Índice. Teatro 20 Di eg o Velázquez Un genio anda suelto 26 Jo rg e Du b a t t i Tendencias. Teatro comercial de arte en Buenos Aires 50 Propietario: Sociedad Argentina de Gestión de Actores Intérpretes, Asociación Civil (SAGAI). Marcelo T. de Alvear 1490. C1060AAB. Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argentina. Teléfono: (011) 5219-0632. E-mail: [email protected] Web: www.sagai.org Prohibida su reproducción total o parcial. © SAGAI (Sociedad Argentina de Gestión de Actores Intérpretes, Asociación Civil), 2011 Registro de propiedad intelectual N.º 5016803 2 << Arlequín Al Maestro con cariño 46 El en a B o g g a n 59 O m a r Llegó para quedarse Calicchio ReCuerdo 88 Ju li o cortázar 100 M a ri a n o Compañía de funciones patrióticas Tenconi Blanco De cerca nadie es normal 05Editorial 62 Paseo La Plaza 06 Y para aquellos también… 64 Teatroxlaidentidad. El dedo en la llaga 07 Arlequín genera ganancias 68 Recaudar y distribuir 08 Somos SAGAI 70 No soy un caballo 10 Asamblea Ordinaria 2013 73Sucesiones 14 Escribo, dirijo y actúo 74 Fundación SAGAI 18 Palabra de productor 86¿Aislados? 24 La reunión informativa de agosto 87 Avances en la lucha por los derechos 30 Avenida Corrientes. La Broadway porteña intelectuales 32 Griselda Gambaro. Donde viven las palabras 92 Los 35 escalones 36 Sobre las ganancias en teatro y los impuestos 95 Stand up. Cuando el humor pisa fuerte 37 Las solitarias razas naufragadas 98 Las óperas primas del teatro 40 La importancia de una auditoría externa 104Panorama Sur 41 El sueño de la sala propia 107 Homenaje. Alfredo Alcón 44Taperolas 108A todos los actores que nos precedieron 51 Quo Vadis? Arlequín >> 3 Revista institucional de SAGAI. Sociedad Argentina de Gestión de Actores Intérpretes. N.º 8. octubre, 2013 Autoridades Comisión directiva Somos y hacemos Presidente: Pepe Director responsable: Jorge Eduardo D’Elía. Soriano Secretario: Jorge Marrale ProSecretario: Osvaldo Santoro Tesorero: Martín Seefeld Protesorero: Pablo Echarri Vocales Titulares: Julieta Díaz, Daniel Valenzuela, Juan Gil Navarro, María Fiorentino, Roly Serrano y Joaquín Furriel Vocales Suplentes: Antonio Grimau, Coco Sily y Arturo Bonín Órgano fiscalizador Titulares: Jorge D’Elía, Silvia Kutika y Juan C. Ricci Suplentes: Ana Doval y Edgardo Moreira Director General: Sebastián Bloj Esta es TU revista Nos interesan tus opiniones, comentarios, críticas o sugerencias. Podés escribirnos a SAGAI-ARLEQUÍN, Marcelo T. de Alvear 1490 (C1060AAB) o bien a [email protected], o visitarnos personalmente de lunes a viernes de 10:00 a 12:30 y de 14:30 a 17:00. Esta revista también puede leerse en www.sagai.org jorge D’ELÍA director responsAble de arlequín 4 << Arlequín periodistas ARlequín: Alberto Catena, Cristina Zuker, Adrian Sack. Fotografía ARLEQUÍN: Sebastián Miquel FotografíaS: Ernesto Donegana, Estudio La Galera, Gustavo Pascaner, Nora Lezano, Margarita Solé, Pigu Gómez, Hernán Ghioni, Eva Quintás, Martín Chauvet, Nacho Aveillé y Horacio Sbaraglia Diseño Original y diAGRAMACIóN: Rodriguez Daniel, Diseño + Comunicación Visual [email protected] CORRECCIÓN: Mónica Márquez ([email protected]) Impresión: Galt S. A., Ayolas 494, Buenos Aires. 54 (11) 4303-3723. www.galtprinting.com tapa: Collage realizado con la colección Fernando Cordero (caricaturas autografiadas por los artistas retratados) perteneciente a Mauricio Kartun. ilustraciones: Nunö y Pablo Pino. ESCRIBEN en este número: Natalia Blanc (asesoramiento integral), Luis Alí, Carolina Amoroso, Sebastián Bloj, Leonardo Coire, Javier Daulte, Jorge D’Elía,, Jorge Dubatti, Daniel Fanego, Jorge Marrale, Guillermo Ocampo, Dra. María Florencia Prada Errecart, Héctor Presa, Adrián Sack, Diego Salamone, Agustina Salvador, Pepe Soriano, Alejandro Tantanian y Matías Umpiérrez. Agradecimientos: Cecilia Avendaño (Chile), Oscar Barney Finn, Alberto Catena, Daniela de la Rez, Cristina Fridman, Mauricio Kartun, Pablo Kompel, Roxana Olivieri, Carlos Rottemberg, Dr. Ignacio Gutiérrez Zaldívar, Laboratorio AstraZeneca y Julieta Carrillo. Galería Zurbarán Cerrito 1522 4815-1556 [email protected] Página 64, artista: Ernesto Bertani, Arrimando incógnitas (acrílico sobre lienzo) Página 26, artista: Ernesto Bertani, Obelisco (acrílico sobre casimir) Ro Galería de Arte Paraná 1158 4815-6467 [email protected] Página 32, artista: Carlos Alonso, Paseo (pastel sobre papel) Galería Animál Santiago de Chile [email protected] Página 92, artista: Cecilia Avendaño, Serie Pride 2009 (fotomontaje digital) e d i to r i a l Siete años de composición constante (o el hueso que madura) Cuando podemos reconocer que crecemos con los otros, somos testigos y parte. Pero no siempre se puede ser consciente de esos procesos. Por distintas razones, algunas vinculadas a nuestras propias limitaciones, nos perdemos de atesorar una de las experiencias humanas más preciosas: precisamente, la de crecer con el otro SAGAI, a lo largo de estos años, pudo verificarlo. La Sociedad da muestras permanentes de ese crecimiento. Hay datos que se vuelcan con la minuciosidad de un escriba kafkiano y que dan ejemplos incontrastables del fenómeno. Pero esa es la institución. Lo que me interesa es resaltar a los humanos que formamos parte de esa institución, los que podemos dar fe de sentir, como dicen los orientales sabios, el sonido sutil del crecimiento del hueso que madura. Estamos cerca de ser casi 3000 y, claro, la frecuencia del sonido de ese crecimiento varía permanentemente. No es ruido, es algo similar a una música que se instrumenta con el acorde que cada uno de esos compañeros suma a una melodía, que hasta ahora tiene casi siete años de composición constante. Por supuesto, es polifónica, y eso la hace original y abierta. En cada uno de los editoriales de Arlequín, me ocupé de contar logros, proyectos, relatar acontecimientos del más variado tenor, pero esta vez trato de transmitir lo que da sustento a todo lo anterior: el amor a la construcción común, el seguir componiendo una música que nos identifique, un coro que pueda cantarla sin tener que esquivar miradas, sabiendo que el que está delante, detrás o al lado es un par, un par que contribuye a la melodía con el mismo deseo de crecer. Abrazo fraterno. A Jorge Marrale Arlequín >> 5 Y para aquellos también... En los años 20, el teatro argentino entra en una profunda crisis producto de varias razones, y, tal vez, la principal haya sido la despiadada comercialización a la que estaba sujeto. Para entonces, y hasta fines del siglo xix, teníamos una gran dependencia del teatro europeo (español, italiano, francés e inglés). Las salas construidas antes del 1900 (los teatros Colón, Ópera, Variedades, Liceo, Politeama, Nacional y algunos más que no recuerdo) estaban en manos de elencos extranjeros. Era el tiempo del repertorio universal, clásico y moderno, representado por los artistas dramáticos y líricos de fama mundial, mantenido por una elite para su particular necesidad cultural, regusto artístico o simple figuración social. Después, en una escala menor, estaban las zarzuelas, los vodeviles y las comedias, dirigidas hacia un público más popular (en todo sentido), y que también eran frecuentados por aquella elite, pero en tren de juerga, jolgorio y parranda. PEPE SORIANO Hartos de tanta mediocridad y en medio del golpe de Estado que derroca a Hipólito Yrigoyen, encabezado por Uriburu (1930), se inicia una movilización de actores y autores que da comienzo a la recuperación del teatro de Buenos Aires: se crea el Núcleo de Escritores y Actores (NEA), con Edmundo Guibourg, Antonio Cunill Cabanellas, Samuel Eichelbaum, Luisa Vehil y Francisco Petrone, que desarrollan fervientemente diferentes puestas en escena (cuyas funciones debían representarse en verano, ya que, en ese lapso, las compañías existentes desistían de trabajar por las altas temperaturas). Este fue el antecedente, la semilla que hizo germinar en 1933 a la “Comedia Nacional”. Sin embargo, pasarían dos años para que el objetivo se concretara y Don Matías Sánchez Sorondo (Comisión Nacional de Cultura) encomendara al actor y director Antonio Cunill Cabanellas la organización y dirección de la Comedia, cuyo debut finalmente ocurrió el 24 de abril de 1936, con el ya entonces clásico Locos de verano de Gregorio de Laferrère, que logró un resonante éxito. Hoy exportamos nuestro talento nacional al mundo y, por ello, este número 8 de Arlequín pretende dejar sentado que pocas veces (si es que las hubo) hemos tenido tanto y tan buen teatro como ahora. Sentimos orgullo por nuestros actuales autores, actores, directores, productores, escenógrafos, técnicos y tantos más. ¡Salud, entonces, para ellos! A 6 << Arlequín Arlequín genera ganancias ¿Se gasta mucho dinero en la revista Arlequín? (Obviamente, el sentido implícito de la pregunta es si no sería mejor invertir ese dinero en alguna de las necesidades de los asociados). » Con Arlequín, lejos de gastar, se recauda. Y se recauda mucho más que dinero. » Arlequín se ha transformado en nuestra cara visible. Es nuestra carta de presentación. » Arlequín tiene rango de embajadora. Ayudó y ayuda a instalar en la sociedad nuestra marca registrada (SAGAI). Les dice a los demás quiénes somos, qué hacemos y qué es SAGAI. » Es el mascarón de proa para lograr innumerables beneficios para nuestro colectivo (subsidios para nacimiento, maternidad y defunción; concursos; generación de trabajo; convenios; audífonos; sillas de ruedas; geriátricos; reconocimientos a la trayectoria –mayores de 80 años–; Aplausos para la inclusión; viajes gratuitos para nuestros asociados; etc.), ya que por su presentación y sus contenidos nos facilita todo este tipo de gestiones. » Lleva con éxito el propósito de informar y formar. » Se entrega gratuitamente en el domicilio de cada asociado con el propósito de distinguirlo. Fe de erratas A diseño: Fíjense de incluir en “Taperolas” de este número (como una especie de fe de erratas) que en la página 65 del número anterior (el 7), cuyo encabezado dice “La TV tradicional murió: etc.”, no aclaramos que ese comentario donde se habla de Gastón Portal fue publicado en el diario Página 12 y pertenece a Emanuel Respighi, periodista. ¿Se acuerdan de que no podíamos encontrar la fuente? Bueno, ¡ahí está! Y estaría buenísimo si aprovecháramos también para poner que se nos pasó incluir el nombre de Juan Vitali en el póster central del mismo número (“La fiesta inolvidable”). ección) George (Dir SAGAI es una sociedad de gestión, impulsada por una serie de dirigentes que fuimos elegidos hace ya siete años y nos comprometimos al cumplimiento irrestricto de la transparencia de nuestra gestión y a la dignificación de todos y cada uno de nuestros pares. Está todavía cerca la época en que no se permitía enterrar a un actor en un cementerio cristiano. Que no nos tiemble el pulso cuando recibimos lo que nos merecemos. A Arlequín >> 7 Somos SAGAI Varias teorías sociológicas proponen que el hombre, como ser social, tiene la necesidad de sentirse parte de un grupo humano, y así experimentar aceptación por parte de los demás. Este fenómeno se denomina “sentido de pertenencia” y explica que, si bien los individuos piensan por sí mismos, buscan por naturaleza vivir en sociedad con el fin de compartir y mejorar su calidad de vida. Allá por el año 1943, el psicólogo estadounidense Abraham Maslow escribió la teoría sobre la motivación humana, a través de la cual plasmó gráficamente las necesidades humanas en una pirámide, ordenándolas por su jerarquía. En el centro ubicó las necesidades de afiliación, concepto que hace referencia 8 << Arlequín al sentido de pertenencia y explica cómo las personas buscan formar parte de un grupo de personas con valores, objetivos e intereses en común. En SAGAI compartimos la visión de que la vida en comunidad es más fructífera para todos, y que la colaboración entre las personas es fundamental para que estas alcancen sus objetivos e intereses. Somos una comunidad y, como tal, velamos por los intereses de nuestros actores, ayudándolos a cubrir sus necesidades y brindándoles un espacio en el cual expresar sus opiniones. Nos identificamos por nuestros valores comunes y por la incesante búsqueda de defender nuestros derechos. Por eso, a través de nuestro departamento de atención a socios, intentamos dar respuesta a todas las inquietudes individuales y colectivas y brindar el asesoramiento necesario en cada caso. Una herramienta que nos ayuda en esta tarea es nuestro software de gestión (Solaris), diseñado y desarrollado por nosotros, en donde almacenamos los datos personales y artísticos de nuestros asociados. También nos permite gestionar las revisiones, resolver cobros pendientes, hacer un seguimiento personalizado de las altas agilizando la gestión administrativa de la entidad. Y es precisamente debido a este esfuerzo por brindar un servicio de calidad, que nuestros socios reconocen y agradecen nues- I n st i t u c i o n a l tro trabajo diario. A su vez, alentamos la comunicación bidireccional, a fin de estar cada vez más cerca de nuestros actores, conocer sus necesidades, sus opiniones, y fortalecer la conciencia colectiva. En SAGAI trabajamos para dar respuesta a las diversas necesidades y contingencias, por eso desde la Fundación brindamos numerosos beneficios a los socios. Por ejemplo, en el mes de julio se firmó un convenio con “RCT Club Vacacional & Spa” (en Chapadmalal), por el cual los asociados pueden disfrutar de un importante descuento en todas las modalidades de los servicios de alojamiento que brinda el complejo. También otorgamos diversos subsidios que ayudan a hacer frente a distintas necesidades, como, por ejemplo, los subsidios por nacimiento o adopción, fallecimiento o salud. Llevamos adelante una tarea continua para que cada vez más actores conozcan nuestra institución y puedan cobrar sus derechos. Aumentar los miembros de la entidad nos permite obtener mayor efectividad administrativa para la realización de pagos de derechos y darles mayor provecho a las actividades que se realizan día a día. Así es que en el mes de julio iniciamos la campaña Te estamos buscando, en distintas plataformas de comunicación. Con la ayuda de la Asociación Argentina de Actores, dimos a conocer la lista de actores que tenían derechos pendientes de cobro en SAGAI, lo cual nos permitió localizar a muchos de ellos o a sus herederos. Gracias a esta acción y también a la difusión que realizaron nuestros socios, en dos meses, más de 200 personas pudieron cobrar sus derechos. En SAGAI fomentamos un buen ambiente de trabajo, reafirmando el compromiso de colaborar en beneficio de la participación, el trabajo en equipo y la lealtad. Construimos una “conciencia colectiva” que, al fortalecerse, nos otorga una identidad común y refuerza nuestro sentido de pertenencia. TODOS SOMOS SAGAI. DE LOS ACTORES PARA LOS ACTORES. A Arlequín >> 9 Asamblea Ordinaria 2013 10 << Arlequín I n st i t u c i o n a l Saldo a favor en la gestión Con la participación de más de 190 socios, se realizó el pasado 13 de mayo en el Multiteatro de la Ciudad de Buenos Aires, la 7.a Asamblea Ordinaria de SAGAI, que tuvo como tema principal la gestión económica del año 2012. Después de las emotivas palabras del presidente Pepe Soriano, el secretario Jorge Marrale se refirió a los principales objetivos de trabajo y a las dificultades de la entidad durante el año pasado. Además, hizo un balance de gestión de los siete años de SAGAI para que los socios conozcan los avances de la sociedad y los logros de la actual conducción. Un momento central de la asamblea fue el informe que realizaron el tesorero Martín Seefeld y a la contadora Nancy García, encargada de la auditoría por la firma BDO. Se expusieron los aspectos más destacados del balance 2012 puntualizando los ingresos por recaudación, los gastos corrientes y los derechos liquidados, entre otros. Vale destacar que el ejercicio arrojó un resultado positivo, con un superávit de 11,5 millones de pesos, que también fue parte del debate y la consideración por parte de los socios. Los principales datos fueron los siguientes: Los ingresos por recaudación del ejercicio 2012 aumentaron en casi un 50 % respecto del ejercicio anterior, arrojando un total de 51,1 millones de pesos. Detalle de ingresos Año ingresos 2009 $20.647.908 2010 $ 19.716.365 2011 $ 34.160.740 2012 $ 51.110.701 Arlequín >> 11 El total de los gastos corrientes y las inversiones correspondientes al año 2012 fue de 7,67 millones de pesos: Gastos e inversiones: 7,67 millones de pesos gastos e inversiones millones $ % 2,91 38 Inversiones 1 ,1 0 14 Honorarios 0,95 12 Gastos institucionales 0,85 11 Resarcimiento de gastos 0,56 7 Renumeraciones 12 << Arlequín Administración, mantenimiento, servicios, seguridad, etc. 0,61 8 Gastos y comisiones bancarias 0,31 4 Mantenimiento informático 0,14 2 Comunicaciones, correo y mensajería 0,12 2 Otros gastos administrativos 0,12 2 I n st i t u c i o n a l En este contexto, se destacó la reducción de la tasa administrativa al 23 % que, junto con los intereses financieros, se utilizan para afrontar los gastos corrientes, las inversiones y el fondo social. Esto es de suma importancia si se compara con la de años anteriores, donde del bruto de la recaudación se descontaba la tasa de administración y el monto destinado al fondo social, por lo que esta decisión implicará un aumento en el monto neto a liquidar. Por este superávit de 11,5 millones de pesos, los socios aprobaron en amplia mayoría utilizar los fondos en lo siguiente: a. Precancelación del crédito hipotecario otorgado por el Banco Ciudad para la compra de la sede social ubicada en Marcelo T. de Alvear 1490, lo que implicará un pago de 6 millones de pesos y un ahorro futuro por los intereses que se dejarán de pagar. b. Destinar la suma de 3,5 millones de pesos para el Fondo Social y lo necesario para efectuar el reconocimiento de trayectoria a los socios mayores de ochenta años. Luego se puso a consideración de los socios el presupuesto para el año 2013, el que también fue aprobado por amplia mayoría. Una vez que se terminó con el informe y el balance económico, los socios presentes recibieron información actualizada sobre el conflicto internacional. Esta exposición estuvo a cargo del Dr. Guillermo Ocampo, asesor legal del directorio de la entidad. Antes de terminar la reunión, Osvaldo Santoro y María Fiorentino informaron sobre las actividades llevadas a cabo a lo largo del año 2012 por Fundación SAGAI. Además, destacaron la participación activa de jóvenes actores, como Silvina Acosta, Mariano Bertolini, Paula Carruega, Laura Cymer, Celina Font, Sol Pavez y Mora Recalde, quienes prestan su tiempo y su dedicación, poniéndolos a disposición de todos. Con un balance positivo y las perspectivas de nuevos y fructíferos proyectos, SAGAI agradece a todos los socios que participaron de la asamblea, porque con su presencia enriquecen un espacio natural de debate y participación. A Arlequín >> 13 Escribo, dirijo y actúo escribe Natalia Blanc Caravaggio Chino 14 << Arlequín Rafael Spregelburd y Emilio García Wehbi son dos talentosos referentes del teatro independiente nacional. En charla con Arlequín, hablaron sobre sus respectivos procedimientos y recursos creativos Spregelburd Por mi formación como actor, yo empecé a escribir para poder actuar. En el estudio de Ricardo Bartís, donde estudié actuación en la década de 1990, nos pedían que escribiéramos nuestras propias dramaturgias. Luego, un gran maestro como Mauricio Kartun me alentó a que siguiera escribiendo. Heredero del fenómeno Parakultural (aquel reducto del off ubicado en San Telmo por donde, entre los años ochenta y noventa, pasaron Batato Barea y Alejandro Urdapilleta, entre otros), Spregelburd (el autor de obras como La paranoia, La estupidez y Lúcido) pertenece a una generación de dramaturgos-actores-directores. Los casos en los que no actúo en mis obras son las excepciones, no la regla. Nunca escribo una obra con el deseo de no estar en ella. Jamás. De hecho, la dirección no me gusta mucho, es algo que hago a pesar mío. Me resulta menos agobiante actuar que dirigir, que casi siempre consiste en producir. Mi primer acercamiento al teatro tuvo que ver con mi deseo de actuar, y de esa pasión surgió mi dedicación a la dramaturgia y a la dirección. Tengo una relación con el teatro que no sé si tendría si no fuera actor. No me imagino como un autor de escritorio. Escribo porque participo como actor. Me resultaría raro llamar a otro director para que me dirija en un texto mío. En algunos casos, paralelamente a mis montajes con la compañía El Patrón Vázquez, hago puestas para teatros del exterior. Uno de esos casos fue la obra La terquedad, que se estrenó en Alemania. La escribí sabiendo que yo no iba a actuarla. Otro fue Lúcido, una producción simultánea en catalán y en español. Yo sabía que tenía que dirigir ambas puestas y que no iba a poder actuar en las dos. En junio de este año se estrenó en Italia su espectáculo más reciente, Spam, que integra la programación del FILBA 2013 (Festival Internacional de Literatura de Buenos Aires). Es una obra a pedido de un actor italiano. Como no me imagino escribir para un actor que no conozco, escribí la obra para mí y se la pasé. El estreno mundial fue en italiano y luego yo la interpreté acá en castellano. Al estilo de Apátrida, una ópera hablada, basada en las cartas entre Squiaffino y Auzón, que combatieron en duelo por una diferencia estética en 1891 (en cartel actualmente), Spam es un monólogo con música. Es un muy raro ejemplo de una actuación más performática, porque un solo actor cuenta la historia al público. Gira en torno a un profesor universitario que se niega a ser tutor de la tesis de una alumna, pero acepta que ella se la mande en capítulos por mail. Mientras espera, no sabemos muy bien por qué, responde a un mail de spam que le pide los datos bancarios para transferir millones, con el pequeño problema de que el mail resulta ser verdadero, con lo cual el tipo se hace rico, pero lo persigue la mafia y tiene que huir. Es una aventura en el mundo virtual. Está escrita con el traductor de inglés de Google, en un castellano imposible. Por momentos es desopilante. ¿Y hubo diferencias entre la versión protagonizada por el actor italiano y la suya? Es completamente distinta. Aunque el texto es el mismo, pensarlo para mí como actor implica una serie de decisiones casi tan fuertes como el argumento que voy a contar. Mi escritura es bastante incompleta, pese a lo que parece cuando uno la lee. Está llena de incertidumbre. Yo solo publico las obras después de haberlas estrenado. Escribo borradores cuando sé que voy a dirigir yo. Durante los ensayos, tomo el resto de las decisiones. Mi teatro es narrativo. No es un teatro biodramático ni abstracto. Son escenas, actores que hacen personajes, se cuentan historias, casi siempre entremezcladas. Siempre escribo para estrenar, pero a veces las obras quedan y las hacen otros; entonces, uno puede pensar que eso que yo escribí es un texto cerrado. Pero no es así: es un plan para un actor y un director, que soy yo. Me honra muchísimo que las representen, pero mi objetivo no es producir una literatura dramática, porque mi mayor deseo es actuar. Arlequín >> 15 García Wehbi García Wehbi elige estar en escena cuando siente que ese texto que dirige tiene que pasar por su cuerpo y por ningún otro. En el caso de Rey Lear, versión de Rodrigo García de la tragedia de Shakespeare que estrena en octubre en el FILBA, el autor y director se convierte en una suerte de relator, de nexo con el público. Voy a dirigir y a estar en escena, como una especie de médium o vehiculizador del relato, que interfiere y participa en el espectáculo. Es el director-actor el que está expuesto en escena. Es la misma estrategia que implementé en la puesta de Prefiero que me quite el sueño Goya a que lo haga cualquier hijo de puta, el texto de Rodrigo García, que adapté para mí mismo. Interpretarlo fue, por un lado, una necesidad de expresión, pero también advertí que había cierta empatía con el personaje construido por Rodrigo y sentí que no podía hacerlo otra persona que no fuese yo. Entonces decidí atravesarlo por mi cuerpo. Autor de obras como Hécuba o el gineceo canino, versión libre de la tragedia de Eurípides, Emilio García Wehbi tiene un estilo de teatro cercano a lo experimental. Trabajo todo el tiempo tratando de romper el sistema de representaciones y me gusta generar perturbaciones en el modo único de ver del espectador; quiero que el público tenga que articular las diversas capas de dramaturgia y de sentido. Cuando integraba El Periférico de Objetos, el actor y director estaba en escena todo el tiempo. Luego, cuando se volcó hacia el teatro performático, por ejemplo, con Cuando el bufón se canse de reír, volvió a aparecer en escena. En el caso de esa performance, era mi cuerpo desde un prin- 16 << Arlequín cipio el que iba a estar delante del público. No había espacio para otro. Siento que los textos de Rodrigo García fueron escritos para mí. Por eso los actúo siempre pasándolos por mi tamiz. Tienen algo de desmedido, exagerado, que yo también tengo. Mi naturaleza artística es así. Entonces, en ese sentido, me convocan a estar presente en escena. Me parece que la decisión de actuar tiene que ver con la coyuntura o con el material. Eso lo percibo desde el principio del proceso creativo cuando estoy trabajando con los textos. La puesta de Rey Lear completa la trilogía de obras de García que montó Wehbi. Las anteriores fueron Prefiero que me quite el sueño Goya... y Agamenón. Volví del supermercado y le di una paliza a mi hijo. El Lear de García está alejado del Lear de Shakespeare, pero a la vez está cerca. Me pareció bien asumir la voz del relator de modo tal que le pueda acercar al espectador cierto anclaje con la tragedia isabelina. Mi presencia en el escenario funciona como un apuntador referencial para darle contexto y superponer el personaje con mi propia biografía. Mi objetivo es que se entienda que el que relata es el que está construyendo su propia historia. Con distintas formaciones y experiencias teatrales, ambos se caracterizan por llevar a escena textos propios. Spregelburd escribe, dirige y actúa en espectáculos de su compañía, El Patrón Vázquez. García Wehbi, uno de los fundadores del emblemático grupo El Periférico de Objetos, también interpreta y dirige obras escritas por él y, en algunos casos, adapta obras clásicas o materiales de autores con estéticas afines. A foto: MARGARITA SOLÉ « Trabajo todo el tiempo tratando de romper el sistema de representaciones y me gusta generar perturbaciones en el modo único de ver del espectador; quiero que el público tenga que articular las diversas capas de dramaturgia y de sentido » Agamenón Arlequín >> 17 Palabra de productor Hacer teatro hoy En algunas películas y obras de teatro se los muestra como personas de edad madura, de contextura prominente, fumadores de habanos, hombres de chequeras sólidas y extremadamente pendientes de los resultados de la taquilla. En el imaginario popular, los productores son aquellas personas que aportan el dinero necesario para que un espectáculo se plasme sobre el escenario. Pero no solo eso, son también inversores y apostadores de riesgo y, a su modo, mecenas y facilitadores de las realizaciones más excelsas o de la más baja calidad. Fueron testigos de la desaparición para siempre de salas históricas y son responsables de la permanente actualización y reconversión del negocio teatral. Esos son los empresarios, de los que hay tantas clases como seres humanos existen, una raza especialísima cuyo origen en nuestras tierras se remonta al siglo xvii, cuando un tal Domingo Saccomano gestionó una autorización “para representar óperas y comedias” ante el entonces gobernador del Río de la Plata, José de Andonaegui. En 2012 la asociación de empresarios decidió reunirse una vez al mes en el petit hotel de Tucumán al 900, en la misma sede donde funciona desde 1954. Cuando se advierte la naturaleza de sus variadas actividades, se concluye que su tarea no se reduce a la de providenciales financistas. Allá lejos y hace tiempo, ante el imparable avance de los automóviles, tuvieron que decidir qué hacer con los obligatorios estacionamientos para carruajes, así como ahora analizan los efectos de la reserva y venta electrónica de entradas. Desde los tiempos más lejanos y a través de las más variadas circunstancias –los festejos del Centenario, en 1910; las saludables consecuencias del ensanche de la calle Corrientes, en 1936; los muchos golpes de Estado, que aportaron incertidumbre y censuras diversas; las numerosas crisis económicas que colocaron en riesgo al país, en general, y a la actividad artística, en particular–, los empresarios de teatro se convirtieron en testigos de la evolución e involución de la nación y, consecuentemente, del arte escénico. 