Irrupción del peronismo en la Universidad

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UNC 4OO AÑOS
HISTORIA
Y FUTURO
Auspicia:
Córdoba, miércoles 3 de octubre de 2012
Irrupción del
peronismo en la
Universidad
Nuevo edificio Secretaría de Asuntos Estudiantiles, Ciudad Universitaria.
Fotografía: Sebastián Cáceres, Prosecretaría de Comunicación Institucional, UNC.
capítulo
6
irrupción del
peronismo en
el país y en la
Universidad
Luego de la sombría década infame, ingresó en la
escena nacional el peronismo, que fue resistido
en las universidades que cuestionaban su
“autoritarismo”, aunque también dejó medidas de
neto corte popular.
La gran polémica
después de los jesuitas
Universitarios para la
patria nueva
Se abren las puertas
de la modernidad
La rebelión de los
hombres libres
UNC 400 AÑOS
HISTORIA Y FUTURO
Miércoles 3 de octubre de 2012
Irrupción del peronismo
en la Universidad
E
l golpe de Estado del 6
de septiembre de 1930
inauguró una época infausta
para las instituciones
democráticas de la Argentina
y abrió un período de fraude
y negociaciones espurias en
nombre de la patria. Y la vida
universitaria también sentiría
en sus aulas y en sus libertades
como un mazazo la nueva hora
de la espada.
La pretendida restauración
oligarca, que vino a desalojar
del ejercicio del poder a las
mayorías populares, tejía su
propio destino a la sombra del
abuso y sembraba las semillas
de la próxima reacción del
pueblo.
En un mundo tan revuelto,
tampoco era posible quedarse
quieto. Por eso es que los
acontecimientos europeos
y luego la larga tensión que
precedería a la segunda
gran guerra del siglo 20
ardieron sobre todo en los
pechos más jóvenes, muchos
de ellos universitarios, que
encontraban en las calles
canales de expresión.
Frente al advenimiento por
fin de la guerra entre el Eje
y los Aliados, Argentina
mantuvo una posición neutral
que también caló hondo en
las polémicas. Por lo pronto,
frente a la batalla de los
demás se fue afirmando un
movimiento de producción
industrial que no sólo daba
otra cara a la economía
argentina, hasta entonces
siempre aferrada a un modelo
agroexportador, sino que
cambiaba profundamente las
características de la sociedad:
el sector trabajador alcanzaba
una fuerza y una intensidad
En la Universidad, los
alumnos organizados a
través de la Federación
Universitaria Argentina
(FUA) tomaron
partido por la Unión
Democrática, es
decir, por las fuerzas
partidarias que salieron
a intentar cortarle el
paso a Perón hacia la
Casa Rosada.
que no tardaría en dejar su
huella en la arena política
nacional.
Esa aparición se corporizó
con el peronismo y la figura de
Juan Perón. El cisma, acaso
por la misma naturaleza de
la irrupción de un nuevo
sector social (al menos en
su cantidad de integrantes y
en el peso de su presencia),
podría presentirse en todos los
estamentos. En la Universidad,
los alumnos organizados
a través de la Federación
Universitaria Argentina (FUA)
tomaron partido por la Unión
Democrática, es decir por
las fuerzas partidarias que
salieron a intentar cortarle
el paso a Perón hacia la Casa
Rosada.
Es posible que esos momentos
iniciales de enfrentamiento
entre parte de los sectores
medios, en especial los
universitarios, con el coronel
Perón haya marcado el
comienzo de una larga relación
traumática que mientras
duró la década de gobierno
peronista se presentó como
irreconciliable, al punto que
muchos jóvenes salieron a la
calle el 16 de septiembre de
1955 cuando estalló el golpe en
Córdoba.
Dos visiones
Mientras estudiantes y
profesores, en general hijos
de una cultura laica, liberal
y democrática, demandaban
libertad de expresión y
otras reivindicaciones por el
estilo, el peronismo veía una
universidad europeizada con
pocos vínculos con el país real,
en especial con el que había
comenzado a transformar
económica y socialmente.
Con el nombramiento como
ministro de Educación de la
nación de Oscar Ivanissevich,
el gobierno comienza avanzar
con medidas que provocan
más irritación como la
expulsión o suspensión de
docentes y alumnos, así
como la limitación de la
autonomía universitaria al
quitarse el derecho a voto de
los estudiantes. Más adelante
se institucionalizará la
Mientras estudiantes
y profesores, en
general hijos de una
cultura laica, liberal
y democrática,
demandaban libertad
de expresión y otras
reivindicaciones por
el estilo, el peronismo
veía una universidad
europeizada, con pocos
vínculos con el país real.
enseñanza de “argentinidad”,
y se llegará incluso a
desconocer la representación
de la FUA para, en cambio,
reconocer a la nueva Central
Gremial Universitaria.
Pero a la vez una serie
de medidas de neto corte
popular tuvieron un alto
impacto como el incremento
de la cantidad de estudiantes
durante ese período. Algunas
de esas determinaciones
más trascendentes fueron la
gratuidad aplicada por decreto,
Prohibición del cogobierno
El golpe de Estado de 1955,
apoyado por gran parte del
estudiantado, comenzó a ser
sostenido por la dictadura
de Lonardi-Aramburu, y se
regresó a la vigencia de la Ley
Avellaneda, de 1885.
El nuevo gobierno dictó un
decreto sobre la organización
de las universidades
nacionales que prohibía la
participación estudiantil en
el cogobierno e introducía el
examen de ingreso. También
se dispuso la cesantía de
todos los docentes que habian
Medidas de neto corte
popular tuvieron un alto
impacto: el incremento
en la cantidad de
estudiantes, la
gratuidad, aplicada por
decreto, y el ingreso
irrestricto. No sólo se
garantizaba el acceso,
sino que un sistema de
becas hacía posible la
permanencia.
colaborado con el peronismo.
Todo esto terminaría
provocando la reacción de
algunos grupos, y anticiparía
lo que se vendría en los
años ’60 y ’70, en los que el
peronismo pudo ampliar
su base de representación
universitaria.
En la última parte de la década
de 1950 se abrió también una
serie de discusiones alrededor
del rol de la educación
superior y de la necesidad
de definirlo. Se comenzó a
pensar en la ciencia como
instrumento para combatir la
pobreza y el subdesarrollo, a
partir de conocimientos como
los de ingeniería, las ciencias
de la salud y las nuevas
ciencias sociales.
El gran debate estaba en
marcha.
UNC 400 AÑOS
HISTORIA Y FUTURO
y el ingreso irrestricto.
Además no sólo se garantizaba
el acceso, sino que un sistema
de becas hacía posible que
muchos alumnos de menores
recursos se sostuvieran en
las aulas. Este aspecto de la
integración social también se
reafirmó con la creación de
la Universidad Obrera, luego
Universidad Tecnológica
Nacional.
También se proyectó la
universidad argentina hacia
los países latinoamericanos,
de modo tal que ingresaron
unos 15 mil estudiantes
provenientes de diversos
lugares (ver artículos
siguientes).
En mayo de 1956, la dictadura de Pedro
Eugenio Aramburu echó al ministro de
Educación. Pareció entonces que se había
tomado la decisión de no seguir adelante
con la aplicación del decreto 6.403, que
permitía a las universidades privadas
expedir títulos habilitantes.
