Importancia del periodo seco en el control de mamitis

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Control de mamitis
Importancia del periodo seco en el
control de mamitis
Raquel Timón, Luis M. Jiménez
SERVET Talavera SL
S
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e denomina periodo seco al tiempo en el que la glándula mamaria
está descansando de una lactación y se prepara para la siguiente.
Tradicionalmente no se les ha hecho mucho caso a estas vacas secas,
una vez que la vaca ha finalizado la lactación, se le introduce las cánulas de
secado intramamarias y se pasa al lote de vacas secas. A partir de ahí estos
animales pasan totalmente desapercibidos y son olvidados por el simple hecho
que no dan leche, gran error, ya que de cómo sea este periodo dependerá en
gran medida la producción de la siguiente lactación y la prevalencia de mamitis en los 100 primeros días de esa lactación.
Luis M. Jiménez
Raquel Timón
veterinarios especialistas en control de mamitis y calidad de leche,
Servet Talavera SL
Jiménez L. y Timón R
Hay que decir que el periodo seco es esencial para el descanso de la ubre
y como consecuencia para la producción, se está revisando la duración del
periodo seco que tradicionalmente ha sido de 60 días y se está viendo que en
vacas que tienen un periodo más corto, en torno a 30 días, no se altera ni la
salud de la ubre ni la producción. Es la duración de la fase de involución estable, que más adelante veremos en qué consiste, la que podremos reducir considerablemente acortando el periodo seco. Independientemente de la duración
del periodo seco hay que asumir que este periodo de tiempo es fundamental
y decisivo.
La glándula mamaria pasa por varias fases en el periodo seco, la fase de
involución activa, la fase de involución estable y la fase de calostrogénesis.
Esquema 1
Control de mamitis
La fase de involución activa es la más crítica debido a
los cambios que acontecen en la ubre, haciéndola más predispuesta a las infecciones. La glándula sigue produciendo
leche en la misma cantidad, hay un incremento en la presión
intramamaria que durará aproximadamente 3 días. Lo que
más nos interesa es que esta fase dure lo menos posible
minimizando el riesgo de mamitis, existe una máxima, cuanto
menos tiempo dure la fase de involución activa menor riesgo
de mamitis. Para esto tenemos que recurrir al manejo de la
alimentación reduciendo considerablemente la producción de
leche para reducir la presión intramamaria existente. Existen
cambios a nivel anatómico y fisiológico, las células secretoras
(células alveolares) van a ir perdiendo actividad por lo que se
reduce la secreción láctea, existe también muerte celular de
algunas células secretoras con reabsorción, esta apoptosis no
es de todas las células alveolares. El espacio que ocupaban las
células alveolares es ocupado ahora por células epiteliales. Además existen cambios
en la composición de la secreción láctea, hay un aumento de lactoferrina, proteína que
liga el hierro, el cual es un nutriente esencial para determinadas bacterias causantes de
mamitis como los coniformes y los estafilococos. Existe una mayor concentración de
polimorfos nucleares neutrófilos y de macrófagos, encargados de la reabsorción celular, la lactoferrina también tiene un papel fundamental a la hora de atraer a los PMN
y macrófagos. La concentración de citrato sigue siendo elevada y la síntesis de grasa,
lactosa y caseina disminuye considerablemente.
Debido a la alta probabilidad de infecciones esta fase nos
interesa que dure el menor tiempo posible.
Una vez que superada esta fase la ubre entra en involución estable,
aquí la ubre alcanza su volumen más bajo. Es la fase de más resistencia a
las infecciones intramamarias ya que el sistema inmunitario está funcionando al 100 %, la lactoferrina alcanza su máxima concentración y la del
citrato disminuye dejando actuar libremente a la lactoferrina, con lo cual
la incidencia de mamitis causadas por colis y estafilococos se reduce pero
no así la causada por estreptococos. La duración de esta fase puede ser
variable y estudios recientes indican que se puede reducir al mínimo.
