por al lado de
ella y por la puerta grande. Cogió el teléfono tan pronto como se sentó en
el despacho de su casa.
—Hola, hijo, ¿cómo estás?
—Me voy a casar y quiero que se haga esta semana, la próxima a más
tardar. Estoy ocupado con el trabajo, así que, ¿puedes hacerte cargo de los
Página
—Un momento, Lucas. —Él tuvo que esperar un minuto.
141
—Necesito hablar con mi padre —exigió Lucas, sin preámbulos.
arreglos? Normalmente, tendría a mi asistente para hacerlo, pero ya que
ella es la novia, necesito a alguien más.
—¿Te vas a casar con Amy? Estoy tan feliz por ti, hijo. Ella realmente vale
la pena. Yo me encargo de todos los arreglos. ¿Fijamos la boda para el
viernes siguiente, de esta semana o la próxima? —dijo sin sorpresa en su
voz. Lucas se sorprendió un poco por la actitud de su padre. Estaba en
estado de shock como para sospechar, sin embargo.
—El viernes estará bien. Amy está embarazada, así que quiero mantenerlo
con discreción, por favor. Sólo tú y mamá, y Amy y yo —dijo él con cautela.
Él sabía que a su padre le encantaba organizar fiestas, y no quería a una
masa de gente allí para presenciar la farsa.
Lucas terminó de hablar con su padre y luego llamó a su abogado para
redactar un acuerdo prenupcial, asegurándose de que ella estaba
protegida.
Las llamadas de teléfono le llevaron una hora. Terminó y luego bebió un
trago de whisky.
—Está bien, Amy, vamos a terminar con esto —murmuró en voz alta.
Sabía que estaría en una lucha una vez que ellos estuvieran casados.
Caminó por el pasillo y usó la llave que no había devuelto para entrar,
Amy todavía estaba sentada en la sala de estar. Al principio parecía como
si no si hubiera movido siquiera, y entonces se dio cuenta del cuenco
sobre la mesa.
Bueno, supuso que su embarazo no había arruinado su apetito. Dio un
vistazo más de cerca y no vio ninguna diferencia al principio. Sólo tenía
unos pocos meses, después de todo. Luego, notó algunos cambios. Sus
pechos parecían más grandes, aunque ella los escondió muy bien en su
ropa holgada.
Ella vaciló por un par de segundos mientras lo miraba, su cara perdió todo
color. Era obvio que la había sorprendido. Ella rompió el contacto visual y
rápidamente miró al suelo.
Página
—¿Por qué no me has dicho que estás embarazada? —preguntó.
142
En lugar de lucir como si hubiera aumentado de peso, sin embargo, ella
parecía un poco más delgada. Él no sabía como eso era posible.
—Yo no creí que fuera de su incumbencia. Mi rendimiento en el trabajo no
se ha visto afectado por eso, y en los tiempos en los que estamos no es
asunto de nadie si uno es madre soltera o no. No puedes despedirme por
estar embarazada.
Él la miró fijamente, con la boca abierta. ¿No era su asunto? ¿Cómo
demonios podía decir que el hijo que llevaba en su vientre no era su
asunto?
—No vas a ser una madre soltera, Amy, y lo sabes. No voy a permitir que
mi hijo sea criado como un bastardo. Él tendrá mi nombre. —Su voz le dijo
que su camino era la única forma en la cual se llevaría a cabo la situación.
Si a ella no le gustaba, entonces sería una lástima.
—Este no es tu hijo. —Amy lo miró directamente a los ojos mientras decía
esas palabras. No había emoción en su voz. Él la miró, estupefacto. ¿No
era su hijo? ¿Qué estaba diciendo?
Él sabía que ella era virgen cuando había tenido relaciones sexuales con
ella. El ajuste de escala de tiempo. Por supuesto que era su hijo.
—Si no es mi hijo, entonces ¿de quién es? —Él decidió ver lo que ella diría.
Estaba observando cada movimiento que hacía. No había manera de que
ella fuera capaz de llegar a una historia de la nada.
—Yo le dije que estaba en una relación. Ésta progresó, pero él no quería al
bebé, así que terminamos.
Vio el pequeño parpadeo en sus ojos cuando ella mintió. Él sabía que ella
no le estaba diciendo la verdad. Sabía que el bebé era suyo, pero no podía
entender por qué ella le decía lo contrario. ¿Y si le permitía convencerlo de
que el bebé no era suyo? Él no podía entender que ganaría ella con eso.
Lucas finalmente entendió por qué estaba negando que él fuera el padre.
Ella pensó que él realmente se llevaría al niño. Estaba furioso porque ella
Página
—No estoy jugando contigo, Lucas. Este es mi bebé, y nadie lo alejara de
mí —dijo casi suplicante—. Te estoy diciendo la verdad. El niño no es
tuyo.
143
—¿Qué clase de juego estás jugando, Amy? No lo entiendo. Los dos
sabemos que el bebé que llevas es mío, así que ¿por qué me mentiste sobre
eso? —En su confusión, él bajó la guardia y le habló en voz baja,
desconcertado en lugar de enojado.
pensó tan mal de él, que podría separar a niño de su madre. Si ella quería
pensar que él era un bastardo sin corazón, eso es lo que ella conseguiría.
—No te preocupes, Amy. Tendrás la oportunidad de ser madre y esposa.
Nos casaremos dentro de dos semanas, con suerte una. Ya he hecho los
arreglos. —Lucas se inclinó de repente, atrapándola entre el sofá y sus
brazos—. No me malinterpretes, sin embargo, mi novia querida. Si tratas
de cruzar, o huir con mi hijo, nunca los volverás a ver. ¿Ha quedado claro?
—susurró con una voz calmadamente mortal.
—Lucas, lo siento, pero no es tuyo. Esa noche que tuvimos juntos fue
genial, pero... ya pasó. No sé qué más decirte…
—Bien, si dices que el niño no es mío, vamos a hacernos una prueba de
ADN mañana. El procedimiento será algo doloroso para ti, pero no causará
ningún daño a nuestro hijo —dijo, y la arrinconó.
Amy se puso completamente blanca con sus palabras. Se dio cuenta de
que ella no tenía idea de que esta prueba existía. Ella probablemente
pensó que él habría estado contento de no ser el padre. Ella, obviamente,
no lo conocía.
Ella comenzó a hablar, y entonces, se rindió.
Juego.
Set.
Partido.
Él sonrió sin humor. Sabía que casarse era algo que ninguno de los dos
quería, pero no había manera posible de que alguna vez hubiera otro
hombre que criará a su hijo o hija, o incluso de que él fuera un padre de
fin de semana. Amy llevaba a su bebé, por lo que la única solución para
ellos para era casarse.
Lucas había tenido suficiente por una noche.
—Vamos a terminar este asunto mañana. Disfruta de tu última semana
como una mujer soltera. —Fue todo lo que dijo antes de salir por la puerta
principal.
Página
No era algo que él haría.
144
Él nunca había entendido cómo un hombre podía alejarse de su familia.
Él caminó tranquilamente a su apartamento y entró, dejando su chaqueta
en el respaldo de la silla, y luego se dirigió directamente a su gabinete de
licores.
La noche había comenzado con una gran promesa. Él debería haber estado
en la cama, en ese momento, con ella gritando su nombre, no tragando un
whisky doble.
Apagó las luces y entró en su dormitorio, dejando la ropa en el lugar que
cayera, y luego se metió en la ducha y se metió bajo el chorro caliente.
Lo que más le asustaba acerca de la situación entera era lo tranquilo que
se sentía. Él se iba a casar en una semana, sin embargo, él no tenía
miedo. Estaba enfadado con ella por no decirle, enojado por no haber
investigado y asegurado de que ella no había quedado embarazada.
Pero, él no estaba enojado por convertirla en su esposa. La idea de yacer
junto a ella todas las noches debería aterrorizarlo, pero en su lugar,
enviaba una extraña dosis de euforia a través de su cuerpo.
Él no podía sacar de su cabeza la imagen de su cuerpo tembloroso, con la
cabeza echada hacia atrás en éxtasis, cuando ella se desmoronó mientras
él se enterraba profundamente dentro de ella.
Mientras el chorro de agua seguía cayendo sobre él, se puso
completamente duro, su cuerpo todavía estaba en necesidad de liberación.
Sintió la tentación de regresar a su apartamento y darles lo que realmente
querían ambos.
Un par de noches más. Puedes esperar un par de noches más.
Página
145
Con un gemido de frustración, él cambió el agua a fría, y luego se puso
bajo la ducha mientras un millar de pequeñas gotas de agua que caían
sobre su piel se sentían como maquinillas de afeitar. Después de un par de
minutos, el agua hizo su trabajo y él salió de la ducha, tembloroso, pero
con su cuerpo bajo control, al menos por unos minutos.
Capítulo 15
Traducido por Alyshia Cheryl
Corregido por Deyanira
A
my se derrumbó en el sofá y lloró un buen rato. ¿Cómo había
podido dejarse engañar pensando que le haría creer que el hijo
no era suyo? ¿Por qué no se había librado de esa prueba? Si
ella hubiera vaciado la basura, podría haber guardado el secreto durante
unos preciosos meses más, tal vez incluso más, si es que hubiese
encontrado la ropa adecuada.
Sólo había confirmado el embarazo recientemente. Ella comenzó a sentirse
mal y se topó con el baño de invitados, el cual era el más cercano. Rara vez
lo utilizaba a menos que ella se enfermara. Ella vomitó mientras todo el
estrés de la jornada caía sobre ella y luego se sentó sobre la baldosa fría
por un momento.
Cuando ella se levantó para lavarse la cara, miró hacia abajo y gimió.
Estúpida, estúpida, estúpida, se reprendió ella cuando vio la prueba en
cuestión.
Ella no podía creer que hubiese dejado prueba donde él pudiera verla.
Sintiéndose derrotada, Amy se arrastró de vuelta a su habitación y lloró
hasta quedarse dormida. Ella sólo quería que el día acabara de una vez.
Página
Sabía que estaba perdiendo peso, ya que su ropa le estaba quedando
suelta, lo que debería haber sido todo lo contrario. No se había preocupado
demasiado por eso, como todo lo que había leído hasta ahora había
mostrado que la enfermedad de la mañana era una parte normal del
primer trimestre.
146
A la mañana siguiente, Amy se despertó, sintiéndose miserable. Corrió al
baño y vació su estómago entero y algo más. Se duchó y vomitó de nuevo.
Ella acababa de empezar su segundo trimestre. La enfermedad de la
mañana5 debería haber estado disminuyendo.
5
Enfermedad de la mañana: hace referencia a los mareos y nauseas del embarazo.
Ella débilmente se sentó en el suelo de la bañera mientras el agua
humeante caía sobre ella. Ella vomitó de nuevo, y cuando ya no quedaba
nada, continuó con arcadas, Amy cerró el agua mientras el último de los
líquidos de su estómago era llevado por el desagüe.
Se sentó en la bañera, temblando, pero estaba demasiado cansada como
para salir. Estaba asustada por la debilidad de su cuerpo.
—Por favor, Dios. No dejes que nada le suceda a mi bebé. Soportaré esta
extraña enfermedad durante nueve meses, si salvas a mi hijo —murmuró
en voz baja.
Dado que no podía encontrar la energía para salir de la bañera, cogió las
toallas cercanas y las arrojó sobre ella en un esfuerzo para mantenerse
tibia.
Ni siquiera podía levantarse para llamar a su trabajo. Sería despedida, sin
duda, ya que Lucas asumiría que ella no llamaba o se presentaba en un
intento de evitarlo.
Ella se quedó dormida del puro agotamiento que había envuelto a todo su
cuerpo. Dio las gracias a la oscuridad, ya que no tendría que sentir el frío
abrumador y dolores musculares consumiéndola.
****
Lucas decidió esperar hasta que Amy se fuera antes de irse a trabajar, por
si acaso ella intentaba huir. Había estado en estado de alerta durante la
noche, en cualquier momento, por si ella intentaba salir del edificio. Los
empleados de su empresa eran leales a él, ya que fueron bien tratados. No
hicieron preguntas. Simplemente le dijeron que le notificarían cualquiera
cosa que pasara.
Marchó a su apartamento y entró. Ella no estaba en la sala de estar o la
cocina.
Página
¡Por encima de su cadáver! Ella no lo iba a evitar para tratar de llegar con
más mentiras.
147
No había dormido bien y estaba de mal humor. Cuando empezó el horario
del trabajo, y ella todavía no había salido del edificio, se puso furioso. Así
que, ella pensó que ahora que estaba embarazada, podía faltar al trabajo.
Estaba aun más furioso. No se había molestado en levantarse de la cama.
Bueno, había conseguido un marido, así que él se imaginó que ella no
quería trabajar por más tiempo. ¿Por qué trabajar cuando se podía
conseguir todo lo que quería de forma gratuita?
Se dirigió a su habitación y abrió la puerta, listo para tirar de las mantas
de encima y tener una pelea salvaje. Necesitaba dar rienda suelta a su ira,
y ella era el objetivo previsto. Estaba enfadado por todo, y necesitaba
desesperadamente algo para sacar sus frustraciones.
Cuando abrió la puerta y la cama estaba vacía, empezó a sentirse inquieto.
¿Se había ido sin que él lo supiera? Eso no era posible. Tenía un edificio
seguro. Ella no era una prisionera, pero su personal le habría dicho si ella
se hubiera ido. El comprobó su teléfono para asegurarse de que no había
perdido de alguna manera una llamada.
Volvió a entrar en la sala cuando se dio cuenta que la puerta del baño
estaba cerrada. Se acercó y escuchó un momento. No había ningún sonido
desde el interior. Sin pensar en su vida privada, abrió la puerta y entró.
Lucas estaba aterrorizado cuando vio que su pequeño cuerpo yacía allí,
apenas cubierto en la bañera. ¿Se había quitado la vida? ¡No! Corrió hacia
ella y cayó al suelo. Luego, dio un suspiro de alivio al ver que su pecho
subía y bajaba. Ella estaba temblando, incluso en sueños, y tenía
manchas moradas oscuras bajo los ojos.
Tomó un buen vistazo de su aspecto y lo pequeña que parecía. Había
bajado de peso significativamente.
Sabía que nadie podía falsificar este tipo de enfermedad. De inmediato se
sintió culpable por lo que le había hecho pasar la última noche. Mirando
hacia atrás, podía ver lo agotada que lucía, y que a él no le había
Página
Esa era una pregunta fácil de responder. No se había dado cuenta porque
él había hecho todo lo posible por evitar mirarla muy de cerca. La había
evitado tanto como fue posible para no tomarla en su escritorio. Había
esperado superarla esta vez, ya que nunca había estado tan enganchado a
otra mujer.
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¿No era que las mujeres embarazadas aumentaban de peso? ¿Cómo no
había notado los cambios en su cuerpo?
importado. A él sólo le había importado que ella estuviera tratando de
engañarlo.
Lucas la envolvió en sus brazos y se puso de pie, sacándola de la bañera.
Ella inmediatamente se acurrucó en sus manos, en busca de calor, incluso
en sueños. Las toallas cayeron de su cuerpo, y su estomago se apretó por
el shock.