Es que se había hecho sentir en las calles
la reacción de parte de los estudiantes
cuando se dio a conocer el decreto
de noviembre de 1955 en el que se
disponía: “La iniciativa privada puede
crear universidades libres que estarán
capacitadas para expedir diplomas
y títulos habilitantes siempre que se
sometan a las condiciones expuestas
por una reglamentación que se dictará
oportunamente”.
Sin embargo, en 1958 el tema volvió
al pulso público, esta vez de la mano
del presidente Arturo Frondizi con
la Ley Domingorena, y entonces las
calles volvieron a ser escenario de una
intensa polémica expresada a través de
manifestaciones multitudinarias que se
registraron en muchas capitales del país,
Córdoba incluida, claro.
De un lado estaban los que defendían la
universidad laica, estatal y democrática
(“los laicos”), y del otro, los que apoyaban
universidades religiosas, confesionales
(eufemísticamente, “los libres”). La
discusión no sólo fue intensa entre los
jóvenes, sino también en el seno del
partido gobernante, que incluyó el choque
entre el presidente Arturo Frondizi y su
hermano Risieri Frondizi, entonces Rector
de la Universidad de Buenos Aires (UBA).
Horacio Sanguinetti narró su decepción
con respecto al destino que tuvo la ley
14.557, llamada “Ley Domingorena”. En el
Senado “todos los oradores expresaron su
repudio personal al nuevo proyecto pero
lo votaron unánimemente por disciplina
partidaria”.
La sanción se hizo efectiva el 28 de
septiembre de 1958. La primera en abrirse
fue la Universidad Católica, a la que luego
seguirían tantas otras, incluso ya no de
cuño confesional sino empresario.
Miércoles 3 de otubre de 2012
Libre o laica,
una discusión
en las calles
LA autonomía en
jaque
Por César Tcach (*)
Alfredo Palacios
UNC 400 AÑOS
HISTORIA Y FUTURO
Miércoles 3 de octubre de 2012
D
urante el gobierno de
Perón, se establecieron
limitaciones a la
representación docente y
estudiantil en los órganos de
gobierno universitario. Esta
medida generó el rechazo de
los estudiantes cordobeses.
En 1947, la ley 13.031 aprobada
por el presidente Perón,
estableció que los rectores
no debían ser elegidos por
la Asamblea Universitaria
sino designados por el propio
Poder Ejecutivo Nacional.
Definía, asimismo, que los
consejos superiores de cada
universidad debían ser
integrados, exclusivamente,
por el rector, los decanos y
vicedecanos, excluyendo de
esta manera cualquier tipo
de representación docente o
estudiantil. En los consejos
directivos de las facultades
se admitió la participación
estudiantil, pero ésta debía
estar limitada a un solo
alumno elegido por sorteo
entre los diez mejores
promedios, con voz pero sin
voto.
La Federación Universitaria
de Córdoba (FUC) –que poco
antes había organizado
un multitudinario acto
de rechazo a esa ley en el
Córdoba Sport Club– sostuvo
que la misma sentaba las
bases de una universidad
autocrática, además de ser
reaccionaria y antipedagógica.
Como respuesta, a mediados
de 1947 se prohibieron las
elecciones de los centros de
estudiantes en la Universidad
Nacional de Córdoba. Al año
siguiente, al conmemorarse
el 30 aniversario de la
Reforma Universitaria,
Alfredo Palacios (quien en
1918 había sido proclamado
Gregorio Bermann
“ciudadano ilustre” por los
estudiantes cordobeses) graficó
la situación: “La universidad
renovada ha sido destruida,
sólo quedan escombros”. Cabe
añadir que las protestas de
los universitarios en 1947, se
combinaron con las huelgas
de los estudiantes secundarios
del Colegio Normal Superior,
descontentos por la cesantía
de su vicedirectora, la ilustre
pedagoga Luz Vieyra Méndez.
El marco ideológico
En mayo de 1948, Oscar Roger
(secretario general de la
peronista Unión Universitaria
y, años después, prestigioso
penalista), expresaba: “Somos
profundamente católicos,
eminentemente hispanistas
y peronistas de convicción”.
En rigor, tras la revolución de
junio de 1943, las universidades
argentinas fueron entregadas
a interventores pertenecientes
a la derecha nacionalista
católica y/o filofascista:
Giordano Bruno Genta, en la
Universidad del Litoral; Tomás
Casares, en la Universidad
de Buenos Aires, Santiago de
El clima represivo, la
persecución ideológica,
las cesantías de
profesores –entre
ellas la del prestigioso
Bernardo Houssay en
la UBA- y la imposición
de la enseñanza
religiosa en las
escuelas, provocaron la
inmediata oposición del
movimiento reformista.
Estrada, en la Universidad
de Tucumán; Lisardo Novillo
Saravia, en la de Córdoba. El
clima represivo, la persecución
Bernardo Houssay
ideológica, las cesantías de
centenares de profesores
–entre ellas la del prestigioso
Bernardo Houssay, en la
UBA– y la imposición de la
enseñanza religiosa obligatoria
en las escuelas provocaron
la inmediata oposición del
movimiento reformista.
En noviembre de 1943,
Mauricio Yadarola, profesor
de Derecho Comercial en la
Facultad de Derecho de la
UNC, en su carta de renuncia
a la cátedra, dirigida al “Señor
Interventor” de la Universidad,
Lisardo Novillo Saravia,
denunciaba la “cesantía
de muchos prestigiosos
profesores” que habían
exhortado a la normalización
institucional y sufrido un
clima “perturbado por el
encono y la maledicencia” en
que vivía la casa de estudios. A
fines de 1946 se contabilizaban
en la UNC, 81 profesores
cesantes, 2 exonerados y 6
renuncias aceptadas, entre
ellas la de Arturo Orgaz.
El poder disciplinador
Con motivo de la caída de
Berlín, en mayo de 1945, miles
de estudiantes y militantes
antifascistas celebraron
jubilosamente en las calles
de Córdoba el fin del régimen
nazi. La represión de que
fueron objeto era descripta
por la FUC en estos términos:
“Sorprendentemente (…)
cuando hombres, mujeres y
niños se aprestaban a llevar
a la intimidad de sus hogares
la alegría colectiva (…) fueron
vandálicamente atropellados
y apaleados por las fuerzas
policiales”. La nómina de
detenidos incluía a algunos
ilustres reformistas como
Arturo Orgáz
Gregorio Bermann y Enrique
Zanni. La Justicia no hizo
lugar al pedido de habeas
corpus. Cuatro años después,
la represión continuaba siendo
una constante en la UNC.
En agosto de 1949, Gregorio
Bermann denunciaba: “Esta
madrugada, al salir de la
asamblea convocada por la
Federación Universitaria (…)
fui testigo y objeto de atropellos
que retrotraen a la época de
las policías bravas. (…) La
brigada policial, al servicio de
la sección Orden Público atacó
con salvaje premeditación a
estudiantes y concurrentes
que salían con todo orden y
cultura de la reunión en la que
habían discutido con altura
cuestiones de interés nacional
y mundial. Sobre mujeres y
jóvenes lanzaron caballos y
ejecutaron actos de brutalidad
ordenados por sus superiores,
llevando después detenidos
a algunos de los agredidos
a la seccional segunda. Una
verdadera expedición de
castigo”. En diciembre de
ese año, la solidaridad de
los estudiantes cordobeses
con la huelga de los obreros
En 1949, la solidaridad
de los estudiantes
cordobeses con
la huelga en los
ingenios tucumanos
provocó numerosos
allanamientos en barrio
Clínicas y la detención
de 31 alumnos de la
UNC, entre ellos, el
presidente del centro
de estudiantes de
Ingeniería.
de los ingenios azucareros
tucumanos, provocó
numerosos allanamientos en
Lisardo Novillo Saravia
barrio Clínicas y la detención
de 31 alumnos de la UNC, entre
ellos, el presidente del centro
de estudiantes de Ingeniería.
