LA EDUCACIÓN SOCIAL DEL SIGLO XXI: UN ESFUERZO DE ACLARACIÓN Línea Temática: 5. Educación y Sociedad: Innovaciones en el Siglo XXI López-Noguero, Fernando Dpto. de Ciencias Sociales, Facultad de Ciencias Sociales, Universidad Pablo de Olavide. Carretera de Utrera, km. 1, 41013, Sevilla, ESPAÑ[email protected] Pérez Serrano, Gloria Dto. De Teoría de la Educación y Pedagogía Social. Facultad de Educación, UNED. C/ Juan del Rosal, 14, 28040, Madrid, ESPAÑA. [email protected] Resumen: Nos encontramos en una época de profundos cambios sociales, cambios que traen consigo nuevas necesidades sociales que exigen nuevas respuestas por parte de todos, y muchas de ellas deben surgir de la Educación y, más concretamente, de la Educación Social, posibilitando nuevas y renovadas opciones y perspectivas para las personas y los diferentes colectivos y comunidades que los protagonizan. La Educación Social es un ámbito de intervención que si bien hunde sus raíces en Pestalozzi (S. XVIII), Nohl o Natorp (principios del S. XX), ha tenido una explosión sin precedentes a partir de 1970, en ámbitos muy diversos, tales como la educación de adultos, la animación sociocultural o la educación especializada. De esta forma, la Educación Social está desarrollándose y evolucionando a gran velocidad en la esfera científica, académica y profesional, fundamentalmente en Europa y, cada vez con mayor proyección, en América Latina. En este escenario, esta comunicación pretende ofrecer una visión aclaradora de esta disciplina, que se está configurando como un recurso de primera línea en estos tiempos de crisis y zozobra. Palabras Clave: Pedagogía Social, Educación Social, Intervención Socioeducativa, Socialización. -1741 - 1. Introducción: un contexto social de cambios acelerados En los últimos años hemos sido testigos de la extraordinaria eclosión de la Educación Social en nuestro país, ya que ésta ha hecho acto de aparición de forma deslumbrante en las últimas décadas, como podemos comprobarlo en todas las iniciativas de carácter socioeducativo que podemos encontrar a nuestro alrededor124, así como en publicaciones, encuentros, congresos, foros, investigaciones, actividades formativas, aparición de nuevas titulaciones académicas, etc. Los principios que explican esta eclosión sin precedentes son muy diversos y muchos de ellos ni siquiera están relacionados con la Pedagogía. Todo hecho de carácter social tiene su explicación en el contexto en el que emerge, puesto que es la misma sociedad la que, de una forma u otra, favorece la aparición de aquellas estrategias, instituciones y realidades que pueden dar cumplida respuesta a las necesidades que esa sociedad demanda. Por ello, no podemos dejar de comentar las circunstancias sociales, económicas, axiológicas, etc. en las que aparece la Pedagogía Social. Precisamente porque la Educación Social no surgió de forma espontánea, primeramente se deben analizar y tener en cuenta los principales rasgos sociales causantes de su aparición (políticos, tecnológicos, económicos, sociales, etc.), que podríamos resumir en los siguientes aspectos (López Noguero, 2001, 2003, 2004; Pérez Serrano, 2005): Cambios radicales en el contexto social Una de las razones que explican la aparición de la Pedagogía Social, fundamental desde nuestro punto de vista, son los radicales cambios y transformaciones que venimos sufriendo en los últimos años en nuestro contexto social, transformaciones que se podrían agrupar en tres grandes bloques: a) económico, b) de relación y participación social y c) de valores, axiológico. - Económico: en este ámbito podríamos destacar el asombroso desarrollo existente en la actualidad en nuestra sociedad a niveles económico y de producción industrial. Este desarrollo viene amparado por la revolución tecnológica que ha tenido lugar en estas décadas125 y por la existencia de un marco socioeconómico, conocido como neoliberalismo, que fomenta la marginación y la exclusión social; así como de la aparición de un fenómeno completamente inédito en las relaciones económicas de la historia de la humanidad: la globalización. En efecto, el fenómeno de la globalización está presente en todos los aspectos de la vida del ser humano de la actualidad. Sin embargo y paradójicamente, el aspecto globalizador que caracteriza a nuestra sociedad actúa de forma desigual en el tejido social, de tal forma que los mejor situados en el sistema experimentan y gozan de las bondades de disfrutar de los circuitos de una sociedad que se supone de igualdad de oportunidades, mientras que, por el contrario, los peor situados permanecen al margen, desenganchados de los circuitos productivos, tecnológicos, etc.; lo que viene a acrecentar una sociedad de desigualdades