MÉTODOS ALTERNAT16'OS DE MANEJO DE CONFLICIC6 Colección Cuadernos de divulgación MÉTODOS ALTERNATIVOS DE MANEJO DE CONFLICTOS Aplicaciones en materia ambiental 1' edición ALFONSO GONZÁLEZ MARTÍNEZ SEMARNAP Semarnap/Cecadesu-rN uo MÉxaco 1997 3 G,3. 059 ..." PRC 11 E4tS );Hi f3 rol .I LC 5 i_lti 4110 t% 'u e e: t .! ate Primera edición 1997 pe ® Alfonsol$onzâ ez Martnuz del Grupo de Estudios Ambientales, AC, por el texto na e Secretaría de Medio Ambiente, Recursos Naturales y pesca Periféríat Ñu 4209, fraccionamiento Jardines en la Montaña 14210, México, DF, pur la edición. 'In eProyecto Fortalecimiento de la Sociedad Civil/ Programa de las Naciones Unidas para el L)csannllo «timo) Presidente Masarik 29, 8° piso, colonia Polanco '1'1570, México, DF, por la edición. Centro de Educación y Capacitación para el Desarrollo Sustentable. Av. San Jerónimo 458, colonia Jardines del Pedregal 01900, México, 1)N, Cuidado de la edición : Miguel Angel Domínguez Pérez Tejada y Gabriel H. García Ayala ion- 96S-817-393-2 Impreso y hecho en México en papeles reciclados CONTENIDO j Ccaifxiutienlos Jhltollizr:riarr ]l f . Concepto:: bll tos El conflirin Función 5acial de loa conflictos Los conflictos árnbiluiales 17 17 2r] 23 ón d corlarlos ¿rRrb¿Etttaies :J?nJas cuna 1 Cianak's 33 edfsraativas 33 ?iI procedimiento instituCiunilde'tspueste U. La resume f r fil . Ja rregi .c&ciü'r rrrYlaa:ia para el maórcJc de c dflhfos El piec n de negociación T.,fmEles y riesgos de la negociación T . persona mediadora : perfil y condiciones Mulles r l'. f'rirvipirxs y criirrias para la construcción dr rvalcirYV3 45 44 57 5n 61 h[ procesa de construcción de consensos 61 E~? .1S prtnCipio3 rectores del prOtc eaa de consengo I Criterios básicos para impulsar procesas t[C conatrii[caórt de consensos V. PerspeCTitAS aetv&s rk mrtncjo sld jm nruncO de dd5vrra9.o 595tcórtable 816tiagrafra Cvlrfla[ro5 af d '.Potafe5 ¢n 69 RECONOCIMIENTOS E 1 autor de este texto reconoce que las ideas, prin- cipios, experiencias y ejemplos que se han vertido en él, son, por una parte, material generado en las experiencias de trabajo con el Grupo de Estudios Ambientales, Ac, del que es asociado fundador; pero tarnbieii, en buena parle, son un legado de la colaboradibn con diversas personalidades expertas en estos te- mas, a las cuales debe un profundo agradecimiento . En particular, reconoce lo aprendido con Amén azuela., del World Resóurces Instituto, y su equipo de colaboradores en el Programa para América latina y el Caribe; en particular con Esa Cbang, julio Quang y María Elena Molina, ad corno con la asesora Alisa Stern, del Natianal Institule tor I}ispu he&esaiution conquienes colaboró de 1993a1995. También aparecerán, .a lo largo del texto, las evidencias de la colaboración habida con : el grupo de exper- la MITOIfli Ar :ft NATims DF HA .`]~.J0 PCCONrUCm 6 los reunidos en el Taller sobre rregoc adém yy mediación en materia ambiental auspiciado por la Academia Internadona ] d e [ Ambien te, en Ginebra, en 1995 ; y con el equipo de la Fundación Futuro Latinoamericano (Yolanda kakabadse y Ricardo Meléndez), con quienes el autor participé en abril del 996 para Impartir un taller sobre el tema en Ecuador . De ambos equipos de trabajo ha recogido valiosas experiencias, Asimismo, aquí se agradecert, .entérminos más amplios, las sugerencias, comentarios críticos y aportad unes que Ios participantes de los talleres sobre exposición vio aplicación de este enfoque metodológico han expuesto al autor, tanto en México como en diversos paises latinoamericanos, en las últimas tres anos. Un agradecimiento especial, sobre asta edición, corresponde al esfuerzo del Proyecto rrNUU-Cecadesuf Semarnap, cuyos participantes han favorecido que las experiencias del autor pudieran tornar la forma de un texto que tenga más amplitud de difusión que los esfuerzos, siempre limitados, de la exposición personal. A todo. ese equipo, gradas. No obstante las grandes aportaciones que se aecconncea el autor asume plenamente su responsabilidad sobre las afirmaciones, limi bidones y debilidades de Io que aquí se expone., y agradecerá los comentarios y sugerencias de quien lea este texto, para peder mejorar su acercamiento al tenia_ Alfonso González Martínez IN1'ROWCCIÓIv a reciente aparición y rápida difusión de diversas varruites metodológicas del manejo alterna.j tiva de conflictos ambientales es un tema de a terción creciente, tanto para las instituciones pabl cas encargadas de la gestión ambiental, como para los organismos de la sociedad civil que buscan incidir en el meforan- ien Lo de su ambiente, debido a varios factores que han coincidido para su desalme [lo. El enfoque de un manejo alternativa de cunflidos surai0 como parte de una reflexión critica acerca de las limitaciones de los caninos convencionales para enfrentarlas y de la revaloraciim de opciones no violentas de transformación sociamediante el ejercicio de formas participa Uvas más responsables, efectivas y agradables, que permitieran fortalecer las capacidades de acción de la gente, consideraran más adecuadamente 12 É xitCm Atina Krrwrs i aF MANEO Gis CONF1J It sus necesidades profundas de identidad y dignidad e hicieran más efectivos _jr de rostro más humano—, los mecanismos democráticos de inclusión de la am gliaarción dudadanaenla gestión pública (Freire,1970, 1993; Auvine ct a1 .,1978 Kindervatter,1979, Calombres, 1982, Bingam,1986; Meore,1986 y Spencer,1989). Aunque dicho enfoque no es patrimonio de una ese uplasociológica nide alguna institución política, si ha tenido gran influencia en diversos organismos locales, nacionales e internacionales de carácter educativo, de promoción del desarrollo y los derechos humanos y de gestión pública . Y esa influencia crece die con día. Por otro lado, el ambiente, entendido como el conjunto de condiciones y elementos con que interaCtÚen los seres vivos y qué afectan su existencia y bienestar (Vidart;1986) está cada vez más presionado por el crecimiento de la humanidad; esto ha hecho proliferar —entré otras cosas—los conflictos ambientales. Tal vez lo más etir idente para explicar el auge del enfoque metodolágicu de Manejo alterno de los conflictos derivados del deterioro ambiental o de disputas territoriales (con evidentes efectos sobre el acceso a los recursos naturales v servicios de infraestructura), es que ésto aumentan día con día conforme se incrementan, acumulativamente, las consecuencias ambientales generadas por las formas de desarrollo predominantes, impactando a diversos sectores de una población, cuyo crecimiento, más acelerado en las zonas pobres y explotadas del planeta, hace que estas disputas adopten de manera recurrente la orientación de "competencia por recursos escasos," y lleguen a iuruenuzaoir asumir la forma de "guerras verdes" (Redclift,1989 y Bcnnett,1991). Ante ese incremento de los . conflietos ambientales, cada vez es más insuficiente el tipo de respuestas convencionales que ofrecen los sistemas jurídicos heredados de otras épocas, corno llevar un caso al tribunal cuando Io ambiental está condicionado al uso de diversos instrumentos legales sectoriales insuficientemente articulados. Por Io generas, esto ofrece opciones de baja eficacia para resolver el conflicto . Ocurre también que los problemas nuevos no están suficientemente tealados en este o aquel instrumento legal, cuya formulación Fue anterior a su aparición. De Igual modo, es común que Ios actores sociales involucrados en eI nuevo problema ambiental tengan puntos de vista diferentes (e intereses no armonizables) sobre el mismo problema. Frente a este tipo de problemas u otros muy sirrilares, es que en los -últimos 30 años se ha desarrollada, a lo largo. de diversas partes del planeta, un nuevo enfoque –alternativo a los métodos legales convencionales— para enfrentar los problemas ambientales, particularmente cuando devienen en conflictos sociales. .Este nuevo enfoque no surge en oposición aI sistema legal vigente, sino que lo complementa y amplia la capacidad social para una participación plural y diversa, en la dinámica de acercarse a resolver los proble mas en el complejo campo de lo ambiental . Para que encuentre un clima propicio de desenvolvimiento, este enfoque metadolúgico . requiere que haya suficiente conciencia pública sobre la importancia de los proble- 13 14 aiielixx~,ui=-to:Ánvos htaxti~niat:czxdF[]~Ta mas. ambientales y sus consecuencias, y mimo de participación social a través de vías responsables y pacificas de diálogo, para aplicar un enfoque alternativo de . manejo de conflictos, Tambi&n es tecesário contar con la volwitad política de algunas instituciones vigentes, que ayude a crear estas alternativas, en vez de mantenerse en la confrontación, la salida autoritaria y/o el sometimiento de los casos a los . tribuilafe:,. En el presente texto se expondrán los instrumentos básicos del método de manejo de conflictos, 1211 ycomo se conoce en el mundo, en versiones diversas, pero que denErimucho elementos en comrm . 