La alcaldía mayor de Cuautla de Amilpas, siglos XVI al XVIII Entre

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La alcaldía mayor de Cuautla de Amilpas, siglos XVI al XVIII
Jaime García Mendoza 1
Entre 1521 y 1594, la totalidad de las trasformaciones jurisdiccionales en la región en
estudio se derivaron de los conflictos existentes entre la Corona y el Marquesado del
Valle de Oaxaca.
A la llegada de los españoles, la cabecera de Cuernavaca (Cuauhnáhuac) estaba
integrada por cuatro grandes señoríos, cada uno de los cuales era cabecera de otras
poblaciones: Cuauhnáhuac Tecpan, Cuauhnáhuac Panchimalco, Cuauhnáhuac Olac y
Cuauhnáhuac Xalla. 2 El señorío de Oaxtepec se conformaba por otros altepemes
menores: Tepoztlán, Yautepec, Yecapixtla, Tlayacapan, Totolapan y Atlatlauhcan. 3 En
el extremo noreste de la región en estudio se localizaban varios señoríos autónomos,
sujetos a Xochimilco: Ocuituco, Tetela y Hueyapan. 4 Todos estos señoríos estuvieron
bajo el control político militar de la guarnición mexica de Oaxtepec.
Desde su llegada a Veracruz en 1519, Cortés tuvo conocimiento de muchas regiones a
través de informantes indígenas o españoles, algunas de las cuales conoció
personalmente durante las campañas militares que realizó, una de ellas fue
Cuernavaca. 5 Después de la conquista de México Tenochtitlan, Cortés ordenó que
todos los pueblos sometidos hasta ese momento se reunieran en Coyoacán,
explicándoles que como servidores del Emperador tenían la obligación de tributar a los
españoles. 6 En las ordenanzas que Hernán Cortés emitió para el buen gobierno de los
vecinos, del 20 de marzo de 1524, ya se había mencionado la existencia de
1
Profesor de Tiempo Completo, Universidad Autónoma del Estado de Morelos.
Brígida von Mentz, Cuauhnáhuac 1450-1675. Su historia indígena y documentos en “mexicano”.
Cambio y continuidad de una cultura nahua., Miguel Ángel Porrúa, México, 2008, pp. 26 y 116.
3
Druzo Maldonado Jiménez, Cuauhnáhuac y Huaxtepec (Tlahuicas y xochimilcas en el Morelos
prehispánico, Universidad Nacional Autónoma de México, Centro Regional de Investigaciones
Multidisciplinarias, Cuernavaca, 1990, pp. 83 y ss.
4
Ibíd., pp. 106 y ss.
5
Bernardo García Martínez, El Marquesado del Valle. Tres siglos de régimen señorial en Nueva España,
El Colegio de México, México, 1969, p. 44.
6
José Miranda, El tributo indígena en la Nueva España durante el silo XVI, 1ª reimpr., El Colegio de
México, México, 1980, p. 45.
2
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encomiendas, 7 lo que permite establecer que la repartición de éstas a los españoles se
realizó a finales de 1521 o a principios del año siguiente. Entre mayo de 1522 y octubre
de 1524, el propio conquistador tomó posesión efectiva de varios señoríos en
encomienda, algunos de los cuales serían incorporados más tarde al Marquesado del
Valle de Oaxaca. 8
Dos años después, el 26 de septiembre de 1526, pidió a su padre Martín Cortés, quien
era uno de sus procuradores en la corte, solicitara la confirmación de los pueblos que
tenía en encomienda. 9 Y posteriormente, en 1528 volvió a solicitar al Emperador, le
hiciera merced de los siguientes pueblos : Texcoco, Chalco, Otumba, Huexotzingo,
Cotaxtla, Tututepeque, Tehuantepec, Soconusco, Tlapan, cierto lugar de Michoacán,
Oaxaca, Cuauhnáhuac, Oaxtepec, Acapixtla, Matlatzinco, Coyoacan, Tuxtla y La
Rinconada, también conocida como
Izcalpan. 10 Obsérvese que aparecen listados
Oaxtepec y Acapixtla o Yecapixtla, que comprendían a los pueblos de las Amilpas y la
Atlalnagua.
Finalmente, el 6 de julio de 1529, Carlos V le hizo merced de la donación de 23,000
vasallos y las concesiones del título de marqués del Valle, que convirtieron las
encomiendas de Cortés en un señorío jurisdiccional. 11 El dominio señorial del Estado
del Marquesado del Valle de Oaxaca le otorgaba dominio señorial sobre siete porciones
territoriales con jurisdicciones independientes. Los pueblos quedaron organizados en
alcaldías mayores y corregimientos, gobernados por funcionarios nombrados por el
marqués o por el gobernador del Estado: las alcaldías mayores de Cuernavaca, las
7
José Luis Martínez (ed.), Documentos Cortesianos, Universidad Nacional Autónoma de México, Fondo
de Cultura Económica, México, 1990, "Ordenanzas de buen gobierno dadas por Hernán Cortés para los
vecinos y moradores de la Nueva España", t. I, pp. 277-283.
8
Bernardo García Martínez, El Marquesado…, op. cit., p. 43; Micheal G. Riley, Fernando Cortes an the
Maquesado in Morelos, 1522-1547. A Case Study in the Socioeconomic Development of sixteenthCentury México, University of New Mexico Press, Alburquerque, 1973, p. 20.
9
Bernardo García Martínez, El Marquesado …, op. cit., pp. 46; José Luis Martínez, Hernán Cortés, pp.
506-507.
10
Hernán Cortés, Cartas y documentos, Introducción Mario Hernández Sánchez-Barba, 2ª ed., Editorial
Porrúa, México, 2004 (Biblioteca Porrúa, 2), “Memorial de servicios y conquistas hecho para el
Emperador a solicitud de este Año 1528”, p. 396, Bernardo García Martínez, El Marquesado …, op. cit.,
pp. 47; José Luis Martínez, Hernán Cortés, op. cit., pp. 506-507.
11
Bernardo García Martínez, El Marquesado …, op. cit., pp. 51-53; José Luis Martínez, Hernán Cortés,
Universidad Nacional Autónoma de México, Fondo de Cultura Económica, México, 1990, pp. 506-507 y
508, Gisela von Wobeser, “El Marquesado del Valle de Oaxaca” en Wodrow Borah (coord.), El gobierno
provincial en la Nueva España 1570-1787, Universidad Nacional Autónoma de México, México, 2002, p.
168.
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Cuatro Villas Marquesanas de Oaxaca, Tuxtla y Cotaxtla; y los corregimientos de
Coyoacán, Tehuantepec, Toluca y Charo Matalcingo. 12
La villa de Coyacán comprendía San Agustín de las Cuevas, San Ángel, Mixcoac y
Tacubaya. Su territorio abarcaba desde Cuajimalpa y llegaba hasta la sierra de las
Cruces, en dirección este-oeste y, al sur, comprendía el pueblo de Santo Tomás
Ajusco. 13
Las Cuatro Villas Marquesanas comprendieron el territorio del valle de Oaxaca que se
dividía en cuatro cabeceras: Oaxaca, Cuilapan, Tlapacoya y Etla. 14
Tuxtla era la cabecera que gobernaba sobre otros dos territorios cercanos: Cotaxtla y
La Rinconada. Tuxtla comprendía aproximadamente la zona ubicada desde el río
Papaloapan hasta el río Coatzacoalco. Cotaxtla se localizaba entre el camino de
Veracruz y el camino a Córdoba; y La Rinconada Ixcalpan entre Veracruz y el camino a
Jalapa. 15
Toluca y sus alrededores formaron parte del Marquesado, 16 lo mismo que San Miguel
Charo en Matalcingo. 17 Estos señoríos se localizaban en el camino hacia las costas de
Michoacán, hacia el puerto de Zihuatanejo. También Tehuantepec, por su ubicación en
la costa del océano Pacífico, fue uno de los centros vitales del proyecto cortesiano,
pues fue el lugar donde construyó la mayor parte de sus navíos. 18
Una de las provincias más ricas del Marquesado fue Cuernavaca a la que quedaron
incorporados Oaxtepec, Tepoztlán, Yautepec y Yecapixtla con todos sus pueblos.
Hernán Cortés asentó su residencia y centro administrativo del Marquesado en
Cuernavaca, pues por su situación geográfica, tenía comunicación con el resto de las
provincias de su jurisdicción, en particular con los puertos del Pacífico. 19
12
Bernardo García Martínez, El Marquesado …, op. cit., pp. 126-127; Gisela von Wobeser, “El
Marquesado…, op. cit., p. 168. El Marquesado del Valle de Oaxaca perduró durante los tres siglos de la
dominación española y permaneció en manos de los descendientes de Cortés, con excepción de los
cortos periodos de tiempo en que fue secuestrado por la Corona española.
