AGRADECIMIENTO A Dios por haberme llamado a la existencia y por confiar en mi barro para contribuir con su tarea. A mis padres: Fidel Heberto Fletes Real y Manuel de Jesús Ulloa Mayorga, por haberme dado la vida y luchado para que me formara intelectual, humana y cristianamente. A los Hermanos de La Salle, por todo su apoyo, cercanía y amistad, en especial a: Otto René Armas Bonilla (Q.E.P.D.), Felipe Castellán González, Cecilio Herrera Larias, Francisco Corleto Peñate (Q.E.P.D.), Francisco Velásquez, Alex Zepeda Olivares, Alberto Mairena Floripe, Dione Rossatty Chacón, Abdón Camacho Vargas, Cristian Romero, José Antonio Revuelta, Benjamín Rivas, Marcelo Aguilar, Horacio Ruiz, René Hernández (Q.E.P.D.) entre otros. A las autoridades de la UNIVERSIDAD RAFAEL LANDÍVAR y del ICCRE, a los catedráticos y catedráticas por sus enseñanzas. Al licenciado Jorge Mario Carranza, por su amistad y apoyo. DEDICATORIA En primer lugar, dedico este trabajo, a las numerosas víctimas del Conflicto Armado Interno, en especial a Monseñor Juan Gerardi, al Padre Hermógenes López, al Hno. Santiago Miller y aquellos agentes de pastoral que murieron por anunciar a Jesucristo y defender la vida humana. A San Juan Bautista de La Salle que respondió con fidelidad y creatividad al llamado de Dios para educara a la niñez y juventud, creando así la congregación religiosa de la cual soy parte. A mis padres y hermanos, por su apoyo, cariño y confianza, Al Hermano Francisco Corleto (Q.E.P.D.) por su amistad y confianza. A todos aquellos y aquellas que día a día luchan por defender la vida humana. INDÍCE Contenido Resumen ............................................................................................................................... 1 SIGLAS .................................................................................................................................. 2 I. INTRODUCCIÓN. ............................................................................................................ 3 II. OBJETIVOS....................................................................................................................... 4 III. METODOLOGÍA ............................................................................................................ 5 IV MARCO CONTEXTUAL. ................................................................................................ 5 IV. 1. Reseña histórica del origen del Conflicto Armado Interno. ............................................... 5 IV. 2. Causas del conflicto armado ............................................................................................. 12 IV. 3. Anotaciones sobre la secta Verbo. .................................................................................... 15 V DEFINICIÓN DE CONCEPTOS: ................................................................................... 17 VI FUNDAMENTO DEL DERECHO A LA VIDA HUMANA ............................................... 19 VI. 1. Fundamentos bíblicos del derecho a la vida humana. ..................................................... 19 a) En el Antiguo Testamento .................................................................................................. 19 b) En el Nuevo Testamento. ................................................................................................... 20 VI. 2. Fundamentos del Derecho a la vida humana en el Magisterio de la Iglesia Universal. .. 21 a) El derecho a la vida humana en Juan Pablo II........................................................... 23 b) El derecho a la vida en el Concilio Ecuménico Vaticano II. .......................................... 28 c) El derecho a la vida en el documento de Puebla ...................................................... 31 VI. 3. Fundamentos legales del derecho a la vida........................................................... 35 1. La inviolabilidad del derecho a la vida. ............................................................................ 36 2. La universalidad del derecho a la vida. ............................................................................ 36 3. ¿De dónde nace el derecho del hombre a la vida? ....................................................... 36 VII. LA DEFENSA DE LA VIDA EN LOS DOCUMENTOS DE LA CEG. ............................. 37 VII. 1. Marco teológico de los documentos de la CEG. ................................................ 38 a. 1. Modelo de Hombre. ......................................................................................................... 38 a. 2. Modelo de Sociedad. ...................................................................................................... 40 a. 3. Imagen de Dios Padre. ................................................................................................... 41 a. 4. Cristología......................................................................................................................... 44 a. 5. Modelo de Iglesia. ........................................................................................................... 45 VII. 2. La defensa de la vida Humana en los Documentos de la Conferencia Episcopal de Guatemala. ........................................................................................................................................ 49 b. 1. ¿Qué violaciones condena la CEG? ............................................................................ 49 b. 2. Defensa del derecho a la vida. ...................................................................................... 50 b. 3. ¿A quiénes se dirige la CEG? ....................................................................................... 53 b. 4. ¿Quién les invita a pronunciarse? ................................................................................ 54 b. 5. ¿Quiénes fueron los afectados? ................................................................................... 55 b. 6. ¿Quiénes son los responsables de la violencia? ....................................................... 57 VIII. CONCLUSIONES .......................................................................................................... 58 IX. REFERENCIAS BIBLIGRÁFICAS. ............................................................................... 59 1 Resumen Guatemala vivió a partir de la década de los sesentas del siglo XX un Conflicto Armado Interno que entre las principales consecuencias tuvo un sinnúmero de violaciones a los Derechos Humanos. Desde este contexto, con este trabajo se pretende: Analizar la postura de la CEG (Conferencia Episcopal de Guatemala) en materia de derecho y respeto a la vida humana entre los años 1979 y 1985, haciendo énfasis en los principios teológicos que fundamentan el derecho y respeto a la vida humana. El Capítulo IV es titulado: FUNDAMENTO DEL DERECHO A LA VIDA HUMANA. Se toma en cuenta los fundamentos bíblicos del Antiguo y Nuevo Testamento, en el primero la dignidad del ser humano le viene en condición de ser creatura a imagen y semejanza de su Creador. En el Nuevo, Jesús se manifiesta como Dios "amigo de la vida". El Magisterio de la Iglesia Universal también deja escuchar su voz en este trabajo, se reconoce que no siempre ha sido así; pero de manera general, con Juan Pablo II, está de acuerdo que el derecho a la vida, es sin duda, origen y condición primaria para la conservación de todos los demás derechos humanos. Y que esta vida humana debe ser protegida desde su concepción; pues la dignidad humana es objeto central de la doctrina social de la Iglesia. Dentro de los fundamentos de la vida humana, no pueden faltar los legales, que sustentan la inviolabilidad del derecho a la vida y su universalidad, que nacen con el ser humano mismo. Finalmente se presenta la postura de la CEG, que en sus documentos propone: un Modelo de Hombre (Imagen de Dios y objeto privilegiado de su amor), un modelo de sociedad (con valores humanos y cristianos) Imagen de Dios Padre (misericordioso y respetuoso de la vida), Modelo de Iglesia (Pueblo de Dios). En definitiva, en unas circunstancias históricas en la cual los derechos humanos eran "conculcados y violados” la CEG fundamenta su defensa del derecho a la vida humana en la Biblia y en la doctrina social de la Iglesia. SIGLAS AGA. Asociación General de Agricultores. CEG. Conferencia Episcopal de Guatemala. CEH. Comisión de Esclarecimiento Histórico. CIA. Agencia Central de Inteligencia. EEUU. Estados Unidos de América. EGP. Ejército Guerrillero de los Pobres. EV. Evangelium Vitae FAR. Fuerzas Armadas Rebeldes. GS. Constitución Pastoral sobre la Iglesia en el Mundo Actual del Concilio Ecuménico Vaticano II. LG. Constitución Dogmática sobre la Iglesia del Concilio Ecuménico Vaticano II. MCCA. Mercado Común Centroamericano. ODHAG. Oficina de Derechos Humanos del Arzobispado de Guatemala ORPA. Organización del Pueblo en Armas. PGT. Partido Guatemalteco del Trabajo. PUEBLA: III Conferencia General del Episcopado Latinoamericano. REMHI. Informe Para la Recuperación de la Memoria Histórica RH. Rendentor Hominis. UFCO. United Fruit Company. URNG. Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca. I. INTRODUCCIÓN. En Guatemala se vivió, en el siglo pasado, un conflicto armado interno que dejó más de 200 mil muertos y desaparecidos. Un conflicto armado interno se presenta en el interior de un país cuando existen fuerzas armadas, diferentes a las gubernamentales, que se oponen al gobierno o a otras fuerzas armadas por motivos étnicos, políticos o religiosos. Como causas principales del conflicto armado interno en Guatemala, se pueden señalar la pobreza, el racismo, la dictadura militar, la aplicación de la doctrina de la seguridad nacional, el autoritarismo y el enfrentamiento hegemónico Este-Oeste, los cuales ocasionaron exclusiones sociales, económicas, políticas y culturales en la población maya con extensión a los ladinos pobres tratados como “ciudadanos de segunda clase”1. “La dinámica contrarrevolucionaria iniciada en 1954, que implementó la ideología anticomunista desde el Estado, con el apoyo de grupos de poder y de la Iglesia Católica, provocó descontento e inconformidad en los sectores sociales afectados: grupos de obreros, campesinos y de la clase media. A partir de 1962 la dinámica contrarrevolucionaria encaminó al país hacia una profundización del autoritarismo y de la exclusión histórica, recurrió a la militarización del Estado y a la violación de los derechos humanos bajo la adopción de la Doctrina de Seguridad Nacional”.2 “En este contexto se produjo también la radicalización de grupos de la izquierda guatemalteca, en la que convergieron ex funcionarios de los Gobiernos de Arévalo y Arbenz, miembros y líderes de los partidos políticos afectados por la contrarrevolución y militares involucrados en el levantamiento del 13 de Noviembre de 1960, quienes aprovecharon la 1 CEH (1999) Guatemala, Memoria del Silencio. Mandato y Procedimiento del trabajo Causas y orígenes del Conflicto Armado. Tomo I. Ed. Talleres Litoprint, Guatemala. pág 96, numeral 264. 2 Ibíd. Numeral 368. reactivación y el malestar del movimiento social, especialmente entre sectores de estudiantes, maestros, obreros urbanos, campesinos y algunos profesionales. La rebelión de la izquierda echó raíces sociales y se tornó en alzamiento armado debido a la exclusión económica y social y a la ausencia de un espacio democrático”.3 Surge así, un conflicto armado interno de más de 30 años, en el cual los derechos humanos de la población, en gran parte la maya, son violados. En medio de esta coyuntura, la Iglesia Católica por medio de la Conferencia Episcopal de Guatemala (CEG) hace su pronunciamiento al respecto por medio de sus documentos. Este trabajo de investigación se centra en describir la postura de la CEG en sus documentos sobre el derecho a la vida humana en tiempos del conflicto armado interno, en un período que comprende desde 1979 hasta 1985. Se toma este período por ser el tiempo de la agudización de la violencia y militarización del Estado (1979 - 1985). II. OBJETIVOS 1. GENERAL. a. Analizar la postura de la CEG en materia de derecho y respeto a la vida humana entre los años 1979 y 1985, haciendo énfasis en los principios teológicos que fundamentan el derecho y respeto a la vida humana. 2. ESPECÍFICOS. a. Describir brevemente la realidad social y política de Guatemala durante el Conflicto Armado Interno; y las estrategias contrainsurgentes llevadas a cabo en Guatemala de 1979 a 1985. b. Sintetizar los fundamentos teológicos en materia del derecho a la vida humana presentes en los Documentos de la CEG de 1979 a 1985. 3 Ibid. Numeral 369. III. METODOLOGÍA En el desarrollo de este trabajo, se tomará en cuenta los lineamientos generales propuestos por la Universidad para la elaboración de una tesis. Se utilizarán los métodos descriptivos, comparativos y analíticos. El primero ayudará a documentar históricamente el tema, el comparativo conducirá a confrontar lo planteado por la CEG en su referencia al derecho y respeto a la vida humana en Guatemala durante los años antes indicados con los fundamentos teológicos propuestos por el Magisterio, y el analítico facilitará las conclusiones y recomendaciones. IV MARCO CONTEXTUAL. IV. 1. Reseña histórica del origen del Conflicto Armado Interno. Después de la conquista y colonización de Guatemala por los españoles en1523 “hasta la reforma liberal de 1721, el poder político y económico permaneció en manos de familias descendientes de los conquistadores o los administradores coloniales españoles”4. Con la reforma liberal de 1871, el general Justo Rufino Barrios, organiza un Ejército profesional, además suprime los derechos comunales y eclesiales sobre la tierra, en 1878 promulga la Ley contra la Vagancia, que obligaba a los indígenas a trabajar de 100 a 150 días al año en las fincas cafetaleras 5. Con éstas reformas las más afectadas fueron las comunidades indígenas situadas en las áreas de expansión cafetalera, intentaron sublevarse pero sus levantamientos eran sofocados por las milicias ladinas como la de San Juan Ixcoy en 1898. 4 ODHAG (1998). Guatemala Nunca Más. Tomo III. El entorno histórico. 1ra Ed. Litografía e Imprenta LIL, S.A. San José, Costa Rica. Pág. 1. 