5e ha buscado una presentación adecuada a [as condiciones culturales mexicanas y latinoamericanas, así como una orientación metodológica compatible con e] uso de diVersós actores ; es dedix, que pueda emplearse como uri instrumento dé la gestión ambiental institucional, c bien, con el enfoque y estilo de acción de asociaciones ciudadanas, para incidir en procesos demm.0 de conflictos ambientales, a partir de su propio interés y de sri derecho a la participación_ Asimismo, se subraya la articulación de este enfoque con los principies y conceptos generales de! desarrollo sustentable, sdmetides a urna intensa discusión y progresiva construcción que permite adecuarlos paulatinarinente alas condiciones locales de acción y de participación social platal (CNu ao, 1987; Aguilar y Meza (Coords 1992-1996). Orientar hacia la sustentabifidadlos procesos locales concretas requiere del entusiasmo Social y de la participación responsable de los .diversas áctores, cuyos intereses interactfzan en cada localidad ; asi como wixq rroccIC v de las herramientas apropiadas (principios, métodos, instrumentos, critcnos, el c.), para que ese enfoque, estrecharnente vinculada con el de maneje alternativo de conflictos, que aquí se presenta, p uedart ser de utilidad en el acercamiento, 15 1. ONCEI-r1'05 BÁSICOS El conflicto s común definir un conflicto como aquella situación en que las partes están en desacuerdo o tienen posiciones encontradas con respecto a la distribución de los recursos materiales y f o simbólicos dettcnrrtinados y actúan movidas por su percepción de que los intereses de cada una unan contrapuestos (Ross, :1 .995; Pruitt y Rulrin,1986, y Kriesberg,1975) . Esta definición, aparentemente escueta, encierra gran complejidad en la que aparecen cuatro elen termos relean trs que conviene Beta [lar. E Primero : posiciones en desacuerdo Una posición frente a otra ; cada argumentación fijada, cristalizada, en contraposición a otra posición también 1K w ETL'iICe. .ALrERNAj[W's Dr ti{?.Nr fn nf. C » ei .ic'i t fijada y diferente sobre el rnismo asunto . Parece claro; la rala inicial de un ron Flicto está en una forma cultural de argumentar la defensa de lo propio de manera unilaleral; si el otro tiene otra posición, allá él : "en es Le asunto hay que hacer lo que yo cli u " Segundt] : distribución de los recursos materiales e simbólicos Los cunflictos nunca están nulos de con Lenido simbólico o material y corresponden, corno situación, a la tensión sobre la distribución de dichos recursosr inclependienternenle de la forma cultural que presenten. La velada competencia per el acceso a parcelas,o loles urbanos o rurales con mejor "vista," por ejemplo, genera tensiones y/o conflictos frentes bienes aparentemente similares_ Tercero : percepción de la situación (y de los recursos) La percepción de una situación determinada (y de los recursos) es la que define las posiciones iniciales que tiene cada parte . Es común, por ejemplo, que una parte piense que el conflicto es sobre unas tierras "en el mercado," con valor en moneda corriente; y la otra, considera que ese santuario es el lugar de residencia de sus antepasados y de las deidades que los protegen y que, por lo tanto, no puede ponerse a la venta . ~cax~antx~ 19 Cuarto_ intereses reales de las partes Los intereses reales de las partes también están en juego . TI conflicto no es sólo una cuestión de percepción ni de posiciones, sirio que en el fondo cada parte tiene intereses objetivos (i nverslones, compromisos, ambiciones, derechos legales, etc .) que impulsan su acción . Enlazando los cuatro elementos, un conflicto aparece cuando una situación específica pasa de una condición armónica a olra problemática y se precipita como conflicto explícito, cuando el problema que genera el cambio de condición no puede resolverse por el diálogo doméstica ni por los medios convencionales. nariz n.., a, .f . . ., j 1 . . .m 1 I .n ir. iaAaldon . 1 l : ! ce' . . lar rJTf :i l l T Natal ; Diferentes tipos de r.pmportaniiente humano y la negociació]] allernativa dc . conlliccn5 en el campo ilc la planeaci5n partid pa liva (Stern, 1994, modificado por Changr Gonza tez y 7a miela, riel wat, 1995) . 20 MCOEC, .tirtk\1 I I i ice: MAFQFJO uE C N ,ICj. Función social de los coghctns En términos generales, los con Flictos no son únicamente positivos o solamente negativos para la convivencia social. Conviene indicar algunos aspectos de ese doble carácter. Un conflicto cualquiera, en una situación concreta, puede obstaculizar el funcionamiento del colectivo, como cuando los intermes vitales para la sobrevivertcia de la comunidad son bloqueados por otros intereses externos, e cuando un fuerte conflicto obstaculiza la imparcialidad de las instituciones; o bien, puede afectar coaliciones o alianzas existentes y aun frenar cambios necesarios para una colectividad . También puede aislar a personas, instituciones especificas o sectores sociales concretas del resto y desgastar inútilmente voluntades, energía y recursos humanos, al grado de errrpuj•ar la modificación de prioridades en el desarrollo de una localidad. Por el otro lado, a menudo los conflictos promueven la identidad de las partes, reforzando sus valores, fomentando la unidad de personas y grupos, ayudando a la concientizaeión del colectivo, y liberando tensiones sociales y personales . Ayudan a restablecer prioridades y estimulan mecanismos preventivos y de control de subsiguientes conflictos. Es importante subrayar que no todo conflicto es violentamente resuelto, aunque sí es recurrente el uso de la violencia para resolver algunas . En ocasiones, si un conflicto se acrecienta, puede llegar a ser expansivo, es decir, que de un origen localizado, puede generali- co. ccrr:_a wisico5 xarse, como situación polarizadora, a toda una sociedad local, regional, nacional o macrorregirmal, Las causas de Los conflictos, como lo ha analizado sistemáticamente Marc El. Ross (Ross, 1995) pueden tener componentes socioes tructura les con base en diferencias económicas, jurídicas, de acceso ala tierra, u bien, componentes psicoculturales de una inmensa complejidad, segrjn las diferencias intercu [tara Les que aparecen entre Tas partes que se traban en un conflicto, o como los heredados de La estructura colonial, en donde lo indígena, o más ampliamente, lo rural, es percibido como subordinado a la vida urbana (véase la Figura 2) . Pero en cada situación concreta esas componentes se acomodan en una ecuación que da cuento de la complejidad de los conflictos. Por supuesto, en cada sociedad existen mecanismos de controT social (gobierno ejecutivo, policía y ejército, tribunales y cárceles, etc .) para ejercer la justicia y/o mantener el orden del desenvolvimiento general dentro de la sociedad, pero es común que haya infinidad cTe conflictos que no llegan a ser oblar) de la atención institucional, u dada su abundancia yfo su complejidad, no pueden ser atendidos bajos los procedimientos normales de control social, o es tan costoso y lento el proceso judicial para resolverlos, que la gente busca otras lomas para resolver los conflictos. La perspectiva de buscar un "manejo racional" de. los conflictos por vías alternativas alas judiciales, corno forma complementaria y coadyuvante al ejercicio de la justicia y a la promoción del desarrollo social más armónico, es entonces un medio complementaria —al- 21 II L'Lvie L7tKK\.YL IVO Lk M .v; [fO Di 'X NTL1C1CÓ . Leniativo—para disminuir elencauzainierito de los conflictos a. la violencia y para delimitar sus alcances v su expansión . El manejo racional de los conflictos es una actividad humanística, sustentada en el supuesto de que es posible mantener u devolver a cauces racionales las situaciones que ponen en tensión la curwivi,encia .social, siempre y cuando las partes eslén interesadas en explorar esa vía. El ejercicio de este manejo alternativu de conflictos requiere de cierta legitimidad para poder ejercerse en toa sociedad . Esto quiere decir que las instituciuneS vigentes deben promover, Facilitar y apoyar la existencia de espacios de negociación v Conciliación, adicionales a los que operan bajo responsabilidad legal_ En algunos casos, cierto tipo de conflictos han sido alendides por los Tribunales de Conciliación y Arbitraje, como los que en México regulan las relaciones ehrere-patrnnales . También se han instalado recientemente, con autorización oficial, los Tribunales de Arbitraje a la práctica médica, dada una cierta recurrencia de conflictos difíciles de atender en tribunales normales . En algunos otros países, tanto europeos como americanos, se ha desarrollado una cierta "cultura del manejo del cnnHicto ." El caso clásico es de Estado Unidos, donde se da gran atención, en tribunales normales y en otros, creados red Ñoc, a la conciliación y negociación mediada de conflictos, al menos desde principios de los $0 (Madigan, McMahun, ef al„ 1994 y Weeks, 1992), Otros paises, Come Argentina y Ecuador ; han legislada recientemente sobre esta materia, legitimando los metodoe alternativos de mediación y conciliación, en tétrnii- f' .IY. .'I-7n .5 RP51CC 23 .nos generales (Wrav, et aL,19 r94; Nueva Ley de Mediación,1995). Yen ileeli tL4 crl-u les sobre 1 .1'GAR PtiIrak s achre MP,PF„4ACI0Y [ :1YIWPElEN CIA • CUYI. LILIO rlr•.vruias 1 ILFI .al :rilNF.S Prrcijsrv, : j ivllni .rl : .•iilcr rl f rKuCF:til } r7F LSL .SULUULV N 4 YEGrirrkrlhu + 1 lu }x._on lsirJo II : I .F1'fiu-A)r GOtaL!YIL'.A[1011 fk rveritas c ulil:des xhre el 1'I F.