La Granada moderna

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las aguas de granada
La Granada moderna
Hemos considerado la modernidad coincidente con
el siglo XIX porque es en los años de esta centuria
cuando se inicia, o al menos se hace urgente, la preocupación de la autoridad por los problemas sanitarios de la ciudad, especialmente el problema del
abastecimiento de agua potable y la evacuación de
las aguas residuales. Desde el primer tercio del siglo
se van a suceder estudios, memorias y proyectos que
tratan de acabar con una situación de insalubridad
intolerable, que alcanza su máximo exponente con
la epidemia de cólera de 1885 que causa la muerte
del más del siete por ciento de la población.
No cabe duda de que el acontecimiento que protagoniza, tanto para Granada como para España
entera, el comienzo de siglo es la Guerra de la Independencia. Con tal motivo, y tal vez alentados por
la revuelta del pueblo de Madrid el 2 de mayo de
1808, el 30 del mismo mes se constituyó en Granada La Junta Provincial que asumió el poder local.
Asociada ésta con la Junta de Sevilla para hacer frente al ejército francés, siete mil hombres de los treinta
mil voluntarios que se alistaron en la Caja de Reclutamiento granadina, van a formar parte del ejército
que, al frente del general Castaños derrotaría a los
franceses en Bailén.
La posterior derrota española en Ocaña a comienzos del año 1810, pone fin a la resistencia andaluza,
por lo que el 27 de enero de 1810 la Junta de Gobierno de la Ciudad, ya disuelta, y el Cabildo adoptaron
las disposiciones pertinentes para capitular ante el
ejército francés. El 28 de enero entraban los soldados franceses en Granada. A partir de entonces, la
ciudad es sometida a la incautación ininterrumpida de sus caudales públicos y al pago de impuestos
abusivos que devinieron en una situación de absoluto empobrecimiento en amplios sectores de la
sociedad granadina, circunstancias, todas ellas, que
se vieron agravadas con la epidemia de fiebre amarilla, transmitida desde Málaga, que deja diezmada a
una población ya casi al borde de la extenuación.
A pesar de este sombrío panorama, es justo destacar la labor de orden y control internos que impuso
Sebastiani: Organización de los mercados; promo-
ción de la higiene y limpieza públicas; impulso a la
creación de la necesaria infraestructura de servicios;
creación de un tribunal privativo de aguas y numerosas reformas urbanísticas centradas básicamente
en el fortalecimiento de las defensas de la ciudad.
Se reforman la Alhambra y el cerro de Santa Elena, que llega a convertirse en una auténtica plaza de
armas. El cauce del río Genil se estrecha, sus riberas se convierten en alamedas y el puente Verde de
madera, construido con anterioridad es sustituido
por otro de piedra. En contrapartida, Granada perdió en estos años de ocupación una considerable
porción de su patrimonio histórico y artístico: Para
obtener la piedra utilizada en la construcción del
puente Verde, se demolieron las torres de la iglesia
de San Jerónimo; se destruyeron las iglesias de San
Agustín Alto y la del Ángel; la ermita de San Miguel
fue hecha estallar; diez de las torres de la Alhambra
fueron voladas, salvándose de la voladura el resto
de sus monumentos defensivos por pura y afortunada casualidad. Una gran parte de la Puerta de Elvira fue igualmente destruida en el momento de la
retirada francesa. Y a todo esto hay que añadir los
daños causados a buena parte de los conventos e
iglesias de la ciudad a consecuencia del uso que los
franceses hicieron de ellos como acuartelamientos
de tropa, como locales de intendencia o como cuadras de caballos y mulos.
El 19 de marzo de 1812 se promulga en Cádiz la
Constitución Política de la Monarquía Española. El
16 de septiembre de 1812 el ejército francés se retira
de Granada, pero los acontecimientos siguientes no
van a mejorar la situación de la ciudad. El 14 de
mayo de 1814 se hacía público el Real Decreto por
el que la Corona reasumía la totalidad de los poderes que la carta constitucional le había limitado.
Con ello finaliza el brevísimo gobierno constitucional granadino y Granada, afectada por los cambios
políticos, económicos y sociales, y mentalizada por
un concepto nuevo de ciudad irá sufriendo, lenta e
inexorablemente, a lo largo de este siglo, la pérdida
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capitulo 2: el agua de granada
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de población, de su hegemonía y de su patrimonio
histórico y artístico.
Durante la restauración de 1823, la ciudad sufre
una de las peores crisis de su historia; tanto la industria
de la seda como las del cáñamo y el lino que despertaron tantas expectativas en el siglo anterior, han desaparecido prácticamente; la agricultura de la Vega, en
franca decadencia, trata de encontrar soluciones que
permitan la recuperación de su economía. Ni el Reglamento sobre mejoras de tierras de 1835 ni el empeño
en la reeducación de los agricultores para la modernización de sus costumbres y de sus técnicas de cultivo propiciaron resultado esperanzador alguno hasta ya casi
finalizado el siglo en el que el cultivo de la remolacha
como base de la actividad de una floreciente industria
azucarera, permitió la esperada recuperación. En estos
tiempos la Hacienda Municipal arrastra un déficit crónico que la asfixia; la Corporación se siente impotente
para acometer cualquier tipo de acción encaminada
a la resolución de los múltiples problemas que acucian a la ciudad. Por otra parte, el Decreto Real de 11
de octubre había dejado al Ayuntamiento sometido a
instancias de rango superior y, consecuentemente muy
mermado en su capacidad de gestión de los asuntos
públicos. Ambas circunstancias, precariedad económica y financiera y merma de autoridad, van a marcar la
política municipal en la década siguiente.
El Real Decreto de 30 de diciembre de 1833, por el
que España quedaba dividida en 49 provincias acabó definitivamente con el reino de Granada, dividido ahora en las tres provincias de Almería, Granada
y Málaga, que ve de nuevo incrementada su decadencia y hasta el deterioro de su imagen externa. A
esta circunstancia se vinieron a sumar los efectos
generados a partir de los Decretos de desamortización de Mendizábal, de 1835 y 1836 que llevaron a
la ocupación de algunos conventos por instituciones civiles, como fueron los casos de San Jerónimo,
la Merced, el Carmen, Belén y San Francisco en la
Alhambra, que pasaron a ser de uso militar. El de
Santo Domingo se convirtió en Museo y Academia
de Bellas Artes; el de la Trinidad en sede de Hacienda y el de San Juan de Dios en Hospital. En otros
casos, las sedes conventuales fueron transformadas
en edificios de viviendas, como fueron los casos de
la Victoria, el de Gracia, el de los capuchinos y el de
San Felipe Neri. En la mayoría de los casos restantes
los conventos fueron derribados y sus solares vendi-
dos o cedidos a las instituciones, como fue el caso
de los que habían pertenecido a los agustinos y a
las capuchinas que pasaron a propiedad municipal.
Todo esto llevó a un cambio importante en la fisonomía del espacio urbano de la ciudad.
Desde el punto de vista urbanístico hay que destacar la continuación de proyectos anteriores como
es el caso del Campillo que poco a poco va adquiriendo el aspecto que, prácticamente, ofrece en la
actualidad. Las primeras actuaciones se refieren a la
plaza que conocemos actualmente como de Mariana Pineda y posteriormente se inician las obras de
urbanización de la plaza contigua, que hoy denominamos como del Campillo Bajo. En zona próxima,
en los paseos del Salón y de la Bomba, se derriban
las puertas del Pescado y de los Molinos y, a la par,
se modifican las riberas del río Genil en sus contactos con la zona urbana, sustituyendo las alamedas
del siglo anterior por jardines y acondicionando la
margen izquierda para dar mayor capacidad al canal
del río. También en este tiempo se desarrollaron las
obras de ensanche de Puerta Real y de la Plaza de las
Batallas, para lo fue necesaria la demolición de los
tramos de muralla que discurrían por la zona. En
estas fechas, la ciudad quedó dividida en distritos
municipales, para lo que se tomó como referencia la
nueva división eclesiástica en trece parroquias.
Con motivo de la crecida del río Darro, en 1835,
se acometieron las obras, desde tiempo atrás soñadas, de reforma integral de Plaza Nueva. Para ello
lo primero que se realiza, en 1839, es la adición
de la plaza de Santa Ana. Veinte años más tarde
se demuele la Iglesia de San Gil, y su solar, junto
con los resultantes de varias casas expropiadas y
derribadas, se anexiona a la Plaza, rematándose las
obras de urbanización con el cubrimiento del cauce
del Darro, lo que le confiere finalmente al lugar el
aspecto global que hoy nos ofrece. Un nuevo y desgraciado suceso, el incendio declarado en la Alcaicería en la noche del 20 de julio de 1843 y que se
prolongó durante ocho días, dejando arrasado por
completo el recinto, sirvió como revulsivo al Ayuntamiento para reestructurar y mejorar su Servicio de
Incendios y para acometer las obras de reconstrucción del patrimonio urbano desaparecido. Las obras
se iniciaron con absoluta rapidez y se desarrollaron
con total eficacia, de modo que, tres años después,
la nueva Alcaicería era un hecho, aunque los nuevos
las aguas de granada
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GRANADA en 1909 (Archivo Histórico Municipal)
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criterios de trazado y de disposición de los edificios
transformaron no ya sólo la Alcaicería sino todo el
barrio en el que se enclavaba.
La preocupación municipal por los asuntos urbanísticos da como fruto la promulgación, en 1847,
de un Reglamento de Ornato Publico, que se acompaña de un ambicioso Plan de alineación de calles,
derribo de edificios en ruina y pavimentación de
calles, que salvo al Albayzín, en pleno estado de
abandono, afectará a casi todas las zonas de la ciudad. También en estas fechas, en torno a 1850 se
planteó la necesidad de asegurar la comunicación
de Granada con el resto del país mediante el nuevo medio del ferrocarril. Instituciones oficiales y
ciudadanas se volcaron en este objetivo, por lo que
desarrollaron diversos proyectos hasta conseguir, en
1862, la iniciación de los trabajos de implantación
de la vía férrea.
La construcción de la Plaza de Toros en el Triunfo, la implantación de los tranvías como medio de
transporte ciudadano, las nuevas alineaciones, aperturas y ensanches de calles en una gran parte del
caso urbano y sobre todo, la polémica apertura de
la Gran Vía, constituyeron como un símbolo de lo
que fue el urbanismo de Granada en el último tercio
del siglo XIX.
Quizá, junto al asunto de las aguas, otro de los
problemas que más preocupó a la Corporación granadina a lo largo de la centuria fue la situación de
los dos ríos principales de la ciudad, el Darro y el
Genil, pues ésta repercutía, por una parte, en los
aspectos puramente urbanos, especialmente relevantes en el caso del primero que atravesaba la ciudad dividiéndola en dos extensas zonas y, por otra
parte, en los aspectos económicos y de seguridad
pues sus crecidas causaban, además de cuantiosos
daños materiales, la ruina y el desamparo de numerosas familias de sus riberas que se veían obligadas
al desalojo de sus viviendas y a la pérdida de sus
enseres. Desde esta perspectiva, y tal vez empujado
por las casi periódicas crecidas que se dieron en la
segunda mitad del siglo, el Ayuntamiento centró sus
esfuerzos en la resolución del problema del Darro.
La crecida y consecuente desbordamiento del río
en 1835, además de sembrar el pánico y la destrucción en la Carrera del Darro, Zacatín, Bibrrambla y
Carrera de la Virgen, puso en cuestión la existencia
del cauce en su trazado natural. Si este problema se
hubiese planteado cien años después es muy probable que se hubiese optado por la regulación del
río mediante un embalse en el lugar adecuado. En
los años referidos se plantearon dos alternativas: la
primera consistía en el cubrimiento del cauce del
río, previa demolición de sus innumerables puentes y el ensanchamiento necesario para dar cabida
a una sección transversal de las dimensiones suficientes como para garantizar la evacuación fácil de
los caudales máximos previsibles de crecida. El coste
de estas obras se fijó en torno a 70.000 pesetas. La
segunda alternativa planteaba el desvío del cauce
a la altura de su paso frente a la cuesta del Chapíz,
para cruzar en túnel las colinas de la Alhambra y de
los Mártires, hasta salir al paseo del Salón y atravesar
éste para confluir con el Genil frente al paseo de los
Basilios. Esta solución requería como complemento,
la reforma de la margen izquierda del Genil, y se estimaba para su totalidad un coste en torno a 465.000
pesetas. En contra de las ventajas que representaba
esta última solución que resolvía, tanto el problema
sanitario que se había establecido en sus orillas por
los vertidos de los talleres y el hacinamiento de las
viviendas, como la desaparición de los puentes que
obstaculizaban, tanto el discurso de las aguas como
el tránsito de personas y medios de transporte, es
muy posible que el considerable mayor coste de las
obras y el temor a la posible afección al conjunto
monumental de la Alhambra, se constituyesen como
factores decisivos en la elección de la solución primera, es decir, el embovedado del río.
Pese a que en 1842 ya se disponía de un primer
estudio relativo al cubrimiento del río, la penuria
económica de la primera Entidad Local y algunas
dudas persistentes respecto a la solución estudiada,
fueron causa, una vez más, del retraso en la redacción de los proyectos definitivos y la contratación de
las obras, de forma que el problema del río se traslada a la ciudadanía. La prensa local lidera el debate y
en una sus publicaciones se da a conocer el proyecto del arquitecto Juan Pugnaire que propone varias
medidas de corrección del cauce del río para darle
mayor capacidad y continuidad sin necesidad de su
cubrimiento: Limpieza completa del cauce del Genil
en la zona de afluencia del Darro y eliminación de
los obstáculos del cauce de este último. Quizá la
nueva crecida de 1851 determinó la recuperación
del proyecto de 1842 y la iniciación, en 1854, de
las aguas de granada
Reforma del Embovedado en 1940 (Archivo Histórico Municipal)
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capitulo 2: el agua de granada
las obras de cubrimiento del río desde Plaza Nueva
hasta Puerta Real, que se prolongan en su ejecución
hasta el año 1884.
Tras el terremoto de 1884 y la epidemia de
cólera de 1885, en 1887 se produjo una nueva y
violenta crecida del río que hace saltar parte del
embovedado recién acabado. Los informes redactados al efecto por los técnicos municipales ponen
de manifiesto los errores cometidos en la larguísima ejecución de la obra anterior y se proponen
las medidas para garantizar la no repetición de los
hechos. La bóveda se rehace y se remata la urbanización de la zona con el cubrimiento del río entre
Puerta Real y el Puente de Castañeda en el inicio
de la Acera del Darro, Posteriormente, en 1940,
se vuelve a reformar la bóveda del río, concluyéndose lo que desde entonces y hasta hoy se viene
conociendo como Embovedado.
142
Granada era, en 1840, una ciudad con una población algo superior a 50.000 habitantes. El abastecimiento de agua potable a la ciudad había utilizado,
hasta ahora, como fuentes de alimentación, los ríos
Genil y Darro , la Fuente Grande de Alfacar y otros
manantiales de menor importancia como la Mina
del Monzón en el cerro de S. Cristóbal, Fuentenueva
en el Triunfo y el Pilar de S. Lázaro en el barrio de
este nombre.
Las aguas del Genil llegaban a Granada a través
de las llamadas acequias del Candil (actualmente del Cadí) y Real o Acequia Gorda, mientras que
las del Darro lo hacían a través de las acequias del
Rey, de San Juan y de Santa Ana. Las aguas de la
Fuente Grande de Alfacar, eran transportadas hasta
la ciudad por la acequia de Aynadamar. Los caudales proporcionados por cada una de estas fuentes se
reflejan en la tabla siguiente:
ORIGEN
El régimen jurídico del Servicio Municipal de
Aguas de esta fecha era prácticamente el establecido
en las Ordenanzas de 1538, por las que el Ayuntamiento tenía reconocidos derechos de particulares
sobre las aguas de determinados principales y ramales y otorgaba nuevas concesiones a los que las solicitaban. En la mayoría de los casos las concesiones
otorgadas no coincidían con las necesidades reales de
las fincas y sus tomaderos tampoco coincidían en su
emplazamiento con los de las fincas, por lo que puede imaginarse la complejidad de tan extraña red y lo
inextricable de los recorridos de sus conducciones, lo
que la convertía en reducto privado del poder de los
acequieros y especialistas que la manipulaban.
Aún cuando las “aguas limpias” eran conducidas
hasta las tinajas de los edificios y en estas se producía una decantación por reposo ayudada por la
adición de cal, alumbre y otros productos, la presencia en el agua de gérmenes patógenos apenas era
corregida, con lo ésta conservaba la casi totalidad de
su poder insalubre y en ocasiones mortífero.
A esto había que unir el pésimo estado en que se
encontraba el alcantarillado. Muchas casas poseían
pozos ciegos o desaguaban directamente a la calle
y las que vertían sus aguas sucias al río Darro o a
otras acequias como el Darro Turbio o la acequia
Gorda, convertidas casi en alcantarillas por la pésima calidad de las aguas que portaban, lo hacían a
través de una complicadísima red de cañeros, resto
de antiguos ramales de acequias en estado de abandono que, en consecuencia y en la mayor parte de
los casos se encontraban en pésimas condiciones
de conservación, lo que propiciaba, además de la
contaminación de las aguas limpias, un estado de
humedad del subsuelo que, transmitido a las viviendas, era causa de insalubridad para la población.
NOMBRE DE LA ACEQUIA
AFORO MEDIO (l/s)
PUNTO DE ENTRADA EN LA CIUDAD
fuente grande de alfacar
Aynadamar
285
El Manflor
Rio Darro
Del Rey
San Juan
Santa Ana
80
70
65
Generalife
Cerca y debajo del Sacromonte
La Churra
Rio Genil
Cadi o Candi
Real O Gorda
80
480
Carmen del Sr. Labeira
La Parrilla
TOTAL
1.060
las aguas de granada
143
Fuentes de suministro y recorrido de las acequias (según plano de C. H. del G.)
capitulo 2: el agua de granada
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Proyecto de D. Santiago Baglieto
Si a esto se suma el estado de conflicto permanente entre los intereses de la ciudad y los de algunos
de sus ciudadanos, influyentes y dueños de las casas
con propiedad de agua, que ni querían renunciar a
sus derechos sobre aquella ni tenían las ideas claras respecto a la mala calidad del agua que bebían y
las ventajas que podrían obtener de una red pública bien establecida, se comprende la preocupación
generada en los órganos de gobierno de la ciudad
y la actividad que, en torno a tan grave problema
sanitario se desarrolla en la ciudad a partir de esta
fecha.
Bajo este panorama, el primer intento importante
del Ayuntamiento de Granada para dotar de aguas
potables a la ciudad es de 1858 y se concreta en
la Memoria de D. Francisco de Paula Sierra, cuyos
contenidos fundamentaron el Proyecto de D. Santiago Blaglieto, arquitecto de la ciudad, de 1863. En
el referido proyecto se justificaba que aún cuando
las aguas del río Genil poseían una extraordinaria
calidad en su origen, aguas abajo, en la desembocadura del río Aguas Blancas, eran contaminadas por
las aguas de este río, siendo ésta la causa de la tradicional falta de salubridad que las mentadas aguas
proporcionaban a la ciudad. Tales asertos tenían su
fundamento en el informe emitido por el catedrático de la Universidad D. Francisco de Paula Montells,
respecto a la calidad de las aguas de los ríos Genil y
Aguas Blancas, en sus distintos tramos. Por tal motivo, los citados señores proponían en su proyecto
captar las aguas del Genil con anterioridad a la desembocadura del río Aguas Blancas, exactamente a
las aguas de granada
unos ochocientos metros aguas arriba del pueblo de
Pinos Genil. Para ello, se proponía la construcción
de un canal entre la toma y la ciudad, solución que,
como veremos más adelante, es, en términos globales, la que acabó por imponerse en el año 1928,
pero que en el momento al que nos referimos no
pudo llevarse a término por causa de la indeterminación existente respecto de los derechos de la ciudad y los de las comunidades de regantes sobre las
aguas del Genil y por la larga y tradicional falta de
medios económicos de las corporaciones locales.
