ción no podía serles indiferente; de donde ha nacido que «pf»vellanto reputación del Jeneral ZARATlEfim ofrecen segura garantía bnriíeícas sobre asnos «eprosenlando «) famoso personaje Guy chande D. José Marracó y su cuñado Ugarte, que son del pais , la Fawkes, al grito de No-Popery f fuera el papismo;) pero en alde que su obra será digna del guerrero cuyas proezas se propone gosos callejones haA sido abitadas y rotas por individuos que se irritación de los ánimos, se diese el grito que nan laaíjiáp • " su desesperación. La casa del cura párroco fue saqueada, y «1 infeliz referir, con piJeaencia de muchos curioBOS docucijentos de que el sospecha sea i r l ^ e s e s . público no tira» todavía noticia. A poco de morir el esclarecido .:—La compaiiía de posaderos de Londres acaba de dar «aban.^ se salvó huyendo cu camisa por una ventana; y D. Jerónimo Rocay su hermano, (jue son personas muy ricas, fueron hechos caudillo que redujo á tan mal estado Ips ejércitos escojidos del go- uete anual. Habiendo propuesto uno de los convidados el brin- tallado Cresos, ecsijiendo la cantidad «o dieí rail duros por su rescate, is del Lord Maire Gibbs , vendedor de pescado, fue silvado y bierno 4e Madrid, se dijo publicamente que el Sr. z^AATiEeui era os jefes que habian venido de Francia á revolver el pais, han esrechazado por unanimidad. poseedor de los docamenlos y noticias que se leerán con asombro —El actual Lord Correjidor de Londres no puede presentarse capado; contándose entre ellos el brigadier Ruiz, Madoz, Ugarte en la historia que eslá prócsima á salir á luz en París, y que muy en público en aquella ciudad sin verse rodeado de una multitud y don José Marracó. Este capitán jeneral ha desplegado granrlc luego se leerá en España. La vida y los hechor de un jeneral cuyo de jcntes de todos los rangos de la sociedad que no cesan de sil- actividad. A no ser por él, la revolución se hubiera incorporado, y no sabemos á donde se hubiera ido á parar, en el trastorno que se nombre se oye con veneración en Europa, debe escribirse por uno var, vociferar y saludar sus oidos con los epítetos mas insultan- preparaba. Hemos estado muy cerca del abismo, y el señor Bretón tes. El digno majistrado administró durante veinte años los negode aquellos campeones de la causa realista que pelearon á su lado, cios de una parroquia de Londres, y al cabo de este tiempo se ne- nos ha sacado de él; pero el peligro no ha desaparecido, aunque y recibieron de su mano todos los datos, noticias y pormenores fó á dar cuentas, probándosele por sus administrados que resulta- se haya conjurado por el momento la tempestad. [Nuest. corresp.) relativos á la época de su vida en que supo con su valor y sus he- a un déficit contra él. También en la bien gobernada Inglaterra chos militares adquirirse un renonibre, que crece admirablemente hay empleados que roban; pero siquiera queda el consuelo de que MOIION 2 2 . al tiempo mismo que nos alejamos de los años en que tuvieron lu- hay un pueblo que los silva y una sociedad que los rechaza de su Desde que entre el estrépito del cañón se reunieron en la isla seno. gar los acontecimientos de que va á informar al público el jeneral —De Roma escriben el 8 de noviembre que acababa de morir Gaditana algunos patriotas, y formaron la Constitución que á juicio ZARATIEGVI. la princesa Dorotea Gzartoriska, parienta de algunas casas rei- de sus fundadores, era justa y conforme á las necesidades de la nantes de Alemania, y que hacía varios años se hallaba retirada España; se han querido ensayar cuantos medios han sido imajínaLa obra constará de un tomo de 600 pajinas. en un convento de ursulinas, ocupándose solamente en obras bles para innovar en nuestra política anterior: todos hansido infrucmaKmmmmmuv m i i — — » ! g g pías Y ejercicios relijiosos. El cardenal Griraaldi sigue muy en- tuosos , sin que hasta la présenle podamos lisonjearnos con un W m o ; su estado desgraciadamente, no dá lagar á concebir la adelanto, cóh ninguna mejora, con ningún beneficio á favor de las WAH9M OFI€IAIi« mas leve esperanza. También el principe Enrique de Prusia ha clases influyentes; la agricultura, la