[ie 641] (24 noviembre 1921)

Anuncio
Pamplona 24 de noviembre de 1921
Año XXVII
BIBLIOTECA CATÓLICO-PROPAGANDISTA
Te¡eria } 4O,
2.°
*
;
Centenario de la Canonización de S. Francisco Javier
ADMINISTRACIÓN, ESLAVA, 3
•. , ' , .-
Núm. 639
•
•-
DIRECCIÓN, NAVAS DE TOLOSA, 23, 2.
no fuera faltar a la ley de Dios, y singularmente a la caridad.
,
De este vaso de elección se sirvió Dios para llevar la
luz del Evangelio a los últimos rincones de las Indias, en
El acontecimiento que se prepara
aquel siglo XVI en que tantos santos florecieron en la
nación española. Desde el año 1540, en que fue aprobaNavarra está obligada
da la Compañía de Jesús por el papa Paulo III, hasta el
año
de 1552, en que el Santo apóstol vio coronadas sus
I - .
inmensas fatigas con una muerte gloriosa, sus trabajos
evangélicos, sus penitencias y sus milagros fueron una
N el año de 1497, cuarenta y tres
cadena de méritos ante los ojos de Dios.
años antes de que San Ignacio de
Loyola fundase la insigne ComNo hemos de describir aquí su vida de misionero.
pañía de Jesús, fue martirizado
Cuando partió de Lisboa, llevando en su equipaje espiripor los indios un santo varón de
tual el Breve del Soberano Pontífice que le nombraba
Dios, religioso trinitario, llamado
Nuncio Apostólico, comenzó a ejercer su apostolado conPedro de Covillán. Cuando, trasvirtiendo a los novecientos tripulantes de la nave en que
pasado de flechas, derramaba su
se embarcó.
sangre por Jesucristo, profetizó
Con su caridad y con su humildad a todos los ganó.
la fundación de una nueva reliDoce años duraron sus trabajos apostólicos, y a los
gión de clérigos que llevaría el
setenta años de su gloriosa muerte, después de un exanombre de Jesús, y uno de sus
men jurídico de las virtudes y milagros de este gran
primeros Padres, conducido por
siervo de Dios, el papa Gregorio XV lo canonizó solemel Espíritu Santo, penetraría hasnemente el día 12 de marzo de 1622.
ta los más apartados rincones de
En la Bula de la canonización, el Soberano Pontífice
las Indias Orientales y las convertiría con su evangélica
le llama Apóstol de las Indias, y dice que su apostolado
predicación. Esta nueva religión
brilla con todas las señales en
de la Iglesia de Dios fue la Comla vocación divina, como son el
NAVARRA
pañía de Jesús, y San Francisdon de milagros, el de profeco Javier, el misionero intrépicía, el de lenguas, con las más
do que evangelizó las Indias.
excelsas virtudes de penitencia,
celo, caridad, pobreza y huDios nuestro Señor, que samildad.
be elegir los hombres para llevar a cabo los designios ines
Fue un santo grande navarro,
crutables de su misericordia paun santo que hace tres siglos
ra con los pueblos y naciones,
venera la-Iglesia Católica en los
escogió a SanF rancisco Javier
altares, un santo que deja sentir
para llevar la luz del Evangelio
los efectos de su protección en
a las Indias y al Japón, y dotó
todos los pueblos de la tierra,
al Santo navarro de tales Cualidondequiera que los cristianos
dades, que un biógrafo suyo dile invocan.
. . . .-•; ; , -,-.:•
ce que estaba dotado de todas
las perfecciones naturales que
piden las funciones del apostolado de Jesucristo.
El día 12 de marzo de 1922
ORORBIA.—Vista de la iglesia parroquial
Poseía Francisco de Javier.
se cumplirá el tercer centenario
F¡oto. Valentín García
el mozo aristócrata consagrade esta gloriosa Canonización
do a Dios, un cuerpo robusto,
del Santo de Javier. Tres siglos
una complexión viva y ardiente, un genio sublime y cade bendición para Navarra. Trescientos años de protecpaz de las mayores empresas, un corazón intrépido,
ción divina del Santo para su amado país.
mucho agrado exterior, un aire apacible y agraciado, y
La Excma. Diputación ha tomado la iniciativa en el
un humor alegre y amigo de complacer en todo lo que
asunto de la celebración y recuerdo de tan gran fecha.
254
LA AVALANCHA
Merece por ello nuestra primera autoridad administrativa y patriótica toda alabanza y aplauso. ¡Muy bien!
El pueblo navarro, los cristianos hijos de este antiguo
Reino, el más glorioso de la Península ibérica, el más legendario de España y el más adicto a la Iglesia Romana y
a la Compañía de Jesús, debe demostrar su júbilo ante
este acontecimiento que va a atraer sobre Navarra las
miradas de todo el orbe católico.
La provincia hermana de Guipúzcoa tuvo a gran honor celebrar en el año último la fechade la Caída de San
Ignacio, y consiguió se trajera, para que la adorasen los
fieles, la cabeza del Santo que tales pensamientos abrigó
en servicio de Dios.
La digna Junta organizadora del Centenario de San
Francisco gestiona también para traer otra preciadísima
reliquia, la de aquel brazo del Apóstol de las Indias que
tantas miles de veces se alzó para bautizar a los indios
con las aguas regeneradoras, henchidas de los dones del
Espíritu Santo.
En un mismo acto de soberana y divina potestad canonizó el papa Gregorio XV a San Francisco Javier y a
Santa Teresa de Jesús, y si la patria regional de la Santa,
la provincia de Avila, en unión de la Orden carmelitana,
ha sabido interesar, en el pensamiento santo de honrar
esta fecha, a la realeza y a los nobles de España entera,
los navarros no podemos quedarnos atrás en este honroso pugilato.
En números sucesivos continuaremos ocupándonos de
este glorioso acontecimiento para Navarra.
Luis.
NUESTRA FIESTA
A "Biblioteca Católico Propagandista,,, nacida
ba¡o la tutela del glorioso San José, acordó
celebrar el quincuagésimo aniversario de la
proclamación de su Patronato sobre la Iglesia Católica, con solemnes cultos que tuvieron lugar el domingo, 20 del corriente, en la iglesia parroquial de San Agustín.
Por la mañana, a las ocho, hubo comunión general
que se aplicó por los socios D. Basilio Goñi, Pbro., don
Francisco Uráin, Pbro., D. Bernabé Martinícorena, presbítero, D. Isaac Vidaurreta, D.' Pedro Ortigosa, doña
Escolástica Villalba, D. Cecilio Recalde, Pbro., D. Antonio Marcellán, D. Félix Urrizburu y D. Francisco Echavarren, Pbro., fallecidos durante el año.
Celebró la misa de comunión y distribuyó el Pan de
• los Angeles el presbítero y catedrático del Seminario don
Juan Sarrasfn.
Resultó hermosísimo este acto por los cientos de fieles
de todas las clases sociales que se acercaron a la sagrada
mesa, y por el fervor y compostura con que lo hicieron.
A todos los que asistieron a este religioso acto se les
repartió un bonito recordatorio de la fiesta, con la imagen del Patriarca San José.
En la función de las once celebró la misa solemne el
M. I. Sr. Fiscal eclesiástico de la Diócesis, Beneficiado
D. Felipe Elguezabal, asistido de los presbíteros D. Manuel Aldaz y D. Francisco Elordi. Predicó un hermoso
sermón el presbítero Dr. D.Joaquín Elcano, que tantos
cariños y entusiasmos siente por nuestra modesta asociación de propaganda católica y navarra. Este celoso
sacerdote presentó a San José como colaborador en la
obra de la Redención, como custodio del Hijo de Dios,
amparo de la Sagrada Familia y socorro de la Iglesia.
Gran'impresión causaron en todos los oyentes ios párrafos en que se dolió de los nuevos Herodes de estos tiempos y de la corrupción de costumbres que se observa en
todas partes. Necesario es que todos hagamos frente a
esta ola de lascivia que nos invade, en las escandalosas
modas femeninas, en los cines y teatros, y en los periódicos y revistas ilustrados que con punible descuido de-
jan los padres en manos de sus hijos, sin fijarse que ya
desde la portada son tales revistas una provocación al vicio. Terminó su sermón D. Joaquín Elcano recomendando a todos su apoyo a las agrupaciones como la "Biblioteca Católico Propagandista,,, dedicada a la difusión
de buenas lecturas, para contrarrestar de este modo la
funesta influencia de las malas, y pidiendo en una fervorosa invocación al glorioso San José nos asista en todas
nuestras necesidades.
El altar mayor de la parroquia de San Agustín y la
imagen de nuestro glorioso Patrono estuvieron muy bien
adornados e iluminados durante la función. Merece también un aplauso la capilla de música de la citada parroquia por el realce que dio a estos cultos.
¡Que nuestro glorioso San José, bajo cuyas banderas
venimos militando hace treinta y cuatro años, nos proteja siempre con su poderosa intercesión!