La fase de calostrogénesis empieza dos semanas antes del parto, la
glandula se prepara para producir y almacenar calostro. Existe un aumento del volumen de la ubre, las células alveolares aumentan en número y en actividad, hay
un aumento considerable del flujo sanguíneo lo cual puede provocar un incremento en la
producción de edemas mamarios. La concentración de lactoferrina empieza a disminuir,
la del citrato a aumentar y a su vez se eleva la concentración de grasa, lactosa y caseina
que en definitiva son nutrientes para las bacterias. El conducto del pezón también se
dilata y acorta debido a la mayor presión intramamaria facilitando el acceso de patógenos al interior de la ubre. Normalmente también hay un cambio de alimentación (al lote
de preparto) y de corral lo cual hace que la vaca esté más estresada comprometiendo
así la función inmunitaria. Debido a todo esto aumenta la tasa de nuevas infecciones
intramamarias. Esquema 2
Importancia del periodo seco en el control de mamitis
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Es en esta fase en la que la tasa de nuevas infecciones intramamarias puede subir, esto se debe principalmente al cese del
ordeño. El simple acto del ordeño hace de arrastre de bacterias
por el canal del pezón, existen también cambios anatómicos de
ese pezón, se ensancha y se acorta debido a la presión intramamaria y esto facilita la entrada de bacterias puesto que el
tapón de queratina se está empezando a formar. Por otra parte
la higiene del pezón no va a existir, ya no se va a aplicar ningún
baño de pezones postordeño. A su vez va a existir un estrés
debido al cambio tanto de alimentación, como de corral y la
respuesta inmunitaria que se debería dar frente a una nueva
infección no es suficiente puesto que los PMN y macrófagos
están comprometidos en la reabsorción celular y la acción quelante del hierro de la lactoferrina (encargada de la quimiotáxis)
se inhibe por la alta concentración de citrato.
Control de mamitis
Los objetivos en el periodo se secado van a ser, por un lado disminuir la tasa de infecciones
presentes, por otro prevenir la tasa de nuevas infecciones y por último y no menos importante el
aumentar las producciones de las vacas. Tenemos varias estrategias a nuestro alcance: *
•
•
•
Terapia antibiótica y protección del pezón.
Control de la alimentación.
Control del medio ambiente.
Control de la inmunidad.
La terapia antibiótica de secado va a actuar directamente contra las bacterias. Los
microorganismos más importantes causantes de mamitis en el periodo seco son las ambientales, coliformes y estreptococos ambientales (Strep-e). Las infecciones causadas por coliformes son frecuentes al principio del secado y lo más cercano al parto, las infecciones causadas
por Strep-e son frecuentes al principio del secado, durante toda la calostrogénesis y lo más
cercano al parto. Los estafilococcos coagulasa negativos (SCN) al ser habitantes de la piel y
canal del pezón pueden acceder al interior de la ubre en cualquier momento del periodo seco,
de hecho son los microorganismos más aislados. El reservorio de estas bacterias ambientales es el ambiente en donde está la vaca, camas, suelos, agua, materia orgánica. La terapia
de la vaca seca se lleva haciendo desde 1946, se observó que el 48 % de las vacas estaban
infectadas en las 3 primeras semanas y que un 70 % de las infecciones eran causadas por
Staphylococcus aureus, a su vez existía una elevada prevalencia de infecciones causadas por
Arcanobacterium pyogenes , esta práctica pasó a formar parte del Plan de los 5 puntos del
N.I.R.D. Se trabaja con productos de larga acción con excipientes muy oleosos para que la
liberación de la sustancia activa sea lenta y tamaños de partícula muy pequeño. Se están
utilizando cloxacilinas, cefalosporinas, penicilinas, penetamatos, etc. La terapia intramamaria
de la vaca seca se ha demostrado eficaz para la curación de infecciones existentes, sobre todo
las causadas por microorganismos contagiosos como Staphylococcus aureus y Streptococcus
agalactiae pero no tan eficaz como para prevenir la tasa de nuevas infecciones sobre todo al
final del periodo seco. Es por esto último que se recurre a terapia parenteral en esta última
parte del periodo seco, se usan macrólidos, penetamatos, quinolonas, etc.
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Otra acción que podemos realizar cuando se seca la vaca es proteger el pezón, se puede
hacer mediante el uso de selladores externos e internos. Los baños de pezones, en este caso si
es aceptable el término de sellador y llevan en su composición tetrahydrofurano, se aplican
después del último ordeño y tienen como misión retener la infusión antibiótica intramamaria
y actuar como barrera impidiendo la entrada de bacterias durante la primera semana del secado. Los selladores internos llevan en su composición subnitrato de bismuto al 65 %, sustancia
inerte muy parecida a las usadas en medicina humana para el tratamiento de úlceras. El primer
investigador que experimentó con este producto fue Meaney en el centro experimental de
Moorepark en Irlanda en 1977. El producto se introduce por el canal del pezón después de la
aplicación del tratamiento antibiótico, la cisterna del pezón dilata y queda sellada físicamente,
al ser una sustancia inerte no es peligrosa para la salud de la ubre y debe ser retirada en el primer ordeño. Los selladores internos actúan como barrera física durante todo el periodo seco a
modo de tapón de queratina, este tapón empieza a formarse al comienzo del secado pero se ha
demostrado que en muchos casos su formación dura hasta el preparto y en otros casos no se
llega a formar nunca.
