M:^n. 100. - Hemeroteca Digital

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M:^n. 100.
SEMANARIO PINTORESCO.
471
(Mujer delincuente comluciJa á la presencia de un nianclarin.)
Gobierno.—Venalidad do enipIeOd, — Desórdenes en la administración.— Tribunales.— Mandarines. —Militares.— Letrados.—
Sacerdotes.^ Labradores— Comerciantes.— Profesiones infames —Pivilegios de los mandarines.—Sus exacciones.—Rasgo
atrevido de un ingles.
i l - l g u n o s escritores h a n alabado con la mayor sencillez
á los chinos como á un pueblo de sabios, gobernado p o r
leyes perfectas y por niajistrados íntegros y humanos;
pero europeos que h a n vivido mucho tiempo en la China,
y otros que han recorrido aquel vasto imperio en toda su
ostensión, h a n visto amcnudo que también allí el fuerte
oprimía al débil, y que el que gozaba de algitna especie
de a u t o r i d a d , abusaba de ella para befar, molestar y
oprimir al pueblo.
El e m p e r a d o r egerce el poder mas absoluto, y puede
derogar las leyes y sustituir otras. El respeto que se le
tiene toca en adoración , y desobedecerle es un crimen
imperdonable. Sale rara vez en público, y cuando lo v e rifica es rodeado de la mayor p o m p a , y todos se postran
á su paso. Se titula hijo del cielo y gobernador único del
mundo.
El. emperador envia secretamente comisionados que
TOMO 111.-8." Trimestre.
exavuinen la conducta de los niajistrados; pero estos c e ladores suelen dejarse corromper. Todo el que tiene que
hacer alguna reclamación no puede presentarla directamente al e m p e r a d o r , sino que debe recurir á los m i nistros y oficiales de palacio ; y como estos esta'n mancomunados en intereses, la solicitud no llega al trono,
y el querellante no puede obtener justicia. Los empleados lo son comunmente por haber comprado a' los ministros sus empleos á fuerza de regalos, tratando luego de
resarcirse de estos adelantos. Se sabe peifectamente el
arte de eludir las leyes que prohiben á los agentes del
poder recibir dádivas y présenles. Las órdenes del e m perador se ejecutan real, y la vijilancia recíproca de sus
mandatarios es frecuentemente quimérica. Algunas veces
se encarcela y apalea á los culpados confiscándoseles sus
bienes ; mas estos castigos , aunque se anuncien en la G a ceta do Pekin, no remedian el mal. Los latrocinios se
suspenden solo momentáneamente, y se ha visto a m u chos funcionarios desgraciados volver á entrar en favor y
gobernar otras provincias, donde rehacen su fortuna*
Por lo demás sucede en la China lo que t n muchos p a í ses. Las leyes son b u e n a s , como dice u n misionero, p e ro sería de desear que se observaran mejor.
35 de Febrero de i838<
.472
SEMANARIO tlSíf ORESGO.
rines ; y u n particular no se atreven'a a' llevar en su vesEl consejo ordinario tlel emperador se compone de los
tido un bordado de o r o ; porque tales bordados son p e colaos ó ministros. Sus Iribiinalus ó departamentos tienen
culiafés de aquellos.
á. su cargo la administración del i m p e r i o , y otro d e p a r El cmpei'ador y los príncipes ds primer órdeii ílévdn
tátnento entiende en lo relativo á los príncipes dé la salíbordados en sits vestidos dragones ác Oro que se _dístin¿ r é y la familia imperial.
guen por el número de sus. g a r r a s . X o s príncipes de quih: Los miembros de los tribunales son una mitad m a n d to orden y todos los mandarines llevan el mang, espééie
cHbux y otra mandarines.
de serpientes de cuatro garras.
_
,
Fuera de estos tribunales liáy el de los censores p ú Los grandes personages del imperio y los fífáttdárifiis
hiíjcos, los cuales ademas de la presidencia de los otros
se conocen por sU trage, su placa bordada, la faja y t i
tribunales, tienen el derecííO de dirijir representaciones
botón eri qüij termina su birrete. El de los mandarines
al étriperádor.
es siempre de felpa encarnada, y distingue ademas lin
I Los europeos dan el nombre de mandarines á todos
collar a' los grdtidés mandarines; la pluma de pavo real
l i s funcionarios públicos de la Ghina civiles y militares;
que sé pdñeri cñ el birrete éS tiri distintivo lionorifiSo qde
fítíto su nombre en chino es Konan.
él misiiio Citipéradoi- Concede por sumarió.
U n hijo hereda los bienes de su p a d r e , mas lío suá
¡VI. Láp'lace, oficial de la tnarina francesa , cuéílfá éii
dignidades. Los descendientes de la familia rélriaute t i e su Viage al rédédót del murido uil rasgo de osadía de ü n
neÜ la categoría dé prírícipes, gozan r e n t a s , peíb; lid
comerciante ingles, (júe pirita la üisolenciá dé los rriaílejijrceii poder algíiiio. Se considera noble al íjiíe es o ha
darines y jiiníaiiiéiité toda la eriérgía inglesa.
sldüi tnarídarin y há obtenido algunos grados, ó recibido
. llab'iéíido té'iíido que pasar dicho coméí'ciarité á la
del emperador ira título do honor que se concede aun á
/".itidad de Macáo por iiogocios u r g e n t e s , se vio precissilos antecesores dé las personas á quienes el emperador
dó, sigiíieiido los numerosos canales dé lá Ghiha, á p a r a r
quiere honi'ar: este título no pasa á los hijos, y los bieen imd villa, donde residía un mandarín que debía éxamijidr
nes se 4ivideri por igtiales partes.
sus papeles y percibir cierto derecho dé trüñsitd; El cdiilgrLa fárililia de Confucio goza'sola de un título de h o claiite le Hizo présente que el hiénor retardo podld acárjriotr ,qüé pasa al descendiente directo.
