LA INMIGRACIÓN EN ESPAÑA Y MERCADO DE TRABAJO

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nº 32, Enero, Febrero y Marzo 2007
revista de ciencias sociales
ISSN 1696-7348
LA INMIGRACIÓN EN ESPAÑA Y MERCADO DE TRABAJO
Remedios Martínez Verdú
Universidad de Alicante
1. Introducción
La llamada Teoría del sistema mundial, o World–system theory, explica que las
economías altamente desarrolladas necesitan, insoslayablemente, de mano de obra
foránea para ocupar puestos de trabajo mal pagados en determinados sectores
productivos [1]. Las migraciones internacionales no se deben tanto a esta demanda de
trabajo, sino más bien a los desequilibrios generados por la penetración del
capitalismo en países menos desarrollados. “Conceptualmente, la piedra angular de la
teoría del sistema mundial es la noción de un «moderno sistema mundial», acuñada a
mediados de los años setenta del siglo XX por el historiador y sociólogo Immanuel
Wallerstein y que habla de un sistema mundial de predominio europeo que empezó a
formarse en el siglo XVI y que está compuesto por tres esferas concéntricas: centro,
periferia y semi–periferia” [2].
“La teoría del sistema mundial se inscribe en la tradición histórico-estructural que
subyacía a la teoría de la dependencia en los años sesenta. Aunque difiere de esta
última en muchos aspectos, comparte con ella la visión de las migraciones como un
producto más de la dominación ejercida por los países del centro sobre las regiones
periféricas, en un contexto de estructura de clases y conflicto. Al igual que ocurre en
el mundo neoclásico, las migraciones emanan de las desigualdades estructurales —en
este caso, de un orden internacional fuertemente desigual—, pero para esta teoría, a
1
diferencia de los modelos de equilibrio, las migraciones refuerzan las desigualdades
en lugar de contribuir a reducirlas” [3].
2. La actividad de los inmigrantes en España
El extranjero, al entrar en España, se encuentra con un mercado de trabajo muy distinto
al que hay en su país, ya que el español es mucho mejor que el existente en sus países
de origen. En España, el inmigrante va a encontrarse con mayores salarios, mejores
condiciones laborales, menor explotación por parte del empresario, etc. Pero no es sólo
ese motivo el que le hace decidir abandonar su país para venir a España, sino que está
huyendo a veces de una pobreza absoluta, de una persecución a causa de guerras
internas, o de muy bajos niveles de bienestar social en su país [4].
“En España existe una gran segmentación en el mercado laboral en comparación con la
mayoría de países de la UE. En países como Reino Unido, Irlanda, Alemania, Francia o
Luxemburgo, la población inmigrante cuenta con unas tasas de paro más altas que la
población autóctona, como ocurre en España, sin embargo, al analizar los tipos de
trabajo que ocupan los inmigrantes no se observa una sectorización y tasas de
temporalidad tan altas como las que tienen las ocupaciones de los inmigrantes en
España. Aquí los inmigrantes, sin importar el nivel de cualificación que posean, están
obligados inicialmente a ocupar puestos de trabajo en que no haya ningún español
capacitado para ocuparlo. Esto hace que finalmente los puestos de trabajo que ocupan
sean los que peores condiciones tienen, con menores salarios, mayores tasas de
temporalidad, menores oportunidades de promoción, mayor explotación..., ya que para
los mejores puestos de trabajo, los que requieren una mayor cualificación, ya existe una
gran bolsa de desempleados españoles dispuestos a ocuparlos” [5].
“Nuestra economía crece y crea empleo que no es cubierto por los españoles. En
consecuencia, vienen trabajadores inmigrantes para satisfacer esa demanda, lo que a su
vez realimenta la bomba del consumo” [6]. Razones demográficas —caída de la
natalidad—, envejecimiento de la población —menos jóvenes y más alto porcentaje de
población mayor—, fuerte crecimiento económico en sectores que demandan mano de
obra no cualificada (por ejemplo, agricultura intensiva, construcción, servicio doméstico
2
u hostelería, entre otros) se combinan entre otras razones para dar como resultado el
espectacular incremento de población inmigrante.
“Hemos pasado de una población total española en 1995 de casi 39 millones de
habitantes a los más de 43 en 2005 (…) La inmigración supone cerca del 80% del
crecimiento de la población española. Una auténtica revolución en nuestra estructura
poblacional que nos condicionará para el futuro, tanto en lo positivo como en lo
negativo” [7]. Entre 1995 y 2005, la población activa española ha aumentado cerca de
4,7 millones de personas, de los cuales 2,4 fueron inmigrantes, superando a los 2,3
millones de activos nacidos en España. A pesar del aumento de la tasa de actividad de
los nacidos en España producido mayoritariamente en el grupo de edad a partir de 45
años, en especial de mujeres de más de 44 años, el peso de la inmigración se acentúa en
el segundo quinquenio. Entre 2003 y 2005, los inmigrantes han aumentado a una tasa
media anual superior al 16%, aunque a partir de 1999 la inmigración acelera su avance
con más de 400.000 nuevos efectivos al año y un crecimiento medio del 22% anual. De
los 6,4 millones de nuevos empleos creados entre 1995 y 2005, la inmigración ha
absorbido un 34% (2,2 millones).
