Índice basado en tipología de derechos Derechos Civiles y Políticos - Derecho a la vida Derecho a la integridad personal Derecho a la igualdad Derecho a la libertad Derecho al honor, a la vida privada y la información Derechos políticos Asilo, nacionalidad y extranjería Derechos Derechos Derechos Derechos Derechos económicos, sociales y culturales en relación al empleo frente a las Administraciones en relación a la Administración de Justicia de los pueblos Índice por materias Medidas para la protección de los Derechos Humanos Deberes y Obligaciones de los Estados y las personas en relación a los DDHH Violaciones de derechos humanos específicas - Genocidio, crímenes de guerra y crímenes de lesa humanidad - Tortura y otros tratos o penas crueles, inhumanos y degradantes - Esclavitud, servidumbre, trabajo forzoso y prácticas análogas - Desapariciones forzadas de personas - Apología del odio - Propaganda a favor de la guerra - Terrorismo - Usura y explotación del hombre por el hombre Derecho Humanitario en Conflictos Armados Limitaciones a los derechos humanos Suspensión de derechos RELACION ENTRE LOS SISTEMAS POLITICOS Y los principales problemas relacionados con los derechos humanos SISTEMAS POLITICOS Un sistema político es plasmación organizativa de un conjunto de interacciones estables a través de las cuales se ejerce la política en un contexto limitado.1 Este sistema viene formado por agentes, instituciones, organizaciones, comportamientos, creencias, nor mas, actitudes, ideales, valores y sus respectivas interacciones. Los principales problemas relacionados con los derechos humanos Violencia policial, condiciones del sistema carcelario, trabajo esclavo, violencia contra pueblos indígenas y campesinos sin-tierra, impunidad y amenazas a defensores de derechos humanos fueron los temas abordados en el capítulo brasileiro del informe anual, elaborado por la organización Human Rights Watch, divulgado el 14 de enero. Según la ONG, la tortura permanece como un serio problema de derechos humanos en el país. Sistemas políticos Reino unido El Reino Unido de la Gran Bretaña e Irlanda del Norte es una monarquía constitucional y parlamentaria. El sistema político británico es producto de una larga evolución histórica desde la invasión de Guillermo el Conquistador en 1066. Son tres los acontecimientos fundamentales para entender el desarrollo y estado actual de las instituciones políticas en el Reino Unido: la firma de la Carta Magna en 1215, que estableció una separación entre la nobleza y la Corona; la Revolución de 1688, antecedente inmediato del Bill of Rights, el cual logra iniciar una relación de cooperación entre el Parlamento y el rey; y, finalmente, el Reform Bill de 1832 en donde se establecen las directrices del gobierno representativo. Al Reino Unido lo conforman cuatro países: Inglaterra, Escocia, Gales e Irlanda del Norte. Los tres primeros están ubicados en la Isla de Gran Bretaña, mientras que Irlanda del Norte se encuentra en la parte noreste de una isla contigua, compartiendo su territorio con la República de Irlanda. El Reino Unido no posee una Constitución escrita, sino que su ordenamiento responde a una tradición jurídica sustentada en la costumbre, mediante un sistema regulado con base en precedentes. No obstante, existe cierto legado de legislación formal, como el Habeas Corpus Act (1679), el Act of Settlement (1701), el Act of Union with Scotland (1707), los Parliaments Acts (1911 y 1949), entre otras. INDIA A principios del siglo xvii, cuando inició la incursión británica en India, el territorio estaba ocupado por numerosos reinos y principados rivales entre sí. Fue hasta la última mitad del siglo xviii que Gran Bretaña empezó sistemáticamente a colonizar el territorio, proceso que culminó en 1849 con la derrota definitiva de la resistencia del pueblo Sijh. Fue así como el dominio británico quedó establecido entre los ríos Indo y Brahmaputra y desde los montes Himalayas hasta Cabo Comorín. Los británicos establecieron en India una administración central que poco a poco fue unificando al país bajo una sola dirección. El desarrollo de las comunicaciones y los transportes, el establecimiento de leyes únicas para toda la nación, la instrumentación de un sistema educacional uniforme que aportó, entre otras cosas, el inglés como lengua de entendimiento