\1Ft Figura a. Algunas variable culturales que influyen en la nuguciaci[Fn L Li L.A . v resolución de conflictos .Aggcciattvs,1995 . Adaptación de 1996. Las conflictos ambientales Las situaciones problemáticas de contraposición de intereses sobre la distribución de ciertos recurres naturales, que se han convertido en conflictos ambientales, tal corno los YeCOrU Gemas hoy, son rt.lativarnente re. cientos como fenOirenos específicos . En otras épocas, el deterioro ambiental era más lento n las consecuen- 24 rdÉ-sou S .l L'l tiN :: L:V!O L) MANJIJC L€ WNCLJC ras se veían como mal necesario . Es muy reciente la aparición de las conflictos ambientales como asunto de atención pública mayor, debido a la agudización del deterioro ambiental . Esto es explicable por la presencia de una mayor sensibilización social sobre sus impactos, irritación social específica y la exigencia social de respuestas, con amplias presiones_ Puede decirse que la expresión de conflicto ambiental apareció a mediados de este siglo, distinguiéndola de las consecuencias de deterioro ambiental asociado a las guerras mundiaIes o locales, que incluyeron la contaminación ra dioactiva en las áreas de Hiroshima y Nagasaki en 1945. Puede fecharse en 1950 un primer gran conflicto ambiental de consecuencias mayores v alertantes de la opinión pública mundial: la contaminación per mercurio de la bahía de Minamata, en lapón, donde la empresa t ltisso Corp. .ChemicaL productora de cloruro de vinilo y acetaldehido contaminó a grados escandaloses las aguas estuarinas y marinas durante varias años (Rothina .n,1980) . U respuesta de la sociedad local, los científicos universitarios y el gobierno, así como las consecuencias internacionales de ese incidente llevaron a respuestas pmgresivas de mejoramiento de los procesos industriales, por lo que en 1958 se log ó el establecimiento de una planta de tratamiento de los desechos tóxicos . l-lassta 196S la empresa Chisso reconoció su responsabilidad en cl incidente_ La sensibilización social hacia incidentes de deterioro ambiental cada vez mayores, o de efecto ,n`M agudo sobre la saltad humana, han motivado cl incremento de conflictos ambientales derivados de esas situado- C l CÉC7L3 oMICi>5 nes, al grado que la capacidad de enfrentarlos adecuadamente se ha vuelto un asunto de creciente interés público (Ball, 1988; Panas, 1994; Getlieb,1996 ; Maser, 1996), igual que la sistematización de los inecarriSrn05 para racionalizar su manejo partiripativo (Cf. la bibliografía de Gupta y Nandini,1994 ; Dozier, Low y Mayo, 1995, y Hamaclier,1996). Aun cuando en .Móxico hemos vivido diversos proh[era as de causa ambiental (forestal, epidémico, de intoxicación industrial, etc.), desde hace mucho tiempo puede sostenerse que la aparición del conflicto ambiental como tal apareció con toda claridad en 1978, cuando se obligó a la empresa Cromatos de México, tiA a cerrar sus puertas y reublcarse fuera de la ciudad de México, porque una coalición de estudiantes, médicos y . organizaciones comunitarias del norte del área meque la irresponsabilidad en el manejo de los desechos tóxicos de la citada fábrica habla dañado la salud de mas de 150 mil personas (Ortiz, 1987) . Por esos años surgieron fuertes críticas al deterioro ambiental (González, 1979 ; López, González y Moreno (eds_), 1987), pero no fue sino después de algunas acciones ejemplares —como la lucha contra Cromaras a contra las sementeras de TuIa, Hgo . que se sensibilizó la opinión pública más efectivamente . Así,. en 1979, cuando se produjo un gran derrame de petróleo del pozo Ixtoc-I, en el golfo de México, se precipitó una corriente critica ciudadana que generó situaciones con Malvas, por demandas ambientales, que serán cada vez más recurrentes y nutridas (para un recuento sintético véase González, 1994), 25 26 , •ii:IC:I X1 i 1'Mti L€ M11 . ;A'IiIO L1! ecceu '!C En esta década, la ntxión de conflicto social se ha profundizado en buena parte por la validación de nuevos cri Lerios para v erla situación ambiental, derivados del conjunto de formulaciones elaboradas por la Confererrcia de las Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y Desarrolle (CNIJMAD), en Ría de Janeiro en 1992, La Der1arnciór1 d R]b, documento de máximo consenso en esa cumbre y firmada por 256 gobiernos nacionales, incluye propuestas básicas sobre la revaluación de la itnporlancia de las personas y la calidad de su vida sobre los procesos de desan•alla .ecanámico.'1'arnbién incluye la prevención yresponsabilidad de los gnhi cirios sobre estos temas, al grado de que su difusión está perneando las estructuras jurídicas, político-institucionales y de comportamientos sociales amplios, sensibilizándolos sobre los problemas ambientales (Apilar y Meza (eds .), 1992-1996). Los nuevos conflictos ambientales en los 90 comprenden actores más exigentes, uno mayor base de información que fundamenta las discusiones y una conciencia social creciente sobre los males derivados del deterioro ambiental, así como su posible reversión . La acción social emergente de diversos grupos de la sociedad que planitan nuevas demandas "ecologistas," es ya un fenómeno del que deben hacerse cargo los gobiernos, les medies de difusión y la misma sociedad global (DeI ir a], et a2 ., 1.979; Martínez Alier, 1992 ; The -Eco?ogts€, 1995) . En este ámbito han prosperado las nuevas formas de manejo de los conflictos ambientales, que parecen interesar por igual a los 27 u:fierTleSPASs xs diversos actores de esos procesos : organizaciones sociales de base, asociaciones ciudadanas y estructuras institucionales. Algunus elementos del marco jurídico-político mexicano para el manejo de los conflcitos ambientales En México se tiene un amplio conjunte de ordenamientos legales, juridictrpolitieos, para regular la relación de la sociedad con la naturaleza y las condiciones ambientales, aunque en . esa infraestructura jurídica se ofrecen pocos instrumentos específicos para diriutir conflictos amhimita les . Esto tiene que ver con el carácter definitorio dele "ambiental" en el marco jurídico nacional, que se detallara aquí . Se ha definido come ámbito del derecho ambiental; al e-0*otu ds murenas jurídicas que regulan las conduelas lu .manasclue puedetl influir de una manero relevante en los prutxsos de iutemeei4n que tienen lugar entre los sistemas de orgtlism .os vivos y sus sistemas de dmih. lenle, mediante la generad-0n tlu ulecá73 de las que se espera una modificación significativa de 1a5 cond idoEles de e1cisiencia de dichos organismos_ Este eunj lllta deltetmlas jurídicas e5 un '5ecLcW' del sistema ll]TidiCD mera i to ev, un ulbsislema " que se ha identificado con base ta el conixptu de Nublen le, que es el frien jurídicamente entenado (Brañus,1 j_ Ese ámbito del derecho ambiental comprende en primer lugar, un marco . general de referencia en les principios consituciona les de "conservación de los re- h recey AI;IneArrvc G Dr A1 :YN ft 7 I)F 4 jt7LIl~r: cursos naturales" de patrimonio nacional (Arlieulo27); de "prevencióny control de Ta contaminación" (Artículo 73) ; y de"cuidado del medio ambiente" con motivo de 1 . regulación de los usos productivos de los recursos (Articulo 25j, Ese marro generalconstituy-e la base para la gestión ambiental pública, que , se ha regulado por la actual Lev General de Equilibrio Ecológico y Protección al Ambiente, apoyada en leyes anteriores, yFrecienterriente revisada. L .a gestión ambiental institucional puede definirse cm-no la acción responsable institucional, de cuidado del bien ambiental I :utelado por el Estado . Sin embargo, dados los impactos interacti •os en materia ambiental, la gestión ambiental institucional y su responsabilidad especifica—tiene que coordinarse, desde el punto de vista de la jurisdicción legal, con otros instrumentos jurídicos que regulan: « . Las usos productivos de recursos naturales como flora, fauna, suelo, subsuelo y agua (corno en la agricultura, la minería, la foresteria y los aprovechamientos asociados a las aguas mannas,cstuarinas y dulces) ;; * los usos de consumo de agua, para fintes habitadoHales e industriales, + la protección de recurSOs naturales, y el ordenamiento territorial de los usos diferenciados de esos recursos (incluyendo áreas protegidas, zonas silvestres, reservas territoriales para usos urbanos, etcétera); la transformación industrial (regulaciones de la industria, de fiscalización, de criterios de emisión y manejo de desechos, etcétera) ; a-uNaWiln 11.S xn + la operación de la infraestructura para eI desarrolla (eléctrica, hidráulica, del transporte, etc .), en Ios ámbitos federal, municipal y comunitarios la regulación de la posesión de las tierras lasper,5 tos de propiedad privada y agraria, y * las infraestructuras educativas, de salud y de recreación, en general. Dicho en pocas palabras, la gestión ambiental tiene que ver con casi todo el resto de la estructura jurídica, si bien su campo específico sigue existiendo con toda pertinencia. Y en él, sin embargo, aparece otro nivel de relación con la conflictiva ambiental, es el que más cercanamente se relaciona cnn el manejo de conflictos ambientales . Se trata de los instrumentos jurídicos de acceso a la participación de diversos actores en la negociación de opciones de desarrollo o de modificación de situaciones problemáticas Esta área de lo jurídico está particularmente limitada. En términos muy generales, hay dos instrumentos para que un actor social, inco=Fnrme con una situación problemática en To ambiental, busque incidir etc el proceso de cuidado ambiental; su actuación corno denunciante, frente a la autoridad institucional (la denuncia popular, en la tc ), o la de ciudadano que solicite a los órganos asesoras (consejos consultivas diversos, coma [os creados por los gobiernos locales, o los impulsados por la Semarnap, etc .) de las instituciones públicas, para que se hagan cargo de la situación . En ambos casos no tiene incidencia directa como partícipe con ci ert-a presencia y responsabilidad en lo procesos de toma de decisiories. 