Reducción de la edad para votar

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IMPLICACIONES ELECTORALES DE LA REDUCCIÓN DE LA EDAD
PARA VOTAR EN LA CIUDAD DE MÉXICO
Museo de la Cuidad de México, 22 de julio de 2016
Buenos días a todas y a todos,
En primer lugar, quiero agradecer la invitación del Instituto Electoral del
Distrito Federal, del Instituto de la Juventud de la Ciudad de México, de
la Organización Fuerza Ciudadana, por la invitación para participar el
este evento que sin duda, resulta de la mayor trascendencia para
comenzar con la discusión y aportaciones sobre todos los temas que
estarán a discusión, a partir del mes de septiembre en la Asamblea
Constituyente, la que tiene a su cargo la recepción, dictaminación y, en
su caso, aprobación del proyecto de Constitución para la Ciudad de
México que le remita el Jefe de Gobierno de esta Ciudad.
La primera Constitución de la Ciudad de México es sin duda uno logro
de los que las y los habitantes de esta ciudad debemos sentirnos
orgullosos, pero que también implica numerosas obligaciones. Muchos
serán los temas que habrán de debatirse y la reducción de la edad para
votar es uno de los más importantes.
El tema de la mesa se circunscribe a analizar las consecuencias
electorales de la edad para votar, sin embargo, comenzaré por
comentar las diversas implicaciones jurídicas de este tema para concluir
precisamente en el impacto electoral de esta reducción.
Votar es un derecho humano. Como cualquier derecho humano no es
absoluto y está sujeto a límites. En el caso de este derecho político, el
1
derecho de votar se encuentra restringido, en nuestros días, a alcanzar
la edad establecida en la ley. En otras épocas, las limitaciones han sido
diversas.
Por ejemplo, en la polis griega los ciudadanos participaban directa y
activamente en los asuntos públicos, pero la categoría de ciudadanos
se otorgaba únicamente a hombres libres. Ni esclavos ni mujeres tenían
derecho a intervenir en los asuntos del pueblo por el simple hecho que
no eran pueblo. La presencia de esclavos, así como la exclusión de la
mujer, nos habla inmediatamente de la inexistencia de libertad e
igualdad, conceptos que son valores de la democracia moderna y
quedaron asentados en la Carta Universal de los Derechos del Hombre
y del Ciudadano.
Al respecto Norberto Bobbio afirma “No es casualidad que en los
cimientos
de
las
democracias
modernas
se
encuentren
las
declaraciones de los derechos del hombre y del ciudadano, que no
fueron conocidas por la democracia de los antiguos. La democracia
moderna reposa sobre una concepción individualista de la sociedad”1.
Tal concepción individualista de la sociedad se asienta y se expresa a
través de los derechos políticos; a partir del derecho que establece el
sufragio universal. Es decir, desde el momento en que se reconoce la
igualdad política entre hombres y mujeres, al margen de diferencias
religiosas, económicas y sociales.
BOBBIO, Norberto. “La democrazia dei moderni paragonata a quella degli antichi (e a quella dei
posteri)”, en Teoría Política, num. 3, 1987, p. 11. Citado por José F. Fernández Santillán en La
democracia como forma de gobierno, Cuadernos de Divulgación de la Cultura Democrática, Instituto
Federal Electoral, México 1997, p.41.
1
2
Evolución histórica del derecho al voto en México
A partir de la Constitución de 1917 podemos observar una evolución en
la figura del sufragio que ha permitido ampliar su campo de acción tanto
en sus características como en su ejercicio. El artículo 5 se refirió
expresamente al concepto de "derechos políticos", figura que a la larga
será la depositaria de las prerrogativas ciudadanas que permitirán al
elector la participación activa, que en términos generales significa el
derecho al voto, así como la pasiva, que representa el derecho a ser
votado.
La evolución normativa en México respecto del voto, ha implicado la
ampliación de este derecho sin que se encuentre restringido por
características de tipo físico, sexual, racial, social y económico. Tal
evolución la podemos observar desde las siguientes reformas legales:
1. El 2 de julio de 1918 se presentó la "Ley para elecciones de
Poderes Federales", en la que encontramos las siguientes
características:
- Se garantizó el secreto del sufragio y se incorporaron los principios
revolucionarios de "no reelección, sufragio efectivo, elección directa
y libertad de participación política con la universalidad del sufragio"2.
