[ie 951] (24 octubre 1934)

AñoXL
Pamplona 24 de octubre de 1934
- ÓRGANO —
DE LA "BIBLIOTECA CATÓLICO PROPAGANDISTA,
ANTE LA FIESTA DE CRISTO REY
(Ultimo domingo de octubre)
Núm. 949
ADMINISTRACIÓN, ESTAFETA, 31
DIRECCIÓN, NAVAS DE TOLOSA,21, 2.e Iiq.
pastor. Y el glorioso historial de su reinado, que peinando ya las venerables canas de diecinueve centurias conserva la frescura y lozanía de los años primaverales, no
tendrá, no, por colofón el fatídico et mortuus est que ciérra el relato de las hazañas de los demás reyes, antes al
A en las postrimeras horas de su vida mortal
contrario, Et regni e/us non eritfinis.
y en las iniciales de la eucarística, el divino
Redentor del linaje humano, que "habiendo
Y es Rey de las inteligencias: los cerebros más priviamado a los suyos que estaban en el mundo,
legiados, las más vigorosas mentalidades de diecinueve
los amó hasta elfin,,esto es, con un cariño todavía más
siglos, tos Padres y Doctores de la Iglesia, seguidos de
intenso y vehemente, fue sacrilegamente rechazado, entre
los Doctores en la Iglesia, buceando en el inmenso océanauseabundos espumarajos
no de las ciencias, han erigiNAVARRA
de satánico furor, por su
do en la Teología, la ciencia
cruel y desnaturalizada made Dios, a la que, como a su
drastra la pérfida Sinagoga, y
soberana, circundan las otras
al horrendo crimen de descual damas de honor, un
preciar sus amorosos cariseterno monumento de venemas de Rey pacífico, añadió
ración al Verbo, por el cual
la más cruel de las befas y el
fueron creadas todas las
más ignominioso de los escosas.
carnios, cubriendo sus cárdeY es Rey de los corazonas y adorables llagas con un
nes: los más delicados, noandrajo de clámide purpúrea;
bles y generosos, o han eleponiendo en sus creadoras
vado su amor a su mayor
manos, afrenia de la azucena,
potencia, rubricándolo con
un irrisorio cetro de caña, y
su sangre en los más vadándole por corona un turios y formidables tormentos
pido capacete de punzaduras
(dieciocho millones de Márcambroneras.
tires, aristocracia de la santidad), y ello en los dos sexos
Y cabalmente, al coronarlo
y en todas las edades, lo misde espinas, como rey de
mo en la debilidad de ia inburlas, estableció—bien confancia que en los desfallecitra su intención y deseo,—
Paisaje d.e la Aézcoa
mientos de la decrepitud, o
de manera tan permanente
Foto. Bernardo Maehiñena
han sido espirituales pebetesu reinado de inefable amor
ros que le han ofrendado el delicado perfume de las más
sobre las almas, que es el único Rey que reina después
de muerto, y testigo involuntario, pero elocuente en su heroicas virtudes, ya en sus Confesores o de la dignidad
pontifical o sacerdotal, o en el claustro o en el estado laimudez, es la atomización de ese pueblo deicida, errante
cal,
ya en el sexo femenino con los policromados coros
y vagabundo—cual el primer fratricida—por la redondez
de vírgenes, de viadas, de penitentes.., ¡visión de gloria!
del globo, como indómito y maloliente rebaño cabrío sin
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LA
AVALANCHA
Y es Rey de los espíritus: los prodigios obrados en
las almas con la mágica varita de la ascética y mística
cristianas mediante los vasos comunicantes de la gracia
divina—siempre preveniente y gratuita en su origen—y
de! movedizo libre albedrfo humano, superan el número
de las arenas que tapizan la playa del mar y sobrepujan
en belleza la policromía de las vegetaciones tropicales.
Y ¿qué decir de su reinado en las Bellas Aries? La
silueta fascinadora del Primogénito de la humanidad,
del más hermoso de los hijos de los hombres, los tiernísimos al par que venerandos Misterios de su vida mortal y eucarística, han derramado torrentes de inspiración
sobre soberbios lienzos, esculturas magníficas, inmortales páginas poéticas y embelesantes partituras, reverberos, aunque pálidos, del Arquetipo de la humanidad santificada, fuente inagotable del verum, bonum et pulchrum,
que la enaltecen y subliman.
Su reinado, pues, en el que se entrelazan con poético
broche de topacios los divinos honores de "Sacerdote
eterno, según el orden de MelquisedechB, y de "Príncipe y Caudillo de los reyes de la tierra,, es de derecho,
del más sagrado y venerando derecho, y debiera serlo
también de hecho, por ser absoluto y universal, del tiempo y del espacio, de los orbes celestes y de nuestro planeta sublunar; porque ya en los albores de la eternidad,
at conferir la Trinidad Beatísima el Decreto de reparación de la humanidad en su futura caída en las frondosidades del jardín de las delicias, dirigióle el Padre esta
amorosísima invitación: "Tú eres mi Hijo; Yo te he engendrado hoy..., "Pídeme largamente, que Yo te daré en
herencia las naciones todas, y en posesión, los confines
de la tierra.„
Y ¿qué hacer los que nos preciamos del incomparable
honor de ser sus vasallos, los leales de Aquél, "servir al
cual es reinar,? ¿Qué hacer sobre todo los católicos españoles, los de la España de la Virgen del Pilar y del
prometido y especial reinado de su Sagrado Corazón?
¿Qué hacer?
Lo primero, en el reclinatorio doméstico, a los pies
del Crucifijo, y cuando sea posible ante las gradas del
Tabernáculo, clamar del fondo del corazón: Adveniat
regnum tuum; después, unir a la oración la penitencia y
el espíritu de sacrificio, la acción desinteresada, jerárquica y perseverante, la propaganda oral y escrita, para repetir ante el mundo, contra el laicismo ateo, enervante,
destructor y letal, el fervoroso grito del Apóstol: '•Oportet
Illum regnare.» Es necesario propagar y difundir por doquier su reinado, reinado "de verdad, y de vida, de santidad y gracia, de justicia, de amor y de paz.B *
Reinado que se dilatará en su adecuado y exacto cumplimiento cuando los hoy dispersos y perversos restos
de la Sinagoga, simbolizada en la asna del Domingo de
Ramos, a una con el pueblo cristiano de origen gentil,
prefigurado en su jumentillo, unidos ambos en fraternal
abrazo rindan humildes sus cervices al suave yugo, al
áureo cetro del divino Ajusticiado, qui fecit atraque
unum, ofrendándole el eterno Hosanna del culto de latría, reparador de sus antiguas idolatrías, rebeldías y
blasfemias, integrando un solo rebaño voluntariamente
sometido al blando cayado de un solo Pastor, del "Pastor eterno y Obispo de nuestras almas, Cristo Jesús n .
Reinado que, por fin, tendrá ante los ángeles y los
hombres su más decisivo, resonante y apoteósico triunfo, cuando al despertar la humanidad al escalofriante soi Prefacio de la Misa de su festividad.
nido de la trompeta del arcángel en el día sin solt en el
solemnísimo día de las divinas reivindicaciones, y ante el
gloriosísimo estandarte de la Cruz sacrosanta, signo de
contradicción, invitará el Supremo Juez a los predestinados al disfrute del reino eterno, condenando a los precitos a los sempiternos ardores. Y unos y otros, muy a su
sabor aquéllos, y muy a su pesar ¡ay! éstos, proclamarán
la divinidad de su eterno reinado, con la enorme diferencia de encomiar los primeros el atributo de su inefable misericordia, y los últimos el de su espeluznante
justicia.
Pero, entretanto, los que por merced de lo alto aun
somos viadores y estamos en tiempo de trabajar y merecer, proclamemos muy alto, con las obras y con las palabras: ¡Paso a Cristo Rey! Homenaje de fe, de acatamiento, sumisión, veneración y amor a Aquel "por quien
reinan los reyes y los legisladores decretan cosas justas,. Hosanna eterno en la redondez del globo a ese Rey
pacífico, cuyo adorable semblante desea toda la tierra, y
que con caracteres de luz tiene escrito en su vigoroso
muslo y en la orla rozagante de su manto, color amatista: "Rey de reyes y Señor de cuantos señorean, y ejercen autoridad en el mundo.
JOSÉ ERICE ESPELOSÍN
Canónigo Arcipreste de Mondoñedo
RASGOS DE LA PATRIA
El Tribunal de la Historia
UE cuándo van a tenerfinlos
enredos, intrigas, maniobras e
iniquidades realizadas por el poder de las tinieblas, para ensombrecer, oscurecer o escamotear
el verdadero mérito de los hombres y de los pueblos?
Nunca. Y digo que nunca, porque el poder de las tinieblas estará siempre dispuesto a perseguir a la virtud y a fomentar el
vicio, con el p¡opósito de entronizar el error y e! mal sobre las
ruinas de la verdad y del bien.
Afortunadamente, tenemos la
certeza de que el poder de las tinieblas no prevalecerá
jamás, y de que. aunque algunas veces parezca que el
error y el mal triunfan, será sólo momentáneamente cuando así suceda; porque Dios concede la victoria definitiva,
con el correspondiente premio, a la verdad y a! bien. Y
aun en este mundo el Tribunal de la Historia hace brillar la Justicia con todos sus esplendores, para dar a cada
uno lo suyo, siendo inútiles los esfuerzos que para impedirlo ejecutan ¡os malvados.
No hay hombre por elevado que se encuentre, ni pueblo por poderoso que sea, que deje de estar sujeto al fallo sereno e imparcial del Tribunal de la Historia; sin que
valgan para evitarlo ni habilidades ni violencias de ninguna clase, porque más tai de o más temprano se cumple inexorablemente.
