, DRAMAS DE DON CONSTANCIO FRANCO V. JUICIOS DE LA PRENSA. SAMANO O LA INDEPENDENCIA DE NUEVA CRANADA. (De El Taller, número 49). En cuatro actos y cincuenta escenas, ha escrito y publi. cado, en correcta edici6n, el Sr. D. Constancia Franco Vargas, un Drama intitulado Sámano, calcado sobre episodios de la guerra de la Independencia. Figuran en él con nombres pro. pios, personajes de aquella época: como el Oidor Jurado, el Oidor Vallecillas, Tolrá, Casano, Olmedilla, Savaraín, Poli. carpa, &c, &c. El diálogo es rigurosamente hist6rico y sostie. ne sin cansancio la narraci6n de los sucesos que el interé6 dram6.tico requiere. Está escrito conforme con la escuela moderna, sin soliloquios ni largos apartes; no tiene golpes de escena, ni enlace que haga cavilar al espectador, pero todo el Drama marcha como si dijéramos por una línea derecha á la escena final, que tiene por objeto presentar el orgullo humillado del Virrey Sámano con la noticia del combate de Boyacá, ganado por el Libertador al General Barreiro, Jefe del Ejército español. Felicitamos al Sr. Franco V. por esta nueva producci6n, que sin duda ha sido una tarea patriótica. 4 DRAlI AS DE CONSTANCIO FRANOO V. , BIBL IOG RAF IA. (De;E l Tallel', número 50). Lo hemos dicho ya más de una vez: En Oolombia, mucho v dar y mucho talento. De aquí, que en menos de un siglo de vida nacional, con tan escasa poblaci6n, con tan nulos estímulos, con tántos y casi insuperables obstáculos, tengamos, relat ivam ente, tántos escri tores : poetas, historiadores, novelistas, gramáticos, via. jeras, periodistas, geógrafos, publicistas, &c. Y todos los días, nuevos libro s á luz, fruto de la enérgica actividad de un pueblo intel ectua lmen te laborioso y tenaz ment e amigo de las letras. En cuanto al valor y tí la cordura, nues tra agita da vida lo dice todo. y ha de ser suma la constante facundidad de un pueblo, para que á pesar de vivir como en recia lucha, tenga un instante, siquiera levísimo, para pens ar en que hay letra s • humanas 1 En estos días ha dado á luz lIuestro laborioso camp a. triota Don Oonstancio Fran co Vargas, un Dram a histórico intitu lado Sámano, en edici6n que pudiéramos calificar de europea, por la limpieza del tipo y la e'tqu isita finura del satinado pape!. Antes de emit ir nuestro concepto sobre el Dram a YI!indicado, pJeciso es entra r en ciertas consideraciones de tipo . general, indispensables para fuud ar nuestro juicio. Para que los asuntos hist6ricos pued an prestarse al inte. JUIOros DE LA PRENSA. rés dramático escénico, es necesario que en sí mismos entra. ñen una terrible catástrofe, 6 que sean asuntos pertenecientes á épocas remotas. Los asuntos históricos modernos, por todos conocidos, y sin catástrofe propia, no pueden traspasar los límites de una forzada y simple narración hist6rica que sujeta al autor á la estricta veracidad, que conocida por todos, no puede poseer el interés de la novedad; ni como verdad histórica, encerrar siempre una acción capaz del interés del prosc.enio. Virgilio pudo salvar el anacronismo histórico de suponer á Eneas contemporáneo de Dido, porque la época de ambos personajes, separada por uos ó trescientos años, era de una remota antigüedad en el siglo de Augusto; y tí pesar de tan favorable circunstancia, el grave error de Virgilio no ha hallado perd6n ante la crítica literaria. i Qué hubiera sido de él si el anacronismo perteneciem á épocas 6 tiempos de ayer 1 Lo habrían crucificado. En los hechos modernos, la invención es a bSl1 rda por contraria á la conciencia general; y al referir simplemente lo que es por todos sabido, se corre el gran peligro de ser histórico y nada más que eso. Sin embargo, esto no impide que el hecho moderno posea en sí mismo un grande interés dramático innegable. Tal es entre nosotros la inmortal inmolación de RICAURTE. Si la muerte de Bruto después de Filipos y la de Saúl des_ pués de Gelboe, fueran hechos modernos, siempre reten_ drían en sí mucha importancia dramática, porque ambos contienen una catástrofe. Pero esto DO es así; y cuando el 6 DBAHAS DE CONSTANCIa rRANO o v. hecho hist6rico no goza de las sombras de la antigüedad, I\i encie rra en sí basta nte interés trágico, e¡, impolible creárse. lo, porque para ello sería necesario inve ntar; y como ya lo hemos dicho, en los hechos modernos la invenci6n no es posible con éxito, porq ue entonces la historia se enca brita , y lo supuesto no admite ilusiones. El dram a de Sámano, acabando en una triste fuga, des. pués de tanto engreimiento y de abusos atroces, más terri. bles que el castigo del PO?·tagonista, es más c6mico que dram ático ; y el auto r no ha podido levantarlo á más alto interés, porq ue hechos hist6ricos modernos del tiempo de Sámano, no se prestan lÍo las fantasías de la inventiva. Sin embargo, el Dram a de Sámano posee el indisputable mérito de caracteres muy bien sostenidos. El del portagonis. ta es un mod elo; pues tiene la verdad de la cobardía que mues tran siempre en el infor tunio los que han abusado en la prosperidad. El de Polic arpa Salab arrie ta posee la rea· lidad de las tremendas pruebas del heroísmo. El del Oidor Jurad o, es bello como la verdad, como el derecho, como la justi cia; y aun el del pobre sargento Iglesias es acabado, en su ruda lealtad, en la llaneza de su privanza, y en la tenac i. dad de sus justas aspiraciones. En esa parte, el autor se ha mostrado un pinto r de caracteres á lo Walt er Scott, el gran maestro creador de Isaac York y del Tío Pedro. Hay otra observaci6n que tener en cuenta. Si los Ap6s. toles sal: sal terras, la muje r os el fuego de la vida. Si ella difí. DO está en el foco de las escenas dramáticas, es muy cil darle s un interés sostenido. Voltaire, tan aplaudido y JUIOIOS DI!: L'" PRENS .... 7 elogiado en Edipo, en La muerte de César parece frío, no obstante el calor do patriotismo exaltado y de versos como éste: Tu d01l. Brulus, tt Rome tst darulef"s ... . " y eBO, porque en eaa pieza no 86 ve la sombra de Eva. 11 En Sámano, Policarpa brilla y pasa como un raudo me. teoro; y su inmolaci6D, más dramática que la fuga del tirano español, quita á esa fuga gran parte del interés tea. tral. Pero el autor no podía alterar UD hecho de ayer, sin bacer fiasco. Supongamos que el señor Franco V. hubiera exhibido á Casan o y á Tolrá prendados á una de la altiva heroína, y en lucha con sus sentimientos realistas y con los furores de Sá. mano, y el uno y el otro abrazados por el infierno de los celos; que Policarpa hubiera dado muerte audaz y ruidosa al déspota español, sucumbiendo éste por un inesperado golpe de mano, en 10B momentos en que la suerte lo aban. dona, y muriendo á manos de sus víctimas ya victoriosas en vez de huir como UDa monja asustada ...... Pero, y la His. toria 1 La Historia como todos la conocemos 1 Esto habría sido ponerse en berlina por querer hacerse dramático; in. ventando lo que nadie habría aceptado. Con todo, el Drama encierra una elevada lecci6n moral. Corre en un diálogo sobrio, fácil y enérgico en su misma sobriedad, que compensa en alto grado lo que de ordinario falta á los dramas hist6ricos sobre hechos modernos-la in. triga dramática-imposible además sin la mujer; y que en DRAMAS DE CONSTANCIa FRANOO v. esos casos DO puede crearse con éxito . Esta dificultad desa. fiaría á los poderosos genio s teatr ales modernos, de Aleja n. dro Dumas y de Víctor Rugo. Remos leído con placer el Dram a de Sámano, yeso vale más, para nosotros, que todo lo demás. Deseamos que nuestro amigo Don Constancia Fran co Vargas prosiga en la vía iniciada. Bogotá, Julio de 1887. M. M. MAD IEDO . (De La Nación, número 193). SÁMANO 6 LA INDE PEND ENOI A DE LA NUEV A GRAN ADA, 7 de Drama histórico repres entado por primera vez en Bogotá, la noche del Agosto de 1887. Contra lo que de ordinario sucede cada vez que entre nosotros se anuncia la representaci6n de alguna obm de escritor nacional, en la de Sámano hubo concurrencia nu. merosa que recibi6 con aplauso el primer paso que en la difícil carre ra dramático-histórica ha dado el Sr. Constancia Franco V. y decimos que el prim er paso, porque aun cuando el auto r ha dado á la luz pública otras piezas, éstas no han podido juzgarse debidamente por no haber sido re· . presentadas. Sámano es una creación original y de méri to; no porque luzca poderosa inventiva, ni porque abunde en galas litera . ria. y movimiento en b acci6n que desenvuelve, sino por. JUICIOS DE LA PRENSA. aue el escritor ha tenido la rara hahilidad de adueñarse de • un pasaje interesante de nuestra historia y exponerlo con sencillez y precisión, formando nna leccióo objetiva de las luchas que la Independencia nacional ha sostenido siempre en el mundo, para abrirse paso al través de las preocupaciones de las Metr6polis. Como pinturo. fiel de los sucesos acaecidos en Nueva Granada durante la domiuaci6n española en que, primero Gobernador, y luégo como Virrey, ejerci6 aquí Simano una autoridad desp6tica y humillante para el puehlo, el cuadro es completo. Los que asistieron al espectáculo, y los que han tenido oportunidad de leer impreso el Drama, no han podido menos de reconocer el interés del conj unto y la sal udahle enseñanza que deja. Pero sucede generalmente con esta clase de obras, que cada uno querría el cambio 6 ensancbe de algunos pormenor¿s, un final más 6 menos trágico y ..... eu una palabra, que el autor no hubiese tenido la osadía de escribir, porque ellos, los qlle critican, hubieran hecho algo mejor si se les huhiera dado la humorada de hacerlo. En Sámano, lo repetimos, el mérito principal consiste en la absoluta verdad hist6rica de los cuadros, realzados por un lenguaje completamente dramático, que impulsa la acci6n, tí pesar de la carencia de trama, y graba en la mente de los concurrentes toda la historia de un pueblo en la época más propicia y fecunda ele su desen vol vimiento: la de la lucha por su emancipaci6n. Los que van siempre al Teatro con la mira exclusiva de divertirse, con la de entreteuerse con un enredo ingenioso DIIAJIAS DI: aOIlSTAlIOJO nA llO O v. rífico, DO haD podido 6 la de excitar sus De "io s CaD 10 ter n de un a obra que ilu s. apreciar de UDa vez toda la iDtenci6 sus desgracias, y que, tra al pueblo con la historia fiel de hace compreDder qu e reavivando sus penosos recuerdos, le dera Repáblica no ba y eD la vía del progreso y de la verda dado UD paso muy sigo que desmayar. El Sr . Franco V. ha casi Dada tri lla da por Dificativo y encomiable en una senda aplauso muy sincero. Duestros compatriotas, y merece un e merece todo esfuerzo Se lo tributamos con el cariño qu perseveraDte. generoso de un ánimo levantado y ISIDOBO LAVBBDII AYAYA. (De El Telegrama, DÚlllero 216). Señor Director de ., El Telegrama. u Bogotá, Julio dts 1887. ConstaDoio FraDco V, Acaba de publicar el señor Dr. D. . os, y en edici6n esmera en la Im prenta de Zalamea Herman IA DE NU EV A GBANADA, da, á "S ÁKANO 6 LA INDEPENDENC ])rama histórico en cuatro actos." rcitado en eecribir La pluma del indicado au tor se ha eje de la que merece lafrfa para el Teatro con más freouencia eD estos tiempos de po ñ. indiferencia con que son recibidos io. Isidoro Laverde tiviBmo práctico los partos del iDgeD bre Bibliografia Colom. Amaya, en BU im po rta nte libro so pie del nombre del Dao. biaDa, hablando del Teatro, tra e al que representa oonaidera. tor Fr an co V., la siguiente lista, JUIOros DE LA PRENSA. 