Vicios redhibitorios

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LOS VICIOS REDHIBITORIOS.
Los vicios redhibitorios son aquellos defectos ocultos que deterioran la esencia de una cosa de tal forma que,
de haberse conocido por el adquirente, no habrÃ−a celebrado el contrato o habrÃ−a pagado un precio menor.
Cuando dos personas contratan sobre una cosa, debe entenderse que lo hacen teniendo en cuenta su estado
aparente y las cualidades que normalmente tienen las cosas de su especie y calidad.
Si luego de contratar resulta que la cosa tenÃ−a un vicio o defecto, la lealtad que preside las relaciones
contractuales obliga al enajenante a apresurarse a ofrecer al adquirente la rescisión del contrato o la
indemnización del perjuicio; y si no lo hace, la ley le da acciones al adquirente.
No hay que confundir la acción por vicio redhibitorio con un recurso contra la mala fe del enajenante en lo
referido al conocimiento del vicio, ya que en estos casos el adquirente ya está amparado por la acción de
nulidad y la de daños y perjuicios.
Esta garantÃ−a es debida aun en el caso de que el enajenante sea de buena fe respecto de los vicios.
Técnicamente es una responsabilidad contractual sin culpa.
Mientras la garantÃ−a de evicción compromete el derecho mismo que se ha transmitido, aquÃ− está en
juego la integridad económica y práctica de la cosa.
La existencia de vicios o defectos que se atribuyan a las cosas vendidas serán determinadas por peritos
expertos en la materia que se trate, salvo pacto en contrario.
El adquirente tiene el derecho de hacer retomar ( redhibire ) la cosa al enajenante y de exigirle que éste le
devuelva el precio; pero para ello es necesario que el vicio tenga una importante entidad, caso contrario, el
enajenante solo puede reclamar la restitución de parte del precio.
ArtÃ−culo 2.164: Son vicios redhibitorios los defectos ocultos de la cosa, cuyo dominio, uso o goce se
transmitió por tÃ−tulo oneroso, existentes al tiempo de la adquisición, que la hagan impropia para su
destino, si de tal modo disminuyen el uso de ella que al haberlos conocido el adquirente, no la habrÃ−a
adquirido, o habrÃ−a dado menos por ella.
ArtÃ−culo 2.165: Las acciones que en este tÃ−tulo se dan por los vicios redhibitorios de las cosas adquiridas,
no comprenden a los adquirentes por tÃ−tulo gratuito.
Nuestro código hace referencia a ellos en el tÃ−tulo XIV, de la sección III, del libro segundo, dedicándole
los Art. 2164 a 2181, inclusive.
Concepto: En el art. 2164 se los define: Son vicios redhibitorios los defectos ocultos de la cosa, cuyo dominio,
uso o goce se transmitió por tÃ−tulo oneroso, existentes al tiempo de la adquisición, que la hagan impropia
para su destino, si de tal modo disminuyen el uso de ella que al haberlos conocido el adquirente, no la
habrÃ−a adquirido, o habrÃ−a dado menos por ella.
Resulta con claridad que este deber de garantÃ−a se da cuando una persona que transmite el dominio, uso o
goce de una cosa valiéndose de un tÃ−tulo de carácter oneroso, lo cual supone, que recibió una
contraprestación por su entrega.
No cualquier vicio o defecto en al materialidad de la cosa es un vicio redhibitorio susceptible de originar al
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responsabilidad mentada en la ley, y que se traduce en la posibilidad de dejar sin efecto el contrato, volviendo
la cosa al enajenante y restituyendo este el precio pagado, con mas los daños y perjuicios si el tradens
conocÃ−a o debÃ−a conocer los vicios; o bien, en el caso del contrato de compraventa, en accionar para pedir
que se baje de lo dado el menor valor de la cosa.
Ômbito de aplicación: Es aplicable en todos los contratos onerosos, no alcanzan a aquellos adquiridos por
tÃ−tulo gratuito, sea que tenga por objeto transmitir el dominio o simplemente el uso y goce de la cosa.