¿Quién más alto, ensoberbecido, desaprensivo y autoritario que Nerón? Sabido es que Nerón fue, por sus vicios y sus crueldades, más que un hombre, una fiera de
los peores instintos, manifestado con un lujo de detalles
horripilantes y con un cinismo explicable tratándose de
un tirano tan depravado, altivo y caprichoso como Nerón.
Pues bien; este Nerón, mientras vivió, obligó a enmudecer a la crítica, distrayendo la atención de los subditos
con músicas, bailes y orgías tan abundantes, que hubo
LA
AVALANCHA
senador que pidió se dejara libre al pueblo algún día para el trabajo, poniendo a los altos dignatarios del Imperio
en el trance de tener que intervenir en tas representaciones del circo; y para asegurar más la atracción del
pueblo y ofuscarlo fue creado un cuerpo de cinco mil
hombres, obligados a aplaudir al soberano siempre que
éste se presentara en público.
¿Y qué consiguió Nerón, con todos estos ardides tan
hábilmente explotados para burlar la acción de la Justicia histórica? Nada. Porque si el Tribunal de la Historia
calló durante e! reinado de Nerón, apenas desapareció
éste dictó su fallo severisimo, por el cual quedó condenado aquel gran déspota romano, como un aborto del Infierno digno de la mayor abominación.
No se encuentra un pueblo tan solapado, hipócrita e
infame como el pueblo judío en general.
El pueblo judío, con doblez y astucia refinadas, quiso
justificar la tragedia del Calvario, intentando presentar al
Crucificado como un perturbador de la sociedad, pretendiendo dar a) crimen del Góigota ciertas apariencias embusteras de legalidad, y esforzándose en borrar las huellas del horribilísimo delito, como si no se tratara de hechos cuya realización estaba anunciada por los ProFetas.
¿Oe qué le valieron al pueblo judío sus estratagemas y
maldades? De nada. Porque el Tribunal de la Historia,
de acuerdo con las Sagradas Escrituras, lo condenó como pueblo deicida, señalando a la Humanidad el cumplimiento de las profecías, según las cuales dicho pueblo
quedaría sin patria y andaría errante por todo el mundo.
Examinando otro aspecto de la cuestión, vemos a Felipe II de España como uno de los personajes históricos
más injusta y vilmente calumniados para que en la Historia no prevalecieran sus virtudes.
La falsa historia ha pretendido convertir a Felipe II en
tirano cruel y hasta en un demonio coronado, y sin embargo, fue un buen católico y un gran rey.
Como rey, aun siendo Felipe II inteligente, activo, justiciero y hasta escrupuloso en el cumplimiento de sus
deberes, lo han hecho aparecer como un monarca ignorante, apático, arbitrario y hasta criminal. Y como hombre lo tachan de taciturno, de feo y hasta de repulsivo;
aun siendo como era jovial, simpático y de aspecto agradabilísimo, según lo atestiguan, entre otros, los embajadores italianos que lo conocieron.
Este odio feroz al rey de España don Felipe II se explica porque dicho monarca fue el mejor defensor de la
Religión Católica contra la herejía protestante, y de la
patria española, poderosísima e inmortal, contra sus envidiosos enemigos.
Los enemigos de Felipe II han conseguido eclipsar la
verdad durante algún tiempo; pero las investigaciones de
los historiadores españoles y extranjeros, y entre ellos
de Fernández Montaña, Gachaid, Braili, Hume y muchos otros dan cada día más luz al reinado de Felipe II,
y el Tribunal de la Historia está descubriendo sin cesar
las virtudes y grandezas de tan buen rey.
Por las mismas razones que a Felipe II, especialmente
las inspiradas por el sectarismo y ia envidia, los enemigos de nuestra patria han ocultado o empequeñecido
las glorias españolas, inventando la llamada leyenda negra, que tanto daño causó a España y aun le causa, con
la campaña de difamación que contra ella se ha empleado durante varios siglos.
Pero hace ya algún tiempo que llegó el día de la justicia, y el Tribunal de la Historia está rehabilitando la buena fama Je nuestra patria, tan ñeramente combatida por
la impiedad y la demagogia.
Contrayéndonos ahora solamente a Navarra, vemos
que en su historia figura el rey Carlos II, llenando el largo periodo de tiempo comprendido entre el año 1349, en
el cual subió al trono, y el 1387, en que bajó al sepulcro.
Este Carlos II llevó por sobrenombre ei Malo, para
justificar mejor los crímenes monstruosos que sus adversarios le atribuyen; pero conste que dicho sobrenombre
no prueba las maldades que se imputan al referido monarca navarro.
No pretendo cambiar el sobrenombre de Malo por el
de Bueno, con el propósito de facilitar la adquisición de
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méritos para su canonización; pero añrmo que digo la
verdad al asegurar que Carlos II fue, poco maso menos,
un rey como casi todos los demás de su época, ni mejor
ni peor que ellos en general.
Cierto es que Carlos II de Navarra cometió grandes
desaciertos y hasta iniquidades, aunque no de la enormidad que dicen sus enemigos. Pero es cierto también que
realizó actos dignos de alabanza, apareciendo en tal sentido como mucho mejor que sus acusadores; pues aunque
éstos lo presentan como un hombre antipático, arbitrario
y cruel, sin embargo, el Tribunal de la Historia, con
pruebas suficientes, está deshaciendo muchos de los agravios lanzados contra este rey, según las cuales resulta
evidente que Carlos II demostró su piedad en la Iglesia;
su caridad con los frailes mendicantes y con los pobres
en general; su generosidad con los labradores necesitados, y su amor a la justicia, su espíritu progresivo, su
ilustración, su elocuencia y su gran simpatía personal.
Abundan en los archivos de Navarra y en los extranjeros los documentos justificativos de estas virtudes que
practicó el rey don Carlos II de Navarra, y los fallos del
Tribunal de la Historia son cada día más favorables al
buen nombre de tan discutido monarca.
También Navarra ha tenido que esperar su tiempo para conseguir las más justas reivindicaciones. Por odio
principalmente a la religiosidad de Navarra sus enemigos no han cesado de tacharla de inculta, de arcaica y de
retardatariü. Pero el Tribunal de la Historia va devolviendo a Navarra los títulos tan bien ganados de pueblo
culto como pocos, y tan amigo del progreso como el que
más lo sea de España, según lo prueba con los notables
adelantos de su industria, y sobre todo, de su agricultura.
Como se ve, es dificilísimo escamotear la actuación de
los personajes históricos; y desde el momento en que ésta es conocida, resulta imposible evitar que el Tribunal
de la Historia dicte el fallo que proceda en justicia.
JUAN P. ESTEBAN Y CHAVARRIA.
Cumple tu deber
El placer en el deber
Pero hay más. Esta dignidad, esta independencia, esta
como divinidad del deber y de quien lo cumple, no son
arideces privadas de todo gusto y placer del alma.
Al contrario: el deber causa al cumplirlo el más sólido
y delicado de todos los placeres.
Como ha puesto Dios en todos los frutos de la tierra,
junto con la sustancia nutritiva, la suficiente cantidad de
azúcar para que el paladar no rehuse lo que conviene a
la naturaleza, así en cada uno de los deberes ha puesto
su tanto cuanto de satisfacción, de gusto, de sabor, que
sazonan lo que muchas veces sería durísimo y amarguísimo.
No proporciona el deber embriagueces de gozo, arrebatos de placer, paroxismos de deleite... Mas en cambio
proporciona un gozo suave y latente; pero constante y
sin amargura.
Hay un placer en la vida física ai cual se puede comparar este placer que en la vida moral tiene el que cumple su deber: es ei placer de la salud.
Nadie lo cuenta entre los placeres, y sin embargo nadie prefiere placer ninguno a la delicia de vivir con salud. Enhorabuena que no nos demos cuenta de lo finísimo de la delicia de vivir con salud que Dios ha concedido a la existencia humana, pero cuando viene la enfermedad no hay nadie que no sienta la dulzura y bienestar
de lo que ha perdido, y que no dé cualquier cosa y tolere cualquier amargura por recobrarlo.
Pues bien, lo que la salud es al cuerpo, eso es la buena conciencia al ánimo.
El placer del bienestar que siente el cuerpo sano, es
lo mismo que el de la buena conciencia que experimenta
el ánimo tranquilo cuando cumple su deber.
LA
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AVALANCHA
Los que por ambición, o por codicia, o por deleite
abandonan su deber, tendrán ratos de más vehemente
alegría, momentos de más delirio y embriaguez, pero
también más ratos de horrible hastío, de inevitable tristeza, de remordimiento, de enfermedad de alma; todo
ese malestar de espíritu que produce en el ánimo un
desasosiego igual al que produce el estrago de la salud
en el cuerpo de los valetudinarios y crónicos aun en las
situaciones más normales.
Desdichado empeño el de los voluptuosos: querer separar el deleite que Dios ha unido con la obligación y el
ejercicio del deber, para, dejando éste, devorar aquél. Es
como si os empeñaseis en separar todo el azúcar de las
frutas para pasaros la vida comiendo azúcar, sin probar
lo que el azúcar en la fruta sazonaba y que os hubiera
aprovechado mucho más y os hubiera deleitado mucho
mejor, con dulzuras que no empalagan ni estragan como empalaga y estraga el excesivo abuso del azúcar.
El que enriquece con fraudes, corre .turbio como río
que ha engruesado recogiendo toda clase de aguas en las
raudas corrientes invernales, que vienen desbordadas y
cargadas del barro que arrebataron de los campos: su
corriente va cenagosa, cargada de culpas, de remordimientos, de fraudes: su paso ha causado la desgracia de
muchos infelices: sus aguas vienen henchidas de las maldiciones de todos aquellos a quienes, al acaudalarse, destruyó sus casitas y sembrados.
