1 XXXIX CONGRESO INTERNACIONAL DE LITERATURA IBEROAMERICANA (Cádiz, 3-6 de julio del 2012) Panel: Panelista: Justo Bolekia Boleka Comunicación: « Exilio y Transterritorialidad en la Literatura de Guinea Ecuatorial (1979-2011) » Resumen: A lo largo de más de tres décadas, nos hemos percatado de que existen tres conceptos interrelacionados en las obras escritas de las literaturas guineoecuatorianas del período en el que situamos nuestra investigación (1979-2011), a saber: exilio, transterritorialidad y desterritorialización. Durante este período, que coincide con el del gobierno de uno de los guardianes (Teodoro Obiang Nguema) de la primera dictadura nguemista (la del expresidente Francisco Macías Nguema), en algunas de las obras producidas por los escritores de Guinea Ecuatorial aparecen recogidos elementos que reflejan los tres conceptos a los que hemos hecho referencia, y que son los puntos centrales de nuestro trabajo. Se trata de elementos que reflejan las estrategias metacognitivas implementadas por cierto grupo de escritores que se vieron forzados a vivir las barbaridades del “régimen de la triste memoria” (como lo ha definido el protagonista de la segunda dictadura nguemista), y cuya reacción fue la adopción de dos vías de exilio: una introspectiva o epimeteica, y otra centrífuga o prometeica. Con nuestro trabajo, inconcluso por la gran cantidad de escritores que jalonan el período histórico contemplado, buscamos extraer de este exilio espacios independientes de convivencia, muy al margen del espacio violento de los detentores del poder. Se trata de espacios necesitados desde la etnia bubi contextual y políticamente minorizada, una decisión que pone en peligro la supervivencia etnocultural y literaria de los grupos sociales similares. En este contexto literario delimitado, trataremos de relacionar la vida de algunos autores (como Jerónimo Rope Bomabá, Juan Balboa Boneke y José-Fernando Siale Djangany) con sus experiencias durante el período señalado, teniendo muy en cuenta su condición de observador directo o indirecto (hechos narrados y evidenciados por el presente de entonces). 2 1.- Literatura y espacio. La profesora Nayra Pérez Hernández escribía, en su artículo “Construccion de la identidad guineoecuatoriana a través del discurso narrativo de Juan Balboa Boneke: estudio de El Reencuentro. El retorno del exiliado”, publicado en Afroeuropeos nº 2 (2008), que “el texto literario no admite rígidas clasificaciones cientificistas” y que había que leerlo “con los ojos del espíritu aparte de los de la razón”. Y eso es lo que hemos tratado de hacer al centrarnos en los temas del exilio y transterritorialidad en tres de los autores de las literaturas de Guinea Ecuatorial, a saber: Juan Balboa Boneke (krió-bubi, poeta y ensayista), Jerónimo Rope Bomabá (bubi, poeta y finquero) y JoséFernando Siale Djangany (bubi-ndowè, jurista y escritor). Pero antes, pido la venia del lector para decir que Guinea Ecuatorial es un Estado multicultural y plurilingüístico, y así se recoge en su Constitución, aunque solamente se reduzca a este espacio normativo. La multiculturalidad y el plurilingüismo definen al sujeto guineoecuatoriano o, particularmente, a cada uno de los escritores que hemos escogido, tal como puede observarse a continuación: Escritores Juan Balboa Boneke Jerónimo Rope Bomabá José-Fernando Siale Djangany Lengua Común Español/Pidgin-English Español/Pidgin-English Lenguas Propias Bubi (no hablada) Bubi (hablada) Español/Pidgin-English Bubi (deficitaria) Ndowè (deficitaria) y Como vemos, las lenguas compartidas por estos tres escritores son extranjeras. No tienen nada que ver con sus comunidades culturales. El elemento bubi que les une, o que debería unirles, es débil en todos los sentidos. Eso significa que el uso del español como lengua de trabajo, servirá de elemento de cohesión, y con el que tratarán de buscar el espacio común que se les niega. Lamentablemente, siempre con la intermediación de ese elemento, es decir, el español, con su espacio, su cultura, su esencia, etc. Llevamos tiempo estudiando las literaturas guineoecuatorianas (de Guinea Ecuatorial) y en nuestro estudio prolongado hemos encontrado diferentes espacios, a saber: El pre-colonial y culturalmente definido El colonial impuesto y alienante El intersectivo (pre-colonial que se solapa con el colonial) El autonómico definitorio (búsqueda de la identidad política adaptándola al espacio de intersección). · El independiente post-colonial y expropiante · El pos-colonial des-etnizante y homogeneizante · Etc. · · · · En todos estos espacios regentados por el poder condigno (de la sumisión pura y dura) emergen espacios insulares o insularizados, incluso dentro del pre-colonial y culturalmente definido, como el espacio del destierro, sufrido por quienes alteraban la norma consensuada de la rígida moral convencional, y depositada en los gobernantes