Consejo Episcopal Latinoamericano CELAM Instituto Teológico Pastoral para América latina ITEPAL ORIGEN FUNDAMENTO Y ESPIRITUALIDAD DE LASCOMUNIDADES ECLESIALES DE BASE Monseñor: Cesar José Porras De República de Venezuela Bogotá 09 de Septiembre de 2003 Siglas CL EXHORTACIÓN APOSTÓLICA "CHRISTIFIDELES LAICI" (30/12/1988) CT EXHORTACIÓN APOSTÓLICA "CATECHESI TRADENDAE" (16/10/1979) EAf EXHORTACIÓN APOSTÓLICA POSTSINODAL "ECCLESIA IN AFRICA" (14/09/1995) EAm EXHORTACIÓN APOSTÓLICA "ECCLESIA IN AMERICA" (22/01/1999) EN EXHORTACIÓN APOSTÓLICA "EVANGELII NUNTIANDI" (1.975) FC EXHORTACIÓN APOSTÓLICA "FAMILIARIS CONSORTIO" (22/11/1981) GS GAUDIUM ET SPES, CONCILIO VATICANO II° LG LUMEN GENTIUM, CONCILIO VATICANO II° M DOCUMENTO DE MEDELLÍN, 1968 P DOCUMENTO DE PUEBLA, 1979 RM CARTA ENCÍCLICA "REDEMPTORIS MISSIO" (07/12/1990) SD DOCUMENTO DE SANTO DOMINGO, 1992 TABLA DE CONTENIDOS I. Origen 1) ¿Qué es una comunidad eclesial de base? 2) ¿Cómo nace y cómo se desarrolla? 3) Inspirada en la Comunidad Eclesiástica Primitiva 4) Contexto a) Reveladora de una situación concreta en América Latina b) Se aprende a partir de la experiencia c) Integra la cultura "Inculturación" d) Objetivos Eclesiología 1) Sacramento de Unidad Modelo Sinagogal b) Comunión y fraternidad c) Identidad Eclesial 2) "Una nueva manera de ser Iglesia" a) Principio de transformación eclesial b) Da forma y estructura a la Iglesia c) Signo de vitalidad de la Iglesia d) Iglesia participativa 3) Lugar teológico Liberador a) Teología práctica que "es vida" i) Parte de una fe compartida ii) Desde los más pobre b) Teología que hacen las comunidades i) De carácter popular: desde "la Base" 4) Parroquia Comunidad de Comunidades a) Descentraliza y renueva la estructura parroquial b) Privilegia la sacramentalidad eclesial c) Enraíza en ambiente populares y rurales Pastoral 1) Teología pastoral a partir de la praxis 2) Papel del Pastor 3) Comunidad Servidora 4) Los laicos comparten la responsabilidad pastoral 5) Grupo fermento 6) Anuncia el Kérygma 7) Taller de Evangelización comunitaria 8) Fuente de ministerios (no ordenador y sacramentales) y de servicio 9) De marcada formación bíblica y catequética 10) Atención a la Pastoral Popular 11) Tomando en cuenta la dignidad de la persona humana Antropología Conformación 1) Espontáneo y fraterno 2) De Base: de pocos miembros, grupos pequeños 3) Células de la Comunidad Parroquial 4) Grupo fermento 5) Focos de evangelización Liturgia Expresión Litúrgica La Palabra de Dios La Eucaristía Otras Celebraciones Servicios y Ministerios Espiritualidad Evangelización-Misión 1) Fomenta el Espíritu Misionero 2) Crece la conciencia de la misión Ad Gentes 3) Los pobres nos evangelizan 4) Lugar de apoyo para la misma Iglesia 5) Fuerza e instrumento de evangelización Valoración y desafíos 1) Nuevo estilo de sociedad 2) Una Iglesia de rostro diferente 3) Modelo Comunitario Organizado 4) Protagonista de un nuevo orden 5) Compromiso socio-político EXHORTACIÓN APOSTÓLICA «EVANGELII NUNTIANDI» (1.975) EXHORTACIÓN APOSTÓLICA "CATECHESI TRADENDAE" (16/10/1979) EXHORTACIÓN APOSTÓLICA "FAMILIARIS CONSORTIO" (22/11/1981) EXHORTACIÓN APOSTÓLICA "CHRISTIFIDELES LAICI" (30/12/1988) CARTA ENCÍCLICA "REDEMPTORIS MISSIO" (07/12/1990) EXHORTACIÓN APOSTÓLICA POSTSINODAL "ECCLESIA IN AFRICA" (14/09/1995) EXHORTACIÓN APOSTÓLICA "ECCLESIA IN AMERICA" (22/01/1999) BIBLIOGRAFÍA SOBRE COMUNIDADES ECLESIALES DE BASE INTRODUCCIÓN Ha sido un tema apasionante, que cada día toma mayor vigor y se revaloriza en toda América Latina. Intento presentar un itinerario bastante completo, donde vemos a las Comunidades Eclesiales de Base (en adelante CEBs) desde diversos ángulos o fases: Origen, Eclesiología, Pastoral, Antropología, su Conformación, La Liturgia, La EvangelizaciónMisión, su valorización y desafíos. Cada tema es como una ventana que nos lanza dentro de tema abordado, cada uno desde su peculiaridad aborda el estado de la cuestión. A las CEBs en sus inicios se les veía con cierta desconfianza y reparo por la vinculación tan estrecha con la teología de la liberación, sin embargo, los obispos y las conferencias episcopales de América se han pronunciado a favor de las CEBs en diversos documentos colectivos o personales, apostando a ella como un método novedoso y eficaz de ser Iglesia. La Santa Sede por su parte, sobre todo en el Magisterio >Pontificio la ha dado un espaldarazo enorme al presentarla en diversos documentos como paradigma de una nueva evangelización. Limitaciones y obstáculos que se me han presentado: Sobre todo el tiempo, ya que cada profesor exigía una serie de trabajos cotidianos a lo largo del curso que robado el tiempo necesario para dedicarlo a la investigación. Se ha decantado la bibliografía existente en ITEPAL, la que me ha permitido que haya sido bastante fluido el presente trabajo. I I. Origen 1) ¿Qué es una comunidad eclesial de base? La CEBs es un grupo de cristianos con intereses afines que en nombre de Cristo se reúnen para crecer y madurar en la fe, en íntima armonía con el pastor propio de su comunidad. "Un fenómeno de rápida expansión en las jóvenes Iglesias, promovido, a veces, por los Obispos y sus Conferencias como opción prioritaria de la pastoral, lo constituyen las «comunidades eclesiales de base» conocidas también con otros nombres, que están dando prueba positiva como centros de formación cristiana y de irradiación misionera. Se trata de grupos de cristianos a nivel familiar o de ámbito restringido, los cuales se reúnen para la oración, la lectura de la Escritura, la catequesis, para compartir problemas humanos y eclesiales de cara a un compromiso común. Son un signo de vitalidad de la Iglesia, instrumento de formación y de evangelización, un punto de partida válido para una nueva sociedad fundada sobre la «civilización del Amor» 2) ¿Cómo nace y cómo se desarrolla? Las CEBs surgieron alrededor de los años 60, cuando una nueva forma de ser Iglesia en las Bases dentro de una antigua forma de ser Iglesia. En la década de los 70 las CEBs dejaron de ser novedad. Particularmente a fines de los 70 y en la década de los 80 fueron cuestionadas. El Documento fundante, la "eclesiogénesis", inspiradas en las primeras comunidades cristianas y en el Vaticano II°, tienen como texto fundante la Asamblea General del Episcopado Latinoamericano celebrado en Medellín, establece en el documento sobre la Pastoral de Conjunto, n° 10.15. Texto aprobado por Pablo VI y por él retomado en su Encíclica Evangelii Nuntiandi, en este documento las CEBs son concebidas como estructuras de la Iglesia: "La vivencia de la comunión a la que ha sido llamado, debe encontrar el cristiano en sus Comunidades de Base, es decir, una comunidad local o ambiental, que corresponda a la realidad de un grupo homogéneo y que tenga una dimensión tal que permita el trato personal, fraterno entre sus miembros". La Conferencia Episcopal Latinoamericana, celebrada en Puebla, México, trató de aplicar a esta experiencia las enseñanzas del Evangeliun Nuntiandi (sobre todo el número 58). En 1982 los Obispos de Brasil emiten un documento titulado: "Las Comunidades Eclesiales de Base en el Brasil". Las CEBs han llegado a ocupar un puesto tan significativo en la Iglesia Latinoamericana gracias a la acción del Espíritu Santo en muchos cristianos, creyentes y oprimidos, que de forma sencilla, paciente y profética van construyendo las células de la Iglesia. La Redeptoris Misivo señala que las CEBs es un "fenómeno de rápida expansión" promovida a veces por la Jerarquía de la Iglesia: los Obispos y las Conferencias Episcopales "como acción prioritaria de la pastoral" (RM 51ª). La nueva Eclesiología promulgada por el Vat. IIº. Comienza a hablar de <<Pueblo de Dios>>, como comunidad de creyentes seguidores de Cristo. La Asamblea del Episcopado Latinoamericano en Medellín, Colombia, 1968, representa para la historia de las comunidades eclesiales de base un punto fundamental, en cuanto constituye el momento de su conocimiento oficial. Los factores naturales que hicieron posibles la aparición de las comunidades eclesiales de base en los años 60 fueron muy distintos de las condiciones que se dan actualmente. El acento grupal de las CEBs está puesto en la misma base que es la comunidad. El adjetivo popular viene del campo cultural y político, en contraposición al "Burgués". Nace como la hierba, en cualquier sitio, se inicia de forma casi espontánea en las barriadas muy pobres que conforman el cinturón de miseria que circundan nuestras grandes ciudades, también es un terreno propicio que se presta para su implantación las zonas rurales, es decir las clases más pobres y marginales. Se inicia bajo la sombra de la Teología de La Liberación, en su nacimiento se les miraba con gran recelo y desconfianza, como células clandestinas de una izquierda cristiana. La Iglesia debe ser fuerza de liberación en la historia, la inmensa mayoría vive en un empobrecimiento cultural y material, no juegan con las mismas oportunidades que tienen los hijos de los ricos en la educación, en la alimentación, el vestido, la salud, la vivienda, etc. Viven hacinados, sin esperanza, todo esto ha servido como abono para que las CEBs prendan de forma casi espontánea. En sus inicios fueron comunidades contestatarias, pero poco a poco se han transformado en células vivas donde se respiran clima de espiritualidad, sin perder la dimensión social para la cual se forman y asumen su sentido de pertenencia en la Iglesia local y un papel protagonizo en la sociedad. Inicialmente estaban inclinadas a un compromiso político, mediaciones sociales y políticas. Logrando criticar la fe desde ámbito socio- político. Se exige una opción real y no solo teórica por los más pobres. Todo esto ha venido evolucionando y hoy tenemos el mismo fenómeno pero de múltiples características que impiden tipificar las CEBs con un solo acento, se ha ido amortiguando la inclinación socio- política, pero hoy las CEBs se forman en la Doctrina Social de La Iglesia y asumen los miembros de las CEBs el compromiso cristiano dentro de la sociedad para una transformación del entorno a través de múltiples actividades tales como: Juntas de Vecinos, Comunidades Educativas de Padres y Representantes, Juntas Parroquiales, Juntas Comunales, Sindicatos, hasta Concejales y Parlamentarios de un compromiso cristiano definido. 3) Inspirada en la Comunidad Eclesiástica Primitiva Se inspiran en el Capítulo 2 de los Hechos de los Apóstoles, intentando volver a las fuertes del cristianismo originario, tal como lo fue la primitiva comunidad: se reunía con frecuencia y lo tenían todo en común. Esa vivencia de comunión es lo más original del cristianismo, el cristiano no es un ser aislado que tiene una espiritualidad solamente vertical que le comunica con Dios ajeno a las realidades que tiene a su alrededor. Si no exactamente todo lo contrario, ya que "vive de su fe" la hace operativamente con quienes viven a su alrededor para hacerla "familia de Dios". "Perseveraban asiduamente en la doctrina de los apóstoles y en la comunión, en la fracción del pan y en las oraciones. El temor sobrecogía a todos, y por medio de los apóstoles se realizaban muchos prodigios y señales. Todos los creyentes estaban unidos y tenían todas las cosas en común. Vendían las posesiones y los bienes y los repartían entre todos, según las necesidades de cada uno. Todos los días acudían al Templo con un mismo espíritu, partían el pan en las casas y comían juntos con alegría y sencillez de corazón, alabando a Dios y gozando del favor de todo el pueblo. Todos los días el Señor incorporaba a los que habían de salvarse" (Hch 2,42-47) Sorprendente paralelismo, las actuales comunidades eclesiales de base se encuentran en las primeras comunidades cristianas de los tres primeros siglos. Nos orienta el Documento de Medellín "La comunidad cristiana de base es así el primero y fundamental núcleo eclesial, que debe, en su propio nivel, responsabilizarse de las riquezas y expansión de la fe, como también del culto que es su expresión". Estamos ante un fenómeno de un nuevo orden, que aunque se inició en la Iglesia Primitiva llevaba XX siglos ignorado, lo más obvio y lo más elemental es la misma comunidad de base, la Iglesia es personalista, se busca a cada uno por su nombre. La masificación despersonaliza, pasa a un anonimato mezclado en la masa, por eso lo elemental está en buscar gente de mi propio nivel: religioso, intelectual, cultural, etc., que tenga los mismos intereses en común para conformar esta célula inicial de vida cristiana, para compartir las riquezas de la fe y llevarla a los más cercanos, la fe es difusa y como tal se contagia, se pega, se expande. Pero este núcleo inicial como célula organizada también tiene dimensión vertical, necesita de esa dimensión litúrgica descendente de Dios que salva, libera y santifica al hombre y ascendente del hombre que alaba, da gracias y glorifica a Dios. "La vivencia de la comunión a que ha sido llamado, debe encontrarla el cristiano, en su "comunidad de base": es decir, una comunidad local o ambiental que corresponda a un grupo homogéneo" Medellín 15 (10). 4) Contexto a) Reveladora de una situación concreta en América Latina Lo primero que hay que decir es que nacen en comunidades muy pobres, marginales, explotadas y nos revelan las condiciones de las personas humildes en este Continente y su situación de abandono, opresión, ignoradas de los regímenes, en condiciones de subdesarrollo y de miseria crítica. Sobre el término "base" hay un gran abanico de acepciones: para algunos son los pobres de la sociedad, los excluidos, que han encontrado en las CEBs su lugar dentro de la Iglesia. En este sentido la base la compone los más pobres, que en América latina es la gran mayoría. La Iglesia como pueblo de Dios se identifica con los más pobres, "los pobres son la base". Otros la identifican la base con el grupo más cercano. Este criterio sociológico hace oposición entre la sociedad globalizada, anónima e impersonal y el pequeño grupo de vecinos. También hay quienes ven en "la base" grupos de personas con el mismo interés. Es evidente que en América Latina las experiencias de las CEBs se han iniciado en los medios rurales y en medio del gran cinturón de miseria que circundan nuestras ciudades. La incuria pastoral ha llevado más rápidamente a los laicos de las zonas dispersas por los campos a asumir responsabilidades, ministerios y asumir las riendas de la misma Iglesia en estas pequeñas células cristianas. Hay un denominador común en todas las CEBs y es la el trabajo con el pueblo más humildes, la Iglesia trabaja con la clase social más necesitada, los acompaña en sus luchas y se siente se identifica con ellos. b) Se aprende a partir de la experiencia Las comunidades eclesiales de base, surgieron como respuesta al espíritu de Dios, que se manifiesta en los pobres. Las enseñanzas sencillas en las personas humildes: la solidaridad, fraternidad, vivir en comunidad, la comunicación, el servicio, el desprendimiento, la magnanimidad, son entre otras, virtudes que se ejercitan entre los pobres. No existe un guión elaborado, ni se tiene todo lo que se va a compartir estructurado, es más bien de forma espontánea y se retroalimenta de la misma experiencia de los miembros que ponen en común. c) Integra la cultura "Inculturación" La Inculturación exige una comprensión de la cultura y de sus sujetos. La Inculturación de las comunidades eclesiales de base favorece el dialogo y el servicio. Un proceso de comprensión de la cultura o de las culturas nos proporciona un auténtico conocimiento de las diversas dimensiones culturales. La Inculturación nos pide que tengamos estructuras flexibles, de acuerdo con las necesidades. d) Objetivos "Buscamos un cambio personal, social y eclesial, mediante la vivencia de nuestra fe Partiendo de la realidad y del evangelio, buscamos una nueva sociedad mediante la colaboración de todos y así alcanzar el bienestar, la igualdad y a una auténtica liberación Buscamos construir la Iglesia de los pobres: a través de nuestro testimonio ir siendo un pueblo profético, a través de nuestro ministerio ir viviendo el sacerdocio de Cristo y a través de nuestros servicios personales y comunitarios ir haciendo presente el Reino de Dios". II Eclesiología 1) Sacramento de Unidad Se percibe la unidad de la Iglesia en el trabajo unido a sus pastores, en formar parte de un todo. No son grupos anárquicos sino en estrecha dependencia con la Iglesia particular. "Las CEBs no son un movimiento en la Iglesia, sino la Iglesia en movimiento desde la Base, a modo de fermento" La aplicación del Concilio Vaticano II° fortaleció toda una experiencia de pequeñas comunidades llamadas CEBs. Iglesia, Pueblo de Dios, o Iglesia, Sacramento de