13
Bernardo García Martínez, El Marquesado …, op. cit., p. 134.
14
Ibíd., p, 137.
15
Ibíd., pp. 137-138.
16
Ibíd., p. 140.
17
Ibíd., p. 142.
18
Ibíd., p. 143-144.
19
Ibíd., p. 135.
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De acuerdo a Bernardo García Martínez, los territorios que integraron el Marquesado
del Valle de Oaxaca fueron escogidos premeditadamente por Hernán Cortés, con la
finalidad de obtener los recursos suficientes para sus empresas de descubrimiento y
conquista en el Pacífico. 20 Los territorios dispersos del Marquesado en las regiones
centro y sur de la Nueva España, contaban con una enorme gama de recursos
económicos, rutas comerciales importantes y con posibilidades de introducir y
desarrollar productos agrícolas y ganaderos europeos y asiáticos. Tuxtla, Cotaxtla y La
Rinconada se localizaban en la zona del Golfo de México desde el centro del actual
estado de Veracruz hasta Coatzacoalcos en Tabasco y contaban con una ruta
comercial importante que conectaba el centro con el sureste novohispanos. Las Cuatro
Villas Marquesanas, en Oaxaca, se ubicaban en la ruta que, pasando por Jalapa y
Tehuantepec, llegaba hasta América Central. También en Tehuantepec se unía la ruta
que partía de Coatzacoalcos, uniendo el Golfo de México con el Océano Pacífico.
Toluca y Charo, lugares que se convirtieron en importantes productores de ganado,
conectaban con Michoacán y esta provincia con el puerto de Zacatula en el Pacífico.
Coyoacán era punto de paso hacia Cuernavaca, que a su vez se conectaba con
Oaxaca, a través de la Tlalnagua. 21
En años posteriores, las tierras del Marquesado fueron vinculadas a los bienes
patrimoniales de la familia Cortés. El gobierno del señorío y la administración de los
otros bienes patrimoniales fueron administrados en conjunto por el gobernador general
y el juez privativo, quienes tomaban decisiones en nombre de los marqueses. Los
registros contables incluían los ingresos provenientes de las tributaciones indígenas,
además de las rentas originadas por las distintas unidades productivas y el
arrendamiento de las tierras, edificios y venta de cargos públicos. Si bien los indígenas
fueron considerados como vasallos de los marqueses, esta relación estuvo supervisada
por la Corona española, quien a través de la Real Audiencia de México, reguló las
tasaciones de los tributos y servicios personales y vigiló el buen tratamiento de los
indios. 22
20
Ibíd., p. 42.
Ibíd., pp. 53 y 133-134.
22
Gisela von Wobeser, “El Marquesado…, op. cit., pp. 169 y 180.
21
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De acuerdo a la información del memorial de 1532 presentado por Hernán Cortés ante
los oidores de la Real Audiencia, se observa que la alcaldía mayor de Cuernavaca
estaba constituida por
cuatro cabeceras Cuernavaca, Tepoztlán, Oaxtepec y
Yecapixtla. 23 Cuernavaca, que además era la sede del Marquesado del Valle de
Oaxaca, tenía sujetos veinte poblados como cabeceras principales: Acatlipa,
Xochitepec, Alpuyeca, Miacatlán, Coatlán, Zacatepec, Mazatepec, Cuauchichinola,
Ocpayuca,
Ixtla,
Temimilcingo,
Tezoyuca,
Jiutepec,
Xoxocotlan,
Amatitlán,
Tequesquitengo, Tehuistla, Jojutla, Tlaquiltenango, y Teocalcingo. 24 A esta última
cabecera estaba sujeto el pueblo de Guautla, lugar donde se descubrieron las minas de
plata.
En el mismo documento se menciona la cabecera de Tepoztlán y únicamente se indica
que tenía ciertos sujetos hacia la sierra, pero no menciona ni el número ni los nombres
de las poblaciones. 25
Dentro de la demarcación de Oaxtepec se encontraban veintiún poblados sujetos:
Zumpango, Cuauhtlixco, Xochimancas, Huichila, Tlacuba, Tlaltetelco, Ayontinchan,
Chinameca,
Teciuaque,
Xochimilcatzingo,
Cuautla,
Anenecuilco,
Olintepec,
Ahuehuepan, Ixcatepec, Tlayacapan, Culanacatango, Mexicalcingo, Itzamatitlán y
Totolapan (Ver Mapa 1). 26
Yecapixtla tenía sujetos a Tlayecac, Jonacatepec, Xaloztoc, Atotonilco, Tetela,
Tepalcingo, Jantetelco, Axochiapan, Amayucan, Atlacahualoyan y Guazozongo. Aquí
aparece repetido Totolapan, a pesar de que ya había sido nombrado como sujeto de
Oaxtepec (Ver Mapa 1). 27
23
“Cédula de Carlos V y la Reina Juana en que hacen merced a Hernán Cortés de Veinte y tres mil
vasallos. Barcelona, 6 de julio de 1529” en José Luis Martínez, Documentos…, op. cit., t. III, pp. 49-52 y
en Beatriz Arteaga Garza y Guadalupe Pérez San Vicente, Cedulario Cortesiano, Editorial Jus, México,
1949, pp. 125-131.
24
Zacatepeque aparece repetido. “Petición del Marqués del Valle a la Audiencia de México para que le
sea respetada la posesión de pueblos que le fueron concedidos y que enumera en un memorial. México,
21 de octubre de 1532” en José Luis Martínez, Documentos…, op. cit., t. III, p. 336; Druzo Maldonado
Jiménez, Cuauhnáhuac…, op. cit., pp. 79-82; Valentín López González, Historia General del Estado de
Morelos. Tomo I. Antecedentes y formación del Estado de Morelos, Centro de Estudios Económicos y
Sociales, Gobierno del Estado de Morelos, Cuernavaca, 1994, p. 23.
25
José Luis Martínez, Documentos…, op. cit., t. III, p. 336.
26
José Luis Martínez, Documentos…, op. cit., t. III, pp. 336-337; Valentín López González, Historia…, op.
cit., p. 24.
27
José Luis Martínez, Documentos…, op. cit., t. III, p. 337; Valentín López González, Historia…, op. cit.,
p. 24.
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Por su parte, Yautepec comprendía cinco poblados: Ticomán, Tlaltizapán, Atlihuayan,
Amatlán y Hutizilillan (Ver Mapa 1). 28
Como se observará más adelante, estas jurisdicciones fueron transformándose a lo
largo del siglo XVI, debido a los pleitos entre la Corona española y el Marquesado del
Valle de Oaxaca. Durante los primeros treinta años, la alcaldía mayor de Cuernavaca
quedó subdividida en cuatro circunscripciones menores, cada una con sus propios
sujetos: Cuernavaca, Yautepec, Oaxtepec y Yecapixtla.
En 1533, Totolapan fue disgregada del Marquesado y convertida en un corregimiento
bajo la administración de la alcaldía mayor de Chalco que comprendía los poblados de
Tlalnepantla, Tehuizco y Nepopulaco. 29
En el extremo noreste, Ocuituco fue convertido también en corregimiento el 28 de
septiembre de 1545; 30 cinco años después, al extinguirse los derechos del sucesor de
la encomienda,
su jurisdicción se extendió sobre Jumiltepec. En 1570, durante el
embargo del Marquesado del Valle de Oaxaca, la jurisdicción de Ocuituco se amplió
sobre las Cuatro Villas del Marquesado, Tepoztlán, Oaxtepec, Yecapixtla y Yautepec,
que fueron devueltas a la jurisdicción de Cuernavaca en 1583, con excepción de
Cuautla de las Amilpas y los pueblos de las Tlalnaguas, que quedaron bajo el control de
la Corona entre 1581 y 1582, 31 como se verá más adelante.
Asimismo desde 1561, la Corona determinó crear el corregimiento de Tetela del Volcán
al extinguirse los derechos de los sucesores de la encomienda (Mapa 2). 32
28
José Luis Martínez, Documentos…, op. cit., t. III, p. 336; Valentín López González, Historia…, op. cit.,
p. 24.
29
Documento 14. “Proceso del marqués del Valle, don Hernando Cortés, contra el fiscal licenciado
Benavente, sobre los pueblos de Totolapa y Atlatlauhca, 1533” en Silvio Zavala, Tributos y servicios
personales de indios para Hernán Cortés y su familia (Extractos de documentos del siglo XVI, Archivo
General de la Nación México, 1999, pp. 109-114; Bernardo García Martínez, El Marquesad…, op. cit.,
pp. 64 y 68; Michael G. Riley, Fernando Cortes…, op. cit., p. 33; María del Rosío García Rodríguez, Alma
Angélica Campos Valencia y Mario Liévanos Ramos, Totolapan. Raíces y testimonios, Universidad
Autónoma del Estado de Morelos, Unidad Central de Estudios para el Desarrollo Social, Ayuntamiento de
Totolapan, Cuernavaca, 2009, pp. 76-89.
