El cálculo de la pobreza en México a partir de la encuesta de

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El cálculo de la pobreza en México
a partir de la encuesta
de ingresos y gastos
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FERNANDO CORTES •
E
n este trabajo se pasa revista a algunas de las bondades y limitaciones de la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos
de los Hogares (ENIGH) que desde la década de los ochenta
levanta el INEGI. Constituye una fuente privilegiada para medir la incidencia y la intensidad de la pobreza, así como la desigualdad en la distribución del ingreso. En lo que atañe a los ingresos, las ENIGH recaban la información de conceptos que se
aglutinan en "ingreso corriente monetario" (de aquí en adelante
ingreso monetario) e "ingreso corriente no monetario". Los primeros se agrupan en seis fuentes: remuneraciones al trabajo,
renta empresarial, renta de la propiedad, cooperativas de producción, transferencias y otros ingresos. Los datos que se manejan en este trabajo excluyen el rubro "otros ingresos" pues
corresponden a entradas por disminución de activos (como venta
de automóviles); por otra parte, los ingresos originados en las
cooperativas de producción se suman a las remuneraciones al
trabajo. Así, las seis fuentes originales se reducen a cuatro. El
análisis de los posibles sesgos de la información del ingreso
monetariodelasENIGHde 1984, 1989, 1992, 1994, 1996 y 1998,
permitirá sustentar algunos juicios generales sobre estas encuestas. Aunque no se aborda explícitamente la parte de los gastos,
las consideraciones que se presentan se hacen extensivas a ellos.
EL
INGRESO EN LAS ENIGH Y EN LAS CUENTAS NACIONALES
or lo general se emplea el dato de las Cuentas Nacionales
para evaluar la cobertura del ingreso de las ENIGH. Ese
procedimiento conduce al supuesto, a menudo implícito, de
que las Cuentas Nacionales proporcionan una estimación válida del producto o del ingreso nacional. Las consideraciones que
enseguida se plantean lo dan por bueno.
P
A partir de 1993 el INEGI empezó a publicar el Sistema de
Cuentas Nacionales de México: Cuentas por Sectores Institucionales . Antes de esa fecha la comparación del dato de la
ENIGH respecto al de las Cuentas Nacionales requería realizar
una serie de supuestos para, con base en ellos, generar una estimación del ingreso de los hogares 1 • No extraña, entonces, que
los resultados de esta operación fuesen distintos en los diversos
estudios. Con base en el supuesto de que el Sistema de Cuentas
Nacionales proporciona una medición válida y confiable del
ingreso de los hogares se puede señalar como conclusión preliminar que las ENIGH subregistran los ingresos de los hogares.
En 1984la ENIGH registraba 50% del ingreso de las Cuentas
Nacionales, porcentaje que se elevó de manera sistemática hasta
1994, reflejando una mejora importante de la cobertura de la
encuesta. Sin embargo, a partir de 1996 se observa un deterioro
acelerado y en 1998llega al mismo nivel que en 1984. Nótese
que desde 1994 en adelante el resultado surge del cotejo directo de cifras proporcionadas por el INEGI (véase el cuadro 1).
l. Por ejemplo, era necesario depurar del gasto de consumo final
privado la parte que correspondía al consumo institucional. Para ha----cerlo por lo general se aplica un descuento de 3% sugerido años ha por
Osear Altimir ("Distribución del ingreso en México: 1950-1977", en
Banco de México, Distribución del ingreso en México , Serie Análisis Estructural, 1982). Suele utilizarse la misma ENIGH para calcular
el coeficiente de ahorro y separar el consumo personal del ahorro,
etcétera.
*Profesor-investigador de El Colegio de México, actualmente de
sabático en la Universidad Autónoma Metropolitana, Azcapotzalco
<[email protected]>.
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ENIGH, es decir, no captó la renta del capital ni las transferencias. De aquí en adelante el ingreso formado por aquellos componentes se denomina "ingreso por trabajo".