unidad. No hay nada tan dispar en del espíritu del cristianismo primitivo como la idea de un poder que no sea servicio fraternal dentro de la Iglesia. Esto requiere cohesión y trabajo en equipo en las diferentes pastorales, para poder brindar un servicio eficaz a las CEBs. a) Modelo Sinagogal Las primeras comunidades de base nacieron de la Sinagoga y encontraron en ella el ambiente necesario para crecer y desarrollarse, la sinagoga no significa la inserción psicológica en un lugar sino, al contrario, la relación con un grupo humano determinado. La Sinagoga no es local sino grupal. Los primeros cristianos tenían un sentido agudo de la provisionalidad e intentaban no organizar demasiado las cosas para no estorbar el paso libre del Espíritu Santo, que "sopla por donde quiere". Hay un sorprendente paralelismo, entre las comunidades eclesiales de base se encuentran en las primeras comunidades cristianas de los tres primeros siglos y las actuales. b) Comunión y fraternidad Corresponde a toda la Iglesia a tomar posición, pues donde esta su base debe estar todo el cuerpo, o se queda mutilado el cuerpo de Cristo. Nos situamos en la tensión existente entre la Eclesiología de comunión a partir de los pobres y la Eclesiología que posee una visión jurídico societaria. ¿Por qué la Iglesia es comunión? Las nuevas comunidades eclesiales de base, si verdaderamente viven en la unidad de la Iglesia, son verdaderas expresión de comunión e instrumento para edificar una comunión más perfecta. Es el polo opuesto al aislamiento individualista. En las comunidades se viven de manera concreta los dos ejes señalados en el documento la comunión y la participación. El episcopado latinoamericano al hablar de las comunidades eclesiales de base, se propuso orientar la comunidad humana y transformarse en <<familia de Dios>>a través de pequeños núcleos de comunidades de fe, esperanza y caridad. En las CEBs cada cristiano hace una experiencia comunitaria, gracias a la cual también el se siente elemento activo, estimulando a ofrecer su colaboración en la tarea de todos (RM51b). "Lo que confiere a un grupo de cristianos su carácter eclesial, además del vínculo con el Obispo y con toda la Iglesia Universal es: El Anuncio del Evangelio, la Palabra de Dios se congrega en la fe de los fieles La celebración de la Cena del Señor El ejercicio de la Caridad" Estos pasos se dan en las CEBs y esto le da su fundamentación teológica como Iglesia de comunión y fraternidad. c) Es una eclesialidad vivida El cristiano da sus primeros pasos de unidad entre la gran familia de los bautizados en Cristo, al convocarlos y reunirlos en su nombre. Ya por este mismo hecho se está haciendo la Iglesia "Pues donde hay dos o tres reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos" (Mt 18,20). No es teoría ni ejercicio de memorización sino ejercitar en la vida práctica la doctrina cristiana, conviviendo, compartiendo, ejercitando las obras de caridad. Se da un principio de participación dentro de la Iglesia, su Eclesiología no será un mero institucionalismo, sino una eclesiología participativa en lo que se unen las aportaciones personales a las institucionales. Es participativa porque se lanza con gran pasión sobre las urgencias de la realidad eclesial, al estilo de San Pablo, el laico que cambia las estructuras sociales donde habita. d) Identidad Eclesial Las comunidades eclesiales de base desean vivir la fe como una experiencia compartida, mutuamente alimentada y compartida por sus miembros. Se organizan en comunidades de Fe y de Vida, autónomas en su creatividad, de acuerdo con las necesidades concretas y con las exigencias del evangelio. En ellas se valora el sacerdocio común de los fieles. El debate actual sobre la identidad eclesial de las comunidades de base esta cifrado en como renovar y descentralizar la estructura parroquial, hoy se discute la dimensión sociológica de la identidad eclesial, las comunidades de base dan forma a la estructura de la iglesia. No es una Iglesia paralela. El Magisterio Pontificio es cada vez más recurrente al hacerle un reconocimiento oficial dentro de sus documentos, presentándolas como paradigma de una nueva cristiandad. Ha nacido bajo la sombra de los Obispos, con beneplácito y aprobación, son numerosas las Cartas Pastorales de todas las Conferencias Episcopales reconociéndolas y exhortándolas a seguir adelante. Se presenta una gran armonía entre fe y vida, la conjugan de forma acertada y del testimonio que con sus hechos los profesan. Es un trabajo mancomunado con la Parroquia a la cual pertenecen, nunca trabajan de forma anárquica o independiente, hay una coordinación que se ejerce de las tomas de decisiones de la pastoral parroquial a la cual se someten obedientemente. "El discernimiento teológico vivido por los padres conciliares sobre la vida y misión de la Iglesia los llevó a ahondar en los temas fundamentales... la cuestión básica que abordó, se resume en: ¿qué es la Iglesia? Es esta pregunta la que ocupa centralmente la Constitución dogmática pastoral Lumen Gentium". "Los padres conciliares nos ofrecen varias "definiciones e imágenes", que estos años posteriores al Concilio el pueblo ha ido seleccionando y asumiendo entre las que destacan: La Iglesia es el Pueblo de Dios La Iglesia es Sacramento Universal de salvación La Iglesia es la comunidad de los bautizados seguidores de Jesucristo, en comunión con el Papa. A esta luz y por impulso conciliar, se va comprendiendo la Iglesia como Koinonía circular de los seguidores de Jesucristo. De diversas maneras la vida eclesial refleja su realidad profunda". " En el dinamismo conciliar, la Iglesia Latinoamericana se abre a las esperanzas y sufrimientos del continente. Por la actitud de escucha a la realidad impulsada por el Vaticano II, se recibieron, desde la Conferencia de Medellín, los clamores de nuestro pueblo" 2) "Una nueva manera de ser Iglesia" Partiendo de una visión de fe y conciencia del pobre, se va trazando su propio camino de organización. "En la década de los 70 comienza en América Latina con la mirada puesta en Medellín, y sus líneas pueden resumirse en: Mirar la realidad y la situación que viven las personas; la marginación es un pecado social. A los pobres hay que mirarlos como clase que está en el juego de una sociedad dividida. La acción eclesial hay que situarla en el plano de la justicia, no solo de la "caridad". Las comunidades cristianas son una esperanza para la Iglesia" "El sentido eclesial se manifiesta en forma de vida comunitaria. La fe no se puede vivir individualmente. Los creyentes deben reunirse para celebrar su fe y madurar en ella. Esta maduración implica el compromiso de anunciar el Reino de Dios extendiendo la onda expansiva de la Iglesia- comunidad y creando formas de vida comunitaria que sean signo de una sociedad justa y fraterna" "Las comunidades siempre presentan un nuevo rostro de la Iglesia de Cristo". Es una nueva manera de ser Iglesia donde está presente la espontaneidad de concretar el servicio a los hermanos y recuperar, el valor perenne de los ministerios como señal visible de la Iglesia en el mundo a través de sus miembros. Encarnándose en cada realidad desde lo más íntimo de ellas. Las Comunidades Eclesiales de Base son un nuevo modo de vivir la Iglesia, de ser Iglesia, y de actuar como Iglesia. Lo que se busca, implícita o explícitamente, es un nuevo modelo de Iglesia en el mundo opuestas a las estructuras anónimas. Comunidades que son la realidad del Pueblo de Dios. Pero esto no significa que las comunidades eclesiales de base sean el "modo de ser de toda la Iglesia". a) Principio de transformación eclesial Las comunidades eclesiales de base son reveladoras de la situación concreta de una Iglesia y al mismo tiempo son principios de transformación del conjunto eclesial. Hoy está en boga en el campo de la Administración política la descentralización, este descentralizar la actividad pastoral lo vienen alcanzando aquellas parroquias que cuentan con las CEBs y sirven de articulación. b) Da forma y estructura a la Iglesia Si se toma en serio el fenómeno casi presente en todo el continente y la eficacia de resultados palpables que conlleva, es para cuestionarse sobre otra forma de estructura, distinta a la tradicional con aplicaciones bíblicas que generan otra forma de ser en la Iglesia. c) Signo de vitalidad de la Iglesia La Iglesia pasa de ser representada solo por la jerarquía a ser participativa, desde las CEBs sus miembros asumen con seriedad y responsabilidad su sentido de pertenencia a la Iglesia. Su vigor, su pujanza está presente en cada comunidad, con sus peculiaridades que le dan gran sentido y variedad. Son células vivas, estructura espontánea que se percibe su importancia. d) Iglesia participativa Sus miembros se quieren y están dispuestos a sacrificarse en el trabajo mancomunado. Las comunidades eclesiales de base nacen, casi siempre de un grupo espontáneo, no es una organización burocrática, tratase de un servicio espontáneo para facilitar la comunión en todos los sentidos. 3) Lugar teológico Liberador Hoy se pone el acento en la liberación y en su labor apostólica orientada a la promoción humana integral, que no se reduce a la dimensión económica, política, cultural y social, pero que las tiene muy en cuenta, como lo dice la Evangelii nuntiandi. "Entre evangelización y promoción humana ¾ desarrollo, liberación¾ existe, efectivamente, lazos muy fuertes. Vínculos de orden antropológico, porque el hombre que hay que evangelizar no es un ser abstracto, sino un ser sujeto a los problemas sociales y económicos. Lazos de orden teológico, ya que no se puede disociar el plan de la creación del plan de la redención que llega hasta situaciones muy concretas de injusticia, a la que hay que combatir y de justicia que hay que restaurar. Vínculos de orden eminentemente evangélico como es el de la caridad: en efecto, ¿cómo proclamar el mandamiento nuevo sin promover, mediante la justicia y la paz, el verdadero, el auténtico crecimiento del hombre? Por lomismos lo indicamos, al recordar que no es posible aceptar «que la obra de evangelización pueda o deba olvidar las cuestiones extremadamente graves, tan agitadas hoy día, que atañen a la justicia, a la liberación, al desarrollo y a la paz en el mundo. Si esto ocurriera, sería ignorar la doctrina del Evangelio acerca del amor hacia el prójimo que sufre o padece necesidad»". (Evangelii nuntiandi 31) La mayoría de las comunidades eclesiales de base están integradas por pobres que toman conciencia de ser pueblo oprimido y creyentes que luchan por la liberación. Esto es lo fundamental, no es un enlatado sellado al vacío que nos tragamos, se hace, se elabora en el sitio. No se trata de que las comunidades de base han sido fruto y resultado de la teología de la Liberación, sino exactamente al revés, ha sido la teología de la Liberación la que brotado, como reflexión técnicamente elaborada. La teología primaria y fundamental, la que ha hecho posible "Teología de la Liberación", es la teología que ha brotado, no de los libros ni de la teoría, sino de la vida misma o de la forma de vivir que han asumido y llevan adelante las comunidades eclesiales de base. a) Teología práctica que "es vida" Lo que las comunidades eclesiales de base, han venido a enseñar es un nuevo modo de hacer teología, o más propiamente, un nuevo método teológico, una nueva manera de entender la fe. La fe cristiana no se puede entender desligada de la vida, en la fe es más fundamental que el saber es el vivir, que toma en serio el sufrimiento de los pobres. La teología es la reflexión sobre la fe, eso quiere decir que la teología es, antes que nada, reflexión sobre la vida. Por lo tanto, es una vida pensada y asumida conscientemente. La teología tiene que brotar, antes que nada, de la fe. Y que la fe, antes que nada es vida. Las comunidades eclesiales de base exigen la vivencia personal en la acción concreta. i) Parte de una fe compartida "En efecto, toda comunidad, para ser cristiana, debe formarse y vivir en Cristo, en la escucha de la Palabra de Dios, en la oración centrada en la Eucaristía, en la comunión expresada en la unión de corazones y espíritus, así como en el compartir según las necesidades de los miembros (Cf.. act. 2, 42-47). Cada comunidad ¾ recordaba Pablo VI. debe vivir unida a la Iglesia particular y universal, en sincera comunión con los Pastores y el Magisterio, comprometida en la irradiación misionera y evitando toda forma de cerrazón y de instrumentalización ideológica. Y el Sínodo de los Obispos ha afirmado: «Porque la Iglesia es comunión, las así llamadas nuevas comunidades de base, si verdaderamente viven en la unidad con la Iglesia, es verdadera expresión de comunión e instrumento para edificar una comunión más profunda. Por ello, dan una gran esperanza para la vida de la Iglesia» Era necesario fortalecer el valor comunitario de la fe ante una cultura que percibíamos con fuertes rasgos de individualismo. ii) Desde los más pobre Los pobres asumen un protagonismo clave en la Iglesia siempre estuvo haciendo algo por ellos, ella motivaba no solo a solo ricos para que ayudaran a los necesitados. Lo que se tenía en mira era una acción asistencialista y hasta promocional. Evangelización es ante todo encarnación. b) Teología que hacen las comunidades Son verdaderas Iglesias, surgidas desde los sótanos de la humanidad, Iglesia de los pobres. Las comunidades eclesiales de base, tal como han existido y existen en América latina, se componen fundamentalmente de gente pobre: campesinos, grupos indígenas marginales, habitantes de las más miserables barriadas y hacen su reflexión teológica a partir de la praxis vivida por ellos mismos. i) De carácter popular: desde "la Base" Las comunidades eclesiales de base tienen por misión reconstruir la Iglesia de hoy partiendo desde abajo, es una acción pastoral desde la base de nuestra sociedad. Su organización es partir de los más empobrecidos y de las diversas expresiones culturales, Puebla nos señala: "Las comunidades eclesiales de base son expresión del amor preferencial de la Iglesia por el pueblo sencillo" (Puebla 643). Si se busca que mejore la suerte de los pobres en nuestra sociedad, ellos tendrán que unirse y organizarse en función de sus propios intereses. El pueblo se libera en la medida que se concientiza y se organiza. 4) Parroquia Comunidad de Comunidades En el trabajo arduo de conformar una comunidad tras otra, en buscar del carácter "libre y espontáneo", se visualiza en una parroquia con la incorporación de esos pequeños grupos. Se trata de un modelo de Iglesia que, para su estructura básica, no se basa primordialmente en sus parroquias sino en una red de comunidades eclesiales de base. Descentraliza y renueva la estructura parroquial. Esta tendencia y búsqueda de reestructuración obedece no a una crisis coyuntural sino a una crisis estructural que exige cambios y rupturas en el modelo anterior, sin abandonarlo fundamentalmente. Ante la magnitud de la tarea evangelizadora y la escasez de agentes de evangelización, la parroquia aparece como unidad eclesial orgánica demasiado extensa. La vislumbramos como centro promotor y dinamizador de estructuras más pequeñas "las comunidades eclesiales de base" que nacen de la necesidad de vivir con más intensidad la vida de la Iglesia, o del deseo y a búsqueda de una dimensión más humana que difícilmente pueden ofrecer las comunidades eclesiales más grandes. La parroquia a su vez será comunión de comunidades, asumiendo la presencia evangelizadora de la Iglesia en un sector, barrio o población. Las comunidades eclesiales de base se reúnen regularmente y realizan sus actividades bajo la presencia de un animador. a) Descentraliza y renueva la estructura parroquial Ante la magnitud de la tarea evangelizadora y la escasez de agentes de evangelización, la parroquia aparece como unidad eclesial orgánica demasiado extensa. La vislumbramos como centro promotor y dinamizador de estructuras más pequeñas "las comunidades eclesiales de base" que nacen de la necesidad de vivir con más intensidad la vida de la Iglesia, o del deseo y a la búsqueda de una dimensión más humana que difícilmente pueden ofrecer las comunidades eclesiales más grandes. La parroquia a su vez será comunión de comunidades. b) Privilegia la sacramentalidad eclesial Se convierte la Iglesia en Sacramento de salvación Universal, buscando una participación de tal forma que llegue a todos el mensaje de salvación y puedan disfrutar de él. "Estas comunidades descentralizan y articulan la comunidad parroquial a la que permanecen siempre unidas; se enraízan en ambientes populares y rurales, convirtiéndose en fermento de vida cristiana, de atención a los últimos, de compromiso en pos de la transformación de la sociedad" También es preocupación de las CEBs la vida sacramental de la comunidad, brindando formación y facilitando la vida de gracia d sus miembros. c) Enraíza en ambiente populares y rurales Esta es la primera característica que dan las experiencias: generalmente las comunidades eclesiales de base nacen en zona marginales de las grandes ciudades y en el campo y se han desarrollado en los ambientes populares, en la base de la sociedad. Los pobre eran considerados mas como objetos de beneficencia, que sujetos de evangelización. No poseen bienes de fortuna, pero son personas tan amplias, abiertas, con la mejor disposición de acoger el mensaje de salvación y mayor disponibilidad de tiempo para la evangelización. III Pastoral 1) Teología pastoral a partir de la praxis Atención, aprecio y dedicación a la pastoral popular. Se trata de un acontecimiento teológico, es la teología pastoral, las comunidades eclesiales de base han sido y son la experiencia pastoral, acontecimiento teológico que ha brotado de la praxis. 