las aguas de granada La Granada moderna Hemos considerado la modernidad coincidente con el siglo XIX porque es en los años de esta centuria cuando se inicia, o al menos se hace urgente, la preocupación de la autoridad por los problemas sanitarios de la ciudad, especialmente el problema del abastecimiento de agua potable y la evacuación de las aguas residuales. Desde el primer tercio del siglo se van a suceder estudios, memorias y proyectos que tratan de acabar con una situación de insalubridad intolerable, que alcanza su máximo exponente con la epidemia de cólera de 1885 que causa la muerte del más del siete por ciento de la población. No cabe duda de que el acontecimiento que protagoniza, tanto para Granada como para España entera, el comienzo de siglo es la Guerra de la Independencia. Con tal motivo, y tal vez alentados por la revuelta del pueblo de Madrid el 2 de mayo de 1808, el 30 del mismo mes se constituyó en Granada La Junta Provincial que asumió el poder local. Asociada ésta con la Junta de Sevilla para hacer frente al ejército francés, siete mil hombres de los treinta mil voluntarios que se alistaron en la Caja de Reclutamiento granadina, van a formar parte del ejército que, al frente del general Castaños derrotaría a los franceses en Bailén. La posterior derrota española en Ocaña a comienzos del año 1810, pone fin a la resistencia andaluza, por lo que el 27 de enero de 1810 la Junta de Gobierno de la Ciudad, ya disuelta, y el Cabildo adoptaron las disposiciones pertinentes para capitular ante el ejército francés. El 28 de enero entraban los soldados franceses en Granada. A partir de entonces, la ciudad es sometida a la incautación ininterrumpida de sus caudales públicos y al pago de impuestos abusivos que devinieron en una situación de absoluto empobrecimiento en amplios sectores de la sociedad granadina, circunstancias, todas ellas, que se vieron agravadas con la epidemia de fiebre amarilla, transmitida desde Málaga, que deja diezmada a una población ya casi al borde de la extenuación. A pesar de este sombrío panorama, es justo destacar la labor de orden y control internos que impuso Sebastiani: Organización de los mercados; promo- ción de la higiene y limpieza públicas; impulso a la creación de la necesaria infraestructura de servicios; creación de un tribunal privativo de aguas y numerosas reformas urbanísticas centradas básicamente en el fortalecimiento de las defensas de la ciudad. Se reforman la Alhambra y el cerro de Santa Elena, que llega a convertirse en una auténtica plaza de armas. El cauce del río Genil se estrecha, sus riberas se convierten en alamedas y el puente Verde de madera, construido con anterioridad es sustituido por otro de piedra. En contrapartida, Granada perdió en estos años de ocupación una considerable porción de su patrimonio histórico y artístico: Para obtener la piedra utilizada en la construcción del puente Verde, se demolieron las torres de la iglesia de San Jerónimo; se destruyeron las iglesias de San Agustín Alto y la del Ángel; la ermita de San Miguel fue hecha estallar; diez de las torres de la Alhambra fueron voladas, salvándose de la voladura el resto de sus monumentos defensivos por pura y afortunada casualidad. Una gran parte de la Puerta de Elvira fue igualmente destruida en el momento de la retirada francesa. Y a todo esto hay que añadir los daños causados a buena parte de los conventos e iglesias de la ciudad a consecuencia del uso que los franceses hicieron de ellos como acuartelamientos de tropa, como locales de intendencia o como cuadras de caballos y mulos. El 19 de marzo de 1812 se promulga en Cádiz la Constitución Política de la Monarquía Española. El 16 de septiembre de 1812 el ejército francés se retira de Granada, pero los acontecimientos siguientes no van a mejorar la situación de la ciudad. El 14 de mayo de 1814 se hacía público el Real Decreto por el que la Corona reasumía la totalidad de los poderes que la carta constitucional le había limitado. Con ello finaliza el brevísimo gobierno constitucional granadino y Granada, afectada por los cambios políticos, económicos y sociales, y mentalizada por un concepto nuevo de ciudad irá sufriendo, lenta e inexorablemente, a lo largo de este siglo, la pérdida 137 capitulo 2: el agua de granada 138 de población, de su hegemonía y de su patrimonio histórico y artístico. Durante la restauración de 1823, la ciudad sufre una de las peores crisis de su historia; tanto la industria de la seda como las del cáñamo y el lino que despertaron tantas expectativas en el siglo anterior, han desaparecido prácticamente; la agricultura de la Vega, en franca decadencia, trata de encontrar soluciones que permitan la recuperación de su economía. Ni el Reglamento sobre mejoras de tierras de 1835 ni el empeño en la reeducación de los agricultores para la modernización de sus costumbres y de sus técnicas de cultivo propiciaron resultado esperanzador alguno hasta ya casi finalizado el siglo en el que el cultivo de la remolacha como base de la actividad de una floreciente industria azucarera, permitió la esperada recuperación. En estos tiempos la Hacienda Municipal arrastra un déficit crónico que la asfixia; la Corporación se siente impotente para acometer cualquier tipo de acción encaminada a la resolución de los múltiples problemas que acucian a la ciudad. Por otra parte, el Decreto Real de 11 de octubre había dejado al Ayuntamiento sometido a instancias de rango superior y, consecuentemente muy mermado en su capacidad de gestión de los asuntos públicos. Ambas circunstancias, precariedad económica y financiera y merma de autoridad, van a marcar la política municipal en la década siguiente. El Real Decreto de 30 de diciembre de 1833, por el que España quedaba dividida en 49 provincias acabó definitivamente con el reino de Granada, dividido ahora en las tres provincias de Almería, Granada y Málaga, que ve de nuevo incrementada su decadencia y hasta el deterioro de su imagen externa. A esta circunstancia se vinieron a sumar los efectos generados a partir de los Decretos de desamortización de Mendizábal, de 1835 y 1836 que llevaron a la ocupación de algunos conventos por instituciones civiles, como fueron los casos de San Jerónimo, la Merced, el Carmen, Belén y San Francisco en la Alhambra, que pasaron a ser de uso militar. El de Santo Domingo se convirtió en Museo y Academia de Bellas Artes; el de la Trinidad en sede de Hacienda y el de San Juan de Dios en Hospital. En otros casos, las sedes conventuales fueron transformadas en edificios de viviendas, como fueron los casos de la Victoria, el de Gracia, el de los capuchinos y el de San Felipe Neri. En la mayoría de los casos restantes los conventos fueron derribados y sus solares vendi- dos o cedidos a las instituciones, como fue el caso de los que habían pertenecido a los agustinos y a las capuchinas que pasaron a propiedad municipal. Todo esto llevó a un cambio importante en la fisonomía del espacio urbano de la ciudad. Desde el punto de vista urbanístico hay que destacar la continuación de proyectos anteriores como es el caso del Campillo que poco a poco va adquiriendo el aspecto que, prácticamente, ofrece en la actualidad. Las primeras actuaciones se refieren a la plaza que conocemos actualmente como de Mariana Pineda y posteriormente se inician las obras de urbanización de la plaza contigua, que hoy denominamos como del Campillo Bajo. En zona próxima, en los paseos del Salón y de la Bomba, se derriban las puertas del Pescado y de los Molinos y, a la par, se modifican las riberas del río Genil en sus contactos con la zona urbana, sustituyendo las alamedas del siglo anterior por jardines y acondicionando la margen izquierda para dar mayor capacidad al canal del río. También en este tiempo se desarrollaron las obras de ensanche de Puerta Real y de la Plaza de las Batallas, para lo fue necesaria la demolición de los tramos de muralla que discurrían por la zona. En estas fechas, la ciudad quedó dividida en distritos municipales, para lo que se tomó como referencia la nueva división eclesiástica en trece parroquias. Con motivo de la crecida del río Darro, en 1835, se acometieron las obras, desde tiempo atrás soñadas, de reforma integral de Plaza Nueva. Para ello lo primero que se realiza, en 1839, es la adición de la plaza de Santa Ana. Veinte años más tarde se demuele la Iglesia de San Gil, y su solar, junto con los resultantes de varias casas expropiadas y derribadas, se anexiona a la Plaza, rematándose las obras de urbanización con el cubrimiento del cauce del Darro, lo que le confiere finalmente al lugar el aspecto global que hoy nos ofrece. Un nuevo y desgraciado suceso, el incendio declarado en la Alcaicería en la noche del 20 de julio de 1843 y que se prolongó durante ocho días, dejando arrasado por completo el recinto, sirvió como revulsivo al Ayuntamiento para reestructurar y mejorar su Servicio de Incendios y para acometer las obras de reconstrucción del patrimonio urbano desaparecido. Las obras se iniciaron con absoluta rapidez y se desarrollaron con total eficacia, de modo que, tres años después, la nueva Alcaicería era un hecho, aunque los nuevos las aguas de granada 139 GRANADA en 1909 (Archivo Histórico Municipal) capitulo 2: el agua de granada 140 criterios de trazado y de disposición de los edificios transformaron no ya sólo la Alcaicería sino todo el barrio en el que se enclavaba. La preocupación municipal por los asuntos urbanísticos da como fruto la promulgación, en 1847, de un Reglamento de Ornato Publico, que se acompaña de un ambicioso Plan de alineación de calles, derribo de edificios en ruina y pavimentación de calles, que salvo al Albayzín, en pleno estado de abandono, afectará a casi todas las zonas de la ciudad. También en estas fechas, en torno a 1850 se planteó la necesidad de asegurar la comunicación de Granada con el resto del país mediante el nuevo medio del ferrocarril. Instituciones oficiales y ciudadanas se volcaron en este objetivo, por lo que desarrollaron diversos proyectos hasta conseguir, en 1862, la iniciación de los trabajos de implantación de la vía férrea. La construcción de la Plaza de Toros en el Triunfo, la implantación de los tranvías como medio de transporte ciudadano, las nuevas alineaciones, aperturas y ensanches de calles en una gran parte del caso urbano y sobre todo, la polémica apertura de la Gran Vía, constituyeron como un símbolo de lo que fue el urbanismo de Granada en el último tercio del siglo XIX. Quizá, junto al asunto de las aguas, otro de los problemas que más preocupó a la Corporación granadina a lo largo de la centuria fue la situación de los dos ríos principales de la ciudad, el Darro y el Genil, pues ésta repercutía, por una parte, en los aspectos puramente urbanos, especialmente relevantes en el caso del primero que atravesaba la ciudad dividiéndola en dos extensas zonas y, por otra parte, en los aspectos económicos y de seguridad pues sus crecidas causaban, además de cuantiosos daños materiales, la ruina y el desamparo de numerosas familias de sus riberas que se veían obligadas al desalojo de sus viviendas y a la pérdida de sus enseres. Desde esta perspectiva, y tal vez empujado por las casi periódicas crecidas que se dieron en la segunda mitad del siglo, el Ayuntamiento centró sus esfuerzos en la resolución del problema del Darro. La crecida y consecuente desbordamiento del río en 1835, además de sembrar el pánico y la destrucción en la Carrera del Darro, Zacatín, Bibrrambla y Carrera de la Virgen, puso en cuestión la existencia del cauce en su trazado natural. Si este problema se hubiese planteado cien años después es muy probable que se hubiese optado por la regulación del río mediante un embalse en el lugar adecuado. En los años referidos se plantearon dos alternativas: la primera consistía en el cubrimiento del cauce del río, previa demolición de sus innumerables puentes y el ensanchamiento necesario para dar cabida a una sección transversal de las dimensiones suficientes como para garantizar la evacuación fácil de los caudales máximos previsibles de crecida. El coste de estas obras se fijó en torno a 70.000 pesetas. La segunda alternativa planteaba el desvío del cauce a la altura de su paso frente a la cuesta del Chapíz, para cruzar en túnel las colinas de la Alhambra y de los Mártires, hasta salir al paseo del Salón y atravesar éste para confluir con el Genil frente al paseo de los Basilios. Esta solución requería como complemento, la reforma de la margen izquierda del Genil, y se estimaba para su totalidad un coste en torno a 465.000 pesetas. En contra de las ventajas que representaba esta última solución que resolvía, tanto el problema sanitario que se había establecido en sus orillas por los vertidos de los talleres y el hacinamiento de las viviendas, como la desaparición de los puentes que obstaculizaban, tanto el discurso de las aguas como el tránsito de personas y medios de transporte, es muy posible que el considerable mayor coste de las obras y el temor a la posible afección al conjunto monumental de la Alhambra, se constituyesen como factores decisivos en la elección de la solución primera, es decir, el embovedado del río. Pese a que en 1842 ya se disponía de un primer estudio relativo al cubrimiento del río, la penuria económica de la primera Entidad Local y algunas dudas persistentes respecto a la solución estudiada, fueron causa, una vez más, del retraso en la redacción de los proyectos definitivos y la contratación de las obras, de forma que el problema del río se traslada a la ciudadanía. La prensa local lidera el debate y en una sus publicaciones se da a conocer el proyecto del arquitecto Juan Pugnaire que propone varias medidas de corrección del cauce del río para darle mayor capacidad y continuidad sin necesidad de su cubrimiento: Limpieza completa del cauce del Genil en la zona de afluencia del Darro y eliminación de los obstáculos del cauce de este último. Quizá la nueva crecida de 1851 determinó la recuperación del proyecto de 1842 y la iniciación, en 1854, de las aguas de granada Reforma del Embovedado en 1940 (Archivo Histórico Municipal) 141 capitulo 2: el agua de granada las obras de cubrimiento del río desde Plaza Nueva hasta Puerta Real, que se prolongan en su ejecución hasta el año 1884. Tras el terremoto de 1884 y la epidemia de cólera de 1885, en 1887 se produjo una nueva y violenta crecida del río que hace saltar parte del embovedado recién acabado. Los informes redactados al efecto por los técnicos municipales ponen de manifiesto los errores cometidos en la larguísima ejecución de la obra anterior y se proponen las medidas para garantizar la no repetición de los hechos. La bóveda se rehace y se remata la urbanización de la zona con el cubrimiento del río entre Puerta Real y el Puente de Castañeda en el inicio de la Acera del Darro, Posteriormente, en 1940, se vuelve a reformar la bóveda del río, concluyéndose lo que desde entonces y hasta hoy se viene conociendo como Embovedado. 142 Granada era, en 1840, una ciudad con una población algo superior a 50.000 habitantes. El abastecimiento de agua potable a la ciudad había utilizado, hasta ahora, como fuentes de alimentación, los ríos Genil y Darro , la Fuente Grande de Alfacar y otros manantiales de menor importancia como la Mina del Monzón en el cerro de S. Cristóbal, Fuentenueva en el Triunfo y el Pilar de S. Lázaro en el barrio de este nombre. Las aguas del Genil llegaban a Granada a través de las llamadas acequias del Candil (actualmente del Cadí) y Real o Acequia Gorda, mientras que las del Darro lo hacían a través de las acequias del Rey, de San Juan y de Santa Ana. Las aguas de la Fuente Grande de Alfacar, eran transportadas hasta la ciudad por la acequia de Aynadamar. Los caudales proporcionados por cada una de estas fuentes se reflejan en la tabla siguiente: ORIGEN El régimen jurídico del Servicio Municipal de Aguas de esta fecha era prácticamente el establecido en las Ordenanzas de 1538, por las que el Ayuntamiento tenía reconocidos derechos de particulares sobre las aguas de determinados principales y ramales y otorgaba nuevas concesiones a los que las solicitaban. En la mayoría de los casos las concesiones otorgadas no coincidían con las necesidades reales de las fincas y sus tomaderos tampoco coincidían en su emplazamiento con los de las fincas, por lo que puede imaginarse la complejidad de tan extraña red y lo inextricable de los recorridos de sus conducciones, lo que la convertía en reducto privado del poder de los acequieros y especialistas que la manipulaban. Aún cuando las “aguas limpias” eran conducidas hasta las tinajas de los edificios y en estas se producía una decantación por reposo ayudada por la adición de cal, alumbre y otros productos, la presencia en el agua de gérmenes patógenos apenas era corregida, con lo ésta conservaba la casi totalidad de su poder insalubre y en ocasiones mortífero. A esto había que unir el pésimo estado en que se encontraba el alcantarillado. Muchas casas poseían pozos ciegos o desaguaban directamente a la calle y las que vertían sus aguas sucias al río Darro o a otras acequias como el Darro Turbio o la acequia Gorda, convertidas casi en alcantarillas por la pésima calidad de las aguas que portaban, lo hacían a través de una complicadísima red de cañeros, resto de antiguos ramales de acequias en estado de abandono que, en consecuencia y en la mayor parte de los casos se encontraban en pésimas condiciones de conservación, lo que propiciaba, además de la contaminación de las aguas limpias, un estado de humedad del subsuelo que, transmitido a las viviendas, era causa de insalubridad para la población. NOMBRE DE LA ACEQUIA AFORO MEDIO (l/s) PUNTO DE ENTRADA EN LA CIUDAD fuente grande de alfacar Aynadamar 285 El Manflor Rio Darro Del Rey San Juan Santa Ana 80 70 65 Generalife Cerca y debajo del Sacromonte La Churra Rio Genil Cadi o Candi Real O Gorda 80 480 Carmen del Sr. Labeira La Parrilla TOTAL 1.060 las aguas de granada 143 Fuentes de suministro y recorrido de las acequias (según plano de C. H. del G.) capitulo 2: el agua de granada 144 Proyecto de D. Santiago Baglieto Si a esto se suma el estado de conflicto permanente entre los intereses de la ciudad y los de algunos de sus ciudadanos, influyentes y dueños de las casas con propiedad de agua, que ni querían renunciar a sus derechos sobre aquella ni tenían las ideas claras respecto a la mala calidad del agua que bebían y las ventajas que podrían obtener de una red pública bien establecida, se comprende la preocupación generada en los órganos de gobierno de la ciudad y la actividad que, en torno a tan grave problema sanitario se desarrolla en la ciudad a partir de esta fecha. Bajo este panorama, el primer intento importante del Ayuntamiento de Granada para dotar de aguas potables a la ciudad es de 1858 y se concreta en la Memoria de D. Francisco de Paula Sierra, cuyos contenidos fundamentaron el Proyecto de D. Santiago Blaglieto, arquitecto de la ciudad, de 1863. En el referido proyecto se justificaba que aún cuando las aguas del río Genil poseían una extraordinaria calidad en su origen, aguas abajo, en la desembocadura del río Aguas Blancas, eran contaminadas por las aguas de este río, siendo ésta la causa de la tradicional falta de salubridad que las mentadas aguas proporcionaban a la ciudad. Tales asertos tenían su fundamento en el informe emitido por el catedrático de la Universidad D. Francisco de Paula Montells, respecto a la calidad de las aguas de los ríos Genil y Aguas Blancas, en sus distintos tramos. Por tal motivo, los citados señores proponían en su proyecto captar las aguas del Genil con anterioridad a la desembocadura del río Aguas Blancas, exactamente a las aguas de granada unos ochocientos metros aguas arriba del pueblo de Pinos Genil. Para ello, se proponía la construcción de un canal entre la toma y la ciudad, solución que, como veremos más adelante, es, en términos globales, la que acabó por imponerse en el año 1928, pero que en el momento al que nos referimos no pudo llevarse a término por causa de la indeterminación existente respecto de los derechos de la ciudad y los de las comunidades de regantes sobre las aguas