- Asimismo, se asentó que, como derecho, lo podían ejercer todos
los ciudadanos. Sin embargo, únicamente se consideraba como
tales a varones mayores de 21 años de edad si eran solteros, o 18
2
SANCHEZ BRINGAS, Enrique. “Instituciones Electorales:182 –1918” en La renovación política y el
Sistema Electoral Mexicano, Porrúa, S.A., México, 1985, p. 83.
3
años si eran casados, en pleno ejercicio de sus derechos políticos
e inscritos en los registros de la municipalidad.
2. Hasta 1953, había existido una interpretación restrictiva del
concepto de ciudadano al que se refería el artículo 34
constitucional: se entendía como tal únicamente a los varones,
quedando las excluidas las mujeres.
Por decreto del congreso publicado el 17 de octubre de 1953, se
otorgó la ciudadanía a las mujeres mayores de edad, y por
consecuencia el ejercicio del sufragio tanto activo como pasivo, en
igualdad de condiciones que el varón.
En una primera instancia, este derecho era únicamente ejercido por
las mujeres, en el nivel municipal, en virtud de una reforma al
artículo 115, en el año de 1947. En el año de 1954 fue reformada la
Ley Electoral Federal de 1951, para incorporar el derecho al
sufragio activo y pasivo de la mujer.
Ahora bien, con respecto a la edad para adquirir la ciudadanía, y con
ella los derechos políticos, el 22 de diciembre de 1969, se publicó en el
Diario Oficial de la Federación una enmienda constitucional al artículo
34, fracción I, por el que se otorga la ciudadanía a los jóvenes de 18
años, reconociendo este derecho político del sufragio activo a quienes
representaban una mayoría del total de la población. De esa forma se
aumentó sustancialmente la base ciudadana y el electorado potencial.
Finalmente, el 5 de enero de 1973 se expidió una nueva Ley Federal
Electoral, en la que por primera vez se enunciaron expresamente y en
conjunto las características del sufragio: "El voto es universal, directo y
4
secreto para todos los cargos de elección popular. Constituye un
derecho y una obligación del ciudadano".
El breve recorrido histórico que hemos hecho de las reformas
constitucionales y legales respecto del derecho al sufragio durante los
siglos XIX y XX, sin duda nos lleva a la conclusión de que se han dado
avances significativos encaminados a la consolidación de un sistema
democrático, en el que, a través de comicios apegados a derecho, los
ciudadanos eligen de manera libre y directa a sus representantes,
quienes acceden de manera legítima al ejercicio del poder público.
Sin embargo, no todos los grupos que integran nuestra sociedad se
encuentran representados en nuestros órganos de representación, es
decir, los Poderes Legislativo y Ejecutivo de la Unión y, desde luego en
los órganos representativos de las entidades de la federación, con la
finalidad de que estos órganos velen por los derechos, intereses,
tendencias, ideologías y necesidades de la totalidad de los integrantes
del pueblo. Por lo que, al no estar representadas las minorías en los
órganos que toman las decisiones, concretamente en el Legislativo y en
el Ejecutivo, las leyes que se aprueben y las políticas públicas que se
instrumenten difícilmente velarán por los intereses de ese segmento de
la población.
En México, al menos estos tres segmentos importantes de nuestra
sociedad se encuentran subrepresentados en nuestros órganos
legislativos e instancias de gobierno, y por ende su influencia en la toma
5
de decisiones para satisfacer sus demandas también se ven afectadas:
las mujeres, a los indígenas y a los jóvenes.3
Estos grupos sociales, sin duda representativos de nuestra sociedad y
de la diversidad cultural que nos enriquece, no han contado con una
representación política proporcional a su presencia nacional.
Los jóvenes de entre 15 a 29 años en México suman casi 30 millones,
lo que representa el 24.9% de la población total del país. De ese
porcentaje, el 36.8% se encuentra conformado por adolescentes entre
15 y 19 años, que suman un poco más de 11 millones.4
De conformidad con el INEGI, en 2015 la población menor de 15 años
representa 27% del total, mientras que el grupo de 15 a 64 años,
constituye 65% y la población en edad avanzada representa el 7.2 por
ciento.
