Cerrando la brecha entre el conocimiento y la productividad empresarial Por: Humberto Cárdenas Parra Ana María Varela Narváez Resumen ¿Sería un sueño, un episodio de ciencia ficción o se estaría frente a una utopía, el imaginarse a los empresarios y emprendedores, de cualquier condición (en especial los relacionados con las PYMES), tomando mejores decisiones, generando estrategias que les permitan salir del circulo vicioso de baja productividad y escasa competitividad en el que se encuentran hoy, y así contribuir en forma sustancial a la prosperidad económica y social? La respuesta a esta pregunta es un rotundo no. En este documento se cuestionan las bases conceptuales históricas con las cuales se ha desarrollado el modelo de educación y formación empresarial actuales y se plantea, un innovador proceso de acercamiento del conocimiento a todos los participantes del proceso empresarial, usando tecnologías digitales. La solución está basada en el desarrollo de un revolucionario concepto: los motores digitales de aplicación de conocimiento, que permiten darle a la educación una aproximación que no se limita a la mera transmisión de conocimiento sino que se concentra en el verdadero objetivo, aplicar el conocimiento en forma productiva. Se rompe así con un paradigma histórico, solo a través de la educación tradicional se logrará formar empresarios y emprendedores exitosos. Palabras clave: Gestión del Conocimiento, Educación, Formación Empresarial, Innovación, TIC´s. Abstract Is it a dream, an episode of science fiction or an utopia to, imagine the businessmen and entrepreneurs, of any condition (especially those related to SMEs), making better decisions, generating strategies to overcome the vicious circle of low productivity and poor competitiveness in which they are trapped today, and contributing substantially to the economic and social prosperity? The answer to this question is a resounding no. This paper aims to question the historical conceptual basis of the current education and business training model and presents an innovative process that allows all members of the business process to apply knowledge using digital technologies The solution is based on the development of a revolutionary concept: digital engines for knowledge application, which enable the educational process to focus not merely on the transmission of knowledge but on the real target, to apply knowledge productively. This destroys a historical paradigm that traditional educations is the only way to train successful businessmen and entrepreneurs Keywords: Knowledge Management, Education, Business Training, Innovation, ICT. El Conocimiento, la raíz oculta de la prosperidad El conocimiento ha sido siempre la raíz oculta de la prosperidad, desde los inicios de la humanidad hasta nuestros tiempos. Sin embargo, con la globalización y la revolución tecnológica de las últimas décadas, el conocimiento se ha convertido en el principal habilitador de la productividad y por ende de la competitividad. Transforma de manera profunda los patrones de crecimiento económico y prosperidad en el mundo. En las siguientes líneas de este documento se esquematiza una propuesta concreta que condensa el planteamiento del problema, la solución desarrollada y los pasos a seguir, así: Se presenta un breve resumen del papel que juega el conocimiento en el desarrollo económico actual y en especial dentro del entorno de las pequeñas y medianas empresas, que históricamente han estado alejadas del conocimiento empresarial y de gestión. Como consecuencia de estos planteamientos se crea una clara necesidad de innovar en el modelo de educación empresarial, para lo cual se propone un nuevo enfoque, imprimirle a la evolución de la educación la misma velocidad que a otros aspectos de la vida diaria (telecomunicaciones, música, fotografía), pues claramente hay un rezago en la aplicación de la tecnología digital en el mundo del conocimiento. Este reto se aborda a través de los motores digitales de aplicación de conocimiento, que son explicados a profundidad con un ejemplo práctico. Al final del documento se relacionan algunos retos y responsabilidades que conlleva esta revolución del conocimiento empresarial aplicado digitalmente, pues a todas luces hay un cambio profundo de paradigmas. Es el deseo de sus autores que esta propuesta abra la discusión y que los aportes de diferentes disciplinas, los cuales serán bien recibidos, enriquezcan el modelaje de un futuro más próspero para todos. El papel del conocimiento en el desarrollo económico La capacidad de usar el conocimiento de manera efectiva permite a los