18 << Arlequín Ser y parecer empresario teatral “Iniciativa, creatividad, rapidez de reflejos para adaptarse a las circunstancias distintas que se dan durante el desarrollo de una temporada, capacidad para realizar cambios sobre la marcha, nervios templados y flexibilidad en el trato con los artistas serán elementos fundamentales para recibirse de productor”, describe Julio Gallo, el dueño del Teatro Astral, de Corrientes al 1600. Su caso es parecido a los de Sebastián Blutrach (de 2007 a 2012, director artístico y de gestión del Metropolitan, y desde 2011, propietario del Picadero) y Pablo Kompel (al frente del Paseo La Plaza, con las salas Pablo Picasso y Pablo Neruda como mascarones de proa de ese complejo, también en Corrientes al 1600): los tres reconocen la fuerte influencia familiar en su afecto por la actividad. Julio es el hijo de Francisco Gallo, inmigrante calabrés que llegó a la Argentina a los seis años de edad y empezó su carrera oficiando de boletero en el cine Fénix, en el barrio de Flores. A partir de allí hizo una carrera notable como empresario de compañía y de sala. Innumerables sucesos tuvieron como escenario el Astral, como las inolvidables temporadas de la compañía de Luis Sandrini, en la década de los cincuenta, o los diez veranos consecutivos del espectáculo español Por las calles de Madrid. Sebastián es hijo de Jorge Blutrach y Ana Jelín, productores los dos, que hace años decidieron radicarse en España, donde él también vivió durante una década. De ellos –que estuvieron al frente de salas como el Olimpia, el Blanca Podestá, el Bauen y el Odeón– aprendió a reconocer el corazón de esta actividad. Pablo maneja los hilos artísticos del Paseo La Plaza después de que Felipe, su padre, ingeniero civil dedicado a la construcción, reconvirtió un antiguo mercado de alimentos céntrico, en un complejo cultural y comercial de 23 000 metros cuadrados a cielo abierto. En el momento de su apertura, en 1989 (“Un acto de omnipotencia creativa y locura absoluta de mi viejo”, reconoce Pablo), el espacio tenía, además de las dos salas que todavía existen, un anfiteatro en el que se ofrecieron más de dos mil recitales gratuitos y que con el tiempo se transformó en un café. Para Kompel, “En una definición básica y en términos generales, el productor sería aquel que lo hace posible. Me considero gestor y eje de mis proyectos en el más amplio sentido del término. Me siento factor determinante de mis proyectos. Me involucro en la elección de las obras y de los elencos, del director y de los técnicos, y sigo muy de cerca todo el desarrollo artístico, económico, comunicacional y hasta sonoro de lo que produzco. Soy claramente un productor general porque financio el total de mis proyectos, salvo cuando surge una coproducción”. Y añade: “Me reconozco obsesivo, pero siempre apuntando a la calidad”. Por su lado, Blutrach señala: “Lo interesante y creativo de la producción es ser cuidadoso en la elección del material, pensar con qué actor y director hacerlo, entablar mucha empatía con ellos, armar el equipo de colaboradores necesario, acertar con el teatro adecuado, lanzar la campaña de prensa correcta, conseguir las fechas ideales de estreno, saber poner los límites para llevar el barco a buen puerto y, como si todo esto fuera poco, también tener un poco de suerte”. Gallo aprendió de su padre que, formalmente, existen dos clases de empresarios: el que posee una o más salas y el que sostiene una compañía; pero admite que, en el fragor de la práctica, muchas veces los roles se confunden “porque el responsable de la sala interviene en aspectos de la producción, y el de la compañía no resigna opiniones administrativas. Pero, si indagamos en los rasgos de personalidad de un productor de paladar negro, encontraremos siempre un acercamiento a lo que este negocio tiene de lúdico o al riesgo económico que necesariamente acompaña a todo espectáculo”. Blutrach aporta lo suyo: “Hay algo de la actividad que es difícil de definir, pero diría que se tiene o no se tiene: es algo del orden del carisma, la posibilidad de convocar y convencer a mucha gente inteligente y con criterio, a la vez. Mantener una línea en nuestras elecciones. Independientemente de la plata que les podamos ofrecer, los actores deben percibir que tenemos criterios artísticos, que lo vamos a hacer bien. Hay productores que hacen lo suyo sin tener en cuenta el contenido. Están los que solo ponen la plata y también están los que llamamos paracaídas, gente que llega a la actividad a probar y a la que con frecuencia el propio medio termina despidiendo con fuerza”. * Fragmento del libro Los Productores. Historias de empresarios teatrales argentinos de todos los tiempos (editado por AADET, Asociación Argentina de Empresarios Teatrales). Investigación y textos: Carlos Ulanovsky, Susana Pelayes, Marcela López y Gabriela Kogan. Capítulo “Los productores: Hacer teatro hoy”. A Arlequín >> 19 foto: Nacho Aveillé Un genio anda suelto 20 << Arlequín DIEG O V EL Á Z Q UE Z ac to r Diego Velázquez comparte su nombre con el pintor homónimo que desarrolló su obra durante el Renacimiento, época en la que los creadores fulgieron en las artes, las ciencias, las letras y las formas del pensamiento, y transformaron el mundo. Cristina Zuker Nacho Aveillé y Horacio Sbaraglia escribe fotos Este actor de 37 años, nacido muchos siglos después, comparte esa cosmovisión al ejercer su capacidad para intervenir y transformar; y, por su dominio del baile, el canto y la dramaturgia, se ha convertido en uno de los intérpretes más valorados de la escena actual. Hoy día protagoniza Traición, del enorme Harold Pinter, dirigido por su maestro Ciro Zorzoli y, al mismo tiempo, Vacaciones en la oscuridad, con dirección de Carlos Casella y Ana Frenkel; y las críticas coinciden en cuanto a la excelencia de sus trabajos. Pinter siempre es un desafío. Amo esa obra. Está entre las pocas que deseaba hacer, como el Yago de Otelo. El personaje es divino, y he trabajado mucho con Ciro Zorzoli, así que estoy feliz. Se te considera uno de los mejores intérpretes del teatro independiente. No es para tanto… Es el lugar donde me he movido siempre. Cock fue la primera experiencia en el ámbito comercial. Siempre hice teatro off u oficial. ¿Te costó el salto? Primero, está bueno que te paguen el esfuerzo. No es un detalle menor. Por otro lado, me interesaba la obra, así como los compañeros (Sbaraglia –luego, Gil Navarro–, Wexler, D’Elía) y su director, Daniel Veronese. Eso y el rol que me tocó resultaron cosas decisivas para mí. También vino bien el capítulo en Tiempos compulsivos y lo de Televisión para la inclusión, con Patricio Contreras. Me sentí muy cómodo y fue una sorpresa porque el ámbito de trabajo era muy propicio para actuar. Arlequín >> 21 22 << Arlequín foto: Horacio Sbaraglia ¿Te genera curiosidad la tele? Hay que saber elegir. Primero, entre una tira o un unitario y, más allá, no sabría optar entre el placer de las tablas y la caja mágica. Pero vale la pena probar, aunque no muera por ello… ¿Y el cine? Me gusta muchísimo. Fue una alegría estar en la última película de Damián Szifrón, Relatos salvajes, con Ricardo Darín, Oscar Martínez, Darío Grandinetti y Leonardo Sbaraglia, y con un guion excelente. Hoy es el medio al que le tengo más ganas, aunque se trate de un espacio restringido. Dominás todo el espectro del arte escénico, como el baile, el canto y hasta la dramaturgia. Hasta ahí. Escribí en pocas ocasiones que tuvieron que ver con algún artilugio actoral. Sí he dirigido algunos espectáculos y también bailo. Hay algo de la danza que me interesa mucho: el movimiento. Cuando estaba en la Escuela de Arte Dramático, tuve una profesora que me ayudó a entender cosas de la actuación a través del trabajo físico. Me parece muy importante que el actor haga un entrenamiento corporal constante y que no sea puro raciocinio. ¿Y cómo vas interiorizando el trabajo actoral? Para mí el personaje casi no existe. Es la lectura del espectador la que lo construye y yo no me tengo que hacer cargo de su historia. Pienso que lo fundamental es el vínculo con los compañeros y que no hay forma de escapar a eso, porque con ellos vas a pelotear. Y también es claro que con algunos me gusta más que con otros. Por distintas razones. ¿Desde chico pensabas que ibas a elegir esta profesión? No. Dibujaba mucho y luego me empezó a interesar el cine. Armaba archivos de las películas que se estrenaban, ficheros con nombres de actores, y me imaginaba dirigiendo. También pensaba en la actuación, pensamientos medio básicos, como querer ser el protagonista o, en todo caso –me decía–, el amigo del protagonista. Quería venir a Buenos Aires a estudiar cine y, como no podía, no bien terminé el secundario, empecé Artes Visuales y Actuación. Me enganché mucho y, cuando llegué aquí, seguí con ambas cosas, hasta que ganó la actuación. Terminé en la Escuela Metropolitana de Arte Dramático y empecé a estudiar danza. Vamos a tu debut. Fue en el 98 con una obra de José María Muscari, Pornografía emocional. Vi un cartel sobre una audición (estaba en primer año del EMAD), fui, quedé y la hice. Me acuerdo de que la obra era un delirio, pero había un núcleo humano importante, con el que sigo trabajando, como Paula Barrientos y Fernanda Orazi, que ahora está en España. Después participé en otra con Muscari, que se llamaba Pulgarza, hasta que llegó algo importante: Tres ex, de Moro Anghileri, que hicimos en el IMPA. Fue un espectáculo muy personal. No teníamos ninguna expectativa, pero estuvimos mucho tiempo en cartel y participamos en varios festivales internacionales. Luego, hicimos Teo con Julia, con Fernanda Orazi y Paula Barrientos, también en La Fábrica*. Ensayamos dos años para hacer ocho funciones, pero fue uno de mis trabajos más reveladores, casi de orfebrería. El año 2004 fue importante porque por primera vez me convocó Ciro Zorzoli. ¿Ya lo conocías? Había visto sus obras, y me habían gustado mucho. Ciro es mi maestro: llevamos ya cuatro espectáculos hechos. En el 2005 empecé a dar clases con él en su cátedra, como auxiliar. Cuando me lo propuso, dudé; pero su propuesta fue muy interesante: tenía que ver simplemente con ayudar al otro, y agregó que, cuando estuviera frente a los alumnos, me daría cuenta de todo lo que ya sabía y de que era hora de compartirlo. Estuvimos seis años dando clases. Pasó mucho tiempo hasta poder vivir específicamente de la actuación, ocurrió recién en el 2008 o el 2009. ¿A partir de Estado de ira? Estado de ira fue una producción del San Martín, y tuvimos un sueldo por cinco meses. Estaba siempre lleno, con gente que venía por cuarta o quinta vez. Se estrenó en el Teatro Sarmiento y después hicimos tres temporadas en el Metropolitan. Fue sorpresivo, terminamos a sala llena e invitados a varios países. Otra coincidencia importante fue el encuentro con Alejandro Tantanian, que en el 2006 me llama para una obra de David Harrower, Cuchillos en gallinas, en el San Martín. Yo no conocía a Alejandro y a partir de ahí se armó un vínculo. Después me convocó para Los sensuales, que estrenamos en 2008. Me encantó hacerlo. Luego, iba a montar en Alemania una versión de Amerika, de Kafka: la historia de un alemán al Arlequín >> 23 que echan de su país y los padres lo mandan a Nueva York, una especie de Alicia en el país de las maravillas. Tantanian les pidió que hubiera un actor argentino en medio del elenco estable del Teatro Nacional, y ahí fuimos. Estando allá, me propuso que les brindara entrenamiento físico a los actores y de repente me encontré dando clases en inglés, algo inesperado pero maravilloso. La obra se hacía dos veces por mes y pude viajar mucho. Di clases en Oslo, y estuvimos seis meses (dos de montaje y cuatro de funciones). Después volvimos a ir para montar una versión de La ópera de los 3 centavos (N. de la R.: Kurt Weill/Bertol Brecht) y de nuevo me pidió que hiciera la coreografía. Aprovechando, se repuso Amerika, la obra de Kafka. Dos años después, hice con Alejandro Las islas, en el Alvear. Siempre fue muy generoso conmigo, y nos tenemos un gran respeto. Pocos saben que a Alejandro lo que más le gusta es cantar, y ahora que está dirigiendo un musical, Anything goes, de Cole Porter, cumple su sueño. Además, es un regalo, porque ama a Cole Porter. No me hablaste de Aquaman. Aquaman era uno de mis héroes predilectos. Al comienzo era muy naif, muy tonto, y para actualizarlo lo han ensuciado. Se ha convertido en una especie de dios griego con un pasado trágico. Me pareció interesante todo lo que le había pasado y me dio una excusa para hablar de ciertas cosas que tienen que ver con el paso del tiempo, la ausencia, en un ámbito tan particular como el mar –soy marplatense–, y fui armándolo. Lo contaba en Mundo Marino, haciendo cuatro shows y sus intervalos para el público. Me dio grandes satisfacciones y la oportunidad de aprender mucho. Fue lo primero que hice completamente mío, aunque siempre siento mío todo lo que hago, tanto con Alejandro como con Ciro, e incluso Cock. Admito que no soy un actor muy burócrata, que se limita a hacer las cosas y nada más. No sé si en algún momento me volveré más oficinista, pero tiene que ver con la necesidad de hacer todo de la mejor manera posible. Suelo preguntarme si uno es actor o solamente trabaja de actor, como si fuera inevitable hacerlo. ¿Qué diferencias esenciales hay entre el teatro comercial y el off? El teatro comercial es un negocio y, por más deseo que se ponga, ese es su fin último. En el off es distinto y no es una diferencia menor. Hasta Cock, siempre habían sido los directores quienes me habían convocado, pero en este caso fue el productor, que a la sazón se convierte casi en el dueño de la obra. Lo cierto es que, al ser una actividad regida por el resultado comercial, tiene sus limitaciones. En el off, el grado de riesgo es más amplio. Otra cosa que cambia mucho es el público: es muy distinto lo que busca en cada caso, a veces casi opuesto. Tu amigo Juan Minujín dice que la profesión de actor es muy ególatra. Es verdad. Uno está con su ego a flor de piel todo el tiempo, pero es interesante trabajar sobre eso. Primero, asumir que uno decide subir a un escenario para que lo miren, y creo que hay muchos actores que la pasan mal porque no lo asumen. Hay otro costado de ese ego que me molesta mucho y tiene que ver con la fama y los premios… Habría que volverse un poco más obrero, porque de lo contrario no está bueno. A mí me interesa trabajar con los otros y, en ese caso, el ego complica la relación. Uno no puede ignorar que esas cosas existen, pero sí aceptarlas y dejarlas reposar un poco para permitirse trabajar. No soy muy fiestero. En el trabajo me siento en un estado de gracia: ensayo todo el tiempo, tengo función casi diariamente y quizás por eso soy más reposado. Hay algo del actor que me perturba y tiene que ver con la sociabilidad extrema, con la sonrisa excesivamente amable. No me lo creo y, entonces, a veces, quedo outside. Leo mucho, veo muchas películas: las obras son excusas para conocer otras cosas. En realidad, el ocio mío está marcado por la obra que estoy haciendo. Agradezco haber descubierto mi vocación y vivir de ella. No puedo menos que sentirme completo. No sé si será así siempre, porque a veces me canso, como si llevara actuando mucho mucho tiempo. Tengo 37 años y muchas ganas de vivir. Tengo mucho por delante. A * La Fábrica Cultural (Caseros 988, [email protected]) 24 << Arlequín I n st i t u c i o n a l La reunión informativa de agosto Un espacio innovador de participación El 20 de agosto se realizó (por primera vez) una reunión informativa para nuestros asociados, que tuvo lugar en el Multiteatro de la Ciudad de Buenos Aires. Esta reunión es un instrumento interesante de participación, donde los socios, fuera del ámbito de las formalidades de la Asamblea Ordinaria, pueden informarse, proponer o preguntar a la dirigencia sobre cualquier tema de interés. Mediante este mecanismo los socios presentaron sus preguntas con anticipación a fin de ordenar el debate, y tuvieron una detallada respuesta durante la reunión. El presidente Pepe Soriano, el secretario Jorge Marrale, el prosecretario Osvaldo Santoro y el tesorero Martín Seefeld fueron algunos de los encargados de ir contestando las preguntas, en función del tópico tratado. Algunas de las inquietudes estuvieron relacionadas con la situación internacional, en particular sobre el conflicto con AISGE y algunas asociaciones vinculadas a LATIN ARTIS. Dentro de este contexto se informó, entre otros temas, sobre el juicio por rendición de cuentas que AISGE inició contra SAGAI –incluyendo cifras–; sobre el estudio jurídico contratado en España y su actuación hasta el momento; la relación con otras entidades del extranjero; y sobre el criterio de reciprocidad de nuestra legislación. También se abordó el tema de la reunión que LATIN ARTIS efectuó en la confitería Ideal de la calle Suipacha y de los contactos que uno de los representantes de LATIN ARTIS está intentando generar con socios de SAGAI. Asimismo, sobre el accionar que el Sr. Conon Saverio Cinquemani (conocido como Mario Galvano) está llevando adelante contra nuestra institución. Otro de los temas tratados fueron las razones por las que no se había convocado a una asamblea extraordinaria y las diversas acciones que está desarrollando nuestra Fundación. De esta forma se logró completar la totalidad de las inquietudes, en un marco ordenado y prolijo, en un espacio innovador de comunicación directa entre los directivos y los socios. Agradecemos a todos los que participaron, tanto con su presencia como con sus preguntas, y alentamos a todos para que este espacio logre crecer en el futuro. A Arlequín >> 25 Obelisco Acrílico sobre casimir Ernesto Bertani 26 << Arlequín Tendencias Teatro comercial de arte en Buenos Aires escribe Jorge Dubatti Nuevas condiciones de profesionalización para los actores Manzi, la vida en orsái; Amadeus; Incendios; Camila; Toc toc; Love love love; El león en invierno; Escenas de la vida conyugal; La dama de negro; El hijo de p*#@ del sombrero; Dios mío; Los locos Adams; Los elegidos; Una relación pornográfica; Más de 100 mentiras; Le prenom; Cock; Forever Young... Desde aproximadamente 2005 viene acentuándose una tendencia en los escenarios de Buenos Aires: el teatro comercial de arte. Preferimos este término, tan irracionalmente resistido, al de teatro de arte a secas o al de teatro profesional, porque nos parece más claro y preciso: a la vez que reivindica su costado artístico, no oculta su dimensión lucrativa. Internacionalmente reconocida como la capital del teatro independiente, Buenos Aires parece querer transformarse en Broadway. El teatro comercial de arte es un teatro de alta calidad profesional, de lenguajes diferentes (comedia, drama, teatro musical, danza), sostenido por una importante apuesta económica de productores empresarios, con actores de primer nivel y muy buenos equipos creativos en los rubros dramaturgia, dirección, escenografía, música, iluminación, vestuario, etc. Lo cierto es que regresó a Buenos Aires la cartelera de espectáculos que van de miércoles a domingos, con dos funciones el sábado. “Otras condiciones de trabajo para los actores –dice el actor Daniel Casablanca, integrante del elenco de Toc toc, sobre el éxito de la obra–. No había mucha expectativa con Toc toc, y el resultado nos superó a todos. Yo tenía un compromiso con mi grupo Los Macocos, pero cuando vimos el éxito, lo cancelé. Les dije a los Macocos que no contaran conmigo porque en una de esas me compraba una casa. Y me compré la casa. Increíble. Esta es una actividad muy difícil, placentera pero económicamente muy compleja. En general, uno no puede vivir de la profesión. Con Toc toc es la primera vez que me pasa. Y no creo que me vuelva a suceder”. Buenos Aires, una de las ciudades teatrales más grandes (y reconocidas) del mundo, está en permanente cambio. El teatro comercial de arte tiene una larga tradición en la escena nacional Su origen data al menos de la década del veinte, cuando los mejores artistas del teatro comercial-industrial comienzan a expresar abiertamente su preocupación por elevar el nivel artístico de la cartelera. Entre los principales exponentes de esta tendencia a través de las décadas, por citar algunos nombres, están Armando Discépolo y Luis Arata, Tita Merello y Mecha Ortiz, Luis Sandrini y Osvaldo Bonet, Pelay-Canaro y Paulina Singerman, entre muchos otros, como lo hemos analizado en nuestro libro Cien años de teatro argentino. A pesar de su historia local, al teatro comercial de arte se le cuestionan, por oposición al teatro independiente, muchas cosas, de las que nos interesa destacar las siete principales: » El precio elevado de las entradas (sin duda, excluyente para muchos espectadores, especialmente para los más humildes, los estudiantes y los jubilados). » El bajo nivel de experimentación y búsqueda (resultado, entre otros factores, del escaso tiempo de ensayo y las imposiciones de una producción fordista). Arlequín >> 27 » La recurrencia a formas escénicas trilladas. » Su dependencia de las reglas de mercado (se dice que es un teatro para hacer dinero y que, por lo tanto, no da cabida a la pasión creadora, aplastada por la voluntad de plusvalía). » Su escaso nivel de producción de pensamiento crítico para halagar al espectador-cliente, supuestamente conformista. » La ausencia de autores nacionales entre sus filas (quienes no practican una dramaturgia de género, sino de rasgos muy personales). » La subjetividad/ideología que se desprende de los textos de los autores extranjeros (que ancla en un imaginario transnacional y en la homogeneización cultural globalizante). De todos estos argumentos, solo es irrefutable el primero (el alto precio de las entradas) y es ciertamente realista el sexto (la ausencia de producción de los autores nacionales). Por supuesto, hay mucho que hacer para cambiar estas limitaciones (que podrían ser transformadas positivamente a través de políticas adecuadas para este tipo de teatro). Pero los otros cinco argumentos no son necesariamente comprobables ni responden a ninguna fatalidad. Así lo demuestra, para dar un ejemplo, Amadeus. Sus múltiples méritos artísticos están a la vista. Hay que destacar, en primerísimo lugar, los valores literarios, escénicos e intelectuales de la obra de Peter Shaffer (1979), sin duda un autor fundamental del teatro británico contemporáneo. Quienes vimos deslumbrados la versión de Amadeus de 1983 en el Liceo (en la que Martínez era Mozart, junto a Carlos Muñoz, en el papel de Salieri, y Leonor Manso, en el de Constanza), dirigida por Cecilio Madanes (aquella gran puesta, es bueno decirlo, marcó nuestra vocación por lo teatral), podemos afirmar que la dirección de Javier Daulte es bien diferente e igualmente fascinante. Una de las mayores novedades de su puesta es el diseño del espacio escénico, para el que Daulte tiene como aliado al gran escenógrafo Alberto Negrín: la acción transcurre dentro de la caja de un gigantesco piano. En suma, un espectáculo de gran escala, creativo, inteligente, de primera calidad. Un gran acontecimiento teatral. Contra todo prejuicio. ¿Qué piensan los espectadores al respecto? Realizamos una encuesta en 2012. Las posiciones son variadas. Valga una breve muestra. » Irene, escribana de 70 años, asidua espectadora, afirma: “Me maravillan los progresos que ha tenido este teatro. Los porteños tenemos el privilegio de elegir espectáculos maravillosos, creo que esto merece un aplauso y, lejos de los costos que esto significa, también se presentan alternativas de descuentos interesantes. Voto a favor de esta posibilidad”. » Dora, psiquiatra y psicoanalista de 65 años, asegura: “Este año he visto en el teatro comercial algunas obras que me han gustado muchísimo: La última sesión de Freud, Mineros, Forever Young, que rescato especialmente por la actuación, la música, la escenografía. Pero son espectáculos muy caros para el bolsillo de la mayoría. No obstante, como somos amantes del teatro, concurrimos y, a veces, debemos privarnos de otras cosas”. » Graciela, empleada de 52 años, encuentra vínculos entre el teatro comercial y la televisión: “Las Brujas de Salem tiene en su elenco a Roberto Carnaghi y Juan Gil Navarro (dos actores de la tira Graduados), y a Lali Espósito (una actriz-cantante que forma parte del grupo Teen Angels). Presencié una función de esta obra de Arthur Miller, en la cual adolescentes y adultos estaban reunidos en el Broadway con el objetivo de ver a sus ídolos televisivos, a quienes siguen o siguieron diariamente a través de la pantalla. De esta manera, se acercan al teatro por primera vez. No importa si van a buscar a los personajes que ven en televisión y se encuentran con otros muy alejados de esos. Lo que importa es lo que descubren: el teatro. Así acceden a valiosos textos”. » Ángel, contador, de 73 años, recuerda a Leónidas Barletta, el fundador del teatro independiente, gran enemigo del teatro comercial: “Para Barletta, estoy seguro de que estas palabras, 28 << Arlequín teatro comercial de arte, serían un oxímoron”, una paradójica reunión de opuestos. Y muy lejos no estaría, dado que, según la Real Academia Española, comercial es lo perteneciente al comercio o a los comerciantes, y arte es la actividad humana mediante la cual se expresa una visión personal y desinteresada que interpreta lo real o imaginado con recursos plásticos, lingüísticos o sonoros. La contemporaneidad en que nos toca vivir está transformando la visión de muchas cosas y hasta podemos llegar a comprender que para tener acceso a las nuevas técnicas (sumado el afán de lucro) hay que entornar los párpados y dejar hacer. Pero en medio de estos dos conceptos está el espectador, ese que súbitamente despierta del sueño de Don Leónidas sacudido por el precio de las entradas... Ahora me pregunto: ¿cómo congeniar estas dos verdades?”. » Silvia, docente jubilada, 63 años, que viene de la Patagonia y ahora vive en Buenos Aires, no se siente convocada por este teatro: “Me sucede que, en general, siento que asisto a un espacio de televisión en vivo. Los mismos modos de actuación, temáticas poco interesantes. Algo predigerido, masticado para ser aceptado, no molestar y ser entendido sin un mínimo esfuerzo. El público me altera por su modo de estar presente en el hall del teatro y aun cuando transcurre la obra. En general es más ruidoso... Está ausente el silencio sagrado de comunión que sí siento en el independiente casi siempre. Ir a un teatro comercial es como ir a comer a McDonals. Cuando voy al teatro independiente siento amor. Me produce ternura ver esa gente joven, y no tanto, jugándose el pellejo en propuestas que son atrevidas”. Tres visiones más: » Patricia, empresaria, de 54 años: “Veo un montón de obras, las de la calle Corrientes también, y, por supuesto, las que más me interesan y me aportan son las que no están ahí. Es verdad que hay cambios, pero sutiles, que todavía no pueden ni compararse al aporte del circuito independiente. No sé ni siquiera si llega a ser una estrategia comercial, como dijo Mauricio Kartun hace poco: ‘Una góndola de supermercado teatral’. A propósito, Nacha Guevara en una nota el otro día opinaba que la gente de teatro no está justamente en la calle Corrientes”. » Elsa, empleada, 57 años: “El teatro comercial incluye obras excelentemente actuadas, con temáticas muy variadas, buenas escenografías, etc., pero hay dos puntos con los cuales no estoy de acuerdo. La gran mayoría de las obras son de autores extranjeros, sería ideal que se utilizaran obras de autores nacionales, que los tenemos y muy buenos. De esa forma, quizá, las temáticas serían más afines a nuestras vivencias y costumbres. Y el otro punto es el costo de las entradas, son para una verdadera elite de espectadores, el común de la gente, que gusta del buen teatro, tiene dificultades para comprar localidades de esos valores, quizá tendrían que tener descuentos a jubilados y estudiantes con algún tipo de acreditación”. » Antonio, empresario, de 74 años: “El teatro comercial está pasando por una etapa muy rica. Para llegar a esta conclusión basta con observar las marquesinas de la calle Corrientes, la cantidad de público que asiste y el nivel artístico de las propuestas. No obstante, advierto que existen factores que condicionan al espectáculo subordinándolo al bordereau (la recaudación), y ello produce cierto distanciamiento que afecta el convivio teatral. Tal vez mi opinión esté atravesada por prejuicios, pero en algunas ocasiones me he sentido tratado como un cliente al que se le quiso vender un producto. Esto no aparece en el teatro oficial ni en el teatro independiente, y creo que el teatro comercial está en condiciones de alcanzar las mismas metas”. A favor o en contra, la opinión de los espectadores es, sin duda, relevante, ya que es la afluencia caudalosa de público la que sostiene este tipo de teatro. Pero, más allá de las visiones, parciales o desinteresadas, no se puede negar que el teatro comercial de arte le está cambiando la dinámica a la escena porteña. A Arlequín >> 29 1. Hasta 1931 la Av. Corrientes fue una calle angosta. Su ensanche finalizó en el año 1936. 2. En el circuito porteño (calle Co- rrientes), el flujo promedio es de mil espectadores por semana, que se distribuyen en los aproximadamente cuarenta espectáculos de su cartelera. 