o en las mismas familias, el espacio del aislamiento socioculturalmente impuesto al hechicero, o al curandero, etc. 3 El exilio y la transterritorialidad, entendidos como espacios impuestos, se encuentran prácticamente en la misma situación del destierro y el aislamiento culturales, si tenemos en cuenta de que en el exilio y en el destierro desaparecen las posibilidades remotas de retorno, mientras que la transitoriedad y el aislamiento ofrecen puentes de conexión y las posibilidades de pasar de unos espacios a otros, aunque a veces de manera intuitivamente momentánea. El exilio, del latín exilium, entendido como “separación de una persona de la tierra en que vive” o “expatriación, generalmente por motivos políticos” ((http://lema.rae.es/drae/?val=exilio, 19 de junio de 2012), se convierte en espacio de tensión y de experiencias traumáticas y solitarias (NGOM F., M. :183), o en la expropiación del territorio por parte del poder. Vivir el exilio implica experimentar el destierro, la expulsión, la proscripción, el confinamiento, el desarraigo como consecuencia de una expatriación forzosa, o la simple emigración. En cuanto a la transitoriedad, llama la atención la voz latina trans (http://lema.rae.es/drae/?val=trans, martes 19 de junio de 2012), que presenta significados diferentes, como “más allá de”, “al otro lado de”, “a través de”, “cambio, mudanza”, etc. La poeta Teresa Dovalpage, con quien coincidí en un recital poético en Albuquerque (USA) en el año 2009, invitado por el Instituto Cervantes, se refiere a este segundo vocablo en estos términos (http://www.literalmagazine.com/es/archiveL21heffes.php?section=hive&lang=arces (miércoles, 11 de abril de 2012)): En tanto “ciudadana transterritorial” (¿ciudadana de al otro lado del territorio, si nos ceñimos a una de las acepciones etimológicas del prefijo?), habito múltiples “otros lados”. Lados que emergen y se ocultan en una concatenación de fronteras huidizas. Transterritorialidad es un fenómeno espacial, pero también lingüístico, cultural. Y desde mi pequeño bote, este territorio nómade y en perpetuo movimiento, observo y comparto mi universo con otros sujetos transterritorializados. Al adherir este vocablo (trans) al término “territorio” o “territorialidad” indica que el espacio, la región, el área o la zona pasan a ser permeables, es decir, abiertos para recibir o proteger a quien huye al exilio, como consecuencia de alguna persecución política, o simplemente debido a presiones o carencias económicas. La búsqueda del espacio de la transterritorialidad por parte del exiliado o desterrado, implica la asunción de la trans-identidad que esta condición supone y que, en el caso nuestro, se resume en buscar en el pasado, en el presente alterado, o en la soledad, lo que ni la colonización ni la post-colonización supieron construir, como fuera el hecho de ser, desde la singularidad y desde la diversidad. 2.- Territorios sociales alterados. En los tres autores escogidos, todos estos espacios asumidos y “territorializados” primero, y psicológicamente devastados y “desterritorializados” después, representan contextos socioculturales ya de por sí vistos como extraños y abismados, y en los que existe una des-interacción o ausencia de comunicación que marcarán al escritor en su 4 lucha por definirse. Son estos tres contextos inicial y culturalmente bien delimitados a los que he llamado territorios sociales definidos, cada uno con sus ya porosas singularidades, tal como observamos a continuación: · Bubis: 1. 2. 3. 4. · Krió o Fernandino: 1. Institución sociopolítica: el espacio de la iglesia o la escuela. 2. Jefatura: Chief (jefe). 3. Manifestación cultural: Nyankue, balele, etc. 4. Religiosidad: God (cristianismo). 5. Lengua del grupo: Pidgin-English. · Ndowès: 1. Institución consistorial: Njoe. 2. Jefatura: Mpóló. 3. Manifestación cultural: Mebongo, Mekuyo, Mbaya. 4. Religiosidad: Añambe (Dios), Nganga (curandero), Ngondye (hechicero). 5. Lengua de la etnia: Ndowè. Institución consistorial: Wetya, Tyóbbo. Jefatura: Böhítáari, Bötúku. Manifestación cultural: Katyá, Bölëbó, Sihíri. Religiosidad: Ruppé (Dios), Mörímò (intermediario entre los vivos y los muertos, conocedor, sanador), Tyiántyo (hechicero). 