individuos, a las empresas, a las comunidades y a las naciones, maximizar el uso de sus recursos y como consecuencia obvia, contribuir con el desarrollo económico y el bienestar social. El Banco Mundial (2007) identifica cuatro formas en las que el conocimiento está transformando las economías: incremento en la participación de la tecnología en el PIB mundial; cambio en la composición del PIB, con una participación mayor del sector de servicios, que de paso, en las economías avanzadas ocupa el 70% de la fuerza laboral; mayor importancia del capital humano capacitado y su consecuente necesidad de desarrollar competencias analíticas; cambios en la asignación de la inversión tomando una mayor preponderancia los intangibles (I&D, software, formación de la fuerza laboral) que la inversión en capital y adicionalmente, mayor contribución de los activos intelectuales al valor de mercado de las compañías. Estos planteamientos van de la mano con los conceptos propuestos por Drucker (1993) y Toffler (1981): los trabajadores del conocimiento como nueva realidad de la sociedad. El trabajador del conocimiento no es aquel que interactúa con información, sino el que transforma la información en conocimiento y al aplicarlo en su entorno, busca aumentar su productividad. Es importante resaltar que el Banco Mundial (2007) concluye que el conocimiento influye positivamente en la competitividad, el crecimiento y el desarrollo económico en la medida en que encuentre aplicaciones concretas, es decir, lo importante no es la cantidad de conocimiento que posee una economía, sino su aplicación. En este sentido, es prioridad para los países en desarrollo, generar políticas, estrategias y sistemas de innovación que motiven la aplicación de conocimiento en sus economías. Enfatizando sobre el concepto de aplicación de conocimiento, que es tal vez el mensaje central de esta ponencia, se debe evidenciar que el hecho de aumentar la aplicación de conocimiento en cualquier situación (sin importar su naturaleza), se disminuye el componente de la intuición, que sin duda es sinónimo de riesgo. El conocimiento no es de quien lo tiene sino de quien lo necesita, quién a su vez el único que lo puede poner a generar riqueza. Aplicación de conocimiento en las PYMES: una fuerza de desarrollo económico Las PYMES (Pequeñas y Medianas Empresas) son un pilar fundamental, pero débil, del tejido social y económico de América Latina. Representan alrededor del 99% del número de empresas de la región y dan empleo a cerca del 67% del total de la fuerza laboral; la CEPAL las reconoce como actores claves para incrementar el crecimiento potencial de América Latina y hacerlo más inclusivo, cerrando las brechas de desigualdad que persisten en la actualidad. (CEPAL, 2013). Las PYMES representan un conjunto muy heterogéneo que varía desde las microempresas de autoempleo en situación de informalidad, hasta la empresa innovadora con algún grado de eficiencia y capacidad de exportación. Sin embargo, todas se enfrentan a un círculo vicioso de mínima productividad y escasa competitividad que se refleja en su baja contribución al PIB y a las exportaciones de los países de la región. Las empresas grandes en la región tienen niveles de productividad hasta 33 veces la productividad de las microempresas y hasta seis para las pequeñas, mientras que en los países OCDE estas cifras oscilan entre un 1.3 y 2.4 veces (CEPAL, 2013). Dichas diferencias en productividad pueden ser explicadas en parte por las diferencias en el acceso al conocimiento de todo tipo entre las PYMES y las empresas grandes. Estas últimas tienen acceso al conocimiento a través de cuatro canales: adquisición en programas de Universidades y centros de formación; vinculación de nuevos trabajadores; compra de procesos de consultoría con expertos; desarrollar internamente el conocimiento. La mayoría de las PYMES no tiene acceso a ninguno de estos cuatro canales, es decir, su acceso al conocimiento es muy limitado. Particularmente, el acceso y uso de conocimiento en gestión empresarial es muy bajo. En el caso colombiano una mínima proporción de las empresas, más de 1´000.000 inscritas y activas según las Cámaras de Comercio, ha llevado a cabo algún análisis de sus negocios (Análisis de Estados Financieros, Informes de Gestión, Control de Indicadores, etc.). Adicionalmente, la mayoría de los emprendedores tiene un nivel educativo bajo, el estudio del GEM (Global Entrepreneurship Monitor) muestra que para el año 2012, en Colombia el 46.5% de los emprendedores manifiestan que su máximo nivel educativo es secundaria y si a este grupo se le adiciona