3. En este recorrido, existen cuatro me- ILUSTRACIÓN: NUNÖ gasalas teatrales que en su origen fueron cines: Metropolitan, Broadway, Ópera y Gran Rex (el recorrido culmina con el Luna Park, otro megaespacio). En 30 << Arlequín tu esq u ina rea cua lq r uie c tú a c a a sue ña 4. En el país se estrenan aproxima- damente seiscientas obras por año, y solo veinte de ellas llegan a resultar exitosas, entendiéndose por “exitosas” aquellas obras en las que no se perdió dinero ni se “salió hecho” (como se acostumbra a decir). Y esto incluye tanto al actor como al productor. con la t pin a Ca e d s rlo Bouchard 465 5. Entre la avenida Broadway de Manhattan y la avenida Corrientes de Buenos Aires existe una llamativa diferencia: veintidós de los veinticuatro teatros del circuito porteño se encuentran asentados sobre Corrientes, mientras que solamente dos de los diecinueve teatros que conforman el circuito de Broadway se encuentran físicamente sobre la avenida Broadway (los diecisiete restantes se asientan en sus calles laterales). 6. Los dos éxitos más resonantes de la cartelera porteña (desde la creación del Teatro de La Ranchería –en el año 1778– hasta nuestros días) no se produjeron en la calle Corrientes. Ellos fueron Salsa criolla (diez años en cartel en la sala del Teatro Liceo) y “Brujas” (siete años en cartel en la sala del Teatro Ateneo). Esmeralda 443 Corrientes 746 857 900 960 1155 1254 1280 1283 1343 1372 1530 1543 1551 1555 1624 1632 1639 1659 1660 1743 1975 1979 G e a rd l. Luna Park (a veces se utiliza como sala teatral) Maipo Astros Gran Rex Ópera El Nacional Broadway Picadilly Lola Membrives Multiteatro Metropolitan Apolo Gral. San Martín Centro Cult. de la Cooperación Auditorio Losada Liberarte Belisario Bajo Corrientes Astral Presidente Alvear Paseo La Plaza Casona del Arte La Casona La Casona de Urtubey Arlequín >> 31 Paseo Pastel sobre papel Carlos Alonso Do nd ev iv Do 32 << Arlequín nde e nd e v i ve n e v i ve n l a s p a l a b ra s D o nde viv en Do ond s D a r ab pal s a ve n nl l a s p a l a b s D o n d e v i ve ra viv en las las palab Donde viven las palabras l las pa as abr Dond e v i ve n l a s p a lab Donde s a r b pala s a l Do ve n i v nde e v i ve n l a s p a l a b ra s D o n d ra s pa lab ra s ra s D o n d e v i ve n l a s p a l a b v i ve n l a s p a l a b ra s D ond e vi ve n las GRI S ELDA GA M BAR O e s c r i to r a Arlequín >> 33 cua e p e ro m “El habla del art escribe lqu tem ier p idad o ra l Alberto Catena Hay una casa en Don Bosco donde la mayor parte de los días ocurre sin estrépito ni espectacularidad un hecho que, si no estuviéramos tan escocidos por el escepticismo, podríamos considerar como un verdadero milagro: las palabras se juntan allí para hablar sobre lo que no siempre se atreven a revelar del dolor y la absurda vida de los humanos. No es un lugar muy distinto de los demás, salvo quizás por el amor que se le profesa en primavera a los ciruelos y la decisión de no transigir con el silencio. Pero las palabras saben que en esa casa tienen una amiga única, una mujer sabia que les abre su inmenso corazón y las incita a desplegar, en alientos de bella y regular respiración, ese prodigio verbal de descubrir y poner en imágenes los secretos recogidos en el mundo. Esa mujer es Griselda Gambaro, una escritora que, como si no le bastara ser la más grande dramaturga argentina y una de las mayores de la escena contemporánea, ha desarrollado también una labor excepcional como narradora, una labor donde los juegos de evanescencia, reverberación y trastoque dan a nuestra visión de lo real una sorprendente e inédita profundidad. Por fortuna para sus lectores, ese milagro de apropiarse del mundo (“El mundo está para ser escrito”, dice la propia Griselda) sigue en pie, allí en Don Bosco, tan fresco, rotundo y duradero como esas plantas de Santa Rita fucsia que florecen sobre algunas paredes de la casa y suelen sobrevivir intactas incluso a los rigores del otoño. Meses atrás, leyendo Un hombre afortunado, del inglés John Berger, intentaba entender de qué se trata ese milagro de apropiarse del mundo que producen ciertos artistas en el momento de crear sus obras. Berger, recordando a Jean Paul Sartre, decía que los niños pequeños “son plenamente conscientes de la irreversibilidad del tiempo, aunque el concepto no signifique nada para ellos”. Y 34 << Arlequín odos los mundos y , hace t s e re s po sib que, por eso, experimentan con regularidad un sentimiento de pérdida, protestan y lloran, pero, al contrario de lo que sucede con los adultos, pasan de inmediato al siguiente acontecimiento o tema de interés en sus vidas, que es lo que los ayuda a limitar ese sentimiento de pérdida, de abolición, provocado por el tiempo. “Los niños pequeños tienen un apetito casi insaciable de ‘lo que viene a continuación’, lo necesitan porque: lo que viene a continuación ocupará el lugar de lo que ha desaparecido irreversiblemente”. En esa transición está el salto, la aventura. En rigor, los adultos, presos de un impulso entendible, porque el dolor de una pérdida suele ser arrasador y difícil de soportar, procuran refugiarse en el pasado, debido a que allí encuentran el modelo de una situación que los hizo felices. Y lo hacen a expensas de caer en el espejismo, de contrariar las leyes de la lógica natural, que rubrican a cada segundo la imposibilidad de que el tiempo vuelva atrás o se repita. El epílogo de todo esto es que, como finalmente la presencia de la pérdida se impone, reaparece la angustia. Y volvemos a sufrir como cuando éramos niños, pero sin ser ya niños. Acaso mucho más pues, como señala Berger, “por encima de todo, los adultos podemos ser conscientes, como no pueden serlo los niños, de la arbitrariedad de nuestra situación”. La comprensión de esa arbitrariedad, de esa sinrazón, es lo que, según Sartre, revuelve nuestros estómagos y nos sume en esa sensación abrumadora que es la náusea. Los adultos maduros tienen otro camino para acceder a ese sentimiento de reparación al que tendemos necesariamente para amortiguar el dolor de las pérdidas, ese sentimiento que en el niño es de aventura y se mueve dentro de una estructura semejante a la magia. Esos caminos son los que nos posibilita el arte, que de algún modo les ” aduros tienen otro c o amin a par constituye una forma especial de instalar una “segunda oportunidad”. Sabemos que no hay magia y que no hay cómo detener la irreversibilidad del tiempo, pero frente a esa fatalidad el artista puede elaborar universos poéticos donde el tiempo se detenga en aquellos momentos que la memoria o la imaginación retuvieron como fundamentales, como excelsos para nuestra vida o la vida de los hombres. Esos universos son como pequeñas y persistentes galaxias que los artistas arrojan al mundo para germinarlo con nuevos espacios de vida donde todo pueda ser convocado y llamado a respirar y vivir una vez más o a empezar a hacerlo: los fantasmas adorados que pueblan nuestros recuerdos y que la fugacidad de las cosas nos arrancó de nuestro lado, los personajes que amamos de la literatura o los que por pura invención creemos que tienen un lugar para incorporarse a la tierra sin más salvoconducto que la imaginación del autor, las utopías con las que todos soñamos al ver la convivencia de los hombres tan maltratada por los poderosos y egoístas sin alma, los testimonios contra la infamia. Cualquier hecho del mundo o de la mente puede ser trasladado al territorio del arte, en las condiciones que este imponga, que son siempre las de la recreación de esa potencia inacabable que es la vida. El habla del arte rompe cualquier temporalidad, hace todos los mundos y seres posibles. Pienso en Griselda, en lo mucho que ha aportado a este territorio maravilloso que es el arte, en todos esos habitantes entrañables con que pobló nuestras existencias. Cómo no evocar el gesto delicioso de traernos a un Leopardi resurrecto en Después del día de fiesta; a esos personajes inolvidables del Tío Vania, que tal vez alguien creyó que habían cumplido su ciclo vital en el perímetro dramático de la obra de Chéjov, o los que transitan las cercanas o lejanas tierras regadas en os po sib ilit ” te tos m s qu ar dul er c a m i n os s o n l o el sa ed acc es i ... Esos a “Lo s ae t en e mi d nto e er n ació par por el dolor de la inmigración en El mar que nos trajo, todos ellos tan próximos a su corazón, ya que estaban en el núcleo de su origen y su ser. Cómo no agradecerle por todos esos personajes abandonados por la mano de Dios que ella rescata del olvido y coloca, como en una interpelación hirviente, frente a los ojos de la sociedad. Cómo no valorar la incalculable contribución que su obra teatral y narrativa ha hecho al desarrollo de una conciencia atenta y sensible con los problemas de los otros y de rechazo irrenunciable a los estigmas, a las plagas que corrompen el espíritu y la vida de las personas y las sociedades. En fin, cómo no valorar su sensibilidad de escritora y ciudadana ejemplar que nos enriquece día a día. Griselda Gambaro es la real encarnación de aquella pretensión que enunciaba Kafka al decir que “La literatura es siempre una expedición hacia la verdad”. Qué dicha y qué lujo los de esta Argentina, que ha sufrido tanto y que lucha ahora por redimirse de sus viejas llagas, contar con su afecto y su palabra, tenerla como compañera de camino, como contemporánea de nuestros desvelos. A Extracto de La flecha y la luciérnaga (itinerarios de un viaje por la obra de Griselda Gambaro), 1.ª ed., Buenos Aires, Capital Intelectual 2011 (Colección Hacedores N.º 2). Arlequín >> 35 I n st i t u c i o n a l Sobre las ganancias en teatro y los impuestos escribe sebastián bloj Como parte del apoyo económico que la actividad teatral recibe del Estado desde los años cincuenta, el Poder Ejecutivo eximió a esta actividad cultural de todo tipo de impuestos nacionales. La enorme cantidad de obras teatrales representadas en nuestro país, y sobre todo en la Ciudad de Buenos Aires, es también producto de esta política de fomento. Si bien esta situación se mantiene desde hace más de sesenta años, lo cierto es que a lo largo de la historia hubo algunos cambios legislativos que convirtieron en ambiguos los alcances de la norma que dio origen a este beneficio. Esta exención se aplica a las obras teatrales en idioma nacional y de autores argentinos o extranjeros residentes. Pero no hay una interpretación unánime sobre si también se encuentran alcanzadas aquellas obras que son de autores extranjeros pero que han sido adaptadas, traducidas o modificadas por autores nacionales, que las adecuaron a la particularidad cultural de nuestro público. A lo largo de estos años, el organismo de recaudación fiscal no tuvo una política activa sobre el tema y solo ha reclamado deudas fiscales en casos puntuales y esporádicos. Un asunto reciente que llegó a una sentencia del Tribunal Fiscal de la Nación fue el de la recordada obra Brujas, donde se discutió el alcance del beneficio impositivo, ya que, si bien el autor original de la obra era extranjero (la obra original era Entre mujeres), una de las adaptaciones había sido realizada por un extranjero residente y naturalizado argentino. El Tribunal Fiscal hizo lugar al beneficio por entender que dicha adaptación “cuenta con los elementos que la identifican como vehículo idóneo para la transmisión de nuestra cultura y debe considerársela como obra, en el género de adaptación de otra anterior, merecedora de los aludidos beneficios de exención”. También remarcó que “el objeto de la exención es acordar un beneficio impositivo a ciertas manifestaciones de la cultura nacional […] concentrándose en las obras de autores nacionales por presumirse que ellos expresarán los valores de 36 << Arlequín nuestra cultura, así como también en las de autores extranjeros que han sido adaptadas a valores culturales de nuestra sociedad […]”. Ahora bien, más allá de la posición del Tribunal Fiscal en el asunto mencionado, diversos agentes del sector vienen impulsando una modificación legislativa que brinde seguridad jurídica sobre el tema, para evitar la sujeción a la voluntad del organismo fiscal de recaudación. Así, en el año 2012, la Asociación de Empresarios Teatrales (AADET) junto con ARGENTORES y la Asociación Argentina de Actores apoyaron un proyecto de decreto impulsado por la Secretaría de Cultura de la Nación, el cual introducía el término de espectáculo nacional para que puedan gozar del beneficio impositivo todas las obras teatrales traducidas y/o adaptadas por argentinos y/o interpretadas y/o dirigidas en su mayoría por argentinos, con independencia de la nacionalidad del autor del texto original. Este proyecto, al igual que otros anteriores, no prosperó. Pero el incansable impulso de AADET generó que SAGAI también se sumara a esta iniciativa, y así fue como a principios de 2013 la Secretaría de Medios de Comunicación tomó intervención en el asunto. Por su intermedio, y por la articulación generada con otras áreas del Gobierno, finalmente, en julio de este año, el Poder Ejecutivo Nacional envió un proyecto de ley al Congreso de la Nación para que se considerara esta particular situación. Este proyecto consta de un solo artículo que expresamente dispone que a los efectos de la exención impositiva “[…] deberán entenderse como obras teatrales de autor nacional las traducciones y adaptaciones de obras teatrales de autor extranjero realizadas por traductores y/o adaptadores argentinos o extranjeros con no menos de cinco (5) años de residencia en el país”. Parece que el final del camino está cerca. A Las solitarias razas naufragadas S A N T IAG O L O Z A D r a m at u r g o escribe Alberto Catena foto Nora Lezano Arlequín >> 37 “Morir no duele mucho, nos duele más la vida”, dice esa poeta inmensa que fue la norteamericana Emily Dickinson, una mujer que vivió y sufrió como pocos seres la soledad. Como la padeció también nuestra Alfonsina Storni, que comparó el sentimiento que provoca ese estado a un tormentoso viento que “vaga, corre y gira, sangra y, sin cesar, delira”. En el teatro argentino de estos días, hay un autor que, haciendo de la palabra dramática poesía, ha reflejado con potente y radical intensidad en sus obras esa desdichada herida con que la vida condena a tantas personas, destrozándoles de pesar y melancolía los corazones. Hablamos de Santiago Loza. La evocación de Dickinson y Storni no es gratuita: la mayor parte de las víctimas de esta soledad en los textos de Loza son, también, mujeres, aunque a diferencia de las poetas mencionadas no provienen de familias de posición económica desahogada, sino de los lugares de la sociedad menos protegidos y más inhóspitos en lo espiritual. Loza, quien nació en Córdoba en 1971 y se radicó en Buenos Aires en 1995, comenzó su actividad artística en el cine. Después de haber estudiado la carrera de guionista en la Escuela Nacional de Experimentación y Realización Cinematográfica (ENERC), ya por 1999 estaba haciendo un cortometraje llamado Lara y los trenes, al que siguieron películas como Extraño (2003), Cuatro mujeres descalzas (2004), Ártico (2008), Rosa Patria (2009), La invención de la carne (2009), Los labios (2010) y La Paz (2012), sin mencionar otras en las que colaboró como guionista o asistente de dirección. Varias de sus películas, si bien no han sido muy difundidas en el país, como ocurre con gran parte del nuevo cine argentino, recibieron valiosos premios en distintos festivales de cine, entre ellos, el Tiger Award por mejor película en el Festival de Rotterdam, Holanda, y distinciones en el BAFICI –en 2013 este encuentro consideró a La Paz la mejor película nacional– o la sección “Una cierta mirada” del Festival de Cannes. Pero la más fuerte repercusión de Loza en los últimos años no vendría en nuestro país por el andarivel del cine, sino del ámbito escénico. El autor y director, que también había estudiado dramaturgia en la Escuela Municipal de Arte Dramático (EMAD), confesó en algunas entrevistas que la escritura teatral le interesaba mucho desde hace tiempo, pero que le daba pudor volcarse a ella. Fue así hasta que dos de sus maestros, Mauricio Kartun y Roberto Perinelli, le dijeron que debía hacerlo y eso funcionó como una suerte de autorización. A esta altura, Loza ha escrito más de quince obras teatrales, entre las cuales las de mayor repercusión, sobre todo a partir de Nada del amor me produce envidia, de 2008, son Sencilla, La vida terrenal, He nacido para verte sonreír, Todo verde, Pudor en animales de invierno, Mabel, La mujer puerca, El mal de la montaña y, entre las que pensaba estrenar en la segunda mitad de 2013, Mau Mau, la tercera parte de la noche o 38 << Arlequín Un gesto común, una lectura muy libre de Crimen y castigo de Fedor Dostoievski. Algunas de estas piezas se han dado en el Elefante Club de Teatro, una sala que fundó él junto con Lisandro Rodríguez y otros amigos. En teatro, Loza tiene una rica paleta creativa, que le permite abordar distintas experiencias, tanto en el formato como en lo temático. Yo te vi caer, una obra cuyo texto terminó de escribir hace poco y que se pensaba estrenar en julio de 2013, es un proyecto que combina la danza y el teatro. Mau mau, la tercera parte de la noche gira en torno a la famosa boîte porteña de los años sesenta y tiene varios personajes, lo mismo que El mal de la montaña. Mabel es un unipersonal musical. Sin embargo, un género en el que se ha impuesto rotundamente, y que es responsable en alguna medida de sus más recientes éxitos, es el monólogo. Tato Pavlovsky, Mauricio Kartun y otros autores argentinos incursionaron ya en ese género con mucha eficacia, pero, sin duda, Loza es el que lo ha explotado con más provecho y vehemencia, logrando a partir de él extraordinarios retratos de la desolación individual y social. Es verdad que esta problemática también se nota en su película Los labios, donde trabajó sobre una experiencia social real en la pequeña localidad de San Cristóbal, en el interior de Santa Fe; o en La Paz, que es la historia de un joven de clase media alta que sale de una crisis personal y, a partir de su relación con una mucama boliviana, comienza a recuperarse pensando en la capital de Bolivia como un lugar mítico, como lo era el Oriente para un poeta como Rimbaud. Nada del amor me produce envidia –que en julio se reestrenó en una nueva versión protagonizada por Soledad Silveyra y dirigida por Alejandro Tantanian en el Teatro Maipo– es un monólogo que nos habla de una modista que, por los años cuarenta del siglo pasado, hace para Libertad Lamarque un vestido que también pretende Eva Perón, sin saber que estaba destinado a su conocida rival. Mientras vive la tensión de no saber cómo resolverá el problema, calma su soledad cosiendo largas horas e imitando las canciones de la Lamarque, la estrella a la que quisiera parecerse. La mujer puerca es la narración de una mujer poseída por un delirio místico, alguien que quiere ser una santa y que para lograrlo se impone toda clase de martirios, incluso el de prostituirse. En su cálculo mental, ella cree que solo dejándose aniquilar por los castigos de Dios, como en el caso de Santa Hipólita, agredida por un abusador, se puede ser pura. “Para que haya un mártir tiene que haber un asesino. Ese es el ecosistema espiritual”, deduce. Es una de las criaturas más conmovedoras y creíbles creadas por la sensibilidad de Loza. En ella parecería encarnarse aquel verso de Alfonsina que habla de un dolor que, a la manera del viento, “vaga, corre, gira, sangra y, sin cesar, delira”. Todo verde es otro soliloquio escalofriante, que comienza como la simple fábula de una amistad entre dos mujeres –una de ellas habla de la otra– y termina en un final estremecedor. Una vez más, el encierro de una mujer sola y necesitada de afecto, y que al conocer a una amiga que la entiende cree ingresar a otro universo, sirve como disparador de una narración descarnadamente humana. El mal de la montaña es una pieza para cuatro personajes, que conversan entre ellos siempre en pláticas de a dos. Se ven para contarse, sobre todo, sus frustraciones amorosas, pero, si se los oye con atención, da más la impresión de que monologan antes que dialogar. No es que no se contestan; lo hacen, pero cada uno está tan metido en su discurso que, prácticamente, no oye al otro. Es decir, sigue la línea de su pensamiento, que siempre se concentra en la descripción del malestar o el desconcierto personales. No obstante ese devenir egocéntrico del relato, Loza se las arregla con algunos breves apuntes para mostrar cómo detrás de ese mundo de frustraciones individuales se esconde también una malla de prejuicios y menosprecios racistas y de clase que hablan de una sociedad –o, por lo menos, de algunos estamentos importantes de ella– sin nexos solidarios, individualista al mango, convencida aún de que todos los males del mundo –que los tiene y en abundancia– se reducen a los del propio ombligo. Con relación a la frecuentación que hace del monólogo, Loza dice: “Desde hace un tiempo, percibí que algunos mecanismos del monólogo me permitían una expresividad propia, muy personal. Me pasa además que, cuando soy tomado por la voz del personaje, cuando la descubro, me siento muy feliz, porque siento que es como si lo que escribo me pasara el cuerpo. Es una sensación gozosa. Luego, están los prejuicios respecto del monólogo. Aparece cada tanto alguien que te pregunta: ‘¿Estás escribiendo una obra o un monólogo?’. El monólogo es una obra con un solo personaje, donde hay un conflicto, un desarrollo y todo lo demás. Están también los que sostienen que son muy pequeños. Es como si a Frida Kahlo se la hubiera acusado de pintar en formato reducido. Lo que sí pasa es que el monólogo revela, en cierto modo, una vocación de narrador escondida en el dramaturgo. Pero los monólogos son textos dramáticos, que pueden leerse o verse y escucharse como un cuento. Y que difieren de este último, y eso lo marco como una distinción tajante, en que los monólogos suceden en el presente. Es lo que los distingue de los textos narrativos y los hace dramáticos. No es que no se pueda evocar el pasado, pero si se lo hace es para resolver aquello que se rememora en el presente. Esto es para mí muy evidente. Toda la tensión dramática está volcada al presente”. La excelente repercusión de las obras de Santiago Loza está generando que muchas de ellas ya empiecen a pedirse desde el exterior. En Chile, Oscar Barney Finn hará Matar cansa y se está discutiendo si se adquieren los derechos de La mujer puerca. En España desean hacer Nada del amor me produce envidia, y en Brasil, otra. Se trata, pues, de una etapa promisoria para este autor, que además de talentoso es muy trabajador. “Paso por un momento realmente placentero, pero de a ratos, cuando me comprometo a más cosas de las que el cuerpo y la mente me permiten, me canso. A veces estoy como excedido de compromiso. Hay que ver que también hago cine y, sobre todo, docencia, que es lo que me ha posibilitado vivir en los últimos años”. La entrevista termina. Como las inclinaciones de la luz en las tardes de invierno, las palabras se retiran. Dice Dickinson que la “herida de lo alto” (del cielo, de la luz) no deja cicatrices. Pero “lo alterado está adentro, donde mora el sentido”. La cabeza sigue pensando, sobre todo, en esos territorios descritos por el autor, en esas “extrañas razas naufragadas, solitarias”, como diría otra vez la autora norteamericana. Tan hermanas del desamparo, tan alejadas del mínimo calor humano. A Arlequín >> 39 I n st i t u c i o n a l La importancia de una auditoría externa. BDO La transparencia de las cuentas de SAGAI es un objetivo irrenunciable. Por esa razón, y para asegurar al máximo la fiabilidad de los estados contables ante nuestros asociados, se le ha encargado a la firma internacional BDO la realización de la auditoría externa sobre los estados contables finalizados el 31 de diciembre de 2012, que fueron aprobados por la Asamblea Ordinaria de mayo de 2013. Sergio Crivelli, socio director, junto con Nancy García, socia del área de Auditoría, integrantes de la prestigiosa y mundialmente reconocida firma BDO (5.ª auditora en importancia a nivel mundial), explican a la revista Arlequín los principales puntos de su labor profesional. Sergio Crivelli, socio director BDO ¿En qué consiste el trabajo de auditoría? La auditoría contable consiste en hacer un examen independiente de la información contable de una entidad. Se realiza para darle más confiabilidad y transparencia a dicha información, que refleja la gestión institucional ante sus asociados, y, puntualmente en el caso de esta incipiente sociedad de gestión –SAGAI–, para avalar, bajo nuestra responsabilidad y con nuestra firma, que el balance de la entidad sea confiable. ¿Qué pueden destacar en su trabajo con la entidad? Lo más importante en nuestro rubro es la independencia. Se cuida que no haya familiaridad ni cercanía con los clientes. Si bien hay una relación contractual, siempre mantenemos la distancia que nos asegura la independencia de criterio. Aunque mantenemos una buena relación con nuestros auditados, podemos confiar en que no nos vamos a hacer los distraídos si encontramos algo que no está del todo bien y no vamos a dejar de observarlo porque vaya a comprometer a la gente que está administrando esa entidad. Uno tiene que ser totalmente objetivo y opinar acerca de que esa información Nancy García, socia del área de Auditoría 40 << Arlequín responde a los parámetros que se tienen que seguir para confeccionar un estado contable de acuerdo con determinadas normas. ¿Qué puede ofrecerles (y garantizarles) BDO a los socios de SAGAI? Una de las condiciones para ser independientes es tener una cartera de clientes lo suficientemente amplia y atomizada como para no depender de un solo cliente, ya que eso condicionaría nuestra transparencia. Nosotros podemos afirmar eso amparados en los 40 años de existencia que nuestra firma lleva en la Argentina, además de formar una red de estudios independientes en 138 países de todo el mundo. En nuestra cartera tenemos cerca de 1000 clientes activos, y no solo de auditoría de estados financieros, ya que ofrecemos otros servicios. Esta diversidad hace que el porcentaje que puede representar un cliente tomado en forma individual es muy bajo, y eso garantiza nuestra independencia. ¿El hecho de formar parte de una red internacional de auditores les exige tener también un estándar de calidad internacional en la prestación de servicios? Sí. Nosotros tenemos que aplicar las normas de auditoría internacional, que en la Argentina hoy no están vigentes. En nuestro país, las normas son menos rigurosas que las internacionales, pero nosotros, al tener presencia en todo el mundo, tenemos que seguir los estándares de calidad internacional. ¿Cómo es su relación con SAGAI? Hace ya un par de años que estamos en contacto con la junta fiscalizadora realizando trabajos puntuales; y, este año, reconociéndonos y aceptándonos profesionalmente con conocimiento de causa, comenzamos a profundizar nuestro vínculo a tal punto que aceptamos el ofrecimiento de opinar como auditores responsables e independientes sobre los estados contables de SAGAI al 31 de diciembre de 2012. A El sueño de la sala propia Para darnos el gusto y vivir la aventura escribe Natalia Blanc fotos Gustavo PAscaner Arlequín >> 41 La historia de Timbre 4, la escuela-teatro de Claudio Tolcachir*, ubicada en el barrio de Boedo y que en 2012 festejó sus diez años, comenzó como el sueño de un grupo de amigos que buscaban un lugar para ensayar sus primeras obras. De la pasión por el teatro, del deseo de contar con un espacio propio y del entusiasmo con el que el equipo encaró ese proyecto, surgió una de las compañías independientes nacionales con mayor proyección internacional: Timbre 4, el mismo nombre que lleva la sala. Con catorce obras en cartel en la actualidad (entre las que se encuentran las cinco escritas y dirigidas por Tolcachir), tiene el privilegio de colocar casi todos los fines de semana en la boletería el preciado cartel de Localidades agotadas. A fines de 2001, cuando muchos jóvenes se iban del país a causa de la crisis socioeconómica, Claudio Tolcachir, Tamara Kiper, Diego Faturos y Lautaro Perotti apostaron por el sueño de la sala propia. Una idea que parecía delirante en aquel contexto, pero que, sin embargo, lograron concretar. No sin esfuerzo ni problemas. Todo comenzó en un departamento de Boedo al 600, donde vivía Tolcachir. Allí, al final del largo pasillo de un viejo PH, el grupo empezó a ensayar Jamón del diablo, una versión libre de la obra de Roberto Arlt dirigida por Claudio (o Tolca, como le dicen sus amigos). El joven actor y director ponía su casa no solo para los ensayos, sino también para las primeras presentaciones frente a familiares y conocidos. “Nos decidimos a armar una sala y a ensayar para no morirnos de angustia. La verdad es que nos salvó la vida”. Al poco tiempo, se desocupó 42 << Arlequín el departamento de al lado y entre todos decidieron alquilarlo para montar una pequeña sala, sin escenario y con sillas prestadas. Ese era el Timbre 4. De día, allí daban clases y ensayaban. De noche, se convertían en boleteros, acomodadores e iluminadores para luego salir a escena. Ni ellos mismos todavía se explican cómo fue que, de repente, el pasillo del PH empezó a llenarse de gente. Gracias al boca a boca y al talento que ya demostraba el equipo, la segunda obra estrenada, La omisión de la familia Coleman, también escrita y dirigida por Tolca, tuvo una repercusión inmediata. “Había noches que teníamos que salir a pedir más sillas prestadas”, recuerda Diego Faturos. La segunda parte de la historia Como el camino de los sueños no suele resultar sencillo, junto con el público llegaron los problemas. “Un vecino del PH se molestó y, aunque siempre le pedimos a la gente que esperara en el pasillo en silencio, nos denunció por ruidos molestos”, cuenta Tolcachir. Esa fue la primera de una larga serie de denuncias que debieron afrontar mientras continuaban con los ensayos, las clases y las funciones. Poco después llegó Tercer cuerpo, que durante varias temporadas convivió en cartel con La omisión…, que a esa altura ya iba en camino a convertirse en una obra de culto del circuito off porteño. La noche en la que el vecino en cuestión salió al pasillo enfurecido a gritarles a los espectadores fue clave para la segunda parte de esta historia. “Con el grupo decidimos buscar una entrada alternativa. Pensábamos en alquilar un pasillo lindero hasta que nos dijeron que a la vuelta, sobre la calle México, había un galpón que daba a nuestra sala. Era una antigua fábrica de sillas abandonada. Nos encontramos con un lugar hermoso. Había hasta telas de tapicería y patas torneadas que nadie se había llevado. No estaba en nuestros planes comprar una propiedad y arreglarla, pero aparecieron familiares y amigos que se sumaron al proyecto. Tardamos un año y medio en empezar con la obra y casi cinco en terminarla”. El gran sueño se hizo realidad en mayo de 2010, con una fiesta de inauguración a la que invitaron a todos los padrinos que colaboraron en la construcción del nuevo espacio. Desde entonces, en la sala original sobre Boedo, se presentan obras pequeñas; y en la grande (para 150 personas), se presentan las de Tolcachir y los espectáculos de autores nacionales y extranjeros. Además, por esa sede pasan todos los días decenas de alumnos de los tres años de la carrera de actuación. En México 3554, funciona, también, un bar y un espacio para exposiciones y charlas. Así como Daniel Veronese armó hace tiempo en su casa de Palermo una sala con dos filas de butacas teatrales (espacio que hoy utiliza para trabajar en sus puestas, pero que no está abierto al público), Tolcachir y compañía también diseñaron el espacio nuevo a partir de sus gustos y necesidades. “Queríamos tener un juguete que no nos limite, que nos permita cambiar según las necesidades de cada espectáculo. Tener la posibilidad de jugar y de convocar gente para que se sume es lo que más me divierte del teatro”. Así fue como lograron una sala amplia, sin platea, con una tribuna móvil que ubican en el frente que necesitan. El año pasado, por ejemplo, para el reestreno de Jamón del diablo, por el festejo de los diez años de Timbre 4, colocaron mesas en lugar de butacas para que el público se ubique como si estuviera en un café concert. “La inauguración fue muy emocionante, ya que el proyecto era una locura. Cuando vi el lugar por primera vez dije: ‘Pongamos una sillas, unas luces y listo’. Pero la realidad fue otra. De inconscientes, nos metimos a reformarlo. Por suerte, con las giras de las obras y la posibilidad de dirigir Agosto, pudimos juntar plata para hacer las reformas, comprar las luces, las gradas, las sillas y todo lo necesario. No teníamos noción de lo que hacíamos, ni cuando empezamos Timbre 4 en Boedo, ni cuando encaramos la construcción en la calle México. Pienso que si uno tuviera real conciencia de las dificultades con las que se va a encontrar para emprender algo, le daría tanto miedo que se quedaría paralizado. Nosotros lo hicimos para darnos el gusto y vivir la aventura”, concluye el director, feliz por haber alcanzado el sueño de la sala propia. A * Claudio Tolcachir es director y dramaturgo formado con Alejandra Boero. Arlequín >> 43 Taperolas Tapa Colección “Fernando Cordero”, perteneciente a Mauricio Kartun: 1. Carmen Amaya. 