29 . mkit I LO5 k7ERXAt]St3 CC Pn c7x cn n .ic rcxa 3o Una dimensión adicional de participación pública cn los pnxaaus de formulación de políticas de desarrolln ha sido el que enmarca la Ley de Planeación Democrática de 1983, que ha . sido la base de regulación de los procesos de consulta pública, por ejemplo, de planes de desarrollo urbano veden les, desde 1986. Sin embargo, ha sido tan Iimitado su ejercicio que ha generado más críticas e insatisfacción social, al verse como instrumento de apariencia dernocratixadorm, y no como nuevo procedimiento efectivo de inclusión de los intereses de los actores relevantes en tos procesos de toma de decisiones en materia ambiental u otras correlacionadas, Ha sido particularmente notoria la carencia de mecanismos adecuados de manejo de conflictos ambientales en situaciones recurrentes generadas en los Unimos cuatro u cinco años . Algunos ejemplos recientes pueden ilustrar esta afirmación .. La disputa pública sobre el establecimiento de un tiradero de desechos tóxicos en Cuadalcázar, San Luis Poi mi; + la discusión y oposición social multiseetorial al proyecto de desarrollo de un muelle turístico en Cozumelr .Qiuinian3 Roo; lacoLdrontación profunda en Tcpoztlán, Morelos, respecta de [a pretendida instalación de un campo de golf en tierras de ese municipio • la discusión nacional e internacional sobre los efectos ambientales de la posible ampliación de los salitrales de San Ignacio, en la península de Baja California; 4 CtN: :170Y RÁSIC.L'F • la discusión, en diversos espacios urbanos, respecto a la pcxsible construcción cíe una superrarretera de cuota en el surponiente de la ciudad de México (el proyecto La Venta-Colegio Militar) a la que se opone un frente de organzi aciones vecinales de manera explícita; • la discusión, en diversos escenarios, sobre la orientación de la nueva Ley General de Equilibrio Ecológico y Protección al Ambiente, o + la discusión, más dispersa pero vigente, de los impactos previsibles de la nueva planeación urbana en la ciudad de México que propone el non•. En cada uno de estos ejemplos, tomados entre varios más, se podrían analizar e identificar las dificultades que se presentaron en cada caso, no sólo para dialogar entre los actores involucrados, sino para buscar soluciones a los problemas -- ya los conflictos mismos—satisfactorias para las partes. En cada uno de ellos hay componentes ambientales, pero Cambien de otra índole específica . Por ello, los retos en un manejo apropiado de los conflictos ambientales son : contribuir a solventar limitaciones de la legislación específica sobre la gestión ambiental y ayudar a realizar una adecuada articulación del diálogo entre diversos ámbitos institucionales (por ejemplo, de lo urbano y lo ambiental) a partir de promover escenarios de diálogo responsable entre las partes, que también ayude a la eficiente articulación interinstitucional. Esto se puede considerar una contribución efectiva para ejercer y hacer más expedita la planeación democrática, como procedimiento que, dicho sea de paso, hace mucha falta al país . 37 R. LA RESOLUCIÓN DE LOS CONFLICTOS AMBIENTALES: FORMAS CONVENCIONALES Y AL1tIlNATlVAS E! procedimiento insh'hccional de respuesta os conflictos ambientales, o aquellos que presentan implicaciones ambientales, tienen un tratamiento institucional muchas veces insuficiente, esto provoca que el conflicto escale a situaciones problemáticas mayores. En múltiples ocasiones el detonante del conflicto puede ser una insuficiente o inadecuada atención inicial a la queja o demanda de los actores insatisfechos por la situación o la decisión en la que se encuentran involucrados. Otras veces, el escalamiento del conflicto también corresponde a una inadecuada apreciación de las situaciones, propiciada por la información pública. En el caso, por ejemplo, de la oposición de un Consejo de Pueblos Nahuas del Alto Balsas, en el estado de Guerrero, que se inconformaron contra un proyecto L :}; .i :inuxs ACTCK .\nrIv s ve MA .NER ; i : : crNrt n_w de represamiento de las aguas del río Balsas, a la altura del poblado de San Juan Tetelcingo. Al respecto, la Comisión Federal de Electricidad argumentaba que los damnificados serían muy pocos, l0 mil cuando mucho, y que estaban asentados en rancherías pequeñas, fácilmente reuhicables en caso de que se llevara a cabo el proyecto . Cuando se demostró, con amplias movilizaciones y bloqueos a la carretera México-Acapulco, que los poienciales damnificados serian más de 51) mil, la institución tuvo que reconsiderar su argtunentación : Los financiadores del proyecto también, En conclusión, se canceló éste con la firma del Presidente de la República Mexicana (Negrete, el (21 ./1993). Otro factor recurrente de conflictos dentro del proceso de atención institucional a los casos de inconformidades en materia ambiental, es la insuficiencia en los procedimientos regulatorios específicos . Por ejemplo, en varios casos recientes es insistente la demanda de muchos afectados locales de que se abran espacios para participar en el proceso de definición de una obra pública que se planea realizar sobre sus tierras, pero a cuyo proceso de planeación sólo pueden incoporarse en fases tardías de la elaboración del proyecto: cuando ya se autorizó la propuesta, se licitó el contrato, y hasta se hizo una manifestación de impacto ambiental que no incluyó sus intereses adecuadamente . Al apresurar el procedimiento de realización de la obra, en el marco de la legislación vigente, sin considerar esas insuficiencias con sensibilidad, se están generando las condiciones para que el problema escale a la condición de conflicto, y de I_7 :< cLuctCN 6F 1f CUNFLLCIRi AFR.IFNF .\I3s conflicto muy local a conflicto más y más amplio (Garnica, 1995 ; González, 1995 a y b). Por otro lado, llevar litigios de tipo ambiental a los tribunales no ha mostrado ser muy efectivo . Ocurre con frecuencia que, o no hay legislación específica suficiente, o bien las razones por las que llega un caso al tribunal son diferentes de las ambientales, trátese de asuntos de manejo de agua, tierras, bosques u otros recursos naturales. Por ejemplo, el loable propósito de impulsar un gran proyecto de regeneración ecológica de Xochimilco, en el valle de México, en 1989-1990, por parte del gobierno de la ciudad (rinF), condujo a un conflicto complejo . pa proyecto oficial inicial se elaboró sin incluir adecuadamente ni los puntos de vista ni los intereses de los propietarios de esas tierras sobre las que se planeaba una expropiación, los ejidatarios-chinamperos de tres poblados de Xochimilco y Tláhuac . Eso condujo a que algunos núcleos de esos ejidos se ampararan contra esa obra pública que se habla planeado sin cumplir la adecuada tramitación. Sin embargo, nunca se resolvió la disputa agraria en términos legales . T ..o que pudo desanudar el conflicto fue la reformulación del proyecto original, que incluyó —mediante un ~uduo proceso de discusión entre un gran grupo de actores interesados— llegar a un acuerdo de concertación, en 1990, que fue lo más aceptable para todos (González, 1991; Vera, 1991). Por esas razones recurrentes (corno las mencionadas en los párrafos anteriores) es que en algunas partes del mundo se ha formulado propuestas de sistematización de procedimientos de manejo de conflictos am- 35 36 minuo:zí Rr,1ttt Arivos nr ~Ele es cx :csn.imc.e bientales; alternativas a los caminos jurídicos formales, buscando procedimientos de concertación, mediación y/o formas más estructuradas de negociación de posible aplicación en lo ambiental . Actualmente, esto forma una corriente de experiencia en el ámbito mtutdial, a la cual está acudiendo un creciente número de instituciones públicas y organizaciones ambienalistas para buscar medíos adecuados que contribuyan a resolver los problemas en los que están involucrados (Flisfisch, 1 987; Arredondo,1993 ; Wray, et al ., 1994). Procedimientos alternativos de manejo de conflictos ambientales El enfoque de manejo alternativo de conflictos (en materia ambiental) parte del supuesto de que los conflictos, recurrentes en la sociedad, pueden ser reconocidos en su parte más constructiva y enfrentados de manera que las partes accedan a buscar salidas racionales, responsables y con un cierto ahorro de energía social, en lugar de la que se dedicarla, y en grandes proporciones, a vías jurídicas para su resolución . Además, es necesario añadir que: aunque históricamente algunas de las principales mejoras sociales hayan tenido su origen en cnnllictus mediante fuerzas destructivas, la subsistencia de la sociedad o, con mayor precisión, la subsistencia de un orden deterutirurdo en la sociedad . requieren que los conflictos, o al menos determinado tipo de ellos . se controlen, es decir, se superen mediante la aplicación de cierto tipo de procYdimientns racionales (tVray, el ar .,1994) . ALac .uc3GÑ u6 i.CecOtanícn amaa?JAIE Este argumento vale con todo su peso para lo ambiental, dada la complejidad intersectorial, interinstitucional y multidimensional de sus causas y sus efectos . Un elemento adicional, que fundamenta la metodología de manejo alternativo de conflictos, es la amplia experiencia en el campo de la "negociación" desarrollado con aplicaciones a todos los ámbitos de la sociedad (Fisher, Ury y Patton, 1985 ; Leritz, 1993 y Ury, 1993) . Esta experiencia ha permitido identificar comparativamente los diferentes procedimientos que existen hoy en día para resolver los conflictos laborales, profesionales, familiares y ambientales . Este conjunto de procedimientos puede esquematizarse de la siguiente manera: 1 . La conciliación Procedimiento en el cual la parte conciliadora, a la que recurren las partes en conflicto (y que puede ser un profesional como un abogado o juez de paz, u otro similar en poblados pequeños) ayuda escuchando a cada parte, aun si éstas no dialogan entre sí, y realiza un "puenteo" entre ambas, explorando procedimientos para acercarlas a una solución aceptable para su conflicto . Este tipo de autoridad requiere credibilidad y legitimidad moral para ambas partes, y de hecho, es una institución heredada de sociedades tradicionales muy antiguas . 