Revista ilustrada Hispano-Americana. Se publica los Domingos

Revista ilustrada Hispano-Americana.
TODO POR LA MUJER Y PARA LA MUJER
Se publica los Domingos.
Madrid 20 de Enero de 1895.—Oficinas: Claudio Coello, 29 (antes 13.)
Núm. 1.—Eselaviaa
PAULINA
Año YIU.—Número 368,
AÑO VIH,—Núi^. 368.—I»
LA ULTIMA MODA
2
otras ciases más modestas á que he aludido'
Todo está compensado en este mundo'
Entre las personas más distinguidas, el traTEXTO.—Crónica, por Blaaca Valmont.—Carnet de la Moda, por Cleto e smás ceremonioso, más convencional;
mentina.—Explicación du los grabados.—Conocimientos útiles; arte
las relaciones se sostienen más por la vaembellecerse: el traje femenil, por Juan de Madrid.—A laluz de la lámpara, por £ i Aiíaze.—Vida práctica: resumen del debate, por Mario
nidad que por el afecto, y el idilio se conLara.—Preguntas y respuestas, por La Secretaria. — Memento.—
vierte en comedia. Pero no por eso dejan
Anuncios.
de hacerse obsequios unos á otros, de viGRABADOS.—Fiá'urines.—Esclavina 'Pju/ina.—Trajes para recibir (cuasitarse, de desearse todo género de ventutro modelos).—Manga abuUonada.—.Manga de pernil.—Abrigo para
niña.—Trajes para patinar (seis modelos).—Trajes para visita (tres
ras, y de exhibir las señoras los más eleganmodelos).—Traje para niña de 3 á 5 años. -Traje para calle.—Capota
tes trajes y adornos en estas visitas, es£/aa!ia.—Toca Caroiina.-Sombrero Blanquita. — Cuellos de piel
(tres modelos).—Cuello de terciopelo.—Salidas de teatro (tres modemerándose no sin razón las que reciben, en
los).—ACCESORIOS,—Agremán de pasamanería.—LABORES.—Z)¡6u/osrfe
amueblar y alhajar sus salones con el ex/ía/ta.—Enlaces de las cifras S-S, T-V-G E-I, E-B, P-L, F-L y A-D,
quisito gusto artístico y la riqueza peculiapara pañuelos.—Escudo con el nombre de Clara para almohadas.—
Gabriela para toallas. —Camisa de dia bordada i realce y punto de
res de nuestros tiempos.
festón, marcada con el nombre de Brígida.—C-H y D-H para pañueComedia ó idilio, vanidad ó afecto, conlos de caballero.—Enlace A-E-D para almohadas y cifras A y B para
almohadas cuadradas.
tribuyen en esta época del año las visitas y
MÚSICA.-£/ pájaro ciego, dolora de Campoamor: melodía para canto
los obsequios á otrecernos un cuadro aniy piano, de D. José María Benaiges.
madísimo y brillante en medio de las tristezas y de las inclemencias del Invierno.
Por otra parte es uno de los períodos más
lucrativos para la industria y el comercio.
AS primeras semanas del año s; han consagrado á las
Como á él siguen los grandes bailes, las
visitas oficiales, de cumplido, y más especialmente á
recepciones en las Embajadas y en los Milas que se hacen con verdadero gusto los que se hanisterios y el Carnaval, la alta sociedad por
llan unidos por los lazos del parentesco y los agradaostentación, proporciona á las clases trabaqilisimos de la sincera amistad.
jadoras el medio de ganar lo necesario para
su subsistencia, hasta que la próvida NatuDigan lo que quieran los que padecen esa triste enfermeraleza viene en su ayuda y difunde sus
dad que se llama egoísmo, la espansión del espíritu es una
dones por todo el ámbito del mundo.
necesidad; y este París que tiene fama de ser superficial, nos
ofrece á menudo ejemplos de profundidad de sentimientos,
Lo que demuestra que aunque no nos lo
contrapeso indispensable á las agitaciones que imponen el
parezca, todo en la vida está admirableasiduo trabajo y la lucha por la existencia, más ruda aquí
mente organizado.
que en otros centros de población, por las
He indicado que este año se han hecho
muchas exigencias de la vida y los sacrifimuchos regalos. Esta costombre social mecios á que obliga.
recería un estudio. JVIe limitaré sin embarLas clases tienen en esta capital un cago á hacer sobre ella algunas lijeras indirácter y una situación más definidos y marcaciones.
cados que en otros países de huropa. En
Tres clases de regalos están en uso; los de
algunos, sobre todo en los meridionales,
valor, los útiles y los inútiles.
se confunden: aquí no. Las aristocracias,
Los primeros, que son los más escasos
la clase media, y la clase llamémosla proaunque los más deseados, se hacen por el
leiaria, giran cada cual en su órbita con
esposo á su esposa, por el padre á sus hiuna separación y una independencia abjos, por el derrochador á la persona que le
solutas.
interesa en el momento en que regala, y
Para encontrar generalizados y no como
por los que tienen que pagar algún gran
escepciones, esos sentimientos que inspiran
lavor de que han sido objeto y no han poel cariño de la familia y los afectos de la
dido por delicadeza remunerarlo como un
verdadera amistad, hay que detenerse en
servicio. Con estos regalos, la esposa, la
los círculos de la clase media y de la clahija ó el amigo, aumentan el número de
se obrera.
sus joyas ó el adorno de sus casas.
Casi podríamos pensar que las clases que
Los verdaderos amigos hacen los que
necesitan consagrarse á un asiduo trabajo
podemos llamar regalos útiles. El que reintelectual ó manual, son las que ofrecen
gala, piensa qué es lo que más puede agraesos hermosos sentimientos en su más amdar á la persona á quien desea agasajar, y
plio desarrollo; y se comprende que esto
se vale de ingeniosas indirectas y de afecsuceda, dado el género de vida que hacen
tuosas indiscreciones para saberlo. Estos
esas grandes agrupaciones.
regalos representan cariño, desinteresado
Hay en la clase media numerosas fami„,,,
interés, matices de delicados sentimienios,
lias cuyos individuos apenas se ven, ape••"••"•
y son seguramente los que más se estiman,
nas se comunican sus impresiones. El maporque^en ellos hay algunos latidos del coKum 2.—Iraje para reciiir.
rido sale temprano á desempeñar sus diarazón de quien los olrece.
rias tareas en la oficina, en el comercio ó en el establecimiento donde gana el .sueldo
son ciertamente encantadores, y se hacen, á las personas con
Los
regalos
inútiles
que destina á sus atenciones. La mujer suele también por regla general tequienes se quiere cumplir. Cuestan poco, aunque siempre
ner ocupaciones que la permiten contribuir á las necesidades de la casa.
es mucho más de su valor intrínseco, y sirven para poner
Los hijos, si son pequeños están en el campo cuidados por una nodriza; y
en evidencia el buen gusto déla persona que los elige.
como hay colegios especiales para todas las edades y condiciones, en ellos
Estas cosas inútiles llenan agradablemenle su objeto, y
viven, porque en el hogar durante el día no habría quien los atendiese.
dan salida á la maravillosa producción de los millares de
Como las distancias son tan grandes, el marido almuerza cerca del sitio
obreros de uno y de otro sexo que en París, en Berlín, en
en donde trabaja, la mujer hace otro tanto, y solo se reúnen para comer
Viena y en las ciudades suizas trabajan incesantemente,
cuando vuelven rendidos; porque en París se trabaja de verdad.
poniendo á prueba su ingenio, su maña, y su laboriosidad.
En las clases obreras se repite este ejemplo. Así es que el Domingo se
Con las visitas y los paseos al Bois forman parte ae las
santihca con el descanso, con la espansión, con la lectura,
distracciones favoritas de las damas elegantes, las Conferencon la distracción del ánimo, para tomar fuerzas y volver á
cias que se celebran todos los miércoles por la tarde en la
emplear la semana siguiente en la ruda y asidua labor.
Bodíniere, ó sea el Teatro de Aplicación.