Según recordó Gregorio
Bermann, en 1946 el presidente
Perón sostuvo “en el discurso a
la Unión Sindical Universitaria
en el teatro municipal de Bs.As.,
en el momento que precedió a
la gran purga de profesores
universitarios: ‘Quiero que
la política desaparezca de
las universidades, porque
sino hará desaparecer a las
universidades’”. Sin embargo,
no se trató de despolitizar a la
Universidad sino de avanzar en
el camino de una peronización
compulsiva. No por casualidad,
en junio de 1953, LA VOZ DEL
INTERIOR comentaba la nueva
exigencia para optar al cargo
de practicante de hospital para
los estudiantes de medicina:
ser afiliado a la agrupación
peronista de Medicina (CGU).
Unos meses antes, la Juventud
Socialista había denunciado
que en las facultades de
Ingeniería y Derecho de la
UNC, se exigía certificado
policial de buena conducta
como requisito indispensable
para rendir examen a los
integrantes de los centros de
estudiantes.
La valiosa labor inclusiva
del peronismo a través de la
promoción de lo que serían
luego las universidades
tecnológicas nacionales, tuvo
su cono de sombra en una
vocación de disciplinamiento
social desde el Estado, que
también proyectó sus filones
sobre la UNC.
(*) Historiador e investigador de la
UNC y el CONICET
superior. Se estableció que la educación debía
estar al servicio del desarrollo nacional,
para lo cual se comenzó a coordinar la tarea
de las universidades a través del Consejo
Universitario Nacional a fin de promover
carreras prioritarias para el impulso productivo
regional atendiendo a los nudos gordianos de
la economía argentina: el agro, el petróleo y
las investigaciones oceanográficas y atómicas.
Se planificó, sin concretar por el golpe de 1955,
la creación de un Consejo de Investigaciones,
un Instituto de Promoción Agropecuaria y
otro de Investigación en Tecnología Industrial;
posteriormente Consejo Nacional de
Investigaciones Científicas y Tecnológicas, Inta
e Inti.
Otra meta fue la integración latinoamericana,
que se reflejó en el ingreso de quince mil
estudiantes provenientes de diversos países.
Se destinó una importante cantidad de recursos
para la ampliación de la infraestructura, se
incluyeron nuevas carreras y se jerarquizaron
áreas de conocimiento como las ciencias
económicas, filosofía y humanidades, y
arquitectura y urbanismo. Nuestra Ciudad
Universitaria y la jerarquización de las
carreras de Ciencias Económicas y Filosofía y
Humanidades datan de ese proyecto educativo
ampliado en cantidad de estudiantes y oferta de
capacitación.
Se regularon las tareas docentes expresando
la obligación de los profesores de dedicar el
máximo de su tiempo a la investigación y la
docencia, vinculándolas con los intereses
nacionales, provinciales y municipales. Como
nunca antes, la Ley Universitaria establecía
que los estudios debían respetar los valores
y la cultura argentina, relacionándose con
los intereses del país, el desarrollo cultural,
la afirmación de la conciencia nacional, los
problemas nacionales y el asesoramiento a los
organismos de gobierno, imputando un sentido
social a la educación y vinculándola al progreso
de la Nación. Instituía también que los planes
de estudios debían incorporar conocimientos
de filosofía, doctrina nacional y la formación
política según la Constitución.
Algunas modificaciones fueron repudiadas
por los universitarios especialmente el
cercenamiento a la autonomía y al co-gobierno,
las formas de ingreso a la docencia donde no se
suprimía el concurso, pero la última palabra
la tenía el Poder Ejecutivo Nacional que
terminaba eligiendo a los docentes a partir de
una terna elevada por las universidades tras el
procedimiento del concurso, y especialmente
el estudio de la doctrina peronista llamada
también el “Catecismo de la Nación”.
Estos últimos aspectos sensibilizaron a una
comunidad universitaria por demás pendiente
de los alineamientos que fueron dividiendo
a la sociedad. Los universitarios no estaban
muy dispuestos a resignar la autonomía y
el co-gobierno, ni siquiera por un proyecto
incluyente pero que, en pos de esa inclusión
y del desarrollo nacional, pretendía cercenar
algunas de las prácticas vigentes desde 1918.
(*) Doctora en Historia,
profesora de Historia
Argentina, UNC.
Miércoles 3 de otubre de 2012
Por Laura Valdemarca (*)
a transformación ¨libre¨ de la consigna
que cantaban los manifestantes frente al
Jockey Club es una excusa para indagar en la
política del peronismo hacia las universidades
públicas nacionales, en oportunidad de
ponerse en práctica las metas de un gobierno
dispuesto a resolver, a su manera, los desafíos
de la democracia de masas en tensión con las
tradiciones políticas, corporativas y sociales de
los grupos dominantes y aún de la clase media
argentina.
Desde 1943 y especialmente en 1945 los
universitarios se mostraron recelosos del poder
del coronel Juan Domingo Perón, miembro de
un gobierno autoritario tímido en declarar la
guerra al nazi-fascismo y muy conservador
en términos culturales, al punto de reinstalar
la enseñanza religiosa en la escuela pública.
Para las elecciones del 24 de febrero de 1946,
la Federación Universitaria Argentina (FUA)
adhirió al frente electoral denominado Unión
Democrática aún a costa de quedar al lado
del embajador de los Estados Unidos, Spriulle
Braden, y abandonando su tradicional postura
antiimperialista. A partir del triunfo del
laborismo y tras la asunción de Perón, las
relaciones universidad-gobierno fueron más
que tensas.
Entre los intelectuales de los años cuarenta y
cincuenta, el antiperonismo tuvo origen en esa
representación de Perón como miembro de un
gobierno autoritario aunque los intelectuales,
en general, acordaran con las políticas sociales
y de hecho muchos se pasaron a las filas del
Partido Laborista. La mayoría de los escritores,
artistas y universitarios fueron antiperonistas,
siguieron adscribiendo a sus tradiciones
ideológicas ancladas en el radicalismo, el
comunismo y el socialismo antes que virar
hacia un movimiento nuevo. Sin embargo
el peronismo hizo importantes esfuerzos
por democratizar la cultura y el acceso a la
educación como derechos sociales, aún a costa
de los tradicionales derechos civiles.
En el caso de las universidades públicas
nacionales, durante los gobiernos peronistas
se implantó un conjunto de modificaciones
que alteraron sustancialmente sus destinos
y dejaron una impronta ineludible en las
décadas siguientes, pese a los esfuerzos contra
reformistas de los gobiernos posteriores.
En 1948 concretó el viejo anhelo reformista
de poner a la Universidad al servicio de la
sociedad, creando un programa de extensión
universitaria rentada a través del decreto
Nº 6.242/48. Este texto legal establecía la
vinculación de la Universidad con la Dirección
General de Agua y Energía Eléctrica a través de
la incorporación de estudiantes de Ingeniería en
tareas de la empresa.