Había perdido peso, incluso más de lo que primeramente había pensado.
Ella no estaba teniendo un buen embarazo. Él debería haber estado
prestando atención. La puso en la cama y la tapó, mientras su cuerpo se
hacía un ovillo apretado. Ella dejó escapar un suave gemido de dolor, sin
despertarse. Notó el ligero golpe en el estómago por primera vez.
Vaya, pensó, ese bulto es mi hijo. Eso significaba que él realmente iba a ser
padre en seis meses. Ahora que su ira había disipado, la idea de un hijo
era increíble. En seis meses, estaría sosteniendo a su bebé. Estaría
saltando sobre sus rodillas y luego jugaría a la pelota con él en un par de
años.
Él se sorprendió al descubrir que ya amaba a su hijo por nacer. Le
encantaba el precioso bebé que crecía dentro de ella. No dejaría que nada
le sucediera a él, ni a su madre.
Lucas llamó al médico de la familia, y luego subió a la cama y acercó a
Amy junto a él. Él simplemente quería que ella entrara en calor.
Necesitaba protegerlos. Nunca había sentido tanto terror como cuando la
vio acostada en esa bañera vacía.
Se acurrucó a su alrededor y dejó escapar un suspiro. Después de unos
minutos, su temblor disminuyó. La sostuvo y le frotó la espalda, deseando
que ella y su hijo estuvieran bien.
—¿Amy? Vamos. Abre tus ojos. Eso es bueno. Soy el Dr. Scott, y te voy a
revisar, ¿de acuerdo? ¿Sabes lo que pasó esta mañana? —Eso fue lo que
despertó a Amy.
Página
****
149
Cuando Lucas oyó el timbre de la puerta, el dejó que el doctor entrara,
estaba asustado con la idea de que algo malo estuviera pasando.
No tenía idea de cómo se había metido en la cama, pero el calor se sentía
tan bien.
—Yo estaba vomitando mucho y luego me metí en la ducha y no podía salir
—murmuró con voz quebrada. Por fin miró a su alrededor y se dio cuenta
de que Lucas estaba detrás del doctor.
—No sé cómo llegué aquí, o realmente lo que pasó. Tenía tanto frío y
cansancio —finalizó.
—No gastes tu energía, Amy. Nos vamos a asegurar que tú y tu hijo estén
bien —dijo el doctor, consolándola. Cerró los ojos de nuevo, ya que sentía
que tenía diez libras de pesas en cada uno.
Ella sintió que él la tocaba y luego sintió un ligero pinchazo, pero la peor
parte de todo el examen fue ser destapada seguidamente. Ella se
desvaneció dentro y fuera del sueño. Finalmente, oyó al doctor hablando
tranquilamente con alguien. Parecía más como un sueño. Tal vez lo era.
—Ella estará bien. Tiene que permanecer en cama hasta que se haga unos
exámenes de nuevo, pero parece que las náuseas matutinas severas la han
llevado a la deshidratación. No hay sangrado, pero está desnutrida. El
bebé parece estar bien. Su hijo toma de Amy lo que él y ella necesitan,
pero Amy no ha sido capaz de comer lo suficiente para alimentarse a sí
misma. Yo quiero que venga a al consultorio en un día o dos para un
ultrasonido, pero parece que ella tiene alrededor de tres meses. Necesita
tomar muchos líquidos, tales como sopas y jugos. Cuantas más calorías,
mejor.
—Eso es genial, Scott. Aprecio que vinieras aquí tan rápido. Nos vemos el
viernes. —Entonces oyó unos pasos y la puerta se cerró. Ella volvió a la
bienaventuranza del sueño.
Página
Lucas se paseaba por el apartamento después de que llamó y canceló
todas las citas del día. Quería sacudirla para despertarla y forzarla a
comer, pero el doctor le dijo que el descanso era tan importante como la
comida. Scott la había ayudado con somníferos y pastillas contra las
náuseas y le dijo a Lucas que debía mantener un ojo en ella para
asegurarse de que comiera y bebiera cuando se despertara.
150
****
Ella despertó parcialmente varias veces, y Lucas la forzó prácticamente a
comer. Murmuró quejas, pero ella los digirió.
Para cuando llegó la oscuridad de la noche, Lucas estaba agotado. Entró
en la habitación y se metió en la cama junto a ella. La atrajo hacia sí y
cayó en un sueño profundo y exhausto. Sentía que podía dormir una
semana entera con ella en sus brazos.
****
Lucas sintió a Amy moverse y abrió los ojos. Estaban frente a frente, y ella
lo miraba con sorpresa, vergüenza y pánico.
—Buenos días —murmuró—. ¿Has dormido bien?
Sus ojos se abrieron aun más por sus palabras casuales. Él sabía que ella
estaba confundida. Podía verlo.
Era probable que estuviera preguntándose como llegaron a meterse a la
cama juntos y si habían hecho algo.
—No pongas esa cara de pánico. Todo lo que hicimos fue dormir. Estuviste
congelándote todo el día y noche hasta que me acosté para compartir el
calor de mi cuerpo —dijo él perezosamente. Se sentía bastante bien
despertar a su lado. No había dormido tan bien en mucho tiempo. No se
había despertado ni una sola vez durante la noche.
—Disculpa —dijo mientras trataba de desenredarse de él—. Yo eh, necesito
ir al baño, por favor. —Ella se puso colorada. Él la dejó ir, y ella
rápidamente se metió en el baño.
Amy estuvo en el baño el tiempo suficiente para que Lucas se preocupara.
Estaba a punto de ir tras ella cuando la puerta finalmente se abrió.
Llevaba la bata que había visto colgando de la parte de atrás de la puerta.
Ella le quitó el aliento.
Página
Continuó allí, sin poder salir de la cama. Él llevaba nada más que un
bóxer que demostraba el esfuerzo que había necesitado para dejarla ir.
Cuando oyó el sonido de la ducha, decidió que lo mejor era vestirse.
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Lucas estaba agradecido de haberla vestido. No habría sido capaz de
controlarse al verla caminar desnuda de la cama. No después de que su
cuerpo había sido moldeado al suyo durante toda la noche.
Incluso pálida, delgada y sin maquillaje era espectacular. Estaba
empezando a pensar que el despertar con ella día a día no sería tan malo.
Comenzó a creer que realmente podría hacer que el matrimonio
funcionara. En poco tiempo, él sería capaz de sostener a su bebé —el bebé
de ambos— en sus brazos.
****
—Gracias por llamar al médico. Yo... eh... no sé lo que pasó ayer. Creo que
tal vez no he estado comiendo lo suficiente o algo. El bebé consume gran
parte de mi energía —dijo con una sonrisa mientras se frotaba el vientre.
Estaba nerviosa y no sabía cómo lidiar con él, o qué decir. Nunca se había
despertado con un hombre antes. No creía que hubieran tenido relaciones
sexuales, pero ella no estaba cien por ciento segura de eso. Ya estaba
enamorándose de Lucas y necesitaba proteger a su corazón y entender las
cosas.
En un momento el hombre estaba siendo un idiota arrogante, y luego al
siguiente estaba preocupándose por ella y asegurándose de que estaba
bien. No podía entenderlo. Era confuso, y estaba más asustada que antes.
Eso decía mucho, teniendo en cuenta la forma en la que había crecido.
Lucas pasó el día con ella en el apartamento. Ella dormía la siesta de vez
en cuando y comenzó a recuperar algo de color. Por la tarde, estaba lo
suficientemente bien como para un viaje a la oficina del doctor.
No hablaron en el camino, ambos pensando en cosas diferentes. Amy
estaba ansiosa por ver que el bebé estaba sano y salvo. Ella no podía creer
que iba a ver las primeras imágenes de su dulce bebé. Una vez que supiera
estaba bien y viera a su bebé moviéndose dentro de ella, Amy se sentiría
mucho mejor.
La puerta se abrió.
Página
A continuación, se sentaron y esperaron juntos por el Dr. Scott. Ella
habría hecho esperar a Lucas demasiado tiempo en la entrada de la oficina
del doctor, pero ella sabía que no había manera de que él fuera a perderse
el ultrasonido.
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Caminaron directamente hacia la parte trasera del consultorio del médico,
donde él le dio privacidad mientras se cambiaba.
—Bueno, te ves mucho mejor esta tarde, Amy. Vamos a ver cómo tu
pequeño está creciendo, ¿de acuerdo? —dijo el doctor, yendo directamente
al monitor de ultrasonido. Frotó un poco de gel en su vientre, y ella
disfrutó la frialdad.
No se vio nada por unos momentos y luego, en el monitor, vio una carita
perfectamente clara.
—Este es el nuevo monitor de ultrasonido tridimensional. Obtenemos una
imagen mucho más clara de los bebés antes de nacer. Aún es un poco
pronto para determinar el sexo, pero parece que está sano y salvo —
aseguró el Dr. Scott a los dos.
Acercó la imagen.
—Parece que la fecha de nacimiento será en diciembre. Tienes un poco
más de tres meses. Tu hijo está completamente formado y del tamaño de
un maní en su cáscara, pero el latido del corazón es fuerte y se está
desarrollando muy bien. ¿Te gustaría escuchar ahora? —continuó.
Amy y Lucas asintieron. De repente, el único sonido en la habitación era
un golpeteo suave que se movía rápidamente. Nadie dijo una palabra
mientras el ritmo continuaba.
****
Lucas llevó a Amy a almorzar, y las dos estaban muy emocionados porque
el bebé estaba en buen estado de salud, así que bajaron la guardia y lo
Página
Es posible que hayan comenzado las cosas mal, pero sabía que todo
saldría bien. El Dr. Scott les imprimió algunas imágenes de la ecografía y
se las pasó. Ninguno de los dos habló mientras salían de la oficina. Los
dos estaban pensando en las imágenes que acababan de presenciar,
imaginando al recién nacido que luego alumbraría sus vidas.
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Lucas miró desde el monitor a la cara de Amy y vio las lágrimas que
corrían por sus mejillas. El momento fue tan emocionante para él, se vio
superado por la emoción del momento y tuvo que alejarse. Su hijo estaba
fuerte y seguro. Amy era hermosa, y él estaba tan contento de que ella
llevara a su bebé. Podía ver el amor y la emoción a través de ella. Podía ver
que ya estaba enamorada de su bebé, y él sabía que sería una madre
fenomenal.
pasaron muy bien juntos. Después del almuerzo, la condujo hasta la casa
de la familia.
—¿Por qué estamos aquí? —preguntó Amy con nerviosismo.
—Tenemos algunos planes de boda para hablar con mis padres.
—Lucas, no me voy a casar. No voy a ser obligada a contraer matrimonio
por cualquier motivo. Puedo que sea anticuada, pero creo en casarse por
amor y nada más.
—Amy, yo también soy anticuado, y creo que un niño necesita a ambos
padres. No vas a criar a mi hijo sola. No voy a discutir sobre esto. Él va a
tener dos padres. No se puedes alejar a mi hijo de mí.
****
El tono de su voz la aterrorizaba. Sólo había pura convicción, sin ira, sin
súplica. Ella sabía que él no iba a dar marcha atrás. Amy bajó la cabeza y
se resignó. Tendría que casarse con un hombre por el bien de su hijo, no
porque él la amaba. Él no le estaba dando otra opción respecto al tema. Se
sentía frustrada por haber cometido el error pobre de dormir con él. Ella
no se arrepentiría de su hijo. Ella sólo deseaba haberlo hecho con alguien
que hubiera pasado e ido de su vida sin mirar nunca hacia atrás, o que la
hubiera amado incondicionalmente.
No estaba dispuesta, ni preparada, para compartir a su bebé con otra
persona. Claro, sería bueno tener una familia feliz y amorosa, pero no
podía pensar en muchas parejas que vivieran juntas. La tasa de divorcios
aumentaba cada año, y ella nunca hubiese querido añadirse a la lista de
las estadísticas.
Página
—Lucas, Amy, estoy tan contento de verte. Tenemos mucho que discutir.
Todos los arreglos se han hecho. Amy, ve junto a Katherine y elige tu
vestido para que podamos hacer las modificaciones —dijo Joseph,
hablando rápido.
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Entraron en la casa sin decirse nada el uno al otro. Él había dicho lo que
se haría, ella había aceptado y él había ganado. Sabía que él siempre
ganaría. Tenía la esperanza de que a él sólo no le gustara jugar en el juego
de la paternidad.
Amy fue llevada a través de la casa y le mostraron opciones de flores y
pastel. Ella se puso un vestido que era mucho más hermoso que cualquier
cosa que jamás había pensado en usar. Amy había imaginado el día de su
boda cuando ella era joven, como la mayoría de las niñas hacían, y esto
era una boda de ensueño. Hubiera sido perfecto si el novio hubiera estado
enamorado de ella. Hubiera sido aun más perfecto si ella creyera que su
matrimonio podía durar para siempre.
Bueno, ella estaba obteniendo más que lo que la mayoría de las mujeres
obtendrían. Tendría un hogar seguro y llegaría a ser madre. Podía tratar
con cualquier cosa, siempre y cuando ella tuviera su hijo en sus brazos.
Sabía que era un matrimonio de conveniencia, pero ella tendría que lidiar
con eso. Estaría sola, pero, ¿cuán realmente sola podría estar, teniendo a
su bebé con ella?
Además, había planeado ser madre soltera, por lo que sólo tendría que
verse como ser una madre soltera con un compañero de cuarto que
también amaba demasiado a su hijo.
Cuando Lucas la llevó de regreso al edificio de apartamentos, Amy estaba
casi dormida de pie. Ella había pasado un día muy agotador, pero, en su
mayor parte, había sido un buen día. Siempre disfrutaba visitando a
Joseph y Katherine, y nada era más grande que ver el ultrasonido de su
bebé que estaba por nacer.
Página
Ambos eran amables y atentos, y la escuchaban como si dijera la cosa más
importante del mundo. Sólo deseaba haber crecido con unos padres como
ellos. Pero, puesto que ella se casaría con Lucas, ellos serían sus padres.
Fue algo positivo que esperaba con ansias. Ella todavía pensaba que el
matrimonio era una mala idea, pero cuanto más tiempo pasaba con Lucas
fuera de la oficina, más pensaba que su vida no estaba completamente
destrozada.
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Se quedaron en la casa la mayor parte del día y cenaron con Joseph y
Katherine, a quienes ya amaba. Katherine estaba tranquila y parecía
subyugada por Joseph una gran parte del tiempo, pero era obvio para
cualquier persona a su alrededor que él la adoraba de una manera que
hacía que el corazón de Amy doliera. Ella tenía una serena dignidad a su
alrededor, para que todos supieran que, a pesar de que Joseph hablara
mucho más, ella era la que realmente estaba a cargo. Era la clase de
madre que Amy hubiese soñado con tener en sus miserables años de
infancia y adolescencia.
Debió mirar la foto un centenar de veces a lo largo del día. Se había
formado un nudo en su garganta cuando Lucas le había entregado la foto
a su padre, y ella había visto el brillo de las lágrimas en sus ojos. Ella
sabía más allá de toda duda que su niño sería amado más allá de
comparación. Tendría una infancia mucho mejor que la mayoría de los
niños.
