Consejo Episcopal Latinoamericano CELAM Instituto Teológico

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Consejo Episcopal Latinoamericano CELAM
Instituto Teológico Pastoral para América latina ITEPAL
ORIGEN FUNDAMENTO Y ESPIRITUALIDAD DE
LASCOMUNIDADES ECLESIALES DE BASE
Monseñor: Cesar José Porras
De República de Venezuela
Bogotá 09 de Septiembre de 2003
Siglas
CL EXHORTACIÓN APOSTÓLICA "CHRISTIFIDELES LAICI"
(30/12/1988)
CT EXHORTACIÓN APOSTÓLICA "CATECHESI TRADENDAE"
(16/10/1979)
EAf EXHORTACIÓN APOSTÓLICA POSTSINODAL "ECCLESIA
IN AFRICA" (14/09/1995)
EAm EXHORTACIÓN APOSTÓLICA "ECCLESIA IN AMERICA"
(22/01/1999)
EN EXHORTACIÓN APOSTÓLICA "EVANGELII NUNTIANDI"
(1.975)
FC EXHORTACIÓN APOSTÓLICA "FAMILIARIS CONSORTIO"
(22/11/1981)
GS GAUDIUM ET SPES, CONCILIO VATICANO II°
LG LUMEN GENTIUM, CONCILIO VATICANO
II°
M DOCUMENTO DE MEDELLÍN, 1968
P DOCUMENTO DE PUEBLA, 1979
RM CARTA ENCÍCLICA "REDEMPTORIS MISSIO" (07/12/1990)
SD DOCUMENTO DE SANTO DOMINGO, 1992
TABLA DE CONTENIDOS
I. Origen
1) ¿Qué es una comunidad eclesial de base?
2) ¿Cómo nace y cómo se desarrolla?
3) Inspirada en la Comunidad Eclesiástica Primitiva
4) Contexto
a) Reveladora de una situación concreta en América
Latina
b) Se aprende a partir de la experiencia
c) Integra la cultura "Inculturación"
d) Objetivos
Eclesiología
1) Sacramento de Unidad
Modelo
Sinagogal
b) Comunión y fraternidad
c) Identidad Eclesial
2) "Una nueva manera de ser Iglesia"
a) Principio de transformación eclesial
b) Da forma y estructura a la Iglesia
c) Signo de vitalidad de la Iglesia
d) Iglesia participativa
3) Lugar teológico Liberador
a) Teología práctica que "es vida"
i) Parte de una fe compartida
ii) Desde los más pobre
b) Teología que hacen las comunidades
i) De carácter popular: desde "la Base"
4) Parroquia Comunidad de Comunidades
a) Descentraliza y renueva la estructura parroquial
b) Privilegia la sacramentalidad eclesial
c) Enraíza en ambiente populares y rurales
Pastoral
1) Teología pastoral a partir de la praxis
2) Papel del Pastor
3) Comunidad Servidora
4) Los laicos comparten la responsabilidad pastoral
5) Grupo fermento
6) Anuncia el Kérygma
7) Taller de Evangelización comunitaria
8) Fuente de ministerios (no ordenador y sacramentales) y
de servicio
9) De marcada formación bíblica y catequética
10) Atención a la Pastoral Popular
11) Tomando en cuenta la dignidad de la persona humana
Antropología
Conformación
1) Espontáneo y fraterno
2) De Base: de pocos miembros, grupos pequeños
3) Células de la Comunidad Parroquial
4) Grupo fermento
5) Focos de evangelización
Liturgia
Expresión Litúrgica
La Palabra de Dios
La Eucaristía
Otras Celebraciones
Servicios y Ministerios
Espiritualidad
Evangelización-Misión
1) Fomenta el Espíritu Misionero
2) Crece la conciencia de la misión Ad Gentes
3) Los pobres nos evangelizan
4) Lugar de apoyo para la misma Iglesia
5) Fuerza e instrumento de evangelización
Valoración y desafíos
1) Nuevo estilo de sociedad
2) Una Iglesia de rostro diferente
3) Modelo Comunitario Organizado
4) Protagonista de un nuevo orden
5) Compromiso socio-político
EXHORTACIÓN APOSTÓLICA «EVANGELII NUNTIANDI»
(1.975)
EXHORTACIÓN APOSTÓLICA "CATECHESI TRADENDAE"
(16/10/1979)
EXHORTACIÓN APOSTÓLICA "FAMILIARIS CONSORTIO"
(22/11/1981)
EXHORTACIÓN APOSTÓLICA "CHRISTIFIDELES LAICI"
(30/12/1988)
CARTA ENCÍCLICA "REDEMPTORIS MISSIO" (07/12/1990)
EXHORTACIÓN APOSTÓLICA POSTSINODAL "ECCLESIA
IN AFRICA" (14/09/1995)
EXHORTACIÓN APOSTÓLICA "ECCLESIA IN AMERICA"
(22/01/1999)
BIBLIOGRAFÍA SOBRE COMUNIDADES ECLESIALES DE
BASE
INTRODUCCIÓN
Ha sido un tema apasionante, que cada día toma mayor vigor y se
revaloriza en toda América Latina.
Intento presentar un itinerario bastante completo, donde vemos a
las Comunidades Eclesiales de Base (en adelante CEBs) desde
diversos ángulos o fases: Origen, Eclesiología, Pastoral,
Antropología, su Conformación, La Liturgia, La EvangelizaciónMisión, su valorización y desafíos.
Cada tema es como una ventana que nos lanza dentro de tema
abordado, cada uno desde su peculiaridad aborda el estado de la
cuestión.
A las CEBs en sus inicios se les veía con cierta desconfianza y
reparo por la vinculación tan estrecha con la teología de la
liberación, sin embargo, los obispos y las conferencias
episcopales de América se han pronunciado a favor de las CEBs
en diversos documentos colectivos o personales, apostando a ella
como un método novedoso y eficaz de ser Iglesia. La Santa Sede
por su parte, sobre todo en el Magisterio >Pontificio la ha dado
un espaldarazo enorme al presentarla en diversos documentos
como paradigma de una nueva evangelización.
Limitaciones y obstáculos que se me han presentado: Sobre todo
el tiempo, ya que cada profesor exigía una serie de trabajos
cotidianos a lo largo del curso que robado el tiempo necesario
para dedicarlo a la investigación. Se ha decantado la bibliografía
existente en ITEPAL, la que me ha permitido que haya sido
bastante fluido el presente trabajo.
I I. Origen
1) ¿Qué es una comunidad eclesial de base?
La CEBs es un grupo de cristianos con intereses afines que en
nombre de Cristo se reúnen para crecer y madurar en la fe, en
íntima armonía con el pastor propio de su comunidad.
"Un fenómeno de rápida expansión en las jóvenes Iglesias,
promovido, a veces, por los Obispos y sus Conferencias como
opción prioritaria de la pastoral, lo constituyen las «comunidades
eclesiales de base» conocidas también con otros nombres, que
están dando prueba positiva como centros de formación cristiana
y de irradiación misionera. Se trata de grupos de cristianos a nivel
familiar o de ámbito restringido, los cuales se reúnen para la
oración, la lectura de la Escritura, la catequesis, para compartir
problemas humanos y eclesiales de cara a un compromiso común.
Son un signo de vitalidad de la Iglesia, instrumento de formación y
de evangelización, un punto de partida válido para una nueva
sociedad fundada sobre la «civilización del Amor»
2) ¿Cómo nace y cómo se desarrolla?
Las CEBs surgieron alrededor de los años 60, cuando una nueva
forma de ser Iglesia en las Bases dentro de una antigua forma de
ser Iglesia. En la década de los 70 las CEBs dejaron de ser
novedad. Particularmente a fines de los 70 y en la década de los
80 fueron cuestionadas.
El Documento fundante, la "eclesiogénesis", inspiradas en las
primeras comunidades cristianas y en el Vaticano II°, tienen
como texto fundante la Asamblea General del Episcopado
Latinoamericano celebrado en Medellín, establece en el
documento sobre la Pastoral de Conjunto, n° 10.15. Texto
aprobado por Pablo VI y por él retomado en su Encíclica
Evangelii Nuntiandi, en este documento las CEBs son concebidas
como estructuras de la Iglesia: "La vivencia de la comunión a la
que ha sido llamado, debe encontrar el cristiano en sus
Comunidades de Base, es decir, una comunidad local o ambiental,
que corresponda a la realidad de un grupo homogéneo y que tenga
una dimensión tal que permita el trato personal, fraterno entre sus
miembros".
La Conferencia Episcopal Latinoamericana, celebrada en Puebla,
México, trató de aplicar a esta experiencia las enseñanzas del
Evangeliun Nuntiandi (sobre todo el número 58). En 1982 los
Obispos de Brasil emiten un documento titulado: "Las
Comunidades Eclesiales de Base en el Brasil".
Las CEBs han llegado a ocupar un puesto tan significativo en la
Iglesia Latinoamericana gracias a la acción del Espíritu Santo en
muchos cristianos, creyentes y oprimidos, que de forma sencilla,
paciente y profética van construyendo las células de la Iglesia.
La Redeptoris Misivo señala que las CEBs es un "fenómeno de
rápida expansión" promovida a veces por la Jerarquía de la
Iglesia: los Obispos y las Conferencias Episcopales "como acción
prioritaria de la pastoral" (RM 51ª).
La nueva Eclesiología promulgada por el Vat. IIº. Comienza a
hablar de <<Pueblo de Dios>>, como comunidad de creyentes
seguidores de Cristo. La Asamblea del Episcopado
Latinoamericano en Medellín, Colombia, 1968, representa para la
historia de las comunidades eclesiales de base un punto
fundamental, en cuanto constituye el momento de su
conocimiento oficial.
Los factores naturales que hicieron posibles la aparición de las
comunidades eclesiales de base en los años 60 fueron muy
distintos de las condiciones que se dan actualmente.
El acento grupal de las CEBs está puesto en la misma base que es
la comunidad. El adjetivo popular viene del campo cultural y
político, en contraposición al "Burgués". Nace como la hierba, en
cualquier sitio, se inicia de forma casi espontánea en las
barriadas muy pobres que conforman el cinturón de miseria que
circundan nuestras grandes ciudades, también es un terreno
propicio que se presta para su implantación las zonas rurales, es
decir las clases más pobres y marginales.
Se inicia bajo la sombra de la Teología de La Liberación, en su
nacimiento se les miraba con gran recelo y desconfianza, como
células clandestinas de una izquierda cristiana.
La Iglesia debe ser fuerza de liberación en la historia, la inmensa
mayoría vive en un empobrecimiento cultural y material, no
juegan con las mismas oportunidades que tienen los hijos de los
ricos en la educación, en la alimentación, el vestido, la salud, la
vivienda, etc.
Viven hacinados, sin esperanza, todo esto ha servido como abono
para que las CEBs prendan de forma casi espontánea.
En sus inicios fueron comunidades contestatarias, pero poco a
poco se han transformado en células vivas donde se respiran
clima de espiritualidad, sin perder la dimensión social para la
cual se forman y asumen su sentido de pertenencia en la Iglesia
local y un papel protagonizo en la sociedad.