2) Papel del Pastor Hace del ministerio sacerdotal una aventura cristiana. Lleva a poner al servicio del reino y de la Iglesia, su sacramento, todas las capacidades humanas, lleva a inventar el camino de la Iglesia, a sentirse colaborador corresponsable del Señor. Es un antídoto contra la rutina y la instalación social. Dentro de las funciones del Sacerdote como Párroco se encuentra participar en las alegrías y tristezas de su feligresía, acompañarlos en los acontecimientos felices como en los dolorosos. Las CEBs privilegian esta acogida y acercamiento del Pastor propio de la comunidad. 3) Comunidad Servidora El compartir de bienes y servicios, en el compartir de talentos, en las obras de misericordia: visita a los encarcelados, el servicio a los ancianos, la ayuda a los desamparados, a los emigrantes, a los indocumentados, el esfuerzo por reconciliar a las personas por la retención de miembros encarcelados, secuestrados, escondidos, mutilados, asesinados. Promoviendo el bien común, iniciando o respaldando organizaciones populares existentes, dando y recibiendo colaboraciones también de los que no son cristianos. 4) Los laicos comparten la responsabilidad pastoral Al asumir el compromiso bautismal, ya no es el Pastor el único responsable del rebaño, sino que el laico busca compartir el pastoreo de las diversas comunidades. La comunidad eclesial de base esta llamada para vivir como comunidad de fe, de culto, y de amor; ha de estar animada por laicos, hombres y mujeres adecuadamente preparados en el mismo proceso comunitario; son signo de vitalidad de la iglesia y comparten la responsabilidad pastoral. Les leva a pensar, reflexionar en su prójimo, en el más cercano, a echarle una no en su formación humano y cristiana. No es cerrada, sino todo lo contrarios sensible a lo que le sucede a su alrededor. 5) Grupo fermento Las CEBs se enraízan en ambientes populares y rurales, convirtiéndose en fermento de vida cristiana; de atención a los más pobres e ignorados, los más lejanos y los últimos y de un severo compromiso por la transformación de la sociedad. 6) Anuncia el Kerigma La Evangelización no es un acto individual; las Comunidades organizadas no existen, hay que crearlas. Son testigos del Misterio Pascual dentro de su Comunidad y portadores de elementos nuevos de evangelización. La Iglesia necesita manifestarse de distintas maneras y a distintos niveles. ü "No basta el servicio parroquial, que únicamente satisface la demanda religiosa de los que acuden, sino que hace falta una pastoral de la oferta que se preocupe por llegar al mayor número de personas posibles. ü No basta con que se busque a los alejados, los sacerdotes y algunos agentes especializados, sino que es toda la parroquia la que debe ser misionera. ü No basta con se realicen unas acciones misioneras, sino que toda la actividad de la parroquia debe ser misionera. 7) Taller de Evangelización comunitaria En ellas cada cristiano hace una experiencia comunitaria, gracias a la cual también él se siente integrado, un elemento activo, estimulado a ofrecer su colaboración en las tareas de todos. Es un amor profundo de desprendimiento de todo aquello que nos impide ser solidarios, que nos impide ser justos, que nos impide ser humanos también. Los laicos en las comunidades eclesiales de base asumen de verdad la conciencia de que son miembros del Pueblo de Dios. Los laicos se sienten entonces estimulados en la dinámica de la propia comunidad a tener una mayor participación en la Iglesia, al nivel de un compromiso más activo en la tarea apostólica y misionera. En las comunidades de base el laico ha crecido en la conciencia de su identidad de hombre de Iglesia en el corazón del mundo y de hombre de mundo en el corazón de la Iglesia. i) Nos lleva a elaborar un Proyecto Social Los que asumen su causa son así llamados hacer protagonistas de un nuevo orden social, económico y político. Siente que deben luchar por un nuevo proyecto social. De aquí surgen las organizaciones populares, estos organizaciones con frecuencia nacen por inspiración de las mismas Las comunidades eclesiales de base y como extensión de su práctica y poco a poco ganan identidad y autonomía propia. Las organizaciones populares buscan solucionar colectivamente sus problemas comunes y construir una sociedad distinta. 8) Fuente de ministerios (no ordenador y sacramentales) y de servicio (diakonia) Un buen lugar de practica litúrgica y de oración a veces sin sacerdotes ordenados, a conmemorar el día del Señor, con celebraciones apropiadas dirigidas por laicos ministros extraordinarios. Es necesario pensar la formación de los sacerdotes y diáconos permanentes y sobre todo la fisonomía de la parroquia, para que sea verdaderamente un conjunto pastoral vivificador y unificador de la comunidad de base. Por eso ser laico significa también participar a plenitud de la vida de la Iglesia. Todos estamos llamados a ejercer un ministerio. Todos los ministerios son validos, porque se nutren de la misma fe y de la misma vida comunitaria. Virtudes y carismas son compartidos en los servicios. 9) De marcada formación bíblica y catequética Las CEBs giran en torno a la Palabra de Dios. Se leen con frecuencia y devoción: en las reuniones periódicas y ordinarias. Esta Palabra de Dios es comentada por todos los miembros de la comunidad quienes participan de forma activa, confrontándola siempre con su realidad, con su propia vida. Incluso toman conciencia de la realidad de injusticia en la cual están sumergidos, les ilumina, les da valor para salir de la explotación y los ayuda a mantener lazos de unión en la comunidad. La Palabra de Dios es imprescindible en el desarrollo de las reuniones, es el motor de todo proyecto en la Iglesia. Los pobres la asumen con seriedad, docilidad y fe profunda, descubren que ha sido escrita para ellos, se sienten a gusto con ella y en ella descubren toda su dimensión y trascendencia. Esta cambia su vida de forma paulatina. En algunas comunidades eclesiales de base, los obispos han autorizados equipos de ministros extraordinarios para el bautismo y la presencia testimonial de la Iglesia en sus matrimonios de cristianos y para asumir todo el campo de los sacramentales (funerales, bendiciones, etc.). Y de las devociones: novenas, peregrinaciones, ...etc. Surgen ministerios no ordenados: para los enfermos, para el bautismo, para los funerales, para la distribución de la Eucaristía, el canto, la caridad compartida,… etc. "La Palabra de Dios convoca a la comunidad y constituye la Iglesia, cuando es proclamada en grupo en referencia a la vida. Frente a una inserción formal y jurídica de la Iglesia por el bautismo, se despierta la vivencia de la Iglesia como comunidad de creyentes que escuchan la Palabra de Dios" Son oyentes de la Palabra de Dios y están orientados al culto Eucarístico. Intensificando los estudios bíblicos en la base eclesial y haciendo proyectos de formación bíblica. Una constante de grupos de reflexión bíblica ( sobre el 75% de las CEBs), que presentan además una significativa dimensión catequética. Las comunidades eclesiales de base tienen marcada dimensión catequética y en esta penetra de la fe hasta los más íntimos fundamentos de la vida humana, de manera que la fe pueda ejercer su propio influjo sobre el modo de pensar, sentir y actuar de cada uno de los hombres bajo la acción animadora del Espíritu de Dios. 10) Atención a la Pastoral Popular Ya no se presenta la programación desde la parroquia, no es exclusiva de un grupo, sino que es llamada asumirla por todos e incorporarla al trabajo asignado a la comunidad. Se llega con los diferentes programas pastorales a la misma base, brindándoles una mayor participación. Nacen nuevas prácticas litúrgicas con mayor carácter representativo (símbolo) y cargadas del contenido teológico. 11) Tomando en cuenta la dignidad de la persona humana Las comunidades eclesiales de base es un espacio donde se reafirma la dignidad de la persona humana y hace que el bautizado se entienda y actúe como agente en la pastoral y en el mundo. Reafirmando la dignidad de la persona humana, ya que tiene una dimensión más humana y personal, contra una estructura anónima. Por eso se le puede denominar "Taller de humanidad", amén de la beneficencia y promoción humana. IV Antropología 1) Reafirmación de la dignidad de la persona humana Se busca enaltecer a la persona, no valen las CEBs por si solas, sino en cuanto hacen referencia a las personas que lo integran, son ellas el objetivo ultimo. 2) Dimensión más humana, personal contra una estructura anónima La Parroquia por su tamaño y dimensiones geográficas han distanciado a la feligresía entre si, ya no se conocen siendo de una misma sede parroquial y tampoco conocen al Pastor. Las CEBs tienen una dimensión antropológica más humana, más cercana a la persona, se le trata de forma individual, hay un seguimiento y podríamos definirla como personalista. 3) Taller de humanidad Lo primero que enseña es el amor al prójimo, se le toma en cuenta, se trata de promocionarlo de forma integral, se esmera por sacarlo adelante de medio de las vicisitudes de la vida que han permitido que viva en tal pobreza económica. 4) Iglesia a partir del laico (protagonista) El laico se convierte en protagonista de una nueva evangelización, no valen las estructuras por sí mismas, sino a partir de la toma de conciencia del laico de su propia misión en la Iglesia, de encarnar las estructuras y de sentir su pertenencia a ella. 5) De asistencia y promoción humana Se trabaja en barriadas y en situaciones de extrema pobreza y miseria, donde se busca la promoción del hombre, a partir de las reflexiones Bíblicas se mueve al miembro de las CEBs a pensar como promocionar a su vecino, amigo, conocido. Es una auténtica promoción humana a partir del mismo pobre que da todo lo que tiene por ver a su hermano surgir y salir de la postración en la que esta hundido. V Conformación 1) Espontáneo y fraterno Abiertas a acoger a todo el que desee integrarse, con gran diversidad de estilos y con características muy diversas, son un taller de educación comunitaria, son una escuela para la vida, un taller de humanidad. De irradiación misionera que se reúnen para la oración y la lectura de la Escritura y la catequesis y así para compartir problemas humanos y eclesiales de cara al compromiso común. Se nota como las CEBs no se presentan como una estructura uniforme, sino diversificada y con modalidades específicas según el medio y las circunstancias en las que ha surgido. 2) De Base: de pocos miembros, grupos pequeños La comunidades eclesiales de base son células de Comunidad parroquial es "de base, por estar constituida por pocos miembros, en forma permanente y a manera de célula de la gran comunidad" (Puebla 489) Un grupo pequeño de más o menos 12 a 14 personas, lo que permite una mayor fraternidad y confianza entre ellos, un grupo de reflexión y apoyo para el compromiso laical tanto en la Iglesia como en el mundo. 3) Células de la Comunidad Parroquial El problema de una comunidad parroquial está en la masificación. Nuestras parroquias se encuentran con un excesivo número de fieles, entre 20 a 25 mil personas para un solo sacerdote. Esto lleva a cuestionarse sobre: ¿Existe otro tipo de estructura eclesial que permita una atención esmerada y personalizada? Nace así la vida comunitaria en su nivel celular, comunidad local o ambiental, que responda a la realidad de un grupo homogéneo y que tenga una dimensión tal, que permita el trato personal y fraterno entre sus miembros. La parroquia estaría conformada por las CEBs como células de esta gran comunidad de comunidades que vendría a ser el nuevo estilo de parroquia. 4) Grupo fermento Están compuestas por familias o personas que tienen un mayor compromiso activo con la iglesia y desean enriquecer su vida cristiana con el aporte de la comunidad. Son personas de diversa edad de ambos sexos y distintas condiciones sociales en ellas se vive un ambiente de respeto. Estos grupos o comunidades de pocos miembros, son verdaderos fermento, focos de evangelización, donde van apareciendo. La finalidad es que todos los católicos vivan su fe. 5) Focos de evangelización Salta a la vista ver como en todas las parroquias donde las CEBs están presentes asumen la evangelización casi de forma instintiva, es una necesidad imperiosa que les lleva la reflexión de la Palabra de Dios. Por ejemplo: en República Dominicana la diócesis de Santiago de los Caballeros cuyo Obispo se ve interpelado ante el sacrificio de los campesinos por cumplir y vivir su religiosidad. "Cientos de campesinos se desplazaban veinte y treinta kilómetros para poder oír la Palabra de Dios y recibir la Comunión". La pregunta clave sería: "¿No se podrían escoger entre estos agricultores a los más capacitados para que presidan el culto de sus comunidades?". El tiempo, con una acción pastoral decidida, dio una respuesta afirmativa. VI Liturgia Al participar de una vivencia personalizada, permite a las CEBs un mayor sentido fraternal, una celebración con iniciativas, espontánea, con mucha creatividad, vivida, mejor integrada a las realidades de la vida ordinaria. En estas comunidades la riqueza litúrgica resulta más expresiva, con aquella frescura y sencillez de las primeras comunidades cristianas. Las adaptaciones en la liturgia que han tomado las CEBs responden a su misma índole de grupo doméstico. "La liturgia de las CEBs ya no es un monólogo; es una participación comunitaria, donde la comunidad tiene derecho de palabra y de expresión. Otro rasgo de la liturgia es la relación de lo que se celebra con lo que se vive, revelándose en todo el carácter liberador de la fe. Desaparece así lo mágico del ritual tradicional, para dejar paso a la identidad de la fe y vida" 1) Expresión Litúrgica Usan con cierta libertad los rituales oficiales, con un mayor acercamiento y diálogo hacia la comunidad. Se usan también nuevos símbolos o los antiguos cargados de nueva significación, en medio de un ambiente secular y regularmente desacralizado. 2) La Palabra de Dios Uno de los denominadores comunes en las CEBs en su sentido Bíblico, comparten fraternalmente la Palabra de Dios. Alrededor de la Palabra de Dios las CEBs están congregadas y tienen como centro la celebración de la Palabra. El fenómeno de las CEBs radica en la conversión de los hombres a la Palabra de Dios. 3) La Eucaristía El Pueblo asume su compromiso bautismal en las funciones propias sacerdotal, real y profético empieza a despertar. La liturgia en las CEBs responde plenamente a una exigencia de la Iglesia de hoy: formar y expresar la comunidad. La Eucaristía representa para el grupo la idea máxima y el sello eficaz de su calidad de comunidad La Eucaristía en las CEBs no debe aparecer como un privilegio de un grupo selecto, sino como una realización pastoral útil y necesaria para toda la comunidad eclesial, evitando toda suerte de acepción de personas También tienen talleres de oración. 