Poder Judicial de la Nación CAUSA N° 14.542/2006 “ LÓPEZ, Hugo Mario y otros c/ EN – M° DEFENSA – EMGA – DTO 2769/93 s/ PERSONAL MILITAR Y CIVIL DE LAS FFAA Y DE SEG” En Buenos Aires, a los 20 días del mes de septiembre de 2011, reunidos en acuerdo los señores jueces de la Sala IV de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Contencioso Administrativo Federal para conocer respecto del recurso interpuesto en autos “ LÓPEZ, Hugo Mario y otros c/ EN – M° DEFENSA – EMGA – DTO 2769/93 s/ PERSONAL MILITAR Y CIVIL DE LAS FFAA Y DE SEG”, contra la sentencia obrante a fs. 107/110, el Tribunal estableció la siguiente cuestión a resolver: ¿Se ajusta a derecho la sentencia apelada? El doctor Luis María Márquez dijo: I. Hugo Marcelo Lopez, Roberto Martín Blanco Azcarate y Carlos Ramón Lopez –en su condición de Personal Civil de Inteligencia de la Armada USO OFICIAL Argentina– entablaron demanda contra el Estado Nacional (Ministerio de Defensa) a efectos de que: a) se ordene incorporar en la liquidación de sus haberes mensuales, como remunerativos y bonificables en concepto de sueldo, los beneficios e incrementos otorgados por los decretos 2769/93, 2801/93 y 1104/05; y b) se efectúen los reajustes con retroactividad, liquidándose con las actualizaciones correspondientes con más intereses desde su devengamiento, y hasta el momento de su efectivo plago. A fs. 64/75, en su ampliación de demanda, los actores solicitaron, en iguales términos, que se incorporen las sumas otorgadas por el Decreto 1095/06. II. El señor juez de grado hizo lugar en parte a la demanda. En consecuencia: 1) Declaró de legítimo abono las sumas liquidadas a los actores a partir del 1° de julio de 2005 por aplicación de los decretos 1104/05 y siguientes. 2) Declaró la nulidad del régimen salarial aplicado a dichos actores (Personal Civil de Inteligencia de las Fuerzas Armadas, en actividad) a partir del 1 de julio de 2005, por los decretos 1104/05 y siguientes, y dispuso que, dentro del término de 60 días, la demandada estableciera un nuevo régimen salarial conforme a las pautas de la ley 25.250 y el Estatuto –Decreto 1088/03 y doctrina y principios referidos en los considerandos V y VIII. 3) Dispuso que, en el caso de que -a resultas de lo dispuesto en el punto precedente- se generaran diferencias mensuales a favor de los actores, ellas devengarían –hasta su efectivo pago- un interés equivalente a la tasa de interés pasiva (Comunicado Nro. 14.290 BCRA – art. 622 Código Civil). Impuso las costas a la demandada. III. La sentencia fue apelada por el Estado Nacional y los actores (fs. 111 y 115), quienes expresaron sus respectivos agravios (a fs. 120/121 y 122/125). Su traslado no fue contestado. IV. AGRAVIOS DE LA DEMANDADA El Estado Nacional destaca que la ley 19.373 “S” y su decreto reglamentario 4639/73 “S” –que regulaban las actividades de los planteles básicos del Personal Civil de inteligencia de las Secretaría de Inteligencia y de los Organismos de Inteligencia de las FF. AA.– fueron derogados al entrar en vigencia el decreto 1088/03 (el 5 de mayo de 2003), que aprobó el Estatuto para el Personal de la Secretaría de Inteligencia y para el Personal Civil de Inteligencia de los Organismos de Inteligencia de las Fuerzas Armadas Señala que conforme al referido Estatuto (art. 28) “[s]e entiende por Remuneración Base la correspondiente a la categoría 1 del cuadro ´D¨ sin ningún tipo de bonificación ni suplemento, siendo la misma el haber mensual del grado de Coronel o sus equivalentes, en actividad (servicio efectivo)…”. A su vez, en el ANEXO II se prevé una escala porcentual que determina las Remuneraciones de las Categorías del Personal. Aclara que a partir del dictado del decreto 1104/05 los haberes del Personal Civil de Inteligencia de los Organismos de Inteligencia de las FF.AA. quedaron “desenganchados” de los haberes del personal militar en actividad, compartiendo los montos porcentuales de los incrementos en los haberes otorgados en sucesivos decretos, pero teniendo distinta incidencia sobre los suplementos particulares de “Compensación por cargo o función”, “Compensación por vivienda”, “Compensación para adquisición de textos y demás elementos de estudio”, “Compensación por