Pero entre adquirentes y enajenantes que no son compradores y
vendedores el vicio solo da derecho a la acción redhibitoria y no a la quantis minoris , salvo el caso del
contrato de locación de cosas.
ArtÃ−culo 2.164: Son vicios redhibitorios los defectos ocultos de la cosa, cuyo dominio, uso o goce se
transmitió por tÃ−tulo oneroso, existentes al tiempo de la adquisición, que la hagan impropia para su
destino, si de tal modo disminuyen el uso de ella que al haberlos conocido el adquirente, no la habrÃ−a
adquirido, o habrÃ−a dado menos por ella .
ArtÃ−culo 2.165: Las acciones que en este tÃ−tulo se dan por los vicios redhibitorios de las cosas adquiridas,
no comprenden a los adquirentes por tÃ−tulo gratuito.
ArtÃ−culo 1.525: El locador responde de los vicios o defectos graves de la cosa arrendada que impidieran el
uso de ella, aunque él no los hubiese conocido, o hubiesen sobrevenido en el curso de la locación, y el
locatario puede pedir la disminución del precio, o la rescisión del contrato, salvo si hubiese conocido los
vicios o defectos de la cosa.
Requisitos:
Debe tratarse de vicios ocultos.
Tales vicios deben ser graves.
Deben haberse originado en una causa anterior o concomitante al acto de transmisión.
Deben ser desconocidos por el adquirente.
Hay que distinguir entre vicio redhibitorio, presupuesto de la responsabilidad y de la consiguiente acción
redhibitoria, de otros defectos en la materialidad de la cosa o sobre la cualidad de la cosa que ha tenido en
mira, a los que el alude el art. 926 CC, calificándolo de error esencial , que acuerdan al adquirente el derecho
de demandar la nulidad del contrato, y de aquellos defectos que permiten, el importar un incumplimiento,
demandar por cumplimiento de la prestación o por resolución del contrato.
Repárese que el término de prescripción varÃ−a en las tres hipótesis:
3 meses para la acción redhibitoria y quantis minoris
2 años para la nulidad por error
10 años para la acción por cumplimiento o resolución
a) Vicio oculto - Distintos criterios.
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La palabra vicio equivale a defecto, imperfección que altera, modifica o perjudica el funcionamiento del
objeto, tornándolo inapropiado o inservible. Por su parte, el vicio debe ser oculto, es decir, no ser aparente.
Mosset Iturraspe dice que un vicio es oculto cuando no existe posibilidad de descubrirlo sin ensayo o prueba
de la cosa, o bien solo puede ser advertido por expertos o propietarios diligentes. Por el contrario, el vicio es
aparente cuando pueda ser advertido por ser visible o reconocible, por quien ejerce una profesión u oficio.
Respecto al vicio oculto se mencionan dos criterios.
Primer criterio.(consulta a expertos o peritos)
Está tesis impone al adquirente el deber de requerir un estudio técnico, y por ende serán ocultos aquellos
defectos que escapan al estudio del experto.
Segundo criterio.(aptitud del hombre medio). Está tesis en cambio sostiene, que si un hombre con mediana
experiencia no puede detectar el vicio, ese vicio será oculto.
Borda sostiene que deben considerarse ocultos, cuando pueden ser advertidos mediante un atento y cuidadoso
examen, que se valorará según la condición y cualidades personales del adquirente, y a su vez se debe
tener en cuenta las circunstancias que rodean a la celebración del contrato. Por su parte, no se requiere el
auxilio de peritos.
En cambio, si una persona adquiere la cosa sin preocuparse siquiera de efectuar un examen de ella, no podrá
invocar la garantÃ−a, ya que la ley no ampara al adquirente negligente, siempre y cuando por supuesto, que el
enajenante no hubiere cobrado con dolo o mala fe.
Facultades del juez.
Se dice que esta cuestión, es una apreciación de hecho que corresponde a los jueces. El criterio a seguir no
debe ser rÃ−gido, debiendo el juez valorar la circunstancia de cada caso.
