08. RECOMENDADOS. 10. ESCENA: Festival Primavera 0. Notevagustar-Auténticos Decadentes. Colectivo Campo. 14. Somos tan frágiles, por Lucía Allegro. 16. Rompecorazones, por Mauricio Milano. 18. EN EL CAMINO: “El centro del campo”. Entrevista con Juan Campodónico. Texto: Gabriel Peveroni. Fotos: Pata Torres. 28. LA VIDA EXAGERADA DE ABREU: “Paraíso europeo”. 30. ¡CORTEN!: “DoCom”, por Diego Sardi. 33. Mis confesiones, por Kira. 34. Dark city, por Mariana Enriquez. 36. Vasos comunicantes, por Claudia Sánchez. 38. Polvo de tiza, por Bernadette Laitano. 42. MODAles: “Oh, Roy!”. Fotos: Mercedes Azambuya. 48. MADE IN URUGUAY: “Sucedió este año”. Producción: Blog Couture. 52. CÓMIC: “Oso con alas”, por Lucrecia de León. 54. No le temas al arte, por Javier Abreu. 56. Pantallas, por Fernán Cisnero. 57. Suenan, por Gustavo Fernández Insúa. 58. FESTIVALERA!: “Noche Stroke!”, por Nathalie Arditti. Fotos: Tomás Correa Arce. 60. Mundo maravilla, por Max Capote. 62. Pánico escénico, por Débora Quiring. 63. Letras, por Natalia Mardero. 64. Hasta la viñeta siempre, por Federico de los Santos 66. Tiempos modernos, por Rodolfo Santullo. 68. Héroes, antihéroes y villanos, por Leonardo Borges. 70. MOVIDA: “Apocalipsis Zombie”, por Natalia Vera. 72. Trip, por Pablo Trochon. Fotos: Heather Shapiro. 74. ENTREVISTA: Carolina de Robertis. Texto: Gabriel Peveroni. 80. Otros animales, por Pedro Dalton. 82. Ciudades que matan, por Ruski. 85. Soy solo, por Martín Inthamoussú. 86. Cuchara libre, por Victoria Vera. Fotos: Natalia Vera. 88. FOTONOVELA: “Chongo Novela”, por Mauricio Pizard. 90. ETIQUETADOS. 96. CÓMIC. Alceo/ Bergara 98. Tendencias mentales, por Dani Umpi. R ópera ORFEO Y EURÍDICE En la fiesta del Bicentenario vimos una muestra – la faceta de espectáculo de masas- del legendario grupo teatral catalán liderado por Carlus Padrissa. Este mes de diciembre, entre el 16 y el 22, Fura dels Baus presenta en el Solís su versión de la ópera Orfeo y Eurídice de Gluck. Una puesta en escena de alto impacto, con la impronta de la estética furera. arte SANTIAGO VELAZCO El arte del stencil, las grafías urbanas, un estilo siempre colorido y frontal son los tópicos que recurren en la iconografía de Santiago Velazco. El 15 de diciembre inaugura la exposición Paisajes cercanos en el espacio de la Alianza Francesa. “En estas obras me centro y aproximo al caos”, dice el artista. electrónica soco ¿Qué es soco? Un festival internacional de música avanzada y cultura contemporánea que integra djsets, performances y conciertos audiovisuales. El lunes 12 se inaugura en el Museo Nacional y siguen tres fechas en la Zavala Muniz los días 13, 14 y 15, y un soco Night el 16 en afe con Deadbeat (Canadá), Barbara Preisinger (Alemania), Charlotte Bendiks (Noruega) y Jacob Korn (Alemania). pop MANÁ Hace cinco años pararon la máquina. Llevaban vendidos 22 millones de discos y un éxito imparable después del punto de inflexión del dueto “Corazón espinado” con Carlos Santana. La vuelta es con un disco repleto de buenas canciones de amor. Se llama Drama y luz, y puso nuevamente en órbita a la banda liderada por Fher. El sábado 17 estarán en el Centenario. 8 música FRANNY GLASS Gonzalo Deniz se mandó uno de esos discos que hará historia y lo presenta el sábado 10 en La Trastienda. El tercer título del proyecto Franny Glass se titula El podador primaveral y en el directo acompañarán a Deniz su banda completa y amigos ilustres como Luciano Supervielle, Xoel López y Gabriel Casacuberta. La apertura del show estará a cargo del dúo Vincent Vega. instalación SWEETLOVE Las esculturas multicolores del artista belga William Sweetlove interactúan, hasta el 15 de diciembre, con el espacio del Aeropuerto de Carrasco. Luego viajarán al de Punta del Este, donde residirán durante un mes. Son 300 animales confeccionados en un tipo de plástico reciclable que han viajado por decenas de ciudades de todo el mundo y ahora llegan –por primera vez- al cono sur. teatro SUEÑO DE OTOÑO El último gran estreno teatral del año supone el descubrimiento en Montevideo de la dramaturgia del noruego Jon Fosse, ganador en el año 2010 del prestigioso Premio Ibsen. Dirige Gabriela Iribarren y en el elenco destacan Roxana Blanco, Álvaro Armand Ugon y Beatriz Massons. Va en la Zavala Muniz viernes y sábados a las 21.30 y domingos a las 20 hs. libro RAFAEL COURTOISIE Un libro esencial, que reúne la trilogía de “los mares”, publicada en los primeros años 90 en tres entregas: El mar interior, El mar rojo y El mar de la tranquilidad. Se trata de la primera obra narrativa de Courtoisie, punto de inflexión entre su celebrada poesía y su mundo narrativo que incluye las más recientes novelas Caras extrañas y Goma de mascar. 9 fotos: pata.torres ALGUNOS SUEÑOS CUMPLIDOS primavera cero es un festival que tiene que repetirse. en apenas una semana disfrutamos en el teatro de verano de varias clases magistrales. liam gallagher dio cátedra de hooligan-pop con sus beady eye. los sonic youth dejaron claro que son los reyes del noise y el desequilibrio sónico. faith no more simplemente arrasó. otros sueños cumplidos: astroboy, la hermana menor y santullo siendo anfitriones de sus maestros incondicionales. Evento: Segunda fecha de “Primavera 0”. Programa: Banda de Turistas, La Hermana Menor y Sonic Youth. Lugar: Teatro de Verano. Fecha: 08.11.11 Evento: Primera fecha de “Primavera 0”. Programa: Astroboy y Beady Eye. Lugar: Teatro de Verano. Fecha: 02.11.11. fotos: pata.torres colectivo campo estreno en sociedad de una derivación de bajofondo, con el cerebro musical de juan campodónico y la colaboración en vocales de martín rivero, vero loza y los invitados santullo y gustavo santaolalla. uno de los shows del año, para uno de los discos más expansivos y sofisticados del año. tres días con el teatro a tope en una reunión de amigos. notevagustar cumplió un sueño particular: compartir escenario en montevideo con los decadentes –como han hecho otras veces en españa y argentina- y con la catalina –el cóctel rock murga ya había girado por el interior-. Evento: Tres fechas de Notevagustar y amigos. Programa: Agarrate Catalina, Notevagustar y Auténticos Decadentes. Lugar: Teatro de Verano. Fecha: 11.11.11 Evento: Presentación del disco “Campo”. Programa: Colectivo Campo (Juan Campodónico, Martín Rivero, Vero Loza, Pablo Bonilla, Gabriel Casacuberta, Luciano Supervielle, entre otros). Lugar: Lorente. Fecha: 30.11.11 SOMOSTANFRÁGILES lula.allegro solidaridad bajo presión Domingo al mediodía en algún supermercado grande de una cadena conocida. Mi pareja y yo estamos haciendo la interminable cola en la caja para pagar el asado o los ravioles para un almuerzo dominguero que probablemente comenzará cerca de las cuatro de la tarde. Mientras estamos en la fila, a tan solo un paso de alcanzar la meta, algo inesperado ocurre. La persona que está abonando arremete sin dudarlo en un gran acto de valentía. _ ¿Colabora con dos pesos para…? _ No. Siempre pensé que dicho método de contribución era completamente desagradable, pero, como imagino que también le pasará a otras personas, jamás se me ocurrió considerar que cabía la posibilidad de responder negativamente. Es como que uno está ahí y le dicen eso y… bueno, sí, claro, cómo no voy a poner dos miserables pesos en lo que sea que me estén diciendo… no voy a comportarme como una rata con una causa tan noble. Además, están todos estos compradores atrás, escuchando lo que voy a contestar… y la cajera esperando rutinaria que dé mi respuesta afirmativa. Y tengo la plata en la mano. Y qué le hacen dos pesos más a ese número que aparece en la pantalla. No, no puedo ser una bestia desalmada incapaz de ser solidaria… son dos pesos de porquería. Nada le va a hacer a mi billetera perder una de esas monedas que tienen a la mulita simpática. La cuestión es que nunca supe negarme a dar esos dos pesos, a pesar de creer que nadie debería ser presionado para colaborar. Y mucho menos en el instante preciso en que cuenta su dinero delante de un montón de desconocidos, a los que instantáneamente se le brinda de forma gratuita la posibilidad de juzgar la capacidad solidaria del otro sin siquiera conocerlo. Nadie debería donar plata porque socialmente “quede mal” no hacerlo. Necesariamente tendríamos que conocer la causa, creer en ella y aportar porque realmente queremos ayudar a que recauden fondos. No importa quién ni cuánto. Y está claro que tampoco dónde. El problema, definitivamente, es cómo. 14 ROMPECORAZONES mauricio.milano decisión (el día que apagaron la luz) Si nos vamos a tomar en serio esto del fin del mundo, deberíamos decir que empezó a terminarse en 1994, con la muerte de Kurt Cobain. Hasta ahí Nirvana, hasta ahí la rebeldía, hasta ahí lo mejor del saynomorismo. Californication, Influencia, Ray of Light e incluso Parachutes parecen ser estrellas aisladas en el espacio vacío. Se fue Frusciante de los Red Hot Chili Peppers (y Anthony Kiedis se parece a Zorg), Charly canta con la voz del Pato Lucas, Madonna ya no quiere experimentar nuevos sonidos (solo quiere saltar a la cuerda y cantar pelotudeces), y los videos de Coldplay salen en MTV antes o después de algún rap auto-tuneado. Estamos jodidos. Un yo le pregunta a mi otro yo por qué asocio la muerte del rock and roll con el fin del mundo, y mi otro yo responde con otra pregunta: ¿qué es la vida sin el rock and roll? Ya lo dijo Nietzsche, “la vida no tiene sentido sin la música”, y cada año que pasa, la música tiene menos sentido. La música es menos música. ¿Cómo puede estar muerto el rock and roll si está en todas partes? Los Beatles están en el jueguito ese en el que los participantes fingen tocar una guitarra eléctrica, Steven Tyler es juez de American Idol (dicen que se cayó y se hizo bolsa; en realidad ya estaba hecho bolsa y solo le faltaba caerse). El rock and roll está en todas partes y todos olvidaron que originalmente el rock and roll fue la forma de decirle fuck you a todo eso. Y acá, en el país de las paradojas, en plena crisis de educación (se veía venir en 2005, cuando cambiaron todos los planes pero en ese momento el nuevo gobierno era lo más y nadie daba pelota), la gente que hace rock and roll en serio no tiene un puto escenario para tocar. Hay que recurrir a YouTube. Está bueno, pero es como si estuviéramos viviendo de nuevo la Edad Media: todo es viral y todo es contagioso. Dice Charly que el futuro es tan brillante que hay que mirarlo con lentes oscuros, que Internet se va a caer y vamos a volver al tocadiscos. No sé si tendrá razón, pero si en 2012 las cosas cambian tanto como muchos dicen que cambiarán, volver al tocadiscos no es lo peor que nos podría pasar. Al menos podríamos escuchar a Sui Generis mientras observamos cómo se acerca Melancholia a chocar contra el Planeta Tierra (ver la última película de Lars von Trier, es la última, en serio). La otra opción es tomarnos para la joda esto del fin del mundo (el lector hará lo que mejor entienda, pero esto es lo que haré yo). Dos cosas. Una: la mediocridad siempre fue lo más común en todos los lugares y en todos los tiempos. Otra: si sobrevivimos a la era del hielo, creo que hoy podemos sobrevivir a casi cualquier cosa. Y además, la vida no hay que tomársela demasiado en serio. Después de todo, ¿quién saldrá vivo de ella? 16 ENELCAMINO entrevista: gabriel.peveroni / fotos: pata.torres juan me muestra la tapa de su disco, de su primer disco, y no llego a entender la razón de que aparezca un campo de fútbol, en tonos rojos y una tipografía geométrica. hay una leve distorsión. hay cosas que parecen fuera de contexto. hay un campo. es el centro del campo. algunos días después de una extensa charla que mantuvimos en su confortable estudio, a dos cuadras de la rambla, en palermo, lo veo a él, a juan, en el momento más caliente de su primer show. suena “cumbio”, una canción excitante, que atrapa, que hace explotar a los que estamos ahí aunque la mayoría la escucha por primera vez. ahí entiendo todo. campo está en el centro, es el número cinco que gravita (*). es una especie de imán, el que ordena el equipo, el capitán de bajo perfil, el que no mete los goles pero diseña el estilo de juego. por eso campo no es campo. por eso él es el centro de un campo en el que juegan otros grandes, una constelación que incluye a colegas de bajofondo como vero loza, gabriel casacuberta, adrián sosa, javier casalla, martín ferrés y luciano supervielle, pero también a pablo bonilla en programaciones y las voces de martín rivero, jorge drexler y ellen arkbro. el resultado es campo, un artefacto sonoro que está ahí para volverse expansivo, el primer disco de un tipo llamado juan campodónico que posiblemente sea el músico más importante de nuestro país de la última década. empezó diseñando con sus amigos el peyote asesino. después produjo discos claves de notevagustar, la vela puerca y es un integrante más de cuarteto de nos desde el genial disco raro. es además parte esencial del sonido que diseñó jorge drexler mezclando folk, bossa nova y electrónica. y sobre todo es una de las cabezas –junto a santaolalla y supervielle- del colectivo bajofondo. todos quieren estar en su equipo, o lo invitan al suyo. todas esas cosas me vienen a la cabeza cuando juan me muestra la tapa de su primer disco, que puede ser visto como una materia pendiente, siempre ocupado en rol de productor-artista, y no es fácil sacarse todos los prejuicios para escucharlo como se debe, para no caer en el inútil juego de responder quién es campo. entonces elijo empezar la entrevista por un lugar raro, para hablar con juan y tratar de escapar de campo y del centro del campo y todas esas cosas que son estrictamente musicales y no es necesario describirlas en palabras. (*) Esta idea de la “gravitación” la tomo prestada del guitarrista Garo Arakelián, quien la deslizó en una esclarecedora charla en la puerta de un pub, un par de horas después del show en Lorente. Suma dos contextos diferentes: la gravitación que usan los relatores de fútbol y la gravitación de los cuerpos astronómicos. 