—Bueno, hijo, este es el mejor regalo que podría habernos dado alguna vez
a tu madre y a mí. —Fue lo único que dijo mientras envolvió sus brazos en
él en un abrazo de oso.
Amy sonrió para sus adentros al pensar en el hombre maravilloso que era.
Lucas puso la mano en su espalda mientras caminaban hacia el edificio y
se dirigió directamente hacia el ascensor. Sintió un estremecimiento
recorriéndole la espina dorsal cuando la tocó. Ella se había esforzado por
resistir su atracción por él, y dio todo de ella para mantener una cierta
distancia.
Entraron en el ascensor, y Amy se dirigió a la puerta.
—Esta noche no, Amy. Usaremos mi apartamento. —Lucas la sacó de sus
pensamientos.
—Yo sólo quiero irme a casa, Lucas —dijo ella—. Ha sido un día muy largo,
y necesito tiempo para mí —terminó en un tono suplicante, con un dejo de
fastidio.
Lucas suspiró en voz alta y simplemente la llevó más allá de la puerta y
por el pasillo.
—Está bien, Lucas. He aceptado la idea de que nos vamos a casar y pienso
cumplir con mis "deberes de esposa", pero por los próximos días, yo no soy
Página
De repente estaba muy alerta y furiosa. Estaba harta y cansada de todas
sus órdenes y que sólo esperara que ella siguiera al pie de la letra todo lo
que él le exigía.
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—Amy, vas a ser mi esposa en unos días. No sólo te estoy tomando como
esposa en el papel. Vamos a vivir juntos, dormir juntos y estar juntos en
todos los sentidos en un esposo y una esposa lo están. Sólo me casaré una
vez. Yo te proporcionaré muchas cosas y, a su vez, espero ser atendido.
Vas a compartir mi cama. —Una vez más habló con esa voz que no admitía
lugar a discusión.
tu esposa, y me gustaría disfrutar de mi apartamento antes de que mi
sentencia en la cárcel comience —replicó, con ganas de golpearlo y herirlo.
****
Ella logró un efecto contrario a hacerlo enojar. Lucas tuvo que dejar de
sonreír. Si veía eso, pensaría que se estaba riendo de ella, que, en cierto
modo, lo era. Pensaba que iba a disfrutar definitivamente de su
matrimonio. Él no habría sido feliz con una mujer que atendía a todos sus
caprichos. Tenía suficientes personas dispuestas a hacer eso. Le gustaba
cómo su futura esposa tenía una personalidad fuerte y sintió el deseo de
luchar contra él. Sabía que no se aburriría con ella, nunca.
Sabía que podía impulsar el tema y que se quedaría con él, pero también
sabía que para ganar la guerra era mucho más importante ganar la batalla
todos los días. Ya la había hecho enojar, y su salud era más importante
que cualquier otra cosa. Tendría que dejarla ganar esta vez.
—Está bien. Lo haremos a tu manera. Esto hará que la luna de miel sea
mucho mejor —dijo al tiempo en que le abrió la puerta. Justo cuando
estaba a punto de entrar por la puerta abierta, envolvió sus brazos
alrededor de ella y la besó, largo y duro. Te dejaré pensado sobre lo que te
perderás esta noche, pensó mientras observaba su sumisión.
Página
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Se alejó, sintiendo bastante bien hasta que llegó a su apartamento, solo y
necesitado de liberación. Suspiró y se volvió hacía el grifo de agua fría y se
preparó para un infierno de larga semana.
—
Capítulo 16
Traducido por Xhessii y Alyshia Cheryl
Corregido por KatieGee
Respira, Amy. Sólo respira. —Ella se sentía como que iba a
hiperventilar mientras se paraba en el vestidor de la
gigantesca mansión. Había pasado la mañana siendo
mimada por su día de bodas.
Su cabello estaba en un moño, con rizos cayendo por su cuello y su rostro.
Su maquillaje había sido expertamente aplicado para borrar los círculos
negros y resaltar sus ojos y su boca. Sus uñas fueron extendidas y
pintadas. No se sentía como ella misma. Ellos la habían puesto en un
vestido magnífico y miraba en el espejo a una extraña. ¿Quién era la chica
que la miraba? Ellos le habían dado unos benditos minutos para calmarse,
por los cuales estaba agradecida.
—Es hora, Amy —Escuchó que Joseph dijo suavemente. Eso fue lo
suficiente para que girara su cabeza. Ella nunca lo había escuchado
hablar sin su tenor normal. Él se miraba guapo en su esmoquin. Ella
definitivamente sabía que los chicos se miraban geniales en ellos. Él era
tan parecido y tan diferente de Lucas.
Joseph había envejecido bien. La más grande diferencia entre Joseph y
Lucas eran sus ojos. Los ojos de Lucas siempre estaban enfocados y
determinados, mientras que los de Joseph tenían líneas de la risa
alrededor de ellos y siempre parecían brillar. Él se miraba muy relajado.
Ella se preguntó si habían sido así toda su vida, o habían estado en un
momento tan enfocados como los de su hijo.
Esas palabras significaban mucho para ella. Él sabía cuánto necesitaba
ella ser incluida en una familia amorosa. Hubiera dado cualquier cantidad
de dinero para ser amada de la manera en que Joseph amaba a sus hijos.
Página
—Estoy tan feliz de que finalmente tengo una hija en la familia. Eres
hermosa por dentro y por fuera. —Envolvió sus grandes brazos alrededor
de ella en un abrazo gentil.
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Joseph caminó y la besó en la mejilla.
Ella estaba obteniendo un pedazo de eso ahora, y no quería que nunca se
fuera.
—Como tu padre no está aquí, quería saber si pudiera tener más que el
honor de que me permitieras caminar contigo por el pasillo —dijo él con
lágrimas en los ojos.
Los ojos de Amy ardían y ella contestó a su gentil oferta.
—Sería para mí un honor que tú me escoltaras. Eres la clase de padre que
siempre soñé tener. —No podía decir nada más porque ella se había
atragantado mientras miraba a los ojos amables de él. Él la acercó en un
abrazo, y ella se colgó a él, esperando que él nunca la dejara ir. Había sido
cuidadosa a través de los años de no encariñarse demasiado de la gente, y
en unos cuantos meses, ella amaba a toda la familia de Lucas.
—Ahora, ahora, no quieres ponerte toda llorosa y arruinar tu maquillaje.
No creo que mi hijo pueda aguantar cualquier retraso. Él ya está
caminando en el pasillo. El sacerdote lo acaba de conducir a su punto en
el altar —Se rió por lo bajo Joseph.
Amy tomó una última mirada final en el espejo y tomó un respiro hondo.
—Estoy lista —dijo ella. Tomó el brazo de Joseph y él la condujo fuera de
la habitación. La música llenaba el aire mientras ellos pasaban la entrada.
Ella jadeó, y lo único que la sostuvo de correr fue Joseph agarrando su
brazo.
—Pensé que sólo unas cuantas personas estarían aquí —murmuró ella.
Miró a Lucas al final del pasillo, justo a una corta distancia de ella. Él le
quitó la respiración con lo hermoso hombre que era. Sus ojos se
Página
Amy tomó un respiro hondo y sintió los nervios corriendo por todo su
cuerpo mientras tomaban el primer paso por el pasillo hermosamente
decorado. Ella miró directo al frente porque temía que si miraba a los
extraños, se giraría y huiría.
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—Ahora, Amy, no tengas miedo. Mi hijo mayor finalmente se está casando,
y no podíamos herir los sentimientos de nadie al no ser incluidos en el
asunto —dijo él, haciéndola sentir culpable por no querer que todos esos
extraños la miraran.
encontraron y se sostuvieron. Él le dio una sonrisa que parecía decirle que
todo estaría bien.
Amy sintió como si el viento la golpeara. Se paró para respirar. Joseph la
miró curiosamente, pero ella no se dio cuenta. No se dio cuenta de nada,
sólo que su cuerpo se estremecía.
Estaba enamorada de él, y se dio cuenta que no podía imaginar su vida sin
él. Él iba a ser su esposo, pero no la amaba. Ella no sabía cómo se iba a
poner después de la boda. ¿Cómo podría estar con él todos los días,
haciendo el amor y criando a sus hijos sin saber si él la amaba? Ella
apenas se podía sostener.
Joseph le dio un toquecito, y finalmente se puso de nuevo a caminar hacia
adelante. Ella tuvo que luchar para alejar las lágrimas. Quizás él al final se
enamore de mí, trató de confortarse. Si él pensaba que ella de alguna
manera lo había atrapado en el matrimonio, ¿cómo podría confiar en ella,
mucho menos amarla? Él sabía que ella no había planeado el embarazo,
pero él era honorable por hacer esto por su hijo, y, por lo tanto, siempre se
sentiría como si fuese atrapado.
No había nada que al momento ella pudiera hacer, así que continuaría
caminando por el pasillo y terminaría con la boda. Ella era una persona
fuerte. Tenía que almacenar y alejar su amor e intentar sobrevivir todo el
evento.
****
Él apenas escuchó las palabras del sacerdote. Se concentró lo suficiente
para decir las palabras que necesitaba decir; al contrario, su mente estaba
consumida por su hermosa novia.
Página
Suspiró de alivio cuando empezaron a caminar de nuevo hacia él. Cuando
su padre puso la mano de ella en la suya y ella caminó a su lado, una
calma silenciosa cayó sobre él. Él la tenía en sus brazos, y no iba a dejarla
ir.
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Lucas sintió un momento de pánico cuando Amy se detuvo a medio
camino en el pasillo. ¿Iba a girarse y correr? Él no dejaría que ella llegara
lejos. Él sabía cuánto ella quería el bebé y, aunque le doliera mucho que la
atrapara, no podía dejarla ir. En los meses que la había conocido, ella
había invadido cada sentido, y no podía imaginar su futuro sin ella en él.
Ella era toda una visión. Él había salido con modelos y herederas. Había
estado con más mujeres de las que debería estar, pero ninguna de ellas
había sido capaz de causar el endurecimiento en sus intestinos como Amy
lo hacía. Ella era una belleza natural y eso opacaba a las más brillantes
estrellas de Hollywood.
Él movería el cielo y la tierra para tenerla a ella como su esposa para
siempre. Se había enamorado de ella. Estaba conmocionado por los
sentimientos más profundos de su alma con esa revelación. No podía dejar
que ella se enterara de sus sentimientos porque entonces sabría que tenía
el poder para ponerlo de rodillas y que rogara por clemencia.
Él no dejaría que ella lo destruyera. Él sería un buen esposo, ella
aprendería a amarlo y no por su nombre o su dinero. Por favor, Dios, deja
que ella me ame y no por lo que puedo darle, agregó secretamente a sus
votos de amor, honor y obediencia.
Terminaron la ceremonia, y el sacerdote le dijo que podía besar a su novia.
Lucas le dio una sonrisa amplia.
—Felizmente. —Luego él la dejó caer sobre su espalda y consumió su boca.
Se olvidaron de que estaban parados en una habitación llena de gente.
Ninguno de ellos tenía idea de cuánto tiempo había durado el beso.
Podrían haber estado solos en su dormitorio. Había pasado mucho tiempo
de que había sostenido y saboreado el dulce néctar de sus labios.
—Ah, hijo, tienes mucho tiempo para hacer eso en la luna de miel —
interrumpió Joseph al par y le dio una palmada en la espalda a su hijo. La
multitud se rió por el entusiasmo de Lucas. Amy se volvió escarlata, y
Lucas se miraba como un marido muy orgulloso.
Página
Caminaron por el pasillo mientras Joseph conducía a un vasto grupo de
gente al patio trasero. En el verdadero modo Anderson, ellos hacían una
boda espectacular que al menos durara una semana. Lucas miró las
expresiones faciales de su novia mientras pasaban por la multitud. Ella
estaba atemorizada.
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Para todos aquellos que atestiguaron la boda, el matrimonio se veía como
una unión de amor que iba a durar para siempre. La manera en que ellos
se miraban sólo podía ser descrita como atontada.
El patio tenía glamurosas carpas, llenas con tablas cubiertas con lino.
Había una pista de baile con luz suave, y toda una banda tocando música.
Los meseros pasaban bandejas con champán y comida, atendiendo a los
invitados. En cada mesa había cristal, porcelana y los arreglos florales más
fragantes y coloridos.
Lucas quería todas esas cosas tontas y tradicionales. No sabía por qué.
Dios sabía que no era una boda convencional. Amy probablemente
pensaba que era más apropiado tener guardias con armas indicándoles a
las personas dónde sentarse de mesa en mesa, desde que él la había
llevado a la fuerza a su matrimonio.
Él se sorprendió al ver que ella parecía estar disfrutando. O su novia
estaba llena de sorpresas, o era una actriz fenomenal.
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—Sabes, estás absolutamente impresionante esta noche —dijo Tom a Amy
cuando finalmente se las arregló para tener un momento a solas con ella.
Ella lo abrazó, agradecida de que su mejor amigo estuviera entre el mar de
extraños.
—Gracias por estar aquí, Tom. Esto es abrumador —dijo con un sollozo.
—Eso sí, no te olvides de mí ahora que estás casada y embarazada —dijo
con una sonrisa burlona.
Ella pudo ver la inseguridad debajo de las bromas, sin embargo.
Lucas y Amy cortaron el pastel y se lo dieron mutuamente. Brindaron su
unión y bailaron con los miembros de la familia. Lucas estaba sorprendido
por los celos intensos que sentía cuando cada uno de sus hermanos se
acercaba demasiado a Amy, quien era una mujer casada, y la llevaban
alrededor de la pista de baile.
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162
—No he tenido verdaderos amigos durante toda mi vida. Tú eres el
primero, y te prometo que siempre serás la primera persona que llame
cuando necesite un hombro para llorar. Sabes que también me puedes
llamar en cualquier momento. Siempre seremos los mejores amigos —dijo.
Ella le dio un abrazo antes de que fuera llamada a cortar el pastel.
Cuando ella estaba bailando con Alex, dejó escapar una risa alegre por
algo que él dijo. Lucas se alejó de su compañera sin decir palabra alguna y
reclamó a su novia. Su hermano se rió aun más fuerte y besó en la mejilla
a Amy antes de liberarla para que se fuera con su marido.
—¿De que se reían ustedes dos? —preguntó él con celos cuando la hizo
girar en torno a la pista de baile.
—Me dijo que si recobraba mis sentidos podía llamarlo, y que le encantaría
llevarme lejos de su aburrido hermano mayor —dijo sonriendo,
deleitándose aún de la broma de su hermano.
—Tú eres mía, y sólo mía, y el único que puede llevarte a cualquier lugar
voy a ser yo —dijo él y tiró de ella con más fuerza para que así ella tuviera
espacio sólo para él en su mente.
La besó hasta que casi no pudo soportarlo más, y luego decidió que ya
habían pasado suficiente tiempo con la gente. Ya era hora de empezar la
parte de luna de miel de la boda.
—Es hora de irse. Vamos a darle las buenas noches a mis padres y huir de
aquí —habló él mientras le tomaba la mano y la conducía en dirección a
su mamá y papá.