5. Lengua de la etnia: Ëtyö, Ëböbéë. En las sociedades preguineoecuatorianas, con sus clases sociales y profesionales, su organización socio-política, los intereses convergentes de sus integrantes, su ordenamiento espacial, sus manifestaciones sociales, su sentido escatologógico manifestado en el respeto a los mayores y a los ancestros, su comunitarismo y horizontalidad familiar, su matriarcado o patriarcado, su poligamia, etc., destacaba el sentido de la inclusión y de la territorialidad física, real y mental. Decimos “destacaba” porque la guerra de culturas que ha vivido (y sigue viviendo) el continente africano destruyó (y sigue destruyendo) este valor tan apreciado antaño. Se trata de un período preguineoecuatoriano en el que no se hablaba todavía de la ruptura entre las familias ni entre las etnias-nación, porque tanto los gobernantes como los gobernados trabajaban guiados por una norma en la que la solidaridad era ley, y donde las obras orales estaban vinculadas a la realidad circundante, fuese mítica, escatológica, imaginaria o real. Sin embargo, esta “realidad” preguineoecuatoriana hoy “idealizada” o “reclamada” en nuestros tres escritores, vivió la violencia progresiva de los períodos históricos que sufrió toda el África negra, a saber: · La Esclavitud, con todo lo que supuso para el africano, y que puede concretarse en el debilitamiento de éste y su derrota psicológica, al ser cosificado, animalizado, satanizado, desplazado y desgarrado, o vendido como mero objeto comercial. 5 · El Período Colonial, con la imposición de la monogamia y de la familia nuclear, la creación de una nueva clase social de emancipados o asimilados, la asunción de los gobernantes extranjeros blancos y militares apartados de la sociedad gobernada, la aparición de las familias horizontales desarticuladas, obligadas a asumir las fronteras terrestres y culturales, o la imposición de nuevas creencias religiosas, la cosificación e infantilización de los gobernados, etc., por parte de los detentores del poder. · Período Post-Colonial-1, caracterizado por sociedades guineanas de gobernantes asimilados (emancipados) y monopolizadores de la violencia (son los militares que protegían a los colonizadores y sufrían todas sus vejaciones directamente), por familias nucleares empoderadas por la religión, la formación, la ocupación laboral, etc., por familias horizontales dispersas y debilitadas en las que ya no tienen poder sus patriarcas o matriarcas, por creencias religiosas impuestas y exo-culturales. · Período Post-Colonial-2, caracterizado por sociedades guineoecuatorianas aculturadas y carentes de vínculos transversales (experiencias comunes fortificantes) y sin referentes etno-culturales, por gobernantes herederos del poder militar con un absoluto monopolio de la violencia, y legitimados por los herederos de sus antiguos amos, por familias nucleares agrupadas en sociedades avanzadas y familias horizontales consideradas atrasadas y condenadas a vivir en los suburbios, acentuando así la diferencia entre el espacio del gobernante y el espacio del gobernado ignorado, súbdito cosificado y sin derechos reconocidos fuera de su condición de “ciudadano constitucional”. La destrucción del territorio social definido, desvinculó al escritor guineoecuatoriano de su esencialidad cultural, creando en él un territorio literario no-definido, un espacio desconocido y desvinculado de su experiencia intra-familiar. Estamos ante la búsqueda obsesiva de un territorio “deseado” en el que el escritor se siente acogido y protegido desde su indefensión post-colonial. 3.- Frustración desde la violenta jerarquización socio-literaria. En nuestra sociedad des-etnizada, desde los Estados hasta los organismos, o los mismos individuos, todo parece estar jerarquizado. Tenemos Estados poderosos, organismos poderosos, individuos eficientes, sociedades activas, escritores influyentes, etc., capaces de alterar las vidas y destinos de los demás. En nuestro caso específico, tanto la sociedad como el escritor no poderoso, al padecer lo que denomino síndrome post-traumático post-colonial de la añoranza (esperar que todos sus problemas sean resueltos por el excolonizador o sus descendientes, y aceptar todo lo que ha hecho la colonización, sin cuestionarlo), viven graves momentos de frustración, tal como recoge el testimonio de Juan Balboa Boneke (SALVO, Jorge 2003: 25): -“Es muy extraño el comportamiento de los blancos. Muy extraño. Creo que nunca se les puede comprender. Para ellos, lo que es malo hoy, mañana es bueno. Lo que hoy persiguen, al día siguiente lo aplauden. Vosotros que vivís en su país, les habéis llegado a comprender?” 6 -“Estuvieron aquí durante muchísimos años, nos enseñaron la civilización, nos enseñaron “ê ché ê itohi la pula’ê” (el lugar donde sale el sol), nos trajeron a Dios, por lo visto nosotros no le conocíamos. Condenaron todo lo nuestro por ser salvaje. Persiguieron nuestras ceremonias. Nuestras danzas eran salvajes y las combatieron, por eso nos enseñaron la suya y su música. Si aquí lo condenaron todo, cómo es posible que lo permitan en su país y encima lo aplaudan?, si allí lo aplauden, por qué no lo respetaron aquí en nuestra tierra? Parece que disfrutan destruyendo las cosas, pero en seguida se vuelven atrás, para construir lo que han destruido”. Este síndrome post-traumático post-colonial (en este caso, manifestado por la frustración, la indiferencia y el laissez-faire) también afecta a los colonizadores y a sus descendientes, tal como se lee en los párrafos siguientes (SALVO, Jorge 2003: 