La crisis del Antiguo Régimen GUERRA DE LA INDEPENDENCIA (1808 -1814) INICIO DE LA REVOLUCIÓN LIBERAL EN ESPAÑA: LAS CORTES DE CÁDIZ (1810-1812) LA DINASTÍA DE LOS BORBONES Carlos III (1759-1788) Carlos IV (1788-1808) La crisis de la monarquía borbónica El reinado de Carlos IV supuso el inicio de la crisis del AR, es decir, de la sociedad estamental y la monarquía absoluta. El reinado de Carlos IV estará marcado por crisis en diversos ámbitos: A nivel internacional: la Revolución Francesa y los enfrentamientos con Francia y Gran Bretaña. A nivel interno: crisis económicas (de subsistencia y de la Hacienda) y crisis políticas (enfrentamiento dentro de la propia institución monárquica) LA FAMILIA DE CARLOS IV La Revolución Francesa EL PÁNICO DE FLORIDABLANCA Real Orden de 15 de julio de 1792 Con motivo de haber dado noticia a la vía reservada de Hacienda los Administradores de las Aduanas de Sevilla, Cádiz y Agreda de haber llegado a ellas varias remesas de libros franceses, preguntando lo que deberían ejecutar (…) he resuelto que se observen las anteriores órdenes (…): El pánico de Floridablanca (II) 1. Que todas las brochuras o papeles impresos o manuscritos que traten de las revoluciones y nueva Constitución de Francia desde su principio hasta ahora, luego que lleguen a las Aduanas, se remitan por los Administradores de ellas directamente al Ministerio de Estado (…). 2. Que todos los libros en lengua francesa, que lleguen a las aduanas de las fronteras y puertos con destino a Madrid, se remitan (…) al Gobernador del Consejo, para que haciéndolos reconocer, se de el pase a los que fueren corrientes, deteniendo los sediciosos, y que traten de las revoluciones de Francia. El ascenso de Manuel Godoy La política exterior de Godoy con Francia 1793-1795: Guerra de los Pirineos. 1795: Paz de Basilea 1796: Primer Tratado de San Ildefonso 1797: Batalla naval de cabo San Vicente La guerra de los Pirineos Después de la ejecución de Luis XVI (enero de 1793), España declara la guerra a la Francia Revolucionaria. En esos momentos Francia ya se encontraba en guerra contra los ejércitos absolutistas de Austria y Prusia. El ejército español a principios de 1793 había penetrado en el sur de Francia y en la región del Rosellón. Sin embargo, pese a la opinión del conde de Aranda de firmar la paz, Godoy se negó a ello. En 1794 el ejército francés contraatacó y ocupo territorio español (desde Bilbao a parte de Cataluña). Godoy, Príncipe de la Paz España se vio obligada a firmar la paz: Paz de Basilea (julio de 1795), por la cual perdíamos la isla caribeña de Santo Domingo. A pesar de esta derrota, Godoy, máximo responsable de este descalabro, recibió el título honorífico de PRINCIPE DE LA PAZ. Un nuevo enemigo: Gran Bretaña Godoy comprendió el hecho consumado de la Revolución Francesa y la conveniencia de tener a Francia como aliada para defender las posesiones americanas amenazadas por los ingleses. El acercamiento a Francia supone una renovación de los Pactos de Familia del siglo XVIII: en agosto de 1796 se firmaba el PRIMER TRATADO DE SAN ILDEFONSO, con lo que la política exterior española giraba 180º. Del enfrentamiento con Francia a nuestra alianza con ella. La alianza con Francia suponía automáticamente el enfrentamiento con Gran Bretaña. EL IMPERIO AMERICANO ESPAÑOL A FINALES DEL SIGLO XVIII Los enfrentamientos navales (I) Resultado de todo lo anterior: la derrota española en la batalla naval de Cabo de San Vicente (1797). Consecuencias: Se paralizaba el comercio español con América (de vital importancia para las arcas de la Monarquía). Teníamos que ceder Menorca a los británicos. Godoy era apartado del cargo: finalizaba su primer mandato como primer