La última columna del cuadro 2 exhibe una marcada variación en el ingreso máximo por trabajo en las seis encuestas. Sin
embargo, se advierten tres escalones: 1984, con un valor de
16 930pesosdeagostode 1989; 1989y 1992,coningresosque
casi alcanzan los 40 000 ; 1994 a 1998 , con valores superiores a
60 000. Las fluctuacione s pueden obedecer en parte a que sólo
se trata de una observación muestra] y en parte a que la muestra
podría adolecer de problemas de "representatividad" en la cola
derecha de la distribución del ingreso (véase el cuadro 2) .
La segunda y la tercera columnas del cuadro 2 muestran que
la ENIGH de 1989 está en línea con las restantes encuestas. En
efecto, el porcentaje de hogares que no tienen ingreso monetario portrabajofluctúaen la bandade5 .9 a 7.8 (laENIGH89 marca
5.9%) y el ingreso monetario medio por trabajo refleja los años
de crecimiento moderado y profundas crisis que caracterizaron
a la economía mexicana en los últimos tres lu stros del siglo XX.
El porcentaje de hogares registrados por el censo de 1990 sin
ingreso censal por trabajo cubre dos deciles -la quinta parte de
los hogares-, mientras que en la ENIGH89 sólo alcanza a 60%
del primer decil. La disparidad es fuerte y probablemente surge,
por una parte, de la consabida subestimación del ingreso en
los censos y, por otra, de que el censo de 1990 se levantó en un
mes de baja actividad económica agrícola. Sin embargo, esta
discrepancia también podría originarse en que las ENIGH no registren de manera adecuada los ingresos de los sectores más
pobres del país, pero no por subdeclaración, como habitualmente
suele señalarse, sino por truncamiento, lo que introduciría un
claro sesgo de selección en el cálculo y la identificación de los
pobres. Por otra parte, hay que notar que el ingreso medio captado en el censo de 1990 es superior al de la ENIGH89 y que las
masas de ingreso registradas por ambos instrumentos son de la
misma magnitud .
Las diferencias entre ambas fuentes llevan a concluir que la
distribución del ingreso captada en el censo es más dispersa que
RELACIÓN Dt:L INGRESO DE LAS E'IIGH RESPECTO Al. l'IGRESO SEGLN
LAS Cl.E'ITAS NAUO!\ALES (PORCE~TAJES)
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1984
50.3
1989
1992
1994
1996
1998
56.4
59.1
62 .5
53.3
50.2
Fuente: co muni cac ión personal de Enrique Hernández Laos.
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LAS FUENTES DEL SUBREGISTRO
E
n esta sección, y con el propósito de formarse una idea de
la naturaleza del faltante , se confrontan los ingresos de la
ENIGH89 con el ingreso registrado en el Censo de Población
de 1990, con las remuneraciones al trabajo, la renta empresarial,
la renta de la propiedad y las transferencias de las Cuentas Nacionales.
La ENIGH de 1989 y el censo de 1990
El contraste entre los datos de la encuesta de 1989 y el censo
controla el efecto del ciclo económico largo, pues el período que
medió entre ambos levantamientos fue de sólo unos cuantos
meses. Los resultados de ese ejercicio fueron realmente sorprendentes, aunque aquí no se detallan. 2 Sólo interesa destacar que
ese estudio concluyó que el ingreso del censo de 1990 equivale
a las remuneraciones al trabajo y la renta empresarial de las
2. Fernando Cortés y Rosa María Rubalcava, El ingreso de los
hogares, INEGJ-El Colegio de México-Instituto de Investigaciones
Sociales , UNAM , México, 1995 .
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LAS ENIGH Y EL CENSO DE
1990:
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2
INDICADORES SELECCIONADOS
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ENIGH
Hogares sin ingreso
Ingreso medio de los hogares,
Masa de ingreso
Ingreso máximo
por trabajo'(%)
1984
1989
1992
1994
1996
1998
por trabajo'
6.2
5.9
6.2
7.3
6.7
7.8
0.71148
0.80167
0.85588
0.89822
0.64985
0.69040
20.4
0.86087
total por trabajo'
14 43 1 971.8
por trabajo'
16.93
38 .95
37.31
69.95
77 .80
61.16
Censo de
1990
14 080 222.7
234.50
l. El ingreso por Jrabajo es la suma de las remuneraciones al trabaj o y de los ingresos por negocios propios. 2. Miles de pesos mensuales de agoslo de 1989.