11 / ble suma de trabajo intelectual, y que comprueba lo que acabamos de aseverar: La expiación de una mujer, drama impreso en Bogotá en 1875. Oontra sobe?'bia humildad, comedia en un acto, id. id. El Oonde de Montecristo, drama representado en Fa. catativá y en La Mesa en 1874. Rafael, drama inédito. Madama Maran, id. Andrés Oavalcanti, id. El Parricidio, id. La batalla de la vida, id. Tanto vales cuanto tienes, id. Sám.ano es un Drama hist6rico : sexagenario anciano de estirpe distinguida, á quien toc6 en suerte ser el último Virrey del Nuevo Reino de Granada, verdadero Dictador, distinguido por sus servicios al Rey en la guerra de la Independer.cia y por haber seguido las huellas de venganza y exterminio que le trazaron Morillo y Enrile yel odio que profesaba á los in. surgentes, sus vencedores en Palacé y en Oalibío, Sámano hace en la pieza el papel principal, si no el más simpático, reservado por el autor ,,1 Oidor don Juan Jurado, juriscon. sulto distinguido y honrado á carta cabal, que bubiera hecho papel brillante en la historia de la Oolonia si la suerte hu. biera querido que vistiera la garnacha en un período de orden, j uoticia y paz. Vallecillas, también miembro de la Real Audiencia, los Coroneles Tolrá y Oasano, de infausto recuerdo en la histo. 12 RCO V. DBAIIAS DB CONSTANCIO PBA r OlmedilIa, oll Capi~n ria ae la guerra magna, el Mayo vidores de las armas del Martínez y el Sargento Iglesias, ser ceder y su lengnaje, el Rey, ponen de manifiesto con su pro urgentes, nombre pa ra desprecio con que miraban á los ins ellos sin6nimo de bandido. más simpática del Sobre todos estos personajes, la figura heroína ya exaltada en Drama es Policarpa Salabarrieta, la n, quien escribi6 con el el Teatro por el Dr. D. Carlos AlM a en cinco acto8, que nombre de la her6ica mujer un Dram rdo Ribas, quien publi. conserva inédito; por el Dr. D. l'IIeda la ; y desde 1826 por Po La a. am Dr el , 6n ici ed osa luj 00, en edia en cinco actos, que D. José Domingo Roche en una Trag que lIam6 La Pola. dedic6 al Sr. General Santande r, y esposo Alejo Sava. o tid me pro -u , pa car li Po osa ler va La árez, Antonio Galeano, raín, el cabo ArelIano, Joaquín Su eros de martirio, vícti. Arcos, Díaz y Marufú, su~ compañ o diálogo el acto ad im an con n na lle a, tri Pa la r mas po van la mejor parte eu el segundo, 6 sea la Oonjuración, y lle lugar en el sal6n del ne tie al cu el , cio pli Su el sea 6 o, tercer por Morillo en 1816. ado cre a, err gu de te en an rm pe jo Conse el Eiguiente docu. lee jo, nse Co del io tar cre Se la, dil Olme ocido, no obstante su im. con des i cas y ho sta ba , ico tór his nto me rmitimos reproducirlo: pe nos al cu el r po o tiv mo ; ia nc rta po de Guerra del .Reino. .. Fiscalía del Oon8ejo pe rm an en te embre de mi l ochocien. pti Se de s me del s día e doc á !é, nta Sa t08 die z y siete. • te: .. Teniendo presen jer llamada Poli. .. Que existen Rospechas de que la mu , • JUIOroS DE LA PRENSA. 13 carpa Salabarrieta, oriunda de Guaduas, villa de este Reino, ha conspirado hace más de cuatro años contra los mandatos y autoridades del Rey, en estas sus tierras ; "Que tales sospechas han sido confirmadas por la carta que corre en este expediente, tomada en la noche del día primero del mes que corre, al desertor Alejo Savara(n; y cuya carta firmada y rubricada por la tal Policarpa, iba dirigiad al hereje, fray Ignacio Mariño, insurgente de las llanuras y pueblos de l~ Provincia de easanare ; " Que la acusada en su exposici6n indagatoria, se ha manifestado enemiga del actual Gobierno, al que calumniosamente llama tiránico, y dicho, además, que es partidaria de la Independencia, 6 lo ql.le es lo mismo, de la insurrec_ ci6n contra su Majestad, el Monarca glorioso de España é Indias, y sus Agentes en este Reino; "Que hay fundados motivos para creer que la expresada Policarpa cometiera el doble delito de seducir á los soldados del Rey, pertenecientes al priUler cuerpo del Regimiento Numancia,á saber: Alejo Savara(n, Francisco AreBano, José María Arcos, Juan Manuel Díaz y Jacobo Marufú, apresados con las armas en la mano, en la noche del día ya citado, en vía para los Llanos, con el fin de asociarse á los bárbaros rebeldes de aquellos lados; " Que por los hechos apuntados y otras circunstancias, se viene en conocimiento de que la procesada es una mujer insurgente y de vida trabajosa, sin sujeci6n alguna, ni á Dios, ni al Rey; u DRAUAS DE OONSTANOlO FRANOO V • .. Esta Fiscalía pide al Supremo Consejo de Guerra que, de acuerdo con lo ordenado por el Pacificador, D. Pablo Morillo, que fund6 dicbo Consejo, para hacer justicia contra los rebeldes, condene tí Policarpa Salabarrieta tí Bufrir la muerte en lugar público, y tí que ésta se la dé por la espalda, para mayor ignominia de su nombre." El Drama termina con las c6micas escer.as tí que di6 lu. gar la gloriosa batalla de Boyactí en el Palacio de los Virre. yes, consignadas en la historia. Ha emprendido el Sr. Franco V. con la publicaci6a de sus Dramas y Leyendas históricas, una obra de patriotis. mo, de alto interés y ue verdadera importancia. Ayer, era muy difícil, si n6 imposible, obtener datos biográficos ciertos de Morillo, Morales, Latorre, Boves y Monteverde; datos que él recogi6 y compil6, enriqueciendo la historia nacional en la parte quizá menos conocida. Para ello ha tenido que vencer, lo que vence todo autor de obras de largo aliento entTe nosotros, dificultades casi insuperables. Sus largos es. tudios sobre Historia patria, BU constancia y su rara laborio. sidad, Bon condiciones que se reúnen pocas veces, y de su feliz reuni6n, en el conocido autor de los trAbajos de que nos ocupamos, ha obtenido el país el conocimiento de lo que fueron los caudillos españoles, deprimidos por lo general con injusticia por los escritores colombianos, y en.alzados, con pasi6n y falso criterio, por los peninsulares. Sin otros títulos para juzgar trabajos hist6ricos que grande amor n las glorias nacionales y deseo de que 8e enrio quezca la biblioteca patria de obras de mérito, felicitamos j • r) . 15 J1lIOIOS DE LA PRENSA. al autor de Sámano y de las biografías de Jefes espafioles, primero entre nosotros en emprender tan difícil tarea. PEDRO M. IBÁÑEZ-PEDRO A. HERRÁN. BOVES, DR4MA HISTÓRICO POR DON CONSTANOIO FRANCO V. (De El Taller, número 67). En la historia de la poderosa inventiva oriental figura una serie de creaciones fantásticas llamadas animales apó. cri/os: el centauro, el minotauro, el dragón, el hipogrifo, la esfinge, etc. y todos, monstruos, aberraciones de la naturaleza: fu. nestos, extraños, maravillosos, espantosos! y tal era ese feroz Asrael de los días de sl\ngre de nues. tra magna guerra, que nació José Tomás Rodríguez, y que el crimen parodió en José Tomás BOVES, mitad tigre y mi. tad demonio. BOVES sería una fábula, si no hubiera existido aquel bár. baro Oómodo, gladiador purpurado, que hacía alarde de ma. tar leones en el anfiteatro, obligando tí las damas romanas á combatir con las fieras que él retaba con audacia y vencía sin esfuerzo. Aquel brutal Caracalla, que apuñalea á su propio hermano, salpicando el rostro de su madre con la • 16 DRAMAS DE CONSTANOIO FRANCO V. sangre de la víctima. Aquel Ne1'ón que da muerte á su maestro y á su ayo, reventando de una patada á su amada Papea, y profanan<lo el seno materno con la daga del ver· dugo 1... Aquel Galígula, que hace sentar á los que antes parecían .Asamblea de reyes, á par de su caballo Incitatus, c6nsul romano, en los banquete~ dados á sus insauos capri. chos; el mismo que tenía amores con la 1una y máquinas para apedrear á Júpiter; que hacía arrojar á las fieras los espectadores del circo, cuaudo sobraban bestias y faltaban víctimas, y alimentar con hombres vivos los monstruos va. races destinados á matar para divertir á los amos del mun. do, esclavos de un insensato; aquel, en fin, que en sus delirios de rabia antojadiza, deseaba que el pueblo-rey no tuviera sino una sola cabeza para troJlchársela de un tajo 1... Porque estos ex-abruptos humanos han existido, no es BOVES una fábula. Su historia es el ensueño de un réprobo en las .torturas de la Gehenna. Él no temía el infierno de los cristianos, p~rque lo llevaba en su alma; IDenos el eter. no sopor del Nirvana índico, porque esa es la esperanza de los que, como él, miran en el eterno olvido las delicias del Paraíso. Grande como una tempestad, monstruoso como un cíclo. pe, nada le importaban los hombres. E'ngañarlos 6 n6, de. vorarlos 6 siquiera despreciarlos, para él era casi lo mismo. Sectario del dios-fatalidad, sordo, ciego y sin Providencia, su culto era el éxito, el cáos, la nada; su moral, la fuerza; su justicia, vencer; su pasado, la infamia; su presente, la venganza j su porvenir, el exterminio 1 '. r JUICIOS DE LA PRENSA . 17 • El temer 1 Qué teme quien nada cree ni espera L .... Por instinto sabía la vieja máxima árabe: " Quien desp" ecia su vida, es dueño de la tuya." y él quería la vida para dar la muerte; porque los muertos, una vez muertos, no conocen ese néctar de los es. píritus abyectos, de los corazones gangrenados: la venganza! y llOVES era todo esto; un sé, dramático por excelen. cia; un drama bumano! Por eso, sondear este arcano, ha sido la feliz inspiraci6n del alltor de BOVES; en cuya al mn dormitaba aún el estro de Mel p6mene, revelado á su ment.e por los prodigios de nuestra Historia; drama de tempestadeR, de volcanes y ava. lanchas de sangre, de escombros y de huesos humanos! Es que cada genio tiene su cuerda en la lira de las aro manías del mundo; y esa cuerda, una hora en que vibra. Hé ahí el primer tale~to del a~tor. . El segundo, la ejecución. En ella, el Sr. FRANCO V. ha. escalado las alturas, ó más bien, ha sondeado los abismos de su héroe y lo ha sometido á su paleta, hasta poder decir al mismo Boves : -" Mírate aqní. Se te parece más que tú á tí mis. mo!" ... El primer deber de un autor dramático, es que su héroe sea ~iempre el sol de su cielo; y en BOVES ese precepto ha sido observado con tino admirable. Morales, ese cruel animal humano, abigarrado más tarde con la sangre de los desgraciados elefancíacos de Ca,10 de Loro en las afueras de La Ciudad Heroica; Morales, tan 2 • 18 DRAMAS DE OQNSTANOIO FRANCO V. bebedor de sangre como BOV"ES, no la bebía como éste, á quien la sed de la venganza sofocaba día y noche. La bebía por el placer de saborearla con delicia. BOVES, como Marat y Robespi"rre, mataba porque á SUB ojos era ese el medio de servir á una idea favorita: la ven· ganza por el exterminio! Cuando Marat pedía 200,000 cabezas para fundar la Re. pública, y un canal para llevar la sangre al Sena, maba de una f6rmula terrible; pero no por una ferocidad personal grao tuita, sino llevado hasta allí por una l6gica espantosa, sev.e. ramente rígida, porque e¡ privilegio abdica en la tumba. y Marat sabía eso; y en ello era tremendo, pero l6gico, y sobre todo, sincero; tanto, que en el número 421, página 7: de El Amigo de¡ Puebw, del 6 de Abril de 1791, pint6 á Voltaire, apóstol precursor de la revolución de 89, ni más ni menos que como un malvado y un canalla, con su impie. dad y todo. Pero BOVES fué mlÍs espantoso que Marat, porque si Mo. rales quería para sí el vil merodeo del botín, BOVES, cuya ambición era exterminar, quería la sangre para sí, y dejaba el botín á sus soldados; pero engañándolos de mala fé, con las fantasías de una igualdad que él apenas admitía en la muerte. y el hombre está todo, todo entero, en el Drama que too camas. y esta copia vale un talento y también la fama. Después de BOVES, y bajo muy distinto aspecto, viene en el orden de los personajes Parcia, conjunto de cuanto es JUICIOS D E LA PRENSA. 