Inicialmente estaban inclinadas a un compromiso político,
mediaciones sociales y políticas. Logrando criticar la fe desde
ámbito socio- político. Se exige una opción real y no solo teórica
por los más pobres. Todo esto ha venido evolucionando y hoy
tenemos el mismo fenómeno pero de múltiples características
que impiden tipificar las CEBs con un solo acento, se ha ido
amortiguando la inclinación socio- política, pero hoy las CEBs se
forman en la Doctrina Social de La Iglesia y asumen los
miembros de las CEBs el compromiso cristiano dentro de la
sociedad para una transformación del entorno a través de
múltiples actividades tales como: Juntas de Vecinos,
Comunidades Educativas de Padres y Representantes, Juntas
Parroquiales, Juntas Comunales, Sindicatos, hasta Concejales y
Parlamentarios de un compromiso cristiano definido.
3) Inspirada en la Comunidad Eclesiástica Primitiva
Se inspiran en el Capítulo 2 de los Hechos de los Apóstoles,
intentando volver a las fuertes del cristianismo originario, tal como
lo fue la primitiva comunidad: se reunía con frecuencia y lo tenían
todo en común. Esa vivencia de comunión es lo más original del
cristianismo, el cristiano no es un ser aislado que tiene una
espiritualidad solamente vertical que le comunica con Dios ajeno a
las realidades que tiene a su alrededor. Si no exactamente todo lo
contrario, ya que "vive de su fe" la hace operativamente con quienes
viven a su alrededor para hacerla "familia de Dios".
"Perseveraban asiduamente en la doctrina de los apóstoles y en la
comunión, en la fracción del pan y en las oraciones. El temor
sobrecogía a todos, y por medio de los apóstoles se realizaban
muchos prodigios y señales. Todos los creyentes estaban unidos y
tenían todas las cosas en común. Vendían las posesiones y los
bienes y los repartían entre todos, según las necesidades de cada
uno. Todos los días acudían al Templo con un mismo espíritu,
partían el pan en las casas y comían juntos con alegría y sencillez
de corazón, alabando a Dios y gozando del favor de todo el pueblo.
Todos los días el Señor incorporaba a los que habían de salvarse"
(Hch 2,42-47)
Sorprendente paralelismo, las actuales comunidades eclesiales de
base se encuentran en las primeras comunidades cristianas de los
tres primeros siglos.
Nos orienta el Documento de Medellín "La comunidad cristiana
de base es así el primero y fundamental núcleo eclesial, que debe,
en su propio nivel, responsabilizarse de las riquezas y expansión
de la fe, como también del culto que es su expresión".
Estamos ante un fenómeno de un nuevo orden, que aunque se
inició en la Iglesia Primitiva llevaba XX siglos ignorado, lo más
obvio y lo más elemental es la misma comunidad de base, la
Iglesia es personalista, se busca a cada uno por su nombre. La
masificación despersonaliza, pasa a un anonimato mezclado en la
masa, por eso lo elemental está en buscar gente de mi propio
nivel: religioso, intelectual, cultural, etc., que tenga los mismos
intereses en común para conformar esta célula inicial de vida
cristiana, para compartir las riquezas de la fe y llevarla a los más
cercanos, la fe es difusa y como tal se contagia, se pega, se
expande. Pero este núcleo inicial como célula organizada
también tiene dimensión vertical, necesita de esa dimensión
litúrgica descendente de Dios que salva, libera y santifica al
hombre y ascendente del hombre que alaba, da gracias y glorifica
a Dios.
"La vivencia de la comunión a que ha sido llamado, debe
encontrarla el cristiano, en su "comunidad de base": es decir, una
comunidad local o ambiental que corresponda a un grupo
homogéneo" Medellín 15 (10).
4) Contexto
a) Reveladora de una situación concreta en América
Latina
Lo primero que hay que decir es que nacen en comunidades muy
pobres, marginales, explotadas y nos revelan las condiciones de
las personas humildes en este Continente y su situación de
abandono, opresión, ignoradas de los regímenes, en condiciones
de subdesarrollo y de miseria crítica.
Sobre el término "base" hay un gran abanico de acepciones: para
algunos son los pobres de la sociedad, los excluidos, que han
encontrado en las CEBs su lugar dentro de la Iglesia. En este
sentido la base la compone los más pobres, que en América latina
es la gran mayoría. La Iglesia como pueblo de Dios se identifica
con los más pobres, "los pobres son la base". Otros la identifican
la base con el grupo más cercano. Este criterio sociológico hace
oposición entre la sociedad globalizada, anónima e impersonal y
el pequeño grupo de vecinos. También hay quienes ven en "la
base" grupos de personas con el mismo interés. Es evidente que
en América Latina las experiencias de las CEBs se han iniciado en
los medios rurales y en medio del gran cinturón de miseria que
circundan nuestras ciudades. La incuria pastoral ha llevado más
rápidamente a los laicos de las zonas dispersas por los campos a
asumir responsabilidades, ministerios y asumir las riendas de la
misma Iglesia en estas pequeñas células cristianas.
Hay un denominador común en todas las CEBs y es la el trabajo
con el pueblo más humildes, la Iglesia trabaja con la clase social
más necesitada, los acompaña en sus luchas y se siente se
identifica con ellos.
b) Se aprende a partir de la experiencia
Las comunidades eclesiales de base, surgieron como respuesta al
espíritu de Dios, que se manifiesta en los pobres. Las enseñanzas
sencillas en las personas humildes: la solidaridad, fraternidad,
vivir en comunidad, la comunicación, el servicio, el
desprendimiento, la magnanimidad, son entre otras, virtudes que
se ejercitan entre los pobres.
No existe un guión elaborado, ni se tiene todo lo que se va a
compartir estructurado, es más bien de forma espontánea y se
retroalimenta de la misma experiencia de los miembros que
ponen en común.
c) Integra la cultura "Inculturación"
La Inculturación exige una comprensión de la cultura y de sus
sujetos. La Inculturación de las comunidades eclesiales de base
favorece el dialogo y el servicio. Un proceso de comprensión de
la cultura o de las culturas nos proporciona un auténtico
conocimiento de las diversas dimensiones culturales. La
Inculturación nos pide que tengamos estructuras flexibles, de
acuerdo con las necesidades.
d) Objetivos
"Buscamos un cambio personal, social y eclesial, mediante
la vivencia de nuestra fe
Partiendo de la realidad y del evangelio, buscamos una
nueva sociedad mediante la colaboración de todos y así
alcanzar el bienestar, la igualdad y a una auténtica
liberación
Buscamos construir la Iglesia de los pobres: a través de
nuestro testimonio ir siendo un pueblo profético, a través de
nuestro ministerio ir viviendo el sacerdocio de Cristo y a
través de nuestros servicios personales y comunitarios ir
haciendo presente el Reino de Dios".
II Eclesiología
1) Sacramento de Unidad
Se percibe la unidad de la Iglesia en el trabajo unido a sus
pastores, en formar parte de un todo. No son grupos anárquicos
sino en estrecha dependencia con la Iglesia particular.
"Las CEBs no son un movimiento en la Iglesia, sino la Iglesia en
movimiento desde la Base, a modo de fermento"
La aplicación del Concilio Vaticano II° fortaleció toda una
experiencia de pequeñas comunidades llamadas CEBs. Iglesia,
Pueblo de Dios, o Iglesia, Sacramento de unidad. No hay nada
tan dispar en del espíritu del cristianismo primitivo como la idea
de un poder que no sea servicio fraternal dentro de la Iglesia.
Esto requiere cohesión y trabajo en equipo en las diferentes
pastorales, para poder brindar un servicio eficaz a las CEBs.
a) Modelo Sinagogal
Las primeras comunidades de base nacieron de la Sinagoga y
encontraron en ella el ambiente necesario para crecer y
desarrollarse, la sinagoga no significa la inserción psicológica en
un lugar sino, al contrario, la relación con un grupo humano
determinado. La Sinagoga no es local sino grupal. Los primeros
cristianos tenían un sentido agudo de la provisionalidad e
intentaban no organizar demasiado las cosas para no estorbar el
paso libre del Espíritu Santo, que "sopla por donde quiere". Hay
un sorprendente paralelismo, entre las comunidades eclesiales de
base se encuentran en las primeras comunidades cristianas de los
tres primeros siglos y las actuales.
b) Comunión y fraternidad
Corresponde a toda la Iglesia a tomar posición, pues donde esta
su base debe estar todo el cuerpo, o se queda mutilado el cuerpo
de Cristo. Nos situamos en la tensión existente entre la
Eclesiología de comunión a partir de los pobres y la Eclesiología
que posee una visión jurídico societaria.
¿Por qué la Iglesia es comunión? Las nuevas comunidades
eclesiales de base, si verdaderamente viven en la unidad de la
Iglesia, son verdaderas expresión de comunión e instrumento
para edificar una comunión más perfecta. Es el polo opuesto al
aislamiento individualista. En las comunidades se viven de
manera concreta los dos ejes señalados en el documento la
comunión y la participación.
El episcopado latinoamericano al hablar de las comunidades
eclesiales de base, se propuso orientar la comunidad humana y
transformarse en <<familia de Dios>>a través de pequeños
núcleos de comunidades de fe, esperanza y caridad.
En las CEBs cada cristiano hace una experiencia comunitaria,
gracias a la cual también el se siente elemento activo,
estimulando a ofrecer su colaboración en la tarea de todos
(RM51b).
"Lo que confiere a un grupo de cristianos su carácter eclesial,
además del vínculo con el Obispo y con toda la Iglesia Universal
es:
El Anuncio del Evangelio, la Palabra de Dios se
congrega en la fe de los fieles
La celebración de la Cena del Señor
El ejercicio de la Caridad"
Estos pasos se dan en las CEBs y esto le da su
fundamentación teológica como Iglesia de comunión y
fraternidad.
c) Es una eclesialidad vivida
El cristiano da sus primeros pasos de unidad entre la gran familia
de los bautizados en Cristo, al convocarlos y reunirlos en su
nombre. Ya por este mismo hecho se está haciendo la Iglesia
"Pues donde hay dos o tres reunidos en mi nombre, allí estoy yo en
medio de ellos" (Mt 18,20). No es teoría ni ejercicio de
memorización sino ejercitar en la vida práctica la doctrina
cristiana, conviviendo, compartiendo, ejercitando las obras de
caridad.
Se da un principio de participación dentro de la Iglesia, su
Eclesiología no será un mero institucionalismo, sino una
eclesiología participativa en lo que se unen las aportaciones
personales a las institucionales.
Es participativa porque se lanza con gran pasión sobre las
urgencias de la realidad eclesial, al estilo de San Pablo, el laico
que cambia las estructuras sociales donde habita.
d) Identidad Eclesial
Las comunidades eclesiales de base desean vivir la fe como una
experiencia compartida, mutuamente alimentada y compartida
por sus miembros. Se organizan en comunidades de Fe y de
Vida, autónomas en su creatividad, de acuerdo con las
necesidades concretas y con las exigencias del evangelio. En ellas
se valora el sacerdocio común de los fieles. El debate actual sobre
la identidad eclesial de las comunidades de base esta cifrado en
como renovar y descentralizar la estructura parroquial, hoy se
discute la dimensión sociológica de la identidad eclesial, las
comunidades de base dan forma a la estructura de la iglesia.
No es una Iglesia paralela. El Magisterio Pontificio es cada vez
más recurrente al hacerle un reconocimiento oficial dentro de sus
documentos, presentándolas como paradigma de una nueva
cristiandad.