37 38 \iÉDk1Ce• ACf8KN .1 iivC DE MANFK1 UF: i;{ NFucIt 2. El. arbitraje Es el procedimiento en el cual una parte, investidá de autoridad institucionalizada (con regulación jurídica de su función) cuida el análisis del caso y cumple la tarea de dictaminar resoluciones a las que se someten las partes en conflicto . L a. RtzruAXaúN I1SLC5CON}tI TLt AM5IENTx7 .19 3 . La consulta Es el procedimiento mediante el cual una parte, con autoridad suficiente, convoca a las (otras) partes en un conflicto, a escucharse mutuamente e incorporar sus argumentos en un proceso íntegrativo de esas opiniones . La consulta se completa óptimamente si la autoridad explica cómo tomó en cuenta las diferentes posiciones de las otras partes, al formular una decisión nueva, con la cual busca resolver el conflicto. 4_ La negociación (mediada) Es aquel procedimiento en el cual las partes aceptan "sentarse a la mesa" a negociar cómo resolver un conflicto, sin someterse a la regulación jurídica directa . El proceso puede ser más o menos elaborado, y a la "mesa" es común que también se siente una persona muediadora facililadora, que cuente con el reconocimiento de ambas partes para desempeñar ese papel. 39 40 1.1C;TC'tc3 ALJEXNAfT.'l DE P¡Lt\E10 IY rNFIXTtti: S . El proceso de construcción de consensos Es aquel procedimiento mediante el cual, en una ronda progresiva, en que las partes van aportando y reformulando visiones, compartiéndolas críticamente con los otros actores, arriban a enunciados aceptables para lodos ellos. Esta toma de posición conjunta puede ayudar a resolver conflictos cuya complejidad de aspectos, y la diversidad de partes involucradas, dificultan negociaciones puntuales. Ld Pf,sOLU' C,C 178 C:SCDNPU~:ICD AKHIF.NI_AI . 'rs 1 . La conciliación 2. El arbitraje • 3. La consulta 4. La negociación (mediada) 5. El proceso de construcción de consensos 47 42 t•1GrOlx :s •AL-GRNX•irvti ue MANE)u ¡1E CCNI IJ rrn Al contrastar los diferentes procedimientos de rnanejo de conflictos presentados, resaltan algunas características que los distinguen entre sí . El primero de los procedimientos, la conciliación, es un mecanismo más bien informal que sirve principalmente para conflictos familiares y del orden doméstico, dada la base de legitimidad que lo sustenta. El arbitraje es utilizable en situaciones en las que existe una legislación ad hm, en casos especiales en que se instala para finas específicos o bien en los que se tiene una gran atención institucional sobre el caso. La consulta tiene uso común en diversas decisiones de reorientación de políticas públicas, es sumamente limitada, aunque sí genera cierta sensación de participación y de "ser tomados en cuenta" por las partes . No obstanle, en situaciones conflictivas puede ser útil sise Iogra emplear con sensibilidad, oportunidad y respeto. El cuarto mecanismo descrito, la negociación (mediada) de conflictos vía la negociación, es el más eficaz en conflictos ambientales, porque provee de la precisión y el rigor —en el orden metodológico, así como en el político— para enfrentar conflictos ambientales . Es el método que se describirá en detalle más adelante . Respecto a la negociación mediada, cabe subrayar que ha mostr ado tal eficacia (NinR,1991) que no es extraño que sea el método más empleado para dirimir conflictos políticos mayores, o de carácter violento, a diversas escalas (Trolldalen, 1992; Ruiz, 1995 ; Restrepo, 1995; Zazueta, 1995). El quinto mecanismo mencionado, la construcción de consensos, es un procedimiento de nobleza, heredada LA RESOLUCIÓN rik UD-3 Uf7NFU IOS AMI&'-ENI . ALGS de una amplia experiencia de su uso en diferentes contextos y condiciones culturales, así como utilizado a diferentes escalas de complejidad social (11'Bow,1979; Butler,1987; Estes, 1990, y Serrano,1996) . Ha mostrado particular versatilidad al ser empleado para dirimir delicados problemas ambientales, a escala nacional (MRc,1993) ; más adelante se esquematizan sus principios esenciales. 43 111 . LA NEGOCIACIÓN MEDIADA PARA a MANEJO DE CONFLICTOS El pract'so de negociación os conflictos ambientales pueden resolverse a trav és de procedimientos participativos, como el omún de los conflictos . Pero en lo ambiental hay factores adicionales que hacen importante enfrentarlos más pronto que tarde . A diferencia de otros conflictos, si en los ambientales se prolonga la situación conflictiva, es posible que varíe la condición ambiental, se acumule cl deterioro, se agrave el mal, ose eche a perder una reserva de recursos . Es decir, hay en lo ambiental la variable reladonada con la condición viviente., y/o fluyente —como el ciclo del agua— de los recursos naturales, que puede deteriorarse progresivamente en un conflicto. También es sumamente importante considerar la multidimensionalidad e intersectorialidad de lo am- 46 b!É I )PCS Al .r[RNAIWCG I)14 MANEID OE CONTIICA :S 'mental como factor de complejidad . Convierte aplicar a Ios conflictos ambientales un tratamiento de manejo alternativo para la negociación, dado que otros enfoques aparentemente más simples, no son tan eficaces para resolver problemas complejos. Por tales razones, conviene acercarse a negociar las alternativas de solución de un conflicto, sin que el uso de esa palabra sea sinónimo de transar políticamente, o cooptar la solución de un conflicto a una condición preexistente. No se trata de poner en tuca."mesa de negociación" los intereses, las visiones y las oportunidades que pueden hacer que cada parte involucrada explore la mejor salida posible a un conflicto, considerando a la otra u otras partes. Negociar significará concertar acuerdos objetivos, de beneficio para las partes, a partir de explorar opciones de acción que convengan a los diferentes tipos de intereses en juego sobre una situación ambiental dada. La colaboración necesaria para concertar acuerdos -sin ceder en lo propio, pero sin competir destructivamente con la otra parte— puede alcanza rse directamente por las pautes, aunque eso es poco común . Más bien, lo común es solicitar la ayuda de una tercera parte, neutral al conflicto, en quien las partes contendientes puedan confiar, para que sirva de vinculo intermedio, y como facilitación rigurosa del delicado proceso de acercar al diálogo a quienes ya lo habían roto. Dada esa definición, a continuación se describirán las condiciones básicas que requiere un proceso de negociación, independientemente de si las partes en conflicto las pueden establecer sin ef auxilio de un media- ' s LA NF.(iLV_I:\Ctc*I TRfAAnA Y.V,A R j.(ANF;o DE ixMEL.1 .7i dor, Se subrayará la utilidad que puede tener el ser vicio de una persona para ilustrar ambas posibilidades: de negociar con o sin ella . El esquema del proceso será el mismo para ambas situaciones. Condiciones básicas para establecer una " mesa de negociación " 1. La "mesa" de negociación o el espacio para que las partes en conflicto se acerquen a buscar soluciones, puede establecerse directamente entre ellas, o bien, las partes pueden ser invitadas a sentarse en torno a ella mediante la iniciativa de una entidad convocante (que puede ser una autoridad moral, civil o religiosa, con capacidad local de convocatoria, o la misma autoridad institucional que busca salidas alternativas a las convencionales), Pero aún si hay o no un sujeto que convoque, lo esencial es que las parles en conflicto se sienten a esa "mesa" . Cuando es dificil o riesgoso acercar a las partes a la "mesa," conviene solicitar los servicios de uno o varios mediadores para facilitar el acercamiento, función muy diferente a la del sujeto convocante inicial . Evidentemente, esa "tercera parte " que medie y facilite la interacción, deberá ser alguien (persona o equipo de personas) de reconocida neutralidad y efectividad para su función. Las partes y el sujeto que convoque . deben estar convencidos de esto. 2. Como tarea inicial la persona o el equipo de mediación preparará las condiciones para que las partes se 47 50 MRTO f$ ;LTEUN :I'IS'JR DE M\\]0 mNrucrce ridad, pueden iniciarse los preparativos propiamente dichos de la negociación . Detallaremos a continuación los más relevantes, presentándolos en una secuencia progresiva temporal, aclarando que, en cada caso, seguramente surgirán aspectos de detalle, que deberán corresponder con el principio general que aquí se sugiere para que marchen bien las negociaciones. 