18 _ Te planteo un primer momento, para evocar ahora. Hace diez años, en la azotea de un edificio de la calle Paraguay. Un brindis con prensa y amigos. Una de las primeras presentaciones de Bajofondo, al atardecer, un dj-set... _ Para mí fue el momento de empezar a desarrollar algo que no tenía del todo claro cuando empecé en la música, que era mi rol como artista. Yo empecé en la música tocando en casamientos, en una banda de covers. Después armé una banda con los amigos, que se llamó Peyote Asesino. Pero no tenía claro cuál era mi rol dentro de ese mundo, aunque hacía más o menos lo mismo que ahora: llevaba conceptos, sonidos, armaba bases, y venía Santullo y me decía “haceme sonar mejor que Charlie Brown”… Bajofondo significó profundizar eso: los conceptos que ya estaba manejando siendo un artista productor, un tipo que trabaja como mirando de afuera, no un gran performer. No soy un tipo que sale a cantar y la gente se enamora de la voz de esa persona. Ese tipo no soy yo, pero soy un artista desde otro lugar: de traer una idea, un concepto, conseguir la gente, organizar, hacer que todo aquello tenga un sentido. Como un director de teatro, o un director de cine. Y eso es Bajofondo, aliado con ese monstruo que es Santaolalla, que, oh casualidad, es un tipo de otra generación y con una trayectoria enorme, pero con el que coincidimos en que se podía ser artista y productor. _ A eso se suma que en el contexto uruguayo “productor” no era precisamente una buena palabra… _ Lo que pasa es que hay mucha gente que no sabe lo que es un productor de música, un productor artístico. Es George Martin, que no te voy a decir que es la mitad de los Beatles, pero un quinto, 20 seguro... Ir a Los Ángeles con Peyote, a grabar con Gustavo, para mí fue ir la universidad... ver cómo laburaban los gringos, cómo era el estándar del trabajo, qué procesos usaban, qué tiempo se tomaban. Era una locura: para grabar una voz grababan 25 tracks. Acá nunca se había hecho. ¡Los discos de Los Traidores y de Los Estómagos están grabados en 40 horas! _ Y con la misma batería… _ Exacto. Ahí me expliqué todo. No es que fuéramos tan malos, es que el mecanismo de trabajo es muy distinto. El compromiso que se toma para grabar un disco o para ensayar... ¡Lo que nos hizo ensayar Gustavo! Nunca en la vida habríamos ensayado con esa disciplina si no hubiéramos tenido un tipo que nos marcara un estándar tan alto. _ Si seguimos con el juego y vamos otros diez años atrás. ¿Dónde estabas en el año 1991? _ En el año 1991 estaba tocando en los casamientos... como te decía antes. Ese momento fue cuando decidí no hacer una carrera universitaria y estudiar únicamente música con distintos profesores y gente a la que iba teniendo acceso. Me decidí a ser músico y la verdad es que no tenía idea de cómo me iba a ganar la vida. Estaba básicamente asustado y tratando de encontrarle una vuelta. Ya en 1993, por ahí, empieza el Peyote y todo ese movimiento, que para mí fue súper motivador. Me dedicaba a dar clases de guitarra. Para mí el mundo de lo artístico es maravilloso, pero te la cobra al comienzo. Hay que pagar un ticket que es caro, que son muchos años de crear al artista, digamos. Y nadie paga por ese artista que está arrancando. Si vos no estás muy decidido, pasan dos años en que no hacés un mango y decís, “bueno, me voy a hacer un curso de cual- quier cosa que rinda”. Algo para ganarte la vida. Lo que sea. A mí me llevó muchos años que la actividad artística me diera una tranquilidad económica. Pero valió la pena. El poder hacer música, ver cómo esa música afecta a la gente, lo que te devuelve todo eso, es impresionante, está buenísimo. una raqueta de tenis. Y metido en el mundo de los exiliados uruguayos en México, rodeado de muchos artistas: Camerata Punta del Este, Zitarrosa, la gente de El Galpón. Había todo un movimiento cultural en torno a la resistencia a la dictadura. _ Diez años más atrás, en los primeros años 80, la foto es de tu infancia... en el exilio mexicano de tu familia. _ Durante la infancia tuve un acercamiento muy intenso al mundo del teatro, a través de la actividad de mis viejos. Mi madre era actriz y mi padre director. Y yo me pasaba la mitad de la tardes en el teatro viendo ensayos, me terminaba aprendiendo los textos de las obras. Es un ambiente mágico. Es el ambiente de lo simbólico, de la metáfora. Lo que vos ves ahí es una representación. Entonces, estar metido en ese _ Desde mitad de los 70 hasta mitad de los 80. Sí, en esos años estoy en el df, comprándome discos de Queen, de música funk, de los Beatles… Era dj en mi casa: ponía discos y mi vieja escuchaba desde la cocina mientras preparaba el almuerzo. Un dj hogareño que tocaba la guitarra con 22 _ ¿Cuánto influyó que tu familia estuviera vinculada a Teatro El Galpón? lenguaje de lo artístico, de lo poético, desde tan chico, y por dentro del andamiaje de ese mundo, para mí fue como una escuela en el sentido artístico. Cuando fui grande, el teatro no me llamó, me dediqué a la música, pero hay muchas ideas, muchos conceptos, mucha data, que es común a toda actividad artística y a todo lo que tiene que ver con la metáfora y con lo simbólico. _ Ahora sos Campo, que viene de Campodónico, una especie de derivación... _ Y… sí, lo que pasa es que es un nombre bien interesante. Por un lado, puede ser cualquier espacio. Está el campo como opuesto a la ciudad y está el campo magnético o matemático, está el campo de juego. Al mismo tiempo es una abreviación de mi apellido. Ya en las primeras canciones de Bajofondo había algunas canciones firmadas Campo. _ ¿Cuáles fueron los conceptos que fuiste cerrando para armar tu disco solista? Porque supongo que habrás abierto muchísimos, después de tantos años de integrar colectivos, primero Peyote y luego Bajofondo… _ Totalmente. Uno de los leit motiv es el juego de armar una mirada musical desde este lugar del mundo pero contrastando elementos, sacando de contexto cosas que están lejanas, en las antípodas, que están geográficamente lejanas. La chica sueca que no habla español y que canta jazz en la escuela nórdica del jazz termina cantando arriba de una cumbia villera... Juntás esos conceptos y el propio con23 traste te hace verlos a ambos desde un lugar distinto y te hace ver la belleza distinta. También puede pasar que eso mismo suceda en el tiempo. El tema que escribimos con Jorge (Drexler) se llama “1987” y empieza como si fuera un chachachá, un ritmo latino muy viejo, después se vuelve un twist y después entran unos teclados y guitarras ochenteras onda The Cure, y de repente aparece Drexler cantando onda Drexler, con esas notas herencia de la bossa nova. Y vos decís ¿de qué época es esto? En un principio podés pensar que es medio retro porque hace referencia a cosas de otros momentos. Pero en realidad se vuelve anacrónico, porque los elementos que están mezclados son incongruentes y funcionan más bien por el contraste entre las guitarras de The Cure con el chachachá. Y ese, si lo tuvieras que definir de una manera más abstracta, es el concepto del disco: encontrar belleza de una nueva manera. _ ¿Así definirías el concepto de Campo? _ Suena complicado pero funciona así. Ese es el esqueleto conceptual. Lo otro interesante es que el resultado de eso son canciones pop de tres minutos y medio que las podés pasar en la radio. Es otra de las diferencias con los demás proyectos en los que he estado como artista, ya sea Bajofondo u otros en los que estoy como productor. En Bajofondo el lenguaje es otro. Es música instrumental, que se mete con lo del tango… Acá hay una cumbia al lado de tango, al lado de indie pop, rock alternativo, gente cantando en español, gente cantando en inglés. Y yo creo que tiene que ver con cosas que me pasaron en los últimos años, de estar siempre viajando con Bajofondo y ver mucho los contrastes entre un lugar y otro. Estar un día en Corea, al otro día en Montevideo. Al 24 mismo tiempo es un disco que tiene una identidad: es música uruguaya. Es una visión musical desde acá. Por ejemplo, hablando de contrastes con situaciones medio imposibles, hay un tema llamado “Heartbreaks”, que escribimos con Martín Rivero, que es como si Michael Jackson hubiera conocido a Rada en el 80. Por momentos suena breakdance, por momentos es un candombe de “La Mandanga”. Entonces tiene que ver con la búsqueda musical: la cumbia villera tiene unos sonidos increíbles, en el tango hay unos sonidos increíbles. Está bueno tomar eso. _ ¿El hecho de trabajar como productor ayuda a potenciar esta idea de búsqueda musical? _ Yo vengo de muchos lados. Me he metido en muchos mundos musicales. Para ponerte a trabajar con Drexler, en la canción de autor uruguaya moderna, tenés que meterte en ese código, aprenderlo, saberlo manejar. Todos los discos que hice con distintos artistas –Drexler, La Vela Puerca, Notevagustar, Bajofondo, Peyote Asesino, Cuarteto de Nos- me llevaron al lenguaje de cada uno de ellos. Son todas lecciones musicales. Es una riqueza personal que tengo de haber podido explorar tantas cosas distintas. _ ¿Cómo te sentís con eso? Porque por un lado te beneficia como vos decís, pero por otro lado alguien podría preguntar dónde estás vos... _ Yo soy un investigador. Yo no me considero el solista cantautor Bob Dylan. Ese personaje no soy yo. No soy un tipo que va escribiendo. De hecho, la mayoría de las letras del disco no las escribí yo, las escribió alguien que sabe escribir, y yo me dediqué más a la música. Un ejemplo: la canción que escribimos con Drexler. Yo tenía esa paleta sónica y le puse el título de trabajo que era “1987”, porque a mí me sonaba a esa era, al disco Kiss me kiss me kiss me de The Cure. Nos pusimos a hablar con Jorge para escribir la letra y le expliqué que yo estaba en una cosa abstracta. “¿Por qué se llama 1987?”, me preguntó. “Porque me lleva a ese año, a ese momento de mi vida, que no sabía qué iba a hacer de mi vida y me pasó esto y lo otro. ¿Y a vos qué te pasaba?”, le pregunté yo. “Fue cuando dejé la medicina y me decidí a ser músico”. Entonces la canción que finalmente escribió habla de cuando en tu vida la dirección cambia y estás medio en el aire. _ ¿O sea que tu lenguaje es estrictamente musical? _Y… para mí es otro lenguaje. Para mí la música es un arte muy complejo y al mismo tiempo muy visceral. La gente, sin entender mucho la mecánica, lo vivencia. O sea, afecta mucho a las personas. Y eso es lo maravilloso. Cuando en el cine te mandan los violines te emocionás mal, tengas la cultura que tengas. La música, quizá por el desarrollo que tuvo en el siglo veinte lo fonográfico, se volvió un código entendible por cualquiera, un código masivo, popular. En el disco Campo hay un montón de juegos con eso, con lo que vos ya conocés, y son cosas que de repente son bastante complejas de hacer pero que la gente las entiende. _ El hecho de haber tocado con Bajofondo en lugares tan lejanos y diferentes, ante públicos tan diferentes, te permite descontextualizar lo que ustedes hacen... que en el Río de la Plata es cultura popular y en Shanghai –por poner un extremo- es exótico. ¿Cuál es tu visión de la música uruguaya en ese sentido? Me refiero a lo que te parece que resulta particular, característico, y por ello efectivo. _ Lo que tiene Uruguay, que es fantástico y que es lo que más me interesa, es que es parte de América, un continente que es un lugar nuevo, adonde llegó un montón de gente de diversos lados hace poco tiempo. Esa situación de estar en una parte nueva del mundo genera la fortuna de tener cosas nuevas. El jazz, el blues, el rock, el hiphop, son todos fenómenos de esa mezcla de gente que se cruzó en el norte de América, por ejemplo. Acá pasó exactamente lo mismo, y apareció el tango, apareció la milonga, aparecieron músicas que era imposible que hubieran existido por sí mismas. El ritmo que tiene el tango es afro, lo melódico viene de los tanos y de los judíos del este europeo... Tiene un montón de componentes que vienen de distintos lados. Si lo analizás en la dimensión de la historia de la humanidad, son géneros musicales súper nuevos. El tango es una cosa absolutamente novedosa, por más que para nosotros sea algo antiguo, cosa de viejos. Dentro de ese contexto, Uruguay es un lugarcito chiquito que chupa de todos lados: de Argentina, de Brasil, de Europa; un lugar que mira todo el tiempo para afuera porque estamos en una especie de isla y queremos saber qué pasa afuera. De hecho, pensás en la música uruguaya y hay mucha influencia de la bossa nova pero también hay mucha influencia del rock, del tango, de la milonga. Es un país armado en torno a un puerto, que es un lugar donde se intercambian cosas, hay movimiento. Por eso culturalmente siempre es interesante lo que pasa en Uruguay. Tiene un color propio y una personalidad en base a ese lugar de fusión de elementos. Y eso para mí es una ventaja desde el punto de vista cultural. Cuando viajás mucho te das cuenta que hay lugares donde no aparecen cosas novedosas, que no hay movimiento, que no se mezclan cosas. Yo lo que digo es 25 que hay que pensar acerca de eso y tener conciencia de esa situación. Acá aparecen cosas nuevas, hay que ponerles nombres nuevos, hay que generar estilos nuevos. Por ejemplo, volviendo al disco, yo digo que es de música subtropical. ¿Por qué? Es un chiste que tiene que ver con lo que se conoce como música tropical, que es la música latina pero del trópico, de zonas más cálidas. Y bueno, acá no estamos en el trópico sino en el subtrópico, técnicamente, según la geografía. _ Incluso hay en “La marcha tropical” y en “Cumbio” reinterpretaciones tuyas sobre la música tropical, sobre la cumbia villera... _ Pero mirá que acá no es tan tropical. Si vos pensás en la cumbia del Río de la Plata, ese sonido tan agresivo es imposible de lograr en un país con un clima más amable. ¡Tenés que estar muy enojado! Vos escuchás el reguetón y siempre son letras de amor, está todo bien. Escuchás las letras de cumbia villera y es sexismo y violencia por todos lados. Y eso es la radiografía de un paisaje, de una situación social. Describe bastante bien la zona, estas urbes. Es muy particular. A veces la podés ver como una música ligada a un contexto social, podés ver esos elementos por el valor que tienen, digamos sociológicos. Pero al mismo tiempo son elementos musicales, algunos bellísimos y muy particulares. A mí como investigador me interesa 26 meter disonancias de la cumbia villera junto a un ritmo brit pop. Por otro lado, pensá en la historia del tango, del hiphop, y son géneros siempre bastante marginales. El tango es la música del burdel, el hiphop es la música de barrios pesados. Lo mismo pasa con la cumbia villera. _ Esa mezcla de géneros es lo que hace particular al Cuarteto de Nos, del cual sos parte como productor artístico. ¿Qué significan ellos para vos? _ Primero que nada son amigos. Pero básicamente son unos grandes cancionistas que tiene Uruguay, son únicos, no hay nadie que escriba desde ese lugar, con ese sentido del humor, con esa ironía. No conozco nadie en español que maneje ese código que manejan ellos. Es por eso que una vez que se pusieron a trabajar ordenadamente los quieren en todos lados: van a tocar a Venezuela, a Argentina, a México. Yo los iba a ver cuando era un chiquilín y era fan de esa banda, y de grande pude trabajar con ellos y ayudarlos. Parte de lo que yo hice con el Cuarteto en el período que me tocó trabajar con ellos fue participar en su propia reinvención. Desde mi rol de productor un poco empujé esas ganas de empezar algo nuevo, de decir algo nuevo, de exponerse a otras cosas, que tu vida cambie... Como dice esa canción que hicimos con Drexler: “la brújula se mueve”, y eso te da una frescura y una energía básicas para seguir gravitando. LAVIDAEXAGERADADEABREU javier.abreu paraíso europeo Una simple llamada telefónica puede complicar los planes de verano. Hay que estar alerta para evadir propuestas laborales fuera de lugar y sobre todo para concentrar todas las energías en estrategias que nos permitan pasar, desde las fiestas hasta el Carnaval, bien lejos de Montevideo. El fin de semana es para descansar, ya lo dijo dios, y los uruguayos somos muy católicos en ese sentido y cumplimos con las leyes divinas a rajatabla. Excepto el jefe, vanguardista en arruinar la vida de los mortales colaboradores. Habitualmente envía e-mails y recomendaciones los sábados a la madrugada y atomiza los domingos pidiendo puesta a punto y algún que otro mensaje de texto acompañado con sus insultos característicos sobre tendencias sexuales y superioridad de género. El domingo pasado, a las 7.45 de la mañana, el teléfono me hizo saltar literalmente de la cama. Pensé que era una noticia relativa a la Abu -mi abuela paterna, nacida en Bonn- que está haciendo los trámites para irse de viaje al paraíso sin boleto de regreso, lo cual viene acompañado de una palabrita mágica de la cual no deja de hablarse en todo cumpleaños y asado familiar: su-ce-sión. Entiéndase más claro: campo en la zona este y algún que otro billete en cajas de ahorro que se especula pueden ser más de una. También pensé, antes de llegar a atender el teléfono, que la resaca adolescente es acumulativa y que ya no estoy para estos 28 trotes. Apenas dije hola, la voz del jefe, inconfundible, como si fueran las tres de la tarde de un día laboral, me golpeó la nuca cual patada china Me saludó, me llenó de elogios sobre mi trabajo y mis últimas apariciones en los almuerzos de adm junto a los jóvenes del gobierno. Incluso llegó a decir que me quería mucho, lo que me hizo pensar que al jefe lo habían echado del hotel-casa y viviríamos juntos en el 2012. Pero era más simple que eso. Su estrategia de masaje al ego tenía como cometido proponerme (obligarme) a ser el editor de