del Genil y por la larga y tradicional falta de medios económicos de las corporaciones locales. El 25 de noviembre de 1876 el Ayuntamiento aprueba una Memoria, presentada por el alcalde D. Indalecio Abril, en la que habla del agua de la ciudad en los siguientes términos: “perdida entre infinitas cañerías de sistemas primitivos, de grato sabor y dulce paladar, se mancha su pureza con el cieno que la enturbia , con las arenas que arrastra, y con las sustancias pútridas que la acompañan, y en vez de agua clara y cristalina nos surtimos de fango impropio de racionales seres”. Contrariamente a lo expuesto por el Sr. de Paula Sierra, se mantuvo, en esta Memoria, que la ciudad disponía de aguas suficientes y de excelente calidad, por lo que todo cuanto había que hacer era ofrecerlas “en usufructo” a alguna empresa para que las recogiera convenientemente y las distribuyera por tuberías de hierro mediante la percepción de un canon de los particulares. Tampoco este proyecto tendría éxito, los propietarios que disponían de fuentes o pozos en sus casas, que eran la mayoría, no estaban dispuestos a renunciar a sus viejos derechos sobre las aguas para pagar a una empresa concesionaria, aun cuando las aguas que recibiesen de ella fuesen más puras que las de su propiedad. Aún cuando el suceso que comentamos no tuvo una directa incidencia sobre la historia del agua en Granada, por la importancia que tuvo sobre la administración general de las aguas en el País, ha de destacarse en este año, la aprobación y publicación de la primera ley española de aguas, la Ley de 13 de Junio de 1879, tan respetada y admirada que, pese a los avatares políticos, tuvo vigencia hasta 1985. La ley se ocupaba de la protección y regulación de las aguas terrestres, de los ríos, de sus cauces y sus márgenes, las servidumbres y las jurisdicciones competentes. A nuestro juicio, el año 1880 marca un hito en la historia moderna del abastecimiento de agua a la Ciudad. En ella Resuenan los ecos despertados por la Memoria del ANALISIS DE LAS AGUAS DE GRANADA Y SUS CONTORNOS, presentada por el catedrático de nuestra universidad, D. Alejo Luis Yagüe, a la Real Sociedad Económica de Amigos del País en diciembre de este año pues, ya en su Introducción se contienen manifestaciones como las que transcribimos: “Entre las cosas que más llaman la atención del que reside por algún tiempo en Granada, se hallan sus aguas potables, ya por la abundancia con que llegan a la ciudad, ya por su modo especial de distribución, o ya por los efectos que con su uso experimente”. “Son de tal naturaleza estos efectos que aun antes de haber visitado la histórica ciudad de los árabes, habían llegado a mi conocimiento por viajeros que tuvieron que abandonar este deliciosos país antes que perder totalmente sus fuerzas, estenuadas en extremo, por el uso de las aguas insalubres que bebían” “Personas de mi Íntima amistad saben, por triste experiencia, que si beben agua de cualquiera de los dos ríos, no hay digestión posible y además, se apodera de ellos la diarrea, de tal modo, que les cuesta mucho tiempo para llegar á la normalización de sus funciones; y como estos, son tantos los casos que pueden presentarse, que creo inútil hacer mas indicaciones para que todos comprendan el importantísimo papel que, en la salud pública de Granada, juegan las aguas de diversos orígenes que como potables se utilizan.” “Muy pocos son los que, reflexionando detenidamente sobre lo que á cada paso ocurre con las aguas potables llegan á comprender cuál es la verdadera causa de que sean las aguas de Granada germen de enfermedades, en lugar de ser uno de los elementos á que todo pueblo debe en gran parte su salud, su vida y su prosperidad”. La Memoria se dividía en diez capítulos dedicados a las aguas potables en general; la constitución del terreno que recorren y en el que se alumbran las aguas potables de Granada; la descripción de los principales orígenes de las aguas que se usan como potables: Genil, Darro, Fuente Grande, Mina del Monzón, Fuente Nueva y La Mina; las propiedades físicas y análisis cualitativo de las aguas; análisis cuantitativo; acequias, cañerías y depósitos; Estudio de otras fuentes y manantiales, como las minas de S. Lázaro, de las Peñuelas, del Ferrocarril, del Beiro y la Mina y el pilar del Barrio, así como las fuentes del Avellano, de la Salud, Agrilla, carmen de los Cipreses, de la 145 capitulo 2: el agua de granada 146 Memoria premiada por la Real Sociedad Economica de amigos del Pais Salud o del Cristo, de la Culebra y el pozo de la Samaritana; condiciones higiénicas, medicinales e industriales; abastecimiento de aguas puras y purificación de las existentes y conclusión, capítulo, de cuyo interesantísimo contenido, transcribimos, en extracto, lo más relevante que, pensamos, refleja suficientemente la situación: Por la cantidad de principios en disolución que constituyen su residuo fijo por litro, solamente las de Genil, Darro y Alfacar, se hallan dentro del cuadro de las aguas potables; las demás pasan ya al grado de las crudas ó duras, aunque no sea sino en un grado mínimo y medio. 1. El agua de Genil, antes de unirse con Aguas Blancas, constituye una de las más puras y de mejor cualidad que pueden utilizarse como bebida. 2. La de Aguas Blancas sería de buena cualidad si no fuese por los materiales que en época de lluvias arrastra en suspensión y le dan aspecto lechoso ó blanquecino; pero, dejada sedimentar, puede utilizarse como buen agua potable. 3. La que como producto de la reunión de las dos anteriores llega á la Ciudad, sería de muy buenas condiciones de ordinario, si no sufriese por muchísimos conceptos una profunda alteración al convertirse en el depósito de toda clase de restos, principalmente de naturaleza orgánica, que la hacen sumamente perjudicial á nuestra economía. 4. El agua de la Fuente Grande de Alfacar con un poco más de esmero en su conducción, llegaría á la Ciudad sensiblemente como brota en el manantial, y constituiría un agua inmejorable por sus condiciones de pureza y su. composición química. Es indudablemente la que hoy se debiera beber por todos, pues es la mejor de Granada, tal como se hace el servicio de aguas. las aguas de granada 5. La de Darro, igual á la de Alfacar en su origen, se altera profundamente en su curso en general y principalmente por las acequias de la Ciudad y tanto es asi, que existe una diferencia favorable para la que llega á la Alhambra y Generalife del mismo origen, porque no son como las de San Juan y Sta. Ana, el receptáculo de cuanto en ellas, de todo género, quiera depositarse. 6. El agua de estos tres orígenes principales, al pasar por las cañerías que establecen su reparto, se altera, aunque en grado desigual, verificándolo de un modo profundo las de Genil y Darro y poco la de Alfacár, pues esta solo alcanza al Albaicin y cerro en que se asienta, en tanto que las otras dos casi totalmente abastecen la Ciudad. 7. En las cañerías que están rellenas de lodo y se les añade más, se encuentra el agua en contacto permanente de una gran cantidad de sustancias orgánicas en descomposición, de modo que al salir de ellas, es imposible utilizarlas como bebida, sin grave peligro de alteraciones más ó menos profundas en el organismo. 8. Yendo enlazadas casi siempre las cañerías del servicio de agua para beber, y los darros ó cañerías de aguas sucias, ocurre con lamentable frecuencia, que se mezclen unas y otras, constituyendo un peligro aun más grave para la salud pública. 9. La clarificación por reposo que tiene lugar en las tinajas es incompleta, pues en contacto el agua con una considerable cantidad de materiales orgánicos en putrefacción, que en el fondo de aquellas se deposita, no solo produce multitud de seres, que en su seno han de vivir, sino que cambiará la composición química en todos aquellos principios que bajo su influencia puedan sufrir alteración. 10. Las aguas de los demás orígenes son bastante gruesas; pero tienen una gran ventaja sobre las que principalmente se utilizan (Genil y Darro), el que no tienen ni son impurificadas por materiales de todas clases, principalmente orgánicos. De todas estas aguas de fuentes y manantiales, la mejor es, sin duda alguna, la del Avellano 11. El agua que se sirve por los vendedores es en gran parte del aljibe de la Alhambra, en época de verano; pero en esta época y en las demás del año, la que se vende como del Avellano, no lo es sino por verdadera excepción, vendiéndose como tal, la del cármen del Ciprés, u otros sitios que dan en general agua mucho más gruesa que la primera, y que de los orígenes principales. 12. Por lo que hace referencia á sus virtudes medicinales, ningún agua de Granada y sus contornos, puede, ni debe ser considerada como medicinal, dadas las condiciones que la ciencia exije para que un agua entre en alguno de los grupos que á esta clase corresponden. 13. Es indispensable que cuanto antes la Administración local haga desaparecer tal estado de cosas, pues si algo se consigue con los medios indicados, es siempre de un modo imperfecto, y solo por el que puede atender á lo superfluo, en tanto que con buenos depósitos y cañerías perfectamente acondicionadas, el servicio sería general, estaría regularizado, y no se bebería cieno que ni aun para los irracionales sirve Este resumen del resumen que hizo el Sr. Yagüe, podríamos aún resumirlo así: Las aguas, en su origen, eran todas de excelente o, al menos, de tolerable calidad, pero puestas en los puntos de consumo llegaban impotables, con pésimo aspecto y de peor sabor y, sobre todo, claramente perniciosas para la salud. En el verano del año 1885, 10.300 granadinos se vieron afectados por una epidemia de cólera morbo y 5.500 de ellos, más del 7 por ciento de la población total de la ciudad, perdieron la vida y otras muchas quedaron afectadas con secuelas considerables. Pese a la campaña promovida por El Defensor de Granada, denunciando las causas de la catástrofe y proponiendo medidas para evitar su repetición, a pesar del eco que los sucesos despiertan en el mundo entero, a pesar de la suspensión de funciones sobre el alcalde de la ciudad y a pesar de la angustia que atenaza a la diezmada población por causa de la situación vivida, los sucesivos ayuntamientos no consiguieron resolver la situación durante mucho tiempo. Todos, propios y extraños, coinciden en el diagnóstico: los sistemas de abastecimiento de agua y de alcantarillado de Granada, hacían de ésta una de las ciudades más insalubres de Europa. Sensibilizado por los sucesos del año anterior, el Ayuntamiento encargó a García de Villaescusa, en 1886 un estudio de soluciones al problema de las aguas, concretándose dicho estudio en un proyecto en el que se proponía la ejecución de una nueva conducción hasta la ciudad, para el transporte del agua de la fuente Grande de Alfacar. El proyecto fue desechado por el Ayuntamiento en la sesión celebrada el 30 de Julio de 1887 En 1887 se han de destacar tres importantes sucesos: 147 capitulo 2: el agua de granada a) La Junta Provincial de Sanidad, a instancia del Gobernador Civil, emitió un informe sobre las aguas en el que decía: “Para concluir, esta Junta debe hacer presente, que entre nuestros diversos manantiales de agua, solo pueden considerarse como potables las de los ríos Genil y Darro y las de la llamada Fuente Grande de Alfacar, pues las restantes son crudas o duras, unas en grado mínimo y las otras en grado medio. De entre aquellas, la mejor sin duda por su aireación, mineralización y graduación hidrotimétrica, es la del río Genil, antes de mezclarse con el Aguas Blancas y antes de recibir las mil impurezas de los pueblos de las ribera, cuyos excreta vienen en totalidad a precipitarse en su corriente”. b) La aprobación por el Ayuntamiento de las bases provisionales por las que habría de regirse el abastecimiento de aguas a la ciudad, en las que en su base segunda se decía que “Las aguas del Genil se tomarían con anterioridad a la afluencia del de Aguas Blancas”. c) Se presentó, a la Real Sociedad Económica de Amigos del País, la Memoria redactada por el catedrático de Higiene de la Universidad de Granada, D. Rafael Branchat y Prada, que tituló PLAN ORDENADO SOBRE LA CANALIZACION DE LAS AGUAS POTABLES DE GRANADA, ARREGLO DEL ALCANTARILLADO Y SISTEMAS DE PAVIMENTO PARA LAS CALLES DE ESTA CIUDAD y que resultó premiado por la susodicha Real Sociedad de Amigos del País. El estudio del Sr. Branchat contenía tres apartados: Del estado y calidad de las aguas potables de Granada. De sus efectos en la salud Pública y De las reformas que como consecuencia sean necesarias en la conducción y reparto de las aguas, con arreglo a los principio y progresos 148 Estadística de la epidemia de colera (museo de la casa de los tiros) Bases para las obras de conducción y distribución de agua potable a Granada (Archivo Histórico Municipal) las aguas de granada de la Ciencia. En todo lo que se refiere a la calidad de las aguas y a su incidencia sobre la salud, el estudio viene a resultar una segunda versión de la Memoria del Sr. Yagüe, con la que coincide esencialmente, como lo demuestran los párrafos que transcribimos, entresacados de la negra y dura exposición que hace en su Memoria el Sr. Branchat. “Las aguas de Granada recorren su trayecto hasta Ilegar a la población y penetran en ella, convirtiéndose en escasas por causa de su pésima administración y reparto, habiendo perdido además las primitivas cualidades de pureza por su mezcla en los ríos y en las acequias con todo género de agentes sépticos, como son, productos escrementicios, cadáveres de vegetales y animales, residuos industriales, agrícolas y de lavaderos, lIegando, por fin, al Summum de infección dentro de esta Ciudad, en donde reciben los productos de su excreta, mal conducido por darros y alcantarillas, así como las aguas pluviales, que en definitiva arrastran cuantos variados y abundantes materiales en fermentación pútrida constantemente existen depositados en la vía pública”. “De la sola enumeración de estos hechos, fácilmente se desprenden corolarios patogenésicos que dan cumplida explicación de las alteraciones múltiples que en la salud de los habitantes de Granada ha de proporcionar el uso de sus aguas, así como de la marcada influencia que las mismas han de ejercer en Ia transmisión de muchas enfermedades epidémicas”. Nos parecen acertadas algunas de las recomendaciones que planteaba respecto del transporte que “exige, como elementos esenciales, la captación y derivación de los manantiales y ríos, su trasporte por medio de acueductos ó canales, la decantación y filtración en depósitos apropiados (método insuficiente), y la distribución urbana en condiciones de que puedan elevarse á las partes más altas de los edificios, por medio de tubos que no ofrezcan inconveniente para la salud, y garanticen cumplidamente el servicio”. Recomienda, seguidamente, la construcción de embalses en los ríos Genil y Darro (aún no existe en la actualidad), en zonas suficientemente alejadas de la ciudad como para poder garantizar la pureza de las aguas y conducir éstas hasta “Vastos reservarios” y almacenarla en ellos para su decantación y filtración (sistema a todas luces insuficiente para garantizar la calidad e inocuidad de las aguas). Tras señalar los inconvenientes graves para la salud que representaba la utilización de las tuberías de plomo, recomendaba el uso de los “tubos llamados de Chemeroy, compuestos de hierro fundido, vidriados interiormente y revestidos en su exterior con una capa de betún impermeable”. Por último, hemos de referir nuestra disconformidad con la apreciación del Sr. Branchat respecto al control del consumo, reflejada en el siguiente comentario: “Con objeto de apreciar el consumo diario, se han establecido últimamente contadores para el agua semejantes á los que se usan para el gas, pero su adopción, higiénicamente considerada, no resuelve el ideal de la Ciencia, que consiste, no en medir el agua, sino en tomarla sin medida”. Con relación a la red de alcantarillado, tras reflexionar respecto de la extraordinaria importancia que a este servicio se debe dar, por la grave correlación que existe entre su calidad de funcionamiento y la salubridad de las ciudades, hace referencia a Granada en los siguientes términos: “nuestro servicio eferente es todavía primitivo, y á sus detestables condiciones en todos conceptos, se deben muchos de los males que afligen á esta hermosa tierra, digna por todos conceptos de mejor suerte”… …“en efecto, nuestro alcantarillado, ni por los detalles técnicos de su construcción, ni por ninguna de sus funciones, responde á las más rudimentarias exigencias de la higiene; pues lejos de servir como eficacísimo medio de saneamiento, obra, por el contrario, como terrible y constante elemento de infección para el suelo, las aguas y la atmósfera, á cuyos agentes modificadores tan necesarios para la vida, constantemente está envenenando”. Proponía como solución a esta situación, la construcción de una nueva red de alcantarillado mediante el tendido de tuberías, siguiendo el eje de la calzada, en las calles estrechas, y bajo cada acera en calles de anchura igual o superior a 20 metros, a las que deberían conectarse las acometidas procedentes de las edificaciones. Proponía también la construcción de las alcantarillas a base de fábrica de ladrillo o de mampostería, de generosas dimensiones, tanto en su sección como en el espesor de sus paredes, con revestimiento interior que garantizara su impermeabilización, preferentemente de sección “ovoidea”, con pendientes equivalentes al 0,2 por mil y suficientemente ventiladas. Por último hace hincapié en la necesidad de atender con esmero a la limpieza y conservación de todo el sistema de alcantarillado. 149 capitulo 2: el agua de granada Como complemento de estas recomendaciones, consideraba la conveniencia de que las instalaciones interiores de desagüe de los edificios se ejecutaran de tal forma que al sistema exterior de alcantarillado sólo vertieran los efluentes líquidos, separando los sólidos “para destinarlos a las fábricas de abono” y que las aguas recogidas por el sistema de alcantarillado se destinaran al riego, por ser opinión unánime de especialistas “que el riego de las tierras por las aguas de alcantarilla es una práctica evidentemente ventajosa para la agricultura, y que está exenta de todo inconveniente bajo el punto de vista de la salubridad”. 1889 150 Una vez aprobadas definitivamente por el Ayuntamiento las Bases Para el Abastecimiento de Agua a la Ciudad, aquel adopta el Proyecto del señor Alvarez de Toledo, que contempla la captación de las aguas procedentes de la Fuente Grande de Alfacar, su conducción a la ciudad y la distribución viaria mediante red constituida por tuberías de fundición de hierro. Tras una difícil y larga tramitación del proyecto, la Gaceta de Madrid publicó, en dos ocasiones, la subasta de las obras; pero ninguna de las dos convocatorias surtió los efectos deseados, pues hubieron de declararse desiertas por la no concurrencia de ofertantes. Por este motivo, el Ayuntamiento fue autorizado para contratar las obras directamente, a cuyos efectos la Corporación intentó negociar con varios contratistas, pero no fue posible llegar a ningún acuerdo con ellos, triunfando, de nuevo, la prórroga de los problemas. 1901 El Arquitecto señor Jordana presenta un proyecto para la construcción de un depósito de 6.000 metros cúbicos en Fajalauza, alimentado a partir de la acequia de Aynadamar y con miras al abastecimiento del Triunfo y otras calles de la zona baja de la ciudad. Contra este proyecto se alzaron reclamaciones fundamentadas en la inexistencia del derecho de propiedad del Ayuntamiento sobre las aguas de Aynadamar. Dichas reclamaciones prosperaron ante los tribunales provinciales, pero recurrida su sentencia, fue revocada por el Tribu- Plan ordenado del Sr. Branchat nal Supremo en sentencia de 15 de abril de 1905, en la que se declaraba que, dentro de las ciudades, todas las aguas de aprovechamiento colectivo habían de ser regidas y administradas por los Ayuntamientos. El depósito y sus obras complementarias no se ejecutaron. 