SEGUNDA PARTE LA JUNTA PROVINCIAL DE SANIDAD DE NAVARRA (1870-1902) INTRODUCCIÓN Vista de Pamplona hacia 1858 desde la Ripa de Beloso. Acuarela de Aniceto Lagarde. Está tomada a la altura de la actual gasolinera frente al seminario diocesano. En el centro, el Molino de Caparroso ya convertido en fábrica de fundición de maquinaria agrícola desde 1848 propiedad del francés Salvador Pinaquy. (Colección particular. Pamplona). Misma vista de Pamplona en la actualidad, 2006. Desde tiempos pretéritos la forma de estudiar y decidir asuntos de gobierno y administración y entre ellos los referentes al ramo de la sanidad ha sido a través de establecer juntas de carácter académico, asesor o decisorias que han adquirido diferentes denominaciones y composiciones. En el caso que nos va a ocupar, la efectividad de dichas juntas va a estar marcada no sólo por la voluntad decisoria de la organización política del momento, sino por la posibilidad de resolver los problemas de acuerdo a los conocimientos técnicos y científicos, y de la evolución conceptual del modo de gobernar y de servir a los ciudadanos. Las juntas de sanidad han experimentado modificaciones según la premisa planteada, pasando desde una escasa utilidad con una existencia precaria entre los siglos XV y XVIII –que se organizaban en momentos de amenaza epidémica para la salud– a una fase en que las juntas de sanidad de manera estable constituyen la base organizativa, como lo fueron en la segunda mitad del siglo XIX; hasta su ocaso cuando –debido al avance científico– son sustituidas por organizaciones técnicas y profesionales como corresponde al siglo XX. Las juntas de sanidad sirven para la defensa de la salud colectiva, bajo el apoyo político gubernativo que es quien va a ejercer la autoridad sanitaria y coercitiva en defensa de la salud pública; siendo la composición de las juntas asesoras de acuerdo al pensamiento filosófico sobre la salud y la enfermedad, así como el nivel de conocimiento de las enfermedades. Durante los periodos en que las epidemias se asocian a la constitución de los terrenos, corrupciones telúricas y efluvios miasmáticos, poco se requería a los facultativos para formar parte de las juntas; pero más tarde en el siglo XIX 181 JOSÉ JAVIER VIÑES en los debates entre el origen contagionista e infeccionista de las enfermedades y al asumir la idea liberal de la filantropía, estas juntas asesoras van incorporando profesionales del arte de curar. En esta evolución, las juntas de sanidad se consolidan como órganos de la incipiente organización sanitaria, orientada con un carácter centralizado en el Estado, en dependencia del ramo de interior, y en consecuencia de los gobernadores o jefes políticos en las provincias. Las juntas se consolidan definitivamente en el “Real Decreto Orgánico de Sanidad” de 17 de marzo de 1847 y la “Real Orden de 26 de marzo de 1847 sobre el Reglamento organizativo y atribuciones del Consejo y las juntas de sanidad”. Estas juntas habían de formalizarse en cada provincia y, consecuentemente, las sesiones de trabajo habrían de reflejarse en unas actas levantadas por el secretario asignado para ello, funcionario del Gobierno Civil, y refrendadas por el presidente correspondiente, el propio gobernador civil, jefe político de la provincia. Las actas de la Junta Provincial de Sanidad de Navarra que van a ser objeto de este estudio corresponden al periodo de 25 de enero de 1870 a 30 de abril de 1902, testigo durante treinta y dos años de la sanidad provincial en momentos de gran evolución sanitaria y cambios políticos traumáticos. Damos por seguro que existió otro libro de actas desde el mandato de su organización en 1847 y el año 1870 principio de las actas que estudiamos, si bien no conocemos su existencia. Tampoco disponemos de las “posibles” actas posteriores ya que la organización de la sanidad a partir del Real Decreto para la Instrucción General de Sanidad de 12 de enero de 1904, relega en la práctica el papel de las juntas provinciales de sanidad a un segundo plano, debido a la creación de las inspecciones provinciales de sanidad, dotadas con profesionales y más tarde, las de las brigadas sanitarias (1917), y los institutos provinciales de higiene (1927). Las actas de la Junta Provincial de Sanidad de 1870 a 1902 fueron guardadas en los sucesivos despachos de los inspectores provinciales de sanidad (Gimeno Egúrbide y Gimeno Jimeno); jefes provinciales de sanidad (Viñes Ibarrola, Viñes Rueda y del Moral Aldaz); y luego por los directores del Instituto de Salud Pública de Navarra (Los Arcos, Elo182 INTRODUCCIÓN rrieta, Fernández, Armengol, Barricarte); y finalmente por la directora del Instituto de Salud Pública (Ascunce). Fue la doctora Nieves Ascunce quien al valorar la importancia del documento lo puso a mi disposición en el año 1998, siendo custodiado en la actualidad en la Biblioteca del Departamento de Salud, formando parte del Patrimonio del Archivo General de Navarra. Libro de Actas de la Junta Provincial de Sanidad entre 1870 y 1902. Durante los 32 años se producen muchos acontecimientos políticos: se inicia el libro de actas bajo la regencia monárquica del general Serrano, desarrollando su actividad durante los sucesivos mandatos de don Amadeo de Saboya, primera república; nueva regencia “republicana” del general Serrano; restauración borbónica con don Alfonso XII, y regencia de doña Cristina de Hausburgo. Los acontecimientos más importantes vividos por la Junta fueron la guerra civil carlista entre 1872 y 1876 y la epidemia de cólera en 1885. El Libro de Actas 1870-1902 es un libro de tipo administrativo de hojas de tamaño folio rayadas con las hojas numeradas desde la 1 a la 400, si bien la redacción de las actas finaliza en la hoja 369, sin que falte ninguna hoja consecutiva lo que indica la “muerte” administrativa de la junta. Está encuadernado en rústica con el lomo en piel con la inscripción Junta de Sanidad - Actas. 