la revista en su edición especial de Verano. ¡Era mi turno! Y así como estaba, resaqueado y dormido, supe hacerle trampas al destino y le propuse un verano conceptual: toda la revista editada en 74 hojas en blanco –“como The Beatles, Jefe”, argumenté-, con los nombres de los colaboradores y sus direcciones de Twitter al pie de cada página, con el fin de generar una suerte de reality editorial para seguir el verano de los chicos Freeway en las redes sociales. El Jefe estuvo de acuerdo: los dos de vacaciones (*). PLAN A: RESIDENCIA A LO CHECO Mis dos últimos veranos los pasé en el exterior: Francia en 2010 y Perú en 2011. Las dos experiencias fueron absolutamente gratificantes. No hay dos sin tres, así que para este verano me presenté a una residencia para escritores jóvenes en Praga. Ningún trámite en la intendencia es más simple que esto: se debe presentar una carta de recomendación de alguien grosso de la literatura, y aunque esto pare- ce difícil, en la tacita de plata es muy fácil. Pensé en dos autores de prestigio internacional: Opción A: Mario Benedetti, pero nunca contestó mis mensajes en su contestador. Opción B: Eduardo Galeano. Lo llamé inmediatamente, le dije que era estudiante de la Universidad de la República (creo que esto me daba un perfil modesto, de clase media trabajadora), pero me contestó que viajaría la semana entrante. Así que decidí ir a su encuentro, una mañana en el Parque Baroffio, cuando saca a pasear a su perro. Me saludó cordialmente y aceptó tomar un café en un bar de la calle Michigan. Ahí pasé a ejecutar el plan. Mientras grababa toda la conversación, una amiga (ex Chinchín de Cacho Bochinche), se acercó y nos pidió para sacarnos una foto (prueba fotográfica de la frondosa relación maestro-alumno) y luego le pedí dos autógrafos: uno en la tapa de mi libro experimental Fuego, papá y mamá que Eduardo confundió con uno suyo y otro autógrafo en una hoja en blanco (¡la hoja de recomendación!). Ya en casa, redacté la carta incluyendo frases como “emergente comprometido con la causa latinoamericana” y repitiendo esta última palabra 16 veces en menos de 1.500 caracteres. Firma: Eduardo Galeano. ¡La residencia estaba en mis manos! Y al ser un artista joven prometedor y con compromiso social, no estaba obligado a tener una obra contundente, ya que me inclinaba más a los bordes literarios y a experimentar con la palabra. Volveré a Montevideo a fines de marzo, cuando el Teatro de Verano cierre sus puertas. Mientras tanto escribo por las mañanas mi segunda novela llamada Ojitos dulces -sobre una pareja de los ‘90 con idas y venidas amatorias con un final poco feliz: una tarde de lluvia luego de hacer el amor y prometerse fidelidad eterna, ella prepara unos mates, él decide ir a la panadería a comprar dos ojitos, pero al cruzar la calle una moto de correo postal lo atropella y muere instantáneamente-. Todo resuelto. Y por las noches, mientras ustedes están en Montevideo, recorro los antros de esta zona del mundo tan rica en historias y anécdotas de frikis del universo del arte. (*) Este verano, el jefe se escapa al norte, con una gringa toda tuneada que conoció en la inauguración del hotel nudista en Punta del Este el pasado mes de agosto. Ella es viuda de un ingeniero, eminencia de la industria del software en Seattle, y tiene agro-negocios en Nashville. Es la primera vez que el jefe sale con una mujer mayor de 25 años. 29 CORTEN! invitado: diego.sardi (*) tan común y tan normal Quizá uno de los mayores desafíos del proyecto DoCom (**) fue responder a la pregunta de por qué contar esta historia. Dicen por ahí que todas las historias merecen ser contadas. Por eso pensamos que esta película -que trata sobre un grupo de jóvenes universitarios y su trayecto a lo largo de la carrera- era una historia que teníamos que contar: la historia de nuestra generación. El grupo protagonista de la película está conformado por jóvenes que vienen de diferentes partes de Uruguay. Del Interior del país, de zonas periféricas y céntricas de la capital. Traen historias de vida, creencias, valores e ideologías muy diferentes. Treinta y siete historias de vida diferentes que se encontraron al comenzar la universidad y a lo largo de cuatro años tuvieron que aprender a convivir. Cuando a fines del año pasado con un amigo comenzamos a hacer la película, nos dimos cuenta de que efectivamente había una historia para contar, pero no la que pensamos que era al principio. El inconveniente con el grupo se presentó desde el primer día de clase cuando, con 18 años, se conocieron todos. Hay casos en que la convivencia y la diversidad no son conceptos compatibles. Este fue uno de esos casos. Los problemas fueron diversos, pero todos derivaban de lo difícil que resultaba aceptar al que es diferente de uno mismo. ¿Cómo respeto a quien piensa diferente de mí, si en el fondo creo que lo que piensa está mal? Prejuicios, etiquetas y otras barreras intangibles se tejieron entre los integrantes del grupo, haciendo parecer que la integración fuese imposible. El tiempo fue mostrando otra cosa. Sin poder definir muy bien cómo o por qué, las barreras transparentes comenzaron a derribarse. Quizá por aquello de que el otro cuando es dife30 rente representa una opción que nunca antes había considerado. El hecho es que esas 37 personas se transformaron en un grupo unido, fuerte… especial. Y esa historia tan atractiva es la que no pudimos contar. Desapareció ni bien comenzamos a hacer la película. DoCom es un documental ficción. Cuando comenzamos a investigar, nos dimos cuenta de que nuestro grupo no tenía nada de especial. Cada proceso que ocurrió entre los 37 jóvenes era tan común y previsible como cualquier otro fenómeno de la sociedad. Además de que esa visión tan positiva del grupo, no era más que eso. ¿Decepción? Sí, al menos por unos días. Porque luego nos dimos cuenta de que había algo mucho más interesante que hacer una película sobre esa historia ideal que perseguíamos en un principio. Se trataba de contar la historia de personas y procesos tan comunes y tan normales como los que vive cualquiera. De esta forma, al contar la vida de estas personas, íbamos a hablar de muchos, de aquellos que mañana fuesen los espectadores de esta película. Así, DoCom se transformó en un proyecto que cuenta una pequeña y mínima parte de lo que le ocurre a todas las personas. Pero que por un momento pone como protagonista en la pantalla al espectador. Trata sobre la vida en sociedad, sobre cómo se relacionan las personas, cuáles son los obstáculos que encuentran, cómo se acepta la diversidad y cómo se lidia con los prejuicios. ¿Se aprende algo del otro? ¿Qué tanto se conoce uno a sí mismo? Cuando empezamos uno de los objetivos fue involucrar a todos nuestros compañeros de clase. Si iba a ser la historia de nuestro grupo, los 37 integrantes debían participar de alguna forma en la creación de la película. De esta manera, terminamos de escribir el último capítulo de la historia: el cuarto año de carrera. Buscamos que esas personas tan diferentes y distantes que fueron el primer día de clase, lograsen trabajar juntos para un mismo objetivo. DoCom es eso; una historia más. No se trata de revelar grandes verdades, ni de sorpren31 MISCONFESIONES kira al gato, pero no a mí der con giros impactantes. Se trata de poner en la pantalla algo muy cotidiano para poder mirarlo con otros ojos. Día a día tomamos una enorme cantidad de decisiones, vivimos una seguidilla interminable de sucesos, y no paramos para pensar en lo que está pasando. No hay tiempo para evaluar ni para reflexionar. Quizá de esta forma, parando unos minutos y mirando la pantalla con atención, se podrá aprender algo de lo que hacemos rutinariamente sin darnos cuenta. (*) Diego Sardi es codirector de DoCom junto a Juan Maruri. Agustina Peña, Matías Rocha y Florencia Romay oficiaron de guionistas, Bianca Soler como asistente de dirección y Carol Antúnez en la dirección de arte. Alberto Stewart (cámara) y Florencia Bacelo (sonido) completan el equipo técnico. (**) Proyecto cinematográfico extracurricular ideado estudiantes de 4º año de Comunicación, coproducido por la Universidad de Montevideo. 32 Podríamos habernos cruzado en el trabajo –lo que era altamente probable- o un sábado a la noche en la peatonal Sarandí, pero no en aquella parada, no esa mañana en un lugar donde yo estaba por primera vez en mi vida. De pronto, de la nada, apareció él. Llevaba puesto el traje que me di el gusto de sacarle unas cuantas veces; en la mano izquierda un casete de video y en la derecha, en la derecha, la mano de su mujer. Alcancé a esconderme detrás de la publicidad de la parada, pensando que quizás no había notado mi presencia, pero sé que él me reconoció. Varias veces pensé que me había dicho que estaba en pareja para que yo no le hiciera reclamos, para que no le exigiera nada y evitar compromisos. Prefería pensar que aquella era su mejor coartada para huir sin dar explicaciones, y a veces también aquello me servía a mí, para no engancharme más de lo necesario, para saber hasta dónde llegar. Pero todo era cierto, ahí estaba frente a mí la evidencia; siempre me había dicho la verdad. Y admito que puede ser un poco duro chocarse sorpresivamente con esa realidad. No porque me hayan dado celos; no, no fue esa sensación que le da a una cuando ve a su ex pareja con su nueva conquista; esto era distinto. Yo nada más estaba viendo una realidad que conocía, que no me hacía ni más feliz ni más triste, pero que no tenía ganas de ver. Ellos venían de hacerse una de las varias ecografías a las que irían en los próximos meses. Lo adiviné por la panza de ella, por el video que él llevaba en la mano. Parecían románticamente enamorados y felices. Lo que sucedió después fue más raro aún: le hice señas al primer ómnibus que vino, subí, y ella también se subió. Después de unos segundos que parecieron eternos me animé a corroborar que él se había quedado, que no viajaba con nosotras. Y ahí estábamos, las dos. Sabía que él estaba muerto de miedo, asustado; me escribió varios mensajes desesperados al celular pidiendo que no hiciera ninguna locura. Comprendí que aquellos encuentros, de los que él y yo disfrutábamos, nunca más le permitieron dormir tranquilo, y comprendí también que, en cierta forma, yo tenía el terrible poder de destruir algo. Pero mis pensamientos estaban, en ese raro momento, en otras cosas: me preguntaba una y otra vez por qué las mujeres siempre quieren saber con lujo de detalles cómo es la ex de su pareja; hacen hasta lo imposible por conocer a la mujer que las reemplaza. Compiten. A las mujeres solo les importa saber a qué o a quién le ganaron y contra quién o qué perdieron. Compiten hasta con ellas mismas… Y yo que no tengo curiosidad, que no me interesaba en absoluto conocerla, me di cuenta que verlos juntos fue una mala jugada, un golpe bajo... porque de qué me sirve a mí saber que soy más joven y más linda, si solo obtuve las migajas que ella dejaba. 33 VASOSCOMUNICANTES invitada: claudia.sánchez (*) (*) desde Inglaterra el asunto soares “Suárez” es todo un concepto en Inglaterra. Significa decir “Uruguay” y que la gente no me mire con cara de que mal hablás inglés. Significa el milagro de que pueda tener toda una conversación en mi english chapuceado, con el técnico que viene a arreglar la conexión a Internet sobre cómo es el país de “Soares”. Pero también significa que discuta horas en el pub, el teléfono, en el living de casa tratando de explicar cómo puedo usar esa palabra sin ser racista, fascista y todos los “istas” que se te puedan ocurrir. Horas y horas de discusión. La existencia de una historia de violencia justifica la reacción y el poco desarrollo de la tolerancia como valor social; significa que Luis y yo nos equivocamos y no podemos usar esa palabra acá. Porque la historia que se vivió en muchos lugares del mundo no permite creer en la posibilidad remota de la existencia de una cultura donde decir “negro” no está vinculado con que alguien vaya a ser lastimado o que no pueda entrar a un lugar o que no pueda sentarse en el ómnibus. Ayer, durante la cena, me preguntaron si en Uruguay podías sentir miedo cuando te encontrabas con un grupo de jóvenes en la calle. Hablar de eso, dicen, es hablar de la violencia en una sociedad. Violencia y Tolerancia son las palabras claves en esta historia. Una sociedad no puede ser violenta si hay tolerancia; tampoco puede ser tolerante si es violenta. Mientras escribo esto, busco y busco información y veo cómo todo se va deformando. “Los uruguayos blancos mataron a los indios”, dice un ex Miembro del Parlamento inglés en la radio y encuentro una denuncia de discriminación en un ómnibus en Uruguay, y Edgardo Ortuño habla de cómo se siente que te griten “negro” adentro de una cancha. No se puede negar la existencia del racismo y de la discriminación racial, que también implica no entender ni aceptar las reglas de funcionamiento de las distintas culturas. Es verdad, acá no puedo mirar asombrada a mi vecina en el ascensor solo porque nunca vi a nadie con un hiyab en la cabeza y, mientras llegamos a la planta baja, me acuerdo de mi gente diciéndome “negrita” y agradezco a la vida la posibilidad de tamaña muestra de afecto. Pero si venís por Londres y me encontrás en la calle, te recomiendo que me grites Claudia, te va a evitar muchas explicaciones. 36 POLVODETIZA imagen y texto: bernadette.laitano La tensión de las personas que callan. DARKCITY mariana.enriquez la casa de al lado La ciudad tiene una crisis habitacional endémica y cualquier edificio vacío se ocupa inmediatamente, salvo que el dueño tapie puertas y ventanas con ladrillos. Hay algunas casas así, selladas: parecen casas con los ojos cosidos y la boca rellena con un trapo anaranjado; parecen casas muertas. Algo está pasando en la casa de al lado, que durante tres años estuvo deshabitada. En algún momento fue una tintorería que cerró en bancarrota y a través de los vidrios rotos de las ventanas se podían ver, a medias, viejos trajes polvorientos, colgados de una viga cercana al techo, trajes que nadie vino a buscar y ahí quedaron. Hace dos semanas esos trajes desaparecieron. Me dijeron que se los llevó, junto a una máquina vieja, un señor japonés. Yo no lo vi. Después de la desaparición de los trajes hubo unos días de silencio. Pero la semana pasada empezaron los ruidos. Son ruidos de mudanza, de movimiento de muebles, pero no hubo camión ni nadie vio a gente cargando heladeras y sillones. Hay martillazos y hasta risas pero sencillamente nadie 40 los vio entrar; a ellos como ya los llaman la verdulera y mi vecina del otro lado. La vecina, que es muy metiche y muy asustadiza, les tocó timbre, nadie respondió y ahora anda aterrorizada. Que yo sepa la casa no tiene otra puerta. A lo mejor se mudaron de noche y por eso nadie vio el movimiento. Lo peor no es la incertidumbre y los tonos inquietantes de esta casa tomada: lo peor es que, desde que llegaron, en mi patio empezaron a aparecer unas mosquitas gordas, desconocidas para mí, que no son las mosquitas de humedad típicas de esta ciudad: son más largas, cuando vuelan parecen polillas, caminan mucho y a mi gata no le gustan para nada, no quiere cazarlas, las evita. Las mosquitas vinieron con ellos y no quiero pensar en ninguna connotación. Todavía ni me animé a googlear a estos bichos por miedo a que me digan que son las típicas moscas que se acercan a carne en descomposición. No es mi primera vez con vecinos raros. Hace unos años, en el departamento de un edificio muy disparatado, viví sobre una señora muy amable que, una vez por semana me pasaba por debajo de la puerta una nota que decía “por favor, baje el volumen de la radio por la noche, me molesta para dormir”. Nunca jamás escucho radio de noche, ni siquiera con auriculares. Sí suelo pasar noches despierta y confieso que, durante mis años en ese edificio, nunca escuché una