Campaña del Lazo Blanco Puesta en marcha en España Discurso

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Campaña del Lazo Blanco
Puesta en marcha en España
Discurso de apertura de la Campaña en Cataluña y Cantabria:
http://www.eurowrc.org/01.eurowrc/05.eurowrc_es/18.es_ewrc.htm
· Santander (Cantabria), con firma previa del Presidente del Parlamento de un manifiesto de
compromiso en la lucha de la violencia contra las mujeres (7 de noviembre de 2000)
· Vilanova i Geltrú (Cataluña), con posterior firma del Alcalde, miembros del Ayuntamiento y
hombres representativos del lugar, de un manifiesto de compromiso en la lucha de la violencia
contra las mujeres (17 de noviembre de 2000)
Luis Bonino (*)
La Campaña del Lazo blanco que hoy nos convoca tiene su historia. Historia que
comienza en Canadá. En dicho pais, a fines de los 80, un hecho -como en España el caso
de Ana Orantes-, había conmocionado a todos: el 6 de diciembre de 1989 habían sido
asesinadas 14 adolescentes por el solo hecho de cursar una carrera destinada a hombres:
el asesino, al grito de "feministas", se introdujo en la facultad y las mató. A partir de esa
fecha un grupo de varones pensaron que tenían la responsabilidad de implicarse e
implicar a otros hombres en hacer algo para que cosas así no sucedieran más, y lo
primero era dejar de permanecer en silencio. En 1991 inauguraron la primera campaña del
lazo blanco, símbolo de la paz, coincidiendo con la semana del 6 de diciembre . La
campaña se ha seguido realizando todos los años en esa semana, también alrededor de
otras fechas , tales como el día del padre, el día de la mujer o el día contra la violencia
contra las mujeres. La campaña se ha transformado actualmente en una ONG que ofrece
sus propuestas a quienes lo soliciten, dirigidas especialmente contra la violencia contra las
mujeres, pero también contra la violencia masculina sobre otros varones y los niños y
niñas.
En 1999, varias asociaciones de mujeres y varones en Europa se propusieron, a través del
programa Daphne desarrollar esta campaña en 8 paises de la UE, y lo que aquí hoy,
sucede, es parte de ello.
Esta campaña del Lazo Blanco que aquí inauguramos a través de la firma de un
manifiesto y de diversas actuaciones informativas por los medios de difusión, es una
campaña dirigida a varones, con varios objetivos:
. implicarlos en la lucha contra la violencia contra las mujeres
. contribuir a romper el silencio masculino sobre el tema, y que los varones se pronuncien
públicamente en el rechazo a la violencia
. invitarlos a cambiar los modelos machistas y los comportamientos personales machistas,
que están en la base de la violencia de género.
Llevar el lazo blanco no significa un acto de culpabilización hacia los varones, ni un
certificado de calidad que presentara al que lo lleva como un gran tipo. Ni se lleva para
salir en la foto. Llevarlo significa aceptar el compromiso personal de no cometer permitir, ni
silenciar la violencia contra las mujeres. También llevarlo ES UNA INVITACIÓN de hombre
a hombre que significa:
Si eres hombre, comprométete.
Tú también dí ¡basta! a la violencia y al maltrato contra las mujeres
.El compromiso de los varones que portan el lazo se ha ido realizando en muchos países
de muchas formas, tales como jornadas de sensibilización, desarrollo de programas
escolares de prevención, ayudas a programas para mujeres maltratadas , y la firma de
manifiestos por numerosos varones que se comprometen a luchar desde su lugar y con el
poder social que tengan, a la erradicación del problema
.Los varones no podemos ni debemos ignorar que la violencia y el maltrato hacia las
mujeres, es un problema social de gran amplitud que atenta gravemente contra la salud, la
vida y la dignidad femenina, y que es incompatible con una cultura de la igualdad y el
respeto. Específicamente en el hogar, sus graves consecuencias son cada vez más de
dominio público ( en España muere una mujer cada cinco días asesinada por su pareja,
novio o expareja)
.Esta violencia contra las mujeres probablemente no existiría si todas las personas
integrantes de nuestra sociedad la rechazáramos claramente y participáramos
activamente en su erradicación . Pero en esto a los varones nos falta mucho por andar:
muchos aun creen que dicha violencia es un problema poco frecuente o que no les
concierne, y por ello aun no se han comprometido en esta lucha.
