"Goyescas" and "Gianni Schicchi"

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Goyescas / Gianni Schicchi
GOYESCAS
GIANNI SCHICCHI
Página 2 Equipos artísticos
Página 4 Sinopsis de Goyescas
Página 4 Sinopsis de Gianni Schicchi
Página 5 “Del Madrid de Goya a la Florencia de Dante”, de Juan Lucas
Página 8 Biografías (selección)
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Goyescas / Gianni Schicchi
GOYESCAS
Música de Enrique Granados (1867-1916)
Ópera en tres cuadros
Libreto de Fernando Periquet
Ópera en versión de concierto
Estrenada en la Metropolitan Opera House de Nueva York el 28 de
enero de 1916
GIANNI SCHICCHI
Música de Giacomo Puccini (1858-1924)
Ópera en un acto
Libreto de Giovacchino Forzano, basado en un episodio de la Divina
Comedia de Dante Alighieri.
Producción de Los Angeles Opera
Vestuario realizado por Los Angeles Opera
Escenografía realizada por Spoleto 52 Festival dei Due Mondi
Estrenada en la Metropolitan Opera House de Nueva York el 14 de
diciembre de 1918
Director musical
Director del coro
Rosario (soprano)
Fernando (tenor)
Pepa (mezzosoprano)
Paquiro (barítono)
El cantante (tenor)
Director musical
Director de escena
Directora de la reposición
Escenografía y figurines
Iluminación
Asistente del director musical
Asistente del director de escena
Ayudante del figurinista
Gianni Schicchi (barítono)
Lauretta (soprano)
Zitta (mezzosoprano)
Rinuccio (tenor)
Gherardo (tenor)
Betto di Signa (bajo-barítono)
Nella (soprano)
Marco (barítono)
La Ciesca (mezzosoprano)
Maestro Spinelloccio (bajo)
Ser Amantio di Nicolao (barítono)
Equipo artístico de Goyescas
Guillermo García Calvo
Andrés Máspero
Reparto de Goyescas
María Bayo
Andeka Gorrotxategi
Ana Ibarra
César San Martín
Albert Casals
Equipo artístico de Gianni Schicchi
Giuliano Carella
Woody Allen
Kathleen Smith Belcher
Santo Loquasto
Mark Jonathan
Carlos Chamorro
Marco Berrie
Anuschka Braun
Reparto de Gianni Schicchi
Nicola Alaimo (30, 3, 6)
Lucio Gallo (9, 12)
Maite Alberola
Elena Zilio
Albert Casals
Vicente Ombuena
Bruno Praticò
Eliana Bayón
Luis Cansino
María José Suárez
Francisco Santiago
Tomeu Bibiloni
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Goyescas / Gianni Schicchi
Pinellino (bajo)
Simone (bajo-barítono)
Guccio (bajo-barítono)
Gherardino (voz blanca)
Buoso (figuración)
Francisco Crespo
Valeriano Lanchas
Federico de Michelis
Darío Barón
Gabi Nicolás
Coro y Orquesta Titulares del Teatro Real
Duración aproximada
Goyescas: 55 minutos
Concierto de Plácido Domingo: 40 minutos
Pausa de 25 minutos
Gianni Schicchi: 55 minutos
Fechas
30 de junio
3, 6 9, 12 de julio de 2015
20.00 horas
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Goyescas / Gianni Schicchi
SINOPSIS DE GOYESCAS
Cuadro primero
Un grupo de majos y majas se divierten bajo un sol radiante en la pradera de San Antonio de la Florida, a orillas
del río Manzanares, en Madrid. Algunos mantean un pelele. El torero Paquiro se pavonea entre la muchedumbre
y piropea a las jóvenes. Su prometida, la popular Pepa, llega en calesa y ambos se hacen la corte. Aparece
también Rosario, distinguida mujer aristócrata que espera encontrarse con su amante Fernando, capitán de la
Guardia Real. Paquiro, insinuante, invita a Rosario a acompañarle al popular Baile del Candil, provocando los celos
de Fernando, quien obliga a Rosario que vaya al baile, pero en su compañía.
Cuadro segundo
El Baile del Candil está en pleno apogeo. La actitud arrogante de Fernando, avivada por las provocaciones de
Pepa, no presagia nada bueno. Rosario se desmaya, y Paquiro y Fernando aprovechan el incidente para retarse en
duelo esa misma noche. La fiesta vuelve a animarse una vez se han marchado Rosario y Fernando.