2. Laura Hidalgo. 3. Pedro López Lagar. 4. Pepita Serrador. 5. Delia Garcés. 6. Floren Delbene. 7. Luisa Vehil. 8. Narciso Ibáñez Menta. 9. Esteban Serrador. 10. Tito Lusiardo. 11. Oscar Alemán. 12. Lea Conti. 13. Enrique Borrás. 14. Ernesto Vilches. 15. Irma Córdoba. 16. Ángel Pericet. 17. Enrique Borrás. 18. Angelina Pagano. 19. Sebastián Chiola. 20. Beba Bidart. 21. Faust Rocha. 22. Ana María Lynch. 23. Augusto Codecá. 24. Susana Rinaldi. 25. Santiago Gómez Cou. 26. Beto Gómez. 27. Santiago Arrieta. 28. Olga Zubarry. 29. Tania. 30. Inés Murray. 31. Rosa Catá. 32. Pepe Ratti. 33. Lola Membrives. 44 << Arlequín 34. Héctor Coire. 35. Guillermo Battaglia. 36. José Marrone. 37. Pierina Dealesi. 38. Gloria Ferrandiz. 39. Sabina Olmos. 40. Enrique Serrano. 41. Emma Gramática. 42. Grupo formado por E. Serrano, XX, Antonio Provitilo, Blackie, Gil Quesada. 43. Pepe Iglesias. 44. Alicia Barrié. 45. María Guerrero. 46. Elina Colomer. 47. Fanny Navarro. 48. Gloria Guzmán. 49. Olga Cáseres. 50. Juanita Sujo. 51. Pepe Arias. 52. Paulina Singerman. 53. Felisa Mary. 54. Pedro Cuartuchi. 55. Carlos Castro, Castrito. 56. Carlos Thompson. 57. Juan Carlos Thorry. 58. Roberto García Ramos. 59. Nabucodonosorcito. 60. Lalo Hartich. 61. Giuseppe “Peppino” De Filippo. 62. Marcos Caplán. 63. Alberto Anchart. 64. Imperio Argentina. 65. Olinda Bozán. 66. Alberto Closas. 67. Enrique de Rosas. 68. Amalia Sánchez Ariño. 69. Rogelio Juárez. 70. Susana Canales. 71. Julio de Caro. 72. Eduardo Sandrini. 73. Semillita. 74. Fernando Díaz de Mendoza y Aguado. 75. Antonia Mercé (1934). 76. Severo Fernández. 77. Mario Fortuna. 78. Alfredo Barbieri. 79. Roberto Escalada. Taperola: especie de clavo/tachuela usado tradicionalmente en los teatros para sujetar piezas de escenografía Recordatorio para los asociados 40% de descuento Ediciones Ciccus 20% de descuento 40 % de descuento en Ediciones Ciccus. Pida catálogo a [email protected] Cine. Teatro. TV. Picadero Restaurante 20 % de descuento en el Picadero Restaurante. Pasaje Discépolo 1847, Centro (incluye menú para celíacos). Mastercard. Visa. Maestro. Visa Electrón. 30% 30 % de descuento en anteojos recetados y lentes de contacto convencionales. 15% 15 % de descuento en anteojos de sol y lentes de contacto descartables. de descuento de descuento » Casa Central: Calle 55 n.º 643, La Plata (1900). Teléfono: (0221) 483-5056 » Sucursal Barrio Norte: Montevideo 1189, CABA (1019). Teléfono: 4813-1322 Medicina Orthomolecular Importantes descuentos en Medicina Orthomolecular. Scalabrini Ortiz 2439. Tel.: 4825-4505 / 48321044 / 15-4445-4444 [email protected] Clínica del Dr. Hugo Franzetti. Importantes descuentos » Sucursal Belgrano: O’Higgins 2066, CABA (1428). Teléfono: 4784-5553 Clínica Schwanek 25% de descuento Empresa de viajes y turismo Descuentos GAI a socios de SA Mariano Caiban (15-3725-7113) Teléfonos: 5272-1599 y 5276-0186 Esmeralda 311 “PB”. [email protected] www.aeromundo.com.ar 25 % de descuento en sus 16 centros de atención. Solicitar consulta y sesión sin cargo llamando al 4816-0066. [email protected] www.schwanek.com Germán y Paula Schwanek Arlequín >> 45 ELE N A B O GGA N actriz Llegó para quedarse Elena Boggan tiene la virtud de llegar justo a tiempo. En ese preciso instante en que los sueños se abrazan hasta convertirse en realidad. Y quizá sea esa virtud de seguir caminando sin apurar nunca el tranco más de lo debido la que la lleva hoy a protagonizar Emilia, una obra escrita y dirigida por Claudio Tolcachir, en el emblemático Timbre 4. Tiene 68 años (lo afirma con un orgullo absoluto). Es oriunda de Chivilcoy, y en ella convergen la sangre irlandesa de su padre y la italiana de su madre. Descubrió la actuación en su ciudad natal casi por casualidad cuando tenía apenas 20 años. Son las cuatro de la tarde y estamos en un cálido café del barrio de Boedo. Quería salir de noche y empecé teatro porque los ensayos eran de noche... Un día, a punto de comenzar a ensayar, sentí como si algo bajara dentro de mí, era como una luz, algo que me decía “Este es tu lugar”. Entonces, descubrí que esto era lo que me gustaba. Así fue como, mientras transcurrían los años sesenta y el teatro independiente brillaba por su esplendor, ella comenzaba a trabajar en distintas producciones del teatro El Chasqui, todo un emblema de Chivilcoy, que en el 2009 cumplió 60 años. Pero pasó muchos años como escribe Carolina Amoroso 46 << Arlequín fotos Sebastián Miquel empleada administrativa hasta que, recién en el año 1987, el teatro se convirtió en su medio de vida. En un momento dado estaba muy cansada, ya que el teatro me demandaba cada vez más tiempo y, a la vez, estaba haciéndome cargo de un montón de cosas de la institución. Dirigía, daba clases y todo eso, hasta que uno de los directivos me dijo: “¿Por qué no te venís a trabajar acá?”. Y ahí fue cuando me liberé. A mis cuarenta años, dije: “Ahora o nunca”. Y me liberé de aquel empleo, por supuesto, en default permanente, porque el teatro no es una empresa, o por lo menos no lo era en ese momento... Me las rebuscaba dando clases, dirigiendo, a veces vendía algunos cosméticos para que ingresara un poco más de dinero, pero no volví a estar prisionera de las ocho horas de oficina y logré sobrevivir hasta ahora. Mientras repasa la historia de su vida resulta casi imposible no sorprenderse ante una de sus grandes cualidades: la paciencia, que fue, ciertamente, una sabia amiga de su destino. Hay luchas internas que nos tientan a dejar, por cansancio, por miedo, por lo que sea. Entonces, hay que estar atentos para defenderse de esos malos espíritus que de pronto nos quieren sacar del camino elegido. Arlequín >> 47 Tanta fue su persistencia en el camino que eligió que, hasta hace algunos años, fue también su propia maestra. Fui más bien autodidacta. La sed de aprendizaje crecía en mí y, a medida que iba transcurriendo el tiempo, aparecían las necesidades. Por ejemplo: yo sentía que a mi cuerpo tenía que darle algo porque me sentía trabada. Como no había cursos de expresión corporal allá, fui a gimnasia. Pero iba a gimnasia y, en cada movimiento que hacía, iba teniendo en cuenta qué músculo se movía, qué movimiento hacía yo. Proyectaba en mí y después lo usaba en algún personaje. Después, llegó un momento en que me quedaba disfónica y fui a preguntar si podía hacer algo y me hablaron de la impostación artística. Como no había cursos de eso, me fui a una fonoaudióloga a hacer reeducación vocal. Yo no quería anotarme en la escuela porque era muy grande y pensaba que, físicamente, no iba a poder responder como los jóvenes. Y, como no me animaba, esta persona gestionó en mi nombre y me dijo que podía anotarme. Me anoté en el 2010 y empecé. Luego, ya liberada de sus tareas como empleada administrativa, Elena descubrió que en algunas solitarias horas en El Chasqui, luego de cumplir con sus tareas, podía asumir el triple rol de actriz, directora y espectadora. Según nos cuenta, solía pasar hasta tres horas repitiendo sola sobre el escenario los versos de Cuerpo presente, un exquisito poema de Federico García Lorca que anidaba en su memoria desde hacía ya algunos años. “Lo decía de mil maneras diferentes”, asegura con una sonrisa, casi evocando para sí misma ese íntimo espacio de juego. Luego de varios encuentros con el director, todo estaba listo para dar vida a Emilia, la última creación de Tolcachir, y el 16 de enero de 2013 comenzó a ensayar junto al elenco elegido: Gabo Correa, Adriana Ferrer, Francisco Lumerman y Carlos Portaluppi. Su semana se dividió, entonces, entre Buenos Aires y Chivilcoy, y se dejó llevar de la mano de un director que, según cuenta, supo abrir en ella varias puertas. Claudio tiene varias cualidades. Por un lado, a los tres minutos y medio, te quita el miedo. Lo primero que dice es “Vamos a investigar, vamos a jugar juntos”. Tiene una calidez y una humildad enormes. Su mirada transfiere calma y confianza, te invita a volar. Me permitió construir a mi Emilia transitando un camino de felicidad; ella (Emilia) apareció naturalmente en mí, no tuve necesidad de forzar nada. De Chivilcoy a Timbre 4 Y fue esa incansable pasión por el trabajo la que la llevó a desembarcar a sus 65 años en uno de los centros de producción más importantes de la escena independiente porteña: Timbre 4, de Claudio Tolcachir, el teatro-escuela de Boedo que supo regalarnos memorables creaciones, como La omisión de la familia Coleman, Tercer cuerpo y El viento en un violín, entre otras. La historia de su desembarco en Timbre 4 tiene mucho que ver con la historia de su vida. Si bien las inquietudes y la curiosidad por seguir explorando su instrumento la acompañaron siempre, pasaron muchos años hasta que se dieron las condiciones para que pudiera viajar a Buenos Aires y comenzar un ciclo de formación. Su llegada al teatro que dirige Tolcachir vino de la mano de una persona muy cercana a ella que, sabiendo de su sed de aprendizaje, le recomendó que averiguara por las clases que se dictaban allí. 48 << Arlequín Ya en el 2012, en el tercer año de su formación, la actriz decidió inscribirse en un seminario de tres meses a cargo del propio Tolcachir. Y el domingo 30 de septiembre suena el teléfono: “Hola, soy Claudio Tolcachir”. Lo primero que pensé fue que quería pedirme algo relativo al seminario..., pero ¡me ofreció trabajar en una de sus obras! Me mandó el material y quedé loca. Ahí empezó todo. Ya instalada parcialmente en Buenos Aires y como buena teatrista que es, Elena encuentra una profunda inspiración en aquellos emprendimientos que han logrado captar nuevas audiencias y fidelizarlas. Por esto, reconoce en Timbre 4 un verdadero modelo. Te lo digo con una frase chiquita: Timbre 4 es teatro independiente del siglo xxi. Mantiene la estética del teatro independiente con toda su buena onda, su calidez, su acercamiento, pero trabajado desde la empresa... Una de las cosas fundamentales de Timbre 4 es que tiene productores. Se necesitan porque ya no es como antes, que el actor era todo. Ya no hay tiempo físico para eso. Hay que dividir las tareas. Elena y Emilia Emilia es, en resumen, la historia de una niñera que se reencuentra con uno de los niños que supo criar cuando este ya es un hombre adulto, con una familia formada, y ella, ya en su vejez, está sola y necesitada. Si bien al ver la obra son muchos los interrogantes que resuenan en la mente, en definitiva, se trata de una invitación a reflexionar sobre la forma en que nos vinculamos, sobre nuestro registro (o nuestra falta de registro) de las necesidades y los dolores ajenos. Basta conocer algunos detalles de la vida de Elena Boggan para saber que algo de Emilia habitaba en ella aun antes de interpretarla. Hasta pasados sus sesenta años, vivió junto a su hermana y a su madre, a quienes se dedicó a cuidar luego de la muerte de su padre. Cumplí los 17 en mayo y mi padre falleció en julio. Y tuve que hacerme cargo de mi madre y de mi hermana. No pude seguir estudiando porque tenía que trabajar... Hay una Emilia en mí. Soy de cuidar, pienso más en el otro que en mí, y eso no es una virtud, sino una cualidad. Con la sabiduría que le otorga el camino recorrido, esta actriz que logró deslumbrar a Tolcachir asegura que jamás da consejos y que cada uno tiene que investigar lo que tiene adentro. Sin embargo, hacia el final de nuestra charla, se permite dejar una simple recomendación de vida: Mandate... Hay que luchar y pelearla como un guerrero de la luz. Así, mientras la noche cae en Boedo y el frío comienza a despoblar la avenida, Elena nos regala sus aprendizajes de vida y, al escucharla, dan ganas de fijar en la memoria algunas de las frases que suelta con la simpleza que la caracteriza: “La vida no es una costumbre: es una pasión”. Basta solo un instante para advertir que ella sabe vivir apasionadamente y que cada una de sus palabras sugiere que ha llegado para quedarse. “¡Pienso vivir 120 años!”, dice sonriente al despedirse. Que así sea. A Arlequín >> 49 Ilustrador: PABLO PINO Al maestro con cariño Carlos gandolfo 50 << Arlequín Quo vadis? Este cuadernillo que publica Arlequín tiene el propósito de dejar asentada la importancia del movimiento teatral argentino a nivel internacional y de honrar a todos aquellos pares nuestros que, silenciosamente y con absoluta humildad, vienen trabajando desde hace ya un tiempo largo en este sentido. Invitamos, entonces, a nuestros asociados a compartir el vértigo que provoca ver, volcada en el papel, la infinidad de países donde estos profesionales han presentado sus obras. Y, nobleza obliga, que los individualicemos y reconozcamos. Arlequín >> 51 ALEMANIA · AUSTRALIA · AUSTRIA · BÉLGICA · BRASIL · BOSNIA Y HERZEGOVINA · CHILE · El teatro vertical y el teatro horizontal Desde hace ya unos cuantos años, en el teatro de Buenos Aires se ha dado un vuelco que considero fundamental para que hoy podamos ver lo que vemos sobre los escenarios (sobre todo, en el circuito alternativo). Se trata de un cambio de eje en la conformación de los equipos de trabajo. En la época en que me formé, se crecía bajo el ala protectora y controladora de los grandes maestros. Estos maestros cuidaban de nuestra formación y velaban por que no diéramos pasos en falso, es decir, se preocupaban de que no nos equivocáramos. Y nosotros, los discípulos, esperábamos con más o menos paciencia a que ellos nos autorizaran a salir al ruedo (lo suficientemente sólidos como para afrontar los avatares de esta profesión). Esa protección preventiva ha sido, en general, más perjudicial que beneficiosa. Sin duda, muchos de esos maestros proyectaban sus inseguridades en sus alumnos-discípulos y, en gran porcentaje, esa autorización no llegaba nunca. El Caraja-ji fue un colectivo de los años 90 compuesto por ocho dramaturgos (N. de la R.: Carmen Arrieta, Alejandro Tantanian, Rafael Spregelburd, Jorge Leyes, Alejandro Robino, Alejandro Zingman, Ignacio Apolo y Javier Daulte). Tras un conflicto con la coordinación que se nos brindaba en el Teatro San Martín, continuamos reuniéndonos para trabajar, pero ya sin coordinación alguna. Dado que ese colectivo parece haber sido algo así como un mojón en la historia de las últimas décadas de la dramaturgia en Buenos Aires, en diversas entrevistas suelen preguntarme (imagino que a los otros exintegrantes también) qué significó ese grupo. Hay muchas respuestas a esa pregunta, pero este no es el espacio para desarrollarlas. Sí para decir que creó un modelo que, si no del todo nuevo, al menos supuso un aporte que ayudó a reorientar a toda una generación. Se trata del cambio de eje del que hablaba más arriba. En mi caso particular, y antes de ser parte de ese grupo, creía (era el modelo) que siendo un autor nuevo debía intentar encontrar al director consagra- 52 << Arlequín do que pusiese en escena su texto. O, si se trataba de un director novel, debía intentar convocar a actores consagrados para dirigirlos, en lo posible con un texto igualmente importante. Es decir, para subir en el escalafón de la profesión se debía buscar a alguien que estuviese arriba para que nos ayudase a subir a los que estábamos abajo. A ese modus operandi lo denomino “modelo vertical”. La originalidad de lo que nos ocurrió en la época del Caraja-ji fue la ruptura de ese modelo vertical y el atrevimiento de trabajar con un “modelo horizontal”, es decir, de trabajo entre pares: un autor nuevo se junta con un director nuevo, llaman a actores nuevos y hacen un espectáculo. No se busca ya escalar de manera alguna. Se funda una nueva manera de hacer teatro. La autorización se convierte en autoautorización. Es esta modalidad la que se convirtió en una tendencia que todavía sigue vigente. Las nuevas generaciones crecieron bajo ese nuevo modelo y hoy nadie necesita que ningún consagrado ayude a nadie a consagrarse. Se trata de un corte, de una búsqueda del otro; de lo diverso dentro de la paridad. No debe dejar de ser una exogamia. La diferencia con el modelo vertical es que en este no se busca al otro, sino al Otro. Ese gran Otro es intimidante, castrador y celoso. El otro comparte mi territorio de inquietudes. Claro que todavía el modelo vertical sigue vigente. Muchos buscan a ese gran Otro que los autorice, al consagrado bajo cuya ala creemos que podemos crecer. ¿Es legítimo? Por supuesto que sí. Pero no es bajo ese modelo que algo nuevo puede llegar a aparecer en el arte. e t l u a D r e i v a J BOLIVIA · CANADÁ · CATALUÑA · COLOMBIA · COMUNIDAD VALENCIANA · COREA · CUBA ico r é f i r El Pee Objetos d Fundado en 1989 por Daniel Veronese, Ana Alvarado, Emilio García Wehbi y Paula Nátoli (que al poco tiempo se separa del grupo), comenzó su actividad ese mismo año con los ensayos de Ubú Rey. Obras que representó en el exterior: » Ubú Rey, de Alfred Jarry, con dirección de Emilio García Wehbi. » Variaciones sobre B..., escrita y dirigida por Daniel Veronese. » El hombre de arena, de Daniel Veronese y Emilio García Wehbi. » Cámara Gesell, de Daniel Veronese, con dirección del autor y Emilio García Wehbi. » Máquina Hamlet, de Heiner Müller, con dirección de Veronese, García Wehbi y Ana Alvarado. » Circonegro, de Daniel Veronese, dirigida por el autor y Ana Alvarado. » Zooedipous, de Ana Alvarado, Daniel Veronese y Emilio García Wehbi, con dirección de los tres. » Monteverdi método bélico (MMB) (musical), con dirección teatral de Veronese, Alvarado y García Wehbi, y dirección musical de Gabriel Garrido. » La última noche de la humanidad, de García Wehbi y Ana Alvarado, con dirección de ellos dos y Veronese. » El Suicidio (Apócrifo I), de Veronese, dirigida por él, Alvarado y García Wehbi. Países donde las representó: Alemania, Australia, Austria, Bélgica, Canadá, Colombia, Brasil, Chile, Escocia, España, Finlandia, Francia, Holanda, Italia, Irlanda, México, Portugal, Suecia, Suiza, Uruguay, EE. UU., Venezuela. Mariano Pensotti Director y dramaturgo. Cine, artes visuales y teatro. » Los muertos. Alemania. » La marea. Bélgica, Alemania, Irlanda, Letonia, Francia, Canadá, Inglaterra, España, Japón, Dinamarca, Australia. » Colega de nadie. Austria. » El pasado es un animal grotesco. Bélgica, España, Alemania, Inglaterra, Holanda, Suiza, EE. UU., Canadá, Brasil, Francia. » A veces creo que te veo. Alemania, Suiza, Holanda, Bélgica, Canadá, EE. UU., España, Dinamarca, Polonia, Francia, Irlanda, Corea, India, México, Finlandia. » Infinite jest. Alemania. » Cineastas. Bélgica, Austria, Alemania, Holanda, Francia. o Mariaennsotti P Arlequín >> 53 · COSTA RICA · DINAMARCA · ECUADOR · EE. UU. · EL SALVADOR · ESCOCIA · ESLOVAQUIA · Claudio Tolcachir Actor, director, docente y dramaturgo. » El viento en un violín. Francia, España, Italia, Brasil, Colombia, Venezuela, Canadá, Portugal. » La omisión de la familia Coleman. Italia, Brasil, io Clauod lcachir T Canadá, España, Serbia, Francia, Alemania, Portugal, Bosnia y Herzegovina, Irlanda, Colombia, El Salvador, Panamá, Costa Rica, Chile, EE. UU., Bolivia. » Tercer cuerpo. Chile, Bolivia, EE. UU., Brasil, Suiza, Uruguay, Perú, España, Francia, Portugal, El Salvador, Costa Rica, Panamá, Cuba, Inglaterra, México, Venezuela, Italia, Grecia. Ana Alvarado Integrante del grupo El Periférico de Objetos como actriz, directora y autora, según el caso. » Cámara Gesell, de Daniel Veronese. Bélgica, EE. UU. » El detective y la niña sonámbula, de Ana Alvarado. México. » El hombre de arena, de Emilio García Wehbi y Daniel Veronese. Francia, Brasil, Colombia, España. » El Suicidio (Apócrifo I), de Daniel Veronese y Ana Alvarado. España. » Gloria y Marcelo, de G. Arengo. Italia. » La última noche de la humanidad, de García Wehbi, Alvarado y Veronese. España, Escocia, Austria, Brasil. » Monteverdi método bélico (MMB), de Daniel Veronese, Ana Alvarado y Emilio García Wehbi. Francia, Bélgica. Ana do Alvara » Manifiesto de niños, de Ana Alvarado, Daniel Veronese y Emilio García Wehbi. Alemania. » Máquina Hamlet, de Heiner Müller. España, Irlanda, Australia, EE. UU., Bélgica, Canadá. » Ojos verdes, de Amancay Espíndola. México. » Rastros del periférico, de Ana Alvarado. España. » Variaciones sobre B…, de Daniel Veronese. México, Brasil. » Zooedipous, con textos de Daniel Veronese y Franz Kafka. Francia. 54 << Arlequín ESLOVENIA · ESPAÑA · FINLANDIA · FRANCIA · GRECIA · HOLANDA · INDIA · INGLATERRA · Federico León Director, autor, cineasta y docente de teatro. » Cachetazo de campo. Alemania, España, Austria, Brasil. » El adolescente. Alemania, Holanda, Francia, Italia, España. » Entrenamiento elemental para actores, guion y dirección Federico León junto con Martín Rejtman. EE. UU., Inglaterra, Bélgica, España, Holanda, Alemania. » Estrellas. Suiza, Inglaterra, EE. UU., Cuba, España, Grecia, Alemania, Bélgica, Francia, México, Brasil, Eslovenia. » Las multitudes. Alemania, Austria. » Mil quinientos metros sobre el nivel de Jack. Holanda, Alemania, Dinamarca, Italia, Escocia, Bélgica, Canadá, Francia, Brasil, Australia. » Museo Miguel Ángel Boezzio. Austria. » Todos juntos. Suiza, Inglaterra, Cuba, Francia, Uruguay, Bélgica, Holanda, Australia, España. » Yo en el futuro. Dramaturgia y dirección, en colaboración con Marianela Portillo, Julián Tello, Jimena Anganuzzi y Esteban Lamothe. Bélgica, Alemania, España, Italia, Francia, Austria, Japón. Lola Arias Escritora, actriz y directora teatral. » El amor es un francotirador. Alemania, Irlanda. » El año en que nací. Chile, Portugal, EE. UU. » Melancolía y manifestaciones. Austria, Alemania, Finlandia, Portugal, Países Bajos, Polonia. » Mi vida después. Alemania, Suiza, Países Bajos, Austria, Noruega, España, Francia, México, Brasil, Chile, Uruguay. » Striptease. Alemania, Irlanda. » Sueño con revólver. Alemania, Irlanda. Lola Arias Arlequín >> 55 IRLANDA · ITALIA · JAPÓN · LETONIA · MÉXICO · NORUEGA · Daniel Veronese Actor, director, docente y dramaturgo » ¿Quién le teme a Virginia Woolf? el ese i n a D eron V España, México D. F. » Cámara Gesell. EE. UU. » El desarrollo de la civilización venidera. España, Francia, Uruguay, Chile, Bélgica, Alemania, Austria. » El hombre de arena (El Periférico de Objetos). Brasil, Colombia, México, España, Uruguay. » El líquido táctil. Brasil. » El Suicidio (Apócrifo I), de Daniel Veronese y Ana Alvarado. España. » El túnel. España. » Espía una mujer que se mata. Uruguay, Italia, Corea, Chile, Inglaterra, Rusia, Alemania, México, España. » Glengarry Glen Ross. España. » Gorda. Brasil, México. » La noche canta sus canciones, de Jon Fosse. Chile, Brasil. » La última noche de la humanidad, de García Wehbi, Alvarado y Veronese. España, Escocia, Austria, Brasil. » Los corderos. España, México D. F. » Manifiesto de niños, de Ana Alvarado, Daniel Veronese y Emilio García Wehbi. Alemania, Brasil. » Máquina Hamlet. EE. UU., Australia, Irlanda, Brasil, Suiza, Francia, Canadá, Portugal, México, Bélgica, Venezuela, España, Italia, Uruguay, Chile, Alemania. » Monteverdi método bélico. Francia, Alemania, Bélgica. » Mujeres soñaron caballos. Cuba, España, EE. UU., México, Colombia, Ecuador, Chile, Alemania (Berlín), Italia. » Open house. Alemania, España. » Teatro para pájaros, de Daniel Veronese. Brasil, México. » Todos los grandes gobiernos han evitado el teatro íntimo. Uruguay, España, Francia, Chile, Alemania. » Un hombre que se ahoga. España, EE. UU., Japón, Chile. » Zooedipous. Holanda, Francia, Alemania, Suiza. Emilio García Wehbi Director teatral, régisseur, performer, actor, artista visual y docente. » Bambiland. México. » Cámara Gesell. EE. UU. » Chacales y árabes. Colombia. » Dolor exquisito. Brasil, España, Francia, Alemania, Chile. » Dr. Faustus lights the lights. Alemania. » El hombre de arena. Brasil, Colombia, México, España, Uruguay. » El matadero. México. » Hécuba o el gineceo canino. Chile. » Jakob von Gunten. Colombia. » La balsa de la medusa. Brasil. » La última noche de la humanidad. Ecuador, Bélgica, España, Escocia, Brasil, Austria. io ehbi l i m E ía W Garc 56 << Arlequín » Manifiesto de niños. Brasil, Alemania, Bélgica. » Máquina Hamlet. EE. UU., Australia, Irlanda, Brasil, Suiza, Francia, Canadá, Portugal, México, Bélgica, Venezuela, España, Italia, Uruguay, Chile, Alemania. » Moby Dick. Alemania. » Monteverdi método bélico. Francia, Alemania, Bélgica. » Prefiero que me quite el sueño Goya a que lo haga cualquier hijo de puta. Holanda, Chile, Colombia. » Proyecto filoctetes. Polonia, Japón, Alemania, Austria. » Zooedipous. Holanda, Francia, Alemania, Suiza. PAÍSES BAJOS · PANAMÁ · PERÚ · POLONIA · REPÚBLICA CHECA · Alejandro Tantanian Cantante, actor, director, dramaturgo y traductor » Los muertos. Alemania. » La marea. Bélgica, Alemania, Irlanda, Letonia, Francia, Canadá, Inglaterra, España, Japón, Dinamarca, Australia. » Colega de nadie. Austria. » El pasado es un animal grotesco. Bélgica, España, Alemania, Inglaterra, Holanda, Suiza, EE. UU., Canadá, Brasil, Francia. » A veces creo que te veo. Alemania, Suiza, Holanda, Bélgica, Canadá, EE. UU., España, Dinamarca, Polonia, Francia, Irlanda, Corea, India, México, Finlandia. » Infinite jest. Alemania. » Cineastas. Bélgica, Austria, Alemania, Holanda, Francia. » Amerika. Escritor y director. Alemania. » Cámara Gesell, de Daniel Veronese. Actor. EE. UU. » Carlos W. Sáenz (1956- ). En colaboración con Edgardo Rudnitzky y Jorge Macchi. Bélgica. Alemania, Noruega. » Cine quirúrgico. Director. Inglaterra. » De lágrimas. Director e intérprete. Alemania, Inglaterra, Irlanda, Escocia, Francia. » El hombre de arena (El Periférico de Objetos). Brasil, Francia. » La desilusión. Director con Luis Cano. Austria. » La escala humana. Con Javier Daulte y