8. La España del siglo XVI. 8.1. El Imperio de Carlos V. Conflictos

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8. La España del siglo XVI.
8.1. El Imperio de Carlos V. Conflictos internos: Comunidades y Germanías.
Con Carlos I, nieto de los RRCC, la corona española quedó en manos de la dinastía de los
Habsburgo, o de los Austrias. Carlos recibió una inmensa herencia proveniente de su
madre (Juana de Castilla, hija de los RRCC el reino de Castilla, el reino de Navarra, las
plazas del norte de África, las Canarias y los territorios americanos, la corona de Aragón y
sus posesiones mediterráneas y de su padre Felipe de Borgoña: los Países Bajos, el Franco
Condado y Luxemburgo, las posesiones de Austria y los derechos a la corona imperial del
sacro Imperio Romano Germánico. En 1519 tras la muerte de Maximiliano, Carlos se
coronó emperador como Carlos V de Alemania. Todos estos territorios, heterogéneos con
intereses distintos y en algunos casos divergentes. No hubo una política económica común,
ni su titular tenía los mismos derechos en cada uno de esos Estados, no tenían ninguna
institución común, solo la figura del rey. Todos los territorios heredados Carlos los pone al
servicio de una idea Imperial de tradición medieval defender la cristiandad bajo la
hegemonía universal de la casa de los Austrias, contra un enemigo común: los turcos y más
tarde, los protestantes y en su gran proyecto imperial tendrá la oposición de la corona de
Francia y los recelos del Papa. Cuando llega a Castilla, Carlos no fue bien acogido, era un
rey extranjero, no hablaba castellano, estaba rodeado de consejeros flamencos, defendía el
autoritarismo y además había convocado Cortes para imponer a las ciudades castellanas un
tributo para financiar su coronación imperial. Cuando marcha a Alemania deja como
regente a Adriano de Utrecht. Todo este descontentó va a provocar un levantamiento
armado en muchas ciudades castellanas con Toledo a la cabeza, Segovia, Burgos.. En estas
el poder municipal fue sustituido por comunas, (de ahí el nombre de Comunidades)
integradas por artesanos, comerciantes y miembros de la baja nobleza y el bajo clero. Entre
sus reclamaciones destacan: el regreso de Carlos a España, la exclusión de extranjeros de
cargos políticos, mayor protagonismo de las Cortes, reducción de impuestos... los
comuneros piden la intervención a la reina Juana recluida en Tordesillas, a lo que se negó,
el conflicto se radicalizó y se convirtió en rebelión anti-señorial, por lo que la nobleza,
hasta entonces al margen, unió sus fuerzas a las del rey y los comuneros fueron derrotados
en Villalar (1521) y sus líderes – Padilla, Bravo y Maldonado- ajusticiados. A pesar de su
victoria Carlos se deshizo de la camarilla de flamencos, nombró consejeros a miembros de
la nobleza castellana (Enrique Enriquez e Iñigo de Velasco) suspendió la recaudación de
impuestos y prestó más atención a los asuntos castellanos. El movimiento de las
Germanías (1519-1523) se inició en Valencia y se extendió a Murcia y Mallorca. Desde el
principio tuvo un carácter social de luchas antiseñoriales de los artesanos y burgueses para
frenar los abusos que la nobleza. El rey había confirmado a los artesanos el permiso para
formar una milicia –Germanía- en caso de ataque de los piratas berberiscos. La situación en
1519 en el reino de Valencia era crítica, sufrían una epidemia de peste y frecuentes ataques
de los berberiscos. Los artesanos tras reunirse en junta, proponen la reducción de los
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privilegios de los nobles, (muchos habían abandonado las ciudades) y las germanías se
hicieron con el poder municipal. El Ejército imperial, con el apoyo de la nobleza acabó con
la rebelión en 1523 “Batalla de Orihuela”. Aunque comuneros y agermanados coincidieron
en su lucha en el mismo tiempo, sin embargo no se coordinaron y tuvieron como
consecuencia la derrota de los sectores burgueses y el refuerzo del poder de la monarquía,
aliada con la alta nobleza, así como el declive de las Cortes, sobre todo en Castilla, como
institución fiscalizadora de la actividad del rey. Los nobles temerosos e impotentes ante las
rebeliones se convirtieron en aliados fieles del rey y en consecuencia la costosa política
imperial posterior se financió con recursos humanos y económicos de Castilla obtenidos sin
casi oposición. Cansado y frustrado, Carlos I abdicó en 1556 y se retiró a Yuste donde
murió en 1558. La división de la herencia de Carlos V parecía ofrecer a su hijo Felipe II la
oportunidad de liberarse de muchos conflictos y aliviar a España de la carga de la política
imperial.
