Mario Vargas Llosa – Los Jefes

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Mario Vargas Llosa
Biografía
Mario Vargas Llosa (1936 / ) nació en la ciudad peruana de Arequipa, en 1936. Conoció a su padre a los diez años y el
episodio del reencuentro le impuso cambiar los amorosos cuidados de su madre por una férrea disciplina. Esta circunstancia
le hace descubrir algo que el escritor considera un móvil de su existencia: “el ansia de libertad”. Como confiesa en sus
memorias El pez en el agua (1993), la vocación de escribir surgiría casi como una rebelión contra la autoridad paterna.
Concluida la etapa escolar, comienza a desempeñarse como columnista en periódicos locales de Lima y Piura. En 1953
ingresa a la Universidad de San Marcos para estudiar Letras y Derecho. Al poco tiempo entabla una relación amorosa con
su tía política, Julia Urquidi, con quien se casa en 1955.
Viaja a España en 1958 con una beca de estudios, pero un año después se instala en París. Luego de seis años en esta ciudad,
y ya separado de Julia, regresa a Lima donde se casa con su prima Patricia Llosa. En 1965 emprende con ella un viaje a
Europa. París, Londres y Barcelona son sus lugares de residencia hasta 1974.
Los sucesos biográficos de este autor contribuyen en gran medida a la creación de los personajes y argumentos de algunas
de sus grandes novelas. La casa verde (1966), se ambienta en la sórdida atmósfera que circunda un burdel de Piura;
Conversación en La Catedral (1969), recrea la opresión de la dictadura de Odría en los ámbitos estudiantiles y La tía Julia
y el escribidor (1977) se puede traducir como una polémica ficción autobiográfica sobre su primer matrimonio.
Asimismo, La ciudad y los perros, novela con la que obtendría los premios Biblioteca Breve y de la Crítica Española en
1963, reflejaría los conflictos transcurridos en el Colegio Militar Leoncio Prado durante su adolescencia.
Vargas Llosa se desempeñó también como crítico literario, columnista de prensa y autor teatral. Entre sus libros de análisis
literario se encuentran: Gabriel García Márquez: historia de un deicidio (1971), La orgía perpetua: Flaubert y Madame
Bovary (1975) y Carta de batalla por Tirant lo Blanc (1991). Contra viento y marea y Desafíos a la libertad (1994), reúnen
sus colecciones de artículos.
Tras su participación como candidato a la presidencia de Perú en 1990, el autor se dedicó plenamente a la literatura y
eventualmente escribe artículos que publica en El País.
Mario Vargas Llosa – Los Jefes
Por Alexander Peña Sáenz
El narrador y ensayista peruano Mario Vargas Llosa (1936) viene perfilándose desde hace décadas como uno de
los grandes nombres de la literatura latinoamericana, figurando junto a reconocidos escritores como Octavio Paz,
Gabriel García Márquez, Miguel Ángel Asturias, Gabriela Mistral o Pablo Neruda. Tal es su importancia, no sólo
para las letras de nuestros países, sino del mundo entero que, en el año 2010, le fue otorgado el Premio Nobel de
Literatura, galardón con el que se destacó su prominente narrativa y la crítica implícita en ella a diferentes aspectos
de la realidad política y social.
El libro que ahora presentamos, Los Jefes (1959), es un compendio de seis relatos breves (“Los jefes”, “El
Desafío”, “El Hermano menor”, “Día Domingo”, “Un Visitante” y “El Abuelo”) y ocupa un lugar especial dentro
de la obra literaria de Vargas Llosa por las siguientes razones: primero, ser una de sus publicaciones más
incipientes a nivel narrativo; segundo, constituir el primer y único libro que el autor ha publicado de cuentos en
toda su carrera; y, tercero, el haber definido su rumbo como escritor, precisando algunos de los temas y estilos
que desarrollaría después en sus novelas.