4) Otras Celebraciones También se encuentran la religiosidad popular tan extendida en América, que para poder encarnar la fe es necesaria inculturarla; las celebraciones penitenciales, celebraciones de La Palabra, Liturgia de las Horas con los fieles laicos, principalmente la celebración de los sacramentos: Eucaristía, Unción de los Enfermos, Santificaciones de Hogares, etc. 5) Servicios y Ministerios La misma CEBs produce los ministros de lo que está necesitada, sale de ella. Hoy hay un gran despertar y la Asamblea asume su papel protagónico en las celebraciones. "La eclesiología de comunión y participación, claramente asentada por la Lumen Gentium: Constituido por Cristo en orden a la comunión de vida, de caridad y de verdad, es empleado también por Él como instrumento de la redención universal y es enviado a todo el mundo como luz del mundo y sal de la tierra (cf. Mt., 5,13- 16)" (LG 10). La eclesiología de comunión y participación ofrece una nueva imagen de incorporación de la comunidad, recuperando su protagonismo primitivo, la comunidad litúrgica pertenece a toda la comunidad y se manifiesta en su plena participación, cada uno en la forma que le es propia, de ahí nacen los ministerios no ordenados para el servicio de la comunidad. "El sacerdocio común de los fieles y el sacerdocio ministerial o jerárquico se ordena el uno para el otro, aunque cada cual participa de forma peculiar del sacerdocio de Cristo. Su diferencia es esencial no sólo gradual. Porque el sacerdocio ministerial, en virtud de la sagrada potestad que posee, modela y dirige al pueblo sacerdotal, efectúa el sacrificio eucarístico ofreciéndolo a Dios en nombre de todo el pueblo: los fieles, en cambio, en virtud del sacerdocio real, participan en la oblación de la eucaristía, en la oración y acción de gracias, con el testimonio de una vida santa, con la abnegación y caridad operante". (LG 10-11). "Muchos miembros de comunidades van asumiendo diversos ministerios que llevan a un mayor servicio a los demás. Entre estos están: Práctica de la oración personal y comunitaria; reparación para los sacramentos; animación en la Eucaristía; catequesis; animadores de la Palabra de Dios; visitas; misiones; etc.". Estos servicios se pueden clasificar en dos: 1) Servicios Dentro de la comunidad: animar y mantener las reflexiones de la Palabra de Dios en la comunidad; asistir a las reuniones de la comunidad; mover la marcha de la comunidad; ser fermento; integrando a niños y jóvenes etc.; animar y participar en los talleres comunitarios, dando cabida a los nuevos, compartiendo la tierra, sabiendo el destino de los fondos, seguir formándose, capacitándose; exigir y acompañar a los agentes de pastoral a vivir su fe desde los pobres. 2) Servicios más allá de la comunidad: misiones y visitas a otras comunidades, llevando la Palabra de Dios, animando a otros pobres; asistencia a las coordinaciones; cursos; encuentros; animar y participar en la catequesis de niños y jóvenes; participación en la preparación de los sacramentos; solidaridad con los enfermos y necesitados y testimonio de cambio de vida. 6) Espiritualidad Ver en las CEBs una espiritualidad encarnada y contemplativa. ¿Qué encarna? El acercamiento a la realidad con ojos y vida del pobre, permite situarse en un ambiente objetivo, para captar en ello los valores del Reino. Temas vitales como: la justicia, el amor, la paz, la igualdad, la fraternidad, etc. Reciben nuevas luces y cuestionamientos radicales desde la realidad de la pobreza y opresión de los miembros de las CEBs, que en solidaridad con los que están en las mismas situaciones, empiezan a ser la voz de los sin voz. Las comunidades constituyen un lugar privilegiado para el cumplimiento de esta misión evangelizadora. Allí los cristianos encuentran un ambiente propicio para su desarrollo espiritual en el camino hacia la santidad a la que todos estamos llamados. Camino de Santidad para los Laicos. VII Evangelización-Misión 1) Fomenta el Espíritu Misionero Las CEBs son verdaderas evangelizadoras y evangelizan. Esta es la gracia específica, no se quedan de brazos cruzados esperando que les den, sino que comparten y levan el Evangelio ahí donde el Pastor propio no puede llegar. Se crean ministerios de servicios para la comunidad, etc. Las CEBs congregan a la comunidad y la ponen en actitud de escucha a la Palabra de Dios que interpela sus corazones, siendo la primera tarea de la comunidad cristiana a la que pertenece la evangelización. Por eso nace de las CEBs un compromiso por llevar a sus vecinos y semejantes la Palabra de Dios encarnadas en sus propias vidas. "Las mismas comunidades son instrumento de evangelización y de primer anuncio, así como fuente de nuevos ministerios, a la vez que, animadas por la caridad de Cristo, ofrecen también una orientación sobre el modo de superar divisiones, tribalismos y racismos" La comunidad eclesial de base es célula viva de la parroquia, entendida como la comunión orgánica y se lanzan a la acción misionera, tarea que los hace evangelizadores. La evangelización no se agota en las tareas que hacemos. Misión es salir a otros escenarios: Salir a las calles, plazas, colegios, regiones abandonadas, a anunciar una nueva vida comunicada por el mismo Jesucristo. Pero también buscando a los lejanos, a los olvidados, a los que están siendo hostigados por las sectas; reafirmando la identidad católica del pueblo. La misión de evangelizar es de toda la Iglesia, esta misión es obra de todos y todas y no puede quedarse reservada a los clérigos, religiosos y ciertos laicos. La Redeptoris Missio señala las CEBs "de irradiación misionera". De igual forma ya lo señalaba Medellín: "La comunidad cristiana de base es así el primero y fundamental núcleo eclesial, que debe... responsabilizarse de la riqueza y expansión de la fe... ella es foco de la evangelización" (M 15,10). Se lanzan a la acción misionera, tarea que los hace evangelizadores a tiempo completo. Misión es salir al otro encuentro. 2) Crece la conciencia de la misión Ad Gentes Crecimiento de la conciencia para la misión Ad Gentes: aumento de latinoamericanos misioneros a países no cristianos; éxito del proyecto "Iglesias hermanas" dentro del propio país. Misionar es tomar conciencia de la realidad y ayudar al pueblo también a tomarla, para que se vaya haciendo sujeto de su propia historia, de su propia liberación. Es promover el surgimiento de organizaciones básicas y populares, civiles y políticas en respuesta a las necesidades urgentes de los pobres. El campo de acción de las CEBs es amplio. Por su práctica ellas van más allá de sus propias fronteras. La Redeptoris Missio nos dice que la Nueva Evangelización y la pastoral ordinaria de la Iglesia son válidas si están orientadas a la misión ad gentes . 3) Los pobres nos evangelizan Hay un clamor generalizado en toda América de todos sus pobres y encuentra en las CEBs una respuesta, es oída, escuchada, atendida. En el proceso histórico latinoamericano y en la vida de las comunidades cristiana surgen con tal fuerza. Pero no hablamos del pobre individuo, sino al pobre colectivo, el pobre con su pobreza a cuestas, con todo su sufrimiento y cultura, su raza su lengua y con la explotación que experimenta a diario. "Los pobres nos evangelizan" Es la reciprocidad de la misión. El Evangelio de los pobres es el buen ejemplo, su testimonio, su aceptación y seguimiento de Jesús en su radicalidad. 4) Lugar de apoyo para la misma Iglesia Las CEBs tienen un radio de acción muy potente en su misma comunidad, ya que se conocen y son vecinos que se tratan habitualmente y su cercanía les permite conocer sus virtudes y defectos, "La Iglesia avanza con toda la humanidad, experimenta la suerte terrena del mundo y su razón de ser es actuar como fermento y alma de la sociedad" (GS 40). Pero a la inversa, estas CEBs actúan como fermento, alma y corazón no solo dentro de la sociedad, sino también dentro de la misma Iglesia, ya que se ve beneficiada con su mismo aporte de despertar las conciencias en su afán misionero, de responderle a Dios y de asumir su compromiso bautismal con responsabilidad y teniendo un profundo sentido de pertenencia a la Iglesia. En las misiones que se realizan y planifican dentro de las CEBs, se visitan los hogares uno a uno, sobre todo los más pobres, suelen pedir la misión aquellos sectores que han hecho la premisión. El peso de la misión es compartida entre los miembros de las CEBs y los agentes de pastoral que han recibido la preparación previa para este evento. 5) Fuerza e instrumento de evangelización La evangelización de la cultura nos ofrece nuevos desafíos y nuevos problemas. La misión esencial de la iglesia es tarea de evangelización y esa, su vocación propia de la Iglesia, constituye su identidad mas profunda. Fomenta el espíritu misionero. "Solo haciéndose misionera la comunidad cristiana podrá superar las divisiones y tensiones y recobrar su unidad y su vigor de fe" (RM49) VIII Valoración y desafíos 1) Nuevo estilo de sociedad Se replantea la pastoral, se hace una nueva eclesiología a partir del Vat. IIº de Iglesia-Comunión esto arroja como resultado renovar las estructuras de la Iglesia y en consecuencia un nuevo estilo de sociedad. Existe una carrera desenfrenada de tecnología en la cual nos quedamos atrasados cada minuto que transcurre, tenemos que volver a las fuentes, a la raíz misma de la esencia del hombre: para darle respuesta a sus múltiples e inquietantes preguntas sobre su destino. 2) Una Iglesia de rostro diferente Se ha llegado a plantear una Iglesia Local con una nueva estructura, donde la parroquia tradicional desaparece ante las CEBs y que responden más a un sentido personalista y se adaptan a una realidad más existencial, más concreta, más vital. Si renovamos las estructuras de las células de base y hemos concebido la parroquia como comunidad de comunidades, ya tenemos una parroquia renovada con nuevos desafíos que se separa de los parámetros tradicionales de una parroquia estática o al menos que no va en la búsqueda del hombre. 3) Modelo Comunitario Organizado El valor de una incipiente comunidad eclesial de base está en su estructura espontánea ya que el mutuo entendimiento es una necesidad básica en el hombre. Se abren horizontes inmensos de comunicación y arroja un gran abanico de alternativas tan plural como sus miembros. Hoy ya se puede hablar de organización comunitaria estructurada, pero sin encasillar el Espíritu en ductos rígidos e inflexibles. Cada comunidad eclesial de base tienen sus peculiaridades que los da el trabajo comunitario específico en cada sector. 4) Protagonista de un nuevo orden Brota casi espontáneo una nueva forma de ser Iglesia, de interpretar la Iglesia, nace una vida comunitaria, participativa que aglutinará fuerzas hasta entonces aisladas, da un aliento vecinal, aplicando el refrán: "en la unión está la fuerza", al ponerse de acuerdo, tener todos un solo corazón, viene a convertirse en una amplia familia comunal que reúne miembros impares, es una forma práctica y muy sencilla de evangelizar a los pobres desde los pobres no otorgándole dádivas sino despertando en su interior valores, inclinaciones y habilidades innatas en el ser humano. 5) Compromiso socio-político El papel primordial del laico está en la transformación de la sociedad, por eso deben ser fermento transformador en las organizaciones populares, brindando criterios claros de la Doctrina Social de la Iglesia. La meta es transformar el mundo, haciéndolo mas humano, mas justo. Hay que lograr implantar los valores humanos y cristianos en el seno de esta sociedad. Cambiaremos la sociedad en la medida en que transformemos los corazones de los hombres. Jesucristo no vino al mundo para dejarlo como estaba. Fue enviado para liberarlo de toda atadura del espíritu del mal. Esta misión recibida de su Padre la comunica Jesús a sus discípulos: "Así como tu (Padre) me enviaste al mundo, así Yo también los envío al mundo" (Jn 20,21.22). La misión liberadora requiere la fuerza, el poder, para llevarse a cabo. Jesús no oculta que tiene ese poder. Es más, comunica ese poder a sus discípulos para que puedan llevar adelante la misión liberadora: "Todo poder se me ha dado en el cielo y en la tierra. Por eso, vayan y hagan que todos los pueblos sean mis discípulos" (Mt28, 18-19) El compromiso político de la Iglesia, ella lo vive en las CEBs. Este clamor del pueblo no obedece a un plan pre- establecido, surge desde la misma entraña, como clamor e impulso. En las CEBs el pueblo va recuperando su carácter de sujeto de gestión eclesial. Este pueblo ya no es un receptor pasivo de leyes y costumbres. "Los pobres lo estamos organizando en nuestra comunidades dentro de los barrios de nuestras ciudades y de los sectores campesinos de toda América Latina... Nos organizamos frente a un poder opresor, frente a un sistema que nos explota y desea vernos desunidos y a cada cual pensando en lo suyo... Estamos buscando la liberación: dar respuesta a nuestras necesidades de trabajo, de alimentación, de salud, de vivienda, de educación. Por eso, de nuestras comunidades, están naciendo tantos y tantos proyectos, que, llevados de una manera comunitaria y organizada, nos hacen sentir la alegría, la esperanza de que hemos iniciado el camino de liberación. Buscamos concretar un proyecto que sea alternativa al sistema de dominación". Conclusión Como se dijo en la Introducción hemos abordado un tema apasionante, práctico, aplicable en cualquier realidad Latinoamericana. Hemos optado por unos ítem que dibujan lo que es una CEBs, su origen, su base eclesiológica, la práctica pastoral, su dimensión antropológica, cómo se encuentra conformada, la liturgia, la espiritualidad, su dimensión misionera "ad gentes", su valoración y desafíos. Ciertamente que de forma muy somera hemos abordado estos temas, se podrían profundizar en cada uno de ellos, hacer algún trabajo de investigación, etc. Creo haber logrado lo que nos solicita ITEPAL, apasionarnos por un tema, investigarlo, que sea útil en nuestra realidad pastoral. Ha sido un gran descubrimiento como se ha expandido por toda América, el cariño que le muestra la Jerarquía Católica, pero sobre todo el respaldo que le ha brindado los Sumos Pontífices, Pablo Vi y Juan Pablo II. Como hemos visto se perfila una nueva forma de ser Iglesia: la búsqueda de una dimensión más humana que difícilmente pueden ofrecer las comunidades eclesiales más grandes, esta dimensión antropológica es una de las características que configuran a las CEBs y han garantizado su éxito. Textos en Documentos Pontificios que hacen referencia a las CEBs EXHORTACIÓN APOSTÓLICA «EVANGELII NUNTIANDI» (1.975) 58. El Sínodo se ocupó mucho de estas «pequeñas comunidades» o «comunidades de base», ya que en la Iglesia de hoy se las menciona con frecuencia. ¿Qué son y por qué deben ser destinatarias especiales de la evangelización y al mismo tiempo evangelizadoras? Florecen un poco por todas partes en la Iglesia, según los distintos testimonios escuchados durante el Sínodo, y se diferencian bastante entre sí aun dentro de una misma región, y mucho más de una región a otra. En ciertas regiones surgen y se desarrollan, salvo alguna excepción, en el interior de la Iglesia, permaneciendo solidarias con su vida, alimentadas con sus enseñanzas, unidas a sus Pastores. En estos casos, nacen de la necesidad de vivir todavía con más intensidad la vida de la Iglesia; o del deseo y de la búsqueda de una dimensión más humana que difícilmente pueden ofrecer las comunidades eclesiales más grandes, sobre todo en las metrópolis urbanas contemporáneas que favorecen a la vez la vida de masa y el anonimato. Pero igualmente pueden prolongar a nivel espiritual y religioso ¾ culto, cultivo de una fe más profunda, caridad fraterna, oración, comunión con los Pastores¾ la pequeña comunidad sociológica, el pueblo, etc. O también quieren reunir para escuchar y meditar la Palabra, para los sacramentos y el vínculo del Ágape, grupos homogéneos por la edad, la cultura, el estado civil o la situación social, como parejas, jóvenes, profesionales, etc., personas éstas que la vida misma encuentra ya unidas en la lucha por la justicia, la ayuda fraterna a los pobres, la promoción humana... O, en fin, reúnen a los cristianos donde la penuria de sacerdotes no favorece la vida normal de una comunidad parroquial. Todo esto, por supuesto, al interior de las comunidades constituidas por la Iglesia, sobre todo de las Iglesias particulares y de las parroquias. En otras regiones, por el contrario, las comunidades de base se reúnen con un espíritu de crítica amarga hacia la Iglesia, que estigmatizan como «institucional» y a la que se oponen como comunidades carismáticas, libres de estructuras, inspiradas únicamente en el Evangelio. Tienen pues como característica una evidente actitud de censura y de rechazo hacia las manifestaciones de la Iglesia: su jerarquía, sus signos. Contestan radicalmente esta Iglesia. En esta línea, su inspiración principal se convierte rápidamente en ideológica y no es raro que sean muy pronto presa de una opción política, de una corriente, y más tarde de un sistema, o de un partido, con el riesgo de ser instrumentalizadas. La diferencia es ya notable: las comunidades que por su espíritu de contestación se separan de la Iglesia, cuya unidad perjudican, pueden llamarse «comunidades de base», pero ésta es una denominación estrictamente sociológica. No pueden, sin abusar del lenguaje, llamarse comunidades eclesiales de base, aunque tengan la pretensión