industria y las artes, reciben aumentos do cí^gaf , pan» soate^er l»s obligaciones del Estado , y l « Búckia éi hoy no contiene actos del gobierno ni partes estado muy enfermo; pero ya se baila convaleciente. —Habiendo leido el rey de Cerdeña, dice la Gaceta de Au,g$- este no se desdinaari^a de é>S conflictos. No se han visto mas que vanas teorías, fantasmas, ilusiones y burgo, el folleto del principe de Joinville sobre las ventajas de una escuadra de vapor, se ha determinado á construir una flotilla de preocupaciones. Fijemos la vista, por ejemplo, en el sistema elecvapores por via de esperimento. S. M. salió de Turin para Jénova toral ¿qué título puede darse á un colejío á que solo concurren la el 9 del corriente acompañado por el duque de Jénova y el prín- milésima parte, ó menos , de los electores? lista fracción del parcipe Eujcnio de Saboya, con el objeto de ponor en ejecución su tido (jue quiera repregentar, sin saber por ({ué y sin conocer á los candidatos, ofrece sus sufrajíos, aunque sea contra su conciencia, Se han recibido en Londres noticias de Otahili posteriores á las plan. —El Sr. Barón do Grovenslins, ministro del rey |dc los Países- para llenar el compromiso de un amigo, ó para no perder el desa publicadas, (aunque los periódicos de aquella capital no dan j s nchas) por las que vemos que habia liabido un nuevo choque Bajos cerca de las Cortes de España y Portugal, aoaba de llegar á tino qne obtuviera. Es preciso que seamos francos, y que maniéntrelos naturales y los franceses, quedando muchos de aquellos París de vuelta de Lisboa, á donde habia icjo encargado do una festemos los sentimientos de nuestro corazón; loo pueblos desde que cesó el gobierno monárquico, cada día sufren nías, y mayosoWe el campo de batalla muertos por sus bien armados y bien comisión diplomática. —El célebre químico Berzellius ha sido atacado de nna conjcs- res sacrificios, parque la nnuiicion de uno, no es comparable Qofi disciplinados enemigos. La fragata inglesa Fisguard había conducido á la reina Vpmaré ^ la isla de Bcnabola. tíon de sangre tan violenta que hace temer por su vida. Ignórase si la de muchos. Cuidado que esto no es oponerse á los adelantos Cabo de Buena Esperanza. Han llegado el 18 de setiembre de los cuidados enériicos de la metlicina conseguirán que el ilustre efectivos, ni ser enemigo de la verdadera libertad ; porque estos dones los tiene consignados la España en sus venerandas leyeei Inglaterra cartas patentes, que determinan las condiciones de ecsis- químico sueco vuelva á sus trabajos. es lo cierto que la Constitución de 1812 se reformó por la de («oiíia de 1^ provincia de Natal. £sta colonia formará una depen—La revista de París anuncia que la lista de ios nuevos pares pero dencia del Gqbo; con su teniente-gobernador, asistido por un con- contendrá seis nombres á saber, M. M. jeneral Marbot, Víctor 1837 , y en el presente se suprimirán y adicionarán los artículos sejo ejecutivo, compuesto de cinco miembros, y un juez (recorder) Hugo , Duque de Praslin, Berlín de Vaux. el jeneral Achard y el que convengan, y al fin no se conseguirá el objeto deseado. ¿Y por qué? el mal tiene su oríjen, desde el úllir^o escribiente de los Clavas decisipnes podrán ser revisadas por el tribunal supremo de barón Deffaudis. ayuntamientos, hasta los subsecretarios de los ministros. Cabo. --Acaba de inaugt^rarso en Malla una magnifica iglesia protesEn otro tiempo los ministros s^liaa de entre los sabios eu las —SAJOSiA. En la iglesia recien construida en el pueblecillo de tante, toda de piedra y adornada con el mayor lujo, construida á Apabcrg para los católicos Monseñor Maoermann que 1# habia espensas de la actual reina viuda de Inglaterra. En Malta es de ad- respectivas carreras; el arte de gobernar se aprende, y no se consagrado, erijió á sus espensas un altar dedicado á san Ignacio venir, no hay mas proteslantes que los soldados de una parte de aprende con simples teorías, se necesita de una práctica consede Loyola y san Francisco Javier; concediendo cuarenta días de la guarnición ; ot^a parta muy considerable, compuesta de sol- guida a fuerza de tiempo, en