Pontificia Universidad Católica de Valparaíso Trabajo de Investigación Historia de Chile Integrantes: Rubén Barros Víctor González Cristóbal González Esteban Suarez Introducción Desde los cimientos de la historia cívica de nuestro país, la música ha jugado un rol fundamental como método de expresión de la sociedad de la época, reflejando en sus letras y melodías denuncias sociales, problemas del país o evidenciando muchas veces actitudes del chileno en el día a día. Las raíces de la música chilena se remontan a las creaciones artísticas de los pueblos originarios, quienes ofrecían cantos a las divinidades, a la tierra, imitaban el sonido de animales, y en menor grado canciones de la pertenencia a sus tierra y amor. Sin duda el pueblo mapuche fue aquel que desarrollo de manera más acabada la expresión musical, estos utilizaban instrumentos como la trutuca , el cultrún, las cascahuillas y el trompe para acompañar sus melodías principalmente dedicadas a honrar a sus antepasados y deidades. Luego con la llegada del huinca la música indígena fue perdiendo terreno en la cultura nacional, siendo desplazada por la influencia hispana en los siglos venideros, esta principalmente se basaba en composiciones de estilo secular y religioso que tenían como fin la evangelización de los naturales, además de difundir el mensaje de dominación ideológica español. Hacia fines de la Conquista española y inicios del período de Independencia, comienza a aparecer principalmente en las chinganas y proveniente de la zamacueca, nuestro baile nacional la cueca. Junto con ella irrumpe en Chile la figura del huaso, personaje de campo característico de nuestro país, similar al gaucho en Argentina. Principalmente durante el Siglo XIX se consolida y masifica la cueca en el país, haciéndose presente en la identidad nacional. La música en el país se desarrolló principalmente por zonas, por ejemplo en la zona norte su desarrollo esta ligada fuertemente a la música andina, a festividades como la Fiesta de la Tirana. En la zona central la tonada y la cueca fueron los principales atractivos por años. En la zona sur famoso es el vals chilote y bailes como el chocolate o la pericona, hacia la zona insular destaca la música y cultura rapa nui, que tiene su base en la herencia y convivencia con las demás islas polinésicas. Con la llegada del siglo XX distintos ritmos se ponen de moda en el mundo como el charles ton, jazz, cha cha cha, tango y otros más , estilos musicales que como era de imaginar llegarían al país. Con el paso de los años diferentes estilos comenzarían a irrumpir y convivir como fue la irrupción de la música folclórica en la década de los 30´ con agrupaciones como los Cuatro Huasos en sus inicios, y los Huasos Quincheros años después. De la mano de la irrupción de la música folclórica, aparecieron los llamados investigadores folclóricos, artistas que se dedicaron a recopilar sonidos a lo largo del país, mezclando elementos de la música nacional a lo largo del país. Sin duda la figura más destaca es la folclorista Violeta Parra, quien posteriormente daría inicio a La Nueva Canción Chilena. Destacan también en el ámbito de la investigación popular Margot Loyola, Luis Aguirre Pinto y Gabriela Pizarro, entre otros. En la década de los sesenta se desarrollan dos fenómenos musicales notables en el país. En primer lugar surge la llamada “Nueva Ola Chilena”, movimiento musical que surge de la influencia del twist y el rock and roll. Los principales exponentes de este genero son Peter Rock, The Ramblers, José Alfredo Fuentes ,Cecilia y Luis Dimas. Junto a este movimiento, surge principalmente gracias a Violeta Parra, y sus hijos Ángel e Isabel “La Nueva Canción Chilena”, los artistas de este movimiento hicieron sus primeras armas en “La Peña de Los Parra”, y el nombre de esta tendencia surge en 1969 con la creación del Primer Festival de La Nueva Canción Chilena, organizado por la Universidad Católica de Chile. Los más destacados artistas de esta vanguardia fueron Víctor Jara, Ángel e Isabel Parra, Patricio Manss, Rolando Alarcón, Quilapayún . Este último grupo musicalizó la canción más significativa de este fenómeno del canto social, con la Cantata de la Escuela Santa María de Iquique, creada por Luis Advis. Paralelo a estos dos movimientos, aparecieron Los Jaivas, quizás el grupo más importante de la historia de la música nacional. Esta banda fundada hace 50 años mezcla elementos del rock, con la música latinoamericana y su folclore. Canciones como Mira Niñita, Todos Juntos o Sube a nacer conmigo hermano. Otros