5 Sabino, Carlos. Habla de una Guatemala rural, con una población en su mayoría indígena. Quienes se involucraban a la economía en relaciones de trabajo no voluntarias y semejantes a la servidumbre. (Guatemala, la historia silenciada, Tomo I, pág. 33) Con la llegada al poder de Estrada Cabrera se consolidaron las agroexportadoras de café, los industriales y los financieros6. Además, se le hizo importantes concesiones de tierra a la United Fruit Company (UFCO) para el cultivo del banano. En este período la población indígena continúo con levantamientos como el de 1905 en Totonicapán. “Al mismo (tiempo), las asociaciones artesanales y obreras fueron creciendo. La Revolución Mejicana (1910 - 1917) tuvo un fuerte impacto en éste movimiento. Ya para 1919 existían 36 nuevas asociaciones obreras y artesanales”7 Para 1920, llegan a Guatemala los Botrán, Gutiérrez y Canella procedentes de México. Por entonces, gobernaba en Guatemala Carlos Herrera Luna. Éste, fue derrocado por un triunvirato encabezado por el general José María Orellana (1921 1926) En 1931, llega al poder Jorge Ubico Castañeda8. Su período, coincidió con la depresión económica internacional. Con él, la fuerza armada coaccionó a los campesinos para la construcción de caminos y tender los hilos del telégrafo por todo el territorio nacional. Persiguió con mucha brutalidad a sus opositores 9. Pero en junio de 1944, tuvo que entregar el poder a un triunvirato militar precedido por el general Federico Ponce Vaides10, quien continuó con el terror político al estilo de Ubico hasta que cayó su gobierno el 20 de octubre de 1944, enfrentado a una conspiración de líderes políticos y militares y a un levantamiento popular en la capital. Sabino, reconoce tres aspectos positivos del ubiquismo: Limpieza en el manejo de las 6 Según el REMHI, en el Tomo III El entorno histórico, sobresalieron familias como los Herrera, Klee, Alejos, Falla y Cofiño (café); los Castillo, Novella y Herrera en el sector industrial y los Aguirre, Saravia, Castillo y los Matheu Sinibaldi en varios sectores empresariales y cafetaleros. 7 Ibid. Pág. 3 8 Creó mediante acuerdo ministerial del 9 de julio de 1938, la figura de los comisionados militares como representantes locales del Ejército. 9 Alfonso Bauer Paiz, citando a Alfonso Orantes, afirma que era un tiempo en el que “Los intelectuales (opositores) no tienen más destino que el encierro, el destierro o el entierro”. (Revista D, Prensa Libre. N° 49 pág. 8) 10 Siguiendo a Sabino, Llegó al poder con ayuda del Ejército. Pág. 52. finanzas públicas, orden y obras físicas construidas en su tiempo11. Él mismo autor, señala las principales causas de su caída que parecen estar interrelacionadas: El deseo de perpetuarse en el poder y la atmósfera mundial (contraria a las dictaduras), y la aparente indiferencia de Estados Unidos.12 Con la revolución de octubre llega el sistema participativo (derecho al voto) para apoyar las reformas del Estado. Primero se forma una Junta Revolucionaria13, la cual convoca, para los primeros días de noviembre, a elecciones para elegir a diputados. Las presidenciables serían para mediados de diciembre. Resulta electo presidente, Juan José Arévalo, quien defendió un modelo liberal de intervención estatal, definido como el socialismo espiritual para distinguirlo del socialismo marxista. En general favorecía a la clase baja. Siguiendo a Sabino14, se pueden destacar tres elementos de su estilo de gobierno: 1) Sanciones a la oposición, 2) el intervencionismo económico y 3) Decidido respaldo a un movimiento obrero naciente. Muy pronto, como era de esperarse, su gobierno empezó a sufrir las conspiraciones de grupos conservadores ya desde los inicios de la misma revolución. Más tarde “En 1949, con respaldo de algunos finqueros, el coronel Francisco Javier Arana le presentó a Arévalo un ultimátum demandando que rindiera el poder al Ejército y que cumpliera el resto de su período como fachada civil para un régimen militar”15 El presidente solicitó tiempo, arrestó a Francisco Javier Arana, éste se resistió y fue muerto en un tiroteo16. La tensión fue creciendo, pues dicho gobierno era visto por algunos como exclusivo de un sector de la sociedad guatemalteca. 11 Cf. Sabino, Carlos (2007) Guatemala, la historia silenciada (1944 - 1989) Tomo I Revolución y Liberación. 1ra. Ed. Fondo de Cultura Económica. Guatemala. Pág. 49. 12 Ibid. Pág. 50 – 51. 13 Conformada por el mayor Francisco Javier Arana, el ciudadano Jorge Toriello Garrido y el capitán Jacobo Arbenz Guzmán. 14 Sabino, Carlos (2007) Guatemala, la historia silenciada (1944 - 1989) Tomo I Revolución y Liberación. 1ra. Ed. Fondo de Cultura Económica. Guatemala. Pág. 102. 15 ODHAG (1998). Guatemala Nunca Más. Tomo III. El entorno histórico. 1ra Ed. Litografía e Imprenta LIL, S.A. San José, Costa Rica. Pág. 7. 16 Sabino en su libro ya citado habla de una especie de emboscada preparada llevada a cabo el 17 de julio de 1949. Arbenz ganó las elecciones17 de 1950 y comenzó a estudiar el problema agrario. Se dio cuenta que el 19% de las tierras estaban en tan sólo 54 fincas y que el 40% de las fincas eran propiedad de 23 familias, y cerca de 250000 campesinos carecían de ella. Una total desigualdad. Creó una comisión de empresarios que estudiara la situación de las fincas nacionales. En 1952 el congreso aprobó el Decreto 900 o Ley de Reforma Agraria, que ordenaba la expropiación de fincas no cultivadas y su entrega a los campesinos a través de los Comités Agrarios Locales. Los finqueros expropiados recibían una paga de bonos del Estado a 25 años plazo, con una tasa del interés anual del 3%. En 18 meses fueron beneficiadas 100,000 familias campesinas. En algunos casos hubo irregularidades18, tanto los mencionados Comités como de los finqueros. Lo anterior sentó las bases para una férrea oposición al Gobierno. La Asociación General de Agricultores (AGA) encabezó la oposición a ésta reforma. La oposición política encabezada desde el exterior por Ydígoras Fuentes y Castillo Armas19, empezó a desarrollarse con más fuerzan hasta la renuncia de Árbenz el 25 de junio de 1954. El papel de Estados Unidos, a través de Central de Inteligencia (CIA), de la UFCO20, de su embajador John Peurifoy fue fundamental a partir del decreto 900, pero en especial a mediados de 1953, para el fin de la Revolución. También el miedo de la Iglesia21 al comunismo fue muy influyente, así como la actitud renuente a combatir por parte del mando militar del gobierno. En junio de 1954, Arbenz renunciaba al poder. Desde que Castillo Armas tomó el poder, se desató una violencia selectiva hacia sujetos considerados comunistas y se creó la 17 Sabino habla de unas elecciones no tan democráticas. Pág 150. Se sabe del caso de Ernesto Leal, propietario de la finca Las Conchas en San Pedro Sacatepequez que no era afectada por la Reforma. Dicho propietario presentó un amparo a la Corte Suprema de Justicia. Ésta votó 3 a 2 a favor de Leal, pero Árbenz pasó el caso al Congreso donde se destituyó a los tres magistrados que habían votado a favor de Leal. (Sabino pág. 191) 19 Ambos firmaron “El Pacto de Caballeros” el 31 de marzo de 1952 en San Salvador. 20 A la UFCO, se le expropió 72% de sus tierras. La UFCO, contó con el apoyo del Departamento de Estado (EEUU). 21 Es famosa la Carta Pastoral (Sobre los avances del comunismo en Guatemala) del año de 1954 de Monseñor Mario Rossell Arellano, Arzobispo de Guatemala. En ella se convocaba a “una justa, nacional y digna cruzada contra el comunismo” Además de la procesión en todo el País con una réplica del Cristo Negro de Esquipulas. 18 Ley Preventiva Penal contra el comunismo. En los primeros meses después de la caída de Árbenz fueron arrestadas 12000 personas y se exiliaron unos 2000 dirigentes sindicales y políticos. Un mes después, por medio de decreto, las tierras expropiadas eran devueltas a sus antiguos dueños. Para 1956, sólo 400 familias permanecían en las tierras expropiadas. Los problemas a Armas, le llegaron muy temprano, todo comenzó con un desfile del ejército y de los liberacionistas. En él, se exaltó sólo a los segundos, lo que ocasionó un orgullo herido de los primeros. Lo que llevó al primer enfrentamiento el 02 de agosto de 1954. El nuevo Gobierno, aunque derogó el Decreto 900, no le quitó del todo las tierras a los campesinos y negoció una parte de los terrenos con la UFCO y el pago del 30% de los impuestos. En Guatemala, surgieron más opositores (ya estaban los comunistas) entre ellos, los seguidores de Ydígoras Fuentes (se sintieron excluidos), los estudiantes y algunas alas del ejército. Finalmente fue asesinado el 26 de julio de 1957. Luis Arturo González López asumió interinamente la presidencia. El 20 de octubre de 1957, se llevan a cabo elecciones presidenciales, resultó ganador el candidato oficial: Ortiz Pasarelli. Las elecciones fueron dudosas, lo que generó el descontento de los Ydigoristas e izquierdistas. Otra Junta militar asumió el poder interinamente, quien declaró nulas las recientes elecciones. Luego de presiones por el resto del ejército y de los ydigoristas, se convocó a elecciones para el 19 de enero de 1958. En éstas, resultó electo Miguel Ydígoras Fuentes. Fue un ávido impulsor del Mercado Común Centroamericano (MCCA). Una promesa muy difícil de cumplir, fue el retorno de los exiliados22. En julio de 1960, el Gobierno permitió que en tierras guatemaltecas se entrenaran exiliados cubanos con ayuda de la CIA y del ejército local. En el ejército surgieron dos corrientes que se separaron en 1960: el anticomunismo oficial y la 22 Existían presiones de EEUU y de grupos internos anticomunistas. Sabino. Pág. 286. exacerbación del sentimiento anti-yanqui23. Inicia así el desarrollo del conflicto armado interno un 13 de noviembre de 1960 tras un fallido levantamiento de militares nacionalistas en contra del poder instaurado por la contrarrevolución de 1954. En 1962 se fundaron las Fuerzas Armadas Rebeldes (FAR), una coalición de movimientos rebeldes que incluía a oficiales disidentes del Ejército y a estudiantes y activistas políticos de la izquierda. En 1963 regresó Juan José Arévalo, dispuesto a ser candidato para las elecciones próximas, el ejército no veía bien la idea y dio un golpe de estado. Con Peralta Azurdia en el poder, se crea la Policía Militar Ambulante, se establece el “estado de sitio indefinido”, se procuran sanear las finanzas, se establece el salario mínimo y el aguinaldo. Convocó a una Constituyente que modificó algunos aspectos de la Constitución, entre ellos se permitió de nuevo a la Iglesia tener propiedades. La violencia seguía su curso y el día 31 de octubre de 1965, ocurría la muerte violenta de Mario Méndez Montenegro quien era máximo líder de Partido Revolucionario (izquierda moderada), dicho partido decide sustituirle con su hermano Julio César Méndez Montenegro. Éste, gana las elecciones con el 44% de los votos24. El ejército cedió el poder a través de un pacto en que entre otras condiciones se acordaba que el nuevo gobierno continuaría la lucha contra los grupos revolucionarios, se le prohibía cualquier acercamiento con ellos y, el ejército seguiría contando con total autonomía. Después de 1966, el ejército guatemalteco, asesorado por militares norteamericanos, lanzó su primera campaña contrainsurgente contra las FAR, que arrojó unos 8.000 muertos, la mayoría de ellos civiles. Sin embargo, la guerrilla 23 Se sigue un fragmento de un artículo de Rachel Sieder, investigadora del Institute for Latin American Studies de la Universidad de Londres situando el contexto histórico del conflicto armado interno y la negociación de la paz en: http://www.edualter.org/material/guatemala/segnovsieder.htm 24 Cf. Sabino, Carlos (2008) Guatemala, la Historia silenciada. Tomo II, El dominó que no cayó. Ed. Fondo de Cultura económica, Guatemala. Pág. 50. sobrevivió a esta primera derrota y se formaron nuevas organizaciones 25. En Guatemala se llegaron a establecer dos conceptos básico de contrainsurgencia: “1. Las unidades permanecerían en la montaña indefinidamente, mediante un sistema de rotación, con el objeto de conocer el terreno, detectar los movimientos de la guerrilla y localizar sus campamentos, procediendo a su destrucción. 2. Para fines de lucha, principalmente por necesidades de inteligencia, las tropas debían acercarse a la población local y contribuir en su desarrollo físico, mediante un plan piloto enfatizando operaciones de acción cívica y conseguir su apoyo”26 En los años setenta se hizo pública la existencia del Ejército Guerrillero de los Pobres (EGP) y la Organización del Pueblo en Armas (ORPA). En su momento de auge, en 1978-1980, el movimiento guerrillero contó con aproximadamente de seis a ocho mil combatientes y alrededor de medio millón de simpatizantes activos en todo el territorio nacional. “Desde julio de 1970, la seguridad en Guatemala se garantizaba con terrorismo de Estado”27 Tanto, que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos condena al Estado guatemalteco por la violación a los derechos humanos. En 1982 los grupos guerrilleros y el comunista Partido Guatemalteco del Trabajo (PGT) se unieron para formar un comando único bajo el nombre de Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca (URNG). Sin embargo, ya para 1982 la guerrilla había sido fuertemente golpeada por la represión militar y no fue capaz de proteger a sus simpatizantes en el altiplano rural, quienes se convirtieron en el blanco principal de la contrainsurgencia militar. 25 “Los altos mandos militares habían comprendido ya, a comienzos de 1966, que no podían tomar a la ligera a las guerrillas del nororiente del país y que necesitaban lanzarse a una ofensiva más decidida para impedir que el foco prosperase y se extendiese” (Sabino, Tomo II, Pág. 58) 26 Sabino, Carlos (2008) Guatemala, la Historia silenciada. Tomo II, El dominó que no cayó. Ed. Fondo de Cultura económica, Guatemala. Pág. 71. 27 Otero, Santiago (1998). Gerardi Memoria Viva. Ed. Copia Fiel. Antigua Guatemala. Pág. 87. Habiendo hecho este recorrido histórico, que relata un poco los orígenes del conflicto armado interno en Guatemala, se procede a enumerar las principales causas que se consideran dieron origen a dicho conflicto. IV. 2. Causas del conflicto armado Este “enfrentamiento armado sólo puede explicarse por una combinación de factores internos y externos cuyo peso específico es difícil precisar cuantitativamente. No obstante, es evidente también que la suma de todas estas causas de carácter histórico no hubiera sido suficiente por sí misma para producir la insurgencia ni la violencia que llegó a alcanzar el enfrentamiento armado. Nuevos fenómenos sociales y políticos que se produjeron hacia fines de los años cincuenta y principios de los sesenta, en una coyuntura especial, que hizo pensar a parte de los sectores excluidos de la sociedad en la vía armada como la mejor opción política a su alcance, si no la única.”28 A continuación se detallan algunas causas. 2.1 La estructura agraria y la exclusión económica: En Guatemala, una sociedad predominantemente agrícola, ha existido una desigual distribución de riquezas, en especial de la tierra. Ésta es una de las causas de la pobreza. El siguiente cuadro es muy elocuente al respecto. Cuadro 1 Distribución de la Tierra en Guatemala por categorías de Tamaño de Fincas: 1950, 1964, 1979 (expresado en porcentajes)29 Número de Fincas Superficie Tamaño 1950 1964 1979 1950 1964 1979 Microfincas (menos de 0.7 ha) 21.30 20.39 31.36 0.77 1.33 Subfamiliares(0.7 a menos de 7 ha) 67.05 67.04 56.76 13.36 17.66 14.91 Familiares (7 a menos de 44.8 ha) 9.48 10.46 9.31 13.45 18.85 18.68 28 0.95 CEH (1999) Guatemala, Memoria del Silencio. Mandato y Procedimiento del trabajo Causas y orígenes del Conflicto Armado. Tomo I. Ed. Talleres Litoprint, Guatemala. pág 83, numeral 232. 