3
Se han elegido estos tres segmentos sociales en virtud de los datos estadísticos representativos
que se agregan, sin embargo, necesariamente deben considerarse asimismo a las personas con
discapacidad, a los adultos mayores de 60 años, a personas enfermas, personas con religiones
distintas, personas con preferencias sexuales no convencionales (términos que maneja el
Anteproyecto de la Ley Federal para prevenir y eliminar la discriminación. Comisión Ciudadana de
Estudios Contra la Discriminación. México, D.F. octubre de 2001).
4
Datos obtenidos de la página WEB del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática,
“Estadísticas del INEGI. Día internacional de la juventud”; 10 de agosto de 2015.
6
Pirámide Poblacional
2015
FUENTE: INEGI. Encuesta Intercensal 2015.
Las y los ciudadanos entre 16 y 18 años no cuentan con el derecho al
voto ni con ninguna forma o canal para manifestar sus demandas e
intereses en los órganos representativos de nuestro país.
Los jóvenes en el mundo
Al respecto, me gustaría compartir con ustedes seis datos5 ofrecidos por
Naciones Unidas, el pasado 11 de julio, en el Día de la Población:
a. Primero: como ya lo había mencionado anteriormente, hoy
hay más jóvenes que en cualquier otro momento en la
historia de la humanidad. En 1950, de un total de dos mil
quinientos seres humanos, 721 millones tenían entre 10 y
24 años. Para 2015, de un total de siete mil trescientos
millones, mil ochocientos millones son jóvenes.
5
Ver http://www.unfpa.org/WPD2016
7
b. Segundo: nueve de cada diez jóvenes viven en los países
menos desarrollados, donde es mucho más probable que
vivan en condiciones de pobreza, se enfrenten a la falta de
servicios médicos y tengan dificultades en tener educación
de calidad.
c. Tercero:
la
mitad
particularmente
de
esos
complejos,
jóvenes
enfrentan
en
contextos
vulnerabilidades
adicionales por el hecho de ser mujeres. Por ejemplo, la
mitad de los ataques sexuales se cometen contra niñas de
15 años y menores.
d. Cuarto: como también ya lo había mencionado, en países
considerados en desarrollo, con la excepción de China, una
de cada tres niñas se casa antes de los 18 años. Estas
niñas, con frecuencia, se enfrentan a abusos físicos y
psicológicos, algunas son obligadas a dejar la escuela para
asumir
tareas
domésticas
y
cuentan
con
menos
herramientas para exigir sus derechos.
e. Quinto: cada día, más de 20,000 niñas menores de 18 años
dan a luz en países en desarrollo. Esto da un total de más
de siete millones cada año. Este sector juvenil enfrenta
amenazas
adicionales.
Al
respecto,
otro
dato:
las
complicaciones en el embarazo y durante el parto son la
segunda causa de muerte entre niñas entre 15 y 19 años.
f. Sexto: (y el más relevante) la buena noticia es que ya se
conoce la solución para terminar con estos abusos: el
empoderamiento de las niñas. Desde 1999, el número de
países con disparidades de género en educación primaria
8
se ha reducido a la mitad. Pero las niñas continúan
rezagándose en la educación secundaria. Para 2012, de
todos los países de los que se tienen datos, 63% todavía no
alcanzan la paridad de género en educación secundaria.
Reducción de la edad para votar en el mundo
Las legislaciones de muchos países permiten el voto a partir de los 16
años, pero lo consideran obligatorio a partir de los 18 años. Votar a partir
de los 18 años es, en la mayor parte de los países en el mundo, la edad
más común para votar.
Si bien es cierto resulta necesario establecer un límite respecto del
ejercicio de diversos derechos, algunos de estos pueden ejercerse sin
contar con la mayoría de edad y, por tanto, la ciudadanía. La tendencia
mundial en este sentido es clara, la edad para votar se estableció
primero por arriba de los 25 para ir bajando hasta los límites actuales a
18 e incluso a 16 años.