Otras transformaciones fueron la gratuidad de
la enseñanza con la anulación de los aranceles
aplicada por el decreto 29.337 de 1949 y el
ingreso irrestricto resuelto por decreto 4.493 de
1952; asimismo se estableció un sistema de becas
para la permanencia de estudiantes de escasos
recursos, financiado con un impuesto del 2 por
ciento a los sueldos de los empleados estatales.
Se reformularon planes de estudios y se
uniformaron los sistemas de promoción y
títulos en las universidades estatales de Buenos
Aires, Córdoba, La Plata, Litoral, Tucumán y
Cuyo, un acto modernizador en la enseñanza
UNC 400 AÑOS
HISTORIA Y FUTURO
Alpargatas sí, L
libros también
La Ciudad Universitaria 1910-1962
Una historia
de proyectos
inconclusos,
aciertos y
fracasos
Por Sebastián Malecki (*) y Pablo Gonzalez (**)
1
UNC 400 AÑOS
HISTORIA Y FUTURO
Miércoles 3 de octubre de 2012
1- Imagen perteneciente a la colección Jorge Sabaté, Sección Archivo Documental, Instituto de Arte Americano e
Investigaciones Estéticas¨Mario Buschiazzo¨. FADU UBA.
2- Vista externa FCE, fuente: Summa, N 30, octubre de 1970
3- Planimetría Proyecto ganador concurso 1962, fuente: Nuestra Arquitectura, N 433, 1966
4- Perspectiva proyecto original del “Pabellón Principal (actualmente “Pabellón Argentina), fuente: CEDIAP
Fuentes:
Centro de Documentación e
Información de la Arquitectura
Pública (CEDIAP), Ministerio de
Economía y Finanzas, Buenos Aires:
proyecto Kronfuss y proyecto Jorge
Sabaté.
Instituto de Arte Americano e
Investigaciones Estética Mario
Buschiazzo: Proyecto Sabaté
UNC: La ciudad universitaria
Presidente Perón, UNC, 1948
UNC: La ciudad universitaria, UNC,
1960
Nuestra Arquitectura, N 433, 1966
Summa, N 30, octubre de 1970
Page, Carlos: La ciudad
universitaria de Córdoba.
Antecedentes de su
emplazamiento y proyecto del
arquitecto Jorge Sabaté (1949),
Academia Nacional de Historia,
Buenos Aires, 2001.
L
1899 la Escuela Nacional
de Agricultura. Y será
justamente sobre este espacio
en el que una y otra vez serán
depositadas las esperanzas
para la concreción de una
Ciudad Universitaria.
En 1948 y por pedido del Rector
Dr. José Urrutia se avanzó en
un nuevo proyecto, elaborado
por los arquitectos Ángel
T. Lo Celso y Ernesto B. La
Padula. El primero era Decano
de la Facultad de Ciencias
Exactas, Físicas y Naturales,
mientras que el segundo era
un reconocido arquitecto
y urbanista italiano, que
había llegado a Córdoba ese
mismo año contratado por
Lo Celso para que asumiera
las cátedras de Urbanismo y
Composición Arquitectónica.
El proyecto, denominado
“Ciudad Universitaria
Presidente Perón”, se pensaba
como una “Ciudad Jardín”,
que aglutinara la totalidad de
las actividades universitarias
en pabellones con una estética
racionalista italiana -muy
a Ciudad Universitaria de
Córdoba fue un proyecto
de largo aliento, en una
ciudad que muchas veces se
ha identificado con su propia
Universidad. Su historia puede
narrarse como una sucesión
de proyectos imaginados,
primero, e inconclusos
después, que fueron dejando
marcas en la realidad actual.
Sin embargo, el período
entre 1952 y 1964 es central
para comprender el proceso
de su constitución, ya que
fue en esa época cuando se
llevaron adelante las primeras
materializaciones que
determinaron su desarrollo
posterior.
La idea de una Ciudad
Universitaria en Córdoba
ya estaba presente desde
principios del siglo XX. Se
destacan los proyectos de
Johannes Kronfuss en 1910 y
el de Luis Posse en 1927. Todos
estos planes se pensaron en
los terrenos que la Provincia
había cedido a la Nación,
donde funcionaba desde
2
típica de los años 20 y 30-,
pensada, a su vez, como una
continuación del Parque
Sarmiento.
Sin embargo, en 1949 los
terrenos de la Escuela
Nacional de Agricultura
fueron cedidos por la Provincia
a la Fundación Eva Perón,
que propuso la construcción
de una Ciudad Universitaria
de Córdoba destinada a
dormitorios que alojaran a los
estudiantes y profesores de la
Universidad. A finales de 1951,
Jorge Sabaté se hizo cargo
del proyecto, rediseñándolo
e incorporando dos nuevos
complejos: el Hogar de
Ancianos -hoy demolido- y el
Hogar Escuela Pablo Pizzurno.
La Ciudad Universitaria se
pensó como una ciudad-parque
trazada con motivos clásicos
del paisajismo de principios
de siglo. En el parque se
organizaban libremente
pabellones dormitorios,
estructurando al conjunto un
boulevard central, rematado
por el Pabellón Principal, hoy
llamado Pabellón Argentina.
Éste se compone de cinco
bloques de dormitorios que
generan cuatro patios, que se
cierran hacia el frente con un
gran hall y salas de clases y
usos culturales y que, en su
parte posterior, era cerrado por
un gran bloque -no construidoque conectaba con el comedor
y los espacios deportivos.
La arquitectura de Sabaté
tenía una estética general
“rústica” o más comúnmente
llamada “neocolonial”.
Aunque el diseño del Pabellón
Principal era más ecléctico
e introducía elementos
neoclásicos, principalmente
en su fachada. Ésta fue
modificada en octubre del 55,
por los equipos técnicos del
Ministerio de Obras Públicas
de la Nación que asumieron
con el golpe de estado en
contra de Perón de septiembre
de ese año, adquiriendo el tono
monumentalista que posee en
la actualidad.
Con la nueva situación política
abierta con la autodenominada
“Revolución Libertadora”,
la Universidad retomó sus
pedidos sobre los terrenos
de la Ex Escuela Nacional de
Agricultura y los edificios que
allí se estaban construyendo.
En estas gestiones fue central
el papel jugado por La Padula,
en su doble condición de
asesor de la Universidad y del
Ministerio de Obras Públicas,
en donde venía desarrollando
-desde 1954- la dirección del
Plan Regulador de Córdoba,
en el marco del cual la Ciudad
Universitaria constituía un
elemento orgánico y central.
En septiembre de 1957 se
firmó el acuerdo entre la
Nación, la Provincia y la
Universidad, en el que se
transfería el predio a esta
última. El traspaso se completó
en 1959 con la sanción de la
ley provincial 4700 a partir
de la cual la Universidad
pudo disponer de los terrenos
y las costrucciones. La
política de la Universidad
fue readecuar los edificios,
para los cuales se creó una
4
formaban parte de dos de
los más activos estudios de
arquitectura de Córdoba,
siendo además profesores de
la Facultad de Arquitectura.
El proyecto ganador proponía
una suerte de zonificación
por facultades, agrupándolas
por afinidades disciplinares.
Al mismo tiempo, establecía
un anillo de circulación
vehicular para evitar la
polución sonora. De este
Proyecto se construyeron entre el 62 y el 64- los edificios
para las Facultades de
Ciencias Económicas y de
Ciencias Exactas Físicas y
Naturales, con una estética
arquitectónica ligada a las
propuestas del Team X, un
grupo de jóvenes arquitectos
que estaban tratando renovar
la “arquitectura moderna” en
la década del 50.
