Raquel Prieto Martín I.E.S. Federico García Bernalt 4º B Nº 20 1

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Raquel Prieto Martín
I.E.S. Federico García Bernalt
4º B
Nº 20
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ENTREVISTA:
Fecha--- 27, 29 y 3 de los meses, diciembre (2007) y enero (2008)
Lugar--- Espino de la Orbada
Nombre del entrevistado: Tomás
Apellidos: Martín Martín
Actitud: positiva aunque melancólica
Le entrevista: Raquel Prieto Martín
Escogí a este anciano, mi abuelo, porque es una de las pocas personas que quedan en la
familia que, aunque fue con corta edad, vivió el periodo histórico en que ocurría la Guerra Civil
Española.
La entrevista la realicé en mi casa, en compañía de otros familiares que también
aportaban sus recuerdos y vivencias. Había un ambiente familiar muy agradable, me encontré de
repente en un círculo en el que había risas y carcajadas, melancolía y recuerdos, anécdotas y
relatos; él iba contestando a mis preguntas, y yo iba tomando nota.
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Nombre: Tomás Martín Martín
Fecha de Nacimiento: 9-3-1933
Vivió en: Espino de la Orbada (Salmanca)
Profesión de sus padres: Agricultor (trabajo en el campo) y ama de casa
Fotografía:
Le entrevista: Raquel Prieto Martín (presente también en la fotografía)
Fecha de Nacimiento: 27-9-1992
Vive en: Espino de la Orbada (Salamanca)
Profesión: estudiante
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Qué papel ocupa en tu propia vida la guerra de 1936: recuerdos, preocupaciones,
sentimientos vividos en el ambiente familiar; si se habla o no de aquella época, la
valoración general de la misma, etc.
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La Guerra me trae a la mente recuerdos, algunos buenos y otros malos, pero la
mayoría de angustia. Se tenía miedo a la represalia del enemigo y muchas
preocupaciones, demasiadas para un niño de mi edad. Recuerdo también que había
hambre, aunque no tanta como en la posguerra y penurias.
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Dónde y cómo pasaron la guerra las personas de tu familia. Procura
distinguir entre hombres y mujeres, entre niños y grandes, concretando en lo
posible fechas y periodos.
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En los años 1936-1939 mi familia y yo vivíamos en mi pueblo natal, Espino de la
Orbada. Excepto un tío de nombre José Manuel Martín Marcos, que fue asesinado en
el frente de Brunete.
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Los que se incorporaron al ejército u otras formaciones, ¿fueron movilizados o se
presentaron voluntarios?, ¿en qué unidades concretas y en qué circunstancias?, ¿por
qué motivos?
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La mayoría fueron movilizados, no voluntarios. Se encontraban en el frente
Nacional, ajenos a su propia voluntad. Los motivos son que pertenecían a la quinta
del 34, y por tanto en esa época ya tenían 18 años.
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Las mujeres. ¿pertenecían a algún organismo que desarrollara tareas de apoyo a los
soldados (margaritas, Acción Católica, Sección Femenina, etc.)¿Cómo y por qué se
afiliaron y qué cosas hacían, concretando lo más posible?
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Las mujeres en aquella época no participaban para nada en la vida política; se
limitaban a realizar las tareas del hogar, cuidar a los hijos y ayudar, en verano, en el
campo.
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El papel jugado por loas afectos durante el conflicto: novios y novias, “madrinas de
guerra”. Cómo se conocieron, cómo determinó la guerra la relación.
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Muchas de las relaciones de noviazgo tuvieron que separarse, muy a su pesar. En
muchos casos, la chica sabía que cabía la posibilidad de que su chico no volviera, y
en bastantes ocasiones ocurrió así.
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Padres e hijos. ¿cómo y en qué aspectos influyó la guerra en su relación?
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Recuerdo que la relación con mis padres era normal, o al menos yo no noté ninguna
diferencia al acabar la guerra. Lo que si se notaba era el miedo y la angustia que se
sentía.
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Los niños y la guerra. ¿qué recuerdan de la situación de los niños en la guerra? en el
caso de que ellos mismos fueran niños que den su visión de la misma.
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La verdad es que mis recuerdos son algo vagos y lejanos, ya que solo tenía 6 añitos
cuando la guerra terminó; lo que más me viene a la mente son los momentos de
angustia, aunque también me trae los buenos y divertidos recuerdos vividos en mi
infancia.