común, y el crecimiento económico, dieron lugar a la creación de una conciencia nacional en India. Para finales del siglo xix, el rechazo al dominio británico terminó por establecer las pautas de un nacionalismo indio que iría creciendo de manera incontenible. Ante los reclamos independentistas de los indios, el imperio británico decidió hacer algunas concesiones. El centralismo extremo con el que India era gobernada fue cediendo paulatinamente. Mayores grados de autogobierno fueron permitidos a los consejos provinciales hasta que, en 1935, tras una serie de negociaciones sostenidas en Londres entre dirigentes británicos e indios, el Parlamento británico aprobó la Ley para el Gobierno de India (Government of India Act) con características claramente federales, atendiendo sobre todo a la grave división que prevalecía en el país entre los grupos musulmanes e hinduístas. Esta ley preveía el establecimiento de cuerpos legislativos autónomos en las provincias de India británica, la creación de un gobierno central representativo de las provincias y estados principescos y la protección de las minorías musulmanas. Además, la ley preveía una legislatura nacional bicameral y un brazo ejecutivo bajo el control del gobierno británico. A pesar de la promulgación de la Ley para el Gobierno de India, el Congreso Nacional Indio siguió insistiendo en obtener la independencia completa para India, misma que se consiguió el 15 de agosto de 1947. Con su independencia, el país adoptó una Constitución federal. El problema de la división religiosa entre musulmanes e hinduístas había sido atenuado considerablemente con la fundación por separado del Estado de Pakistán. Lo que se había procurado con la fundación de una nación musulmana independiente era que la nueva Federación india no cargara con el enorme peso de ver enfrentados irreconciliablemente dentro de su territorio a sectores importantes de la población. Sin embargo, dentro de los límites de India quedó una proporción importante de musulmanes. El sistema político actual de India tiene su origen en la independencia del país. Desde su fundación como Estado moderno, India es la segunda nación más poblada del mundo (sólo detrás de China), con una muy heterogénea composición lingüística y religiosa que convierte a este inmenso país en prácticamente un continente. De acuerdo con los términos de la Ley de Independencia de India, la autoridad gubernamental de la Unión residía en una Asamblea Constituyente, originalmente un órgano creado con el propósito de elaborar el borrador de una constitución para toda la nación. La Asamblea Constituyente de India, que celebró su primera sesión en diciembre de 1946, fue boicoteada por los delegados de la Liga Musulmana. El resto de los delegados, en su mayoría representantes del Congreso Nacional Indio, formaron la Asamblea Constituyente de la Unión India. Después de la transferencia de poder por el gobierno británico, la Asamblea Constituyente asignó la responsabilidad ejecutiva a un consejo de ministros, con Jawaharlal Nehru como primer ministro y Lord Mountbatten como gobernador general del nuevo país. ISRAEL I. Antecedentes históricos Israel, patria histórica del pueblo judío, se sitúa en Medio Oriente, a lo largo de la costa oriental del Mar Mediterráneo y, por su ubicación, une a tres continentes: Asia, África y Europa. En ese lugar, el pueblo de Israel desarrolló su religión y cultura características hace 4,000 años, conservando una permanente presencia como Estado soberano y bajo dominación extranjera. El actual Estado de Israel es el producto de siglos de historia y herencia judías, que lo destaca como un Estado-nación sostenido por un grupo étnico y religioso único y por el sionismo, que marca todos los aspectos de la vida nacional. Al mismo tiempo, Israel es el resultado de fuerzas y sucesos trascendentes de los siglos XIX y XX, que incluyen dos guerras mundiales y el holocausto. El sionismo, como movimiento político y de liberación nacional, apareció en su forma moderna a finales del siglo XIX como respuesta a la constante opresión y persecusión del pueblo judío en Europa Oriental y al rechazo de las sociedades de Europa Occidental para su integración. Ideológicamente, se basa en la conexión histórica y bíblica de los judíos y la Tierra de Israel (Eretz Israel) y en el esperado retorno a