Si bien el proyecto urbano no
se realizó en su totalidad, se
llevaron adelante obras viales
y la zona deportiva.
La historia de la Ciudad
Universitaria, desde
sus comienzos hasta
hoy, es una historia de
proyectos inconclusos, de
superposiciones, intentos,
fracasos y aciertos. Su
integración particular en
la trama urbana, mediando
entre el centro y la periferia,
le ha permitido confirmar
su vínculo con la ciudad y la
sociedad. Por estos motivos, no
puede ser ajena a las propias
transformaciones de una
ciudad que ha hecho de la
presencia de la Universidad
una parte fundamental de su
identidad
(*) Magister.Becario de Doctorado
de SECyT, UNC.
(**) Arquitecto. Profesor asistente
en Arquitectura I B y Arquitectura 3
C, Faud, UNC.
El campus actual
Desde 2007, al inicio con muy
pocos recursos, se llevó adelante una política que incluyó
una serie de acciones que en
la obra universitaria inciden de
una nueva manera, en particular en el ámbito de la Ciudad
Universitaria. Sin dejar de lado
los requerimientos lógicos de
crecimiento de las unidades
académicas, se gestionaron
y destinaron importantes recursos para obras de infraestructura y de espacios públicos
que han ido transformando el
Campus.
Por un lado, se vienen ensayando tipologías edilicias que
intentan superar la lógica de
pabellones dispersos, mientras
se promueve a la vez una mejor
relación interior – exterior a través de plantas bajas libres, mas
permeables y con usos públicos. Con estos criterios se prevén los futuros crecimientos.
Por otro lado, tiene lugar una
fuerte intervención en el espacio público entendido como
el lugar de la fricción de usos,
como espacio de encuentro.
Plazas y patios con amplios solados, con sombras y la incorporación del agua. Peatonales
con el equipo adecuado cuya
apropiación intensa demuestra
su necesidad. Paseos y calles
sistematizadas reforestadas
con especies nativas y bien
iluminadas. Recuperación de
edificios, en particular el del
Pabellón Argentina, su Hall
Central, la Sala de las Américas y la Plaza Cuarto Centenario que lo pone en valor.
Todas estas acciones que ya
están en marcha se encuadran
en un Plan de Reordenamiento
Territorial y Espacio Público,
ampliamente debatido y consensuado, que en tanto Plan
Director, prevé y organiza los
usos del suelo y crecimientos,
el sistema de movimientos y
de verdes, la infraestructura y
el espacio público como red
conectiva.
UNC 400 AÑOS
HISTORIA Y FUTURO
Comisión Técnica Asesora
en 1958, para trasladar las
Facultades que funcionaban en
viejos y deteriorados edificios
céntricos. Las primeras en
mudarse fueron las Facultades
de Ciencias Médicas y
Filosofía, Odontología y la
Escuela de Artes. El Pabellón
Argentina fue terminado
recién a finales de 1961.
En 1960, durante el rectorado
reformista de Jorge Orgaz,
se conformó una Comisión
Asesora para el Planeamiento
de la Ciudad Universitaria
-presidida por Luis Rébora
e integrada, entre otros, por
Jaime Roca y La Padulaque decidió llamar a un
“Concurso Público Nacional de
Planificación para la Ciudad
Universitaria de Córdoba”
que se sustanció en junio
de 1962. El tribunal, en un
dictamen unánime, le otorgó
el primer premio al Proyecto
de los arquitectos Bernadino
Taranto, Hubber Hobbs, A.
Revol Luque, Edmundo Arias
y Esteban Díaz García, que
Miércoles 3 de otubre de 2012
3
Ilustración: Manuel Coll
La distinción
Honoris Causa
a Perón
Por Marta Philp (*)
UNC 400 AÑOS
HISTORIA Y FUTURO
Miércoles 3 de octubre de 2012
“
Cultura universitaria y sentimiento
nacional” es el nombre de la conferencia
que pronunció Perón en 1948, cuando fue
distinguido por la Universidad Nacional de
Córdoba. Las universidades, en tanto espacios
privilegiados para la producción, difusión
y legitimación del conocimiento, otorgan la
distinción Honoris Causa a quienes en un
momento determinado consideran “eminentes”
y, por lo tanto, dignos de pertenecer a su
comunidad. Honoris Causa: voz latina que
significa por causa de honor, es el máximo grado
académico que conceden las universidades a
personas eminentes, que gozarán, desde su
recepción, del mismo tratamiento y privilegios
que aquellos que obtengan su doctorado
académico en forma convencional.
La distinción de Doctor Honoris Causa a Perón,
conferida en 1948, anulada en 1956 y restituida
en 1973, es un acontecimiento que permite
reconstruir algunos momentos de la historia de
la UNC durante el surgimiento y consolidación
de un nuevo movimiento político: el peronismo.
Esta distinción, otorgada también en otras
universidades nacionales, no tiene lugar en
cualquier provincia sino en la Córdoba del
sabattinismo que gobernó en un contexto
de críticas de los sectores tradicionales de
la sociedad cordobesa que consideraban
que muchas de sus acciones constituían un
agravio al modo de vida de la Córdoba docta y
santa. En este sentido, muchos de los actores
que se sumaron al nuevo movimiento en los
primeros tiempos, y después integraron el
antiperonismo, lo hicieron en función de esta
posibilidad de restaurar un orden tradicional,
puesto en riesgo por el avance del laicismo y la
pérdida del monopolio de la Iglesia católica en
espacios claves de la sociedad cordobesa. Por
ello es que encontramos apellidos tradicionales
entre los elencos que se sumaron a los puestos
de gobierno del nuevo movimiento que
coexistieron con otros actores provenientes
de sectores medios y obreros. Justamente la
historia tiene esa virtud, la de romper las
imágenes simplistas, en este caso, la asociación
del peronismo con el pueblo, el enfrentamiento
del peronismo con la oligarquía.
Otro acontecimiento que tuvo lugar en 1949,
año de la reforma de la Constitución Nacional
y de las constituciones provinciales, marcó esta
necesidad del peronismo, como movimiento
político, de diferenciarse de los tiempos que le
precedieron. Este año, ambas cámaras, la de
senadores y diputados, rindieron homenaje
a la revolución de 1943 que terminó con la
“década de la infamia”. Un legislador peronista
estableció las diferencias con lo ocurrido el 6
de septiembre de 1930 ya que esa jornada había
constituido “un divorcio entre las fuerzas
armadas y la masa y su ideal”.
La distinción Honoris Causa a Perón tuvo lugar
en un escenario caracterizado, por la oposición
política al nuevo movimiento y no sólo por ella,
como “la Córdoba de la Reforma Universitaria”.
Diferentes actores, estudiantes y profesores
universitarios, políticos radicales y socialistas
llevaban a cabo otras conmemoraciones
de este nodal acontecimiento ocurrido en
1918 en la UNC, de proyección nacional y
latinoamericana. El peronismo en el poder
negaba la importancia de este suceso al tiempo
que las conmemoraciones del 17 de octubre
ocupaban el centro de la escena desde que en
1946, primer aniversario del denominado “Día
de la Lealtad”, se había establecido como ritual
que se desplegaría, con variantes locales, hasta
el derrocamiento del gobierno en 1955. Dicho
ritual sería clave para el peronismo, nombrado
como la “revolución nacional en marcha”.