Las historias de Los Jefes retratan, en conjunto, diversas experiencias de personas del común, los conflictos a los
que se enfrentan y la manera como los resuelven. Esto resulta evidente al momento de examinar a sus
protagonistas, pues los unos se desligan de los otros a partir del contexto, la situación e, incluso, la ubicación
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geográfica que tengan. Hay, sin embargo, un lazo común entre ellos –ya sean campesinos, estudiantes, hombres
de la calle o afortunados hacendados- y es la violencia.
La violencia como eje temático en Los Jefes
Los seis relatos incluidos en el libro tienen un entorno aproximado que es el Perú de mediados del siglo XX, y
también un factor conflictivo, la mayoría de las veces violento. Diversos análisis de esta obra convergen en este
punto, señalando, además, que la violencia es el elemento que les permite a los personajes resolver sus situaciones
cotidianas. Veremos a continuación la validez de esta tesis:
El primer relato es el homónimo, “Los Jefes”, un texto que arranca describiendo las medidas injustas que un
director de colegio impone al estudiantado. Aquel hombre, llamado Ferrufino, determina no hacer públicos los
horarios para las evaluaciones con el fin de que todo estudiante repruebe sus desempeños. Los alumnos se ven
sumamente afectados por esta decisión y sienten cómo se les vulneran sus derechos. La situación llevará a los
jóvenes a liderar una rebelión que, a la postre, no contará con el apoyo suficiente por el miedo que genera en ellos
las autoridades.
En el relato, el narrador, Lu, Javier y Raygada hacen parte de las protestas, siendo estos dos últimos sus líderes;
pronto, la huelga empezará a generar inconvenientes con estudiantes de otras secciones (primaria y media) que
no desean integrarse a la rebelión, hecho que desencadenará el señalamiento abierto de los protestantes. El cuento
es un claro ejemplo de cómo el autoritarismo que solían tener los docentes en años anteriores frente a sus
estudiantes generaba en ellos, por un lado, cohibición y, por el otro, fuerza revolucionaria.
El segundo texto del libro es “El Desafío”, en él se desarrolla un duelo a muerte entre dos personas de la región
de Piura. Julián, el encargado de narrar los acontecimientos, expone cómo dos hombres, Justo y el Cojo, usando
sus navajas, buscan resolver ciertas diferencias. La pelea termina con un golpe mortal del Cojo sobre Justo,
hombre que se desangrará ante la mirada sorprendida de su padre, el mismo que había exigido poco antes que se
cumpliese la pelea. La violencia latente aquí, como se ve, es producto de una falsa interpretación del honor y la
valentía, valores que muchos colocan por encima de su propia vida.
En el tercer cuento, “El Hermano Menor”, Vargas Llosa nos presenta a David y Juan, un par de hombres de
familia acomodada, que persiguen a un indio, sirviente de ellos, acusado de violar a su hermana –Leonor-. Los
hermanos tienen caracteres contrapuestos: David es cruel y odia a los indios, mientras que Juan se muestra más
pasivo y conciliador. El indio, quien antes custodiaba a la hermana de aquellos hombres, huye de ellos cuanto
puede, pero, al ser encontrado por David, muere merced a los golpes que éste le propina.
David personifica, así, aquel tipo de individuos impulsivos que asumen como verdad lo primero que escuchan,
evitando toda forma conciliatoria y actuando de forma brutal contra sus subordinados. Lo irónico es que, al
regresar, Leonor les confiesa a sus hermanos que el indio jamás la tocó, como ellos piensan; una declaración que
hará crecer el sentido de la culpabilidad al interior suyo, enceguecidos –especialmente David- por una mentira
caprichosa. La narración concluye con un acto de redención por parte de Juan quien liberará a varios indios que
tiene encerrados en sus propiedades.
La trama del cuarto relato, “Día Domingo”, se desarrolla en Miraflores; en esta historia también hay un desafío
entre hombres –Miguel y Rubén-, dos sujetos que se disputan el amor de Flora. La violencia aquí posee un tono
más afectivo y curioso, pues los personajes compiten en pruebas como beber y comer exageradamente o nadar en
las orillas del mar. Al final, saldrá victorioso Miguel, aprovechando un calambre que inhabilita a su competidor
para nadar. Vargas Llosa esboza con el relato una visión sobre los matices extraños que puede llegar a tomar la
violencia en una circunstancia determinada, y las relaciones que esta tiene con el sentido de superioridad del ser
humano.