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La muerte. ¿Qué lugar ocupaba en tu vida? ¿La teníais muy presente?
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Creo a cualquier niño de corta edad la muerte le asusta, y bastante; más aún si sabes
que en cualquier momento puedes vivirla en tu propio pellejo.
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El entusiasmo. ¿Estaban entusiasmados con frecuencia por cosas relativas a la
guerra: victorias, recibimientos, etc.?
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Si que recuerdo que la gente estaba muy pendiente de los partes de guerra. También,
los familiares de aquellos que habían movilizado, esperaban impacientes su llegada.
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Las mujeres en la guerra. ¿Cómo vivieron la guerra, qué ocupaciones realizaban
diariamente?, ¿realizaban tareas específicas para la guerra (confección de prendas
para soldados, etc.)?
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Las mujeres se dedicaban principalmente a atender la casa (también salían al arroyo
a lavar y blanquear la ropa, iban al horno a cocer el pan o con un cántaro en la cadera
a buscar agua a la fuente) y cuidar a sus hijos, aunque en tiempo caluroso ayudaban
en el campo a los maridos.
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La alimentación. Dónde se abastecían; si tenían problemas para conseguir
determinados alimentos; cuál era la dieta habitual, etc.
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El menú diario era casi siempre cocido, que se componía de garbanzos, chorizo,
morcilla, la sopa y el tocino; le acompañaba de postre un exquisito arroz con leche o
flan de huevo. En Semana Santa se comía potaje, compuesto por garbanzos, arroz,
bacalao y algo de laurel; y huevos rellenos, acompañando de postre las famosas
torrijas o los buñuelos de bacalao. Y en Navidad lo típico era comer cordero. La
verdad es que si había algunos problemas para conseguir ciertos alimentos como son
las legumbres, el aceite, la harina y el azúcar, pero no tantos como los hubo posterior
a la guerra.
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El resto de recursos de primera necesidad: ropa, calefacción, etc.
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Calefacción en los pueblos no había; la única fuente de calor era la lumbre u hoguera
y el brasero de cisco. La ropa se confeccionaba en casa, ya que coser y tejer era una
de las actividades de “ocio” que poseían las mujeres; y era hereditaria, es decir, se
pasaba de los hermanos mayores a los hermanos más pequeños. Cuando se rompían
se zurcían o se remendaban y de un pantalón largo se podía sacar uno corto o una
camiseta vieja podía valer para trapo de cocina. Todo valía.
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Las ideas sobre la mujer. Si en su entorno había debate sobre el papel de la mujer
(emancipación de la mujer; el ideal de mujer cristiana frente a otros
comportamientos, etc.)
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Las mujeres no hablaban sobre el tema de su papel ni sobre su importancia. Atendían
a la casa pensando que era su obligación, pero en ningún momento se paraban a
pensar en el machismo de su marido o en la poca ayuda de los familiares varones. Su
mentalidad estaba tan cerrada, que ni ellas, ni nosotros los hombres nos dábamos
cuenta de la explotación y esclavitud a la que el sector femenino estaba sometido. Lo
hacían como un deber, porque para ellas esa era la función o el trabajo que tenían
que realizar en esta vida.
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¿Hubo en la familia casos de trabajo femenino, por la necesidad de sustituir a los
hombres?
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En mi familia no era una sustitución sino una ayuda en la estación de verano para
trabajar y labrar en el campo.
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¿Quiénes apoyaban a uno y otro bando en la localidad en la que vivían? ¿Por qué
cree que lo hacían unos y otros?
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En el pueblo las ideas políticas no se manifestaban, ya fuera por miedo o represión;
por tanto tampoco se manifestaban los bandos, aunque cada persona o familia tuviera
su ideología, sus pensamientos y perteneciera, en el silencio, a un bando o a otro.
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Las divisiones ideológicas o políticas dentro de la familia ¿Cuáles fueron las
relaciones entre ellos antes, durante y después de la guerra?
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No hubo divisiones políticas dentro de la familia; todos compartían las mismas ideas.
En mi caso personal, no noté ninguna diferencia de relación con mis padres cuando
acabó la guerra.
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Las comunicaciones a larga distancia. ¿Cómo funcionaba el correo, el teléfono, el
tren? ¿Cómo se desplazaban ellos?