El Informe de Extranjeros residentes en España editado por el INE (2004), marca a
nivel general que la inmigración es un fenómeno social que en España ha ido
creciendo en el periodo de 1998 a 2002 siendo el peso de los extranjeros cada vez
mayor, pasando de un porcentaje de 1.60 en 1998 a 4.73 en 2002 (INE, 2004) con
tendencia al aumento. Realizando un análisis por Comunidades Autónomas, en
España, podemos apreciar que son la Comunidad de Madrid, Cataluña y Comunidad
Valenciana preferentes en la elección de residencia (INE, 2004).Haz de PD tu página
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Los importantes cambios socio-económicos experimentados por la sociedad española
durante las últimas décadas ha invertido la situación de España, pasando ésta de ser un
país eminentemente emisor de población a un país receptor de flujos migratorios
extranjeros de muy distinta índole. Esta evolución queda patente en los datos
presentados por el INE a los que ya me he referido anteriormente. “La población
extranjera residente legalmente en España en el año 2005 era de 3.730.610 personas.
Por continentes, los inmigrantes procedentes de Europa son los más numerosos
(36,25%) seguidos por los sudamericanos (34,92%), si bien por nacionalidades
3
marroquíes, ecuatorianos y rumanos son los que tienen una mayor presencia en
nuestro país. Por comunidades autónomas, Madrid y Cataluña son las que más
extranjeros acogen, un 42,34% del total entre ambas, y donde menor presencia se
observa es en Ceuta, Melilla y Cantabria. Por sexos, la presencia masculina es mayor
en casi todas las comunidades autónomas. Sólo en Melilla, Principado de Asturias,
Galicia y Cantabria, el porcentaje de mujeres supera al de hombres” [8].
“España es desde hace siete años el país de la Unión Europea al que más inmigrantes
llegan (en el 2004, por ejemplo, a España llegó uno de cada tres inmigrantes a la Unión
Europea). Así lo desvela un informe interno de las Naciones Unidas sobre movimientos
de población, que destaca que los extranjeros han aumentado en cuatro años más del
304%, algo sin parangón en las naciones industrializadas.
“(...) Este estudio, que fue presentado el pasado 25 de mayo a la División de Población
del Departamento de Economía y Asuntos Sociales de la ONU, sitúa a España como
vanguardia de los países de la «cuenca mediterránea que han pasado de ser importantes
emisores de población emigrante a configurarse claramente durante la última década
como países de destino de una parte creciente de la inmigración extracomunitaria».
Los técnicos de la institución recuerdan que España, con el 11% de la población
comunitaria, «aporta el 23% del saldo migratorio neto de la Unión», por encima de
otros países con mucha más población como Italia, que aporta el 21% de los recién
llegados; Alemania, con un 16% del total; el Reino Unido, con un 10%, y Francia, con
apenas un 6%.
El informe resalta el fuerte crecimiento de la inmigración en los últimos cuatro años.
Según los datos de la ONU, en el 2000 la colonia extranjera ni siquiera llegaba al millón
de personas (923.879 inmigrantes) —apenas el 2,3% de la población—, mientras que en
el 2005 ya había 3,7 millones de personas extranjeras afincadas en el país, lo que
representa el 8,5% de los residentes” [9].
Si nos remitimos al avance del padrón municipal presentado el 25 de julio de 2006, la
población empadronada en España sería de 44,39 millones a 1 de enero de 2006, de los
cuales 3,88 millones son extranjeros, lo que supone el 8,7 por ciento del total. Más
inmigrantes, pero también más diversos, según la ONU. El año pasado, indica el
informe, eran 53 los grupos nacionales con una representación superior a los 5.000
miembros, cuando cinco años antes sólo había 26 colonias con esta representatividad.
4
A inicios del 2005 solo el 20,8% de los extranjeros residentes en España procedían de la
UE. Entre los inmigrantes extracomunitarios, el estudio indica que algo más de la mitad
(54,1%) corresponden a Marruecos, Ecuador, Rumanía y Colombia, aunque se añade
que se aprecian aumentos significativos en colectivos como el búlgaro o el boliviano,
hasta ahora prácticamente desconocidos.
“En términos absolutos, Cataluña es la comunidad autónoma con mayor número de
inmigrantes empadronados, con 798.904, seguida de cerca por Madrid, con 780.752. A
continuación aparecen la Comunidad Valenciana (581.985) y Andalucía (420.207).