69): “Balboa Boneke se enfrenta a la indiferencia del pueblo y gobierno español para con sus colonizados y descubre, ‘de manera brutal’, “que éramos diferentes de los españoles…”. “…Lo que los exiliados han descubierto es que no pueden esperar ningún tipo de ayuda, preocupación o responsabilidad de sus excolonizadores. El mensaje que el escritor quiere comunicar a su pueblo es que no puede esperar nada de nadie, sino de si mismo, y por lo tanto debe dirigir su mirada a su propio pasado, desprendiéndose de cualquier espejismo que le haga pensar o creer que su historia esta de alguna manera ligada a la historia del colonizador. Si no hay historia común, entonces el futuro tampoco es común”. Estas situaciones de frustración serán aprovechadas por los regidores del espacio social del nuevo país para imponer nuevos marcadores identitarios con los que cada guineoecuatoriano debe obligadamente definirse en esta etapa post-colonial si quiere sobrevivir en el “nuevo espacio”. Pero se trata de marcadores identitarios muy limitados y cuyos agentes productivos son, por una parte, la escuela a-guineoecuatorianizada (no forma a las jóvenes generaciones del país para ser culturalmente guineoecuatorianas), que se encarga de transmitir ideales neocoloniales a las jóvenes generaciones y, por otra parte, el contexto socio-político, el cual gira en torno al personaje central del espacio social guineoecuatoriano, que se apoya en el fantasma de la división territorial para perseguir y exterminar a cualquiera que se atreviera a cuestionar la ausencia del noproyecto para el nuevo país. Se trata de los siguientes marcadores: · · · · · · · Un hombre: Francisco Macías Nguema. Teodoro [Obiang Nguema. Un nombre: Guinea Española. Guinea Ecuatorial. Un gentilicio: Guineano o Guineoecuatoriano. Una bandera: La de cada país. Un sistema político: Dictadura civil y militar en traje civil, jefes de [estado vitalicio, presidencia hereditaria. Un sentimiento: Pertenencia (círculo del poder) o Exclusión (por [razones étnicas, políticas, históricas, etc.). Un modelo de conducta: Corrupción, monopolio de la violencia por parte [del Estado, ostentación, nepotismo, etc. 7 · Un grupo dominante: · Unos referentes: El del entorno del jefe de Estado (que impone un [poder condigno). Jefe de Estado, Ministros emparentados con el Jefe [de Estado, hijos, tíos y sobrinos del Jefe de [Estado, nuevos ricos, fuerzas de seguridad [represoras, iglesias oficiales, etc. La llegada de una independencia “mal partida” (o mal empezada), en lugar de promover la búsqueda de este territorio común multiétnico, se convirtió en la justificación del recelo territorial de cada etnia, hasta el punto de que la construcción del nuevo territorio pasó a ser la extensión del Estado hacia el espacio étnico, la confusión de la etnia con el Estado o, sencillamente, la muerte del espacio étnico. En todo este maremágnum, surgió el espacio “negado” a las sociedades apartadas del poder, y en las que únicamente se construyó un espejismo de lo que podría llegar a ser su hábitat. Es el espacio del noreconocimiento, y en el que el escritor-poeta se convierte en la palabra protegida por el silencio, o por el pasado ya abandonado, que solamente renace en sus versos como creador cultural que altera la “paz” sociopolítica intimidatoria. 4.- Territorialización y des-territorialización desde la literatura. En el análisis de algunas de las obras de los tres escritores que hemos seleccionado para hablar de este exilio y transterritorialidad, a saber: Juan Balboa Boneke, Jerónimo Rope Bomabá y José-Fernando Siale Djangany, existe un alejamiento o ensimismamiento desde dos perspectivas. Por un lado, el desplazamiento externo por razones formativas (Juan Balboa Boneke y José-Fernando Siale Djangany) y el exilio forzado (Juan Balboa Boneke y Jerónimo Rope Bomabá). Por otro lado, el exilo interior (José Fernando Siale Djangany), el territorio interiorizado, o exilio y auto-destierro psíquico hacia sí mismo (Jerónimo Rope Bomabá). Desde un punto de vista cultural, el destierro psico-físico es una situación descrita y vivida por personajes desviados que en su momento se opusieron a la norma impuesta por la gerontocracia. La reacción del poder condigno tenía como finalidad evitar la destrucción de la territorialidad étnica y frenar cualquier atisbo de creación o aparición de un no-lugar, según indica la profesora Nayra Pérez Hernández (2008). La escritura del destierro de Hans-Bernhard Moeller, citado por Nayra Pérez Hernández (2008) se ejemplifica en nuestros tres escritores, con la especificidad que cada uno de ellos representa, según tendremos ocasión de demostrar. 4.1.