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El correo siempre llegaba con retraso; el teléfono aún no había llegado a mi pueblo
en esa época y los trenes funcionaban con carbón, pero en mi pueblo no existía ni
existe este medio de transporte, aunque si en el pueblo de al lado, El Pedroso de la
Armuña. Recuerdo que mi madre me contó, que a mi tío, el antes mencionado, lo
desplazaron a Brunete en un vagón de tren de pésimas condiciones, unido a otros
muchos vagones repletos de gente, que cabían malamente, mientras cerraban las
puertas. En cuanto a como nos desplazábamos para ir de un pueblo a otro, puedo
decir que algunos tenían mulas y otros burro, aunque las familias más pobres
viajaban, como se dice popularmente, en el coche San Fernando, un ratito a pie y
otro caminando. Ir a la ciudad era un lujo, para mi un niño de tan solo seis años era
un sueño, una ilusión.
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Las propiedades. ¿Qué tipo de propiedades se tenían y su importancia?
¿Experimentaron miedo a perderlas antes o durante el conflicto? ¿Se produjo algún
tipo de requisa para sufragar la guerra?
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Las propiedades que poseía mi familia era principalmente terrenos de labranza. La
verdad es que había mucho miedo por temor a perderlas, y por tanto se perdería el
medio de trabajo. Se decía que los republicanos tenían como idea repartir a partes
iguales todos los terrenos y propiedades; propuesta que en mi opinión no hubiera
sido para nada negativa, porque de esta manera los ricos no serían tan ricos ni los
pobres tan pobres, aunque no compartirían mi idea las familias más ricas del pueblo,
ya que ellas saldrían “perjudicadas”.
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Persecuciones religiosas. Muertes, persecuciones o destrucciones que recuerden.
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Un familiar lejano que habitaba en el pueblo sufrió la persecución por parte de los
falangistas. Los hechos ocurrieron así:
Una mañana, se encontraba dicho hombre en su casa, cuando llamaron a la
puerta exigiendo que saliera. Eran unos falangistas. Él contesto: “yo no salgo, si os atrevéis
entrad a buscarme”. En el tiempo en el que racionaban los falangistas, salió por la trasera con su
yegua y trotando y cabalgando llegó a un pueblo de la sierra, donde habitaba su hermano, que le
apoyó en todo momento. Pero la suerte no estuvo de su lado, y la jugada no le salió bien, ya que
lo encontraron y lo encarcelaron.
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La experiencia militar de la guerra, si la hubo en la familia: movilización, frentes
en que combatió, experiencias concretas significativas, si cayeron prisioneros, etc.
Después de la guerra ¿cuánto tiempo siguieron movilizados después de la guerra? Si
les tocó caer presos o en un campo de concentración, etc.: relatar con detalle como
fue (condiciones, si hubo algún proceso judicial, etc.)
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En mi familia solamente hubo un caso, el de mi tío, que fue movilizado, ajeno a su
voluntad. Lo transportaron en un tren abarrotado de gente, en el que apenas se cabía
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y en muy malas condiciones, a Brunete; en la batalla que lleva este nombre fue
herido grave, y lo llevaron a un hospital, donde a los pocos días fallece; dejó a su
novia desamparada y triste, le costó muchísimo rehacer su vida, pero al final lo
consiguió. ¡Y fíjate! Casualidades de la vida, que se juntó con tal que seguía siendo
mi tía, se junto con el hermano de mi padre, con otro tío mío, que obviamente era
también hermano del fallecido. Éste último no lo pudo despedir su familia, no le
pudo dar el último adiós los suyos, los que le querían, ya que fue enterrado en una
fosa común en Madrid, concretamente en Getafe. Conservo una carta que escribieron
a mi difunto abuelo, llamado como yo, Tomás Martín, en la que otro familiar le da el
pésame por la muerte de su querido hijo.
También recuerdo que un primo lejano de mi padre, fue movilizado, pero no se en
que frentes combatió. Solamente puedo decir que fue prisionero de los nacionalistas
durante mucho tiempo. Tanto fue así que su familia lo dio por muerto. Yo asistí a
una de las misas que se dieron en su nombre, como un funeral pero sin el cuerpo
presente. Conservo las peticiones de esa misa, en las que se pedía que rogásemos por
Amelio, por el supuesto fallecido. Después de unos años reapareció, algo moribundo,
pero dando una inmensa alegría a la familia, aunque la reacción fue algo extraña,
porque jamás imaginábamos que fuera a volver. Fue como si hubiera resucitado;
después de tanto dolor y tristeza, una alegría e ilusión que no nos cabía en el
corazón.
