Calidad de vida en la enfermedad de Alzheimer

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ORIGINAL
Calidad de vida en la enfermedad de Alzheimer
M. Baquero a, V. Peset b, J.A. Burguera a, A. Salazar-Cifre c,
M.E. Boscá-Blasco a, A. del Olmo-Rodríguez d, C. Valero-Merino e,
R.A. Muñoz-Lacalle f, en nombre del nodo ENAE/Valencia
CALIDAD DE VIDA EN LA ENFERMEDAD DE ALZHEIMER
Resumen. Introducción. La calidad de vida es un concepto de creciente interés cuya evaluación complementa la valoración
clínica tradicional, de interés fundamentalmente en ámbitos de organización de la asistencia. Presentamos un estudio de calidad de vida en la enfermedad de Alzheimer y su relación con medidas cognitivas y funcionales. Pacientes y métodos. Se evalúa la calidad de vida mediante la escala EQ-5D en una muestra de casos de enfermedad de Alzheimer diagnosticados con
criterios del National Institute of Neurologic, Communicative Disorders and Stroke-Alzheimer’s Disease and Related Disorders Association que han donado muestra de sangre para el Banco Nacional de ADN, en los que se ha determinado también
el estadio de la escala de deterioro global, y se ha efectuado un test de fluencia verbal y el test minimental de Folstein. Se realizó un análisis clásico, contraste de variables mediante chi al cuadrado para las proporciones y t de Student para las medias, y estimación de r para los modelos de regresión en las variables cuantitativas. Se determinó la tarifa social mediante el
programa SPSS v. 11. Resultados. Se analizan 141 casos, con una relación de 2 a 1 entre mujer y varón, y una edad media de
76,2 años. Los aspectos de cuidado personal, actividad y, en menor medida, motilidad se ven afectados en la enfermedad
de Alzheimer, pero no parecen hacerlo los aspectos de dolor y ansiedad. Existe relación entre calidad de vida, escalas funcionales y escalas cognitivas. Los aspectos funcionales se correlacionan mejor que los cognitivos con la calidad de vida. Conclusiones. La calidad de vida se evalúa en la enfermedad de Alzheimer mediante escalas generales, como EQ-5D. Los aspectos cognitivos no parecen aportar información relevante en relación con la calidad de vida que no se aporte ya por los aspectos
funcionales. [REV NEUROL 2009; 49: 337-42]
Palabras clave. Calidad de vida. Cuidador. Demencia. Enfermedad de Alzheimer. Escalas cognitivas. Escalas funcionales.
Fluencia verbal. GDS. MMSE.
INTRODUCCIÓN
El concepto de calidad de vida es un concepto multidimensional
que incluye aspectos objetivos y subjetivos, inicialmente orientado hacia factores objetivos y sociológicos en sentido amplio.
La Organización Mundial de la Salud define la calidad de vida
como la ‘percepción de la posición en la vida respecto a sus
propios objetivos, expectativas, modelos óptimos y preocupaciones, dentro de una determinada cultura con unos valores determinados’; definición que sintoniza con el concepto holístico
de salud impulsado desde esa institución [1,2]. El uso del término ‘calidad de vida’ es frecuente, sobre todo en entornos de gestión sanitaria y políticos; suele mencionarse por todo tipo de
profesionales sanitarios, fundamentalmente los implicados en
consulta ambulatoria, y por la población general con variadas
intenciones. La calidad de vida aparece como un elemento valorable emergente y complementario a los elementos tradicionales en numerosos contextos.