rédi-le itn gi-ah perjuicio; tío obstante Id cual rehusaba M
lios ciudadanos están distribuidos en siete clases, á safnaiídariri firmarle él pásapdrté bajo prétesto de (jae
b e r : la de los mandarines militares, l e t r a d o s , sacerdoestaba descansando y iio teülá tietnpio; ÍDespiíes de dlglífids
t e ^ , , labradores; artesanos y cdmcrciantes. Cüalqiiiérá
pasos infructuosos el ingles impacierité salta en tiéfi-a,^,se
qiiéí Iláyá Seguido los cursos ilccesarios y recibido IdS gradirije á la casa del mandarih , fuerza la pUerta y le liálla
dps respectivos , puede obtener los ertipleoS comunes ; p e itiúelleiljenté tendido éri sú diván ftlttiaritíq opio. Él r e v e r M p a r a llegar á los empleos dé im|)ortancia se requieren
rendo mandarih , interrumpido tan repéritiriáment¿ éíi Sijs
táíéiUó, cri-dito y servicios.
estasis, Se lévaiitá colérico, y ainénaza gi'óseramentc iíl ímLos maíidarines se eligen de la clase de los letrados.
portilno vlsitáaor ; pero tihá vigoi-osá bofetada de este . e
"Las saicérdütes son numerosos, y saben sacar j)artido de
derriba eii tierl'a eti, tíiedio de IdS fragmentos de SU pt( Ist íncíinacióu denlos chinos á la superstición, y poseen cacioSa píipa. Én médiq del alboroto que sé lévaritd el i i s4$ y tierras.
glés stí reémbarcS y llego felizincnte á sit destino, dtíiiae
; ; Áiiriqüe sea la clase de los labradores la mas favoreaguardó don tratíquilidad el, resultado de las pesqiilsáS flfel
cl|ít del gobierno^ és la menos ricá: los lacayos son d p r o mandarlri. Gdil efecto Se liabiá dirigido üiia queja ál v!ré_;',
jfjstárids o arrendadores.
que después de ütiá aiiijílía informacioií y de la déjíOS Los mercaderes son poco cotísidei-ados; f áüií Séá- .clon dé testigos, pidió a l a factoría inglesa que se le e n pféciSdSS \GS tfiié salen dé'sü patria.
tregase el atrevido inglés. Pero habiéndose probado con
Rara va/, sigue un hijo la prSíesioH de su padre á no
nuevos informes que el mandarín fumaba opio cuando
ser por necesidad. Inmediatamente que un chino tiene
Se cometió el esceso, y que probablemente estaba b o r r a dinero empieza á comerciar; y si se hace mas rico p r o c u cho , mudó fel asunto de aspecto. El mandarín llevó su
ra repartiendo oportunamente regalos coilsegliir vln corcompetente número de palos y fue privado de su digto maiidarinato para disfrutar tranquilamente de su fornidad. Sin tan feliz resultado del proceso el domasiaÉJó
tuna ; porque los agentes del gobierno suelen t e n e r celos
vivo viajero hubiera tenido'qué dajar la Chlha para ¿iémd é los particulares que hacen ostentación de su opup r é , ó estar preso pOr mucho tiemjpo, áiin después de
lencia.
pagar una fuerte multa.
Los cómicos y los qué presiden á casas públicas son
tfejfutados infames, y no pueden ser recibidos á examinarse para mandarines ; los verdugos y carceleros son
mal vistos, p e r o pueden dejar su oficio cuando tienen de
que vivir.
,
No sé hahlai i loa mánÜaririés sino de rodillas , a' no
-Ja música es de todos tiempos, y existe en todo y ien
í é r que quien les habla tenga u n empleo que le dispense
todas partes. El ruido del trueno y del m a r , el m u r m u dé ello. No se presentan en los sitios de'su jurisdicción
llo dé los a r r o y o s , el que forman los árboles sacudidósr
sino acompañados de una comitiva g r a n d e , y aun forpor el viento , el movimiento en Un de los mismos citéri
jíitdable. Debeu retirarse todos á su llegada y aguardar
pos celestes son música en la gran escala de la haturalé-'
respetuosamente con la cabeza inclinada y los brazos calza , que tiene al espaeio por estension , al tiempo póf tílÉir
dos hasta que hayan pasado.
d i d a , y á los mundos por instrumentos.
La comitiva de un mandarín es n u m e r o s a , pero mal
La música fue venerada desdé la mas remota antigüejuagada y sostenida. El mismo tiene un sueldo corto, y
d a d : era el arte por escelencia y la ciencia de los sacerp r o c u r a sacar del pueblo lo que necesita para sus gastos.
dotes y sabios. Construía las ciudades con Anfión y láS
El gobierno ha publicado reglamentos muj' acertados para
destruía con Josué. Presidia á las festividades religiosas j
contener á sus agentes en su d e b e r ; pero se cumplen tan
á los juegos del circo ; á la guerra y á las asambleas pa-i
rttal , que ségün el proverbio chino el emperador suelta
cíficas; al foro y al hogar doméstico. En C Á N T I C O feSí
ofros tarítos lobos y ladrones como mandarines hace.
tonaba la música las alabanzas de los Dioses j en H I M N O
Los vestidos dan á entender el grado de los manda-
I
LA MÚSICA.
SÉMÁNÍlRiÓ PINTORESCO.
.4?3r.
vencidas serían temibles mientras quedase algvni, vestigio
.la^ virtudes y proezas' déilosrliéroes; .pfl^ OpÁ.,
Pasan,
de eilaJVj ;'''J";',_^--' '^^^'ií'fi!. •ÍÜ-¿,;..¡ iy .j^^j oLí;nJí;iaí,j(j au'í
los placeres .(le U vida domésllca y las labores del campo.
Las liprdíis"iSÍ%gíá'totriál'csH' esfe<feinp¿es"a ; ^ r ;sa cüénaf)
,.j^r La.música, cubierta de. velos, y" llena do misterios,
tá, con espantosa actividad. Todo cuanto cantaba fney
¿ l e considerada ei}, su origen, cómo hlja;del ciclo, y cad^
m u e r t o ; todo Cuanto recordaba el antiguo esplendor dftr.
pación de la,s antiguas, tenia alguna liistoria particular sola patria y éscitaba su amor fue quemado. A los cantor,'
J ^ e su .descubrimiento ^' atribuyéndolo imas^.á Hcrraes,
de O l i m p o , T c r p a n d r o , Timoteo y Tirteo sucedió una.)