****
Amy se asustó mientras él la conducía hacia sus padres. Esto era todo.
Iban a estar solos muy pronto, y estaba aterrada. No sabía cómo actuar
como una mujer casada.
—Mamá, papá, muchas gracias por la boda. Sé que no les dio mucho
tiempo pero aun así les salió hermoso. Nos vamos ahora —dijo Lucas
mientras abrazaba a sus padres.
Página
En un matrimonio regular, no tendría que preguntarse ese tipo de cosas,
pero esto no era un matrimonio normal, y no sabía lo que se esperaba de
ella. Era aterrador.
163
Ella no estaba preocupada por el sexo. Definitivamente había química,
pero estaba preocupada por el antes y el después del sexo. ¿Podría besarlo
cuando se le diera la gana? ¿Podría tomar su mano? ¿Podría decirle
cuando el bebe estuviera pateando, para que así pudieran compartir ese
momento? ¿Eran esas cosas demasiado íntimas?
—Gracias a los dos. Son personas realmente increíbles. Estoy muy
contenta de ser parte de su familia —agregó Amy con timidez.
—Querida, nosotros somos los agradecidos de tenerte en nuestras vidas.
Ahora por fin tenemos a la hija con la que no fuimos bendecidos años
atrás —dijo Joseph, tomándola en un abrazo y luego pasándola a su
esposa.
—Ustedes dos tendrán una maravillosa luna de miel, y nos juntaremos a
comer la próxima semana. Ahora que la boda ha terminado, es hora de
prepararnos para nuestro primer nieto —añadió Katherine mientras la
abrazaba.
Amy estaba tan emocionada por su increíble familia política, no sabía qué
más decir. Su niño sería amado más allá de comparar y sin medidas. El
amor ciertamente sobrepasaría todo lo demás en su inusual unión.
—Danos unos minutos para subir las escaleras y Amy se cambié para su
salida —dijo Katherine, mientras la llevaba al interior de la casa.
Lucas lucía como si no fuera a dejarla ir ni por un minuto hasta que
Joseph se echó a reír y lo tiró hacia un lado.
—Ella volverá, hijo.
A Amy le encantaba esa risa. Rápidamente subió las escaleras con
Katherine. Estaba nerviosa cuando entraron a la habitación y vio el bello
equipo que Katherine había comprado para ella.
—Amy, sé que todo esto ha sido abrumador para ti pero quiero que sepas
que estoy muy feliz de tenerte en nuestras vidas —dijo Katherine, lo cual
provocó lágrimas en Amy. Ella deseaba tanto tener una madre.
Página
—Sé que mi hijo puede ser terco y un poco duro de cabeza. Él ha sido
herido antes. Cuando a una familia se le ha dado todo lo que tenemos, la
gente tiende a aprovecharse de uno. Lucas ha estado con mujeres que lo
han lastimado. Él nunca lo admitiría, pero una madre puede ver cosas que
otros no pueden. Aprenderás todo esto muy pronto —dijo Katherine
suavemente.
164
—Gracias, Katherine. Es sólo que todo sucedió tan rápido —respondió ella.
No quería decir nada malo de Lucas, pero, a veces, el hombre realmente
era abrumador.
—Simplemente no quiero que él me odie por pensar que de algún modo lo
he atrapado —dijo Amy, sintiendo que podía ser honesta.
—Oh, cariño, no tienes nada de qué preocuparte. El gruñido de Lucas es
mucho peor que su mordida. Será un buen marido. Ya puedo ver que te
adora, y cómo mi corazón se llena de placer al ver la manera en que lo
miras. No mires con pánico. No estoy esperando a que hables
abruptamente de tu amor por él, pero sé que los dos estarán bien —dijo
Katherine. Luego se acercó a Amy otra vez, y las dos mujeres se abrazaron,
compartiendo un primer momento entre madre e hija.
—Gracias de nuevo. Todo esto significa más de lo que podrías imaginarte
—le dijo Amy mientras se limpiaba las lágrimas.
—Yo soy la que debería estar agradecida. Nunca pensé que mi hijo
encontraría a una mujer como tú. Ahora, será mejor que vuelvas con
Lucas antes de que él venga a buscarte —terminó Katherine.
Amy se cambió rápidamente y se puso una hermosa blusa y falda, y luego
las dos bajaron.
Lucas y Amy dejaron la casa en medio de gritos de buena voluntad y
mucho alpiste. Se dirigieron a la limusina que los esperaba, la cual estaba
decorada con "Recién casados" en la parte trasera. Tan pronto como
estuvieron en la parte trasera, Lucas la tomó en sus brazos y de nuevo
arrebató su boca.
Sus pezones alcanzaron la cima del deseo con cada una de sus caricias.
Cuando su boca llegó a una punta de color de rosa, ella echó la cabeza
Página
Lucas estaba obviamente tan hambriento de ella como ella lo estaba de él.
Le desabrochó la blusa y le despojó el sujetador en cuestión de segundos.
Amy se quedó sin aliento mientras él se deleitaba de sus pechos con las
manos y labios. Él estaba moldeando su cuerpo adolorido con un toque
dulce de amante. Ella presionó aun más su toque, porque no quería que se
detuviera nunca.
165
Ella lo deseaba tanto, no tenía ni un sólo pensamiento relacionado con
alejarlo. Su respiración se profundizó mientras ella enredó las manos en
su pelo grueso y oscuro para tirar de él más de cerca. Él estaba
presionando fuertemente contra su cuerpo dolorido, y ella todavía se
sentía como si no pudiera acercarse lo suficiente a él. ¡Oh, cómo amaba al
hombre que ahora era su marido!
hacia atrás y gimió. Él cambió de lado, dándole a su cuerpo la atención
que necesitaba y quería.
Ella se dio cuenta de inmediato de que su cuerpo era más sensible ahora
que estaba embarazada.
Él la había convertido en lava fundida la única otra vez que habían hecho
el amor, pero esta vez, sentía que iba a hundirse en el asiento. No podía
tener suficiente de sus manos o boca sobre ella.
Cuando él soltó su pezón endurecido y arrastró su boca hacia la parte
inferior de su estómago, lo cual era apenas una muestra de lo viva que se
podía sentir por dentro, ella empezó a temblar. Le quitó la falda y se
deshizo de la ropa interior en un sólo movimiento suave, y luego puso los
labios y la lengua sobre la piel sensible en la parte interior de sus muslos.
No podía quedarse quieta. Ella quería más. Trató de acercarlo de nuevo a
su cuerpo, pero él la miró con ojos ardientes y sacudió la cabeza.
Comenzó a acariciar sus piernas otra vez, mientras sus manos recorrían
de arriba a abajo su estómago, pasando cerca de sus pechos y luego de
vuelta otra vez. Ella sintió su aliento cálido sobre sus partes más
sensibles, segundos antes de que fuera reemplazado por la humedad de su
lengua acariciando su carne hinchada.
Su cuerpo se sacudió por el contacto íntimo. A continuación, todos los
pensamientos se fueron, y no podía hacer nada más que sentir.
Habían pasado sólo segundos, y ella se caía a pedazos, temblando
mientras su cuerpo estallaba en éxtasis total. Antes de que tuviera tiempo
de parpadear, Lucas estaba desnudo y, una vez más, besándola
apasionadamente.
Ella explotó en éxtasis por segunda vez, temblando en sus brazos, y eso
fue todo lo que se necesitó para enviarlo al abismo. Él empujó en su
interior por última vez y luego cayó frente a ella, completamente saciado.
Página
Él metió la lengua dentro de su boca, y luego le abrió las piernas. De
repente, él estaba en lo profundo de sus pliegues. Su respiración se
mezclaba con el sonido de sus gemidos mientras su cuerpo se apretaba
alrededor de él.
166
Su cuerpo empezó a arder de nuevo a la espera de su unión.
Ninguno de los dos habló mientras sus respiraciones volvían lentamente a
la normalidad.
Ella no quería dejarlo ir. Sabía que una vez que se separaran, el silencio
incomodo comenzaría. Por ahora sólo eran dos amantes que disfrutaban
de las consecuencias de lo que habían compartido.
Ellos aún estaban enredados cuando el conductor anunció que llegarían a
su destino en unos cinco minutos desde el intercomunicador del auto.
Amy se ruborizó, de forma rápida luchó por ponerse la ropa.
—¿Dónde está mi sujetador? —preguntó ella con pánico.
****
Lucas se echó a reír en voz alta por el horror en su rostro ante la idea de
ser descubierta desnuda en la parte de atrás de un auto con su marido.
Sacó el sostén que estaba detrás de él y se lo pasó. Ella terminó de vestirse
en un tiempo récord y se alejó de él. Lucas se enderezó, pero sabía que la
ropa volvería a ser arrancada en unos minutos. Le resultaba muy
entrañable que su esposa tuviera miedo de ser atrapada besuqueándose
en la parte de atrás de la limusina.
Acababa de hacerle el amor a Amy, demasiado rápido, y ahora quería
tomarla de nuevo, mucho más lento y delicadamente. Ya podía sentir su
cuerpo endurecido por el sólo pensamiento de hundirse en ella. No podía
entender cómo él podía desear con tanta rapidez tras haber quedado
totalmente satisfecho.
—Sí, Lana, gracias. Cenaremos, y tomaré un whisky americano. ¿Qué te
gustaría para beber, querida? —le preguntó a Amy.
—Me encantaría un poco de leche, por favor —respondió ella, dándose
cuenta por primera vez de que se estaba muriendo de hambre. Le
Página
—Vamos a despegar en unos treinta minutos, señor y señora Anderson.
¿Hay algo que pueda hacer por ustedes mientras esperamos? —preguntó
una señora rubia demasiado linda y alegre cuando entraron.
167
Se detuvieron en el aeropuerto, donde el avión privado esperaba su
llegada. Lucas la dirigió al interior, mientras que el equipaje era cargado.
encantaba la expresión de cariño saliendo de sus labios. La hacía sentir
como una verdadera esposa.
—Aquí está su leche, señora Anderson. Su comida estará en tan sólo unos
minutos —dijo la azafata alegre cuando regresó puntualmente.
Amy la miró con un poco de shock. Ella la había llamado señora Anderson
en dos ocasiones. Era la señora Anderson. No había pensado realmente en
eso. Continuamente había pensado en el poder del nombre Anderson, y
ahora lo tenía. Estaba tan fuera de sí en su mundo que no sabía cómo
podría posiblemente encajar
—¿Cómo te estás sintiendo? —preguntó Lucas.
—Muy bien, en realidad —contestó ella—. Me olvidé de comer hoy, así que
me muero de hambre. Creo que podría comerme una vaca entera en estos
momentos. ¿Sería grosero de mi parte pedir dos de las cenas pequeñas? —
preguntó ella, un poco avergonzada.
Lucas se echó a reír a carcajadas ante su pregunta.
—Tenemos una comida completa preparada para nosotros, Amy. No creo
que tengas que preocuparte por tener hambre. Yo estoy bastante
hambriento. No he tenido tantas oportunidades para comer con todas las
cosas que han pasado.
—Aquí está su primer plato. —Amy miró hacia las bandejas que Lana
colocaba en frente de ella, y su boca comenzó a salivar. Había varios
aperitivos en la mezcla, de los cuales se desprendían los aromas más
sorprendentes. Su estómago gruñó con la fuerza suficiente para que tanto
Lucas como Lana la oyeran perfectamente.
—Será mejor que comas antes de que mi hijo empiece a gruñir más —dijo
Lucas y le dio unas palmaditas en el estómago.
****
Página
—Tu hijo o hija —subrayó con humor—, está perfectamente bien. Es la
mamá la que podría consumir todo lo que está a la vista. —Ella agarró el
tenedor y murmuró en voz alta lo bien que sabía.
168
Amy estaba tan sorprendida por el momento íntimo, las lágrimas llenaron
sus ojos de nuevo. Ella se inclinó y lo besó impulsivamente.
Lucas la miró, disfrutando de su placer durante unos momentos antes de
comenzar a comer su propia comida.
—Les serviré sus ensaladas después de haber despegado —dijo Lana y
luego se fue a comer.
Amy acabó con su comida y miró lo que quedaba en el plato de Lucas con
anhelo. Él se rió de su patética expresión y luego clavó un bocado y la
alimentó. Ella cerró los ojos y gimió de placer, y él se olvidó de la comida
mientras la sangre se agolpaba en su ingle.
Lo que ella hacía con él era increíble. La quería todo el tiempo. Disfrutaba
tanto de todo. Ella no tenía esa mirada de éxtasis en su rostro cuando
miraba los objetos de valor a su alrededor. Lo hacía cuando tomaba un
bocado de comida que se derretía en su lengua, y definitivamente cuando
él estaba empujando dentro de ella.
—Amy, ¿podemos empezar esta luna de miel con el pie derecho? Lo siento
por las acusaciones que hice en tu contra. Realmente me gustaría que
dejáramos pasar esas cosas y tuviéramos un buen viaje —dijo al tiempo
que tomaba su mano entre las suyas.
Los ojos de Amy se llenaron de lágrimas, y asintió con la cabeza.
—Estas hormonas del embarazo me hacen llorar a cada instante, te lo
advierto ahora —dijo ella con una risita—. Yo no suelo ser tan emocional.
—Me gustas así —susurró y la besó un poco más.
Lucas se echó a reír. Ella realmente era vigorizante.
—Estoy de acuerdo contigo.
Página
—Nunca he volado en un avión antes, pero he visto las películas, y tengo
que decir que esto es mucho mejor que compartir una fila de asientos con
un tipo grande y sudoroso a tu lado y un niño gritando detrás —dijo Amy
con entusiasmo.
169
—Estamos listos para el despegue, Sr. Anderson. Por favor, abróchense los
cinturones de seguridad, tendremos un viaje tranquilo. El viento va en
nuestra dirección, por lo que deberíamos aterrizar en París a las nueve —
dijo la voz del piloto por el intercomunicador.
****
Durante el despegue, el rostro de Amy estuvo pegado a la ventana. Estaba
fascinada por todo el procedimiento. Le encantaba cómo el jet de pronto
despegó con velocidad. La sensación de estar levantada en el aire era
diferente a todo lo que antes había experimentado.
No tenía miedo. Se sentía llena de adrenalina. Definitivamente tendría que
añadir volar a su lista de cosas favoritas que le gusta hacer. Tendría que
ver si su esposo la llevaba a volar hacia otros países.
Tal vez durante su aniversario el próximo año.
Una vez que llegaron a una cierta altura, Lana les trajo el segundo plato.
Comieron varios platos, incluyendo una suculenta langosta. Eso
definitivamente no provenía de los congelados del supermercado del
congelador de su apartamento. Después del final del último plato, ella se
echó hacia atrás y se frotó el estómago.
—Tenías razón, Lucas, Estoy llena —dijo medio dormida mientras se le
escapó un bostezo.
—Vamos a tomar una siesta. Te ves agotada —dijo mientras se levantaba y
la ayudaba desde su asiento.
—¿Quiere que le traiga algo, señor Anderson? —preguntó Lana.
—No, gracias, Lana. Vamos a retirarnos por el resto de la noche —
respondió.