- Juan Balboa Boneke: krió-bubi. Autor de O’Boriba (1982), Susurros y pensamientos comentados: Desde mi vidriera (1983), o El reencuentro. El retorno del exiliado (1985), Juan Balboa Boneke representa el viajero que regresa a sus raíces después de una experiencia europea (SALVO, Jorge 2003: 47) y asume la doble función de: 1) reinsertarse en su propia tradición africana y 2) reencontrar la historia de su colectividad (SALVO, J. 2003: 68). La condición bubi-krió de este poeta le sume en una indeleblidad caracterizada por sus experiencias culturales transhumantes. 8 El profesor afroamericano Mario André Chandler, de la Universidad Oglethorpe (Atlanta), y de ancestra bubi según la prueba de ADN, dice que muchos de los poemas de Juan Balboa Boneke «tratan el tema del exilio físico y psicológico del autor de su amada Guinea Ecuatorial» o el de la «supervivencia» que «depende totalmente del esfuerzo colectivo de las masas y de los ciudadanos ecuatoguineanos», sin olvidar otros temas como los cantos evocativos a la naturaleza, la descripción casi obsesiva de ámbitos precisos de la isla de Bioko, la melancolía, la nostalgia, el desarraigo o la «orfandad de tierra», según recoge el también crítico y profesor de Lengua y Literatura Hispanoamericana en la Morgan State University (Maryland) Mbare Ngom Fayé. (El español y la producción literaria de guinea ecuatorial, 2005). Fuente: http://cvc.cervantes.es/lengua/anuario/anuario_05/bolekia/p05.htm El exilio del poeta, tan sutilmente tratado en muchos poemas, y que tan bien ha sabido percibir el profesor Mbaré Ngom Faye (2003: 124-126) se convierte en pretexto para el reencuentro con su pasado de ensueño, la exaltación del encanto de la naturaleza y para invitar a los lectores y a la sociedad a sublevarse, como consecuencia de las realidades descritas. El poeta se convierte aquí en denunciador de todas las fechorías de sus gobernantes. En la página 187 del artículo titulado “Posindependencia y proyecto cultural en la literatura hispanoafricana» en Actas XIII Congreso AIH (Tomo IV)”, el profesor Mbare Ngom Faye sostiene que: La otra temática que recorre estos textos [poéticos] es la descripción de la experiencia del exilio como vivencia cotidiana. En la obra de un autor como Juan Balboa Boneke, que optó por huir de su isla natal, Fernando Poo (hoy Bioko), para refugiarse en otra isla (Mallorca), el exilio ocupa un lugar central. En Donde estas Guinea? (1982) Juan Balboa expresa la angustia provocada por la vagancia y el desarraigo del exilio: Quien soy yo? Se me ha arrancado de lo que era mi realidad, mi existencia, mi cultura (….) no soy ni de aquí ni soy de allá. Y cuando me descubro a mí mismo, resulta que para mis hermanos (mi pueblo) soy un extraño. Sigo sintiéndome extraño en esta sociedad porque no acabo de ser comprendido, porque no acabo de comprender. Algunos de los poemas de este poeta que soñó con humanizar al alterador del espacio guineoecuatoriano desde dentro, pueden servirnos para visibilizar este escrito del destierro doloroso y epimeteico, tal como podemos observar a continuación: 9 Todas las palabras resaltadas (en negrita) ofrecen sentidos polisémicos que de alguna u otra manera, nos remiten a los temas recurrentes del poeta, es decir, al destierro o NOSTALGIA (Boloko) exilio, y a la tierra añorada que fue espacio de ensueño, aunque también víctima de la Atardecer violencia: puesta de sol tropical olor a mar Atardecer ---------à Amanecer a paz Puesta -------------à Salida y a libertad. Mar ----------------à Tierra Paz -----------------à Guerra Playa de Boloko Libertad -----------à Opresión coquetona y africana; Playa de Boloko -------à Contexto cultural playa de arena negra Arena negra -------------à Tranquilidad bastión Bastión de Lubbá ------à Refugio, baluarte de Lubbá Regazo -------------------à Refugio de Ria-abba y Rilaja; Viaje ----------------------à Migración, huida en tu regazo Perlas ---------------------à Premio rinden viaje Olas en fragor -----------à Tierra violentada las blancas espumas cual perlas Cocotal --------à Palmeral (lugar de de las olas en fragor… abundancia) Orilla ---------------à Territorio, tierra poseída. El cocotal Linfa cristalina ----à Pureza, ambiente puro. a lo largo Amistad ------------à Proyecto interrumpido de tu orilla de convivencia. su sombra proyecta Multicolor --------à Diversidad incluso en la sobre tu linfa cristalina; idiosincrasia étnica. sombra de amistad Tropical --------à Alegría, calidez, etc. sombra multicolor Crepúsculo -----à Oscuridad, futuro incierto. y de sabor tropical Belleza y esplendor ------à Esperanza. que en el crepúsculo Negritud --------à Aprendizaje, experiencias esparce compartidas con otros escritores. tu belleza y esplendor. Playa de Boloko Si tuviéramos que resumir en dos palabras el playa poema de Juan Balboa Boneke utilizaríamos, de Negritud, por una parte, el exilio y, por otra, la libertad, desde mi exilio ambos tomados como fronteras infranqueables añoro tu calor; que impiden encontrar el espacio reclamado. tu fragante aroma quiero percibir Si en el poema anterior estábamos y a la calidez de tu regazo ampliamente inmersos en la realidad bubi deseo retornar. cultural, ahora, con el poema “¿Dónde estás, Guinea?” el poeta nos describe una Guinea [Ecuatorial] violentada, abandonada y errante, haciendo una alusión directa a la situación del país y al abandono que sufre por parte de la madre (España). 