LOS SOLDADOS CATÓLICOS
III
Tales fueron aquellos guerreros heroicos que desde un
rincón de Asturias y desde las vertientes de ios Pirineos
acometieron y llevaron a cabo la gigantesca empresa de
reconquistar el suelo patrio, enteramente perdido, descollando entre todos por su valor invicto y por la gloria de
sus empresas, el que, sobresaliendo p3r su piedad y virtudes cristianas, ha merecido ser venerado en los altares,
el santo rey D. Fernando. Esta misma fe y piedad animaban a aquel insigne y afortunado caudi'lo conocido
en ia historia con el nombre de Gran Capitán, quien, según refiere su biógrafo y compañero de hazañas Hernán
Pérez del Pulgar, solía repetir: Recemos para que venzamos. Y muy semejante a los dos citados es por su ardiente fe y gloria militar el caballeresco y simpático don
Juan de Austria, quien, hallándose gravemsnte enfermo
en las campañas de Flandes, suplicó a su confesor rezase por él las oraciones cotidianas que tenía señaladas en
el devocionario. Una hora entera empleó el buen confesor en concluir los rezos apuntados; y cooio se maravillase de que General tan ocupado tuviese para cada día
una tan larga serie de oraciones, creció su admiración
cuando el Príncipe le dijo con sencillez: "Padre, ningún
día omito esas oraciones antes de acostarme.„ Libros voluminosos podrían llenarse con tan hermosos ejemplos
de piedad de nuestros más distinguidos militares; pero
no dejaremos de citar uno del pasado siglo XIX. El heroico defensor de Gerona, D. Mariano Alvarez, precisado a multiplicarse para atender a las innumerables necesidades de la plaza sitiada y combatida día y noche por
las poderosas huestes de Napoleón, hallaba, sin embargo, tiempo para ir todos los días a visitar el Santísimo
Sacramento, y pasar largos ratos de oración ante el sepulcro de San Narciso, patrono de la ciudad.
Ya sabemos los católicos que si Dios nuestro Señor
no defiende la ciudad, en vano velan los que la custodian; y si tos mismos muros, que son sus soldados, están
minados, si en vez de ser amparo de la nación, están pro •
vocando al Señor para que derrame sobre ella sus venganzas, ¿qué seguridad podemos tener? Por eso los modernos sectarios en nada más activamente trabajan que
en corromper el ejército, que es su enemigo nato, en relajar su disciplina, en arrancarle su fe. Quisieran que los
colegios militares y los cuarteles estuvieran lejos de toda
influencia religiosa, para que la juventud, en cuyo corazón tan preciosas semillas de virtud depositó la tierna
solicitud de sus madres, deslumbrada por el fausto de las
ciudades, y aturdida por su estrépito, ahogase en poco
tiempo todos aquellos gérmenes, apurase hasta las heces
la copa del error y del vicio, y quedasen marchitas en
flor tantas esperanzas como podía en ellos fundar legítimamente la patria.
LA AVALANCHA
Por eso hemos de rogar con ánimo fervoroso al Corazón de Jesús, que derrame sus bendiciones sobre nuestro ejército, que guarde el entendimiento y el corazón de
nuestros oficiales que en la ñor de la juventud se han
consagrado a la carrera de las armas; que no se borren
en ellos las lecciones que de sus madres aprendieron en
el hogar doméstico; que nuestros jefes, al par que sean
bizarros soldados, hagan ostentación de acendrada piedad, a fin de que la renovación del espíritu religioso haga presagiar días más dichosos para nuestra desdichada
España. Parece que su
dichosísimo destino es oscilar at compás de la religión: sube el nivel de la
piedad, ella por singular
modo prospera y se engrandece; decae el espíritu religioso, marchitánse
también, y se empañan
las glorias nacionales. España ha sido grande cuan
do ha sido en ella respetada y honrada la religión;
cuando ésta ha sido vejada y hollada, ella ha rodado también al abismo.
255
Kif después de la desgracia de Silvestre, se uuieroD coa
los de Lérida y de otras partes, y audaces y provocadores irrumpieron hacia la ciudad de HaeBca, dispuestos a
aplastar a los cristiano*.
El sucesor en IaB coronas navarroaragonesa, don Pedro I, juramentado por sn padre moribundo para conclair el asedio de Huesca, hizo frente a las acometidas de
los moros y estrechó más el cerco, reBuelto a prolongarlo
todo el tiempo que fuera necesario hasta rendir la plaza.
Inútilmente el moro, seriamente amenazado, pidió la
paz e hizo ofrecimientos
para salir de sus apuros
por el momento, a semejanza de lo que prometen
ahora los notables de las
kábilaB rifeñas; porque,
firme en sue propósitos
»1e reconquista, el Rey
oprimía cada vez más a
la ciudad, dispuestoa vencer o morir vengando la
muerte de su augusto
padre, j
**.
Resueltos los moros a
derrotar a todo trance a
IOB navarro aragoneses que
de tal modo amenazaban
Otras naciones, en meBU poderío, se coaligaroa,
dio de sus extravíos y
PAMPLONA.—Aspecto de la trasera de la calle de Tejería
apostarías sociales, han
y el rey Almuzatea de
que da frente al ensanche de la ciudad
tenido, sin embargo, sus
Foto. Julio Matei Zaragoza reclamó y^obtupáginas de gloria. Dios
yo la ayuda de los almorávides, y aun logró la protección del Rey de Castilla,
ha querido vincular la felicidad de nuestra patria a la
de quien era feudatario, consiguiendo que eBta ciudad
prosperidad de su santa religión. Bendigamos al Señor,
del Pilar se convirtiera en plaaa de armas donde ae orque nos ha dado como el más precioso timbre denuesganizó ei numeroso ejército compuesto de los hijos! de
troe scudo nacional su sacrosanta fe.
Mahoma que sin cesar acudían de todas partes, y de las
Ai. de C.
mesnadas cristianas que el poco escrupuloso Rey de CaBtilla mt<.n ió ta las órdenes del conde D. García Ordóñez
de Nájera, y ee cree que también de D. Gonzalo Núñez
de Lara.
Como dice nuestro insigue analista, «hervía Zaragoia
>con bullicio y estruendo grande de gentes diversas, ca• bftllos, armas y todo género de aprestos de guerra, es»partiendo ruidosamente la fama, por todas partee, vocea
La batalla de Alcoraz
»de la inmensa morisma y fuerzas que allí cargaban». Y
ante
la avalancha colosal que el enemigo preparaba conOMO el rayo de la guerra cruza
tra
los
navarroaragoaeses sitiadores de Huesca, el Rey
sin cesar el espacio en todas di
juntó
a
los caudillos de BUS huestes para deliberar el
recciones, Bembraudo el espanto
plan
que
debía opouerse al moro; acordando, conforme a
y la muerte, y el ambiente está
Ja
opioióu
del monarca, despieciar la superioridad numélleno de aires bélicos, parece corica
de
las
fuerzas contrarias, y confiando en la mejor camo que la guerra se toca y ee
lidad
de
las
propias, salir al encuentro del enemigo y lirespira por doquiera; aeí es que
brar
con
él
una
batalla decisiva.
ni los ojos ven más que sangie y
BQ efecto: las legionea que en lo^r primeros días de nofuego, ni la lengua B*be hablar
viembre y antes se organizaban en Zaragoza salieron
máe que de combates, ni por tanaparatosamente por el puente de piedra sobre el Ebro,
to la pluma puede extraer del
imponiendo con el eatruendo de las armas y con las infondo del tintero más que rasgcs
terminables falanges que llenaban IOB camino?; de tal
saturados del humo de la pólvosuerte,
que aun estaba la retaguardia en la inmortal ciura consumida por los heroicos
dad y ya llegaba la vanguardia a la villa de Zuera, forsoldadoB que frente al moro demando una columna que abarcaba cinco leguas de terrefienden la bandera de la patria.
no, pareciendo ejército invencible, hasta el extremo que
Y entre estos rasgoB qne acuden a mi pluma para rese afirma que el conde D. García de Nájera, que en él
lacionar la, guerra del moro que, como actualidad palpifiguraba, como sabemos, Be apresuró a comunicar secretante, siente hoy y comenta España, ninguno tan oportutamente a Pedro I la conveniencia de que no expusiera
no como el que recuerda la memorabilísima batalla de
BU persona, por el grao peligro a que se exponía en la
Alcoraz, por su analogía con otras sostenidas en el Rif, y
derrota Begura que le esperaba; aviso que el Rey deBpretambién porque Be libró precisamente hacia estos días de
ció, o por su firmeza en cumplir el juramento prestado de
noviembre contra la morisma reforzada y ensoberbecida,
vencer o morir en la empresa acometida, o según otros,
y quiera Dios que como victoria se parezca, por BU resopor la revelación divina que tuvo de BU victoria.
nancia y trascendencia, a alguna otra que consigan nuesAsí es que el ejército navarroaragonés, valeroso e imtras tropas contra los Balvajes kabileños del protectorado
perturbable,
formó sus mesnadas más escogidas y dirieBpañol en Marruecos.
gióse'al
campo
de Alcoraz, situado a una legua de HueaMuerto gloriosamente el rey de Aragón y Navarra, don
ca, donde esperó la llegada de la ensoberbecida moriBma.
Sancho Ramírez, en el cerco de Huesca, a causa de una
Frente a frente en Alcoraz ambos ejércitos, D. Pedro
herida prodacida por un venablo al señalar con el brazo
confió
a sa hermano el infante D. Alfonso lá vanguardia
el sitio de la muralla designado para el asalto de la plade las tropas, y previendo el ataque por varios lados, deza, los moros, tan envalentonados como IOB actuales del
RASGOS DE LA PATRIA
266
LA AVALANCHA
jó un brillante cuerpo de reserva constituido por loa
principales y más expertos caballeros de Aragón y Na*
varra, formando entre ellos.