Cataluña, Madrid, la Comunidad Valenciana y Andalucía concentran más de dos tercios
(69,2%) del total. Las autonomías con un mayor peso porcentual de población
inmigrante son Baleares (15,9%), Madrid (13,1%), Comunidad Valenciana y Murcia
(12,4%), Cataluña (11,4%) y Canarias (11,3%). El fuerte aumento de la inmigración en
España tiene, por supuesto, su reflejo en el mercado de trabajo: en el período
comprendido entre 1994 y 2004 España sextuplicó su mano de obra extranjera” [10].
En relación al tipo de trabajos que desempeñan ambos géneros, los hombres tienden a
ocupar puestos de trabajo relacionados con la industria, servicios de hostelería,
construcción, etc. en su mayoría de origen iberoamericano. Mientras que las mujeres,
suelen desarrollar trabajos reconocidos tradicionalmente como femeninas, entre los que
se encuentran aquellos relacionados con los cuidados (a mayores y enfermos), limpieza,
(oficinas, empleadas de hogar), etc. que en muchos casos no conlleva la garantía social
del empleo, acrecentándose las diferencias de género.
En el caso de las mujeres inmigrantes en España hay que señalar que están ocupando
algunos espacios de trabajo dejados por las mujeres nativas, debido en parte a las
mejoras que han tenido en sus condiciones de vida y de trabajo, y en sus derechos.
Estas tareas se tienen que seguir haciendo, ya que hay una demanda importante, y una
petición de esa mano de obra, o de esos servicios en concreto. Por eso decimos que las
mujeres inmigrantes son llamadas desde aquí, desde la sociedad de acogida. Además,
estos servicios, digamos que son “cuasi” trabajos, por no ser reconocidos como tales,
o por no tener todos los derechos de protección social, o por ser de economía
sumergida. Hay que reconocer que estos empleos, que a veces rozan los márgenes de
5
la legalidad, son los apropiados para que los realicen mujeres a las que se quiere
mantener en la propia marginalidad, ya que nunca denunciarán esas condiciones de
explotación, debido a su situación de sin papeles, sin derechos o de precariedad por
los permisos temporales de residencia y trabajo [11].
Analizando las causas de la feminización de la pobreza está la división sexual del
trabajo, en toda la acepción del término, es decir, teniendo en cuenta los trabajos y los
no trabajos asignados a las mujeres y las actividades que son no remuneradas, y
también la configuración que se ha hecho del trabajo, de forma que los varones hayan
sido los beneficiarios en primer término de la misma. La división sexual del trabajo
sería, pues, un tema universal que unifica la situación de las mujeres, si bien habrá que
analizar cómo se produce en cada lugar en concreto. [12]
“Los modelos aplicados para analizar la migración masculina no sirven para explicar
la femenina. Esta está afectada sobre todo por la forma en que se establecen las
relaciones de género. Este aspecto no es tenido en cuenta por las teorías generales,
muy influenciadas por las teorías economicistas y los patrones de migración
masculinos. Para tener en cuenta a las mujeres, además de la manera en que éstas
están integradas en el mercado laboral, se deben de tener presente varios factores,
como la forma en que actúa la concepción patriarcal de la sociedad sobre la esfera
legal, social y cultural, el modo en que influyen los factores individuales y están
establecidas las relaciones de poder dentro de la familia, o cómo todo esto influye en
el proceso de toma de decisiones.” [13]
También hay “otras variables, diferentes a las tradicionalmente utilizadas en los
estudios migratorios (distancia, obstáculos, oportunidades, modernización, factores de
atracción y expulsión) que definen la evolución de las pautas femeninas, y que no son
tenidas en cuenta” [14]. Como hemos visto, los factores determinantes analizados para
la migración femenina tienen poco que ver con los tradicionalmente utilizados para
analizar las migraciones en general. La incorporación al análisis migratorio de las
pautas culturales y de los roles de género desarrollados por hombres y mujeres en las
sociedades de origen y de destino es, probablemente, una de las principales
aportaciones de la perspectiva de género. Estudiar cuáles son estos roles en las dos
6
sociedades en que está implicada la persona que migra puede suponer un importante
adelanto en el conocimiento de los motivos de la migración, la capacidad de la
persona para decidir sobre su desplazamiento, la elección de un lugar de destino y la
manera en que se integra en la sociedad de llegada.
“Desde la óptica feminista, los factores económicos son analizados de manera que
ponen en evidencia la explotación laboral a la que están sometidas las mujeres como
consecuencia de la globalización económica y la desregularización del mercado de
trabajo. Así, las personas que migran dejan de responder automáticamente a unos
impulsos regulados por las diferencias salariales entre el campo y la ciudad, para
moverse por las fuerzas que ordenan el mercado global que crea unos flujos
claramente diferenciados por sexo y edad” [15].
El crecimiento de la población extranjera no siempre se acoge de forma positiva. La
inmigración internacional está acaparando en España un interés impensable hace tan
sólo dos décadas cuando fue aprobada la Ley de Extranjería en 1985. En la actualidad
este fenómeno ha ido escalando puestos para convertirse en una de las principales
preocupaciones manifestadas por la población española.
