3.3.2 ¿Me porte bien?

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3.3.2 ¿Me porte bien?
Al analizar la manera en que la falta de autorregulación afecta en el desempeño
escolar de los alumnos me di a la tarea de buscar estrategias que permitieran a
los alumnos desarrollar ésta capacidad.
Una de ellas tiene que ver con la autoevaluación, ésta se utiliza para el desarrollo
de la autorregulación, pues permite observar el desempeño conductual durante las
sesiones de trabajo, Bornas,(1998) menciona que es una de las habilidades que
presenta la persona que sabe autorregularse; es definida por el autor como “la
comparación de la información acerca de la realidad de nuestro comportamiento
con la información contenida en los criterios u objetivos previamente establecidos”
(pág.110).
Por otro lado, Vázquez M. (s/f) la menciona como automonitoreo, la cual consiste
en darse cuenta del propio comportamiento y evaluarlo, a fin de lograr un mejor
control sobre sí mismo y sobre la relación con el medio. De esta manera el alumno
aprende a observar su propia conducta y reducir sus problemas de
comportamiento. Con tal estrategia se aumenta la responsabilidad del niño en su
propio aprendizaje y conducta. Existe relación entre las dos definiciones al
mencionar que el alumno evalúa su comportamiento en las diferentes situaciones
que se le presentan y por consiguiente promueve el cuidado de ésta para lograr
un mejoramiento en su conducta.
Ésta estrategia la trabajé con el propósito de que los alumnos observaran su
conducta durante las sesiones de trabajo, y de igual manera
cumplieron con las reglas establecidas o no.
evalúen si
Para desarrollar ésta estrategia se realizó una tabla de registro, que contiene las
reglas que en un principio se establecieron junto con los alumnos en el salón de
clase y ésta es complementada con el establecimiento del reglamento, mismo que
conforma parte de las estrategias para el empleo de valores (Anexo); pues a
través del llenado de la tabla se puede observar el cumplimiento o logro de las
reglas establecidas. Se explicó que al término de cada sesión se llenaba esta tabla
colocando una estrellita donde los niños se evaluarían diciendo si cumplieron o no
con las indicaciones o reglas establecidas en el reglamento.
En un principio me colocaba frente a la tabla, una a una mencionaba las reglas
y preguntaba ¿Cumpliste?, ¿La llevaste a cabo?, cuando sus respuestas eran
positivas se coloca una estrella en el lugar que correspondía. Cuando existían
dudas sobre sus comportamientos, o yo observaba que decían “mentiras” se
solicitaba a sus compañeros ayuda para corroborar la información realizando
cuestionamientos como ¿Recuerda
todo lo que hiciste, primero hicimos….
Después… cumpliste con la regla? o ¿Chicos recuerdan si… cumplió?
Por ejemplo el día de enero al finalizar la clase comencé a mencionar las reglas
establecidas.
M.F : Armando ¿Dijiste groserías?
A: No
E.: Si maestra si dijo.
M.F: Haber Armando recuerda lo que sucedió hoy en la clase… ahora
responde ¿dijiste alguna grosería?
A: si dos veces.
M. F: entonces ¿Ganaste estrella en este aspecto?
A : No.
Éste fragmento es una muestra de las diferentes correcciones que realizaban los
compañeros hacia algunos de los alumnos, los compañeros respondían según lo
que habían observado; no obstante, a pesar de escuchar las respuestas de su
compañeros se volvía a preguntar al alumno ¿Cumpliste con …? Obteniendo una
respuesta sincera.
Éste tipo de correcciones se observaron durante las primeras sesiones de trabajo;
entre ellos se ayudaban para evaluar su comportamiento, los niños requieren de
apoyos para evaluarse y verificar si lo hicieron de manera adecuada, Lo que me
permite conocer que la autorregulación requiere de apoyo o ayuda para su
desarrollo; en éste caso la ayuda la otorgan los mismos compañeros de los
niños. El buscar o solicitar éste apoyo es importante pues al ser una persona que
participa en su grupo de iguales quien observa la conducta puede llegar a ser
objetiva en el sentido de tener las mismas condiciones al reconsiderar su actuar
durante las actividades de trabajo.
En éste caso la ayuda principal son los compañeros; no obstante parte del trabajo
del profesor es promover éste tipo de habilidades en los alumnos
que les
permita autorregular su conducta; por otra parte también buscar que los apoyos
que se den sean objetivos; por ejemplo esté el ayudar a sus compañeros a
recordar y evaluar su comportamiento. También la revisión de los eventos
realizados durante las sesiones les permite darse cuenta de su actuar y pueden
valorar de manera más real su comportamiento.
Como dificultades se observó que en un principio los niños respondían que
cumplían con las reglas para obtener las estrellas aunque no lo hubieran hecho
esto provocaba que se generara discusión sobre su comportamiento durante la
clase y lo que argumentaban los alumnos, por lo que se solicitaba la ayuda de sus
compañeros para rectificar la información o respuesta de los alumnos.
Como actividad permanente, el llenado de la tabla se realizaba cada vez que
asistían a clase; después de varios ejercicios los niños sabían o autoevaluaban su
conducta durante la sesión; no era necesario que me colocara frente a la tabla de
registro para mencionarles las reglas establecidas pues ellos lo hacían solos,
tampoco era necesario recordar o solicitar la información de sus compañeros,
pues sólo se dedicaban a llenar lo que hicieron; aun así cuando los alumnos se
retiraban del aula observaba la tabla y corroboraba que las estrellas que se
encontraban en la tabla coincidían con el comportamiento que desempeñaron en
la sesión.
¿Se logró?, considero que sí, aunque es un proceso que poco a poco se
desarrollará los alumnos controlan o autorregulan su comportamiento
por
conseguir las ”estrellitas” y mostrarles a sus compañeros que han ganado más
que ellos, también se logró el desarrollo o empleo del valor de la honestidad
siendo que éste no estuviera contemplado como punto medular del trabajo, pues
al término de
la
actividad, durante las últimas
sesiones se propuso que
contestaran la tabla solos; después de que los chicos iban a su aula regular al
observar la tabla me di cuenta que los niños respondieron según habían cumplido
con la regla o no. No obstante con la práctica continua de ésta autoevaluación
los chicos dejan de lado los apoyos que en un principio se tenían y autoevalúan
su comportamiento de manera autónoma.
Por otra parte, la forma en que los alumnos se referían entre ellos supone un
cambio en sus interacciones; pues al recordar las reglas por ejemplo “evitar decir
groserías” los alumnos buscaban cumplir con ella y por lo tanto cambiaban su
forma de expresión, al recordar los aspectos que se mencionan en la tabla de
registro se propició el empleo del valor del respeto.
Esto me permite observar en los alumnos la responsabilidad por el cumplimiento
hacia las reglas que se establecen; la honestidad al contestar con la verdad sobre
el desempeño de su conducta durante las diferentes sesiones.
Al término de la aplicación de ésta estrategia se puede mencionar que se
identifican tres fases para lograr la autonomía en la autoevaluación; la primera
tiene que ver con el apoyo que los alumnos donde el guía o en este caso el
profesor
solicita el apoyo del grupo de iguales para evaluar la conducta;
la
segunda donde el grupo de iguales se apoya en realizar la autoevaluación y
orientador deja su función y la tercera donde el alumno es autónomo; es decir no
requiere de apoyos para realizar la evaluación de su conducta.
En cuanto a ésta estrategia me permite concluir que la autorregulación es un
proceso
que
requiere de práctica y de apoyo para poder llevarla a cabo;
conforme pasa el tiempo y a través de la experiencia la persona es autónoma en
la modificación de su conducta.
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