No falta quien sospecha que
Cada día es mayor la afipor efecto de esta manera de
ción á instruirse que muesvivir no es en París la familia
tran las señoras parisienses; y
lo que debiera ser; pero se
como los oradores que se suequivocan los que tal piensan,
ceden en el reducido pero linporque por lo mismo que las
do escenario, saben á la vez
exigencias del trabajo impoinstruir y deleitar, el nuevo
nen esa separación de los
entretenimiento obtiene gran
miembros de una tamilia, la
éxito.
privación alimenta el afecto,
Estas Conferencias no se liy las fiestas resultan para ellos
mitan á los discursos quepromas agradables, la reunión
nuncia ó lee el conferenciancon los hijos una vez al mes,
te. Para dar más atractivo á
y durante las vacaciones más
la sesión, busca auxiliares.
apetecida y sabrosa, y las
Por ejemplo, una de las últigrandes solemnidades como
mas tardes disertó Mr. Maula que acaba de pasar con moricio Lefebre, sobre el origen
tivo del Año nuevo, más celeé influencia de las canciones
bradas y fecundas en goces
populares.
del espíritu.
Pues bien, en torno suyo
Sin duda es mucho mejor
estaban sentados las cantantes
que los miembros de la famique más boga alcanzan y los
lia no anden tan dispersos, r
disseurs de chansonettes prefeque todos se cobijen bajo un '
ridos del público. Al recordar
mismo techo, que su comuel orador las canciones popunicación sea más continua;
lares de los pasados y del prepero las exigencias del trabaNnm. 5.—Manga de pernil.
Num. 3.-Máüga abulloúada. jo
sente siglo, se levantaba una
lo impiden en París, y este
mal resulta un bien, porque la efusión del cariño es madiva ó un tenor, y acompañado por un pianista, interpretaba la melodía a que el conferenciante íe refería; resultanyor en los que verdaderamente se lo profesan, y su goce es ^ ^ _
do de la teoría y la práctica una verdadera fiesta intelecmás grande al verse tras la forzada ausencia ó al visitarse una ^ ^ ^
tual.
vez al año por esta época, estrechando los lazos del cariño y '
demostrándoselo mutuamente por medio de recuerdos.
Sarecy ha inaugurado una serie de conferencias sobre la
En las altas clases y aun entre las personas de próspera
.:., "teratura francesa, exclusivamente dedicadas á las señoras y
posición de la clase media, ni existen estas separaciones '•
"• señoritas; y uno de los próximos miércoles inaugurará uno
más ó menos prolongadas, ni por lo tanto la intesidad del "
de los mas célebres fisiólogos contemporáneos, una serie de
sentimiento de la familia ó de la amistad, es como en las
estudios acerca de las funciones cerebrales de la mujer. El
Snm. 4.-Abrigo para niña de 4 a 6 años.
ultimo capitulo de es'a serie será interesantísimo. Pasando
íuinano,
6róniea.
L
LA ULTIMA MODA
En los últimos números de nuestro semanario,
han aparecido lindos modelos de cuellos de piel, y
en el presente completamos la colección con tres
más de altísima novedad representados por los grabados núms. II, 12 y ig.
de la fisiología á psicología, explicará el conferenciante el amor,
¡Con qué atención escucharán las distinguidas oyentes!
Estas distracciones son útiles, y además en extremo agradables.
Deseemos que se propague la afición á ellas en todas partes, porque cuanto más se ilustre la mujer sin perder sus peculiares condiciones, mas ganará en prestigio y en encantos.
Manguitos floridos.
BLANCA VALMONT.
La graciosa costumbre iniciada por la JVloda hace
dos Inviernos, de adornar los manguitos de sombrías pieles con ramitos de violetas, rosas ó jacintos, se ha desarrollado extraordinariamente en la vecina república, y parece ser que las elegantes parisienses se complacen en lucir sobre sus manguitos,
preciosas flores importadas de los países cálidos, que
representan crecidísimas sumas y cuya frescura se
conserva introduciendo sus tallos en diminutos tubos de cristal que contienen algunas gotas de agua
salada, tubo que se oculta entre las cocas del lazo
de cinta que prende el ramo.
El Bois de Boulogne, que como mis lectoras no
ignoran, es el paseo más frecuentado de París y en el
que se expone una buena parte de las novedades,
ofrece durante algunas horas de la tarde el aspecto
deun jardín fantástico, en el que las flores obedeciendo á invisible poder, giran en todas direcciones,
produciendo bonito contraste sus brillantes colores
con lo sombrío y triste de la decoración.
© a r n e í de l a Jíloda.
Sombreros para teatro.
N sombrero de calle, paseo ó visita, puede usarse durante
todo un Invierno sin que haga mal papel; pero el sombrero para teatro, iiecesita ser renovado frecuentemente, si
la que con él completa sus naturales atractivos, quiere sentar
plaza de elegante.
Por una parte lo reducido del local y el esceso de luz, y por otra
lo que dura la exposición, hacen que un sombrero que es proclamado como modelo de novedad y buen gusto indiscutibles y
admirado hasta en sus más insignificantes detalles, parezca á la
tercera vez de visto anticuado y vulgar.
La Moda, que nada descuida, tiene muy en cuenta todo ésto, y se
ocupa constantemente en idear modelos de sombreros para teatro, en los que siempre brilla algún destello de su inagotable ingenio.
Recientemente he tenido ocasión de apreciar algunos modelos
notables por su originalidad: uno de ellos, de terciopelo nácar,
afecta la forma de una pequeña toca, cuya copa abullonac
rece encerrada en un ala muy estrecha salpicada de hojas d(
cortada delante por un lazo abanico de gasa rosa, prendí
un broche de brillantes.
Otro no menos inédito, es de pasamanería de acero. L
carece de todo adorno: en cambio el ala luce una precios,
nalda de pluma azulina, sugeta con tres grupos de rosas t
Otro modelo, también bonito, es de terciopelo
coral, adornado con crisantemas rosadas y lazos de cinta de oro.
Citaré por último un sombrero aureola de gasa
maiz, cuyo adorno consiste en jacintos azules y
pajizos, que forman una caprichosa diadema rodeando la copa.
^^
Traje de bautizo para recién nacido
El modelo de traje de bautizo que describo en
obsequio de mis lectoras mamas, es de procedencia rusa, reproducido con éxito lisongero en París y recomendable por ser bonito y original; pues
participa del traje y del abrigo, sin que pueda ser
clasificado en el grupo de las citadas prendas.
Delantero y espalda, sin roas forma que la in-
CLEMENTINA.
Bxplieaeión de log graLado^,
Núm. I.—Esclavina PAULINA.—Es de terciopelo
color nutria muy oscuro, montada en un canesú del
mismo tejido, bordado de pasamanería de oro y azabache. El adorno de esta prenda, consiste en prolusión de plumas de avestruz negras, dispuestas en
torno del canesú simulando un fantástico fleco. Cu911o de pluma. Capota cónica de terciopelo nutria,
adornada con un lazo de faya rosa. Precio del patrón de la esclavina: 1.5o pesetas.
Núm. 2.—Traje para recibir.—Falda campana de
lana heliotropo, íormando dos pliegues escalonados
que sirven de marco á un delantero de moaré color
hueso. Un marabout de seda negra completa el adorno de la falda. Cuerpo corselete, colocado sobre un
doble plastrón de moaré, cerrado por medio de broches que quedan ocultos bajo un caprichoso pliegue
de lana heliotropo. Mangas huecas. Marabouls de
seda bordean las sisas y las bocamangas. Tela necesaria para el traje, 7 metros de lana, doble anco,
^a
%
"--
Núm. 6.—Traje para patinar.
dispensable para las sisas,
son de terciopelo blanco,
montados en un pequeño
canesú de piel de armiño
de cuyos contornos parte
una larga taima de terciopelo, bordeada de una cenefa de raso blanco sembrada de arabescos trazados con felpilla blanca.
Haciendo juego con la
cenefa de la taima, hay un
delantal cónicoqueadorna el delantero del traje,
c u }• o b a j o
a p a r e c e rodeado de una
t i r a de piel
de armiño de
diez centímet r o s de a n cho.