En septiembre de 1946, el diario La Voz del
Interior informaba que, en medio de un
gran despliegue policial, había sido total el
apoyo estudiantil a la huelga declarada por la
Federación Universitaria de Córdoba y que los
profesores que respaldaban la medida habían
sido suspendidos. Los estudiantes pedían
el fin de las intervenciones universitarias
al tiempo que protestaban por la violencia
y las arbitrariedades contra profesores y
estudiantes y reclamaban la sanción de una
ley universitaria reformista. Acusaban de
fascistas a los alumnos que integraban la
Alianza Nacionalista y se referían al Sindicato
Universitario Argentino como “reaccionario
y nazifascista”. Esta noticia es sólo una de las
huellas que remiten a la conflictiva relación
entre los estudiantes de tradición reformista y
el emergente movimiento político liderado por
Perón.
El pasado contra el presente
En un contexto de marcada centralización
política, los sectores de la oposición evocaban
“Cultura universitaria
y sentimiento nacional”
Durante la entrega del Doctorado
Honoris Causa en 1948, Perón pronunció
la conferencia “Cultura Universitaria y
sentimiento nacional”. “La Universidad ha de
recibir constantemente el influjo del pueblo
y el pueblo ha de sentir que la obra de la
Universidad esparce su influencia benéfica
hasta la fábrica, hasta el campo, hasta el
hogar del ciudadano. Los investigadores
universitarios han de tener como mira
superior contribuir al mejoramiento de las
condiciones de trabajo y de vida de los
trabajadores”, sostuvo el homenajeado en
uno de los pasajes de la conferencia.
En 1973 la Universidad le restituye el título y
solicita que se excluya la resolución del 7 de
julio de 1956 (durante la dictadura militar)
ya que, indica, “es un acto de venganza que
no condice con los principios de la UNC”.
en Córdoba el pasado para disputar el presente.
Así los estudiantes reformistas que se oponían
a la intervención de las universidades,
desagraviaban la figura de Sarmiento y
rendían en junio de 1950 un nuevo homenaje a
la Reforma Universitaria de 1918 a través de la
organización de las Jornadas Reformistas. Las
mismas debían comenzar con una conferencia
de Arturo Orgaz sobre el revisionismo en la
historia argentina, prohibida por la policía.
En 1951, también será Orgaz quien recordará
a Esteban Echeverría a través de una nota
periodística titulada “Defensa del Dogma Social
de Mayo”.
Un año después, en 1952, el radicalismo se
negaba a participar en los homenajes a Juan
Perón y a Eva Perón. En contrapartida,
proponía un saludo a la Reforma Universitaria
de 1918, gestada en Córdoba, al que se opuso el
peronismo. El diputado Queros Matos expresó
que es “una posición irreligiosa de la vida,
que la Reforma ya ha sido derrotada por una
juventud viril y revolucionaria que ha tomado
la bandera de Cristo y de la Patria”.
En su discurso de asunción, el nuevo rector
de la UNC, doctor José Miguel Urrutia,
señalaba que la nueva Ley Universitaria
del peronismo era la base sobre la cual se
produciría la “verdadera revolución dentro
de la Universidad”. Se refería a la Reforma
Universitaria de esta manera: “La conmoción
universitaria del año 1918 fue más una
convulsión político-universitaria que científicouniversitaria. Por eso la Universidad quedó
estancada y sus frutos fueron nulos”.
Así como la conmemoración de la “revolución
del 4 de junio de 1943” evidenciaba la necesidad
del peronismo de diferenciarse de otras etapas
de la historia argentina, la resolución de 1956
de la UNC, que había ordenado anular “ab
initio” la disposición que había dado origen a
la distinción, es una muestra de las acciones de
recuperación de un orden, el referenciado en
la Reforma Universitaria de 1918, emprendidas
después de la caída del peronismo
(*) Historiadora, profesora en la
Escuela de Historia, investigadora en
el CIFFyH y en el CEA-UNC.
El mayor
de los espantos
T
ras lel golpe cívico-militar encabezado
por el general Félix Uriburu, en setiembre
de 1930, comenzaron a desandarse años de
irrepresentatividad política. Así, por ejemplo,
convocadas las elecciones para finales de 1931,
el gobierno nacional vetó la candidatura de
Marcelo T. de Alvear y el radicalismo llamó a la
abstención.
Los años que siguieron fueron señalados como
los de la “Década Infame”. Cabían entonces
testimonios escépticos y descorazonados como
el del tango Cambalache, de Enrique Santos
Discépolo. Eran momentos de fraude, de
negociados turbios. Sobraba sinrazón y faltaba
trabajo.
Hubo que esperar hasta la década siguiente
para que el curso de las cosas diera otro gran
barquinazo. El 4 de junio de 1943, el Ejército
(el GOU, Grupo de Oficiales Unidos) fue la
logia que proyectó el golpe. El presidente sería
Arturo Rawson y luego lo reemplazaría Pedro
Ramírez. Mientras, en la estratégica Secretaría
de Trabajo y Previsión fue nombrado Juan
Domingo Perón (luego, reteniendo todos los
cargos, sería designado ministro de Guerra y
Vicepresidente). Había síntomas de que una
nueva época estaba asomando.
El coronel Juan Perón alcanzó una fuerte
identificación sobre todo con el sector
trabajador, que de pronto encontraba muchos
de sus viejos reclamos respaldados. Esa alianza
sería clave para el nuevo movimiento, en el que
también confluirían industriales nacionales
(con abundancia de apellidos italianos), parte
del clero y de los sectores medios.
Sin embargo, también se estaba gestando un
nuevo y profundo desencuentro nacional (o
sólo era el viejo y constante desencuentro
reavivado).
Las fuerzas políticas tradicionales resistían al
ascenso del Coronel, y la presión dio resultados
cuando Ramírez lo destituyó y lo envió detenido
a la isla Martín García. Entonces sobrevino uno
de los hechos más significativos de la memoria
política argentina. El 17 de octubre de 1945
miles de obreros se reunieron en la Plaza de
Mayo para reclamar y finalmente conseguir la
libertad de Perón.
Las cartas estaban echadas y volverían a
jugarse en elecciones libres, en los que el
peronismo se impuso a la coalición de partidos
Unión Democrática, apoyada por el propio
embajador norteamericano Spruille Braden.
Uno de los grandes pilares del gobierno de
Perón, luego convertida en un mito, fue Eva
Perón, quien además de convertirse en bandera
de “los descamisados”, impulso nada más y
nada menos que el voto femenino, estrenado por
primera vez en las elecciones de 1951, casi un
año antes de su muerte, que provocó uno de los
mayores lutos populares que se hayan sentido
en el país.
Las mayorías celebraban notables avances
sociales producidos por la distribución de la
renta nacional, en un modelo capitalista. Sin
embargo, una porción de argentinos acumulaba
cada vez más rencores, y no sólo los sectores
molestos por el ascenso de las franjas más
postergadas. Unos veían en Perón el gran
justiciero social que había desafiado a los
poderes económicos para hacer un país más
libre y soberano. Para otros era el dictador
totalitario, el hacedor de un país irrespirable.
El desencuentro prometía horas aciagas.
El 16 de junio de 1955, una sublevación de la
Marina había dejado 400 muertos tendidos en la
Plaza de Mayo. Tres meses después, otro golpe,
esta vez originado en Córdoba, tuvo éxito y
Perón fue obligado a exiliarse del país durante
largos años.