1 . Acciones entre ambas partes a) Lograr acuerdos iniciales . Este punto, aparentemen- te prematuro, no se refiere a llegar a acuerdos de fondo desde un principio, sino a ir practicando procedimientos para acordar algo, aunque sea.mtnúmo, o de forma y procedimiento, para ensayar y ajustar condiciones que hagan sentir confortables a las partes. b) Crear alianzas y hacer consultas, Cada una de las partes puede avanzar en este momento a dialogar y consultar su estrategia con posibles aliados (que pueden ser, efectivamente, algunas de las partes menos prominentes, pero activas que intervienen en el conflicto) para precisar la magnitud de sus fuerzas, su plataforma de posiciones, la cuantía de sus intereses, los márgenes de acción que prevé, y los riesgos a que se expone si hay virajes. Al redondear sus propias posiciones, cada parte (o grupo de " partes") podrá encontrar oportunidades iniciales de acercamiento, o prepararse para tomar.riesgos, escuchando alas otras partes, que también estaría haciendo lo mismo . Ie eeeecedeee WLr epA PkRri FI . fr H:Ie Le eilhTL -lR3 2, Al interior de cada parte a)Precisar su percepción de los problemas- Cada parte debe tr bajar--_y los mediadores pueden ayudar a elloprccisando el problema y su visióss del mismo; cuales son los hechos y cuáles las posiciones sobre Gstocs o su estimación. b) Definir los intereses . Para que una parte se prepare, debe practicar el ejercicio de ir al fondo de sus posiciones, y revisar cuáles son sus intereses, definidos coas más precisión, para explorar de qué numera p ueden ponerse a discusión y cómo se contraponen con otros intereses (o bien, de qué manera son complementarios, o no excluventes con ellos). e) Generar velones. Una vez redefinidos los problemas e identificados los intereses, seo posible explorar nuevas opciones que tal vez ya no sean las posiciones iniciales, pero si nuevas posibilidades (defendiendo [a propio) de buscar correspondencias de posible acción y que respondan también a les intereses de la o las otras partes . Mientras mas opciones se aporten, mayores la oportunidad de lograr una ecuación que conjunte a éstas con las de Ea otra parte, en un siguiente momento. d) Airn ar la cvrnunicacián. . En eI conflicto, ¿cuál será la estrategia que adopte un grupo para co nunicarse con la otra parte?, ¿cómo evitar el lenguaje evasivo, las imprecisiones, la descoordinación?, ¿de qué ma- g il 52 MÜ,[ODCS ~i.TLFN .tilrvW DF. uxr,E}f r.ECÚNrutiu nora presentar los argumentes y las propuestas?, ¿quién los presentará?, ¿cómo responderá la otra parte?, ¿con qué dalos? Toda una tarea pira llegar a las sesiones de diálogo, .. La negociación Cuando [as partes tal vez con algunas reuniones iniciales y dialogando con la ayuda de la mediación—, cunsid eran que ya puede explorarse la negociación misma, se prepararán sus condiciones, para lo cual habrá que tomar en cuenta lo siguiente: R) Estabiecim ienIn Ele criterios. Uno de los tenias básicos liara explorar propuestas de negociación concreta es el establecimiento de criterios para determinar lo que se discu€rá en la mesa, la manera n el procedimiento a seguir para las presentaciones de argumentos y la mods[idad de su discusión, aclaración y profundización . Con esas "reglas de juego" podrá av anaarse más serenamente; b) Compartir percepciones . Parle esencial del inicia dei diálogo será e] intercambio de visiones_ ¿Por qué es importante este o aquel aspecto para iota de las partes?, ¿cómo ve ese mismo aspecto la otra parte, y pió es importante para ella? Esta etapa, de delicados avances para la comprensión de la visión de la otra parte acerca del problema, puede ser fundamental para acercarse a humanizar el problema y no sólo verIo coito atos o cantidades ; [ .t NFraTIACI .N :dEtfAr7A PARA El iiiNCFO DE ItNLuLixri e) Jdenty1cacipt. e intercambio de irifcrmrrrión acerca de íos tnlei ses. En una negociación responsable, es pertinente hacer explícito los intereses que cada parte defiende. ¿Son negociables?, ¿la solución buscada, debe considerarlos en su totalidad?, ¿son incompatibles urea y otros intereses? d) Compartir pidones y formular menas. Al examinar cada parte conjuntamente las opciones propias y las ajenas, y habiéndose acvn-cado a la comprensión de los intereses, las visieneey las alianzas que están en juego, el proceso llega al punto en que es posible destrabar la discusión posición-pusicirfn y explorar lafom-iulación de terceras opciones ("ni la de la parte A ni la de la parte B"), que enriquezcan cunstrueUvwrente la discusión . F.slo es lo que puede ayudara las partes a formular nuevas opciooras, cada vez más aceptable% para todos. El acuerdo Un buen prospecto de acuerdo deberá estar acorde con los criterios Fijados de antemano para la negociación: pero también debe satisfacer varias precisiones complementarias : ¿están bien definidas en él las bases del compromiso de las partas?, ¿qué se hará, quién lo hará y cuándo?, ¿qué pasará si una de las partes no cumple [o acordado? El documento de acuerdo deberá ser suficientementeclaro, sin propiciar ambigüedades, lagunas de responsabilidad o tiempos indefinidos . Y deberá incluir los mecanismos de obligatoriedad, para que las partes no evadan su responsabilidad fácilmente. 53 54 MM<jDC7i : ¿L7i zNATD ti DB MAYÍJe r€ crNFf .H :In€ Seguimiento de los acuerdos Un ocasiones se negocia y se llega a un documento de . acuerdos, concertado a satisfacción de las partes, pero si no se complementa con un esquema de seguimiento que garantice, con los criterios adecuados, compromisos mutuas y f o penalizaciones, y en donde se explique que esos acuerdos podrán irse verificando, el texto puede convertirse en letra muerta . La iri7portancia del seguimiento, acompañamiento o Verific6ción prógresiva de los acuerchis requiere tomar en cuenta algunos elementos esenciales: . 1. Definición de mecanismos ejectirxvs de seguimiento . Aun antes de firmar un acuerdo con propuestas de cómo resolver un conflicto, debe bosquejarxc cuál será la meta para ir verificando, a .salisfacción de metas las partes, que lo acordado secumpla_ Esos nneea„ismos deben incluir responsables, especificar lo que se ve ri Ficará, índices consensados para observar la dirección prevista, y los recursos requeridos para garantizar el cumplimiento de esta función_ 2. Adopción de tareas efe monUorco . Parle objetida y muy importante del Seguimiento es el monitoreo o verificación sistemática de ciertos aspectos del proceso de avances hacia la solución del conflicto . t?ué se monitoreará?, ¿cada cuándo?, ¿cómo?, ¿quién (es)? Luego será necesario organizar esa información para conocer y- sisternatizar las tendencias . .' LA NDXCieel(e] MEDIA nA ?ARA ILh{,ANlae DL e n .icrc 3. Es€ biecirnienfn dr procedimientos porra casos de ineumpiimiento . Cate es un aspecto que generalmente resulta difícil abordar, pero es indispensable considerar para evitar la ingenuidad de las cuentas alegres . Este procedimiento es la Fijación -1conserts da—de las medidas y sanciones para casos de incumplimiento de lo acord ad n_ Estas medidas pueden ser el condado de. seguridad para garantizar que, aun si se dijo algo con ánimo de no cumplirlo, salga más caro no hacerlo, Esto, en el fondo, tiene qu r ver con la naturaleza humana y el doble carácter que se da a los " acuerdos" —en diversas for.niaciores culturales— en donde se dice a]go, pero se hace otra cosa . Acordar mecanismos efectivos y sanciones seguras de aplicar, si ro se cumple, son siempre un acicate para cumplir lo pactado. 4. Convocatoria para rruc ws negociaciones . Convocar sobro. la marcha a nuevas negociaciones o para ajustar el esquema acordado, forma parte de un proceso de negociación/resolución de conflictos . Esta acción permite que haya comprensión, comunicación y transparencia en todo lo relativo a los avances, 10 nuevo y lo que falta . Puede ser muy. pertinente para destrabar fases de aplicación de acuerdos que no funcioiien• Es, además, el mecanismo retrnalimentador que permite adecuar los places, para actualizarlos periódicamente bajo el mismo principio y para que las partes puedan ponerse de acuerdo para hacerlo. También ayuda a mantener en alto el espíritu de acuerdo en los participantes . Ayuda a crear uiu cultura de responsabtih ad frente a lo que se negocia . 55 56 p. t,TCCC AI .7FRN . uwu. Ú~ N X1 C DE ccNH .r :nE El proceso de negociación ‘a * Definir mecanismos de seguimiento • Implantar monitoreo eg • Establecer procedimientos/incumplimientos * Convocar negociaciones El acuerdo * Compartir percepcioneE $o • Intercambiare identificar intereses * Compartir y federar opciones * Establecer criterios Dentro de rada parte • Identificar percepciones 5 + Definir ingreses Acordar comunicación Entre las partes Crear alianza y hacer consultas + Lograr acuerdes iniciales Figura 3. ¡Esquema del proceso de negodaciá!l para la resolución de conflictos (Clang. Quax , 2azuela y González, aPa,1995) . is Nralú7; h1FJI+l17M1 Y+lHh a }7 .RNliJO l IliNFWC'liL= V Límifer y riesgos de la negociación Evidentemente, el mejor indicador de la resolución de un conflicto aparece al logrotse y cumplirse un acuerdo conjunto, satisfactorio para todos . Pero en el proceso mismo de resolución van apareciendo algunos otros indicadores que marcan el rumbo . Entre elfos se encuentran: • Sentar a las partes en la masa de negociación inicial, es. un logro; • construir la disposición al diálogo, a través de un lenguaje común; • evitar las accrsaciorLas deliberadas, como clima de trabajo conjunto; • reducir la tensión de todos los aspectos subjetivos, latentes y emocionales; * establecer y llevar acabouna buena (efectiva, puntual) agenda de trabajo; receptividad de unos con otros y un reconocimiento claro de los intereses de todas las partas, y + resolver gradualmente los problemas menores_ En una negociación, cada uno de estos indicadores, por si soto, nos puede ayudar a verificar si vamos por buen camino. E] proceso de manejo de conflictos no es una secuencia lineal y fácil para resolver problemas. No, Es un camino en que la orientación de la ruta tiene que darse considerando a la vez múltiples factores y realizarse a tiempo para continuar sin descarrilar el canvoy. Es decir, eI riesgo de que una ¡negociación ¡Ta- 57 58 N:FIC71XIi Al .l'FHNÁIIN. Í)PJ; Kr.m . 