el nivel técnico, el porcentaje llega al 65.0%. En este sentido, son la población que más genera empresa pero que menor capacitación en gestión de negocios tiene. La falta parcial o total de gestión, es una de las principales causas para que más del 60% de las empresas nuevas no alcancen su etapa de madurez y rentabilidad, en los primeros dos años de vida. Si a un pobre nivel de formación de los emprendedores se le une un bajo acceso y aplicación del conocimiento empresarial, es evidente por qué las PYMES tiene tan alto índice de mortalidad. A esto debemos agregarle una consecuencia grave, la inestabilidad del empleo generado por su fuente más importante en la economía en América Latina (las PYMES generan el 67% de la oferta de trabajo). La alta mortalidad de PYMES genera que el empleo ofrecido no tenga continuidad y el desarrollo de competencias individuales se vea truncado muchas veces, en forma abrupta. Los trabajadores deben desarrollar competencias diferentes cada vez que cambian de empleo y esto por razones obvias es improductivo. Además, como ya se mencionó anteriormente, persiste la desconexión entre las capacidades que demanda el sector productivo y la formación que provee el sistema educativo debido a que la formación empresarial se enfoca en la transmisión de conocimiento y no en su aplicación, entendida como la capacidad de usar el conocimiento para tomar decisiones de manera óptima en el contexto particular de cada PYME. Las soluciones a esta situación se han enfocado en mejorar las competencias de los emprendedores y su fuerza laboral usando herramientas un poco anacrónicas y muy ineficientes. Inclusive con algunas de las nuevas tecnologías (e-learning, campus virtuales, educación a distancia, etc.) se ha intentado “masificar” la transmisión de conocimiento pero la realidad es que los resultados no son buenos. Basta con hacer referencia a la pobre penetración de los temas de gestión en las PYMES, tal como se citó anteriormente. Es por esto que, adicional a generar políticas que faciliten la creación y sostenimiento de las PYMES, es necesario un cambio mucho más profundo en el modelo educativo empresarial. Hoy en día este es complejo, costoso y con un bajo retorno a la inversión, es decir, según la definición de Christensen (2011) es necesario desarrollar innovaciones disruptivas en el modelo de educación empresarial que disminuyan su costo, mejoren su conveniencia y aumenten su impacto en la generación de valor. Necesidad de innovar en el modelo de educación empresarial a) Limitaciones del modelo de educación actual Desde la antigua Grecia (la Academia y el Liceo), el modelo educativo no ha sufrido ninguna transformación radical, sus fundamentos han permanecido invariables a través de los siglos: por un lado, hay alguien que posee el conocimiento (el maestro) y por el otro, alguien que lo demanda (el alumno), no siempre con objetivos claros. El supuesto principal de este modelo es la escasez y la concentración del conocimiento en muy pocas manos, en este sentido la educación se ha centrado exclusivamente en la transmisión del conocimiento como su objetivo principal, siendo más valioso poseer conocimiento que aplicarlo Durante mucho tiempo dichos supuestos no fueron cuestionados, principalmente porque el acceso al conocimiento continuaba siendo muy limitado. Sin embargo, en la era digital esto ha cambiado de manera radical. El supuesto de escasez ya no es válido, todo lo contrario, la abundancia de información (potencial conocimiento) es una realidad indiscutible. Basta con citar la misión corporativa de Google: “organizar la información del mundo y hacerla universalmente accesible y útil”. Si el fin de la educación es la transmisión de conocimiento, entonces ¿serán los buscadores de información de última generación, substitutos de la educación? Aunque la respuesta a esta pregunta podría molestar a algunos educadores, la realidad es que estas herramientas representan la base del modelo de educación actual (poseedordemandante). Las posibilidades de innovación en el modelo educativo se encuentran precisamente en cambiar el énfasis hacia la aplicación del conocimiento, entendida como usar el conocimiento disponible para tomar decisiones dentro de un contexto particular o dicho de otra forma, disminuir el componente intuitivo y aumentar el componente de conocimiento en la toma de decisiones empresariales; donde lo más importante no es la cantidad de conocimiento que se posea sino su productividad. En este sentido, Cody Blair con sus investigaciones sobre el aprendizaje, aporta un nuevo enfoque de hacia dónde deberían