ministro (sustituído por los ministros Saavedra y Urquijo). SEGUNDO TRATADO DE SAN ILDEFONSO (1800) El estado de crisis de la monarquía española ya es visto por Francia como una amenaza para sus intereses estratégicos: la caída en manos británicas del imperio americano español suponía una posibilidad cercana. Napoleón, ya situado en el poder en Francia, obligará a España a firmar un nuevo tratado de alianza. Y para ello es necesario que Godoy, vuelva a ser primer ministro, cosa que así ocurrirá en 1800, gracias a las presiones napoleónicas. La alianza hispano-francesa El segundo Tratado de San Ildefonso firmado en 1800,lleva inevitablemente al conflicto con Gran Bretaña y a la supeditación de los intereses españoles a los designios del emperador francés. Dos ejemplos: La guerra de las Naranjas con Portugal en 1801 y la batalla naval de Trafalgar en 1805. La guerra de las Naranjas El retorno de Godoy comenzaba con la declaración de guerra a Portugal en 1801, provocada por la negativa portuguesa a sumarse al bloqueo continental, esencial de la lucha de Napoleón contra Inglaterra. Por el Tratado de Badajoz, España se anexionó Olivenza a la provincia de Badajoz. Portugal, al igual que España con Gibraltar no ha dejado de reivindicar dicha ciudad como plenamente portuguesa. Los enfrentamientos navales (II) La batalla naval de Trafalgar de 1805. Un combinado hispanofrancés fue derrotado por la armada británica dirigida por el almirante Nelson frente a las costas de Cádiz. Supone el final del poderío naval español. Las consecuencias de Trafalgar Para España supone el principio del fin: 20 años después perderemos prácticamente todo el imperio americano español. La interrupción casi total de la relación entre la metrópoli y sus colonias, obligaran a éstas a defenderse y organizarse por sí solas, con lo que comenzaran a tomar conciencia de su capacidad hacia la emancipación. La derrota de Trafalgar debe conectarse con el largo proceso de decadencia española y con el “Desastre” de 1898, punto final a nuestro imperio. Las consecuencias de Trafalgar (II) Para Inglaterra comenzaba la época del imperialismo británico del siglo XIX. Para Francia: Napoleón será consciente del predominio naval británico, y por tanto, el hipotético plan de una “invasión” de la isla, fracasaba. Centrándose a partir de ahora en el bloqueo continental: prohibiendo las relaciones comerciales con los británicos, bajo amenaza de invasión o represalia militar. La impopularidad de Godoy Existen al menos tres razones de peso: Para la nobleza, Godoy es un advenedizo, que se aprovecha de su amistad con la reina y del carácter débil del monarca, para conseguir sus objetivos y ambiciones. Su carácter reformista, lo acercaba ideológicamente a la Revolución Francesa, pese a enfrentarse a ella, de ahí el rechazo que sufre de sectores tradicionales, como el clero. Por otra parte, como veremos a continuación su relación con la Iglesia presenta otras dificultades. La impopularidad de Godoy (II) Su incapacidad para resolver la gravísima situación económica de bancarrota que vive el país a finales de la década de los 90 del siglo XVIII, y que afecta, prácticamente a todas las capas de la sociedad, si bien con especial virulencia a las clases populares. El impacto económico La crónica situación de guerra, junto con las deudas heredadas del reinado de Carlos III, pusieron al país al borde de la bancarrota financiera. Ello se agravó por la insuficiencia de los ingresos fiscales, mermados por los privilegios fiscales (nobleza y clero) y por la pérdida del mercado americano (la llegada de plata americana había disminuido a niveles mínimos). El malestar social El malestar de amplios sectores