8.2. La monarquía hispánica de Felipe II. La unidad ibérica.
Felipe II solo recibió una parte de la herencia paterna pues Carlos, consciente de la
dificultad de gobernar tan distintos territorios, tras retirarse a Yuste en 1556, dejó el titulo
imperial y la corona de Austria a su hermano Fernando. A pesar de ello Felipe reunirá en su
persona un imperio mayor que el de su padre, porque a los territorios de Castilla (incluidos
los del Nuevo Mundo y el Pacifico), de Aragón con sus territorios italianos y los Países
Bajos, añadió Portugal y su imperio ultramarino, herencia que recibió a través de su madre,
Isabel de Portugal. En 1578 murió el rey de Portugal Sebastián I, sin descendientes
directos, el trono pasa a tu tío abuelo, el Cardenal Enrique que muere dos años después
también sin descendientes, siguiendo la línea sucesoria reclaman la corona dos nietos del
rey Manuel el Afortunado, el heredero será Felipe II, lo que significa la unión dinástica de
ambas coronas y por tanto la unidad ibérica. una unión personal pues Portugal continúo
conservando todas sus instituciones: sus costumbres, privilegios,… Parte importante de la
nobleza y los grandes comerciantes portugueses pensaban que la unión podía traer
importantes beneficios políticos y económicos. Las clases populares portuguesas, sin
embargo, no veían con buenos ojos la anexión a España. Finalmente, Felipe II decidió la
invasión de Portugal que encargó al Duque de Alba. Las tropas castellanas llegaron a
Lisboa sin encontrar apenas resistencia. Las Cortes portuguesas reunidas en Tomar
proclaman rey a Felipe II en 1581.
Tras la abdicación de su padre, Felipe II asentó su Corte en Madrid, en 1561, poniendo fin
a la tradicional corte itinerante. Esto le alejó de sus posesiones europeas y fue dotando a su
monarquía de un carácter más hispánico, base de su monarquía hispánica Sus
colaboradores más próximos eran castellanos en su mayoría, y su política internacional y
sus matrimonios tuvieron más en cuenta los intereses de Castilla, que era la que financiaba
la mayor parte de su política. Su herencia de la defensa del catolicismo fue más radical e
impulsó la Contrarreforma. Rey burócrata y papelístico despachaba personalmente los
asuntos de estado. La política exterior de Felipe II heredó los problemas contra los
franceses a los que derrotó en San Quintín (1557) al igual que a los turcos (Lepanto 1571).
Pero surgieron nuevos problemas como la sublevación de los Países Bajos (1548-1668);
una rebelión que comienza siendo una guerra de religión, pero que tiene un trasfondo
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político ya que los protestantes quieren la autonomía primero y la independencia después,
además reciben la ayuda de Inglaterra, de Francia y de los príncipes alemanes. Felipe II no
pudo resolver este conflicto ni por la fuerza ni por la vía del diálogo y terminará
reconociendo la Unión de Utrecht, las provincias del norte de religión protestante y la
rivalidad con Inglaterra que condujo a la derrota de la Armada Invencible en 1588. El
escaso éxito de esta política y su alto coste llevaron a Felipe II a la bancarrota en tres
ocasiones Al finalizar su reinado España estaba arruinada y exhausta, y su imperio se
encontraba al borde de la desintegración. En el interior se enfrentará a la traición de su
secretario Antonio Pérez que habiendo escapado de la cárcel en Castilla se refugió en
Aragón bajo el amparo del Justicia, Felipe II tomará medidas de fuerza aunque no consigue
apresarle y la sublevación de los moriscos en las Alpujarras de Granada, provocada por el
empeoramiento de sus condiciones de vida serán sometidos, expulsados y repartidos en
tierras castellanas
8.3. La España del siglo XVI: el modelo político de los Austrias. La unión de reinos
Los Austrias van a continuar la política de los RRCC, afirmando su autoridad mediante un
progresivo control de los poderes y adoptando un gobierno basado en Consejos. La acción
de gobierno de la monarquía de los Habsburgo gira en torno a: una numerosa burocracia,
un ejército permanente, mercenario y numeroso, una diplomacia, para defender en cada
corte europea los intereses de la monarquía hispánica y una organización eficaz de la
hacienda para mantener todo el sistema de la política imperial debido a que los gastos
(principalmente por las guerras de la monarquía de los Austrias en Europa) eran mucho
mayores que los ingresos, (procedentes de los caudales de Indias, de los subsidios
aprobados en Cortes, de la emisión de deuda, de los préstamos y asientos que se veían los
reyes a pedir generalmente a banqueros extranjeros) con todo el Estado llegó varias veces