183 JOSÉ JAVIER VIÑES Las actas manuscritas por los sucesivos secretarios se encuentran numeradas desde la número 1 iniciada el 25 de enero de 1870 hasta la número 36, correspondiente al 11 de octubre de 1876; el resto de actas no están numeradas, si bien lo hemos hecho en la transcripción para mejor seguir su orden y permitir las referencias de los asuntos contenidos en el texto y en los anexos, y de este modo las reproducimos íntegras en el Anexo 11. A pesar de que en ningún momento se encuentran referencias de carácter político ni en general de las vicisitudes sociales del complejo periodo en el que se desenvuelven, nos parece necesario hacer una breve referencia a los momentos políticos vividos por los protagonistas de la Junta Provincial de Sanidad de Navarra. Contexto social y político del periodo 1870-1902 España se encontraba al comienzo del Libro de Actas en el sexenio revolucionario iniciado por el alzamiento militar y burgués iniciado con el derrocamiento y exilio de Isabel II en septiembre de 1868, enca- El último tercio del siglo se caracteriza por los hechos sucedidos tras la revolución de 1868 y salida al exilio parisino de doña Isabel desde San Sebastián con un futuro incierto de su dinastía borbónica y de su hijo Alfonso (Porfolio de Historia de España, Segui, editor). 184 INTRODUCCIÓN bezado por los generales Prim y Serrano, pasando este último a gobernar como regente al amparo de la Constitución de 1869, liberal y monárquica al mismo tiempo, pero sin rey. El gobierno se afanaba en la búsqueda de un nuevo rey con el fin de instaurar una nueva casa reinante, manejando como candidatos al duque de Montpensier, al propio general Serrano, y a Fernando de Hohenzoller, cayendo la designación al fin en el candidato de Prim, el rey liberal Amadeo I de la Casa de Saboya; vicisitudes todas ellas que se desenvuelven en 1870, año del inicio de las actas. Al fin de año llega a España don Amadeo e inicia un estéril reinado desde enero de 1871 hasta el 11 de febrero de 1873 en que el rey desasistido, desautorizado y aburrido abdica, dando lugar a que las Cortes declararan la República Española que duró un año, hasta el 3 de enero de 1874. Todos estos movimientos políticos dirigidos por los militares desde la Revolución de septiembre de 1868, “La Gloriosa”, de carácter burgués y de las élites, dieron simultáneamente co- La primera república española, de vida efímera de un año, lo consumió en disputas buscando un modelo constitucional para la organización del Estado: república unionista o federal. En este periodo se promulgó el reglamento de partidos médicos de 1873 dando plena autonomía a los ayuntamientos en los nombramientos. 185 JOSÉ JAVIER VIÑES bertura a otros movimientos sociales, a veces contrapuestos y otras veces aliados; la verdadera revolución social, representada por el socialismo-marxismo, que da lugar entre 1870 y 1872 al nacimiento del anarquismo –introducido por Bakunin en España– que adquirió un carácter español propio que dominó y aplastó a otros movimientos marxistas como el socialismo, que volverá a renacer en 1888. El otro movimiento social-regionalista es el federalismo cantonal propiciado por la República del año 1873, que llevó a España al borde de su desmembración y aniquilamiento. Este estado de caos propicia un nuevo movimiento monárquico carlista que va a plantear la vuelta del absolutismo de base religiosa que restaure el orden y constituya una sociedad antiliberal como salvación de España, apoyado en las estructuras del antiguo régimen. Se inicia así la tercera (para otros segunda) guerra carlista, con enfrentamientos en Navarra entre carlistas y el ejército liberal en abril de 1872 reinando Amadeo I de Saboya, dando lugar a la entrada por Navarra de don Carlos VII en mayo de 1872, al que se añaden un buen número de militares descontentos con la situación política, por lo que pudo organizar un ejército regular, que actuará libremente en amplias zonas de Navarra, dominando la cuenca de Pamplona entre victorias y reveses de ambos bandos, con ventajas carlistas sobre todo en el periodo de la República en el año 1873. El año 1874 fue un año en vacío constitucional, pues si bien la constitución era monárquica –la de 1869–, de hecho la situación era republicana, pero con las Cortes disueltas pistola en mano al mando de la Guardia Civil en enero de 1874 por el general Pavía, y con otro gobierno republicano provisional presidido por el general Serrano, hasta que el 29 de diciembre de 1874 el pronunciamiento del General Martínez Campos da paso a la restauración borbónica que permite concentrar energías para finalizar la guerra carlista en febrero de 1876. Este periodo convulso, negativo y caótico de la historia de España que constituye el sexenio revolucionario con falta de autoridad, dio lugar a múltiples desmanes de odios y enfrentamientos con asesinatos de curas, y quema de conventos, del mismo modo que se hicieron en 1834 y 1835 dando naturaleza a un sentimiento anticlerical y antirreligioso, añadiendo dolor al triste balance del sexenio. Las actas números 1 a 33, se desarrollan en este periodo revolucionario y de guerra civil, en tanto 186 INTRODUCCIÓN Uno de los hechos mas característicos fue las dificultades vividas durante la guerra carlista en la que Navarra fue escenario de duros y encarnizados enfrentamientos, cuerpo a cuerpo, con cargas a la bayoneta. (Aportes, 2005, 58, 2: 129). En la tercera guerra carlista se inicio por primera vez la ayuda humanitaria de la Cruz Roja española a los heridos “El enemigo herido es hermano”. Traslado desde Oroquieta a los heridos de ambos bandos por los camilleros de Landa, atravesando Basaburúa Mayor para tomar el ferrocarril en Irurzun con destino a Pamplona (mayo, 1872). (Aportes, 2005, 58, 2: 42). 187 JOSÉ JAVIER VIÑES que a partir de entonces, el acta número 34, corresponde al inicio de la restauración borbónica, que sintiendo necesaria la estabilidad monárquica, surge el pacto entre dos grandes políticos: Cánovas del Castillo, monárquico, artífice de la restauración, de corte liberal moderado; y don Práxedes Mateo Sagasta, liberal progresista que van a ensayar el consenso, el respeto e incorporación de políticos de variado signo, dando una cierta estabilidad al gobierno del país, pactando la alternancia en el poder de ambos partidos que van a generar un periodo moderado de progreso hasta final del siglo, en un intento de recuperar la economía y el desarrollo de una España atrasada, esquilmada y arruinada en todos los órdenes, incluido el científico, que había conducido al aislamiento de los profesionales sanitarios, del desarrollo y avances del conocimiento médico. El intento de la recuperación social y económica sufre un golpe definitivo con el desastre de Cuba y Filipinas en 1898 que va a necesitar en lo social e intelectual un movimiento regeneracionista. Ahí acaba el Libro de Actas de la Junta Provincial de Sanidad de Navarra: entre el asesinato de Cánovas en 1997 y la dimisión de Sagasta en 1902, cuando el nuevo Rey Alfonso XIII fue coronado. Iniciada la Restauración en 1876, cogió las riendas Cánovas del Castillo que atrajo a la causa monárquica a los militares golpistas (Martínez