Introducción: La   temperatura   de   nuestro   planeta  ...

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Introducción:
La temperatura de nuestro planeta es per fecta para la vida. Ni demasiada fr ía, como Venus, ni demasiada caliente como Marte. Gracias a estas condiciones la vida se extiende por todos los sitios.
La tier ra recibe el calor del sol. Algunos gases de la atmosfera la retienen y evitan que parte de este calor se escape de retorno al espacio.
Hoy en día esta situación de equilibrio delicado esta en peligro a causa de la contaminación de la atmosfera que provoca que los gases retengan mucho calor cerca de la super ficie. Las temperaturas de todo el planeta han aumentado en el último siglo y esto podría provocar un cambio clim ático a nivel mundial. El aumento del nivel del mar y otros cambios en el medio ambiente representan una amenaza para todos los seres vivos.
El termino efecto invernadero hace referencia al fen ómeno por el cual la tier ra se mantiene caliente y también al calentamiento general del planeta. Para mantenerlas condiciones ambientales optimas para la vida es indispensable que entendamos las relaciones complejas que se establecen entre la tierra y la atmosfera.
Actualmente se sabe, por un gran consenso cient íf ico, que el clima global se ver á afectado signif icativamente en el pr óximo siglo, a consecuencia de la concentraci ón de gases invernadero. Lo cual da como respuesta una alteraci ón en las precipitaciones globales. También sufrirán cambios los ecosistemas globales.
Es por ello que existe una gran incertidumbre referida al cambio clim ático global y las respuestas de los ecosistemas, lo cual se traduce en desequilibrios econ ómicos, de vital importancia en países que dependen fuertemente de los recursos materiales.
En relación al impacto sobre los humanos tambi én trae consecuencias: expansi ón de enfermedades infecciosas, inundaciones de ter renos costeros y ciudades, tormentas m ás intensas y extinci ón incontable de plantas y animales, fracasos de cultivos en áreas vulnerables y aumento de sequ ías, entre otras.
Calentamiento global
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Aumento de la temperatura de la T ierra debido al uso de combustibles f ósiles y a otros procesos industriales que llevan a una acumulaci ón de gases invernadero (di óxido de carbono, metano, óxido nitroso y clorofluorocarbonos) en la atm ósfera. Desde 1896 se sabe que el dióxido de carbono ayuda a impedir que los rayos infrar rojos escapen al espacio, lo que hace que se mantenga una temperatura relativamente c álida de nuestro planeta (efecto invernadero). La cuesti ón es si los crecientes niveles de di óxido de carbono registrados a lo largo del último siglo llevar án a un aumento de la temperatura global.
El contenido en di óxido de carbono de la atm ósfera ha venido aumentando un 0,4% cada año como consecuencia del uso de combustibles f ósiles como el petr óleo, el gas y el carb ón; la destrucción de bosques tropicales por el m étodo de cortar y quemar tambi én ha sido un factor relevante que ha influido en el ciclo del carbono. La concentraci ón de otros gases que contribuyen al efecto invernadero, como el metano y los clorofluorocarbonos, est á aumentando todavía más rápido. El efecto neto de estos incrementos podr ía ser un aumento global de la temperatura, estimado en 2 a 6 °C en los próximos 100 años. Un calentamiento de esta magnitud alterar ía el clima en todo el mundo, afectar ía a las cosechas y haría que el nivel del mar subiera signif icativamente.
Desde 1850 se ha producido un incremento medio de la temperatura global de m ás o menos 1 °C, pero éste podría ser sólo parte de una fluctuaci ón natural. Tales fluctuaciones se han registrado durante decenas de miles de a ños, y se producen en ciclos a corto y a largo plazo. La dif icultad de distinguir las emisiones de di óxido de carbono de origen humano de las naturales es una de las razones por las que tanto ha tardado en legislarse su control. No obstante, las consecuencias potenciales del calentamiento global son tan amenazadoras que muchos prestigiosos cient íf icos han urgido la adopci ón de medidas inmediatas y han solicitado la cooperaci ón internacional para combatir el problema.