Acometieron los moros lanzando un griterío espantoBO, aegúa BU antigás usanza, que ann conservan. Contestó el infante D. Alfonso briosamente, llevando desde el
primer momento el espanto a las filae contrarias. El enemigo amenazaba por todas partes, intentando, según 6a
costumbre, que como vemos aun no ba perdido, romper
el orden de formación y envolver a los escuadrones cortándoles la retirada; pero los cristianos, siempre unidos y
compactos, no sólo oponían una resistencia invencible,
sino que lentamente principiaban a ganar terreno.
Mezclados ambos combatientes, la batalla fue* muy
sangrienta y feroz, causan i o una mortandad horrible,
sobre todo en los moros, o por más numerosos, o por
menos aguerridos que los cristianos; y aunque Be inclinaba poco a poco la ventaja hacia éstos, no se decidía
resueltamente la victoria, hasta que los nuesiroB, con
arrojo y empuje incomparables, penetraron en las filas
donde peleaba el conde O. García de Nájera, y derrotando a BUS mesnadas, lo derribaron del caballo y Be apoderaron de é!; circunstancia que levantó más el ánj,mo de
loe navarroaragoneses y concluyó de acobarlar a los
moros, ya desconcertados y abatidos; y en BU virtud, éstos fueron retrocediendo cada vez más y aquéllos avanzando, y cnando terminó el día, aunque el triunfo de los
cristianos no era todavía definitivo, estabi yt de BU parte, sin que el enemigo pudiera evitarlo, como lo reconoció, levantando precipitadamente sus reales y aprovechando la obscuridad de la noche para retirarse y evitar
el mayor de los descalabros.
Al amanecer del día siguiente, el ejército navarroaragonéa disponíase a completar el desastre de los morOB,
cuando loe centinelas avisaron al rey D. Pedro la bnida
del enemigo, comprobando las avanzadas que éete escapaba en desurden camino de Zaragoza; y aunque los cristianos siguieron BUS pasos hasta la orilla del Ebro, no
pudieron alcanzarle por la gran ventaja que había alcanzado durante la noche.
El ejército moro, completamente diezmado y despavorido, encerróse en Zaragoza, y los cristianos volvieron al
cerco de Huesca, donde entre alearías y aclamaciones
recibieron proposiciones del rey Ab derraman de dicha
ciud»d, las cuates, rechazadas, obligaron a éste a rendirse siete días después, sin condición ninguna.
La batalla de Alcoraz, notable entre las sobresalientes
sostenidas contra ha moros, se dio el <1ÍH 18 de novietubre del año 1096; y fné tan sobrenatural eí esfuerzo que
dio el triunfo a los cristianos, que eí monje pinatense,
lo atribuye a que Be les apareció San Jorge, trayendo en
su caballo al guerrero alemán que aquel mismo día venció en Antioquía; supuesto equivocado, sin embargo,
porque I» batalla de Antioquía fue anterior a la de Alcoraz. Y por la importancia del hecho de armas se dice
también que las cuatro cabezas del escudo aragonés repreBentan a otros tantos reyes moros derrotados en tan
famoso combate. Lo cierto es que el moro fue abatido, y
qne como escribe el rey D. Pedro en la carta de restauración de la Iglesia de Huesca, «esta victoria se ganó
«siendo vencido el Rey de Zaragoza con una multitud de
• sarracenos y falsos cristianos, quedando muertos casi
cuarenta mil de ellosv
El día 18 de noviembre es un día memorable, por recordar el gran triunfo de navarros y aragoneses sobre loa
moros en la famosa batalla de Alcoraz; asi como lo es el
día 25 del mismo mes, por la capitulación de Abderraman de Huesca y entrada en la plaza del ejército cristiano vencedor. Y en esta guerra infame, traidora y sangrienta qne sostiene España contra los salvajes del Hif,
pueden servir de estímulo y esperanza hechos de armas
tan brillantes como el que en 1096 realizó D. Pedro I,
rey de Aragón y Navarra, al frente de un ejército de héroes, contra los moroe superiores en fuerzas, para gloria
de la cristiandad y grandeza de la patria.
JUAN P. ESTEBAN 7 CHAVARKÍA.
BN
JAVIER
VUESTROS SUCESORES 1
, •• '
Vedlos; en su mirar dulce y sencillo,
¿No descubrís el brillo
De la insigne virtud o de la ciencia;
•Ni adivináis del mártir la bravura
,, ^ ,
Bajo esa trente pura,
.
Símbolo del candor y la inocencia?
.
,
Mas ya su pecho generoso siente
El ardor del valiente
Que gana para Dios vastas regiones,
Del que recorre procelosos mares
y entre duros azares
Rinde al Señor las almas a millones.
•
•(
,
Su corazón se en sancha y se estremece
Y en su faz resplandece
•
El ansia de luchar que les anima,
Cuando ven al ferviente misionero,
Gozoso y placentero,
Encaminarse a la misión de China.
'
''~
_s
.
l
-- . '
"¡Quién, dicen, ir con él siempre pudiera,
Y seguir la bandera
Que en sus pliegues de Dios lleva la gloria,
Y traer a sus pies almas sin cuento,
Y entre duro tormento
Ganar del mártir la feliz victoria!,,
, '
Id, Padres, sin temor, que aquí quedamos
Y ya nos preparamos
Para ir a misionar tierras extrañas:
¡Ojalá de este plácido Castillo
Salga un nuevo caudillo
Que de Javier emule las hazañas!
Id, convertid millones de gentiles,
Rebosen los rediles
Del eterno Pastor de los pastores:
Fervientes por vosotros oraremos
Y siempre pediremos
.
Que atreveséis la China vencedores.
Y si muertos caéis tras el combate,
Aquí, en nosotros, late
Un alma generosa y decidida
Que ansia del apóstol la corona
Y por Dios ambiciona
Sacrificar, gustosa, hasta ¡a vida.
"
- :
N
A. M. D. G.
1
Composición leída en una academia de los alumnos de la Escuela Apostólica celebrada en Javier en honor de los Padres Misioneros de China.—N. de la R.
San Francisco Javier, Patrón de Navarra
RES siglos! Tres siglos han pasado desde que
la Iglesia canonizó a nuestro Santo portentoso, y Navarra no se da cuenta todavía del
bien que posee.
Examinemos lo que hacen Guipúzcoa y
Vizcaya con San Ignacio, lo que hace Padua con San Antonio, lo que hacen todas las naciones y los pueblos con
los santos que han nacido en sus dominios: honrarlos,
ensalzarlos, popularizarlos para disfrutar más y más de
sus Favores. Con nuestro Santo todo está por hacer.
Así como en la tierra de Avila todo es de la Santa, y se
respira allí la devoción del pueblo y de todos, en esta
nuestra tierra de guerreros no asoma ese fervor, que es de
justicia. Recibimos, sí, los favores de los santos, de núes-
LA AVALANCHA
tros santos; pero, así como si nos correspondiera de derecho.
Sin nuestro Santo y sus compañeros, ¿no seríamos a
estas horas todos herejes? ¡Terror da pensarlo! ¡Navarra
hereje! Hoy que tanto se habla y se escribe de pedagogía, no sería malo que los doctos estudiasen la necesidad
de que los niños supieran bien, en detalle, cuanto hay
en sus respectivos pueblos de meritorio, de notable, de
divino.
Nuestro Santo es conocido y amado en el mundo entero; su historia es un tratado de portentos tan prodigiosos, que maravilla, rayando en lo fabuloso. Apenas se
comprende lo que San Francisco hizo en sus diez años
de apóstol. Dejó en las Indias un resplandor luminoso
que aun perdura, y sus milagros en vida y después de
muerto se multiplican sin interrupción. ¿Y aun duermes, Navarra? ¿Qué narcótico embarga tus sentidos?
¿Qué enemigo de tu alma y de tu ser oculta la hermosa
verdad de que la ingratitud solo arraiga en pechos ruines? Desagraviemos a nuestro Santo; que no se diga que
Navarra es ingrata con San Francisco Javier; probemos
todos, chicos y grandes, que bajo esta ceniza aparente
hay fervor y entusiasmo permanente, y empecemos con
las iniciativas.—F. R. S.
*• *
De una distinguida persona de esta capital, fervorosa admiradora
del ínclito San Francisco Javier, hemos recibido el precedente artículo que con gusto publicamos. Felizmente, la dignísima Junta organizadora del Centenario trabaja con entusiasmo para que este glorioso
acontecimiento celebre nuestra amada provincia con el mayor esplendor. Véase el suelto que publicamos en otro lugar. Contribuyamos todos a que estas solemnidades sean dignas de Navarra y del
egregio San Francisco.—N. de la R.
EN SERIO Y EN BROMA
Dos republicanos de pelo en pecho
N IOB levaeitíiB «lian de )i República, doa ciudadanos de los más ternes de la especie, con
ene gorros frigios encasquetados donde el
resto de los mortales sueleo tener la cabeza,
disputaban ana noche, a la puerta de una
tabern ., coa voces agrias, empedradas de interjecciones,
acerca de la igualdad, mirándose uno al otro por encima
del hombro.
