10/1959 - Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente

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Diftero- ^viruela
de las gallinas
MADRID
MAYO 1959
N.° 10-59 H
Jesús Palacios Redondo
Veterinario. Protesor del Instituto Laboral de Alfaro (Logroño) y
Félix Palacios Redondo
Protesor A. de la Facultad de Veterinaria de Zaragoza.
MINISTERIO DE
AGRICULTURA
DIRECCION GENERAL DE COORDINACION, CREDITO
Y CAPACITACION AGRARIA • SECCION DE CAPACITACION
DIFTERO-VIRUELA DE LAS GALLINAS
La ^^iJ^leria }- la ^^^irrrE^l^r sun nlanifestaciur^es l^at<^ló^;-icas
cliterentes de una mis^na en t ernle^la^l. (^a^la una ^le cllas
^^uecle ser j,articttlarmelitic <lefinida ^- ^li 1 erenr-i^cla ; ^in e^ubara^^, el hech<, cíe cjue ^^r^linari^^ulente ^e acel^te la clen^m^i^laci^^n en t^^rn^a c^mjunta, tiene stt iun^lan^etlt^^ en ^jtte e^iste l^i hr^>lr^hili^lacl, h^^^- a^lmiti^la casi Ix^r l^l t^^talidacl <lc l^^s
autures, cle ^hte la cattsa <leterminante ^le las mismas 5e^ un
misnl<^ ag^ente, ^lanclo lu^ar a una u otra lesibn }-, con relativa fi-ertienria, a simultanear^e er1 la mis^na a^-e.
La di ftern-^z^irrrc^la afec^ta a las a^-es eti t^>^las las e<la^le^,
l^er^^ I^reterentetnente a las j^wenes; si realmentc la murtalidací n<, suele ser alta, la m<^i-bilidacl, <^ri ca^iibi^^, es intt^^
^rancle, ^^ties llega a aíectar a casi l^ t<>tali^la^l cle la Ix^hlación <lel g^allinero. I^e ahí ^Iue su imp^^rtanria ea^nómica sea
^rancle, ^ná^ime cuanclo ^e ti-ata de aninl^iles en crecimient<^,
<lue se i-etrasa, ^- n^ clig-am^^s cuanclo atecta a aves en hlena
^^r^xlucci^^i^ ^le httev^^s, cti^-a cttrva experi^nenta ttn ^lesr-ens^^.
_lparte ^lc ell^,, se crea uiia ^^redisix^siri^^n <íel <^rg-ani,mu a
padecer ^^ti-as enfer^necla^les, c^^ni^^ conse^•uen^^ia ele la <litiminución ^le ^lefensas ^^rg-ánicas, cirrunstanria que es aj>r^^vechada Ix>r ^>tros g^érinenes j^ara desenr^ulenar su activi^la^l
l^atógena (cc^riza amta^i^^s^^, et^^., etc. ).
A veces l^ttede adoptar forinas septicéiniras, cíe cuaclr^^
^enei-al ^^ra^-c, ^lue ter-mina i^atalmente er1 ttn^^s casc^s, ^^ eti
un tiho cle ra<<uexia crónica en otro.
Causas de la enfErmedad.
1:1 anei^te <jtie cletern^ina la eiiiernie^l.^ci es un virtts cle
tij^^ filtral^le ^jtie, de artier^l^^ c^^ii su l^^ralización en el ^^rganism^^^, l^r^ ^^lurc ^-irtiela ^- di i tcria cc^m^ ^ t^^rmas aisladas. ^',
en ^^tr^^s rr^s^^s, u^la i^^r^ua ini^aa cle ai^il^as. I^,l virus, ^le tamañ^^ extra^^r^linarianlente he^jtteñ^^, l^resenta ttu caráctcr de
gran diftisibili^lacl, siencl^^ l^ur ell^^ stim^^mente tá^^il el r^»>tagic^ de la; ^ves ^anas, ^- a la vez hace c^ue la ciifter^,-viruela
sea una eniermeclacl frecttente en los áalliner^». Curriente-
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^nente, el virus se enruentra en el ^^rganismo de las aves
^in ^xuierse cle manifiestc^, cuand<^ una causa ocasi<mal, lluvias, tríos, c^tras enferme^lades, l^^^r ejenlpl^^, l05 tan ti-ectientes parásito^, ^letei-^ninan la al>ai-ición cle la enfer^ne<la^l.