****
Página
Lucas pasó la siguiente hora mostrándole repetidamente lo deseable que
era. Luego la tomó en sus brazos, y ella se quedó dormida en cuestión de
segundos. Se sentía muy afortunado de tenerla como novia. Puede que no
hubiesen empezado de buena manera, pero él sabía que iban a ser muy
buenos el uno para el otro.
170
Se fueron y se acostaron en la cómoda cama. Lucas desnudó lentamente a
su novia. Se tomó su tiempo para mostrarle lo mucho que la quería.
Capítulo 17
Traducido por Ale Rose & Deby92
Corregido por Deyanira
A
my y Lucas tuvieron un tiempo increíble en su luna de miel.
Él la había llevado a París por un par de semanas. No sacaron
a colación ninguno de los problemas que alguna vez habían
estado tan presentes en su relación desde el principio. Simplemente
llegaron a conocerse mutuamente.
Pasaron cada noche en el hotel haciendo el amor, aferrándose el uno al
otro, ninguno de los dos dispuestos a dejar ir al otro. Amy pensó, si su
relación se mantenía progresando de este modo, podrían tener un futuro
juntos después de todo.
Lucas la llevó por todo París. Estaba como una niña en Disneylandia.
Amaba toda la historia y antigua belleza de todo. Sabía que no era nada
nuevo para Lucas y calculó que estaba aburrido como una ostra.
Estaba equivocada al respecto. Lucas estaba visitando Paris por primera
vez a través de sus ojos. Era increíble ver las cosas que él había visto en
innumerables ocasiones a través de ella. Ella tenía tal amor y
reconocimiento de todo a su alrededor.
La luna de miel terminó demasiado pronto. El viaje fue increíble, pero
estaba ansioso en mostrar a su esposa su regalo de bodas. Ambos
durmieron más en el vuelo red eye a casa, ya que no durmieron mucho en
París. Cuando llegaron de vuelta a Seattle, temprano en la mañana, ni
siquiera tuvieron que lidiar con el jet lag.
Página
Le hizo el amor a ella y después podía volver y hacerlo de nuevo cinco
minutos después. No podía tener suficiente de ella, y ella parecía igual con
él. Ella no solía ser la que tomaba la iniciativa en hacer el amor, pero lo
compensaba con total entusiasmo una vez que empezaban.
171
Lucas hubiera preferido quedarse en su lujosa habitación de hotel todo el
tiempo y recorrer su cuerpo en su lugar, pero a regañadientes se la llevó
por la ciudad del amor. Se preguntó cuando su sed por su esposa sería en
cierto modo saciada.
****
El avión de la compañía era bastante cómodo, era como si ni siquiera
volara. Amy estaba feliz con su matrimonio y no podía conseguir lo
suficiente de su esposo. Estaba encantada con sólo seguirlo a cualquier
lugar. No podía obtener lo suficiente de sus manos sobre su cuerpo. Se
tensaba con anticipación al pensamiento de sus dedos mágicos
acariciándola.
La invitó para un maravilloso desayuno en un pequeño comedor familiar,
cuya especialidad era un voluminoso omelet. Consumió toda su comida y
apenas se llenaba. Estaba seriamente preocupada, iba a ganar cien libras
si no se cuidaba.
—No puedo creer la cantidad de alimentos que estoy comiendo. Mejor
detenme antes de que sea tan grande como una ballena —dijo preocupada
a Lucas.
Él rió en voz alta.
—Recuerda, Amy, estás comiendo para dos y te puedo decir ahora, si estás
llevando mi niño, será muy exigente, incluso desde el vientre.
Oh bueno, pensó ella, de todos modos él no estaba con ella por su cuerpo.
Se casó con ella porque llevaba a su niño. Ese pensamiento puso de nuevo
un poco de malestar en su buen humor. Amy decidió olvidarlo y no pensar
en ello. Estaba disfrutando su tiempo con Lucas demasiado para dejar que
algo le afectara.
También se sintió mal, porque no tenía nada que darle a él.
—No sabía que teníamos que darnos regalos. No tengo nada para ti.
Página
Deseaba que él pudiera darse cuenta de que lo único que quería era su
amor. No le interesaba su dinero o su poder. No le importaban los viajes a
París o el gran diamante que ahora descansaba en su dedo. Sólo quería
que la amara tanto como ella lo amaba.
172
—Tengo un regalo de bodas para ti. Espero que te guste porque sería difícil
devolverlo —dijo Lucas a Amy. Ella no tenía ni idea qué otra cosa podría
darle.
—Déjame mostrarte lo que es —le dijo mientras la ayudaba a entrar al
auto. Se dirigían a la casa de sus padres y ella calculó que era su casa,
aunque no entendía por qué ellos tenían dos apartamentos en la ciudad.
Se dio la vuelta y condujo por un largo camino y ella estaba aun más
confundida. ¿Hacia donde iban? Continuó bajando la interminable entrada
sombreada con hermosos árboles por todo el camino. Detuvo el auto
frente a una casa de estilo colonial que era más grande de lo que cualquier
persona necesitaba.
Salió del auto y llegó a su lado, abriendo la puerta. Ella dio un paso hacia
fuera y le miró curiosamente. Subieron los escalones y él abrió la puerta,
de repente levantándola en sus brazos y llevándola a través del umbral.
—Bienvenida a casa —dijo antes de colocar sus labios sobre ella. Amy
estaba sin palabras. Había conseguido un nuevo hogar. ¿Había tenido esto
todo el tiempo y sólo se quedó en los apartamentos para estar más cerca
para trabajar? ¿Vivió allí antes con otra mujer?
Tenía tantas preguntas, pero tenía mucho miedo de las respuestas para
preguntarle en voz alta.
—¿Ésta es realmente nuestra casa? ¡Tenemos una casa real! —exclamó
finalmente y dejó asumir su emoción.
Siempre había soñado con tener un verdadero hogar, con una familia de
verdad en ello, pero nunca había pensado que le sucedería. Sabía que iba
a tener un hijo, pero tener un marido, también, parecía tan irreal. Apenas
podía respirar y tenía miedo de parpadear, con el temor de que todo
pudiera desaparecer.
Página
Una escalera enorme circulaba alrededor, lo que permitía dos formas de
subir o bajar. Tenía el tipo de barandilla en el que veías a la realeza
descender en todas las películas románticas. Arrastró su mano a lo largo
de la barandilla mientras corría escaleras arriba. Varias habitaciones eran
absolutamente impresionantes.
173
Lucas la dejó en el suelo, y ella salió corriendo de una habitación a otra. El
lugar era enorme. Había algunos muebles, pero no muchos. La cocina
tenía todos los electrodomésticos conocidos por el hombre, y ella no podía
esperar para utilizarlos todos.
Se sorprendió por la falta de mobiliario. Tal vez los entregaran más
adelante. Entró en una habitación y se quedó sin aliento. No había nada
en él, pero si una hermosa cuna antigua con ropa de cama de encaje.
Caminó lentamente hasta la cuna y pasó su mano, imaginándose a su
niño durmiendo bajo el delicado edredón. De pronto, Lucas estaba detrás
de ella, envolviéndola en sus brazos. —Esta era la misma cuna en la que
yo dormía cuando era un bebé. Sé que la mayoría de las madres quieren
diseñar su propio cuarto, pero significaría mucho para mí y para mis
padres si usamos esta cuna para nuestro hijo, —le susurró al oído.
—Mi madre hizo esta misma colcha. Pasó meses en ella mientras estaba
embarazada de mí. Ella hizo una para una para cada uno de sus hijos y
luego la guardó para sus futuros nietos —continuó él.
Amy quedó sin habla. Se sintió tan conmovida por este pedazo de historia
de su familia, sabía que no sería capaz de pronunciar las palabras. En su
lugar, dio la vuelta en sus brazos y decidió mostrarle lo mucho que le
gustaba la cuna.
Lucas suavemente la levantó y la llevó a su habitación. Se centró sobre
todo él y no en terminar su recorrido por la casa hasta mucho más tarde.
Mientras yacían en la cama juntos y ella se acurrucaba bajo su barbilla, él
le frotaba la espalda mientras hablaba.
Página
Amy sabía lo que él quiso decir. Podría haberse negado, pero ella amaba a
sus padres y no creía que sería capaz en negarles algo. Había disfrutado,
pasando el rato con su madre y aprendiendo de ella. Katherine sabría todo
acerca de lo que los bebés necesitaban. Amy no sabía nada.
174
—Debes haber notado la falta de mobiliario. Algunas de las piezas aquí
vienen de mis padres, y los otros es lo que he recogido a lo largo de los
años. El resto de la casa es para ti para decorar. Puedes hacer lo que
quieras. Si quieres algo de ayuda, mi madre me ha pedido que te informe
que ella disfrutaría trabajar contigo para hacer de este nuestro hogar. En
otras palabras, ella te está pidiendo que dejes que ella te lleve por toda la
ciudad en un frenesí de compras. Mi madre le gusta mucho ir de compras,
especialmente cuando es para alguien más. Estarás suplicando
misericordia, pero, sinceramente, si lo quieres hacer por tu propia cuenta,
prepararé una excusa —dijo.
—Estaría muy contenta de ir con tu mamá, pero no sé cuándo voy a tener
el tiempo —dijo.
Lucas respiró hondo, como si estuviera tratando de ganar valor. Eso la
sorprendió, ya que parecía que nunca tuviera miedo de nada.
—¿Qué es? —preguntó.
—Amy, honestamente no estoy tratando de controlarte, pero creo que sería
mejor si tuvieras que centrarte en ti y el bebé. Ya has tenido problemas de
salud y estarás muy ocupada preparando las cosas para nuestro nuevo
hogar y el bebé. No creo que debas de trabajar más para la empresa. —Él
finalmente llegó al punto.
Amy tenía muchos sentimientos encontrados. Se sorprendió de que la
emoción más fuerte que sintió fuera la de alivio. Ella lo estaba haciendo
bien en su trabajo, pero no le gustaba. Había tanta tensión implicada, y
todo lo que podía pensar era en su futuro hijo y su marido, de todos
modos, lo que hizo que trabajar tanto fuera más difícil. El médico no la
había liberado del reposo en cama, y podría una vez más centrarse en su
carrera después de que ella diera a luz a su hijo en forma segura.
No quería ser completamente dependiente de Lucas. Ya tenía una buena
cantidad de ahorros, debido al hecho de que tenía muy pocos gastos. Esa
era su manta de seguridad. No era lo suficiente para durar mucho tiempo
si ya no estaban juntos, pero sería suficiente para conseguir instalarse en
un nuevo lugar mientras ella encontraba un trabajo.
—¿Quién es esta nueva persona? —preguntó con suspicacia. No quería
que alguna joven delgada y linda pensara en trabajar con su marido por
incontables horas a la semana. Sabía que había muchas mujeres por allí
que no tendría ningún problema para dormir con un hombre casado, y a
Página
Lucas parecía aliviado. —No tienes que preocuparte sobre el
entrenamiento de alguien. Mi padre ya ha tomado cuidado de todo eso
mientras estábamos en nuestra luna de miel —dijo alegremente.
175
—Tendría que entrenar a una nueva persona. Estoy de acuerdo con no
trabajar por ahora, especialmente desde que el Dr. Scott dijo que tengo
que permanecer en reposo tanto como sea posible. Quiero conseguir un
trabajo después de que el bebé esté con unos meses de edad, sin embargo,
tal vez sería mejor si yo no trabaje para mi esposo —dijo.
través de esa puerta de conexión entre sus oficinas era demasiado fácil
para escabullirse.
La idea de que otra mujer colocara sus manos sobre Lucas era lo
suficiente para acelerar su respiración, y estaba lista para rasguñar los
ojos de esta persona inexistente. Ésta era su familia, y haría cualquier
cosa a su alcance para no soltarlo.
Lucas se rió. Sabía exactamente lo que estaba pensando.
—No te preocupes. Ella es una abuela felizmente casada con seis nietos,
que está más que calificada. Ella en realidad trabajaba para otra división
en la empresa, y mi padre sintió que era hora de que ella consiguiera un
ascenso —le aseguró.
—Esther ha estado trabajando con ella la semana pasada y se ha adaptado
en el trabajo rápidamente. Creo que lo hará bien para nosotros en las
oficinas corporativas. Por supuesto, ya no será un placer para mí trabajar
cada día, sabiendo que no estás allí. Me he acostumbrado a tu olor,
invadiendo cada aspecto de mi área de trabajo. Desesperadamente lo voy
a extrañar —dijo, acariciando su cuello.
—Creo que todo ha sido tomado con cuidado, entonces —dijo, sintiendo un
poco de suerte, ya que había sido sustituida tan fácilmente—. Voy a
centrarme en conseguir que nuestra casa esté lista para el bebé. —Amy
estaba asustada, como siempre había trabajado tan duro, y ahora no se
esperaba mucho de ella salvo para conseguir que la casa estuviera lista y
esperar a su pequeño por nacer. No sabía lo que iba a hacer con el tiempo
extra en sus manos.
****
Página
Fue triste para ella saber cuántas personas utilizaban a Lucas y su familia
para sus propias necesidades egoístas. ¿No podían todas ésas personas ver
que los Anderson eran gente increíble, con o sin el dinero y el poder?
Bueno, ella planeaba mostrarle lo mucho que lo amaba por él mismo —y
nada más— por el resto de su vida.
176
Además, ella no tomaría nada de su marido si alguna vez él decidía que el
matrimonio había terminado. Ella lo amaba, y no se convertiría en la
mujer que él creía que era al comienzo de su relación.
Amy pasó los próximos dos meses consiguiendo que su hogar estuviera
decorado y listo para su recién nacido. Con frecuencia dejaba lo que
estaba haciendo y frotaba su vientre. Estaba feliz por el hecho de que
pronto iba a ser madre.
Su relación con Lucas estaba marchando bien, pero también le hacia falta
algo. Hacían el amor con frecuencia, y era asombroso. Cuando estaban
juntos en la cama, ella se sentía querida, como la mujer más hermosa del
mundo.
Cuando estaba en sus brazos, todo era perfecto. Él todavía no le había
dicho las palabras mágicas, pero se sentía amada por él. Tal vez él no sería
capaz de decirle que estaba enamorado de ella.
Todos los días peleaba consigo misma para no gritarle esas palabras.
Cada vez que hacían el amor, ella las decía en su mente una y otra vez. “Te
amo, Lucas”. “Te amo”. Como deseaba tener la confianza para decirle lo
que sentía. Temía que si se lo decía, él pensaría que era demasiado
pegajosa, y después se alejaría de ella.
No sabía si podría sobrevivir si él ya no la quisiera. Se había comenzado a
imaginar el “felices para siempre” que había leído en muchas novelas
románticas. Siempre había pensado que sólo era posible en ficción, pero
ahí estaba, viviendo en su propia novela.
Amy estaba perdida en sus propios pensamientos en lo que intentaba leer
un libro fuera de la piscina. Su estomago estaba más grande, ya que
estaba en medio de su tercer mes de embarazo. Se mantuvo esperando a
que Lucas sintiera repulsión por su cuerpo, pero parecía pensar que los
cambios eran sexis, si su reacción del cuerpo era una indicación.