Las
m a n g u i tas
son ríe terciopelo, con diminutas carteras bordadas.
pa triple, debe ser de terciopelo, la segunda de lana, tres centímetros más
pequeña que la primera,
y la tercera de seda, dos
centímetros más pequeña
que la segunda.
Para un traje de teatro
ó baile, las triples solapas
pueden componerse de una
solapa de seda, otra de encaje y la tercera de pasam á n e r ¡a de
oro ó plata.
En untráje
de calle ó mañana, está
admitdo que
las tres solapas sean de
paño ó lana,
ofreciendo
una combinación de tres
t o n o s del
mismo color.
Cuellos de
!•" s t e I n v i e r n o se
usan contados boas coe
para
niño
de
,
,
Kúni. 8.—Trai
mo compleLas solapas
3á5 años.
mento de los
dobles ó sentrajes de paseo y visita; en
cillas, han sido uno de los
cambio los cuellos de piel
adornos más característigozan de favor verdaderacos de los cuerpos de los
mente extraordinario.
trajes del presente InvierNo podemos quejarnos
no, y sin duda al buen éxide que así suceda, porque
to por ellas alcanzado se
los segundos son mucho
debe que la iVloda nos
más bonitos que los priofrezca con carácter de nomeros; y además de bonivedad unas triples solapas
tos, como entran en su
confeccionadas con tres teconfección en unión de las
jidos diferentes, cuya commás ricas pieles, elemenbinación varía según la íntos tales como la seda, el
dole del traje.
terciopelo y el encaje, no
Por ejemplo, en un traje
resulta monótono su conde paseo ó visita, la prijunto, pecado capital de
mera de las tres solapas
los antiguos boas.
-_..j
que componen'una sola-
ouiaptts novedad.
Núm. 7.—Traje para visita.
Húm. 9.—Trajo para calle,
LA ULTIMA MODA
4
N ú m . g . — Traje
para
calle.—De tisú escocés. L a
falda, d e h e c h u r a campana, y el c u e r p o , corto y
cerrado en el lado izquierdo, lucen e n calidad d e
a d o r n o tiras de piel d e
m a r t a de u n o s cinco centímetros de a n c h o , d i s pues tas en la forma q u e
se aprecia en el g r a b a d o .
C i n t u r ó n drapeado de t e r ciopelo tornasolado. Mangas d e pernil, guarnecidas
con tiras de piel. S o m b r e ro de terciopelo t o r n a s o lado, a d o r n a d o con u n a
g u i r n a l d a de cocas de cinta escocesa. T e l a necesaria
para el traje, 8 metros de
tisú escocés, doble a n c h o .
Precio del p a t r ó n : 3 Desetas.
N ú m . 10.—CapotaFA,ADiA.— De t e r c i o p e l o a z u l
t u r q u e s a . L a copa está v e lada p o r u n a finísima red
de hilo d e o r o , y los cont o r n o s del ala acentuados
con rizadas p l u m a s q i ' e
forman u n a especie de diadema cerrada delante p o r
u n pájaro fantasía.
N ú m . I I , — Cuello de
piel.—Para
este cuello se
emplea piel de marta z i beUna, consistiendo su a d o r n o ' e n dos granNúm. 10.—Capota ELADIA.
des lazos d e cinta tornasolada.
N ú m . 12.—Cuello de
terciopelo.—Sefory 2 d e m o a r é . Precio del patrón: 3 pesetas.
ma con u n escarolado de terciopelo negro ó del color
N ú m . 3.—IManga abuHonada.—Es
de lana b r o del traje, m o n t a d o en u n cuello liso.
chada y terciopelo negro, á propósito para traje de
N ú m . 13.—Traje para patinar.—Falda
scmi-larga d e
paseo ó visita. Precio del patrón: u n a peseta.
paño color madera de rosa. Chaqueta entallada de
N ú m . 4.—Abrigo para niña de 4 á 8
peluche nutria, con cuello vuelto y solaaños.—De lana beige oscuro, con espalda
pas forradas de piel de marta. Los delany delanteros rectos. Del c u e - lio, recto,
teros, provistos de p e q u e ñ o s bolsillos, esq u e rodea el escote, parte u n a doble e s tán sueltos sobre u n chalcquito de paño
clavina a d o r n a d a con bieses de peluche
blanco, cerrado p o r doble íila de diminum o r d o r a d a . Mangas lisas. Sombrero de
tos botones d e nácar. Mangas de peluche.
fieltro beige, a d o r n a d o con lazos de cinta
Toca de piel de marta, adornada con u n
m o r d o r a d a y tres plumas blancas. Precio i,¿m_ i2.-Cuello de terciopelo, lazo de peluche n u t r i a . T e l a necesaria padel patrón del abrigo: 2 pesetas.
ra el traje, 4 metros d e p a ñ o , 6 de pcluN ú m . 5.—Manga de pernil.—De
faya d e u n m e c/ze y 5o centímetros d e paño blanco. Precio del p a dio color, adornada con dos brazaletes d e raso b o r t r ó n : 3 pesetas.
dado y u n a h o m b r e r a plegada, d e terciopelo negro y
N ú m . 14.—Sombrero
BLANQI;ITA.—La copa, r c raso b o r d a d o . Precio del patrón: u n a peseta.
d o n d a , es mitad de paño hoja d e rosa y mitad de as^úm.
6.—Traje para patinar.—De
p a ñ o gris n i - trakán d e seda colorMórtola, y el ala, vuelta,_está
forrada del último tejido. T r e s
kel. Los costados d e la falda
p o m p o n e s de seda de los cose guarnecen con ligeras o n lores del sombrero, se p r e n dulaciones trazadas p o r tiras
den graciosamente sobre su
de- piel de a r m i ñ o . C u e r p o
costado izquierdo.
blusa, entallado p o r medio de
u n ancho cinturón de tercioN ü m . \5.—Agremán
de papelo verde esmeralda. Su
samanería.—Es'.eagremán,
es
a d o r n o consiste en tiras d e
utilizable para a d o r n a r cuerpiel d e a r m i ñ o , dispuestas d e
pos de vestido y sombreros de
m o d o q u e los delanteros de
terciopelo.
la blusa simulen u n plastrón.
N ú m . 16.—Trajes para viMangas lisas, con hombreras
sita y trajes para
recibir.—
esclavina bordeadas d e piel.
\.° Tara señora
joven.—LarT o c a de terciopelo gris, adorgo sobretodo de seda o t o m a n a
nada con u n a tira de piel y
azul gris, forrado d e piel de
dos plumas lisas prendidas
castor. La triple esclavina q u e
con u n broche perlado. M a n c u b r e el c u e r p o , luce en los
guito de piel d e a r m i ñ o . Tela
contornos estrechas tiras de
necesaria para el traje, 7 mela citada piel y 'está forrada
tros d e paño. Precio del pade seda cuadriculada de tonos
t r ó n : 3 pesetas.
rosa Y marfil. Mangas lisas.
N ú m . 7.— Traje para visiT o c a d o terciopelo azul gris,
ta.—De lana brochada de toa d o r n a d a con dos alas de plunos Corinto y marfil. F a l d a
m a . Manguito de piel de casplegada, guarnecida con u n
tor. Precio del patrón del s o estrecho escarolado de terciobretodo: 3 pesetas.—2." Para
pelo n e g r o . Cuerpo coraza, en
caballero. — Pantalón recto.
cuyos contornos se reproduce
Chaleco y levita de paño diael a d o r n o de la falda, el cual
gonal negro. Gabán largo, de
se completa c o n u n corselete
paño m a r r ó n , cerrado por doy u n a berta, a m b o s de tercioble fila de botones de madera
pelo negro, y la ú l t i m a cortatallada, con cuello vuelto, soda en forma de dientes de s'clapas y p u ñ o s forrados d e piel
rra. Mangas huecas. S o m b r e de m a r t a . Sombrero de copa.
ro de terciopelo negro, a d o r Precio del patrón del patrón
' n a d o con u n lazo de cinta y
del traje: 6 pesetas. Precio del
dos plumas negras. T e l a nepatrón del abrigo: 4 pesetas.
cesaria para el traje, 12 m e — 3.° Para señorita de 14a 16
tros d e lana brochada y 2 de
años.—De bengalina azul porterciopelo. Precio del patrón
celana. Cuerpo corto, cruzado
del traje: 3 pesetas.
sobre u n a p e q u e ñ a c h o r r e r a
de muselina d e seda blanca.