.Sin embargo, la violencia se ejerce cerca nuestro, y muy frecuentemente Muchos de
nosotros tenemos una vecina, una amiga, una parienta, una empleada, una alumna, una
pareja que han sido víctimas de la violencia. Y quienes la ejercen no son generalmente
desconocidos, sino casi siempre conocidos de ellas y de nosotros, y casi siempre varones:
un vecino, un amigo, un pariente, un profesor, un médico, un compañero de trabajo, y a
veces... uno mismo.
.Aunque resulte obvio decirlo, el problema de la violencia contra las mujeres no es un
problema femenino, es casi exclusivamente un problema masculino que las mujeres
padecen. En todos los paises, tanto en Canadá origen de esta campaña, aquí en España,
como en el resto del mundo desarrollado y subdesarrollado somos los varones quienes
mayoritariamente ejercemos dicha violencia . Y somos en general los varones quienes
tendemos a minimizar, silenciar o negar la importancia del problema. Y además tendemos
a creer que es un problema de mujeres que ellas solas deben enfrentar y resolver
.Porque la violencia es un problema de varones, esta campaña esta dirigida a varones,
porque así como somos parte del problema debemos ser parte de la solución, que sin un
cambio nuestro será imposible de producir.
.Es cierto que muchos varones no han pegado ni violado a una mujer en su vida, pero
muchos de todos los sectores sociales, propinan otras formas de golpes, no ya físicos sino
psicológicos. Golpes a la autoestima, la autonomía y la dignidad, tales como
intimidaciones, insultos, desprecios , descalificaciones, forzamiento sexual, control del
dinero o la libertad de la mujer, abuso de la disponibilidad de la mujer en el hogar, ..., y
muchísimas veces todo ello a mujeres conocidas a las que dicen amar. Algunos
regularmente, otros ocasionalmente y otros excepcionalmente son ejecutores de todos
estos maltratos.
Existen también muchos varones a los que les parece natural que otros hagan algo de
esto, o que lo tomen a risa. Muchos que les parece natural aprovecharse de las mujeres,
ya sea en lo doméstico o lo sexual. Existen otros que ignoran o les resulta indiferente el
maltrato hacia las mujeres, o que no usan su poder social para oponerse, Todos ellos se
convierten, aun sin quererlo, en cómplices tolerantes de la situación
.Quienes promovemos la campaña del lazo lo hacemos porque sabemos que muchos
varones esperan una iniciativa que los aliente a comprometerse en combatir la violencia .
Y porque también sabemos que los varones pueden dejar de ejercer maltrato y cambiar,
ya que la violencia no es algo inmodificable o irremediable, que pertenezca a la naturaleza
masculina.
Asumir este compromiso es estar convencido de que la paz y el respeto igualitario con las
mujeres debe prevalecer. Pero no en la teoría sino en la práctica, redefiniendo lo que
significa para cada uno ser hombre, y cambiando nuestra relación con las mujeres
.La violencia, el maltrato y el abuso que ejercemos los varones son comportamientos
asentados en la desigualdad cultural entre nosotros y mujeres, y es producto del
aprendizaje social que nos inculca dos creencias –erróneas, machistas , patriarcales y
desigualitarias- sobre que es “ser hombre” La primera creencia es que ser hombre es ser
importante y tener autoridad sobre las mujeres que son menos importantes . Y la otra que
lo es quien hace valer la propia razón sin equivocarse nunca.
Desde esas creencias, fuertemente insertadas en la mente masculina, la violencia y el
maltrato en sus diversas formas se transforman en un eventual recurso válido que los
varones creemos tener el derecho a emplear con las mujeres ( y con otros varones) para
mantener el dominio y el control, para reafirmar la autoridad, o para recuperarla si se la
siente desafiada o amenazada.