Uno de ellos decía:
—Soy más republicano que San Juan Bautista. |Qaé
me querrás tú decir a oaíl ¿Ved loa civiles? Pues en cuanto ano se me pone delante, toda la sangre tne hierve en
el cuerpo, me hormiguean los pies, ee las juro de puertas
adentro y ectio por la otra calle. Esto es ser republicano,
El otro replicaba:
—Estás en mantillas y no tienes ojos para mirarme a
la cara. Aquí doade me ves, no me pasa de loe dientes
adentro la gente de sotana. En cuanto veo un cura, le
hago la crug.
El primero insistía, diciendo:
—Quítate de ahí, fanfarria; con los curas levantarás
tú et gillo; paro lo mismo es decir que el alcalde te echa
la vista eucioaa, que se te blandea el alma y el sombrero
Be te va de la cabeza, y fe dices: cMi amo.»
El segando, temblando de cólera, añadía:
—No me faites, porqie tienes uxucho por qué callar,
y te veo y no te veo. Hueles a iglesia; tu tío ee sacristán,
y oyes misa.
L*3 palabra sa enreiaa como las cerezas, y es lo más
fácil del mando pía ir de las palabras a las obras; así es
que vinieron a 1*3 metaos. Eafcre cierta clase de gente,
decir ta las mauo3» es lo mismo que decir a puñalada
limpia.
Los dos qu^rí^n quedar encima.
De la igualdad pasaron a la fraternidad, y el más Hato, rustiendo ia mano ea su peca), la s*có armada de
257
ana tremenda faea, dispuesto a hacer ver a sa correligionario, de la manera más fraternalmente posible, que él,<
republicano neto, no teoía igual en el mundo.
Era el momento de poner ea ejercicio la libertad, y cada uno de ellos hizo dé su capa un sayo: ano apeló-a la
agilidad de las manoe, y el otro a la ligereza de loa piea.
Ei tragacuras, que no era cojo ni manco, corría, navaja en mauo, detrás de sa contrincante, diciéndole por lo
No:
/ ;;•„:;;;;,.
:
',,..
,
"
—Juan, reza el Credo.
El otro, que no era sordo ni cojo, ni tampoco modo,
apretó primero ei paso, después se encajó más el gorro
republicano qae llevaba en la cabeza.
—||Favor al reyll
(Histórico.)
SELQAS.
Tercer a t a v i o de la Canonización de Sao Francisco Javier'
A Juma urgauizaduru ue¿ tercer centenario de la canonización de na estro
esclarecido patrono San Francisco Javier ha empezado a trazar las líneas
generales de los actos qae han de celebrarse en conmemoración del fausto
acontecimiento.
Desde luego se celebrarán diversas
peregrinaciones de Navarra, de España y aun del Extranjero, cerrándose la
serie de ellas con la oficial, a la que suponemos asistirá
la Exorna. Diputación en pleno, acompañada de la Comisión organizadora y de los elementos oficiales, riadienT
do, en el Castillo que fue cuua de San Francisco Javier,
el testimonio de imperecedero amor al preclarísimo hijo
de Navarra y compañero del gran Ignacio de Loyola.
Se constituirá una Junta de honor, que con nuestra
Diputación ostente la representación de Navarra en los
diversos actos oficiales que se organizan.
Se acordó comunicar y someter a la aprobación del
Excmo. e Iltmo. Prelado de Pamplona los planee de esta
Junta organizadora, acuerdo que ya ha sido ejecutado
con el éxito que es de suponer, dada la actitud favorable
que dispensa Biempre ar<uél a cuantas manifestaciones
de religioso fervor ge le consultan.
Habrá por lo menos dos misas de pontifical, probablemente, en la Santa Iglesia Catedral y en la parroquia de
San Saturnino.
Se espera la concesión del aflo jubilar, que debería
empezar ea 3 del próximo diciembre.
Asimismo ee gestiona la prestación de una magnífica
reliquia, consistente en un brazo de San Francisco Javier existente en Roma, reliquia que estará expuesta a
la pública veneración en la espléndida y artística capilla
de la misma advocación existente en la Catedral, y en el
Castillo de Javier.
Con esta preciada reliquia se efectuará una solemne
procesión, a la que concurrirán todas las autoridades y
las dos juntas mencionadas, con canutas personas oficial
y particularmente quieran adherirse al acto.
Entre los invitados figuran también los Prelados de las
diócesis de Bayona, Zaragoza, Calahorra, Tarazón a, Jaca, Huesea y Vitoria.
Se acordó también organizar algunas conferencias, qae
se celebrarán en el Teatro G-ayarre, encomendándolas a
varias personalidades, una de las cuales será el ilustríaimo señor Obispo de Huesca, R. P. Fr. Zacarías Martínez.
Se propondrá a la Excma. Diputación que invite a las
tres provincias hermanas a loa actos principales del centenario.
En todas las conferencias ae terminará con el himno a
San Francisco Javier, cuya letra y música ha sido encomendada a los buenos hijos de Navarra señores don Alberto Pelaires y don Joaquín Larregla.
Finalmente se acordó la acuñación de ana medalla
conmemorativa del centenario.
LA AVALANCHA
258
dad de Valencia estaba ya en armas, y los sitiados de la
fortaleza acabaron por rendirse y capitular.
Era este el momento esperado por el Borrasca; mandó a los suyos tender escalas por la parte que da al campo; asaltó con aquel enjambre de forajidos las tapias de
la Ciudadela, y ss precipitó en el interior, buscando al
general Elío para rematar de una vez al que era objeto
continuo de sus iras.
(Continuación)
' . .
Al llegar al calabozo la turba lo encontró abierto de
IV
par en par, pero Elío no estaba allí; el pájaro se les había volado. La chusma, armada hasta los dientes, buscó
Era el día 30 de mayo, festividad de San Fernando, y
al Gobernador y le exigió el preso. D. Miguel se encogió
se celebraba el santo del Rey. Un destacamento de Artide hombros y les dijo que ignoraba su paradero; pero
llería entró por la tarde en la Ciudadela para hacer las
comprendiendo al finque aquella trailla de perros hamsalvas de ordenanza. Fuese que ya aquellos pocos artibrientos daría pronto cuenta de su cargo y de su vida si
lleros venían con el plan meditado, fuese una corazonano se la amansaba, acudió al ardid más ordinario y más
da que el amor a su antiguo jefe les inspiró, es el caso
eficaz en semejantes ocasiones. Llamó aparte al Borrasque, una vez dentro de la fortaleza, se dieron a realizar
ca y le confesó ingenuamente que tenía oculto al Geneun golpe de mano, imprudente hasta lo sumo, para líber
ral, pero que no le entregaría
tar al preso.
en
sus manos; que tratase de
Derramáronse por las diverJESUÍTAS NAVARROS
calmar a su gente y echarla fuesas dependencias al gritoide ¡Vi
ra de la fortaleza, y él, en camva el Rey absoluto! ¡Viva el
bio, comprometíase a darle togeneral Elfol ¡Muera la Constido e! dinero de que pudiese
tución!,, »
disponer.
A los gritos acudió el enérgiEl caudillo de los amotinados
co gobernador D. Miguel de la
se avino con aquella honrada
Chica, y los artilleros, capitacapitulación, y en tanto que perneados por el gastador Nim, le
suadía a su gente a que se fueexigían a voces que les diese
ran por donde habían venido,
las llaves del calabozo en donD. Miguel se dirigió al escondide estaba preso el General. El
te de Elío. El Gobernador al
Gobernador se negó a ello; se
comenzar la alarma había tomalas arrebataron por la fuerza;
do al preso y conducídole a sus
abrieron la prisión, y entre víhabitaciones particulares; no
tores y aclamaciones arrastracreyéndole tampoco seguro en
ron, más bien que llevaron, al
ellas, dio con éi en un calabozo
general Elío hasta el rellano de
de los más interiores y ocultos,
la escalera, donde dosalbañiles
que llamaban el Cubo. Allí bajó
<jue allí trabajaban, y que depuD. Miguel y expuso a Elío lo
sieron después en los procesos,
que pasaba y el rescate que
le vieron y oyeron persuadir a
por su libertad había ofrecido.
los soldados a que desistiesen
Contestó D. Francisco agradede aquella locura, diciendo que
ciendo al Gobernador su heraquello, más que querer salvar
mosa conducta; pero le dijo que
su vida, era comprometerla; que
no podía disponer sino de unas
él no saldría a la calle si no le
20 onzas que ¡levaba envueltas
traían la sentencia absolutoria,
en una faja a la cintura. No pafirmada por el juez político y
reció mal el precio al Borrasca,
por el General de la provincia.
y la borrasca se serenó por fin.
Dicho esto, se volvió a meter
Al volver Elío a su calabozo, lo
en su calabozo.
halló saqueado por completo;
Mientras se desarrollaba esta
RDO.