mayor exigencia de vestuario” y “Trabajos extraordinarios”. Esgrime que los aumentos dispuestos –en el haber básico para el Personal de la Secretaría de Inteligencia de la Presidencia de la Nación– por los decretos 1386/06, 899/07 y 757/08 expresamente modificaron el ANEXO II del decreto 1088/03 y derogaron, tácitamente, el artículo 28 del referido cuerpo legal. Y no existe norma que establezca que se ha procedido a derogar, modificar o alterar lo dispuesto por el artículo 1º del decreto 1088/03 que dispone “Apruébase el Estatuto para el Personal Civil de Inteligencia de la Secretaría de Inteligencia de la Presidencia de la Nación y de los Organismos de Inteligencia de la FF.AA”. En función de lo expuesto, considera desacertado que el a quo haya basado su sentencia en la aplicación de la ley 19.101 del Personal Militar y en el dictado de los decretos 1104/05, 1782/06 y siguientes, que otorgaron aumentos en suplementos particulares fijados en coeficientes o porcentajes de la remuneración base. Concluye que la sentencia recurrida agravia a su parte en tanto hace lugar a una equiparación de los haberes del Personal Civil de Inteligencia de las Fuerzas Armadas con los del Personal Militar en actividad, que no es tal desde el dictado de los decretos 1104/05 y siguientes. V. AGRAVIOS DE LA PARTE ACTORA La parte actora se queja de lo manifestado por el a quo en el considerando VII de su sentencia. En él, el juez tuvo en cuenta que, dado que no existían impedimientos presupuestarios para el pago de las asignaciones totales en los Poder Judicial de la Nación términos en que fueron abonadas y pagadas, correspondía determinar que la suma bruta en cuestión resultaba de legítimo abono, y que no se generaba obligación alguna de reintegro en cabeza de los beneficiarios pese a la nulidad del régimen que se declaraba. Destaca que su reclamo de inicio perseguía que se le abonara lo que consideraba debido, y que, posteriormente, los decretos 1104/05 y siguientes otorgaron un incremento que palió, en parte, su deteriorado haber mensual. Señala que no pretende que se le pague lo ya abonado, sino que exige que se le abone, en forma debida, lo incorrectamente liquidado. Si el a quo advierte que el sistema remuneratorio denunciado es nulo por ilegalidad, debe hacerse una liquidación correcta de los salarios devengados desde el año 2005. Se agravia, también, de que el juez de grado haya considerado que no resultaba procedente la incorporación lisa y llana de los suplementos en cuestión al concepto “sueldo”, por el significativo aumento que ello implicaría respecto de la remuneración bruta y los efectos –quizá de cumplimiento imposible– respecto de las partidas presupuestarias vigentes. Sostiene, al respecto, que si las sumas otorgadas por los decretos 1782/06, 871/07, 1053/08 y 751/09 son de carácter USO OFICIAL GENERAL, por disposición expresa de los artículos 53, 54 y 55 de la ley 19.101 deben ser incluidas en el concpeto “sueldo”. Y a partir del concepto “sueldo” –no importa si está deprimido o aumentado-, lo correcto es que se calculen los porcentajes de los otros conceptos que componen el HABER MENSUAL para, posteriormente, hacer las deducciones y aportes previsionales y de seguridad social que corresponden por ley. Aunque puntualiza que, conforme a la Constitución Nacional, la fijación del salario abonado a las Fuerzas Armadas y al Personal Civil de Inteligencia es un contenido de las normas presupuestarias, y que todo aumento –encubierto y general- del haber mensual que pretendiese realizar el PEN, merced a decretos dictados por él mismo, devendría inconstitucional, pretende que si el PEN tuviera una sentencia desfavorable que implicara abonar una diferencia salarial devengada a los actores, debería arbitrar convenientemente los medios para solicitar y obtener los recursos pertinentes en las partidas presupuestarias anuales para abonar esa obligación, sin afectar las necesidades públicas derivadas del normal funcionamiento de las instituciones, destinando los recursos disponibles para la atención de las deudas contraídas. Considera que, como lo sostuvo el a quo, no es aplicable la doctrina emanada del Máximo Tribunal en “Bovari de Díaz”” y “Villegas Osiris”, pues