La utilización de la violencia también es producto de las creencias sociales de que es una
vía valida para solucionar conflictos y acallar al adversario, y que los varones pueden
usarla a discreción. Por ello, los varones no sólo son violentos contra las mujeres, sino
contra otros de su género, y también niños y niñas,
.Para erradicar la violencia estas creencias deben ser modificadas porque lo cierto es que
ser hombre no da ningún derecho especial a ejercer control, ni poder, ni violencia hacia las
mujeres. Y por ello, nada puede ser motivo para el uso de esa violencia. Alcohol, drogas,
celos, estrés, descontrol, niñez traumática, no son excusas. Las supuestas
“provocaciones” o “desobediencias” de la mujer no son justificaciones., ni tampoco aquella
–muy de moda actualmente- de que "las mujeres también son agresivas". Cada hombre
tiene la capacidad de ejercer maltrato o no ejercerlo, de restringir su violencia o de
practicarla. Por eso, cada varón es el responsable de su propia violencia, así como es el
responsable de evitarla.
.Si partimos de una visión solidaria e igualitaria de la relación entre mujeres y varones,
ejercer el control y la violencia contra las mujeres, es decir, ser un machista- no puede ser
más una actitud que defina al “hombre de verdad”, ni puede ser algo que se deba aplaudir
o consentir en otros varones.
.Todavía hoy muchos varones siguen creyendo que ser hombre es:
.ser importante y tener autoridad sobre las mujeres.
.tener más derechos que ellas a tener la razón, el poder, disponer de tiempo libre y ser
atendido en casa
.no expresar emociones, excepto las necesarias para controlar lo que se escapa de las
manos, entre ellas la agresividad
.procurar ser autosuficiente, estando siempre algo a la defensiva, y poco atento a las
necesidades ajenas
.tener que mostrar siempre que se puede, y usar la violencia contra otras personas como
modo de demostrar la masculinidad
Pero esto no es ser hombre de verdad sino solo un obediente cumplidor de las
enseñanzas sociales machistas retrógradas, que desconocen el valor del respeto y la
cooperación . Esta obediencia todos y todas la pagamos cara: las mujeres con su salud y
la vida, y nosotros mutilando nuestra humanidad sensible y solidaria.
Las ideas machistas no pueden seguir gobernando nuestras vidas. Es necesario que nos
animemos y rompamos con ellas si creemos sinceramente en el respeto y la igualdad. El
compromiso en la lucha contra la violencia doméstica puede ser un buen comienzo. Sería
muy bueno, además, que los varones pudieran tomarse esta tarea con la misma seriedad
con la que muchos de ellos toman la lucha contra otras violencias como la xenofobia o el
terrorismo.
.Qué podemos hacer para comprometernos en esta lucha? Qué podemos hacer para que
llevar el lazo tenga un sentido?
Todos los caminos están abiertos, y cada uno en su lugar puede desarrollarlos. Hace 9
años, los creadores de la campaña propusieron una serie de sugerencias que pueden ser
un buen inicio para este compromiso, y que son aun vigentes:
.Escuchemos a las mujeres, entendamos por qué sufren y cuánto tenemos nosotros que
ver en ello
.Entendamos por qué los hombres tendemos a ser violentos, abusadores o dominantes
con las mujeres, y qué es lo que caracteriza a quienes no lo son
.Estemos atentos a todas las formas de violencia y aprendamos a identificarla y oponernos
a ella en la familia, el trabajo, la escuela y la calle.
.Examinemos cuántos de nuestros propios comportamientos son dominantes, abusadores
violentos, o antiigualitarios, y propongámonos cambiarlos
.Apoyemos a los programas para mujeres maltratadas
.Desafiemos el uso del lenguaje sexista y los chistes que degradan a las mujeres
.Reunámonos con otros hombres para reflexionar sobre nuestros comportamientos
machistas, y para ver qué podemos hacer en nuestra ciudad, escuela, trabajo, sindicato,
asociación o familia para erradicar la violencia contra las mujeres
. Esperamos que esta campaña promueva la reflexión sobre todo esto, y ponga en marcha
a muchos hombres en su compromiso contra la violencia
(*) www.luisbonino.com
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