Efecto invernadero: Término que se aplica al papel que desempe ña la atmósfera en el calentamiento de la super f icie terrestre. La atm ósfera es prácticamente transparente a la radiaci ón solar de onda corta, absorbida por la super f icie de la T ierra. Gran parte de esta radiaci ón se 2
vuelve a emitir hacia el espacio exterior con una longitud de onda correspondiente a los rayos infrar rojos, pero es reflejada de vuelta por gases como el di óxido de carbono, el metano, el óxido nitroso, los halocarbonos y el ozono, presentes en la atm ósfera. Este efecto de calentamiento es la base de las teor ías relacionadas con el calentamiento global.
Ciclo del Carbono:
En ecología, ciclo de utilizaci ón del carbono por el que la energ ía fluye a través del ecosistema terrestre. El ciclo b ásico comienza cuando las plantas, a trav és de la fotosíntesis, hacen uso del di óxido de carbono presente en la atm ósfera o disuelto en el agua. Parte de este carbono pasa a formar parte de los tejidos vegetales; el resto es devuelto a la atmósfera o al agua mediante la respiraci ón. Así, el carbono pasa a los herbívoros que comen las plantas. Gran parte de éste es liberado en forma de CO 2 por la respiración, pero parte se almacena en los tejidos animales y pasa a los carn ívoros, que se alimentan de los herb ívoros. En última instancia, todos los compuestos del carbono se degradan por descomposici ón, y el carbono es liberado en forma de CO 2 , que es utilizado de nuevo por las plantas.
Intercambios aire­agua : A escala global, el ciclo del carbono implica un intercambio de CO 2 entre dos grandes reservas: la atmósfera y las aguas del planeta. El CO 2 atmosférico pasa al agua por difusión a través de la inter face aire­agua. Si la concentraci ón de CO 2 en el agua es inferior a la de la atm ósfera, éste se difunde en la primera, pero si la concentraci ón de CO 2 es mayor en el agua que en la atm ósfera, la primera libera CO 2 en la segunda. En los ecosistemas acu áticos se producen intercambios adicionales. El exceso de carbono puede combinarse con el agua para formar carbonatos.
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Recursos totales de carbono : Los recursos totales de carbono, estimados en unos 44.443.10 12 k g, se distribuyen en formas orgánicas e inorgánicas. El carbón fósil representa un 22% del total. Los oc éanos contienen un 71% del carbono del planeta, fundamentalmente en forma de iones carbonato y bicarbonato. Un 3% adicional se encuentra en la materia org ánica muerta y el f itoplancton. Los ecosistemas terrestres, en los que los bosques constituyen la principal reserva, contienen alrededor de un 3% del carbono total. El 1% que queda se encuentra en la atmósfera, circulante, y es utilizado en la fotos íntesis.
Adiciones a la atmósfera: Debido a la combusti ón de los combustibles f ósiles, la destrucci ón de los bosques y otras prácticas similares, la cantidad de CO 2 atmosférico ha ido aumentando desde la Revolución Industrial. La concentraci ón atmosférica ha aumentado de unas 260 a 300 ppm estimadas en el per íodo preindustrial, a m ás de 350 ppm en la actualidad. Este incremento representa s ólo la mitad del di óxido de carbono que, se estima, se ha vertido a la atmósfera. El otro 50% probablemente haya sido absorbido y almacenado por los océanos. Aunque la vegetaci ón del planeta puede absorber cantidades considerables de carbono, es tambi én una fuente adicional de CO 2 .
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Registros de Temperatura :
El período sobre el que el calentamiento puede observarse var ía según el enfoque. En ocasiones desde la Revoluci ón Industrial, otras desde el comienzo de un registro hist órico global de temperatura alrededor de 1860; o sobre el siglo XX, o los 50 a ños más recientes.