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Enfermedades y epidemias sufridas en el propio entorno.
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Había piojos, aunque esa no fuera una enfermedad grave, pero abundaba. También
había fiebres de malta, gripes, sarampión, tuberculosis y fiebres tifoideas; éstas dos
últimas llegando a casos de muerte. Conservo un reconocimiento médico que me
realizaron para estar seguro de que no tenía la famosa tuberculosis.
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Recoge canciones o poesías de guerra de las que tengan memoria.
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¡Ay Carmela!, La Marsellesa y La tarara son las únicas canciones que recuerdo. En
cuanto a dichos populares, se me viene a la cabeza uno que se contaba entre amigos
cuando se estaba de jarana titulado Confusión. Y poesías recuerdo una que la
recitaban a los mayores, de titulo “Poesía a los mayores”
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La adaptación a la posguerra. Percepción de pensiones o no. El caso particular de los
vencidos en el propio entorno. ¿Cómo les fue?,¿Cómo los trataron unos y otros.
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Mi abuela cobraba pensión por el hijo que perdió en Brunete. Los vencidos llenos de
rabia y pensando siempre en una venganza.
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El condicionamiento de la guerra civil. ¿Cómo condiciono la guerra la vida de tu familia
esos años frente a los anteriores del conflicto?
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Se notaba la ausencia de mi tío, pero en cuanto a la relación entre hijos-padres no noté
diferencia alguna, nos trataban similarmente a como cuando estábamos en plena guerra,
recibíamos el mismo cariño y la misma atención.
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Los vencidos. ¿Hubo en el entorno familiar o próximo personas que padecieran cárcel o
cualquier otro tipo de persecución?, ¿y penas de muerte? ¿Recuerdan alguna
manifestación concreta de persecución o marginación?
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El único que sufrió cárcel en estos años fue Amelio, el supuesto muerto que luego
resultó estar vivo.
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El recuerdo de la guerra. ¿Se hablaba mucho de ella o más bien se trataba de olvidar?,
¿se hablaba o discutía de política en casa?
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La guerra no había sido una buena o al menos bonita experiencia en nuestras vidas, por
lo que se trataba de olvidar. En casa nunca, pero jamás se hablaba de política; supongo
que sería por miedo a ser oídos.
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Los falangistas ¿tenían como tales, importancia en la localidad, algún tipo de derechos o
privilegios?¿Se diferenciaban entre antiguos y nuevos militantes?¿Lo fue alguien de la
familia?¿Qué obligación tenían?
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En mi localidad, perteneciéramos a un bando o a otro, todos tuvimos que ser falangistas.
Las obligaciones eran que si había alguna manifestación debíamos acudir. Recuerdo
algunas de ellas, como una que se dio en Salamanca a la Finca de San Fernando;
también, los falangistas, íbamos a inaugurar pantanos, como el del Águeda, el del
Caudillo o de la Maya.
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La Iglesia. ¿Se hacía notar mucho su importancia y presencia respecto a la época
anterior? ¿Cómo se manifestaba ese poder y mayor presencia? ¿Llevaban los curas
controlo de la práctica religiosa? ¿En qué aspectos? ¿Tuvieron que solicitar del cura
párroco algún certificado o aval para otras actividades?
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Si se hacía notar su importancia, ya que ellos tenían el mando. Se manifestaba ese poder
con muchas misas, había misas diarias. Los curas sabían perfectamente la gente que
faltaba en misa; la iglesia tenía un papel muy importante en la contabilidad de la gente
del pueblo, ya que todo el mundo se bautizaba, comulgaba, se casaba, etc.; se asemejaba
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a los padrones municipales actuales. El párroco debía darte el certificado de bautismo,
de confirmación, etc. cuando la persona que fuese, lo necesitara para cualquier tipo de
impreso.
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La religión en sus vidas familiares. ¿Cómo les condicionaba aspectos como las
relaciones personales, el vestir, el comer, el trabajo, etc.? ¿Qué tipo de prácticas
religiosas realizaba con más frecuencia?