En fin, el que se estanca en la miseria, de ordinario es
el río que brotó limpio y animoso a la vida, mas, o en
su juventud o en su virilidad, en vez de seguir apaciblemente el curso de su deber, que le había señalado la naturaleza, se divirtió a pasear por los jardines y praderas,
en los cuales se estancó para pudrirse primero y secarse
después de miseria.
REMIGIO VILARIÑO, S. j .
(Continuará)
La riqueza en el deber
Para que el cumplimiento del deber fuese la mayor felicidad de esta vida, después de lo que llevamos dicho,
sólo faltaría demostrar que le sigue la riqueza.
Sin embargo, parece que no podrá afirmarse tal cosa:
pues es bien sabido que no siempre, ni mucho menos,
es el cumplimiento del deber el mejor modo de ganar
mucho en poco tiempo. Al contrario, la acumulación repentina de riquezas improvisadas, la mayor parte de las
veces es fruto más bien del acaso, o del fraude, que del
cumplimiento de la obligación.
Mas, a pesar de eso, me parece a mí muy cierto, aunque sea paradójico, que nada hay como el deber para
hacer al hombre verdaderamente rico; con la mejor clase de riquezas que se puede desear.
Desde luego es cierto que la mayor parte de los casos
de miseria y necesidad constante radican en alguna falta
de cumplimiento del deber.
Tal vez pasasteis la juventud borrascosa en devaneos
y tonterías, sin disponeros para ganar el pan en vuestra
mayor edad, cuando os faltase el apoyo de vuestros
padres.
Quizás descuidasteis aquellas costumbres sin las cuales a nadie s£ le busca en este mundo para nada.
Por ventura cometisteis ligerezas o culpas o faltas
que os hicieron indigno del puesto de que os arrojaron.
Tal vez, en fin, por vuestro orgullo, o por vuestro capricho, o por vuestro mal proceder os habéis cerrado todas las puertas de la prosperidad...
Y de una o de otra manera siempre resulta que los
más, casi todos los desvalidos del mundo lo esián por su
culpa y por no haber cumplido en uno o en otro tiempo
su deber.
El que lo cumple, el que es honrado y laborioso, aun
con poco talento se abre paso lo necesario para vivir,
medra lo suficiente para no necesitar, gana lo bastante
para sostener decorosamente la vida, conserva, administra y reparte lo que le da su habilidad y trabajo, de tal
modo, que con menos riquezas que otros muchos, es
más rico, porque tiene menos gastos y necesidades.
Parecido a lo que decíamos del placer de la obligación,
el deber, a quien lo guarda, no da de golpe caudales inmensos, pero le da un aumento constante de riqueza, lo
suficiente para pasar en la juventud, para ahorrar en la
virilidad y para descansar en la vejez con una conciencia
sin enredos ni compromisos, pudiendo gastar lo propio
sin remordimientos de haber defraudado lo ajeno.
La vida del hombre honrado es la de un río de apacible y manso curso. Nace pequeño, pero limpio, del manantial; camina acreciendo su corriente sin sentir, recogiendo al paso las aguas manantiales que a él afluyen naturalmente y sin violencia; sigue sin estancarse, creciendo
más cada día; llega potente a su desarrollo en medio del
camino de la vida, y desde entonces avanza haciendo beneficios hasta que llega al mar con una corriente mansa,
pero limpia, y sin ei remordimiento de haber dañado en
su paso el sembrado de los pobres, ni enturbiado su propia corriente con turbideces de ríos arrebatados.
ESCRITORES NAVARROS
R. P. Fr. Bernardo de ñguirre
(t!740)
son las noticias biográficas
que hemos recogido de este es-,
critor vasconavarro. Vio Fr. Bernardo su primera luz en Echalar,
en la segunda mitad del siglo diez
y siete. Pertenecía a la casa de
Aguerrea. hoy todavía existente.
Se hizo canónigo premonstratense en el monasterio de San Salvador de Urdax, como io manifiesta en su obra al afirmar que
desde los comienzos de su vida
religiosa estuvo bajo las alas protectoras del titular de aquella Casa. Debió cursar las ciencias mayores en San Norberto de Salamanca,'en donde los mostenses tenían los estudios filosóficos y teológicos para sus jóvenes religiosos. Su aprovechamiento científico puede colegirse de que se le nombró profesor de Teología en aquel centro docente. En esa
enseñanza gastó varios años, hasta su jubilación.
OCAS
Ocupó además en su Religión altos puestos. Fue Secretario general de la Orden, y el 1735 1736, Abad mitrado del monasterio de Urdax. Los abades de esta Casa
ostentaban el título de Muy magníficos. En el "Memorial
Literario, de setiembre de 1786, editado en Madrid, al
darse cuenta de la Casa de San Joaquín de la coronada
villa, se afirma que en 1636 la habitaron los religiosos
premonstratenses, destinándola a colegio; pero que en
1639 lo convirtieron en convento y abadía, del que llegó
a ser uno de sus abades el P. Bernardo de Aguirre. Efectivamente, en 1738, en la aprobación de un libro deque
hablaremos, se apellida Abad del convento de San Joaquín de la villa de Madrid. Según el mencionado "Memorial,, dejó de vivir el 10 de marzo de 1740, sin duda
alguna en la capital de España.
Se le cuenta entre los escritores navarros por el siguiente libro que le acarreó en su tiempo cierta celebridad: Dies Angelici Augustiniani, sive explicaíio dierum
Creationis ad mentem M. P, Augustini. Salmanticce,
typis Eugenii Garda de Honorato ei San Miguel, iypographi Catholicce Majestatis, Universitatis ei Civiiaüs.
(Días angélicos agustinianos, o explicación de los días de
la Creación, según la mente del gran Padre San Agustín.
Salamanca: Imprenta de Eugenio García de Honorato y
San Miguel, impresor de la Majestad Católica, de la Universidad y de la Ciudad.) Es un volumen en 4.° de 18
hojas preliminares, 432 páginas de texto y diez hojas
finales. Imprimióse en 1736, y la impresión resulta sencillamente mala.
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Lo que intenta el autor en el libro nos manifiesta en
do de las obras de Dios y de los beneficios hechos en
estas palabras: Dividiré la obra en varios artículos, en
tiempos lejanos al pueblo judío. El comentario del primer
los que procuraré resolver las diversas dificultades nacicapítulo del Génesis lo funda todo en la opinión agustidas de múltiples cuestiones; en primer lugar discutiré en
níana de los días de la Creación.
qué sentido se ha de tomar la narración de Moisés, GéDeshace singularmente las dificultades que oponen a
nesis I, singularmente por los teólogos; después he de
la interpretación del Obispo hiponense algunos teólogos
examinar si en las cosas espirituales se toma el vocablo
distinguidos, como Benito Pereira, Suárez y Juan de Sanluz en su verdadero significado; luego estudiaré si al printo Tomás. En la refutación de las objeciones se muestra
cipio creó Dios el mundo con todas las partes de que
generalmente comedido; pero paga su tributo a la moda
consta y lo dispuso en el orden actual; en seguida, si los
de los anticongruistas, de juzgar moderado y respetuoso
días de la creación del mundo descritos por Moisés fuecon sus émulos a Domingo Báñez, mientras que dibuja
ron naturales y sucesivos; a continuación estableceré la
con negros colores a Gabriel Vázquez, reputándole coprincipal afirmación de los días angélicos y espirituales,
mo hostil a los Santos Padres. No había razón de que
y en fin, expondré la letra del primer capítulo del Géneemplease un lenguaje severo con este teólogo, por haber
sis, según la mente del Águila de Hipona.
escrito que "el doctísimo San Agustín no juzgó tan rectamente cuando opinó, contra la sentencia común y el senMuestra por San Agustín una admiración rayana en
tido de la Escritura, que Dios creó simultáneamente toexceso. No se harta de ensalzarle, llamándole sumo docdas las cosas, y sólo por la inteligencia del Ángel distintor, grande, preexcelso, águila de los doctores, y jamás
gue los días de la Creación». Habló conforme a la voz
le cita sin el calificativo de Padre: Augustinus pareas.
que prevalecía en las Escuelas y según los dictámenes de
La razón de esta reverencia, que debe ser común a tola sinceridad y justicia.
dos los mostenses, nos la indica en las siguientes palabras: Dudando San Norbeno sobre la elección del InstiTanto el Convento Agustiniano de Salamanca, como
tuto que debía abrazar, y recurriendo a Dios en la oraFr. Ildefonso González de Apodaca, profesor de Teoloción, se le apareció San Agustín y ie ofreció su Regla,
gía Vespertina de la Universidad salmantina y dos veces
escrita en letras de oro, y su
patrocinio y tutela en el juicio
NAVARRA
tremendo de Dios a cuantos la
siguiesen. Las Constituciones de
los premonstratenses se identifican, pues, con las agustinianas.