En Estados Unidos, por ejemplo, Por ejemplo, la última vez que se
modificó la edad para votar a nivel nacional en Estados Unidos fue en
1971, mediante la 26ª Enmienda. El contexto del debate era la Guerra
de Vietnam y los cuestionamientos sobre la diferencia entre la edad para
votar, establecida en 21 años y la edad para ser parte del ejército, que
era de 18. Sin embargo, la discusión no está cerrada, dos ciudades de
Maryland disminuyeron la edad para votar y, en San Francisco hay una
iniciativa que ya cuenta con el apoyo de la mayoría de los supervisores
locales.
9
En Europa, la Comisión de Asuntos Políticos de la Asamblea
Parlamentaria del Consejo de Europa, el 23 de junio de 2011, a través
de la resolución 1826 a los Estados miembros recomienda que, con el
objeto de extender la democracia, “estudien la posibilidad de rebajar la
edad de voto a los 16 años”. El tema había sido tocado en la Asamblea
desde varios años atrás.
En esta resolución, la Asamblea argumenta que, en virtud de la
evolución demográfica en Europa, se podría estar marginando cada vez
más a las y los jóvenes con el riesgo de que el panorama político se
conduzca en función de los intereses de las personas de mayor edad.
El resultado del Brexit a fines del mes pasado, me parece el mejor
ejemplo de que la exclusión de jóvenes en un instrumento de
participación ciudadana, lleva necesariamente a que las decisiones las
tome el grupo etario de mayor edad en el que no se reflejarán las
consecuencias de las decisiones tomadas6.
Otros dos ejemplos interesantes que comentar en Europa.7 España, país
en el que para el Referéndum no vinculatorio sobre la independencia de
Cataluña, en noviembre de 2014, como excepción la edad para votar
fue reducida a los 16 años. En segundo ocurre otra vez en el Reino
Unido en el que la edad para votar es a los 18 años, sin embargo, en
6
Hoy sabemos que la llamada opción BREXIT ganó con una participación del 72% del electorado
(mayor a la de la última elección general de 2015) y por una diferencia del 3.8%. 6 Aunque, en total,
el voto a favor de la salida representó el 51.9 cuando la información se desagrega por grupos de
edad, notamos que, de los votantes entre 18 y 24 años de edad, se estima que sólo el 27% votó por
la salida y el 73% por permanecer en la Unión Europea. Al mismo tiempo, las cifras también muestran
que las áreas con mayores concentraciones de jóvenes fueron las que menos votaron.
7
Consultable en http://eudo-citizenship.eu/commentaries/citizenship-forum/citizenship-forumcat/1157-independence-referendums-who-should-vote-and-who-should-be-offeredcitizenship?showall=&start=5
10
Escocia los jóvenes de 16 y 17 votaron por primera vez en 2014 para el
Referéndum sobre la independencia de Escocia del Reino Unido.
El Consejo de Europa llega a dos conclusiones:
1) El rango de edad que menos participa en las elecciones es el de
18 a 24 años.
Al respecto, el Fondo de Población de las Naciones Unidas en el
reporte de 2014 sobre el Estado de la Población Mundial, afirma que
“el porcentaje de participación de los jóvenes en las votaciones es
menor que en el pasado y muchas veces este constituye su único
medio de expresión política. Esto puede ser consecuencia de varios
factores, entre ellos la sensación de que las instituciones
convencionales dominadas por adultos no reflejan sus intereses, o
un pesimismo arraigado sobre sus posibilidades de marcar la
diferencia".8
Por lo anterior, la reducción de la edad para votar, sin lugar a dudas,
acercaría a más votantes a las urnas.
2) La segunda, en que es importante atraer votantes nuevos para
ampliar y mejorar el funcionamiento democrático de nuestras
sociedades.
El énfasis para el Consejo Europeo consiste en que la educación debe
crear las condiciones necesarias para la participación de los jóvenes en
la democracia.
8
UNFPA 2014. El poder de 1,800 millones. Los adolescentes, los jóvenes y la transformación del
futuro. Estado de la población mundial 2014, p. 98.
11
En Latinoamérica, los rasgos fundamentales de la cultura política son:
a) Escaso interés en la política;
b) Ausencia del tema en el ámbito familiar;
c) Poca cercanía de la ciudadanía respecto de las instituciones
públicas;
d) Poco involucramiento en organizaciones sociales o políticas y en
la vida pública.
En este sentido, en mi opinión, para fortalecer un sistema democrático
incluyente en el que los jóvenes se involucren desde el entorno escolar
y familiar, los programas de construcción de ciudadanía deben incluir
los siguientes temas:
 Las instituciones democráticas ¿qué son?, ¿Cómo funcionan?