“Varios son los factores que los técnicos de la ONU creen determinantes para el boom
de la inmigración, pero destacan el desarrollo de la política migratoria del país,
marcada por continuos procesos de regularización” [16]. Al margen de las
legalizaciones, el estudio señala otras posibles causas que han situado a España a la
cabeza de la inmigración como el cambio de coyuntura sociopolítica en las dos última
décadas o el crecimiento de la economía desde mediados de los noventa.
Entre 2001 y 2005 la población española ha dado un gran salto en cuanto a la
inmigración. En apenas cinco años, se ha duplicado el número de extranjeros: de
1.370.657 en 2001 a 3.730.610 personas en 2005, según datos del padrón recogidos por
el INE. Buena parte de ellos, sin embargo, todavía se encuentra en un laberinto de difícil
salida. Instalados en España esquivando los cauces legales, se hallan sin permiso de
trabajo y sin permiso de residencia, un limbo que varios procesos de regularización han
intentado reencauzar y varias normas se han propuesto solucionar durante los últimos
años.
7
“Es un hecho aceptado que la inmigración se ha convertido en muy pocos años en el
fenómeno social más novedoso e importante de cuantos ocurren en España, que afecta a
los más variados aspectos de la vida social, empezando por la demografía” [17].
“La inmigración puede contribuir a paliar el problema de la insuficiencia de activos. La
Comisión considera, sin embargo, que se trata de una solución cuyos efectos no son
definitivos. Una vez consolidada la presencia entre nosotros de un porcentaje importante
de inmigrantes, su pirámide de población se irá aproximando a la de la población
nacional y aportará no solo activos sino también pasivos. Actualmente, la población
inmigrante suma activos y contribuye a aumentar la natalidad (en los dos últimos años
el 8 por ciento de los nacidos en España lo fueron de madre extranjera). Con el tiempo
aportará también población jubilada, si bien es cierto que los flujos escalonados harán
que el porcentaje de ésta siga siendo inferior al de los pasivos nacionales. En cualquier
caso, la inmigración nos va a proporcionar una base importante de cotizantes que puede
servir de transición adecuada a un aumento, entre nosotros, de la natalidad.
La inmigración no es una solución definitiva, puesto que de lo que se trata es de
modificar la tendencia de la pirámide de población mediante un aumento de los
nacimientos que haga que se pueda recuperar el equilibrio. Hay que tener en cuenta,
además, que, ya a partir de los años cuarenta de este siglo, entrarán en la edad de
jubilación los nacidos en los ochenta del siglo pasado; es decir, generaciones de
reducidos miembros que aumentarán muy poco el número de pensiones. De ahí que la
Comisión entienda que los flujos migratorios son positivos para el crecimiento
económico, el desarrollo del país y el sostenimiento del sistema público de pensiones,
pero que han de acompañarse con un aumento del número de hijos por mujer, para
garantizar en el futuro la viabilidad del reparto.” [18]
“El último Índice Laboral Manpower, recoge que los inmigrantes representan la mitad
de los profesionales que se incorporan a la población activa en los últimos diez años.
Los inmigrantes son los protagonistas de la transformación del mercado laboral español
y lo van a seguir siendo. Así lo confirma la edición número veintiocho del Índice
Laboral Manpower, que concluye que durante los últimos diez años la contribución de
los inmigrantes al crecimiento de la población activa representa más del cincuenta por
8
ciento. De los 4,7 millones de personas que se han incorporado al mercado de trabajo
durante este periodo, 2,4 millones han nacido fuera de España.(…).”
“«El origen de este efecto llamada sobre la población inmigrante ha sido la combinación
de un mercado de trabajo expansivo y el agotamiento de las reservas de mano de obra
nacional, especialmente en el tramo de edad entre los 16 y los 39 años». La tasa de paro
en este colectivo, se sitúa en el 11,3 por ciento, ligeramente superior al 9,1 por ciento de
la de los españoles, según datos de la Encuesta de Población Activa (EPA). Según
Manpower, durante los últimos diez años, los inmigrantes han acaparado el 34 por
ciento de los nuevos empleos. La mayoría de ellos tenían edades comprendidas entre los
25 y los 39 años. La firma de recursos humanos destaca también que la tasa de actividad
de las mujeres inmigrantes se eleva por encima de las españolas en mayor proporción
que en el caso de los hombres. Así, las extranjeras registran una tasa de actividad del
69,5 por ciento, frente al 57,5 por ciento de las nacionales. «Esto se debe, a que las
mujeres españolas en edad de trabajar ya están incorporadas al mercado laboral y que no
se esperan grandes cambios a medio plazo»” [19].
Hay que señalar que no se puede mantener durante mucho tiempo un crecimiento del
empleo basado en la mano de obra de escasa cualificación y la temporalidad, que son
dos condiciones ligadas inevitablemente a la población inmigrante.
“En los datos recogidos en el análisis del mercado de trabajo realizado por la EPA 2003,
se observa que dentro de las 66 distintas ocupaciones registradas, sólo doce de ellas
concentran más del 71% de la población inmigrante ocupada (para la población
española, este porcentaje es del 27%, y en caso de los inmigrantes procedentes de la UE,
es del 18%).