De aquí que le considere
Aguirre como a Padre, y salga
a la palestra a defenderle, principalmente en la opinión de los
días angélicos de la Creación,
que ha encontrado tantos y tan
denodados adversarios. El asegura que no ha visto a nadie
que de propósito dilucide este
argumento. Para conseguir su
objeto va sentando y probando
varias conclusiones y refutando
las sentencias opuestas. Afirma
que la luz se dice propia, y no
metafóricamente, en sentido espiritual; que un texto escriturístico admite varios sentidos literales; que el mundo en cuanto
a lo corruptible y mixto (animales, plantas, hombres) no se
hizo, en las obras de los seis
días de la Creación, en acto, seRONCESVALLES.—Cumbre de Ibañetajy monumento a Roldan
gún sus propias especies y naFoto. Fernández Casariego]
turaleza, sino causal, potencial
y secundariamente. En cambio, en lo que concierne a
los ángeles, cielos con la luz y luminares, y elementos
todos con sus cualidades, colocación y situación, lo creó
Dios, Supremo Artífice, en un mismo momento; que
los días de la creación del mundo, mencionados al principio del Génesis, no fueron naturales, sino angélicos y
espirituales, y al entenderlos de esta suerte, San Agustín
sigue el sentido literal del texto de Moisés; que por la
comidad del Universo pudo el Señor hacer, y hay que
pensar que hizo, que las aguas se mantuvieran sobre los
cielos; que las razones seminales consistían en alguna
razón oculta.
Dos son, especialmente, las notas características de esta obra: la erudición eclesiástica y la sutileza de su raciocinio. La primera se echa de ver en la muchedumbre de
pasajes de la Escritura, Padres, comentaristas y teólogos
que alega; la segunda, en la manera alambicada de interpretar ciertos textos escriturarios, y en la resolución de
las objeciones contrarias. El versículo 6 del Psalmo 76,
cogitavi dies antiquos et annos celemos in mente habai
(púseme a considerar los días antiguos y meditar en los
aflos eternos), lo explica de los días espirituales y no de
los materiales, incapaces de constituir los años eternos;
pero ahí el salmista no significa otra cosa que et recuer-
General de la Orden premonstratense de España, a quien
algunos malamente reputan por navarro, elogian con palabras encarecidas las excelencias del libro y las prendas
de su autor. Reconocemos ambas cosas y creemos que el
P. Aguirre merece alabanzas, como ya hemos indicado,
por sus discursos afiligranados, su rica erudición eclesiástica, su conocimiento de las obras de los príncipes de la
Teología San Agustín y Santo Tomás, su afición a la doctrina de estos doctores y su estilo suelto y desembarazado; pero al fin de la lectura del libro nos encontramos
como al principio; la tesis del santo Obispo de Hipona
entraña no escasas dificultades que no se desvanecen en
esta obra; por eso tal vez ha quedado postergada, y después de su efímero triunfo en aquellos tiempos turbulentos del culteranismo, apenas si se la cita en los elencos
de autores escriturarios que han derramado haces de
luz en la exégesis.
Salió en Madrid, el año 1739, la "Carta PhitosoficoMédico-Clínica,, que contiene dos partes: advertir piadoso, con su misma presunción, al presumido, y guiar comedido, con la luz de la verdad, al engañado. Escrita por
don Pedro Fermín Zurbano, médico-colegial en el de
San Cosme y San Damián de la ciudad de Pamplona. En
sus preliminares se inserta la aprobación del revé rendí-
310
LA
AVALANCHA:
simo maestro D. Fr. Bernardo de Aguirre, canónigo regular del Orden premonstratense, rector jubilado y abad
del Convento de la Villa de Madrid. Son doce líneas en
las que atestigua que no ha hallado en la obra cosa que
se oponga a la pureza de la fe y costumbres, por lo que
siente que merece que el libro se dé a luz pública. Lo
firma en el monasterio del Señor San Joaquín de Madrid, a 20 de octubre de 1738.
ANTONIO PÉREZ GOYENA, 5 . / .
El Nombre de Dios
en los dichos y refranes castellanos
pueblo, en su castiza habla, no solo nos ha transmitido
su viva fantasía, su chispeante
ingenio y su claro sentido de la
vida, sino también una como reflejo de su alma llena de fe robusta y de piedad sincera. Basta,
para percatarnos de ello, abrir
nuestro diccionario y reparar en
cualquiera de sus voces que a
ello más se prestan, por ejemplo,
en la palabra "Dios,, y hallaremos materia abundante para recrear nuestros ánimos con la variedad asombrosa de frases, di*
chos y refranes donde, como en claro espejo, se transparcnta la piedad y la fe de nuestro pueblo. Alfiny al cabo en el lenguaje siempre se ha sentido palpitar el alma
de una raza.
Tomemos, pues, en las manos el Diccionario de la
Academia y abramos a la par un refranero, v. gr., el reciente de Rodríguez Marín, donde su compilador, tan
erudito literato como observador sagaz, fue recogiendo,
de labios de los mismos lugareños, esos tesoros de lengua, de gracia y de experiencia encerrados en los refranes castellanos. Ordenemos los elementos aislados y
aprestémonos a gozar de la belleza de la frase, a la par
que del efluvio de la piedad del pueblo, de la sana doctrina, junto con un natural buen sentido y uno como instinto cristiano hondo y certero.
Nuestro pueblo, de cuyo seno salieron nuestros añejos escritores, nos va a descubrir ahí, por añadidura, un
venero inexhausto de léxico y fraseología castiza, que en
estos tiempos, por nuestra desidia, hemos ido dejando
perder por el malsano capricho de ir a beber en las fuentes de literaturas extrañas, donde vamos a mendigar,
cuitados, voces inútiles, cuando disfrutamos en casa de
hacienda abundante, de material lingüístico rico de colorido y rebosante de ingenio.
A fe que mengua sería nuestra dejar que se pierdan
esas frases de despedida llena de sal, y al mismo tiempo
ungidas con el santo nombre de Dios, tales como ésta:
"A Dios con la colorada.; y ésta que se emplea cuando
se desea volverse a ver: "A Dios, y veámonos,; y la otra
que se usa al despedir a un personaje hinchado, pero de
poca monta: "A Dios, Madrid, que te quedas sin gente»;
y ésta: "A Dios, que te esquilan,, si el que se despide
tiene prisa; y as( otras muchas de este jaez: "Anda con
Dios., 'Vaya usted con Dios», "Vete con Dios,,, *A
Dios», "Alabado sea Dios», que se usa al entrar en
las casas; "Bendito sea Dios», frase de humilde resignación; "Vaya por Dios,, "Ay, Dios mío!,, "Así Dios te
dé la gloria,, "Aquí de Dios,, en las cuales el santo
nombre de Dios acompaña como una bendición al que
se despide o sale como grito del alma en las adversidades y en los apuros de la vida.
Recorramos, aunque muy por encima, frases y refranes en que unimos a la expresión de un deseo la palabra
Dios; cojamos al azar, pues de recorrerlos todos nos haríamos interminables, y sea el primero: "No dé Dios a
UESTRO
nuestros amigos tanto bien que nos desconozcan,, con
que manifestamos el deseo de que las prosperidades no
desvanezcan a los que bien queremos; "Dios me libre de
un bruto con poder,, "Dios me dé marido rico aunque
sea borrico, y esotros en que andan a la par la fe cristiana y cierta malicia socarrona, que ha sido siempre
muy castellana:
"Dios me guarde del hombre de bien, que del malo yo
me guardaré,; "Dios me libre del agua mansa, que la
corriente ella pasa,; "Dios nos libre de hidalgo de día
y de fraile de noche,; "Dios nos libre de hombre que no
habla y de perro que no ladra,; "Dios nos libre del mal
cuarto de hora,; "Dios nos libre de palo de ciego y de
bofetada de zurdo,; "Dios nos libre de un tonto, y más
si es celoso,,. Haga compañía a las precedentes la siguiente frase con que deseamos prosperidad a alguien: "Dios
amanezca a usted con bien,; y rebuscando, hallo esta expresión familiar: "Dios lo oiga y el pecado sea sordo,;
bella manera de manifestar el deseo de que algo salga
bien. Vayan algunas frases más, a manera de inventario:
"Dios dé el remedio,,; "Dios nos la depare buena,; "Así
Dios te dé la gloria,; y comofinestos dos bellos refranes: "Dios te crezca como el pez en el agua fresca,,, que
suele emplearse al dirigirse a un muchacho, a la gente
menuda en general, y esotro: "Dios te guarde, de polvo
de mayo y agua de agosto,,.
Pasemos a estudiar ias locuciones en que las cualidades del individuo van expresadas mediante frases de las
que el sacrosanto nombre de Dios forma parte. Y veamos qué modo tan sugestivo de retratar en pocas palabras, la excesiva confianza, el de esta expresión familiar:
"Llamar a Dios de tú,, y el de esotras en que se pinta la
pobreza: *No tener (uno) sobre que Dios Mueva,; o la
falsedad: "Miente más que da por Dios,,; o la timidez;
*A quien no habla no le oye Dios,,; o la terquedad:
"Dios es Dios,; o la amistad: "Dios los cría y ellos se
juntan,; o, finalmente, la fe robusta, valiente y sencilla:
"Creer en Dios a machamartillo, o a puño cerrado,,, manera, como anillo al dedo, a la fe de nuestros antepasados, probada en luchas seculares.
En fórmulas de juramento no hay que decir que el
nombre de Dios campea en primera línea. Sírvanos de
ejemplo una lista, aunque incompleta, de ellos: "Así Dios
me salve,, "Como Dios es mi Padre,, Como Dios está
en los cielos,, "Como hay Dios,, "Por DiosB, "¡Vive
Dios!,, ésta muy empleada en los años clásicos.
Mentemos ya algunas frases empleadas para manifestar el diferente modo de obrar: "A la buena de Dios,,
que es sin ton ni son; "A la de Dios es Cristo,, esto es,
aturdida y alborotadamente; "A la de DiosB, que vale
tanto como decir: venga lo que viniere, u obrar inconsideradamente.