Campos, Pavía, Serrano), e incluso al republicano Castelar, último presidente de la primera república y en especial a Sagasta, con quien hará un acuerdo de estabilidad monárquica entre los dos partidos: el liberal conservador y el liberal progresista. Se establece una nueva Constitución en 1876 que recupera libertad de prensa y sufragio universal, y si bien es una democracia imperfecta, permite un juego de alternancia en el poder quinquenal, apoyado en un régimen electoral dominado por los caciques. Un punto desafortunado fue que no hubo abrazo de Vergara al fin de la 3ª guerra carlista, ni respeto de fueros, sino abolición de los de las provincias vascongadas paliada por un posterior convenio económico; y si bien fue respetado el régimen foral de Navarra, pasó éste a una depresión que abocaría en la Gamazada de 1893, y a movimientos fueristas o nacionalistas. Las libertades moderadas permitieron el surgimiento de movimientos intelectuales en este largo periodo, como la institución libre de enseñanza de Giner de los Ríos y el desarrollo de los colegios religiosos 188 INTRODUCCIÓN con gran auge de las órdenes religiosas para la formación de las nuevas generaciones dirigentes; sin embargo, la poca atención a las clases obreras y sus problemas impidió su integración en los fines de la restauración. La alternancia en el gobierno dio entrada a los liberales-progresistas cinco años después con Sagasta, entre 1881-1884, sustituidos luego de nuevo por Cánovas del Castillo; si bien con motivo de la muerte del Rey Alfonso XII en 1885 y la instauración de la regencia de doña Cristina de Hausburgo o de Austria, es sustituido de nuevo por don Práxedes Mateo Sagasta que se mantiene hasta 1990. En este periodo nace el hijo póstumo de don Alfonso XII, y futuro Alfonso XIII. Se implantan tímidas reformas progresistas como el sufragio universal con derecho a voto a los varones mayores de 25 años, que da el triunfo en 1990 a los moderados, alternando de nuevo en el Gobierno con don Antonio Cánovas del Castillo, sostenido hasta 1892 en Bajo el reinado de D. Alfonso XII se produjo la epidemia que se implanta un nue- de cólera de 1885, a cuyos enfermos visitó en persona en vo periodo liberal pro- Aranjuez con gran aceptación popular. Falleció de tuberen el mismo año. Su esposa María de las Mercedes gresista con Sagasta has- culosis murió de fiebre tifoidea a los seis meses de casada, en ta 1895, que de nuevo es 1878. La fiebre tifoidea, el cólera y la tuberculosis marcasustituido por Cánovas. ron el panorama epidemiológico y social de la época. 189 JOSÉ JAVIER VIÑES Es asesinado dos años después por el anarquista Angiolillo, italiano vinculado a la masonería y al también masón Ferrer en agosto de 1897. De nuevo Sagasta, en un sistema de alternancia, que ya anuncia su agotamiento con división entre los partidos liberal y conservador, asume el gobierno entre 1897 y 1890, siendo testigo impotente del desastre definitivo de la España imperial con la pérdida de Cuba y Filipinas en 1898. Le sucede un fugaz gobierno conservador con don Francisco Silvela, que cede de nuevo a Sagasta entre 1901-1902, año este último en que se reconoce la mayoría de edad de don Alfonso XIII. Cesa la Regencia de doña Cristina; dimite Sagasta “desengañado de la eficacia de su gestión política y dejando disgregado el partido liberal. Murió en enero de 1903 en una España irreconocible para él, dividida en múlti- Durante la restauración monárquica con don Alfonso XII se estableció una constitución moderada con un compromiso de alternancia en el poder entre los dos líderes de los partidos mayoritarios: el liberal conservador con don Antonio Cánovas del Castillo y el liberal progresista con don Práxedes Mateo Sagasta, periodo que consiguió estabilidad política desde 1876 a 1897 año en que Cánovas fue asesinado. En este periodo surgió la epidemia de cólera en 1885 dándose a conocer la vacuna Ferrán. Se inicia el periodo científico creándose el Instituto Nacional de Bacteriología y de Higiene en 1894 que se fusionó con el de Vacunación dando origen al Instituto de Sueroterapia Vacunación e Higiene (Alfonso XIII) en 1897, dirigido por don Santiago Ramón y Cajal. Se dio un impulso al saneamiento de las ciudades con traídas de aguas y alcantarillado, y se desarrolló la estadística sanitaria. 190 INTRODUCCIÓN ples partidos políticos, tan alejados del partido liberal como del conservador”86 El pacto de alternancia dio estabilidad política para el sostenimiento de la monarquía y de la regencia, pero da la espalda a otras realidades sociales como los movimientos obreros alejados del poder político, que se desarrollaron en el anarquismo-terrorismo desde 1881 a 1908, en tanto que el partido socialista marxista democrático renacía en 1888 así como la UGT. También la Iglesia lanza su oferta obrerista y social en la encíclica “Rerum novarum” con una doctrina contraria a la lucha de clases, en defensa de la propiedad y de las relaciones empresariales entre obreros y patronos generando diversas sociedades católicas. Si bien en el largo periodo moderado de la Restauración los sables están en el cuarto de banderas, ningún gobierno aborda la reforma militar, triste situación que aboca en los desastres de la Habana y Cavite, en un desmoronamiento de la sociedad y el Estado, lo que va a requerir el movimiento regeneracionista del nuevo siglo. Organización de la Junta Provincial de Sanidad La Junta Provincial de Sanidad de Navarra no refleja nada de las situaciones políticas relatadas, ni transcienden los cambios que se producen entre 1870 y 1902. Dotada de una organización estable y prevista en una renovación bienal de miembros, se suceden reglamentariamente, como si nada político o social sucediera a su alrededor, y su actuación es ajena a los diferentes regímenes con un guión bien establecido. Perteneciendo a una provincia que va a experimentar una guerra civil entre 1872-1876 y en medio de un régimen republicano en 1873, nada hace alterar su funcionamiento y sólo los problemas sanitarios derivados de la ocupación carlista en parte de la provincia va a ocasionar las dificultades de enterramientos en Berichitos de los fallecidos en Pamplona; el corte de agua generado por el bloqueo carlista a Pamplona; o las dificultades de establecer cordones sanitarios ante las amenazas del cólera. La Junta Provincial constituida en la capital, que como plaza 86 M ARQUÉS tores S.A., 1968. DE L OZOYA . Historia de España. Tomo 6, pág: 319. Barcelona: Salvat Edi- 191 JOSÉ JAVIER VIÑES militar liberal se mantuvo fiel a los regímenes constitucionales, no