Dentro de esas doce ocupaciones, ocho se incluyen en el grupo de la CNO-94
(Clasificación Nacional de Ocupaciones) de «trabajadores no cualificados», tres de ellas
corresponden a los obreros cualificados, y una incluye los trabajadores de los servicios
de restauración. Así, la mayoría de estas ocupaciones son en trabajos manuales, que no
requieren un nivel alto de formación o cualificación profesional.
Al observar más detalladamente los datos, apreciamos que la ocupación que concentra
más trabajadores extranjeros es la de «empleados domésticos y otro personal de
limpieza», sobre todo en el caso de los latinoamericanos, con un 29%, y los procedentes
9
de Europa del Este, donde el 20% de los trabajadores se agrupan en esta ocupación. En
el caso de los africanos, este porcentaje es menor, de un 8,2%, pues los principales
puestos de trabajo ocupados por ellos son en la agricultura y la construcción. Aún así,
todos estos porcentajes son mucho mayores que el correspondiente dentro de los
trabajadores españoles o los de la UE, que está en torno al 4,5%” [20].
3. España en el contexto de la Unión Europea
Las migraciones, en la actualidad, se planifican con una racionalidad meramente
económica en función del crecimiento económico y de la realización rápida de
beneficios. Raramente se tiene en cuenta el costo humano que conllevan para quienes se
ven forzados a abandonar su entorno, su pueblo, su cultura y su familia, y menos aún se
contempla la necesidad de eliminar de la superficie del planeta las causas profundas que
se enraízan en las injustas y crecientes desigualdades entre pueblos ricos y pobres.
Esta concepción del fenómeno entraña una definición del trabajador inmigrante, como
trabajador manual: que no tiene cualificación profesional, que ocupa un puesto de
trabajo duro y mal pagado, un empleo precario, y realiza tareas de mera ejecución;
como un trabajador interino, es decir, un trabajador aislado, sin familia, destinado a
volver a su país.
Parece claro que “los países de la Unión Europea, con sus políticas limitativas respecto
al derecho a vivir en familia, a la residencia permanente, a la obtención de la
nacionalidad y no siempre sensibles al deber ético de regularizar a cuantos se
encuentran insertos en la economía sumergida, han optado formalmente por establecer
políticas orientadas al movimiento migratorio económico. Pero se equivocan.” [21]
Todo movimiento migratorio de esta naturaleza se convierte de hecho en movimiento de
población. España, a pesar de la crítica a las políticas de inmigración que se han seguido
a lo largo de estos años, logró un avance con el Real Decreto 155/96 en materia de
residencia permanente, favoreciendo así la estabilidad del colectivo documentado.
“En los últimos 15 años, las características demográficas españolas han sufrido cambios
muy importantes. En los años 60-70 no había preocupaciones respecto al crecimiento de
10
población, ya que las mujeres españolas tenían un promedio de 2,9 hijos cada una, y
esto hacía que se recogieran cada año altos índices de crecimiento vegetativo. Además,
las corrientes inmigratorias eran prácticamente inexistentes e innecesarias. Hoy, esto es
completamente diferente, la increíble reducción experimentada por las tasas de
natalidad (hoy el índice de fecundidad se encuentra por debajo de 1,5 hijos por mujer), y
el aumento de la esperanza de vida, está convirtiendo a la población española en una
población envejecida y con grandes problemas de incertidumbre acerca de la futura
sostenibilidad del sistema de pensiones y de la existencia de la mano de obra necesaria
para continuar el crecimiento económico experimentado en los últimos años.
Afortunadamente, no sólo los índices de natalidad y esperanza de vida son los que han
cambiado en España, sino que también hemos pasado a ser un país con unas altas tasas
de inmigración en los últimos años, y esto puede ayudarnos si queremos, a reducir en
parte ese imparable envejecimiento de la población.” [22]
Las migraciones concebidas como un fenómeno transitorio al servicio de la coyuntura
económica, se han convertido en un fenómeno permanente. Las características de la
inmigración establecida en la UE lo confirman dado que el número de extranjeros
(trabajadores y familias) ha aumentado en varios millones a pesar de la política
restrictiva y de control de la inmigración en vigor desde 1973 y el arraigo cada vez
mayor de la población inmigrante es puesto de relieve por los siguientes indicadores: el
aumento de la reagrupación familiar, el mayor número de nacimientos entre la
población inmigrante y de los matrimonios entre inmigrantes y mixtos. El porcentaje de
alumnos extranjeros en todos los niveles de la escolarización obligatoria, el número
creciente de inmigrantes que han adquirido permisos de residencia y de trabajo
ilimitado, el importante número de inmigrantes que han adquirido la nacionalidad del
país de residencia, el aumento de la población no activa y un hecho considerable, el
aumento de inmigrantes en paro con permisos ilimitados, avala cuanto decimos.