Pues de entre el grupo de refranes y locuciones en que
va incluida la palabra que estudiamos y que podríamos
llamar capítulo de negocios, ¿que nos decidiremos a escoger de lo mucho que hay? Empecemos por el refrán
"Dios me dé ovejas e hijos para ello,, que nos dice cuánto importa que el amo cuide de la hacienda por sí mismo;
y esotro; "Dios y vida componen villa,, sobre lo mismo;
y el otro ya sobadísimo: "A Dios rogando y con el mazo
dando,; y el de más allá: "Dios me depare mesón, que
la huéspeda me haga algo, el huésped non,, con que nos
enseña que la mujer, en el manejo de la casa, lo es todo;
•A quien Dios quiere, la casa le sube,; "A quien Dios
se la diere, San Antón se la bendiga,; "Amanecerá Dios,
y medraremos,.
Sería cosa de nunca acabar el mentar, aunque sea de
paso, tanto refrán, tanta locución en que entra la palabra
"Dios,, como parte esencial. Pero ya que se trata de dar
una nota de la riqueza de nuestra lengua patria, prosigamos en la búsqueda.
¿Se nos ocurre decir que uno no aprovecha para nada? A la boca se nos viene aquel dicho: "No servir a
Dios y al diablo,. ¿Deseamos indicar que algo está muy
mal hecho? Espontáneamente gritamos: "Esto clama a
Dios,.
Pasando ahora a otro grupo de locuciones gratísimas al
oído cristiano, el de aquéllas que sirven para animarnos
LA
AVALANCHA
a alguna virtud, bríndanos la lengua castellana con frases a granel. Si por confianza va, nos salen al encuentro
los dichos: "Cuando Dios amanece, para todos amanece»,
•De menos nos hizo Dios», "Ninguno puede dañar a
quien Dios quiere ayudar,, "Más vale a quien Dios ayuda, que el que madruga», "Más puede Dios ayudar que
el diablo desayudar,, "A quien teme a Dios de los cielos nada le asusta debajo de ellos,. "Cuando Dios quiere, con todos los aires llueve,,, "De Dios venga el remedio,,. Vaya, aunque sólo sea una muestra, éste para la
conformidad: *Lc que Dios da, llevarse ha*, ¡qué hermosa frase!; "Dios ha sido servido,,, encabezamiento de
que usaban nuestros cristianísimos antepasados para comunicar una mala noticia; y para animarnos a la constancia en lo bueno: "Más puede Dios que el diablo.; y
esta otra para infiltrar en nuestro ánimo el desprecio de
la murmuración: "Digan, que de Dios dijeron,.
Pues para expresar el pensamiento de ía muerte no
podían faltar adecuadas y cristianísimas frases:r "Llamar
Dios (a uno)BI "Dormirse en el Señor,, *Goza de Dios,.
¡Qué sensatas y cristianas estas frases!, y que ¡no diré
olvidadas, pero sí postergadas!; ¿por qué siempre usar
la heladora palabra morir, disponiendo de modismos tan
castizos y consoladores?
(Concluirá.)
El reino de Cristo Rey
del Señor, en expresión
de David, *la tierra y su plenitud, el orbe de las tierras y todos los que habitan en él,, resulta palmario que posee el dominio de todas las personas y de
todos los seres, y que, por lo
tanto, es el Monarca y el Rector
de cuanto existe.
Pero no quiere que su reino
en ejercicio sea el temporal y terreno a la manera que lo ejercen los reyes del mundo, aunque,
como hemos visto, tiene plenísimo derecho a ello, y los
que mandan lo hacen por haberles Él concedido la potestad y el imperio, sino que su reino tiene otras características mucho más altas y sublimes que las inherentes
al material y caduco.
Reino de la verdad
IENDO
llama la Iglesia al reino de Cristo en la festividad de Cristo Rey, porque, efectivamente, en la doctrina de Jesús se
encuentra la verdad, toda la verdad, y sólo la verdad,
hasta el punto de que el Señor se da a Sí propio ese
nombre, diciendo: Yo soy la verdad. (Joan., t c. 14.)
Allá, en los tiempos en que se publicaba el excelente
diario El Correo Español, escribió una vez el Cardenal
Monescillo, insigne sabio y santo, cierto artículo notable
que empezaba así: "Jesucristo es Dios, mitad de la verdad; Jesucristo es Hombre, verdad a medias; Jesucristo
es Dios y Hombre verdadero, verdad completa y dogmática.. De idéntica manera podemos afirmar, diciendo:
la religión protestante tiene algo de verdad y mucho de
error; la mahometana y otras son verdaderas en cuanto
a algunos dogmas, como la existencia de un solo Dios,
pero plagadas al mismo tiempo de muchos y grandes
errores. En cambio, la religión católica, fundada por Jesucristo, que es la verdad personificada, no puede menos
de ser verdadera, y siendo así, resulta en consecuencia
311
que tiene que ser la única verdadera, porque la verdad
es una.
De aquí que el reino de Cristo es esencialmente el reino de la verdad.
Reino de la vida
es también el reino de Cristo, como lo proclama en segundo lugar la Iglesia fundada por Él, y aquí débese hacer la misma observación que en el párrafo anterior, a
saber, que el reino de Cristo es reino de la vida en toda
su extensión, de la vida material de todos los vivientes,
de la vida espiritual del hombre, y en promesa cierta, de
la vida eterna.
¿Quién sacó de la nada a todos los seres y les donó la
existencia o la vida que poseen? Responde el evangelista
San Juan, aludiendo al Hijo de Dios: Todas tas cosas
fueron por Él hechas, y sin Él nada se hizo de cuanto
se ha hecho. (C. 1.°) ¿Y quién conserva y prolonga y "hace permanecer a los seres en la existencia o vida que recibieron, sino el mismo que les concedió espléndidamente? Por eso San Pablo, encarándose con los sabios atenienses, les dijo: En Él vivimos, nos movemos y somos,
(Act., Ap., c. XVII, v. 28.)
Por lo que hace a la vida espiritual o de la gracia, es
del todo evidente que Cristo nos redimió, nos justifica y
da la vida a nuestra alma, primeramente en el Bautismo,
donde se borran el pecado de origen y otro cualquiera
que hubiere en el que se bautiza, y después, en el sacramento de la Penitencia, perdonándonos todos los pecados, aun los que mataron el alma del pecador, y devolviéndonos asimismo la vida que habíamos perdido con la
culpa grave; y respecto de la vida eterna, sabido es que
ésta la recibirá infaliblemente, según la palabra divina,
todo aquel que persevera en su gracia, es decir, en la vida espiritual.
Por eso dijo el Señor en ocasión memorable: Yo soy
la vida. (Joan., c. 14.)
Reino de la santidad
es el tercer epíteto que da al reino de Cristo nuestra Madre la Iglesia; y esto no necesita de nuevas pruebas, después de haber demostrado que es reino de la vida espiritual o de la gracia, porque el que está en gracia se halla también en estado de santidad. Pero la santidad tiene
muchos grados, y todos florecen admirable y constantemente en el reino de Cristo. ¿Quién ignora que entre los
secuaces del divino Nazareno existe y existirá en todos
los tiempos una pléyade de selectos que han practicado
todas las virtudes cristianas, han domeñado todas las pasiones, han vencido a los tres poderosos enemigos del
alma, han cerrado la puerta a todos los vicios y acumulado enorme cantidad de méritos, ejecutando obras bonísimas y virtuosas en grado heroico?
Además, ¿qué es lo que pide el Señor a sus vasallos
para que puedan ñgurar en la lista de sus fieles servidores, qué armas les manda empuñar y manejar? La cruz
es el arma del cristiano. Si alguno quiere venir en pos
de Mí, niegúese a sí mismo, tome su cruz y sígame.
(Matt., c. 16.)
Y ¿qué es esto, sino la santidad?
Responda el insigne Fr. Lope de Vega:
Sin cruz no hay gloria ninguna,
Ni con cruz eterno llanto;
Santidad y cruz es una.
No hay cruz que no tenga santo,
Ni santo sin cruz alguna.
EL PRIOR DE RONCESVALLES.
312
LA
AVALANCHA
LUQU1N Y SUS VÍRGENES
Esto revela que Luquin no es un núcleo de población
reciente. Probablemente nació, o se formalizó, después
de la reconquista de Monjardín por el rey don Sancno, a
f&E^vSJ) UQUIN
es un lindo
e interesante pueblecito, cai t a l eI a n t
IIIBSSSH P
^
' 8 U 0 v a l ! e de Santesteban de la
H g f i m M Solana, recostado en la pendiente occidental
I G Í H K 9 del coloso Montejurra, y dentro de la anchurosa garganta que forma este monte con el
formidable Monjardín. Poco le queda a Luquin que re-
NAVARRA.—Vista general de Luquin
Foto. P. Campos
cuerde su floreciente pasado histórico, como no sean los
restos de su palacio de cabo de armería, que aun eleva
sus muros cuarteados para que no se olviden de su noDleza, algunas fachadas con escudos señoriales, y el hecho indubitable, que refieren todas las historias del reino de Navarra, de la intervención que tuvo contra los
NAVARRA.—Exterior de la basílica de Luquin
cuyo amparo pudieron vivir y medrar relativamente seguros y fundar sus poblados, o consolidarlos, los moradores del valle de la Solana.
Cúpole, naturalmente, las vicisitudes que a los demás
navarros, acompañando a sus reyes en sus prosperidades
y reveses, habiendo sufrido mucho en diversas épocas, y
LUQUIN.—Imágenes de Ntras. Sras. de los Remedios y del Milagro
NAVARRA.—Iglesia parroquial de Luquin
Foto. P. Canpos
judíos de Estella en la célebre matanza de 1328, por la
que le fue impuesta una fuerte multa, al igual que a otros
pueblos que se excedieron en aquella memorable fecha.
últimamente, en las contiendas civiles del pasado siglo,
por su situación estratégica.