© 2009, REVISTA DE NEUROLOGÍA
La calidad de vida a la que se refieren las publicaciones biomédicas en general es la ‘calidad de vida relacionada con la salud’ (CVRS). La CVRS como concepto incluye juicios de valor
de la persona sobre su estado de salud y el apoyo recibido por su
entorno. La CVRS se determina mediante escalas o cuestionarios que pueden ser genéricos o específicos de trastornos concretos. Los cuestionarios genéricos sirven más para evaluar grupos o poblaciones; los específicos son a priori más útiles para
valorar cambios. En la demencia, la determinación de la CVRS,
por una parte, está limitada por los trastornos cognitivos y, por
otra, debe incorporar elementos externos en relación con las actividades y conductas positivas remanentes. La evaluación de la
CVRS en demencia es factible en modo similar a otros trastornos, aunque en fases avanzadas la evaluación personal del paciente se sustituya por la impresión de un informador fiable
[3,4]. En nuestro entorno, la primera escala de CVRS validada
para su uso general es EQ-5D [5]. EQ-5D, diseñada por el grupo EuroQol, pertenece al grupo de escalas basadas en medidas
de utilidad provenientes de la aplicación de la teoría económica
a la evaluación de los resultados en salud. Una descripción completa está accesible en http://www.euroqol.org.
El grupo de autores participa en el subnodo 4 (correspondiente a la Generalitat Valenciana en su Conselleria de Sanidad
por parte de la Direcció General de Salut Pública) del nodo Enfermedades Neurológicas Asociadas a la Edad (ENAE), que es
parte del Banco Nacional de ADN, plataforma cuyas características se detallan en http://www.bancoadn.org.
El objetivo principal de nuestro estudio es describir los resultados de la medición de la CVRS valorada mediante la escala EQ-5D en pacientes diagnosticados de enfermedad de Al-
REV NEUROL 2009; 49 (7): 337-342
337
Aceptado tras revisión externa: 15.04.09.
a
Servicio de Neurología. Hospital Universitario La Fe. b Servicio de Neurología. Hospital General Universitari. c Sección de Epidemiología. d Servicio
de Neurología. Hospital Universitario Doctor Peset. e Servicio de Neurología. Hospital Arnau de Vilanova. Valencia. f Servicio de Neurología. Hospital La Ribera. Alzira, Valencia, España.
Correspondencia: Dr. Miguel Baquero Toledo. Servicio de Neurología. Hospital Universitario La Fe. Avda. Campanar, 21. E-46009 Valencia. Fax: +34
961 973 290. E-mail: [email protected]
Estudio parcialmente financiado por la Generalitat Valenciana y por el Banco Nacional de ADN, Fundación Genoma España. M.E.B.B. es beneficiaria
de una ayuda para la investigación en la que se basa este artículo.
M. BAQUERO, ET AL
Tabla I. Distribución de las características demográficas de la muestra, resultados globales de EQ-5D y escalas cognitivas en función del estadio de la
escala de deterioro global.
Características de los pacientes
Escalas aplicadas y variables de
clasificación (media ± desviación estándar)
Sujetos
%
Edad media
(años)
Rango
(años)
% de
mujeres
Promedio
de EVA
Promedio
de tarifa
n
(MMSE)
Promedio
MMSE
4
39
27,66
75,72 ± 8,075
53-89
71,79
58,46 ± 16,0
0,696 ± 0,214
35
17,89 ± 4,96
37
8,784 ± 3,92
5
43
30,50
76,58 ± 7,887
56-86
62,79
55,12 ± 22,6
0,502 ± 0,237
41
14,10 ± 5,51
40
5,425 ± 3,60
6
38
26,95
77,39 ± 8,797
48-93
78,95
47,89 ± 18,8
0,330 ± 0,204
37
6,43 ± 3,64
37
1,676 ± 2,26
7
8
5,67
72,13 ± 12,484
54-93
50,00
42,50 ± 11,6
0,260 ± 0,221
7
3,86 ± 5,34
7
1,286 ± 2,98
13
9,22
75,54 ± 9,683
57-85
53,85
56,15 ± 28,7
0,636 ± 0,290
1
15,00 ± 0,00
0
No estimada
141 100,00
76,21 ± 8,610
48-93
68,09
53,48 ± 20,4
0,508 ± 0,271
121
12,26 ± 6,89
121
5,060 ± 4,42
GDS
ND
Total
n (fluencia Promedio de
verbal)
fluencia verbal
EVA: escala visual analógica; GDS: escala de deterioro global; MMSE: test minimental de Folstein; ND: no determinado.