Son vicios ocultos: la falta de poder germinativo de las semillas; el mal estado de los productos envasados en
latas; la falta de obras sanitarias independientes, etc.
b) Gravedad del vicio
La falta de gravedad en el vicio hace que tan solo se pueda accionar por el cumplimiento del contrato, pero no
por vicios redhibitorios.
¿Cuándo un vicio tiene que esa entidad?
Es claro que se tratará de una cuestión de hecho, pero por su parte la ley establece algunas pautas
interpretativas, a saber:
Cuando el desperfecto hace que la cosa se vuelva impropia para su destino.
Cuando el desperfecto disminuye la posibilidad de uso de la cosa, que de haberlos conocido el adquirente no
la habrÃ−a adquirido o habrÃ−a dado menos por ella.
No son graves: la humedad en las paredes, la falta de ventilación de una habitación, velocidad del
automotor usado.
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c) Causa anterior y existente al momento de la adquisición.
Como se dijo, el vicio debe tener origen en una causa anterior o concomitante al acto de adquisición, de lo
contrario, si se originan posteriormente a la adquisición el adquirente no tiene responsabilidad alguna.
Excepcionalmente, en al locación de cosas, son vicios redhibitorios los “sobrevenidos en el transcurso de la
locación. Por ejemplo volverse la casa oscura y sin iluminación por construcciones vecinas sobrevinientes.
Incumbe al adquirente, probar que el vicio existÃ−a al tiempo de la adquisición.
d) Desconocimiento de la adquirente.
El artÃ−culo 2170 CC establece: El enajenante está también libre de la responsabilidad de los vicios
redhibitorios, si el adquirente los conocÃ−a o debÃ−a conocerlos por su profesión u oficio. Por esta norma,
el adquirente no podrá invocar error sobre el conocimiento que tenÃ−a de la cosa, pues la ley presume que
por su profesión u oficio, no podÃ−a dejar de conocerlos y que su error es inexcusable .
Efectos de los Vicios Redhibitorios
Los vicios originan dos acciones:
Acción redhibitoria: priva a los contratos sus efectos al provocar la rescisión
Acción quantis minoris : para la compraventa, que consiste en reducir el precio, de conformidad con el art
2.172.
Entre adquirentes y enajenantes que no son compradores y vendedores, el vicio redhibitorio de la cosa
adquirida sólo da derecho a la acción redhibitoria, pero no a la acción para pedir que se baje de lo dado el
menor valor de la cosa.
El comprador, puede intentar una u otra acción, se trata de acciones alternativas. (art. 2.175), pero no tendrá
derecho para intentar una de ellas, después de ser vencido o de haber intentado la otra.
Efectos de los derechos del adquirente afectado:
a) Al cumplimiento.
Se sabe hasta el cansancio que los vicios redhibitorios dan lugar a la dos acciones clásica. Al margen de
ellas, ¿tiene acción del perjudicado para exigir el cumplimiento del contrato?.
Por supuesto que cuando la cosa presenta vicios lo afirmado anteriormente se complica, ya que el pago debe
ser integro e idéntico, por lo que será difÃ−cil que reúna estas cualidades encontrándose la cosa
viciada, por lo que no se podrÃ−a pretender el exacto cumplimiento.
Ahora bien, esta dificultad puede ser salvada, si se autoriza al perjudicado a reclamar (si ello es posible) la
reparación del defecto a costa del enajenante, para que el adquirente pueda quedarse con la cosa reparada o
restaurada. Pero ello no termina aquÃ−, ya que el perjudicado tendrá derecho a solicitar la reducción
proporcional del precio (defecto de la quanti minoris ) para compensar la disminución del valor de la cosa.
Está demás decir, que la acción de cumplimiento se podrá ejercer sin mayores dificultades, cuando se
trate de cosas que pertenecen a un género, que nunca perece y en otras situaciones similares.
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b) Otras acciones.
Además de la indicada anteriormente (exigir la reparación de la cosa) encontramos:
La de pedir la resolución del contrato por incumplimiento (Art.1204). La de oponer la exceptio non
adimpleti contractus (Art.1202). La indemnización por incumplimiento contractual, que estará sujeta a las
reglas generales.