N ú m . 8.—Traje para niña
Mangas de pernil. L a falda,
de s á 5 años.—Es de terciode hechura campana, se oculpelo ruso azul turquesa, comta e n parte bajo u n delantal
puesto de u n a faldita frunde muselina blanca, adornacida y u n cuerpecito escotado con u n a guirnalda de flodo, u n i d o s entre sí por m e i-es bordada al pasado con sedio de u n corselete de tercioda azulina. T e l a necesaria
pelo bordado con soutache de
para el traje, 10 metros de
seda blanca. El escote luce en
bengalina. Precio del patrón:
los contornos cenefitas bor3 pesetas. —4,° Para señora
dadas como el corselete. Commayor.— De terciopelo ruso
plemento d e este traje, es una
verde mirto. F a l d a lisa. Chacamisetita d e franela blanca,
queta femi-larga, a d o r n a d a
con m a n h a s huecas. Precio
con solapas redondas forradas
dej patrón del traje; 2 pesetas.
Núm. 13.—Traje para patinar.
deada de piel de nutria y adornada con u n esprit d e pluma
negra. Tela necesaria para el
traje, 7 metros de p a ñ o . P r e cio del patrón: 3 pesetas.
N ú m . 21.—Salida de teatro
para señorita.—De p a ñ o marfil, g u a r n e c i d a con arabescos
de pasamanería de acero y t i ras d e piel d e m a r t a . Precio
del p a t r ó n : i,.'o pesetas.
N ú m . 22.—Salida de teatro
vara señora. — (Delantei'o y
espalda.) Esta elegante p r e n da, está confeccionada con peluche Corinto, consistiendo su
rico a d o r n o en aplicaciones
de pasamanería d e o r o y a n chas tiras de piel de liebre
plateada. Precio del patrón:
i^5o pesetas.
N ú m . 23.—Salida de baile
para señora.—Delantero
y espalda.) Es d e peluche nutria,
con cuello vuelto y capucha,
forrados de peluche tornasolada. Precio del patrón i,5o pe-
de piel de seda gris plata. Los
delanteros se abren sobre u n
chalequito a b o t o n a d o , escotado en forma p u n t i a g u d a , para
dejar al descubierto u n a camiseta d e astrakán d e seda
negra. Mangas de pernil. T e la necesaria para el traje" 10
metros de terciopelo ruso.
Precio del patrón: 3 pesetas.
—5.° Para señorita.—De
sarga coral. Falda c a m p a n a , con
delantero d e seda negra, drapeado en la parte superior.
Mangas drapeadas. Estas, el
cuello vuelto q u e completa el
cuerpo y los contornos de la
falda, lucen tiras de soulache
de seda negra. T e l a necesaria
para el traje, 9 metros de sarga, doble a n c h o . Precio del
patrón: 3 pesetas.
metros de terciopelo ruso.
Precio del patrón: 3 pesetas.
3.°.— De lana inglesa color
masilla. F a l d a recta y cuerpo
i r u n c i d o , a d o r n a d o con u n
canesú b o r d a d o con hilillo de
plata. Las m a n g a s son d e hec h u r a pernil; m u y ajustadas
en las bocamangas. Toca d e
terciopelo negro, guarnecida
con u n p e q u e ñ o g r u p o de
plumas del color del traje.
T e l a necesaria para éste,' 8
metros de lana, doble a n c h o .
Precio d e l patrón: 3 pesetas.
ARTEDEEMBELLECERSE
£/ vestido
femenil.
N ú m . ij.—Cuello
de piel.
Prosiguiendo el estudio del
—Su gracioso a d o r n o c o n efecto que produce el c i n t u siste en dos draperlas de enrón en la figura al i n t e r r u m caje, prendidas con escaraNum 14-Suniljieiu Li-^^ ^'^""''
pir la línea longitudinal, vap e l a s t e crespón d e s e d a m a i z .
mos á s u p o n e r tres mujeres
N ú m . 18.—Toca C.\ROLrNA.—Deterciopelo negrq.
setas.
de la misma estatura, vestida
patinar.—1.° De p a ñ o gris niE n el lado izquierdo del ala se p r e n d e n dos alas de
N ú m . 24. -Trajespara
u n a con la túnica griega, la
pluma de faisán, sostenidas p o r u n a escarapela de
quel. Falda ecta y larga chaqueta cerrada p o r cuatro
otra de bailarina moderna, y
botones d e terciopelo azul oscuro, t e cinta color dalia.
la tercera con u n traje como
jido d e l q u e es t a m b i é n el alto cuello
N ú m . ig —Cuello de piel.—Es d e
los q u e actualmente usan las
que rodea el escote. Mangas huecas.
astrakán negro, cerrado con u n lazo
señoras, ceñido por u n cintuToca de terciopelo azul. Tela necesade cuatro cocas de cinta de raso azu
Núm. 17.-Cuello de piel.
rón.
ria para el traje, 7 metros de p a ñ o .
celeste.
Cuello de piel.
Precio del patrón: 3 pesetas. 2.° De terciopelo
En principio parece que la bailarina q u e presenta
Núrn. 20. — Traje para
patinar.—
á la vista con su tonelete tres ó cuatro líneas horizonruso, color cobre. L a falda es completamente
Cuerpo corto y falda recta de p a ñ o verde m u s g o , catales, es la q u e debe figurársenos más p e q u e ñ a , y sin
lisa
y
el
cuerpo,
forma
blusa,
se
entalla
por
prichosamente a d o r n a d o s con tiras d e piel de n u t r i a
Asireman de
embargo n o es así, como verán las lecmedio d e u n cinturón de terciopelo negro,
de u n o s tres centírñetros de ancho. El cuello recto, y
toras al conocer la original teoría reciena n u d a d o en la espalda y cuyas largas caídas bajan hasta el borel c i n t u r ó n , q u e completan el cuerpo, se cierran con lazos d e cinta
temente formulada por M r . Augusto
de de la falda. Mangas huecas. S o m b r e r o de terciopelo a d o r de faya d e igual color q u e el p a ñ o . Mangas huecas hasta el codo y
Langel, en su interesante obra La óptica
nado con dos alas de pluma. Tela necesaria para el traje, 10,
ajustadas en las bocamangas. T o c a de terciopelo verde m u s g o , bory las artes.
Núm. 18.-Toca CAROLI.N'A,
traje, en el q u e por cualquier circunstancia n o puedan
adoptarse las líneas transversales ú horizontales c o n t i n u a s . Así pues, u n a s cintas colocadas en el cuerpo, perp e n d i c u l a r m c n t e al c i n t u r ó n , é i n t e r r u m pidas p o r éste, siempre q u e contintien e n
la misma dirección hasta el bajo d e la
falda, hacen el m i s m o efecto q u e si dicho
a d o r n o consistiera en u n a sola cinta ó
tira sin in'errupción desde arriba abajo.
«La idea de la a l t u r a - d i c e — e s para
Las modistas y las señoras aficionadas
nosotros inseparable compañera de la
á dirigir la confección de sus trajes, d e idea de la medida. T o d o lo q u e n o está
ben fijarse en estas observaciones q u e
dividido ó subdividido, nos parece siemson importantes para suavizar a l g u n a s
pre p e q u e ñ o . E s u n a ley fisiológica de la
deficiencias y obtener la belleza artística.
sensación.»
Núm. 19,—Toca de piel.