zheimer que han participado como donantes de muestras en el
subnodo 4 del nodo ENAE del Banco Nacional de ADN. Adicionalmente, evaluamos la relación entre algunas variables cognitivas y funcionales y esta escala EQ-5D de CVRS, y el grado
en el que estas variables pueden influir en la CVRS.
PACIENTES Y MÉTODOS
El estudio se realiza sobre los pacientes que padecen enfermedad de Alzheimer que han donado muestras biológicas para el desarrollo de un biobanco,
en el ámbito del subnodo correspondiente a Valencia del nodo de enfermedades neurodegenerativas asociadas a la edad (ENAE) del Banco Nacional
de ADN, que es parte del Proyecto Genoma España. Los pacientes provienen geográficamente del entorno metropolitano de la ciudad de Valencia y,
en menor medida, de la comarca de la Ribera (cuenca baja del río Júcar);
fueron captados en los departamentos número 5 (Hospital Arnau de Villanova), número 7 (Hospital Universitari La Fe y Centre d’Especialitats del carrer Alboraia), número 9 (Consorcio Hospital General Universitari y Centre
d’Especialitats d’Aldaia) y número 11 (Hospital de La Ribera, Alzira). Estos pacientes cumplen los criterios diagnósticos de la enfermedad de Alzheimer probable del National Institute of Neurologic, Communicative Disorders and Stroke-Alzheimer’s Disease and Related Disorders Association.
Para su inclusión, deben tener una puntuación en la escala de Hachinski menor que 4 y el diagnóstico debe tener al menos 12 meses de vigencia. También se excluyen expresamente como donantes aquellos casos que puedan
padecer alguna otra enfermedad o proceso capaz de deteriorar la capacidad
cognitiva de los enfermos. A todos estos pacientes se les ha practicado un
estudio analítico sanguíneo (hemograma básico, bioquímica general con
función renal y función hepática, estudio de función tiroidea y niveles séricos de vitamina B12 y ácido fólico) y una prueba de neuroimagen estructural, ya sea tomografía axial computarizada, resonancia magnética o ambas.
Dentro del protocolo de recogida y almacenamiento de muestras se recoge un conjunto de datos básicos de los donantes, que incluye la valoración
de CVRS mediante la escala EQ-5D. Dicha escala, en la versión validada en
castellano [5], se administró al paciente por el personal cualificado del estudio, en presencia del cuidador, que pudo aportar una respuesta en caso de
que no lo hiciera el paciente. La escala consta de cinco apartados que motivan su nombre y una escala analógica visual de tipo global. Los cinco apartados valoran la motilidad, la actividad cotidiana, la necesidad de cuidados,
el dolor y la ansiedad. Cada apartado se puede valorar en tres grados de libertad, uno como completa normalidad, otro como completa alteración y un
tercero intermedio. Otras escalas que se recogen en el protocolo de la donación y cuyos datos se usan en este estudio son el test minimental de Folstein
(MMSE) en su versión en castellano modificada [6,7], el test de fluencia
verbal (FV), con categoría semántica denominación de animales en un minuto [8], y la escala de deterioro global (GDS) de Reisberg [9].
338
Tabla II. Distribución por apartados de la escala EQ-5D en el total de la
muestra (n = 141).