Fuente: elaborac ión propia con base en las EN IGH de 1984, 1989, 1992, 1994 , 1996 y 1998 y la muestra de 1% del censo de 1990. Las bases de datos las proporcionó ellNEGI.
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CoNTRASTE DE RF.SI;LTADos ENTRE LA ENIGH Y I.AS Ct:ENTAS NAciONALES
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en laENIGH89.3 Ahora bien, si: a] el área en las dos distribuciones
(que representa al ingreso total) es la misma; b] la dispersión del
ingreso es mucho más pronunciada en el censo de 1990 que en
la ENIGH89, y e] si se adopta al consenso universal de que los
censos, en relación con las ENIGH, subestiman el ingreso, entonces se concluiría que la encuesta de 1989 y probablemente la cobertura muestra! de todas las ENIGH no registran una parte significativa de los hogares ni de los ingresos.
La gráfica 1 representa las tres condiciones recién planteadas. En el eje de las abscisas están los hogares de menor amayor ingreso y en el de las ordenadas el ingreso que corresponde
a cada uno ellos. La línea OQ representa el ingreso del censo de
1990 y RTel ingreso de la ENIGH89. Nótese que el tramo de OQ
sobre el eje de las X es mayor que OR, que representa el de la
ENIGH, lo que corresponde al hecho de que en el censo hay más
hogares que declararon no tener ingreso por trabajo que en la
encuesta. Por otra parte, la distribución del ingreso del censo se
extiende más allá de S, pues la dispersión del ingreso en el censo es mayor que en la muestra.
Como se aprecia, RT va siempre por encima de OQ pues la
subdeclaración se supone más pronunciada en el censo. Por último, como la masa total de ingresos captados es la misma, las
áreas OPQ y RST deben ser iguales. Para que se cumpla esta tercera condición las superficies representadas por A y B deben ser
iguales.
I:a omisión que afecta sobre todo a los hogares no representados en la muestra serían sobre todo los más pobres y, en cuanto a los ingresos, los no considerados serían en especial los de
los estratos sociales más elevados. La información del cuadro
2 apoya esta última afirmación, pues muestra que el in greso
máximo registrado en el censo es seis veces el máximo de la
ENIGH89 y tres veces el de la ENIGH96, que es el más alto de to3. La desviación estándar de los in gresos en e l censo de 1990 es
4.21 , mientras que en la ENIGH89 es 2.14.
das las encuestas del período. 4 Estos datos apuntan a que las
ENIGH no registran los ingresos más altos ni los más bajos.
En síntesis, el contraste de los resultados de la ENIGH89 con
el censo de 1990 y la comparación entre las ENIGH indicarían
que estas encuestas no sólo subestiman sino también truncan la
distribución del ingreso de los hogares, tanto por la izquierda
como por la derecha. El faltante de ingreso de las ENIGH para
alcanzar el ingreso de los hogares de las Cuentas Nacionales se
debe a una combinación de subdeclaración con truncamiento.
La primera remite a un problema que se circunscribe a la entrevista, el cuestionario, el control del trabajo de terreno y la evaluación de la congruencia de la información en cada hogar durante el levantamiento; mientras que el segundo dice algo en
relación con los procedimientos de muestreo: tamaño de la
muestra, criterios de estratificación, marcos muestrales y representación adecuada del ingreso de los sectores sociales, en particular los que tienen probabilidad cercana a cero de ser seleccionados, pero que tienen muy altos niveles de ingreso, etcétera .
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3
RELACIÓN ENTRE EL INGRESO DE LAS ENIGH Y LAS CuENTAS NACIONALES
(PORCENTAJES)
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1984 1989 1992 1994 1996 1998
Remuneraci ones al trabajo
Ingreso por negocios propios
Intereses y renta de la propiedad
Transferencias monetarias
In greso en especie
Total
62 .2 95.0
31.1 30.1
49.0 44.9
100.0 100.0
100.0 100.0
50.3 56.4
62.7
46.1
56.0
68.4
67 .9
59.1
70.2
42.8
75.0
61.3
62 .3
62.5
63.6 59.7
34.7 38 .8
51.7 34.2
52.9 54 .7
67.0 100.0
53.3 50.2
Fuente: com uni cación personal de Enriqu e Hernández Laos.