con Felipe II a estar en bancarrota. En cuanto el sistema de gobierno El monarca es el
centro de poder y de la corte, tanto Carlos como su hijo van a ejercer el poder de manera
directa y personal. Aparece la figura de los Cancilleres o Secretarios fueron surgiendo y
perfilando sus funciones con el paso del tiempo (Gattinara o Antonio Pérez) despachan los
asuntos diariamente con el rey, por lo general el rey no acudía a los consejos y los
secretarios le informaban. Los Consejos presididos por el rey, eran órganos consultivos
especializados en un aspecto determinado del gobierno, y lo formaban varios funcionarios
se mantienen los Consejos territoriales de Castilla, Aragón, Italia, Indias, Portugal y
Flandes y los Consejos que tenían competencia en asuntos concretos como el Consejo de
Estado (creado por Carlos I que se ocupa de asuntos de política exterior y cuestiones de
estado), Hacienda, Inquisición, Ordenes Militares.. En el ámbito territorial la diversidad era
grande, aunque algunas instituciones eran similares en varios territorios: Los virreyes que
suplían al monarca en algunos territorios, dada la estructura federal de la monarquía, había
uno en cada reino en Aragón, en Nápoles, en Portugal, en México y en Lima. En los P.
Bajos había con las mismas funciones un Gobernador. Las Audiencias que funcionaban
como tribunales de justicia. Se mantuvieron como las habían establecido los RRCC, en
Granada, Valladolid, .. En cuanto a las instituciones de administración territorial y de
representación local existía gran diversidad: Corregidores; eran cargos de nombramiento
real con amplias funciones.. y los poderes locales en constante decadencia a favor del
control de los corregidores.
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8.4. Economía y sociedad en la España del siglo XVI.
A lo largo del siglo XVI se dio en la península ibérica una etapa de crecimiento
demográfico y económico. La población se incrementó, alcanzando los 8 millones de
habitantes a finales de siglo, las mayores urbes estaban en Castilla como Toledo, Burgos o
Sevilla. La mayoría de la población siguió dedicándose a la agricultura, sobre todo al
cereal, al aumentar la población aumentó la demanda y se presiona para incrementar las
roturaciones y cultivar más tierras ante la imposibilidad de aumentar el rendimiento, spor
ello se amplió el espacio de cereales y de viñedo a costa de bosques aunque la ganadería
siguió siendo muy importante, disminuyen las exportaciones a los países del norte pero se
incrementaron los envíos a Italia y otros puertos mediterráneos. Las actividades artesanales
seguían siendo escasas aunque aumentó la demanda de productos en parte debido a los
colonos americanos. A pesar de que la nueva teoría económica que se impondrá en los
estados europeos desde el s. XVI el mercantilismo podría haber sido muy favorable a
España pues los nuevos territorios supusieron una importante fuente de ingresos pues el
oro y la plata fueron las mayores riquezas que se extrajeron de América, y especialmente
para la Corona. Pero España desaprovechó la buena coyuntura económica y empezó a
quedar relegada mientras que otros países como Francia, Inglaterra y Holanda iniciaban su
despegue económico. Los gastos de las Guerras acabaron provocando la ruina de la
Hacienda real, el endeudamiento y el aumento de la presión fiscal provocaron la ruina de
los sectores productivos. El crecimiento económico se tradujo también en una peligrosa
subida de precios. A mediados de siglo comenzaron a aparecer los primeros síntomas de
crisis. Los enormes gastos para el mantenimiento de la política imperial, y de la
administración hicieron que los Austrias tuvieran que recurrir a la creación de nuevos
impuestos, préstamos (asientos) con grandes banqueros, especialmente italianos y
alemanes y emisión de deuda pública (juros). En cuanto a la sociedad, se mantuvo la
sociedad estamental tripartita de la Edad media, (nobleza, clero y pueblo llano) destacando
la diferenciación de un grupo de nobles: los Grandes de España, una élite instituida por
Carlos I tras su coronación como emperador, su número aumentó con el tiempo, gozaban de
ciertos privilegios y desempeñaban altos cargos militares y diplomáticos. También se
generalizó el requisito de la limpieza de sangre para acceder a determinados cargos o
instituciones. La estratificación estamental tuvo en España muy graves consecuencias pues
ciertas prácticas económicas fundamentales para el desarrollo del capitalismo, como el
comercio, eran repudiadas por amplios sectores sociales como propias de judíos o
conversos e incompatibles con el honor.