¡atrás.4 Orfeo,, y oti-asrá Tab.alcain. .Como quiera que sea,
pesada salmodia ; el salvage no gustaba sino de su música,;
,.§§ .muy probable quorlas rpxímeras pasiones y . j p s fenóy el hombre tuvo qiie sufrirla; y siendo bárbaro el v e n jgienos de la.naturaleza.diese»iorigen.á la .música ( 1 ) , y
cedor , d e b i a serlo tainbien. el vencido. San Agustín ,'Saní .
,gue n o existiendo .{odavíáMd.ialeato .alguno orga.ulzadp, esGerónimo y otros padres de la iglesia hablan salvado alr;
;gi;esasen los.liombres sus sensaciones por medio .de g n gunos trozos dé la riielojlea antigua, recogiéndola de; lasJ.0sy,d<5 sonidos (2),: i , , ; . Í \ ¿ . J V ; !,L;i^-ip;i- OÍ-Í-, [_,,inn',ú
palabras sagradííS; pero despojándola la ignorancia de sus
j . , E a Qliina, en;:dün(k se.Qaiilabatlí^sj/i .mifpjio tíemgo
mas bellas cualidades., le hizo p e r d e r su carácter mages-r.
.^^r.estQ tTi9ilo;,,-.liu.l)0:)«il.,.?ábÍQ:;q.ue, uOiEando la, dlfcr.encíá
tuüso y .su hermosura aiitigiía. El arto antiguo-se aniquiló'.':
que habia entre las armonías celestes y los aliullidos,_,,cjiie
'i ,La música de los bárbaros no tenia ni iiielodía , ni rit-,
daba el pueblo en las fiestas de la divinidad, y m a r t í r u á m o , ni armonía, era una succesion de notas como arrasa
dos sus oídos con aquellos cantos salvages que abandonatradas al acaso y sin dirección simultanea con sola la enban al acaso el ritmo y la entonación, se puso á investitonación. Esta música, si, tal puede llamarse u n conjunto
gar las leyes músicas. No sabiendo como daría principio
monstruoso de sonidos, duró hasta fines del siglo X. Los
ni la base en que apoyarse, resolvió ir á la orilla del n o
esfuerzos de S. Ambr.osio y San Gregorio hasta dicha
sagrado, y tomar por base los sonidos que por espacio de
época, disminuidos,^ con las concesiones que hubieron
tres dias oyese al ponerse el sol. Para que los Dios^sje
fuesen propicios pasó oclio días en oración y partió al ijp- i de hacer á los bárbaros, no produjeron ningún resultado.
Hacia el siglo ijoveno los mongos que estudiaban á los
veno. Habiendo llegado a l a calda de la tarde^corca do una
colina, se recogió aguardando ív.que se maulíestára la vo- : antiguos filósofos los comentaron é interpretaron de mil
modos, y r c a d a uno creó su sistema, sus ideas y su clav.e;
luntad de los Dioses, cuando al principiar^ el crepúsculo,^
comprendiendo cada uno mal lo que lela, lo i n t e r p r e t ó '
silbando el viento en u n caraavcral inmediato íí él forinó
todavía p e o r ; y al cabo de infinitas dudas mezclando la
el signo de ut. Despertóse á la maiiana siguiente al gormúsica que se conocía con la que se creía adivinar, se
geo de los pajaritos, y observó que uno de ellos repetía
hizo una gama sin gama , y una entonación sin entonaincesantemente ut, mi. Al tercer día se ^postró á la oriclon. Aunque divididas las notas por los mismos intervalla del torrente de donde nace el rio:sagrado, é inclinanlos que las n u e s t r a s , en vez de estar sujetas á las leyes
do su oído á la tierra percibió entre los ruidos que p r o d u cían las aguas del rio despeñándose en el abismo, el mis- i u m u t a b l c s d e la naturaleza se clasificaron arbitrariamente; se estableció como principio que cada nota de una gamo sonido grave y fuerte acompañado, de una multitud
ma podía servir de fundamento á la misma , y que á la
de otros que vibraban acompañando al primero y formantónica, nota en que descansa el tono, sustituyese cualdo armonía con él. F u e r a de sí de alegría s o l e v a n t ó el
quiera otra que se elljlera. En cuanto al r i t m o , ni se p e n sabio para dar gracias á la Divinidad, cuando birlendo su
só siquiera en él.
báculo en un trozo de roca formó el acorde perfecto.
Hallada de este modo la ley , hizo la música muchos p r o , Habiendo leído en alguna parte que las notas de á cuagresos y se cstendiü rápidamente entre los pueblos del
tro y cinco grados diatónicos, la cuarta y la quinta, esOriente y en las Gaulas (5).. .
: taljan en perfecta armonía, se las empleó simultánea y
Los caldeos tenían una gran música ; trescientos sesucesivamente, y esta fue la primera armonía conocida
senta músicos, cuyo número correspondía á los dias del
en aquellos siglos, y la única mirada como buena. Se usaaño, acompañaban al rey en sus paseos y en la guerra,
ba de ella en todas las grandes solemnidades , y su ejecucantando sus alabanzas y las de sus ascendientes. Bajo
ción costaba el doUc que la música ordinaria. Sin embarel reinado de los Tolomeos no era en Egipto la música
go no satisfizo p o r mucho tiempo á los músicos el nuevo
solo el arte de componer y ejecutar los sonidos, sino que
descubrimiento; sus oidosse resistian á la rudeza de aquella
a b r a z á b a l a poesía, astronomía, y baile. Los sacerdotes
armonía que en adelante quedó proscrita y del todo abanmúsicos eran los primeros personajes del estado , que godonada , y buscaron por su parte o t r a , reconociendo que
zaban de inmensas prerogatlvas, y tenían el derecho de
las sucesiones de notas de tres y seis grados de Intervajuzgar al rey después de su muerte y negarlo la sepullo , las terceras y sestas, eran mucho mas armoniosas que
tura cantando el himno de. las imprecaciones. Cuatro niil
las primeras. Dejándose después conocer la necesidad de
levitas músicos cantaban entre los hebreos las alabanzas
la melodía, y aumentándose el talento de los composide Jeová en el templo de Jcriisalcn , acompañándose con
tores y ejecutores, hicieron uso de las notas de tránsito,
liras, sistros , bocinas, címbalos , timbales, trompas y
glosas y otros artificios armónicos. Las leyes músicas se
cien trompetas sagradas.