Cómo se contagian las aves.
l;n razó>> a la gran ^lifusibilida<1 ^-a cita^la, es ^ttficiente la entracla c^ l^resencia de una sola ave enler^na para
que, ^>aulatinamente, el resto de las aves ad<luieran la enferr^le^lací. l.a i-esistencia del ^^irus a la acci^^n cle ag^entes
e^tern^^s (clesecación, temPeratttra, luz, etc., e incluso a desin^fect:u^tes <^r^liilai-i^^s) hace citte ttna vez l^ue^t^^ en ^^^intact^^ c<m utensilic^s, suel^^s, 1>ai-edes, etc., ^^ue^la l^erinanecer
c<mservand^^ stt ^ctivicl^^^l varic^s iueses, a^n 1^> cual inchtsc^
^^qtiella5 aves ^^ue adquii-ieron resistencia (inmuni^íad) p^^r
haber l^asa^l^^ la enfei-medacl, hue^lan enfei-nlar de nttev^^,
l^uest^^ que la ftteute ^le virtis n^^ ha desaparecicl^^; Ix^r I^^
tatrt^^, será más 1>eli^r^^s<^ para aquellas aves clue n^^ aclcjnirier^^r^ resistencia. .^siinism^^, el virus I^ti^de ser transjx^rtaci^^ ^les<ie iuuy lejos j^or m^^squit^^s, 1>ájaros, etr. La entrada de pei-s^^nas o pi-oduct^^s c^^ntaininados es, del ^nism^^
m^xl^^, Ctiente cle c^^nta^,Yio.
^rÍAti JlE E?^'1'R_^I^.A R^ I?I. ORG:A\ISMO.
La entra<la clel ^-irus en el ^n-aanisnu^ clel ave In^^cde ser
la boc^a, cuanclo behen ^inua u t.^n^an alin^ent^^s contamina<l^^s ; sin errahar^^, la vía m^ís fá^^il de l^enetración ^lel virtts e^ ^ tra^-^s ^le la> erosi^^nes ^le la j^iel pr<xlttci^las jx^r
j^irotaz^^s, eslx^l^mes, ^^ las ^>eclueñas heri^las ^lue acri^lenÍ^11111e11t^ ti( j)1"O(IllCf'17.
I.l?:^IONEti DE LA lll [^ TEP. L1.
^u l^calización n^ás frecuente suele ser la mucosa bucal: en el borcle clel m^^ilar inÍerior, comi^nras labiales
^- debaj^^ de ]a len^;-ua, pero sueleri asentat-se taillbién en las
f^^sas nasales, en la hendedur^ del velo del p^ladar-, en la.
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cubierta mucosa ^le la faringe, cíe la laruig-e e incluso del
esóiago. Un órg^ano que a menudo es también seharado :
el ojo. Del hecho de su localización surge la denominación
de formas ocr^rlar, nasal y farín ^^ea.
I:1 carácter de las lesiones es el cle una inflatnación cli ttérica típica que, comenzando por ser inanchas de aspecto
blanquecin^>, ^oco a poco van aumentando, hasta unirse
unas con ^^tras, sobre las cuales se van a forinar unas
membranas ^le tono atnarillento bajo, con un olor fétido y
de naturaleza caseosa, que al í>reten<ler sei- clesí^rendidas
van a dejar un fondo ulceroso ^^ sang^rante. Cuando estas
formaciones caseosas se localizan en el ojo, lo hacen en la
cara interna del párpado.
Síntomas de la difteria.
Cuanclo la enfermedacl afecta a las fosas nasales, éstas
^^ueden lleg-ar a ocluirse, originanclo una respiración dificultosa ^-, a la larga, una fatig-a e inapetencia del ave enferma. Las lesiones en las comisuras del pico obligan a
tenerlo de manera constante abierto, cu^o signo suele ser
el hrimer síntoma que inquieta al g-i-anjero. En el ojo se
pro^luce un lagrimeo continuo, con las lesiones de los párpaclos; éstos pue<len líegar a qttedar adheri<íos entre sí, por
lo abundante y denso de la secreción.
Diagnóstico de la difteria.
La identificación ^le la eni:ermedad puecle hacerse pertectamente por el estuclio de las Iesiones ; ahora bien, para
estal^lecer la diferencia con enfernzedades que presentan
lesiones í>ai^ecidas, hemos de hacet- las siáuientes conside: aciones :
- La avitaminosis A. Aquí, las membranas o pequeños focos que se forman no dejan, al desprenderse, úlceras sangrantes y, por otra parte, sí aparecen, casi sietnpre,
depósitos de uratos en riñones y uréteres.