Es de reseñar que muchos gráf icos empleados para mostrar el calentamiento empiezan en 1970, cuando comienza a subir de nuevo la temperatura despu és de 36 años de descenso medio, a pesar de que durante los a ños posteriores a la Segunda Guer ra Mundial es cuando empezó el importante aumento de emisi ón de los gases de efecto invernadero. Época ésta que coincide con la alar ma por un posible oscurecimiento global o enfriamiento global a f inales del siglo XX . La década más calurosa del pasado siglo XX fue precisamente la de los años 30.
En los últimos 20.000 años el suceso más importante es el final de la Edad de Hielo, hace aproximadamente 12.000 a ños. Desde entonces, la temperatura ha per manecido relativamente estable, aunque con varias fluctuaciones como, por ejemplo, el Per íodo de Enfriamiento Medieval o Peque ña Edad del Hielo. Seg ún el IPCC, durante el siglo XX la temperatura promedio de la atm ósfera se incrementó entre 0,4 y 0,8 ºC.
Las temperaturas en la troposfera inferior se han incrementado entre 0,08 y 0,22 ºC por decenio desde 1979. El aumento de la temperatura no sigue una ley lineal, sino que presenta fluctuaciones debidas a la variabilidad natural, siendo la m ás notable de ellas el fenómeno de El Niño. Durante el mismo periodo las temperaturas en la super f icie ter restre muestran un incremento de aproximadamente 0,15 ºC por decenio .
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Teorías y Objeciones:
El debate ha sobrepasado el ámbito científ ico y ha llegado al debate p úblico. Algunos políticos llegan a convertirlo en tema de sus campa ñas electorales, como Al Gore (autor de Earth in the Balance ("La Tier ra en juego")).
Muchas de las teor ías del calentamiento global son motivo de controversia. Existe un debate social y político sobre la cuesti ón de si existe consenso cient íf ico suf iciente para justif icar una acci ón internacional concertada para aminorar sus efectos.
Los defensores de la teor ía del calentamiento global por causas antropog énicas expresan una amplia gama de opiniones, aunque la posici ón mayoritaria es la defendida por el IPCC, que culpa a la actividad industrial y pide la disminuci ón de emisiones de gases de efecto invernadero.
Algunos científ icos simplemente reconocen como datos observables los incrementos de temperatura.
Otros apoyan medidas como el Protocolo de Kioto sobre el cambio clim ático, que intentan tener cierto efecto sobre el clima futuro y llevar a cabo otras medidas posterior mente. Estos piensan que el da ño medioambiental tendr á un impacto tan serio que deben darse pasos inmediatamente para reducir las emisiones de CO 2 , a pesar de los costos econ ómicos para las naciones. Por ejemplo Estados Unidos, que produce mayores emisiones de gases de efecto invernadero que cualquier otro pa ís, en términos absolutos, y es el segundo mayor emisor per cápita después de Australia.
Los economistas tambi én han alertado de los efectos desastrosos que tendr á el cambio climático sobre la economía mundial con reducciones de hasta un 20% en el crecimiento, cuando las medidas para evitarlo no sobrepasar ían el 1% . Los daños económicos predichos provendrían principalmente del efecto de las cat ástrofes naturales, con cuantiosas p érdidas de vidas humanas, por ejemplo en Europa .
También existen científ icos y autores ecoesc épticos, como Bjørn Lomborg, que ponen en duda el calentamiento global, bas ándose en los mismos datos usados por los defensores del calentamiento global. Estos def ienden que no est án demostradas las teor ías que predicen el incremento futuro de las temperaturas, argumentando que las diferencias del índice de calentamiento en el pr óximo siglo entre los diferentes modelos inform áticos es de más del 6
400% (a pesar de que en esta horquilla de variaci ón siempre se recogen aumentos signif icativos). Estos cient íf icos han sido acusados de estar f inanciados por consorcios petroleros o presionados por sus fuentes de financiaci ón públicas como el gobierno de los EEUU.