enfilarse los esfuerzos para crear un innovador modelo que cambie en forma disruptiva lo que hoy tenemos. Sus hallazgos se resumen en la medición del porcentaje de retención de conocimiento después de 24 horas evaluando diferentes medios de aprendizaje: oír (5%), leer (10%), utilizar pasivo ROL CONTEXTUAL + 5% OIR 10% LEER 20% UTILIZAR VIDEO 30% DEMOSTRAR 50% activo oooo sensitiva cenestésica - PERCEPCIÓN video (20%), demostrar (30%), argumentar (50%). El estudio concluye que las dos formas más efectivas de aprendizaje son aplicar conocimiento con un porcentaje de retención del 75% y compartir conocimiento con un porcentaje del 90%. Ver gráfica adjunta. ARGUMENTAR 75% APLICAR 90% COMPARTIR Porcentaje de retención después de 24 horas El estudio se complementa con la evaluación de tres variables: a) el rol que juega el receptor del conocimiento: pasivo en la parte alta de la pirámide y activo en la parte baja; b) el conocimiento es más contextual en la medida en que se baja en la pirámide; c) la percepción del conocimiento varía sustancialmente, de unas simples sensaciones de los sentidos a una: percepción cenestésica muy fuerte e intensa en la parte baja de la pirámide. Por otro lado, en el modelo actual de educación se asume que al trasmitir un conocimiento, el receptor lo aprendió, sabe cómo usarlo y efectivamente lo usa en su contexto particular, lo cual no termina sucediendo en la mayoría de los casos. En realidad, enseñar NO garantiza aprender; aprender NO genera saber y saber NO necesariamente significa aplicar. Este gran supuesto se mantiene debido a que el sistema de evaluación dentro del modelo de hoy, se basa en la retención y no en la aplicación del conocimiento; la educación termina su proceso con la certificación de la transmisión del conocimiento, qué haga el receptor con este conocimiento ya no es responsabilidad del proceso educativo. Esta poca responsabilidad en la aplicación del conocimiento debe cambiar sustancialmente, la necesidad de monitorear qué se hace con el conocimiento adquirido debe ser de quien transmitió el conocimiento. La necesidad de aplicación del conocimiento se hace aún más relevante cuando los recursos son limitados, particularmente el tiempo disponible para la formación, como en el caso de las PYMES; en esas circunstancias el modelo tradicional de educación termina convirtiéndose en un “intermediario” muy costoso, ya que implica una inversión de tiempo alta antes de poder empezar a aplicar el conocimiento a la realidad propia del emprendedor y nada garantiza que el conocimiento se aplicará adecuadamente. Es decir, el retorno sobre la inversión, siendo la inversión la educación y la aplicación del conocimiento el retorno, es muy bajo dentro del modelo tradicional. Esta brecha entre lo que se transmite y lo que termina aplicándose, tiene consecuencias para el crecimiento económico de los países y las brechas de desigualdad que aún no han sido estudiadas a profundidad. Sin embargo, basta con reflexionar acerca de la necesidad inmediata que tienen las economías en desarrollo de contar con un capital humano mejor capacitado y sobretodo más productivo. El esfuerzo necesario para capacitar a los emprendedores de hoy y a los de mañana en temas de gestión de sus negocios, bajo el sistema actual de educación tomará un tiempo muy largo y no garantiza que el emprendedor efectivamente sea capaz de aplicar lo aprendido a su contexto particular. Por esta razón mientras no se logre disminuir las brechas de aplicación de conocimiento, la desigualdad entre las PYMES y las grandes empresas persistirá. b). La “digitalización” del conocimiento no ha solucionado su falta de aplicación Tomando como base lo planteado por Nonaka y Takeuchi (1995), sobre las profundas diferencias entre el conocimiento tácito y el explícito, es posible emitir una serie de conclusiones acerca del impacto de la tecnología en cada uno de ellos. El conocimiento tácito es el que se tiene disponible en la mente de cada quién, sus principales características son: se tiene pero no se expresa, está atrapado en la mente, es adaptable, se ajusta a nuevas situaciones, es el know-how pero sobretodo el know-why, su naturaleza lo hace aplicable y utilizable, es lento para difundir y culturizar y es volátil (amnesia individual/corporativa). El conocimiento explícito es el que está manifiesto en libros, documentos, bases de datos, etc., sus principales características son: es colectivo, ubicuo, permanente accesible, sistematizable, consultable, distribuible, compartible, se puede cuestionar y validar, fácil de reproducir, difundir y replicar, su naturaleza no