cada vez más acentuada La globalización, definida por el FMI como “la creciente dependencia económica mutua entre los países del mundo ocasionada por el creciente volumen y variedad de transacciones transfronterizas de bienes y servicios, así como por la de flujos internacionales de capitales, y por la aceleración de la difusión de la tecnología en más lugares del mundo”, ha traído consigo determinados fenómenos, entre los que podríamos destacar: 124 Educación para la Salud, Pedagogía del Ocio y el Tiempo Libre, Educación de Calle, Animación Sociocultural, Educación Intercultural, Desarrollo Comunitario, Educación Ambiental, etc. 125 Este desarrollo ha traído consigo profundas reconversiones en el mercado laboral y un desempleo de carácter estructural que estamos sufriendo especialmente en estos últimos tiempos -1742 - - Mercado libre - Interdependencia de territorios y países, ya que en la actualidad, lo que ocurre en un lugar viene determinado por hechos acaecidos en otros lugares a muchos kilómetros de distancia y viceversa - Aumento de las desigualdades socioeconómicas, ya que las riquezas provenientes de la producción van a manos de unos pocos126 (UNU-WIDER, 2006) - Numerosos puestos de trabajo con sueldos muy modestos, apoyado en contrataciones inestables - Cambios en los modelos de producción y organización del trabajo, desempleo de carácter estructural - Transformación tecnológica, que en muchos casos provocan aumento de la producción y paradójicamente suprime empleos y puestos de trabajo - Desaparición de fronteras geográficas, económicas, etc., debido fundamentalmente a los flujos de capital y tecnología, así como la impresionante evolución de los medios de transporte y las TIC En cualquier caso, el imparable avance de la tecnología, así como la eclosión de internet, los medios masivos de comunicación y las telecomunicaciones en general, las grandes concentraciones de capital, el mercado libre, etc., han permitido que el fenómeno de la globalización sea una realidad ineludible en el mundo actual. En efecto, en estos años han surgido una serie de fenómenos de elevada significación, como la aparición de un cuarto mundo cada vez más extenso, un mundo conformado por las bolsas de excluidos y marginados existentes en el primer mundo desarrollado y pujante. De esta forma, el marco socioeconómico neoliberal que impera en la sociedad occidental, presenta una realidad conflictiva en la que se ignora el drama social de los “invisibles”, los “perdedores”, de aquellos que salen perjudicados por los mecanismos del mercado, la producción, el empleo, etc. Este fenómeno de desigualdad creciente entre las personas y los territorios, en términos de poder, riqueza y trabajo ha traído consigo masivos fenómenos migratorios y de movilidad (con el desarraigo y pérdida de identidad que siempre van unidos a la realidad del emigrante) que han provocado grandes concentraciones urbanas desconocidas hasta la fecha, así como desequilibrios centro/norte periferia/sur, etc. Por último, no podemos dejar de lado en esta parte el innegable impacto medioambiental de la sociedad contemporánea, el agotamiento de los recursos materiales y energéticos planetarios, un problema de profundo calado mundial y de raíces eminentemente económicas, en el que las consecuencias están siendo dramáticas para el planeta (destrucción de ecosistemas, sequías, cambio climático, desertización, etc.). - De relación y participación social: en este aspecto podríamos señalar multitud de cuestiones, entre las que destacan: x Crisis de los cauces de participación, ya que las sociedades han ido basculando hacia un modelo representativo, donde la responsabilidad se encuentra en los políticos que, con sus 126 En este sentido, existen datos aterradores, donde el 2% de las personas más ricas del mundo poseen más de la mitad de la riqueza del mundo, mientras que, por su parte, el 50% más pobre no llega al 1% de la riqueza mundial -1743 - actuaciones, están provocando un desencanto social y un gran escepticismo hacia las instituciones que la soportan. Este modelo no favorece en absoluto la participación y toma de decisiones por parte de la ciudadanía de base - x De igual forma, si existe un fenómeno especialmente destacable de este nivel de análisis es el de la quiebra de las redes tradicionales de comunicación, relación social y convivencia. De esta forma, se vive menos la calle, las relaciones se establecen por internet, los centros comerciales potencian un consumo despersonalizado y en masa, etc. x El influjo de los medios de comunicación social, presentes en todos los órdenes de la vida, saturando en muchas ocasiones al ciudadano de mensajes x Tejido social característico de la sociedad de principio