El 25 de noviembre de 1876 el Ayuntamiento aprueba una Memoria, presentada por el alcalde D. Indalecio Abril, en la que habla del agua de la ciudad en
los siguientes términos: “perdida entre infinitas cañerías
de sistemas primitivos, de grato sabor y dulce paladar, se
mancha su pureza con el cieno que la enturbia , con las
arenas que arrastra, y con las sustancias pútridas que la
acompañan, y en vez de agua clara y cristalina nos surtimos
de fango impropio de racionales seres”. Contrariamente a
lo expuesto por el Sr. de Paula Sierra, se mantuvo, en
esta Memoria, que la ciudad disponía de aguas suficientes y de excelente calidad, por lo que todo cuanto
había que hacer era ofrecerlas “en usufructo” a alguna
empresa para que las recogiera convenientemente y
las distribuyera por tuberías de hierro mediante la percepción de un canon de los particulares. Tampoco este
proyecto tendría éxito, los propietarios que disponían
de fuentes o pozos en sus casas, que eran la mayoría,
no estaban dispuestos a renunciar a sus viejos derechos sobre las aguas para pagar a una empresa concesionaria, aun cuando las aguas que recibiesen de ella
fuesen más puras que las de su propiedad.
Aún cuando el suceso que comentamos no tuvo una
directa incidencia sobre la historia del agua en Granada, por la importancia que tuvo sobre la administración general de las aguas en el País, ha de destacarse en
este año, la aprobación y publicación de la primera ley
española de aguas, la Ley de 13 de Junio de 1879, tan
respetada y admirada que, pese a los avatares políticos,
tuvo vigencia hasta 1985. La ley se ocupaba de la protección y regulación de las aguas terrestres, de los ríos,
de sus cauces y sus márgenes, las servidumbres y las
jurisdicciones competentes.
A nuestro juicio, el año 1880 marca un hito en la historia moderna del abastecimiento de agua a la Ciudad.
En ella Resuenan los ecos despertados por la Memoria
del ANALISIS DE LAS AGUAS DE GRANADA Y SUS
CONTORNOS, presentada por el catedrático de nuestra universidad, D. Alejo Luis Yagüe, a la Real Sociedad
Económica de Amigos del País en diciembre de este
año pues, ya en su Introducción se contienen manifestaciones como las que transcribimos:
“Entre las cosas que más llaman la atención del que
reside por algún tiempo en Granada, se hallan sus
aguas potables, ya por la abundancia con que llegan a
la ciudad, ya por su modo especial de distribución, o ya
por los efectos que con su uso experimente”.
“Son de tal naturaleza estos efectos que aun antes de
haber visitado la histórica ciudad de los árabes, habían
llegado a mi conocimiento por viajeros que tuvieron que
abandonar este deliciosos país antes que perder totalmente sus fuerzas, estenuadas en extremo, por el uso de
las aguas insalubres que bebían”
“Personas de mi Íntima amistad saben, por triste
experiencia, que si beben agua de cualquiera de los
dos ríos, no hay digestión posible y además, se apodera
de ellos la diarrea, de tal modo, que les cuesta mucho
tiempo para llegar á la normalización de sus funciones;
y como estos, son tantos los casos que pueden presentarse, que creo inútil hacer mas indicaciones para que
todos comprendan el importantísimo papel que, en la
salud pública de Granada, juegan las aguas de diversos
orígenes que como potables se utilizan.”
“Muy pocos son los que, reflexionando detenidamente
sobre lo que á cada paso ocurre con las aguas potables
llegan á comprender cuál es la verdadera causa de que
sean las aguas de Granada germen de enfermedades, en
lugar de ser uno de los elementos á que todo pueblo debe
en gran parte su salud, su vida y su prosperidad”.
La Memoria se dividía en diez capítulos dedicados a las aguas potables en general; la constitución del terreno que recorren y en el que se
alumbran las aguas potables de Granada; la descripción de los principales orígenes de las aguas
que se usan como potables: Genil, Darro, Fuente Grande, Mina del Monzón, Fuente Nueva y La
Mina; las propiedades físicas y análisis cualitativo de las aguas; análisis cuantitativo; acequias,
cañerías y depósitos; Estudio de otras fuentes y
manantiales, como las minas de S. Lázaro, de las
Peñuelas, del Ferrocarril, del Beiro y la Mina y el
pilar del Barrio, así como las fuentes del Avellano,
de la Salud, Agrilla, carmen de los Cipreses, de la
145
capitulo 2: el agua de granada
146
Memoria premiada por la Real Sociedad Economica de amigos del Pais
Salud o del Cristo, de la Culebra y el pozo de la
Samaritana; condiciones higiénicas, medicinales e
industriales; abastecimiento de aguas puras y purificación de las existentes y conclusión, capítulo, de
cuyo interesantísimo contenido, transcribimos, en
extracto, lo más relevante que, pensamos, refleja
suficientemente la situación:
Por la cantidad de principios en disolución que
constituyen su residuo fijo por litro, solamente las
de Genil, Darro y Alfacar, se hallan dentro del cuadro de las aguas potables; las demás pasan ya al grado de las crudas ó duras, aunque no sea sino en un
grado mínimo y medio.
1. El agua de Genil, antes de unirse con Aguas Blancas,
constituye una de las más puras y de mejor cualidad
que pueden utilizarse como bebida.
2. La de Aguas Blancas sería de buena cualidad si no
fuese por los materiales que en época de lluvias arrastra
en suspensión y le dan aspecto lechoso ó blanquecino;
pero, dejada sedimentar, puede utilizarse como buen
agua potable.
3. La que como producto de la reunión de las dos anteriores llega á la Ciudad, sería de muy buenas condiciones
de ordinario, si no sufriese por muchísimos conceptos
una profunda alteración al convertirse en el depósito
de toda clase de restos, principalmente de naturaleza
orgánica, que la hacen sumamente perjudicial á nuestra economía.
4. El agua de la Fuente Grande de Alfacar con un poco
más de esmero en su conducción, llegaría á la Ciudad
sensiblemente como brota en el manantial, y constituiría un agua inmejorable por sus condiciones de pureza
y su. composición química. Es indudablemente la que
hoy se debiera beber por todos, pues es la mejor de Granada, tal como se hace el servicio de aguas.
las aguas de granada
5. La de Darro, igual á la de Alfacar en su origen, se
altera profundamente en su curso en general y principalmente por las acequias de la Ciudad y tanto es asi,
que existe una diferencia favorable para la que llega á
la Alhambra y Generalife del mismo origen, porque no
son como las de San Juan y Sta. Ana, el receptáculo de
cuanto en ellas, de todo género, quiera depositarse.
6. El agua de estos tres orígenes principales, al pasar por
las cañerías que establecen su reparto, se altera, aunque
en grado desigual, verificándolo de un modo profundo
las de Genil y Darro y poco la de Alfacár, pues esta solo
alcanza al Albaicin y cerro en que se asienta, en tanto
que las otras dos casi totalmente abastecen la Ciudad.
7. En las cañerías que están rellenas de lodo y se les añade
más, se encuentra el agua en contacto permanente de
una gran cantidad de sustancias orgánicas en descomposición, de modo que al salir de ellas, es imposible utilizarlas como bebida, sin grave peligro de alteraciones
más ó menos profundas en el organismo.
8. Yendo enlazadas casi siempre las cañerías del servicio
de agua para beber, y los darros ó cañerías de aguas
sucias, ocurre con lamentable frecuencia, que se mezclen unas y otras, constituyendo un peligro aun más
grave para la salud pública.
9. La clarificación por reposo que tiene lugar en las tinajas es incompleta, pues en contacto el agua con una
considerable cantidad de materiales orgánicos en
putrefacción, que en el fondo de aquellas se deposita,
no solo produce multitud de seres, que en su seno han
de vivir, sino que cambiará la composición química en
todos aquellos principios que bajo su influencia puedan
sufrir alteración.
10. Las aguas de los demás orígenes son bastante gruesas;
pero tienen una gran ventaja sobre las que principalmente se utilizan (Genil y Darro), el que no tienen ni
son impurificadas por materiales de todas clases, principalmente orgánicos. De todas estas aguas de fuentes
y manantiales, la mejor es, sin duda alguna, la del
Avellano
11. El agua que se sirve por los vendedores es en gran parte
del aljibe de la Alhambra, en época de verano; pero
en esta época y en las demás del año, la que se vende
como del Avellano, no lo es sino por verdadera excepción, vendiéndose como tal, la del cármen del Ciprés, u
otros sitios que dan en general agua mucho más gruesa
que la primera, y que de los orígenes principales.
12. Por lo que hace referencia á sus virtudes medicinales,
ningún agua de Granada y sus contornos, puede, ni
debe ser considerada como medicinal, dadas las condiciones que la ciencia exije para que un agua entre en
alguno de los grupos que á esta clase corresponden.
13. Es indispensable que cuanto antes la Administración
local haga desaparecer tal estado de cosas, pues si algo
se consigue con los medios indicados, es siempre de un
modo imperfecto, y solo por el que puede atender á lo
superfluo, en tanto que con buenos depósitos y cañerías
perfectamente acondicionadas, el servicio sería general, estaría regularizado, y no se bebería cieno que ni
aun para los irracionales sirve
Este resumen del resumen que hizo el Sr. Yagüe,
podríamos aún resumirlo así: Las aguas, en su origen, eran todas de excelente o, al menos, de tolerable calidad, pero puestas en los puntos de consumo
llegaban impotables, con pésimo aspecto y de peor
sabor y, sobre todo, claramente perniciosas para la
salud.
En el verano del año 1885, 10.300 granadinos se
vieron afectados por una epidemia de cólera morbo
y 5.500 de ellos, más del 7 por ciento de la población total de la ciudad, perdieron la vida y otras
muchas quedaron afectadas con secuelas considerables. Pese a la campaña promovida por El Defensor
de Granada, denunciando las causas de la catástrofe
y proponiendo medidas para evitar su repetición, a
pesar del eco que los sucesos despiertan en el mundo entero, a pesar de la suspensión de funciones
sobre el alcalde de la ciudad y a pesar de la angustia
que atenaza a la diezmada población por causa de
la situación vivida, los sucesivos ayuntamientos no
consiguieron resolver la situación durante mucho
tiempo. Todos, propios y extraños, coinciden en el
diagnóstico: los sistemas de abastecimiento de agua
y de alcantarillado de Granada, hacían de ésta una
de las ciudades más insalubres de Europa.
Sensibilizado por los sucesos del año anterior, el
Ayuntamiento encargó a García de Villaescusa, en
1886 un estudio de soluciones al problema de las
aguas, concretándose dicho estudio en un proyecto en el que se proponía la ejecución de una nueva
conducción hasta la ciudad, para el transporte del
agua de la fuente Grande de Alfacar. El proyecto fue
desechado por el Ayuntamiento en la sesión celebrada el 30 de Julio de 1887
En 1887 se han de destacar tres importantes
sucesos:
147
capitulo 2: el agua de granada
a) La Junta Provincial de Sanidad, a instancia del
Gobernador Civil, emitió un informe sobre las
aguas en el que decía: “Para concluir, esta Junta debe hacer presente, que entre nuestros diversos
manantiales de agua, solo pueden considerarse como
potables las de los ríos Genil y Darro y las de la llamada Fuente Grande de Alfacar, pues las restantes
son crudas o duras, unas en grado mínimo y las otras
en grado medio. De entre aquellas, la mejor sin duda
por su aireación, mineralización y graduación hidrotimétrica, es la del río Genil, antes de mezclarse con
el Aguas Blancas y antes de recibir las mil impurezas
de los pueblos de las ribera, cuyos excreta vienen en
totalidad a precipitarse en su corriente”.
b) La aprobación por el Ayuntamiento de las bases
provisionales por las que habría de regirse el
abastecimiento de aguas a la ciudad, en las que
en su base segunda se decía que “Las aguas del
Genil se tomarían con anterioridad a la afluencia del
de Aguas Blancas”.
c) Se presentó, a la Real Sociedad Económica de
Amigos del País, la Memoria redactada por el
catedrático de Higiene de la Universidad de
Granada, D. Rafael Branchat y Prada, que tituló PLAN ORDENADO SOBRE LA CANALIZACION DE LAS AGUAS POTABLES DE GRANADA, ARREGLO DEL ALCANTARILLADO Y
SISTEMAS DE PAVIMENTO PARA LAS CALLES
DE ESTA CIUDAD y que resultó premiado por
la susodicha Real Sociedad de Amigos del País.
El estudio del Sr. Branchat contenía tres apartados:
Del estado y calidad de las aguas potables de Granada.
De sus efectos en la salud Pública y De las reformas que
como consecuencia sean necesarias en la conducción y
reparto de las aguas, con arreglo a los principio y progresos
148
Estadística de la epidemia de colera
(museo de la casa de los tiros)
Bases para las obras de conducción y distribución de agua
potable a Granada (Archivo Histórico Municipal)
las aguas de granada
de la Ciencia. En todo lo que se refiere a la calidad de
las aguas y a su incidencia sobre la salud, el estudio
viene a resultar una segunda versión de la Memoria del Sr. Yagüe, con la que coincide esencialmente,
como lo demuestran los párrafos que transcribimos,
entresacados de la negra y dura exposición que hace
en su Memoria el Sr. Branchat.
“Las aguas de Granada recorren su trayecto hasta Ilegar a la población y penetran en ella, convirtiéndose en
escasas por causa de su pésima administración y reparto, habiendo perdido además las primitivas cualidades
de pureza por su mezcla en los ríos y en las acequias
con todo género de agentes sépticos, como son, productos
escrementicios, cadáveres de vegetales y animales, residuos industriales, agrícolas y de lavaderos, lIegando, por
fin, al Summum de infección dentro de esta Ciudad, en
donde reciben los productos de su excreta, mal conducido
por darros y alcantarillas, así como las aguas pluviales,
que en definitiva arrastran cuantos variados y abundantes materiales en fermentación pútrida constantemente
existen depositados en la vía pública”.
“De la sola enumeración de estos hechos, fácilmente
se desprenden corolarios patogenésicos que dan cumplida
explicación de las alteraciones múltiples que en la salud
de los habitantes de Granada ha de proporcionar el uso
de sus aguas, así como de la marcada influencia que
las mismas han de ejercer en Ia transmisión de muchas
enfermedades epidémicas”.
Nos parecen acertadas algunas de las recomendaciones que planteaba respecto del transporte que
“exige, como elementos esenciales, la captación y derivación de los manantiales y ríos, su trasporte por medio
de acueductos ó canales, la decantación y filtración en
depósitos apropiados (método insuficiente), y la distribución urbana en condiciones de que puedan elevarse á
las partes más altas de los edificios, por medio de tubos
que no ofrezcan inconveniente para la salud, y garanticen cumplidamente el servicio”.
Recomienda, seguidamente, la construcción de
embalses en los ríos Genil y Darro (aún no existe en
la actualidad), en zonas suficientemente alejadas de
la ciudad como para poder garantizar la pureza de
las aguas y conducir éstas hasta “Vastos reservarios” y
almacenarla en ellos para su decantación y filtración
(sistema a todas luces insuficiente para garantizar la
calidad e inocuidad de las aguas). Tras señalar los
inconvenientes graves para la salud que representaba
la utilización de las tuberías de plomo, recomendaba
el uso de los “tubos llamados de Chemeroy, compuestos
de hierro fundido, vidriados interiormente y revestidos en
su exterior con una capa de betún impermeable”. Por último, hemos de referir nuestra disconformidad con la
apreciación del Sr. Branchat respecto al control del
consumo, reflejada en el siguiente comentario: “Con
objeto de apreciar el consumo diario, se han establecido
últimamente contadores para el agua semejantes á los que
se usan para el gas, pero su adopción, higiénicamente considerada, no resuelve el ideal de la Ciencia, que consiste,
no en medir el agua, sino en tomarla sin medida”.
Con relación a la red de alcantarillado, tras
reflexionar respecto de la extraordinaria importancia que a este servicio se debe dar, por la grave correlación que existe entre su calidad de funcionamiento y la salubridad de las ciudades, hace referencia a
Granada en los siguientes términos:
“nuestro servicio eferente es todavía primitivo, y á
sus detestables condiciones en todos conceptos, se deben
muchos de los males que afligen á esta hermosa tierra,
digna por todos conceptos de mejor suerte”… …“en efecto, nuestro alcantarillado, ni por los detalles técnicos de
su construcción, ni por ninguna de sus funciones, responde á las más rudimentarias exigencias de la higiene; pues
lejos de servir como eficacísimo medio de saneamiento,
obra, por el contrario, como terrible y constante elemento
de infección para el suelo, las aguas y la atmósfera, á
cuyos agentes modificadores tan necesarios para la vida,
constantemente está envenenando”.
Proponía como solución a esta situación, la construcción de una nueva red de alcantarillado mediante
el tendido de tuberías, siguiendo el eje de la calzada, en las calles estrechas, y bajo cada acera en calles
de anchura igual o superior a 20 metros, a las que
deberían conectarse las acometidas procedentes de
las edificaciones. Proponía también la construcción
de las alcantarillas a base de fábrica de ladrillo o de
mampostería, de generosas dimensiones, tanto en su
sección como en el espesor de sus paredes, con revestimiento interior que garantizara su impermeabilización, preferentemente de sección “ovoidea”, con pendientes equivalentes al 0,2 por mil y suficientemente
ventiladas. Por último hace hincapié en la necesidad
de atender con esmero a la limpieza y conservación
de todo el sistema de alcantarillado.
149
capitulo 2: el agua de granada
Como complemento de estas recomendaciones,
consideraba la conveniencia de que las instalaciones
interiores de desagüe de los edificios se ejecutaran
de tal forma que al sistema exterior de alcantarillado
sólo vertieran los efluentes líquidos, separando los
sólidos “para destinarlos a las fábricas de abono” y que
las aguas recogidas por el sistema de alcantarillado
se destinaran al riego, por ser opinión unánime de
especialistas “que el riego de las tierras por las aguas
de alcantarilla es una práctica evidentemente ventajosa
para la agricultura, y que está exenta de todo inconveniente bajo el punto de vista de la salubridad”.
1889
150
Una vez aprobadas definitivamente por el
Ayuntamiento las Bases Para el Abastecimiento
de Agua a la Ciudad, aquel adopta el Proyecto
del señor Alvarez de Toledo, que contempla la
captación de las aguas procedentes de la Fuente Grande de Alfacar, su conducción a la ciudad
y la distribución viaria mediante red constituida por tuberías de fundición de hierro. Tras una
difícil y larga tramitación del proyecto, la Gaceta
de Madrid publicó, en dos ocasiones, la subasta
de las obras; pero ninguna de las dos convocatorias surtió los efectos deseados, pues hubieron
de declararse desiertas por la no concurrencia de
ofertantes. Por este motivo, el Ayuntamiento fue
autorizado para contratar las obras directamente,
a cuyos efectos la Corporación intentó negociar
con varios contratistas, pero no fue posible llegar
a ningún acuerdo con ellos, triunfando, de nuevo,
la prórroga de los problemas.
1901
El Arquitecto señor Jordana presenta un proyecto para la construcción de un depósito de 6.000
metros cúbicos en Fajalauza, alimentado a partir
de la acequia de Aynadamar y con miras al abastecimiento del Triunfo y otras calles de la zona
baja de la ciudad. Contra este proyecto se alzaron
reclamaciones fundamentadas en la inexistencia
del derecho de propiedad del Ayuntamiento sobre
las aguas de Aynadamar. Dichas reclamaciones
prosperaron ante los tribunales provinciales, pero
recurrida su sentencia, fue revocada por el Tribu-
Plan ordenado del Sr. Branchat
nal Supremo en sentencia de 15 de abril de 1905,
en la que se declaraba que, dentro de las ciudades, todas las aguas de aprovechamiento colectivo habían de ser regidas y administradas por los
Ayuntamientos. El depósito y sus obras complementarias no se ejecutaron.