Hoy cuenta con unos cuatrocientos habitantes que viven de la labranza, y está dotado de un hermoso templo
parroquial, de sólida fábrica de estilo greco-romano de
orden corintio, de una venerada basílica muy concurrida
I '
, . . •• " .
-
LA
AVALANCHA
—de la que hablaremos en punto aparte—, de un colegio
dirigido por Hermanas de San Vicente de Paúl (de reciente fundación), escuelas, ayuntamiento propio, buenas
aguas, médico y algún pequeño comercio para comodidad del vecindario.
Como se ve, no es una población de gran importancia;
pero posee una característica especial que le hace amable
y atrayente, además de su pintoresca situación: la basílica de las Vírgenes del Milagro y de los Remedios.
En Luquin fijaste
tu pie celestial,
y eres el Remedio
del triste mortal.
* **
Álava y Navarra,
Rioja y Aragón,
Al norte, en un extremo del pueblo, elévase la actual
basílica, dedicada a la doble advocación del Milagro y de
los Remedios, sin grandes méritos artísticos que llamen
la atención, obra perteneciente al primer tercio del siglo
diez y ocho.
Anteriormente existió otro edificio, unos metros más
al interior del pueblo, y que bien pudo ser el primitivo
templo correspondiente a la época en que se apareció la
Virgen de los Remedios, que parece ser la de más antigüedad de ambas imágenes.
La que hoy está abierta al culto es de estilo renacimiento; su interior, de cruz latina, tiene tres altares, el
Eres de este pueblo
la gloria y honor;
eres el Milagro
más grande de Dios.
313
vienen a tus plantas
con gran devoción.
Luquin y Barbarin
y Villamayor,
Azqueta y Urbiola
piden a una voz:
Que seas su Madre
y eterno blasón;
que seas la prenda
de su corazón.
Y entre las espirales del incienso suben también las
preces de los ñeles, postrados de hinojos ante las devotas imágenes de María que presiden, desde el altar mayor, tan enternecedor espectáculo.
Por eso es Luquin uno de los pueblos más privilegiados de Navarra, donde mejor se conserva el bendito caudal de su fe católica; por eso sus costumbres son todavía
grato reflejo de las que conocieron sus antiguos -moradores.
Esta devoción constante que Luquin mantiene incólume por sus Patronas repercute en todos ios actos de su
NAVARRA
• •5
• • •>
M
M V
V
••• • •!•
V
i
V M
68
Oscilada lateral do la Iglesia de Santa María
Foto. Servert
mayor y dos laterales, churriguerescos; el presbiterio y
las capillas, construidas en 1760, están completamente separadas de la nave por medio de una gran reja de forja
montada en zócalo de sillería.
La floreciente e ininterrumpida devoción que vienen
gozando estas imágenes desde su origen sucédese hoy
día con la misma pompa y solemnidad con que los antepasados la celebraron. Precisamente, en los pasados días
del mes de septiembre, en que se conmemoraron sus fiestas anuales, se ha visto concurridísima su magnífica novena que, tradicionalmente, es el número más importante del programa de fiestas.
Bajo las bóvedas del sagrado lugar, ocupado completamente por los numerosos fíeles del pueblo y de la comarca, engalanados más que de ordinario los altares, y
profusamente iluminados, estallaban al unísono las voces
de los devotos, pletóricas de entusiasmo y de fe, cantando estas letrillas:
vida, que transcurre laboriosa y apacible, lejos de las luchas sociales que perturban España y se han enseñoreado de algunas ciudades y aldeas.
Los pueblos del contorno también acuden, indefectiblemente, al solemne novenario, y varias veces entre año, al
floreciente culto que se rinde a la Madre de Oíos en su
basílica, lo cual refleja la gran afluencia que este santuario vio en épocas de más prosperidad, en que los romeros llegaban de remotas tierras, como lo dicen las letrillas, juntamente con las abundantes limosnas y regalos
que los sirvientes de la Virgen recaudaban y los numerosos ex votos que venían a colgar de sus paredes.
Justo es consignar que a tanta demostración por parte
de sus fíeles hijos siempre ha respondido la excelsa Señora, en sus advocaciones de los Remedios y del Milagro, espléndida y copiosamente. Sus dos nombres bien lo
pregonan, y el pueblo y sus devotos bien lo conocen. Sería largo y enojoso enumerar los muchísimos favores que
_•"'•;">
314
LA A VA L A N C H A
ha prodigado; díganlo los ex votos perpetuados en su recinto y los pechos agradecidos que no las olvidan; las
gracias colectivas y los beneficios particulares, tan frecuentemente repetidos que es imposible narrarlos en estas breves líneas.
En las calamidades públicas y privadas, en los peligros
y adversidades, siempre fueron las Vírgenes de los Remedios y del Milagro talismán que preservó, antorcha
que iluminó y puerto seguro de refugio para salir adelante, ilesos y victoriosos, en el combate de la vida.
Puesto que siempre han sido la égida amparadora de
Luquin, conozca éste que su fuerza y su poder, su bienestar y tranquilidad, correrán parejas del cariño con que
festejen a sus Vírgenes, que jamás en su fineza se han olvidado del pueblo donde sentaron sus plantas.
PEDRO CAMPOS.
Oro y Escorias
Nóvala de costumbre*, original da
ÁNGEL RUIZ PABLO
VIII
Y ya que viene de molde, he de hablar de D.1 Concha. D.' Concha, o Conchita como solían llamarla, era
la esposa de D. Manuel Castrillo, y más que esposa, su
tormento, su castigo, su cantárida, una enorme cantárida,
de siete arrobas y no sé cuantas libras de maciza carne,
de cincuenta años de edad, gran destrozadora de corsés,
y que algún tiempo fue hermosa. Cuando yo la conocí
estaba muy ajada; prematuras canas cubrían su cabeza,
traidoras arrugas surcaban su frente, y todas las modas
del mundo, con sus gasas, sus blondas, sus joyas y afeites, no lograban detener la dura zarpa del tiempo, que
se cebaba en ella cruel y despiadada.
No tenía otra ambición ni la guiaba más idea que la
de parecer hermosa, y, sobre todo, elegante; dar el tono
en las modas, en tertulias y teatros, y ser, en una palabra, la primera en todo. Presumía de ilustrada y talentuda, principalmente en el trato de la buena sociedad; chapurreaba el francés y aporreaba el piano, y en lo tocante a indumentaria y ornato femenil, estaba enterada al
dedillo de todo lo nuevo y reciente. Su lectura favorita
eran las novelas sentimentales y las revistas de modas.
Como no perdía ripio en asunto de tertulias, bailes,
conciertos, óperas y zarzuelas, trasnochaba cuanto podía,
se levantaba a medio día para entregarse inmediatamente a las manos de la peinadora, se desayunaba después,
y en seguida, a la calle, a devolver tal visita o hacer tal
otra, hasta las tres en que comía, si comía en su casa,
porque muchas veces aceptaba las invitaciones de las
amigas. Acabada la comida, volvía a su tocador, mudaba
de vestido, se acicalaba lo mejor que podía y salía al
cuarto de labores, con las revistas del úitimo correo, los
periódicos del día o la novela más reciente.
Este género de vida, que tanto la alejaba de sus deberes de casa, había hecho germinar en su corazón un
desvío, rayano en odio, por su casa, su esposo y hasta
por su hija, siendo con ellos desabrida y descortés. He
llegado a pensar, muy fundadamente, si el desamor de
esta mujer para con su hija tenía por causa la soberana
hermosura de Anita, hermosura que comenzó a brillar
cuando ya la suya había llegado al ocaso. En lo que respecta a clon Manuel, doña Concha era insufrible: mostrábasele voluntariosa, le llevaba la contraria y procuraba
humillarle, bastándole que éi fuese republicano y descreído para hacerse ella devota, colear en todas las asociaciones piadosas, costear novenas, organizar tómbolas
y ser una de las más decididas afiliadas al partido conservador femenil de Molineda, que era, dicho sea de paso, más pujante que el hombruno.
Anita se quejaba muy contadas veces de las desatenciones de su madre, y aun así, en general y sólo cuando
no podía ocultarlas. Castrillo, que ya no podía con tan
pesada cruz, solía ser más explícito, sobre todo conmigo,
pues no sé por qué afectuosa simpatía había logrado hacerme querer de él.
Una tarde le hallé cariacontecido, triste y pensativo.
Al percatarse de mi presencia, se me acercó, me puso
una mano en el hombro, me llevó junto a un sofá y me
dijo:
—Siéntate, siéntate, Montes: he de hablarte. Porque
sé que eres capaz de guardar un secreto, quiero contarte
mis penas. Me parece que si me desahogo contigo se me
va a quitar la espina que llevo clavada en el corazón. No
te asustes, Montes, por io que voy a decirte. Mira, yo
voy a quebrar, yo no tengo salida, voy a quedar en la
calle, voy a tener que vender mis propiedades, pagar mis
deudas y quedarme sin un cuarto... Y todo, por culpa mía
y de mi mujer; sobre todo, por culpa suya... Lo que me
duele es pensar en Anita, en mi pobre Anita: yo quiero
ocultarle todo esto, y no va a ser posible... ¿Cómo le digo que su madre con sus vanidades, y yo con mis descuidos y los compromisos de pariido, hemos derrochado
su patrimonio?
Dio un suspiro, se levantó de pronto, acercóse a la
ventana, miró un rato hacia la calle y prosiguió luego:
—Voy a poner punto final a mis derroches... Yo era
rico, y me he vuelto pobre: me comen vivo los malditos
intereses. Aquí falta orden, economía, cálculo; y cuando
voy a introducir el orden en mi casa, quizá no sea ya
hora... Yo no sé nada ni valgo nada: cuatro discursos por
la idea, sacrificios por el partido, y nada más; ni siquiera
sé dominar a mi esposa. Tú lo ves, tú y todos, porque
ella se ha empeñado en que sepa todo el mundo que ni
quiere a mi hija ni me quiere a mí; que ella hace lo que
se le antoja, que es mujer de moda...