la situación fáctica y jurídica se modificó, ostensiblemente, desde el año 2005; los precedentes invocados no tienen vigencia práctica en lo que atañe a los decretos 1104/05, 1095/06, 1782/06, 871/07, 1053/08 y 751/09, porque esa normas alteraron la verdadera naturaleza remuneratoria de los “suplementos particulares” y “compensaciones” establecidos por los decretos 2769/93 para el personal militar, y 2801/93 para los Agentes de Inteligencia. De la simple lectura de los decretos mencionados surge el carácter general de los incrementos salariales efectuados desde el año 2005 en adelante. Pese a la denominación equívoca que se utiliza en los decretos, las asignaciones especiales objeto de esos autos se otorgaron a todo el personal en actividad, sin exigir la ocurrencia de alguún supuesto fáctico específico para tener derecho a cobro. Es decir, que dichas asignaciones se otorgaron con caráceter general en vez de particular, instituyéndose por tiempo indefinido y no por tiempo determinado. Y, si bien dichos rubros fueron carcterizados como no remunerativos y no bonificables, en realidad incrementaron el haber de los activos; son remuneración y, por ende, deben integrar la base sobre la cual se calculan otros conceptos salariales. VI. Que de manera preliminar debe advertirse que al decretar el a quo la nulidad del régimen salarial aplicable a partir del 1 de julio de 2005 e imponer al demandado la obligación de establecer uno nuevo dentro del plazo de 60 días, soslayó el objeto del litigio y el contenido de las pretensiones de la parte actora, apartándose del principio de congruencia que impone el deber de fallar según las cuestiones sometidas a su conocimiento (arts. 34 y 163 incs. 3, 4 y 6 del C.P.C.C.) en desmedro del derecho de defensa (Fallos 317:1.333, 300:1018 entre otros). Por ello, corresponde dejar sin efecto lo decidido en ese aspecto en los términos del artículo 253 del Código Procesal Civil y Comercial (en igual sentido Sala III “Cabrera, Beatriz Nancy”, 15/09/2009, y “Butof Catalino Manuel”, 18/09/2009), lo que impone la determinación del régimen jurídico aplicable. VII. Que en primer lugar, cabe señalar que la pretensión relativa a los suplementos correspondientes al decreto 2769/93 y a los incrementos otorgados por los decretos 1104/05 y 1095/06 debe ser rechazada. Ello es así, porque los actores revistan como Personal Civil de Inteligencia de las Fuerzas Armadas, y esos decretos son únicamente aplicables al personal militar de las Fuerzas Armadas (conf. informe brindado por el Estado Mayor General de la Armada en respuesta a la medida para mejor proveer dictada por el Tribunal, que obra a fs. 129/vta. Además, porque al Personal Civil de Inteligencia de las Fuerzas Armadas se le otorgaron compensaciones análogas a los suplementos del decreto 2769/93, mediante decreto 2801/93, y análogos incrementos a los de los decretos 1104/05 y 1095/06 mediante los decretos 1782/06, 871/07, 1053/08 y 751/09. “Casafuz, (Ver, en igual sentido, Sala V, “Leiva, Pablo Alberto”, 14.4.2011, Sala II, Hugo Oscar”, 19.4.2011 y Sala III, “Gervasoni, Eduardo Alberto”, 16.06.2011, entre otros). VIII. Que de manera específica, y en lo atinente al decreto 2801/93 (mediante el cual se crearon con carácter “no remunerativo” y “no bonificable” para el personal Civil de Inteligencia en Actividad las compensaciones “por cargo o función”, “por vivienda”, “para adquisición de Textos y demás elementos de estudios” y “por mayor exigencia de vestuario”), debe predicarse que es aplicable la doctrina sentada por la Corte Suprema en “D´Amore”, el 7 de marzo de 2006, en oportunidad de expedirse respecto de la “compensación por vivienda” otorgada en aquel decreto; y, también la doctrina sentada –respecto de los suplementos creados Poder Judicial de la Nación para el personal militar mediante el decreto 2769/93– por el mismo tribunal, el 4 de mayo de 2000, en “Bovari de Díaz” y “Villegas Osiris” (Fallos: 323:1048 y 323:1061). En efecto, dada la similitud de las compensaciones creadas para el personal civil de inteligencia por el decreto 2801/93 y de los suplementos creados para el personal militar mediante el decreto 2769/93, corresponde aplicar el criterio sostenido por la CSJN