de milenio: pobre, poco dinámica y dependiente x Aparición de nuevas formas de entender los movimientos sociales: foros sociales, “indignados”, etc. Axiológico: la sociedad actual viene marcada por valores propios de una sociedad como la neoliberal. Hablamos de valores tales como el consumismo y el materialismo, donde domina el tener frente al ser, el consumo pasivo y evasivo. No obstante hay otros muchos aspectos axiológicos definitorios de la sociedad actual, valores como: x La competitividad agresiva y destructiva –donde el prójimo es un competidor al que debes vencer para subsistir- x El aislamiento, el individualismo y la soledad; la paulatina desaparición de referentes tradicionales (cambios en el concepto de amistad, de familia, etc.) x La colonización de la vida urbanita, homogeneizadora de las actitudes sociales, provocada por el influjo de los MMCCSS x Los brotes violentos como forma de expresión x La pérdida de la acción organizada grupal y del sentido colectivo x La dificultad para comprender la realidad –debido, entre otras cuestiones, a los cambios sociales permanentes, la sobreexposición de información y mensajes, etc.- que ha provocado indiferencia y/o ansiedad ante los citados cambios sociales que se van produciendo, etc. En cualquier caso, a pesar de que también debemos de destacar en este apartado que aparecen nuevos valores inéditos hasta la fecha en la sociedad occidental -valores como el ecologismo, la solidaridad, el voluntariado, etc. así como otros de carácter contracultural-, innegablemente nos encontramos con una evolución deshumanizadora, desafectada y desarraigada de la sociedad (López Noguero, 2001, 2003 y 2004). -1744 - CAMBIOS EN EL CONTEXTO SOCIAL ECONÓMICOS (revolución tecnológica, paro estructural, neoliberalismo, exclusión social, impacto medioambiental, globalización, etc.) DE RELACIÓN Y PARTICIPACIÓN SOCIAL (quiebra de las redes tradicionales de comunicación, intoxicación mediática, falta de participación, pobre tejido asociativo, etc.) AXIOLÓGICO (soledad, consumismo, violencia, pérdida del sentido colectivo, indiferencia, etc.) Esta etapa de cambios en la que nos encontramos inmersos presenta, en la actualidad, una serie de aspectos negativos indudables, como la incomunicación o la insolidaridad. Pero esta situación también conlleva otros elementos, éstos de carácter positivo, ya que también es incitador de vida y dinamismo. De hecho la evolución humana se ha basado en la constante acomodación a las situaciones cambiantes. La continua aparición de estas nuevas situaciones es un fenómeno natural que constantemente nos estimula para la adaptación y la búsqueda de nuevas formas y modos de actuación y donde tiene su campo de actuación la Educación Social. Revolución tecnológica e informativa Los avances y progresos a los que hacíamos referencia anteriormente se hacen especialmente sobresalientes en el terreno de la tecnología y la comunicación, ya que prácticamente se han producido más adelantos en el terreno de las comunicaciones y la información (el teléfono, la radio, la televisión o, últimamente, internet) en el último siglo que en el resto de la historia de la Humanidad. Debido a estas continuas transformaciones que en principio no van a tener fin, si queremos que nuestra sociedad disponga de personas capaces de adaptarse a las técnicas del mañana, es necesario enseñarles a aprender durante toda una vida, de hecho, la educación debe hacer frente a problemáticas futuras que, a día de hoy, desconocemos127. Actualmente el individuo necesita los recursos educativos que le permitan la adaptación y proyección continuas a las situaciones tan cambiantes como lo serán en los próximos años a diferentes niveles: personales, profesionales y sociales. Esta necesidad de adaptación no debe entenderse, consecuentemente, como una mera agregación después del período normal de educación, sino como un elemento que obliga a un replanteamiento cualitativo y cuantitativo de toda la actividad educativa y formativa. La Educación Social puede hacer más dinámico y atractivo este proceso de «educación durante toda la vida», de «educación permanente». Igualmente, el hombre de hoy debe afrontar las consecuencias del desarrollo de los medios de comunicación de masas y de las TIC. A través de éstas, cada uno de nosotros tiene acceso a multitud de datos e informaciones, estando al tanto de lo más destacable que sucede en todas las partes del mundo. Esta tesitura ha hecho que se desarrolle una sociedad de carácter planetario en un fenómeno conocido como «aldea global», hija de la globalización anteriormente señalada. 