 El sistema democrático y sus alcances
 Los procesos de elección como una forma pacífica de tomar
decisiones y solucionar conflictos.
 Los valores de la democracia
 La defensa de los valores de la pluralidad y la tolerancia, que son
cercanos y con las que más se identifican los jóvenes.
Así, a partir del manejo de estos conceptos pueden desarrollarse
habilidades y conocimientos que permitan a las y los jóvenes participar
en los temas que les interesan y les preocupan de manera eficiente,
además de preparar ciudadanos que valoren la cooperación, la
participación y la solución pacífica de los conflictos.
12
El Congreso de Autoridades Locales y Regionales del Consejo de
Europa adoptó en el mes de octubre de 2015 en Estrasburgo, en su
Vigésimo novena sesión la Resolución 387, en la que señala que
mejorar y aumentar la participación política activa es un asunto de la
mayor relevancia en este momento, específicamente en lo referente a
la motivación e inclusión de las y los jóvenes in los procesos de toma
de decisiones públicas.9
Ante el creciente desencanto con la política, reducir la edad para votar
se ha convertido en un asunto de interés público que refleja, en
principio, un deseo de extender el reconocimiento de la voluntad y
autoridad de la ciudadanía y, además, fortalecer la inclusión y
participación política como principios básicos de la democracia
representativa.
Así, aunque la mayor parte de los países en el mundo han establecido
la edad para votar a los 18 años, los cambios demográficos; el mayor
acceso a la información especialmente mediante las nuevas
tecnologías de la información y comunicación y una mayor conciencia
política han significativamente mejorado la capacidad de las y los
jóvenes en la toma de decisiones informadas, por lo que, a costa de
las resistencias, la tendencia general apunta a reducir la edad para
votar a los 16 años.
La juventud de antes no es como la de hace 50 años.
9
Consultable en https://wcd.coe.int/ViewDoc.jsp?p=&id=2365317&direct=true
13
Diversas son las modalidades en las que se ha permitido el voto de las
y los jóvenes a partir de los 16 años:
En Europa:
Austria fue la primera democracia europea en disminuir la edad para
votar a 16 años en junio de 2007, para todas las elecciones.
Alemania y algunos cantones de Suiza ya establecen en su legislación
el voto a partir de los 16 años.
En Eslovenia, la posibilidad para votar a partir de los 16 años está
condicionada a que las y los votantes cuenten con una actividad laboral
remunerada.
Edad para votar en Europa
2%
16%
75%
18 años (39 países y 2 territorios)
25 años (Italia)
23%
16 años (6 paises y 3 territorios)
16 años condicionado (4 países)
7%
De los sistemas electorales analizados en 45 naciones europeas y 5
territorios, las edades para votar varían:
14
- Se puede votar a la edad de 16 años, en el 24% de los países y
territorios estudiados, es decir, en 9 países (Alemania, Austria,
Bosnia y Herzegovina, Eslovenia, Escocia, Hungría, Malta,
Noruega, Serbia y Suiza) y 3 territorios dependientes de Reino
Unido (Bailía de Guernsey, Bailía de Jersey y la Isla de Man).
o Cabe destacar que, de los antes mencionados en 4 países
(8%) el requisito de edad de 16 años debe ser acompañado
con otro elemento adicional como lo es:
 Haber contraído matrimonio, como ocurre en
Hungría.
 Tener una actividad laboral remunerada, como se
exige en Bosnia y Herzegovina, Eslovenia, y Serbia.
o También resulta de relevancia que en 5 de las naciones
mencionadas votar a los 16 años sólo es aceptado en las
elecciones a nivel local, esto ocurre en: Alemania,
Escocia, Malta, Noruega y Suiza (10%).
- El requisito de edad de 18 años, es el más socorrido pues esta
edad se exige en los 41 sistemas electorales de Europa, es decir,
el 84% de los países y territorios analizados.
- Un caso sui generis, es Italia, que diferencia la edad para el
sufragio para cada una de las Cámaras del Congreso:
o 18 años para la Cámara de Diputados.
o 25 años para el Senado10.