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8.5. Cultura y mentalidades en la España del siglo XVI. La Inquisición.
Los reyes y la nobleza son los mecenas que apoyarán el movimiento cultural y artístico
denominado Renacimiento surgido en Italia durante el s. XV y que se introducirá en
España durante el s. XVI con los RRCC y Carlos I. Las ciencias tuvieron un amplio
desarrollo en las universidades, en medicina destacó Miguel Servet (circulación
sanguínea), en economía Tomás de Mercado y Luis Ortiz. En el campo de las letras, la
figura cumbre de la filosofía fue Luis Vives, que por sus ideas erasmistas tuvo que
exiliarse para huir de la Inquisición. En derecho destacó Francisco de Vitoria, creador
del Derecho Internacional y en la teología. Además de F. de Vitoria, Domingo Soto y
Francisco Suarez. En historia destacó el padre Mariana y en filología Juan Boscán. El
instrumento de difusión cultural fue el castellano. Ya en 1492, Antonio de Nebrija publicó
la primera Gramática castellana. En literatura destacaron los poetas Garcilaso de la Vega.
En teatro “La Celestina” (1499) y la primera novela picaresca “El Lazarillo de Tormes”. En
la segunda mitad del s. XVI, el clima de intolerancia y la falta de atmósfera crítica hicieron
retroceder la cultura humanística, pero la contrarreforma propició la literatura mística de
Santa Teresa, de San Juan de la Cruz, de Fray Luis de León… En cuanto a las
manifestaciones artísticas, durante el s. XV y principios del s. XVI se aprecia una
continuidad de las formas góticas en las que se intercalan elementos renacentistas
italianos, este primer renacimiento se llama plateresco, debido a la minuciosa y rica
decoración que recuerda al trabajo de orfebres y plateros (fachada de la Universidad de
Salamanca). En el s. XVI se produce una transformación con el triunfo definitivo de las
corrientes renacentistas cuya mejor obra es la Universidad de Alcalá de Gil Hontañón, o
el Palacio de Carlos V en La Alhambra, de Pedro Machuca. En la segunda mitad del XVI
había que destacar el Monasterio de El Escorial, de Juan de Herrera, obra cumbre del
renacimiento herreriano español, de fría simetría, con una austera decoración.. En
escultura destacan las obras de Alonso Berruguete, influenciado de Miguel Ángel y su
expresionismo, y Juan de Juni. En pintura sobresalen el retratista Sánchez Coello y
sobretodo El Greco de estilo manierista escorzos violentos, alargamiento de las figuras..
“El entierro del Conde de Orgaz”.
La Inquisición: Uno de los elementos más importantes de control ideológico y político fue
el Tribunal del Santo Oficio o Consejo de la Santa y Suprema Inquisición, solicitado al
Papa en 1478. Este tribunal estaba a las órdenes directas de los monarcas y su
jurisdicción abarcaba todos los reinos. Al frente estaba el Inquisidor General que dirigía y
coordinaba una serie de tribunales provinciales con sus respectivos inquisidores. Fue un
eficaz instrumento de control ideológico y político y aplicó un extremo rigor. Llevó a
cabo multitud de procesos. Durante sus primeros tiempos su objetivo principal fueron los
judíos conversos, para cuya creación había sido creado, pero más tarde sus actuaciones
se dirigieron contra cualquier tipo de disidencia (brujería, bigamia..) Llegó a tener un
férreo control sobre el pensamiento, con una vigilancia permanente sobre todo tipo de
publicaciones y actividades, en especial sobre la enseñanza y condicionó la evolución de
la cultura española. Las condenas se celebraban en una ceremonia pública llamada auto
de fe.
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