127 En efecto ¿qué va suceder con el cambio climático en los próximos años? ¿nuestro país será en el futuro un país de emigrantes o de acogida masiva de inmigrantes como hasta hace poco? ¿se encontrará una vacuna para el VIH-Sida o no? -1745 - Sin embargo, el hombre de hoy desaprovecha en gran medida ese caudal de información y posibilidades de comunicación. En efecto, las recientes facilidades de acceso inalámbrico y por telefonía móvil están configurando un nuevo contexto social de conexión permanente a múltiples fuentes de datos, comunicativas y de la información, pero sin embargo las sociedades se están deshumanizando y se encuentran entregadas al pragmatismo, por lo que en muchas ocasiones se trata de información, datos o comunicaciones vacías. Hemos de reconocer que el ciudadano de hoy que es curioso y le interesa casi todo, pero a nivel superficial; es incapaz de hacer la síntesis crítica de toda aquella información que le llega, convirtiéndose en un sujeto frívolo, trivial y ligero, que lo acepta prácticamente todo, pero que carece de criterios sólidos de conducta, códigos y escala de valores que le sirvan de brújula en los momentos de zozobra. Es por ello muy necesario formar a la sociedad en el espíritu crítico y la capacidad de elección ante los medios de comunicación, que también tienen sus riesgos: publicidad indiscriminada, sobresaturación de información, luchas mediáticas, desinformación, parcialidad, intervencionismo informativo, propaganda política, etc. (López Noguero, 2001, 2004). Incremento del ocio y tiempo libre El desarrollo de la Educación Social ha ido muy unido al desarrollo histórico del ocio y el tiempo libre ya que, sin duda, éste es uno de los aspectos que ha sufrido una alteración más profunda en las últimas décadas en las sociedades posmodernas, de hecho, este fenómeno, en constante aumento, comienza a jugar un papel clave en la condición de una gran porción de nuestra sociedad. Los orígenes de este nuevo enfoque del tiempo libre los podemos encontrar en la consolidación de la industrialización, en la introducción masiva de la tecnología en el trabajo, por lo que la jornada laboral se ha reducido considerablemente y el trabajador ha comenzado a contar con un tiempo «no productivo» del que carecía anteriormente y debe asumir de forma positiva y constructiva. Sin embargo, nos gustaría llamar la atención hacia una realidad que creemos tiene una trascendencia clave: el número de individuos que irá disponiendo de esta nueva dimensión de su tiempo será inevitablemente creciente y el uso que haga de ese tiempo debe ser el adecuado no sólo en su beneficio, sino en el de la sociedad en la que está inserto. Actualmente el tiempo libre se suele llenar con diferentes entretenimientos y diversiones, todos ellos consumibles como si fueran mercancías. En efecto, actualmente el tiempo libre se ha convertido en una necesidad para el funcionamiento de la sociedad de consumo, ya que ese tiempo se destina al consumo generalizado (Sánchez, 1992). Creemos que la aparición de este tiempo libre, en paulatino aumento, obliga a dar respuestas adecuadas para evitar que el ocio sea algo despersonalizado, pasivo. Antes bien, deberíamos conseguir que fuera un proceso liberador y activo. En la actualidad el uso del tiempo libre, la inversión del ocio que realiza cada persona, tiene como metas principales: - Hallar momentos de encuentro interpersonal y desarrollar aficiones y actitudes sociales. - Provocar actitudes vitales de evasión, compensando lo alienante de la vida cotidiana. Este tiempo de ocio se nos antoja como muy ventajoso para las tareas propias de la educación social puesto que da, o puede dar, cumplida respuesta a las necesidades y aspiraciones de la gente, planteando como fin primordial el que los individuos utilicen su tiempo de ocio para su realización -1746 - personal. No obstante, pensamos que el uso individual del tiempo libre debe conseguir también que progrese o evolucione, al mismo tiempo, esa sociedad. Es decir, debería utilizarse para «construir ciudadanos», como una auténtica «escuela de ciudadanía». En esta esfera de actuación tiene mucho que aportar la Educación Social (López Noguero, 2001 y 2004). 