1904
Ante la serie de fracasos que se suceden en la resolución del problema de abastecimiento de agua a
la ciudad, causados básicamente por los conflictos
derivados de los derechos de propiedad y uso de las
aguas, D. Francisco Balme, Ingeniero especializado
en la fabricación de azúcar, conocedor de la existencia de aguas subterráneas en la zona de la Vega integrada por Belicena, Santa Fé, el Puente de los Vados,
las aguas de granada
151
Proyecto de depósito para las aguas de la acequia de Alfacar (Archivo Histórico Municipal)
Fuente Vaqueros, Chauchina y el Jao y de las nuevas
posibilidades que ofrecía la electricidad, redacta un
proyecto en el que propone la captación de un caudal de agua de 100 litros por segundo durante 20
horas, mediante la ejecución de pozos, en la zona de
la Vega antes referida, y la construcción de una gran
estación de bombeo que permitiría la impulsión del
agua hasta la ciudad, mediante conducción de hierro fundido de 8 Km. de longitud y 500 mm. de diámetro, para su posterior distribución. Dentro de la
ciudad contemplaba la construcción de dos depósitos de 4.000 y 3.000 m3 de capacidad, emplazados,
respectivamente, en los alrededores de la placeta de
San Miguel y en el barrio de San Cecilio, por debajo de la Cruz de los Mártires. Dos sifones, construidos con tubería de fundición de hierro, conectaría
ambos depósitos entre si y estos con la conducción
de transporte y la red de distribución. El proyecto
no se llevó a la práctica.
1907
D. Rafael Benjumea, Conde de Guadalhorce y
Ministro de Fomento, crea el 22 de septiembre
de 1927 la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir; Institución que, a lo largo de los años,
ha desempeñado, de manera regular, un papel de
primerísimo plano en la historia de las soluciones
para el desarrollo de lo que hoy se conoce como
ciclo integral del agua en nuestra ciudad.
En este mismo año, el Ayuntamiento de Granada nombra una Comisión para redacción de las
bases con destino al proyecto de canalización de
las aguas potables a Granada.
capitulo 2: el agua de granada
1908
La inquietud que vive la ciudad desde los sucesos de 1885, llevan a la alcaldía de la ciudad a la
creación, en julio de 1907, de la Junta de Aguas
Potables de Granada, en la que se integran personas emprendedoras y representativas de la misma.
Al año siguiente, es decir, en 1908 se plantean dos
nuevas propuestas de resolución del abastecimiento
de aguas. D. Ramón Maurell propone la captación
de las aguas del curso alto del Genil, en concreto,
en el barranco de San Juan y las de las fuentes y
manantiales de la margen izquierda de dicho río,
tales como la de las Víboras y La mojonera. De otra
parte, el Sr. Ortíz Romero, proponía la captación de
las aguas del Cortijo de la Plata en el término municipal de Quéntar. Ambas propuestas finalizaron su
existencia en el archivo.
1911
152
Se inician en este año una serie de propuestas que
tienen como base la utilización del canal de Cenes
para conducción de las aguas a la ciudad. De estas
iniciativas reseñamos brevemente las más notables
aún cuando ninguna de ellas viera la prosperidad de
su curso administrativo y material. En este mismo
año se presenta un proyecto que proponía la captación de las aguas del Toconcillo de Beas, del Cerro
de la Plata y del Barranco del Tintín, afluentes del
río Aguas Blancas. Como paso previo a la tramitación del proyecto, se sometieron al análisis correspondiente varias muestras de estas aguas, tomadas
en la Rambla del Mellado, donde tiene su nacimiento el río. El Laboratorio Municipal de Madrid, al que
se le encargaron los análisis consideró que las aguas
del Toconcillo y de La Plata no eran aceptables, por
lo que, teniendo en cuenta que la derivación de las
aguas se proyectaba seis kilómetros aguas abajo, con
decremento notable de su calidad, el proyecto tuvo
que ser, necesariamente, rechazado.
1912
Como variante del proyecto anteriormente referido
y fracasado por los resultados analíticos de las aguas,
se plantea un nuevo Proyecto en el que se propone
la captación de las aguas del río Aguas Blancas y su
Proyecto De Abastecimiento de F. Balme
transporte a la ciudad a través del Canal de Cenes.
Para hacer viable este proyecto hubo de solicitarse la
correspondiente concesión administrativa, fijando en
la misma un caudal a derivar de 185 litros por segundo, lo que representaba una dotación para la ciudad
de unos 225 litros por habitante y día. Parece ser que
no se culminó la tramitación del expediente.
1921
El ex alcalde de la Ciudad y catedrático de su Universidad, Sr. Amor y Rico, en su discurso de apertura
de curso de 1921/22 afirma que “El agua del Genil,
antes de Güejar Sierra contiene pocas sales alcalinotérreas, son las aguas de mayor purificación. El Aguas
Blancas contiene gran cantidad de arcillas sueltas en suspensión y mayor cantidad de carbonato de cal, magnesia
las aguas de granada
153
Constitucion De Comision Municipal (Archivo Histórico Municipal)
y alguna, aunque pequeña, cantidad de sulfato de cal;
tiene indicios de sales de hierro”. Manifiesta también
que el grado hidrotimétrico de las aguas del Genil
es de 7,30, mientras que el de las del Aguas Blancas
es de 27 y transcribe unos datos deducidos por el Sr.
Álvarez de Cienfuegos en los que se pone de manifiesto que la carga orgánica de las aguas del Aguas
Blancas era de 6 mg/l m y su contenido bacteriano
de 162.600, mientras que los valores correspondientes a las aguas del Genil se cifraban en 3 y 2.400.
1923
Expediente incoado en virtud de la instancia de
don Emilio Esteban que proyectaba conducir por el
canal de Cenes las aguas del Toconcillo de Beas y
Cortijo de la Plata; Barranco del Tintín y las dota-
ciones de Argumosa y Prado Montero. Como quiera que las aguas del Toconcillo y las de La Plata ya
habían sido desechadas en 1911 por encontrarse en
sus análisis, practicados por el Laboratorio Municipal de Madrid, presencia de escherichia coli y
considerando que el caudal medido en estiaje en
Argumosa no superaba 12 litros por segundo, valor
absolutamente insuficiente, la solicitud fue desestimada.
1924
Es ésta una fecha clave en la historia moderna del
abastecimiento de agua a la Ciudad, pues, como
veremos, aunque no se resolvió la situación, se
tomaron decisiones que constituyeron los cimientos de lo que más tarde sería uno de los mejores
capitulo 2: el agua de granada
154
Río San Juan en su desembocadura al Genil
las aguas de granada
abastecimientos de España. Para comprender las
resoluciones adoptadas por el Ayuntamiento, regido en estas fechas por el Sr. Marqués de Casablanca, es conveniente detenerse a analizar, no sólo la
situación entonces presente, sino los antecedentes
acumulados desde casi un siglo atrás y, esto, es lo
que vamos a tratar de sintetizar.
Las FUENTES DE APROVISIONAMIENTO de
agua, como antes se indicó, eran la Fuente Grande
de Alfacar, a través de la acequia de Aynadamar,
el río Genil a través de la acequia del Cadí y de la
acequia Real, el río Darro, a través de la acequia de
San Juan y de la acequia de Santa Ana, las minas
del Monzón, Fuente Nueva y la Mina, el pozo de
San Vicente, la captación del Cercado Bajo de Cartuja y las fuentes del Avellano, de la Salud, de Agrilla y de la Culebra o de la Bicha como se la bautizó
popularmente.
La acequia de Aynadamar abastecía, con derecho,
a la localidad de Víznar y, por consentimiento de
hecho, a una parte de Alfacar, Sacromonte y, en
las limpias, a los pueblos de Jun, Pulianas y Pulianillas. Además prestaba sus aguas a dos centrales
eléctricas, a una de tejidos, a la fábrica de pólvoras del Fargue y a más de veinte molinos de trigo,
ello sin contar con la considerable extensión de
predios a los que regaba. En la Ciudad, la acequia
abastecía a los aljibes del Albayzín, único sistema
de suministro con el que contaba este populoso
barrio, pero también se surtían de ella numerosas
propiedades que utilizaban el agua para riego de
sus jardines y huertos. Aun cuando su caudal en
origen se había aforado en 285 litros por segundo,
con dificultad y tras intensa vigilancia, se conseguía alcanzar en la ciudad un caudal nocturno de
25. La calidad de sus aguas, según había probado
el Sr. Yagüe, era buena en origen, en un todo similar a la del río Darro aunque de inferior calidad
que la del río Genil. En el aspecto administrativo, existía una importante corriente de opinión
que reclamaba la propiedad de estas aguas para
el Albayzín, rechazando la extensión de su uso a
cualquier otro ámbito de la ciudad.
La acequia del Cadí, derivada del río Genil, aguas
abajo de la confluencia con éste del río Aguas Blancas, aportaba a la ciudad unos 80 litros por segundo, distribuyéndolos básicamente en el barrio de la
Antequeruela y Zonas alta del Realejo.
155
Río Aguas Blancas
capitulo 2: el agua de granada
156
La acequia Real, derivada de la acequia Gorda en el
partidor de los Infantes, aportaba a la ciudad, a través de la denominada acequia de la Ciudad, el 48 %
del caudal transportado por la Gorda, que en épocas
de estiaje no superaba 1000 litros por segundo.
La calidad de las aguas, igual para ambas acequias no se correspondía con la deseable para un
abastecimiento urbano. Las dos tomaban sus aguas
del río Genil después de la desembocadura de los
ríos Maitena y Aguas Blancas. Tanto uno como otro
contenían en sus aguas, según se había probado por
varios laboratorios, cantidades elevadas de sales cálcicas y magnésicas. A esto había que sumar el hecho
de que tanto el Genil, en el tramo comprendido
entre la desembocadura del Maitena y los puntos
de toma de las Acequias, como el Aguas Blancas, en
su recorrido hasta el Genil, así como los cauces de
las acequias, que discurrían a cielo abierto, pasaban
por núcleos de población de los que recibían aguas
residuales, bien de riego o urbanas, conteniendo
elevadas cantidades de materia orgánica y todo tipo
de residuos. Todo ello, hacía a estas aguas impotables y, por lo tanto, no aconsejables para uso como
bebida.
La acequia de San Juan, derivada del río Darro, alimentaba al depósito de la Victoria, lo que permitía
el riego a presión de la zona de Gran Vía y Reyes
Católicos así como el suministro de agua a las edificaciones.
La acequia de Santa Ana, entregaba sus aguas a los
barrios de Santa Ana y de la Churra.
Las aguas del río Darro, en su origen, estaban calificadas de buena calidad (el profesor Yagüe las asemeja,
en su Memoria de 1882, a las de la Fuente Grande de
Alfacar); pero, como en los casos antes mencionados
para los ríos Genil y sus afluentes, el Darro pasaba por
Huetor Santillán, Beas y otros núcleos que contaminaban sus aguas, haciéndolas impotables en los puntos
en los que se derivaban las acequias para la Ciudad.
Esta, según las Ordenanzas de 1538, podía tomar de
este río toda el agua que para aquella fuera necesaria,
con excepción de los consumos para riegos entre las
tres de la tarde y la puesta del Sol; pero la realidad era
que, en los años a los que nos referimos, durante los
estiajes, los riegos continuos de Huetor, Beas, Vegas de
Cortes y Jesús del Valle, más el gasto derivado por la
acequia Real de la Alhambra, dejaban prácticamente
secos los canales de San Juan y de Santa Ana.
Mina del Monzón
Las minas del Monzón, Fuente Nueva y la Mina
(pilar de San Lázaro) surtían de agua a los vecinos
de la zona norte de la Ciudad. Sus aguas estaban
calificadas como duras por su elevado contenido en
bicarbonatos alcalino-térreos (29, 31,5 y 56 grados
hidrotimétricos, respectivamente)
El pozo de San Vicente, suministraba agua de calidad semejante a la de la Fuente Grande de Alfacar y
se destinaba a la venta callejera y domiciliaria.
Las aguas del Cercado Bajo de Cartuja, de muy
buena calidad, de poco caudal y, al parecer, correctamente entubadas y con elevado precio, abastecían
a los vecinos de los barrios de San Ildefonso, San
Andrés y San Justo.
Las aguas de las fuentes del Avellano, de la Salud,
de Agrilla y del aljibe Grande de la Alhambra, eran frecuentemente utilizadas para el servicio a domicilio
y la venta al público en las calles de la Ciudad.
Además de las captaciones mencionadas, existían,
como fuentes de abastecimiento de agua, para riego
de huertas y predios de la Ciudad y los pueblos de
las aguas de granada
la Vega, y en muchas ocasiones realizando la función de alcantarillas, el Darro Turbio, del que ya se
ha hecho mención y la acequia del Sancti Spíritu,
que se derivaba del río Darro mediante azud construido en la calle de los Reyes Católicos, bajo el río,
ya embovedado, y a la altura de la actual calle del
mismo nombre. Del río Genil se alimentaban, además de la acequia Gorda, ya referida, las acequias de
Arabuleila, Tarramonta, Jaque del Marqués de Mondéjar y un buen número de ramales derivados de
éstas. Además del abastecimiento a la ciudad y los
riegos de su Vega, el río Genil prestaba sus aguas a 5
centrales eléctricas, 16 molinos y fábricas de harina
y 8 fábricas de tejidos, aceite y otros.
LAS REDES DE DISTRIBUCION estaban constituidas por tubos de barro, porosos, colocados a escasa
profundidad bajo las calles y, en muchísimos casos,
situados próximos o inmediatos a canalizaciones de
aguas negras antiquísimas y de baja estanquidad.
Esto provocaba, por una parte, una inusitada frecuencia de roturas, cuya reparación se prolongaba,
en muchas ocasiones, de forma artificial, a capricho
de cañeros, y, por otra parte, al contagio permanente
de las aguas supuestamente limpias. Como las redes
de distribución funcionaban generalmente por gravedad o con muy escasa presión, en las situaciones
de incendio en zonas alejadas de alguna fuente de
aprovisionamiento de agua, había que provocar
una rotura en la tubería más próxima e improvisar
un embalse, con la consiguiente pérdida de agua y,
sobre todo, tiempo.
LAS INSTALACIONES INTERIORES hacían juego
con las públicas. Las casas de viviendas más antiguas y más humildes, las casas de vecinos, que eran
abrumadora mayoría, carecían de cuartos de aseo
individualizados, sustituidos por uno o varios retretes colectivos instalados en zonas comunes de la
casa, y un mueble para el lavado de manos y cara
que se ubicaba en los dormitorios de las viviendas
y, en algunos casos, un lavadero, también colectivo, que se ubicaba en el patio o en zona aledaña de
la planta baja del edificio. En las casas más modernas ya se localizaban cuartos de baño completos en
el interior de las viviendas. Pero ni en unos ni en
otros casos el agua pública de la Ciudad llegaba a
los grifos, pues, como hemos comentado, la entrega
desde la red de distribución a los edificios se hacía
a presión prácticamente nula. Por tal circunstancia,
o bien se había renunciado al uso del agua pública, utilizando para todas las necesidades el agua de
acarreo, o bien se dotaba al edificio de un aljibe o
tinaja en la que se almacenaba el agua suministrada por el Ayuntamiento y en la que se solía adicionar al agua productos químicos y hasta galápagos,
para su clarificación, absolutamente ineficaces. En
el primer supuesto, el agua para el aseo personal de
cara y manos, se almacenaba en jarras más o menos
primorosas de loza o de porcelana, de las que se
surtía, a mano y regulando el volumen en función
del inmediato uso, la palangana o zafa del mismo
material, que servía de receptáculo para las abluciones, El agua, una vez usada, se vertía a una cubeta
inferior, a juego con la jarra y la zafa, en la que se
almacenaba hasta su llenado, para ser utilizada, en
su momento, en la limpieza del retrete. En el segundo supuesto, el agua del aljibe se transportaba hasta
un depósito o batería de depósitos emplazados en
las azoteas o tejados del edificio, mediante bombas
de émbolo, accionadas a mano en las casas menos
pudientes, y con motor en las más tecnificadas. Desde estos depósitos, construidos generalmente de
cinc, el agua bajaba por gravedad, a las viviendas, a
través de una red de bajantes realizadas con tubería
de plomo, de las que se derivaban las conducciones
particulares de distribución de cada vivienda.
Con estos antecedentes, entendió el Ayuntamiento, a nuestro juicio acertadamente, que no cabía
mejor solución para el abastecimiento de la Ciudad,
que la captación de las aguas del Genil, aguas arriba
de las desembocaduras de los ríos Aguas Blancas y
Maitena, tal y como se recomendaba en el informe
del profesor de nuestra Universidad D. Alejo Luis
Yagüe en 1880, fijando el punto de toma en las
dehesas de San Juan y del Calvario. Con estas bases
redactadas por el ingeniero municipal D. José Montes Garzón y aprobadas por unanimidad en la sesión
plenaria del Ayuntamiento de 24 de septiembre de
1924, se solicitó la declaración de Utilidad Pública
del Proyecto, la cual fue otorgada por el Gobierno
en su Decreto Ley de 10 de diciembre del mismo
año. Garantizada así la viabilidad del proyecto, el
Ayuntamiento, en sesión plenaria de 31 de diciembre, aprobó la convocatoria del correspondiente
concurso de proyectos.
Durante los años 1925 y 1926, los concursantes
redactaron sus proyectos y los complementaron
157
capitulo 2: el agua de granada
158
Fuente del Avellano
las aguas de granada
159
Tocador de principios del siglo XIX (Museo de Artes y
Costumbres Populares de Jaén)
Bañera de principios de siglo XIX
(Museo de Artes y costumbres Populares de Jaén)
capitulo 2: el agua de granada
160
Bomba accionada a mano
(Mueso de Artes y costumbres Populares de Jaén)
con la documentación requerida, en cada caso, por
el jurado designado al efecto. Finalizados los trámites de presentación en 7 de enero de 1927, se sacaron los proyectos presentados a exposición pública,
trámite en el que se presentaron nueve alegaciones.
Unas aduciendo que existían otras alternativas como
la Fuente Grande de Alfacar y las captaciones en el
subálveo de la Vega. Otras insistiendo en el aprovechamiento de las aguas del Toconcillo de Beas, Cortijo de la Plata, Barranco del Tintín, Argumosa y Prado
Montero. Otras por considerar que la captación de
las aguas de las dehesas de San Juan y del Calvario
perjudicaba a sus intereses, por presumible merma
de los caudales de sus concesiones. Otras afirmando
que las aguas de las dehesas no eran potables ni en
invierno, ni en verano. Y otras, finalmente, que reclamaban la fijación anticipada del coste futuro del agua
para los ciudadanos y la fijación exacta de los caudales aforados en las dehesas, a la par que dudaban de
su final potabilidad. Sometidas estas reclamaciones a
informe de los asesores jurídicos, estos se manifestaron considerando que no existía, en el aspecto jurídico, motivo alguno por el que hubiera de rectificarse
el criterio que informaba las actuaciones del Ayuntamiento y señalando como prematuras e injustificadas
la prevención y alarma de los reclamantes.
A este concurso se presentaron tres proyectos:
· Proyecto de captación y de conducción hasta Pinos
Genil suscripto por la Compañía General de Electricidad; y complementario presentado por la
Empresa General de Construcciones, referente a
la conducción del agua desde Pinos Genil a Granada, depósitos y distribución en la Ciudad.
· Proyecto autorizarlo por la S. A. Construcciones
y Pavimentos, que comprende la captación, conducción y distribución del agua correspondiente
a la Dehesa de San Juan.
· Proyecto suscripto por los hermanos Sres. Rodríguez Bolívar, referente a la captación del agua de
ambas Dehesas, y su conducción y distribución.
La Compañía General de Electricidad
tenía en explotación dos centrales hidroeléctricas
alimentadas por aguas del Genil y emplazadas,
la del Castillo en Güejar Sierra, aguas abajo de la
desembocadura del río Maitena y la de Pinillos en
Pinos Genil. Poseía también concesión administrativa, para derivar las aguas de la Dehesa de San Juan
las aguas de granada
mediante presas a construir, para turbinarlas en una
futura central que se localizaría en las proximidades
del Barranco de San Juan. Su proyecto, conjuntamente con el de la Empresa General de Construcciones, proponía:
· Captación de las aguas de dicha Dehesa mediante
la construcción de una presa en el origen del río
Real, aguas abajo de la unión de los ríos Valdecasillas y Valdeinfierno y para separar estas aguas
de las públicas del río, utilizadas en sus centrales,
ofrecía dos alternativas, o bien construir la central del Barranco de San Juan y entubar las aguas
de las Dehesas, antes de la incorporación de las
del Maitena, para su turbinado independiente en la Central del Castillo y continuación del
entubamiento independiente hasta la Central de
Pinos Genil, en la que igualmente se turbinarían
en máquinas específicas, o bien se prolongaría
el canal proyectado para la Central de San Juan,
hasta la del Castillo, en la que se turbinarían las
aguas de las dehesas en máquinas independientes
y a partir de aquí se llevarían hasta Pinos Genil en
la forma prevista en la solución anterior.