Jerusalén-Zion. En medio de numerosos movimientos nacionalistas y de antisemitismo que caracterizaron a la Europa del siglo XIX, Teodoro Herzl sentó las bases del sionismo moderno. El 23 de agosto de 1897,1 en Basilea, Suiza, Herzl convocó al Primer Congreso Mundial Sionista, en el cual se reunieron representantes de las comunidades y organizaciones judías. El congreso estableció la Organización Mundial Sionista y se fundó un movimiento nacional judío moderno y efectivo, cuyo objetivo era "buscar establecer en Palestina el hogar del pueblo judío asegurado bajo una ley pública" AUSTRALIA 1.1. Antecedentes Australia fue fundada formalmente el 26 de enero de 1788, cuando 1,030 inmigrantes, la mayor parte de ellos prisioneros convictos por delitos comunes, llegaron a lo que hoy es Nueva Gales del Sur. El Reino Unido había pensado en hacer de la enorme isla la cárcel más grande del mundo. En 1823, Nueva Gales del Sur recibió el reconocimiento como "Colonia Imperial" (Crown Colony), mientras que nuevos establecimientos británicos se fundaban en el oeste. A mediados del siglo xix Australia dejó de ser un territorio penitenciario para convertirse en un importante centro de inmigración. Una "tierra de oportunidades" para cientos de miles de europeos. Con el descubrimiento de yacimientos de oro, la inmigración al nuevo continente creció considerablemente. Para 1861 la población se había elevado a casi 1,200,000 personas. El número de colonias también fue en aumento. Nueva Holanda (más tarde rebautizada como Tasmania) fue fundada en 1825, Australia Occidental en 1838, Australia del Sur en 1842, Victoria se independizó de Nueva Gales del Sur en 1851 y Queensland fue creada en 1859. Para 1890 existían en Australia seis entidades políticas independientes, divididas entre sí por enormes distancias. Fueron razones económicas y comerciales, sobre todo, las que motivaron la creación de una mayor unión entre los territorios australianos. A la par que crecía la población, crecía también la prosperidad. Ciudades como Sydney, Melbourne, Adelaida y Brisbane se desarrollaban rápidamente. El ferrocarril comenzó lentamente a unir a los grandes centros urbanos del país, lo que facilitaba los intercambios comerciales. Los colonos empezaron a entender que mientras más unidos estuviesen mayor sería la prosperidad, por lo que la idea de fundar una federación inspirada en Estados Unidos parecía cada vez más atractiva para los políticos australianos. El arribo de inmigrantes no occidentales al país coadyuvó a fortalecer al naciente nacionalismo australiano. Desde la sexta década del siglo pasado, inmigrantes chinos llegaron en un número considerable con el propósito de trabajar en las minas. La presencia de estos "extraños" provocó una especie de "conciencia nacional" en los colonos europeos. Sin embargo, el factor determinante para la constitución de Australia como nación fue la recesión económica que padeció el país entre 1890 y 1895. La prosperidad que había conocido desde hacía décadas súbitamente se vio amenazada como efecto de una grave crisis financiera ocasionada por movimientos especulativos verificados en la Bolsa de Valores de Londres. Varios bancos se vieron obligados a cerrar sus puertas. Muchas empresas tanto públicas como privadas quebraron, lo que dio lugar al desempleo. Los granjeros sufrieron cuantiosas pérdidas y el valor de la tierra se redujo en casi 50%. La depresión convirtió a los banqueros y financieros australianos en furibundos nacionalistas y las demandas para crear un parlamento federal aumentaron, con la esperanza de que así Australia se viera menos vulnerable a los movimientos económicos verificados en el extranjero. El panorama se agravó al surgir desórdenes sociales en el país. Una ola de huelgas azotó a las colonias australianas durante el periodo de recesión. El poder y la presencia de los sindicatos crecieron enormemente en el transcurso de los últimos años del siglo xix, dando lugar a la formación de una fuerza política cuya influencia sería de una importancia capital en el futuro inmediato. Capitalistas y trabajadores se encontraban, sin embargo, de acuerdo en que era impostergable la formación de un sistema que fortaleciera los lazos intercoloniales como una medida para consolidar la posición de las instituciones políticas australianas frente al mundo. En 1891 