Ha nacido bajo la sombra de los Obispos, con beneplácito y
aprobación, son numerosas las Cartas Pastorales de todas las
Conferencias Episcopales reconociéndolas y exhortándolas a
seguir adelante. Se presenta una gran armonía entre fe y vida, la
conjugan de forma acertada y del testimonio que con sus hechos
los profesan. Es un trabajo mancomunado con la Parroquia a la
cual pertenecen, nunca trabajan de forma anárquica o
independiente, hay una coordinación que se ejerce de las tomas
de decisiones de la pastoral parroquial a la cual se someten
obedientemente.
"El discernimiento teológico vivido por los padres conciliares
sobre la vida y misión de la Iglesia los llevó a ahondar en los
temas fundamentales... la cuestión básica que abordó, se resume
en: ¿qué es la Iglesia? Es esta pregunta la que ocupa centralmente
la Constitución dogmática pastoral Lumen Gentium".
"Los padres conciliares nos ofrecen varias "definiciones e
imágenes", que estos años posteriores al Concilio el pueblo ha ido
seleccionando y asumiendo entre las que destacan:
La Iglesia es el Pueblo de Dios
La Iglesia es Sacramento Universal de salvación
La Iglesia es la comunidad de los bautizados seguidores de
Jesucristo, en comunión con el Papa.
A esta luz y por impulso conciliar, se va comprendiendo la Iglesia
como Koinonía circular de los seguidores de Jesucristo. De diversas
maneras la vida eclesial refleja su realidad profunda".
" En el dinamismo conciliar, la Iglesia Latinoamericana se abre a
las esperanzas y sufrimientos del continente. Por la actitud de
escucha a la realidad impulsada por el Vaticano II, se recibieron,
desde la Conferencia de Medellín, los clamores de nuestro pueblo"
2) "Una nueva manera de ser Iglesia"
Partiendo de una visión de fe y conciencia del pobre, se va
trazando su propio camino de organización.
"En la década de los 70 comienza en América Latina con la
mirada puesta en Medellín, y sus líneas pueden resumirse en:
Mirar la realidad y la situación que viven las personas; la
marginación es un pecado social.
A los pobres hay que mirarlos como clase que está en el
juego de una sociedad dividida.
La acción eclesial hay que situarla en el plano de la
justicia, no solo de la "caridad".
Las comunidades cristianas son una esperanza para la
Iglesia"
"El sentido eclesial se manifiesta en forma de vida comunitaria. La
fe no se puede vivir individualmente. Los creyentes deben reunirse
para celebrar su fe y madurar en ella. Esta maduración implica el
compromiso de anunciar el Reino de Dios extendiendo la onda
expansiva de la Iglesia- comunidad y creando formas de vida
comunitaria que sean signo de una sociedad justa y fraterna"
"Las comunidades siempre presentan un nuevo rostro de la Iglesia
de Cristo".
Es una nueva manera de ser Iglesia donde está presente la
espontaneidad de concretar el servicio a los hermanos y
recuperar, el valor perenne de los ministerios como señal visible
de la Iglesia en el mundo a través de sus miembros.
Encarnándose en cada realidad desde lo más íntimo de ellas.
Las Comunidades Eclesiales de Base son un nuevo modo de vivir
la Iglesia, de ser Iglesia, y de actuar como Iglesia. Lo que se
busca, implícita o explícitamente, es un nuevo modelo de Iglesia
en el mundo opuestas a las estructuras anónimas. Comunidades
que son la realidad del Pueblo de Dios. Pero esto no significa que
las comunidades eclesiales de base sean el "modo de ser de toda
la Iglesia".
a) Principio de transformación eclesial
Las comunidades eclesiales de base son reveladoras de la
situación concreta de una Iglesia y al mismo tiempo son
principios de transformación del conjunto eclesial.
Hoy está en boga en el campo de la Administración política la
descentralización, este descentralizar la actividad pastoral lo
vienen alcanzando aquellas parroquias que cuentan con las CEBs
y sirven de articulación.
b) Da forma y estructura a la Iglesia
Si se toma en serio el fenómeno casi presente en todo el
continente y la eficacia de resultados palpables que conlleva, es
para cuestionarse sobre otra forma de estructura, distinta a la
tradicional con aplicaciones bíblicas que generan otra forma de
ser en la Iglesia.
c) Signo de vitalidad de la Iglesia
La Iglesia pasa de ser representada solo por la jerarquía a ser
participativa, desde las CEBs sus miembros asumen con seriedad
y responsabilidad su sentido de pertenencia a la Iglesia.
Su vigor, su pujanza está presente en cada comunidad, con sus
peculiaridades que le dan gran sentido y variedad. Son células
vivas, estructura espontánea que se percibe su importancia.
d) Iglesia participativa
Sus miembros se quieren y están dispuestos a sacrificarse en el
trabajo mancomunado.
Las comunidades eclesiales de base nacen, casi siempre de un
grupo espontáneo, no es una organización burocrática, tratase de
un servicio espontáneo para facilitar la comunión en todos los
sentidos.
3) Lugar teológico Liberador
Hoy se pone el acento en la liberación y en su labor apostólica
orientada a la promoción humana integral, que no se reduce a la
dimensión económica, política, cultural y social, pero que las
tiene muy en cuenta, como lo dice la Evangelii nuntiandi.
"Entre evangelización y promoción humana ¾ desarrollo,
liberación¾ existe, efectivamente, lazos muy fuertes. Vínculos de
orden antropológico, porque el hombre que hay que evangelizar no
es un ser abstracto, sino un ser sujeto a los problemas sociales y
económicos. Lazos de orden teológico, ya que no se puede disociar
el plan de la creación del plan de la redención que llega hasta
situaciones muy concretas de injusticia, a la que hay que combatir
y de justicia que hay que restaurar.
Vínculos de orden eminentemente evangélico como es el de la
caridad: en efecto, ¿cómo proclamar el mandamiento nuevo sin
promover, mediante la justicia y la paz, el verdadero, el auténtico
crecimiento del hombre?
Por lomismos lo indicamos, al recordar que no es posible aceptar
«que la obra de evangelización pueda o deba olvidar las cuestiones
extremadamente graves, tan agitadas hoy día, que atañen a la
justicia, a la liberación, al desarrollo y a la paz en el mundo. Si
esto ocurriera, sería ignorar la doctrina del Evangelio acerca del
amor hacia el prójimo que sufre o padece necesidad»". (Evangelii
nuntiandi 31)
La mayoría de las comunidades eclesiales de base están
integradas por pobres que toman conciencia de ser pueblo
oprimido y creyentes que luchan por la liberación.
Esto es lo fundamental, no es un enlatado sellado al vacío que
nos tragamos, se hace, se elabora en el sitio. No se trata de que las
comunidades de base han sido fruto y resultado de la teología de
la Liberación, sino exactamente al revés, ha sido la teología de la
Liberación la que brotado, como reflexión técnicamente
elaborada. La teología primaria y fundamental, la que ha hecho
posible "Teología de la Liberación", es la teología que ha brotado,
no de los libros ni de la teoría, sino de la vida misma o de la
forma de vivir que han asumido y llevan adelante las
comunidades eclesiales de base.
a) Teología práctica que "es vida"
Lo que las comunidades eclesiales de base, han venido a enseñar
es un nuevo modo de hacer teología, o más propiamente, un
nuevo método teológico, una nueva manera de entender la fe. La
fe cristiana no se puede entender desligada de la vida, en la fe es
más fundamental que el saber es el vivir, que toma en serio el
sufrimiento de los pobres.
La teología es la reflexión sobre la fe, eso quiere decir que la
teología es, antes que nada, reflexión sobre la vida. Por lo tanto,
es una vida pensada y asumida conscientemente. La teología
tiene que brotar, antes que nada, de la fe. Y que la fe, antes que
nada es vida. Las comunidades eclesiales de base exigen la
vivencia personal en la acción concreta.
i) Parte de una fe compartida
"En efecto, toda comunidad, para ser cristiana, debe formarse y
vivir en Cristo, en la escucha de la Palabra de Dios, en la oración
centrada en la Eucaristía, en la comunión expresada en la unión de
corazones y espíritus, así como en el compartir según las
necesidades de los miembros (Cf.. act. 2, 42-47). Cada comunidad ¾
recordaba Pablo VI. debe vivir unida a la Iglesia particular y
universal, en sincera comunión con los Pastores y el Magisterio,
comprometida en la irradiación misionera y evitando toda forma
de cerrazón y de instrumentalización ideológica. Y el Sínodo de los
Obispos ha afirmado: «Porque la Iglesia es comunión, las así
llamadas nuevas comunidades de base, si verdaderamente viven en
la unidad con la Iglesia, es verdadera expresión de comunión e
instrumento para edificar una comunión más profunda. Por ello,
dan una gran esperanza para la vida de la Iglesia»
Era necesario fortalecer el valor comunitario de la fe ante una
cultura que percibíamos con fuertes rasgos de individualismo.
ii) Desde los más pobre
Los pobres asumen un protagonismo clave en la Iglesia siempre
estuvo haciendo algo por ellos, ella motivaba no solo a solo ricos
para que ayudaran a los necesitados. Lo que se tenía en mira era
una acción asistencialista y hasta promocional. Evangelización es
ante todo encarnación.
b) Teología que hacen las comunidades
Son verdaderas Iglesias, surgidas desde los sótanos de la
humanidad, Iglesia de los pobres. Las comunidades eclesiales de
base, tal como han existido y existen en América latina, se
componen fundamentalmente de gente pobre: campesinos,
grupos indígenas marginales, habitantes de las más miserables
barriadas y hacen su reflexión teológica a partir de la praxis
vivida por ellos mismos.
i) De carácter popular: desde "la Base"
Las comunidades eclesiales de base tienen por misión reconstruir
la Iglesia de hoy partiendo desde abajo, es una acción pastoral
desde la base de nuestra sociedad. Su organización es partir de
los más empobrecidos y de las diversas expresiones culturales,
Puebla nos señala: "Las comunidades eclesiales de base son
expresión del amor preferencial de la Iglesia por el pueblo sencillo"
(Puebla 643).
Si se busca que mejore la suerte de los pobres en nuestra
sociedad, ellos tendrán que unirse y organizarse en función de
sus propios intereses. El pueblo se libera en la medida que se
concientiza y se organiza.
4) Parroquia Comunidad de Comunidades
En el trabajo arduo de conformar una comunidad tras otra, en
buscar del carácter "libre y espontáneo", se visualiza en una
parroquia con la incorporación de esos pequeños grupos. Se trata
de un modelo de Iglesia que, para su estructura básica, no se basa
primordialmente en sus parroquias sino en una red de
comunidades eclesiales de base. Descentraliza y renueva la
estructura parroquial.
Esta tendencia y búsqueda de reestructuración obedece no a una
crisis coyuntural sino a una crisis estructural que exige cambios y
rupturas
en
el
modelo
anterior,
sin
abandonarlo
fundamentalmente.