Los cálculos de Wigley
T.M.L. Wigley, del N CAR , publicó en 1998 los resultados de la aplicaci ón de un modelo climático a los efectos del Protocolo de Kioto, distinguiendo tres casos en el comportamiento de los pa íses del anexo B del protocolo (los industrializados):
que el cumplimiento del protocolo fuera seguido por una sujeci ón a sus límites, pero sin nuevas medidas de reducci ón; 1.
que el protocolo fuera cumplido, pero no seguido de ninguna limitaci ón (sino de lo que se llama en ingl és bussiness as usual ); 2.
que el protocolo, una vez cumplido, se continuara con una reducci ón de las emisiones del 1% anual. 3.
Las reducciones del calentamiento previsto por el modelo para 2050 (2,5 °C) eran respectivamente 0,11­0,21 °C (aproximadamente 6%), 0,06­0,11 °C (3%) y alrededor de 0,35°C (14%). En todos los casos los resultados son muy modestos. Los llamados esc épticos se atuvieron al segundo caso (3% de 2,5 °C, es decir, 0,7°C) y lo esgrimieron sistemáticamente como prueba de la inutilidad del protocolo de Kioto. Fue usado por ejemplo, en el Congreso de Estados Unidos, a ún bajo administraci ón Clinton, para parar la adhesión a Kioto. Wigley es citado por los opuestos a cualquier regulaci ón para declarar que el protocolo de Kyoto es innecesario, por in útil, en contra de la conclusi ón del propio Wigley para quien es insuf iciente, pero a ún así es «importante como primer paso hacia la estabilización del sistema clim ático.» El propio Wigley ha revisado la cuesti ón en un trabajo más reciente, concluyendo que «para estabilizar las temperaturas medias globales, necesitamos f inalmente reducir las emisiones de gases de invernadero muy por debajo de los niveles actuales».
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Teorías que intentan explicar los cambios de temperatura :
El clima varía por procesos naturales tanto internos como externos. Entre los primeros destacan las emisiones volc ánicas, y otras fuentes de gases de efecto invernadero (como por ejemplo el metano emitido en las granjas animales). Entre los segundos pueden citarse los cambios en la órbita de la T ier ra alrededor del Sol (Teor ía de Milankovitch) y la propia actividad solar.
Los especialistas en climatolog ía aceptan que la T ierra se ha calentado recientemente (El IPCC cita un incremento de 0.6 ± 0.2 °C en el siglo XX). M ás controvertida es la posible explicación de lo que puede haber causado este cambio. Tampoco nadie discute que la concentración de gases invernadero ha aumentado y que la causa de este aumento es probablemente la actividad industrial durante los últimos 200 años.
También existen diferencias llamativas entre las mediciones realizadas en las estaciones meteorológicas situadas en tierra (con registros en raras ocasiones comenzados desde f inales del siglo XIX y en menos ocasiones todav ía de una forma continuada) y las medidas de temperaturas realizadas con sat élites desde el espacio (todas comenzadas a partir de la segunda mitad del siglo XX). Estas diferencias se han achacado a los modelos utilizados en las predicciones del aumento de temperatura existente en el entorno de las propias estaciones meteorol ógicas debido al desarrollo urbano (el efecto llamado Isla de calor). Dependiendo del aumento predicho por estos modelos las temperaturas observadas por estas estaciones serán mayores o menores (en muchas ocasiones incluso prediciendo disminuciones de las temperaturas).
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Teoría de los gases invernaderos :
La hipótesis de que los incrementos o descensos en concentraciones de gases de efecto invernadero pueden dar lugar a una temperatura global mayor o menor fue postulada extensamente por primera vez a f inales del s’ XIX por Svante Arrhenius, como un intento de explicar las eras glaciales. Sus coet áneos rechazaron radicalmente su teor ía.
La teoría de que las emisiones de gases de efecto invernadero est án contribuyendo al calentamiento de la atm ósfera ter restre ha ganado muchos adeptos y algunos oponentes en la comunidad científ ica durante el último cuarto de siglo. El IPCC, que se fund ó para evaluar los riesgos de los cambios clim áticos inducidos por los seres humanos, atribuye la mayor parte del calentamiento reciente a las actividades humanas. La Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos ( National Academy of Sciences , NAC) también respaldó esa teoría. El físico atmosférico Richard Lindzen y otros esc épticos se oponen a aspectos parciales de la teor ía.