El traje flotante resulta siempre distinEsta ley que á primera vista contradice
g u i d o y elegante, p o r q u e favorece lo mismo á las persola d e la altura p o r la u n i d a d , merece ser explicada.
nas gruesas que á las delgadas. E n este concepto, el m o T r a c e n las lectoras dos lincas iguales, u n a sin dividelo-tipo es la t ú n i c a griega. Derívanse d e é l d e s f o r siones y otra dividida en partes iguales, y vetan cómo
mas de invención parisiense, y q u e a u n q u e desaparela segunda les parece mayor q u e la p r i m e r a .
cen vuelven á renacer á m e n u d o : el traje Princesa y
P o r efecto de esta misma ley, se nos figui'a u n a habiel Watteau.
tación vacía m á s pequeña q u e c u a n d o está llena d e
El traje Tríncela conviene a d m i r a b l e m e n t e á las formuebles, de objetos de arte, colgaduras, etc., q u e c o r t a n
mas d e la mujer, á quien ennoblece a u m e n t a n d o á la
el espacio en diversos sentidos; y lo mismo sucede cuanvista las proporciones de su
do u n pintor traza e n el lienestatura; pero es a condición
zo u n a cabeza, q u e adquiere
de q u e n o sea demasiado p e importancia p o r el m o d e l a q u e ñ a , p o r q u e entonces el
do, y se nos figura q u e a u busto resulta desdibujado y
menta de volumen á medida
e m p e q u e ñ e c i d o por la -arapli q u e el pincel aumenta sus d e tud d e la falda que cubre la
talles.
parte inferior del cuerpo.
T o d o s las pintores saben
q u e u n o d e los medios de
El traje Watteau , sienta
alejar los objetos en el h o r i bien á todas sin escepción;
pero la tela q u e para estos
zonte, es representarlos en
trajes se emplee, ha de ser de
masas, de m a n e r a q u e n o puefondo claro y sembrada de
dan ser definidos ni medidos ,
florecilas.
por la vista.
Los trajes ajustados y escuEn toda apariencia visual
rridos, pueden ser elegantes
hay dos cosas: la linea y la
c u a n d o modelan u n a figura
subdivisión d e la línea.
correcta en todas sus lineas,
Lo mismo en u n edificio
prototipo de la belleza. De
q u e en u n traje, la línea recia
otro m o d o resultan antiestétiparecerá siempre mayor q u e
cas, V penetran en los d o m i una línea i n t e r r u m p i d a . Pero
nios del ridículo.
entre dos líneas rectas, la inLos trajes corte de sastre
decisa se nos figurará siempre
que tanto agradan actualmenmenor q u e la marcada con
te, hacen correr el peligro q u e
toda exactitud.
señalo.
C o m o aplicación de esta reUna mujer alta, esbelta,
gla, s u p o n g a m o s que en u n o
puede usarlos y aparecerá disde los costados d e un vestido
linguidH, elegante; una bajita,
largo se coloca u n a lira de
resultará si es bien formada
tela de otro color q u e llame
ung^ircciüsidad, lo q u e s e U a l'i atención d e abajo arriba.
m;, lina monada.
Pero las
Si se quiero a u m e n t a r más
gruesas y n o muy altas, d e a ú n el efecto d e la p r o l o n g a ben rechazar esta moda opreción d e esta líncn, b a ñ a r á cosora y malévola.
lo:ar á distancia'; iguales y no
F,n el próximo artículo e s m u y j u n t o í , lazos d e cinfi
tudiaremos el efecto del color
muy estrechos; y dig.3 estrey la luz en los tejidos.
chos, p o r q u e siendo anchos
no se l i m i t r í a n á precisar la
Ji'AN nií .MADRID.
línea, y producirían u n efecto
diameiralmente opuesto al deA LA LUZ DE LA LÁMPARA
seado.
Salones y teatros.—Por la larde y
Inútil es a ñ a d i r que u n a l í por la not;lic.— I a.s ocupaciones
nea i n t e r r u m p i d a , p o r e j e m de la scmí-na.—£\/j>/ de la Alcaplo p o r u n c i n t u r ó n , n o es lo
ilij.
Rmma Calve. —Las Tuncioncs del Real.—El Ic.itro E«pañol.
m i s m o q u e u n a línea detaI oque se anuncia—Jóvenes y
llada.
,¡,!visita y trajes para recibir
Hóm. 16,—Trajes p»'"'
Es notable q u e p o r efecto
de la ilusión óptica, u n a línea
recta i n t e r r u m p i d a , pero cont i n u a d a después sin desviación, conservase tanto en el
traje como en el decorado,
todas las cualidadesjdc la línea recta. De este principio
puede sacarse partido para u n
VifjCS.
Küm 20.—Traje para patinar.
«¿Tk sTAM.->s en plena época de
jtef reuniones vespertinas y de
jl|f. éxitos teatrales, y si las
—¿4 mañanas se deslizan tranquilas para los que no tienen
nada que hacer en su cosa, después del almuerzo comienza la
agitación,
—¡Qué es lunes y hay que ir
LA ULTIMA MODA
6
al hotel de la condesa de Casa Valencia!
—¡Miércoles! Pues tócala Legación de los Estados Unidos,
y después de saludar á la amable mistress Taylor, á su hermana y huéspeda y de hablar allí un poco con las amigas
y no dejar de hacer honores al buffet, hay que ir á casa
de la señora de Bayo, que ha vuelto á recibir con su distinción
característica.
.1—¡Jueyes! Duquesa viuda de Bailen y condesa de Macado en
la Legafión de Portugal, y no se puede faltar á ninguno de
los dos sitios, porque en los dos se pasa muy bien el rato.
— ¡Viernes! Sra. de Salvany y Sra. de Pando Saavedra,
;Cómo dejar de dar una vuelta por aquellos elegantes salones
de la calle de Alcalá y de ver á la hermosa Hortensia y de ha-
pensa al extranjero abonándose constantemente al Teatro
Real.
María Guerrero que es muy inteligente, ha acomstido con
bríos una empresa que no puede menos de ser simpática bajo
el punto de vista del arte y de! patriotismo, y la acompañan
los votos de cuantos aman á la musa de Lope y de _ Moreto.
de Calderón y Tirso de Molina, glorias inmarcesibles del
brillante siglo de oro de la literatura castellana.
*
* *
De grandes bailes y reuniones por la noche, todavía no hay
nada concreto; pero se habla mucho y se dice que pronto comenzarán los saraos en las embajadas.
Lady Wolff, la baronesa Vedeli y mistress Taylor, están en
lista.
Kám 22 - Salida de teatro para señora. (Delantero y espalda)
Núm. 21.—Salida de teatro para señorita.
Mar con su amabilísima madre? Pues luego hay que ir aunque
no sea más que un ratito á casa de la que se llamó de soltera
Emma Madrazo, porque allí está en su apogeo la crónica madrileña.
—¡Sábado^ Recibe la marquesa de Valdeiglesias, la madre
del ditector de La Época Alfredíto Escobar, un buen partido
para las muchachas solteras.
Y después de haberandado de visita de cinco á ocho, hay
que vestirse precipitadamente para las comidas y para el
teatro.
Imposible comer á las ocho en punto con esta vida tan agitada de las reuniones vespertinas; y la marquesa de la Puente y
Sotomavor y la duquesa de Bailen, que gustan de comer temprano, tienen algunas veces que esperar á sus convidados, desesperando á los cocineros y al maitre d'hotel, que] quiere
que todo esté en punto.
En casa de la duquesa de Denia, en la de la marquesajjde
Squilache, y en la de los
señores de Martínez Rodas, no hay en cambio
prisa para nada, y hay
noches que se comienza á
servir la comida á las nueve V media.
Estreno de Afiel de la
alcarria: una obra de Feliú y Codina inverosímil
en muchos de sus detalles
y falsa en el fondo; pero
tan admirablemente presentada que seduce, encanta y se aplaude.
/JcfiHí de Emma Calvé
en el Teatro Real. Poco
me parece cuanto se ha
dicho de la hermosa yankée, hija de un español.
Como mujer es arrogante,
hermosa y elegantísima.
Como artista, merece con
justicia figurar entre las
de primer orden, y cuando ella cante puede asecurarse que el Teatro
Real, estará brillantísimo,
porque nadie oue pueda
deiará de ir á oiría.
Ahora nos falta un tenor de primo
rartfltn.
porque aunque de Lucía
está admirablemente V ha
cantado muy bien Mpphistnfele^, hav que sustituir
al anciano Massini, que se
marchó á otra parte con
su lígerisimo bagaje de la
fí/i-iiva Idprima.
La opera de Boito. es
hasta ahora la que meior
ha salido en toda la temporada
Esa Tetrazzini es una
alhaja, y la empresa'debe, estar contentísima con
ella, pues además de ser
muy amable y de no negarse áhacer cuanto la suplican, todo lo hace muy
bien.