2. ¿Por qué aparece la educación social? En épocas pasadas los modelos de vida estaban predeterminados, así como los ritos, normas y costumbres. Actualmente estos postulados se tambalean, ya que los modelos y usos sociales están cambiando de forma vertiginosa. Por poner dos ejemplos claros de lo que comentamos podríamos señalar que la relación, y consecuentemente la educación, padres-hijos no tiene mucho que ver con la que existía hace no mucho tiempo y, ¿qué decir del papel de la mujer en la sociedad actual comparado con el de hace tres o cuatro generaciones? No hace tantos años, el ciudadano disponía de un equipaje sociocultural bien provisto de respuestas a casi todas las cuestiones planteadas sobre el sentido de la vida, los principios de conducta, valores, etc. En suma, se disponía de unos códigos y escalas sólidamente anclados, que se han venido abajo y necesitan en la actualidad de una reingeniería social y pedagógica (López Noguero, 2004). Todos los cambios que han acaecido en las últimas décadas ha logrado que el ciudadano sea alguien cada vez más influenciable, y con un grado de vulnerabilidad muy acusado, un ser descreído que no sabe bien a qué atenerse y cuyas opiniones cambian rápidamente, que desecha valores que antes eran muy sólidos y considerados trascendentes por la sociedad, a la vez que el “presentismo” -vivirlo todo y lo más deprisa posible-, impera en su entorno social más cercano. Éste es el caldo de cultivo de la Educación Social, un escenario de urgencia social en el que se hace imperativo intervenir socioeducativamente en los citados entornos y contextos sociales, así como las problemáticas humano/sociales como las planteadas en apartados anteriores (Pérez Serrano, 2005; López Noguero 2004). En cualquier caso, si tuviéramos que explicar resumidamente las razones por las que ha aparecido la Pedagogía Social, deberíamos destacar varias de ellas –algunas comentadas en apartados anteriores-, entre las que destacan: - Un nuevo entorno social a nivel económico, de participación y organización social y de valores - La revolución tecnológica e informativa y el incremento del ocio y el tiempo libre ya comentados previamente - El incremento de los sectores de población marginal, y, así como la conciencia de responsabilidad social frente a estos nuevos problemas surgidos a la luz de la aparición de nuevas modalidades de exclusión y marginación social - La consolidación de la democracia y de nuevas formas del Estado del Bienestar, coincidente con el surgimiento de nuevas políticas sociales, etc. (López Noguero, 2004, Pérez Serrano, 2005). Todas estas causas son especialmente importantes, pero resta la piedra angular que necesitamos para entender la eclosión de la Educación Social en estos años: la crisis de los sistemas escolares, ya señalada por Coombs (1971) hace cuarenta años cuando revolucionó al mundo educativo con la edición de su libro “La crisis mundial de la educación”, donde el autor hacía señalaba que ésta no era una simple crisis de la enseñanza sino una crisis que afectaba a toda la sociedad en su conjunto, así como a la economía mundial. -1747 - De esta forma, Coombs hace referencia al crecimiento a escala planetaria de las necesidades humanas de aprendizaje y así mismo destaca los acelerados cambios tecnológicos, políticos, económicos, sociales, etc. que estaban ocurriendo en esos años y que no habían sido integrados por los centros escolares, hasta llegar a la pérdida de confianza en la educación y sus instituciones escolares por parte de la sociedad que la había creado. Y es que, con el paso del tiempo la escuela como institución educativa ha ido perdiendo el prestigio y el monopolio sobre la educación, en dos grandes dimensiones: - La dimensión temporal, ya que la educación en la actualidad sobrepasa claramente la esfera del tiempo escolar, apareciendo conceptos como el de Educación Permanente, Educación a lo largo de la vida, etc. De esta forma, la educación ya no es patrimonio de la infancia o la juventud, sino se entiende que desde que nacemos hasta que morimos estamos tenemos la oportunidad, el derecho de aprender y acceder a la educación Y es que, como afirma el informa Delors (1996: 18-125): “La educación ocupa un lugar cada vez mayor en la vida de los individuos a medida que aumenta su función en la dinámica de las sociedades modernas. (...) La educación a lo largo de la vida no es un ideal lejano sino una realidad que tiende cada vez más a materializarse en el ámbito complejo de la educación, caracterizado por un conjunto de mutaciones que hacen esta opción cada vez más necesaria” - La dimensión espacial, puesto que la educación del siglo XXI ha roto los muros del aula y se ha abierto a la sociedad en su conjunto con instituciones e iniciativas como las ludotecas, campamentos, asociaciones, la educación de calle, centros cívicos, centros de menores, prisiones, etc. Esta situación ha provocado la aparición de nuevas formas educativas que pretenden hacer frente a estos súbitos y radicales cambios. Así, la animación sociocultural, la educación de personas adultas, el uso educativo de los medios de comunicación o la educación para la salud, por poner tan sólo algunos ejemplos, son algunas modalidades que han experimentado un desarrollo espectacular en las últimas décadas al amparo de la nueva situación social existente (López Noguero, 