•,
.
X; •. ..: i hicieron claras y precisas; y en el momento en que se
creia haber imitado el arte antiguo, se acababa de crear
En Roma y en Atenas se tenia p o r , deshonrado á
u n arte n u e v o : el contrapunto.
quien no sabia música. Nerón apreciaba mas su r e p u t a La nueva ciencia música , que compuesta solamente de
ción de músico que su cualidad de emperador.
Pero pronto los bárbaros invadieron el Oriente y Occi- la armonía consonante y de jiros melódicos y armónicos parecía por la calma é indecisión de sus formas mas análoga al
dente. Les importaba poco el d e s t r u i r l o s monumentos
misticisino católico, estuvo á pique de verse ahogada por los
y saquear los templos; lo que ellos anhelaban era acabar
ribetes y adornos ridículos. Cada cantor , ansioso de sobrecon los h b r o s , los poetas y sobro todo con los músicos:
salir , improvisaba notas que no estaban en su p a r t e , y en
pues la esperiencia les habla enseñado que las naciones
vez de buscar la originalidad del pensamiento y la P e ít) Lacépede , Poét. mus.
reza del estilo, no trataron los músicos sino de amontonar
hl\ Lesueur.
•. , „ , . . ; . , . . .,
,.
en sus composiciones imitaciones , cánones y fr^as unas
,(5) Algunos' historiadores-antignos aseguran,quédesele;cl año
1[i'as oti-as, contentándose con agradar á la vista desculiei- mundo- 2140 habiai) instituido los bardos escuelas de miisica
«n Us GauUs.
(iáiidose enteramente áel óíáí), j Á iflá'éstto'áe capilla qúa
474
__^
SEMANARIO PiNTORESCa
disonancia sin pfepáraclon, y esta ins^áciciü tan beíla
como atrevida, echó abajo toda la teoría del fcontrapunto y creó el elemento de la música moderna.
' En breve la música profana, hasta entonces menospreciada tomó un rápido vuelo. Cada soberano quiso tener su
música de palacio, su ópera: multiplicáronse por todas
partes los conciertos y los teatros. Las cortes de Italia,
España, Saboya, Inglaterra y Francia dieron en todas sus
funciones intermedios de música , de los que es el mas cepero jamás esceder.
lebre el de Enrique I I I en las bodas del duque de JoyeuEntonces se verificó en la música una revolución asombrosa y que no tiene ejemplo en ninguna otra arte. Los se. Los músicos de talento abandonaron poco á poco, aua
trobadores de la Provenza y Picardia habian difundido haen lo eclesiástico, el contrapunto, mirado hasta entonces
cía tiempo por Europa una música que por su melodia y
como el arte sagrado ; y Cavalli, LuUi y Haendel prearmonía, su forma y estilo se diferenciaba esencialmente
pararon entre otros con su genio la senda á Gluck,
del contrapunto; y sea que influyese esta en los músicos Paesiello y Mozart, y estos á los representaates del arte
italianos, sea casualidad, sea imposibilidad de sobrepujar actual.
en su estilo á los dos grandes maestros del siglo XYI,
Claudio Monteverde escribió en compás de Madrigal la
compuso el Canon enigmático, el mas dlficil de adivinar,
fue proclamado por el mayor músico de su tiempo. Esto
duró hasta el siglo X V I , en que apareciéndose Gudimel
y Palestrlna, y apoyándose en la verdadera entonación,
sacudieron todo aquel fárrago escolástico, se sirvieron de
la música de sus antecesores como de medio solamente, y
compusieron obras á las que se ha podido tal vez igualar,
JBII C O U B H I 6 BÁJAnO-MOSCA.
de la forma de la lengua, la posición de las ventanas de
X J O S pájaros-moscas pertenecen al ge'nero colibri. Hay
las
narices, pequenez délos pies, etc. {i).
«ntre los colibris propiamente tales y los pájaros-moscas la
diferencia de que aquellos tienen el pico arqueado, y los ~~í¡^ Pico mas largo que la cabeza, tubuloso y deprimido en
•set'undos fecto; pero en todo lo demás tienen todos cier- .,, hise- mandíbula inferior casi cubierta por la.süpeuor; ven.
t ^ % U narií colocadas c«c* del naclmÍ*«U ¿íl tico «*^
tos caracteres córamies tomados de la dimensión del pico,;
SEMANARIO PINTORESCO.
Entre las numerosas especies de colibris pájaros-moscas se cuentan Ires muy particulares. La primera es el
pájaro mosca, del Brasil. Sus alas se estieiiden hasta
dos terceras partes de la cola, que es ahorquillada.
Sus rectrices son de un a¿ul de a c e r o , su espalda y las
coberturas de las alas de u n dorado oscuro ; el cuello,
p e c h o , vientre y costados de un brillante verde de esmeralda. Su picó negro termina en punta muy aguda ; el
macho tiene cubierta la cabeza con una toquilla de azul
añil muy vivo, que con los reflejos de la luz pasa á araat i s t e ; en la hembra sustituye á este azul u n verde oscur o , y las rectrices no son azules sino en su cstremidad, y
de u n verde dorado por encima; los costados no tienen
m a s que algunas tintas verdes doradas, y el cuello y vient r e son de un pardo ahivmado.
t a tercera especie de Colibrí pdjaro-mOsca
es la 11a-
bicllas con una niembrana redonda , y abiertas por delantepies muy juntos eimpiopius para andar con cuatro dedos casi
enteramente divididos, y uno por detras; tarso mas corto que
el dedo intermedio; alas largas; todos los remos uniformemente
todeuadot» jr el primero mas largo.
475
La segunda especie es el pájaro-mosca, de orejas azules , nombre que se le da con propiedad por los dos c o petes de plumas que tiene el m a c h o , y de los que carece la hembra. Uno de estos copetes es de un morado de
amatista, y el otro de un verde azulado. La cola es r e d o n da ; el pico grande, negro y muy recto. Tiene este pájara bajo los ojos una mancha negra aterciopelada, que en
la hembra se prolonga hasta el sitio en que el macho tiene los copetes. El cuello, pecho y vientre son de u n
verde alabastrino; los remos p a r d o s , la p a r t e superior
del cuerpo desde la cabeza hasta las pequeñas cubiertas
de la cola es de un verde brillante.
