Ley 49/2002, de 23 de diciembre, de régimen fiscal de las entidades sin fines lucrativos y de los incentivos fiscales al mecenazgo. Sumario: TÍTULO I. OBJETO Y ÁMBITO DE APLICACIÓN. o Artículo 1. Objeto y ámbito de aplicación. TÍTULO II. RÉGIMEN FISCAL ESPECIAL DE LAS ENTIDADES SIN FINES LUCRATIVOS. o CAPÍTULO I. NORMAS GENERALES. Artículo 2. Entidades sin fines lucrativos. Artículo 3. Requisitos de las entidades sin fines lucrativos. Artículo 4. Domicilio fiscal. o CAPÍTULO II. IMPUESTO SOBRE SOCIEDADES. Artículo 5. Normativa aplicable. Artículo 6. Rentas exentas. Artículo 7. Explotaciones económicas exentas. Artículo 8. Determinación de la base imponible. Artículo 9. Normas de valoración. Artículo 10. Tipo de gravamen. Artículo 11. Obligaciones contables. Artículo 12. Rentas no sujetas a retención. Artículo 13. Obligación de declarar. Artículo 14. Aplicación del régimen fiscal especial. o CAPÍTULO III. TRIBUTOS LOCALES. Artículo 15. Tributos locales. TÍTULO III. INCENTIVOS FISCALES AL MECENAZGO. o CAPÍTULO I. ENTIDADES BENEFICIARIAS. o Artículo 16. Entidades beneficiarias del mecenazgo. o CAPÍTULO II. RÉGIMEN FISCAL DE LAS DONACIONES Y APORTACIONES. Artículo 17. Donativos, donaciones y aportaciones deducibles. Artículo 18. Base de las deducciones por donativos, donaciones y aportaciones. Artículo 19. Deducción de la cuota del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas. Artículo 20. Deducción de la cuota del Impuesto sobre Sociedades. Artículo 21. Deducción de la cuota del Impuesto sobre la Renta de no Residentes. Artículo 22. Actividades prioritarias de mecenazgo. Artículo 23. Exención de las rentas derivadas de donativos, donaciones y aportaciones. Artículo 24. Justificación de los donativos, donaciones y aportaciones deducibles. o CAPÍTULO III. RÉGIMEN FISCAL DE OTRAS FORMAS DE MECENAZGO. Artículo 25. Convenios de colaboración empresarial en actividades de interés general. Artículo 26. Gastos en actividades de interés general. Artículo 27. Programas de apoyo a acontecimientos de excepcional interés público. DISPOSICIÓN ADICIONAL PRIMERA. Modificación de la Ley 40/1998, de 9 de diciembre, del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas y otras Normas Tributarías. DISPOSICIÓN ADICIONAL SEGUNDA. Modificación de la Ley 43/1995, de 27 de diciembre, del Impuesto sobre Sociedades. DISPOSICIÓN ADICIONAL TERCERA. Modificación del Real Decreto legislativo 1/1993, de 24 de septiembre, por el que se aprueba el texto refundido de la Ley del Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados. DISPOSICIÓN ADICIONAL CUARTA. Régimen fiscal de los bienes integrantes del Patrimonio Histórico de las Comunidades Autónomas. DISPOSICIÓN ADICIONAL QUINTA. Régimen tributario de la Cruz Roja Española y de la Organización Nacional de Ciegos Españoles. DISPOSICIÓN ADICIONAL SEXTA. Régimen tributario de la Obra Pía de los Santos Lugares. DISPOSICIÓN ADICIONAL SÉPTIMA. Régimen Tributario de los consorcios Casa de América, Casa de Asia, Institut Europeu de la Mediterrània y el Museo Nacional de Arte de Cataluña. DISPOSICIÓN ADICIONAL OCTAVA. Fundaciones de entidades religiosas. DISPOSICIÓN ADICIONAL NOVENA. Régimen tributario de la Iglesia Católica y de otras iglesias, confesiones y comunidades religiosas. DISPOSICIÓN ADICIONAL DÉCIMA. Régimen tributario del Instituto de España y las Reales Academias integradas en el mismo, así como de las instituciones de las Comunidades Autónomas que tengan fines análogos a los de la Real Academia Española. DISPOSICIÓN ADICIONAL DECIMOPRIMERA. Obra social de las cajas de