30
Ethelia Ruiz Medrano, Gobierno y Sociedad en Nueva España: Segunda Audiencia y Antonio de
Mendoza, El Colegio de Michoacán, México, 1991. Ver: Cuadro 4, Nombramiento de encomenderos
como corregidores, realizados por el virrey Mendoza hasta 1546, p. 151.
31
Peter Gerhard, Geografía Histórica de la Nueva España, Instituto de Investigaciones Históricas,
Instituto de Geografía, Universidad Nacional Autónoma de México, México, 1986 (Espacio y Tiempo, 1),
p. 94.
32
Peter Gerhard, Geografía…, op. cit., p. 302; Francisco del Paso y Troncoso (ed.), Epistolario de la
Nueva España 1505-1518, Antigua Librería Robredo de José Porrúa e Hijos, México, 1940, t. IX, p. 26.
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En 1565, el fiscal de la Real Audiencia demandó para la Corona la jurisdicción de los
pueblos de las Amilpas y de las Tlalnaguas, sujetos respectivamente a Oaxtepec y
Yecapixtla. 33 Cinco años después, Oaxtepec, Tepoztlán, Yautepec y Yecapixtla
adquirieron el título de alcaldía mayor de las Cuatro villas del Marquesado. En 1583,
esos cuatro lugares fueron devueltos a la jurisdicción de Cuernavaca. Fue entonces,
cuando el corregidor de Ocuituco tuvo jurisdicción sobre las Amilpas y las Tlalnaguas.
En 1594, las Tlalnaguas fueron finalmente reincorporadas al Marquesado. 34
Entre 1570 y 1580, la alcaldía mayor de las Cuatro Villas, tenía como cabecera a
Oaxtepec y bajo su jurisdicción estaban las cabeceras secundarias de Tepoztlán,
Yautepec y Yecapixtla. Asimismo, Oaxtepec tenía sujetas directamente las estancias de
Ayahualco, Cocoyoc, Chinameca, Ixcatepec, Tetzuaque, Tetelcingo y Zacapalco (Ver
Mapa 4.1), 35 además de las Amilpas, que estaban integradas por Ahuehuepan,
Anenecuilco, Cuautla, Cuautlixco, Olintepec,
y Xochimilcatzingo. A su vez Cuautla
tenía como estancia sujeta a Amilcingo; Olintepec a Ayotinchan; Ahuehuepan a
Tecpanecapan; y Suchimilcatzingo a Zumpango (Ver Mapa 4.1). 36
Todavía en 1579, las Amilpas se encontraban dentro de la jurisdicción del Marquesado
del Valle de Oaxaca, año en que el virrey Martín Enríquez mandó hacer una
averiguación sobre este asunto, en particular, sobre Anenecuilco y Olintepec, quienes
decía ser cabeceras y no pueblos sujetos. 37 En ese mismo año, en una ordenanza del
virrey, se denomina “alcalde mayor de Ocuituco” al juez de esa jurisdicción, lo que
permite suponer que ya se había creado esa alcaldía mayor, separada de la de
Oaxtepec. 38
33
Enrique Anzures Carrillo, Ocuituco: organización político-territorial en los siglos XVI-XVII, Tesis de
Maestría, Escuela Nacional de Antropología e Historia, México, 2008, p. 135.
34
Archivo General de la Nación México (En adelante AGNM), Hospital de Jesús, v. 732, leg. 382, e. 41;
Peter Gerhard, Geografía..., op. cit., pp. 94-95.
35
René Acuña (ed.), Relaciones Geográficas del siglo XVI: México, Instituto de Investigaciones
Antropológicas, Universidad Nacional Autónoma de México, México, 1985 (Serie Antropológica, 63), t. I,
v. 6, p. 198; Druzo Maldonado Jiménez, Cuauhnáhuac…, op. cit., pp. 87; Valentín González, Historia…,
op. cit., p. 24.
36
René Acuña (ed.), Relaciones..., op. cit., t. I, v. 6, pp. 197-200; Druzo Maldonado Jiménez,
Cuauhnáhuac…, op. cit., pp. 83 y 87; Peter Gerhard, Geografía…, op. cit., p. 95.
37
Silvio Zavala y María Costelo (comp.), Fuentes para la Historia del Trabajo en Nueva España, 15751805, Centro de Estudios Históricos del Movimiento Obrero Mexicano, México, 1939, v. II, pp. 222-223.
38
Silvio Zavala, Fuentes, op. cit., v. II, pp. 236-237.
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De acuerdo a Peter Gerhard, fue finales del siglo XVI cuando se descubrieron unas
minas en la sierra al sur de Cuautla y desde entonces a un juez se le llamó alcalde
mayor de Minas de Cuautla o Guautla, residiendo primero en las minas y
posteriormente en Cuautla de Amilpas. 39 Mas esta información es hasta cierto punto
ambigua y confusa.
En primer lugar hay que aclarar que Cuautla era un pueblo de las Amilpas, como ya se
dijo, y que el pueblo de Guautla se localizaba el extremo centro sur de la alcaldía mayor
de Cuernavaca, en su vecindad con las Amilpas, pero sujeto del pueblo de Teocalzingo.
Incluso, la doctrina cristiana les era impartida a los pobladores de Guautla desde el
convento dominico de Tlaquiltenango, una de las cabeceras secundarias de
Cuernavaca. 40 Precisamente, por su vecindad con la parte sur de las Amilpas, el pueblo
de Guautla fue considerado como parte de esta región, incluso en algunos documentos
del expediente se dice: “uno de las Amilpas”.
Las minas de Guautla probablemente se descubrieron entre fines de 1582 y principios
del año siguiente, pues el 29 de junio de 1583, Francisco Tirado y Gaspar Solís,
vecinos de México, se obligaron como fiadores de Pedro Ponce Coronel, que había sido
nombrado “corregidor del pueblo de Guautla y su partido e jurisdicción”. 41 El título de
corregidor le permitía a la Corona tener un control autónomo sobre las minas recién
descubiertas, cuya riqueza hasta esos momentos era incierta. Conforme se confirmó el
potencial de las minas, la Corona española buscó consolidar su jurisdicción sobre las
minas.
Por real cédula dada en San Lorenzo el 11 de septiembre de 1584, las cuatro villas de
Oaxtepec, Tepoztlán, Yautepec y Yecapixtla fueron reincorporadas al Marquesado del
Valle. En esos momentos, Juan Pardo de Agüero ocupaba el cargo de corregidor de
Cuernavaca y Ocuituco, este último comprendía la jurisdicción de las Tlalnaguas. Un
año después, por real cédula emitida en Monzón el 5 de septiembre de 1585, se
nombró por corregidor de Cuernavaca y Ocuituco al capitán Rodrigo Jorge, por el lapso
de seis años, cargo que no ocupó porque Juan Pardo no había cumplido el tiempo que
se establecía en la merced real que a él le habían dado. Así que el 3 de mayo de 1587,
39
Peter Gerhard, Geografía…, op. cit., p. 94.
AGNM, Hospital de Jesús, v. 732, leg. 382, e. 41, fs. , 195-200v., 223-226 y 229-230.
41
AGNM, Real Hacienda, v. 1486, e. 3, fs. 3v.-4.
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le fue dada una nueva cédula real a Rodrigo Jorge, para que se le diera posesión del
cargo, el cual le fue entregado por Juan Pardo el 5 de enero de 1589, después de
presentar sus fianzas en la Real Audiencia. Ese mismo día, fue recibido también como
corregidor de Ocuituco. 42
Paralelamente a estos hechos, el virrey había nombrado como alcalde mayor de las
minas de Guautla a Hernando Calderón como se puede observar en el siguiente
testimonio. En 1587, Diego Jordán, vecino, minero y diputado de las minas de Guautla,
le había informado al virrey que esas minas, recién descubiertas, eran muy ricas y que
les faltaba gente para ahondarlas y edificar ingenios. Solicitaba el servicio personal
procedente de los catorce pueblos de las Tlalnaguas, las Amilpas, Chietla, Chiautla,
Izúcar, Tlalcozautitlán, Teutalco, Quitlatenanique y de algunos de Cuernavaca. Así que
el 28 de abril de 1587, el virrey Álvaro Manrique mandó a Hernando Calderón, alcalde
mayor de las minas de Guautla, se informara sobre lo que había manifestado Diego
Jordán, como representante de los mineros, y que diera testimonio de los pueblos
vecinos a las minas, el número de tributarios que tuvieran, su calidad, el tipo de clima y
las distancias que hubiera con respecto al real de minas. También había que nombrar a
un escribano y a un intérprete, para recabar la información, con un salario de dos pesos
al primero y de un peso al segundo. 43 Nótese que incluso los mineros ya habían elegido
a sus diputados de minas para ser representados ante las autoridades reales.