PADRE A A R I O CÍAURRIZ
le faltaba todo: el reloj, la ropa
escena en lo interior de la Ciuda la Compañía de Jesús
y la misma cama.
dadela, en el exterior de ella
designado por la Fxcma. Diputación Foral para predicar el sermón
cundía la alarma por toda la
de San Francisco Javier
Es muy de notar lo que, a
ciudad; algunos paisanos lanzáFoto. Crisanto Cia, S.J.
propósito de este lance, nos
ronse a la Ciudadela para pocuenta el cronista D. José Somnerse al lado de los artilleros; las autoridades mandaban
biella. Dice que cuando, pasada la tempestad, le pondeponer en armas la guarnición y se formaban además los
raba el Sr. Climent a Elío el riesgo que había corrido su
tres batallones de la milicia nacional voluntaria.
vida, el preso se sonreía, diciendo:
Resistíanse con sus cañones los artilleros desde den— No tal. Estaba segurísimo de que las turbas no iban
tro, al grito de "¡Viva el general Elío! ¡Viva el Rey absoa asesinarme.
luto!,,; pero los de fuera les iban apretando cada vez más;
—Pues esa era la voluntad del Borrasca—decíale su
se había ya circunvalado la Ciudadela; se ocuparon el
defensor.
convento de Predicadores y la Aduana, para disparar
—Es que sobre la voluntad del Borrasca está la de
desde más cerca; el Borrasca y los suyos se habían meDios. Yo le he dicho a mi verdadera abogada, que es la
tido de rondón por los claustros del convento de Nuestra
Virgen, que no temo la muerte; que deseo tan solo la
Señora del Remedio; el comandante general D. Diego
gracia de no morir sin haber antes recibido con sosiego
Clarke mandaba proclamar la Ley marcial; toda la ciuy preparación el Santísimo Sacramento de la Eucaristía.
Y como sé de cierto que la Virgen me ha otorgado esa
gracia, no han de poder con mi vida los hombres, hasta
' Voy a contar el relato tal y como sucedió, recomponiendo los
que haya recibido la visita de mi Dios, por viático y con
hechos con las declaraciones de los testigos. Varios sargentos artisosiego.
lleros, engañados por el juez con obtener la libertad si declaraban a
NAVARROS ILUSTRES
Excmo. Sr. General D. Francisco Javier Elío
Ello por cabeza de aquel motín, lo hicieron así; pero, a pesar de su
falsía, se les condenó a muerte, y antes de ser «justiciados se desdijeron de la inicua calumnia. Véase el proceso, donde consta claramente todo lo que en el texto se pone. Además, en la defensa del
Sr. Gallego, página 36, se cita la relación detallada que del suceso
hizo Elío al pedírsele declaración.
El lance de los artilleros presentábase demasiado propicio a las maquinaciones de los enemigos de Elío, para
que éstos le dejasen pasar de largo sin aprovecharse de
él. En el día siguiente, 31 de mayo, está ya fechado un
LA
25»
memorial dirigido al comandante general de la guarnición
de Valencia, D. Diego Ciarcke, y con la firma del comandante accidental del segundo batallón de la milicia
nacional local voluntaria, D.José María Bertodano, a pidiendo
se le permitiese la formación de sumario y seguimiento
de proceso a los facciosos de la Ciudadej'a, con arreglo
a
la Ley marcial, y según la nota que acompañaba. s
El primer nombre que aparece en la susodicha nota,
como jefe y cabeza de los artilleros amotinados, es el de
D. Francisco Javier Elío.
El comandante general Ciarcke aceptó inmediatamente
la solicitud; se abrió el sumario, y para más atropello de
la justicia, se nombraba por fiscal al teniente de Granaderos del segundo batallón de voluntarios D. Tomás Hernández, y por asesor al famoso auditor interino D. Juan
Bautista Genovés, precisamente los dos que, a petición
aquellos pafaes, y de la devoción de los indios hacia 8U
Apóstol.
El cuerpo de S. Francisco Javier en Goa
Ea diciembre de 1900 ee celebraba un Congreso enea*
ríatico en Goa. De todos tos pueblos de la India se congregaron allí diecisiete arzobispos y obiapos, y una multitud de sacerdotes, miaioaeroa y peregrinos, con el deeeo de venerar el aanto cuerpo de Francisco Javier y
asistir al Congreso.
La exposición de las reliquias del Santo no figuraban
en el programa de ios festejos. Pero decíase y se susurraba que el Patriarca reservaba esta sorpresa a los obispos para después de terminado el Congreso. Muchos peregrinos habían regresado a sus lagares, desesperanzados,
cuando se anunció que el día 7 de diciembre el cuerpo
NAVARRA
JÍ
JAVIER.—Los alumnos de la Escuela Apostólic; durante el rato de recreo
de Elío, se acababan de recusar en la primera causa co
mo enemigos personales suyos.
P. ALBERTO RISCO, S. J.
(Continuará.)
1
Llevaba éste el título de Marqués del Peral. Pertenecía a las logias militares valencianas, pues su título de incorporación a ellas lo
trae el cronista en una de sus notas. Era alma de la conspiración
contra Elío.
3
Este memorial está copiado íntegro por el Sr. Sombiella y puede verse en sus notas.
S. Francisco Javier en las Indias
L año próximo de 1922 se celebrará el tercer
centenario de ta Canonización de nuestro glorioBO patrono 8au Francisco Javier.
LOB innumerables devotos y protegidos del
greu Apóstol de IBB Indina no pueden dejar pasar una tan hermosa ocasión de festejar de una
manera solemne al glorioso Apóstol.
La Jnnta organitadora, qae preside el diputado foral
por Pamplona D. Ignacio Baleztena, desea que revialan
la mayor brillantez tos actos que se preparan.
Próximo eate número de LA AVALANCHA a la fiesta de!
gran santo navarro, publicamos del misionero P. Jobé
Mares algunos recuerdos que Be guardan del Santo ea
saato sería expuesto desde luego para los obispos y sa
secretarios. Ello sucedió así.
Dejemos hablar al limo. Barthe, obispo de Trichinópoli:
cEI cuerpo de San Francisco Javier se conserva en la
iglesia del Buen Jesús, contigua a la residencia profesa
de la Compañía. E3ta vasta residencia, .que todavía se
conserva en muy buen estado, no está habitada actualmente más que por tres o caatro canónigos. Li iglesia
consta de una inmensa nave, con dos brazos eu cruz. Et
altar mayor, cuyos ricoa dorados están bien conservados,
eatá dedicado a San Ignacio, representado en talla CDIOsnl, con los ojos elevados al cielo en actitud extática.
>Ea el fondo del brazo derecho dsl crucero hay el célebre mausoleo que guarda el cuerpo de San Francisco
Javier. La base es un grao, macizo de mármol blanco con
un eapacio para altar en cada uno de aus cuatro lados.En
uno de esos altares tuve la dicha de celebrar la Santa Misa el día de la festividad del Santo.
>La segunda sección del monumento, que descansa
sobre esa base, está adornada de bajorrelieves de bronce,
representando la preücación y muerte del santo Apóstol.
»El tercer cuerpo encierra la magnífica urna que contiene el cuerpo del Santo, adornada con ricas columaiias
entre las cuales hay engastadas suntuosas vidriaras. Eite
espléndido monumento, erigí io por el gran Duque de"
Toscana en 1655, se eleva hasta muy cerca de 50 pies.
»E1 día de la exposición, por orden de S. I. el Patriarca, se bajó la urna, colocándola encima de un catafalco
elevado, en meJio del crucero de ta iglesia. El féretro
que encierra el santo cuerpo había sido sacado de la caja
260
. y depositado en la
«acnana, encima de una meta rica
mente adornada !
>E1 cuerpo r!j San Francisco Javier es el mis precioso
tesoro que gualda la ciudad de Goa, y por esta razón la
caja qne lo c u ti ene eetá asegurada con tres cerra da rae;
ana de sus llaves está en roanos del Gobernador, otra en
poder del Patriarca y la tercera la posee el Deán del Capítulo Cfittdral.
>A eeo de las nueve de la mañana todos los obispos y
ene secretarios fueron convocados a la sacristía por S. I. el
Patriarca; algunos minutos más tarde llega el Gobernador acompañado de su familia y Estado mayor.
Lie?,a el momento solemne de la exposición. Fácilmente ct.iuprecderóia la emoción que embargó Diieetraa alma a al eaber que se nos concedía venerar el cuerpo sagrf-i'o del grande ApÓBtol de UB Indias y tocar sus veneran os pies, que tantas veces hollaron y santificaron el
eu o de nueBtru Misión.
.i urante cerca de una hora se nos permitió contemplar
a rlacer los restos venerables, y acercarles diversos objeto de piedad que traíamos prevenidos.
- Luego se orgánica una procesión para llevar el cuerpo -unto a la urna, colocada en el coro de la iglesia, y
exponerlo así a la veneración de los fielee. 8, I. el Patriarca, por una atención delicadísima, designó para llevar el santo cuerpo a ios cuatro otüspoa jesuítas presen. tee: los de Bombay, Mangalor, Galle y Trichinópoli, a
los cuales ee adjuntaron los de Jaffna y d«i Vizayapotén s . Janoás olvidaremos las vivísimas emociones del
corazón durante esos momentos.
>Sin duda deseaióis conocer el estado en que se encuentra actualmente el cuerpo de San Francisco Javier.