Este pájaro-mosca
se encuentra en los espesos m a t o r rales que rodean las habitaciones de la Guyana y ; cl
Brasil.
mada Safo, porque las dos p a r t e s de s u c o l a u m t a n los bra»
zos de una lira antigua; y al darle este nombre algunos n a turalistas quisieron recordar el de aquella célebre poetisa.
Esta especie de pájaro-mosca
es muy rara. U macno
se distingue de la íiembra p o r " » . hermoso mattz verde
esmeralda esparcido e« su cuello y pecho. La hembra Ué"
SEMANARIO PINTORESCO.
jn^ la, particularidad de (jiue el lado esterior de sus dos
mayores rectrices es de un azul amarillento, y el interior
.de uij;inoi'í^do,oscuro, ,que; S,e tVe también en las demás
rectrices.ti j-.,; .;5 ?,•:, -¿¡lu-yr) .<ü)au Í'.Í I .-iscíEl vientre del Scifo eá, como Su cuello y p e c h o , de
4(11 ;lierinoso Verde esmeralda ; á los lados del cuello se estietide desde el ojo liasta la oreja una bandeletade u n v e r de dorado ujas claro. Toda, la parte inferior del cuerpo y
l a s pequeñas cubiertas de las alas son de un verde d o r a do metálico-. Los remos I de un pardo apurpurado. Las
pUy.nas de la. rabadilla y las cubiertas superiores de la cola son del m a s b o r m o s o c o l o r . d e carmín.
~T.oiLÍ)ie¿ mctñoos iguales y redondeadas en su pstremidad
c o m p o n e n d a cola del ¿!<ijb, podiendo decirse que s o n d e
cobre rojo con cambiantes do oro. Terminan en una m e dia luna n e g r a , bordadas con un ribete de lo mismo. Las
alas no esceden en una pulgada del nacimiento de la cola.
El pico es a g u d o , poco prolongado y negro como los
tarsos.
Esta descripción, á la que sentimos no pueda acompañar un dibujo iluminado del Sa/'o, dará al lector cierta
idea del vistoso plumage de este pájaro , y la exactitud de
la viñeta compensará esta falta manifestándole la elegancia de sus formas.
—»<>^^33C—
LA VIDA DE ÜM B.IÍ»ÜTADO
COATES.
(Comunicado.)
M,
Li querida h e r m a n a : n o estraño que en ese pueblo, de
donde no sales, me creas íelh y contonto, desempeñando el mas honroso cargo que la nación pudo darme. Te
equivocas, sin embargo, y para c o n v e n c e r t e , te diré por
menor cual es mi vida.
Cada dia al despertar, y mientras me desayuno, leo
los papeles públicos, y suelo r e p a r a r que en la sesión de
la víspera han equivocado el monosílabo de mi votación;
y no creas que es este pequeño disgusto, ni pequeña ocupación la de lograr que los taquígrafos rectifiquen la equiYocacion. Al fin á m í , que no he h a b l a d o , no me es imposible conseguir esta enmienda, pero ¡ay del triste
orador cuyo discurso han cambiado totalmente haciéndole decir tales simplezas, que cree oir el infeliz, las carcajadas que sueltan doce millones de bocas al llegar el
correo á las provincias !
Si es dia de comisión, hay que vestirse de priesa, y
á pesar de los lodos y del frió (soy legislador de á pie),
acudir á la cita, donde si se llega t a r d e , se sufren r e convenciones de los c o m p a ñ e r o s , y si t e m p r a n o , se r i ñe agriamente con los que van llegando, y se sigue r i ñendo y renegando todo el tiempo que la comisión dura,
que suele ser hasta la hora de abrirse la sesión del Cong r e s o , á donde hay que ir á sentarse, ya con la sangre
quemada y la cabeza hecha un horno.
,, .
Lo que pasa en las sesiones lodo el mundo lo sabe,
y solo te hablaré de algunos incidentes quq no pueden
estar al alcanzo del públipí),, y qne son inevitables en las
grandes reuniones. Ya l¿ ocurre á un compañero venir á
comunicarme una nueva agradable , p e r o es reservadísinia y coiho él' ignora el mal aliento que t i e n e , me a d fninistra, lin emético con la mejor intención. Á veces,
otro que pasa de p r o n t o p o r detras del banco mió,
enredando- un botón de su vestido en las greñas de mi
p e l o , me precisa á lanzar u n grito a g u d o , que el P r e r
sidenté ahoga con la teiTÍble voz \drdenl No falta quien
pasando por delante se p a r a un momento,á sáludar.á las
damas de las t r i b u n a s , fijando gentilmente su bastón en
mis encojidos pies y en el único clavo que en ellos tengo:
las lágrimas se.me saltan en tormento semejante, y ten^o
que gastar bota rajada por todo el tiempo que dure aquella legislatura. Salgo al salón de columnas para fumar y
estar a n c h o , pero uo bien m e . h e s e n t a d o , se me acerca
u n buen patricio á leerme una memoria p a r a acabar la
guerra en tres semanas sin pedir nada á n a d i e : yo que
procuro hacer mas corto el r a t o , enredando con la i\egla de rayar papel que está sobre la inésa de escribic, en
un rapto de impaciencia hago una carambola con la
salvadera y la caja de rapé de im venerable prelado que
está leyendo periódicos, y. se la a b r o , y, s e . l a vierto,..y
tengo que pedirle mil perdones por mi mala crianza. H u yo hacia un grupo que se halla apiñado en \m i'incon oscuro , pero retrocedo al p u n t o , porque están empollando
una interpelación, Ble p a s e o , pero tengo que p a r a r p o r que un celosp hidráulico esplica á otros varios su plan de
canales. Las,baldosas del piso son provincias y en un mar
de saliva quia hay, en ellas, embarca con el pie las p u n tas de cigarrc),; qug serán los buques que crucen el reino.