Todavía antes de ocupar el cargo de corregidor de Cuernavaca y Ocuituco, el capitán
Rodrigo Jorge se había enterado del nombramiento de alcalde mayor de las minas de
Guautla que el virrey había hecho, así que envió la información al rey y solicitó que la
jurisdicción de las minas de Guautla fuera incorporada al corregimiento de Cuernavaca,
para evitar conflictos jurisdiccionales, lo que le fue concedido por Felipe II por real
cédula hecha en Aranjuez el 11 de mayo de 1587. La entrega del cargo de alcalde
mayor de las minas de Guautla la hizo Hernando Calderón al todavía corregidor de
Cuernavaca Juan Pardo de Agüero el 31 de octubre de 1588. 44
42
AGNM, Hospital de Jesús, v. 732, leg. 382, e. 41, fs. 17-22v.
Silvio Zavala, Fuentes…, op. cit., v. III, pp. 21-22; Silvio Zavala, El servicio personal de los indios de la
Nueva España, 1576-1599, El Colegio de México, El Colegio Nacional, México, 1987, t. III, p. 369.
44
AGNM, Hospital de Jesús, v. 732, leg. 382, e. 41, fs. 26v.-27v.
43
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Pero para mantener el control de la Corona sobre las minas, en febrero de 1589, el
virrey, Álvaro Manrique de Zúñiga, nombró a Fernando Calderón, administrador de los
azogues de las minas de Guautla y también lo nombró como juez comisionado para
averiguar sobre una merced solicitada por Juan Pérez de Donis para obtener un sitio
para ingenio de metales en ese lugar. 45 Posteriormente, en octubre del mismo año, el
virrey nombró a Bernardo Rodríguez Salgado juez comisionado en las minas de
Guautla para averiguar sobre otras mercedes de sitios en el mismo lugar. 46 En el mismo
documento se mencionan entre otras autoridades a un juez repartidor de las minas y a
un alguacil mayor que aparece como testigo en la mayor parte del proceso. 47 Se denota
que, si bien la alcaldía mayor de las minas de Guautla estaban dentro de la jurisdicción
del Marquesado del Valle, la Corona mantenía un control directo sobre las actividades
relativas a la minería a través de oficiales reales como el administrador de azogues o
los jueces de comisión.
Todavía, hasta ese momento, el Marquesado del Valle se encontraba secuestrado por
la Corona, que lo administraba directamente. Sin embargo, Felipe II le hizo merced a
Fernando Cortes, nieto del conquistador, de restituirle la jurisdicción civil y criminal de
las tierras del Marquesado, por real cédula emitida en San Lorenzo el 11 de agosto
1593. Los autos de la restitución civil y criminal de las tierras del Marquesado se
iniciaron el 23 de noviembre de 1594 y se encargó de la comisión al licenciado Juan de
Fonseca, oidor de la Real Audiencia, que al día siguiente hizo entrega de la jurisdicción
de Coyoacán. 48 El 9 de diciembre del mismo año, el licenciado Fonseca se presentó en
la villa de Cuernavaca para dar posesión de la jurisdicción civil y criminal a Fernando
Cortés de Monroy, representante del marqués del Valle. Sin embargo, el doctor Gasco
de Velasco, fiscal de la Corona presentó una contradicción para suspender el acto,
argumentando que la Corona española se había reservado para sí la jurisdicción de los
minerales de oro y plata que se descubrieran en cualquier tiempo en los territorios del
45
AGNM, Tierras, v. 2685, e. 14, fs. 318-318v.
AGNM, Tierras, v. 2687, e. 17.
47
Ibíd., v. 2687, e. 17, fs. 222v. y 223.
48
AGNM, Hospital de Jesús, v. 732, leg. 382, e. 41, fs. 53v.-56 y 97-99. En esos momentos, el
gobernador del Estado del Marquesado del Valle era Martín de Santa Cruz y el alcalde mayor de la villa
de Cuernavaca, Fernando Loza Portocarrero.
46
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III Congreso Nacional: Estudios Regionales y la Multidisciplinariedad en la Historia
Estado de Marquesado del Valle. 49 El 13 del mismo mes, en la ciudad de México el
presidente y oidores de la Real Audiencia ordenaron al licenciado Juan de Fonseca,
que sin embargo de la petición del fiscal de la Corona, se continuara con los autos de la
posesión civil y criminal del Marquesado del Valle y que se realizara también en las
minas de Guautla. Asimismo, el 6 de enero de 1595, se les dio un plazo a las partes
para que presentaran sus pruebas, sobre si las minas de Guautla entraban dentro de la
jurisdicción de la alcaldía mayor de Cuernavaca o si deberían quedar dentro de la
jurisdicción civil y criminal del Marquesado del Valle. 50
Los autos posesión de la jurisdicción civil y criminal del marquesado en toda la alcaldía
mayor de Cuernavaca se realizaron del 14 de diciembre de 1594 al 22 de febrero de
1595. Del 17 al 22 de diciembre de 1594 se entregó la jurisdicción en las cabeceras de
Tepoztlán, Yautepec, Oaxtepec y Yecapixtla, así como en sus respectivos pueblos
sujetos. El 19 de enero, en las minas de Guautla se había intentado entregar la
jurisdicción de los catorce pueblos de las Tlalnaguas, pero los representantes indígenas
interpusieron una contradicción, la cual fue rechazada por el oidor Juan de Fonseca,
que procedió a hacer la entrega al representante del marqués del Valle, visitando cada
una de estas poblaciones del 19 de enero hasta el 22 de febrero de 1595. 51 Durante el
recorrido por las Tlalnaguas, el juez de comisión regresó a las minas de Guautla, donde
hizo la entrega de la jurisdicción a Fernando Cortés de Monroy, apoderado del Marqués
del Valle, del 1 al 4 de febrero. 52
Durante el proceso de la entrega de la jurisdicción en las minas de Guautla se
interpusieron varias contradicciones de parte del representante de fiscal de la Corona,
de los mineros y de los mercaderes del real de minas.
Pedro de San Vicente, representante del fiscal de la Corona, argumentó que las minas
de Guautla no se encontraban dentro de la jurisdicción territorial del Marquesado y que
pertenecía a la provincia de Teutlalco, distrito minero vecino, cuyos yacimientos se
habían descubierto desde 1576, seis años antes que en Guautla. 53 Esto permite
suponer que es probable que alguno de los mineros que se encontraban en esta zona
49
Ibíd., fs. 24-24v. y 63-64.
Ibíd., fs. 66 y 70.
51
Ibíd., fs. 447-573v.
52
Ibíd., fs. 526-534v.
53
Ibíd., fs. 101v.-102. Sobre la provincia de Teutlalco ver Peter Gerhard, Geografía…, op. cit., p. 319.
50
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III Congreso Nacional: Estudios Regionales y la Multidisciplinariedad en la Historia
descubriera también los yacimientos de las minas de Guautla y de Tehuistla, donde
también se encontraron vetas de plata, como se menciona en los documentos, aunque
su explotación fue de menor productividad y de corta temporalidad.
También Luis de Escobar, diputado de las minas de Guautla, presentó sus argumentos
para apoyar su contradicción. Dijo que al entregar la jurisdicción de las minas como
parte del Marquesado, los mineros abandonarían sus minas y haciendas, de las cuales
se sacaba plata por un valor cercano a los 40 mil pesos anuales, y que eso redundaría
en un daño para la Real Hacienda. 54
Sin embargo de las contradicciones interpuestas, el licenciado Fonseca, como juez
comisionado de la entrega de la jurisdicción civil y criminal de las minas de Guautla, en
un acto simbólico:
“… llevó por la mano al dicho Fernando Cortés Monroy a un lugar obrado de madera, cubierto
de ramas, cercado en Guautla, que estaba hecho para este efecto en la plaza pública de este
asiento y real de minas de Guautla y allí, el dicho señor oidor dio e instituyó la dicha jurisdicción
al dicho Fernando Cortés Monroy, en nombre y por el dicho marqués, la dicha jurisdicción y en
ella apoderó al dicho marqués del Valle y a sus herederos y sucesores como de tierra y
suelo…” 55
Pero, simultáneamente, el juez de comisión reservó para la Corona el derecho del fiscal
de la Real Audiencia estableciendo que:
“Y es parte y parte de esta jurisdicción dada al dicho marqués, a los mineros que habitan en las
dichas minas de Guautla y su distrito, para que ni ellos ni sus criados ni cosas suyas puedan y
deban ser convenidos ante las justicias del dicho marqués, sino ante el alcalde mayor las
tenga, puesto y nombrado por el señor visorrey de esta Nueva España, en nombre de su
Majestad, y mandaba y mandó que así a los dichos mineros como a lo anexo y concerniente a
ellas y al beneficio de los metales de las dichas minas de Guautla se les guarden en las
excepciones y privilegios contenidos en las leyes, ordenanza e instrucciones reales según en
ellas más largamente se contiene y porque se quiten dudas y diferencias que los dichos jueces,
el dicho señor oidor dijo que declaraba y declaró que lo anexo y concerniente al beneficio de los
54
55
AGNM, Hospital de Jesús, v. 732, leg. 382, e. 41, fs. 102v.-103.