se vio afectada por los vaivenes políticos. La Junta Provincial de Sanidad de Navarra se organizaba de acuerdo al Real Decreto Orgánico de Sanidad de 17 de marzo de 1847, regulándose su composición en el artículo 53 de la Ley Orgánica de Sanidad de 1855 y por su reglamento por Real Orden de 26 de marzo de 1847 que va a perdurar vigente todo el siglo. De acuerdo con el artículo 53 de la Ley de Sanidad, la Junta era presidida por el gobernador civil o jefe político, o por quien hiciera sus veces estando compuesta: de un diputado provincial que actúa de vicepresidente; de un arquitecto o ingeniero civil; dos profesores de la facultad de medicina; dos de la de farmacia y uno de la de cirugía; además un veterinario; y tres vecinos en representación de la propiedad, el comercio y la industria. A estos vocales electos se añadían los vocales natos como eran el alcalde de la capital y el subdelegado de sanidad más antiguo, y además constatamos en las actas, aunque no se exprese en la Ley de Sanidad, al Jefe de Sanidad Militar, ni al Jefe Mayor de la Plaza que como autoridad militar se incorporó por R.O. de 8 de junio de 1882 con rango de coronel. La Junta era asistida por un secretario que debía de ser un facultativo vocal de la Junta con una atribución de 300 reales “para gastos de escritorio”. Este puesto, sin embargo, lo desempeñaba un funcionario del Gobierno Civil. El alcalde de la capital servía de nexo entre la provincial y la Junta Municipal de la que era su presidente; a veces existía un conflicto entre los acuerdos de ambas juntas, a veces contradictorios o creando compromisos y obligaciones que la provincial imponía al ayuntamiento sin medios o recursos para aplicarlos. La Junta se organizaba en dos secciones: la de Negocios Médicos, para la propuesta de los temas relacionados con los profesores facultativos; y otra de Sanidad General para los asuntos relacionados con la salubridad, cuyos miembros solían ser los de carácter más representativo social. La Junta era presuntamente asesora, recayendo la responsabilidad de las decisiones en el gobernador, quien distribuía los asuntos, creaba comisiones especiales y convocaba a personas no vocales según los 192 INTRODUCCIÓN Las alarmas eran constantes y la asistencia de los vocales también. A pesar del avance de conocimientos persistían los debates entre el aislamiento cuarentenario (señor alcalde) o la inspección periódica como vigilancia de los contactos (doctor Landa), reflejados en las actas de la Junta. 193 JOSÉ JAVIER VIÑES asuntos a tratar, si bien lo hacía de forma muy especial y con carácter informativo. Los vocales propuestos por el gobernador como titulares o suplentes para su nombramiento se renuevan al margen del momento político y constatamos que los facultativos se repiten en las renovaciones de las juntas como también los representantes sociales. Los movimientos políticos van a cambiar a los gobernadores, a los alcaldes y al diputado provincial, sin influencia en los asuntos a tratar que se realizan según criterios y conocimientos facultativos, y de acuerdo a las normas reglamentarias. Esto daba estabilidad a la Junta, al margen de su eficacia, siendo la presencia constante más paradigmática la de su vocal arquitecto don Florencio Ansoleaga, presente en la Junta desde 1870 a 1902, muy cumplidor en asistencia, informes y comisiones, debiendo ser considerado como el primer sanitario del último tercio del siglo XIX, faceta desconocida del gran arquitecto pamplonés, que deseamos poner en evidencia. Componentes de la Junta Provincial de Sanidad según las actas de las sesiones En el Libro de Actas la primera renovación de la Junta que se registra es del 31 de julio de 1871 (acta 11) lo que hace indicar que venía cubriendo el bienio 1969-1971. Desde entonces vemos las renovaciones regulares bienales (excepto la del bienio 1886-1887 que no se hace constar), de las que reseñamos sus miembros indicando en general la representación que ostentaban, hasta donde ha sido posible identificarlos. TABLA I. Renovación de la Junta Provincial de Sanidad de Navarra. Miembros que la componen con expresión de su representatividad. Art.53. Ley Orgánica de Sanidad de 1855 Bienio 1869 – 1871 Presidente Serafín Larráinzar Alcalde Luis Iñarra Actas 1-10 194 Miembros intervinientes y su representación Esparza (farmacéutico), Lizarraga (médico), Vilella (médico), Monasterio (veterinario), Sevilla (farmacéutico), Corroza (veterinario), Larrayoz (cirujano), Ansoleaga (ingeniero) 25 de Enero de 1870 INTRODUCCIÓN Bienio Miembros intervinientes y su representación 1871 – 1872 Presidente S. Larráinzar Carlos Cid Alcalde Javier Escartín Ansoleaga (ingeniero), Lizarraga (médico), Landa (médico), Blasco (farmacéutico), Colmenares (farmacéutico), Palacios (cirujano), Ruiz (veterinario), Jáuregui (propietario), Campión (comerciante), Galvete (industrial) Actas 11-17 1872 – 1874 Presidente Bonifacio Carrasco Jesús Mª Zavala Joaquín Yuste Serafín Larráinzar Alcalde Rafael Gaztelu José Javier Colmenares Francisco Húder Luis Martínez de Ubago Victor Bengoechea Camon (diputado provincial), Lagarde (ingeniero), Lizarraga (médico), Martínez Ubago (médico), Esparza (farmacéutico), Blasco (farmacéutico), Larrayoz (cirujano), Monasterio (veterinario), Escartin (propietario), Irigoyen (comerciante), Coyne (industrial), Espinosa (?), García Herreros (propietario), Sastre (?), Ansoleaga (ingeniero), (Jefe de Sanidad Militar) (Sargento Mayor) Actas 18-32 1874 – 1876 Presidente Serafín Larráinzar José Bellido Valentín de Jáuregui Manuel Elola Alcalde José Javier Colmenares Bornás (diputado provincial), Palacios (médico-cirujano), Ochoa (médico-cirujano), Borra (farmacéutico), Aramburu (farmacéutico), López de San Roman (veterinario), Ansoleaga (arquitecto), Miranda (comerciante), Galbete (industrial), Bengoechea (propietario), Jefe de Sanidad Militar, Sargento Mayor, Lizarraga (médico), Gorriz (Alcalde interino), Aranguren (?) Actas 33-36 1876 – 1878 Presidente Serafín Larráinzar Alcalde José Javier Colmenares Esteban Galdeano Actas 33 – 46 Fortún (diputado provincial), Palacios (médico), Ochoa (médico), Borra (farmacéutico), Aramburu (farmacéutico), López de San Roman (veterinario), Ansoleaga (arquitecto), Miranda (comerciante), Galbete (industrial), Bengoechea (propietario), Jefe de Sanidad Militar, Sargento Mayor de la Plaza, Astiz (propietario), Jarauta (alcalde), Lizarraga (médico), Goicoechea (médico) 195 JOSÉ JAVIER VIÑES Bienio 1878 – 1880 Presidente Serafín Larráinzar Jerónimo Flores Antonio Sandoval Alcalde Esteban Galdeano