estilos musicales que surgen también en el país entre la década de los 50´ y 60´ son las baladas, las tonadas y la música tropical. En el primer grupo destaca la figura de hombres como Lucho Gatica, Buddy Richard o la banda Los Ángeles Negros, grupos que influyeron a cantautores postrimeros como Fernando Ubiergo, Alberto Plaza o Pablo Herrera. En el ámbito de la música tropical son varias las agrupaciones que hacen bailar a los chilenos, se dice que en fiesta familiar que hay suena la cumbia. Los conjuntos más populares son La Sonora Palacios, La Sonora de Tommy Rey, Giolito y su Combo, y los Vikings 5. En el período de la Dictadura militar, surgen nuevos grupos en el país que cantan en contra del Régimen encabezado por Augusto Pinochet. Destacan agrupaciones como Santiago del Nuevo Extremo, Illapu, Sol y Lluvia, Schwenke y Nilo. Ya hacia los años 80´ irrumpen Los Prisioneros, banda ícono del país que influiría a nuevos grupos de rock en los años siguientes. En la década de los 90´ el rock chileno impulsado por Los Prisioneros, evolucionó y aparecieron nuevas tendencias como el hip hop, reggae, funk y pop. En el último decenio del siglo XX surgieron y se consolidaron bandas como Los Tres, Los Tetas, Tiro de Gracia, La Ley, Gondwana, Chancho en Piedra, Nicole, etc. Con la vuelta a la democracia en 1990, comenzó el fenómeno de los mega conciertos en Estadios, Parques, y grandes escenarios. Junto con las bandas chilenas vinieron artistas extranjeros también al país, cuando antes solo lo hacían en el Festival de Viña del Mar. Cada vez son más los magnos eventos musicales, pero sólo una banda chilena ha logrado repletar en dos ocasiones el principal coloso del país, el Estadio Nacional, estos fueron Los Prisioneros en el año 2001, quienes congregaron a más de 100 mil personas durante dos días de presentación. Actualmente los principales grupos nacionales, se vieron influenciados por los conjuntos que dejaron huella en el país en décadas anteriores. Hoy en día los principales artistas nacionales por mencionar algunos son: Gepe, Manuel García, Los Bunkers, Francisca Valenzuela, Camila Moreno, Anita Tijoux, Nano Stern, Astro, Javiera Mena, Chico Trujillo, entre otros. Aunque muchos de ellos son personas de un canto más comercial, existen también un grupo de artistas que mantienen el uso de la música como plataforma para demandar socialmente las injusticias del día a día, un ejemplo claro es el rapero Portavoz, quien a través de su trabajo musical nos expone una realidad paradójica. De esta formas, comenzaremos a involucrarnos en la realidad musical chilena y tratar de entender como la producción artística de este campo acompaño los movimientos sociales que vivió el país durante este el siglo XX. Desarrollo La música chilena en la primera guerra En la década de los ’30, el panorama mundial se encontraba sensible y tensionado luego de vivir la primera guerra. En ese ambiente se desarrolló un género musical –en Estados Unidos- que pretendía devolverle la alegría a la gente, un género que buscaba romper con años de opresión y lucha, un género que devolvería a las personas lo que habían perdido: el Swing. Este particular estilo musical, surge en el país norteamericano en 1924 cuando un joven cornetista de New Orleáns, llamado Louis Armstrong, se incorpora a la banda de Fletcher Henderson. En aquella banda había un arreglista llamado Don Redman que fue quien escribió los arreglos para el sonido sinuoso y rítmico de aquella corneta. Sin embargo fue el clarinetista Benny Goodman quien se llevó los laureles cuando en 1938, tras su histórico y memorable concierto en el Carnegie Hall de New York fue aclamado por público y medios de comunicación como “El rey del Swing”. Paralelamente, a partir de 1920 la influencia norteamericana fue cada vez más creciente en una América Latina más receptiva a influencias extranjeras, demostrando con ello que, pese a todo, Estados Unidos fue, sin lugar a dudas, un referente cultural, económico y artístico después de la Primera Guerra Mundial. De esta manera se incorporan a Chile, desde principios del siglo XX, el cakewalk, el onestep, el two-step, el shimmy, el charleston y el foxtrot, en una primera etapa, las bandas en el territorio nacional, era bastante común la importación, interpretación comercialización de música anglo-americana, por lo que el ritmo del Swing fue incorporado de manera casi automática al repertorio musical de la época, siendo la primera de ellas la del violinista y compositor chileno Pablo Garrido, quien en 1924 forma The Royal Orchestra, la cual