Cuadro tercero
En el jardín de su residencia, Rosario escucha el canto del ruiseñor y le acompaña cantando una melodía amorosa.
Llega Fernando y juntos entonan un dúo de amor. Una campana anuncia la hora del desafío. Rosario ruega a
Fernando que no vaya, pero este desoye sus súplicas y sale en busca de Paquiro. Ella, temerosa de lo que pueda
suceder, le sigue y le encuentra herido de muerte. Fernando fallece en los brazos de Rosario.
SINOPSIS DE GIANNI SCHICCHI
Ha muerto Buoso Donati, un rico terrateniente. Su familia rodea su lecho, en el que todavía yace el fallecido, y
llora sentidamente su pérdida, aunque muestran bastante más interés por el contenido de su testamento. Entre
los presentes se encuentran, entre otros, los primos de Donati, Zita y Simone, su cuñado Betto di Signa y el
sobrino de Zita, Rinuccio, enamorado de la joven Lauretta, hija de Gianni Schicchi. Ante el rumor de que Donati ha
legado la mayoría de su herencia a los monjes del monasterio local, la familia empieza a buscar el testamento
frenéticamente para cambiarlo. Lo encuentra Rinuccio, quien antes de abrirlo persuade a su tía Zita para que,
dado que la familia va a ser tremendamente rica, le permita casarse con Lauretta.
Los temores de la familia son fundados: Donati ha legado su herencia a los monjes. Rinuccio sugiere pedir consejo
a Schicchi ante la reticencia general, pues se le considera un advenedizo. Llegan Schicchi y Lauretta, que son
recibidos de manera hostil por la familia. Finalmente, se accede a que Schicchi examine el testamento. Tras enviar
a Lauretta al balcón y asegurarse de que nadie más sabe que Donati ha muerto, Schicchi se hace pasar por él y
asegura al doctor, de visita médica, que se encuentra mucho mejor. El doctor parte y Rinuccio va a buscar al
notario mientras la familia se pelea por el reparto de los bienes de Donati. Schicchi dicta un nuevo testamento al
notario en el que, ante la furia de los familiares, otorga los mejores bienes a “mi leal amigo Gianni Schicchi”. En la
terraza, Rinuccio y Lauretta se declaran su amor ya exento de barreras, dado que Lauretta cuenta ahora con una
jugosa dote.
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Goyescas / Gianni Schicchi
DEL MADRID DE GOYA A LA FLORENCIA DE DANTE
Juan Lucas
Las dos óperas en un acto que integran el programa fueron estrenadas en la Metropolitan Opera House de Nueva
York con apenas dos años de distancia (enero de 1916, Goyescas; diciembre de 1918, Gianni Schicchi); ambas
suponen, además, la última obra terminada por cada uno de sus autores (Turandot quedó inconclusa a la muerte
de Puccini). A partir de ahí las diferencias se imponen. Si la obra de Granados constituye el postrer intento
dramático de un autor que, pese a haber alcanzado una envidiable madurez creativa en el ámbito de la música
para piano, aún no había logrado dar con la tecla del género lírico, la comedia de Puccini es universalmente
saludada como uno de los mayores logros, si bien no el más popular, de un gigante histórico del teatro musical.
Goyescas, una ópera al revés
Goyescas constituye el último fruto del conocido como periodo majista de Granados, con el que el músico catalán
se sumó de forma activa y entusiasta al movimiento intelectual y artístico que promovía, en la deprimida España
de fines del XIX, un renacimiento cultural centrado en la búsqueda de la identidad nacional, y que halló en la
figura y la obra de Francisco de Goya el emblema para representar una tradición que se consideraba aletargada,
aunque no muerta. El Madrid ilustrado de finales del XVIII pasó a ser la Arcadia ideal de la que emanaba la esencia
de lo español, identificada en gran medida con Castilla y lo castellano y defendida por un grupo de artistas y
hombres de letras que, paradójicamente, provenían en su mayor parte de las regiones más periféricas de la
península. Majas y majos, iconos de aquel mundo sin clase media donde los estamentos superiores se mezclaban
con los inferiores en una suerte de improvisada protodemocracia, pasaron a poblar el imaginario de muchos
creadores, de Isaac Albéniz (con su zarzuela San Antonio de la Florida de 1894) a Vicente Blasco Ibáñez (con su
novela La maja desnuda de 1909). La contribución de Granados a este movimiento comenzó con las doce
Tonadillas en estilo antiguo, para culminar con la portentosa suite para piano Goyescas, estrenada con gran éxito
en París en 1914, que supuso el definitivo aldabonazo en la carrera internacional del compositor. Fue
precisamente este éxito lo que despertó en Granados la idea de convertir estas piezas en una ópera con todas las
de la ley, animado sin duda por el hecho de que, a diferencia de la suite Iberia de Albéniz (su modelo directo), los
seis números de Goyescas presentaban una organicidad dramática que los hacía susceptibles de un tratamiento
teatral.