radio fuerte. Sí escuché fiestas, peleas, llantos de bebé, borrachos y, claro, la televisión. Salvo que la señora confundiera el sonido de la tevé con esa radio que escuchaba exclusivamente en su cabeza. El más terrible de todos los vecinos que recuerdo era el de mi amigo Gustavo. Lo esperaba en los pasillos, en la escalera, para decirle que no entrara a su departamento, que había unos tipos adentro. Tipos de inteligencia. El vecino se vestía de fajina y, una noche, le anunció a mi amigo que había electrificado el balcón, por si los perseguidores subían. Mi amigo y el vecino loco vivían en un piso 10. Él lo escuchaba hablar solo, largas conversaciones: cuando descubrió que se dirigía a “mamá”, entró en pánico, decidió que el vecino era Norman Bates y se mudó en dos semanas. Julieta, mi amiga que vive en Barcelona, dice que los locos que deambulan por las ciudades son magnetos, imanes que atraen toda la demencia circundante, y que hacen posible la de otra manera imposible vida en la metrópolis. Ella tiene un vecino a quien la familia saca todas las tardes, durante unas tres horas, a la vereda; y el viejo (porque es un viejo) recorre la cuadra, va y viene, hablando solo, hasta que llega el momento de volver a entrar a su departamento. Creo que Julieta tiene un poco de razón; todos estos locos de edificios me hacen acordar a pararrayos que conducen las descargas hacia la tierra para que nadie resulte dañado. En cuanto a mis vecinos, ah, ellos no sé qué son. ¡Lo sabría si pudiera verlos! Pero se esconden. Ayer los escuché de fiesta, de inauguración: hubo música y risas. Le pregunté a mi otra vecina, la metiche, si había escuchado el festejo. Me dijo que no, que había dormido como un tronco. A ella también le invadieron la casa las moscas. Tiene miedo de que los nuevos, con sus golpeteos, hayan roto una pared y “descubierto” algo. “¿Como qué?”, le pregunté. “No sé”, dijo ella, “algo viejo, algo escondido”. Dejate de joder, le dije, porque se me pusieron los pelos de punta, y volví a casa a rociar con veneno los lugares donde se posan las moscas, esperando que las haya traído la humedad del verano y no los cosos de al lado. 41 MODAles Roy! Producción: tula Fotografía: Mercedes Azambuya Estilismo: tula Pelo y maquillaje: Chris Rivero Modelo: Graciana Duarte Agradecimiento: Fernando Blanco y La Despensa Ropa: Caramba Vintage (www.facebook.com/carambavintage) MADEINURUGUAY blogcouture.info sucedió este año El boom de la moda y el diseño en Uruguay es un fenómeno que se une a una tendencia mundial. El siguiente es un listado de las cosas más importantes que ocurrieron en este intenso 2011. ¡Feliz y fashionista año nuevo para todos y todas ustedes! * PROYECCIÓN INTERNACIONAL I: Vale Valuchi participó y llegó lejos en la segunda edición del reality de diseño Project Runway Latinoamérica, como primera y única representante uruguaya. Luego presentó su colección Fluir en Itaú MoWeek y en el evento Be Fashion de Parque Arauco (Chile). * PROYECCIÓN INTERNACIONAL II: La diseñadora de indumentaria Rosario Bianchi quedó finalista en el concurso Dress me for the finale de Hugo Boss, que celebró sus 30 años de vínculo con McLaren. Como premio, fue invitada a la competencia de automovilismo en Abu Dhabi, y vio a los pilotos de McLaren conducir con su diseño. * EVENTOS Y BLOGGERS: Como “hongos fashion”, así siguen apareciendo diversos blogs de moda en Uruguay, respondiendo a las nuevas propuestas de diseño pero también, y sobre todo, a los múltiples eventos de moda, con Itaú MoWeek y sus dos ediciones anuales a la cabeza. * REAL TIME: La explosión de los smartphones tuvo su repercusión en estos eventos, campañas y todo lo comunicable. Twitter fue el medio estrella de la instantaneidad, seguido por Foursquare. Sin embargo, el chiche favorito sin lugar a dudas fue Instagram, la aplicación para iPhone que deja todas las fotos sacadas con el celular como viejas y lindísimas Polaroids. * IMPRESO: La era digital no amedrenta a los fanáticos del papel, y 2011 vio surgir varios nuevos productos de moda o que incluían moda entre sus intereses. Nuestra favorita: la versión argentina de Harper’s Bazaar, dirigida por una referente del periodismo de moda, Ana Torrejón. Fuimos invitadas a su lanzamiento e incluidas en el segundo número en una nota sobre bloggers. * LUZ, CÁMARA, MODA: La nueva modalidad de comunicación de colecciones de indumentaria se mira por tevé, o por la web: los fashion films son tendencia en el mundo y en Uruguay tuvieron su momento de fama gracias a la primera edición de DeTurno Film Festival, organizado por la Escuela Integral de Diseño Pablo Giménez, junto a Jessie Young y Martina Capó. * BICENTENARIO: 200 años de vestimenta plasmados en las muestras de Punta Carretas Shopping y, más recientemente, una del vestuario de teatro en el Solís. * EMPRENDEDURISMO: Cada vez son más los diseñadores devenidos empresarios gracias a los apoyos de los programas pertinentes, como C-Emprendedor, Ingenio, Uruguay xxi. El diseño es el nuevo software. 48 49 NOLETEMASALARTE javier.abreu ¡qué vieja que está! Sucedió en la madrugada de Halloween, como una premonición de que algo andaba mal. Debajo de la cancel veo un sobre blanco con diseño navideño + logo del interminable Bicentenario. Nuestro flamante museo contemporary no podía quedar afuera de la festichola. La brillante idea había sido anunciada en el mes de mayo, con gran alboroto: la creación del Salón de Pintura Premio Bicentenario 2011. El crudo invierno y la Copa América lo dejaron en un segundo plano, provocando ansiedad en varios artistas que en las redes sociales preguntaban por el concurso, ya que las bases no aparecían y se venía fin de año, y todos sabemos que luego del bochornoso Salón 2010 se puede esperar cualquier vuelta de tuerca en este reality cultural donde el que manda es el rating político. Entre las atracciones que se prometían en el dorso de la invitación destacaba la lista de autoridades nacionales. Como en una marquesina de la calle Corrientes, se podía leer en el tercer puesto el nombre del ahora mediático Pablo Álvarez, famoso por dedicarse en sus tardes laborales a colgar en Facebook videos de cámaras ocultas hechas a la directora del liceo Bauzá. El que esté libre de pecado que tire la primera piedra; todos los empleados públicos dedicamos nuestras tardes a interactuar con los amigos virtuales. ¿Qué otra cosa se puede hacer en un puesto público a la hora del café? Las Sagradas Bases fueron enviadas y reenviadas en setiembre, por email, tiempos modernos… Un llamado exclusivo para pintores, término anacrónico en la década de la postproducción, pero pensábamos que sería interesante ver cómo los jóvenes del siglo veintiuno trabajaban en el clásico soporte buscando entrar al Salón. Quince noches antes de la apertura se publicaron los numeritos de los seleccionados. Nada de nombres propios. El misterio aumentaba y los rumores calentaban los ánimos. Luna llena, noche de vampiros y muchas caras largas se vieron en la puerta del Museum la noche de gala. Algo había salido mal. Un vistazo general por los pintores seleccionados hacía recordar a la mítica Galería Babilonia de los años 90. Básicamente la mayoría de los pintores seleccionados en esta ocasión fueron parte de sus artistas; incluso uno de los premiados fue dueño de dicha galería, junto a su hermano. El premio mayor fue para la estupenda obra de Eduardo Cardozo que se llevó los diez mil dólares americanos y compensa tanto fiasco visual. En los discursos interminables antes de la premiación se prometió un libro-catálogo (todavía estamos esperando el catálogo del Salón 2010, que nunca se editó), para conocer los criterios del jurado para tal fallo, y dejar afuera a las nuevas generaciones, porque luego de visitar la muestra se puede afirmar que la pintura no está muerta pero vaya que ha envejecido. 54 PANTALLAS SUENAN fernán.cisnero gustavo.fernández.insúa punk transgénero! Lo que más altera de una película como La piel que habito, es la sensación de desamparo que puede invadir al espectador cuando a la mitad de la película ya no se sabe cómo Pedro Almodóvar lo llevó hasta ahí ni a dónde piensa dejarlo. Se trata de una película sobre la incomodidad -entre otras cosas y solo por motivos de esclarecer lo que se quiere decir- y consigue transmitir esa sensación al pobre incrédulo que está ahí, a su merced. Cuando consigue eso, y todavía falta más, desde su clasicismo cinéfilo, La piel que habito se transforma en la película más punk de Almodóvar. Es una obra completa, una película en la que el director consigue llevar al punto caramelo su transgresión, que si alguna vez fue parricida hoy se construye a partir de la tradición. ¿Después de todo, no era eso lo que hacían directores que en la película están referidos, como Jacques Tourneur, James Whale o Alfred Hitchcock, sin dudas el modelo más explícito en La piel que habito? Es una película sobre géneros y a su vez transgenérica. Nadie es hombre, ni mujer, si no una tercera opción que vaya a saber cuál es. Lo mismo la obra, que obliga a meterse en un lodazal que se nutre de drama romántico, de ciencia ficción, de cierta parodia, tamizado por el propio mundo de Almodóvar, una construcción a la que pocos llegan. Una mujer muere carbonizada en un choque y su viudo se dedica, entre otros rubros, a crear una piel artificial que bloquee las inclemencias y accidentes como los que padeció la finada. La historia se transporta sobre un montón de plataformas que incluyen un castillo con laboratorio y mazmorra y un Igor con la cara de Marisa Paredes, en un paseo de géneros clásicos de Hollywood y hasta una habitación a lo gran hermano, que además permite hacer una lectura sobre lo que vemos y lo que es arte, pero eso ameritaría toda otra nota. Para mayor desconcierto, en su final casi abierto, parece dejar a los personajes en el comienzo de esa película de Almodóvar que todos esperan ver. Es perfecto: tras personajes como los de Almodóvar, puede haber esta clase de pasado (ser secuestrado por un científico loco que se propasa contigo), que deriva en tantas otras criaturas almodovarianas. El pasado de esa gente puede no ser una más que una alocada película de fórmula, porque todos nosotros no dejamos de ser una construcción propia o ajena. Así, La piel que habito es una película subversiva sobre estos tiempos de pacotilla artificial y pereza crítica. tres grandes discos (*) bm: Al fin y al cabo, así como no se puede entender la historia de la pintura universal sin mencionar a Rembrandt, Picasso o Goya, así como es imposible percibir las notas esenciales del mejor cine sin citar a Scorsese, Kubrick o Tarantino, también es impracticable pensar en una historia más o menos completa del rock uruguayo sin incluir en la guía de referencias a Buenos Muchachos. Su sexto disco Se pule la colmena es un conjunto de piezas musicales signadas por la belleza, la densidad, la crudeza, la inteligencia y la sensibilidad. Pedro Dalton y los suyos lo terminan de confirmar en 2011. Su doble disco vuelve a sacudir al con frecuencia previsible rock patrio, vuelve a invitar a la carne a exaltar los placeres del oído. Canciones como “Beefheart” o “Pol” se quedan en el mejor repertorio, ya no del 2011, sino de la historia toda del género en el país. fg: La sublimación de la independencia, la literatura usada como un cincel perfecto alumbrando melodías simples, inolvidables: la canción. Con su disco El podador primaveral, Franny Glass, expresión artística de Gonzalo Deniz, tiende a ser a la canción uruguaya actual lo que Fernando Cabrera a la historia de la música popular uruguaya: una síntesis perfeccionista y despojada de distintas vertientes sonoras, una convicción personal que procesa con lucidez permanente ideas y gustos de todos los tiempos y lugares. Deniz se esmera en cantar cada vez mejor, tan mejor como la búsqueda musical que trabajo a trabajo plasma en disco. Franny Glass asoma como la salvación del cancionero urbano, sanamente contaminado por el sonido mundial. Y nos dejó un disco imprescindible en 2011. 3p: Diciembra es el disco físico 2011 de 3Pecados (¡sí! ¡hay discos no virtuales del trío, y se pueden tocar!). Con un talento único e inimitable para resumir y presumir rabia, amor, cinismo y libertad compositiva, el grupo de Pau O’Bianchi no paró de tocar en un año en el que confirman, de nuevo, que son mucho más que el sabor del mes en la vernácula heladería indie: esta es una banda que no se avergüenza de llevar el ruido al extremo cuando la situación lo amerita, sin que les tiemble el pulso para jugar con el suave arrullo acústico en los momentos más folk del repertorio. Pido a los dioses del show business musical que el año próximo toquen en el Teatro de Verano, como anfitriones de los Flaming Lips y Beck. Y pido al lector que agregue Diciembra como otro integrante del triunvirato inevitable del año que termina. (*) “Tres discos uruguayos, los mejores de 2011”, sugirió el Editor, con el tono típico de quienes ostentan el poder del cercenamiento y el don de la reinterpretación de un texto original. No es fácil. Elegí tres discos referenciales y tuve que condenar a otros, muy pero muy buenos, como los de Fede Graña, Rouge y Dormidos Al Volante, esta vez alejados de la marquesina del destaque. 56 57 FESTIVALERA! texto: nathalie.arditti / fotos: tomás.correa arce noche stroke Buenos Aires, viernes 4 de noviembre. Después de meses de larga espera, llegó finalmente el día tan ansiado y partimos rumbo al club Gimnasia y Esgrima de Buenos Aires. Tomamos un taxi hasta donde el conductor pudo arrimarnos y atravesamos los bosques de Palermo. Después de comprar algunas remeras de Strokes dimos una recorrida por el predio e hicimos lo que siempre hay que hacer en un festival más o menos grande: marcar un punto de encuentro. La emoción iba creciendo a medida que pasaba la tarde. Ya no podíamos esperar más para que fueran las 23.20, la hora exacta para escuchar la voz de Julian, las guitarras de Nick y Albert, el bajo de Nikolai y la batería de Fabrizio. Pasadas por agua, vimos parte de White Lies, hasta que decidimos que era más divertido dar una vuelta en el Samba que había frente a uno de los escenarios principales. A las nueve de la noche, el dúo inglés liderado por Allison Goldfrapp irrumpió en escena. Envuelta en un atuendo de flecos, sedujo al público con su voz aterciopelada y melodías hipnóticas. Más tarde, Goldfrapp hizo pública en twitter su decepción por estar tan alejada de la audiencia del campo común. Tras los merecidos aplausos, Goldfrapp abandonó el escenario para dejar paso a Beady Eye en el escenario contiguo. No nos preocupamos por verlos, dado que, si nos quedábamos quietas, conseguiríamos un mejor lugar para ver a The Strokes. Además, a mi amiga no le interesaban, y yo había presenciado un buen show de ellos con Astroboy tan solo dos días antes, en Montevideo. De todas formas, los vimos desde la pantalla gigante. Si bien mantiene parte de la agrupación de Oasis -Liam reclutó a Gem Archer, Andy Bell y Chris Sharrock para su nueva banda, con la incorporación de Jeff Wootton en el bajo y Matt Jones en el teclado para actuaciones en vivo-, Beady Eye está lejos de ser lo que Oasis alguna vez fue. El setlist fue muy parecido al del festival Primavera O, aunque recortado en cuatro temas para ajustarse a los tiempos asignados. Minutos después de retirarse el menor de los Gallagher y su banda, el público enloqueció al ver a Julian y el resto de The Strokes subir al escenario. Arrancaron con muchísima fuerza, con un hit del primer disco Is This It, que tiene ya 10 años: “New York City Cops”. El público se transformó enseguida en una masa compacta que se movía para 58 un lado y para el otro, para delante y para atrás, y coreaba hasta los solos de guitarra, lo que asombró al propio Casablancas. Después de un par de temas, un Julian entrado en kilos saluda: “How’s it going, Buenos Aires?”