29 CEH (1999) Guatemala, Memoria del Silencio. Mandato y Procedimiento del trabajo Causas y orígenes del Conflicto Armado. Tomo I. Ed. Talleres Litoprint, Guatemala. pág 84, numeral 235. Multifamiliares medianas (44.8 a menos de 900 ha) 2.02 2.02 2.48 31.38 36.56 43.48 Multifamiliares grandes (900 ha y mayores) 0.15 0.09 0.09 40.83 25.99 21.61 Total 100.00 100.00 100.00 99.99 100.01 100.01 Como se puede observar en el anterior cuadro, para el año de 1950, un 72.21% de la superficie finquera del país estaban concentradas en tan sólo el 2.17% de fincas. En contraste, para el mismo año, un 14.13% de la superficie finquera estaba concentra en un 88.35% de fincas. Haciendo una analogía, de cada Q 100.00 (cien quetzales) Q.72.21 pertenecerían a 2.17 dueños y Q. 14.13 pertenecería a 88.35 personas. Una total desigualdad en la distribución de la tierra. Es decir, que mientras cada dueño de un minifundio vivía con Q. 0.16, cada dueño de un latifundio vivía con Q. 32.28 (es una analogía). La situación no cambió mucho para 1964, pues un 60% de la tierra estaba en manos del 2.1% de los propietarios. Por otra parte, en 1950 el 50% de la población recibía el 22% del ingreso total; en contraste, el 25% de la población recibía el 61% del ingreso. Además, hay que sumarle la falta de una política social por parte del Estado, el cual sólo ha beneficiado a reducidos sectores. Esta exclusión social era un inconveniente para la legitimidad social amplia, y para ello usaba las fuerzas coercitivas. Así, según la CEH “la pobreza debe considerarse como un antecedente estructural del enfrentamiento armado. La miseria por sí misma no produce revoluciones, pero sí las puede potenciar.”30 Y fue en este contexto, que los guerrilleros incluyeron siempre la defensa de los excluidos. Fue en nombre de los pobres que se planteó el discurso revolucionario. Dicho discurso, convenció y movilizó efectivamente a muchos de ellos. 2.2 El racismo, la subordinación y la exclusión indígena: Desde la conquista española, se trato de justificar la opresión y explotación del pueblo maya 30 CEH (1999) Guatemala, Memoria del Silencio. Mandato y Procedimiento del trabajo Causas y orígenes del Conflicto Armado. Tomo I. Ed. Talleres Litoprint, Guatemala. pág 86, numeral 239. en base a conceptos raciales: “la desigualdad natural” y por ende, “la inferioridad de los indios”. Esto no cambió con la llagada de la República, pues los criollos y, luego la élite ladina, siguieron las mismas pautas. Durante la colonia, existían las reducciones. Y con ellas la exclusión no sólo era social, sino también geográfica. Más tarde, con el proceso independentista, la población indígena fue conducida hacia las tierras más pobres y “se inauguró un modelo de asimilación, por el cual se buscaba asimilar o desaparecer a los indígenas dentro de la naciente nación mestiza.”31 Hasta tal punto llegó ésta ideología que se les ofrecía premios a los curas que lograran eliminar el idioma indígena. Más tarde, con la Revolución Liberal de 1871, los ladinos con poder cobraron el protagonismo que anteriormente les habían negado los peninsulares y los criollos. Con esto la subordinación económica indígena continúa y también la de los ladinos pobres. 2.3 La dictadura y el autoritarismo: En América Latina, Guatemala es uno de los países que más gobiernos militares y dictaduras ha tenido. Desde la Independencia hasta la Revolución Liberal, el poder se lo fueron intercambiando liberales y conservadores, ambos bandos pertenecía a las élites y las defendían, claro está, con distintos matices. Tanto los gobiernos de Carrera, Barrios, Estrada Cabrera y Ubico, fueron ejercidos muy autoritariamente. Reprimían la oposición y los reclamos de la población. “Esto ha significado la continuidad de una práctica efectiva del poder donde el sistema jurídico encubriría la sociedad de privilegios y un orden violento que garantizaba la explotación y la sumisión de los ciudadanos. Este modelo de control social, ha sido parte del modelo autoritario de sociedad al que se ha sometido a la ciudadanía”32 31 CEH (1999) Guatemala, Memoria del Silencio. Mandato y Procedimiento del trabajo Causas y orígenes del Conflicto Armado. Tomo I. Ed. Talleres Litoprint, Guatemala. pág 89, numeral 251. 32 CEH (1999) Guatemala, Memoria del Silencio. Mandato y Procedimiento del trabajo Causas y orígenes del Conflicto Armado. Tomo I. Ed. Talleres Litoprint, Guatemala. pág 96, numeral 272. 2.4 La coyuntura internacional (Guerra Fría). Era evidente el temor al comunismo, que desde la Revolución de octubre empezó a surgir en Guatemala. Como un suspiro llegaron los diez años de la llamada “primavera democrática”, pues después de la fracasada Revolución de octubre, la violencia se agudizó y el sistemático miedo al comunismo “sirvieron para justificar las peores formas de represión y de terrorismo de Estado... En nombre del anticomunismo se violaron los derechos humanos de modo sistemático, masivo y prolongado.”33 IV. 3. Anotaciones sobre la secta Verbo. Se hace una breve referencia al protestantismo en Guatemala, en especial a la secta “Verbo”, porque en los años más crueles del conflicto armado interno uno de sus pastores, como es el caso de Efraín Ríos Mont, estuvo al frente del gobierno guatemalteco. Por mucho tiempo la única presencia cristiana en Guatemala fue la de la Iglesia católica. Es en 1882, con la presencia de Justo Rufino Barrios en el poder y su política en contra de la misma, que se le abren las puertas al protestantismo. Así, el prebisteriano John Clark llega en ese año al país34. Se debe reconocer a las iglesias protestantes su gran aporte a la evangelización hecha al país por medio del la traducción del Nuevo Testamento a algunos idiomas mayas. Con el terremoto de 1976, el protestantismo fundamentalista se extendió con rapidez por el territorio nacional, sobre todo en las áreas más afectadas por el 33 CEH (1999) Guatemala, Memoria del Silencio. Mandato y Procedimiento del trabajo Causas y orígenes del Conflicto Armado. Tomo I. Ed. Talleres Litoprint, Guatemala. pág 97, numeral 274. 34 Cf. Fernando Bermúdez. mismo. Además de la ayuda que brindaron, el mensaje de temor que proclamaron fue fundamental para ese crecimiento. En 1982, con el general Efraín Ríos Montt, el “gobierno fue utilizado para desacreditar a la Iglesia católica y hacer proselitismo evangélico”35. De esta manera la iglesia Verbo, “dependiente de una organización neopentecostal con sede en California llamada Gospel Outecach”36 influyó en el nuevo Presidente, pues por su fundamentalismo despertó en el general un sentimiento de que su puesta en el poder era “un claro designio de Dios”, es decir, era el ungido de Dios para gobernar Guatemala en tiempos difíciles, un nuevo mesías para los nuevos tiempos. La Iglesia fue fundada en 1974 en Estados Unidos, tiene fuertes vínculos con la derecha norteamericana. “Cada miembro de la secta con su ministerio, y luego él mismo adoctrina a otros. Su consigna es: Cumplir con el ministerio las 24 horas del día y no solamente el domingo”37. Era fácil, entonces que Ríos Montt “utilizara el evangelismo en su lucha contrainsurgente”38 pues dos de sus consejeros de confianza eran hombres pertenecientes a su iglesia, pero no sólo en la presidencia, también sus estrategias políticas-militares como “fusiles y frijoles”, “aldeas modelos” y “Patrullas de Autodefensa Civil” contaron con la presencia de líderes del protestantismo. Si él era el elegido, el mal lo representaban los que estaban en contra de él, en este caso los grupos guerrilleros y la misma Iglesia católica la cual fue vista con recelo. Es más, el Ejército y numerosas iglesias protestantes se encargaron de la distribución de alimentos, medicinas y materiales de construcción en las áreas afectadas por la guerra. Así, las iglesias crecían en adeptos y el gran responsable del 35 Cf. Fernando Bermúdez. Alonso, Pedro Luis. (1998). En el nombre de la Crisis. Transformaciones religiosas de la sociedad guatemalteca contemporánea. Ed. Artemis Edinter, Guatemala. Pág. 256. 37 Bermúdez, Fernando. (1993). ¿Qué son las iglesias y sectas protestantes?. Guía de orientación para los católicos. Ed. Voces del Tiempo, Guatemala. Pág. 71. 38 Alonso, Pedro Luis. (1998). En el nombre de la Crisis. Transformaciones religiosas de la sociedad guatemalteca contemporánea. Ed. Artemis Edinter, Guatemala. Pág. 257. 36 “milagro” era Ríos Montt. “Guatemala era la Nueva Jerusalén que estaba en guerra contra las fuerzas del mal (el comunismo) y él era el profeta escogido por Dios para liberarla de Satanás”39 Esta era, marca el fortalecimiento del protestantismo en Guatemala como la opción que soluciona los problemas de un amplio sector de la población guatemalteca. V DEFINICIÓN DE CONCEPTOS: Criminalidad: Es la Cualidad o circunstancia que hace que una acción sea criminosa. También es el número de los crímenes cometidos en un territorio y tiempo determinado. Cristología: Tratado de lo referente a Cristo40. Es decir, es la rama de la teología que estudia la persona y la obra de Cristo Jesús, tal como éstas aparecen en la Biblia. Algunos de los temas específicos de estudio son: 1) Su divinidad, 2) Su encarnación, 3) Sus oficios y títulos (léase Cristo), 4) Su sacrificio, 5) Su resurrección, 6) Su enseñanza, 7) Su relación con Dios y con el hombre y 8) Su retorno personal a la tierra41. Genocidio: Exterminio o eliminación sistemática de un grupo social por motivo de raza, de etnia, de religión, de política o de nacionalidad. Linchamiento: Ejecución sin proceso y tumultuariamente a un sospechoso o a un reo. Masacre: Matanza de personas, por lo general indefensas, producida por ataque armado o causa parecida. Revelación: Manifestación divina. En teología, se refiere a lo que Dios declara de Sí mismo. La revelación se puede dividir en dos tipos: natural y especial. La 39 Bendaña, Ricardo. (2001) Ella es lo que nosotros somos y más. Síntesis histórica del catolicismo guatemalteco. II parte (1951 -2000). Ed. Artemis Edinter, Guatemala. Pág. 161. 40 Diccionario de la Real Academia Española. Ed. 2007. 41 http://www.maic.net/dicionario/c-d.htm#Cristología. revelación natural es aquello que podemos saber acerca de Dios a partir de la observación de Su creación (Rom. 1:20). A partir de la creación podemos saber que hay un Dios, que Él la gobierna, que tiene un orden, y que El se ocupa de nuestro bienestar. Sin embargo, no podemos descubrir el plan de salvación a partir de la revelación natural. Esto requiere una revelación especial. La revelación especial la ha dado Dios por medio de la Biblia, de muchas y diversas maneras (Heb 1:1), desde Su manifestación directa (Exo. 3) hasta visiones y sueños (Núm. 12:6-8). La revelación definitiva se halla en la Encarnación de Jesús, ya que El vino para revelarnos al Padre (Mat. 11:27; Luc. 10:22; Juan 14: 6-11; Heb. 1:1-3) y a comunicarnos el Evangelio (1 Cor. 15:1-4) por medio del cual alcanzamos la salvación42. Secta: Conjunto de seguidores de una parcialidad religiosa o ideológica. En el contexto del cristianismo, se trata en general de un grupo que emplea la Biblia pero distorsiona la doctrina, en particular en lo referente a la salvación, hasta un punto que la hace inalcanzable. Unos pocos ejemplos de sectas son el mormonismo, los Testigos de Jehová, la Ciencia Cristiana, los cristadelfos, la Iglesia Unitaria, el Camino Internacional, y la Iglesia de Unificación (Moonies)43. Seguridad Nacional: Se refiere a la noción de relativa estabilidad, calma o predictibilidad que se supone beneficiosa para el desarrollo de un país; así como a los recursos y estrategias para conseguirla (principalmente a través de militarización del país). Mientras que los objetivos clásicos de la seguridad nacional consistían en prevenir o rechazar amenazas militares de estados (la guerra clásica), en la actualidad las amenazas a la seguridad nacional son más difusas, e incluyen el terrorismo, los riesgos medioambientales y fenómenos sociales de escala global como las migraciones masivas44. Violencia: La CEG, señala como violencia institucionalizada o estructural a la “que se manifiesta en una realidad injusta de diferencias económicas y sociales entre los diversos sectores de la población, en la postración de nuestro pueblo, en 42 43 http://www.maic.net/dicionario/p-r.htm#Revelación. http://www.maic.net/dicionario/s.htm#Secta. 44 http://es.wikipedia.org/wiki/Seguridad_nacional. la marginación sistemática de participación y de toma de decisiones y en la falta de efectivas libertades ciudadanas”45. VI FUNDAMENTO DEL DERECHO A LA VIDA HUMANA VI. 1. Fundamentos bíblicos del derecho a la vida humana. a) En el Antiguo Testamento Algunos aseguran que Rene Cassin, el notable jurista encargado de la redacción de la Declaración Universal de los Derechos humanos, afirmó haberse "limitado a traducir los Diez Mandamientos a lenguaje moderno"46. Si bien es cierto, que el término “derechos humanos” no aparece en las Sagradas Escrituras, eso no significa que los mismos estén ausentes en ellas. Resulta llamativo que el mismo Abraham cuestione la decisión de Dios de condenar al justo con el malvado (Génesis 18, 16 – 33). La pregunta “¿va a fallar una injusticia el juez de toda la tierra?” es un juicio moral explícito que el mismo Abraham hace a Dios. Se deduce de la misma que “aunque Dios es visto como el dador de la vida, tampoco Él tiene derecho a quitarla sin legítima justificación”47. La gran diferencia del Génesis, en la creación de la primera pareja humana, con algunos mitos del entorno, es que no sólo es el rey o el emperador el que se parece a Dios, es el ser humano como tal el que es considerado imagen y semejanza del Dios. He, ahí la grandeza de antropología bíblica, la dignidad humana. 45 Carta Pastoral Colectiva de los Obispos de Guatemala con ocasión del momento político que vive nuestra patria. Para construir la paz. 10 de junio de 1984. N°. 1251. 46 Raquel Odara en http://www.wzo.org.il/es/recursos/view.asp?id=349. 47 Raquel Odara en http://www.wzo.org.il/es/recursos/view.asp?id=349. El primer homicidio narrado en las Escrituras (Génesis 4, 1 -16) es un fratricidio. Dicho fratricidio no hay que considerarlo como mera casualidad. La palabra “hermano” aparece siete veces en el mismo relato. Se podría leer entre líneas que el narrador quiere decir que “en todo asesinato es al propio hermano a quien se mata”48. El Antiguo Testamento contiene numerosas leyes que prohíben el asesinato. El mandato “no matarás” (Éxodo. 20, 13) contenido en el Código de la Alianza se vuelve a leer en otros textos bíblicos que defienden la vida humana. Así, más adelante en el mismo libro se lee “No causes la muerte del inocente y del justo” (Éxodo. 23, 7). El Papa Juan Pablo II afirmará que es “sobre todo en las vicisitudes del Éxodo, fundamento de la experiencia de fe del Antiguo Testamento, donde Israel descubre el valor de la vida a los ojos de Dios. Cuando parece ya abocado al exterminio, porque la amenaza de muerte se extiende a todos sus recién nacidos varones (cf. Éxodo. 1,15-22), el Señor se le revela como salvador, capaz de asegurar un futuro a quien está sin esperanza. Nace así en Israel una clara conciencia: su vida no está a merced de un faraón que puede usarla con arbitrio despótico; al contrario, es objeto de un tierno y fuerte amor por parte de Dios”49. b) En el Nuevo Testamento. Ya en el Nuevo Testamento es Jesús quien lo retoma en el Sermón de la Montaña “Habéis oído que se dijo a los antepasados: No matarás” (Mateo. 