Si voy a l a chimenea u n jugador de tresillo que disputa
con los qup le han ganado la noche antes , me hace juez
de sus bien combinadas jugadas, y tengo que ocultar mi
ignorancia en los naipes á fuerza de arqueos de cejas y
fruncimientos de labios. Por dicha, antes que llegue al
último codillo suena la .campana que llama á v o t a r , y t o dos acudimos, al salón de sesiones. Concluida la de aquel
dia salimos no sin haber precedido cambios y recambios
de capas y. sonjbreros.
S i l l a sido la votación interesante, es muy probable
que algún conocido que ha estado en la tribuna me diga
en la calle con voz severa y dándome en el h o m b r o : hoy
ha perdido V. d esta pobre nación] En seguida de esta
flor , se vino á mi cierto dia un hombre como un jigante,
moreno y belloso á quien yo no conocía, y estrechándome en sus brazos, me levantó del suelo haciéndome tres
veces perder t i e r r a , dándome otros tantos vivas como á
defensor del pueblo. Otra vez en lo alto de la calle con
un viento norte que llevaba la cara , me agarró u n mal
contento de la c a p a , y sobre el cuello de ella se detuvo
á escribir por su mano la proposición que debia yo formular para remediar en parto los males que habia hecho
con mi v o t o , hasta que al fin llegaron en mi auxilio los
caballos del coche de u n ministro que le hicieron separarse , y yo logré escabullirme llegando casi á gatas á mi
casa.
En ella es muy frecuento estarme ya esperando a l gunos buenos vecinos de los pueblos de la provincia que
todos quieren enterarme de sus solicitudes para que las
recomiende en los correspondientes ministerios. Es en
vano quererles persuadir que un diputado á Cortes es u n
representante de toda la nación no de una sola provincia,
y no debe promover asuntos |)articulares: ellos que han
comido ya aprovechan el tiempo en que yo lo hago l e y é n d o m c ó refiriéndome sus exposiciones y los documentos en que l.as apoyan. Algunos otros no vienen á solic i t a r ^ s i n o que sgn electores que influyeron en mi n o m bramiento, y vienen á conocerme y á complacerse en su
o b r a , ú al contrario á decirme: « D. J o s é , somos francos;
V . no á correspondido á los deseos del pais : no le da Vesplendor : no parla V . y estamos afrentados.» Yo p r o c u 1-0 cscusarme con mi falta de voz,y,de salud, y aun les
enseño los dientes aportillados y cadaverosos que dejan
escapar el aire de mi boca cual de u n fuelle. Nada les
convence, ni me queda otro arhritrio que abreviar nu c o mida, y con ella todayía.en la boca, despedirles en la calle y refugiarme á u'ñ café.
m
SEMANARIO PIÑtÓRESGÓ.
'\' Allí busco una-rrlesá solitaria', por pronto me atisba
dgttn pol (ico que ca¿a de espera allí para saber por m e nudo todos los incidentes de la sesión del día. Mientras
entre sorbo y sorbo procuro satisfacerle', llegan otros,
y otros y otros, y tengo que coinenzat otras diez veces,
y luego no me dejan proseguir, glosando cada cual las
Ocurrencias según sus diferentes opiniones , y la cuestión
Se acalora, y el codazo de un buen lójico hecha á rodar
la taza y el platillo o el braseíillo con lumbre. ; Feliz
cfúTén logra salir de allí sin manchas y quemaduras!
• Me voy á mi tertulia á. buscar paz. Una señora de familia , diplomática 4 quien no esperaba yo encontrar dllí,
esclama viéndome e n t r a r : «me alegro que V . venga, p a dre de la p a t r i a ! A que no ha apoyado V . el disparaté
que han aprobado hoy las Cortes?" En vano c{uiero esóuSarme,' en vano mudo de conversación. No hay remedio,
tengo que confesar como he votado. La reyerta que se arma entre los concurrentes dura hasta mas de las once.
Obligado á tomar p a r t e y deshacer mil equivocaciones
abandono en fin el campo , ronco , sofocado y ardiéndoseme las sienes. Ceno en siláhciq, sití gaüá y de priesa, y
me voy á la cama.
Viene Farrancho á sacarme las b o t a s , y Ifi tiertta el
demonio de hablarme de la quinta, y stí empeña en que
su hijo no debe dé entraí-, y que todos están mal con la
ley de reemplazos, y que las Cortes no miran por los p o bres. Mi irritación llega al colino. La medida se ha llenado, y tengo la barbarie dé daí'Ie una palada que le sienta
en el suelo. Se levanta y se marcha, y vo nié quedo al
borde de la c a m a , estático, a b u r r i d o , abergotizádo de mi
brutalidad. Me acuesto, pero no duermo. Las horas se mé
Jiasan dando vuelcos. Pienso en el último dia de Catón
(aunque sea mal comparado) y én la injusta puñada qué
dió aquel romano al íiel doméstico que le rehusaba IS é'áípáda con que Sé quitó la vida.
JOSÉ'
Samóza.
V E N X Á O E O B J E T O S JBAB.OS-
P
JL ara animar Epaminondás el valor abatido de su eje'rc i t ó , sacó dé ün templo por la iioche las armas suspendidas én é l , asegurando á. sus soldados qiie loa Dioses h a blan ido á tomarlas para combatir jpor ellos.
Üriá dé estas armaduras, llevada á R o m a , lá compró
iiti gefe de legión algunos años antes dé Jesucristo por
Í'OCÍ,()00 séstércids, que equivalen A utios 16,000 reales.
U n a mesa de naratijü que había pertenecido á Cicerón
la compró uü senador r o m a n ó , Marco Apolo eíi 300,000
seátércios, ó 750,000 reales. ;
• i
• Bespüés de la conqíiistá Áel Ásíá íiíeriór ^4 légalo &
Cátoh lina túnica dé p ú r p u r a qué hó sé atrevió á usar.
N e r ó n el soberbio l a compró por 680,000 reales. El báculo del filósofo Pelegrin ]?róteo se vendió en 3.200 reales.