- La pse^udodi f teria esf^orcídica tiene precisamente el
carácter que le da el nombre de esporádico, apareciendo so-
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lamente en una, clos o tres aves, per^ nunca tenclrá el carácter dii:usivo de la diftel-ia.
- Las estoviaatitis produciclas por hong^^s (^ aiidic^a a,lhica,ns, etc.) no suelen ser frecuentes iii difusivas y, por
otra ^arte, se localizan en el esófag-o, pucliéndose extencler
hasta el buche, con lesiones cíe fácil iclentificación.
- I?,n la asj^e^r^^ilosis, los revestimientos de las lesiones
nasales tienen un color verdoso.
- En el co^^iza coyata^io.co, aunque coinciden las lesiones caseosas cle ojos, sin embarg-o, las lnembranas, al clesl^renderse, nc^ dejan lechos uícerosos.
Tratamiento de la difteria.
Puecíe ser g^eneral y local.
^hRATAMIENTO LOCAL.
Las lesiones deben sei- tratadas, una vez que se haya
efectuado el aisíamiento de ías aves entermas, en unas
concliciones que estén de acuerclo con las reglas de pl-evisión e hig^iene. Puecíen hacerse toqttes con algodón empa-
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Fig. 1. - Localizaciones variolosas en
cresta y cara de un ave afectada de
diftero-viruela, con lesiones poco extendidas. (De Taubler. J
Fig. 2.-Ave enferma de diftero-viruela,
con lesiones muy extendidas. (Tomada
de Biester. J
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paclo en una solución de azul de nletileno al 1 i^or 100.
Z'ambién pueden ein^^learse soltzci^^nes de glicerina teriicacla o t-esorcina. Deben dal-se los toques de to1-ma suave,
con el fin ^le evitar el despi-endiiniento cíe las ineil^branas,
que prov^^carian pequeñas hemorrag-ias ^- un arrastre de virtts h^cia c^tras z^^nas. Los ojos se ^^ueden lavar con agua
hervicla, eliminando las secreci^^nes actlmulaclas ^- clehositancl^^ ^lespués uiias g-otas ^le colirio (^^oi- ejeinplo, cle una
solución de arg^ii-ol). Cuando se halle intiadido el seno
iníraorbitariu, sei-á necesaria la a}^ertura c^^n bisturí y la
limpieza }- la^^ad^^ posterior c<m agua ^^igenada cliltúda y
tibia.
^I^R9TAM1ENT0 Gr1CEKAl,.
No existen muchos tratamientos i-ea_^^tien<lables de este
pi-oceso; el más general suele ser la solución de urotropina
aplicada por vía intramuscular; la dilución empleada es
del 40 por 100. Las dosis a ahlicar s<m : de 0'6 a 1 g-ramo
po1- kilog^ram^^ de l^eso viv^^.
Lesiones de la vipuela.
Asientan en Ia rebi^n cle la cabeza, especialmente en
caras, cresta i- barbillas. Ll carácter de estas lesiones es
el de una inflanlación ^le tiho Ir^^nil^^pustuloso; aparecen
primero urlos granitos, qlle van creciendo poco a poco y
que hueclen llegar a adctuirir el tamaño de un guisante;
estas lesiones invaden ti- pueclen llenar toda la zona atectada; su supei-ficie es cle tipo verrug^oso ti- su aspect^^ muv
típico. A1 ^rincipio, cuando las lesiones se inician, tienen
una fortna aplanada, recordat^do 1as cle la tiña favosa,
pero pronto la evolttción a su torma típi^^ti l^:ermite su diferenciación. t^demás de las zonas cita^las Iniecle aharecer
lesiona^la la piel debajo del ala (zonas cubiertas cle 1>liimón), a partir cle las lesiones de la cabeza, cuanclo el ave
la oculta bajo las alas para clormir. A ver.es I^ueden obsei-varse lesiones en los alreded^^res de la cl^aca, tars^s, de^ios, etc.
Diaguóstico de la viruela.
l^na ^rez ii^stattraclas las lesicnies, son lo suticienteinente
tíl^iras hara ^x^<ler ser diag^n^^sticaclas e inccmfunclihles con
la, ^le cual^^tiicr ^^tra enferme^lacl.
Tratamiento de la viruela.
^11 l^^rincil^iu, ruancl^^ se inicia la apai-ición cle las páhtllas, se hará un trcziarii,i-e^it^^ do^-al c^>n toques cle tititura de
y-odo, o solucioiies n^^ inuv c^^ncentradas <le niti-at<^ ^le plata, o de ácicl^^ bóric<>.
1^:1 ti-ata»aie7it^^ r^e^re^^al es, lóg^icamente, el inisino qtte
cl eml,leacl^^ en la ^lifteria.