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La comida estaba condicionada por el calendario litúrgico. En la época de fiesta se
comía mejor; había que pagar la bula al cura si se quería comer carne en este tiempo, por
lo que solo se lo podían permitir las familias más ricas. En cuanto al vestir, las mujeres
no podían ir a misa con escotes ni sin medias, ni siquiera en verano, además no podían
llevar pantalones. Y en cuanto al trabajo, estaba totalmente prohibido trabajar los días de
fiesta. Se realizaban todas las prácticas religiosas que hubiera: ir a misa, rezar, bendecir
la mesa antes de cada comida, examinarse sobre el catecismo: si aprobabas el examen el
cura te daba un papel, de nombre célula, en el que decía “Fulanito menganito se
examinó”, con ese papel ya podías ir a confesarte, y una vez confesado el cura te donaba
otro papel en el que decía “fulanito menganito se confesó”, en ese momento ya podías ir
a comulgar, cambiándole al cura la ostia por la célula.
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La economía familiar ¿de que vivía la familia? ¿Cuáles eran las condiciones de trabajo?
¿Desde que edad se incorporaban al trabajo?
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Mi familia vivía de la agricultura; las condiciones no eran tan favorables como las que
tienen los agricultores actuales, pero con trabajo, ganas y esfuerzo se sacaban las tierras
adelante; los niños en verano, ayudaban a los padres a trillar o a coger los garbanzos o
las lentejas que se caían. A los 14 años se salía del colegio y entonces ya se incorporaban
por completo al trabajo, excepto los que seguían estudiando, que eran poquísimos, de mi
quinta, solamente dos personas.
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La alimentación. ¿Dónde se abastecían?, ¿cuál era la dieta habitual? ¿Se vivía la escasez
y el hambre? ¿En qué productos sobre todo?
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La dieta habitual era el cocido y de postre unas natillas o un flan de huevo; había varias
familias en el pueblo que padecían hambre, tuve suerte que no fue mi caso, pero si que
sufrí la escasez de algunos productos como el aceite, el pan, la harina, y las legumbres
porque te las requisaban cuando era la recogida, ya que había policías revisando las
cosechas para estipular los precios. Si alguna vez se comían era porque se cogían de
noche y muy a escondidas.
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El resto de recursos de primera necesidad: ropa, calefacción, etc.
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La ropa que se tenía era la justa y necesaria, aunque si se distinguía entre ropa de diario
y ropa de festivos. Calefacción no había, estaba la lumbre en la chimenea, donde nos
cobijábamos todos alrededor, pero por orden de preferencia en el sitio. Los mayores,
abuelos y padres adelante, mientras que los pequeños, niños y mozos atrás.
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El racionamiento y el estraperlo. ¿Participaron los del propio entorno en el mismo como
compradores o vendedores? ¿Se realizaba alguna otra práctica prohibida por la
reglamentación económica?
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Si que participábamos; lo hacíamos como vendedores, pero había que esconderse, es
decir, se guardaban lentejas sin que la policía te viera y después se vendía al estraperlo.
Solamente recuerdo que también se metían a escondidas los garbanzos entre la paja, para
después poder abastecer a la familia.
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La escuela. ¿Qué recuerdo guardan de la escuela y los maestros que tuvieron ellos o sus
hijos? ¿Hasta que edad se iba a la misma? ¿En que condiciones se estudiaba en la
escuela? ¿Cómo solucionaban el problema del frío? ¿Qué comían en la escuela? ¿Con
qué libros y material (pizarras, etc.) trabajaban?
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El recuerdo que guardo es que había sesenta niños para un maestro solo, obvio que
estábamos separados de las niñas, había dos escuelas, una de niños con su maestro y otra
de niñas con su maestra; nos colocaban por orden de sabiduría, es decir, el más listo en
la primera mesa, y así hasta llegar al más torpe que se situaba en la última mesa. A la
escuela acudíamos hasta los catorce años, excepto los que seguían estudiando, que eran
poquísimos, de mi quinta, apenas dos personas. Cuando llegábamos a primera hora de la
mañana, el maestro nos repartía los pocos libros que había, pero de casa no se llevaba
nada. Tampoco se hacían deberes ni se estudiaba en el hogar, las tareas que fuesen se
hacían dentro del aula. En cuanto el problema del frío, solamente poseía un brasero el
maestro, a los alumnos nos calentaban azotándonos, dándonos con la regla en las uñas o
palos en la espalda, ¡una salvajada! Nunca comíamos en la escuela, siempre al mediodía
íbamos a nuestra casa y por la tarde volvíamos otro ratito. Los materiales que
utilizábamos eran una pizarra y un pizarrín que teníamos todos, y allí trabajábamos todas
las asignaturas.