se presenta en salones de baile, quintas de recreo y cabarets, tanto en Santiago, Valparaíso y Concepción. Sin embargo, no es sino hasta finales del ’20, en que la banda de jazz bailable –que en términos estrictos corresponde a la big-band- se consolida en Chile como parte del espacio cultural destinado al baile y a la diversión, pues era un tipo de música masiva, que todavía no se profesionalizaba como ocurriría posteriormente durante la década de 1940, etapa en que se desarrollaría a un tipo de jazz más sofisticado. Es precisamente en esta época en que –por ejemplo- se crea el Club de Jazz de Santiago, en octubre de 1943, en donde destacaron jóvenes aficionados como René Eyheralde, Ernesto Rodríguez, Carlos Morgan,el poeta, bailarín y artista plástico Jorge Cáceres, miembro del grupo literario La Mandrágora, y también el baterista José Luis Córdova, quien sería el único de ellos que se dedicaría profesionalmente a la música, ya sea como intérprete, animador, locutor o como productor musical. En la diversidad de ritmos que los locos años ’20 trajeron a Chile –entre charleston, shimmy o one step- hubo uno destinado a trascender más allá de las modas. Es el Foxtrot. Anterior al charleston, cede preferencias durante esa década al entusiasmo por este nuevo baile alocado, pero ya en los más conservadores años ’30, época de posguerra y post depresión, el foxtrot vuelve, se masifica, se diversifica y se practica en Chile hasta entrados los ’60. Entre los intérpretes nacionales de este innovador estilo musical se enumera Gamaliel Guerra, Panchito Cabrera y Armando González Malbrán. Juntamente con el desarrollo de estilos y géneros extranjeros, alrededor de los años ‘30, se presenta en Chile un renacimiento en la popularidad y en la búsqueda de la música folclórica chilena, gestada por la aparición de nuevos grupos musicales. Entre los que se destacó, en sus inicios, el conjunto de Los Cuatro Huasos, seguidos posteriormente por numerosos otros como Los de Ramón, Los Huasos Quincheros, El Dúo Rey Silva, Los Perlas y Violeta Parra –quien es probablemente la más destacada artista chilena en el mundo-. Junto a ellos nacieron también muchos compositores chilenos e investigadores del folclore del país, entre los que cabe destacar a Raúl de Ramón, Margot Loyola, Luis Aguirre Pinto, Gabriela Pizarro entre muchos otros que aportaron canciones, bailes y recuperación de la música autóctona del país. El Neofolclor y la Nueva Ola Chilena El Neofolclor fue conocido como la “nueva ola folclórica” y, aunque a veces se le tildó de moda, nació como una ruptura y rejuvenecimiento de los códigos de la canción chilena tradicional, sobre todo aquellos difundidos por la tonada campesina. Hacia principios de los años ‘60 se fecha la aparición del Neofolclor, como una continuidad histórica de la era de la música típica. Fue un movimiento musical de vida corta pero de notable influencia y difusión que popularizó a nombres mayores de nuestra canción y que fue el antecedente de lo que más tarde, por una ruta latinoamericanista y comprometida, concluiría la Nueva El Neofolclor trajo a Chile las formas que se estaban popularizando en Argentina: Los Chalchaleros y Los Huanca Huá: una relectura de la canción de raíz folclórica campesina según otras claves armónico vocales y gran estilización de los arreglos, que se oponía a la interpretación de canciones en su estado puro como lo hacía la proyección folclórica. Lo hizo así para facilitar la difusión radial, ampliando la temática de los versos a menudo costumbristas del folclor, y alcanzando su apogeo de popularidad juvenil en 1965La Nueva Ola aparece en Chile en los tempranos ’60 como una pequeña revuelta musical, directamente vinculada al fenómeno juvenil detonado unos años atrás en Estados Unidos por Elvis Presley. No es exactamente rock and roll lo que aterriza en nuestro país, pero se le parece. Entre las décadas de 1960 y de 1970, tomó fuerza la Nueva ola chilena, un movimiento musical de alto impacto en nuestra sociedad, que se inició a partir de la poderosa influencia de Elvis Presley y el twist en Latinoamérica, y particularmente en Chile. Obtuvo un dominante éxito, quizás por el acercamiento del movimiento rock & roll que acontecía mundialmente a exponentes nacionales, que cumplían el rol de doblar las letras de éxitos extranjeros y de esa forma representar una fantasía del ídolo americano o El gran precursor de la corriente fue Peter Rock, quien en 1958, a la edad de 14 años, se presentó en Radio Minería, Radio del Pacífico y Radio Agricultura para promocionarse