Testigos que habían presenciado la exposición del cuerpo en 1878 no han encontrado grande diferencia desde
aquella época. 8
>No tiene ya el frescor y apariencia de vida que plugo
a Dios conservarle durante dos siglos. Se reconocen muy
bien las facciones de la cara, pero la piel está seca; distingüeme los ojos, la nariz y las sienes; la boca entreabierta deja percibir los dientes. El cuerpo está cubierto
por una rica casulla guarnecida de pedrería, regalo de
una reina de Portugal. Él brazo izquierdo, vestido con
una manga de una preciosa alba, descansa sobre el pecho; la mano, cuyos dedos eBtán un poco separados unos
de otros, eBtá al descubierto. El brazo derecho, como sabéis, ha sido cortado y llevado a Roma, en donde está
expuesto en el II Jesu. Los pies desnudos conservan bien
todos los dedos, excepto los dos pequefioB del pie derecho, que fueron robados durante una exposición.
cAprovechamos la estancia en Goa para visitar algunos lugares santificados con la presencia de San Francisco Javier, sobre todo el célebre colegio de San Pablo. De
este gran monumento sólo está en pie una parte de la
fachada de la iglesia; algunoB lienzos de pared, esparcidos acá y acullá, dejan adivinar el perímetro del colegio
tan fainoBO en aquellos tíempoB. Con todo, una capillita,
edificada en el recinto del colegio, en el lugar en donde
el 8anto fue encontrado un día en éxtasis, gritando en
un transporte amoroso, cuyos ardores uo podía contener:
Satis est, Domine, ha podido ser conservada, y hace poco
tiempo híi sido restaurada gracias al celo de S. I. el Patriarca.
>AI lado de la capilla hay un pozo antiguo, llamado
pozo de San Francisco Javier, cuya agua dicen ser milagrosa. Los peregrinos no se olvidan de llegar al pozo a
coger agua para llevarla a sus familias y amigos.
*Toda la vida nos acordaremos cou gozo y edificación
de las hermosas y piadosas fiestas que presenciamos y a
que asistimos en Goa.»—P. JOSÉ MARES.
GRABADOS
Iglesia parroquial
GV Orord/a.—El lugar de
Ororbia, peri"' 'Cfute 111 Ay; ntamient 1 de Olza, y que
ee compone de 417 habitan!.:, se encuentra a la distancia de diez kilómetros de Pvipiona, en la carretera qne
de eBta ciudad conduce a Fstalla por Salinas de Oro y
Amala.
'
La iglesia parroquial enJ dedicada a San Julián, mártir, y eo su retablo maye s aparecen varias pinturas de
mérito artístico, repreec. .ando distintos hechos de la vida del Santo. x
.Aspecto de ¡a trasera de la calle de Tejería,
en Pamplona.—Representa
nue-tru fotografía el aspecto actual uu ,u trasera de la calle de Tejerla, despojada de la gran mnralla de la fortificación que la cubría, y
a la vez imposibilitaba el natural desarrollo de aquella
parte de la ciudad.
Por virtud de la Ley del Ensanche de 26 de julio de
1916 fuero"
derribadas varias murallas, entre las caales
•e indo 1 .* la de Tejería, y contiguo a ella ee está levantar j ahora la nueva plaza de toros sobre terrenos,
del E> eanche.
El P. Mario Ciáurriz, de la Compañía de Jesús.—Con verdadero placer honraoira hoy nuestras columnas publicando el retrato del virtuoso jesuíta y buen
pamplonéB R. P. Ciáurriz.
Nació en Pamplona el 5 de agosto del afio1882. DeBpués de hacer sus primeros estudios en el colegio de los
señorea Huarte Hermanos, y sintiendo en su corazón de
ni fío IOB afectos de una vocación inspirada en la más
tierna piedad, ingresó á los nueve anos en el Seminario
Conciliar, donde cursó los primeros año8 de la carrera
eclesiástica con gran aprovechamiento y obteniendo, como premio de eu aplicación, brillantísimas notas.
Ingresó en la Compañía de Jesús, en el colegio de Loyola, el 8 de agosto de 1900, haciendo su profesión ei 15
de agoBto de 1902.
Después de permanecer en Comillas, en cuyo Seminario pontificio ee preparó para servir de maestro y guía a
los novicios, fue trasladado al Colegio máximo de Ofia,
donde completó sus eBtudios. El día de su santo patrono
San Ignacio, del año 1916, vio colmadas sus más ardientes aspiraciones, ofreciendo a Dios por vez primera el
santo sacrificio de la Misa en el citado colegio de Oüa.
Los cargos que ha desempeñado en la Compañía demuestran el aprecio que por sus virtudes merece de sus
BuperioreB, y eo la actualidad moldea el corazón de los jóvenes novicios de la Compañía de.Jesús, explicando Retórica en la casa santa de San Ignacio.
iQué emoción sentirá en su corazón humilde el virtuoso jesuita al abandonar momentáneamente su Banta residencia para venir a su querida Pamplona a cantar las
glorias del gran navarro San Francisco Javier, y cumplir
así el deBeo de la Exorna. Diputación de Navarral
Que Dios le dé y nos dé a todos su divina gracia, para
que eBte primer acto del Centenario de San Francisco
reporte a Navarra copiosos frutos de la más acendrada
religiosidad.
RENGLONES DERECHOS POR LINEAS TORCIDAS
NOVELA. POR RAQUEL
1
El féretro debe medir unos cinco píes; es de cedro, sí no me
engaño, y está recubierto con tela de plata.—(R. P. Buse, misionero
de las Indias.)
1
Un Obispo hizo notar al Patriarca que sólo se concedía el favor
a jesuítas, a lo que respondió que a los jesuítas correspondía el honor por ser hermanos.—(R. P. Lacombe, misionero de las Indias.)
3
La cabeza parece momificada; no se distinguen ni cabellos ni
barba. Dícese que ha sufrido cambios muy sensibles desde hace algunos años, y que por este motivo no se quería exponerlo más. Sin
embargo, a juzgar por las fotografías tomadas hace 25 años, no hay
cambio alguno notable.—(R. P. Buse.)
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Cuando doña Caridad voivió a su casa se halló con
que Rosa había puesto un telegrama al P. Alejo, pidiéndole que sin pérdida de tiempo se pusiese en camino para la Habana, porque, temerosa de que Julián fuese herido y de que ni él ni nadie le hablase una palabra de sa-
LA AVALANCHA
cramentos, deseaba que el buen anciano le visitase y te
hiciese algunas reflexiones acerca del estado de su alma
y de lo mucho que debía ocuparse de ir a Dios.
Con honda pena supo Rosa la doble entrevista de su
madre con Nieves y con Julián. Su corazón crisfano sintió los tormentos de la amargura y del temor, considerando que iba a perderse, quizás para siempre, un alma
que le era tan cara, un alma que tenía grandes cualidades en medio de sus defectos, y que, vuelta al buen camino, era capaz de muchas heroicidades y de dar altísima gloria a Dios.
¡Pobre Rosa!... A nadie aborrecía... a nadie culpabaNieves era pira ella objeto de profunda lástima, y en su
ardiente celo por los intereses de Jesucristo, sufría cruelmente al considerar la funesta senda por donde corría
ciega y desatinada, elevaba fervorosas oraciones por ella
y hubiera hecho cualquier sacrificio por verla arrepentida y reconciliada con Dios.
Largas y dolorosas fueron las.horas de aquel día para
las dos mujeres, porque nada supieron de Julián. A la
noche llegó el P. Alejo; don Pedro había salido, y ellas
pudieron prepararle para que le desorientase, inventando respuestas evasivas, a fin de decirle que le habían
llamado.
—¿Y qué hacemos, Padre?—preguntó doña Caridad,
más impaciente que Rosa. ¿Cómo evitamos ese duelo?
—Pues, no lo sé, amiga mía; nunca me hallé metido
en semejantes enredos. Mañana muy temprano diré misa, y luego iré a verle... Dios me inspirará lo que he de
hacer.
—Rosa, hija mía, anímate, dijo la pobre madre, asustada al ver la palidez de la joven; todo se arreglará con el
favor de Dios.
—Temo que el P. Alejo haya* llegado tarde.
—No lo creas. ¿Por qué piensas eso, Rosa?
—Porque conozco el carácter de Julián y creo que
habrá querido batirse cuanto antes.
— Eso, no. Los duelos requieren ciertas formalidades
que él no podrá evitar. Habrá nombrado padrinos; es
regular que éstos hayan querido evitar el lance; andarán
en esos pasos, y todavía nos darán tiempo de remediarlo.
Aunque, mira, hija mía, si he de decir la verdad, creo que
voy a sacar poco fruto de mis afanes, porque Julián es
orgulloso como un demonio y terco como un mulo
Cuando una cosa se le mete entre ceja y ceja no hay
quien se la saque de allí. Enfin,confiemos en la bondad
de Dios.
—¡Sí, esperemos! exclamó con fervoroso acento doña
Candad. La Virgen no querrá que sufra semejante dolor
la pobre Mariquilla, tan devota suya, tan buena como una
paloma, tan suave como un copo de algodón.
—Pero, Señor, decía entre tanto el P. Alejo, como hablando consigo mismo. Estos hombres son locos: parece
que no tienen sentido común ni cosa que le parezca
¡Batirse! ¡Considerarle caso de honra! ¡Llamarle lance de
honor!. El demonio ciega a los que quiere suyos, porque
de otra manera habían de conocer la falsedad de todas
esas cosas. ¿Cómo no ver de otro modo que contraviene
a la ley natural, al derecho divino, porque viola la justicia, envuelve la doble malicia del suicidio y del homicidio, y finalmente, que hasta la razón natural dice a gritos
que es una barbaridad matarse por una fruslería, como
sucede las más de las veces?