5, 21) y añade el rechazo a la ira y la violencia. Este rechazo se puede interpretar como un rechazo a cualquier motivación que lleve a un ser humano a ser asesino. “Jesús observó el quinto mandamiento y vivió el respeto por la vida concretamente. Escuchaba el clamor del pueblo abandonado, privado de su derecho a la vida. Convivía con los enfermos, los pobres, los hambrientos, los pecadores, los 48 49 Raquel Odara en http://www.wzo.org.il/es/recursos/view.asp?id=349. Juan Pablo II. Evangelium Vitae. N°. 31 marginados, los condenados de la tierra. Se opuso al sistema de muerte organizado por los fariseos y algunos de los sacerdotes de aquel tiempo, pero perdonó y acogió al criminal que estaba clavado junto a él en la cruz (Lucas. 23, 43).”50 Es más, “en Jesús, "Palabra de vida", se anuncia y comunica la vida divina y eterna. Gracias a este anuncio y a este don, la vida física y espiritual del hombre, incluida su etapa terrena, encuentra plenitud de valor y significado: en efecto, la vida divina y eterna es el fin al que está orientado y llamado el hombre que vive en este mundo. El Evangelio de la vida abarca así todo lo que la misma experiencia y la razón humana dicen sobre el valor de la vida, lo acoge, lo eleva y lo lleva a término”51. En Jesús, nuevamente el Dios “amigo de la vida” (Sabiduría. 11, 26) le anuncia al nuevo pueblo de Dios “que sus vidas también son un bien al cual el amor del Padre da sentido y valor” (EV N° 32) Juan Pablo II, le recuerda a la Iglesia en general que “estar al servicio de la vida no es para nosotros una vanagloria, sino un deber, que nace de la conciencia de ser el pueblo adquirido por Dios para anunciar sus alabanzas (cf. 1 P 2,9)” (EV 79) es un deber porque “precisamente el anuncio de Jesús es el anuncio de la vida” (EV 80). VI. 2. Fundamentos del Derecho a la vida humana en el Magisterio de la Iglesia Universal. Por justicia hay que reconocer que no siempre la Iglesia defendió los derechos humanos. La historia da fe de ello, pues en su momento los papas Pío VI y IX condenaron tanto la Declaración francesa de los Derechos del Hombre y del Ciudadano52 como la libertad de conciencia53 respectivamente. Es decir, que los 50 Carlos Mesters en http://www.san-pablo.com.ar/revistaonline/articulos/ano2n16/quintomandamiento.htm . Juan Pablo II. Evangelium Vitae. N°. 30. 52 La Declaración de los derechos del hombre y el del ciudadano de 1789, inspirada en la declaración de independencia estadounidense de 1776 y en el espíritu filosófico del siglo XVIII, marca el fin del antiguo 51 derechos humanos nacieron fuera de la cristiandad, no del Evangelio. Otros hechos históricos son: el silencio de la Iglesia alemana ante los abusos nazis y el apoyo de la Iglesia española a la guerra civil. José María Castillo presenta otro ejemplo de cómo la Iglesia, aún hoy, no promueve todos los derechos humanos “En el número correspondiente al 1 de enero de 1995 del Human Rights Law Journal, Jean-Bernard Marie, director de Investigación en la Secretaría General del Instituto Internacional de Derechos Humanos de Estrasburgo, publicó un informe completo de las convenciones, declaraciones y protocolos suscritos por los Estados miembros o asociados a Naciones Unidas en materia de derechos humanos. Según ese informe, el total de pactos o protocolos suscritos por Naciones Unidas, en cuanto se refiere al cumplimiento de los derechos humanos, es de 103… de estos…, la Santa Sede ha suscrito solamente 10”54 Es hasta la segunda mitad del siglo XX, con Juan XXIII, Pablo VI y el Concilio Vaticano II, que la Iglesia asume por fin los derechos humanos. “En este período, por fin, la Iglesia proclama estos principios como formas superiores, desde una consideración ética, para organizar la vida pública y el estado moderno”55 Es a partir de entonces cuando la Iglesia empieza a aceptar los derechos humanos como legítimos y fomentar una ética cristiana que los promueva, denuncie su violación y se oponga a su transgresión56. Es importante en esta exposición presentar con brevedad cómo el Magisterio de la Iglesia Católica aborda el derecho a la vida. Para ello se toman en cuenta régimen feudal de los reyes absolutistas de Francia. En la declaración se definen los derechos "naturales e imprescriptibles" como la libertad, la propiedad, la seguridad, la resistencia a la opresión. Asimismo, reconoce la igualdad de todos los ciudadanos ante la ley y la justicia. Por último, afirma el principio de la separación de poderes. 53 Según José Antonio Gimbernat, la tesis dogmática que sustenta esta posición es que el error carece de derechos. 54 http://www.sedos.org/spanish/castillo.htm 55 Casiano Floristán (Director). () Nuevo diccionario de Pastoral. Pág. 309. 56 Cfr. Ibíd. Pág. 310. documentos como la Constitución Dogmática sobre la Iglesia del Concilio Ecuménico Vaticano II (LG), la Constitución Pastoral sobre la Iglesia en el Mundo Actual (GS), la III Conferencia General del Episcopado Latinoamericano (Puebla) y sucintamente el pensamiento del Papa Juan Pablo II. El documento que se refiere al tema en forma más extensa es el de Puebla. a) El derecho a la vida humana en Juan Pablo II. Juan Pablo II fue un Papa que defendió los derechos humanos, en su Encíclica Rendentor Hominis considera necesario que la Iglesia esté atenta a todo aquello que va en contra de la dignidad de la persona humana (Cf. RH 14). Él mismo, pide a las dos partes involucradas directamente en el conflicto Este – Oeste que no sigan proveyendo de armamento a las demás naciones, petición que hace en nombre de Dios y del hombre: “¡no matéis! ¡No preparéis a los hombres destrucciones y exterminio! ¡Pensad en vuestros hermanos que sufren hambre y miseria! ¡Respetad la dignidad y la libertad de cada uno!” (RH 16). El Papa juzga como condición indispensable que, “en definitiva, la paz se reduce al respeto de los derechos inviolables del hombre, —«opus iustitiae pax»—, mientras la guerra nace de la violación de éstos y lleva consigo aún más graves violaciones de los mismos”. (RH 17) En RH, el ser humano es considerado “el camino de la vida cotidiana de la Iglesia por lo que es necesario que la misma Iglesia sea siempre consciente de la dignidad de la adopción divina que obtiene el hombre en Cristo, por la gracia del Espíritu Santo 137 y de la destinación a la gracia y a la gloria” (RH 18). Es decir, la grandeza del ser humano, además de la creación, le viene de la redención que le conduce “a una plenitud de vida que va más allá de las dimensiones de su existencia terrena, ya que consiste en la participación de la vida misma de Dios”57. Esta vida – prosigue el documento antes citado- debe ser vista como “realidad sagrada, que se nos confía para que la custodiemos con sentido de responsabilidad y la llevemos a 57 Juan Pablo II. (1995). Evangelium Vitae. N° 2. perfección en el amor y en el don de nosotros mismos a Dios y a los hermanos”. Por eso “En el reconocimiento de este derecho se fundamenta la convivencia humana y la misma comunidad política”. El derecho a la vida, es sin duda, origen y condición primaria para la conservación de todos los demás derechos humanos. Juan Pablo II así lo cree y recuerda al mundo que la “inviolabilidad de la persona, reflejo de la absoluta inviolabilidad del mismo Dios, encuentra su primera y fundamental expresión en la inviolabilidad de la vida humana. Se ha hecho habitual hablar, y con razón, sobre los derechos humanos; como por ejemplo sobre el derecho a la salud, a la casa, al trabajo, a la familia y a la cultura. De todos modos, esa preocupación resulta falsa e ilusoria si no se defiende con la máxima determinación el derecho a la vida como el derecho primero y fontal, condición de todos los otros derechos de la persona”. (Exhortación apostólica post-sinodal Christifideles laici. párrafo 38b) Juan Pablo II considera el derecho a la vida como un derecho fundamental y para él “significa derecho a venir a la luz y, luego, a perseverar en la existencia hasta su natural extinción” (Cruzando el umbral de la esperanza). El Papa advierte que todos los derechos humanos deben ser tutelados y defendidos, pues “cuando se acepta sin reaccionar la violación de uno cualquiera de los derechos humanos fundamentales, todos los demás están en peligro”. (Mensaje para la jornada mundial por la paz 1999) Por ello, lo cristianos están llamados a “defender y promover este derecho, conscientes de la maravillosa verdad recordada por el Concilio Vaticano II: «El Hijo de Dios, con su encarnación, se ha unido, en cierto modo, con todo hombre». En efecto, en este acontecimiento salvífico se revela a la humanidad no sólo el amor infinito de Dios que «tanto amó al mundo que dio a su Hijo único» (Jn 3,16), sino también el valor incomparable de cada persona humana”58. 58 Juan Pablo II. (1995). Evangelium Vitae. N° 2. La Iglesia llamada a custodiar los tesoros de Dios, “en virtud del misterio del Verbo de Dios hecho carne” está comprometida a defender al ser humano, pues “toda amenaza a la dignidad y a la vida del hombre repercute en el corazón mismo de la Iglesia… todo lo que ofende a la dignidad humana… deshonran más a quienes los practican que a quienes padecen la injusticia y son totalmente contrarios al honor debido al Creador”59, por el misterio de la encarnación. La humanidad debe ser consciente de que en cada homicidio, al igual que el primer fraticidio, “se viola el parentesco «espiritual» que agrupa a los hombres en una única gran familia donde todos participan del mismo bien fundamental: la idéntica dignidad personal”60. En cada homicidio se atenta contra el mismo Dios. No se debe olvidar que en la mentalidad hebrea la sangre es de la vida y Dios es el dueño de la vida (Cf. Deuteronomio. 12, 13.). A todo lo anterior, el Papa le añade que "La vida humana es sagrada porque desde su inicio comporta "la acción creadora de Dios" y permanece siempre en una especial relación con el Creador, su único fin. Sólo Dios es Señor de la vida desde su comienzo hasta su término: nadie, en ninguna circunstancia, puede atribuirse el derecho de matar de modo directo a un ser humano inocente. -Y a ese efecto-, “la Sagrada Escritura impone al hombre el precepto "no matarás" como mandamiento divino (Éxodo. 20,13; Deuteronomio. 5,17)”. (EV. 53) Algunos de los atentados contra la vida61 hacia los que Juan Pablo II se pronunció son: La pena de muerte: "La medida y la calidad de la pena deben ser valoradas y decididas atentamente sin que se deba llegar a la medida extrema de la eliminación del reo, salvo en casos de absoluta necesidad, es decir, cuando la defensa de la sociedad no sea posible de otro modo. Hoy, sin embargo, gracias 59 Juan Pablo II. (1995). Evangelium Vitae. N° 3. Juan Pablo II. (1995). Evangelium Vitae. N° 8. 61 En todos los casos se citan textos de la Encíclica Evangelium Vitae. 60 a la organización cada vez más adecuada de la institución penal, estos casos son ya muy raros, por no decir prácticamente inexistentes" (56). Asesinato de inocentes: "Confirmo que la eliminación directa y voluntaria de un ser humano inocente es siempre gravemente inmoral" (57). El aborto: "Ninguna palabra puede cambiar la realidad de las cosas: el aborto procurado es la eliminación deliberada y directa, como quiera que se realice, de un ser humano en la fase inicial de su existencia, que va de la concepción al nacimiento" (58). La Eutanasia: “confirmo que la eutanasia es una grave violación de la Ley de Dios, en cuanto eliminación deliberada y moralmente inaceptable de una persona humana.” (65) El suicidio: “el suicidio, bajo el punto de vista objetivo, es un acto gravemente inmoral, porque comporta el rechazo del amor a sí mismo y la renuncia a los deberes de justicia y de caridad para con el prójimo, para con las distintas comunidades de las que se forma parte y para la sociedad en general. En su realidad más profunda, constituye un rechazo de la soberanía absoluta de Dios sobre la vida y sobre la muerte, proclamada así en la oración del antiguo sabio de Israel: "Tú tienes el poder sobre la vida y sobre la muerte, haces bajar a las puertas del Hades y de allí subir" (Sb 16,13; cf. Tb 13,2).” (66) El Papa Juan Pablo II, en su primera visita pastoral a tierras guatemaltecas se refirió al derecho que tiende todo ser humano a gozar de una existencia digna. El Papa afirmó en esa ocasión que “la fe nos enseña que el hombre es imagen y semejanza de Dios (cf. Gen 1, 27); eso significa que está dotado de una inmensa dignidad; y que cuando se atropella al hombre, cuando se violan sus derechos, cuando se cometen contra él flagrantes injusticias, cuando se le somete a las torturas, se le violenta con el secuestro o se viola su derecho a la vida, se comete un crimen y una gravísima ofensa a Dios; entonces Cristo vuelve a recorrer el camino de la pasión y sufre los horrores de la crucifixión en el desvalido y oprimido”62 El Papa realiza esas declaraciones en momentos en que la violencia del Estado guatemalteco era muy fuerte, incluso horas antes de su arribo al país, eran sometidos unos rehenes a la pena de muerte. En medio de esa coyuntura el Papa le dice a toda la población guatemalteca y en especial a quiénes ostentaban el poder político y militar que recuerden que todo hombre es su hermano y que se conviertan en respetuosos defensores de su dignidad. Asegurando así la vida de su hermano, es decir, de cualquier hombre sin distingos políticos, sociales, ideológicos, raciales y religiosos63. En años anteriores, concretamente antes de iniciar Puebla en 1979, el Papa le recordó a la Iglesia Latinoamericana que la Iglesia contaba con “admirables figuras de obispos profundamente empeñados en la promoción y en la valiente defensa de la dignidad humana de aquellos que el Señor les había confiado. Lo han hecho siempre bajo el imperativo de su misión episcopal, porque para ellos la dignidad humana es un valor evangélico que no puede ser despreciado sin grande ofensa al Creador.”64 Pues el papa consideraba que “«la evangelización no sería completa si no tuviera en cuenta la interpelación recíproca que en el curso de los tiempos se establece entre el Evangelio y la vida concreta personal y social del hombre”65 y por eso exhorta a los obispos a fomentar una Iglesia defensora de los derechos humanos por un auténtico compromiso evangélico. 62 Juan Pablo II. Homilía en el Campo Marte, Guatemala 1993. Cf. La misma homilía proclamada en el Campo Marte. La cual va en total consonancia con el discurso proclamado en Quetzaltenango, donde pidió que fuera salvaguardado el carácter sagrado de la vida de los indígenas. Con éstas palabras: “Que nadie, por ningún motivo, desprecie vuestra existencia, pues Dios nos prohíbe matar y nos manda amarnos como hermanos” 64 S.S. Juan Pablo II Discurso Inaugural pronunciado en el Seminario Palafoxiano de Puebla de los Ángeles, México 28 de enero de 1979 . 