10 Guinea Patria mía ------àNecesidad de tener una patria, al no ubicarse en las comunidades bubi y krió. Gimes y lloras de dolor ------à Mal comienzo del proyecto de Guinea ¿DONDE ESTAS, GUINEA? Ecuatorial. Esclavitud ---------à El paso de un ¡Oh! Guinea Patria mía, sistema opresor (colonización) a otro hoy gimes y lloras de dolor, (neocolonización). a voz en grito clamas Clamas y lloras tu Libertad --------à y lloras tu esclavitud; Población violentada, impactada. en tus hijos buscas tu Libertad, pero... éstos ¿dónde están? Retoños errantes -------à Salida masiva de los guineoecuatorianos hacia el exilio Los retoños, de tus entrañas fruto, (España, Camerún, Gabón, Nigeria, etc.). errantes vagan por el orbe Entrañas ----------à Recrudecimiento de entre sí aislados, ciegos y errados, la violencia: militarización de la mendigando no sé qué solución sociedad. para tu Libertad alcanzar; Aislados, ciegos -------à Abandono por mientras tú lloras, y sollozos de parte de España y aislamiento del país a dolor, nivel internacional (asesinato masivo de pero... éstos, ¿dónde están? líderes políticos). Mendigando --------à Organización de la Anegado en llanto y dolor aguardas; diáspora guineoecuatoriana y búsqueda las horas se tornan días, de asistencia ante el recrudecimiento del los días años y éstos siglos; régimen de Guinea Ecuatorial. mientras te retuerces de dolor y angustia, Llanto y dolor -------à Derrota y de tus hijos imploras tu Libertad; psicológica. tus retoños ¿dónde están? Horas y días ------à Demasiado tiempo de sufrimiento. ¡Oh! Guinea, errante, Años y siglos -------à Demasiado Guinea del exilio: ¿dónde estás tiempo de sufrimiento. y qué haces para a tu madre salvar? Dolor y angustia -----à Demasiado dolor Lloras tu soledad y orfandad, y desesperación. impasible y sordo Libertad ------à Esperanza, sueños, de espaldas vives al llanto y dolor proyectos, deseos de superar los traumas de aquélla que el ser te dio, del pasado. aislados hermanos a hermanos buscas su Libertad, Guinea errante -------à Los nuevos pero juntos. iOh! Guinea errante exiliados “intelectualizados”. qué haces para a tu madre salvar. Guinea del exilio ----à Como forma de encontrar lo que no se obtiene en el país ¡Oh! Guinea errante, (salud, seguridad, etc.). Guinea del exilio: ¿Dónde estás? Soledad ------------à Profunda tristeza, aislamiento, inmigración “globalizada”, etc. Orfandad ---------à Desamparo, soledad, desabrigo, trauma social, etc. 11 El último poema que cogemos de Juan Balboa Boneke lleva por título “Añoranza”, y es un reclamo desesperado de su retorno, de ese sueño que tuvo y no pudo realizar. Es el deseo de reparar ese espacio violentado de sus entrañas, en el que encuentra su reclusión. En este poema, el poeta ha claudicado, “dimite” como buscador de AÑORANZA sueños posibles, para hallar su libertad desde su soledad, desde su añoranza. Quisiera volver a mi ayer, quisiera ser de nuevo niño Las secuelas del triple exilio de este y con los pies desnudos hombre (como estudiante que al correr por las pedregosas terminar no pudo regresar y se hizo calles de mi verdad rebolana. exiliado, como escritor y exministro que Quisiera volver a mi niñez para jugar y saltar, para cantar y reír, y para llorar, quizás: pero en la libertad. Sí, quisiera volver; quisiera volver a mi ayer. Ayer...ayer niño fui, hoy, hombre soy, y mañana, ¿qué seré? Sí, quisiera volver; quisiera volver a mi inocente libertad. (2008) tuvo que huir del país y ahora como recluido en su pequeño espacio valenciano de Paterna) le acompañan siempre. De familia de grandes luchadores por la libertad (sobrino de Dña. Fidela Boneke Mitelebó, quien vivió exiliada en la Isla de Las Palmas de Gran Canaria, donde moriría, y sobrino también de D. Aurelio Boneke Mitelebó, presidente del Consejo Representativo del Movimiento para la Autodeterminación de la Isla de Bioko: MAIB). 4.2.- Jerónimo Rope Bomabá: bubibubi. Este poeta, autor de un único poemario que lleva por título Álbum poético (1996), nos proyecta hacia un espacio iniciático identificado con su propio aprendizaje de “renacimiento” o “resurrección” ante el cariz que tomaban las cosas en su “desconocido” país. Al negarse a aplaudir el discurso de la intimidación que brotaba del espacio “institucional” monoétnico y monocultural, este poeta tuvo que crear un espacio de silencio, consecuencia de su exilio doble: exterior e interior físico (vive recluido en su bosque) y psíquico. Vemos en él un espacio “reclamado”. La obra de este poeta se caracteriza por producir textos exospóricos, en el sentido de que en su obra refleja condiciones exógenas –una clara consecuencia de la fuerte enculturación que tuvo que vivir-, y xenospóricos, en el sentido de reflejar condiciones endógenas, aunque hábilmente protegidas, todo ello como consecuencia de la transculturalidad derivada de la aprehensión inconsciente de la deculturación padecida. La obligada decisión del poeta en su viaje hacia la exosporidad refleja su reclamo por su pasado, oculto y protegido en el espacio colonial, de ahí la presencia de lo subrepticiamente xenospórico. La amabilidad con la que describe el espacio de su obra poética choca contra el espacio post-colonial violentado, y en el que no tienen cabida quienes buscan un urgente hermanamiento intergeneracional. 