—Eso pienso yo, Padre, a pesar de que soy una pobre mujer sin conocimientos y sin estudios; pero me basta saber la Doctrina para comprender que es más fuerte
y más grande el que perdona las injurias que el que toma venganza de ellas.
—Señora, Jesucristo dice: "Amad a vuestros enemigos; haced bien a los que os odian; orad por los que os
persiguen y calumnian.„ Pero, vaya usted a hablar a los
hombres de humildad y de perdón y de amor de Dios...
¡Cómo si les hablasen de cosas irrealizables!... ¿Qué entienden de eso en el picaro mundo, tan pervertido, tan
ateo, tan irreconciliable enemigo de Cristo y de su
Iglesia?
—Como el Catecismo se enseña poco, y se olvida...
^-Siempre lo creen demasiado. ¿Para qué la Doctrina?
261
Con eso no se llenan las arcas, ni se ganan batallas, ni
se obtienen títulos ni cruces ni honores; la Doctrina es
una antigualla para las gentes del mundo, y se ríen de
los Mandamientos como de todo lo que les estorba... La
cosa mejor es lo que más halaga. Pensar en Dios es tontería propia de mujercillas, porque hasta éstas se avergüenzan de vestir la librea de Jesucristo, y no tienen empacho de presentarse en los salones con esos indecentes
escotes que parecen herencia del paganismo
¡Dios
nos valga! Cuando veo todas esas cosas y pienso en la
humildad, la pobreza, la castidad y el desprecio de los
honores de la tierra que moraban en el corazón de mi
Padre San Francisco, me asusto... ¡Por eso fue santo I
¡Por eso tiene altísima gloria en el Cielo!...
—¡Qué mundo tan odioso!
—Es verdad. ¡Dichosas las almas que huyen de él! Yo
te aseguro Rosa, hija mía, que considero una gran merced de Dios el que tu matrimonio se deshiciese, porque
tu vocación perdida era. una. espina que. tenía yo atcave-.
sada en el corazón. Mira, yo soy viejo; mucho he sufrido, mucho he visto, mucho he meditado en las cosas de
esta y de la otra vida; pues bien, cree que si ahora volviese a tener quince años, con el caudal de experiencia
que poseo, no querría otra carrera que la de la Iglesia.
Fraile sería, como lo soy, aunque no haya aquí conventos; como lo seré hasta que muera.
—Cada día, P. Alejo, me parece que Dios me une
más a Él.
—Asi es, Rosa. No cierres tus oídos ni tu corazón a la
gracia, y alfintras de la tormenta vendrá la calma.
—¿Quién persuadirá a mi padre?
—El que deshizo tu boda: ¡Dios!
—¡Es verdad! Y de Él lo espero todo. ¡Tengo tantos
deseos de encerrarme tras de las rejas y los muros de,
un convento y dar un adiós al siglo! Suspiro por el silencio y la soledad; amo la pobreza y la estrechez, y quisiera ser borrada de la memoria de las gentes para ser más
amada de Dios. ¡Ah, cuando pienso que pude perder esta dicha; cuando reflexiono que fui infiel a la gracia y
que estuve a dos dedos de labrar mi desventura, bendigo
al cielo con todo el fervor de mi alma y renuevo mis promesas de ser suya hasta la eternidad!
—¡Pero yo me quedo sin ti, hija de mi corazón!
—¿Y si me hubiese casado?
.#
—Ibas a vivir cerca de mí.
—¿Quién es capaz de asegurarlo? Julián es variable
como el aire, y no sé lo que hubiera hecho. Por otra
parte, ¿cómo había yo de ser feliz si él no me quería como yo lo necesitaba, y yo tampoco podía satisfacer sus
exigencias? En el convento me verá usted cuando quiera.
—¡Con tal de que seas feliz!
—No, doña Caridad; mejor dicho está con tal de que
se cumpla la voluntad de Dios.
—Es cierto: bendita sea en el tiempo y la eternidad.
iCcr;tinaará.
BIBLIOGRAFÍA
Ejercicios espirituales de NTtra. Sra. de Par í s , por el R. P. Félix, S. j . — Tomo I. El última fin. Un volumen en
rústica, 3'50; en tela, 5 péselas.—Librería Religiosa, Avino, 20.'J
Todos los que conocen las admirables Conferencias de Nuestra
Señora de París, del R. P. Félix, S. J., deseaban que se publicaran
en castellano sus no menos admirables Ejercicios, los cuales dio a
hombres el mismo Padre y en el mismo templo, con fruto maravilloso.
En sus ocho tomos se explanan por manera insuperable las verdades eternas, fundamento de la vida cristiana y moral. Su lectura
ofrece no menor provecho a las personas deseosas de su propia santificación que a los predicadores de la divina palabra, que hallarán
en estas libros argumentos y formas oratorias de subido valor.
Los recomendamos vivamente.
LA AVALANUUA
262
O b r a s d e A u r o r a L i s t a , - I . Postales. Un tomo ilustrado, 1*50; encartonado, 2 pesetas.
La conocida novelista, colaboradora de LA AVALANCHA, que ha
hecho celébreoste seudónimo, tiene todavía varios manuscritos inéditos, de grande amenidad y honesto entretenimiento, tres de los
cuales se publican en el presente tomito, a que seguirán, D. m., todas las obras de la insigne escritora.
La.Librería Religiosa de Barcelona, fiel a su historia, cree trabajar
eficazmente para la difusión de buenas lecturas publicando estos libros, que sería de desear anduviesen en manos de todos los jóvenes,
para alejar de ellos tanta novela insulsa e inmoral.
Léanla nuestros amigos, que les ha de agradar.
#* *
Frivolidad y responsabilidad. Conferencias familiares, por el R. P. R. Ruiz Amado, S. J. - Un lindo tomito en rústica, 1*50; encartonado, 2 pesetas. Librería Religiosa, Aviñó, 20.
Estas conferencias del ilustre jesuíta P. Ruiz Amado, a quien tanto admiran los lectores de LA AVALANCHA, ofrecen una interesante
y espiritual lectura para todo género de personas, pero especialmente para señoras y jóvenes. A los señores sacerdotes pueden servirles
de muy útil materia para conferencias sobre la parábola evangélica
de los talentos, la cual se explana en este libro con grande actualidad y originalidad.
Todas estas obras, que nos complacemos en recomendar, pueden
adquirirse en Pamplona en la librería de D.Jesús García, Estafeta,31.
t
Nuestros amigos difuntos-— Tenemos que comunicar
a nuestros lectores la triste noticia del fallecimiento en
Lima de nuestro querido paisano el Ilino. Sr. Obispo de
Urabamba (Perú) Fr. Ramón Zubieta, de la Orden de
Predicadores y natural de Arguedas.
Fue este ilustre navarro un Prelado virtuosísimo, de
celo verdaderamente apostólico y querido de todos IOB
que tuvieron la suerte de conocerle.
A sus trabajos y desvelos debemos la casa-noviciado
de las Misioneras Dominicas que ee levanta en el Barrio
de San Juan, extramuros de esta capital.
Descanee en pai el piadoso Obispo navarro y no le olviden en BUS oraciones nuestros amigoB.
En Bilbao ha fallecido confortado con los sacramentos,
el día 19 del actual, nuestro amigo el ilustrado periodista
católico D. Octaviano Mir y Mata, redactor que faó muchos años de <EI Eco de Navarra-.
Dirigió también «El Observador de Cádiz», cEl Vizcaíno» y «El Castellano», de Burgos. Actualmente escribía en «El Pueblo Vasco», de Bilbao.
Fue un escritor brillante y culto, de arraigadas creencias católicas.
Accediendo a nuestra invitación, nos envió para el
número de LA AVALANCHA del 6 de julio de 1905, dedicado a San Fermín, un precioso artículo titulado «Mi
ofrenda>, y siempre distinguió a nuestra revista con su
aprecio.
Acompañamos a su estimada familia en el dolor que
en estos momentos experimenta, y suplicamos a todos
nuestros amigos encomienden en BUS oraciones el alma
del finado.
R. I. P.
Acto edificante.—Lo ee, sin duda alguaa, el realizado
por los mozos reclutas de la simpática villa de Cintruónigo al abandonar sus casas para cumplir los sagrados deberes de la patria.
El pasado domingo, 13 del corriente, reuniéronse loa
veintiséis mocos que componen el cupo correspondiente
a eete pueblo en la basílica de ía Purísima Concepción,
Patrona del mismo, donue con fervor edificante oyeron
misa, confesaron y comulgaron.
No contentos con esto, perdonáronse ese mismo día en
la casa parroquial, para exponer al seBor cura párroco el
deseo que tenían de despedirse de BU Compatrona la Virgen de la Paz, mediante una misa que mandaron celebrar el pasado martes, día de su partida de aquel pueblo,
en la que, como lo habían hecho aquel día, recibirían
también el PMD de los Angele». El celoso cura párroco,
Dr. D. Fermín Catalán, hondamente impresionado al ver
el eJificautH rasgo de estos muchachos, leB dirigió palabras de encomiástica alabanza, y aplaudió, como se merecían, tan laudables propósitos. Al despedirlos, entregó
a cada uno de ellos una medalla de la Virgen de la Paz,
encargándoles encarecidamente Be encomendasen a Ella,
especialmente eu los trances de peligro.