Actas 47 – 53 1881 – 1883 Miembros intervinientes y su representación Elío (diputado provincial), Lizarraga (médico), Palacios (médico), Goicoechea (médico), Borra (farmacéutico), Monasterio (veterinario) Sargento Mayor de la Plaza, Jefe de Sanidad Militar, Jarauta (alcalde), Ansoleaga (arquitecto). Subdelegado de Farmacia, Subdelegado de Medicina, Aramburu (farmacéutico), Arraiza (médico), Arregui (médico), Bengoechea (propietario), Miranda (comerciante), Olaso (industrial) Presidente José Mª Gastón Raimundo Díaz José Rodríguez Martin Huarte Mendicoa Alcalde Joaquín Jarauta José Javier Colmenares Actas 54 – 70 Elio (diputado provincial), Goicoechea (médico) Ansoleaga (arquitecto), Lizarraga (médico), Gayarre (cirujano), Bengoechea (propietario), Miranda (comerciante), Subdelegado de Medicina, Subdelegado de Veterinaria, Borra (farmacéutico), Aramburu (farmacéutico), Subdelegado de Farmacia, Echarte (veterinario), Colmenares (alcalde), Arregui (médico), Jefe de Sanidad Militar, Sargento Mayor de la Plaza 1883 – 1885 Goicoechea (diputado provincial y médico), Irurita Fr. (cirujano), Aramburu (farmacéutico), Echarte (veterinario), Gastón (diputado provincial), Erviti (comercio), Biardó/Biardeau (industrial), Hualde (?), Landa (médico), Monasterio (veterinario), Galindo (militar), Ayuso (?), Echarte (veterinario), Irurita (cirujano), Aramburu (farmacéutico), Subdelegado de Medicina (Martínez de Ubago), Jefe de Sanidad Militar (Landa), Ansoleaga (arquitecto), Gayarre (cirujano), Erice (?), Gastón (Diputado Pr.), Ayuso (?), Salinas (?) Presidente José de Alcazar Tomás Moreno y Calvo Pedro Oiz Romero Alcalde Joaquín García y Echarri Actas 71 – 88 1886 (¿) – 1887 (no consta constitución de esta Junta) Presidente Federico Loygorri Alcalde Miguel García Tuñon Joaquín García y Echarri Actas 89 – 96 Albistur (diputado provincial), Landa (médico), Subdelegado de Medicina (Mtez. Ubago), Yarnoz (cirujano), Echarte (veterinario), Ansoleaga (arquitecto), Monasterio (veterinario), Negrillos (farmacéutico), Iribarren (farmacéutico), Revestido (médico), Fernández (?), Gómez (militar), Segura (?), Miranda (comercio), Moreno (?) 1887 – 1889 Presidente Federico Loygorri Antonio Torres Alcalde José Obanos Actas 97 – 100 196 Gastón (diputado provincial) Landa (médico), Ansoleaga (arquitecto), Revestido (médico), Irurita (cirujano), Negrillos (farmacéutico), Iribarren (farmacéutico), Yarnoz (cirujano), Echarte (veterinario), Monasterio (veterinario), Jorge (?), Galbete (industria), Forga (?), Jefe de la zona (militar) INTRODUCCIÓN Bienio 1889 – 1991 Presidente Antonio Pérez Campomany José Díaz de la Pedraja Alcalde José Obanos Fausto Elio y Mencos Actas 101 – 114 1891 – 1893 Presidente José Díaz de la Pedraja Andres García Gómez Alcalde Teofanes Cortés Alberto Larrondo Actas 115 – 127 1893 – 1895 Presidente Andrés García Gómez Francisco Martínez Tomas Moreno y Sola Alcalde Alberto Larrondo Agustín Blasco y Michelena Actas 128-134 1895 – 1897 Presidente José Díaz de la Pedraja Alcalde Fernando Gorozabal Actas 135 – 140 1897 – 1899 Presidente Antonio Dieffrebruno de Montoya Alfredo García Bernardo Alcalde Miguel García Tuñón Actas 141 – 143 Miembros intervinientes y su representación Jadraque y Baztán (diputados provinciales); Ansoleaga y Arteaga (arquitectos); Revestido, Jimeno, García y Goicoechea (médicos); Negrillos, Irurita Felipe, Iribarren y Marquina (farmacéuticos); Palacios y Yarnoz (cirujanos), Aniz y Echarte (veterinarios); Astiz y Azparren (propiedad), Erviti y Ciga (comercio), Galbete y Apat (industria). Landa (jefe sanidad militar), Monasterio (subdelegado de veterinaria); Jefe de la zona militar (coronel), Mercader (subdelegado farmacia), Moreno (?), Irurita Francisco (Cirujano), P. Arraiza (diputado provincial), Martínez (?), Jefe interino sanidad militar Jadraque, y Eseverri (diputados); Ansoleaga y Arteaga (arquitectos); Revestido, Palacios, Martín y Jimeno (médicos); Marquina, Iribarren, Negrillos, Irurita (farmacéuticos); Goicoechea, Gayarre (cirujanos); Echarte, Marín (veterinarios); Sorozabal, Udobro (propietarios); Miranda, Olano (comercio); Apat, Galbete (industria); (Subdelegado de Farmacia) Mercader; Director de Sanidad Militar, Sargento Mayor de la Plaza Gastón Errea, y Arraiza (diputados provinciales); Ansoleaga, Arteaga (arquitectos); Revestido, Jimeno, Palacios, Lizarraga (médicos), Negrillos, Aguinaga, Aguinaga, Blasco, Irisarri (farmacéuticos); Lazcano, Irurita Fr. (cirujanos); Arzoz, Echarte (veterinarios), Ochotorena, Gorozabal (propietarios); Berrio, Erviti (comercio); Crespo, Galbete (industria); Jefe de Sanidad Militar; Subdelegado de Farmacia Mercader; Coronel de la zona; Herrera (?), Castellón (?) Yangüas, y Errea (diputados provinciales); Ansoleaga, Arteaga (arquitectos); Revestido, Jimeno, Palacios, Yarnoz (médicos); Negrillos, Aguinaga, Blasco, Irisarri (farmacéuticos); Arzoz, Echarte (veterinarios); Ochotorena, Gorozabal (propiedad); Elio, Erviti (comercio); Díaz, Galbete (industria); Lazcano (cirujano), Berrio (comercio); Subinspector de Sanidad; Sargento Mayor; Mercader (subdelegado de Farmacia) Eseverri, y Elorz (diputados provinciales), Ansoleaga, Ubago (arquitectos); Goicoechea, Garmendia, Lizasoain, Revestido (médicos); Marquina, Aguinaga, Blasco, Negrillos (farmacéuticos); Pinós, Aguinaga (cirujanos); Arzoz, Aguinaga (veterinarios); Diaz, Gorozabal (propiedad); Berrio, Onsalo (comercio), Huici, Escudero (industria); Jefe Superior de Sanidad Militar, Coronel de zona, Subdelegado de Farmacia, Maldonado (?) 197 JOSÉ JAVIER VIÑES Bienio 1899 – 1901 Presidente Jenaro Pérez Moso Luis Polanco Benito Francia Alcalde Miguel García Tuñón Actas 144 – 155 1902 – 1903 Presidente Luis Soler Casajuana Alcalde Javier Arvizu Actas 156-157 Miembros intervinientes y su representación Iturria (diputado provincial) Martínez (diputado provincial, suplente); Ansoleaga (arquitecto); Valdes, Garmendia (médicos); Marquina, Aguinaga (farmacéuticos); Pinós (cirugía); Arzoz (veterinario); Rodríguez (propiedad); Galbete (comercio); San Julian (industria), Ubago, Revestido, Goicoechea (médicos), Negrillos (farmacéutico); Aguirre (médico), Aguinaga (cirujano), Ochotorena (propiedad), Galbete (comercio); Olaso (industria), Mercader (subinspector de Sanidad, subdelegado de Farmacia), Sargento Mayor, Arvizu (?); Utrilla (médico-militar), Reiter (?) Errea (diputado provincial); Ansoleaga (arquitecto); Garmendia, Aguirre (médicos); Negrillos, Sola (farmacéuticos); Pinós (Cirugía); Arzoz (veterinario), Rodríguez (propiedad); Galbete (comercio), Navasal (industria), Suplentes: Escudero (diputado provincial); Huici (comercio); Jimeno (médico); Gayarre (cirujano); Arteaga (arquitecto) Irurita Fe. (farmacéutico), Valdes (médico), Ruiz (veterinario); Cayuela (propiedad), Casti (comercio), Galbete (industria) Fin de las Actas. Sesión del día 30 de Abril de 1902 No siempre se reconocen los vocales natos. En el caso de los gobernadores y alcaldes lo suplimos con información complementaria. Los subdelegados de sanidad figuraban a veces como facultativos electos y no por su cargo, lo mismo que en el caso del Jefe de Sanidad Militar, el doctor Landa que a veces es vocal médico electo y otras veces nato por su cargo cuando lo ejerció; otros jefes militares de sanidad no se identifican, del mismo modo que los jefes militares. El subdelegado de sanidad más antiguo también era cargo nato. Esta vocalía fue ostentada hasta 1876 por don Pascual Arregui, Subdelegado de Medicina; por don Saturnino Lizarraga, también de medicina hasta 1882; dio paso a don Felipe Irurita en 1882, que era Subdelegado de Farmacia; luego a don Luis Martínez Ubago, Subdelegado de Medicina en 1885; y finalmente el cargo fue ostentado por don Manuel Mercader, Subdelegado de Farmacia como el más antiguo desde 1890 hasta la finalizacion de las actas en 1902. Los gobernadores civiles que presidieron las juntas las convocaban de acuerdo a las necesidades, pero al ser un órgano consultivo no tenían 198 INTRODUCCIÓN calendario preestablecido y la frecuencia de su convocatoria era irregular teniendo cada gobernador más o menos juntas en su haber. Habría por tanto muchos asuntos resueltos por el gobernador sustraidos a la Junta y otros tantos tratados por los negociados de sanidad y por las comisiones de “Negocios Médicos” o de “ Sanidad General” que no se reflejan en las actas. Los gobernadores presidentes (Tabla I) no siempre se identifican en las actas por no estar todas firmadas y no es posible asignar el número de juntas convocadas por ellos, salvo en los que consta su presidencia, entre ellos Serafín Larráinzar (actas 1-14; 34; 38-45); José Mª Gastón (actas 51-58), Federico de Loygorry (actas 92-97), José Díaz de la Pedraja (actas 115, 117, 119-121, 138-141), Andrés García Gómez de la Serna (actas 125-129) y Tomás Moreno y Sola (actas 134-136). La mayoría por tanto no firmaban las actas. TABLA II. Gobernadores civiles, presidentes de la Junta Provincial de Sanidad de Navarra 1870-1902 NOMBRE Serafín Larráinzar Carlos Cid Bonifacio Carrasco Justo Mª Zavala Joaquín Yuste y Garcés Serafín Larrainzar José Bellido Valentín Mª de Jáuregui Manuel de Elola Serafín Larrainzar Jerónimo Flores Antonio Sandoval José María Gastón Raimundo Díaz (interino) José Rodríguez Álvarez Martín Huarte Mendicoa José de Alcázar Tomas Moreno y Calvo PERÍODO 1869 – 1872 1872 1872 – 1873 1873 1873 1874 1875 1875 1875 1876 1879 1880 1881 1882 1882 1883 1884 1884 1885 GOBIERNO CENTRAL Gral. Serrano Gral. Serrano AMADEO I /Ruiz Zorrilla Figueras. Pi y Margall. Salmerón. Castelar Gral. Serrano ALFONSO XII Cánovas Cánovas Cánovas Cánovas Cánovas Cánovas Sagasta Sagasta Sagasta Sagasta Cánovas Cánovas Dª. Mª CRISTINA, Regente 199 JOSÉ JAVIER VIÑES NOMBRE Pedro Oiz Moreno Federico Loygorri Antonio Torres Jordi Antonio Pérez Campomany José Díaz de la Pedraja Andrés García Gómez de la Serna Francisco Martínez Fresneda Tomas Moreno y Sola José Díaz de la Pedraja Antonio Dieffrebruno de Montoya Alfredo García Bernardo Jenaro Pérez Moso Luis Polanco Benito Francia y Pérez de León Luis Soler Casajuana PERÍODO 1885 1886 1888 1890 1891 1892 1894 1895 1896 1897 1898 1899 1901 1901 1902 GOBIERNO CENTRAL Sagasta Sagasta Sagasta Cánovas Cánovas Sagasta Sagasta Cánovas Cánovas Cánovas/Sagasta Sagasta Sagasta/Silvela Sagasta Sagasta ALFONSO XIII Por otro lado figuran como firmantes otros nombres que no están en la nómina de gobernadores, dados los cambios tan frecuentes y periodos vacantes y que según una Real Orden de 1871 eran sustituidos como presidentes de la Junta por los secretarios generales de los gobiernos civiles: Huici (actas 22-23), Frutos (acta 24), Blanco Alfonso (actas 51-58), Angel Corrés (actas 99-109), Ramón Eseverri (actas 114, 116, 118, 122, 137). Entre los cargos natos el más significado era el de alcalde de la capital, Pamplona. Era persona clave para transmitir a la junta municipal y a la corporación pamplonesa las propuestas sobre saneamiento en momentos decisivos como el bloqueo de Pamplona por el ejército carlista entre el 1 de agosto de 1874 y el 3 de febrero de 1876, que generó problemas de suministros, de abastecimiento de aguas y problemas de enterramientos; o durante los periodos de epidemia de cólera o de alarmas epidémicas. La presencia de los alcaldes fue irregular. En el caso de don Esteban Galdeano no se reseña su presencia, sin embargo, en su mandato es habitual don Joaquín Jarauta, abogado, que no ocupaba cargo de designación por lo que es probable lo hiciera en representación del alcalde en el periodo 1877-1881. Don Joaquín García y Echarri, sin embargo, fue asiduo en el difícil periodo de la amenaza colérica de 1884 y 1885. En su conjunto los alcaldes estuvieron presentes en el 200 INTRODUCCIÓN 70% de las convocatorias. En la tabla III se relaciona los alcaldes de Pamplona con mención de su asistencia a la Junta Provincial. TABLA III. Relación de alcaldes de Pamplona en el periodo 1870-1903 y mención de las sesiones de la Junta Provincial de Sanidad a las que asistieron Nombre Luis Iñarra Reta Javier Escartin Rafael Gaztelu y Murga José Javier Colmenares y Vidarte Francisco Húder San Román Luis Martínez de Ubago Michelena Miguel Iráizoz y Barbería Víctor Bengoechea y Osácar José Javier Colmenares y Vidarte Esteban Galdeano y Garcés de los Fayos Joaquín Jarauta y Arizaleta Periodo de alcalde octubre 1868-marzo 1871 marzo 1871-febrero 1872 febrero 1872-abril 1872 abril 1872-febrero 1873 febrero 1873-agosto 1873 agosto 1873-septiembre 1873 septiembre 1873-octubre 1873 octubre 1873-enero 1874 enero 1874-marzo 1877 marzo 1877-abril 1881 abril 1881- julio 1881 Actas Nº José Javier Colmenares y Vidarte julio 1881-marzo 1883 54, 55, 59, 62, 64, 66, 67 Joaquín García y Echarri julio 1883-julio1885 72, 77, 81, 86, Miguel García Tuñon julio 1885-enero 1886 90 Joaquín García y Echarri enero 1886-julio 1887 92, 93, 94, 95, 97 José Obanos Istúriz julio 1887-enero 1890 98, 100, 101, 102, 104, 105, 106 Fausto Elío y Mencos enero 1890-julio 1891 107, 108, 109, 110, 111, 112, 113, 114, 115 Teófanes Cortes y Marichalar julio 1891-diciembre 1892 116, 117, 118, 119, 120, 121, 