de perseverar en la unidad de la Iglesia, manteniéndose hostiles a la jerarquía. Este nombre pertenece a las otras, a las que se forman en Iglesia para unirse a la Iglesia y para hacer crecer a la Iglesia. Estas últimas comunidades serán un lugar de evangelización, en beneficio de las comunidades más vastas, especialmente de las Iglesias particulares, y serán una esperanza para la Iglesia universal, como Nos mismo dijimos al final del Sínodo, en la medida en que: - buscan su alimento en la palabra de Dios y no se dejan aprisionar por la polarización política o por las ideologías de moda, prontas a explotar su inmenso potencial humano; - evitan la tentación siempre amenazadora de la contestación sistemática y del espíritu hipercrítico, bajo pretexto de autenticidad y de espíritu de colaboración; - permanecen firmemente unidas a la Iglesia local en la que ellas se insieren, y a la Iglesia universal, evitando así el peligro ¾ muy real¾ de aislarse en sí mismas, de creerse, después, la única auténtica Iglesia de Cristo y, finalmente, de anatemizar a las otras comunidades eclesiales; - guardan una sincera comunión con los Pastores que el Señor ha dado a su Iglesia y al Magisterio que el Espíritu de Cristo les ha confiado; - no se creen jamás el único destinatario o el único agente de evangelización, esto es, el único depositario del Evangelio, sino que, conscientes de que la Iglesia es mucho más vasta y diversificada, aceptan que la Iglesia se encarna en formas que no son las de ellas; - crecen cada día en responsabilidad, celo, compromiso e irradiación misioneros; - se muestran universalistas y no sectarias. Con estas condiciones, ciertamente exigentes pero también asaltantes, las comunidades eclesiales de base corresponderán a su vocación más fundamental: escuchando el Evangelio que les es anunciado, y siendo destinatarias privilegiadas de la evangelización, ellas mismas se convertirán rápidamente en anunciadoras del Evangelio. EXHORTACIÓN APOSTÓLICA "CATECHESI TRADENDAE" (16/10/1979) 47. Pienso asimismo en diversos momentos de gran importancia en que la catequesis encuentra cabalmente su puesto: por ejemplo, las peregrinaciones diocesanas, regionales o nacionales, que son más provechosas si están centradas en un tema escogido con acierto a partir de la vida de Cristo, de la Virgen y de los Santos; las misiones tradicionales, tantas veces abandonadas con excesiva prisa y que son insustituibles para una renovación periódica y vigorosa de la vida cristiana -hay que reanudarlas y remozarlas-; los círculos bíblicos , que deben ir más allá de la exégesis para hacer vivir la Palabra de Dios; las reuniones de las comunidades eclesiales de base, en la medida en que se atengan a los criterios expuestos en la Exhortación Apostólica «Evangelii nuntiandi». Quiero recordar también los grupos de jóvenes que en ciertas regiones, con denominaciones y fisonomías distintas -más con el mismo fin de dar a conocer a Jesucristo y de vivir el Evangelio-, se multiplican y florecen como en una primavera muy reconfortante para la Iglesia grupos de acción católica, grupos caritativos, grupos de oración, grupos de reflexión cristiana, etc. Estos grupos suscitan grandes esperanzas para la Iglesia del mañana. Pero en el nombre de Jesús conjuro a los jóvenes que los forman, a sus responsables y a los sacerdotes que les consagran lo mejor de su ministerio: no permitáis por nada del mundo que en estos grupos, ocasiones privilegiadas de encuentro, ricos en tantos valores de amistad y solidaridad juveniles, de alegría y de entusiasmo, de reflexión sobre los hechos y las cosas, falte un verdadero estudio de la doctrina cristiana. En ese caso se expondrían -y el peligro, por desgracia, se ha verificado sobradamente- a decepcionar a sus miembros y a la Iglesia misma. El esfuerzo catequético, posible en estos lugares y en otros muchos, tiene tantas más probabilidades de ser acogido y de dar sus frutos, cuanto más se respete su naturaleza propia. Con una inserción apropiada, conseguirá esa diversidad y complementariedad de contactos que le permite desarrollar toda la riqueza de su concepto, mediante la triple dimensión de palabra, de memoria y de testimonio -la doctrina, de celebración y de compromiso en la vida- que el mensaje del Sínodo al Pueblo de Dios ha puesto en evidencia. EXHORTACIÓN APOSTÓLICA "FAMILIARIS CONSORTIO" (22/11/1981) 85. Deseo añadir una palabra en favor de una categoría de personas que, por la situación concreta en la que viven -a menudo no por voluntad deliberada- considero especialmente cercanas al Corazón de Cristo, dignas del afecto y solicitud activa de la Iglesia así como de los pastores. Hay en el mundo muchas personas que desgraciadamente no tienen en absoluto lo que con propiedad se llama una familia. Grandes sectores de la humanidad viven en condiciones de enorme pobreza, donde la promiscuidad, la falta de vivienda, la irregularidad de relaciones y la grave carencia de cultura no permiten poder hablar de verdadera familia. hay otras personas que por motivos diversos se han quedado solas en el mundo. Sin embargo, para todas ellas existe una «buena nueva de la familia». Teniendo presentes a los que viven en extrema pobreza, he hablado ya de la necesidad urgente de trabajar con valentía para encontrar soluciones, también a nivel político, que permitan ayudarles a superar esta condición inhumana de postración. Es un deber que incumbe solidariamente a toda la sociedad, pero de manera especial a las autoridades, por razón de sus cargos y consecuentes responsabilidades, así como a las familias que deben demostrar gran comprensión y voluntad de ayuda. A los que no tienen una familia natural, hay que abrirles todavía más las puertas de la gran familia que es la Iglesia, la cual se concreta a su vez en la familia diocesana y parroquial, en las comunidades eclesiales de base o en los movimientos apostólicos. Nadie se sienta sin familia en este mundo: la Iglesia es casa y familia para todos, especialmente para cuantos están fatigados y cargados. EXHORTACIÓN APOSTÓLICA "CHRISTIFIDELES LAICI" (30/12/1988) 26. La comunión eclesial, aún conservando siempre su dimensión universal, encuentra su expresión más visible e inmediata en la parroquia. Ella es la última localización de la Iglesia; es, en cierto sentido, la misma Iglesia que vive entre las casas de sus hijos y de sus hijas. Es necesario que todos volvamos a descubrir, por la fe, el verdadero rostro de ; o sea, el «misterio» mismo de la Iglesia presente u operante en ella. Aunque a veces le falten las personas y los medios necesarios, aunque otras veces se encuentre desperdigada en dilatados territorios o casi perdida en medio de populosos y caóticos barrios modernos, no es principalmente una estructura, un territorio, un edificio; ella es «la familia de dios, como una fraternidad animada por el Espíritu de unidad», es «una casa de familia, fraterna y acogedora», es la «comunidad de los fieles». En definitiva, está fundada sobre una realidad teológica, porque ella es una comunidad eucarística. Esto significa que es una comunidad idónea para celebrar la Eucaristía, en la que se encuentran la raíz viva de su edificación y el vínculo sacramental de su existir en plena comunión con toda la Iglesia. Tal idoneidad radica en el hecho de ser una comunidad de fe y una comunidad orgánica, es decir, constituida por los ministros ordenados y por los demás cristianos, en la que el párroco ¾ que representa al Obispo diocesanoo_es el vínculo jerárquico con toda la Iglesia particular. Ciertamente es inmensa la tarea que ha de realizar la Iglesia en nuestros días; y para llevarla a cabo no basta sola. Por esto, el Código de Derecho Canónico prevé formas de colaboración entre parroquias en el ámbito del territorio y recomienda al Obispo el cuidado pastoral de todas las categorías de fieles, también en aquéllas a las que no llega la cura pastoral ordinaria. En efecto, son necesarios muchos lugares y formas de presencia y de acción, para poder llevar la palabra y la gracia del Evangelio a las múltiples y variadas condiciones de vida de los hombres de hoy. Igualmente, otras muchas funciones de irradiación religiosa y de apostolado de ambiente en el campo cultural, social, educativo, profesional, etc., no pueden tener como centro o punto de partida. Sin embargo, también en nuestros días está conociendo una época nueva y prometedora. Como decía Pablo VI, al inicio de su pontificado, dirigiéndose al Clero romano: «Creemos simplemente que la antigua y venerada estructura de la parroquia tiene una misión indispensable y de gran actualidad; a ella corresponde: crear la primera comunidad del pueblo cristiano; iniciar y congregar al pueblo en la normal expresión de la vida litúrgica; conservar y reavivar la fe en la gente de hoy; suministrarle la doctrina salvadora de Cristo; practicar en el sentimiento y en las obras la caridad sencilla de las obras buenas y fraternas». Por su parte, los Padres sinodales han considerado atentamente la situación actual de muchas parroquias, solicitando una decidida renovación de las mismas: «Muchas parroquias, sea en regiones urbanas, sea en tierras de misión, no pueden funcionar con plenitud efectiva debido a la falta de medios materiales o de ministros ordenados, o también a causa de la excesiva extensión geográfica y por la condición especial de algunos cristianos ¾ como, por ejemplo, los exiliados y los emigrantes . Para que todas estas parroquias sean verdaderamente comunidades cristianas, las autoridades locales deben favorecer: a) la adaptación de las estructuras parroquiales con la amplia flexibilidad que concede el Derecho Canónico, sobre todo promoviendo la participación de los laicos en las responsabilidades pastorales; b) las pequeñas comunidades eclesiales de base, también llamadas comunidades vivas, donde los fieles pueden comunicarse mutuamente la Palabra de Dios y manifestarse en el recíproco servicio y en el amor; b) estas comunidades son verdaderas expresiones de la comunión eclesial y centros de evangelización, en comunión con sus Pastores». Para la renovación de las parroquias y para asegurar mejor su eficacia operativa, también se deben favorecer formas institucionales de cooperación entra las diversas parroquias de un mismo territorio. CARTA ENCÍCLICA "REDEMPTORIS MISSIO" (07/12/1990) Las comunidades eclesiales de base fuerza evangelizadora RMi 51a. Un fenómeno de rápida expansión en las jóvenes Iglesias, promovido, a veces, por los Obispos y sus Conferencias como opción prioritaria de la pastoral, lo constituyen las «comunidades eclesiales de base» ¾ conocidas también con otros nombres¾ , que están dando prueba positiva como centros de formación cristiana y de irradiación misionera. Se trata de grupos de cristianos a nivel familiar o de ámbito restringido, los cuales se reúnen para la oración, la lectura de la Escritura, la catequesis, para compartir problemas humanos y eclesiales de cara a un compromiso común. Son un signo de vitalidad de la Iglesia, instrumento de formación y de evangelización, un punto de partida válido para una nueva sociedad fundada sobre la «civilización del Amor». RMi 51b. Estas comunidades descentralizan y articulan la comunidad parroquial a la que permanecen siempre unidas; se enraízan en ambientes populares y rurales, convirtiéndose en fermento de vida cristiana, de atención a los últimos, de compromiso en pos de la transformación de la sociedad. En ellas cada cristiano hace una experiencia comunitaria, gracias a la cual también él se siente un elemento activo, estimulado a ofrecer su colaboración en las tareas de todos. De este modo, las mismas comunidades son instrumento de evangelización y de primer anuncio, así como fuente de nuevos ministerios, a la vez que, animadas por la caridad de Cristo, ofrecen también una orientación sobre el modo de superar divisiones, tribalismos y racismos. RMi 51c. En efecto, toda comunidad, para ser cristiana, debe formarse y vivir en Cristo, en la escucha de la Palabra de Dios, en la oración centrada en la Eucaristía, en la comunión expresada en la unión de corazones y espíritus, así como en el compartir según las necesidades de los miembros (cfr Act 2, 42-47). Cada comunidad ¾ recordaba Pablo VI¾ debe vivir unida a la Iglesia particular y universal, en sincera comunión con los Pastores y el Magisterio, comprometida en la irradiación misionera y evitando toda forma de cerrazón y de instrumentalización ideológica. Y el Sínodo de los Obispos ha afirmado: «Porque la Iglesia es comunión, las así llamadas nuevas comunidades de base, si verdaderamente viven en la unidad con la Iglesia, son verdadera expresión de comunión e instrumento para edificar una comunión más profunda. Por ello, dan una gran esperanza para la vida de la Iglesia». EXHORTACIÓN APOSTÓLICA POSTSINODAL "ECCLESIA IN AFRICA" (14/09/1995) Comunidades eclesiales vivas 89. Los Padres sinodales reconocieron rápidamente que la Iglesia como familia sólo puede dar su medida de Iglesia ramificándose en comunidades suficientemente pequeñas que permitan estrechas relaciones humanas. Las características de dichas comunidades fueron sintetizadas así por la Asamblea: deben ser lugares donde se atienda en primer lugar a la propia evangelización para después llevar la Buena Nueva a los demás, por eso deben ser lugares de oración y de escucha de la palabra de Dios; de responsabilización de sus propios miembros; de aprendizaje de vida eclesial, de reflexión sobre los distintos problemas humanos, a la luz del evangelio. En ellas se deben comprometer sobre todo a vivir el amor universal de Cristo que trasciende las barreras de las solidaridades naturales de los clanes, tribus u otros grupos de interés. EXHORTACIÓN APOSTÓLICA "ECCLESIA IN AMÉRICA" (22/01/1999) 73. La acción proselitista, que las sectas y nuevos grupos religiosos desarrollan en no pocas partes de América, es un grave obstáculo para el esfuerzo evangelizador. La palabra « proselitismo » tiene un sentido negativo cuando refleja un modo de ganar adeptos no respetuoso de la libertad de aquellos a quienes se dirige una determinada propaganda religiosa. La Iglesia católica en América censura el proselitismo de las sectas y, por esta misma razón, en su acción evangelizadora excluye el recurso a semejantes métodos. Al proponer el Evangelio de Cristo en toda su integridad, la actividad evangelizadora ha de respetar el santuario de la conciencia de cada individuo, en el que se desarrolla el diálogo decisivo, absolutamente personal, entre la gracia y la libertad del hombre. Ello ha de tenerse en cuenta especialmente respecto a los hermanos cristianos de Iglesias y Comunidades eclesiales separadas de la Iglesia católica, establecidas desde hace mucho tiempo en determinadas regiones. Los lazos de verdadera comunión, aunque imperfecta, que, según la doctrina del Concilio Vaticano II, tienen esas comunidades con la Iglesia católica, deben iluminar las actitudes de ésta y de todos sus miembros respecto a aquéllas. Sin embargo, estas actitudes no han de poner en duda la firme convicción de que sólo en la Iglesia católica se encuentra la plenitud de los medios de salvación establecidos por Jesucristo. Los avances proselitistas de las sectas y de los nuevos grupos religiosos en América no pueden contemplarse con indiferencia. Exigen de la Iglesia en este Continente un profundo estudio, que se ha de realizar en cada nación y también a nivel internacional, para descubrir los motivos por los que no pocos católicos abandonan la Iglesia. A la luz de sus conclusiones será oportuno hacer una revisión de los métodos pastorales empleados, de modo que cada Iglesia particular ofrezca a los fieles una atención religiosa más personalizada, consolide las estructuras de comunión y misión, y use las posibilidades evangelizadoras que ofrece una religiosidad popular purificada, a fin de hacer más viva la fe de todos los católicos en Jesucristo, por la oración y la meditación de la palabra de Dios. Por otra parte, como señalaron algunos Padres sinodales, hay que preguntarse si una pastoral orientada de modo casi exclusivo a las necesidades materiales de los destinatarios no haya terminado por defraudar el hambre de Dios que tienen esos pueblos, dejándolos así en una situación vulnerable ante cualquier oferta supuestamente espiritual. Por eso, « es indispensable que todos tengan contacto con Cristo mediante el anuncio kerigmático gozoso y transformante, especialmente mediante la predicación en la liturgia ». Una Iglesia que viva intensamente la dimensión espiritual y contemplativa, y que se entregue generosamente al servicio de la caridad, será de manera cada vez más elocuente testigo creíble de Dios para los hombres y mujeres en su búsqueda de un sentido para la propia vida. Para ello es necesario que los fieles pasen de una fe rutinaria, quizás mantenida sólo por el ambiente, a una fe consciente vivida personalmente. La renovación en la fe será siempre el mejor camino para conducir a todos a la Verdad que es Cristo. Para que la respuesta al desafío de las sectas sea eficaz, se requiere una adecuada coordinación de las iniciativas a nivel supradiocesano, con el objeto de realizar una cooperación mediante proyectos comunes que puedan dar mayores frutos. BIBLIOGRAFÍA SOBRE COMUNIDADES ECLESIALES DE BASE Reseña de Libros 1968 ILP. Comunidad de Base y Liturgia. Colección Cuestiones Litúrgicas, No.5. Medellin, ILP, 1968. 