. Tenía puesta la clásica campera negra de cuero, con remera negra y chupines negros, lentes oscuros y zapatillas. Ubicada a tres cuerpos de la valla que divide el campo del campo VIP, deseaba volver a sentir la lluvia fresca en mi cara, pero no tuve el gusto. Batallando entre la suela del borcego despegada y los cordones desatados, me percaté que me faltaba el celular. Shit happens. Así que mientras las costuras de la correa de mi cartera se iban reventando gracias al agite masivo de la multitud desaforada, intentaba mantenerme en pie, esquivar axilas en mi cara, estirar el cuello lo máximo posible para poder ver algo, sacar los pelos de la chica de adelante de adentro de mi boca y agarrar la cartera con la mano que me quedaba libre para no perderla, todo al mismo tiempo. La banda tuvo la habilidad de armar un setlist para todos los gustos: 19 temas que pasearon por Is This It hasta Angles, con Room on Fire en el medio y algo de First Impressions Of Earth, incluyendo clásicos como “Last Nite”, “Someday”, “12:51”, “Reptilia”, “Hard To Explain” y “Take It Or Leave It”, las dos últimas como parte del encore. Si bien Mr. Casablancas tuvo olvidos en la letra un par de veces, la piloteó para salir del paso inventando pedazos de letra que encajaran. El resto de la banda mantuvo el nivel técnico al que nos tiene acostumbrados, salvo por un par de errores de Nikolai, pero perdonados. The Strokes hicieron alarde de ese combo de actitud y energía que los caracteriza. El público vitoreaba lo nuevo casi tanto como los clásicos hits que llevaron a la banda newyorquina a consolidarse como una de las mejores de la década. Para “Alone, Together”, ya me había recuperado del casi desmayo que sufrí a causa de la falta de aire y el calor concentrado del pogo. Fue entonces cuando decidí irme para atrás para poder respirar y tener al menos algo de espacio personal, así que procedí a esquivar cuerpos sudados. Solo entonces pude disfrutar plenamente de un show increíble. Después de una hora abandonaron el escenario, dejando al público con ganas de más. Si hay algo que está claro es que The Strokes volvieron para quedarse. 59 MUNDOMARAVILLA max.capote la alfombra roja y las bolas de oro Un día antes de la ceremonia de entrega de los Latin Grammy Awards, la academia latina de grabaciones brinda una cena en homenaje a quien ellos deciden que es “La personalidad del año”. Este año le tocó a Shakira. La entrada a la cena en honor a la persona del año se hace sobre una alfombra roja, quedando reservado el color verde para la alfombra de la gala de entrega de premios. Ese mismo día, por la mañana, salimos con Gabriel Turielle de nuestra habitación del piso 18 del Mandalay Bay con dos planes diferentes: lo que él quería era generar un registro fotográfico de nuestro paso por Las Vegas, mientras yo quería tener un contacto culinario típico -como hago en todos los lugares donde voy- lo que me hace sentir más cerca del lugar y su pueblo. Así fue que se me ocurrió la gran idea de pasar por una tienda y comprar la bebida típica yankee, pensé, ¡Coca Cola!, pero dije no, mejor no, más típico es una botella de Jack Daniel´s. Recorrimos todo el hotel sacando alguna que otra foto ilustrativa, y en cada foto el bourbon iba desapareciendo, como si de evaporación se tratara. A las 4 pm teníamos agendadas algunas entrevistas con los medios que estaban también instalados en el Mandalay Bay, como Los Angeles TV, E Enterteinment , Univision y otros. Foto tras foto, ahora que miro de lejos, el pañuelo se me iba corriendo para el costado, el pantalón del traje me quedaba un poco mas torcido, mi pelo agarraba esa rebeldía de seis de la mañana y mi expresión facial ya era de pocos amigos. Nota va, nota viene, se nos hizo la hora de la cena de Shakira y de repente, no muy en mis cabales, me vi en el borde de una bastante ancha y larga alfombra roja. Sobre la izquierda tenía un mural tapizado con el logotipo de los Grammy todo a lo largo, y sobre la derecha una horda indomable de periodistas, fotógrafos, noteros, agencias de noticias y más. La dinámica era muy simple: un tipo venía a buscarte, escribía tu nombre en una pizarra que llevaba en la mano para que la prensa supiera quién carajo eras vos y nuestro agente de prensa iba caminando adelante presentándome 60 como “Este es Max Capote y está nominado a Mejor Artista Nuevo”. Ahí mismo la gente de la prensa decidía si le interesaba comentar la noticia o hacer alguna nota o nada. La idea era que yo diera cinco pasos, me detuviera, mirara a los fotógrafos, pusiera cara de “qué feliz que estoy”, y así hasta el final de la alfombra. No es que yo estuviera enojado o algo por el estilo, es que cuando degusto un buen bourbon se me entra a borrar la sonrisa y reflejo en mi cara lo que se llama vulgarmente “cara de ojete”. Los fotógrafos y noteros mostraban un interés normal para un artista totalmente desconocido en Estados Unidos, y como caído en paracaídas en esa alfombra roja... cero bola y un poco de “uff, que pase este y venga el que sigue”. Fue tan así que a los quince o veinte pasos una fotógrafa rubia, un poco molesta por mi falta de simpatía, protestando y media burlona me grita: “Hey, Max Capote, ¿por qué no sonríe un poco y se saca esas gafas de sol para que le podamos ver los ojos?”. Juro que no lo hubiera hecho de haberlo pensado dos segundos, pero instintivamente di dos pasos hacia esa fotógrafa, me agarré la pelvis con la mano derecha y le grité, agitando: “¡Esta!” Se ve que generé una situación diferente, porque se desató casi automáticamente un cardumen explosivo de flashes sobre mi persona y una estampida gritona de periodistas y noteros interesados en saber quién carajo es el tipo ese que se toca las bolas en una alfombra roja. Al fin y al cabo, la idea del sello y mis productores era tratar de hacer bastantes notas ahí en Estados Unidos, y bueno, me agarré las bolas de oro y a cobrar… 61 PÁNICOESCENICO LETRAS debora.quiring natalia.mardero en familia Women, escrita y dirigida por Alejandro Gayvoronsky, apuesta a la creación de un microclima cotidiano y enrarecido. Tres hermanas -Gimena Fajardo, Valeria Fontán y Victoria Novick- conviven junto al cuidado de una abuela enferma que nunca aparece en escena. El tópico de la familia disfuncional se encuentra aquí acompasado por la problemática de la incomunicación. Víctimas del alcohol, la angustia, el abandono y la cercanía de la muerte, realizan una construcción simbólica de la abuela yaciendo en la cama: se pelean por quién la cuida, la posible herencia, el novio compartido (Bruno Pereyra), mientras la ausencia de la enferma parece pautar la artificialidad y el simulacro sobre el cual se basan sus relaciones. Es necesario que exista un vínculo teatral con el espectador, que se sienta apelado, conmovido en el instante de la representación. Deberíamos aspirar a que el público espere algo sin importar qué. En Women se expone la necesidad de la mujer de sentirse acompañada, el amor es no estar sola; las dificultades económicas de tres jóvenes para mantener su casa; el autoritarismo de la hermana mayor como modo de suplantar la ausencia de los pa62 páginas adorables y extrañas dres. A lo largo de la obra parecería que nadie toma decisiones, salvo la menor cuando resuelve matar, y no solo a la abuela… Probablemente los espectadores sean conducidos por el humor morboso que constantemente acompaña el drama que les ha tocado vivir a las hermanas, alternado con imágenes audiovisuales que funcionan de complemento y, a veces, ellas mismas se convierten en una escena aislada, acabada en sí misma. La música de las proyecciones pertenece a Los Iracundos, grupo melódico de la ciudad de Paysandú, de la que es oriundo Gayvoronsky, lo que contribuye a la parodia de la dramatización visual. Es interesante observar que es una obra realizada por actores jóvenes, escrita y dirigida por un joven de 27. El relato es eficaz, la acción continua y las relaciones transcurren naturales, mientras se retrata a una sociedad fragmentada, donde la familia disfuncional pasó a liderar el modelo, probablemente el de ellos mismos. No se brindan respuestas, se escenifica lo real a partir de una trivialidad deliberada. Más allá del humor y de la tragedia, nadie cree comprender su propio límite, pero… ¿se comprende? Desde hace un par de años la Ciudad Vieja tiene un rincón de esos que una vez que se entra, es muy difícil no volver a caer en sus tentaciones. La Lupa es una pequeña librería en la calle Bacacay cuyo tamaño no impide que posea en los estantes que cubren sus paredes cientos y cientos de libros que uno desea poseer. Lo mejor es que es atendida por gente que ama los libros, que sabe guiarte, y con quienes se puede compartir interesantes charlas en la barra de madera del fondo, cual boliche literario. Ahora La Lupa redobla la apuesta con una editorial propia. Criatura Editora comparte la filosofía y el modo de trabajo de la librería: amor por los libros, cuidado, calidad de edición, rigurosa selección. La primera tanda de 2011 incluye obras diversas y muy recomendables. Entre ellos se encuentra el libro para niños (y no tan niños) El vestido de mamá, de Dani Umpi, con ilustraciones de Rodrigo Moraes; El porqué de cada cosa, de Luciano Sarracín; Injuria, de Apegé; No huiré de mi vida, de Gabriela Armand Ugon; Mi pequeño mundo porno, de Gabriel Calderón, con ilustraciones de Sebastián Santana y Grántico Pálmani Zum, de Levedad. En una época donde el libro parece estar en crisis, la apuesta de Criatura Editora le da la espalda a la adversidad con un modo de trabajo que se despega de las editoriales tradicionales. El riesgo es grande: tener entre sus filas a escritores jóvenes, no siempre reconocidos por el gran público, y propuestas que se salen de lo establecido y de lo seguro. Lo bueno de esto es que provoca una bocanada de aire fresco en nuestras letras, y suben a la superficie talentos que no merecían quedar en el anonimato. Estas nuevas criaturas se pueden encontrar en cualquier librería, pero vale la pena irlas a buscar donde todo se pergeñó. La Lupa te espera en la peatonal Bacacay 1318 bis. 63 HASTALAVIÑETASIEMPRE federico.de los santos a buen puerto (II) La historieta histórica reciente uruguaya produjo, seguramente por la extensa tradición portuaria montevideana, dos libros que tratan sobre cuestiones navales. La Isla Elefante, de Alejandro Rodríguez Juele (ver la columna de setiembre), tiene un antecedente directo: Los últimos días del Graf Spee, con guión de Rodolfo Santullo y arte de Matías Bergara (ambos colaboradores de esta revista). Esta novela gráfica fue ganadora del Fondo Concursable del mec en 2007 y fue, sin dudas, el cómic que puso viento en popa la carrera de esta dupla en el ambiente historietístico rioplatense, responsable también del libro Acto de Guerra (con premio del Fondo 2008), que cuenta cuatro historias ambientadas en la época de la última dictadura uruguaya. La historia de Los últimos días... se ubica en 1939 -en plena Segunda Guerra Mundial- y es una interpretación del famoso episodio del acorazado alemán que resultó hundido en aguas uruguayas en la “Batalla del Río de la Plata”, quizá el único conflicto de la Guerra que involucró directamente a nuestro país. El repertorio de personajes es amplio, pero los protagonistas son dos. Por un lado el Capitán Hans Langsdorff, un marino bastante pragmático de firme código ético (hundió nueve buques sin matar a un solo enemigo), y más amante de Alemania y de su barco que afín a la ideología nazi; por el otro, José Arenales, un arquitecto montevideano bastante ingenuo que se ve en medio de una intriga internacional. Este personaje representa de alguna manera la actitud neutral de aquel Uruguay de comienzos de la Guerra. Los capítulos se centran en uno u otro, y se van intercalando con precisión cronométrica; cada uno anuncia el día y la hora exacta en que se ubican los hechos. El cuadro se completa con el inescrupuloso diplomático británico Millington-Drake, el blando presidente Alfredo Baldomir y la femme fatale Claire Burroughs. Los personajes están compuestos desde una mirada humanista, evitando el discurso maniqueísta 64 “nazis malos versus ingleses buenos”, que hubiese tirado por la borda cualquier intento de solidez narrativa. El guión es resultado de cuatro años de investigación y documentación sobre el tema por parte de Santullo, así que podemos encontrar fragmentos de emisiones de radio reales, datos precisos sobre las batallas, telegramas que verdaderamente se enviaron, y bastante exactitud fotográfica a la hora de recrear la arquitectura de la época. Pero sobre esta base sólida, como si fueran los dos acordes de un free jazz, Santullo se permite improvisar, y agrega algunos anacronismos aclarados en una nota final (por ejemplo, la existencia de El Águila de Atlántida, que sería construida siete años después); todo para que la historia se mantenga a flote. El lenguaje historietístico -disposición de los planos, manejo de los tiempos y diálogos-, toma prestados algunos piques del cine, con varios timonazos en el argumento, conspiraciones políticas, acción, tiros, agentes secretos y un final que es todo un cañonazo. Merece una nota aparte el valor plástico del libro, a cargo de Bergara, con sus grises aguados que recuerdan el estilo del legendario artista uruguayo Alberto Breccia. Bergara ya en este, su primer trabajo, sabe narrar con dinamismo, y se luce especialmente en las expresiones faciales, el lenguaje corporal y -claro- en los barcos. El resultado general es un libro redondo y muy accesible para aquellos no adeptos a leer historieta, y que podría convertirse -si es que alguna vez existe tal cosa en la historieta uruguayaen un clásico. Los últimos días del Graf Spee, de Rodolfo Santullo y Matías Bergara. 98 págs. Editorial Grupo Belerofonte, 2008. 65 TIEMPOSMODERNOS fernando.santullo yo, robot Como si Isaac Asimov hubiera resucitado, la robótica ha tenido importantísimos avances en los últimos días. Y las posibles utilidades de dichos robots van de la mano de las más variopintas formas y diseños. Casi parecería que una competición tácita se ha despertado entre varias universidades y departamentos tecnológicos en busca del robot diferente o alternativo. Robot Calamar En Harvard, investigadores desarrollaron un prototipo inspirado a partes iguales en un calamar y una estrella de mar. Como estos animales, se arrastra y es capaz de meterse por donde le sea necesario, impulsado por aire comprimido y construido en materiales suaves y flexibles. El profesor Robert Shephers, del Grupo de Investigación George Whitesides, y sus colegas de la Universidad ubicada en Cambridge, Estados Unidos, señalaron que su creación se inspiró en esos animales porque carecen de esqueletos duros. El robot puede adoptar diferentes patrones de movimiento y sus extremidades lo ayudan a desplazarse, explicaron los ingenieros de Harvard. Robot lagartija Los investigadores de la Universidad Simon Fraser, en Canadá, crearon una máquina que tiene la habilidad de escalar superficies variadas. Si bien no emula en nada la apariencia del animal, sí busca reproducir las estructuras que tienen estos animales en sus patas para escalar paredes lisas. Los científicos canadienses desarrollaron por primera vez adhesivos secos, un material único y bioinspirado. Es un método alternativo a magnetos, ventosas, espinas y garras, elementos que se han usado previamente, pero que enfrentan la misma barrera: superficies lisas. Robot mayordomo La nueva edición de la RoboCup, que tiene lugar en Estambul (Turquía), se vio conmovida por la presentación de distintos modelos de robots construidos para ayudar en tareas de la casa. Aunque en esencia RoboCup es un torneo de fútbol para máquinas inteligentes, lo que ya es curiosísimo, uno de los eventos es protagonizado por robots que buscan ser los mejores en su interacción con los humanos en el hogar. La competencia plantea metas difíciles, porque tiene la mira en las actividades que los robots van a tener que ejecutar cuando vivan entre nosotros, dijo Sven Waschmuth, de la Universidad de Bielefeld (Alemania). “Se trata de la interacción robot-humano y de las habilidades que tengan”, explicó. “Necesitan poder comunicarse con los humanos y moverse en el entorno”. 