2004). Por todo ello, hemos de reconocer que la educación del S. XXI, donde se encuentra inserta la Educación Social, ha evolucionado hacia otros caminos, hacia otros horizontes diferentes a los del siglo pasado, ya que en la actualidad, la educación se plantea como un espacio privilegiado en las sociedades actuales, como un recurso de primera línea para enfrentarse creativamente a las desigualdades sociales y la falta de oportunidades de los más excluidos y también como una actividad social dentro de un sistema flexible y abierto a sectores marginales y problemáticos128 habitualmente alejados de la acción educativa y se instaura como una realidad que dura toda la vida del ser humano, proclamando el derecho de cualquier persona a ser parte de la vida y producción sociocultural de su comunidad. 3. ¿Qué es la educación social? Tratando de resumir lo expuesto hasta ahora podemos señalar que existe un nuevo contexto social, formas y valores culturales inéditos hasta la fecha, nuevas políticas sociales y culturales, incremento de sectores de población marginal y nuevos estados de conciencia y de acción que han derivado en 128 Excluidos sociales, marginados, adictos, inmigrantes, menores en situación de riesgo social, mayores, internos de prisiones, etc. -1748 - una nueva forma de entender la educación y en una explosión sin precedentes de la Educación Social Esta Ciencia Pedagógica estudia la Educación Social, de hecho, la Pedagogía Social, según Quintana (1984), padre de la disciplina en España, es «la Ciencia de la educación social a individuos y grupos, y de la atención a los problemas que pueden ser tratados desde instancias educativas». Sin embargo, bajo la denominación de «educación social», puede considerarse un amplio espectro de conexiones que, desde cualquier punto de vista, cabe establecer entre la sociedad, «lo social», y la educación; bien se considere a la sociedad como agente, medio, término o fin, factor condicionante de la educación; bien a la inversa, se aluda a la educación como factor, resultado, meta o condicionante de la sociedad (Medina Rubio, 1999). Como señala Pérez Serrano (2003, 2005), la Educación Social presenta diversos aspectos y perspectivas. Destacamos, en esta ocasión, las dos que consideramos más significativas. Una, desde la vertiente normalizada; es decir, el proceso de socialización de los individuos, desde la infancia a la edad adulta y la otra desde la óptica de la educación especializada, que hace referencia al tratamiento e intervención de todo tipo de inadaptados sociales. Así, la educación social para Petrus (1994: 180) «debe ser conceptualizada y explicada en función de factores tan diversos como el contexto social, la concepción política, las formas de cultura predominantes, la situación económica y la realidad educativa del momento. De tal manera pensamos que ello es así, que sólo es posible interpretar el actual resurgir de la Educación Social atendiendo a los significativos cambios que, recientemente se han dado en nuestro contexto social más inmediato». Por su parte, Quintana Cabanas (1994: 9) apunta que la Educación Social tiene dos sentidos: - Por una lado la intervención educativa que se hace con el fin de ayudar al individuo a que se realice en él, del mejor modo posible y sin desviaciones, el proceso de socialización, es decir, la adaptación a la vida social y a sus normas, hasta alcanzar una alta capacidad de convivencia y de participación en la vida comunitaria. Según el mismo autor, este tipo de educación entronca con la educación general del individuo, a la que completa. Desde esta perspectiva la educación social tiene por objeto el logro de la madurez social del individuo. Según esta concepción, la educación social se entiende como un aspecto importante de la educación general del ser humano. La formación para la correcta socialización implica la formación cívico-democrática y para la ciudadanía. Se trata de una educación para el desarrollo de valores sociales, orientada al fomento del comportamiento democrático de todos los ciudadanos así como al compromiso de construcción social. - Por otro lado, siempre según Quintana, se llama «educación social» a un tipo de Trabajo Social de aspecto educativo que desempeña unas funciones pedagógicas. Se practica profesionalmente fuera de la escuela, pues no tiene que ver con el sistema educativo, sino más bien con la promoción del Bienestar Social. Pone en juego una serie de servicios sociales de carácter pedagógico, que tienden unas veces a resolver problemas carenciales que sufren ciertos grupos sociales marginados, y otros a prevenir dichos problemas en la población general, asegurándole los medios (educación para la paz, educación ecológica, educación