19 capaz de concebir la fecunda excentricidad del sexo de nuestras madres. Perder la honra aun por el precio del mundo, será siem. pre una enorme calamidad; perder la honra por un necio, por un miserable, sería apenas una debilidad de mujer; pero der la honra por un bandido, por un monstruo, y amar aun esa escoria del mal. .. eso es, no se sabe qué; porque aun no tiene nombre en ninguna lengua bumana! Así Porcia, la extraña amante de BOVES, en su ins61ita extravagancia moral, s610 tiene un paralelo posible: la fealdad moral de su amado; y al dar su coraz6n y su bonor á BOVES, dej6 de ser mujer para ser un demonio súcubo'". Aun bella como la Venus de Médicis 6 de Milo, todavía Porcia sería una arpía, una Furia. Medusa misma, con su espantable cabellera de irritadas serpientes, y aun la sucia Mesalina, cundida de las plagas de los cuerpos de guardia, la rivalizarían en belleza y en gracia simpática. Amar á BOVES, á esa biena, que trascendía á cadáver in. sepulto, era demasiado! 8610 BOVES podía amar á BOVES ; y quizás se repugnaba á sí mismo. Pero él necesitaba de una amiga de su talla, de una grandeza horrible como la suya, y el autor se la ha dado á maravilb ; porque él, BOVES, aun bello como el Antinoo 6 el Apolo de Belvedere, era y debía ser horrible, espantoso como el fin del mundo!. .. Mas en esto, de qué admirarse? Más es lo que sucede que lo que se ha visto; y más lo increíble que lo ordinario 6 trivial. Los demás seides del bárbaro se le parecen más 6 menos. t 20 DRAMAS DE CONSTANOIO FRANOO V. Dato, Sandovilla, Zuazola, el Oficial, etc., recuerdan el adagio francés: " Tel maitre, tel valet." En Oajigal se ve la raz6n y el derecho, impotentes, contm la fuerza omnipotente, amenazaD te, engreída y cínica; y en Oeballos, casi un testigo contra una insolente demasía. Detrás de BOVES descuellan en el Drama dos hombres que, como el rojo penacho de un volcán en erupci6n, se ele_ van sobre su cumbre y lo abruman bajo su lava: Pacheco y Paris. Su audacia es el aliento del derecho que ansía la auréola del martirio; su heroísmo, la inspiraci6n de una causa grande como el mundo, sauta COfiO la justicia, eterna como la verdad! En el conjunto, el diálogo es breve como la luz y raudo como el rayo; preciso, enérgico; tí veces contundente. Chispean en él frases que espantan, verd.des que enseñan! Ese - "BOVES elige á BOVES, como Bonaparte elige á Napoleón," es una grande y didáctica sentencia. Est.~ frase de Pacheco al tirano, profetizando el triunfo de la Patria, encierra una gran tesis política: " ..... empero, no debéis olvidm', le dice, que un partido toencido y castigado con oprobio ti injusticia, se levanta hasta obtener la victoria, cada vez más temible contra la saña de 8U8 adversarios." Paris no es fienos bello y expresivo cuando dice á BOVEB: _" Yo wy á tener la gloria de m01"Ír 7'epublicano; vos tendréis la infamia de acabar tirano." Pero BOVEB es sublime como un demonio de Milton, JUIOIOS nE LA PRENSA. 21 cuando al citarlo París para volver á verse en la eternidad, exclama cual con la ronca voz del tigre que husmea la presa: _" No lo creo; ma8 si asi fuere, 08 fusilaré por se. gunda vez." El Drama de BovEs rebosa en interés dramático; y en su ejecuci6n hay toda la enérgica propiedad que requiere tan tremendo personaje. El Sr. Franco V. asciende. De Sámano á BOVES, ha 8U. bido de las verdes llanuras que baña el Magdalena, á la plateada cumbre del nevado Tolima. Unos pasos más, y pi. sará la cimas del empinado Chimborazo, y acnso irá hn,ta los hielos del Gaurizanka ...... Colombia saluda en él la inspirada revelaci6n de un ge. nio que dormía, despierto ya á los ecos de cien batallas.... M. M. MADIEDO. Chapinero, Noviembre de Hl87. (De La Nación, número 217). BOVES. Con eite título acaba de publicar Don Constancia Franco V. un nuevo Drama que, juzgado desde el punto de vista del criterio didáctico é hist6rico, contribui rá á dar ma. yor honra y gloria á nuestra literatura nacional. 22 DRAMAS DE CONSTANQIO FRANOO V. Tiempos hace que el señor Franco, que con asidua vo. luntad estudia nuestra Historia Patria hasta en sus más pe. queños incidentes, nos obsequió uoa hermosa biografía de BOVES, que la preusa y el público aplaudieron, así por la verdad del relato como por la fluidez y elegancia del estilo y la imparcialidad de los conceptos. Ahora toma el autor á aquel singular personaje, le da verdadera vida y nos lo pre. senta en la escena en toda la desnudez de su carácter cínico y atrevido, haciendo tales prodigios en el teatro de la guerra de nuestra Independencia nacional, que si la Historia no da. tara de ayer, de creerse fuera que aquel hombre, en vez de un sér real, era una creaci6n de la fantasía. Permítasenos que para dar fundamento á lo que hemos de decir respecto del conjunto del Drama, demos á conocer, aunque sea á la ligera, las partes en que el autor lo ha divi. dido maestramente. Consta la obra de cuatro jornada. 6 actos: en el primero, que se titula La Ofensa, aparece BOVES en la ciudad de Ca. labozo, Venezuela, quieto y pacífico, en medio de la revol u. ci6n que asolaba el país. Era á mediados de 1812, cuando el General Miranda, pr6ximo á sucumbir bajo el poder de Monteverde, envi6 al invicto Coronel Escalona á In citada ciudad de Calabozo, á conseguir recursos de hombres y di. nero. Escalona aparece de repente en casa de Boves, quien, en 1810 y 1811, babía peleado al lado de los patriotas, y le insta para que continúe sirviendo á la causa de la Inde. pendencia; éste rehusa For de pronto, y entonces el Jefe re. publicano, mal geniado, lo ofende de palabras y de hecho 23 JUI010S DE LA PRENSA. haciéndolo reducir á prisión; terminando el acto con las si_ guientes palabras del ofendido: "Coronel Escalona, vos no sabéis lo que es ofender tí un asturiano descendiente de Pelayo. De hoy en adelante haré guerra implacable y sin tregna tí la República, y ay! de los americanos que se atravie_ sen en mitad de mi camino 1. .. Que teman el azote certero de mi venganza! 1" En el acto segundo, El Enganche, evadido Boves de la cárcel de Calabozo, se dirige tí la Provincia de Cumaná, y unido allí al célebre Antoñanzas, hace la guerra á los libres. Luégo pas" á las tierras de Barcelona y milita bajo las órdenes del General C.. jigal; y en seguida, unido á Fraucisco Tomás Morales, deserta con éste y aparece eu los llauos del Alto Apure, resuelto á "hacer la guerra á los patriotas por su cuenta y riesgo y sin sujeción á nadie." Para atraer Bo_ ves tí los llaneros tí su causa y ponerlos al se rvicio del despo_ tismo, hace prodigios de inteligencia, se penetra del senti_ miento de aquellos hombres, estudia su carácter salvaje, desarrolla hábilmente todo un sistema social y político, y tí poco no es ya adhesión lo que le tieueu los llaneros, sino idolatrí:.. Entonces Morales, aguijoueado por la envidia, trata de hacerse su rival, en la esperanza de ser el Jefe del Ejército de Apure; Boves, que no admite oposición, lo somete obligándolo tí jurar sus banderas. Llega, entre tanto, el año de 1813, y Bolívar hace su entrada tí Venezuela con esa legión de héro~s granadinos que señalan por doquiera su inmortalidad, batiendo las vencedoras huestes de Monteverde. Éste, mal parado, pide por conducto de Zuazola, au;¡i_ - • 24 DRAMAS DE OONSTANOIO FRANCO V. Hos tí Boves, quien se deniega tí prestárselos, y lo deja su. cumbir en Bárbula, Las Tri ncberas y Puerto Cabello. Mas, apenas queda Bolívar dueño de aquel territorio, le abre ruda campaña, dirigiendo tí sus legiones de bárbaros, al le. vantar el campo, las sig uientes palabras: " Compañeros, la guerra es á muerte; vencedo res, no déis cuartel; ven. cidos, no lo pidáis. El que más matare de entre vosotros, será el primero ; el que se horrorice de la sang re, el último! .. En el acto tercero, La Venganza, Boves, después de ha. ber dado al Libertador y á los más denodados Jefes republi. canos las memorables batallas de San Marcos, Santa Cata. lina, La Victoria, Barcelona, las dos de La Puerta, San Ma. teo y Bocachico, aparece vencedor de Escalona en Valencia, en donde Cajigal, nombrado Capitán general de Venezuela, conmovido por los desastrosos acontecimientos que acababan de pasar y las escenas de devastación y de pillaje que ame· zaban sucumbirlo todo, trata de sujetarlo á la disciplina y al orden. Boves, engreído con sus triunfoR, desconoce la au. toridad de Cajigal, lo arroja fuera de sn campo, se declara Jefe civil y militar del país, y no hallando colmada la me· dida de su odio, se venga de Valencia asesinando á todos los presos que aún tenía en su poder, dejando, al mismo tiem. po, que sus soldados saqueen la ciudad en aIt.as horas de la noche, y entregando las damas, en un baile preparado al efecto, á los furores de la brutal oficialidad de sus tropas! Exclamando, al termÍt.. arse esta horrorosa escena: .. Esca. lona, ved c6mo se venga un hombre que no teme los juicios :25 • J OICIOS DE LA PRENSA. bumanos, DI 25 cree que haya nada más all á después de la muerte! " En el acto cuarto, El Oastigo, Bovcs, deseando acabar con los restos del Ejército de la República, envía á Morales en persecuci6n de Bolívar, quien es completamente vencido en Aragua; acuchilla él mismo á los soldados de Piar en la sabana del Salado y luégo regresa Robre Matolfíu, en donde estaba José Félix Ribas, acampaoclo en los últimos días de Noviembre de 1814 eu los valles de Urica. El 4 de Diciembre Ribas, en el exceso de la desesperación, viene sobre los realistas; y Boves, con el tono magistral de un guerrero siu segundo, dicta á Morales 6rdenes po fa la balalla. Esta tiene lugar el 5, yen cuanto oye Boves el primel" tiro de coñ.6n, sale de su tolda y va á ponerse á la cabeza de su ejército. Mas apenas buba de empez~rse la acción, fué herido eu el pecbo de una lanzada que le costó la vida. Al expirar atri_ buye su muerte á la Fatalidad! Estas son las cuatro partes en que el señor Franco V. divide su Drama, cuyo relato goza de estricta fidelidad bis. t6rica ; fidelidad que no pod rá negarse, á lo menos por los que bayan tenido el gusto de leer las brillante" páginas cousagradas por el bistoriador Baralt. á las guerras de la Inde. pendencia de Venezuela, y la historia del Coronel José de Austria, contemponlneo de aquella pléyade de insignes va_ rones que supieron sacrific<lfse por legaruos una pat~ia libre. Abora bien: mirado el Drama Eoves en su totalidad ic<ímo puede considerarlo la crítica imparcial! 26 DRAMAS DE OONSTANCIO FRANCO V. Hé aquí nuestro juicio: El conjunto de un Drama, prescindiendo de las liberta. des que se toma la escuela romát>tica moderna, que por pro. ducir contrastes que hieran la imagiu,ci6u, hace cambiar de situaci6n á cada paso á los personajes, de"cuidando á veces ciertas reglas indispensables en el arte; el coujunto de un Drama, decimos, puede considerarse bajo tres puntos de vista principales: Primero: en la importancia del argumento; Segundo: en la naturaleza del diálogo, que debe ser vivo, didáctico y animado; y Tercero: en la perfecta descripci6n de los personajes y el sostenimiento de sus caracteres. Pues bien, la obra del señor Franco V. reúne estas con. diciones. Boves, COIIIO César, como Guillermo Tell, como Atila, como Hernani, es un argumento de primer orden para el T"atro. Hombre extraordinario por el valor, terrible por la a"dacia y el cinislUo, formidable por la paciencia y la enero gía, excepcioual por el genio, es todo un carácter. Carácter de una sola pieza, incapaz de conmoverse con nada, ni ant~ liad", que obedece á la poderosa fuerza de su instinto, á la <:1\:\1 lo somete todo L~nzado, siendo aún niño de la casa paterna, por cruel, bace en seguida vida de pilotín; de pilo. ti" pasa ú pirata y hace profesión del crimen en el mar, en I'resencia de Dios, con una sangre fría que maravilla; de pirata sube (¡ guerrero y se convierte en el genio de la d~vastacióo, y de guerrero salta ú Magistrado I Es UD iD • • JUIOIOS DE LA PRENSA. 