1904 Ante la serie de fracasos que se suceden en la resolución del problema de abastecimiento de agua a la ciudad, causados básicamente por los conflictos derivados de los derechos de propiedad y uso de las aguas, D. Francisco Balme, Ingeniero especializado en la fabricación de azúcar, conocedor de la existencia de aguas subterráneas en la zona de la Vega integrada por Belicena, Santa Fé, el Puente de los Vados, las aguas de granada 151 Proyecto de depósito para las aguas de la acequia de Alfacar (Archivo Histórico Municipal) Fuente Vaqueros, Chauchina y el Jao y de las nuevas posibilidades que ofrecía la electricidad, redacta un proyecto en el que propone la captación de un caudal de agua de 100 litros por segundo durante 20 horas, mediante la ejecución de pozos, en la zona de la Vega antes referida, y la construcción de una gran estación de bombeo que permitiría la impulsión del agua hasta la ciudad, mediante conducción de hierro fundido de 8 Km. de longitud y 500 mm. de diámetro, para su posterior distribución. Dentro de la ciudad contemplaba la construcción de dos depósitos de 4.000 y 3.000 m3 de capacidad, emplazados, respectivamente, en los alrededores de la placeta de San Miguel y en el barrio de San Cecilio, por debajo de la Cruz de los Mártires. Dos sifones, construidos con tubería de fundición de hierro, conectaría ambos depósitos entre si y estos con la conducción de transporte y la red de distribución. El proyecto no se llevó a la práctica. 1907 D. Rafael Benjumea, Conde de Guadalhorce y Ministro de Fomento, crea el 22 de septiembre de 1927 la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir; Institución que, a lo largo de los años, ha desempeñado, de manera regular, un papel de primerísimo plano en la historia de las soluciones para el desarrollo de lo que hoy se conoce como ciclo integral del agua en nuestra ciudad. En este mismo año, el Ayuntamiento de Granada nombra una Comisión para redacción de las bases con destino al proyecto de canalización de las aguas potables a Granada. capitulo 2: el agua de granada 1908 La inquietud que vive la ciudad desde los sucesos de 1885, llevan a la alcaldía de la ciudad a la creación, en julio de 1907, de la Junta de Aguas Potables de Granada, en la que se integran personas emprendedoras y representativas de la misma. Al año siguiente, es decir, en 1908 se plantean dos nuevas propuestas de resolución del abastecimiento de aguas. D. Ramón Maurell propone la captación de las aguas del curso alto del Genil, en concreto, en el barranco de San Juan y las de las fuentes y manantiales de la margen izquierda de dicho río, tales como la de las Víboras y La mojonera. De otra parte, el Sr. Ortíz Romero, proponía la captación de las aguas del Cortijo de la Plata en el término municipal de Quéntar. Ambas propuestas finalizaron su existencia en el archivo. 1911 152 Se inician en este año una serie de propuestas que tienen como base la utilización del canal de Cenes para conducción de las aguas a la ciudad. De estas iniciativas reseñamos brevemente las más notables aún cuando ninguna de ellas viera la prosperidad de su curso administrativo y material. En este mismo año se presenta un proyecto que proponía la captación de las aguas del Toconcillo de Beas, del Cerro de la Plata y del Barranco del Tintín, afluentes del río Aguas Blancas. Como paso previo a la tramitación del proyecto, se sometieron al análisis correspondiente varias muestras de estas aguas, tomadas en la Rambla del Mellado, donde tiene su nacimiento el río. El Laboratorio Municipal de Madrid, al que se le encargaron los análisis consideró que las aguas del Toconcillo y de La Plata no eran aceptables, por lo que, teniendo en cuenta que la derivación de las aguas se proyectaba seis kilómetros aguas abajo, con decremento notable de su calidad, el proyecto tuvo que ser, necesariamente, rechazado. 1912 Como variante del proyecto anteriormente referido y fracasado por los resultados analíticos de las aguas, se plantea un nuevo Proyecto en el que se propone la captación de las aguas del río Aguas Blancas y su Proyecto De Abastecimiento de F. Balme transporte a la ciudad a través del Canal de Cenes. Para hacer viable este proyecto hubo de solicitarse la correspondiente concesión administrativa, fijando en la misma un caudal a derivar de 185 litros por segundo, lo que representaba una dotación para la ciudad de unos 225 litros por habitante y día. Parece ser que no se culminó la tramitación del expediente. 1921 El ex alcalde de la Ciudad y catedrático de su Universidad, Sr. Amor y Rico, en su discurso de apertura de curso de 1921/22 afirma que “El agua del Genil, antes de Güejar Sierra contiene pocas sales alcalinotérreas, son las aguas de mayor purificación. El Aguas Blancas contiene gran cantidad de arcillas sueltas en suspensión y mayor cantidad de carbonato de cal, magnesia las aguas de granada 153 Constitucion De Comision Municipal (Archivo Histórico Municipal) y alguna, aunque pequeña, cantidad de sulfato de cal; tiene indicios de sales de hierro”. Manifiesta también que el grado hidrotimétrico de las aguas del Genil es de 7,30, mientras que el de las del Aguas Blancas es de 27 y transcribe unos datos deducidos por el Sr. Álvarez de Cienfuegos en los que se pone de manifiesto que la carga orgánica de las aguas del Aguas Blancas era de 6 mg/l m y su contenido bacteriano de 162.600, mientras que los valores correspondientes a las aguas del Genil se cifraban en 3 y 2.400. 1923 Expediente incoado en virtud de la instancia de don Emilio Esteban que proyectaba conducir por el canal de Cenes las aguas del Toconcillo de Beas y Cortijo de la Plata; Barranco del Tintín y las dota- ciones de Argumosa y Prado Montero. Como quiera que las aguas del Toconcillo y las de La Plata ya habían sido desechadas en 1911 por encontrarse en sus análisis, practicados por el Laboratorio Municipal de Madrid, presencia de escherichia coli y considerando que el caudal medido en estiaje en Argumosa no superaba 12 litros por segundo, valor absolutamente insuficiente, la solicitud fue desestimada. 1924 Es ésta una fecha clave en la historia moderna del abastecimiento de agua a la Ciudad, pues, como veremos, aunque no se resolvió la situación, se tomaron decisiones que constituyeron los cimientos de lo que más tarde sería uno de los mejores capitulo 2: el agua de granada 154 Río San Juan en su desembocadura al Genil las aguas de granada abastecimientos de España. Para comprender las resoluciones adoptadas por el Ayuntamiento, regido en estas fechas por el Sr. Marqués de Casablanca, es conveniente detenerse a analizar, no sólo la situación entonces presente, sino los antecedentes acumulados desde casi un siglo atrás y, esto, es lo que vamos a tratar de sintetizar. Las FUENTES DE APROVISIONAMIENTO de agua, como antes se indicó, eran la Fuente Grande de Alfacar, a través de la acequia de Aynadamar, el río Genil a través de la acequia del Cadí y de la acequia Real, el río Darro, a través de la acequia de San Juan y de la acequia de Santa Ana, las minas del Monzón, Fuente Nueva y la Mina, el pozo de San Vicente, la captación del Cercado Bajo de Cartuja y las fuentes del Avellano, de la Salud, de Agrilla y de la Culebra o de la Bicha como se la bautizó popularmente. La acequia de Aynadamar abastecía, con derecho, a la localidad de Víznar y, por consentimiento de hecho, a una parte de Alfacar, Sacromonte y, en las limpias, a los pueblos de Jun, Pulianas y Pulianillas. Además prestaba sus aguas a dos centrales eléctricas, a una de tejidos, a la fábrica de pólvoras del Fargue y a más de veinte molinos de trigo, ello sin contar con la considerable extensión de predios a los que regaba. En la Ciudad, la acequia abastecía a los aljibes del Albayzín, único sistema de suministro con el que contaba este populoso barrio, pero también se surtían de ella numerosas propiedades que utilizaban el agua para riego de sus jardines y huertos. Aun cuando su caudal en origen se había aforado en 285 litros por segundo, con dificultad y tras intensa vigilancia, se conseguía alcanzar en la ciudad un caudal nocturno de 25. La calidad de sus aguas, según había probado el Sr. Yagüe, era buena en origen, en un todo similar a la del río Darro aunque de inferior calidad que la del río Genil. En el aspecto administrativo, existía una importante corriente de opinión que reclamaba la propiedad de estas aguas para el Albayzín, rechazando la extensión de su uso a cualquier otro ámbito de la ciudad. La acequia del Cadí, derivada del río Genil, aguas abajo de la confluencia con éste del río Aguas Blancas, aportaba a la ciudad unos 80 litros por segundo, distribuyéndolos básicamente en el barrio de la Antequeruela y Zonas alta del Realejo. 155 Río Aguas Blancas capitulo 2: el agua de granada 156 La acequia Real, derivada de la acequia Gorda en el partidor de los Infantes, aportaba a la ciudad, a través de la denominada acequia de la Ciudad, el 48 % del caudal transportado por la Gorda, que en épocas de estiaje no superaba 1000 litros por segundo. La calidad de las aguas, igual para ambas acequias no se correspondía con la deseable para un abastecimiento urbano. Las dos tomaban sus aguas del río Genil después de la desembocadura de los ríos Maitena y Aguas Blancas. Tanto uno como otro contenían en sus aguas, según se había probado por varios laboratorios, cantidades elevadas de sales cálcicas y magnésicas. A esto había que sumar el hecho de que tanto el Genil, en el tramo comprendido entre la desembocadura del Maitena y los puntos de toma de las Acequias, como el Aguas Blancas, en su recorrido hasta el Genil, así como los cauces de las acequias, que discurrían a cielo abierto, pasaban por núcleos de población de los que recibían aguas residuales, bien de riego o urbanas, conteniendo elevadas cantidades de materia orgánica y todo tipo de residuos. Todo ello, hacía a estas aguas impotables y, por lo tanto, no aconsejables para uso como bebida. La acequia de San Juan, derivada del río Darro, alimentaba al depósito de la Victoria, lo que permitía el riego a presión de la zona de Gran Vía y Reyes Católicos así como el suministro de agua a las edificaciones. La acequia de Santa Ana, entregaba sus aguas a los barrios de Santa Ana y de la Churra. Las aguas del río Darro, en su origen, estaban calificadas de buena calidad (el profesor Yagüe las asemeja, en su Memoria de 1882, a las de la Fuente Grande de Alfacar); pero, como en los casos antes mencionados para los ríos Genil y sus afluentes, el Darro pasaba por Huetor Santillán, Beas y otros núcleos que contaminaban sus aguas, haciéndolas impotables en los puntos en los que se derivaban las acequias para la Ciudad. Esta, según las Ordenanzas de 1538, podía tomar de este río toda el agua que para aquella fuera necesaria, con excepción de los consumos para riegos entre las tres de la tarde y la puesta del Sol; pero la realidad era que, en los años a los que nos referimos, durante los estiajes, los riegos continuos de Huetor, Beas, Vegas de Cortes y Jesús del Valle, más el gasto derivado por la acequia Real de la Alhambra, dejaban prácticamente secos los canales de San Juan y de Santa Ana. Mina del Monzón Las minas del Monzón, Fuente Nueva y la Mina (pilar de San Lázaro) surtían de agua a los vecinos de la zona norte de la Ciudad. Sus aguas estaban calificadas como duras por su elevado contenido en bicarbonatos alcalino-térreos (29, 31,5 y 56 grados hidrotimétricos, respectivamente) El pozo de San Vicente, suministraba agua de calidad semejante a la de la Fuente Grande de Alfacar y se destinaba a la venta callejera y domiciliaria. Las aguas del Cercado Bajo de Cartuja, de muy buena calidad, de poco caudal y, al parecer, correctamente entubadas y con elevado precio, abastecían a los vecinos de los barrios de San Ildefonso, San Andrés y San Justo. Las aguas de las fuentes del Avellano, de la Salud, de Agrilla y del aljibe Grande de la Alhambra, eran frecuentemente utilizadas para el servicio a domicilio y la venta al público en las calles de la Ciudad. Además de las captaciones mencionadas, existían, como fuentes de abastecimiento de agua, para riego de huertas y predios de la Ciudad y los pueblos de las aguas de granada la Vega, y en muchas ocasiones realizando la función de alcantarillas, el Darro Turbio, del que ya se ha hecho mención y la acequia del Sancti Spíritu, que se derivaba del río Darro mediante azud construido en la calle de los Reyes Católicos, bajo el río, ya embovedado, y a la altura de la actual calle del mismo nombre. Del río Genil se alimentaban, además de la acequia Gorda, ya referida, las acequias de Arabuleila, Tarramonta, Jaque del Marqués de Mondéjar y un buen número de ramales derivados de éstas. Además del abastecimiento a la ciudad y los riegos de su Vega, el río Genil prestaba sus aguas a 5 centrales eléctricas, 16 molinos y fábricas de harina y 8 fábricas de tejidos, aceite y otros. LAS REDES DE DISTRIBUCION estaban constituidas por tubos de barro, porosos, colocados a escasa profundidad bajo las calles y, en muchísimos casos, situados próximos o inmediatos a canalizaciones de aguas negras antiquísimas y de baja estanquidad. Esto provocaba, por una parte, una inusitada frecuencia de roturas, cuya reparación se prolongaba, en muchas ocasiones, de forma artificial, a capricho de cañeros, y, por otra parte, al contagio permanente de las aguas supuestamente limpias. Como las redes de distribución funcionaban generalmente por gravedad o con muy escasa presión, en las situaciones de incendio en zonas alejadas de alguna fuente de aprovisionamiento de agua, había que provocar una rotura en la tubería más próxima e improvisar un embalse, con la consiguiente pérdida de agua y, sobre todo, tiempo. LAS INSTALACIONES INTERIORES hacían juego con las públicas. Las casas de viviendas más antiguas y más humildes, las casas de vecinos, que eran abrumadora mayoría, carecían de cuartos de aseo individualizados, sustituidos por uno o varios retretes colectivos instalados en zonas comunes de la casa, y un mueble para el lavado de manos y cara que se ubicaba en los dormitorios de las viviendas y, en algunos casos, un lavadero, también colectivo, que se ubicaba en el patio o en zona aledaña de la planta baja del edificio. En las casas más modernas ya se localizaban cuartos de baño completos en el interior de las viviendas. Pero ni en unos ni en otros casos el agua pública de la Ciudad llegaba a los grifos, pues, como hemos comentado, la entrega desde la red de distribución a los edificios se hacía a presión prácticamente nula. Por tal circunstancia, o bien se había renunciado al uso del agua pública, utilizando para todas las necesidades el agua de acarreo, o bien se dotaba al edificio de un aljibe o tinaja en la que se almacenaba el agua suministrada por el Ayuntamiento y en la que se solía adicionar al agua productos químicos y hasta galápagos, para su clarificación, absolutamente ineficaces. En el primer supuesto, el agua para el aseo personal de cara y manos, se almacenaba en jarras más o menos primorosas de loza o de porcelana, de las que se surtía, a mano y regulando el volumen en función del inmediato uso, la palangana o zafa del mismo material, que servía de receptáculo para las abluciones, El agua, una vez usada, se vertía a una cubeta inferior, a juego con la jarra y la zafa, en la que se almacenaba hasta su llenado, para ser utilizada, en su momento, en la limpieza del retrete. En el segundo supuesto, el agua del aljibe se transportaba hasta un depósito o batería de depósitos emplazados en las azoteas o tejados del edificio, mediante bombas de émbolo, accionadas a mano en las casas menos pudientes, y con motor en las más tecnificadas. Desde estos depósitos, construidos generalmente de cinc, el agua bajaba por gravedad, a las viviendas, a través de una red de bajantes realizadas con tubería de plomo, de las que se derivaban las conducciones particulares de distribución de cada vivienda. Con estos antecedentes, entendió el Ayuntamiento, a nuestro juicio acertadamente, que no cabía mejor solución para el abastecimiento de la Ciudad, que la captación de las aguas del Genil, aguas arriba de las desembocaduras de los ríos Aguas Blancas y Maitena, tal y como se recomendaba en el informe del profesor de nuestra Universidad D. Alejo Luis Yagüe en 1880, fijando el punto de toma en las dehesas de San Juan y del Calvario. Con estas bases redactadas por el ingeniero municipal D. José Montes Garzón y aprobadas por unanimidad en la sesión plenaria del Ayuntamiento de 24 de septiembre de 1924, se solicitó la declaración de Utilidad Pública del Proyecto, la cual fue otorgada por el Gobierno en su Decreto Ley de 10 de diciembre del mismo año. Garantizada así la viabilidad del proyecto, el Ayuntamiento, en sesión plenaria de 31 de diciembre, aprobó la convocatoria del correspondiente concurso de proyectos. Durante los años 1925 y 1926, los concursantes redactaron sus proyectos y los complementaron 157 capitulo 2: el agua de granada 158 Fuente del Avellano las aguas de granada 159 Tocador de principios del siglo XIX (Museo de Artes y Costumbres Populares de Jaén) Bañera de principios de siglo XIX (Museo de Artes y costumbres Populares de Jaén) capitulo 2: el agua de granada 160 Bomba accionada a mano (Mueso de Artes y costumbres Populares de Jaén) con la documentación requerida, en cada caso, por el jurado designado al efecto. Finalizados los trámites de presentación en 7 de enero de 1927, se sacaron los proyectos presentados a exposición pública, trámite en el que se presentaron nueve alegaciones. Unas aduciendo que existían otras alternativas como la Fuente Grande de Alfacar y las captaciones en el subálveo de la Vega. Otras insistiendo en el aprovechamiento de las aguas del Toconcillo de Beas, Cortijo de la Plata, Barranco del Tintín, Argumosa y Prado Montero. Otras por considerar que la captación de las aguas de las dehesas de San Juan y del Calvario perjudicaba a sus intereses, por presumible merma de los caudales de sus concesiones. Otras afirmando que las aguas de las dehesas no eran potables ni en invierno, ni en verano. Y otras, finalmente, que reclamaban la fijación anticipada del coste futuro del agua para los ciudadanos y la fijación exacta de los caudales aforados en las dehesas, a la par que dudaban de su final potabilidad. Sometidas estas reclamaciones a informe de los asesores jurídicos, estos se manifestaron considerando que no existía, en el aspecto jurídico, motivo alguno por el que hubiera de rectificarse el criterio que informaba las actuaciones del Ayuntamiento y señalando como prematuras e injustificadas la prevención y alarma de los reclamantes. A este concurso se presentaron tres proyectos: · Proyecto de captación y de conducción hasta Pinos Genil suscripto por la Compañía General de Electricidad; y complementario presentado por la Empresa General de Construcciones, referente a la conducción del agua desde Pinos Genil a Granada, depósitos y distribución en la Ciudad. · Proyecto autorizarlo por la S. A. Construcciones y Pavimentos, que comprende la captación, conducción y distribución del agua correspondiente a la Dehesa de San Juan. · Proyecto suscripto por los hermanos Sres. Rodríguez Bolívar, referente a la captación del agua de ambas Dehesas, y su conducción y distribución. La Compañía General de Electricidad tenía en explotación dos centrales hidroeléctricas alimentadas por aguas del Genil y emplazadas, la del Castillo en Güejar Sierra, aguas abajo de la desembocadura del río Maitena y la de Pinillos en Pinos Genil. Poseía también concesión administrativa, para derivar las aguas de la Dehesa de San Juan las aguas de granada mediante presas a construir, para turbinarlas en una futura central que se localizaría en las proximidades del Barranco de San Juan. Su proyecto, conjuntamente con el de la Empresa General de Construcciones, proponía: · Captación de las aguas de dicha Dehesa mediante la construcción de una presa en el origen del río Real, aguas abajo de la unión de los ríos Valdecasillas y Valdeinfierno y para separar estas aguas de las públicas del río, utilizadas en sus centrales, ofrecía dos alternativas, o bien construir la central del Barranco de San Juan y entubar las aguas de