Ibíd.., fs. 103v.-105.
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III Congreso Nacional: Estudios Regionales y la Multidisciplinariedad en la Historia
minas y mineros de Guautla sea y se entienda todo aquello sin lo cual no se puede bien ni
cómodamente sacar el dicho beneficio y por esto ni por virtud de las dichas palabras no se
deban ni pueden comprender en lo susodicho los que son vecinos en las dichas minas que no
son mineros ni tienen y usan el beneficio de metales y los mercaderes e oficiales de los oficios
particulares ni los que traen instrumentos a las dichas minas, aunque sin los susodichos, los
dichos mineros digan no podrían cómodamente pasar porque esto, el dicho señor oidor no lo
tiene por concerniente ni anexo a las dichas minas y metales, sino que quedan estas personas
sujetas a la jurisdicción ordinaria del dicho marqués…” 56
En realidad, la restricción era ambigua, porque si bien el marqués y las autoridades que
éste nombrara no tenían jurisdicción sobre las minas y los mineros, pero los
mercaderes y personas ajenas a la minería si entraban dentro de ella.
Acto seguido, Fernando Cortés de Monroy, el representante del marqués del Valle,
tomó una silla y se sentó en el lugar preestablecido para la entrega de la jurisdicción y
manifestó que cualquier persona de real de minas podía solicitar justicia. Por supuesto,
los mineros contrarios a esta situación no hicieron ninguna petición. El representante
del marqués también mandó poner una horca en la plaza pública, acto que fue objetado
por Pedro de San Vicente, en nombre del Real Fisco. 57
El 3 de febrero, ante el oidor Juan de Fonseca, el diputado de las minas Juan de
Escobar expresó que la posesión dada al marqués del Valle perjudicaba a los mineros,
mercaderes y a los demás vecinos del lugar, porque al extenderse la jurisdicción del
marquesado sobre los mercaderes y personas que abastecían de insumos a las minas
se afectaba a los mineros. Además, arguyó que las leyes de los reinos exceptuaban a
las jurisdicciones reales de quedar dentro de una jurisdicción particular. 58
A la voz del delegado del Real Fisco se unieron las de los representantes de los
vecinos y mercaderes del lugar, Melchor Hernández, Juanes de Inola, Sebastián Pérez
de Solís, Juan Fernández, Hernando Alonso y Hernán Martín dijeron que:
56
Loc. cit.
Ibíd., fs. 106-106v.
58
Ibíd., fs. 108v.-109.
57
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III Congreso Nacional: Estudios Regionales y la Multidisciplinariedad en la Historia
“… conforme a leyes pragmáticas de estos reinos, su Majestad hace libres y exceptos y
privilegiados de las justicias, aún ordinarias de su propio señorío, a los mineros y sus
haciendas, negros, esclavos, criados, indios y personas necesarias para el beneficio de las
dichas minas e inhibe a todos sus jueces e justicias del conocimiento de sus causas, mandando
sólo conozca de ellas y sea juez el administrador general que en las dichas minas se pusiere y
lo mismo por palabras expresas hace en las justicias de los señoríos como ésta, de donde claro
se refiere ser nosotros los contenidos y exentos de la dicha jurisdicción del dicho marqués, por
ser tan conjuntos, necesarios y forzosos a los dichos mineros y al beneficio del sacar la plata,
que sin nosotros no se podría sacar…”.
59
Entre los concurrentes a estos actos estuvieron presentes Pedro García de la Vega,
lugarteniente nombrado por el capitán Rodrigo Jorge, corregidor de Cuernavaca y
Ocuituco y alcalde mayor de la minas de Guautla; el bachiller Martín Díaz, cura
beneficiado del real de minas; Cristóbal de Oñate, Rafael de Ovalle y Gómez de
Quintana Dueñas, mineros del lugar y personajes importantes de la élite novohispana;
todos ellos contrarios a la parte del marqués del Valle.
Pero la principal acción de los mineros en contra de la entrega de la jurisdicción de las
minas al marquesado del Valle se realizó siete días después, cuando se enteraron que
Julio Espíndola, minero y vecino de Guautla, había sido nombrado por el apoderado del
marqués como “justicia mayor” de las minas de Guautla. El 10 de febrero, Antonio
Cifuentes Argüello y Hernando Solano, diputados de las minas, solicitaron que Julio
Espíndola entregara la vara de justicia y no se le permitiera usar de la jurisdicción civil y
extrajudicial que le había otorgado el marqués, pues explicaron que era en perjuicio de
la real jurisdicción y de los mineros y vecinos del real de minas. Espíndola fue notificado
de la decisión tomada por los mineros por orden de Pero García de la Vega, teniente
nombrado por el capitán Rodrigo Jorge, quien era el corregidor de Cuernavaca, pero
nombrado por la Corona, como ya se explicó con anterioridad. También por
mandamiento del mismo García de la Vega, se notificó a los mercaderes que no
permitieran ser visitados por Julio Espíndola ni admitieran sus posturas. 60
59
60
Ibíd., fs. 109v.-110.
Ibíd., fs. 112-113 y 114v.
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Como la entrega de la jurisdicción del marquesado continuaba en las Tlalnaguas, el 15
de febrero en el pueblo de Taliztaca, Fernando Cortés de Monroy, en nombre del
marqués del Valle, presentó una querella criminal al licenciado Juan de Fonseca, juez
comisionado, en contra de Pero García de la Vega, teniente de las minas de Guautla, y
de los diputados Antonio Cifuentes de Argüello y Hernando Solano, porque habían
contravenido los autos de posesión en el mencionado real de minas al quitarle la vara al
justicia mayor que él había nombrado. El juez de comisión remitió la querella a la Real
Audiencia. 61
La Real Audiencia determinó “… que sin embargo de la suplicación interpuesta del
dicho marqués, confirmaban y confirmaron en grado de revista el auto en esta causa
presentado por esta Real Audiencia, en 27 de enero de este presente año…”. El auto a
que se refiere confirmaba a su vez una ordenanza emitida por el virrey Luis de Velasco
el 13 de enero de 1595, por el cual, con la autorización de Gasco de Velasco, fiscal de
la Real Audiencia, se nombró por administrador general para “… que administre justicia
en las minas de Guautla, Tehuistla, Cuachichinola, Chimalacatlán e las demás del
Estado de Marqués del Valle…” al capitán Rodrigo Jorge, por el tiempo de ocho años
para desempeñar el cargo que el rey le había otorgado: 62
“… administrando justicia en todos los casos y cosas anexas y concernientes a las dichas minas
y a los mineros y personas que en ellas y su beneficio estuvieren y entendieren y en todo lo
demás que para su ministerio, avío y comodidad hubiere allí en cualquier manera vos tocare
instrumento de que usen y usaren bestias y bueyes e demás cosas, muebles e raíces de que
se aprovecharen para su aviamiento y efecto, advocando a vos todas las causas que de este
género estuvieren pendiente y de nuevo se ofrecieren en las dichas minas e cualquiera de ellas,
los cual se haga y cumpla precisamente, e cualesquier justicias ante quien estuvieren
pendientes, os las remitan e no se entremetan de aquí adelante en el conocimiento de ellas ni
alguna de ellas por alguna manera contra lo contenido en el dicho capítulo so pena de incurrir
en la pena en que caen e incurren los que sin comisión usan oficio real, que para el uso del
dicho oficio os doy poder y facultad que de derecho se requiere y mando a todas las personas
que en las dichas minas vinieren y residieren os hayan y tengan por tal administrador, juez de
61
Ibíd., 119-119v.
Ibíd., 123-124. El auto de la Real Audiencia fue confirmado por otros autos de 14 y 21 de julio de 1595.
Ver fs. 171, 176 y 177.
62
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III Congreso Nacional: Estudios Regionales y la Multidisciplinariedad en la Historia
conocimiento e determinado de las dichas cosas de minas y mineros e de todo lo demás
tocante, anexo e perteneciente a su ministerio y beneficio y acudan a lo que les ordenare de él
y manda darle cuenta esta razón, so las penas que se les pusiéredes, en las cuales podáis
condenar los que excedieren y castigar con vara de justicia en las dichas minas.”