66 HÉROES,ANTIHÉROES&VILLANOS leonardo.borges envenenados por la gloria La muerte es meramente una circunstancia de la vida. El fin de un capítulo, una página que se cierra inesperadamente, para siempre. Es lo inevitable. Lo único que tal vez podamos disponer es cómo recibir a aquellos heraldos negros, a esa puta, sucia y fría, a esa señora llamada muerte. Tal vez la gloria repare el sufrimiento de dejar el mundo, de partir hacia quién sabe dónde. La gloria de morir por una causa justa. Pero la gloria también envenena, empecina y convierte al ser en un enfermo detrás de La Renga esa droga. “El vencedor no es el que queda con vida en el campo de batalla, sino el que muere por una causa bella”. Fueron las últimas palabras del Mariscal Francisco Solano López, antes de la batalla final contra la impía Triple Alianza, que descuartizó a voluntad al Paraguay, tal vez no perfecto, tal vez no industrioso, pero definitivamente hermano. La Batalla de Cerro Corá, a orillas del arroyo Aquidaban, fue el final de la empecinada resistencia de cinco largos y sangrientos años. Murieron en sendas batallas un millón de paraguayos, quedando vivos tan sólo trecientas mil personas, mayoritariamente mujeres, niños y ancianos. Detrás de las palabras de Solano López estaba el veneno de la gloria, de la muerte justa, de la muerte necesaria para que la historia demuestre, de una vez por todas, la errónea máxima de que solo la escriben los vencedores. Aquel día, detrás del Mariscal quedaba su ejército, un puñado de niños a los que se les pintaba la barba para que el enemigo los creyera mayores. Mujeres con chuzas y sables oxidados y obuses antiguos, era lo que quedaba. Ese día, todos sabían, intuían que morirían. El Mariscal los juntó antes de la batalla y les dijo: “Peleemos aquí hasta morir”. Corría el día primero de marzo de 1870 y era la batalla final. Los hombres y mujeres y niños del Mariscal se preparaban, mientras aquel hombre tan impecable en su vestir, aquel Napoleón Tercero de Latinoamérica, los observaba callado. Sabía su destino, la muerte ennegrecía la mañana, con fogonazos lúgubres. La muerte vencería, era seguro, pero había que preparar cómo; de qué forma acabar. Habían resistido como leones, habían defendido su tierra, pero no había sido suficiente. Y allí pensó el Mariscal en sus errores, en su ego, y en el plan, escrito desde los tiempos de la independencia. Unitarios, monárquicos y colorados, todos, todos juntos… como en Paysandú. Como Leandro, así quiero morir… con gloria. “Solo cuando sucumba”, fueron las firmes palabras de Leandro Gómez contra la tromba de hombres que rodeaban Paysandú, en número de 20.000 contra los mínimos 800 de Leandro. Un mes había resistido aquel General, artiguista, blanco, patriota pero sobre todo… valiente. Cavilaba todos los días, pensando en el lugar que la historia dejaba para los valientes. No sucumbiría ante la amenaza de aquellos otros, que rodeaban la plaza, que amenazaban a su gente. Moriría una y otra vez, sentiría el dolor de la tortura, “La muerte está tan segura de vencer, que nos da toda una vida de ventaja” 68 pero no se arrodillaría ante el enemigo. Lucharía contra todos, porque “pelearemos contra los brasileños y contra Flores, y si nos toca morir, aquí moriremos por la independencia de la Patria”, gritó furioso el 26 de diciembre de 1864. Un sueño despertó sobresaltado al General. Era una pesadilla terrible, de sangre, de muertos colgados en los árboles, con sus brazos inertes penduleando, sus cabezas zigzagueando al son del viento, cadáveres mórbidos de una lucha fraticida, lejos pero cerca de su patria, en su tiempo, pero en otro tiempo. Un hombre bien vestido y calzado, un verdadero Mariscal detrás de un ejército andrajoso, de niños y viejos sucios; como espectros, casi desaparecían con los disparos de aquellos lobos. Un sargento solitario apunta su carabina Spencer hacia el Mariscal…dispara. La bala le roza el brazo, y lo pone sobre aviso. El Mariscal lo mira fijamente y arremete contra aquel lobo gris, que carga nuevamente su arma nervioso y dispara. El disparo destroza el brazo de aquel que sigue, con la mirada perdida en la furia, y en la gloria. Finalmente el sargento lo mata de dos balazos más. En el suelo, el Mariscal no se entrega y mueve su cuerpo completamente ensangrentado, se acerca a uno de sus hombres y le dice al oído: “Muero con mi patria”. De su boca y de su nariz brotaban torrentes de sangre y coágulos. Intentó pararse y un disparo final se lo llevó para siempre, envenenado por la gloria. Leandro se despertó sobresaltado. Era la mañana del 2 de enero de 1865. Era solo una pesadilla. 69 MOVIDA texto y fotos: natalia.vera apocalipsis zombie Maquillaje, sangre falsa, ropa vieja, la mirada perdida y un andar lento pero aterrador. Los zombies tomaron el control de 18 de Julio, en la tardecita del 2 de noviembre, y marcharon de Plaza Independencia hasta Ejido para sorpresa de varios paseantes, choferes de ómnibus y guardianes de Pare de Sufrir. Estas secuencias fueron tomadas por una de las protagonistas de la primera Zombie Walk en Montevideo. 70 71 TRIP pablo.trochon [new york, 2010] Vengo del apacible Mount Kisco, a una hora de aquí, de pasar una confortable navidad con pavo y sin fuegos artificiales, pero logrando que mis anfitriones abrieran los regalos a las doce. These vagabond shoes, are longing to stray / Right through the very heart of it / New York, New York. Desayuno en un Deli de la absolutamente maravillosa isla de Manhattan, atendido por latinos que insisten en hablarme en inglés, mientras comienza a nevar y de a poco se cubren de copos con forma de estrella las calles, los autos, los transeúntes. La alfombra blanca se despliega en el Central Park, y baña a Jacqueline Kennedy Onassis. Los colores, las bandadas de patos, los juegos infantiles desiertos y las esculturas resaltan sobre el níveo furioso y los lagos congelados. Los copos se redoblan mientras el espectáculo se hace tormenta y yo gozo plenamente andando en mi sobretodo. Paso por el memorial Strawberry Fields, frente al decimonónico Dakota apartment, donde hace treinta años y dieciocho días alguien se llevaba a Lennon. En algún café de la Columbus Ave. me cobijo en un bourbon mientras observo embelesado la furia de la ventisca que en breve bloqueará todos los aeropuertos del área por dos días. Repuesto, pateo hasta el complejo cultural Lincoln Center, también en el Upper West Side. Su arquitectura magnificente, alberga, por ejemplo, la Metropolitan Opera, la Filarmónica y el American Ballet Theatre, y a cientos de personas que se guarecen del clima. Del metro emerjo a unas gigantescas bolas navideñas nevadas sobre una cascada y, mirando el Radio City Music Hall con una rara fascinación, me clavo unos gyros turcos de carne, con salsa tzatziki, salsa picante y lechuga en flat bread. A través de edificios absolutos entre la fina futuridad y los bellos estucados, con sus escaleras de emergencia y tanques de chapa, algunos conectados entre sí por pasarelas, lucho contra el frío a medida que se van bloqueando las calles de una ciudad apenas transitada. El majestuoso edificio de la Chrysler, iluminado en la nevisca y más allá el Empire State solemne, mientras circulo por veredas que se han reducido a pequeños 72 senderos escoltados por autos estacionados ya sepultados. Ruge el vapor saliendo por las ventilaciones del Metro, en el gran nodo de la ampulosa terminal Grand Central. Tras un baño reparador, en un lento taxi rompehielo vamos patinando al Dizzy’s Club a ver a Paquito D’Rivera en un espectáculo de tango jazz: es un sitio pequeño, con luces bajas, mozas interesantes y un escenario decorado, a través del gran ventanal, por oleadas de nieve. La banda es profesional, pero hay demasiado talentismo, poca emoción, poco tango; se vislumbra Viejo smoking, chistes como que Piazzolla es el destructor del tango. Ástor tocó, muy cerca de las cenizas de Lennon, en el Central Park (cual jardín de senderos que se congregan) con la orquesta del imposible Lalo Schifrin meses antes que mi madre me llevara a verlo en el Chateau Carreras, en Córdoba. Tenía siete años pero el estadio gigante y el marplatense desataron una tormenta como la de hoy. Un año después, 1988, mi vieja me hizo ver Imagine, de la cual solo me gustaron las escenas de John y Yoko en bolas. Y ahora yo estoy en medio de todo esto. Madonna dice que NY is a state of mind, not a place, it’s a fuck you attitude y le creo. Envuelto en un snuggie violeta barney que será sensación entre mis amigas de Montevideo, y que he comprado en una de las insomnes farmacias cvs, adivino que ha dejado de nevar. Comienza la hermosa ciudad a tupirse de tribus y a asquearse en su lento deshielo tras liberarse de la naturaleza. Sin embargo, el ciudadano del mundo se encuentra a sus anchas en este sitio, seducido por su constante explosividad, cómodo y lejos de toda ajenidad. El ataque impune a los espacios públicos bajo la filosofía del take the picture & run es exasperante: nadie disfruta nada, nadie ve lo que retrata, todos acumulan megabytes en las tarjetas de memoria. Hoy, veinte años después, Patrick Bateman probablemente se hubiera suicidado… ta’ me puse bobo. Con los pies húmedos y congelados estoy en la cincuenta y tres oeste en cola al MoMa. Este museo es una sobredosis de arte plástico y como tal provoca de todo: los que pasan frente a monstruos de la historia de la pintura como si nada, o los entendidos que se quedan por minutos frente a obras como el Abstract Painting de Max Reinhardt. Tres horas en ese paraíso, entre De Chirico, Rivera, Frida, Picasso, Van Gogh, Monet, Matisse, Polock, Dalí, Klimt, Klee, Kandinsky, Miró, Gauguin… Me como un burrito reparador acá en la Sexta Ave. Otra siestita en el hostel y salir a curtir la noche gringa. Típico bar con pantallas pasando diferentes deportes, rocola, pool concurrido, luces cheese, pibitas lookeadas con chabones granudos y con medio calzoncillo afuera. Menú, además de las diferentes cervezas: quesadillas, chicken wings with ranch dressing, chips n’ salsa, onion rings. Condenada ciudad, solo vos te vas salvando porque pa’ mí sos un sueño / del que quiera Dios que nunca me vengan a despertar. But no matter, the road is life. 73 ENTREVISTA gabriel.peveroni la invención de carolina desde hace algunos meses se consigue en librerías la montaña invisible, novela con la particularidad de haber sido escrita en inglés por carolina de robertis, hija de emigrantes uruguayos que se fueron del país hace casi cuarenta años. ella vive en san francisco y escribió su primer libro –ambientado en un país en el que nunca residió, pero del que se siente parte- como forma de reconstruir su identidad. hay un relato paralelo al que se puede leer en la novela, en la que se cuenta la mitología de cuatro mujeres de una familia con varios e inesperados secretos. ese relato paralelo es el itinerario de la propia carolina, sus decisiones, sus idas y vueltas, su necesidad de escribir para encontrar respuestas y seguramente nuevas preguntas. _ ¿Cuándo tomaste la decisión de escribir una novela ambientada en Uruguay? _ La decisión realmente ocurrió cuando yo tenía doce años. Como muchos hijos de inmigrantes, sentía una combinación de familiaridad, intimidad y amor, y también distancia y fascinación con esa misma cultura. Fue escuchando las historias de mis padres, de quiénes eran mis abuelos, mis bisabuelos, especialmente una abuela que era una poeta muy bohemia... Me inspiraba mucho contar acerca de la vida de ella. 74 _ ¿La llegaste a conocer? _ La conocí cuando ella fue a visitarnos cuando yo tenía siete años. Se llamaba Mirta y era argentina. Ella se exilió en Uruguay en los tiempos de Perón. _ ¿Cuándo fue la primera vez que viajaste a Uruguay? _ A los dieciséis años, y eso me cambió la vida, porque era la primera vez que estaba rodeada de personas que hablaban como mi familia, con ese acento raro. Tantas cosas que yo pensaba que eran peculiares de nosotros, de mi familia, descubrí que eran culturales, que eran de todo un país. Me cambió. Volví a California con la idea de que yo tenía una raíz, una identidad que quería entender mejor. Después volví otras tres veces, ya de adulta, durante los años en que estuve escribiendo la novela. _ ¿Por qué tus padres no retornaron al país? _ No sé… Ellos no se fueron por razones políticas, entonces… _ ¿Cuáles fueron las razones para emigrar? _ Académicas. Mi padre es científico, biólogo, y tuvo la oportunidad de tomar un trabajo muy bueno en la Universidad de Cambridge, y por eso se fueron a Inglaterra cuando mi mamá estaba embarazada de mí, y nací allá. De ahí nos fuimos a Suiza y finalmente a California. Siempre con el trabajo de mi padre. _ ¿Ellos siguen viviendo allá? _ Sí, están en Los Ángeles. Yo estoy en San Francisco. _ ¿Por qué elegiste San Francisco? _ Ah… Cuando me recibí en la Universidad me fui a San Francisco lo más rápido posible porque San Francisco es más bohemio, más abierto. Me fui a buscar otra vida y me quedé; ahora es mi hogar. _ ¿Es tu lugar? _ Sí, es mi lugar. _ Que no es tu lugar de origen... _ Tengo varios orígenes, pero si tuviera que elegir un lugar de origen diría que es Uruguay, sin duda. _ ¿Tus hermanos también encajan en eso, o fueron por otros caminos? _ Es una muy buena pregunta. Habría que preguntarles a ellos. Pero creo que dirían que son uruguayos y estadounidenses. Lo raro es que cuando yo era niña éramos una familia de cinco, con cuatro pasaportes diferentes: mi padre argentino, mi madre uruguaya, mi hermana y yo ingle- sas, mi hermano menor estadounidense. Imaginate en la Aduana la locura que causábamos. De ese cóctel tan complicado de culturas viene mi crisis de identidad y la urgencia de escribir el libro. Aunque no sabía cómo hacerlo. _ ¿Cuándo empezaste a leer novelas en español? _ Al principio me costaba mucho. Un periódico es otra cosa, pero leer una novela… Es que el español tiene una riqueza lingüística increíble. Empecé con Gabriel García Márquez, a los trece años. Leí Cien años de soledad y no voy a decir que la entendí a nivel profundo, pero me cambió la vida. Me transformó completamente. No puedo negar que hay ahí una influencia, porque me mostró una manera de escribir, una manera de pensar el mundo, de la familia multigeneracional, de la identidad latinoamericana. _ Y ese costado mágico, que por cierto está presente en The Invisible Mountain... _ Me atrae muchísimo el realismo mágico. Y reconozco que no es algo muy uruguayo. _ Ni muy de moda últimamente... _ No. Siento que hay mucha resistencia. Ahora muchos escritores latinoamericanos contemporáneos están en contra de escribir desde el realismo mágico. _ García Márquez fue el primer latinoamericano que leíste. ¿Cuál fue el primer uruguayo? _ Horacio Quiroga. Mi mamá me leía sus cuentos. Ella había quedado traumada con “El almohadón de pluma”, y me lo contaba una y otra vez... Ya de adulta me dediqué a aprender realmente de literatura uruguaya. Al principio tuve que tomar el diccionario y ser paciente. Pero obvio, valió la pena. Ahora soy traductora y una de mis pasiones es ampliar el espacio en 75 Estados Unidos para la literatura latinoamericana. _ O sea que hay muchos ingredientes mezclados en tu vida para llegar a la novela, en cuanto a vivencias, búsquedas, lecturas. _ Sí. Digamos que la novela es una mezcla de varios ingredientes, incluyendo historias de mi familia y también historias orales de personas que realmente