Movilidad
Sin problemas
80 (57%)
Algún problema
57 (40%)
No puedo
4 (3%)
Cuidado personal
Sin problemas
43 (30%)
Algún problema
56 (40%)
No puedo
42 (30%)
Actividad
Sin problemas
37 (26%)
Algún problema
63 (45%)
No puedo
41 (29%)
Dolor
Sin dolor
79 (56%)
Moderado
54 (38%)
Intenso
8 (6%)
Ansiedad
Sin ansiedad
75 (53%)
Moderada
53 (38%)
Intensa
13 (9%)
Los valores obtenidos tras la aplicación de las escalas diagnósticas de
clasificación y de calidad de vida se presentan en forma de frecuencias. Las
desproporciones observadas en el análisis bivariante se contrastaron mediante test de χ2 de Pearson y, para intervalos desiguales, se utilizó la prueba de Kruskall-Wallis. Se calculó la tarifa social de EQ-5D según la descripción original [5]. La correlación entre las escalas de clasificación y la tarifa social se estableció mediante un análisis de regresión simple para cada
escala y de regresión múltiple para las escalas agrupadas. Se presenta como
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CALIDAD DE VIDA EN ALZHEIMER
Tabla III. Distribución del estadio evolutivo (GDS) según apartados de escala de calidad de vida (EQ-5D).
GDS 4
GDS 5
GDS 6
GDS 7
Total
Movilidad (p < 0,05)
n
%
n
%
n
%
n
%
n
%
Sin problemas
28
72%
24
56%
16
42%
3
38%
71
55%
Algún problema
10
26%
19
44%
20
53%
5
63%
54
42%
1
3%
0
0%
2
5%
0
0%
3
2%
30
77%
7
16%
2
5%
1
13%
40
31%
Algún problema
8
21%
29
67%
10
26%
0
0%
47
37%
No puedo
1
3%
7
16%
26
68%
7
88%
41
32%
Sin problemas
19
49%
9
21%
2
5%
0
0%
30
23%
Algún problema
19
49%
24
56%
16
42%
1
13%
60
47%
1
3%
10
23%
20
53%
7
88%
38
30%
Sin dolor
18
46%
22
51%
24
63%
4
50%
68
53%
Moderado
17
44%
18
42%
13
34%
4
50%
52
41%
4
10%
3
7%
1
3%
0
0%
8
6%
Sin ansiedad
24
62%
18
42%
21
55%
2
25%
65
51%
Moderada
14
36%
19
44%
12
32%
6
75%
51
40%
1
3%
6
14%
5
13%
0
0%
12
9%
No puedo
Cuidado personal (p < 0,05)
Sin problemas
Actividad (p < 0,05)
No puedo
Dolor (no significativo)
Intenso
Ansiedad (no significativo)
Intensa
Total
39
43
38
GDS: escala de deterioro global. Contraste: χ2 de Pearson.
variable de resultado la r de Pearson con su contraste de dispersión (F de
Snedecor) y su contraste de medias (t de Student). Los datos se procesaron
a partir de la base de datos Access del nodo ENAE, y la explotación estadística se llevó a cabo mediante el programa SPSS v. 11.0.
RESULTADOS
En el momento del estudio, existían registrados en nuestro subnodo 144 casos de pacientes diagnosticados de enfermedad de Alzheimer. En tres casos
no existían datos en el registro. De los restantes 141 (edad media: 76,2 ± 8,6
años; rango: 48-93), 96 eran mujeres (77,6 ± 8,1 años) y 45 hombres (73,3
± 8,9 años; rango: 53-88). La diferencia de edad entre ambos sexos fue significativa (t de Student: –92,263; p < 0,001). El MMSE se determinó en 121
casos, y se obtuvo una puntuación media de 12,3 ± 6,9 (rango: 0-26). La FV
también se determinó en 121 casos, con un resultado medio de 5,1 ± 4,4
(rango: 0-20). La distribución de los pacientes según la GDS en los 128 casos en que se determinó fue de 39 casos con un nivel de GDS 4, 43 con GDS 5,
38 con GDS 6 y ocho con GDS 7. En la tabla I se exponen los datos demográficos correspondientes a cada estadio.