Rafael Spregelburd. Alemania, España, Colombia, Brasil, Suecia, Francia. » La Gabbia, de Tiziano Manca. Autor y director. Alemania, Francia. » La libertad. Director, coescrita con Martín Tufró y Ariel Falace. Alemania. » Los mansos. Director. Brasil, Alemania. » Máquina Hamlet, de Heiner Müller. Actor. Alemania, Venezuela, Italia, Bélgica, México, EE. UU., Francia (París, Bayonne, Avignon, Estrasburgo), España (Cádiz, Madrid). » Nie war der schatten. Escritor y director. Colaboración dramatúrgica de Jan-Philipp Possmann. Alemania, Francia. » Romeo y Julieta, de William Shakespeare. Director. Suiza. » Un cuento alemán. Autor y director. España. » Variaciones sobre B... (El Periférico de Objetos). Actor. Francia. » Zooedipous, de Daniel Veronese, Sófocles y Franz Kafka. Actor. Bélgica, Alemania, Francia. o r d n a n Alej ntania Ta Javier Daulte Dramaturgo, guionista y director de teatro. » ¿Estás ahí? Autor y director, versión madrileña. España. » ¿Estás ahí? Autor y director. España, Venezuela. » 4D Óptico. Autor y director. España, Inglaterra. » Automáticos. Autor y director. España. » Baraka, de María Goos. Director. Colombia. » Bésame mucho. Autor y director. Francia, España. » Cómo es posible que te quiera tanto. Autor y director. España. » Ets aquí? Autor y director de la versión catalana de ¿Estás ahí?. España. » Faros de color. Autor y director. España. » Fuera de cuadro. Autor y director. España. » Geometría. Autor. Japón. » Gore. Autor y director. España. » Intimidad, de Hanif Kureishi. Director. España. » Intimitat (versión catalana). España. » La escala humana. Coautor y codirector junto con Rafael Spregelburd y Alejandro Tantanian. España, Alemania, Venezuela, Brasil, Colombia, Ecuador. » La felicitat. Autor y director. España. » Lluvia constante, de Keith Huff. Director. Colombia. » Metamorfosis. Coautor y codirector junto con Alex Ollé y la Fura dels Baus. Japón y gira europea. » Nunca estuviste tan adorable. Autor y director, versión española. España. » Nunca estuviste tan adorable. Autor y director. España. Javier Dault Arlequín >> 57 e · RUSIA · PORTUGAL · SERBIA · SUIZA · TURQUÍA · URUGUAY · VENEZUELA Rafael Spregelburd Actor, director, docente, traductor teatral y dramaturgo » Acassuso. Italia. » Apátrida, doscientos años y unos meses. Chile, Suiza. » Bizarra. Italia, Suiza, Alemania. » Buenos Aires. Gales, Cataluña, España, Eslovaquia, Rusia, República Checa, Francia, Italia. » Call me god. Coautor junto con Marius von Mayenburg, Albert Ostermeier y Gian Maria Cervo. Alemania, Italia, Austria. » Células teatrales: máquinas para producir catástrofes. Italia, Portugal, Bélgica, Francia. » Destino de dos cosas o de tres. Uruguay, Colombia, EE. UU. » Dos personas diferentes dicen hace buen tiempo. Coautor y codirector junto l rd e a f Ra gelbu Spre 58 << Arlequín con Andrea Garrote. Cataluña, España, Brasil, Colombia, Uruguay, Portugal. » El pánico. Italia, España, México, EE. UU., República Checa, Uruguay, Alemania, Francia. » Envidia. Suiza. » La escala humana. Coautor y codirector junto con Javier Daulte y Alejandro Tantanian. España, Alemania, Venezuela, Brasil, Colombia, Ecuador, Suecia, México, Bolivia, Uruguay, Turquía. » La estupidez. Canadá, Inglaterra, España, Cataluña, Austria, Chile, Colombia, México, Francia, Alemania, Suiza, Italia, Bélgica, EE. UU., República Dominicana, Portugal, Brasil. » La extravagancia. Alemania, Italia, México, Perú, España. » La inapetencia. Alemania, Francia, Portugal, Italia, España, Suecia, Venezuela. » La modestia. Italia, España, Cataluña, Alemania, Brasil. » La paranoia. Francia, México, España, Italia, Alemania. » La terquedad. Francia, Alemania, Comunidad Valenciana. » La tiniebla. Colombia. » Lúcido. Italia, Cataluña, España, Comunidad Valenciana, Austria, Alemania, Perú, Francia. » Raspando la cruz. República Checa, Chile, Uruguay, Colombia, Bélgica. » Santa Cecilia de Borja en Zaragoza. Cataluña. » Satánica. Madrid. » Spam. Italia. » Todo. Alemania, Quebec, Italia, Cataluña, Brasil. » Un momento argentino. Cataluña, Alemania, Suecia, Inglaterra, Brasil, República Checa. » Varios pares de pies sobre piso de mármol (adaptación de textos de Harold Pinter). España, Cataluña, Colombia. O M AR CALICCHI O ac to r ReCuerdo En lo versátil del oficio está el secreto escribe Leonardo Coire fotos Sebastián Miquel Arlequín >> 59 Observar la agenda de Omar Calicchio es comprender al instante dos cosas: primero, lo solicitado de su trabajo (protagonista de las obras teatrales Forever Young, Locos ReCuerdos y El cabaret de los hombres perdidos e integrante episódico del elenco de Solamente vos en Canal 13), y, luego, lo complejo que resulta ordenar los horarios cuando hay tanta y tan disímil demanda. En esta entrevista, Arlequín le propuso que hable a grabador abierto, y esto es lo que dijo: Hoy en nuestro teatro hay que aprender a convivir con lo múltiple. Hablo de todo, de los contenidos que uno lleva adelante y también del hecho de poner los proyectos en caja, de armonizar todas las actividades entre sí y también entre ellas y la vida privada de cada uno de nosotros. Es parte del aprendizaje, que puede llevar una vida entera. Hay que conocer las reglas del juego. Después, sí, más tarde, aparece el alma del actor. Cada lugar genera su magia y genera su código. Cuando voy al Cervantes a hacer Locos ReCuerdos, el personaje se me instala apenas piso el teatro. Y lo mismo con las demás obras. Es algo casi misterioso que me hace cambiar en ese momento preciso y no en otro. La relación con el tiempo teatral no es fácil, soy muy organizado en mi caos. Es que siempre digo que trabajando con Pepito Cibrián hice una colimba de doce años. Saber decir “no” es muy importante… ¡y tan difícil! Hace días me llamaron de un festival de México con una oferta interesante, y, con esta agenda de locos que tengo, dije con dolor que no podía. Bueno, no es un problema tan grave, tampoco. Lo más interesante (y por lejos) es el off. Contiene todas las fortalezas y las debilidades del oficio. Por lo menos es lo que a mí más me moviliza. Las cooperativas que se arman, el espíritu independiente, la corriente que va en contra de la corriente (y por fuera de Corrientes), lo que indica que, si no hay, se inventa. Acá se hace teatro sin saber si se va a ganar plata: se volantea, se arman salas de barrio, es pura garra. En el país el teatro es realmente popular. ¿De cuántas sociedades se puede decir lo mismo? Nosotros, con producción o sin ella, en el centro, en el off, en la provincia, hacemos algo con esto entre las manos. Los argentinos somos animales de teatro. En otro lado se necesita planificación, la aparición necesaria de un sponsor. Acá, en este momento de la entrevista, vos con tu lapicera y yo con este bolso nos podemos poner de acuerdo, hacer surgir una idea y armar un hecho teatral de la nada. A mí me apasiona observar la manera en que el público común visualiza lo que es un actor, sobre todo, si es de extracción teatral. A pesar de la vitalidad con que cuenta el teatro, hay mucha pero mucha gente que solo cree que estás trabajando cuando estás en la televisión, y si no estás ahí cree que no estás en ningún lado. 60 << Arlequín Alguna vez me dijeron “¿Y, Omar, cuándo vas a lo de Tinelli, así te conocen?”, como si fuera la única opción. Eso me revienta. Toda la vida me la banqué sin eso y viví (y vivo) bien. No lo necesito. Me impresionaba en 2012, en Carlos Paz, cuando veía a María Rosa Fugazot tomando café en la peatonal, después de hacer la obra Venecia y no la saludaba nadie... Y al mismo tiempo veía cincuenta cámaras siguiendo a cada aparato... El tema de la fama es complicado... Hace un tiempo hice una temporada de verano con Ricardo Fort. A todos los mediáticos de la obra los esperaban afuera, y a mí solo me reconocían los nenes por mi paso en Chiquititas. Al terminar, me iba, solita mi alma, por un pasillo y saludaba a algunos chicos, nada más. Pero feliz. Solo quiero hacer un buen trabajo para poder seguir existiendo en un teatro como artista. De los medios: cine, teatro o TV... Algunos dicen que cada cual tiene una manera distinta de expresión, sin embargo, yo en la tele trabajo como en un teatro. Aunque se rían porque preparo los personajes en el estudio con la minuciosidad con que lo hago para el teatro. Soy un bicho raro allí; mis métodos son teatrales; y mi manera de acercarme a la criatura que tengo que desarrollar viene de esa escuela, no lo puedo evitar. Si tengo un personaje así de chiquito, no me importa, yo tengo que saber de dónde viene, qué le pasó, cuál es su entorno, hacia dónde apunta, cómo se vincula con los demás. Nunca estudié teatro y cuando leo un guion me pasa que digo: “A esto lo siento o no lo siento”, y después las cosas fluyen solas. Admiro a Lía Jelín, porque trabaja con la duda, y la envidio con toda mi alma porque vivió intensamente la etapa del Di Tella, esa contracultura que no llegué a conocer. Algunas veces me preguntan si me considero heredero del ADN del café-concert que impulsó a Gasalla, a Edda Díaz, a Nacha Guevara y a tantos otros, y debo confesar que no lo sé, que puede ser y que ¡ojalá así sea! La generación de los sesenta y los setenta era tremenda, pero todos ellos se especializaban en una cosa: uno era actor, el otro bailaba, otro recitaba. Hoy priva cierta integralidad muy talentosa. Acá veo un matiz; todos sabemos hacer un poco de todo. Tengo la suerte más grande que pueda tener un artista... Trabajar en lo que me gusta: el teatro. En el mundo de la comedia musical argentina hay un gran crecimiento, hay algo muy nuestro que fluye, y yo me ubico ahí. Soy un actor de music hall, de musicales, ese es mi territorio. La tendencia es imparable. En ese perfil hay un camino de laburo muy interesante para los próximos años para muchos de nosotros. Hay mucho atrás, grandes maestros en donde nosotros, los actores, nos apoyamos. Ya sean colegas mayores o excelentes directores y autores que marcan pautas a quienes somos bichos de teatro. Siempre frágiles y necesitados de una orientación, una marcación, una puesta en contexto. Me gusta Alcón, claro. Recuerdo cierto momento cumbre de Norma Aleandro y Mercedes Morán en Agosto y, por supuesto, a Elena Tasisto. ¿Pero saben quién me voló la cabeza? Presten atención: voy un día a ver En boca cerrada, ese día el actor Tino Pascali hizo un reemplazo. Me acordaba de La tuerca, pensé hmmmm… ¡Y fue increíble! Hizo el personaje del viejo que aterrorizaba con solo una mirada, era paralizante. El prejuicio fue vencido por un actor que (y vuelvo al punto de partida) me mostró, otra vez, que en lo versátil del oficio está el secreto. El cabaret de los hombres perdidos... Creo que es un musical muy muy distinto. Primero, por su estilo europeo; después, por su dramaturgia; y, por último, creo que porque está totalmente fuera de las reglas que tienen, por lo general, otros musicales. Un proyecto como este, de producción independiente y cooperativa, con nombres como Lía Jelín, Gonzalo Córdova, René Diviú, Jorge Schusseim y otros más, hace que este espectáculo sea de primera línea sin tener que envidiar nada a otras producciones. Hacer El cabaret de los hombres perdidos –un musical con un contenido profundo– demuestra lo que a veces padecemos de la subestimación del género. Sobre su historia, su formato, su partitura, pienso en lo que dice Lía: “Este es un bombón envenenado”. ¡Ja!, me río, me río de nuevo... (y de qué carajo me río si la historia es una m...). Es un musical feroz. La experiencia es maravillosa, se ha subido a este barco gente que conozco desde hace mucho y que alguna vez me ha dicho “Cuando hagas algo, avisame”. Y así fue. Puedo contar con profesionales, amigos, una sala como Molière y hasta con su dueño, Juan Iacoponi, que se asocia a nosotros y tiene la camiseta puesta como cualquiera del equipo. Molière más que sala, es un hogar. Me nutre el estar dirigido por Lía. Amo trabajar con ella. Logra cosas nuevas en mí en cada proyecto, este es el segundo, y espero que sigamos trabajando juntos. Tiene una energía que nos recarga a todos. Escuché decir que “El humor es una desgracia vista con un poco de tiempo”. El humor en El cabaret de los hombres perdidos es cruel. Todo lo que causa humor es cruel: una caída, una desgracia, todos hacemos humor de la desgracia y hasta la música de la obra es ideal, porque es exquisita y es diversa. Siento que como actor, al formar parte de esta obra, crezco y sigo andando. Nunca espero a que me llamen. En este país somos muchos los artistas y no hay trabajo para todos, y tampoco abundan las obras que requieran un barítono gordo como yo (¡ja!), entonces me lo invento, creo un unipersonal Made in Aryentina (como ya lo hice), o bien le meto pata a esta obra del off parisino: El cabaret de los hombres perdidos. Hay que hacer y apostar. Me encanta poder contar este proyecto como autogestión. Quiero transmitir eso a los jóvenes que vienen a vernos de diversas escuelas de comedia musical. Hay que autogestionarse, asociarse, juntarse, compartir, crear. Eso es arte y es amor. Eso nos une. A Arlequín >> 61 Paseo La Plaza el principal lo que hoy es Las obras de Aires comen l de Buenos ra centro teatra tu er ap su año 1982, y zaron en el . da , fue escalona n ió nc fu con una blo Neruda, en la sala Pa Marcel Mars cé an actor fr del mimo y e del mismo en septiembr ceau. Recién en forma seo La Plaza Pa el rió ab año se completa. Formalmeontdee se 1989 de juli inauguró el 14 Antiguamente , en el predio de 23 000 m2 que ocupa hoy día el Paseo La Plaza, había un mercado municipal y algunos restaurantes. Dentro del complejo existe una variedad de más de 140 árboles. Hay quienes suponen que esos árboles pertenecían al viejo mercado municipal, pero lo cierto es que allí no había ni uno solo y que fueron plantados mientras se realizaban las obras de construcción del Paseo. Muchos recuerdan el día en que una grúa colocó la enorme palmera traída de Entre Ríos y que hasta hoy puede verse en el acceso de la esquina de Sarmiento y Montevideo. 62 << Arlequín ILUSTRACIÓN: NUNÖ Al princ ipio, es te com la parte plejo co central ntaba e con muy am n plio, en donde funcion se reali es gratu zaban itas y d diodía iarias (a y al fina l mel d e decidió la tarde ). En 19 transfo 94 se rmarlo con es en una cenario confite para po recitale ría der llev s y pro ar a ca puesta b o s artísti cas. un anfit eatro Arlequín >> 63 Arrimando incógnitas Acrílico sobre casimir Ernesto Bertani 64 << Arlequín Teatroxlaidentidad El dedo en la llaga escribe Daniel Fanego producción Cristina Fridman “… Y cambiar el plato de lentejas por una herencia fabulosa de cumbres inaccesibles…”. La frase, pronunciada por Severino Di Giovanni, llegó a mí por boca de Patricia Zangaro, con quien trabajábamos sobre las cartas dirigidas por Severino a su amante, América Scarfó, y que habían estado durante largo tiempo en poder del Gobierno nacional desde el fusilamiento de Di Giovanni en la Penitenciaría Nacional (en febrero de 1931, por orden del dictador J. F. Uriburu), y afirmó en mi conciencia la convicción que nos fue acercando a la lucha de las Abuelas de Plaza de Mayo y al ciclo Teatroxlaidentidad, que la tomó como propia en su búsqueda de los jóvenes (niñas y niños, entonces) que permanecen desaparecidos o apropiados y con su identidad cambiada. Corría el año 2000 y el puente hacia las Abuelas lo tendió Valentina Bassi, quien ya participaba de su lucha. Llegamos a la sede de las Abuelas con nuestras propuestas, y Estela, Nélida, Rosa, Alba, Abel nos abrieron el corazón y la cabeza mostrándonos una realidad más profunda y dolorosa que la que conocíamos. Pero también esperanzada, con historias de vida que tenían nombre y apellido, y que motivaron nuestra necesidad de saber más. Con la decisión de trabajar sobre los temas y los ejes con los que las Abuelas organizaban su búsqueda, Patricia Zangaro logró elaborar un texto dramático basado en hechos reales y cruzado por una estrategia ficcional, con eje en la duda, como alternativa a la mentira. Eran diez páginas maravillosas que desnudaban la mentira y la manipulación, y que permitían escuchar las voces de los jóvenes apropiados, sus preguntas, las contradicciones de sus apropiadores repetidas como verdades, con la belleza y la hondura de su pluma de gran dramaturga. Ensayamos con la colaboración de actores y actrices que hicimos del toro (reemplazo de apuro, de un actor por otro) una herramienta para garantizar la realización de las funciones. Empresarios como Pablo Kompel y Miguel Rottemberg facilitaron los espacios, y debutamos en menos de un mes, de ahí la idea de un semimontado, porque el trabajo terminó de moldearse en el escenario el día del estreno. Fue en el Centro Cultural Ricardo Rojas el 5 de junio de 2000 y debían ser cinco funciones. Ese mismo día, la cola del público se extendía por toda la cuadra y daba vuelta en la esquina. Tomamos unánimemente la decisión de hacer dos funciones para acoger a los que deseaban ver la obra A propósito de la duda, escrita por Patricia Zangaro(1). Y fueron más de cinco funciones (y todas únicas), y la lucha se convirtió en fiesta. Las representaciones, con entrada libre y gratuita, siguieron hasta fin de julio todos los lunes y, luego, continuaron en el Centro Cultural Recoleta (también en las Universidades de Arquitectura, Derecho y Psicología, y, en dos oportunidades, ante una multitud en la Plaza de Mayo). Esto, junto con el aporte de compañeros y teatristas que se sumaban, nos impulsó a pensar en algo más grande. Sigue siendo conmovedor recordar la convocatoria: “No hay escapatoria: o nos convertimos en juglares de nuestra gente, de su dolor, que es nuestro, y de su lucha, que también es nuestra lucha, o nos autocondenamos a quedar cristalizados para siempre en la tapa de una revista de moda o en la pequeñez del éxito individual y circunstancial”. Y el auditorio del C. C. Recoleta colmado se ponía de pie y aplaudía. El ciclo contaba con el sólido respaldo de toda la comunidad teatral. Días después, en el Teatro Del Nudo, facilitado por Miguel Rottemberg, elegimos la primera Comisión de Dirección(2) de Teatroxlaidentidad. No teníamos dinero ni subsidios, pero sabíamos cuál era nuestro objetivo: tender desde el escenario un puente hacia el público para llegar con las voces y los gestos del teatro a cada chico/a apropiado/a o con dudas respecto de su identidad. ¿Vos sabés quién sos? No es la duda la que daña, sino la mentira. Esos fueron los primeros ejes temáticos. No hubiéramos podido realizar esta tarea sin contar con el apoyo de las Abuelas, que con su lucha y su incesante búsqueda de justicia y verdad abonaron el camino. Con cada nuevo ciclo las salas se llenaban y los teléfonos en la sede de las Abuelas comenzaban a sonar, con numerosos llamados de jóvenes que dudaban acerca de su identidad. Querían saber más. Arlequín >> 65 » 2001 Más de treinta mil espectadores asistieron a de- » 2008 Se realizó el primer Encuentro Internacional de cenas de espectáculos en veinticinco teatros. Alrededor de setenta jóvenes se presentaron espontáneamente en Abuelas para preguntar por su identidad. Eudeba editó nuestro primer libro con todas las obras escritas para el ciclo. » 2002 Aun en medio de la crisis, funcionaron veinticuatro espectáculos en ocho salas durante dos meses. » 2003 Tres nuevos puntos cardinales se sumaron a la fiesta teatral: el sur, con Avellaneda; el norte, con San Isidro; y el oeste, con Morón. También salimos en este año al conurbano con Teatroxlaidentidad itinerante. » 2004 Se realizó en diez salas simultáneas. El lanzamiento fue en el teatro N/D Ateneo, con todos los elencos participantes y figuras del espectáculo. Talleres (grupos que venían trabajando desde junio de 2003), convocatoria a concurso de textos y Espacio Abierto donde participaron figuras populares. Teatroxlaidentidad cruzó las fronteras para debutar con mucho éxito en España. » 2005 Se reeditaron obras y se abrió un nuevo concurso. Entre ambos formatos se completaron en total trece obras en siete salas distintas, que también se presentaron por el país y por el mundo. El Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología editó nuestro segundo libro con todas las obras presentadas en los años 2002 y 2004. » 2006 Nos abocamos a la tarea itinerante, en el país y en el exterior, con nuevas propuestas, experimentando con talleres participativos, convocando siempre a un público multitudinario y aunando la participación de toda la comunidad teatral. » 2007 Festejando los 30 años de existencia de Abuelas de Plaza de Mayo, Teatroxlaidentidad ocupó ocho importantes salas porteñas, Metropolitan, Teatro Del Pueblo y Payró, entre otras. Textos breves o pequeños monólogos interpretados por grandes de la escena nacional, como Alfredo Alcón, Norma Aleandro, Enrique Pinti, Pepe Soriano y China Zorrilla, y jóvenes figuras, como Natalia Oreiro, Joaquín Furriel, Julieta Díaz o Rodrigo de la Serna. Improxlaidentidad inauguró el match de improvisación. Se editó con el auspicio del Ministerio de Educación el primer DVD documental y nuestro tercer libro con obras de los ciclos 2005 y 2007. Teatroxlaidentidad. Durante el mes de noviembre, en el Teatro Nacional Cervantes, participaron elencos de Madrid, Barcelona, Montevideo, Chaco, Mar del Plata, Córdoba, Entre Ríos y otros lugares, además de grupos de teatro comunitario, como Catalinas Sur (Improxlaidentidad), y de teatro de sordos, entre otros. » 2009 La actividad se concentró en llegar a todo el país, con el apoyo de las secretarías de Derechos Humanos, de Cultura y Educación. Se realizaron funciones en escuelas de nivel medio. Productores, elencos y salas importantes(3) tomaron la voz de Teatroxlaidentidad en cada función leyendo un texto que invitaba al público a sumarse a la búsqueda de los jóvenes apropiados. » 2010 Festejamos los diez años en el Teatro Nacional Cervantes durante tres semanas de agosto. En septiembre estuvimos en ocho salas de nuestra ciudad con obras seleccionadas por concurso. Con la lectura de la carta “Hoy todos somos Teatroxlaidentidad” en todos los teatros comerciales de la Capital Federal. Como cierre, en el Centro Cultural Konex, Los Pericos y Divididos se presentaron para conmemorar nuestros diez años. » 2011 Se realizó el Concurso de Obras Terminadas. Espectáculos premiados con el ACE, autores consagrados, los años 70, la intolerancia racial y la presencia de los nietos recuperados signaron un ciclo exitoso. También se realizó nuevamente la lectura de la carta en teatros comerciales. » 2012 Las obras recorrieron el país y, tras la convocatoria del Ministerio de Seguridad, se realizaron funciones en Gendarmería, Policía Federal y otras instituciones. Se abrió el Concurso de Textos Teatrales desde 2011 y el Concurso de Obras Terminadas. En julio, decenas de elencos vocearon al final de sus funciones: “¡Hoy somos Teatroxlaidentidad!”. El ciclo realizó funciones en agosto en el Teatro Cervantes y en septiembre –24 obras en 14 teatros–, muchas de ellas estrenos, Improxlaidentidad, Malvinas, Clownxlaidentidad, para un total de 15 000 espectadores. 66 << Arlequín Hubo textos traducidos al inglés y al francés, ediciones de las obras completas estrenadas en el ciclo. Teatroxlaidentidad fue declarado de interés por la Legislatura de la Ciudad de Bs. As. y distinguido por el Congreso Nacional, la Comisión recibió por su labor distintos premios y distinciones. Pero, por sobre todas las cosas, ninguno de nosotros fue el mismo, porque Teatroxlaidentidad nos devolvió nuestra condición de juglares de nuestra gente y resignificó nuestro oficio. Los entonces niños y niñas apropiados hoy ya son adultos. Muchas de las Abuelas han partido sin conocer el destino de sus nietos. Genocidas y represores mantienen el pacto de silencio y el delito se sigue perpetrando. Muchos de los jóvenes apropiados temen por las consecuencias penales hacia sus apropiadores. Son esclavos del alma. Y queda aún mucho por andar. Solo nos tomamos el tiempo para respirar y seguir levantando cada año el telón y poniéndonos la máscara del teatro para intentar sacarle, una vez más, la careta a la mentira. 2001. Palacio de Tribunales. Fotografía Institucional de Teatroxlaidentidad. (1) Elenco original: Márgara Alonso, Elsa Berenguer, José María López, Catalina Speroni, Manuel Callau, Diana Lamas, Chela Cardalda, Ana María Colombo, Valentina Bas- PREMIOS » 2001 Premio Trinidad Guevara a la labor teatral. G.C.B.A. » 2002 Premio Teatro del Mundo. Centro Cultural rojas. UBA / Mención especial “María Guerrero” Teatro Nacional Cervantes. » 2003 Fundación Alicia Moreau de Justo, por el aporte a la comunidad / Mención especial A.C.E. (Asoc. Críticos del Espectáculo). » 2006 Diploma de honor del Honorable Senado de la Nación (Com. de Cultura, Ciencia y Técnica) / Declarado de interés cultural por la Legislatura de la C.A.B.A. / Mención Pablo Podestá. Asociación Argentina de Actores. » 2008 Mención 8 de Marzo “Margarita Ponce”. UMA. » 2009 Premio Dionisios otorgado por la UNESCO. » 2012 Premio Konex. si, Belén Blanco, Pepe Monje, Lucrecia Capello, Antonio Ugo, Gonzalo Costa, María Figueras, Alejo García Pintos, Bruno Luciani, Martín Slipack, Tomás Megna, Florencia Massei, Los Verdes de Monserrat (Diego Cappagli, Julián Catalano, Marcelo Fucsi, Silvana Santos), Daniel Schapira, Esteban Prol, Titina Makantassis, Clarisa Gantos. Vestuario: Pepe Uría. Iluminación: Gonzalo Córdova. Música: Martín Bianchedi. Producción: Marta Barnil y Camila Fanego. Coordinación: Valentina Bassi. Dirección: Daniel Fanego. (2) Cristina Fridman, Susana Cart, Valentina Bassi, Diana Lamas, Luis Rivera López, Marta Betoldi, Eduardo Blanco, Joaquín Bonet, Norberto Díaz, Daniel Dibiase, Marcela Ferradas, Eugenia Levin, Claudio Gallardou, Coni Marino, Camila Fanego, Martín Orecchio, Daniel Fanego. (3) Daniel Grinbank, Pablo Kompel, Carlos Rottemberg, COMISIÓN ACTUAL DE DIRECCIÓN TEATROXLAIDENTIDAD Raquel Albéniz, Mathias Carnaghi, Susana Cart, Amancay Espíndola, Cristina Fridman, Patricia Ianigro, Eugenia Levin, Julieta Rivera López, Luis Rivera López, Claudio Santibáñez, Mónica Scandizzo, Mauro Simone, Anabella Valencia, Andrea Marina Villamayor. A Lino Patalano, Adrián Suar, Sebastián Blutrach, Roberto Bisogno, Fundación Somigliana, Javier Faroni, Payró, Apolo, Astral, Centro Cultural de la Cooperación, Centro Cultural Ricardo Rojas, Chacarerean Teatre, Centro Cultural Konex, Maipo, Metropolitan, Lola Membrives, Paseo la Plaza y Picadilly. Arlequín >> 67 Recaudar y distribuir Dr. Guillermo Ocampo, abogado especialista en propiedad intelectual escribe Dr. Guillermo Ocampo Las sociedades de gestión colectiva son el instrumento idóneo para la mejor defensa de ciertos derechos de propiedad intelectual que, por su naturaleza, resultan de imposible ejercicio individual. 