Ante la magnitud de la tarea evangelizadora y la escasez de
agentes de evangelización, la parroquia aparece como unidad
eclesial orgánica demasiado extensa. La vislumbramos como
centro promotor y dinamizador de estructuras más pequeñas "las
comunidades eclesiales de base" que nacen de la necesidad de
vivir con más intensidad la vida de la Iglesia, o del deseo y a
búsqueda de una dimensión más humana que difícilmente
pueden ofrecer las comunidades eclesiales más grandes. La
parroquia a su vez será comunión de comunidades, asumiendo la
presencia evangelizadora de la Iglesia en un sector, barrio o
población. Las comunidades eclesiales de base se reúnen
regularmente y realizan sus actividades bajo la presencia de un
animador.
a) Descentraliza y renueva la estructura parroquial
Ante la magnitud de la tarea evangelizadora y la escasez de
agentes de evangelización, la parroquia aparece como unidad
eclesial orgánica demasiado extensa. La vislumbramos como
centro promotor y dinamizador de estructuras más pequeñas "las
comunidades eclesiales de base" que nacen de la necesidad de
vivir con más intensidad la vida de la Iglesia, o del deseo y a la
búsqueda de una dimensión más humana que difícilmente
pueden ofrecer las comunidades eclesiales más grandes. La
parroquia a su vez será comunión de comunidades.
b) Privilegia la sacramentalidad eclesial
Se convierte la Iglesia en Sacramento de salvación Universal,
buscando una participación de tal forma que llegue a todos el
mensaje de salvación y puedan disfrutar de él.
"Estas comunidades descentralizan y articulan la comunidad
parroquial a la que permanecen siempre unidas; se enraízan en
ambientes populares y rurales, convirtiéndose en fermento de vida
cristiana, de atención a los últimos, de compromiso en pos de la
transformación de la sociedad"
También es preocupación de las CEBs la vida sacramental de la
comunidad, brindando formación y facilitando la vida de gracia
d sus miembros.
c) Enraíza en ambiente populares y rurales
Esta es la primera característica que dan las experiencias:
generalmente las comunidades eclesiales de base nacen en zona
marginales de las grandes ciudades y en el campo y se han
desarrollado en los ambientes populares, en la base de la
sociedad. Los pobre eran considerados mas como objetos de
beneficencia, que sujetos de evangelización.
No poseen bienes de fortuna, pero son personas tan amplias,
abiertas, con la mejor disposición de acoger el mensaje de
salvación y mayor disponibilidad de tiempo para la
evangelización.
III Pastoral
1) Teología pastoral a partir de la praxis
Atención, aprecio y dedicación a la pastoral popular. Se trata de
un acontecimiento teológico, es la teología pastoral, las
comunidades eclesiales de base han sido y son la experiencia
pastoral, acontecimiento teológico que ha brotado de la praxis.
2) Papel del Pastor
Hace del ministerio sacerdotal una aventura cristiana. Lleva a
poner al servicio del reino y de la Iglesia, su sacramento, todas
las capacidades humanas, lleva a inventar el camino de la Iglesia,
a sentirse colaborador corresponsable del Señor. Es un antídoto
contra la rutina y la instalación social. Dentro de las funciones
del Sacerdote como Párroco se encuentra participar en las
alegrías y tristezas de su feligresía, acompañarlos en los
acontecimientos felices como en los dolorosos. Las CEBs
privilegian esta acogida y acercamiento del Pastor propio de la
comunidad.
3) Comunidad Servidora
El compartir de bienes y servicios, en el compartir de talentos, en
las obras de misericordia: visita a los encarcelados, el servicio a
los ancianos, la ayuda a los desamparados, a los emigrantes, a los
indocumentados, el esfuerzo por reconciliar a las personas por la
retención de miembros encarcelados, secuestrados, escondidos,
mutilados, asesinados. Promoviendo el bien común, iniciando o
respaldando organizaciones populares existentes, dando y
recibiendo colaboraciones también de los que no son cristianos.
4) Los laicos comparten la responsabilidad pastoral
Al asumir el compromiso bautismal, ya no es el Pastor el único
responsable del rebaño, sino que el laico busca compartir el
pastoreo de las diversas comunidades.
La comunidad eclesial de base esta llamada para vivir como
comunidad de fe, de culto, y de amor; ha de estar animada por
laicos, hombres y mujeres adecuadamente preparados en el
mismo proceso comunitario; son signo de vitalidad de la iglesia y
comparten la responsabilidad pastoral.
Les leva a pensar, reflexionar en su prójimo, en el más cercano, a
echarle una no en su formación humano y cristiana. No es
cerrada, sino todo lo contrarios sensible a lo que le sucede a su
alrededor.
5) Grupo fermento
Las CEBs se enraízan en ambientes populares y rurales,
convirtiéndose en fermento de vida cristiana; de atención a los
más pobres e ignorados, los más lejanos y los últimos y de un
severo compromiso por la transformación de la sociedad.
6) Anuncia el Kerigma
La Evangelización no es un acto individual; las Comunidades
organizadas no existen, hay que crearlas. Son testigos del
Misterio Pascual dentro de su Comunidad y portadores de
elementos nuevos de evangelización. La Iglesia necesita
manifestarse de distintas maneras y a distintos niveles.
ü "No basta el servicio parroquial, que
únicamente satisface la demanda
religiosa de los que acuden, sino que
hace falta una pastoral de la oferta que
se preocupe por llegar al mayor número
de personas posibles.
ü No basta con que se busque a los
alejados, los sacerdotes y algunos
agentes especializados, sino que es toda
la parroquia la que debe ser misionera.
ü No basta con se realicen unas
acciones misioneras, sino que toda la
actividad de la parroquia debe ser
misionera.
7) Taller de Evangelización comunitaria
En ellas cada cristiano hace una experiencia comunitaria, gracias a
la cual también él se siente integrado, un elemento activo,
estimulado a ofrecer su colaboración en las tareas de todos.
Es un amor profundo de desprendimiento de todo aquello que
nos impide ser solidarios, que nos impide ser justos, que nos
impide ser humanos también. Los laicos en las comunidades
eclesiales de base asumen de verdad la conciencia de que son
miembros del Pueblo de Dios. Los laicos se sienten entonces
estimulados en la dinámica de la propia comunidad a tener una
mayor participación en la Iglesia, al nivel de un compromiso más
activo en la tarea apostólica y misionera.
En las comunidades de base el laico ha crecido en la conciencia
de su identidad de hombre de Iglesia en el corazón del mundo y
de hombre de mundo en el corazón de la Iglesia.
i) Nos lleva a elaborar un Proyecto Social
Los que asumen su causa son así llamados hacer protagonistas de
un nuevo orden social, económico y político. Siente que deben
luchar por un nuevo proyecto social. De aquí surgen las
organizaciones populares, estos organizaciones con frecuencia
nacen por inspiración de las mismas Las comunidades eclesiales
de base y como extensión de su práctica y poco a poco ganan
identidad y autonomía propia. Las organizaciones populares
buscan solucionar colectivamente sus problemas comunes y
construir una sociedad distinta.
8) Fuente de ministerios (no ordenador y sacramentales) y
de servicio (diakonia)
Un buen lugar de practica litúrgica y de oración a veces sin
sacerdotes ordenados, a conmemorar el día del Señor, con
celebraciones apropiadas dirigidas por laicos ministros
extraordinarios. Es necesario pensar la formación de los
sacerdotes y diáconos permanentes y sobre todo la fisonomía de
la parroquia, para que sea verdaderamente un conjunto pastoral
vivificador y unificador de la comunidad de base. Por eso ser
laico significa también participar a plenitud de la vida de la
Iglesia. Todos estamos llamados a ejercer un ministerio. Todos
los ministerios son validos, porque se nutren de la misma fe y de
la misma vida comunitaria. Virtudes y carismas son compartidos
en los servicios.
9) De marcada formación bíblica y catequética
Las CEBs giran en torno a la Palabra de Dios. Se leen con
frecuencia y devoción: en las reuniones periódicas y ordinarias.
Esta Palabra de Dios es comentada por todos los miembros de la
comunidad quienes participan de forma activa, confrontándola
siempre con su realidad, con su propia vida. Incluso toman
conciencia de la realidad de injusticia en la cual están
sumergidos, les ilumina, les da valor para salir de la explotación
y los ayuda a mantener lazos de unión en la comunidad.
La Palabra de Dios es imprescindible en el desarrollo de las
reuniones, es el motor de todo proyecto en la Iglesia. Los pobres
la asumen con seriedad, docilidad y fe profunda, descubren que
ha sido escrita para ellos, se sienten a gusto con ella y en ella
descubren toda su dimensión y trascendencia. Esta cambia su
vida de forma paulatina.
En algunas comunidades eclesiales de base, los obispos han
autorizados equipos de ministros extraordinarios para el
bautismo y la presencia testimonial de la Iglesia en sus
matrimonios de cristianos y para asumir todo el campo de los
sacramentales (funerales, bendiciones, etc.). Y de las devociones:
novenas, peregrinaciones, ...etc. Surgen ministerios no
ordenados: para los enfermos, para el bautismo, para los
funerales, para la distribución de la Eucaristía, el canto, la
caridad compartida,… etc.
"La Palabra de Dios convoca a la comunidad y constituye la
Iglesia, cuando es proclamada en grupo en referencia a la vida.
Frente a una inserción formal y jurídica de la Iglesia por el
bautismo, se despierta la vivencia de la Iglesia como comunidad de
creyentes que escuchan la Palabra de Dios"
Son oyentes de la Palabra de Dios y están orientados al culto
Eucarístico.
Intensificando los estudios bíblicos en la base eclesial y haciendo
proyectos de formación bíblica. Una constante de grupos de
reflexión bíblica ( sobre el 75% de las CEBs), que presentan
además una significativa dimensión catequética.
Las comunidades eclesiales de base tienen marcada dimensión
catequética y en esta penetra de la fe hasta los más íntimos
fundamentos de la vida humana, de manera que la fe pueda
ejercer su propio influjo sobre el modo de pensar, sentir y actuar
de cada uno de los hombres bajo la acción animadora del Espíritu
de Dios.
10) Atención a la Pastoral Popular
Ya no se presenta la programación desde la parroquia, no es
exclusiva de un grupo, sino que es llamada asumirla por todos e
incorporarla al trabajo asignado a la comunidad. Se llega con los
diferentes programas pastorales a la misma base, brindándoles
una mayor participación.
Nacen nuevas prácticas litúrgicas con mayor carácter
representativo (símbolo) y cargadas del contenido teológico.
11) Tomando en cuenta la dignidad de la persona humana
Las comunidades eclesiales de base es un espacio donde se
reafirma la dignidad de la persona humana y hace que el
bautizado se entienda y actúe como agente en la pastoral y en el
mundo. Reafirmando la dignidad de la persona humana, ya que
tiene una dimensión más humana y personal, contra una
estructura anónima. Por eso se le puede denominar "Taller de
humanidad", amén de la beneficencia y promoción humana.
IV Antropología
1) Reafirmación de la dignidad de la persona humana
Se busca enaltecer a la persona, no valen las CEBs por si solas,
sino en cuanto hacen referencia a las personas que lo integran,
son ellas el objetivo ultimo.
2) Dimensión más humana, personal contra una estructura
anónima
La Parroquia por su tamaño y dimensiones geográficas han
distanciado a la feligresía entre si, ya no se conocen siendo de
una misma sede parroquial y tampoco conocen al Pastor. Las
CEBs tienen una dimensión antropológica más humana, más
cercana a la persona, se le trata de forma individual, hay un
seguimiento y podríamos definirla como personalista.
3) Taller de humanidad
Lo primero que enseña es el amor al prójimo, se le toma en
cuenta, se trata de promocionarlo de forma integral, se esmera
por sacarlo adelante de medio de las vicisitudes de la vida que
han permitido que viva en tal pobreza económica.