65 Ibid. 63 b) El derecho a la vida en el Concilio Ecuménico Vaticano II. b. 1.La vida humana en la Lumen Gentium (LG) El derecho a la vida humana en (LG) no se encuentra explícitamente, pero se puede inferir en el numeral ocho, en el que expresa que “Cristo fue enviado por el Padre a "evangelizar a los pobres y levantar a los oprimidos"… de manera semejante la Iglesia… en los pobres y en los que sufren la imagen de su Fundador pobre y paciente, se esfuerza en aliviar sus necesidades y pretende servir en ellos a Cristo.” (LG 8) En ese esfuerzo que la Iglesia hace, a semejanza de Cristo, de “aliviar las necesidades” de los pobres, incluye la defensa de los derechos humanos y por eso “Todos los Obispos, en efecto, deben… instruir a los fieles en el amor del Cuerpo místico de Cristo, sobre todo de los miembros pobres y de los que sufren o son perseguidos por la justicia (cf. Mt., 5,10)…” (LG 23). b. 2.La vida Humana en la Constitución Pastoral Sobre la Iglesia Gaudium Spes (GS) En GS se pueden encontrar más referencias claras del magisterio de la Iglesia sobre el derecho a la vida, ya desde el proemio encontramos una bella declaración de una Iglesia comprometida con lo humano, pues afirma que “Los gozos y las esperanzas, las tristezas y las angustias de los hombres de nuestro tiempo, sobre todo de los pobres y de cuantos sufren, son a la vez gozos y esperanzas, tristezas y angustias de los discípulos de Cristo. Nada hay verdaderamente humano que no encuentre eco en su corazón… La Iglesia por ello se siente íntima y realmente solidaria del género humano y de su historia.” (GS1) Según GS, la dignidad del ser humano le viene desde la creación, pues en la antropología bíblica el ser humano es imagen y semejanza de su Creador (Cfr GS 12) y por tal razón, el ser humano no debe “despreciar la vida corporal, sino que, por el contrario, debe tener por bueno y honrar a su propio cuerpo, como criatura de Dios que ha de resucitar en el último día.” (GS 14) Quizás sea este el fundamento más importante a la hora de hablar de la defensa de los derechos humanos. Ya GS, contemplaba que la sociedad de los años 50s del siglos XX, tenía una conciencia cada vez mayor de la “excelsa dignidad de la persona humana, de su superioridad sobre las cosas y de sus derechos y deberes universales e inviolables”. (GS 27) y considera a la vez “necesario” que el ser humano goce de los derechos que le aseguren “una vida verdaderamente humana”, entre esos derechos está “la protección de la vida privada.” (GS 27) que se garantiza con “el respeto al hombre”. Hace constar que todo “cuanto atenta contra la vida… cuanto viola la integridad de la persona humana,…cuanto ofende a la dignidad humana,… (son) prácticas en sí mismas infamantes, degradan la civilización humana, deshonran más a sus autores que a sus víctimas y son totalmente contrarias al honor debido al Creador.” (GS 27). Por tal razón exhorta a las instituciones humanas, privadas o públicas, para que se pongan al servicio de la dignidad humana, para que luchen con energía contra cualquier esclavitud social o política y respeten, bajo cualquier régimen político, los derechos fundamentales del hombre. (Cfr GS 29) Esta misma “Iglesia, pues, en virtud del Evangelio que se le ha confiado, proclama los derechos del hombre y reconoce y estima en mucho el dinamismo de la época actual, que está promoviendo por todas partes tales derechos.” (GS 41) Es más, se sabe a sí misma como “sacramento de universal de salvación” llamada a manifestar el amor a Dios y al prójimo. (Cfr GS 45) La vida humana debe ser protegida des la concepción “Pues Dios, Señor de la vida, ha confiado a los hombres la insigne misión de conservar la vida, misión que ha de llevarse a cabo de modo digno del hombre. Por tanto, la vida desde su concepción ha de ser salvaguardada con el máximo cuidado; el aborto y el infanticidio son crímenes abominables.” (GS 51) aunque este número se refiere más bien al cuidado de los niños desde el embarazo. El numeral 73 de GS reprueba la violencia estructural y defiende la vida “Se reprueban también todas las formas políticas, vigentes en ciertas regiones, que obstaculizan la libertad civil o religiosa, multiplican las víctimas de las pasiones y de los crímenes políticos y desvían el ejercicio de la autoridad en la prosecución del bien común, para ponerla al servicio de un grupo o de los propios gobernantes.” (GS 73) La misma GS más adelante se dirige a los cristianos con la siguiente exhortación: “Luchen con integridad moral y con prudencia contra la injusticia y la opresión, contra la intolerancia y el absolutismo de un solo hombre o de un solo partido político; conságrense con sinceridad y rectitud, más aún, con caridad y fortaleza política, al servicio de todos.” (GS 75) El numeral 76 es un buen fundamento de cualquier acción de la Iglesia a favor de la vida humana, veámoslo “La Iglesia, que por razón de su misión y de su competencia no se confunde en modo alguno con la comunidad política ni está ligada a sistema político alguno, es a la vez signo y salvaguardia del carácter trascendente de la persona humana… Es de justicia que pueda la Iglesia en todo momento y en todas partes predicar la fe con auténtica libertad, enseñar su doctrina social, ejercer su misión entre los hombres sin traba alguna y dar su juicio moral, incluso sobre materias referentes al orden político, cuando lo exijan los derechos fundamentales de la persona o la salvación de las almas, utilizando todos y solos aquellos medios que sean conformes al Evangelio y al bien de todos según la diversidad de tiempos y de situaciones.” (GS 76) En el siguiente numeral, condena la crueldad de la guerra “Por esto el Concilio, al tratar de la nobilísima y auténtica noción de la paz, después de condenar la crueldad de la guerra, pretende hacer un ardiente llamamiento a los cristianos para que con el auxilio de Cristo, autor de la paz, cooperen con todos los hombres a cimentar la paz en la justicia y el amor y a aportar los medios de la paz.” (GS 77) Más adelante condena la guerra y las masacres con mucha claridad y valentía “Los actos, pues, que se oponen deliberadamente a tales principios y las órdenes que mandan tales actos, son criminales y la obediencia ciega no puede excusar a quienes las acatan. Entre estos actos hay que enumerar ante todo aquellos con los que metódicamente se extermina a todo un pueblo, raza o minoría étnica: hay que condenar con energía tales actos como crímenes horrendos; se ha de encomiar, en cambio, al máximo la valentía de los que no temen oponerse abiertamente a los que ordenan semejantes cosas.” (GS 79) y más adelante dice: “Toda acción bélica que tienda indiscriminadamente a la destrucción de ciudades enteras o de extensas regiones junto con sus habitantes, es un crimen contra Dios y la humanidad que hay que condenar con firmeza y sin vacilaciones.” (GS 80) c) El derecho a la vida en el documento de Puebla A semejanza del discurso hecho por el Papa, los obispos reunidos en Puebla afirman que la defensa de los derechos humanos que debe hacer la Iglesia se apoya en el valioso testimonio dado durante la conquista y colonización de América por algunos evangelizadores del nuevo continente “como Antonio de Montesinos, Bartolomé de las Casas, Juan de Zumárraga, Vasco de Quiroga, Juan del Valle, Julián Garcés, José de Anchieta, Manuel Nóbrega y tantos otros que defendieron a los indios ante conquistadores y encomenderos incluso hasta la muerte, como el Obispo Antonio Valdivieso, demuestran, con la evidencia de los hechos, cómo la Iglesia promueve la dignidad y libertad del hombre latinoamericano. (Puebla 8) Situación de los derechos humanos en América Latina según el documento de Puebla. La Iglesia latinoamericana reconoce que muchos de los derechos de sus pueblos son quebrantados y siente compartir con los seres humanos que habitan dichos pueblos “las “angustias que brotan de la falta de respeto a su dignidad como ser humano, imagen y semejanza del Creador y a sus derechos inalienables como hijos de Dios.” (40) pues es una Iglesia que se inserta en países “en donde con frecuencia no se respetan derechos humanos fundamentales —vida, salud, educación, vivienda, trabajo...” (41). Y a la vez señala, como una de las responsables a “la doctrina de la seguridad nacional” (49) De una Iglesia Latinoamericana aliada al poder a una que defiende los derechos humanos. Esta Iglesia reconoce que su imagen de aliada a los poderes de este mundo ha cambiado y que ahora opta por una “firme defensa de los derechos humanos” Opción que la compromete en la promoción integral del ser humano, aunque sea “objeto de incomprensión o alejamiento por parte de algunos grupos sociales.” (83) Pues parece contemplar y quizás escuchar que “Desde el seno de los diversos países del continente está subiendo hasta el cielo un clamor cada vez más tumultuoso e impresionante. Es el grito de un pueblo que sufre y que demanda justicia, libertad, respeto a los derechos fundamentales del hombre y de los pueblos.” (87) Estos clamores la Iglesia Latinoamericana los considera como verdaderos “retos para la evangelización” (90) y por tal razón impulsa a sus integrantes a defender los derechos humanos (92 y 146) pues se siente profundamente solidaria de un pueblo que anhela una sociedad que salvaguarde los mismos (131 y 134) Una Iglesia con derecho y deber de anunciar su visión cristiana del ser humano El mismo culto a Dios nos recuerda que “Todo lo que atenta contra la dignidad del cuerpo del hombre, llamado a ser templo de Dios, implica profanación y sacrilegio y entristece al Espíritu. Esto vale para el homicidio y la tortura” (252) De esta manera, como el ser humano es un lugar teológico donde Dios se hace presente, la Iglesia “tiene el derecho y el deber de anunciar a todos los pueblos la visión cristiana de la persona humana, pues sabe que la necesita para iluminar su propia identidad y el sentido de la vida y porque profesa que todo atropello a la dignidad del hombre es atropello al mismo Dios, de quien es imagen. Por lo tanto, la Evangelización en el presente y en el futuro de América Latina exige de la Iglesia una palabra clara sobre la dignidad del hombre.” (306) Pues la Iglesia sabe que todo hombre y toda mujer “por más insignificantes que parezcan, tienen en sí una nobleza inviolable que ellos mismos y los demás deben respetar y hacer respetar sin condiciones” (317) y por tal motivo condena “todo menosprecio, reducción o atropello de las personas y de sus derechos inalienables” (318) Es más, la salvación que la Iglesia está llamada a anunciar tiene que ver con la defensa de la vida y ése derecho no le viene de ninguna ideología; Citando al Juan Pablo II afirma que no necesita “ recurrir a sistemas e ideologías para amar, defender, colaborar en la liberación del hombre: en el centro del mensaje del cual es depositaria y pregonera, ella encuentra inspiración para actuar en favor de la fraternidad, de la justicia, de la paz; contra las dominaciones, esclavitudes, discriminaciones, violencias, atentados a la libertad religiosa, agresiones contra el hombre y cuanto atenta contra la vida» (Juan Pablo II, Discurso inaugural III 2).” (355) La dignidad humana, objeto central de la doctrina social de la Iglesia. Haciendo eco de la Popolurum Progresio, Puebla afirma que: “El objeto primario de esta enseñanza social es la dignidad personal del hombre, imagen de Dios y la tutela de sus derechos inalienables”66 (475) de esta manera el anuncio que la Iglesia hace del Reino de Dios no está alejado de las realidades terrenas, si así lo hiciera, la Iglesia mutilaría al ser humano (Cfr. 485) 66 Se fundamenta en los numerales 14 al 21 de la Carta Encíclica Populorum Progressio del Papa Pablo VI (1967). Por eso, la Iglesia condena la violencia, ya venga la autoridad encargada de tutelar el bien común o de la violencia terrorista y guerrillera (Cfr. 531 - 532) y citando la GS 78 asegura que la responsabilidad de los “cristianos es promover de todas maneras los medios no violentos para restablecer la justicia en las relaciones sociopolíticas y económicas, según la enseñanza del Concilio, que vale tanto para la vida nacional como para la vida internacional” (533) ya que la “violencia no es ni cristiana ni evangélica” (534) Compromiso de los Obispos. Finalmente se expone el compromiso que los Obispos expresaron en Puebla, en el dan a conocer su intención, por exigencia evangélica y de acuerdo con su respetiva misión, “en promover la justicia y en defender la dignidad y los derechos de la persona humana” (706) Este compromiso se hace extensivo a los laicos quienes en todos los casos deberán buscar “y promover el bien común en defensa de la dignidad del hombre y de sus derechos inalienables en la protección de los más débiles y necesitados, en la construcción de la paz, de la libertad, de la justicia; en la creación de estructuras más justas y fraternas.” (792) En dicha defensa, la Iglesia debe hacer uso de los propios medios de comunicación (Cfr. 1094) ya que uno de sus criterios pastorales es “la preocupación preferencial en defender y promover los derechos de los pobres, los marginados y los oprimidos.” (1217) y también es uno de los principios orientadores de su quehacer como Iglesia en América Latina (Cfr. 1223), pues con profunda pena comprueba “que se ha agravado la situación de violencia que puede llamarse institucionalizada (subversiva y represiva) en la cual se atropella la dignidad humana hasta en sus derechos más fundamentales.” (1259) La Iglesia “experta en humanidad” reconoce que: “La realización de la persona se obtiene gracias al ejercicio de sus derechos fundamentales, eficazmente reconocidos, tutelados y promovidos. Por eso la Iglesia, experta en humanidad, tiene que ser voz de los que no tienen voz” (1268) pues defender los derechos fundamentales del ser humano es y será parte de su misión fundamental (Cfr 1271) y es una falta de madurez cristiana que un continente eminentemente católico los derechos humanos no sean respetados (Cfr. 1300) Estas reflexiones se convirtieron en un auténtico respaldo de la CEG a la hora de hacer públicos sus escritos pastorales, que son una auténtica representación de la doctrina social de la Iglesia. VI. 3. Fundamentos legales del derecho a la vida. La Constitución Política de la República de Guatemala estable en su capítulo primero que: “El Estado de Guatemala se organiza para proteger a la persona y a la familia” y señala como un deber del Estado “garantizarle a los habitantes de la República la vida”. Esta vida el debe ser protegida “desde su concepción, así como la integridad y la seguridad de la persona”. El Estado guatemalteco se convierte de esta manera en otro Estado más que ratifica en su Constitución los derechos humanos. Antes, en 1948, la ONU, proclamaba éste derecho, en su artículo 3 el cual dice lo siguiente: “Todo individuo tiene derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de su persona”67. En la exposición que a continuación se hace se sigue a Vergés Ramírez. Quién afirma que se entiende por derecho fundamental de la vida a “la exigencia incuestionable e inviolable de todo ser humano a la vida y a su integridad física, desde el primer momento de su concepción hasta su muerte real”68. Es una exigencia, por que todo ser humano tiene la capacidad de respetar, tutelar y promover su vida y la de sus semejantes. Es incuestionable e inviolable, ya que el 67 Declaración Universal de los Derechos Humanos. Art 3. 