las Dehesas, antes de la incorporación de las del Maitena, para su turbinado independiente en la Central del Castillo y continuación del entubamiento independiente hasta la Central de Pinos Genil, en la que igualmente se turbinarían en máquinas específicas, o bien se prolongaría el canal proyectado para la Central de San Juan, hasta la del Castillo, en la que se turbinarían las aguas de las dehesas en máquinas independientes y a partir de aquí se llevarían hasta Pinos Genil en la forma prevista en la solución anterior. · Conducción de las aguas desde Pinos Genil hasta la ciudad, mediante canal de 8.732 m. de longitud que desembarcaría en un gran depósito de nueva construcción y de 40.000 m3 de capacidad, emplazado en terrenos de cota 777,00, que haría las funciones de cabecera y reserva de la red de distribución. · Según el proyecto, la nueva red de distribución dividía a la ciudad en dos zonas, alta y baja, alimentadas cada una por un grupo de depósitos y ambas subdivididas en sectores principales y secundarios aislables. En conjunto, se preveía el tendido de cerca de 90.000 m. de tuberías de distintos diámetros, 1.243 bocas de riego y 65 fuentes públicas. · Para atender la alimentación de la zona baja se proponía la construcción de dos depósitos de 5.000 m3 de capacidad, emplazados en el Perchel (Barranco del Abogado) y huerta de la Alberzana, en la carretera nueva del Fargue. Para alimentación de la zona alta se proyectaba la construcción de otros dos depósitos de 1.000 m3 de capacidad emplazados en la ladera del Generalife y debajo del polvorín de San Miguel. En la conducción entre el depósito de cabecera y el del Perchel, se instalaría una central hidroeléctrica que aprovecharía el desnivel entre ambos depósitos para generar energía eléctrica suficiente para el bombeo necesario a los depósitos del Generalife y San Miguel. · El presupuesto total de las obras ascendía a 18.874.586,96 pesetas, de las que 2.713.617,78 ptas. correspondían a la captación y conducción hasta Pinos Genil; 7.272.773,53 ptas. al canal entre Pinos y la Ciudad y la construcción de los depósitos; 6.339.792,42 ptas. a la red de distribución y el resto a otros conceptos. El proyecto presentado por la S. A. CONSTRUCCIONES Y PAVIMENTOS, incluía las siguientes obras: · Captación de las aguas de la Dehesa de San Juan, mediante la construcción de presas en los barrancos de Valdeinfierno, Guarnón, Cabañas Viejas y San Juan. Tendido de una tubería de acero de 13.648 m. de longitud, que alimentaría a un depósito abierto de 6.000 m3 de capacidad, y desde éste a la cámara de carga de una central hidroeléctrica con caudal de 243 l/s, salto de 639,00 m. y potencia de 1.500 KW. · Tendido de una conducción de acero de 500 mm. de diámetro y 21.986 m. de longitud, para transporte del agua entre la central hidroeléctrica y el depósito proyectado en Granada, en las proximidades del Cementerio, con 40.000 m3 de capacidad, que serviría como depósito de cabecera de la red de distribución y desde el que se derivaba una tubería para alimentación de otro depósito de 5.000 m3 de capacidad emplazado por encima de Fajalauza. · La red de distribución proyectada alcanzaba una longitud muy cercana a 100.000 m. para la que el concursante ofrecía dos alternativas, una valorada, en base a tubería de acero, y otra, sin valorar, en la que se utilizaría tubería de fundición de hierro. En la red se incluía la instalación de 192 bocas de riego y 132 fuentes públicas. · El presupuesto total de las obras ascendía a 14.849.468,88 pesetas, de las que 5.748.640,20 ptas. correspondían a la captación y conducciones de transporte; 2.507.707,10 ptas. a la central hidroeléctrica y sus obras complementarias; 1.697.561,02 ptas. a la construcción de depósitos; 2.652.475,50 ptas. a la red de distribución y el resto a otros conceptos. 161 Esquema de captacion Transporte y Depósitos propuestos por Compañía General de Electricidad y General de Construcciones 162 Croquis comparativo de las soluciones propuestas al concurso de 1925, trazado sobre una modificación del plano original las aguas de granada 163 capitulo 2: el agua de granada 164 El proyecto presentado por los hermanos Sres. Rodríguez Bolívar incluía las siguientes obras: · Captación de las aguas mediante la construcción de presas en los ríos Vadillo, Real, Guarnón y San Juan. y transporte de estas por medio de una conducción en túnel de 12.916 m. de longitud, hasta la primera central hidroeléctrica, que situaban debajo de la Hortichuela. Esta central estaría alimentada por dos saltos de agua: el primero con una altura de 1.014 m, se alimentaría con las aguas derivadas de la presa del río San Juan; el segundo, con una altura 706 m. se alimentaría con las aguas procedentes de las presas del Vadillo, Real, y Guarnón. A la salida de esta central, continuaba la conducción conjunta de las aguas mediante canal de obra de fábrica de 10.926 m. de longitud que, atravesando el río Genil en la Hortichuela, discurría, en unos tramos en túnel y en otros en trinchera, hasta llegar a la cuenca del río Aguas Blancas en la que se proponía la construcción de una segunda central hidroeléctrica con salto aprovechable de 250 m. Tras atravesar este río, en sifón, el canal continuaba hasta la Silla del Moro, desarrollando en total, una longitud de 8.252 m. · Construcción de tres depósitos, con capacidad total de almacenamiento de 45.000 m3. El primero, emplazado en la Silla del Moro, a la salida de la central hidroeléctrica antes comentada, haría las funciones de cabecera y reserva. El segundo, emplazado en el Albayzín, a la cota necesaria, garantizaba el abastecimiento de la zona alta de la ciudad y, a este fin, también se constituía como de reserva. El tercero, emplazado en el Cercado Bajo de Cartuja, en el extremo de la ciudad, se proyectó con las funciones propias de un depósito de cola: estabilización de presiones en la red de distribución, atenuación de los golpes de ariete y reserva frente a excedentes o sobredemandas puntuales de la red. · En semejanza con la solución propuesta por la Empresa General de Construcciones, los Srs. Rodríguez Bolívar proponían la división de la Ciudad y, por lo tanto, de su red de distribución, en dos zonas, la alta alimentada por el depósito del Albayzín y la baja, conectada al depósito de cola. El proyecto contemplaba también la construcción de una central hidroeléctrica emplazada en la cuenca del río Darro, con salto aprovechable de 145 m. y alimentada mediante canal de 807 m. de longitud derivado del depósito de cabecera. La salida de este aprovechamiento hidroeléctrico se constituía como alimentación de la red baja de distribución. · En su conjunto, la red de distribución alcanzaba una longitud ligeramente superior a 68.000 m. y se incluían en el proyecto, como elementos complementarios de la misma, 726 bocas de riego y 53 fuentes públicas. · El presupuesto total de las obras ascendía a 14.225.650,52 pesetas, de las que 7.124.435,05 ptas. correspondían a la captación y conducciones de transporte; 2.916.430,64 ptas. a la construcción de depósitos; 3.971.051,79 ptas. a la red de distribución y el resto a otros conceptos. El Jurado constituido al efecto, tras los análisis técnicos y jurídicos de los proyectos presentados al concurso, con las aclaraciones, rectificaciones y modificaciones sobre los mismos que les fueron solicitadas a los concursantes, emitió el informe preceptivo proponiendo dos alternativas, mezclas, ambas, de las soluciones propuestas por los concursantes. La primera alternativa adoptaba la solución de la Compañía General de Electricidad, respecto a las captaciones y conducción de las aguas hasta Pinos Genil, la solución de General de Construcciones, respecto de la conducción entre Pinos Genil y la Ciudad (Barranco Bermejo) y la solución de los Srs. Rodríguez Bolívar, respecto de la red de distribución y los depósitos de la misma. Con esta alternativa, tanto el beneficio por la producción eléctrica generada por las aguas, como los gastos de inversión y transporte quedaban a cargo de la Compañía General de Electricidad, resultando finalmente un presupuesto de contrata de 10.171.345,89 pesetas La segunda alternativa adoptaba la solución propuesta por la S.A. de Construcciones y Pavimentos, con relación a las captaciones y conducción de las aguas hasta el depósito de llegada a la Ciudad (Cementerio), rectificando el diámetro de la conducción que pasaría de 500 a 600 mm. y la solución propuesta por los Srs. Rodríguez Bolívar, respecto de la red de distribución y los depósitos de la misma. Con esta alternativa, tanto el beneficio por la producción eléctrica generada por las aguas, como los las aguas de granada gastos de inversión y transporte quedaban a cargo del Ayuntamiento, resultando finalmente un presupuesto de contrata de 17.407.110,48 pesetas. A ambos presupuestos había que adicionar el importe de las obras necesarias para la renovación de la red de alcantarillado, que se estimaba en una cantidad en torno a 4.000.000 ptas. 1928 El Ayuntamiento presidido por D. Mariano Fernández Sánchez-Puertas gestionó los primeros préstamos, y tras la correspondiente convocatoria de subasta pública, se adjudicaron las obras de conducción de las aguas del río Genil, desde Pinos Genil hasta la ciudad, así como la construcción de depósitos de reserva y el tendido de la red de distribución, por un importe total de 10.500.000 ptas. Pronto surgieron problemas con la Contrata, circunstancia que unida a la falta de liquidez del Ayuntamiento, propició el hecho de que a partir del año 1932 las obras se desarrollaran a ritmo tan lento que siete años más tarde, es decir, a finales de 1935, ya paralizadas aquellas, sólo se habían con- cluido el canal entre Pinos y Granada, que en adelante denominaremos Canal de Pinos, un depósito de 10.000 m3 de capacidad en la Lancha de Cenes y un tercio aproximadamente de las redes de distribución de agua potable y de alcantarillado, con un coste total de 7.133.626,11 pesetas. Tampoco, a estas fechas, se había determinado aún el caudal de agua de las Dehesas que correspondía al Ayuntamiento, ni se había llegado a ningún acuerdo con la Compañía General de Electricidad, para resolver el problema del transporte de las aguas desde las Dehesas hasta Pinos Genil. 1936 En la situación dejada a finales de 1935, se llega al dramático acontecimiento de la Guerra Civil, en la que, en sus comienzos, por las circunstancias acentuadas de escasez de agua y, suponemos, que por el deseo de poner en servicio las obras realizadas, se procedió “manu militaris” a derivar las aguas del canal de desagüe de la central hidroeléctrica de Pinos Genil hacia la Ciudad, lo que permitió el abastecimiento progresivo a toda la zona dotada de las nuevas redes, Obras de construccion del depósito de la lancha del Genil (Archivo de Emasagra) 165 capitulo 2: el agua de granada 166 Captación de Pinos Genil el suministro directo a las viviendas altas sin necesidad de bombeos y el riego fácil de las calles. 1938 A la situación de hecho alcanzada en 1936, se acostumbraron pronto los granadinos, que pudieron disfrutar, por fin, de un primigenio abastecimiento mucho más sano y confortable que el hasta entonces padecido. Por ello, el Ayuntamiento no tuvo otra opción más que poner manos a la obra para la legalización de aquella auto concesión de 1936. Pese a estas mejoras, las aguas que llegaban a la ciudad no eran las previstas, de inmejorable calidad y procedentes de las Dehesas de San Juan y del Calvario, sino que eran las del Genil, empeoradas en su calidad a lo largo de su discurrir por los ríos y turbinadas en las dos centrales del Castillo y de Pinos Genil. Con estos antecedentes, al Ayuntamiento presidido por D. Antonio Gallego y Burín, se le ofrecían dos alternativas, o bien captar las aguas en las Dehesas y conducirlas hasta el canal de Pinos, para distribuirlas posteriormente en la Ciudad, o bien continuar con la situación consolidada y construir, antes de su distribución en la Ciudad, una estación de tratamiento para su potabilización. La primera alternativa exigía una inversión en presas, canales y obras complementarias, que se estimaba en torno a 10.000.000 de ptas. y con ello, no se podía garantizar, en absoluto, la permanente calidad del agua, siempre expuesta a la aportación de materias extrañas arrastradas por las lluvias, deshielos intensos etc. y a la contaminación bacteriológica en su discurrir por cuencas habitadas. Garantizar, pues, la adecuada calidad del agua, conllevaba necesariamente la construcción de costosísimos embalses de decantación en los que el agua debería permanecer en residencia tiempos muy dilatados y sin que ello sirviera para asegurar su inocuidad desde el punto de vista bacteriológico. La segunda alternativa, si bien eliminaba las inversiones comentadas, exigía la construcción de la Estación Potabilizadora, que, en estas fechas, se valoraba en torno a 2.500.000 de pesetas y el mantenimiento y explotación de la misma que se estimaba escasamente considerable. Analizados los antecedentes expuestos y con el informe emitido por el ingeniero D. José Brugarolas, la Corporación Municipal apostó, con acertadísimo criterio, por la segunda alternativa, muchísimo más rica desde el punto de vista técnico y, también, de muchísima mayor garantía desde el punto de vista de la salubridad. Dispuesto pues el Ayuntamiento a llevar a término las obras y ante la práctica imposibilidad de encargar el diseño y proyecto de la Estación de Tratamiento (ETAP) a ninguna empresa especializada por la situación de precariedad que, en estas fechas se vivía en España, se decidió afrontar este problema con los medios propios. Para ello se encargó al ingeniero municipal D. José Fernández Solsona, la confección de los oportunos proyectos. A tenor de esto, bajo su dirección, y como medio para ensayar y las aguas de granada 167 Proyecto de terminacion de la redes de agua potable y alcantarillado (Archivo Histórico Municipal) determinar prácticamente los parámetros de diseño de la futura estación potabilizadora, se instaló en el parque municipal de las Heras de Cristo, una pequeña planta de cuyas aguas tratadas se abastecía el Hospital Marroquí y las viviendas próximas. 1940 Con los resultados obtenidos del ensayo de las Heras de Cristo, se redactó en este año el proyecto de la nueva Estación de Tratamiento de Agua Potable. Al mismo tiempo, se rehicieron los proyectos de las redes de distribución de agua potable y de alcantarillado de 1928, en la parte que no habían sido ejecutadas las obras, sustituyendo la tubería de distribución, prevista en principio de fibrocemento, por otra de las mismas dimensiones pero de fundición gris de hierro con uniones emplomadas. También, en este periodo se redacta el proyecto de terminación de las redes de agua potable y alcantarillado. 1941 - 1950 Este periodo de la historia del agua en Granada se destaca por ser el tiempo de las realizaciones. Han quedado atrás cien años de intereses encontrados, de indecisiones, de propuestas y análisis y de toda una larga serie de discusiones estériles. Por fin es el tiempo de hacer. También ha de destacarse de este periodo el acelerado crecimiento de la ciudad, que ve desbordarse sus previsiones en todos los aspectos urbanos. En enero de este año de 1941, contando ya el Ayuntamiento con los recursos económicos suficientes a través de la negociación de un empréstito con el Banco de Crédito Local de España, se adjudicaron las obras de fábrica de la Estación de Tratamiento de Agua Potable de la Lancha del Cenes, emplazada junto al depósito de 10.000 m3, construido en el año 35. Las obras, adjudicadas por un importe de 923.000 pesetas, hubieron de suspenderse al año siguiente por causa de la solicitud de renuncia formulada por el Contratista. En ese mismo año de 1943 se adjudicaron a Constructora Internacional, por un importe de 7.399.043,45 capitulo 2: el agua de granada 168 pesetas, las obras de tendido de las redes de distribución de agua potable y de alcantarillado previstas en el proyecto de los Srs. Rodríguez Bolívar y no ejecutadas en el periodo de 1928 a 1935. En enero del año 1944 se firma un acuerdo con Constructora Internacional para la finalización de las obras de fábrica de la Estación de Tratamiento, cuyo proyecto se había modificado ampliando el número de unidades de filtración hasta 12. El importe de adjudicación de las obras se elevaba a 1.204.350,52 pesetas. Posteriormente, se modificó de nuevo el proyecto, ampliando el número de filtros hasta 16 unidades. Igualmente, se modificaron los proyectos de las redes de agua potable y de alcantarillado para ampliar su extensión. En 1945 se concertó con Constructora Internacional, la instalación de tuberías, maquinaria y elementos complementarios, en la estación de Tratamiento, por un importe de 2.629.997,20. También se modifico el trazado del Canal entre Pinos Genil y Granada, construyendo un túnel de 2.200 m. de longitud, en una zona de la ladera del Genil en la que se detectaron movimientos de tierra que hacían inestable la conducción superficial y se ejecutó otro nuevo tramo de túnel entre el barranco del Abogado y la entrada al Generalife, punto donde se había establecido un partidor que hoy conocemos como Partidor de la Mimbre y en 1949 se proyecta un nuevo depósito en la zona baja del Callejón de Lebrija Llegamos así al año 1950, fecha en la que en palabras del Alcalde D. Antonio Gallego y Burín “Con la inauguración y puesta en servicio de la Estación filtros y depuración bacteriológica de aguas para el abastecimiento público de Granada se da, al fin, solución al grave problema de las aguas potables de esta ciudad, que con el de su alcantarillado, venía siendo, para ella y sus organismos rectores, pesadilla constante y agobio de toda gestión, desde hace decenas de años pesadilla”. La nueva Estación Potabilizadora, proyectada y construida bajo la dirección del ingeniero municipal D. José Fernández Solsona estaba dotada de tres unidades de decantación estática, dieciséis de filtración en lecho de gravas y arenas y de los necesarios sistemas de desinfección por cloraminas y alcanzaba una capacidad de tratamiento de 450 litros por segundo. Aún mirándola desde el conocimiento y la tecnología actuales, esta planta llama poderosamente la atención por su ingeniería y aún por su sentido ecológico, pues en ella el ingenio del Sr. Solsona había encontrado soluciones que permitían un importante ahorro energético: la agitación para mezcla de los reactivos en el agua, que actualmente se realiza por medios electromecánicos, en la planta se resolvía a través del diseño de la cámara de mezcla floculación y aprovechando la velocidad del agua. Igualmente, para adicionar al flujo de agua de entrada la energía necesaria para compensar las pérdidas de carga en el proceso de filtración, se dotó a la planta de un sistema de turbinado / bombeo que sólo requería un pequeño aporte suplementario de energía externa. Las nuevas redes de distribución de agua y de alcantarillado, construidas, la primera con tubería de fibrocemento en una tercera parte y de fundición gris de hierro en sus restantes dos terceras partes y la segunda con tubería de hormigón comprimido, con junta de campana, protegido en zanja con lecho y forro de hormigón, en palabras del Sr. Solsona “en la totalidad del casco urbanizado hoy están tendidas y en servicio todas ellas”. Granada, en estos años, se convierte así en una de las primeras ciudades de España que puede garantizar la calidad e inocuidad del agua que destina al consumo de sus ciudadanos y desde luego en la primera ciudad española en lo que respecta a la capacidad de tratamiento de su estación potabilizadora, 450 l/s. Para ello fue necesario un gran esfuerzo económico, pues las obras significaron un coste final de 38.807.564,30 pesetas, de las que la Estación de tratamiento exigió 9.373.616,33 pesetas, las redes nuevas 22.300.321,86 pesetas y el resto el coste de las obras realizadas hasta 1938. Es también en estas fechas cuando, en cumplimiento del acuerdo del Ayuntamiento de 22 de marzo de 1950, los señores D. José Paz Maroto y D. José Brugarolas, informan a aquel sobre las obras realizadas y proponen, por