Hay muchos aspectos sutiles en esta cuesti ón. Los científ icos atmosféricos saben que el hecho de añadir dióxido de carbono CO 2 a la atmósfera, sin efectuar otros cambios, tender á a hacer más cálida la super f icie del planeta. Pero hay una cantidad importante de vapor de agua (humedad, nubes) en la atm ósfera terrestre, y el agua es un gas de efecto invernadero. Si la adición de CO 2 a la atmósfera aumenta levemente la temperatura, se espera que m ás vapor de agua se evapore desde la super f icie de los oc éanos. El vapor de agua as í liberado a la atmósfera aumenta a su vez el efecto invernadero (El vapor de agua es un gas de invernadero más ef iciente que el CO 2 . A este proceso se le conoce como la retroalimentaci ón del vapor de agua ( water vapor feedback en inglés). Es esta retroalimentaci ón la causante de la mayor parte del calentamiento que los modelos de la atm ósfera predicen que ocur rir á durante las próximas décadas. La cantidad de vapor de agua as í como su distribuci ón vertical son claves en el c álculo de esta retroalimentaci ón. Los procesos que controlan la cantidad de vapor en la atm ósfera son complejos de modelar y aqu í radica gran parte de la incertidumbre sobre el calentamiento global.
El papel de las nubes es tambi én crítico. Las nubes tienen efectos contradictorios en el clima. Cualquier persona ha notado que la temperatura cae cuando pasa una nube en un 9
día soleado de verano, que de otro modo ser ía más caluroso. Es decir: las nubes enfr ían la super ficie reflejando la luz del Sol de nuevo al espacio. Pero tambi én se sabe que las noches claras de invierno tienden a ser m ás frías que las noches con el cielo cubierto. Esto se debe a que las nubes tambi én devuelven algo de calor a la super ficie de la T ierra. Si el CO 2 cambia la cantidad y distribuci ón de las nubes podr ía tener efectos complejos y variados en el clima y una mayor evaporaci ón de los océanos contribuiría también a la formación de una mayor cantidad de nubes.
A la vista de esto, no es correcto imaginar que existe un debate entre los que "def ienden" y los que "se oponen" a la teor ía de que la adici ón de CO 2 a la atmósfera ter restre dar á como resultado que las temperaturas ter restres promedio ser án más altas. Más bien, el debate se centra sobre lo que ser án los efectos netos de la adici ón de CO 2 , y en si los cambios en vapor de agua, nubes y dem ás podrán compensar y anular este efecto de calentamiento. El calentamiento observado en la T ier ra durante los últimos 50 años parece estar en oposici ón con la teoría de los escépticos de que los mecanismos de autor regulaci ón del clima compensarán el calentamiento debido al CO 2 .
Los científ icos han estudiado tambi én este tema con modelos computarizados del clima. Estos modelos se aceptan por la comunidad cient íf ica como válidos solamente cuando han demostrado poder simular variaciones clim áticas conocidas, como la diferencia entre el verano y el invierno, la Oscilaci ón del Atlántico Norte o El Ni ño. Se ha encontrado universalmente que aquellos modelos clim áticos que pasan estos tests tambi én predicen siempre que el efecto neto de la adici ón de CO 2 será un clima más cálido en el futuro, incluso teniendo en cuenta todos los cambios en el contenido de vapor de agua y en las nubes. Sin embargo, la magnitud de este calentamiento predicho var ía según el modelo, lo cual probablemente refleja las diferencias en el modo en que los diferentes modelos representan las nubes y los procesos en que el vapor de agua es redistribuido en la atmósfera.