12 4.3.- José Fernando Siale Djangany: bubi-ndowè. Frente a los temas descritos por estos dos escritores avezados están los de otros escritores guineoecuatorianos de publicaciones más recientes. Es el caso de José Fernando Siale Ndjangany, autor de Cenizas de Kalabó y Termes, obra en la que se recogen temas como el del exilio interior (ZAPATA-CALLE, Ana 2009), la religión tradicional encarnada en los personajes populares del curandero (en la sociedad fang) o el espíritu (en la sociedad bubi), la religión importada del blanco con sus iglesias, sus sacerdotes, etc., la persecución sufrida por algunas etnias y grupos políticos por el nuevo régimen (después del derrocamiento de Francisco Macías Nguema en 1979), las miserias de las poblaciones del país, la impotencia de los padres para hacer frente a sus obligaciones como progenitores, los asesinatos, etc. En resumidas cuentas, se trata de una fotografía caótica, según Ciriaco Bokesa Napo, prologuista de dicha obra. Cuando leemos extractos como el siguiente, entendemos por qué el uso de los términos “fotografía caótica”: Fui por los barrios «La Paz», «Semu», tras vagar brevemente por la zona de «Barracón», de «Fortuny», donde, en viviendas tres veces chicas e inconfortables, se apiñaban los desheredados de Santa Isabel, orando con fervor, esperando ansiosamente a que «las cosas cambien por la gracia de Dios quien lo da todo y lo quita todo». Se observaba en todos estos antros la misma forma de existencia, como si los ocupantes se pusieran de acuerdo para dar la misma imagen de lasitud espiritual o pausa mental, viviendo indiferentes sus horas una tras otra cómo se consumen cacahuetes sin fijarse en su tamaño o en la diferencia de salinidad de uno a otro [...]. Los inocentes correteaban por las calles, se peleaban entre ellos revolcándose en el barro con todo el libertinaje del mundo [...]. Dios les protegía. «Lo que cuesta es parirlos», afirmaba la voz popular. «Una vez que han salido sin heces ni orina, crecen solitos, con aire y barro». En sus homilías el padre Gori los calificaba de «niños huérfanos de padres vivos». Varios padres vagabundeaban por doquier, en pos de un generoso vaso de vino o de una simple compañía que les hiciera olvidar por unos minutos esta obligación paternal que, a pesar de su empeño, no conseguían cumplir rigurosamente. Las madres, por su parte, se afanaban en acarrear agua para las casas [...], ir al mercado, hacer la tenue comida, comprar pescado congelado para su reventa en los mercados, sentarse largas horas con sus mesitas comúnmente denominadas «las mesitas de la miseria» [...]. Como ya indicaba hace algunos años (BOLEKIA BOLEKA, J. 2005), la obra de José Fernando Siale Djangany es una continua ida y venida del pasado al presente, es decir, de la época colonial a la época poscolonial, dando al lector la oportunidad de conocer y comparar ambas realidades. Esta «radiografía» social que hace este ya experimentado autor le lleva a hablar de la «profundidad de Santa Isabel» (prefiere mantener este nombre, como una forma sutil de manifestar su inconformismo ante los nuevos gobernantes), y percatarse de que en la miseria de su sociedad, muchas de las gentes vivían dignamente sus vidas, sin pordiosear, con la cabeza erguida, el pulso firme. 13 Fuente: http://cvc.cervantes.es/lengua/anuario/anuario_05/bolekia/p05.htm (viernes 22 de junio de 2012). El espacio de José-Fernando Siale Djangany es un espacio contaminado al que quiere remediar y purificar (“cuando llueve, le digo a mi mujer, me voy a la calle” [http://www.ojosdepapel.com/Index.aspx?article=4454 (viernes, 22/06/2012]), reclamando un espacio mejor, de ensueño, negado a los “desheredados de Santa Isabel” (como él mismo llama a los desamparados habitantes de su reclamado y hábilmente retratado espacio interior). Los personajes de este jurista-escritor están condenados a permanecer en un mismo territorio. No hay cambio de estatus, lo que significa un fiel reflejo de esta falta de cambio o “traslado” de un territorio a otro dentro de la misma sociedad guineoecuatoriana (a pesar de la intervención de la “sirena” o “mamy watá” en el relato “La visitante de la bahía” en la obra En el lapso de una ternura [págs. 97-110] de nuestro autor), en la que los individuos poderhabientes (BOLEKIA BOLEKA, J. 2001) pertenecen al círculo del poder, que siempre protege a los suyos. Así lo leemos en el relato titulado “Casual footstep” (págs. 161-171 de la obra En el lapso de una ternura de este escritor-jurista. 