la escuela de buenos maestros; wd^e^cist^ lo» fielcj que visitaran esta iglesia el aniversario de dados irlandeses, es católica. La [construcción de esta iglesia no no lodos los políticos, en su larga y laboriosa carrera, hsil deaicacion. Hestablecer la copcesion de mduljencias en el país es pues mas que la ostentación de un prosclitismo que Bo gran adquirir el difioilarle de gobernar; de lo que menos necesita un gobernante es del don ile la palabra; el don de gobierno, el de d d gran reformador, cuándo sirvieron de motivo y pretesto para la buena fé, y el de amor á sus semejantes : conocer la índole de su rebelión contra la iglesia y sufrir ea el recinto de sus muros un ecsiste. los pueblos, el impulso de las clases; locándole desde la pías flesaltar dedicado al fundador de la compañia de Jesús , era cosa que nreciable aldea hasta el de la residencia de la autoridad suprema. no s^ toleraría. Asi es que el paisanaje protestante de Annaberg iVOVIf^IAS V^m4 l l i l I I V Q . Entonces sabrían lo que necesitan y quieren los pueblos , ya que se ha rouuido á ia asamblea de sus majistrados para tratar de con* sus representantes se desentienden de ello. Los pueblos solo tener tanta audacia. Este asunto hi)\ puesto en conmoción á todos MÁLAGA 2 2 . los pueblos de las montañas sajonas. ¡Y luego ponderarán la toleuieren realidades í y como por desgracia hace tantos años que «jOCia (U-otestaut^ I Hoy á las diez ha sufrido la pena do niuwte en garrote vil, esaparecieron, con los conatos do nuevas reformas; es inauRowero (á) Lunares, natural de Casarabonela y veoino de dable que boy recibirían con placer el gobierno monárquico bajo HUNGRÍA. Preshurgo. ^Jn la sesioiji mista de la diet?i so leyó un Migúílpor haber asesinado á su mujer y herido á su hija. Subi(} al los estatutos antiguos, con las reformas que al tiempo y las cirdecreto nombrando á » . A. I. el archiduque Cirios, comisario esta, i^adato» coa bastaote eutereí») «ina«¿ maV tenasi para inaceútiüta^- ciwABqcta» i««laia[«|. j y > tan ^&til «eri* el cobieriio, «I etploMT IloaL Una resolución pnbtioadabaiw días, babla en janeral ds' la se. Pidió perdón por sus fallas; y tan luego como se sentó en el fa- la voluntad jeperal por medios nobles y legales ? creemos que no cuestión de comercio, que se discutirá en la procsiraa dieta. tal banquillo, se inmutó y concluyeron sus briog. asi como estamos ciertos de que serán indiferentes las plegarias —LiTL'ANiA. La Gacela de Colonia asegura que hanestailudo seMañana enlríirá en capilla un tal Joaquín Rojas, que robó años rcpetidísiraas que so les dirijon de todas partes. rios disturbios en el gobierno del gran-ducado. Los siervos reclapasados á una molinera y la dio, de puñaladas. (Nutst, correal man, segnn se dice, la abolición de la esclavitud. También se espera pronto otra justicia, por haber sido captu•—AUSTRIA. El principe IVasa ha vendido el señorío de EsSEVILLA 22. chorn, va Moravia, al barou Siiía, banquero de Viena, por la su- rado y conducido á esta cárcel un tal Clavero, que asesinó á su Anteayer ha sido reemplazado el señor Rubín de Celis en el ma de 710,000 florines. Si no estamos mal inlorraados, el prínci- mujer en las afueras de esta ciudad y sitio llamado el campillo. Se mando del rejiraicnlo de Asturias, por el señor don José María hallaba prófugo y sentenciado en rebeldía, pero liabióndosp abieí'pe habia adquirido este señorío, hace algunos años, al precio to juicio y toraádole declaración en la noche de ayer, se dice ha- Saenz, qi^enos aseguran llegó en posta de Madrid el tfíi»tBt> <lia> do 680,pQ0 florines. Nos aseguran han sido separados cuatro oficiales del mismo rc—El jeneral Ametller á su paso por París coa dirección á Chau- ber confesado su crimen. jímienlo, halbiéndolb sido nueve también del rejimiento de Aragón, Do dos ó tres años á esta parte van asesinadas ocho ó diez mumont, punto designado para su residencia, ha dirijído una carta jeres ; eslo es debido á la desmoralización que cunde en todas las que se halla de guarnición en Gáidiz. á M. Guizot, pidiéndole pasaporte para BÓljicá ó Inglaterra. Se ha levantado el destierro á don Miguel Reina: y