122, 123, 124 Alberto Larrondo y Oquendo diciembre 1892-enero 1894 125, 126, 127, 128, 129 2, 3, 4, 5, 6, 7 13, 16 18 19, 23 28, 29 30, 31 73, 74, 75, 78, 79, 80, 82, 83, 85, 87, 88 201 JOSÉ JAVIER VIÑES Nombre Santiago Iráizoz y Mina Agustín Blasco y Michelena Periodo de alcalde No tomó posesión Marzo 1894-Julio 1895 Actas Nº Fernando Gorosabel y Zugasti Julio 1895-Julio1897 135, 136, 137, 138, 139, 140 Miguel García Tuñon Julio 1897-Abril 1901 145, 146, 147, 148, 150, 151, 152, 153 Javier Arvizu y Górriz Javier Viñas y Larrondo Abril 1901-Mayo 1902 Mayo 1902-Enero 1904 132, 133, 134 154, 155 Los diputados provinciales acuden también con asiduidad a las juntas provinciales, siendo la mayor conexión de esta corporación con los asuntos de sanidad que estaba atribuida al Estado. Sus obligaciones fueron aumentando progresiva y paulatinamente a lo largo del siglo XIX. Por un lado como superior jerárquico de los ayuntamientos y garante subsidiario de sus obligaciones sanitarias como lo era el nombramiento de los facultativos titulares, y subviniendo a los gastos de cementerios, salubridad y en casos de epidemias. Más tarde asumirán progresivamente obligaciones de beneficencia hospitalaria. La presencia de los diputados provinciales y forales no se hace notar en las actas si bien su presencia está constatada al menos a partir del bienio 1872-1874, siendo los más asiduos don José María Gastón y Echeverz, don Manuel Jadraque y don Ulpiano Errea. Los vocales lo eran por designación individual del ministro del ramo, a propuesta del gobernador, los cuales participaron activamente durante todo el periodo 1870-1902 en número de 19 médicos y cirujanos; 12 farmacéuticos; 8 veterinarios; 2 arquitectos; 1 ingeniero; 9 representantes de la propiedad; 10 del comercio y 8 de la industria, en el conjunto de las 157 sesiones, lo que no es número excesivo en 32 años, por lo que se consiguió una continuidad a lo largo de las 17 cambios de la Junta. Los vocales repetían en sucesivas renovaciones como titulares o como suplentes por su mismo cupo de representación sectorial. La presencia del subdelegado de sanidad más antiguo también daba continuidad durante varias renovaciones. Todo ello le daba un peso profesional, si bien los conocimientos técnicos limitados les restaban eficacia 202 INTRODUCCIÓN y en todo caso unidad de criterios. El Anexo 12 muestra la relación de todos los miembros y sus asistencias a las sesiones. Entre los más asiduos a las sesiones destaca don Florencio Ansoleaga, arquitecto que asistió a 101 sesiones aparte de realizar múltiples encomiendas especiales durante los 32 años que ocupó el cargo, entre octubre de 1870 y el 30 de abril de 1902, y entre los médicos, don Nicasio Landa que intervino en diferentes periodos como médico, como Jefe de Sanidad Militar o como director del Hospital Militar. No es posible conocer D. Florencio Ansoleaga fue el vocal más con exactitud el número de asistencias, asiduo a la Junta Provincial de Sanidad, dado que no siempre se contabiliza su como arquitecto desde 1870 hasta 1901, presencia por el nombre, sino por el asistiendo a 101 sesiones y haber asesorado técnicamente en numerosas sesiones. cargo; en el que a partir de su falleci- Puede ser considerado como el principal miento en 1891 fue sustituido por otros higienista navarro del siglo XIX. médicos militares. En el escalafón de médicos fue un vocal asiduo don Silvestre Goicoechea entre 1878 y 1893 (actas 46 a 127) como también lo fueron don Juan Lizarraga entre 1870 y 1882 (actas 1 a 70); don Antonio Gayarre entre 1881 y 1885 (actas 54 a 85); don Tomás Garmendia entre 1897 y 1901 (actas 141 a 155); don José Revestido entre 1890 y 1897 (actas 90 a 140); don Luis Martínez de Ubago entre 1872 y 1888 (actas 18 a 99); don Manuel Jimeno entre 1889 y 1895 (actas 101 a 135). Entre los cirujanos destaca la asistencia de don Fernando Palacios (a veces era incluido como médico) en el periodo entre 1871 y 1893 (actas 11 a 125); don Agustín Lazcano entre 1893 y 1897 (actas 128 a 140); el señor Larrayoz entre 1870 y 1874 (actas 3 a 31); don Felipe Irurita entre 1883 y 1890 (actas 71 a 112); y don Javier Yárnoz entre 1886 y 1889 (actas 89 a 100). La presencia de farmacéuticos fue muy importante y asidua destacando Joaquín Aguinaga entre 1893 y 1901 (actas 128 a 154); don Fer203 JOSÉ JAVIER VIÑES nando Borra entre 1875 a 1883 (actas 35 a 70); don Manuel Esparza (actas 1 a 33); don Nicasio Iribarren entre 1886 y 1893 (actas 89 a 127); don Valentín Marquina entre 1889 y 1901 (actas 101 a 155); don Manuel Mercader entre 1890 y 1901 (actas 110 a 155), don Manuel Negrillos entre 1886 y 1902 (actas 89 a 156); don Javier Blasco entre 1871 y 1874 (actas 13 a 31). Los veterinarios más habituales lo fueron don Gregorio Arzoz entre 1893 a 1902 (actas 128 a 156); el señor Corroza entre 1870 a 1871 (actas 1 a 10); don Juan Monasterio y Corroza entre 1870 a 1889 (actas 1 a 101); y don Antonio Ruiz entre 1870 y 1890 (actas 1 a 111). Los subdelegados de sanidad tenían entrada en la Junta de Sanidad por derecho propio cuando ostentaban la condición del más antiguo de la capital, pero otras veces eran designados directamente por el cupo de su facultad. Estos subdelegados en el periodo que nos ocupa fueron los que reseñamos en la tabla IV. TABLA IV. Subdelegados de sanidad según distrito y facultad Distrito de Aoiz Fecha 7-IX-1872 medicina farmacia 11-X-1876 17-I-1877 Simón Irure Pancracio Lizasoain 29-V-1891 Luis Fernández 24-IX-1895 2-X-1897 veterinaria Francisco Lacave Jerónimo Reta y Barberena Faustino Lizasoain Distrito de Estella Fecha medicina farmacia veterinaria Melitón Iturria 6-V-1876 Joaquín Irurita 11-X-1876 Nicomedes Aristizábal 21-IX-1895 Terencio Gurucharri 204 INTRODUCCIÓN Distrito de Pamplona Fecha 1847 medicina Juan Monasterio y Corroza Saturnino Lizarraga Manuel Esparza 6-V-1876 1879 Ignacio Fernando Borra Pascual Arregui 25-VI-1884 20-VII-1882 veterinaria ? 