vivieron. Pero es muy importante acordarse de que los personajes son ficcionados… Otro ingrediente es la historia real, porque investigué varias épocas de la historia uruguaya y de la historia argentina. Y otro ingrediente muy importante, digamos que el agua en la olla, es la imaginación. Creo que ese balance es fundamental, al crear narrativa, porque la ficción tiene un papel muy importante en la exploración de la realidad. _ Volvamos a tu necesidad de escribir. Querías construir tu identidad. Necesitabas escribir. ¿Por ahí iba la mano? _ Esta pregunta me encanta. Es tan básica pero es tan difícil, porque había tantas razones por las cuales escribir, que es difícil enfocarlo. Es como decir por qué estás vivo. Hay muchas razones... Parte de la razón era que amaba tantísimo la literatura. Los libros me han dado tanto. Los libros me liberaron, me mostraron otra manera de vivir, otra manera de abordar la vida, otra manera de ser. Me ayudaron a ser una persona valiente en la vida. Cuando escribís un libro empezás a ver reflejadas tus propias obsesiones en esas páginas, y ni las sabías, no eras consciente de que eran tus obsesiones. Es como mirarte al espejo. Y claro, eso ha sido mi vida también. A lo mejor al imaginar esos personajes apasionados y rebeldes estaba construyéndome a mí misma. Aunque sea que nadie leyera el libro jamás, estaba creando más espacio en el mundo, en mi mundo 76 interno, para mí misma. Es que escribo para… no sé para qué escribo, pero a lo mejor escribimos para poder leer el libro que necesitamos leer. _ ¿Qué pasó con tu vida, con decisiones y caminos diferentes que tomaste? _ Una cosa que ocurrió cuando empecé a dedicarme muy seriamente a esta novela fue que mis padres empezaron a rechazarme, y cuando me casé con una mujer ya cortaron conmigo y no hemos tenido contacto por nueve años. _ ¿Ella cómo se llama? _ Pamela. Es afro-americana. Ahora tenemos un hijo. Yo soy consciente de que ese cambio en mi situación familiar tuvo un impacto en mi proceso artístico, en la necesidad de escribir esta novela. Porque hubo un momento, cuando mis padres me dijeron “vos no sos uruguaya, porque en Uruguay no existe la gente gay” -lo cual es un gran error porque siempre ha existido gente gay en todas partes-, me hicieron sentir afuera de la cultura y de la familia. _ Una forma de negarte, o bien quitarte, la posibilidad de una identidad… _ Sí, exacto. Era como decir “no merecés ser uruguaya”. Porque yo les dije: “si no lo soy, díganme de dónde soy, porque fueron ustedes los que nos tuvieron en todas partes”. Entonces mi madre me dijo: “sos estadounidense, porque acá, en este país, aprendiste que es aceptable ser gay; entonces es el único país en el que vas a sentirte en casa”. Yo creo que en ese momento ella creía eso, no era una maldad. _ ¿Por qué pensás que esa opción tuya forzó la ruptura familiar? _ No lo sé, es algo que se da diferente en cada familia. Habría que preguntarles a ellos. Yo te puedo contar que ellos, mis padres, cuando eran jóvenes fueron izquierdistas, como tanta gente de su generación, pero cuando yo llegué a la ado- lescencia apoyaron a George Bush, por ejemplo. Ya tenían desde hace años su manera tradicional de pensar las cosas. Y la realidad es que la homofobia es una enfermedad social: es contagiosa y daña a mucha gente. La gente piensa que la homofobia daña solamente a la gente gay y la realidad es que no es así, daña a toda la familia. No puedo pensar que esto ha sido fácil para mis padres. Lamentablemente esto ocurre en muchas familias. _ ¿Encontraste apoyo en otros integrantes de tu familia? _ Sí, mucho. Mis hermanos, por ejemplo. Y en Uruguay, una prima, una tía, un sobrino. También de una tía que es uruguaya pero vive en Francia. _ ¿De qué trabajabas antes de ser escritora? _ Trabajé en organizaciones sin fines de lucro, defendiendo los derechos de los inmigrantes latinos. Trabajé muchos años en un centro de crisis, de asistencia a mujeres violadas. Imaginate. Ya es muy traumático ser violado. Pero ser violado y tener barreras lingüísticas y no tener dinero, y tener mucho miedo de que si digo algo a la policía o hasta a una consejera me van a deportar… Entonces el terror es muy grande. Trabajé en un centro en el que yo fui la primera latina, la primera persona bilingüe en trabajar en ese lugar. Y en los fines de semana me encerraba en mi apartamentito a escribir. _ A escribir sobre Uruguay... Toda una excentricidad. _ No te creas. Tengo amigos que entendían muy bien mi idea de escribir sobre Uruguay. Y también tengo muchos amigos escritores que tienen raíces en otros países y escriben de eso: una amiga está trabajando en una novela que trata de sus abuelos en Japón, otra amiga está escribiendo sobre la guerra civil en Líbano, porque su padre es de allí. _ ¿Te frenó alguna vez el hecho de escribir una “historia uruguaya” por la lectura que pudiéramos hacer los uruguayos? _ Me frenó muchísimo. Pero no me frenó por lo que fueran a decir los lectores de Uruguay necesariamente, porque cuando estaba escribiendo no me imaginaba que alguien lo fuera a leer tan lejos. ¿Cómo iba a llegar a Uruguay si ni siquiera pensaba que fuera a publicarse, siendo una mujer que osaba escribir sobre las mujeres, sobre tupamaros, sobre gays, sobre revolu77 cionarios, sobre una dictadura, sobre un personaje transgénero? No tenía mucha esperanza de que fuera publicado y fuera a ser bien recibido. Pero lo que me daba terror era que un uruguayo en Estados Unidos lo leyera y dijera quién es ella para escribir estas historias, qué sabe de Uruguay. Tenía mucho terror de eso y sentía mucha responsabilidad de hacer el mejor trabajo que pudiera, de hacer un retrato lo más respetuoso posible. Y eso fue lo que más me sorprendió al poco tiempo de editado el libro: fui a doce ciudades de Estados Unidos a presentarlo, y en cada una de ellas increíblemente aparecían uruguayos que me dijeron cosas muy lindas. _ Hay varios uruguayos que escriben fuera de Uruguay. Hay un solo caso, que es el tuyo, que escribe en otra lengua. Dentro de Estados Unidos se viene generando un fenómeno de novelas escritas en inglés de hijos de inmigrantes latinos. Está el caso de Daniel Alarcón, el de Junot Díaz... _ Soy fanática y amiga de ellos. Me encanta lo que hacen. Hay todo un movimiento en Estados Unidos de escritores hijos de inmigrantes. Y yo reconozco que la existencia de todos esos escritores me ayuda a tener espacio. Si yo hubiera tratado de publicar este libro hace veinte años probablemente hubiera tenido muchas más barreras. Yo soy la única que conozco de ascendencia uruguaya que escribe sobre Uruguay. Es algo un poco único. Y yo tenía el temor de que los uruguayos no recibieran el libro tan bien, porque estaba escribiendo desde un punto de vista feminista… _ En los viajes que has hecho, ¿cómo ves la vida cotidiana en Uruguay con respecto a temas como la sexualidad, por ejemplo? _ Creo que hay más espacio cultural en Uruguay para la gente gay. En los últi78 mos diez años he visto mucho cambio. También hay mucho cambio en Estados Unidos. Cuando nosotras dos nos casamos era muy poco común que se casaran dos mujeres, poder hacer una ceremonia, decir que somos casadas. Esas cosas no se hacían. Ahora, con las leyes, igual es controvertido pero hay mucha gente que lo está haciendo. _ ¿Cómo fue la decisión de tener un niño? _ Y... me embaracé. Allá existen oportunidades para mujeres que quieran embarazarse ya sean solteras, tengan una pareja masculina o sean mujeres juntas. Existen clínicas donde los hombres hacen donaciones para la creación de una familia de los demás. Es un donante anónimo. El anonimato es muy importante porque protege los derechos de las madres. _ ¿Cómo se llama tu hijo? _ Rafael de Robertis Harris. Es un apellido larguísimo. Finalmente creamos una familia. Lo que yo veo acá es que hay mucha gente gay que tiene su vida, pero es muy difícil vivir totalmente abiertos y decir “yo soy gay”. Todavía se vive escondido y eso tiene un costo muy profundo. Tenemos el derecho a más que eso. Y si una persona quiere crear una familia, no se puede de esa manera. Es imposible crear una familia con silencio. Para crear una familia necesitamos mucho más espacio cultural. Y esa es la razón más grande de que yo no viva en Uruguay. Porque me encanta Uruguay, estoy totalmente enamorada de la cultura uruguaya, y Montevideo es uno de los lugares más bellos del mundo, una joya secreta. Pero crear un hogar acá es muy difícil, porque quiero criar a mi hijo con plena libertad y dignidad. Con mi esposa. Para hacer eso, realmente el norte de California es el mejor lugar del mundo. Por eso es mi hogar. OTROSANIMALES pedro.dalton cer dos 80 de gran e s c a l a 81 CIUDADESQUEMATAN ruski un día en parís (*) Un día en París puede empezar en la zona de La Bastilla. Allí hay un bonito obelisco que recuerda alguna revolución, todo en bronce y oro. Está la Ópera nueva y un montón de bares para turistas. Unos metros adentro del barrio, pongamos unos 200, hay un bar ideal para comenzar la mañana con un café y un croissant. Se llama Café de l´Industrie, tiene una decoración encantadora y ventanales que dejan entran la luz con alegría. Las chicas que atienden son hermosas y son buena onda, a contramano del orden parisino. Se llega a ver el humo del café mezclado con el de cigarrillo, y unos acordes de jazz u otra música elegante acompaña un feliz desayuno. Después del desayuno se sugiere caminar por la orilla del Sena y dejarse llevar. Hasta el Institut du Monde Árabe, por ejemplo. En este edificio que festeja la corrección política para con el mundo árabe, se puede subir a la terraza y descubrir una de las mejores vistas no popularizadas por las postales de París. La vista es encantadora y no hay otro motivo para estar allí que no sea la vista. Y este es el momento para la famosa frase de mi amigo Federico: “OK, es un lugar turístico, pero por algo es un lugar turístico”. Y sí, esto es lindo. Después de bajar, caminar un rato y tomar muchas fotos, es momento de pensar en un lugar para almorzar. Si se sigue caminando por el Sena y luego se dobla a la derecha en Saint Michel hasta el famoso Boulevard Saint-Germain, el destino recomendado es la braserrie Lipp. Dicen que paraban Picasso y otras gentes por el estilo, y con estilo. Y una se tienta y 82 pide salchichas con chucrut, como en la película de Woody Allen, y sí, están buenísimas. Y lo mejor: ¡no es caro! No tan caro, en realidad, porque el kebab es definitivamente más barato. Nos despedimos de este hermoso salón de azulejos con la sonrisa satisfecha. Vuelta al río, ahora caminando hacia el oeste. Los edificios de distintos tamaños, siglos y gustos se suceden sin tregua. Al llegar al Musée d’Orsay hay dos opciones posibles: dejarse llevar por el exceso de información y pretender ver todo y que no quede nada en el cerebro, como cuando se navega de manera alocada por Internet a través de la nada, o dedicarse con cariño a ver poco y con amor. Esta vez dediqué mi preciado tiempo a disfrutar de la exposición temporal Belleza, moral y voluptuosidad en la Inglaterra de Oscar Wilde. Bellísima. La estética por la estética. No abundaremos. Para eso sí que está Internet. Está abierta hasta fin de febrero. Al salir del hermoso museo hay que cruzar nuevamente el Sena y caminar por el Jardín del Tulleries, y por ahí vagando hasta el Centre Pompidou. Como el cansancio aparece se sugiere, antes de hacer la parada obligada en el museo, ir hasta Mariage Frères para tomar un té con masas, que esta gente sabe lo que hace: más de un siglo y medio importando té y del bueno. Ya sabe: si voy yo no puede ser muy caro, pero tampoco es un kebab. Y ya lo dije: esto es bueno, y en Sudamérica, si se consigue, es muchísimo más caro. Si se consigue. Y en el Pompidou hay que entrar, claro. Y otra vez hay que optar entre el exceso y la calidad de vida. Me detengo. Un paréntesis. (Más de un museo por día en cualquier parte del mundo es demasiado. No lo haga. Hace daño. No queda nada más que angustia en el alma. En lugar de pensar que uno vivenció algo hermoso, va a sentir que se perdió algo en otro lado. Deje algo para el futuro. Deje mucho para el futuro. Deténgase a revelar su interior. Siempre deje algo para contemplar en el futuro. Pero esta es una crónica y como tal tiene que brindar información para el posible disfrute de la vida. Pero no haga dos museos por día, por favor.) Entonces. Entonces me detengo en la muestra temporal de Munch, el escandinavo que buscaba retratar la angustia. Y lo logró, créame señora. La muestra es muy fuerte. Es mejor salir a tomar aire. Y en la terraza del Centre Pompidou la vista y el aire devuelven la sonrisa. Por cinco se puede tomar un té con una vista inmejorable. En la crónica es la hora del atardecer y me pasa a buscar mi amigo Martín a la salida del museo. Me toma por el hombro y me dice: “Vamos a conocer París”. Lo sigo. Ya se sabe: siempre hay que seguir al local para conocer de verdad. Hacemos unas cuadras y llegamos un bar muy largo y angosto que se llama Art Brut. A pesar de estar en el epicentro del turismo mundial no hay un solo turista. Martín pide un vino de Montenegro. Le recuerdo que estamos en Francia, le pregunto por qué pide un vino de ese país tan lejano. Me dice que los dueños son de allí, y que es muy bueno y que en realidad es de Francia, pero que a los dueños les gustaría que fuera de Montenegro, de donde, finalmente parece que es. No sé si me confundo por el vino o por la charla o por el cansancio, pero el gentío en este bar es amable y charlatán. Todos hablan con todos. En fin, un bar de gente joven y un poco esnob, que está quizás de levante. Qué está muy bien, el bar. Charlamos un rato largo, dan las nueve, Martín dice que es la hora de cenar. (Se recuerda que en Europa todo cierra mucho más temprano que en Montevideo). _ Vamos al L’Express Bar, dice Martín. _ Vamos. L’Express está a unas cuatro o seis cuadras del Art Brut. Es un bar de esquina, repleto en un 89 % de hombres que miran en una televisión de plasma muy sucia cómo un equipo de fútbol francés es vapuleado por el Real Madrid con unos cuatro o cinco goles. Martín pide el menú. No vamos a abundar, pero por el equiva83 lente a dos o dos y medio Kebab se puede comer entrada y plato. Yo comí Oeuf, que no es otra cosa que un huevo con mayonesa y ensalada y un Steak Tartare que no es otra cosa que carne cruda con alcaparras y un huevo (crudo también) y un montón de especies y salsa tabasco. En fin, que me comí un menú típico de la clase media francesa en un bodegón sucio y encantador, repleto de energúmenos puteando porque su equipo de fútbol no puede ni meterle un gol al arco iris. Y para colmo, todo muy rico. El dueño, un vasco encantador que fuma en la cocina como si fuera un batracio, es quien personalmente prepara los platos. Con la panza tan repleta y tanta caminata, no queda otra que ir a dormir. Eso le digo a Martín cuando me aclara que en un rato toca John Cale en la Maroquinerie. Le digo que no puede ser, que en París se dice que esas cosas no pasan. Me dice que no, que la Maroquinerie es una sucursal de Londres. Que no es París. _Vamos- invita Martín. _Pero vamos en metro, por favor. _Ya no es hora de andar caminando. _Y sí. En la Maroquinerie toca John Cale. Pero está todo vendido. Pedimos en la puerta. Pedimos en boletería. Pedimos a los transeúntes. No hay forma, no logramos entrar. Aparece un periodista al que le sobran dos entradas y nos vende a 10 euros cada una. En boletería cuestan 25 euritos. Las entradas también son más SOYSOLO martín.inthamoussú esas cosas le pasan a otros baratas que en Sudamérica. En fin, que no es una nota de música, pero digamos que se pudo ver cómodamente y a un precio accesible, con un sonido excelente, a uno de los próceres del pop y del rock y del arte conceptual, acompañado por una banda excelente y por sólo 25 euritos, en un lugar que era menos que la mitad de grande que La Trastienda, por nombrar un lugar al azar. Completamente agotada y como siempre curiosa, utilizo el viejo truco de “Ayer toqué aquí y me olvidé un pie de guitarra y Francesca me dijo que lo podía pasar a buscar después del show” (**), y pude pasar a camarines a tratar de hablar con John, que muy amable, al verme entrar, entendiendo claramente el código, le dijo a su asistente que me dijera que lo disculpara pero que estaba muy cansado, que me retirara del camarín. Tiene razón. Todo el día caminando. Todo la vida transcurriendo. John Cale tiene razón. París, cansa. (*) Cuando mi editor favorito se entera de que estoy en París, me ofrece tres páginas para que cuente qué hay que hacer en París para no parecer turista. Le contesto que París está muerta, o muy dormida, que lo mejor que se puede hacer en Paris es justamente eso: ¡turismo! (**) Averiguar primero el nombre de la persona de boletería o el encargado de la sala para utilizar este truco. 