lof seílojfe» —En el banquete dado áj Ips oficíalos do marina franceses, en clases del Estado, y principalmente en el pueblo bajo. Bulnes y Sancho no han salido para sus destinos, en razona no hafNuest. Ci^rasip.) Portsmonth cuando la visita de Luis Felipe, parece, según el bérseles encontrado para hacerles saber la determineicioo aowda* Moming Chromcle, que habiendo bebido tino de estos algo mas de ZARAOOZA 2 5 . da para con dichos señores. * lo regular, coi*ií álos oficiales ingleses que se habia preparado en En lugar de salir para Marchena el señor don Celestino NuSyz, En este nioqaento sp ha recibido el parte delfindol drama que Cterbom-g una escuadra de vapor para ir á incendiar á Ports- elSr. Marracó, Ugarte, Ruiz el de Cartajena, Madoz y demás, in- parece so lo ha conmutado, en que vayaúAlmonaster la Real, promonth y sus arsenales cu caso de guerra. vincia de Huelva, donde tiene su casa. tentaroB representar en la frontera de Francia. —Un grito de alarma resuena hoy entodos los periódicos ingleAquí tenemos un jeneral tan respetable y recto, y un jefe poSAN SKBÍASTIAN 2 3 . s?5' As«g<^a^ que el contajio del puMytjmo se ha comunicado de Htico tan intclijcnte y conocedor de este país, que no hay que teSin que podamos atinar la causa, en, vista de la completa la universidad Je Oxford t^ la de Gambriike. Y o^ prueba 4e esto mer 9 los promovedores del desorden. Corresp- part. tranquilidad de que goüamos, vemos que se han femesftdo mnhecho .anuncian que este año el cabildo delcolejio de la Trinidad nicioues á Bilbao, que se están artillempido y minicioDaii^ lo» se ha negado á celebrar la conmemoración de la conspiración de 19BM 26. fuertes do Guelaria y de SanUí Bárbara de Ilernani; que el cola pólvora, instituida por una acta del pariamento. En Londres Aoaba de recibirse la noticia de la entrada do las tropas en Ue« ronel de Mallorca duerme todas las noches en el cuartel; que las por 4 contrario $e ha celebrado esta tiesta del protestantismo an- oho y Ansó, que son dos pueblos del alto Aragón que se hablan glicano con violentas predicaciones en los templos, y con proce- sublevado proclánwndo á ÍEsparlero. Los habitantes se manlienp rondas se cruzan y que se han dado ayer puas^yorles á doa Josa siones tumultuosas en las calles. Han paseado por ellaa figuras en la aiayor parte del contrabando; y la actividad de la persecu- Bosengol para Oñate, á don Ceferino Calderón para Durapaa , á don Miguel Gómez para Villa Seal, á don Blíai ftey para Irun: 3 WQTiciJis £iiKrRA]!ir«ri:iiJii. I a tm de mí? iHabeis indagado por ventura sí esas apariencias en que [invenga; paro, si no lo baceta, aiio;C9 es^nju^ ea c^mpo- raso donsetotMbMBkts cargo», eran bisas ó vercbderas? ¿Habéis pregun- enoluiy v e n ^ a ni de una ni, otr» parte y ao p»sás s # ^ ( e ' « si EsUba un poco cargado por cj. tono amargo y semí ínsullante del jitano, y aunque no era nombre de pararse mucho en estas bagatado é inquirido, si algunos de esos testigos que contra mi dépo- yo pnedo deteneros. telas , le pasó por la mente esta idea.—Bueno 1 voy á convencer á neiji, me aborrecen ó temen en lo intimo de sus corazones? ¿HaAdelantóse el jitano dos pasos y volviéndose de frente 4 su bs¡s bocho todo eslo antes de perseguirme para «ntregarme en perseguidor. Coronel Manners, le Jijo , ni una sola gota de la san- este hombre de que no es tatt completo personaje como él se imamanos de aquellos cuya enemistad é influencia hubieran impedido gre de vuestro amigo ha derramado mi mano. Lo juro j)or esos jina. Kstraña misión me trae a{[ui; venir por orden del padre de mi iiiiiigo: y desafiarme con un jitano. Y añadió en alta voz:— qU|8 U justicia fuera recta? cielos y por el Dios que los crió. Puedo probarlo también, pero no sobre vuestra conciencia cae lo qa^ reeidte, buen amigo ; y echan--TYO. m soy jue», respondió Manners, solo á ellos compete h a - lo lográis con las amenazas de IQS hombres. Decía que no me iré, do mano ala espada la sacó de, la vaina.