· Conducción de las aguas desde Pinos Genil hasta
la ciudad, mediante canal de 8.732 m. de longitud que desembarcaría en un gran depósito de
nueva construcción y de 40.000 m3 de capacidad,
emplazado en terrenos de cota 777,00, que haría
las funciones de cabecera y reserva de la red de
distribución.
· Según el proyecto, la nueva red de distribución
dividía a la ciudad en dos zonas, alta y baja, alimentadas cada una por un grupo de depósitos
y ambas subdivididas en sectores principales y
secundarios aislables. En conjunto, se preveía el
tendido de cerca de 90.000 m. de tuberías de distintos diámetros, 1.243 bocas de riego y 65 fuentes públicas.
· Para atender la alimentación de la zona baja se
proponía la construcción de dos depósitos de
5.000 m3 de capacidad, emplazados en el Perchel
(Barranco del Abogado) y huerta de la Alberzana,
en la carretera nueva del Fargue. Para alimentación de la zona alta se proyectaba la construcción
de otros dos depósitos de 1.000 m3 de capacidad
emplazados en la ladera del Generalife y debajo del
polvorín de San Miguel. En la conducción entre el
depósito de cabecera y el del Perchel, se instalaría
una central hidroeléctrica que aprovecharía el desnivel entre ambos depósitos para generar energía
eléctrica suficiente para el bombeo necesario a los
depósitos del Generalife y San Miguel.
· El presupuesto total de las obras ascendía a
18.874.586,96 pesetas, de las que 2.713.617,78
ptas. correspondían a la captación y conducción
hasta Pinos Genil; 7.272.773,53 ptas. al canal
entre Pinos y la Ciudad y la construcción de los
depósitos; 6.339.792,42 ptas. a la red de distribución y el resto a otros conceptos.
El proyecto presentado por la S. A. CONSTRUCCIONES Y PAVIMENTOS, incluía las siguientes
obras:
· Captación de las aguas de la Dehesa de San Juan,
mediante la construcción de presas en los barrancos de Valdeinfierno, Guarnón, Cabañas Viejas
y San Juan. Tendido de una tubería de acero de
13.648 m. de longitud, que alimentaría a un
depósito abierto de 6.000 m3 de capacidad, y desde éste a la cámara de carga de una central hidroeléctrica con caudal de 243 l/s, salto de 639,00 m.
y potencia de 1.500 KW.
· Tendido de una conducción de acero de 500 mm.
de diámetro y 21.986 m. de longitud, para transporte del agua entre la central hidroeléctrica y el
depósito proyectado en Granada, en las proximidades del Cementerio, con 40.000 m3 de capacidad,
que serviría como depósito de cabecera de la red de
distribución y desde el que se derivaba una tubería
para alimentación de otro depósito de 5.000 m3 de
capacidad emplazado por encima de Fajalauza.
· La red de distribución proyectada alcanzaba una
longitud muy cercana a 100.000 m. para la que
el concursante ofrecía dos alternativas, una valorada, en base a tubería de acero, y otra, sin valorar, en la que se utilizaría tubería de fundición de
hierro. En la red se incluía la instalación de 192
bocas de riego y 132 fuentes públicas.
· El presupuesto total de las obras ascendía a
14.849.468,88 pesetas, de las que 5.748.640,20
ptas. correspondían a la captación y conducciones de transporte; 2.507.707,10 ptas. a la central hidroeléctrica y sus obras complementarias;
1.697.561,02 ptas. a la construcción de depósitos;
2.652.475,50 ptas. a la red de distribución y el
resto a otros conceptos.
161
Esquema de captacion Transporte y Depósitos propuestos por Compañía General de Electricidad y General de
Construcciones
162
Croquis comparativo de las soluciones propuestas al
concurso de 1925, trazado sobre una modificación del
plano original
las aguas de granada
163
capitulo 2: el agua de granada
164
El proyecto presentado por los hermanos Sres.
Rodríguez Bolívar incluía las siguientes obras:
· Captación de las aguas mediante la construcción
de presas en los ríos Vadillo, Real, Guarnón y
San Juan. y transporte de estas por medio de una
conducción en túnel de 12.916 m. de longitud,
hasta la primera central hidroeléctrica, que situaban debajo de la Hortichuela. Esta central estaría alimentada por dos saltos de agua: el primero
con una altura de 1.014 m, se alimentaría con las
aguas derivadas de la presa del río San Juan; el
segundo, con una altura 706 m. se alimentaría
con las aguas procedentes de las presas del Vadillo, Real, y Guarnón. A la salida de esta central,
continuaba la conducción conjunta de las aguas
mediante canal de obra de fábrica de 10.926 m.
de longitud que, atravesando el río Genil en la
Hortichuela, discurría, en unos tramos en túnel
y en otros en trinchera, hasta llegar a la cuenca
del río Aguas Blancas en la que se proponía la
construcción de una segunda central hidroeléctrica con salto aprovechable de 250 m. Tras atravesar este río, en sifón, el canal continuaba hasta la
Silla del Moro, desarrollando en total, una longitud de 8.252 m.
· Construcción de tres depósitos, con capacidad
total de almacenamiento de 45.000 m3. El primero, emplazado en la Silla del Moro, a la salida de
la central hidroeléctrica antes comentada, haría
las funciones de cabecera y reserva. El segundo,
emplazado en el Albayzín, a la cota necesaria,
garantizaba el abastecimiento de la zona alta de
la ciudad y, a este fin, también se constituía como
de reserva. El tercero, emplazado en el Cercado
Bajo de Cartuja, en el extremo de la ciudad, se
proyectó con las funciones propias de un depósito de cola: estabilización de presiones en la red
de distribución, atenuación de los golpes de ariete y reserva frente a excedentes o sobredemandas
puntuales de la red.
· En semejanza con la solución propuesta por la
Empresa General de Construcciones, los Srs.
Rodríguez Bolívar proponían la división de la
Ciudad y, por lo tanto, de su red de distribución,
en dos zonas, la alta alimentada por el depósito
del Albayzín y la baja, conectada al depósito de
cola. El proyecto contemplaba también la construcción de una central hidroeléctrica emplazada
en la cuenca del río Darro, con salto aprovechable
de 145 m. y alimentada mediante canal de 807
m. de longitud derivado del depósito de cabecera.
La salida de este aprovechamiento hidroeléctrico
se constituía como alimentación de la red baja de
distribución.
· En su conjunto, la red de distribución alcanzaba
una longitud ligeramente superior a 68.000 m. y
se incluían en el proyecto, como elementos complementarios de la misma, 726 bocas de riego y
53 fuentes públicas.
· El presupuesto total de las obras ascendía a
14.225.650,52 pesetas, de las que 7.124.435,05
ptas. correspondían a la captación y conducciones de transporte; 2.916.430,64 ptas. a la construcción de depósitos; 3.971.051,79 ptas. a la red
de distribución y el resto a otros conceptos.
El Jurado constituido al efecto, tras los análisis técnicos y jurídicos de los proyectos presentados al concurso, con las aclaraciones, rectificaciones y modificaciones sobre los mismos que les fueron solicitadas
a los concursantes, emitió el informe preceptivo proponiendo dos alternativas, mezclas, ambas, de las
soluciones propuestas por los concursantes.
La primera alternativa adoptaba la solución de la
Compañía General de Electricidad, respecto a las
captaciones y conducción de las aguas hasta Pinos
Genil, la solución de General de Construcciones,
respecto de la conducción entre Pinos Genil y la
Ciudad (Barranco Bermejo) y la solución de los Srs.
Rodríguez Bolívar, respecto de la red de distribución
y los depósitos de la misma. Con esta alternativa,
tanto el beneficio por la producción eléctrica generada por las aguas, como los gastos de inversión y
transporte quedaban a cargo de la Compañía General de Electricidad, resultando finalmente un presupuesto de contrata de 10.171.345,89 pesetas
La segunda alternativa adoptaba la solución propuesta por la S.A. de Construcciones y Pavimentos, con relación a las captaciones y conducción de
las aguas hasta el depósito de llegada a la Ciudad
(Cementerio), rectificando el diámetro de la conducción que pasaría de 500 a 600 mm. y la solución
propuesta por los Srs. Rodríguez Bolívar, respecto de
la red de distribución y los depósitos de la misma.
Con esta alternativa, tanto el beneficio por la producción eléctrica generada por las aguas, como los
las aguas de granada
gastos de inversión y transporte quedaban a cargo
del Ayuntamiento, resultando finalmente un presupuesto de contrata de 17.407.110,48 pesetas.
A ambos presupuestos había que adicionar el
importe de las obras necesarias para la renovación
de la red de alcantarillado, que se estimaba en una
cantidad en torno a 4.000.000 ptas.
1928
El Ayuntamiento presidido por D. Mariano Fernández Sánchez-Puertas gestionó los primeros préstamos,
y tras la correspondiente convocatoria de subasta
pública, se adjudicaron las obras de conducción de
las aguas del río Genil, desde Pinos Genil hasta la ciudad, así como la construcción de depósitos de reserva
y el tendido de la red de distribución, por un importe
total de 10.500.000 ptas. Pronto surgieron problemas
con la Contrata, circunstancia que unida a la falta de
liquidez del Ayuntamiento, propició el hecho de que
a partir del año 1932 las obras se desarrollaran a ritmo
tan lento que siete años más tarde, es decir, a finales
de 1935, ya paralizadas aquellas, sólo se habían con-
cluido el canal entre Pinos y Granada, que en adelante denominaremos Canal de Pinos, un depósito de
10.000 m3 de capacidad en la Lancha de Cenes y un
tercio aproximadamente de las redes de distribución
de agua potable y de alcantarillado, con un coste total
de 7.133.626,11 pesetas. Tampoco, a estas fechas, se
había determinado aún el caudal de agua de las Dehesas que correspondía al Ayuntamiento, ni se había llegado a ningún acuerdo con la Compañía General de
Electricidad, para resolver el problema del transporte
de las aguas desde las Dehesas hasta Pinos Genil.
1936
En la situación dejada a finales de 1935, se llega al
dramático acontecimiento de la Guerra Civil, en la
que, en sus comienzos, por las circunstancias acentuadas de escasez de agua y, suponemos, que por el
deseo de poner en servicio las obras realizadas, se procedió “manu militaris” a derivar las aguas del canal
de desagüe de la central hidroeléctrica de Pinos Genil
hacia la Ciudad, lo que permitió el abastecimiento
progresivo a toda la zona dotada de las nuevas redes,
Obras de construccion del depósito de la lancha del Genil (Archivo de Emasagra)
165
capitulo 2: el agua de granada
166
Captación de Pinos Genil
el suministro directo a las viviendas altas sin necesidad de bombeos y el riego fácil de las calles.
1938
A la situación de hecho alcanzada en 1936, se
acostumbraron pronto los granadinos, que pudieron
disfrutar, por fin, de un primigenio abastecimiento
mucho más sano y confortable que el hasta entonces padecido. Por ello, el Ayuntamiento no tuvo otra
opción más que poner manos a la obra para la legalización de aquella auto concesión de 1936. Pese a
estas mejoras, las aguas que llegaban a la ciudad no
eran las previstas, de inmejorable calidad y procedentes de las Dehesas de San Juan y del Calvario, sino
que eran las del Genil, empeoradas en su calidad a lo
largo de su discurrir por los ríos y turbinadas en las
dos centrales del Castillo y de Pinos Genil.
Con estos antecedentes, al Ayuntamiento presidido por D. Antonio Gallego y Burín, se le ofrecían dos alternativas, o bien captar las aguas en
las Dehesas y conducirlas hasta el canal de Pinos,
para distribuirlas posteriormente en la Ciudad,
o bien continuar con la situación consolidada y
construir, antes de su distribución en la Ciudad,
una estación de tratamiento para su potabilización. La primera alternativa exigía una inversión
en presas, canales y obras complementarias, que se
estimaba en torno a 10.000.000 de ptas. y con ello,
no se podía garantizar, en absoluto, la permanente
calidad del agua, siempre expuesta a la aportación
de materias extrañas arrastradas por las lluvias,
deshielos intensos etc. y a la contaminación bacteriológica en su discurrir por cuencas habitadas.
Garantizar, pues, la adecuada calidad del agua,
conllevaba necesariamente la construcción de costosísimos embalses de decantación en los que el
agua debería permanecer en residencia tiempos
muy dilatados y sin que ello sirviera para asegurar
su inocuidad desde el punto de vista bacteriológico. La segunda alternativa, si bien eliminaba las
inversiones comentadas, exigía la construcción de
la Estación Potabilizadora, que, en estas fechas,
se valoraba en torno a 2.500.000 de pesetas y el
mantenimiento y explotación de la misma que se
estimaba escasamente considerable.
Analizados los antecedentes expuestos y con el
informe emitido por el ingeniero D. José Brugarolas, la Corporación Municipal apostó, con acertadísimo criterio, por la segunda alternativa, muchísimo más rica desde el punto de vista técnico y,
también, de muchísima mayor garantía desde el
punto de vista de la salubridad. Dispuesto pues el
Ayuntamiento a llevar a término las obras y ante
la práctica imposibilidad de encargar el diseño y
proyecto de la Estación de Tratamiento (ETAP) a
ninguna empresa especializada por la situación
de precariedad que, en estas fechas se vivía en
España, se decidió afrontar este problema con los
medios propios. Para ello se encargó al ingeniero
municipal D. José Fernández Solsona, la confección de los oportunos proyectos. A tenor de esto,
bajo su dirección, y como medio para ensayar y
las aguas de granada
167
Proyecto de terminacion de la redes de agua potable y alcantarillado
(Archivo Histórico Municipal)
determinar prácticamente los parámetros de diseño de la futura estación potabilizadora, se instaló
en el parque municipal de las Heras de Cristo, una
pequeña planta de cuyas aguas tratadas se abastecía el Hospital Marroquí y las viviendas próximas.
1940
Con los resultados obtenidos del ensayo de las
Heras de Cristo, se redactó en este año el proyecto
de la nueva Estación de Tratamiento de Agua Potable. Al mismo tiempo, se rehicieron los proyectos
de las redes de distribución de agua potable y de
alcantarillado de 1928, en la parte que no habían
sido ejecutadas las obras, sustituyendo la tubería de
distribución, prevista en principio de fibrocemento,
por otra de las mismas dimensiones pero de fundición gris de hierro con uniones emplomadas.
También, en este periodo se redacta el proyecto de
terminación de las redes de agua potable y alcantarillado.
1941 - 1950
Este periodo de la historia del agua en Granada se
destaca por ser el tiempo de las realizaciones. Han
quedado atrás cien años de intereses encontrados, de
indecisiones, de propuestas y análisis y de toda una
larga serie de discusiones estériles. Por fin es el tiempo
de hacer. También ha de destacarse de este periodo el
acelerado crecimiento de la ciudad, que ve desbordarse
sus previsiones en todos los aspectos urbanos. En enero de este año de 1941, contando ya el Ayuntamiento
con los recursos económicos suficientes a través de la
negociación de un empréstito con el Banco de Crédito Local de España, se adjudicaron las obras de fábrica de la Estación de Tratamiento de Agua Potable de
la Lancha del Cenes, emplazada junto al depósito de
10.000 m3, construido en el año 35. Las obras, adjudicadas por un importe de 923.000 pesetas, hubieron
de suspenderse al año siguiente por causa de la solicitud de renuncia formulada por el Contratista.
En ese mismo año de 1943 se adjudicaron a Constructora Internacional, por un importe de 7.399.043,45
capitulo 2: el agua de granada
168
pesetas, las obras de tendido de las redes de distribución de agua potable y de alcantarillado previstas en
el proyecto de los Srs. Rodríguez Bolívar y no ejecutadas en el periodo de 1928 a 1935.
En enero del año 1944 se firma un acuerdo con
Constructora Internacional para la finalización de
las obras de fábrica de la Estación de Tratamiento, cuyo proyecto se había modificado ampliando
el número de unidades de filtración hasta 12. El
importe de adjudicación de las obras se elevaba a
1.204.350,52 pesetas. Posteriormente, se modificó de nuevo el proyecto, ampliando el número de
filtros hasta 16 unidades. Igualmente, se modificaron los proyectos de las redes de agua potable y de
alcantarillado para ampliar su extensión.
En 1945 se concertó con Constructora Internacional, la instalación de tuberías, maquinaria y
elementos complementarios, en la estación de Tratamiento, por un importe de 2.629.997,20. También se modifico el trazado del Canal entre Pinos
Genil y Granada, construyendo un túnel de 2.200
m. de longitud, en una zona de la ladera del Genil
en la que se detectaron movimientos de tierra que
hacían inestable la conducción superficial y se ejecutó otro nuevo tramo de túnel entre el barranco
del Abogado y la entrada al Generalife, punto donde se había establecido un partidor que hoy conocemos como Partidor de la Mimbre y en 1949 se
proyecta un nuevo depósito en la zona baja del
Callejón de Lebrija
Llegamos así al año 1950, fecha en la que en palabras del Alcalde D. Antonio Gallego y Burín “Con
la inauguración y puesta en servicio de la Estación filtros y depuración bacteriológica de aguas para el abastecimiento público de Granada se da, al fin, solución al
grave problema de las aguas potables de esta ciudad, que
con el de su alcantarillado, venía siendo, para ella y sus
organismos rectores, pesadilla constante y agobio de toda
gestión, desde hace decenas de años pesadilla”.
La nueva Estación Potabilizadora, proyectada y
construida bajo la dirección del ingeniero municipal D. José Fernández Solsona estaba dotada de tres
unidades de decantación estática, dieciséis de filtración en lecho de gravas y arenas y de los necesarios
sistemas de desinfección por cloraminas y alcanzaba una capacidad de tratamiento de 450 litros por
segundo. Aún mirándola desde el conocimiento y
la tecnología actuales, esta planta llama poderosamente la atención por su ingeniería y aún por su
sentido ecológico, pues en ella el ingenio del Sr. Solsona había encontrado soluciones que permitían
un importante ahorro energético: la agitación para
mezcla de los reactivos en el agua, que actualmente
se realiza por medios electromecánicos, en la planta se resolvía a través del diseño de la cámara de
mezcla floculación y aprovechando la velocidad del
agua. Igualmente, para adicionar al flujo de agua de
entrada la energía necesaria para compensar las pérdidas de carga en el proceso de filtración, se dotó a
la planta de un sistema de turbinado / bombeo que
sólo requería un pequeño aporte suplementario de
energía externa.
Las nuevas redes de distribución de agua y de
alcantarillado, construidas, la primera con tubería
de fibrocemento en una tercera parte y de fundición
gris de hierro en sus restantes dos terceras partes y la
segunda con tubería de hormigón comprimido, con
junta de campana, protegido en zanja con lecho y
forro de hormigón, en palabras del Sr. Solsona “en
la totalidad del casco urbanizado hoy están tendidas y en
servicio todas ellas”.
Granada, en estos años, se convierte así en una de
las primeras ciudades de España que puede garantizar la calidad e inocuidad del agua que destina al
consumo de sus ciudadanos y desde luego en la primera ciudad española en lo que respecta a la capacidad de tratamiento de su estación potabilizadora,
450 l/s. Para ello fue necesario un gran esfuerzo económico, pues las obras significaron un coste final
de 38.807.564,30 pesetas, de las que la Estación de
tratamiento exigió 9.373.616,33 pesetas, las redes
nuevas 22.300.321,86 pesetas y el resto el coste de
las obras realizadas hasta 1938. Es también en estas
fechas cuando, en cumplimiento del acuerdo del
Ayuntamiento de 22 de marzo de 1950, los señores
D. José Paz Maroto y D. José Brugarolas, informan a
aquel sobre las obras realizadas y proponen, por vez
primera la conveniencia de que se organice el Servicio
de Aguas en Régimen de Empresa Municipal autónoma,
así como de que se redacte un Reglamento de explotación del servicio, se imponga a toda costa, y con
carácter de exclusividad, la instalación de contadores y
se asegure la explotación mediante tarifas adecuadas.