Derecho de opción:
Como se sabe, por medio de la redhibitoria puede demandar la resolución del contrato, donde debe devolver
la cosa y exigir la restitución del precio. Por medio de la quanti minoris , podrá únicamente reclamar la
disminución del precio.
En opinión de Borda, el derecho de opción, sólo tendrá lugar en caso de que los vicios sean graves, por
el contrario, tratándose de vicios leves, el comprador sólo puede intentar la quanti minoris . Esta tesis ha
sido adoptada por la jurisprudencia, y su fundamento radica, en que cuando
los vicios no son graves, no es conveniente autorizara al comprador a deshacer el contrato, debiendo limitarse
a solicitar la disminución del precio. Como se ve se funda, en el principio de conservación de los negocios
jurÃ−dicos.
El derecho de opción del comprador se pierde por dos hipótesis:
Cuando se elige una de las acciones ante el órgano jurisdiccional. Cuando intentada una acción, el
demandante resulta vencido. El comprador conserva el derecho de opción, hasta la "notificación
judicial de la demanda". En ese momento se considera hecha la opción.
Por su parte también perderá el derecho de opción, si es derrotado en el juicio.
El derecho de opción es indivisible, por lo que si los accionantes son varios, no podrán unas elegir la
redhibitoria y otras optar por la estimatoria, por lo que todas conjuntamente deberán decidirse por una sola
clase de acción.
¿La opción se confiere a otros adquirentes?
Nuestro Código Civil, ofrece el derecho de opción solamente al comprador. Por ejemplo en el contrato de
permuta, no podrÃ−a darse ya que no existe precio en dinero y mal se puede pedir su reducción. A lo sumo
cabe aquÃ− la redhibitoria para dejar sin efecto el contrato.
Con relación a la carga de la prueba, incumbe al adquirente probar que el vicio existÃ−a al tiempo de la
adquisición, y si no lo puede probar, se juzga que el vicio sobrevino después (Art.2168).
La acción redhibitoria Es aquella que tiene por objeto dejar sin efecto el contrato, en razón del vicio que
afecta a la cosa transmitida, y en virtud de ello el adquirente debe devolver la cosa viciada al enajenante y
éste, a su vez, está obligado a restituir lo que hubiere recibido a cambio de aquélla.
En cuanto a su ámbito de aplicación, lo establece el Art.2172:
“Entre adquirentes y enajenantes que no son compradores y vendedores, el vicio redhibitorio de la cosa
adquirida sólo da derecho a la acción redhibitoria, pero no a la acción para pedir que se baje de lo dado el
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menor valor de la cosa.”
Es claro el texto, en los contratos de cambio que no son compraventa, solo se concede la acción redhibitoria,
quedando suprimida la estimatoria.
De la letra del Art.2180 se puede extraer una enumeración de los contratos o negocios en los cuales sÃ−
tiene vigencia esta acción.
Art. 2180: Lo dispuesto respecto a la acción redhibitoria entre comprador y vendedor, es aplicable a las
adquisiciones por dación en pago, por contratos innominados, por remates o adjudicaciones, cuando no sea
en virtud de sentencia, en las permutas, en las donaciones, en los casos en que hay lugar a la evicción y en
las sociedades, dando en tal caso derecho a la disolución de la sociedad, o la exclusión del socio que puso la
cosa con vicios redhibitorios.
Cabe preguntarse qué ocurre con los derechos reales con que el comprador haya gravado la cosa, en este
sentido existen varias opiniones:
Para algunos, la acción redhibitoria importa una resolución propiamente dicha, por lo que la acosa vuelve a
poder del enajenante libre de todas las cargas reales, las cuales se extinguen ipso iure por la sentencia.
Para otros, no hay resolución retroactiva; no hay revocación del acto, sino que de ciertas obligaciones que
se imponen al comprador y al vendedor que, desde luego, no pueden afectar los derechos de terceros, por lo
tanto, para intentar esta acción es necesario que el adquirente desgrave previamente la cosa (Borda) Se debe
distinguir, si el enajenante actúa de buena fe o mala fe.