10 de diciembre de 1948. Vergés Ramírez, Salvador (1997). Derechos Humanos: Fundamentos. ed. Tecnos, Madrid. Pág. 126. 68 derecho a la vida tiene naturaleza indiscutible, sin excepción alguna, porque si se llega a transgredir todos los demás sn afectados. La expresión ser humano abarca a la persona entera en sus diferentes etapas de desarrollo y el calificativo integral a la totalidad del ser. El adjetivo fundamental recuerda que es diferente a los demás derechos, por ser el requisito indispensable para que todos los demás se cumplan. 1. La inviolabilidad del derecho a la vida. El que el derecho a la vida sea inviolable, comporta por un lado el respeto y por el otro la protección de la ley a partir de la concepción. Exige ser reconocido por las demás personas y por la sociedad. Lo anterior responde a que el ser humano es individual y social al mismo tiempo. De esta manera si no se respeta la inviolabilidad de dicho derecho, se pierde el estado de derecho. 2. La universalidad del derecho a la vida. La universalidad de este derecho se entiende a nivel local y temporal. El hombre tiene la facilidad de extenderse por doquier, y por que tiene esa facilidad, se le debe respetar su derecho en cualquier lugar, pues en cualquier lugar sigue siendo persona. 3. ¿De dónde nace el derecho del hombre a la vida? El derecho a la vida nace con el hombre mismo, nace con su dignidad, nace con su ser. “Sólo el hombre es capaz de auto poseerse en tal grado que conoce reflejamente su propia identidad”. Es decir, sólo el ser humano tiene conciencia del calor de su existencia. “En otras palabras, únicamente la persona puede desear vivir siempre, porque lleva dentro el germen de su inmortalidad”69 El autor citado sigue el pensamiento de Francisco de Victoria. El mismo autor citando a J Messner y H. Welzel, afirma que “La dignidad es el gozne alrededor del cual gira todo lo demás, ya que, si no se reconoce que únicamente la persona puede ser acreedora a la dignidad adjudicada, carece de sentido todo lo que se pueda decir acerca de la misma, a cualquier nivel. Y de modo muy particular en el científico”70 quien no debe convertir jamás al ser humano en un simple objeto. Esta dignidad tiene un carácter social y por ello el poder público debe defender y tutelar la vida de todo hombre. Pues a “nadie le está permitido violar impunemente la dignidad humana, de la que Dios mismo dispone con gran reverencia; ni ponerle trabas en la marcha hacia su perfeccionamiento, que lleva a la sempiterna vida de los cielos. Más aún, ni siquiera por voluntad propia puede el hombre ser tratado, en este orden, de una manera inconveniente o someterse a una esclavitud de alma pues no se trata de derechos de que el hombre tenga pleno dominio, sino de deberes para con Dios, y que deben ser guardados puntualmente”71. VII. LA DEFENSA DE LA VIDA EN LOS DOCUMENTOS DE LA CEG. Desde 1871 hasta los años 50ss del siglo XX, la Iglesia había perdido su poder político y económico en el país. Las reformas liberares de Justo Rufino Barrios, le habían dejado sin mucha presencia sacerdotal y sin algunas de sus propiedades. Tanto que, en 1950, Guatemala contaba con 114 parroquias y 132 sacerdotes. Con 69 Vergés Ramírez, Salvador (1997). Derechos Humanos: Fundamentos. ed. Tecnos, Madrid. Pág. 133-134. 70 Vergés Ramírez, Salvador (1997). Derechos Humanos: Fundamentos. ed. Tecnos, Madrid. Pág. 147-148. 71 León XIII (1891). Rerum Novarum. N°. 30. Rossel y Arellano, la situación cambió, pues para 1957 eran 252 sacerdotes; en 1966, 531 y 805 religiosas. La gran mayoría de religiosos y religiosas eran del extranjero. Los documentos eclesiales anteriormente citados se convirtieron en un estímulo y a la vez en una llamada al compromiso social para la CEG. Por eso los Obispos guatemaltecos percibieron que era parte de la “la evangelización la promoción humana, la dignificación social, la calidad de vida… la defensa de los derechos de los campesinos y los trabajadores, la organización de sus esfuerzos, y el acompañar sus luchas para reclamar justicia y respeto a los derechos humanos”72 VII. 1. Marco teológico de los documentos de la CEG. a. 1. Modelo de Hombre. La CEG, contempla al ser humano como la viva imagen de Dios y para ello recuerda la cita del Génesis “Todos los hombres que vivimos en Guatemala, al igual que todos los que pueblan la tierra, hemos sido creados por Dios a su “imagen y semejanza” (Gn 2, 26”73. En la misma cita, afirma que el ser humano es el objeto privilegiado del amor de Dios. Él es – sigue diciendo- la cumbre de la creación e hijo de Dios. Y tiene una “dignidad tan grande que mereció el derramamiento de la sangre de Cristo para rescatarlo”74, antes de ella, claro está, su encarnación, pues en ella “Dios mismo, se hace semejante a él, en todo, menos en el pecado (Hn 4, 15)”75. Por eso, este mismo ser humano “participa de la vida divina… y sólo en Cristo se revela la grandeza verdadera del hombre”76 72 Otero, Santiago (1998). Gerardi Memoria Viva. Ed. Copia Fiel. Antigua Guatemala. Pág. 57 Carta Pastoral Colectiva del Episcopado Guatemalteco. El hombre, su dignidad y derechos. Misión de la Iglesia y sus miembros en el momento actual. CEG, 8 de abril de 1981. N°. 821. 74 Carta Pastoral Colectiva del Episcopado Guatemalteco. 14 de noviembre de 1981. N°. 998. 75 Confirmados en la fe. Carta Pastoral Colectiva del Episcopado Guatemalteco. 22 de mayo de 1983. N°. 1128. 76 Carta Pastoral Colectiva del Episcopado Guatemalteco. El hombre, su dignidad y derechos. Misión de la Iglesia y sus miembros en el momento actual. CEG, 8 de abril de 1981. N°. 822. 73 Más adelante, en el mismo documento, cita textualmente la Carta Unidos en la Esperanza para afirmar con claridad que “El hombre -todo hombre- es la creatura predilecta de Dios, hecho a su imagen y semejanza dotado de inteligencia y voluntad y, por eso, llamado a ser libre y a vivir en comunidad” y concluimos: “Por tanto, el más humilde de los guatemaltecos, el más explotado y marginado, el más enfermo e ignorante, vale más que todas las riquezas de la Patria y su vida es sagrada e intangible”. (Unidos en la Esperanza, 4.277) El ser humano, es visto como lugar teológico, pues en su existencia “se puede manifestar la vida de Dios”78. La CEG, asume como propio el preámbulo de la Declaración Universal de los Derechos Humanos “El reconocimiento de la dignidad inherente y de los derechos iguales e inalienables de los miembros de la familia humana es la base de la libertad, la justicia y la paz en el mundo”79. Y no duda en asegurar apoyada en Juan Pablo II que el ser humano también tiene deberes que debe cumplir. El ser humano “está llamado a vivir en comunidad” y a tratar a sus congéneres “como hermanos” pues “el amor a Dios y al prójimo es el primero y mayor de todos los mandamientos”80 Desde esa relación se realiza y ayuda a los demás a realizarse como persona. La anterior afirmación, sin embargo, no es para que la sociedad esté por encima del ser humano, pues un “principio fundamental es la superioridad del hombre sobre la sociedad. El hombre no está hecho para la sociedad, sino ésta para el hombre”81 y desde está perspectiva la CEG ve con buenos ojos la existencia “organizaciones intermedias”82 las cuales deben favorecer 77 Carta Pastoral Colectiva del Episcopado Guatemalteco. El hombre, su dignidad y derechos. Misión de la Iglesia y sus miembros en el momento actual. CEG, 8 de abril de 1981. N°. 824. 78 Carta Pastoral Colectiva del Episcopado Guatemalteco. 14 de noviembre de 1981. N°. 970. 79 Carta Pastoral Colectiva del Episcopado Guatemalteco. El hombre, su dignidad y derechos. Misión de la Iglesia y sus miembros en el momento actual. CEG, 8 de abril de 1981. N°. 825. 80 Carta Pastoral Colectiva del Episcopado Guatemalteco. El hombre, su dignidad y derechos. Misión de la Iglesia y sus miembros en el momento actual. CEG, 8 de abril de 1981. N°. 841. 81 Carta Pastoral Colectiva del Episcopado Guatemalteco. El hombre, su dignidad y derechos. Misión de la Iglesia y sus miembros en el momento actual. CEG, 8 de abril de 1981. N°. 845. 82 Carta Pastoral Colectiva del Episcopado Guatemalteco. El hombre, su dignidad y derechos. Misión de la Iglesia y sus miembros en el momento actual. CEG, 8 de abril de 1981. N°. 866. los derechos del hombre, además de satisfacer una necesidad para su “normal desarrollo”83. Finalmente, “El hombre en todas sus manifestaciones y toda la creación, tienen en Dios su principio y no encuentran su realización sino en la íntima comunión con su Creador”84. a. 2. Modelo de Sociedad. La CEG, manifiesta que por una actitud de fidelidad “a las enseñanzas de su Maestro, no pretende presentar modelos concretos de sociedad, pero sí anima a sus fieles a que, impulsados por valores auténtica y totalmente cristianos y humanos, como son el amor, el respeto al hombre, el perdón y la misericordia, trabajen en la construcción de un mundo mejor”85. Pues en ésos momentos se contemplaba una evidente situación de “rechazo del plan amoroso de Dios”86. ¿Por qué la sociedad guatemalteca vivía una situación de “rechazo del plan amoroso de Dios”? La respuesta es obvia, pues era una sociedad “desgarrada por el flagelo de la violencia, que ha golpeado en forma inmisericorde especialmente a los indígenas y campesinos”87. Otra de las características que la espera de la sociedad es su decidido compromiso por “construir una sociedad pluralista que, excluyendo la consecución del igualitarismo económico o de cualquier otro tipo, exigen, el dar oportunidades reales a todos los miembros, para que puedan tomar decisiones y realizarse en un 83 Para construir la paz. Carta Colectiva de los Obispos de Guatemala con ocasión del momento político que vive nuestra patria. 10 de junio de 1984. N°. 1290. 84 Carta Pastoral Colectiva del Episcopado Guatemalteco. 14 de noviembre de 1981. N°. 995. 85 Carta Pastoral Colectiva del Episcopado Guatemalteco. 14 de noviembre de 1981. N°. 1005. 86 Carta Pastoral Colectiva del Episcopado Guatemalteco. 14 de noviembre de 1981. N°. 1022. 87 Comunicado de la CEG. 22 de diciembre de 1982. N°. 1084. ambiente de auténtica libertad”88. En dicha sociedad las diferentes posiciones políticas y económicas. Proponiendo como propias las ideas del Papa Juan Pablo II, se enumeran una serie de características de una sociedad ideal, justa, en la que se hagan los esfuerzos necesarios para que “no haya niños sin nutrición suficiente, sin educación, sin instrucción; que no haya jóvenes sin la preparación conveniente; que no haya campesinos sin tierras para vivir y desenvolverse dignamente; que no haya trabajadores maltratados ni disminuidos en sus derechos; que no haya sistemas que permitan la explotación del hombre por el hombre o por el Estado; que no haya corrupción; que no haya a quien le sobre mucho, mientras a otros inculpablemente les falte todo; que no haya tanta familia mal constituida, rota, desunida, insuficientemente atendida; que no haya nadie sin amparo de la ley y que la ley ampare a todos por igual; que no prevalezca la fuerza sobre la verdad y el derecho, sino la verdad y el derecho sobre la fuerza; y que no prevalezca jamás lo económico ni lo político sobre lo humano”89. En ese sueño de sociedad juegan un papel importantísimo las instituciones políticas-sociales y religiosas-morales, las primera deben elaborar los instrumentos legales (y darles cumplimiento) que permitan el desarrollo de los seres humanos. Las segundas deben fomentar una conciencia ética que conduzca a cada uno de los individuos a preocuparse por el bien común90. a. 3. Imagen de Dios Padre. La CEG, concibe a Dios como un Padre, y en el nombre del cual hablan y se dirigen al pueblo. Un Dios que mira a todos con cuidados paternos y quiere que 88 Carta Pastoral Colectiva del Episcopado Guatemalteco. 14 de noviembre de 1981. N°. 1007. Carta Pastoral Colectiva del Episcopado Guatemalteco. 14 de noviembre de 1981. N°. 1010. 90 Cf. Carta Pastoral Colectiva del Episcopado Guatemalteco. 14 de noviembre de 1981. N°. 1011 - 1013. 89 entre sus hijos exista un espíritu de hermandad91. Un Dios que quiere verdaderos pastores a los cuales les confía el pueblo como un rebaño, que sean maestros de la verdad, promotores de la unidad y defensores de la dignidad humana. Todo ello para que se viva en Guatemala en un “orden social justo y fraternal92”. Dios es presentado como el Alguien capaz de cuestionar el accionar en las conciencias individuales de cada habitante y por eso la CEG invita a todos a hacer un alto en el camino de la vida, y frente a Dios y la propia conciencia reconocer la parte de culpabilidad que tiene cada uno en la situación de violencia que se vivía en ese momento histórico. Ya que Dios de antemano ha puesto las reglas (los mandamientos, que están por encima de cualquier ley) para que la sociedad viva en paz y justicia. Y sin embargo, su voz “resuena en nuestra Patria y grita: “Caín, qué hiciste, con tu hermano Abel?”93 La cita anterior es un claro referente de que la CEG contempla una imagen de Dios amante del orden justo, de la paz, de la vida. Y por eso recuerda que el amor a Dios debe impulsar a todo cristiano, al igual que hizo con el Hermano Pedro de San José de Bethancourt, “a aliviar los dolores y carencias de sus semejantes”94, a exigir que se les reconozcan sus derechos dentro de la sociedad. Por que el “único camino válido para resolver los problemas sociales, políticos y económicos, se encuentra en el respeto al hombre, a sus valores y a su dignidad” desde el puesto que a cada uno Dios le ha dado. La CEG, no se olvida de recordar a los fieles que el Dios amante de la vida, también puede conceder la fortaleza para vivir y manifestar la fe con valentía en los 91 92 93 94 Cf. CEG. Iglesia condena masacres de campesinos. 27 de mayo de 1982. N°.1075. Cf. Exhortación de la CEG. 15 de febrero de 1980. N°. 772 y 774. Comunicado de la CEG. 15 de mayo de 1980. N° 790. Comunicado de la CEG. 15 de mayo de 1980. N°. 785. momentos difíciles, fe que debe llevar a amar y perdonar a quienes por causa de la misma fe, les persiguen95. Los perseguidos, en Dios encontrarán su consuelo. Dios, libre, misterioso, misericordioso, sabio, bondadoso, trino y soberano no se conformó con crear al hombre a su imagen y semejanza, con ponerlo en la cúspide de la creación; además, se dispuso redimirlo enviando a su único Hijo para que en él, los hombres tengan vida. Sabiendo que al final Dios es el destino último del hombre, no se olvida que en su vida terrena se debe cumplir también su plan salvífico que incluye una clara denuncia del pecado que acecha al hombre, por que “en toda la vida del hombre concreto, se puede manifestar la vida de Dios”96. Dios confía al hombre, como obra predilecta de su amor y poseedor de innumerables capacidades, la construcción de un mundo justo y fraterno. Un mundo en el que cada uno defienda sus derechos y cumpla sus deberes. Un mundo en el que todos “constituyan una sola familia y se traten entre sí como hermanos”97. Un mundo que sea consciente de que las verdades reveladas por Dios iluminan la vida política, económica y social; pues Dios se revela en la historia y su reino tiene una dimensión temporal, es decir, inicia en este mundo. A Dios se le puede encontrar en la lectura de la Palabra, en el hombre mismo, en la historia y en la oración, por eso la CEG exhorta a los cristianos que cuando parezcan fracasar todos los intentos humanos para alcanzar la paz…hay que tener la seguridad de que el poder de DIOS es más fuerte que la maldad humana y por eso, llenos de confianza, se ha de elevar la súplica al que es SEÑOR de la historia para pedirle que “dirija nuestros pasos por el camino de la Paz” (Lc 1, 79)98. 