sociales contra el ministro no hacía nada más que crecer. La carestía y constante subida del precio del pan se tradujo en motines. Las crisis de subsistencia del siglo XVIII se repetían con crudeza. Godoy intentó salvar la situación con medidas de escaso éxito económico, pero que garantizaron la animadversión de determinados sectores privilegiados como el clero: Crisis económica de final de siglo La crisis de la Hacienda motiva a Godoy a tomar dos iniciativas financieras: Desamortización. Emisión de Deuda Pública: los Vales Reales. La aparición de Fernando, hijo de Carlos IV El príncipe de Asturias, Fernando, aglutina en torno a su persona a todos aquellos descontentos con Godoy, y ya en 1807, conspirará para hacerse con el poder. EL PROCESO DE EL ESCORIAL Don Fernando de Borbón, Príncipe de Asturias, pide perdón a Carlos IV, su padre: Señor: Papá mío: he delinquido, he faltado a V.M. como rey y como padre; pero me arrepiento y ofrezco a V.M. la obediencia más humilde. Nada debía hacer sin noticia de V.M.; pero fuy sorprendido. He delatado a los culpables, y pido a V.M. me perdone por haberle mentido la otra noche, permitiendo besar sus reales pies a su reconocido hijo. Fernando. San Lorenzo, 5 de noviembre de 1807. EL PROCESO DE EL ESCORIAL (II) Don Fernando de Borbón, Príncipe de Asturias, pide perdón a la reina Maria Luisa. Señora: Mama mía: estoy muy arrepentido del grandísimo delito que he cometido contra mis padres y reyes, y así con la mayor humildad, le pido a V.M. se digne interceder con papá para que permita ir a besar sus reales pies a su reconocido hijo. Fernando. San Lorenzo, 5 de noviembre de 1807. EL PROCESO DE EL ESCORIAL (III) Carlos IV perdona al Príncipe de Asturias La voz de la naturaleza desarma el brazo de la venganza, y cuando la inadvertencia reclama la piedad, no puede negarse a ello un padre amoroso. Mi hijo ha declarado ya los autores del plan horrible que le habían hecho concebir unos malvados: todo lo ha manifestado en forma de derecho, y todo consta con la escrupulosidad que exige la ley en tales pruebas. Su arrepentimiento y asombro le han dictado las representaciones que me ha dirigido y siguen. Napoleón, emperador, 1804 EL IMPERIO NAPOLEÓNICO Godoy y Napoleón: EL TRATADO DE FONTAINEBLEAU El Tratado de Fontainebleau, de Octubre de 1807. Por el cual se permitía el paso de tropas imperiales francesas por suelo español, con el objetivo de ocupar Portugal, dividiendo, posteriormente dicho territorio en 3 partes. La del Algarbe pasaría a manos del propio Godoy. El Motín de Aranjuez, marzo de 1808 Se trata de un “golpe de Estado” dirigido por el hijo del rey, con el objetivo de convertirse en monarca, quitando de en medio a Godoy, el “culpable” de todos los males del país. El FINAL DE GODOY «Bando: Por Real Orden comunicada en la tarde de este día por el Excelentísimo Señor Marqués Caballero al Ilustrísimo Señor Gobernador Interino del Consejo se participa a éste, que el Rey nuestro Señor se ha servido autorizar al Príncipe de Asturias nuestro Señor, para que forme y sustancie conforme a derecho, causa a don Manuel Godoy, ya preso. Y el Consejo, enterado de ello en la posada de S.I., ha acordado se anuncie al Público esta orden de S.M. con otra, en que manifiesta que los bienes y efectos existentes en las casas que habitó en esta Corte dicho don Manuel Godoy pertenecen a S.M.; para que confiado en su justicia y la del Consejo este pueblo se tranquilice, como lo espera de su lealtad; y que todos se retiren a sus casas inmediatamente ...Madrid, 19 de marzo de 1808.» Carlos IV y Napoleón Carta de Carlos IV a Napoleón en relación con los sucesos de Aranjuez Señor, mi hermano: V.M. sabrá sin duda con pena los sucesos