68 << Arlequín En el caso puntual de los actores, su derecho de remuneración por la comunicación al público de sus interpretaciones, previsto en el artículo 56 de la ley 11723 y en el Decreto 746/73, carecía de una herramienta efectiva que contribuyera a su ejercicio, ello a poco que se tenga en cuenta que solo era posible el ejercicio individual que sustancialmente implicaba convertir el derecho en letra muerta. El dictado del Decreto 1914/06, que dispone la creación de la Sociedad Argentina de Gestión de Actores Intérpretes –SAGAI–, vino a consolidar la gestión de los derechos económicos de los actores, ya que, tal como ocurre en otros campos de la propiedad intelectual, conforma la herramienta apta para salvaguardar esos derechos. Las sociedades de gestión colectiva tienen básicamente dos objetivos: recaudar de los usuarios y distribuir a sus representados el fruto de dicha recaudación. Va de suyo que el objetivo de recaudar no fue un objetivo de fácil cumplimiento, ya que SAGAI es una entidad nueva que debe instalarse en el mercado y adquirir la notoriedad necesaria para que sea identificada como la representante de los derechos económicos que el referido artículo 56 concede a los intérpretes cinematográficos. Todo este proceso ha implicado un gran esfuerzo que, según mi opinión, ha dado buenos frutos. En cuanto al segundo objetivo –la distribución de los derechos económicos–, la cuestión tiene ciertas complejidades en el campo de los derechos de propiedad inte- I n st i t u c i o n a l lectual de los intérpretes cinematográficos. En el aspecto indicado, es claro que no hay dudas de que los derechos provenientes de las interpretaciones de actores argentinos que son comunicadas al público en nuestro país deben ser abonados a sus dueños sin distinción alguna. Sin embargo, no ocurre lo mismo con la comunicación al público de las interpretaciones de los actores extranjeros, caso en el cual –en forma previa a distribuir– hay que analizar quiénes están protegidos en el territorio nacional. Esta cuestión, que en términos técnicos se denomina reciprocidad, reconoce dos acepciones: a) la llamada reciprocidad formal, que implica que la protección al extranjero se otorga en tanto y en cuanto en su país de origen se le reconozca algún derecho, aun si este derecho no tiene la misma entidad que el otorgado por la ley argentina; b) la reciprocidad material, que implica que la protección a los artistas extranjeros se concede en tanto su legislación reconozca a los artistas argentinos un derecho de la misma jerarquía que nuestra legislación reconoce. Cabe acotar que, a diferencia de otros derechos de propiedad intelectual, en el caso de los intérpretes cinematográficos, no hay un tratado internacional vigente que defina una protección mínima, como, por ejemplo, el llamado trato nacional (darle a la obra extranjera el mismo trato que a la obra nacional) que la Convención de Berna reconoce para los autores, y la de Roma, para los intérpretes musicales. En este aspecto, el reciente Tratado de Beijing, aplicable a los intérpretes cinematográficos, aún no está operativo, ya que no ha tenido el número de adhesiones requerido, circunstancia a la que se suma el hecho de que para que sea aplicable en nuestro país debe ser ratificado y, hasta que ello ocurra, seguirá siendo de aplicación exclusiva la legislación nacional vigente. Así las cosas, ante la situación legal existente –tanto en el plano internacional como en la Argentina– SAGAI debió adoptar un criterio de distribución a los actores extranjeros en función de lo que se considerara actuación protegida en nuestro país. En este contexto, el factor justicia permitía arribar a una sola conclusión: que los actores extranjeros protegidos en nuestro país eran aquellos en cuyo país de origen la legislación protegía a los actores argentinos del mismo modo en que lo hace la legislación nacional, vale decir, la aplicación de la reciprocidad material. Podrá decirse que este criterio desprotege a los actores extranjeros, pero mucho más injusto resulta admitir un criterio que reconozca derechos a aquellos cuando el derecho de los actores argentinos carece de reconocimiento en su país. La gestión colectiva es una red que, a través de cada sociedad local, constituye la herramienta que materializa la protección de los derechos de los intérpretes cinematográficos en el mundo. Sin embargo, el presupuesto de su funcionamiento es que dichos derechos tengan un efectivo reconocimiento en la legislación, ya que, si ello no ocurre, pretender la protección de los actores extranjeros sin distinción alguna constituye una flagrante injusticia, no solo para los actores argentinos, sino también para los actores extranjeros cuya legislación sí reconozca una protección similar a la de la nuestra ley. Cabe aclarar que reciprocidad material no implica que los pagos entre sociedades deban ser equivalentes, sino que el repertorio argentino, cualquiera que sea su importancia, sea protegido y remunerado adecuadamente por el país en que se utilice. Por otra parte, la reciprocidad material no constituye una creación caprichosa de SAGAI para beneficiar, como maliciosamente se ha dicho, al colectivo nacional. A modo de ejemplo, la ley española de propiedad intelectual adopta el mismo criterio en su artículo 164, ap. 3, que establece: “En todo caso, los artistas intérpretes o ejecutantes nacionales de terceros países gozarán de la protección que corresponda en virtud de los convenios y tratados internacionales en los que España sea parte y, en su defecto, estarán equiparados a los artistas intérpretes o ejecutantes españoles cuando estos, a su vez, lo estén a los nacionales en el país respectivo”. Esta definición de la ley española reconoce la reciprocidad material. Ya hemos dicho que, en materia de reciprocidad, la legislación argentina abría la puerta a diversas interpretaciones en el campo de las interpretaciones audiovisuales, a lo que se suma la falta de un tratado internacional que consagre un estándar mínimo de protección, razones ambas que abonaron la interpretación de la Sociedad frente al reparto de los derechos de actores extranjeros. Más aún, el criterio utilizado por SAGAI se ha visto ratificado con el dictado del Decreto 677/12, que expresamente establece: “Las interpretaciones fijadas en grabaciones audiovisuales extranjeras u otros soportes tendrán amparo en la República Argentina cuando la legislación del tercer país consagre una protección similar a la reconocida en nuestro país para los intérpretes actores y bailarines que incluya derechos de remuneración por la comunicación pública, y tal protección les sea reconocida a estos mediante acuerdos de reciprocidad por sus trabajos en grabaciones audiovisuales nacionales u otros soportes emitidos en el extranjero”. La norma citada, dictada en ejercicio de facultades propias del Poder Ejecutivo, claramente define el marco en que ha de desempeñarse SAGAI cuando de derechos de actores extranjeros se trate, marco que no es otro que el de la reciprocidad material que oportunamente se adoptó por ser mucho más ajustado a un adecuado reparto de derechos. A Arlequín >> 69 No soy un caballo Teatro en estado puro 70 << Arlequín escribe Adrián Sack Un campo de decenas de hectáreas con pulpería, establo, molino y un enorme tanque australiano entra todos los miércoles, y con toda comodidad, en tan solo quince metros cuadrados de escenario. Pero ese no es el único milagro que consigue en cada función No soy un caballo, sino tan solo el primero: la obra de Eduardo Pérez Winter, sin presupuesto escenográfico ni de vestuario alguno, también se las arregla –y muy bien– para repartir cuatro papeles protagónicos entre solo tres actores. Así, con la sola asistencia del oficio y de su propio entusiasmo, Walter Jakob, Francisco Egido y Diego Cremonesi prometen, cada semana, llevar la inmensidad de la llanura pampeana al salón de una vieja casona familiar de Monserrat. Y si lo vienen cumpliendo desde hace cuatro años es porque también se acercan espectadores que están dispuestos a ver, entender, aceptar y disfrutar lo que hacen estos muchachos: puro teatro. O, quizá mejor dicho y con mayor precisión, teatro… en estado puro “Nosotros buscamos apropiarnos de todas las herramientas que tiene el teatro y no limitarnos solamente al texto, la iluminación o la escenografía, sino hacer arte dramático en amalgama. Es decir que partimos desde donde todos esos componentes están funcionando y, a partir de ahí, comenzamos a armar el texto escénico”, asegura Pérez Winter, quien también explica que la autoría de la obra es una creación colectiva de los cuatro y que procede, además, de sus propias experiencias e interacciones. “Desde que nos juntamos por primera vez, en 2009, todos estuvimos viendo las mismas cosas y cocinando lo mismo. No estamos primero en el laboratorio, para llevarlo luego al escenario. Todo lo hacemos ahí y siempre entre todos”, afirma. Ese “todo” incluye el argumento de esta historia, que ya lleva más de 70 representaciones y que trata de la historia de Esteban (Cremonesi), un hombre que decide acudir a la compañía de sus amigos de la ciudad para visitar el campo de su difunto abuelo y decidir qué hacer con la herencia que dejó. En esa aventura, el refinado abogado Fernando (Egido) y su más mundano compinche Matías (Jakob) intentan compartir, cuando no imponer, sus puntos de vista sobre el tema que desvela a Esteban…, aunque el propósito de ese viaje termina por transformarse en un decorado más visible que el real para la historia y el sentido de su amistad. El vínculo fraterno y los surcos arados por la confianza en la existencia de los personajes hunden sus raíces, también, en las vidas de carne y hueso de Jakob, Walter, Cremonesi y, por supuesto, Pérez Winter. Todos ellos son amigos gracias a la obra y, al mismo tiempo, gracias al señorial caserón porteño que hoy alberga a la sala Silencio de Negras, así como también a los trabajos, sueños y proyectos de los cuatro. “Hoy nosotros somos el grupo de gente que hace esta obra y, paralelamente, formamos la cooperativa que lleva este lugar y que surgió hace 10 años con el proyecto de encontrar un lugar para poder producir y apropiarnos de uno de los materiales importantísimos para el teatro, que es el espacio”, revela Jakob. La sala, ubicada en el primer piso de Luis Sáenz Peña 663, poco parece haber cambiado en su apariencia desde que fue construida como salón o dormitorio hacia la década de 1870. Claro que, ya en la más temprana juventud, los ladrillos de este porteñísimo edificio se rebelaron contra su destino original de albergar las vivencias de las clases pudientes: la gran epidemia de fiebre amarilla, que diezmó la población de Buenos Aires durante la presidencia de Domingo Faustino Sarmiento, vació esta enorme vivienda de sentido y de habitantes. En tropel, los ciudadanos más acaudalados de la entonces floreciente capital argentina emigraron hacia Palermo, Recoleta y Barrio Norte, para nunca más volver. Pero el éxodo no consiguió despojar a la vivienda de su pasado ni de su identidad, que fueron atesorados como valiosos bienes por Pérez Winter y los Arlequín >> 71 suyos en el momento de definir los lineamientos del espacio que buscaban crear. “Nosotros huíamos de los galpones, de los espacios negros o de falsa neutralidad, y en esa búsqueda nos encontramos con un lugar que tiene historia. Esto nos permitió darle vida a un lugar que ya la tuvo, y que tiene un inmenso pasado. Y nuestra idea de hacer teatro tiene que ver justamente con valorizar los materiales a partir de lo que ya están contando. No se trata de volver a cero, a la neutralidad, sino de hacer que el espacio cuente la historia con nosotros”, dice el director. Silencio de Negras, convertida así por su naturaleza en el quinto personaje de la obra, les da la bienvenida a los espectadores con la promesa de un espectáculo alejado de todas las convenciones del ambiente del teatro. La calidez de la ambientación, enmarcada por elevados techos y marquetería de antaño, se puede beber también en la copa de vino que la compañía ofrece antes de entrar. “El lugar no solo tiene que ver con el proyecto, sino también con la historia de Buenos Aires. Es una sala que no espera ser habilitada como teatro para incorporarse al circuito, ni estar homologada para funcionar como lo que está bien visto en este tipo de recintos, pero que a nosotros, sin dudas, nos estaba esperando”, observa Jakob. Diego Cremonesi, en tanto, también ve en este rincón de Monserrat un lugar inevitable de encuentro y de proyectos compartidos. “Gracias a esa vida, a esa interacción con el espacio, nos fuimos conectando con otros artistas, escenógrafos, directores, iluminadores… De esa forma conocimos a la gente que hoy está en esta obra en particular, con un espacio muy pequeño, con gran proximidad con el público…, pero donde nos animamos a utilizar todos los recursos posibles para ampliarlo y poder recrear un gran campo pampeano, como sucede en No soy un caballo”, dice el actor platense. La alusión a la “proximidad” entre elenco y público podría pecar de insuficiente, pero jamás de exagerada. La separación entre el escenario y la platea, hermanados por un único piso de parqué, es tan imaginaria como los caballos que acarician los personajes o las leguas que todos ellos recorren a menudo. En ese ambiente casi familiar, no pasa mucho tiempo para que los ambientes se agranden y los personajes se multipliquen. “Cuanto más concreto y real es el espacio, más lejos se puede llegar con la imaginación. En esta obra hay algo: que todo está en la actuación, que es lo que define a la escenografía. Las cosas no son por cómo dijeron que iban a ser, sino por el uso que les damos”. La observación corresponde a Egido, quien con solo colocarse la mano sobre su nariz, y sin cambiar de vestuario, pasa de ser un abogado elegante a un viejo paisano que conoce todas las historias, aún las más extrañas, del finado abuelo de Esteban. Pérez Winter adora apelar todo el tiempo a 72 << Arlequín este tipo de convenciones, que también forman parte del proceso de creación colectiva. “No trabajamos con un esquema rígido, en el cual un elemento escénico prima sobre el resto. Nos encontramos con unas particularidades que no están en otro lugar. Y esto nos hace mutar; por ejemplo: yo hoy lo estoy dirigiendo a Jakob en esta obra; hace unos días fui el iluminador de él en otra pieza; mañana voy a ser su actor en otra que está dirigiendo”, asegura el director. El caso puntual de No soy un caballo no es una excepción: la pieza fue escrita por los tres, aunque Cremonesi reconoce que, en esta oportunidad, fue Pérez Winter el que condujo “la autoría con autoridad” y el que logró domar el caos que suele generar todo proceso creativo. Sin embargo, todos y cada uno en el elenco privilegian el sistema de trabajo en vez de fijarse en “quién fue” el padre de la criatura. “Hay un trabajo dramatúrgico de Eduardo, pero todo se apoya en el objetivo de juntar a tres personas (que somos nosotros, que ni nos conocíamos) y empezar a ver qué surge. Así, de a poco apareció la idea de hacer algo en el campo, de tener convenciones para poder ampliar más el espacio y la cantidad de personajes. Es colectivo, ya que ha sido un juego de equipo y de ida y vuelta todo el tiempo, más allá de que el director, por supuesto, fue ordenando todo”, comenta. La aventura pampeana del trío de amigos porteños no habría tenido lugar ni sentido de no existir, entre ellos y dentro de ellos, el espíritu del teatro independiente. “Esta obra está sostenida por un elenco profesional que decide hacer teatro en Monserrat cada miércoles por la noche…, y para eso, por ejemplo, Walter puso como condición poder volver desde el interior cuando filmaba una película muy importante para poder hacer la obra. A nosotros nos mantiene un rito, casi ceremonial y religioso, de encontrarnos acá cada miércoles y que exista esta locura de que estemos en este lugar y que vengan a vernos”, comenta Pérez Winter. Jakob, tan consciente y feliz como su –esta vez– director, también reconoce que le resulta imprescindible encontrarse y reencontrarse todas la semanas en esa vieja casona con el arte salvaje y suelto que, al igual que Silencio de Negras, tampoco les pone límites a ellos. El espacio, autogestionado por todos ellos, nunca los va echar ni les va a sugerir ni imponer nada. “Somos independientes, no hacemos esto por plata y, sobre todo, somos felices. Aunque eso no quiera decir que no nos preguntemos siempre: ‘¿Por qué no vamos a un teatro, por qué hacemos un teatro de una casa?’. Nuestra inteligencia nos dice que es ridículo…, pero acá pasan cosas que fundamos nosotros y que no evocamos. Es una práctica que nos entusiasma y nos enriquece, y que no queremos dejar de hacer, más allá de esta obra”. Pero las dudas se van tras una sola copa de vino y un baldazo –o varios– de teatro. De teatro en estado puro. A I n st i t u c i o n a l Sucesiones Familiares pueden acceder al cobro de derechos escribe DRA. Florencia Prada Errecart A partir del fallecimiento de una persona se abre la instancia legal de la sucesión con el fin de transmitir a sus herederos el patrimonio que pudiera existir. Los derechos intelectuales forman parte de ese patrimonio, y SAGAI trabaja para facilitar que los familiares puedan acceder al cobro de esos derechos. La abogada Florencia Prada Errecart, responsable de nuestro Departamento Jurídico, nos habla sobre las tareas referidas al tema ¿En qué consiste el servicio que ofrece SAGAI a los herederos de nuestros socios? Nuestro Departamento Jurídico brinda asesoramiento legal y, en ciertos casos, se hace cargo de la gestión del trámite judicial sucesorio. Esta decisión es una respuesta institucional para muchos herederos que nunca habían iniciado la sucesión porque no había bienes para transferir. La irrupción de SAGAI modificó este panorama y generó que muchos cónyuges e hijos de actores se acercaran a nuestra sede para averiguar sobre el tema, ya que sin la declaratoria de herederos, no se pueden abonar. ¿Cuáles son los requisitos para que SAGAI efectúe dicho trámite? » Ser socio de SAGAI. » Que el causante (fallecido) no posea bienes registrables (p. ej., inmuebles, autos) a su nombre. » Que los únicos bienes transmisibles a los herederos sean los derechos intelectuales gestionados por SAGAI. » Que el monto de la última liquidación de derechos a percibir en nuestra entidad no supere el equivalente de dos salarios mínimos vitales y móviles. » Que el asociado fallecido tenga registrado su último domicilio en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Igualmente, siempre se pueden evaluar casos que, por circunstancias excepcionales, no cumplan con los requisitos mencionados, pero deben existir motivos suficientes que ameriten que la entidad se haga cargo del trámite. ¿Se han efectuado ya algunos de estos trámites? En los últimos dos años hemos realizado casi 30 trámites sucesorios y continuamente recibimos consultas de herederos. ¿Cómo debe proceder el heredero de un socio para iniciar el trámite sucesorio? Debe contactarse con nuestra sede a fin de solicitar una entrevista personal con alguno de los abogados del departamento. El asesoramiento profesional requiere el análisis inicial sobre el grado de parentesco para comprobar que el solicitante se encuentre dentro de la línea sucesoria prevista en nuestro ordenamiento legal. Posteriormente se evalúa el cumplimiento de los requisitos mencionados y se solicita la documentación necesaria para el inicio del trámite, como partidas de nacimiento, de matrimonio, certificados de defunción, etc. En caso de que los familiares no cuenten con dicha documentación, nuestro departamento intenta gestionarla en los registros correspondientes. ¿Tiene algún costo la realización del trámite sucesorio? La realización del trámite judicial es gratuita y la efectúan los abogados del Departamento Jurídico. Por el momento, los únicos gastos que deben afrontar los familiares son mínimos y tienen que ver con la publicación de edictos, la solicitud de partidas, sellados, etc. Es importante remarcar que estos gastos se descuentan de la liquidación pendiente del socio fallecido, mediante una autorización que realizan los herederos antes de iniciar los trámites. Estoy orgullosa de poder colaborar a través del Departamento Jurídico con la percepción de los derechos de propiedad intelectual de nuestros representados y de que los familiares puedan gozar de los derechos que muchos actores fallecidos no tuvieron en vida. La transmisión generacional es un importante legado que los artistas dejan a sus familiares; y el aporte que hacemos desde SAGAI nos llena de satisfacción, no solo porque muchas veces es el único bien que perciben los herederos, sino también porque quizás es uno de los bienes más preciados que ha podido dejar el artista: el fruto continuo de su trabajo. A Arlequín >> 73 F u n dac i ó n s ag a i C a pa c i ta c i ó n y f o r m a c i ó n Crece la oferta formativa de Fundación SAGAI Durante 2013, la Fundación SAGAI amplió su oferta de cursos, talleres y seminarios entendiendo que la formación de los actores y actrices es una parte fundamental de su desarrollo laboral y artístico. Pero nuestro objetivo no es solo brindarle al socio los conocimientos para mejorar sus capacidades técnicas, sino también agregar los valores que sostienen y le dan sentido a nuestra institución, como la solidaridad y la función social que el actor cumple colectiva e individualmente en la comunidad a la que dirige su trabajo, su imaginación y su afecto. A 74 << Arlequín Nuestros cursos 2013 De marzo a septiembre, 181 socios participaron de nuestros cursos totalmente gratuitos. » Seminarios de casting Tres seminarios de casting dictados por Norma Angeleri, en los que nuestros socios trabajaron sobre la dificultad de los actores a la hora de encarar un casting y cómo afrontar las tensiones que ese momento conlleva. » Canto y técnica vocal A cargo de Rubén Lesgart, durante mayo y junio nuestros socios trabajaron sobre técnicas para el uso correcto de la voz en el canto y la actuación. » Entrenamiento corporal para escena Maricarmen Arnó fue quien instruyó en la alineación del cuerpo, la flexibilidad, la fuerza y la respiración para generar un cuerpo consciente, disponible y ágil. » Taller del actor Para obtener herramientas de control artístico de los canales expresivos, Marina Wainer trabajó con los alumnos técnicas y ejercicios que respondían a cada necesidad. » Guion de cine y televisión Sabrina Farji acompañó a los participantes en su proceso de formación facilitando distintas herramientas para la creación de guiones de ficción de cine y televisión. Un grupo de participantes se sigue reuniendo para trabajar colectivamente en el desarrollo de guiones. » Curso de desarrollo, creatividad y autogestión de proyectos audiovisuales para cine, televisión y transmedia Ocho clases coordinadas por Santiago Giralt para desarrollar ideas y propuestas audiovisuales, y gestionar los canales para su realización y su distribución con las nuevas tecnologías. » Historia del teatro argentino Las características, los cambios y la evolución del teatro argentino son los focos del trabajo de Mónica Villa durante septiembre, octubre y noviembre en La Casa de Moreira. A Arlequín >> 75 F u n dac i ó n s ag a i Iniciativas de nuestra comisión de jóvenes Los socios que participan de nuestra Comisión de Jóvenes también apostaron a la formación y ya invirtieron parte de su presupuesto participativo en dos nuevos cursos: » Curso de dicción y proyección vocal para actores A partir de una propuesta de nuestros socios más jóvenes, durante septiembre, Verónica Grande dictó cuatro clases en 76 << Arlequín nuestra sede, con foco en el entrenamiento vocal y el uso y control de la voz. » Seminario intensivo de producción audiovisual Tres encuentros que se realizaron en el Centro Cultural Matienzo sede. Allí Marina Zeising intercambió técnicas y habilidades propias del quehacer audiovisual. » Una nueva modalidad: cursos a distancia La Fundación SAGAI becó la participación de 10 socios en los cursos a distancia del CELCIT que se desarrollan en el segundo cuatrimestre. Los cursos tuvieron como objeto brindarles a los socios de SAGAI un espacio donde profundizar sus conocimientos sobre los siguientes temas: Teatro Latinoamericano del Siglo xx, Gestión y Producción Teatral, Dramaturgia y Pedagogía Teatral. A Arlequín >> 77 F u n dac i ó n s ag a i ac t i v i da d e s Aplausos para la inclusión Primera función Los Pasantes realizada en la localidad de Moreno Los Pasantes, de Andrés Binetti y Mariano Saba 78 << Arlequín Estreno de obras El 21 de agosto, en la localidad de Moreno, la Fundación SAGAI junto con el Ministerio de Desarrollo Social y la Asociación Argentina de Actores pusieron en escena una de las tres obras ganadoras del concurso nacional Aplausos para la inclusión. De esta forma, quedó inaugurado el ciclo de teatro argentino que realizará 30 funciones en el conurbano. Esta propuesta teatral está integrada por las tres obras ganadoras del certamen, que abordan, entre otros temas, problemáticas de derechos e inclusión social. De los 108 trabajos que se recibieron en 2012, tres fueron seleccionados: » Los pasantes, de Andrés Binetti y Mariano Saba; » Yo no sé, de Andrea Soldini; » Es más fácil matarte, de Julián Mola. La Fundación SAGAI y la Asociación Argentina de Actores convocaron entonces, en el mes de junio, a los actores interesados a trabajar en las obras mencionadas, y los tres directores (Marcove, Lamoglia y Fiorillo) realizaron los castings correspondientes para seleccionar a los elencos definitivos, que quedaron conformados de la siguiente manera: » Los pasantes: dirección de Daniel Marcove; con Fernando Gonet, Enrique Dumont, Ricardo Díaz y Celeste García Satur (1). » Yo no sé: dirección de Eduardo Lamoglia; con Andrea Vázquez, Antonieta Lemme y María Barrena. » Es más fácil matarte: dirección de Corina Fiorillo; con Nelson Rueda, Lionel Arostegui, Gustavo Pardi, Ana Padilla y Daniel Moreno (2). A (1) Seleccionada para inaugurar el ciclo Aplausos por la inclusión. (2) Seleccionada para cerrar el ciclo que se presentará hasta fin de año en teatros del conurbano. Fuente de trabajo En 2013, generamos canales de comunicación directos y exclusivos para que nuestros socios puedan participar de las convocatorias a casting de tres series de televisión, y más de 70 actores y actrices se sumaron a iniciativas de la Fundación SAGAI haciendo lo que mejor saben y desean hacer: actuar. A Arlequín >> 79 F u n dac i ó n s ag a i Ciclo de Teatroxlaidentidad La Fundación SAGAI y la Biblioteca del Congreso de la Nación presentaron un ciclo (del 24 al 27 de septiembre) en el que se realizaron once obras de Teatroxlaidentidad con la participación de diecisiete actores y actrices. Teatroxlaidentidad es un movimiento teatral de actores, dramaturgos, directores, coreógrafos, técnicos y productores que se inscribe dentro del marco del teatro político y es uno de los brazos artísticos de Abuelas de Plaza de Mayo. Un movimiento cuyo objetivo es hacer nuestra la búsqueda de nuestras queridas Abuelas, quienes desde hace más de tres décadas siguen el rastro de cuatrocientos jóvenes que aún tienen su identidad cambiada (véase nota en página 64). La Fundación SAGAI considera que este tipo de espacios sirven como plataforma para difundir los valores relativos a los derechos humanos y la preservación de la memoria. A 80 << Arlequín Teatro Semimontado, ciclo 2013 Tres personajes a la pesca de un autor La obra Tres personajes a la pesca de un autor, estrenada en 2012 por socios de la Fundación SAGAI, fue declarada bien cultural por el régimen de promoción cultural del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Y ahora, con el aporte de la empresa YPF bajo el régimen de mecenazgo, y con la participación de un elenco de amplia y reconocida trayectoria, se realizará un nuevo ciclo de funciones en distintos espacios culturales de la ciudad. Los aparatos Los aparatos (estrenada este año en Andamio 90) aborda la temática de los electrodomésticos, esos artefactos que, si bien nos simplifican la vida, pueden convertirse en elementos que nos dominan. Divina Gloria, Carlos La Rosa, Emma Ledo, Daniel Mancuso, Alfredo Noberasco, Julio Pallero, Rubén Polimeni, Nilda Raggi, Alicia Schilman y Horacio Vay mantienen charlas relativas a este tema que, de tan serias, resultan divertidísimas. Dirigida por el maestro Francisco Javier, sobre el texto de Enrique Wernicke y la coordinación general de Ana Doval. A Arlequín >> 81 F u n dac i ó n s ag a i Por más ficción en la radio La Fundación SAGAI apoya la campaña Más Voces, Más Historias, de Narrativa Radial, declarada de interés cultural por la Secretaría de Cultura de la Nación. La campaña consiste en la producción integral y difusión de diez radioteatros breves que serán interpretados por socios de SAGAI con el objetivo de fomentar la ficción en la radio. Por otra parte, los referentes de Narrativa Radial realizarán una capacitación sobre ficción radial para nuestros socios más jóvenes. A 82 << Arlequín Participan del ciclo: Alejandra Darin Arturo Bonín Celina Font Cristina Allende Daniel Hendler Divina Gloria Gabriel Rovito Juan Vitali Julieta Diaz Laura Pages Marcelo Arteaga Maria Onetto Mercedes Funes Mora Recalde Norma Pons Osvaldo Santoro Pepe Monje Pepe Novoa Susana Katz Tony Lestingi Violeta Urtizberea Arlequín >> 83 F u n dac i ó n s ag a i Patacón de Cine 2013 A través del Premio Patacón, la Fundación SAGAI promueve y difunde el trabajo de los actores y actrices mediante el reconocimiento a la labor que realizan en sus primeros años de carrera artística (a la mejor actriz y al mejor actor –independientemente de su edad– de las películas argentinas participantes). Se entregó por primera vez en el año 2012, en el marco del 27.º Festival Internacional de Mar del Plata, y por segunda vez este año, 2013, en el 2.