Enajenante de buena fe: Si el enajenante ha vendido la cosa ignorando la existencia de los vicios, queda
obligado a restituir el precio que hubiese recibido con los intereses que se computarán desde la fecha en que
recibió el pago. El adquirente, por su parte, está obligado a restituir la cosa con los frutos y productos que
hubiera percibido desde la fecha en que el vendedor hizo entrega de la cosa.
¿Se puede compensar los frutos de la cosa con los intereses del precio?: Borda se pronuncia por la respuesta
positiva.
Con relación a los gastos del contrato, deben ser soportados en el orden en que fueron causados. Sólo
cuando el comprador demuestre que los gastos le han provocado un grave deterioro patrimonial, podrá el
juez por razones de equidad distribuir las cargas de manera que cada patrimonio sufra el menor perjuicio
posible. Todo dependerá de la circunstancia de cada caso en concreto.
Enajenante de mala fe: Habrá mala fe no sólo cuando se tenga efectivo conocimiento del vicio, sino
también cuando el vendedor deba conocerlos en razón de su profesión, arte u oficio.
En lo demás casos, que sean vendedores carente de cualidades profesionales, el comprador deberá
demostrar que el enajenante era de mala fe.
Ahora bien, demostrado que el vendedor es de mala fe, queda obligado Reparación no satisfactoria. En los
supuestos en que la reparación efectuada no resulte satisfactoria por no reunir la cosa reparada, las
condiciones óptimas para cumplir con el uso al que está destinada, el consumidor puede:
a) Pedir la sustitución de la cosa adquirida por otra de idénticas caracterÃ−sticas. En tal caso el plazo de la
garantÃ−a legal se computa a partir de la fecha de la entrega de la nueva cosa;
b) Devolver la cosa en el estado en que se encuentre a cambio de recibir el importe equivalente a las sumas
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pagadas, conforme el precio actual en plaza de la cosa, al momento de abonarse dicha suma o parte
proporcional, si hubiere efectuado pagos parciales;
c) Obtener una quita proporcional del precio. En todos los casos, la opción por parte del consumidor no
impide la reclamación de los eventuales daños y perjuicios que pudieren corresponder.
Vicios redhibitorios . La aplicación de las disposiciones precedentes, no obsta a la subsistencia de la
garantÃ−a legal por vicios redhibitorios.
En caso de vicio redhibitorio:
a) A instancia del consumidor se aplicará de pleno derecho el artÃ−culo 2176 del Código Civil;
b) El artÃ−culo 2170 del Código Civil no podrá ser opuesto al consumidor.
La regulación de la 24240, pone énfasis en la falta de información adecuada; comprende vicios
intrÃ−nsecos, en la materialidad de la cosa, y extrÃ−nsecos, que el consumidor sufre en su salud; pone el
acento en la reparación de los defectos o vicios y posibilita reclamar, además, los daños sufridos; no
enfatiza sobre la gravedad del vicio; otorga un plazo de 6 meses para accionar.
Evicción de la cosa donada
ArtÃ−culo 2.145: En caso de evicción de la cosa donada, el donatario no tiene recurso alguno contra el
donante, ni aun por los gastos que hubiere hecho con ocasión de la donación.
ArtÃ−culo 2.146: Exceptúanse de la disposición del artÃ−culo anterior los casos siguientes:
1. Cuando el donante ha prometido expresamente la garantÃ−a de la donación;
2. Cuando la donación fue hecha de mala fe, sabiendo el donante que la cosa era ajena;
3. Cuando fuere donación con cargos;
4. Cuando la donación fuere remuneratoria;
5. Cuando la evicción tiene por causa la inejecución de alguna obligación que el donante tomara sobre
sÃ− en el acto de la donación.
ArtÃ−culo 2.170: El enajenante está también libre de la responsabilidad de los vicios redhibitorios, si el
adquirente los conocÃ−a o debÃ−a conocerlos por su profesión u oficio
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