Los resultados globales de la escala de calidad de vida EQ-5D para el conjunto de la población estudiada se muestran en la tabla I. En la tabla II mostramos los resultados de EQ-5D por apartados para el total de la muestra. En
la tabla III se muestra la proporción de pacientes según el estadio GDS en
función de los resultados de los distintos apartados de EQ-5D. Esta distribución presenta valores de significación adecuados para la movilidad, cuidado
personal y actividad diaria, pero no para los apartados de dolor y ansiedad.
Los resultados de los apartados de la escala EQ-5D se asocian también
con las pruebas cognitivas, tanto el MMSE como el test de FV. En relación
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8
128 100%
con los distintos apartados, el MMSE
se asocia también con los apartados de
movilidad, cuidado personal y actividad y el test de FV únicamente con los
ítems de cuidado personal y actividad.
Los datos relativos a la relación de los
apartados de la escala EQ-5D con el
MMSE y el test de FV se exponen en la
tabla IV. En todos los casos, la relación
es directa: menor calidad de vida y peor estado cognitivo o funcional.
La GDS explica más de la mitad de
la variación de la tarifa social de calidad de vida EQ-5D en demencia, mientras que las escalas cognitivas MMSE y
FV explican menos de la mitad de la
variación (Tabla V). Las escalas cognitivas aportan comparativamente muy
poco a la variación global de la CVRS
determinada mediante la escala EQ5D, ya que en el modelo de regresión
múltiple el coeficiente r global fue apenas tres milésimas superior al correspondiente coeficiente para la GDS tomada de modo aislado. Añadir la edad
al estudio de regresión lineal múltiple
no modificó los resultados: la edad no
fue un factor a tener en cuenta como
predictor del resultado de la evaluación
de la CVRS con la escala EuroQoL-5D.
La escala visual obtuvo una correlación también significativa y en un grado similar, aunque relativamente peor
que el conjunto de ítems de la escala
EQ-5D, con los test cognitivos MMSE
(p = 0,017) y FV (p = 0,012) y, al igual
que el resto de la escala, mostró mejor
asociación con el estado funcional medido mediante la GDS (p = 0,004) que
con las pruebas cognitivas.
DISCUSIÓN
La determinación de la CVRS viene despertando un creciente
interés por sus implicaciones socioeconómicas y políticas [10],
aunque su determinación dista de ser sistemática en los trastornos neurológicos. En nuestro entorno, la CVRS en pacientes
con demencia se ha determinado en algunas ocasiones mediante la escala EQ-5D, en muestras de centenares de casos, comúnmente procedentes de pacientes cuyos familiares están afiliados
a una asociación de familiares de Alzheimer [11,12]. En entornos sociales comparables al nuestro, existen estudios análogos
con ese grado de certeza diagnóstica [11-17]. La principal fortaleza de nuestra muestra es el rigor diagnóstico en la inclusión de
casos, lo que garantiza el máximo nivel clínico por otras exigencias derivadas de la naturaleza de un proyecto que incluye la recogida de muestras biológicas con el máximo nivel de fiabilidad
diagnóstica. En este trabajo aportamos la valoración de un grupo de pacientes procedentes de otro entorno y, posiblemente,
con otros sesgos de selección.
Analizar la CVRS con una escala general en lugar de con
una herramienta específica para la CVRS en la demencia podría
considerarse una limitación de nuestro trabajo. No obstante,
creemos que en todo caso es una limitación menor. EQ-5D parece estar convirtiéndose en el método de referencia de la medición de CVRS y de las escalas que la miden [18,19]. Quizá la
339
M. BAQUERO, ET AL
medición de la CVRS desde una referencia general tenga más
valor que la aproximación específica según el tipo de patología,
al permitir la comparación entre distintos grupos de trastornos.