La inmigración en España no es un fenómeno temporal, sino que va a ser permanente.
La mayoría de los extranjeros, aunque tiene la esperanza de retornar, terminan por
instalarse definitivamente, como revelan las cifras.
Los inmigrantes se han convertido económica y socialmente en unos interlocutores que
se han dado cuenta de su papel indispensable. La inmigración de trabajo se ha
11
transformado en inmigración de ciudadanos. Naturalmente, su permanencia entraña un
costo social y un costo cultural de integración en la comunidad nacional, incluso si estos
costos son evaluados y pagados al más bajo precio.
4. Conclusión
“La inmigración se ha convertido en una de las principales preocupaciones de los
gobiernos liberales occidentales en la actualidad. Las desigualdades entre los países del
Norte y los del Sur, que han sido exacerbadas por el proceso de globalización
económica, provoca entre otras razones, la huída de personas hacia los países
desarrollados con la esperanza de encontrar una vida mejor.” [23]
A este respecto, Sami Naïr señala lo siguiente: “Además, las desigualdades de
desarrollo entre países pobres y países ricos han crecido tanto estos últimos años que el
atractivo del modo de vida de los países desarrollados, popularizado por los medios de
comunicación de masas, se ha vuelto tan potente, que los flujos migratorios van a
continuar creciendo y alcanzarán sin duda nuevas categorías de población, lo que
repercutirá de forma negativa sobre las poblaciones legalmente instaladas lo que empuja
a los Estados a adoptar o reforzar medidas draconianas de control y de cierre de las
fronteras”.
“A lo largo de los últimos años los países europeos han tomado numerosas medidas
relativas a la inmigración, plasmadas mediante la firma de numerosos acuerdos y
tratados, y con un claro objetivo represor de las migraciones (1985, Tratado de
Schengen; 1990, Convención de Dublín; Tratado de Maastricht, etc.)” [24]
“Estas medidas restrictivas permiten controlar la entrada y la estancia de los extranjeros
pero no pueden, en ningún caso, detener los flujos migratorios hacia los países de la
Unión Europea.” [25] Por consiguiente, se plantea la necesidad de buscar alternativas a
estos modelos de gestión ineficaces y ya desde principios de los años 90 Cooperación e
Inmigración empiezan a aparecer juntas porque, tanto en el marco europeo como en el
español se empiezan a promover medidas para actuar sobre las presiones
internacionales. [26]
12
“Otra consecuencia de la globalización es la diversidad de orígenes de los inmigrantes,
lo que crea una creciente heterogeneidad étnica en las sociedades receptoras que está
conduciendo a su conversión en sociedades pluriétnicas. Esto provoca dificultades para
construir un espacio concreto de ciudadanía y de derechos sociales derivados de ella.”
[27]
“Será en la Cumbre de Tampere cuando por primera vez se cita en un texto oficial el
término Co-Desarrollo (en el Texto se dice “la cumbre necesita un enfoque global de la
migración”) aunque bajo este paraguas del codesarrollo se da cobertura a políticas de
control de la Inmigración.” Por tanto se empieza a utilizar el término en los años 90 y
aún no es una idea cerrada y completamente definida. Por eso, y a partir de los textos de
Sami Naïr, se va a ir desarrollando este proyecto. [28]
“El inmigrante una vez en el país receptor se encuentra con diversos problemas, el
principal debido a la legislación, puesto que ésta deja a estas personas fuera de la
legalidad, no reconociéndoles el estatus de ciudadano que les garantiza una serie de
derechos y deberes. Otro problema y no menos importante es el choque cultural, debido
a los diferentes valores, costumbres y normas culturales, idioma, hábitos gastronómicos,
estructura familiar, etc., entre los inmigrantes y la sociedad receptora.” [29]
Por tanto, ¿cuáles serán los objetivos de una Política de Codesarrollo? “La política de
gestión de los flujos migratorios debe favorecer la estabilización de los inmigrantes
legalmente instalados, su integración social, el control de la entrada en el país, y el
respeto de las reglas de residencia. Se articula también sobre la política exterior del país.
Si la inmigración constituye un aporte real a partir del momento que corresponde a las
necesidades del país, no por ello debe ser una falta de ganancias para los países de
origen.” [30]
“El fenómeno de la inmigración está de constante actualidad en nuestro país, entre otras
razones, por nuestra posición geopolítica de frontera entre continentes (y frontera entre
los países del Norte y los países del Sur), lo que favorece la numerosa llegada de
inmigrantes desde África además de los llegados de Latinoamérica que poseen la
13
ventaja de tener la misma lengua.” [31] Por consiguiente los gobiernos tienen que seguir
desarrollando nuevas vías para que este fenómeno sea positivo y no origine conflictos.