vez primera la conveniencia de que se organice el Servicio de Aguas en Régimen de Empresa Municipal autónoma, así como de que se redacte un Reglamento de explotación del servicio, se imponga a toda costa, y con carácter de exclusividad, la instalación de contadores y se asegure la explotación mediante tarifas adecuadas. No obstante el extraordinario avance conseguido, ya se apunta al futuro inmediato y se recomienda pre- las aguas de granada 169 La estación potabilizadora en obras capitulo 2: el agua de granada 170 Depósito bajo del callejón de Lebrija parar los caminos para no volver nunca a las situaciones de precariedad en el Servicio. Así lo entendió, entonces el ingeniero Sr. Solsona que recomendaba: “quedan por realizar obras complementarias que prevengan las necesidades del porvenir, dado el rápido crecimiento de Granada. Esas obras cuyo estudio está en parte hecho y en parte se está realizando son las siguientes: Nuevos depósitos de reserva y regulación. Ampliación de las redes de agua y alcantarillado. Construcción de un nuevo decantador en la Estación de Tratamiento. Nueva conducción para la ace- quia de Aynadamar. Colector de cintura de alcantarillado. Pantano de Quéntar y encauzamiento del río Genil…. Si Granada continua con su acelerado crecimiento, dentro de los próximos 15 o 20 años, el caudal del Genil acabará siendo insuficiente por lo que el Ayuntamiento estudia, de acuerdo con la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, la posibilidad de que los pantanos que se proyectan en los ríos Aguas Blancas y Genil resuelvan esta cuestión, coordinando, a su vez, de esta manera, sus intereses con los de los regantes de la Vega”. las aguas de granada 171 La nueva Planta Potabilizadora capitulo 2: el agua de granada 172 Sala de turbinas 1950 - 1970 El periodo comprendido entre 1950 y 1970 es un tiempo de conservación de lo hecho y de extensión de las infraestructuras de abastecimiento y saneamiento a los nuevos desarrollos urbanos de la ciudad; no obstante, en unos casos con cargo exclusivo al Ayuntamiento y en otros con la colaboración del Estado, se desarrollan algunos proyectos que afectan a los sistemas generales tanto de abastecimiento como de saneamiento, de los que vamos a hacer un breve comentario: Ya en la segunda mitad de la década de los sesenta, los vaticinios del Sr. Solsona se van haciendo realidad. Los veranos constituyen una pesadilla para el Servicio Municipal de Aguas, pues los caudales del Genil son insuficientes para atender las demandas de la ciudad, lo que provoca situaciones diarias de desabastecimiento en las zonas altas y en la periferia de la Ciudad. El clima de incertidumbre que propiciaba esta situación, desataba en los usuarios la sicosis de almacenamiento de agua, con lo que cada mañana, a primera hora, se abrían grifos de cocinas y bañeras, generando consumos en la red tan desorbitados que las presiones disminuían en casi todos los sectores, provocando, de esta forma artificial, nuevos desabastecimientos y Cámara de agitación el crecimiento de los descontentos. Durante muchos días del verano, a partir del mediodía, los depósitos de la red estaban casi agotados y una buena parte de la ciudad carecía del suministro de agua. El problema no tenía otra solución que la de incrementar el caudal de entrada a la red, lo que se resolvió mediante la construcción, por la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir de una estación de bombeo para trasvase de las aguas del río Aguas Blancas a la estación de tratamiento de la Lancha del Genil. Su puesta en marcha supuso un gran alivio para todos. También, años antes, Confederación Hidrográfica del Guadalquivir había construido, en terrenos de la zona alta de Cartuja, en la encrucijada entre los callejones de Lebrija y Tallacarne, un depósito de 10.000 m3 de capacidad y sus arterias de transporte que permitieron el abastecimiento del nuevo Polígono Urbano de Cartuja y una mejora notable en la escasa capacidad de reserva de la Ciudad y en el abastecimiento de las zonas altas de la misma. Este depósito se alimentaba mediante un canal en régimen libre que discurría en túnel desde la llanura entre el Generalife y el Cementerio de San José hasta el depósito, salvando el Cauce del río Darro mediante sifón. las aguas de granada 173 Depósitos de Cartuja capitulo 2: el agua de granada En cumplimiento de lo convenido con el Sindicato Central de Usuarios de las Aguas del Genil, recogido en el llamado Acuerdo Brugarolas, la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, construyó también, en este periodo, un básico y fundamental colector de aguas residuales, entonces denominado de cintura, que recibía las cuencas comprendidas entre el Paseo de la Bomba, Nueva de la Virgen, Alhamar y Camino de Ronda, hasta la calle de San Isidoro y de aquí, a modo de emisario hasta la Torrecilla, punto en el que, de forma provisional y hasta la construcción de la futura Estación Depuradora de Aguas Residuales, se convertía en tributario de la acequia Gorda, devolviendo a la Vega gran parte de las aguas tomadas del Genil para el abasto de la Ciudad. También se construyó, bajo proyecto y dirección de las obras de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, el colector del Beiro, con recorrido siguiendo 174 Estación de bombre de Aguas Blancas el cauce del río para ser compatible con las defensas, encauzamiento y cubrición de su cauce público y con la función de recogida de las aguas de la cuenca norte de la Ciudad. Como complemento de los dos colectores citados, se construyó, también por Confederación, un emisario de aguas limpias que recibía las de aliviadero de los colectores, con origen en la actual plaza de Einstein y desagüe en el cauce del Beiro, fuera de la zona urbana de Granada. Granada experimentó en la segunda mitad de este periodo un extraordinario crecimiento de su núcleo urbano, promovido, fundamentalmente, por iniciativa privada, lo que exigió la extensión de las redes de abastecimiento y saneamiento a los nuevos viales. Para acomodar el ritmo de actuación municipal en la dotación de estos servicios al de la acción privada en la edificación, el Ayuntamiento acordó un sistema mediante el cual, la persona física o jurídica interesada, presentaba ante el Servicio Municipal de Aguas un proyecto comprensivo de las conducciones a construir. El Servicio lo autorizaba o denegaba y el interesado ejecutaba las obras por su cuenta y a su cargo, bajo la inspección de los técnicos municipales. Una vez ejecutada la obra, ésta se cedía al Ayuntamiento para su explotación y conservación, integrándose a todos los efectos en las redes municipales. Para atender a la explotación de las instalaciones del Servicio, se constituyeron los equipos de personal necesario dependientes directamente del Ayuntamiento, bien bajo la condición de funcionarios o bien como contratados. La Planta de Tratamiento era atendida las veinticuatro horas del día por turnos de cuatro personas que efectuaban las operaciones de vigilancia del proceso, preparación de reactivos, purgado de fangos en los decantadores y lavado a contracorriente de filtros. La red de distribución de agua potable era igualmente atendida durante las veinticuatro horas del día por turnos de valvulistas que efectuaban las operaciones de maniobras en las válvulas de la red para aislamiento de sectores en casos de averías y la vigilancia y gobierno de los depósitos y estaciones de bombeo. Al frente de este personal y con las funciones propias del seguimiento y vigilancia de averías, conexión y puesta en servicio de nuevas conducciones y de sus acometidas, atención a reclamaciones por incidencias en la red y otras muchas más, estuvo, hasta el año 1982, D. Miguel Puertollano Molina, persona querida y recor- las aguas de granada dada por todos aquellos que tuvieron alguna vez un problema de aguas, conocedora de la red como nadie lo hubo, trabajador incansable y omnipresente y empleado fiel a quién Granada debe sus incontables desvelos. La red de alcantarillado era atendida, en horario laboral, por dos personas que resolvían sobre las reclamaciones por atascos o roturas, vigilaban las reparaciones y la ejecución de nuevas acometidas e informaban al Servicio sobre las incidencias de la red. La instalación y desmonte de contadores, su lectura periódica, su mantenimiento y la facturación estaban a cargo del Negociado de Aguas, próximo e independiente de la Oficina Técnica. La conservación, tanto de la Estación de Tratamiento como de las redes, atendía básicamente a la reparación de averías, las cuales se realizaban por contratistas especializados y conforme a precios previamente pactados. En la Estación de Tratamiento, las averías eran de múltiple naturaleza, siendo las más frecuentes, las derivadas de los ajustes mecánicos de bombas, turbinas y válvulas y las correspondientes a los componentes eléctricos. En la red de distribución eran muy frecuentes las roturas en las Ampliación de la planta primitiva acometidas de plomo, las pérdidas de estanquidad o el desgaste de asientos de las llaves de acometida, las fugas en uniones de tuberías por fisuras en la emplomadura en las de hierro fundido o envejecimiento de los anillos de goma en las uniones Gibault en los tubos de fibrocemento. También eran muy frecuentes las pérdidas en las bocas de riego por rotura del porta anillo o por mal cierre de las mismas. En la red de alcantarillado, las averías más frecuentes eran las obstrucciones en las tuberías, que generaban el rebosamiento de las aguas sucias por los registros de la red. 1970 - 1980 A semejanza con lo sucedido entre los años 1938 a 1950, esta década se hace presente en la historia del abastecimiento a la ciudad, por las realizaciones llevadas a cabo en ella. El Ayuntamiento, mediante la aprobación de un presupuesto extraordinario para ejecución de obras en la ciudad, posibilitó, en el año 1973 la ampliación de la estación potabilizadora de la Lancha del Genil, que ya se encontraba 175 capitulo 2: el agua de granada 176 Ampliación de la Planta Potabilizadora (Detalle del filtro) Autoportantes del Genil las aguas de granada Depósito de agua de la Silla del Moro Embalse de Quéntar prácticamente colapsada. Se construyó una nueva unidad de floculación-decantación y cuatro nuevas unidades de filtros, con lo que se obtuvo un importante aumento en su capacidad de tratamiento, que pasó de 450 a 600 litros por segundo. Se mejoró notablemente la captación de las aguas en Pinos Genil mediante la acomodación del estanque de descarga de la central hidroeléctrica y la construcción de dos canales autoportantes que, cruzando el Genil, alimentaron al canal de Conducción a la Estación potabilizadora. Con proyecto y bajo la dirección técnica de Confederación, se acometió el abastecimiento de agua potable a la Alhambra, Generalife y Cementerio Municipal, para lo que se construyó un depósito de 500 m3 de capacidad, emplazado en la zona media de la ladera de la Silla del Moro, alimentado desde el canal de conducción a Cartuja, mediante doble grupo de bombeo instalado junto al cauce del canal. La red de distribución, se extendió a las viviendas, establecimientos hoteleros y comerciales y a las dependencias del Patronato de la Alhambra, permitiendo con ello la eliminación de los riesgos sanitarios que representaba el consumo del agua de la acequia Real, que, a partir de aquí quedó para uso exclusivo de riego. Mediada la década de los años setenta el sistema de abastecimiento de agua a la Ciudad, que había sido admirable en el año 50 tiene prácticamente agotados todos sus potenciales; los caudales derivados de las fuentes de captación no tienen garantía de estabilidad; los periodos de sequía, por cortos que fuesen causaban situaciones angustiosas; La paralización de la central hidroeléctrica de Pinos Genil obligó a improvisar un azud en el cauce del río y el acondicionamiento de un tramo de canal, para derivar las aguas hacia el antiguo estanque de descarga de la central, de modo que quedara asegurada la alimentación del canal de conducción a la Estación de Tratamiento; pero ni esta precaria obra ni la considerable ayuda de las bombas del Aguas Blancas, eran garantía del abastecimiento. Por ello, la construcción por la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir del embalse de Quéntar, con capacidad de 13,6 Hm3, y su puesta en servicio en 1976, representaron para el abastecimiento de Granada un extraordinario apuntalamiento en la garantía de aprovisionamiento y reserva de agua. Igualmente importantes fueron las 177 capitulo 2: el agua de granada 178 La planta de tratamiento Nº2 las aguas de granada obras, también ejecutadas por la Confederación, del acondicionamiento del canal de Quéntar, más conocido como de los Franceses, elemento de transporte entre el embalse y la planta de tratamiento, que entró en servicio en 1976. También la Estación Potabilizadora ampliada, capaz para un caudal sostenido de 600 litros por segundo, resultaba insuficiente, sobre todo en las situaciones de tormenta en las que la mayor turbidez de las aguas ralentizaba significativamente los procesos de decantación y filtración. Una planta nueva, construida en 1978 junto a la planta anterior en el solar municipal de la Lancha de Cenes, por la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, a instancia del Ayuntamiento y como parte del proyecto de Mejora del Abastecimiento de agua a Granada, significó un importantísimo afianzamiento en la disponibilidad de caudales de agua potabilizada. Esta nueva planta, de tecnología más avanzada que la anterior, aun cuando ni la calidad de los materia- les utilizados ni el esmero en su construcción pudieran superar a los de aquella, permitía el tratamiento de un caudal continuo de 650 litros por segundo y estaba equipada con dos decantadores dinámicos de 350 m2 de superficie cada uno y cuatro baterías de filtros dobles de arena con superficie unitaria de 100 m2, así como de los equipos auxiliares de producción de aire y bombeo de agua para el lavado a contracorriente de los filtros. El referido proyecto de Mejora del Abastecimiento de Agua a Granada, redactado y ejecutado por la Confederación, contemplaba también la construcción de un conjunto de depósitos, que vinieron a resolver el grave déficit de elasticidad en las reservas de agua que Granada padecía, y una arteria de conexión inter depósitos de 800 mm. de diámetro que permitía el equilibrio de presiones en todas las zonas de la ciudad, con el auxilio de las oportunas válvulas reguladoras. Los depósitos citados tenían las siguientes características: 179 DEPOSITO DE LA LANCHA DE CENES (ESTACION DE TRATAMIENTO) Capacidad: 10.000 m3 Zona abastecida: La ciudad DEPOSITO DE LAS CONEJERAS Capacidad: 10.311 m3 Zona abastecida: Arteria de circunvalación de 800 mm. DEPOSITO DEL CARMEN DE LOS MARTIRES Capacidad: 2 vasos de 4.000 m3 cada uno Zona abastecida: Arteria de circunvalación de 800 mm. DEPOSITO DE SAN MIGUEL Capacidad: 4.000 m3 Zona abastecida: Arteria de circunvalación de 800 mm. DEPOSITO ALTO DE CARTUJA Capacidad: 2 vasos de 4.000 m3 cada uno Zona abastecida: Haza Grande y zona alta del Albayzín y el Sacromonte capitulo 2: el agua de granada 180 Depósito de San Miguel las aguas de granada 181 Depósito de Conejeras capitulo 2: el agua de granada 182 Depósitos de Cartuja circulares Depósito del Carmen de los Mártires las aguas de granada 183 Depósito circular de la ETAP capitulo 2: el agua de granada 1980 - 1981 184 El día 13 de noviembre de 1980 el Excmo. Ayuntamiento Pleno, presidido por su Sr. Alcalde D. Antonio Jara Andreu, tomando en consideración el informe – propuesta del Sr. Teniente de Alcalde Delegado de Aguas y Alcantarillado sobre municipalización del Servicio, adopta el acuerdo de proceder a la referida municipalización del servicio de aguas y alcantarillado bajo la forma, en principio, de sociedad privada municipal en régimen de monopolio, nombrando al efecto una Comisión Especial formada por diecisiete miembros, con la misión de redactar la Memoria pertinente, de conformidad con lo establecido en el entonces Reglamento de Servicios de las Corporaciones Locales. El día 30 de julio de 1981, el Excmo. Ayuntamiento Pleno adoptó el Acuerdo de aprobar inicialmente la Memoria redactada por la Comisión nombrada al efecto para Municipalización del Servicio de Abastecimiento de Agua y de Saneamiento, que integraba, como documentos base, el Proyecto del Reglamento del Servicio Municipalizado, Los Estatutos de la sociedad anónima a constituir y los casos de cesación de la Empresa. Esta Memoria fue sometida a exposición pública por espacio de 30 días, previa publicación de los anuncios correspondientes en los Boletines Oficiales de la Provincia y del Estado. Durante este plazo de exposición pública, se presentó una única reclamación que fue debidamente contestada por la Comisión redactora de la Memoria El 15 de octubre de 1981, el Excmo. Ayuntamiento Pleno, adoptó por mayoría absoluta los siguientes Acuerdos: Aprobar definitivamente la Memoria redactada por la Comisión Especial; Municipalizar el Servicio de Abastecimiento de Agua y Saneamiento, creando la Sociedad “Empresa Municipal de Abastecimiento y Saneamiento de Granada S.A.”; Aprobar el Proyecto de tarifas, con aplicación en enero de 1982; Remitir el expediente al Consejo de Ministro para su aprobación; emisión de las acciones de la sociedad por un importe total de UN MILLON de pesetas y facultar al Iltmo. Sr. Alcalde para la firma de los documentos necesarios para la efectividad de los Acuerdos adoptados. El Reglamento del Servicio contenía ocho Títulos: I. Normas Generales II. Obligaciones Generales de la Empresa III. Tarifas IV. Contratación y Facturación V. Acometidas y Prolongaciones de Red VI. Instalaciones Interiores VII. Derechos y Obligaciones de los Usuarios VIII. Inspecciones, Faltas y Sanciones Los Estatutos de la Empresa contenían seis Títulos: I. Denominación, Objeto, Duración y Domicilio II. Capital Social y Emisión de Obligaciones III. Gobierno y Administración de la Empresa IV. Censores de Cuentas V. Contabilidad y Régimen de Beneficio VI. Personal El 12 de noviembre de 1981, el Excmo. Ayuntamiento Pleno, en función de Junta General de Accionistas de la Empresa Municipal de Abastecimiento y Saneamiento de Granada S.A., a propuesta del Sr. Teniente de Alcalde Delegado de Aguas, acordó por unanimidad nombrar el Consejo de Administración de dicha sociedad, quedando éste constituido por su presidente y ocho vocales, dos de los cuales debían ser miembros del Ayuntamiento Pleno y los seis restantes, personas especialmente capacitadas. 