Continuó hacia arriba de su cuello con un beso con los labios abiertos que
hacía su pulso se disparara.
Página
—Hola, sexy —dijo Lucas mientras se sentaba y le acariciaba el cuello—.
¿Cómo te sientes hoy?
177
Incluso en las raras noches que no hacían el amor, podía sentir la
evidencia de que él la quería al estar presionado en la suavidad de su
espalda.
—Me siento muy bien —ronroneé—. ¿Quieres que te lleve arriba y te
muestre? —declaró, mientras sus besos ya estaban haciendo a su cuerpo
llenarse de necesidad.
Él se rió y tiró de ella hacia su regazo, donde unieron sus bocas en un
profundo beso. Para cuando se separaron para tomar el aire que tanto
necesitaban, ella pudo sentir la evidencia de su excitación, y ya estaba
lista para él.
Deslizó su falda hacia arriba y la tomó ahí mismo en la sala de estar con
ella sentada arriba de él. Ella se vino rápido y fuerte y después colapsó en
sus brazos.
—Bueno eso fue un gran
acariciándole la espalda.
Hola
—susurró
él
mientras
continuó
—La cena está lista —escucharon una voz que venía de adentro de la casa.
****
Lucas tapó rápidamente a Amy, olvidando que su sirvienta pudo haber
entrado en cualquier momento.
Olvidaba que el resto del mundo existía cuando ella estaba envuelta en sus
brazos.
A él no le gustaba perder el control de esa manera, y se sentó incomodo
mientras su cuerpo trataba de regresar a la normalidad.
—Eres hermosa, Amy, y tu cuerpo cambiando con nuestro hijo creciendo
dentro de ti, sólo hace engrandecer esa belleza. Siempre te querré, y eso no
cambiará. —Continuó acariciándola.
Página
Él la miró a los ojos de manera profunda y habló honestamente:
178
—Lo siento —dijo un poco tímido—. Sólo venía a saludarte, pero me
vuelves un poco loco —continuó. Ella puso la mano sobre su rostro
mientras miraba sus ojos—. No lo lamentes. Yo también te deseo así, y
nadie nos descubrió —dijo ella, sonando un poco a la defensiva—. Quiero
hacerte el amor tanto como nos sea posible antes que nuestro hijo tome
toda la habitación, y ya no puedas tocarme —terminó con poca conciencia.
Se sentaron juntos por un rato más hasta que el hambre finalmente los
hizo levantarse e ir a la cocina, donde compartieron una silenciosa y
agradable cena. Se fueron temprano a la cama e hicieron el amor de
nuevo. Cuando Amy llegó al clímax, susurró finalmente en voz baja sin
poder ya contenerse:
—Te amo.
Ella lo sintió ponerse rígido con sus palabras y temió que de alguna
manera hubiera roto las reglas de su matrimonio.
Él no dijo nada, pero no la apartó. Ella reposó en sus brazos, sintiéndose
desolada y esperando que él le repitiera las palabras.
Sintió que él la amaba, pero tal vez se equivocó. Lagrimas silenciosas
rodaron por sus mejillas hasta que finalmente se quedó dormida de puro
agotamiento.
Lucas se quedó ahí, sosteniendo a Amy, en lo que su respiración se
tranquilizaba, para estar seguro que estaba realmente dormida. Ella lo
amaba, pensó con asombro. Ya había visto los signos de su apego y sintió
que ella se estaba enamorando, pero él tenía tanto miedo de abrirse.
Había habido muchas mujeres que habían dicho esas mismas palabras, no
porque lo amaran, si no porque amaban su dinero, su poder, y todo lo que
él les podía dar.
En el interior, él sabía que Amy no era una de esas mujeres, ella ya lo
tenía completamente envuelto alrededor de sus dedos. Al darle su amor
también, parecería que él estaría dando la última pieza de él. No estaba
listo para hacer eso. Tenía que quedarse con algo, trató de razonar.
La estaba matando cada día un poco más, ver que él se alejaba de ella. No
le volvió a decir que lo amaba, temiendo que, si lo hacia, él le pediría que
durmieran en habitaciones separadas. Hacían el amor con menos
frecuencia, también, parcialmente porque se iba más, mucho más tiempo.
Página
Después de que le dijo a Lucas que lo amaba, él comenzó a llegar tarde
cada noche. Lo veía muy poco. Podía sentir que lo perdía sin antes
realmente haberlo tenido. Se imaginó que iba a dar todo de ella, o dejarlo
ir. Ya no podía vivir a la mitad del matrimonio.
179
****
Había tenido algunos meses a la mitad de su embarazo donde se había
sentido muy bien, pero el principio había sido duro, y el final era aun peor.
El doctor la mantenía vigilada, ya que se estaba hinchando mucho, y
estaba preocupado que su presión arterial estuviera muy alta. La había
puesto en reposo en cama el noventa por ciento del día, y ella se estaba
cansando de eso.
Cuando su presión arterial finalmente se controló, el doctor le dijo que se
podía mover un poco más, y que algo de aire fresco le haría bien. Decidió
salir de la casa por un rato.
Iba a ir a la oficina para sorprender a Lucas con una comida romántica,
hacer el amor y una confesión. Le iba a decir cuanto lo amaba y cuanto
quería que el matrimonio fuera real.
Si él no respondía a sus sentimientos, entonces lo dejaría ir y seguiría con
su vida. Ella sabía que él querría ser parte de la vida de su hijo y eso
tendría que arreglarse, pero ya no podían vivir como compañeros de
habitación.
Sabía que él todavía tenía el poder de quitarle a su hijo, pero con el tiempo
llegó a conocerlo, no creyó que él pudiera separar a un niño de su madre.
De todas formas, no había manera de que Joseph y Katherine estuvieran
de acuerdo con eso. Tenían mucho amor y respeto por la familia.
Amy se sentía nerviosa en su camino a la oficina. No había estado ahí en
un tiempo, y temía que él no estuviera feliz con su interrupción. Planeó su
visita cuando supo que él estaría solo y así podría sólo entrar. No quería
correr hacia Tom. No le había contado sobre lo que estaba pasando,
sintiendo como si estuviese traicionando a Lucas al decir algo negativo
sobre su matrimonio.
Página
Entró en su vieja oficina, la cual estaba vacía, y apretó su abrigo un poco
más fuerte. Era largo y la cubría muy bien, pero sabía que todo lo que
tenía puesto debajo era una pequeña lencería negra. Le había sido difícil
encontrar algo sexy cuando su estomago sobresalía como por un pie del
resto de su cuerpo, pero increíblemente, había dado en el clavo y se sentía
sexy de alguna manera por primera vez en hacía ya mucho tiempo.
180
Esperaba que él la pudiera amar. Por favor, oró, déjalo amarme tanto como
él ama a nuestro hijo que todavía no nace.
No estaba realmente consciente de su cuerpo, ya que su esposo pasaba
mucho tiempo frotándole el estomago y hablándole a su hijo. Él parecía
tan emocionado como ella al saber que tendrían un bebé. Algunas de las
cosas que no se planean resultan mucho mejor.
Entreabrió la puerta de comunicación silenciosamente y se detuvo donde
se encontraba, su corazón se rompió.
Lucas no estaba solo en su oficina. Había una delgada pelirroja envuelta
alrededor de él, y estaban atrapados en un abrazo muy apasionado.
Su cabello era un desastre, como si hubieran estado haciendo el amor por
horas. Su blusa colgaba abierta, y su falda estaba levantada mostrando
sus bragas. Ella era tan deslumbrante en un modo que Amy nunca
esperaría serlo; pensó en agonía.
Esta era la razón por la cual él ya no iba más a casa con ella. Tenía una
aventura.
Había dudado que él la pudiera amar, pero había habido un crecimiento
en su relación, o eso había creído. No importa qué, sin embargo, ella
nunca se dio cuenta que él era el tipo de hombre que era infiel. Hacían el
amor todo el tiempo. Pensó que estaba satisfecho –incluso más que
satisfecho, ya que al hacer el amor todo era muy frenético, como si no
pudieran tener suficiente uno del otro. Siempre estaba listo para hundirse
profundo dentro de ella, y eso era algo que un hombre no podía fingir.
Estaba horrorizada al pensar que tal vez él se imaginaba a su amante al
hacerle al amor a ella.
Tal vez así era como siempre estaba tan listo. Sabía que nunca podría
competir con alguien como la deslumbrante pelirroja, y Amy tenía el
corazón roto.
Nunca se quedaría con un hombre que le fue infiel. No podía hacerlo.
Página
Amy cerró la puerta y corrió hacia el elevador. Podía sentir lágrimas
calientes rondando por su rostro, mientras corría rápido al carro y
aceleraba a casa. Tuvo su respuesta.
181
Se quedo ahí por unos segundos, pero le pareció una eternidad. Todo su
mundo comenzó a desmoronarse, y no sabía cómo es que todavía seguía
de pie.
Capitulo 18
—
Traducido por Vafitv.
Corregido por Cristinita <3.
¿Qué crees que estás haciendo, Laura? —dijo Lucas de
forma exaltada a la pelirroja, con quien había estado
saliendo antes que él y Amy se hubieran involucrado.
Ella había entrado en su oficina momentos antes, con su famosa expresión
de pucheros, declarando que debían tener una charla. Él le había dicho
que no había nada de que hablar, pero ella había venido a su escritorio y
se había sentado delante de él, extendiendo sus piernas abiertas, de modo
que él no tuviera más remedio que darse cuenta que ella no llevaba nada
debajo de su falda demasiada corta.
Él no podía creer que en algún tiempo la había deseado. Ella era tan falsa,
mientras que Amy era auténtica, y él la quería fuera de su oficina de
inmediato.
—Tienes que irte. No hay nada más entre nosotros —dijo con los dientes
apretados mientras retrocedía la silla lejos de ella—. También sabes que
soy un hombre casado y ya no estoy en el mercado.
Él hizo uno de sus juegos. Marchó a su escritorio y pulso un botón.
—Seguridad, los necesito en mi oficina inmediatamente —gruñó.
Página
—Cariño, tú sabes que me quieres —dijo ella, sonando falsamente triste.
182
Ella acabó sonriéndole con lo que pensaba era una mirada seductora y
abrió su camiseta para mostrar sus pechos abundantes, los cuales se
desbordaban del sujetador. Él se había puesto de pie para sacarla de la
habitación cuando ella se envolvió alrededor de él y cerró sus labios en los
suyos. Él estaba tan sorprendido, que se quedo allí durante unos
segundos antes de que sus manos pasaran a su cintura y la empujara
lejos de él.
Al cabo de unos minutos, dos hombres corpulentos entraron en la
habitación para ver a la mujer todavía medio desnuda tratando de
envolverse alrededor de su jefe.
—Por favor, acompañen a esta mujer y sáquenla del edificio. Nunca más
dejen que entre otra vez —dijo con fuerza, incapaz de controlar su ira.
—Sí, señor Anderson. De inmediato —respondieron profesionalmente,
mientras cada uno de ellos la tenía de un brazo, y se la llevaron.
Lucas se echo atrás en su silla y apoyó las manos sobre su cabeza. Todo lo
que podía pensar era que gracias a Dios su esposa no estaba allí para
haber sido testigo de esa situación. Estaba seguro de que ella hubiera
pensado que él había invitado a la mujer.
Ella tenía una buena razón para estar insegura en su matrimonio, ya que
él había estado excluyéndola últimamente. La había alejado íntimamente
hasta llegar a un nivel tan alto. Se sentó allí, reconociendo que estaba
enamorado de Amy, ese razonamiento se apoderó de él.
No se sentía como una carga, para nada.
Él amaba a su esposa.
Ella lo amaba.
Ellos iban a tener un hijo juntos.
Entonces, ¿por qué estaba todavía sentado allí?
****
Página
Una hora más no haría ninguna diferencia, aun cuando pareciera toda
una vida. Rápidamente volvió al trabajo para poder volver rápidamente a
casa. No pudo evitar la sonrisa en su cara. Se detendría por rosas en el
camino. Se dio cuenta de que debía comprar algunas cosas para ella.
183
De repente, todo lo que quería hacer era ir a casa y envolverse en sus
brazos y decirle repetidamente lo mucho que ella significaba para él. No
entendía por qué estaba alejándola de su vida. Empezó a levantarse para
dirigirse a la puerta, pero recordó que tenía que terminar lo que estaba
trabajando. El contrato estaba previsto para la tarde, y él estaba casi
terminándolo.
Amy no pudo evitar que las lágrimas cayeran mientras conducía desde la
oficina a su hermosa casa. Ella se sentó en el auto, mirando el lugar con
una profunda tristeza, sabiendo que nunca volvería a dormir allí de nuevo
en los brazos de su marido. ¿Cómo podía haberla engañado? Ella le había
entregado su cuerpo libremente, y su amor, también. Se arrastró lo
suficiente para caminar hacia dentro. Subió lentamente las escaleras que
conducían a su dormitorio y, una vez más, unas cuantas lágrimas se
deslizaron de sus ojos. No le tomaría demasiado tiempo empacar, ya que
no llevaría nada que no considerara exclusivamente suya.
Empacó algo de ropa y artículos de bebé y luego tomó la maleta de regreso
a su habitación. Miro a su alrededor una última vez y luego se quitó su
anillo de bodas. Se sentó en el tocador y le escribió a su marido una nota.
Puso su anillo en la parte superior de la carta, agarro sus maletas, y salió
por la puerta sin permitirse mirar atrás otra vez.
No tenía ni idea de donde se dirigía o que iba hacer cuando llegara allí.
Solo sabía que tenía que escapar. Tenía tanto miedo, que si él atravesaba
aquellas puertas y envolvía sus brazos alrededor de ella, se derretiría y le
pediría que la amara y que no corriera a los brazos de otra mujer. Ya le
había entregado su corazón. Ya no tenía nada más que ofrecer. No tenía
nada que él quisiera.
Amy condujo por la autopista y se dirigió hacia el sur. Después de unas
horas, ella pasó por Salem, y no se sentía lo suficientemente lejos.
Comenzaba a sentir un poco de dolor, sin embargo, se detuvo en una
parada para descansar y estirarse. Quería llamar a Tom y hablar con él,
pero estaba en el trabajo, y ella tenía demasiado miedo de que Lucas por
casualidad oyera la conversación. Tendría que llamarlo más tarde porque
realmente necesitaba un amigo en este momento.
Página
Salió de la autopista, al distrito financiero, y comenzó a buscar un hotel
barato. Pasó por el Hilton y negó con la cabeza. Esto estaba más allá de su
rango de precio por el momento. Por último, se encontró saltando a un
pequeño lugar y estaciono.
184
Se puso de nuevo en camino y siguió conduciendo hacia el sur. Después
de un par de horas más, estaba en Springfield, al lado de Eugene. Siempre
había querido visitarlo, así que tomó la siguiente salida que la llevaría al
centro.
Ella entró, tan cansada que apenas podía mantener la cabeza erguida. El
hombre detrás del mostrador estaba mirándola de reojo de una manera
que le daba miedo, sobre todo con el olor a alcohol que emanaba de él.
—Me gustaría una habitación para la noche, por favor —pidió en voz baja.
—¿Tiene tarjeta de crédito? —le dijo él.