71 p. 1969 COMBLIN, José. O Futuro dos Ministerios en la Iglesia LatinoAmericana. Petrópolis, Voces, 1969. 63 p. Conferencia Episcopal de Ecuador. Comisión Nacional de Liturgia. Eucaristía de las Comunidades de Base. Quito, Comisión, 1969. 73 p. Conferencia Episcopal de Chile. Comunidades Cristianas de Base. Formación Personal. Santiago de Chile, Conferencia, 1969. 64 p. 1970 ALONSO, Antonio. Comunidades Eclesiales de Base. Teología, Sociología, Pastoral. Colección Nueva Alianza, No.023. Salamanca, Sígueme, 1970. 266 p. Conferencia Episcopal de Argentina. Comisión Episcopal de Pastoral. Comunidades Eclesiales de Base. Material de Trabajo. En: Boletín Informativo de la Coepal. Buenos Aires, Comisión, 1970. 140 p. Conferencia Episcopal de Argentina. Comisión Episcopal de Pastoral. Prioridades de Pastoral de Conjunto. En: Boletín Informativo de la Coepal. Buenos Aires, Comisión, 1970. 2 Fls. Conferencia Episcopal del Ecuador. Comisión Nacional de Evangelización y Catequesis. Equipo Nacional de Evangelización. Comunidad Eclesial de Base .CEBs. Ecuador, Comisión, 1970. 64 p. Conferencia Episcopal de Honduras. Instituto Diaconal Populorum Progresio. Primer Encuentro Nacional sobre el Diaconado Permanente. Guatemala, Instituto, 1970. 80 p. GALILEA, Segundo. CELAM, Dpto. de Pastoral. IPLA, Instituto Pastoral Latinoamericano. Reflexiones sobre la Evangelización. Colección IPLA, No.10. Quito, CELAM; IPLA, 1970. 144 p. GONZALEZ, Antonio. Búsqueda Pastoral. Un Espacio para el Dialogo. Bolivia, SE, 1970. 47 p. IPLA. MOYA, Jesús. Comunidades Cristianas de Base. Medellín, IPLA, 1970. 31 p. MARINS, José. Diaconado y Comunidad de Base. Colección Renovación Parroquial, No.03. Buenos Aires, Bonum, 1970. 187 p. ROMAN, José María. Reflexiones de una Comunidad Eclesial. Más Vida y Menos Estructuras. Burgos, Seminario Nacional de Misiones, 1970. 100 p. SMUTKO, Gregorio. CELAM, Dpto. de Pastoral. Instituto Pastoral Latinoamericano - Ipla. Evangelizadores Laicos Para América Latina. Colección Ipla, No.6/7. Quito, CELAM, Ipla, 1970. 183 p. 1971 BELTRAN ACOSTA, Edgar. Pastoral de Conjunto y Comunidades de Base, Iglesia en Conversión. Colección Iglesia Nueva, No.010. Bogotá, Indo-American Press Service, 1971. 191 p. CELAM, Secretariado General. GALILEA, Segundo. LORA, Cecilia de. Comunidades Cristianas de Base: Signo de los Tiempos Opción Pastoral. Colección Iglesia Nueva, No.004. Bogotá, Indo-Amerian Press Service, 1971. 95 p. FLORISTAN, Casiano. GONZÁLEZ RUIZ, Denis. Comunidades de Base. Colección Christus Pastor. Colección Experiencias y Estudios Pastorales. Madrid, Marova, 1971. 225 p. MARINS, José. Curso de Entrenamiento Intensivo. Guía para la Realización de las Comunidades Eclesiales de base. Colección Renovación Parroquial, No.07. Buenos Aires, Bonum, 1971. 221 p. 1972 Centro Bellarmino. Departamento de Investigaciones Sociológicas. DORP, Patricia Van. BERGER, Heriberto. Comunidades Cristianas de Base. Estudio Teológico y Sociológico. Colección Centro Bellarmino. Santiago de Chile, Centro Bellarmino, 1972. 135 p. Centro Bellarmino. Departamento de Investigaciones Sociológicas. VIVES, Cristian. La Parroquia. Una Estructura Eclesial en Proceso de Renovación. Colección Centro Bellarmino. Santiago de Chile, Centro Bellarmino, 1972. 107 p. Centro Bellarmino. Departamento de Investigaciones Sociológicas. GALILEA, Carmen. Grupos Parroquiales y Comunidades Cristianas de Base: Estudio Descriptivo. Colección Centro Bellarmino. Santiago de Chile, Centro Bellarmino, 1972. 79 p. COMBLIN, José. DIAZ, Jaime. GONZALEZ, Mónica. IPLA, Equipo de Profesores. CELAM, Dpto. de Pastoral. Comunidad de Base y Prospectiva Pastoral en América Latina. Colección IPLA, No.13. Quito, CELAM; IPLA, 1972. 117 p. EZCURDIA, Enrique de. CHRISTLIEB DE FERNANDEZ, Carmen. Comunidades Eclesiales de Base Para Qué? Buenos Aires, SE, 1972. 75 p. HERNANDEZ ALONSO, Juan José. Instituto Superior de Pastoral. Cuestiones sobre la Iglesia. Colección Teología y Acción Pastoral, No.2. Madrid, PPC, 1972. 165 p. MARINS, José. La Comunidad Eclesial de Base. Iglesia y Comunión, Opciones Decisivas. Colección Renovación Parroquial, No.05. Buenos Aires, Bonum, 1972. 140 p. MARINS, José. Comunidad de Base y Civilización Técnica. Colección Renovación Parroquial, No.10. Buenos Aires, Bonum, 1972. 170 p. Secretariado Interdiocesano. Visión Cristiana del Cambio. Boletín Interdiocesano de Pastoral de Conjunto. Bogotá, Secretariado, 1972. 1 Cp. 1973 CARDOZO, Dante. M.O. La Comunidad de Base es Familia de Dios. Perspectivas Latinoamericanas. Buenos Aires, Bonum, 1973. 163 p. Instituto Fe y Secularizad. Fe Cristiana y Cambio Social en América Latina. Colección Ágora. Salamanca, Sígueme, 1973. 428 p. MAERTENS, Jean Thierry. Los Grupos Pequeños y el Futuro de la Iglesia. Colección Nueva Alianza, No.051. Salamanca, Sígueme, 1973. 194 p. VELA, Jesús Andrés. Comunidades de Base; Conversión a Qué? Colección Iglesia Liberadora, No.01. Bogotá, Paulinas, 1973. 268 p. 1974 BARBE, Dominique. En el Futuro, las Comunidades Eclesiales de Base. Madrid, Studium, 1974. 202 p. 1975 GALILEA, Segundo. A Dónde va la Pastoral? En los Cinco Años de la Conferencia de Medellín. Colección Pastoral Popular, No.07. Bogotá, Paulinas, 1975. 74 p. MARINS, José. TREVISAN, Teolide María. JENSEN, Daniel. Iglesia y Conflictividad Social en América Latina Reflexión Pastoral a partir de la CEB. Colección Pastoral y Comunidad, No.01. Bogotá, Paulinas, 1975. 96 p. PIÑERA, Bernardino. La Comunidad Eclesial de Base y sus Ministros. Serie Año Santo Chileno, No.08. Santiago de Chile, Mundo, 1975. 38 p. SPEC. Renovación Pastoral y Nuevos Ministerios. Estudio Bíblico-Teológico-Pastoral sobre los Ministerios. Colección Spec. Bogotá, SPEC, 1975. 157 p. 1976 CARAVIAS, J. Vivir como Hermanos. Catequesis Bíblica para Adultos, Grupos Juveniles y Comunidades de Base. Lima, Salesiana, 1976. 126 p. DUBERT, Ramón. Obispado de Santiago de los Caballeros. Manual del Presidente de Asamblea, un Libro para Ministros Laicos de la Comunidad. Republica Dominicana, Obispado, 1976. 379 p. Instituto Pastoral del CELAM. Comunidades Eclesiales de Base. Medellín, Instituto, 1976. 03 p. MARINS, José. Cursos Graduados. Motivación y Reflexiones Para Comunidades Eclesiales de Base. Colección Pastoral y Comunidad, No.08. Bogotá, Paulinas, 1976. 157 p. MARINS, José. TREVISAN, Teolide María. CHANONA, Carolee. Modelos de Iglesia. CEB en América Latina, Hacia un Modelo Liberador. Colección Pastoral y Comunidad, No.04. Bogotá, Paulinas, 1976. 115 p. 1977 Código: 523.71/ A541. ALIAGA ROJAS, Fernando. Equipo de Servicios de la Juventud. Itinerario Histórico de los Círculos de Estudios a las Comunidades Juveniles de Base. Santiago de Chile, Equipo de Servicios de la Juventud, 1977. 191 p. CELAM. Encuentro Interdepartamental sobre Comunidades Eclesiales de Base. Bogotá, CELAM, 1977. 70 p. CELAM, Equipo de Reflexión Teológica. Las Comunidades Eclesiales de Base en América Latina. Documentos CELAM, No.35. Bogotá, CELAM, 1977. 76 p. Departamento de Diaconado Permanente del SPEC. Vivamos la Iglesia. Comunidad Eclesial de Base. Bogotá, Departamento, 1977. 50 p. SCHROETER, Cristina. Secretariado Catequístico Diocesano. Los Grupos en la Formación de la Comunidad Eclesial de Base. Curitiba, Secretariado, 1977. 36 p. 1978 CELAM. Equipo de Reflexión. Departamentos y Secciones del CELAM. La Iglesia y América Latina. Documentos 3a. Conferencia. Auxiliares. Bogota, CELAM, 1978. 4v/5t. Conferencia Episcopal de Colombia. Secretariado Permanente del Episcopado Colombiano. Asamblea Plenaria XXXIV. Documentos. Bogotá, Secretariado, 1978. 2 Vol. FLORISTAN, Casiano. La Evangelización Tarea del Cristiano. Colección Epifanía, No.47. Madrid, Cristiandad, 1978. 216 p. GALILEA, Segundo. CLAR. BELTRAN, Edgard. COMBLIN, José. MARINS, José. VIDALES, Raúl. Información Teológica y Pastoral sobre América Latina. Ecuador, CLAR, 1978. 1 Vol. GUTIERREZ, Gustavo. ELLACURIA, Ignacio. SOBRINO, Jon. VIDALES, Raúl. Centro de Reflexión Teológica. Cruz y Resurrección. Presencia y Anuncio de una Iglesia Nueva. Colección Teología Latinoamericana, No.07. México, CRT, 1978. 356 p. XHAUFFLAIRE, Marcel. ONNA, Ben Van. SCHOONBROOD, Michel. ROUSSEAU, Andre. MATTHES, Joachim. LIENARD, Georges. LAMB, Matthew. HOUTART, Francois. GUICHARD, Jean. Práctica de la Teología Política. Análisis Crítico de las Condiciones Practicas para la Instauración de un Discurso Cristiano Liberador. Colección Ágora. Salamanca, Sígueme, 1978. 301 p. 1979 SEDOC. Una Iglesia que Nace del Pueblo. Salamanca, Sígueme, 1979. 523 p. 1980 BOFF, Leonardo. Eclesiogénesis. Las Comunidades de Base Reinventan la Iglesia. Colección Presencia Teológica, No.02. Santander, Sal Térrea, 1980. 136 p. Conferencia Episcopal de Ecuador. Opciones Pastorales. Aplicación del Documento de Puebla para la Evangelización en el Ecuador. Quito, Conferencia, 1980. 90 p. 1981 BETTO, Frey. Lo Que son las Comunidades Eclesiales de Base. Colección Iglesia Nueva, No.059. Bogotá, Indoamerican Press, 1981. 70 p. BOFF, Clodovis. Comunidades Eclesiales de Base y Prácticas de Liberación. Colección Iglesia Nueva, No.060. Bogotá, Indoamerican Press, 1981. 43 p. CELAM, Dpto. de Pastoral Social. DEPAS. BIGO, Pierre. BASTOS DE AVILA, Fernando. Fe Cristiana y Compromiso Social. Elementos para una Reflexión sobre América Latina a la Luz de la Doctrina Social de la Iglesia. Colección DEPAS. CONS, No.01. Lima, CELAM, 1981. 489 p. GISPERT SAUCH, Ana. Centro de Estudios y Publicaciones. CEP. Nicaragua: La Hora de los desafíos. Colección CEP, No.40. Lima, CEP, 1981. 187 p. GONZALEZ DORADO, Antonio, S.J. DE ALMEIDA, Antonio José. POVILLY, Alfredo. MARIN, Iván. CELAM, DEVYM. Dpto. de Vocaciones y Ministerios. Nuevos Ministerios. Colección DEVYM, No.13-A. Medellín, CELAM; DEVYM, 1981. 129 p. INIESTA, Alberto. Teopraxis. Ensayos de Teología Pastoral. Colección Pastoral, No.11-12. Santander, Sal Terrea, 1981. 2 Vol. 1982 BOFF, Leonardo. Iglesia: Carisma y Poder. Ensayos de Cristología Militante. Colección Presencia Teológica, No.11. Santander, Sal Terrea, 1982. 262 p. DEI. Teología desde el Tercer Mundo. Documentos Finales de los Cinco Congresos Internacionales de la Asociación Ecuménica de Teólogos del Tercer Mundo. Costa Rica, DEI, 1982. 100 p. Diócesis de Tula. Plan Pastoral Diócesis de Tula. México, Diócesis, 1982. 265 p. 1983 Conferencia Episcopal de Brasil. MARINS, José. Después de Puebla Las Comunidades Eclesiales de Base. SC, SE, 1983. 93 p. FLORISTAN, Casiano. TAMAYO ACOSTA, Juan José. Conceptos Fundamentales de Pastoral. Madrid, Cristiandad, 1983. 1.054 p. IRIARTE, Gregorio. Qué es una Comunidad Eclesial de Base?. Guía Didáctica para Animadores de CEB´S. Bolivia, Paulinas, 1983. 64 p. MESTERS, Carlos. Flor sem Defensa. Uma Explicacao da Biblia a Partir do Povo. Petrópolis, Voces, 1983. 206 p. QUIROZ MAGAÑA, Álvaro. Eclesiología en la Teología de la Liberación. Colección Verdad e Imagen, No.078. Salamanca, Sígueme, 1983. 363 p. 1984 Arquidiócesis de Panamá. Plan Pastoral de la Arquidiócesis de Panamá 1984-1987. Panamá, Arquidiócesis, 1984. 76 p. 1985 CELAM. Otra Iglesia en la Base? Documentos CELAM, No.070. Bogotá, Celam, 1985. 386 p. Conferencia Episcopal de Chile. Visita del Santo Padre y Orientaciones Pastorales. Documentos de la Conferencia Episcopal de Chile. Santiago, CECH, 1985. 126 p. LOPEZ, Westher. Equipo Diocesano de Catequesis. Vicaría de Pastoral Oficina Diocesana de Catequesis. Fe y Comunidad. Catecismo de la Comunidad. México, Progreso, 1985. 120 p. VELA, Jesús Andrés. Reiniciación cristiana, Respuesta a un bautismo "sociológico". Contribución a un estudio de la estructura pastoral de la reiniciación a partir del capítulo IV de OICA. Colección Misión sin Fronteras. Bogotá, Pontificia Universidad Javeriana, 1985. 393 p. 1986 Arquidiócesis de Medellín. Vicaria de Pastoral Obrera. Pastoral Obrera Medellín. Medellín, Arquidiócesis, 1986. 118 p. AZEVEDO, Marcello. Comunidades Eclesiales de Base. Alcance y Desafío de un modo nuevo de ser Iglesia. Colección Aldaba, No.11. Madrid, Atenas, 1986. 267 p. FERNANDES, Dom Luis. Como se Forma una Comunidad Eclesial de Base. Colección Iglesia Nueva, No.074. Bogotá, Indoamerican Press, 1986. 59 p. 1987 Conferencia Episcopal de Republica Dominicana. La Comunidad Cristiana en Marcha. Documento de Apoyo a la Pastoral Comunitaria de la Comisión Nacional de Comunidades. Republica Dominicana, Conferencia, 1987. 52 p. Junta Catequística Central. Segundo Congreso Catequístico Nacional 1987. Semana de Estudio. Buenos Aires, Don Bosco; Guadalupe, 1987. 318 p. LEPELEY, Joaquín. Hacia una Iglesia de los Pobres. Bogotá, Cedial, 1987. 174 p. LORSCHEIDER, Aloisio. Secretariado Regional NE I. A Comunidades Eclesial Sacramento de Libertacao. Brasil, Secretariado, 1987. 14 p. 1988 CASTANHO, Amaury. Caminos das CEB´s no Brasil. Reflexao Crítica. Río de Janeiro, Marques Saraiva, 1988. 153 p. Conferencia Episcopal de México. CEB's y Compromiso Político. Comunidades Eclesiales de Base. México, Conferencia, 1988. 269 p. COUTO TEIXEIRA, Faustino Luiz. Comunidades Eclesiais de Base. Bases Teologicas. Petrópolis, Vozes, 1988. 222 p. GARCIA AHUMADA, Enrique, FSC. Celam. Catequesis Postconciliar en Chile. Colección V Centenario, No.27. Bogotá, Celam, 1988. 415 p. GIAMBELLI, Miguel M. Orientacoes Pastorías aos Lideres Comunitarios. Brasilia, SE, 1988. 252 p. LEGAUR, Marcel. Creer en la Iglesia del Futuro. Colección Presencia Teológica, No.43. Santander, Sal Terrae, 1988. 205 p. OBSUR. Observatorio del Sur. CEDOR. Centro Di Documentazione Oscar Romero. SPADACCINO, Arnaldo. VILLAREAL, Nelson. Comunidades de Base Uruguay 1982-1988. Cuadernos de Obsur, No.04. Uruguay, OBSUR; CEDOR, 1988. 169 p. PONTIFICIO CONSEJO PARA LAICOS. La Voz de los Laicos en el Sínodo. Servicio de Documentación PCL, No.19. Ciudad del Vaticano, PCL, 1988. 180p. 1989 CIEC. Confederación Interamericana de Educación Católica. MENDOZA, Andrés. Educar para la Participación Política del Cristiano. Colección CIEC, No.04. Bogotá, CIEC, 1989. 13 p. Conferencia Episcopal de Chile. GONZALEZ CRUCHAGA, Carlos. GOIC KARMELIE, Alejandro. Carta a las Comunidades Eclesiales de Base, al Cumplir 20 Años como Prioridad Pastoral. Documentos de la Conferencia Episcopal de Chile. Santiago, CECH, 1989. 31 p. Diócesis de Tijuana. Plan Pastoral 1989-1994. Hacia una Nueva Iglesia. México, Diócesis, 1989. 324 p. ENVIZ, Juan. El Animador de una Comunidad Eclesial de Base. Serie Fe y Compromiso, No.6. La Paz, Equipo, 1989. 34 p. MARTINS, Francisco. Pontificia Studiorum Universitas A S. Thomas Aq. in Urbe. A Acao Catequética na Caminhar das CEB´s do Brasil. Aspecto de Fé dentro de uma Práctica de Vida. Roma, Universidad, 1989. 135 p. VALLE, Luis del. Conceptos Útiles en Teología. México, CRT, 1989. 185 p. 1989 SMUTKO, Gregorio. Pastoral Indigenista. Experiencia entre los Miskitos. Colección Iglesia Liberadora, No.11? Bogotá, Paulinas, 1989? 1990 Conferencia Episcopal de Ecuador. Las Comunidades Eclesiales de Base en el Ecuador, Experiencia de Nueva Evangelización. Quito, Conferencia, 1990. 174 p. 1990 CELAM. La Señora Santa María. Varios. Documentos Celam, No.036. Bogotá, CELAM, 1990? 219 p. 1991 Conferencia Episcopal del Ecuador. Una Nueva Evangelización para una Nueva Cultura. Ecuador, Conferencia, 1991. 198 p. GALLI, Carlos María. SCHERZ, Luis. HUNERMANN, Peter. SCANNONE, Juan Carlos. Identidad Cultural y Modernización. En: América Latina y la Doctrina Social de la Iglesia. Colección Diálogo Latinoamericano-Alemán, No.02. Buenos Aires, Paulinas, 1991. 392 p. TAPIA, Fernando. Arquidiócesis de Santiago de Chile. Vicaría General de Pastoral. Evangelización y Nueva evangelización en Nuestras Parroquias y Comunidades Eclesiales de Base. Cuadernos para la Nueva Evangelización, No.06. Santiago, Vicaría General de Pastoral, 1991. 23 p. 1992 Arzobispado de Santiago. Vicaria de la Solidaridad. Material de Reflexión para las Parroquias y Comunidades Eclesiales de Base. Santiago de Chile, Vicaria, 1992. 3 Fls. Centro Arquidiocesano de Catequesis. Arquidiócesis de Bogotá. Las Comunidades Eclesiales Parroquiales. Una Catequesis Parroquial de Adultos para Nuestro Tiempo. Santafé de Bogotá, Centro, 1992. 