27 menso salvaje, un Satanás de carne y hueso, que" obedece como fuerza ciega, á una ley que implacablemente 10 so· mete." Tipos de esta naturaleza, que saliendo del carril VIII. gar, se prestan al estudio del moralista y del fil6sofo, tienen una importancia sin igual para el Drama, ya porque con. mueven al espectador, ávido de seusaciones, ya porque dejan alguna enseñanza, y ya, en fin, porque constituyendo su vida una serie de acontecimientos extraordinarios, terminan con alguna catástrofe! En cuanto ti la redacci6n de la pieza, corre ~n un diál05 0 tan sobrio y fácil como enérgico; tan sencillo como expre. sivo. Cada escena, <jue contiene una idea, y lleva envuelto un hecho hist6rico, pasa formando trabaz6n con las que le siguen, apenas queda la idea desenvuelta y el plinto de la historia consignado. Dos reglas principales rigen el diálogo dramático, á saber: que los pef>onajes se expresen conforme á su carácter y á las pasiones de que están animados; y que la vivacidad de la conversaci6n se adapte á las circunstan. cias escénicas, al juego de la. pasiones y las peripecias de la imriga. Y á estas dos reglas ha obedecido el Sr. Franco V., redactando su obra con ingeniosa naturalidad, libre de fastidiosas disertaciones y de esos largos mOllúlogo3 que, pe cando contra las regla" del buen gusto y dal arte, ni encall. taD, ni divierten, ni conmueven. Los personajes que juegan en el Drama nos parecen des. critos con maestría, y hábilmente sostenidos sus caracteres. Bajo este punto de vista, el señor Franco V. tiene ya fallos en 8U favor que lo honran como dramaturgo. El distinguido 28 DBAMAS DE OONSTANOIO FRANOO V . literato Doctor Manuel María Madiedo, al juzgar á SÁMANO, dice, en t re ot ras cosa.: "En esta parte el autor, Sr. Franco, se ha most rado un pintor de caracteres á lo Walter Scott, el gran maest ro creador de Isaac York. " En Boves todos ios personajes, y con especialidad los principales, que son: el protagonista, Morale3, Sandovilla, Pachacho y Parcia Ab re. go, con servan desde el principio hasta el fin de l Drama su manera de se r, sio que las frecuentes peripecias á que se ven sometidos por el curso de los acontecimientos históricos, hagan fluctuar ni varia r en lo mínimo sus naturales senti. mientos é inclinaciones. Boves que es el rey de la escena, exclama al empezar su trágico papel: "Se nace co mo se nace, y cada uno es el mis. 100 desde su principio hasta su fin." Así, este hombre viene al mundo, cruel por instinto, y acaba verdugo. Hablando de la.l sociedades humanas, dice: "Las sociedades humanas no son más que in mensos rebaños de hombres que bullen, que pacen, que balan, que se haten, se reproducen y se renuevan al través de la indiferencia completa de la naturaleza, que los entretiene y los devora con una sangre fría implacable ;" y consecuente con esta idea, él ay ud? á la naturaleza en su obra de destrucción, con tal ci uismo é indiferencia, que causa vértigo! Ambicioso, pone la punta de su lanza al cabo de lo que dice, y el tajo ,le su espada sobre toda difi. cu ltad ! Extraordinario para el crimen, nadie le iguala. In. crédulo, muere, sin quejarse, en brazos del destino! No es esta, por cierto, la ocasi6n de exponer cuanto la c,ítica ba podido averiguar en estoo últimos tiempos, sobre 29 JUICIOS DE LA PRENSA. la importante materia del arte dramático, para hacer á la luz de lo, mó, severos principio, un anlÍli!>is minucioso del Drama del Sr. Franco V. ; creemos que basta lo dicho para juzgar que esta obra goza de gran mérito y merece el aplauso del público; única recompensa que entre nosotros tiene aquel que hace esfuerzos en favor de los bieu enteudi. dos intereses de la ciencia, de la Historia, del arte y de la patria. El señor Franco, con sus bellos y bien cortados dramas históricos, ha iniciado un renacimiento del sentimiento ua. cional, llevando al Teatro, que es una amena escuela, las acciones her6icas de nuetros padres y las no menos notables de los enemigos de aquellos egregios patricios, para darlas á la estimación de los pueblos, que saben tributa r homenaje á lo bueno, á lo bello y á lo justo. Damos, pues, al autor de Boves nuestros más cumplidos parabienes por esta nueva producci6n, y deseamos que ella sea puesta prontamente 3n escena por lluestra Cornpañía Nu,cional, que tántos aplausos tuvo ·en la representación de Sárnano. Bogotá, Diciembre de 1888. L. • F. LINCE . 30 DRAMAS DE CONSTANCIO FRANOO Y. LOS PROCERES O EL 20 DE JULIO DE 1810. (De El Tal/el', número 78). LOS PRÓOERES Ó EL 20 DE JULIO DE 1810. Por D. Constancio Franco Vargas. Con placer volvemos á ocuparnos del distinguido autor de SÁMANO y de BOVES. Sus tareas son, no s610 interesantes bajo el aspecto puramente literario, sino que reviven y po. pularizan, como lo hicieron en Francia, en la Historia, el gran Dumas; yen las ciencias, el laborioso Luis Figuier, hechos de indecible importancia en los recuerdos de nuestros grandes días, casi ofuscados ya, por el siuiestro fulgor de nuestras prosaicas conflagraciones, Grandes días, sí grandes por la SINCERIDAD, por la GENEROSIDAD, por la ABNEGAOIÓN y el HEROíSMO de unas almas providen ciales ! Esas almas, con todos sus bellos ¡'eflejos de nobleza y de. • • cisi6n, forman hoy la poesía de lluestra Historia; tanto más brillante y maravillosa, cuanto es más oscu ro lo que ha ve. nido en pos de aquella lujosa generación de tribunos, de políticos, ue héroes y de mártires!.,., El Drama de Los P,'óceres, en medio de su mérito escé. nico, do revive en el bondadoso Virrey Amar, el desgracia. do Luis XVI de Francia, y en la altiva Villanova, la orgullosa hija de los Césares tllllescos, elevando nuestro .;z. JUICIOS DE LA PRENSA. 31 espíritu hasta aquellas alturas del patriotismo, nos {deja caer como un aerolito en las mudas profundidades del egoísmo estéril de los degenerados descendientes de tan ilustres varones. Pero qué mucho? Según Séneca, el hijo de Cicer6n no era sino un joven crapuloso; y en la Historia moderna, tras el nimbo de San Luis, se alcanza tí divisa r en lontananza la negra sombra de Margarita de Borgoña, nieta de aquel dos veces santo: santo como hombre y santo como Rey. Con todo, esta contemplaci6n contrióta el alma, oprime y desgarra el coraz6n. En cuanto al Drama mismo, la Virreina es la verdadera protagonista de la escena; y el contraste de ese carácter, admirablemente sostenido, altivo como el de un9- mujer acostumbrada á dominar al dominador de todos; orgulloso como el de una alma educada en las inaccesibles alturas de la antigua aristocracia; bella en su misma irreflexiva teme_ ridad, forma tan escénico interés con el tipo indolente, bonachón, indeciso y contemporizador del Virrey, que viene á la imaginaci6n la idea, muy natural, del quid pro quo de que el Virreyes mujer y es hombre la Virreina. El Padre Padilla, Llorente, Moledo y Acevedo Gómez, Bon caracteres acabados. El de Moledo, el más complicado moralmente, deja contemplar con gran complacencia la jus_ ticiera rectitud y la noble hidalguía del verdadero caballero español. Hombre, y hombre honrado antes que español y vasallo, Moledo es estéticamente bello, y cautiva por su noble probidad al rendir culto al derecho del Mundo Americano, i 32 DRAMAS DE CONSTANOIO FRANOO YO. "in tizoar su hermosa alma, ni deslustrar su espada con una ueslealtad " la causa de su Rey. El asunto, más histórico que trágico, tratado con uoa gran fidelid ad á los auales que lo ll~rrao, descuella bajo la pluma del autor, por la adm i rable propiedad y enérgica caD. cisi6n del diálogo; cualidad notab le en el señor Frauco V., y que ya otra vez le hemos admirado en justicia. Pero si bay eu el fondo de los hechos una gran lecci6n histórica, te rrible y dolorosa á la vez, esa lecció n está escul. pida como en acero en el Dra"", de Los p"óee?'es. Ella pone en relieve lit suerte de los Carlos I de Inglaterm, de los Luis XVI de Francia y ,le los Antonio Ama,' y Barbón en el N uevo Reino de Granada: Sucumbir por no haber retado a l peligro. En política nada es más cierto que el proverbio árabe, de que ya ot", vez hemos hecho melleión : " Quien desp"eeia su vida, es dueño de la tuya." El gran Napoleón, cuando aúo era apeo as Bonapa?'te, lo proM ametrallando á los parisienses el 5 de Octubre de 1795, desde el atrio de San Roque; y má.s ta rde su sobrino Luis lo imit6 el 2 de Diciembre de 185 1, fusilando impunemente á esos mismos parisienses, que habían tornado .Y demolido la Bastilla, y destronado á balazos á Carlos X y tí Luis Felipe. Sinteticemos. En Los P?'úce?'es hay dos hectlos, grandes ambos: J usticia contra el Vi,.,.ey, abuso contra el hombre, Que es justa, bell a, santa, la reivindicación de la humana dignidad usurpada y hollada por tres siglos; pero es penosa, JUICIOS DE LA PRENSA. 33 · dolorosa, abusiva, la inmolación del Magistrado que por bono dad ó vacilación prefiere su desgracia á derramar la sangre de sus súbditos. Esto deja en el espíritu una impresión indefinible .... La compasión y el terror; yeso es la Tragedia para el arte , . escemco. Leyendo el fin del último acto, creemos salir del Teatro bendiciendo á Dios y á los apóstoles de la Patria; pero sio. tiendo amargura por la desgracia del Virrey, depuesto y aprisionado. Después de una Tragedia así, es como se debe dejar el Teatro: satisfecha el alma por el triunfo de la JUSTICIA; conmovido el coraz6n por los dolores de las víctimas. Una vez más, un saludo iÍ nuestro compatriota FRANCO V ARGAS. Lo merece. Con sus bellas lahores, sirve, encanta y honra á la Patria. Chapinero, Febrero de 1888. M. M. MADIEDO. LOS PRÓCERES Ó EL 20 DE JULIO DE 1810. (De El Constitucional, número 13). " Los PRÓCERES Ó EL 20 DE JULIO DE 1810, Tragedia hist6rica en cuatro actos por Constancio Franco V.-Bogotá, imp. de Zalamea Hs., 1887." Esta obra de cerca de 100 páginas, que tenemos á la vista, es la última producción de 3 34 DRAMAS DE CONSTANOlO FRANCO V. las publicadas hasta hoy por el Dr. Franco V., y como el título lo indica, el asunto no puede ser más interesante, ni de difícil desempeño. El autor se ha propuesto vulgarizar en forma deleitosa algunos hecbos importantes de nuestra Historia nacional, tan poco estudiada por el vulgo, y ha obtenido muy buen suceso. Ya el público conoce los dramas precedentes, Sáma. no y Boves, y ha juzgado cou ventaja el primero. En cuanto á Los P¡'óceres supera, tí nuestro juicio, á los dramas meno cionados, y es de útil y agradable lectura, según el precepto hornciano. Si el arte deja algo que desear en cuanto á la forma externa y maciza de la obra, en cambio es muy nota. ble la buena repartici6n de los actos y la con .eniente distri. bución escénica, y sobre tono, el interés que ba logrado des. pertar con el relato del conocido acto que dió principio tí la magna guerra de nuestra Independencia nacional. Sin duda que es prenda indiscutible de múrito el saber intoresar en un Drama, cuyo foudo de acci6n lo constituye un asunto suficientemente sabido del público ilustrado. mr., (De El Taller, Húmero 74). Está impresa la Tragedia en cuatro actos, del Sr. D. Cons. tancio Franco Vargas, intitulada Los Próce¡'es ó el 20 de Julio. En el camino del Drama bistórico, va el Sr. Franco ascendiendo rápidamente: el Sámano fué aplaudido por los que lo leyeron y por los que lo vieron representar; BOV68 ha sido aplaudido por escritores colombianos y venezolanos, JUIOIOS DE LA PRENSA. 