se redactó una Carta Constitucional, pero no fue sino hasta 1901 que entró en vigor formalmente una Constitución aprobada por el Parlamento británico. Ese mismo año fue creado el Parlamento Federal del Commonwealth de Australia, que pasaría a ser desde entonces un miembro soberano del imperio británico. COLOMBIA 1.1. Antecedentes históricos Colombia es un país de geografía diversa. Lo cruzan tres de las cumbres de los Andes, posee planicies, selva y costas en el mar del Caribe y en el Océano Pacífico. Es el quinto país con mayor extensión territorial en América Latina. Durante el periodo de la Colonia, en el que Colombia formó parte del virreinato de Perú, no era una región tan importante como éste o como México. Su producción de metales preciosos era menor a la de aquellos, aunque existía una cantidad sustancial de oro. En 1739 la ciudad de Santa Fe de Bogotá se convirtió en el centro de un virreinato nuevo, el cual también incluyó los países que hoy forman Venezuela, Panamá y Ecuador. La lucha por la independencia de Colombia fue iniciada por los criollos, quienes se encontraban en mejores posiciones sociales. Las batallas fueron agresivas, en las montañas de los Andes, varios de los enfrentamientos fueron históricos. Finalmente vino la independencia después de la batalla de Boyacá (1819), y el ejército libertador comandado por Simón Bolívar viajó al sur y jugó un papel importante en la liberación de Ecuador, Perú y Bolivia. Sus primeros 10 años de independencia nacional fueron una confederación junto con Venezuela y Ecuador en lo que se llamó la Gran Colombia. Sin embargo, surgieron diferencias regionales entre esos tres países. El propio Bolívar llegó a reconocer la existencia de conflictos entre las tres naciones que, inevitablemente, en 1830 siguieron sus propios destinos. Colombia era llamada Nueva Granada, incluía una lejana provincia que después se convertiría en Panamá. Aunque en los primeros años tras el fin de la Confederación el caos persistió en la mayoría de los países independientes de América Latina, para 1850 el nuevo país había establecido patrones de organización que en cierta medida continúan hasta la actualidad. Muchas normas fueron copiadas de las experiencias de otros países de la región. Para ese entonces existían dos partidos políticos: el Liberal y el Conservador, en cuyos programas no existían grandes discrepancias en un principio, pero no así entre sus liderazgos, por lo que las diferencias ideológicas aparecieron y se desarrollaron rápidamente. Los liberales estaban en favor del federalismo y del el libre mercado, y proponían restricciones para la participación de la Iglesia en la política. Los conservadores estaban en favor del centralismo y el proteccionismo hacia las nacientes industrias, además eran proclericales. A partir de 1880 el Partido Liberal sustituyó en el poder al Conservador, lo cual produjo modificaciones tanto en las políticas públicas como en las económicas, principalmente en relación con los tratados económicos. De igual forma, la posición del gobierno frente a la Iglesia se vio evidentemente transformada. La competencia por el poder público en este periodo no se limitó al ámbito electoral. Estallaron seis guerras civiles _algunas de ellas con un alto costo y grandes pérdidas humanas_ encabezadas por las élites partidistas y en las cuales la leva se realizó entre las personas económicamente dependientes de los patrones involucrados, es decir, se formaron ejércitos de campesinos en su mayoría. De este modo, la filiación política de estos campesinos-soldados respondió a los intereses de sus patrones, estableciendo fuertes lazos de lealtad hacia un partido u otro y, por tanto, generando también sentimientos de intolerancia hacia el partido contrario. Este hecho, combinado con la gran cantidad de conflictos religiosos _los conservadores usaban la religión católica para movilizar a sus seguidores contra los "ateos liberales"_ condujo a una división de la población colombiana en dos grupos cerrados: uno liberal y otro conservador. Los campesinos y otras clases bajas de la sociedad tomaron estas diferencias partidistas con gran seriedad. Los dirigentes de los partidos ganaron beneficios y gobernaron. Hubo periodos estables de gobierno de cada partido: los liberales monopolizaron el poder desde 1861 hasta 1886 y los