61 p. 1993 Conferencia Episcopal de Costa Rica. Comisión Nacional de Laicos. Primer Congreso Arquidiocesano de Laicos. Conclusiones. Costa Rica, Comisión, 1993. 73 p. Conferencia Episcopal de Costa Rica. Vicaria de Pastoral Profética y Litúrgica. Iglesia Particular de San José. Hacia un Plan Arquidiocesano de Pastoral, Asambleas Parroquiales. Costa Rica, Vicaria, 1993. 64 p. Fundación Padre Alberto Hurtado. Equipo de Formación de la Vicaria de la Esperanza Joven. Fichas Para: Comunidades de Base. Colección Fichas. Santiago de Chile, Equipo, 1993. 12 p. 1994 AZEVEDO, Marcello. Vivir la Fe en un Mundo Plural. Discrepancias y Convergencias. Colección Horizonte EVD. Navarra, Verbo Divino, 1994. 277 p. CELAM. CASTRILLON HOYOS, Darío, Mons. BARRAGAN LOZANO, Javier, Mons. Santo Domingo puerta grande hacia el Tercer Milenio. Desarrollo y Comentarios. Colección Autores Celam, No.07. Bogotá, CELAM, 1994. 348 p. OLIVEROS, Roberto. Clar. Seguimiento de Cristo en las Comunidades Eclesiales de Base. Colección Clar, No.66. Bogotá, Clar, 1994. 172 p. 1996 Celam, Dpto de Misiones. DEMIS. La Esperanza que nos Anima. Colección Iglesia en Misión, No.00. Bogota, Celam, 1996. 118 p. Conferencia Episcopal de Bolivia. Iglesia Comunicadora de Vida y Esperanza. En Camino al Nuevo Milenio. Bolivia, Conferencia, 1996. 41 p. MARINS, José. TREVISAN, Teonilde M. CEB´s la Iglesia en Pequeño. Revirtiendo un Proceso. Santafé de Bogotá, Paulinas, 1996. 122 p. 1998 CISOC-BELLARMINO. Centro de Investigaciones Socioculturales. La Iglesia Católica Chilena y la Nueva Evangelización. Experiencias Diocesanas. Santiago de Chile, Cisoc-Bellarmino, 1998. 206 p. MARINS, José. TREVISAN, Teolide. La Pequeña Comunidad como Realidad, Desafío y Proyecto. SC, SE, 19? 42 p. Diócesis de Franca. Conferencia Episcopal de Brasil. Carta Pastoral de Dom Diógenes Silva Matthes. SC, Diócesis, SF. 25 p. ORTEGA, F. AGUILO, A. Instituto Arquidiocesano de Catequesis. Dialoguemos. Material de Reflexión para Comunidades Cristianas de Base. Santiago de Chile, Instituto, SF. 1 Cp. Reseña de Artículos 1968-69 VELA, Jesús Andrés; SJ. La Comunidad Eclesial de Base. Primera Parte. En: Cursos de Iglesia y Vocación. 1968-69, n.27 , 867-873. VELA, Jesús Andrés; SJ. La Comunidad Eclesial de Base. Segunda Parte. En: Cursos de Iglesia y Vocación. 1968-69, n.28 , 907-914. VELA, Jesús Andrés; SJ. La Comunidad Eclesial de Base. Tercera Parte. En: Cursos de iglesia y Vocación. 1968-69, n.29 , 953-962. 1969 AVALOS, Beatrice. Hacia una Pedagogía de la Comunidad de Base. En: Teología y Vida. 1969, v.10.3 , 247-253. FLORISTAN, Casiano. Crisis de la Parroquia y Comunidades de Base. En: Phase. 1969, año 09, n.52, 333349. GUTIERREZ, Pedro. Consideraciones Generales acerca de la Formación Cristiana. En: Teología y Vida. 1969, v.10.4 , 327-338. MULLER, Carlos. Jalones para una Teología de las Comunidades Cristianas de Base. En: Teología y Vida. 1969, v.10.3 , 254-265. SANCHEZ, Juan José. Las Comunidades Eclesiales ante la Semana de la Unidad. En: Surge. 1969, enero, año 29, v.27, n.274 , 37-42. ZUÑIGA, Ricardo. Comunidades de Base: Estrategia, Variedad y Sentido. En: Teología y Vida. 1969, v.10.3 , 235241. 1970 MOHR, Hermann. Las Comunidades de Base como Agentes del Desarrollo. En: Revista Javeriana. 1970, mayo, t.73, n.364 , 402-409. VELA, Jesús Andrés; SJ. La Comunidad como Fenómeno Evolutivo. Segunda Parte. En: Cursos de Iglesia y Vocación. 1970, enero-febrero, año 5, n.31 , 1051-1061. VELA, Jesús Andrés; SJ. La Comunidad como Fenómeno Evolutivo. Capítulo IV. En: Cursos de Iglesia y Vocación. 1970, marzo-abril, año 5, n.32 , 1099-1112. 1971 Comunidad del Barrio del Cristo (Valencia). Comunidades de Base. En: Iglesia Viva. 1971, septiembre-diciembre, n.35-6 , 413-428. VELA, Jesús Andrés; SJ. Estructuras Pastorales de las Comunidades de Base. Primera Parte. En: Cursos de Iglesia y Vocación. 1971, enero-febrero, año 6, n.37 , 1299-1306. VELA, Jesús Andrés; SJ. Estructuras Pastorales de las Comunidades de Base. Segunda Parte. En: Cursos de Iglesia y Vocación. 1971, marzo-abril, año 6, n.38 , 13391346. VELA, Jesús Andrés; SJ. Estructuras Pastorales de las Comunidades de Base. Tercera Parte. En: Cursos de Iglesia y Vocación. 1971, mayo-junio, año 6, n.39 , 1379-1389. VELA, Jesús Andrés; SJ. Estructuras Pastorales de las Comunidades de Base. Cuarta Parte. En: Cursos de Iglesia y Vocación. 1971, julio-agosto, año 6, n.40 , 1427-1436. VELA, Jesús Andrés; SJ. Estructuras Pastorales de las Comunidades de Base. Quinta Parte. En: Cursos de Iglesia y Vocación. 1971, septiembre-octubre, año 6, n.41 , 14671477. VELA, Jesús Andrés; SJ. Estructuras Pastorales de las Comunidades de Base. Sexta Parte. En: Cursos de Iglesia y Vocación. 1971, noviembre-diciembre, año 6, n.42 , 15111517. 1972 CHEHAYBAR, Salva. Equipo, Comunidad Promotora de Comunidad de Base. Un Equipo al Servicio de la Iglesia. En: Christus. 1972, junio, año 37, n.439 , 56-58. DANTIDRIAN, Tomás. Algunos Aspectos del Sacerdocio en el Sínodo. En: Criterio. 1972, abril, año 45, n.1641 , 166169. MALDONADO, Luis. Fe y Catecumenado: Comunidades de Base. En: Razón y Fe. 1972, septiembre-octubre, t.186, n.896-897 , 201-206. RODRIGUEZ LAPUENTE, Luis; SJ. Sociedad de Hoy y Comunidades Cristianas de Base. En: Christus. 1972, mayo, año 37, n.438 , 18-19. TENORIO, Jesús Pavlo. Una Comunidad de Base, mas allá de la Comunidad Burguesa. En: Christus. 1972, mayo, año 37, n.438 , 23-25. VELA, Andrés; SJ. Teología de las Comunidades de Base. En: Revista Javeriana. 1972, octubre, t.78, n.389 , 331-342. VELA, Jesús Andrés; SJ. Iglesia y Comunidades de Base. En: Cursos de Iglesia y Vocación. 1972, mayo-junio, año 7, n.45 , 1635-1646. ZENTENO, Arnaldo; SJ. Integración de la Evangelización y la Promoción Humana. En: Christus. 1972, mayo, año 37, n.438 , 14-17. 1973 ARIAS, Maximino. La Teología en Chile. En: Iglesia Viva. 1973, marzo-junio, n.44-5 , 187-200. Comisiones de Liturgia del CELAM. Liturgia y Comunidades Cristianas de Base. En: Phase. 1973, diciembre, año 13, n.78 , 536-546. 1974 ZENTENO, Arnaldo; SJ. Las Comunidades de Base y la Pastoral Integral y Liberadora. IX Encuentro Interregional. En: Christus. 1974, diciembre, año 39, n.469 , 06-09. 1975 DUBERT, Ramón; SJ. Comunidades sin Sacerdote. La Experiencia de los Presidentes de Asamblea. En: Sal Terrae. 1975, t.63 , 284-289. ESCUDERO, Antonio Javier. Comunidades de Base: Lo que Define a los Diversos Tipos. En: Sal Terrae. 1975, t.63 , 253-262. FLORISTAN, Casiano. La Celebración del Triduo Pascual en una Comunidad de Base. En: Phase. 1975, mayo-junio, año 15, n.87 , 193-199. FLORISTAN, Casiano. Iglesia y Comunidades de Base: Magnitudes Coherentes?, Mutuas Interpelaciones. En: Sal Terrae. 1975, t.63 , 263-269. FLORISTAN, Casiano. Sobre Comunidades de Base. En: Concilium. 1975, abril, v.11, n.104 , 132-138. MARINS, José. Comunidades Eclesiales de Base en América Latina. En: Concilium. 1975, abril, v.11, n.104 , 2737. PIRONIO, Eduardo; Mons. Relación sobre la Evangelización del Mundo de este Tiempo en América Latina. En: Medellín. 1975, marzo, v.1, n.1 , 107-115. 1976 BORRAT, Héctor. Apertura Eclesial y Oclusión Política en América Latina. En: Misiones Extranjeras. 1976, marzoabril, n.33 , 219-238. Conferencia Episcopal del Brasil. Pastoral Social. En: Misiones Extranjeras. 1976, marzo-abril, n.33 , 302-319. MARINS, José. Comunidades Eclesiales de Base. Comentario al N.58 de la Exhortación Evangelii Nutiandi. En: Medellín. 1976, diciembre, v.2, n.8 , 527-533. ZENTENO, Arnaldo; SJ. Dinamismo Político en las Comunidades Cristianas de Base. En: Christus. 1976, junio, año 41, n.487 , 32-36. 1977 ERIT. Iglesia que nace del Pueblo que se Libera, Pueblo que nace de la Iglesia que se Renueva. En: Christus. 1977, diciembre, año 42, n.505 , 25-29. MESTERS, Carlos. Una Iglesia Que Nace del Pueblo. En: Misiones Extranjeras. 1977, enero-febrero, n.37 , 44-56. ZENTENO, Arnaldo; SJ. Iglesia de los Pobres. En: Christus. 1977, diciembre, año 42, n.505 , 30-33. 1979 FLORISTAN, Casiano. Modelos de Comunidades Cristinas, Populares y Eclesiales. En: Sal Terrae. 1979, año 67, n.788 , 193-199. DE VOS, Franz. Comunidades Eclesiales de Base. En: Didascalia. 1979, septiembre, año 33 , 440-444. ESTEPA LLAURENS, José Manuel; Mons. La Comunidad Cristiana: Origen, Meta, Ámbitos y Agentes de la Catequesis. En: Actualidad Catequética. 1979, abril-junio, n.92-93 , 71-93. INIESTA, Alberto. Comunidades de Base y Universalidad Eclesial. En: Communio. 1979, mayo-junio, v.1, n.3 , 39-48. MARINS, José. Las Comunidades Eclesiales de Base en Puebla. Lo que fue Asumido y lo que Sigue. En: Medellín. 1979, marzo-junio, v.5, n.17-18 , 130-151. MARINS, José. La Comunidad Eclesial de Base [CEB]en América Latina. Lo Asumido y el Proceso que Sigue. En: Misiones Extranjeras. 1979, noviembre-diciembre, n.54 , 353-372. MUTISO MBINDA, John. Experiencia de Comunidad en la Sociedad Africana. En: Misiones Extranjeras. 1979, noviembre-diciembre, n.54 , 373-380. Obispos de los Países del Este de África. Conclusiones de la Asamblea Plenaria de AMECEA. En Zomba, Malawi. En: Misiones Extranjeras. 1979, noviembre-diciembre, n.54 , 403-412. OCHOA DE SORIA, José María. Comunidades Eclesiales de Base: Entre el Riesgo y la Esperanza. En: Surge. 1979, enero-febrero, año 39, t.37, n.376-377 , 03-46. ZEPEDA, Alfredo; SJ. América Latina desde Puebla. En: Christus. 1979, marzo-abril, año 44, n.520-521 , 97-101. 1980 A.A. La Fe Cristiana Hoy en el Salvador. En: Christus. 1980, julio-agosto, año 45, n.536-537 , 53-55. DEELEN, G. La Iglesia al Encuentro del Pueblo en América Latina: Las Comunidades de Base en Brasil. En: Senderos. 1980, septiembre-diciembre, año 03, n.09 , 181220. GUTIERREZ, Gustavo. Comunidades Cristianas de Base: Perspectivas Eclesiológicas. En: Misiones Extranjeras. 1980, n.59 , 461-478. IDIGORAS, José Luis; SJ. Eclesiología de las Comunidades Cristianas Populares. Documento sobre las Iglesias Populares. En: Medellín. 1980, septiembre, v.6, n.23 , 252-365. IV Congreso Internacional Ecuménico de Teología. Documento Final. En: Misiones Extranjeras. 1980, n.59 , 511-525. MESTERS OCARM Carlos. La Interpretación de la Biblia en algunas Comunidades de Base [Brasil]. En: Concilium. 1980, septiembre-octubre, v.16, n.158 , 214-221. ZENTENO, Arnaldo. Las CEBs algo muy Nuevo y muy Antiguo. La Tradición Vivida por un Pueblo Creyente y Liberador. En: Christus. 1980, abril, año 45, n.533 , 25-31. 1980-1981 BERTAPELLE, Angel. La Comunidad Eclesial de Base. Una Creación Original de la Iglesia Latinoamericana Asumida por la Iglesia Universal. En: Anthropos. 19801981, año 01-02 , 123-159. 1981 Congreso Ecuménico Internacional de Teología. Sao Paulo, 20 de febrero - 2 de marzo de 1980. En: Concilium. 1981, abril, v.17, n.164 , 125-144. BOFF, Clodovis María; OSM. Fisonomía de las Comunidades Eclesiales de Base. En: Concilium. 1981, abril, v.17, n.164 , 90-98. BOFF, Leonardo; OFM. CEB´S: Pueblo Oprimido que se Organiza para la Liberación. En: Páginas. 1981, agosto, v.6, n.39 , 26-30. CHENU, Marie Dominique. Una Realidad Nueva: Teólogos del Tercer Mundo. En: Concilium. 1981, abril, v.17, n.164 , 37-46. Iglesia Latinoamericana. Documentos Sociales de la Iglesia en Latinoamericana. En: Christus. 1981, año 46 , 1792. LIBANIO, Joao Batista; SJ. Elementos para una Posterior Reflexión. En: Páginas. 1981, agosto, v.6, n.39 , 30-31. MARIN, Iván. Proceso de Comunión y Participación, Visualizado en Comunidades Eclesiales de Base y Ministerialidad Diversificada. En: Medellín. 1981, marzo, v.7, n.25 , 72-109. MARTINEZ CORTES, Javier. Hacia una Aceptación de lo Experiencial?. Evolución de la Conciencia Religiosa en España. En: Razón y Fe. 1981, marzo, t.203, n.996 , 250-258. VELA, Jesús Andrés; SJ. Los Grandes Temas Bíblicos en la Espiritualidad de las Comunidades Eclesiales de Base en América Latina. En: Cursos de Iglesia y Vocación. 1981, enero-febrero, año 16, n.97 , 20-32. ZENTENO, Arnaldo; SJ. Temor o Esperanza?. El Compromiso CEB en el Proceso Popular. En: Christus. 1981, año 46 , 35-40. 1982 MARINS, José. Ministerios Nuevos y Diversificados a Partir de las Comunidades de Base. En una Iglesia Localencarnada. En: Misiones Extranjeras. 1982, n.70 , 387-408. 1983 A.A. Movilización de la Iglesia en Favor de la Paz. En: ECA. 1983, julio-agosto, año 38, n.417-418 , 678-683. BOFF, Leonardo. Semillas de una Nueva Sociedad. En: Christus. 1983, octubre, año 48, n.569 , 41-46. Departamento de Pastoral del ICCE. Memorandum: Parroquia y C.E.B. En: Pastoral Juvenil. 1983, marzo, n.219 , 6-11. GARCIA GUTIERREZ, Mercedes. La Biblia en la Liberación del Pueblo. En: Christus. 1983, diciembre, año 48, n.571 , 29-33. GIL, Herminio. La Experiencia Cristiana vivida por las CEB´s. En: Christus. 1983, octubre, año 48, n.569 , 18-22. GONZALEZ, Daniel. Los Diferentes Proyectos de las Iglesias y de la Espiritualidad Popular. En: Christus. 1983, agosto-septiembre, año 48, n.567-568 , 22-32. ROJO GARCIA, José María. Los Cristianos y las Organizaciones Populares. En: Misiones Extranjeras. 1983, n.73 , 15-24. 1984 CLAVER, Francisco; Mons. Las CEB´s en Filipinas. En: Misiones Extranjeras. 1984, enero-febrero, n.79 , 55-59. CNBB. Las Comunidades Eclesiales de Base en Brasil. En: Medellín. 1984, marzo, v.10, n.37 , 110-125. CNBB. Documento de la Conferencia Nacional de los Obispos del Brasil. En: Misiones Extranjeras. 1984, enerofebrero, n.79 , 5-20. CORDEIRO, José; Card. El Concepto de Comunidades Cristianas de Base en un Medio no Cristiano. En: Misiones Extranjeras. 1984, enero-febrero, n.79 , 73-83. GIL REDONDO, Herminio. La Experiencia de las Comunidades Eclesiales de Base en América Latina. En: Sal Terrae. 1984, junio, t.72-6 , 479-488. GREGORY, Alfonso. Análisis de Algunos Cambios en la Iglesia de América Latina e Importancia de estos en la Formación de los Sacerdotes. En: Medellín. 1984, septiembre-diciembre, v.10, n.39-40 , 297-308. MARINS, José. TREVISAN, Teolide María. CHANONA, Carolee. Comentarios sobre el Documento de los Obispos de Brasil. En: Misiones Extranjeras. 1984, enero-febrero, n.79, 21-53. NAVARRO, Jesús Bonete. Una Experiencia con Comunidades de Base. En: Pastoral Juvenil. 1984, abrilmayo, n.229-30 , 69-73. OKEYO, Vitalis. Pequeñas Comunidades Cristianas en la Diócesis de Kisii. En: Misiones Extranjeras. 1984, enerofebrero, n.79, 85-89. RICHARD, Pablo. La Iglesia que Nace en América Central. Por la Fuerza de Dios. En: Christus. 1984, junio, año 49, n.576 , 31-40. URTEAGA, Salvador. Como se Descubre la Iglesia Desde el Tercer Mundo. En: Misiones Extranjeras. 1984, mayojunio, n.81 , 283-295. VAZQUEZ ELIZALDE, Serafin; Mons. Selección de Textos sobre Comunidades. En: Misiones Extranjeras. 1984, enerofebrero, n.79 , 67-71. 1985 AMAYA TORRES, Fabian. Reflexiones Teológicas sobre la Cruz. En: Christus. 1985, marzo-abril, año 50, n.583-584 , 15-18. BAJO, Nicolás. Fe Cristiana: Compromiso de Liberación. En: Iglesia Viva. 1985, julio-agosto, n.118 , 393-396. GARITANO LASKURAIN, Félix. El Sacerdote, Evangelizador de las Comunidades y Evangelizado por las Comunidades. En: Surge. 1985, mayo-junio, año 45, t.43, n.452-453 , 215-226. LONA, Arturo; Mons. La Praxis de las Comunidades Eclesiales entorno a la Cruz. En: Christus. 1985, marzoabril, año 50, n.583-584 , 19-22. LOSADA, Joaquín; SJ. La Eclesiología de la Teología de la Liberación. En: Sal Terrae. 1985, febrero, t.73-2 , 127-142. 1986 AA.VV. Historia de Nuestra Comunidad 1970-1985. En: Christus. 1986, año 51 , 20-28. Celam. Decat. Documento Base. Breve Estudio sobre la Catequesis en Comunidades Eclesiales de Base. En: Medellín. 1986, diciembre, v.12, n.48 , 437-445. Celam. Decat. Brasil la Comunidad Eclesial de Base como Comunidad Catequizanda y Catequizadora en el BrasilInformación General sobre las CEB´S en el Brasil. En: Medellín. 1986, diciembre, v.12, n.48 , 446-462. Celam. Decat. Uruguay. Las comunidades Eclesiales de Base y su Catequesis en Uruguay. En: Medellín. 1986, diciembre, v.12, n.48 , 463-477. Celam. Decat. Argentina: Las Comunidades Eclesiales de Base en Argentina. En: Medellín. 1986, diciembre, v.12, n.48 , 478-487. Celam. Decat. Chile: Comunidades Eclesiales de Base en Chile y la Comunicación de la Fe en Ellas. En: Medellín. 1986, diciembre, v.12, n.48 , 488-525. HERNANDEZ, Luis. La Iglesia Particular, las Comunidades Eclesiales y la Opción Preferencial por los Pobres y Oprimidos. En: Corintios XIII. 1986, n.38 , 67-78. JOSE MATOS, Henrique Cristiano; CFMM. As CEB´S como Profecia Eclesial. En: Convergencia. 1986, abril, año 21, n.191 , 185-191. LIBANIO, Joao Batista; SJ. Comunidad Eclesial de Base. En: Convergencia. 1986, abril, año 21, n.191 , 175-184. LONA, Arturo; Mons. Las CEB´s y los Movimientos Populares en el Istmo. En: Christus. 