4) Iglesia a partir del laico (protagonista)
El laico se convierte en protagonista de una nueva
evangelización, no valen las estructuras por sí mismas, sino a
partir de la toma de conciencia del laico de su propia misión en la
Iglesia, de encarnar las estructuras y de sentir su pertenencia a
ella.
5) De asistencia y promoción humana
Se trabaja en barriadas y en situaciones de extrema pobreza y
miseria, donde se busca la promoción del hombre, a partir de las
reflexiones Bíblicas se mueve al miembro de las CEBs a pensar
como promocionar a su vecino, amigo, conocido. Es una auténtica
promoción humana a partir del mismo pobre que da todo lo que
tiene por ver a su hermano surgir y salir de la postración en la
que esta hundido.
V Conformación
1) Espontáneo y fraterno
Abiertas a acoger a todo el que desee integrarse, con gran
diversidad de estilos y con características muy diversas, son un
taller de educación comunitaria, son una escuela para la vida, un
taller de humanidad. De irradiación misionera que se reúnen
para la oración y la lectura de la Escritura y la catequesis y así
para compartir problemas humanos y eclesiales de cara al
compromiso común.
Se nota como las CEBs no se presentan como una estructura
uniforme, sino diversificada y con modalidades específicas
según el medio y las circunstancias en las que ha surgido.
2) De Base: de pocos miembros, grupos pequeños
La comunidades eclesiales de base son células de Comunidad
parroquial es "de base, por estar constituida por pocos miembros,
en forma permanente y a manera de célula de la gran comunidad"
(Puebla 489) Un grupo pequeño de más o menos 12 a 14 personas,
lo que permite una mayor fraternidad y confianza entre ellos, un
grupo de reflexión y apoyo para el compromiso laical tanto en la
Iglesia como en el mundo.
3) Células de la Comunidad Parroquial
El problema de una comunidad parroquial está en la
masificación. Nuestras parroquias se encuentran con un excesivo
número de fieles, entre 20 a 25 mil personas para un solo
sacerdote. Esto lleva a cuestionarse sobre: ¿Existe otro tipo de
estructura eclesial que permita una atención esmerada y
personalizada? Nace así la vida comunitaria en su nivel celular,
comunidad local o ambiental, que responda a la realidad de un
grupo homogéneo y que tenga una dimensión tal, que permita el
trato personal y fraterno entre sus miembros. La parroquia estaría
conformada por las CEBs como células de esta gran comunidad
de comunidades que vendría a ser el nuevo estilo de parroquia.
4) Grupo fermento
Están compuestas por familias o personas que tienen un mayor
compromiso activo con la iglesia y desean enriquecer su vida
cristiana con el aporte de la comunidad. Son personas de diversa
edad de ambos sexos y distintas condiciones sociales en ellas se
vive un ambiente de respeto. Estos grupos o comunidades de
pocos miembros, son verdaderos fermento, focos de
evangelización, donde van apareciendo. La finalidad es que
todos los católicos vivan su fe.
5) Focos de evangelización
Salta a la vista ver como en todas las parroquias donde las CEBs
están presentes asumen la evangelización casi de forma
instintiva, es una necesidad imperiosa que les lleva la reflexión
de la Palabra de Dios. Por ejemplo: en República Dominicana la
diócesis de Santiago de los Caballeros cuyo Obispo se ve
interpelado ante el sacrificio de los campesinos por cumplir y
vivir su religiosidad. "Cientos de campesinos se desplazaban
veinte y treinta kilómetros para poder oír la Palabra de Dios y
recibir la Comunión". La pregunta clave sería: "¿No se podrían
escoger entre estos agricultores a los más capacitados para que
presidan el culto de sus comunidades?". El tiempo, con una acción
pastoral decidida, dio una respuesta afirmativa.
VI Liturgia
Al participar de una vivencia personalizada, permite a las CEBs
un mayor sentido fraternal, una celebración con iniciativas,
espontánea, con mucha creatividad, vivida, mejor integrada a las
realidades de la vida ordinaria. En estas comunidades la riqueza
litúrgica resulta más expresiva, con aquella frescura y sencillez
de las primeras comunidades cristianas.
Las adaptaciones en la liturgia que han tomado las CEBs
responden a su misma índole de grupo doméstico.
"La liturgia de las CEBs ya no es un monólogo; es una
participación comunitaria, donde la comunidad tiene derecho de
palabra y de expresión. Otro rasgo de la liturgia es la relación de
lo que se celebra con lo que se vive, revelándose en todo el carácter
liberador de la fe. Desaparece así lo mágico del ritual tradicional,
para dejar paso a la identidad de la fe y vida"
1) Expresión Litúrgica
Usan con cierta libertad los rituales oficiales, con un mayor
acercamiento y diálogo hacia la comunidad.
Se usan también nuevos símbolos o los antiguos cargados de
nueva significación, en medio de un ambiente secular y
regularmente desacralizado.
2) La Palabra de Dios
Uno de los denominadores comunes en las CEBs en su sentido
Bíblico, comparten fraternalmente la Palabra de Dios. Alrededor
de la Palabra de Dios las CEBs están congregadas y tienen como
centro la celebración de la Palabra. El fenómeno de las CEBs
radica en la conversión de los hombres a la Palabra de Dios.
3) La Eucaristía
El Pueblo asume su compromiso bautismal en las funciones
propias sacerdotal, real y profético empieza a despertar.
La liturgia en las CEBs responde plenamente a una exigencia de
la Iglesia de hoy: formar y expresar la comunidad.
La Eucaristía representa para el grupo la idea máxima y el sello
eficaz de su calidad de comunidad
La Eucaristía en las CEBs no debe aparecer como un privilegio de
un grupo selecto, sino como una realización pastoral útil y
necesaria para toda la comunidad eclesial, evitando toda suerte
de acepción de personas También tienen talleres de oración.
4) Otras Celebraciones
También se encuentran la religiosidad popular tan extendida en
América, que para poder encarnar la fe es necesaria inculturarla;
las celebraciones penitenciales, celebraciones de La Palabra,
Liturgia de las Horas con los fieles laicos, principalmente la
celebración de los sacramentos: Eucaristía, Unción de los
Enfermos, Santificaciones de Hogares, etc.
5) Servicios y Ministerios
La misma CEBs produce los ministros de lo que está necesitada,
sale de ella. Hoy hay un gran despertar y la Asamblea asume su
papel protagónico en las celebraciones.
"La eclesiología de comunión y participación, claramente
asentada por la Lumen Gentium: Constituido por Cristo en orden a
la comunión de vida, de caridad y de verdad, es empleado también
por Él como instrumento de la redención universal y es enviado a
todo el mundo como luz del mundo y sal de la tierra (cf. Mt., 5,13-
16)" (LG 10).
La eclesiología de comunión y participación ofrece una nueva
imagen de incorporación de la comunidad, recuperando su
protagonismo primitivo, la comunidad litúrgica pertenece a toda
la comunidad y se manifiesta en su plena participación, cada uno
en la forma que le es propia, de ahí nacen los ministerios no
ordenados para el servicio de la comunidad.
"El sacerdocio común de los fieles y el sacerdocio ministerial o
jerárquico se ordena el uno para el otro, aunque cada cual
participa de forma peculiar del sacerdocio de Cristo. Su diferencia
es esencial no sólo gradual. Porque el sacerdocio ministerial, en
virtud de la sagrada potestad que posee, modela y dirige al pueblo
sacerdotal, efectúa el sacrificio eucarístico ofreciéndolo a Dios en
nombre de todo el pueblo: los fieles, en cambio, en virtud del
sacerdocio real, participan en la oblación de la eucaristía, en la
oración y acción de gracias, con el testimonio de una vida santa,
con la abnegación y caridad operante". (LG 10-11).
"Muchos miembros de comunidades van asumiendo diversos
ministerios que llevan a un mayor servicio a los demás. Entre estos
están: Práctica de la oración personal y comunitaria; reparación
para los sacramentos; animación en la Eucaristía; catequesis;
animadores de la Palabra de Dios; visitas; misiones; etc.".
Estos servicios se pueden clasificar en dos:
1) Servicios Dentro de la comunidad: animar y mantener las
reflexiones de la Palabra de Dios en la comunidad; asistir a las
reuniones de la comunidad; mover la marcha de la comunidad; ser
fermento; integrando a niños y jóvenes etc.; animar y participar en
los talleres comunitarios, dando cabida a los nuevos,
compartiendo la tierra, sabiendo el destino de los fondos, seguir
formándose, capacitándose; exigir y acompañar a los agentes de
pastoral a vivir su fe desde los pobres.
2) Servicios más allá de la comunidad: misiones y visitas a otras
comunidades, llevando la Palabra de Dios, animando a otros
pobres; asistencia a las coordinaciones; cursos; encuentros; animar
y participar en la catequesis de niños y jóvenes; participación en la
preparación de los sacramentos; solidaridad con los enfermos y
necesitados y testimonio de cambio de vida.
6) Espiritualidad
Ver en las CEBs una espiritualidad encarnada y contemplativa.
¿Qué encarna? El acercamiento a la realidad con ojos y vida del
pobre, permite situarse en un ambiente objetivo, para captar en
ello los valores del Reino. Temas vitales como: la justicia, el
amor, la paz, la igualdad, la fraternidad, etc. Reciben nuevas
luces y cuestionamientos radicales desde la realidad de la
pobreza y opresión de los miembros de las CEBs, que en
solidaridad con los que están en las mismas situaciones,
empiezan a ser la voz de los sin voz.
Las comunidades constituyen un lugar privilegiado para el
cumplimiento de esta misión evangelizadora. Allí los cristianos
encuentran un ambiente propicio para su desarrollo espiritual en
el camino hacia la santidad a la que todos estamos llamados.
Camino de Santidad para los Laicos.
VII Evangelización-Misión
1) Fomenta el Espíritu Misionero
Las CEBs son verdaderas evangelizadoras y evangelizan. Esta es
la gracia específica, no se quedan de brazos cruzados esperando
que les den, sino que comparten y levan el Evangelio ahí donde
el Pastor propio no puede llegar. Se crean ministerios de
servicios para la comunidad, etc.
Las CEBs congregan a la comunidad y la ponen en actitud de
escucha a la Palabra de Dios que interpela sus corazones, siendo
la primera tarea de la comunidad cristiana a la que pertenece la
evangelización. Por eso nace de las CEBs un compromiso por
llevar a sus vecinos y semejantes la Palabra de Dios encarnadas
en sus propias vidas.
"Las mismas comunidades son instrumento de evangelización y de
primer anuncio, así como fuente de nuevos ministerios, a la vez
que, animadas por la caridad de Cristo, ofrecen también una
orientación sobre el modo de superar divisiones, tribalismos y
racismos"
La comunidad eclesial de base es célula viva de la parroquia,
entendida como la comunión orgánica y se lanzan a la acción
misionera, tarea que los hace evangelizadores. La evangelización
no se agota en las tareas que hacemos. Misión es salir a otros
escenarios: Salir a las calles, plazas, colegios, regiones
abandonadas, a anunciar una nueva vida comunicada por el
mismo Jesucristo. Pero también buscando a los lejanos, a los
olvidados, a los que están siendo hostigados por las sectas;
reafirmando la identidad católica del pueblo.