º Festival Internacional UNASUR (San Juan). El premio Patacón de Cine consiste en la réplica de la moneda acuñada por nuestro país en el siglo xix, a la que se le suma un premio en efectivo de $10 000. Nuestra fundación selecciona previamente a una terna de jurados para que visualice los diferentes filmes y emita su veredicto. Hasta ahora, conformaron el jurado Laura Cymer, Duilio Marzio, Héctor Giovine, Graciela Dufau, Pía Uribelarrea y Michel Noher. A El miércoles 14 de Agosto de 2013, se desarrolló en las instalaciones de SAGAI, la presentación oficial del 2do Festival de Cine Internacional de UNASUR, que se llevó a cabo en el mes de Septiembre en la ciudad de San Juan 84 << Arlequín Reconocimiento a la trayectoria Por segundo año consecutivo, la Fundación reconocerá la trayectoria de sus pares mayores de 80 años asociados a SAGAI. En el mes de octubre de 2013, ellos recibirán nuestro aplauso y el correspondiente estímulo económico de $15 000. A Serán reconocidos » Elena Lucena » Wagner Mautone » Mara Lasio » Maty Moray » Diana Ingro » María Concepción Cesar Ganadores del premio Patacón de cine 2013: » Mora Arenillas por su actuación en la película Por un tiempo » Oscar Ayala por su actuación en la película » María Maristany » Angela Ragno » Pochi Ducasse » China Zorrilla » Fernando Heredia » Juan Manuel Tenuta » Silvia Legrand » Elena Cruz » Nélida Romero » Fabio Zerpa » Susana Freyre » Beatriz Taibo » Graciela Araujo » Mabel Landó » Joaquín Bouzas » Daniel Tedeschi » Néstor Ducó » Hector Biuchet » Víctor Bruno » Guillermo Bredeston » Jorge Velurtas » Villanueva Cosse » Adela Gleijer » Raquel Alvarez » Jorge Romero » Elita Aizemberg » Cipe Lincovsky » Héctor Alterio » Patricia Shaw » Beatriz Bonnet » Harry Havilio » Daniel Durand » Maria Elena Huergo » Pablo Moret » Sandra Di Milo » Eva Morel » Juan Carlos Moreno » Fernando Di Leo » Hugo De Bruna » Ester Velazquez » Nelly Tesolin » Guido Gorgatti » Max Berliner » Iris Alonso » Reneè Roxana Darin » Dora Prince » Enzo Bai » Leopoldo Verona » Alicia Bellan » Juan Carlos Galván » Juana Hidalgo » Nya Quesada » Hilda Bernard » Gloria Montes » Diana Maggi » Mario Labarden » Aldo Kaiser » Perla Santalla » Zulma Grey » Jorge Rivera López » María Elina Ruas » Juan Carlos Dual » León Sarthié » Pepe Soriano » Bendita Berlin » Amalia Britos » Amelia Bence » Adelina Bielopolsky » Raquel Luisa Fernández » Rafael Carret » Tita Gutierrez » Francisco Pinto » Elcira Olivera Garcés » Amelita Vargas » Salvador Nestor D’alessandro » Marta Amanda Longo » Carmen Platero » Liria Marín » Nelly Prince » María Duval » Mirtha Legrand De Tinayre » Hugo Montero » Mario Casado » Juan Carlos Casas » Alejandro Duncan Días de pesca Arlequín >> 85 ¿Aislados? « El peor aislamiento será el que logren causar entre los actores argentinos » Uno de los fantasmas que sobrevuelan las reuniones o asambleas convocadas para tratar temas relacionados con la gestión de SAGAI es el tan temido aislamiento del mundo que sufriríamos los actores argentinos como consecuencia del conflicto generado, se tenga razón o no, con entidades similares del extranjero o asociaciones que las agrupan. Y digo “se tenga razón o no”, porque sin demostración fáctica de los hechos (enunciados, pero no denunciados por estas entidades extranjeras, y tras la campaña desatada desde estas usinas) cunde el pánico. Este peligro secesionista es honestamente expresado por varios compañeros en esos encuentros y es también parte de la argumentación en los correos desde donde se opina sobre la cuestión. Expuesto de esta manera, pareciera que el vínculo internacional con nuestros compañeros actores de distintos países, especialmente los latinoamericanos, se estableciera solamente por los intereses comunes en la obtención y los beneficios derivados de los derechos de propiedad intelectual que tramitan esas entidades. Ante esta situación se hace necesario aclarar que, históricamente, la relación internacional con los actores de distintas partes del mundo también pasa, o mejor dicho, principalmente pasa, por las organizaciones internacionales que agrupan a los sindicatos de actores de infinidad de países reunidos en la Federación Internacional de Actores (FIA) y especialmente por los que constituyen la Federación Internacional de Actores de Latinoamérica (FIA-LA), presidida actualmente por la Asociación Argentina de Actores. escribe 86 << Arlequín Luis Alí ( Secretario General) Como se ve, lejos de estar aislados, fuimos honrados en democrática elección con ese cargo, porque somos respetados como impulsores activos de la construcción de unidad de acción para lograr plenos derechos para los actores en todo el mundo, y somos ampliamente reconocidos por nuestra capacidad de lucha y organización para la consecución y defensa de esos derechos. Es bueno saber que en esos ámbitos internacionales se debate y se deciden acciones sobre la injerencia de las sociedades de gestión con relación a la actividad de los sindicatos. Parte de las resoluciones de los encuentros de FIA-LA en Toronto, Buenos Aires y en São Paulo, que atañen a este tema específico, son testimonio de la importancia de esa problemática. En todo caso, el grosero intento de injerencia que sufrimos en nuestro sindicato fue fomentado y ejecutado por organizaciones ligadas a las sociedades de gestión internacionales. Nuestra respuesta a ese intento, nunca contestada por esas organizaciones, fue contundente (véase: http://actores.org. ar/noticias/la-asociacion-argentina-de-actores-responde-latin-artis). I n st i t u c i o n a l La relación de la Asociación Argentina de Actores con nuestra sociedad de gestión, que implica el respeto de sus respectivas incumbencias y la mutua colaboración con el fin fundamental de brindar el bienestar al colectivo general, como en tantas otras cuestiones, es considerada un avance en la organización para la defensa de los derechos de los actores. Esto, por supuesto, no significa la obtención de un certificado de buena conducta de ninguno de los dirigentes de las respectivas organizaciones; ese examen se rinde constantemente y las conducciones se plebiscitan respetando los postulados estatutarios. La recurrente mención del aislamiento ha calado hondo y el miedo a quedar fuera del mundo ha sido instalado en el momento de discutir varios temas ligados a políticas que nos incumben. Sin la finalidad de hacer fáciles paralelismos y salvando la distancia con el tema que me ocupa, cabe decir que también se instaló el mismo miedo del aislamiento al tratar en nuestro país temas más complejos, como la recuperación del sistema previsional, de YPF, de Aerolíneas Argentinas, o el pago a los fondos buitres; y, paradójicamente, todos recordamos con amargura cuando “formábamos parte del mundo”, entregando vergonzosamente nuestro patrimonio nacional. El requisito de la reciprocidad argüida por SAGAI para protección de nuestros intereses con relación al derecho de propiedad intelectual es del mismo tenor que lo establecido en el artículo 81 de la ley de comunicación audiovisual en cuanto a que la publicidad para el territorio nacional se debe realizar con producción nacional, salvo en el caso de que haya reciprocidad con el país que quiera realizar una publicidad para nuestro país. Una manera de defender el trabajo nacional y nuestras fuentes laborales. Allí también partes interesadas antepusieron el peligro del aislamiento para que no se cumpliera la ley. El otro fantasma impuesto con el mismo sistema mediático de instalar la duda es el supuesto fraude interno. Este tema tiene la resolución al alcance de la mano: será necesario hacer las reuniones y asambleas que haya que hacer hasta que se despejen las dudas y se diluya la desconfianza. Será necesario reconsiderar las formas y cultivar un modo distinto de comunicación e intercambio de ideas entre los socios. De hecho, esta posibilidad está habilitada en tanto y en cuanto nos comprometamos y participemos. A Avances en la lucha por los derechos intelectuales SAGAI obtuvo un fallo favorable de primera instancia en el litigio que mantiene con la empresa de televisión satelital DIRECTV. El juez, Dr. Horacio Liberti, a cargo del Juzgado Nacional en lo Civil N.° 33, ordenó que la empresa debe pagarle a SAGAI el arancel establecido por la Resolución 181/08 de la Secretaría de Medios de Comunicación, que adeuda desde diciembre de 2006. Como hemos informado en varias ocasiones, la empresa DIRECTV se negó sistemáticamente al pago de los derechos gestionados por SAGAI, por considerar que los actores carecen de derechos intelectuales, lo que dio lugar a una instancia judicial que ya lleva 4 años. DIRECTV, que abona derechos al resto de las entidades de gestión (ARGENTORES, SADAIC, DAC y AADICAPIF), esbozó su defensa en la inconstitucionalidad de la normativa que regula la actividad de SAGAI, planteos que fueron rechazados por el juez. Si bien se trata de un fallo de primera instancia que no se encuentra firme, el antecedente es de gran trascendencia en el afán de consolidar cada vez más los derechos de los actores por la difusión pública de sus interpretaciones.A Arlequín >> 87 Compañía de funciones patrióticas « Y porque se ha salido de la infancia (…) se olvida que para llegar al Cielo se necesitan, como ingredientes, una piedrita y la punta de un zapato » (Rayuela, Julio Cortázar) ¿Será posible, en un futuro no muy lejano, clonar a Manuel Belgrano a partir de un diente? ¿Se lo imaginan despertando en 2050? ¿Es posible realizar un concurso televisivo para buscar nuevos himnos patrios o desandar el camino y cuestionar al ser humano detrás del prócer? Martín Seijo, director de la Compañía de Funciones Patrióticas, lo imaginó y adaptó estas ideas y muchas más en obras de teatro en las que la política y el desparpajo se unen para desafiar las convenciones, tanto del hecho artístico como de la historia que todos supimos conocer. Poner en jaque mate los discursos hegemónicos parece ser la búsqueda y el comienzo de “un hecho teatral efímero y único, de presencia obligatoria”. De su propia originalidad se desprenden las reglas para conocerlos: cinco años, diez obras y pocas funciones, porque lo efímero es su filosofía. Su particular manera de presentar con humor lo histórico y lo político siempre construye esta propuesta audaz, delirante y laberíntica. Ideas dispersas en un caos que en escena toma forma y sentido. Con la impronta de Cortázar, te invitamos a que saltes por las cuadrículas de nuestra rayuela para llegar al Cielo. 88 << Arlequín TIERRA Cuadrícula 1 La génesis (la suma de todos los deseos) Martín Seijo: Siempre me interesó la historia y la política, pero aprendí mucho más desde que empecé a hacer esto. Estudié Ciencias de la Comunicación, Ciencias Políticas y luego entré a un taller de teatro solo para sacarme las ganas. En 2004 lo pensé profesionalmente y en algún momento se juntó todo. Para 2008 no había mucho teatro político en las carteleras porteñas y se me ocurrió trabajar con obras que hicieran referencia explícitamente a la historia. Para entonces ni yo ni los demás integrantes sabíamos que íbamos a formar parte de un grupo que hace teatro político. No somos militantes, no hay una bajada de línea. Somos 18 personas que cada una opina a su manera y se construye algo desde el desconcierto general. Nuestro trabajo no solo está centrado en la historia, sino también en cómo repercute e influye en el presente. Tenemos un grupo estable, y nuestro objetivo es hacer eventos efímeros con temática historia y patria; a lo largo del tiempo, logramos una estética propia y un trabajo a largo plazo que reivindican las viejas funciones patrióticas del siglo xix; las que comenzaban (todas) cantándose el himno. Luego de un par de obras descubrimos que teníamos una estética muy escolar y también descubrimos que la primera experiencia teatral histórico-política habían sido los actos escolares... Cuadrícula 2 La Compañía en obra La historia es una reconstrucción, y nuestras obras también lo son. Es como un gran teléfono descompuesto. Muchos historiadores han hecho eso, han modificado o han dado por cierto algo sin chequearlo. Si hay una enseñanza es que eso es así, que se arma así, hay una verdad, algo pasó, hay que ver cómo llegar a eso y es mejor explicitar desde dónde se está hablando. Y eso genera un debate, un diálogo y una mirada crítica. Hay cosas que no sabremos nunca, que alguien se llevó a la tumba. Sirve para no idealizar a nadie: ni a la historia ni a la patria. Es una construcción que hay que hacer día a día, que es complicada y que necesita de consenso. Y tener en cuenta que todo lo que se imponga está construido y hay mucho de falso. Lo que hacemos es activar alertas. Cuadrícula 3 La historia bajo la lupa Hay un preconcepto generalizado de no creer todas las historias que se presentan como oficiales. Ese es el punto de partida desde el que trabajamos. En algún momento, solo hubo una historia oficial, y ponerla en duda es nuestro objetivo. Cuestionarla no quiere decir que esté mal, sino tener una mirada crítica. Siempre hay una construcción y un trabajo sobre documentos que marcan una tendencia y hay que estar atentos a esto, saber que la historia es un discurso más, que, obviamente, tiene reglas científicas. Y también hay un discurso histórico que fluye, que es político, que, sin duda alguna, es una construcción y que muchas veces no está documentado. Se construye sobre mitos. Nosotros no queremos denunciarlo, queremos mostrarlo... Cuadrícula 4 Lo político en escena Lo que sucede con el teatro político es que a veces es muy claro desde dónde se enuncia el mensaje y qué se espera, y no hay diálogo. Es un estereotipo, instalado por aquellos que no quieren que haya teatro político. Entonces, todo lo que es teatro político decididamente baja línea, no es gracioso, es solemne. No tiene que ser necesariamente así. Nosotros trabajamos desde ese punto. Saber que existe ese estereotipo y determinados temas y estéticas. Lo que hacemos es hacer algo entretenido y que, además, permita dialogar con distintos materiales, con distintos documentos... Arlequín >> 89 Cuadrícula 5 18 almas para la creación (y el delirio) » Martín Seijo (actor, dramaturgo, productor y director). » Paolo Bassegio (actor, diseñador gráfico, realizador de videos). » Claudia Mac Auliffe (actriz, agente de prensa). » Natalia Olabe y Paula Banfi (actrices, cantantes). » Fernanda Balcells (luces). » Daniel Miranda, Ernesto Fontes, Guillermo Valdez, José Escobar, Sergio Zanardi, Leandro Ibarra, Julieta Gibelli, Natalia Fernández Acquier (intérpretes). » Jorge Marino (fotografía). » Sebastián Pandolfelli, Alejandro Millán Pastori y Eduardo Espinoza (músicos). La Compañía de Funciones Patrióticas, que realiza presentaciones únicamente en fechas patrias, tiene aspiraciones de convertirse en un elenco estable de teatro, en un país por demás inestable. Su repertorio, integrado por obras que hablan de la patria argentina, tiene un sentido revisionista o restaurador, dependiendo del estado de ánimo ideológico de sus actores... Cuadrícula 6 La historia es varios delirios Unas veces, en Educación a Distancia planteábamos el tema de las nuevas tecnologías. El ministro iba a cerrar todas las escuelas e implementar un Plan Obligatorio de Educación a Distancia y eso, a un docente de cierta edad, lo impactaba. Otra vez hicimos una adaptación de un texto de Dragún (Osvaldo Dragún, Historia de cómo nuestro amigo Panchito González se sintió responsable de la epidemia de peste bubónica en África del Sur –exportación de latas de carne podrida–) con reminiscencia a la relación que tienen los Gobiernos con la zona sur, y nuestro programa de mano era una de esas latas. En el contexto de la creación del Instituto Nacional de Revisionismo Histórico “Manuel Dorrego”, armé una obra, 37.° Congreso de Revisionismo Histórico Nacional. Transcurría en el año 2050. Allí se organizaba un congreso de revisionismo histórico y se reveía la historia de Manuel Belgrano, con la intención de dejar a San Martín como el único prócer de la historia. Tuvimos la participación de Pablo Rago para uno de los videos. Esa obra tenía mucha interacción entre lo que pasaba en escena y lo que pasaba en pantalla, algo muy difícil de hacer... 90 << Arlequín Cuadrícula 7 El estilo hace la diferencia (inteligentemente desopilante) Si aparece un personaje como Juan Manuel de Rosas, no va a aparecer el Rosas malo que pintaba la versión oficial, sino un tipo más humano, con problemas, con dudas. Cometemos muchos errores cronológicos adrede, para que se note; se mezclan nombres para generar ruido y para que el espectador esté todo el tiempo poniendo en duda todo. Y luego de todas las funciones se ofrece una merienda patria que sirve para que el público pueda compartir con los actores sus puntos de vista. En la obra en que Belgrano es clonado, una pareja mayor se fue indignadísima, gritando, pero se quedó a comer los pastelitos patrios. Y eso está bueno; que se provoque sin subestimar al otro y sin agredirlo. La idea es resignificar el mito para que después el espectador construya con sus saberes. Siempre tratamos de llevar todo hacia la comedia. Sin embargo, nos han hecho devoluciones donde no solo les parecía cómico, sino que le veían un costado trágico. Se van encontrando datos, por ejemplo, un hecho que también utilizamos en la obra de Belgrano y el futuro es que en la época de Julio Argentino Roca exhumaron el cadáver de Manuel Belgrano. Dos ministros de Roca se quedaron con dientes de Belgrano. Fue un escándalo de la época. A partir de eso armé una historia en el futuro, en la que se clonaba a Belgrano a partir de ese diente. Aparecía en vivo y en directo, salía de una especie de heladera, y allí estaba en el año 2050... Cuadrícula 8 El desafío de una única función (el arte de lo efímero) En un principio fue muy difícil solventarnos hasta que llegó la Fundación Proa, porque las convocatorias que había en ese momento (2008-2010) no lo permitían, porque no podíamos rendir el tema de las funciones, ya que realizamos una función única. Tomamos no solo las fechas patrias típicas, sino que también estamos atentos a fechas, que quizás no se celebran, o que no hay una efeméride. Hay que empezar a pensar el teatro de otra manera. Tiene muchas convenciones, que hacen que el espectador se tenga que sentar de una manera, en una butaca, seguir determinado hilo. Por supuesto que cada tanto aparece una obra que rompe con todo eso, pero suele ser, como todo arte, bastante conservador con sus reglas, como una forma de supervivencia. Hacer una sola función es pensar el teatro desde otra lógica, y también es el arte por el arte. De la misma confusión de todos los materiales, después logramos hacer eso, y es tan efímero que lo hacemos y nos olvidamos. Cuadrícula 9 Cinco años de historia Decía Mariano Moreno: “Cualquier déspota puede obligar a sus esclavos a que canten himnos a la libertad; y este cántico maquinal es muy compatible con las cadenas de opresión de los que lo entonan”. Frente a los ojos del espectador se despliega un concurso televisivo que busca nuevos himnos patrios. Lo que surge de esa situación es una seguidilla de acciones hilarantes y un cancionero que se basa en la música de sus obras anteriores. Este año se cumplieron 200 años de la creación del himno, y la obra se basa en el libro de Esteban Buch, O juremos con gloria morir. Historia de una épica de Estado... C I E LO Me encantaría que todos los integrantes del grupo pudieran hacer de esto su medio de vida. Pero eso es casi una utopía. Algo que no veo tan imposible es tener la oportunidad de girar por todo el país o de representarlo en el exterior. También me gustaría ver al grupo trabajando en algún teatro oficial, vivir esa experiencia con todo lo bueno y lo malo que eso tiene. Trabajar con la compañía en las calles, en las plazas, al pie de los monumentos, y tomar con el público otro tipo de contacto. Hay que estar atentos, porque las funciones son fugaces, como la historia... y es recomendable estar ahí... ¡No permitas que te las cuenten! A Cuadrícula 10 De sueños y utopías Arlequín >> 91 Serie Pride Fotomontaje digital Cecilia Avendaño (Chile) 92 << Arlequín TEATRO I N FA N TI L Los 35 escalones La Galera escribe héctor presa Los padres fuimos Dora Sterman y yo. Gracias a que ella criticó severamente un trabajo mío, pudo gestarse una sociedad que decidió transitar el camino de la investigación de estilos y de contenidos para luego dar forma a un proyecto que todavía sigue vigente. En octubre de 1978, nacía el grupo La Galera... 35 años de trabajo. Los primeros pasos nos encontraron configurados como todos los grupos de trabajo de la época: independientes, itinerantes, a merced de las salas que podían hacer espectáculos a la tarde (por supuesto, sin mover las luces ni desarmar la escenografía del espectáculo de la noche). En esas condiciones, transitamos nuestros primeros años y pasamos del Teatro de la Cortada (luego Parakultural, donde estrenamos Callejeando) al Teatro Olimpia, donde presentamos Piedra libre para mi ciudad y Romance de trovadores. Luego seguimos por el Teatro Popular de la Ciudad, que manejaban Virginia Lago y Onofre Lovero, la pequeña sala de la “SHA” donde estrenamos El Hado de Pistacho. Fundart, el Auditorio Bauen, el Teatro Liceo y una temporada en el Teatro Alvear; hasta que, en el año 1986, Kive Staiff nos convoca para hacer un espectáculo en el Teatro San Martín donde presentamos Yo así no juego más. Pero recién en 1986, al alquilar un espacio en Corrientes y Mario Bravo, La Galera pudo empezar a gestar una forma distinta de hacer espectáculos. Allí nació nuestra primera sala y con ella las facilidades para hacer espectáculos sin depender de nadie. Quizás esta sea una de las razones de haber podido mantener tantos años de trabajo continuo: entender que debíamos generar acciones que fueran lo más ambiciosas y temerarias que se nos pudieran ocurrir, pero que a la vez debían tener un grado de factibilidad que permitiera embarcarnos en ellas. Ninguno de los proyectos encarados en nuestra historia puso en riesgo al grupo, y eso fue un signo de nuestro trabajo. En esa sala de la calle Corrientes, transcurrieron 10 años difíciles, pero muy intensos. El grupo empezó a crecer y crecer. En ese período estrenamos El último cola de perro, Payasos de la galera, La pajarita de papel, Alicia un país de maravillas, Vecinos de cuna, Eclipse de amor, El pibe, El mago de Oz y tantas otras obras, algunas de las cuales, como Robin Hood, siguen formando parte de nuestro repertorio actual. Las pautas fundamentales salvaguardaron el estilo de trabajo y, a pesar de las variaciones de lugares y públicos, mantuvieron inalterable la forma de contar nuestras historias: el juego como eje y las escenografías simples y prácticas con posibilidades de transformación. Sin dejar de pensar que fuimos, somos y seguiremos siendo un grupo itinerante, por lo que cada objeto que ponemos en el escenario debe poder ser trasladado a todos los lugares donde presentamos nuestras obras. Esos 10 años marcaron y afirmaron nuestra tendencia a un teatro cada vez más comprometido, pero, sin dudas, la nueva etapa terminaría por sellar el destino de La Galera. En el año 1996 las cosas no iban bien económicamente. La situación general era compleja; y luego de 10 años de pagar puntualmente nuestro alquiler, nos enteramos de que a fin de año nos quedaríamos sin sala..., debíamos comenzar de nuevo. Sin dinero, recogimos el guante y redoblamos la apuesta comprando, a través de un crédito hipotecario, un antiguo taller mecánico con techo parabólico en la calle Humboldt 1591 (nuestra sede actual). Entonces, manos amigas nos pusieron en contacto con el verdadero artífice de este milagro, el arquitecto Hugo Picabea, quien, sin conocernos, con increíble predisposición y entrega, nos ayudó a diseñar nuestra sala y nos enseñó a construirla. Contratamos a dos “obreros”, mi hermano Claudio y mi cuñado Diego Hopson (los únicos que podíamos pagar), y junto a ellos empezamos a hacer todo lo que el arquitecto nos ordenaba; mientras tanto, Lali Lastra recorría la ciudad buscando los mejores precios de materiales, de objetos, de sanitarios, en fin, de todo lo necesario. Comenzamos los trabajos el 20 de diciembre (14 horas por día y, luego de eso, los ensayos) y finalizamos cuatro meses después. El 27 de marzo de 1997, inauguramos nuestro espacio (sala para 110 personas, tres baños, depósito, boletería, camarín, cabina de luces, vestuario y oficina) con el estreno de El payaso de Oz. A partir de ese momento todo cambió y para bien. Arlequín >> 93 Tener una sala propia significa muchas cosas Primero, “la sala propia” fue pensada para chicos, con una tribuna que trajimos de nuestra sala de Corrientes y Mario Bravo, con un hall ambientado para el público menudo, con toda la calidez que debe tener un espacio creado para niños, con un acceso sencillo y con la premisa de que se viera bien desde todos los lados. Luego, “la sala propia” significó la prioridad del espectáculo infantil, pusimos el espacio y la técnica a nuestro servicio para producir espectáculos infantiles de primer nivel por sobre cualquier otra obra que se presentara en la sala. Y en esta nueva etapa, la maravillosa administración de Lali Lastra marcó el camino de la trasformación, porque muchas veces los líricos nos olvidamos de que para que podamos cumplir nuestros deseos tienen que existir los pragmáticos que marcan cuándo se puede y cuándo no se puede, y así, en menos de cinco años habíamos saldado el crédito y habíamos trasformado en propio nuestro teatro. Y fue también el impulso decisivo que necesitábamos para abrirnos camino en el exterior. La Galera comenzó entonces a presentar sus espectáculos en diversas partes del mundo. España nos recibió a lo largo de cinco años: realizamos doce giras con más de 350 funciones de Pido gancho, la historia de Carlitos y Violeta; Los abuelos no mienten; La arena y el agua; El Hado de Pistacho; y El payaso de Oz. En Montreal (Canadá), en México, en Venezuela, en Okinawa (Japón), en Francia (Lille y Dijón), pudimos mostrar nuestros trabajos, cosechamos premios y elogios, y fundamentalmente afirmamos nuestra idiosincrasia y nuestra identidad. Muchas veces nos dijeron: “La Galera es una isla, es un lugar que no refleja la dureza del medio, donde las cosas parecen sencillas y donde todo parece posible”. Coincido con esas apreciaciones, pero para poder lograrlo ha sido necesario trabajar mucho y chocarse más de una vez contra la pared, pasar momentos complejos, difíciles, en los que hubo que reafirmar más que nunca nuestra identidad. Hoy El presente nos encuentra estrenando Maléfica, una bella en apuros y El secreto del abuelo. Además, tenemos en nuestro repertorio 18 espectáculos destinados a diferentes edades, cuatro elencos con 18 actores, 4 técnicos, 3 músicos, un excelente equipo de venta, un maravilloso equipo de realizadores (escenógrafos, vestuaristas, diseñadores) y una personalizada atención al público desde nuestras oficinas. A 94 << Arlequín Aun en un país donde la cultura no es tomada con la seriedad que corresponde, es posible tener un proyecto de autogestión como el nuestro. » Más de 130 espectáculos estrenados » Más de 300 actores pasaron por nuestros elencos » Más de 15 000 funciones » Nos vieron tres generaciones de espectadores » 68 premios nacionales y 9 internacionales www.teatrolagalera.com.ar Stand up Cuando el humor pisa fuerte La fórmula es simple: un escenario vacío, un micrófono, algunas luces y, a veces, un pequeño banco donde suele apoyarse un siempre necesario vaso de agua. No mucho más se necesita, en términos escenográficos, para llevar adelante un show de stand up. Y, precisamente por la simpleza del despliegue escénico, solo aquellos que se animan a incursionar en el género saben que al salir a escena se enfrentan a un fascinante y vertiginoso abismo. Escribe Carolina Amoroso Arlequín >> 95 M a r t í n Ro c c o « La observación es fundamental. De ahí surge el texto propio, y es la mirada de uno la que lo hace interesante o no. Yo no tengo una rutina de trabajo. Se me ocurre una idea y la voy trabajando y expandiendo para crear el material zapato » 96 << Arlequín “Es una disciplina escénica que prescinde de la cuarta pared, es decir, se habla en forma directa al público. Se puede cantar, imitar, hacer un sketch, aunque se asocia más con el hablar”, explica Martín Rocco, uno de los referentes locales que comenzó a transitar el género hace ya veinte años. Este ex creativo publicitario, que empezó a plasmar sus observaciones diarias en textos que luego llevaba a sus rutinas, se convirtió en los años noventa en uno de los pioneros de nuestro stand up junto con Alejandro Angelini, Diego Wainstein y Hugo Fili, entre otros. Según observa, si bien se suele diferenciar al monologuista del estandapero, ambos oficios comparten la misma esencia: “No hay diferencia entre el estandapero y el monologuista. Aunque se asocia más al monologuista con las historias, los cuentos y con algo más cercano a la narración, son variantes de lo mismo”. Sin dudas, el stand up, tal como lo entendemos hoy, guarda una relación directa con la observación cotidiana. Por eso, tanto en nuestro país como en el exterior, los más reconocidos estandaperos suelen ser los que exponen con aguda comicidad una lectura de la realidad colectiva que no deja a un lado su sensibilidad personal. “La observación es fundamental. De ahí surge el texto propio, y es la mirada de uno la que lo hace interesante o no. Yo no tengo una rutina de trabajo. Se me ocurre una idea y la voy trabajando y expandiendo para crear el material”, asegura Rocco. A la hora de brindarnos su visión sobre la evolución del stand up en la Argentina (en estos últimos veinte años), Rocco es optimisma y asegura que tanto el público como los artistas crecieron, no solo en cantidad, sino, fundamentalmente, en calidad. “Creció en calidad y diversidad. Antes eran todos muy parecidos. Además, el público creció en conocimiento y sabe elegir mejor. Lo que distingue a los estandaperos argentinos es lo mismo que distingue al resto: los temas, los giros locales, en definitiva, la creatividad. Acá, tarde o temprano, se terminó haciendo del género algo propio y hoy la disciplina goza de muy buena salud, con artistas que están a la altura de los mejores”. Rocco, al igual que otros pioneros en el stand up, dio clases a varios artistas locales que quisieron indagar en el género. Entre sus alumnos estuvieron Sebastián Wainraich (con quien compartió durante varias temporadas el elenco de Cómico stand up), Eugenia Guerty, Sandra Guida y Cecilia Dopazo. “Enseñaba a escribir el material, a pulirlo y a presentarlo. Mostraba muchos videos de referentes consagrados para que vieran la riqueza y variedad del género”, cuenta. Como en todas las disciplinas, hay ciertas lecciones que solo logran aprenderse con la experiencia. Para Rocco, uno de los aprendizajes fundamentales que adquirió en su camino está vinculado a aquellos “salvavidas” a los que suele recurrirse cuando el material que se lleva a escena no logra