de Aranjuez y sus resultas, y no verá con indiferencia a un rey que, forzado a renunciar a la corona, acude a ponerse en los brazos de un gran monarca, aliado suyo, subordinándose totalmente a la disposición del único que puede darle su felicidad, la de toda su familia y la de sus fieles vasallos. Yo no he renunciado a favor de mi hijo sino por la fuerza de las circunstancias, cuando el estruendo de las armas y los clamores de una guardia sublevada me hacían conocer bastante la necesidad de escoger la vida o la muerte, pues ésta última seguido después de la de la reina. Yo fui forzado a renunciar; pero asegurado ahora con plena confianza en la magnanimidad y el genio del gran hombre que siempre ha mostrado ser amigo mío, yo he tomado la resolución de conformarme con todo lo que este mismo grande hombre quiera disponer de nosotros y de mi suerte, la de la Reina y la del Príncipe de la Paz. Dirijo a V.M.I. una protesta contra los sucesos de Aranjuez y contra mi abdicación. Me entrego y enteramente confío en el corazón y amistad de V.M. con lo cual ruego a Dios que os conserve en su santa y digna guardia. De V.M.I. su rey afecto hermano y amigo. Carlos. DE ARANJUEZ A BAYONA Cuando el nuevo rey, ya Fernando VII, entra en Madrid, el ejército francés dirigido por el mariscal Murat ha sitiado (rodeado) la ciudad. Además éste le comunica a Fernando, que Napoleón convoca al padre y al hijo a una reunión en Bayona, donde llegó el 20 de abril. LAS ABDICACIONES DE BAYONA LAS ABDICACIONES DE Bayona (II) De Fernando VII a Carlos, en Bayona. “Mi venerado padre y señor: Para dar a V.M. una prueba de mi amor, de mi obediencia y de mi sumisión (…) renuncio a mi corona a favor de vuestra majestad, deseando que vuestra Majestad pueda disfrutarla durante muchos años (…)”. LAS ABDICACIONES DE BAYONA (III) De Carlos a Napoleón, en Bayona. “Su Majestad el rey Carlos que no ha tenido en toda su vida otra mira que la felicidad de sus vasallos ha resuelto ceder como cede por el presente todos sus derechos al trono de España y de las Indias a Su Majestad al emperador Napoleón como el único que, en el estado en el que han llegado las cosas, puede establecer el orden; entendiéndose que dicha cesión solo ha de tener efecto para hacer gozar a sus vasallos de las condiciones siguientes: 1º La integridad del reino será mantenida (…) 2º La religión católica, apostólica y romana será la única de España (…).” Las consecuencias de Bayona La irrupción de Napoleón provoca 3 consecuencias: 1.- Cambio dinástico y monárquico, en manos ahora el trono de España del hermano de Napoleón, José I, debido a los acontecimientos de Bayona. 2.- Inicio de la Guerra de la Independencia, casi como reacción popular ante los hechos consumados. 3.- Inicio del proceso revolucionaria, favorecido por el “vacío de poder” que se produce a partir de Mayo de 1808. Es decir: ¿quién hace frente a los franceses?, ¿qué ocurre con una Monarquía y unas instituciones del AR desprestigiadas ante los acontecimientos? José I, Rey de España El reinado de José I (1808-1814) José I tiene tres graves problemas a los que enfrentarse y que impiden realmente un reinado efectivo: 1.- Se encuentra maniatado y supeditado a los intereses de su hermano Napoleón. No puede actuar con independencia. 2.- La falta de apoyos internos: su único apoyo son los denominados “afrancesados”. 3.