Sin embargo, las predicciones obtenidas con estos modelos no necesariamente tienen que cumplirse en el futuro. Los ecoesc épticos responden que las predicciones contienen exageradas oscilaciones de m ás de un 400% entre ellas, que hace que las conclusiones sean inválidas, contradictorias o absurdas. Los ec ólogos responden que los esc épticos no han sido capaces de producir un modelo de clima que no prediga que las temperaturas se elevarán en el futuro. Los esc épticos discuten la validez de los modelos te óricos basados en 10
sistemas de ecuaciones diferenciales, que son sin embargo un recurso com ún en todas las áreas de la investigaci ón de problemas complejos dif íciles de reducir a pocas variables, cuya incertidumbre es alta siempre por la simplif icaci ón de la realidad que el modelo implica y por la componente caótica de los fenómenos implicados. Los modelos evolucionan poniendo a prueba su relaci ón con la realidad prediciendo (retro diciendo) evoluciones ya acaecidas y, gracias a la creciente potencia de los ordenadores, aumentando la resoluci ón espacial y temporal, puesto que trabajan calculando los cambios que afectan a peque ñas parcelas de la atmósfera en intervalos de tiempo discretos.
Las industrias que utilizan el carb ón como fuente de energ ía, los tubos de escape de los automóviles, las chimeneas de las f ábricas y otros subproductos gaseosos procedentes de la actividad humana contribuyen con cerca de 22.000 millones de toneladas de di óxido de carbono (correspondientes a 6.000 millones de toneladas de carb ón puro) y otros gases de efecto invernadero a la atm ósfera terrestre cada a ño. La concentración atmosférica de CO 2 se ha incrementado hasta un 31% por encima de los niveles pre­industriales, desde 1750. Esta concentración es considerablemente m ás alta que en cualquier momento de los últimos 420.000 años, el período del cual han podido obtenerse datos fiables a partir de n úcleos de hielo. Se cree, a raíz de una evidencia geol ógica menos directa, que los valores de CO 2 estuvieron a esta altura por última vez hace 40 millones de a ños. Alrededor de tres cuartos de las emisiones antropog énicas de CO 2 a la atmósfera durante los últimos 20 años se deben al uso de combustibles f ósiles. El resto es predominantemente debido a usos agropecuarios, en especial deforestaci ón.
Los gases de efecto invernadero toman su nombre del hecho de que no dejan salir al espacio la energía que emite la Tierra, en forma de radiaci ón infrar roja, cuando se calienta con la radiación procedente del Sol, que es el mismo efecto que producen los vidrios de un invernadero de jardiner ía. Aunque éstos se calientan principalmente al evitar el escape de calor por convecci ón.
El efecto invernadero natural que suaviza el clima de la T ier ra no es cuesti ón que se incluya en el debate sobre el calentamiento global. Sin este efecto invernadero natural las temperaturas caerían aproximadamente 30 ºC. Los oc éanos podrían congelarse, y la vida, tal como la conocemos, ser ía imposible. Para que este efecto se produzca, son necesarios estos gases de efecto invernadero, pero en proporciones adecuadas. Lo que preocupa a los 11
climatólogos es que una elevaci ón de esa proporci ón producirá un aumento de la temperatura debido al calor atrapado en la baja atm ósfera.
Los incrementos de CO 2 medidos desde 1958 en Mauna Loa muestran una concentraci ón que se incrementa a una tasa de cerca de 1.5 ppm por a ño. De hecho, resulta evidente que el incremento es más rápido de lo que ser ía un incremento lineal. El 21 de marzo del 2004 se informó de que la concentraci ón alcanzó 376 ppm (partes por mill ón). Los registros del Polo Sur muestran un crecimiento similar al ser el CO 2 un gas que se mezcla de manera homogénea en la atmósfera.