95 Cf. CEG, Crisis profunda de humanismo. 13 de junio de 1980. Carta Pastoral Colectiva del Episcopado Guatemalteco. 14 de noviembre de 1981. N° 970. 97 Carta Pastoral Colectiva del Episcopado Guatemalteco. El hombre, su dignidad y derechos. Misión de la Iglesia y sus miembros en el momento actual. CEG, 8 de abril de 1981. N°. 841. 98 Cf. CEG. Exhortación Pastoral. 31 de marzo de 1982. N°. 1063 96 También Dios comunica su vida a los hombres por medio de los sacramentos, por ello la Iglesia, Sacramento de salvación, los celebra cumpliendo así, su misión sacerdotal en medio del pueblo. Es un Dios que castiga a los que desprecian o maltratan al ser humano 99 por que la vida del cualquier ser humano le pertenece a Dios y a nadie más. Sólo Él pueda darla y quitarla. La creación entera está para conservar la vida de todo hombre. Y el hombre que fue creado libre, tiene la responsabilidad de responder de sus actos ante el Creador. a. 4. Cristología. La CEG, haciendo eco de las palabras de Juan Pablo II, contempla a “Jesucristo como Redentor del Hombre, centro del cosmos y la historia”100. En una época en que algunos se aprovechaban del liderazgos del Jesús histórico, citando a Medellín, la CEG, ve conveniente señalar que del el Cristo que se habla “no es un Cristo revolucionario, exclusivo de los pobres o políticamente comprometido, que justifica la extorsión, el secuestro, el asesinato o la lucha armada para obtener el cambio de estructuras injustas. La verdadera doctrina de la Iglesia siempre reconoció a Cristo como verdadero Dios y verdadero hombre, como el Salvador que libera al hombre del pecado y de sus consecuencias”101. En el mismo documento del cual se ha sacado la cita anterior se encuentra que es “el Hijo de Dios, centro y objetivo mismo del mensaje evangélico”, mensaje que es de salvación integral para el ser humano. Es Cristo el que le “manifiesta plenamente el hombre al propio hombre y le descubre la sublimidad de su vocación. Él ha vencido la muerte y ha vuelto victorioso 99 Cf. Carta Pastoral Colectiva del Episcopado Guatemalteco. Confirmados en la Fe. 22 de mayo de 1983. N°. 1163. 100 Carta Pastoral Colectiva del Episcopado Guatemalteco. El hombre, su dignidad y derechos. Misión de la Iglesia y sus miembros en el momento actual. CEG, 8 de abril de 1981. N°. 819. 101 Carta Pastoral Colectiva del Episcopado Guatemalteco. 14 de noviembre de 1981. N°. 980. del sepulcro para darnos una nueva vida con la efusión del Espíritu Santo”102. Y en el Jesús histórico se manifiesta constantemente la “revelación del amor infinito de Dios y de la dignidad grandísima del hombre”103. Amor infinito de Dios que es preferencial para los pobres, pues ha sido enviado a “anunciar a los pobres la buena nueva, para proclamar la liberación a los cautivos y la vista a los ciegos, para dar la libertad a los oprimidos (cf Lc4, 18-19)”104. Cristo es presentado al pueblo de Guatemala como el “camino, la verdad y la vida (Jn. 14, 6)”105 Es desde esta cristología, fuertemente encarna, que se puede comprender la imagen de Iglesia que la CEG comprendió e hizo pública en sus documentos. Esa misma que a continuación se presentará. a. 5. Modelo de Iglesia. En primer lugar, la Iglesia es una institución humana y divina a la vez. Humana por estar formadas por seres humanas y divina porque es el mismo Espíritu Santo el que la alimenta. La CEG, considera necesario autodefinirse como Iglesia en un contexto en unos querían ponerle límites a su misión y otros se aprovechaban de sus palabras para usarlas a su favor. Ella dice, que la “Iglesia es un misterio. Es el misterio de la acción salvadora del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo en el mundo. Como comunidad de fe, culto y caridad, la Iglesia solamente es perceptible a la luz de la fe”106. 102 Comunicado de la CEG, 30 de enero de 1982. N°. 1040. Confirmados en al fe. Carta Pastoral Colectiva del Episcopado Guatemalteco. 22 de mayo de 1983. N°. 1129. 104 Confirmados en al fe. Carta Pastoral Colectiva del Episcopado Guatemalteco. 22 de mayo de 1983. N°. 1130. 105 Carta Pastoral para las Elecciones 1985. La Verdad os hará libres. 14 de septiembre de 1985. N°. 1387. 106 Carta Pastoral Colectiva del Episcopado Guatemalteco. El hombre, su dignidad y derechos. Misión de la Iglesia y sus miembros en el momento actual. CEG, 8 de abril de 1981. N°. 868. 103 La CEG, plantea su autodefinición en los documentos, principalmente en los siguientes: en la Carta Pastoral Colectiva del Episcopado Guatemalteco (14 de noviembre de 1981), en el Comunicado de la CEG (30 de enero de 1982), en la Carta Pastoral Colectiva del Episcopado Guatemalteco. Confirmados en la Fe (22 de mayo de 1983). Algunos elementos que resaltan en todo éstos documentos son: 5.1 Una Iglesia que es pueblo de Dios. Para describirse como pueblo de Dios, la CEG se sitúa en una perspectiva bíblica y de esta manera recurre a las alianzas, primero de Dios con Israel que es consumada con la de Jesús en el Monte Sinaí. Como pueblo de Dios, “la Iglesia, participa de la triple misión de Cristo: profética, sacerdotal y real”107. Así, la Iglesia está llamada a anunciar y vivir el mensaje de su fundador, al mismo tiempo denuncia todo aquello que no favorece el plan salvífico de Dios. 5.2 Una Iglesia que es Sacramento de unidad: La “Iglesia es sacramento o señal y medio por el que Dios comunica su gracia y su vida a los hombres, uniéndolos con Dios y uniéndolos entre ellos mismos”108. Como sacramento de unidad entre los seres humanos, la Iglesia tiene que denunciar todo aquello que atenta contra la fraternidad de los mismos. Al no tomar en cuenta esta dimensión, los Obispos se dan cuenta que la Iglesia, se estaría alejando de su misión, pues si “la Palabra se hizo carne y en la carne realizó su misterio de amor es porque quería manifestarnos, sin lugar a dudas, que también la Iglesia debe realizar su misión en los hombres, con los hombres y por los hombres”109. 5.3 La Iglesia prolonga y perpetúa la obra redentora de Cristo: Textualmente asegura que “La Iglesia prolonga y perpetúa a través de los siglos la misma obra 107 Confirmados en al fe. Carta Pastoral Colectiva del Episcopado Guatemalteco. 22 de mayo de 1983. N°. 1137. Confirmados en la fe. Carta Pastoral Colectiva del Episcopado Guatemalteco. 22 de mayo de 1983. N°. 1142. 109 Confirmados en la fe. Carta Pastoral Colectiva del Episcopado Guatemalteco. 22 de mayo de 1983. N°. 1144. 108 redentora de Cristo. Él vino al mundo para predicar la buena nueva y salvar al hombre, sobre todo del pecado y de sus consecuencias… la misión de la Iglesia no consiste solamente en anunciar el mensaje de Cristo y comunicar su gracia a los hombres, sino también en impregnar todo el orden temporal con el espíritu del evangelio. (AA 5)”110 Pues de otra manera “su misión sería incompleta si no llevara su mensaje claro y explícito sobre la dignidad de la persona humana”111 que incluye la denuncia a los atropellos de la misma. Eh, aquí una razón fundamental por la cual la CEG creía necesario exponer sus reflexiones a la sociedad guatemalteca. 5.4 La Iglesia realiza su misión en dos perspectiva: la escatológica y la histórica: Haciendo suyas las palabras de Juan Pablo II, en su discurso a los obreros de Brasil en el año de 1980, la CEG, aclara que la “misión de la Iglesia se realiza en dos perspectivas: la perspectiva escatológica que considera al hombre como un ser cuyo destino definitivo es Dios; y la perspectiva histórica, que mira este mismo hombre en su situación concreta, encarnada en el mundo de hoy”112. En esta segunda perspectiva la CEG, da a conocer que la Iglesia, “como pueblo de Dios”, se enfrenta a poderes que tratan de impedirle su misión, por lo cual reclama, “en virtud del derecho humano a profesar una religión, la libertad indispensable para cumplir con su misión”113, misión que no la hace ajena a los sufrimientos y angustias del ser humano y que por lo tanto le lleva a acompañar a al pueblo sufriente en su calidad de “Madre y Maestra”114. En medio de ese acompañamiento, se descubre “en medio de una lucha despiadada en la que intervienen los más grandes poderes de este mundo” y se declara así misma 110 Carta Pastoral Colectiva del Episcopado Guatemalteco. El hombre, su dignidad y derechos. Misión de la Iglesia y sus miembros en el momento actual. CEG, 8 de abril de 1981. N°. 869. 111 Carta Pastoral Colectiva del Episcopado Guatemalteco. El hombre, su dignidad y derechos. Misión de la Iglesia y sus miembros en el momento actual. CEG, 8 de abril de 1981. N°. 873. 112 Carta Pastoral Colectiva del Episcopado Guatemalteco. El hombre, su dignidad y derechos. Misión de la Iglesia y sus miembros en el momento actual. CEG, 8 de abril de 1981. N°. 876. 113 Carta Pastoral Colectiva del Episcopado Guatemalteco. El hombre, su dignidad y derechos. Misión de la Iglesia y sus miembros en el momento actual. CEG, 8 de abril de 1981. N°. 878. 114 Comunicado de la CEG, 6 de agosto de 1981. N°. 927. “desvalida, diezmada, sin poder y sin refugio porque no conoce otra fidelidad que la fidelidad a Cristo y a los hermanos”115. Porque la Iglesia, como Madre, “siempre estuvo presente en los momentos difíciles de los guatemaltecos, pero de modo especial y muy cerca en la dolorosa catástrofe del terremoto que asoló nuestra Patria en 1976, tampoco puede estar ausente cuando Guatemala se ahoga en una lucha fratricida quizás más cruenta y ciertamente de mayores consecuencias que el mismo terremoto”116. 5.5 Es una Iglesia que opta preferentemente por el pobre: Todo ello lo hace en la línea de su “opción preferencial por los pobres, sin excluir de ninguna manera a los ricos”117. Opción, muy polémica para algunos, pero que nace del Evangelio. Esta es la imagen de la Iglesia que los Obispos presentan al Papa y a pueblo guatemalteco118. Imagen que se verá apoyada con la visita del Papa, pues los Obispos encuentran en su relectura de los mensajes del mismo durante su visita a América Central que la Iglesia debe ser “reflejo de Cristo, luz de las naciones para todos los hombres. LG1”119. Con estos enfoques de Iglesia, la CEG se plantea su misión en el mundo. Y desde ella defiende los derechos humanos, en especial todo aquello que atenta contra la dignidad del hombre. 115 Comunicado de la CEG, 6 de agosto de 1981. N°. 937. Comunicado de la CEG, 30 de enero de 1982. 117 Carta Pastoral Colectiva del Episcopado Guatemalteco. 14 de noviembre de 1981. N°. 1015. 118 Cf. Comunicado de la CEG. 22 de diciembre de 1982. N°. 1084. 119 Confirmados en la fe. Carta Pastoral Colectiva del Episcopado Guatemalteco. 22 de mayo de 1983. N°. 1126. 116 VII. 2. La defensa de la vida Humana en los Documentos de la Conferencia Episcopal de Guatemala. Para comprender de una mejor manera la postura de la CEG en su defensa a la vida humana, se tiene que conocer un poco la historia que vivía Guatemala en aquel tiempo. Ya se ha expuesto en la breve reseña histórica que eran tiempos de conflicto armado, de violencia. Es más, este estudio se centra en los años que Guatemala vivió el endurecimiento de las posturas enfrentadas. Se verá entonces qué violaciones condena la CEG, en qué se fundamenta su defensa a la vida humana, por quién se siente motivada a pronunciarse, a quiénes se dirigen sus pronunciamientos y quiénes considera ella son los principales afectados. Esas son las preguntas que a continuación se intentan responder de acuerdo a los pronunciamientos de la CEG. b. 1. ¿Qué violaciones condena la CEG? La CEG, ve una realidad en la cual “los derechos humanos son conculcados y violados”120. Es ante dichas circunstancias que emprende la defensa de los mismos. La defensa a la vida humana es concebida en los documentos de la CEG como una necesidad en un contexto de violencia y en “nombre del evangelio de Cristo”121 alza su voz condenándola como “anticristiana y antievangélica”. La CEG, no duda en calificar como hechos de violencia los siguientes: “Asesinatos, desapariciones, actos de terrorismo, secuestros, torturas y otros hechos denigrantes no sólo demuestran un total irrespeto por la dignidad de la persona humana, sino también crean en los sobrevivientes un clima de inseguridad, dolor y temor, que hace imposible la realización humana y cristiana de los guatemaltecos”. En otro 120 Carta Pastoral Colectiva del Episcopado Guatemalteco. El hombre, su dignidad y derechos. Misión de la Iglesia y sus miembros en el momento actual. CEG, 8 de abril de 1981. N°. 820. 121 Comunicado de la CEG, 2 marzo 1979 documento afirma que “Todo tipo de violencia - el que se da a través de una situación de injusticia permanente, la violencia subversiva y la represiva- es la contradicción más evidente del mandamiento supremo de amor”122 Son considerados hechos de violencia también aquellos que se dan a través de las difamaciones, la acusación, la mentira y la manipulación de las conciencias a través de los medios de comunicación masiva123. La CEG, cree que debe denunciar los atropellos contra la persona humana porque es inherente a su misión denunciarla como situación de pecado, igual que Jesús que hizo una “clara denuncia del pecado de su tiempo”124. Y por eso, “la Iglesia “no puede aceptar la violencia, sobre todo la fuerza de las armas incontrolable cuando se desata- ni la muerte de quienquiera que sea, como camino de liberación, porque sabe que la violencia engendra inexorablemente nuevas formas de opresión y de esclavitud, a veces más graves que aquellas de las que se pretende liberar” (EN 37)”125. b. 2. Defensa del derecho a la vida. No hay que perder de vista que la principal misión de la Iglesia, consiste en el “anuncio de Cristo y la comunicación de su vida”126. La fe en este Cristo redentor compromete a la Iglesia en la “defensa y promoción del hombre y también a pronunciarse con claridad, cuando está en juego el respeto que aquel merece” 127. Lo hace aún a sabiendas que lo anterior le puede conducir al martirio. 122 Exhortación de la CEG, 15 de febrero de 1980. N°. 776. Cf. CEG (1980) Crisis Profunda de Humanismo. N°. 794. 124 Carta Pastoral Colectiva del Episcopado Guatemalteco. El hombre, su dignidad y derechos. Misión de la Iglesia y sus miembros en el momento actual. CEG, 8 de abril de 1981. N°. 877. 125 Carta Pastoral Colectiva del Episcopado Guatemalteco. 14 de noviembre de 1981. N°. 991. 126 Confirmados en la fe. Carta Pastoral Colectiva del Episcopado Guatemalteco. 22 de mayo de 1983. N°. 1148. 127 Confirmados en la fe. Carta Pastoral Colectiva del Episcopado Guatemalteco. 