conservadores desde 1886 hasta 1930. Algunas veces las élites de los dos partidos entraron en desacuerdos de manera violenta, provocando la guerra civil. Pero en nueve casos antes de 1930 y en otros tres después, una parte o toda la élite de un partido se unió con parte del otro, formando así coaliciones. Hacia el final de la década de los años treinta, el Partido Conservador se vio envuelto en dificultades debido, por una parte, a la crisis desatada por la gran depresión estadounidense, y por la otra, a la aparente bancarrota del partido y a las posturas del mismo en relación con el crecimiento de los movimientos sindicales laborales. La hegemonía conservadora fue reemplazada por el Partido Liberal en 1930, pero muchos de los asuntos a tratar se mantuvieron como en el pasado, aunque con algunas variantes. El presidente liberal, Enrique Olaya Herrera, fue electo en ese año mediante una coalición de liberales y conservadores. Una guerra civil estalló entre campesinos liberales y conservadores, debido al incremento de conflictos por las tierras, apoyada sólo por algunos elementos de las élites partidistas. RUSIA 1.1. Antecedentes históricos Rusia ha sido protagonista de uno de los fenómenos políticos más trascendentales del fin de siglo, al pasar de ser un Estado totalitario y estrictamente ideologizado _en la entonces Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (urss), bajo el control de un partido único_, a conformar un sistema competitivo con numerosos grupos y formaciones políticas que se disputan el poder en las urnas. Desde luego, este tránsito a la democracia aún requiere de tiempo para consolidarse. La recurrente crisis financiera, la violencia política y la inestabilidad gubernamental todavía amenazan con desembocar en el eventual retorno del régimen autoritario. Sin embargo, pese a los grandes desafíos económicos y políticos que aún quedan por vencer, en la actualidad funciona una Constitución que prevé un régimen democrático y las autoridades son electas en comicios razonablemente imparciales y justos. La Unión Soviética, fundada por Vladimir Ilich Lenin tras la Revolución de 1917, mantuvo un régimen guiado por la doctrina marxista-leninista, que prescribía el establecimiento de una dictadura del proletariado como vía para arribar al comunismo. Sin embargo, este "paraíso de los trabajadores" muy pronto se convirtió en un mecanismo asfixiante y represivo que demostró su inviabilidad económica y su fracaso como sistema político, el cual sólo tuvo éxito en la tarea de convertir a la Unión Soviética en una potencia militar de primer orden. Tras la muerte de Lenin en 1924, José Stalin arribó al poder tras una cruenta lucha con Trotsky. Con Stalin, los rasgos más autoritarios del sistema se agudizaron (purgas políticas, colectivización forzada en el campo, industrialización a ultranza, acoso a las minorías, etc.), pero el país salió avante del reto que supuso para su existencia la invasión nazi. Stalin murió en 1953 y, tras un breveinterregnum, fue sustituido por Nikita Kruschov, quien intentó, vagamente, una liberalización política. Destituido de manera súbita en 1964, fue relevado por Leonid Brezhnev, con cuyo gobierno la Unión Soviética comenzó un largo periodo de anquilosamiento económico y social. Al morir Brezhnev, en noviembre de 1982, la Unión Soviética sufría un estancamiento generalizado. A la principal superpotencia que competía con Estados Unidos en los planos militar e ideológico urgía revitalizar sus sectores clave en la industria y la agricultura. El sucesor de Brezhnev en la jefatura de Estado y en la secretaría general del Partido Comunista de la Unión Soviética fue Yuri Andropov, quien para muchos tenía un claro perfil reformista que consistía en tratar de vigorizar la economía, pero sin hacer grandes cambios en la política ni poner en duda el monopolio del poder que ejercía el pcus. Sin embargo, el nuevo líder falleció víctima de un cáncer en febrero de 1984. Konstantin Chernenko asumió el mando de la urss, pero efímeramente, ya que murió a los 13 meses de ser electo para el cargo por el Politburó, la máxima instancia decisoria al interior del pcus. En marzo de 1985 ascendió al poder Mijail Gorbachov, quien a la sazón era el miembro más joven del Politburó y que destacaba por ser partidario de iniciar un proceso de reformas. Durante los