La génesis de Goyescas se encuentra entre las más insólitas en la historia del género. Es, por así decirlo, una ópera
compuesta al revés, contradiciendo la norma que rige el proceso creativo de cualquier drama lírico, que comienza
con un libreto al que se pone música para finalmente, en su caso, realizar una reducción para piano. Granados
procedió a la inversa; partió de una obra ya escrita, sobre la que esbozó una nueva partitura (partes vocales
incluidas) a la que en última instancia añadió un texto. De ahí el mayor handicap de la obra, su problemático
libreto, tachado en repetidas ocasiones de pueril y carente de tensión dramática, defectos solo en parte
atribuibles al esforzado Fernando Periquet, autor del mismo, quien tuvo que lidiar con la imposible tarea de
otorgar entidad teatral a una partitura sellada a cal y canto, topándose con la obstinada negativa del compositor
cada vez que le suplicó más espacio musical para sus frases. De ahí que la historia de la noble Rosario, ligada al
capitán Fernando y cortejada por el torero Paquiro (pareja a su vez de la plebeya Pepa, con el coro de majos y
majas formando un quinto, y en modo alguno secundario, personaje) peque de un rígido esquematismo
psicológico y el diálogo consista más bien en la exteriorización de los pensamientos de los personajes en escena.
En su conjunto, el libreto de Goyescas es un paradigma de antiteatro, razón por la cual la ópera ha sido orillada a
un oscuro rincón del repertorio.
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Goyescas / Gianni Schicchi
Sin embargo, su secuencia musical es deliciosa de principio a fin, y revela las potencialidades latentes en un autor
que por entonces parecía entrar en un periodo de plenitud creativa. Granados hizo uso de casi toda la música de
la suite (dejó fuera tan solo el epílogo, Serenata del espectro) a la que añadió El pelele, goyesca no incluida en la
suite, cuya popular y contagiosa melodía sirve de inicio a la ópera. Compuso además mucha música original, entre
la que destacan los dos intermezzi orquestales, el primero de los cuales, escrito días antes del estreno, acabaría
convirtiéndose en una de sus piezas más conocidas. Sorprendentemente, el compositor hizo muy pocos cambios
en la transposición de la escritura pianística a la voz y la orquesta, y en la mayoría de los casos transcribió
literalmente la escritura de piano utilizando una técnica conocida como violinata, muy querida también por
Puccini. La ópera se compone en su mayor parte de números de conjunto, si bien contiene, al principio del tercer
cuadro, una de las más inspiradas creaciones de Granados, el aria de Rosario “Por qué entre sombras el ruiseñor”
que procede directamente del cuarto número de la suite, Quejas o la Maja y el ruiseñor, mascarón de proa de una
partitura que seduce por su brillante y sofisticada fusión de la tradición española con el complejo lenguaje
armónico europeo de la segunda mitad del XIX.
Es bien conocido que el viaje que realizó Granados a Nueva York en compañía de su mujer para asistir al estreno
de Goyescas acabaría por ser el último de su vida. Pese a que la crítica norteamericana se cebó con la ópera –
resaltando, como era previsible, las deficiencias del libreto– las perspectivas de futuro para el pianista y
compositor leridano no podían ser más halagüeñas, saludado internacionalmente como el heredero natural del
gran Albéniz. El propio presidente norteamericano, Woodrow Wilson, ofreció una gala en la Casa Blanca en su
honor, lo que obligó a Granados a posponer un par de días su viaje de regreso a una Europa en plena guerra. En el
último tramo del mismo, a punto de alcanzar la costa francesa, el navío inglés en el que viajaban los Granados fue
torpedeado por un submarino alemán. Granados y su mujer fueron engullidos por las aguas del Atlántico,
truncándose así de cuajo una de las más brillantes y prometedoras trayectorias de la música española de los
últimos siglos.