1862 1870 farmacia Rufino Landa y Arvizu Felipe Irurita Luis Martínez de Ubago 13-VI-1885 Manuel Mercader 29-VII-1889 Veterinario de Obanos 6-II-1890 José Revestido 26-XII-1899 Laureano Arraiza y Etulain 1-I-1902 Manuel Jimeno Egúrbide Distrito de Tudela Fecha medicina farmacia veterinaria José García 9-V-1870 Ángel Pérez 31-VII-1871 Miguel Frauca Ibarra 21-X-1872 Hilario Ibiricu 20-VII-1882 Ángel Frauca 29-IV-1889 Conrado Antón Olazagutía 5-VII-1892 Nicolás Insausti Ramón Inda Larrainzar Distrito de Tafalla Fecha medicina farmacia veterinaria Aquilino Maldonado 3-X-1870 27-X-1877 Antonio Irisarri Miguel Ansó 27-VIII-1883 Mauricio Torrecilla y Marín 30-VIII-1889 Sixto Jaurrieta 28-VIII-1901 Vacante Benigno Pérez 205 JOSÉ JAVIER VIÑES Las atribuciones de la Junta Provincial de Sanidad Desde la consolidación de las juntas provinciales y la promulgación del “Reglamento de la organización y atribuciones del Consejo y juntas de sanidad” por Real Orden de 26 de marzo de 1847, las funciones y atribuciones no variaron salvo la modificación de su composición en la Ley Orgánica de Sanidad de 1855. Un cambio fundamental del modelo competencial fue la R. O. de 25 de noviembre de 1871 por la que las diputaciones provinciales asumieron la intervención en la tramitación de los expedientes de nombramientos de los facultativos titulares en razón a la plena autoridad y tutela sobre los ayuntamientos. Publicada la Orden en la Gaceta de Madrid nº 347 de 13 de diciembre, hacía extensible a todas las provincias la contestación al gobernador de Pontevedra “acerca de si las diputaciones provinciales deben cursar los expedientes relativos a provisión, separación, e incidencias de las plazas de los médicos titulares de los pueblos”, en el sentido que ya se pronunció la R. O. de 16 de agosto sobre el mismo asunto, a consulta del gobernador de Huelva a saber: “que a dichas corporaciones es a quien les corresponde la resolución de estos asuntos, desde luego deben incautarse de cuantos expedientes de esta clase existan en los gobiernos de provincia”, y resuelvan de acuerdo a las leyes y al reglamento de partidos de 1868. Este mandato era aclaratorio de los artículos 69 y 70 de la Ley General de Sanidad de redacción algo imprecisa. Cambió también su competencia respecto a las propuestas de nombramientos de los facultativos titulares, modificada durante la 1ª República en 1873. Sorprende que a pesar de que la Junta estaba dotada de un vicepresidente, miembro representante de la Diputación, la R. O. de 4 de septiembre de 1871 estableció que: “en ausencia del gobernador presidirá la Junta Provincial el Secretario del Gobierno”, lo que indica una cierta desconfianza política entre ambas instituciones. Por otra parte, la Real Orden de 6 de junio de 1860 referida a que las reuniones serían bienales y la de 14 de junio de 1887 sobre la incorporación de vocales natos, no supusieron cambios en las competencias atribuidas. El Título II del reglamento de 1847 sitúa su carácter como órgano consultivo centrando su actividad en tres bloques de actuación: el primero genérico (artículo 19) establece “dar su dictamen, cuando los consulte el Jefe político acerca de los negocios relativos a cualquiera de los 206 INTRODUCCIÓN diversos ramos del servicio que les está encomendado”; el segundo cometido se refiere a la facultad de hacer propuestas y consultas al jefe político en un amplia gama de campos de salud pública tales como la mejora de la salubridad, para preservar los contagios, sobre epidemias y endemias, para perfeccionar el ejercicio de médicos, cirujanos, farmacéuticos y veterinarios, y la atribución de vigilancia y de inspección del cumplimiento de las normas sanitarias; el tercer bloque se refiere a aquellas materias en las que la Junta debe ser consultada (artículo 20), en las que se supone que la Junta debería ser experta para adoptar medidas extraordinarias en caso de epidemias, en decidir los medios y materiales de salubridad, sobre policía de salubridad, en discriminar el abuso en que pudiera incurrirse en la ciencia de curar y en la venta de medicamentos; y finalmente sobre cómo generalizar el uso de la vacuna (naturalmente antivariólica, la única existente). El gobernador tiene amplias facultades para constituir las comisiones para asuntos médicos y para la sanidad general así como para crear comisiones especiales para asuntos concretos con los miembros de la Junta, o con otras personas ajenas, y en tal caso deberían intervenir en la comisión o en pleno de la Junta, pero sin derecho a voto. Estos miembros especiales se recomienda lo sean los subdelegados de sanidad no vocales y los académicos donde los hubiera. Éstos últimos también deben estar presentes en cuantos asuntos promovieran ante la Junta. Los asuntos debían ser conocidos en pleno, y según la materia o complejidad pasar a la comisión correspondiente para informe, que elevado de nuevo a la Junta procedía a la discusión y votación correspondiente, adquiriendo al fin carácter de propuesta al gobernador civil, que decidía según su criterio, sin estar obligado a proceder con el parecer de la Junta. En la práctica el proceso iba a ser más sencillo aunque no disponemos de las actas o expedientes que se tratarán en las comisiones, sino sólo los temas tratados en el pleno de la Junta que se reunía de manera irregular a pesar de que el reglamento obligaba a que se estableciera un calendario. Las sesiones, previa convocatoria, se realizan en el despacho del señor gobernador presidente por la mañana, y excepcionalmente por la tarde, que tuvo su sede en el último edificio del Paseo de Valencia (hoy de Sarasate) en “casa Alzugaray”, en la actualidad lo ocupa un 207 JOSÉ JAVIER VIÑES moderno edificio del Banco Atlántico. Las asistencias eran gratuitas, si bien las comisiones o encomiendas especiales que obligaban a desplazamientos, tenían la compensación de los gastos generados. La Junta Provincial de Sanidad de Navarra hubo de entender en la amplitud de los asuntos indicados y con el fin de poder interesar y localizar de manera cómoda la lectura de las actas, incluyó una “guía de las actas de la Junta Provincial de Sanidad de Navarra 1870-1902” con una relación de los asuntos más relevantes tratados en cada una de las comisiones, según la fecha y el número de las actas correspondiente, separando: los asuntos tratados relativos a la “Sanidad General” (Anexo 13) que incluyen las referencias a las enfermedades infecciosas y a la salubridad general e higiene pública extendida a los cementerios, fábricas, lavaderos, mataderos, industrias, comercios, aguas de abastecimiento, alcantarillado, epidemias, focos de infección, suministros e higiene en general; de los asuntos relativos a los “Negocios Médicos” (Anexo 17), esto es, al ejercicio de las facultades del arte de curar, la venta de medicamentos y sobre los servicios públicos facultativos, informando sobre la cualificación de los mismos, y en su caso, haciendo propuestas de nombramientos de los facultativos titulares y entender sobre los conflictos entre los mismos que se planteen; extensible a la venta de medicamentos sin establecimientos, y al servicio público facultativo que efectúen los sanitarios. 208