La autodenominada “Revolución Libertadora”
pretendió inicialmente mostrar una actitud
conciliadora con el general Eduardo Lonardi,
pero luego se endureció con el ascenso del
también general Pedro E. Aramburu. El
peronismo fue prohibido (hasta la palabra
Perón no podía ser dicha) y la CGT intervenida,
mientras la mayoría de los partidos políticos se
integraba a la Junta Consultiva y colaboraba
con el gobierno.
Sin embargo, pronto aparecerían signos de
resistencia, severamente reprimidos con
fusilamientos como el del general Juan
José Valle y de las víctimas de la ejecución
clandestina en los basurales de José León
Suárez.
Suprimida la vigencia de la Constitución
peronista de 1949, se volvió a la Carta de 1853 y
se convocaron a elecciones para febrero de 1958.
Los hechos encontraron a la UCR fracturada:
Intransigente, por un lado, y Del Pueblo por
otro. En el triunfo de los primeros, es decir, de
Arturo Frondizi sobre Ricardo Balbín, mucho
tuvo que ver el voto peronista.
Pero el clima estaba lejos de aquietarse
Miércoles 3 de otubre de 2012
Un desencuentro aciago
UNC 400 AÑOS
HISTORIA Y FUTURO
Por el pasado histórico del país y por los
miles de inmigrantes, en la década de 1930,
desde la Argentina se seguía con ansiedad
la cruenta guerra civil en España, en la que
el general Francisco Franco, apoyado por
nazis y fascistas, se impuso a los partidarios
de la República, también apoyados por
comunistas. Tanto odio e impiedad entre
compatriotas y el cruel desenlace, hicieron
que muchos españoles cruzaran el mar
para sumarse a la numerosa colectividad
que había aquí.
Pero el fuego grande esperaba. Y cuando
1939 estuvo maduro, Europa se convirtió
en la gran hoguera apocalíptica que las
tensiones venían anunciando. Adolf Hitler,
que ya había expandido su Reich hacía
Austria y Checoslovaquia, obligó a las
otras potencias del continente a tomar la
gran decisión postergada, cuando el 1º de
setiembre de 1939 invadió Polonia.
Después de Polonia, Hitler, como una
máquina arrasadora invadió los Balcanes,
los países nórdicos, los Países Bajos, y luego
Francia, mientras sus aliados italianos se
ocupaban del norte de África. Luego, echó
al olvido el pacto con Stalin y marchó hasta
las puertas de Moscú, aunque el rigor del
invierno y los interminables millones de
soldados soviéticos le causaron el primer
revés.
Inglaterra había resistido los bombarderos
y empezaba a reaccionar, cuando en la
escena entró el gran coloso Occidental:
Estados Unidos, en reacción al ataque de
parte de los japoneses a la base de Pearl
Harbor.
El concepto de “guerra total” (el objetivo
de destrucción no sólo eran las fuerzas
militares enemigas sino también la
población civil) levantó la mayor cosecha
trágica de todos los tiempos: 55 millones
de muertos, 35 millones de heridos y 3
millones de desaparecidos. Entre los
muertos, deben contarse a los seis millones
de judíos que fueron víctimas de uno de
los mayores horrores a los que asistió la
humanidad: “la solución final” de los nazis.
En 1945, Alemania ya se derrumbaba,
mientras Estados Unidos y la Unión
Soviética se peleaban por llegar primero a
Berlín. Hitler se suicidó el 30 de abril, dos
días antes, Mussolini fue fusilado.
Pero a la guerra le faltaba otra dosis
de espanto: los días 6 y 9 de agosto
las ciudades japonesas de Hiroshima
y Nagasaki eran arrasadas por sendas
bombas atómicas.
La guerra terminó y el mundo había
cambiado de manos. Ya no era Europa
la que movía las principales piezas, sino
Estados Unidos y la Unión Soviética, que
inauguran una larga “Guerra fría”. Mientras
tanto, el hambre había demostrado que era
capaz de exterminar al mundo y a sí mismo.
Solidaridad sindical
ante el cierre del
Comedor
Frente al cierre del
Comedor Universitario, los
sindicatos acogieron en
sus propias instalaciones
a los estudiantes más
necesitados. Esto
aumentó la solidaridad
obrero-estudiantil.
La Universidad Nacional de
Córdoba adquirió una
fracción de campo en la
localidad de Valle Hermoso,
en el valle de Punilla,
Sierras de Córdoba. Años
más tarde, sumó otros
lotes, con lo cual integróuna
superficie de
aproximadamente 400
hectáreas.
Creación del Hospital
Universitario de
Maternidad y
Neonatología
Por resolución rectoral
509, se fusionaron el
Instituto de Maternidad
y el Instituto de
Puericultura para crear el
Hospital Universitario de
Maternidad y Neonatología.
Surgimiento de la
arquitectura con
compromiso social
Puesta en marcha del Taller
Total, en la Facultad de
Arquitectura y Urbanismo,
una iniciativa innovadora
para la consideración de la
Arquitectura como
profesión con compromiso
social.
1971
La ley 17.245 creó el
Consejo de Rectores de
Universidades Nacionales
(Crun), suprimió el
gobierno tripartito, limitó
la autonomía y estableció
exámenes de ingreso.
La UNC compró lotes
en Valle Hermoso
1970
Nació la Escuela de
Asistencia Social sobre la
base de la carrera, pero
permaneció ligada a la
Facultad de Ciencias
Médicas. Más tarde,
adquirió el carácter de
escuela dependiente del
Rectorado. Durante la
dictadura de 1976, pasó a
depender de la Facultad
de Derecho y Ciencias
Sociales.
Supresión del
gobierno tripartito y
limitación de la
autonomía
1967
1969
línea de tiempo 4OO años UNC
1610- 1876
1877- 1918
1957- 1966
1967- 1974
1942- 1956
1918- 1938
capítulo 1
capítulo 2
capítulo 3
capítulo 4
capítulo 5
capítulo 6
capítulo 7
capítulo 8
capítulo 9
capítulo 10
Miércoles 3 de octubre de 2012
UNC 400 AÑOS
HISTORIA Y FUTURO
10
Fundación de la
Escuela de Asistencia
Social
Nacimiento de la
Facultad de Ciencias
Químicas
Cordobazo
29 de mayo
Se produjo el Cordobazo,
la primera y más
importante
manifestación obrero
estudiantil contra la
dictadura del general
Juan Carlos Onganía.
El Instituto de Química
fue convertido en
Facultad de Ciencias
Químicas. Se consolidó a
partir de entonces un
importante núcleo de
investigadores en el
interior del país, en las
áreas de Química
Orgánica, Química
Biológica, Fisicoquímica,
Farmacología,
Bioquímica y Farmacia.
Inicio de las
actividades en
Hemoderivados
El Laboratorio de
Hemoderivados de la
UNC, creado en 1963,
comenzó los trabajos
para el desarrollo de los
primeros medicamentos
y la puesta a punto de los
procesos de producción.
Creación de la Oficina
Meteorológica en el
Observatorio
4 de octubre
Se creó, en el Observatorio
de la UNC, la Oficina
Meteorológica, que se
convirtió posteriormente en
el Servicio Meteorológico
Nacional. Fue la tercera de
su tipo en el mundo,
precedida por las de
Hungría (1870) y Estados
Unidos (1871).
12 de octubre
Juan Domingo Perón
asume por tercera vez
como presidente de la
Argentina con su esposa
Isabel Martínez como
vicepresidenta. Cámpora
había renunciado el 13 de
julio, dejando el camino
libre para que Perón se
presentara en las nuevas
elecciones. En esos
comicios, Perón ganó con
el 62 por ciento de los
votos contra el candidato
de la Unión Cívica Radical,
Ricardo Balbín. Perón no
llegó a cumplir su
mandato ya que falleció el
1 de julio de 1974 y fue
sucedido por Isabel
Martínez.