Con esta ordenanza del virrey Velasco y confirmada por la Real Audiencia, quedaba
zanjado el conflicto de intereses entre el Marquesado del Valle y la Corona, pues el
administrador general de las minas de Guautla tendría, desde ese momento,
jurisdicción real completamente autónoma del Estado del Marquesado. Por un lado, se
cumplió con la cédula real que le reintegró la jurisdicción civil y criminal de los territorios
del Marquesado del Valle al marqués Fernando Cortés. Pero, por el otro, apoyándose
en las leyes pragmáticas y en los intereses de los mineros y de la propia Corona, acotó
la jurisdicción real de las minas de Guautla.
¿Pero cómo se amplió la jurisdicción territorial de las minas de Guautla a toda la región
de las Amilpas?
En los autos se observa que simplemente se hizo entrega de la jurisdicción de las
cabeceras y pueblos sujetos a Cuernavaca, Tepoztlán, Yautepec, Oaxtepec, Yecapixtla
y las Tlalnaguas, omitiéndose la entrega en las Amilpas. En particular, cuando se hizo
la entrega de la jurisdicción en Oaxtepec, el 20 de diciembre de 1594, únicamente se
incorporaron los pueblos que directamente eran estancias y sujetos de esa villa, pues
no se menciona que se hubiesen trasladado a algún pueblo de las Amilpas para hacer
la entrega de la jurisdicción en ese lugar, tal y como se había hecho en los pueblos de
las Tlalnaguas. 63
Así que los pueblos de Ahuehuepan, Anenecuilco, Cuautla,
Cuautlixco, Olintepec,
Xochimilcatzingo, Amilcingo, Ayotinchan, Tecpanecapan y
Zumpango quedaron excluidos de la jurisdicción del Marquesado del Valle.
Esta decisión, con toda seguridad se apoyó en los intereses particulares creados con
anterioridad en las Amilpas y fomentados por la Corona española, porque con ello le
extirpaba un enorme territorio a la alcaldía mayor de Cuernavaca, cosa que habían
intentado las autoridades reales desde la época que la Segunda Audiencia había
gobernado, cuando se había hecho el reclamo de los 23 mil vasallos que deberían
63
Ibíd., fs. 467-472v.
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III Congreso Nacional: Estudios Regionales y la Multidisciplinariedad en la Historia
corresponder al Marquesado del Valle. Paralelamente, a partir de mediados de siglo, la
Corona española había tratado de promover el cultivo de la caña de azúcar en aquellos
lugares donde hubiera condiciones para ello, como se denota en las instrucciones
dadas el 7 de junio de 1568 al virrey Martín Enríquez de Almanza (1568-1580), uno de
cuyos capítulos especifica:
“18. Asimismo somos informados que en muchas ciudades de la Nueva España, hay tierras
muy buenas y aparejadas para poner caña de azúcar, hacer ingenios, porque son tierras
templadas y de mucha agua. Así, cerca del Mar del Norte como en la costa del Mar del Sur,
procurareis que algunas personas se encargue de hacer algunos ingenios de azúcar y los
favoreceréis en lo que buenamente se pudiere hacer; dándoles tierras donde hagan los
ingenios y planten la caña, lo que pareciere conveniente para ellos sin que sea ningún perjuicio
para los indios, y han de entender que han de tener negros para el servicio de los ingenios sin
que en ellos entiendas indios, so graves penas.” 64
El mismo capítulo se repite en las instrucciones dadas a los virreyes Lorenzo Suárez de
Mendoza (1580-1583), conde de la Coruña, el 3 de junio de 1580; y Álvaro Manrique de
Zúñiga (1585-1590), marqués de Villamanrique, el 1 de marzo de 1585. 65
Por supuesto, las tierras del Marquesado en Cuernavaca y las Amilpas se encontraban
muy cerca de la ciudad de México y en ellas ya se habían cultivado caña de azúcar por
iniciativa de Hernán Cortés y se tenía certeza de la bondad de las tierras para ese tipo
de cultivo. Así que, estando el Marquesado secuestrado y administrado por la Corona
se comenzaron a dar mercedes de tierras desde 1579.
Según el documento, el virrey conde de la Coruña, desde mediados de junio de ese
año, autorizó en las Amilpas la venta de tierras que los del pueblo de Cuautla hicieron
al convento de Santo Domingo de la ciudad de México en las cercanías pueblo de
Agüegüepan. 66 Luego, el 15 de diciembre de 1581, el mismo virrey volvió a autorizar
64
Ernesto de la Torre Villa, Instrucciones y memorias de los Virreyes Novohispanos, compilación e
índices de Ramiro Navarro de Anda, Editorial Porrúa, México, 1991 (Biblioteca Porrúa, 101), v. 1, pp.
166-167.
65
Ibíd., pp. 197-198 y 215.
66
AGNM, Indiferente Virreinal, Caja 6518, e. 107, fs. 1-4. En el documento se cita al virrey conde de la
Coruña, pero debió de tratarse del virrey Martín Enríquez de Almanza.
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III Congreso Nacional: Estudios Regionales y la Multidisciplinariedad en la Historia
otra venta de tierras que los de Cuautla hicieron al mismo convento y que se añadieron
a una donación que en marzo de 1580, Fernando Pacheco había hecho al convento.
Las tierras iban desde el ingenio de Cuauhixtla, que era propiedad del convento de
Santo Domingo, hasta el pueblo de San Francisco Mapaztlán. El virrey Álvaro Manrique
de Zúñiga, también autorizó la venta de otras cuatro caballerías de tierra al mismo
convento, que iban del pueblo de Anenecuilco a la estancia de Atotoniacan, que
también lindaban con tierras del ingenio de Cuauhuixtla. Posteriormente, en septiembre
de 1591, el virrey Luis de Velasco autorizó la venta de otras cinco caballerías de tierras
que los indios de Anenecuilco y Cuautla hicieron al convento, en términos del pueblo de
Agüegüepan. 67 Como se observa, se trata del acaparamiento de tierras por parte del
convento de Santo Domingo de México que dieron origen al ingenio y hacienda de
Cuahuixtla y que fueron obteniendo de la compra de tierras de los indios de Cuautla y
Anenecuilco.
En 1581, el virrey conde de la Coruña otorgó una merced de cuatro caballerías de tierra
al Hospital de Oaxtepec, 68 donde fundaron un ingenio que llegaría a conocerse como
la hacienda del Hospital, otra institución eclesiástica que llegó a acaparar tierras en las
Amilpas. También en ese mismo año, se otorgó una merced de tierras al contador real
Gordián Casasano. 69
Se tienen indicios de que también se otorgaron tierras a varios particulares. En 1584,
se dotó de tierras a Juan Gutiérrez en Xochimilcatzingo. 70 En 1589, Antón de Ubías
tenía unas labranzas de tierra en el valle de las Amilpas; 71 y Luis de Rebolledo recibió
una merced de tierras por parte del Marqués Villamanrique, de un sitio de ganado
menor y dos caballerías de tierra. 72 Probablemente antes de 1598, los herederos de
Antonio Alonso, difunto, vendieron a Diego Caballero un trapiche en términos de las
67
AGNM, Indiferente Virreinal, Caja 1192, e. 16, fs. 1-2. Jesús Sotelo Inclán, Raíz y razón de Zapata,
Gobierno del Estado de Morelos, Comisión Ejecutiva para las Conmemoraciones del 2010, Instituto de
Cultura de Morelos, Edición Facsimilar, Cuernavaca, 2010, p. 98. Sotelo Inclán cita otras tierras que los
de Anenecuilco vendieron al convento de Santo Domingo en 1587.
68
Jesús Sotelo Inclán, Raíz…, op. cit., pp. 98 y 99. Horacio Crespo (dir.), Historia del azúcar en México,
Fondo de Cultura Económica, México, 1988, t. I, Cuadro 1, p. 50.
69
Horacio Crespo (dir.), Historia…, op. cit., t. I, Cuadro 1, p. 50; Silvio Zavala, Fuentes…, op. cit., v. III,
pp. 87-88 y 509-510.
70
Horacio Crespo (dir.), Historia…, op. cit., t. I, Cuadro 1, p. 50.
71
Silvio Zavala, Fuentes …, op. cit., t. III, pp. 509-510.
72
Jesús Sotelo Inclán, Raíz…, op. cit., p. 99.