No obstante el extraordinario avance conseguido,
ya se apunta al futuro inmediato y se recomienda pre-
las aguas de granada
169
La estación potabilizadora
en obras
capitulo 2: el agua de granada
170
Depósito bajo del callejón de Lebrija
parar los caminos para no volver nunca a las situaciones de precariedad en el Servicio. Así lo entendió,
entonces el ingeniero Sr. Solsona que recomendaba:
“quedan por realizar obras complementarias que prevengan
las necesidades del porvenir, dado el rápido crecimiento de
Granada. Esas obras cuyo estudio está en parte hecho y en
parte se está realizando son las siguientes: Nuevos depósitos
de reserva y regulación. Ampliación de las redes de agua y
alcantarillado. Construcción de un nuevo decantador en la
Estación de Tratamiento. Nueva conducción para la ace-
quia de Aynadamar. Colector de cintura de alcantarillado.
Pantano de Quéntar y encauzamiento del río Genil…. Si
Granada continua con su acelerado crecimiento, dentro de
los próximos 15 o 20 años, el caudal del Genil acabará
siendo insuficiente por lo que el Ayuntamiento estudia, de
acuerdo con la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, la posibilidad de que los pantanos que se proyectan
en los ríos Aguas Blancas y Genil resuelvan esta cuestión,
coordinando, a su vez, de esta manera, sus intereses con los
de los regantes de la Vega”.
las aguas de granada
171
La nueva Planta Potabilizadora
capitulo 2: el agua de granada
172
Sala de turbinas
1950 - 1970
El periodo comprendido entre 1950 y 1970 es un
tiempo de conservación de lo hecho y de extensión de
las infraestructuras de abastecimiento y saneamiento a
los nuevos desarrollos urbanos de la ciudad; no obstante, en unos casos con cargo exclusivo al Ayuntamiento
y en otros con la colaboración del Estado, se desarrollan algunos proyectos que afectan a los sistemas generales tanto de abastecimiento como de saneamiento,
de los que vamos a hacer un breve comentario:
Ya en la segunda mitad de la década de los sesenta,
los vaticinios del Sr. Solsona se van haciendo realidad.
Los veranos constituyen una pesadilla para el Servicio
Municipal de Aguas, pues los caudales del Genil son
insuficientes para atender las demandas de la ciudad,
lo que provoca situaciones diarias de desabastecimiento en las zonas altas y en la periferia de la Ciudad. El
clima de incertidumbre que propiciaba esta situación,
desataba en los usuarios la sicosis de almacenamiento de agua, con lo que cada mañana, a primera hora,
se abrían grifos de cocinas y bañeras, generando consumos en la red tan desorbitados que las presiones
disminuían en casi todos los sectores, provocando,
de esta forma artificial, nuevos desabastecimientos y
Cámara de agitación
el crecimiento de los descontentos. Durante muchos
días del verano, a partir del mediodía, los depósitos
de la red estaban casi agotados y una buena parte de la
ciudad carecía del suministro de agua. El problema no
tenía otra solución que la de incrementar el caudal de
entrada a la red, lo que se resolvió mediante la construcción, por la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir de una estación de bombeo para trasvase de
las aguas del río Aguas Blancas a la estación de tratamiento de la Lancha del Genil. Su puesta en marcha
supuso un gran alivio para todos.
También, años antes, Confederación Hidrográfica
del Guadalquivir había construido, en terrenos de la
zona alta de Cartuja, en la encrucijada entre los callejones de Lebrija y Tallacarne, un depósito de 10.000 m3
de capacidad y sus arterias de transporte que permitieron el abastecimiento del nuevo Polígono Urbano de
Cartuja y una mejora notable en la escasa capacidad
de reserva de la Ciudad y en el abastecimiento de las
zonas altas de la misma. Este depósito se alimentaba
mediante un canal en régimen libre que discurría en
túnel desde la llanura entre el Generalife y el Cementerio de San José hasta el depósito, salvando el Cauce
del río Darro mediante sifón.
las aguas de granada
173
Depósitos de Cartuja
capitulo 2: el agua de granada
En cumplimiento de lo convenido con el Sindicato
Central de Usuarios de las Aguas del Genil, recogido
en el llamado Acuerdo Brugarolas, la Confederación
Hidrográfica del Guadalquivir, construyó también,
en este periodo, un básico y fundamental colector
de aguas residuales, entonces denominado de cintura, que recibía las cuencas comprendidas entre el
Paseo de la Bomba, Nueva de la Virgen, Alhamar y
Camino de Ronda, hasta la calle de San Isidoro y de
aquí, a modo de emisario hasta la Torrecilla, punto en el que, de forma provisional y hasta la construcción de la futura Estación Depuradora de Aguas
Residuales, se convertía en tributario de la acequia
Gorda, devolviendo a la Vega gran parte de las aguas
tomadas del Genil para el abasto de la Ciudad. También se construyó, bajo proyecto y dirección de las
obras de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, el colector del Beiro, con recorrido siguiendo
174
Estación de bombre de Aguas Blancas
el cauce del río para ser compatible con las defensas,
encauzamiento y cubrición de su cauce público y
con la función de recogida de las aguas de la cuenca
norte de la Ciudad. Como complemento de los dos
colectores citados, se construyó, también por Confederación, un emisario de aguas limpias que recibía
las de aliviadero de los colectores, con origen en la
actual plaza de Einstein y desagüe en el cauce del
Beiro, fuera de la zona urbana de Granada.
Granada experimentó en la segunda mitad de este
periodo un extraordinario crecimiento de su núcleo
urbano, promovido, fundamentalmente, por iniciativa privada, lo que exigió la extensión de las redes
de abastecimiento y saneamiento a los nuevos viales.
Para acomodar el ritmo de actuación municipal en
la dotación de estos servicios al de la acción privada
en la edificación, el Ayuntamiento acordó un sistema
mediante el cual, la persona física o jurídica interesada, presentaba ante el Servicio Municipal de Aguas
un proyecto comprensivo de las conducciones a construir. El Servicio lo autorizaba o denegaba y el interesado ejecutaba las obras por su cuenta y a su cargo,
bajo la inspección de los técnicos municipales. Una
vez ejecutada la obra, ésta se cedía al Ayuntamiento
para su explotación y conservación, integrándose a
todos los efectos en las redes municipales.
Para atender a la explotación de las instalaciones
del Servicio, se constituyeron los equipos de personal necesario dependientes directamente del Ayuntamiento, bien bajo la condición de funcionarios o
bien como contratados. La Planta de Tratamiento
era atendida las veinticuatro horas del día por turnos
de cuatro personas que efectuaban las operaciones
de vigilancia del proceso, preparación de reactivos,
purgado de fangos en los decantadores y lavado a
contracorriente de filtros. La red de distribución de
agua potable era igualmente atendida durante las
veinticuatro horas del día por turnos de valvulistas
que efectuaban las operaciones de maniobras en
las válvulas de la red para aislamiento de sectores
en casos de averías y la vigilancia y gobierno de los
depósitos y estaciones de bombeo. Al frente de este
personal y con las funciones propias del seguimiento y vigilancia de averías, conexión y puesta en servicio de nuevas conducciones y de sus acometidas,
atención a reclamaciones por incidencias en la red
y otras muchas más, estuvo, hasta el año 1982, D.
Miguel Puertollano Molina, persona querida y recor-
las aguas de granada
dada por todos aquellos que tuvieron alguna vez
un problema de aguas, conocedora de la red como
nadie lo hubo, trabajador incansable y omnipresente y empleado fiel a quién Granada debe sus incontables desvelos. La red de alcantarillado era atendida,
en horario laboral, por dos personas que resolvían
sobre las reclamaciones por atascos o roturas, vigilaban las reparaciones y la ejecución de nuevas acometidas e informaban al Servicio sobre las incidencias
de la red. La instalación y desmonte de contadores,
su lectura periódica, su mantenimiento y la facturación estaban a cargo del Negociado de Aguas, próximo e independiente de la Oficina Técnica.
La conservación, tanto de la Estación de Tratamiento como de las redes, atendía básicamente a la
reparación de averías, las cuales se realizaban por
contratistas especializados y conforme a precios previamente pactados. En la Estación de Tratamiento,
las averías eran de múltiple naturaleza, siendo las
más frecuentes, las derivadas de los ajustes mecánicos de bombas, turbinas y válvulas y las correspondientes a los componentes eléctricos. En la red de
distribución eran muy frecuentes las roturas en las
Ampliación de la planta primitiva
acometidas de plomo, las pérdidas de estanquidad
o el desgaste de asientos de las llaves de acometida, las fugas en uniones de tuberías por fisuras en
la emplomadura en las de hierro fundido o envejecimiento de los anillos de goma en las uniones
Gibault en los tubos de fibrocemento. También eran
muy frecuentes las pérdidas en las bocas de riego
por rotura del porta anillo o por mal cierre de las
mismas. En la red de alcantarillado, las averías más
frecuentes eran las obstrucciones en las tuberías,
que generaban el rebosamiento de las aguas sucias
por los registros de la red.
1970 - 1980
A semejanza con lo sucedido entre los años 1938
a 1950, esta década se hace presente en la historia
del abastecimiento a la ciudad, por las realizaciones
llevadas a cabo en ella. El Ayuntamiento, mediante la aprobación de un presupuesto extraordinario
para ejecución de obras en la ciudad, posibilitó, en
el año 1973 la ampliación de la estación potabilizadora de la Lancha del Genil, que ya se encontraba
175
capitulo 2: el agua de granada
176
Ampliación de la Planta Potabilizadora (Detalle del filtro)
Autoportantes del Genil
las aguas de granada
Depósito de agua de la Silla del Moro
Embalse de Quéntar
prácticamente colapsada. Se construyó una nueva
unidad de floculación-decantación y cuatro nuevas
unidades de filtros, con lo que se obtuvo un importante aumento en su capacidad de tratamiento, que
pasó de 450 a 600 litros por segundo. Se mejoró
notablemente la captación de las aguas en Pinos
Genil mediante la acomodación del estanque de
descarga de la central hidroeléctrica y la construcción de dos canales autoportantes que, cruzando
el Genil, alimentaron al canal de Conducción a la
Estación potabilizadora.
Con proyecto y bajo la dirección técnica de Confederación, se acometió el abastecimiento de agua
potable a la Alhambra, Generalife y Cementerio
Municipal, para lo que se construyó un depósito de 500 m3 de capacidad, emplazado en la zona
media de la ladera de la Silla del Moro, alimentado
desde el canal de conducción a Cartuja, mediante
doble grupo de bombeo instalado junto al cauce
del canal. La red de distribución, se extendió a las
viviendas, establecimientos hoteleros y comerciales
y a las dependencias del Patronato de la Alhambra,
permitiendo con ello la eliminación de los riesgos
sanitarios que representaba el consumo del agua de
la acequia Real, que, a partir de aquí quedó para uso
exclusivo de riego.
Mediada la década de los años setenta el sistema
de abastecimiento de agua a la Ciudad, que había
sido admirable en el año 50 tiene prácticamente
agotados todos sus potenciales; los caudales derivados de las fuentes de captación no tienen garantía de
estabilidad; los periodos de sequía, por cortos que
fuesen causaban situaciones angustiosas; La paralización de la central hidroeléctrica de Pinos Genil
obligó a improvisar un azud en el cauce del río y el
acondicionamiento de un tramo de canal, para derivar las aguas hacia el antiguo estanque de descarga
de la central, de modo que quedara asegurada la alimentación del canal de conducción a la Estación de
Tratamiento; pero ni esta precaria obra ni la considerable ayuda de las bombas del Aguas Blancas, eran
garantía del abastecimiento. Por ello, la construcción
por la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir del embalse de Quéntar, con capacidad de 13,6
Hm3, y su puesta en servicio en 1976, representaron
para el abastecimiento de Granada un extraordinario
apuntalamiento en la garantía de aprovisionamiento
y reserva de agua. Igualmente importantes fueron las
177
capitulo 2: el agua de granada
178
La planta de tratamiento Nº2
las aguas de granada
obras, también ejecutadas por la Confederación, del
acondicionamiento del canal de Quéntar, más conocido como de los Franceses, elemento de transporte entre el embalse y la planta de tratamiento, que
entró en servicio en 1976.
También la Estación Potabilizadora ampliada,
capaz para un caudal sostenido de 600 litros por
segundo, resultaba insuficiente, sobre todo en las
situaciones de tormenta en las que la mayor turbidez de las aguas ralentizaba significativamente los
procesos de decantación y filtración. Una planta
nueva, construida en 1978 junto a la planta anterior
en el solar municipal de la Lancha de Cenes, por la
Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, a instancia del Ayuntamiento y como parte del proyecto
de Mejora del Abastecimiento de agua a Granada,
significó un importantísimo afianzamiento en la
disponibilidad de caudales de agua potabilizada.
Esta nueva planta, de tecnología más avanzada que
la anterior, aun cuando ni la calidad de los materia-
les utilizados ni el esmero en su construcción pudieran superar a los de aquella, permitía el tratamiento
de un caudal continuo de 650 litros por segundo
y estaba equipada con dos decantadores dinámicos
de 350 m2 de superficie cada uno y cuatro baterías
de filtros dobles de arena con superficie unitaria de
100 m2, así como de los equipos auxiliares de producción de aire y bombeo de agua para el lavado a
contracorriente de los filtros.
El referido proyecto de Mejora del Abastecimiento de Agua a Granada, redactado y ejecutado por la
Confederación, contemplaba también la construcción de un conjunto de depósitos, que vinieron a
resolver el grave déficit de elasticidad en las reservas de agua que Granada padecía, y una arteria de
conexión inter depósitos de 800 mm. de diámetro
que permitía el equilibrio de presiones en todas las
zonas de la ciudad, con el auxilio de las oportunas
válvulas reguladoras. Los depósitos citados tenían
las siguientes características:
179
DEPOSITO DE LA LANCHA DE CENES (ESTACION DE TRATAMIENTO)
Capacidad: 10.000 m3
Zona abastecida: La ciudad
DEPOSITO DE LAS CONEJERAS
Capacidad: 10.311 m3
Zona abastecida: Arteria de circunvalación de 800 mm.
DEPOSITO DEL CARMEN DE LOS MARTIRES
Capacidad: 2 vasos de 4.000 m3 cada uno
Zona abastecida: Arteria de circunvalación de 800 mm.
DEPOSITO DE SAN MIGUEL
Capacidad: 4.000 m3
Zona abastecida: Arteria de circunvalación de 800 mm.
DEPOSITO ALTO DE CARTUJA
Capacidad: 2 vasos de 4.000 m3 cada uno
Zona abastecida: Haza Grande y zona alta del
Albayzín y el Sacromonte
capitulo 2: el agua de granada
180
Depósito de San Miguel
las aguas de granada
181
Depósito de Conejeras
capitulo 2: el agua de granada
182
Depósitos de Cartuja circulares
Depósito del Carmen de los Mártires
las aguas de granada
183
Depósito circular de la ETAP
capitulo 2: el agua de granada
1980 - 1981
184
El día 13 de noviembre de 1980 el Excmo. Ayuntamiento Pleno, presidido por su Sr. Alcalde D.
Antonio Jara Andreu, tomando en consideración
el informe – propuesta del Sr. Teniente de Alcalde
Delegado de Aguas y Alcantarillado sobre municipalización del Servicio, adopta el acuerdo de proceder
a la referida municipalización del servicio de aguas y
alcantarillado bajo la forma, en principio, de sociedad privada municipal en régimen de monopolio,
nombrando al efecto una Comisión Especial formada por diecisiete miembros, con la misión de redactar la Memoria pertinente, de conformidad con lo
establecido en el entonces Reglamento de Servicios
de las Corporaciones Locales.
El día 30 de julio de 1981, el Excmo. Ayuntamiento Pleno adoptó el Acuerdo de aprobar inicialmente
la Memoria redactada por la Comisión nombrada al
efecto para Municipalización del Servicio de Abastecimiento de Agua y de Saneamiento, que integraba,
como documentos base, el Proyecto del Reglamento
del Servicio Municipalizado, Los Estatutos de la sociedad anónima a constituir y los casos de cesación de
la Empresa. Esta Memoria fue sometida a exposición
pública por espacio de 30 días, previa publicación de
los anuncios correspondientes en los Boletines Oficiales de la Provincia y del Estado. Durante este plazo
de exposición pública, se presentó una única reclamación que fue debidamente contestada por la Comisión redactora de la Memoria
El 15 de octubre de 1981, el Excmo. Ayuntamiento Pleno, adoptó por mayoría absoluta los siguientes
Acuerdos: Aprobar definitivamente la Memoria redactada por la Comisión Especial; Municipalizar el Servicio de Abastecimiento de Agua y Saneamiento, creando la Sociedad “Empresa Municipal de Abastecimiento
y Saneamiento de Granada S.A.”; Aprobar el Proyecto
de tarifas, con aplicación en enero de 1982; Remitir el
expediente al Consejo de Ministro para su aprobación;
emisión de las acciones de la sociedad por un importe
total de UN MILLON de pesetas y facultar al Iltmo.
Sr. Alcalde para la firma de los documentos necesarios
para la efectividad de los Acuerdos adoptados.
El Reglamento del Servicio contenía ocho Títulos:
I. Normas Generales
II. Obligaciones Generales de la Empresa
III. Tarifas
IV. Contratación y Facturación
V. Acometidas y Prolongaciones de Red
VI. Instalaciones Interiores
VII. Derechos y Obligaciones de los Usuarios
VIII. Inspecciones, Faltas y Sanciones
Los Estatutos de la Empresa contenían seis Títulos:
I. Denominación, Objeto, Duración y Domicilio
II. Capital Social y Emisión de Obligaciones
III. Gobierno y Administración de la Empresa
IV. Censores de Cuentas
V. Contabilidad y Régimen de Beneficio
VI. Personal
El 12 de noviembre de 1981, el Excmo. Ayuntamiento Pleno, en función de Junta General de Accionistas de la Empresa Municipal de Abastecimiento y
Saneamiento de Granada S.A., a propuesta del Sr.
Teniente de Alcalde Delegado de Aguas, acordó por
unanimidad nombrar el Consejo de Administración
de dicha sociedad, quedando éste constituido por su
presidente y ocho vocales, dos de los cuales debían
ser miembros del Ayuntamiento Pleno y los seis restantes, personas especialmente capacitadas.
1982
El día 22 de Marzo de 1982, nombrados los órganos rectores de la sociedad, Junta General de Accionistas y Consejo de Administración, EMASAGRA
abre sus puertas y pone sus servicios a disposición
de todos los granadinos. Se ha iniciado el primer
periodo de su historia.
De conformidad con lo que al respecto establecía
el Título III de los estatutos de la Empresa, la estructura organizativa de Emasagra se fundamentó en
cuatro subdirecciones dependientes de la Gerencia:
Producción que atendería todo lo relacionado con
la captación y tratamiento de las aguas. Explotación
que atendería al mantenimiento y conservación de
las redes de transporte y distribución de agua potable y de alcantarillado, acometidas y contadores.
Obras y Proyectos que atendería a todo lo relacionado con inversiones en nuevos equipamientos o
extensión de los existentes y Administración que
atendería las funciones correspondientes a contratación, facturación y cobro, atención a abonados y
contabilidad.
las aguas de granada
En este 22 de marzo de 1982, Emasagra asumía
el compromiso del suministro domiciliario de agua
potable y la recogida de aguas residuales a 83.698
abonados. Para ello disponía, como fuentes de captación, del embalse de Quéntar, del río Aguas Blancas, derivando sus aguas mediante estación de bombeo y del río Genil, derivando sus aguas mediante
el azud de Pinos. Los canales de conducción, tanto
el de Quéntar como el de Pinos, se encontraban en
un estado de utilización que rozaba con la precariedad, pues ambos presentaban numerosos puntos
de inestabilidad a lo largo de su recorrido, lo que al
paso de la historia posterior justificó una dilatada
intervención por parte de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir para consolidar el canal de
Quéntar, y el abandono final del canal de Pinos, sustituido por el de Loaysa.