El violento rencor qué Ziska profesaba á los cristianos le determinó á mandar que cuando muriese le despelléjáí-an y se hiciese un tairibor de sú p i e l , prometiendo
la derrota del enemigo cüaiitás veces se le acometiese al
sonido de dicho t a m b o r , y el suceso justificó aquella p r o mesa. A los 60 años después de la muerte dé Ziska obtuvo iih fragmento del tambor un soldado el mas rico del
¿je'rcíto, cediendo p o r él el rédito de sus bienes de todo
üñ año.
Désjjítiés dé la destrucción de la cámara dé los lores,
el ansia del pueblo de Londres por obtener reliquias de
aquel monumento histórico llegó hasta dar 400 libras esterlinas por un fragmento de marmol de una de las chinteseas.
E l derotibnario qufe Gárléli I Itsia en el patíbulo se
vendió en Lóüdres éft 1825 en 100 guineas, unos 10,000
reales.
La silla de marfil que la ciudad de Londres dió á G u s tavo Vasa fué comprada por M. Schinckél, súécó, en 58,000
florines (480,000 reales.)
Se ofreció al célebre G r e t r y por un mal barómetro
que habia sido de Rousseau, y que valdría unos 3 francos
1 5 0 0 ; y p o r una mesa sobre la que Rousseau compuso sa.
nueva Eloísa, que podría valer 2 francos, 3000 francos.
Habiendo conservado el coronel Rosen el vestido que
Carlos X I I tuvo puesto en la batalla d e P u l t a v a , se compró
en Edimburgo en 22,000 libras esterlinas; unos 2.244,000
reales.
En 1815 compró lord S c h w a r t e r b u r y u n diente de
Newton en 700 libras esterlinasi
Unos zapatos de Luís X I V fueroil comprados á e n o r me precio p o r el abate Teran.
U n clavicordio qlie habia sido de G r e t r y y que v a l dría de 6 á 7 francos lo compró Nícolo por 400 francos.
Un cartapacio pequeño sobre el cual escribía G r e t r y sus
composiciones durante su viaje á Italia, se adjudicó p o r
subasta á Boíeldieu en 120 francos ; él palito con que echaba el compás le compró Berton á gran p r e c i o ; Una mesa
do nogal suya se pagó 130 francos y todos los bastones
de espino c|ue había usado sé Vendieron á 30 francos c a do uno.
Güáildó se tt'áisladárdn los cuerpos de Abelardo y
Eloísa á los Peiilé-/itigustihs
ofreció u n inglés p o r u n
diente de Eloísa 100,000 francos (400,000 reales).
Un reloj de faldriquera de bronce de J. J. Rousseau
se Vendió en 500 francos , y una bata del mismo en 9 5 0 .
Un bastón de Vollaire se pagó 500 fraritiós, y otros
dicen que 2,400.
Uua peluca ya apolíllada que habid sidd d é %ÁÍÜ. 'SÁ
córhpró en el año 1804 én 200 francos.
O t r a de Stérne en 5000 francos.
Las dos plumas con que se firmó el tratado de Amiérisí
las compró un y e r n o dé W a l t e r - S c o t t en él año de i 8 2 5
p o r 500 libras esterlinas; unos 48,000 reales.
Una carta autógrafa de Castaing la adquirió M. Maurice Alhoy de un inglés pagándole los gastos de un víage"
de tres meses en posta p o r el mediodía y el Oeste da
Francia.
El sombrero qué llevaba Napoleón en la batalla d é
Eyleau se adjudicó en renta pública en 1.° dé diciembre
de 1835 á M. Delacroix, medico, por 1920 francos.
Su bastón de concha de tortuga se vendió en Londres
' éH 38 libras esterlinas, 17 chelines, ó 9 3 1 francos.
Un mechón de sus cabellos se vendió en Notiiugham
en 17 ehelines, 21 francos.
Una hoja de unos docüttientos en la cual habiá íñárcado Napoleón profundamente con la Uña acaba á e yérxdeíse á precio dé oro á un entusiasta americano.
Se han ofrecido enormes cantidades á M. F l a m á n d ^ G r e t r y por el lecho de Juan Jacobo y de Teresa.
Uii banquero de París ha prestado á Madama Eugó• nía de La Bonchardíe 1000 francos sobré el corazón dé
: Mariano José Chénier.
EXPOSICIÓN DEL LICEO.
(Segundo artículo.)
I
mpósíble sér/a el pretender encerrar dentro de los l í mites de este artículo todas las ideas que pudieran ocurr i m o s respecto al gran número de obras artísticas ofrecidas á la exposícíoil del Liceo. Limitarémoiios por lo tanto é esprasar ftlgutías; relativas á aquelloi objetos qu«
TTTS
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SEMANARIO PINTORESCO.
mas h a n podido llamarnos la atención, consignándolas y La vacada fueron ya espuestos en la academia, y me-recieron entonces los justos elogios de la prensa p e r i ó d i a q u í , no como un juicio artístico y acabado de su m é ca, y otros han sido improvisados por el autor en las r e u rito respectivo, sino como una sencilla y modesta opinión
niones de noche que celebra el Liceo, y por lo tanto nO'
n u e s t r a , que en nada puede realzar ó disminuir el valor
pueden ni deben someterse á las reglas generales de la.
de aquellas obras.
crítica.
Principiando por las del profesor D. Genaro Pérez de
El profesor D. Antonio María Esquivel es otro de losVillaanail, que por su mérito y variedad formaban una
que mas h a n sobresalido por la' belleza y n ú m e r o de sus
p a r t e principal de esta bella exposición, no podemos mecomposiciones, mereciendo á nuestro entender el p r i m e r
nos de felicitarle por la riqueza de fantasía y por el p r o lugar entre ellas un cuadro de tres varas que representa
fundo conocimiento del arte que ha sabido desplegar en
á D. Sancho el Bravo persiguiendo al príncipe D. J u a n
esta como en otras ocasiones ; y con este objeto habremos
en el momento en que este se refugia ai gabinete de la
de detenernos con particularidad en alguno de sus cuar e i n a , con lo cual logra contener el golpe que Se a m e dros principales.
nazaba. Es interesante en este cuadro la espresion y c o r El p r i m e r o , á nuestro e n t e n d e r , de aquellos, es sin
rección de las figuras , sobre todo la de la r e i n a , la n a duda el que el autor ha titulado Vn acitartelaniienlo , y
turalidad y bien entendido estudio de las actitudes, y vina
que como dijimos en el articulo a n t e r i o r , fue escojido
severidad de colorido en toda la composición, que cony comprado por S. M. La idea filosófica que envuelve
esta linda composición es por extremo interesante , y pro- curre á hacerla mas halagüeña.