35 y Lo,~ Próce,'es lo serán por unos y otros, porque es superior á los dos anteriores. Los grandes personajes de 1810 se des. tacan allí tal como fueron; su palabra suena con la misma entonaci6n, y los caracteres asombran por su grandeza moral, afrontando los peligros de sus do'ctrinas, verdaderos ap6sto. les de la idea, resueltos ¡¡ morir por ella . No hay en el Dra. Ola una palabra inútil, una frase de desecho, un pensamien to sin objeto: en él figuran noblemente .A.cevedo G6mez, Padi. lla, Gutiérrez, Torres, Moledo, etc, etc. Entre los perso. najes enemigos de la idea que desarrolla el Drama, están el Virrey Amar y la Virreiua D: F,'ancisca; pero no se crea que están ridiculizados, que entonces l. obra no tendría el valor que tiene, En ellos se ve el orgullo, la bondad, el res. peto á su nombre, el temor á la Historia, las preocupaciones de raza, los sentimientos hidalgos, el desPecho por la pérdi. da del Poder, el desprecio de lo que creen pequeño, y todo lo que es necesario para llevar al espectador al conocimiento de Ul: hecho que tiene en contra las preocupaciones de tres. cientos años, y á favor el entusiasmo de tres días. (De La Palabra, número 4,°) Los PRÓCERES Ó EL 20 DE JULIO DE 18l0,-Tal es el título de la nueva Tragedia histórica, en cuatro acto~. con que el Dr. Constancio Franco V. acaba de enriquecer los anales de la literatura patria. La hemos leído con todo el agrado que nos inspira este género de producciones de su 86 DBAMAS DE OONSTANOIO FRANOO V. pluma, y hemos encontrado que en ésta hay el mismo ere· ciente interés patri6tico de In de Sámano, que en meses pa"odos aplaudi6 el público de la capital. Los Próceres son también una exposici6n viva y animada de las escenas que surgieron en Bogotá con ocasi6n del 20 de Julio, y de los sucesos de alta significaci6n hist6rica que ellos aparejaron. Se conserva en toda la pieza la absoluta fidelidad hist6rica; los caracteres de los personajes que en. tnn en acci6n están hábilmente sostenidos, y los diálogos son muy naturales y llenos de frases consoladoras sobre los de. rechos de los pueblos y sobre la libertad. Excitamos á la actual Compañía Dramática, para que lleve pronto á la escena esta original y bien intencionada Tragedia del Dr. Franco V., y estamos seguros de que el púo blico la recibirá con el singular :>plauso que merece. (De El Telegrama, número 385). INTERESANTE TRAGEDIA.-No deja de serlo bastante la que la Compañía Dramática' nacional pondrá en escen:> el do. mingo, y de la cual es autor el distinguido escritor colombia. no; Sr. Dr. Constancio Franco V. Ya hemos tenido el gusto de admirar algunas obras de este eminente literato, pero de la que hablamos ahora y que lleva por título Los Próceres, nos parece de lo mejor que se ha escrito en materia de Teatro, con respecto á nuestra Historia. JUICIOS DE LA PRENSA. Justo es que el público concurra á dar un voto de aliento al Dr. Franco V., para que siga escribiendo y grabando en la memoria del pueblo la Historia de la República. (De La Palabra, número 10). TEATRO ITALO-COLOMBIANO. -El domingo último tuvd lugar, ante un escogido y numeroso público, la reptesenta. ci6n de la Tragedia hist6rica, en cuatro actos y en prosa, es. crita por el Sr. D. Constancio Franco V., con el título de Los Próceres ó el 20 de Julio, y función de gracia del activo y caballeroso empresario italiano, Sr. D. Francisco Zenardo, que tántos esfuerzos ha hecho entre nosotros en favor del arte y en bien del progreso material de nuestra poblaci6n. La representaci6n fué bastante esmerada por parte de los actores, lo que unido á las nue~as decoraciones que se estre. naron y al aliciente literario é hist6rico de la obra, hicieron que el público quedase satisfecho y aplaudiese con entu sias. 000 al a.utor, quien, aclamado, sali6 á la escena tí recibir una corona obsequiada por varios de sus amigos y admiradores. Es este el segundo triunfo dramático del Sr. Franco V., y nosotros nos complacemos en felicitarlo muy sinceramente por él. Que continúe en la generosa tarea de ilustrar al pue. blo, exhibiéndole su propia Historia, y haciénuole compren. der la necesidad en que está de sostener por cuantos medios estén á su alcance la libertad; d6n el má~ precioso de cuan· tos pIngo Dios conceder á la criatura humana. • 88 DRAMAS DE CONSTANCIO FRANOO v. (De La. Noticias, número 191). LOS PRÓOERES. Como los periódicos y los avisos lo anunciaron, tuvo lugar en la noche del 26 del presente, en el Teat1'o ltalo.colom. biano, la representación de la Tragedia del señor Don Cons. tancio Franco Y. intitulada Los P1'óceres ó el 20 de Julio de 1810. Mucha satisfacción experimentamos al ver casi todas las localidades del Teatro ocupadas por cahalleros y señoras de la culta sociedad; y en extremo grato nos fu é ver que el pÚo blico tribut6 repetidos y entllsillstas aplausos tí la obra del señor Franco Y., la cual, á no dudarlo, tiene mérito lite. rario y escénico é inapreciable valor hist6rico. No es esta la primera vez que el laureado autor de Los Próceres, uno de los más distinguirlos entre nuestros escrito. res, es calurosamente aplaudido. En la representaci6n de Sámano los espectadores tuvieron sinceros transportes de entusiasmo, y los esfue rz~s del dramaturgo fueron bien recio bidos. Esto quiere decir que, entre nosotros, va teniendo ya el mérito sus admiradores, lo que tí decir verdad consuela, porque ello sirve de estímulo ti las inteligencias y las aparta del carril del ego!smo estéril, para hacerlas útil á la ciencia yalarte. Qué especie de composici6n es la de Los Próceres y tí qué género pertenece 1 Es una pieza esencialmente hist6rica, que corresponde al arte trágico. Cansados nnestros padres de sufrir el despotismo penin. .JUICIOS DE LA PRENSA. 39 sular, resuelven al fin levantarse contra los opresores de sus derecbos, y traman una revolución contra los Poderes que los subyugan, tanto más razonable, cuanto bábilmente conce· bida! Esta revoluci6n estalla el 20 de Julio de 1810, y en veinticuatro boras sucumbe una tiranía de tres siglos yapa. rece triunfante la libertad! Hé aquí el argumento de la Tragedia; argumento expuesto y desarrollado por el autor, con tal maestría y fidelidad á los anales que lo narran, que nos parece ver en el señor Franco V. la pluma de Scbiller en María Stuardo, 6 la de Martínez de la Rosa en la Oonju. ración de Venecia. Qué respeto por la Historia, qué frases tan enérgicas, qué propiedad en el decir, qué bellaza de estilo! En el primer acto el autor bace la exposición de los mo. tivos que dieron lugar á la revoluci6n del 20 de Julio; en el begundo dan. forma á la guerra los conjurados; en el ter. cero llevan á clAbo sus prop6stios; y en el cuarto proceden á quitar del mando del Virreinato á las autoridades espa. ñolas! . Admira, encanta, trae al alma no sé qué indefinibles emociones el ver la constancia, resoluci6n suprema, desinte. rés y espíritu de justicia, que anima á nuestros virtuosos abuelos en la obra que emprenden y llevan á cabo con una abnegaci6n de que bay pocos ejemplos en la Historia; pero no menos impresiona, aunque ya en otro sentido, la turba. ción en que caen los gobernantes peninsul&res, cuando ad. quieren el convencimiento de que los pr6ceres, á la altura del deber jurado, están resueltos á morir por la libertad é • 40 .. DRAMAS DE CONSTANCIO FRANOO V. independencia de la Patria! La pieza tiene contrastes bellí. simos, y el autor ha sabido dar tí los caracteres el colorido propio, empleando una habilidad de lenguaje, de unidad de acci6n en los personajes, de sentimiento y energía en el dis. curso y el diálogo, que ponen la Tragedia tí la altura del arte moderno, y hacen de ella IIna obra digna de ser encomiada. Al evocar el señor Franco V. y traer tí la escena aquel recuerdo glorioso de nuestro pasado, en que vencidas resiso tencias implacables aparece triunfante la libertad, que es el bello ideal de la bllmana inteligencia, presta al pueblo un importante servicio, enseñándole á amar aquellos grandes días de civismo y de crisis, en que el patriotismo desintere. sado supo oponerse á la tiranía secll la r, y echar los primeros cimientos de la patria libre, sobre que babía de levantarse la República, que "erá eterna entre nosotros, tí pesar de nuestras desgraciadas disensiones políticas. La representaci6n de ros Próceres una magnífica lec. ci6n patri6tica que debe darse continuamente, no tan s610 en los Teatros del país, sino también en los Colegios, á fin de enseñar á los pueblos y á 1.1 juventud, tí tributar vener .. ci6n á los insignes é ilustres varones que nos hicieron indepen. dientes y tí amar la libertad, que es el principio de todo bien, y el punto de partida del progreso. Concluímos felicitando á la Compañía Nacional por los progresos que diariamente va obteniendo, y al Sr. Franco V. por la nueva producci6n con que nos ba regalado, la cnal prest:. un servicio de no poca importancia tí nnestra Historia y hace honra tí la literatura patria. Bogotá, Febrero 29 de 1888. E. G. D. es • • JUIOlOS DE LA PRENSA. (De El Telegrama, número 389). El domingo pr6ximo pasado tuvo lugar la representa. ci6n del nuevo Drama hist6rico del señor Doctor Constancia Franco V., titulado Los Próceres. El Teatro estuvo colmado y el público aplaudi6 con en. tusiasmo y llam6 al autor á la escena. La señorita Micaelina Beltrán, que desempeñaba el pa. pel de Virreina, le present6 una corona. Felicitamos ni Dr. Franco por el buen éxito que obtuvo en aquella noche. (De El Liberal, número 5.°) Una concurrencia hien numerosa presenció el domingo último por la noche, la representaci6n de la Tragedia hist6. rica, en cuatro actos y en prosa, escrita por el Sr. D. Cons. tancio Franco V., con el título de Los p,·óCe¡·es. El autor fué llama,lo á la e~cena, y los aplausos del púo blico correspondieron á los generoso! esfuerzos del señor Franco V., quien con ánimo perseverante y dotes de escritor, no desmaya en la tarea de aclimatar entre nosotros este gé. nero tan difícil de la literatura. Por nuestra parte, presenciamos con júbilo toda manifes. taci6n espontánea de la sociedad, que tienda á poner eu evi. dencia que las ideas de republicanismo no se han sembrado aquí en terreno sstéril, 'i que 01 puehlo siempre tiene buen critero para acoger cuauto defienda su< derechos. Nos com. placemos en insertar tí. continuaci6n algunas frases 6 senten. cias de las aplaudidas en la obra del señor Franco; 42 DBAUAS DE OONSTANOIO PBA>TOO v. " El hombre que mira con indiferencia la opresi6n de otro hombre, labr~ la tumba en que ha de ver sepultada su propia libertad." " En política no se puede vivir de la limosna de nadie, sino del derecho que es un d6n de Dios." "Los pueblos no pueden renunciar ninguno de los atrio butos que constituyen su soberanía, y si un vencedor abusa de la victoria para imponer al vencido condiciones incompa. tibIes CaD su dignidad y su derecho, sólo la fuerza puede mantener semejante atentado." "Morir en defensa de los Daturales derecbos otorgados po¡. Dios al hombre, y que ningún mortal ni entidad puede arrebatarle sin cometer la más grande injusticia, es un deber ineludible en toda criatura racional." "Tengamos el valor de servir resueltamente tí la libero tad, iniciando el advenimiento de estas tres soberanías: la ,lel derecho sobre la fuerza, la de la inteligencia sobre las preocupaciones, y la del Pueblo sobre los Poderes públicos." "El colmo de la locura es querer la libertad, y asesinarla al mismo tiempo atropellando el derecho ajeno." Sentimos que las dimensiones de nuestro peri6dico no nos permitan extendernos más sobre una obra, que recuerda al pueblo una de sus páginas má9 gloriosa •. • JUIOIOS DE LA PRENSA. 