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III Congreso Nacional: Estudios Regionales y la Multidisciplinariedad en la Historia
Amilpas. 73 El 30 de diciembre de 1599, el virrey ordenó a Adán Díez Texeiro, veedor de
los ingenios y trapiches de azúcar del marquesado, que no cerrara el ingenio de caballo
que Lucio Lopio Labartengo tenía en las Amilpas; 74 y se sabe que Francisco Martínez y
el licenciado Frías Quijada tenían trapiches de azúcar en la misma región. 75 El 29 de
marzo del año siguiente, se ordenó al mismo veedor de los ingenios y trapiches, que
tampoco cerrara el trapiche de Margarita Luis, residente en las Amilpas. 76 También
Antonio Alonso recibió una merced de tierras en ese año en la misma región. 77
En noviembre de 1599, los dueños de ingenios en las Amilpas informaron al virrey de la
importancia de sus explotaciones de azúcar y de la posibilidad de que se arruinarían si
se les quitaban los indios del repartimiento. Así que el virrey ordenó que Rodrigo Jorge,
corregidor de Ocuituco, averiguara la calidad e importancia de cada ingenio y trapiche.
En 1600 se presentó un informe en el que aparecen los siguientes ingenios y
trapiches: 78
El ingenio y trapiche de Diego Caballero con valor de 250 pesos de oro común.
El ingenio del marqués del Valle, 200 pesos.
El trapiche de Lucio Lopio Lombartengo, 60 pesos.
El trapiche del licenciado Frías Quixada, 60 pesos
El trapiche de Gordián Casasano, 80 pesos.
El trapiche de los religiosos de Santo Domingo, 80 pesos.
El trapiche de los menores de Solís, 80 pesos.
El trapiche de Francisco de Solís, 80 pesos.
El trapiche de Andrés Martín de Herrera 60, pesos.
El trapiche de los padres de la Compañía de Jesús, 50 pesos.
73
Silvio Zavala, Fuentes…, op. cit., v. IV, pp. 327-328; Jesús Sotelo Inclán, Raíz…, op. cit., p. 99
Silvio Zavala, Fuentes…, op. cit., v. IV, pp. 382-383; Horacio Crespo (dir.), Historia…, op. cit., t. I,
Cuadro 1, p. 50
75
Silvio Zavala, Fuentes…, op. cit., v. IV, pp. 362, 332-333 y 378-379; Jesús Sotelo Inclán, Raíz…, op.
cit., p. 99; Horacio Crespo (dir.), Historia…, op. cit., t. I, Cuadro 1, p. 50
76
Silvio Zavala, Fuentes…, op. cit., v. IV, pp. 410-411; Horacio Crespo (dir.), Historia…, op. cit., t. I,
Cuadro 1, p. 50.
77
Horacio Crespo (dir.), Historia…, op. cit., t. I, Cuadro 1, p. 50
78
Silvio Zavala, Fuentes…, op. cit., v. IV, pp. 362 y 413-415; Horacio Crespo (dir.), Historia…, op. cit., t. I,
Cuadro 1, p. 50.
74
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El valor de los ingenios y trapiches enlistados alcanzó un total de 1,000 pesos de oro
común. Además, había que tomar en cuenta el peso político de los dueños de los
ingenios: Diego Caballero, el licenciado Frías Quijada, el contador Gordían Casasano y
el propio marqués del Valle y, asimismo, tres instituciones religiosas: el Hospital de
Oaxtepec, el convento de Santo Domingo y la Compañía de Jesús.
También, 16 kilómetros al noreste de las minas de Guautla, se localizaba la hacienda
de beneficio de metales de Iztoluca, perteneciente a Juan de la Cueva, secretario de la
Real Audiencia, quien para 1591 había fallecido, y que en ese año se ordenó que se
informara sobre el estado de la hacienda. 79
Como se observa, en algunos casos las fechas de las mercedes de tierras son claras y
precisas y en otros corresponden a información indirecta del periodo que corre de 1598
a 1600, pero que muy probablemente, las mercedes fueron otorgadas en fechas
anteriores cercanas a 1594, año de la reintegración de la jurisdicción civil y criminal de
Oaxtepec al marqués del Valle.
Esta información confirma la importancia que obtuvieron las propiedades dedicadas al
cultivo de la caña de azúcar y de los intereses económicos de los particulares que
fueron fomentados por la Corona española, con lo que debilitó la posición del marqués
del Valle, al cercenar un enorme franja territorial de la alcaldía mayor de Cuernavaca y
crear la alcaldía mayor de las minas de Guautla.
Con el paso del tiempo, la denominación de alcaldía mayor de las minas de Guautla se
transformó. Generalmente, durante fines del siglo XVI y hasta fines del XVII, al justicia
mayor se le dio el título de “alcalde mayor de las minas de Guautla y corregidor de
Ocuituco, las Amilpas y su jurisdicción”, como aparece en la mayor parte de
documentos posteriores. 80 Probablemente a finales del siglo XVII o a principios del
XVIII, debido a la costumbre de que al alcalde mayor radicaba en el poblado de
Cuautla de Amilpas y dejaba un teniente como encargado en el real de minas de
Guautla, la denominación del alcalde mayor cambió y se le empezó a nombrar como
“alcalde mayor de Cuautla de Amilpas” o como “alcalde mayor de Cuautla de Amilpas,
79
AGNM, Indios, v. 3, e 626, f. 149.
Ver por ejemplo: AGNM, Indiferente Virreinal, Caja 6448, e. 7, fs. 4; o AGNM, Real Hacienda, v. 1423,
e. 40, f. 516-524
80
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corregidor de Ocuituco y su agregado de Tetela del Volcán”. 81 Las minas de Guautla se
localizaban en un lugar alejado de las rutas principales de comercio y de la ciudad de
México a diferencia de Cuautla que se encontraba en el cruce de los caminos entre el
Altiplano Central, la tierra caliente y las regiones de Puebla y Oaxaca.
Durante el resto del periodo colonial, Ocuituco continuó como corregimiento
dependiente de la alcaldía mayor de las minas de Guautla, a la cual se adhirió también
el corregimiento de Tetela del Volcán. Guazulco, Temoac, Tlacotepec y Zacualpan
fueron desincorporados del corregimiento de Ocuituco e integrados directamente a la
jurisdicción de la alcaldía mayor de Cuautla de Amilpas. 82
Con la ordenanza de intendentes de 1786, se hizo una transformación de las
jurisdicciones territoriales de la Nueva España, que se dividió en doce intendencias,
tomando en consideración la antigua división de alcaldías y corregimientos. 83
La alcaldía mayor de Cuautla de Amilpas, con los agregados de Tetela del
Volcán y Tochimilco, quedaron dentro de la jurisdicción de la Intendencia de Puebla.
Directamente de Cuautla de Amilpas dependían Guazulco, Tetelzingo, Tlamimilulpa,
Jumiltepec, Tlacotepec, Zacualpan, Temoac y Ocuituco. De Tetela del Volcán
dependían Hueyapan y Metepec. A Tochimilco quedaron supeditados los pueblos
sujetos que anteriormente tenía bajo su jurisdicción: San Miguel, San Martín, San
Antonio Alpanoca, Huilango, Santa Cruz, Toltzinco, Teuzanilpa, Cuautomatitlan,
Zacatempan, Yoncuitlalpa, Tepanapa, Huilotepec y Colozingo. 84
Por acuerdo de la Junta Superior de la Real Hacienda del 23 de enero de 1792,
la subdelegación de Cuautla de Amilpas fue integrada a la Intendencia de México, pero
sin considerar Tochimilco y su demarcación que quedaron dentro de la Intendencia de
Puebla. La decisión fue aprobada por real orden del 8 de septiembre del mismo año. 85
De este modo, la alcaldía mayor de Cuautla regresó a los límites territoriales
anteriores a 1786 y comprendía los pueblos anteriormente mencionados de las
81
Ver por ejemplo: AGNM, Indiferente Virreinal, Caja 617, e. 29, fs. 1-11; o AGNM, Indiferente Virreinal,
Caja 59, e. 9, fs. 1-8; Caja 6423, e. 76, f. 1.
82
Peter Gerhard, Geografía…, op. cit., pp. 94 y 95.
83
Áurea Commons, Las intendencias de la Nueva España, Instituto de Investigaciones Históricas,
Instituto de Geografía, Universidad Nacional Autónoma de México, México, 1993 (Espacio y Tiempo, 4),
p. 27.
84
Ibíd., pp. 35 y 37-42.
85
Ibíd., pp. 122-123.
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Amilpas, el real de minas de Guautla, y los corregimientos de Ocuituco y Tetela del
Volcán. Situación que se mantuvo hasta finalizar el periodo de la dominación española
en 1821.
Jurisdicción eclesiástica
Para complementar la información sobre la alcaldía mayor de Cuautla de Amilpas, vale
la pena hablar de la jurisdicción eclesiástica.