Gianni Schicchi, la última gran ópera cómica italiana
Cuando Giovacchino Forzano le sugirió la idea de realizar una ópera corta sobre el truhán Gianni Schicchi,
personaje directamente extraído del Canto XXX del Infierno de Dante, Puccini vio por fin la posibilidad de
consumar su deseo, largamente acariciado y siempre pospuesto, de escribir una comedia. En muchas de sus
óperas anteriores (de Bohème a La Rondine) Puccini había esparcido aquí y allá su genuina vis cómica, aunque
siempre como leve contrapunto al elemento trágico o patético dominante. Con la historia de este pícaro real de la
Florencia de finales del siglo XIII que suplantó a un muerto para testar en favor propio, el compositor abría de par
en par las puertas de su estilo a la commedia dell’arte, el más italiano de los géneros, mediante un socorrido
dispositivo de esa tradición, la alegría por el mal ajeno, en este caso el de la familia Donati, que llora al finado
Buoso con lágrimas de cocodrilo hasta que se descubre que ha legado su fortuna a un convento. La llamada de
auxilio al más astuto de la ciudad propicia el engaño final, cuando Schicchi hace cómplices a los familiares de su
estrategia para, haciéndose pasar por el muerto, volver a testar en presencia de un notario, dejándose a sí mismo
lo mejor de la herencia y a los parientes burlados. Puccini y Forzano convierten a Schicchi en un granuja
encantador, vecino meridional de Till Eulenspiegel y pariente cercano de Arlequín, a quien otorgan una dimensión
política al hacer de él un representante de la gente nuova, la emergente clase social que, venida del campo, ponía
en peligro los privilegios de los patricios Donati. Contradiciendo a Dante, Puccini se pone de parte del bando
revolucionario, solicitando para su personaje esos “cien años de perdón” en forma de público aplauso, genial
atenuante con el que concluye la ópera.
Gianni Schicchi cierra con una sarcástica risotada el colosal Trittico, que a su vez tomaba la Divina Comedia de
Dante como modelo estructural (Il Tabarro / Infierno, Suor Angelica / Purgatorio, Gianni Schicchi / Paraíso). Como
hizo poco antes en Suor Angelica, el libretista Forzano realizó un trabajo de escritura que se adaptaba
perfectamente a las necesidades del compositor, en este caso las de dar primacía a la acción sobre la psicología o
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Goyescas / Gianni Schicchi
el sentimiento. Los personajes, en especial el grupo familiar de los Donati, están tratados como un grupo
compacto, y ni siquiera el protagonista recibe una caracterización profunda, siendo sus propias acciones, dictadas
por su ingenio, las que dan cuenta de su poderosa personalidad. No faltan los momentos sentimentales marca de
la casa (sin ellos, Puccini no sería Puccini), concentrados en los breves encuentros entre los jóvenes enamorados,
pero en general domina el tono de comedia bufa, con toques crueles e incluso sádicos, que avanza a ritmo
vertiginoso mediante el engarce de acciones que oponen estados de ánimo primarios (la ira, la euforia, el temor,
la esperanza) hasta la apoteosis final.
Gianni Schicchi es una cumbre del teatro musical en estado puro, y quizá por ello Puccini no necesita de grandes
exhibiciones vocales para atraer la atención del público. Tan solo el célebre O mio babbino caro ha trascendido el
marco de la ópera para convertirse en carne de recital (¡aunque de qué manera!) y ni el barítono protagonista ni
el tenor poseen números que puedan ser calificados como tales. La canción a Florencia cantada por Rinuccio,
pese a ser el aria más larga para tenor escrita por Puccini, renuncia deliberadamente a la típica cantilena
pucciniana, que el autor recuperaría poco después con el ‘Nessun dorma’ de Turandot. Por su parte, las dos
intervenciones solistas de Schicchi están demasiado imbricadas en la trama para que puedan distinguirse como
números individuales. De hecho, la partitura de Schicchi –en la que, como se ha señalado, el conjunto prima sobre
las partes– funde voces y orquesta en un todo indisociable, impulsado con vertiginoso virtuosismo por una
escritura fuertemente diatónica, salpicada de amplios saltos y bruscos contrastes que nacen siempre y en todo
momento de cada situación. El lenguaje armónico, casi exento de cromatismo, es en general áspero, incisivo,
percutivo y sincopado, y el contraste entre pasajes deliciosamente camerísticos con furiosas explosiones en tutti,
consigue efectos de gran colorido y rotunda expresividad. El trabajo motívico es tan simple como eficaz,
alternándose como por arte de magia los ariosos, parlandos, piezas solistas y ensembles dramáticos, mientras
Puccini resuelve la transición entre las escenas de modo tan elástico y fluido que a menudo el oído no se percata
de ellas. Todas estas, y muchas otras, son cualidades que Gianni Schicchi comparte con Falstaff, última obra
maestra de Verdi y también su única comedia. No es de extrañar que ambas hayan quedado como los últimos –y
más grandes- exponentes históricos del humor operístico italiano.