43 LOS COMUNEROS. (De El Taller, número 86). lO Les v-ictoriauz 7IC sont pas tou)ours inv-tnciblu." MOME. DE MONTTEVILLE. Hay zonas en los tiempos como las hay en la Geografía. Desde 1765 á 1782 se ve en el Ecuador, por causa de la exn. geraci6n fiscal, y en el Perú, ca!, Gabriel Condorcanqui, de los antiguos hijos del Sol-1780-hasta los comuneros Ber. beo, Alcantuz, Galáu, Ortiz etc., una especie de fermento revolucionario, precursor de la grande erupción política de la Francia del 89. • Y cosa rara! Por e.ta vez el germen revolucionario no es en el mundo nn contagio del viejo Continente. Los héroes del Socorro no hahían oído hablar de Mirabeau, Robespierre, Marat, ni Dan ton ; y más tarde en 1848, tras el 24 de Enero en Caracas, estalla París en Febrero siguiente, y el trono de Luis Felipe es quemado por el pueblo victorioso á los gritos inspirados de Viva la República! y qué año aquel! Toda la Europa ardi6 como un inmen. so J orullo de un extremo al otro. Una enorme serpiente marina apareci6 en los mares de El Gabó; y el Punch de Londres parodi6 la escena por una barca colmada de Reyes, desmayándose y teniéndose las coronas á la vista del monstruo marino, convertido en una especie de esfinge, con cara de irritada mujer, coronada por el gorro frigio I nRAMAS nE OONSTANOIO FRANOO V. ¡ Qué mucbo que cuando tí fines del pasado siglo flotara en la atm6sfera cierto germen de impulsi6n popular, nues. tras compatriotas del Norte olvidaron la secu lar sumisi6n de vasallos para aspirar á ser contados por bombres 1 i Y quién da ese ejemplo de resurrecci6n personal 1 Una mujer, MANUELA BELTRÁN, imitarla eu Francia por Carlota Corday, y en la Santa Fé de Sámano, por la heroína Policarpa, honra y orgullo de aquellos tiempos de amor pa. trio y de grandeza viril! Ese ejemplo de energía de una alma varonil en un cuero po femenino, fué un conjuro; y la tierra brot6 caudillos y solúados armados con el tremendo ariete del derecho. El de. recho !.... Terrible sarcasmo! Bello como el sol. Un turbi6n de polvo levantado por el vendaval lo anula para el ojo y lo cubre como de un sudario. i No es esta la historia del mundo 1 Los homhres evocados por una revolución hija de los atropellos de un Gobierno cruel y codicioso, dueños unos instantes de sn suerte, cándidos en su infantil inexperiencia política, y seducidos por las intrigas de la perfidia, en que no se escasearon los respetos de una religi6n de incompara. ble santidad; demasiado confiados en la justicia de su causa, cedieron generosamente á las cínicas falacias de sus tira. nos y tendieron el cuello al dogal de los verdugos! Hé ah! el grande hecho que nuestro compatriota D. CONSTANOIO FRANOO VARGAS ha dado tí la escena, como una muestra mns de sus beilos esÍLlerzos en pro de uua en. señanza objetiva de nnestros anales nacionales, exornados JUIOIOS DE LA PRENSA. 45 por el incentivo cautivador de episodios tan bien ideados como altamente in teresantes. Tal es el Drama de Los Comuneros. Lucba de la justicia de la víctima inerme é inocente, contra un venlugo codi. cioso, cruel y sin conciencia, para quien son lícitos el frau. de, la crlleldad y el perjurio. Página de lumbro~a enseñanza, que bubiéramos debido no olvidar jamás, y ver siempre como un faro salvador sobre una costa de arrecifes. De aquí, y de mil otros muchos becbos semejantes de nuestra Historia patria, traen origen aq Ilellas vigorosas pa. labras del Hércules sabio, guerrero y profeta sud-america. no, al caer aplastado por la cúpula que su genio había levantado á su gloria: - " No bay fé en América, ni en los bombres, ni en las Naciones. Las leyes son papeles; las Constituciones son cuadernos; las elecciones combates; Jo. libertad anarquía, y la vida un tormento! " En el Drama de Los Comuneros se destacan, sobre todas, cinco figuras esculpidas con mano firme y feliz: El Ma~'qués de San Jorge. Su esposa Doña María. El Generalísimo Be?'beo. El dominico Archila. y el terrífico Visitadar Gutiérrez de Pimeras. Estos cinco personajes cada uno con su faz acentuada. mente característica, son el alma del Drama. Hay naturalidad y energía de lineamiento en muchos 46 DRAMAS DE OONSTANCIO FRANCO V. otros. Pisco es un tipo, Galán un patri6tico destello; pero en primer término descuellan los cinco caracteres indicados. La adorable Marquesa trae á la memoria el bello pro. verbio francés: "Ce que ¡emme veux, Dieux le veut." Como otra Débora, 5610 ella ve y revela el porvenir. Fray A1'chila es un Las Casas po](ti co ; inspirado en Su patriotismo por el verdadero espíritu de la fraternidad evan. gélica. Berbeo, como todo Libertador, tiene como el HOMBRE DIVINO, su entrada triunfal entre las aclamaciones popula. res; y su súbito infortunio: un Pretorio de ignominias y un Calvario de tinieblas! El lengtlaje de este gran Masaniello, no será oído sin emoci6n por el espectador. La elocuencia del amor á la Patria electriza á las almas nacidas para el bien. El Visitador Gutw1'rez, tipo del pirata, del esbirro y del sátiro, tiene toda la codiciosa crueldad del primero, la ser. vil asiduidad del segundo, y del tercero el cinismo insolente. De él, decir más, sería decir menos. El Marqués de San Jorge .... Qué es 1 Un verdadero ca. ballero ; un noble-noble . Comprendía que: El grande no lo es sino para amparar al pequefio ; El sabio para ilustrar al ignorante; El rico paro. consolar al pobre ; y El fuerte para. proteger al débil. La belleza de su alma fu é la raz6n de su infortunio; por. que como alguien lo ha dicho, en la vida: 47 JUIOIOS nE LA PRENSA. " Para la virtud, desdén, Grandezas para el malvado; y siempre en Jerusalén Es Cristo á la Cruz llevado, y Barrabás á un Edén." Que nuestro antiguo amigo el señor Franco V. continúe en sus bellas y fecundas tareas. Esa Historia que palpita y vive, y siente y se mueve, y habla á los ojos del pueblo, aparte de los obligados arabescos del ingenio escénico, vale para la enseñanza popular una cátedra digna de Tácito, de Josefa, de Segur, de Gihbon. de Cantú, de Lord Maculay. Falta aún una palabra entre el autor y yo. El Drama hist6rico de Los Comuneros, aurora sin par del gran día de nuestra existencia uacional: bello como Drama y bello como Historia, dedicado al antiguo maestro y al antiguo amigo, en las horas en que él lucha en las ago. nías de un destino, insaciable de crueldad é incansable de injusticia, vale la obra divina del que enjuga la última lá. grima en la faz del moribundo .... M. M. MADIEDO. Chapinero, Mayo de 1888. LOS COMUNEROS. Dramt\ de D. CODsta.ncia Franco V. Al considerar cualquier obra literaria del género dramá• • 48 DRAM AS DE CONSTANOIO :FRANOO Y. tico, es necesario tener en cuen ta las reglas que constituyen la parte científica del arte, ií fin de averi guar si la composici6n sujet a al estudio, resiste los embates de la crítica. Las leyes n que estú sometida la Dramática, son propiedades inherentes á ella, y no un vano capricho de la fanta sía; y su conju nto aplicado á la creaci6n constituye la parte artística. Estas leyes 6 reglas, discutidas por clásicos antiguos y modernos de todas las escuelas, nesde Esquilo y S6focles, hasta Moliere, Racine, Dumas, Vícto r Rugo y otros autores contempornneos, han descendido ya del caos en que las man_ tenía el capricho, para toma r lIna forma real y tangi ble, verda deram ente práctica. Como vamos en estas líneas tí emit ir un juicio respecto de la obra con cuyo nombre encabezamos este artícu lo, se nos perdo nará que previamente dejemos consigoados los principales preceptos á que tienen que sujetarse las composiciones dramáticas. La acci6n debe ser grandiosa, pero no tan complicada que alcance tí distra er la atenci6n del espectador respecto del punto principal del argum ento. El protagonista 6 héroe ha de descollt.r por su grand eza de espír itu, cuale3quiera que sean las situaciones, favorables 6 adversas, en que se le coloque. Obtenidas estas dos cosas, hay que atend er á que los ca. racteres de todos los personajes sean variados á la par que sostenidos, ne mane m que cada cual se exprese con su leo- JUICIOS DE LA PRENSA. 49 guaje, proceda con sus pasiones y razone con sus propios ... JUICIOS. En cuanto á las unidades de lugar y de tiempo, tan interesantes en el Drama, si de ellas debiera cuiclarse religiosa_ mente en piezas de argumento inventado, no pueden exigirse en composiciones de épocas hist6ricas, en las que el autor debe guardar fidelidad á la narraci6n, y mucho más si ésta es contemporánea. El diálogo dehe hacerse rápido y contener toda la idea que en él quiera expresarse; cuidando de que el estilo, que ha de ser fluido, elocuente y sencillo, pinte las pasiones tan naturalmente que hiera la sensibilidad del espectador. Es bajo los anotados conceptos q ne vamos á dar, en bre_ ves palabras, nuestro parecer respecto de Los Comuneros, obra, sin duda, de evidente mérito. La acci6n del Drama pasa en el antiguo Reino de Gra_ nada, hoy República de Colombia, por los años de 1780 á 1784; Y el argumento que no ha podido estar mejor elegido es, en tesis general, el siguiente: Reinaba en Granada el Virrey Fl6rez cuando hubo de ocurrir una de~avenencia á mano armada entre la Inglaterra y la Madre patria, que di6 pretexto á la España para aumentar inconsideradamente los tributos que pesaban sobre los colonos de América; en viando á todas sus posesio_ nes ultramarinas Visitadores fisca les, armados de facultadeo omnfmodas, á fin de repartir y hacer efectivos los im_ puestos que se crearan. Para Granada se confi6 esta delicad.. misi6n á D. Fran4 líO DRAMAS DE OONST ANClO FRANCO V. cisco Gutiérrez de Piñeres, hombre audaz y desapiadado, quien tom6 á poco de su llegada á la Colonia las riendas del Gohierno, por la circunstancia de haberse retirado Fl6rez de Santafé, capital del Reino, para Cartagena, en defensa de las costas del mar Pacífico. Gutiérrez de Piñeres eu posesión de la Magistratura, hizo pesar sobre sus vasallos el miÍs soez, inicuo y cruel des. potismo, aumentando á la vez de un modo enorme los .. De. rechos de Alcabala y los de A,-mada de Ba,-lovento;" llegando i tal extremo su tiranía fiscal, que hizo suprimir la~ poblaciones en donde había menos de mil habitantes, para vender las tierras 6 Resgua,-dos de indígenas, por cuenta de la Real Hacienda! hdigoados los indios y mestizos con tales procederes, y viendo que se les trataba con más rigor que á los aborígenes del tiempo de la conquista, resolvieron protestar por la fuer. za del ominoso poder que los subyugaba, y empezaron á conspirar contra sus inclementes señores. Empero, falt!Íbales un hombre de posicióu que diem uuidad, concierto y presti. gio á la revoluci6n, y encontmron al Marqués, D. Jorge Lo. zano de Peralta, sujeto ilu~trado, inteligeúte y de gran foro tuna. Siendo en Sautafé, en el palacio de este noble hidalgo, que se dió forma precisa á la guerra, entre Lozano de Peral. ta, el dominico Fray Cirineo de Archila, D. Manuel García Olano, Administrador de Correos del Reino, y otros patrio cios de distinci6n. Era hacin el Norte de Gmnacla donde tomaba mayor incremento el calor reyoluciouario, y por esta raz6n fué JÚIOIO S DE LA PRENS A. 51 I envÍlIdo á aquellas tierras el entus iasta Archila, con una sentida Proc lama del Marq"és de San Jorge, á la que se di6 por los rebelrles el título de Gran Oédu la del pueblo. Ar. chíla llega al Socorro, confereuci~ con D. Juan Francisco Berbeo, hombre de resoluci6n y de prestigio, y el 16 de Marzo de 1781, se hace un pronunci~miento en esta ciudad, en el cnal se distinguen Manuela Beltrán, que rompe los Edictos del Visitador sobre el cobro de los impuestos, Juan Mannel Ortiz, y un ciudadano del pueblo, llamado José Delgadillo. A la par de este bélico alzamiento, se efectúan otros en distintos puntos del Norte, en los que sobresalen por la acti . .