Los resultados de su determinación son comparables a los obtenidos con escalas más específicas, de las cuales en ocasiones ha
servido como test de referencia (caso de la escala Quality of Life-Alzheimer’s Disease [20]), y sus propiedades métricas resultan superiores a otras en diversos estudios [21]. Sirva como
ejemplo de su idoneidad su uso reciente para comparar la
CVRS en distintas enfermedades que producen demencia, en
concreto en demencia con cuerpos de Lewy con demencia por
enfermedad de Alzheimer [13]. Por todo ello, pensamos que
puede ser más útil el análisis con esta escala que con alguna otra
más específica.
Otra limitación del estudio, inevitable en este tipo de análisis, es que los familiares acompañantes de los pacientes ayudaron en la determinación de los resultados de la escala. Esta práctica es ordinaria en este grupo de patología. Diversos estudios
han comparado los resultados de EQ-5D en el mismo grupo de
pacientes según pacientes y datos ofrecidos por los familiares o
los médicos responsables. Las discrepancias en la valoración,
que generalmente es mejor por los propios pacientes que por los
otros informadores, presumiblemente se deben a su valor subjetivo y muy a menudo son evidentes [15,16,22-24]. Se ha descrito esta misma variación con el uso de escalas específicas de esta patología [25]. La anosognosia que los pacientes con demencia suelen presentar en algún grado se considera la causa fundamental de esta variación [24], si bien en sí misma no se ha mostrado relacionada con la CVRS. Existe cierta evidencia y consenso sobre la idoneidad de admitir como preferible la valoración by proxy [14].
Obtenemos un valor de la tarifa del EQ-5D de 0,51 de promedio, superior al 0,29 de un estudio en Canarias [26]. Nuestro
dato es similar al referido en estudios nórdicos sobre EQ-5D en
demencia [17,27] y al encontrado para la ataxia cerebelosa
[28]. En todos los casos, en fases más avanzadas la tarifa social
tiene un valor menor, de modo coherente: entre 0,7 y 0,26 en
nuestro caso, entre 0,52 y 0,12 en el estudio canario, y entre
0,64 y 0,36 en un estudio escandinavo. Sesgos de selección,
más que otras razones, pueden explicar gran parte de esa diferencia entre diversos estudios. En concreto, el estudio canario
presenta un buen número de casos en grados avanzados de demencia –CDR (escala clínica de demencia) = 3–, mientras que
nuestro estudio justamente tiene una representación menor de
los grados más avanzados (GDS = 7). Asimismo, aquel estudio
recluta los casos entre los asociados a la asociación de familiares de Alzheimer, mientras que nosotros lo hacemos por la disponibilidad del paciente para la donación de muestras biológicas. Los valores son, en todo caso, claramente inferiores a los
correspondientes a los de enfermedades mentales crónicas [29]
y edades avanzadas [30], grupos con los que los pacientes con
demencia se asocian más lógicamente. En relación con los grupos de edades avanzadas, los valores obtenidos se solapan en
los grados de demencia leve; al valorar este solapamiento, se
deben considerar las dificultades de valoración y diagnóstico en
las edades más avanzadas [31]. Por otro lado, los valores obtenidos resultan comparables con los obtenidos para algunas neoplasias malignas [32], pero inferiores a los encontrados en la
esclerosis lateral amiotrófica [33].
La asociación entre los apartados de EQ-5D con el estado
funcional o global y las pruebas cognitivas que se da en los ítems
340
Tabla IV. Resultados de las escalas cognitivas (MMSE y test de fluencia
verbal) según las respuestas a los apartados de la escala.