cívica, asociacionismo, voluntariado, servicios de tiempo libre, etc.) de llevar una vida comunitaria pletórica y correcta. -1749 - En resumen, a juicio de este autor la educación social se entiende desde esta óptica como una acción social que atiende, básicamente, a problemas de marginación o de carencias sociales en que se hallan inmersos bastantes individuos y colectivos sociales. Los dos enfoques persisten en la actualidad y es necesario encontrar puntos de convergencia entre ambos, puesto que la educación social incumbe a todos los ciudadanos sin exclusión. Por ello, es necesario hacer confluir ambos enfoques y orientar la educación social tanto hacia los sujetos que se encuentran en situaciones de marginación y exclusión social como a la población normalizada (Pérez Serrano, 2003, 2005). Sin embargo, a pesar de la estimación de la que goza actualmente la Educación Social, ésta hace referencia a realidades muy distintas. Incluso al tratar de acotar su significado, todo el mundo está de acuerdo en señalar que el concepto de Educación Social es aún en la actualidad un concepto confuso e impreciso. Las razones a esta vaguedad las podemos encontrar, entre otras, en las siguientes variables (López Noguero, 2004): - La Educación Social es un fenómeno muy reciente, de hecho sus primeras manifestaciones organizadas y sistematizadas las encontramos en las experiencias de Hermann Nöhl, a finales de la Primera Guerra Mundial. Esta circunstancia provoca que la Educación Social no sea un sistema cerrado, completamente constituido, antes bien se trata de un concepto todavía vago que debe estructurarse y asentarse aún más. - La Educación Social se impone a través del marco de su práctica. Sin embargo, los obstáculos que tiene para su conceptualización revelan la distancia que hay entre el desarrollo de esa práctica y el déficit de los estudios teóricos que la exploran, aunque éstos vayan extendiéndose. - El término «Educación Social» es muy vasto, ya que implica diferentes elementos y aspectos, algunos de ellos incluso casi desconocidos en la Pedagogía Social hace pocas décadas. x Por si todo lo anterior no fuera suficiente, los estudios que se han llevado a cabo sobre la Educación Social reflejan enfoques muy diversos que dejan traslucir perspectivas de muchos tipos, incluso ideologías distintas. En este sentido, la Educación Social posee una gran cantidad de visiones, enfoques, perspectivas, entre las que podemos destacar las siguientes: Educación Social como adaptación; como socialización; como adquisición de competencias sociales; como didáctica de lo social; como acción profesional cualificada; como acción cerca de la inadaptación social; como formación política del ciudadano; como prevención y control social; como Trabajo Social de carácter educativo; como paidocenosis; como educación extraescolar, etc. (Petrus, 1997). La Educación Social se propone en los tiempos actuales conseguir una serie de objetivos muy ambiciosos que podrían sintetizarse en llevar al individuo a que se socialice y se integre en la sociedad del mejor modo posible y sea, además, capaz de mejorarla y transformarla siendo parte activa de la misma. De esta forma, los principales objetivos de la educación social son los siguientes: OBJETIVOS DE LA EDUCACIÓN SOCIAL -1750 - LOGRAR LA MADUREZ SOCIAL PROMOVER LAS RELACIONES HUMANO-SOCIALES PREPARAR AL INDIVIDUO PARA VIVIR EN SOCIEDAD 4. La educación social hoy y mañana Al ser tan complejas y poliédricas las problemáticas humano-sociales que asolan la realidad de nuestras sociedades postmodernas, éstas precisan de la aportación cualificada de diferentes profesionales para focalizarlas desde ópticas diversas y complementarias, entre las que se encuentra, evidentemente, el educador social, dado que cada profesional que trabaje en estas temáticas, aportará su visión de la realidad desde el campo que le es propio y en el que se halla específicamente cualificado (López Noguero, 2011). De esta forma, la actual situación de zozobra generadora de desigualdades sociales, exclusión y pobreza extrema requiere la intervención decidida de todos los agentes sociales, donde la labor de la Educación Social en estos entornos, a pesar de estar ya muy consolidada, será mucho más importante en los años venideros. Como señala Castillo Manzano (2005) es responsabilidad de todos los agentes sociales analizar las dinámicas para apreciar la situación actual no como algo inevitable, sino como un proceso de carácter social en que podemos intervenir ya que no existe ninguna realidad que no se pueda modificar. La Educación Social, que tiene su campo de trabajo en la animación sociocultural, el ocio y tiempo libre, la educación especializada, la formación