El calentamiento global en el pasado :
Los geólogos creen que la Tier ra experiment ó un calentamiento global durante el Jur ásico inferior con elevaciones medias de temperatura que llegaron a 5 ºC. Las investigaciones efectuadas por la Universidad Abierta publicadas en la revista Geology (nº 32, pág. 157–
160, 2004 indican que esto fue la causa de que se acelerase la erosi ón de las rocas hasta en un 400%, un proceso en el que tardaron 150.000 a ños en volver los valores de di óxido de carbono a niveles nor males. Posteriormente se produjo tambi én otro episodio de calentamiento global conocido como M áximo termal del Paleoceno­Eoceno .
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Actualidad: existe un fuerte consenso cient íf ico que el clima global se ver á alterado signif icativamente, en el pr óximo siglo, como resultado del aumento de concentraciones de gases invernadero tales como el di óxido de carbono, metano, óxidos nitrosos y clorofluorocarbonos (Houghton et al., 1990, 1992). Estos gases est án atrapando una porción creciente de radiaci ón infrarroja ter restre y se espera que har án aumentar la temperatura planetaria entre 1,5 y 4,5 °C . Como respuesta a esto, se estima que los patrones de precipitaci ón global, también se alteren. Aunque existe un acuerdo general sobre estas conclusiones, hay una gran incertidumbre con respecto a las magnitudes y las tasas de estos cambios a escalas regionales (EEI, 1997).Asociados a estos potenciales cambios, habr án grandes alteraciones en los ecosistemas globales. Trabajos cient íf icos sugieren que los rangos de especies arb óreas, podrán variar signif icativamente como resultado del cambio clim ático global. Por ejemplo, estudios realizados en Canad á proyectan pérdidas de aproximadamente 170 millones de hect áreas de bosques en el sur Canadiense y ganancias de 70 millones de hect áreas en el norte de Canad á, por ello un cambio climático global como el que se sugiere, implicar ía una pérdida neta de 100 millones de hectáreas de bosques (Sargent, 1988).A ún así, hay una considerable incertidumbre con respecto a las implicaciones del cambio clim ático global y las respuestas de los ecosistemas, que a su vez, pueden traducirse en desequilibrios econ ómicos (EEI, 1997). Este tema ser á de vital importancia en pa íses que dependen fuertemente de recursos naturales. Con respecto al impacto directo sobre seres humanos, se puede incluir la expansi ón del área de enfermedades infecciosas tropicales (Becker, 1997), inundaciones de ter renos costeros y ciudades, tor mentas más intensas, las extinci ón de incontables especies de plantas y animales, fracasos en cultivos en áreas vulnerables, aumento de sequ ías, etc. (Lashof, 1997).Estas conclusiones han llevado a una reacci ón gubernamental mundial, se ha expresado en numerosos estudios y conferencias, incluyendo tratados enfocados a enfrentar y en lo posible solucionar la crisis.
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Las Causas del Calentamiento Global :
El clima en la tierra es muy dif ícil de prevenir, porque existen muchos factores para tomar en cuenta: lluvia, luz solar, vientos, temperatura… Por eso, no se puede def inir exactamente que efecto acarreara el calentamiento global. Pero, al parecer los cambies climáticos podrían ser muy severos.
Una primera consecuencia, muy posible, es el aumento de la sequia: en algunos lugares disminuirá la cantidad de lluvias. En otros, la lluvia aumentara, provocando inundaciones.
Una atmosfera m ás calurosa podría provocar que el hielo cerca de los polos se der ritiera. La cantidad de agua resultante elevar ía el nivel del mar. Un aumento de solo 60cm podr ía inundar las tier ras fértiles de Bangladesh, en India, de los cuales dependen ciertos de miles de personas para obtener alimentos. Las tormentas tropicales podr ían suceder con mayor frecuencia. 14
El deshielo
continuo
Los Incendios
Frecuentes
Acá estas 2 fotos de las cuales ya son muy habituales.
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Soluciones:
En la década de los 70, muchas personas comenzaron a darse cuenta de los cambios que estaba sufriendo la T ierra. Al estudiarlos, pudieron observar cuan fr ágil es el medio ambiente, y lo mucho que los seres humanos dependemos de él. Poco a poco, todos nos dimos cuenta de que no era posible seguir contaminando el agua, la tierra y el aire: la contaminación no iba a desaparecer por s í sola.