con este estilo musical. En 1959, grabó Nena, no me importa, un cover de Presley, que es considerado el punto de partida de este movimiento en Chile. Junto con el joven artista, la banda The Ramblers, con El rock del mundial –canción difundida durante el Mundial de fútbol de 1962 realizado en Chile- fue la consagración de este movimiento Desde allí en adelante el movimiento artístico que surgía se tornaba cada vez más en un producto masivo y de conveniente comercialización. En esta epoca se destaca la figura de productores y programadores de discos, quien mantuvieron un rol fundamental, a través de audiciones radiales y de sus influencias en los sellos grabadores, vislumbrando en el rock cantado por chilenos un producto con reales. Sus intérpretes, todos jóvenes y de buena presencia, inundaron la música popular masiva con sus canciones. Los Carr Twins, Buddy Richard, Los Red Junior, Luis Dimas, José Alfredo Fuentes, Fresia Soto, Cecilia, quien en 1965 ganó el Festival de Viña del Mar, Gloria Aguirre y Pat Henry, por mencionar algunos, constituyeron uno de los movimientos de mayor productividad en la historia de la música popular chilena, La importancia de la Nueva Ola no recae únicamente en lo artístico, sino también en el fenómeno social y económico que trajo consigo. La música no sólo marca desde entonces una multitudinaria brecha generacional: también desarrolla una industria en la que proliferan intérpretes, productores, sellos disqueros y medios de difusión comprometidos en un mismo propósito. De esta manera a la Nueva Ola se convirtió en la primera experiencia moderna de música pop en Chile. La nueva canción chilena. En la década de los 60´, una época marcada por el auge del movimiento hippie, las protestas contra la guerra de Vietnam, la irrupción de movimientos estudiantiles, surge en Chile una nueva forma de música, herencia absoluta de lo que fue el neo folclore con bandas como Las cuatro brujas o los Huasos Quincheros. Es así como en los locos años 60´ irrumpe fuertemente el fenómeno del canto popular o de protesta, a la prostre conocida como nueva canción chilena. El comienzo de este movimiento se remonta al inicio de la peña de Los Parra, aquí Ángel e Isabel junto a su madre Violeta y otros destacados músicos como Patricio Manss, Rolando Alarcón y Víctor Jara interpretan melodías incorporando elementos nuevos como la música nortina, instrumentos indígenas o letras sin decoro que hablan de la vida del chileno del día a día. Es así como mientras en Argentina, Cuba y España irrumpen músicos como Atahualpa Yupanqui, Mercedes Sosa, Silvio Rodríguez, Pablo Milanés y Joan Manuel Serrat. En el país músicos y agrupaciones como Quilapayun e Inti Illimani recogen la influencia de Los Parra y Jara principalmente y popularizan su música a lo largo del país, eran los tiempos de “La revolución en libertad “del Presidente Eduardo Frei Montalva. Con la llegada del gobierno de la Unidad Popular, el fenómeno de la Nueva Canción Chilena tomo las banderas en cuanto a la pauta musical del país, y se organizaron festivales y espectáculos artísticos a lo largo de todo Chile. Artistas como Víctor Jara, Quilapayun e IntiIllimani pudieron expandir su música fuera del país y difundir el mensaje político del gobierno de Allende a otros lugares. Letras como “Venceremos”, “El derecho de vivir en paz”, y La cantata Santa María de Iquique fueron verdaderos himnos de lucha popular. El teatro y el baile popular no se quedaron ajenos a este movimiento, y es así como agrupaciones artísticas como Cuncumén mezclan la música, el baile y el teatro y hacen giras alrededor del país y también fuera de él. Figuras como Margot Loyola, Rolando Alarcón, Silvia Urbina y Víctor Jara formaron parte de esta importante agrupación. ¿Pero de que tratan las letras de este canto popular, de este canto nuevo como dice Jara? Las melodías tratan de amor, injusticia y compromiso social, se puede mezclar un emotivo momento con un mensaje de lucha, por ejemplo en Luchín se aborda la pobreza y la miseria, centrada en la figura de un niño pequeño: Frágil como un volantín en los techos de Barrancas, jugaba el niño Luchín con sus manitos moradas, con la pelota de trapo, con el gato y con el perro, el caballo lo miraba. Actualmente los más importantes músicos nacionales se han criado escuchando las melodías de estos artistas, incluso varios grupos han hecho nuevas versiones de estas tonadas. Solo por mencionar destacan los covers de Los Bunkers (Run Run se fue Pal Norte, y La Exiliada del Sur); Los Tres (Arriba Quemando el