- La propia guerra. El Estatuto de Bayona CARTA OTORGADA El Monarca “otorga” este conjunto de disposiciones legales al pueblo. Éste no interviene en su elaboración ni en su contenido. CONSTITUCION Emana de la Soberanía Nacional, siendo elaborada por los representantes del pueblo, previamente elegidos. El Estatuto de Bayona (II) Elementos jurídicos reconocidos: - Supresión de privilegios, propios del Antiguo Régimen. - Reforma de la Hacienda. - Por primera vez, aparecen recogidos derechos individuales inspirados en la legislación revolucionaria francesa. Elementos jurídicos ausentes: - No aparece el concepto liberal de soberanía nacional. - No aparece la división de poderes. - No aparece el sufragio, o derecho al voto. El único apoyo a José I: los afrancesados Una pequeña parte de los españoles, entre los que se hallaban numerosos intelectuales, altos funcionarios y alta nobleza, aceptaron al nuevo monarca. Procedentes del despotismo ilustrado creían en las virtudes del reformismo del programa de gobierno de José I. Su número escaso (no más de 15000) y la derrota final de Napoleón, obligó a la mayoría al exilio, cuando no a su detención acusados de traición. La Guerra de la Independencia (1808-1814) LA GUERRA DE LA INDEPENDENCIA (1808-1814) Esta guerra puede definirse como un conflicto “nacional” y “popular”: una guerra de LIBERACIÓN NACIONAL protagonizado por el pueblo en “armas”, cuyo objetivo básico es el de expulsar al ocupante, pero no el único. Para la mayor parte de la población, la guerra se hizo en nombre de la defensa de valores tradicionales, los del AR, ejemplificado ello especialmente con uno: el pueblo se alzó en armas a favor de Fernando VII, el “DESEADO”. LA GUERRA DE LA INDEPENDENCIA : EL 2 DE MAYO La proclama de Murat «Soldados: mal aconsejado el populacho de Madrid, se ha levantado y ha cometido asesinatos; bien sé que los españoles, que merecen el nombre de tales, han lamentado tamaños desórdenes, y estoy muy distante de confundir con ellos a unos miserables que sólo respiran robos y delitos. Pero la sangre francesa vertida clama venganza. Por tanto, mando lo siguiente: [...] Art. 2°. Serán arcabuceados todos cuantos durante la rebelión han sido presos con armas. Art. 3°-. La junta de gobierno va a mandar desarmar a los vecinos de Madrid. Todos los moradores de la corte que anden con armas o las conserven en sus casas sin licencia especial, serán arcabuceados. LA PROCLAMA DE MURAT (II) Art. 4°-. Todo corrillo que pase de ocho personas, se reputará reunión de sediciosos y se disparará a fusilazos. Art. 5°-. Toda villa o aldea donde sea asesinado un francés, será incendiada. Art. 7°-. Los autores de libelos impresos o manuscritos, que provoquen a la sedición... serán pasados por las armas. Dado en nuestro cuartel general de Madrid a 2 de Mayo de 1808. Firmado, Joaquín Murat.» LOS FUSILAMIENTOS DEL 3 DE MAYO Los dos ejércitos Desde el punto de vista militar, la superioridad militar francesa era aplastante: a principios de 1809, se encontraban en España más de 250000 soldados. Por su parte el ejército español no llegaba a 100000 efectivos, además de escasamente equipado y peor preparado. De ello se derivará: la guerra de guerrillas y la necesaria intervención británica (de enemigo a aliado) La Guerra de la Independencia: evolución militar Evolución de la guerra: fases La Guerra de la Independencia se desarrolló en 3 fases: Primera fase (mayo-enero de 1809): victoria española en Bailén y llegada de las tropas británicas. Segunda fase (1809-principios de 1812): victoria francesa en Ocaña en octubre y conquista de Andalucía hasta Cádiz. Tercera fase (primavera de 1812-diciembre de 1813): debilitamiento de las tropas francesas y reagrupamiento del ejército anglo-español, victoria aliada en Arapiles (julio de 1812) y última derrota francesa en Vitoria (junio de 1813). Salida de José I y firma del TRATADO DE VALENÇAY (diciembre de 1813). La Guerra de la Independencia: Bailén EL IMPACTO DE BAILÉN Causó una enorme sensación en Europa: se demostraba que Napoleón no