10
La constitución estableció en 1646-1947, que la edad que debe tener un elector para sufragar por
el Senado debía de ser de 25 años y para ocupar el cargo de senador de 40 años. En el diseño de
la norma influyó la vieja idea de que las Cámara de Senadores funge como un órgano de
compensación sobre la Cámara de Diputados, pues la Cámara de Senadores está conformada por
miembros más prudentes y reflexivos por su edad y que a la vez son elegidos por electores más
maduros.
15
También en Escocia los jóvenes pueden registrarse desde los 14 y
ejercer el voto, en elecciones escocesas, a partir de los 16.11
En Asia:12
De las 49 naciones analizadas, existe un variado rango de edad exigido
para votar, siendo las siguientes las detectadas:
Caciagli, Mario “El debate sobre el voto a los 16 años en Italia”, Revista Estudios de Juventud, junio2009, No. 85, Instituto de la Juventud, España, p. 2. Consultado el 20 de julio de 2016, en:
http://www.injuve.es/sites/default/files/3MarioCaciagli.pdf
Artículo 58 de la Constitución de Italia (traducida al español). Consultada el 20 de julio de 2016, en:
http://www.ces.es/TRESMED/docum/ita-cttn-esp.pdf
11
En el Reino Unido, para el caso de Inglaterra, Gales e Irlanda del Norte, el registro es a los 16
años y el voto se puede ejercer a los 18, mientras que para Escocia el registro puede hacerse desde
los 14, votar en elecciones escocesas a los 16 y en otras elecciones a los 18. Ver
https://www.gov.uk/voting-in-the-uk/overview
12
Los datos de la edad para votar están construidos con base en la información recopilada por la
Agencia Central de Investigación (CIA, siglas en inglés), “The World Factbook”, Estados Unidos.
Consultado el 19 de julio de 2016 en:
https://www.cia.gov/library/publications/the-world-factbook/index.html
16
- 17 años: es requerido en 3 países13, que representan el 6.1% del
continente.
- 18 años: es requerida en 36 países o en el 73.5%.14
- 19 años: es requerida en Corea del Sur (2.1%).
- 20 años: es requerido en el 4.1% de las (2) naciones.15
- 21 años: es la edad requerida en 6 países o el 12.3% de los
países.16
- Los Emiratos Árabes Unidos al ser una monarquía federal, no
establecen requisitos claros para acceder al sufragio.
En América:
13
Corea del Norte, Indonesia y Timor Oriental.
Afganistán, Armenia, Azerbaiyán, Bangladesh, Birmania, Brunei, Bután, Camboya, China,
Filipinas, Georgia, Hong Kong (China), India, Irán, Israel, Japón, Jordania, Kazajstán, Kirguistán,
Laos, Macao (China), Malvinas, Mongolia, Nepal, Qátar, Rusia, Siria, Sri Lanka, Tailandia, Tayikistán,
Turkmenistán, Turquía, Uzbekistán, Vietnam y Yemen.
15 Bahréin y Taiwán
16
Arabia Saudita, Kuwait, Líbano, Malasia, Omán y Singapur.
14
17
En las 20 naciones analizadas, la edad para votar es la siguiente:
- 4 países o el 18% de los analizados (Argentina, Brasil, Cuba y
Ecuador) se considera que son aptos para votar las personas
menores de 16 años.
 De ellos, Argentina Brasil y Ecuador, el voto a esa edad es
facultativo, es decir, que no es obligatorio registrarse para votar.
 A partir de los 18 años, el voto es obligatorio.
- En el 78% de las naciones17, se considera que la edad para votar
es hasta los 18 años.
 De las anteriores naciones destaca Nicaragua, en donde, para ser
elector a los 18 años, se requiere que sepan leer o escribir o bien
que el elector esté casado.
- Únicamente en Nicaragua (4%), la edad para votar es hasta los
21 años.
De los datos anteriores podemos concluir que, en Asia, ningún país
permite el voto a partir de los 16 años, se permite el voto en tres países
asiáticos a partir de los 17 años. En América, la mayoría de países lo
otorgan junto con la ciudadanía y solamente 4 países prevén el voto
desde los 16 años. La tendencia más fuerte está en Europa en donde
17
Esto es así en: Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guatemala,
Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, Puerto Rico, República Dominicana, Uruguay y
Venezuela.