sol);Lucybell (Arauco tiene una pena) y Manuel García (Homenaje a Víctor Jara). Los Jaivas: un grupo insigne En la década de 1960, Gabriel, Eduardo y Claudio Parra, Eduardo Alquinta y Mario Mutis forjaron su aparición en la escena musical nacional. Bajo el nombre High Bass y con un repertorio inicialmente popular, que pronto evolucionó hacia el rock progresivo junto con la incorporación de instrumentos y ritmos latinoamericanos, se presentaron en distintos locales y fiestas de Viña del Mar. Esa evolución musical y personal, que llevó todo un sentido de búsqueda de la identidad continental, no se condecía con el nombre inglés que tenían desde hace un lustro. Fue así como castellanizaron su nombre a Los Jaivas, nombre con el que se presentaron por primera vez en mayo de 1970, en la sala de La Reforma de la Facultad de Artes de la Universidad de Chile. Como grupo progresivo fueron uno de los conjuntos de rock chileno con propuestas más originales, junto con Los Blops y Congregación. En 1971 grabaron su primer disco de larga duración, El Volantín, marcado por un sonido sicodélico y de abundantes improvisaciones, sin embargo la consagración masiva se produjo al año siguiente con la grabación del single que incluía los temas "Ayer caché" y "Todos juntos". Esta última se transformaría en la primera canción de rock con identidad nacional en ocupar el primer lugar en los ranking de popularidad en las radios, y fue editada el año siguiente en un LP conocido vulgarmente como "La ventana", aunque su nombre real era simplemente, Los Jaivas. Debido al golpe de Estado y la instauración de la dictadura del General Augusto Pinochet, Los Jaivas partieron al extranjero, instalándose inicialmente en Argentina. En dicho país, con la participación de Julio Anderson, primero, y Pájaro Canzani, después, en vez de Mario Mutis, produjeron tres discos: uno conocido como El Indio (1976), otro con la cooperación del músico brasileño Manduka, llamado Los sueños de América (editado recién en 1979), y un tercero titulado La canción de Sur-co (1977). Toda esta producción se tradujo en una verdadera revitalización para la escena rockera nacional, que vivía un momento de nula producción musical y donde solamente sonaban conjuntos como Los Trapos o Congreso. Paralelamente constituyeron un real aporte para el desarrollo y evolución del rock argentino. En 1977 luego de sufrir los rigores del régimen militar del país trasandino, el conjunto partió a Europa, recorriendo todo el continente y llevando una vida en comunidad, hecho que los distinguió como exponentes del hippismo chileno. Instalados en Francia, concibieron, compusieron y grabaron Alturas de Macchu Picchu, una de las obras mayores del rock y la música popular chilena. De vuelta en Chile, luego de las ediciones de los discos Aconcagua (1982) y Obras de Violeta Parra (1984), entre otros, el conjunto sufrió una notable pérdida. El año 1988 murió en un accidente automovilístico en Perú, Gabriel Parra. El hecho determinó una profunda reestructuración del grupo en todos los aspectos, hasta que finalmente se recompuso con la presencia de su hija, Juanita, en los tambores. Grabaron así el disco homenaje Si tú no estás, cuyo sonido marcó una diferencia con respecto a las obras anteriores. La producción de Los Jaivas continuó con obras como Hijos de la Tierra, Mamalluca (sinfónica) y Arrebol; pero cinco años después la tragedia se repetía con la muerte de Eduardo Alquinta. Pocas veces en la historia de Chile el funeral de algún músico congregaba a tanta gente, como lo fue ese año 2003. Ello habla de la ascendencia que tiene este grupo en el alma popular chilena, y la importancia que ha tenido en la historia de la música este país. En definitiva, cuando hablamos de los jaivas hablamos del grupo insigne de la música chilena. La producción musical de Los Jaivas los trasformó en parte de la identidad nacional y el cariño del público ha permanecido intacta en el tiempo. Otros estilos musicales que surgen también en el país entre la década de los 50´ y 60´ son las baladas, las tonadas y la música tropical. En el primer grupo destaca la figura de hombres como Lucho Gatica, Buddy Richard o la banda Los Ángeles Negros, grupos que influyeron a cantautores postrimeros como Fernando Ubiergo, Alberto Plaza o Pablo Herrera. En el ámbito de la música tropical son varias las agrupaciones que hacen bailar a los chilenos, se dice que en fiesta familiar que hay suena la cumbia. Los conjuntos más populares son La Sonora Palacios, La Sonora de Tommy Rey, Giolito y su Combo, y los Vikings 