Colón, tras la ruta de poniente, María Isabel Molina, editorial Alfaguara Juvenil, 2006. Andrés Haraldsen Perestrello es hijo de un navegante noruego y de una dama portuguesa. Estudia en la Escuela de Navegantes de don Enrique en Portugal el arte de elaborar los portulanos y conoce a través de ellos todas las exploraciones que Portugal estaba llevando a cabo. Se deja seducir además por los relatos e historias que cuentan los navegantes a cada retorno de uno de sus viajes. Su padre mismo es navegante y muere en una expedición en circunstancias misteriosas. Èl también corre peligro y le suceden cosas extrañas que tienen relación con uno de los mapas que está elaborando en la Escuela de Navegantes y con los documentos que su padre ha dejado. El apoyo de la Corona de Portugal a los navegantes, el deseo de encontrar nuevas rutas y nuevos lugares y el afán de enriquecerse con el comercio provocan la competencia y la envidia entre los personajes. Tras la muerte de su padre, es enviado por su madre con unos parientes castellanos con la intención de alejarse de los peligros de Portugal y encontrar una ocupación. Sus parientes le ponen en contacto con un navegante que está buscando la manera de presentar a los Reyes Católicos su proyecto de ir a las Indias por Occidente. Se trata de Cristóbal Colón. Andrés acompaña a Cristóbal Colón como secretario en sus encuentros con los Reyes Católicos y los nobles de Castilla para convencerles de su proyecto. Colón está decidido a llevar a cabo su proyecto con el apoyo de Castilla, de Francia o de quien sea. Además su situación familiar no es muy cómoda. A través de los acontecimientos, el lector es testigo de grandes acontecimientos históricos: la conquista de Granada y el descubrimiento de América. María Isabel Molina Llorente nació en Madrid. Es perito mercantil, pero trabaja en una librería; es madre de familia, pero encuentra tiempo para escribir. Ha publicado numerosos libros con fondo histórico. Entre ellos destacan El señor del Cero, Un grito de libertad, la Pepa, Mío Cid. Recuerdos de mi padre, El herrero de la media luna, De Victoria para Alejandro. Con este último recibió el Premio Doncel.