—No, tengo dinero en efectivo —respondió, no queriendo usar su tarjeta de
crédito, y además, no confiaba en que el tipo tuviera su información.
—Bueno, normalmente requerimos tarjeta de crédito, en caso de que robe
algo… —Él la miro de reojo otra vez.
—Oh, entonces supongo que tendré que encontrar otro lugar —dijo ella
con calma, a pesar de que se sentía como si fuera a caerse en cualquier
momento.
—Creo que podemos hacerlo en efectivo en este momento —dijo, un poco
desesperado. Ella no iba a quedarse en el lugar si no había una doble
cerradura en la puerta. No confiaba en el tipo.
—Gracias, respondió Amy. —Y llenó la pequeña tarjeta que él le dio. Luego
recibió su llave. Fue a su auto y lo condujo al punto de aparcamiento en
frente de su puerta.
****
Página
Gracias a Dios por su cansancio porque cayó en un sueño inquieto casi
inmediatamente.
185
Salió cansada del vehículo, agarró su maleta y abrió la puerta de la
habitación del motel. Se quedó sin aliento ante el olor horrible de
cigarrillos y cerveza rancia, sintió que su estomago daba vueltas. Suspiró y
dio un paso dentro. Estaba demasiado asustada para abrir incluso una
ventana, ya que el barrio en donde ella estaba no parecía el más seguro.
No sería más la señora Anderson y tendría que acostumbrarse a la vida
como lo había sido antes de su matrimonio. En realidad no se preocupó
por la habitación, estaba tan vacía por la traición y el engaño de su
marido. Ella había estado en sus brazos la noche anterior, y luego él
estaba en los brazos de otra, sólo unas pocas horas más tarde.
—Entonces, ¿a dónde demonios se fue…? —gritó Lucas a su cocinera,
Rosa. Sabía que no era su culpa que Amy se hubiera ido, pero no tenía a
nadie más para sacar su miedo e ira.
Él había vuelto a casa, anticipando la celebración con su esposa y decirle
lo que sentía. Las rosas se aferraban a su pecho. Había abierto la puerta y
la había llamado. Cuando no hubo respuesta, no había sentido pánico,
subió la escaleras, pensando que ella estaba tomando una siesta.
Ella había estado muy cansada últimamente, y él había estado preocupado
por su salud, así como la de su hijo o hija.
En silencio, entró en su dormitorio y miró alrededor. Frunció el ceño
ligeramente cuando no la encontró allí, pensó que estaría en el cuarto de
baño. Caminó hasta la puerta. No estaba allí, tampoco. Él estaba a punto
de salir de la habitación para preguntarle a Rosa donde se encontraba
Amy, cuando echó un vistazo y vio su anillo en la mesa sobre un pedazo de
papel. Al instante, se puso furioso. Ella lo había dejado. Lo sintió. Ella le
había dicho que lo amaba, y aun así lo abandonó. El la traería de regreso,
sin importar a donde se hubiera ido. Ella no iba a convertirlo en un idiota
y dejarlo plantado, solo y vulnerable. Le había mentido. Estaba seguro de
que ella había tomado todo lo que pudo en sus codiciosas manos en el
proceso de dejarlo. Todo este tiempo, ella sólo había jugado con él.
Lentamente se acercó al papel y lo miró, no queriendo saber lo que había
escrito, pero sin parar de leerlo.
Amy.
El leyó la nota aproximadamente 10 veces, sin entender lo que estaba
pasando. Él no la estaba engañando. ¿Por qué creería eso de él? Él pasó de
la ira a la confusión en menos de un segundo.
Página
Siento mucho que no fueras capaz de amarme. No puedo evitar lo mucho que
me he enamorado de ti, a pesar de que nunca fue el acuerdo entre nosotros.
Ya no puedo vivir contigo si me vas a dejar para estar en los brazos de otra
mujer. Sé que amas a nuestro hijo, y no trataré de alejarlo de ti, pero tengo
que escapar por el bien de mi propia salud. Me pondré en contacto contigo
después de que el bebé nazca, y nosotros podremos concretar algo entonces.
Te devolveré el auto tan pronto pueda conseguir que las cosas se resuelvan.
No estoy tratando de tomarlo. Solamente no tenía otro modo de marcharme.
186
Lucas.
Se calmó y volvió a leer la nota una vez más. Tenía que averiguar lo que
estaba pasando y no solamente sacar conclusiones apresuradas.
El caminó lentamente por las escaleras, casi como si estuviera en trance.
Se dirigió a la cocina donde Rosa estaba cocinando.
—Hola, Sr. Anderson. Llega temprano —dijo ella, como si no pasara nada.
Esta actitud hizo que su mal genio volviera.
—¿Has visto a mi esposa? —preguntó con enojo en su voz.
Ella se volvió hacia él, con el ceño fruncido.
—Ella se fue hace un rato —dijo perpleja, como si él supiera eso.
Fue en ese momento cuando él le gritó. De inmediato se sintió mal y se
calmó a sí mismo.
—Discúlpame, Rosa —dijo él—. Es sólo que ella se ha ido, y todo lo que
tengo es esta nota —dijo mientras empujaba la nota delante de ella.
Ella escudriñó la nota, y luego su aliento se enganchó cuando la volvió a
leer. Ella miró a Lucas con sospecha sobre su rostro. Él sabía que Amy se
había hecho amiga de Rosa y las dos pasaban mucho tiempo juntas.
—No engañé a mi esposa —comenzó a defenderse. No tenia que explicarle
nada a ella, pero no le gustó la censura que vio en sus ojos.
Ella inmediatamente bajo la mirada, como si supiera que había estado
mirando airadamente a su jefe.
—Esto no es mi asunto —afirmó ella.
Lucas de repente se hundió en la silla a su lado. Sentía que sus piernas no
lo apoyarían por más tiempo.
Página
—¿No lo ve, señor Anderson? Le empaqué un almuerzo, y ella se lo llevó a
su oficina. Me dijo que quería sorprenderlo con un almuerzo romántico
porque usted había tenido que trabajar tan tarde todas las noches. Estaba
muy emocionada cuando se fue. Volvió a casa mucho antes de lo que
esperaba que lo hiciera, pero supuse que sólo había olvidado algo, porque
estuvo aquí por unos quince minutos, y luego se precipitó hacia la puerta
sin decir una palabra.
187
—¿Me puedes decir dónde Amy ha estado hoy? —preguntó él.
—No —gritó él, con tal devastación en su voz que Rosa le puso su mano en
su hombro.
Él supuso que ella debió haber pasado por la oficina cuando Laura estaba
allí. Si ella hubiera estado allí en el momento oportuno, podría haber
parecido que él estaba teniendo una aventura. Lentamente se puso en pie.
—Tengo que hacer unas llamadas telefónicas —dijo mientras salía de la
habitación.
Una hora más tarde, de nuevo tenía la cabeza entre sus manos. Él había
hablado con sus guardias de seguridad y averiguó que ella había estado
allí al mediodía y se había marchado después de cinco minutos. Había
estado allí sólo unos minutos antes de que ellos hubieran escoltado a su
visitante no deseada hacia fuera.
Entonces, pensó que él estaba teniendo una aventura. Le parecía que el
hecho de que ella no confiara en él era un poco conveniente. ¿Por qué se
había marchado y sin preguntarle que estaba haciendo? Él asumió que
ella pensaba que encontrarlo con otra mujer rompería el acuerdo
prenupcial y que podría tomar todo lo que él tenia. Ella pensó mal.
Él llamó a los bancos para averiguar cuánto había tomado ella. Después
de otra media hora él colgó el teléfono y otra vez sintió vergüenza. Ella no
había tomado nada. Él había puesto un rastro en todas las tarjetas de
crédito para averiguar dónde habían sido usadas y se había dado cuenta
de que ella no había ocupado ninguna de ellas.
El miró la pequeña caja de joyas que su madre le había dado a Amy y se
dio cuenta de que las pocas piezas que había comprado para ella seguían
allí. Ella había tomado nada más que un poco de ropa y el auto, que dijo
que devolvería.
Página
El vagó por su dormitorio, sintiendo una dolorosa necesidad porque ella
estuviera allí. A él le gustaba salir con ella de compras para su bebé.
Estaba tan entusiasmada con cada nueva compra. Pensó en esos viajes,
cuando ellos habían pasado por los centros comerciales, y ella ni siquiera
había mirado las joyerías o boutiques de modas.
188
Y no sólo el día de hoy, sino que ella no las había utilizado nunca desde
que su madre y ella habían amueblado la casa. Había cero compras. ¿Por
qué él no le prestó atención a nada de esto? Nunca notó que ella no había
ido de compras, o que no había ido a ninguna parte.
¡El auto!
Él salió corriendo de vuelta a la oficina. Había estado sintiéndose
desesperado sobre como posiblemente encontrarla, ya que ella no usó las
tarjetas de crédito, cuando se dio cuenta de que podía rastrear el vehículo.
Él siempre lo añadía, en caso de robo o accidente.
En sólo unos segundos, él había localizado el vehículo. Echó un vistazo a
su reloj. Eran las ocho de la noche. Llamó a su piloto y le dijo que tuviera
el avión listo. Ellos llegarían a Eugene en una hora.
Lucas subió en su auto y llamó a su padre cuando se dirigía al aeropuerto
de Seattle. Su padre escuchó a Lucas mientras explicaba todo lo que había
sucedido.
—Recupérala, hijo. Ella es lo mejor que te ha pasado —dijo su padre
cuando Lucas dijo todo.
—He sido tan terco y estúpido papá, la amo y tenía miedo, si le daba mi
corazón, ella lo tendría todo. Finalmente me di cuenta que no importa más
porque sin ella en mi vida, no me interesa si tengo un corazón que lata o
no —terminó él con una nota estrangulada.
Su padre le dio un momento para que él recobrara la compostura y luego
le hizo saber que él y su madre estarían allí si necesitaba algo.
Lucas se sintió un poco mejor después de hablar con su padre. Él sabía lo
mucho que amaban sus padres a Amy. No podía tener una sola
conversación con ellos sin escucharlos alabar a Amy por una cosa o la
otra. Amy a menudo se encontraba en su casa durante el día, trabajando
en algo para él bebe.
Lucas llegó al aeropuerto y estaría en el aire en tan solo treinta minutos.
Página
—Significa mucho más cuando viene del corazón. Cuando nuestro niño
crezca, sabrá que su abuela y su madre lo querían tanto que querían hacer
de su primera habitación el mejor lugar del mundo —había dicho ella.
189
Su madre también había ayudado a Amy a terminar la guardería. Habían
hecho hermosas diseños de plantilla en las paredes y cocido cortinas, él
había preguntado un día porqué no acababan e iban a comprar los
artículos, y ella lo había mirado como si fuera un niño.
—El vuelo sólo tardara unos cuarenta minutos, Sr. Anderson —vino la voz
del piloto por el intercomunicador. Su asistente le trajo una bebida que era
muy necesaria una vez que estuvieron en el aire.
Él sabía que ella estaba allí al ver su auto estacionado en el frente,
mirándose fuera de lugar.
—¿Quiere que lo espere? —preguntó el conductor.
Lucas le entregó varios billetes.
—No, gracias. Tengo otro medio de transporte —dijo mientras caminaba
hacia la puerta principal.
El empleado detrás del mostrador parecía sucio y miró a Lucas de arriba
abajo con temor.
—¿Está buscando una habitación? —le preguntó, mirando mas allá de él.
Lucas pensó que el hombre estaba buscando a la puta barata que creía
que él llevaría allí. Lucas comenzaba a enojarse, pero también sabía que el
chico no acostumbraba a clientes como él.
—Mi esposa se registró aquí el día de hoy. Necesito saber en qué
habitación está. Ella dejará el hotel —dijo Lucas con autoridad.
—No puedo dar información sobre mis clientes. —La voz del tipo tembló,
no lo bastante, pues él esquivó la mirada de Lucas.
Lucas estaba listo para agarrar a la comadreja de hombre de la camisa y
tirarlo contra la pared, pero sabía que si se mostraba seguro, conseguiría
lo que buscaba.
Lucas puso cien dólares
prácticamente babear.
en
el
mostrador,
y
vio
al
hombrecito
Él se quedo escuchando y no oyó ningún ruido, insertó la llave y giró la
perilla fácilmente. Empezó a empujar la puerta cuando una cadena lo
Página
—Ella está en la habitación doce —dijo el tipo sin más argumentos. Le
entregó la llave a Lucas y le arrebató el billete del mostrador antes que el
hombre rico cambiara de opinión. Sin decir una palabra, Lucas salió y no
se detuvo hasta que llego a la puerta doce.
190
—La habitación de Amy Anderson, por favor. —Fue todo lo que dijo
mientras seguía con los dedos sobre el billete.
detuvo. Se asomo por la rendija y la vio tendida en la cama, tiritando
mientras dormía, acurrucada sobre sí misma con la mano de manera
protectora sobre su estomago.
Lucas empujó la puerta hacia él unos centímetros. Luego le dio un tirón
rápido hacia adentro, y la cadena se rompió sin mucho esfuerzo. Estaba
horrorizado por la falta de seguridad en el edificio. Amy ni siquiera se
despertó cuando él entró en la habitación.
El olor del lugar era suficiente para hacer girar su estómago. La tenía que
sacar de ahí rápido, antes de que hubiera algún daño duradero a ella o a
su hijo.
Él se sentó en el borde la cama y suavemente la sacudió. Amy se despertó
y se sentó, sus ojos miraron alrededor con terror.
—Oh, gracias a Dios que eres solo tú, Lucas —dijo, mientras su
respiración se tranquilizaba. Teniendo en cuenta la zona de la ciudad en
que se encontraba, al igual que el tipo de mala calidad en la recepción, él
entendía su desasosiego.
Su felicidad al ver que era él, obviamente fue rápidamente olvidada cuando
ella se despertó lo suficiente como para darse cuenta de lo que estaba
pasando.
Él no esperó que Amy dijera algo. Sólo recogió sus cosas, que eran pocas,
teniendo en cuenta que nada fue desempacado. Sacó su maleta por la
puerta que seguía abierta y la colocó en el vehículo.
Página
—Estaba rastreando tu auto, Amy, y antes de que comiences a gritar
acerca de mí espiándote, hay rastreo de todos nuestros vehículos. Es una
medida de seguridad en caso de que alguno de ellos sea robado. —El
levantó su mano mientras trataba de retrasar la pelea—. Sé que tienes
mucho que decir sobre lo que crees que ha pasado, pero estoy realmente
incómodo con tenerte a ti y a mi hijo en este entorno poco saludable. Ya he
reservado una suite en el Valley River Inn, que está a solo unos kilómetros
de aquí. Vamos a dirigirnos allí, conseguiremos algo de comida y
tendremos una conversación —dijo él con su habitual calma y voz al
mando.
191
—¿Cómo has llegado hasta aquí? ¿Cómo sabias dónde estaba? —preguntó
ella.
Como Amy todavía no se había movido, él entró en la habitación, la levantó
en sus brazos como si ella no pesara nada, y la depositó suavemente en el
asiento del copiloto del auto. Coloco un par de billetes de cien dólares
sobre la mesa de noche con una nota que decía: “Por la cerradura”, y luego
rápidamente se retiró del estacionamiento del motel de barrio bajo.