El David triunfante,
cuadro del mismo a u t o r , r e g a pia á excitar las mas serias reflexiones. El autor ha figulado p o r él á S. M., reúne las mismas dotes que a q u e l , y
rado la escena en el interior de un rico monumento g ó hay mucha filosofía y verdad en la espresion de la figura
tico , compuesto de varios fragmentos de San Juan de
que representa al vencedor de Goliat.
los reyes de Toledo y de otros edificios notables de la
edad m e d i a , los cuales destruidos en p a r t e por el tiemLa otra composición de Adán j Eva cuando encuenp o , y en p a r t e por la atrevida mano del h o m b r e , vienen
tran el cadáver de Abel es tan interesante y bien ejecuá servir de refugio á multitud de soldados , que se alot a d a , que h a Merecido ser escojida y comprada p o r S. M.
jan en tan sagrado r e c i n t o , hacen en él sus ranchos,
Hubo ademas de este profesor varias copias escelenatan sus caballos á los marmóreos sepulcros, y utilizan los
tes de Ticiano y de Murillo, multitud de caprichos p i n restos venerables de aquellas ruinas para su momentátados en el mismo Liceo con una franqueza y naturalinea necesidad: ¡lección terrible y filosófica que enseña á dad que admiran á los que saben que han sido hechos á
las artes víctimas de los furores de la g u e r r a , y las sula luz artificial, y en los cortos y ajltados momentos de
blimes tradiciones de u n pueblo atacadas por el terrible
las reuniones semanales; y por ultimo multitud de r e t r a fanatismo de la impiedad! El colorido de este cuadro tos de personas bien conocidas, que ademas del mérito
nos parece fuerte y vigoroso, y bien entendido el efecto
artístico reúnen en general el de la mas exacta semede luz que se quiebra é introduce p o r las ricas y deli- janza.
cadas labores de los pilares, pasando á ¡luminar un bello
El profesor D. José G u t i é r r e z , ademas del bellísimo
g r u p o de soldados y paisanos, que están curando á un
cuadro de La Caridad, que ya estuvo espuesto en la acaherido.
demia, y que ha merecido ser comprado por S. M., e x puso en los primeros dias una Venus del tamaño natural,
Otros dos cuadros de este artista r c p r e n t a n el interior
nuiy digna de atención p o r la corrección del dibujo y la
y el esterior de La catedral de Toledo , y en ellos n o brillantez del colorido ; pero que fue retirada después p o r
tamos la- misma exactitud y prolijidad en la composición,
su autor, p o r hallarse demasiado desnuda.
colorido armonioso y brillante, y gracioso efecto de los
Otra Venus de medio cuerpo de tamaño natural nos
grupos ó figuras.
pareció bien desempeñada y por extremo graciosa en la
La emigración,
escena también característica de las
espresion y colorido , asi como también otros dos cuadros
circustancias, está representada en u n lienzo en que se
del mismo profesor pintados de noche que representan
vé la casa del Rico borne de Alcalá y el palacio del Caruna turca hujendo de un cristiano , y el otro una Condenal Cisneros, y es en estremo interesante p o r la variada animación de los grupos de paisanos y el efecto n a t u - cepción , en los cuales hay u n tono de luz agradable y
sorprendente para ejecutado de noche.
ral y armonioso del conjunto: debiendo notar asi en este
Últimamente de este mismo profesor era u n Retrato
como en los demás cuadros últimos de este profesor, que
de la Señora de Montufar,
en el cual el autor ha despleafortunadamente parece haberse olvidado de aquellos t o gado todos los recursos de su brillante imaginación, y
nos m o r a d o s , á que antes mostraba tanta predilección, y
aquel estilo que caracteriza á la escuela sevillana, en que
que justamente le criticaban los inteligentes.
tanto se distingue,
La Puerta de serranos de Valencia , en cp.e eV a u o
tor ha sabido r e t r a t a r todo el carácter de las construcLas originales y bellas composiciones del profesor
ciones de fortificación árabes , es un lindo cuadro, y en él
D. José E l b o h a n adornado también esta exposición, y dael a r t i s t a , con el objeto sin duda de no perder la unido á conocer los grandes adelantos que debe á su genio y
dad de eomposicion, ha agrupado con felicidad graciosas
á su estudio. E n la exposición actual sus cuadros han sifiguras de mozos , otras de camellos cargados de mercando cuatro, y representaban Ün ricacho andaluz reposando
cías, dando así á todo el conjunto cierto sabor oriental por
apoyado en las ancas de su caballo, y con la garrocha y
manera agradable.
el trage de campo ó de d e r r i b a r ; Vn contrabandista,
en
acecho y con el caballo arrendado á un á r b o l , y Dos suerOtro cuadro hay del Sr. Villaamil con el título de Orites de picadores de toros,
todos los cuales han llamado
llas del Guadaira,
aunque distinto de los que con igual
título ha presentado en otras exposiciones, y en este 4 nuestra atención por la exactitud, originalidad y chiste de
su composición, la corrección esmerada del dibujo, y u n
nuestro entender merece cumplido elogio el efecto de luz
cierto color nacional que recomienda todas las obras de
del crepúsculo de la t a r d e , contrapuesto con las grandes
este joven profesor.
(^Se concluirá.)
masas de arquitectura morisca, y aquel vapor vago y h ú medo que se eleva del rio.
Otros muchos cuadros ha presentado este fecundo arEn la nota de los cuadros comprados por S. M., inserta ea
tista en la exposición; p e r o varios de ellos, como La
el numero anterior, se omitió por olvido una copia de la feCatedral de Sevilla,
La procesión,
El mercado
árabe
7¿us X -adonis de Pablo Teronés, abra de D- francisco ¡íendoaa^
MADRID: IMPRENTA DE D . TOMAS JORDÁN, EDITOR.
RECTIFICACIÓN-
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