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Los juegos infantiles de moda entonces. Recoger con el mayor detalle si no son hoy
conocidos. Interesa también anotar los materiales que utilizaban en los juegos y cómo se
hacían con ellos.
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Yo jugaba a la peonza, que había de dos tipos: con pico cigüeña, que era puntiagudo y
con pico garbanzo, que era redondito. Consistía en que uno rodaba la peonza y otro
hacía rodar la suya, intentando que cayera y rodara encima de la peonza del anterior; las
peonzas las comprábamos con nuestra propina. También se jugaba a los santos, que los
conseguíamos de las imágenes que traían las cajas de cerillas. Se jugaba de la siguiente
forma: se dibujaba un cuadro en el suelo, donde se colocaban los santos, y con una
tángana de hierro, ya fuera redonda o cuadrada, se intentaba sacar los santos del cuadro.
Otro juego era el de los cartuchos, que se conseguían de los cartuchos usados de
escopeta, que se encontraban por las tierras y los campos, al haber sido usados
anteriormente por los cazadores o aficionados. Se jugaba de la siguiente forma: se tiraba
un cartucho contra una pared lisa y seguidamente, todos tirábamos nuestro cartucho, de
forma que al rebotar, cayera lo más cerca posible del cartucho tirado anteriormente; a
esta jugada se le denominaba “al pique”.
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Las canciones que se cantaban cuando eran niños: en la escuela, en el juego, etc.
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Recuerdo una que se titulaba La Parrala:
La Parrala dice que era de Moguer
y otros aseguran que era de La Palma
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pero nadie pudo de fijo saber
de donde sería Trinidad Parrala
unos decían que sí
otros decían que no
y para más decir
La Parrala así cantó:
Que si que si que si que si
que a La Parrala le gusta el vino
Que no que no que no que no
el aguardiente y el marrasquino
Que si que si que si que si
Que si no bebe no puede cantar
Que no que no que no que no
Que solo bebe para olvidar
¿Quién me compra este misterio
adivina adivinanza,
por quien bebe, por quien sufre
por quien llora a La Parrala?
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Las relaciones padres-hijos. ¿Eran muy diferentes a las actuales?, ¿había mucha
diferencia entre el padre y la madre en relación con los hijos?
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La verdad es que se hablaba más que ahora, supongo que será porque no había tantos
medios de entretenimiento como actualmente. Al amor de la lumbre el padre o la madre
leía novelas o cuentos y los hijos y demás familiares le escuchábamos atentos y con
ilusión. La verdad es que los hijos teníamos más confianza con la madre que con el
padre, debe de ser porque pasamos más tiempo con ella ya que el padre trabajaba fuera
de la casa, y por tanto se le veía y trataba menos.
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Las relaciones con el otro sexo. ¿Se marcaba mucho la distancia y separación en las
actividades (escuela, iglesia, juegos, etc.)? ¿Cómo se establecían relaciones de
noviazgo?
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Si se marcaba una separación, por ejemplo, en la escuela, las chicas en otra diferente a la
de los chicos; en la iglesia, los chicos se colocaban en un lado con el maestro, y las
chicas en el otro lado con la maestra; en los juegos, raramente nos mezclábamos para
divertirnos. Para conseguir novia, en el baile público que había los domingos y días de
fiesta, cuando los músicos tocaban la dulzaina, el redoblante y el bombo, las chicas
salían a bailar, y seguidamente salíamos los chicos a bailar con ellas; si a la chica no le
gustaba el mozo, en la mayoría de las ocasiones debía aguantarse, porque las relaciones
de noviazgo casi siempre las establecían los padres de cada cual, y nunca miraban el
físico o el interior del mozo, ni si era bueno o le convenía a la hija, lo único que miraban
eran las propiedades o tierras que tenían, es decir el aspecto económico. ¡Una pena!