5. Entrevista: “La música está en nuestro ADN” Para interiorizarnos más sobre el tema de la influencia de la música nacional en la historia política del país, es que acudimos al destacado profesor de música Raúl Gardella Figueroa. El profesor Gardella se ha encargado por años de enseñar y transmitir la importancia dela música nacional no solo a sus alumnos, también a sus auditores, ya que hace 26 años conduce un programa en la radio Libra FM 104.7 llamado “América Canta”, en donde se repasan los grandes éxitos de Chile y sus países hermanos. • Profesor, dentro de los grandes procesos históricos que tuvo el país ¿Que influencia considera usted que tuvo la música en estos grandes momentos? La música siempre ha estado presente en los diferentes momentos históricos del país, imagínate tú como debe haber sido la celebración el día de la batalla de Maipú, o las canciones que sonaban y se entonaban en la Escuela Santa María de Iquique en 1907 cuando miles de trabajadores mineros paralizaron la actividad salitrera, como todos sabemos teniendo un fatal desenlace. La música está en nuestro ADN , tanto por parte de la herencia indígena, mapuche principalmente y sus cantos y plegarias a las divinidades, como el desarrollo de la música de los españoles que llegaron al país que en un comienzo era sacramental, y luego fue tomando otro ribetes, además de la influencia ciertamente de nuestros países vecinosEn lo personal, la época en que sentí más la música como un mecanismo de influencia política fue en el gobierno de Salvador Allende, anteriormente con Frei había surgido el fenómeno del nuevo canto, pero en el gobierno de la UP fue cuando más se utilizó la música como herramienta de cambio y esperanza social, así por lo menos lo vivía yo que comencé justamente en la época de la Unidad Popular a impartir clases. Luego el cambio fue demasiado brusco, para quienes estamos ligados fuertemente a las artes musicales fue un golpe duro este retroceso y prácticamente desaparición de todo lo construido. Durante años tener un cancionero de Víctor Jara, un álbum de Silvio Rodríguez o material de la Nueva Canción Chilena era prácticamente un delito. Además los principales exponentes ya no estaban, Jara fue asesinado, Ángel y Tita Parra se fueron al exilio, Alarcón había fallecido antes del golpe, los Quilapayún e Inti Illimani no pudieron volver. Así que tuvieron que aparecer grupos nuevos y se hicieron famosas las peñas clandestinas. Ahí aparecieron Illapu, aunque después igual los echaron, después Sol y Lluvia, trovadores como Eduardo Peralta, Pedro Yáñez y grupos como Santiago del Nuevo Extremo y Schwenke & Nilo. Fue un período complejo porque se tuvo que luchar por la cultura, y las manifestaciones musicales más ligadas al pueblo estaban prohibidas. • En la actualidad, cómo ve el mensaje musical respecto al momento en que vive el país, ¿Cree que se ha mantenido este rol de denunciar las injusticias sociales y de promover libertades y derechos tanto personales como colectivos en las melodías? Claro que se ha mantenido en cierta parte, pero no tanto como antes, o por lo menos en la época de Allende. Hoy en día los artistas más ligados al lenguaje callejero y nacidos justamente de poblaciones o sectores humildes se han encargado de fomentar este mensaje. Por mi trabajo he seguido la evolución de diferentes ritmos y sin agradarme mucho el hip hop, este último con exponentes como Anita Tijoux o Portavoz han desnudado los problemas del chileno medio y han ilustrado esta realidad de demandas ciudadanas y necesidades urgentes . Otros artistas igual han expresado su descontento con el sistema actual y han promovido los grandes cambios en sus espectáculos. Por ejemplo Manuel García y Los Bunkers, seguramente dos de los artistas más reconocidos de los últimos años en el país, no desaprovecharon la oportunidad de protestar en sus últimas actuaciones en el Festival de Viña, principal escenario para un artista nacional. Pero me gustaría como profesor e idealista que los artistas contemporáneos cumplan un rol aún más social, por ejemplo que en sus letras reclamen por el derecho a una educación gratuita, a recuperar .nuestros recursos mineros, que denuncien las malas practicas en la política chilena, etc. Última etapa del Siglo XX: Desde la Dictadura hasta el fin del milenio Como se explicó en las entradas anteriores, con la irrupción de la dictadura militar desaparecieron o fueron destinados al exilio las principales figuras de la música en el último tiempo. Es así como en el gobierno de facto emergieron nuevas agrupaciones