La estación de tratamiento de la Lancha del Genil
tenía una capacidad para un caudal máximo de
1.250 l/s. cifra que rozaba las demandas puntas de
la ciudad.
La red de distribución, pese a los esfuerzos de
extensión desarrollados a lo largo de periodos anteriores, había envejecido en muchas zonas de la ciudad y ello conllevaba averías frecuentas y pérdidas de
agua por fugas, a lo que había que sumar su escasa
maniobrabilidad por la antigüedad de sus válvulas
de sectorización, circunstancia que generaba cortes
muy extensos para la reparación de las averías, con
las consiguientes molestias a los usuarios afectados.
La red de alcantarillado se encontraba en parecidas circunstancias, con tuberías muy antiguas y,
consecuentemente, con sus materiales componentes degradados, lo que se traducía en pérdidas que
ocasionaban humedades e infiltraciones en los edificios colindantes.
Y sobre todo, la actitud ciudadana había cambiado. Los usuarios del agua, por si y representados
en las asociaciones de Vecinos y de Consumidores
comenzaban a hacerse patentes, reclamando mejores servicios, más atención y más eficacia, lo que
constituía el mejor acicate para la empresa
La ilusión, la idea de servicio, el afán de mejora
y la juventud de su plantilla fueron desde este día
el motor de la nueva sociedad, que dentro del gran
objetivo de Asegurar a los ciudadanos el suministro permanente y regular de agua de la mejor calidad y al mejor
precio, se proponía como metas inmediatas:
· Crear y fomentar una dinámica de actualización
de sistemas y procesos que mejorasen la calidad
de los servicios, en conexión permanente con
cuantos conocimientos de todo tipo se relacionaran con las funciones encomendadas.
· Fomentar la intercomunicación con otras empresas o entidades dedicadas al mundo del agua, así
como la asociación para tareas de investigación,
innovación o desarrollo.
· Promover e incentivar la formación continua del
personal.
· Establecer y mantener canales fáciles de comunicación con las distintas administraciones para el
mejor desarrollo de los planes de mejora y cumplimiento de las normativas de aplicación.
· Informar a sus abonados, así como a las asociaciones de vecinos y consumidores, puntual y detalladamente, de las mejoras realizadas, planes de
futuro y prioridades.
Ya en este año 1982 se efectúan inversiones
por un valor total de 103.463.168 pesetas, de los
que 22.220.000 ptas. se destinaron a consolidación del canal de Pinos; 3.000.000 ptas. a reformas en la Estación de Tratamiento; 42.034.144
ptas. a depósitos y red de distribución y el resto, a
mejoras en la red de saneamiento. El agua captada alcanzó la cifra de 34.950.000 m3 y se pasó de
83.698 abonados al día 1 de enero a 92.069 al 31
de diciembre.
En el orden legislativo es de destacar, en junio de
este año, la publicación, en el Boletín Oficial del
Estado del Reglamento Técnico Sanitario para el
Abastecimiento y Control de Calidad de las Aguas
Potables de Consumo Público, que marcaba un
hito en nuestra historia respecto a las garantías de
calidad de las aguas.
1983 - 1984
Con el fin de complementar los caudales de posible captación superficial, durante los años 83 y 84
se pusieron en funcionamiento los pozos de la calle
Primavera y de la plaza de los Vergeles; el primero,
aforado con un caudal de 100 litros por segundo y
el segundo con un caudal más reducido, en torno
a 80 litros por segundo. Ambos pozos se dotaron
de equipos para el tratamiento bacteriológico de las
185
capitulo 2: el agua de granada
186
aguas extraídas y con dispositivos de bombeo para
inyección directa de las mismas en la arteria de 800
de comunicación inter depósitos.
El agua total captada se mantuvo en cifras de
35.265 Hm3 para 1983 y 36.203 Hm3 en 1984 y la
cifra de abonados pasa a 94.779 en 31 de diciembre
del 83 y a 98.810 en la misma fecha de 1984.
Las inversiones en este periodo se dirigen preferentemente a mejoras en las redes de distribución de agua potable y de alcantarillado, destacando de entre todas ellas las realizadas en
el Fargue para potabilizar el agua captada de la
acequia de Aynadamar y asegurar su distribución
a todos los habitantes de esta barriada granadina. El total invertido en estos dos años se elevó a
498.130.934 pesetas, de los que 58.818.745 ptas.
se destinaron a mejoras en los canales de conducción; 50.527.582 ptas. a reformas y mejoras en
la Estación de Tratamiento; 201.016.672 ptas. a
depósitos y red de distribución; 36.212.822 ptas.
a equipamiento de sondeos y el resto, es decir,
151.555.113 ptas. a mejoras en la red de saneamiento. De las cantidades expresadas, al Fargue se
destinaron 45.285.599 pesetas.
Obras de abastecimiento en El Fargue
1985 - 1986
Durante este bienio se suceden eventos de gran
importancia para el mundo del agua, en general, y
para la vida de Emasagra, en particular.
Se publican la Ley de Aguas de 1985 y el Reglamento del Dominio Público Hidráulico, que vienen
a derogar a la centenaria Ley de Aguas de 1879 y que
fueron herramienta básica de creación de la planificación hidrológica posterior. Y en 1986 se publica el
R.D.L. sobre evaluación de impacto ambiental.
Emasagra, conjuntamente con Emacsa de Córdoba, Emasesa de Sevilla, Ajemsa de Jerez y Aljarafesa
del Aljarafe crean la Asociación Andaluza de Abastecimientos y Saneamientos (ASA), entidad que, desde su creación, ha sido motor de iniciativas, nexo de
unión entre entidades abastecedoras e interlocutor
permanente con las distintas Administraciones de la
Comunidad Andaluza.
Se firma el Acuerdo Marco con la Consejería de
Obras Públicas y Transportes de la Junta de Andalucía
por importe de 9.230 millones de ptas. para inversiones a financiar al 50 % entre la Junta y Emasagra. Con
base en este importantísimo acuerdo, se iniciaron en
1986 las obras correspondientes al Plan de Saneamien-
Publicación ¡Eh! El agua
las aguas de granada
to Integral de la Ciudad, proyectadas y dirigidas por la
Confederación Hidrográfica del Guadalquivir de acuerdo y con la autorización de la Junta de Andalucía.
El Excmo. Ayuntamiento aprueba y la Junta de
Andalucía ratifica, el Reglamento de Prestación del
Servicio de Abastecimiento de Agua Potable y Evacuación de Aguas Residuales de la Ciudad de Granada, herramienta básica de arbitraje entre la empresa
y sus abonados.
Se publica el primer número de la revista ¡Eh! El
Agua, de distribución gratuita a todos los abonados,
canal magnífico de comunicación entre la empresa y aquellos e incentivo para el colectivo interno
de Emasagra por cuanto que todo su contenido fue
siempre iniciativa de aquel.
Crecen las inversiones anuales, manteniéndose
el mayor esfuerzo en la mejora de las redes de distribución y alcantarillado y en la modernización de
la estación potabilizadora de la Lancha del Genil,
que incrementa su capacidad hasta un valor de
1.450 l/s. El total invertido en el periodo ascendió
a 1.271.190.618 pesetas, de los que 38.514.277 ptas.
se destinaron a mejoras en los canales de conducción; 183.365.398 ptas. a modernización y mejoras
en la Estación de Tratamiento; 683.314.651 ptas. a
depósitos y red de distribución; 41.953.962 ptas. a
equipamiento de pozos y sondeos y el resto, es decir,
324.042.330 ptas. a mejoras en la red de saneamiento. De las obras realizadas se debe destacar el aseguramiento del abastecimiento al Parque de Nueva
Granada, la Barriada de la Paz, zona alta del Polígono de Cartuja y Casería de Montijo, que hasta esta
fecha recibían el agua con muy baja presión y que ha
exigido la remodelación del depósito alto del Beiro
y su incorporación a la red de distribución de la ciudad, mediante la construcción de una nueva estación
de bombeo en el recinto de los depósitos altos de
Cartuja. También merecen destacarse las obras realizadas para mejora del abastecimiento de la barriada
del Sacromonte, una nueva arteria de abastecimiento
entre el Camino de Ronda y el Puente Verde y la renovación de las redes de abastecimiento y saneamiento
en numerosas calles del Albayzín y Haza Grande por
un importe total de 98.734.297 ptas.
El total de agua captada fue de 36.640 Hm3 en
el 85 y 36.437 Hm3 en el 86 y la cifra de abonados pasó a 102.476 al 31 de diciembre de 1985 y a
104.948 en la misma fecha del año 86.
Depósito Alto del Beiro
Estación de bombeo al Depósito del Beiro
187
capitulo 2: el agua de granada
1987 - 1988
Se inaugura el año 1987, con la celebración en
nuestra ciudad de las primeras Jornadas Técnicas
sobre Abastecimiento y Saneamiento, organizadas
por la casi recién nacida Asociación Andaluza de
Abastecimiento y Saneamiento (ASA)
Como hecho más relevante de este periodo hemos
de destacar la finalización, en 1988, de las obras de
construcción del embalse de Canales, con una capacidad de 70,7 Hm3. Su puesta en funcionamiento,
sumada a la finalización, más adelante, de las obras
del canal de Loaysa va a resolver, de manera casi definitiva, la gravísima y ancestral situación de irregularidad estacional de los caudales fluyentes del Genil,
disponibles, tanto para el abastecimiento como para
el regadío, así como las variaciones en la calidad de
188
Embalse de Canales
las aguas, derivadas de los arrastres en situaciones de
lluvia. En adelante, el sistema Canales – Quéntar va
a asegurar a los granadinos agua de extraordinaria
calidad (los embalses actúan como eficaces decantadores) en la cantidad requerida y con la regularidad
que demanda toda sociedad desarrollada.
Ha de destacarse, con énfasis, la iniciación de las
obras de las estaciones depuradoras de aguas residuales emplazadas en el Camino de Purchil y en el
Puente de los Vados. En conjunto, se podrá depurar en ellas un volumen diario de agua residual de
77.000 m3, equivalente al 72,5 % del agua total
captada en el año 1988. La depuración de las aguas
residuales supondrá la culminación del proyecto
que el Ayuntamiento de Granada y la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir tenían definido
las aguas de granada
desde el año 1945, en el que se redacta el conocido
informe del ingeniero D. José Brugarolas.
Como parte importante de este proyecto de Saneamiento Integral de la Ciudad, he de hacerse referencia a la continuación de las obras de los colectores y
emisarios, de los que, a final del año 88, se encontraba totalmente construido el Sistema Noroeste,
que tiene su origen en el polígono de Cartuja y recorriendo la carretera de Maracena, la barriada de La
Encina, antigua carretera de Málaga, y la autovía de
salida a Málaga, llega a la Estación depuradora del
Puente de los Vados. En su ejecución se invirtió, hasta final del año 88 un total de 870.607.908 pesetas.
En los sistemas consolidados de abastecimiento y
saneamiento de la Ciudad, se realizan, en el bienio
que comentamos, numerosas mejoras que representan un coste total de 1.075.299.471 pesetas y de las
que se beneficiaron todas las barriadas y zonas de la
Ciudad. Así, en el Albayzín y Haza Grande se ejecutaron obras por valor de 30.778.095 ptas; en el Fargue,
por 35.975,625 ptas; en el Zaidín, por 87.745.980
ptas; en la Chana, por 68.828.888 ptas; en el Polí-
EDAR Oeste en Construcción
gono de Cartuja y Almanjayar, por 46.243.480 ptas;
en la barriada de Bobadilla por 14.816.776 ptas; en
el sector de Camino de Ronda, por 70.578.838 ptas;
y en el sector de avenida de Cervantes y Carretera de
la Sierra, por 104.346.461 ptas.
En lo referente a los sistemas generales, cabe citar que
el 47,2 % de las obras ejecutadas en el periodo referido
correspondió a mejoras en la red de aguas, el 26,6 % a
mejoras en la red de saneamiento, el 19,7 % a mejoras
en canales de conducción y Estación de Tratamiento y
el resto a pozos, estaciones de bombeo y depósitos.
Como obras a destacar de este periodo hacemos
referencia a la renovación de conducciones de la red
de agua potable de la calle de Elvira y parte de Gran
Vía, la renovación de conducciones de agua potable
y saneamiento en la avenida de Cervantes y la automatización y mejoras en el proceso de la planta nº
2 de la ETAP de la Lancha del Genil.
En 1988 se publica el R.D. 927/1988 por el que se
aprueba el Reglamento de la Administración Pública del Agua y de la Planificación Hidrológica.
EDAR Sur en Construcción
189
capitulo 2: el agua de granada
190
Obras en El Zaidin
Obras en La Chana
las aguas de granada
191
Obras en la Avenida de Cervantes
Obras en El Albayzin
capitulo 2: el agua de granada
192
Obras en la barriada de La Paz
Obras en Bobadilla
las aguas de granada
193
Obras en Camino de Ronda
capitulo 2: el agua de granada
194
Obras en Haza Grande
Obras en Carrera del Darro
las aguas de granada
Obras en la calle Elvirs
En otro ámbito de cosas, ha de reseñarse de estos
dos años y en palabras de su Presidente, la adquisición por Emasagra de una nueva sede, en la calle de los
Molinos, para un mejor desenvolvimiento de su actividad
y atención al ciudadano, recuperando para la Ciudad un
edificio notable.
1989 – 1990. - A comienzos del año 1989, Granada tiene en marcha un importantísimo conjunto de
obras, pensadas y sentidas necesarias muchos años
atrás, definidas y hasta plasmadas en proyectos,
también muchos años atrás y que ahora contempla
con ilusión cómo se hacen realidad. Nos referimos,
naturalmente, a obras para el desarrollo del ciclo
integral del agua.
Dispone, ya, como fuentes de captación del
embalse de Quéntar, de las aguas del río Genil derivadas del azud de Pinos Genil, de las aguas del río
Aguas Blancas derivadas por bombeo al canal de
transporte a la ETAP, de las aguas de la acequia de
Aynadamar para abastecimiento del Fargue y, alternativamente y como recursos de emergencia, de las
aguas derivadas de la acequia Gorda mediante la
estación de bombeo situada al pie de la ETAP y del
agua extraíble del pozo de Sancho Panza.
Dispone también de conducciones suficientes y
en buen estado para transporte desde el embalse de
Quéntar, el río Aguas Blancas y la acequia Gorda,
hasta la Estación de Tratamiento. Pero ni el sistema de captación en Pinos Genil, realizado en su día
con carácter de provisionalidad, ni el canal de conducción de estas aguas hasta la ETAP pueden contar
como elementos de futuro para el abastecimiento a
la Ciudad, pues no reúnen las condiciones exigibles
de capacidad y seguridad.
La Estación de Tratamiento se ha mejorado
muchísimo en los últimos años, pero se ha llegado ya al límite posible de su capacidad: 1.450 litros
por segundo. Con este límite el futuro está hipotecado, pues con esta capacidad únicamente se puede
garantizar el tratamiento del caudal medio, 1.304
litros por segundo en 1990.
La alimentación del depósito de conejeras se hace
a través de una única tubería de hormigón pretensado de 600 mm. de diámetro y de pésimo comportamiento, que ha originado ya situaciones de emergencia por rotura, en las que, dadas las dificultades
que presenta su reparación y el tiempo requerido
para ellas, el depósito ha estado fuera de servicio
195
capitulo 2: el agua de granada
vado porcentaje, la estanquidad al cierre. Los tubos
de hormigón comprimido o centrifugado de la red de
alcantarillado han perdido en muchos casos su estanquidad y son causa de contaminación del terreno.
196
Válvulas en desuso
durante varios días. El canal de conducción a Cartuja está estrangulado en el paso del río Darro, por
lo que no pueden atenderse aumentos de demanda,
puntuales o estacionales, del importante núcleo de
depósitos de Cartuja, San Miguel y Beiro.
La capacidad total de almacenamiento de los
depósitos de la red de distribución es del orden de
47.000 m3, cifra que sólo cubre el 47 % del consumo
medio de la Ciudad en un día, pudiendo aumentarse este si se adicionan las reservas en la ETAP, alcanzando entonces la cifra de un 67 %
La red de distribución de agua potable y la red de
alcantarillado, sometidas a la acción continua del
tráfico rodado son los elementos más castigados del
sistema. Las uniones entre tubos son, en cualquier
caso, elementos débiles que, con el paso del tiempo,
se convierten en puntos de fuga. Las válvulas de red
y las de acometida, en su mayoría antiguas y por lo
mismo de regular tecnología, han perdido, en un ele-
De todo ello se derivó un programa de necesidades que incluía:
· Puesta en funcionamiento del embalse de Canales
· Construcción del Canal de Loaysa entre el embalse de Canales y la Estación de Tratamiento
· Construcción de una nueva conducción para alimentación del depósito de Conejeras
· Construcción de una nueva planta de tratamiento
para un caudal mínimo de 1.000 litros por segundo, en terrenos de la ETAP de Lancha del Genil
· Construcción de, al menos dos nuevos depósitos,
uno de reserva en la ETAP de la Lancha del Genil
de 40.000 m3 y otro de regulación en la zona alta
de Cartuja o sus inmediaciones de 25.000 m3
· Construcción de un nuevo sifón en el canal de
Cartuja, para cruce del río Darro
· Construcción de los emisarios y colectores troncales de la red de saneamiento para recepción de
la totalidad de las aguas residuales de la Ciudad y
transporte a las Estaciones Depuradoras
· Construcción de una o varias Estaciones Depuradoras de Aguas Residuales para erradicar los vertidos directos a las acequias de riego y garantizar la
calidad del agua entregada para este uso.
· Construcción de una central hidroeléctrica al pie
de la llegada del canal de Quéntar a la Estación de
Tratamiento para aprovechar el salto disponible
de 100 m. de altura entre el canal y las instalaciones de la Estación, que daría una potencia bruta
de 1.236 CV.
De este programa, una parte estaba incluida en el
Acuerdo Marco firmado con la Consejería de Obras
Públicas y Transportes de la Junta de Andalucía y
en el año 1990 estaban en ejecución los sistemas
de emisarios y colectores de aguas residuales y las
estaciones depuradoras del camino de Purchil y del
Puente de los Vados. La Confederación Hidrográfica
del Guadalquivir tenía también en construcción el
Canal de Loaysa y la nueva conducción de alimentación del depósito de Conejeras
Por su parte, Emasagra construía en este periodo
la nueva planta de tratamiento de 1.000 l/s integra-
las aguas de granada
da en la ETAP de la Lancha del Genil, la Construcción de la central Hidroeléctrica al pie del canal de
Quéntar y la edificación de la nueva sede social en la
calle de los Molinos. Independientemente de estas
obras singulares, se mantiene el empeño de modernización de infraestructuras desarrollado en periodos anteriores, destinando a ello importantes inversiones que priman sobre todo las mejoras en las
redes de distribución y de alcantarillado. Ello representó un esfuerzo inversor valorado en 951.872.440
pesetas, de las que, como se ha indicado, las mejoras efectuadas en las redes de distribución de agua
potable y en las de alcantarillado, requirieron un
total de 603.757.273 pesetas, es decir, más del 63 %
del total. De estas obras, se beneficiaron la práctica
totalidad de los barrios de Ciudad, destacando especialmente, el centro histórico, el Zaidín, Avenida de
Cervantes y Camino Bajo de Huetor Vega, La Chana,
Albayzín y Haza Grande, el Polígono de Cartuja y
el Camino de Ronda, que absorbieron el 58 % de
la inversión total .El número de abonados al 31 de
diciembre de 1990 es de 111.875.
En el ámbito legislativo, ha de señalarse la publicación, en 1990, del R.D. 1138 de la Reglamentación
Técnico Sanitaria para el Abastecimiento y Control
de Calidad de las Aguas de Consumo Público.
1991
Se puede afirmar que éste, que destacamos en solitario, es el año en el que cristalizan en tangible realidad proyectos importantísimos trazados muchos
años atrás.
Se inaugura la nueva planta de tratamiento, que
complementa el complejo de la Estación de Tratamiento de Agua Potable de la Lancha del Genil.