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El baile. ¿Cómo y dónde se organizaba y el tipo de bailes que se desarrollaban? ¿Cómo
intervenía la Iglesia o las autoridades sobre determinados aspectos (tipos de bailes,
iluminación, horarios, etc.)?
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El baile se realizaba en la plaza principal del pueblo. Había que pagar una pequeña
entrada; comenzaba a las cinco y cuando se encendían los focos del pueblo debíamos
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irnos para casa. Se bailaban pasodobles y algún baile o jota típica del pueblo. La iglesia,
o mas bien el cura era el que ordenaba que al oscurecer había que marcharse a casa y
dejaba claro que en tiempo litúrgico de Cuaresma estaba totalmente prohibido que se
desarrollara el baile, concretamente desde el Martes de Carnaval hasta el Domingo de
Resurrección.
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Las mujeres. ¿Se diferenciaban de la de los hombres la educación que recibían en casa,
en la escuela o en la Iglesia? ¿En qué aspectos concretos? ¿Participaron las de la familia
en organizaciones como Acción Católica, la Sección Femenina o cualquier otra? ¿qué
tareas desarrollaban?
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Si que se diferenciaban, por ejemplo, a los mozos nos dejaban salir por la noche o ir a la
taberna, a las mozas no, nada de salir por la noche y la taberna ni pisarla. En mi familia,
las mujeres participaron en Acción Católica, donde tenían que cantar en la Iglesia, leer
en los vía crucis, las lecturas y las peticiones en las misas, limpiar la Iglesia de vez en
cuando, adornarla con flores y plantas, etc.
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Las ferias y fiestas de la localidad. ¿Qué importancia tenían? ¿En qué se diferenciaban
de las celebraciones actuales?
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Las fiestas del pueblo nos entusiasmaban a todos los niños. Apenas duraba dos días, en
los que había misa, baile por la tarde y partido de pelota a mano; mientras que las fiestas
actuales duran cinco días, en los que hay: campeonato de frontenis, juegos infantiles
protagonizados por el cura, juegos populares como el castillo hinchable, los cars, el
futbolín humano, el tren de la bruja, etc., la fiesta de la espuma,desfiles de peñas,
charangas, misas solemnes, refrescos de la tercera edad, novillada, parrillada, bailes,
pasacalles, encierros, concurso de cortes de vaquillas, concurso de bailes típicos,
verbenas, paellada, bailes charros, partidos de pelota a mano, entrega de trofeos,
concurso de disfraces, campeonatos de mus, tute, brisca, etc. todo ello con el apoyo de
unas quince peñas aproximadamente, que aportan diversión y alegría al pueblo.
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Los medios de comunicación. ¿Se leían periódicos en casa? ¿Y la radio? ¿Cuando entró
en la vida familiar, modificó las costumbres domésticas?¿Qué programas recuerdas?
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Si se leían periódicos provinciales, pero muy de vez en cuando. La radio llegó muy tarde
a mi pueblo porque durante la guerra y años posteriores estaba prohibido escucharla, por
lo que no cambió demasiado las costumbres. Los programas que recuerdo son: El Parte,
alguna novela y Discos Solicitados.
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¿Qué otros aspectos importantes de aquellos años lejanos contrastan con la vida actual
para bien o para mal?
El respeto de pequeños a mayores (conservo una poesía referente a esto). La
mecanización en la agricultura. En casa, el agua corriente, la luz, el cuarto de baño, los
aparatos electrónicos, etc. En la calle, el alcantarillado y en general todas las costumbres
(ir a lavar al río, a buscar agua a la fuente, etc.)(también recuerdo una poesía con
respecto a este tema).
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El éxodo rural que vacía los pueblos: esperanzas y problemas
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En los años sesenta mucha gente se marchó a las zonas industriales en busca de un
mejor futuro. La mecanización en la agricultura hizo que se eliminará la mano de
obra; pienso que esa es una de las razones por la que se produjo aquel éxodo rural,
aunque también la búsqueda de nuevas experiencias y facultades. La mayoría de esta
gente volvían en vacaciones, y aún esta tradición se sigue cumpliendo, llenándose el
pueblo en verano, semana santa y navidad.
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La emigración ale extranjero de familiares y vecinos. A que sitio, cuánto tiempo, con
qué consecuencias.