La misión de evangelizar es de toda la Iglesia, esta misión es obra
de todos y todas y no puede quedarse reservada a los clérigos,
religiosos y ciertos laicos. La Redeptoris Missio señala las CEBs
"de irradiación misionera". De igual forma ya lo señalaba
Medellín: "La comunidad cristiana de base es así el primero y
fundamental núcleo eclesial, que debe... responsabilizarse de la
riqueza y expansión de la fe... ella es foco de la evangelización" (M
15,10).
Se lanzan a la acción misionera, tarea que los hace
evangelizadores a tiempo completo. Misión es salir al otro
encuentro.
2) Crece la conciencia de la misión Ad Gentes
Crecimiento de la conciencia para la misión Ad Gentes: aumento
de latinoamericanos misioneros a países no cristianos; éxito del
proyecto "Iglesias hermanas" dentro del propio país.
Misionar es tomar conciencia de la realidad y ayudar al pueblo
también a tomarla, para que se vaya haciendo sujeto de su propia
historia, de su propia liberación. Es promover el surgimiento de
organizaciones básicas y populares, civiles y políticas en
respuesta a las necesidades urgentes de los pobres.
El campo de acción de las CEBs es amplio. Por su práctica ellas
van más allá de sus propias fronteras. La Redeptoris Missio nos
dice que la Nueva Evangelización y la pastoral ordinaria de la
Iglesia son válidas si están orientadas a la misión ad gentes .
3) Los pobres nos evangelizan
Hay un clamor generalizado en toda América de todos sus pobres
y encuentra en las CEBs una respuesta, es oída, escuchada,
atendida. En el proceso histórico latinoamericano y en la vida de
las comunidades cristiana surgen con tal fuerza. Pero no
hablamos del pobre individuo, sino al pobre colectivo, el pobre
con su pobreza a cuestas, con todo su sufrimiento y cultura, su
raza su lengua y con la explotación que experimenta a diario.
"Los pobres nos evangelizan" Es la reciprocidad de la misión. El
Evangelio de los pobres es el buen ejemplo, su testimonio, su
aceptación y seguimiento de Jesús en su radicalidad.
4) Lugar de apoyo para la misma Iglesia
Las CEBs tienen un radio de acción muy potente en su misma
comunidad, ya que se conocen y son vecinos que se tratan
habitualmente y su cercanía les permite conocer sus virtudes y
defectos, "La Iglesia avanza con toda la humanidad, experimenta
la suerte terrena del mundo y su razón de ser es actuar como
fermento y alma de la sociedad" (GS 40). Pero a la inversa, estas
CEBs actúan como fermento, alma y corazón no solo dentro de la
sociedad, sino también dentro de la misma Iglesia, ya que se ve
beneficiada con su mismo aporte de despertar las conciencias en
su afán misionero, de responderle a Dios y de asumir su
compromiso bautismal con responsabilidad y teniendo un
profundo sentido de pertenencia a la Iglesia.
En las misiones que se realizan y planifican dentro de las CEBs,
se visitan los hogares uno a uno, sobre todo los más pobres,
suelen pedir la misión aquellos sectores que han hecho la premisión. El peso de la misión es compartida entre los miembros de
las CEBs y los agentes de pastoral que han recibido la
preparación previa para este evento.
5) Fuerza e instrumento de evangelización
La evangelización de la cultura nos ofrece nuevos desafíos y
nuevos problemas. La misión esencial de la iglesia es tarea de
evangelización y esa, su vocación propia de la Iglesia, constituye
su identidad mas profunda. Fomenta el espíritu misionero. "Solo
haciéndose misionera la comunidad cristiana podrá superar las
divisiones y tensiones y recobrar su unidad y su vigor de fe"
(RM49)
VIII Valoración y desafíos
1) Nuevo estilo de sociedad
Se replantea la pastoral, se hace una nueva eclesiología a partir
del Vat. IIº de Iglesia-Comunión esto arroja como resultado
renovar las estructuras de la Iglesia y en consecuencia un nuevo
estilo de sociedad.
Existe una carrera desenfrenada de tecnología en la cual nos
quedamos atrasados cada minuto que transcurre, tenemos que
volver a las fuentes, a la raíz misma de la esencia del hombre:
para darle respuesta a sus múltiples e inquietantes preguntas
sobre su destino.
2) Una Iglesia de rostro diferente
Se ha llegado a plantear una Iglesia Local con una nueva
estructura, donde la parroquia tradicional desaparece ante las
CEBs y que responden más a un sentido personalista y se
adaptan a una realidad más existencial, más concreta, más vital.
Si renovamos las estructuras de las células de base y hemos
concebido la parroquia como comunidad de comunidades, ya
tenemos una parroquia renovada con nuevos desafíos que se
separa de los parámetros tradicionales de una parroquia estática
o al menos que no va en la búsqueda del hombre.
3) Modelo Comunitario Organizado
El valor de una incipiente comunidad eclesial de base está en su
estructura espontánea ya que el mutuo entendimiento es una
necesidad básica en el hombre. Se abren horizontes inmensos de
comunicación y arroja un gran abanico de alternativas tan plural
como sus miembros.
Hoy ya se puede hablar de organización comunitaria
estructurada, pero sin encasillar el Espíritu en ductos rígidos e
inflexibles. Cada comunidad eclesial de base tienen sus
peculiaridades que los da el trabajo comunitario específico en
cada sector.
4) Protagonista de un nuevo orden
Brota casi espontáneo una nueva forma de ser Iglesia, de
interpretar la Iglesia, nace una vida comunitaria, participativa
que aglutinará fuerzas hasta entonces aisladas, da un aliento
vecinal, aplicando el refrán: "en la unión está la fuerza", al
ponerse de acuerdo, tener todos un solo corazón, viene a
convertirse en una amplia familia comunal que reúne miembros
impares, es una forma práctica y muy sencilla de evangelizar a
los pobres desde los pobres no otorgándole dádivas sino
despertando en su interior valores, inclinaciones y habilidades
innatas en el ser humano.
5) Compromiso socio-político
El papel primordial del laico está en la transformación de la
sociedad, por eso deben ser fermento transformador en las
organizaciones populares, brindando criterios claros de la
Doctrina Social de la Iglesia. La meta es transformar el mundo,
haciéndolo mas humano, mas justo. Hay que lograr implantar los
valores humanos y cristianos en el seno de esta sociedad.
Cambiaremos la sociedad en la medida en que transformemos
los corazones de los hombres.
Jesucristo no vino al mundo para dejarlo como estaba. Fue
enviado para liberarlo de toda atadura del espíritu del mal. Esta
misión recibida de su Padre la comunica Jesús a sus discípulos:
"Así como tu (Padre) me enviaste al mundo, así Yo también los
envío al mundo" (Jn 20,21.22).
La misión liberadora requiere la fuerza, el poder, para llevarse a
cabo. Jesús no oculta que tiene ese poder. Es más, comunica ese
poder a sus discípulos para que puedan llevar adelante la misión
liberadora: "Todo poder se me ha dado en el cielo y en la tierra. Por
eso, vayan y hagan que todos los pueblos sean mis discípulos"
(Mt28, 18-19)
El compromiso político de la Iglesia, ella lo vive en las CEBs. Este
clamor del pueblo no obedece a un plan pre- establecido, surge
desde la misma entraña, como clamor e impulso. En las CEBs el
pueblo va recuperando su carácter de sujeto de gestión eclesial.
Este pueblo ya no es un receptor pasivo de leyes y costumbres.
"Los pobres lo estamos organizando en nuestra comunidades
dentro de los barrios de nuestras ciudades y de los sectores
campesinos de toda América Latina... Nos organizamos frente a un
poder opresor, frente a un sistema que nos explota y desea vernos
desunidos y a cada cual pensando en lo suyo... Estamos buscando
la liberación: dar respuesta a nuestras necesidades de trabajo, de
alimentación, de salud, de vivienda, de educación. Por eso, de
nuestras comunidades, están naciendo tantos y tantos proyectos,
que, llevados de una manera comunitaria y organizada, nos hacen
sentir la alegría, la esperanza de que hemos iniciado el camino de
liberación. Buscamos concretar un proyecto que sea alternativa al
sistema de dominación".
Conclusión
Como se dijo en la Introducción hemos abordado un tema
apasionante, práctico, aplicable en cualquier realidad
Latinoamericana.
Hemos optado por unos ítem que dibujan lo que es una CEBs, su
origen, su base eclesiológica, la práctica pastoral, su dimensión
antropológica, cómo se encuentra conformada, la liturgia, la
espiritualidad, su dimensión misionera "ad gentes", su valoración
y desafíos. Ciertamente que de forma muy somera hemos
abordado estos temas, se podrían profundizar en cada uno de
ellos, hacer algún trabajo de investigación, etc.
Creo haber logrado lo que nos solicita ITEPAL, apasionarnos por
un tema, investigarlo, que sea útil en nuestra realidad pastoral.
Ha sido un gran descubrimiento como se ha expandido por toda
América, el cariño que le muestra la Jerarquía Católica, pero
sobre todo el respaldo que le ha brindado los Sumos Pontífices,
Pablo Vi y Juan Pablo II.
Como hemos visto se perfila una nueva forma de ser Iglesia: la
búsqueda de una dimensión más humana que difícilmente
pueden ofrecer las comunidades eclesiales más grandes, esta
dimensión antropológica es una de las características que
configuran a las CEBs y han garantizado su éxito.
Textos en Documentos Pontificios que hacen referencia a las
CEBs
EXHORTACIÓN APOSTÓLICA «EVANGELII NUNTIANDI»
(1.975)
58. El Sínodo se ocupó mucho de estas «pequeñas comunidades»
o «comunidades de base», ya que en la Iglesia de hoy se las
menciona con frecuencia. ¿Qué son y por qué deben ser
destinatarias especiales de la evangelización y al mismo tiempo
evangelizadoras?
Florecen un poco por todas partes en la Iglesia, según los
distintos testimonios escuchados durante el Sínodo, y se
diferencian bastante entre sí aun dentro de una misma región, y
mucho más de una región a otra.
En ciertas regiones surgen y se desarrollan, salvo alguna
excepción, en el interior de la Iglesia, permaneciendo solidarias
con su vida, alimentadas con sus enseñanzas, unidas a sus
Pastores.
En estos casos, nacen de la necesidad de vivir todavía con más
intensidad la vida de la Iglesia; o del deseo y de la búsqueda de
una dimensión más humana que difícilmente pueden ofrecer las
comunidades eclesiales más grandes, sobre todo en las
metrópolis urbanas contemporáneas que favorecen a la vez la
vida de masa y el anonimato. Pero igualmente pueden prolongar
a nivel espiritual y religioso ¾ culto, cultivo de una fe más
profunda, caridad fraterna, oración, comunión con los Pastores¾
la pequeña comunidad sociológica, el pueblo, etc.
O también quieren reunir para escuchar y meditar la Palabra,
para los sacramentos y el vínculo del Ágape, grupos homogéneos
por la edad, la cultura, el estado civil o la situación social, como
parejas, jóvenes, profesionales, etc., personas éstas que la vida
misma encuentra ya unidas en la lucha por la justicia, la ayuda
fraterna a los pobres, la promoción humana... O, en fin, reúnen a
los cristianos donde la penuria de sacerdotes no favorece la vida
normal de una comunidad parroquial.
Todo esto, por supuesto, al interior de las comunidades
constituidas por la Iglesia, sobre todo de las Iglesias particulares
y de las parroquias.