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El subregistro según fuentes de ingreso: evidencia
adicional del truncamiento de los ingresos superiores
Los resultados que surgen de comparar los ingresos de las ENIGH
con los correspondientes conceptos de las Cuentas Nacionales
se muestran en el cuadro 3. Una mirada somera a las cifras hace
ver que el grado de subregistro no es sistemático ni parejo.
Si se acepta que las cifras de las Cuentas Nacionales son
confiables y válidas, la discrepancia entre ambas fuentes, entre
1984 y 1992, se origina: a] en que las ENIGH subregistran el ingreso de los hogares, y b] en los supuestos que se consideran para
estimar el ingreso-de-los hogares a-partir de-los datos de las euentas Nacionales. De 1994 en adelante la diferencia sólo se debe
al subregistro, pues debe recordarse que desde esa fecha se dispone de la información relativa a los hogares que proporcionan
las Cuentas por Sectores Institucionales del Sistema de Cuentas Nacionales de México.
4. Esta comparación sólo se hace a modo de ilustración puesto que
el nivel de actividad económica en 1996 no es comparable con el de
1989.
E
l subregistro tiende a ser más
acentuado en los hogares con
ingresos superiores: serían
mucho mayores las
cantidades que no declaran u
ocultan los más adinerados
que los que tienen menos
recursos económicos
Las fuentes que tienden a presentar los menores porcentajes
de cobertura en las ENIGH en relación con las Cuentas Nacionales son los "intereses y renta de la propiedad", por una parte,
y el "ingreso por negocios propios", por otra. La primera incluye intereses de distinto tipo, dividendos, ingreso proveniente de
alquileres de casas y terrenos, así como la imputación del valor
de la renta de la vivienda propia habitada por sus dueños. 5 Estos rubros se engloban habitualmente en el concepto de renta de
la propiedad y corresponden a los ingresos que provienen del capital. Se sabe que el capital privado tiende a acumularse en los
deciles superiores de la distribución de los ingresos de los hogares.
La segunda fuente, es decir, el ingreso por negocios propios,
incluye los industriales y maquiladores, comerciales, de servicios, agrícolas, pecuarios, forestales, acuicultura y pesca y recolección. En esta fuente se agrupan todos los ingresos que
se obtienen por un trabajo no dependiente. Este rubro considera tanto a los dueños de grandes empresas, como a los propietarios de pequeños establecimientos informales, microexplotaciones agrícolas, trabajadores por cuenta propia que prestan
servicios menores, así como todo tipo de comerciantes. No extraña entonces que el ingreso por negocios propios, llamado
también renta empresarial, tenga presencia significativa tanto
5. Llama la atención que la imputación del alquiler por el uso de
la vivienda propia en las ENIGH es de tal magnitud que en algunos años
supera al valor de las Cuentas Nacionales. Esto explica, en parte, las
marcadas fluctuaciones en el subregistro.
en los deciles más bajos como en los más altos de la distribución
del ingreso. 6
Por otra parte, las remuneraciones al trabajo, las transferencias y el ingreso en especie (para los años en que hay datos), son
las fuentes que presentan los menores pqrcentajes de subregistro.
Estos indicios permiten concluir q~e el subregistro tiende a
ser más acentuado en los hogares con ingresos superiores: serían mucho mayores las cantidades que no declaran u ocultan los
más adinerados que los que tienen menos recursos económicos.
Pero es necesario distinguir entre el "hecho" del subregistro y
su "explicación". Indudablemente, una parte se origina en la
subdeclaración, aunque ya se ha vi~to que hay buenas razones
para pensar que además está presente un sesgo de selección.
Es muy difícil imaginar que grados de subestimación del ingreso de 40 a 50 por ciento respecto a las cifras de las Cuentas
Nacionales sólo se deban a que los entrevistados declararon
menos ingreso que el efectivamente percibido. Se sabe que
el trabajo de campo de las ENIGH es muy cuidadoso y lo realiza
personal diestro en el levantamiento de la información, con controles y esmerada supervisión de terreno; cuando los ingresos
y los gastos de un hogar no son congruentes se realizan visitas
adicionales.