Juan Lucas
Periodista y promotor musical
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Goyescas / Gianni Schicchi
BIOGRAFÍAS
[SELECCIÓN]
GOYESCAS
Guillermo García Calvo | Director musical
Nació en Madrid en 1978 y se graduó en la Universidad de Música de Viena. Ha sido asistente de Iván Fischer en
Budapest y de Christian Thielemann en Bayreuth. En 2003 debutó como director de ópera con Hänsel und Gretel
en el Schlosstheater de Schönbrunn. Desde 2004 ha mantenido una estrecha relación con la Staatsoper de Viena,
donde ha dirigido títulos como Macbeth, La fille du régiment, Il barbiere di Siviglia, Die Zauberflöte y varias
producciones de ballet. También ha sido invitado a la Deutsche Oper de Berlín (La Cenerentola, Lucia di
Lammermoor, Don Giovanni), la Ópera de Essen (I Puritani, Nabucco, La bohème), la Ópera de Oviedo (Tristan und
Isolde, Das Rheingold), el Teatro de la Zarzuela de Madrid (Curro Vargas, La vida breve) y el Teatro Villamarta de
Jerez (Les pêcheurs de perles). Recientemente ha dirigido Falstaff en Bucarest, La traviata en Essen y L’elisir
d’amore en Viena. Debuta en el Teatro Real.
María Bayo | Rosario
Esta soprano española ha desarrollado una destacada carrera internacional. Comenzó su formación musical en el
Conservatorio de Pamplona y la continuó en la Hochschule für Musik de Detmold. Ha actuado, entre otros, en el
Teatro alla Scala de Milán, la Staatsoper de Viena, el Metropolitan de Nueva York, la Opéra national de París, la
Royal Opera House de Londres, y los festivales de Salzburgo, Aix-en-Provence y Rossini de Pésaro. Posee un
repertorio amplísimo, con más de 80 personajes, que va desde Händel a Puccini, pasando Debussy, Poulenc y
Stravinsky, sin olvidar sus interpretaciones de óperas Rossini y de Mozart y varios títulos de zarzuelas. En el 2009
obtuvo el Premio Nacional de Música. En el Teatro Real ha participado en Manon, Pelléas et Mélisande, Giulio
Cesare in Egitto, Il barbiere di Siviglia, Don Giovanni, Cavalleria rusticana, Idomeneo re di Creta y un concierto de
Grandes voces. (mariabayo.net)
Andeka Gorrotxategi | Fernando
De Abadiño (Vizcaya), este joven tenor comenzó su formación vocal con la profesora Ana Begoña Hernández y la
perfeccionó en Roma con Elisabetta Fiorillo y en Estados Unidos con Francisco Casanova. Ha sido invitado a cantar
en algunos de los teatros más prestigiosos de España, como el Teatro de la Zarzuela de Madrid, el Teatro de la
Maestranza de Sevilla, el Teatro Campoamor de Oviedo, la AGAO pamplonesa; y de Europa, como el Teatro La
Fenice de Venecia, el Teatro dell’Opera de Roma, las Termas de Caracalla, el Teatro Regio de Turín y el Teatro São
Carlos de Lisboa. En su repertorio destacan los personajes de Pinkerton (Madama butterfly), Carlo (I masnadieri),
Don José (Carmen), Rafael (El gato montés) y el protagonista de Werther. Recientemente ha interpretado a
Cavaradossi (Tosca) en la Semperoper de Dresde y Fritz (La Gran Duquesa de Gérolstein) en el Teatro de la
Zarzuela. Debuta en el Teatro Real.