Total
Total
Promedio
del MMSE
121
12,26 ± 6.89
Movilidad a
Total Promedio de test
de fluencia verbal
121
5,07 ± 4,42
p = 0,023
p = 0,465 (NS)
Sin problemas
69
13,55 ± 6,72
67
5,48 ± 4,05
Algún problema
49
10,88 ± 6,85
51
4,63 ± 4,81
3
5,33 ± 4,04
3
3,33 ± 5,77
No puedo
Cuidado personal
b
p < 0,0005
p < 0,0005
Sin problemas
37
16,24 ± 5,54
38
7,97 ± 4,07
Algún problema
47
13,81 ± 6,42
45
5,44 ± 4,12
No puedo
37
6,32 ± 4,41
38
1,71 ± 2,47
Actividad b
p < 0,0005
p < 0,0005
Sin problemas
31
14,35 ± 6,57
29
6,31 ± 3,81
Algún problema
56
14,20 ± 5,84
58
6,22 ± 4,62
No puedo
34
7,18 ± 6,30
34
2,03 ± 2,93
p = 0,074 (NS)
Dolor
p = 0,095 (NS)
Sin dolor
65
11,38 ± 6,89
63
4,44 ± 4,27
Moderado
49
12,69 ± 6,88
51
5,43 ± 4,36
7
17,43 ± 5,03
7
8,00 ± 5,32
Intenso
p = 0,92 (NS)
Ansiedad
p = 0,494 (NS)
Sin ansiedad
62
12,08 ± 7,07
60
5,33 ± 4,69
Moderada
49
12,57 ± 6,98
49
5,08 ± 4,08
Intensa
10
11,90 ± 5,87
12
3,67 ± 4,46
a
MMSE: test minimental de Folstein; NS: no significativo. Ítem correlacionado
con el MMSE pero no con el test de fluencia verbal; b Ítems correlacionados
con los resultados de ambas escalas.
de actividad y cuidados, y también en el ítem de movilidad, aunque sólo para el estadio GDS y el MMSE, y no para la FV, y la
ausencia de relación de los ítems de dolor y ansiedad y las pruebas cognitivas y funcionales, resulta plausible y responde a la
lógica. El valor de la escala visual analógiva, una medida global, también se asoció con el valor de la GDS, MMSE y FV.
Si valoramos separadamente estado cognitivo y estado global, aunque obviamente ambos están relacionados, el estado
cognitivo no parece ser el principal factor que influye en la
CVRS de los pacientes con demencia. Aunque en algunos estudios también se encuentra esta correlación positiva entre estado
cognitivo y CVRS [16], en otros no se demuestra esa correlación, o bien sólo se relaciona con algún aspecto cognitivo como
la memoria, pero no con el MMSE global [24,26]. En algunos
estudios, la valoración hecha by proxy resulta relacionable con
el MMSE, pero no así la realizada por el propio paciente. En relación con esta irregular relación entre CVRS y cognición, se ha
llegado a proponer la inclusión de un apartado cognitivo para la
escala EQ-5D [17]. En cambio, la relación entre CVRS y estado
funcional se demuestra sistemáticamente en los estudios que la
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CALIDAD DE VIDA EN ALZHEIMER
sobre la CVRS de la
existencia de trastornos
Escala
Tarifa social
Factor
F de
Significación
t de
Significación
no cognitivos, sobre tobeta
Snedecor
Student
do los síntomas depresir de Pearson
r2
vos [13,24], quizá tamMMSE
0,473
0,224
0,281
32,928
< 0,001
5,738
< 0,001
bién por sus repercusiones funcionales. TamGDS
0,608
0,370
–0,175
66,924
< 0,001
12,536
< 0,001
bién se ha mostrado reFluencia verbal
0,44
0,194
0,026
27,386
< 0,001
11,052
< 0,001
lación con la convivencia del cuidador con el
a
a
a
r múltiple
0,611
0,373
1,262
22,252
< 0,001
6,046
< 0,001
paciente [13], o con el heGDS: escala de deterioro global; MMSE: test minimental de Folstein. a Coeficiente beta no estandarizado de la constante.
cho de la institucionalización [16]. La edad no
aparece como un factor
analizan [13,24,26], como también el nuestro. La mayor rela- relevante en la CVRS en demencia en nuestro estudio, y tampoción de la CVRS con el estado funcional que con el estado cog- co en otros [24].