El Teatro Real está
ahora en su gran época y
no solo no hay un solo
palco vacío, sino que todos están brillantísimos y
muy bien ocupados.
La Reina asiste con frecuencia acompañada de la
infanta D.' Eulalia, que está muy guapa, pero algo
triste.
Yo no sé por qué. pero
me parece que el clima de
Madrid no sienta bien á
S. A. y que no se encuentra aquí, donde tanto se
la quiere y se la admira,
muy complacida.
El Teatro Español es un verdadero acontecimiento. La sala,
el escenario, el vestíbulo, los palcos, el telón, la embocadura;
todo es completamente nuevo, y de lo antiguo no ha quedado
más que las paredes exteriores y el sitio, aquel sitio tan lleno
de recuerdos para los que ya vamos siendo un poco viejos.
¡Qué cosas tan notables hemos visto allí desde Carlos Latorre y Bárbara Lamadrid hasta Manuel Catalina y la Boldun y la Mendoza Tenorio, sin olvidar á Romea, Matilde
Diez y tantos otros notables artistas!
l-jHubo unos años del reinado de D.° Isabel, en que era muy
de moda ir al Teatro Español ó del Príncipe, como se llamaba entonces. Tenía palco á diario la duquesa de Rivas, que
iba con sus hijas tan animadas y graciosas todas; era también
de las asiduas concurrentes la condesa viuda de Torrejón,
que iba con su hija Joaquina, la que hoy es^marquesa de Caracena; y la duquesa de Medinaceh, y la condesa de Velle, y la
marquesa de Molins y otras muchas damas aficionadísimas
al teatro nacional, no faltaban tampoco.
Ahora parece que vá á volver la moda, y que los lunes y
los viernes van á ser allí brillantísimos. ¡Dios lo haga! Pues
bien merece[la escena patria algo de la protección que se dis-
Kvim. 23.—Salida de teatro para señora. (Delantero y espalda.)
Continúan haciéndose preparativos para los Cuadros vivos
en casa de la marquesa de Squilache.
Las Srtas. de Martínez Rodas estudian algunas comedias
españolas, para representarlas con sus amigas.
También volverá pronto á abrir sus puertas el teatro Josefina, que dejó tan gratos recuerdos; y a medida que se acerque el Carnaval, aumentará la animación, pues la gente tiene
gana de divertirse y sobre todo los jóvenes, para quienes la
vida es una hermosa y lozana Primavera.
Buena falta hace todo su ardor y su entusiasmo para pasar
estos tiempos de crueles fríos.
Pero ¡quién siente frío cuando lleN^a el sol en el alma?
En cambio cuando se avanza en el camino de la vida no
bastan ni los abrigos ni las chimeneas, y hay que buscar el
calorcito [del [cariño como se buscan los rayos del sol en el
Invierno.
E L ABATE.
í-«^
YIDA PRÁCTICA
La pliiralidaí) del amor.
Núm. 24.—Tr'jcs para patinar.
Con razón—por m á s
que al afirmarlo p e q u e
de inmodestia—con razón m e escribe u n a
amable suscriptora, q u e
estos pasatiempo resultan de verdadera utilidad para la mujer, más
dada á sentir que á meditar.
P o r indicación de
una de las m u c h a s señ o r a s á quienes agrada
esta sección de nuestra
revista, formulé la preg u n t a objeto del debate que voy á resumir.
Se trataba de averiguar p o r qué p u e d e a
los hombres a m a r á u n
tiempo á v a n a s mujereSj y por qué las m u jeres c u a n d o a m a n solo
aman á u n o .
Así á primera vista,
parece esie u n a s u n t o
fútil, baladí; y sin e m bargo e n t r a ñ a el p r o blema más a r d u o y difícil de la vida de la
mujer.
Estudiarle y resolverle era cosa i m p o r t a n t e ,
y j u g a n d o j u g a n d o lo
h a n resuelto las señoras y los caballeros q u e
han t o m a d o parte en la
discusión.
« C u a n d o aman:os de
verdad, solo a m a m o s á
una mujer»—han dicho los caballeros.
»Los h o m b r e s se figuran que aman á varias mujeres á la vez:
ellos pueden creerlo;
pero se equivocan. L o
que sucede es q u e les
friistan todas, que mariposean con m u c h a s ;
pero sólo a m a n á u n a ,
p o r q u e es imposible la
pluralidad del a m o r , »
LA ULTIMA MODA
—han venido á decir sobre poco más ó menos, las numerosas señoras que me han favorecido comunican
dome su opinión.
Resulta pues, que el hecho de que los hombres merodean, más ó menos espiritualmente, está fuera de duda; pero también lo está que hacer el amor es una cosa,
y amar otra, y que puede muy bien suceder que un caballero ame y al mismo tiempo haga el amor ó galantee ójlirieea como se dice ahora, sin que por eso merezca Un gran castigo, puesto que las señoras, buenas
como son por naturaleza, se explican, comprenden,
disculpan y hasta justifican estos devaneos, que al fin y
al cabo solo sirven para desengañar al voluble varón y
hacerle más grata y sabrosa la felicidad verdadera de
su hogar.
La Unanimidad con que opinan las señoras que me
han escrito, demuestra que han meditado mucho, que
han estudiado el modo de ser, la educación, los caprichos, las pasiones del sexo fuerte, y que á pesar de los defectos y debilidades de que adolece, le perdonan y niegan que cuando ama pueda amar á más de una.
. Esta manera de reflexionar, positiva dentro de una
inmensa bondad, práctica sobre todo, puede disminuir
^? gran manera los mil disgustos que rnás el amor propio qug gj anior ocasionan hasta en los hogares más felices.
, Aun hay más: semejante modo de pensar puede dar
a la mujer una inmensa fuerza para evitar que las llamaradas se convierten en hoguera, que los caprichos se
truequen en pasiones; porque el hombre conoce sus
yerros ¡vaya si los Conocel y siente remordimientos;
pero su amor propio es tan grande—confesémoslo honradamenre—que no da su brazo á torcer por nada del
mundo cuando se le ataca de frente, cuando se le quiere humillar, cuando se le echan en cara sus defectos.
En cambio cuando se hace la vista gorda, cuando se
considera que sus extravíos son más bien que una culpa moral una dolencia física, cuando se le deja esperar
el perdón, cuando se le perdona sinceramente, siente
una gratitud inmensa y resarce con creces los pesares
que ha causado.
^ ,
Esa gran bondad que han demostrado las lectoras al
juzgará los que mariposean; esa segundad con que
creen qug c^an^o son amadas, poco debe importarles
los devaneos superficiales de sus adoradores, son una
prueba más de lo perspicuo de su inteligencia y de la
grandeza de su alma.
,
u ^ .
.
r^o por ¿gfQ debemos abusar de su bondad. Sírvanos
principalmente para saber que muchas veces dejamos
el oro po[. gj oropel, y que el oro es la mujer que dice:
«Yo no puedo amar más que á un hombre. Ese hombre
si me ama de verdad, no puede amar á otra. ¡Que se
distrae! J\[Q importa. Sus condiciones peculiares le impulsan á distraer su ánimo; en estas distracciones aprende á estimar lo que deja en su hogar por lo que busca en cualquier parte, y al fin y al cabo vuelve más
cariñoso que nunca, si sabe que va a hallar perdón
y'^^riño.
,
,
,.,,
• ,^
Por supuesto, que aquí se trata de pecadiUos veniales
y nada más.
Al mismo tiempo hemos podido convencernos por
las sinceras declaraciones de las señoras, de que el CO'
razón de la mujer es el verdadero templo del amor
Consagrarse á un solo afecto es su ilusión y su deseo
No lo ignorábamos; ¡pero están grato oir esta confesión
En resumen, la pregunta y las respuestas nos han en
{retenido y nos han enseñado cosas muy útiles; porque
digan lo que quieran, la gran fuerza moral del mundo,
es el amor.