1982 El día 22 de Marzo de 1982, nombrados los órganos rectores de la sociedad, Junta General de Accionistas y Consejo de Administración, EMASAGRA abre sus puertas y pone sus servicios a disposición de todos los granadinos. Se ha iniciado el primer periodo de su historia. De conformidad con lo que al respecto establecía el Título III de los estatutos de la Empresa, la estructura organizativa de Emasagra se fundamentó en cuatro subdirecciones dependientes de la Gerencia: Producción que atendería todo lo relacionado con la captación y tratamiento de las aguas. Explotación que atendería al mantenimiento y conservación de las redes de transporte y distribución de agua potable y de alcantarillado, acometidas y contadores. Obras y Proyectos que atendería a todo lo relacionado con inversiones en nuevos equipamientos o extensión de los existentes y Administración que atendería las funciones correspondientes a contratación, facturación y cobro, atención a abonados y contabilidad. las aguas de granada En este 22 de marzo de 1982, Emasagra asumía el compromiso del suministro domiciliario de agua potable y la recogida de aguas residuales a 83.698 abonados. Para ello disponía, como fuentes de captación, del embalse de Quéntar, del río Aguas Blancas, derivando sus aguas mediante estación de bombeo y del río Genil, derivando sus aguas mediante el azud de Pinos. Los canales de conducción, tanto el de Quéntar como el de Pinos, se encontraban en un estado de utilización que rozaba con la precariedad, pues ambos presentaban numerosos puntos de inestabilidad a lo largo de su recorrido, lo que al paso de la historia posterior justificó una dilatada intervención por parte de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir para consolidar el canal de Quéntar, y el abandono final del canal de Pinos, sustituido por el de Loaysa. La estación de tratamiento de la Lancha del Genil tenía una capacidad para un caudal máximo de 1.250 l/s. cifra que rozaba las demandas puntas de la ciudad. La red de distribución, pese a los esfuerzos de extensión desarrollados a lo largo de periodos anteriores, había envejecido en muchas zonas de la ciudad y ello conllevaba averías frecuentas y pérdidas de agua por fugas, a lo que había que sumar su escasa maniobrabilidad por la antigüedad de sus válvulas de sectorización, circunstancia que generaba cortes muy extensos para la reparación de las averías, con las consiguientes molestias a los usuarios afectados. La red de alcantarillado se encontraba en parecidas circunstancias, con tuberías muy antiguas y, consecuentemente, con sus materiales componentes degradados, lo que se traducía en pérdidas que ocasionaban humedades e infiltraciones en los edificios colindantes. Y sobre todo, la actitud ciudadana había cambiado. Los usuarios del agua, por si y representados en las asociaciones de Vecinos y de Consumidores comenzaban a hacerse patentes, reclamando mejores servicios, más atención y más eficacia, lo que constituía el mejor acicate para la empresa La ilusión, la idea de servicio, el afán de mejora y la juventud de su plantilla fueron desde este día el motor de la nueva sociedad, que dentro del gran objetivo de Asegurar a los ciudadanos el suministro permanente y regular de agua de la mejor calidad y al mejor precio, se proponía como metas inmediatas: · Crear y fomentar una dinámica de actualización de sistemas y procesos que mejorasen la calidad de los servicios, en conexión permanente con cuantos conocimientos de todo tipo se relacionaran con las funciones encomendadas. · Fomentar la intercomunicación con otras empresas o entidades dedicadas al mundo del agua, así como la asociación para tareas de investigación, innovación o desarrollo. · Promover e incentivar la formación continua del personal. · Establecer y mantener canales fáciles de comunicación con las distintas administraciones para el mejor desarrollo de los planes de mejora y cumplimiento de las normativas de aplicación. · Informar a sus abonados, así como a las asociaciones de vecinos y consumidores, puntual y detalladamente, de las mejoras realizadas, planes de futuro y prioridades. Ya en este año 1982 se efectúan inversiones por un valor total de 103.463.168 pesetas, de los que 22.220.000 ptas. se destinaron a consolidación del canal de Pinos; 3.000.000 ptas. a reformas en la Estación de Tratamiento; 42.034.144 ptas. a depósitos y red de distribución y el resto, a mejoras en la red de saneamiento. El agua captada alcanzó la cifra de 34.950.000 m3 y se pasó de 83.698 abonados al día 1 de enero a 92.069 al 31 de diciembre. En el orden legislativo es de destacar, en junio de este año, la publicación, en el Boletín Oficial del Estado del Reglamento Técnico Sanitario para el Abastecimiento y Control de Calidad de las Aguas Potables de Consumo Público, que marcaba un hito en nuestra historia respecto a las garantías de calidad de las aguas. 1983 - 1984 Con el fin de complementar los caudales de posible captación superficial, durante los años 83 y 84 se pusieron en funcionamiento los pozos de la calle Primavera y de la plaza de los Vergeles; el primero, aforado con un caudal de 100 litros por segundo y el segundo con un caudal más reducido, en torno a 80 litros por segundo. Ambos pozos se dotaron de equipos para el tratamiento bacteriológico de las 185 capitulo 2: el agua de granada 186 aguas extraídas y con dispositivos de bombeo para inyección directa de las mismas en la arteria de 800 de comunicación inter depósitos. El agua total captada se mantuvo en cifras de 35.265 Hm3 para 1983 y 36.203 Hm3 en 1984 y la cifra de abonados pasa a 94.779 en 31 de diciembre del 83 y a 98.810 en la misma fecha de 1984. Las inversiones en este periodo se dirigen preferentemente a mejoras en las redes de distribución de agua potable y de alcantarillado, destacando de entre todas ellas las realizadas en el Fargue para potabilizar el agua captada de la acequia de Aynadamar y asegurar su distribución a todos los habitantes de esta barriada granadina. El total invertido en estos dos años se elevó a 498.130.934 pesetas, de los que 58.818.745 ptas. se destinaron a mejoras en los canales de conducción; 50.527.582 ptas. a reformas y mejoras en la Estación de Tratamiento; 201.016.672 ptas. a depósitos y red de distribución; 36.212.822 ptas. a equipamiento de sondeos y el resto, es decir, 151.555.113 ptas. a mejoras en la red de saneamiento. De las cantidades expresadas, al Fargue se destinaron 45.285.599 pesetas. Obras de abastecimiento en El Fargue 1985 - 1986 Durante este bienio se suceden eventos de gran importancia para el mundo del agua, en general, y para la vida de Emasagra, en particular. Se publican la Ley de Aguas de 1985 y el Reglamento del Dominio Público Hidráulico, que vienen a derogar a la centenaria Ley de Aguas de 1879 y que fueron herramienta básica de creación de la planificación hidrológica posterior. Y en 1986 se publica el R.D.L. sobre evaluación de impacto ambiental. Emasagra, conjuntamente con Emacsa de Córdoba, Emasesa de Sevilla, Ajemsa de Jerez y Aljarafesa del Aljarafe crean la Asociación Andaluza de Abastecimientos y Saneamientos (ASA), entidad que, desde su creación, ha sido motor de iniciativas, nexo de unión entre entidades abastecedoras e interlocutor permanente con las distintas Administraciones de la Comunidad Andaluza. Se firma el Acuerdo Marco con la Consejería de Obras Públicas y Transportes de la Junta de Andalucía por importe de 9.230 millones de ptas. para inversiones a financiar al 50 % entre la Junta y Emasagra. Con base en este importantísimo acuerdo, se iniciaron en 1986 las obras correspondientes al Plan de Saneamien- Publicación ¡Eh! El agua las aguas de granada to Integral de la Ciudad, proyectadas y dirigidas por la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir de acuerdo y con la autorización de la Junta de Andalucía. El Excmo. Ayuntamiento aprueba y la Junta de Andalucía ratifica, el Reglamento de Prestación del Servicio de Abastecimiento de Agua Potable y Evacuación de Aguas Residuales de la Ciudad de Granada, herramienta básica de arbitraje entre la empresa y sus abonados. Se publica el primer número de la revista ¡Eh! El Agua, de distribución gratuita a todos los abonados, canal magnífico de comunicación entre la empresa y aquellos e incentivo para el colectivo interno de Emasagra por cuanto que todo su contenido fue siempre iniciativa de aquel. Crecen las inversiones anuales, manteniéndose el mayor esfuerzo en la mejora de las redes de distribución y alcantarillado y en la modernización de la estación potabilizadora de la Lancha del Genil, que incrementa su capacidad hasta un valor de 1.450 l/s. El total invertido en el periodo ascendió a 1.271.190.618 pesetas, de los que 38.514.277 ptas. se destinaron a mejoras en los canales de conducción; 183.365.398 ptas. a modernización y mejoras en la Estación de Tratamiento; 683.314.651 ptas. a depósitos y red de distribución; 41.953.962 ptas. a equipamiento de pozos y sondeos y el resto, es decir, 324.042.330 ptas. a mejoras en la red de saneamiento. De las obras realizadas se debe destacar el aseguramiento del abastecimiento al Parque de Nueva Granada, la Barriada de la Paz, zona alta del Polígono de Cartuja y Casería de Montijo, que hasta esta fecha recibían el agua con muy baja presión y que ha exigido la remodelación del depósito alto del Beiro y su incorporación a la red de distribución de la ciudad, mediante la construcción de una nueva estación de bombeo en el recinto de los depósitos altos de Cartuja. También merecen destacarse las obras realizadas para mejora del abastecimiento de la barriada del Sacromonte, una nueva arteria de abastecimiento entre el Camino de Ronda y el Puente Verde y la renovación de las redes de abastecimiento y saneamiento en numerosas calles del Albayzín y Haza Grande por un importe total de 98.734.297 ptas. El total de agua captada fue de 36.640 Hm3 en el 85 y 36.437 Hm3 en el 86 y la cifra de abonados pasó a 102.476 al 31 de diciembre de 1985 y a 104.948 en la misma fecha del año 86. Depósito Alto del Beiro Estación de bombeo al Depósito del Beiro 187 capitulo 2: el agua de granada 1987 - 1988 Se inaugura el año 1987, con la celebración en nuestra ciudad de las primeras Jornadas Técnicas sobre Abastecimiento y Saneamiento, organizadas por la casi recién nacida Asociación Andaluza de Abastecimiento y Saneamiento (ASA) Como hecho más relevante de este periodo hemos de destacar la finalización, en 1988, de las obras de construcción del embalse de Canales, con una capacidad de 70,7 Hm3. Su puesta en funcionamiento, sumada a la finalización, más adelante, de las obras del canal de Loaysa va a resolver, de manera casi definitiva, la gravísima y ancestral situación de irregularidad estacional de los caudales fluyentes del Genil, disponibles, tanto para el abastecimiento como para el regadío, así como las variaciones en la calidad de 188 Embalse de Canales las aguas, derivadas de los arrastres en situaciones de lluvia. En adelante, el sistema Canales – Quéntar va a asegurar a los granadinos agua de extraordinaria calidad (los embalses actúan como eficaces decantadores) en la cantidad requerida y con la regularidad que demanda toda sociedad desarrollada. Ha de destacarse, con énfasis, la iniciación de las obras de las estaciones depuradoras de aguas residuales emplazadas en el Camino de Purchil y en el Puente de los Vados. En conjunto, se podrá depurar en ellas un volumen diario de agua residual de 77.000 m3, equivalente al 72,5 % del agua total captada en el año 1988. La depuración de las aguas residuales supondrá la culminación del proyecto que el Ayuntamiento de Granada y la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir tenían definido las aguas de granada desde el año 1945, en el que se redacta el conocido informe del ingeniero D. José Brugarolas. Como parte importante de este proyecto de Saneamiento Integral de la Ciudad, he de hacerse referencia a la continuación de las obras de los colectores y emisarios, de los que, a final del año 88, se encontraba totalmente construido el Sistema Noroeste, que tiene su origen en el polígono de Cartuja y recorriendo la carretera de Maracena, la barriada de La Encina, antigua carretera de Málaga, y la autovía de salida a Málaga, llega a la Estación depuradora del Puente de los Vados. En su ejecución se invirtió, hasta final del año 88 un total de 870.607.908 pesetas. En los sistemas consolidados de abastecimiento y saneamiento de la Ciudad, se realizan, en el bienio que comentamos, numerosas mejoras que representan un coste total de 1.075.299.471 pesetas y de las que se beneficiaron todas las barriadas y zonas de la Ciudad. Así, en el Albayzín y Haza Grande se ejecutaron obras por valor de 30.778.095 ptas; en el Fargue, por 35.975,625 ptas; en el Zaidín, por 87.745.980 ptas; en la Chana, por 68.828.888 ptas; en el Polí- EDAR Oeste en Construcción gono de Cartuja y Almanjayar, por 46.243.480 ptas; en la barriada de Bobadilla por 14.816.776 ptas; en el sector de Camino de Ronda, por 70.578.838 ptas; y en el sector de avenida de Cervantes y Carretera de la Sierra, por 104.346.461 ptas. En lo referente a los sistemas generales, cabe citar que el 47,2 % de las obras ejecutadas en el periodo referido correspondió a mejoras en la red de aguas, el 26,6 % a mejoras en la red de saneamiento, el 19,7 % a mejoras en canales de conducción y Estación de Tratamiento y el resto a pozos, estaciones de bombeo y depósitos. Como obras a destacar de este periodo hacemos referencia a la renovación de conducciones de la red de agua potable de la calle de Elvira y parte de Gran Vía, la renovación de conducciones de agua potable y saneamiento en la avenida de Cervantes y la automatización y mejoras en el proceso de la planta nº 2 de la ETAP de la Lancha del Genil. En 1988 se publica el R.D. 927/1988 por el que se aprueba el Reglamento de la Administración Pública del Agua y de la Planificación Hidrológica. EDAR Sur en Construcción 189 capitulo 2: el agua de granada 190 Obras en El Zaidin Obras en La Chana las aguas de granada 191 Obras en la Avenida de Cervantes Obras en El Albayzin capitulo 2: el agua de granada 192 Obras en la barriada de La Paz Obras en Bobadilla las aguas de granada 193 Obras en Camino de Ronda capitulo 2: el agua de granada 194 Obras en Haza Grande Obras en Carrera del Darro las aguas de granada Obras en la calle Elvirs En otro ámbito de cosas, ha de reseñarse de estos dos años y en palabras de su Presidente, la adquisición por Emasagra de una nueva sede, en la calle de los Molinos, para un mejor desenvolvimiento de su actividad y atención al ciudadano, recuperando para la Ciudad un edificio notable. 1989 – 1990. - A comienzos del año 1989, Granada tiene en marcha un importantísimo conjunto de obras, pensadas y sentidas necesarias muchos años atrás, definidas y hasta plasmadas en proyectos, también muchos años atrás y que ahora contempla con ilusión cómo se hacen realidad. Nos referimos, naturalmente, a obras para el desarrollo del ciclo integral del agua. Dispone, ya, como fuentes de captación del embalse de Quéntar, de las aguas del río Genil derivadas del azud de Pinos Genil, de las aguas del río Aguas Blancas derivadas por bombeo al canal de transporte a la ETAP, de las aguas de la acequia de Aynadamar para abastecimiento del Fargue y, alternativamente y como recursos de emergencia, de las aguas derivadas de la acequia Gorda mediante la estación de bombeo situada al pie de la ETAP y del agua extraíble del pozo de Sancho Panza. Dispone también de conducciones suficientes y en buen estado para transporte desde el embalse de Quéntar, el río Aguas Blancas y la acequia Gorda, hasta la Estación de Tratamiento. Pero ni el sistema de captación en Pinos Genil, realizado en su día con carácter de provisionalidad, ni el canal de conducción de estas aguas hasta la ETAP pueden contar como elementos de futuro para el abastecimiento a la Ciudad, pues no reúnen las condiciones exigibles de capacidad y seguridad. La Estación de Tratamiento se ha mejorado muchísimo en los últimos años, pero se ha llegado ya al límite posible de su capacidad: 1.450 litros por segundo. Con este límite el futuro está hipotecado, pues con esta capacidad únicamente se puede garantizar el tratamiento del caudal medio, 1.304 litros por segundo en 1990. La alimentación del depósito de conejeras se hace a través de una única tubería de hormigón pretensado de 600 mm. de diámetro y de pésimo comportamiento, que ha originado ya situaciones de emergencia por rotura, en las que, dadas las dificultades que presenta su reparación y el tiempo requerido para ellas, el depósito ha estado fuera de servicio 195 capitulo 2: el agua de granada vado porcentaje, la estanquidad al cierre. Los tubos de hormigón comprimido o centrifugado de la red de alcantarillado han perdido en muchos casos su estanquidad y son causa de contaminación del terreno. 196 Válvulas en desuso durante varios días. El canal de conducción a Cartuja está estrangulado en el paso del río Darro, por lo que no pueden atenderse aumentos de demanda, puntuales o estacionales, del importante núcleo de depósitos de Cartuja, San Miguel y Beiro. La capacidad total de almacenamiento de los depósitos de la red de distribución es del orden de 47.000 m3, cifra que sólo cubre el 47 % del consumo medio de la Ciudad en un día, pudiendo aumentarse este si se adicionan las reservas en la ETAP, alcanzando entonces la cifra de un 67 % La red de distribución de agua potable y la red de alcantarillado, sometidas a la acción continua del tráfico rodado son los elementos más castigados del sistema. Las uniones entre tubos son, en cualquier caso, elementos débiles que, con el paso del tiempo, se convierten en puntos de fuga. Las válvulas de red y las de acometida, en su mayoría antiguas y por lo mismo de regular tecnología, han perdido, en un ele- De todo ello se derivó un programa de necesidades que incluía: · Puesta en funcionamiento del embalse de Canales · Construcción del Canal de Loaysa entre el embalse de Canales y la Estación de Tratamiento · Construcción de una nueva conducción para alimentación del depósito de Conejeras · Construcción de una nueva planta de tratamiento para un caudal mínimo de 1.000 litros por segundo, en terrenos de la ETAP de Lancha del Genil · Construcción de, al menos dos nuevos depósitos, uno de reserva en la ETAP de la Lancha del Genil de 40.000 m3 y otro de regulación en la zona alta de Cartuja o sus inmediaciones de 25.000 m3 · Construcción de un nuevo sifón en el canal de Cartuja, para cruce del río Darro · Construcción de los emisarios y colectores troncales de la red de saneamiento para recepción de la totalidad de las aguas residuales de la Ciudad y transporte a las Estaciones Depuradoras · Construcción de una o varias Estaciones Depuradoras de Aguas Residuales para erradicar los vertidos directos a las acequias de riego y garantizar la calidad del agua entregada para este uso. · Construcción de una central hidroeléctrica al pie de la llegada del canal de Quéntar a la Estación de Tratamiento para aprovechar el salto disponible de 100 m. de altura entre el canal y las instalaciones de la Estación, que daría una potencia bruta de 1.236 CV. De este programa, una parte estaba incluida en el Acuerdo Marco firmado con la Consejería de Obras Públicas y Transportes de la Junta de Andalucía y en el año 1990 estaban en ejecución los sistemas de emisarios y colectores de aguas residuales y las estaciones depuradoras del camino de Purchil y del Puente de los Vados. La Confederación Hidrográfica del Guadalquivir tenía también en construcción el Canal de Loaysa y la nueva conducción de alimentación del depósito de Conejeras Por su parte, Emasagra construía en este periodo la nueva planta de tratamiento de 1.000 l/s integra- las aguas de granada da en la ETAP de la Lancha del Genil, la Construcción de la central Hidroeléctrica al pie del canal de Quéntar y la edificación de la nueva sede social en la calle de los Molinos. Independientemente de estas obras singulares, se mantiene el empeño de modernización de infraestructuras desarrollado en periodos anteriores, destinando a ello importantes inversiones que priman sobre todo las mejoras en las redes de distribución y de alcantarillado. Ello representó un esfuerzo inversor valorado en 951.872.440 pesetas, de las que, como se ha indicado, las mejoras efectuadas en las redes de distribución de agua potable y en las de alcantarillado, requirieron un total de 603.757.273 pesetas, es decir, más del 63 % del total. De estas obras, se beneficiaron la práctica totalidad de los barrios de Ciudad, destacando especialmente, el centro histórico, el Zaidín, Avenida de Cervantes y Camino Bajo de Huetor Vega, La Chana, Albayzín y Haza Grande, el Polígono de Cartuja y el Camino de Ronda, que absorbieron el 58 % de la inversión total .El número de abonados al 31 de diciembre de 1990 es de 111.875. En el ámbito legislativo, ha de señalarse la publicación, en 1990, del R.D. 1138 de la Reglamentación Técnico Sanitaria para el Abastecimiento y Control de Calidad de las Aguas de Consumo Público. 