Por otra parte, se ha visto que el ingreso censal máximo es seis
veces superior al correspondiente en la ENIGH / probablemente debido a que el censo tiene cobertura universal de los hogares del país, en tanto que no es claro que las ENIGH sean "representativas" de todos los estratos sociales.
Las cifras de las encuestas parecen fallar en el informe de los
ingresos más altos. Ello no sólo es atribuible a que los hogares
seleccionados declaren menos ingresos sino también a que los
que perciben los mayores no parecen estar adecuadamente representados en la muestra. Profundizar en esta última aseveración requeriría investigaciones más detalladas, pero a primera
vista habría que: a] examinar la no respuesta e intentar vincularla con estimaciones de los niveles de ingresos, y b] desde el
punto de vista de la teoría del muestreo, preguntarse por los
posibles sesgos derivados de seleccionar hogares (única posibilidad viable en muestreo práctico) en lugar de muestrear el
ingreso en una distribución que, como se sabe, presenta un marcado sesgo positivo.
El contraste de los datos de las ENIGH con los del censo y con
las Cuentas Nacionales conduce a la sospecha de que la primera adolece de subdeclaración y de truncamiento; este último lleva
a la exclusión de la muestra tanto de los hogares con ingresos
muy bajos como de los que tienen los más elevados. El truncamiento por la izquierda sesga las mediciones de la pobreza y
combinado con el truncamiento por la derecha conduce a subestimar la medición de la pobreza relativa y los niveles de desigualdad en la distribución del ingreso.
6. Fernando Cortés, La distribución del ingreso en México en
épocas de estabilización y reforma económica, CIESAS/Miguel Ángel Porrúa, México, 2000 .
7. A pesar de que en el censo de 1990 los ingresos superiores a
90 000 pesos por persona fueron truncados a 90 000 pesos .
comercio exterior, octubre de 2001
EL AJUSTE A LAS CuENTAS NAciONALES
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An:sn- coN LAS
uelen usarse variados procedimientos para "inflar" los ingresos de las ENIGH y hacerlos coincidir con los de las Cuentas Nacionales. 8 A continuación se examina la idea medular
del ajuste, sin hacer referencia a ninguna de las estrategias en
concreto. Para facilitar la exposición se tratarán los casos puros
en que la discrepancia se deba sólo a subdeclaración o bien únicamente a truncamiento.
Para analizar qué acontece cuando se trunca la distribución
del ingreso por la derecha y por la izquierda, considérese la gráfica 2, en que los hogares se distribuyeron en el eje de abscisas,
ordenados según su ingreso de menor a mayor: se tiene, entonces, OR hogares con un ingreso representado por el área ORT.
Se ha aportado evidencia suficiente para sospechar, con fundamento, que la ENIGH trunca la distribución del ingreso en los
dos extremos. Esto querría decir que sólo selecciona hogares en
el tramo PQ y excluye a los que están en OP y QR, es decir, a los
más pobres y a los más ricos, respectivamente. En consecuencia los sesgos de la muestra impiden captar información de ingresos por una cantidad representada por el área A de los más ricos
y B de los más pobres.
Ahora bien, si para realizar los cálculos de pobreza y desigualdad se decide no ajustarlos a las Cuentas Nacionales, es decir,
si sólo se utiliza el ingreso representado por el área PQVW, entonces los cálculos sobre la incidencia y la intensidad de lapobreza tenderán a estar subestimados, igual que la desigualdad.
Considérese ahora el caso en que para superar estos sesgos
se decide ajustar a Cuentas Nacionales. Acéptese que éstas miden sin error el ingreso de los hogares, es decir, que el total que
arrojan es igual al área encerrada por ORT. Esto querría decir, por
ejemplo, que en 1998 la superficie A+ B representaría alrededor de 50% de ORT. El ajuste con las Cuentas Nacionales implica
un desplazamiento, generalmente no proporcional, del tramo de
OT sobre PQ, de modo que se agrega un área A + B correspondiente a las partes que se truncaron. Es así como la superficie encerrada por PQSU, es decir, el ingreso de los hogares de la muestra
expandida a la población se hace igual al ingreso de los hogares de las Cuentas Nacionales representado por el área ORT.