“En las políticas, programas y proyectos de Codesarrollo, Inmigración y Desarrollo
habrán de estar íntimamente relacionados y en vez de “control de flujos” hablaremos de
“gestión de flujos”, en vez de “Integración” hablaremos de “ciudadanía” y en vez de
Desarrollo en los países de origen hablaremos de “codesarrollo” tanto en los países de
origen como en los de acogida.” [32]
El Codesarrollo plantea una revolución en las relaciones internacionales, entre el Norte
y el Sur, porque se basa en una Cooperación (en sentido literal: operar conjuntamente,
en igualdad de condiciones), ya que, es precisamente la consideración del beneficio
mutuo, del interés compartido, lo que sitúa a las partes en términos de paridad. [33]
14
Notas
[1]: ARANGO, Joaquín. 2003. “La explicación teórica de las migraciones: luz y sombra”, en la
revista de periocidad semestral Migración y Desarrollo, Revista nº 1, octubre 2003. El artículo
comienza en la pag.4 de Migración y Desarrollo, la cita está contenida en página 16 del propio
artículo. Edición electrónica en http://www.migracionydesarrollo.org/.
[2]: ARANGO, Joaquín. 2003., ibid. Cita en página 16 del propio artículo.
[3]: ARANGO, Joaquín. 2003., ibid. Cita en páginas 16 y 17 del propio artículo.
[4]: VILLENA, M. y GÓMEZ, F., “Demografía, mercado de trabajo y política de inmigración
en España”, Revista del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, ISSN 1137-5868, Nº 61,
2006,
pags.
15-40.
Cita
en
páginas
27-28.
Archivo
electrónico
en
http://www.mtas.es/Publica/revista/numeros/61/Est1.pdf
[5]: VILLENA, M. y GÓMEZ, F., ibid.. Cita en página 28.
[6]: PIMENTEL, M. “Impacto de la inmigración en el mercado laboral” en Cinco Días.
Publicado el 12 de julio de 2006.
[7]: PIMENTEL, M., ibid.
[8]: Colaboración conjunta: INSTITUTO NACIONAL DE ESTADÍSTICA (INE) e
INSTITUTO DE LA MUJER (Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales. Secretaría General de
Políticas de Igualdad). “1. Población y familia”, en Mujeres y Hombres en España 2006, p. 15.
NIPO 605-06-017-4.
[9]: “El crecimiento de la inmigración en España”. WebLog
Migraciones. Reflexiones
cívicas.«Igualdad en la diversidad» EDITOR: Juan Carlos Velasco Instituto de Filosofía del
CSIC. Jueves, 15 de junio de 2006. Ver previamente “Inmigración y cambio demográfico en
España. Nuevos datos”. Miércoles, 18 de enero de 2006.
http://weblogs.madrimasd.org/migraciones/archive/2006/06/15/30313.aspx.
[10]: ibid.
[11]: ZABALA , B. (2003). "Mujeres inmigrantes en Euskal Herria". Herria 2000 Eliza.Número
185. ZABALA, B. “Mujeres inmigrantes. Algunas consideraciones desde el feminismo.”,
Emakume Internazionalistak.
http://www.nodo50.org/zabaldi/documentos/mujeres_inmigrantes.doc.
[12]: ZABALA, B. “Mujeres inmigrantes. Algunas consideraciones desde el feminismo.”,
Emakume Internazionalistak.
http://www.nodo50.org/zabaldi/documentos/mujeres_inmigrantes.doc.
[13]: JIMÉNEZ JULIÀ,E., “4.- Conclusiones, 4.1.- Validación de hipótesis, en “Una revisión
crítica de las teorías migratorias desde la perspectiva de género”, p. 19, en Centre d'Estudis
Demogràfics (CED), 1998. http://www.ced.uab.es/publicacions/PapersPDF/Text139.pdf
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Según aporta la propia autora: “Este artículo resume los principales resultados de mi memoria
de doctorado dirigida por la Dra. Montserrat Solsona y leída en el Departament de Geografia de
la Universitat Autònoma de Barcelona en julio de 1997. Dicha memoria está planteada como
capítulo teórico de mi futura tesis doctoral, que ha sido financiada desde 1995 por la CIRIT
(Comisión Interdepartamental para la Investigación y la Tecnología de la Generalitat de
Catalunya). En su origen, estaba vinculada a otro proyecto, también respaldadoeconómicamente
por el gobierno autónomo catalán, y que llevaba por título "Migración femenina,integración
laboral y comportamiento demográfico en Cataluña", al cual me incorporé como becaria. Dicha
investigación, que sirvió de punto de partida para la memoria de doctorado, fue desarrollada por
un equipo del Centre d’Estudis Demográfics integrado por Rocío Treviño y Marc Ajenjo y
dirigido por Montserrat Solsona, entre los años 1993 y 1995.”
[14]: JIMÉNEZ JULIÀ,E., op. cit., “1.- Introducción, 1.5 Hipótesis” en “Una revisión crítica
de las teorías migratorias desde la perspectiva de género”, p. 4, en Centre d'Estudis
Demogràfics (CED), 1998.