el efecto deseado, es decir, cuando un aplastante silencio parece ocupar el lugar de las esperadas carcajadas. “No hay que apurar el material cuando no funciona. Hay que buscar salir para otro lado, pero no apurarlo. Igual, eso es algo que pasa al principio. Luego de un tiempo, es raro que uno salga a escena y todo un material no funcione, porque uno ya probó y sabe qué funciona y qué no”. S e b a st i án Wa i n r a i c h Espectador de stand up desde hace quince años y trabajador del género desde hace doce, cuenta que, en su recorrido, tanto sus inquietudes como su forma de abordar el trabajo fueron evolucionando. “Al principio, estaba más interesado por el chiste, por el ingenio. Con el tiempo eso fue cambiando y ahora escribo un texto sin buscar tanto el chiste. Si tengo ganas de hablar de un tema, me interesa profundizarlo, analizarlo. Ese texto que busca la risa, de otra manera, podría ser un drama. Con esa idea genero mi material”. A la hora de explicar su metodología de trabajo, agrega: “El proceso es raro, porque casi siempre me pongo primero a decirlo sin escribirlo y, una vez que lo escribo, lo vuelvo a ensayar y lo vuelvo a escribir”. Este conductor y actor, que presentó este año su propio unipersonal (Wainraich y los frustrados), observa también un prolífico presente en la escena del stand up local aunque asegura que, por la naturaleza solitaria del género, no es tarea fácil sostener un espectáculo de calidad. “Ahora explotó el stand up. Creo que es porque al público le gusta reírse y porque, en términos de logística, es fácil hacer un show de stand up. El tema es que después te la tenés que bancar arriba del escenario, porque, al ser tan despojado, como artista tenés que tener muchas herramientas o pocas pero sólidas”. Si bien el stand up es un género en el que los referentes más populares a nivel internacional han sido en su mayoría hombres, en la Argentina son muchas las humoristas que se arrojaron al universo estandapero y lograron una notable repercusión en el público. “A mí me parece lógico y natural que las mujeres suban al escenario a hacerlo y me resulta muy atractivo. Es un lugar de despojo, y ellas sacan una personalidad y unos textos sorprendentes”, observa Wainraich, quien además comparte su oficio y su vida con Dalia Gutmann, una de las estandaperas más reconocidas. El paso del tiempo, las modas, el consumo y la pareja son solo algunos de los temas recurrentes en el stand up. Pero basta solo con haber visto en acción a George Carlin, Jerry Seinfeld, a Louis CK, o a cualquiera de los grandes talentos que supo regalarnos este género, para darse cuenta de que la clave de este oficio no parece estar en abordar temas de gran singularidad, sino en agudizar la mirada para arrojar nuevas reflexiones sobre lo colectivo, entendiendo al arte de hacer reír como una tarea compleja y ardua. En una entrevista con The New York Times, fue el mismísimo Seinfeld (uno de los responsables del boom del stand up a nivel internacional) quien describió casi a la perfección la esencia del oficio: “Cuando reconocés un chiste como material preciado, ahí es cuando todo empieza. Si tenés el gen, para vos un chiste es algo increíble”. Y en la obsesiva búsqueda de esos bienes preciados, cada vez son más los artistas que se arrojan al difícil y solitario juego de hacernos reír, a ese divertido ritual de ofrecernos, con su humor, un reflejo de lo que somos. A Arlequín >> 97 Las óperas primas del teatro escribe Matías Umpiérrez Cuando Arlequín me invitó a escribir este artículo, se despertaron en mi mente cientos de imágenes referidas a uno de los proyectos que más emoción y felicidad me generan como curador y como artista. Hace muchos años, yo también pude dar un primer paso en el teatro, animarme a abrir alguna de las ventanas e ingresar por una de ellas con una posición tomada, intentando construir una mirada frente a los otros... y a mí mismo. Ese primer paso queda en la memoria de cualquier artista como un momento idílico, repleto de todas las inquietudes y miedos que generan el acercarse a un primer amor. Cuando me nombraron coordinador del área de teatro del Rojas, tenía 27 años, me temblaban las piernas por el solo hecho de pensar que debía llevar las riendas de la programación de los escenarios en los que debuté a los 18 años como actor. Así que me apoyé en mis colegas artistas, hablé con muchos de ellos (jóvenes y grandes, novatos y consagrados) y juntos fuimos descubriendo cómo seguir construyendo el área de teatro de una institución que se instala como un faro de Buenos Aires. A lo largo de sus casi treinta años de existencia, el Centro Cultural Rector Ricardo Rojas, dependiente de la Universidad de Buenos Aires, se instaló como un espacio abierto a la experimentación y como un semillero de artistas y referentes de distintas ramas del arte. En esta sencilla descripción, estaba la clave que debía combinarse en un mismo proyecto formalizando la aparición de nuevos creadores en el teatro e induciendo a la experimentación y a un espacio interdisciplinario. Tal vez fueron las crisis, o la dificultad de conseguir apoyos económicos para el arte, las que provocaron en los últimos años la aparición de artistas ansiosos por indagar 98 << Arlequín en diferentes lenguajes y por saltar de una disciplina a cierta edad (con dirección de Gabriel Fernández Chapo y la otra para convertirse en artistas de la frontera. Geraldine Seff); y, durante el mismo año, presentamos Por esto, las Óperas Primas del Rojas y los demás Dos cirujas, que marcó el debut en teatro del escritor Daproyectos del área de teatro se instalan en una frontera niel Guebel. En 2008 presentamos el primer trabajo del desprejuiciada, ecléctica y ávida de descubrir nuevas coreógrafo Pablo Rotemberg, llamado Nada te turbe, nada voces y maneras de producir las artes escénicas. te espante, con dramaturgia de Diego Manso. Ese mismo Desde abril de 2007, fecha en que fundamos este año, la actriz Elisa Carricajo presentó Dos mil treinta y cinproyecto, tres artistas noveles en el teatro son invitados co, de su autoría y dirección. Cerrando la edición 2008, para dar su primer paso en la dirección teatral. Algunos la obra Nelidora, de Santiago Loza, marcó el debut de la de estos directores son seleccionados por medio de una cineasta Anahí Berneri. Durante 2009 presentamos convocatoria abierta, y otros son invitados especialmenRocío (con dramaturgia y dirección de Lucía Panno); Reste. En ambos casos, no hay restricciones de temática, ni plandor (espectáculo de Anahí Martella a partir de la drade edad (ya que a lo largo de la historia, queda claro que maturgia de Héctor Levy-Daniel); y, cerrando el terceto no hay una edad para construir un primer trabajo en de Óperas Primas, comisionamos al dramaturgo Román el arte). Las invitaciones especiales se refieren a intePodolsky el texto del espectáculo Justo en el vacío, debut grar al proyecto artistas de otras disciplinas para que en la dirección teatral del coreógrafo Alejandro Cervera. nos den su punto de vista sobre la producción teatral En 2010 acercamos al público un díptico conformado generando su primer espectáculo en el área. A lo largo por el espectáculo Atlántica Sara, con texto y dirección de de estos últimos siete años, han debutado más de veinte Juan José Santillán, y Sueño con cebollas, espectáculo de directores que nos han brindado trabajos fundamentaNatalia Casielles. En 2011, Silvia Guisto presentó Irreal; dos a partir de distintas metodologías. Desde el punto de por su parte, Candela García Sciaroni estrenó su obra La vista dramatúrgico, los distintos creadores partieron, en vida boca arriba; y, en esta edición, invitamos al director de la mayoría de los casos, de dos maneras de producción cine Matías Piñeiro a que debute en el teatro presentando textual: dramaturgia de escritorio (a partir del trabajo Y cuando no te quiera, será de nuevo el caos (obra que luego del autor, con texto original o adaptado, en solitario) o llevó al cine con el título Viola galardonada recientemente dramaturgia del actor (a partir de creaciones colectivas en varios festivales nacionales e internacionales). En o proceso de reescritura de textos que parten de im2012 conformamos un tríptico con los espectáculos Soñar provisaciones con los intérpretes). Los resultados en la despierto es la realidad, de Mariana de la Mata, A dónde van dirección y la puesta en escena han sido radicales: desde los corazones rotos, debut como directora de la escritora obras más cercanas al realismo hasta construcciones Cynthia Edul, e invitamos al coreógrafo Luis Garay para menos representativas, o más cercanas al teatro físico, que produzca su primera pieza teatral titulada La tierra de objetos, o más conceptuales, entre otras maneras de tendrá dos soles. Este 2013 abrimos la temporada con 3 abordar el montaje. Lo mismo ha sucedido con el cuerpo nuevos estrenos: Doberman, de Azul Lombardía, Derrotero del actor, ya que la tradición del teatro argentino siempre o las ausentes, de Juan Ignacio Bianco, y La marea, último despierta una enorme diferencia entre las distintas poécorte, de Josefina Recio. ticas que instrumentan el trabajo actoral. Año a año, el proyecto ha transgredido las puertas del Por su parte, Óperas Primas se instala como una plataRojas logrando que varios de los espectáculos reciban forma que potencia el trabajo de tres creadores emergendistintos galardones y, a su vez, despertando el interés tes que delimitan una zona visible para un público ávido de festivales internacionales e incentivando para que por descubrir nuevas miradas. En este sentido, el públinuevas generaciones se sigan animando a ingresar en el co ya reconoce que, en la primera parte del año, tendrá teatro. A la posibilidad concreta de acercarse al Rojas a explorar Centro Cultural Ricardo Rojas cómo piensan el teatro las nuevas generaciones. Corrientes 2038 / 54 (011) 4954-5521 / www.rojas.uba.ar En la primera edición del proyecto, en 2007, estrenamos los espectáculos El trompo metálico (con texto y dirección de Heidi Steinhardt), El amor en los tiempos del dengue (del escritor Daniel Link y la directora-productora de cine Saula Benavente) y Harriet. Boceto sobre una inglesa de Arlequín >> 99 100 << Arlequín M ARIA N O T E N C O N I BLA N C O D r a m at u r g o , a c t o r , d i r e c t o r De cerca nadie es normal Como los ríos subterráneos que en el poema de Pablo Neruda horadan el fondo de los volcanes, el cuarzo o el oro, el repiqueteo intenso del deseo suele romper también todas las barreras escribe Alberto Catena fotos Sebastián Miquel A los 31 años, y con una promisoria carrera como dramaturgo y director teatral, Mariano Tenconi Blanco lo sabe bien. Su familia de clase media le aconsejaba una y otra vez que siguiera Ciencias Económicas para asegurarse un futuro laboral estable. Pero no fue suficiente, su pulsión de escribir, que lo acompañaba desde niño, fue más fuerte. Y a pesar de que estudió, se recibió y trabajó en marketing unos cinco años (tal vez como una forma de satisfacer a sus mayores), desde los 14 años ya sabía que lo central de su vida sería dedicarse a escribir. La llave de entrada a esa disciplina artística la encontró en el teatro. Fue allí donde, después de estudiar actuación, descubrió cuál sería el verdadero cauce por el que se deslizaría su escritura. Un cauce que es el de crear materiales que puedan trascender el exclusivo destino de silencio y reposo (que ofrece el libro) en espera de un lector, función que tampoco Mariano le niega al texto teatral. O sea, ir más allá de eso y convertirse, mediante un juego compartido con otras personas, en disparador de un fenómeno distinto, como es el teatro, el espectáculo escénico. Claro que accede a ese fenómeno también por otras puertas porque, además de escribir, dirige. Él atribuye en parte ese hecho a la modalidad imperante entre sus padres teatrales, la gente que más incidió en su formación, que solía practicar ambos oficios a la vez. Su generación se constituyó en lo fundamental bajo ese modelo. Y al empezar a escribir obras le resultó difícil encontrar directores que tomaran sus textos. No hay tantos que se dediquen nada más a dirigir. Entonces, habiendo estudiado actuación y con algunos textos de mi autoría en mano, me dije que había que tomar el toro por las astas y asumir también la dirección. Ya en el taller de Ricardo Bartís, que es en el que más tiempo estuve, él me decía que yo actuaba mal, pero que mis opiniones, respecto de mi trabajo y el de los otros, eran buenas. Y así se me acercaban algunos compañeros para pedirme que trabajara con ellos en alguna escena, pero no como actor, sino como una especie de supervisor, de opinador. Arlequín >> 101 Y eso le fue dando cierta práctica que enriqueció, entre otras experiencias, con dos trabajos de asistencia de dirección al lado de Alejandro Tantanian en las obras Blackbird y Las islas. Se aprende más que nada dirigiendo, solo o asistiendo a un director. Y se sigue aprendiendo a lo largo de la vida. No es que no haya seminarios de dirección recomendables, pero son pocos y es medio complejo cumplir con algunas exigencias, porque para hacer un trabajo hay que convocar vestuaristas, autores, iluminadores, escenógrafos. Y disponer de todas esas personas o de algunas de ellas suele ser complicado. Tenconi Blanco es autor de las siguientes obras: Un maestro es como un niño para un policía (2009), Montevideo es mi futuro eterno (2010), Lima Japón Bonsái (2011), Bollywood La Paz (2012) –estas tres últimas forman parte de la saga Canciones de amor para hacer la revolución, todavía sin terminar– y Quiero decir te amo (2012). También ha escrito La fiera, con actuación de Iride Mockert, que estrenará en septiembre. Y tiene en escritura Juárez remake, un policial negro sobre los crímenes en esa ciudad de México. Este año, luego de asistir al Festival de Teatro de Querétaro (México), viajó a Ciudad Juárez y allí empezó una tercera versión de la obra, que niega las anteriores. Es que estando allí me contaron algunas historias que quería incorporar al texto. Veré qué sale finalmente. Ha dirigido todas sus obras, pero también textos de otros autores. En el Festival de Querétaro dirigió la pieza corta Cinco secretos, del mexicano Alfonso Cárcamo, mientras una directora norteamericana trabajó con su texto Las próximas. Participó también en el Long Distance Affair, un ciclo de teatro realizado vía skype en Nueva York. Alguien va a un hotel en esa ciudad y frente a una computadora asiste a la interpretación de una obra que un actor representa en otro país. Mariano participó en esa muestra el verano pasado con una obra suya que montó la directora rumana Ana Margineanu e interpretó la actriz Victoria Chen, de Singapur. Y ha sido invitado para la próxima edición –ya se han hecho cuatro– que se realizará para Edimburgo, Escocia. Estuvo, además, en la Feria Mundial de Fráncfort de 2010 junto a otros dramaturgos argentinos e integró con el texto 1982 la edición de 22 títulos, la mitad de autores argentinos. Formas de actuación Creo que es bueno para el actor formarse en distintas escuelas. En mi caso pasé por algunas más por azar y desconocimiento 102 << Arlequín que por otra cosa y me dejaron muy poco. Otras, como la de Ricardo Bartís, me aportaron mucho. El trabajo de este director con los actores siempre me interesó. Eso a pesar de que un montón de elementos de mi trabajo difieren de los suyos, por empezar, el vinculado con la escritura. Yo tengo un vínculo estrecho con ella, Bartís, aunque es un excelente dramaturgo, reniega de eso. Me gusta una forma de actuación para nada ceñida al texto. A mí escribir me sirve, entre otras cosas, para no tener ningún respeto por lo que pongo en el papel. Sé que el texto está ahí y que nos va a dar una buena herramienta para empezar a trabajar, pero que, en definitiva, lo que tiene que aparecer es otra cosa, generalmente influenciada por el trabajo de los actores. El año pasado, y también este, di seminarios de actuación en el San Martín porque me resulta placentero trabajar con los intérpretes y pensar en su oficio. A veces hay muy buenos actores al servicio de obras viles, pero viles en el sentido estético, planas. Me movilizan los buenos actores que ponen su capacidad técnica y emocional al servicio de una política, porque la estética es en definitiva una política. Por eso me desagrada la actuación que remite a lo televisivo, lo televisivo considerado grosso modo. O sea, no acepto la actuación que hace una mímesis de lo real. Sí la que se asume como artificial, pero trasciende esa barrera y logra que esa suerte de construcción emocione y vincule al espectador. Ariane Mnouchkine dice: “El director tiene que darle al actor posibilidades para no ser realista”. Yo estoy de acuerdo con eso. En mi opinión, el realismo (N. del R.: se refiere al realismo que parte de una hipótesis mimética de la realidad) tiene dos grandes problemas, que a la larga son políticos. El primero es ingenuo. Hacernos creer que estamos de verdad en Rusia cuando pasa el taxi en la esquina tocando bocina es, en todo caso, cándido. De ahí que me parece bien aceptar el carácter artificial de lo que ocurre en un escenario. Lo que convoca al teatro es otra cosa. El segundo problema consiste en que toda la estética de los medios de comunicación masiva, la de los poderes imperantes sobre la mente, por decirlo a la manera de Philip Dick, se basa en el realismo. Los noticieros y los programas de televisión juegan al oficio de detectives y no se privan, incluso, de mostrar cadáveres para que las escenas sean más realistas. Lo que impera allí es la estética del reality show. Entonces, una manera de oponerse a esa hipótesis de la televisión de que todo es verdadero es planteando que todo es falso, que todo es construido. Incluso es bueno hasta poner en crisis el carácter de representación del teatro. Consultado sobre el actual fenómeno de masiva producción teatral en Buenos Aires, el autor y director contesta con la misma claridad de opinión y contundencia: Estamos viviendo desde hace unos diez años un fenómeno ex- plosivo de estreno de obras. Un hecho que parecería no reconocer barreras. Estrenar una pieza en la ciudad no da la impresión de ser difícil. Hablo para proyectos pequeños. Nos juntamos tres de nosotros, armamos una historia con algunos elementos y buscamos una sala para montarla. Y hasta es posible que, si alguno del grupo tiene un amigo en la sala, el dueño ni vea la obra y se limite a aclarar cuáles son sus días disponibles. Y ya está. O sea, sin saber si lo que se dará en su sala es una obra maestra o una chantada de tres atorrantes. Eso genera para mí un movimiento bastante grande y disímil, porque cualquiera puede estrenar. Un amigo mío dice que los dramaturgos deberían dividirse entre los que leen y los que no leen. Hay algunos que leen y otros que no leen pero escriben igual. Hay dramaturgos que leen un montón, que tienen un imaginario muy particular, que desarrollan un discurso estético y que se visualizan como artistas. En cada obra nueva están dialogando con algo. Uno de mis autores favoritos es Ariel Farace, pero hay muchos más autores de calidad. Maruja Bustamante me gusta, también los textos escritos por Nacho Bartolone, que pronto estrenará su primer trabajo. Los monólogos de Santiago Loza. Por supuesto, Tantanian, mi maestro. Y por otro lado, también hay muchas personas que tienen cinco o diez años de formación actoral pero carecen de formación literaria o como dramaturgos, y se lanzan a escribir una obra. Bartís es un artista excelente y ha montado obras estupendas a partir de lo que han llamado la “dramaturgia del actor”. Pero eso no significa que el procedimiento está probado y aprobado. Está probado en tanto los intérpretes o los que llevan adelante ese proyecto lo realicen en un nivel similar al de él. Y de forma distinta, porque si no lo que se genera son hijos bobos. Como espectador, no me gusta ver una obra con malos actores o con mala dramaturgia. Desde luego que hay artistas que de modo deliberado trabajan con procedimientos donde la dramaturgia no es importante o es negada, pero la mayor parte de las veces en que ocurre eso es por incapacidad o desconocimiento de la escritura. Dos cosas me interesan con relación a esta profesión. Una es pensar al dramaturgo como escritor. Hay varios autores hoy en esa línea. Si el dramaturgo se piensa como escritor se puede dar que en su escritura prime lo teatral, del mismo modo que en Borges primó la estructura de cuentos o poemas y no novela. Puede haber un escritor que escriba teatro y poesía y no narrativa. Lo otro que me gusta es pensar cada proyecto como un discurso, como la expresión de lo que necesito decir en cada momento. Y siento que hay varios que estamos en esa corriente. En mi caso la escritura es claramente mi proyecto político, más allá de saber que se expresa desde la estética y no es desde un lugar panfletario o partidario. Pero ¿no es que el arte no puede cambiar el mundo? El mundo no, pero a algunas personas sí. Yo me siento absolutamente construido por la ficción. Mi discurso amoroso o mis experiencias vinculadas al amor han estado mediadas por las películas de Woody Allen, que me han condicionado más que las primeras dos o doscientas chicas que me dijeron que no. Es verdad que hoy la vieja creencia revolucionaria de que el teatro podía cambiar el mundo suena naif, pero también hay una cuestión micropolítica que ejerce su poder transformador. En una función de viernes lluvioso a la noche, tal vez, un chico o una chica se fueron del teatro pensando o sintiendo algo distinto a lo que sentían antes y, entonces, allí hubo una pequeña vida que cambió con una hora de teatro. A Arlequín >> 103 Panorama Sur escribe Alejandro tantanian fotos Ernesto Donegana «...Quienes participan de Panorama Sur no son alumnos que toman un curso intensivo, son artistas que se reúnen en un espacio que construye una experiencia enriquecedora de intercambio, reflexión y trabajo colectivo » Panorama Sur es un espacio de creación y formación para artistas que se ha consagrado como una plataforma de intercambio internacional. Se trata de un programa intensivo de artes escénicas que cada año conjuga, a lo largo de tres semanas, un seminario para dramaturgos, workshops y clases magistrales dictadas por reconocidas personalidades locales y extranjeras, y la presentación de aclamados espectáculos internacionales abiertos al público. Bajo mi dirección general y artística junto con Cynthia Edul (THE-Asociación para el Teatro Latinoamericano) y con el soporte curatorial de Joachim Gerstmeier (Fundación Siemens Stiftung, Alemania), desde 2010 Panorama Sur se ha afianzado como un referente en la región. En 2012 sumó sus fuerzas el Goethe-Institut, que puso a disposición nueve becas y su red de sedes en América Latina para ampliar la convocatoria y facilitar la participación de dramaturgos latinoamericanos en el seminario. El Seminario Intensivo para Dramaturgos, de habla hispana (núcleo de Panorama Sur, el claro corazón del proyecto), fue, desde la fundación del espacio, el eje sobre el cual se articuló la posibilidad de construir red en la región. El simple hecho de que veinte artistas de procedencias diversas (Latinoamérica toda, Estados Unidos y España) convivan por espacio de tres semanas ha permitido que, a lo largo de las distintas ediciones, se haya desarrollado un nuevo canal de comunicación. Al día de hoy, Panorama Sur ha permitido la vehiculización de proyectos entre artistas que, tras haber compartido el seminario, comenzaron trabajos en colaboración, tejiendo de esta manera la red más profunda que pueda establecerse, la red cultural: el surgimiento de nuevas formas de conversaciones artísticas en la región, un puente que ha empezado a construirse y ya da resultados más que evidentes. El otro punto para destacar es la red de colaboradores que Panorama Sur ha construido en estos cuatro años. Fuera de la hegemónica gestión del Estado, propia de nuestro país, nuestro espacio se construye con la cooperación de actores determinantes del campo cultural argentino e internacional. Desde la originaria colaboración de la Fundación Siemens de 104 << Arlequín Alemania y la del Goethe Institut, el Malba, el Departamento de Artes del Movimiento del IUNA, el Ministerio de Cultura de Uruguay, el TACEC, el Complejo Teatral de Buenos Aires, todos estos espacios colaboran, tanto en curaduría como en financiación, para que este proyecto sea posible. Esto implica un nuevo modo de hacer gestión cultural en la región, en el que no hay propiedad sobre los proyectos y procesos que se desarrollan, sino un modo de tejer conexiones para producir y comunicar hechos artísticos de relevancia, entrenamiento de los artistas y comunicación entre las diferentes escenas teatrales del mundo. Se suele mencionar a Buenos Aires como la capital del teatro latinoamericano, en virtud de la gran cantidad de obras que se estrenan cada año en sus salas. El vacío que Cynthia y yo identificamos en relación con políticas públicas e iniciativas privadas que dieran cuenta de esta realidad fue lo que nos llevó a trabajar juntos en un proyecto destinado a satisfacer necesidades que no eran tenidas en cuenta en el escenario cultural. Así, impulsamos la génesis de un espacio que partiera de una reflexión sobre la práctica por parte de los propios hacedores y que se sustentara en la idea de red: quienes participan de Panorama Sur no son alumnos que toman un curso intensivo, son artistas que se reúnen en un espacio que construye una experiencia enriquecedora de intercambio, reflexión y trabajo colectivo. Con esta idea, y aprovechando el lugar privilegiado que Buenos Aires ocupa en la escena teatral latinoamericana, intentamos impulsar una nueva forma de hacer gestión en cultura: de manera independiente y a través de la búsqueda de subsidios y de asociaciones con instituciones del campo cultural. Panorama Sur viene proponiendo una reflexión en el campo de las artes escénicas bajo el lema “Más allá de la representación”. En ese sentido, propuestas como las de Richard Maxwell, Forced Entertainment & Tim Etchells, Rabih Mroué y Meg Stuart, entre otros (artistas que presentamos en ediciones anteriores y que nunca habían visitado nuestra ciudad), permitieron pensar diferentes anclajes de la misma problemática. La edición 2013 en su conjunto propuso reflexionar en torno a la percepción de lo que usualmente llamamos espacio teatral y su anclaje en la sociedad. Este año se presentó como centro del programa el laboratorio de artistas colombiano Mapa Teatro. Desde su creación, Mapa Teatro trazó su propia cartografía en el ámbito de las artes vivas, un espacio propicio para la transgresión de fronteras (geográficas, lingüísticas, artísticas), para la confrontación de problemáticas locales y globales, y para el montaje de medios y dispositivos desde una perspectiva transdisciplinaria. Y en los últimos años ha hecho énfasis en la producción de acontecimientos artísticos entre micropolítica y poética: a través de la construcción de etnoficciones y la creación efímera de comunidades experimentales. También genera procesos de experimentación artística que se desarrollan en distintos ámbitos y escenarios. Mapa Teatro presentará dos de sus trabajos más destacados, Discurso de un hombre decente y Testigo de las ruinas. Al mismo tiempo, la coreógrafa española Cuqui Jerez, cuyos procesos creativos trabajan en la frontera de diferentes disciplinas, como el teatro, la danza y las artes visuales, presentó su renombrada performance, The croquis reloaded. Una de las innovaciones de la edición que tuvo lugar entre julio y agosto de este año fue la presentación de trabajos de artistas emergentes argentinos, cuyo centro tiene que ver con las problemáticas estéticas que nuestro espacio viene promoviendo desde sus comienzos. Tanto Maricel Álvarez como Matías Umpiérrez y Luigi Voglino articulan sus producciones alrededor de preguntas sobre el lenguaje performativo. El trabajo de Álvarez, a su vez, propone una práctica de creación poco frecuente en nuestra escena, que es el trabajo colaborativo entre artistas. Santiago Loza, Diana Szeinblum y la misma Álvarez se ocupan de este cruce que enlaza artistas que vienen de diferentes disciplinas aportando sus perspectivas de abordaje particulares. El trabajo de Umpiérrez cruza las tecnologías, las redes sociales y el teatro de manera singular; y finalmente, la videoinstalación de Voglino, como una película proyectada para un solo espectador, también se pregunta por los límites del cine y su cercanía con el teatro cuando sus fronteras empiezan a correrse. Concebido como una academia temporal, Panorama Sur es especial en muchos aspectos: combina la producción de un texto teatral propio con un estudio pormenorizado de la variada escena teatral porteña, así como también invita a ser parte de un ciclo de clases magistrales centrado en los diversos aspectos del quehacer teatral y dictado por reconocidos dramaturgos argentinos y extranjeros. Y, además, entrega al público de la ciudad una selección de los espectáculos más atractivos de estos tiempos. A Arlequín >> 105 106 << Arlequín Homenaje foto: Annemarie Heinrich Alfredo Alcón El actor teatral más importante de su generación en Argentina. Arlequín >> 107