El ajuste de los datos induce una redistribución estadística
del ingreso sin un correlato real en el ingreso de los hogares, que
se traduce en menor pobreza y cambios en la desigualdad, pero
claramente deforma la distribución .
Cabe destacar que el ajuste con las Cuentas Nacionales podría ser una excelente solución para corregir el ocultamiento de
ingresos por subdeclaración. En este caso la muestra sería representativa de la totalidad de los hogares, es decir, estimaría
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Hogares
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adecuadamente los ingresos en todo el espectro de hogares, cubriendo desde los más pobres hasta los más ricos. Si se tiene una
buena medición del grado en que se subestiman los ingresos que
se obtienen como remuneraciones al trabajo, renta empresarial
o renta de la propiedad, la aplicación de los factores de ajuste
elevaría la curva de la distribución del ingreso al lugar que le
corresponde. Esta es la situación que se observa en la gráfica 3.
El área encerrada por OPQ sería el ingreso de las ENIGH y la
superficie OPR representaría el de las Cuentas Nacionales. Las
razones entre las distancias verticales de OR y OQ en los puntos
correspondientes del eje OP, representan los coeficientes por los
cuales habría que multiplicar los ingresos observados para coG
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AJUSTE A LAS CuENTAS
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NAciO~ALES PARA coRREGIR
SLBDECLARACIÓN DE INGRESOS
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8. En los cálculos de incidencia e intensidad de la pobreza, a los
problemas conceptuales y de medición (confiabilidad y validez) se
agregan los que se generan por el ajuste a las Cuentas Nacionales. Son
varios los procedimientos empleados para hacerlo y tanto el número
de pobres corno cuán pobres son los pobres varían según cuál se emplee (Nora Lustig y Ann Mitchell, "Poverty in Mexico: The Effects
of Adjusting Survey Data for Under-reporting", Estudios Económicos, El Colegio de México, vol. 10, núm. 1, enero-junio de 1995).
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Hogares
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cálculo de la pobreza
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rregir Jos sesgos de subdeclaración. Nótese que la gráfica se ha
construido conforme al supuesto de que la tasa de subregistro
es creciente con el nivel de ingreso (recuérdese que previamente
se ordenaron los hogares de menor a mayor ingreso), lo que se
expresa en una distancia creciente entre ambas curvas al alejarse
del origen sobre el eje de abscisas en la dirección OP.
No está de más señalar que en los datos de las ENIGH seguramente están presentes ambos sesgos, por lo que la representación más adecuada combinaría las situaciones representadas por
las gráficas 2 y 3.
CoNCLUSióN
O
riginalmente la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de
los Hogares se concibió para calcular las ponderaciones
de los índices de precios al consumidor, aunque gradualmente se ha transformado en la fuente estadística más importante
para estudiar la pobreza y la desigualdad en la distribución del
ingreso.
Llama la atención que a la vez que aparecía este nuevo uso
también aumentó la frecuencia de los levantamientos: de cinco
o más años antes de 1990 a dos años en la década de los noventa, y que aun cuando adquiría más y más importancia para seguir la evolución de la pobreza y la desigualdad, el diseño de la
muestra, los cuestionarios, las definiciones de las variables, su
codificación y Jos operativos de terreno no han tenido modificaciones de importancia en los últimos tiempos. 9
El cotejo de laENIGH89 con el censo de 1990, así como la comparación entre las Encuestas de Ingresos y Gastos levantadas en
los ochenta y noventa, proporcionan evidencia congruente que
lleva a sospechar que estas encuestas subregistran los ingresos
de los hogares tanto por subdeclaración como por truncamiento.
El truncamiento de la distribución del ingreso en la cola de
la izquierda (donde se encuentran los hogares de menores ingresos) proporciona información que lleva a subestimar la incidencia y la intensidad de la pobreza. Este sesgo se vería parcialmente
compensado si los pobres en la muestra subdeclaran sus magros
ingresos. El truncamiento por la izquierda combinado con el de
la derecha (no inclusión de los hogares más pudientes) conduce a subestimar la medición de la pobreza relativa y de la desigualdad en la distribución del ingreso, que se ven afectadas aún
más si efectivamente subdeclaran en mayor medida los miembros de los hogares con ingresos más altos.