era invencible. Los movimientos de resistencia en Europa se avivaron y eso irritó al emperador: ello provocó su intervención directa en España con su Grand Armée. A principios de 1809 “volvió a poner las cosas en su sitio” pero a costa de debilitar su posición en Europa. Ese mismo año tuvo que volver precipitadamente a sofocar la revuelta austríaca. LA GUERRA DE GUERRILLAS La guerra de guerrillas es ejemplo de “guerra de desgaste”. Su táctica puede definirse como la primera guerra terrorista contemporánea: contra el enemigo “vale todo”, teniendo en cuenta nuestra inferioridad frente a él. JUAN MARTÍN DÍEZ, EL EMPECINADO (17751824) LA GUERRA DE GUERRILLAS (II) Las claves de su éxito se sustentan en: a.- su conocimiento del terreno b.- el apoyo popular que reciben c.- en sus tácticas militares: el sabotaje (abastecimiento, correo, víveres, suministros), la acción individual, la emboscada... Son insometibles por un ejército convencional. El impacto de la guerra de guerrillas Otro aspecto relacionado con la guerra de guerrillas, vinculado a la dinámica de este tipo de enfrentamiento basado en el principio de ACCIÓN-REPRESIÓN-ACCIÓN, genera una amplificación de la violencia y la crueldad, casi sin límites. Ejemplo: ACCIÓN: actuación guerrillera, como el asalto por sorpresa a una patrulla francesa. REACCIÓN: respuesta del ejército francés, el cual ante el movimiento de la guerrilla, se decide un escarmiento público, como por ejemplo fusilamientos masivos e indiscriminados. ACCIÓN: respuesta aún más violenta de la guerrilla. La intervención británica Ahora bien, no olvidar que la acción guerrillera por sí sola no puede derrotar a un ejército convencional como el francés. Y en este punto entra en escena, el apoyo británico, esencial en la victoria sobre Napoleón. El duque de Wellington Factor clave: el apoyo británico Produjo un mayor número de bajas en el ejército francés. Extendió el conflicto a todo el territorio. Debilitó al ejército francés, además de forzar a Napoleón a desviar tropas en un espacio que el pensaba no le ofrecería resistencia. Los DESASTRES DE LA GUERRA, por Goya Las consecuencias de la guerra (I) Pérdidas demográficas: más de medio millón de muertos en un país de casi 11 millones de habitantes. Pérdidas materiales: ciudades como Zaragoza o Gerona, completamente arrasadas tras meses de asedio (sitio)… Pérdidas económicas: daños en infraestructuras, en la agricultura… España retrocederá a niveles de 1780. Las consecuencias de la guerra (II) Una consecuencia a priori imprevisible, fue la del surgimiento de una patriotismo exaltado, un fuerte nacionalismo español. Del mismo modo que ocurre en el resto de Europa, en los pueblos ocupados por Napoleón. El nuevo papel de los militares, los cuales a partir de ahora tenderán a intervenir en la vida política del país. Por otra parte, la visión que el pueblo tiene de ellos, es la de valientes y eficaces frente a los civiles ineptos y corruptos. Estamos ante la base de los futuros PRONUNCIAMIENTOS. La Revolución Liberal en España (1808-1843), primer episodio: las Cortes de Cádiz (1808-1814) Supone el inicio de la Revolución Burguesa en España, es decir el primer episodio en el proceso de sustitución y creación de un nuevo modelo jurídico, político, económico y social. Cuya base ideológica es el LIBERALISMO y como principales beneficiarios encontramos a las clases burguesas, las cuales idearon y lideraron el paso del ANTIGUO RÉGIMEN al NUEVO RÉGIMEN. ¿En qué consiste dicha RB?, ¿qué se sustituye?: el estado liberal, el capitalismo y la sociedad de clases sustituyen al estado absoluto, al feudalismo y los privilegios. La resistencia popular: las Juntas Fernando Junta de Gobierno Juntas