Ana Ibarra | Pepa
Esta mezzosoprano nació y estudió en Valencia. Completó su formación vocal en Viena, París y Nueva York. Desde
su debut operístico en el año 2000 como Donna Elvira (Don Giovanni), ha desarrollado una carrera a nivel
internacional, cantando en escenarios como el Liceo de Barcelona, el Teatro de la Zarzuela de Madrid, La Monnaie
de Bruselas, la English National Opera, la Vlaamse Opera, el Wielki Teatr de Varsovia y el Teatro Colon de Buenos
Aires, entre otros. Su repertorio actual está centrado en personajes como el de Carmen, Dalila (Samson et Dalila)
y Orfeo (Orfeo ed Euridice), Charlotte (Werther), Amneris (Aida), Preziosilla (La forza del destino) y Azucena (Il
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Goyescas / Gianni Schicchi
trovatore). Ha participado en estrenos mundiales, como la ópera El juez de Christian Kolonovits en el Teatro
Arriaga de Bilbao. En el Teatro Real participó en Babel 46, Le nozze di Figaro, Die Zauberflöte y La conquista di
Granata. (ana-ibarra.com)
César San Martín | Paquiro
Madrileño de nacimiento, este barítono
(2010). Ha cantado en escenarios como el Teatro
de la Zarzuela de Madrid (Los diamantes de la Corona, La del Soto del Par
), el
Maestranza de Sevilla (Cristoforo Colombo, Luisa Fernanda y L’isola disabitata), la ABAO bilbaína (La traviata,
Rigoletto), la AGAO pamplonesa (Carmen
(
e), el
Campoamor de Oviedo (Los gavilanes
(
(Los gavilanes), entre otros. En el Teatro Real ha
participado en Il barbiere
, Les Huguenots, Tristan und Isolde, La
traviata y en el homenaje a Cristóbal Halffter. (cesarsanmartin.com)
GIANNI SCHICCHI
Giuliano Carella | Director musical
Estudió dirección de orquesta en Milán, composición en Padua, y se especializó con Franco Ferrara en Siena. Ha
dirigido óperas en los principales teatros y festivales italianos (La Fenice de Venecia, el Comunale de Bolonia, el
Massimo de Palermo...) y de Europa (Staatsoper de Viena, Deutsche Oper y Staatsoper de Berlín, Gran Teatre del
Liceu, Bayerische Staatsoper de Múnich, Teatro Bolshoi de Moscú, De Nederlandse Opera de Ámsterdam, entre
otras). Su repertorio incluye las principales óperas italianas y francesas, desde Paisiello hasta compositores
contemporáneos. Últimamente ha dirigido Simon Boccanegra y Anna Bolena en la Ópera de Toulon, y La traviata
y Madama Butterfly en la Staatsoper de Stuttgart. Desde 1990 es presidente de la I Solisti Veneti y fue, entre 1998
y 2003, el Director Musical General de la Arena di Verona. Actualmente es director musical de la Ópera de Toulon
en Francia. En el Real dirigió Don Pasquale. (giulianocarella.it)
Woody Allen | Director de escena
Director, guionista, actor, músico, dramaturgo, humorista y escritor estadounidense. Es uno de los cineastas más
respetados y prolíficos de nuestro tiempo. Nació en Brooklyn (1935) y desde 1969 ha producido cuarenta y cinco
películas, algunas de ellas consideradas clásicos del cine (Annie Hall, Manhattan, Hanna y sus hermanas, Midnight
in Paris, La rosa púrpura de El Cairo). Ha recibido cuatro veces el Oscar de la Academia y varias veces el Globo de
Oro y otros premios de gran prestigio. Ha trabajado con algunos de los más destacados actores internacionales
(Diane Keaton, Cate Blanchett, Scarlett Johansson, Penélope Cruz, Alex Baldwin, Javier Bardem, Roberto Begnini).
En el terreno operístico, firmó la dirección escénica de Il trittico (2008) para la Ópera de Los Ángeles. En 2002
recibió el Premio Príncipe de Asturias. Debuta en el Teatro Real.