al establecer que dichos suplementos “no han sido creados ni otorgados con carácter generalizado a la totalidad del personal en actividad ni a la totalidad del personal de un mismo grado, y que su aplicación se ha ajustado, en general, a los términos del decreto del Poder Ejecutivo. De ahí que tales asignaciones, instituidas y aplicadas con carácter particular y como compensación de ciertos gastos (artículo 57 y 58 de la ley 19.101), en tanto participan de tal naturaleza, no puede considerárselas acordadas en concepto de sueldo y, por lo tanto, no deben ser computadas para determinar el haber de retiro” (conf. CSJN Fallos 323:1048 y 323:1061). La aplicación de la referida doctrina de la Corte Suprema al caso de autos lleva al rechazo de la pretensión de que se incorporen al sueldo de los actores, como remunerativos y bonificables, las compensaciones otorgadas por el USO OFICIAL decreto 2801/93. IX. Que sin perjuicio de lo precedentemente expuesto, y tal como lo sostuvo el señor juez de grado y la parte actora en su expresión de agravios, la situación fáctica y jurídica se ha modificado ostensiblemente desde el año 2005, a raíz del dictado de los decretos 1104/05, 1095/06, 1782/06, 871/07, 1053/08 y 751/09. En efecto, y en cuanto aquí interesa, respecto del Personal Civil de Inteligencia de las Fuerzas Armadas comprendido en el régimen del decreto 1088/03, mediante el decreto 1782/06 (en sus artículos 1º a 3º y 7º a 9º), el Poder Ejecutivo incrementó los coeficientes destinados a la liquidación de la “Compensación por Vivienda” (regulada en el art. 30. Inc. j), del Estatuto), el porcentaje percibido por el personal en actividad correspondiente a la “Compensación por Trabajo Extraordinario” (prevista en el art. 30, inc. m), del Estatuto) y el porcentaje para la liquidación de la “Compensación por Mayor Exigencia de Vestuario” (regulada en el art, 30, inc. i, también del Estatuto). Y, al mismo tiempo, creó en sus articulos 6º y 10 “adicionales transitorios no remunerativos y no bonificables”, retroactivos al 1º de julio de 2005, cuyo procedimiento de cálculo demuestra la incompatibilidad del carácter particular que dicha norma pretendió aplicarles a los incrementos que otorgó. Lo propio ocurrió con los decretos 871/07, 1053/08 y 751/09 que, de manera similar al decreto 1782/06, incrementaron los montos de los referidos suplementos previstos en el decreto 1088/03 y crearon otros adicionales transitorios no remunerativos ni bonificables (ver arts. 6 a 8, 10 a 12, 9° y 13). En definitiva, los referidos decretos garantizaron a la totalidad del Personal Civil de Inteligencia de los Organismos de Inteligencia de las Fuerzas Armadas en actividad, mediante los adicionales transitorios, un aumento de los salarios brutos mensuales indicados por cada norma (conf. doctrina CSJN “Oriolo, Jorge Humberto y otros”, 5.10.2010, Fallos: 333:1909). A su vez, debe tenerse en cuenta que en el artículo 28 del decreto 1088/03 –que aprueba el Estatuto para el Personal de la Secretaría de Inteligencia y de los Organismos de Inteligencia de las Fuerzas Armadas– se dispone que: “se entiende por haber mensual el definido en el artículo 2401 de la Reglamentación del Capítulo IV –Haberes del Título II Personal Militar en Actividad de la Ley para el Personal Militar, n° 19.101 y sus modificatorias”. Conforme a este último, en la redacción dada por el decreto 1081/05, el “haber mensual” del personal militar –en actividad y retirado–, a partir del 1º de julio de 2005, quedó compuesto exclusivamente por el “sueldo” al que refieren los artículo 53, 53 bis, 54 y 55 de la ley para el personal militar 19.101; los suplementos generales, los suplementos particulares y las compensaciones “no integran el haber mensual”. X. Que ello asentado, cabe señalar que, con relación a un régimen análogo (aplicable al Personal Militar de la Fuerza Armadas), el 15 de marzo de 2011, la Corte Suprema de Justicia de la Nación reconoció, a los fines previsionales, “la naturaleza general de los ´adicionales transitorios´ creados por los decretos 1104/05, 1095/06, 871/07, 1053/08 y 751/09 (…) toda vez que ellos han tenido por objeto garantizar, como mínimo, los porcentajes dispuestos en cada uno de ellos para