lo hace fácil de aplicar, es estable (esto es bueno y malo a la vez) y es transferible vía productos, servicios y procesos. Aunque esta diferenciación parezca una dicotomía simplista, se acerca mucho a la realidad. Para aclarar la diferencia en lo referente a la aplicación de conocimiento, que es la característica más relevante para analizar, un ejemplo puede aportar claridad. Cuando un experto (tácito) es solicitado para aplicar un conocimiento en un contexto, él puede ser o no asertivo en su respuesta, pero habrá una respuesta. Si por el otro lado se le hace la misma pregunta al mejor libro sobre el tema (explícito), podrán pasar años y años y el libro jamás generará una respuesta. El conocimiento tácito es aplicable por principio, el conocimiento explícito no tiene esa condición, a menos que alguien lea, interiorice y estructure el conocimiento registrado en el libro, lo que obviamente lo convertiría en tácito. Este es un paradigma que hay que empezar a cuestionarse: solo el conocimiento tácito es productivo en su más estricta definición, el explícito jamás lo será. De acuerdo con estas definiciones, es posible afirmar que la tecnología no ha impactado el conocimiento tácito y por ende la aplicación de conocimiento. El conocimiento explícito sí ha sido impactado por la tecnología y es todo lo que hoy ofrece el mercado, desde e-learning, pasando por los campus virtuales y los e-books, hasta los modelos constructivistas de la andragogía. Un nuevo enfoque: gestionar el conocimiento vs. gestionar con conocimiento Es posible identificar tres etapas en el ciclo de la gestión del conocimiento: generación, transmisión y aplicación. En los últimos años los esfuerzos se han enfocado en desarrollar herramientas digitales que faciliten el acceso al conocimiento dentro de las organizaciones particularmente la construcción de repositorios de información y en la formación del capital humano a través de la transmisión de conocimiento. Sin embargo, se considera que la gestión del conocimiento es en realidad un medio para lograr un fin mayor, la gestión CON conocimiento; es decir no basta con tener el conocimiento disponible o que este haya sido transmitido, sino que este debe ser usado para generar valor. Dalkir (2005) identifica tres generaciones de la gestión del conocimiento: la primera en la que se desarrollan contenedores de conocimiento que buscan responder a la necesidad de las organizaciones de saber lo que saben; una segunda centrada en el experto, la cual busca identificar quién sabe y una tercera generación en la cual será necesario responder a la pregunta de cómo aplicar el conocimiento disponible, siendo este el gran reto de la gestión del conocimiento hoy. Por otro lado, tomando como marco la matriz de percepción del conocimiento gráfica adjunta resulta importante trabajar sobre el conocimiento que las personas no saben que no saben. Todos los individuos tienen vacíos en temas que ni siquiera saben que existen. En el caso particular de los empresarios de las PYMES, la mayoría de ellos no saben que existen temas de gestión que bien podrían ayudarles en la administración de sus negocios. Esto representa un gran reto, el motivar a la gente a aprender a aplicar conocimiento que hoy ni siquiera tienen conciencia de su existencia. Finalmente, otro paradigma a cuestionar es si los empresarios de las PYMES deben saber de finanzas o deben poder aplicar el conocimiento financiero en su contexto?. Usualmente, es dificil entender que pueda producirse la aplicación del conocimiento sin saber, pero hay varios ejemplos que ayudan a explicar este punto: todas las personas usan adecuadamente un celular/computador/automóvil; sin embargo muy pocas saben cómo funcionan en su interior. Si esto funciona en estos casos ¿por qué se pretende que para aplicar y usar las finanzas las personas deben saber del tema?, es decir, ¿por qué se supone que para poder aplicar un conocimiento este debe ser transmitido primero?. La tecnología ya está madura y disponible para generar innovaciones disruptivas que superen este paradigma. Cómo lograrlo?: Motores digitales de aplicación de conocimiento La solución propuesta está estructurada con base en los grandes avances generados en los últimos años en un tópico que cada día está tomando más fuerza; La Gestión del Conocimiento (GC). Se aborda la presentación de la solución propuesta, aplicando la visión de Cadena de Valor de un cluster de conocimiento digital. Dónde concentrar los esfuerzos para acelerar la velocidad de flujo del conocimiento en la economía y en especial en las PYMES? Una respuesta a esta inquietud se