7i Decnigrucros case asta todo el tiempo a la vuelta de la esquina, y lo que puede animar a los participantes ano dejar el recorrida a medias es el costo actunutativo que un conflicto sin resolver tiene para la vida de todas. Por si eso fuera poco, hay que identificar en el camino a aquellos compafleros de ruta que no quieren llegar al fina]. Es decir, que se sientan a la mesa no para buscarla resolución del conflicto, sino para " ganar tiempo° 'dejando que se acreciente más y 1.11 .11S el prohle m del que tal vez c tfén medrando . Ese tipo de riesgos no pádrán erradicarse nunca. Pero aun esos casos pueden ser Confrontados alanalir..arse los intereses reales de tales participantes, Es decir, el mecanismo propuesto ayuda a clarificar si en realidad queremos ir a donde se dice, otra limitación procesal es no contar con un buen equipo de inediacián. Esto puede notarse no al inicio, cuando todo aspirante al puesto aparece can sus ineiores condecoraciones, sima medio recorrido, cuando, aun sin decirlo, se notan debilidades recurrentes o sesgos de parcialidad, que provocan qu e el barco haga agua . Frente a estos riesgos, hay que saber cambiar de auxiliares a tiempo, ron objetividad, serenidad y rapidez . Lo importante es el proceso, no la personalidad de unta de las partes, que en realidad solamente es auxiliar de íos actoras céntrales. Lrr persona mediadora : perfil y coudidorres ideales Para ilustrarla complejidad de las funciones de la mediación, se ha dicho, con cierto lunnor, que fina buena personalidad para quien Medie len los corifiiotos, debe incluir los siguientes rasgos! 5 L~ :a: eea,dE7N 9 ME JIAII .t M,\F:A kL M.t kJO Le ll'JNLluc raí + La inagütablepaciencia de Job; + la seriedad Y iraqucdad de un inglés; *el humor de un irlandés; + la resistencia física de un maratonista; + la capacidad de esquivar de un hal bnck de fútbol americano; * la astucia de un Maquiavelo; + el conocimiento sistemática sobre el ser humano de un psiquiatra; +la piel resistente de un rinoceronte, y +la sabiduría de Salnmbn (Hamachcr,1996, citando a Sien kin en Fietkau .1991). La anterior lista de habilidades casi sobrehumanas es representativa, independientemente de su enunciado ambicioso . Si bien la mediación es una disciplina novedosa y bastante informal, si requiere de una persona que aspira a ayudar como mediadora en un conflicto, que su perfil muestre rasgos, por ejemplo, de capacidad de actuar con imparcialidad e integridad ; que cuente aun experien tia en. trabajo con grupos y en situaciones dificilas tales que le hayan permitido construir y compartir confianza en la capacidad voluntaria . de llegar a acuerdos entré sujetos muy diversos, y grie tenga habilidad perceptiva v realista para diferenciar lo deseable de lo realizable_ También es importante que la persona mediadora esté suficientemente motivada para cumplir su papel, así como ser flexible y humilde a la crítica y autocrítica y tenga experiencia adicional en maneju de negocia- I V,ro1riR AI .TI4RNMW.TF IWF MANEJO r7F WXFLIC.I dones y habilidad para animar la busqueda de opciones nuevas de solución a problemas complejos. Al indicar los rasgos anteriores, ne se busca a una personalidad inexistente ; más bien se ha bl a de un perfil iderd que puede ayudar a identificar las habilidades de las personas que quieran y puedan desempeñar ese papel en procesos sociales significativos. Las baabilidades sistemáticas que comprende la mediación Además de un tipo de personalidad habilidosa que pueda ayudar bastante a quien se dedique a ello de manera sistemática, puede subrayarse que entre las técnicas básicas, cuyo manejo debe ejercitar quien actúe come mediador, están la moderacióli. la comunicación y la facilitación, y dominio de las metodoloOas sistemáticas de planeación básica y estratégica_ Tambi€n deberá contar conunconocimiento suficiente del contexto jurídico y *1 científico-técnico, en el que se inscribe el tipo de problemas que ira a mediar_ Todo ello se puede ir agregando en la formación profesional de mediadores de oficio . Aún es poco coman encontrar esta profesión, pero está demostrando que tiene un potencial para consolidarse como tal. IV . PRINCIPIOS Y CRITERIOS PARA LA CONSTRUCCIÓN DE CONSENSOS a proceso de COnstrUCCión de consensos 1 consenso es una salida óptima para resolver un conflicto ; es un caso especial de acuerdo en el que se maximiza el aval de hadas las partes a todos los elementos que comprende el acuerdo . No en todos los casos es posible llegar a consensos_ Muchas veas las negociaciones son más difíciles y realistas, y lo acordado es limitado, perca es lo mejor posible. Sin embargo, es pertinente subrayar fa importancia del procedimiento general de arribo acunsensos, ya desarrollado en varias formas y a partir de rmiilipfes experiencias (f41'brrw,1979; 8atler, 1987; Esles, 1990, y rvnR 1993x) . Esto con cl objeto de ayudar a visualizar lo que se puede construir en una negadacián óptima, aunque no siempre se bagre aplicar un procedimiento de este tipo para enfren lar un conflicto . E rzz PM )Ifl Al .UNAiretS DE MANE 7ECCII. LEC CTLS En la construcción colectiv a de un consenso, l ns pa rEic.ipantes o involucrados intentan ponerse de acuerdo sobre las medidas necesarias que deben tomarse, n los resultados que se desean obtener respecto de la solución de un problema, una medida, un avance eñ algo por construir o un reg]amento'a establecer ; en suma, sobre algo de interés común . E] conjunta de participantes maximiza vu capacidad para resolver diferencias elaborando conjunta, y por aproximaciones sucesivas, propuestas de máxima aceptabilidad que permiten ir limando asperezas y resolviendo diferencias_ Aun cuando no aprueben todos los detalles o aspectos de un acuerdo, los participantes logran el consenso si están dispuestas a aceptar "el conjunto de lo formulado," No se trata de evitar tomar decisiones ni desconocer liderazgos o bloques de opinión, sino de desarrollar soluciones viables, de máxima aceptabilidad, sin imposiciones por alguna de ]as partes_ l. .as caracteristiias básicas del proceso, que garantizan la aceptabilidad del proceso para todas las partes son: * La seguridad de que todos los intereses estén representados adecuadamente y sean respetados; • que los participantes traten directamente unas con otros; • que cada participante tenga voz efectiva; • que'el diseño del procese se llaga con los propios participantes, para garantizar que corresponda a lo que esperan, y * se disponga de un espacio para promover nuevas alianzas y resolución cooperativa de problemas con 1 7R:Nro'rr35 ;'CRI?r•Ci[t r.'RA ~ .!. tni r rtec::I(.n nf 07:r.i ur -& 6 miras a alcanzar soluciones innovadoras, que maximicen los intereses cle todos. Aun cuando en un proceso de construcción de consensos no se llegaran a resolver todas los problemas planteados al inicio de la ronda, "sí puede ayudar a localizar las discusiones, precisar los problemas subyacentes e identificar las opciones para enfrentar desacuerdos profundos y ayudar a qUe los participantes se respeten y comprendan mutuamente" (Mkc, i 993). Los principias rF'e:1ores del procesa, d rorisensa Tal como lo ha definido y perfeccionado en su práctica cíe carácter nacional el grupo de trabajo de las mesas redondas canadienses a inicios de los 90, aquí sintetizamos un conjunto de principios para ilustrar uní esquema que ya ha probado su eficacia práctica enlaconstrlicción de políticas ambientales (r.mce 1993): Principio) , La gente necesita una razón, un motivo claro para participar. Principio 2 . No se debe excluir a nadie_ Todos los principales interesados deben tornar parte en el proceso de construcción de un consenso. • Priru9pioo 3 . Los interesados participanvaluntarieunenlc en el procesa . 