Esta planta, diseñada y construida por Emasagra
con la tecnología más avanzada del momento,
tiene una capacidad de tratamiento de 1.000 l/s
en continuo y 1.200 l/s en situaciones punta, con
la posibilidad de duplicación, en el futuro, de su
capacidad actual de tratamiento. Está constituida
por dos decantadores dobles de lecho de fangos,
con superficie unitaria de 388 m2 y 5 unidades de
filtración, a través de arena silícea, con superficie
útil de 121 m2. Se complementa con un equipo
de producción de aire para lavado, constituido
por dos soplantes con capacidad de 7.260 m3/h
de aire a 3,00 m.c.a. de altura manométrica y un
equipo de bombeo de agua de lavado, constituido por 2 bombas con caudal unitario de 907 l/s y
altura manométrica de 8,0 m.c.a. Con la puesta en
servicio de esta planta, Granada dispondrá de instalaciones de potabilización capaces para tratar un
caudal de 2.450 litros por segundo. La inversión
requerida para su construcción superó la cantidad
de 1.300 millones de pesetas.
También ha de destacarse, como importante contribución a la conservación del medio ambiente, la
puesta en marcha de la central hidroeléctrica ubicada en terrenos de la Estación de Tratamiento de la
Lancha del Genil, que utilizará el agua procedente
del canal de Quéntar aprovechando el desnivel existente entre la llegada de este a la estación y el canal
de entrada a aquella. Con un salto neto de 104 m. y
un caudal nominal de 1.000 l/s. la energía eléctrica
producida por esta central bastará para compensar,
con excedentes, el consumo propio de la Estación.
Pero lo que realmente merece destacarse sobre
todas las demás realizaciones es la puesta en funcionamiento de las dos Estaciones Depuradores de
Aguas Residuales (E.D.A.R.), construidas bajo proyecto y dirección técnica de Confederación Hidrográfica del Guadalquivir y financias por la Consejería de Obras Públicas y Transportes de la Junta de
Andalucía, al amparo del Acuerdo Marco firmado
por Emasagra con este Organismo. Ambas se encuentran ubicadas en la margen derecha del río Genil y sus
diseños responden al esquema clásico: Línea de aguas
con tratamiento biológico por fangos activados, digestión anaeróbica de los fangos con secado mecánico y
línea de gas que, por el momento, se quema en antorcha. La primera, ubicada en el denominado Pago
de Purchil-Marachatalán, en el Camino de Purchil y
bautizada sin razón alguna, como de Churriana o
Sur, está diseñada para tratar un volumen diario de
agua de 51.400 m3. equivalente a una población de
184 habitantes y recibirá las aguas residuales procedentes de las zonas centro y sur de la Ciudad . La
segunda ubicada en la antigua carretera de Málaga,
a la altura del Puente de los Vados y también denominada Oeste, está diseñada para tratar a diario un
volumen de agua residual de 22.400 m3. equivalente a una población de 90.970 habitantes y recibirá
197
capitulo 2: el agua de granada
198
La Planta Nº3 en obras
las aguas de granada
La Planta Nº 3
EDAR en el camino de Purchil
Central Hidroeléctrica de la lancha del Genil
EDAR del puente de Los Vados
199
capitulo 2: el agua de granada
Nuevos colectores y emisarios
200
las aguas residuales procedentes de la zona norte de
la Ciudad, comprendida entre el límite del Término
Municipal y la margen derecha del río Beiro. Ambas
plantas han sido proyectadas para obtener una
reducción mínima en los niveles de contaminación
de las aguas del 90 % y han requerido una inversión
superior a 3.000 millones de pesetas.
Complemento inexcusable para el funcionamiento de las depuradoras ha sido la construcción de los
sistemas colectores y emisarios, igualmente proyectados y dirigidos por Confederación y financiados
por la Junta. El sistema noroeste – oeste, con una
longitud de emisarios de 3.000 m. y una extensión
de colectores de 14.400 m. de longitud, recibe las
aguas residuales procedentes de la zonas norte y
oeste de la ciudad y las vierte a la EDAR del Puente de los Vados. El sistema Centro – Sur, con una
longitud de emisarios de 3.200 m., una extensión
de colectores tributarios de 3.800 m. de longitud y
2.100 m. de longitud de conductos de aliviadero,
vierte a la EDAR del Camino de Purchil y recibe las
aguas residuales procedentes del resto de la ciudad.
Este conjunto de emisarios, colectores y aliviaderos
requirió una inversión superior a 3.000 millones de
pesetas.
La construcción de estas plantas y de sus emisarios y colectores de aguas residuales constituirá, sin
ninguna duda, la mayor contribución que Granada
haya realizado en favor del medio ambiente hídrico
al eliminar los vertidos directos a las acequias de riego que hasta esta fecha eran tradicionales.
Por último, en el año 91 Emasagra inaugura un
nuevo edificio social, en la calle de Los Molinos, en
el barrio del Realejo, que, al disponer de los espacios
necesarios, va a permitir el desarrollo de actividades
de carácter cultural relacionadas siempre con Granada y ofrecidas a sus ciudadanos, iniciándose las mismas, a modo de conmemoración de su décimo aniversario, con un ciclo de exposiciones que comienza
a finales del año con la dedicada al Agua, la luz y el
color de Granada, vistos por sus pintores y que se continuará en marzo del año siguiente con una exposición
de enseres y ornamentos de la Semana Santa granadina,
tan enraizada en nuestro barrio del Realejo. El 11 de
Junio de este año 92, se presenta una abundante y
preciosa muestra de la artesanía granadina y el 17 de
diciembre, para cerrar el año y en conmemoración
del 50 aniversario de su muerte, se presenta, por vez
primera, una antológica exposición de las obras del
pintor granadino José Ruiz de Almodóvar Rubio.
Edificio de la nuevaSede social de Emasagra
las aguas de granada
201
capitulo 2: el agua de granada
1992 - 1996
202
Este periodo de la casi reciente historia del agua
en Granada se caracterizó básicamente por una dura
lucha contra la sequía acumulada a lo largo de más
de siete años y que llegó a su momento culminante
en 1995, uno de los más secos del siglo y para cuya
realidad hubo de acuñarse un término nuevo, metasequía. La experiencia acumulada en la gestión del agua,
hubo que aplicarla a la gestión de su escasez.
Bandos de la Alcaldía instando a la población al
ahorro en el consumo de agua y estableciendo algunas restricciones y prohibiciones en su uso, campañas radiofónicas y en los medios televisivos locales,
información en los centros escolares, distribución
de pegatinas con consignas de ahorro y de dípticos
o trípticos conteniendo consejos para obtener ahorros de agua se sucedieron a lo largo de estos años,
pudiendo afirmarse que nada de lo que podía hacerse se dejó de hacer.
Paralelamente a estas actividades informativas, fue
también necesario el desarrollo de una extensa campaña de análisis y control de la red de distribución
Telecontrol de la ETAP
de agua potable, en orden a determinar con exactitud su configuración pormenorizada, situación y
estado de sus válvulas, valores de presiones en cada
zona y, sobre todo, el estado de estanquidad de sus
conducciones. Disponer de estas variables de modo
inmediato se convirtió en una exigencia de primera magnitud, por lo que, tras numerosos estudios y
análisis de las posibles y mejores soluciones, en el
año 94 se puso en funcionamiento un sistema de
telecontrol que permitía la recepción, en continuo,
de los datos básicos del estado de los depósitos,
volumen del agua almacenada, caudales instantáneos de salida, etc. a la par que se transmitían situaciones de alarma por variables de funcionamiento
fuera de los rangos de consigna.
Por otra parte y partir de las experiencias adquiridas a lo largo del desarrollo de estas campañas de
sensibilización y ahorro de agua, se comprendió la
necesidad de acometer la sectorización del 100%
de los 550 Km de la red. Para ello se dividió ésta
en 43 sectores independientes alimentados de la
las aguas de granada
red de transporte por un solo punto y asegurando
al mismo tiempo abastecimientos alternativos para
cubrir posibles incidencias. Esta disposición, unida
a la dotación de caudalímetros, piezómetros y otros
analizadores, permitiría el conocimiento pormenorizado de los parámetros de funcionamiento del sistema de distribución en cada porción o sector de la
red y, sobre todo, los conocimientos necesarios para
corregir deficiencias y optimizar el abastecimiento
domiciliario.
Todo esto y, sobre todo, el paso de los días y los
meses sin una gota de lluvia, creemos que fueron
determinantes en la consolidación de un convencimiento colectivo que permitió llegar, en los años 94
y 95 a una reducción en los consumos netos de agua
que llegó a superar el doce por ciento de los ratios
medios de años anteriores.
Para paliar la gravísima situación creada en los
embalses de Canales y Quéntar por la escasa aportación pluviométrica, se hubo de recurrir, con carácter
de obras de emergencia, a la perforación y equipamiento electromecánico de 10 pozos en el acuífero
Pozos de la Ronda Sur
de la Vega, en terrenos próximos a la Ronda Sur, para
lo que se contó con la ayuda pronta e inestimable
de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir.
Estos pozos, con una profundidad media de 230 m.
y con posibilidad de extracción de un caudal sostenido superior a 100 l/s. salvaron a la ciudad en el
verano – otoño de 1995 de un gravísimo problema
de desabastecimiento.
Pese a los esfuerzos dedicados a la gestión de la
sequía y con independencia de las actuaciones citadas, Emasagra continuó, en este periodo, su política
de inversiones en renovaciones y ampliaciones de
las redes de distribución de agua potable y de alcantarillado, dedicando a ello un valor medio anual
de 580 millones de pesetas. También hay que destacar de este tiempo la expansión de actividades a
los municipios de Peligros, con cuyo Ayuntamiento
se concertó la gestión del ciclo integral del agua y
con Maracena con cuyo Ayuntamiento se concertó
el suministro de agua en alta.
En el aspecto legislativo, debemos reseñar la
aprobación, en el año 1995, del Plan Nacional de
203
capitulo 2: el agua de granada
Saneamiento y Depuración de Aguas Residuales y la
publicación del R.D.L. por el que se establecen las
normas aplicables al tratamiento de las aguas residuales urbanas y el R.D. de desarrollo del anterior,
así como el R.D. Sobre medidas de regularización y
control de vertidos, que, en extracto, vienen a imponer la obligación, para los Municipios, de construcción de colectores para recogida y evacuación de las
aguas residuales y la depuración de estas aguas con
carácter previo a su vertido a cauces públicos o de
riego con unos parámetros mínimos de calidad que
fija la comentada normativa.
Como ya comentamos con anterioridad, Emasagra
quiso participar en la difusión cultural en nuestra Ciudad con la celebración, en el año 1992 de varias exposiciones. La primera, celebrada entre el 24 de marzo
y el 5 de abril se dedicó a la Semana Santa granadina
vista a través de sus enseres y ornamentos. La segunda,
celebrada entre el 11 y el 28 de junio, puso ante los
granadinos una rica muestra de nuestra artesanía; bordados, cerámica, mármoles, cueros artísticos, latones y
204
Canal de Loaysa
cobres, tallas en madera, dorados y policromías, taracea, vidriería, castañuelas, guitarras y violines, tapices y
alfombras, forja y repujado, constituyeron los núcleos
básicos de esta magnífica exposición. Por último, del
19 de diciembre del 92 y hasta el 7 de enero del 93,
Emasagra quiso mostrar, con un conjunto de un centenar de cuadros, la obra pictórica del granadino José
Ruiz de Almodóvar Rubio, evento que no se había
celebrado en Granada desde 1949.
1997
Dos hechos importantes van a marcar, en este
año, nuestra historia del agua: En el orden técnico
y de desarrollo nos parecen hechos destacables, la
puesta en funcionamiento, por la Confederación
Hidrográfica del Guadalquivir, del Canal de Loaysa,
tubería de 1.600 mm. de diámetro y 20.000 m. de
longitud, derivada del contraembalse de Canales y
capaz para transportar un caudal 3.600 l/s. De esta
tubería se alimenta la Estación de Tratamiento de
las aguas de granada
la Lancha del Genil, mediante derivación de 1.200
mm. de diámetro y un nuevo depósito de 100.000
m3 de capacidad para el futuro abastecimiento de
los municipios del borde sur de la Ciudad. También
hay que resaltar, en el orden técnico, la puesta en
servicio de la nueva conducción, derivada del Canal
de Loaysa, para alimentación del depósito de Conejeras, que le confiere a éste plena seguridad de uso.
Ambas obras, conjuntamente con la finalización
de las obras de restauración del canal de Quéntar,
que aseguran un caudal superior a 1.600 l/s. garantizan, para muchos años, el aprovisionamiento de
agua para la ciudad en condiciones de suficiencia y
seguridad.
de pesetas y éste se comprometió a ejecutar para
la ciudad inversiones en abastecimiento de agua y
saneamiento por un importe anual de 1.000 millones de pesetas durante veinte años. De esta forma,
la estructura accionarial de Emasagra quedó constituida de la siguiente forma:
· AYUNTAMIENTO DE GRANADA: 51 % del capital social
· INTERAGUA, Servicios Integrales del Agua:
24,9899 % del capital social
· NUEVA NUINSA: 12,2499 % del capital social
· AQUAGEST, Promoción Técnica y Financiera de
Abastecimiento de Agua, S.A.: 11,7599 % del
capital social
En otro orden de cosas, en 1997, el Ayuntamiento
de Granada aprueba la transformación de Emasagra
en empresa de capital mixto, mediante la venta temporal de parte de las acciones, a través de concurso
público, a cuyos efectos se encarga, a un equipo de
especialistas, el estudio y redacción de la correspondiente memoria y sus documentos anejos, Pliego de
Bases para el concurso y Estatutos de la nueva sociedad. Esta documentación, sometida a exposición
pública durante el plazo reglamentario y aprobada
definitivamente por el Ayuntamiento Pleno, sirvió
de base para la convocatoria y celebración del concurso correspondiente, tras el que, con fecha 25 de
Julio de este año, se efectuó la adjudicación del 49
% de las acciones de Emasagra a la Unión Temporal
de Empresas constituida por INTERAGUA, Servicios
Integrales del Agua S.A. NUEVA NUINSA y AQUAGEST, Promoción Técnica y Financiera de Abastecimiento de Agua, S.A. Por la cesión de las acciones y
con independencia del valor de las mismas, el Ayuntamiento de Granada percibió, del socio privado, en
concepto de canon, la cantidad de 4.016 millones
La gestión de la Compañía quedó a partir de este
momento, bajo la responsabilidad de AQUAGEST,
Promoción Técnica y Financiera de Abastecimiento de Agua, S.A., empresa perteneciente al grupo de
Aguas de Barcelona, poseedor de los mejores conocimientos y experiencia, tanto en el ámbito nacional
como en el internacional, en la gestión del abastecimiento de agua y el saneamiento.
Las inversiones realizadas durante el año
representaron una cifra total de 1.233.721.076
pesetas, correspondiendo un 86,5 % a mejoras en
las redes de agua y saneamiento, y el resto a complementos y mejoras en la Estación de Tratamiento, Estaciones Depuradoras de Aguas Residuales y
otros. Estas inversiones permitieron extender la red
de distribución de agua en una longitud de 8.380 m.
y renovar, por mal estado de las conducciones, una
longitud de 6.050 m. Así mismo, la red de alcantarillado se extendió en una longitud de 6.410 m. y se
renovaron 4.400 m. de canalizaciones obsoletas. Al
31 de diciembre de este año el número de clientes es
de 118. 243 y el número de empleados 164.
205
206
Toma del Canal de Quéntar
las aguas de granada
La Granada actual
El nuevo periodo que se inicia en el año 98 y que
vamos a extender hasta la actualidad se ha caracterizado, básicamente, por la impronta que aporta a la
empresa la experiencia y el modo de hacer del socio
privado. Además de los órganos de gobierno de la sociedad, Junta General de Accionistas y Consejo de Administración, la estructura interna de mando queda
organizada por un Director Gerente, propuesto por la
parte privada de la sociedad, un Director Técnico y un
Director Económico Financiero, ambos propuestos
por el Ayuntamiento y bajo las directrices del Director
Gerente. Sin que ello signifique menoscabo alguno al
buen hacer de la Emasagra Pública, ya destacado en
páginas anteriores, nos parece que la visión universal
del negocio, el conocimiento del mundo del agua y
el sentido de cercanía al cliente que el grupo AGBAR
aportó a Emasagra ha venido a significar a lo largo
de estos años un magnífico valor añadido al Servicio
prestado por Emasagra a la Ciudad.
Paralelamente a este importante cambio en la estructura de Emasagra, se inicia la Nueva Cultura del
Agua. El abastecimiento y el saneamiento de la ciudad, que tradicionalmente se han enfocado como
objeto de gestión distinta, son contemplados por
EMASAGRA como componentes de eso que se ha
dado en llamar el Ciclo Integral del Agua, que, a su
vez, queda integrado como componente del medio
ambiente hídrico.
Todos los procesos que componen ese ciclo integral del agua: la captación, conducción, tratamiento
y distribución del agua potable y la recogida, transporte y depuración de las aguas residuales, gestionados por Emasagra, han sido sometidos a revisión,
se han analizado pormenorizadamente, se han planificado y se han protocolizado a través de procedimientos e instrucciones de trabajo, integrando todo
ello en un sistema de Calidad oficialmente Certificado conforme a la Norma UNE EN ISO 9001. Conforme a estos planes de Calidad, se garantiza de forma
especial, la calidad del agua suministrada. Para ello,
EMASAGRA cuenta con un departamento de Control de Calidad, dotado de un laboratorio equipado
con material de última tecnología en el que se ana-
Certificados ISO 9001 e ISO 14001
207
capitulo 2: el agua de granada
208
Laboratorios de Control de Calidad
las aguas de granada
lizan la mayoría de los parámetros de control y cuya
acreditación ante el ENAC es ya casi presente.
Igualmente, se garantiza el respeto absoluto al
medio ambiente en el desarrollo de los antedichos
procesos. Para ello, se ha analizado cada uno de
ellos, se han identificado los posibles impactos y las
medidas correctoras necesarias, las situaciones de
emergencia y las acciones requeridas. Se han trazado objetivos y se han establecido sistemas de seguimiento y control del cumplimiento de los mismos,
y todo este Sistema de Gestión se ha sometido a
verificación, obteniéndose para el mismo la correspondiente Certificación conforme a la Norma UNE
EN ISO 9014.
En armonía con lo anterior, y diríamos que con
carácter absolutamente prioritario, Emasagra ha
hecho de la prevención de riesgos laborales una de
sus más altas preocupaciones. Con el asesoramiento
del grupo AGBAR y la colaboración de sus trabajadores, ha examinado minuciosamente las situaciones
de riesgo y los modos de eliminarlo. Ha desarrollado
todo un compendio de procedimientos, instrucciones y planes de prevención y ha instruido a sus trabajadores en el uso de los medios de protección personal y en el respeto a la norma. Como consecuencia
de este bien hacer, ha sido la primera empresa del
sector que ha obtenido la Certificación tras la Auditoría de Prevención de Riesgos Laborales.
Tubería para el colector de Cenes
Fruto de la antes referida preocupación medioambiental ha sido la realización en este periodo de
obras de gran impacto ecológico:
La construcción de un nuevo colector de alcantarillado con origen en Pinos Genil, que recibe las
aguas residuales de este municipio y las de Cenes
de la Vega y las evacua a la Estación Depuradora del
Camino de Purchil, ha permitido acabar con los
malos olores y las consiguientes molestias para los
vecinos de las márgenes del Genil, causadas por los
vertidos directos a su cauce.
Igualmente, la construcción de un colector con
origen en Huetor Vega que recibe las aguas residuales de su núcleo urbano y las evacua a la citada Estación Depuradora del Camino de Purchil, ha permitido la eliminación de los vertidos directos al cauce
del río Monachil, denunciados por los vecinos de
sus riberas por las molestias que les causaban los
olores desprendidos de las aguas del río.