18
en países como Austria, Suiza, Alemania, Eslovenia, y algunos
territorios del Reino Unido.
En Argentina se permite el voto optativo a los jóvenes desde los 16 años
desde octubre de 2012, en virtud de la aprobación de la Ley de
ciudadanía argentina No. 26.774.
La tendencia más fuerte es a reducir la edad para votar a los 16 años
para votaciones regionales y locales. Así que por qué no empezar en la
Ciudad de México.
Implicaciones electorales
Me tranquiliza saber que el Director del Registro Nacional de Electores
acudirá un poco más tarde a este mismo foro con datos precisos sobre
el aumento del padrón y la lista nominal de electores con la
incorporación de jóvenes de 16 hasta los 18 años.
Sin embargo, me gustaría comentar algunas de las implicaciones
electorales de la reducción de la edad para votar que son muchas y en
diversos temas, entre las más importantes encontramos las siguientes:
1. Realización de campañas de difusión e información del derecho
al voto para las y los menores de 16 años.
2. Incorporación al padrón y lista nominal de electores de este
importante número de nuevos electores.
3. Emisión de un mayor número de credenciales para votar con
fotografía. Determinación respecto al formato de la credencial: el
mismo que para cualquiera que se incorpore al padrón o variará
19
en función de la calidad de optativo/obligatorio del voto o de la
determinación de la edad a la que se adquiera la ciudadanía.
4. Se tendrían que imprimir mayor número de boletas electorales.
5. Mayor número de casillas a instalar, lo que a su vez implica un
mayor número de personas a capacitar como funcionarios de
Mesas Directivas de Casilla.
6. En materia de Educación Cívica implica el replanteamiento de
toda la estrategia para involucrar a los jóvenes para participar en
las elecciones de manera activa.
7. Me parece que, además, implicaría un redireccionamiento de las
estrategias de campaña de los partidos políticos con el objeto de
atraer a esta nueva base de votantes a las urnas.
8. Además, sin duda, la modificación de los Documentos Básicos de
los partidos políticos con la finalidad de establecer la calidad de
afiliado o militante de los partidos políticos desde los 16 años o
alguna otra figura, con el objeto de poder integrarlos a sus partidos
y conseguir su voto a partir de esa edad.
9. El voto electrónico me parece una prioridad para jóvenes que cada
vez más se encuentran vinculados con lo que pasa en México y
en el mundo mediante redes sociales, dispositivos celulares,
tabletas y computadoras.
Conclusiones
Es viable jurídicamente reducir la edad para votar en la Ciudad de
México. Sin embargo, hay que hacerlo teniendo total claridad de las
obligaciones y deberes que se otorgarían a los jóvenes de 16 años.
Puede referirse únicamente a los derechos políticos, concretamente al
20
del voto pasivo, o a un cúmulo de derechos que podrían adquirir. Me
inclino por centrarlo en el derecho al voto activo. El voto pasivo a nivel
local, podría también reducirse para garantizar su acceso a los nuevos
cabildos o al Congreso local, ya que el acceso a cargos en órganos
federales implica modificaciones a la Constitución respecto de las
edades para poder ejercer alguno de estos cargos.
La tendencia mundial más fuerte es a reducir la edad para votar a los
16 años para votaciones regionales y locales. Así que por qué no
empezar en la Ciudad de México. Empecemos por probar con reducir la
edad para votar a las y los jóvenes de 16 y 17 años.
Para mí, la mejor forma de interesar a los jóvenes en los asuntos
públicos del país y conseguir que se involucren en ellas consiste
primero, en la educación y, después, en ampliar sus espacios de
participación.
La forma más adecuada de extender la democracia es ampliar la base
o número de ciudadanos que puedan participar activamente en ella. Es
esta la forma más importante de empoderar a las personas y fortalecer
la democracia en el mundo.
Las y los jóvenes que aún no consiguen la mayoría de edad y, por lo
tanto, la ciudadanía, tienen mucho que decirnos, tienen el derecho de
manifestarlo y una vía para lograrlo es otorgarle el derecho al voto. La
participación de los jóvenes en las decisiones públicas es fundamental
para delinear su propio futuro y, en mi opinión, resulta al menos
cuestionable no ofrecerles la oportunidad de expresarse.
21
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