Los franciscanos que habían llegado a la Nueva España desde 1524, se
asentaron también en Cuernavaca al año siguiente, donde fundaron un convento con la
intención de adoctrinar los pueblos de la alcaldía mayor de Cuernavaca y los de las
vecinas provincias de Ocuilan y Malinalco. En la alcaldía mayor de Cuernavaca hicieron
sus primeras visitas en Oaxtepec y Yecapixtla, que posteriormente abandonaron. En
1569, los franciscanos tenías dos doctrinas: Cuernavaca y Tlaquiltenango. La primera
tenía once visitas que eran atendidas por cuatro clérigos y un lego. En Tlaquiltenango
había dos religiosos que se encargaban de adoctrinar la cabecera y doce pueblos
sujetos. 86
Hacia 1540, los franciscanos fundaron una casa en Tlaquiltenango, en el lugar donde
más tarde se edificaría el convento que habitaron hasta 1573. Por esas fechas, los
dominicos, que se habían establecido en el convento de Yautepec, viendo que el
convento de Tlaquiltenango estaba abandonado, se situaron en él y comenzó un pleito
entre ambas órdenes que duró muchos años. En 1586, los dominicos fueron
expulsados del convento, regresando a mano de los franciscanos, pero en 1592 terminó
el pleito, quedando los dominicos como encargados de la doctrina de Tlaquiltenango y
sus sujetos, entre los que se nombra a Teocalzingo. 87 Hay que recordar que en el
proceso de posesión de la jurisdicción civil y criminal del marquesado a Fernando
Cortés, marqués del Valle, se menciona que el pueblo de Guautla era sujeto de
86
Guillermo Nájera Nájera y Jaime García Mendoza, “Evangelización y creación de las jurisdicciones
eclesiásticas” en Jaime García Mendoza y Guillermo Nájera Nájera (coords.), De los señoríos indios al
orden novohispano,
en Horacio Crespo (dir.), Historia de Morelos. Tierra, gente, tiempos del Sur,
Congreso del Estado de Morelos, LI Legislatura, Cuernavaca, 2010, t. 3, pp. 237 y 241-242.
87
Laura Elena Hinojosa Hinojosa, “El pleito franciscano y dominico por el convento de Tlaquiltenango” en
Jaime García Mendoza y Guillermo Nájera Nájera (coords.), De los señoríos…, op. cit, t. 3, pp. 617-643.
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Teocalzingo y que entraban dentro de la jurisdicción eclesiástica del convento de
Tlaquiltenango. 88
Asimismo, los dominicos que habían llegado a la Nueva España en 1526, se
situaron en la visita que los franciscanos habían dejado en Oaxtepec en 1528. Desde
allí se encargaron de la adoctrinar a los pueblos de las Amilpas. Durante la década de
1580, edificaron una casa en Santiago Cuautla. 89
De lo anterior se puede deducir que, de 1524 hasta el descubrimiento de las minas en
Guautla, este pueblo recibió la doctrina cristiana primero de los franciscanos hasta
1576, y luego hasta 1582 o 1583 de los dominicos. A partir del descubrimiento de las
vetas de plata, la parroquia de las minas de Guautla fue secularizada y se nombró un
cura beneficiado, cargo que ocupaba en 1595, el bachiller Martín Díaz. 90
Por otro lado, los agustinos llegaron a la Nueva España en 1533 y al año siguiente
fundaron un convento en Santiago Ocuituco, donde había dos religiosos encargados de
administrar siete poblaciones Zacualpan, Xantetelco, Xonacatepec, Xumiltepec,
Yecapixtla, Totolapan, Atlatlauhcan y Tlayacapan. A partir de 1536, la doctrina fue
secularizada. En 1554, los agustinos regresaron a Ocuituco. 91
En 1535, los mismos agustinos fundaron una visita en Zacualpan de Amilpas, donde
tres religiosos se encargaban de administrar los sacramentos en las estancias de
Tlacotepec, Temoac, Puputlan, Tocalpan y Cuauhculco. A finales de la década de 1570,
la parroquia fue secularizada. 92
En 1557, los agustinos fundaron dos nuevas casas, San Agustín Jonacatepec y
San Andrés Jumiltepec, que funcionaban como vicarías. Entre 1566 y 1569, San
Agustín Jonacatepec fue convertida en priorato, con tres frailes que administraban las
poblaciones de Amacuitlapilco, Chalcacingo, Tetela, Teliztaca, Atlacahualoyan,
88
AGNM, Hospital de Jesús, v. 732, leg. 382, e. 41, fs. , 195-200v., 223-226 y 229-230.
Guillermo Nájera Nájera y Jaime García Mendoza, “Evangelización…, op. cit., t. 3, pp. 243-245; Peter
Gerhard, Geografía…, op. cit., p. 95. Enrique Anzures Carrillo, “Anenecuilco, la iglesia de San Miguel y la
frustrada construcción del convento dominico en 1580” en Enrique Anzures Carrillo (coord.), El municipio
de Ayala. Apuntes desde su historia, Instituto de Cultura de Morelos, Ayuntamiento Municipal de Ayala,
Conaculta – Centro INAH Morelos, Coordinación del Patrimonio Cultural Intangible de Morelos, Ayala,
2009, pp. 47-70.
90
AGNM, Hospital de Jesús, v. 732, leg. 382, e. 41, fs. , 101-110.
91
Guillermo Nájera Nájera y Jaime García Mendoza, “Evangelización…, op. cit., t. 3, pp. 249-251; Peter
Gerhard, Geografía…, op. cit., p. 95.
92
Guillermo Nájera Nájera y Jaime García Mendoza, “Evangelización…, op. cit., t. 3, p. 252; Peter
Gerhard, Geografía…, op. cit., p. 95.
89
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Axochiapan, Tehuamac, Tecpancingo y Atotonilco. En lo que respecta a San Andrés
Jumiltepec, en 1572 también se convirtió en priorato, que con dos religiosos que se
encargaban
de
adoctrinar
a
los
pueblos
de
Tamazquititlán,
Atengo,
Cuauhuecuahuazco, Cacamiltzinco, Ocoxltepec, Amomoloco y Cacamilpan. 93
Los franciscanos de la provincia de San Diego de Alcalá, probablemetne, se
establecieron a finales del siglo XVI en las Amilpas. Hacia 1640, los dieguinos
construyeron un convento en Cuautla, compartiendo con los dominicos la impartición de
los sacramentos a las comunidades indígenas de la región. 94
Durante el siglo XVIII, las doctrinas agustinas fueron secularizadas, Jumiltepec
en 1752, Ocuituco en 1775 y después Zacualpan de Amilpas, solamente los dominicos
y los dieguinos conservaron sus doctrinas en las Amilpas durante el resto del periodo
colonial. 95
Es interesante el caso de la creación de la alcaldía mayor de Cuautla de Amilpas por
varias razones. Primero, porque deriva de un conflicto a largo plazo de intereses entre
la Corona española y los marqueses del Valle de Oaxaca. En un inició, desde la época
de la Segunda Audiencia se le intentó restar territorio al marquesado. Luego como
consecuencia del secuestro del Estado del Valle, y del descubrimiento de vetas de plata
en Guautla, la Real Audiencia buscó mantener separada la jurisdicción de las minas
con respecto al marquesado.
Paralelamente, durante la última década del secuestro del marquesado, la
Corona española fomentó el desarrollo de la industria del azúcar, otorgando mercedes
de tierras a particulares en las Amilpas, territorio que aún se encontraba dentro del
Estado del Valle. Cuando Felipe II devolvió la jurisdicción a Fernando Cortés marqués
del Valle de Oaxaca en 1594, se hizo evidente el conflicto de intereses entre el
marquesado, los particulares, los mineros y la Corona española. Así que se omitió la
entrega de la jurisdicción al marqués del Valle en la región de las Amilpas y se creó la
93
Guillermo Nájera Nájera y Jaime García Mendoza, “Evangelización…, op. cit., t. 3, pp. 252-253; Peter
Gerhard, Geografía…, op. cit., p. 95.
94
Guillermo Nájera Nájera y Jaime García Mendoza, “Evangelización…, op. cit., t. 3, pp. 246; Peter
Gerhard, Geografía…, op. cit., p. 95.
95
Peter Gerhard, Geografía…, op. cit., p. 95.
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alcaldía mayor de las minas de Guautla, mutilándole un enorme territorio al
marquesado.
Asimismo, es interesante observar como la denominación de la alcaldía mayor y
la sede política, cambiaron con el transcurso de los años debido principalmente a la
lejanía de las minas de Guautla y al clima extremo que las caracterizan. En cambio, la
villa de Cuautla, se localizaba en un punto estratégico en las vías de comunicación,
más cercano a la ciudad de México y en el cruce de las rutas comerciales del Altiplano,
la tierra caliente y las regiones de Puebla y Oaxaca.
La alcaldía mayor de Cuautla de amplió su jurisdicción hacia otros pueblos más
allá de las Amilpas: Guazulco, Tetelzingo, Tlamimilulpa, Jumiltepec, Tlacotepec,
Zacualpan, Temoac y Ocuituco; así como a los corregimientos de Ocuituco y Tetela del
Volcán hasta finales del periodo de la dominación española.
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