de la corriente de la Nueva Canción Chilena como Santiago del Nuevo Extremo, Schwenke & Nilo y otros trovadores. Pero también irrumpieron nuevas bandas y artistas que llevaron la batuta. Entre los más destacados podemos mencionar al grupo Sol y Lluvia, agrupación fundada en 1978 que creo verdaderos himnos contra el gobierno militar como “Adiós General”, tema que fue portada de los diarios al confirmarse el triunfo del NO, o “ Por un largo tour”. Sol y Lluvia destaco como uno de los grupos más exitosos nacidos en tiempos de Dictadura Otros artistas nacionales que alcanzaron notoriedad durante este período fueron Alberto Plaza, Eduardo Gatti y Fernando Ubiergo y otros cantautores. Ubiergo se hizó popular por su triunfo en el Festival de Viña de 1978 con su éxito “El tiempo en las bastillas”. Otros temas reconocidos de este cantautor son “Un café para Platón” y “Cuando Agosto era 21” Pero si hubo un grupo ícono en el país en los años 80´ fue sin lugar a dudas Los Prisioneros. Este trio nacido en San Miguel y conformado por Miguel Tapia, Claudio Narea y Jorge González, alcanzó un nivel de popularidad gigante en la década de los 80´ y en sus letras expresaba ácidas críticas al sistema imperante y a la realidad del país. Canciones como “La voz de los 80”,” Quieren dinero”, “El baile de los que sobran” o “Porque no se van” se constituyeron como himnos contra la represión de la época, la desigualdad y la codicia de algunos. Los Prisioneros expresaron el sentir de una juventud cansada ya de la represión del país y de esa prohibición por expresarnos más allá de nuestro metro cuadrado. Frases como “Mira nuestra juventud, que alegría más triste y falsa”, o Únete al baile de los que sobran, nadie nos va a echar de más nadie nos quiso ayudar de verdad El estilo polémico y confrontacional del trío de San Miguel le hicieron tener una especial conexión con el público, el difícil carácter del vocalista del grupo Jorge González es conocido por todos en el país, y a lo largo del tiempo ha dicho acidas críticas en sus letras y entrevistas como “Cargo con el estigma de ser polémico, pero sólo digo lo que pienso y en este país eso es peligro”, o declaraciones respecto a la política como “No apoyaré a ningún candidato porque gane quien gane, ya sabemos lo que va a pasar. La política y que la gente vote para elegir a sus representantes es un circo”. En los años posteriores a los Prisioneros, aparecieron nuevas bandas y estilos musicales en la década de los 90´ destacando Los Tres, Los Tetas, Lucybell, La Ley, Tiro de Gracia, Gondwana, Makiza y Chancho en Piedra entre otros. Los Tres se consolidó como la banda más exitosa de la década de los 90´ tras el fenómeno de Los Prisioneros, la banda liderada por Alvaro Henríquez ha jugado con distintos ritmos a lo largo de su carrera y ha hecho versiones de canciones de grupos nacionales de antaño. Los grandes éxitos de esta banda son “Un amor violento”, “Quien es la que viene allí”, “Déjate caer”, etc. El Hip Hop como herramienta de revolución. Con la vuelta a la democracia en 1990, comenzó el fenómeno de los megaconciertos en Estadios, Parques, y grandes escenarios. Junto con las bandas chilenas vinieron artistas extranjeros también al país, cuando antes solo lo hacían en el Festival de Viña del Mar. Cada vez son más los magnos eventos musicales, pero sólo una banda chilena ha logrado repletar en dos ocasiones el principal coloso del país, el Estadio Nacional, estos fueron Los Prisioneros en el año 2001, quienes congregaron a más de 100 mil personas durante dos días de presentación. Actualmente los principales grupos nacionales, se vieron influenciados por los conjuntos que dejaron huella en el país en décadas anteriores. Hoy en día los principales artistas nacionales por mencionar algunos son: Gepe, Manuel García, Los Bunkers, Francisca Valenzuela, Camila Moreno, Anita Tijoux, Nano Stern, Astro, Javiera Mena, Chico Trujillo, entre otros. Aunque muchos de ellos son personas de un canto más comercial, existen también un grupo de aritstas que mantienen el uso de la música como plataforma para demandar socialmente las injusticias del día a día, un ejemplo claro es el rapero Portavoz, quien a travez de su trabajo musical nos expone una realidad paradógica. Y es que el hip hop en Chile nace como un canto de chile, el ritmo de la protesta, nace con la llegada al país de hijos de exiliados que traían consigo códigos de hip-hop que acá no se conocían. Entre estos retornados se puede destacar a Jimmy Fernández, que después conformaría el grupo La Pozze Latina, como uno de