—Mi intención no es hacer t ^ iadaraciones. impedidlo si pocleis I Ahora no estoy siyelp, gracias ^ Dios, coa ceros mal; pero me obügais á cHó. * "scTiX sois alguacil, procurador A carcelero para prender ipo como cuerdas ni cadenes. Estoy Ubre do vuestros grütos y calabozos^ Y —1 Caiga sobre mi cabeza 1 dijo PhayoW, y se Cruzaron sus 81 tuvierais en la mano el auto de prisión? no quiero decíroslo que Sé, ni daros la menor prueba, y...cojed-i armas. i '^^^JÍWWde esjios oficios tengo, replicó Manners; pero todos me si os es posible. Dos clases hay de hombres valientes; unos acalorados 6 imlos sqWrtfl^ d» esta tierra están facultados para prender á una Al desafiarle de este modo» aoinciandosu determinación, e s - petooios en la acción y el peligro, y otros tranquilos y fríos. persona wintra quien pesa la acusación de asesino. Mas volviendo peró Manners quePharold se valiese de sus pies, y aunque el jia lo que decía antes; hubiera sido BWS escrupuloso contra uno de tano llevaba dos pasos de ventaja , no dudó que podria agarrarle Manners era de los últimos. Quizás en lá superficie de la tiía-ra no liabia ano cuyo corazón sintiese menos el riesgo que él, y por vuestra c ü ^ ó.Biaciptt, por el conocimiento que tengo de cuan de escaparse. Sorprendióse sin embargo de que .el jitano no consiguiente obraba como si fuera un espectador aun en el mas p^ofundamen^«entkk pérdida de la libertad y oslseguro que antes moviese del sitio, quedándose firme con los brazos cruzados apurado trance. En el caso presente se encontró con que habia r e con la menor pruefa» pogiUy» da vuestra inocencia, de niSgvm mo- se do os hubiese pers««u«do. 81U1U1U en actitud amonaíadóra, coa la evidente idea de convertir la ma- bajado mucho la ciencia de su adversario ; aunque no muy tcdfico, teria en negocio personaL Manners se sonrió al notar su intencioi», _ ¿ Y cuáles son los cargos que me imputan? Preguntó d li- confiadísimo en que su fuerza muscular era superior á la de dos era en esiremo práclioo en el manejo de su arma, nyudándote mucho su ajilidad y la soltura de sus músculos. Pero á pesar d« tan^, najándose (toi-epeüta. " ° J antagonistas por él estilo. todo era inmensa la distancia que habia a l a superioridad del co-rXa conoceréis que resaltan vario» contra vos, replicó Man—Amigo mió, le djjo, esto es realmente una locura; porque "«.«•SíflFO el principal a que sin dwfcaludt», es el asesinato de aunque os supongáis ínas fuerte que y o , os puedo poner en un ronel. Cansado de lá duración del combate, se aventuró á un jueSo espuesto, y estrechando á su contrario en la falda del monte le «w mfeliz amigo Eduardo De Vaux. momento fuera de combate , si se me antoja con n» espada. Mas esarmó, y dOTribándole en fierra, le puso Una rodilla encima. K i 5 i * * ^ ° *''°' J">»,.<»"'<'fÍ*'^»í Si >?oí^r« mas que eso, esclamó, como os veo resi^elto á combatir, quiero igualarme á vos hasta en Ante» que Pharold lo soñase, se encontró con b espail» del ble if**^ " ' ° " * •^'"'"'^' ^ *»"r« no ha caído so^ las armas, dejando á un lado la mia, que nunca desenvaino coBíra oficial británico en el pecho. Yacía alli, sin embargo, qoieto, se—i C < ^ ^ i 4 1 ^ pues 1 esclamó Manners, quie» por el tenor de un hombre desarmado; pero es preciso que recordéis.... reno, sin hacer el menor esfuerzo paro evatllrsc. —Empuñad vuestra espada, coronel Manner, dijo el jitano. —¿ Y ah(wa, gritóleMati.wrs, me daréis lasespliciioionesíjiwdeseof la Cflpxersafiojjj deljiAano se convencía mas y mas *» su inocen.,-{Nunca I respondió el jitano con firmeza. c>«r.i¡í!n qu«<H((i«ten9Ísí De otro crimen también Q» acusan No estoy tan desarmado como parece. Y diciendo asi, sacó de debajo de su ancho ropón el montante que dijimos tomara por Dudé Ibnners un momento; pero incorporándose y envainanaúciipe estoy s<Jg^J^ro qne os una falsedad. Por consiguiente BÍ p o - la mañana. do sn espada, recapacitó entre si: —Ensayaremos otros «jedios. déis probarme solo que la sangre de mi buen amigó t)e "Yau/no Escasamente iluminaban algunos rayos del sol el recinto en Admirado de su carácter y circunstancias, y resuelto á intenha « I F f ^ o vuestra HMÜQ , «S dejo ea el acto partir á dond^. ^ «pie iba á trabarse la refriega. Manners, sin eajbftrgo, wo vacitó tar todos los medios para que haidMO, le *)« en ah» T « ; 1 S