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En el quinto cuento, “Un Visitante”, un moreno –al que apodan el Jamaiquino- llega al tambo de la señora
Mercedes, solicitando de su parte algunas viandas. Pronto, la mujer se verá obligada a beber cerveza y a someterse
al Jamaiquino por puro capricho. Lo que sucede es que la policía le ha prometido al moreno su libertad –es un
prisionero- si informa el paradero de Numa, el hijo de Mercedes, culpable de cierto delito. Dicho sujeto aparecerá
precisamente en el lugar, cayendo en la trampa y siendo sometido por la policía, la cual, después de esto, cumple
al Jamaiquino su promesa. Con todo, el moreno, dejado a su suerte en medio de los matorrales de la región, será
invadido por el terror una vez se sienta acechado por la gente de Numa, quienes desean matar al delator.
El último relato –que no hizo parte del compendio original de Los Jefes, pero se incluyó en él tiempo después- se
titula “El Abuelo”. Esta es la historia de Eulogio, un anciano víctima de la indiferencia de su hijo, un individuo
que jamás se cansa de despreciarlo. Vargas Llosa recrea con ironía el modo en el que el anciano conduce la
venganza contra aquel, asustando a su propio hijo –es decir a su nieto- con una calavera que encontró en una de
sus andanzas cerca de Lima: Eulogio colocará una vela al interior de aquel vestigio y recreará una imagen tan
fantasmal que su nieto no podrá evitar sentir pánico cada vez que la observa. Se trata de una especie de restitución
o reordenamiento después de un estado de violencia psicológica.
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Los Jefes es una obra incipiente si se compara con la gran novelística del escritor Mario Vargas Llosa. Sin
embargo, es importante resaltar que aquí ya era palpable ese sello personal que ha imprimido el autor a cada uno
de sus libros a partir del abordaje de conflictos sociales propios de la realidad peruana.
‘Los jefes’ reúne seis cuentos de Mario Vargas Llosa
‘Los jefes’ reúne seis cuentos de Mario Vargas Llosa (‘Los jefes’, ‘El desafío’, ‘El hermano menor’, ‘Día domingo’, ‘Un
visitante’ y ‘El abuelo’) que narran historias de juventud, algunas autobiográficas, pero todas entretenidas. Veamos una a
una.
1. ‘Los jefes’. Cuenta un episodio que vivió Vargas Llosa cuando cursaba el 5º año de secundaria en el Colegio San Miguel
de Piura, en 1952. Mario y su amigo el ‘Gordito’ Javier Silva (el fallecido ex ministro de Economía y Finanzas Javier Silva
Ruete) organizaron una huelga contra los abusos del director, que ordenó exámenes no programados.
2. ‘El desafío’. Se tituló inicialmente ‘Arreglo de cuentas’. Es la historia de la pelea entre Justo y el maleante ‘El cojo’, que
lo mata en un duelo para demostrar quién era más ‘hombre’.
3. ‘El hermano menor’. Historia de dos jóvenes hermanos muy diferentes: David y Juan. El primero fue educado en la sierra
y el segundo, en la costa.
4. ‘Día domingo’. Dos jóvenes miraflorinos, Miguel y Rubén, se retan a un duelo de nado por el amor de una muchacha
llamada Flora.
5. ‘Un visitante’. La historia de ‘El jamaiquino’, un presidiario que -a cambio de su libertad- ayuda a la policía a capturar
al prófugo Numa. Cumple con los oficiales, pero los amigos de Numa llegan a matarlo por delator.
6. ‘El abuelo’. Don Eulogio es un anciano hosco y extravagante, marginado por su familia, que se venga de ella al asustar a
su nieto. Aparece de noche en el jardín con una calavera humana y una vela encendida.
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