63 r.ffirlX:c3 ar rJ .am•f ar.!l4N-a q IW :x ;r,f~ L,c Principio 4 . La concepción y diserto del proceso as asumido responsablemente por Ios propios participantes. Principio 5 . Fl proceso debe mantenerse flexible y adecuarse a las variaciones que pidan los participantes. Principio 6. Todos deben tener el mismo acxes q a [a información y participar de igual a igual en el proceso. Principio 7. En el proceso es fundamental aceptar y respetar los valores, conocimientos, e intereses diversos de todos los participantes. Principio S. Las partes son responsables, frente a los que representan y frente al proceso que han acordado establecer. Principio 9. A lo largo del procesa es necesario tener plazos realistas para cada etapa. Pnnúpiú 1.D. Las compromisos de ejecución y monitoreo eficaz forman parte esencial de todo el procese y en. cada una de las partes de los acuerdos. I'R I'k IPILY Y CHIL'EHICS F'7.IGl I . . LI:NSIHucC:IL'N D12CUISYEJl.S Criterios básicos para impulsar proceses de censtruccirin de consensos La posibilidad de avanzar desde situaciones conflictivas hacia la construcción de un consenso EIl torno a un terna rabien' ó tico, puede ser más viable en ciertas circunstancias, que el intento de establecer una mesa de negociación de las partes. Si se da una si tu ad 4n en que un problema abarca muy diversos adores, o muchas dimensiones de diversos cantees de la gestión pública puede ser un caso para eI cual se podría considerar la dinámica de construcción de consensos como el camino mas adecuado. La parte convocante Para ello, in primer criterio es que, igual que en la mediación para la negociación directa, se requiere tener una parte que convoque, con suficiente capacidad de cumv ocatoria, para impulsar el inicio del proceso. Un servicio de facilitación-mediación puede anudar a dinamizar las acciones complejas del proceso, con la condición que se le reconozca suficiente im parcialidad y efectividad para poder cumplir ese papel. Construrciún transparente de la representación Un segundo criterio es la construcción trarrsparenie de Ira represmtac..ión . Esto es algo muy sensible, como problema sociopolttzco implícito en la dinámica de instalar un proceso de consenso_ Si el sujeto convocanle llama 65 Gú xxif:mAhF¡nnxnrrIcj unilalora lmenLea quienes "considera" los representanles "adecuados" de cada seiE-tor, o si por las "prisas" típicas del ambiente institucional o de los organismos civiles se quieren hacer llamados tan rápidos que no siguen el tiempo que cada srclnrrequiere para identificar y seleccionar su representación en un proceso, puede generar erectos adversos y desestimulantes en esa Iniciativa. La escala adecuada Un tercer criterio es el de la escala adecuada . Es decir; la iniciativa debe lanzarse a una escala .visible para todo el conjunto de sujetos que se considera pueden y deben participar . La idea misma del proceso —desde su inicio— debe ser clara para el conjunto de sujetos_ Esto significa que es necesario suponer que la escala a la que se lance la iniciativa está en relación directa con una capacidad de comunicación adecuada de la idea y con cura infraestructura de comunicaciones y relaciones rpie faciliten que la iniciativa interese a todos los involucrados. La pertinencia El último criterio que proponemos para acotar una inidativa de construcción de consenso es la pertirreencia_ C'nnvtene lanzar cota iniciativa de este tipo cuando hay ma social o, dicho de otra manera, cuando las condiciones coyunturales fav crezcan una adecuada acogida de esa irliciativ a . Las condiciones coyuntura les pucd en Fg rk'ClplCLi Y c :KII}HIi Y .iYA I ... ti L I-SIHULCIÚN ULC:JHSIIrb S ser politieas o derivadas—en materia ambiental—de una catástrofe natural ocurrida, o de cierta discusión pública que atraerá la atención del país en un futuro inmediato. Pero la oportunidad de la coy untura deberá corresponder de manera realista a Ios tiempos del proceso, para llegar con lo producido a tiempo de su cita con su ventana de incidencia . Tal vez esa sea la mejor manera de animar a la gente a canalizar energía para participaren un proceso de este tipo considerando que, de cualquier modo, se requiere cierta infraestructura social disponible . La importante es convencernos' convencer de que vale la pena ahora, y para este problema, lanzarse ala construcción de cierto consenso posible . f:n el fondo, es un cálculo social de eficacia . V. PERSPECTIVAS ACTUALES DE MANEJO DE CONFLICTOS AMBIENTALES EN UN MARCO D1 DESARROLLO SUSTENTABLE espués de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y Desarrollo, celebrada en Río de Janeiro en 1992, los gobiernos del sistema de la ONU —junto con un significativo grupo de organizaciones ciudadanas—asumieron un compromiso para avanzar hacia la sustentabilidad. Asi, el concepto desustcntabilidad se formalizó como un criterio general para reorientar los procesos de desarrollo. En esa conferencia, el desarrollo sustentable se definió como "el derecho al desarrollo (que) debe ejercerse en forma tal que responda equitativamente a las necesidades de desarrollo y ambientales de las generaciones presente y futuras" (Declaración de Río . Principio 3, en Aguilar y Meza, 1992). El énfasis en cl largo plazo, la solidaridad intrageneracional y la inclusión del concepto de equidad en la D 70 ftIT'l.11`. ALTEK\ .sTIvc'J DE AiANFIf rii (C\N}tICift+ satisfacción de las necesidades, son respuestas enfáticas a los problemas recurrentes de tipo socioambiental de la época. En efecto, desde 1987 se advertía ya la importancia de estos temas, cuando la Comisión Mundial de Ambiente y Desarrollo, promovida por la orn: (y mejor conocida como la Comisión Brundtland), reconoció que cuando un sistema se acerca a los limites ecológicos y se agudizan las desigualdades sociales, se produce una situación conflictiva generalizada y cada vez más externa y compleja, llegando a los alcances globales, como a Iris que se aluden en las discusiones sobre el proceso de cambio climático en el ámbito planetario_ Esto ha sido analizado v con gran detalle (C ;otlieb, 1996), por lo que hoy se sabe con suficiente claridad que, de mantenerse el actual modelo de desarrollo, se incrementará progresivamente una disfuncionalidad global en el ámbito planetario, con la que no sólo aumentará la inestabilidad económica, sino que se incrementará también la explotación desmedida de recursos, la ruptura de equilibrios ambientales regionales y, por supuesto, los conflictos socioamhientales que comprenden —en combinación con la problemática ambiental— aspectos sociopoilticos recurrentes como: la insatisfacción creciente de grupos étnicos ; la agudización de patrones de género inequitativos ; los fanatismos religiosos; un sentido creciente de frustración muy extendida; el eclipsamiento de las culturas locales en el seno de una globalización cultural; la expulsión de la población rural y el crecimiento descontrolado de poblamíentos urbanos irregulares . pERWEX- 1VASS ACTUALES UC MA\EJ4 Ik: C1)NFUC[C S AMBIENTALES Todo esto no podrá revertirse ni en lo ambiental ni en lo sociocultural, más que a través de la reorientación progresiva hacia un tipo de desarrollo sustentable . Este tipo de desarrollo requerirá al menos de: • Un sistema político democrático que asegure a sus ciudadanos una participación efectiva en la toma de decisiones y • un sistema social que evite las tensiones provocadas por el desarrollo desequilibrado. Para ejecutar la misión de facilitar la participación efectiva de los ciudadanos en la toma de decisiones, el Programa de las Naciones Unidas para cl Desarrollo (rNL.D) ha impulsado un gran proyecto de Fortaleci miento de las Capacidades xxi (para poner en marcha el Programa xxi en cada país), que asume el principio de la sustentabilidad y coadyuva a dinamizarlo nacionalmente . Esto comprende el desarrollo y fortalecimiento de procesos participativos, como el activado por la Semamap, como la formación de consejos consultivos regionales de composición plural, que favorezcan de manera amplia el involucramiento de actores relevantes en acciones multisectoriales, hacia una gestión ambiental sustentable. Instrumento participativo por excelencia, el manejo mediado de conflictos ambientales forma parte de la familia de procesos participativos que se está intentando impulsar en todo el mundo, apoyando con ello una mejor gestión ambiental participativa y hacia la sustentabilidad. 71 72 M TCW.C5 AL'I WN .ATC' Uh 1ZAVTJO L£ u ;NFI . 1cT Su adopción no sólo ayuda a los actores directos o " partes" en los conflictos socioambientales ; también puede contribuir a ampliar los espacios de incidencia ciudadana legítima y mejorar la gestión ambiental institucional. Cada conflicto que pueda resolverse de manera parlicipativa e incluyente, será un paso más en el proceso de fortalecimiento de la capacidad ciudadana responsable en el mejoramiento de las condiciones (socioamhientales) de vida, y de una política pública sustentada en el consenso y el reconocimiento social, desde diferentes ámbi tos . Eso puede contribuir, al mismo tiempo, a hacer más efectiva la política pública ambiental v a fortalecer un desenvolvimiento social más equilibrado, en el que cada persona, cada asociación ciudadana y cada organización social desempeñen un papel de protagonistas más y más activos, al lado de los representantes (institucionales) en turno, en la reorientación de esfuerzos hacia la sustenLabilidad y la equidad social . BIBLIOGRAFÍA Aguilar, lvfargot y Meza, Leonardo (Eds.) (19921996), Colección de Cuadernos para una sociedad sustentable, CEA, Ac/FEs, et al ., México. Arredondo, Vicente (1993), "La concertación social desde la experiencia de la Fundación para el Apoyo de la Comunidad ." Cuadernos de Divulgación de Análisis, núm. 4., lid. FAC/CARITAS, México. Auvine, Brian, et al . (1978), A Manual for Croup Facili tators, Ed . '1'he Cen ter for Confite( Resulution, listados Unidos. Bennett, Olivia (editor) (1991), Creentoar: ei vironraent and conftict, Ed . 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