encuentra en los resultados del estudio adelantado por Jacobson & Pruzak (2006), donde se busca determinar el costo del conocimiento para las organizaciones, a través de la medición de la composición del tiempo dedicado por un típico trabajador en sus interacciones con conocimiento. Los autores concluyen que del total del tiempo invertido en una interacción con conocimiento, el 10.2% se dedica a buscar el conocimiento requerido, el 6.2% a agendar reuniones con los expertos poseedores del conocimiento ubicado, el 37.7% se dedica a adquirir y asimilar el conocimiento y el 45.9% del tiempo se invierte en aplicar el conocimiento adquirido en la situación particular de cada interacción. Dónde tendría mayor impacto una solución que apoyara a los trabajadores en sus necesidades de conocimiento? Claramente, de acuerdo con el estudio, sería en la adquisición, asimilación y aplicación del conocimiento. Vale la pena aclarar que las soluciones que se encuentran hoy en el mercado en GC, se centran en las dos primeras actividades analizadas en el estudio, la búsqueda del conocimiento (primera generación de soluciones en GC, los contenedores de conocimiento) y la ubicación y contacto con los expertos (segunda generación de soluciones en GC, centradas en los expertos). El planteamiento desarrollado en este documento se centra en la tercera generación de soluciones en GC, la aplicación del conocimiento en forma digital, que dicho sea de paso incluye las bases conceptuales de las dos primeras generaciones de soluciones. En el modelo actual, muy bien soportado por la educación tradicional, todo nace con la necesidad que tiene un individuo de disponer de un conocimiento específico para ser utilizado en un contexto determinado, siempre buscando mejorar la solución a una situación dada. Una vez la necesidad se hace vigente, viene el ejercicio de buscar dónde y quién tiene ese conocimiento específico, luego se recibe ese conocimiento, se asimila y finalmente se aplica como solución a la situación planteada inicialmente. Ver gráfica adjunta. Necesitar Buscar Recibir Asimilar Aplicar La visión lineal del proceso actual Este camino es muy largo, tedioso, costoso pero sobre todo ineficiente, las etapas determinantes (recibir, asimilar y aplicar) cada vez se alejan más del experto que dispone del verdadero y estructurado conocimiento para la situación específica. Ideal sería que el experto que tiene todo el conocimiento para aplicar, nos ayudara con la solución él mismo, cosa que sobra decir, es imposible a precios razonables (siempre se puede disponer de recursos para traer a contexto el mejor experto en un tema y solucionar mi problema de forma productiva). Aunque esta última aseveración es en la mayoría de los casos, utópica, empieza a esbozar una solución ideal: buscar la forma de acercar el experto al problema, solucionándolo así en forma óptima. Los expertos no son ubicuos (desafortunadamente) pero su conocimiento, si lo logramos digitalizar, si podría ser ubicuo. Qué se necesita en realidad el experto o su conocimiento? Al plantear la posibilidad de digitalizar el conocimiento salta a la mente de cualquier persona toda la explosión de sitios en la red que ofrecen cursos digitales, seminarios vía web, libros electrónicos, campus virtuales, etc. La realidad es que todas estas opciones están relacionadas con la digitalización del conocimiento explícito (aquel que como se mencionó más arriba no es aplicable, solo replicable). Ninguna de estas opciones ayuda a acercar el conocimiento del experto al contexto particular, habría que convertir este conocimiento en tácito, lo que nos devuelve al problema inicial, y no se avanza mucho. Cuál es la solución entonces: digitalizar el conocimiento tácito del experto, de alguna forma y así disponer de su sabiduría en un medio que permitiese su aplicación en forma digital. Ver gráfica adjunta. “DIGITALIZACIÓN” DEL CONOCIMIENTO “POSEEDOR” DEL CONOCIMIENTO CONOCIMIENTO DIGITALIZADO Se podría pensar que lo planteando de alguna forma es una solución dentro del marco de la llamada “Inteligencia Artificial”. La verdad es que no, lejos de diseñar una herramienta que compita con los humanos en crear conocimiento, lo que se está planteando es una herramienta para aplicar digitalmente el conocimiento que ya existe, y en muchos de los casos por varias décadas. Si de buscarle un marco teórico a la propuesta se trata, se podría acercar más, sin serlo, a un “Sistema Experto”. Regresando al planteamiento de la propuesta, lo primero que se debe hacer es ubicar uno o más expertos en un tema específico de la gestión empresarial. Esto se debe