Santo Loquasto | Escenografía y figurines
Este escenógrafo y diseñador de vestuario nació en 1944 en el estado de Pensilvania (Estados Unidos) y es
graduado del King’s College y de la Yale School of Drama. Ha trabajado en teatro, ballet, cine y televisión. Ha
presentado más de sesenta producciones de Broadway (desde Stick and bones en 1972 hasta Waiting for Godot
en 2009). Ha ganado tres veces el Tony Award y otros importantes premios teatrales en su país de origen. Ha sido
diseñador de producción en numerosas películas de Woody Allen (Bullets over Broadway, Radio days, Zelig y así
hasta más de cincuenta filmes). Colaboró con Allen en Il trittico para la Ópera de Los Ángeles (2008) diseñando el
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Goyescas / Gianni Schicchi
vestuario de Il tabarro y Suor Angelica, y la escenografía y vestuario para Gianni Schicchi. También diseñó la
escenografía y el vestuario de la producción del Metropolitan de Nueva York (2002) de la ópera A view from the
bridge de William Bolcom. Debuta en el Teatro Real.
Nicola Alaimo| Gianni Schicchi
Nació en Palermo (1978), donde inició sus estudios musicales. Ganador en el concurso Giuseppe di Stefano en
Trapani, debutó profesionalmente como Dandini (La Cenerentola) en 1997. Desde entonces se ha labrado una
importante carrera internacional, con presentaciones en el Metropolitan de Nueva York, el Teatro alla Scala de
Milán, la Staasoper de Viena, la Deutsche Oper de Berlín, el Théâtre de la Monnaie/ De Munt de Bruselas y el
Festival Rossini de Pésaro. En estos y otros escenarios ha interpretado personajes como Rimbaud (Le comte Ory),
Paolo Albiani (Simon Boccanegra), Belcore o Dulcamara (L’elisir d’amore), Il conte di Luna (Il trovatore) y Giorgio
Germont (La traviata), entre otros. Ha colaborado con directores como Gianluigi Gelmetti, James Levine, Zubin
Mehta, Riccardo Muti y Alberto Zedda. Recientemente ha interpretado a Falstaff en la Ópera de Marsella, a
Riccardo (I puritani) en Turín y al protagonista de Guillaume Tell en París. En el Real ha participado en Don
Pasquale.
Lucio Gallo| Gianni Schicchi
Nació en Tarento y se graduó en el Conservatorio de Turín. Este barítono es un invitado habitual de los principales
escenarios de ópera del mundo como el Teatro alla Scala de la Milán, la Staatsoper de Viena, el Metropolitan de
Nueva York, la Royal Opera House de Londres, la Opera National de París, la Bayerische Staatsoper de Múnich y
los festivales de Salzburgo y Rossini de Pésaro. Su amplio repertorio incluye los personajes protagonistas de Don
Giovanni, Rigoletto, Nabucco, Simon Boccanegra, Macbeth, Der Fliegende Holländer, Wozzeck , así como el Conte
di Almaviva (Le nozze di Figaro), Dulcamara (L’elisir d’amore), Ford (Falstaff), Iago (Otello), Amonasro (Aida) y
Klingsor (Parsifal), entre otros. Sus compromisos recientes han tenido lugar en la Opera de Fráncfort (el personaje
protagonista de Simon Boccanegra), en la Ópera de Seúl (Carlo Gérard en Andrea Chénier) y en la Semperoper de
Dresde (Scarpia en Tosca). Debuta en el Teatro Real. (luciogallo.net)
Maite Alberola | Lauretta
sus estudios musicales en el conservatorio de su ciudad natal, Valencia, ampliándolos
con Enedina Lloris, Miguel Zanetti y Jerzy Artysz. Su debut operístico fue en 2003 como Bastienne (Bastien und
Bastienne de Mozart) y desde entonces ha interpretado diversos personajes como Violetta (La traviata), Mimí (La
bohème), Micaëla (Carmen), Juliette (Roméo et Juliette), Pamina (Die Zauberflöte), Nedda (I pagliacci), Euridice
(Orfeo ed Euridice) y Alice Ford (Falstaff), en escenarios como el Gran Teatre del Liceu de Barcelona, la ABAO
bilbaína, el Palau de les Arts de Valencia, la Staatsoper de Berlín, Teatro Carlo Felice de Genova y el Festival de
Peralada. En fechas recientes ha interpretado los papeles de Donna Elvira (Don Giovanni) en el Teatro de la
Maestranza de Sevilla y Desdemona (Otello
Il tutore burlato e
Iphigénie en Tauride. (maitealberola.com).
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