Habilitación de
Hemoderivados
22 de agosto
La Secretaría de Salud
del Ministerio de
Bienestar Social de la
Nación habilitó la planta
del Laboratorio de
Hemoderivados. Su
primer director fue el
doctor Ricardo
Landaburu. Este año
comenzó la producción
de medicamentos y se
elaboró el primer lote de
albúmina sérica humana
pasteurizada.
Intervención de la
Escuela Manuel
Belgrano
Intervención de la Escuela
Superior de Comercio
Manuel Belgrano,
persecución y cesantía a
docentes, directivos y
preceptores. Clausura del
Centro de Estudiantes.
Miércoles 3 de otubre de 2012
El Centro de Ecología y
Recursos Naturales
Renovables de la UNC inició
las gestiones para crear una
reserva natural dentro del
espacio de Vaquerías, en los
lotes que la Universidad
poseía en Valle Hermoso.
29 de mayo
El presidente Cámpora
intervino todas las
universidades nacionales
para iniciar el proceso de
normalización, y promulgó
la Ley Universitaria
20.654, que restauró la
autonomía, el ingreso a la
docencia por concurso, la
libertad de cátedra y las
condiciones para el
cogobierno tripartito. Se
produjo un importante
crecimiento en la
matrícula por la condición
irrestricta del ingreso, y los
estudiantes se movilizaron
e intentaron
transformaciones, junto
con los docentes, al calor
de las libertades
democráticas.
Tercera Presidencia
de Perón
UNC 400 AÑOS
HISTORIA Y FUTURO
Gestiones para la
creación de la reserva
natural en Vaquerías
25 de mayo
Asumió el nuevo
presidente constitucional,
surgido del voto popular,
Héctor J. Cámpora.
Reinstauración de la
autonomía
universitaria
1974
1972
Se creó la Escuela de
Ciencias de la
Información, que
dependió inicialmente del
Rectorado de la UNC, y,
durante la dictadura que
comenzó en 1976, pasó a
depender de la Facultad
de Derecho y Ciencias
Sociales. Las clases
comenzaron a dictarse
durante el segundo
semestre de 1973.
Asunción de
Cámpora
1973
Creación de la
Escuela de Ciencias
de la Información
11
Parque Científico
Tecnológico de la UNC
Fotografía: Universidad Nacional de Córdoba
Refugio de
emprendedores
En el edificio central del Parque Científico Tecnológico, que fue
inaugurado el 12 de setiembre último, funciona la Incubadora de
Empresas, una plataforma para desarrollar iniciativas que redunden en
provecho de la sociedad, y las oficinas de Innovación Tecnológica
y de Propiedad Intelectual, todas dependencias de la Secretaría de
Ciencia y Tecnología de la UNC.
UNC 400 AÑOS
HISTORIA Y FUTURO
Miércoles 3 de octubre de 2012
H
12
ay instantes fecundados
de sueños, de sed
de futuro. Quizá el 12 de
setiembre último fue uno de
esos: cuando se inauguró el
edificio central del Parque
Científico Tecnológico, la
Universidad Nacional de
Córdoba dio uno de los
pasos más trascendentes en
lo que va de su andar por el
siglo 21.
Allí, en ese edificio
funcionará la Incubadora
de Empresas. Estas
incubadoras son el corazón
de los parques científicos.
Sirven para construir una
plataforma donde la ciencia
se convierte en tecnología y
servicios innovadores para
ser volcados a la sociedad.
Con el tiempo, las empresas
innovadoras nacidas de
estos ámbitos son las
que modernizan el perfil
productivo de las economías
a través de la incorporación
de valor agregado a sus
productos y servicios.
Las ideas innovadoras
surgen de los laboratorios
y las aulas, de los debates
entre científicos, becarios y
alumnos. Las incubadoras
de empresas se convierten
con el tiempo en el espacio
para que los grupos de
académicos experimenten
y pongan a prueba sus
ideas. Mientras tanto, los
científicos-emprendedores
reciben no sólo un espacio
físico y la infraestructura
de servicios. Tienen al
alcance de su mano todo
tipo de asesoramiento:
técnico, legal, económico
y financiero. Ello incluye
planes de negocios,
obtención de créditos,
contactos institucionales,
entre otros beneficios.
El edificio, situado en la
Ciudad Universitaria (entre
avenida. Medina Allende
y avenida Vélez Sársfield,
detrás de la Facultad de
Matemática, Astronomía y
Física), tiene 1.400 metros
cuadrados, distribuidos
en tres plantas donde
hay más de diez boxes,
sumados a laboratorios,
salas de capacitación y
de reunión. En las nuevas
instalaciones funcionan
también las Oficinas de
Innovación Tecnológica
(OIT) y la Oficina de
Propiedad Intelectual (OPI),
todas dependencias de
la Secretaría de Ciencia
y Tecnología (Secyt) de
la UNC. Su construcción
demandó una inversión de
seis millones de pesos.
Camino poco recorrido
Los Parques Científicostecnológicos nacieron en
Estados Unidos a mitad
del siglo pasado. El gran
ícono es la experiencia
realizada en Silicon Valley
(California). De este
Parque Científico-Industrial
nacieron, junto a la iniciativa
de distintas universidades
estadounidenses, empresas
como Hewlett-Packard,
Google, Yahoo, Cisco…
Para tener otro punto de
referencia, vale comentar
el caso de Brasil: en 1988
tenía 2 incubadoras de
empresas, mientras que a
fines de la década pasada
poseía cerca de 500, de
las cuales surgieron unas
5.600 empresas de base
tecnológica, crearon 28
mil puestos de trabajo y
generaron un mercado de
unos 1,5 billones de reales.
Que se trata de un camino
poco recorrido por las
universidades argentinas, lo
demuestra el hecho de que
la UNC es la sexta de las
41 universidades públicas
que tienen un centro de
estas características.
Durante el acto de
inauguración la Rectora
Carolina Scotto subrayó
que es necesario apoyar el
potencial emprendedor de
investigadores, docentes
y alumnos, ya que la
formación inclinada hacia la
investigación se ve limitada
en cuanto a puestos
disponibles y, al mismo
tiempo, impide el desarrollo
de muchos profesionales
interesados en avanzar hacia
el mundo de la producción y
los servicios.
La UNC registra
antecedentes en el intento
de poner en marcha un
proyecto semejante aunque
hasta ahora había primado
la decisión de mantener los
espacios académicos libres
de la influencia del sector
empresario, pero Scotto
aclaró que los cambios
producidos en el país, y la
necesidad de dar respuestas
a la sociedad, configuraron
las condiciones para avanzar
en ese sentido.
Los primeros cinco proyectos
en incubación son: Trovintek.
Advanced Magnetic
Systems (desarrollo
y comercialización de
tecnología de sistemas
magnéticos y resonancia
magnética nuclear); Insus
(agronomía de precisión
optimizada con redes
inalámbricas de sensores);
Synapcom (gestión de
competencias en las
organizaciones); Phasety
(software y consultoría
especializada en equilibrios
de fases y aplicaciones en
petróleo y gas) y Bixel Studio
(videojuegos en 3D con
acceso a redes sociales para
plataformas iPhone, iPad e
iPod Touch)
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