laboral, la formación permanente y de adultos, etc., siempre debe buscar modelos de sociedad más democrática y participativa, y favorecer siempre que ello sea posible, el trabajo comunitario, creando ciudadanos que sean protagonistas de sus procesos y aprendan a participar de forma efectiva en la transformación de sus territorios, barrios y localidades, facilitando la participación de todos los ciudadanos en la vida política, económica, cultural y social a fin de construir sociedades más libres, dinámicas y democráticas. En cualquier caso, debemos tener muy presente que a pesar de esta gran cantidad de formas de entender la Educación Social, expuestas anteriormente, las teorías más generalizadas abundan en los siguientes aspectos, considerados como los propios de la Educación Social hoy día: - Debe buscar siempre la transformación, el cambio social. - Socializa y permite la adaptación social de las personas. - Trabaja fundamentalmente en problemáticas humano-sociales. - Tiene lugar, habitualmente en contextos no formales, aunque es cierto que está adentrándose cada vez más en entornos reglados. - Tiene un campo de acción importante en la marginación, pero la Educación Social no se agota en entornos de marginación y exclusión, todo lo contrario, el abanico de actividades se ha abierto a muchos otros sectores de población. - Exige diagnósticos rigurosos y estar en permanente contacto con la realidad. - Requiere una intervención cualificada, no cualquier profesional puede trabajar en estos ámbitos sin formación y preparación adecuados. - Puede y debe ser aplicado en contextos escolares. - Trata de empoderar y hacer protagonista de su cambio a los propios destinatarios (López Noguero, 2004, Pérez Serrano, 2005). -1751 - Éste es, “grosso modo” el decálogo definitorio de la Educación Social en la actualidad, una Educación Social que está desarrollándose y evolucionando a gran velocidad en la esfera científica, académica y profesional, fundamentalmente en Europa y cada vez con mayor proyección en América Latina. Por todo ello, por el momento de encrucijada que vivimos, cada vez será más importante la necesidad y la influencia de la Educación Social, en el desarrollo del sistema educativo reglado y no reglado, y en todas aquellas cuestiones relacionadas con el cambio social que actualmente necesitan las comunidades. Sin embargo, y curiosamente, en una realidad donde se demuestra que está de moda la Educación Social como recurso de cambio social y las administraciones públicas han asumido esta figura profesionalmente, hay que reconocer que el perfil del Educador Social se encuentra aún poco definido, lo que conlleva una notable falta de coordinación y solapamiento de competencias, con el consiguiente desánimo y grado de confusión que se crea entre los componentes de este colectivo, por lo que la construcción del perfil profesional del educador aún llevará un tiempo, puesto que deberemos erigirlo entre todos los implicados. En este sentido, no tenemos las respuestas, pero sí la oportunidad de buscarlas de forma colectiva. Nos encontramos en los albores del siglo XXI, en el que todos reconocen al conocimiento y a la educación un valor estratégico en el desarrollo de las sociedades democráticas. Nos encontramos, en fin, en un cambio de era, donde los cambios se producen e instalan en la sociedad en forma acelerada y coexisten con problemas sociales que persisten y tienden a agravarse en una realidad de globalización cultural, económica y política en conflicto con localismos y con identidades culturales populares y donde la marginación y la pobreza extrema, el cambio climático o la exclusión de millones de seres humanos del avance científico y tecnológico constituyen evidentes botones de muestra del grado de urgencia social que vivimos y donde se hace perentoria la utilización de estrategias que emanan, entre otras disciplinas y contextos, de la Educación Social ya que, como señala la Comisión Internacional de Educación para el Siglo XXI, “sobre la agenda de la humanidad no hay problema más importante que la Educación”. Referencias Bibliográficas - - - CASTILLO MANZANO, A. 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Pérez Serrano, Gloria es Doctora en Pedagogía y Catedrática de Pedagogía Social en la UNED, donde ejerce sus funciones docentes e investigadoras, fundamentalmente acerca de las siguientes líneas: Pedagogía Social, Animación Sociocultural y Educación de Personas Mayores. Es directora del Máster y Experto Universitario de Intervención en Calidad de Vida de Personas Mayores y Directora de Pedagogía Social. Revista Interuniversitaria. Su trayectoria profesional ha sido reconocida con diversos premios nacionales e internacionales. -1753 -