-idad y energía, Lorenzo Alcantuz, José Antonio Galán é Isidro Moli na; concurriendo todos los pronunciados al So. corro para traba jar IInísonamente por los intereses del pue. blo; motivo por el cll"l el alza1l1iento t01l16 el nombre de Revolución de 1.08 Comuneros. Sabedor el infatuado Vi.i tador de estas novedades, reúne la Audiencia, la encarga del Gobierno, y víctima del pánico, Ee retira á Cartagena á dar cuenta á FJ6rez de lo ocurrido. El augusto Tribu nal envía tropas sobre el Soco. n rrQ para someter y castigar á los rebeldes, pero éstos había avanzado ya sobre el Puen te Real ; en donde las huestes de la Audiencia se les entregan, sin sa lvar siquiera el honor de su causa. Barbeo, al frente de los Comuneros, avanza sobre San. tafé y se sitúa en el sitio de los Mortiño8, cerca de Zipa. quirá, en donde sus peones llegan al número de veinte mil, 52 nRAMAS nE OONSTANOIO FRANOO v. casi todos indíg enas, parti dario s en gran parte de D. Am. brosio Pisco, repre senta nte de su raza., seño r de Chía y Pr(nc ipe de Bacatá. La Audi encia , atem oriza da de la popu . lar dema nda, envía comisionados á Berb eo, y se hace n entre é"te y los Delegados de aque lla Corp oraci ón unos Trata dos, llamados Capitulaciones, que pone n térm ino á la guer ra, con la abolición de los nuevos impUestos y otras concesiones hech as al pueblo. Desarmados y pacificados los Com unero s, llega n á la ca. pital tropa s veter anas y muni cione s de Carta gena , pedid as por la Audiencia, y entonces los mand atario s falta n villa na. ment e á su palab ra jurad a, romp en las Capitulaciones, y de vuelt a al Pode r el Visit ador Guti érrez de Pifieres, persi gue á los revol ucion arios con incom parab le safia y crue ldad ; siendo condenado el Marqués de San Jorge á las bóvedas de Boca chica ; Arch ila á claus ura en lIn Conv ento de su Orde n en Espa ña; la Beltr án á prisión perpe tua en el Soco rro; Berb eo á la pérdi da de sus título s y dign idade s; y Molina, Alca ntuz, Galá n y Ortiz al supli cio de la horca I Tal es el argum ento del Dram a, que encie rra, n6 corno en las Trag edias griegas, la vida de un homb re, guer rero ó semi-dios, sino toda una época histórica, precu rsora de la J ndependencia de Amé rica. Exhi biénd ose en el conju nto de la obra, perso najes hábil ment e sostenidos, como a-:¡uellos de que hemos hecho mención, el del Oido r Vasco y Varg as, de etern o recuerdo en los anale s patrios, y el de doña Marí a Tade a González Manr ique, esposa Jel Marqués, que respl an. dece por la virtu d y el genio. JUIOIOS DE LA PRENSA. 68 Cábenos preguntar abora i se presta la narraci6n transo crita al Drama 1.. .... Este interrogante merece contestaci6n afirmativa, pues es evidente que la Revolución de los Comuneros es una epo. peya de nuestra historia nacional, por la energía, valor, hon. radez y trágico infortunio de aquellos hombres que, protes. tan do contra una tiranía de tres siglos, enseñaron á sus des. cendientes el camino de la libertad. Dada la bonuad del argumento, el Sr. Franco V. cuidó solícito de que los caracteres del personal de la obra fueran distintos, conservando en cada uno la unidad de expresi6n, de sentimiento y de acci6n; y haciendo de algunos de ellos, tipos verdaderamente artísticos, teatrales y muy escénicos. El diálogo es ligero; el encadenamiento de la escena me. t6dico, y la composici6n bella en su forma, fácil en la dic. ci6n y amena en el estilo. y sea esta la ocasi6n de consignar aquí, qlle el Drama Los Comuneros, adernru; de su belleza y propiedad artísticas, es una magnífica lecci6n, útil para todas las clases sociales, por la enseñanza del mru; grandioso episodio de cuantos re. gistra nuestra Historia, precursor de la Independencia de la América meridional. Bogotá, Julio 20 de 1888. ISIDRO VARGAS V. DRAMAS DE OONSTANOIO FRA.NOO T. EL DEMONIO ALCOHOL. (De La Naciím, número 294) . • :, L'homme es mor~ dansl'ivresse du vin .... " PYTHAGORE. Con el título de El Demonio Alcohol acaba de dar á luz nuestro ya muy notablemente cnnocido escritor, D. CONS. TANCIO FRANCO VARGAS, un nuevo Drama de su fecuuQa pluma; el cual, aparte de su mérito artísti o, tiene el ,v'l' interesante de abrir un vasto campo á nue,t ros ingeoi ". para el cultivo de un género escénico de la más alta impo • tancia: la exhibici6n de aquellos desórdenes morales Iliás comunes y funestos en nuestra sociedad. Entre nosotros hay tres demonios c o culto ir" r es el azote de este bello y desgraciado p La embriaguez, El juego y La holgazane?'ía; expresi trpica de la pereza y lep'" de nuestra raza. Esto, en cuanto á los vicios. En cuanto al crimen, nada es mns común en nuestros Juzgados y Tribunales que las causas por hurto, robo, es. tafa, riñas, heridas, homicidios y ase,iuatos. Esto es lo oro dinario, lo común en nuestra estadística jurlicial. Y es más que probable que gran parte de esos crímenes, tienen por padres iÍ los tres vicios ya referidos: la embriaguez, el juego y la holgaeanería. • 3OI010S DE LA PRENSA. 65 Quiere decir que, persiguieDdo sin tregua ni contemplaciones esas tres deplorables propensiones, se hace mucho, inmensamente mucho, por salvar á la sociedad de un gran diluvio de los crímenes que con más frecuencia la torturan y avergüenzan. Es, pues, un alto honor para el Sr. Franco Vargas, el haher roto la marcha en la vía de atacar los tres frecuentes vicios referidos, empezando por el bello Drama EL DEMONIO ALCOHOL, que, á más de joya literaria, es un ejemplo, una m:m-lItián del atriotismo sincero y desinteresado, presen_ ~ á nuastr talentos nacionales. Pero sin esflerar á que el ejemplo surta 6 n6 su efectos, dINamos que.1 bien inspirado autor de EL DEMONIO ALcPlIOIio, nOll regale con otros dramas, El Jugador y El Hol. ~cou toclle, sus tremendos apéndices. ¡-~!!atIiIül:Dilll~ora l es el medio principal de toda mejo. ra social rege ; y pocas escuelas como la del Teatro, cuando éste está inS1Jira or el magnánimo sentimiento de un desinteresado prop6sito de un patriotismo verdatlv de mejorar á los hombres. Ahora, yendo al examen, siquiera sea rápido, de la nueva pieza EL DEMONIO ALCOHOL, su primer mérito es la gran sencillez del argumento; condici6n indispensable para que la unidad de acci6n se conserve en su mayor pureza, como lo exige el interés dramático y el primero y principal de los preceptos del arte. En él abunda la escena en cuadros de patétioa eioouen. oia, y en cuanto al desarrollo del argumento, los personajes • , liS DR!. MAS DE OONST ANOIO lI"R.UWO T. no pueden estar mejor caracterizados. El Doctor Sem. pronio, uno de los culminantes de la obra, es. el verda. dero médico, el médico ¡¡16sofo, á la altura de esa generosa misi6n de aligerar, siquiera con la ciencia, unida á una consoladora benevolencia, el ponderoso fardo de esta vida de dolores. Bien bicieron los antiguos en divinizar la Medicina, haciendo de sus ap6stoles un cuerpo sacerdotal respetable y venerado. Sacerdote del cuerpo, s610 al del alma cede el mé. dico en importancia "acial sobre la tierra. Su misi6n es grande, es sublime; y en el Drama que nos ocupa, el Dr. Sempronio, fil6sofo, profesor y amigo, llena esa noble mi. si6n de una manera ejemplar. Humberto, el protagonista. de la pieza, está exhibido de relieve. En su madre, Olemencia, se veD, todos los de. fectos de la sublime terneza del amor materno. En el de es~ desgraciada criatura hay dos grandes escollos: el del amor de la mujer y el del amor de la maclre: grandes, sublimes; pero grandes y ciegos como Homero. Gustavo es uno de los j6venes perdidos de nuestra sacie. dad; de esa escuela que prefiere una hora de vida en Fon. tib6n á todos los siglos de la posteridad, según decía el antia. quefio Menéndez en los días del General Santander. Es un tipo del sensualista sin más Dios, ni más ley, que el éxito del placer del yo. Contagioso como el tifo y la viruela, y buscando siempre á quien envenenar, porqne esa clase de gentes aspiran de ordinario á demostrar que sus vicios son simpáticos y populares. p. '¡uwn, sin ser lIn mal padre, no es un padre blleljO, 5'7 puestos , todo lo bueno . . . . plUire como hay muchos, dis incapaces de hacer nada por 8U8 hij os ; pero indolentes é a parte, ¡ quién ignora para apartarlos de lo malo. Po r otr Libro Sa nto nos da 811 . . hay índolea iu"domables! El caracteres; siempre rebacillll ~n UD tipo de esos malOA m.. l; y Humberlo ea el ra pa s dle d6 re mp sie n, bie el para un a lDueatra de' elloo. oirvientea de pe no . El criado Pedro que, como todos los rter frasea que DO son de ve n, ció ita im r po le. sue s, lta cu s oa igros del contegio moral. pel los de n me eci esp IIU J'Il se, ola In templanza, acab6 en los _ejores hábitos de sobried:\.1 y n contaminosa. de'ICI/,nuual, al ponerse on situaci6 y eJ:. natural y tan Ilatllfl\lmente descrito becÑII bé no se puede menos de exclamar: a, cí natu ral ez a: Quien Ctm 101108 aM de la contingencia y El desenl.ce reúne las coodiciones rilo e vacilaba eo llevar al béroe , un.A ~ la naturlllidad. .. 1 asilo de los muertos I ~D*ra el vicio y se le lleva re del au tor ; 1 el El di&logo suelto y brevo es siemp El objeto es altameDte intere. ~, .,ompleto y cumplido. por su generoBa fecundidad moral. lo na tur al borrible. de dad bel la a tod lle tie a am Dr te ElI de 1" deformidad que 6n cci rfe pe la n eja reB nea cio De Bu senciarlo sin un a bonda ,,,,,,,,n i y la sociedad no podrá pre al ver en pesar, de indignaci6n y de vergüenza, mberto,lIna tremenda foto. ¡lfir~o 1 pervertido Hu veD~lId yaDa, f~ro . 1 elel des~illo de ... ~ll d,. '" ' &8 DB AB AI D. roRSTANOIO I'BJ .ROO V. cínica y vulgar, bochorno y rui na de los suyos, y _n da lo y oprobio de la Pa tri a. Que el au tor no pie rda la vía en qu e ha en tra do ; y la familia le deberá paz y honor, y la Pa tri a la salvaci6n de muchos de sus hijos. Es ta gloria es gr an de ; y mlls qu e gra nd e, fecunda, verdadera, en vid iab le! M. M. MADIBDO. Chapinero, Agosto de 1888. (De El Tel.gram,., número 646). UN NOBVO DR AM A. -E I Sr . Dr. Constancio acaba de da r á luz un a de sus me jores produccion811 rias, int itu lada El Demcnw Alcoh ol. Este conocido esc rit or, inf ati ga ble en pro du cir pa ra nuestro país, presenta á la sociedad un nuevo texto de enseñanza, en la obra á qu e aludimos, llevado solamente po r el sentimiento del patriotismo. Dramas como El Demonw Alcohol, qu e pone de relieve el vicio y la degraJaci6n en sus má ., repugnantes manifesta. ciones, son los qu e se necesitan pn ra ver de co rre gir los ex. travíos humanos. La experim en tad a plu ma del Sr . Fr an co V., y los rápidos progresos que en la escena ha hecho In Compaliía Dr am áti ca nacional, nos inducen , oreer qu e en la noohe del dfa di m lll nl , In qUI le reprel8Dtari 1I pia Ba , qUI nOl _ _ .nnoros DII L& PBIlllSA. 69 gustoso al Te atr o, ap oy an irá urr nc co co bli pd el o, nd irie ref nuestros compatriotas. do COn su presencia el tra ba jo de nuevo Dr am a nu est ro Po r lo demás, reciba el au tor del oonlial saludo.. Bogotá, Oc tub re 12 de 1888. EL DEMOI\JO ALCOHOL. tuvo lug ar en el Te atr o En la Docbe del 13 del pre sen te del nuevo é im po rta nte ltalo-colombiano, la representaci,íll V" qu e lle va el tIt ulo COn Dr.III1I• .de D: Coustancio Fr an co Iculo. ~.be!IIIDn08 el presente art en tra r al T4IIIfué Due..tra sorpresa cuando al alc an za ba ' lle na r todas uo cia en urr nc co la e qll o, vim tro , a' da r á la escena un a ib se e qll go lué .de de. es, dad ali 1118 loc dra ma tur go , cuyo alcance o did lau ap y do oci con tan de ra ob los vicios qu e más mi na y mo ral y cient(fico combate lino de o, desquicÍ'a la soc ied ad : el alcoholiBm en tre n080tr08 int eré s Qué, nOS preguntamos, no ha y ya te 1.. ... . Miramos, acaso, po r la bueno y lo qlle es convenien zas qu e tie ne n tan bie nIOn indiferenoia, e.'as útiles ensefian hechoras tendencias t concurren, segdn el A las representaciones tf.atrales go , tre . gru po s de la _n tll ad o jui cio de Vl cto r Ru o cu lto ' la religi6n de l nd die rin e qu es, jer mn Iae : ad _i ed 6 Comedia, el juego de '" _lI till lia nto , b_ D 8Il el Drama DBAII.1.8 DI: 001118'1'.1.11010 WBAlIIO O V. pasiODes qu e bie ren dir ect am en te su coraz6n : los pe ns ad orl l¡ qu e pe rsi gu en los car act ere s y las ensefíanzas fec un da s; y el vulgo ó clase poco int eli ge nte , á la qu e no en tus ias ma aino la acción, la mímica, el ap ara to de l proscenio y los graDdee y terríficO/! golpes escénicos. Así, cuando se an un cia la repres entación de un Dr am a de costumbres, y sobre todo, de un a costumbre tan conocida como la qu e estudia el Sr . Fr an co V. en la ob ra alu did a; la mu jer toma poco interés en asi sti r al Te atr o, po rqu e no cree halla r en el espectáculo el res ort e qu e la \la ma la ate n. ciólI y co nm ue ve ; el pensador se mu est ra ind ife ren te, po r. qu e juz ga qu e se le va á de cir lo qu e sab e y presencia todos los día s; y el vulgo ee mu est ra des defíoao, po rqu e 110 gU I_ .Ie ver fotografiados ciertos vicios , qu e rep res en tan el dro sombrío y desconsolador de las más tristes miaec'Í1 la vida. Pensando en la an ted ich a observa ción, nos dim ol cu en ta del po r qu é de la f"l ta de nume rooa co nc ur ren cia ' la re. presentaci6n de El Demonio Alc ohol. Sin embargo, an ali . zando este Drama, no solamente en lo qu e es en sí como ob ra de art e, sino en sus tendencias , hallamoa, y así n08 pa. reció al verlo eje cu tar , qu e lle na las exigencias qu e pBl'lli. gnell la mu jer y el pensador, y qu e es én ex tre mo oo n" e. niente pa ra el vulgo. En efe cto : el papel de Do la OZemencia, desdiobadá cu an to complaoiente madre, tie ne momeuto/! de ter nu ra qu e de lei tan , eacenaa de arr ep en tim ien to qu e arr an ca n 16gri1l1 1 ll , $raIIIP!lrHI de p¡ or lIIate1'lll1 que OOllm U"ell ¡ del.,...."