adelantar de la forma más transparente posible, dado que se requiere de conocimiento profundo pero neutro en cuanto a escuelas, tendencias y sesgos. Las fuentes de conocimiento no son solo humanas, también es necesario consultar libros, artículos, documentos, bases de datos, modelos, hojas electrónicas, presentaciones, etc. Una vez el conjunto de expertos y su conocimiento están identificados, se inicia la labor de estructurar todo este conocimiento. Esta etapa siempre es la que resulta más retadora pues un mismo problema puede ser atacado bajo distintas ópticas y con herramientas diferentes. Es por esta razón que se utilizan metodologías que facilitan el destilar conceptos, condensar ideas, sintetizar hipótesis y alinear propuestas. El modelo está diseñado de tal forma que todo conocimiento estructurado se puede fragmentar en cápsulas básicas de conocimiento, CBC©. Es decir un conocimiento siempre se puede descomponer en sus elementos más básicos. Dentro de la taxonomía de estas CBC© se pueden destacar grupos de ellas: cuantitativas, cualitativas, conceptuales, vinculadoras, semánticas, etc. Algunos ejemplos de CBC© son las fórmulas, las fuentes de información, los perfiles de aplicación, rangos de diagnóstico, las reglas semánticas, la identificación temporal, la ubicación geográfica, los conectores conceptuales, etc. El concepto de las CBC© se puede entender mejor con un ejemplo simple. Supongamos que después de una sesión de estructuración de conocimiento, se llega a la siguiente aseveración conceptual: “Las empresas pequeñas de servicios de aseo en la ciudad de Bogotá deberían tener una rentabilidad mínima del 6%, después de impuestos, en el año 2012.” La descomposición de esta aseveración (fruto de estructurar, destilar y condensar conocimiento de unos expertos) en sus CBC© sería de la siguiente forma: CBC© #1, perfil de aplicación: Empresas pequeñas de servicios de aseo CBC© #2, fórmula: la Rentabilidad después de Impuestos (RDI) se calcula con base en la siguiente fórmula: Utilidad Neta Final (UNF) / Total de los Ingresos (TI) y se mide en porcentaje CBC© #3, identificación temporal: año 2012 CBC© #4, fuentes de información: Los estados financieros y en particular los saldos de las cuentas de UNF y TI, para el año 2012 CBC© #5, ubicación geográfica: Empresas ubicadas en Bogotá CBC© #6, rango de diagnóstico: Si el valor calculado para RDI es mayor a 6%, el diagnóstico es bueno. Si el valor calculado para RDI es menor a 6%, el diagnóstico es malo CBC© #7, regla semántica: la aseveración final a presentar debe contener el nombre de la empresa en particular, el valor de la CBC© #2, el valor de la CBC© #6 y el valor de la CBC© #3 Como se puede apreciar en el ejemplo, el modelo se basa en descomponer el conocimiento en sus diferentes cápsulas básicas de conocimiento CBC© lo que permite digitalizar su representación, alcance y aplicación. Cada CBC© se maneja de forma independiente y estructurada a la vez. A partir de este punto se dispone del conocimiento digitalizado para continuar con la siguiente etapa del proceso, la aplicación digital de conocimiento. Para este fin se perfila la definición contextual de cada usuario y a través de un sofisticado algoritmo se ensamblan e integran las diferentes CBC©. La publicación del conocimiento personalizado sobre una plataforma web totalmente interactiva, le ofrece al usuario la oportunidad de interactuar con él y así obtener el mayor provecho del modelo y sus características. El diseño sencillo tanto para navegar como para la asimilación del contenido mismo, es requisito más que obligado. Una conclusión que no resulta tan evidente, luego de la descripción del modelo propuesto es: el nuevo protagonista del proceso es el conocimiento aplicado, ya no es el experto y sus condiciones. Esto aunque parece un simple cambio físico de eje, es una profunda evolución de lo lineal a lo holístico. Sobre el nuevo eje, el conocimiento aplicado, se desarrolla toda las actividades tanto de conocimiento (Marco Conceptual), educativas (Comunidad) o de gestión (Conclusiones y Recomendaciones). En la gráfica adjunta se puede apreciar esto de una forma más sencilla. Recomendaciones Análisis Comparativo Proyecciones Conclusiones Conocimiento Aplicado Comunidad Marco Conceptual Entorno Herramientas La visión holística del proceso propuesto Una vez el conocimiento adquiere esta dinámica de aplicación digital, se alcanza una meta que en el pasado parecía imposible, el conocimiento puede hacer tránsito natural entre lo tácito y lo explícito, ya no hay barreras. Aún mejor, ya se puede movilizar conocimiento entre