Siento que algunas cartas hayan llegado tarde. Entre
ellas figura una de una señora que firma Una Suscriptora que que además de estar escrita con mucho ingenio y donosura'contiene reflexiones, muy dignas de tenerse en cuenta, acerca de la condición de !a mujer.
Pero la guardo, y algún día trataremos este asunto.
Descansemos unas semanas y pondré á discursión un
nuevo tema.
* *
Una noticia á las señoras interesadas en el Concurso.
Contamos también para formar parte del Jurado con la
Srta. doña María Quesada, Profesora superior y directora de un colegio de señoritas muy importante establecido en la calle de Cañizares.
Esperamos en el próximo número anunciar la definitiva composición del Jurado, y como consecuencia los
premios que hemos de adjudicar de acuerdo con las
ilustradas profesoras llamadas en su dja á examinar y
juzgar las labores.
M&RIO L A R A .
Preguntas y respuestas
lEMPRE ESPERANDO.-Las razoncs que usted
expone son muy atendi bles y no tenemos inconveniente en complacer á usted.
UNA BURGALESA —Supongo en poder de
usted el patrón de la chaqueta.—No juzgo necesario daria ninguna explicación acerca de
_
la manera de ejecutarla, porque aparte de su
natural habilidad, los patrones que facilitamos á nuessuscriptoras, están bien cortados y minuciosamente detallados.
.
,, ,
P. DE M. Y DE LA T.—Mil gracias por su amable deferencia. El modelo que me describe usted resulta muy
elegante y no debe vacilar en reproducirlo, completando
la chaqueta con una camiseta fantasía de seda de un pú.lido color.
ZuTA NI EGiAZKO AM0RI0A. - Ha hccho usted USO de.su
perfecto derecho.—El encaje cuya muestra me remite,
y que por cierto está admirablemente ejecutado, es muy
á propósito para adornar lencería elegante.—Ya ve usted
que por ésta vez no son ciertas sus presunciones, y casi
estoy por asegurarla que siempre sucederá así, porque
lo bueno siempre es bueno.
L. D. R.—El abrigo sí; pero el traje no, porque para
éste último, resulta el tejido en cuestión demasiado grueso y demasiado pesado.—En el anterior númerp encontrará usted lindos modelos de disfraces entre los que
puede elegir el que sea más de su gusto.—Está usted
obligada á devolverla visita recibida.—Cuando y como
usted guste.
M. S. VIUDA DE P.—Servido encargo.—La única diferencia está er. que tienen más vuelo en la parte inferior y se montan en pliegues ó frunces.
E! D.—Tendremos en cuenta sus naturales deseos.
LANDROSINA.—Contestación á sus preguntas:—1.° Las
horquillas Angélica se emplean únicamente para bucles.—2.' Sí, señora; y prometen seguir de moda por
tiempo indefinido.—3."" Se usan para visita ó ceremonia; pero poco para calle y paseo.—4.' Los corsés de la
acreditada casa Leprince.—5.° Pol£^inas de paño del color del traje, cerradas con compactas filas de botoncitos
de acero.
AMOR Y POESÍA.—Queda usted absuelta de su imaginaria culp», en la que yo también he incurrido aunque
involuntariamente, pues como usted acertadamente supone, no llegó á mis manos su primera carta.—Mil gracias en nombre de la Redacción por las amables frases
de elogio que á todos nos dedica.—Felicito á usted por
sus aficiones que prueban su privilegiado talento.—En
cuanto á su pregunta, no conozco por el momento ninguna persona que se dedique á esa especialidad; pero
me enteraré y no dejaré de manifestar á usted el resultado bueno ó malo de mis investigaciones.
M. L. Y C.—Sí señora; puede usted remitirnos la citada cantidad, en sellos de franqueo certificando la carta, único medio de que lleguen á nuestro poder.—Por
lo menos hasta la Primavera.—Tengo verdadero placer
en considerarla como una amiga.
M1GNOTISE BLONDE.—Conste que no he dudado ni
un momento, de su buena amistad.—Cuanto dije á usted fué una estratagema para regalarme el oído con sus
entusiastas protestas de afecto que tanto me complacen.
Perdone usted los medios por el fin, y cumpla usted su
palabra de escribirme á menudo, siempre que hacerlo
no la sirva de molestia.—No es necesario ni que tenga
fondo siquiera, puesto que lo que se va á juzgar es la
parte de guipure.—Mi enhorabuena por el desempeño
de su nuevo papel, en el que estoy segura raya usted
á gran altura, dicho sea sin lisonja.
N. N. E.—Por carta las de los amigos de alguna intimidad y por tarjeta las de las personas de cumplido.—
Dentro del primer mes.—En el caso que me cita se espera á la terminación del luto rigoroso. No señora, de
no ser un sacerdote ó un señor mayor.-—Por medio de
una esquela de participación,—La pate epilaíoire de
Dusser goza de buena lama.—No hay de qué.
PESTALOZZI.—Tomo nota del seudónimo que me indica.
14 DE DICIEMBRE DEL 90.—Ya habrá usted visto que
no tuvimos inconveniente en acceder á los deseos que
se sirvió manifestarnos.
MARTA.—El terciopelo ruso es más ancho que el terciopelo inglés y ésto explicará á usted, que no sea necesaria tanta tela de aquel como de ésta.—Un doble pala
ó tres palas sencillas, que partan del canesú dando á la
íaldita la necesaria amplitud.—Para la estación actual
es preferible lo segundo.
A. C. B.—Debe consistir en que el forro no estará
bien entallado.—Uno ó dos centímetros de ancho á lo
sumo —Servido patrón.
A UNA ESPOSA ENAMORADA.—Acepto con mucho gusto.
—Sus temores están por demás fundados; la preparación
en cuestión, más pronto ó más tarde tiene que ser nociva para el cutis, y deben ustedes prescindir de su uso,
empleando en su lugar una crema refrescante ó unos
polvos de marca acreditada.
S. R. LINARES.—Tengo mucho gusto en contestar á
sus amables consultas.Un té ó un refresco que puede
ser servido en el mismo salón.—Plantas y flores profusamente distribuidas tanto en la escalera como en las
habitaciones.—Un minueto bailado con trajes de la
época, ó un cotillón.—Nada de eso.—Lo mismo digo á
usted.
,
G R DE A. VALLADOLID.—El modelo representado
pbr la figura 1.° del grabado núm. 1 del núm. 366 me
parece á propósito para el traje que proyecta
ERUNDINA—La recuerdo á usted perfectamente, y
tengo mucho gusto en que reanudemos nuestas antiguas relaciones interrumpidas por tan dolorosos motiyo5_ isio puedo menos de aprobar su idea respecto del
traje, pues es acertadísima y está muy dentro de las
actuales exigencias déla Moda. —Muchas gracias, y hago
votos fervientes per que suceda á usted lo mismo.
C. D. V.—El traje de japonesa que figura en las páginas centrales del pasado número, nó es difícil de reproducir con el auxilio de un patrón y resulta bonito y
poco visto.—No veo mal en que cambie usted los colores siempre que para la nueva combinación, emplee
usted algo de su natural buen gusto.—Diga usted á esa
señorita que no soy tan temible como ella se figura, al
no atreverse á escribirme, y que tendré un placer en
probárselo siempre que para ello se me ofrezca ocasión.
ROSA DE ALEJANDRÍA.—Muchas gracias por su amable
recuerdo; pero advierto á usted que no hace más que
pagarme.
R. S. RÍVADEO.—Las cenefas del tapete, pueden ser
bordadas al pasado; con sedas argelinas de tonos matizados ó bien de aplicación reccjrtando los motivos en
terciopelo verde musgo y fijándolos sobre el fondo por
medio de cordoncillos de oro y puntos lanzados hechos
con torzal del mismo color que las aplicaciones en tono más oscuro.—No debe usted desanimarse por tan
poco, lo que la sucede se corrige ello solo con la práctica y ya verá usted como el segundo resulta mucho
mejor que el primero.
NARCISO AZUL.—Agradecemos á usted su amable propaganda.—El traje marinero de franela blanca, resulta
ta más de Verano que de Invierno.—Para la actual estación, es mejor que elija usted paño ó cheviote blanco ó
de un color azul no demasiado oscuro. Esto suponiendo
que tenga usted un verdadero capricho en que el traje
sea (le forma marinera, porque en caso contrario la
aconsejo como más elegante y más practico que haga usted á su niño un trajecito ruso de terciopelo marrón ó
azul, guarnecido con pieles.