[15]: JIMÉNEZ JULIÀ,E., op. cit., “4.- Conclusiones, 4.1.- Validación de hipótesis, p.23
[16]: LAS PROVINCIAS, 15 de junio de 2006. “Inmigración”
http://www.lasprovincias.es/valencia/pg060615/prensa/noticias/Espana/2000606/15/VAL-ESP168.html
[17]: LEGUINA, J., “¿Cuántos somos?”. EL PAÍS, Sección Opinión , 15 de julio de 2005.
Edición electrónica en PAIS.es:
http://www.elpais.es/articuloCompleto.html?xref=2005...11&type=Tes&anchor=elpepiopi&prin
t=1&d_date=20050715. Además también se puede encontrar en:
http://www.almendron.com/politica/pdf/2005/spain/spain_2754.pdf.
[18]: CONCLUSIONES PACTO DE TOLEDO. Aprobación del Informe de la Comisión no
permanente del Pacto de Toledo del Congreso de los Diputados el 30-09-03 (2 de octubre de
2003.- serie D. núm. 596). http://www.oiss.org/IMG/pdf/toledo.pdf
[19]: EXPANSION&EMPLEO.com. 2006/05/13 (http://www.expansionyempleo.com). “El
mercado necesita más inmigrantes”. Artículo referente a la presentación, en mayo 2006, del
Índice Laboral Manpower en su 28ª edición, del cual, junto con su equipo, es autor Josep Oliver
Alonso, catedrático de Economía Aplicada de la Universitat Autònoma de Barcelona. En él se
vierten las declaraciones de Oliver sobre diferentes aspectos del estudio que en esta ocasión
trata del “Efecto llamada e inmigración: razones del choque inmigratorio e impacto en el
mercado
de
trabajo
español
1995-2005”.
Edición
electrónica
del
informe
en
http://www.manpower.es.
[20]: VILLENA, M. y GÓMEZ, F., op. cit. Cita en páginas 25-26 bajo epígrafe “3.4 Tipos de
ocupación”.
[21]: Solidaridad.net. 2005-02-09. http://www.solidaridad.net/noticias.php?not=2572.
16
[22]: VILLENA
M. (2004) Demografía, mercado de trabajo y política de inmigración
accesible a texto completo en www.eumed.net/cursecon/libreria/
[23]: ALONSO PUJIULA, S., Inmigración y Ciudadanía en la España del Siglo XXI.
FACULTAD DE CC. POLÍTICAS Y SOCIOLOGÍA (UCM). Proyecto de investigación, p. 2.
http://www.nodo50.org/transformacion/proyectos/CIUDADANIA_E_INMIGRACION.doc
[24]: HERRERO MUÑOZ-COBO, B., “Codesarrollo: alternativa para la gestión de
Migraciones y Desarrollo. Apuntes para la reflexión y el debate”, p.6.
[25]: En declaraciones de Abdou Menebhi, Presidente del Centro EuroMediterráneo de
Migración y Desarrollo.
VI Jornadas Universidad Agentes Sociales, sobre Migración y
Codesarrollo. Madrid el 20 de mayo de 2000 en la Universidad Pontificia de Comillas (Instituto
Universitario de Migraciones).
[26]: HERRERO MUÑOZ-COBO, B., op. cit., p.6.
[27]: ALONSO PUJIULA, S., op. cit., p.2.
[28]: HERRERO MUÑOZ-COBO, B., op. cit., p.7.
[29]: ALONSO PUJIULA, S., op. cit., p.2.
[30]: SAMI NAÏR, 10/12/97.
[31]: ALONSO PUJIULA, S., op.cit, p.2.
[32]: HERRERO MUÑOZ-COBO, B., op. cit, p.18.
[33]: HERRERO MUÑOZ-COBO, B., op. cit, p.17.
17
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Resumen
La migración internacional es parte de la globalización, todos los países desarrollados
han recibido un gran número de inmigrantes. España también ha recibido a alta cantidad
de nómadas. La población española era emigrante y ahora ella tiene que hacer frente a
este nuevo fenómeno, las sociedades desarrolladas van a tener que adaptarse a las
grandes afluencias de extranjeros. La migración ha sido a menudo una fuente de
tensiones entre culturas e incluso entre movimientos racistas y xenófobos. Un problema
político fundamental en España es la situación que hay en la frontera del sur, por donde
mucha gente intenta entrar en la UE desde África, arriesgando su vida y perdiéndola a
menudo.
Palabras clave
Globalización, desarrollo, subdesarrrollo, inmigración, trabajo.
Abstract
International migration is part of globalization, all developed countries have received
significant numbers of migrants. Spain have also received a high amount of migrants.
Spanish people were traditionally emigrants and now they have to face this new
phenomena, developed societies are going to have to face larger inflows of migrants.
Migration has often been a source of tensions among cultures and even racist and
xenophobic movements. A prominent political problem in Spain is the situation on the
Southern border, where many people try to enter the EU from Africa, risking their life
and often losing
Key words
Globalization, development, underdevelopment, immigration, work.
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