22 de mayo de 1983. N°. 1151. 123 La CEG es consciente de que su autoridad no es política, ni económica, sino más bien una autoridad moral y ello le lleva a defender un derecho que en esos momentos era violado, por eso con energía recuerda todos los guatemaltecos “especialmente a los que fomentan y mantienen la violencia y tienen sus manos manchadas de sangre, que nadie tiene derecho de atentar contra la vida de su hermano, ya que la vida humana es un don sagrado que no se puede mancillar impunemente. La voz de Dios resuena en nuestra Patria y grita: “Caín, qué hiciste, con tu hermano Abel?128” La CEG, hace uso de la transitividad como ley, para decir que “todo atropello al hombre es también atropello al mismo Dios de quien es imagen” (Puebla, 306)”129 y por eso la defensa de los derechos humanos por parte de la Iglesia, es un “compromiso evangélico” (Juan Pablo II, Discurso Inaugural de Puebla) de una entidad que está llamada a ser “experta en humanidad” Su defensa a la vida humana no pretende ser sólo a través de pronunciamientos, para el año de 1982, se pensó crear una institución de ayuda a las víctimas del Conflicto Armado Interno. Afirma en uno de sus documentos que se está “preparando, bajo la estricta responsabilidad de la Conferencia Episcopal, un programa de asistencia humanitaria y cristiana a las víctimas de la violencia”130. Derecho más tarde demandado a la Junta Militar de Gobierno131. En el mismo año, aunque ya antes lo había hecho, La CEG, siente la imperiosa necesidad de que los cristianos no pueden “permanecer impasibles ante tanto dolor y sufrimiento – pues la fe les- impulsa a descubrir a CRISTO en cada uno de los que sufren por la maldad de los hombres y a socorrerles con toda 128 Comunicado de la CEG, 15 de mayo de 1980. N°. 790. Carta Pastoral Colectiva del Episcopado Guatemalteco. El hombre, su dignidad y derechos. Misión de la Iglesia y sus miembros en el momento actual. CEG, 8 de abril de 1981. N°. 827. 130 Comunicado de la CEG, 30 de enero de 1982. N°. 1044. 131 Cf. Carta de la CEG a la Junta Militar de Gobierno. 31 de marzo de 1982. N°. 1058. 129 generosidad”132. Por tal razón, invita a una jornada nacional de oración y al inicio de una gran colecta en beneficio de las víctimas de la violencia. En el año de 1982, se asoman los primeros indicios de “refugiados de la montaña” o Comunidades de Población en Resistencia (CPR). En los primeros meses de dicho año, los medios de comunicación “informaban constantemente de masacres, sin identificar sus autores materiales. El ejército y la guerrilla se acusaban mutuamente de los hechos. Ciertamente la represión gubernamental era brutal e indiscriminada”133. Y por primera vez la CEG habla de “masacres de numerosas familias campesinas e indígenas”134 para recordar más tarde con energía y el aliento de la visita del Papa que “la vida del hombre es sagrada y sus derechos inalienables”135. En ese contexto asegura que si no se “respeta, tutela y protege eficazmente” el derecho a la vida, “será imposible que los guatemaltecos” puedan vivir “en un orden social justo y fraterno, como Dios lo quiere”136. Una clara exigencia del respeto al derecho fundamental a la existencia. Exigencia que le viene dada por la fe cristiana, la cual se debe “manifestar en obras de una auténtica promoción, liberación y dignificación de todos los hombres”137, es decir, a través del amor fraterno. Porque en esos rostros doloridos de tantos hermanos, se hace presente el “rostro de Cristo”138, el cual nuevamente “vuelve a recorrer el camino de la pasión y sufre los horrores de la crucifixión en el desvalido y oprimido”139. Ante dicha realidad la Iglesia, no puede quedarse callada. En ambas 132 Exhortación Pastoral. 31 de marzo de 1982. N°. 1068. Ver introducción del Hno. Santiago Otero en Al servicio de la vida, la justicia y la paz. Pág. 297. 134 CEG. Iglesia condena masacre de campesinos. 27 de mayo de 1982. N°. 1070. 135 Comunicado de la CEG al terminar la visita apostólica de su Santidad Juan Pablo II. 9 de marzo de 1983. N° 1103. 136 CEG. Iglesia condena masacre de campesinos. 27 de mayo de 1982. N°. 1075. 137 Comunicado de la CEG al terminar la visita apostólica de su Santidad Juan Pabllo II. 9 de marzo de 1983. N°. 1102. 138 Mensaje de la CEG. 22 de abril de 1983. N°. 1112. 139 Confirmados en la fe. Carta Pastoral Colectiva del Episcopado Guatemalteco. 22 de mayo de 1983. N°. 1167. 133 citas anteriores hace suyas las palabras de Juan Pablo II, palabras que fueron dichas en terrenos centroamericanos. La última sobre todo en su Homilía en el Campo Marte. Aunque esta investigación se centra más en lo que dice la CEG para defender el derecho a la vida ante los embates del Conflicto Armado Interno, se va presentar lo que del mismo derecho dice y que tiene que ver con las políticas del control de natalidad implementadas en su tiempo por algunas instituciones. Ante esa realidad la CEG manifiesta con firmeza su “total rechazo al aborto, la esterilización y el uso de anticonceptivos artificiales como métodos de planificación familiar, porque contravienen principios fundamentales de la moral 140”. De esta manera, la Iglesia, defiende la vida desde su concepción ante los distintos métodos inmorales propuestos para la disminución de la natalidad. b. 3. ¿A quiénes se dirige la CEG? La CEG, se dirige e invita a todos a tomar su responsabilidad, así, afirma que en “el momento presente urge que los guatemaltecos hagamos un alto en el camino de nuestra vida y, frente a Dios y nuestra propia conciencia, reconozcamos la parte de culpabilidad que haya en nosotros de esta situación.”141 La situación de la que habla, obviamente es de la violencia. Sin embargo, no duda en considerar como un deber del Estado el “defender y tutelar la vida humana como el don primordial y fundamental de Dios”142. 140 La Familia y el Derecho a la Vida. Comunicado de la Conferencia de Obispos de Guatemala. 10 de agosto de 1984. N°. 1361. 141 Exhortación de la CEG, 15 de febrero de 1980. N°. 775. 142 Carta Pastoral Colectiva de los Obispos de Guatemala con ocasión del momento político que vive nuestra patria. Para construir la paz. 10 de junio de 1984. N°. 1305. b. 4. ¿Quién les invita a pronunciarse? Ante una situación de violencia y persecución, la Iglesia se atreve a pronunciarse a favor de la vida apoyándose en el Magisterio y en las Escrituras, así, reconoce que “el mandamiento “no matarás” debe guiar la conciencia de la humanidad, si no quiere repetir la terrible tragedia y destino de Caín” (Homilía del Papa Juan Pablo II pronunciada en rogheda, Irlanda, el 29 de septiembre de 1979)”143. La CEG, siente que la Iglesia universal a través de su cabeza, en ese momento, el Papa Juan Pablo II, les pide “ser “maestros de la verdad, promotores de la unidad y defensores de la dignidad humana”144. También reconoce en las Jornadas de la Paz145 de Pablo VI un llamado a pronunciarse en dichas circunstancias. Del mismo modo, Puebla, es como esa voz que exige una palabra, pues reconoce junto a ella que “Si la Iglesia se hace presente en la defensa y promoción de la dignidad de la persona humana, lo hace en la línea de su misión, que, aun siendo de carácter religioso y no social o político, no puede menos de considerar al hombre en la integridad de su ser” (Puebla, III, 2).”146 En otro documento, con ocasión de la Beatificación en Roma del Santo Hermano Pedro, reconoce que el llamado a pronunciarse le viene del Señor mismo y lo dan a conocer con las siguientes palabras: “Los Obispos, que tenemos la misión de velar sobre el rebaño que el Señor nos ha confiado, no podemos permanecer indiferentes e insensibles ante el dolor y la desolación de nuestro pueblo”147. 143 Comunicado de la CEG, 8 de julio de 1981. N° 920. Discurso inaugural de la III Conferencia del CELAM (PUEBLA) 145 Si quieres la paz, trabaja por la justicia y, Todo hombre es mi hermano. 146 Exhortación de la CEG, 15 de febrero de 1980. N°. 778. 147 Comunicado de la CEG, 15 de mayo de 1980. N°. 790. 144 La CEG, ve a la Iglesia como el “lugar de encuentro del hombre con Dios y de los hombres entre sí” y “con la fuerza moral del evangelio, la iglesia ayuda a los hombres a ver y respetar en cada hombre a un hermano”148. b. 5. ¿Quiénes fueron los afectados? Los afectados por la violencia resultaron ser los habitantes del país, a la que no escaparon “ni los depositarios del poder y la riqueza, ni los campesinos e indígenas de las más apartadas regiones de la Patria”149. Además, la Iglesia, representada en la figura de algunos catequistas, Delegados de la Palabra, Sacerdotes, religiosos y religiosas, también fue golpeada por el Conflicto Armado Interno150. De una manera especial, la Diócesis de El Quiché sufría los embates de la violencia. La CEG expresa constantemente a través de sus escritos la preocupación por la vida y la integridad física de sus miembros, así, se lee su “profunda preocupación por la situación de persecución…, agravada últimamente por el asesinato alevoso de dos sacerdotes…”151. La población indígena, en un principio sobre todo la joven, es afectada por la violencia. La CEG, lo constata con las siguientes palabras: “Es especialmente doloroso y condenable el asesinato de numerosos jóvenes indígenas que, con increíble esfuerzo, habían logrado destacarse por su preparación intelectual y estaban asumiendo con justicia un importante liderazgo en sus comunidades”152. Más tarde, no escapan a los hechos de violencia los ancianos, las mujeres y los 148 Carta Pastoral Colectiva del Episcopado Guatemalteco. El hombre, su dignidad y derechos. Misión de la Iglesia y sus miembros en el momento actual. CEG, 8 de abril de 1981. N°. 875. 149 Comunicado de la CEG, 15 de mayo de 1980. N°. 787. 150 Cf. Comunicado de la CEG, 15 de mayo de 1980. N° 788. 151 Comunicado de la CEG ante la situación de persecución por la cual atraviesa la Iglesia , especialmente en la Diócesis de El Quiché, 24 de julio de 1980. N°. 807. 152 Carta Pastoral Colectiva del Episcopado Guatemalteco. El hombre, su dignidad y derechos. Misión de la Iglesia y sus miembros en el momento actual. CEG, 8 de abril de 1981. N°. 834. niños, es decir, se realizan las “masacres” las cuales la CEG no duda en calificar como “genocidio”153. Otro de los actores que aparece bien afectado, como era de esperarse, es el núcleo de la sociedad: La familia, pues “Es un hecho incuestionable que cada persona asesinada o desaparecida significa la destrucción física de un hogar”154. No escapan a la violencia los integrantes de las “organizaciones intermedias” y dice que: “Numerosos son los líderes políticos, estudiantiles, obreros, patronales, campesinos, profesionales, indígenas que han caído bajo la metralla o han sido amenazados y silenciados en sus justas aspiraciones de participación155”. Por el año de 1984, la CEG, en una valiente Carta Pastoral Colectiva 156, sintetizó los principales hechos de violencia que Guatemala padeció durante el tiempo del Conflicto Armado Interno. A continuación se exponen 157 con el peligro de redundar en los ya mencionados anteriormente. a. Secuestros, desaparecidos, detenciones sin orden de Juez competente. b. El uso irracional de la tortura. c. Masacres de familias completas y de grupos, sobre todo indígenas y campesinos, incluyendo a niños, mujeres embarazadas y ancianos. d. Desplazamientos masivos de familias y poblaciones en busca de seguridad con pérdidas de hogares y haberes, dando origen al surgimiento de refugiados en el extranjero, con la perspectiva de soportar los más inhumanos niveles de miseria e incertidumbre. 153 CEG Iglesia condena masacre de campesinos. N°. 1074. Carta Pastoral Colectiva del Episcopado Guatemalteco. El hombre, su dignidad y derechos. Misión de la Iglesia y sus miembros en el momento actual. CEG, 8 de abril de 1981. N°. 856. 155 Carta Pastoral Colectiva del Episcopado Guatemalteco. El hombre, su dignidad y derechos. Misión de la Iglesia y sus miembros en el momento actual. CEG, 8 de abril de 1981. N°. 866. 156 Carta Pastoral Colectiva de los Obispos de Guatemala con ocasión del momento político que vive nuestra patria. Para construir la paz. 10 de junio de 1984. 157 Carta Pastoral Colectiva de los Obispos de Guatemala con ocasión del momento político que vive nuestra patria. Para construir la paz. 10 de junio de 1984. N°. 1249. 154 e. Incremento de la delación, la violación del domicilio, de la correspondencia, de la comunicación privada y de toda norma que forma el contexto de los Derechos Humanos en todo País civilizado. b. 6. ¿Quiénes son los responsables de la violencia? La CEG, no duda en señalar como principales responsables de la violencia que azota al país a “Bandas de asesinos a, Facciones armadas de extrema derecha y de extrema izquierda”158 158 Comunicado de la CEG, 15 de mayo de 1980. N°. 787. VIII. CONCLUSIONES Luego de presentar este estudio se pueden compartir algunas conclusiones sobre el tema estudiado. 1. El pueblo guatemalteco fue testigo y víctima, de los años de 1978 a 1984, de innumerable atropellos a sus derechos humanos como consecuencia de un conflicto armado interno que literalmente desangró a la nación. 2. En medio de este conflicto la Iglesia Católica, a través de sus fieles y de una manera especial a través de sus pastores, se pronunció con valentía a favor de la defensa de la dignidad humana. Lo anterior muchas veces fue visto con malos ojos por el poder político que gobernaba el país en dichos momentos. 3. La CEG fundamentó la defensa a la vida humana en el pensamiento social de los Papas Juan XXIII, Pablo VI y Juan Pablo II, quiénes defendieron con energía los derechos humanos. Recurriendo a ellos constantemente para fundamentar sus argumentos. 4. La CEG fundamentó gran parte de su defensa al derecho a la vida humana principalmente en la III Conferencia del Episcopado Latinoamericano (Puebla) y junto a ella recuerdan a la sociedad guatemalteca que “todo atropello al hombre es también atropello al mismo Dios de quien es imagen”159. 5. No se puede olvidar que otro fundamento, y muy importante, de la defensa de la vida humana hecha por la CEG está en las Sagradas Escrituras. 6. La defensa de la vida humana sigue siendo un desafío para todos los creyentes. En el hoy de esta nación y de esta Iglesia, tenemos el reto de ponernos del lado de la vida, vida que se menosprecia constantemente, sobre todo en las calles de la capital. 159 Puebla 306 y Carta Pastoral Colectiva de la CEG. El hombre, su dignidad y derechos. Misión de la Iglesia y sus miembros en el momento actual. 8 de abril de 1981. N°. 826. IX. REFERENCIAS BIBLIGRÁFICAS. 1) AA.VV. (1995) Diccionario Teológico Enciclopédico. Ed. Verbo Divino, Navarra. 2) AA.VV. (1992) Vida clamor y Esperanza, aportes desde América Latina. Ed. Paulinas, Bogotá. 3) AA.VV. (1996) El rostro de Dios en la historia. Publicaciones CEP, Lima. 4) AA.VV. El debate sobre la Dignidad Humana. Revista Internacional de Teología Concilium abril 2003. Ed. Verbo Divino, Navarra. 5) ALONSO, P. (1998) En el nombre de la crisis. Trasformaciones Religiosas de la Sociedad Guatemalteca Contemporánea. Ed. 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