IBARRECOLANDA.—Sí señora, pero quizás convendría
á usted más el Tratado de Corte de María Guerrero que
comprende toda clase de prendas de vestir, tanto esteriores como interiores y es todo lo práctico y completo
que es de desear. Su precio es 10 pesetas sin plantilla
y I 5 con ella, cantidad á la que hay que agregar los gastos de franqueo y certificado.
CELESTE IMPERIO.—No he recibido la carta á que us-
ted alude y ésto explica mi silencio.—El traje blanco debe ser de faya ó piel de seda y hacen falta 24 metrros de
cualquiera de los tejidos mencionados.—Pasamanería
mate y aplicaciones de encaje.—Felicito á usted muy
sincemente.
LA SECRETARIA
Servíeio de patrones.
Para que el servicio de patrones pueda hacerse con la mayor perfección, las señoras suscriptoras que los necesiten se servirán atenerse á las siguientes reglas:
I." Dirigirán sus cartas con el siguiente sobre: SEÑOR ADMINISTRADOR DE L A ULTIMA MODA. SECCIÓN DE PATRONES. APARTADO NÚM. 34.
MADRID.
2.' Indicarán el número del periódico y el número del modelo
por ellas elegido, ó en caso de desear patrones de algún modelo no
publicado por nuestra revista, lo remitirán con su carta. También
podrán hacer los pedidos las señoras suscriptoras de Centros, á los
repartidores que las sirven, entregándoles nota con las indicaciones
anunciadas.
3." En la carta ó en la nota de pedido, indicarán con claridad las
medidas siguientes en centímetros:
Largo de delante, desde el escote á la cintura.
Largo de la espalda, desde el cuello d la cintura.
Contorno del cuerpo, á la altura
aelpecho.
Cintura.
Ancho de la espalda.
e^ncho del pecho.
Largo desde el sobaco á la cintura.
Largo de la manga.
Contorno de las caderas.
Largo de la falda.
4." El pago de los patrones es adelantado, y cuando por hacerse
el pedido á un corresponsal ó de palabracn nuestra Administración
se dé recibo de la cantidad percibida, al entregarse el patrón deberán las interesadas devolver el recibo.
b." Ni la administración ni los corresponsales aceptarán la devolución de un patrón que haya sido pedido, y esté de acuerdo con el
modelo y las medidas indicadas por las señoras suscriptoras.
°- , Todos los patrones de L A ULTIMA MODA llevaran un sello e s í a d á s ^ ^ ' ° *^'^ requisito podrán negarse á recibirlos las intere7.-! J-^ Administración no responde de los estravios que puedan
sutrir las remesas que ha¿'a fuera de Madrid. Al efecto convendrá
certiticarlas, y en este caso el coste del certilicado será de cuenta de
las señoras que hagan el pedido.
Hasta ahora hemos necesitado seis ú ocho días en Madrid y algunos más fuera de Madrid, para pedir y entregar los patrones. En lo
sucesivo continuaremos necesitando el mismo tiempo para los p e didos que no sean urgentes. Pero las s e ñ o r a s que deseen un p a trón en Mudrid á las veintióuatro horas, y en ¡¡rovincias á los dos
ó tres d/as de recibir su aviso, según lo que tarde el correo en
la expedición, con sólo indicarlo serán complacidas; porque para
ello hemos montado un servicio especial.
E»A.Ti*OIVJES-TI£»OS
ilDG poedeii adquirirse en la Adminístraciiifl de "La Ultima Moda,
Patrones del sobretodo "Dolly,
Id. de la esclavina ¿Marcela.
Id. del abrigo Mirelia.
Id. de ia esclavina *Bijou.
Id. de la esclavina Húngara.
Id. del sobretodo 'Princesa.
Id. de la chaqueta i a d x Maud.
Id. de la chaqueta Czarina,
Id. de la capa Bretona,
Eístos modelos figuran en el panorama de abrigos de Invierno que
se repartió con el n ú m . 356 de L A ULTIMA MODA.
Se hallan también de venta en nuestra Administración, Patrones
tipos de la Esclavina novedad, cuyo modelo apareció en el número
367; y además los siguientes
Patrones de Falda campana lisa.
Id. de Falda campana cor; quilla.
Id. de Falda campana con delantero.
Id. de Enaguas.
Id. de Camisa de día para señora.
Id. de Camisa de dormir pata señora.
Id. de Pantalones para señora.
Id. de Chambra.
Id. de Camisa de vestir para caballero.
Id. de Calzoncillos.
^
Estos patrones están cortados á medidas t . aérales.
Precio de cada uno de estos patrones; 1,50 pesetas.
Se remitirán á provincias francos de porte. Las señoras suscriptoras que para mayor seguridad deseen que el envío vaya certificado, incluirán al hacer el pago, que es adelantado, 75 cents, más.
La huelga de comisionistas primero y después la aglomeración de mercancías en todas las aduanas y partícucularmente en la.de Jrúm, han sido causa de que hayan estado detenidos los patrones cortados, que hemos
debido repartir con el presente número. Tenemos aviso deque han sido despachados el 18 del actual y confiamos si no hay retraso por parte del ferrocarril, en repartirlos con elpróximo número. Por idéntica causa no han
llegado un cajón de figurines de trajes de máscara, que
daremos en Febrero, ni varios envíos de grabados. Sería
de desear que aunque por ello se impusieran derechos suplementarios, se despachasen con preferencia en las aduanas las mercancías, destinadas á ser repartidas al público en periodos fijos. Para conseguirlo y evitar retrasos
como el que lamentamos, hacemos las gestiones necesarias.
MADRID.—Imprenta de LA ULTIMA MODA.
Reservados los derechos de propiedad literaria y artística.
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I A ULTIMA MODA
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se ha puesto á la venta la 2." Precio de cada cjem- La nueva fantasía.—Colección de Alburas con
TLáA. T J t i T I I H j l V ] V I O I > A .
piar; 0,2 5 pesetas.
abecedarios y todo genero de dibujos para bordar ípaLr/^tri'i
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Se venden en la Administración de L A ULTIMA por don Manuel García Estevez. Se venden los de •'^•"••L!' ^' ^'^ ^^^ J-.A r-aiy i ly o u 1-,/i.
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(por suscripción
directa'
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Se hallan de venta en Madrid en la Administración de LA ULTIMA MODA y en la librería de San
Martin íi'uerta del Sol o).—En oroviacias pueden
"dquirirse por conducto^ de los'S^^^^^
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I I<aeimec, T b é n a r d , O n e r s a n t , etc.; íia recllitdo la consagración del tiempo: en el
ano 1829 obtuvo el privilegio de invención. VERDADERO COUFITE PECTORAL, con base
de goma y úg ababoles, conviene sobre todo a las personas delicadas, como
Lmtueres y niños, s u gusto excelente no perjudica en modo alguno A su eflcaclai
_eontra los KESfMABOS y todas las líTliMACIONES del PECHO y de los IHTtSTDIOS.
• M B
LA •
y en íat principatet
no titubean en purgarse, cuando lot
necesitan. No temen el asco ni eJI
causando,porque, contraía quesu-l
cede con los demás purgantes, este!
no obra bien sino cuando se fomal
con buenos alimentos ybebibas for-t
tUicantes, cual el vino, el café, el té.l
Qada cual
escoge,parapurgarse,lat
hora y la comida quemas le conrie-t
nen, según sus ocnpaciones.ComoM
el cansancio que la purga ocasional
' queda completamente
anulado r
' por el efecto de la buena ali-t
mentación empleada, uno ser
' decide fácilmenteá
volverá^
empezar cuantas vecesj
^
sea necesario.
con BISMUTIIO y MAGNESIA
Recomendados contra las Afecoioneel
del estómago. Falta de Apetito, DI-1
gestiones laboriosas, Acedías, Vóml-1
tos, Eructos y Cólicos; regularizan I
las Funciones del Estómago y de los I
Intestinos.
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