****
Amy tenía tantas emociones corriendo a través de ella y no sabía en cual
concentrarse. La emoción a la vanguardia era el amor. Ella amaba tanto a
este hombre. Su vida sin él parecía tan interminable y vacía.
Lo amaba demasiado como para no poder recostarse mientras él mantenía
relaciones con diversas mujeres. Sabía que la pelirroja no sería la última.
Él era vibrante, hermoso, y el sueño de toda mujer. Mira lo rápido que se
había enamorado de él.
Ellos llegaron al hotel, y ella lo siguió obedientemente, estaba demasiado
agotada —física y emocionalmente— como para luchar con él más esa
noche. Racionalmente tendría que explicar que ella no era el tipo de mujer
que se recostaría mientras su esposo dormía con otras.
Ellos entraron en la hermosa suite, y sus nervios aumentaron. No había
hablado con ella desde que la había sacado de ese motel asqueroso. No
estaba triste de ver al lugar al que iban.
Tal vez, después de que hablaran, él la dejaría quedarse en su antiguo
apartamento hasta que el bebe naciera. Sabía que ella estaba bajo órdenes
estrictas de no trabajar en ese momento, ya que podría causarle daño al
bebé. Ella nunca haría nada para lastimar a su hijo. Su mano acarició su
estómago mientras estaba sentada en el sofá y esperó a ver lo que él tenía
que decir.
Ella abrió la boca para responder, pero el negó con la cabeza suavemente y
la atrajo hacia su regazo.
Página
—Amy, nunca he estado tan aterrorizado cuando me di cuenta que me
habías dejado. ¿Cómo no te das cuenta lo que significas para mí? —
comenzó hablar.
192
Lucas se acercó al teléfono y realizó un pedido de comida. Luego se sentó a
su lado.
Ella sabía que tenía que luchar, pero a pesar que él era el motivo por el
que ella estaba con tanto dolor, quería la comodidad que él le estaba
ofreciendo. Él comenzó a frotar su espalda en círculos lentamente y tuvo
que luchar contra las lágrimas que querían caer de nuevo. No sabía cómo
ninguna sola lágrima salió de su cuerpo.
—Mírame, por favor —le suplicó él. Ella finalmente se volvió para mirar
sus ojos. Ellos parecían tan llenos de amor y sinceridad—. Te amo —
declaró él.
Ella finalmente perdió la batalla para contener las lágrimas. Cayeron
libremente por sus mejillas, y su cuerpo se sacudió suavemente por los
sollozos al oír finalmente las palabras que había deseado durante tanto
tiempo.
—Te amo y sólo a ti —dijo de nuevo mientras él con cuidado enjugó sus
lagrimas—. Lo que viste hoy no era yo adhiriéndome a otra mujer. Ella es
una ex novia que estaba tratando de recuperarme. Si te hubieras quedado
un momento más, me habrías visto apartarla en cuanto ella hizo su
movimiento. Hice que seguridad la sacara de las instalaciones. Hablé
acerca de estar en el lugar equivocado en el momento equivocado —
terminó con una tímida sonrisa en su rostro.
Lo miró fijamente, empezando a sentir un rayo de esperanza. Él decía que
la amaba, y tal vez realmente ella había sacado conclusiones apresuradas.
—¿Por qué crees que te engañaría? Hacer el amor contigo es la mejor
experiencia sexual que he tenido en mi vida, pero es mucho más que solo
sexo. Nunca puedo tener suficiente de ti. ¿Por qué en el mundo tendría
que ir a buscar a otra mujer cuando te tengo a ti todas las noches? —
preguntó él con confusión.
—Amy, admito que no comenzamos de la mejor manera, pero ya nada de
eso importa. Lo único que importa ahora es como nos sentimos el uno
Página
Lucas levantó su barbilla y puso sus labios sobre los suyos. Ella respondió
de inmediato, como siempre hacía, incluso a su más ligero toque. Él se
apartó rápidamente, pero con suavidad.
193
—Tiene más sentido para mí que te guste una mujer como ella. Yo no soy
sofisticada o hermosa. Te quedaste atrapado conmigo debido al bebé.
Simplemente tiene más sentido que tú en realidad seas capaz de amarme.
—Ella rompió en un sollozó apagado y no pudo decir nada más.
sobre el otro y como nos sentimos acerca de nuestro hijo —dijo él mientras
ponía su mano sobre su estómago.
—Te amo tanto. Lo siento, he sido un idiota. Tenía miedo de darte mi
corazón porque ya me posees en todo lo demás. Caminaría sobre el fuego
por ti. Te perseguiría hasta los bordes del universo. No puedo, y no voy a
vivir sin ti. Tú y nuestro hijo son mi razón para sobrevivir. Sin los dos no
hay alegría ni pasión en mi vida. No tendría sentido —dijo él.
Ella le creyó. Él la amaba.
¡Él la amaba!
Ella nunca en su vida, sintió alegría tan enorme como en ese momento,
sentada en el regazo de su marido con sus brazos envueltos
apretadamente alrededor de ella. Podía ver el amor en su rostro y sentirlo
en su cuerpo. Sabía que todo iba a estar bien. Sabía que iban hacer la
pareja que vencería las probabilidades.
—Te amo tanto, Lucas. Creo que te amado desde la primera vez que nos
conocimos. Traté de luchar contra ello, pero no se puede luchar contra un
hombre como tú. Eres con quién quiero estar el resto de mi vida —dijo ella
con pasión.
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Amy le echó los brazos alrededor del cuello de su esposo y lo besó con un
hambre que los mantendría hasta muy tarde en la noche, o por lo menos
hasta que fueran interrumpidos con su cena.
Epílogo
—
Traducido por Mona
Corregido por Cristinita <3
Puja, nena, puja. Lo estás haciendo tan bien. Veo su cabeza
—masculló Lucas en un susurro aterrorizado.
—Arrrgggggg... —gruñó Amy cuando utilizó su última fuerza
restante y dio un empuje final. Ella se derrumbó de nuevo contra la cama
cuando escuchó el sonido más dulce imaginable.
El primer llanto de su hermoso bebé.
De repente el doctor colocaba a su recién nacida sobre la cima de su
pecho, Amy examinó el rostro arrugado de su hija lanzando su primera
rabieta.
—Ella definitivamente tiene el temperamento de su papá. —Lucas se rió
mientras él frotó a su hija desde la cabeza hasta los pies, asegurándose de
que ella estaba bien en todos los sentidos—. Creo que ella tiene hambre y
deja que todos lo sepamos. —Se rió entre dientes.
Los doctores rápidamente limpiaron a Amy y Jasmine, luego los tres se
trasladaron de habitación.
Estaban allí no más que unos minutos cuando alguien llamó a la puerta.
—¿Podemos entrar? —dijo la voz tenue de su suegro normalmente potente.
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—A Jasmine le gustaría tener a su padre abrazándola ahora —le dijo Amy
a Lucas. Él con cuidado la recogió y la sostuvo estrechamente contra su
pecho. El movimiento diminuto de su respiración era el sentimiento más
asombroso en el mundo. La noche anterior, había estado sintiendo sus
patadas de dentro de la segura matriz de Amy. Ahora, él la sostenía en sus
brazos.
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Incluso agotada, Amy miró de su marido a su bebé y sintió el orgullo y la
felicidad de cómo su familia creció. Ella podía ver el amor y el orgullo
brillando en los ojos de Lucas, y era la cosa más hermosa en el mundo.
—Entra, entra, papá. Conoce a tu primera nieta, Jasmine Katherine
Anderson —dijo Lucas con orgullo.
Joseph con cuidado tomó a su nieta, una lágrima se derramó por su
mejilla. Las cosas no habían resultado mal en absoluto, pensó para sí
mismo. Él estaba en un hospital, sosteniendo a su nieta recién nacida y su
hijo estaba felizmente casado.
Su hijo debería agradecerle, pero Joseph sabía que era mejor no pedir
cualquier alabanza por todo lo que había hecho para conseguir a estos
chicos juntos. Su hermosa nieta eran todas las gracias que él necesitaba.
—Ustedes dos lo han hecho realmente bien aquí —dijo Joseph mientras él
sonreía de Amy a Lucas—. Ella es la bebé más hermosa que alguna vez he
visto en mi vida —continúo él.
Él de mala gana le dio la bebé a Katherine y miró un brillo venir sobre su
rostro cuando ella se sentó en la mecedora y la alimentó con el preciado
don de su pecho mientras tarareaba una canción de cuna.
—Casi conseguimos un bebé de navidad. —Joseph rió. Era veintitrés de
diciembre. Todos convinieron que Jasmine era el regalo perfecto para la
familia entera.
—Supongo que tendremos que trabajar en darle un hermanito a Jasmine
para que nazca en la navidad del próximo año —dijo Lucas mientras
miraba ávidamente a su esposa. Ella era todavía la cosa más hermosa en
el mundo, aun después de los trabajos forzados que ella había soportado.
El corazón de Joseph se amplió un poco más por cuánto él amaba a su
nueva hija. Le había pedido llamarle papá porque sabía que ella no tenía
uno. Él realmente la amaba como si fuera uno de sus propios hijos. Ya que
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—El dolor ya está olvidado, papá. Amo a esta criatura más que a nada en
el mundo, y quiero darle muchos hermanos. Amo a Lucas tanto y este
amor tiene que ser compartido con los maravillosos niños que sé que
haremos.
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—Ahora, hijo, de verdad quiero un montón de nietos corriendo por todas
partes de la vieja mansión vacía, pero tú no puedes querer asustar a tu
esposa. No es una buena idea hablar del segundo niño cuando aún se
siente el dolor del primero. —Él guiñó a Amy.
ella estaba casada con su hijo, era su familia ahora. Todavía le gustaba
oírselo decir, sin embargo. Él se inclinó y besó su mejilla.
Hubo otro golpe en la puerta, luego la cara de Amy estalló en una enorme
risa cuando Tom dio un paso por la entrada, llevando un enorme osito de
felpa, globos y una bolsa grande de chocolates.
—Tom, estoy tan contenta de que finalmente estés aquí —dijo Amy a su
mejor amigo.
—Hubo un accidente en la autopista, o yo habría estado aquí hace una
hora —dijo Tom mientras él se inclinó y la besó en la mejilla.
—Ven y conoce a tu ahijada —dijo Amy. Los ojos de Tom al instante se
llenaron de lágrimas cuando él tomó el precioso bulto en sus brazos.
—Ella es perfecta, Amy. Justo como su mamá —él le dijo, tratando de
mantener sus emociones bajo control. Todos la visitaron durante
aproximadamente una hora, el corazón de Amy casi rebosaba por cuánto
amor ella tenía por las personas en la habitación con ella.
—Lo has hecho bien, Amy. Estoy muy orgulloso de ti. Los dejamos solos
con su niña ahora —dijo Joseph mientras ayudaba a su esposa a ponerse
de pie.
Katherine se acercó a la cama y pasó a su nieta a su madre, donde
inmediatamente empezó a rebuscar el alimento. Eso les dio risa a todos.
—Te amo también, mamá. Estoy tan contenta de que estuvieras aquí —
Amy se emocionó. Katherine rozó un beso a través de sus mejillas y luego
caminó de la mano fuera de la habitación con su marido.
—Ahora, Joseph. Admito que esto resultó bien, pero tú no te entrometerás
más en la vida de tus hijos. Ellos pueden encontrar a sus propias
compañeras y encontrar su propio camino —dijo ella severamente a su
marido, aun cuando supiera que era una batalla inútil. Joseph solamente
envolvió su brazo alrededor de su esposa, silbando una melodía mientras
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—Bien, Katherine… uno ya está, faltan dos. Me gusta ser abuelo y me
estoy volviendo codicioso ahora. Quiero nuevos bebés cada año durante los
próximos diez años o así —declaró él, como si de verdad obtuviera su
deseo.
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Los dos giraron en la esquina, los ojos de Joseph centellearon.
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ellos se dirigían a su auto. Él ya tenía la novia perfecta elegida para su hijo
intermedio, Alex…
Próximo libro
The Billionaire’s dance
Alex es un soltero empedernido al que le encanta viajar por todo el mundo
y tener tantos romances como sea posible. Eso es hasta que conoce a
Jessica Sanders. Una noche con ella y está cambiando su punto de vista
Página
Joseph Anderson ha decidido que es el momento en que sus tres hijos
exitosos encuentren novias. Joseph quiere nietos para llenar su enorme
mansión, y él los quiere de inmediato. Tuvo éxito con el casamiento de su
hijo mayor y en este intrigante libro nos trae la historia de Alex y Jessica.
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Sinopsis
acerca de la soltería y comienza a pensar que la vida matrimonial es el
nuevo camino para él.
Jessica proviene de una familia rica, y ha tenido a muchos hombres
guapos que se han aprovechado del dinero de su familia. Cuando conoce al
confirmadísimo soltero y conocido playboy, Alex Anderson, ella desconfía
de su coqueteo, y trata de evitarlo a toda costa. Hasta que terminan
atrapados en un ascensor, y su miedo a la oscuridad en un reducido
espacio es mayor que el miedo al hombre con el que está atrapada.
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Alex la consuela haciendo el amor eróticamente en el ascensor, y cuando
ella sale corriendo una vez que están libres, se aleja con ganas de más. Un
año más tarde, él descubre que es padre, y se asegura de que Jessica no
tenga más remedio que dejarlo hacer lo honorable. Ellos tienen pasión,
romance, amor y a la familia para guiarlos en medio de este caos.
Sobre el autor:
Melody Anne es la autora de la
popular serie Billionaire Bachelors,
y Baby for the Billionaire. Ella
también tiene una serie de Adultojoven; Midnight Fire y Moon
Midnight—Rise of the Dark Angel.
Ella ha estado escribiendo durante
años y publicó el 2011. Ella tiene
un título de licenciatura en
negocios, por lo que le encanta
escribir sobre fuertes y poderosos
empresarios.
Cuando
Melody
no
está
escribiendo, le gusta pasar tiempo
con su familia, amigos y mascotas.
Ella vive en un pequeño pueblo
que ama, y está involucrado en
muchos proyectos comunitarios.
Puedes visitar su sitio web en: www.melodyanne.com. Ella responde a
todas sus fans. También puedes unirte a ella en Facebook en:
www.facebook.com/authormelodyanne, o en twitter: @authmelodyanne.
Página
201
Ella espera con interés tus opiniones y espera que disfrutes de sus
historias.
Créditos
Staff de Traducción
Moderadoras
Kachii Andree & Alyshia Cheryl
Traductores
Ale Rose
Alyshia Cheryl
Auroo_J
BUTY_MADDOX
Deby92
Liia!!
Kachii Andree
Mona
PaolaGP
Vafitv
Xhessii
Staff de Corrección
Moderadora
Alyshia Cheryl
Fher_n_n
KatieGee
Paola GP
Samylinda
Xhessi
Revisión
Diseño
Kachii Andree
KatieGee
Página
Alicadi
Alyshia Cheryl
Catleo
Cristinita <3
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