Vacunacióu.
.^teniéncl^m^^s al carácter eniineutem^nte clivulg-ador de
este trabaj^, n^^ ci-eemos op^^i-turio entrar en la cíescripción
cle las clifereute^ vacunas que se han venido empleando ni
cle sus ^uét^^d^^s dc al^licación práctica. N^^s limitamos a exix^iiei- la vactina inás g^eneralizada y cle más t ácil ^- práctica aplic^ación. ^e trata de una vacuna prcpai-ada a base de
virtls l^r^^cecleiites cle cepas hon^ólog^as e in<líg^enas, liofilizaclas g^eneralmente, ^^ que el con^ercio e^l>encle ei1 fi-asc^s
^•c^ii tal>óii <íe ^;c^ina i^ertorable ^^ cerrados al vací<^ h^i- lc^
^-eneral. lle estc^s i rascos, previa ag^itación ^lel disolvente o
enntl^-cnte a^n t^^das las n^^rmas ^Ic a^epsia, sc 1>r^^cede a la
extracción por medi^^ <le jeriri^-a }- p^^stei-ior iti}'ección intramuscular, In-evia ^lesini^e^^ci6n cle la piel, L^ls aves vacunaclas ^or ln-imera vez, adqttieren la ininuni<lacl al^r^^^imaclaulente a lr^s ^luince clías. l?n cambi^^, las ^lue suiren una
revarunación l^^ a^lqtiiei-en eii tres o cuatr<^ <lías s^^lamente.
La aplicaricín ^le la vacuna reqttiere atenerse <c cunsideracic^nes coino las sig-tiientes : nc^ clebe vactiiiarse aves mu^^
<lébiles, de crecimient^ retrasa^lo, que se encuentren en períocl<^ de mu<la, ^^ aves que l^^^lezcan vermin^^sis. T:n general, clebe ^•artinarse el g^allinero en el heríod^^ de tiei»ho más
curtc^ l^^^sible, r^m el fin de que la^ aves vacunadas, que en
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seg•uida adquirirán una forma benigna cle enferme^lacl, no
c^^nvivan con las que todavía no fuer^n v^cunadas. En las
z^mas infect^tdas de forma en^lémica debe estal^lecerse la
vacunación co^11o norma v, posteri^^rmente, revactinar r.^^n
períoclos de un año. La resistencia a la en [ermeda^l (inmunidad ) la adquieren y conservan por lo incnos durante e]
tiempo n^ínitllo de un año. Los ^^ollos mu^- jóvenes nc^ deben vacunarse en tanto se hallen exj^tiestc^s a la coccidic^sis; asimisn^^>, en las pollitas dehe ^^r<^^^urarse hacerlo antes
de que se inicie la puesta, para ^lue, una ^^ez establecida, no
sea la vactlna tln m^tiv^^ de baja en la pi-^clticci^n.
Profilaxis o medidas de previsión.
Deben extren^arse, ante el peligr^^, las me^licía^ que
cc^mo norma general se siguen en t<xla e^l^lotación. I'r^^curará llevarse a cabo las ^^^>eraciones que c^nducen a
mantener las mej<^res c^mdici^mes hi^iénicas de ^ida l^ara
el g^anado, ya que, como hemo^ dicho, la falta ^le aquéllas
j^uede j>redislx^nei- al or-ganismo, al restarle clefensas, 1>ara
<lesencaclenar la enfermedad. .^^deniás, como las moscas ^<^tros insectos pueden ser vehículos de virus, son aconsejables las pulvet-izaciones c^n insecticidas (D1^7' _^- Lindano).
Asimisnlc^, una desirii:ección metódica, a base cie blanqueo con una lechada hrel>ara^la a base ^le 2.500 ^rram^^s
cle cal apa^,rada, lnedio litr-o de lejía co^-r-iente y 20 litr^>s
de agtta, constittrye un medi^^ pr^^filáctic^^ apro^>iad^>. Se
com^^lenientan estas me^lidas c^^n la l^rohibición ^le la ei1trada a los g-allineros a ^)ers^)nal ajeiul a la ea^>l^rtaci^^n.
I)1? lN'1'F.F21?ti f'ARA LOti
AVICPt:P0121{^:
Enfertraedades y parásitos de las galli^aas, por F. Pot.o Jovex. (1'uLlirar;^>n
del ^Iitiisterio de Agriatltura.) 373 páginas, 107 grabaclos. Precio, 3i pesetas.
DEPOSITO LEGAL M. 3.109-1958.
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