Se ha diseñado y construido una central de cogeneración de energía eléctrica en la EDAR del Camino de Purchil, que, utilizando el biogás generado
en el proceso de digestión anaeróbica de los fangos
como combustible de dos grupos moto generadores, produce más del 40 por ciento de la energía
total necesaria para la planta. De esta forma se ha
Colector en Huetor Vega
209
capitulo 2: el agua de granada
El tiempo transcurrido entre la redacción de los
proyectos de las Estaciones Depuradoras de Aguas
Residuales y la puesta en servicio de las mismas y
el cambio acaecido en los últimos años, respecto
de los usos y costumbres en los hogares y estable-
cimientos comerciales e industriales, en los que
cada día se utilizan más y más potentes productos
químicos han propiciado un extraordinario crecimiento en los índices de contaminación del agua
residual. Tanto la contaminación orgánica como la
de carácter químico, han crecido en más de un cincuenta por ciento respecto de las cifras de proyecto
e igual ha sucedido con el resto de los parámetros
de caracterización del agua. Como consecuencia, el
rendimiento de las plantas ha venido sufriendo decrementos continuos. Para llevar la situación a su
estado de proyecto han sido necesarias las siguientes
actuaciones:
· Ampliación de la línea de aguas y la línea de fangos en la Estación Depuradora de Aguas Residuales del Camino de Purchil. Para ello ha sido precisa la modificación de los sistemas de entrada y
desbaste con la instalación de un nuevo tornillo
de Arquímedes y la incorporación de un nuevo
tamiz en escalera; la construcción de un cuarto
reactor biológico y la modificación del sistema de
transferencia de oxígeno en los tres restantes reactores; la construcción de un cuarto decantador secundario; la construcción de un nuevo espesador
Central de Cogeneración en la EDAR Sur
Nuevo sifon del río Darro
evitado la combustión de este gas en la atmósfera y
la contaminación ambiental consiguiente y se ha reducido de forma indirecta la producción de energía
eléctrica por otros medios.
En lo que se refiere al abastecimiento de agua potable, gracias a la colaboración de la Junta de Andalucía, que ha financiado el proyecto y la ejecución
de las obras, se ha finalizado la construcción de
una nueva conducción, en sifón, para cruce del río
Darro, a la altura de la Chumbera, que enlaza las
cabeceras del canal de conducción entre la Estación
de Tratamiento de la Lancha del Genil y el núcleo de
depósitos de Cartuja. Con ello se ha visto satisfecha
la antigua y más que justificada aspiración del Servicio de asegurar el transporte de los caudales exigidos
por el crecimiento urbano del norte y oeste de la
ciudad.
210
las aguas de granada
de fangos por gravedad y un nuevo flotador, lo
que, en conjunto, representó una inversión superior a 3 millones de euros.
· Mejora de la calidad de los fangos digeridos en
la EDAR del Camino de Purchil mediante la
sustitución de los filtros de banda por centrifugadoras, lo que ha permitido disminuir su contenido en humedad, facilitando su transporte,
manipulación y desecación para su posterior uso
como abono agrícola por un importe superior a
500.000 euros
· Modificación de la arquitectura y componentes de
los reactores biológicos en las EDAR del Puente de
los Vados, mediante la construcción de un selector
metabólico y la sustitución de parrillas y domos de
distribución de aire, con objeto de mejorar la calidad del tratamiento aeróbico mediante el aumento de la concentración de oxígeno disuelto en el
agua residual durante su estancia en los reactores,
por un importe total de 183.135 euros
· Construcción de un nuevo espesador por flotación
de fangos biológicos en exceso e instalación de
equipos de presurización de aire y bombeo de
fangos, por un importe total de 150.250 euros.
· Formalización de un Acuerdo con Puleva S.A.
para la construcción de una planta específica en
la EDAR del Puente de los Vados para tratamiento
de asimilación de sus aguas industriales a aguas
urbanas y su posterior depuración, por valor de
175.632.070 pesetas
Obras de ampliacion de la EDAR SUR
Nuevas Centrifugadoras de Fangos
Además de estas destacadas obras, Emasagra ha
realizado en este periodo de tiempo un enorme
esfuerzo inversor, superior en numerosas ocasiones al comprometido como consecuencia de la
constitución de la empresa mixta. Este esfuerzo
llegó a todo el ciclo del agua, pero tuvo su mayor
dedicación a la renovación y ampliación de las
redes urbanas de distribución de agua potable y
de alcantarillado. Las cifras así lo expresan: 57.
891 millones de euros de inversión total, de los
que 17.486 millones lo fueron para la red de
abastecimiento y 23. 822 millones para la de saneamiento, debiendo destacarse de entre estas
actuaciones en las redes, la renovación, con participación de la Universidad de Granada, de las
redes de los polígonos universitarios de Cartuja y
de Fuente Nueva.
211
capitulo 2: el agua de granada
Reforma de los Reactores Biológicos
212
Planta Industrial de Puleva
Obras en el polígono universitario de Cartuja
Nuevo flotador en EDAR Los Vados
las aguas de granada
Para asegurar el efecto de estas actuaciones a lo
largo del tiempo era necesario establecer una estructura de mantenimiento acorde con los objetivos trazados de aseguramiento de la calidad y de
la gestión medioambiental. Emasagra respondió a
este reto creando los departamentos de Gestión De
La Demanda, cuya misión exclusiva y única es dar
cumplida explicación del destino de cada litro de
agua tratada y el de Control de Vertidos, que centra
sus funciones en la vigilancia y control de la contaminación de las aguas residuales, ayudando a los
industriales en el cumplimiento de la Ordenanza
Municipal de vertidos y, por último, el de Investigación y Desarrollo que se ocupa de las irrenunciables
tareas de I + D + i.
Ha sido también prolijo este periodo en la promulgación de nueva legislación sobre el agua y sus usos. En el
año 1998 se publica el Plan Hidrológico de la Cuenca
del Guadalquivir. En el 2000 el R.D.L. de evaluación de
impacto ambiental que modifica el de 1986. En el 2001
se el texto refundido de la Ley de Aguas y el Plan Hidrológico Nacional. En el 2003 se modifica el Reglamento
del Dominio Público Hidráulico y por R.D. 140/2003
se aprueban Los Criterios Sanitarios de la Calidad del
Agua de Consumo Humano, de trascendental importancia para el desarrollo de la actividad de Emasagra.
Es también de destacar el gran esfuerzo realizado por
Emasagra, en este periodo, para acercar sus actividades a
sus abonados, certeramente convertidos en sus clientes.
Al servicio de este esfuerzo, se remodelaron las oficinas
de contratación y atención al cliente, dotándolas de espacios de atención individualizada así como de zonas
de espera dotadas de todos los servicios auxiliares.
Un sofisticado sistema de gestión de colas ha permitido optimizar los recursos asignados a cada tipo de
gestión, reduciendo a lo mínimo tanto los tiempos de
espera como los de estancia máxima en las oficinas Pese
a ello, y para evitar a quien así lo desee desplazamientos
y pérdidas de tiempo se ha apostado fuerte por la atención a distancia creando una red de oficinas virtuales
desarrolladas en tres vías alternativas a la tradicional:
· Atención telefónica Integral, que permite realizar cualquier operación a través del teléfono.
· Creación de una oficina virtual en su página web, que
permite a los clientes acceder a cualquiera de sus contratos de suministro y operar sobre ellos; cambiando su domiciliación, introduciendo la lectura de su
Atención al cliente
contador o solicitando un duplicado de factura por
poner algunos ejemplos, además por supuesto de
contratar un nuevo suministro.
· Y por último, implantación de un sistema de Terminales Punto de Servicio que, a modo de cajeros automáticos, permiten a nuestros clientes operar como si
estuviesen en las oficinas.
Es también de resaltar una mejora que completa el
sistema de atención a distancia de calidad. Consiste esta
mejora en un novedoso sistema de contratación al que
hemos dado el nombre de Contrato ide@. (Contrato
integral de alta). Con este sistema de contratación una
simple llamada de teléfono, el acceso a la página web,
o una visita a uno de los terminales punto de servicio
es suficiente para la contratación del suministro, que se
perfecciona con toda comodidad en el domicilio del
cliente.
Emasagra ha querido también adquirir compromisos
de cumplimiento con sus clientes:
· Instalación del contador en dos días a partir de la formalización del contrato de suministro
· Contestación a cualquier reclamación en el plazo de
ocho días hábiles
· Resolución de solicitudes de cambio de uso en diez
días hábiles
· Informe y presupuesto en las solicitudes de acometida
en 15 días hábiles
213
capitulo 2: el agua de granada
· Ejecución total de la acometida en quince días hábiles
a partir de la formalización y abono del contrato.
Entendemos y consideramos parte de esta actividad cercana al cliente los compromisos de carácter
cultural contraídos en este periodo: Emasagra está
hoy presente en los colegios, institutos y facultades
universitarias. Sus conocimientos, sus experiencias,
sus instalaciones son compartidas por todos los que
las solicitan, de tal forma que podemos decir que
el agua, su importancia y sus problemas inunda las
aulas de Granada. Por sí o en colaboración con otras
entidades ha estado presente en numerosísimos
eventos en nuestra ciudad: exposiciones, conciertos,
conferencias, actividades deportivas, congresos y jornadas técnicas, etc. Ha financiado, por si o en colaboración con otras entidades la restauración del patrimonio granadino, destacando, a modo de ejemplo,
214
Triptico Con Los Cinco Compromisos Con El Cliente
la instalación del monumento al aguador en la plaza
de la Romanilla, la restauración y mantenimiento
de fuentes y pilares, la restauración de los aljibes del
Albayzín, la creación y equipamiento del Centro de
Interpretación del Agua, la restauración y tratamiento
del antiguo cauce de la acequia Gorda en la calle de
San Antón etc. Y hemos de poner como colofón de
esta actividad, la donación a la ciudad de la fuente
monumental, ya bautizada como de las granadas, en
el Paseo del Salón, y sobre todo, y como expresión de
sentida vocación, la creación de la Fundación Cultural Emasagra de reciente constitución.
Por último, y conectado con lo anterior, no podemos dejar de mencionar el sin fin de agradecimientos que Emasagra recibe cada año de los
centros educativos de la ciudad por los programas educativos sobre el agua que pone a disposición del alumnado. Las felicitaciones e incluso
premios o medallas de Asociaciones de Vecinos
por su trabajo en pro de la ciudad y de sus ciudadanos. El premio Ideal 2000 otorgado por el
diario Ideal a la mejor página Web, resaltando la
concepción de la página como un servicio público. El primer premio en la categoría Facturación
a Clientes concedido por la International Water
Association (IWA) en el acto celebrado en Berlín, bajo la presidencia del canciller alemán en
Octubre de 2001. El premio a la Innovación Tecnológica, concedido por la Cámara de Comercio
de Granada en 2002. El primer premio, otorgado
por la International Water Association (IWA) en
la categoría de Servicios a Clientes, 2004 por su
trabajo Oficina Virtual. El de hoy mismo, el premio Aquacivit 2007 a la gestión eficiente del agua
en la categoría Políticas de Consumo racional del
agua, concedido al Ayuntamiento de Granada y
a Emasagra por su programa Granada Hacia una
Nueva Cultura del Agua. Y sobre todos ellos, la valoración, como mejor servicio público, que, año
tras año, hacen los granadinos de Emasagra en
la encuesta de valoración que se acompaña a sus
planes de calidad.
las aguas de granada
215
Premio Aquacivit 2007
capitulo 2: el agua de granada
216
La fuente de las Granadas
las aguas de granada
La Granada futura
La Emasagra local de 1997 se ha hecho Metropolitana, acercando a los municipios de Alhendín, Armilla,
Cájar, Cenes de la Vega, Churriana de la Vega, Cullar
Vega, Gójar, Huetor Vega, Las Gabias, Ogíjares, Pinos
Genil, Pulianas y La Zubia, con los que ha establecido
convenios para la gestión integral del ciclo del agua, en
unos casos, el agua de Granada y, en todos, su tecnología, su experiencia y su disponibilidad. El entendimiento entre todos y el buen hacer, también de todos,
ha sido el embrión del Convenio Metropolitano que
ha definido los planes futuros del abastecimiento y
saneamiento. Hoy, los clientes de Emasagra se contabilizan en 184.340 y el número de sus trabajadores es
de 235.
El futuro es reto y es motivación. El cambio climático, ayer temor de algunos y siempre futurible, se
presenta hoy cercano, casi inmediato, casi presente.
El hoy es sequía, es, para Emasagra, gestión de la escasez. El mañana puede ser inundación y, si así lo
fuera, será también para Emasagra, gestión del daño
y de su reparación y ambas situaciones, al fin, examen de buena gestión.
La prolija y exigente legislación en vigor, (29 textos
legales de carácter estatal, 6 de carácter autonómico
y 18 de carácter europeo), que, en todo o en parte
regulan asuntos en materia de aguas y sobre todo,
la velocidad de cambio normativo (ya se anuncia
una nueva reforma de la Ley de Aguas de 2001) son
también dificultades añadidas que, no cabe duda, se
sabrán superar.
La historia futura del agua en Granada no se entiende, o mejor, no debería entenderse, circunscrita
a la Ciudad. De hecho, como ya se ha señalado, la
historia del agua de hoy es la de catorce municipios.
Pero existe otra historia paralela, la de los municipios del norte y oeste de la Ciudad: Albolote, Ambroz, Atarfe, Belicena, Chauchina, Fuente Vaqueros,
Láchar, Maracena, Pedro Ruiz, Peligros, Pinos Puente,
Purchil y otros, cuyo abastecimiento y saneamiento
tiene ya una historia común de casi diez años de gestión única a cargo de la sociedad Aguasvira. En el mañana del agua no vemos claras las historias separadas
de lo que geográficamente es tan próximo. El sentido
común y la razón, que nos llevan a considerar que al
agua disponible hay que darle los usos convenientes,
destinando la de mejor calidad al consumo humano, la complejidad que encierra en estos tiempos la
gestión del agua, los requisitos de calidad que exige
la legislación vigente y las reglas de la economía, que
hacen necesario o, al menos, muy conveniente considerar los factores de escala, parecen aconsejar la unificación de esfuerzos.
En este sentido y así se conviniera, hemos de comenzar a acuñar nuevos términos: Del Agua del Avellano de antaño, pasando por el Agua de Granada hemos
de llegar, hogaño, al Agua de la Vega de Granada. De
las Aguas del Genil de ayer, pasando por las Aguas del
Sistema Canales – Quéntar hemos de hablar, hoy, de
las Aguas del Sistema Hidráulico de la Vega de Granada.
Muchas cosas hay que cambiar y muchas otras habrán
de hacerse de nuevo.
Los objetivos básicos habrían de ser:
· Garantizar la calidad de las aguas para consumo humano
· Garantizar a los regadíos las dotaciones de agua establecidas en el Plan Hidrológico del Guadalquivir
· Unificar la calidad de las aguas de consumo humano
en todo el ámbito de actuación (El área metropolitana)
· Actualizar las concesiones de agua, atendiendo los
derechos históricos existentes
· Asegurar la recarga del acuífero
· Reutilizar las aguas residuales depuradas
Para ello será preciso:
· Realizar el inventario de los recursos disponibles
· Analizar pormenorizadamente, las cuantías y los factores de demanda
· Establecer los derechos de los usuarios
· Convenir y determinar el modelo de gestión
· Redactar un plan de actuaciones, que debería incluir:
· El estudio de detalle del sistema hidráulico de la
Vega de Granada
· El plan director del abastecimiento en alta
217
capitulo 2: el agua de granada
· Los planes directores de los sistemas de distribución en baja
· El plan director del saneamiento y la depuración
· El plan de modernización de los regadíos
· Fijar los cánones y tarifas adecuadas a cada uno de
los distintos servicios
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Como consecuencia de todo ello será necesario un
importantísimo esfuerzo inversor destinado a la dotación de las infraestructuras hidráulicas de abastecimiento y saneamiento requeridas (piénsese que en
una gran parte de nuestros municipios no existe diferenciada una red de alcantarillado de la red de riegos),
entre las que deben incluirse los colectores troncales
y los emisarios de transporte a las estaciones depuradoras y, en su caso las ampliaciones necesarias de la
estaciones depuradoras actuales.
Se dispone de los recursos suficientes: Embalses de
Canales, Quéntar, Colomera y Cubillas, con capacidad
total de 146 Hm3, del acuífero de la Vega con una reserva anual explotable de 250 Hm3, del manantial de
Deifontes, con una aportación media anual en torno a
30 Hm3, es decir, un total de 426 Hm3.
En lo que respecta al abastecimiento, se dispone
de las tres plantas de tratamiento ubicada en la ETAP
de la Lancha del Genil, con capacidad para 2.450 l/s,
ampliables, si fuera necesario en otros 1.000 l/s y de la
nueva planta del Chaparral, de inmediata entrada en
funcionamiento con capacidad para 1.000 l/s. Se puede
disponer, también, del depósito y del canal de Loaysa,
que, puestos en servicio, podrían garantizar las aportaciones necesarias a los municipios del borde Sur.
Con respecto al saneamiento, están en servicio las
Estaciones Depuradoras de Aguas Residuales del Camino de Purchil y del Puente de los Vados y está en
fase de proyecto la EDAR de Láchar - Peñuelas
El futuro va a exigir las mayores garantías, por lo
que sería deseable la construcción de un embalse en
el río Velillos que completaría, para un largo periodo
de tiempo, las garantías de abastecimiento al sistema
de la Vega.
Habrá que construir un anillo de interconexión en
alta de los sistemas locales de distribución que, en
parte, ya está realizado. Será necesaria la ejecución de
colectores y emisarios que conecten los sistemas locales de alcantarillado a las estaciones depuradoras de
aguas residuales, previa ampliación de estas hasta las
capacidades requeridas.
Con miras a todo esto, el 6 de octubre de 2006 se
firmó el “CONVENIO DE COLABORACIÓN ENTRE
LA AGENCIA ANDALUZA DEL AGUA DE LA JUNTA
DE ANDALUCÍA, EL EXCMO AYUNTAMIENTO DE
GRANADA, EL CONSORCIO PARA EL DESARROLLO DE LA VEGA-SIERRA ELVIRA, EL CONSORCIO
SIERRA NEVADAVEGA SUR Y LOS AYUNTAMIENTOS INTEGRADOS EN EL MISMO, PARA LA COORDINACIÓN, EJECUCIÓN Y FINANCIACIÓN DE LAS
OBRAS PRECISAS PARA LA MEJORA DE LA GESTIÓN,
EN ALTA, DE LOS SERVICIOS PÚBLICOS DEL CICLO
INTEGRAL URBANO DEL AGUA EN LOS ÁMBITOS
TERRITORIALES CORRESPONDIENTES EN EL ENTORNO METROPOLITANO DE GRANADA”.
Este Convenio va a suponer una inversión en materia de abastecimiento, saneamiento y depuración
de casi 162 millones de euros y va a permitir resolver,
en su práctica totalidad, la dotación de las infraestructuras comunes al Ciclo Integral del Agua en el Area
Metropolitana de Granada. Pero este considerable esfuerzo deberá complementarse con la modernización
y correcta gestión, de las redes locales de distribución
de aguas potable y de evacuación de aguas residuales,
separando éstas de las aguas de riego y encauzándolas hacia puntos de vertido en los colectores generales.
Será también necesaria la construcción de tanques de
tormenta que permitan la laminación de los caudales
máximos de lluvia y su posterior tratamiento de depuración. En resumen, el futuro, a muy corto plazo,
habrá de ser el riguroso cumplimiento de la legislación
en materia de aguas y de protección y preservación del
medio ambiente hídrico.
La demanda previsible para el año horizonte del 2020
es de 252 Hm3, de los que 175 estarían destinados a
riegos, 7 a usos industriales y 70 al abastecimiento.
Las cuentas aparecen, al menos en principio, claras.
Seguro que la buena voluntad y el mejor quehacer acabarán haciéndolas transparente realidad.
aguas de granada
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Este libro terminóse de imprimir
en la muy Noble, Muy Leal,
Nombrada Grande, Celebérrima
y Heróica Ciudad de Granada, El
día 4 de marzo de 2008.
Consta de 224 páginas del
libro Las aguas de Granada,
compuesto en caracteres ITC
Giovanni Book cuerpo 10’5,
impresas en cuatricomía sobre
papel Lumisilk de 170 g, distribuido por StoraEnso.
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