provinciales Junta Central VII, en su salida a Bayona deja en Madrid la JUNTA DE GOBIERNO, encargada de asumir el papel del rey en su ausencia. Rápidamente ante la inoperancia y el sometimiento de las autoridades “tradicionales” al nuevo régimen, la población, encabezada por una élite compuesta por burgueses, ilustrados, nobles, y especialmente el clero forman las JUNTAS PROVINCIALES, las cuales asumen la soberanía y legitiman su autoridad en nombre del Rey. El primer episodio “revolucionario”: las JUNTAS PROVINCIALES Este hecho supone todo un cambio respecto a todo lo anterior a Mayo de 1808: por primera vez el pueblo asume la SOBERANÍA, y éste hecho de por sí es un primer acto revolucionario sin precedentes. Las Juntas Provinciales son un precedente del movimiento juntero que se dará a lo largo de todo el siglo XIX, hasta la Revolución de 1868. El manifiesto de la Junta de Sevilla «La defensa de la Patria y del Rey, la de las Leyes, la de la Religión, la de los derechos todos del hombre, atropellados y violados de una manera que no tiene exemplo por el Emperador de los Franceses Napoleón I, y por sus tropas en España, forzó a la Nación toda a tomar las armas, y a elegirse una forma de gobierno; y en la angustia y estrechez en que la pusieron los Franceses, como por una inspiración del Cielo, que casi puede reputarse por milagro, todas o casi todas las provincias crearon Juntas Supremas, se entregaron a ellas, y pusieron en sus manos los derechos y la suerte última de España. EL MANIFIESTO DE LA JUNTA DE SEVILLA (II) Los efectos hasta ahora han correspondido felizmente a los designios que se tuvieron en su creación. Las Provincias se han armado; algunas han formado exércitos numerosos..., todas o casi todas han peleado y pelean contra los Franceses y por su Rey y Sr. Fernando VII, con un valor y una constancia, de los quales ni Grecia, ni Roma, ni ninguna otra Nación del mundo ha tenido idea.» De la Junta Central a las Cortes ¿Qué objetivos inmediatos se plantean las JP?: Ganar la guerra y restituir a Fernando VII, el “Deseado”. Para ello es preciso de un mayor grado de organización y una “toma de decisiones” más efectiva, de ahí surge la JUNTA CENTRAL en septiembre de 1808. De todos modos a partir de 1809, las divisiones internas, la falta de apoyos por parte de los militares, del pueblo y de las propias Juntas Provinciales, provocará que en enero de 1810, sea disuelta, siendo sustituida por el CONSEJO DE REGENCIA. Estamos ante el paso previo a las Cortes de Cádiz. Hacia las Cortes de Cádiz La disolución de la JC, no suponía la desaparición de las Juntas Provinciales, y de hecho será la JP de Cádiz la que presione al Consejo (establecido en Cádiz), para que convocara Cortes. Finalmente el Consejo acepta la convocatoria, pero rápidamente se va a observar que estas Cortes no tienen nada que ver con las antiguas Cortes del AR. El inicio de la revolución liberal En Septiembre de 1810 se constituyen las Cortes, autoproclamándose como ASAMBLEA CONSTITUYENTE, y asumiendo en primer lugar la SOBERANÍA NACIONAL. Se trata pues, de un acto revolucionario de primera magnitud, en este caso siguiendo casi al pie de la letra los acontecimientos franceses de 1789. Guerra y Revolución: las Cortes de Cádiz (1810-1814) LAS CORTES DE CÁDIZ: 24 de septiembre de 1810 en la iglesia de San Pedro en la Isla de León LIBERALES Y ABSOLUTISTAS ¿Quiénes son los protagonistas? Dos tendencias enfrentadas: LIBERALES Y ABSOLUTISTAS Agustín Argüelles, diputado liberal CONSTITUCIÓN DE 1812 La Constitución de 1812 Art. 1º. La Nación española es la reunión de todos los españoles de ambos hemisferios. Art. 2º. La Nación española es libre e independiente, y no es ni puede