El ajuste respecto a las Cuentas Nacionales intenta mitigar
las consecuencias de estos sesgos sobre las mediciones de la
pobreza y la desigualdad en la distribución del ingreso. La ponderación de los datos de la muestra hasta alcanzar los correspondientes valores de las Cuentas Nacionales es adecuada para la
9. Las ENIGH de 1984, 1989, 1992, 1994,1996, 1998 y 2000 (le-
vantada ese año pero aún no disponible para los usuarios) comparten
el mismo diseño de muestreo y el mismo cuestionario. No se quiere
decir con esto que no ha habido modificaciones, sino que han sido sólo
de detalle.
porción del sesgo que proviene de la subdeclaración, aunque
introduce una redistribución estadística ael ingreso sin contrapartida en la "realidad", imputando el ingreso de Jos hogares
excluidos (truncados) de la muestra "en favor" de los incluidos.
La conclusión es nada halagüeña. Si para calcular la pobreza se usan los datos de las ENIGH tal cual son dados a conocer
por el INEGl, ello implica excluir del análisis de 40 a 50 por ciento
de los ingresos de los hogares y, además, como el porcentaje de
subestimación es variable, el cálculo de la-evolución de lapobreza estará influido por las variaciones en la cobertura. 10 En
consecuencia, con Jos datos no ajustados no es posible saber qué
parte del cambio en la medición de la pobreza se origina en la
confiabilidad del instrumento y cuál es la que corresponde genuinamente a variaciones en los ni veles de pobreza de la población. Si para remontar estos problemas se ajusta a las Cuentas
~acionales y parte del subregistro proviene de truncamiento,
entonces la solución introduce alteraciones indebidas en la distribución del ingreso y por tanto en las mediciones de la incidencia e intensidad de la pobreza, así como de la desigualdad en la
distribución del ingreso.
Si se usan los datos tal como los proporcionan las ENIGH, el
cálculo de pobreza no es válido porque falta entre 40 y 50 por
ciento del ingreso; se excluyen, por truncamiento, hogares de
muy bajos y muy altos ingresos, lo que conduce a subestimar la
pobreza absoluta y relativa; si se ajusta con las Cuentas Nacionales se sesga la medición de la incidencia y la intensidad de la
pobreza, pues se asignan ingresos no percibidos a los hogares
incluidos en la muestra.
En aras de buscar una solución a esta complicación se podría:
a] diseñar una muestra específica para medir la pobreza y la
desigualdad en la distribución del ingreso; b] para emprender
esta labor se debe considerar la experiencia acumulada por tres
lustros deENIGH comparables, y e] si bien el diseño de la muestra,
con todo lo que implica, es un problema esencialmente estadístico, sería recomendable que se tomaran las medidas pertinentes para garantizar la confiabilidad y la validez de la medición.
Me parece que la solución debe surgir de grupos de trabajo con
la participación de estadísticos especialistas en diseños de muestras, expertos en la elaboración de cuestionarios y los analistas
de la pobreza y la desigualdad, tanto de los sectores académico
y público, como de la sociedad civil. Los especialistas en muestras y cuestionarios son necesarios para la generación de información confiable, mientras que los investigadores tendrían como
tarea generar indicadores válidos. De ambos dependerá la posibilidad de generalización empírica de los resultados muestrales.
Es muy probable que el trabajo conjunto, en un grupo de este tipo,
redunde en mediciones confiables y válidas de la pobreza y la
desigualdad en la distribución del ingreso en México. $
1O. Los problemas de subregistro tienden a invalidar los análisis
que estudian la evolución de la pobreza y de la desigualdad; en efecto, parte del cambio que se observa se puede deber a la variabilidad
de la cobertura. En las comparaciones internacionales los problemas
que surgen de las fuentes se multiplican, lo que lleva a poner en duda
el contraste de los grados de pobreza y desigualdad entre países.
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