5.- Conclusiones. El desarrollo posterior de los acontecimientos sociopolíticos y culturales transformó la esperanza y el sueño iniciales de los escritores referidos en un re-exilio interior, teniendo que recurrir al pasado cultural para protegerse del giro o prolongación dictatorial, y centrarse en su producción poética callada como una manera de convertir su andro-centrismo en una estrategia necesaria para sobrevivir. Para asimilar lo que el propio José Fernando Siale Djangany (2009 : 5) denomina desarraigo emocional y cultural, llanto del exilio físico y forzoso desde la diáspora, «la literatura ecuatoguineana tuvo que acoplarse de manera casi neorótica en su propia sociedad, de la que extrae elementos y estabilizadores para crear una ficción propia». La violencia vivida desde el inicio de la pos-colonialidad sincronica guineoecuatoriana, afecto profundamente a los productores culturales. En sus textos, estos palabradores parecen, segun Mbare Ngom Faye ( : 181) «querer superar el trauma del alejamiento de la tierra natal y prohibida. Desde el exilio espanol, los creadores guineanos lloraron la tierra perdida y violentada. El intelectual guineoecuatoriano se encuentra perdido en un mundo cultural al que no pertenece y no le pertenece (SALVO, J. 2003: 124). Mbare Ngom sostiene que “la represión indiscriminada que siguió, así como la persecución de los trabajadores de la cultura, resultó en un éxodo masivo de la población fuera del país, lo cual provocó un vacío cultural. Durante casi diez años, el espacio de práctica del guineano fue reducido a la periferia que era, en este caso, un espacio transnacional al darse fuera de las fronteras del país. El foco más activo estaba en España donde residía una importante colonia de exiliados guiñéanos. Y fue allí, pues, donde empezó a gestarse el contradiscurso nguemista entre la diáspora guineana” (2000: 181). Africanidad o identidad de aquellos escritores africanos que se reconocen en el término, que se autodefinen como pertenecientes al universo africano y cuyos trabajos reflejan un 14 búsqueda interpretativa del universo del que se sienten parte (SALVO, J. 2003: 97), o del que se sienten doblemente excluidos, como es el caso de Juan Balboa Boneke: La otra vertiente temática que recorre esos textos es la descripción de la experiencia del exilio como vivencia cotidiana. En la obra de un autor como Juan Balboa Boneke, que optó por huir de su isla natal, Fernando Póo (hoy Bioco) para refugiarse en otra isla (Mallorca), el exilio ocupa un lugar central. En ¿Dónde estás Guinea?, (1982), Juan Balboa Boneke expresa la angustia provocada por la vagancia y el desarraigo del exilio: ¿Quién soy yo? Se me ha arrancado de lo que era mi realidad, mi existencia, mi cultura (...). Ni soy de aquí, ni soy de allá. Y cuando me descubro a mí mismo resulta que para mis hermanos (mi pueblo), soy un extraño. Sigo sintiéndome extraño en esta sociedad porque no acabo de sentirme comprendido, porque no acabo de comprender (NGOM FAYE, M. 2000: 182). El Estado guineoecuatoriano, con el falso pluralismo político que anunció en 1991, hizo albergar en los creadores literarios un ligero reconocimiento de la diversidad etnocultural, pluri-lingüístico y multi-literario con los que debía empezar a definirse la realidad identitaria de los pueblos de Guinea Ecuatorial. Las obras que se publican durante esta fase retoman el «discurso de resistencia cultural guineano»41 con el que se pretendió romper la muralla del silencio que se erigió en torno a Guinea Ecuatorial. Como creadores, los escritores de esta época de la esperanza truncada son el producto de lo que produce su tierra natal (Guinea Ecuatorial) o adoptiva (España, Francia, Nigeria, etc.), y se esfuerzan en hacer posible la literatura al tiempo que sostienen una ardua batalla contra la crueldad, la miseria material y espiritual, el empobrecimiento de las aspiraciones de la sociedad, etc. (BOLEKIA BOLEKA, J. 2005), todos ellos espacios fronterizos hormigoneados que impiden el más mínimo acercamiento hacia el espacio condigno del poder. El escritor sudafricano Achmat Dangor, autor de “La trilogía de Z town” (2010: 242) dice que “la iglesia, la clínica, la tienda y el cuartel se han convertido en las fronteras de nuestras vidas”. Debemos añadir la escuela europea en África, las lenguas oficiales de los estados africanos, las nacionalidades políticas que se imponen desde estas mismas escuelas, las fronteras terrestres y mentales vigiladas, etc. 6.- Bibliografía. ALVITE, Dosinda (2009). 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