nitivo nos parece lógica. De este modo, se hace más evidente
Otros aspectos interesantes de la CVRS en demencia queque, si bien la valoración del estado cognitivo es fundamental dan fuera de las posibilidades de nuestro estudio, cuyo alcance
en el diagnóstico de las enfermedades que causan demencia, en se limita a lo aquí mencionado. En particular, no tenemos datos
la planificación de la terapéutica y la organización asistencial sobre las consecuencias de la enfermedad y la carga que conllecede protagonismo a otro tipo de valoraciones que parecen ser va sobre la CVRS de los cuidadores de los enfermos [34]; tampreferibles, fundamentalmente el estado global o funcional. La poco hay datos relativos a la existencia de trastornos del estado
diferencia entre grado de relación de estado cognitivo y de esta- de ánimo, de la percepción y de la conducta, y su eventual imdo funcional con CVRS creemos poderla explicar con nuestros pacto sobre la CVRS [35]; ni datos detallados de factores sociadatos. En efecto, nuestra aportación adicional es que la influen- les. Nuestra aportación no tiene el nivel de detalle y de análisis
cia de las escalas cognitivas en la CVRS es prácticamente nula de la CVRS que otros estudios han obtenido con otras metodosi se considera simultáneamente el estado funcional o global. logías más específicas en otros trastornos neurológicos [36].
Puesto que ambos tipos de valoración tienen una obvia relación, Ofrecemos simplemente los resultados de una medida práctica de
la influencia de la cognición en la CVRS debe ejercerse funda- la CVRS en una muestra seleccionada de pacientes afectos de enmentalmente mediante la generación de trastorno funcional, y fermedad de Alzheimer, aportando datos para la interpretación
debe resultar demostrable en unos u otros estudios según la po- de los resultados de la valoración de la CVRS y de su relación
tencia del estudio, la metodología empleada y el tamaño de la con el estado funcional y parámetros cognitivos, que pueden ser
muestra estudiada. Otros estudios han demostrado influencia de interés para futuros estudios.
Tabla V. Valores de correlación de las escalas de clasificación y tarifa social.
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QUALITY OF LIFE IN ALZHEIMER’S DISEASE
Summary. Introduction. Quality of life is a concept that is receiving increasing amounts of attention; its assessment complements
the traditional clinical evaluation, which is of special interest in areas related with healthcare organisation. Here, we present
a study on quality of life in Alzheimer’s disease and its relationship with cognitive and functional measures. Patients and
methods. Quality of life was evaluated by means of the EQ-5D scale in a sample of cases of Alzheimer’s disease (diagnosed
according to criteria established by the National Institute of Neurologic, Communicative Disorders and Stroke-Alzheimer’s
Disease and Related Disorders Association) that donated blood samples for the National DNA Bank. The status of the global
deterioration scale was determined and a verbal fluency test and the Folstein minimental test were also carried out. A classic
analysis, variable contrast by means of chi-square for proportions and Student’s t test for measurements were conducted, as
well as estimation of r for the regression models in the quantitative variables. The social rate was determined using the software
application SPSS v. 11. Results. Altogether 141 cases were analysed, with a male to female ratio of 2:1, and a mean age of
76.2 years. Aspects such as personal hygiene, activity and, to a lesser extent, motility are affected in Alzheimer’s disease, but
pain and anxiety aspects do not seem to be affected. There is a relationship between quality of life, functional scales and
cognitive scales. Functional aspects correlate with quality of life better than cognitive ones. Conclusions. Quality of life is
evaluated in Alzheimer’s disease using general scales, such as EQ-5D. Cognitive aspects do not appear to provide relevant
information about quality of life that is not already provided by the functional aspects. [REV NEUROL 2009; 49: 337-42]
Key words. Alzheimer’s disease. Caregiver. Cognitive scales. Dementia. Functional scales. GDS. MMSE. Quality of life. Verbal
fluency.
342
REV NEUROL 2009; 49 (7): 337-342
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