... JUIOIOB DE LA PRENSA. 61 todas las fibras del sentimieDto á los arran ques de una pa. 8i6n tan viva cuan to sentida. Su hijo Humberto, que en definitiva viene á ser el pro. tagon ista de la pieza, no puede ser un personaje más típico pa ra la escen a : Representaci6n fiel del engre imien to y la vanidad, su. perficial y tenaz, cargado de ideas románticas, á la vez que víctima de un aterr ador sensualismo, en la flor de la edad se deja lleva r por los impulsos del place r mate rial, y cae al fondo del vicio más peligroso y degra dante , cruzando por todas las degradaciones de la prostitllci6n hasta llega r al tér. mino fatal de la muer te por el delir ium trem ens! Hum . berto es, sin duda, una espléndida lecci60 objetiva respecto de los estragos que trae consigo la intem peran cia en la be. bida, y aun cuando muy frecu entem ente vemos gentes de todas condiciones sociales víctimas del abuso del licor, el señor Fran co V. ha dado tal colorido ,,1 protagonista de su pieza, y puesto en él una acci6n tan trági ca y lIeoa de con. trastes, que interesa desde el principio hasta el fin por la novedad. El Doctor Sempronio, médico de ciencia, de experiencia 1 de conciencia, es también, en su clase, un carác ter aca. bado, que edifica por el razonamiento y enter nece por la benevolencia. Eu este personaje hay para el público iluso trado toda una enseñanza útil, fecunda y sublime. Pedro, sirviente de Hllmberto, es la personificaci6n de la sencillez, del candor y de la inocencia, que sucumbe unas veces por falta de criter io ilustrado, y Be levan ta otras auxi . 62 • DBAMAS DE OONBTANOIO FRANOO V. liado por el sentido común, que es menos común de lo que se piensa. Don Juan es un padre amoroso y honrado, para quien la moralidad es la suprema ley ,le la vida, pero que carece, como tantos padres, de energía, para hacer que aquellos que le pertenecen cumplan su deber. Gustavo, mozo superficial, que sirve de tent~ción á Hum. berto, es de aquellos espíritus que no comprenden la existen. cia sino para el deleite; para quielle, "nada importa vivir cien años ó una sola mañana, con t~l que la diosa del placer DO escasee sus alegrías." Lo hemos dicho más de una vez al ocuparnos del arte dramático: para nosotros no hay Drama, desde luégo que falten en él camcteres sostenidos; acción viva y ascendente en interés; tendencias uniformes y catástrofe. Y en nues • tro concepto, el señor Franco V. atiende á estas necesidades con mano maestra, haciendo de los personajes supuestos, personajes vivos. Agréguese á lo expuesto que el dramatur. go se distingue, así en el estilo como en la trama de sus obras, por la lógica y continuidad no interrumpida de las ideas y de los sentimientos, dialoga con sencillez admirable, y da á sus frases una entonación verdadernmeute poétic~, y se comprenderá por qué las piezas de este escritor son siem. pre aplaudidas, á pesar de la euvidia que entre nosotros, dicho sea de paso, hace guerra sorda, ó mira con indiferen. cia los grandes esfuerzos y las manifestaciones del genio. En El Demonio Alcohol, los padres y madres de familia, y los jóvenes, sobre todo, encontrarán consejos de no poca JUIOIOS DE LA PRENSA. importancia para la vida. Allí se ven de Ulla manera aterra. dora, por la realidad del cuadro, las funestas consecuencias de la irreflexión, de la culpable tolerancia para con el vicio, de la reprensible debilidad, y de c6mo es que se dan los primeros pasos en el camino del mal, que llevan á la relaja. ci6n completa de los buenos sentimientos, y aun de la natu. raleza física del indi viduo. El señor Franco V., cambiando de género, ha pasado del Teatro histórico, campo ameno de enseñanza, al Teatro de costumbres, medio el más eficaz de moralización, cuando con ánimo levantado y atrevido, el dramaturgo, sin contempori. zaciones de escuela, presenta de bulto los vicios que desea combatir y los expone con la franqueza de la convicci6n. Si al presente El Demonio Alcohol, que está escrito con todas las prescripciones del arte escénico y gran gusto lite. rario, no ha sido tan calurosamente aplaudido como los de. más dramas del autor, débese esto á que entre nosotros no está todavía tan exaltado el gusto del público por las repre. sentaciones de los hechos de la vida real, que no sean estric. tamente históricos, como por aquellas creaciones en que el poeta deja correr su imaginación en lo fant.ástico y produce cuadros de conveniencia, en el prop6sito de deleitar en vez de enseñar y de convencer. No obstante esto, el señor Franco V. debe tener el con. vencimiento de que su obra ha tenido séquito y tendrá bue. na suerte, así por su forma, como por RU fondo y el destino á que va dirigida; y nosotros lo felicitamos una vez más por tan notable y oportuna producci6n. Bogotá, Octubre 18 de 1888. L. F. LINCE. • DRAMAS DE CONSTANOIO FRANOO T. , EL PARAISO PERDIDO. (De La, N otíeías, número 211). NUEVA PRODUCCIÓN DRAMÁTICA.- No es la primera vez que nos toca anunciar al público la aparición de alguna nueva obra del Sr. D. Constancia Franco V., y la grata tarea de felicitarle por el perseverante empeño en sus labo. tes intelect.uales, y por el éxito con 'lile ha logrado coronar frecuentemente sus tra bajos. Trntase en esta ocasi6u de uua Comedi~, en cuatro actos yen prosa, pror:ta á ver la luz pública, y bautizada por su autor con el título de El Paraíso pe?·dido. Ante todo, debe. mos considerar el prop6sito moral y social que entraña: propónese el Sr. Franco V. exhibir, tan claramente como. sea dable, la serie de amargos disgustos y de funestas coliseo cuencias á que dau lugar los matrimonios inconsultos 6 eféc. tuados por el odioso móvil del interés. Tema digno de seria atenci6n, porque comprende un mal social muy grave, y si la misi6n del escritor es la de corregir los defectos y los vi. cios, nada mejor que aplicar la crítica amarga y severa ti aquellos hombres que no consideran á la mujer con el res. peto y amor que le es debido; que olvidan en sus mundh. nales extravíos que ella es la dulce compañera del hom!;re y la que, como maure, como esposa y como amiga, tiene siempre un fondo inmenso de ternura y de piedad; caudal que la hace sensible y creyente, y con el cual arrostra con ánimo sereno las miserias y dolores de la vida. « ¡O{OIOS DB LA PRENSA. 65 Sefialar el extravío del hombre, hacer comprender cuán • •to e¡¡ige éste á menudo. de la infeliz mujer, condenada al aislamiento y á la práctica de las virtudes cristianas, sin más apoya ni esperanza que la de su f6 en Dios; detestar el vicio por las funestas consecuencias que produce, y tratar de inspirar <ln todos el deseo Je aparecer sinceros, tanto en sus pensamientos como en sus acciones, son, ciertamente. ten. dencias morales que deben proponerse cuantos aspiran á la mejora d. la sociedad. Por esto complace muchísimo oír eu boca de Luis, uno de los protagouistas de la pieza de que DOS ocupamos, la ,siguiente frase, que parece síntesis de la tendencia que se propone el autor: " Soy enemigo. en nombre de la moral, de la religi6n, de la sociedad y de la familia, de los malos enlaces; de los buenos nó, porque nada hay más digno de admiraci6n y ,de envidia, como el espectáculo de un matrimonio donde rei. Dan la paz, el orden doméstico y la lealtad y considera cia. DeII recíprocas, s610 por el amor. las buenas costumbres y la . educaci6n de los esposQs." y cijando Laura, la enamorada Laura, compendia en las siguientes reflexiones. el heroísmo 6. que siempre está diapuesta la mujer. se aprecia mejor aun el íntimo pensa. miento del autor al po,oer su pluma al servicio de tan noble tIIndel\cjl;> : " ..... , i Acaso el ma\riJ;oonio vive ,para el {Uuodo 1 i No ea liD estado mucho más tranq'Jilo y feliz, mientras más Lejos esté del bullicio de la sociedad l ...... V.. ya, sed razona. bies, Dejad á I~ mujer que. obre con Ij,bert¡¡d, siquiera sea 5 • DRAMAS DE CONSTANCIO FBANCO V. en el acto mlÍs solemoe de su vida. No la queráis encadenar á un poste fatal contra sus convicciones, su ternura y sus sentimientos, que si no es dichosa con el hombre de su elecci6n, al menos la quede el recuerdo de los días de ventura que la ofreci6 el amor." Nunca podrá ponderarse bastante la necesidad y el deber que todo hombre de coraz6n y de levantados sentimien_ tos tiene de trabajar en mejorar la suerte de la mujer, de la dulce compañera con quien liga su suerte en el mundo. De modo que, lo repetimos, el prop6sito moralizador del Sr. Franco V. no puede ser más laudable ni de más trascendentales consecuencias. i Pero ha conseguido el Sr. Franco V., en la forma expositiva y cuasi didáctica que ha dado á sus ideas, llenar las exigencias del Teatro, dar interés á la acci6n, relieve á 109 caracteres y movimiento al conjunto! Por nuestra parte hubiéramos querido que diera mayor importancia á la necesidad de crear argumentos complica_ dos, ingeniosos 6 dramáticos, como que los espectadores exigeIi siempre emociones fuertes, y se inclinan, de preferencia, á recibir con más gusto la enseñanza deductiva que la que se les tributa en elocuentes frases, aunque éstas se apoyen en el cri.tianismo y en la más pura filosofía. Puede que en las piezas de asunto hist6rico-heroico, haga, á veces, mejor efecto la sencillez, y que, aun sin accesorios, cautiven la atenci6n de los espectadores por el hecho &610 que recuerdan á nuestra mente. Ya vimos que el público de Bogotá aplaudi6 con enérgico entusiasmo las obras 61 IVJ mO l Da LA "D U . lo 8ámGno y gl 20 dos títu r po aD neV e qu V. co an Fr r. de18 co V. despertar el amor an Fr . Sr el I6 Iog s ba am n Co . lW Jv de la lu• n el recuerdo patrio de 8UB paisauoe, iuapi....rles co los ti ....nos y 8ublime • por la libertad, odio inteuao , de la Patria. admiración por los pr60ares y m' rti res las que el autor no Pero ID 1a8 piezas de tema lOOial, eu e el asunto le procura dispone de la simpatía anticipada qu n como parte de la epo. ouaudo .. tra ta de hechos que figura curiosidad por medio peya nacional, hay que estimular la con el primer req uiaito del argumento, si .. quiere cumplir erés. qU ID las tablas .. w ge : el del int exteuao, pues pl6No uoe cumple emitir UD juicio m ú icada obra, es seguro ind la de n ció ari ap la _ o com a úm éstra habmn de con• nu la e qu s nte ete mp co ú m s ma pln que sivos de su mérito. pre ex y s ado oD raz los ícu art rle ..¡ pa ute al autor, por me .... ce ain y mu os tam ici fel to, tan En tre de 8U inoaueable deci. y io eu ing 8U de .... est mu . en nu . .. ai6a por las let ra . L IdVBBDIII A. :áogou, 27 de Octubre de 1888.