ser patrimonio de ninguna familia ni persona. Art. 3º. La soberanía reside esencialmente en la Nación, y por lo mismo pertenece a ésta exclusivamente el derecho de establecer sus leyes fundamentales. Art. 4º. La Nación está obligada a conservar y proteger por leyes sabias y justas la libertad civil, la propiedad y los demás derechos legítimos de todos los individuos que la componen. LA CONSTITUCIÓN DE 1812 (II) Art. 12º. La religión de la Nación española es y será perpetuamente la Católica, Apostólica, romana, única verdadera. La Nación la protege por leyes sabías y justas y prohíbe el ejercicio de cualquiera otra. Art. 14º. El Gobierno de la Nación española es una Monarquía moderada hereditaria. LA OBRA LEGISLADORA Y REVOLUCIONARIA DE CÁDIZ Decreto de abolición de los señoríos. Colección de decretos de las Cortes de Cádiz. 1811 – 1814. Tomo I. Cádiz, Imprenta Real, p. 193 – 6. Agosto de 1811 Deseando las Cortes generales y extraordinarias remover los obstáculos que hayan podido oponerse al buen régimen, aumento de población y prosperidad de la Monarquía española, decretan: I. Desde ahora quedan incorporados a la Nación todos los señoríos jurisdiccionales de cualquiera clase y condición que sean. IV. Quedan abolidos los dictados de vasallo y vasallaje, y las prestaciones así reales como personales, que deban su origen a título jurisdiccional, a excepción de las que procedan de contrato libre en uso del sagrado derecho de propiedad. EL DECRETO DE ABOLICÓN DEL FEUDALISMO (II) V. Los señoríos territoriales y solariegos quedan desde ahora en la clase de los demás derechos de propiedad particular, si no son de aquellos que por su naturaleza deban incorporarse a la nación, o de los en que no se hayan cumplido las condiciones con que se concedieron, lo que resultará de los títulos de adquisición. Decreto de abolición del feudalismo (III) VI. Por lo mismo los contratos, pactos o convenios que se hayan hecho en razón de aprovechamientos, arriendos de terrenos, censos, u otros de esta especie, celebrados entre los llamados señores y vasallos, se deberán considerar desde ahora como contratos de particular a particular. VII. Quedan abolidos los privilegios llamados exclusivos, privativos y prohibitivos que tengan el mismo origen de señorío, como son los de caza, pesca, hornos, molinos, aprovechamientos de aguas, montes y demás; quedando al libre uso de los pueblos, con arreglo al derecho común, y a las reglas municipales establecidas en cada pueblo. La ruptura con el Antiguo Régimen La legislación de Cádiz supone una auténtica ruptura y sustitución del AR: La abolición de los derechos jurisdiccionales. Eliminación de mayorazgos, por tanto del concepto de tierras vinculada al privilegio. Desamortización de bienes de propios. Abolición de los gremios. Abolición de la Santa Inquisición. Valoración de lo ocurrido en Cádiz. Consecuencias de futuro. El retorno de Fernando VII en 1814, fue el final de la experiencia revolucionaria de Cádiz, pero no el final del liberalismo (del mismo modo a lo que ocurre en el resto de Europa). Pero todavía es más significativo lo reducido de su efecto: en un país en guerra, dividido... va a ser muy difícil que la labor de Cádiz pudiera tener influencia efectiva sobre el país, y sus ciudadanos. CONSECUENCIAS DE FUTURO (II) Un ejemplo de lo dicho: ¿cuántos españoles conocen ni siquiera de la existencia de las Cortes?. ¿Cuántos españoles han elegido a través del sufragio a sus representantes en dichas Cortes?... De todos modos es innegable el hecho de que la legislación y la Constitución del 12, pasarán a convertirse en una referencia indiscutible en años posteriores (tan sólo tendrán que pasar 6 años para que eso ocurra).