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Principalmente emigraban a Francia, Alemania y Suiza por un tiempo concreto,
nueve meses aproximadamente. Siempre volvían, pero para volverse a marchar.
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Los cambios en las costumbres: en la escuela, en la Iglesia, con los amigos, etc.
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En la escuela ya estaban juntos en la misma aula los chicos y las chicas, y se llevaba
material escolar de casa, aunque el número de niños menguó considerablemente por
las emigraciones. En la Iglesia dejaron de ir los maestros con los niños, y ya
permitían sentarse juntos a niños y niñas. Sin embargo, en los amigos no noté
diferencia ni cambio en las costumbres.
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Los gastos de la propina a los 15 años.
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Mis amigos y yo nos gastábamos la propina, que eran cinco pesetas de las de antes,
en la taberna o en la entrada al baile.
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Los cambios en la casa: el agua corriente, el cuarto de baño, la cocina de gas, el
frigorífico, el televisor, etc.
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El hogar cambió notablemente. Primero se introdujo el agua corriente y ya después
el cuarto de baño. Seguidamente el frigorífico y la lavadora (conservo la factura y
garantía de las primeras que se compraron en mi casa) y por último la televisión.
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Los viajes: la utilización de coches y autobuses, sus condiciones y frecuencia.
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En esta época había algún coche particular, pero pocos. En cuanto a autobuses estaba
“El Coche de Línea” que pasaba todos los días laborables. Iba hacia Salamanca por
la mañana y volvía al pueblo al mediodía; volví a Salamanca por la tarde para volver
a Espino por la tarde-noche.
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La utilización de los medios de comunicación. Llegada de la televisión y su
repercusión en las costumbres.
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La televisión repercutió mucho en las costumbres, ya que anterior a ella, no había
medios de entretenimiento y por lo tanto se hablaba y contaban más historias al amor
de la lumbre. Con su llegada se perdió esta tradición. Gracias al teléfono, los
familiares de aquellos que habían tenido que emigrar, se podían comunicar con sus
queridos. Aunque para ello, tenían que pasar primero por la centralita.
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La vivencia de la muerte de Franco en el propio entorno.
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Se vivió con miedo por el no saber que iba a ocurrir, pero con muchas esperanzas de
poder tener más libertad de expresión y pensamiento.
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La llegada de las libertades y de las primeras elecciones libres a la localidad. ¿temor?
¿esperanza? ¿indiferencia?
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Había rivalidad entre los partidos, pero lo que si teníamos era esperanzas de una libertad
en general.
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La aprobación de la Constitución de 1978. ¿Qué recuerdan de aquel día?
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Todos teníamos esperanzas de que se aprobara, y votamos por ello.
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El golpe de estado del 23F ¿Qué recuerdan de aquel día?
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La mente estaba realmente atemorizada, por miedo a la vuelta de la dictadura
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La llegada al poder, por primera vez de la II Republica, de los socialistas.
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La viví con cierto ánimo de cambios, con nuevas esperanzas para un mejor futuro.
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Me ha parecido un trabajo de lo más interesante, en el que aparte de aprender cosas
realmente importantes sobre la historia de mi familia, lo he pasado genial. Entre risas y
carcajadas, mi abuelo, y otros miembros de la familia que también aportaban sus opiniones y
anécdotas, me ha contestado a todas mis preguntas y ha resuelto un montón de dudas que tenía
pendientes. No obstante, él también ha disfrutado, ya que aunque estemos hablando de la guerra,
fue su infancia, y para casi todas las personas la infancia es una etapa de la vida inolvidable,
muchas de de ellas afirman que la mejor, yo aún no lo puedo verificar.
La verdad, es que ya había hecho algún tipo de trabajo de pregunta-respuesta, pero nunca
sobre este tema. Puedo confesar que lo he hecho entusiasmada y con ganas, he buscado toda la
información, fotos, etc. posibles, y para mi, lo más importante, que he aprendido cosas nuevas
sobre mi familia, porque aunque ya lejana y para mi desconocida, es mi familia y desciendo de
ellos.
Desde aquí, Ángel, te animó a que sigas con este proyecto, y mandando hacer este trabajo
otros años, a otros alumnos; me gustaría que al igual que yo, vivan esta experiencia realmente
difícil de olvidar, lo digo con la mano en el corazón, de verdad. ¡Ha sido genial!
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