siguientes dos años, el nuevo secretario general del pcus fue capaz de retirar a la mayor parte de los integrantes del Politburó y reemplazarlos con políticos de corte reformista afines a él. Tras consolidar su poder, Gorbachov inició una campaña con el objetivo de transformar la sociedad soviética. Sus planes incluían una glasnost (en ruso, "apertura") que proveería al país de mayores grados de libertades públicas y de posibilidades de crítica a los ciudadanos soviéticos y a los medios de información, y una perestroika (en ruso, "reestructuración") que buscaba la modernización de la economía nacional. COAST RICH 1. Antecedentes históricos Después de conseguir su independencia, Costa Rica encontró la senda del orden y el progreso con menos dificultades que otros países centroamericanos: la formación del Estado nacional y las reformas liberales aseguraron el orden; la siembra y la exportación del café aportaron el progreso. A finales del siglo xix, los ferrocarriles y el plátano también llegaron en nombre del progreso, pero enseguida se hizo evidente el peligro que ambos entrañaban para la soberanía. En síntesis, la sociedad costarricense ligó su destino a una economía de monocultivo y agroexportadora, estrechamente vinculada al mercado mundial. El cultivo del café significó un cambio en el sistema económico y social, y tanto la oligarquía como el resto de la población incrementaron sus recursos materiales en forma notable en torno a esa actividad. No se trató de que por primera vez en la historia del país surgiera una élite. Más bien, antiguas y nuevas fortunas se unieron alrededor de un proceso exportador que además de ofrecer ciertas comodidades representaba el tránsito hacia una agricultura comercial, hasta quedar consolidadas como un grupo diferenciado que se separaba cada vez más del agricultor promedio, aun cuando los patrones de distribución de la riqueza no hubieran cambiado drásticamente. Cierto es que para una rápida transición hacia el cultivo cafetalero era necesario determinado nivel previo de concentración de la riqueza, ya que las primeras ganancias se obtenían hasta después de transcurridos entre tres y cinco años de la siembra, y sólo quienes poseían algún excedente de fuerza de trabajo dentro de su propiedad o contaban con el capital necesario para pagar salarios podían aprovechar las nuevas ventajas que ofrecía el grano. Por mínimo que fuera el monto del capital que se necesitaba invertir para iniciar la producción del café, era suficientemente alto como para asegurar que los primeros plantadores surgieran de un sector con recursos y que la tierra por sí sola no garantizara el ingreso al exclusivo círculo formado por los "barones del café". En consecuencia, los cambios económicos y sociales que tuvieron lugar a mediados del siglo pasado se caracterizaron por tres elementos básicos: la existencia previa de una élite, enriquecida y redefinida pero no creada por el café; un avance material considerable que permitió la clara consolidación de la élite y su separación social, y el mantenimiento, e incluso fortalecimiento, de la pequeña propiedad. Si bien la oligarquía cafetalera se había separado en términos económicos y sociales del resto de la población, sus niveles de riqueza nunca llegaron a asemejarse a aquellos que poseían sus homólogos de otras naciones. Mientras que los costarricenses con mayores ingresos podían calcular sus ingresos cuando mucho en miles de pesos, su contraparte mexicana no contaba sus recursos en menos de cientos de miles o, incluso, millones de los mismos pesos. A pesar de todo, hubo cambios y el nivel de vida de los habitantes mejoró notablemente. Además de esta élite, que incluía a unos cuantos, en la base de todo el funcionamiento social se encontraba el pequeño productor, relacionado antagónicamente con los "barones del café". Los antagonismos y dicotomías entre "maicero-finquero", en el nivel local, y "finquero-beneficiador", en el plano nacional, constituyen la clave para entender el ciclo de producción del café durante el siglo xix. Un nuevo sistema social, cuya dinámica se estableció y se desarrolló a partir de la contradicción básica entre el comercianteprocesador-financiero y el pequeño propietario, remplazó al orden internamente distinto y mucho más pobre que se había venido desarrollando desde la etapa colonial.