En otras regiones, por el contrario, las comunidades de base se
reúnen con un espíritu de crítica amarga hacia la Iglesia, que
estigmatizan como «institucional» y a la que se oponen como
comunidades carismáticas, libres de estructuras, inspiradas
únicamente en el Evangelio. Tienen pues como característica una
evidente actitud de censura y de rechazo hacia las
manifestaciones de la Iglesia: su jerarquía, sus signos.
Contestan radicalmente esta Iglesia. En esta línea, su inspiración
principal se convierte rápidamente en ideológica y no es raro que
sean muy pronto presa de una opción política, de una corriente, y
más tarde de un sistema, o de un partido, con el riesgo de ser
instrumentalizadas.
La diferencia es ya notable: las comunidades que por su espíritu
de contestación se separan de la Iglesia, cuya unidad perjudican,
pueden llamarse «comunidades de base», pero ésta es una
denominación estrictamente sociológica. No pueden, sin abusar
del lenguaje, llamarse comunidades eclesiales de base, aunque
tengan la pretensión de perseverar en la unidad de la Iglesia,
manteniéndose hostiles a la jerarquía. Este nombre pertenece a
las otras, a las que se forman en Iglesia para unirse a la Iglesia y
para hacer crecer a la Iglesia.
Estas últimas comunidades serán un lugar de evangelización, en
beneficio de las comunidades más vastas, especialmente de las
Iglesias particulares, y serán una esperanza para la Iglesia
universal, como Nos mismo dijimos al final del Sínodo, en la
medida en que:
- buscan su alimento en la palabra de Dios y no se dejan
aprisionar por la polarización política o por las ideologías de
moda, prontas a explotar su inmenso potencial humano;
- evitan la tentación siempre amenazadora de la contestación
sistemática y del espíritu hipercrítico, bajo pretexto de
autenticidad y de espíritu de colaboración;
- permanecen firmemente unidas a la Iglesia local en la que ellas
se insieren, y a la Iglesia universal, evitando así el peligro ¾ muy
real¾ de aislarse en sí mismas, de creerse, después, la única
auténtica Iglesia de Cristo y, finalmente, de anatemizar a las otras
comunidades eclesiales;
- guardan una sincera comunión con los Pastores que el Señor ha
dado a su Iglesia y al Magisterio que el Espíritu de Cristo les ha
confiado;
- no se creen jamás el único destinatario o el único agente de
evangelización, esto es, el único depositario del Evangelio, sino
que, conscientes de que la Iglesia es mucho más vasta y
diversificada, aceptan que la Iglesia se encarna en formas que no
son las de ellas;
- crecen cada día en responsabilidad, celo, compromiso e
irradiación misioneros;
- se muestran universalistas y no sectarias.
Con estas condiciones, ciertamente exigentes pero también
asaltantes, las comunidades eclesiales de base corresponderán a
su vocación más fundamental: escuchando el Evangelio que les
es anunciado, y siendo destinatarias privilegiadas de la
evangelización, ellas mismas se convertirán rápidamente en
anunciadoras del Evangelio.
EXHORTACIÓN APOSTÓLICA "CATECHESI TRADENDAE"
(16/10/1979)
47. Pienso asimismo en diversos momentos de gran importancia
en que la catequesis encuentra cabalmente su puesto: por
ejemplo, las peregrinaciones diocesanas, regionales o nacionales,
que son más provechosas si están centradas en un tema escogido
con acierto a partir de la vida de Cristo, de la Virgen y de los
Santos; las misiones tradicionales, tantas veces abandonadas con
excesiva prisa y que son insustituibles para una renovación
periódica y vigorosa de la vida cristiana -hay que reanudarlas y
remozarlas-; los círculos bíblicos , que deben ir más allá de la
exégesis para hacer vivir la Palabra de Dios; las reuniones de las
comunidades eclesiales de base, en la medida en que se atengan
a los criterios expuestos en la Exhortación Apostólica «Evangelii
nuntiandi».
Quiero recordar también los grupos de jóvenes que en ciertas
regiones, con denominaciones y fisonomías distintas -más con el
mismo fin de dar a conocer a Jesucristo y de vivir el Evangelio-,
se multiplican y florecen como en una primavera muy
reconfortante para la Iglesia grupos de acción católica, grupos
caritativos, grupos de oración, grupos de reflexión cristiana, etc.
Estos grupos suscitan grandes esperanzas para la Iglesia del
mañana. Pero en el nombre de Jesús conjuro a los jóvenes que los
forman, a sus responsables y a los sacerdotes que les consagran
lo mejor de su ministerio: no permitáis por nada del mundo que
en estos grupos, ocasiones privilegiadas de encuentro, ricos en
tantos valores de amistad y solidaridad juveniles, de alegría y de
entusiasmo, de reflexión sobre los hechos y las cosas, falte un
verdadero estudio de la doctrina cristiana.
En ese caso se expondrían -y el peligro, por desgracia, se ha
verificado sobradamente- a decepcionar a sus miembros y a la
Iglesia misma.
El esfuerzo catequético, posible en estos lugares y en otros
muchos, tiene tantas más probabilidades de ser acogido y de dar
sus frutos, cuanto más se respete su naturaleza propia. Con una
inserción
apropiada,
conseguirá
esa
diversidad
y
complementariedad de contactos que le permite desarrollar toda
la riqueza de su concepto, mediante la triple dimensión de
palabra, de memoria y de testimonio -la doctrina, de celebración
y de compromiso en la vida- que el mensaje del Sínodo al Pueblo
de Dios ha puesto en evidencia.
EXHORTACIÓN APOSTÓLICA "FAMILIARIS CONSORTIO"
(22/11/1981)
85. Deseo añadir una palabra en favor de una categoría de
personas que, por la situación concreta en la que viven -a
menudo no por voluntad deliberada- considero especialmente
cercanas al Corazón de Cristo, dignas del afecto y solicitud activa
de la Iglesia así como de los pastores.
Hay en el mundo muchas personas que desgraciadamente no
tienen en absoluto lo que con propiedad se llama una familia.
Grandes sectores de la humanidad viven en condiciones de
enorme pobreza, donde la promiscuidad, la falta de vivienda, la
irregularidad de relaciones y la grave carencia de cultura no
permiten poder hablar de verdadera familia. hay otras personas
que por motivos diversos se han quedado solas en el mundo. Sin
embargo, para todas ellas existe una «buena nueva de la familia».
Teniendo presentes a los que viven en extrema pobreza, he
hablado ya de la necesidad urgente de trabajar con valentía para
encontrar soluciones, también a nivel político, que permitan
ayudarles a superar esta condición inhumana de postración. Es
un deber que incumbe solidariamente a toda la sociedad, pero de
manera especial a las autoridades, por razón de sus cargos y
consecuentes responsabilidades, así como a las familias que
deben demostrar gran comprensión y voluntad de ayuda.
A los que no tienen una familia natural, hay que abrirles todavía
más las puertas de la gran familia que es la Iglesia, la cual se
concreta a su vez en la familia diocesana y parroquial, en las
comunidades eclesiales de base o en los movimientos
apostólicos. Nadie se sienta sin familia en este mundo: la Iglesia
es casa y familia para todos, especialmente para cuantos están
fatigados y cargados.
EXHORTACIÓN APOSTÓLICA "CHRISTIFIDELES LAICI"
(30/12/1988)
26. La comunión eclesial, aún conservando siempre su dimensión
universal, encuentra su expresión más visible e inmediata en la
parroquia. Ella es la última localización de la Iglesia; es, en cierto
sentido, la misma Iglesia que vive entre las casas de sus hijos y
de sus hijas.
Es necesario que todos volvamos a descubrir, por la fe, el
verdadero rostro de ; o sea, el «misterio» mismo de la Iglesia
presente u operante en ella. Aunque a veces le falten las personas
y los medios necesarios, aunque otras veces se encuentre
desperdigada en dilatados territorios o casi perdida en medio de
populosos y caóticos barrios modernos, no es principalmente una
estructura, un territorio, un edificio; ella es «la familia de dios,
como una fraternidad animada por el Espíritu de unidad», es
«una casa de familia, fraterna y acogedora», es la «comunidad de
los fieles».
En definitiva, está fundada sobre una realidad teológica, porque
ella es una comunidad eucarística. Esto significa que es una
comunidad idónea para celebrar la Eucaristía, en la que se
encuentran la raíz viva de su edificación y el vínculo sacramental
de su existir en plena comunión con toda la Iglesia.
Tal idoneidad radica en el hecho de ser una comunidad de fe y
una comunidad orgánica, es decir, constituida por los ministros
ordenados y por los demás cristianos, en la que el párroco ¾ que
representa al Obispo diocesanoo_es el vínculo jerárquico con
toda la Iglesia particular.
Ciertamente es inmensa la tarea que ha de realizar la Iglesia en
nuestros días; y para llevarla a cabo no basta sola. Por esto, el
Código de Derecho Canónico prevé formas de colaboración entre
parroquias en el ámbito del territorio y recomienda al Obispo el
cuidado pastoral de todas las categorías de fieles, también en
aquéllas a las que no llega la cura pastoral ordinaria. En efecto,
son necesarios muchos lugares y formas de presencia y de acción,
para poder llevar la palabra y la gracia del Evangelio a las
múltiples y variadas condiciones de vida de los hombres de hoy.
Igualmente, otras muchas funciones de irradiación religiosa y de
apostolado de ambiente en el campo cultural, social, educativo,
profesional, etc., no pueden tener como centro o punto de
partida. Sin embargo, también en nuestros días está conociendo
una época nueva y prometedora.
Como decía Pablo VI, al inicio de su pontificado, dirigiéndose al
Clero romano: «Creemos simplemente que la antigua y venerada
estructura de la parroquia tiene una misión indispensable y de
gran actualidad; a ella corresponde: crear la primera comunidad
del pueblo cristiano; iniciar y congregar al pueblo en la normal
expresión de la vida litúrgica; conservar y reavivar la fe en la
gente de hoy; suministrarle la doctrina salvadora de Cristo;
practicar en el sentimiento y en las obras la caridad sencilla de
las obras buenas y fraternas».
Por su parte, los Padres sinodales han considerado atentamente
la situación actual de muchas parroquias, solicitando una
decidida renovación de las mismas: «Muchas parroquias, sea en
regiones urbanas, sea en tierras de misión, no pueden funcionar
con plenitud efectiva debido a la falta de medios materiales o de
ministros ordenados, o también a causa de la excesiva extensión
geográfica y por la condición especial de algunos cristianos ¾
como, por ejemplo, los exiliados y los emigrantes .
Para
que
todas
estas
parroquias
sean
verdaderamente
comunidades cristianas, las autoridades locales deben favorecer:
a) la adaptación de las estructuras parroquiales con la amplia
flexibilidad que concede el Derecho Canónico, sobre todo
promoviendo
la
participación
de
los
laicos
en
las
responsabilidades pastorales;
b) las pequeñas comunidades eclesiales de base, también
llamadas
comunidades
vivas,
donde
los
fieles
pueden
comunicarse mutuamente la Palabra de Dios y manifestarse en el
recíproco servicio y en el amor;
b) estas comunidades son verdaderas expresiones de la
comunión eclesial y centros de evangelización, en comunión con
sus Pastores». Para la renovación de las parroquias y para
asegurar mejor su eficacia operativa, también se deben favorecer
formas institucionales de cooperación entra
las diversas
parroquias de un mismo territorio.