Los futuros soldados recibieron agradecidos el obsequio de su párroco, al que prometieron cumplir con su
encargo, dada la gran devoción que a la Virgen de la
Paz profesan todos los hijos de dicha villa.
jBien por estos muchachos tan piadosos y tan buenosl
¡Que la Virgen de la Paz los devuelva sanos y salvos a
sus caeasl
El sucesor del R. P. Esté vez.—Por unanimidad ha
sido elegido en Sevilla pur la Junta Central de la «Asociación Nacional de la Buena Prensa», para ocupar et
cargo de Vicepresidente general (vacante por fallecimiento del R. P. Estévez), nuestro distinguido compaüero el
8r. Dr. D. Ildefonso Montero, fundador y director de la
institución «Ora et Laboia».
Cosas de frailes.—Las informaciones de IOB correBpoubalfeB en el teatro de la guerra hablan hace días, con
elogio, del franciscano P. Revilla, que arenga en la vanguardia a los legionarios, asiste a los heridos y leB administra loe santos sacramentos bajo una lluvia de balas.
¡Esos frailes, siempre dándose la gran vidal
Delicias del bolcheviquismo.—Para dar idea de la
espantosa carestía reinaute eu Rusia, dice un periódico,
que allá cuesta 4.000 rublos una manzana.
¡Qué atrocidad!
Será una manzana de casas.
¿No?
'
No vendría mal.—Leemos:
- «Con motivo de los aranceles, el comercio cinematográfico de Eaparla está amenazado de muerte.i
¿A que resulta qua no es tan malo el nuevo Arancel
como dicen?
jPnes poco que ganaríamos gi hubiera dificultades para este negocio corruptor!
PAGINAS DE I^A, VIDA
lució el mozo!
Con todos eus desplanes de super-hombres libres, no
eran sino una camarilla de lacayos: lacayos desde el bo
iones hasta el redactor jefe. Lacayo hasta el miemo director.
Todos encorvados por hambre—hambre de pan, ham-
LA AVALANCHA
bre de concapisceneiaa, hambre de «epatar»—ante el
supremo mortal negociante, amo, ¡aspirador del periódico.
^Y como el lema de este negrero de la prensa era «ni
Dios ai amo»—¡ana novedadl — ana esclavos, aduladores
y bajunos, se encargaban de acotar la resobada fraae y
de extraerle todaa la? consecuencias imaginables y ja*
máa imaginadas, en las columnas del diario.
No Qiy que decir cómo saldrían de oro y de azul la
Iglesia, la familia, ia autoridad, la Patria...
La verdad e3 que aquello3 pobres chicos de la redacción—chicos de quince a cincuenta años—trabajaban
como flera3.
¿Como fieras?
No; comí pájaros inmundo*, o r n caervo3, o a la
obsesión rabiosa de la carne da cuca.
Porque, ocurriera lo qua osurriera, "aunque hubiera
que dadicar grandes espacios a sucesos diversos, aunque
se hicieran obligadas campadas en favor de los presos
políticas o en pro de los sindicalistas, o contra la guerra,
o contra las disposiciones de un ministro, siempre, siempre, sin faltar en un número, se venía a parar al mismo
tema, a la ignorancia del clero, a la perfidia de la Iglesia,
a la rapacidad de los conventos.
|C)8is nuevas tambiónl
¿Por qué, a través de todos loa progreíoi y de la aacendenta depuración da las i leas, ha de habar siempre
vulgo, legióa enomi3 de ciegia y viciados, qus jimás 86
sacia de calumnias y chismes?
¿Y por qué psraeveran en sa inúlil labor da destrucción los jornaleros del engaño y del odio?
Todas los días el parió lico apiréela o n granies títulos: «La campaña de Malilla ea antipopular...» «A la guerra no van los hijoa di Io3 ricos...» iBl cipifcalÍ3mi agotará Ia3 energías y la singre de la nación...»
Sin faltar la salsa cmsabiia: «Ua seminarista desertor...?» «¿QJÓ hia hecha ea África loa frailes...?i «Los
curas siguen diciendo misa en Eípitta...» Y este último
tema, de los curas ociosos e indiferentes ante la grao
tragedia de la Patria, era el prsfarid), el bardad), el glosado en todos los toaos y hasU en ritma j
— A ver, tú, inventa algo para llenar e9ta me lia columna, dijo el relactor jefa a un pabre diablo.
—¡Hombre, no me ravieate ustsi, qas lleva tnshis
cuatro secciones yal
—Pues, otra tnái y ya puedes marcharte.
—Sí, al Gjbieruo, qua ma ha eacarg»!) Sairez qus
se lo hiciera hoy.
—No le hagas caso... No ocurrirá allí nada... Auda,
hai lo que te digo; dos coplas; uaa falla; cualquier casa,
que esperan en las máquinas.
El periodista siervo se rascó la cabeza, Hó aa pitillo,
suspiró chulamente, y ae dispuso a obedecer.
¿Dd qué las antipáticas cuartillas?
Fumando y cavilando se pasó dos minutos,
—Hombre, sí, muy bien—3e habló a sí mismo,—como no esté ajustada la primera página, me parece que
les coloco el fondo.
Y escribió el título entre do3 interrogantes cuidadosamente dibujados: «¿Cómo uo contribuye el clero a la
campana?»
Y debajo: cNo da pesetas, pero ofrece oraciones.»
Y después...
Después venia el artículo insidioso, malo, calumnia*
dor, con ejemplos supuestos, con citas truncadas de pastorales, con fábulas aviesas, con enfados de supina ignorancia.
Ante la acometividad febril de la pluma del mozo, le
interrogaba, asombrado, su jefe:
—¿Hace usted versos?
Y el otro, sin alzar la cabeza, arrastrado por su alu-
263
vión de ideas, sin dejar de escribir, le respondía medio
en broma medio en veras:
—¡Sí versos, sil... Se empeñó usted eu encajarme un
relleno, y tns está saliendo un artículo precioso.
A la noche siguiente, un cura—¡un cura!—se aventuraba a penetrar redacción adelante.
Un procaz botoacillos le salió al paso.
—¿Qué querrá este tío?
Pronto lo aupo.
—¿El señor director?
—No está.
—¿El señor red actor-jefe?
—No está.
—¿Algún redactor?
—No só
Voy a ver
Sólo estaba Rosillo, el pobre diablo que pergeñó el artículo precioso.
—¿Un cura?
Que paie.
Pasó.
—¿Teñirá usted U bondad de prestarme atención
unos momentos?
—Usted dirá.
. .
Ni le ofreció una silla.
E! sacerdote, viejo ya, venerable, con voz débil al principio, con enérgico acento a medida qua avanzaba, habló:
—Ei nú ñero de hoy trae un suelto lleao de insidias y
falso a todaa luces
«¿Cómo contribuye el clero a la campaña?*
¿No lo
saben U3tedes? ¿de verdad no lo saben?
¡Sí qus lo saben, puesto qua, coma periodistas, tienen que leer prensa y enterarse da todo
Alemas que, coa milicia manifiesta, el autor baraja a su capricho citas de pastorales
Y a propósito, ¿quién es el autor da esa arco de
puente, de esa maravilla de exposición y de razonamientos?
—No sé quién debió ser —murmuró súbitamente
acobardado.
—Puesbien, yo, uno de ese clero calumniado por el
señor que ha escrito ese artículo, ma aiento aludido, me
considero ofendido y vengo a rogar
no a exigir que
rectifiquen
Límenlo que no 63té el señor director
Digai ustedes que el clero contribuye a la campaña con
un día de habar, la mayor parte, y en algunas diócesis,
como en la de Zaragoza, menaualmente
Que muchos
obispos han iniciado suscripciones, encabezadas por ellos
mismos ion cantidades notable; y eagro3idas por sus
pobres ciras
Qae mucho3 seminaristas y sacerdotes
está a en filas como simples soldados..... Qie no pocos
han dado ya su sangre por la patria
|9i lo sabré yo!
Eí hijo de uaa infeliz hermana mía, en vísperas de ordenarse de misa, tuvo que incorporarse al ejército y fue
muerto en la batalla de Sebt
Ustedes, sanares míos,
tan celosos, tan patriotas, ¿qué tributo de peseta3 o de
sangre ofrecen bny a España?
L\ Iglesia reza por los
combatientes y por IOÍ muertos, y a la vaz, no lo olviden1
ustedes, ea generosa, largamente generosa en sacrificios
que jamás conocerán ustedes
porque, en las voluntarias tinieblas eu que anidan, no pueden ni siquiera vislumbrar tanta IUÍ
Adióa, aeñír; espero la rectificación
Iafórmanse ustedes más y lean mejor las pastorales.
Eí amigo Rosillo se quedó de una pieza.
—jQuél ¿uo haca usted nada eata noche?—le preguntó
el redactor-jefe.
—Lo ha h3cho ya
soaiedad, tribunales y sport.
—Hombre, un f jndito como el de hoy
Sé que ha
gustado mucho.
—¿De veras?
Paas que repita otro la suerte, porqna
lo que ea yo
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