DEBER Y LIBERTAD ¡Quiero ser libre! Pero, ¿cómo puedo serlo si estoy sometido a las obligaciones morales?, ¿puede consistir la libertad en hacer lo que me dé la gana? ¿Cómo pueden ser compatibles libertad y moralidad? Jean Paul Sartre, filósofo y literato contemporáneo, escribió la obra de teatro las moscas basándose en un mito clásico. En la escena siguiente, Júpiter, el rey de los dioses, se aparece a Orestes, quien, el día anterior, incitado por su hermana Electra, había matado a su madre Clitemnestra y a su amante Egisto. Júpiter le pide que se arrepienta de su crimen. Orestes: Eres el rey de los dioses, Júpiter, el rey de las piedras y las estrellas, el rey de las olas del mar. Pero no eres el rey de los hombres Júpiter: ¿No soy tu rey, larva desvergonzada? Entonces, ¿quién te ha creado? Orestes: Tú, Pero no debías haberme creado libre. Júpiter: Te he dado la libertad para que me sirvas. Orestes: Es posible, pero se ha vuelto contra ti y nada podemos ninguno de los dos. Júpiter: ¡por fin! Ésa es la excusa Orestes: No me excuso. Júpiter: ¿De veras? ¿sabes que esa libertad de la que te dices esclavo se asemeja mucho a una excusa? Orestes: No soy ni el amo ni el esclavo, Júpiter. ¡soy mi libertad! Apenas me creaste, deje de pertenecerte. Electra: Por nuestro padre, Orestes, te conjuro, no añadas blasfemia al crimen Júpiter: Escúchala. Y pierde la esperanza de convencerla con tus razones: este lenguaje que usas parece bastante nuevo para sus oídos, y bastante escandalizador. Orestes: Para los míos también, Júpiter. Me cuesta comprenderme a mí mismo. Todavía ayer tú eras como un velo sobre mis ojos, como un tapón de cera en mis oídos; ayer tenía yo una excusa: eras tú mi excusa de existir, porque me habías puesto en el mundo para servir tus designios. […] Mi juventud era obediente a tus órdenes, [pero me hice mayor y] de pronto la libertad cayó sobre mí y me traspasó, la naturaleza retrocedió, me convertí en una criatura sin edad y me sentí completamente solo, en medio de tu mundo benigno, como quien ha perdido su sombra; y ya no hubo nada en el cielo, ni Bien, ni Mal, nadie me diera órdenes. Júpiter ¿Y qué? ¿Debo admirar a la oveja a la que la sarna aparta del rebaño? Recuerda, Orestes: has formado parte de mi rebaño, pacías la hierba de mis campos en medio de mis ovejas. Tu libertad sólo es una sarna que te pica, sólo es un exilio. Orestes: Dices la verdad: un exilio Júpiter: Vuelve: mira qué solo te quedas, tu propia hermana te abandona. Te roe un mal inhumano, [el remordimiento por el crimen que has cometido]. Te has vuelto extraño a ti mismo. Vuelve: yo soy el olvido, el reposo. Orestes: Extraño a mí mismo, lo sé. Fuera de la naturaleza, contra la naturaleza, sin excusa, sin poder acudir a nadie que no sea yo mismo. Pero no volveré bajo tu ley: estoy condenado a no tener otra ley que la mía: porque soy un hombre, Júpiter, y cada hombre debe inventar su camino. 1.- ¿Qué problema crees que se plantea en este texto? Cita las frases donde crees que está mejor expresado 2.- ¿Crees que es compatible que Dios haya creado al hombre libre y que al mismo tiempo le obligue a cumplir sus leyes? 3.- Orestes dice que una vez que hubo descubierto su libertad, ‹‹ya no hubo nada en el cielo, ni Bien, ni Mal››. Y al final dice: ‹‹soy un hombre, y cada hombre debe inventar su camino››. Explica el sentido de estas frases. 4.- ¿Crees que se puede ser libre y al mismo tiempo tener una conciencia moral que te obligue a actuar de determinadas maneras? 5.- ¿En qué consiste tu camino?