84 El nuevo milenio arrastra prejuicios difíciles de erradicar. Quiero dedicarle esta columna al grave, muy grave malentendido, que se ha generado con el sida. A pesar de las campañas de concientización, seguimos explicando detalles que ya no deberían dar lugar a duda alguna. En los comienzos del síndrome de inmunodeficiencia adquirida, cuando nace como epidemia humana, nos hacen saber sobre los grupos de riesgo. Fue así que prostitutas, homosexuales y drogadictos, los más expuestos al contagio, pasaron a formar parte de la lista negra de la “suciedad” humana. Paradójicamente, al ser señalados como los embanderados del contagio, estos grupos generaron espacios de información y reflexión. Esto los transformó en expertos del tema y por ende el índice de contagio en estos grupos bajó. No así en los grupos heterosexuales que creían que era una enfermedad de desviados, exponiéndose cada vez más al contagio simplemente porque era una enfermedad -no un síndrome- de “raritos”. “Esas cosas les pasan a otros”, como dice Al Pacino encarnando a Roy Cohn en Angels in America -serie infaltable para comprender esta era de cambios apocalípticos-. Leyendo literatura especializada de la época es interesante ver cómo el colectivo gay se encarga de comunicar sobre prevención, pero también de informar a aquellos que contraían el síndrome, haciéndoles saber de la existencia de azt como posible droga para su tratamiento, imposible de conseguir en los ochenta para todos los infectados. Hoy en día ya no hay grupos de riesgo. Todos estamos expuestos a un posible contagio y todos, sin excepción, debemos tomar las medidas necesarias para evitar que la enfermedad se siga expandiendo. Ser humano nos expone a ello. Con todo esto solo quiero llegar a un punto. No voy a decirle a la gente lo que debe o no debe hacer para cuidarse. Quiero notar cómo seguimos pensando igual que en los ochenta. Nuestro pensamiento vintage es así de retrógrado. Si alguien es gay, enseguida se le dice que se cuide, porque como vicioso que es (!?) está más expuesto. Si alguien se contagia, enseguida se le juzga por la descontrolada forma de vida que lleva, y enseguida aparece el famoso “algo habrá hecho”. Aunque no esté muerto y seguro, y vivirá muchos años, se enfrenta a una muerte súbita social, que va más allá de la infección. Discriminamos al que potencialmente creemos que se puede contagiar por su “mala vida”, pero también se discrimina a quien se ha contagiado. Y justo cuando más apoyo necesita, se lo mira de reojo. Conciencia es protección. Protección es sabiduría. Sabiduría es crecimiento. Crecimiento es conciencia. Enfermedad no es muerte. Condición sexual no es enfermedad. Estar enfermo no debería significar ser solo. 85 CUCHARALIBRE victoria.vera drop dead diva La doctora Michelle Suárez Bértora intimida; no voy a negarlo. La había visto antes en la tele, un par de veces, así que enseguida que entré al bar la reconocí de inmediato. Apenas escucho su voz contundente, su forma de hablar usando las palabras exactas -ni una más, ni una menos- no puedo dejar de pensar que si alguna vez tengo un problema legal me encantaría que fuera mi abogada. La imagino radiante y feroz, dirigiéndose al magistrado y a la contraparte. Ahora que estoy frente a ella, un viernes a las seis de la tarde en el Gran Sportman, pienso en cómo habrá sido la construcción de esa presencia. Seguramente nació por acto reflejo de todas las miradas que le irradiaron, miradas temerosas, miradas cargadas de prejuicios. A los pocos instantes de charla, la coraza se le resbala del cuerpo, como un viso antiguo, sonríe y la domina un muy buen sentido del humor. Impresiona detallar lo que trabajó Michelle, en apenas un año y medio, junto al colectivo Ovejas Negras. En cuanto se recibió de abogada tuvo la disponibilidad necesaria para impulsar y revolucionar el colectivo, desde adentro hacia afuera. Se ha convertido en una figura referente, aunque ella lo niegue. PROTOCOLO TRANS Me cuenta –entre otras cosas- que ya está vigente el Protocolo por el cual se regirá el equipo médico encargado de los tratamientos brindados a los chicos y chicas trans, que están en busca de una cirugía de reasignación de sexo. Antes, un chico trans no tenía una policlínica específica para consultar. Cada uno hacía lo que podía. Tiene que ver con que no hay políticas respecto a la situación de los transexuales. Como no obtienen un lugar de contención se buscan vías alternativas, como averiguar en Internet, o preguntar a conocidos sobre la medicación que utilizan. A partir de ahora, hay un lugar específico para tratar casos y canalizarlos. Seguridad para el paciente y equipo médico. Hay que dirigirse a la Cátedra de Psiquiatría del Hospital de Clínicas. Los pacientes privados y los públicos se pueden atender en las mismas condiciones. El tratamiento y seguimiento que se realiza a través de la mentada institución implica una garantía para la integridad física del paciente y una contención psicológica adecuada al caso. Una vez realizado el diagnóstico inicial, se efectúa un ateneo interdisciplinario con la 86 presencia de todo el equipo de salud, a los efectos de decidir el tratamiento más adecuado para cada situación. Si la persona es candidata potencial al tratamiento quirúrgico de reasignación de sexo, es necesario que continúe con un seguimiento no menor a dos años (según estándares internacionales), a los efectos de reafirmar la decisión inicial y confirmar el diagnóstico. Se pueden sumar tratamientos hormonales y estéticos, si corresponden. En aquellos casos en que el equipo de salud considera no pertinentes para el paciente los tratamientos mencionados, pero se considera que se beneficiaría con un tratamiento psiquiátrico y/o psicoterapéutico, se le ofrece dicha alternativa. LEY DE IDENTIDAD Michelle también me pone al día sobre la Ley de Identidad de Género, que incluye el derecho al cambio de nombre y sexo en los documentos identificatorios. Esta no ha podido ser aplicada, en la práctica, por razones burocráticas y políticas, aunque está vigente desde hace más de un año. La norma dispone que toda persona posee derecho al libre desarrollo de su personalidad conforme a su propia identidad de género, con independencia de cuál sea su sexo biológico, genético, anatómico, morfológico, hormonal, de asignación u otro. Incluye el derecho a ser identificado de forma que se reconozca plenamente la identidad de género propia y la consonancia entre esta identidad y el nombre y/o sexo señalado en los documentos de la persona, sean las actas del Registro de Estado Civil, los documentos de identidad, electorales, de viaje u otros. En ningún caso se exige cirugía de reasignación sexual para la concesión de la adecuación registral. Esta norma es una de las más avanzadas en lo que tiene que ver con el derecho a la identidad. En la práctica no se está aplicando en un 100% porque no quedó conformado aún el Equipo Multidisciplinario y Especializado en Identidad de Género y Diversidad. La ley establece que el informe de dicho equipo es requisito para la presentación de la demanda ante el Juzgado Letrado de Familia. Si hubo casos en los que se llegó a aplicar esta ley con anterioridad, fue porque los magistrados aplicaron los artículos 332 y 72 de la Constitución, de donde surge que los derechos inherentes a la personalidad humana no pueden dejar de aplicarse por falta de la reglamentación respectiva. Ahora no hay excusas para la aplicación de esta ley, atento a que ya está conformado dicho equipo. Ya sobre el final del encuentro, llega la socia de Michelle. Se reúnen los viernes a la tarde en el Sportman para ponerse al día y planificar el trabajo futuro. Mientras conversábamos las tres, aprovechó para ir a comprar una ampolla reconstituyente para el cabello. Le pido que me pase el pique, de dónde la compró tan barata y así ahorrar unos buenos pesos en la peluquería. Michelle, como si fuera poco, tiene además su faceta artística. Le pregunto cuándo se va a hacer un tiempo para empezar a explotarla. “En la vida todo pasa cuando tiene que pasar”, sentencia. Ya había escuchado esa frase en otras ocasiones, y además es un pensamiento recurrente que tengo. Pero dicho con la voz y contundencia de Michelle, de pronto se transforma en una verdad absoluta. Es una de esas personas que no hablan por hablar y que, por lo general, saben muy bien lo que dicen y por qué lo dicen. 87 ETIQUETADOS Evento: Zonamérica Live! 2011. Lugar: Zonamérica. Fecha: 22 de noviembre. Dato especial: Más de 6.000 personas fueron parte de este gran after office al aire libre junto a las canciones de Cuarteto de Nos. El dj Nick Bennett, de Urbana FM, ambientó el evento con su música, que continuó luego de entrada la noche. Zonamérica Live! contó con el apoyo de Miller, Citi, DirecTV, Johnnie Walker Black Label, Smirnoff, Burn, byd, Top Line 7, bqb y Movistar. Evento: Calvin Klein lanzó sus nuevas fragancias en el Fest de Contrapedal. Lugar: Lindolfo. Fecha: Del 25 al 27 de noviembre de 2011. Dato especial: Cientos de jóvenes vivieron tres días de música, diseño, arte y tecnología en los Shock points de Calvin Klein, especialmente pensados para Lindolfo. Los invitados apreciaron el arte urbano de Juan Chao y min pintando en vivo el muro de ck y vibraron con la música en el escenario principal con proyecciones de la marca. 01. 01. 02. 02. 05. 03. 04. 04. 06. 01. Cecilia Llarena, Romina Bonapelch, María Jung, Leticia Hahn, Mariana Gonçalvez. 02. Jaime Miller y Colo Wolman. 03. Mercedes Steneri, Lucas Echeverry, Graciela Doevel y Agustín Bensusán. 04. Paula Fajardo, Aldo Alario, Fidel Salas y Marieclaire Marambio. 05. Victoria Braselli, Pata Torres y Natalia Guerra. 06. María Elena Traverso y Lucas Echeverry. 03. 01. Manuel González, María José Menéndez y Laura Olagüe. 02. Gustavo Mansilla, Verónica Zamora, María Laura Callero, Laura Olagüe, María José Menéndez, Sylvia González Moore y Manuel González. 03. Dj Fernando Del Guercio. 04. MIN. ETIQUETADOS Evento: Smirnoff Nightlife Project. Lugar: Casona Mauá. Fecha: Sábado 12 de noviembre. Dato especial: La fiesta Smirnoff Nightlife Project se realizó en simultáneo en 50 ciudades de todo el mundo, en un intercambio de ideas y propuestas para experimentar la mejor vida nocturna. En Montevideo la fiesta reunió a 400 personas en la Casona Mauá. 01. 02. 03. Evento: Lanzamiento de nuevos equipos Huawei al mercado, con el respaldo de Antel. Lugar: Auditorio de Antel. Fecha: 26 de octubre de 2011. Dato especial: Se realizó el lanzamiento de dos nuevos equipos al mercado uruguayo a cargo de Antel y Huawei, el Ideos y el U752. 01. 04. 02. 05. 07. 06. 08. 01. Danielle Eisenbarth y Gastón Saxlund. 02. Florencia Correa, Majo Rey y Fons Dominyck. 03. Gastón Ferrez, Rodrigo Fletcher, Rodrigo Lagomarsino y Joaquín Toscanini. 04. Lucía Sosa y Marcus Lundestat. 05. María Noel, Alina y Carina Fossati. 06. Marie Claire Marambio, Fidel Salas y Lucía Ubriedo. 07. Paula Fajardo y Pablo López. 08. Victoria Zinola y Valentina Farinasso. 01. Danispace y Camila Sapin. 02. Rodolfo Romeo, Andrés Tolosa, María Alejandra Salamone y Laura Lofriego. Roque Barcia 1477 of. 9 CP 11300 - Montevideo - Uruguay (598 2) 707 60 83 [email protected] www.freeway.com.uy REDACTOR RESPONSABLE CORRECCIÓN DISTRIBUCIÓN GRATUITA DIRECCIÓN DE CONTENIDOS Y EDICIÓN COMIC Y GRÁFICA Gabriel Peveroni Marcos Vergara, Lucrecia de León, Pedro Dalton, Alceo/ Bergara. Gerenta Comercial y de Marketing NOTAS FOTONOVELA Ignacio Quartino Rodolfo Santullo, Javier Abreu, Débora Quiring, Fernán Cisnero, Gustavo Fernández Insúa, Natalia Mardero, Federico de los Santos, Leonardo Borges. COLUMNAS Ruski, Lula Allegro, Ramiro Sanchiz, Victoria Vera, Mauricio Milano, Jessie Young, Andrea Blanqué, Pablo Trochon, Kira, Dani Umpi. FOTOGRAFÍA Pata Torres, Magdalena Fernández, Bernadette Laitano, Caro Faruolo, Rafael Sanz, Luciana Abella. 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Los avisos publicados (textos, imágenes y demás) son de exclusiva responsabilidad de las empresas anunciantes y/o firmantes. Derechos de Autor Derechos reservados. Todos los contenidos de Freeway están sujetos a derechos de propiedad intelectual e industrial de Linocar S.A. o de terceros titulares de los mismos. Toda explotación, reproducción, distribución, transformación, comunicación pública o cualquier otra forma de difusión o explotación comercial de la obra o de dichos contenidos debe ser autorizada expresamente por Linocar S.A. o por el tercero titular de los derechos afectados © 2002-2009. TENDENCIASMENTALES dani.umpi guadalajara Me alojan en el edificio más grande de la ciudad. Si se lo busca en el Google Maps, no existe. En la foto se ve un hoyo. Cuando me preguntan dónde me alojo y respondo el nombre la cadena hotelera española, inmediatamente comienzan a contar anécdotas macabras de obreros cayendo desde el piso treinta... o incendios misteriosos. El edificio se construyó en tiempo récord, acaban de inaugurarlo y cada piso tiene un color característico. El mío es de un verde manzana más intenso que el del piso de abajo y sorprende que tanto las cortinas como detalles de la pared lleguen a ese tono exacto. Frente a mi cama hay una fotografía enorme de una planta selvática parecida a un animal. El verde de los muros de las calles es un poquito más oscuro. Sin haberse instalado el debate de cuáles grafitis cubrir y cuáles dejar, el gobierno directamente los tapa a todos. El resultado es metros y metros de muro verde por toda la ciudad. Los argumentos que da el gobierno cuando le preguntan por el color elegido para cubrir el vandalismoarte giran en torno a energías vibratorias y otros móviles imposibles de pensarlos desde nuestro país. “El verde ayuda a la armonía y la estabilidad social”. Nuestra intendenta jamás podría decir eso. Las diferencias culturales son bastante grandes. También fui a Tequila, el pueblo de donde sale esa bebida y todo tiene forma de barril. Pero eso no interesa tanto. Vuelvo a Guadalajara, ciudad en la que tienen una paranoia bastante extendida con el tema “robo de laptops y celulares”. Se quejan mucho de esa inseguridad pero en ninguna otra ciudad he visto tanta laptop y celulares tan en la mano. Les juro. En cada mesa de bar hay algo de eso y se van al baño dejándolos solos. Igual, lo que más me hizo pirar es que los rastrilleros de tecnología usan detector de litio. Se meten en los estacionamientos y analizan auto por auto. Cuando descubren uno, sin necesidad de romper vidrios, con un prolijo sistema de imanes y cerrajería electrónica, abren los coches en menos de treinta segundos, y ya está. Tal vez sea el poder del verde, que promoviendo tanta tranquilidad ayude a pensar mejores estrategias delictivas. Yo, por lo pronto, no puedo dormir aunque esté en el colchón más cómodo del mundo. La gigantografía de la planta carnívora que tengo enfrente es demasiado perturbadora. 98