1986, año 51 , 36-46 MENDOZA ZARAGOZA, Ramón. Iglesia de los Pobres. En: Christus. 1986, año 51 , 21-27. OLIVEROS, Roberto. El Estilo de las CEB´s. En: Christus. 1986, año 51 , 04-14. OLIVEROS, Roberto. Encuentro Nacional de CEB´s en Oaxaca. En: Christus. 1986, año 51 , 30-33. QUIROZ, Álvaro. Las CEB´s: Iglesia Profética. En: Christus. 1986, año 51 , 41-45. RICHARD, Pablo. La Iglesia que Nace en América Central. En: Selecciones de Teología. 1986, enero-marzo, v.25, n.97 , 37-48. SANCHEZ SANCHEZ, José. Las CEB´s. En: Christus. 1986, año 51 , 50-55. 1987 AA.VV. El Ministerio en América Latina. En: Christus. 1987, año 52 , 42-46. ALVES DE LIMA, Luis. La Comunidad Catequizadora en Brasil. En: Didascalia. 1987, agosto, año 51, n.404 , 4-16. GARCIA GUTIERREZ, Mercedes. La Iglesia Semilla del Pueblo. En: Christus. 1987, año 52 , 41-45. GREGORY, Alfonso Felippe; Mons. Algunas Características de las Comunidades Eclesiales de Base en Brasil. En: Corintios XIII. 1987, n.42 , 171-177. HURTADO, Juan Manuel. CEB´s, Signo de los Tiempos. En: Christus. 1987, año 52 , 33-41. MENDOZA ALVAREZ, Carlos. Política. En: Christus. 1987, año 52 , 34-37. ROQUE ROHR, Joao. CASTEJON, Agostinho. Presencia Educadora de la Iglesia en la Experiencia de las Comunidades Eclesiales de Base. Aspecto Religioso. En: Educación Hoy. 1987, abril-junio, año 17, n.97 , 43-60. TRIGO, Pedro. Análisis de la Iglesia Latinoamericana. En: Anthropos. 1987, año 08 , 25-66. 1988 ALESSIO, Nicolás. Novena a San Cayetano. Nueve Encuentros para Pequeñas Comunidades o Comunidades Eclesiales de Base. En: Didascalia. 1988, agosto, año 52, n.414 , 22-36. ALVAREZ GANDARA, Miguel. Los Laicos, fuerza de la Iglesia de los Pobres. En: Christus. 1988, agostoseptiembre, año 53, n.617-618 , 27-34. BRAVO GALLARDO, Carlos. CEB´s Pueblo de Dios que Escucha y Clama. En: Christus. 1988, diciembre, año 53, n.621 , 04-11. GARCIA ORSO, Luis. Ministerios que Brotan de una Comunidad. En: Christus. 1988, agosto-septiembre, año 53, n.617-618 , 44-47. LIBANIO, Joao Batista; SJ. Comunidades Eclesiales de Base: Qué se Quiere Decir con el Termino Base? En: Selecciones de Teología. 1988, octubre-diciembre, v.27, n.108 , 289-297. MACCISE, Camilo. El Clamor de los Pobres: Fuerza Interpelante y Transformadora de la Iglesia. En: Revista de Espiritualidad. 1988, año 47, t.47, n.187 , 233-264. MACCISE, Camilo; OCD. Comunidades Paulinas y Comunidades Eclesiales de Base de América Latina. En: Theológica Xaveriana. 1988, octubre-diciembre, año 38.4, n.89 , 353-367 PARRAGUEZ, Walter., Las comunidades eclesiales de base. En Pastoral Popular, nº190, 1988, 11-37 OEYEN, Pedro; MONS. Pastoral de Conjunto. En: Didascalia. 1988, septiembre, año 52, n.415 , 4-14. RODRIGUAZ, Gabriel Ignacio., Una eclesiología de comunión y participación a partir de los pobres. Estudio de la relación C.E.B.-Jerarquía en la eclesiología de Leonardo Boff. En Teología Xaveriana, nº89, 1988, 369-388 1989 AA.VV. Mensaje Pastoral a las Comunidades Eclesiales de Base de México. En: Diakonia. 1989, abril-junio, año 13, n.50 , 209-219 . AA.VV. 20 años de prioridad pastoral. C.E.B. En Pastoral Popular, nº192, 1989, 7-9 AA.VV. Pistas para el Compromiso Político de las CEBs. En: Christus. 1989, año 54 , 69-71. ARZOBISPOS Y OBISPOS DE MÉXICO. Las comunidades eclesiales de base son la iglesia en movimiento. En Páginas. Nº.99 (1989) 123/128 ALVES DE LIMA, Luis; SDB. Testimonio: La Comunidad Catequizadora en Brasil. En: Medellín. 1989, marzo, v.15, n.57 , 125-140. ARRIAGA ALARCON, Pedro. Liturgia, CEB´s Compromiso Político. En: Christus. 1989, año 54 , 51-55. y BARRIGA, Felipe., Comunidades eclesiales de base. En La Revista Católica, nº 1086, 1990, 134-141 BOFF, Leonardo; OFM. CEB´s: que Significa Novo Modo de toda a Igreja Ser? En: Grande Sinal. 1989, septiembreoctubre, v.43, n.5 , 571-592. BRAVO, Carlos. Pueblo de las Bienaventuranzas. En: Christus. 1989, año 54 , 33-42. BATISTA L, José., Comunidades eclesiales de base: ¿Qué te quiere decir con el término "Base"?. En Selecciones de Teología, nº108, 1989, 289-297 CONFERENCIA EPISCOPAL DE CHILE., Carta a las comunidades eclesiales de base. En CELAM, nº228, 1989, 719 Encuentro Nacional de CEB´s. Memoria del XIII Encuentro Nacional de las CEB´s. En: Christus. 1989, año 54 , 72-79. FLORO MARTINEZ, Angel. Comunidades Cristianas de Gokwe. En: Misiones Extranjeras. 1989, mayo-junio, n.111 , 341-360. GARCIA MAURIÑO, José María. Testimonio desde una Comunidad Eclesial de Base. En: Sinite. 1989, enero-abril, v.30, n.90 , 149-154. GOMEZ HERMOSILLO, Rogelio. Las CEB´s donde no hay Organización Popular. En: Christus. 1989, año 54 , 56-68. GUINEY, John. Comparación Entre las Comunidades Cristianas de Base en América del Sur y África. En: Misiones Extranjeras. 1989, mayo-junio, n.111 , 361-378. HEALEY JOSEPH G. Pequeñas Comunidades Cristianas en Misión: África de Este. En: Misiones Extranjeras. 1989, mayo-junio, n.111, 295-304. LAPOINTE, Eugéne. Pequeñas Comunidades Cristianas en el Sur de África y Teología Pastoral. En: Misiones Extranjeras. 1989, mayo-junio, n.111 , 307-325. LAURENT, Oliver. Las Comunidades de Base en África. En: Misiones Extranjeras. 1989, mayo-junio, n.111 , 277-294. MARINS, José. Después de Puebla las Comunidades Eclesiales de Base. En: Medellín. 1989, junio-septiembre, v.15, n.58-59 , 60-91. MIER, Sebastián. Luchar por la Familia desde su Realidad. En: Christus. 1989, año 54 , 24-26. NDLOVU, Robert Christopher. Base Sociológica para la Construcción de Comunidades. En: Misiones Extranjeras. 1989, mayo-junio, n.111 , 327-339. OLIVEROS, Roberto. CEBs Rostro Histórico de la Iglesia de los Pobres. En: Christus. 1989, año 54 , 19-22. RAMOS, Jesús. Eucaristía, Vida y Parroquial y CEB´s. En: Christus. 1989, año 54 , 39-41. RICHARD, Pablo. Donde está Nuestra Fuerza. El Futuro de la Iglesia de los Pobres. En: Diakonia. 1989, octubrediciembre, año 13, n.52 , 333-354. RICHARD, Pablo. ¿Dónde Está Nuestra Fuerza? ¿ El Futuro de la Iglesia de los Pobres? En: Christus. 1989, año 54, 23-32. RODRÍGUEZ DA SILVA, Marcos., Inculturación en las comunidades eclesiales de base. En Medellín, nº61, 1990, 105/108 TAMAYO ACOSTA, Juan José. Comunidades de Base y la Catechesi Tradendae. En: Sinite. 1989, septiembrediciembre, v.30, n.92 , 495-509. VELASCO YAÑEZ, David. Como Articular Fe y Política. En: Christus. 1989, año 54 , 06-15. 1990 ALESSIO, Nicolás. Triduo de Pentecostés; Material para las Comunidades de Base y Otros Grupos. En: Didascalia. 1990, junio, año 44, n.432, 34-39. CERVERA, Raúl. CEB´s: Los Pobres son Evangelizados y Evangelizan. En: Christus. 1990, octubre, año 55, n.639, 3238. GASTALDI, Néstor. Algo sobre la Espiritualidad de las Comunidades Eclesiales de Base. En: Didascalia. 1990, septiembre, año 44, n.435 , 4-10. GOMEZ GALLEGOS, José Luis. Proceso Educativo de las Comunidades de Base en América Latina. En: CIAS. 1990, marzo, año 39, n.390, 28-31. GONZALEZ ROSER, Antonio. La Dimensión Catequética de las Comunidades Eclesiales de Base. En: Christus. 1990, agosto, año 55, n.637, 22-32. HURTADO, Juan Manuel. Las Comunidades Eclesiales de Base: Portadoas y Creadoras de Cultura. En: Christus. 1990, octubre, año 55, n.639, 27-31. RICHARD, Pablo. La Iglesia de los Pobres en la Década de los Noventa. En: Diakonia. 1990, julio-septiembre, año 14, n.55, 75-96. RODRIGUEZ DA SILVA, Marcos. Inculturación en las Comunidades Eclesiales de Base. En: Medellín. 1990, marzo, v.16, n.61, 105-108. ROSALES, Raúl., La espiritualidad de las comunidades. La fuerza para una nueva evangelización. En Pastoral Popular, nº204, 1990, 7-13 SCHWANTES, Milton. FRANCO, Fausto. Génesis, 15: Promesa de Dios y Tarea Nuestra: La Lucha por la Tierra, Hoy como Ayer. En: Misiones Extranjeras. 1990, mayojunio, n.117 , 207-227. VELEZ, Neptalí; SJ. Las Comunidades Eclesiales de Base un Reto de Nueva Evangelización. En: Theológica Xaveriana. 1990, octubre-diciembre, año 40.4, n.97, 439-445. 1991 MOTTE, Mary. Nueva Misionología: Los Pobres Evangelizan. En: Misiones Extranjeras. 1991, marzo-abril, n.122, 145-154. RECIO ADRADOS, Juan Luis. Génesis y Desarrollo de las Sectas. En: Misiones Extranjeras. 1991, enero-febrero, n.121, 5-14. 1992 CASALDALIGA, Pedro; CMF. Opción por los Pobres, Inculturación y Comunitaridad. En: Diakonia. 1992, octubre-diciembre, año 16, n.64, 3-12. COWLEY, Percival; SSCC. Aportes Latinoamericanos al Magisterio Social de la Iglesia. En: Medellín. 1992, eneromarzo, v.18, n.69, 75-90. JARAMILLO MARTINEZ, Julio. Los Efectos de Medellín en la Pastoral Latinoamericana, de 1968 a 1990. En: Medellín. 1992, septiembre, v.18, n.71, 487-507. NERY, Israel. Brasil: Presente y Futuro de la Catequesis. En: Sinite. 1992, enero-abril, v.33, n.99 , 43-64. PIERIS, Aloysius; SJ. Diálogo Interreligioso y Teología de Las Religiones. Paradigma Asiático. En: Misiones Extranjeras. 1992, noviembre-diciembre, n.132, 487-496. RECIO ADRADOS, Juan Luis. Génesis y Desarrollo de las Sectas. En: Diakonia. 1992, enero-marzo, año 16, n.61, 5764. TAPIA, Benjamín; OFM. La Solidaridad con los Grupos Nativos y Campesinos, una Urgencia Ética Social y Evangélica. En: Revista Teológica Limense. 1992, eneroabril, v.26, n.01, 49-70. VIGIL, José María; CMF. Descubrir la Originalidad Cristiana de la Iglesia Latinoamericana. En: Diakonia. 1992, octubre-diciembre, año 16, n.64, 55-64. VIGIL, José María. Descubrir la Originalidad Cristiana de la Iglesia Latinoamericana. En: CIAS. 1992, abril, año 41, n.411, 75-84. 1993 LEBEAU, Paul. Hacia una Teología Postmoderna? En: Selecciones de Teología. 1993, octubre-diciembre, v.32, n.128, 279-285. MARINS, José. Santo Domingo: Perspectivas de Futuro. En: Misiones Extranjeras. 1993, marzo-abril, n.134, 101-113. NERY, Israel. El Uso de la Biblia en una Comunidad Cristiana de Base. En: Sinite. 1993, enero-abril, v.34, n.102, 133-143. RICHARD, Pablo. Las Comunidades Eclesiales de Base en América Latina. Después de Santo Domingo. En: Misiones Extranjeras. 1993, marzo-abril, n.134, 115-132. SALVATIERRA, Angel. Las Comunidades Eclesiales de Base después de Santo Domingo. En: Medellín. 1993, Julio-septiembre, v.19, n.75, 367-402. 1994 CODINA, Víctor., La sabiduría de las comunidades de base de América Latina. En Concilium, nº254, 1994, 103-113 PARRA, Alberto. Carismas y Ministerios de los Pobres en la Iglesia y La Sociedad. En: Misiones Extranjeras. 1994, mayo-junio, n.140, 223-240. 1995 Conferencia del Episcopado Dominicano. Carta Pastoral Sobre la Catequesis. En: Boletín Celam. 1995, marzo-abril, n.267, 53-88. Conferencia Episcopal Costarricense. Las Comunidades Eclesiales de Base en la Iglesia Castrense. Comisión Nacional Episcopal de Laicos. CONEL. En: Boletín Celam. 1995, octubre-diciembre, n.270 , 60. BENTUE, Antonio. Panorama de la Teología en América Latina desde el Vaticano II a Santo Domingo. En: Teología y Vida. 1995, v.36.3, 159-191. BESTRAD, Joan. La Parroquia, Institución Eclesial Insustituible e Insuficiente. En: Phase. 1995, julio-agosto, año 35, n.208, 269-280. MENDEZ PEÑATE, Adriana. Tema para las Comunidades Eclesiales de Base; 1995: Año Jubilar Guadalupano. En: Christus. 1995, noviembre-diciembre, año 60, n.690-691 , 58-60. SANCHEZ, José. La CEBs Fuente de Espiritualidad. En: Diakonia. 1995, octubre-diciembre, año 19, n.76 , 29-36. SANCHEZ, José. Las CEB´s fuente de Espiritualidad para el Sacerdote Ministerial. En: Christus. 1995, agosto, año 60, n.687, 08-16. 1996 BOLAÑOS GONZALEZ, Jimmy. Las Comunidades Eclesiales de Base en el Magisterio de la Iglesia. En: Senderos. 1996, enero-abril, año 18, n.52, 41-58. CASTILLO, José Maria., Teología de las comunidades eclesiales de base en América Latina. En Revistas Latinoamericanas de Teología, Vol. –13- 39, 1996, 205ss CASTRO CALZADA, Carlos; OP. Las Comunidades Eclesiales de Base: Una Opción Pastoral de la Arquidiócesis de San José? En: Senderos. 1996, enero-abril, año 18, n.52, 111-140. CERVERA, Raúl. Las CEB´s en México: Un Camino de Resistencia y Esperanza. En: Christus. 1996, noviembrediciembre, año 61, n.697, 50-54. Diócesis de Bilbao. Catecumenados y Comunidades Eclesiales. En: Actualidad Catequética. 1996, abril-junio, n.170 , 119-129. GIRARDI, Vittorino; MCCJ. Las Comunidades Eclesiales de Base: Un Modelo de Iglesia. En: Senderos. 1996, eneroabril, año 18, n.52 , 73-109. RICHARD, Pablo. Comunidades Eclesiales de Base. Fundamentos Bíblicos. En: Senderos. 1996, enero-abril, año 18, n.52, 11-40. SARIEGO GARCIA, Enrique. Las CEBs como Propuesta Iniciatica ante unos Desafíos. En: Senderos. 1996, eneroabril, año 18, n.52, 59-72. TEIXEIRA, Faustino. Las Comunidades Eclesiales de Base en Brasil. En: Concilium. 1996, junio, v.32, n.265, 439-457. ZAPATA, Gonzalo., Comunidades de base. En Vida Espiritual, nº118, 1996, 5-17 1997 CONTRERAS, B. Las CBS Frente a Nuevos Retos en el Istmo de Tehuantepec. En: Christus. 1997, mayo-junio, año 52, n.700, 30-31. 1998 WIRZ KRAEMER, Rodolfo, Mons. Consejo Episcopal Latinoamericano, CELAM. Parroquias y Comunidades Eclesiales de Base [CEB´s] Conmemoración de los 30 Años de la Segunda Conferencia General del Episcopado Latinoamericano. En: Boletín Celam. 1998, septiembre, n.281 , 202-216. 1999 TRIGO, P. Comunidades Eclesiales de Base. En: Revista Latinoamericana de Teología. 1999, enero-julio, año 16, n.47, 189-205. 2000 ZANTENO, A. Las CEB, un Amor Apasionado y una Inquebrantable Esperanza. En: Xilotl. 2000, julio, v.13, n.25 , 23-58. 2002 APOLINARIO, Abraham. Las Comunidades Eclesiales de Base. En: Misiones Extranjeras. 2002, enero-febrero, n.187, 117-127. APOLINARIO, Abraham. Las Comunidades Eclesiales de Base. En: Misiones Extranjeras. 2002, marzo-abril, n.188, 117-127. GÓMEZ DE SOUZA, Luiz Alberto. En los Orígenes de Medellín: De la Acción Católica a las Comunidades Eclesiales de Base y a las Pastorales Sociales. 1950-1968. En: Concilium. 2002, junio, n.296, 357-363. I. Origen 7 1) ¿Qué es una comunidad eclesial de base? 7 2) ¿Cómo nace y cómo se desarrolla? 7 3) Inspirada en la Comunidad Eclesiástica Primitiva 9 4) Contexto 10 a) Reveladora de una situación concreta en América Latina 10 b) Se aprende a partir de la experiencia 11 c) Integra la cultura "Inculturación" 11 d) Objetivos 11 II Eclesiología 12 1) Sacramento de Unidad 12 a) Modelo Sinagogal 12 b) Comunión y fraternidad 13 c) Identidad Eclesial 13 2) "Una nueva manera de ser Iglesia" 15 a) Principio de transformación eclesial 16 b) Da forma y estructura a la Iglesia 16 c) Signo de vitalidad de la Iglesia 16 d) Iglesia participativa 17 3) Lugar teológico Liberador 17 a) Teología práctica que "es vida" 18 i) Parte de una fe compartida 18 ii) Desde los más pobre 19 b) Teología que hacen las comunidades 19 i) De carácter popular: desde "la Base" 19 4) Parroquia Comunidad de Comunidades 19 a) Descentraliza y renueva la estructura parroquial 20 b) Privilegia la sacramentalidad eclesial 20 c) Enraíza en ambiente populares y rurales 21 III Pastoral 21 1) Teología pastoral a partir de la praxis 21 2) Papel del Pastor 21 3) Comunidad Servidora 22 4) Los laicos comparten la responsabilidad pastoral 22 5) Grupo fermento 22 6) Anuncia el Kérygma 22 7) Taller de Evangelización comunitaria 23 8) Fuente de ministerios (no ordenador y sacramentales) y de servicio 24 9) De marcada formación bíblica y catequética 24 10) Atención a la Pastoral Popular 25 11) Tomando en cuenta la dignidad de la persona humana 25 IV Antropología 25 V Conformación 26 1) Espontáneo y fraterno 26 2) De Base: de pocos miembros, grupos pequeños 27 3) Células de la Comunidad Parroquial 27 4) Grupo fermento 27 5) Focos de evangelización 28 VI Liturgia 28 1) Expresión Litúrgica 28 2) La Palabra de Dios 28 3) La Eucaristía 29 4) Otras Celebraciones 29 5) Servicios y Ministerios 29 6) Espiritualidad 31 VII Evangelización-Misión 31 1) Fomenta el Espíritu Misionero 31 2) Crece la conciencia de la misión Ad Gentes 32 3) Los pobres nos evangelizan 33 4) Lugar de apoyo para la misma Iglesia 33 5) Fuerza e instrumento de evangelización 34 VIII Valoración y desafíos 34 1) Nuevo estilo de sociedad 34 2) Una Iglesia de rostro diferente 34 3) Modelo Comunitario Organizado 35 4) Protagonista de un nuevo orden 35 5) Compromiso socio-político 35 Conclusión 37 ANEXOS Textos en Documentos Pontificios que hacen referencia a las CEBs 38 EXHORTACIÓN APOSTÓLICA «EVANGELII NUNTIANDI» (1.975) 38 EXHORTACIÓN APOSTÓLICA "CATECHESI TRADENDAE" (16/10/1979) 40 EXHORTACIÓN APOSTÓLICA "FAMILIARIS CONSORTIO" (22/11/1981) 41 EXHORTACIÓN APOSTÓLICA "CHRISTIFIDELES LAICI" (30/12/1988) 42 CARTA ENCÍCLICA "REDEMPTORIS MISSIO" (07/12/1990) 43 EXHORTACIÓN APOSTÓLICA POSTSINODAL "ECCLESIA IN AFRICA" (14/09/1995) 44 EXHORTACIÓN APOSTÓLICA "ECCLESIA IN AMERICA" (22/01/1999) 45 BIBLIOGRAFÍA SOBRE COMUNIDADES ECLESIALES DE BASE 47