ahorro. DISPOSICIÓN ADICIONAL DECIMOSEGUNDA. Federaciones deportivas, Comité Olímpico Español y Comité Paralímpico Español. DISPOSICIÓN ADICIONAL DECIMOTERCERA. Régimen tributario de las entidades benéficas de construcción. DISPOSICIÓN ADICIONAL DECIMOCUARTA. Consultas vinculantes. DISPOSICIÓN ADICIONAL DECIMOQUINTA. Ciudades, conjuntos y bienes declarados Patrimonio Mundial por la Unesco situados en España. DISPOSICIÓN ADICIONAL DECIMOSEXTA. Haciendas locales. DISPOSICIÓN ADICIONAL DECIMOSÉPTIMA. Remisiones normativas. DISPOSICIÓN ADICIONAL DECIMOCTAVA. Régimen tributario del Museo Nacional del Prado. DISPOSICIÓN TRANSITORIA PRIMERA. Régimen transitorio de las exenciones concedidas al amparo de la Ley 30/1994, de 24 de noviembre, de Fundaciones y de Incentivos Fiscales a la Participación Privada en Actividades de Interés General. DISPOSICIÓN TRANSITORIA SEGUNDA. Régimen transitorio de los administradores de sociedades mercantiles nombrados por entidades sin fines lucrativos. DISPOSICIÓN TRANSITORIA TERCERA. Adaptación de los estatutos. DISPOSICIÓN DEROGATORIA ÚNICA. DISPOSICIÓN FINAL PRIMERA. Habilitación a la Ley de Presupuestos Generales del Estado. DISPOSICIÓN FINAL SEGUNDA. Habilitación normativa. DISPOSICIÓN FINAL TERCERA. Entrada en vigor. ANEXO. Ciudades y conjuntos arquitectónicos, arqueológicos, naturales o paisajísticos y bienes declarados Patrimonio Mundial por la Unesco situados en España. Definición de mecenazgo El concepto de mecenazgo cultural incorpora hoy la idea de participación social en la conservación y el enriquecimiento del Patrimonio Histórico Español. Las necesidades de conservación y restauración que requiere el patrimonio cultural en España han confirmado que, a pesar del incremento de los presupuestos de las administraciones públicas, son necesarias aportaciones privadas para su conservación. La Ley 16/1985 del Patrimonio Histórico Español recoge una serie de incentivos fiscales en el campo del Patrimonio, en el Título VIII denominados »medidas de fomento«. La Ley 49/2002 de régimen fiscal de las entidades sin fines lucrativos y de los incentivos fiscales al mecenazgo, tiene el objetivo de fomentar las iniciativas de mecenazgo y promover la participación de la sociedad civil en la defensa del patrimonio artístico de dos formas: Incrementado los incentivos fiscales al mecenazgo Mejorando la fiscalidad de las entidades sin fines lucrativos. En el artículo 17, se reconoce como mecenazgo los donativos, donaciones y aportaciones realizadas a favor de las entidades recogidas en el artículo 16: Entidades sin fines lucrativos a las que sea de aplicación el régimen fiscal establecido en el Título II de esta ley. El Estado, las Comunidades Autónomas y las entidades locales, así como los organismos autónomos del Estado y las entidades autónomas de carácter análogo a las Comunidades Autónomas y de las entidades locales. Las universidades públicas y los colegios mayores adscritos a las mismas. El Instituto Cervantes, el Institut Ramón Llull y las demás instituciones con fines análogos a las Comunidades Autónomas con lengua oficial propia. Los artículos 25 a 27 señalan otras formas de mecenazgo: Convenios de colaboración empresarial en actividades de interés general. Gastos en actividades de interés general. Programas de apoyo a acontecimientos de excepcional interés público. BLOG DE DAVID RUIZ – ECONOMIA Y CULTURA Patrocinio y Mecenazgo. Subvencionar la cultura Se está gestando una nueva (y necesaria a todas luces) ley de patrocinio y mecenazgo que parece que aumentará las exenciones fiscales y desgravaciones