1991 Se puede afirmar que éste, que destacamos en solitario, es el año en el que cristalizan en tangible realidad proyectos importantísimos trazados muchos años atrás. Se inaugura la nueva planta de tratamiento, que complementa el complejo de la Estación de Tratamiento de Agua Potable de la Lancha del Genil. Esta planta, diseñada y construida por Emasagra con la tecnología más avanzada del momento, tiene una capacidad de tratamiento de 1.000 l/s en continuo y 1.200 l/s en situaciones punta, con la posibilidad de duplicación, en el futuro, de su capacidad actual de tratamiento. Está constituida por dos decantadores dobles de lecho de fangos, con superficie unitaria de 388 m2 y 5 unidades de filtración, a través de arena silícea, con superficie útil de 121 m2. Se complementa con un equipo de producción de aire para lavado, constituido por dos soplantes con capacidad de 7.260 m3/h de aire a 3,00 m.c.a. de altura manométrica y un equipo de bombeo de agua de lavado, constituido por 2 bombas con caudal unitario de 907 l/s y altura manométrica de 8,0 m.c.a. Con la puesta en servicio de esta planta, Granada dispondrá de instalaciones de potabilización capaces para tratar un caudal de 2.450 litros por segundo. La inversión requerida para su construcción superó la cantidad de 1.300 millones de pesetas. También ha de destacarse, como importante contribución a la conservación del medio ambiente, la puesta en marcha de la central hidroeléctrica ubicada en terrenos de la Estación de Tratamiento de la Lancha del Genil, que utilizará el agua procedente del canal de Quéntar aprovechando el desnivel existente entre la llegada de este a la estación y el canal de entrada a aquella. Con un salto neto de 104 m. y un caudal nominal de 1.000 l/s. la energía eléctrica producida por esta central bastará para compensar, con excedentes, el consumo propio de la Estación. Pero lo que realmente merece destacarse sobre todas las demás realizaciones es la puesta en funcionamiento de las dos Estaciones Depuradores de Aguas Residuales (E.D.A.R.), construidas bajo proyecto y dirección técnica de Confederación Hidrográfica del Guadalquivir y financias por la Consejería de Obras Públicas y Transportes de la Junta de Andalucía, al amparo del Acuerdo Marco firmado por Emasagra con este Organismo. Ambas se encuentran ubicadas en la margen derecha del río Genil y sus diseños responden al esquema clásico: Línea de aguas con tratamiento biológico por fangos activados, digestión anaeróbica de los fangos con secado mecánico y línea de gas que, por el momento, se quema en antorcha. La primera, ubicada en el denominado Pago de Purchil-Marachatalán, en el Camino de Purchil y bautizada sin razón alguna, como de Churriana o Sur, está diseñada para tratar un volumen diario de agua de 51.400 m3. equivalente a una población de 184 habitantes y recibirá las aguas residuales procedentes de las zonas centro y sur de la Ciudad . La segunda ubicada en la antigua carretera de Málaga, a la altura del Puente de los Vados y también denominada Oeste, está diseñada para tratar a diario un volumen de agua residual de 22.400 m3. equivalente a una población de 90.970 habitantes y recibirá 197 capitulo 2: el agua de granada 198 La Planta Nº3 en obras las aguas de granada La Planta Nº 3 EDAR en el camino de Purchil Central Hidroeléctrica de la lancha del Genil EDAR del puente de Los Vados 199 capitulo 2: el agua de granada Nuevos colectores y emisarios 200 las aguas residuales procedentes de la zona norte de la Ciudad, comprendida entre el límite del Término Municipal y la margen derecha del río Beiro. Ambas plantas han sido proyectadas para obtener una reducción mínima en los niveles de contaminación de las aguas del 90 % y han requerido una inversión superior a 3.000 millones de pesetas. Complemento inexcusable para el funcionamiento de las depuradoras ha sido la construcción de los sistemas colectores y emisarios, igualmente proyectados y dirigidos por Confederación y financiados por la Junta. El sistema noroeste – oeste, con una longitud de emisarios de 3.000 m. y una extensión de colectores de 14.400 m. de longitud, recibe las aguas residuales procedentes de la zonas norte y oeste de la ciudad y las vierte a la EDAR del Puente de los Vados. El sistema Centro – Sur, con una longitud de emisarios de 3.200 m., una extensión de colectores tributarios de 3.800 m. de longitud y 2.100 m. de longitud de conductos de aliviadero, vierte a la EDAR del Camino de Purchil y recibe las aguas residuales procedentes del resto de la ciudad. Este conjunto de emisarios, colectores y aliviaderos requirió una inversión superior a 3.000 millones de pesetas. La construcción de estas plantas y de sus emisarios y colectores de aguas residuales constituirá, sin ninguna duda, la mayor contribución que Granada haya realizado en favor del medio ambiente hídrico al eliminar los vertidos directos a las acequias de riego que hasta esta fecha eran tradicionales. Por último, en el año 91 Emasagra inaugura un nuevo edificio social, en la calle de Los Molinos, en el barrio del Realejo, que, al disponer de los espacios necesarios, va a permitir el desarrollo de actividades de carácter cultural relacionadas siempre con Granada y ofrecidas a sus ciudadanos, iniciándose las mismas, a modo de conmemoración de su décimo aniversario, con un ciclo de exposiciones que comienza a finales del año con la dedicada al Agua, la luz y el color de Granada, vistos por sus pintores y que se continuará en marzo del año siguiente con una exposición de enseres y ornamentos de la Semana Santa granadina, tan enraizada en nuestro barrio del Realejo. El 11 de Junio de este año 92, se presenta una abundante y preciosa muestra de la artesanía granadina y el 17 de diciembre, para cerrar el año y en conmemoración del 50 aniversario de su muerte, se presenta, por vez primera, una antológica exposición de las obras del pintor granadino José Ruiz de Almodóvar Rubio. Edificio de la nuevaSede social de Emasagra las aguas de granada 201 capitulo 2: el agua de granada 1992 - 1996 202 Este periodo de la casi reciente historia del agua en Granada se caracterizó básicamente por una dura lucha contra la sequía acumulada a lo largo de más de siete años y que llegó a su momento culminante en 1995, uno de los más secos del siglo y para cuya realidad hubo de acuñarse un término nuevo, metasequía. La experiencia acumulada en la gestión del agua, hubo que aplicarla a la gestión de su escasez. Bandos de la Alcaldía instando a la población al ahorro en el consumo de agua y estableciendo algunas restricciones y prohibiciones en su uso, campañas radiofónicas y en los medios televisivos locales, información en los centros escolares, distribución de pegatinas con consignas de ahorro y de dípticos o trípticos conteniendo consejos para obtener ahorros de agua se sucedieron a lo largo de estos años, pudiendo afirmarse que nada de lo que podía hacerse se dejó de hacer. Paralelamente a estas actividades informativas, fue también necesario el desarrollo de una extensa campaña de análisis y control de la red de distribución Telecontrol de la ETAP de agua potable, en orden a determinar con exactitud su configuración pormenorizada, situación y estado de sus válvulas, valores de presiones en cada zona y, sobre todo, el estado de estanquidad de sus conducciones. Disponer de estas variables de modo inmediato se convirtió en una exigencia de primera magnitud, por lo que, tras numerosos estudios y análisis de las posibles y mejores soluciones, en el año 94 se puso en funcionamiento un sistema de telecontrol que permitía la recepción, en continuo, de los datos básicos del estado de los depósitos, volumen del agua almacenada, caudales instantáneos de salida, etc. a la par que se transmitían situaciones de alarma por variables de funcionamiento fuera de los rangos de consigna. Por otra parte y partir de las experiencias adquiridas a lo largo del desarrollo de estas campañas de sensibilización y ahorro de agua, se comprendió la necesidad de acometer la sectorización del 100% de los 550 Km de la red. Para ello se dividió ésta en 43 sectores independientes alimentados de la las aguas de granada red de transporte por un solo punto y asegurando al mismo tiempo abastecimientos alternativos para cubrir posibles incidencias. Esta disposición, unida a la dotación de caudalímetros, piezómetros y otros analizadores, permitiría el conocimiento pormenorizado de los parámetros de funcionamiento del sistema de distribución en cada porción o sector de la red y, sobre todo, los conocimientos necesarios para corregir deficiencias y optimizar el abastecimiento domiciliario. Todo esto y, sobre todo, el paso de los días y los meses sin una gota de lluvia, creemos que fueron determinantes en la consolidación de un convencimiento colectivo que permitió llegar, en los años 94 y 95 a una reducción en los consumos netos de agua que llegó a superar el doce por ciento de los ratios medios de años anteriores. Para paliar la gravísima situación creada en los embalses de Canales y Quéntar por la escasa aportación pluviométrica, se hubo de recurrir, con carácter de obras de emergencia, a la perforación y equipamiento electromecánico de 10 pozos en el acuífero Pozos de la Ronda Sur de la Vega, en terrenos próximos a la Ronda Sur, para lo que se contó con la ayuda pronta e inestimable de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir. Estos pozos, con una profundidad media de 230 m. y con posibilidad de extracción de un caudal sostenido superior a 100 l/s. salvaron a la ciudad en el verano – otoño de 1995 de un gravísimo problema de desabastecimiento. Pese a los esfuerzos dedicados a la gestión de la sequía y con independencia de las actuaciones citadas, Emasagra continuó, en este periodo, su política de inversiones en renovaciones y ampliaciones de las redes de distribución de agua potable y de alcantarillado, dedicando a ello un valor medio anual de 580 millones de pesetas. También hay que destacar de este tiempo la expansión de actividades a los municipios de Peligros, con cuyo Ayuntamiento se concertó la gestión del ciclo integral del agua y con Maracena con cuyo Ayuntamiento se concertó el suministro de agua en alta. En el aspecto legislativo, debemos reseñar la aprobación, en el año 1995, del Plan Nacional de 203 capitulo 2: el agua de granada Saneamiento y Depuración de Aguas Residuales y la publicación del R.D.L. por el que se establecen las normas aplicables al tratamiento de las aguas residuales urbanas y el R.D. de desarrollo del anterior, así como el R.D. Sobre medidas de regularización y control de vertidos, que, en extracto, vienen a imponer la obligación, para los Municipios, de construcción de colectores para recogida y evacuación de las aguas residuales y la depuración de estas aguas con carácter previo a su vertido a cauces públicos o de riego con unos parámetros mínimos de calidad que fija la comentada normativa. Como ya comentamos con anterioridad, Emasagra quiso participar en la difusión cultural en nuestra Ciudad con la celebración, en el año 1992 de varias exposiciones. La primera, celebrada entre el 24 de marzo y el 5 de abril se dedicó a la Semana Santa granadina vista a través de sus enseres y ornamentos. La segunda, celebrada entre el 11 y el 28 de junio, puso ante los granadinos una rica muestra de nuestra artesanía; bordados, cerámica, mármoles, cueros artísticos, latones y 204 Canal de Loaysa cobres, tallas en madera, dorados y policromías, taracea, vidriería, castañuelas, guitarras y violines, tapices y alfombras, forja y repujado, constituyeron los núcleos básicos de esta magnífica exposición. Por último, del 19 de diciembre del 92 y hasta el 7 de enero del 93, Emasagra quiso mostrar, con un conjunto de un centenar de cuadros, la obra pictórica del granadino José Ruiz de Almodóvar Rubio, evento que no se había celebrado en Granada desde 1949. 1997 Dos hechos importantes van a marcar, en este año, nuestra historia del agua: En el orden técnico y de desarrollo nos parecen hechos destacables, la puesta en funcionamiento, por la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, del Canal de Loaysa, tubería de 1.600 mm. de diámetro y 20.000 m. de longitud, derivada del contraembalse de Canales y capaz para transportar un caudal 3.600 l/s. De esta tubería se alimenta la Estación de Tratamiento de las aguas de granada la Lancha del Genil, mediante derivación de 1.200 mm. de diámetro y un nuevo depósito de 100.000 m3 de capacidad para el futuro abastecimiento de los municipios del borde sur de la Ciudad. También hay que resaltar, en el orden técnico, la puesta en servicio de la nueva conducción, derivada del Canal de Loaysa, para alimentación del depósito de Conejeras, que le confiere a éste plena seguridad de uso. Ambas obras, conjuntamente con la finalización de las obras de restauración del canal de Quéntar, que aseguran un caudal superior a 1.600 l/s. garantizan, para muchos años, el aprovisionamiento de agua para la ciudad en condiciones de suficiencia y seguridad. de pesetas y éste se comprometió a ejecutar para la ciudad inversiones en abastecimiento de agua y saneamiento por un importe anual de 1.000 millones de pesetas durante veinte años. De esta forma, la estructura accionarial de Emasagra quedó constituida de la siguiente forma: · AYUNTAMIENTO DE GRANADA: 51 % del capital social · INTERAGUA, Servicios Integrales del Agua: 24,9899 % del capital social · NUEVA NUINSA: 12,2499 % del capital social · AQUAGEST, Promoción Técnica y Financiera de Abastecimiento de Agua, S.A.: 11,7599 % del capital social En otro orden de cosas, en 1997, el Ayuntamiento de Granada aprueba la transformación de Emasagra en empresa de capital mixto, mediante la venta temporal de parte de las acciones, a través de concurso público, a cuyos efectos se encarga, a un equipo de especialistas, el estudio y redacción de la correspondiente memoria y sus documentos anejos, Pliego de Bases para el concurso y Estatutos de la nueva sociedad. Esta documentación, sometida a exposición pública durante el plazo reglamentario y aprobada definitivamente por el Ayuntamiento Pleno, sirvió de base para la convocatoria y celebración del concurso correspondiente, tras el que, con fecha 25 de Julio de este año, se efectuó la adjudicación del 49 % de las acciones de Emasagra a la Unión Temporal de Empresas constituida por INTERAGUA, Servicios Integrales del Agua S.A. NUEVA NUINSA y AQUAGEST, Promoción Técnica y Financiera de Abastecimiento de Agua, S.A. Por la cesión de las acciones y con independencia del valor de las mismas, el Ayuntamiento de Granada percibió, del socio privado, en concepto de canon, la cantidad de 4.016 millones La gestión de la Compañía quedó a partir de este momento, bajo la responsabilidad de AQUAGEST, Promoción Técnica y Financiera de Abastecimiento de Agua, S.A., empresa perteneciente al grupo de Aguas de Barcelona, poseedor de los mejores conocimientos y experiencia, tanto en el ámbito nacional como en el internacional, en la gestión del abastecimiento de agua y el saneamiento. Las inversiones realizadas durante el año representaron una cifra total de 1.233.721.076 pesetas, correspondiendo un 86,5 % a mejoras en las redes de agua y saneamiento, y el resto a complementos y mejoras en la Estación de Tratamiento, Estaciones Depuradoras de Aguas Residuales y otros. Estas inversiones permitieron extender la red de distribución de agua en una longitud de 8.380 m. y renovar, por mal estado de las conducciones, una longitud de 6.050 m. Así mismo, la red de alcantarillado se extendió en una longitud de 6.410 m. y se renovaron 4.400 m. de canalizaciones obsoletas. Al 31 de diciembre de este año el número de clientes es de 118. 243 y el número de empleados 164. 205 206 Toma del Canal de Quéntar las aguas de granada La Granada actual El nuevo periodo que se inicia en el año 98 y que vamos a extender hasta la actualidad se ha caracterizado, básicamente, por la impronta que aporta a la empresa la experiencia y el modo de hacer del socio privado. Además de los órganos de gobierno de la sociedad, Junta General de Accionistas y Consejo de Administración, la estructura interna de mando queda organizada por un Director Gerente, propuesto por la parte privada de la sociedad, un Director Técnico y un Director Económico Financiero, ambos propuestos por el Ayuntamiento y bajo las directrices del Director Gerente. Sin que ello signifique menoscabo alguno al buen hacer de la Emasagra Pública, ya destacado en páginas anteriores, nos parece que la visión universal del negocio, el conocimiento del mundo del agua y el sentido de cercanía al cliente que el grupo AGBAR aportó a Emasagra ha venido a significar a lo largo de estos años un magnífico valor añadido al Servicio prestado por Emasagra a la Ciudad. Paralelamente a este importante cambio en la estructura de Emasagra, se inicia la Nueva Cultura del Agua. El abastecimiento y el saneamiento de la ciudad, que tradicionalmente se han enfocado como objeto de gestión distinta, son contemplados por EMASAGRA como componentes de eso que se ha dado en llamar el Ciclo Integral del Agua, que, a su vez, queda integrado como componente del medio ambiente hídrico. Todos los procesos que componen ese ciclo integral del agua: la captación, conducción, tratamiento y distribución del agua potable y la recogida, transporte y depuración de las aguas residuales, gestionados por Emasagra, han sido sometidos a revisión, se han analizado pormenorizadamente, se han planificado y se han protocolizado a través de procedimientos e instrucciones de trabajo, integrando todo ello en un sistema de Calidad oficialmente Certificado conforme a la Norma UNE EN ISO 9001. Conforme a estos planes de Calidad, se garantiza de forma especial, la calidad del agua suministrada. Para ello, EMASAGRA cuenta con un departamento de Control de Calidad, dotado de un laboratorio equipado con material de última tecnología en el que se ana- Certificados ISO 9001 e ISO 14001 207 capitulo 2: el agua de granada 208 Laboratorios de Control de Calidad las aguas de granada lizan la mayoría de los parámetros de control y cuya acreditación ante el ENAC es ya casi presente. Igualmente, se garantiza el respeto absoluto al medio ambiente en el desarrollo de los antedichos procesos. Para ello, se ha analizado cada uno de ellos, se han identificado los posibles impactos y las medidas correctoras necesarias, las situaciones de emergencia y las acciones requeridas. Se han trazado objetivos y se han establecido sistemas de seguimiento y control del cumplimiento de los mismos, y todo este Sistema de Gestión se ha sometido a verificación, obteniéndose para el mismo la correspondiente Certificación conforme a la Norma UNE EN ISO 9014. En armonía con lo anterior, y diríamos que con carácter absolutamente prioritario, Emasagra ha hecho de la prevención de riesgos laborales una de sus más altas preocupaciones. Con el asesoramiento del grupo AGBAR y la colaboración de sus trabajadores, ha examinado minuciosamente las situaciones de riesgo y los modos de eliminarlo. Ha desarrollado todo un compendio de procedimientos, instrucciones y planes de prevención y ha instruido a sus trabajadores en el uso de los medios de protección personal y en el respeto a la norma. Como consecuencia de este bien hacer, ha sido la primera empresa del sector que ha obtenido la Certificación tras la Auditoría de Prevención de Riesgos Laborales. Tubería para el colector de Cenes Fruto de la antes referida preocupación medioambiental ha sido la realización en este periodo de obras de gran impacto ecológico: La construcción de un nuevo colector de alcantarillado con origen en Pinos Genil, que recibe las aguas residuales de este municipio y las de Cenes de la Vega y las evacua a la Estación Depuradora del Camino de Purchil, ha permitido acabar con los malos olores y las consiguientes molestias para los vecinos de las márgenes del Genil, causadas por los vertidos directos a su cauce. Igualmente, la construcción de un colector con origen en Huetor Vega que recibe las aguas residuales de su núcleo urbano y las evacua a la citada Estación Depuradora del Camino de Purchil, ha permitido la eliminación de los vertidos directos al cauce del río Monachil, denunciados por los vecinos de sus riberas por las molestias que les causaban los olores desprendidos de las aguas del río. Se ha diseñado y construido una central de cogeneración de energía eléctrica en la EDAR del Camino de Purchil, que, utilizando el biogás generado en el proceso de digestión anaeróbica de los fangos como combustible de dos grupos moto generadores, produce más del 40 por ciento de la energía total necesaria para la planta. De esta forma se ha Colector en Huetor Vega 209 capitulo 2: el agua de granada El tiempo transcurrido entre la redacción de los proyectos de las Estaciones Depuradoras de Aguas Residuales y la puesta en servicio de las mismas y el cambio acaecido en los últimos años, respecto de los usos y costumbres en los hogares y estable- cimientos comerciales e industriales, en los que cada día se utilizan más y más potentes productos químicos han propiciado un extraordinario crecimiento en los índices de contaminación del agua residual. Tanto la contaminación orgánica como la de carácter químico, han crecido en más de un cincuenta por ciento respecto de las cifras de proyecto e igual ha sucedido con el resto de los parámetros de caracterización del agua. Como consecuencia, el rendimiento de las plantas ha venido sufriendo decrementos continuos. Para llevar la situación a su estado de proyecto han sido necesarias las siguientes actuaciones: · Ampliación de la línea de aguas y la línea de fangos en la Estación Depuradora de Aguas Residuales del Camino de Purchil. Para ello ha sido precisa la modificación de los sistemas de entrada y desbaste con la instalación de un nuevo tornillo de Arquímedes y la incorporación de un nuevo tamiz en escalera; la construcción de un cuarto reactor biológico y la modificación del sistema de transferencia de oxígeno en los tres restantes reactores; la construcción de un cuarto decantador secundario; la construcción de un nuevo espesador Central de Cogeneración en la EDAR Sur Nuevo sifon del río Darro evitado la combustión de este gas en la atmósfera y la contaminación ambiental consiguiente y se ha reducido de forma indirecta la producción de energía eléctrica por otros medios. En lo que se refiere al abastecimiento de agua potable, gracias a la colaboración de la Junta de Andalucía, que ha financiado el proyecto y la ejecución de las obras, se ha finalizado la construcción de una nueva conducción, en sifón, para cruce del río Darro, a la altura de la Chumbera, que enlaza las cabeceras del canal de conducción entre la Estación de Tratamiento de la Lancha del Genil y el núcleo de depósitos de Cartuja. Con ello se ha visto satisfecha la antigua y más que justificada aspiración del Servicio de asegurar el transporte de los caudales exigidos por el crecimiento urbano del norte y oeste de la ciudad. 