CARTA ENCÍCLICA "REDEMPTORIS MISSIO" (07/12/1990)
Las comunidades eclesiales de base fuerza evangelizadora
RMi 51a. Un fenómeno de rápida expansión en las jóvenes
Iglesias, promovido, a veces, por los Obispos y sus Conferencias
como opción prioritaria de la pastoral, lo constituyen las
«comunidades eclesiales de base» ¾ conocidas también con otros
nombres¾ , que están dando prueba positiva como centros de
formación cristiana y de irradiación misionera. Se trata de grupos
de cristianos a nivel familiar o de ámbito restringido, los cuales
se reúnen para la oración, la lectura de la Escritura, la catequesis,
para compartir problemas humanos y eclesiales de cara a un
compromiso común. Son un signo de vitalidad de la Iglesia,
instrumento de formación y de evangelización, un punto de
partida válido para una nueva sociedad fundada sobre la
«civilización del Amor».
RMi 51b. Estas comunidades descentralizan y articulan la
comunidad parroquial a la que permanecen siempre unidas; se
enraízan en ambientes populares y rurales, convirtiéndose en
fermento de vida cristiana, de atención a los últimos, de
compromiso en pos de la transformación de la sociedad.
En ellas cada cristiano hace una experiencia comunitaria, gracias
a la cual también él se siente un elemento activo, estimulado a
ofrecer su colaboración en las tareas de todos. De este modo, las
mismas comunidades son instrumento de evangelización y de
primer anuncio, así como fuente de nuevos ministerios, a la vez
que, animadas por la caridad de Cristo, ofrecen también una
orientación sobre el modo de superar divisiones, tribalismos y
racismos.
RMi 51c. En efecto, toda comunidad, para ser cristiana, debe
formarse y vivir en Cristo, en la escucha de la Palabra de Dios, en
la oración centrada en la Eucaristía, en la comunión expresada en
la unión de corazones y espíritus, así como en el compartir según
las necesidades de los miembros (cfr Act 2, 42-47). Cada
comunidad ¾ recordaba Pablo VI¾ debe vivir unida a la Iglesia
particular y universal, en sincera comunión con los Pastores y el
Magisterio, comprometida en la irradiación misionera y evitando
toda forma de cerrazón y de instrumentalización ideológica. Y el
Sínodo de los Obispos ha afirmado:
«Porque la Iglesia es comunión, las así llamadas nuevas
comunidades de base, si verdaderamente viven en la unidad con
la Iglesia, son verdadera expresión de comunión e instrumento
para edificar una comunión más profunda. Por ello, dan una gran
esperanza para la vida de la Iglesia».
EXHORTACIÓN APOSTÓLICA POSTSINODAL "ECCLESIA
IN AFRICA" (14/09/1995)
Comunidades eclesiales vivas
89. Los Padres sinodales reconocieron rápidamente que la Iglesia
como familia sólo puede dar su medida de Iglesia ramificándose
en comunidades suficientemente pequeñas que permitan
estrechas relaciones humanas. Las características de dichas
comunidades fueron sintetizadas así por la Asamblea: deben ser
lugares donde se atienda en primer lugar a la propia
evangelización para después llevar la Buena Nueva a los demás,
por eso deben ser lugares de oración y de escucha de la palabra
de Dios; de responsabilización de sus propios miembros; de
aprendizaje de vida eclesial, de reflexión sobre los distintos
problemas humanos, a la luz del evangelio. En ellas se deben
comprometer sobre todo a vivir el amor universal de Cristo que
trasciende las barreras de las solidaridades naturales de los
clanes, tribus u otros grupos de interés.
EXHORTACIÓN APOSTÓLICA "ECCLESIA IN AMÉRICA"
(22/01/1999)
73. La acción proselitista, que las sectas y nuevos grupos
religiosos desarrollan en no pocas partes de América, es un grave
obstáculo para el esfuerzo evangelizador. La palabra «
proselitismo » tiene un sentido negativo cuando refleja un modo
de ganar adeptos no respetuoso de la libertad de aquellos a
quienes se dirige una determinada propaganda religiosa.
La Iglesia católica en América censura el proselitismo de las
sectas y, por esta misma razón, en su acción evangelizadora
excluye el recurso a semejantes métodos. Al proponer el
Evangelio de Cristo en toda su integridad, la actividad
evangelizadora ha de respetar el santuario de la conciencia de
cada individuo, en el que se desarrolla el diálogo decisivo,
absolutamente personal, entre la gracia y la libertad del hombre.
Ello ha de tenerse en cuenta especialmente respecto a los
hermanos cristianos de Iglesias y Comunidades eclesiales
separadas de la Iglesia católica, establecidas desde hace mucho
tiempo en determinadas regiones.
Los lazos de verdadera comunión, aunque imperfecta, que,
según la doctrina del Concilio Vaticano II, tienen esas
comunidades con la Iglesia católica, deben iluminar las actitudes
de ésta y de todos sus miembros respecto a aquéllas. Sin
embargo, estas actitudes no han de poner en duda la firme
convicción de que sólo en la Iglesia católica se encuentra la
plenitud de los medios de salvación establecidos por Jesucristo.
Los avances proselitistas de las sectas y de los nuevos grupos
religiosos en América no pueden contemplarse con indiferencia.
Exigen de la Iglesia en este Continente un profundo estudio, que
se ha de realizar en cada nación y también a nivel internacional,
para descubrir los motivos por los que no pocos católicos
abandonan la Iglesia.
A la luz de sus conclusiones será oportuno hacer una revisión de
los métodos pastorales empleados, de modo que cada Iglesia
particular ofrezca a los fieles una atención religiosa más
personalizada, consolide las estructuras de comunión y misión, y
use las posibilidades evangelizadoras que ofrece una
religiosidad popular purificada, a fin de hacer más viva la fe de
todos los católicos en Jesucristo, por la oración y la meditación de
la palabra de Dios.
Por otra parte, como señalaron algunos Padres sinodales, hay que
preguntarse si una pastoral orientada de modo casi exclusivo a
las necesidades materiales de los destinatarios no haya
terminado por defraudar el hambre de Dios que tienen esos
pueblos, dejándolos así en una situación vulnerable ante
cualquier oferta supuestamente espiritual.
Por eso, « es indispensable que todos tengan contacto con Cristo
mediante el anuncio kerigmático gozoso y transformante,
especialmente mediante la predicación en la liturgia ».
Una Iglesia que viva intensamente la dimensión espiritual y
contemplativa, y que se entregue generosamente al servicio de la
caridad, será de manera cada vez más elocuente testigo creíble de
Dios para los hombres y mujeres en su búsqueda de un sentido
para la propia vida. Para ello es necesario que los fieles pasen de
una fe rutinaria, quizás mantenida sólo por el ambiente, a una fe
consciente vivida personalmente. La renovación en la fe será
siempre el mejor camino para conducir a todos a la Verdad que
es Cristo.
Para que la respuesta al desafío de las sectas sea eficaz, se
requiere una adecuada coordinación de las iniciativas a nivel
supradiocesano, con el objeto de realizar una cooperación
mediante proyectos comunes que puedan dar mayores frutos.
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APOLINARIO, Abraham. Las Comunidades Eclesiales de
Base. En: Misiones Extranjeras. 2002, enero-febrero, n.187,
117-127.
APOLINARIO, Abraham. Las Comunidades Eclesiales de
Base. En: Misiones Extranjeras. 2002, marzo-abril, n.188,
117-127.
GÓMEZ DE SOUZA, Luiz Alberto. En los Orígenes de
Medellín: De la Acción Católica a las Comunidades
Eclesiales de Base y a las Pastorales Sociales. 1950-1968.
En: Concilium. 2002, junio, n.296, 357-363.
I. Origen 7
1) ¿Qué es una comunidad eclesial de base? 7
2) ¿Cómo nace y cómo se desarrolla? 7
3) Inspirada en la Comunidad Eclesiástica Primitiva 9
4) Contexto 10
a) Reveladora de una situación concreta en América
Latina 10
b) Se aprende a partir de la experiencia 11
c) Integra la cultura "Inculturación" 11
d) Objetivos 11
II Eclesiología 12
1) Sacramento de Unidad 12
a) Modelo Sinagogal 12
b) Comunión y fraternidad 13
c) Identidad Eclesial 13
2) "Una nueva manera de ser Iglesia" 15
a) Principio de transformación eclesial 16
b) Da forma y estructura a la Iglesia 16
c) Signo de vitalidad de la Iglesia 16
d) Iglesia participativa 17
3) Lugar teológico Liberador 17
a) Teología práctica que "es vida" 18
i) Parte de una fe compartida 18
ii) Desde los más pobre 19
b) Teología que hacen las comunidades 19
i) De carácter popular: desde "la Base" 19
4) Parroquia Comunidad de Comunidades 19
a) Descentraliza y renueva la estructura parroquial
20
b) Privilegia la sacramentalidad eclesial 20
c) Enraíza en ambiente populares y rurales 21
III Pastoral 21
1) Teología pastoral a partir de la praxis 21
2) Papel del Pastor 21
3) Comunidad Servidora 22
4) Los laicos comparten la responsabilidad pastoral 22
5) Grupo fermento 22
6) Anuncia el Kérygma 22
7) Taller de Evangelización comunitaria 23
8) Fuente de ministerios (no ordenador y sacramentales) y
de servicio 24
9) De marcada formación bíblica y catequética 24
10) Atención a la Pastoral Popular 25
11) Tomando en cuenta la dignidad de la persona humana
25
IV Antropología 25
V Conformación 26
1) Espontáneo y fraterno 26
2) De Base: de pocos miembros, grupos pequeños 27
3) Células de la Comunidad Parroquial 27
4) Grupo fermento 27
5) Focos de evangelización 28
VI Liturgia 28
1) Expresión Litúrgica 28
2) La Palabra de Dios 28
3) La Eucaristía 29
4) Otras Celebraciones 29
5) Servicios y Ministerios 29
6) Espiritualidad 31
VII Evangelización-Misión 31
1) Fomenta el Espíritu Misionero 31
2) Crece la conciencia de la misión Ad Gentes 32
3) Los pobres nos evangelizan 33
4) Lugar de apoyo para la misma Iglesia 33
5) Fuerza e instrumento de evangelización 34
VIII Valoración y desafíos 34
1) Nuevo estilo de sociedad 34
2) Una Iglesia de rostro diferente 34
3) Modelo Comunitario Organizado 35
4) Protagonista de un nuevo orden 35
5) Compromiso socio-político 35
Conclusión 37
ANEXOS
Textos en Documentos Pontificios que hacen referencia a las
CEBs 38
EXHORTACIÓN APOSTÓLICA «EVANGELII NUNTIANDI»
(1.975) 38
EXHORTACIÓN APOSTÓLICA "CATECHESI TRADENDAE"
(16/10/1979) 40
EXHORTACIÓN APOSTÓLICA "FAMILIARIS CONSORTIO"
(22/11/1981) 41
EXHORTACIÓN APOSTÓLICA "CHRISTIFIDELES LAICI"
(30/12/1988) 42
CARTA ENCÍCLICA "REDEMPTORIS MISSIO" (07/12/1990) 43
EXHORTACIÓN APOSTÓLICA POSTSINODAL "ECCLESIA
IN AFRICA"
(14/09/1995) 44
EXHORTACIÓN APOSTÓLICA "ECCLESIA IN AMERICA"
(22/01/1999) 45
BIBLIOGRAFÍA SOBRE COMUNIDADES ECLESIALES DE
BASE 47
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