Además, muchas actividades humanas estaban afectando al clima de una manera muy, muy peligrosa.
En 1992, las Naciones Unidas realizaron la Primera Convenci ón sobre el Cambio Climático. Desde 1980, científ icos y representantes de diversos pa íses se habían estado reuniendo para determinar c ómo se producía este cambio y qu é se podía hacer para frenarlo. Los resultados se dieron a conocer en la Cumbre de la T ierra realizada en Rio de Janeiro, Brasil, en 1992. El acuerdo fue f irmado por 154 pa íses. ¿Qué plantea el acuerdo de Rio? La necesidad de frenar el cambio clim ático, reduciendo las emisiones de gases de invernadero. Esto signif ica disminuir la cantidad de combustibles fósiles utilizados (petr óleo, gas natural, carbón), y proteger los bosques (ellos atrapan y consumen el dióxido de carbono). Tambi én signif ica disminuir nuestro consumo de energ ía, y buscar otras fuentes energ éticas que no produzcan gases de invernadero (energ ía solar, energía del viento, del agua o de las olas del mar).
La Convención promueve el estudio y la investigaci ón científ ica, para descubrir nuevas formas de acabar con el efecto invernadero. Tambi én se plantea la necesidad de intercambiar tecnolog ía entre los países, promoviendo ayuda mutua. Adem ás, se reconoce que existen aéreas en el mundo que son muy especiales y delicadas (islas, monta ñas, ríos) y que deben ser especialmente protegidas de los cambios de clima. 16
CON CLUSIÓN
Los gobiernos a nivel mundial han reaccionado a ésta amenaza cada vez m ás cercana. Algo hay en claro, y es que estos problemas son imposibles de solucionar si no hay una conciencia mundial del peligro que cor remos.
El cambio clim ático ha dejado muy clara la globalización de los problemas ambientales .
No es sano dejar la b úsqueda de soluciones para el futuro o para cuando se hagan fuertemente necesarias. La atm ósfera y los procesos que mantienen sus caracter ísticas no tienen tiempos de reacci ón muy rápidos comparando con los per íodos humanos.
Soluciones a los problemas del adelgazamiento de la Capa de Ozono, al Calentamiento Global, a las alteraciones clim áticas devastadoras, no son cuesti ón de años ni de décadas. Es una preocupaci ón que debe ser tratada de inmediato; no se puede esperar a que los daños sean notables, porque en ese caso ya ser á tarde para buscar soluciones.
Tenemos que empezar a actuar, desde nosotros mismos, en nuestra vida cotidiana, poner nuestro granito de arena y constr uir un futuro mejor, o por lo menos en el que se pueda vivir sanamente y sin peligros. No es demasiado tarde a ún.
"A la naturaleza se la domina obedeci éndola"
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Índice:
Introducción…………………………………………………………………………………
………………… 1
Calentamiento global……………………………………………………………………………………. 2
Efecto invernadero, Ciclo del carbono e intercambio aire­agua……. 3
Recursos totales de carbono y Adiciones a la atm ósfera………………… 4
Registros
temperatura……………………………………………………………………………
de 5
Teorías
y objeciones……………………………………………………………………………………
… 6
Teorías
y objeciones……………………………………………………………………………………
… 7
Teorías que intentan explicar los cambios de temperatura………………
8
Teoría
de
los
invernaderos………………………………………………………………. 9
gases Teoría
de
los
invernaderos………………………………………………………………… 10
gases Teoría
de
los
invernaderos………………………………………………………………… 11
gases 18
Teoría
de
los
invernaderos………………………………………………………………… 12
El
calentamiento
global
pasado…………………………………………………………… 12
en
gases el Actualidad…………………………………………………………………………………
…………………………. 13
Las
causas
del
global……………………………………………………………… 14
calentamiento Soluciones……………………………………………………………………………………
…………………………. 15
Conclusión…………………………………………………………………………………
……………………………… 16
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