210 las aguas de granada de fangos por gravedad y un nuevo flotador, lo que, en conjunto, representó una inversión superior a 3 millones de euros. · Mejora de la calidad de los fangos digeridos en la EDAR del Camino de Purchil mediante la sustitución de los filtros de banda por centrifugadoras, lo que ha permitido disminuir su contenido en humedad, facilitando su transporte, manipulación y desecación para su posterior uso como abono agrícola por un importe superior a 500.000 euros · Modificación de la arquitectura y componentes de los reactores biológicos en las EDAR del Puente de los Vados, mediante la construcción de un selector metabólico y la sustitución de parrillas y domos de distribución de aire, con objeto de mejorar la calidad del tratamiento aeróbico mediante el aumento de la concentración de oxígeno disuelto en el agua residual durante su estancia en los reactores, por un importe total de 183.135 euros · Construcción de un nuevo espesador por flotación de fangos biológicos en exceso e instalación de equipos de presurización de aire y bombeo de fangos, por un importe total de 150.250 euros. · Formalización de un Acuerdo con Puleva S.A. para la construcción de una planta específica en la EDAR del Puente de los Vados para tratamiento de asimilación de sus aguas industriales a aguas urbanas y su posterior depuración, por valor de 175.632.070 pesetas Obras de ampliacion de la EDAR SUR Nuevas Centrifugadoras de Fangos Además de estas destacadas obras, Emasagra ha realizado en este periodo de tiempo un enorme esfuerzo inversor, superior en numerosas ocasiones al comprometido como consecuencia de la constitución de la empresa mixta. Este esfuerzo llegó a todo el ciclo del agua, pero tuvo su mayor dedicación a la renovación y ampliación de las redes urbanas de distribución de agua potable y de alcantarillado. Las cifras así lo expresan: 57. 891 millones de euros de inversión total, de los que 17.486 millones lo fueron para la red de abastecimiento y 23. 822 millones para la de saneamiento, debiendo destacarse de entre estas actuaciones en las redes, la renovación, con participación de la Universidad de Granada, de las redes de los polígonos universitarios de Cartuja y de Fuente Nueva. 211 capitulo 2: el agua de granada Reforma de los Reactores Biológicos 212 Planta Industrial de Puleva Obras en el polígono universitario de Cartuja Nuevo flotador en EDAR Los Vados las aguas de granada Para asegurar el efecto de estas actuaciones a lo largo del tiempo era necesario establecer una estructura de mantenimiento acorde con los objetivos trazados de aseguramiento de la calidad y de la gestión medioambiental. Emasagra respondió a este reto creando los departamentos de Gestión De La Demanda, cuya misión exclusiva y única es dar cumplida explicación del destino de cada litro de agua tratada y el de Control de Vertidos, que centra sus funciones en la vigilancia y control de la contaminación de las aguas residuales, ayudando a los industriales en el cumplimiento de la Ordenanza Municipal de vertidos y, por último, el de Investigación y Desarrollo que se ocupa de las irrenunciables tareas de I + D + i. Ha sido también prolijo este periodo en la promulgación de nueva legislación sobre el agua y sus usos. En el año 1998 se publica el Plan Hidrológico de la Cuenca del Guadalquivir. En el 2000 el R.D.L. de evaluación de impacto ambiental que modifica el de 1986. En el 2001 se el texto refundido de la Ley de Aguas y el Plan Hidrológico Nacional. En el 2003 se modifica el Reglamento del Dominio Público Hidráulico y por R.D. 140/2003 se aprueban Los Criterios Sanitarios de la Calidad del Agua de Consumo Humano, de trascendental importancia para el desarrollo de la actividad de Emasagra. Es también de destacar el gran esfuerzo realizado por Emasagra, en este periodo, para acercar sus actividades a sus abonados, certeramente convertidos en sus clientes. Al servicio de este esfuerzo, se remodelaron las oficinas de contratación y atención al cliente, dotándolas de espacios de atención individualizada así como de zonas de espera dotadas de todos los servicios auxiliares. Un sofisticado sistema de gestión de colas ha permitido optimizar los recursos asignados a cada tipo de gestión, reduciendo a lo mínimo tanto los tiempos de espera como los de estancia máxima en las oficinas Pese a ello, y para evitar a quien así lo desee desplazamientos y pérdidas de tiempo se ha apostado fuerte por la atención a distancia creando una red de oficinas virtuales desarrolladas en tres vías alternativas a la tradicional: · Atención telefónica Integral, que permite realizar cualquier operación a través del teléfono. · Creación de una oficina virtual en su página web, que permite a los clientes acceder a cualquiera de sus contratos de suministro y operar sobre ellos; cambiando su domiciliación, introduciendo la lectura de su Atención al cliente contador o solicitando un duplicado de factura por poner algunos ejemplos, además por supuesto de contratar un nuevo suministro. · Y por último, implantación de un sistema de Terminales Punto de Servicio que, a modo de cajeros automáticos, permiten a nuestros clientes operar como si estuviesen en las oficinas. Es también de resaltar una mejora que completa el sistema de atención a distancia de calidad. Consiste esta mejora en un novedoso sistema de contratación al que hemos dado el nombre de Contrato ide@. (Contrato integral de alta). Con este sistema de contratación una simple llamada de teléfono, el acceso a la página web, o una visita a uno de los terminales punto de servicio es suficiente para la contratación del suministro, que se perfecciona con toda comodidad en el domicilio del cliente. Emasagra ha querido también adquirir compromisos de cumplimiento con sus clientes: · Instalación del contador en dos días a partir de la formalización del contrato de suministro · Contestación a cualquier reclamación en el plazo de ocho días hábiles · Resolución de solicitudes de cambio de uso en diez días hábiles · Informe y presupuesto en las solicitudes de acometida en 15 días hábiles 213 capitulo 2: el agua de granada · Ejecución total de la acometida en quince días hábiles a partir de la formalización y abono del contrato. Entendemos y consideramos parte de esta actividad cercana al cliente los compromisos de carácter cultural contraídos en este periodo: Emasagra está hoy presente en los colegios, institutos y facultades universitarias. Sus conocimientos, sus experiencias, sus instalaciones son compartidas por todos los que las solicitan, de tal forma que podemos decir que el agua, su importancia y sus problemas inunda las aulas de Granada. Por sí o en colaboración con otras entidades ha estado presente en numerosísimos eventos en nuestra ciudad: exposiciones, conciertos, conferencias, actividades deportivas, congresos y jornadas técnicas, etc. Ha financiado, por si o en colaboración con otras entidades la restauración del patrimonio granadino, destacando, a modo de ejemplo, 214 Triptico Con Los Cinco Compromisos Con El Cliente la instalación del monumento al aguador en la plaza de la Romanilla, la restauración y mantenimiento de fuentes y pilares, la restauración de los aljibes del Albayzín, la creación y equipamiento del Centro de Interpretación del Agua, la restauración y tratamiento del antiguo cauce de la acequia Gorda en la calle de San Antón etc. Y hemos de poner como colofón de esta actividad, la donación a la ciudad de la fuente monumental, ya bautizada como de las granadas, en el Paseo del Salón, y sobre todo, y como expresión de sentida vocación, la creación de la Fundación Cultural Emasagra de reciente constitución. Por último, y conectado con lo anterior, no podemos dejar de mencionar el sin fin de agradecimientos que Emasagra recibe cada año de los centros educativos de la ciudad por los programas educativos sobre el agua que pone a disposición del alumnado. Las felicitaciones e incluso premios o medallas de Asociaciones de Vecinos por su trabajo en pro de la ciudad y de sus ciudadanos. El premio Ideal 2000 otorgado por el diario Ideal a la mejor página Web, resaltando la concepción de la página como un servicio público. El primer premio en la categoría Facturación a Clientes concedido por la International Water Association (IWA) en el acto celebrado en Berlín, bajo la presidencia del canciller alemán en Octubre de 2001. El premio a la Innovación Tecnológica, concedido por la Cámara de Comercio de Granada en 2002. El primer premio, otorgado por la International Water Association (IWA) en la categoría de Servicios a Clientes, 2004 por su trabajo Oficina Virtual. El de hoy mismo, el premio Aquacivit 2007 a la gestión eficiente del agua en la categoría Políticas de Consumo racional del agua, concedido al Ayuntamiento de Granada y a Emasagra por su programa Granada Hacia una Nueva Cultura del Agua. Y sobre todos ellos, la valoración, como mejor servicio público, que, año tras año, hacen los granadinos de Emasagra en la encuesta de valoración que se acompaña a sus planes de calidad. las aguas de granada 215 Premio Aquacivit 2007 capitulo 2: el agua de granada 216 La fuente de las Granadas las aguas de granada La Granada futura La Emasagra local de 1997 se ha hecho Metropolitana, acercando a los municipios de Alhendín, Armilla, Cájar, Cenes de la Vega, Churriana de la Vega, Cullar Vega, Gójar, Huetor Vega, Las Gabias, Ogíjares, Pinos Genil, Pulianas y La Zubia, con los que ha establecido convenios para la gestión integral del ciclo del agua, en unos casos, el agua de Granada y, en todos, su tecnología, su experiencia y su disponibilidad. El entendimiento entre todos y el buen hacer, también de todos, ha sido el embrión del Convenio Metropolitano que ha definido los planes futuros del abastecimiento y saneamiento. Hoy, los clientes de Emasagra se contabilizan en 184.340 y el número de sus trabajadores es de 235. El futuro es reto y es motivación. El cambio climático, ayer temor de algunos y siempre futurible, se presenta hoy cercano, casi inmediato, casi presente. El hoy es sequía, es, para Emasagra, gestión de la escasez. El mañana puede ser inundación y, si así lo fuera, será también para Emasagra, gestión del daño y de su reparación y ambas situaciones, al fin, examen de buena gestión. La prolija y exigente legislación en vigor, (29 textos legales de carácter estatal, 6 de carácter autonómico y 18 de carácter europeo), que, en todo o en parte regulan asuntos en materia de aguas y sobre todo, la velocidad de cambio normativo (ya se anuncia una nueva reforma de la Ley de Aguas de 2001) son también dificultades añadidas que, no cabe duda, se sabrán superar. La historia futura del agua en Granada no se entiende, o mejor, no debería entenderse, circunscrita a la Ciudad. De hecho, como ya se ha señalado, la historia del agua de hoy es la de catorce municipios. Pero existe otra historia paralela, la de los municipios del norte y oeste de la Ciudad: Albolote, Ambroz, Atarfe, Belicena, Chauchina, Fuente Vaqueros, Láchar, Maracena, Pedro Ruiz, Peligros, Pinos Puente, Purchil y otros, cuyo abastecimiento y saneamiento tiene ya una historia común de casi diez años de gestión única a cargo de la sociedad Aguasvira. En el mañana del agua no vemos claras las historias separadas de lo que geográficamente es tan próximo. El sentido común y la razón, que nos llevan a considerar que al agua disponible hay que darle los usos convenientes, destinando la de mejor calidad al consumo humano, la complejidad que encierra en estos tiempos la gestión del agua, los requisitos de calidad que exige la legislación vigente y las reglas de la economía, que hacen necesario o, al menos, muy conveniente considerar los factores de escala, parecen aconsejar la unificación de esfuerzos. En este sentido y así se conviniera, hemos de comenzar a acuñar nuevos términos: Del Agua del Avellano de antaño, pasando por el Agua de Granada hemos de llegar, hogaño, al Agua de la Vega de Granada. De las Aguas del Genil de ayer, pasando por las Aguas del Sistema Canales – Quéntar hemos de hablar, hoy, de las Aguas del Sistema Hidráulico de la Vega de Granada. Muchas cosas hay que cambiar y muchas otras habrán de hacerse de nuevo. Los objetivos básicos habrían de ser: · Garantizar la calidad de las aguas para consumo humano · Garantizar a los regadíos las dotaciones de agua establecidas en el Plan Hidrológico del Guadalquivir · Unificar la calidad de las aguas de consumo humano en todo el ámbito de actuación (El área metropolitana) · Actualizar las concesiones de agua, atendiendo los derechos históricos existentes · Asegurar la recarga del acuífero · Reutilizar las aguas residuales depuradas Para ello será preciso: · Realizar el inventario de los recursos disponibles · Analizar pormenorizadamente, las cuantías y los factores de demanda · Establecer los derechos de los usuarios · Convenir y determinar el modelo de gestión · Redactar un plan de actuaciones, que debería incluir: · El estudio de detalle del sistema hidráulico de la Vega de Granada · El plan director del abastecimiento en alta 217 capitulo 2: el agua de granada · Los planes directores de los sistemas de distribución en baja · El plan director del saneamiento y la depuración · El plan de modernización de los regadíos · Fijar los cánones y tarifas adecuadas a cada uno de los distintos servicios 218 Como consecuencia de todo ello será necesario un importantísimo esfuerzo inversor destinado a la dotación de las infraestructuras hidráulicas de abastecimiento y saneamiento requeridas (piénsese que en una gran parte de nuestros municipios no existe diferenciada una red de alcantarillado de la red de riegos), entre las que deben incluirse los colectores troncales y los emisarios de transporte a las estaciones depuradoras y, en su caso las ampliaciones necesarias de la estaciones depuradoras actuales. Se dispone de los recursos suficientes: Embalses de Canales, Quéntar, Colomera y Cubillas, con capacidad total de 146 Hm3, del acuífero de la Vega con una reserva anual explotable de 250 Hm3, del manantial de Deifontes, con una aportación media anual en torno a 30 Hm3, es decir, un total de 426 Hm3. En lo que respecta al abastecimiento, se dispone de las tres plantas de tratamiento ubicada en la ETAP de la Lancha del Genil, con capacidad para 2.450 l/s, ampliables, si fuera necesario en otros 1.000 l/s y de la nueva planta del Chaparral, de inmediata entrada en funcionamiento con capacidad para 1.000 l/s. Se puede disponer, también, del depósito y del canal de Loaysa, que, puestos en servicio, podrían garantizar las aportaciones necesarias a los municipios del borde Sur. Con respecto al saneamiento, están en servicio las Estaciones Depuradoras de Aguas Residuales del Camino de Purchil y del Puente de los Vados y está en fase de proyecto la EDAR de Láchar - Peñuelas El futuro va a exigir las mayores garantías, por lo que sería deseable la construcción de un embalse en el río Velillos que completaría, para un largo periodo de tiempo, las garantías de abastecimiento al sistema de la Vega. Habrá que construir un anillo de interconexión en alta de los sistemas locales de distribución que, en parte, ya está realizado. Será necesaria la ejecución de colectores y emisarios que conecten los sistemas locales de alcantarillado a las estaciones depuradoras de aguas residuales, previa ampliación de estas hasta las capacidades requeridas. Con miras a todo esto, el 6 de octubre de 2006 se firmó el “CONVENIO DE COLABORACIÓN ENTRE LA AGENCIA ANDALUZA DEL AGUA DE LA JUNTA DE ANDALUCÍA, EL EXCMO AYUNTAMIENTO DE GRANADA, EL CONSORCIO PARA EL DESARROLLO DE LA VEGA-SIERRA ELVIRA, EL CONSORCIO SIERRA NEVADAVEGA SUR Y LOS AYUNTAMIENTOS INTEGRADOS EN EL MISMO, PARA LA COORDINACIÓN, EJECUCIÓN Y FINANCIACIÓN DE LAS OBRAS PRECISAS PARA LA MEJORA DE LA GESTIÓN, EN ALTA, DE LOS SERVICIOS PÚBLICOS DEL CICLO INTEGRAL URBANO DEL AGUA EN LOS ÁMBITOS TERRITORIALES CORRESPONDIENTES EN EL ENTORNO METROPOLITANO DE GRANADA”. Este Convenio va a suponer una inversión en materia de abastecimiento, saneamiento y depuración de casi 162 millones de euros y va a permitir resolver, en su práctica totalidad, la dotación de las infraestructuras comunes al Ciclo Integral del Agua en el Area Metropolitana de Granada. Pero este considerable esfuerzo deberá complementarse con la modernización y correcta gestión, de las redes locales de distribución de aguas potable y de evacuación de aguas residuales, separando éstas de las aguas de riego y encauzándolas hacia puntos de vertido en los colectores generales. Será también necesaria la construcción de tanques de tormenta que permitan la laminación de los caudales máximos de lluvia y su posterior tratamiento de depuración. En resumen, el futuro, a muy corto plazo, habrá de ser el riguroso cumplimiento de la legislación en materia de aguas y de protección y preservación del medio ambiente hídrico. La demanda previsible para el año horizonte del 2020 es de 252 Hm3, de los que 175 estarían destinados a riegos, 7 a usos industriales y 70 al abastecimiento. Las cuentas aparecen, al menos en principio, claras. Seguro que la buena voluntad y el mejor quehacer acabarán haciéndolas transparente realidad. aguas de granada Bibliografía ARCHIVO HISTORICO MUNICIPAL DE GRANADA: Título de las Ordenanzas que los muy ilustres y muy Magnificos Señores de Granada mandan que se guarden para la buena governacion de su República. Las cuales mandaron imprimir para que todos lo sepan y las guarden. Año 1552. ARCHIVO HISTORICO MUNICIPAL DE GRANADA: Ordenanzas que los muy ilustres y muy Magnificos Señores de Granada, mandaron para la buena governacion de su República, impresas año 1552. Que se han buelto á imprimir para mandato de los señores Presidentes, y Oydores de la Real Chancillería de esta Ciudad de Granada, impresas año de 1670. Granada, en la Imprenta Real de Francisco Ochoa. 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