¡Con qué amargura hablaba el buen Castrillo! Respiraba, sin duda, por la herida de algún disgusto reciente,
y estaba tan confuso que no se atrevía a mirarme. Lástima me daba verle tan humillado, confiándome sus secre-
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LA
AVALANCHA
tos, los ultrajes recibidos en su dignidad de jefe de familia, y precisamente inferidos por la mujer escogida para
su ayuda y consuelo.
—Ella está conforme en introducir economías en mi
casa—continuó don Manuel.—Me ha prometido poner
fin a sus locuras, pero no lo cumplirá: verás como no lo
cumple... Para que veas si esta mujer tiene juicio... ahora se le ha metido en la mollera la idea de convertirte a
la Religión... no te rías; quiere convertirte. ¡Mira tú qué
predicador te ha salido!
(Continuará).
LA PREVISIÓN SOCIAL
L ahorro es un goce diferido;
tiende, en su última evolución, a
hacer la vida humana más digna
y más elevada. El capital es la
resultante de acumulación del
ahorro en las naciones.
El empleo inmediato y reproductivo de las cantidades más
pequeñas es una de las causas
que explican la difusión del ahorro en la sociedad moderna.
La previsión no está, en modo
alguno, ligada a la avaricia, la
usura, et egoísmo o la codicia;
significa economía y propósito de
asegurarse una vida independiente. La previsión requiere que el dinero sea usado y no se abuse de él, que sea
ganado honradamente y empleado con economía. En la
familia como en el Estado es la economía la mejor fuente de riqueza.
No hay que confundir la previsión con la avaricia; ésta
tiene su ídolo en el oro, ante el cual se inclina constantemente, en tanto que la persona económica lo mira como
un instrumento útil y como medio de reservarse la felicidad del individuo y de su descendencia. La avaricia no
está nunca satisfecha; amontona riquezas para que otros
las derrochen, mientras que la previsión bien ordenada
no busca acumular una fortuna individual.
El carácter firme nunca trabaja al acaso, sino que está
bajo la influencia de la virtud de la previsión. No se
aprecia el dinero sólo por sí mismo y por el mísero deseo de atesorar, pero debe reconocerse en el dinero el
medio para vivir, el medio para alcanzar comodidades y
para sostener una independencia honrada.
Las grandes facilidades que ofrecen las cajas de ahorro,
para el depósito de pequeñas cantidades, es una de
las causas que más han contribuido al incremento de la
previsión en los pueblos.
La previsión no solamente es individual, sino que sus
beneficios se extienden al porvenir de la familia y de la
sociedad en general, pues indica orden en el desarrollo y
en el espíritu de la vida humana. Nada conduce tanto a
la felicidad como una prudente previsión con la cual pueda hacerse siempre frente a las circunstancias imprevistas de la vida. Él dinero ahorrado, por poco que sea,
puede evitar muchas lágrimas, muchos sinsabores.
Los grandes hombres fueron siempre previsores prudentes. Se ha escrito de Alejandro Magno: "Encontró los
primeros medios de su prosperidad y poder en la grandeza de su genio; los segundos, en su templanza y economía, y los terceros, en su inmensa liberalidad para llevar a cabo grandes propósitos.»
La previsión doméstica es muy sana, muy benéfica,
aunque desapercibida para el mundo; hace felices a muchas personas, ejerce influencia sobre los individuos, y al
elevarlos, ensalza a la misma sociedad.
El secreto del desarrollo social se halla cimentado sobre el pequeño ahorro que el niño deposita, desde su
edad temprana; por eso es digno de recomendar a todo
315
joven una economía semanal que evite más tarde los inconvenientes de la dependencia y del desamparo. Asimismo el carácter personal que hace al hombre previsor está basado en pequeneces bien dirigidas que afectan todos
los detalles de su vida.
El olvido de las cosas pequeñas ha hecho malograr, en
algunos casos, empresas importantes. Refiérese que en
una de las numerosas batallas de la guerra europea, el
general de una división mandó con órdenes urgentes a
uno de sus ayudantes, y estando en marcha para cumplirlas, se le desprendió una herradura al caballo que
montaba. Entorpecida su rápida marcha por este pequeño incidente, fue alcanzado por el enemigo y hecho prisionero, apoderándose de las órdenes que portaba, las
cuales, aprovechadas por el contrario, causaron al otro
ejército grandes destrozos.
Todos los ahorros se forman con pequeneces que conducen a mayores éxitos y acumulaciones de dinero.
MIGUEL ANCIL.
El desfile de la muerte
1. En cierto escenario de cierto teatro cortesano apareció sobre el telón el siguiente anuncio funerario, que
regocijó no poco a los espectadores: "Al que compre
dos cajas mortuorias de adultos, se le regala otra de
niño."
2. Hoy no se hubieran reído tanto, porque el negocio
de pompas fúnebres figura, gracias a la grippe y sus
aliadas, a la cabeza de los negocios. ¡Dios santo! ¡Qué
de esquelas, qué de notas tristes en los ecos de sociedad, qué de desfiles por las calles a la última morada!
3. ¡ Y los hombres tan ciegos!
4. ¡No me hable usted de la muerte! ¡Hábleme, si le
parece, de primaveras, de auroras y de rosicleres!
5. Pero, venga usted, caballero, si yo no le hablo de
la muerte. Si son los periódicos que usted devora los
que tienen la palabra, si es el correo el que se empeña
en no mudar de disco, si es el telégrafo el que se ha
metido a predicador.
6. ¡El desfile de la muerte! Los que soñáis con otros
desfiles... y formáis, sin embargo, todos los días en esas
interminables colas que se enfilan ante las casas mortuorias, pensad que algún día—siempre será pronto—
iréis, no en el grupo de los anónimos que acompañan al
féretro, ni siquiera presidiendo el duelo, sino abriendo
et desfile, arrastrados por caballos más o menos a la
federica y seguidos—alguna vez tenía que suceder—del
cortejo de vuestras amistades, que harán coro, más o
menos sentido, en el himno fúnebre del llamado día de
las alabanzas.
EL BACHILLER HOZES.
El Congreso Emarísl de Buenos Aires
Ha revestido extraordinaria solemnidad el Congreso
Eucarístico celebrado en Buenos, Aires del 10 al 14 de
octubre; grandiosa manifestación religiosa en la que
han tomado parte todas las autoridades de la nación.
El día 11, más de 7.500 niños comulgaron ante la
cruz elevada en el Parque de Palermo de Buenos Aires.
Cuatro Cardenales oficiaron en los altares colocados a
LA
316
AVALANCHA
los lados de la cruz, y 250 sacerdotes distribuían la Sagrada Comunión.
En la fiesta de la Raza del día 12 celebró la Misa el
señor Arzobispo de Toledo, doctor Goma. Asistieron
150.000 hombres, que en su mayoría comulgaron.
Pronunciaron elocuentes discursos en este Congreso el
Excmo. Sr. Arzobispo de Toledo, Dr. D. Isidro Goma; el
Excmo. Sr. Obispo de Madrid-Alcalá, Dr. D. Leopoldo
Eijo Garay, y el ilustre literato D. Gustavo Martínez
Zubiría(Hugo Wasi), autor de la interesante obra"Dom
Bosco", recientemente canonizado.
Fue objeto de una imponente aclamación, por su interesantísimo discurso, el general Justo, Presidente de
la República Argentina, que en tan memorable ocasión
ha consagrado su país a Cristo Rey.
TI
Sé pobre, y no podrán quitarte nada;
nada te negarán si nada pides;
con la misma medida con que mides
ha de ser tu conducta valorada.
Dios la vida te dio, bien abastada
para vencer en las terrenas lides,
y si eres presidido, o si presides,
fija la mente en la eternal morada.
En ella ten el pensamiento fijo,
al Ángel de tu guarda te encomienda,
recibe la Sagrada Eucaristía.
Adora sin cesar al Crucifijo,
nunca abandones la cristiana senda
y arrójate en los brazos de María.
WESA REVUELTA
Nuestros amigos difuntos.—Como anunciamos en
nuestro úliimo número, por la esquela que en él publicamos, se celebró el domingo, día 14 del corriente, en la
iglesia de las MM. Dominicas, misa y comunión regla*
mentaría en sufragio del alma de nuestro querido amigó
don José Sagardoy {q. e. p. d.), socio fundador de la • B i blioteca Católico-Propagandista,,.
En este acto religioso se acercaron al banquete eucarístico, con fervor y recogimiento, buen número de amigos y familiares del finado.
Descanse en paz el alma de nuestro inolvidable consocio, que tanto entusiasmo tuvo siempre por nuestra " B i blioteca Católico-Propagandista,,, en la que desempeñó,
con acierto y celo, diferentes cargos.
R. I. P.
es siempre consecuencia de un contraste, no puede menos de producírnosla la actitud de aquellos que nos presentan la careta ridicula de un acontecimiento, como contrastándola con la cara severa y agria del mismo.
Y decimos esto a propósito de una frase que tuvimos
la suerte de escuchar en la mañana de la huelga.