los pilares de este nuevo movimiento cultural. La Calle Bombero Ossa, a pasos del paseo Ahumada, fue el primer centro de reunión de aquellos que se identificaron con el hip-hop. Una radio y una tabla de cholguan bastaron para que naciera en Chile lo que se conoce como “Vieja Escuela”, tal como se conoce a los primeros cultores de hip-hop en el país. Allí también se reunían grupos como Los Marginales, La Pozze Latina, Los Panteras Negras, Gravedad Zero y uno que otro graffitero. Ellos comenzaban a generar una incipiente comunidad. Las razones para que el hip-hop se propagara como una plaga son variadas: un discurso de alto contenido político hecho y dirigido a jóvenes que también se sienten excluidos, un mensaje antisistémico, una homogeneidad entre los componentes de la escena, entre otras cosas. Los años fructíferos y de expansión del hip-hop en Chile tuvieron un corte más o menos súbito. Después de la gran popularidad que alcanzó Bombero Ossa el movimiento comenzó a disminuir y a eso se agrega la caída de la dictadura terminando, en parte, con una imagen de enemigo que tenían estos jóvenes. Recambio generacional Esta especie de decaimiento dio paso a la “Nueva Escuela”, ya que a mitad de los años 90´ explota otra fiebre por este movimiento cultural. Surgen nuevos grupos que con su juventud terminan de construir el edificio que cimentó la “Vieja Escuela”. De ese periodo las bandas más destacadas son Demosapiens, NCS, Los Araya, etcétera. Con eso, Bombero Ossa se hace pequeña y obliga a cambiar el centro neurálgico del hip-hop en Santiago. La nueva casa era Estación Mapocho. Comienza a masificarse el movimiento. Fue clave en esta expansión el primer álbum del grupo Tiro de Gracia, “Ser Humano”. Nuevamente todos los ojos del país se centraban en el hip-hop. No obstante, tal como pasó en Estados Unidos, el mercado estrujó a más no poder las ramas del movimiento. Si bien se editarondiscos notables como “Aerolíneas Makiza”, también se lanzaron bodrios que dejaban mucho que desear. De igual forma, aún siguen vivos colectivos que ven en el hip-hop una salida de escape, la principal arma para manifestar su descontento y una importante herramienta educativa. Organizados en torno a talleres dirigidos a jóvenes y niñoscontinúan con la esencia de antes. Uno de los más importantes es la Red de Hip-Hop Activista. En la actualidad los grupos que han mantenido vivo el movimiento son los que transitan en la escena subterránea. Muchos pretenden catalogar a esta tercera generación como la “Novísima Escuela”. Veamos si se sienten cómodos con tal calificación. De lo que no hay duda es que la caja y el bombo seguirán sonando, que siempre habrán muros por pintar y que una tabla de cholguan acogerá a quien quiera bailar sobre ella. Cabe destacar que ha tenido gran impacto el rap político con artistas como Legua York, Panteras Negras, LB1, Subverso, Guerrillerokulto y Salvaje Decibel(Portavoz). Además del Festival Agosto Negro.Así mismo, en otras ciudades de Chile, los grupos de rap, los cuales venían trabajando desde hace muchos años, se consagran y se comienza a terminar la descentralización del hip-hop en Chile. Grupos como Mutante Style de Puerto Montt, De La Nueve de Temuco, Tormento y Rambo de Valdivia, Enlace 041 de Concepción, Eskina Familia Skuad de Iquique, Legado Clan de Antofagasta, Mandingas de Copiapo-La Serena, entre muchos otros como Vatolocosmart nueva escuela. Hiphoplogía Hiphoplogia fue un colectivo que nació a partir de los talleres de Hiphop en Santiago. Se propuso crear un colectivo que reuniera a diferentes MCs, siguiendo una filosofía “Entret-Educación” que se basa en una forma de enseñar horizontal, discutir y solucionar sus propios problemas con sus propias manos. De ese modo es también una expreiencia de Educación popular. Ninguno de los pertenecientes de este colectivo se dedica un 100% a la música, solo son diferentes personas que con el flow proponen algo diferente que el regueton o el Hiphop (pop). La característica principal de esta agrupación es su conciencia política, es rap consciente. Sus temáticas van desde las carencias y necesidades de los pobladores y pobladoras, como así también propuestas para darles solución, enmarcadas en ideologías que apelan a la lucha y organización de los sectores populares. De este colectivo nace una gran cantidad de agrupaciones y/o solistas que posteriormente llegan a consolidar su trabajo musical. Entre ellos podemos destacar: • Con$pirazion (Skapo + Subverso) • Guerrilero Okulto • AK-47 • Legua York • Sub-verso Conclusión Bibliografía