a las inversiones en cultura. Al hilo de tal ley uno de los debates que más ruido mediático está ejerciendo es el de la, errónea a mi juicio, dicotomía entre subvención frente a mecenazgo. Una lucha maniquea que sitúa en mal lugar a la cultura: ese divertimento necesitado de financiación porque por sí misma no puede subsistir. La cultura necesita “financiación pública” del mismo modo que lo necesita el sistema financiero, la industria energética, la industria automovilística, el sector de la vivienda, la agricultura… todas ellas subvencionadas de un modo u otro por el Estado. Se trata, únicamente, de considerarla un sector estratégico (la cultura lo es o debiera serlo, y ya no tanto por su contribución al PIB y los puestos de trabajo generados y en riesgo en esta situación de crisis, sino por la propia esencia de la actividad) y cómo articular la forma en que la actividad cultural recibe apoyo el económico público. Generalizando, el discurso es el siguiente: Hasta ahora el estado ha invertido en la acción cultural, ya sea de forma directa, a través de subvenciones, etc. La crisis económica obliga a repensar las inversiones económicas de la administración, además de las críticas recibidas a este sistema por considerarse “partidista” y entender que se financiaba el soporte ideológico del partido que gobernase. Frente a ello, se plantea un nuevo modus operandi en el que la empresa invierta en la acción cultural, recibiendo exenciones fiscales mucho mayores de las que ahora recibe. De este modo: 1. Se garantizaría la independencia del sector cultural respecto de los intereses políticos 2. El estado ahorraría dinero. Y 3. La competencia por la financiación haría al sector cultural más eficiente. Es obvio que este argumentario falla en los tres postulados por razones que ya hemos explicado en este blog. El mecenazgo (con ventajas y exenciones fiscales) es una forma más de inversión del estado en la cultura con la salvedad de que el propio estado dejaría de tener la “dirección de las políticas culturales” en su mano, corriéndose el riesgo de que se financien exclusivamente experiencias y acciones culturales que sean rentables o que sencillamente se adecuen a la estrategia de marketing de las empresas mecenas. Con esto no quiero decir que no se deba modificar la ley de patrocinio y mecenazgo. Por supuesto. Y en la línea de aumentar, como señalábamos antes, las ventajas fiscales, para potenciarlo. Pero eso no es suficiente. El objetivo no debería ser solamente facilitar el acceso a la liquidez que el estado no puede aportar hoy día, sino, además, implicar al tejido empresarial en la sociedad. Y del mismo modo, implicar a los ciudadanos de a pie en el desarrollo de políticas culturales. Es, en definitiva un ejercicio de participación ciudadana, activa y creadora que limite el riesgo de “privatización del producto cultural” que podemos correr dejando en manos privadas la financiación de la cultura. Se hacen, por tanto, necesarias dos acciones primordiales: 1. Concienciar a la ciudadanía y al tejido empresarial de este ejercicio de responsabilidad social, del hecho de que la cultura es necesaria y debe contar con el apoyo (económico) de los elementos que constituyen la sociedad. 2. Por otro lado, el estado debe garantizar el acceso a financiación a manifestaciones artísticas minoritarias, vanguardistas, diferentes, elementos patrimoniales “poco llamativos”… aquellos que puedan tener más difícil recibir recursos económicos desde la sociedad y la empresa. A la espera del texto de la nueva ley, nos quedamos con esta reflexión.