Sabido es que las operaciones de labranza no pueden
verificarse cuando la tierra está excesivamente húmeda:
el barro se agarra a la reja y no hay posibilidad de trazar los surcos; cuando esto sucede, y los labradores, al
meter el arado, encuentran la tierra en tales condiciones,
suspenden la labor y se vuelven a casa. Pues bien: el sábado salía un buen agricultor a trabajar en su piecica: ni
sabía lo de la huelga, o si lo sabía, se le daba un comino
de ella; como la mayoría de los buenos labradores de la
Ribera, no sentía ninguna inquietud por la entrada de la
CEDA en el Gabinete: él sólo quiere vivir en paz, trabajar todo el año y no tener que tirar las alcachofas por la
competencia de Cataluña, ni almacenar el trigo y no poderlo vender por haberse cerrado el comercio con Barcelona, o haber acordado don Marcelino las importaciones.
Pero, al salir de la ciudad, un grupito de "azucareros,
le salió al paso, obligándole a volverse para atrás y a secundar la huelga; nuestro hombre, ante la actitud de los
del grupo, no tuvo más remedio que "volver grupas, sin
rechistar; pudo haberles dicho que por qué le obligaban
a él a holgar y no hacían ellos lo mismo con sus compañeros los de la Alcoholera, a quienes nadie coaccionó en
todo el día, pero no se le ocurrió así, y un poco malhumorado se volvía el buen labrador hacia su casa.
Y en una calleja se le plantea al hombre el primer
compromiso; una comadre vecina que le vio saiir, le dice
sin más preámbulos:
—¿Qué pasa, señor Fulano, que se vuelve usté tan
pronto...?
Y él, haciendo de tripas corazón y con una cara de...
•circunstancias,, le contesta muy serio:
—Que ha salido barro...„'
Imprecación.—"Automóvil: ¡Tú eres bello, tú eres rápido, tú eres poderoso! ¡No abuses de tu belleza, ni de tu
rapidez, ni de tu poder!
Piensa en tus hermanos inferiores, que son el perro, el
caballo y el peatón.
El perro tiene miedo de tus neumáticos, que pueden
aplastarle. Deja un espacio suficiente para que e! perro
pase.
El caballo teme tus explosiones y el humo y los malos
olores que despides; evita lanzárselos en las narices.
El peatón es evidentemente el que menos importa, al
menos para ti. No obstante, ten piedad de él. ¡Quién sabe si el día de mañana será un automovilista!.
Tal es la imprecación que aparece en grandes carteles
fijados en los muros de las calles de Tokio.
¿No les parece a ustedes que no estorbarían en nuestras calles unos cartelitos por el estilo?
t
DON EUGENIO ARRAIZA
socio de la "Biblioteca Católico-Propagan dista.
El humor de nuestros labradores.—Es curioso el
siguiente suelto de nuestro apreciable colega de Tudela,
"Navarra,:
"La proverbial gracia tudelana se manifiesta de continuo, aun en las circunstancias menos propicias por su
gravedad, en forma de Agolpes, que hacen soltar la risa
a los menos dados a ella.
Y esto es precisamente el "humor,: el presentar las
cosas trágicas por su lado cómico, el adivinar en las situaciones más serias la nota de comicidad que siempre
existe; porque si—como asegura Schopenhauer—la risa
falleció en Pamplona el día 19 de octubre de 1934
R.I.
P.
La referida Sociedad y su órgano en la prensa L A
ruegan a los socios, lectores y personas piadosas hagan la caridad de encomendarle a Dios en sus
oraciones.
AVALANCHA
Su Santidad el Papa León XIII, en Breve de 19 de diciembre de
1890, concedió sesenta dias de indulgencia por rezar cinco padrenuestros y avemarias en sufragio de las almas los socios difuntos
LA
317
AVALANCHA
Confidencias de un "limpia
que gobernara "Don ManoHto., y ponga usted de añadidura y pa el resto los que, "por si las moscas», en vez
de gastar cuatro, que era lo que gastaban, ahora gastan
dos... Y en superfluidades, ¡la mitad de la mitad! Por
ENARO es limpiabotas ambulante, y según él misejemplo, en esto de limpiarse el calzao en la calle. Ahomo declara con orgullo y con un gesto solemne,
ra, al que más y al que menos se lo limpian en su casa,
"de los más intelectuales del gremio, porque ano... él mismo. Y señores de postín ¡no se vaya usted a
tes de dedicarse a limpiabotas fue relojero». ¿Un
creer! De esa forma nos ha venido la ruina a nosotros
relojero Fracasado? De ninguna manera. Jenaro
los "limpias,,. A nosotros, como a ios los trabajadores de
afirma que los más fracasados han sido los reloEspaña, y a ca quisque en su oficio. Un suponer, yo, me
jes, que ya apenas se venden, y aun menos se dan a
he quedao cuasi sin clientela, y ¡había que ver la que tecomponer; cosa natural—añade, filosofando—en este Manía! Sin despreciar a nadie, y con perdón, muchos señodrid, donde a la mayoría de la gente le tiene sin cuidado,
res lo que se llama "bien,. Como yo digo: ¡no hay derea todas horas, la hora que es... Por eso Jenaro decidió
cho! Si esto ha sío gobernar como es debido, ¡que me
cambiar de oficio, se dio a pensar cuál -elegiría, y a título
emplumen! Ese "Don Manolito» y su cuadrilla han dejao
de ensayo debutó de limpiabotas en las terrazas de los
a to el mundo, al pueblo el primero, casi en pelota, y la
cafés de Recoletos y de la calle de Alcalá. Un éxito estiverdad... ha sío un abuso.
mable. Alrededor de las siete u ocho pesetas diarias. Y
—¿Tu eres de las "derechas,?
Jenaro, en vista de lo bien que le iba, se dedicó de lleno
—Propiamente de las "derechas», no, señor; propiaa la "profesión».
mente de las "izquierdas,, tampoco.
—Te "hinchas,, por lo visto—le dije, una de esas tar—Del centro, entonces.
des, mientras Jenaro daba crema a mis zapatos, como lo
—¡De ahí mismo! Del centro... del cuerpo, que es el
hace siempre, o sea de un modo magistral.
estómago. Entiéndame: no quiero decir que sea un pan—Tanto como "hincharme,,, no digo—repuso sacucista, no, señor. Soy también un romántico, en ¡o que
diendo la pelambrera peinada hacia atrás;—pero se vive.
cabe; tengo mis ideas y mis sueños; pero lo primero, limYo, al menos. Y por dos motivos: porque, aunque me
piar muchos pares ca día, trabajar mucho, para ganarlo
esté mal el decirlo, tie uno cultura, en lo que cabe, y fi- y poder comer, que, digan lo que digan, es lo primero.
nura pa tratar a las personas que son también finas, y
Y si fuera usted preguntando uno por uno a todos los
porque uno trabaja a conciencia y hasta "recreándose,
obreros que valen, que no hacen el "primo, cotizando
en el trabajo, que es como yo entiendo que se debe trapa organizaciones de las que se aprovechan solamente
bajar. ¿Voy bien?
unos "vivos,., siempre los mismos, le contestarían a us—Hombre, claro. Eso está bien.
ted: "Nosotros lo que necesitamos y queremos es traba—¡Natural! Como yo digo, se debe poner en el oficio,
jar, que haya trabajo, pa no pasar hambres y miserias.
sea el que sea, no solo el interés por el conquibus, u sea
Lo primero, eso.»
por el efectivo metálico, sino cariño a la profesión, y vo—'¿Opinan como tú los otros dos "ases, o "estrellas»
luntad pa llegar a sentir el orgullo de ser un "asff en ella.
del oficio, según tú dices?
—Tú lo eres en esto de sacar brillo al calzado.
—¿Quiénes?
—Gracias. Usted "distingue,. Sí, señor, ¿pa qué ne—El "Chiruli,, y el "Mudo».
garlo? Entre
ios "limpias, que ejercemos en Madrid no
a
—¡Anda, si los oyera usted a ésos!...
hay más asesB ni "estrellas,,, lo que se dice "estrellas,
—Hombre,
al "Mudo, me parece difícil...
u *asesn, que dos compañeros, el "Mudo, y el "Chiru—Oírle, claro que no; pero le advierto a usted que el
li,, y un servidor. ¡Na más, en todo Madrid! Los tres
"Mudo» tira de lápiz y de cuaderno, ¡y se queda solo dinos hemos especializao: el "Mudo,, en el de lona; el
ciendo
"cosas,... por escrito!
"Chiruli,,, en ei calzao negro, y yo, en el de color; aun;
—jAhl
¿Sí?
que, claro, que los tres "hacemos,, lo que sale. Ahora,
—¡Vamos!
Mire usted; una vez, a un "urbano, que le
bien poco..,
había lomado tirria, y no le dejaba parar en ninguna te—¿Poco? ¿Trabajáis menos?
rraza, le escribió un "memorial, en el cuaderno, se lo
—¡Un número fraccionario de lo que se trabajaba!
dio y... echó a correr hasta Sevilla, donde trabaja desde
—¿Y por qué?
entonces y de donde aun no ha vuelto...
—¡Usted verá! Que si la revolución, que si las bomC. V.
bas, que si los deportaos, que si la "quema, aquella de
las iglesias, que si de hoy a mañana va a venir lo de
Rusia, que si mañana mismo ei degüello general, que si
Visita emocionante.—Un grupo de ancianos que rehay dos tiros o veinte, que por menos de na los guardias
cordaban todavía la estancia de Pío IX en Castelgandolcon tercerola en ca esquina... Bueno, que ¡pa qué! El púfo, año 1869, fueron recibidos por el Sumo Pontífice.
blico, sobresaltao y sin humor pa na: una pila de miles
Manifestaron a Su Santidad que se consideraban felices
de cesantes, sin una "gorda,; otra pila de miles de jubide haber podido ver de nuevo, antes de morirse, al Papa
laos, con la mitad o menos de lo que ganaban antes de
en su residencia veraniega.
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