contextos y situaciones y en cada caso la adaptación del conocimiento es natural y creadora de valor. La plataforma aquí descrita posee además algunos atributos no evidenciados en la descripción anterior: pone a navegar a los usuarios sobre conocimiento que jamás hubiesen podido acceder a él; logra embeber conocimiento no solo en la toma de decisiones sino en los procesos, productos y servicios de cada una de las empresas que aplicadamente hagan del ejercicio una realidad; convierte conocimiento tácito de expertos en conocimiento explícito para las empresas en forma de documentos, informes, etc.; facilita el crecimiento del conocimiento en toda la economía, las empresas, las comunidades y los individuos ya que ahora es posible movilizarlo de forma natural; ya se responde con claridad al cuestionamiento que se hacía en el pasado: es la gestión del conocimiento una moda, una evolución de los sistemas de información transaccionales o es una verdadera revolución que nos proyectará a fronteras insospechadas? Nuevos retos y responsabilidades Con estos cambios de paradigmas, el planteamiento propuesto genera un nuevo conjunto de retos. Uno inicial, sólo se generaba una necesidad de conocimiento (y de paso de educación) cuando esta se manifestaba en forma evidente, dicho de otra manera, las personas tomaban conciencia de su falta de conocimiento cuando un factor externo la hacía aflorar. Era una especie de filtro natural del proceso de formación empresarial, fruto de la escasez como principio básico de la educación tradicional. Con las nuevas formas de aplicar conocimiento, ahora en forma digital, la barrera planteada debe abordarse de manera muy distinta. El reto ahora es claramente, motivar las personas a acceder a la aplicación de conocimiento contextualizado. Gran diferencia con lo que hoy se tiene. Los trabajadores del conocimiento tendrán ahora una responsabilidad evolucionada, ya no podrán excusarse en la no disponibilidad de conocimiento sino que además tendrán que asumir el papel de apalancar la productividad de sus entornos en forma dramática y en un tiempo mucho menor al actual. Esto si se puede tildar de aumentar la prosperidad. Otro reto que es necesario abordar, es el desprendimiento con el que los poseedores del conocimiento actuales, deben afrontar su responsabilidad de custodios del conocimiento. Se requiere de una renovada actitud frente a las imperantes necesidades de una sociedad que está ávida de oportunidades de emprendimiento y generación estable de empleo. Valorar los activos intangibles, en especial el conocimiento, será un gran reto para las personas que manejan los números en las empresas. Es innegable que el valor de estas se verá afectado por la inclusión de los logros alcanzados en este tema. El conocimiento va a valer no solo por su costo intrínseco sino por la capacidad que tengan los trabajadores para interactuar con él, la forma en que se embeba en los productos y servicios y en la forma en que se comparta tanto al interior de las empresas como con las comunidades y países. Bibliografía Banco Mundial (2007), Building Knowledge Economies, Washington D.C., EE.UU. WBI Development Studies Cepal (2013), Perspectivas económicas de América Latina 2013, Políticas de PYMES para el cambio estructural, Paris, Francia. OECD Publishing Global Entrepreneurship Monitor (2013), Reporte GEM Colombia 2011-2012, Cali, Colombia. Ediciones Sello Javeriano Christensen, C.M. (2011)., The Innovator´s DNA: Mastering the Five Skills of Disruptive Innovators, Boston, USA. Harvard Business School Publishing Drucker, P. (1993). Post-capitalist Society, New York, USA. HarperCollins Publishers Inc. Toffler, A. (1981). The Third Wave, New York, USA. Bantam Books Blair, Cody. The Learning Pyramid. Alexandria, VA, USA. NTL Institute for Applied Behavioral Sciences Jacobson, A. y Prusak, L. (Noviembre 2006). The Cost of Knowledge. Boston, USA. Harvard Business Review Nonaka, I. y Takeuchi, H. (1995). The knowledge-creating company. New York. Oxford University Press Dalkir, K. (2005). Knowledge Management in Theory and Practice. Burlington, USA. Elsevier Butterworth-Heinemann Acerca de los autores Humberto Cárdenas Parra, Ingeniero de Sistemas de la Universidad de los Andes de Bogotá. Fue profesor de esta misma universidad por más de 20 años. Consultor empresarial desde 1978. Banquero de Inversión. Promotor del concepto de Motores Digitales de Aplicación de Conocimiento. Vive en Bogotá, Colombia. Ana María Varela Narváez, Economista e Historiadora de la Universidad de los Andes de Bogotá. Consultora en temas de Innovación. Vive en Bogotá, Colombia