todo el personal militar en actividad”. En definitiva, dado que el decreto 1782/06 (aplicable al Personal Civil de Inteligencia de las FFAA) es análogo en su estructura y contenido –y particularmente en la creación de “adicionales transitorios” – al decreto 1104/05 (que rige para el Personal Militar), y que, asimismo, el artículo 28 del referido Estatuto Decreto 1088/03- remite a la aplicación de la ley 19.101 y su Reglamentación sobre Personal Militar, en el caso, corresponde aplicar mutatis mutandi la mencionada doctrina sentada por la Corte Suprema de Justicia de la Nación en la citada causa “Salas” (conf., en igual sentido, Sala III, “Gervasoni, Eduardo Alberto”, 16.06.2011). . Es decir que, atendiendo al carácter general con que han sido previstos los adicionales transitorios en el decreto 1782/06 y sus modificatorios (decretos 871/07, 1053/08 y 751/09), debe reconocérseles a los incrementos naturaleza remuneratoria y bonificable y, por ende, corresponde ordenar su inclusión en el concepto “sueldo” del personal reclamante. (Conf., en tal sentido, el informe agregado a fs. 160/1 en el que consta que la totalidad del Personal Civil de Inteligencia de la Dirección General de Inteligencia de la Armada percibió los aumentos dispuestos por los decretos 1782/06, 871/07 y 1053/08). Por consiguiente, la demanda prosperará en estos términos, siempre y cuando los actores no hubiesen ya efectuado demandas judiciales con relación a los mencionados decretos 1782/06, 871/06, 1053/08 y 751/09 (en cuyo caso se deberá estar a lo dispuesto en el presente pronunciamiento). Por lo expuesto, propongo: I. Revocar la sentencia de grado y declarar el derecho de la parte actora sólo a la inclusión de las sumas correspondientes a los incrementos salariales otorgados por los decretos 1782/06, 871/07, 1053/08 y 751/09 al concepto sueldo determinado en el artículo 55 de la ley 19.101 –por remisión del artículo 28 del decreto Poder Judicial de la Nación 1088/03– y al pago de las retroactividades devengadas desde la entrada en vigencia de los preceptos citados. Crédito que se regirá por lo dispuesto por el artículo 22 de la ley 23.982 y al que se le aplicará la tasa pasiva promedio mensual que publique el Banco Central de la Republica Argentina (conf. art. 10 del decreto 941/91 y art. 8º, segundo párrafo, del decreto 529/91), capitalizable mensualmente, hasta su efectivo pago, solución esta que se compadece con la jurisprudencia de la CSJN (conf. “YPF c/ Corrientes, Provincia de y Banco de Corrientes s/ cobro de pesos”, del 3-3-92). II. Imponer las costas de ambas instancias en el orden causado, en atención al modo en que se decide (conf. arts. 71 y 279 del Código Procesal). El Dr.Jorge Eduardo Morán se adhirió al voto precedente. En virtud del resultado que instruye el acuerdo que antecede, el Tribunal RESUELVE I. Revocar la sentencia de grado y declarar el derecho de la parte actora sólo a la inclusión de las sumas correspondientes a los incrementos salariales USO OFICIAL otorgados por los decretos 1782/06, 871/07, 1053/08 y 751/09 al concepto sueldo determinado en el artículo 55 de la ley 19.101 –por remisión del artículo 28 del decreto 1088/03– y al pago de las retroactividades devengadas desde la entrada en vigencia de los preceptos citados. Crédito que se regirá por lo dispuesto por el artículo 22 de la ley 23.982 y al que se le aplicará la tasa pasiva promedio mensual que publique el Banco Central de la Republica Argentina (conf. art. 10 del decreto 941/91 y art. 8º, segundo párrafo, del decreto 529/91), capitalizable mensualmente, hasta su efectivo pago, solución esta que se compadece con la jurisprudencia de la CSJN (conf. “YPF c/ Corrientes, Provincia de y Banco de Corrientes s/ cobro de pesos”, del 3-3-92). II. Imponer las costas de ambas instancias en el orden causado, en atención al modo en que se decide (conf. arts. 71 y 279 del Código Procesal). El Dr. Sergio Gustavo Fernández no suscribe la presente por hallarse en uso de licencia (art. 109 del RJN). Los Dres. Sergio Gustavo Fernández y Luis María Márquez integran la Sala en virtud de lo resuelto en la Acordada 21/09 de esta Cámara. Registrese, notifíquese y devuélvase. Jorge Eduardo Morán Luis María Márquez