Sección del pezón
de una vaca y
canula
Jiménez L. y Timón R
Canula sellando el
pezón de la vaca
Pezón sellado
El manejo de la alimentación es muy importante para reducir la producción láctea reduciendo así la presión intramamaria, por otro lado
nos interesa que la fase
de involución activa dure
lo menos posible minimizando el riesgo de mamitis. La recomendación en
los últimos años ha sido
el secado brusco y es lo
más aceptable siempre
y cuando no exista una
elevada producción de
leche, las vacas secadas
por encima de 17 litros
Control de mamitis
tienen mayor posibilidad de sufrir infecciones
al parto. No hay estudios científicos a favor del
secado brusco frente a un secado progresivo
con ordeños alternos. Nuestra recomendación
es separar a las vacas de más de 20 litros al
corral de vacas secas, reduciendo considerablemente la ingesta de materia seca y por tanto
la producción, se hacen dos ordeños diarios
y en 2-3 días dependiendo de la producción
se hace un último ordeño, se aplica la terapia
intramamaria de secado, el sellador interno y se
va definitivamente al corral de vacas secas. El
hecho de tener una vaca apartada en un corral
de transición solamente con paja y agua puede
incrementar el estrés, con lo cual la función
inmunitaria estaría comprometida. El riesgo
viene otra vez en la fase de calostrogénesis,
es fundamental acostumbrar a las vacas a la
alimentación de vacas de lactación y aquí otra
vez lo más importante es que la presión intramamaria sea la menor posible. Hay que compaginar la iniciación de la vaca a la ración
de lactación minimizando los problemas metabólicos y a la vez reducir la presión intramamaria que hará que existan menos posibilidades de fugas de leche y de edemas. Una
alternativa a este fenómeno es el ordeño preparto, consiste en ordeñar las vacas unos
días antes de la fecha prevista de parto, teniendo en cuenta que hay que tener calostro
extra para dárselo al futuro ternero.
La inmunidad como hemos dicho es importante, hay que intentar en lo posible reducir los
fenómenos de estrés para que la vaca responda
adecuadamente frente a la posible entrada de bacterias por el canal del pezón. Lo más
básico es que la vaca esté cómoda, también se puede recurrir al uso de vacunas comerciales y autovacunas cuya efectividad no ha sido demostrada pero no dejan de ser una
herramienta más dentro del control de mamitis. Una vacuna cuya eficacia está probada
es la que lleva el antígeno J-5, el cual es común en todas las enterobacterias, su aplicación suele ser en el momento del secado, al mes siguiente y 14 días postparto. Hay que
asegurarse también la ingesta de minerales y micronutrientes diariamente, tales como
selenio (0,3 ppm), cobre (10-20 ppm), vitamina E (1200 UI), vitamina A (100000 UI), etc,
todos estos actúan a nivel de la respuesta inmunitaria incrementando la resistencia a las
infecciones.v
Importancia del periodo seco en el control de mamitis
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En el medio ambiente es donde se van a desarrollar las bacterias causantes de mamitis, de ahí que tiene que estar en las mejores condiciones posible. Por otro lado el entorno
donde están los animales va a influir en la comodidad de las vacas mejorando la respuesta
inmunitaria. En el caso de que las vacas secas estén en cubículos, éstos deben ser más anchos
que en caso de lactación (120-125 cm), diseñados de tal manera que la vaca pueda echarse y levantarse sin dificultad, sobre una cama lo más mullida y limpia posible. La cama hay
que arreglarla una vez al día, quitando las heces
existentes y echando cama limpia en la parte de
detrás del cubículo. A su vez los pasillos deben
estar siempre limpios, de esta manera la vaca llevará menos materia orgánica al cubículo. En las
instalaciones de cama caliente la vaca debe tener
suficiente espacio, en torno a 10 metros cuadrados
por vaca, así conseguiremos que la vaca no esté
estresada. Es necesario echar cama una vez al día,
en torno a 7-8 kilos por vaca y día y es aconsejable
la desinfección con superfosfato de cal una o dos
veces en semana. A su vez el patio debe limpiarse
2 veces en semana, así conseguiremos que la zona
de cama no se contamine en exceso, también
evitaremos en lo posible el acumulo de estiércol,
existencia de charcos, etc que es donde hay más
posibilidad de que existan microorganismos causantes de mamitis.
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